Mircea Eliade - NACIMIENTO Y RENACIMIENTO - Universidad del ...
Mircea Eliade - NACIMIENTO Y RENACIMIENTO - Universidad del ...
Mircea Eliade - NACIMIENTO Y RENACIMIENTO - Universidad del ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
próxima entre los dioses <strong>del</strong> cielo y las ceremonias de iniciación.<br />
Iniciación y regeneración colectiva<br />
Las tribus que hasta ahora nos han proporcionado los ejemplos de los ritos de la<br />
pubertad no realizan ninguna operación iniciática excepto la extracción de un incisivo. Pero en<br />
una considerable parte de Australia, el rito tribal específico es la circuncisión, normalmente<br />
seguida de otra operación, la subincisión. En Australia también existen otras mutilaciones<br />
iniciáticas documentadas: tatuajes, arrancar el cabello, marcar la piel de la espalda con<br />
cicatrices. Como la circuncisión y la subincisión están cargadas de significados bastante<br />
complejos e implican la revelación de los valores religiosos de sangre y sexualidad, me dedicaré<br />
a ellas en el siguiente capítulo, en el que, en general, continuaré describiendo los ritos de la<br />
pubertad presentando ejemplos tomados de otras religiones primitivas y subrayando el<br />
simbolismo <strong>del</strong> renacimiento místico.<br />
Así pues, a fin de no complicar este capítulo en exceso, he subrayado sobre todo el<br />
simbolismo de la muerte. Es importante que quede claro que los ritos de la pubertad,<br />
precisamente porque marcan la introducción <strong>del</strong> neófito al reino de lo sagrado, señalan la<br />
muerte a la condición profana, es decir, la muerte a la infancia. Pero hemos visto que esta<br />
muerte iniciática de los muchachos es al mismo tiempo una ocasión para la celebración de un<br />
festival intertribal que regenera la vida religiosa colectiva.<br />
Por ello, las iniciaciones australianas son episodios de un misterio cósmico. Iniciados y<br />
novicios dejan atrás el paisaje familiar <strong>del</strong> campamento común y, en el terreno sagrado o en el<br />
desierto, reviven los sucesos primordiales, la historia mítica de la tribu. Reactua-lizar los mitos<br />
<strong>del</strong> origen implica, como hemos visto, participar en el tiempo soñado, en el tiempo consagrado<br />
por la presencia mística de los seres divinos y los antepasados. Para nuestro propósito no tiene<br />
importancia que los seres supremos <strong>del</strong> cielo no desempeñen el papel principal en todas las<br />
ceremonias iniciáticas; tampoco la tiene, como veremos con mayor detalle en el siguiente<br />
capítulo, que entre algunos pueblos ese papel sea menor que el de los antepasados o los de otras<br />
figuras míticas, algunas de las cuales tienen aspecto demoníaco. A mí me parece muy<br />
importante que, fuera cual fuese la identidad de esos seres sobrenaturales, para las respectivas<br />
tribus representan el mundo de las realidades trascendentes y sagradas. Igualmente importante<br />
es el hecho de que las ceremonias iniciáticas colectivas reactualizan los tiempos míticos durante<br />
los que los seres divinos crearon u organizaron la tierra. En otra palabras, se considera que la<br />
iniciación es llevada a cabo por esos seres divinos o en su presencia. Por eso, la muerte mística<br />
de los novicios no es algo negativo. Por el contrario, su muerte a la infancia, a la asexualidad, a<br />
la ignorancia -en resumen, a la condición profana- es la ocasión propicia para la regeneración<br />
total <strong>del</strong> cosmos y de la colectividad. Porque se repiten sus gestos, los dioses, los héroes<br />
civilizadores, los antepasados míticos, vuelven a estar presentes y activos sobre la tierra. La<br />
muerte mística de los muchachos y su despertar a la comunidad de hombres iniciados forma<br />
parte de una grandiosa reiteración de la cosmogonía, de la antropogonía, y de todas las<br />
creaciones que son características de la época primordial, <strong>del</strong> tiempo soñado. La iniciación<br />
recapitula la historia sagrada <strong>del</strong> mundo. Y a través de esta recapitulación, todo el mundo vuelve<br />
a ser consagrado. Los muchachos mueren a su condición profana y resucitan a un mundo nuevo;<br />
porque, a través de la revelación que han recibido durante su iniciación, pueden percibir el<br />
mundo como una obra sagrada, una creación de los dioses.<br />
Señalemos y recordemos este hecho, que viene a ser un motivo fundamental, documentado<br />
en todo tipo de iniciación: la experiencia de muerte y resurrección iniciáticas no sólo cambia básicamente<br />
el modo de ser fundamental <strong>del</strong> neófito, sino que al mismo tiempo le revela la<br />
sacralidad de la vida humana y <strong>del</strong> mundo, revelándole el gran misterio, común a todas las<br />
religiones, de que los hombres, junto con el cosmos y todas las formas de vida, son la creación<br />
de los dioses o de los seres sobrenaturales. Esta revelación es comunicada a través de los mitos<br />
<strong>del</strong> origen. Al aprender cómo empezaron a existir las cosas, el novicio aprende al mismo tiempo<br />
que él también es la creación de otro, el resultado de tal y cual suceso primordial, la<br />
consecuencia de una serie de acontecimientos mitológicos; en definitiva, de una historia<br />
sagrada. El descubrir que el hombre forma parte integral de una historia sagrada que sólo puede