Journal 44 (pdf) - MEDA Paraguay

Besinnung | Reflexión
Was ist Fortschritt? ¿Qué es progreso?
Fortschritt bedeutet in erster Linie
das Gegenteil von Rückgang oder
Stillstand. Insofern ist Fortschritt ein relativer
und wertneutraler Begriff : Vor einem Abgrund
ist Stillstand oder Rückgang defi nitiv
besser als Fortschritt.
In der Moderne, seit der Reformation
im 16. Jahrhundert und der humanistischen
Aufklärung im 18. Jahrhundert,
wird Fortschritt vielfach vergöttert.
Darwins Entwicklungsphilosophie sowie
der sekuläre Kultur- und Zivilisationsoptimismus
sind eng miteinander ver- Alfred Neufeld
knüpft: immer geht es um Fortschritt,
und manchmal sogar rassistisch und nationalistisch,
wie beim deutschen Philosophen Fichte,
der den Satz geprägt haben soll: ‚Am deutschen Wesen
muss die Welt genesen‘. Der Kommunismus, die Naziideologie,
die modernen ‚Entwicklungshilfen‘, aber auch
unsere alte lokale Parole ‚Paz y progreso con Stroessner‘
– alle hatten Fortschritt zum Ziel.
Inwiefern unterscheiden wir Christen uns von weltlichen
Fortschrittsmodellen und Philosophien? Welches Fortschritts-Konzept
hat MEDA Paraguay?
In der Bibel wird Fortschritt mit ‚viel Frucht bringen‘
(30 – 60 – 100 fältig) oder mit ‚geistlich wachsen‘ umschrieben.
Wachsen sollen wir in Erkenntnis, in Heiligkeit, in
Gnade, in der Liebe, in der Geduld, ja, ‚in allen Stücken‘. Die
Wachstumsvorgabe ist Christus, unser Haupt-Modell. Wachsen
in Wohlstand und Eigentum wird durchaus positiv gewertet,
wie etwa bei Abraham, Hiob, Salomo oder der tüchtigen
Hausfrau im Sprüchebuch.
Dennoch birgt Wirtschaft swachstum und Wohlstand
immer auch eine grosse geistliche Gefahr: man vergisst Gott,
wird selbstsicher, baut sein Wertgefühl auf Eigentumsbesitz,
wird geldgierig und unbarmherzig.
Zusammenfassend kann man sagen: Segen Gottes,
Fleiß, Solidarität und Wissen, sowie ein Gott wohlgefälliges
Leben bringen Fortschritt. Fortschritt ist aber auch eine der
entscheidenden geistlichen Bewährungsproben.
4 | September 2012 Setiembre 2012
Progreso en primer lugar signifi ca
lo contrario de retroceso o inacción.
El término progreso en sí es relativo y
neutral en cuanto a valores, por ejemplo frente
un abismo es mejor parar y retroceder en
vez de avanzar.
En los tiempos modernos, desde la reforma
en el Siglo 16 y la educación humanística
en el Siglo 18, el progreso en gran parte ha
sido idolatrado. La fi losofía de la evolución de
Darwin, como también el optimismo secular de
la cultura y civilización están íntimamente vinculados:
el objetivo siempre es el progreso, y a
veces incluso racista y nacionalista, como en el
caso del fi lósofo alemán Fichte, quien ha acuñado
la frase: “El espíritu alemán sanará al mundo.” El comunismo,
la ideología Nazi y las modernas “ayudas de desarrollo”, así como
también nuestro antiguo eslogan “paz y progreso con Stroessner”
– todos ellos tenían el progreso como meta.
¿Hasta que punto nos diferenciamos como cristianos
de los modelos de progreso y fi losofías mundanos? ¿Sobre
cual concepto de progreso opera MEDA-Py?
En la Biblia el progreso se relaciona con “dar mucho
fruto” (espigas con granos por 30, 60 y 100) o se describe
como “crecer espiritualmente”. Tenemos que crecer en conocimiento,
en santidad, en gracia, en amor, en paciencia, si, “en
todas las cosas”. La medida de crecimiento es Cristo, nuestro
modelo por excelencia. Aumentar en prosperidad y patrimonio
es valorado como positivo, como en el caso de Abraham,
Job, Salomón o la mujer virtuosa en el libro de Proverbios.
Sin embargo, el crecimiento económico, juntamente
con la prosperidad, inherentemente conllevan un gran riesgo
espiritual: uno se olvida de Dios, crece en auto-confi anza,
construye su autoestima en base a sus posesiones y llega a ser
codicioso y despiadado.
En conclusión se puede decir: la bendición de Dios, el
trabajo duro, la solidaridad y el conocimiento, como también
una vida agradable a Dios producen progreso. No obstante, el
progreso al mismo tiempo también representa una determinante
y crucial prueba espiritual.