Rota Punctatis - Volumen 6
Barra Libre: Bidegorris para todos. Siguiendo la pista: Ciclismo fixed. Túnel del viento: A rueda. Enfants terribles: Roger de Vlaeminck. Tubular vs Cámara: Los sprinters de los 90. La escapada de Copolillo: Huélamo. Farolillo rojo: El ciclista enmascarado.
Barra Libre: Bidegorris para todos. Siguiendo la pista: Ciclismo fixed. Túnel del viento: A rueda. Enfants terribles: Roger de Vlaeminck. Tubular vs Cámara: Los sprinters de los 90. La escapada de Copolillo: Huélamo. Farolillo rojo: El ciclista enmascarado.
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La escapada de Coppolillo<br />
rrespiratorio. Yo lo tomaba un poco<br />
por las salidas, porque andaba mal<br />
con el frío. Comencé la temporada<br />
de 1.972 muy bien. Pero en el<br />
Tour de Rosellón (febrero) cogí<br />
una bronquitis y estuve una semana<br />
en cama. Salgo de ella muy flojo<br />
y Ramón Mendiburu (el entonces<br />
seleccionador) me dice en San Sebastián<br />
que cuenta conmigo para la<br />
Olimpiada, pero que si no ando no<br />
podrá llevarme…Yo le dije que lo<br />
comprendía. Mendiburu me llevó a<br />
la Vuelta a Polonia para ver si cogía<br />
el golpe de pedal. Tomé varias veces<br />
coramina y mejoré los problemas<br />
del pecho que todavía arrastraba<br />
desde el Rosellón. Hice octavo, aún<br />
ayudando a José Luis Viejo. Fuimos<br />
luego a otras pruebas preparatorias<br />
a Suiza. ¡Cómo andaría allí que acabaron<br />
incluyéndome en el equipo<br />
de contra el reloj (100 kilómetros<br />
de contra reloj por equipos con<br />
cuatro ciclistas en cada formación)<br />
aunque en un principio no estaba<br />
previsto!”<br />
“Ya en la Olimpiada, en Munich, en<br />
la prueba de 100 kilómetros contra<br />
el reloj por equipos, salgo sólo<br />
con un bidón de líquido. Té, glucosa<br />
y esas cosas. A los 10 kilómetros<br />
empecé a beber para alimentar al<br />
cuerpo progresivamente. En mi primer<br />
trago, a mi me entra un dolor<br />
que yo identifico como flato. Luego<br />
supe que no era flato, sino dolor de<br />
hígado. Ya no volví a beber más en<br />
“Alguien vio a Morata, el masajista, agitando<br />
el bidón de agua antes de dármelo”<br />
toda aquella prueba contra el cronómetro.<br />
Con el paso del tiempo<br />
me he preguntado: ¿Por qué me<br />
dio aquel dolor de hígado? Sufrí<br />
un montón. El dolor no me abandonó<br />
durante toda la prueba. Al día<br />
siguiente notaba como agujetas en<br />
la zona.”<br />
“Cuando Mendiburu me dice que<br />
voy a salir en la prueba en línea, le<br />
digo que tengo mucha ilusión, pero<br />
que si tenía que andar con los dolores<br />
de la contra reloj por equipos<br />
prefería que pusiera a otro en<br />
mi lugar. En eso quedamos. Entre<br />
la contra reloj y la prueba en línea<br />
había un espacio de cinco días, que<br />
luego fueron más por el atentado<br />
de los palestinos. Durante esos días<br />
se disputó una prueba preolímpica<br />
en Nurenberg en línea. La corrí e<br />
hice segundo. Entonces cambié de<br />
opinión y decidí correr la olímpica<br />
también. Para asegurarme una<br />
buena salida tomé la coramina. La<br />
coramina la cogí del botiquín que<br />
llevaba la selección. Un terrón de<br />
azúcar y unas quince gotas de coramina,<br />
sin darle mayor importancia.<br />
Si había prohibición, ¿por qué no<br />
se nos dijo? En Munich no llevábamos<br />
médico, pero sí un director, un<br />
masajista, un presidente de federación…<br />
gente que debía preocuparse<br />
de esas cosas…”<br />
Y llegó el gran día…<br />
“José Luis Viejo era el hombre destinado<br />
a estar al final. Pero se quedó<br />
atrás. Viejo no corrió la preolímpica<br />
de Nurenberg para evitar<br />
una caída. Se complicó la cosa.<br />
Samaranch (entonces presidente<br />
del Comité Olímpico Español) nos<br />
avisó el día antes de la carrera que<br />
se iba a disputar la prueba, pero al<br />
final no se hizo. (Recordamos que<br />
las fechas fueron modificadas sobre<br />
la marcha por los atentados del<br />
grupo “Septiembre Negro”) Total.<br />
Habíamos comido fuerte para esa<br />
carrera y volvimos a comer fuerte<br />
el día siguiente. En suma, Viejo salió<br />
hinchado el día de la prueba olímpica,<br />
con peso acumulado. El caso es<br />
que era yo el que tenía que definir<br />
la cosa. En la última vuelta al circuito<br />
había un avituallamiento de agua.<br />
Alguien vio a Morata, el masajista<br />
de la selección española, agitando el<br />
bidón de agua antes de dármelo. Y<br />
el agua no necesita que se agite…”