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EL HOMBRE COMO SER-TRASCENDENTE: UNA PERSPECTIVA JUDEOCRISTIANA<br />
Ludwig Schmidt H<br />
2) Debe determinarse un tipo ideal de religión mediante la determinación de las<br />
características más universales y por consiguiente aplicables a la mayoría de las religiones.<br />
3) Tratar de establecer aquella o aquellas funciones que habrían de corresponder a la praxis<br />
fundamental de toda religión.<br />
De allí se deducen dos definiciones de índole funcional sustantiva: «Religión es lo que más<br />
profundamente, más íntimamente y del modo más extremo afecta al hombre» (Cit Tillich en<br />
Yinger, 1957: 91). Así mismo, «Religión es el sistema de creencias y prácticas condivididas y<br />
operadas habitualmente por una pluralidad organizada de personas que se suponen establecen<br />
relaciones con valores y muchas veces con, seres supra empíricos» (Cit Boulanyer en Yinger,<br />
1957: 91). Estas definiciones permiten distinguir los elementos fundamentales de toda religión:<br />
(a) el sistema de convicciones o creencias, o doctrina; (b) el conjunto de prácticas rituales, o culto;<br />
(c) la adhesión o pertenencia a un grupo social religioso.<br />
A nivel estructural se deducen las siguientes dimensiones:<br />
1. Doctrinal (ideológica). Básicamente, la respuesta que la religión o las religiones<br />
proporcionan a las exigencias, interrogantes y necesidades de la naturaleza existencial del<br />
hombre.<br />
2. Cultual (ritual). El encuentro del hombre con lo numinoso y sacro se plasma por la<br />
mediación de los ritos. En otras palabras, una exigencia ontológica de los dogmas y mitos.<br />
3. Experiencial. Se traduce en la “vivencia religiosa”, se fundamenta particularmente por el<br />
sentimiento de necesidad de una relación con el Trascendente; por la conciencia o<br />
reconocimiento de lo divino; y por la confianza y temor que marcan frecuentemente las<br />
relaciones entre el hombre y la divinidad.<br />
Esta dimensión se expresa en varios niveles o planos:<br />
a) Antropológico. Desde la persona como tal, las relaciones que establece con ella misma,<br />
con los demás y con el Trascendente.<br />
b) Intelectual o Ético. El conjunto de principios que rigen el comportamiento global del<br />
individuo y de la sociedad, y que orienta su praxis. Estos principios éticos pueden tener su<br />
origen en el sistema de creencias y en las exigencias dinámicas y existenciales de la<br />
persona y la sociedad.<br />
c) Consecuencial o comunitario. La vivencia de los valores va más allá de lo individual. El<br />
carácter social del fenómeno religioso exige una estructuración de pluralidades de<br />
personas organizadas que sean espacio donde la doctrina, el culto y las normas éticas<br />
puedan ser compartidas.<br />
El hombre de hoy considera el mundo como tarea y responsabilidad suya; tiene la convicción de<br />
ser protagonista de la historia; advierte que todo debería ordenarse al servicio del hombre.<br />
Debido al abismo que se ha creado entre religión y vida, culto y vida, el hombre moderno,<br />
considerando la religión como separación del mundo, de los lugares y de las actividades profanos,<br />
está convencido de que ésta "aparta de la edificación de la ciudad terrena" (Gaudium et spes 20).<br />
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