La leyenda de oro 4.pdf

n •Г S I • • 1
LEYEN Б ORO
PARA CADA DIÀ DEL АЛО.
ОБИ A QVF. COJtl'BKNTlE
lo*o il Rifcaïî2e?ra osjoreio.fe wüciss dai Croisai, ВйЬг, Gííerrá­, , qa Ыйа в:; ;
les таг á» wll?r«s íe sauos di те зо fete dichos stares, y qos «tío «rapreníli» en el ìknstkp гзжи. ф» s? ¡ossm ¡stsj-o
cea ш ídiciiass № nratuüs ; y us w»hìar» цдаЛ alfabetico te todos los ssatos, ю гаш.л ь! а к\ гл
еа qs3 ss se vida;
OBRA KECESARIA.
PAÌÌA RI. PASTO ESPÍRITU U, DIÍ LOS FIKLF.S QUIÍ ASllRt.AS SAitKR LAS CIRCUNSTANCIAS Ш! I A VlrU V V|RTI'U»S ПК Mia
PATRONOS, Ï l'Ali л 1,09 SKÑUHI1S CURAS PAR RUCOS A l'IV DIÎ SARIÎR LOS NOMBRES QUI! l'UlilIKN AUIMTIU
KN LAS PILAS BAUTIS.MALKS.
EL niliHiUVU UUUIUU UIM UUOlJ г ли I
С A TUÜBÁTICO Dli SAtillAUA F.SCR1TUKA,
Y SE PUBLICA CON LA APROBACIÓN Y BAJO LOS AUSPICIOS
DEL
Oblilo Oc ijjCLX.Ccl.0lUV.
Va adornada con la colección de láminas abiertas en acero, mas admirable y costosa salida i luz hasta el día
B
»>«««*,». •№ poxKHg»; к* ««всем ne oso,
grabada por ¡os mejores artistas de Europa, y publicada en Pans por el editor francés de la Biblia
Libreria de RAZÓLA ,
calle de la Concepción Geronima, núm. 2.
K ^ Í " 8
" TOMO CUARTO. -e>p^«
V ' V Y 'Y
BIBLIOTECA UNIVERSIDAD DE MALAGA
6104424603
ç^Darcf lona,
Impronta de LLOREXS, HERMANOS,
саЛе Ancha.

•M'
is*
• V

Día 1.
OCTUBRE.
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO (1).—Entre
las devociones do la Virgen, la mas celebrada es
la del Rosario, ó Salterio, llamado así, porque
consta de cíenlo cincuenta Ave Marías, que corresponden
al Salterio de los ciento y cincuenta
salmos de David. Esta devoción, dicen graves
autores, que es tan antigua como la Iglesia; porque
empezó con ella , y fué el primer breviario
y las primeras horas canónicas que la Igle—'"
sia usó, y que los apóstoles rezaron el rosario
por orden de la Virgen, y los fieles, que tuvieron
el primitivo esphitu y las primicias de la devoción,
por orden de los apóstoles, antes que san Ignacio,
mártir , introdujese en Antioquía el Salterio de
David, que recibió después toda la Iglesia católica
para cantar las alabanzas á Dios. El rosario se
derivó de los primeros íieles á los anacoretas de
Egipto y Nitria; y de los desiertos le recibieron en
las ciudades san Agustin, san Gerónimo, san Ambrosio
y otros Padres: y resfriándose después de
algunos años el fervor de esta devoción , le avivó
y encendió en Inglaterra el venerable Beda ; porque
los ingleses confesaban haber recibido esta
devoción de sus antepasados, como herencia de
padres á hijos, debida á la enseñanza de este venerable
Padre. De esta opinión es el beato Alano
ile Itupe , fraile de la orden de Santo Domingo , y
de grande autoridad en esta materia, por haber
( i ) Corresponde á la primera dominica de osle mes,
sido elegido milagrosamente de la Reina de los ángeles
por predicador de su rosario, casi olvidado
en muchas partes. Particularmente refiere Paladio
, Sozomeno y Casiodoro, de un monje llamado
Paulo, varón excelente en santidad, que
tema por costumbre rezar cada dia trecientas oraciones
\'y por no defraudar nada á su devoción^
escondía otras tantas piedrecitas en el pecho , y
á cada oración arrojaba una piedra , con que , al
acabarse las piedras, conocía haber acabado sus
oraciones, y cumplido aquella piadosa tarea. Ayberto
, monje ,*que floreció en tiempo del papa
Pascasioll, por los años de 1099, cuenta Surio,
que cien veces al día hincado de rodillas, y cincuenta
veces de noche postrado en tierra , rezaba
la salutación angélica. Algunos retratos do la Virgen
. de mas de ochocientos años de antigüedad,
en que están pintados rosarios, como ahora se
usan , muestran ser muy antigua en la Iglesia esta
devoción; y siendo de tanto agradó de Dios, y de
su Madre , como después veremos , es creíble que
no se ocultó á aquellos primeros fieles, que, como
mas fervorosos en el amor de Dios, eran también
mas diligentes en el servicio de la Madre de Dios.
2 Pero dejando esta cuestión á otros; pues
las devociones no se acreditan tanto por la antigüedad
de los años que tienen, cuanto por la
gloria que se sigue de ellas á Dios, y provecho que
sacan los que las usan : no hay duda que merece
con mucha razón Santo Domingo de Guzman
el título que le dan muchos de inventor , y primer
predicador del rosario de nuestra Señora; porque
esle esclarecidísimo patriarca fué el primero que

le enseñó , y predicó con el método y orden admirable
de meditar los misterios de nuestra té , repartidos
en tres clases, de gozosos, dolorosos y
gloriosos, que él aprendió de nuestra ! y de
él lo recibió la Iglesia, como cosa venida del cielo
. para provecho de todo el mundo , culto de la
Madre de Dios, y gloria del mismo Dios; porque
en esta nidísima devoción se eslabonan y encadenan
la oración mental y vocal, para que el alma
y el cuerpo, el entendimiento y la lengua, la voluntad
y los labios alaben á Dios, celebren á la
Madre de Dios, y no haya parle en el hombre, qno
no alabe al Criador y Redentor del hombre, y á
la Madre de su Criador y Redentor; y juntamente
pida y merezca los favores de que necesita para
su salvación , y obligue á quien se los ha de conceder
, y á la que se los ha de alcanzar non su intercesión.
Por eso los hijos de Santo Domingo,
zelosísimos siempre de la salud de las almas, imitando
la caridad y devoción de su incomparable
padre , han extendido y dilatado esta devoción por
iodo el mundo , y el Señor la ha acreditado con
innumerables milagros, y los sumos pontífices la
han aprobado y confirmado , y recomendado con
muchos privilegios, gracias ó indulgencias, que han
concedido á los que rezan el rosario, ó corona de
nuestra Señora, qii'i se compone de siele Padre
nuestros, y setenta y tres Ave Marías, ú ocho
Padre nuestros, y setenta y dos Ave Marías, por
los años que vivió en la tierra la Reina del cielo,
según las dos opiniones mas recibidas acerca de
los años que vivió con los hombres la Madre de.
Dio,s; da las cuales la mas vulgar es , que fueron
setenta y tres años; y la que parece mas probable
al eximio doctor Francisco Suarez, y tiene
mucha autoridad , es, que fueron setenta y dos.
3 Aunque ha sido, muy célebre esla devoción
del rosario desde el tiempo.de Sanio Domingo, se
hizo mas célebre con ocasión de la famosa batalla
naval de Lepanto, que se ganó por intercesión de
nuestra Señora, y particularmente por la devoción
de su santo rosario: la cual, siendo tan sabida, no
hay para qué referirla aqui de proposito : y siendo
muy propia de la fiesta de hoy no se puede callar
del lodo; y por eso diré la suma de ella. Después
que Sslim, II de este nombre , gran turco , rompió
las paces con la república de Venecia; viéndose
señor del mar por la multitud de sus naves
v soldados, se señoreó del reino de Ch'pre, y
empezó á hacer hostilidades y estragos en los
cristianos. El santísimo pontífice Pío V procuró
unir todas las armas católicas contra el enemigo
común de la cristiandad , que deseaba dominarlo
todo con su poder, y presumia eclipsar con sus
lunas las luces clarísimas de nuestra fé. Excusáronse
los oíros príncipes crislianos, y solamente
el rey católico Felipe 11 se coligó con el papa , y
con la república de Venecia , para oponerse á tan
formidable enemigo. Dispúsose una poderosa armada,
de que iba por general don Juan de Austria,
hijo.del invicto emperador Carlos V, en quien parecía,
herencia el valor, y patrimonio el vencer.
Buscó la armada católica á la turquesca que esperaba
en el golfo de Lepanto. Los turcos conta-
LA LEYENDA DE ORO
OCTI;IIIÍK , 1
ban doscientas y treinta galeras reales, con otras
muchas galeotas , y vasos menores: los cristianos
llevaban mas de doscientas galeras , ochenta y
una del rey de España, ciento y nueve de Venecia
, y doce del sumo pontífice, tres de Malla, y
otras de caballeros particulares. Al llegar nuestra
armada á vista do la del enemigo, el viento, quo
para los turcos ora favorable , y para los cristianos
contrario , amainó casi de repente, empezando ya
á desfavorecerles este elemento , y el mar se sosegó,
como si prelendiera ver con reposo los dos
mas poderosos ejércitos del mundo disputar sobro
la posesión do él. El de los turcos era muy superior
en el número; el de los cristianos era mayor
en el valor: los turcos presumian alistarse debajo
de sus banderas la fortuna , hinchados con repetidas
viclorias ; los cristianos sabian que venia con
ellos la justicia de la causa : ambas armadas miraban
presente la batalla y el riesgo , y en esperanzas
la victoria y el triunfo; pero los infieles le
esperaban de su valor, y los fieles del favor divino.
Por esto, ya que se acercaba á tiro de cañón,
mandó su alieza enarbolar un crucifijo, y muchas
imágenes de nuestra Señora, y todos, pueslos de
rodillas, hicieron oración á Dios, poniendo por
inlerccsora á la Virgen, suplicándole que no diese
la victoria á sus enemigos por castigar á los que
confesaban y llamaban arrepentidos de sus culpas.
Luego., habiendo esforzado los dos capitanes
á sus soldados, y dado la señal de acoplar de ambas
partes la batalla con dos tiros de bombarda,
se acometieron ias naves con increíble ímpetu , y
se peleó por espacio de dos horas con extraño valor
, con diferentes sucesos , ya prósperos , ya adversos
, como los lleva la guerra, sin saberse ana
donde oslaba la victoria , hasla que se reconoció
en nuestra armada , y se fué declarando tanto por
los cristianos , que en breve tiempo quedó desbaratada
v deshecha la armada de los turcos, treinta
mil con su bajá muertos , diez mil cautivos, ciento
y ochenta naves presas, noventa sumergidas,
quince mil cristianos rnscalados . casi trecientos
• 11 ros de artillería cogidos, el despojo de dineros,
joyas y armas ni tiene precio, ni número; y lo
principal fué cobrar las armas católicas la reputación
perdida , y perder las mahometanas la soberbia
y la confianza , ganadas en muchas victorias.
Murieron.de nuestra parte seis mil hombres,
y pocos de cuenta : por lo cual fué esla la batalla
mas célebre que han conseguido en el mar los
cristianos , y no sé si vio antes primera, ó ha visto
después segunda en sus campañas el elemento del
agua.
k Debióse esta insigne victoria á las oraciones
de san Pió V , y de la cristiandad, donde el sanio
pontífice las mandó hacer: y fuera del valor de
los soldados cristianos, ayudó mucho la devoción
y zelo con que confesados y bien dispuestos entraron
en ia batalla para morir , defendiendo la fé,
si Dios por nuestras culpas diese á los infieles la
victoria; y principalmente se debió á la intercesión
de la sacratísima Virgen María nuestra Señora,
singular patrona de las batallas, á quien el sumo
pontífice encomendó esta empresa, y el general

0CTt;nnr., 1
v capitanes hicieron diversos votos. Consiguióse
esta victoria en el primer domingo de octubre
de 1571 , dia que la religión de Predicadores tenia
consagrado (como todos los primeros domingos
de cada mes) al culto de nuestra Señora del
Rosario ; y en este especialmente encomendaba á
Dios el buen suceso de las armas católicas, por
mandado del sumo pontífice Pió V: el cual , en
reconocimiento de tan señalada merced , como
recibió toda la cristiandad de la Madre de Dios,
consagró esto dia á su eolio , con título do «Santa
María de la Victoria;» y Gregorio XIII, que le sucedió,
mandó cpie se celebrase cada año, en el
primer domingo de octubre , en todas las Iglesias
del orbe cristiano, donde hubiese capilla ó altar
de Nuestra Señora del Rosario , fiesta á nuestra
Señora con título del Rosario, por haberse alcanzado
esta victoria por sn devoción. Confirmó esta
fiesta Clemente VIII, y últimamente nuestro santísimo
padre Clemente X, á instancia de la reina
nuestra señora doña Mariana de Austria , lia mandado
que en todos los reinos y señoríos de la monarquía
católica, se celebre fiesta de Nuestra Señora
del Rosario . con oficio de doble mayor, por
todo el estado eclesiástico, secular y regular.
LA LEYENDA DE ORO.
5 lis muy digna de ser usada de todos, y
muy agradable á nuestra Señora la devoción de
su santísimo rosario, y muy segura : porque fuera
de estar aprobada y recomendada por la Iglesia;
este rosario ó salterio de nuestra Señora, se compone
de la oración del Padre nuestro , y de la del
Ave María, que son las mejores oraciones que tiene
la Iglesia, como dice santo Tomás, y las mejores
que se pueden decir á la Virgen. Y dejando la
oración del Padre nuestro, que es compuesta por
el mismo Cristo , y en esto lleva toda su recomendación
; la oración del Ave María se compuso de
las palabras del arcángel san Gabriel , cuando saludó
á María , y de las de santa Isabel , cuando.
María la saludó: aunque diremos mejor, que el
mismo Dios compuso esta salutación , y nos la enseñó
por boca de un ángel , y de una mujer ; para
que tengan parle en esta salutación los hombres
y los ángeles , y alaben todos con ella á la Reina
de los ángeles, y de los hombres : porque san Gabriel,
como advierte el beato Alberto Magno, no
saludó á María en su nombre , sino en nombro de
la santísima Trinidad, como su embajador; y
dijo aquella salutación, no como inventada por él",
sino como enseñada de Dios : y santa Isabel, antes
de saludará María, fué llena de Espíritu santo:
el cual la hizo decir las palabras que no había
pensado, y profetizar lo que antes no sabia como
advierte san Gregorio. A esta salutación añadió la
Iglesia , gobernada y enseñada del mismo Espíritu
santo, las últimas palabras: «Santa María , Madre
do Dios, etc.» El cardenal Baronio dice, que
se anadió esta parle á la salutación angélica el
año de 431, con ocasión de la herejía de Nestono,
que no quería llamar á María Madre de, Dios;
porque, condenado este perverso heresiarca , que
prelendia oscurecer la mayor gloria de María
santísima, creció mas la gloria de esta soberana
Señora en toda la Iglesia: la cual empezó á invo-
caria y predicarla perpetuamente con el nombre
de Madre de Dios , muy usado de los santos Padres
; y para que todos ios fieles confesasen y celebrasen
esta gloria de María , siempre que repitiesen
la salutación angélica, añadió aquellas
palabras: «Sania María, Madre de Dios, etc.»
El doctísimo padre Pedro Canisio , de la Compañía
de Jesús , dice, que desdo el principio de la
Iglesia los sirios, enseñados por los sagrados apóstoles
, acababan el sacrificio de la misa con el
Ave María , añadiendo á la salutación del ángel,
y de santa Isabel , estas palabras : «Santa María,
Madre de Dios , ruega por nosotros pecadores.
Amen.» Mas puédese componer esta diferencia,
si decimos, que lo que usaban los sirios en la
misa desde el tiempo de los apóstoles, lo empezó
á usar toda la Iglesia , siempre que reza el Ave
María , desde el año 43í.
6 Es tan agradable la salutación angélica á la
santísima Virgen, que, como dice san Atanasio,
los ángeles en el cielo la saludan y alaban con las
palabras del arcángel san Gabriel. Y de santa
Matilde, hija muy regalada de la Madre de Dios,
se escribe que , oyendo un dia misa de nuestra
Señora , al empezar el sacerdote á decir aquellas
palabras: Salce, sanda Parens, le vino un
deseo muy entrañable de saludar también á la
Virgen; y hablando con ella, le dijo : O Señora
y Reina dulcísima, si yo hallase una salutación la
mas excelente que humano entendimiento puede
pensar, de muy buena gana os saludariaxon ella.
Luego fué arrebatada en espíritu, y vio á la gloriosísima
Virgen María, cercada de innumerables ángeles,
y de inmensos resplandores que traía en el
pecho escrita con letras de oro la salutación angélica,
y dijo á la santa : Nunca pudo llegar hombre
á inventar semejante salutación , ni me puedes
saludar con otra que mas me agrade que esta;
porque con ella me saludó la santísima Trinidad:
el Padre me confirmó con su omnipotencia , para
que fuese exenta de toda culpa : el Hijo me ilustró
con su sabiduría, para que fuese como un astro refulgente
del cielo y de la tierra; y el Espíritu santo
con la dulcedumbre de su amor me llenó de toda
gracia, y me hizo tan agradable á sí, que todos
los que buscaren por mí la gracia, la hallarán: y
dejando consoladísima á la santa virgen, desapareció
la Virgen de las vírgenes , y toda aquella
maravillosa visión.
7 Juan Lanspergio , y el abad Ludovico Rlosio,
en sus obras espirituales , cuentan haber sido
revelado á algunos varones santos, de cuánta
gloria sea para Dios, honra para la Virgen, agrado
para ios ángeles y bienaventurados, y provecho
para los hombres, la devoción del santo rosario:
y particularmente refieren que un prior de
la Cartuja del monasterio do Tréveris, que por
muchos años se habia ejercitado en la devoción
del rosario, siendo en una ocasión arrebatado en
espíritu, como solía, y subido al tercer cielo, como
san Pablo , ó abiértosele el cielo como á san Estovan
, vio con los ojos del alma, como toda la
corle del cielo daba á Cristo y á su gloriosísima
Madre millares de bendiciones y alabanzas por

los inefables misterios que se encierran en el roí-ario:
que los coros de los ángeles y santos estaban
con grande atención el tiempo que se rezaba
el rosario; y que al pronunciar el nombre santísimo
de Jesús, Linearon con profundísima humildad
la rodilla , y al oir el nombre dulcísimo de
María, inclinaban la cabeza con grandísima reverenea
: y vio juntamente que todos los celestiales
espíritus y hombres bienaventurados, hacían
oración á Dios, pidiendo favores y mercedes para
lodos aquellos que, rezando el rosario, se ocupaban
en la tierra, en lo que ellos se ocupaban en
el cielo, en alabar á Jesús y á María, y dar gracias
á Dios, por los altos y soberanos misterios que
con inefable y estupenda caridad obró por la salud
de los hombres, y por las grandes cosas que con inmensa
liberalidad hizo en María el Todopoderoso.
Vio también aparejadas en el cielo muchas coronas
de gloria, hermosas y resplandecientes, para
los que rezaban devotamente el rosario. Supo
que cada vez quo alguno decia un rosario, alcanzaba
algún favor y merced , y alguna gracia y
bendición particular en esta vida por medio de la
sacratísima Virgen María, que oraba por los que
rezaban su rosario. Finalmente entendió que en
esla devoción estaba encerrado tal tesoro de gracias
y bienes espirituales, que ninguno de los
mortales lo podria comprender con el entendimiento
y menos explicar con las palabras. Todo
esto fué revelado á aquel varón santo: y por no
ser avariento del tesoro mayor, ni defraudar á los
venideros de la noticia que tanto les podia aprovechar,
dejó escrito lo que habia visto , y descubrió
esla mina, deque podian enriquecerse lodos,
de espirituales riquezas.
8 No tienen número los favores que Dios hace
á los devotos del rosario de María. Pero ¿qué maravilla
es que sean tan favorecidos, y consigan
tantas gracias , si ruegan por ellos los bienaventurados,
si suplican los ángeles , si intercede María?
¿Qué no alcanzarán tales ruegos, qué se negará
á Iales súplicas, qué cosa hay imposible ni dificultosa
á tal intercesión? Por el rosario los ciegos
reciben vista . los sordos oidos, los mudos lengua,
los mancos manos, los cojos pies, los desconsolados
consuelo , los necesitados socorro, las esté—
ri'es hijos, los enfermos salud, y los muertos vida.
¿Qué milagros no hizo santo Domingo por medio
del rosario en España, Italia y Francia? ¿Qué
maravillas no han hecho sus hijos en todo el
mundo, donde han introducido esla devoción?
¿Qué prodigios no obró en el Oriente el apóstol do
las Indias san Francisco Javier con el rosario en
sus manos, ó en las de los niños inocentes que enviaba
á curar endemoniados, sanar enfermos y
resucitar muertos? Muchas son las batallas que so
han conseguido con las armas del rosario: y fuera
de la balaba naval de quo hablamos antes; es
muy ilustre la que ganó León IV , año de 85'i-, de
los enemigos de Cristo : porque, viniendo á Roma
un ejército de moros y bárbaros, amenazando fuego
y sangre , ruinas, impiedades y sacrilegios, á
aquella santa ciudad; el santísimo pontífice, quo
no era menos valeroso para la ocasión de la guor-
LA LEYENDA DE ORO.
OCTUBRE, 1
ra, que prudente en el tiempo de la paz, hizo gente,
y mudando el oficio de Aaron en el de Moisés,
ó juntando en uno el cargo de sumo sacerdote y
capitán general, acaudilló á los soldados hasta el
puerto de Ostia, donde el ejército contrario habia
desembarcado: mandóles á todos confesar y comulgar,
é invocar á la Madre de Dios del Rosario,
y quiso que por el camino llevasen en la una mano
la lanza con que habian de pelear, y en la otra el
rosario con que habian de vencer, hasta que, encontrándose
los dos ejércitos, el santo pontífice
echó al de los cristianos la bendición haciendo sobre
ellos la señal de la cruz, y los animó con gravísimas
palabras á morir ó vencer: pues de cualquiera
manera vencían, óálos enemigos, ganando
la victoria; ó á la muerto, muriendo en la batalla
portan justa causa. Luego dio el ejército de los
cristianos en el de los infieles con tal furia, quo
mataron la mayor parte de ellos, y los demás huyeron
á sus navios, llenos de lemor y espanto, buscando
la seguridad en la fuga, y dejando á los cristianos
muchos cautivos y despojos, con una insigne
victoria , debida mas á la oración, que al valor, y
conseguida mas con el rosario de la Virgen , quo
con las armas de los soldados. Recibió santo Domingo
el rosario de mano de la Virgen para destruir
la herejía de los albigenses: porque como
una de las herejías de estos blasfemos herejes era
poner su lengua sacrilega en la pureza de María
santísima , quiso el Señor oponer alabanzas de su
Madre á las injurias de su Madre , y por medio de
su rosario, que aconsejó santo Domingo rezasen
sus capitanes y soldados del ejército católico , que
gobernaba Simón de Monforte, siendo solo de
ochocientos caballos y mil infantes, alcanzó una
insigne victoria del ejército do los albigenses, quo
constaba de cien mil hombres de pelea, muriendo
muchos millares de los enemigos de María, y solos
siete ú ocho de los católicos, que defendían su
pureza y estaban debajo de su patrocinio;
9 ¿Qué diré de las victorias espirituales quo
lian conseguido los devotos do María santísima,
de los demonios , y de los vicios , por medio del
rosario? Muchos son los que por medio de esta devoción
han salido de sus culpas, y se han desnudado
do los vicios y malas costumbres que se habian
convertido en naturaleza. De una Magdalena
pecadora, en la ciudad de Roma, hizo santo
Domingo por medio del rosario una Magdalena
penitente, ó una sania Catalina , que este era su
nombre: y merece este renombre la que mereció
sor regalada de Dios con visitas y revelaciones
celestiales , con admiración del mismo santo Domingo
, que no acababa de engrandecer la misericordia
de Dios, que saca á los pobres del estiércol
, como dice David , para colocarlos entre los
príncipes de su reino, y habia llenado de tanta
gracia y santidad aquel corazón que estaba lleno
ríe inmundicias y abominaciones. ¿Cuántos, que
estaban desesperados de su salvación, han cobrado
esperanzas de vida eterna , rezando el rosario?
¿Cuántos, que á toda priesa caminaban por el camino
de la perdición , han tomado el camino de­
recho por medio de esta devoción? Cuántos

