Rota Punctatis - Volumen 6
Barra Libre: Bidegorris para todos. Siguiendo la pista: Ciclismo fixed. Túnel del viento: A rueda. Enfants terribles: Roger de Vlaeminck. Tubular vs Cámara: Los sprinters de los 90. La escapada de Copolillo: Huélamo. Farolillo rojo: El ciclista enmascarado.
Barra Libre: Bidegorris para todos. Siguiendo la pista: Ciclismo fixed. Túnel del viento: A rueda. Enfants terribles: Roger de Vlaeminck. Tubular vs Cámara: Los sprinters de los 90. La escapada de Copolillo: Huélamo. Farolillo rojo: El ciclista enmascarado.
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Túnel del viento<br />
“Ir a rueda también implica un factor<br />
completamente distinto: el psicológico”<br />
lo cual se debe estar en tensión, al<br />
menos mental, en todo momento<br />
para evitar tocarse. Sí, eso es, evitar<br />
lo que en la jerga de este deporte<br />
que tanto amamos se denomina<br />
afiladores. Ahora, si se consigue ir a<br />
rueda en etapas de este tipo al espectador<br />
se nos presentan algunas<br />
de las imágenes más bonitas que<br />
ofrece el ciclismo: los relevos. Una<br />
estrategia en carrera que permite<br />
que no sea el mismo ciclista el que<br />
siempre esté en primera posición,<br />
repartiendo por tanto entre los<br />
participantes en los relevos el esfuerzo.<br />
Toda una demostración de<br />
compañerismo en pro de un objetivo<br />
común que si es durante una<br />
escapada suele servir para eliminar<br />
los corredores con opciones de<br />
triunfo de etapa y que si es en el<br />
pelotón normalmente tiene como<br />
finalidad proteger al líder del equipo.<br />
Algún día hablaremos más sobre<br />
el importantísimo papel de los gregarios.<br />
Todo lo dicho hasta ahora suele<br />
darse en etapas en las que se rueda<br />
rápido y con viento frontal, en las<br />
que ir a rueda consiste en colocarse<br />
directamente detrás de la rueda<br />
del ciclista que va delante. Sin embargo,<br />
si cambiamos un poquillo la<br />
dirección del viento y pensamos en<br />
una etapa llana en la que se rueda<br />
a gran velocidad, pero el viento es<br />
lateral o fronto-lateral, ya no vale<br />
con colocarse directamente detrás,<br />
sino que es necesario adelantarse<br />
un poquillo más y colocar parte de<br />
la rueda en paralelo a la del ciclista<br />
que marcha delante.<br />
Concretamente se posicionará en<br />
el lado contrario al del que viene<br />
el viento. Esto si os acordáis podría<br />
dar lugar a la estrategia de abanicos<br />
sobre la que hablamos en un artículo<br />
anterior. Pero si el ciclista que<br />
está tirando no quiere provocar un<br />
abanico, también tendría la opción<br />
de pegarse al lado contrario de la<br />
carretera al que incide el viento,<br />
de forma que como la carretera<br />
es finita (esto ya lo sabemos) nadie<br />
puede colocarse a rueda protegiéndose<br />
del viento. Con lo cual, nadie<br />
puede aprovecharse del esfuerzo<br />
de ese ciclista que rueda en cabeza<br />
y los que van detrás están en las<br />
mismas condiciones aerodinámicas.<br />
Y aquí tenemos por tanto otra estrategia<br />
de carrera que nos ofrece<br />
nuestro amigo el viento.<br />
Cambiando ahora de perfil de carrera,<br />
vamos a pensar en una etapa<br />
de montaña, de las que gustan al<br />
espectador y en las que se suben<br />
cumbres mitiquísimas que conocemos<br />
en muchas ocasiones gracias a<br />
este maravilloso deporte. Bien, subiendo<br />
introducimos un efecto físico<br />
que cobra bastante más importancia<br />
que el rozamiento del viento,<br />
la gravedad. Sí señor, aquello que<br />
Newton se encargó de explicarnos<br />
con una manzana como ejemplo y