Viajes para viajerosEL ETNA Y TAORMINACuando el avión que noslleva a Sicilia sobrevuelala isla, de inmediato apareceallá abajo el imponentepico del famoso volcánEtna, el mayor de Europa, quesigue “vivo” aunque pasen añossin que demuestre “su fiereza”. Lamitología clásica localiza en lasentrañas del Etna la famosa fraguadel dios Vulcano, cosa que yaa llegar a ser “creíble” porque,permanentemente, sobre el picodel volcán aparece una especiede leve nubecilla que es, en realidad,el humo que brota sin cesarpor la gran boca del cráter.Los habitantes de las inmediacionesdel volcán viven plácidamente,sin temor, diríamos queconviven con el Etna, pero el visitanteque llega por primera vez allugar no puede reprimir, demomento, una cierta prevención.Es imprevisible el momento enque pudiera producirse una erupción,porque los científicos no hanconseguido obtener datos fiablessobre una cierta frecuencia de laserupciones. Hay que dejarlo todo,por lo tanto, “al capricho” del propiovolcán. Naturalmente, susladeras, en una considerableextensión, están cubiertas delava, y a niveles más bajos subsistenretamas, algunas plantas ypequeños árboles.El Etna tiene 3.263 metros dealtura y dista tan solo 37 kilómetrosde una pequeña pero muyatractiva población llamadaTaormina. Desde este lugar, sepuede viajar a las faldas del volcána través de varias rutas, algunasde ellas con profusión de curvas,pero atravesando unos parajesmuy bellos. También se puedeir con mayor comodidadpor una autopista hasta SanMateo para aquí continuar porcarreteras de montaña hacia SantAlfio, Linguaglossa y, bordeandode nuevo la montaña, seguir hastaRabdazzo.LA BELLEZA DETAORMINATaormina está, como antesdigo, a una distancia de unos 37kilómetros del Etna y es una deliciosaciudad, construida en diversosplanos, por lo que sus callesvan ascendiendo paulatinamente.En el año 1885, el novelista francésGuy de Maupassant (1850-1893) escribió lo siguientesobre esta pequeñalocalidad: “Sialguien tuvieraque pasar unasola jornada en Sicilia y preguntase:¿Qué cosa hay que ver necesariamente?,la respuesta sería:Taormina”.Tenía razón el escritor.Porque hay que “dejarse llevar”y pasear tranquilamente por lasdiversas vías de la localidad,contemplando a nuestro paso eltrazado de callejuelas, rincones,placenteras terrazas de bares ylas atractivas y sugerentesvillas, con arquitectura y jardineríamuy variados, que proliferanen el lugar.El apretado caserío deEl monte-guía deTaormina.Taormina se extiende desdemedia ladera hasta el pronunciadodeclive que lleva directamenteal mar. Pero entre el final de estarápida pendiente y el mismo bordedel agua, todavía queda espaciosuficiente para que discurran porallá la Strada Statale y la vía delferrocarril.En sentido horizontal seextiende el caserío de la población,enmarcado por el camino de circunvalaciónen la zona superior,más arriba de la mitad de la laderade la montaña, y las antes mencionadasStrada y vía férrea. La capri-Taormina con el Etna de fondo.VIAJEROS 60www.revistaviajeros.com
Una decorativa fuente.Una palacete nobiliario.Rincón pintoresco.chosa distribución de calles y plazas,con frecuencia dotadas depequeñas escalinatas para comunicarlas vías situadas a diferentesniveles, dan un aspecto diferenciadoal urbanismo local, al que prestaun singular encanto esta diversidadde construcciones y calles enplanos diferentes.Abundan las villas o chalés,construcciones de belleza arquitectónica,de muy variados estilosy siempre rodeadas de bien cuidadosjardines, sobre cuyas tapiasaparecen ramas de palmeras,naranjos, cactus...OTROSATRACTIVOSLa calle central de Taorminaes la llamada Corso Humberto,que viene a ser como la espinadorsal de la población, a la queatraviesa en sentido longitudinal.En esta calle se encuentran dospuertas de la primitiva muralla asícomo también la pintoresca plazadel Duomo, o de la catedral, conuna curiosa fuente barroca en elcentro. Destacan varios bellos yafiligranados palacios, como el deSanto Stefano y el de Corvaia;también la iglesia de SantaCatalina...Se conservan algunos lienzosde la antigua muralla, asícomo un teatro griego de considerablesproporciones, que entiempos fue el de mayor tamañode Sicilia después del deSiracusa. Desde este coliseo, ydesde la terraza de la plaza 9 deAbril se contempla una espléndidapanorámica del humeanteEtna.Cuando el visitante agota eltiempo de permanencia en laisla, tiene que despedirse deTaormina con harto sentimiento,y en el vuelo de vuelta, al contemplarya desde lo alto el conjunto,la mirada se va, inevitablemente,hacia el Etna, encuyas entrañas parece queVulcano sigue empeñado en noapagar el fuego para dejarlesalir en el momento menosesperado... Ojalá se dilate unanueva erupción del imponentevolcán. ■PABLO MARTÍN CANTALEJOTexto y FotosEl majestuoso volcán.VIAJEROS 61