OCTURRE,1 LA LEVEND A DE ORO. "
nar á María con tales flores? Todo lo es el rosario,
corona de María, y corona nuestra. De estas rosas,
que nunca se marchitan, nos hemos do coronar;
nó de aquellas que se coronan los necios del libio
de la Sabiduría . con temor de que se marchiten.
A María vio san Juan coronada de estrellas: y
mas estima María ser coronada de rosas y azucenas,
de que se compone el rosario, que de las estrellas
del cielo. Si quieres, pues, coronar á María
con una corona de su buen gusto , no busques diamantes
, ni piedras preciosas, ni eches menos las
estrellas para labrarle una corona digna de su
grandeza; sino rézala todos los dias su rosario ó
corona con mucha devoción , meditando juntamente
los misterios del rosario, gozándole de los
privilegios de María, para que acompañe la consideración
á la voz, y no esté lejos el entendimiento
de la lengua; porque así te coronará María
de favores en esta vida , y te alcanzará una corona
do gloria en el cielo , adonde nos lleve el
Señor á todos por la intercesión de su Madre.
Amen.
han librado por el rosario de males temporales y
eternos? l'ara muchos pecadores ha sido principio
de su felicidad eterna el haber perseverado mucho
tiempo en la devoción del rosario ; y así reveló la
Virgen al beato Alano de Rupe, según él mismo
lo escribe , que es señal probable de reprobación
tener horror, tedio y descuido de rezar el Ave
María; y al contrario , ser devoto y cuidadoso de
rezar esta salutación, es señal probable de predestinación.
10 Considerando, pues, los diversos favores
y mercedes que Dios hace por medio del santo rosario
, podemos decir que es la honda de David,
con que derribó al gigante, é hizo huir al ejército
de los filisteos: el lazo, en que quedó suspenso
Aman , y libre el pueblo de Dios, y de la muerte
que le quería dar este poderoso enemigo; y aquella
cinta que puso Rahab en la ventana para salvar
su vida, y de su familia , cuando entraron los
israelitas á fuego y sangre en la ciudad de Jencó.
Las dos oraciones del Padre nuestro y Ave María,
de que se compone el rosario , comparan algunos
á las dos alas de paloma que pedia David , para
volar y descansar, y á las dos alas de águila quo
le fueron dadas á aquella mujer del Apocalipsi.
que es el alma santa para volar al desierto, huyendo
del dragón infernal: y dicen que son las
mejores armas que penden de la torre de David,
que es María santísima y la Iglesia santa, con
que se han de armar los fuertes para defenderse,
y ofender á los enemigos; y que de estas dos oraciones
juntas , como de dos lados grandes, se
forma la escala mística que vio Jacob en sueños,
que llegaba desde la tierra al cielo , por donde subían
ángeles y bajaban, de lo cual reconoció el
santo patriarca , que estaba allí la casa de Dios y
la puerta del cielo. Este rosario se compone de
Jas rosas y flores de que gusta María santísima; y
esto basta para aficionarnos á su devoción. A algunos
devotos suyos, que ponian á sus imágenes
coronas de flores, reveló María santísima que
gustaba mas de coronas compuestas do sus salutaciones;
y en demostración de esto ha sido vista
tal vez coger de la boca do sus devotos, mientras
rezaban el rosario, rosas en lugar de Ave Marías,
y azucenas, en lugar de las oraciones del Padre
nuestro, y, formando una guirnalda de aquellas
flores misteriosas, coronarse con ella. Otros devotos
del rosario han sido coronados con guirnaldas
de semejantes rosas y azucenas, mientras le rezaban
con devoción. María se compara en el Eclesiástico
á las rosas de Jericó, que, según dice Alberto
Magno , tienen ciento y cincuenta hojas; y
el rosario se compone de otras tantas rosas , que
se ofrecen en oloroso sacrificio á la Rosa de Jericó,
que es la Reina ó la Diosa de las flores. Estas
son las rosas y flores que pide María en los Cantares
cuando dice: «Cercadme de flores; porque
estoy enferma de amor: » con estas lloros se alivia
su enfermedad, y se satisface su amor. Estas son
las flores que dice María en el Eclesiástico: «Mis
flores son frutos de honra y honestidad.» ¿Qué
cosa de mayor honra , que coronarnos con ¡as flores
de María? ¿Qué cosa mas honesta, que coro-
11 Escriben del rosario de nuestra Señora el
beato Alano de Rupe; Fr. Juan Andrés Coppestoin;
Fr. Andrés Gianneti; Fr. Juan López, obispo
de Crotón; Fr. Juan de Sagaslizával; v Fr. Francisco
Mejía, de la orden do Santo Domingo ; el
padre Gaspar Astele, de la Compañía, y otros autores
, por la major parte de la orden de Santo
Domingo. Otros muchos escriben tratados del
Ave María.
SAN REMIGIO, ARZOBISPO Y CONFESOR.-La vida
del glorioso san Remigio, arzobispo de Rlieims,
predicador y apóstol de los francos, sacada de
llincmaro , arzobispo asimismo de Rheims , y de
Fortunato , que la escribieron , es de esta manera.
Fué san Remigio hijo de muy nobles y ricos padres,
y muy dados á todas ias obras de virtud y
caridad. Su padre se llamó Emilio, y su madre
Cilinia. Eran ya viejos y sin esperanza de tener
mas hijos. Estaban las cosas del reino de Francia
muy turbadas con las guerras, y muy perdidas en
las costumbres , especialmente las de los eclesiásticos
, que son el corazón , y como el pulso de (oda
la república. Castigaba Dios nuestro Señor (como
suele) aquel remo por sus pecados. Ilabia en él
un santo varón , llamado Montano, de muy perfecta
y penitente vida, que vivia encerrado en un
desierto apartado, y era muy regalado y visitado
del Señor por sus grandes merecimientos, y pollas
oraciones que continuamente hacia , suplicándole
que se apiadase de aquel reino, y se conteníase
con las calamidades y miserias que había
padecido. Estando una noche Montano en su oración
pidiendo al Señor con muchas lágrimas su misericordia
, le fué revelado que Dios había oído su
oración , y que Cilinia concebiría y pariría un hijo
que se llamaría Remigio , el cual seria remediador
y reparador de lodo aquel reino. Quedó consolado
Montano con esta revelación de Dios: avisó
de ello á Cilinia : díjolaque pariría un hijo, cuyo
nombre seria Remigio: que hiciese gracias á Dios
por él, y le criase con gran cuidado , como hijo
dado de su mano para bien de lodo3 aquellos pue-

8 LÁ LEYENDA DE OÍ\Ó.
blos. Dudó mucho Cilinia del divino oráculo; porque
ya ella y su marido eran viejos, y no podían
creer que había de sermasmadre: pero Montano le
certificó que tendría aquel hijo, y que le criariá
á sus pechos, y que cuando le destetase, lavaría
con su leche los ojos del mismo Monlano, que
oslaba ciego, y le restituiría la vista. Todo se
cumplió como el santo varón le dijo : porque Cilinia
concibió y parió á Remigio ; y Montano cobró
la vista con la leche de su madre. Luego se
conoció que Remigio era escogido de Dios para
grandes cosas; porque era muy apacible, muy
obediente, muy devoto, é inclinado á todas las
cosas de piedad y de letras, las cuales estudió con
mucho cuidado : y para huir los peligros y ocasiones
de la juventud , se encerró en un lugar solitario,
donde vivió hasla la edad de veinte y dos
años, con tan grande fama de santidad, que, siendo
muerto Beuandio, arzobispo de Rheims, todo el
pueblo con un misino ánimo y una voz , le eligieron
por su prelado. Y como él so excusase por su
mucha insuíicencia y poca edad, Dios nuestro
Señor envió un resplandor del cíelo sobre su cabeza,
patente y visible, é infundió maravilloso licor
sobre ella , de manera que él y todo el pueblo
entendió que aquella era la voluntad de Dios, á
la cual no debía repugnar.
2 Aceptó Remigio aquella dignidad, v fué
consagrado arzobispo; y luego comenzó á mostrar
las virtudes con que le había adornado el que
para tan alio lugar le había escogido. Era muy
limosnero, vigilante, devoto y perfecto en toda
virtud: era su conversación mas del cielo que de
la tierra: sus palabras encendidas en amor de
Dios: el rostro sereno, grave y tan agradable, que
solo el mirarle ponía devoción por la santidad que
en él resplandecía. Tenia gran fuerza en sus palabras;
porque lodo lo que predicaba á los otros,
primero lo cumplía en sí. Era terrible para con
los soberbios, y manso para con los humildes.
Huía de la ociosidad : aborrecía el deleite : apetecía
el trabajo; y amaba el ser menospreciado.
Era impaciente cuando le honraban, y pobre de
dinero y rico de virtudes: particularmente reprendía
en sus sermones el vicio de la deshonestidad,
y aconsejaba que ninguno tuviese por lea á su
propia mujer, ni por hermosa á la extraña. Visitaba
su arzobispado con gran ciudado por sí mismo
, no cometiendo este oficio á tercera persona.
Finalmente, era tan perfecto, y tan consumado
en todas las virtudes de su alma, y tan solícito y
cuidadoso pastor en apacentar y curar las dolencias
do sus ovejas, que mas parecía ángel venido
del cielo, que hombre mortal. A mas de la
sania vida con que resplandecía en el mundo,
Dios le esclareció con muchos y grandes milagros.
Echó del cuerpo un demonio que afligía un pobre
hombre, y restituyó la vista que le había quitado:
libró á otra doncella también endemoniada: la
cual, habiendo sido llevada al glorioso patriarca
san Bemlo para que la sanase , él por su humildad
le envió con una carta suya á san Remigio,
que no quedó poco confuso: y teniéndose por indigno,
y no queriondo hacer oración por ella; lué
ofcTÜant!, 1
tan grande la instancia que todo el pueblo le hizo¡
y tantas las lágrimas que los padres de la doncella
derramaron, que vencieron al santo prelado:
y él mandó al demonio que saliese de aquella doncella;
y el demonio obedeció. Poco después murió;
y san Remigio la resucitó , dando vida á la difunta
qne antes con su oración había librado del
poder de Satanás. Habiendo falla de vino para la
gente que llevaba consigo, la suplió el Señor pollas
oraciones de san Remigio, y las cubas, que antes
estaban vacías, se hallaron llenas. Pegóse
fuego una vez en la ciudad de Rheims, y creció
tanto el incendio , qus quemó la tercera parte de
la ciudad , y el resto estaba en tan grande peligro,
que no había esperanza alguna de remedio.
Dieron aviso del daño y fuego á san Remigio , y él
luego se entró á hacer oración en la iglesia de
SanNicasio, obispo que había sido de Rheims.
Acabada la oración, se levantó; y mirando al
cielo, dio un suspiro, y dijo : Dios mío, dad eficacia
á mis palabras: y fué á la parte donde las llamas
del fuego eran mas poderosas, y haciendo la
señal de la cruz, luego el fuego comenzó á recogerse
y retraerse, y como á huir de la presencia
del santo, y él iba siempre siguiendo al fuego,
hasta que recogido (como en un globo) se retrajo
á una puerta de la ciudad, y salió por ella, con
grande admiración y hacimiento de gracias de
todo el pueblo.
3 Supo por divina revelación que había de
venir una grande hambreen toda Francia : y, como
otro José, juntó mucho trigo en una alquería
para proveer á aquella necesidad. Pareció á algunos
hombres ociosos y perversos que esta caridad
del santo era codicia , y que so quena hacer traíanle
para ganar y atesorar: c instigados del demonio,
pusieron fuego á los granos. Hallóse á la sazón
no lejos de allí san Remigio: fuéronle á decir lo que
pasaba ; y él se partió luego para ver si se podría
remediar aquel daño. Cuando llegó , ya el luego
estaba apoderado de todo; y él con grande paz
(porque hacia grande frío y por su mucha edad
oslaba helado) se llegó al fuego y se comenzó á
calentar, sin mostrar en su rostro enojo ni ira
alguna. Después con gran serenidad dijo: Dios
tendrá cuidado de casligar á los que han quemado
este trigo por la falta que ha de hacer á los pobres
: y fué así, que los que pegaron fuego al Irígo
quedaron quebrados; y lodos sus descendientes
varones padeciéronla misma enfermedad, y las
mujeres loman unas paperas, y las gargantas hinchadas.
Hincmaro,arzobispo de Rheims, que ya ha
ochocientos años que escribió esta historia, afirma
haber visto algunos de esto linaje á quienes
había caído la maldición de san Remigio, y la
sentencia rigurosa del cielo. No solo esta vez castigó
Dios á los que. ó no quisieron conceder, ó
pretendieron quitar la hacienda que para sustento
de los pobres ó de los ministros de la Iglesia allegaba
san Remigio , sino otras muchas , quitándoles
ios bienes que ya poseían , ó haciendo sus tierras
estériles , para que no diesen fruto , ni ellos le cogiesen
de sus trabajos. Otros innumerables milagros
hizo este santísimo pontífice; pero el majer

OCTUBRE , 1 LA LEYENDA DE ORO. *.)
de lodos y mas provechoso, fué la conversión del
rey Clodoveo , y del reino de Francia , al conocí-
micnto de Jesucristo nuestro Salvador: lo cual
sucedió de esta manera.
4 Reinaba á la sazón en Francia Clodoveo.
que era gentil, y estaba casado con Clotilde, que
era de la casa de Borgoña , y cristiana y muy temerosa
de Dios, y como tal procuraba persuadir
al rey , su marido , que dejase Ja idolatría , y conociese
por verdadero Dios, á Jesucristo nuestro
Redentor. No pudo la reina salir con su intento,
hasta que una gran necesidad ablandó y rindió el
corazón de Clodoveo: porque , haciendo guerra á
los alemanes y suevos , y hallándose muy apretado
y en peligro de perderse, .sin esperanza alguna de
remedio; amonestado del duque de Orliens , su
consejero (que era cristiano), pidió socorro y favor
á Jesucristo, prometiéndole de hacerse cristiano
si le daba victoria contra sus enemigos. En
prometiendo esto, los alemanes volvieron las espaldas
y huyeron, y, muerto su rey en la batalla , so
sujetaron á Clodoveo , y con esta victoria alcanzó
el rey otra mayor de sí mismo y del demonio: porque
se determinó á hacerse cristiano , y atrajo con
sus palabras y ejemplo á los príncipes de su reino
, para que lo fuesen. Envió la reina Clotilde
á llamar á san Remigio para que enseñase é instruyese
al rey; y él fué : y estando una noche el
rey y la reina, y algunos do sus privados y clérigos,
en un oratorio del príncipe de los apóstoles san
Pedro, oyendo las palabras que san Remigio les
decia (que en su tiempo fué varón elocuentísimo),
vino de repente una luz del cielo tan copiosa y esclarecida
, que vencia á la claridad del sol, y oyóse
«na voz que dijo: Pax vobis: er/o sum: noli te
Uniere; manete in dilectione mea: La paz sea
con vosotros: yo soy: no temáis; perseverad en
mi dilección; y tras la voz se siguió un olor del
cielo suavísimo. Con esta visión despavoridos v
asombrados los reyes y los circunstantes, se echaron
á los pies de san Remigio , y él los consoló, y
declaró que es propio do Dios nuestro Señor en el
principio de su visitación espantar; y consolar y
regalar en el fin. Enseñóles lo que habían de hacer;
y lleno de espíritu profético los anunció todo loque
les habia de suceder á ellos, y á sus descendientes:
la felicidad que habian de alcanzar: cómo
habian de dilatar y gobernar su reino: las victorias
que tendrían de sus enemigos: el servicio que
habian dé hacera la Iglesia romana; y que no les
faltaría esta felicidad, hasta que ellos faltasen del
camino derecho y cierto del temor de Dios, y dejasen
la justicia, el culto divino, el favor y amparo
de la Iglesia, y la disciplina eclesiástica; porque
los reinos se conservan con la religión y justicia, y
se pierden con la injusticia é impiedad. Después
bautizó al rey; y fué cosa milagrosa que, faltando
el crisma (porque el que lo traia por la mucha
gente no pudo entrar) , san Remigio, alzando los
ojos y las manos al cielo, suplicó con muchas lágrimas
al Señor que proveyese aquella necesidad;
y vióse luego venir una paloma mas blanca que la'
nieve , que traia en el pico una redoma llena de
crisma celestial: la cual puso en las manos á san
TUMO 1Y.
Remigio , y desapareció, dejando en todo el templo
una fragrancia tan divina , que ningún otro
olor de la tierra se le podia comparar. Con este
milagro se confirmó mas el rey , y entró en la pila
del bautismo; y estando en ella, le dijo san Remigio
estas palabras: Milis depone collar, Sicamber:
Clodoveo, manso ya y humilde, baja
el cuello al yugo del Señor: adora al que hasta
aquí has perseguido; y persigue á los dioses que
has adorado. Y con esto le bautizó, y le dio
por nombre Luis , que fué el I de este nombre, y el
que dio principio á los cristianísimos reyes de
Francia; y fué instruido y enseñado por san Remigio
, maestro, predicador y apóstol de los francos,
y de ellos fué reverenciado y obedecido , como
hombre venido del cielo; y el rey , y los grandes
de su reino, le dieron grandes heredamientos y
posesiones, que él repartió á su Iglesia de Rheims,
y á otras muchas que edificó, y puso en ellas obispos.
Y san Hormisdas, papa, le escribió, y le hizo
legado suyo en todo el reino de Francia, para que
con su autoridad ordenase y dispusiese las cosas
eclesiásticas de aquel reino como mejor le pareciese.
Con esta tan grande y apostólica autoridad,
y con el favor del rey Luis, y con el respeto que
los grandes y señores del reino de Francia le teman
, pudo san Remigio hacer tantos y tan grandes
bienes, como hizo en aquel reino , que fueron
innumerables. El le sustentó con sus oraciones : él
le alumbró con su doctrina : él le inflamó y reformó
con sus virtudes y ejemplo : él le espantó con
sus milagros: él dio forma á sus sucesores y prelados
, de cómo habian de vivir, y gobernar y
apacentar el ganado del Señor : el cual. para perfeccionar
mas y afinar á san Remigio , estando ya
muy viejo, le quitó la vista corporal: aunque después
se la restituyó: y el santo en el tiempo que
estuvo ciego, llevó con gran paciencia y alegría
aquel trabajo, alabando, como otro Tobías, al Señor;
y ejercitando tanto mas ios interiores de su
alma , cuanto menos podia ejercitar los exteriores
del cuerpo. Finalmente , habiendo corrido gloriosamente
su carrera , y siendo ya de noventa y seis
años , entendiendo que se llegaba la hora dichosa
en que habia de ser desalado de las prisiones de
esta dura cárcel, armándose para la jornada con
las armas de los santos sacramentos, y despidiéndose
amorosamente de todos sus hijos , habiendo
gobernado santísimamente su Iglesia setenta y cuatro
años, dio su alma al Señor á los 13 de enero
del año de 545, con gran sentimiento y llanto de
todo el reino de Francia, que perdió tan buen
padre , maestro y pastor. La santa Iglesia celebra
la fiesta de san Remigio en el primero de octubre
, que fué el de su traslación, en la cual, á
mas de los otros milagros que obró el Señor, sucedió
uno muy notable. Queriéndose trasladar de
la iglesia de San Cristóbal, donde estaba , á otro
lugar mas decente y magnífico, nunca le pudieron
mover; y viniendo la noche, y estando el clero y
el pueblo con las velas encendidas, cantando himnos
y alabanzas al santo, á la media noche, sobrevino
un sueño tan extraño á todos, que quedaron
dormidos. Cuando despertaron , hallaron el
•¿

10 LA LUYEN DA DE OilO. OCTUBRE
cuerpo do san Remigio colocado por manos de ándeles
detrás del altar, en aquel mismo lugar donde
ellos liabian pretendido , y no habian podido
trasladarle: y juntamente sintieron un olor suavísimo
y propio del cielo, que salia de aquel cuerpo
santo; y entendieron cuan inestimable corona de
gloria lenia en el cielo , el que así era de Dios
honrado en la tierra, y la devoción y aféelo con
que debían venerar é imitar este glorioso prelado.
Creció tanto en los de la ciudad de llheims aquella
devoción , que sucediendo después una cruelísima
pestilencia que destruyó á Italia, y al reino de
Francia, los naturales de Hheims, acudieron á su
patrón san Remigio : y lomando una reliquia de su
sepulcro , la llevaron en procesión por toda la ciudad
, y por las casas particulares de ella, hasta
salir fuera de las puertas: y fué cosa maravillosa,
que, viniendo después la pestilencia, no entró en
la ciudad, ni pasó los límites de donde habia llegado
la procesión con la reliquia de san Remigio.
Dénos el Señor gracia por su intercesión para que
de tal manera le imitemos, qoc merezcamos ser
particioneros do su bienaventuranza. De san Remigio,;!
mas de los Martirologios romano, de Beda,
Usuardo y Adon, escribieron su vida Fortunato
é Ilíncmaro; y hacen mención Gregorio Tu—
róñense, De gest. franc, lib. ¡i, cap. üi; y Sidonio
Apolinar, lib. ix, epist. 1; Sigiberto, De
vir. illusL, cap. 123; Triiemío, Descriptor.
ecclesiasL, el de vir. illust., sancli Benedicti,
lib. II, cap. 52, el lib. iv, cap. 198; y el cardenal
Barouio en las anotaciones del Martirologio,
y en el sexto y sétimo lomo de sus Anales.
* SAN DOMNINO, MÁRTIR.—Era ciudadano
de Tesalónica , y cristiano de gran piedad. Cuando
el emperador Maximiano estuvo en dicha ciudad
de Tesalónica , este santo fué conducido á su presencia
, y habiéndole mandado que adorase á los
ídolos , se negó á ello , y confesó libremente á Jesucristo.
Entonces por mandato del mismo emperador
, primero le azotaron con varas, y después
le rompieron los brazos y las piernas, y lo llevaron
fuera de la ciudad , donde lo abandonaron en
un lugar inmundo. Aquí permaneció por espacio
de siete dias sin tomar alimento ni bebida , y entregó
suespíritu á Dios.
Los SANTOS VERISMO, MÁXIMA, Y JULIA, MÁR­
TIRES. -^Eran de Lisboa , en Portugal, y las dos
santas eran hermanas. Estuvieron unidos los tres
reas por los vínculos de la caridad , que por los do
la sangre, y padecieron juntos el martirio, con
Ánimo alegre y rostro sereno, en tiempo del emperador
Diocleciano , según el cardenal Baronio,
y según Galesinio, reinando el emperador Antonino.
SAN BABÓN, ANACORETA Y CONFESOR.—Nació
de noble familia en el territorio de Liege. En sus
primeros años llevó una vida bastante desarreglada;
pero la muerte de su esposa le dio lugar para
reflexionar sobre las vanidades ó inconstancia del
mundo, y se convirtió á Dios de todo corazón.
Distribuyó á los pobres cuanto poseía. y se retiró
á un monasterio en Gante . donde se entregó á las
mas ásperas austeridades de la penitencia , para
que sus pasados extravíos, fuesen dignos de la misericordia
del Señor. Algún tiempo después so
retiró á hacer vida eremítica, y fijó su residencia
en el tronco de un grande árbol que estaba hueco.
No comía mas que yerbas silvestres y bebia solo
agua. Habiendo vuelto á su monasterio, se construyó
una celdita en un bosque vecino , se encerró
en ella ocupándose tan solo de las cosas celestiales,
y murió allí santa y dichosamente , á mediados
del siglo VII, asistido en sus últimos momentos
por san Amando, obispo de Utrech, san
Floriberlo , abad del monasterio de Gante , y muchos
otros monjes. El cuerpo de san Babón fué
enterrado en la abadía donde habia vivido, y después
colocado en la ig'osia que se erigió en Gante
en su honor.
SAN PIATON, MÁRTIR.—Natural de Italia , y
presbítero de la Iglesia de Roma, fué desde esta
ciudad á las Galias para predicar el Evangelio.
Habiendo penetrado en la Galia Bélgica, convirtió
al cristianismo todo el territorio de Tornay, y
recibió la corona del martirio por los años de 286,
reinando el emperador Maximiano Hércules. Su
martirio consistió en clavarle en todo su cuerpo
gruesos clavos, de los que se servian los romanos
para clavar en las vigas que querían juntar.
SAN AIIETAS, Y sus COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—
Este santo derramó su sangre por la fó de Jesucristo
en Roma , en el reinado del emperador Antomno.
Con él fueron degollados por la misma
causa otros quinientos y cuatro cristianos , cuya
memoria celebra hoy la Iglesia.
Los SANTOS PRISCO , CRESCENTE , Y EVAGRIO,
MÁRTIRES. —Murieron degollados por los paganos
en la ciudad de Tomis , en el Ponto, durante los
primeros siglos del cristianismo. Sus reliquias fueron
después trasladadas á España , y se veneran
en la diócesis de Segovia , en un pueblo llamado
Caellar.
SAN SEVF.RO, PRESBÍTERO Y CONPESOR. — Fué
natural de Italia y floreció en e! siglo V. San Gregorio
dice que fué varón probado en la virtud y
santidad, y que por su mediación se vieron en la
tierra grandes milagros. Su sagrado cuerpo se venera
en la ciudad de Orvieto , ó ignoramos donde
acabó su dichosa vida.
SAN ANANÍAS, CONFESOR.—Fué uno de los
discípulos de nuestro Señor Jesucristo, y de los
mas recomendables por su caridad.
Bí£st
EL SANTO ÁNGEL BE LA GUARDA.—Hemos colocado
su festividad en el dia 1 de marzo, por celebrarse
en tal dia en la mayor parte de las
Iglesias.
SAN LEODEGARIO, OBISPO, Y SAN GERINO,
HERMANOS, MÁRTIRES.—Fué Leodegario de la
sangre real do Francia: por lo cual, faltando sus
nobilísimos padres, le dejaron en poder del rey
Clotario, el cual le recibió, como si fuera hijo
suyo , y le dio al obispo pictaviense, tio suyo,
para que le enseñase todas las artes y buenas letras
: en que salió tan diestro y docto, como vir-

