En esta catequesis: 1.- Instrucción sobre la Oración 2.- La Oración ...

del hombre a la que Lucifer envía los humos de su
orgullo, dando en la mente inicio al pecado de rebeldía
hacia Dios.
Jesús Dice, (por la corona de espinas sobre su Sagrada
Cabeza) “Yo he destruido la muerte de cada uno de
vosotros por mi muerte. Yo aniquile vuestros pecados por
Mi Sangre. Yo los extraje de vuestras frentes”…
1Ped.1:22-23 ‘Ahora, al obedecer al mensaje de la verdad,
habéis purificado vuestras almas para amar sinceramente a
los hermanos. Amaos, pues, unos a otros con corazón puro
y con todas vuestras fuerzas, pues habéis vuelto a nacer,
y esta vez no de padres mortales, sino de la Palabra de
Dios, viva y permanente.’
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La Fe.
Jesús Dice, “Sí. Detrás del disfraz de las razas, de las
hegemonías, del reclamo de derechos, detrás del móvil de
las argucias políticas, se ocultan, en realidad, Cielo e
Infierno que combaten entre ellos. Y bastaría que la
mitad de los creyentes en el verdadero Dios –Pero ¿Qué
digo? Menos de esto, menos de un cuarto de los creyentes-
fuera realmente creyente en mi Nombre para que las armas
de Satanás fueran domadas. Pero ¿Dónde está la fe?”
Todo Cristiano está obligado a no exponerse a perder las
virtudes teologales de la Fe, la Esperanza y la Caridad –
porque quien las pierde, lo pierde todo- antes bien, es
su responsabilidad el acrecentar su fe por el
conocimiento de Dios y en la confianza en su todo poder,
y pedir siempre por un aumento de estas virtudes,
cimiento de la vida del espíritu.
Fe, esperanza y caridad están unidas. La esperanza se
relaciona con la virtud de la paciencia, esperanza de
poder realizar lo que Dios le pide y que no desfallece
ante el aparente fracaso, y con la humildad, que reconoce
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