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PAGINA 14 | EXTERIOR<br />
Paseando por París<br />
con “La Catherine”<br />
Recorridos y pensamientos <strong>de</strong> la curadora <strong>de</strong> Documenta X<br />
Por Fernando Uribarri (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> París)<br />
Llegué a Paris un jueves para la reunión<br />
<strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> investigación<br />
internacional sobre los <strong>de</strong>safíos<br />
actuales <strong>de</strong>l psicoanálisis. Somos<br />
ocho psicoanalistas (dos <strong>de</strong> París, dos <strong>de</strong><br />
Londres, dos <strong>de</strong> Nueva York y, claro, dos<br />
<strong>de</strong> Buenos Aires) que nos reunimos cada<br />
seis meses. Es un proyecto formidable.<br />
Pero cansador. Por eso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esos<br />
días que concentran meses <strong>de</strong> trabajo no<br />
hay nada mejor para <strong>de</strong>spejarse que salir<br />
a <strong>de</strong>ambular con una buena amiga. Por<br />
suerte esa primera semana <strong>de</strong> julio Catherine<br />
David estaba en París. Más aún:<br />
tuve la suerte <strong>de</strong> que mi célebre pero relajadísima<br />
amiga quisiera invitarme a hacer<br />
con ella el recorrido <strong>de</strong> las galerías <strong>de</strong><br />
arte. Toda una experiencia. En la actualidad<br />
París tiene principalmente tres zonas<br />
don<strong>de</strong> se agrupan galerías y espacios <strong>de</strong><br />
arte: “Le Marais”, el Barrio Latino y la zona<br />
<strong>de</strong> la nueva biblioteca. En la primera<br />
es, según Catherine, don<strong>de</strong> cantidad y<br />
calidad mejor se dan. El “Recorrido David”<br />
<strong>de</strong> esta zona consiste -según su autora-<br />
en <strong>de</strong>ambular hacia la tradicional<br />
Place <strong>de</strong>s Vosges partiendo <strong>de</strong> las galerías<br />
<strong>de</strong> la Rue Quincampoy, a la vuelta<br />
<strong>de</strong>l Centre Pompidou - que no está incluido.<br />
(Según mi especializadísima amiga:<br />
“Parece un shopping. La i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> la<br />
curación es insoportable. Es una vidriera<br />
para turistas. La relación entre el espacio<br />
y las obras es lamentable. Hay secciones<br />
nuevas como la <strong>de</strong> arquitectura que dan<br />
pena”). En la Rue Quincampoy empezamos<br />
por la Galerie Chantal Crousel. Había<br />
una muestra <strong>de</strong>l colectivo mexicano<br />
“Kurumanzuto” en el que milita el <strong>de</strong>stacado<br />
Gabriel Orozco. Lo más interesante<br />
era el “concepto” y la experiencia “kurumanzato”:<br />
una “galería” <strong>de</strong> arte sin espacio<br />
físico <strong>de</strong>terminado que para cada<br />
ocasión inventa un lugar y un modo <strong>de</strong><br />
presentación singular. El proyecto inaugural,<br />
por ejemplo, fue “Economía <strong>de</strong><br />
Mercado” y se montó en... un puesto <strong>de</strong><br />
un mercado popular <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México.<br />
Pero esta información interesante<br />
no se reflejaba en la muestra. Las pocas<br />
obras daban la <strong>de</strong>slucida impresión <strong>de</strong><br />
unos gestos irónicos pero inconsistentes.<br />
“La extrema <strong>de</strong>scontextualización -se lamentó<br />
Catherine- los <strong>de</strong>smejora mucho”.<br />
Después fuimos a la Galerie Nelson. Subíamos<br />
la escalera cuando vimos frente<br />
a nosotros el cartel <strong>de</strong> que la muestra había<br />
terminado y, simultáneamente, escuchamos<br />
a nuestras espaldas un nasal y<br />
enfático “Cattrriiinnn”. Apresurada y cortésmente<br />
el mismísimo Mr. Nelson nos<br />
hizo pasar diciendo que para ella siempre<br />
estaba abierto. Los estupendos dibujos<br />
<strong>de</strong> Anne-Marie Schnei<strong>de</strong>r estaban<br />
aún tal y como los había colgado en la<br />
pared: un montón <strong>de</strong> hojas tipo “canson”,<br />
