23OV_Olor de Málaga-16

VOROSA
de talco, tiza,
algodón, vainilla,
l, viento
METÁLICA
acero, hierro, cobre,
latón, bronce, óxido
CRESÓLICA
tinta china, animal,
cuero
TABACO
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
MIEL
AZUCARADA
miel, azúcar, dulces
POLVOROSA
polvos de talco, tiza,
flor de algodón, vainilla,
oriental, viento
MARINA
algas marinas, pescado
SALITRE
calone, aldehídos, absoluto
algas
AGRESTE
HERBÁCEA
lavanda, espliego, romero,
laurel, salvia, tomillo,
orégano, apio, comino
FLOR BLANCA
tuberosa, ylang-ylang,
acacia, gardenia, magnolia,
jazmín, muguet
CRESÓLICA
tinta china, animal,
cuero
MIEL
AZUCARADA
miel, azúcar, dulces
TABACO
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
AHUMADA
humos, ahumados, a
trán de madera, abed
labdanum, styrax
Olor de
VOROSA
de talco, tiza,
algodón, vainilla,
l, viento
METÁLICA
acero, hierro, cobre,
latón, bronce, óxido
CRESÓLICA
tinta china, animal,
cuero
TABACO
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
MIEL
AZUCARADA
miel, azúcar, dulces
POLVOROSA
polvos de talco, tiza,
flor de algodón, vainilla,
oriental, viento
MARINA
algas marinas, pescado
SALITRE
calone, aldehídos, absoluto
algas
AGRESTE FLOR BLANCA CRESÓLICA MIEL
TABACO
HERBÁCEA
AZUCARADA
tuberosa, ylang-ylang, tinta china, animal,
lavanda, espliego, romero,
laurel, salvia, tomillo,
Málaga
acacia, gardenia, magnolia,
jazmín, muguet
cuero
miel, azúcar, dulces
orégano, apio, comino
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
AHUMADA
humos, ahumados, a
trán de madera, abed
labdanum, styrax
Percepciones
VOROSA
de talco, tiza,
algodón, vainilla,
l, viento
METÁLICA
acero, hierro, cobre,
latón, bronce, óxido
CRESÓLICA
tinta china, animal,
cuero
TABACO
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
MIEL
AZUCARADA
miel, azúcar, dulces
POLVOROSA
polvos de talco, tiza,
flor de algodón, vainilla,
oriental, viento
MARINA
algas marinas, pescado
SALITRE
calone, aldehídos, absoluto
algas
AGRESTE FLOR BLANCA CRESÓLICA MIEL
TABACO
AZUCARADA
olfativas
tuberosa, ylang-ylang, tinta china, animal,
de
acacia, gardenia, magnolia,
jazmín,
cuero
miel, azúcar, dulces
muguet
HERBÁCEA
lavanda, espliego, romero,
laurel, salvia, tomillo,
orégano, apio, comino
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
AHUMADA
humos, ahumados, a
trán de madera, abed
labdanum, styrax
colección
VOROSA
de talco, tiza,
algodón, vainilla,
l, viento
METÁLICA
acero, hierro, cobre,
latón, bronce, óxido
CRESÓLICA
tinta china, animal,
cuero
TABACO
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
MIEL
AZUCARADA
miel, azúcar, dulces
POLVOROSA
polvos de talco, tiza,
flor de algodón, vainilla,
oriental, viento
MARINA
algas marinas, pescado
SALITRE
calone, aldehídos, absoluto
algas
AGRESTE
HERBÁCEA
lavanda, espliego, romero,
laurel, salvia, tomillo,
orégano, apio, comino
FLOR BLANCA CRESÓLICA MIEL
TABACO
olorVISUAL
AZUCARADA
tuberosa, ylang-ylang, tinta china, animal,
acacia, gardenia, magnolia,
jazmín,
cuero
miel, azúcar, dulces
muguet
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
AHUMADA
humos, ahumados, a
trán de madera, abed
labdanum, styrax
VOROSA
de talco, tiza,
algodón, vainilla,
l, viento
9 788492 633982
CRESÓLICA
tinta china, animal,
cuero
TABACO
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
MIEL
AZUCARADA
miel, azúcar, dulces
POLVOROSA
polvos de talco, tiza,
flor de algodón, vainilla,
oriental, viento
MARINA
algas marinas, pescado
SALITRE
calone, aldehídos, absoluto
algas
AGRESTE
HERBÁCEA
lavanda, espliego, romero,
laurel, salvia, tomillo,
orégano, apio, comino
FLOR BLANCA
tuberosa, ylang-ylang,
acacia, gardenia, magnolia,
jazmín, muguet
CRESÓLICA
tinta china, animal,
cuero
MIEL
AZUCARADA
miel, azúcar, dulces
TABACO
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada
AHUMADA
humos, ahumados, a
trán de madera, abed
labdanum, styrax

Olor de
Málaga
Percepciones
olfativas de
colección
olorVISUAL

Museo del Patrimonio Municipal
Salas de La Coracha
Ayuntamiento de Málaga
Área de Cultura
Francisco de la Torre Prados
Alcalde de Málaga
Gemma del Corral Parra
Teniente de Alcalde Concejala de Cultura
Susana Martín Fernández
Directora General de Cultura y Educación
EXPOSICIÓN
Organiza
Ayuntamiento de Málaga
Área de Cultura
Comisariado
Cristina Agàpito Bruguera
Coordinación
Sección de Cultura.
Ayuntamiento de Málaga
Comunicación
Área de Comunicación
Ayuntamiento de Málaga,
Yrene Bueno. colección olorVISUAL
Imagen y diseño
David Torrents
Toni Llargués
Montaje
Itinerart, S. L.
Proyecto educativo
Factoría de Arte y Desarrollo
Rotulación
PRIFE Centro Gráfico
Seguro
Aon Risk Solutions
Transporte
Itinerart, S. L.
CATÁLOGO
Presentación
Francisco de la Torre Prados
Coordinación
Cristina Agàpito
Yrene Bueno
Textos
Ernesto Ventós
Cristina Agàpito
Artistas colección olorVISUAL
Fotografia
Gasull Fotografia
Artistas colección olorVISUAL
Diseño y maquetación
David Torrents
Toni Llargués
Impresión
Gràfiques Ortells, S. L.
Nuestro agradecimiento a todos los artistas
y galeristas que nos han ayudado.
Y también a Montse Cuadradas (Lucta),
Isabel Hurley y Elías de Mateo.
© Antoni Muntadas, Herbert Hamak, Hernández
Pijuan, Enrique Brinkmann, Hugo Fontela,
Agustín Ibarrola, Bernhard Martin, Lluís
Ventós, Koenraad Dedobbeleer, Pello Irazu,
Jordi Colomer, Alvarez Plágaro, Alexander Jasch,
Douglas Gordon, Chema Madoz, Pamen Pereira,
David Nash, Fernando Sinaga, Thomas Werner,
VEGAP, Málaga, 2017.
© Ayuntamiento de Málaga. Área de Cultura
ISBN: 978-84-92633-98-2
DL: MA 639-2017
Las Salas de la Coracha del Museo del Patrimonio Municipal acogen entre
los días 19 de mayo y el 23 de julio una propuesta expositiva más que innovadora,
revolucionaria. Bajo el título Olor de Málaga. Percepciones olfativas
de colección olorVISUAL, nos visita una cuidada selección de la colección
de arte contemporáneo del prestigioso perfumista Ernesto Ventós.
Durante casi cuatro décadas, este gran artista y creador de aromas ha ido
coleccionando un conjunto de obras plásticas vinculadas a su memoria olfativa,
a determinados episodios personales que ha quedado grabados en
lo más profundo de su subconsciente. Según él, cuando lo visual e incluso
lo auditivo se van desvaneciendo, siempre quedan los olores que rememoran
vivencias concretas.
Con estas premisas, colección olorVISUAL, en su conjunto, atesora ya no
solo obras de grandes artistas consagrados, como Tàpies, Hirst, Fontela…,
sino también de jóvenes promesas de la plástica española e internacional.
Pero el coleccionista y la comisaria de la exposición, Cristina Agàpito han
querido ir más allá y nos presentan una muestra que tiene a la ciudad de
Málaga, su historia y sus tipos populares como protagonistas principales.
De esta forma aparecen ante los ojos y el olfato del visitante la evocación
de olores y aromas relacionados con nuestro pasado romano, con nuestra
brillante industrialización del siglo xix y con los tipos populares malagueños
como el biznaguero o el ya desaparecido cenachero.
Resulta, pues, una forma distinta y tremendamente atractiva de adentrarse
en la creación plástica contemporánea. Las obras expuestas sugieren
un universo de aromas. El mar; los salazones como el garum de los
romanos; el rebalaje; los jazmines frescos de nuestra simpar biznaga; los
populares espetos y el fuego de leña que los asa; el hierro forjado y la flor
de algodón que constituyeron la base de nuestra prosperidad industrial
decimonónica; o el tabaco que la prolongó, en cierta medida, a principios
del pasado siglo.
Pero, además, esta exposición profundiza en la vocación didáctica y de
servicio público a la ciudadanía que es, desde su creación, seña de identidad
y emblema del MUPAM y de todas las iniciativas culturales y museísticas
del Ayuntamiento de Málaga. Así se prevén talleres para escolares
de primaria y de secundaria y actividades para las familias, para personas
con cualquier tipo de discapacidad y para el público en general, poniendo
especial atención en una capacidad sensorial que, en muchas ocasiones,
consideramos secundaria: el olfato.
El recurso y la estimulación por parte de las bellas artes de todos los sentidos,
es rasgo de indudable modernidad que ya anticiparon nuestros grandes
tratadistas y creadores del Barroco. Hoy, en la sociedad posmoderna,
esta exposición actualiza e innova sobre aquellos postulados con una estética
destinada a ciudadanos del siglo xxi.
Francisco de la Torre Prados
Alcalde de Málaga

Hasta donde mis recuerdos alcanzan, el olfato ha dado sentido a mi vida.
Aunque pueda sonar exagerado o increíble, no entiendo el mundo que me
rodea sin estar oliendo constantemente.
El olfato es para mí el más importante de todos los sentidos. Desde el momento
en que nacemos nos guía antes de que los otros se vayan “despertando”.
Momentos vividos y a menudo olvidados nos vienen a la memoria al oler,
de tal forma que podemos sentir los detalles de la experiencia.
Mi profesión de perfumista, el nacer rodeado de olores –por ser mi padre
distribuidor de materias primas para creadores de esencias– y tal vez el
faltarme el oído desde muy pequeño, son factores que me han dado una
mayor capacidad de percibir olores y utilizar el sentido del olfato.
Mi pasión por el arte y los olores me llevó hace ya muchos años a crear colección
olorVISUAL, que nace con un propósito muy claro: enseñar a oler a
través del arte contemporáneo.
Para mí es fundamental que la colección tenga una función educativa y
con colección olorVISUAL creo que he podido aunar mis dos pasiones, el
arte plástico y las esencias.
Todas y cada una de las obras de colección olorVISUAL forman parte de ella
porque al verlas han despertado mi memoria olfativa; las obras son el detonante
para que mis recuerdos despierten olfativamente. Un color, una
forma, una composición, me llevan a decir “esta pieza huele” y por ello puede
formar parte de la colección.
Esta sinestesia es la que hace que colección olorVISUAL sea tan transversal
y tan diversa. En ella se congregan artistas noveles y consagrados, de
nuestro país y de fuera de él, diversas prácticas artísticas, todo ello agrupado
por el hilo conductor de mi memoria olfativa.
Es para mí un placer que mi colección se presente en el Museo Municipal de
Málaga y bajo un lema que tan directamente la une a su razón de ser: Olor
de Málaga. Percepciones olfativas de colección olorVISUAL.
Me ilusiona poder oler la historia de los territorios y, así, recordarlos y actualizarlos
a través de la visión de las obras de arte contemporáneas.
Les invito a que se dejen llevar por su olfato; verán cuántas cosas descubren
y los matices que encuentran. Sumérjanse en Olor de Málaga y disfruten
del arte y de las esencias que lo acompañan.
Ernesto Ventós
Coleccionista

“Cuando después de la muerte de las personas, después de la destrucción de
las cosas, nada subsiste de un pasado antiguo, solo el olor y el sabor —más
débiles pero más vivaces, más inmateriales, más persistentes, más fieles—
perduran durante mucho tiempo aún, como almas, recordando, aguardando,
esperanzados, sobre la ruina de todo lo demás, portando sin flaquear
sobre su gotita casi imperceptible el inmenso edificio del recuerdo.”
Marcel Proust, En busca del tiempo perdido
La cita de Marcel Proust es una excelente introducción para explicar la base
de este proyecto, creado especialmente para el Museo Municipal de Málaga
siguiendo la serie empezada en el Museu de Cadaqués (Gerona) en 2013
y continuada posteriormente en el Museu d’Art de Cerdanyola (Barcelona)
en 2014.
El proyecto expositivo Olor de Málaga se crea a partir de lugares y hechos
históricos de la ciudad, de los recuerdos olfativos que estos nos han dejado,
clasificándolos a través de las notas olfativas —abecedario de los creadores
de esencias— y reinterpretando el conjunto con las obras de colección olor-
VISUAL.
Málaga tiene una larga historia. Fundada por los fenicios en el siglo viii a.
C., es una de las ciudades más antiguas de Europa. Relatando su historia a
grandes rasgos, diremos que la ciudad formó parte del Imperio Romano, fue
una próspera medina andalusí —en diversas ocasiones capital del reino— y
fue incorporada a la Corona de Castilla en 1487. En el siglo xix destaca por su
actividad industrial.
Son diversos los lemas y títulos que la definen por sus hechos históricos: La
primera en el peligro de la Libertad, la muy Noble, muy Leal, muy Hospitalaria,
muy Benéfica y siempre Denodada Ciudad de Málaga. Popularmente ha
sido conocida como la bella y ha recibido el apodo de la bombonera, debido a
su relieve y situación entre montes.
La historia de Málaga no está completa sin aquellos personajes, muchas
veces anónimos, que han desempeñado oficios —algunos desaparecidos y
otros todavía vivos— que resultan curiosos para los forasteros de la ciudad.
La exposición se desarrolla en tres ámbitos que cuentan la historia y costumbres
malagueñas, o al menos algunas de las muchas existentes: la huella
romana en la ciudad, sus personajes populares y la industrialización.
Garo o garum: el Imperio Romano deja huella
Notas olfativas Marina/Salitre/Agreste-Herbácea
Producto alimentario indispensable en las cocinas romanas más prestigiosas,
se utilizaba para realzar e incrementar el sabor de las comidas. Se podría
definir como un compuesto formado por peces grasos (sardinas, salmones,
boquerones…) y vísceras de otros peces grandes, que se ponía a macerar con

