Menno Simons- su vida y escritos - El Cristianismo Primitivo
Menno Simons- su vida y escritos - El Cristianismo Primitivo
Menno Simons- su vida y escritos - El Cristianismo Primitivo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La decisión de <strong>Menno</strong> de romper por completo con la<br />
Iglesia Católica probablemente tuvo lugar en abril de 1535,<br />
poco después de la tragedia de Bolsward. De golpe empezó<br />
a predicar abiertamente desde <strong>su</strong> púlpito en Witmar<strong>su</strong>m las<br />
verdades que quizá había enseñado antes en privado; la<br />
doctrina del arrepentimiento, de la verdadera fe, del bautismo<br />
de creyentes, de la verdadera Cena del Señor. Osaba<br />
ahora atacar públicamente todas las fallas de la Iglesia, porque<br />
había procedido con todo cálculo para salvaguardarse a<br />
si mismo. Aparentemente decidió utilizar la iglesia de Witmar<strong>su</strong>m<br />
como tribuna de <strong>su</strong> nuevo mensaje tanto tiempo<br />
como le fuera posible, lo mismo que habían hecho Lutero<br />
en Wittenberg y Zwinglio en Zurich. Lo maravilloso es que<br />
durante nueve meses se le permitiera hacerlo, según <strong>su</strong> propio<br />
testimonio. Durante estos nueve Meses sostuvo una doble<br />
campaña; por un lado se empeñaba por librar a la gente<br />
de las abominaciones münsteritas, y por otro, procuraba<br />
apartarlos de <strong>su</strong>s antiguas creencias a la verdadera fe del<br />
Evangelio. Véase la descripción que hace de <strong>su</strong> actitud y acti<strong>vida</strong>des<br />
durante estos nueve meses:<br />
“En consecuencia, empecé en el nombre del Señor a<br />
predicar públicamente desde el púlpito la doctrina del verdadero<br />
arrepentimiento, a guiar a la gente por el camino angosto,<br />
y con el poder de las Sagradas Escrituras, a denunciar<br />
todo pecado e impiedad, toda idolatría y falsa adoración,<br />
y a anunciar el verdadero culto, también el bautismo y<br />
la Cena del Señor de acuerdo a las enseñanzas de Cristo,<br />
con el alcance que para este tiempo había adquirido por la<br />
gracia de Dios. Además advertía firmemente cada una de<br />
las abominaciones münsteritas, a saber: rey, poligamia, reinado<br />
terrenal, armas, etc., durante más de nueve meses, en<br />
que el Señor me concedió <strong>su</strong> Espíritu paternal, ayuda y poder<br />
para que voluntariamente renunciara al “buen nombre”,<br />
18