OCTOURE, 2 LA LEYENDA DE ORO. í 1
tuoso, que era lo que mas estimaba el santo obispo
Didon , su tio: por lo cual le ordenó de sacerdote
, y dio la dignidad de arcediano de su Iglesia,
deseando lo sucediese en el obispado , por ver
cuanto lo merecían sus virtudes y letras, y sobre
todo la pureza de la castidad en que competia y
emulaba á los mismos ángeles : al fin, siendo tan
grande su nobleza, era mucho mas grande su virtad
con que obligaba á poner en él los ojos para
dignidades altas. Gobernó seis años el monasterio
de San Maxencio , siendo su abad. Murió Gotario,
y sucedióle en el reino su hijo Gotario: el cual,
reconociendo ser muy niño, por consejo y ruegos
de muchos príncipes y obispos, trajo á su palacio
á Leodogario , para que con su discreción, virtud
y prudencia grande, gobernase el reino todo. Aquí
sobresalían tanto sus virtudes, que el reino, contento
con-haberle dado tanto honor , le hizo obispo
augustodunense. A los diez años de su obispado,
murió Gotario : y el santo obispo Leodegario,
por voluntad de Dios y parecer de todos los
príncipes que le asistían , dio el reino á Ghilderico,
hermano de Gotario. Pero como en semejantes
casos no todos consiguen su gusto . Ebroíno quedó
disgustado, y procuró que Teodorico , hermano
también del rey Ghilderico, reinase; porque este
solo amigo habia conservado en el tiempo que habia
sido mayordomo mayor de la casa del rey Gotario,
habiéndose hecho á todos odioso por su
soberbia vana.
2 Bien claro so ve que Ebroíno no miraba la
conveniencia del reino, sino la suya propia ; pero
por el mismo caso fué su parecer de todos menospreciado
: y así él, considerando cuan abatido habia
de verse, habiéndose hecho á lodos odioso-, y
al mismo rey, que no habia querido admitir, se
tué al monasterio luxaviense , y allí se ocultó en
hábito monacal. El rey, por evitar algún disturbio
, puso á su hermano Teodorico en custodia docente
y segura, y san Leodogario era único señor
del rey y el reino: con que gozaba de tanta paz toda
Francia , que bien se conocia obraba la mano poderosa
de Dios por medio do su siervo Leodegario.
No dormía la sierpe del abismo , envidiosa
siempre; y así, pasado un año de tanta paz y quietud,
comenzó á sembrar zizaña : con que en breve
tiempo hizo que todo el amor que el rey tenia al
santísimo obispo Leodogario, so convirtiese en
odio mortal; de suerle , que todo era maquinar
trazas para darlo la muerte. Bien supo Leodegario
quién le hacia el mal; poro habiendo aprendido
de su maestro Jesús á hacer bien á sus enemigos,
y volver bien por mal, los convidó á
todos , y al mismo rey con ellos , para que el dia
santo de la Pascua le celebrasen con él en su ciu-.
dad eduense, quo era donde tenia su silla pontifical.
Admitió el rey el convite, y vino con todos
•os traidores enemigos del santo obispo, á quien
dieren aviso como el rey tenia dispuesto darle
aquella noche cruel muerte.
3 No so turbó por esto el ánimo de Leodegario;
antes con mucha paz y sosiego admitió al rey,
celebró su misa y lo dio la comunión como Cristo
hizo á Judas. Pero acabados los oficios, sabiendo
que la ira del poderoso, mal informado, se vence
mejor con la ausencia , que con súplicas nL ruegos,
se fué al monasterio mismo donde estaba
Ebroíno, y allí le servia á él y á todos los monjes
con rara humildad y alegría de ánimo. A pocos
dias murió el rey Ghilderico , en pago de su depravada
intención; y losoduenses, viendo que
reinaba Teodorico, su hermano, fueron todos al
monasterio por su santo obispo, pidiéndole con
muchas lágrimas no los desamparase, siquiera.quo
no se perdiesen: á cuyos ruegos se llegó el mandarle
el abad volviese á gobernar y dar pasto á
sus ovejas : con que hubo de obedecer; y fué recibido
en su ciudad con toda honra y universal
muestra de alegría y regocijo. Ebroíno, que supoque
reinaba Teodorico, apostató al instante, dejando
el santo hábito que indignamente vestia, y
se fué á la corte. Recibióle el rey con todo cariño
, y dióle los mayores cargos de su corana , y.
sobre todo su privanza. Soberbio con olla Ebroíno,
todo su anhelo era no cuidar de la paz y quietud
del reino, sino solo de quitar la vida al santo obispo.
Lo primero que hizo , fué enviar soldados que
lo prendiesen. Estaba predicando á su pueblo , y
conociendo querían defenderle, les pidió no hiciesen
tal; y asi en su hábito pontifical, acompañado
de infinitas lágrimas de los suyos, salió á recibir
los soldados, los cuales le prendieron con
furor y rabia : y sino le quitaron la vida, fué porque
no tenian orden para ello; pero le sacaron
los ojos , pareciéndoles que en esto lisonjeaban al
traidor y apóstata Ebroíno;.y así ciego, lo dejaron
preso en una abadía-.
h Pasados dos años, hizo Ebroino que le trajesen
á palacio al santo obispo Leodegario , y á su
hermano Gerino, á quien con otros muchos tenia
desterrado y preso : y como quisiese burlarse do
ellos en presencia del rey, los dos gloriosos santos
hermanos respondieron á sus bábaras ó indecentes
preguntas con gran modestia y humildad: de lo
cual enfurecido el traidor apóstata , mandó que á
Gerino lo apedreasen: lo cual se ejecutó, y murió
mártir glorioso, como otro san Estovan , pidiendo
perdón por sus enemigos; y que á su hermano
Leodegario le trajesen todo el dia descalzo , haciéndolo
pasar, sin parar, por un-rio que corría
sobro unas agudísimas piedras , para que fuese
cruelmente herido y atormentado. Ejecutaron los
verdugos la rigurosa sentencia : y el invicto mártir
de Jesucristo se paseaba y alababa á Dios en
tan gran tormento : de lo cual avisaron á Ebroíno,
y furioso, le hizo sacar la lengua y corlar los labios;
y luego lo mandó poner en custodia, para
discurrir nuevos géneros de rigores con que atormentarle.
Pero el bendito santo no por eso perdió
el hablar; antes hablaba y predicaba al pueblo,
sin lengua, tan bien y mejor que cuando la tenia,
y profetizó lo que había de suceder en el reino , y
cómo y cuándo moriría el traidor Ebroíno , y otros
muchos: lo cual todo se cumplió de la manera que
el santo mártir, lo dijo; porque, habiendo el rey,
con su amigo Ebroíno, hecho un concilio, en él
sucedió que uno de aquellos quo se habian atrevido
á poner sus sacrilegas manos en el santo obis-

12 LA LEYEND A DE ORO. ÜCTLLTIE, 2
])o Leodegario, de allí fué desterrado, y á pocos
dias degollado : otro, á quien Ebroíno, agradecido
por lo mismo , habia dado el obispado del glorioso
santo, .convencido de un grave delito, y azotado
públicamente, se ahorcó.
5 Luego fué mandado traer Leodegario: y
para que no compareciese entre los obispos del
concilio, fué mandado detener fuera; pero estando
fuera de él, le preguntaron algunas cosas, á quo
respondió fielmente; y asimismo dijo , cuándo y
cómo hablan do morir los dos; esto es, Ebroino y
él mismo. Ebroino entonces , viendo que Leodegario
habia profetizado públicamente su martirio
glorioso, y la desastrada muerte de él, con su
condenación eterna; furioso se salió del concilio,
y mandó á un soldado tuviese en custodia al mártir
glorioso. El soldado se lo llevó á su casa; y el
santo obispo , padeciendo gran sed , pidió un poco
de agua á uno de la calle, el cual se la dio; y al
instante bajó del cielo una inmensa luz, que, á
modo de corona, rodeó la cabeza del santo: á
cuya vista se convirtió el que le daba á beber, su
familia toda , y otros muchos de la calle que vieron
la luz y oyeion predicar al santo. Esta nueva
llevaron á Ebroíno infinitos que vieron bajar la
luz del cielo , y coronar su cabeza : pero el infiel
apóstata , rabioso de envidia , envió cuatro verdugos
que lo degollasen al instante • de los cuales
tres se convirtieron á la fé de Jesucristo, oyendo
predicar al santo , y le pidieron perdón; y el
•cuarto, diciéndole mil oprobios, le degolló: y
viendo al santo cuerpo inmóbil, después de haberle
cortado la cabeza, le dio un puntapié, y lo
echó en tierra; pero al instante pagó el desacato:
porque se apoderó de él el demonio, y furioso lo
arrojó al fuego, donde aeabó su vida miserable,
rabiando y abrasado.
6 Dos años habían pasado del martirio del
gloriosísimo Leodegario , y por su intercesión hacia
nuestro Señor infinitos milagros: cuya noticia
llegó á oidos del apóstata Ebroíno : el cual, atormentado
de envidia dé oír publicar tantas glorias
de su enemigo, envió un soldado adonde habia
sido sepultado el cuerpo glorioso , para que se informase
de la verdad: llegó arrogante y soberbio
el soldado, como quien le enviaba pudiera ; y
dando con. el pié á la tumba, dijo: Muera quien
dijere y creyere que un muerto puede hacer milagros.
¡ O maravilla de Dios siempre grande!. Ai
instante fué aquel mal hombre arrebatado del demonio,
y murió allí mismo de repente, y desdichadamente:
con que con lo mismo que quiso (por
lisonjear á su señor), vituperar al santo obispo
y glorioso mártir; con esto mismo, avista de prodigio
tanto, le ensalzó y glorificó mas. La nueva
de tan estupendo caso llegó al instante á oidos del
apóstata Ebroíno; y rabiando de envidia, cuando
solicitaba oscurecer la gloria de tan gran santo,
murió al golpe de una espada , en el mismo día , y
de la misma suerte que lo habia profetizado el
bendito mártir Leodegario. Así se cumplieron del
gloriosísimo obispo las profecías, y así vengó Dios
su.gloriosa muerte: la cual fué á los 2 dias del
mes de octubre, por los años del Señor de 685.
Después fué trasladado su cuerpo glorioso al lugar
y monasterio de San Maxencio , donde habia sido
abad , haciendo tantos y tan innumerables milagros
por el camino y después en su glorioso sepulcro,
que ninguno llegó con molestia, ó enfermedad
alguna, que no volviese sano y bueno á su casa.
La vida y martirio de este ¡nclitojobispo y mártir,
y de su bendito hermano Gerino , escribieron Beda
, Usuardo , Adon , Ursino, Surio, tom. v , et
t. n, in Vita S. Hchnelandi; Adon Viennense,
in Chronicis; Vincencio Belovacense, lib. xxm,
cap. 12'i, et 125; Tntemio, De viris illust. ord.
S. Bened., lib. m, cap. 135, ellib. iv, cap. 137;
Molano, in índice SS. Belg.; Sigíberto, in
Chronicis ; Pedro de Natalibus , in Cathal.
sancl., lib. íx, cap. 13; el Martirologio romano;
y Baronio en sus Anotaciones, y en el tomo viu
de sus Anales , año 685 , número 11.
* SAN ELEUTERIO, SOLDADO Y MÁRTIR.—
Este santo murió martirizado con otros muchísimos
compañeros suyos, en Nicomedia , durante la persecución
del emperador Diocleciano. El cardenal
Baronio cuenla su martirio del modo siguiente.
« En Nicomedia san Eleuterio , soldado y mártir,
con otros innumerables , los cuales falsamente acusados
de haber puesto fuego al palacio de Diocleciano,
que había sido quemado por orden del mismo
cruel emperador, fueron martirizados, unos
degollándolos, otros quemándolos , y otros sumergiéndolos
en el mar. Eleuterio , después de haber
sido atormentado atrozmente , y mostrándose cada
vez mas constante . alcanzó la victoria y la palma,
acrisolado en el fuego como el oro refinado , el
año 303 de la era cristiana.»
SANTO TOMÁS , OBISPO Y CONFESOR. —Descendiente
de una de las mas ilustres familias de Inglaterra
, enlazada por parentesco con las casas
soberanas de Francia y de la Gran Bretaña , fué
Tomás el primogénito do ella y la ennobleció mas
aun con sus esclarecidas virtudes. El joven Tomás
aprendió las ciencias bajo la dirección de un tio
suyo obispo de Erfort; y después pasó á perfeccionar
sus conocimientos en París , donde se hizo
notable por su aprovechamiento y su piedad. Muy
versado ya en el conocimiento de la teología y del
derecho civil y canónico, abrazó el estado eclesiástico,
y fué nombrado canciller de la universidad
de Oxford , y poco después gran canciller del
reino de Inglaterra. En el desempeño de su encargo
se mostró siempre justo , laborioso é incansable.
Nadase hacia en palacio ni en las asambleas
sin su voto y parecer , y era tan respetable
su ilustrada prudencia, que todos le buscaban
como un oráculo infalible. El papa Gregorio X
le mandó ir al concilio de Lyon, celebrado el
año 1274, y un año después fué canónicamente
elegido arzobispo de Erfort, y consagrado en la
catedral de Cantorbery. Desde entonces trató solamente
do adquirir todas las prendas pastorales,
y llegó á ser un prelado perfeclo. Todo el tiempo
que le dejaban libre los deberes de su ministerio,
lo dedicaba al retiro, al estudio y á la oración, y
aunque su complexión era débil y enfermiza, no
dejaba de castigar su cuerpo con ásperas penilen-

üüTtniu:, 3 LA LEYEN
cías. Su caridad era sin límites, y se extendía á
todas las necesidades espirituales y temporales de
sus diocesanos , que él llamaba sus hermanos. El
sétimo año de su pontificado, vióse obligado á¡
hacer un viaje á Roma para negocios importantes
de la Iglesia de Inglaterra, y hallándose ya de
vuelta , tuvo que quedarse en Monte-Fiascone, en
Toscana, acometido por una enfermedad grave
que le condujo al sepulcro el dia 25 de agosto del
año 1282, después de haberse preparado para
la muerte con actos de la mas edificante piedad.
Su sagrado cuerpo fué después trasladado á
Erlbrt y colocado honoríficamente en su catedral
, y el dia 2 de octubre del año 1310, á vista
de los milagros que habia obrado , el sumo pontífice
Juan XXII colocó solemnemente á Tomás en
el catálogo de los santos.
SAN SATURIO , CONFESOR. — Este santo fué español,
y vivió por muchos años en el desierto,
haciendo vida penitente y eremítica. Fué maestro
del obispo san Prudencio y de otros grandes varones.
Su vida fué humilde y retirada desde su
juventud hasta su última vejez, pasando lodo el
tiempo en la oración y meditación y en los demás
ejercicios de un santo solitario. Murió en el sitio
donde habia estado la antigua Numancia , y posteriormente
sus reliquias fueron colocadas suntuosamente
en una iglesia de Soria, de cuya ciudad
es patrón.
Los SANTOS PRIMO , CIRILO , Y SECUNDARIO,
MÁRTIRES. — No nos ha quedado de estos santos
masque la memoria de sus nombres , conservados
en todos los Martirologios. Parece que su martirio
tuvo lugar en Antioquía.
SAN TEÓFILO, MONJE.—Fué hijo de padres
cristianos, y nació y se educó en Tiberiópolis, en
Grecia, mostrando desde su infancia los gérmenes
de la gran santidad á que Dios le llamaba.
Hacia ya mucho tiempo que era monje, cuando
el emperador León Isuuro , habiendo sabido que
era uno de los mas zelosos defensores del culto
de las santas imágenes, le llamó á su presencia, y
después de haberle reprendido amargamente su
conducta , le mandó que en adelante se portase con
mas circunspección , si no qneria experimentar el
rigor de sus castigos. Lejos el santo de prometer
lo que se le exigía , contestó con valentía al emperador
que su conducta era santa y justa , y que
el emperador seria horriblemente castigado por
mostrarse con sus obras precursor del Aiilicristo,
y fiel instrumento de Satanás. Indignado Lson contra
el siervo de Dios, mandó que le azotasen y
le encerrasen en una oscura prisión , y después le
echó á un destierro lejano. Pero no quedó tampoco
en paz en su destierro; pues por orden del
mismo emperador', pasado algún tiempo volvieron
á azotarle, le traspasaron la cara y los pies
con unos clavos, y le abandonaron en esta situación
en medio de un campo , donde se le apareció
Jesucristo, y le curó todas sus heridas, viviendo
después de esto algunos años, obrando muchos
milagros, y muriendo en la dichosa paz de Dios,
¿mediados del siglo VIII.
A DE ORO. 13
lila 3.
* Los SANTOS DIONISIO, FAUSTO, CAYO, PE­
DRO, PABLO, Y OTROS CUATRO COMPAÑEROS, MÁR­
TIRES.— Según Galesinio , murieron estos santos
despedazados por las fieras, en Grecia , durante el
reinado de los emperadores Valeriano y Galieno.
El cardenal Baromo , en el Martirologio romano,
dice , que habiendo padecido muchos trabajos en
tiempo del emperador Decio , y habiendo sido después
largamente atormentados por orden del gobernador
Emiliano, merecieron la corona del martirio
en tiempo de Valeriano.
LOS DOS SANTOS EVALDOS , PRESBÍTEROS Y
MÁRTIRES. — Cuando san Vilibrondo y sus compañeros
, llegaron á fines del siglo VII á la Frisia,
dos hermanos , ingleses de nación , y ambos sacerdotes,
quisieron seguir su ejemplo, y resolvieron
ir á predicar el Evangelio á los idólatras. Dirigiéronse
al país de los antiguos sajones, llamado
después Westfalia ; habiéndose perfeccionado antes
en las soledades de Irlanda en las ciencias y
en la virtud. Como los dos lenian un mismo nombre,
les distinguían por el color de sus cabellos,
llamando al uno Evaldo el negro, y al otro Evaldo
el blanco. Poco tiempo después de haber llegado
los dos santos al país que habian escogido para
teatro de sus misiones, pidieron á un hombre del
campo que, les condujese á la presencia del príncipe
ó jefe de los sajones. Algunos de aquellos habitantes
salieron en efecto á acompañarles; pero
por el camino, temiendo que los dos hermanos
obligarían á su principe á abandonar el culto do
los ídolos, formaron el designio de asesinarles.
Apenas lo habian resuelto, quitaron la vida á Evaldo
el blanco, y al otro hermano lo mataron también
, pero después de haberle hecho sufrir largos
y crueles tormentos, arrojando en seguida los
cuerpos de ambos en el Rhin. Sin embargo, Dios,
que queria mostrar la gloria de sus siervos, no
quiso que aquel precioso tesoro quedase oculto en
las aguas : de noche se apareció una luz milagrosa
que reveló á otro santo misionero el lugar donde
se hallaban las sagradas reliquias, las cuales fueron
recogidas y enterradas en el mismo lugar do
su martirio, hasta que Pepino las mandó trasladar
á Colonia , donde se conservan. El martirio
de estos santos sucedió, según Beda, el año 695.
SAN CÁNDIDO, MÁRTIR. — Fué martirizado en
Roma, junto á la puerta Mayor, durante el siglo
III. Su sagrado cuerpo con el de muchos otros
mártires, fué donado por el papa Urbano VIH á
los religiosos trinitarios descalzos de Madrid, y estos
lo regalaron después á un convento do la misma
orden en la Mancha, donde todavía seconserva..
SAN MAXIJIIANO , OBISPO..— Floreció en el siglo
V, siendo obispo de Bagaya , en África. Tuvo
que sufrir grandes persecuciones de parle de los
donalistas, herejes casi siempre armados, que
llenaron de luto á la Iglesia católica. Su odio contra
el santo obispo pasó algunas veces á vías de
hecho; pues le hirieron tan cruelmente, que sus
heridas movieron á compasión á los gobernantes

\\ LA LEYEND A DE ORO. OCTUBRE ,4
civiles, que publicaron varios edictos con el fin de
atajar aquellos excesos. Sin embargo, sus enemigos
continuaron en perseguirle, y una vez, habiéndole
precipitado de una torre muy alta, le dejaron
por muerto; pero sobrevivió algún tiempo, y al
fin, esclarecido en su gloriosa confesión, murió
en el Señor.
SAN ESIQUIO , CONFESOR. — Fué un célebre
monje de la Palestina, que floreció en tiempo de
Constantino el Grande. Era amigo íntimo de san
Hilarión y su compañero en las peregrinaciones.
Filósofo, teólogo v sabio consumado, "dolado al
mismo tiempo de una santidad eminente, no solo
gobernó con prudencia y grande acierto el monasterio
de Gaza por muchos años, sino que escribió
varios reglamentos ó instrucciones para el buen
gobierno de todos los monasterios de la Palestina.
Abrió una escuela de literatura sagrada, de la cual
salieron grandes santos y lumbreras dignas de la
Iglesia, y el ilustro maestro murió sania y pacificamente
entre sus queridos monjes, el año 373.
Día 4.
SAN FRANCISCO BE Asís, CONFESOR Y FUNDA­
DOR.—Para hablar bien de la vida del gran patriarca
y seráfico padre san Francisco , instituidor
de la esclarecida y devotísima orden de los
Menores, es menester lengua de serafines ; y así
proveyó nuestro Señor, que la escribiese el seráfico
doctor .de la Iglesia san Buenaventura , hijo
suyo, y reparador, ó ilustrador y gobernador de
su misma orden: al cual nosotros principalmente
aquí seguiremos, añadiendo algunas cosas que
se hallan en las crónicas de esta sagrada orden, y
suplicando á nuestro Señor que nos dé parte deaquel
espíritu que en escribir esta vida tuvo san
Buenaventura , para que se impriman en nosotros,
y en los que la leyeren , los ejemplos de virtudes,
mas divinos que humanos , con que este serafín
resplandeció en el mundo. Nació el bienaventurado
san Francisco en Asís , ciudad de la Umbría,
provincia en Italia, ei año del Señor de
1182. Su padre se llamó Pedro Bernardo, y su
madre Picha , muy honrada y devota matrona : la
cual, estando de parto de san Francisco , y no
pudiendo por algunos dias parir, llegó un pobre
peregrino á su puerta á pedir limosna , y dijo, al
que se la traia , que llevasen aquella mujer que
estaba de parto , y no podia parir, á un establo , y
que luego pariría. Lleváronla á un establo , que
estaba cerca de su casa , y luego parió: y después
se edificó allí una capilla , y se pintó este milagro.
En el bautismo le llamaron Juan , y después en
la confirmación Francisco. En teniendo edad , lo
pusieron al estudio: y como su padre era mercader
, le ocupó en los negocios de aquel oficio. Comenzando
á ser mozo, se dio á las vanidades y
entretenimientos de mozo; aunque (con el favor
de Dios) no soltó la rienda á los apetitos sensuales:
y atendiendo á las ganancias temporales , no puso
su confianza en las riquezas y tesoros; antes era
compasivo y liberal con los pobres, é hizo firmo
propósito de dar siempre limosna á los que se la
pidiesen por amor de Dios. Estaba un dia muy
ocupado y embebecido en sus negocios: vino á
él un pobre, que lo pidió limosna; y él no se la
dio: fuese el pobre; y Francisco volvió en sí: y
considerando su poca caridad , corrió tras él, y
dióle limosna, y prometió á nuestro Señor y le
hizo voto de no negarla jamás á quien por su
amor se la pidiese; y guardó inviolablemente este
voto hasta la muerte, y por él Dios nuestro Señor
le hizo muchas y grandes mercedes, con aumento
de su amor y gracias. Siendo aun seglar (como el
mismo santo padre después de ser religioso dijo),
en oyendo el nombre de amor de Dios, sentía en
su corazón un júbilo espiritual y maravilloso. Era
muy manso , paciente y tratable , y mas liberal, do
loque sufría la hacienda: que era indicio de lo
que después había de ser. En aquel mismo tiempo
había un hombre en la ciudad de Asís muy simple:
el cual. inspirado por el Señor, á lo que se
cree , cuando encontraba á san Francisco , se quitaba
la capa, y la echaba á sus pies , para que
pasase sobre ella , y decia que Francisco era digno
de grande reverencia , y que presto haría cosas
grandes , y seria muy honrado de todos los fieles :
pero san Francisco entonces no hacia caso de lo
que oía; porque andaba muy ocupado en los negocios
de la hacienda , y distraído en travesuras
de gente moza. Quiso el Señor reprimirle y darle
una sofrenada , para que asentase el paso : y para
esto le envió dos trabajos. El uno fué , que habiendo
guerra entre las ciudades de Perusa y de Asís,
fué preso de los perusianos , con oíros sus compañeros
, y ochado en la cárcel. Pasó aquel trabajo
con gran constancia y alegría, animando ó los
otros , y dándoles esperanza que en breve tendrían
libertad , como la tuvieron. El otro fué una
enfermedad larga y congojosa , con la cual y con
la flaqueza del cuerpo , tomó mayores fuerzas su
espíritu, y se dispuso á la unción del Espíritu santo;
y así, habiendo convalecido , salió un día de
su casa bien vestido, y encontrándose con un hombre
de noble linaje, pero pobre y mal vestido, le
tuvo lástima , y trocó su vestido con él. La noche
siguiente le mostró Dios un palacio muy grande y
muy hermoso, y en él muchas y muy ricas armas,
que tenían la señal de la cruz: y no sabiendo él
lo que aquella visión significaba, preguntó cuyas
eran aquellas riquezas y armas que allí estaban : y
fuéle respondido que de él, y de sus soldados, si
tomasen la señal de la cruz , y con esfuerzo la siguiesen.
Y como él no estaba ejercitado en las cosas
espirituales, entendió aquella visión materialméate;
y la mañana siguiente se partió para el
reino de Ñapóles , para ser soldado , y militar debajo
de la banderado un conde liberal y poderoso,
y tener por esta vía muchos soldados , y alcanzar
honra y grandes riquezas. En el camino el Señor
le habló una noche , y le dijo que se volviese á su
tierra; porque aquella visión se había de cumplir
en él, y en sus soldados, espiritualmente , y que no
era justo dejar al Señor del cielo y de la tierra,
por servir al siervo y hombre mortal. Con esto se
volvió luego á su tierra , y se dio mucho á la oración
; y con el ejercicio de ella sintió en su alma un

oivrriíRE, 4 I-
gran desprecio de todas las cosas caducas y frágiles
, y un encendido deseo de vender su hacienda,
y comprar la margarita preciosa del Evangelio.
Pero aun no sabia cómo lo habia de hacer:
solo sentia unas inspiraciones vehementes, en las
cuales le daba el Señor á entender que la mercadería
espiritual, y la milicia de Cristo, tienen
su principio en la mortificación , y victoria de sí
mismo : y estos movimientos interiores le despertaban
, y le encendian cada dia mas al deseo de
la perfección , mortificación , y menosprecio de sí
mismo. Ofrecióselo una buena ocasión para su
aprovechamiento ; porque un día, yendo á caballo
por un campo descubierto junto á Asís , encontró
á un leproso , que le causó mucho asco y horror : y
acordándose que para ser soldado de Cristo , se había
devencer, se apeó del caballo: extendióla mano
el leproso , como para recibir limosna , y san Francisco
se la besó con grande devoción y ternura..
Subió luego á su caballo, y mirando á todas partes
no pudo descubrir, ni ver mas aquel leproso;
aunque el campo estaba bien patente y raso : de lo
cual quedó admirado y consolado interiormente,
alabando al Señor, y proponiendo cosas mayores
en su servicio. Gustaba do la soledad y recogimiento
, y de estar en lugares apartados, sin
bullicio, ni ruido; y dábase todo á la oración,
suplicando al Señor con grande afecto que le declarase
su voluntad. Un dia, estando todo absorto,
y transportado en Dios, se le apareció Jesucristo
nuestro Señor, como crucificado, y con este regalo
y favor, quedó tan tierno , y tan derretido en
su amor, que desde aquella hora, siempre que se
acordaba de la pasión del Señor, derramaba muchas
lágrimas, sin poderlas reprimir, y juntamente
se vistió del espíritu de pobreza , caridad y piedad
; de manera , que sintiendo antes mucha repugnancia
y grande asco en solo mirar á los leprosos
, aun desde muy lejos, después les cobró
tanto amor y afición, que se iba á los hospitales,
v les bisaba las manos, y el rostro, y les servia
como al mismo Jesucristo, con toda devoción y
humildad. A los pobres mendigos daba unas veces
su vestido; otras parto de él: á los clérigos
pobres remediaba con reverencia, y de buena
gana daba limosna para los ornamentos de los altares.
Fué una vez á Roma á visitar ia iglesia do
San Pedro, y halló á la puerta de la iglesia gran
multitud de pobres : dio al que le pareció mas necesitado
su vestido , y él se vistió de los andrajos
del pobre; y todo el dia se estuvo entre los mendigos,
con extraordinaria consolación de su alma.
Y porque ya tenia interiormente la cruz de Cristo
en su corazón, también atendía mucho á mortificar
y crucificar su carne , para que el alma y el
cuerpo participasen del precio de nuestra redención
, y llevasen su cruz , y gozasen de los merecimientos
do ella. Todo esto le pasó al seráfico padre
, antes de dejar el hábito seglar.
2 No tenia el santo otro maestro sino á Cristo
en todas estas cosas que habernos referido , y su
Majestad le iba enseñando y perficionando cada
día mas, como perfectísimo y sapientísimo maestro.
Un dia, estando san Francisco haciendo ora-
LEYENDA DE ORO
cion en la iglesia de San Damián (que estaba fuera
do los muros de Asís) delante do un crucifijo, oyó
una voz que salia de él, y por tres veces le decia:
Francisco, vé, y repara mi casa (como
ves) se está cavendo. Quedó el santo como asombrado
y fuera de sí , oyendo aquella voz: y viendo
que aquella iglesia de Sun Damián era muy
vieja , y se venia al suelo , entendió que aquella
voz del Señor le mandaba reparar aquella iglesia
material, y tomó buena cantidad de paños, y llevólos
á la ciudad de Fobgni , que está como tres
leguas de Asís, y vendiólos, y también el caballo
en que iba: y tornando á Asís, dio el.precio, y
todo el dinero que llevaba , á un pobre sacerdote,
que estaba en la iglesia de San Damián . rogándolo
con gran reverencia quo lo tomase para reparar
aquella iglesia , y que le dejase estar en ella algunos
días. El clérigo le concedió que estuviese
en la iglesia los dias que quisiese; mas no le
pudo persuadir que tomase el dinero, por temor
de su padre: y así san Francisco le arrojó sobre
una ventana de la misma iglesia. Supo su padre
lo que pasaba , y con grande enojo y amenazas
cobró el dinero , y san Francisco por algunos dias
se escondió en una cueva ; y después, como corrido
de su cobardía, salió de ella y entró en la.
ciudad. Como la gente le vio tan desfigurado, flaco
y mal vestido, comenzó á arrojarle lodo y piedras,
y darle grita , como á loco. De esto cobró su
padre mayor saña: y trayéndole á su casa, le dio
muchos golpes y azotes, y le echó grillos, y lo
encerró en un aposento , donde estuvo , hasta que
su madre le libró, estando el padre ausente: el
cual finalmente se concertó con su hijo, por bien
de paz, de esta manera: que los dos se fuesen
delante del obispo , y que el hijo renunciase al padre
su legítima y herencia que esperaba ; y así so
hizo , con mayor ventaja y espíritu do lo que el
mismo padre pretendía: porque en llegando delante
del obispo , san Francisco con gran denuedo
y alegría se desnudó de todos los vestidos , hasta
la camisa , y se los dio ásu padre, diciendo: Hasta
aquí te llamé padre en la tierra : de aquí adelante
diré seguramente: Padre nuestro , que estás en los
cielos : en quien he puesto todo mi tesoro y esperanza.
Admiróse el obispo de tan gran fervor:
y derramando muchas lágrimas, le cubrió con su
manto, y mandó traer alguna ropa conque cubrirle.
Trajéronle una pobro capa de un labrador,
criado del obispo, que hallaron mas á mano: tomóla
el santo con grande agradecimiento, y cortando
aquel capote á manera de cruz , se la puso,
y salió de la ciudad, y se fué á una selva, cantando
loores á Dios. Salieron á él unos ladrones,
y preguntáronle quién era ; y, lleno de confianza
y espíritu profelico, respondió: Soy pregonero
del gran Rey. Diéronle los ladrones muchos golpes
, y echáronle en un hoyo, que estaba allí cerca,
lleno de nieve; y fuéronse: mas el santo no
cabia de placer por verse maltratar , ó iba cantando
, como antes, alabanzas al Señor, porque así
le regalaba. Pasó por un monasterio , y diéronle
limosna , como á pobre desconocido. De allí se fué
á la ciudad de Eugubio, donde le conoció un ami-