sin enmarcar, agrupadas en series <strong>de</strong><br />
tres o cuatro. Son dibujos que hablan en<br />
primera persona, <strong>de</strong> un modo a la vez<br />
simple y profundo y dolido. A veces asoma<br />
una belleza juguetona pero triste. No<br />
me sorprendió <strong>de</strong>masiado cuando Mr-<br />
.Nelson me confió que, aunque ahora estaba<br />
bien, su autora había pa<strong>de</strong>cido dos<br />
internaciones psiquiátricas. A Catherine,<br />
que ya había seleccionado trabajos <strong>de</strong><br />
AMS para la Documenta X, le gustó tanto<br />
la obra que inmediatamente empezó a<br />
arreglar para incluirla en la exposición<br />
que está preparando para octubre en el<br />
nueva galería “top” <strong>de</strong> Berlín. Luego fuimos<br />
a una serie <strong>de</strong> galerías cuyos espacios<br />
eran tan magníficos como lamentables<br />
eran las muestras. Por ejemplo la<br />
Michel Rein: en un gran living a oscuras,<br />
frente a un lejano sillón <strong>de</strong> estilo, se proyectaba<br />
en pantalla gigante una supuesta<br />
obra <strong>de</strong> “vi<strong>de</strong>oarte” <strong>de</strong> Grazia To<strong>de</strong>rei:<br />
Era casi imposible distinguirla <strong>de</strong> un simple<br />
<strong>de</strong>fecto técnico en la proyección <strong>de</strong><br />
un vi<strong>de</strong>oclip. “Huyamos” me susurró en<br />
castellano Madmoiselle D. mientras procuraba<br />
mantener la compostura ante las<br />
obsecuentes reverencias <strong>de</strong>l dueño <strong>de</strong><br />
casa. En la Yvon Lambert había una <strong>de</strong><br />
esas típicas muestras <strong>de</strong> arte británico<br />
actual que por su banal y marketinera<br />
búsqueda <strong>de</strong>l escándalo “darían pena -<br />
observó Catherine- si no fuera porque<br />
cierta crítica pagada las promueve tan<br />
<strong>de</strong>scaradamente”. En la Tha<strong>de</strong>us Ropac<br />
había algo curiosamente auto<strong>de</strong>finido<br />
como ”arte fractal” que tenía artefactos<br />
muy divertidos que nos recordaron los<br />
museos <strong>de</strong> ciencia interactivos. Recuperamos<br />
el entusiasmo al entrar a la<br />
Galería Cent8. De un techo muy alto<br />
colgaban en hilos <strong>de</strong> acero un conjunto<br />
<strong>de</strong> siete macizas esculturas que componían<br />
una suerte <strong>de</strong> instalación. Así Esko<br />
Mannikko lograba insinuar la inquietante<br />
calma posterior a una masacre en<br />
una selva asiática. Las piezas parecían<br />
cabezas, miembros, y hasta un bebe.<br />
Su capacidad <strong>de</strong> evocar el horror evitando<br />
la obviedad <strong>de</strong>terminaba su potencia<br />
estética. A Catherine le interesó tanto<br />
como para preguntar el precio. La chica<br />
<strong>de</strong> la galería, que ya estaba exitadísima<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que la celebridad cruzó la puerta,<br />
reforzó infructuosamente el intento por<br />
conservar su aura “cool”. La Catherina<br />
le sugirió con dulzura pedagógica que<br />
llamara al dueño, mientras me explicaba<br />
que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su cargo <strong>de</strong> máximo<br />
rango en la po<strong>de</strong>rosa área <strong>de</strong> Museos,<br />
ella es miembro <strong>de</strong> algo así como el<br />
“Consejo Nacional <strong>de</strong> Adquisiciones”.<br />
Sobre el final, anticipando el sol y el vino<br />
en la Place <strong>de</strong> Vosges, entramos por<br />
curiosidad <strong>de</strong>ambuladora en la simpática<br />
Compagnie du Senegal. Junto a toda<br />
clase <strong>de</strong> productos “típicos”, en un ambiente<br />
separado se amontonaban las<br />
formidables obras <strong>de</strong> Maxwell Osei-<br />
Abeyie cuya <strong>de</strong>streza polimorfa e imaginación<br />
<strong>de</strong>sbordante se contagiaban como<br />
una música bailable. El contraste<br />
con la mayor parte <strong>de</strong>l circuito <strong>de</strong> galerías<br />
no podía ser mayor. Nuestra alegría<br />
tampoco.