ESFUÉRZATE Y SE VALIENTE - Editorial Aldevara
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Esfuérzate y se Valiente<br />
Cuando llegué a Buenos Aires, me bajé del avión y corrí a la salida donde mi hermano<br />
menor me estaba esperando en su coche, nos abrazamos sin palabras y le dije<br />
que me lleve directamente al hospital.<br />
Entre bruscamente a la habitación del hospital donde estaba ella y me arrojé a<br />
sus brazos mientras ella me decía -Si estoy bien, estoy bien-, pasé de largo a mi padre<br />
que estaba sentado en una silla con la cara desencajada y a mi tía Silvia, solo quería<br />
Propiedad<br />
abrazar a mi madre.<br />
Estaba bastante deteriorada, su piel era una mezcla de pálido y amarillo, mucho<br />
más delgada, su voz sonaba débil. Le di gracias a Dios por dejarme llegar a tiempo…<br />
de<br />
A las pocas horas nos reunimos mi padre y yo con su oncóloga, quien nos presen-<br />
taba un panorama desolador y sin esperanzas.<br />
Era muy difícil que mi madre deje el quirófano con vida. Que sí lo lograba, se<br />
quedaría en cuidados intensivos. Fueron muy negativos pero debíamos prepararnos<br />
para lo peor.<br />
www.<br />
Cuando le detectaron el cáncer de ovarios estaba muy avanzado. Por ello estaba<br />
sufriendo todos esos síntomas que atravesó y nadie se había molestado en saber que<br />
era exactamente.<br />
aldevara.<br />
La familia fue llegando poco a poco, era una forma extraña de reencontrarme con<br />
Sammy no pudo viajar conmigo, pero llegó a tiempo, antes de que mi madre entre<br />
en el quirófano.<br />
es<br />
ellos allí y con mi madre en ese estado.<br />
A mi madre se la veía con esperanza, con fuerzas, siempre fue una luchadora, no<br />
bajo sus brazos ni un solo instante.<br />
Por mi parte, yo creo que estaba un poco en shock aún, todo había sido muy rápido,<br />
de un día para el otro mi madre se moría, y yo estaba de vuelta en mi país, cuando<br />
menos de una semana atrás ignoraba todo esto. Me mantuve de pie, fuerte. Aún sabiendo<br />
las expectativas que tenían sus médicos.<br />
El día que entró al quirófano, estábamos todos allí, mis tres hermanos, mi padre,<br />
mis tíos y tías, algunos primos, y algún que otro conocido.<br />
Estábamos todos sentados en una pequeña sala de espera y repartidos por las<br />
escaleras. Fueron horas de angustia e incertidumbre, hasta que finalmente salió y nos<br />
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