1G LA LEYENDA DE ORO. OCTUnitE ,
pn suyo , y le recogió en su casa, y ¡o dio nn veslido
cumplido, pobre y honesto, el cual trajo dos
años, y un cinto ceñido , y zapatos calzados , y un
cayado en la mano, como ermitaño. En Eugubio
so fué al hospital de los leprosos , y los servia con
gran caridad: lavábales los pies , y limpiábales la
podre desús llagas, y besabáselas con maravillosa
devoción; y por esta tan ilustre victoria de sí mismo
, le dio el Señor singular gracia de sanar enfermedades
corporales y espirituales. Yióse esto
particularmente en un hombre del condado de Espoleto,
que tenia una enfermedad horrible é incurable
, y se le iba carcomiendo la boca y las mejillas
sin remedio: y viniendo de Roma de visitar
la iglesia de San Pedro , se encontró con san Francisco
, y echóse á sus pies, para besárselos; y el
santo por su humildad no lo consintió, antes so
llegó á él, y con extraña devoción y ternura le
besó la boca cancerada y podrida, y luego quedó
sano el pobre de aquella enfermedad tan incurable.
Estando ya mas fundado san Francisco en la humildad
, y en el menosprecio de sí mismo y de
los juicios vanos del mundo , volvió á Asís , y comenzó
á mendigar, entre los que antes le habían
conocido abundante y rico : y como la voz divina
, cuando estaba en la iglesia de San Damián,
le había mandado que reparase la iglesia , intentó
hacer (siendo pobre) lo que no había podido hacer
siendo rico, y con su trabajo, y con llevar él
en sus hombros las piedras para el edificio, y con
las limosnas que otros movidos con su ejemplo
lo dieron, la reparó y la dejó bien aderezada; y
lo mismo hizo en otra iglesia del apóstol san Pedro,
á quien él tenia gran devoción. De allí se fué
á un sitio, como una milla de Asís, que llaman
Porciúncula, en el cual estaba una iglesia de nuestra
Señora, muy antigua , desierta y maltratada. Supo
que el nombre antiguo de aquella iglesia era
Santa María de los Angeles : y entendió que conforme
al nombre había allí frecuentes visitaciones
angélicas , y por la devoción con los ángeles, y
con la Reina de los ángeles nuestra Señora, trabajó
mucho para repararla, y se determinó á hacer
allí su asiento. Allí humildemente comenzó : allí
virtuosamente aprovechó; y felicísimamente acabó
su carrera ; y cuando mona, encomendó á sus hijos
este lugar , como lugar muy amado y favorecido
do la Virgen. En esta iglesia, por revelación
divina , dio san Francisco principio á la sagrada
orden de los Menores , de la manera que adelante
severa. Y es de considerar que así como antes
de la fundación de la orden , reparó san Francisco
estas tres iglesias materiales , como habernos dicho;
así después reparó y restauró la Iglesia militante
con las tres órdenes que instituyó en este espiritual
edificio.
3 En esta iglesia se ocupaba el nuevo y santo
soldado de dia y de noche en oración, y con grande
fervor , gemidos y lágrimas suplicaba á la Reina
de los ángeles nuestra Señora, que fuese su
abogada , y le diese su mano y favor para lo que
pretendía hacer; y finalmente por los merecimientos
do la que , quedando virgen , concibió y
parió al Yerbo eterno, vino él á concebir y parir
el espíritu de la verdad evangélica , ó instituir la
vida apostólica que en su regla se contiene : porque
un día, oyendo misa de los apóstoles, y en ella
aquel evangelio en que, enviando Cristo nuestro
Señor á predicará sus discípulos, les dijo que no
poseyesen oro ni plata , ni dineros en sus bolsas,
m llevasen alforjas en el camino , ni tuviesen dos
túnicas, ni zapatos , ni vara'; luego el santo, alumbrado
con la luz divina , se quitó los zapatos, dejó
el báculo , sacudió de sí, como cosa detestable, el
dinero , y contento con una pobre túnica , dejó el
cinto de cuero que traia , y ciñóse un cordón , y
comenzó á hacer una vida apostólica , tomando
las palabras que habia oido del Evangelio, para
sí, como si un ángel se las hubiese traído del cielo.
Con este traje y hábito dio principio á su predicación
. exhortando á todos á penitencia , con unas
palabras llanas y simples; mas graves, severas y
encendidas , que inflamaban y penetraban los corazones
de los oyentes : y antes de comenzar sus
sermones, saludaba al pueblo, diciendo: Dominus
det vobis pacem: El Señor os dé paz : la cual
salutación dijo después que la habia aprendido
por divina revelación. Con estos sermones, y mucho
mas con el ejemplo de su vida, convirtió á
muchos pecadores al Señor, y algunos se animaron
á dejar todas las cosas de la tierra , y seguirle
en el hábito y modo de vivir : entre los cuales el
primogénito hijo, que engendró en Cristo , fué Bernardo
de Qüintaval, varón perfectísimo, á quien,
y á Pedro Catanio, canónigo de Asís, dio san
Francisco el hábito á 16 de agosto del año de
1209 : y desde este dia comenzaron algunos á
contar el principio de la orden; aunque otros lo
toman un año atrás , cuando el santo , oyendo las
palabras del Evangelio, se quedó con una sola túnica.
Después se fueron allegando otros compañeros
hasta el número de doce, para representar el
colegio de los sagrados apóstoles , que se repartieron
por todo el mundo , y le conquistaron y rindieron
al Señor: y de la misma manera envió san
Francisco á sus compañeros á predicar por el
mundo la cruz y penitencia : y cuando los enviaba
. decia á cada uno en particular: Jacta cogílatum
(uum in Domine; et ipse te enutriet: Poned
vuestra confianza y cuidado en el Señor; que
él os sustentará. Lloraba muy amargamente una
vez los pecados de la vida pasada , y repentinamente
le sobrevino una inefable y espiritual alegría,
y con olla una certificación que todos sus pecados
plenariamente le habían sido perdonados; y luego
tuvo un éxtasis, y le fué revelado todo el aumento
y progreso de su orden. Deseando mucho ver á
sus hijos, que estaban esparcidos y predicando en
muy diferentes partes , suplicó al Señor que él los
juntase ; y así, sin llamarlos nadie, se juntaron en
breve tiempo con grande admiración de todos: y
viendo que iba creciendo el número de sus santos
hijos, escribió la regla con palabras humildes, sacándolo
todo del santo Evangelio > y añadiendo
algunas pocas cosas que parecían necesarias para
la manera uniforme de vivir. Mas á él y á sus
compañeros les pareció necesario procurar que la
sede apostólica aprobase la regla : y así partieron

OCTUBRE , 4
para Rema lodos; _
tuvo una revelación , con que el Señor le consoló,
y le dio esperanza que seria bien oido y despachado
del papa Inocencio III, que á la sazón tenia la
cátedra de san Pedro; como sucedió : porque aunque
al principio el papa" no le admitió, después
con una revelación que tuvo, le hizo buscar, y lo
acogió con gran benignidad , y entendió que aquel
pob'recito , vil y despreciado , habia de ser como
una palma alta y sublime en la Iglesia del Señor,
y reparador y sustentador de su espiritual edificio
que se iba cayendo : porque acostándose el sumo
pontífice una noche con grandes cuidados de las
calamidades que padecía la Iglesia, vio en sueños
que el templo de San Juan de Le'.ran . donde él
habitaba, amenazaba gran ruina y so venia al
suelo; y que un pobrecito y desestimado hombre
ponia sus hombros debajo de él y le sustentaba : y
por divino instinto entendió que este pobrecito era
el glorioso san Francisco, que por sus ejemplos y
doctrina habia de sustentar la Iglesia de Dios, como
la sustentó en su vida , y ahora la sustenta por
sus bienaventurados hijos : y esta revelación ú otra
semejante, precedió en la confirmación de la sagrada
orden de Santo Domingo, con el cual se vio
san Francisco en Roma , y los dos santos patriarcas
, sin haberse visto antes, se conocieron y abrazaron
y confederaron entre sí para hacer guerra al
infierno; y volver por la gloria de su celestial Capitán
y Señor. Con la revelación que tuvo el papa,
y con ver la humildad, pureza y fervor de san
Francisco , le inclinó á conceder lo que el santo le
suplicaba; pero como la cosa era tan ardua y tan
impórtame, quiso encomendarla mas á Dios, para
tomar mas madura deliberación , especialmente,
viendo que algunos cardenales no venían bien en
ello , juzgando que era mejor reformar las religiones
antiguas, que instituir otras nuevas, y que
aquella regla y extremada pobreza que en ella se
profesaba, parecía sobre las fuerzas humanas.
Pero en fin , después de mucha oración y consultación
, el papa otorgó lo que san Francisco le pedia,
y confirmó su regla, y le mandó que predicasen
penitencia ; y á todos los frailes legos que
con él habian venido, ordenó que se les hiciesen
unas pequeñas coronas, para que libremente sembrasen
la palabra de Dios. Esta confirmación hizo
el pontífice de palabra, y vives vocis oráculo: y
san F>ancisco y sus compañeros hicieron profesión
solemne, en manos de su santidad , el año de
1209, prometiendo la vida y regla evangélica; v
san Francisco fué instituido por el mismo papa
ministro general de la orden.
4 Confirmada , pues, la orden , se volvió el
santo con sus compañeros á Asís. En el camino
tuvieron una gran necesidad, faltándoles de comer:
y no habiendo remedio humano para traerlo,
súbitamente les apareció un hombre que les dio
pan; y luego desapareció sin ser conocido. Tuvieron
duda algunos de sus compañeros, si seria mejor
retirarse á algún lugar apartado , para darse á
la contemplación, ó conversar entre los hombres;
pero después que hicieron oración sobre ella , pidiendo
al Señor que les descubriese su voluntad,
X o si o 1Y.
LA LEYENDA DE 0110. 17
Y san Francisco en el camino fué revelado al sanio que Dios queria su religión
para que ganase las almas que el demonio lepre-
(endia quitar; y así se recogieron en una pobre y
desamparada casa, junto á Asís, comiendo pan
de lagrimas, y viviendo con admirable pobreza y
santidad. Su oración era mas mental que vocal,
porque aun no lenian libros para cantar las horas
canónicas ; enseñábales el santo á tener oración, y
ver y alabar al Señor en todas y por todas sus
criaturas , y á honrar con particular reverencia á
los sacerdotes , y á creer firmemente y morir por
la le que enseñaba la Iglesia romana. Cuando
veian alguna iglesia ó cruz, desde lejos se postraban,
y oraban como el santo les habia enseñado.
Estando aun los santos religiosos en esta pobre
casa , fué san Francisco un sábado por la tarde á
la ciudad de Asís, porque habia de predicar el
domingo en la iglesia catedral; y estando él ausente
, aquella noche apareció á sus frailes en un
carro de fuego , y dentro de él un globo resplandeciente
como el sol, y el carro dio tres vueltas
por la casa , con gran espanto de aquellos religiosos
: los cuales recibieron no menos claridad en
sus almas que en sus cuerpos; y entendieron que
aunque el padre san Francisco estaba ausente con
el cuerpo , estaba presente con el espíritu , y que
él era el que en aquel carro de fuego les mostraba
Dios como otro Elias, zelador de su santa ley.
Después se pasó á la ermita de Santa María de
Porciúncula , que los monjes de San Benito (cuya
era) liberalmente 1c dieron para que fuese cabeza
de su orden. De allí salia á predicar por los lugares
y pueblos circunvecinos , mirándole los oyentes
como á un hombre del otro siglo , que tenia su
corazón y sus ojos siempre en el cielo , y con sus
obras y palabras los queria llevar á todos allá.
Convirtiéronse muchos con extraordinario fervor;
y de estos instituyó el santo la orden , que llamó,
« los Hermanos de la penitencia :» y gran número
de doncellas determinaron guardar perpetua castidad
, de las cuales la primera planta é hija espiritual
del padre san Francisco, fué la sanLisima
virgen Clara , madre de las religiosas que se llaman
« las Señoras pobres , » y clarísimo espejo de
toda pureza y santidad. Pero otros muchos, dando
libelo de repudio á todas las cosas de la tierra,
seguían á san Francisco como á varón y maestro
venido del cielo; de manera , que su santa familia
se iba cada dia multiplicando mas , ó hinchendo el
mundo de un suavísimo olor y fragrancia de sus
perfectas virtudes. Entre los otros fué uno un religioso
déla orden de los Cruciferos, llamado Morico,
que estando en un hospital, junto á Asís,
desahuciado ya de los médicos , envió un recado á
san Francisco, pidiéndole que rogase á Dios por
su salud. El santo hizo oración, y luego tomó
un poco de pan , y lo desmenuzó en un poco
de aceite del que habia en la lámpara delante
del altar de nuestra Señora, y mezclándolo, se
le envió con unos frailes, diciendo : Llevad esta
medicina á nuestro hermano Morico, con la cual
sanará , y será valeroso soldado de nuestra milicia.
Tomó Morico la medicina: sanó: entró en
la orden , y vivió con grande aspereza y san-

18 LA LEYENDA DE ORO. oCTi'Biit
tidad de vida, y perseveró hasta la muerte. Otro,
gran poeta (á quien llamaban rey dolos versos)
vino por ver al santo , y hallóle que estaba predicando
en un monasterio, y vio en el sermón
dos espadas muy resplandecientes, atravesadas
en figura de cruz, la una que tornaba desde la cabeza
do san Francisco hasta los pies, y la otra le
cruzaba por ¡Os brazos; y admirado y compungido
Con esta visión , se convirtió y lomó el hábito con
tanta devoción, que san Francisco le mudó el
nombre, y le llamó fray Pacífico , y fué el primer
ministro provincial de Francia , y vio muchas veces
en la frente del sanio padre una cruz. De esta
manera iba el Señor llamando á la nueva orden
nuevos soldados . juntando aquel florido y glorioso
ejército, que tanta guerra habia do hacer á las
potestades del infierno. Creció tanto el número de
los benditos hijos de san Francisco, que para repartirlos
y distribuirles !rs provincias , y señalarles
ministros provinciales, juntó capítulo general
en Sania liaría de Porciúncula , y vinieron á él
mas de cinco mil frailes: y con. el favor del Señor
tuvieron salud , y todo lo necesario bastantemente,
y grande gozo y alegría espiritual. Después que
asentó el gobierno de su orden , aunque no podía
el sanio hallarse presente con el cuerpo en los
capítulos provinciales que se celebraban . se hallaba
con el espíritu , y algunas veces por milagro
se apareció en ellos. Y en el capítulo que se celebró
en la ciudad de Arles, predicando san Antonio
de Padua á los frailes, sobre el título de la
cruz : Jesús Nazarenus, rex judeeorum; fué visto
el sanio patriarca levantado en el aire, quo bendecía
á sus hijos , con las manos extendidas, como
en cruz. Y otra vez . estando con sus frailes, hablando
de cosas de Dios, apareció nuestro Señor
Jesucristo en medio de ellos, en figura de un mancebo
muy hermoso , y á lodos echó su santa bendición.
Deseó el santo que su regla, aprobada por
el papa Inocencio 111 , fuese también confirmada
por Honorio asimismo III, que le habia sucedido
en el pontificado : y para esto, habiéndole Dios
mandado con una revelación , que hiciese otra regla
mas breve (porque la primera era algo larga);
por instinto del Espíritu sanio se subió á un monto
con dos de sus frailes, y ayunando á pan y agua,
y haciendo continua y fervorosa oración , mandó
escribir la regla como Dios se lo revelaba. Bajó
del monte , y dio la regla escrita al vicario , para
que la guardase : el vicario por descuido la perdió;
y el santo volvió al monte, como otro Moisés, ó
hizo escribir la regla con las mismas palabras de
antes, como si lasoyera de la boca del mismo Dios.
Esta regla fué la que confirmó el papa Honorio,
el octavo año de su pontificado: y exhortando
san Francisco á sus frailes á la observancia de ella,
solia decir que no habia puesto en aquella regla
cosa alguna de su cabeza, sino que todo lo quo
habia en ella, habia sido revelado del cielo. Antes,
en el tiempo que estaba en el monte en oración,
bajó una voz del cielo y sonó tres veces , y dijo:
Francisco , en esta regla no hay cosa luya : toda es
mia, y todo quiero que se guarde al pié de la letra.;
porque yo sé las fuerzas del hombre, y la
ayuda que le tengo de dar: y de allí á pocos dias
confirmó el Señor aquella regla , y la revelación
con que la habia dado , imprimiendo sus llagas
en el cuerpo del seráfico padre, como adelante
se dirá.
5 ¿Pero quién podrá dignamente referir las
admirables y altísimas virtudes do este serafín?
Quererlas escribir, es entrar en la inmensidad del
mar Océano , ó en un profundísimo abismo sin
suelo. De cada una do ollas se podía hacer un libro
; mas nosotros las iremos recogiendo brevemente,
de lo quo san Buenaventura mas copiosamente
en su vida escribe. Y comenzando por su
penitencia , castigaba su cuerpo con grande aspereza
, y apenas tomaba lo necesario parala
vida; y solía decir que era muy dificultoso satisfacer
á la necesidad del cuerpo, y no obedecer á
las inclinaciones sensuales. Cosa cocida, raras
veces (oslando sano) la comia ; y cuando la comia,
lo echaba encima ceniza ó agua , para hacerla
desabrida. Bebía agua cruda ; pero con mucha
templanza, por grande sed ó calor-que tuviese.
Cada dia, como si fuera novicio, hallaba nuevas
maneras de mortificarse y de afligir su carne.
Cuando saüa fuera á predicar, comía loque le
daban. Su cama ordinaria era el suelo , y las mas
veces dormía sentado, poniendo por cabecera un
madero ó piedra. Andaba vestido con una sola y
pobre iónica: y preguntado , cómo podia sufrir el
rigor del frió con tan poca ropa; respondía, que
con el fervor del espíritu. No consentía blandura
en su vestido; y decía , que era mas de los palacios
do principes, (pie no de las casillas de los
pobres : y cuando sentía alguna blandura en su
túnica , tejíala por de dentro con unas cuerdas , do
manera quo estuviese áspera : y aun añadía , que
habia hallado por experiencia que los demonios
tientan fácilmente á los que traen el vestido blando;
y se espantan y huyen del áspero. Y cuando
veia que su hábito era mejor ó mas nuevo que el
de los otros frailes, le trocaba con el mas viejo y
mas rolo , y aun algunas veces hacia su vestido de
los pedazos y remiendos que le daban sus frailes;
y por esto los prelados de la orden mandaron después
á los frailes, que no trocasen con él cosa de
vestido , ni lo tomasen aunque el santo se los diese.
Pues ¿qué diré de la limpieza y castidad do su alma?
Al principio do su conversión, hallándose
apretado del ardor de la concupiscencia , se echó
muchas veces en el invierno en un hoyo lleno de
nieve, para templar aquel fuego infernal; teniendo
por mejor padecer gran frío en el cuerpo , que en
el alma tan peligroso incendio. Estando una noche
en oración, le llamó el demonio tres veces por su
nombre, y le dijo : No hay pecador tan malo , que
si se convierte no le perdone Dios; mas el que se
matare con indiscretas penitencias , no hallará jamás
misericordia. Conoció el santo por divina revelación,
que el demonio le quería inducirá tibieza,
y sintió en sí una gravísima tentación do carne.
Desnudóse luego, y comenzó á disciplinarse fuertemente,
y con grande fervor de espíritu salió do
la celda á un huerto, y echó su cuerpo desnudo
en mucha nieve, y haciendo siete pellas grandes

