maqueta definitiva.pdf - Colegio Nuestra Señora del Pilar

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allá de
castelló
Cada vez que pasamos delante de alguna
persona que vive en la calle solemos pensar
que esta ahí porque quiere, que debería
buscar trabajo y cosas similares. Sin embargo,
rara vez nos animamos a acercamos a
hablarles o se nos ocurre pensar que podemos
ayudarles, y lo cierto es que normalmente
es mucho mejor darles conversación
que darles dinero.
No quiero decir que no haya que ayudarles
económicamente, sino que hay cosas
que les ayudarían mucho más que el dinero
y que a nosotros nos reportarían la sensación
de satisfacción que nos invade hacemos
una buena acción.
Quizá si no buscásemos siempre esa
sensación seríamos más felices y podríamos
ayudarles bastante más, puesto que si pensamos
más en ellas como personas y no como
indigentes, mendigos etc. nos abriríamos
más a ellos y les daríamos el calor que de
verdad necesitan. En el fondo, cuando damos
dinero solemos pensar que se lo gastarán
en alcohol, y cosas parecidas, pero lo
cierto es que si lo hacen es simplemente porque
lo necesitan, porque tienen que buscar
el calor humano que no les damos en drogas.
También hay que pensar que la mayoría
no tiene motivación ninguna para dejar
la bebida ni las drogas, por lo que pienso
que nosotros deberíamos de ser esa motivación.
En ocasiones creemos también que la
mayoría no tiene estudios ni motivaciones
reales para no estar en la calle, pero la mayoría
tiene titulaciones, y normalmente las
Sin hogar, sin esperanza
razones por las que están en la calle son muy
diferentes a las que pensamos. A veces son
cosas triviales como lesiones o agravios físicos
que les impiden trabajar y se ven sin dinero
y sin hogar. Otras veces son achaques
psicológicos tan importantes los que provocan
que se derrumben como los malos tratos,
los desengaños amorosos, o las separaciones,
que les dejan prácticamente sin nada,
y en la calle.
Además existe el problema que el gobierno
no ayuda prácticamente en nada a la
gente sin hogar, y toma medidas aunque
ocultas para evitar que duerman en la calle
y no para ayudarles a salir de ella. Algunas
son tan encubiertas como el hecho de que