12.04.2013 Views

Los caballos no compran periódicos - Asociación de la Prensa de ...

Los caballos no compran periódicos - Asociación de la Prensa de ...

Los caballos no compran periódicos - Asociación de la Prensa de ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LOS CABALLOS NO COMPRAN PERIÓDICOS<br />

Darío Vidal<br />

dario@sing<strong>la</strong>dura.com<br />

Programa con suicida<br />

Estábamos en plena emisión. Era un programa dinámico, muy participativo y absolutamente<br />

abierto, en el que glosábamos <strong>la</strong> actualidad en su más amplio espectro y sin<br />

circunscribir los asuntos a ningún ámbito, <strong>de</strong> modo que podíamos hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong>l gato que<br />

los bomberos habían rescatado <strong>de</strong> <strong>la</strong> copa <strong>de</strong> un árbol, <strong>de</strong> lo que habíamos visto al ir<br />

a <strong>la</strong> emisora, <strong>de</strong>l postrer hal<strong>la</strong>zgo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ciencia, o <strong>de</strong>l último episodio <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra que<br />

los Estados Unidos estaban librando contra el Mal para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r <strong>la</strong> Cultura <strong>de</strong><br />

Occi<strong>de</strong>nte. Poníamos música entretanto para separar los bloques y naturalmente ajustábamos<br />

el to<strong>no</strong> <strong>de</strong> nuestra tertulia a <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong> los hechos que comentábamos,<br />

mientras <strong>de</strong>sfi<strong>la</strong>ban los invitados por el estudio y atendíamos a <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas <strong>de</strong> los<br />

oyentes que <strong>de</strong>seaban intervenir.<br />

Un día, cuando el ritmo era más frenético, me hicieron una señal <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> pecera <strong>de</strong><br />

control y me pasaron una l<strong>la</strong>mada. No oía nada y apremié varias veces “Dígame, dígame2.<br />

Miraba yo perplejo al control encogiéndome <strong>de</strong> hombros y ellos me hacían señales<br />

<strong>de</strong> que tenía a alguien en <strong>la</strong> línea. De pronto me pareció oir una respiración entrecortada<br />

y un sollozo. Jamás había experimentado tanta turbación. “Oiga, oígame ¿qué<br />

suce<strong>de</strong>? ¿Le ocurre algo?”.<br />

Tardó u<strong>no</strong>s instantes como para serenarse y luego, con <strong>la</strong> voz quebrada pero con una<br />

<strong>de</strong>terminación y una frialdad que me erizó el vello, musitó: “Estoy suicidándome”.<br />

Muchos años <strong>de</strong> vida en <strong>la</strong> radio <strong>no</strong> me habían preparado para aquel momento. Supe<br />

enseguida que <strong>no</strong> se trataba <strong>de</strong> <strong>la</strong> ocurrencia <strong>de</strong> un bromista. Un impostor <strong>no</strong> pue<strong>de</strong><br />

nunca producir<strong>no</strong>s un escalofrío como aquel. De modo que allí, al otro <strong>la</strong>do, en algún<br />

lugar impracticable, había un hombre quitándose <strong>la</strong> vida que había solicitado hab<strong>la</strong>r<br />

conmigo. No sabía cómo ni si su estado tenía vuelta atrás. Y miré <strong>de</strong>so<strong>la</strong>do a mis compañeros<br />

alzando <strong>la</strong>s cejas como pidiendo socorro y anegado por un abismal sentimiento<br />

<strong>de</strong> soledad.<br />

“Usted miente”, dijo. Me sentí paralizado. “Cuando ha dicho que cada día es el primero<br />

<strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> nuestra vida, miente ...” Aquel<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras me dieron una i<strong>de</strong>a y<br />

quise comenzar a hab<strong>la</strong>rle, pero me cortó: “Y voy a hacerlo. Ahora mismo. Pero<br />

antes quiero <strong>de</strong>cirle que usted miente”.<br />

Era un solitario que buscaba un asi<strong>de</strong>ro para vivir. No era un impostor aunque en el<br />

fondo <strong>no</strong> quisiera morir, pero en aquel instante podía matarse. Luego los fuí co<strong>no</strong>ciendo.<br />

30

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!