OCTL'nnE, 4 LA LEYENDA DE ORO. 19
ú bultos de la misma nieve , decia
es tu mujer: estas otras tus hijas é hijos y criados
abrígalos, que se mueren de trio : y si esto te da
pena , sirve con cuidado solo á Dios. Con este fuego
divino apagó las llamas del otro fuego sensual;
de manera , que nunca mas sintió cosa semejante.
Y con haber alcanzado tan gran victoria de su carne
, y haber sido revelado á Fr. León , su compañero,
que san Francisco era contado en el cielo
entre los que eran vírgenes de cuerpo y alma , fué
recatadísimo en el trato y familiaridad con mujeres
, y tenia tanto recogimiento en sus ojos cuando
las hablaba, que á ninguna casi conocía de vista;
porque decia que con las ocasiones, el fuerte se
hace flaco , y el flaco es vencido; y que conversar
con mucha familiaridad con mujeres, y no quemarse
y chamuscarse, están dificultoso, como
andar sobre las ascuas , ó tener el fuego en el seno,
y no quemarse. ¿Qué negocios (dice el santo)
tiene un religioso que tratar con las mujeres, si no
es cuando las oye de confesión , ó cuando les da
una breve instrucción para mejorar su vida? El
que se tiene por seguro, no es cauto : y ha lando
el demonio de donde asir, aun queseado algún
cabello , hace terrible guerra. Esta es la doctrina
del seráfico padre: la cual enseñaba mas con sus
ejemplos, que con palabras; y por esto llamaba
á su cuerpo el « hermano asno;» porque habia de
llevar las cargas y mucha disciplina, y comer
poco y de cosas viles. Cuando veía algún ocioso,
y que comia de los trabajos ajenos, le llamaba
« fray Mosca; » porque no hacia cosa buena , y
manchaba lo que otros hacian bien , y era molesto
y abominable a los demás. Finalmente, el bienaventurado
padre se dio tal vida, y con el rigor de
sus penitencias se consumió de manera , que pocos
días antes que muriese, dijo su culpa á su cuerpo
de las veces que lo habia tratado con mayor aspereza
de lo que era menester: excusándose que
lo había hecho para mayor seguridad y guarda de
la castidad y puieza de su alma , y mavor servicio
y gloria de Dios. Con haber sido para sí tan
riguroso, no lo era con ¡os otros, ni le agradaba
la aspereza cuando era indiscreta: y asi una noche,
viendo un fraile, que por la demasiada abstinencia
no podía reposar, y corria peligro su salud, le
llevó pan: y para que comiese con menos empacho,
el mismo santo comenzó á comer con el; y
con esto le libró de aquel peligro : y decia , que la
discreción es la maestra y guia de las virtudes.
G Con esta extremada aspereza juntó san
Francisco una profundísima humildad ; porque fué
humildísimo, y en sus ojos muy vil, y deseaba
que todos le tuviesen por tal, y ser vituperado , y
huia de las alabanzas, y decia , que tanto es cada,
uno, cuanto es en los ojos de Dios; y no más.
(".uando la gente le loaba y llamaba santo , mandaba
él ó un frailo que le dijese baldones y palabras
de afrenta : y cuando predicaba, muchas veces
decia sus fallas en el sermón, para que lo
menospreciasen; y hacia otras cosas mas admirables,
que eran indicio cierto de su gran fervor y
humildad profundísima. Procuraba encubrir con
grande estudio los dones de Dios , y cuando lo ala-
Esta mayor baban , decia : No me alabéis; que aun no estoy
seguro : ni hay que alabar al que no se sabe en que
parará. Y á los (railes muchas veces decia : Ninguno
se ha de desvanecer, porque hace cosas que
un pecador las puede hacer; como es ayunar,
orar , llorar y castigar su carne; que lodo esto algunos
pecadores lo hacen : mas ser fieles á su Dios
v Señor, esto, oslando en pecado, no lo pueden
hacer. De esta humildad nació el no haber querido
ordenarse de sacerdote , y haber quedado siempre,
en el grado de diácono. Tenia tan gran respeto á
los sacerdotes, que solia decir, que si encontrara
con uno de ellos , y juntamente cor. un santo quo
bajara del cielo, primero besara la mano al sacerdote
, y después hiciera reverencia al santo:
porque mas acatamiento debia á aquel, cuyas ma­
nos recibian el santísimo cuerpo de nuestro Señor.
Efecto de la misma humildad era el pedir consejos á
sus subditos, cuando tenia alguna duda, teniendo
el don de profecía, y tan grande la luz del cielo;
y así una vez , estando dudoso si predicarla ó so
daria á la contemplación, encomendó á Fr. Silvestre
y á la virgen santa Clara , que después do
haber hecho oración, lo dijesen su parecer: que
fué que predicase; y él lo siguió: porque, como
dicesan Buenaventura , no se avergonzaba el verdadero
menor de preguntar las cosas pequeñas á
otros menores á él, habiendo aprendido las cosas
grandes del supremo Maeslro. De esta misma humildad
nacia el deseo tan encendido que tuvo el
bienaventurado padre de obedecer y no mandar:
y por eslo renunció el generalato, y pidió quo la
diesen guardián , cuyo subdito fuese. En los caminos
prometía obediencia al fraile que llevaba por
compañero, y la guardaba : y dijo una vez, que
entre otras mercedes que Dios le había hecho,
era una, que tan de buena gan.i y con tanta diligencia
obedecería á un novicio de una hora de religión
(si so le diesen por guardián), como al mas
antiguo y mas discreto de los frailes : porque el
subdito (decia") no ha de mirar la persona á quien
obedece , sino á Dios, cuvo lugar tiene,, y por
quien obedece. Y preguntado cómo habia de ser
el verdadero obediente; respondió , que como un
cuerpo muerto. Yió un santo baile , compañero do
san Francisco , estando en oración , una silla en el
cielo muy eminente . y llena de piedras preciosas y
de inmenso resplandor : y preguntó al que se la
mostraba, para qjúén se guardaba aquella silla ; y
fuélo respondido , que para el humilde Francisco.
Después (pie tuvo esta visión, preguntó al santo,
qué sentía do sí mismo; y él le dijo : Paréceme quo
soy el mayor de- todos los pecadores del mundo:
y replicándolo, cómo podía decir eso con verdad;
respondió : Porque si Dios hubiera hecho á un ladrón
, ó al mayor pecador del mundo , las mercedes
que me ha hecho á mí, le fuera mas agradecido
, y mejor que yo; y si á nú me hubiera dejado,
hubiera hecho mayores maldades que ninguno de
olios. Pidiólo una vez el cardenal de Santa Cruz en
Roma, que estuviese unos pocos dias en su casa; y
el santo , como era tan humilde , obedeció al cardenal,
por el respeto quo le tenia. La segunda
noche que estuvo en su casa, después de larga

20 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE ,
oración , queriendo reposar un poco, vnieron los
demonios y azotáronle cruelmente , y diérbnle tantos
golpes que quedó casi muerto : llamó á su compañero
, y contóle el caso , y díjole que aquel era
castigo de Dios , y que era mejor salir de la corte
é irse con los pobres de Cristo , que dar que pensar
á los frailes , y decir de él que se holgaba de estar
con los cardenales , y que se regalaba y pretendía
honrar ; y así luego á la mañana se excusó humildemente
con el cardenal, y se volvió á su
convento.
7 De esta misma humildad nacía el amor entrañable
que tenia á la santa pobreza, á la cual
llamaba reina de las virtudes , por haber sido tan
amada del Rey del cielo, y de su sacratísima Madre
: y decía que era el fundamento de su orden,
y que Dios le habia enseñado , que la entrada en
la religión debe comenzar por la pobreza ; y algunas
veces mandó derribar casas ya hechas , por
parecerle el edificio muy suntuoso, y contrario á
la pobreza evangélica. Una vez , diciendo el vicario
de Santa María de Porciúncula , que era tanta
la pobreza do aquella casa , que no tenian qué dar
á los frailes huéspedes , y que seria bueno guardar
algo de la hacienda de los novicios que entraban,
para tener algún recurso en tiempo de necesidad;
el santo le respondió: Hermano carísimo, en
ninguna cosa cumple hacer cosa contra la regla.
Menos inconveniente es que cuando haya necesidad
, quites los ornamentos del altar de la Virgen
gloriosa, para remediarla , que intentar cosa
contra el voto de la pobreza; y la misma Virgen
lo tendría por bien. En un camino vieron una
bolsa que parecía estaba llena de dineros: el compañero
dijo al santo , que era bien alzarla, para
dar aquellos dineros á los pobres: y aunque san
Francisco al principio no vino en ello; después,
viendo inquieto al compañero, hizo oración, y
le mandó que alzase la bolsa, y echando mano de
ella , salió una serpiente , que luego con la misma
bolsa desapareció. Otra vez en otro camino se le
aparecieron tres doncellas pobres , y muy semejantes
en la eslatura , rostro y edad , que eran la
pobreza, castidad y obediencia : y saludándole,
dijeron : En buena hora venga la señora pobreza;
y con esto desaparecieron. Cuando veia otro
mas pobremente vestido, se reprendía á sí mismo,
y animaba á mayor pobreza , pareciéndole gran
confusión suya , que en la pobreza alguno le hiciese
ventaja : y así estando el santo cubierto con
una capa (por estar enfermo) encontró un día en
la calle á un pobre, y le dio la capa : y porque su
compañero le iba á la mano , le dijo : Yo me tendria
por ladion delante de Dios , si no diese esta
capa al mas pobre. Y cuando le daba uno algo,
solía pedir licencia para darlo á otro mas pobre,
si se encontrase con él: y cuando hallaba alguna
gente pobre que llevaba carga , él se la ayudaba
á llevar. Gustaba mas de las limosnas que él pedia
dopuerla.en puerta , que de las que le daban
sin pedirlas : y cuando le convidaban personas graves,
iba primero á pedir limosna por los vecinos
de puerta en puerta. Y cuando enviaba ásus frailes
á pedirla, algunas veces les decía : Id; que
para esto ha enviado Dios á los frailes menores al
mundo , para que sus escogidos íes den limosna , y
cumplan con la misericordia , de que el juez les ha
de pedir cuenta el dia del juicio. Un dia de pascua
de Flores , estando fuera de poblado , tan lejos que
no pudo ir á pedir limosna , deseando imitar al Señor
, que aquel dia , en figura de peregrino , habia
sido convidado de los dos discípulos, que iban á
Emaús; pidió limosna á sus propios frailes, que
con él estaban; y ellos se la dieron, y el bienaventurado
padre la recibió con gran humildad y
alegría. Estando enfermo en un lugar, que se llama
Nocera, y llevándole algunos hombres de Asís,
que habían venido por él, para curarle y regalarle
en su ciudad , no hallaron en el camino cosa do
comer, qué comprar por sus dineros: y sabiéndolo
el santo, ordenó que pidiesen por amor de Dios
lo que no habian podido hallar por dineros; y haciéndolo
así, volvieron cargados de todo lo que
habían menester para sí, y para el santo. Otra vez,
viniendo un hombre honrado á pedirle el hábito,
le mandó que antes de tomarle , diese su hacienda
á los pobres. El pretendiente dióla á sus parientes
que eran ricos, y no tenian de ella necesidad.
Súpolo el santo, y no le quiso admitir, diciendo
, que el que no sabia dar su hacienda á Dios,
menos sabria darle su persona; y así aquel hombro
cobró su hacienda, y dejó el propósito de la
virtud. Todo esto era amor de los pobres, y de la
pobreza. Más ¿quién podrá declarar el amor tan
encendido que este serafín tuvo al Señor, y á sus
prójimos? Era la sed . que tenia do la conversión
de las almas , ardentísima , y decia , que para esto
tiene mas fuerza el ejemplo . que las palabras; y
que habian de ser llorados los predicadores, que
en sus sermones no_buscaban la salud de las almas
, sino su honra ; y los que destruyen con su
mala vida , lo que edifican con su buena doctrina ;
y que en el dia del juicio se verá , que muchos legos
y personas sencillas fueron causa de la conversión
de muchos con sus oraciones y lágrimas,
aunque no les predicaron de palabra. Tema gran
cuenta con el silencio en sí, y en sus frailes , y decia
, que esta no era pequeña virtud , y que aquella
sentencia del Espíritu santo , que dice , « que la
vida y la muerte estañen manos de la lengua,»
no se ha de entender lanío del gusto en el comer,
como en el hablar. No podía sufrir que se murmurase
de nadie : y una vez, oyendo que un frailo
decía mal de otro ; el santo ordenó al guardián
que averiguase con diligencia aquella falla, y quo
bailando que el acusado no tenia culpa, diese al
acusador tan duro casligo , que quedase notado en
los ojos de lodos. Tenia grande caridad con los enfermos
, y necesitados: y una vez, porque un fraile
habló con aspereza á un pobre que importunaba
por la limosna, le mandó que se arrojase á los
pies del pobre , y le pidiese perdón , diciendo, que
los pobres representan á Cristo pobre , y á su Madre
la Virgen María pobre, y que por esto se les
ha do hablar con gran blandura y comedimiento.
Este amor de los prójimos manaba , como de su
fuente, de un amor entrañable del Señor, que
abrasaba su corazón; porque era cosa que ponía

OCTCUIÍE, *
grande admiración el ver cuan ardiente y cuan
encendido era aquel fuego de amor divino , con
que esle serafín se derretía ; de suerte que no contentándose
de lo mucho que hacia y padecía por
este amor, se determinó á ir á predicar á Siria
á los moros , y á los otros infieles , por la ansia
grande que tenia de morir por su Señor. Embarcóse
el sexto año de su conversión , y levantóse una
tempestad , con la cual aportaron á Escruania , y
no habiendo embarcación fiara pasar adelante,
hubo de volver atrás. Después se partió á Marruecos
á predicar al Miramolin . y caminaba con tanto
fervor y deseo del martirio , que aunque estaba
muy flaco y consumido; con todo eso el compañero
no podía seguirle con su paso : mas fué Dios
servido , que en España le sobrevino una enfermedad
gravísima , y por ella , y por otros negocios de
la orden , y varios sucesos , no fué posible ir á Marruecos.
Finalmente el año trece de su conversión,
no podiendo reposar por este tan abrasado deseo
del martirio, en tiempo que habia muy sangrienta
guerra entre los cristianos y los moros, pasó con
gra\ísimos peligros á Siria , en compañía de Fr.
Iluminarlo , varón de admirable virtud. Cayeron
en manos de los moros, los cuales los trataron
afrentosamente, dándoles muchos azotes el Soldán,
y con prisiones los llevaron al de Babilonia., que
era lo que el santo deseaba. Predicó al Soldán con
guinde ánimo y espíritu el misterio de la santísima
Trinidad , la encarnación del HIJO de Dios , y
se ofreció de entrar en un gran fuego, en prueba
de la verdad de la fó, que predicaba , si los sacerdotes
de Mahoma quisiesen entrar en él, en
defensa de la suya: y aunque ellos no quisiesen
e nlrar, dijo que él entraría en el fuego , si le prometían
de convertirse á Cristo nuestro Señor,
en caso que él saliese del fuego sin daño. Pero
el Soldán, temiendo algún alboroto de gente, no
vino en ello: y admirado de la constancia del
santo , y de' menosprecio do todas las cosas de la
tierra , y que no quena aceptar los grandes dones
y joyas de mucho precio que le ofrecía , ni para
sí, ni para repartir á las iglesias, y á los pobres
cristianos, le honró sobre manera , y le regaló : y
el santo , viendo que en lugar del martirio que él
buscaba , había hallado honra y regalo, con una revelación
que tuvo , se volvió á tierra de cristianos.
8 Esta misma candad hacia que san Francisco
estuviese siempre ocupado en la meditaron y
contemplación del Señor , y que viviese de oración
; porque el que mucho ama, mucho desea
tratar con la persona á quien ama, y todos sus
tesoros y su bienaventuranza pone en aquel que
tiene por sumo bien , y lodos sus entretenimientos
y deleites son considerar sus excelencias y grandezas,
como lo hacia san Francisco: el cual, para
mostrarnos este afecto, repelia muchas veces en la.
oración : Deas mcus, el omnia: Dios mió, y todas
las cosas : porque en él veia y hallaba todas'las cosas;
y fuera de él ninguna estimaba ni juzgaba que
le hacia al caso. Todos los años, en pasando la
fiesta de la Epifanía , se iba á la soledad , en reverencia
de los cuarenta dias que Criílo nuestro
Señor estuvo en el desierto, y encerrándose en
LA LEYENDA DE ORO. 21
una celda, empleaba lodo aquel tiempo con muy
esliecho ayuno en oración. Comulgaba muyámenudo
con gran fervor y devoción , y casi de ordinario
en comulgando padecia éxtasis, y quedaba
arrobado y suspenso. Rezaba las horas canónicas
congian devoción v reverencia, estando siempre
en pié y quitada la capilla, sin arrimarse, por
mas enfermo que estuviese. Y cuando iba de camino
siempre paraba al tiempo del rezar, y decia,
que si el cuerpo, cuando come el manjar corruptible,
quiere estar con reposo; ¿por qué no lo ha
de estar el alma . cuando toma y gusta el mantenimiento
celestial? De los nombres de Dios y do
Jesucristo fué devotísimo : y cuando los hallaba en
el suelo, ó en algún lugar indecente, los recogía
con devoción y los ponia en parte mas decenie;
y á todas las reliquias de los santos tenia cordial
reverencia. Una vez , orando en una iglesia
desierta , supo por revelación que habia allí algunas
reliquias que no estaban con la debida reverencia
: mandó á sus frailes que las tomasen y llevasen
á su iglesia. Descuidáronse ellos de hacer
lo que el santo padre les habia mandado; mas no
se descuidó el Señor de regalar á su siervo : porque
por virtud divina se trasladaron los sanios
huesos, y queriendo decir misa , se hallaron sobre
el aliar, hermosísimos y con una fragrancia del
cielo. Aunque en todos los misterios de la vida del
Salvador se enternecía admirablemente; pero mucho
mas en el de su sagrado nacimiento , por la
pobreza , desabrigo y desnudez que en el portal
y pesebre de Beihlehen se nos representa : y así
una vez, habiendo alcanzado primero licencia del
papa (para que no se pudiese atribuir á liviandad],
una noche de Navidad hizo traer paja , y un buey y
un jumento , y convocar gran multitud de gente,
y sus frailes, y con gran solemnidad de música y
lumbres decir misa en un peseLre , y el santo en
ella cantó un evangelio, y predicó al pueblo del
nacimiento del Rey pobre; y cada vez que le nombraba
, le llamaba el Niño de Beihlehen , con inexplicable
devoción y ternura. Guardó el pueblo por
reliquias del heno que habia estado en aquel pesebre,
y valióle pura.curar muchas enfermedades do
los animales, y para librarse de graneles peligros.
Con la sacratísima Virgen María nuestra Señora tuvo
muy particular devoción, y la tomó por abogada
suya y de sus frailes, y en honra de ella ayunaba
desde la fiesta de San Pedro y San Pablo, hasta
la Asuncion. Después de esta festividad también
ayunaba otros cuarenta días, y oraba mucho por
devoción de los santos ángeles, y especialmente de
san Miguel, arcángel, y á todos los santos ayunaba
otra cuaresma ; y con achaque de estas cuaresmas
se le pasaba todo el año ayunando y orando. Por
muchas y grandes molestias que los demonios visiblemente
lo dieron para apartarle de la oración,
siempre tuvo fuerte, y jamás lo pudieron divertir
ni enflaquecer; y á la medida de su grande afecta,
y ternura para con Dios, fué la abundancia de las
gracias y consolaciones espirituales que con larguísima
mano él le daba; porque muchas veces,
estando en oración , era levantado en alto, y una
vez le vieron en el aire cercado de una nube res-

LA LEYENDA DE ORO. OCTMRE , i
plandeciente. Yendo de camino muchas veces escándalo al mas mozo : cuando llegaron , el sanio
era visitado y regalado del Señor con una dulzura p-eguntó al menor cómo lo había hecho su com­
inefable: y para recibirla mas suavemente, y á pañero en el camino : y respondiéndole ( por no
solas , hacia que los que iban con él pasasen ade­ culpar y descubrir la falta del compañero), que.
lante; porque procuraba con gran cuidado encu­ lo habia hecho bien; dijo el santo: Mirad que no
brir sus virtudes, y las visitaciones é ilustraciones mintáis con pretexto de humildad : aguardad un
y regalos del Señor ; el cual parece que escogió poco y veréis lo que pasa. De allí á pocos dias el
á este bienaventurado patriarca , para enriquecerle fraile que había dado el escándalo, se salió de la
interiormente , tanto cuanto él se había hecho po­ religión; permitiéndolo el Señor, porque no habia
bre: y porque se había humillado y deshecho del hecho penitencia de su culpa; y para manifestar
amor de todas las criaturas le sublimó y le hizo juntamente el castigo de su justicia , y el espíritu
superior á todas , como luego se verá. Porque pri­ profético que había dado á su siervo. Otra vez, '
meramente alumbró el entendimiento de san Fran­ viniendo á visitar á sus frailes, y hablando con
cisco con una luz soberana, y con sabiduría no ellos de las cosas del cielo, como solia , le dijeron
aprendida en los libros, sino venida del cielo: le que habia entre ellos uno de singular santidad y do
infundió el conocimiento do la sagrada Escritura, vida admirable, de grande oración , yian dado al
y de los misterios inefables de nuestra santa reli­ silencio, que aun confesarse no quería sino por segión:
dióle á mas el don de profecía, para que ñas, por no hablar: llevólo mal el santo.y repren­
profetizase y dijese cosas que mucho después hadió á los que alababan aquella singularidad, y dijobían
de suceder. Estando el ejército de los cristiales : Ese no es espíritu de Dios, sino del demonio:
nos sobre üamieta y para pelear, les avisó que no tentación diabólica , y no virtud divina : y cómo
peleasen porque serian vencidos: no le creyeron; lo dijo, asi se descubrió; porque con la luz del cielo
y salieron de la batalla destrozados y vencidos. había penetrado el corazón de aquel pobre reli­
Convidóle una vez un soldado honrado á comer á gioso , que con aquella engañosa singularidad , so
su casa, y recibióle en ella con gran devoción: apartaba de la común y sania conversación délos
hizo antes de comer el santo oración, y llamó demás. Dióle también el Señor gran dominio sobre
aparte al soldado, y díjole que en pago de aquella las criaturas, las cuales le regalaban y servian;
caridad que había usado con los pobres de Jesu­ porque, considerando el santo como Dios hizo tocristo
, le quería avisar que no comería en aquella das las cosas de nada, llamaba hermanos y her­
mesa sino en la otra vida: que se confesase con manas á las criaturas, por vi'os que fuesen , y es­
verdadero dolor y entero arrepentimiento de todos pecialmente á las que representaban ú Cristo con
sus pecados. IIizólo todo el soldado : confesóse su mansedumbre , como los corderos y ovejas. Una
con el compañero del santo: ordenó su conciencia vez en Santa María de Porciiíncula , le dieron de
y las cosas de su casa , con la brevedad que el limosna una oveja viva, y él la recibió do buena
tiempo le daba ; y sentándose los convidados a la gana, por ser símbolo de inocencia y simplicidad,
mesa , súbitamente espiró. Un prebendado de una y exhortó que viviese en el convento sin inquietar
iglesia, de mala vida , oslaba muy enfermo en su á ios frailes, y que asistiese á las alabanzas divi­
cama, sin poderse mover: hízose llevar al santo, nas; y así lo hizo: porque al tiempo que, los frailes
iban al coro . entraba la oveja en la iglesia , c hin­
V pidióle con muchas lágrimas que hiciese sobre caba ias rodillas, y delante del altar de nuestra
él la señal de la cruz; y él le respondió: ¿Cómo Señora balaba , como quien la saludaba: y cuando
quieres que yo haga lo que me pides, siendo tú en la misa alzaban el santísimo Sacramento, hin­
enemigo de la cruz , y tan contrarío en tu vida? caba también las rodillas como adorando al Señor.
mas por la devoción de los que aquí están, que También en Roma tuvo san Francisco otro cor­
con tanta instancia me lo piden , yo haré la señal dero, á quien enseñó á asistir á la misa y horas:
de la cruz sobre tí : con apercibimiento, que te y cuando el santo se fué á otras partes , le dejó en­
hago en el nombre del Señor, que si, librado de comendado á una noble matrona, y si ella á las
esta enfermedad, volvieres al vómito, caerás en mañanas tardaba á ir á misa , el cordero con los
mayores calamidades por tu ingratitud. Sanó el balidos la despenaba, y con la cabeza y meneos
hombre con la señal de la cruz , y no hizo gracias la hacia señas que fuese á la iglesia. También mu­
á Dios por la salud que le había dado , ni se enchas veces los peces, conejos y liebres se le vemendó
; antes volviendo á sus liviandades, estannían á las manos y al seno; y no se querían ir
do una noche durmiendo en casa de un canónigo, hasta que el santo'les diese su bendición. Cami­
cayó el lecho de la casa, y escapándose todos los nando una vez por las lagunas de Venecía , halló
otros que en ella estaban , él solo murió. Y no so­ gran número de aves que cantaban en los matorlamente
manifestó las cosas futuras, sino también rales y arbolíllos , y dijo al compañero : Las her­
descubrió los secretos pensamientos del corazón, y manas aves alaban á su Criador : vamonos entre
los deseos íntimos del alma, y los escrúpulos de ellas, y cantemos allí al Señor las horas canóni­
las conciencias. Y de algunos pecadores que estacas. Fueron á ellas , y las aves no se espantaron
ban en mal estado , dijo antes que se enmendarían; ni so movieron de su'lugar: y como por el canto
Y de algunos, que en los ojos de los hombres pa­ de ellas no se oyesen bien el uno al otro los versos
recían buenos v loables, avisó la mala vida que que cantaban , dijo san Francisco á las aves: Her­
habian de hacer, y los daños que por ella les hamanas aves , cesad de cantar , hasta que nosotros
bian de venir. Viniendo una voz dos frailes de camino
, el mas viejo hizo algunas cosas con que dio
acabemos de pagar al Señor las debidas alaban-

zas
OCTUBRE,+
Cosa maravillosa!
Las aves se estuvieron
quedas y callando hasta que san Francisco y su
compañero acabaron sus horas muy despacio; y
luego el sanio les dio licencia , y ellas cantaron como
primero. Otra vez estaba una cigarra en una
higuera cantando, junto á la celda del santo en
Santa María de Porciúncula : llamóla un día , y la
cigarra voló y se le puso en la mano ; y él le dijo:
Caula, hermana mia cigarra, y alaba á tu Criador.
Ella lo hizo sin cesar, hasta que el santo la mandó
volver á su lugar; y por ocho días iba y volvía
á él, obedeciéndole y cantando, hasta que el
santo dijo á sus frailes: Demos ya licencia á la
hermana cigarra , que bien lo ha hecho dispertándonos
estos ocho días á las alabanzas de Dios.
Dióle licencia , y nunca mas pareció. Con un halcón
y un faisán le pasaron lamb.en cosas admirables
v propias do un varón á quien el Señor había
dadoseñorío sobre las aves y sobro todas sus criaturas
, como se ve por lo que otra voz le aconteció.
Yendo á predicar, halló en el camino gran multitud
de aves, de difeientes géneros y colores, que
estaban cantando, y se fué á ellas: y como si
tuvieran entendimiento , se estuvieron (pierias, y
le miraron con un modo insólito , é inclinaron sus
cabezas; v él, viendo la atención con que estaban,
les comenzó á predicar, y á decir: Hermanas mías
aves, mucho debéis alabar á vuestro Criador: porque
os vistió de plumas , y dio alas para volar, y
un aire puro en que espaciaros, y sin ningún cuidado
vuestro, ni solicitud , os mantiene y conserva:
y oyendo estas palabras las aves, se regocijaban,
extendiendo el cuello y las alas, y haciendo otras
demos!raciones de comento y alegría : y aunque el
santo las locaba con el vestido , paseándose entre
olas; ninguna se meneó, hasta que las dio su
bendición y licencia. No fué menor milagro lo que
otra vez le acaeció , predicando á un pueblo, con
unas golondrinas, las cuales cantaban tan importunamente
, que no le dejaban predicar; porque
volviéndose el varón de Dios á ellas, en voz alta
les dijo : Hermanas mias golondrinas , ya es tiempo
que yo también hable; pues vosotras hasta ahora
habéis cantado: callad, hasta que se acalle el
sermón, y estad atenías: y como si tuvieran razón
, luego callaron , y no se movieron hasta quo
se acabó el sermón , y con su bendición se partieron.
No solamente dio el Señor á san Francisco
este imperio sobre las golondrinas, sino también á
algunos de sus compañeros , por sus merecimientos;
porque en la ciudad de París, habiéndose
divulgado el milagro de las golondrinas, que acabamos
de referir, oslando uno de sus hijos estudiando
, una golondrina con su molesto cauto le
quitaba la atención; y él dijo á sus compañeros:
Esta golondrina debe ser do aquellas que estorbaban
á nuestro santo padre y no le dejaban predicar,
hasta que les mandó que callasen; y volviéndose
á la golondrina, le dijo: En el nombre del
siervo de Dios Francisco, te mando que luego calles
y vengas á mí. Calló y púsose luego en sus manos;
y conocióse mas la virtud del seráfico padre, y la
líiacia singular que el Señor le habia dado sobre
las criaturas, y por él á sus hijos.
LA LEYENDA DE ORO. 2I¡
9 Mas no es tanto do maravillar que las
aves, y las otras criaturas que tienen sentido , obedeciesen
á san Francisco , como el ver que el
fuego, y las cosas insensibles . se sujetasen á su
imperio y voluntad. Tuvo el varón de Dios muy
gran don de lágrimas , y sus ojos eran dos fuentes
perpetuas, que, las destilaban; y por esto vino
casi a perder la vista : y fué avisado de un médico,
que si no reprimía las lágrimas, sin duda
vendría á quedar del lodo ciego. Respondió el
santo: Hermano médico , no recibió el espíritu el
beneficio de la luz por la carne , sino la carne por
el espíritu , y no debemos por amor de la vista,
que tenemos común con las moscas , poner impedimento
ó la vista espiritual, y á la con-olacion
celestial. Y como le rogasen que á lo menos recibiese
un cauterio de fuego para reme lio do los
oíos; vino en ello , por ser medicina áspera y saludable.
Al tiempo que el cirujano le quiso dar el
cauterio, el santo habló con el fuego, y le dijo:
Hermano fuego , Dios le hizo muy hermoso , y
eficaz, y provechoso enlre lodas las criaturas:
mira que me seas ahora blando y cortés: ruego
yo al gran Señor que te crió , que me quemes suavemente,
para que te pueda sufrir. Hízose el
cauterio bien profundo desde la oreja hasta las cejas,
y no sintió mas dolor, que si no se hubiera
hecho en su cuerpo. Estaba una vez muy enfermo
: v sintiéndose muy debilítalo, pidió un poco
de vino : no le hubo : mandó que le trajesen agua :
hizo la señal de la cruz sobre ella, y convirtióse
en excelentísimo vino; y en bebiendo un trago de.
aquel vino, luego se levantó bueno y sano. Otra
tez, hallándose muy fatigado, deseó un poco de
música, para despertar la alegría del espíritu, y
por modestia religiosa no la quiso pedir; pero el
Señor aquella noche le dio música de! cielo tan
suave, que le parecía estar ya en el otro mundo.
Otra vez, yendo á predicar, le sobrevino la noche
muy oscura, y el camino era peligroso , por un
rio , y lagunas que había en él : el fraile que iba
con él, le dijo: Padre, ruega á Dios, que nos libre
de estos peligros. Respondió el santo: Poderoso
es Dios, si quiere, para darnos luz. En
diciendo estas palabras , vino una luz grande y
clara , que les duró hasta que llegaron á la posada,
y otros que iban tle camino , no vieron esta luz.
10 Pues ¿quién podrá referir losolros innumerables
milagros, con que el Señor honró á san
Francisco en vida y en muerte? Echó de los cuerpos
muchos demonios: dio vista á muchos ciegos:
sanó á muchos cojos y mancos : restituyó los muertos
á vida : dio lijos á las mujeres estériles; y libró
de peligro , á las que estaban de parlo , y á los encarcelados
de la cárcel , y á los que navegaban,
de horribles tormentas. El pan que el santo bendecía
: los pedazos de su roto y pobre hábito : la
cuerda , con queso cenia : el agua , con que lavaba
sus pies y sus manos; y cualquiera otra cosa
que hubiese tocado, era saludable medicina para
las dolencias, remedio para las adversidades, y
alivio y descanso en los trabajos. Finalmente todos
los que en sus enfermedades y peligros , con devoción
v confianza le invocaron, hallaron remedio.