sal al sol durante el verano. En según qué zonas se le añadían capas de hierbas
aromáticas. Removiéndolo frecuentemente, se convertía en un líquido
que posteriormente se dejaba filtrar en una cesta tupida, obteniéndose por
una parte un producto fluido y transparente de color ámbar, muy aromático
y con sabores de salazón, y por otra una pasta más densa. Era el sustituto de
la sal y solía ir mezclado con vino, vinagre, aceite o agua.
El garum, junto con los perfumes, era la sustancia más cara de todo el imperio
romano. Aparte de su función alimenticia, se le atribuía la cualidad
de abrir el apetito y facilitar la digestión. Muy útil para conservar carnes o
frutas, se utilizaba también para combatir olores domésticos. Se empleaba
asimismo en medicina y cosmética.
Nos estamos refiriendo a olores salados, húmedos, marinos, herbáceos…
Percibo todo este proceso mediante los olores y las obras
plásticas de colección olorVISUAL, dejándome llevar por diversos
sentidos. Las fosas de las factorías romanas donde se producía el
garum se podrían asociar con las obras de Juan Olivares y Carlos
Bunga: delimitaciones, cuadrículas… El olor salado lo avisto con el
vídeo de Muntadas, y el aspecto del garum durante el proceso de su
elaboración quedaría figurado con las pinturas de Thomas Werner,
Herbert Hamak y Helmut Dorner. Simbolizan las hierbas aromáticas,
en ocasiones utilizadas, el dibujo de Antonio Tocornal y la escultura
de Joana Cera.
Símbolos populares de la ciudad: la biznaga, el cenachero y la espetada
Notas olfativas Flor Blanca/Marina/Ahumada-Cresólica
La biznaga es un ramillete de jazmines en forma de bola, de laboriosa confección.
Antes del verano se recolecta, aún verde, lo que será el esqueleto
de la flor, un cardo silvestre llamado nerdo. Se despoja de las hojas y las ramas
obteniendo solo el tallo principal y los pinchos y se deja secar hasta que
toma un color beis y se endurece. Los jazmines se recogen las tardes de verano,
antes de que se abran, y se introducen en cada uno de los pinchos.
Además de su belleza y perfume, se dice que ahuyenta los mosquitos. Es la
flor que simboliza la ciudad.
El biznaguero, personaje popular, las vende por las calles de Málaga en verano,
portándolas sobre una penca de chumbera.
Podemos decir que huele a tuberosa, ylang-ylang, acacia, gardenia,
magnolia, jazmín, muguet, asumiendo la nota olfativa que representa
esta tradición: flor blanca. Teniendo en mente estos olores
y la flor de la biznaga, me remiten a ella Javier Campano, Toni Catany,
Maggie Cardelús, Julião Sarmento y Riita Päivälánen, siendo
sus obras de características muy diversas. Su belleza y sutilidad las
hallo en las expresiones artísticas de Lorenzo Cambín, Joan Hernández
Pijuan, Anna Malagrida. Su perfume se plasma en la fotografía
de Lola Guerrera.
El cenachero, actividad típica con origen en el siglo xix y que perdura durante
la primera mitad del xx, es un auténtico icono de la ciudad. Se trata de un
vendedor ambulante de pescado, especialmente de los boquerones llamados
vitorianos, aunque también de cualquier otro producto que pudieran dar las
aguas malagueñas de la época. Se le recuerda como un personaje fuerte, provisto
de su fajín y con los cenachos colgados a cada brazo, pregonando “¡Niña,
los vitorianos! …” u otras frases similares por las calles de la ciudad.
Olor a marina, algas, pescado fresco. Olores y colores que se transmiten
en los trabajos de Alberto Corazón y Enrique Brinkmann, significando
los cenachos repletos de pescado a punto para la venta.
Dennis Hollingsworth, Hugo Fontela, Agustín Ibarrola y Stephen
Dean comunican ese olor de pescado, de mar, a la vez que el poderío
de los gritos del cenachero.
Discurriendo por la costa malagueña, un recuerdo habitual puede ser el olor
a sardinas asándose a fuego lento al calor de las brasas en la playa. La brisa
marina, el humo, el calor del verano, son una explosión para nuestra memoria
olfativa. Y el motivo es el espeto o la espetada: el arte de asar pescado
que se remonta al tiempo de los fenicios, romanos y árabes, aprovechando
las jábegas para asarlo a orillas del mar.
Este manjar tradicional mantiene su popularidad hoy en día. El espetero
es el encargado de espetar, es decir, clavar los pescados en cañas naturales
partidas y cocinarlos con brasas de olivo y almendro, teniendo muy en cuenta
el viento para regular el proceso de la cocción.
Hannah Collins y su fotografía Sardinas, tal vez la obra más visual
de todo el proyecto, me lleva literalmente al olor a pescado. Bianca
Beck, Bernhard Martin, Anne-Lise Coste, Bernardí Roig son el olor
a quemado y el de la cocción del fruto marítimo, mezclado al de la
brisa marina de la playa. Olores ahumados, cresólicos, coníferos, de
pescados.
La industrialización y el comercio: la modernización de la ciudad
Notas olfativas Metálica/Polvorosa/Tabaco/Miel-Azucarada
Durante la primera mitad del siglo xix, Málaga se situó a la cabeza de desarrollo
industrial de España, solo por detrás de Cataluña. Su industrialización
se financió gracias a la agricultura y al comercio. Su verdadero arranque
ocurre en 1826 con la creación de dos sociedades para la fundición del hierro,
a fin de satisfacer la demanda de este material para la fabricación de
toneles que se utilizaban en el envasado del vino y de productos agrícolas
destinados a la exportación.
Los inicios fueron complicados hasta lograr resultados satisfactorios en
1831, cuando la sociedad La Concepción se dotó de hornos altos, en sustitución
de los hornos bajos, y de hornos “pudler”, que permitieron conseguir la
producción óptima de los acabados.

Olor de acero, hierro, cobre, latón, bronce, óxido, son los efluvios
que me vienen a la memoria cuando nos referimos a este tipo de
industria. Clare Langan, Koenraad Dedobbeleer, Pello Irazu, Jordi
Colomer, Chakaia Booker y la escultura pictórica de Michiel Ceulers
nos remiten al fuego, metal, fuerza, suciedad… elementos ligados a
estos procesos.
Pero no solo fue la empresa siderúrgica la que posicionó Málaga en el mapa
industrial. También la fabricación de hilados y tejidos de algodón, lino y cáñamo
tuvieron su espacio. Industrial Malagueña, S.A. llegó a albergar a mil
quinientos trabajadores, la mayoría mujeres, en sus talleres, oficinas, almacenes,
locales de reparación y viviendas para los empleados. Más tarde se
construyó una segunda fábrica, La Aurora.
El cultivo de la caña de azúcar fue muy importante en la costa de Málaga y
Granada gracias a su clima subtropical. El cultivo generó una industria azucarera
de enorme importancia. El litoral malagueño era conocido como la
“costa cañera” y la provincia contaba con un considerable número de ingenios,
trapiches, maquinillas y fábricas de azúcar funcionando desde el siglo
xvi. La producción de azúcar en la provincia llegaría a alcanzar 115.000 toneladas
a mediados del siglo pasado.
El sector empleaba a miles de jornaleros para la zafra o recolección de la caña
de azúcar. Su trabajo consistía en mondar la caña, o sea limpiarla de hojas, y
se les conocía como monderos. Era una labor manual que se desarrollaba en
duras jornadas de trabajo a destajo, de sol a sol. En su labor se les tiznaban
los ojos con las cañas quemadas; su ropa y su piel quedaban impregnadas del
hollín y de la melaza que suelta la caña.
El cultivo de la caña y la industria azucarera entró en decadencia a partir de
los años sesenta del siglo pasado hasta desaparecer. Sus espacios fueron
ocupados por el auge inmobiliario, consecuencia del turismo y por otros cultivos
como el aguacate y el mango.
Olor a flor de algodón, viento, tiza, son algunas características de la
nota olfativa que representa la manufactura de hilados. Con el vídeo
de Gabriela Gerosa se figuran las hilanderas y los telares quedan
plasmados en la escultura de Alfredo Álvarez-Plágaro. Enzo
Mianes representa la producción de la manufactura, mientras que
la escultura de yeso de Alex Jasch quiere mostrar el polvo causado
por todo el trajín de estas fábricas.
La fábrica de Tabacos de Málaga se construye entre 1923 y 1927, aunque su
inauguración no se produciría hasta septiembre de 1934, después de tres
años de obras de adecuación. Se pretendía con estas incrementar la producción
y enriquecer la oferta peninsular con nuevas labores capaces de
satisfacer todo tipo de demandas. La fábrica malagueña fue pionera en este
sentido, con la introducción de modernas tecnologías que marcaron hitos en
la industria tabaquera del siglo xx. Dichos avances, presentes en todas las
fases de fabricación, permitieron producir cigarros de calidad a bajo coste
que podían rivalizar con los producidos por las industrias canaria y cubana.
Por todo ello, Tabacalera consideraba la fábrica de Málaga como un factor
crítico de éxito dentro de su estrategia competitiva.
Amaderado, tabaco de pipa, ceniza, madera quemada, son olores
que evocan la fábrica de tabaco, aunque algunos de estos olores tal
vez se mezclen con aquellos que se producirán una vez encendidos
los cigarrillos. Así, el vídeo de Fleur Noguera, la escultura de Ángel
Alonso y el simbolismo de la fotografía de Chema Madoz nos remiten
a la fábrica y su producción, mientras que Douglas Gordon, Eulàlia
Valldosera, Pamen Pereira, José Luis Pascual y David Nash trasmiten
el producto elaborado y los olores resultantes de su consumo.
Olor a miel, a azúcar, a dulce. Al evocar la industria azucarera los olores
que recordamos siempre son agradables y así nos lo muestran
las pinturas de Ángela de la Cruz y Ruth Morán o la fotografía de
Duane Michals. Sin embargo el proceso, teniendo en cuenta los años
a los que nos referimos, era duro y ello se interpreta con las pinturas
de Fernando Sinaga, Guillermo Pfaff y Robert Pan, cuyos colores
nos remiten a la impregnación de piel y ropas de los jornaleros durante
la zafra: quemado y melaza.
Espero que esta selección de algunos momentos históricos y costumbres
que me han llamado especialmente la atención como foránea sea del agrado
de los malagueños. La interpretación de todos ellos a través de las obras de
arte siempre es personal, secundada por la complicidad de los olores que recordamos
sin darnos cuenta, pero que están ahí, archivados.
El sentido del olfato es muy subjetivo y el más etéreo de todos. Los olores
han estado y siguen estando entre nosotros, sin estar. Anclados en la memoria
pero transitorios, representan la evanescencia de la existencia y la
posibilidad de la eternidad. colección olorVISUAL nos transmite estas ideas
y permite que nuestra memoria olfativa despierte nuestros recuerdos más
íntimos… ¡Olamos!
Cristina Agàpito
Dirección-Conservación colección

Garo o garum
Producto alimentario para realzar e incrementar
el sabor de las comidas, formado por peces
(sardinas, salmones, boquerones…).
Era el sustituto de la sal y solía ir mezclado
con vino, vinagre, aceite o agua.
El garum, junto con los perfumes, era la sustancia
más cara de todo el imperio romano.
EL IMPERIO ROMANO DEJA HUELLA
Nota olfativa
MARINA
algas marinas, pescado
SALITRE
calone, aldehídos, absoluto
algas
AGRESTE
HERBÁCEA
lavanda, espliego, romero,
laurel, salvia, tomillo,
orégano, apio, comino

«Diecisiete mezclas distintas para poder atrapar
aquel olor, etéreo y punzante, estaba cerca, casi
pude con un violeta, también estuve a punto con
un intenso naranja y en la frontera de un verde loro
que no paraba de desafinar, creí que era mío.
Llegó como una sorpresa y se evaporó del mismo
modo dejando una cabalgata de aromas en mi paleta…»
Juan Olivares
Cabalgata de aromas, 2010
150 x 170 x 26 cm (medidas variables)
Acrílico y esmalte sobre tela (pinturas) / Madera, esponja PVC y aluminio (escultura)
14-15

‘...Sus aguas han moldeado la ciudad con un vaivén
que condiciona su vida, y con su olor, que todo lo
impregna…’
[De Protocolli Veneziani I]
Antoni Muntadas
RDC#1 (serie Protocolli Veneziani I), 2013
60 x 106 x 15 cm (cada monitor - 3)
Videoinstalación, tríptico. 3 monitores con audio - Edición.: 1/6 - Duración: 2'
16-17

En catalán, la palabra alba nos remite no sólo a la
primera luz del día, que despunta en el horizonte
y salpica de blanco la negrura de la noche al desvanecerse,
sino también a un árbol: àlber, el álamo
blanco.
La realidad tiene múltiples apariencias, conocerla
y sentir sus matices estimula y agudiza los sentidos.
El álamo desprende olor, sobre todo al cortarlo,
como cuando pisamos la tierra todavía húmeda del
rocío del alba.
La escultura está hueca y tiene agujeros a través
de los cuales poder disfrutar del olor del álamo.
Enric Pladevall
L'olor de l'alba, 1996
120 x 20 x 22 cm
Madera de álamo
18-19

«De la viscosidad de un fluido negro emanan vapores
venenosos que penetran en los pulmones e
incomodan. Dan casi ganas de vomitar, y apartas
la cara. Un acto reflejo que identifica la visión con
el olfato: si no ves, no hueles. Y un pañuelo protege
tu nariz de la peste insalubre. Poco duró la transparencia
y la limpieza, la frescura del cristal. Fue poco
más que una intención. De nuevo la opacidad y el
mal olor de la corrupción, que día a día se acumulan
sobre sí mismas».
Daniel Silvo
After glásnost , 2011
Variables - 28 x 24 x 22 cm
Vídeo HD en color - Edición: 1/3 + PA - Duración: 3'26''. * Resina de poliéster y silicona - Pieza única
20-21

Olvidada niñez
tejida de ausentes recuerdos.
Pero a veces
el olor de un crujir de papel viejo
me devuelve aquel libro
hecho de flores secas,
palabras en latín.
Y el polvoriento olor
de roble eterno
en la húmeda y oscura biblioteca.
Antonio Tocornal
Herbario o "(02423)", 1992
120 x 90 cm
Estuco, lápiz y barniz sobre madera
22-23

Si la tierra fuera siempre húmeda
Tierra lamida, tierra empapada
Tierra fragante
Tal y como es
Geometría pura disfrazada
Siempre latente
Expresándose siempre
Madre generosa inmisericorde
Poesía pura esencial
Encarnada descarnadamente
Concéntricamente centrada
Semilla del Universo
Cultivada en el vacío
De una elipse
Joana Cera
S/T (serie Terra), 2013
Variables
Tinta pigmentada sobre papel de algodón
24-25

c(olor)
1. m. Impresión que los rayos de luz reflejados por un cuerpo producen en la
retina del ojo. En algunas zonas, también f.:
la c(olor) de la piel.
2. Pintura, sustancia o instrumento con el que se pinta:
c(olor) de labios.
3. Disposición e intensidad de los c(olores),
c(olor)ido: el c(olor) de un cuadro.
4. Timbre o calidad de un sonido:
c(olor) de la voz.
5. Carácter peculiar o distintivo de algunas cosas o estilos:
descripción llena de c(olor).
6. Matiz de opinión o ideología política:
Gobierno de un solo c(olor).
7. pl. Símbolos y c(olores) característicos de una asociación o entidad
deportiva, que aparecen en su bandera o emblemas y, p. ext., la misma
entidad:
defendió sus c(olores).
8. dar c(olor) a una cosa loc. Pintarla.
Carlos Bunga
Untitled, 2011
28,2 x 21 x 4 cm
Cartón, madera y pintura
26-27

