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En la pampa [microform] : narraciones guachescas de la república ...

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^•Í: ' EN LA PAMPA 247<br />

Una hora <strong>de</strong>spués Serrano <strong>de</strong>jaba su pieza<br />

encaminándose hacia el palenque, cuando <strong>de</strong><br />

improviso Rosalía le cerró el paso, para tomar-<br />

.<br />

le por una mano y proferir suplicante:<br />

—No par<strong>la</strong>s, Domingo, que tu ausencia pterua<br />

será para mí un perpetuo caos... ¡por que er^s<br />

tú. mi sol: ini único dios en <strong>la</strong> tierra...!— y entrecortados<br />

sollozos sofocaron su voz, mientras Serrano.<br />

mudo <strong>de</strong> emoción profunda, <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ba<br />

á favor <strong>de</strong>l asti-o macilento <strong>de</strong> <strong>la</strong> noche,<br />

pareciéndole que sus frases llegaban hasta su<br />

espíritu á modo <strong>de</strong> una música,<br />

<strong>de</strong> presagios muy tristes.<br />

doliente, llena<br />

La llevó al jardíu. á ese escaño <strong>de</strong> sus amares,<br />

protegidos por una media glorieta <strong>de</strong> madreselva<br />

florecida. Y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> abarcar *^1<br />

firmamento, llenó <strong>de</strong> nubes argentadas semive<strong>la</strong>ndo<br />

por instantes <strong>la</strong> luna, dominó <strong>la</strong> soledad<br />

tranqui<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Pampa en su mutismo solemne<br />

y entonces, manteniendo una mano <strong>de</strong> Rosalía<br />

entre <strong>la</strong>s suyas, imploró con acento dolorido:<br />

—¡Perdón, Rosalía, si en malhora te amé...<br />

Perdón, por qué tu dulce calma sin yo querer<br />

he turbado...'.<br />

— ¡No partas, Domingo, no partas: ton piedad<br />

<strong>de</strong> mí...!—sollozó Rosalía, bañando <strong>de</strong> lágrimas<br />

sus manos; pero él, sin oir otra voz que <strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

sn conciencia, prosiguió:<br />

—He sido un loco, cayendo á tus pies venci-<br />

do... ¡sujeto á una pasión que es pura, pero pol-<br />

lo mismo infausta...!<br />

—¡No partas, Domingo...!<br />

— ¡Pero, aitn pue<strong>de</strong>s ser feliz, enjuga tus<br />

lágrimas tristes: tal vez serás niíis venturosa<br />

Rosalía, cuando entre el esplendor rauudant)<br />

<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>río... á tus antojos <strong>de</strong> estrel<strong>la</strong>, se rin-

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