Journal of Film Preservation N° 56 - FIAF

verdad”, “Nueve cartas a Berta”, “El último sábado”, “C’era una volta”,
“Después del diluvio”, “Cabezas cortadas”, “Tirarse al monte”, “El
reportero”, “La saga de los dráculas”, “La nova cançó”, “Perros callejeros”,
“Sonámbulos”, “La vieja memoria”, “Las rutas del sur”, “Mater amatisima”
y “Carmen”.
Esta es su filmografía más sobresaliente. Trabajó con Del Amo, Bardem,
Berlanga, Martín Patino, Picazo, Regueiro, Forqué, Klimosvsky, Buñuel,
Rosi, Antonioni, Losey, Berry, Camino, Gutiérrez Aragón, Ungría, Torre
NIlson, Risi, Bellmunt, Rocha, Esteva, Zavattini, Azcona, Rouquier, y un
largo etc.
Fundamentalmente trabajó como ayudante de dirección, pero también
fue productor y productor ejecutivo, guionista, director adjunto, crítico,
miembro de jurados de festivales (Venecia, San Sebastián, Valencia, etc.)
No hay asunto en el cine que le fuera ajena, crea productoras, revistas,
colecciones de libros..., aunque él decía que en el cine era “ayudante de
dirección, algo casi tan importante como el director...”
A partir de 1953 vuelve a trabajar para el partido comunista, y con Jorge
Semprún se encarga de organizar la resistencia antifranquista entre los
intelectuales y los trabajadores del cine.
En los años setenta compagina su trabajo cinematográfico con el editorial
adquiriendo esta nueva dedicación cada vez mayor importancia:
Muchnick, Tusquets, Bruguera y Seix y Barral son las editoriales para las
que trabajará creando colecciones, siendo relaciones públicas y, sobre
todo, haciendo dos de sus “otras pasiones” : libros y amigos. Conocerá
en estos años a Juan Marsé, los hermanos Goytisolo, Octavio Paz, Vargas
Llosa, José Donoso, Ángel González, Jorge Edwards, García Márquez,
Borges, Barral, Vázquez Montalbán y otra vez una lista de amigos.
Ricardo dijo que nombres claves en su vida eran tantos como facetas
tenía su personalidad: política, literatura, cine, vivir... Buñuel, Zavattini,
Antonioni, Rosi, Sciascia, Semprún, Hemingway...
Después de vivir en Madrid y Barcelona vuelve a Valencia, a partir de
1980 poco a poco, con la oportunidad que le da el Ayuntamiento al
crearse el festival de cine “Mostra de Valencia”, se crea después la
Fundación Municipal de Cine y participa en ella como subdirector hasta
1987. En 1985 el gobierno autónomo le llama como asesor cultural del
consejero (ministro) de cultura y Ricardo se afinca en Valencia de nuevo
y dice: “(los de mi familia)...siempre hemos vuelto a Valencia y la queremos
culta y libre”.
Y en Valencia se queda. Convoca el “Congreso Internacional de
Intelectuales y Artistas” de 1987 en conmemoración del celebrado también
en Valencia en 1937 durante la guerra civil, y crea la Filmoteca de
la Generalitat Valenciana. A partir de aquí ustedes ya conocen su trabajo
de los doce últimos años: la Filmoteca.
Insistía que “destruir una película no es un crimen, es un suicidio, es
destruir la memoria, y para conservar la memoria están las filmotecas,
los archivos del futuro..”
Crea una filmoteca perfectamente diseñada, con tres departamentos bien
59 Journal of Film Preservation / 56 / 1998
Ricardo Muñoz Suay
(Valencia 1917-1997).
The founder of the Filmothèque de la
Géneralitat Valenciana was born in 1917 to
an important Valencienne family
distinguished in politics and cultural circles.
Ricardo became a member of the Spanish
communist party and was totally involved in
politics and the Civil War, remaining six
years in hiding and three years in prison. In
prison and after, he became friends with all
the major cultural figures of Spanish
literature and cinema. He wrote at this time
«Canto al Cinéma », a prose poem
expressing his passion for cinema. in the
fifties, he began to work in film production
(the films are listed), with many of Spain’s
most notable directors, most often in the
position of assistant director, sometimes as
producer. In 1953, he began again to work
for the Communist Party, and organised,
with Jorge Semprún, an anti-Franco
resistance. During the sixties, he took up a
second occupation as an editor for several
publishing houses, again increasing his circle
of literary friends. In the eighties, he
returned to Valencia, and founded the
archive. His passion for archival work and
for the preservation of the cinematic heritage
ruled his life from then on.