Spanish Bible (Reina Valera 1909) - Iglesia Anglicana Cristo Redentor

33. 10–34. 7 Job 790
10 en mí. He aquí que él buscó achaques contra mí, Y me tiene
11 por su enemigo; Puso mis pies en el cepo, Y guardó todas mis
12 sendas. He aquí en esto no has hablado justamente: Yo te res-
13 ponderé que mayor es Dios que el hombre. ¿Por qué tomaste
pleito contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus ra-
14 zones. Sin embargo, en una ó en dos maneras habla Dios; Mas
15 el hombre no entiende. Por sueño de visión nocturna, Cuando
el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen sobre el
16 lecho; Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala
17 su consejo; Para quitar al hombre de su obra, Y apartar del
18 varón la soberbia. Detendrá su alma de corrupción, Y su vida
19 de que pase á cuchillo. También sobre su cama es castigado
20 Con dolor fuerte en todos sus huesos, Que le hace que su vida
21 aborrezca el pan, Y su alma la comida suave. Su carne desfallece
sin verse, Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.
22 Y su alma se acerca al sepulcro, Y su vida á los que causan
23 la muerte. Si tuviera cerca de él Algún elocuente anunciador
24 muy escogido, Que anuncie al hombre su deber; Que le diga
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que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender
al sepulcro, Que halló redención: Enterneceráse su carne más
26 que de niño, Volverá á los días de su mocedad. Orará á Dios,
y le amará, Y verá su faz con júbilo: Y él restituirá al hombre
27 su justicia. Él mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé,
28 y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado; Dios redimirá
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su alma, que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz.
He aquí, todas estas cosas hace Dios Dos y tres veces con el
30 hombre; Para apartar su alma del sepulcro, Y para iluminarlo
31 con la luz de los vivientes. Escucha, Job, y óyeme; Calla, y
32 yo hablaré. Que si tuvieres razones, respóndeme; Habla, por-
33 que yo te quiero justificar.
enseñarte he sabiduría.
Y si no, óyeme tú á mí; Calla, y
34, 2 ADEMÁS respondió Eliú, y dijo: Oíd, sabios, mis palabras;
3 Y vosotros, doctos, estadme atentos. Porque el oído prueba
4 las palabras, Como el paladar gusta para comer. Escojamos
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para nosotros el juicio, Conozcamos entre nosotros cuál sea lo
bueno; Porque Job ha dicho: Yo soy justo, Y Dios me ha qui-
6 tado mi derecho. ¿He de mentir yo contra mi razón? Mi saeta
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es gravosa sin haber yo prevaricado. ¿Qué hombre hay como