02.10.2015 Views

Juan Bosch - Cuentos escritos en el exilio

  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

de fin de año. Pero <strong>el</strong> sarg<strong>en</strong>to era expeditivo: quince minutos<br />

después de haber oído a Mundito <strong>el</strong> sarg<strong>en</strong>to Rey<br />

iba con dos nbros y diez o doce curiosos hacia <strong>el</strong> sitio<br />

donde yacía <strong>el</strong> presunto cadáver. Eso no había <strong>en</strong>trado <strong>en</strong><br />

los planes de Encarnación M<strong>en</strong>doza.<br />

El propósito de Encarnación M<strong>en</strong>doza era pasar la Nochebu<strong>en</strong>a<br />

con su mujer y sus hijos. Escondiéndose de día<br />

y caminando de noche había recorrido leguas y leguas, desde<br />

bis primeras estribaciones de la Cordillera, <strong>en</strong> la provincia<br />

d<strong>el</strong> Seybo, rehuy<strong>en</strong>do todo <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro y esquivando<br />

bohios, corrales y cortes de árboles o quema de tierras. En<br />

toda la región se sabia que 41 había dado muerte al cabo<br />

Pomares, y nadie ignoraba que era hombre coad<strong>en</strong>ado donde<br />

se le <strong>en</strong>contrara. No debía dejarse ver de persona alguna,<br />

excepto de Nina y de sus hijos. Y los vería sólo una<br />

hora o dos, durante la Nochebu<strong>en</strong>a. T<strong>en</strong>ía ya seis meses<br />

huy<strong>en</strong>do, pues fue <strong>el</strong> día de San <strong>Juan</strong> cuando ocurrieron<br />

los hechos que costaron la vida al cabo Pomares.<br />

Necesariam<strong>en</strong>te debía ver a su mujer y a sus hijos. Era<br />

un impulso bestial <strong>el</strong> que le empujaba a ir, una fuerza cie<br />

ga a Ia cual no podía resistir. Con todo y ser tan limpio de<br />

s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, Encarnación M<strong>en</strong>doza compr<strong>en</strong>día que con<br />

<strong>el</strong> deseo de abrazar a su mujer y de contarles un cu<strong>en</strong>to a<br />

los niños iba confundida una sombra de c<strong>el</strong>os. Pero además<br />

nacesitaba ver la casucha, la luz de la lámpara iluminando<br />

la habitación donde se reunían cuando él volvía d<strong>el</strong> trabajo<br />

y los muchachos le rodeaban para que éI los hiciera reir con<br />

sus ocurr<strong>en</strong>cias. El cuerpo le pedía ver hasta <strong>el</strong> sucio camino,<br />

que se hacia ladazal <strong>en</strong> los tiempos de Iluvia. T<strong>en</strong>ía<br />

que ir o se morsa de una p<strong>en</strong>a trem<strong>en</strong>da.<br />

Encarnación M<strong>en</strong>doza estaba acostumbrado a haw b<br />

que deseaba; nunca deseaba nada malo y se respetaba a sí<br />

mipimo. Por respeto a sí mismo sucedió lo d<strong>el</strong> día de San<br />

<strong>Juan</strong>, cuando <strong>el</strong> cabo Pomares le falth pegándole <strong>en</strong> la cara,<br />

a él, que por no of<strong>en</strong>der no bebía y que no t<strong>en</strong>ia más afán

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!