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La necesidad<br />
de lo infinito<br />
Obras monocromas en<br />
colección olorVISUAL
La necesidad de lo infinito<br />
Obras monocromas en colección olorVISUAL
cicus<br />
exposiciones
La necesidad<br />
de lo infinito<br />
Obras monocromas en<br />
colección olorVISUAL
La necesidad de lo infinito Obras monocromas en colección olorVISUAL<br />
13 de marzo / 23 de mayo, 2018. CICUS, Sala EP1. Calle Madre de Dios, 1. 41004 Sevilla<br />
UNIVERSIDAD DE SEVILLA<br />
Rector<br />
Miguel Ángel Castro Arroyo<br />
Director General de Cultura y Patrimonio<br />
Luis Méndez Rodríguez<br />
Director del Secretariado de Patrimonio<br />
Histórico-Artístico<br />
Luis Martínez Montiel<br />
CICUS<br />
Jefe de Servicio<br />
José Luis Hohenleiter Barranco<br />
Director Técnico<br />
Javier Gutiérrez Padilla<br />
Gestión y producción de exposición/<br />
catálogo<br />
Domingo González Lavado<br />
colección olorVISUAL<br />
Coleccionista<br />
Ernesto Ventós<br />
Dirección-Conservación<br />
Cristina Agàpito<br />
Asistencia técnica<br />
Carlota Martí<br />
En colaboración con<br />
EXPOSICIÓN<br />
Comisariado<br />
Rafael Ortiz<br />
Asistencia técnica y editorial<br />
Clara Bajo Gutiérrez y Manuel Zapata Vázquez<br />
Montaje<br />
Otto Pardo, Esteban Guzmán e Isidoro Guzmán<br />
Seguros<br />
Hiscox<br />
Transporte<br />
Arterri, Transport d’Art<br />
Rotulación e impresión digital<br />
Trillo Comunicación Visual<br />
CATÁLOGO<br />
Textos<br />
Rafael Ortiz, Ernesto Ventós,<br />
Cristina Agàpito y Luis Martínez Montiel<br />
Diseño gráfico<br />
Estudio Manuel Ortiz<br />
Fotografía<br />
Artistas de colección olorVISUAL<br />
Gasull Fotografía<br />
Traducciones<br />
Gloria López Cruz, Irene M. Villén Muñoz,<br />
Mireia Bas y Graham Thomson<br />
Impresión y encuadernación<br />
Imprenta Sand<br />
Agradecimientos<br />
colección olorVISUAL quiere expresar<br />
su agradecimiento a todos los artistas y<br />
galeristas que nos han ayudado.<br />
A Montse Cuadradas (Lucta).<br />
Así como a todas aquellas personas que<br />
han querido quedar en el anonimato.<br />
© de la presente edición,<br />
Universidad de Sevilla. CICUS<br />
© de los textos, Rafael Ortiz,<br />
Ernesto Ventós, Cristina Agàpito,<br />
Luis Martínez Montiel y artistas de<br />
colección olorVISUAL<br />
© Ángeles Agrela, Carlos Alcolea,<br />
Chema Alvargonzález, Tom Carr,<br />
Ángela de la Cruz, Koenraad Dedebbeleer,<br />
Joan Fontcuerta, Cristina García-Rodero,<br />
Herbert Hamak, Pep Llambías,<br />
Jason Martin, Begoña Montalban,<br />
Miquel Navarro, Manolo Paz,<br />
Pamen Pereira, Charles Sandison,<br />
Rainer Splitt, VEGAP, Sevilla, 2017<br />
ISBN: 978-84-472-1991-9<br />
Depósito Legal: SE 518-2018
Presentación<br />
Hace ya diez años que el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla<br />
(CICUS) apuesta de manera firme por la cultura. Desde CICUS, el interés por dar a<br />
conocer el patrimonio contemporáneo que la Universidad de Sevilla atesora dentro de sus<br />
fondos se suma a la puesta en valor de colecciones privadas, conjuntos que sin el apoyo de<br />
la institución para ser expuestos quedarían ocultos a los ojos del público.<br />
olorVISUAL es una de ellas. La colección de Ernesto Ventós, a través del conjunto artístico que<br />
ha ido reuniendo desde 1978, es un caso paradigmático. Bajo el título La necesidad de lo infinito. Obras<br />
monocromas en colección olorVISUAL, esta exposición nace de la selección de piezas entre sus fondos bajo<br />
la premisa de lo monocromo.<br />
Grandes nombres de la escena nacional e internacional del arte contemporáneo del siglo XX y<br />
XXI se dan cita en esta ocasión para ofrecer al espectador un ejemplo singular de colección, así como<br />
una nueva perspectiva para afrontar las obras. El olor que el color puede evocar es el criterio que rige un<br />
conjunto que pretende ser abordado de manera transversal, en una representación del arte como fuente<br />
de conocimiento y herramienta útil de comprensión de la realidad.<br />
Con este fin, esta muestra se suma al calendario de exposiciones del Centro de Iniciativas Culturales<br />
de la Universidad de Sevilla, CICUS, en su interés por apoyar la creación contemporánea y la difusión de<br />
materiales no sólo artísticos, sino también educativos.<br />
Luis Méndez Rodríguez<br />
Director General de Cultura y Patrimonio<br />
de la Universidad de Sevilla<br />
7
La necesidad de lo infinito<br />
Acabo de ver unos dibujos al carbón de José Miguel Pereñíguez densos, profundos, aterciopelados.<br />
La presencia de los negros que el artista con esa maestría coloca sobre el cartón,<br />
deja de ser dibujo, es algo más próximo a una pintura monocroma. Con respecto a esto, me<br />
vienen a la cabeza clásicos como Yves Klein y sus obras doradas y azules, Lucio Fontana, con<br />
sus blancos heridos, los negros de Malévich, las instalaciones de McCollum o las obras de Agnes Martin,<br />
Saura, Morandi, Ellsworth Kelly. Todas en esencia con un solo color dominante, superficie sobre la cual<br />
suceden tensiones, embeleso, complejidades, problemas, sosiego…<br />
La exposición La necesidad de lo infinito. Obras monocromas en colección olorVISUAL, en la que se<br />
presentan obras de esta muy interesante y personal colección, pretende indagar sobre el sentido monocromo<br />
de las piezas seleccionadas, respondiendo a la pregunta de qué tienen en común con esas otras<br />
referidas anteriormente.<br />
Al revisar la colección, se observa una gran libertad en el criterio seguido para su creación, pero dentro<br />
de esa diversidad hay un determinado número de obras que comparten cierta afinidad por su tendencia<br />
a la monocromía. No obstante, esta condición no implica otro tipo de afinidad. Cada obra es un mundo<br />
particular, un ente autónomo que nos inquiere desde el muro o la peana. En el conjunto apreciamos obras<br />
de referencias cómicas (Gabriel, J.M. Othoniel), introspectivas (S. Brüggemann, E. Bechtold, C. Alcolea),<br />
dramáticas (C. García-Rodero, J. Fontcuberta), físicas (M. Chirino, P. Cera, Equipo 57), virtuales (C.<br />
Sandison, D. Canogar), irónicas (A. Agrela), estructurales (A. Caro, P. Palazuelo, M. Navarro)...<br />
8
Para la observación de este conjunto de obras habría que pedirle al espectador tranquilidad para<br />
olerlas —el primer sentido de la colección— y saborearlas. La pieza en apariencia más simple nos puede<br />
sorprender por su complejidad, la obra más sutil, por su insolencia; la, en apariencia, más dura puede<br />
mostrarnos su lado más amable. Ese aspecto ¿unicolor? de cada obra nos obliga a prestar una atención<br />
extra, a intentar adentrarnos en su plasticidad en referencia a las emociones. Son obras que no se desvelan<br />
fácilmente.<br />
Uno de los objetivos que debemos buscar en toda exposición es despertar la curiosidad del espectador<br />
y sorprender o, al menos, provocar la reflexión y el debate. En esta muestra, los nuevos lenguajes y<br />
la variedad de disciplinas que la componen no dejarán impasible al público interesado en el arte. Algunas<br />
obras nos marcarán, otras nos dejarán indiferentes, pero quizás una segunda mirada nos revelará su auténtico<br />
sentido, su esencia.<br />
Rafael Ortiz<br />
Comisario de la exposición<br />
9
Soy creador de esencias. El sentido del olfato es mi herramienta de trabajo y mi memoria olfativa<br />
la guía para crear colección olorVISUAL.<br />
Miro la obra de arte a través del sentido olfativo. Al igual que el artista plástico, el perfumista<br />
conjuga un amplio abanico de materiales para llevar a cabo sus creaciones. La imagen y el color<br />
de la obra me sugieren un olor que, inmediatamente, me traslada al recuerdo de un momento vivido. El<br />
sentido del olfato activa una zona del subconsciente relacionada con nuestras emociones de una manera<br />
mucho más potente que otros sentidos como la vista o el oído. Las obras que forman parte de colección<br />
olorVISUAL tienen conmigo una conexión íntima, personal, emocional.<br />
Para mí es difícil decir que una obra tiene un olor preciso, pero para esta exposición sabía que debía<br />
hacer este ejercicio de concreción. Las obras de colección olorVISUAL despiertan emociones, al igual que<br />
los colores. Para mí las emociones, como los recuerdos, huelen —a veces de forma agradable y otras no<br />
tanto— pero todas forman parte de mis vivencias.<br />
Sin darme cuenta, entraron a formar parte de la colección una serie de obras monocromas. Revisando<br />
a qué me olían, descubrí que no tenían un olor concreto. Cuando las definía me dejaba llevar por<br />
mi memoria olfativa; pero no, buscábamos un solo olor.<br />
A continuación tenéis el resultado: los olores de estas obras monocromas (algunos de ellos los podréis<br />
oler en la sala de exposiciones).<br />
Y a vosotros, ¿a qué os huelen?<br />
Ernesto Ventós<br />
Coleccionista<br />
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acuosa<br />
agreste<br />
ahumada<br />
alcanforado<br />
amaderado<br />
animal<br />
cítrica<br />
conífera<br />
especiada<br />
flor blanca<br />
floral<br />
frutal<br />
herbácea<br />
hierba<br />
hongo-terrosa<br />
incienso<br />
licórica<br />
madera vieja<br />
marina-hierba<br />
metálica<br />
musgo encina<br />
musk<br />
oriental<br />
oxigenada<br />
ozono<br />
polvorosa<br />
química<br />
terroso<br />
tierra<br />
tierra mojada<br />
verde<br />
Carlos Alcolea<br />
Chema Alvargonzález<br />
Pamen Pereira<br />
Pep Llambías<br />
Gabriel<br />
Joan Fontcuberta<br />
Ángela de la Cruz, Jus Juchtmans, Miquel Navarro, Pablo Palazuelo,<br />
Antonio Ballester Moreno<br />
Enric Pladevall<br />
Lawrence Carroll<br />
Equipo 57, Charles Sandison, Ernesto Neto<br />
Anthony Caro, Ñaco Fabré, Darya von Berner<br />
Tom Carr, Jaume Plensa, Jean Michel Othoniel<br />
Stefan Brüggemann<br />
Víctor Pismtein<br />
Cristina García-Rodero<br />
Xavi Puente<br />
Susana Solano<br />
Jordi Mitjà<br />
Hugo Martínez-Tormo<br />
Manolo Paz<br />
David Moreno<br />
Begoña Montalbán<br />
Claudia Terstappen<br />
Koenraad Dedobbeleer<br />
Erwin Bechtold, Herbert Hamak, Edgar Negret, Wolfran Ullrich<br />
Daniel Canogar, Joana Cera<br />
Pep Duran, Júlia Mariscal<br />
Martín Chirino<br />
Rafael Reverón-Poján<br />
Rainer Splitt, Jason Martin<br />
Ángeles Agrela, David Ymbernon<br />
11
Monóchromos (de mono, «uno» y chroma, «color») vocablo griego que expresa aquello que tiene un<br />
solo color. Se utiliza en el ámbito del arte para referirse a las obras en blanco y negro o compuestas de un<br />
único color. Decir monocromo es lo mismo que decir unicolor.<br />
El color y los sentimientos van imperceptiblemente unidos, más por la experiencia vivida y guardada<br />
en nuestro interior que por cuestiones de gusto. El color tiene un gran simbolismo psicológico; produce<br />
en nosotros distintos efectos, a menudo contradictorios. Así, por poner solo dos ejemplos, distintos<br />
estudios realizados sugieren que el amarillo se relaciona con las nociones de entendimiento y de traición;<br />
el color verde, por su parte, va ligado a lo sagrado y lo venenoso.<br />
Cabe señalar que generalmente no vemos los colores de forma aislada, sino rodeados de otros, es<br />
decir, los percibimos dentro de un acorde cromático. Todos los colores tienen su significado y su efecto<br />
viene dado por el contexto, siendo este el criterio utilizado para decidir si un color nos resulta interesante<br />
o no, con el consiguiente desencadenamiento de emociones positivas o negativas.<br />
Del mismo modo que los colores tienen efectos muy directos sobre nuestros sentimientos, los olores<br />
rescatan de nuestra memoria recuerdos que en muchos casos creíamos olvidados. El sentido olfativo nos guía<br />
desde el momento de nuestra llegada al mundo y sin que nos demos cuenta hasta el final de nuestros días.<br />
Los perfumistas y aromistas tienen un lenguaje propio para comunicarse, constituido por las llamadas<br />
notas olfativas. Cada nota olfativa está representada por un color que ayuda al creador de esencias<br />
en sus composiciones: el olor, de naturaleza química, se construye a partir del color, una realidad de carácter<br />
físico y lumínico. Podemos afirmar que las notas olfativas son para el creador de esencias lo mismo<br />
que la paleta de colores para el artista plástico.<br />
12
La muestra La necesidad de lo infinito. Monocromos en colección olorVISUAL reúne una serie de<br />
obras unicolores seleccionadas por el comisario Rafael Ortiz. A partir de su selección, Ernesto Ventós,<br />
propietario de la colección, y yo misma nos hemos propuesto crear una paleta olfativa que fuera también<br />
monocroma. Ha sido un reto complicado porque las obras —adquiridas como siempre por despertar la<br />
memoria olfativa del coleccionista— huelen a composición, a instante vivido, a experiencias de su trabajo,<br />
a fórmulas, y difícilmente a un olor en concreto. Dar una respuesta uniolfativa es un ejercicio que para<br />
el creador de esencias exige una considerable contención y concreción.<br />
El olfato nos ayuda a ir más allá de lo visual. De ahí que un color o una forma puedan en muchos<br />
casos tener un efecto distinto para Ventós del que tienen para nosotros. Añadiendo a su percepción sinestésica<br />
un ligero daltonismo, el forjador de las fórmulas que han de convertirse en sustancias olorosas<br />
nos sorprende habitualmente. Así, una obra de Anthony Caro cuyo material es hierro se traduce en una<br />
nota floral; la densa y rojiza pintura de Jason Martin huele a tierra mojada; el vídeo en blanco y negro de<br />
Charles Sandison se asocia a flor blanca o la fotografía de Joan Fontcuberta tiene una nota olfativa animal.<br />
Oler para recordar: colección olorVISUAL nos invita a mirar y a oler colores para conectar de<br />
forma íntima y personal con nuestros recuerdos.<br />
Cristina Agàpito<br />
Dirección - Conservación de colección olorVISUAL<br />
13
La memoria aparecida,<br />
estímulos evocadores de un cazador de olores:<br />
la colección olorVISUAL<br />
–¿Pero no te has dado cuenta de que hay algo intermedio entre la sabiduría y la ignorancia?<br />
¿Y qué es?<br />
–juzgar con justeza aún sin poder dar razón de ello ¿no sabes que eso precisamente no es<br />
ciencia, puesto que cómo podría haber ciencia donde no se puede dar razón? Ni tampoco<br />
ignorancia, ya que eso qué capta lo verdadero ¿Cómo podría ser ignorancia? Por lo tanto<br />
algo similar es la justa opinión, algo intermedio entre el entendimiento y la ignorancia.<br />
Platón. El banquete.<br />
Surgida de las profundas y potentes voces<br />
de goliardos y trovadores medievales, la<br />
hermosa leyenda de Tristán e Iseo nos<br />
cuenta el apasionado romance de Tristán,<br />
el triste y bello hijo de la reina Blancaflor, e Iseo,<br />
la reina de los cabellos de oro. La magia y el amor,<br />
que inundan el relato de principio a fin, son los<br />
componentes básicos que permiten al que se acerca<br />
entrar en un mundo en el que todo parece posible,<br />
pero increíble a la vez. Mezcla alquímica de<br />
ficción y realidad, la leyenda habla de lo complejo<br />
de esas lejanas edades, en las que dioses y humanos<br />
se unían por los más complicados medios. En<br />
ella, en esa fabulosa quimera, se narra la existencia<br />
de una «sala de las imágenes», donde Tristán había<br />
custodiado, como su bien más preciado, la estatua<br />
de su amada Iseo. En el cavernoso lugar pasa el joven<br />
las horas muertas, hablándole, acariciándola,<br />
besándola y rememorando en su corazón, a través<br />
del olor que aspira, la memoria de su amada. Isabel<br />
Riquer transcribe un fragmento de la historia<br />
donde se lee «la estatua de la reina Iseo se ha hecho<br />
14
Obras monocromas en colección olorVISUAL<br />
con tanto arte que se le parecía en el porte y en la<br />
belleza como si estuviera allí en persona, tan fresca<br />
como si estuviera viva. Nadie, al verla, dudara un<br />
segundo en que no había vida en sus miembros<br />
como tan bella y perfecta que en todo el universo<br />
no se hubiera encontrado otra igual. Tristán había<br />
hecho un hueco en su seno izquierdo, junto al<br />
corazón, en donde puso una cajita con los aromas<br />
de las hierbas más dulces y apreciadas en todo el<br />
mundo. De esta cajita salían dos tubitos de oro<br />
puro por donde circulaba el perfume, uno llegaba<br />
hasta la nuca en donde los cabellos nacen, y el<br />
otro a la boca por cuyos labios salía un aliento<br />
tan dulce que su aroma inundaba la sala.» (2007:<br />
51). Sin embargo, no solo lo bello se recoge en el<br />
olfato, Heinrich Böll en su Opiniones de un payaso<br />
otorga a su deprimido personaje central, Hans<br />
Schnier, el poder de oler a través del teléfono. «…<br />
el individuo cayó en la trampa, cogió el auricular<br />
y dijo: ¿Puedo hacer algo por usted? Su voz<br />
sonaba grave, serena, muy viril y pude oler que<br />
había comido algo ácido, arenques en escabeche o<br />
algo por el estilo.» (2017:216). La literatura, tanto<br />
oral como escrita, es quizás el medio que más<br />
«visibilidad» ha dado al sentido olfativo, como lo<br />
demuestra la tan recordada madalena de Proust,<br />
para quien, por cierto, la nariz era «generalmente<br />
el órgano en el que más fácilmente se ostenta la<br />
estupidez» (1978: 356).<br />
Ese amplio espectro de remembranzas está basado<br />
en algo tan instantáneo, tan asociado al individuo<br />
y al momento que difícilmente es objetivable. Los<br />
olores tienen tal poder de evocación para los seres<br />
humanos que son capaces de retrotraernos a<br />
lugares de otras épocas, que nos llevan a recordar<br />
personas y situaciones a veces profundamente archivadas<br />
en nuestro inconsciente. Esas resonancias<br />
que promueven determinados olores conectan<br />
con lo más primario de nuestro ser, haciéndonos<br />
amar u odiar de forma irracional. No sabemos las<br />
explicaciones, pero los olores nos mueven a esas<br />
desaforadas pasiones, ajenas a la más simple lógica.<br />
Son pulsiones escondidas las que mueven esos<br />
incontrolables sensores. Jorge Fernández Jaén en<br />
su estudio sobre el sentido del olfato realiza un<br />
certero discurso sobre la evidencialidad del verbo<br />
oler donde se cuestiona la imprecisa información<br />
que proporciona el olfato (2008: 74). Cuando se<br />
nos alerta por el nombre del trasfondo de la muestra<br />
parece inevitable buscar en nuestro archivo de<br />
olores los aromas que la inspiraron y así, miramos<br />
de otra forma… olemos. Se otorga una nueva dimensión<br />
a las fotografía de Ángeles Agrela o Cristina<br />
García-Rodero, pero ¿acertamos? ¿Sentimos<br />
lo mismo que las autoras o que el coleccionista?<br />
o ¿lo tenemos tan ligado a lo personal que sería<br />
imposible trasmitirnos nuestras experiencias? ¿Es<br />
la escultura de Neto el almacén de los recuerdos de<br />
15
LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
sus obras?; ¿son las esencias de especias de sus otros<br />
trabajos los que nos llegan a través de la escultura,<br />