En el bosque del disco verde
el olor de la resina está en el aire
resplandor amortiguado −nariz en el viento
este aceite de linaza −pegamento− y la resina dammar
mi afrofísico
desde una distancia ya y luego
desde algún lugar del estudio
y luego abrir
el pote amarillo
ah olor celestial
atado y envuelto
soltado en el marco
finalmente
la ligera idea
y la memoria
como mi magdalena
Thomas Werner
S/T, 2013
80 x 90 cm
Témpera sobre yute
28-29

Millefiori o miles de flores. El incitador de esta serie
de imágenes fueron las pequeñas y coloridas
perlas de vidrio de las vidrierías de Venecia. Estos
productos coloridos incluso llegaron a ser monedas
paralelas en África negra y, en el peor de los casos,
la suma de estas perlas era el precio de un esclavo.
Por otro lado, ese nombre designa ahora un gran
número de flores, hasta un prado de flores y así los
jardines espectaculares de los sabios. Esas flores
son el sinónimo de aromas embriagadores.
Cada uno puede encontrar los aromas guardados
en la nostalgia con el Millefiori.
Las imágenes son guías para los sueños y la meditación.
Herbert Hamak
Mil flores, 2015
60 x 8,5 x 20 cm
Resina y pigmentos sobre tela
30-31

El paseo
Vosotros, hermosos bosques
en la verde cuesta pintados,
por donde camino a veces
recompensado con dulce paz
por cada espina en mi corazón,
cuando sombrío es para mí el sentido,
pues arte y sentido fueron Dolor,
desde el comienzo.
Dulces imágenes del valle,
por ejemplo jardines y árbol,
y también el sendero, estrecho,
el arroyo apenas visible,
¡qué bella luce para alguien,
en la clara lejanía,
la gran imagen del paisaje
que visito, en los días propicios!
La divinidad, amistosa,
nos escolta primeramente
con azul; después con nubes
dispuestas, abovedadas y grises,
con destellos ardientes
y el pesado ruido del trueno,
con el encanto del paisaje,
con la belleza, derramada y surgida
de la fuente de la muy antigua,
de la imagen primitiva.
Helmut Dorner
Gelbe Beine, 2006
49 x 61 x 6 cm
Óleo
32-33

La biznaga
La biznaga es un ramillete de jazmines. Además
de su belleza y perfume, se dice que ahuyenta los
mosquitos. Es la flor que simboliza la ciudad.
El biznaguero, personaje popular, las vende por
las calles de Málaga en verano, portándolas sobre
una penca de chumbera.
SÍMBOLOS POPULARES DE LA CIUDAD
Nota olfativa
FLOR BLANCA
tuberosa, ylang-ylang,
acacia, gardenia, magnolia,
jazmín, muguet

A la caída de la tarde.
La música no se oye.
Una luz de ventana
y su aroma.
Son las cinco y tú.
Javier Campano
Las cinco y tú, 2004
56 x 39 cm
Copia en papel gelatina de plata - Edición: 1/3
36-37

He ahí una rosa mallorquina y un limón,
y sus AROMAS, que el sol de las islas ha hecho
más intensos.
Toni Catany
Natura morta amb llimona, 1995
38,5 x 29 cm
Polaroid transportada - Pieza única
38-39

Mis experiencias olfativas durante la realización
de Birthday flowers fueron intensas, desde el
agradable aroma primaveral de las flores frescas
a las emanaciones de la descomposición y el agua
estancada. La observación de las flores a lo largo
de siete días se tradujo en cambios que fui introduciendo
en la habitación, como si el espacio fuera
respondiendo a la provocación de las flores. Se comunicaban
entre sí a través mío. No tenía intención
de transmitir de forma específica sensaciones olorosas,
sino de reflejar empatía entre los objetos, entre
el ramo depositado en el jarrón y la habitación.
Naturalmente, el olor era parte integrante de las
flores y por lo tanto no puede separarse de mi reacción
ante ellas a través del espacio. Ignoro hasta
qué punto esto es perceptible para el espectador.
Maggie Cardelus
Birthday flowers, 2006
27 x 27 x 3,5 // 27 x 54 x 3,5 cm
Video y estuche de cuero - Edición: 6/10 - Duración: 10'
40-41

Sola, en el bosque remoto, miro los ojos del manantial.
El aire está lleno de humedad, como si pronto
fuera a llover. Me transporta el dulce aroma de una
frescura límpida. Miro, como encantada, cómo las
estructuras del fondo de arena del manantial están
en constante movimiento. El agua cristalina
brota de las ignotas profundidades y nos trae el inesperado
olor del azufre.
Era temprano por la mañana cuando encontré el
manantial. ¿Fue fe o coincidencia que llevara conmigo
un rollo de cinta con un color similar al de su
fondo de arena? Empecé entrelazando con suavidad
la cinta entre las ramas de la pícea. La familiar
fragancia de la resina y de las agujas de abeto me
hizo sentir como si estuviera en casa.
La forma del lazo me recuerda una gigantesca y
rara flor del bosque, que brilla en la oscuridad. Su
peculiar olor me lleva a lugares remotos; invita a
los animales del bosque a beber del manantial en
las estaciones secas. La forma de la instalación no
la había planeado por anticipado. La creé a partir de
las condiciones y las reglas de la naturaleza, y fue
alterada por mi subconsciente.
Espero durante horas el momento perfecto para tomar
la fotografía, a que el rayo de sol toque el centro
de mi instalación. El olor del agua pura se mezcla
con otros olores oscuros, profundos y terrosos. En
el suelo del bosque las plantas muertas en descomposición
se transforman en tierra. El rico olor del
barro, el musgo y la podredumbre quedan bajo mis
botas, disparan mi memoria. De pronto, estoy en
otro tiempo y otro lugar.
Soy una niña. Estoy recogiendo hojas de álamo rojas
y amarillas. Voy al riachuelo y las dejo libres, a la
ventura. El olor del otoño me envuelve. La naturaleza
y yo somos uno.
Riitta Päiväläinen
Spindle, "River notes" series, 2014
125 x 100 cm
C-print, Diasec - Edición: 1/5
42-43

El paisaje escultórico tiene olor a barro mojado y al
espíritu de las hojas. Sus formas trémulas, esbeltas,
móviles, nos remiten al olor de la naturaleza y
sus paisajes naturales y abstractos. Estas vegetaciones
imaginarias, donde las hojas se articulan a
través de hilos metálicos, permiten movimientos
y oscilaciones que hacen emerger los aromas de la
memoria, los aromas de nuestros recuerdos.
Las raíces, hundidas en la tierra, propagan los olores
a través del infinito.
Lorenzo Cambín
Spazio, 2011
65 x 9 x 9 cm
Terracota y papel
44-45

Siempre he pintado flores. Me gustan y me siento
bien con ellas. Además son muy a menudo el punto
de partida de muchas de mis obras. En ellas siempre
he encontrado el recorte sobre el espacio, el color y
el olor. Esa simplicidad del dibujo de la forma natural,
de cómo esa forma dibuja y penetra en el espacio.
Y ayer, mientras volvía de Madrid por la carretera,
la maravilla de los almendros sobre pardo de
la tierra mojada de cuando te acercas a Calatayud.
Joan Hernández Pijuan
Flor sobre blanc, 1988
141 x 75 cm
Guache sobre papel Japón
46-47

Las ventanas mudas,
los recuerdos de arena,
el olor ausente.
Lentamente el rastro en el fondo de la mirada.
Anna Malagrida
S/T (abstracta blanca mar vertical), 2007
110 x 70 cm
Impresión digital giclée
48-49

Empezamos por imaginar la atmósfera y el olor. En
la evocación de lo que no está a la vista se pone en
marcha el sentido del deseo. Las plantas devienen
una imagen de la fuerza de la naturaleza que se
muestra escondiéndose, tan solo percibimos la exterioridad
que se revela, que emerge, la modestia
de las ramas parece haber sido dibujada, su mutismo,
su perfume, remiten a lo femenino, a un mundo
orgánico en transformación.
Julião Sarmento
Plant red frame, 2011
108 x 92 x 4 cm
Acetato polivinílico, pigmentos, acrílico, tiza acrílica, tinta china,
grafito y serigrafía sobre tela de algodón no preparada
50-51

Un bodegón con rostro de mujer.
Un cúmulo de pétalos que nos envuelve en una fragancia efímera.
La sensación olfativa del constante cambio.
La fugacidad de la belleza y la tensión del tiempo…
Un intento de conservación como si de alquimia se tratase…
Solo nos queda el recuerdo de la fragancia de esas rosas…
Lola Guerrera
Rostro marchito, 2012
90 x 67,5 cm (mancha) / 115,5 x 93 cm (marco)
Copia en papel hahnemühler - Edición: PA (10+ 3PA)
52-53

El cenachero
Vendedor ambulante de pescado.
Se le recuerda como un personaje fuerte,
provisto de su fajín y con los cenachos
colgados a cada brazo.
SÍMBOLOS POPULARES DE LA CIUDAD
Nota olfativa
MARINA
algas marinas, pescado

Esta Cesta con azul prusia alude a la Cesta con frutas
de Caravaggio, un pequeño lienzo que nunca
ha salido de la Pinacoteca Ambrosiana de Milán
y que tiene, para mí, una muy poderosa energía.
Y una atracción magnética. Llevo dos años merodeando
a su alrededor, sin que su capacidad inspiradora
se agote.
Tengo mi estudio en el centro de un jardín, con
grandes árboles y plantas que cambian a lo largo
de año. En el otoño madrileño, el olor dulzón de la
madreselva contrasta al atardecer con la suave acidez
de un falso jazmín. Casi sin olor, el intenso azul
prusia de una gran morera, agitada por el picoteo
de tordos y pinzones.
Alberto Corazón
Cesto con azul prusia, 2014
85 x 88 cm
Acrílico sobre lienzo
56-57

OLOR es un cuadro que trata de representar el olor.
El olor, así como la música, son sensaciones totalmente
abstractas. Parece evidente se deban reflejar
en la pintura mediante la abstracción.
La música y la pintura son parientes próximos.
Existen infinidad de músicas con referencias a
obras pictóricas, e infinidad de pinturas basadas en
partituras musicales.
Pero ¿y el olor y los olores?
Por algún mecanismo que desconozco, el olor remite
siempre a la imagen de la que procede o bien a
una sensación de recuerdo existencial.
El olor a jazmín transmite la imagen del jazmín, o
evoca una noche determinada en un patio con jazmines,
y no necesariamente un color o una forma.
Cuando vemos fotografías, días después de un
terremoto, de personas sacando cadáveres con la
cara cubierta por una mascarilla, sabemos por las
imágenes que el olor está presente. Así, cuando me
he propuesto pintar un cuadro sobre el olor, he llegado
a la conclusión de que para ser honesto con el
tema tenía que utilizar un medio no abstracto que
lo representara y que a la vez el cuadro fuera abstracto.
Es decir, una contradicción.
Para ello he recurrido a la palabra olor como la más
definitoria posible. La palabra queda perdida como
una tenue nube gris. A derecha e izquierda del cuadro
hay una escala de colores que podría representar
una escala de olores.
El resto son puntos y formas minúsculas que aletean
en el espacio, ya que el olor es siempre compañero
de la vida o la muerte.
Enrique Brinkmann
Olor, 1999
110 x 100 cm
Técnica mixta sobre mallas metálicas
58-59

En los óleos de Hollingsworth hay constelaciones
con aroma de erizo.
[Ricard Mas Peinado]
Denis Hollingsworth
Noumenal, 2007
117 x 122 cm
Óleo sobre tela montada sobre panel de madera
60-61

Espinas clavadas en el agua amarga y seca, antesala
del océano, rudo, repleto, rápido y constante.
Hudson River. Olor a mar y brisa, marea que mece
el universo, roto, convulsionado, nuestro. Ola que
humedece, que salpica la memoria de un anochecer
y amanecer único, viejo y cosmopolita.
Universal.
Hugo Fontela
Water, 2009
100 x 100 cm
Óleo sobre tela
62-63

El olor de los barrancos volcánicos del norte de
La Palma fue lo que me inspiró esta obra.
Agustín Ibarrola
S/T 22, 2015
42 x 54,5 cm
Óleo sobre papel
64-65

Las apariencias se desvanecen. Las tres siluetas se
expanden y fusionan entre sí. Los contornos de la
realidad se convierten en una masa fluida. La visión
anónima y prácticamente abstracta está estructurada
sólo por gestos repetitivos. Este ballet mecánico,
macabro pero colorido, expresa exuberantemente
nuestro interior invisible. Tres pescadores
descargan y matan miles de pequeños atunes en el
mercado Tsukiji en Tokio. Esta información visual no
está disponible, ya que la lente sólo se centra en la
difusión térmica de la energía. Paradójicamente,
la mayor evidencia física que permanece podría ser
la presencia de un flujo de agua cercano, el distintivo
olor del río.
Stephen Dean
Fever (Tsukiji Market), 2008
32 x 32 cm
Microvídeo enmarcado - Edición: 3/5 - Duración: 1'30'' loop
66-67

La espetada
También llamado espeto, es el arte de asar
pescado a fuego lento al calor de las brasas
en las playas de la costa malagueña. El espetero
es el encargado de espetar, es decir, clavar
los pescados en cañas y cocinarlos con brasas
de olivo y almendro.
SÍMBOLOS POPULARES DE LA CIUDAD
Nota olfativa
AHUMADA
humos, ahumados, alquitrán
de madera, abedul,
labdanum, styrax
CRESÓLICA
tinta china, animal,
cuero

Coloqué unas hojas de periódico y una lata cerrada
de sardinas encima del papel. Está hecho de forma
muy sencilla, una caja de contrachapado montada
con apenas unos clavos.
Al abrir la lata, las sardinas habían dejado su mancha
sobre el papel que las cubría y se podía sacar la
caja sin gran esfuerzo.
Sus ojos brillan como si siguieran vivas, pero aparecen
en orden, plateadas y todavía envueltas en sal
y con olor a mar.
Madera, papel, pescado, sal, tinta.
Hannah Collins
Sardinas, 1994
86 x 120 cm
Impresión en gelatino-bromuro de plata - Edición: PA
70-71

