sobre
oTJvj7
oTJvj7
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
RECESO / COMIDA<br />
14:00 – 15:00 horas<br />
MESA 13<br />
15:00 – 17:00 horas<br />
Modera: Mtra. Iyazú Cosío Ramírez<br />
“El fundamento determinado en Hegel”<br />
Mtro. Javier Balladares Gómez<br />
javierbgz@gmail.com<br />
Universidad Autónoma Metropolitana – Iztapalapa<br />
El “fundamento determinado” es la segunda parte de tres del capítulo que Hegel dedica al<br />
“Fundamento” en la Ciencia de la Lógica. Allí Hegel desarrolla su concepción del fundamento formal,<br />
real y completo. El propósito de concentrarnos en esta parte es mostrar la transformación del<br />
concepto de fundamento que implica el desenvolvimiento inherente desarrollado por Hegel. Esto con<br />
la finalidad de mostrar la tesis —sostenida por varios estudiosos de la obra de Hegel, por ejemplo,<br />
Stephen Houlgate y William Maker— de que la filosofía de Hegel no es fundacionalista en su sentido<br />
clásico. La determinación de fundamento no es desechada o suprimida en el pensamiento de Hegel,<br />
pero sí radicalmente transformada.<br />
“Hegel, entre lo público y lo privado”<br />
Dra. Rocío del Alva Priego Cuétara<br />
guemespriego@gmail.com<br />
Universidad Nacional Autónoma de México<br />
El punto de partida de esta intervención es el ataque frontal de Hegel contra Kant en torno a la<br />
cuestión práctico-moral que se resume en la dicotomía entre moralidad y eticidad, el cual pone en<br />
juego el problema de la relación del ámbito privado con la esfera pública; el primero como espacio de<br />
soberanía individual; la segunda, como lugar de los asuntos, valores, creencias y empresas colectivas. Se<br />
trata de una polaridad de manifiesta vigencia, cuando hoy parece inaplazable la necesidad de<br />
reconstruir el puente de comunicación entre ambos dominios con el fin de conjurar el peligro del<br />
individualismo extremo que nos ha inundado, hasta llegar a encapsular al hombre en las fronteras de<br />
su soledad. Éste es justo el reclamo que, desde nuestro tiempo y según nuestra consideración, se deja<br />
escuchar en los escritos hegelianos.<br />
El giro copernicano de Kant convierte al hombre en protagonista, sujeto trascendental libre y<br />
autónomo, a solas con su razón, que se presenta como bastión de la moral. En contraste, para Hegel el<br />
ámbito de la comunidad es un organismo vivo en el que se entrecruzan las acciones e ideas de los<br />
individuos y en el que se fragua lo vinculante y compartido: costumbres, leyes, valores y normas<br />
morales anclados en la tradición. Se trata de un fluir vital que se cristaliza en las instituciones sociales,<br />
las cuales son rebasadas continuamente por la interacción activa y dinámica de los individuos. Ello<br />
refiere a las relaciones espontáneas de ideas y de voluntad, en una unidad de espacio, como fuente de<br />
proyectos comunes y de normatividad; a una totalidad donde los individuos se integran en el hacer<br />
colectivo y no una simple agrupación artificial. La distinción entre Gemeinschaft y Gesellschaft marca<br />
nítidamente esta diferencia: la primera, como un organismo vivo, forma de comunidad social basada<br />
en relaciones naturales y sustentada en la solidaridad; la segunda, como un forma de sociabilidad<br />
artificial donde sólo se persiguen intereses estrictamente privados y donde la unidad y los valores<br />
comunes están ausentes o representados ficticiamente.