2'i. LA LEYENDA DE ORO
como mas largamente se puede ver en la \ ida,

OCTUBRE, 4
suyo, predicador y de gran fama, y le reprendió,
porque curiosamente habia querido investigar el
modo conque aquellas divinas señales se habían
impreso ; y por no entender bien la razón , comenzaba
á dudar, ó tener escrúpulo de ellas. En Potenza
ciudad déla provincia deApulla , en el reino
de -Ñapóles, un clérigo, mirando una imagen
de san Francisco , dudó del milagro de las Hagas,
y luego se sintió herir en la palma de la mano izquierda,
y quitándose el guante, la halló llagada :
y conociendo su culpa, pidió perdón al santo, y
por su intercesión alcanzó la salud del alma y de
la mano. En la provincia reatina dio una manera
de pestilencia al ganado mayor y menor, tan cruel,
que todo perecía : fué revelado á un hombre temeroso
de Dios, que fuese al convento de los frailes,
y les pidiese el agua con que san Francisco se
hubiese lavado los pies y las manos, y que la derramasen
sobre las ovejas y bueyes, tocados de
aquella pestilencia. EJízolo así: y fué cosa maravillosa,
que todos los animales, que fueron rocíados
con aquella agua, sanaron con admiración de
toda la gente , por haber locado las llagas sagradas
del santo. Antes que las recibiese san Francisco
en el monte de Alvernia , solia ser aquel monte
muy infestado de tempestades y rayos , y la mucha
piedra que caía del cielo, quitaba los frutos de
la tierra; pero después que aquel lugar recibió tan
gran favor del cielo, el mismo cielo parece que
se ablandó y mudó de tal manera, que no padecieron
mas la calamidad de piedra , que solian , los
moradoresde aquella comarca. Finalmente la santa
Iglesia romana ha comprobado el milagro estupendo
de las sagradas llagas del seráfico padre
san Francisco con las letras apostólicas, quede
ellas escribieron los sumos pontífices Gregorio IX,
Alejando IV, y Benedicto XI, y con el celebrar y
hacer conmemoración de las mismas llagas en el
Martirologio romano á los 17 de setiembre, por
orden del papa Sixto V.
12 No solamente imprimió el Señor las señales
de su cruz y pasión en el costado, pies y manos
de san Francsico, para honrarle con su librea
en la tierra, sino también para que padeciese mas,
y con las grandes aflicciones y dolores fuese un
dibujo de los dolores y tormentos de la cruz del
mismo Cristo. Para esto luego que recibió las sagradas
llagas, tuvo muy recias y dolorosas enfermedades,
que le consumieron de tal manera , que
no le quedó sino el pellejo , y los huesos, y mas
parecía un retrato vivo de la muerte, que hombre
con vida : y llevaba con tan extraña paciencia sus
males, que rogó al Señor que sobre aquellos dolores
le enviase otros mucho mayores, si aquella
era su voluntad. Mucho antes dijo á sus frailes , que
Dios le>habia revelado su muerte , y cuando habia
de ser; y el mismo dia en que murió, les avisó
que aquel dia seria. En la última enfermedad se
hizo llevar á Santa María de Porciúncula: y cuando
ya quería espirar, como verdadero amador de la
pobreza (por ser semejante á Cristo, que murió
desnudo en la cruz), se desnudó todo , y se postró
en la tierra desnudo: y para que no se viese la
llaga del costado, con la mano izquierda la CU-
TOMO iv.
LA LEYENDA DE ORO. 25
bria. Comenzaron lodos á llorar; y él les dijo
Yo , hermanos, ya he hecho lo que á mí me toca:
vosotros haced lo que Cristo os enseñare. Entendió
estas palabras un fraile , á quien el santo
solia llan%r su guardián , y tomó un hábito viejo
y un cordón , y diósele , diciendo : Hermano , vos
no tenéis hábito , en que morir , porque sois pobre
mendigo y desnudo : este hábito os damos de limosna
, y por amor de Dios; no dado , sino prestado;
y vos ie recibid en virtud de santa obediencia.
Alegróse el santo sobre manera, por verse
morir pidiendo limosna , y con vestido; y por ello
dio muchas gracias á Dios, y mandó á los frailes
en obediencia de caridad que, en viéndole ya
difunto, le dejasen en el suelo desnudo , tanto
tiempo cuanto se pudiese andar despacio una
milla.
13 Después los exhortó al amor de Dios, de
la santa pobreza y paciencia , y á morir por la fó
de la santa Iglesia romana; y, cruzados los brazos,
dio su bendición á los presentes y á los ausentes,
y dijo : Quedaos, hijos mios , en el temor del
Señor, y permaneced en él siempre; porque la
tentación y tribulación venidera ya se acerca: dichosos
serán los que perseveraren en el bien comenzado.
Yo voy aprisa al Señor, á cuya gracia
os encomiendo. Luego hizo que le leyesen la pasión
en el evangelio de san Juan, desde aquellas palabras
: Ante diem feslum Paschm • y después de
leída , él mismo , como pudo , comenzó á decir el
salmo 141 , que comienza : «Con mi voz he clamado
al Señor: con mi voz he suplicado al Señor
: » y díjole todo hasta acabar con las últimas
palabras: «Sacad , Señor, mi alma de la cárcel,
para que confiese vuestro santo nombre; porque
los justos me están esperando , para que me deis
galardón:» y en diciendo estas palabras, dio el
alma al Criador, un sábado á puesta del sol, á 4
de octubre, año del Señor de 1226, á los veinte
de su conversión, y cuarenta y cinco de su edad.
Aparecióse en aquella hora que espiró , al obispo
de Asís , que habia ido á San Miguel del monte
Gargano, y le dijo: Y T
a dejo al mundo , y voy al
cielo. También apareció á un guardián , llamado
Fr. Agustín, que estaba agonizando, y sin habla,
en el postrer trance de la muerte: quien, cuando
vio á su santo padre , clamó súbitamente , y dijo :
Aguárdame , padre, aguarda; que ya voy contigo.
Y preguntándole lo que decía; respondió: ¿Nó
veis á nuestro padre san Francisco, que se va al
cielo? Y diciendo esto , espiró. Otras muchas revelaciones
hubo de la gloria de este santísimo patriarca.
En sabiendo que era muerto, concurrieron
de Asís, y de todos los pueblos comarcanos, gran
muchedumbre de personas eclesiásticas, y seglares
, á ver y besar las sacratísimas llagas , que ya
estaban para todos patentes y descubiertas.
14 Quedó su cuerpo muy hermoso y resplandeciente,
habiendo sido en vida algo moreno y
consumido por los muchos trabajos, asperezas
y enfermedades. Sus miembros quedaron tan tratables
y blandos, como si fueran de algún niño
tierno. Toda aquella noche se gastó en mirarle y
reverenciarle , y cantar himnos al Soñor. A la

26 LA LE VEND A DE URO. ocTuniiK , k
mañana tomaron ramos cío árboles , y cirios encendidos
, y con una procesión bien larga y bien
ordenada pasaron por la iglesia de San Damián,
donde estaba la santa virgen Clara: ella y las
monjas llegaron al santo cuerpo, y «vieron las
llagas, y se las besaron con increíble llanto , admiración
y ternura: de allí entraron en Asís. y
con toda reverencia le colocaron en la iglesia de
San Gregorio , en la cual siendo niño había aprendido
las primeras letras. Los milagros, que el
Señor obró por el santo después de muerto, fueron
muchos y muy grandes: por los cuales , y por su
santísima vida, el papa Gregorio XI, personalmente
vino á la ciudad do Asís, y con gran solemnidad
le canonizó, y le puso en el catálogo de
los santos á ICde julio del ano de 1228: y después
el año de 1230 , celebrando sus frailes capítulo
general en Asís, transladaron su sagrado
cuerpo á la iglesia que se habia edificado de su
nombro , á los 25 de mayo , y fué hallado el cuerpo
con un olor celestial y maravilloso : y de esta translación
hace mención el Martirologio romano.
15 Pero no es justo que callemos el modo con
que el Señor después acá se ha mostrado maravilloso
y glorioso en el seráfico padre san Francisco
; porque á mi ver es una de las cosas mas raras
que de ningún santo se leen. Dirélo de la manera
que lo refiere la Crónica do los Menores, en el capítulo
1 del décimo libro. Dice, pues, que el
estar el cuerpo del glorioso san Francisco sepultado
en el monasterio de Asís , es cosa cierta ; mas
que no lo es , en qué lugar, y cómo esté : porque solo
se sabe que esta en una bóveda , debajo de la capilla
mayor de la iglesia de San Francisco. Añade
que el papa Nicolao , que debia ser el IV de este
nombre , y el que fué, antes de serio , ministro general
de la orden , y comenzó á ser papa el año
del Señor de 12S8, setenta y dos años después
que murió el santo , deseando mucho ver su sagrado
cuerpo, entró una noche en aquella bóveda,
acompañado solamente de un cardenal , y de un
obispo, de su secretario, y del guardián del convento
, que se le mostraba: y que el cardenal después,
estando á la hora de su muerte, declaró á un grande
amigo suyo la forma con que estaba el santo
cuerpo, por estas palabras: «Era cosa (dice) de
admiración, que un cuerpo humano , muerto de
tanto tiempo esluviesede la manera que él estaba ;
porque estaba en pié derecho , no allegado ni recostado
á parte alguna. Tenia los ojos abiertos,
como de persona viva , y alzados hacia el cielo
moderadamente. Estaba todo el cuerpo entero,
sin corrupción alguna , blanco y colorado , como si
estuviera "vivo. Tenia las manos cubiertas con las
mangas del hábito delante de los pechos, como las
acostumbran traer los frailes menores. Viéndole
así el papa, puso las rodillas en tierra con gran
reverencia y devoción , y alzó el hábito de encima
del pié , y vio él, y los que allí estábamos, que en
aquel santo pió estaba la llaga , con la sangre tan
fresca y reciente , como si en aquella hora se hiciera
con hierro en algún cuerpo vivo. El otro pié
no le vimos; porque estaba cubierto con el hábiio,
y teníale tomado debajo del pié; y el señor papa
descubrió las manos, y vimos que en el !
as tenia
las llagas, como las del pié ; y asi le besamos las
manos y el pie. Miró su santidad el lado derecho,
y vio que tenia el hábito abierto, y la llaga tan
fresca y reciente, como las de las manos y do
los pies; y él solo, y no nosotros , la besó, y la
boca del santo, y sintió tanta devoción y santidad
interior , que fué cosa maravillosa , según se mostraba
por los afectos exteriores. Finalmente tanta
consolación y suavidad sentimos lodos en el alma
y en el cuerpo, que no mirábamos que so habia
pasado toda la noche.» Todas estas son palabras
de aquel cardenal, que poco después dio su
alma á Dios , referidas en la crónica, como se ha
dicho. Pues ¿quién no ve las grandezas y excelencias
do este pequeño y humilde siervo del Señor:
y que cuanto él mas se abatió y deshizo por amor
de Dios en el mundo; tanto el mismo Dios le ha
sublimado y hecho mas glorioso en el cielo y en
la tierra? Desnudóse de todos sus vestidos delanlo
del obispo; y vistióle el Señor de su espíritu, v de
su gracia. Tomó por esposa la santa pobreza, y
amóla con entrañable afecto ; ven pago lo enriqueció
Dios con tantos y tan divinos clones , y le
hizo padre de un número innumerable de hijos santísimos,
ricos por la pobreza de su padre, abastado
en las menguas temporales , y señores de las
haciendas de los fieles, por haber despreciado las
suyas. Porque ¿ de dónde se ha propagado y extendido
tanto por todos los reinos, .provincias
y naciones del mundo la sagrada orden de San
Francisco? ¿De dónde se han multiplicado tanto
sus conventos , y crecido lanío la muchedumbre
de sus hijos, como vemos; sino por los merecimientos
y virtudes de su gran padre? La bendición
que con tan larga mano echó el Señor desdo
el cielo á san Francisco , esa ha caído sobre toda
su orden . y le ha dado tamos, tan santos, tan doctos
, admirables y fructuosos hijos, tantos mártires
, doctores, confesores y vírgenes , tanios sumos
pontífices, cardenales y prelados que con su vida,
doctrina y gobierno han sustentado é ilustrado
la Iglesia católica.
16 Fué el padre san Francisco de estatura
mediana, y antes pequeño que grande: el rostro
un poco largo : la frente llena: los ojos negros y
apacibles, y no grandes: los cabellos de la cabeza
y la barba eran negros: la nariz igual y delgada;
y las orejas pequeñas. Era de rostro alegre y b¿nigno
, antes moreno que blanco : su lengua era
aguda y viva : la voz clara , dulce y sonora. Era
naturalmente elocuente , y de muelws y buenas
pa'abras, do muy pocas carnes, y delicada complexión
, y de grande ingenio y espíritu en lo que
emprendía. El abad Joaquín , antes que sanio Domingo
y san Francisco instituyesen sus religiones,
hizo pintar en San Marcos de Venecia las imágenes
de san Francisco con sus llagas y hábito, y da
sanio Domingo con el suyo. Tengamos todos gran
devoción con este santísimo patriarca : imitemos
(en la manera que nuestra flaqueza pudiere) sus
heroicas virtudes: seamos humildes , eslimemos
las cosas do la tierra , no en lo que parecen , sino
en lo que son : apetezcamos y anhelemos á las del

OCTCBIIE , V LA LEYENDA DE ORO. 27
cielo: arda nuestro corazón y derrítase con el
amor del Señor, y quede llagado con la memoria
desús preciosas llagas; y reverenciemos con entrañable
afecto las que el mismo Señor estampó
en el cuerpo del seráfico padre san Francisco, para
declararnos que en el espíritu y en la carne era
un verdadero retrato de Cristo crucificado. El Señor
nos lo conceda por las oraciones del mismo
santo padre , y de otros hijos suyos , quo eslán en
el cielo y en la tierra. Amen.
SAN PETRONIO, OBISPO Y CONFESOR.'—San Pctronio,
obispo de Bolonia , fué hijo de Petronio,
varón en sangre, letras y cargos clarísimo, que
nació en Conslantinopla , y fué prefecto del pretorio,
que era dignidad en aquel tiempo amplísima,
y tan docto, que escribió un libro do la Ordenación
del obispo, lleno de doctrina y piedad. Procuró
el padre Petronio. que su hijo Petronio fuese
adornado de todas las ciencias y virtudes, y en
todo semejante á él: y el hijo , que de suyo era
bien inclinado, con tal ejemplo y maestro, creció
mucho en virtud , en letras, y honrado trato
con sus iguales. Enlre las otras buenas costumbres
que tenia nuestro Petronio , era una muy loable,
que anles de comenzar cualquiera cosa, hacia oración
, y pedia favor á nuestro Señor para comenzarla
y acabarla en su santo nombre. Creció en
edad san Petronio : y alumbrado con la luz del
cielo en el conocimiento de la vanidad de todas
las cosas de-la tierra , y encendido en el amor de
Dios y de toda perfección, se fué á Egipto, por
entender que en aquella provincia había enjambre
de monjes, que vivian nó como hombres en
cuerpo mortal , sino como ángeles venidos del
cielo; á los cuales él deseaba imitar, v para esto,
verlos, hablarlos, conversarlos familiarmente , y
comprender bien sus reglasé instituto. Así lo hizo:
y después de haberse enterado bien de la maravillosa
y celestial vida de los monjes, volvió á su
casa, y escribió lo que habia visto y oido de las
vidas de algunos monjes santos: los cuales los
otros monjes después lomaron por dechado, y por
un vivo retrato de la vida monástica y de toda
perfección.
2 Fué asimismo á la ciudad de Jerusalen,
para ver, aderar y reverenciar aquellos santos
lugares que.habían sido consogrados con la vida
y muerte de Jesucristo nuestro Salvador, notando
el sitio y las cosas particulares de cada uno. Tuvo
noticia el emperador Teodosio el menor, délas
grandes excelencias de nuestro Petronio, y comenzóle
á estimar y honrar por su santidad y buenas
costumbres , no nada menos que habia honrado á
Petronio, su padre, por sus muchas letras y rara
prudencia. Servíase de él: tomaba su consejo: dábale
mano en los negocios graves; y particularmente
en uno que se ofreció'en su tiempo, y era
gravísimo, quiso servirse de san Petronio: porque
, habiendo el desventurado monje Neslorio
puesto su lengua sacrilega en la sacratísima Virgen
María nuestra Señora , é inficionado á muchos
con su veneno; para atajar el mal, anles que cundiese
y cobrase fuerzas , y extinguir aquel incendio,
envió Teodosio á Petronio por su embajador
á Roma , para tratar del remedio con el sumo pontífice
, que á la sazón era Celestino , 1 de este nombre.
Llegó á Roma Petronio : propuso su embajada
; y Celeslino se resolvió á convocar concilio
general en la ciudad de Efeso; y así se convocó,
y en él fué reconvenido y condenado Neslorio y
sus secuaces. Pero sucedió una cosa en esla jornada
y embajada de Pclronio , notable ; y fu ¿
asi:
que al tiempo que Petronio llegó á Roma, había
muerto en Bolonia , Félix, obispo de aquella cuidad,
y venido embajadores de la misma ciudad,
para suplicar al papa que los diese obispo y digno
sucesor de Félix. Anles que llegasen á Roma
los embajadores . apareció san Pedro , apóstol, en
sueños á Celeslino , y díjole , que Félix , obispo do
Bolonia , era muerto, y que presto llegaria á Roma
Petronio, enviado del emperador Teodosio, y
que á él, y nó á otro , hiciese obispo de Bolonia;
porque no había otro ninguno para aquel oficio
mejor que él , ni que diese lanía satisfacción á los
bolonieses. Con esla visión (la cual declaró el papa
á los embajadores de Bolonia , y al mismo Petronio)
le hizo obispo: y aunque él por su humildad se
quiso excusar, no pudo; y al fin, como hijo de
obediencia , bajó la cabeza , y aceptó la carga que
Dios , v su vicario en su nombre , le daban.
3 Fué recibido de toda la ciudad de Bolonia
con extraordinaria alegría y regocijo ; y él entró
en la iglesia de San Pedro, que era la catedral, y
á la sazón estaba fuera de la ciudad , y suplicó
afectuosamente al Señor , que pues le habia mandado
ser obispo, le diese su espíritu y fuerzas
para serlo , según su santa voluntad , y hombros
para llevar tan pesada carga. Todavía duraban
en Ilalia en aquel tiempo las reliquias de los herejes
arríanos , que turbaron loda la Iglesia católica
, y habían arruinado con bárbara y cruel impiedad
muchos templosde católicos; y parte de esla
ruina habia cabido á la iglesia de Bolonia. Para
repararla , á mas de su santa vida y celestial doctrina
con que ganaba y alumbraba los corazones
de sus subditos . determinó Petronio repararlas
iglesias caidas , y edificar otras do nuevo , con gran
gusto y contento de todo el pueblo; y así edificó
una á san Bartolomé , apóstol , otra á san Marcos,
evangelista, la tercera a san Fabián y Sebastian,
mártires, la cuarta y quinta á los santos confesores
Martin y Barbaciano , y otras dos á las sagradas
vírgenes santa Águeda y santa Lucía. A
mas de estas hizo otras dos, que dedicó, la una
á san Esiévan , protomárlir , y la otra á san Juan,
evangelista , haciendo poner en ellas y representar
al vivo los lugares mas señalados que él habia
visto en la ciudad de Jerusalen.
i Pero sucedió que cuando se labraba la
iglesia de San Estovan, una columna cayó sobre
un oficial do los que andaban en la obra, y le
quebrantó de manera , que allí luego perdió la
vida. Púsose en oración san Petronio, y luego resucitó
el hombre muerto, con grande admiración
de todos los que estaban presentes , y de los que
después lo supieron; y por estemilagro y por oíros,
conocieron la gran santidad de. Pclronio. También
consagró la iglesia de San Vital y Agrícola.