a través de la fotografía del catálogo? o simplemente<br />
¿es nuestro repertorio, ajeno a todo, el que<br />
manda? En cualquiera de las posibilidades lo único<br />
que tendremos serán experiencias, recuerdos que<br />
en una u otra forma nos harán más completo el<br />
goce de nuestros sentidos, ampliando unos, complementando<br />
otros y descubriendo los más ajenos,<br />
con los que a veces ni pensamos, convivimos.<br />
En su ensayo sobre el gusto Agamben deja claro<br />
cómo Kant en su Kritik der Urterilskraft identifica<br />
«el enigma del gusto en una interferencia entre saber<br />
y placer. Escribe a propósito de los juicios del<br />
gusto: Si bien estos juicios no contribuyen en nada<br />
al conocimiento de las cosas, pertenecen sin embargo<br />
únicamente a la facultad de conocer y revelan una<br />
relación inmediata de esta facultad con el sentimiento<br />
del placer… esta relación es precisamente lo que hay<br />
de enigmático en la facultad del juicio». (2017: 4 y<br />
5). El olfato pues, como el gusto, se podría presentar<br />
como otra forma de saber, que aun no pudiendo<br />
explicar su forma de conocer, sí que gozaría de él.<br />
Sería pues el conocimiento por el disfrute, más que<br />
el conocimiento por la lógica. El discernimiento<br />
por la emoción, por las sensaciones frente al juicio<br />
por la razón.<br />
Si en la vista la lucha se genera entre lo visible y lo<br />
invisible, entre la apariencia y el ser, dando como<br />
fruto la imagen o la ausencia de ella, no podemos<br />
asignar al olor, «resultado» del olfato, la misma<br />
objetividad. Esas dualidades que tan fácilmente se<br />
descubren, desde la vista, en las obras de, Anthony<br />
Caro, Canogar o Alcolea de la muestra, más complejas<br />
en las de Ángela de la Cruz, el Equipo 57 o<br />
Jason Martin, son infinitamente más particulares<br />
analizadas desde el olfato. No es cuestionable el<br />
olor, salvo en extraños casos de anosmia, por su<br />
carencia, pues las esencias que lo confirman son<br />
tan poco medibles, o al menos no lo son estos momentos,<br />
que dejan quizás demasiado lugar para la<br />
subjetividad. Hasta una mera descripción de sus<br />
componentes será dificultoso para la mayoría de<br />
nosotros. Por tanto, volvemos a situarnos en la esfera<br />
de la individualidad para el disfrute del mismo<br />
y de las conexiones que a él seamos capaces de<br />
rememorar.<br />
La complejidad de abarcar el campo y entender el<br />
poder evocador de uno de los sentidos más primarios<br />
es lo que ha relegado al mismo a esferas de menor<br />
alcance, a primera vista, aunque parece evidente<br />
que el olfato es el sentido que más contribuye a<br />
fijar los recuerdos. Esta premisa parece estar ligada<br />
a la obligatoriedad de fijación en el momento en<br />
que se percibe. Con ello se plantea que, a diferencia<br />
16
Obras monocromas en colección olorVISUAL<br />
de otros sentidos, el olfato obliga a la consciencia,<br />
aunque a veces resurja de forma inconsciente. Su<br />
materialización es perecedera y espontánea y por<br />
ello obliga a concretarla, conocerla y quizás inconscientemente<br />
archivarla, en el momento en que<br />
ocurre. Si este proceso no se produce, difícilmente<br />
podremos recuperarlo después. Quizás por ello aún<br />
no hemos sido capaces de gozar del olor a través de<br />
los nuevos medios. El sonido y la imagen se pueden<br />
derivar; lo mismo ocurre con el tacto y las nuevas<br />
herramientas de realidad virtual, sin embargo el<br />
gusto y el olfato aún se muestran obstinadamente<br />
primarios. Sin la presencia del sujeto no se patentizan,<br />
son el primer registro de la realidad, capaces de<br />
crear emociones y de fijar sentimientos tanto en el<br />
consciente como en el inconsciente, de ahí su profundo<br />
poder evocador y su papel como principal<br />
medio sinestésico.<br />
El perceptor de olores es por tanto el heredero de<br />
aquel cazador nómada que siempre, por su bien,<br />
atendía a las variaciones en las esencias volátiles.<br />
Esa capacidad, ahora venida a menos, por nuestro<br />
sedentarismo y menores necesidades vitales, en la<br />
gran mayoría de los seres humanos, establece la diferencia.<br />
A la preponderancia de la imagen no le<br />
puede hacer frente, aunque es herramienta de cualificación<br />
de la misma. Especialmente sensible a ello<br />
son las piezas de Xavi Puente, David Ymbernom o<br />
Lawrence Carrol. A lo nominal de la mirada se enfrenta<br />
lo adjetivo del olor. Es en ese sentido que, en<br />
la nueva muestra de colección olorVISUAL, con la<br />
monocromía como fondo, se establecen una serie<br />
de sutiles juegos comparativos altamente sugerentes.<br />
Frente a la austeridad del tono, que marca la<br />
escala de la luz a la oscuridad, se sitúa la opulencia<br />
del color, aquí severizados por lo monocromo, pero<br />
múltiple por el influjo de la luz y su variabilidad.<br />
Pimstein, Palazuelo, o Wolfram Ullrich pueden ser<br />
interpretados desde esa solidez estructural. Diríamos<br />
que su desafío es el de lo permanente frente a<br />
lo coyuntural, lo inamovible frente a lo indeterminado,<br />
lo estricto frente a lo lúdico, la lógica frente<br />
al caos, la pasión frente a la emoción, el olor frente<br />
a la imagen. Y todo ello, no como una lucha de dispares,<br />
sino como un enriquecimiento apenas intuido.<br />
De ahí lo atractivo de estas obras. ¿A qué huele<br />
el caos de la obra de Raverón-Poján o el orden en la<br />
de Edgar Negret?, ¿a qué las diferencias entre Susana<br />
Solano y Joan Fontcuberta?<br />
Universos desplegados a partir de olores, mundos<br />
sugeridos a imágenes, pegados a tactos, entresacados<br />
de sonidos y amplificados por el gusto.<br />
El olfato como inmensidad de lo primigenio, de<br />
lo recóndito, de lo interior, de lo sugerido de lo<br />
recordado. El olor polisémico del existir. Olor a<br />
nada, olor a nuevo, olor a chamusquina, olor de<br />
17
LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
madre, en olor de santidad, olor de muerte, olor<br />
inolvidable, olor a tierra, olor a pan, olor del miedo,<br />
en olor de multitudes…<br />
repente, nos surge… desde la reincidencia, desde la<br />
inconsciencia, desde la memoria… esperando agazapados<br />
a nuevas presas.<br />
El solo hecho de conocer el principio de su elección<br />
nos impone, nos invita al mismo juego. ¿Que<br />
olores movieron a la colección?, ¿Cómo pudo surgirle<br />
ese olor a esa imagen?, ¿Cómo se capturó esa<br />
esencia? ¿Cómo se materializó? Ese juego, que en<br />
pocas ocasiones y de forma consciente, recordamos<br />
realizar más allá de aquellas extrañas veces en que<br />
ajenos a lo posible, y desarmados por su traidora<br />
aparición, nos invade un fulgurante recuerdo nacido<br />
de un olor remoto.<br />
Universos escondidos en términos ajenos que apenas<br />
conocemos. Nada que ver con los lenguajes de<br />
la vista, el tacto, el oído o el más moderno del gusto;<br />
pero que difícil los mundos del olfato. Extraña<br />
la anosmia, que nos habla de la falta total de capacidad<br />
olfativa, compleja la hiperosmia, que describe<br />
un descenso de los umbrales de percepción y en un<br />
aumento de la intensidad percibida o la hiposmia,<br />
que describe la pérdida de capacidad olfativa, o la<br />
disosmia, que presenta la dificultad olfativa y sobre<br />
todo la agnosia, esa incapacidad de reconocer<br />
y nombrar olores o sabores y distinguirlos, aunque<br />
el olfato y el gusto sean normales. Adjetivos y denominaciones<br />
no usados, mientras que el olor, de<br />
Luis F. Martínez-Montiel<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
AGAMBEN, Giorgio, Gusto. 2017. Madrid. Adriana<br />
Hidalgo editora.<br />
BÖLL, Heinrich, Opiniones de un payaso. 2017.,<br />
Barcelona. Seix Barral.<br />
FERNÁNDEZ JAÉN, Jorge. Modalidad epistémica y<br />
sentido del olfato: la evidencialidad del verbo oler. 2008.<br />
Alicante. http://hdl.handle.net/10045/13484<br />
PROUST, Marcel, En busca del tiempo perdido: Sodoma y<br />
Gomorra. 1978. Madrid. Alianza Editorial.<br />
RIQUER PERMANYER, Isabel de, 2007. La evocación<br />
por el olfato. Revista de filología románica. Madrid.<br />
Universidad Complutense. Anejo V.<br />
VIADER GUIXÁ, Ramón. El olfato traidor. En TOBES<br />
VELASCO, Alberto (Coord.) «Viticultura y enología en<br />
la D.O. Ribera del Duero». 2010. Aranda de Duero.<br />
Págs. 123 -133<br />
18
Obras y textos
LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
01<br />
De pequeña tenía un vestido verde y yo siempre lo llamaba<br />
el vestido de la lechuga, y nunca el vestido verde. No me<br />
he acordado hasta hace poco, al ver estas fotos.<br />
El jardín de las fotos es el mismo jardín de mi infancia,<br />
con la hiedra, los pilares y las macetas con lilas, cerrado.<br />
En inverno siempre me olvidaba que había un jardín y lo<br />
veía sólo enmarcado por las ventanas, y era en verano que<br />
me asaltaban toda esta variedad de verdes y los bichos.<br />
Seguramente alguna vez he vagueado entre la hiedra acabada<br />
de regar con mi vestido de lechuga (y no me he acordado<br />
hasta ahora). Qué pena que nadie hiciese fotos.<br />
Me lo imagino en medio de un gran calor de agosto, como<br />
cuando hice estas imágenes.<br />
En medio de un calor que hace olor.<br />
Ángeles Agrela<br />
Ángeles Agrela<br />
Camuflaje, 2000<br />
Impresión digital sobre papel montada sobre hierro<br />
galvanizado, edición 1/2, 120 x 120 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
02<br />
La pintura vertida, la gravedad actuando, el arco iris<br />
transformado en palabras; nos huele a cielo limpio,<br />
al descampar de la lluvia: obra feliz y solitaria en su<br />
singularidad.<br />
Rafael Ortiz<br />
Carlos Alcolea<br />
Sin título, 1992<br />
Acrílico sobre cartulina, 100 x 70 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
03<br />
Comenta Chema Alvargonzález en una entrevista con<br />
Stefano Gualdi que «la palabra, como la arquitectura, es<br />
el reflejo del estado colectivo del ser humano» 1 . No es de<br />
extrañar entonces que sus palabras (en hierro, luz, vídeo,<br />
foto…) se erijan como construcciones cuya forma —más<br />
allá de la limitación visual que nos confieren los materiales—<br />
esconden un lenguaje propio, cuya versatilidad ilimitada,<br />
ofrece a su espectador, sea cual sea su percepción,<br />
la posibilidad de extraer de ella aquella faceta con la que<br />
más empatizan, sacando a relucir su lado más auténtico.<br />
Presencia fue concebida para honrar la memoria de Inés<br />
Suárez, quien desde su Plasencia natal rompió con los<br />
convencionalismos de su época y se hizo a la mar hacia<br />
las Américas.<br />
Más allá de sus hazañas como colonizadora, lo que acoge<br />
la pieza es la intensidad con la que Inés Suárez vivió y<br />
tomó las riendas de su destino, dejando para la posteridad<br />
el rastro de una personalidad única.<br />
De este modo, Presencia encierra en su grafología una<br />
historia —como la de Inés—, tan amplia e intangible<br />
como matices tienen nuestros sentidos, confinada en un<br />
cuerpo de hierro. Aun así, Presencia, como ente consciente<br />
y de naturaleza universal, rehúye de esta vasta piel<br />
que la mantiene estancada con la intención de cumplir<br />
el cometido de cualquier palabra de su envergadura: ser<br />
perpetua. Por ello intenta escapar, en un continuo movimiento<br />
que en ella se desvela a través de una evidente<br />
«lucha-danza» entre significado y significante, materia e<br />
1. Gualdi, Stefano; Chema Alvargonzález: reflejos de ciudad<br />
(Milano, 2001).<br />
idea, que físicamente la deconstruye ante nuestros ojos.<br />
Una dicotomía que haya su equilibro en la expresión formal<br />
de la obra y todo lo que deriva: el peso del material,<br />
del aire que transpira, la luz que emana y con ella la sombra,<br />
cuya propiedad transmutable permite al cuerpo adquirir<br />
innumerables tonos, ambientes, mensajes, es decir,<br />
posee el espacio-tiempo; se presentan así todos aquellos<br />
registros etéreos que en principio parecen perderse en el<br />
aire, pero que realmente se alojan adormecidos, siempre<br />
atentos, en la parte más recóndita de nuestra memoria y<br />
haciendo acto de presencia, ya sea por traición o fortuna,<br />
ante el elemento más insignificante e insospechado.<br />
En este caso, el peso de la luz y la forma de su sombra, el<br />
color, la textura sobre la superficie donde se proyecta, el<br />
aroma que desprende el polvo que contiene el aire mezclado<br />
con otros individuos a nuestro alrededor… Aromas,<br />
colores, texturas… Pueden azotar cuan punzada en<br />
el centro del pecho en forma de recuerdo o recorriendo<br />
como una pequeña luz fulgurante nuestra columna vertebral,<br />
es entonces cuando las palabras entran en juego y<br />
empiezan a brotar para permitirnos una reconstrucción<br />
fidedigna de nuestras vivencias desde su intangibilidad,<br />
demostrándonos que las presencias, como los aromas,<br />
están en continua circulación a nuestro alrededor.<br />
Chema Alvargonzález<br />
Presencia, 2008<br />
Hierro, 75 x 40 x 40 cm<br />
Lilianna Marín de Mas<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
04<br />
La arpillera es un tipo de tejido de yute que se utiliza<br />
para múltiples propósitos, tales como bolsos, artesanías,<br />
tapetes, cortinas e incluso ropa. La arpillera es<br />
una opción popular de tela porque es fuerte y duradera.<br />
Si usted tiene tela de arpillera que adquiere mal olor se<br />
debe tener cuidado en el tratamiento de la tela. Lavar<br />
la arpillera en una lavadora puede dañarla severamente.<br />
Con un poco de trabajo y algunos productos de limpieza<br />
suaves, usted debería ser capaz de librar su arpillera de<br />
olores desagradables.<br />
Nivel de dificultad: Fácil<br />
1 Coloque la arpillera en un lugar bien ventilado, si es<br />
posible al aire libre durante varias horas.<br />
2 Espolvorear un poco de bicarbonato en la arpillera y<br />
dejar reposar durante una hora.<br />
3 Sacuda el bicarbonato de sodio y compruebe si hay<br />
cualquier olor persistente.<br />
4 Remoje la arpillera en vinagre blanco durante 30 minutos<br />
si todavía detecta un olor.<br />
5 Enjuague la arpillera con agua y lo extiende a secar.<br />
Antonio Ballester Moreno<br />
Antonio Ballester Moreno<br />
De frente y de perfil. Vertical y horizontal, 2015<br />
Acrílico sobre arpillera de yute, 92 x 73 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
05<br />
o<br />
ojo<br />
ola<br />
óleo<br />
oler<br />
olfato<br />
oliente<br />
oligarquía<br />
olimpo<br />
oliscar<br />
olivo<br />
olmo<br />
olor<br />
o<br />
Erwin Bechtold<br />
Erwin Bechtold<br />
83–19 Sobre el tema Ángulo/ Superficie/ Espacio, 1983<br />
Lápiz y acrílico sobre tela, 96 x 108 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
06<br />
Si digo rosa, si pienso rosa, casi puedo verla en alguno<br />
de sus colores más frecuentes, oler su intenso perfume,<br />
recordar la suavidad de sus pétalos al tocarla.<br />
Si pinto rosa en cambio, puedo alejarme de su arquetipo,<br />
puedo incluso representar su contrario: la anti-rosa.<br />
En este espacio de negociaciones habita a menudo el arte.<br />
Darya von Berner<br />
Darya von Berner<br />
Sin título, 1999<br />
Dispersión sobre tela, 140 x 90 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
07<br />
DE UN MOMENTO A OTRO EN UN MOMENTO<br />
DEL TIEMPO AL TIEMPO EN UN MOMENTO<br />
DE IDEA EN IDEA EN UN MOMENTO<br />
DE UN LUGAR A OTRO EN UN MOMENTO<br />
DE UN PENSAMIENTO A OTRO EN UN MOMENTO<br />
DE BESO EN BESO EN UN MOMENTO<br />
DE COCA EN COCA EN UN MOMENTO<br />
DE LA VIDA A LA MUERTE EN UN MOMENTO<br />
Stephan Brüggemann<br />
Stefan Brüggemann<br />
Time painting, 2016<br />
Vinilo y pintura de aluminio, 162 x 95 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
08<br />
El teclado de un ordenador se asocia sobre todo al sentido<br />
del tacto. Todos los días tocamos intensamente este<br />
interfaz con el mundo electrónico. Con el uso, poco a<br />
poco las teclas se van desgastando y se empiezan a borrar<br />
las letras (sobre todo la «A» y la «E», que son las que más<br />
pulsamos). Empieza a acumularse el polvillo entre tecla<br />
y tecla, o las migas de una tostada que un día comimos<br />
mientras leíamos las noticias en Internet.<br />
El teclado comienza a convertirse en un contenedor del<br />
paso del tiempo. Ese polvillo o esas migas se convierten<br />
en una manifestación física de algo mucho más intangible<br />
que circula por el teclado: las cartas, mensajes de correos<br />
electrónicos, las hojas de Excel, las ideas, proyectos, ilusiones,<br />
decepciones… Un teclado antiguo huele a polvo,<br />
que es lo mismo que decir que huele a sus memorias, si los<br />
teclados tuvieran memoria.<br />
Daniel Canogar<br />
Daniel Canogar<br />
Azerty, 2014<br />
Teclado desechado, madera, proyector y tarjeta de<br />
memoria micro SD, edición 1/3, 134 x 60 x 38 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
09<br />
El perfume de la escultura está allí en el título. Algunas<br />
esculturas emiten un claro y fuerte perfume, fácil<br />
de definir. En otras, el olor, el título, es tan difícil de<br />
comprender como querer coger a una sombra.<br />
El olor de una hierba es lo que a uno le viene a la mente<br />
cuando piensa en aquella hierba, y eso es lo que sucede a<br />
veces con una pieza de arte. Pero a menudo el material, las<br />
formas y la sintaxis se sobreponen y no podemos recordar<br />
el perfume, sólo las piezas que lo componen.<br />
Me gusta la idea de una pieza de arte con su propio perfume.<br />
Se centra en lo inefable, en lo que hace que el arte<br />
llegue a nuestros sentidos, a nuestros sentimientos.<br />
Anthony Caro<br />
Anthony Caro<br />
Catalan Stirrup, 1987-1988<br />
Acero negro pintado y fijado, 68,5 x 104 x 30,5 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
10<br />
Con esta escultura he querido dar cuerpo y color a la<br />
evocación de un olor. Es una obra que ocupa el espacio<br />
sin tocar el suelo y parece interseccionarse ligeramente<br />
en el muro mientras sugiere la otra parte. Su forma es<br />
orgánica, fluida, e insinúa movimiento e ingravidez.<br />
Está pintada en una suave degradación total que se inicia<br />
en un púrpura magenta intenso que va saturándose<br />
hasta llegar al blanco.<br />
Esta emanación de forma y color se va diluyendo en la<br />
nada para evidenciar así que pasa a ser una parte infinitesimal<br />
del Todo.<br />
Tom Carr<br />
Tom Carr<br />
Aroma, 1990<br />
Madera pintada, 220 x 43 x 2 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
11<br />
La pintura de Lawrence Carroll se aleja del marco. Crea a<br />
partir de capas dando lugar a pinturas tridimensionales y<br />
originando objetos. Ello podría compararse con la forma<br />
de tra<strong>baja</strong>r del perfumista: ir añadiendo poco a poco. Los<br />
objetos de Carroll podrían ser los frascos y las capas, las<br />
materias primas contenidas en estos, es decir, la esencia.<br />
