BENICIO DEL TORO - DirecTV

De alguna manera, las transformaciones del mundo le handado un nuevo cariz a las clásicas discusiones del Mes de laPatria. La mayor cantidad de información y recursos técnicos se hatraducido en una revalorización de nuestras raíces y costumbres, yen el redescubrimiento de muchos próceres musicales. La positivarespuesta que han tenido algunas radios con programación ciento porciento chilena, así como la irrupción de una pléyade de neofolcloristasdan cuenta de estos fenómenos.Ese mismo espíritu reivindicativo es el que comparten algunoscolectivos y agrupaciones de fuera de la capital, quienes han logradodifundir una música representativa de nuestra cultura, pero al mismotiempo en sintonía con un mundo globalizado. Es una labor ejemplar,pero al mismo tiempo nada de fácil, ya que la primera valla quedeben sortear es la escasa atención que se le presta en Santiago a laactividad desarrollada en regiones.Del puerto al mundoEl 26 de octubre de 2005 la familia Mundaca Arancibia terminócon un año de agonía cuando, vía chat, pudieron confirmar queel chileno recluido en una cárcel de México era su hijo Sergio,ex asistente del grupo porteño Ocho Bolas quien fue apresadocuando intentaba cruzar hacia Estados Unidos. Por esos días, y encircunstancias poco convencionales, esta emblemática banda punkque poco sabía de cobertura mediática pasó a ocupar los titulares delos diarios y noticieros nacionales.Algo más de una década después, un grupo de amigos estudiantesde la Universidad Católica de Valparaíso dio un paso de similaresproporciones, pero bajo distinta metodología, llevando la música de suciudad a oídos extranjeros a través del sitio valparaisorock.cl. En ésteponen a disposición de los visitantes y con siete idiomas opcionalesun compilado de trece canciones de bandas emblemáticas de la zona–como Tryo, Umbría en Kalafate y Al Otro Pueblo– “con una sonoridadque difícilmente podría haber surgido en otro lugar del mundo”, talcomo afirmaron en su momento.Elogiosas reseñas de medios argentinos, peruanos e inclusojaponeses dan prueba de la exitosa repercusión que ha tenido lainiciativa al delimitar un “estilo porteño”, el cual “tiene mucho delatinoamericano, de mirada personal y anti comercial” según precisaGustavo Miranda, uno de los ideólogos del sitio. “De acá siempre hansalido grupos muy influyentes, como Los Jaivas, Los Mac’s y en losúltimos años Tryo, cuyos integrantes son profesores del Conservatoriode la ciudad” dice. Si sumamos además el influjo de otros grupos de laregión como Congreso y La Floripondio, podemos contextualizar mejorel producto que resulta en valparaisorock: un compendio de sicodelia,folclore y mucha personalidad.Por estos días, Miranda junto a Armando Santos y SebastiánVillarroel, preparan la segunda edición del compilado, el cual contienetemas que van desde el jolgorio metal de los quilpueínos NiñoProblema, hasta las peculiares tonalidades folk de Chinoy –graciasa su participación en la música de la película La Buena Vida–, esteúltimo, uno de los músicos porteños más celebrados por estos días, yuno de los que mejor resume el eclecticismo de una urbe definida porsu singular geografía y por el intercambio propio de un puerto.Independencia sureñaHistóricamente, el mote de “capital del rock chileno” se leha achacado a Concepción, cuna de algunos de los grupos másreconocidos del rock nacional. No deja de ser curioso entonces queun emblemático músico penquista –aun cuando nació en Temuco– sehaya encargado en el último tiempo de atraer progresivamente laatención hacia un punto algo más austral en el mapa.En Valdivia, Iván Molina junto a Mauricio Melo fundaron hace unaño y medio su sello Discos Tue Tue, con el cual ha logrado posicionarNiño Problema, el grupo de Quilpué que experimenta en el metal.en poco tiempo a un diverso conjunto de grupos oriundos de lazona. Usando su experiencia como baterista de importantes bandascomo Emociones Clandestinas, Santos Dumont y Matorral, Molina hadesarrollado una significativa e inédita plataforma para los músicossureños, “mostrando lo que hace la escena independiente, a travésde la autogestión y negociando con instancias mayores de mercado”,explica.De esta forma ha dado a conocer en todo el país el trabajode los valdivianos Trapezoide, Tripular y Thementes, además delos penquistas Zárate y Philipina Bitch, una de las revelacionesindependientes de la temporada. “Acá, teniendo los mismos mediosque hay en cualquier lugar, hacía falta conocimiento del tema, uncierto cambio de mentalidad”, afirma Molina.Con dedicación y buen ojo, el ex Emociones Clandestinas haexperimentado un rápido crecimiento con su etiqueta discográfica,algo que lo ha llevado a asociarse con sellos importantes a nivelnacional, desarrollar un encuentro periódico de gestión para laindustria musical austral, e incluso a adjudicarse un fondo del Estado.Todo esto, sin traicionar el espíritu de los grupos afiliados y rescatandode paso el patrimonio sonoro del sur de nuestro país.Como prueba de esto están los siguientes pasos de Discos TueTue: un disco con documental incluido del cantante osornino NanoMontt –una importante figura del bolero y la canción melódica– yun archivo musical de cantautores de la Región de los Ríos.“Además, se lanzarán tres discos de bandas pertenecientes al selloy el último álbum de Santos Dumont se reeditará tras siete añosdesde su publicación original”, cuenta Molina, quien de esta formacerrará un significativo ciclo del rock chileno para iniciar otro deinsospechados alcances.11