Nace un niño
Amor ardiente
Flor que se abre
Y que huele
Nace una madre
Nace un padre
Hermosa canción
Silencio y lágrimas
Dicha que abrasa
El corazón
Fuego y deseo
Lluvia y llama
Nace un niño
Amor ardiente
[Linda Beck]
Bianca Beck
Untitled, 2009
50,8 x 40,64 cm
Óleo sobre tela quemada
72-73

Como no podría ser de otra manera, y una vez asumida
la insubordinación de los afectos, el catedrático
Ernst‐Rudolph Mayer de la universidad de Princeton
declaró, casi sin pestañear, que la cara era,
sin duda alguna, el rostro del deseo insatisfecho. El
silencio, en el auditorio, fue ensordecedor. Nadie, ni
los más atrevidos, osaron, no ya abrir la boca sino
tan siquiera pestañear.
El silencio consiguió petrificar el tiempo y los instantes
en sucesión fueron embalsamados. La frase
del catedrático Ernst‐Rudolph Mayer de la universidad
de Princeton había atravesado por completo
aquel lugar y había perforado de tal modo los
aparatos auditivos del público que la parálisis fue
definitiva.
Pero, tal y como ya nos tienen acostumbrados los
acontecimientos, alguien −no el más osado, ni el de
mayor coraje, ni por supuesto el más valiente, no,
sólo alguien que podría ser cualquiera− movió, casi
sin darse cuenta, la aleta derecha que circunda su
fosa nasal y olió el silencio. Ese pequeño gesto, por
otra parte natural, provocó un estruendo monstruoso
que fue el principio del fin de la hegemonía
del pensamiento sobre el olfato. Y a partir de ese
instante fundador y absolutamente revolucionario
ya nada fue lo mismo en las sociedades del
capitalismo avanzado. Evidentemente, el hombre
que movió, casi sin darse cuenta, la aleta derecha
que circunda su fosa nasal y olió el silencio fue condenado
de por vida a llevar la nariz en una jaula y,
como suele ser obvio en estos casos, convertido en
líder y posteriormente en mártir de la Liga de los
Hombres que Huelen las Cosas. Y la historia lo absolvió…
pero eso es otra historia.
Bernardí Roig
La cárcel del rostro, 1999
49 x 15 x 40 cm / 100 x 70 cm
Técnica mixta / Carbón y ceniza sobre papel
74-75

El olor que viaja al inconsciente a través de las nubes.
Bernhard Martin
Saure Wolken, 2007
65 x 80 cm
Óleo sobre madera
76-77

Porque el negro puede ser azul
Observar es construir.
Las aves van fraseando una manera de salir
del abandono y la alternancia,
tallan el planeta, el cuerpo celeste,
porque el negro puede ser azul.
Entonces me pregunto, ¿huele igual el negro que el azul?
Anne-Lise Coste
Black II, 2011
122 x 91,5 cm
Óleo sobre madera
78-79

AKU-AKU es la palabra en la lengua de la isla de
Pascua que define al “duende”, o espíritu más próximo
que marca el ritmo de la vida de las personas.
Esta escultura está inspirada en la tradición fetichista
de la espiritualidad sincrética africana.
Los curanderos o chamanes de estas culturas cuando
recibían una petición de alguien se encomendaban
a su santo o fetiche, “despertándolo”.
Formaba parte del ritual el hecho de clavar a la figura
una pieza de hierro o cualquier otro elemento
que tuviera relación con el ceremonial.
Del mismo modo, en el mundo invisible de los olores
las moléculas deben tener un grado de excitación
para transmitirse.
Esta escultura combina el olor metálico con el de
la madera, y en este caso me gustaría definir esta
madera como el sándalo, utilizada tradicionalmente
por muchas culturas como elemento ritual.
Lluís Ventós
AKU-AKU, 2015
104 x 40 x 15 cm
Madera, hierro
80-81

Siderurgia
Durante la primera mitad del siglo xix, Málaga
se situó a la cabeza de desarrollo industrial
de España con la creación de dos sociedades para
la fundición del hierro para la fabricación
de toneles que se utilizaban en el envasado
del vino y de productos agrícolas destinados
a la exportación.
LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL COMERCIO: LA MODERNIZACIÓN DE LA CIUDAD
Nota olfativa
METÁLICA
acero, hierro, cobre,
latón, bronce, óxido

El olor de Glass Hour podría describirse como caliente
y sulfúrico. El calor que desprenden el fuego y la
tierra caliente quema las fosas nasales y dificulta
la respiración. Pero de algún modo la humanidad
se ha adaptado para existir aquí en este entorno
tóxico, aunque sólo bajo la forma de una figura
solitaria. Un viento constante sopla durante toda
la película, disipando el aire y al mismo tiempo alimentando
los gases del fuego.
Clare Langan
Glass Hour, 2002
Medidas variables
Película Super 16mm transferida a DVD. Edición: 3/5 - Duración: 8'
84-85

Koenraad Dedobbeleer basa su trabajo en una observación
cercana y subjetiva de la arquitectura y
la realidad urbanas. El artista se apropia de objetos
y formas que encuentra en su entorno cotidiano y
los somete a mínimas alteraciones, bien con los materiales
que utiliza en su recreación, su asociación
con otros objetos y formas, con alteraciones en su
escala o con el uso del color. Sus obras no son readymades,
sino sutiles reapropiaciones de objetos
preexistentes. Dedobbeleer se interesa por cómo
un objeto o idea puede sufrir cambios de estado y
al mismo tiempo existir en diferentes realidades e
interpretaciones.
En el mundo de los olores sucede lo mismo, una misma
esencia puede tener variaciones según la persona,
el clima… es la misma y distinta a la vez.
La escultura Doing what you do puede interpretarse
a la vez como logotipo y máscara. Se trata de una
pequeña pieza de metal esmaltado en la que el autor
inserta de forma algo críptica las iniciales de su
nombre, K y D, y juega con la idea de doble. Cada letra
podría verse duplicada en los supuestos cuadrantes
superior y posterior de la estructura ovalada de la
pieza. La forma de la escultura misma nos remite a
una máscara para cubrir el rostro. Un doble juego
entre desvelar y esconder la identidad de su autor.
¿Son las esencias máscaras como la escultura de
Koenraad Dedobbeleer?
[Silvia Dauder]
Koenraad Dedobbeleer
Doing what you do, 2011
60 x 38 x 10 cm
Metal y esmalte - Pieza única
86-87

Afrutado trapecio suspendido
cristalizado en rojo penetrante
metálico relieve a construir
de acre líquido moldeado.
Yeso púlido,
óxido rectángulo
solidificado y dulzón
que enfría
y organiza.
Pello Irazu
1986, 1986
32 x 62 x 25 cm
Bronce pintado
88-89

Dibujar del revés
Comprar un paquete de papel de copia negro oscuro.
Disponer meticulosamente las hojas DIN A4 hasta
formar una superficie de forma aproximadamente
cuadrada. Repetir la acción capa sobre capa hasta
que aparezca una pizarra geométrica. Darle la
vuelta. Dibujar a ciegas sobre una pizarra invertida.
Desechar los dibujos y guardar la superficie. Dibujar
seguidamente sobre la pizarra cuadrada hasta que
esta convoque a otros objetos. Señalar por ejemplo
el momento en que el barco de una foto familiar
choca con una concha de cartón. Borrar todas las
ideas, cubrirlas, y ensayar de nuevo. Agitar hasta
que el cuadrado negro aparezca seco y todo se sitúe
en su lugar. Dibujar como se piensa. No borrar.
¿Me preguntan si este proceso huele? Pensándolo
bien, creo que sí.
Jordi Colomer
She (Elle), 1988
105 x 105 cm
Pintura y collage sobre papel carbón
90-91

Olores −tanto industriales, residenciales o agrícolas
como naturales− inundan nuestra sociedad y
evocan impresiones visuales e ideas de expresiones
metafóricas e ideológicas relativas a nuestras
experiencias cotidianas. Respondiendo de la misma
manera a las fragancias dulces y a los saturados
aromas naturales y artificiales de nuestras experiencias
presentes y pasadas, dentro de la intimidad
de nuestras propias nociones tendemos a
recrear pensamientos pictóricos y abstractos. Los
olores nos ayudan a reconstruir diálogos infinitos
y escenarios repetidos de forma, y de formas, contorneadas,
imágenes sensuales y provocativas.
Los olores provienen de objetos naturales o de
objetos diseñados para o desde el concepto de un
fabricante; explotados por el detritus consumista,
luego rescatados y recogidos por artistas y reconstruidos
en multiperfumadas obras de arte.
Chakaia Booker
Time out, 2005
78,7 x 106,6 x 40,6 cm
Goma de neumático y madera
92-93

Botellas de whisky y coches nuevecitos
Roble no te interpongas en mi camino
Demasiado esnifar y demasiado fumar
Mira lo que pasa dentro de ti
Ooooh ese olor
Acaso no lo hueles
Ooooh ese olor
El olor de la muerte te rodea
Michiel Ceulers
TBD (Kreuzförmigues Bild), 2013
110 x 131 x 2,5 cm
Óleo, pintura en espray, marco de cartón
94-95

Sitio por donde se pasa de una parte a otra
Los metales, humos y gases que abarrotan talleres
y fundiciones han estropeado parcialmente mi olfato,
por ello recuerdo con nostalgia los olores que
percibía de niño, cuando regresaba a la granja de mi
bisabuela subido en el carro.
Olores fabulosos a tierra, agua, pasto recién segado
y también a caballo, piedra y serpiente.
Pero sobre todos ellos flota todavía en el aire el
brillante, cortante y metálico olor del filo del dalle,
muy parecido al de mis esculturas de hierro.
Alberto de Udaeta Font
Pasaje V, 2013
25,5 x 105 x 30 cm
Hierro colado. Punzonada - Pieza única
96-97

Hilados y tejidos
No solo la empresa siderúrgica posicionó Málaga
en el mapa industrial, también la fabricación
de hilados y tejidos de algodón, lino y cáñamo.
Industrial Malagueña, S.A. llegó a albergar a mil
quinientos trabajadores, la mayoría mujeres.
LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL COMERCIO: LA MODERNIZACIÓN DE LA CIUDAD
Nota olfativa
POLVOROSA
polvos de talco, tiza,
flor de algodón, vainilla,
oriental, viento

The pollen eater (“El comedor de polen”)
Un ambiente misterioso impregna The pollen eater.
Una mujer, con gesto distraído ¿y con una monotonía
repetitiva y acaso absurda? recoge rosas para
formar algo parecido a una pieza de artesanía. El
lugar, místico, alquímico, se diría perteneciente a
otra era, como una habitación o un estudio pintados
al estilo de los antiguos maestros.
La mujer está sentada en una minúscula habitación,
llena de cascadas de rosas. El aire está repleto
de fragancias atractivas y embriagadoras.
Está confeccionando cortinas de olor a rosas.
Gabriella Gerosa
Die Blütenstaubfressserin (The pollen eater), 2001
70 x 60 x 20 cm
Pantalla plana con lector de tarjeta con brillo y marco de madera negro de los siglos xix-xx.
Edición: 5/5 - Duración: 13' loop
100-101

Olisqueos
Cuando pasa una mujer a mi lado siempre me gusta
oler, levantando levemente la nariz, la fragancia
que va dejando y que a la vez la va siguiendo. He
olido de esta sutil manera a multitud de mujeres y
seguiré haciéndolo mientras siga habiendo mujeres
que andan.
Cuando veo un cuadro expuesto, incluso uno mío,
también me gusta aproximarme lo máximo posible
para olerlo. Una vez en la Fundación Beyeler en
Riehen, muy cerca de Basilea, saltó la alarma acústica
cuando quise oler los nenúfares de Monet.
Me gusta mucho oler los cuadros aunque me gusta
bastante más oler a las mujeres.
Alfredo Álvarez Plágaro
Cuadros iguales, 2012
Variables / 48 x 5 x 7 cm/unidad (serie 10 u)
Mixta sobre loneta
102-103

Fragances Posthumes es una obra que busca la interacción
con el público a través del olor del pañuelo
y lo que el olor pueda llegar a evocar: el recuerdo
de los seres queridos es reavivado por su aroma, sin
importar su procedencia.
Concebida desde el sentimiento de abandono que
conlleva la pérdida, esta pieza está dedicada a la
persona que experimenta la ausencia de otra.
El aroma del que se impregna el pañuelo genera un
sentimiento de nostalgia, sumergiendo al espectador
en una plenitud llena de significado y placer.
Como un recuerdo que levita.
Enzo Mianes
Fragances Posthumes, 2013
Variables
Frascos, perfume, etiqueta, pañuelos
104-105

Oda al moho
¡Vivir la vida de paso!
entre lo que queda
que no nos hace falta
el sentimiento de los asuntos
o bien
el olor de las cosas
la prueba
es en sí
el aroma
en principio
está todo
enmarcado, realizado
relativizado
perpendicularmente
a los perfumes
Ningún sonido, ¿de dónde?
pues la sal da sabor a las cosas
el pequeño chillón
Y además casi siempre es cierto:
La descomposición, la degeneración
De- y generación siempre forman una nueva generación
La vida empieza viviendo y en vida, a veces amenazadora,
enmohece.
Entonces, cuando la cosa se torna demasiado real,
precisamente a causa de aquel ente que caracteriza
a esta cosa, cuando un Ser con fuerza vital existe
con tal intensidad que una cosa empieza a descomponerse,
a disolverse lentamente en bruma, en
fragancia, en hedor sombrío, ¿es entonces cuando
empieza a corresponder realmente a su naturaleza?
Por lo tanto la desintegración y el moho no serían
señal de descomposición y decadencia, sino lo que
caracteriza el desdoblamiento más bien completo
de las propiedades y relaciones de las cosas y los
acontecimientos.
Alex Jasch
Der kleine Kreischer, 2009
50 x 40 x 65 cm
Yeso, plástico, pintura en espray, madera y cerámica
106-107

Tabacalera
La fábrica de Tabacos de Málaga fue pionera
con la introducción de modernas tecnologías
que marcaron hitos en la industria tabaquera
del siglo XX. Así, se pudo rivalizar
con las industrias canaria y cubana.
LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL COMERCIO: LA MODERNIZACIÓN DE LA CIUDAD
Nota olfativa
TABACO
amaderadas, tabaco de
pipa, ceniza, madera
quemada

Smoke es una ficción aérea, atmosférica, una incitación
a la divagación. El ritmo es hipnótico, acompañado
por una composición musical eléctrica.
Su protagonista es una nube de humo que se deja
llevar por el flujo de los acontecimientos. El trazo,
preciso, que flota sobre el fondo blanco fija el relato.
Los dibujos de J.H. Fragonard 1 inspiraron los primeros
segundos de la animación, la escena del humo
que se funde en el follaje del árbol.
Smoke es también el olor del acampamento en el
bosque, de las montañas nevadas, de las fábricas
contaminantes, de la chapa ardiente, de un cigarrillo
que se consume.
Ha sido reflexionando sobre las inspiraciones como
ha vuelto a mi mente el recuerdo preciso de dos
emociones olfativas.
El aroma del cigarrillo en verano cuando hace calor.
El día en que me encontré con una nube durante un
paseo en los Alpes. Curiosamente la nube tenía un
perfume.
1) Los grandes cipreses de la Villa d'Este (1760). J.H.
Fragonard (1732 Grasse -1806 París)
Fleur Noguera
Smoke, 2008
Medidas variables
DVD Pal - Edición: 1/50 - Duración: 6'48''
110-111

