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REVISTA CRISTIANA - Fundación Federico Fliedner

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278 R e v is t a C r i s t i a n a .<br />

tren de Cristo crucificado j de los beneficios<br />

de su muerte, no carnal y corporalmente,<br />

sino espiritualmente y por<br />

la fe; (1) reconocen además su obligación<br />

de dedicarse al Señor, y de cumplir<br />

todos sus deberes para con Cristo.<br />

(2)<br />

En la Cena del Señor, Cristo no se<br />

ofrece al Padre, ni en ella se hace sacrificio<br />

alguno para remisión de los pecados,<br />

sea de vivos ó de muertos. (3)<br />

Los ignorantes y los impíos no pueden<br />

participar de los elementos de la<br />

Santa Cena; los primeros, porque ningún<br />

beneficio les resultaría; los segundos<br />

porque pecan contra Cristo. (4)<br />

X X II.<br />

De la Resurrección de los muertos.<br />

El cuerpo humano despues de la<br />

(1) Lúe. 22, 19. 20.—Y tomando un pan,<br />

dió gracias y lo partió, y se lo dio, diciendo:<br />

«Este es mi cuerpo, que es dado por vosotros:<br />

esto liaced en memoria rnia.o Y asimismo el<br />

vaso, despues de haber cenado, diciendo: «Este<br />

vaso es el nuevo testamento en mi sangre, la<br />

que es derramada por vosotros.»<br />

(2) 1.a Cor. 10, 21.—No podéis beber la copa<br />

del Señor, y la copa de los demonios: no podéis<br />

participar de la mesa del Señor, y de la mesa<br />

de los demonios.<br />

(3) Hebr. 9, 22-28.—Casi todo es purificado<br />

según la ley con sangre; y sin derramamiento<br />

de sangre no se hace remisión. Fue, pues, necesario<br />

que las figuras de las cosas celestiales<br />

fuesen purificadas con estas cosas; empero las<br />

mismas cosas celestiales con mejores sacrificios<br />

que estos. Porque no entró Cristo en el santuario<br />

hecho de mano, figura del verdadero, sino<br />

en el mismo cielo para presentarse ahora por<br />

nosotros en la presencia de Dios. Y no para<br />

ofrecerse muchas veces á sí mismo, como entra<br />

el pontífice en el santuario cada año con sangre<br />

ajena; de otra manera fuera necesario que hubiera<br />

padecido muchas veces desde el principio<br />

del mundo: mas ahora una vez en la consumación<br />

de los siglos, para deshacimiento del pecado<br />

se presentó por el sacrificio de sí mismo. Y<br />

de la manera que está establecido á los hombres<br />

que mueran una vez, y despues el juicio,<br />

así también Cristo fue ofrecido una vez para<br />

agotar los pecados de muchos; y la segunda vez<br />

sin pecado será visto de los que lo esperan para<br />

salud.<br />

(4) Mat. 7, 6.—No deis lo santo á los perros,<br />

ni echeis vuestras perlas á los puercos, no<br />

muerte torna al polvo y ve corrupción;<br />

(1) pero el alma, teniendo una<br />

existencia inmortal, vuelve á Dios que<br />

la creó.(2)<br />

Las almas de los justos son recibidas<br />

en el cielo, (3) y las de los impios son<br />

arrojadas en el infierno, (4) esperando<br />

unas y otras la resurrección de los<br />

cuerpos. (5)<br />

Cuando Jesús vuelva en su gloria, los<br />

cuerpos de los justos saldrán á su vez<br />

de los sepulcros, (6) y unidos con los<br />

sea que las huellen con sus piés y volviéndose<br />

os despedacen.<br />

1 Cor. 11, 27.—Quien quiera que comiere el<br />

pan, ó bebiere la cojm del Señor indignamente,<br />

es reo del cuerpo y de la sangre del Señor.<br />

(1) Gen. 3, 19.— En el sudor de tu rostro<br />

comerás el pan hasta que vuelvas á la tierra,<br />

porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y<br />

al polvo serás tornado.<br />

Hech. 13, 36.—Porque David, habiendo servido<br />

en su generación la voluntad de Dios,<br />

durmió, y fue puesto con sus padres, y vio corrupción.<br />

(2) Ecles. 12, 7.—El hombre va á la casa de<br />

su siglo.<br />

2.a Cor. 5, 1. 6. 8.—Sabemos que si nuestra<br />

casa terrestre de esta morada fuere deshecha,<br />

tenemos de Dios un edificio, casa no hecha de<br />

mano, eterna, en los cielos. Mientras estamos<br />

en el cuerpo, estamos ausentes del Señor. Tenemos<br />

sin embargo confianza, y queremos más<br />

bien ausentarnos del cuerpo y habitar con el<br />

Señor.<br />

(3) Fil. 1, 23.—Teniendo deseo de ser desatado,<br />

y estar con Cristo; lo cual es mucho<br />

mejor.<br />

Hebr. 12, 23.—A la congregación de los primogénitos<br />

que están alistados en los cielos, y á<br />

Dios, el Juez de todos, y á los espíritus de los<br />

justos ya perfectos.<br />

(4) Mat. 25, 46.—E irán estos al castigo<br />

eterno, mas los justos ála vida eterna.<br />

2. 1 Pedro 2, 4. 9.—Si Dios no perdonó á los<br />

ángeles que habian pecado; sino que, habiéndolos<br />

despeñado en el infierno con cadenas de obscuridad,<br />

los entregó para ser reservados al juicio...<br />

Sabe el Señor librar de tentación á los<br />

pios, y reservar á los injustos para ser atormentados<br />

en el dia del juicio.<br />

(5) Juan 5, 28. 29.—No os maravilléis de<br />

esto, porque vendrá una hora, cuando todos los<br />

que están en los sepulcros, oirán su voz y saldrán:<br />

los que hicieron bien, á resurrección de<br />

vida, mas los que hicieron mal, á resurrección<br />

de juicio.<br />

(6) 1.a Cor. 15, 52.—En un momento, en un<br />

abrir y cerrar de ojo, á la última trompeta;<br />

porque sonará la trompeta, y los muertos serán

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