Cristina Agàpito<br />
Lawrence Carrol<br />
Windows, 2000-2002<br />
Óleo sobre tela, 29,5 x 22,5 x 23 cm / 26 x 22,5 x 18,5 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
12<br />
Emana efluvios de olores aromáticos, de esencias de fragancias<br />
que todavía no podemos oler porque es como<br />
quién mira una mano llena de semillas de diferentes especies<br />
y uno no sabe que es lo que tiene en las manos,<br />
todas parecidas y todas diferentes; les falta pasar por el<br />
agua inodora y la tierra maloliente para estallar de este<br />
olor profundamente reprimido.<br />
Esta pieza, sin título, me recuerda el agua que recorre espacios<br />
y empapa lo que encuentra sin escoger perfumes,<br />
buscando esta tierra donde trasplantar semillas de otros<br />
lugares totalmente desconocidos.<br />
Uno hace cosas para perderlas de vista y otro las recoge<br />
para quedárselas, es un decir, los motivos extraños<br />
de lo que escogemos para quedarnos se encuentran con<br />
los motivos secretos para lo que hacemos. Haciendo o<br />
escogiendo, los motivos continúan siendo secretos y extraños<br />
aunque se expliquen.<br />
Joana Cera<br />
Joana Cera<br />
Sin título (Serie Dibujar), 2001<br />
Amazonita y lapislázuli, 28 x 22 x 16 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
13<br />
La escultura de Martín Chirino hunde sus raíces en la<br />
tradición española. Martín Chirino se siente deudor de<br />
los útiles como una extensión humana de su escultura.<br />
Sabe que el hierro, como todo lo mineral, debe ser arrancado<br />
del vientre de la tierra. «Aquí es de donde arranca<br />
mi obra. En la tierra inestable que piso ella es una referencia<br />
sólida».<br />
Las raíces son el retorno de los aeróvoros al suelo. Su horizontalidad<br />
impera y retiene la forma, que se escapa a los<br />
lados, en un equilibrio madurado sobre el suelo.<br />
Es un regreso al origen. De nuevo aparece la tierra, no<br />
mediante las herramientas, sino a través del ojo humano,<br />
del ojo que observa y se recrea. A la austeridad insular<br />
se une el panteísmo, la comunión con el paisaje, de un<br />
romanticismo de raíz centroeuropea.<br />
Según Martín, Paisaje, huele a tierra, a raíces….<br />
Jesús M. Castaño<br />
Martín Chirino<br />
Paisaje, 2010<br />
Hierro forjado pavonado, 20 x 88 x 33 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
14<br />
Siempre me apetecía pintar un cuadro Tight («tenso»)<br />
una vez que hube terminado la serie Loose Fit («suelto»),<br />
cuyas obras consistían en una tela grande colocada sobre<br />
un marco más pequeño, un poco como piel que le cuelga<br />
a alguien que ha perdido peso en poco tiempo. Tight es<br />
lo contrario; la tela está tirante, tan tensa que empieza a<br />
romperse por los lados o en cualquier punto por donde<br />
la tensión pueda liberarse. Tight es como un tambor, casi<br />
se podría tocar; o como un puño apretado; y sin embargo<br />
es una pintura y la contemplas. Es una experiencia inquietante.<br />
El color tiene que ser un color primario muy<br />
brillante. En este caso, está pintado de amarillo y otro<br />
amarillo más pálido. Tight consta de dos bastidores.<br />
El más grande, mayor que la tela, tira de ella y la tensa.<br />
Creo que todo este trabajo pertenece a una serie, Transit<br />
(«tránsito»), en la que me he centrado durante dos<br />
años. Cada uno de los cuadros de la serie Tight es único.<br />
Son obras tan estéticamente agradables como silenciosamente<br />
tensas.<br />
El olor forma parte de mi trabajo, hueles que es una<br />
pintura. Mi estudio está repleto de fuertes olores y emanaciones<br />
de pintura. Para mí, el estudio es como un laboratorio<br />
en el que se gesta mi obra. A veces el olor es<br />
demasiado fuerte y me tengo que apartar sin alejarme<br />
del todo. Equiparo el pintar con el olor a pintura. Me<br />
interesan mucho todas las partes del proceso pictórico y<br />
el olor es una de ellas.<br />
Ángela de la Cruz<br />
Ángela de la Cruz<br />
Tight (Light Yellow / Yellow), 2015<br />
Óleo y acrílico sobre tela, 70 x 50 x 13 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
15<br />
Koenraad Dedobbeleer basa su trabajo en una observación<br />
cercana y subjetiva de la arquitectura y la realidad<br />
urbanas. El artista se apropia de objetos y formas que<br />
encuentra en su entorno cotidiano y los somete a mínimas<br />
alteraciones, bien con los materiales que utiliza en<br />
su recreación, su asociación con otros objetos y formas,<br />
con alteraciones en su escala o con el uso del color. Sus<br />
obras no son ready-mades, sino sutiles reapropiaciones<br />
de objetos preexistentes. Dedobbeleer se interesa por<br />
cómo un objeto o idea puede sufrir cambios de estado<br />
y al mismo tiempo existir en diferentes realidades e interpretaciones.<br />
En el mundo de los olores sucede lo mismo, una misma<br />
esencia puede tener variaciones según la persona, el clima…<br />
es la misma y distinta a la vez.<br />
La escultura Doing what you do puede interpretarse a la<br />
vez como logotipo y máscara. Se trata de una pequeña<br />
pieza de metal esmaltado en la que el autor inserta de<br />
forma algo críptica las iniciales de su nombre, K y D, y<br />
juega con la idea de doble. Cada letra podría verse duplicada<br />
en los supuestos cuadrantes superior y posterior de<br />
la estructura ovalada de la pieza. La forma de la escultura<br />
misma nos remite a una máscara para cubrir el rostro.<br />
Un doble juego entre desvelar y esconder la identidad<br />
de su autor.<br />
¿Son las esencias máscaras como la escultura de Koenraad<br />
Dedobbeleer?<br />
Silvia Dauder<br />
Koenraad Dedobbeleer<br />
Doing what you do, 2011<br />
Metal y esmalte, edición única, 60 x 38 x 10 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
16<br />
Industrial-Mental. Razón y sueño.<br />
La maquinaria de las ideas.<br />
La reflexión. El pensamiento. La experiencia.<br />
El teatro personal.<br />
La madera como metáfora de lo industrial (el embalaje /<br />
la protección).<br />
La cabeza como maquinaria interior.<br />
Oliendo los pensamientos.<br />
Materiales naturales: el olor de lo vegetal.<br />
El olor de lo animal.<br />
La madera calienta. El cinturón ata.<br />
Engrasar las ideas. Barnizar la madera.<br />
Los cinco sentidos: vista, olfato, oído, gusto, y el<br />
quinto, el tacto: el espectador…<br />
Pep Duran<br />
Pep Duran<br />
Industrial-Mental, 1989<br />
Madera y cuero, 155 x 140 x 13 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
17<br />
«No huele la geometría de la forma. Huele la materia<br />
que la describe, la escayola, humilde y noble a la vez».<br />
Juan Cuenca – Juan Serrano<br />
Equipo 57<br />
Sin título (Relieve), 1961-1962<br />
Escayola, 51 x 51 x 4,5 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
18<br />
«El paisaje retiene el aroma de todas las vivencias; la<br />
vista es el filtro por el que nos llega su esencia...»<br />
La percepción del hombre a través de los sentidos nos<br />
lleva a un acercamiento a los estadios de lo sublime que<br />
alberga la naturaleza y el arte, sin duda, es el medio que<br />
tenemos para acercarnos a su encuentro.<br />
En la serie de pinturas Paisaje esquemático persigo<br />
sintetizar por medio de la geometría el contenido del<br />
paisaje «emocional» en su estado primario, dejando,<br />
como protagonista de la escena, la resonancia del<br />
aire, la atmósfera del cuadro, que contiene a su<br />
vez, reminiscencias, ecos, de otros paisajes y otras<br />
experiencias contempladas.<br />
Ñaco Fabré<br />
Ñaco Fabré<br />
Paisaje esquemático, 2014<br />
Óleo sobre tela, 65 x 54 x 7 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
19<br />
Las imágenes de la serie Momificaciones me recuerdan<br />
los ambientes cerrados durante mucho tiempo, espacio<br />
donde se mezcla aquel olor de polvo y de humedad un<br />
poco agrio.<br />
Me hacen pensar pues, en aquella siniestra noción de<br />
«habitación oscura» a la cual nos remiten las amenazas<br />
de castigo de cuando éramos niños: lugar sin luz, sin<br />
ruido y perdidos en un vacío sin tacto, pero en cambio<br />
respirando una atmósfera ligeramente maloliente, como<br />
de pequeños restos orgánicos en descomposición.<br />
Siempre me he preguntado qué olor sintieron los profanadores<br />
de las tumbas de los faraones.<br />
Joan Fontcuberta<br />
Joan Fontcuberta<br />
Gare du Palais #7, 2000-2001<br />
Cybacromfoto, edición 1/2, 60 x 80 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
20<br />
El pensamiento poético convoca como sombras erráticas<br />
todas las sensaciones de la materia.<br />
Todo lo que existe, todo lo que permanece «caído» en<br />
la fisicidad también puede ser pensado evocando la memoria<br />
de su condición más volátil: su aliento, su vaho, el<br />
olor que relaciona y provoca convulsión en una disipación<br />
corpuscular su presencia sutil.<br />
También pienso en la equidistancia lobular del cerebro<br />
que propicia un entendimiento no osmótico del mundo,<br />
singularmente la voz, diferenciando las formas y los<br />
fenómenos.<br />
Esta facultad geométrica que es la proporción dual de<br />
nuestro corazón y de nuestra mente hace posible el crecimiento<br />
de la memoria de la materia, es decir, el capacitar<br />
la creación del lenguaje y, con él, de sentir de presentir<br />
la esencia de las cosas.<br />
Mnomos es también la sombra de su presencia presentida<br />
por la exhalación de su humor sutil, que es el de su tiempo<br />
vivido y el de su tiempo posible.<br />
Gabriel<br />
Gabriel<br />
Mnomos, 1993<br />
Madera recubierta de caucho, nylon y acero,<br />
29 x 48 x 30 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
21<br />
Las fotografías tomadas bajo el epígrafe Rituales en Haití,<br />
es un trabajo sobre el trance, cargado de fuerza, expresividad<br />
e intencionalidad profunda. En blanco y negro,<br />
discurren la danza y el éxtasis, la quietud del trance y<br />
la confusión, el encaje y la devastación, la lágrima y la<br />
sonrisa que acentúan las pulsiones de la sangre, el amor<br />
y la vida de gente que vive en el umbral de la esclavitud.<br />
Aunque es una zona que no ha podido huir de la pobreza,<br />
ni de las creencias en el vudú que se desarrollan con<br />
una fuerza que hace que el espiritismo impregne toda su<br />
vida social, no es un país triste. Sacan fuerzas y alegrías<br />
al menor pretexto.<br />
Con estos rituales se purifican, con el agua, con el barro,<br />
los bailes y canciones, desnudos y en contacto con las<br />
tumbas donde están los espíritus….<br />
El olor que les rodea puede que a nosotros nos moleste,<br />
para ellos son olores de plenitud, de seguir hacia delante,<br />
de recordar a sus antepasados, en definitiva, olor a<br />
felicidad.<br />
Cristina Agàpito<br />
Cristina García-Rodero<br />
Plain du Nord (Ofrenda floral), 1998<br />
Impresión fotográfica sobre papel, edición 6/7,<br />
76 x 115 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
22<br />
La calma en aire<br />
proviene<br />
de la fragancia.<br />
Joseph Von Eichendorff<br />
y la frase siguiente<br />
Fragancia infinita<br />
sin límite de colores.<br />
Herbert Hamak<br />
El autor explica que ambas citas se complementan. El<br />
sonido y el ritmo de la primera son difíciles de traducir.<br />
Herbert Hamak habla de un olor infinito y de unos colores<br />
limitados.<br />
Herbert Hamak<br />
Painting H 212 N, 2000<br />
Pigmento sobre tela, 155 x 8 x 20 cm<br />
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63
LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
23<br />
Cada imagen de mis pinturas funciona como una citación,<br />
con las mismas consecuencias.<br />
No se puede hablar del olor por escrito; lo tienes que<br />
experimentar una y otra vez.<br />
Jus Juchtmans<br />
Jus Juchtmans<br />
Untitled 20011214, 2001<br />
Acrílico sobre tela, 70 x 60 cm<br />
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65
LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
24<br />
RESPIRAR OLOR<br />
RITUAL<br />
SILENCIO<br />
RESPIRAR<br />
ESTAR<br />
OLOR<br />
EL RITUAL DE RESPIRAR EN SILENCIO<br />
Recuerdos de infancia dentro de la despensa.<br />
Estando en silencio<br />
Escondiéndome, sintiendo y mirando.<br />
Probar…<br />
En Silencio…<br />
Mi escondite…<br />
Pep Llambías<br />
Pep Llambías<br />
Respirar, 2007-2010<br />
Acero, cristal y neón luminoso, 75,5 x 71 x 43 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
25<br />
La obra está completa cuando su sombra es proyectada<br />
sobre el fondo. Dando así importancia a su desdoblamiento,<br />
su transparencia o su mancha.<br />
Una sombra acuosa de instante congelado. Como si fuera<br />
una memoria de un momento sublime. Recuerda lo<br />
que entendemos por olor, aquello que queda detrás o<br />
delante.<br />
El juego de profundidad de la obra tiene esta idea de<br />
pérdida del plano. La pieza se funde, como se funde un<br />
olor, en el momento preciso en la que la observamos.<br />
Olor a mar, olor a persona, olor a cuerpo; aquello a lo<br />
que nos lleva tiene una transición de tiempo inscrita por<br />
su transparencia, la cual, tanto arremete a la transparencia<br />
de una agua cristalina, como a la porosidad de la piel.<br />
Planteando un sistema de micro-macro.<br />
Las velocidades a las que la pieza habla son distintas.<br />
Nos evade de cada pensamiento concreto.<br />
Su olor es de tierra movida por el agua así como de piel<br />
penetrada por el sol. El reflejo brillante y frío del cristal<br />
nos da este momento de presencia en el instante que<br />
también nos da un olor.<br />
Júlia Mariscal<br />
Júlia Mariscal<br />
Forat al terra, endins, 2015<br />
Cristal soplado y madera, 100 x 100 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
26<br />
Las obras de Jason Martin están impregnadas de capas<br />
y capas de acrílico sobre un material duro como acero o<br />
aluminio, simulando un oleaje. Le interesa encontrar el<br />
movimiento que surge de los espacios pictóricos, siendo<br />
el análisis espacial su principal preocupación. El propio<br />
artista describe sus obras como viajes en los que se mueve<br />
a través de la superficie.<br />
Desde el punto de vista olfativo, podemos definir su<br />
obra como el trabajo del creador de esencias: cada capa<br />
de materia pictórica es una materia prima que utiliza el<br />
perfumista, y así la suma de todas ellas sería la fragancia<br />
finalizada… es un acorde olfativo.<br />
Cristina Agàpito<br />
Jason Martin<br />
Minquie I, 2010<br />
Pigmento puro sobre lienzo, 32 x 26 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
27<br />
¿A que huelen los átomos?<br />
Instalación en la que el visitante puede adentrarse en las<br />
profundidades de la materia del grafeno, para poder percibir<br />
el color de los átomos que lo componen y su sonido<br />
análogo, despertándole así nuevas sensaciones olfativas.<br />
Hablar del olor de los átomos es una labor compleja, ya<br />
que para que exista el olor, ha de existir previamente una<br />
determinada molécula, compuesta a su vez por átomos.<br />
Los átomos pueden ser percibidos a través del color de la<br />
luz que emiten y de su sonido análogo. De esta manera<br />
se genera un juego sinestésico en el que el color y el sonido<br />
pueden despertar sensaciones olfativas concretas.<br />
¿Qué pasaría si fuéramos del tamaño de un átomo?,<br />
¿cómo se ve, oye y huele la materia a esa escala? Una<br />
escala que en principio es invisible, se nos deviene como<br />
un refugio imaginario en el cual nuestra mente puede<br />
imaginar libremente, facilitando la realización de producciones<br />
cromático-sonoras para así, despertar nuevas<br />
percepciones a través del sentido del olfato.<br />
Hugo Martínez-Tormo<br />
Hugo Martínez-Tormo<br />
nanoESENCIA GRAFENO. Instalación audiovisual<br />
inmersiva de arte generativo, 2014<br />
Madera, metacrilato y vídeo, medidas variables<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
28<br />
Hace mucho frío y me doy cuenta de que no tengo agua<br />
corriente en el taller. A pesar de las adversidades, decido<br />
empezar a hacer el encofrado. Utilizo los excedentes de<br />
madera de una tarima que hemos construido a mano<br />
para el espacio 13. Las tablas de pino negro 1 son demasiado<br />
finas pero todavía no soy consciente de la fuerza<br />
que ejercerá el hormigón dentro del encofrado. La medida<br />
de la columna vendrá determinada por la longitud<br />
de las traviesas, un metro y cincuenta centímetros, aproximadamente.<br />
De ellas saldrá una viga pequeña con las<br />
texturas de la madera, pequeños nudos, cortes e imperfecciones.<br />
Esta es la idea. Sigo consolidando la caja con<br />
clavos; conforme los clavo, voy entrando en calor. En el<br />
exterior luce un sol tímido.<br />
Enrosco en el encofrado una tela vieja de gallinero, la<br />
encontré en el bosque de Can Sis Rals 2 . Con la ayuda<br />
de un alambre 3 y de un pasamano, ato el extremo de la<br />
tela y lo sujeto encima de la caja. Este acto previsor servirá<br />
para que la tela no se hunda cuando vierta la pasta. Preparo<br />
la hormigonera, es la primera vez que uso un aparato<br />
de estos, infunde respeto. La enchufo y compruebo que la<br />
máquina gira correctamente. Tengo dos carretillas preparadas,<br />
una de arena 4 que he pasado por un cedazo y la otra<br />
de hormigón. 5 En el almacén en el que he comprado los<br />
materiales me han aconsejado una proporción de 4 partes<br />
de arena por una de hormigón, yo opto por una proporción<br />
de 4 a 2 para asegurarme el tiro. Empiezo a hacer la<br />
mezcla con agua del vivero, antes he tenido que romper<br />
la capa de algas. 6 Nadie me ha hablado de la cantidad de<br />
líquido, relleno la hormigonera a ojo. Vierto el material<br />
con ayuda de una pala, una nube de polvo fino se escapa<br />
del tambor y me aparta literalmente de la boca.<br />
1. Las traviesas de pino negro las conseguí como material sobrante de la construcción del AVE en la frontera con Francia. Cuando las<br />
serrábamos nos maravillaba su olor a resina, un olor limpio y agradable que invita a respirar profundamente. Serramos aproximadamente<br />
una tonelada de pino para hacer el entarimado de la exposición. Es como haber respirado un trocito de bosque, latente.<br />
2. El proyecto se inició a partir del conocimiento del trabajo de Josep Pujiula y sus construcciones en el bosque de Can Sis Rals en Argelaguer.<br />
Partiendo del conocimiento y adaptación de sistemas constructivos de este personaje es como llego a la concepción del proyecto<br />
Monumento. Ladrones de alfiler para el espacio 13 de la Fundació Joan Miró. Este bosque tiene olores distintos en función de la época<br />
del año, modulados por el hecho de que baje o no agua.<br />
3. Las manos de Josep huelen a óxido. Con mucho de alfiler y clavos, Josep ha construido la mayor parte de las torres, barracas y laberintos<br />
del bosque. Estos materiales al oxidarse desprenden un olor ácido que se impregna al tra<strong>baja</strong>rlos y se queda pegada durante días.<br />
