Juan Bosch - Cuentos escritos en el exilio
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
174 JUAN BOSCH<br />
El Señor Dios veía a la jov<strong>en</strong> señora confundida, a José<br />
con <strong>el</strong> rostro desfigurado por <strong>el</strong> sufrimi<strong>en</strong>to, y sólo atinó a<br />
interv<strong>en</strong>ir dici<strong>en</strong>do:<br />
-;No seas tonto, José, que María no ha t<strong>en</strong>ido parte <strong>en</strong><br />
la decisión mía, y <strong>el</strong> nacimi<strong>en</strong>to de Mi Hijo no es cosa suya<br />
ni tuya, sino mía!<br />
Lo cual era verdad, pero también es verdad que desde que<br />
los hombres com<strong>en</strong>zaron a poblar la Tierra habían adquirido<br />
la costumbre de echar sobre sus mujeres la culpa de cuanto<br />
pasaba. El Señor Dios ignoraba esto porque El nunca había<br />
visto de cerca cómo se comportan los matrimonios; debido a<br />
que lo ignoraba le habló así a José. De haber estado al tanto<br />
de pequeñeces como ésa habría pasado por alto las palabras<br />
d<strong>el</strong> marido de María, pues es lo cierto que t<strong>en</strong>ía sueño<br />
y quería echar una siesta.<br />
Una siesta d<strong>el</strong> Señor Dios puede ser de días, de meses o<br />
de años. Pero la de esa ocasión no iba a ser muy larga. Fbrque<br />
he aquí que El estaba <strong>en</strong> lo mejor d<strong>el</strong> sueño cuando de<br />
pronto despertó dici<strong>en</strong>do:<br />
-Caramba, si ya va a nacer l!li Hijo. Por poco lo olvido.<br />
Desde hacía millares de siglos nacían niños <strong>en</strong> la Tierra.<br />
Nacían hijos de reyes, de labriegos, de pastores, de guerreros;<br />
nacían niños blancos, amarillos, negros; nacían hembras<br />
y varones, unos robustos, otros débiles; unos chillones y<br />
otros casi callados, unos ricos y otros pobres, unos de ojos<br />
azules y otros de ojos castaños y de ojos negros; niños de todas<br />
clases, de todas las figuras; niños que nacían <strong>en</strong> medio<br />
de las guerras, <strong>en</strong> los campam<strong>en</strong>tos, sntre lanzas y sables y<br />
caballos, y niños que nacian <strong>en</strong> los bosques, rodeados de árboles,<br />
de pajarillas y de mariposas; niños que nacían <strong>en</strong> los<br />
caminos, mi<strong>en</strong>tras sus padres viajaban, y niños que nacian<br />
<strong>en</strong> las barcas, sobre los ríos y los mares; niños que nacían <strong>en</strong><br />
grandes casas ll<strong>en</strong>as de alfombras y niños que nacían <strong>en</strong><br />
las cuevas de los pastores, al pie de las montañas. Lo que<br />
jamás se había visto era <strong>el</strong> nacimi<strong>en</strong>to de un niño que fuera