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Breve+manual+(acrobat)

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Los minicuentos podrían ser comparados con un iceberg, sólo se<br />

ve una parte, pero las nueve partes restantes existen, son las que<br />

conforman y sostienen el cuento, pero están sumergidas, no se ven a<br />

simple vista. En el caso de los minicuentos sin fábula aparente esto es<br />

más evidente, no son cuentos sin argumento sino cuentos con una<br />

fábula implícita, que no está en el nivel superficial y que necesita del<br />

lector para surgir. La fábula se sugiere, pero es necesario que haya un<br />

lector que la complete.<br />

Es posible que aquí esté uno de los impedimentos para que el<br />

minicuento sea considerado un cuento. El argumento es parte esencial del<br />

cuento. “... acción, trama y conflicto son una y la misma cosa. Todo cuento<br />

narra una acción conflictiva y sólo en la trama la situación adquiere<br />

movimiento de cuento (.... ) la trama puede ser más o menos simple, más o<br />

menos compleja, pero nunca falta en un cuento”, dice Anderson Imbert<br />

(1979, 131). Opinión con la que coincide Mathews (1993): “el cuento no es<br />

nada si no hay una historia que contar; hasta puede decirse que el cuento no<br />

es nada si no tiene una trama...”. En algunos minicuentos tenemos una trama<br />

no evidente, no aparente, que hay que desentrañar, y eso da la impresión de<br />

que no existe.<br />

***<br />

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