"...Una madrugada, casi al amanecer, Alonso es
despertado por el olor del humo de los campos quemados.
Va a la cancela de la Ferme de la Chapelle
y ve que el fuego viene en dirección de su casa. Al
principio se asustó, pero después comprendió que
era una labor más de los campesinos, y se quedó a
disfrutar del espectáculo. Cuando el fuego se apagó,
fue la visión absoluta: la tierra negra, como un
tapiz, lo más hermoso que había visto en su vida.
"¡Que nadería es la pintura!", pensó y empezó a caminar
por los campos negros. Alonso se puso a acumular
hierba y carbón. Cogía sacos y metía dentro
las cenizas sin tocarlas. Las formas, el esqueleto
vegetal, se mantenía intacto; el fuego había destruido
los cuerpos sin descomponer su figura..."
[Fragmento del texto "Señas y contraseñas de Ángel
Alonso" de Juan Carlos Marset, Sevilla 1997]
Ángel Alonso
S/T, 1994
18 x 12 cm
Técnica mixta sobre tela
112-113

A propuesta de sentidos privilegiados o provocados:
la obra de Douglas Gordon
Algunos artistas de la modernidad entendieron
que los nuevos procedimientos para la creación
plástica, las llamadas artes visuales, podían asumir
más que aspectos representativos o reproductivos:
actitudes agresivas y transgresoras que en
lugar de conservar lo establecido condujeran hacia
su destrucción, una nueva forma posible, inédita,
de la realidad ambiente. Es real todo lo que se ve,
pero también es real aquello que convertimos en
real, a lo que damos presencia inédita. Esta opción
plástica tiene sentido en tanto que ofrece presencias
activas reales que nos obligan a darles contenido,
significado, aunque sea insólito, inesperado,
en ocasiones obligado por la nueva coherencia que
hay que ordenar desde los sentidos para que lo presentado
sea accesible al entendimiento. Douglas
Gordon es uno de estos agresores de lo inmediato
y lo practica sirviéndose del tiempo, pero también –
como en el caso presente– del fuego. Un tiempo o un
fuego controlados, maniatados, que suspenden su
acción y actividad cuando el artista lo decide, que
es cuando ha conseguido que el observador le siga
a él y no al objeto primigenio que motivara la acción.
Estas imágenes así suspendidas e interrumpidas
en el tiempo en sus procesos otros, incluido el agresivo,
se prestan, se ofrecen a nuevas funciones. La
que posee la colección Olor-Visual pasa de ser una
fotografía atentada, por un motivo subjetivo o de
aberrante juego sádico, al margen de la desfiguración
alcanzada, a adquirir un sentido y significado
nuevo: su nariz ha sido alterada y en este preciso
instante, lo que clama y pone en evidencia la imagen
es el imperativo del olfato. Luego cabe preguntarse
–con consentimiento del agresor o sin él– ¿de
qué sentido básico querías desposeer la imagen?
¿Del de la belleza o del del olor? Ha conseguido ambos
y el segundo en demasía, poniendo en evidencia
el horroroso y, para el pirómano, dulce olor del
fuego que quema o el apestante aroma de la carne
abrasada.
Digno premio Turner, el de Douglas Gordon.
[Arnau Puig]
Douglas Gordon
Self-portrait of you + me (Jenny Agutter), 2006
65,6 x 61,1 cm
Quemado y espejo
114-115

Sospecho que siempre he tenido una cualidad innata
para recibir los olores con un perfil borroso,
difuso y una marcada inclinación a identificar unos
con otros, lo que me cualifica sobradamente para
desdibujar una cartografía exacta del territorio en
que se mueven.
Chema Madoz
S/T, 2001
50 x 50 cm
Fotografía - Edición:1/15
116-117

La única materia de estos dibujos son el humo y su
rastro de hollín. El rastro de ese humo tarda días en
desprenderse de mí. Ese olor se queda impregnado
en mis fosas nasales, en mi pelo y en mi ropa, y no
lo definiría precisamente como un perfume. Es un
olor complejo, negro oscuro y graso, el olor de algo
que ha estado a punto de quemarse pero no ha llegado
a hacerlo, el olor de cientos de velas que gotean
sobre mí tapizando el pantalón, la chaqueta,
el guante, el sombrero, el suelo, la mesa… objetos
que más tarde toman entidad propia. Es denso,
espeso, todo lo contrario de los dibujos que produce,
ligeros delicados, más parecidos a un sumie
japonés, con la tinta y el agua, que a la catarsis de
la que surgen. Acostumbro a jugar en el límite. En
este límite, el fuego, a pesar de su naturaleza con
tendencia destructiva, se vuelve creador, pero
este momento requiere atención plena, basta una
décima de segundo para que todo se encienda en
llamas y se esfume; paradójicamente el efecto del
agua en el sumie, aquí lo produce el fuego. El humo
es tan penetrante que dibuja solo, entrando por todos
los recovecos posibles. Por suerte es un olor que
se va desvaneciendo, mientras que el hollín sutilmente
se queda adherido, acariciando el papel o el
terciopelo.
Pamen Pereira
Esfera, 2004
76,5 x 104 cm
Dibujo con humo sobre papel
118-119

La principal característica de esta escultura es la
de un busto femenino con la cabeza hundida en sus
espaldas, como escondida en un rincón.
La nuca, el cuello, son las zonas preferentes para el
perfume femenino. Aquí es donde se mezclan con
las aromas sutiles de un bosque de tilos ligeramente
quemado.
David Nash
Wedge Head (Cabeza que asoma), 1994-95
84 x 36,5 x 19 cm
Tilo quemado parcialmente
120-121

Una pipa, que en
nuestras manos es una
extraordinaria generadora
de sueños…
¡de humo!
José Luis Pascual
La pipa, 1994
160 x 110 x 110 cm
Hierro pintado
122-123

Industria azucarera
El cultivo de la caña de azúcar fue muy
importante en la costa de Málaga y Granada
gracias a su clima subtropical, generando una
importante industria azucarera. El litoral
malagueño era conocido como la “costa cañera”.
Los monderos eran los jornaleros que mondaban
la caña; es decir, limpiarla de hojas.
LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL COMERCIO: LA MODERNIZACIÓN DE LA CIUDAD
Nota olfativa
MIEL-
AZUCARADA
miel, azúcar, dulces

La rosa circular
Su recorrido intrincado y serpentiforme exhalaba
el perfume narcótico de una seducción mítica y su
piel rota por el deseo veló una noche la senda cubierta
de espinas del laberinto que abría la escalera
hacía su centro.
Su ser etérico, inexpugnable y quebradizo de vitalidad
eléctrica, ofrecía la misma resistencia que una
fortificación falsa y su belleza agónica y llameante
envenenó toda idea de permanencia condenándonos
al dolor eterno tras su desaparición.
Ahora, tan solo en la angustia final por seguir el
rastro de su olor penetrante y sagrado podremos
obtener la llaga en el costado doliente y crucial…
Fernando Sinaga
Erosión erótica, 2000
100 x 100 x 5 cm
Técnica mixta sobre aluminio
126-127

Siempre me apetecía pintar un cuadro Tight (“tenso”)
una vez que hube terminado la serie Loose Fit
(“suelto”), cuyas obras consistían en una tela grande
colocada sobre un marco más pequeño, un poco
como piel que le cuelga a alguien que ha perdido
peso en poco tiempo. Tight es lo contrario; la tela
está tirante, tan tensa que empieza a romperse por
los lados o en cualquier punto por donde la tensión
pueda liberarse. Tight es como un tambor, casi se podría
tocar; o como un puño apretado; y sin embargo
es una pintura y la contemplas. Es una experiencia
inquietante. El color tiene que ser un color primario
muy brillante. En este caso, está pintado de amarillo
y otro amarillo más pálido. Tight consta de dos
bastidores. El más grande, mayor que la tela, tira de
ella y la tensa. Creo que todo este trabajo pertenece
a una serie, Transit (“tránsito”), en la que me he centrado
durante dos años. Cada uno de los cuadros de
la serie Tight es único. Son obras tan estéticamente
agradables como silenciosamente tensas.
El olor forma parte de mi trabajo, hueles que es una
pintura. Mi estudio está repleto de fuertes olores
y emanaciones de pintura. Para mí, el estudio es
como un laboratorio en el que se gesta mi obra. A
veces el olor es demasiado fuerte y me tengo que
apartar sin alejarme del todo. Equiparo el pintar
con el olor a pintura. Me interesan mucho todas las
partes del proceso pictórico y el olor es una de ellas.
Ángela de la Cruz
Tight (Light yellow / yellow), 2015
70 x 50 x 13 cm
Óleo y acrílico sobre tela
128-129

El arte es una mentira que nos acerca a la verdad,
según Duane Michals. Las apariencias, las experiencias
ligadas a sus sentimientos, son las realidades
que nos transmite. Trabaja con lo invisible, con
abstracciones como el deseo, el sueño, al igual que
lo hace el creador de esencias con los olores que tiene
en su memoria olfativa.
Michals juega con la memoria y el tiempo. Los olores
que tenemos registrados en nuestra memoria
intervienen para recordarnos tiempos o momentos
vividos.
[Cristina Agàpito]
Duane Michals
The candy kiss, 1970
8,30 x 12,7 (c/imagen) - 40 x 50 (marco) cm
Secuencia de cuatro impresiones sobre gelatina de plata
130-131

Expansión es una investigación en torno al espacio,
un espacio físico y otro metafísico. Son paisajes
que rememoran geografías, paisajes, una obra que
habla del espacio y del no límite, del color a través
de minúsculos puntos y una repetición acumulada
a modo de palimpsesto.
El olor en unísono junto con el color, a su vez expansivo
e inabarcable, jazmines con matices ácidos,
cítricos casi comestibles. El rosa limpia y purifica, libera.
El olor y el color como emoción, evocación de lo
ínfimo, de lo sutil y frágil. La naturaleza en su máxima
expansión. Un canto a los sentidos, un viaje.
Expansión es una obra que te acoge, te transporta a
otros lugares, desconocidos.. y luminosos!
Ruth Morán
Expansión 7, 2015
105 x 78 cm
Temple y gouache sobre papel
132-133

En ese momento ya había reconocido algunos cambios
en mi cuerpo. En mi mente, el pensamiento
lógico discutía con otros miembros. Nunca volvería
a ser tan sensible pero pensaba que nunca iba
a cambiar. Para calmar el ímpetu me repetía incrédulo
que las cosas se forjarían poco a poco y que
la constancia ayudaría a materializar los sueños.
Mantenía intactas las ilusiones de la infancia. Vivía
el dulce período en que puedes ser aún casi todo.
Ese verano, para ganar un poco de dinero, entré a
trabajar en un taller de pintura, olía a trementina y
aceite de linaza.
Guillermo Pfaff
Post-form, 2013
92 x 73 cm
Lejía y óleo sobre tela
134-135

Robert Pan lleva quince años trabajando con la resina,
creando mundos. Peter Weiermair lo llama un
alquimista del color y Danilo Eccher, un poeta "de la
incertidumbre de la percepción y la apariencia".
Sus obras de arte son objetos de colores vivos y
siempre resultan de un proceso de producción experimental,
no lejos del proceso del perfumista en
sus creaciones, cuando éste usa su paleta cromático-olfativa.
Aunque la obra de Roberto Pan no deja
de ser formalmente abstracta, nos recuerda las
formas macro y micro en la naturaleza, los paisajes
celestes o estructuras geológicas, dejando espacio
para la imaginación y, por qué no, para que nuestra
memoria olfativa empiece a recordar…
[Bonelli Arte]
Robert Pan
XM 3,5355P, 2010-11
154 x 104 x 7,5 cm
Resina y mixta
136-137

Francisco de la Torre Prados
Mayor
The Coracha rooms of Málaga’s Museo
del Patrimonio Municipal are hosting,
from May 19 to July 23, an exhibition
project which is not only innovative but
revolutionary. Under the title Smell of
Málaga. Olfactory Perceptions of
colección olorVISUAL, we have the
pleasure of welcoming a carefully selected
sample of the contemporary art
collection of the prestigious perfumer
Ernesto Ventós.
For almost four decades, this great artist
and creator of aromas and essences
has been putting together a collection
of visual artworks linked to his olfactory
memory, to particular moments of
personal significance that have been
etched in the depths of his subconscious.
As he says, when visual and
even auditory impressions have faded
away, smells always remain to recall
concrete experiences.
With these premises, colección olor-
VISUAL as a whole treasures not only
works by great artists such as Tàpies,
Hirst, Fontela and others but also upand-coming
young promises of Spanish
and international art.
However, the collector and the curator
of the exhibition, Cristina Agàpito,
have together set out to do even more
and have presented us with a show that
focuses on the city of Málaga, its history
and its popular types as its main protagonists.
As a result, the visitor's eyes and nose
are filled with evocations of distinctive
smells and aromas related to our Roman
past, to our brilliant 19th-century
industrialisation and to popular Málaga
figures such as the biznaguero and the
cenachero, a now vanished trade.
This is, then, a different and tremendously
attractive way of entering into
contemporary artistic creation. The
works on display summon up a universe
of aromas. The sea; salted foods
like the garum of the Romans; the
swash of the tide; the fresh jasmine
of our incomparable biznaga; the delicious
skewered fish grilled over wood
fires; the cast iron and the cotton bolls
that formed the basis of our industrial
prosperity in the nineteenth century,
or the tobacco that prolonged it, to
a certain extent, in the first part of the
last century.
In addition, however, this fine exhibition
reflects the commitment to education
and to public service, to the benefit
of all our citizens, which has been the
hallmark of MUPAM since its creation
and of all the cultural and museological
initiatives of Málaga City Council. Thus
there will be interactive workshops for
school groups of different ages and activities
for families, for people with various
kinds of disability and for the general
public, all giving special attention
to a sensorial capacity that, in many
cases, we regard as secondary: smell.
The appeal to and stimulation of all the
senses by the fine arts is a characteristic
of undoubted modernity that was
anticipated by our great essayists and
creators of the Baroque. Today, in our
postmodern society, this exhibition updates
and innovatively advances those
postulates with an aesthetic attuned to
the citizens of the twenty-first century.
Ernesto Ventós
Collector
Ever since I can remember, smell has
been giving my life meaning, and
though it may sound like an exaggeration,
even hard to believe, I can't make
sense of the world around me unless I
constantly smell it.
For me, the sense of smell is the most
important of all the senses. From the
moment we are born it guides us, before
the others 'awaken'.
Vivid and often forgotten moments are
summoned to memory by smelling, in
such a way that we can feel the details
of the past experience.
My profession as a perfumer, my having
been born and bred amid scents
and smells because my father was a
distributor of raw materials for creators
of essences and perhaps my having
lacked the sense of hearing from a
very young age have given me a greater
capacity to perceive and to use the
sense of smell.
My passion for art and for smells led
me many years ago to create colección
olorVISUAL, which came into being
with a very clear purpose: to teach
us to smell through contemporary art.
For me it is fundamental that the collection
should have an educational
function, and with colección olor-
VISUAL I think I have been able to
combine my two passions, visual art
and essences.
Each and every one of the works in
colección olorVISUAL has its place in
the collection because when I saw it
my olfactory memory was awakened;
the works are activators that bring my
olfactory memories to life. A colour, a
shape, a composition leads me to say
'this piece has a smell' and can therefore
claim a place in the collection.
It is this synaesthesia that makes
colección olorVISUAL so transversal
and diverse. It brings together upcoming
and well-established artists from
this country and from around the
world with diverse artistic practices,
all connected by the common thread
of my olfactory memory.
It is a pleasure for me to have my collection
presented in the Málaga’s Museo
del Patrimonio Municipal, and to
have it articulated by a thesis as direct
as that which guides the exhibition
Smell of Málaga. Olfactory perceptions
of colección olorVISUAL.
I am delighted to have a chance to
smell the history of different places
and in so doing be able to recall them
and to update my memories through
the medium of works of contemporary
art.
I invite you to let yourself be carried
away by your sense of smell, to see
how much you will discover and the
nuances you will find. Immerse yourself
in Smell of Málaga and enjoy the
art and the essences that accompany it.

