1874 - Diputación Provincial de Almería
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otra cosa que antiguos vara<strong>de</strong>ros que por dilatados<br />
años han ocultado su importancia y riqueza a la vista<br />
perspicaz e investigadora <strong>de</strong> los mineros que consi<strong>de</strong>raron<br />
siempre aquellos promontorios como sinuosida<strong>de</strong>s<br />
naturales <strong>de</strong>l terreno. Muchas preguntas hicieron<br />
sobre este particular, pero sólo pudimos contestarles<br />
que también a la casualidad se <strong>de</strong>be un <strong>de</strong>scubrimiento<br />
tan importante, puesto que en algunos ensayos <strong>de</strong><br />
los varios que <strong>de</strong> estas tierras se han hecho, han producido<br />
hasta 90 céntimos <strong>de</strong> plata; y que la opinión más<br />
admitida es que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s explotaciones<br />
que los cartagineses, romanos y árabes efectuaron en<br />
este país, como lo <strong>de</strong>muestran las muchas galerías que<br />
se vienen encontrando en las minas Virgen <strong>de</strong> las Huertas<br />
y Santa Matil<strong>de</strong>.<br />
A Santa Matil<strong>de</strong> nos íbamos a dirigir cuando mi<br />
amigo hizo notar lo avanzado <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, que no nos<br />
<strong>de</strong>jaba ya tiempo suficiente para el estudio <strong>de</strong>tenido<br />
que los importantes trabajos <strong>de</strong> La Roza merece. Y<br />
unida esta atendible razón a la más imperiosa que<br />
nos hacían sentir nuestros respectivos estómagos, <strong>de</strong>terminamos<br />
suspen<strong>de</strong>r nuestra excursión hasta el día<br />
siguiente, <strong>de</strong>spidiéndonos afectuosamente y quedando<br />
convenidos en la hora <strong>de</strong> la próxima reunión.<br />
UN DÍA DE TRABAJO EN LAS MINAS<br />
Determiné buscar a mis compañeros <strong>de</strong>l día anterior,<br />
aunque dudaba encontrarles <strong>de</strong>spiertos, pues,<br />
según mi reloj, eran las cuatro y media <strong>de</strong> la madrugada.<br />
Me engañé. La viajera trinidad me salió al encuentro<br />
a la mitad <strong>de</strong>l camino. Era más madrugadora<br />
que yo. Se había levantado antes <strong>de</strong>l toque <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>na,<br />
para presenciar la salida y entrada en las minas <strong>de</strong> las<br />
remudas <strong>de</strong> operarios, y verles tomar el café, con cuyo<br />
objeto nos dirigimos a mi hospedaje, que era el lugar<br />
muy a propósito.<br />
Usted sabe lo que significa el toque <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>na,<br />
pero muchos <strong>de</strong> los lectores lo ignoran, como igualmente<br />
que el café no es aquella aromática bebida que<br />
sirve <strong>de</strong> pretexto para que los amigos, reunidos en torno<br />
a una mesa, pasen unas cuantas horas en amigable<br />
coloquio, fumando alguna tagarina <strong>de</strong> las que el gobierno<br />
ven<strong>de</strong>, o una buena breva <strong>de</strong> la vuelta <strong>de</strong> abajo,<br />
por lo que <strong>de</strong>bo dar alguna explicación.<br />
Entre cuatro y cinco <strong>de</strong> la madrugada en verano,<br />
y <strong>de</strong> cinco a seis en invierno, el ronco sonido <strong>de</strong> las<br />
caracolas <strong>de</strong>spierta y reúne a la puerta <strong>de</strong> la cocina res-<br />
<strong>1874</strong><br />
ANÓNIMO. Visita a Sierra Almagrera<br />
332<br />
Derrumbamiento <strong>de</strong> tierras en la mina ”Guzmana”. Foto <strong>de</strong> J. Rodrigo, <strong>1874</strong>-<br />
1884. (Reproducida <strong>de</strong>l catálogo El Siglo Minero, IEA, 1991).<br />
pectiva <strong>de</strong> cada mina a todos los operarios que han <strong>de</strong><br />
trabajar aquel día. Está dispuesto el café, que es un caldo<br />
hecho con cominos, pimiento molido, ajos, aceite y<br />
sal. Se sirve en gran<strong>de</strong>s lebrillos colocados en el suelo,<br />
y en ellos sopan los trabajadores con las guitarras o teleras<br />
que toman a discreción <strong>de</strong> los varios capazos que<br />
están esparcidos no lejos. Se llaman guitarras o teleras<br />
la cuarta parte <strong>de</strong> un pan <strong>de</strong> cuatro a cinco libras.<br />
Concluido el café, cada minero se guarda una<br />
guitarra en la faja para tomar el bocado entre nueve y<br />
diez <strong>de</strong> la mañana; y se toca ca<strong>de</strong>na, que consiste en<br />
gran<strong>de</strong>s golpes que se dan sobre el torno colocado en<br />
la boca <strong>de</strong> la mina y que los operarios <strong>de</strong>l interior repiten<br />
a los que hay <strong>de</strong>ntro, a la vez que <strong>de</strong> unos a otros<br />
corre la voz <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>na. A este ruido y mágica palabra<br />
todos abandonan el trabajo y comienza la ascensión.