4. Utilizo arena del lecho de los ríos. Lo aprendí de Josep que siempre la utiliza para sus construcciones con hormigón.<br />
La arena marina es malísima para tra<strong>baja</strong>r. En las paredes hechas con arena de playa aparece esa salinidad que las impregna de un moho<br />
blanco, enfermizo.<br />
5. El hormigón tiene uno de esos olores asfixiantes cuando lo respiras y reseca la garganta. Ahora entiendo por qué la gente que tra<strong>baja</strong><br />
con él está constantemente sedienta.<br />
6. El agua estancada se pudre y huele a vida en descomposición, apesta de forma selvática.<br />
74
Aprovecho para echar un bocado, oigo cómo gira<br />
la máquina. Una vez hecha la mezcla, relleno el<br />
encofrado hasta la línea de la caja. La tengo apuntalada<br />
para equilibrar el peso, parece un trabajo<br />
profesional, da gusto verlo. Por suerte, uno de los<br />
laterales cede —debido a la presión— y empieza<br />
a esparcirse con parsimonia un montón de pasta.<br />
Lo hace a cámara lenta, miro la escena como quien<br />
asiste a un espectáculo. El hormigón se escapa y<br />
avanza como la lava de un volcán, constato que una<br />
parte de la estructura de tela quedará a la vista. En<br />
algún punto del desastre el hormigón se para, quiero<br />
suponer que por algún grumo divino. Cierro la<br />
puerta y en un primer momento descarto la escultura.<br />
Unos días más tarde, una vez desmontado el<br />
molde, aparece esta columna fracturada. En este<br />
punto, me doy cuenta de que tengo el eje central<br />
del proyecto que estoy construyendo.<br />
Jordi Mitjà<br />
Jordi Mitjà<br />
Columna fracturada (Monument.<br />
Lladres de Filferro), 2012<br />
Hormigón, tela de gallinero y DM,<br />
142 x 34 x 32 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
29<br />
Es una trilogía, tres piezas ocupaban un espacio expositivo<br />
formando una instalación. La intención fue la de crear<br />
tres objetos estímulo. Las tres piezas hacen referencia a<br />
partes de la anatomía humana. En el caso la pieza que<br />
se encuentra en colección olorVISUAL, hace referencia<br />
al cerebro, en donde se encuentran todos los receptores<br />
incluido el olfato. Y evidentemente donde se conecta el<br />
sexto sentido… Llamado también, órgano vomeronasal,<br />
capaz de controlar no solo el sexo sino todas las emociones.<br />
Esta trilogía está pensada para ser sentida más que para<br />
ser vista, y pide al espectador que hurgue en sus propias<br />
emociones.<br />
Begoña Montalbán<br />
Begoña Montalbán<br />
Sería necesario pedirte la piel, 1996<br />
Floca acrílica, 110 x 80 x 60 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
30<br />
«Como vaho que circula y ovala el flujo coherente<br />
de dos partes principales o esencias, que se unen sin fin<br />
y ordenadamente.»<br />
David Moreno<br />
David Moreno<br />
Infinito, 2015<br />
Varilla de acero, soldadura de plata y forja negra,<br />
98 x 42 x 15 cm<br />
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31<br />
Me escondo en la terraza de mi cabeza,<br />
con el recuerdo del olor de la finca de verano<br />
creando con mi obsesión<br />
un paisaje desolado y abismal,<br />
desde allí oteo un horizonte industrial<br />
lleno de recuerdos olfativos.<br />
Miquel Navarro<br />
Miquel Navarro<br />
Casco industrial III, 1999<br />
Zinc, 118 x 35 x 30 cm<br />
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32<br />
«LA CASCADA anticipa el concepto temático (ya que<br />
no la solución plástica) de algo posterior y mucho más<br />
compleja Cascadas y anudamientos: Paisaje agustino,<br />
1.989. Ambas piezas, en efecto, aluden a un fenómeno<br />
natural —aunque con significativas derivaciones mítico<br />
simbólicas— que es característico de la región de<br />
San Agustín: el olor de las numerosas cataratas que se<br />
despeñan desde gran altura, casi del todo ocultas por la<br />
exuberante vegetación tropical de esa zona andina, adivinadas<br />
únicamente por su fuerte olor a tierra mojada,<br />
a la clorofila húmeda, a agua y oxígeno. La connotación<br />
mítica viene dada por el hecho de que para los indígenas<br />
precolombinos de esa región el agua es un símbolo de<br />
muerte y fugacidad, como lo son también la serpiente y<br />
la luna. El autor ha querido significar en esta mecánica<br />
Cascada la extraña simbiosis entre naturaleza-mito que<br />
para los aborígenes presentaban esas misteriosas caídas<br />
de agua que, majestuosamente, impregnaban olfativamente<br />
la memoria del entorno.»<br />
Edgar Negret<br />
Edgar Negret<br />
Cascadas, 2000<br />
Aluminio pintado, 80 x 46 x 46 cm<br />
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33<br />
Esta pieza habla del cuerpo, de la piel. En palabras del<br />
propio artista, «… todos los cuerpos tienen olores». Este<br />
cuerpo de espuma carioca tiene forma de corazón, que<br />
está unido por dos cordones umbilicales, uno padre y<br />
otro madre. Esto sucedió en una playa carioca y lleva el<br />
olor de la espuma de las olas cariocas.<br />
Ernesto Neto<br />
Ernesto Neto<br />
Algo existe entre nosotros dos, 2000<br />
Bolitas de polietileno tul de lycra, medias de espuma<br />
y planchas de poliespan, 60 x 95 x 35 cm<br />
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34<br />
Como artista, opté por el azufre a finales de los 90 para<br />
crear unas esculturas ambivalentes de pequeñas dimensiones.<br />
A pesar de su belleza intrínseca, algo que siempre<br />
está presente en mis obras, el azufre para mí era un<br />
elemento vulgar. El polvo de azufre, debido a su fuerte<br />
olor repelente, se solía esparcir al pie de las paredes para<br />
impedir que los gatos mearan encima. Era un material<br />
de poca categoría, pero que al mismo tiempo, debido a<br />
su relación con los volcanes y la alquimia, me permitía<br />
hacer volar la imaginación. Además, y por encima de<br />
todo, dado que los títulos de mis obras siempre han sido<br />
descriptivos y particularmente significativos, la palabra<br />
azufre, soufre en francés, despierta ciertas asociaciones<br />
de marcado carácter poético como: soufre, souffrir,<br />
souffreteux, sulfureux [azufre, sufrir, enfermizo, sulfuroso].<br />
Era también una opción que encajaba con mi<br />
deseo de tra<strong>baja</strong>r con un material que anteriormente no<br />
hubieran utilizado otros artistas.<br />
Jean Michel Othoniel<br />
Jean Michel Othoniel<br />
Autorretrato, 1993<br />
Azufre y madera, 35 x 24 x 24 cm<br />
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35<br />
............ de como el olor es mensaje, pensamiento y<br />
recuerdo.<br />
....... tarde de verano....... llena de signos sobre la<br />
precariedad del tiempo y sobre la esperanza.<br />
Pablo Palazuelo<br />
Pablo Palazuelo<br />
Conjuntion, 1996-1997<br />
Óleo sobre tela, 135 x 100 cm<br />
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36<br />
Mar de mariposas<br />
silencio: que poliniza las rosas<br />
con olores y colores<br />
que definen las cosas.<br />
Manolo Paz<br />
Manolo Paz<br />
Silencio, 1997<br />
Cuarcita, 60 x 60 x 30 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
37<br />
La única materia de estos dibujos son el humo y su rastro<br />
de hollín. El rastro de ese humo tarda días en desprenderse<br />
de mí. Ese olor se queda impregnado en mis<br />
fosas nasales, en mi pelo y en mi ropa, y no lo definiría<br />
precisamente como un perfume. Es un olor complejo,<br />
negro oscuro y graso, el olor de algo que ha estado a<br />
punto de quemarse pero no ha llegado a hacerlo, el olor<br />
de cientos de velas que gotean sobre mí tapizando el<br />
pantalón, la chaqueta, el guante, el sombrero, el suelo,<br />
la mesa… objetos que más tarde toman entidad propia.<br />
Es denso, espeso, todo lo contrario de los dibujos que<br />
produce, ligeros delicados, más parecidos a un sumie japonés,<br />
con la tinta y el agua, que a la catarsis de la que<br />
surgen. Acostumbro a jugar en el límite. En este límite,<br />
el fuego, a pesar de su naturaleza con tendencia destructiva,<br />
se vuelve creador, pero este momento requiere atención<br />
plena, basta una décima de segundo para que todo<br />
se encienda en llamas y se esfume; paradójicamente el<br />
efecto del agua en el sumie, aquí lo produce el fuego. El<br />
humo es tan penetrante que dibuja solo, entrando por<br />
todos los recovecos posibles. Por suerte es un olor que<br />
se va desvaneciendo, mientras que el hollín sutilmente<br />
se queda adherido, acariciando el papel o el terciopelo.<br />
Pamen Pereira<br />
Pamen Pereira<br />
Esfera, 2004<br />
Dibujo con humo sobre papel, 76,5 x 104 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
38<br />
A diferencia de las imágenes pálidas que generalmente llamamos<br />
«recuerdo», hay momentos privilegiados en que un<br />
perfume, una esencia, nos asalta por sorpresa, arrancándonos<br />
violentamente del lugar y el tiempo que ocupamos<br />
para transportarnos a un lugar escondido, a un tiempo olvidado.<br />
La experiencia nos sacude con la intensidad de una<br />
tormenta y agita en el aire, ante y dentro de nosotros, los<br />
fantasmas de una habitación perdida, de una voz, de la luz<br />
que ilumina otros rostros, de un aire distinto.<br />
Así, por un instante, tenemos el privilegio de vivir simultáneamente<br />
en tiempos distintos, de ocupar varios lugares<br />
a la vez. Desafiamos la tiranía del presente que nos encadena<br />
día tras día y lo relegamos a su justa importancia en<br />
el conjunto tránsito del vivir: la de convertir nuestro deseo<br />
en memoria y nuestro anhelo en nostalgia e imaginación.<br />
Durante esos momentos, la vida se despliega en dimensiones<br />
y progresiones simultáneas y contradictorias.<br />
Somos simultáneamente un «fuimos» y un «seremos».<br />
El presente se convierte en el cuerpo del tiempo, en la<br />
superficie tensa y vibrante en que convergen los reflejos<br />
de la luz densa que empuja desde las profundidades. En<br />
ese instante, el mundo adquiere una corporeidad tan<br />
exultante y rica, tan detallada y precisa que al pasar nos<br />
deja como náufragos, sorprendidos de encontrarnos aún<br />
con vida sobre la misma orilla donde estábamos al partir.<br />
Es extrañamente conmovedor que ese perfume, ese<br />
perfume, ese perfume, esa esencia intensa, pasajera<br />
y volátil, que desencadenó la tormenta, no sea sino la<br />
llave de acceso a nuestra memoria, al territorio más profundo,<br />
más íntimo de nuestra imaginación. La memoria<br />
se sirve de la esencia para lograr hacerse presente,<br />
así como un espíritu puede servirse de cualquier cuerpo<br />
para manifestarse, dejándonos al desvanecerse el<br />
gusto amargo y pleno de nuestra propia mortalidad.<br />
Busco pintar cuadros de esas esencias: caminos de acceso<br />
a la materialidad del tiempo. Quisiera que fueran capaces<br />
de extinguirse en el momento de ser vistos, así como<br />
ese perfume que parece desvanecerse, mientras realmente<br />
se ramifica a oscuras, tra<strong>baja</strong>ndo la profundidad de<br />
nuestra memoria.<br />
Como un perfumista, el abstracto de la alquimia medieval,<br />
busco destilar esencias, encontrar lo que parece haber<br />
de más puro, de más permanente en las cosas, el principio<br />
que las define y que se me escapa una y otra vez. Destilar<br />
es violentar, agredir la aparente integridad de la memoria.<br />
La integridad del mundo material es fragmentada usando<br />
la fuerza, es una forma de crueldad que renuncia al todo<br />
en el intento de apoderarse de esa partícula densa y volátil<br />
en que reside el secreto de su ser y su verdad última.<br />
Espero que mis cuadros sean inquietudes, como un dèjá-vu,<br />
y que con una violencia contenida asalten a quien<br />
los mira, obligándole a buscar dentro de sí el lugar preciso<br />
que reclaman. Que sean de quien, al verlos, los hiciese<br />
tan suyos que sintiera que el pintor ha sido tan sólo el<br />
instrumento de quien él, como espectador, se ha servido<br />
para acceder a su propia visión.<br />
Victor Pimstein<br />
Muro de ladrillos, 1995-1996<br />
Óleo sobre madera, 84 x 74 cm<br />
Victor Pimsteim<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
39<br />
En catalán, la palabra alba nos remite no sólo a la primera<br />
luz del día, que despunta en el horizonte y salpica<br />
de blanco la negrura de la noche al desvanecerse, sino<br />
también a un árbol: àlber, el álamo blanco.<br />
La realidad tiene múltiples apariencias, conocerla y sentir<br />
sus matices estimula y agudiza los sentidos. El álamo<br />
desprende olor, sobre todo al cortarlo, como cuando pisamos<br />
la tierra todavía húmeda del rocío del alba.<br />
La escultura está hueca y tiene agujeros a través de los<br />
cuales poder disfrutar del olor del álamo.<br />
El poder de la atracción, la sensualidad, la fortaleza y la<br />
imposibilidad de llegar a un total conocimiento y entendimiento<br />
de una obra de arte es lo que trato de expresar,<br />
de sugerir.<br />
Enric Pladevall<br />
Enric Pladevall<br />
L’olor de l’alba, 1996<br />
Madera de alba, 120 x 20 x 22 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
40<br />
CARÁCTER OLFATIVO: Rasgo odorífico que distingue<br />
y precisa una forma olfativa. Por ejemplo: un ciprés de<br />
carácter animalizado, un helecho de carácter aromático.<br />
Texto de Dictionnaire du Languaje Perfumé,<br />
Éditions Quarante Huit Publicité<br />
Jaume Plensa<br />
Étude pour la neige rouge, 1991<br />
Técnica mixta sobre papel, 47 x 34 cm<br />
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41<br />
Ningún árbol define mejor el bosque mediterráneo que<br />
el pino, tiene un olor intenso y penetrante que la toma<br />
de la tierra donde arraiga, los minerales del saulón y la<br />
sal del mar se reflejan en su color y sus vetas. Tra<strong>baja</strong>r<br />
con la madera requiere un profundo respeto para el ser<br />
vivo que es, comprender su naturaleza interna y características<br />
que le dan una determinada personalidad.<br />
Me gusta, como un escritor crea un personaje, crear esculturas<br />
con vida propia, con sus defectos y virtudes,<br />
experiencias, matices y particularidades. Cada capa de<br />
información se sobrepone a la anterior formando un<br />
substrato intelectual a través del cual tejer la esencia de<br />
cada pieza que finalmente toma coherencia y se vertebra<br />
como una entidad única y distinguible con energía, olor<br />
y textura propia.<br />
Xavi Puente<br />
Xavi Puente<br />
Sin título, 2011<br />
Madera de pino, 40 x 45 x 32 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
42<br />
Abrir un libro de economía desde una perspectiva<br />
estructural. Abrir un libro de antaño, su olor, su<br />
textura, su peso, su pensamiento, sus ideas, su<br />
estructura. Abrir una estructura que limita el vacío.<br />
Abrir un vacío que evidencia una estructura. Abrir<br />
un olor que da corporeidad a una lectura, a pensar,<br />
a desarrollar una idea que soluciona un problema de<br />
economía social. Abrir los vínculos y relaciones que<br />
dan realidad a la estructura. Abrir una estructura<br />
que se desarma al abrirla. Abrir una estructura que<br />
niega al individuo y valoriza al conglomerado. Abrir<br />
una estructura que quiere no fallar. Abrir un análisis<br />
sin borde, un análisis de la densidad. Oler a libro de<br />
economía-social-globalizada.<br />
Rafael Reverón-Pojan<br />
Rafael Reverón-Poján<br />
Economía-social globalizada, 2009<br />
Ensamblaje en papel de texto, 72 x 90 x 23 cm<br />
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43<br />
«A veces intento visualizar el viaje de una palabra cuando<br />
sale de los labios de una persona y se dirige a su destinatario,<br />
o imagino, cuando estoy en una biblioteca, que<br />
todos los libros susurran. Veo entonces una bandada de<br />
pájaros que parece desplazarse de manera caótica y que<br />
sin embargo siguen su viaje. Con Genoma, busco el primer<br />
aliento, el primer olor, el origen de todo.»<br />
Charles Sandison<br />
Charles Sandison<br />
Genoma, 2006<br />
Videoproyección monocanal, edición 4/5 + 1 AP,<br />
medidas variables<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
44<br />
El olor y su carácter se convierten en rumores del tiempo,<br />
y bajo esta sensación inferida se disipa gradualmente<br />
la belleza: la memoria de un instante confidencial.<br />
Susana Solano<br />
Susana Solano<br />
Patena de trànsit, 1990<br />
Hierro, 45 x 51 x 3 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
45<br />
Alguien rellenó el recipiente de pintura y luego lo vació.<br />
El líquido ha dejado sobre los bordes una forma sorprendentemente<br />
nítida que indica el volumen ausente.<br />
Simultáneamente ausente y presente: su naturaleza es<br />
como la del olor.<br />
El color es un fenómeno pero también lo veo como una<br />
manifestación de la piel y del cuerpo.<br />
¿Todos los seres existen como forma? ¿Tiene color el olor?<br />
Darle al color la oportunidad de definir su propia forma<br />
específica es un tema principal de la obra.<br />
Rainer Splitt<br />
Rainer Splitt<br />
Pouring Box (Black / Yellow), 2010<br />
Policarbonato y esmalte, 20 x 100 x 20 cm<br />
Pouring (LH / Yellow), 2010<br />
Poliuretano pigmentado, 130 x 65 x 1 cm<br />
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46<br />
Noche,<br />
cuando el rocío acentúa los aromas<br />
y ellos escriben sus nombres<br />
en el viento<br />
el paisaje cambia su cara.<br />
La oscuridad devora todos los colores<br />
y las constelaciones escriben<br />
el infinito...<br />
Entonces pienso en viajes<br />
a través del bosque de mi hogar.<br />
Claudia Terstappen<br />
Claudia Terstappen<br />
Lugares de poder, 2001<br />
Fotografía baritada sobre aluminio,<br />
edición 2/3, 120 x 120 cm<br />
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47<br />
… algo sobre el olor<br />
El color puro no es sólo una manifestación de la presencia<br />
y el espacio, sino también una expresión de las<br />
emociones. El color representa sensaciones conectadas<br />
de forma inmediata con nuestra percepción.<br />
El color de mis obras es preciso, intenso y mate. Siempre<br />
remite a un fenómeno natural: el color vivo de las flores,<br />
el azul atmosférico del cielo, el negro hollín del fuego o<br />
el brillo de un rayo de sol.<br />
Estas sensaciones no son tan sólo ópticas sino que apelan<br />
a todos mis sentidos. Un rojo intenso puede recordar<br />
quizás terciopelo, una barra de labios o sangre. Evoca<br />
toda una cadena de sensaciones, incluyendo las gustativas<br />
y olfativas.<br />
Mis relieves tienen dos componentes: el cuerpo de acero,<br />
cuya forma pura se revela a nuestros ojos en una vista<br />
lateral, y el color monocromo. La tensión se produce<br />
entre la presencia de materia (acero y pigmentos) y el<br />
espacio cromático inmaterial. En esa tensión fluye la<br />
imaginación de sensaciones concretas para superar el<br />
espacio racional.<br />
La realización de mis obras, de la que me encargo solo<br />
y personalmente, implica también distintas etapas. Cortar<br />