2S LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE
iiiarlires , en el mismo lugar donde fueron martirizados,
á ruego de la santa viuda Juliana, que a
su costa la había mandado labrar. Hizo asimismo
acrecentar el circuito de la ciudad: y habiendo
ido á Constantinopla, trajo de ella muchas y
grandes reliquias, que le dio el emperador Teodosio
, y él las colocó en algunos de los templos
que habia edificado, y especialmente en el de San
Estovan, para ornato y defensa de aquella nobilísima
ciudad. Después de haber gobernado algunos
años santísimamente su Iglesia , cayó malo:
y entendiendo que Dios nuestro Señor le quería
hacer merced de librarle de la cárcel del cuerpo,
y llevarle á gozar de sí; llamó á sus clérigos, y
encomendóles su Iglesia y la fé católica ; y habiendo
recibido devotísimamente todos los santos sacramentos,
dio su espíritu al Señor que lo ilustró
con muchos y esclarecidos milagros. Enterraron
su sagrado cuerpo en la iglesia de San Estovan:
y habiendo estado muchos años encubierto , queriendo
Enrique , obispo de Bolonia , reconocer las
reliquias que tenia en su Iglesia, se descubrió por
divina revelación, siendo sumo pontífice Inocencio,
II de este nombre; y desde entonces se ordenó que
se celebrase la invención de su santo cuerpo el
mismo dia que se celebra su muerte , que es á los 4
de octubre; y fué imperando en el Oriente el menor
Teodosio, y en Occidente Yaientiniano, el
Ш, su sobrino.
5 Algunos hacen á san Petronio mas antiguo
que esto, y dicen que murió el año del Señor
de 306, ó de 383; pero fácilmente se pueden
convencer con lo que notó el cardenal Baromo en
las anotaciones del Martirologio , á los 4 de octubre.
La vida de san Petronio trae el P. Fr. Lorenzo
Surio en su quinto tomo, con nombre de
•Jarlos Sigonio; pero aquella vida es de Pedro Galesino,
como el mismo Galesino lo dice en las
anotaciones sobre su martirio, á los 4 de octubre.
Hacen mención de san Petronio el Martirologio
romano; san Euquerio ; Genadio; Adon; Vincencio
Bellovacense; san Antonino; Pedro de Natalibns;
Tritemío; Baronio , y otros.
* LüS SANTOS HERMANOS MARCOS Y MARCIA­
NO, CON SUS COMPAÑEROS, MÁRTIRES.— El año
ЗОЛ de Jesucristo, siendo Diocleeiano emperador
de Roma , se enfureció de un modo inconcebible la
persecución contra los cristianos , y corrió á torrentes
su sangre en Egipto, y particularmente en
la Tebaida. Eusebio dice , que después de haber
sufrido azotes , ser despedazados con garfios do
hierro, descoyuntados los miembros, y otros muchos
tormentos inauditos , unos fueron decapitados
, otros arrojados al mar, quemados otros , muchos
crucificados, muchos enclavados en cruces
con las cabezas hacia abajo , é innumerables empalados.
EnLre los que mas se distinguieron de estos
santos, cuéntanse Marcos y Marciano, hermanos,
y unidos además por los vínculos de una misma
caridad.
Los SANTOS CRISPO Y CAYO , CONFESORES.—
Parece que eran de Corinto, y que en dicha ciudad
les convirtió á la fé y les bautizó el apóstol
san Pablo. Este santo en su primera carta á los co­
rintios, dice estas palabras en el capitulo 1 : «Gracias
á Dios porque no he bautizado á ninguno de
vosotros sino á Crispo y á Cayo ; para que ninguno
diga que en mi nombre habéis sido bautizados.»
Además , el mismo apóstol en la carta á los romanos,
cap. 16, dice: «Os saluda Cayo, mi
huésped, y toda la Iglesia.» De estas palabras han
inferido algunos que san Pablo vivia en Corinto,
en la casa de Cayo, el cual tenia sus puertas abiertas
á todos los pobres , principalmente á los cristianos,
y que se ocupaba en ejercer las obras de
una sania hospitalidad. Sabemos por el Menologío
griego , que estos dos santos fueron muy célebres
en las Iglesias de Asia, no solo por los milagros
que obraron , sino también por la fama que
dejaron de sus sublimes virtudes. La opinion mas
probable es que murieron ambos en paz á fines
del segundo tercio del siglo I.
SANTA ÁUREA, VIRGEN. — Cuando san Eloy
fundó en París un monasterio de religiosas , el año
631 , puso al frente de la nueva comunidad á una
virgen noble y santa, llamada Áurea , natural de
la misma ciudad , y dotada de cualidades sobresalientes.
La santa gobernó aquella casa por espacio
de treinta y tres años , con admirable santidad
, siendo el modelo de todas sus hermanas. Un
uño antes de su muerte, se le apareció san Eloy
en una vision , y le advirtió que se preparase para
el tránsito á la eternidad. Llena de alegría , aumentó
sus inefables fervores, y conversando tranquilamente
con sus hermanas y con los sacerdotes
que la asistían , entregó Áurea su espíritu al Criador,
el dia 4 de octubre del año 666, y poco después
murieron también sesenta de sus religiosas,
arrebatadas por una peste asoladora que hubo á la
sazón en París.
Los SANTOS CAYO , FAUSTO , EUSEBIO , QUERE­
MON, LUCIO, Y SUS COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Todos
estos santos eran ó presbíteros ó diáconos de
la Iglesia de Alejandría , y discípulos de san Dionisio
, obispo de la misma ciudad. Cayo y Fausto
fueron desterrados con su prelado , y consumaron
el martirio después de varios tormentos. Eusebio,
Queremon , y Lucio, después que su maestro fué
enviado al destierro, ayudados por divina virtud,
se ocuparon en visitar con frecuencia á los cristianos
que se hallaban encarcelados, les consolaban,
les proporcionaban el alimento necesario , y
daban sepultura á los cuerpos de los que eran
martirizados. Nada les arredraba , y á pesar de los
grandes peligros que corrían , continuaban predicando
libremente el Evangelio en los parajes mas
públicos de la ciudad. Por esto fueron presos y
llevados delante del prefecto de Alejandría , por
cuyo mandato fueron puestos en el ecúleo y escarnificados
ó despedazados hasta que dieron su espíritu
á Dios, glorificándole y cantando sus divinas
alabanzas. Sucedió este martirio por los años
de 256 , reinando el emperador Valeriano.
SAN HIEROTEO, CONFESOR. —Fué de Atenas,
y discípulo del apóstol san Pablo , que le administró
el bautismo cuando estuvo en aquella ciudad.
Galesinio dice, que fué consagrado obispo de su
patria , Atenas, por los apóstoles, y que en su

fflrrt'lfflE , O
vida les imitó en todas las virtudes, llieroleo íiicrolco estuvo
encargado por san Pablo, de instruir en los
misterios de la religión cristiana á Dionisio el Areopagita,
que el Apóstol habia convertido. Escribió
varios libros de ciencias eclesiásticas, los cuales se
han perdido , y, sublimado á la eminencia de las
mas puras virtudes, durmió santamente en el Señor,
por los últimos años del siglo 1 de la Iglesia.
SAN PEDKO, OBISPO V MÁIITIH.—Griego de
nacimiento , y muy instruido en los estudios sagrados
, fué elevado á la silla episcopal do Damasco
, por el voto unánime del clero y pueblo cristiano
de la misma ciudad. Con su predicación y
sus santos ejemplos extendió en gran manera el
rebaño de Jesucristo. Antes de ser promovido al
sacerdocio habia sido casado, y de su matrimonio
tenia tres hijos, que se retiraron con él á hacer vida
eremítica en un desierto, del cual salió para ser
consagrado obispo. En medio de sus trabajos, fué
interrumpido por haberle acusado de blasfemo
delante de un príncipe de los árabes. En castigo
fué condenado á que le cortasen la lengua; pero
á pesar de esto Pedro continuaba hablando mejor
v con mas velocidad: entonces le arrancaron los
ojos , le cortaron la mano derecha y los pies , le
clavaron en una cruz , lo degollaron , y lo echaron
al fuego , y no contentos aun con todo esto,
rojaron sus cenizas
año 74-3.
al rio. Su martirio fué en el
liia 5.
SAN PLÁCIDO , Y SUS COMPAÑEROS , MÁRTIRES.-
En el tiempo que el glorioso patriarca san Benito
resplandecía en el mundo, y le alumbraba con su
santísima vida y milagros, y con la institución de
su religión, vivia en Roma Terlulo, caballero y
señor ilustrísimo y riquísimo; y después de los
emperadores, de muy alta dignidad. Tuvo este
caballero por hijos á Plácido, Eutiquio, Victorino
y Flavia : y como era no menos piadoso que poderoso,
entendiendo las grandezas y obras maravillosas
que Dios obraba por san Benito, y deseando
que su lujo Plácido (que era el mayor) se
criase en toda virtud , y en el santo temor del Señor,
le ofreció, siendo de siete años, á san Benito
, suplicándole que le instruyese de su mano,
y le enseñase el camino derecho de la bienaventuranza.
Quedó Plácido con su santo maestro; y
era tan dócil y tan bien inclinado, que comenzó
luego en aquella tierna edad á aprovechar mucho
en la virtud. Amaba la abstinencia : abrazaba las
vigilias, los ayunos y asperezas : era muy humilde
y muy puntual en la obediencia , modesto, callado,
vergonzoso; y en el seso y compostura parecía
viejo. Tomóle particular amor san Benito, por
su nobleza y buena condición , y mucho mas, porque
en tan pequeños años se aventajaba tanto en
toda perfección. No se contentó Terlulo de haber
ofrecido su hijo al santo ; mas habiendo entendido
que fundaba un monasterio en Monte Casino, le
hizo donación de muchas tierras, pagos y heredades,
que allí cerca tenia, y á mas de estas le
dio diez y ocho villas ó cortijos en Sicilia, con
LA LEYENDA DE ORO,
puertos, bosques, ríos, pesquerías V molinos:
tanta fué la piedad de este caballero , y tan persuadido
estaba que aquella donación tan liberal,
hecha para fundar monaslerios y sustentar á los
siervos de Dios, era acepta al Señor, que le habia
dado á él aquellos bienes. Luego que en Sicilia
se supo lo que Tertulo habia dado á los monjes,
no faltó quien por codicia procuró apoderarse
de aquellas heredades, y tiranizarlas con fuerza
y violencia : como si por haberse dado á la religión
, fueran mal dadas , ó Dios nuestro Señor rio
tuviese cuenta con los agravios que se hacen á sus
siervos. Cuando tuvo noticia el padre san Benito
de lo que pasaba en Sicilia, determinó enviar á
ella á Plácido : porque, aunque era mozo de veinte
y un años, por su gran religión y cordura, y por
ser lujo de Tertulo , juzgó que podia mejor quo
otro amparar aquellos bienes, y sacarlos de las
uñas de los que ya se habian entrado en ellos. El
santo mozo, como hijo de obediencia , aceptóla
ida, y acompañado dedos familiares , Gordiano
y Donato, salió de Monte Casino en 20 dias de
mayo, año del Señor de 536. Llegó á Capua,
donde fué recibido con mucha caridad de san Germán
, obispo de la misma ciudad , y de allí siguió
su camino por Canosa (que es en la provincia do
A pulla ), y por Rijoles hasta llegar á Sicilia. Por
todo el camino hizo grandes milagros : sanó á un
sacerdote de la Iglesia de Capua, llamado Zofas,
que estaba muy enfermo de la cabeza : á un ciego,
haciendo la señal de la cruz sobre sus ojos : á un
niño que estaba á punto de espirar; y á una doncella
, ciega , sorda y muda. Lanzó muchos demonios
do los cuerpos; y á otros muchos que estaban
dolientes de varias enfermedades, y sin esperanza
de salud, so les restituyó el santo mozo con sus oraciones,
de manera que la fama de san Plácido se
divulgó por donde quiera que iba; y así, cuando
legó á Sicilia , fué recibido con grande reverencia
y admiración, y como un ángel venido del cielo;
y en la misma isla de Sicilia obró también muchos
y grandes milagros, en beneficio de los moradores
de aquella tierra. Llegó á la ciudad de Mecina : y
queriéndole tener en su casa un caballero principal
, y muy grande amigo de su padre, que se llamaba
Mesalino , no quiso estar mas de solo un dia
en ella, diciendo , que los monjes no han de estar
aposentados en caía de seglares; porque el trato
de los unos y de los otros es diferente. Concertóse
con los que habian usurpado las villas y tierras de
su padre y eran ya de su orden, de manera que
ellos estuviesen con buena conciencia, y su religión
no fuese agraviada. Comenzó allí cerca del
puerto de Mecina á edificar un monasterio para
sus religiosos, y un oratorio á san Juan Bautista,
el cual fué consagrado por el obispo de Mecina , y
la obra del monasterio se acabó al cuarto año
después de su venida á Sicilia. Fué tan perfecta la
vida de Plácido, y sus palabras tan encendidas en
el divino amor, que acompañadas con los milagros
que Dios obraba por él, inflamaba los corazones
de muchos para que, aborreciendo los estados vanos
del mundo , y los deleites y regalos dañosos
de Ja carne, libremente se diesen á Dios. Emplea-
29

30 LA LEYEXD. \ DE ORO. OCTUBRE , 5
liase san Plácido en continua oración y meditación,
y regalaba su espíritu en el Señor derramando muchas
lágrimas. En la cuaresma, los domingos,
martes y jueves ayunaba á pan y agua : los demás
dias no comia rosa alguna; y en lodo el año no
bebía vino: Iraia un cilicio á raíz de sus carnes:
su sueño era bre\e y ligero, y mas sentado cpie
echado : era manso, grave y benigno; y nunca se
vio airado: no hablaba sino cuando la necesidad
lo pedia , ó para consolar á los monjes, ó los pobres
, ó para negocio forzoso y de caridad. Con
esla vida tan áspera y tan perfecta , trajo muchos
á la religión, y en breve tiempo se juntaron con él
olios treinta religiosos, que florecían con grande
ejemplo de santidad ; y la religión del padre san
Benito se iba propagando en el mundo.
2 Publicóse en Boma como estaba san Plácido
en Sicilia: la vida que hacia : el monasterio que
habia fundado; y los milagros que Dios obraba por
él : y sus hermanos Euliquio, Victorino, y Flavia,
su hermana , con deseo de verle ( porque no le habían
visio desde que su padre Terlulo le entregó á
san Beniio) navegaron á Sicilia, donde le hallaron
, y fueron de él recibidos con singular gozo y
alegría , alabando al Señor porque les había dado
lal hermano que lan de veras le servia. Detuviéronse
en aquel monasterio algunos días , y para que
se entiendan los caminos que loma Dios para llevar
los hombres al cielo v coronarlos de gloria , permitió
que un moro . capiían de Abdala , rey africano,
que se llamaba Manucha, saliese á esle tiempo á
infestar la cosía de Sici la , y hacer guerra á los
ensílanos. Traían una armada de cien navios, y
en ellos diez y seis mil v ochocientos hombres de
pelea. Llegaron al puerto de.Mecina : y como el
monasierio de. San Juan Bautista estaba cerca de la
marina , dieron de repente en él, y con ímpetu de
bái baros quebraron las puertas, y pusieron prisioneros
á cuantos en él estaban. San Plácido, con
sus hermanos Euliquio , Victorino, yFlavia, con
Dónalo , Fausto , v Fírmalo , diácono, y con los
treinta monjes , fueron llevados en cadenas delante
de Manucha . hombre feroz y bárbaro, y mas fiero
que un tigre: el cual, después que con amenazas
y espantos no pudo persuadirles que renegasen de
nuestro Señor Jesucristo, los mandó crudamente
azolar, y encerrarlos en una cárcel, y que allí no
les diesen de comer , y les diesen de palos y azotes,
y los colgasen en alto de los pies, y les diesen
humo en los rostros. Después de esle tormento
mandó dar á cada uno un poco de cebada,
y agua , para que se sustentasen ; y no muriendo,
durase mas el tormento..Todos estaban con gran
paciencia, constancia y alegría en sus penas,,
confesando y alabando al Señor, por ver que
padecían por su amor, y por la confesión de su
íé , siendo san Plácido, el que, como capitán esforzado
, iba delante , y con su ejemplo los animaba.
También la sania doncella Fiavia , su hermana
, entre' los otros mostró gran fortaleza y valor
del cielo; porque teniéndola desnuda y levantada
en alio , y despedazando sus carnes, y preguntándole
el bárbaro tirano, cómo, siendo persona tan
ilustre y romana , podia sufrir aquella ignominia y
desnudez; ella le respondió, que por amor de Jesucristo
todos los tormentos le serian dulces, y la
muerte, vida. Y visto que con tormentos no la podían
vencer, pretendió que algunos de sus sayones
mas desvergonzados y atrevidos la forzasen y la
diesen el mayor lormenlo que la sania virgen podia
recibir: pero ella hizo oración á Dios; y el Señor,
que es tan amigo de la castidad , la defendió
de manera , que todos los que querian llegarse á
ella, quedaron mancos y tullidos; y con esío la
dejaron. Cada dia mandaba Manucha traer á los
sanios delante de sí y darles nuevos tormentos : y
porque una vez vio que san Plácido estaba muy
regocijado en las penas, y alababa á Dios , le mandó
dar muchos golpes en la boca con una piedra:
y viendo que no baslaba esto para que el santo cesase
en las alabanzas de Dios, le hizo corlar la
lengua; mas después de corlada, hablaba mejor, y
proseguía los loores del Señor, haciéndole gracias
por lo que en su nombre padecía. Túvolos toda una
noche colgados y alados , cargando sobre sus piernas
áncoras y piedras de grande peso ; y finalmente
los mandó degollar, declarando en la sentencia
que los hacia morir porque adoraban y tenían por
Dios á Cristo crucificado. Lleváronlos á la marina,
é hizo san Plácido oración al Señor, suplicándole
por los méritos é intercesión de san Benito, su
maestro , que les diese constancia para pasar aquel
trago de muerte, y llegar al puerto de la bienaventuranza
; y respondiendo todos sus compañeros
«amen,» rindieron el cuello al cuchillo, y fueron
descabezados, v sus cuerpos estuvieron allí cuatro
dias, sin que se les diese sepultura. Destruyeron
los bárbaros el monasterio, sin dejar piedra sobre
piedra ; aunque no locaron á la iglesia de San Juan
Bautista : y entrando en sus navios , se partieron
para seguir su viaje: pero el Señor envió luego
una tormenta lan brava y horrible , que allí en el
faro y estrecho que hay entre Mecina y Calabria,
se hundieron los cien navios, y se ahogaron las
diez y seis mil y ochocientas personas que en ellos
venían.. Después Gordiano, que fué uno de los
dos compañeros que habían venido, con san Plácido
del Monte Casino, y solo (por ser mozo y
oslar cerca de un postigo cuando vinieron los bárbaros)
se habia escapado, sepultó el cuerpo do
san Plácido en la iglesia de San Juan Bautista , y
los cuerpos de los otros treinta y lies márlires en
el lugar donde fueron degollados. En la una parto
y en la otra hizo Dios muchos milagros , sanando
á los enfermos que de todas parles venian á pedir
salud , por intercesión de. san Plácido y desús
benditos compañeros. Fué su martirio á los 5 do
octubre, á los trece años del imperio de Jusiiniano,
y el año del Señor de 541 , según Gordiano,
que fué el amor de la historia; y según el cardenal
Baronio en las anotaciones enmendadas de
la postrera impresión, el año de 1598. Era san
Plácido de veinte y seis años cuando murió; y
cuando el glorioso padre san Benito supo el martirio
de su "hijo querido y de sus santos compañeros,
se alegró por extremo, é hizo gracias al Señor
que ¡e había dado lal hijo; y á él le habia
coronado con la corona del martirio, y puéstolo

OCTUBRE , O
LA LEYENDA DE ORO.
por ejemplo y dechado en su religión, y en loda
la I'desia. De san Plácido escriben lodos los Martirologios,
y León Ocíense, Casiano,Tritemio, y
el cardenal Baronio en las anotaciones del Martirologio
, y en el loa.o VH de sus Anales: y el sumo
ponMfice Sixto V, el año del Señor de 15S8, que
fué el cuarto de su pontificado , mandó que se celebrase
su fiesla en toda la Iglesia católica, con
oficio simple; y en la iglesia de Mecina de San
Juan Bautista , donde están sus sagradas reliquias,
con oficio dublé.
* SANTA CARITINA , VÍRGEN Y MÁRTIR.—
En tiempo del emperador Diocleciano, siendo cónsu
1
Donncio, fué acusada esta santa anio el gobernador
de Grecia de ser cristiana. Ella contestó
generosamente que so'o adoraba ó Jesucristo Dios
verdadero , y que se hallaba dispuesta á morir en
su creencia. Fué , pues, condenada á los siguientes
suplicios: primeramente le rasuraron la cabeza y
se la cubrieron con caíbonesencendidos, y en seguida,
habiéndole alado una gran piedra al cuello,
la arrojaron al mar. Los ángeles acudieron á salvarla
, y saliendo á la orilla sin lesión , se présenlo
otra vez al gobernador, quien mandó que le corlasen
las manos y los pies y que le arrancasen
los ojos y los dientes, y después de esle martirio,
puesta en oración, entregó su alma á Dios, el
año 304.
SAN 'FRASEAS, OBISPO Y MÁRTIR. —A fines del
siglo 11 fué este santo una de las mas esclarecidas
lumbreras de la Iglesia de Asia. Gobernó la Iglesia
de Enmenia , en Frigia , y se declaró con ardiente
zelo contra las extravagancias y pretendidas
profecías del heresiarca Montano. San Traseas
d.ó su vida por Jesucristo, siendo martirizado en
Esmirna , el año 177. Su cuerpo fué enterrado en
la misma ciudad , y su sepulcro resplandeció en
muchos milagros.
SAN APOLINARIO, OBISPO Y CONFESOR. — Fué
hijo de un senador de la ciudad de Viena, en Francia
, cuya familia dio ó la Iglesia algunos sanios y
muchos obispos. San Mamerto, obispo de la misma
ciudad, bajo cuya dirección había Apohnario
aprendido las ciencias y la virtud , le admitió en la
clerecía de su Iglesia , y lo confirió las sagradas
órdenes. Hallándose después sin pastor la diócesis
do Valencia, en el Delfiuado, confióse su gobierno
á san Apolinar , que fué consagrado obispo hacia
el año 480. Entregóse sin descanso á la reforma
de los abusos que se habian introducido en la disciplina
, y aunque sus trabajos apostólicos fueron
algunas veces interrumpidos por penosas enfermedades
, tuvo no obstante ocasión de desplegar
todo su zelo , lo cual le acarreó muchos enemigos.
Uno de los altos empleados en la corle doi rey de
Borgoña, habia contraído matrimonio incestuoso,
y el santo que se propuso hacer cesar el escándalo
que ocasionaba semejante unión , condenó al culpable,
que lejos de arrepentirse lo hizo desterrar.
Pero con su paciencia triunfó Apohnario de todos
sus enemigos , y Dios lo restituyó á su rebaño , el
cual santificó con sus virtudes, sus ejemplos y sus
milagros. Estmo unido en amistad con los mas
ilustres prelados de su época, y murió en la paz
de Dios por los años de 525 , después do un pontificado
de mas de cuarenta años.
SANTA GALA, VIUDA.—Nació en Roma y fué
hija del Patricio Símmaco , á quien Teodorico, rey
de Italia, hizo dar una muerte tan injusta como cruel.
Desde la infancia mostró Gala grande amorá
la virtud. Casáronla siendo aun muy joven ; pero
quedó viuda antes de cumplirse el año de su matrimonio.
Libre ya entonces de las ataduras del
mundo . cifró toda su ambición en agradar á Dios,
y se retiró á hacer vida solitaria. Como siempre
habia sido muy devola de los apóstoles san Pedro
y san Pablo , mandó construir una pequeña celda
junto á la iglesia de su sepulcro, sobre el monto
Vaticano , se encerró en ella y se entregó toda entera
a la oración y á la práctica de las buenas
obras. Sus considerables riquezas fueron patrimonio
de los pobres , y durante su vida fué el consuelo
de todos los necesitados. Los obispos y todos
los demás personajes que eran á la sazón el ornamento
de la Iglesia de Occidente , se apresuraban
á rendir homenaje de admiración á la piedad do
de la santa , que además recibía sus instrucciones
y sus consejos como órdenes del cielo. Los últimos
años de su vida, fueron una sene de enfermedades
continuas, y la última , que la llevó al sepulcro
, fué un cáncer que le ocasionaba los mas agudos
dolores. Gala murió mártir del sufrimiento y
de la penitencia á mediados del siglo Ví.
SAN PALMACIO , Y SUS COMPAÑEROS .. MÁRTIRES.
— San Palmacio era cónsul y patricio de la ciudad
de Tréveris. Durante el imperio de Diocleciano y
Maximiano , por sentencia del presidente Riccio—
yuro, fué atormentado y degollado en compañía
de otros once patricios que también eran cristianos.
SANFROILAN, OBISPO Y CONFESOR.—Estesanto
es patrón de la Iglesia de León , en España. Nució
en un arrabal de la ciudad de Lugo, en Galicia : sus
padres cristianos y piadosos le inspiraron aun en
la niñez ideas muy verdaderas de lo que es la futileza
y vanidad de las cosas del mundo. Desdo
muy niño resplandeció el siervo de Dios en amor
al retiro y á la oración, afición al estudio de las
sagradas Letras y ejercicio de todas las virtudes.
Antes de llegar á los diez y ocho años, resuello á
vivir vida mas perfecta, dejó su casa y su patria,
y se retiró á un desierto para ocuparse en la contemplación
de las cosas divinas , y jumamente prepararse
para el ministerio de ¡a predicación á que
se sentía llamado. Cuando salió del desierto , pensó
andar de pueblo en pueblo enseñando el camino
de ia salud y la ciencia de los santos. Para estar
mas seguro de que era cierta esta vocación , inspirado
de Dios , se puso unas ascuas en la lengua y
en los labios , creyendo que, si no le quemaban , lo
destinaba Dios para instrumento do la salud ajena;
y así fué. La primera noche que habia empezado
su misión , vio dos palomas , una de color de
fuego , y otra blanca, que llegándose á él, le entraron
por la boca : al mismo tiempo se sintió abrasado
en zelo de la honra de Dios, y muy recreado
con la suavidad de su espíritu. A este" principio
de su misión apostólica correspondieron los fruto*
31

