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Mircea Eliade - NACIMIENTO Y RENACIMIENTO - Universidad del ...

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maternidad devoradora demuestran todavía con mayor claridad el carácter iniciático <strong>del</strong><br />

descenso en el cuerpo de la Gran Madre telúrica, inframundana. Hentze' 1 pudo demostrar que un<br />

cierto número de motivos iconográficos sudamericanos representan la boca de la Madre Tierra<br />

en forma de vagina dentata. El tema de la vagina dentata es bastante complejo, y no intentaré<br />

abordarlo aquí. Pero es importante observar que la ambivalencia de la Gran Madre telúrica<br />

aparece a veces expresada, mítica e iconográficamente, identificando su boca con la vagina<br />

dentata. En los mitos y sagas iniciáticos, el paso <strong>del</strong> héroe por su boca equivale a un nuevo<br />

nacimiento. Pero este paso es infinitamente peligroso.<br />

Para comprender la diferencia entre este tema iniciático y la pauta que hemos estudiado<br />

en uno de los capítulos precedentes, sólo necesitamos recordar la situación de los novicios<br />

encerrados en cabanas iniciáticas en forma de algún monstruo marino; se supone que son<br />

tragados por el monstruo y que están en su vientre, y por ello "muertos", digeridos, y en proceso<br />

de renacer. Un día el monstruo los devolverá; es decir, volverán a nacer. Pero en el grupo de<br />

mitos que estamos examinando ahora, el héroe se abre camino, vivo e intacto, en el interior de<br />

un monstruo o por el vientre de una diosa (que es, a la vez, la Madre Tierra y la Diosa de la<br />

Muerte); y muy a menudo consigue emerger ileso. Según varias variantes <strong>del</strong> Kalevala, el sabio<br />

Váinámóinen construye una embarcación y, tal como dice el texto: «Empieza a remar de un<br />

extremo de las entrañas al otro». La giganta se vio finalmente forzada a vomitarle en el mar. 7<br />

Otro mito finés relata la aventura <strong>del</strong> herrero Ilmarinen. Una muchacha a la que corteja le dice<br />

que se casará con él a condición de que camine «a lo largo de los dientes ralos de la vieja bruja<br />

de Hiisi». Ilmarinen emprende la marcha para encontrar a la bruja, y cuando se le acerca, ésta le<br />

traga. La bruja le dice que salga a través de su boca, pero Ilmarinen se niega. «¡Me haré mi<br />

propia puerta!», responde, y con las herramientas de herrero que se ha procurado mediante<br />

magia, le abre el estómago a la bruja y sale. Según otra variante, la muchacha estipula que<br />

Ilmarinen debe atrapar un enorme pez. Pero el pez le traga. Negándose a salir al exterior ni «a<br />

través <strong>del</strong> agujero negro» o «por la boca», Ilmarinen saltó en el vientre <strong>del</strong> pez hasta que esté<br />

reventó 8<br />

Este tema mítico está enormemente extendido, sobre todo por Oceanía. Bastará con que<br />

citemos una variante polinesia. La embarcación <strong>del</strong> héroe Nganaoa ha sido tragada por una<br />

especie de ballena, pero el héroe agarra el mástil y lo lanza a la boca <strong>del</strong> monstruo para que no<br />

pueda cerrarla. Luego se sumerge en el vientre de la bestia, donde encuentra a sus padres,<br />

todavía vivos. Nganaoa enciende una hoguera, mata a la ballena y sale por la boca 9 .<br />

El vientre <strong>del</strong> monstruo marino, como el cuerpo de la diosa telúrica, representa las<br />

entrañas de la tierra, el reino de los muertos, el infierno. En la literatura visionaria de la Edad<br />

Media, el infierno suele imaginarse en la forma de un enorme monstruo, cuyo prototipo<br />

probablemente sea el leviatán bíblico. Existe pues una serie de imágenes paralelas: el vientre de<br />

una giganta, de una diosa, de un monstruo marino, que simboliza el útero telúrico, la noche<br />

cósmica, el reino de los muertos. Entrar en este gigantesco cuerpo vivo equivale a descender a<br />

los infierno, enfrentarse a las ordalías destinadas a los muertos. El significado iniciático de este<br />

tipo de descenso al inframundo es claro: el que tiene éxito en dicha proeza ya no teme a la<br />

muerte, ha conquistado una especie de inmortalidad corporal, el objetivo de toda iniciación<br />

heroica desde los tiempos de Gilgamesh.<br />

Pero existe otro elemento que debemos tener en cuenta. El más allá también es un lugar<br />

de conocimiento y sabiduría. El señor de los infiernos es omnisciente; la muerte conoce el<br />

futuro. El algunos mitos y sagas, el héroe desciende al infierno para obtener sabiduría o<br />

aprender alguna enseñanza secreta. Vá'inámóinen cae en la boca gigante y es rápidamente<br />

tragado, pero una vez en el interior <strong>del</strong> estómago de Antero, se forja un traje mágico de hierro y<br />

le dice al brujo que permanecerá allí hasta que haya obtenido las tres palabras mágicas<br />

necesarias para acabar su embarcación. 10 En este caso, lo que Váinámoinen hace en carne y<br />

hueso, el chamán lo hace en trance; es decir, su espíritu abandona su cuerpo y desciende al<br />

inframundo. A veces este viaje extático en el más allá es imaginado como entrar en el cuerpo de<br />

un pez o de un monstruo marino. En una leyenda lapona, el hijo de un chamán despierta a su<br />

padre, que ha permanecido dormido durante largo tiempo, con las siguientes palabras:<br />

«¿Cuándo regresará mi padre de los recodos de las tripas <strong>del</strong> lucio, de la tercera curva de las<br />

entrañas?» 11 ¿Por qué habría iniciado el chamán ese viaje extático si no para obtener

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