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8 <strong>SPAN364</strong>: COLUMBUS AND LAS CASAS<br />
Alzó las anclas de aquel puerto y navegó al poniente para ir dizque a la ciudad donde le parecía que le<br />
decían los indios que estaba aquel rey. […] Envió dos barcas a una población por haber lengua, y a una<br />
de ellas un indio de los que traía, porque ya los entendían algo y mostraban estar contentos con los<br />
cristianos; de las cuales todos los hombres y mujeres y criaturas huyeron, desmampar<strong>and</strong>o las casas con<br />
todo lo que tenían. Y m<strong>and</strong>ó el Almirante que no se tocase en cosa. <strong>Las</strong> casas dizque eran ya más<br />
hermosas que las que había visto, y creía que cuanto más se allegase a la Tierra Firme serían mejores.<br />
Eran hechas a manera de alfaneques muy gr<strong>and</strong>es, y parecían tiendas en real sin concierto de calles sino<br />
una acá y otra acullá, y de dentro muy barridas y limpias y sus aderezos muy compuestos. Todas son de<br />
ramos de palma, muy hermosas. Hallaron muchas estatuas en figura de mujeres y muchas cabezas en<br />
manera de carantoña muy bien labradas; no sé si esto tienen por hermosura o adoran en ellas. 27 Había<br />
perros que jamás ladraron. Había avecitas salvajes mansas por sus casas. Había maravillosos aderezos de<br />
redes y anzuelos y artificios de pescar. […]<br />
Martes, 30 de octubre<br />
Salió del río de Mares28 al noroeste, y vio un cabo lleno de palmas y púsole [nombre] Cabo de Palmas,<br />
después de haber <strong>and</strong>ado 15 leguas. Los indios que iban en la carabela Pinta dijeron que detrás de aquel<br />
cabo había un río, y del río a Cuba había cuatro jornadas; y dijo el capitán de la Pinta que entendía que<br />
esta Cuba era ciudad, y que aquella tierra era Tierra Firme muy gr<strong>and</strong>e que va mucho al norte, y que el<br />
rey de aquella tierra tenía guerra con el Gran Can, al cual ellos llamaban Cami, y a su tierra o ciudad Faba<br />
y otros muchos nombres. 29 Determinó el Almirante de llegar a aquel río y enviar un presente al rey de la<br />
tierra y enviarle la carta de los reyes; y para ello tenía un marinero que había <strong>and</strong>ado en Guinea en lo<br />
mismo, y ciertos indios de Guanahaní que querían ir con él, con que después los tornasen a su tierra.<br />
Al parecer del Almirante, distaba de la línea equinoccial 42 grados hacia la b<strong>and</strong>a del norte —si no está<br />
corrupta la letra de donde trasladé esto. Y dice que había de trabajar de ir al Gran Can, que pensaba que<br />
estaba por allí, o a la ciudad de Cathay, que es del Gran Can, que dizque es muy gr<strong>and</strong>e según le fue<br />
dicho antes que partiese de España. 30 […]<br />
[…]<br />
Jueves, 1 de noviembre<br />
En saliendo el sol envió el Almirante las barcas a tierra a las casas que allí estaban, y hallaron que eran<br />
toda la gente huida. […] Vinieron luego a los navíos más de 16 almadías o canoas con algodón hilado y<br />
otras cosillas suyas; de las cuales m<strong>and</strong>ó el Almirante que no se tomase nada, porque supiesen que no<br />
buscaba el Almirante salvo oro, a que ellos llaman nucay. 31 […]<br />
27 A portrait of a typical Taino-Arawak bohio (communal round-house) with its fetishes (cemis or chemi’ns); for<br />
recent excavations see http://www.archaeology.org/9809/newsbriefs/taino.html.<br />
28 I.e. ‘Tuesday river’, identified as present-day Puerto Gibara.<br />
29 <strong>Las</strong> <strong>Casas</strong> wrote in the margin, ‘Muy a oscuras <strong>and</strong>aban todos por no entender a los indios; yo creo que la Cuba<br />
que los indios les decían era la provincia de Cubanacan, de aquella isla de Cuba, que tiene minas de oro, etc.’. In<br />
Historia de las Indias he wrote, ‘Oían Cubanacan y […] entendíanlo muy al revés y aplicábanlo que hablaban del Gran<br />
Can.’<br />
30 <strong>Las</strong> <strong>Casas</strong> was right to be incredulous of the calculation 42ºN, which is repeated on 2 November (omitted). Was<br />
it deliberate obfuscation, or wish-fulfilment seeking to locate Cipangu or Cathay (Mongol Khitai, northern China) at<br />
the latitude they were given on <strong>Columbus</strong>’s maps (see n13 above, <strong>and</strong> the esperas ‘globes’ <strong>and</strong> mapamundos, end of 24<br />
October & n22)? The latitude is corrected to 26ºN in Carta a Santángel §13 & n15; the true reading is nearer 23ºN.<br />
31 <strong>Las</strong> <strong>Casas</strong>, Historia de las Indias I.44 commented, ‘Yo creo que los cristianos no entendían, porque como todas estas<br />
islas hablasen una lengua, la desta isla Española, donde llaman el oro caona, no debían de decir los indios por el oro<br />
nucay’ (cf. ‘Llamava al oro tuob y no entendía por caona como le llaman en la primera parte de la isla, ni por noçay<br />
como lo nombravan en San Salvador y en las otras islas’, 13 January & n55). The role of lenguas or interpreters, most<br />
of whom were captured Indians (<strong>Columbus</strong> also mentions a Portuguese degredado who served as a translator in West<br />
African ‘Guinea’, 30 October; <strong>and</strong> the Arabic-speaking Jew Luis de Torres, 2 November), was crucial in forming the<br />
mental image of the new l<strong>and</strong>s. Within weeks of his arrival in the Caribbean <strong>Columbus</strong> began to pick up Taino-<br />
Arawak words, many of which have since passed into Castilian <strong>and</strong> other languages (see Textos y documentos, 43–46).<br />
© Jeremy Lawrance 2002