1874 - Diputación Provincial de Almería
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consecuencias que se <strong>de</strong>rivarían, suavizase sus exigencias.<br />
Contreras respondió tajantemente: Si al dar las doce <strong>de</strong>l<br />
mediodía no tengo los cincuenta mil duros, abro fuego<br />
contra la ciudad, y en el intervalo <strong>de</strong> fumarme un puro<br />
os la incendio.<br />
- ¿Eso dijo?<br />
- Palabras textuales. Que no era cuestión <strong>de</strong> regatear:<br />
que quería los cien mil duros, que si esto no se<br />
cumplía abriría fuego contra la plaza, y en el tiempo<br />
en que se fumaba un cigarro, reduciría a cenizas<br />
la población. Se pidió consejo al comandante <strong>de</strong> las<br />
fuerzas militares; el cual respondió: que por su parte<br />
estaba dispuesto a morir en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la patria; pero<br />
en caso <strong>de</strong> que el pueblo pidiese que él abandonase la<br />
ciudad para evitar daños mayores ligados a un bombar<strong>de</strong>o,<br />
estaba preparado, por amor a la población,<br />
a sacrificar no su honor, pero sí su <strong>de</strong>stino en bien <strong>de</strong><br />
sus intereses retirándose con sus tropas; si bien tenía<br />
que hacer presente que si se constituía el cantón bajo<br />
la presión <strong>de</strong> las fragatas, él al retirarse éstas volvería<br />
a <strong>de</strong>jar restablecida la legalidad. ¡Esto es hablar con el<br />
corazón en la mano! Una segunda <strong>de</strong>legación llevó a<br />
Contreras una obligación <strong>de</strong> diez mil duros, diciéndole<br />
que aquello era lo que con supremo esfuerzo habían<br />
podido recaudar; que la milicia se mostraba firme con<br />
cuanto había dicho, y que el <strong>de</strong>clararse en cantón o<br />
no, se le confiaba a lo que el pueblo quisiese. Contreras<br />
respondió que si a las siete <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> no veía on<strong>de</strong>ar<br />
la ban<strong>de</strong>ra roja en señal <strong>de</strong> aceptación, proce<strong>de</strong>ría al<br />
bombar<strong>de</strong>o <strong>de</strong> la ciudad; mandándole a modo <strong>de</strong> ensayo<br />
tres cañonazos que incrementarían en quince mil<br />
duros la suma <strong>de</strong> cien mil. Con tan bárbara exigencia,<br />
los que habían comprometido su palabra en el <strong>de</strong>sembolso<br />
<strong>de</strong> los diez mil duros, respondieron rompiendo el<br />
documento, dando a enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> este modo que se pue<strong>de</strong><br />
inclinar la cabeza ante la prepotencia <strong>de</strong> la fuerza,<br />
1875<br />
Giuseppe GARZOLINI<br />
Bombar<strong>de</strong>o <strong>de</strong> las fragatas Almansa y Vitoria sobre <strong>Almería</strong> el 29 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1873.<br />
(Reproducida <strong>de</strong> Los grabados <strong>de</strong> <strong>Almería</strong>, <strong>de</strong> J.L. Ruz; La Voz <strong>de</strong> <strong>Almería</strong>, 2001).<br />
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pero <strong>de</strong>be alzarse siempre ante la <strong>de</strong>svergüenza <strong>de</strong> un<br />
ultraje.<br />
Se hace <strong>de</strong> noche. ¡Noche <strong>de</strong> angustias y <strong>de</strong> miedo!<br />
Por la mañana Contreras manda a uno <strong>de</strong> los suyos a fin<br />
<strong>de</strong> que le sean señaladas las casas <strong>de</strong> los dirigentes, para<br />
dirigir oportunamente el fuego sobre la ciudad. Y poco<br />
<strong>de</strong>spués se ven venir sobre las aguas <strong>de</strong> seis a siete cañoneras<br />
tripuladas cada una por treinta hombres protegidos<br />
por las fragatas, y en un momento (eran las diez) se oye<br />
el primer cañonazo. La Almansa abrió fuego en primer<br />
lugar y le siguieron la Victoria y las cañoneras. Dejo <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>scribir el espectáculo, sin parangón en la historia, <strong>de</strong><br />
cañoneras y fragatas que vomitan balas sobre una ciudad<br />
que no podía respon<strong>de</strong>r nada más que con fusiles. ¡Y que<br />
tanto la tendrán en vilo! Después <strong>de</strong> nueve horas <strong>de</strong> estrambótico<br />
bombar<strong>de</strong>o, porque es preciso haber visto cómo<br />
apuntaban, y haber logrado agujerear una cañonera con<br />
los fusiles <strong>de</strong> nuestros valientes soldados que disparaban<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la playa, y tener un importante número <strong>de</strong> heridos,<br />
y haber sido tocados don<strong>de</strong> con tanta petulancia habían<br />
venido a tocar, <strong>de</strong>saparecieron, y emprendieron ruta para<br />
Málaga cubiertos <strong>de</strong> infamia y <strong>de</strong> maldiciones.<br />
- ¿Y aquí finalizaron las gloriosas gestas <strong>de</strong> los intransigentes?<br />
- Aquí acabaron, sí señor. Referir todos los actos <strong>de</strong> valor<br />
acontecidos en aquellas memorables horas, sería, como<br />
se suele <strong>de</strong>cir, larga y ardua tarea. Lea nuestra Crónica<br />
Meridional <strong>de</strong>l 31 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> aquel año y tendrá amplio<br />
conocimiento. Entre otras cosas encontrará, por ejemplo,<br />
que durante el bombar<strong>de</strong>o el gobernador y los guardias<br />
civiles, regocijados por la música <strong>de</strong> los muchachos expósitos,<br />
paseaban arriba y abajo (tal y como hacemos ahora<br />
nosotros dos), expuestos a la metralla y a las bombas, que<br />
silbaban a su alre<strong>de</strong>dor; algunos voluntarios en el momento<br />
que estaban enarbolando dos ban<strong>de</strong>ras negras sobre la