Cristina Agàpito
Director-Conservator
colección olorVISUAL
‘But when from a long-distant past nothing
subsists, after the people are dead, after
the things are broken and scattered,
taste and smell alone, more fragile but
more enduring, more unsubstantial, more
persistent, more faithful, remain poised a
long time, like souls, remembering, waiting,
hoping, amid the ruins of all the rest;
and bear unflinchingly, in the tiny and
almost impalpable drop of their essence,
the vast structure of recollection.’
[Marcel Proust, In Search of Lost Time]
The quote from Marcel Proust is an excellent
introduction to explaining the
origin and essence of this project, created
especially for the Municipal Museum
in Málaga as the latest in the series that
started at the Museu de Cadaqués (Girona)
in 2013 and continued at the Museu
d’Art in Cerdanyola (Barcelona) in 2014.
The exhibition project Smell of Málaga
has been conceived and created on the
basis of the city itself and its historical
places and events, through the olfactory
memories that these have left us and
the classification of these memories by
means of olfactory notes – the primary
alphabet of the creators of essences
– and the interpretation of the whole
with works from colección olorVISUAL.
Málaga has a long history. Founded
by the Phoenicians in the 8th century
BCE, it is one of the oldest cities in Europe.
To run through its history in broad
outline, we might say that the city was
part of the Roman Empire, was a prosperous
medina in Moorish Al-Andalus
– and a capital city for a time – and was
incorporated into the kingdom of Castile
in 1487. In the nineteenth century
it achieved prominence thanks to its industrial
activity.
There are several mottos and titles that
define it for its historical facts: The first
in the danger of Liberty, the most Noble,
most Loyal, most Hospitable, most Charitable
and always Brave City of Málaga.
It has been popularly referred to as la
bella, ‘the beautiful’, and is known by
the nickname of la bombonera, ‘the box
of sweets’, on account of its topography
and situation, ringed by mountains.
No history of Málaga would be complete
without those characters, many
of them anonymous, who have plied
trades – some now vanished, but others
still alive – that often strike visitors
to the city as curious.
The exhibition is articulated in three
areas, which tell the story of Málaga
and its customs, or at least some of the
many: the Roman presence and its legacy,
the city’s popular characters, and
industrialisation.
Garum or garo: the Roman Empire
leaves a mark
Olfactory notes: Marine / Saltpetre /
Rural-Herbaceous
An indispensable product in all the best
Roman kitchens, garum was a condiment
used to enhance the meal and
intensify the flavour of other foods. It
can be defined as basically a compound
of fatty pelagic fish (sardines, sprats,
mackerel, tuna …), to which were added
the innards of other large fish and plenty
of salt, and the mixture was then left
to macerate in the summer sun. In some
variants, layers of aromatic herbs were
added. Stirred frequently, it turned
into a liquid, which was subsequently
allowed to filter though a densely woven
basket, which resulted on the one
hand in a very aromatic translucent fluid
with an amber colour and a salty flavour,
and on the other a dense paste. It
was used as a substitute for salt, and
was also frequently mixed with wine,
vinegar, oil or water.
Along with the perfumes, garum was,
by weight, the most prized – and expensive
–substance in everyday use in the
Roman Empire. In addition to its nutritional
function, it was credited with the
ability to whet the appetite and to aid
digestion. An effective means of preserving
meat or fruit, it was also used
to dispel unpleasant domestic odours,
as well as being an ingredient in medicine
and cosmetics.
We are referring here to salty, humid,
marine, herbaceous odours … I perceive
this whole process through the smells
and the visual artworks of colección
olorVISUAL, letting myself be transported
by several senses. The pits of
the Roman factories where garum was
produced could be associated with the
works by Juan Olivares and Carlos Bunga:
delimitations, grids … I get the salty
tang with the video by Muntadas, and
the look of garum during the process of
its elaboration is figured in the paintings
of Thomas Werner, Herbert Hamak
and Helmut Dorner. The aromatic
herbs sometimes added to it are symbolised
by the drawing by Antonio Tocornal
and the sculpture by Joan Cera.
Popular symbols: the biznaga, the cenachero
and the espetada
Olfactory notes: White flowers / Marine
/ Smoky-Cresolic
The Malagan biznaga is a bouquet
of jasmine in the shape of a ball, the
products of a laborious preparation.
The skeleton of the flower, a wild thistle
known as a nerdo, is collected, still
green, before the summer. The nerdo is
stripped of its leaves and stalks to leave
only the main stem and the spines and
is allowed to dry until it turns a beige
colour and hardens. The jasmines are
collected early on summer evenings,
before they open, and are carefully inserted
one by one onto the spines.
In addition to its beauty and perfume,
the biznaga is also said to drive away
mosquitoes. It is the flower that symbolises
the city.
The biznaguero is a popular personage
who sells biznagas, which are carried
on a leaf of prickly pear, in the streets
of Málaga in summer.
We can say that it smells of tuberose,
ylang-ylang, acacia, gardenia, magnolia,
jasmine and lily-of-the-valley,
assuming the olfactory note that represents
this tradition: white flowers.
Bearing in mind these scents, and the
biznaga flower, I am referred to it by
Javier Campano, Toni Catany, Maggie
Cardelús, Julião Sarmento and Riita
Päivälánen, whose works are very diverse
in their characteristics. Its beauty
and subtlety I find in the artistic expressions
of Lorenzo Cambin, Joan Hernández
Pijuan, Anna Malagrida. Its perfume
is captured in the photography of Lola
Guerrera.
The cenachero, who plied a typical trade
that originated in the nineteenth
century and lasted up until the middle
of the twentieth, was a true icon of the
city. They were street peddlers of fish,
especially of the anchovies known as
vitorianos, but also of any other product
of the coastal waters of the Málaga
of the time. Remembered as strong,
well-built men, they wore a sash and
carried their wares hanging from both
arms, and would cry out to the housewives
‘Niña, los vitorianos’ and other
similar phrases as they walked the
streets of the city.
Marine tang, algae, fresh fish: smells
and colours that are transmitted in the
works of Alberto Corazón and Enrique
Brinkmann, signifying the bundles
of fresh fish for sale. Dennis Hollingsworth,
Hugo Fontela, Agustín Ibarrola
and Stephen Dean communicate that
smell of fish, of the sea, and at the same
time the power of the cenachero’s resonant
cries.
All along the coast of Málaga, one of the
most widespread recollections must be
the smell of sardines grilling slowly on
the glowing embers of a wood fire on
the beach. The sea breeze, the smoke,
and the heat of summer are an explosion
of olfactory memory. The key motif
here is the espeto or the espetada:
the skewer and the skewering central
to the art of grilling fish, which goes
back to the time of the Phoenicians,
and passed on by way of Romans and
Arabs, taking advantage of the beached
boats as windbreaks for the sea breeze.
The espetero is the person responsible
for skewering the fish, impaling them
on split canes and grilling them over
embers of olive and almond wood, paying
close attention to the wind to regulate
the cooking process. This traditional
open-air delicacy is just as popular today.
Hannah Collins and her photograph Sardines,
perhaps the most visual work
of the whole project, almost literally
brings the smell of fish to my nostrils.
Bianca Beck, Bernhard Martin, Anne-
Lise Coste and Bernardí Roig summon
the smell of burning and the cooking
of the sea’s fruits, mixed with the salty
breeze of the beach. Smoky, cresolic, coniferous
and fishy smells.
Industrialisation and trade: the modernisation
of the city
Olfactory notes: Metallic / Dusty / Tobacco
/ Honeyed-Sugary
During the first half of the nineteenth
century, Málaga was at the forefront of
industrial development in Spain, second
only to Catalonia, its pioneering industrialisation
financed by agriculture and
trade. This really took off in 1826 with
the creation of two companies for iron
smelting and casting to meet the demand
for iron fittings in the manufacture
of the casks used in the bottling of
wine and the packaging of agricultural
products for export.
After a difficult start, satisfactory results
were obtained in 1831, when the
La Concepción company built new tall
furnaces to replace the original low
furnaces, and puddling furnaces with
which to obtain the optimum quality of
finished products.
Smells of steel, iron, copper, brass,
bronze and oxide are the effluvia that
come to my memory when this type of
industry is talked about. Clare Langan,
Koenraad Dedobbeleer, Pello Irazu, Jordi
Colomer, Chakaia Booker and the pictorial
sculpture by Michiel Ceulers all refer
us to fire, metal, force, dirt … elements
associated with these processes.
But it was not only the metal foundries
that put Málaga on the industrial
map. Mills for the manufacture of
yarns and fabrics in cotton, linen and
hemp also had an important role. Industrial
Málagueña, S.A. employed as
many as 1,500 people, mostly women,
in its workshops, offices, warehouses,
repair shops and workers housing, and
in due course a second textile factory,
La Aurora, opened.
Smells of cotton flower, wind, chalk, are
among the characteristics of the olfactory
note that represents the manufacture
of spun yarns. The spinners feature
in the video by Gabriela Gerosa,
and the looms figure in the sculpture by
Alfredo Álvarez-Plágaro. Enzo Mianes
represents the manufacturing of the
products, while the plaster sculpture
by Alex Jasch seeks to depict the dust
thrown up by all the bustling activity of
these factories.
The Málaga tobacco factory was built
between 1923 and 1927, though it was
not officially inaugurated until September
1934, after a further three years of
modification in order to increase their
capacity and expand the range of
Spanish products with new lines capable
of gaining a share in different markets.
The Málaga factory was a pioneer
in this regard, with the introduction
of modern technologies that set new
standards in the tobacco industry of
the twentieth century. These advances,
which were introduced into every
stage of the manufacturing process, allowed
the factory to produce inexpensive
quality cigars that could rival those
from the Canary Islands and Cuba. For
all of these reasons, the Tabacalera tobacco
company considered the Málaga
factory as a critical factor in its competitive
strategy.
Woody, pipe tobacco, ash and burnt
wood are smells that evoke the tobacco
factory, although some of these odours
may be mixed with those that are produced
when the tobacco is lit. Thus,
Fleur Noguera’s video, Ángel Alonso’s
sculpture and the symbolism of Chema
Madoz’s photography refer us to
the factory and its production, while
Douglas Gordon, Eulàlia Valldosera,
Pamen Pereira, José Luis Pascual and
David Nash transmit the finished product
and the aromas emanating from its
consumption.
Thanks to its subtropical climate, the
coast of Malaga and Granada was a
crucial area for the cultivation of sugarcane,
which generated a sugar industry
of enormous importance. The Málaga
seaboard was known as the Sugarcane
Coast, and the province had a considerable
number of sugar mills and factories,
many of them in operation since
the sixteenth century. Sugar production
in the province reached 115,000
tonnes a year by the end of the 1960s.
For the zafra, the harvesting of the sugarcane,
the sector employed thousands
of day-labourers known as monderos.
Their job was to strip the canes, cleaning
off the leaves, and they laboured at
their hard, hot, punishing work from
sunrise to sunset, their eyes scorched
by the burning leaves, their clothes and
skin impregnated with soot and molasses
from the cane.
Sugarcane cultivation and the sugar
industry went into decline in the nineteen
sixties and has now disappeared.
Its former sites have been occupied by
the tourism-based property boom and
by other crops such as avocado and
mango.
Smell of honey, of sugar, of sweetness.
In evoking the sugar industry,
the smells we remember are always
pleasant, and this is shown us by the
paintings of Ángela de la Cruz and Ruth
Morán or the photography of Duane
Michals. However, the production process,
especially in the years to which
we have referred, was hard, and this is
interpreted with the paintings of Fernando
Sinaga, Guillermo Pfaff and Robert
Pan, whose colours make us think
of the smells impregnating the skin and
clothes of the day-labourers during the
zafra: burnt and molasses.
I hope that this selection of some of the
historical moments and customs that
have particularly caught my attention
as locally specific may be to the liking
of the people of Málaga. The interpretation
of these things by means of works
of art is always personal, seconded by
the complicity of smells that we recall
without being conscious of it, but that
are there, filed away.
The sense of smell is profoundly subjective
and the most ethereal of all. Smells
have been and continue to between us,
without being. Anchored in memory yet
transient, they represent the evanescence
of existence and the possibility
of eternity. colección olorVISUAL communicates
these ideas and allows our
olfactory memory to awaken our most
intimate memories … Let’s have a sniff!

