maqueta definitiva.pdf - Colegio Nuestra Señora del Pilar

44 nombres con
mayúscula
Ricardo Cué, director artístico de
Blancanieves. Suponemos que también un
gran apoyo.
Con Ricardo llevo muchos años de relación.
Nos conocimos cuando yo me presenté al concurso
de París, y la verdad es que en esa época
me echó una mano y después también. Hemos
ido trabajando puntualmente: él organiza galas,
es productor de danza, crea proyectos y esta vez
se juntó con Emilio y enseguida vinieron a hablar
conmigo.
¿Es cierto que Iñaki Urlezaga, uno de sus
compañeros, y usted, se “pican” por hacer el
más difícil todavía en el escenario?
Eso pasa con algunos partenaires, cuando
son parteneires con mucha técnica. Me pasa con
Iñaki, me pasa con Carlos Acosta, con José
Manuel Carreño…gente que es brillante técnicamente.
Y no es un mal pique, sino al revés: uno
se alimenta de la energía del otro; entonces si él,
justo antes que yo, hace unos saltos, luego yo
hago unos giros, y detrás tiene que llegar él y hacer
también unos giros. Si la persona que ha salido
antes que tú lo ha hecho fenomenal, te llena
de energía y quieres hacerlo igual, quieres
sentir eso; y si a mí me sale, a él le llena, y entonces
eso va creciendo, que es lo bueno de las
relaciones de pareja, que crean una química especial.
¿Es posible que con ese esfuerzo por superarse
se lesionara en el escenario?
No. La verdad es que, aunque no lo parezca,
yo soy una bailarina bastante segura.
Siempre hago menos de lo que sé que puedo hacer.
Tomo todos los riesgos en clase, cuando es-
toy ensayando, pero luego en el escenario hago
un poco por debajo, hasta donde sé que lo puedo
controlar. Generalmente no empujo hasta
que me vaya a matar porque no merece la pena.
A mí me gustan las cosas que sean virtuosas, pero
bien acabadas, antes que las que son muy virtuosas
pero acaban de cualquier manera.
Los actos sociales que la rodean ¿son o no una
carga?
Son una responsabilidad. No es lo que más
me gusta hacer en este mundo. Yo prefiero irme
con mis amigos, irme al cine, estar con mi familia,
sobre todo cuando estoy en España, pero
si queremos que en el futuro la danza tenga un
apoyo privado, que es necesario, de sponsors, de
fundaciones…todo eso que hace que la danza
vaya tan bien como en los países anglosajones,
que es ese apoyo de intereses privados. Yo, como
artista, tengo una responsabilidad, y tengo
que respetar a esa gente: no puedo pedirles su
dinero pero no decirles ni hola. Si van a confiar