el acero, soldar las láminas, tratar la superficie por<br />
abrasión, limpiar con aguarrás y pintar con esmalte son<br />
pasos que van asociados a distintos olores. Un amigo me<br />
dijo que al entrar en mi estudio, tan sólo por el olor sabe<br />
exactamente qué tipo de trabajo estoy haciendo. Estoy<br />
constantemente rodeado de olores, reales e imaginarios.<br />
Wolfram Ullrich<br />
Wolfran Ullrich<br />
O.T. (Dark blue), 2004<br />
Laca, acrílico y acero, 81 x 60 x 5,5 cm<br />
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LA NECESIDAD DE LO INFINITO<br />
48<br />
Veo un hombre que pasa con una carretilla llena de<br />
plumas y, a medida que va avanzando, las plumas se<br />
van volando con el viento. Y así el hombre llega al final<br />
del camino otra vez con la carretilla vacía. Y pienso que<br />
el trayecto lo ha hecho con poesía, en medio del olor<br />
del campo.<br />
David Ymbernon<br />
David Ymbernon<br />
Sin título (Carretó), 2009<br />
Carretilla metálica, pluma, plástico y pinzas,<br />
60 x 59 x 130 cm<br />
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The need for infinity<br />
Monochromatic artworks in<br />
colección olorVISUAL
THE NEED FOR INFINITY<br />
Foreword<br />
The need for infinity<br />
The Centro de Iniciativas Culturales de la<br />
Universidad de Sevilla (CICUS) —Center for<br />
Cultural Initiatives of the University of Seville—<br />
has been promoting culture for almost ten years. Introducing<br />
the contemporary heritage that the University treasures<br />
within its art repository in the exhibitions programme<br />
but also providing support towards private collections<br />
are specific purposes for the Center as that would remain<br />
hidden without the support of this institution.<br />
One of these examples is colección OlorVISUAL. The<br />
collection that Ernesto Ventós has been setting since<br />
1978 is a particular case. Under de title “La necesidad de<br />
lo infinito. Obras monocromas en la colección olorVISUAL,”<br />
this exhibition is born as a result of the selection of some<br />
pieces with monochromatic values.<br />
This exhibit includes works from national and international<br />
artistic scene of the 20th and 21st Century, in order to<br />
provide the viewer a singular collection, as well as a new<br />
perspective to face the artworks. In this case, the leitmotiv<br />
is the smell that the color can evoke. Thus, the collector<br />
aims to represent art as a source of knowledge and a useful<br />
tool for understanding reality.<br />
With this purpose, the exhibition is added to the of<br />
cultural activities calendar of the center, since one of its<br />
main interests is to support contemporary creation and<br />
spread not only art, but also educational materials.<br />
Luis Méndez Rodríguez<br />
Director General de Cultura y Patrimonio<br />
de la Universidad de Sevilla<br />
I<br />
just saw some dense, deep and velvety charcoal<br />
drawings by José Miguel Pereñíguez. The presence of<br />
the black tones that the artist places with mastery on<br />
cardboard makes it to cease being a drawing, becoming<br />
closer to a monochrome painting instead. Regarding this<br />
idea, some classics such as Yves Klein and his golden and<br />
blue works, Lucio Fontana, with his wounded white tones,<br />
the black ones of Malévich, the McCollum art installations<br />
or the works of Agnes Martin, Saura, Morandi or Ellsworth<br />
Kelly come to my mind. All in essence have a single<br />
dominant color, surface on which tensions, enchantment,<br />
complexities, problems or serenity occur.<br />
The exhibition is composed of selected artworks from<br />
the fantastic and personal collection that has been called<br />
colección olorVISUAL. It aims to explore the significance<br />
that these works get when seen in common with those<br />
others previously mentioned, what they do share.<br />
The collection shows a great complexity and also reveals<br />
the followed freedom in the criteria for its conformation.<br />
Within this complexity a constant characteristic is<br />
observed: the number of non-monochrome works in the<br />
strictest sense that share the monochrome tendency. Seen<br />
as a whole the works become isolated rather than relating<br />
to each other.<br />
They are autonomous entities that claim our attention<br />
from the wall or the base. In the set of artworks we<br />
can appreciate some comic (Gabriel, J.M. Othoniel),<br />
introspective (S. Brüggemann, E. Bechtold, C. Alcolea),<br />
dramatic (C. García-Rodero, J. Fontcuberta), physical (M.<br />
Chirino, P. Cera, Equipo 57), virtual (C. Sandison, D.<br />
Canogar), ironic (A. Agrela), or structural references (A.<br />
118
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
Caro, P. Palazuelo, M. Navarro), among other suggestions.<br />
We would have to ask the spectator for calmness while<br />
seeing the artworks to be able to smell -the main objective<br />
of the collection- and savor them. The one that seems to<br />
be the simplest piece can surprise us by its complexity, and<br />
the subtlest (in appearance), by its insolence, and in the<br />
same way which seems to be harder, can show us its kinder<br />
side. The monochromatic? aspect of each piece requires us<br />
to pay an extra attention, to try to delve into its plasticity<br />
in reference to emotions. These are artworks not easily<br />
revealed.<br />
One of the purposes that we should embed in any exhibition<br />
is to arouse the curiosity of the observer and cause surprise<br />
or, at least, reflection and debate. On this occasion, the<br />
variety of disciplines and new languages comprised in the<br />
exhibition will not leave its visitors indifferent. Some pieces<br />
will impress us, others may leave us indifferent, but perhaps<br />
a second glance will disclose its real meaning, its essence.<br />
Rafael Ortiz<br />
Curator<br />
I<br />
am a creator of essences. The sense of smell is the tool<br />
of my trade, and my olfactory memory my guide in<br />
creating colección olorVISUAL.<br />
I look at a work of art through the olfactory sense. Like<br />
the visual artist, the perfumer combines a wide range of<br />
materials to give form to his or her creations. The image<br />
and the colour of the work suggest a smell that immediately<br />
takes me back to the memory of a lived moment. The sense<br />
of smell activates an area of the subconscious associated<br />
with our emotions in a way that is far more powerful than<br />
other senses such as sight or hearing. All of the works that<br />
make up colección olorVISUAL have an intimate, personal<br />
and emotional connection with me.<br />
I find it is hard to say that an artwork has a precise<br />
specific smell, but for this exhibition I knew that I should<br />
undertake this exercise in definition. The works in colección<br />
olorVISUAL arouse emotions, just as colours do. For me,<br />
emotions, like memories, have a smell – some are pleasant,<br />
some are less so, but they are all part of my experiences.<br />
Without my really being aware of it, a series of monochrome<br />
works became part of the collection. Trying to decide what<br />
they smelled of, I found that they did not have a specific smell,<br />
and in defining them, I let myself be guided by my olfactory<br />
memory; but no, what we wanted was a single smell.<br />
The results are set out below: the smells of these monochrome<br />
works (some of them you can smell in the exhibition gallery).<br />
And you? What do you smell of?<br />
Ernesto Ventós<br />
Collector<br />
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aqueous<br />
rural<br />
smoky<br />
camphorated<br />
woody<br />
animal<br />
citrus<br />
coniferous<br />
spicy<br />
white flowers<br />
floral<br />
fruity<br />
herbaceous<br />
grass<br />
fungal-earthy<br />
incense<br />
liquorish<br />
old wood<br />
marine algae<br />
metallic<br />
holm oak moss<br />
musk<br />
oriental<br />
oxygenated<br />
ozone<br />
powdery<br />
chemical<br />
earthy<br />
earth<br />
wet earth<br />
green<br />
Carlos Alcolea<br />
Chema Alvargonzález<br />
Pamen Pereira<br />
Pep Llambías<br />
Gabriel<br />
Joan Fontcuberta<br />
Ángela de la Cruz, Jus Juchtmans, Miquel Navarro, Pablo Palazuelo,<br />
Antonio Ballester Moreno<br />
Enric Pladevall<br />
Lawrence Carroll<br />
Equipo 57, Charles Sandison, Ernesto Neto<br />
Anthony Caro, Ñaco Fabré, Darya von Berner<br />
Tom Carr, Jaume Plensa, Jean Michel Othoniel<br />
Stefan Brüggemann<br />
Víctor Pismtein<br />
Cristina García-Rodero<br />
Xavi Puente<br />
Susana Solano<br />
Jordi Mitjà<br />
Hugo Martínez-Tormo<br />
Manolo Paz<br />
David Moreno<br />
Begoña Montalbán<br />
Claudia Terstappen<br />
Koenraad Dedobbeleer<br />
Erwin Bechtold, Herbert Hamak, Edgar Negret, Wolfran Ullrich<br />
Daniel Canogar, Joana Cera<br />
Pep Duran, Júlia Mariscal<br />
Martín Chirino<br />
Rafael Reverón-Poján<br />
Rainer Splitt, Jason Martin<br />
Ángeles Agrela, David Ymbernon<br />
120
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
Monókhroma (from monos, ‘single, alone’ and khroma,<br />
‘colour’) is a Greek word that is used in the field of art<br />
to refer to works in black and white or composed using a<br />
single colour. To say monochrome is the same as saying ‘all<br />
one colour’.<br />
Colours and feelings are imperceptibly connected, more<br />
on the basis of our lived experience – and stored inside<br />
us – that of individual taste. Colour carries a great deal<br />
of psychological symbolism, and produces different and<br />
often contradictory effects in each of us. So, to give just<br />
two examples, a number of studies suggest that yellow is<br />
related to the notions of both understanding and betrayal,<br />
while the colour green is linked with the sacred – and also<br />
with the poisonous.<br />
It is worth pointing out here that we generally do not see a<br />
colour in isolation, but surrounded by others: that is to say,<br />
we perceive colours within a chromatic chord. All colours<br />
have their associated meanings and their effect is largely<br />
determined by the context, this being the criterion that will<br />
decide whether we find a colour interesting or not, with<br />
the consequent triggering of positive or negative emotions.<br />
In the same way that colours have very direct effects on our<br />
feelings, smells too revive memories that in many cases had<br />
seemed to be forgotten. The olfactory sense guides us from<br />
the very moment of our arriving in the world, without our<br />
being aware of it, until the end of our days.<br />
Perfumers and aromatists communicate in a language of<br />
their own, composed of what are known as olfactory notes.<br />
Each olfactory note is represented by a colour that helps<br />
the creators of essences to compose their combinations: the<br />
smell, which is chemical in nature, is constructed on the<br />
basis of colour, a light-emitting reality of a physical nature.<br />
In other words, olfactory notes are for the creator of essences<br />
the same as the colour palette is for the visual artist.<br />
The exhibition The Need for the Infinite. Monochromes in<br />
colección olorVISUAL brings together a series of singlecolour<br />
works selected by the curator Rafael Ortiz. On the<br />
basis of Rafael’s selection, Ernesto Ventós, the owner of the<br />
collection, and I set out to create an olfactory palette that<br />
was also monochrome. This proved to be a considerable<br />
challenge because the works – acquired as always for their<br />
capacity to awaken the collector’s olfactory memory – tend<br />
to smell of composition, of a lived instant, of Ernesto’s<br />
experiences in his work, and of formulas, more than of<br />
a particular scent or essence. Coming up with a monoolfactory<br />
response is an exercise that requires a high degree<br />
of restraint and concretion on the part of the creator of<br />
essences.<br />
Smell helps us to go beyond the visual. This means that<br />
in many cases a colour or a shape will have a different<br />
effect on Ventós than it will on you or me. Given that<br />
his synaesthetic perception is combined with mild colour<br />
blindness, the creator of the formulas that are to become<br />
odorous substances almost always surprises us. Thus, a work<br />
by Anthony Caro whose material is iron translates into a<br />
floral note; Jason Martin’s dense, reddish paint smells of<br />
wet earth; the black and white video by Charles Sandison is<br />
associated with white flowers, and the photograph by Joan<br />
Fontcuberta has an animal olfactory note.<br />
Smell to remember: colección olorVISUAL invites us to look<br />
and smell colours in order to connect at the most personal<br />
and intimate level with our memories.<br />
Cristina Agàpito<br />
Director-Curator colección olorVISUAL<br />
121
THE NEED FOR INFINITY<br />
Emerging memories,<br />
evocative stimuli of a scent hunter:<br />
colección olorVISUAL.<br />
“Do you not perceive that there is something between ignorance and wisdom? —What<br />
is that?— To have a right opinion or conjecture. Observe, that this kind of opinion, for<br />
which no reason can be rendered, cannot be called knowledge; for how can that be called<br />
knowledge which is without evidence or reason? Nor ignorance, on the other hand; for<br />
how can that be called ignorance which arrives at the persuasion of that which it really is?<br />
A right opinion is something between understanding and ignorance.”<br />
The Banquet of Plato.<br />
Emerged from the deep and powerful voices of<br />
goliards and medieval troubadours, the beautiful<br />
legend of Tristan and Iseo tells the passionate<br />
romance of Tristan, the sad and beautiful son of Queen<br />
Blancaflor, and Iseo, the queen of gold hair. Magic and love,<br />
which flood the story from beginning to end, are the basic<br />
components that allow the one who approaches to enter a<br />
world in which everything seems possible, but incredible<br />
at the same time. Alchemical combination of fiction and<br />
reality, the legend tells us the complexity of those distant<br />
ages in which gods and humans were united by the most<br />
complicated means. In it, in that fabulous chimera, there<br />
was a “hall of images” where Tristan had guarded —as<br />
his most valuable asset— the sculpture of his beloved<br />
Iseo. In this cavernous place the young man spends dead<br />
hours, speaking, caressing, kissing it and remembering in<br />
his heart, through the smell he inhales, the memory of his<br />
beloved person.<br />
Isabel Riquer transcribes a fragment of the story where it<br />
is said “The statue of Queen Iseo has been made with so<br />
much art that it resembled her in bearing and beauty as if<br />
she were there in person, as fresh as if she were alive. No<br />
one, while seeing it, doubted for a second that there was<br />
life in its limbs.<br />
Tristan had made a hole in the left part of his chest, next<br />
to the heart, where he put a box with the aromas of the<br />
sweetest and most appreciated herbs in the whole world.<br />
From this box came two little tubes of pure gold through<br />
which the perfume flowed, one reached to the nape where<br />
the hair is born, and the other to the mouth through whose<br />
lips rose a breath so sweet that its aroma flooded the room.<br />
“(2007: 51).<br />
However, beauty is not only gathered in the sense of smell.<br />
In Ansichten eines Clowns Heinrich Böll gives his depressed<br />
central character, Hans Schnier, the power to smell through<br />
the phone. “… the person fell in the trap, picked up the<br />
receiver and said: Can I help you? His voice was low, serene,<br />
very virile and I could smell that he had eaten something<br />
acid, pickled herrings or something like that.” (2017:216).<br />
Literature, both oral and written, is probably the medium<br />
122
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
that has given most “visibility” to the olfactory sense, as<br />
evidenced by the much-remembered Proust’s cupcake. To<br />
him, by the way, the nose was “usually the organ in which<br />
stupidity is most easily displayed.” (1978: 356)<br />
This broad spectrum of memories is based on something<br />
so prompt, personal and associated with a specific moment<br />
that is hardly an objective process. Smell have such power<br />
of evocation for humans that can recall us certain places in<br />
the past, which lead us to remember people and situations<br />
that we keep stored in the depths of our unconscious. Those<br />
reminiscences induced by certain smells connect with the<br />
most primitive part of our being, making us to love or hate<br />
irrationally. We do not know why, but smells are able to<br />
take us to unbridled passions, out of a rationally sense.<br />
They are hidden impulses that drive those uncontrollable<br />
sensors. Jorge Fernández Jaén in his study about the sense<br />
of smell makes an accurate discourse upon the evidence<br />
of the verb to smell where the imprecise information that<br />
provides the sense of smell is queried (2008: 74). When<br />
we are aware of the exhibition´s name it seems inevitable<br />
to look for the scents, in our file of smells, that inspired it<br />
and thus, we look it in another way ... we start smelling. A<br />
new dimension is awarded to the photograph of Ángeles<br />
Agrela or Cristina García-Rodero but, are we right? Do<br />
we feel the same as the artists or the collector? or do we<br />
have this feeling linked to our own experiences? Are Neto’s<br />
sculptures the warehouse of his memories? Is it possible<br />
for us to feel the same essence through the photography<br />
of the catalogue than through the sculpture? or is it just<br />
simply our experiences repertoire the one that commands?<br />
In any case, the only thing that we could get is also<br />
experience, memories that in one way or another make<br />
us able to complete the pleasure of our senses, increasing<br />
some of them, expanding others and discovering the most<br />
unknown, the ones that we sometimes do not even think<br />
about, but with which we live.<br />
In his essay on taste Agamben clarifies how Kant in his<br />
Kritik der Urterilskraft identifies “the conundrum of taste<br />
interfering between knowing and pleasure”. He writes about<br />
taste judgments: Although these judgments do not contribute<br />
to increase our knowledge, they belong only to the faculty of<br />
knowing and reveal an immediate relationship of this faculty<br />
with the feeling of pleasure... this relationship is precisely what<br />
there is of enigmatic in the faculty of the judgment “. (2017-<br />
4 and 5). Smell, like taste, could be presented as another<br />
way of knowing. Even if is not possible to explain its way<br />
of doing so, would enjoy that ability. Thus, we are speaking<br />
about knowledge by pleasure, rather than knowledge by<br />
logic. Discernment would come through the emotion and<br />
sensations as opposed to the logic judgment.<br />
