Cuentos y poess populares andaluces

- 1G9 —
Pues no es este un oticio para condenará
un cristiano! esclamó desesperado el antítesis
de Herodes; esto es la víctima de la tiranía
muchachil, (ay! ¡y no es la sola, que bastantes
hay!) vamos, sefior, que ni la paciencia de Job!
hato de pillos!
Entonces se asomó al umbral, y subió el
poyete con mucho trabnjo, quedándose planta-
do en él, un sujeto microscópico de cinco años,
que apenas hablaba claro: recobrado su equili-
brio, merced á apoyar una mano en la pared,
se quedó derecho, y presentando como presen-
ta una centinela el fusil, una gran asta de buey
al tio Hornazo, dijo:
Señor remendero garvoso
quié Yd. hace unos zapatos pa este buen mozo?
—Ah gurrapatillo! esclamó fuera de si el
remendón; ¿tú también te metes á hacer burla?
Ahora lo verás!
Pero como el enemigo era tan débil, y el
tio Hormazo generoso, no acudió á su arma
favorita la horma, sino que cogió una escoba
de mano y se la tiró al gurrapato: este asus-
tado, se habia vuelto; pero no atinaba á bajar-
se por lo cual el proyectil le dio con todo su
ímpetu por detrás, cayendo al suelo hechos un
lio el gurrapato, el asta y la escoba de mano.