ESFUÉRZATE Y SE VALIENTE - Editorial Aldevara
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Josué A. Giunta<br />
Su marido parecía no querer aceptar lo que venia, habían venido sus dos hijos<br />
también. Cristina se estaba marchando y no había vuelta atrás.<br />
Mientras la morfina iba haciendo efecto, su estado empezaba a agravarse, los médicos<br />
empezaron a entrar y salir de la habitación. Viola estaba conmigo, mi madre se<br />
estaba<br />
Propiedad<br />
poniendo nerviosa al ver tanto movimiento de familiares y amigos entrando<br />
y saliendo, hasta que empezó a llorar. Yo intentaba distraerla poniéndole los auricu-<br />
lares para que escuche música o mire una película en el ordenador portátil, pero no<br />
había caso.<br />
Finalmente nos sacaron de la habitación.<br />
de<br />
Cristina había fallecido. Mi madre lloraba<br />
desconsoladamente como si se tratase de alguien a quien quería mucho. Supongo<br />
la misma situación con ella.<br />
www.<br />
En la habitación se respiraba un ambiente raro tras la muerte de Cristina, el silencio,<br />
la oscuridad. Aunque no la conocíamos mucho, de alguna forma nos había<br />
afectado.<br />
aldevara.<br />
que estaba demasiado sensible y en esa escena, veía a sus propios hijos atravesando<br />
Mi madre llamó llorando al hijo menor de la señora, para abrazarle y darle el<br />
pésame. Yo estaba un poco desconcertado por su reacción.<br />
Apenas horas atrás, mi madre había hablado con ella, recuerdo que ese día tenía<br />
una foto de su nieta sobre su falda.<br />
96<br />
es<br />
Yo llevaba casi cuatro días durmiendo fatal, empezaba a perder el equilibrio de la<br />
Esa noche a mi madre le subió la fiebre, lo cual era una mala señal, ya que era signo<br />
de infección.<br />
sanidad, me desesperaba con cualquier cosa, a cada momento controlaba su respiración,<br />
su temperatura, sus quejidos, todo era señal de alarma para mi.<br />
Podía quedarme dormido pero al menor ruido que ella hacía, daba un salto del<br />
sillón.<br />
De madrugada volvieron a sedarla y darle medicamentos, poco a poco iba<br />
recuperándose.<br />
Amaneció otro día más, estábamos agotados, tuve que salir fuera para que hicieran<br />
el control. Aproveche para buscarle agua fresca a mi madre y me asome por la