Manual del pescador 1879 .pdf - riograndedexuvia
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tienen enemigos más funestos á su especie que la red de<br />
los <strong>pescador</strong>es.<br />
Además de estos animales voraces que los acompañan,<br />
otro indicio de su paso es una materia untuosa, la cual flota<br />
en el agua como aceite en los sitios en que hay muchos arenques.<br />
Estos peces nadan en grandes tropas, y frecuentan los<br />
lios; á veces cncuéntraseles en tan crecido número, que parece<br />
que cierran el paso á las emliarcaciones. En medio de<br />
la oscuridad de la noche sus escamas y sus agallas hacen brillai;<br />
el mar, de manera que se reconoce un banco de arenques<br />
más fácilmente que de dia, en que la superficie que ocupan<br />
aparece más oscura.<br />
Hacia el mes de febrero se verifica la emigración de los<br />
arenques, los cuales dejan el Norte: el ala derecha se dirige<br />
liácia el Occidente, y la izquierda hacia Oriente. Subdividense<br />
estas dos columnas en otras varias en toda la extensión<br />
<strong>del</strong> Océano; pero ¡cosa admirable! todas estas tropas dispersadas<br />
á lo lejos, y que se llaman bancos de arenques, saben reunirse<br />
para formar de nuevo dos espesas columnas y volver<br />
asi á su patria. Se dice que una llega por el lado <strong>del</strong> Oriente<br />
y otra por el Septentrión. Al finalizar el verano abandona<br />
el arenque nuestras orillas ; el camino está prescrito<br />
y la marcha arreglada. Todos estos peces parten juntos, no<br />
habiendo rezagados ni desertores; y continúan de costa en<br />
costa su marcha, hasta el término señalado. Muchos son estos<br />
viajeros y largo el pasaje. Una vez retirado el grueso <strong>del</strong><br />
ejército, ya no vuelve á aparecer hasta el año siguiente. Bus-<br />
(;ando lo que podía inspirar á estos peces el gusto de semejante<br />
viaje, se ha observado que hay, durante el estío, á lo<br />
largo de la Mancha, una multitud innumerable de gusanos y<br />
pececillos, do que se alimentan los arenques. Es una especie<br />
de maná que vienen á recoger con exactitud, y después de<br />
consumirle todo á lo largo de las partes septentrionales de,<br />
tiuropa, bajan hacia el Mediodía, donde les llama un nuevo<br />
pasto, y si éste no se presenta en cantidad suficiente, van á<br />
buscar su vida á otra parte: el pasaje es más pronto, y la pesca<br />
menos buena.