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¿EN QUÉ TIEMPO NACIÓ YESHUA? - Congregación Mesiánica ...

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¡AY DEL QUE DA DE BEBER A SU PROJIMO!<br />

¡AY DE TI QUE LE ACERCAS TU HIEL Y LE EMBRIAGAS…!<br />

Habacuc 2:15<br />

Cuidadosamente, leyendo Las Escrituras nos damos cuenta que al Dios de Avraham, Isaac y Jacob, no le<br />

es agradable que nosotros como sus hijos bebamos bebidas fermentadas (con alcohol).<br />

Estudiaremos en este tema Proverbios 23:29-35<br />

¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas?<br />

¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen<br />

mucho en el vino, para los que van buscando la mistura. NO MIRES AL VINO CUANDO ROJEA,<br />

cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morderá, y<br />

como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades. Serás<br />

como el que yace en medio del mar; o como el que está en la punta del mastelero. Y dirás: Me hirieron,<br />

mas no me dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare, aún lo volveré a buscar.<br />

Los versículos de Proverbios 23:29-35 contienen el primer mandamiento inequívoco en la progresiva<br />

revelación de Dios QUE CON TODA CLARIDAD LE PROHÍBE A TODO EL PUEBLO QUE<br />

DESEE Y QUE TOME VINO FERMENTADO. Aquí Dios enseña con respecto a las bebidas<br />

alcohólicas y su influencia corrupta. En Proverbios 23:31 se lee: “NO MIRES AL VINO CUANDO<br />

ROJEA.” Este versículo advierte sobre el peligro del vino (en hebreo: yayin) cuando esta en el proceso<br />

de fermentación. Por lo tanto, el yayin a que se hace referencia en este pasaje debe distinguirse del yayin<br />

sin fermentar, “jugo de uva”. La fermentación es el proceso mediante el cual el azúcar del jugo de uva se<br />

convierte en alcohol y dióxido de carbono. El verbo “mirar” (en hebreo: ra’ah) es una palabra común y<br />

corriente que significa “ver, contemplar, examinar”. Puede emplearse Ra’ah en el sentido de “escoger”,<br />

sugiriendo que NO DEBE MIRARSE CON DESEO EL VINO FERMENTADO. DIOS ENSEÑA A<br />

SU PUEBLO QUE NI SIQUIERA CONSIDERE O PIENSE EL BEBER VINO FERMENTADO,<br />

NO SE TIENE EN CUENTA EL BEBER CON MODERACIÓN.<br />

El verbo rojear (en hebreo: ‘adem) se deriva de los adjetivos “rojo, rojizo o rosado”. Según el léxico de<br />

Gesenio, se refiere al “burbujear” del vino en una copa, es decir, a la fermentación causada por ese<br />

burbujear. La frase siguiente: “CUANDO RESPLANDECE SU COLOR EN LA COPA”, es<br />

literalmente: “cuando el vino da su ojo en la copa”. Esto se refiere a las burbujas de dióxido de carbono<br />

producidas por la fermentación o a la apariencia burbujeante DEL VINO FERMENTADO.<br />

En Proverbios 23:32, se lee: “AL FIN COMO SERPIENTE MORDERÁ”. Dios le ordena a su pueblo<br />

que NO MIRE al vino cuando rojea, porque el vino fermentado destruye a una persona como una<br />

serpiente y la envenena como una víbora. Los efectos del alcohol son demoníacos y destructivos;<br />

incluyen ojos amoratados, visión borrosa, mente turbada, y palabras perversas y engañosas (Proverbios<br />

23:29-33). El consumo del alcohol, poco o mucho, abre la vida a la embriaguez, la miseria, el pesar, la<br />

violencia, la contienda, la inmoralidad sexual, el adulterio, el incesto, el daño físico y el vicio, es decir, la<br />

búsqueda de otro trago dando así derecho a los demonios a perseguir aún a los hijos, por la mala cobertura<br />

de los padres, por el vicio de beber alcohol.<br />

En Proverbios 23:35, se lee: “LO VOLVERÉ A BUSCAR.” Este pasaje describe cómo crea hábito el<br />

vino fermentado. Con frecuencia el que bebe poco o mucho, procurará más y más hasta que ya no pueda<br />

dominar el hábito de beber. Recuérdate que es una droga autorizada. Por eso Dios dice: “No mires al<br />

vino”. Los creyentes en Yeshua el Mesías de Israel, no deben beber vino fermentado y ni siquiera pensar<br />

en beber NINGUNA bebida embriagante. Hay que estar en guardia contra las personas que reinterpretan<br />

el versículo 31 para que diga: “Mira al vino con dominio de ti mismo y con moderación cuando<br />

resplandece en la copa”. ¡Cuidado con esas personas que acomodan las instrucciones de Dios a sus<br />

mentes! “¡Ay del que da de bebe a su prójimo!” ; “Ay de ti, que le acercas tu hiel, y le embriagas!”<br />

Habacuc 2:15

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