Juan Olivares
Cabalgata de aromas, 2010
'Seventeen different blends in order to
capture that smell, ethereal and sharp,
I was close, I almost managed it with
a violet, I was nearly there with an intense
orange and on the border of a parrot
green that never stopped going out
of tune I thought it was mine.
'It came as a surprise and evaporated as
it had come, leaving a cavalcade of aromas
on my palette…'
Antoni Muntadas
RCD#1 (Serie Protocolli Veneziani I),
2013
‘… Its waters have shaped the city with
a to-ing and fro-ing that determines
his life, and with their smell, which impregnates
everything …’ (from Protocolli
Veneziani I)
Enric Pladevall
L'olor de l'alba, 1996
In Catalan, alba is a type of wood, poplar,
but it is also the first brightening
of day. The light breaks on the horizon
and splashes with white the black
of the night that vanishes. Reality has
multiple appearances, and knowing and
feeling its subtle shades stimulates and
sharpens the senses.
The poplar tree has a smell and when it
is cut it is as if we were treading the still
dewy earth of daybreak.
The sculpture is hollow inside and has
holes through which the smell of the
poplar can be enjoyed. The power of attraction,
the sensuality, the strength
and the impossibility of arriving at a
total knowledge and understanding of
a work of art is what I am trying to express,
to suggest.
Daniel Silvo
After glásnost, 2011
From the viscosity of a black fluid there
emanate poisonous vapors that penetrate
the lungs and cause discomfort.
They almost make you want to throw
up, and you turn your face away. A reflex
that identifies sight with smell: if
you don’t see it, you don’t smell it. And
a handkerchief protects your nose from
the unhealthy stench. The transparency
and cleanness, the freshness of the
glass did not last long. It was little more
than an intention. Once more the opacity
and the stench of corruption that day
after day accumulate on themselves.
Antonio Tocornal
Herbario o "(020423)", 1992
Forgotten childhood
woven of absent memories.
But at times
the smell of a scrunch of old paper
brings back to me that book
made of dried flowers
words in Latin.
And the dusty smell
of eternal oak
in the damp, dark library.
Joana Cera
S/T (serie Terra), 2013
If the earth were always wet
Licked earth, soaked earth
Fragrant earth
As it is
Pure geometry in disguise
Always latent
Always expressing itself
Generous merciless Mother
Pure essential poetry
Gauntly incarnate
Concentrically centred
Seed of the Universe
Cultivated in the void
Of an ellipse
Carlos Bunga
Untitled, 2011
c(olour) odour
1. n. Impression produced by light rays
reflected by a body onto the retina of
the eye: the c(olour) odour of the skin.
2. Pigment or other substance with
which colour is applied: lip c(olour) odour .
3. The arrangement and intensity of the
c(olours) odours , c(oloured) odoured : the c(olour)
odour of a picture.
4. Timbre or tonal quality of a sound:
the c(olour) odour of her voice.
5. Peculiar or distinctive character of a
thing or style: a description rich in c(olour)
odour .
6. A shade of political opinion or ideology:
a government of a single c(olour) odour .
7. pl. Symbols and c(olours) odours characteristic
of a sporting association or
club, which appear on its flag or emblems
and, by extension, the association
or club itself: defending their c(olours)
odours .
8. to give c(olour) to something. To
paint it.
Thomas Werner
S/T, 2013
In the forest of the green disc
The scent of resin hangs in the air
Muted glow – nose in the wind
This linseed oil – glue – and dammar
resin
My aphrophysiac
From further already and then
from somewhere in the studio
And then to open
The yellow pot
Oh heavenly smell
Bound and surrounded
Set in the frame
Finally
The faint idea
And the memory
As my madeleine
Herbert Hamak
Mil Flores, 2015
Thousands of flowers or thousands of
flowers. The inciter of this series of images
was the little coloured glass beads
from the glassworks of Venice. These
colourful products even became a parallel
currency in Black Africa, and in the
worst cases a few of these beads was
the price of a slave.
On the other hand, that name now designates
a large number of flowers, even
a whole meadow of flowers, and thus
the spectacular gardens of the wise.
These flowers are synonymous with
intoxicating aromas.
Each one of us can find the aromas
stored in nostalgia with the Millefiori.
Images are guides for dreams and meditation.
Helmut Dorner
Gelbe Beine, 2006
The Walk
You, beautiful forests
painted on the green slope,
where I walk sometimes
compensated with sweet peace
for every thorn in my heart,
how sombre for me is the sense,
for art and sense were Pain,
from the beginning.
Sweet images of the valley,
such as gardens and tree
and the path, too, narrow,
the stream barely visible,
how beautiful it shines for someone,
in the clear distance,
the great image of the landscape
I visit, on the auspicious days!
Divinity, friendly,
does not primarily escort
with blue; then with clouds
disposed, vaulted and grey,
with ardent flashes
and the heavy sound of thunder,
with the charm of the landscape,
with beauty, streaming forth
from the fountain of the ancient,
from the primitive image.
Javier Campano
Las cinco y tú, 2004
At dusk.
The music is not heard.
A light from a window
and its aroma.
It's five and you.
Toni Catany
Natura morta amb llimona, 1995
Here is a Mallorcan rose and a lemon,
and their AROMAS, which the sun of
the islands has made more intense.
Maggie Cardelus
Birthday flowers, 2006
My experience of smell during the making
of Birthday flowers was strong, going
from the sweet scent of fresh Spring
blooms to a wafting of decay and stagnant
water. My experience of watching
the flowers over seven days translated
into changes I would make in the room,
as though the room were responding to
the flowers' provocation. They communicate
with one another through me. It
was not my intent to convey specifically
a sense of smell, but one of empathy
between things, between the vase of
flowers and the room. Naturally, smell
was integral to the flowers and so integral
to how I responded through the
room. How much this is understood by
the viewer is unclear to me.
Riitta Päiväläinen
Spindle, "River notes" series, 2014
Alone, in the remote forest, I am gazing
into the eye of the water spring. Air is
filled with moist as if it would start to
rain soon. I am embraced by the sweet
odour of clean freshness. I am staring
enchanted how the structures at the
sandy bottom of the spring are constantly
altering. Crystal clear water
wells up from the unknown depths and
brings up the sudden smell of sulphur.
It was early morning when I found the
spring. Was it coincidence or faith that
I had with me a roll of ribbon with similar
colour to the sandy bottom of the
spring? I started gently entwine the ribbon
around the branches of spruce. The
familiar fragrance of pitch and evergreen
needles made me feel like home.
The shape of the ribbon reminds me
of a gigantic, rare forest flower, which
shines in the darkness. Its peculiar
odour spreads into faraway places;
invites forest animals to drink from
the spring during the dry seasons.
The shape of the installation was not
planned before. I created it by following
the conditions, the terms of nature
and it was modified by my unconscious
mind.
I am waiting for hours for the perfect
moment to shoot the image; the beam
of the sun to touch the centre of my installation.
The odour of pure water is
mixed with dark, deep, earthy smells.
On the forest floor the dead plants
are decaying, turning into soil. The
rich smell of mud, moss, and mouldering
leave under my boots, trigger
my memory. Suddenly I am in another
time and space.
I am a child. I pick up yellow and red autumn
leaves of aspen. I stand on the
small river and set the leaves free for
adventure. The smell of autumn surrounds
me. I am one with nature.
Lorenzo Cambín
Spazio, 2011
The sculptural landscape smells of wet
clay and the spirit of the leaves. Its
tremulous, slender, moving forms conjure
up the smell of nature and its natural
and abstract landscapes. These imaginary
vegetations, whose leaves are
articulated through metallic threads,
allow movements and oscillations that
give rise to the aromas of memory, the
aromas of our memories.
The roots, sunk in the earth, spread
smells through infinity.
Joan Hernández Pijuan
Flor sobre blanc, 1988
I have always painted flowers. I like
them and I feel good with them. What
is more, they are also the starting point
for many of my works. I have always
found in them fusion of space, color and
smell. That simplicity of the drawing of
the natural form, the way that form
draws and penetrates into space. And
yesterday as I was driving back from
Madrid, the marvel of the almond trees
against the dark brown of the wet earth
on the outskirts of Calatayud.
Anna Malagrida
S/T (abstracta blanca mar vertical),
2007
The windows mute,
the memories of sand,
the smell absent.
Slowly the trace in the depths of the
gaze.
Julião Sarmento
Plant red frame, 2011
We begin by imagining the atmosphere
and the smell. In the evocation of what
is not within sight the sense of desire is
set in motion. The plants become an image
of the force of nature that shows itself
by hiding, we perceive only the exteriority
that is revealed, that emerges,
the modesty of the branches seems to
have been drawn, their silence and
their perfume invoke the feminine, an
organic world in transformation.
Lola Guerrera
Rostro marchito, 2012
A still life with a woman's face.
A cluster of petals that envelops us in
an ephemeral fragrance.
The olfactory sensation of constant
change.
The transience of beauty and the tension
of time...
An attempt at conservation as if it were
alchemy...
All we have left is the memory of the
fragrance of those roses...
Alberto Corazón
Cesto con azul prusia, 2014
This Basket with Prussian Blue makes
allusion to Caravaggio's Basket of Fruit,
a small canvas that has never left the
Pinacoteca Ambrosiana in Milan and
has, for me, a very powerful energy.
And a magnetic attraction. I've been
prowling around it for two years now
without exhausting its capacity to inspire
me.
I have my studio in the middle of a garden,
with large trees and plants that
change over the course of the year.
In Madrid in autumn, the sweet smell
of the honeysuckle contrasts at dusk
with the soft acidity of a false jasmine.
Almost odourless, the intense Prussian
blue of a large mulberry tree, shaken by
the pecking of thrushes and finches.
Enrique Brinkmann
Olor, 1999
SMELL is a picture that sets out to represent
smell.
Smell, together with music, creates
sensations that are totally abstract. It
seems evident that the representation
of these in painting would have to be
reflected in abstraction.
Music and painting are near relations.
There is an infinity of music that make
reference to paintings, and an infinity
of paintings based on music scores.
But what about smell and smells?
By way of some mechanism that and
don’t understand, a smell always
evokes the image of the thing it comes
from, or a sensation of existential recollection.
The smell of jasmine transmits the image
of the jasmine, or of a certain night
in a courtyard full of jasmines, and not

necessarily of a colour or a form.
When we see photographs of people
clearing away the dead bodies after an
earthquake, with masks over their faces,
we know from those images that
smell is present.
In view of all this, when and started to
think about painting a picture about
smell, and came to the conclusion that
to be honest with the theme And would
have to use a non-abstract medium to
represented it, and that at the same
time the picture would be abstract. In
other words, a contradiction.
To do this and have resorted to the
word ‘smell’ as the most definitive possible.
The word is as lost as a tenuous
gray cloud. To the right and left of the
picture there is a scale of colours that
could represent a scale of smells.
The rest is minute points and tiny that
flutter in space, since smell always accompanies
both life and death.
Denis Hollingsworth
Noumenal, 2007
In Hollingsworth’s oil paintings there
are constellations with an aroma of sea
urchin. [Ricard Mas Peinado]
Hugo Fontela
Water, 2009
Thorns stuck in the bitter dry water,
anteroom to the ocean, rough, full, fast
and constant. Hudson River. Smell of
sea and wind, tide that rocks the universe,
broken, convulsed, ours. Wave
that wets that splashes the memory of
a single dusk and dawn, old and cosmopolitan.
Universal.
Agustín Ibarrola
S/T 22, 2015
The smell of the volcanic ravines of the
north of La Palma was what gave me
inspiration for this work.
Stephen Dean
Fever (Tsukiji Market), 2008
Appearance fades away. The three silhouettes
expand and morph into each
other. The contours of reality become a
fluid mass. The anonymous and almost
abstract vision is structured only by repetitive
gestures. Macabre yet colourful,
this mechanical ballet exuberantly
expresses our most invisible inner
selves. Three fishermen unload and kill
thousands of small tunas in the Tsukiji
market in Tokyo. None of this information
is available as the lens only focuses
on the thermal diffusion of energy.
Paradoxically the strongest physical evidence
which remains could be the presence
of the nearby body of water, the
distinctive scent of the river.
Hannah Collins
Sardinas, 1994
I laid out the newspaper and put the box
of sardines closed on the
paper. It is very simply made, a plywood
box just put together with a
few nails.
When I opened the box the sardines had
left their stain on the paper
covering them and the box could be taken
apart with just a little
effort.
The sardines eyes glint as if still alive
but they are ordered,
silvery and still packed in salt the sea
smell still on them.
Wood, paper, fish, salt, ink.
Bianca Beck
Untitled, 2009
baby
birth burning
love
opening flower
new
mother father
born
beautiful song
silence
and tears
joy
burning through
heart
fire desire
rain flame
baby
birth burning
love
[Linda Beck]
Bernardí Roig
La cárcel del rostro, 1999
As was only to be expected and having
accepted as a given the insubordination
of the affections, Professor Ernst-Rudolph
Mayer of Princeton University declared,
almost without batting an eye,
that the visage was, without a doubt,
the face of unsatisfied desire. The silence
in the auditorium was deafening.
No one, not even the boldest, dared to
blink, let alone open their mouths.
The silence had effectively halted time
in its tracks and the succession of instants
was embalmed. The utterance
of Professor Ernst-Rudolph Mayer of
Princeton University had traversed the
place utterly and had so perforated the
audience's auditory apparatus that the
paralysis was final and definitive.
But, as events have accustomed us to
expect, someone – not the most daring,
nor the most courageous, nor of
course the bravest: no, just someone
who could have been anyone – moved,
almost without being aware of it, the
outer rim of their right opening of their
nasal cavity and smelled the silence.
That small gesture, in itself perfectly
natural, provoked a tremendous uproar
that was the beginning of the end
of the hegemony of established thinking
about smell. And from that founding
and absolutely revolutionary moment
nothing would be the same again
in the advanced capitalist societies. It
goes without saying that the man who
had, almost without being aware of
it, moved the right opening of his nasal
cavity and smelled the silence was
condemned for life to keep his nose in
a cage and, as is all but inevitable in
these cases, was made a leader and in
due course a martyr of the League of
Men who Smell Things. And history absolved
him … but that is another story.
Bernhard Martin
Saure Wolken, 2007
The smell that travels to the unconscious
one across the clouds.
Anne-Lise Coste
Black II, 2011
Because black can be blue
To watch is to build.
Birds are phrasing a way to get out
the abandonment and the alternation,
carve the planet, the celestial body,
because black can be blue.
So I ask myself, does black smell the
same as blue?
Lluís Ventós
AKU-AKU, 2015
AKU-AKU is the word in the Rapa Nui
language of Easter Island that defines
dæmon, soul, or the closest spirit that
marks the rhythm of a person's life.
This sculpture is inspired by the fetishist
tradition of African syncretic spirituality.
When the healers or shamans of these
cultures received a request from a supplicant
they entrusted it to their sacred
spirit or fetish, 'awakening' it.
An important part of the ritual consisted
in nailing to the figure a piece of iron
or some other element related to the
ceremony.
Similarly, in the invisible world of
smells, molecules need to have a degree
of excitation to be transmitted.
This sculpture combines the smell of
metal with that of wood, and in this instance
I would like to define that wood
as sandalwood, which has traditionally
been used in many cultures as a ritual
element.
Clare Langan
Glass Hour, 2002
Glass Hour's scent could be described
as hot and sulphuric. The heat from the
fire and the hot earth burns the nostrils
making breathing difficult. Yet somehow
mankind has adapted to exist here
in this toxic environment, even though
only in the form of a solitary figure. A
constant wind blows throughout the
film both dissipating the air and at the
same time feeding the fumes of the fire.
Koenraad Dedobbeleer
Doing what you do, 2011
Koenraad Dedobbeleer bases his work
on a close and subjective observation
of urban architecture and urban reality.
The artist appropriates forms and objects
that he comes across in his everyday
surroundings, submitting them
to often minimal alterations, either
through the materials he uses in their
re-creation, through their association
with other objects and forms, through
alterations in their scale or through the
use of colour. His works are not readymades
but subtle re-appropriations of
existing objects. Dedobbeleer is interested
in how an object or an idea can
undergo changes of status and simultaneously
exist within different realities
and interpretations.
In the world of smells the same thing
happens: the same essence can have
variations depending on the person,
the climate … it is at once the same and
different.
The sculpture Doing What You Do can
be interpreted as both logo and mask.
It is a small piece of enamelled metal
in which the artist has inserted, in a
somewhat cryptic form, the initials of
his name, a K and a D, and plays with
the idea of the ​double. Each letter can
be seen duplicated in the supposed upper
and lower halves of the elliptical
structure of the piece. The shape of the
sculpture itself invites us to think of a
mask with which to cover the face. A
double game, both unveiling and hiding
the identity of its author.
Are essences masks, like Koenraad Dedobbeleer's
sculpture?
[Silvia Dauder]
Pello Irazu
1986, 1986
Suspended fruity trapeze
crystallized in penetrating red
metallic relief to construct
moulded of acrid liquid.
Polished plaster,
rectangle oxide
solidified and sweet
that cools
and organizes.
Jordi Colomer
She (Elle), 1988
Drawing Upside Down
Buy a pack of dark black copy paper. Meticulously
lay out the A4 sheets to form
a roughly square surface. Repeat the action
layer upon layer until it looks like
a geometric blackboard. Turn it over.
Draw blind on a back-to-front blackboard.
Discard the drawings and keep
the surface. Then draw on the squared
blackboard until this summons up other
objects. Note for example the moment
when the boat in a family photo
collides with a cardboard seashell. Rub
out all the ideas, cover them up and
try again. Move around until the black
square looks dry and everything is in
place. Draw as you think. Don’t rub out.
You ask me if this process has a smell?
Having thought about it, I believe it
does.
Chakaia Booker
Time out, 2005
Industrial, residential and agricultural,
as well as natural smells permeate our
society and evoke visual impressions
and thoughts of metaphorical and ideological
expressions about our day to
day life experiences.
Responding equally to the sweet scents
and the natural and manmade drenched
aromas from our present and past experiences
in the privacy of our own ideas,
we tend to recreate pictorial and
abstract thoughts. The smells help us
recreate infinite dialogues and recurring
scenarios of form and contoured
shapes, sensual and provocative images.
The odours come from natural objects
or objects designed for or from a
manufacture’s concept; exploited by
consumer detritus, then scavenged, and
collected by artists and reconstructed
into multi-scented works of art.
Michiel Ceulers
TBD (Kreuzförmigues Bild), 2013
Whiskey bottles, and brand new cars
Oak tree you're in my way
There's too much coke and too much
smoke
Look what's going on inside you
Ooooh that smell
Can't you smell that smell
Ooooh that smell
The smell of death surrounds you
Alberto de Udaeta Font
Pasaje V, 2013
Place where you pass from one part
to another
The metals, fumes and gases that fill
workshops and foundries have partially
damaged my sense of smell,
so I recall with nostalgia the smells I
perceived as a child when I would return
to my great-grandmother's farm
in the cart.
Fabulous smells of earth, water, newmown
grass and also of horse, stone
and snake.
But above them all there still floats
in the air the brilliant, sharp, metallic
smell of the scythe blade, very much
like the smell of my iron sculptures.
Gabriella Gerosa
Die Blütenstaubfressserin (The pollen
eater), 2001
The pollen Eater
An eery atmosphere suffuses, “the Pollen
Eater”. A woman absent-mindedly-and
with a repetitive monotony that
may strike as absurd-picks rose blossoms
into which resembles a piece of
handicraft. The mystic alchemical place
seems to belong to a different era, like a
room or a study done in the style of the
Old Masters.
The woman is sitting in a tiny room, full
of cascades of rose blossoms. The air is
full of tempting, heady, fragrances.
She’s creating rose smell curtains.
Alfredo Álvarez Plágaro
Cuadros iguales, 2012
Sniff/Smell
When a woman walks past me I always
enjoy inhaling -I raise my nose slightly-
the scent she leaves behind and at
the same time follows her. In this way I
have subtly smelled many women, and
will go on doing so as long as there are
women that go walking.
When I see a painting exhibited, even
one of mine, I also like getting as close
as possible to it to smell it. Once, at the
Beyeler Foundation in Riehen, very
near Basel, the alarm went off when I
tried to smell Monet's water lilies.
I enjoy smelling paintings very much,
yet I enjoy smelling women much more.
Enzo Mianes
Fragances Posthumes, 2013
Fragrances Posthumes is a work that
seeks interaction with the public
through the smell of the handkerchief
and what the smell is capable of evoking:
the memory of loved ones is revived
by smell, regardless of its origin.

