Isis sin velo III - masoneria activa biblioteca
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nueva Iglesia sobre la Petra o Kiffa, que mediante un sencillo juego de palabras se relacionaba con Petroma o<br />
doble tabla de piedra que el hierofante empleaba en el misterio final de la iniciación. Aquí se encierra acaso<br />
todo el secreto de las alegaciones del Vaticano. Sobre el particular, dice muy oportunamente Wilder:<br />
En los países orientales se designaba al hierofante con el título de ... (Pedro) que en caldeo y fenicio significa<br />
intérprete. Hay en todo esto reminiscencias de la ley mosaica, así como respecto de las atribuciones que el<br />
papa se arroga para ser el hierofante o intérprete de la religión cristiana (85).<br />
Hasta cierto punto hemos de concederle el derecho de interpretación, pues la Iglesia latina incorporó en sus<br />
ceremonias, símbolos, ritos, templos y vestiduras sacerdotales, las tradiciones del culto pagano y aun su culto<br />
público y externo. De lo contrario, sus dogmas serían más lógicos y no tan ofensivos a la majestad del supremo<br />
e invisible Dios.<br />
En el sarcófago de la reina Mentuhept, de la oncena dinastía (86), se encontró una inscripción jeroglífica<br />
copiada del Libro de los muertos (87), cuya interpretación es como sigue:<br />
PTR RF SU<br />
Peter- ref- su.<br />
Bunsen entremezcla este sagrado formulario con toda una serie de interpretaciones glosadas de un<br />
monumento de cuarenta siglos de antigüedad, y dice sobre el caso:<br />
Esto equivale a creer que la verdadera interpretación ya no era inteligible en aquella época... Conviene, por lo<br />
tanto, advertir que el sagrado texto de un himno compuesto por el espíritu de un difunto era, hace 4.000 años,<br />
del todo ininteligible para los copistas del rey (88).<br />
Cierto es que era ininteligible para los copistas profanos, como lo demuestran las confusas y contradictorias<br />
interpretaciones de los comentadores, pues la palabra PTR (89) la conocían únicamente los hierofantes de los<br />
santuarios, y la escogió Jesús para designar el cargo conferido a uno de sus apóstoles.<br />
Sobre el significado de esta palabra, dice Bunsen:<br />
Opino que PTR es literalmente el antiguo arameo y hebreo Patar que encontramos en la historia de José en<br />
significación específica de interpretar. De aquí que pitrum equivalga a interpretación de un texto o de un sueño<br />
(90).<br />
En varios pasajes de un manuscrito cuyo texto es en parte griego y en parte demótico (91), tuvimos ocasión<br />
de leer frases que bien pudieran esclarecer la materia de que vamos tratando. Uno de los personajes de la<br />
narración, el judío iluminador Telciotes, se comunica con su Patar (92). Algunos pasajes representan al<br />
iluminador en una ... (cueva, donde sólo interrumpe su contemplativo aislamiento para enseñar a los discípulos<br />
de afuera, no personalmente, <strong>sin</strong>o por mediación del patar, que recibe las lecciones de sabiduría aplicando el<br />
oído a un agujero circular abierto en la cortina que oculta al maestro de la vista de los discípulos, a quienes el<br />
patar transmite oralmente las enseñanzas. Tal era, con leves variantes, el procedimiento seguido por Pitágoras,<br />
quien, según sabemos, jamás permitía que le vieran los neófitos <strong>sin</strong>o que les aleccionaba tras la cortina de<br />
separación entre la cueva y el auditorio.<br />
No sabemos si el judío iluminador del manuscrito greco-demótico alude o no a Jesús; pero sea como fuese,<br />
subsiste la misteriosa denominación que más tarde aplicó la Igflesia católica al portero del cielo e intérprete de<br />
la voluntad de Jesucristo. La palabra patar o peter coloca a maestro y discípulo en la esfera de iniciación en la<br />
doctrina secreta. El sumo hierofante de los Misterios no permitía jamás que le viesen ni oyesen los candidatos,<br />
para quienes era el Deus ex machina, la invisible Divinidad, que presidía las ceremonias por medio de su<br />
vicario. Al cabo de dos mil años vemos que los Dalai-Lamasdel Tíbet siguen todavía el mismo procedimiento en<br />
los misterios de su religión. Si Jesús conocía el secreto significado del nuevo nombre que dio a Simón, debió<br />
de ser iniciado, pues de lo contrario lo ignorara; y, por lo tanto, ya hubiese recibido la iniciación de los<br />
pitagóricos esenios, de los magos caldeos o de los sacerdotes egipcios, su doctrina no pudo ser ni más ni<br />
menos que una parte de la secreta enseñada por los hierofantes paganos a los pocos y escogidos adeptos que<br />
entraban en el sagrado adyta.<br />
RITOS PAGANOS Y CRISTIANOS<br />
Más adelante discutiremos esta materia. Por ahora nos limitaremos a indicar someramente la extraordinaria<br />
semejanza o, mejor dicho, identidad de los ritos religiosos y vestiduras sacerdotales del clero cristiano con los<br />
de los asirios, fenicios, egipcios y otros pueblos de la antigüedad.<br />
Las tablillas asirias nos muestran el modelo de la tiara pontificia, sobre la cual dice Inman:<br />
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