En esta catequesis: 1.- Instrucción sobre la Oración 2.- La Oración ...

1.- “Arrepentíos y haced penitencia. Sin estas dos cosas,
cada plegaria vuestra, cada acto religioso vuestro es
mentira y ofensa que hacéis a Dios.
2.- El rencor y el odio deben ser expulsados del corazón
para que la oración sea agradable a Dios, pues de lo
contrario ¿qué diríais vosotros si alguno os regalase un
ramo de flores o un canasto de frutas llenas de
porquería, o agusanadas? Dirías que hubiese hecho mejor
si no las hubiera ofrecido porque os repugna y ofende.
Pues bien, Dios dice lo mismo de vuestras oraciones
cuando las hacéis con el corazón cargado de odio o rencor
hacia el prójimo. En resumen: es condición esencial para
ser escuchados, no tener odio en el corazón, pues mata el
amor.
Yo os digo, y es una vieja lección que os repito ahora:
cualquier cosa que pidiereis por medio de la oración,
confiad en que la obtendréis. Si antes de orar tuvieseis
algo contra alguien, perdonad antes y haced las paces,
para que vuestro Padre que está en los Cielos os sea
favorable; vuestro Padre que tanto os perdona, que con
tantos bienes os colma desde que nace el sol hasta que se
pone, desde la aurora hasta el anochecer.
3.- La oración es acción de amor. Y se puede amar tanto
al orar, como haciendo pan; tanto en la meditación, como
asistiendo a un enfermo; tanto en la peregrinación que se
hace a algún lugar de oración, como socorriendo a una
familia.
4.- Debéis orar ya con los labios, ya con el trabajo,
pero siempre con todo vuestro ser, al impulso del corazón
que ama a Dios, que lo siente como al Padre que es, pero
que recuerda que es el Creador y sabiéndose siempre la
criatura y con amor reverencial se pone siempre ante su
presencia, bien ore, bien se entregue a sus negocios,
bien camine o esté descansando, bien tenga ganancias o
bien haga favores a otros. He dicho por impulso del
corazón, porque es la cualidad primera y esencial, porque
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