While seeing, what is visible or invisible generates the<br />
conflict. That fight also occurs between the appearance<br />
and the real being, resulting the image or the absence of<br />
it. But regarding smell, we cannot assign to it “result” the<br />
same objectivity. In this exhibition, this duality is easily<br />
discovered through the sense of sight in Anthony Caro,<br />
Canogar or Alcolea´s works and much more difficult in<br />
Ángela de la Cruz, Equipo 57 or Jason Martin´s pieces.<br />
Analyzed from the sense of smell they are infinitely<br />
more particular. The smell is not questionable, except in<br />
strange cases of anosmia, because of its deficiency, since<br />
the essences that confirm it are so little measurable, or<br />
at least they are not measurable at the moment, that<br />
perhaps allows too much place for subjectivity. A simple<br />
description of its components will be difficult for most<br />
of us. Again, we place ourselves in a level of individual<br />
pleasure, connecting with our experience as far as we are<br />
able to remember.<br />
Understanding the specific field and the evocative power<br />
from one of the most primary senses is a complex task,<br />
that is why it seems that it has been relegated to lower<br />
123
THE NEED FOR INFINITY<br />
levels of interest, although it is clear that smell is the sense<br />
contributes the most to keep the memories. This idea<br />
seems to be connected to a compulsory fixation at the<br />
moment when it is perceived. As we can see, in contrast to<br />
other senses, the smell forces the consciousness, although<br />
sometimes it resurfaces unconsciously. Its materialization is<br />
transitory and spontaneous, and that is why smell forces to<br />
concretize and understand it and probably unconsciously<br />
archived at the same moment in which it happens. If this<br />
process does not occur, we could hardly recover it later.<br />
Maybe that is the reason why we have not been able to<br />
enjoy the smell through new media. The sound and the<br />
image could be derived from other stimuli. The same<br />
happens with touch and new virtual reality tools, however,<br />
taste and smell are still stubbornly primitive. Taste and<br />
smell can be considered a first record of reality. Without the<br />
presence of the subject they are not evident, they are able<br />
to create emotions and to fix feelings in our conscious, but<br />
also in our unconscious. That can explain its deep evocative<br />
power its role as the main synesthetic medium.<br />
Therefore, the person who senses the smells is like that<br />
nomadic hunter who always attended to the volatile essence<br />
variations, for his own good. Nowadays, this capacity<br />
is reduced, due to our sedentary lifestyle and because of<br />
our mostly lower vital needs, but precisely this capacity is<br />
what makes the difference. Image remain leading despite<br />
the fact that the sense of smell is important, among other<br />
reasons, because it is a qualification tool of the images<br />
themselves. The pieces of Xavi Puente, David Ymbernom<br />
or Lawrence Carrol are especially sensitive to this. So, there<br />
is a confrontation between the adjective part that the smell<br />
provides and the identification value of a gaze. In this way,<br />
this new exhibition establishes some stimulating and subtle<br />
comparative games through works that are essentially<br />
monochrome.<br />
Faced with the sober of tones that measures the scale from<br />
light to darkness we find the opulence of the color. Here,<br />
color has been reduced to the monochromatic but it is<br />
still being multiple due to the influence of light and its<br />
variability. Pimstein, Palazuelo or Wolfram Ullrich´s works<br />
could be understood having in mind its structural integrity.<br />
The exhibition suggests a challenge: what is permanent faced<br />
what is circumstantial, and so we find the immovable in<br />
opposition to the indeterminate, the strict versus the ludic,<br />
the logic opposed to chaos, the passion against emotion,<br />
the smell countered the image. This has to be seen as an<br />
enrichment, not as a confrontation of disparate elements.<br />
The attractive of this exhibit resides here. What is the smell<br />
of the chaos of Raverón-Poján’s work or the scent of Edgar<br />
Negret’s order? Between Susana Solano and Joan Fontcuberta<br />
we can find some differences, what do they smell like?<br />
We could say that smells can make us discover new<br />
universes as well as images can suggest us different worlds<br />
where feelings are connected to touch and sounds, and<br />
get amplified by the taste. The sense of smell is shown in<br />
the immensity of a primeval thing, within the vastness of<br />
recondite, interior or remembered spaces. Smell has many<br />
meanings and existence smells in different ways: smell<br />
of nothing, smell of something new, smell of scorching,<br />
smell of mother, smell of sanctity, smell of death, smell of<br />
unforgettable things, smell of land, smell of bread, smell of<br />
fear, smell of crowds…<br />
Only the fact of knowing the germ of his collection allows<br />
us to take part in his game. Which smells determined the<br />
collection? How could the image suggest this smell? How<br />
was that essence captured? How was it materialized? We<br />
usually take part in this game, sometimes subconsciously,<br />
when the artwork reminds us of a distant scent that triggers<br />
a memory from the past.<br />
124
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
We are talking about hidden universes that we do not<br />
know. It has nothing to do with sight, touch, hearing or<br />
taste senses; it is the world of smell that could be so much<br />
complicated. Anosmia is something strange that speaks to<br />
us of the total lack of olfactory capacity; Hyperosmia is a<br />
complex condition which means a decrease in perception<br />
thresholds and an increase in perceived intensity;<br />
Hyposmia is a reduced ability to smell and to detect<br />
odors; Dysosmia is an olfactory difficulty; lastly Agnosia,<br />
that inability to recognize and name odors or tastes<br />
and distinguish them, even if the smell and taste senses<br />
seems to be normal. Adjectives and denominations are<br />
not always used whilst smell is something that suddenly<br />
emerges inside of us, repeatedly, from our memories, from<br />
the depths of ourselves.<br />
Luis F. Martínez-Montiel<br />
BIBLIOGRAPHY<br />
AGAMBEN, Giorgio, Gusto. 2017. Madrid. Adriana<br />
Hidalgo editora.<br />
BÖLL, Heinrich, Opiniones de un payaso. 2017., Barcelona.<br />
Seix Barral.<br />
FERNÁNDEZ JAÉN, Jorge. Modalidad epistémica y sentido<br />
del olfato: la evidencialidad del verbo oler. 2008. Alicante.<br />
http://hdl.handle.net/10045/13484<br />
PROUST, Marcel, En busca del tiempo perdido: Sodoma y<br />
Gomorra. 1978. Madrid. Alianza Editorial.<br />
RIQUER PERMANYER, Isabel de, 2007. La evocación por<br />
el olfato. Revista de filología románica. Madrid. Universidad<br />
Complutense. Anejo V.<br />
VIADER GUIXÁ, Ramón. El olfato traidor. En TOBES<br />
VELASCO, Alberto (Coord.) “Viticultura y enología en la<br />
D.O. Ribera del Duero”. 2010. Aranda de Duero. Págs. 123<br />
-133<br />
125
THE NEED FOR INFINITY<br />
Artworks and comments<br />
01<br />
Ángeles Agrela<br />
Camuflaje, 2000<br />
Digital printing on paper mounted on<br />
galvanized iron, limited edition 1/2,<br />
120 x 120 cm<br />
When I was little I had a green dress,<br />
and I always called it the lettuce<br />
dress, never the green dress. I had<br />
forgotten all about it until just recently,<br />
when I saw these photos. The garden<br />
in the photos is the garden of my<br />
childhood, with the ivy, the pilasters<br />
and the pots of lilac, a closed garden.<br />
In winter, I always forgot that the<br />
garden was there and only saw it<br />
framed in the windows, and it was in<br />
summer that all this variety of greens<br />
and little creatures assailed me. I ’ m<br />
quite sure, there were times when I<br />
lazed in the newly watered ivy in my<br />
lettuce dress (and I did not remember<br />
it until now). What a pity, no one took<br />
any photos. I imagine it in the middle<br />
of a great August heat, as it was when<br />
I took these images. In the midst of a<br />
heat, that has a smell.<br />
Ángeles Agrela<br />
02<br />
Carlos Alcolea<br />
Untitled, 1992<br />
Acrylic on cartboard, 100 x 70 cm<br />
The paint poured, gravity acting, the<br />
rainbow transformed into words;<br />
it smells of a clean sky, of the rain<br />
stopping: a work happy and solitary in<br />
its singularity.<br />
Rafael Ortiz.<br />
Text for the work by Carlos Alcolea<br />
03<br />
Chema Alvargonzález<br />
Presencia, 2008.<br />
Iron, 75 x 40 x 40 cm<br />
In an interview with Stefano Gualdi,<br />
Chema Alvargonzález remarked that<br />
“the word, like architecture, is the<br />
reflection of the collective state of the<br />
human being” 1 . It is not surprising,<br />
then, that his words (in iron, light,<br />
video, photo…) should be erected as<br />
constructions whose forms – beyond<br />
the visual limitations that the materials<br />
confer on us – conceal a language of<br />
their own, whose unlimited versatility<br />
offers the viewer, whatever his or<br />
perception may be, the possibility of<br />
extracting from them the facet with<br />
which they most empathize, bringing<br />
out their most authentic side.<br />
Presence was conceived as a tribute<br />
to the memory of Inés de Suárez, who<br />
broke with the conventions of her time<br />
and left from her native Plasencia to<br />
sail to the Americas.<br />
Over and above her exploits as a<br />
conquistador, what the piece picks up<br />
on is the intensity with which Inés de<br />
Suárez lived and grasped the reins of<br />
her destiny, leaving for posterity the<br />
trace of a unique personality.<br />
In this way, Presence encloses in<br />
its graphology a story – as the one<br />
of Inés – as wide and intangible as<br />
the nuances of our senses, confined<br />
in an iron body. Even so, Presence,<br />
as a conscious entity of a universal<br />
nature, shrugs off this vast skin that<br />
keeps it stagnant with the intention<br />
of fulfilling the task of any word of<br />
similar scope: to be perpetual. For<br />
this reason it strives to escape, in a<br />
continuous movement that is revealed<br />
in it through an evident “dance-cumfight”<br />
between signified and signifier,<br />
matter and idea, which physically<br />
deconstructs it before our eyes. A<br />
dichotomy whose equilibrium lies in<br />
the formal expression of the work<br />
and everything that derives from it:<br />
the weight of the material, of the air<br />
it transpires, the light that emanates<br />
126
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
from it and with it the shadow, whose<br />
transmutable property allows the body<br />
to take on innumerable tones, moods<br />
and messages, so that it possesses<br />
space-time; presented in this way are<br />
all those ethereal registers that seem<br />
to vanish in the air, but which actually<br />
lie dormant, always attentive, in the<br />
most recondite part of our memory<br />
and make themselves present,<br />
whether by treachery or good fortune,<br />
before the most insignificant and<br />
unsuspected element.<br />
In this case, the weight of the light<br />
and the shape of its shadow, the<br />
colour, the texture of the surface on<br />
which it is projected, the aroma given<br />
off by the dust contained in the air<br />
mixed with other individuals around<br />
us… aromas, colours, textures… can<br />
strike with a sting in the middle of<br />
our chest in the form of a memory or<br />
like a little light shining in our spine,<br />
and it’s then that the words come<br />
into play and start to sprout to allow<br />
us a credible reconstruction of our<br />
experiences from their intangibility,<br />
demonstrating that presences, like<br />
aromas, are in continuous circulation<br />
around us.<br />
1. Gualdi, Stefano; Chema<br />
Alvargonzález: reflejos de ciudad<br />
(Milan, 2001).<br />
Lilianna Marín de Mas. April 2015<br />
04<br />
Antonio Moreno Ballester<br />
De frente y de perfil. Vertical y<br />
horizontal, 2015<br />
Acrylic on jute burlap, 92 x 73 cm<br />
Hessian is a type of jute fabric that is<br />
used for variety of purposes, such as<br />
bags, handicrafts, rugs, curtains and<br />
even clothing. Hessian is a popular<br />
choice of fabric because it is strong<br />
and durable. If you have some hessian<br />
that starts to smell bad, you should<br />
treat the fabric with care. Washing<br />
hessian in a washing machine can<br />
severely damage it. With a little effort<br />
and some mild cleaning products, you<br />
should be able to rid your hessian of<br />
the unpleasant smell.<br />
Difficulty level: Easy<br />
Instructions<br />
1. Leave the hessian in a wellventilated<br />
place, if possible outdoors,<br />
for several hours.<br />
2. Sprinkle a little baking soda on the<br />
hessian and let it stand for one hour.<br />
3. Shake off the baking soda and<br />
check for any lingering smell.<br />
4. Soak the hessian in white vinegar<br />
for 30 minutes if there is still a smell.<br />
5. Rinse the hessian with water and<br />
spread it out to dry.<br />
Antonio Ballester Moreno<br />
05<br />
Erwin Bechtold<br />
83–19 Sobre el tema Ángulo/<br />
Superficie/ Espacio, 1983<br />
Pencil and acrylic on canvas,<br />
96 x 108 cm<br />
o<br />
eye<br />
wave<br />
oil<br />
to smell<br />
smell<br />
oily<br />
oligarchy<br />
olympus<br />
to sniff<br />
olive tree<br />
elm<br />
smell<br />
o<br />
Erwin Bechtold<br />
06<br />
Darya von Berner<br />
Untitled, 1999<br />
Dispersion on canvas, 140 x 90 cm<br />
If I say “rose”, if I think “rose”, I can<br />
almost see it in some of its more<br />
frequent colours, smell its intense<br />
perfume, recall the softness of its<br />
petals to the touch.<br />
If I paint a rose, on the other hand,<br />
I can distance myself from the<br />
127
THE NEED FOR INFINITY<br />
archetype, I can even represent its<br />
opposite: the anti-rose.<br />
Art often inhabits this space of<br />
negotiations.<br />
Darya von Berner, 1999<br />
07<br />
Stefan Brüggemann<br />
Time painting, 2016<br />
Vinyl and aluminum paint,<br />
162 x 95 cm<br />
FROM MOMENT TO MOMENT IN NO<br />
TIME<br />
FROM TIME TO TIME IN NO TIME<br />
FROM IDEA TO IDEA IN NO TIME<br />
FROM PLACE TO PLACE IN NO TIME<br />
FROM THOUGHT TO THOUGHT IN<br />
NO TIME<br />
FROM KISS TO KISS IN NO TIME<br />
FROM COKE TO COKE IN NO TIME<br />
FROM LIFE TO DEATH IN NO TIME<br />
Stephan Brüggemann<br />
08<br />
Daniel Canogar<br />
Azerty, 2014<br />
Discarded keyboard, wood, projector<br />
and micro SD memory card, limited<br />
edition 1/3, 134 x 60 x 38 cm<br />
The keyboard of a computer is<br />
associated above all with the sense<br />
of touch. Every day we intensely<br />
touch this interface with the electronic<br />
world. With use, slowly but surely the<br />
keys become worn and the letters<br />
start to be rubbed off (especially the<br />
“A” and “E”, which are the ones we hit<br />
most). Dust begins to collect between<br />
the keys, or crumbs of the toast we<br />
ate one day while reading the news<br />
on the Internet. The keyboard starts<br />
to become a container of the passing<br />
of time. The dust or the crumbs<br />
become a physical manifestation of<br />
something far more intangible which<br />
flows through the keyboard: letters,<br />
email messages, Excel sheets, ideas,<br />
projects, hopes, disappointments …<br />
An old keyboard smells of dust, which<br />
is the same as saying that it smells of<br />
its memories, if a keyboard could have<br />
a memory.<br />
Daniel Canogar<br />
09<br />
Anthony Caro<br />
Catalan Stirrup, 1987-1988<br />
Black steel painted and fixed,<br />
68,5 x 104 x 30,5 cm<br />
The sculpture’s scent is there in<br />
the title. Some sculptures give off a<br />
strong clear perfume, easy to define;<br />
in others the smell, the title is a hard<br />
to grasp as catching a shadow.<br />
The smell of an herb is what comes to<br />
mind when we think of that herb and<br />
so it sometimes is with an artwork.<br />
But often the material, the shapes<br />
and the syntax overwhelm it and we<br />
cannot recall the scent- only the parts<br />
that make it up.<br />
I like the idea of a work of art having<br />
it’s own scent, it focuses on the<br />
ineffable, what makes art touch our<br />
senses, our feelings.<br />
Anthony Caro<br />
10<br />
Tom Carr<br />
Aroma, 1990<br />
Painted wood, 220 x 43 x 2 cm<br />
With this sculpture I have tried to<br />
give body and color to the evocation<br />
of an odor. It is a work that occupies<br />
space without touching earth and<br />
which seems to intersect itself lightly<br />
with the wall while suggesting the<br />
other part. Its form is organic, fluid<br />
and insinuates movement and a lack<br />
of gravity. It is painted in a gentle and<br />
total degradation that starts with an<br />
intense magenta purple that saturates<br />
itself till it reaches white. This<br />
emanation of form and color dilates<br />
into nothingness to make evident that<br />
it comes to be an infinitesimal part of<br />
the Whole.<br />
Tom Carr<br />
128
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
11<br />
Lawrence Carrol<br />
Windows, 2000-2002<br />
Oil on canvas, 29,5 x 22,5 x 23 cm /<br />
26 x 22,5 x 18,5 cm<br />
Lawrence Carroll’s painting distances<br />
itself from the frame. He creates by<br />
means of layers, giving rise to threedimensional<br />
paintings and engendering<br />
objects. This could be compared with<br />
the perfumer’s way of working: slowly<br />
adding little by little. Carroll’s objects<br />
could be the bottles and the layers, the<br />
raw materials contained in these, that<br />
is to say, the essence.<br />
Cristina Agàpito<br />
12<br />
Joana Cera<br />
Untitled (Serie Dibujar), 2001<br />
Amazonite and lapis lazuli,<br />
28 x 22 x 16 cm<br />
It emanates effluvia of aromatic<br />
scents of essences of fragrances that<br />
we still cannot smell because it is like<br />
looking at your hand full of seeds of<br />
different species and not knowing<br />
what you have in your hands, all alike<br />
and all different. They need to pass<br />
through odourless water and smelly<br />
earth for this deeply repressed smell<br />
to burst forth.<br />
This piece, untitled, reminds me of<br />
the water that runs across spaces<br />
and wets it finds without choosing<br />
perfumes, seeking the earth in which<br />
to transplant seeds from other totally<br />
unknown places.<br />
You make things to lose sight of them<br />
and someone else collects them to<br />
keep them, so to speak, the strange<br />
reasons for what we choose to keep<br />
are found in the secret reasons for<br />
what we make. Making or choosing,<br />
the reasons remain secret and strange<br />
