02.10.2015 Views

Juan Bosch - Cuentos escritos en el exilio

  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

IZO<br />

JUAN BOSC-H<br />

Fues Victoriano Segura se esfumó tari extrañam<strong>en</strong>te como<br />

había -do, si bi<strong>en</strong> de manera mucho más chmktica.<br />

Qmrió que una tarde kgó a la calleja con su carreta cargada<br />

de tablas. Muchos de los vecinos le vieron meter esas<br />

tablas <strong>en</strong> la m, y como <strong>en</strong> los días sigui<strong>en</strong>tes se le oy6<br />

m a r , se p<strong>en</strong>só que estaba haci<strong>en</strong>do arreglos <strong>en</strong> la vivi<strong>en</strong>da;<br />

tal vez hacía una mesa para comer D rem<strong>en</strong>daba<br />

uneL v<strong>en</strong>tana rota.<br />

Por <strong>en</strong>tonces <strong>el</strong> mes de febrero iba muy avanzado, lo cual<br />

quiere decir que había brisas cuaresmales y <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o estaba<br />

brillante. El aire iba y v<strong>en</strong>ía cargado con los presagios d<strong>el</strong><br />

carnavai y la Semana Santa. Una adorable paz ganaba <strong>el</strong><br />

corazón de la g<strong>en</strong>te; y <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>la pequeña calle que estaba<br />

surgi<strong>en</strong>do a la orilla misma de los campos, <strong>el</strong> frecu<strong>en</strong>te canto<br />

de los pájaros y e1 murmullo de los árboles hacían más s<strong>en</strong>sibles<br />

esos rasgos de profunda es<strong>en</strong>cia musical con que se<br />

emb<strong>el</strong>iec<strong>en</strong> los días sin importancia.<br />

En medio de tal ambi<strong>en</strong>te, dulce y limpio, ocurrió la partida<br />

de Victoriano Segura. Fiie a eso de las nueve de la mañana.<br />

Algunas mujeres padoteaban desde sus puertas con<br />

las vecinas; algunos muchachos jugaban dando carreras o<br />

empinaban papdotes; algunas gallinas picoteaban las manchas<br />

de yerba que se veía aquí y ailá. Inesperadam<strong>en</strong>te se<br />

abrió <strong>el</strong> pok6n que daba al patio donde Victoriano guardaba<br />

la carreta y se oyó su dura voz arreando al mulo. %bum<strong>en</strong>te<br />

conducida, la carreta quedó parada junto a la-puerta<br />

de la, casa. Cachanidam<strong>en</strong>te, Victoriano puso dos piedras<br />

junto a una de las ruedas, una para impedir que se moviera<br />

hacia ad<strong>el</strong>ante, la otra para impedir que se moviera hacia<br />

atrás. hpués de eso <strong>en</strong>tró <strong>en</strong> la casa.<br />

¿Quién podía prever lo que sucedib inmediatam<strong>en</strong>te? Algunos<br />

minutos más tarde la puerta se abrid de par <strong>en</strong> par<br />

y Victoriano Segura salió de espaldas, cargando con un extremo<br />

de ataúd; al otro extremo aparecib luego la mujer.<br />

Usando toda su fuerza, que debía ser mucha, <strong>el</strong> hombre co-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!