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Alternativa 3 - La Verdad Oculta entre las Sombras

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Como dijo Simon Butler en la televisión, en breve la indagación puso de relieve un<br />

hecho sorprendente.<br />

Otras veintiuna personas, principalmente científicos y académicos, habían<br />

desaparecido también en circunstancias misteriosas. Dichas personas se encontraban <strong>entre</strong> <strong>las</strong><br />

cuatrocientas investigadas –aparentemente para una versión ampliada del programa de fuga<br />

de cerebros- por el equipo de “Informe Científico”.<br />

Algunas, como explicó Buter, había desaparecido so<strong>las</strong>. Otros individuos, como<br />

Parterson, se habían ido con su familia. Todos habían informado a sus vecinos o colegas que<br />

irían a trabajar al extranjero.<br />

No obstante, como ya se ha señalado, por televisión sólo se presentó una parte de la<br />

historia. En el momento de la transmisión aún se ignoraban muchos hechos. Además, gran<br />

parte del material que sí se conocía fue censurado.<br />

El principal censor fue Leonard Harman, vicedirector (administrativo) de programas,<br />

que también intentó impedir la publicación de este libro.<br />

1977:<br />

5<br />

Carta de Leonard Harman a los señores Ambrose y Watkins, fechada el 9 de agosto de<br />

Tengo entendido que se proponen escribir un libro basado en uno de los programas de<br />

“Informe Científico” producido por esta empresa, y que piensan publicar determinados<br />

memorándums confidenciales concernientes al programa, que yo escribí o recibí.<br />

Deberían saber que no estoy dispuesto a autorizar semejante publicación y que la<br />

considero una grosera invasión de mi intimidad.<br />

Opino que el libro que parecen estar preparando denotará irresponsabilidad ya que,<br />

como sin duda saben, mi empresa ha negado formalmente la autenticidad de gran parte del<br />

material presentado en aquel programa.<br />

Cabe esperar que no prosigan con este proyecto pero, en cualquier caso, espero recibir<br />

un compromiso por escrito en el sentido de que no e hará ninguna referencia a mi persona ni a<br />

dicho memorándums.<br />

Carta del abogado Edwin Greer a Leonard Harman, fechada el 12 de agosto de 1977:<br />

Por mandato de los señores David Ambrose y Leslie Watkins, respondo a su carta del<br />

día 9 del corriente mes.<br />

Mis clientes están enterados de la declaración hecha por su empresa con posterioridad<br />

a la transmisión del programa de <strong>Alternativa</strong> 3 y, al llevar a cabo sus propias investigaciones,<br />

tienen en cuenta los antecedentes de dicha declaración.<br />

Asimismo manifiesta que todas la copias de memorándums que ahora obran en su<br />

poder fueron voluntariamente <strong>entre</strong>gadas por <strong>las</strong> personas que <strong>las</strong> recibieron y <strong>las</strong> enviaron, y<br />

por tanto no se sienten obligados a contraer el compromiso que usted sugiere.<br />

Uno de los primeros memorándums que recibimos se refiere a un curioso<br />

descubrimiento hecho por el investigador Terry Dickson a mediados de mayo de 1976. En<br />

aquel entonces, pese a <strong>las</strong> objeciones por parte de Harman, el equipo de “Informe Científico”<br />

se había ampliado e instalado su propia oficina de producción. El programa sobre la fuga de<br />

cerebros había sido retirado de la serie, a fin de que la investigación se presentara –tal como<br />

se hizo- como un programa especial.<br />

Memorándum de Terry Dickson a Chris Clements, con copia (sólo como información) a<br />

Fergus Godwin, director de programas, fechado el 17 de mayo de 1976:<br />

Hemos verificado que los parientes de cómo mínimo otras dos personas<br />

desaparecidas, la doctora Penelope Mortimer y el profesor Michael Parsons, recibieron castas<br />

que parecían provenir de Australia. En ambos casos, <strong>las</strong> cartas, que se interrumpieron después<br />

de cuatro o cinco meses, tenían como remitente el mismo domicilio del caso Pendlebury.

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