even if they are told.<br />
Joana Cera, March 2006<br />
13<br />
Martín Chirino<br />
Paisaje, 2010<br />
Wrought blued iron, 20 x 88 x 33 cm<br />
Martín Chirino’s sculpture has its<br />
roots deep in the Spanish tradition.<br />
Martín Chirino feels indebted to tools<br />
as a human extension of his sculpture.<br />
He knows that iron, like all mineral<br />
things, has to be torn from the belly<br />
of the earth. “Here is where my work<br />
starts from. In the unstable ground I<br />
tread it is a solid reference”.<br />
The roots are the return of the<br />
aerovores to the ground. Their<br />
horizontality prevails and retains the<br />
form, which escapes at the sides in<br />
an equilibrium matured on the ground.<br />
It is a return to the origin. The earth<br />
appears once more, not by means of<br />
the tools, but by way of the human<br />
eye, the eye that observes and takes<br />
pleasure. Insular austerity is joined<br />
by pantheism, communion with the<br />
landscape, a Romanticism with<br />
Central European roots.<br />
According to Martín, landscape smells<br />
of earth, of roots...<br />
Jesús M. Castaño<br />
14<br />
Ángela de la Cruz<br />
Tight (Light Yellow / Yellow), 2015<br />
Oil and acrylic on canvas,<br />
70 x 50 x 13 cm<br />
I always wanted to do a Tight painting<br />
after the Loose Fit series was<br />
completed, which was about putting a<br />
large canvas on a smaller frame - a bit<br />
like skin hanging out when somebody<br />
loses weight very quickly. Tight is the<br />
opposite; the canvas becomes so<br />
tight that it creates tension, and starts<br />
breaking on the sides or wherever<br />
it can to find release. Tight is like a<br />
drum, one can almost play it; or a<br />
tight fist; yet it is a painting and you<br />
look at it. It›s an unsettling experience.<br />
The colour of it has to be a very<br />
bright, primary colour. In this case, it<br />
is painted yellow and a paler yellow.<br />
Tight is composed of two stretchers.<br />
The larger frame stretches the canvas,<br />
129
THE NEED FOR INFINITY<br />
so it can be very tight. I think all of<br />
this work belongs to a Transit series<br />
that I have focused on for 2 years.<br />
Each Tight is unique. The work is as<br />
aesthetically pleasing as it is silently<br />
tense.<br />
The smell is part of my work, so<br />
you can feel that is a painting. My<br />
studio is full of strong painting smells<br />
and fumes. For me the studio is<br />
like a laboratory where my work is<br />
created. The smell sometimes is too<br />
overpowering for me so I have to<br />
stay away but close enough. I identify<br />
painting with the smell of paint. I am<br />
very interested in every part of the<br />
painting process and the smell is one<br />
of them.<br />
Ángela de la Cruz<br />
15<br />
Koenraad Dedobbeleer<br />
Doing what you do, 2011<br />
Metal and enamel, single edition,<br />
60 x 38 x 10 cm<br />
Koenraad Dedobbeleer bases his<br />
work on a close and subjective<br />
observation of urban architecture and<br />
urban reality. The artist appropriates<br />
forms and objects that he comes<br />
across in his everyday surroundings,<br />
submitting them to often minimal<br />
alterations, either through the<br />
materials he uses in their re-creation,<br />
through their association with other<br />
objects and forms, through alterations<br />
in their scale or through the use of<br />
colour. His works are not readymades<br />
but subtle re-appropriations of existing<br />
objects. Dedobbeleer is interested in<br />
how an object or an idea can undergo<br />
changes of status and simultaneously<br />
exist within different realities and<br />
interpretations.<br />
In the world of smells the same thing<br />
happens: the same essence can have<br />
variations depending on the person,<br />
the climate... it is at once the same<br />
and different.<br />
The sculpture Doing What You Do<br />
can be interpreted as both logo and<br />
mask. It is a small piece of enamelled<br />
metal in which the artist has inserted,<br />
in a somewhat cryptic form, the initials<br />
of his name, a K and a D, and plays<br />
with the idea of the double. Each<br />
letter can be seen duplicated in the<br />
supposed upper and lower halves of<br />
the elliptical structure of the piece.<br />
The shape of the sculpture itself<br />
invites us to think of a mask with<br />
which to cover the face. A double<br />
game, both unveiling and hiding the<br />
identity of its author.<br />
Are essences masks like Koenraad<br />
Dedobbeleer’s sculpture?<br />
Silvia Dauder<br />
16<br />
Pep Duran<br />
Industrial-Mental, 1989<br />
Wood and leather, 155 x 140 x 13 cm<br />
Mental-Industrial. Reason and dream.<br />
The machinery of ideas.<br />
Reflection. Thought. Experience.<br />
The personal theatre.<br />
Wood as metaphor for the industrial<br />
(packaging / protection).<br />
The head as internal machinery.<br />
Smelling thoughts.<br />
Natural materials: the smell of the<br />
vegetal.<br />
The smell of the animal.<br />
The wood heats. The belt fastens.<br />
To grease the ideas. To varnish the<br />
wood.<br />
The five senses: sight, smell, hearing,<br />
taste, and the fifth, touch: the<br />
spectator...<br />
Pep Duran<br />
17<br />
Equipo 57<br />
Untitled (Relieve), 1961-1962<br />
Plaster, 51 x 51 x 4,5 cm<br />
“The geometry of the shape doesn’t<br />
smell. What has a smell is the material<br />
that describes it, the plaster, at once<br />
humble and noble”.<br />
Juan Cuenca – Juan Serrano<br />
130
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
18<br />
Ñaco Fabré<br />
Paisaje esquemático, 2014<br />
Oil on canvas, 65 x 54 cm<br />
“The landscape retains the aroma<br />
of all the experiences, the view is<br />
the filter through which its essence<br />
reaches us...”<br />
Human perception by way of the<br />
senses leads us closer to the stages<br />
of the sublime present in nature, and<br />
art is, without a doubt, the means<br />
by which we move towards the<br />
encounter.<br />
In the series Schematic Landscape<br />
series I set out to synthesize by<br />
means of geometry the content of the<br />
“emotional” landscape in its primary<br />
state, leaving there as protagonist of<br />
the scene the resonance of the air,<br />
the atmosphere of the painting, which<br />
in its turn contains reminiscences,<br />
echoes, of other landscapes and other<br />
contemplated experiences.<br />
Ñaco Fabré<br />
19<br />
Joan Fontcuberta<br />
Gare du Palais #7, 2000-2001<br />
Cybacromphoto, 60 x 80 cm<br />
The images in the series<br />
Mummifications make me think of<br />
places that have been closed for a<br />
long time, places where that smell of<br />
dust and a slightly sour damp mingle.<br />
They make me think, then, of that<br />
sinister notion of the “dark room”<br />
to which threatened punishments<br />
consigned us when we were children:<br />
places without light, with no sound,<br />
lost in a void with no sense of touch,<br />
but at the same time breathing in a<br />
slightly smelly atmosphere, like little<br />
scraps of decomposing organic<br />
remains.<br />
I have always wondered which smell<br />
must have greeted the robbers who<br />
profaned the mortuary chambers of<br />
the Pharaohs.<br />
Joan Fontcuberta<br />
20<br />
Gabriel<br />
Mnomos, 1993<br />
Wood covered with rubber, nylon and<br />
steel, 29 x 48 x 30 cm<br />
Poetic thought summons as erratic<br />
shadows all the sensations of matter.<br />
Everything that exists, everything that<br />
remains “fallen” in physicality can also<br />
be thought by evoking the memory of<br />
its most volatile condition: its breath,<br />
its vapour, the smell that relates and<br />
provokes convulsion in a corpuscular<br />
dissipation its subtle presence.<br />
I also think about the lobular<br />
equidistance of the brain which<br />
favours a non-osmotic understanding<br />
of the world, singularly the voice,<br />
differentiating forms and phenomena.<br />
This geometrical faculty, which is the<br />
dual proportion of our heart and our<br />
mind, makes possible the growth of<br />
the memory of matter, that is to say, te<br />
enabling of the creation of language<br />
and, with it, of sensing being aware of<br />
the essence of things.<br />
Mnomos is also the shadow of its<br />
presence sensed by the exhalation of<br />
its subtle humour, which is that of its<br />
lived time and that of its possible time.<br />
Gabriel<br />
21<br />
Cristina García-Rodero<br />
Plan du Nord (Ofrenda floral), 1998<br />
Photography, limited edition 6/7,<br />
76 x 115 cm<br />
The photographs taken under the<br />
rubric “Rituals in Haiti”, from a<br />
work about trance, full of strength,<br />
expressiveness and profound<br />
intentionality. Black and white inhabit<br />
dance and ecstasy, the stillness<br />
of trance and confusion, lace and<br />
devastation, tears and smiles,<br />
accentuating the throb of blood, the<br />
love and the life of people living on the<br />
brink of slavery.<br />
Although this is an area that has not<br />
succeeded in escaping poverty or the<br />
131
THE NEED FOR INFINITY<br />
voodoo beliefs that are practised with<br />
a force that makes spiritism permeate<br />
the whole of its social life, this is not a<br />
sad country. Its people draw strength<br />
and joy from the slightest ocassion.<br />
Through these rituals they are purified<br />
with water, mud, dances and songs,<br />
naked and in contact with the graves<br />
where the spirits live...<br />
Although it may bother us, the smells<br />
with which they are surrounded are<br />
smells of fullness, of moving forward,<br />
of remembering their ancestors,<br />
ultimately the smells of happiness.<br />
Cristina Agàpito<br />
complement each other. The sound<br />
and rhythm of the first are difficult to<br />
translate. Herbert Hamak speaks of an<br />
infinite smell and of limited colours.<br />
23<br />
Jus Juchtmans<br />
Untitled 20011214, 2001<br />
Acrylic on canvas, 70 x 60 cm<br />
Each image of my paintings<br />
works as a quote, with the same<br />
consequences.<br />
One cannot put smell into writing; you<br />
have to experience it again and again.<br />
Being silent<br />
Hiding, feeling and watching.<br />
Trying...<br />
In Silence...<br />
My hiding place...<br />
Pep Llambías<br />
Note: The Catalan word rebost means a<br />
pantry or larder.<br />
25<br />
Júlia Mariscal<br />
Forat al terra, endins, 2015<br />
Blown glass and wood, 100 x 100 cm<br />
22<br />
Herbert Hamak<br />
Painting H 212 N, 2000<br />
Pigment on canvas, 155 x 8 x 20 cm<br />
The calm in air<br />
comes<br />
from the fragrance.<br />
Joseph von Eichendorff<br />
and the next sentence<br />
Infinite fragrance<br />
without limit of colours.<br />
Herbert Hamak<br />
The author explains that both citations<br />
Jus Juchtmans<br />
24<br />
Pep Llambías<br />
Respirar, 2007-2010<br />
Steel, crystal and luminous neon,<br />
75,5 x 71 x 43 cm<br />
BREATHING SMELL<br />
RITUAL<br />
SILENCE<br />
BREATHING<br />
BEING<br />
SMELL<br />
THE RITUAL OF BREATHING IN<br />
SILENCE<br />
Memories of childhood in the rebost.<br />
The work is complete when its shadow<br />
is projected onto the background, thus<br />
giving importance to its unfolding, its<br />
transparency or its stain.<br />
A watery shadow of frozen instant.<br />
As if it were a memory of a sublime<br />
moment. It recalls what we<br />
understand by smell, what is left<br />
behind or ahead.<br />
The play of depth of the work has this<br />
idea of loss of the plane. The piece<br />
melts away, the way a smell melts<br />
away, at the precise moment in which<br />
we observe it.<br />
Smell of sea, smell of person, smell<br />
of body; what it leads us to has a<br />
transition of time inscribed by its<br />
transparency, which invokes both the<br />
transparency of crystalline water and<br />
the porosity of the skin, positing a<br />
132
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
micro-macro system.<br />
The speeds at which the piece speaks<br />
are different. It evades us in every<br />
concrete thought.<br />
Its smell is of earth moved by the<br />
water and of skin penetrated by the<br />
sun. The cold bright reflection of<br />
the glass gives us this moment of<br />
presence in the same instant that it<br />
gives us a smell.<br />
Júlia Mariscal, 2015<br />
26<br />
Jason Martin<br />
Minquie I, 2010<br />
Pure pigment on canvas, 32 x 26 cm<br />
Jason Martin’s works are imbued with<br />
layer upon layer of acrylic on a hard<br />
material such as steel or aluminium,<br />
simulating a wave. He is interested in<br />
finding the movement that emerges<br />
from the pictorial space, spatial analysis<br />
being his primary concern. The artist<br />
himself describes his works as journeys<br />
on which we move across the surface.<br />
From the olfactory point of view, his<br />
work can be defined in terms of that of<br />
the the creator of essences: each layer<br />
of pictorial material is a raw material<br />
used by the perfumer, so that the sum<br />
of all of these would be thefinished<br />
fragrance... an olfactory chord.<br />
Cristina Agàpito<br />
27<br />
Hugo Martínez-Tormo<br />
nanoESENCIA GRAFENO.<br />
Instalación audiovisual inmersiva de<br />
arte generativo, 2014<br />
Wood, methacrylate and video,<br />
Variying measures<br />
What do atoms smell like?<br />
An installation in which the visitor enters<br />
into the inner depths of the material<br />
—graphene— in order to perceive the<br />
colour of the atoms that compose it and<br />
their analogous sound, thus awakening<br />
new olfactory sensations.<br />
Talking about the smell of atoms is a<br />
complex task, since in order for the<br />
smell to exist, a certain molecule must<br />
previously exist, composed in its turn<br />
of atoms. Atoms can be perceived<br />
through the colour of the light they emit<br />
and their analogous sound. In this way,<br />
a synaesthetic interplay is generated in<br />
which colour and sound can awaken<br />
specific olfactory sensations.<br />
What would it be like if we were the size<br />
of an atom? What is it like to see, hear<br />
and smell matter on that scale? What<br />
would matter look, sound and smell like<br />
at that scale? A scale that is effectively<br />
invisible here becomes a haven in<br />
which our minds can imagine freely,<br />
allowing us to generate chromaticacoustic<br />
sensations that awaken new<br />
perceptions through the sense of smell.<br />
Hugo Martínez-Tormo<br />
28<br />
Jordi Mitjà<br />
Columna fracturada (Monument.<br />
Lladres de Filferro), 2012<br />
Cement, metallic mesh and MDF<br />
board, 142 x 34 x 32 cm<br />
It’s very cold and I realize that I don’t<br />
have running water in the workshop.<br />
Despite the adversities, I decide<br />
to start making the formwork. I use<br />
the wood left over from a platform<br />
we built by hand for Espai 13. The<br />
slats of black pine are too thin, 1 but<br />
at this point I don’t know how much<br />
force will be applied the concrete<br />
inside the formwork. The size of this<br />
column will be set by the length of<br />
the sleepers, approximately one metre<br />
and fifty centimetres. The outcome<br />
will be a small beam with the textures<br />
of the wood, little knots, cuts and<br />
imperfections. That is the idea. I carry<br />
on consolidating the box with nails, and<br />
I start to get warm from the hammering.<br />
Outside a timid sun is shining.<br />
I twist up in the formwork an old<br />
length of cloth from a chicken coop<br />
that I found in the woods at Can Sis<br />
Rals. 2 With some wire and a handrail, 3<br />
I tie the head of the cloth in place on<br />
top of the box. This act of foresight<br />
will ensure that the cloth does not<br />
sink when the concrete is poured in.<br />
I prepare the concrete mixer: it’s the<br />
first time I’ve used one of these things<br />
and it commands my respect. I plug it<br />
133
THE NEED FOR INFINITY<br />
in and check that it’s turning properly.<br />
I have two barrows at the ready, one<br />
of sand, 4 which I have passed through<br />
a sieve, and the other of concrete. 5 In<br />
the shop where I bought the materials<br />
they recommended a ratio of four<br />
parts sand to one of cement, but I opt<br />
for a ratio of 4/2 to be on the safe<br />
side. I start to make the mix with water<br />
from the pond, where I first had to<br />
break up the layer of scum. 6 Nobody<br />
has said anything to me about the<br />
amount of water, and I pour it in on<br />
a hunch. As I shovel in the material a<br />
cloud of fine powder escapes from<br />
the drum and literally drives me back<br />
from the mouth.<br />
I take the opportunity to stop for a<br />
bite, and I hear the machine churning.<br />
Once the mixing is done I fill formwork<br />
up to the box line. I’ve shored it up to<br />
spread the weight, it seems that I’ve<br />
done a professional job, it looks good.<br />
As chance would have it, one of the<br />
sides gives way under the pressure<br />
and a lot of concrete paste starts<br />
to gradually pour out. It does so in<br />
slow motion, and I watch the scene<br />
like someone watching a show. The<br />
concrete seeps out and advances<br />
like lava from a volcano, and I see<br />
that part of the textile structure will be<br />
exposed to view. At some point in the<br />
disaster the concrete stops – I want<br />
to think thanks to some divine lump. I<br />
close the door and at first give up on<br />
the sculpture. A few days later, once<br />
the mould is off, this fractured column<br />
appears. At that point, I realize that<br />
I have the central axis of the project<br />
that I’m building.<br />
1. I got hold of the black pine sleepers<br />
I got as a surplus material for the<br />
construction of the AVE high-speed<br />
line on the French border.<br />
When we sawed them we were<br />
amazed by their smell of resin, a<br />
lovely clean pleasant that makes<br />
you breathe deeply. We sawed<br />
approximately one ton of pine to<br />
make the platform for the exhibition.<br />
It’s like having breathed in a bit of<br />
forest, latent.<br />
2. The project started out from my<br />
knowledge of the work of Josep<br />
Pujiula and his constructions in the<br />
Can Sis Rals wood in Argelaguer. It<br />
was through knowing and adapting<br />
this individual’s construction systems<br />
that I arrived at the conception of the<br />
project: Monument. Lengths of wire<br />
for Espai 13 at the Fundació Joan<br />
Miró. This forest gives off different<br />
smells depending on the time of year,<br />
modulated by whether or not water is<br />
coming down.<br />
3. Josep’s hands smell like rust. With<br />
many kilos of wire and nails, Josep<br />
has built most of the towers, huts<br />
and labyrinths of the forest. These<br />
rusted materials have an acid smell<br />
that is impregnated when working<br />
and adheres to them for days.<br />
4. I use sand from the riverbeds. I<br />
learned this from Josep, who always<br />
uses it for his constructions with<br />
