¿Qué quedó del discurso revolucionario del PRI ... - Revista EL BUHO
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animales, y no los hombres. De estos brevicuen-<br />
tos, viene un buen número en el libro que hoy<br />
estamos celebrando:<br />
“Renovarse o morir”<br />
La veneración a la familia coadyuvó para que sus<br />
prédicas moralizantes convirtieran mi bondad natu-<br />
ral en el blanco donde la maledicencia <strong>del</strong> prójimo<br />
ejercitaba a diario sus refinados ataques. Cansado<br />
de oponer mi mansedumbre a la violencia, ni los<br />
estoicos con sus pretensiones de autodominio, ni<br />
Kipling con su poema “Si…”, impidieron<br />
que me inscribiera en un curso intensivo<br />
de “HÁGASE <strong>EL</strong> LOBO D<strong>EL</strong> HOMBRE EN<br />
DOS SEMANAS”.<br />
Después de haber aprobado el curso<br />
(con mención honorífica), esperaba yo un<br />
cierto respeto de los demás, pero no este<br />
sometimiento conmovedor y la admiración<br />
que ahora me tributan.<br />
No pocas veces el autor se detendrá<br />
a pensarlo dos veces: ¿No seré yo el que<br />
vive en el horror? ¿O yo el que vive en<br />
el horror? Juega a la insana metáfora<br />
de ser él quien se coloca en la jaula y<br />
se deja mirar por las mayorías. Se sale<br />
y se mira, mira a su doble; luego vuelva<br />
a la jaula y mira a alguien como él, que lo<br />
observa. Finalmente, no decide, y escribe:<br />
“Cadena subversiva”<br />
A la mala comida ya estamos acostumbra-<br />
dos; los baños de agua fría y las descargas<br />
eléctricas resultan, finalmente, vigorizan-<br />
tes y compensatorias con el resto <strong>del</strong> tra-<br />
tamiento. Sin embargo, partiendo de que<br />
cada cabeza es un mundo (en caos), aunque sosten-<br />
gamos con frecuencia criterios pluriopuestos, coin-<br />
cidimos en oponernos a la cara de loco que ponen<br />
nuestros parientes cuando nos visitan.<br />
DESPUÉS DE LEER LA PRESENTE CIRCULAR,<br />
HACER DIEZ COPIAS Y DISTRIBUIRLAS.<br />
Aunque nuestro autor se refugia y se fortifica<br />
enderezando la espalda e impostando la voz, no<br />
deja de pasar tragos amargos, no deja de contemplar<br />
dudas espinosas y sufrir otras tormentas interio-<br />
res. Casi aseguraría que Roberto sin su literatura,<br />
Mauricio Vega<br />
letras, libros y revistas 55