Sea Wolves digital 4
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la existencia de un tesoro escondido y preguntó al molinero cual había sido el lugar exacto del<br />
disparo, desenterrando allí en una madrugada una antigua orza llena de oro molido.<br />
Los tres diamantes negros<br />
Cuentan que sintiendo el rey Muley-Hassem que su fin estaba próximo, hizo llamar a<br />
su hijo el príncipe Abul Haxig a su retiro del castillo de Mondújar. Recibiéndolo en su lecho de<br />
muerte le contó la historia de cómo un rico labrador llamado Al Hamar llegó a ser rey de<br />
Granada. Fiel practicante de su fe, Al Hamar desesperado ante el avance cristiano oraba un<br />
día a Alá suplicando algún medio para detenerlos. Escuchó entoces una fuerte voz, a la vez<br />
que se le aparecía un espectro que, entregándole tres diamantes negros de inigualable belleza,<br />
le hizo prometer que en la hora de su muerte los legaría a su sucesor, repitiéndose esto de<br />
generación en generación.<br />
Sólo de este modo la bandera del Islam ondearía para siempre en esa tierra. Acabada<br />
su historia, Muley-Hassem contó a su hijo cómo a causa de la inestabilidad que se respiraba en<br />
el reino y ante la amenaza de una posible guerra, había escondido los diamantes en una<br />
profunda gruta, en lo más alto de Sierra Nevada y dándole un pergamino con las indicaciones<br />
para hallarla expiró. Tuvo Abul Haxig, sin embargo, la desgracia de caer en una emboscada,<br />
perdiendo el pergamino en la batalla y la vida pocos días después en brazos de su hijo Abú<br />
Allah, no sin antes transmitirle el legado del abuelo. Así pues, el sucesor comenzó a registrar la<br />
Sierra, siendo imposible encontrar la gruta sin el pergamino. De este modo, el invierno vino<br />
sobre él, muriendo bajo sus heladas nieves. Se dice que el mismo día de su muerte, Granada<br />
cayó en manos cristianas y que nadie pudo encontrar jamás los diamantes, que aún continúan<br />
ocultos en las profundidades de Sierra Nevada.<br />
AUTOR<br />
Alejandra Ramírez Segado es<br />
bióloga, especialista en Zoología. Una<br />
enamorada de la naturaleza y los<br />
“bichos raros”, aunque su gran pasión<br />
son los cetáceos.<br />
Foto: Alejandra y Dana<br />
frente a la Alambra (Granada)<br />
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