En esta catequesis: 1.- Instrucción sobre la Oración 2.- La Oración ...

que Mi Poder opere en favor de esa importante parte de Mi
trabajo en el que tú compartes’.
Poner especial cuidado de pedir diariamente por un
aumento de Fe, de Esperanza y de Caridad, y los dones del
Espíritu Santo que vienen a ser como el poseer ojos,
oídos, brazos, y piernas y manos. Sin todo esto el hombre
está privado de sus poderes, e igual el alma sin lo que
para ella le es propio y necesario. Y así como es
necesario y una ventaja tener un corazón sano y fuerte y
una visión y audición lo más perfecto posibles, igual lo
es para el espíritu del hombre las virtudes de la Fe,
Esperanza y Caridad.
Pídase, pues, lo que el hombre que a Jesús llevó a su
hijo poseído por un demonio que lo atormentaba y quería
matarlo, a la pregunta de Jesús de, ‘¿Crees que Yo pueda
sanar a tu hijo?’, el padre contesta, ‘Sí, Señor, yo
creo, pero aumenta mi fe para que yo pueda obtener el
milagro’. Y Jesús le aumenta la fe y le concede el
milagro. Con los de fe simple y que se confían a Él por
su espíritu como de niño, Él siempre se excede en
generosidad, porque los ‘grandes’ en sabiduría también lo
son en orgullo, y terminan por usar mal el regalo, y Él
no quiere ni da pie a que por medio de Él, el hombre
pueda causarse daño. Él derrama sus Gracias sobre los
miserables, es decir, los que se saben que por sí mismos
son nada, y reconocen estar necesitados de todas las
cosas buenas que Dios, el Sumo Bien, tiene para sus
hijos.
1Jn.4:16-18 “Así hemos llegado a saber y creer que Dios
nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor vive en
Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el
amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos
confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como
es Jesucristo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario,
el amor perfecto echa fuera el temor, pues el temor
supone castigo. Por eso, el que teme no ha aprendido a
amar perfectamente”.
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