concrete. Marine sand is terrible to<br />
work. On walls made with sand from<br />
the beach you see that salt trace<br />
appear, impregnating them with an<br />
unhealthy white mould.<br />
5. The concrete has one of those smells<br />
that suffocates you if you breathe it<br />
in and dries up your throat. Now I<br />
understand why people who work<br />
with it are constantly thirsty.<br />
6. Stagnant water putrefies and smells<br />
of life decomposing, rustic rot.<br />
Jordi Mitjà, 2013<br />
29<br />
Begoña Montalbán<br />
Sería necesario pedirte la piel, 1996<br />
Acrylic flock, 110 x 80 x 60 cm<br />
It is a trilogy: three pieces occupied an<br />
exhibition space, forming an installation.<br />
The intention was to create three<br />
stimulus objects. The three pieces<br />
make reference to parts of the human<br />
anatomy. In the case of the work in the<br />
colección olorVISUAL, it refers to the<br />
brain, where all the receptors, including<br />
smell, are found, and obviously where<br />
the sixth sense is connected... which<br />
is also called the vomeronasal organ,<br />
capable of controlling not only sex but<br />
all our emotions.<br />
134
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
This trilogy is intended to be felt more<br />
than to be seen, and asks the viewer<br />
to delve into their own emotions.<br />
Begoña Montalban<br />
30<br />
David Moreno<br />
Infinito, 2015<br />
Steel rod, silver solder and black<br />
forge, 98 x 42 x 15 cm<br />
“Like vapour that circulates and ovals<br />
the coherent flow of two principal<br />
parts or essences which unite<br />
endlessly and orderly”.<br />
David Moreno<br />
31<br />
Miquel Navarro<br />
Casco industrial III, 1999<br />
Zinc, 118 x 35 x 30 cm<br />
I hide on the roof terrace of my head,<br />
with the memory of the smell of the<br />
summer estate<br />
creating with my obsession<br />
a desolate and abysmal landscape,<br />
from there I look out on an industrial<br />
horizon<br />
full of olfactory memories.<br />
Miquel Navarro<br />
32<br />
Edgar Negret<br />
Cascadas, 2000<br />
Painted aluminum, 80 x 46 x 46 cm<br />
THE WATERFALL anticipates<br />
the thematic concept (but not<br />
the sculptural treatment) of the<br />
slightly later and much more<br />
complex, cascades and knottings:<br />
Augustinian Landscape, 1989. Both<br />
pieces, in effect, allude to a natural<br />
phenomenon —albeit with significant<br />
mythical-symbolic overtones— that<br />
is characteristic of the region of<br />
San Agustín: the smell of the many<br />
cataracts that fall from a great height,<br />
almost entirely screened by the<br />
luxuriant tropical vegetation of that<br />
part of the Andes, and intuited only<br />
by their strong smell of wet earth, of<br />
wet chlorophyll, of water and oxygen.<br />
The mythical connotation comes from<br />
the fact that for the pre-Columbian<br />
inhabitants of the region, water is a<br />
symbol of death and transience, as<br />
are the serpent and the moon. The<br />
artist has attempted to signify with<br />
this mechanical cascade the strange<br />
symbiosis between nature and myth<br />
that the native peoples perceived in<br />
those mysterious falls of water that,<br />
majestically, olfactively impregnated<br />
the memory of the place.<br />
Edgar Negret<br />
33<br />
Ernesto Neto<br />
Algo existe entre nosotros dos, 2000<br />
Polyethylene Spandex tulle pellets,<br />
foam tights and poliespan plaques,<br />
60 x 95 x 35 cm<br />
This piece speaks of the body, of the<br />
skin. In the artist’s own words, “...<br />
all bodies have smells”. The body of<br />
Carioca foam is shaped like a heart,<br />
which is joined by two umbilical cords,<br />
father and mother. This happened on<br />
a beach in Rio and has the smell of<br />
the foam of the Carioca waves.<br />
Ernesto Neto<br />
34<br />
Jean Michel Othoniel<br />
Autorretrato, 1993<br />
Sulfur and wood, 35 x 24 x 24 cm<br />
As an artist I chose sulfur in the late<br />
90s to create small and ambivalent<br />
sculptures. In spite of its inherent<br />
beauty, a constant characteristic of<br />
my works, sulfur was for me a vulgar<br />
element. The powdered sulfur, because<br />
of its strong repellent smell, was spread<br />
around the bottom of walls to prevent<br />
cats pissing on it. It was a low material,<br />
but which, at the same time, because it<br />
has to do with volcanoes and alchemy,<br />
allowed my imagination to run riot.<br />
And then, most of all, since the titles<br />
135
THE NEED FOR INFINITY<br />
of my works were always descriptive<br />
and particularly significant, the word<br />
sulfur, “soufre” in French, sparks some<br />
eminently poetical associations like:<br />
soufre, souffrir, souffreteux, sulfureux<br />
[sulfur, to suffer, sickly, sulfurous]. The<br />
choice also fitted in with my desire<br />
to deal with a material not previously<br />
employed by other artists.<br />
Jean Michel Othoniel<br />
35<br />
Pablo Palazuelo<br />
Conjuntion, 1996-1997<br />
Oil on canvas, 135 x 100 cm<br />
............ of the way smell is message,<br />
thought and memory.<br />
....... summer afternoon....... full of signs<br />
of the precariousness of time and hope.<br />
Pablo Palazuelo, 17 May 1997<br />
36<br />
Manolo Paz<br />
Silencio, 1997<br />
Quartzite, 60 x 60 x 30 cm<br />
Sea of butterflies<br />
silence: which pollenates the roses<br />
with odours and colours<br />
that define things.<br />
Manolo Paz<br />
37<br />
Pamen Pereira<br />
Esfera, 2004<br />
Drawing with smoke on paper,<br />
76,5 x 104 cm<br />
The only materials of these drawings<br />
are smoke and its trace of soot. The<br />
trace of that smoke takes days to<br />
detach itself from me. That smell is<br />
impregnated in my nostrils, in my hair<br />
and in my clothes, and I would not<br />
define it as a perfume, precisely. It’s a<br />
complex smell, deep black and oily, the<br />
smell of something that has been on<br />
the point of burning but did not quite<br />
do so, the smell of hundreds of candles<br />
dripping on me, covering my trousers,<br />
jacket, glove, hat, the floor, the table...<br />
objects that later take on an entity of<br />
their own. It is dense, thick, quite the<br />
opposite of the drawings it produces,<br />
light and delicate, more like a Japanese<br />
sumi-e, with ink and water, than the<br />
catharsis from which they arise. I tend<br />
to play at the limit. At this limit, fire,<br />
despite the destructive tendency of<br />
its nature, becomes creative, but this<br />
moment demands full attention, a tenth<br />
of a second is all it takes for everything<br />
to ignite and vanish; paradoxically,<br />
the effect of water in the sumi-e is<br />
here produced by fire. The smoke is<br />
so penetrating that it draws by itself,<br />
penetrating through every possible<br />
chink. Fortunately it is a smell that<br />
fades away, while the soot subtly stays<br />
attached, caressing the paper or the<br />
velvet.<br />
Pamen Pereira<br />
38<br />
Víctor Pimstein<br />
Muro de ladrillos, 1995-1996<br />
Oil on wood, 84 x 74 cm<br />
In contrast to the pallid images which<br />
we generally call “memory”, there<br />
are privileged moments in which a<br />
perfume, an essence, overwhelms us<br />
by surprise, dragging us violently from<br />
the place and the time we occupy to<br />
transport us to a hidden place, to a<br />
forgotten time. The experience shakes<br />
us with the intensity of a storm, and<br />
brandishes in the air in front of and<br />
inside us the ghosts of a lost room,<br />
of a voice, of the light that illuminates<br />
other faces, of a different air.<br />
Thus, for an instant, we have the<br />
privilege of living simultaneously in<br />
different times, of occupying several<br />
places at once. We defy the tyranny<br />
of the present that enchains us day<br />
after day and we relegate it to its due<br />
importance in the continual transit of<br />
living: that of converting our desire<br />
into memory and our yearning into<br />
nostalgia and imagination.<br />
During those moments life unfolds<br />
in simultaneous and contradictory<br />
dimensions and progressions. We are<br />
136
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
simultaneously a “were” and a “will<br />
be”. The present becomes the body of<br />
time, the tense and vibrant surface on<br />
which the reflections of the changing<br />
light of the skies, and the dense<br />
light that pushes up from the depths<br />
converge. In that instant, the world<br />
takes on a corporeality so uplifting and<br />
rich, so detailed and precise that when<br />
it passes it leaves us like cast ways,<br />
surprised to find ourselves still alive on<br />
the very shore from which we set out.<br />
It is strangely moving that this<br />
perfume, that intense, fleeting and<br />
volatile essence unleashed by the<br />
storm should be none other than the<br />
key giving access to our memory,<br />
to the most profound, most private<br />
territory of our imagination. The<br />
memory makes use of that essence<br />
in order to make itself present, in the<br />
way that a spirit can make use of any<br />
body to manifest itself, leaving us<br />
when it vanishes the full and bitter<br />
taste of our own mortality.<br />
I seek to paint pictures of these<br />
essences: access roads to the<br />
materiality of time. I would like them<br />
to be able to become extinct at the<br />
moment they are seen, as well as that<br />
perfume that seems to fade, while<br />
it really branches out in the dark,<br />
working the depth of our memory.<br />
As a perfumer, the abstract of medieval<br />
alchemy, I seek to distill essences, to<br />
find what seems to be purer, more<br />
permanent in things, the principle that<br />
defines them and that escapes from me<br />
again and again. To distill is to violate,<br />
to assault the apparent integrity of<br />
memory. The integrity of the material<br />
world is fragmented using force, it is a<br />
form of cruelty that renounces all over<br />
in the attempt to seize that dense and<br />
volatile particle in which resides the<br />
secret of its being and its ultimate truth.<br />
I hope that my paintings are queries,<br />
like a dèjá-vu, and that with a restrained<br />
violence assault whom looks at them,<br />
forcing them to look within themselves<br />
for the precise place they claim. That<br />
paintings, for which the painter was<br />
only an instrument, should belong to<br />
the person who feels identified while<br />
seeing them.<br />
Victor Pimstein<br />
39<br />
Enric Pladevall<br />
L’olor de l’alba, 1996<br />
Wood, 120 x 20 x 22 cm<br />
In Catalan, alba is a type of wood,<br />
poplar, but it is also the first<br />
brightening of day. The light breaks on<br />
the horizon and splashes with white<br />
the black of the night that vanishes.<br />
Reality has multiple appearances, and<br />
knowing and feeling its subtle shades<br />
stimulates and sharpens the senses.<br />
The poplar tree has a smell and when<br />
it is cut it is as if we were treading the<br />
still dewy earth of daybreak.<br />
The sculpture is hollow inside and has<br />
holes through which the smell of the<br />
poplar can be enjoyed. The power of<br />
attraction, the sensuality, the strength<br />
and the impossibility of arriving at a<br />
total knowledge and understanding<br />
of a work of art is what I am trying to<br />
express, to suggest.<br />
Enric Pladevall<br />
40<br />
Jaume Plensa<br />
Étude pour la neige rouge, 1991<br />
Mixed technique on paper, 47 x 34 cm<br />
OLFACTORY CHARACTER:<br />
Odoriferous feature that distinguishes<br />
and defines an olfactory form. For<br />
example, a cypress of an animalized<br />
character, a fern of an aromatic<br />
character.<br />
Text from the Dictionnaire du Langage<br />
Perfumé,<br />
Éditions Quarante Huit Publicité<br />
41<br />
Xavi Puente<br />
Untitled, 2011<br />
Pinewood, 40 x 45 x 32 cm<br />
Pines are the ultimate Mediterranean<br />
forest trees. Their colour and grains<br />
137
THE NEED FOR INFINITY<br />
have this intense, penetrating smell<br />
that speaks of the earth they grow in,<br />
the minerals in their substrate, and sea<br />
salt. Wood work requires a profound<br />
respect for these living beings; one<br />
must understand their inner nature and<br />
their very special features, which shape<br />
their unique personality.<br />
Whenever I create a sculpture I feel<br />
just the way writers do when they build<br />
up a character. I want my creations<br />
to have a life of their own: their<br />
virtues and flaws, their experiences,<br />
their shades of grey and their own<br />
idiosyncrasy. Each layer of information<br />
is laid upon the previous one, thus<br />
forming an intellectual substrate that<br />
is at the core of each piece to shape<br />
it, make it meaningful, and vertebrate it<br />
as a unique, distinct work with its very<br />
own energy, smell, and texture.<br />
Xavi Puente.<br />
42<br />
Rafael Reverón-Poján<br />
Economía-social globalizada, 2009<br />
Assembly on printed paper, 72 x 90<br />
x 23 cm<br />
Opening a book on economics from<br />
a structural perspective. Opening a<br />
book from times gone by, its smell,<br />
its texture, its weight, its thought,<br />
its ideas, its structure. Opening a<br />
structure that bounds the vacuum.<br />
Opening a void that evidences a<br />
structure. Opening a smell that gives<br />
corporeality to a reading, to think, to<br />
develop an idea that solves a problem<br />
of social economy. Opening the links<br />
and relationships that give reality to<br />
the structure. Opening a structure that<br />
disarms on being opened. Opening<br />
a structure that denies the individual<br />
and values the conglomerate. Opening<br />
a structure that does not want to fail.<br />
Opening an analysis with no border, an<br />
analysis of density. Smelling a book of<br />
globalized social economy.<br />
Rafael Reverón-Pojan<br />
43<br />
Charles Sandison<br />
Genoma, 2006<br />
Single-channel video, limited edition<br />
4/5 + 1 AP<br />
“Sometimes I try to visualize the<br />
journey of a word as it leaves the lips<br />
of a speaker and moves towards a<br />
listener, or imagine, when standing in<br />
a public library, that all the books are<br />
quietly talking. The vision that occurs<br />
in my mind is that of a vast flock of<br />
birds, which seem to move chaotically,<br />
yet somehow manage not to collide.<br />
With Genoma I´m looking for the first,<br />
the first smell, the origin of everything”.<br />
Charles Sandison<br />
44<br />
Susana Solano<br />
Patena de trànsit, 1990<br />
Iron, 45 x 51 x 3 cm<br />
The smell and its character are<br />
transformed into rumors of time, and<br />
under this inferred sensation the<br />
beauty is gradually dissipated: the<br />
memory of a confidential moment.<br />
Susana Solano<br />
45<br />
Rainer Splitt<br />
Pouring Box (Black / Yellow), 2010<br />
Polycarbonate and enamel, 20 x 100<br />
x 20 cm<br />
Pouring (LH / Yellow), 2010<br />
Pigmented polyurethane, 130 x 65 x<br />
1 cm<br />
The liquid paint has been filled into<br />
a container and then poured out<br />
again.<br />
On the borders you see a surprisingly<br />
precise shape, indicating the absent<br />
volume.<br />
Being simultaneously absent and<br />
present: the nature of smell is a<br />
parallel one.<br />
Colour is phenomenon, but I see it<br />
as well as a manifestation of skin and<br />
body.<br />
Does all being exist as form? Does<br />
smell have a colour?<br />
138
Monochromatic artworks in colección olorVISUAL<br />
Providing to the colour the opportunity<br />
to define its own specific shape is a<br />
main topic of the work.<br />
Rainer Splitt<br />
46<br />
Claudia Terstappen<br />
Lugares de poder, 2001<br />
Baryta paper photography on<br />
aluminum, 120 x 120 cm<br />
Night<br />
When dew forces the scents<br />
and they write their names<br />
into the wind<br />
the landscape changes its face.<br />
Darkness swallows all color<br />
and constellations describe<br />
infinity —<br />
Then I think of journeys<br />
through the forest of my home.<br />
Claudia Terstappen<br />
47<br />
Wolfran Ullrich<br />
O.T. (Dark blue), 2004<br />
Lacquer, acrylic and steel,<br />
81 x 60 x 5,5 cm<br />
... Something about smell<br />
The pure colour is not only a<br />
manifestation of presence and space<br />
but an expression of emotionality. The<br />
colour represents sensations which<br />
are immediate connected with our<br />
perception.<br />
The colour of my works is precise,<br />
intense and matt. It refers always to<br />
a natural phenomenon: the strong<br />
colour of flowers, the atmospheric<br />
blue of sky, the black soot of fire or<br />
the brightness of a sunbeam.<br />
These sensations are not only optical<br />
but speak to all my senses. An<br />
intense red recalls perhaps a velvet,<br />
a lipstick or blood. It evokes a chain<br />
of feelings, including the taste and<br />
fragrance.<br />
My relieves are composed of two<br />
parts: the body of steel witch is to<br />
be seen in his pure form on the side<br />
vie and the monochrome colour. The<br />
tension exists between the presence<br />
of material (steel and colour pigments)<br />
and the immaterial colour space. In<br />
that tension flews the imagination of<br />
concrete sensations to overcome the<br />
rational space.<br />
The manufacturing of my works<br />
which I do personally by myself<br />
means also different steps. Cutting<br />
the steep, welding the plates,<br />
abrading the surface, cleaning with<br />
turpentine and painting with enamel<br />
are steps which are connected<br />
with different smell. A friend told<br />
me that he exactly knows what I<br />
am just working on when he enters<br />
my studio just be smelling it. I am<br />
always surrounded by smells, real or<br />
imagined.<br />
Wolfram Ullrich<br />
48<br />
David Ymbernon<br />
Untitled (Carretó), 2009<br />
Metallic wheelbarrow, feather, plastic<br />
and clothes pegs, 60 x 59 x 130 cm<br />
I see a man going by with a<br />
wheelbarrow full of feathers, and as<br />
he progresses on his way the feathers<br />
go flying off in the wind. So the man<br />
reaches the end of the road with the<br />
wheelbarrow empty again. And I think<br />
he has made his way with poetry, amid<br />
the smell of the countryside.<br />
David Ymbernon<br />
139
La necesidad de lo infinito<br />
Obras monocromas en colección olorVISUAL<br />
se terminó de imprimir el día nueve de marzo de dos mil<br />
dieciocho en Sevilla.
Uno de los objetivos que debemos buscar en toda exposición es despertar la curiosidad del espectador<br />
y sorprender o, al menos, provocar la reflexión y el debate. En esta muestra, los nuevos lenguajes y<br />
la variedad de disciplinas que la componen no dejarán impasible al público interesado en el arte.<br />
Algunas obras nos marcarán, otras nos dejarán indiferentes, pero quizás una segunda mirada nos<br />
revelará su auténtico sentido, su esencia.<br />
cicus<br />
años