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IV CONGRESO LATINOAMERICANO DE ANTROPOLOGÍA
OCTUBRE DE 2015, CIUDAD DE MEXICO
P R E S E N T A C I Ó N
“Una historia milenaria, un mosaico de razas que se cruzan a lo largo de los siglos, una
gran diversidad cultural y lingüística a todo lo largo y ancho de nuestra región han
propiciado que en América Latina las disciplinas antropológicas adquieran una relevancia
particular. Las condiciones para el ejercicio y el desarrollo de la antropología son
diferentes en cada país, pero eso no implica que deje de existir un común denominador
que nos permite hablar legítimamente de una antropología latinoamericana”.
Declaración de la Primera Reunión de la
Asociación Latinoamericana de Antropología 1989,
Cocoyoc, Morelos, México.
Las palabras de los antropólogos de diversos países latinoamericanos reunidos en
1989 en Cocoyoc, México, son más vigentes que nunca. La enorme diversidad étnica y
cultural, la historia compartida, las problemáticas que nos son comunes, hacen necesario
que los antropólogos de América Latina y el Caribe continuemos con el esfuerzo de
integración, de intercambio académico y de fortalecimiento de nuestros saberes
antropológicos.
El IV Congreso Latinoamericano de Antropología, cuyo programa presentamos es una
expresión de ese esfuerzo colectivo, sostenido durante más de dos décadas por
antropólogos de los distintos países de América Latina y el Caribe, agrupados en la
Asociación Latinoamericana de Antropología (ALA). Los temas que se abordan en los 125
simposios y 1245 ponencias de este IV Congreso, son una muestra del interés por
avanzar en la integración de una antropología latinoamericana, que se ha venido
consolidando y atrae cada vez a un mayor número de participantes.
Cada uno de los 125 simposios fue organizado por dos coordinadores, procurando que
cada uno de ellos tuviera una representación de al menos dos países, esto no fue tarea
fácil. La organización de simposios internacionales fue para muchos y tal vez para la
mayoría, una tarea ardua en la cual los coordinadores de simposios y participantes,
tuvieron que acudir a sus redes académicas y trabajar en temas que fueran de interés
para los antropólogos de al menos dos países. Con su trabajo lograron la integración
internacional de los simposios y la coherencia temática que en ocasiones es difícil de
conseguir. Cabe destacar también que la participación de jóvenes antropólogos ha
sido muy importante, tanto por el número de ponencias y simposios organizados, como
por su creatividad y entusiasmo mostrado en el concurso de fotografía antropológica y
el Foro de Cine Etnográfico, en el cual participan antropólogos y cineastas de toda
América Latina y el Caribe.
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