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266 M}XICD EN EL SIGLO XIX.
y Labia heredaclo cle su padre un caudal considerable, a! quo Labia
agregaio el de su esposa D Maria Manuela Taboada, con
quien hacia poco tiempo liabia casado, siendo tsta, heredera tie
un rico hacendado español do Chamacuero. Abasolo pretendió
en su causa, no haber tenido conocinjiento de Ia conspiracion
hasta despue.3 do lle3ha la revolucion, y ci ptpel poco distiiiguido
que en ella hizo, prueba por lo menos quo sus cornpaiieros lo
tenian por inuy insignificaute; Jo conilucia el iuflujo de Allende
con (iieu tenia amistad, al que se contraponia el de su esposa,
constantornente opuesta a la revolucion y ewpeuacla en apartarto
de ella"
4. No es fiicil que el lector pueWi forinarse idea do las cualidades
quo adornaban il estos personajes, porque on la descripcion
que de ellos hace 6ste autor, no reliere ninguno do eos rasgos
racterIsticosque indican en algun seiitido al hombre do genio. Dcseoso
de eucoutrar algunos datos sobre este particular, ho ocurrido
t los autores que so ocupau de Ia historia do Mxico, pero no
los he Ixallado: ornision punible de estos escritores, por no haber recojiClo
datos de aqnelks personas quo personalrneite los conocieron
y que hoy par el trascurso del tiempo, no es fIcil ya obtenerios.
Estos tres jefes, quo conocian y obedecian como a su
caudillo al Sr. Hidalgo, estabaii colocados con el grado do capitanes
en ci reirniento de la Reina y en activas y contInuas reMciones.
D. Ignacio Allende, iba freciientem cute :i Dolores, con ci
objeto do couforenciar y recibir 5rdenes del Sr. Hidalgo.
5. Pero eto vasto plan do conjuracion htthiora fracasado y retardcioe
el inovimiento on favor de la indepeuleucia, Si una heroina
tan digna do todo elogio y do eterna rernembrauza como
Jo es Isabel la Catt5lica, no hubiese salvado a sus caudillos.
Si aqueUa ilustre rein sacrifici sus UiftS preciosas aihajas por
couquistar la Nueva Espaiia v unirla :i su corona, nuestra heroi -
nil, sacrificó six reposo, intercses y ami, casi, su existencia, per
salvar zt six patia. Esta ilustre matrona, no ol.)stante quo cornprometia
su existencia do una manera surnamente peligrosa, no
vaeil ea expoaeria, aut el mt niino s'iiiuient do constituir
6 su pats on nacion inicpeii1ent. D Josefa Ortiz Jo Doiningucz