Rota Punctatis - Volumen 6
Barra Libre: Bidegorris para todos. Siguiendo la pista: Ciclismo fixed. Túnel del viento: A rueda. Enfants terribles: Roger de Vlaeminck. Tubular vs Cámara: Los sprinters de los 90. La escapada de Copolillo: Huélamo. Farolillo rojo: El ciclista enmascarado.
Barra Libre: Bidegorris para todos. Siguiendo la pista: Ciclismo fixed. Túnel del viento: A rueda. Enfants terribles: Roger de Vlaeminck. Tubular vs Cámara: Los sprinters de los 90. La escapada de Copolillo: Huélamo. Farolillo rojo: El ciclista enmascarado.
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Siguiendo la pista<br />
“Las fixie son una reedición<br />
de las primigenias bicicletas”<br />
En los últimos años se viene<br />
observando en las ciudades a<br />
cierta que monta un tipo de<br />
bicicleta poco convencional para<br />
lo que estábamos acostumbrados a<br />
ver. Con una estética austera pero<br />
cuidada y una mecánica sencilla que<br />
carece de frenos y cambios, estos<br />
velocípedos, lejos de ser una moda<br />
pasajera, parecen haber venido para<br />
quedarse. Para saber un poco más<br />
sobre este nuevo fenómeno nos<br />
juntamos una tarde con Jon Grijalba,<br />
que representa a su propia marca<br />
Fix’n’chill, y con tres miembros<br />
del grupo Finko, Manex, Kifli e Iñaki.<br />
Para ojos de un profano una bicicleta<br />
sin frenos puede parecer<br />
simplemente una temeridad, pero<br />
lo cierto es que el que esté familiarizado<br />
con el ciclismo observa<br />
que las bicis de pista parecen haber<br />
salido de la jaula del anillo. De<br />
hecho, suele ser muy habitual ver a<br />
“fixeros” rodar en los velódromos<br />
ya que, como reza el dicho, la cabra<br />
siempre tira al monte. Por lo<br />
tanto, estamos ante un tipo de bicicleta<br />
sencilla, de piñón fijo y, generalmente,<br />
sin frenos. Este aspecto<br />
suele ser manipulado por algunos<br />
ciclistas debido a las condiciones<br />
evidentes que plantea la circulación<br />
urbana, o el ciclodesplazamiento interubano<br />
que añadiría nuestro amigo<br />
Josema “el hidalgo asceta” Cestero.<br />
Además, a este movimiento le<br />
acompaña un diseño cuidado de la<br />
estética, sobre todo, desde que la<br />
moda hipster decidió añadir la bici<br />
de piñón fijo a su particular forma<br />
de vida. De ahí el estereotipo de<br />
barbudo, tatuado, calcetines altos y<br />
mono ceñido. Todos son bienvenidos<br />
a la viña del señor. En fin.<br />
Este renacer supone un auténtico<br />
filón para la industria de la bicicleta<br />
que ha visto como una de sus<br />
disciplinas que parecía confinada al<br />
velódromo se ha abierto y ha derribado<br />
mitos y estereotipos, de<br />
tal manera que ha atraído a sectores<br />
que anteriormente no veían su<br />
oportunidad en el deporte de las<br />
dos ruedas. Y por otra parte han<br />
surgido los que han optado por la<br />
vertiente más artesana y han decidido<br />
ser ellos mismos los que crean<br />
o montan las bicicletas, como es el<br />
caso de Jon. Podéis ver sus creaciones<br />
en la tienda “Oh My Bike” que<br />
ha montado junto con su hermano<br />
en Donostia.<br />
Si bien las fixie no son más que una<br />
reedición de las primigenias bicicletas,<br />
hubo un “boom” hace varias<br />
décadas cuando mensajeros en Estados<br />
Unidos, se habla San Franciso<br />
y Nueva York, comenzaron a usar<br />
este transporte para realizar sus repartos.<br />
No cabe duda que la bicicleta<br />
es un vehículo ágil y muy práctico<br />
en ciudad, pero es que además la<br />
sencillez y velocidad que aportaban<br />
fue visto con muy buenos ojos por<br />
los repartidores norteamericanos.<br />
Y de sobra es sabido que cuando<br />
la máquina de marketing se pone