Conceived from the feeling of abandonment
that is produced by loss, this piece
is dedicated to the person who experiences
the absence of another.
The scent with which the handkerchief
is impregnated engenders a feeling
of nostalgia, immersing the viewer
in a plenitude laden with meaning and
pleasure. Like a memory that levitates.
Alex Jasch
Der kleine Kreischer, 2009
Ode to mould
to make ones life in passing!
among the remains
of which one has no need
the sentiment of affairs
or,
the smell of things
the proof
is in itself
the aroma
in principle
it’s all
framed, realized
relativised
perpendicular
to the perfumes
No sound, from where?
because salt makes things taste
Little screamer
And this is almost always:
The decline, the decay
De- and cay always form a second nature
Life begins in and by life, sometimes
threatening, mouldy.
Then, therefore, when the thing actually
is, just by nature of that,
which marks this thing, when a being
that is in living strength so much
happens,
that a thing begins to dissolve in mist,
in smell, in dark stench smoldering dissolves,
is this then truly in accordance with
its character?
Thus, decay and mould are not signs
of dissolution and destruction, but the
designation for a more complete spreading
of the particularities and relations
of things and events.
Fleur Noguera
Smoke, 2008
Smoke is an aerial, atmospheric fiction,
an incitement to wander. The rhythm
is hypnotic, accompanied by a piece of
electronic music.
The protagonist is a cloud of smoke that
lets itself be carried along by the flow of
events. The story is fixed by the treatment,
precise, floating on the white
background.
The drawings of J. H. Fragonard* inspired
the first few seconds of the animation,
the scene with the smoke
merging into the foliage of the tree.
Smoke is also the smell of camping in
the forest, of sausages grilled over a
wood fire, of snow-covered mountains,
of polluting factories, of roasting metal,
of a cigarette burning down.
It’s when I reflect on the sources of inspiration
that the precise memory of two
olfactory emotions come back to me.
The smell of a cigarette in summer
when the weather is hot.
The day I met a cloud during a walk in
the Alps. Curiously, the cloud had a perfume.
*[Les grands cyprés de la Villa d’Este
(1760) J.H. Fragonard (Grasse, 1732-
Paris, 1806)]
Ángel Alonso
S/T, 1994
Early one morning, almost at dawn,
Alonso is woken by the smell of the
smoke from the burning fields. He goes
to the wrought-iron gate of the Ferme
de la Chapelle and sees that the fire is
coming toward his house. At first
he was frightened, but then he realized
that this was just a part of the
farm work, and stayed to enjoy spectacle.
When the fire had burnt out, it
was an absolute vision: the black land,
like a tapestry, the most beautiful
he had seen in all his life. What a poor
thing painting is!¹ he thought,
and started to walk over the black
fields. Alonso began to collect grass and
carbon. He got sacks and put the ashes
in them without touching them. The
forms, the vegetable skeleton, remained
intact; the fire had destroyed the bodies
without destroying their shape.
¹ [Text by Juan Carlos Marset, Seville
1997. Excerpt from the text "Signs and
countersigns of Alonso"]
Douglas Gordon
Self-portrait of you + me (Jenny Agutter),
2006
On the matter of privileged or provoked
senses: the work of Douglas
Gordon
Some modern artists understood that
the new creative processes, the socalled
visual arts, could embrace not
just aspects of representation or reproduction
but aggressive and transgressive
attitudes that instead of conserving
the established dispensation led to
its destruction, a radically new possible
form of the ambient reality. Everything
we see is real, but everything that we
convert as such, to which we give new
presence, is also real. This artistic option
makes sense in as much as it offers
real active presences that oblige
us to give them content, meaning, even
though it be unusual, unexpected, on
occasion obliged by the new coherence
that must be ordered from the senses so
that what is presented is accessible to
the intellect. Douglas Gordon is one of
those assaulters of the immediate and
of practice who makes use of time but
also — as in the present case — of fire. A
time or a fire that are controlled, handcuffed,
that suspend their action and
activity when the artist so decides,
which is when he has seen to it that the
observer follows him and not the original
object that motivated the action.
These images thus suspended and interrupted
in time in his other processes,
including the aggressive, lend
themselves, offer themselves to new
functions. The one in the olorVisual
collection goes from being an attacked
photograph, for some subjective reason
or aberrant sadistic game, regardless of
the disfigurement achieved, to take on
a new sense and meaning: the nose has
been altered and at this precise moment
what the image cries out for and makes
manifest is the imperative of smell.
We are then led to wonder — with or
without the consent of the aggressor
— what basic sense he wanted to dispossess
the image of. That of beauty or
that of smell? He has achieved both and
the second to excess, making manifest
the horrific and, for the arsonist, sweet
smell of the fire that burns or the stinking
reek of burnt meat.
A worthy Turner Prize, Douglas Gordon.
[Arnau Puig]
Chema Madoz
S/T, 2001
I suspect that I have always had an innate
capacity to receive smells with a
blurred, diffuse profile, and a marked inclination
to identify one smell in terms
of another, what makes me more than
qualified to smudge an exact cartography
of the territory in which it moves.
Pamen Pereira
Esfera, 2004
The only material of these drawings is
smoke and its trace of soot. The trace
of that smoke takes days to leave me,
that smell is impregnated in my nostrils,
in my hair and in my clothes, and
I would not define it as a perfume, precisely.
It's a complex smell, deep black
and greasy, the smell of something
that has been about to burn but has
not quite burnt, the smell of hundreds
of candles that drip down on me covering
trousers, jacket, glove, hat, floor,
table … objects that later take on their
own entity. It is dense, thick, the very
opposite of the drawings it produces,
light and delicate, more like a Japanese
sumi-e with ink and water than
the catharsis from which they emerge.
I tend to play on the edge, and on this
edge fire, despite its nature, with its
destructive tendency, becomes creative,
but this moment requires full attention,
it takes only a tenth of a second
for everything to ignite and go up
in flames. Paradoxically, the effect of
water in sumi-e is produced here by
fire: the smoke is so penetrating that it
draws by itself, entering through every
possible nook and cranny. Luckily it is
a smell that fades away, while the soot
stays subtly attached, caressing the paper
or the velvet.
David Nash
Wedge Head (Cabeza que asoma),
1994-95
The principal characteristic of this
sculpture is that of a female bust with
the head sunk into the shoulders, as if
hiding in a corner.
The nape of the neck and the throat are
the best places for women’s perfume. It
is there they are mixed with the subtle
aromas of slightly burnt lime wood.
José Luis Pascual
La pipa, 1994
A pipe, which in
our hands is an
extraordinary generator
of dreams…
of smoke!
Fernando Sinaga
Erosión erótica, 2000
The circular rose
Its convoluted and serpentine course
exhaled the narcotic perfume of a
mythical seduction and its skin broken
by desire veiled one night the thorn-covered
path of the labyrinth that opened
the stairway into its center.
Its ethereal, impregnable and brittle
being of electrical vitality offered as
much resistance as a false fortification
and its agonizing blazing beauty poisoned
all thought of permanence, condemning
us to eternal pain after its disappearance.
Now, only in the final anxious urge to
follow the trail of its pervasive sacred
smell will obtain the wound in the crucial
painful side…
Ángela de la Cruz
Tight (Light yellow / yellow), 2015
I always wanted to do a Tight painting
after the Loose Fit series was completed,
which was about putting a large
canvas on a smaller frame - a bit like
skin hanging out when somebody loses
weight very quickly. Tight is the opposite;
the canvas becomes so tight that
it creates tension, and starts breaking
on the sides or wherever it can to find
release. Tight is like a drum, one can
almost play it; or a tight fist; yet it is a
painting and you look at it. It's an unsettling
experience. The colour of it
has to be a very bright, primary colour.
In this case, it is painted yellow and
a paler yellow. Tight is composed of two
stretchers. The larger frame stretches
the canvas, so it can be very tight. I
think all of this work belongs to a Transit
series that I have focused on for 2
years. Each Tight is unique. The work is
as aesthetically pleasing as it is silently
tense.
The smell is part of my work, so you can
feel that is a painting. My studio is full
of strong painting smells and fumes.
For me the studio is like a laboratory
where my work is created. The smell
sometimes is too overpowering for me
so I have to stay away but close enough.
I identify painting with the smell of
paint. I am very interested in every part
of the painting process and the smell is
one of them.
Duane Michals
The candy kiss, 1970
Art is a lie that brings us closer to the
truth, according to Duane Michals. The
appearances, the experiences linked to
his feelings, are the realities he transmits
to us. He works with the invisible,
with abstractions like desire and
dream, just as the creator of essences
does with the smells in his or her olfactory
memory.
Michals plays with memory and time.
The smells that we have registered in
our memory intervene to remind us of
times or moments we have lived.
[Cristina Agàpito]
Ruth Morán
Expansión 7, 2015
Expansion is a piece of research into
space: a physical space and another,
metaphysical space. They are landscapes
that recall geographies, landscapes,
a work that speaks of space and
of non-limit, of colour by way of minute
points and a repetition accumulated in
the manner of a palimpsest.
Smell in unison with colour, at once expansive
and uncontainable, jasmines
with acid nuances, almost edible citruses.
The rose cleanses and purifies,
releases. Smell and colour as emotion,
evocation of the tiny, of the subtle and
fragile. Nature at its maximum expansion.
A song to the senses, a journey.
Expansion is a work that embraces
you, transports you to other places, unknown
… and luminous!
Guillermo Pfaff
Post-form, 2013
At that moment I had already recognised
a number of changes in my body.
In my mind, logical thinking was at
loggerheads with other members. I
would never be so sensitive again but I
thought I would never change. To calm
the momentum, I repeated to myself in
disbelief that things would be forged
little by little and that constancy would
help to materialise my dreams. I intact
the hopes of my childhood kept. I was
living the sweet period when you can
still be almost everything. That summer,
to earn a little money, I went to
work in a paint shop, it smelled of turpentine
and linseed oil.
Robert Pan
XM 3, 5355P, 2010-11
Robert Pan has been working with resin
for fifteen years, creating worlds.
Peter Weiermair calls him an alchemist
of colour, and Danilo Eccher calls him a
poet ‘of the uncertainity of perception
and appearance’.
His artworks are colourful objects, always
the result of an experimental
production process much like that of
creative perfumists in their use of the
chromatic-olfactory palette. And although
Robert Pan’s work is always
formally abstract, it reminds us of macro-
and microshapes in nature, celestial
landscapes or geological structures,
leaving space for the imagination, and
— why not? — prompting our olfactory
memory to begin to remember…
[Bonelli Arte]