BENICIO DEL TORO - DirecTV

Hombres como este sólo pueden ser atrapados por mujeresmaravillosas como su novia histórica: La francesa ChiaraMastroianni, hija de Marcelo y Catherine Denueve.Pero volvamos a sus frases hechas y engatusadoras. Si lepreguntan sobre su profesión, dice que ama “el misterio queposee una pantera negra. Creo que la inescrutabilidad debede ser uno de los deberes obligatorios de todo el que quieraser actor”. Otra opción es “me siento como un boxeadorque nunca encuentra la perfección del golpe definitivo”. Y,si tiene que definirse, dice ser “un soñador solitario”. Se lassabe, sin duda.Con esos galardones de guapo y seductor escapa del títulode hombre objeto gracias a su indesmentible talento y unacapacidad de mutar en la pantalla, aunque sea siempre dentrode los márgenes que le permite su carácter híper masculino.Ganó el Oscar por su rol secundario en Traffic (StevenSoderbergh, 2000) y, más importante, se salió del rebaño deeternas promesas.Lo supo Sean Penn, quien como el diestro director que es, lofichó para Asesino Oculto (2001). Tiempo después compartiríanactuación en 21 Gramos.DESDE ABAJOObsesivo y dispuesto a tropezar dos veces con la mismapiedra con tal de acercarse a la perfección, Benicio del Toroencarna a Ernesto Che Guevara en una maratónica realizaciónde su amigo Soderbergh dedicada al líder revolucionario.Dividida en dos partes, The Argentine y Guerrilla, este recientetrabajo le significó un esfuerzo que fue mucho más allá deadquirir un parecido asombroso con el personaje. Se quemólas pestañas estudiando historia y el carácter de la leyenda.Fue él quien adquirió los derechos del libro en el que se basanambos filmes y ofició como productor en los créditos. Unapasión premiada en el último Festival de Cannes, donde fuegalardonado como mejor actor.Pero, lo más interesante, logró exorcizar los últimosvestigios fantasmales grabados en su cabeza de niño, cuandoel Che encarnaba al demonio en Puerto Rico. Una época,según recuerda, en que hasta toparse con un afiche del Che lecausaba terror. Hoy lo considera “un héroe humano”.En febrero cumplirá 42 años y quién puede dudar que almenos hace ocho que está en el top. Un éxito que tiene unlado B: la muerte de su madre cuando era un niño y que de lapura pena obligó a su padre a dejar Puerto Rico y reciclarse enPennsylvania. Allí, Benicio perfeccionó su inglés y decidió seguircon la tradición familiar y estudiar negocios en la Universidadde California. Como suele leerse sobre estas figuras, el mitonarra que una clase de actuación le cambiaría la vida, aunquemás la formación recibida por la mismísima Stella Adler (laveterana impulsora del método Stanislavski en Estados Unidos),clave en la educación actoral de Marlon Brando, Warren Beatty,Robert De Niro y Harvey Keitel, entre otros.Tanta rigurosidad, en todo caso, no es pasaporte paraentrar a las ligas mayores, en un medio donde actores hay pormiles y la mayoría ejerce de mesero, mensajero, asistente delasistente… etc. De hecho, Del Toro partió en un papel casiimperceptible en un episodio de Miami Vice, en 1987, y mástarde fue extra en el video La Isla Bonita, de Madonna. En eseentonces jamás sospecharía que una década más tarde seanotaría un golpe que no se cuenta dos veces: su rol de FrankyTour Fingers en Cerdos y Diamantes (2000) de Guy Ritchie, yapor entonces el marido de la diva pop.Excelente trama para el más irresistible de los irresistibles.The Argentine yGuerrilla abordan,respectivamente, la vidadel Che Guevara antes ydespués de la revolucióncubana. Ambas cintas notienen fecha de estrenoen Chile.Getty imageSEPTIEMBRE