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DESCRIPCION DE LA NUEVA ESPAA. 37
masiado el u&nero de las primeras y mayor el do las criadas
que tenian: quo se limitasen las haciendas do los conventos do
Jos religiosos y se les prohibieso adquirir de nuevo, lamentndose
de qua is mayor parte de la propiedad estaba con dotaciones
y compras en poder do religiosos, y quo Si fl) so ponia romodio
an ello, en breve serian señores do todo: quo no so onviasen religiosos
do España y so encrgaso a los obispos quo no ordenasen
mas clérigos quo los que habia, pues dice, so contaban mar,
do seis mil en todos los obispados sin ocupacion ninguna, ordenados
6. tItulo do tenues capillanias, y p01' iultimo, quo so reformase
el oxcesivo ndmero do fiestas, porquecon ellas so acreceutaba
is ociosidad y daños que eUas causaban"
Con el mismo objeto habia dirijido una exposicion mas antes ci
congreso do Castilla y posteriormente las Cortes reunidas en Madrid.
Como se ye, yadesde esa fecha so pedta al soberano por varios
euerpos do los principales per su posicion, no solo ci qua ya no viniesen
ni so conflriesen mas órdencs, sino que so les prohibiese
el seguir aciquiriendo propiedades. He aqul an estas disposiciones
iniciadas desde hace dos siglos, las byes do reforma, que hasta
hace muy P000 vinieron A ser entre nosotros un hecho practico,
pero quo su establecimiento costó torrentes de sangre y sacudió
A la socieclaci profundamente.
La multitud do funciones religiosas quo en casi todo el aflo
e hacian, fuC otro do los motivos do las exposiciones, pidiendo
se suprimiesen. Las comunidacles religiosas eran las
quo mas funcionos hacian: obligacion precisa, segun ellas, era
cole brar en su clia t cada uno de los santos y sautas do su orden.
La raza indIgeua sumameute afecta i las comuriidades y t sus
funciones, pasaban casi toclo el aiio entre el Ocio 6 distraccion, y
como casi todos on estas solemnidacles tenian algun cargo ii ocupacion
quo desempeñar, hacian fuertes sacrificios pecuniarios
pars poder cumplir con su cometido. Siendo estos hechos pi'ibli-cos,
constantes y quo tocios los hemos presenciado; ignoro el
motivo por qué el Sr. Alaman al referirlos an su historia do Mexico
y para que no parezca poco, piodoso (son sus palabras,) invo-