07.05.2013 Views

La Estrategia de Boston - Centros Comunitarios de Aprendizaje

La Estrategia de Boston - Centros Comunitarios de Aprendizaje

La Estrategia de Boston - Centros Comunitarios de Aprendizaje

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

II. LA SITUACIÓN EN 1990<br />

En 1990 la ciudad <strong>de</strong> <strong>Boston</strong> estaba envuelta en una creciente ola <strong>de</strong> violencia juvenil que ya había<br />

cobrado 62 víctimas <strong>de</strong> homicidio <strong>de</strong> 24 años <strong>de</strong> edad o más jóvenes. Esto constituía parte <strong>de</strong>l<br />

incremento <strong>de</strong> la violencia en el ámbito nacional que se inició en la década <strong>de</strong> los años ochenta con la<br />

llegada <strong>de</strong>l crack a las calles. Los barrios <strong>de</strong> Roxbury, Mattapan y Dorchester, barrios mayoritariamente<br />

pobres y poblados por personas <strong>de</strong> raza negra y latina, albergaban a la mayor parte <strong>de</strong> las víctimas y sus<br />

victimarios y en ellos, los muchachos jóvenes activos en las pandillas se encontraban perdidos en un<br />

círculo vicioso <strong>de</strong> violencia y fatalismo. Nadie esperaba llegar a cumplir los 30 años. Los adultos que<br />

tenían contacto con los jóvenes involucrados en pandillas (así como las comunida<strong>de</strong>s en las cuales esa<br />

juventud vivía y moría) se sentían igualmente <strong>de</strong>sesperanzados en cuanto a las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cambio.<br />

Pandillas, policía y comunidad<br />

Con la aparición <strong>de</strong>l crack hacia fines <strong>de</strong> los años ochenta, hubo un aumento <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s<br />

pandilleras y <strong>de</strong> la violencia en <strong>Boston</strong>, al igual que en otras ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Estados Unidos. Según las<br />

palabras <strong>de</strong> los propios integrantes <strong>de</strong> las pandillas, la seducción <strong>de</strong>l narcotráfico era fuerte, puesto que<br />

se podía ganar mucho dinero. Para estos muchachos jóvenes que buscaban formas <strong>de</strong> velar por sí<br />

mismos y sus familias, los pandilleros constituían los ejemplos más promisorios. “Los tipos que me<br />

ayudaron en épocas difíciles eran malos”, cuenta Héctor, “pero eran malos con muchas otras personas,<br />

no conmigo”. Los chicos empezaban en pequeña escala, quizás con la venta <strong>de</strong> marihuana, pero luego<br />

se ‘graduaban’ a ven<strong>de</strong>r productos más lucrativos, y en este proceso a menudo se enviciaban con drogas<br />

y alcohol. Cuando empezaban a ganar más dinero, comenzaban a preocuparse por protegerse y por<br />

proteger sus negocios. <strong>La</strong>s pandillas se mantenían unidas para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> otras pandillas. Había una<br />

gran disponibilidad <strong>de</strong> armas <strong>de</strong> fuego y cada muerte provocaba por lo menos otra, en represalia.<br />

Cuando un joven ingresaba en aquel mundo (la “guarida <strong>de</strong>l león”, como lo <strong>de</strong>nominaba Héctor) era<br />

muy difícil encontrar una salida. “Yo no veía otra alternativa”, recuerda Dexter. “El dinero estaba en<br />

eso; no había esperanza en ningún otro sitio; era mi modo <strong>de</strong> vida... tiroteos todos los días, levantarse,<br />

andar <strong>de</strong>ambulando por la calle, hacer negocio; era casi mecánico.”<br />

<strong>La</strong>s pandillas convertían a sus barrios en zonas <strong>de</strong> guerra, don<strong>de</strong> las personas no salían <strong>de</strong> casa por la<br />

noche, ponían tablas en las ventanas y acostaban a sus hijos en bañeras para protegerlos <strong>de</strong> las balas<br />

perdidas. Hacia fines <strong>de</strong> 1989, el asesinato <strong>de</strong> Carol Stuart dividió racialmente a la ciudad y preocupó<br />

seriamente a todos <strong>de</strong>bido a la escalada <strong>de</strong> violencia. Al aceptar sin cuestionamiento la historia contada<br />

por el marido <strong>de</strong> Stuart, sobre el ataque <strong>de</strong> un hombre <strong>de</strong> raza negra en un área <strong>de</strong> Roxbury llamada<br />

Mission Hill, el Departamento <strong>de</strong> Policía <strong>de</strong> <strong>Boston</strong> (BPD, por sus siglas en inglés) instituyó la política<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>tener y revisar en la calle a todo joven sospechoso <strong>de</strong> estar implicado con pandillas. Durante un<br />

breve periodo el número <strong>de</strong> armas <strong>de</strong> fuego en las calles se redujo e inicialmente la comunidad apoyó<br />

esta política. Sin embargo, según el policía Mark Buchanan, “cuando los padres se dieron cuenta <strong>de</strong> que<br />

sus hijos, al ir a comprar pan o leche, corrían el riesgo <strong>de</strong> que los <strong>de</strong>tuvieran y les hicieran bajar los<br />

pantalones y calzoncillos en búsqueda <strong>de</strong> armas, la comunidad elevó una sonora protesta”. Un juez <strong>de</strong>l<br />

Tribunal Superior <strong>de</strong>sestimó los cargos en contra <strong>de</strong> un miembro <strong>de</strong> una pandilla arrestado en una <strong>de</strong><br />

estas revisiones callejeras. <strong>Boston</strong> necesitaba seguridad, pero no a costa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos civiles <strong>de</strong> las<br />

personas.<br />

Frustración y culpa<br />

En la primavera <strong>de</strong> 1990, el BPD formó la Unidad Anti-Pandillas (Anti Gang Violence Unit), con el<br />

propósito <strong>de</strong> utilizar métodos <strong>de</strong> policía comunitaria, <strong>de</strong>sarrollar estudios <strong>de</strong> inteligencia sobre las<br />

5

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!