32 LA LEYENDA DE ORO.
de su predicación , convirtiéndose muchos pecadores
en sus auditorios y mejorándose muchos justos.
Después de haberse ejercitado en las tareas
de la vida apostólica , como tenia siempre vivo en
su corazón el amor de la soledad , andaba siempre
recreando su espíritu en lo mas quebrado de los
montes de León , donde le halló san Atilano, que
deseaba tenerle por director espiritual. Allí fundó
el santo un monasterio que se hizo célebre por los
milagros de su venerable fundador, y por la regularidad
de la vida cjue en él se llevaba. Llegó la
fama de Froilan á Oviedo, corle entonces de los reyes
de León, y don Alonso el Magno quiso conocerle,
y le dio amplísimo poder y gran cantidad
de dinero para que, escogiendo los sitios mas acomodados
de su reino , fundase en ellos monasterios
para refugio de los que quisiesen dejar el mundo.
Habiendo poco después vacado la silla de León,
por los años de 900 , don Alonso . cediendo á los
clamores del pueblo y del clero, obligó á Froilan
á que aceptase sobre sí aquella carga. Efectivamente
fué consagrado obispo aquel mismo año , el
mismo día que lo fué san Atilano para obispo de
Zamora. Un antiguo escritor de la vida de Froilan
dice, « que puesto en el candelero de la dignidad
alumbró toda aquella parte de la España con el
resplandor de la luz eterna , predicando por todas
partes la palabra de Dios: que con la honra subió
en él de punto la santidad y recibió del cielo gracia
abundantísima para adoctrinar á los fieles de
todos estados. Adornóle también el Señor con dones
maravillosos : poco antes de morir profetizó las
enfermedades, la hambre y la mortandad con que
había de castigar Diosa aquel reino, para que,
sus autoridades y sus habitantes tratasen de aplacar
el divino enojo , preparándose para aquella calamidad
, con una enmienda verdadera de sus costumbres.
También dijo de antemano el dia en que
había de morir, y á los de su clero, que habia llamado
al rededor de su lecho , los exhortó con gran
zelo y fervor á que guardasen las leyes de su estado
y á que fuesen siempre leales á su vocación,
y después entregó dulcemente su alma á Dios, el
día 4 de octubre del año 906.
SAN FIRMATO , DIÁCONO , Y SANTA FLAVIANA,
VIRGEN. — Estos dos santos eran hermanos y vivían
en la ciudad de Auxerre , practicando todas
las virtudes cristianas, Firmato entre el clero de
aquella Iglesia , y Flaviana entre las vírgenes consagradas
á Jesucristo. En tiempo de Eurico, rey de
los visigodos, tuvieron mucho que sufrir los cristianos
de las Galias, y entonces fué cuando estos dos
santos hermanos fueron degollados á causa de su
amorá la religión verdadera , sucediendo su martirio
, el año 466.
SAN ATILANO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació
en Tarazona , y fué hijo de las oraciones de sus
padres, que después de haber estado mucho tiempo
sin sucesión , vieron como venido del cielo aquel
beneficio. Criáronle como correspandia á la nobleza
de su cuna , y le hicieron aprender las ciencias
divinas y humanas. Aun era muy joven y ya
dejó el mundo , retirándoseá un monasterio de San
Benito, que habia junto á Tarazona, A los diez y
oCTuimií, o
seis años profesó , y perseveró siendo modelo de
santidad , hasta que, con licencia del abad, se fué
en busca de san Froilan á las montañas de León,
y se quedó con él. La virtud de estos dos santos
anacoretas atrajo ó aquel lugar mucha gente llamada
de Dios á seguirles en su propósito. No so
separaron mas hasta que ambos fueron arrancados
del desierto , el año 900 para ser colocados , Froilan
en el obispado de León, y Atilano en el do
Zamora. Diez años gobernó éste último su diócesis,
en los cuales experimentó España grandes calamidades.
La esterilidad de los campos asolaba provincias
enteras, y el moro Almanzor hizo además
horribles estragos en todo el reino de León ; miserias
que sirvieron para acrisolar la paciencia do
Atilano, y en que mostró el zelo que el Señor lo
habia dado por la salud de su grey. Pasados estos
diez años, y sosegada la tormenta, emprendió el
santo una peregrinación á los lugares de Jerusalea
, y antes de partir de Zamora, dejó dispuesto el
modo cómo se habían de distribuir las rentas á los
pobres. Dicenquecuandose iba, arrojóenel Duero
el anillo , diciendo que hasta volverle á ver, no se
daria por seguro de haberle Dios perdonado sus
culpas. Por la Palestina andaba con un solo compañero,
mudó de traje para no ser conocido,
iba desprevenido aun de lo necesario para comer
ó iba pordioseando como los pobres peregrinos.
A los dos años de haberse ausentado do
su diócesis, oyó en sueños una voz celestial que le
mandó volver á ella, y obedeció. Ilab'endo llegado
de noche á Zamora , quedóse fuera en la ermita
de San Vicente , cuyos ermitaños le hospedaron
y partieron con él su cena, sin conocerle. A
la mañana siguiente fueron á casa del obispo por
la limosna que cada dia les daban , y pidiendo
también para el huésped , les dio el mayordomo un
pez grande , el cual entregaron á san Atilano para
que le abriese mientras ellos iban por lumbre y
agua. Abriólo el siervo de Dios, y dentro deél halló
el anillo que habia echado en el no al salir de la
ciudad. Dio gracias al cielo por este prodigio, y
entonces las campanas de Zamora se echaron á volar
por sí mismas , y el pueblo acudió a la ermita,
y fué consolado con el hallazgo de su verdadero
pastor. Siete años sobrevivió Atilano á su peregrinación:
en ellos atesorando cada dia nuevos
méritos, llegó al término de su dichosa carrera,
en el mes de octubre del año 9Í9. La gloria de su
muerte dio nueva fama á su virtud , por la cual
mereció que Urbano II colocase su nombre entro
los santos confesores.
SAN MARCELINO , OBISPO Y CONFESOR.—Gobernó
en santidad la iglesia de Ravena por espacio
de cincuenta años, y en tan largo pontificado
fué siempre creciendo en él el suave olor de todas
las virtudes. A pesar de las calamidades públicas
que afligieron á la Italia en aquellos tiempos, tuvo
el santo oportunidad de dejar arregladas en gran
parte las cosas pertenecientes á la disciplina de la
Iglesia , v de aumentar considerablemente su grey
con las nuevas conquistas que hacia todos los días.
Coronado de altos méritos murió Marcelino en el
Señor, el año 3V6, y al momento de espirar, cin-

|,czó su cuerpo á exhalar un olor suavísimo , que
continuó hasta que hubieron colocado dentro del
sepulcro el sagrado cadáver.
Elisa «5.
SAN Buuxo, CONFESOR Y FUNDADOR.—El gran
patriarca y fundador de la sagrada orden de los
cartujos, san Bruno, fué alemán de nación, é hijo
de ricos y nobles padres: nació en la ciudad de Colonia.
Desde niño mostró buena inclinación á la virtud
y letras, y para que las aprendiese mejor, siendo
va de edad conveniente, le enviaron sus padres
á la universidad de París , que florecía mucho y
era como madre de todas las ciencias. Aquí Bruno
se dio á la filosofía, y á la sagrada teología con
tanto estudio y cuidado, que se aventajó á los otros
sus compañeros y vino á ser maestro excelente,
y varón docto y de fama, y canónigo de la ciudad
de Bheims. Sucedió en este tiempo en París
una cosa notable y espantosa. Entre los otros insignes
doctores de aquella universidad habia uno
muy amigo de Bruno , de grande opinión de virtud
y letras, el cual vino á morir: y llevándole á
enterrar, fué acompañado sucueipo de toda la
universidad y de otra mucha gente principal. Eslando
en la iglesia haciéndole el oficio divino de
los finados como se acostumbra ; al tiempo que
uno de los clérigos cantaba aquella lección de Job
(pie comienza: Responde miki: Quanías haheo
imquilates? que quiere decir: Respóndeme:
¿Cuántas son mis maldades? el cuerpo del difunto
que estaba en las andas, en medio de ¡a iglesia,
levantó la cabeza y con una voz espantosa dijo:
Por justo juicio de Dios soy acusado: y acabando
de decir estas palabras, reclinó su cabeza en las
andas, como antes estaba. Asombráronse con un
caso tan nuevo y tan extraño los circunstantes, y
determinaron no enterrarle hasla el día siguiente
para verlo que sucedía. Tornaron á juntarse otro
día : y con la fama que se había esparcido de
aquel caso, concurrió mucha mas gente. Volvieron
ó hacer el oficio, y al mismo tiempo que el
primer dia, y do la misma manera, se levantó y
dio otra voz mas temerosa que la primera, y dijo:
Por justo juicio de Dios soy juzgado : y luego se
sosegó y se puso como antes. Fué la turbación de
los presentes aun mayor que la del dia antes; y
tomando su acuerdo le dejaron hasla el tercero
dia: en el cual , haciendo el mismo oficio, en el
mismo punió se levantó la tercera vez, y con voz
mas terrible y tremenda dijo : Por justo juicio de
Dios sov condenado. Oida esta voz se pasmaron
los que la habian oido , y mirándose unos á otros,
quedaron como muertos y asombrados. Enterraron
el cuerpo del difunto en el campo , y diéronle
la sepultura del asno , como dice el profeta Jeremías
del rey Joaquín: porque en sagrado no lo
quisieron sepultar; pues él mismo confesaba de
si, que era condenado.
2 ¿Quién no seespanlará de los justos juicios
de Dios , aunque ocultos? ¿Quién no temerá lo
que le puede suceder, viendo lo que sucedió á un
letrado, que en los ojos de les hombres parecía
TD.HU IV.
A DE URO. :¡:?
de buena vida y de loables costumbres , y había
muerto con todos los sacramentos y con conocimiento
de Dios, cuya censura y examen es muy
diferente de los hombres? De la condenación de
este miserable hombre sacó nuestro Señor (como
suele) la salvación de muchos , que se ganaron
con la pérdida de uno. Do estos el principal y
como capitán y caudillo de todos, fué san Bruno;
porque locado de la mano del Señor, deshaciéndose
en lágrimas y considerando la brevedad é
incerlidumbi'c de esla vida, y la severidad de ia
justicia divina, y cuan horrible cosa es caer en
las manos de Dios vivo (como dice san Pablo),
determinó hacer divorcio con el mundo , y morir
en vida , por no morir eternamente : y llamando á
seis de los mas amigos y mas familiares discípulos
suyos, que se llamaban Landuino , que después
de san Bruno fué el primer prior de ¡a Cartuja , y
dos Estófanos, canónigos, Hugon, sacerdote, Andrés
y Guarino, legos, que se habian hallado en
aquel lastimoso espectáculo; les habló de esla
manera: ¿Qué haremos (dice), compañeros y
hermanos carísimos , viendo lo que con nuestros
ojos habernos visto , v con nuestras orejas oido'.'
¿Qué corazón hay tan duro , (pie no se ablande'.'
¿ Y qué pecho tan fuerte y obstinado , que no se
nuda á Dios? ¿Y qué hombre tan seguro y confiado,
que no tema y tiemble con este trueno espantoso
que ha dado el cielo ? Visto habernos á un
gran doctor de esta universidad, conocido y amigo
nuestro, ejercitado en letras, amado por sus buenas
costumbres, honesto, prudente, v, al parecer,
virtuoso y temeroso de Dios, que con su misma voz
nos ha dicho que por justo juicio de Dios esta
condenado. Pues ponga cada uno de nosotros la
mano en su seno y mire si se juzga por mejor que
este desventurado , y considere si es negocio de
poco mas ó menos el salvarse ó condenarse; y si
una vez se condena , ¿ qué remedio tendrá? Este
caso no es acaso: Dios lo ha hecho para nuestro
bien, y para que nosotros, siguiendo su bandera, y
viviendo lo que nos queda de vida en aspereza y
penitencia, aseguremos nuestra suerte v abramos
el camino á otros muchos, que con la gracia de
Dios nos seguirán, y, por el ejemplo y naufragio
de este miserable , llegarán á puerto de salud. Las
voces que nosotros oímos, no las dijo el difunto
para sí , sino para nuestro provecho; que ya él
no las había menester. Pues oigámoslas y sigamos
a Dios que nos llama ; y no lardemos: porque el
que promete perdón ai penitente , no promete el
día de mañana al que peca. Con estas y otras
palabras acompañadas de lágrimas que salían del
pecho de Bruno, tierno, compungido y devoto,
lodos los seis compañeros , cpie lo estaban mucho
con lo que habían visto y oído, se ofrecieron á
seguirle , y vendidas y dadas sus haciendas á los
pobres , se despidieron de sus parientes, conocidos
y amigos, y se pusieron en camino para ir á
Grenoble, ciudad de Francia, en el üelfinado.
donde sabían que había un obispo de santísima
vida , llamado Hugo, que los podia amparar y
favorecer en su diócesis, donde habla algunos lugares
solitarios y muy apartados del bullicio y

?A LA LEYENDA DE ORO.
(ralo do los hombres, donde podían (olvidados do
las cosas de la tierra ) entregarse á las del cielo y
ocuparse en la contemplación do Dios.
3 El santo obispo Hugo, estando una noche
durmiendo, tuvo un sueño admirable con que Dios
le despertó y le significó lo que habia do ser. Parecióle
que veía como en un yermo de su obispado,
que se llamaba la Cartuja, Dios edificaba una casa
para su morada ; y que siete estrellas resplandecientes
á manera de corona , y levantadas algun
tanto del suelo, y en el sitio, movimiento, color y
claridad diferentes de las del cielo, iban delante
de él como guias, enseñándole el camino. Quedó
c! venerable obispo con esta visión suspenso y
perplejo, por no saber lo que quería significar,
hasta que el dia siguiente llegó san Bruno con sus
seis compañeros á la casa del obispo, y postrados
ú sus pies le declararon lo que habia acaecido en
París , y la causa de su venida y sus piadosos intentos
; y le suplicaron humildemente que ¡os
ayudase para llevarlos adelante. No se puede
creer la alegría y contonto que recibió el obispo,
así por ver declarado lo que el sueño oscuramente
le habia pronosticado, como porque, como
santo, se gozaba mucho de la gloria de Dios y de
ver tan encendidos en su amor y tan deseosos de
servirle, á Bruno y á sus compañeros. Alentólos
y confirmólos en sus buenos propósitos y dióles
con gr-an liberalidad aquel lugar desierto que dijimos
arriba, llamado la Cartuja, el cual era muy
grande; pero áspero, frió é inhabitable, y mas
propio para cuevas de bestias fieras, que no para
morada de hombres; porque, á mas do que la
mayor parte del año estaba cubierto do nieve, era
lan fragoso y estéril, que ninguna cosa de provecho
en él se podía coger ni sembrar. Y aunque el
santo obispo les propuso las dificultades que tendrían
en vivir en lugar lan horrible; todavía Bruno
y sus compañeros las vencieron lodas con el
vehemente afecto y deseo de servir al Señor, que
los traia : y así el año de 1084 , siendo sumo pontífice
Gregorio VII, y emperador Enrique IV,
cerca de la fiesta de San Juan Bautista , acompañándolos
y ayudándolos, y proveyéndolos de lo
necesario el mismo obispo, en la cumbre de un
monte edificaron una iglesia, que hasta hoy se
llama Sania María de Casalibus, y algunas
celdas, ó por mejor decir chozas (que tales fueron
aquellas primeras) no lejos de la iglesia; pero
apartadas unas de otras. Aquí comenzaron á fundar
la sagrada orden de la Cartuja , viviendo mas
como ángeles venidos del cieio, que como hombres
de la tierra , en silencio , oración , lección y
contemplación de Dios; y sobre todo, en grandísima
pureza de corazón y santidad de vida , ocupándose
á ratos en alguna obra manual, y especialmente
en escribir y trasladar algunos libros
provechosos , así por ganar su pobre comida con
su trabajo, como por servir mas á la santa Iglesia.
El tratamiento de sus personas era muy áspero y
riguroso, y andaban vestidos de cilicio. Determinaron
jamás comer carne, aunen tiempo de enfermedad:
y aunque algunos hombres prudentes,
según la carne , y sabios del mundo , les pusieron
oeiTBitE, 0
escrúpulos sobro esto diciéndoles que se ponían
á peligro de matarse , y ser homicidas de sí mismos
; pero con un avisoque tuvieron del cíelo , se
confirmaron en su buen propósito, y perseveraron
en aquella soledad espantosa (ele la cual el
demonio pretendió sacarlos), lomando por especial
protectora y abogada á la sacratísima Virgen
María nuestra Señora, rezando cada dia sus horas:
y también tomando por abogado á san Juan Bautista
con deseo de imitar su penitencia y rigor.
Todos anhelaban á la perfección ; pero el que mas
se esmeraba y, como caudillo y maestro, iba delante
de todos , era san Bruno, á quien nuestro
Señor habia escogido para poner los cimientos
do una religión lan esclarecida, y para hacerlo
padre de tantos y tan sanios hijos. Besplandeeia
cen lan grande santidad, modestia y prudencia,
que Hugo, obispo, en todos los negocios tomaba
su consejo , y le obedecía como si fuera su propio
abad, y muchas veces se iba á vivir entro
los monjes por gozar de su conversación y ejercitarse
en los oficios mas bajos y viles de la casa:
tanta era su humildad y la admiración con que
miraba á san Bruno : el cual lo solia decir que se
volviese á su casa , y cuidase de sus ovejas, pues
era pastor. Mas estando el santo varón muy quicio
y contento por verse en aquel puerlo seguro, fuera
de las ondas tempestuosas . y lan contrarios vientos
de este siglo, le fué necesario salir de él , con
la ocasión que aquí diré.
4 Al papa Gregorio VII, sucedió Víctor III,
que vivió poco en el pontificado: ú Víctor, Urbano
II, varón excelente y que habia sido discípulo
en París de san Bruno: el cual, deseando
acertar en su gobierno y dar buena cuenta á Dios
del rebaño que le habia encomendado , y entendiendo
las grandes partes de religión, letras y
prudencia que concurrían en su maestro Bruno;
le mandó llamar á Boma , para servirse de él y
aprovecharse de sus consejos. Sinlió esle mandato
san Bruno , todo lo que se puede encarecer, y no
monos sus santos compañeros, que les parecia perdían
padre, guia, maestro, refugio y consuelo y
todo el bien que tenían en ¡atierra; mas , como
hijos de obediencia , se conformaron con la voluntad
de nuestro Señor, y se consolaron con la esperanza
que les daba, deque, habiendo cumplido
con la obediencia de su santidad , volvería ó verlos
de Roma presto: adonde llegó san Bruno , y
fué recibido del sumo pontífice con extraordinarias
muestras de benignidad y benevolencia, sirviéndose
de su consejo en lodas las cosas arduas,
para bien de la Iglesia. Pero los compañeros que
había dejado en la Cartuja , encomendados á un
abad de la casa de Dios, llamado Siguinio, no
hallándose sin él, le siguieron á Roma: de donde,
por orden del papa Urbano , volvieron á su soledad,
y su santidad los encomendó al mismo abad
Siguinio , ó hizo prior á Landuino , uno de los
compañeros, y mandó que se les restituyese el lugar
de la Carluja que habian dejado, el cual hasta
hoy persevera en su religión. Quedó san Bruno
en Roma, por una parte muy triste y amargo,
por verse como engolfado en el bullicio y tráfago

OCTUBRE,G LA LEYENDA DE ORO. 3o
déla corte, y apartado de su quiotud y de la
santa conversación do sus compañeros; y por
otra, con paz y gozo de su alma, sacrificando su
voluntad á la voluntad de Dios y obedeciendo á
su vicario: el cual le quiso hacer arzobispo do
Rijoles; y él, teniéndose por indigno, le suplicó
humildemente que no le echase carga tan pesada,
ni le diese cargo de almas; pues no baria poco en
dar buena cuenta á Dios de la suya. Y porque el
papa partía de Roma para Francia , y deseaba no
ir con él, ni seguir la corle; también le suplicó que
lo diese licencia para retirarse á algún desierto en
la provincia de Calabria, donde entendía hallar
lugar á propósito para sus intentos. Concedióle
su santidad las dos cosas benignamente: y san
!5runo, lomando su bendición, se partió para Calabria,
acompañado de algunas personas que ya
le seguian , con deseo de imitar su vida y perfección.
o En aquella provincia halló un yermo llamado
Torro, en el territoiio de Esquiladle, que le
pareció á propósito , y en él hizo su asiento. Allí
labró unas celdillas toscas y ele tierra por el amor
que tenia á la pobreza: y si en la Cartuja de
Francia había vivido con tan gran santidad, como
dijimos, en esle nuevo yermo comenzó á vivir con
nuevos fervores, y mas encendidos deseos de olvidarse
de lodo lo que no es Dios , y de estar con
solo el cuerpo en la tierra , y con lamente en el
cielo. Aconteció un día que Ilogerio, conde de
Sicilia y Calabria, yendo á caza, dio en aquel
lugar apartado y desierto en que san Bruno y sus
compañeros moraban: y hallándolos puestos en
oración de rodillas, y sabiendo quiénes eran, á
qué habian venido y cómo vivian , so les aficionó
mucho, y les dio una iglesia de Santa María y de
San Estovan, y les proveyó de las cosas necesa-,
rias, y quedó tan aficionado á san Bruno, que le
llamaba algunas voces, y otras él le visitaba, y
oía de buena gana sus consejos y so encomendaba
á sus oraciones. Estas le valieron tanto,
que una vez lo libraron milagrosamente de un gravísimo
peligro ds la vida, estando sobróla ciudad
do Capuu, por una traición que le armó uno do
sus capitanes, en la cual el conde cayera, si no
fuera avisado.con una visión dul cielo por medio
de san Bruno. Quedó de eslo el conde lan agradecido,
que ofreció á san Bruno muchas lionas y
heredamientos en el territorio de Esquiladlo; y él
no los (juiso tomar, sino solamente (por pura importunidad
é instancia que lo hizo) el monasterio
de Santiago , con su término y lo que era menester
para edificar una iglesia junto á la cueva, donde
él moraba, dedicada á la Reina de los ángeles
nuestra Señora; y otra , poco distante do esta , á
honra del glorioso protomártir san Estovan. Labio
asimismo un convento para habitación do los
monjes (pie allí tenia, y do los otros que después
se juntaron con ellos, y para adelante les habían
de suceder. Kn este monasterio perseveró san
Bruno hasta el fin de su vida, teniendo cuidado
no solamente de los santos compañeros que allí
vivían, mas también de los que estaban lejos en
la Cartuja de Francia, escribiéndoles y dándoles
reglas y documentos para ir adelante. Y el prior
de" ellos Landuino , por no discrepar un punto del
espíritu y forma de su maestro san Bruno, vino de
Francia á Calabria á verse con él y proponerle
sus dudas, y llevar luz y claridad para gobernar
su convento y dejar el modelo de aquella santa institución
á sus sucesores.
6 Finalmente, habiendo vivido con extremada
perfección y admiración do toda aquella,
provincia y enriquecido la sania Iglesia con una
nueva y celestial familia de sus gloriosos hijos, y de
la orden de la Cartuja, que él instituyó; cayó malo
de una enfermedad, que le acabó y desaló aquella
bendita alma de la cárcel del cuerpo para que
volase al Señor, á quien lauto habia servido.
Murió á los G de octubre del año de 1101. Hizo
Dios grandes milagros por san Bruno después do
su muerte: muchos ciegos cobraron vista: los
sordos, oidos : los mancos y cojos, leprosos y endemoniados,
por sus oraciones cobraban salud,
bebiendo del agua de una. fuente que salió junto
del sepulcro donde le enterraron : y hoy día afirman
que en aquel lugar donde él después do haber
oslado en altísima contemplación arrojaba sus
cansados miembros en el suelo para descansar un
poco, no nace yerba alguna en todo el espacio que
ocupaba su cuerpo , estando todo el resto lleno de
verdura y frescor.
7 Con haber sido la vida de san Bruno tan.
esclarecida y tan rica de merecimientos, y su
muerte tan gloriosa y llena de milagros y haber
concurrido de toda aquella provincia á su sepulcro
los pueblos , señores y príncipes para pedir
favores y mercedes á Dios nuestro Señor por su
intercesión; no se trató de canonizarle hasta el
año de 1514, cuatrocientos y trece años después
de su muerte, en que el sumo pontífice León X
mandó que á los G de octubre, dia de su glorioso
tránsito, en todos los monasterios de la orden do
la Cartuja y sus iglesias, oratorios y capillas, so
celebrase la fiesta de san Bruno y se le haga en
el oficio divino cada dia do él conmemoración; y
ahora últimamente so ha puesto en el breviario
romano, para que toda la Iglesia rece do él. La
vida de san Bruno escribieron Francisco do Puteo,
prior de la gran Cartuja, PedroBlomevone, prior
do la Cartuja de Colonia-, y Podro Sutor, y Lorenzo
Surio , frailes asimismo cartujos. Hace mención
de él el Martirologio romano, y Juan Molano,
en lo que añadió al Martirologio de Usuardo.
8 Pues ¿quién no ve en la vida do osto santísimo
confesor los caminos tan maravillosos que el
Señor toma para llevar almas al cielo, y para quebrantar
la cabeza á la infernal serpiente? Condemiso
por justo juicio de Dios el letrado soberbio y
vano, y publicó su condenación con un modo tan
espantoso, para que movidos con ejemplo tan extraño
, muchos simples, pobres y humildes se salvasen.
Y r
aunque habia en la Iglesia del Señor
muchos caminos de perfección para ir al ciclo,
escogió á san Bruno para que abriese otro mas
estrecho y áspero , y fundase la sagrada religión
do la Cartuja , para adorno , esfuerzo y amparo de
la misma Iglesia : porque ¿qué otra cosa son lo.-.

:-(3 Í.A LE Vl-XI) A. DE ORO. O::tli;ÍÍI.:, 7
convenios do eslos sanios religiosos , sino unos coros
do ángelesque couliiuuimonle alaban al Señor'.'
¿Unos escuadrones de soldados valerosos que con
sus plegarias le aplacan, y defienden su Iglesia?
¿Unos relralos vivos de penitencia , de menosprecio
del mundo, de oración, mortificación v de
toda virtud? ¡Qué de santos varones ha habido,
y hoy dia hay en esta santa religión, que con su
doctrina alumbran al mundo, y con su vida le
inflaman; y apartados de la conversación de los
hombres , muestran que son mas que hombres, v
nos predican que nuestra felicidad no está en la
tierra sinoco el cielo ! Diez y seis provincias dicen
que hav en esta sagrada religión, y en ellas ciento
y ochenta y nueve monasterios, en los cuales los
¡ladres cartujos viven con lan grande aspereza, soledad,
silencio, asistencia, y continuación en el
coro, vestidos de cilicio á raiz de sus carnes, y sin
comer jamás carne por ninguna enfermedad . v
con tanto rigor de vida , que la santa Iglesia da licencia
á los religiosos de todas las otras órdenes para
pasar de las suyas á la do la Cartuja : que es
señal que es muy estrecha, y que la tienen por mus
rigurosa que las demás, y que se guarda en la Cartuja
hoy día la regia con que san Bruno la-instituyó,
y ella comenzó sin haber aflojado, ni descaecido
en lo sustancial de lo que aquel santo padre ordenó
y estableció: que lodo es argumento de su
gran santidad v de sus altos merecimientos, y singulares
gracias y privilegios que Dios lo comunicó;
pues le hizo uno de los mas grandes patriarcas de
su Iglesia , y glorioso padre de tantos y lan esclarecidos
hijos: y no solamente do santos confesoíes,
sino de tortísimos mártires, como fueron los
monjes cartujos que por defensa de la sede apostólica,
ol año del Señor de lr>(>8. por mandado
del desventurado rev Enrique VIH , murieron- cola
ciudad do Londres, como mas largamente lo
escribimos en nuestro libro del Cisma de Inglaterra.
* SANTA FÉ, VÍUGKN Y MÁRTIR.— Natural
de Francia , é hija de una familia ilustre, tuvo la
dicha de conocer á Jesucristo desde su infancia, y
de servirle con fidelidad. Repartía lodo su tiempo
(Mitre la oración y las obras de caridad; y aunque
>o!icilada-a causa de su belleza , mostróse siempre
insensible á los halagos del mundo. Por aquel
tiempo reinaban en Roma los emperadores Dioelecinno
y Alaximiano , y Daciano era gobernador
de las Gallas. Cuando ésto llegó á Agen, donde
viv¡a la sania , dio orden para que la presentasen.
La joven esposa de Jesucristo contestó con una firmeza
inalterable >á las caricias y amenazas del tirano,
y al salir del tribunal, fué llevada al lugar
del-tormento que la esperaba. Aláronla con cadenas
á una cama de hierro , debajo de la cual encendieron
un gran fuego , derramando al mismo
tiempo y con mucha frecuencia sobre el delicado
v desnudo cuerpo de la casta virgen grandes cantidades
de aceite y de oirás materias grasas. Muchos
de los espectadores de un suplicio tan atroz, se
leñaron de compasión y de horror, y soltaron al-
Igunas exclamaciones de conmiseración y de lástima
; pero Daciano les hizo pagar bien cara aquella
demostración de humanidad , pues habiendo
mandado quo los prendiesen , les hizo corlar la
cabeza junio con la de sania Fé , y lodos reunidos
volaron al cielo á recibir su corona, el año 287.
Los SANTOS MARCELO , CASTO, EMILIO, Y SA­
TURNINO , MÁRTIRES.—ílánse perdido las acias
del martirio de estos sanios, y solo sabemos por
el Martirologio romano anotado por Baronío, quo
murieron en Capua, donde se conservan sus reliquias,
SAN SACARES, ORISPO Y MÁRTIR. — Fué uno de
los primeros discípulos de san Pablo, y se cree
que osle apóstol le consagró obispo de Laodicea.
En tiempo del emperador Anloiiino, tomó una
parle muy grande en !a cuestión que se agitó entonces
en la Iglesia acerca del tiempo de la celebración
de la Pascua , y se creo que. murió mártir
en la misma ciudad de Laodicea, por los últimos
años del siglo II.
SANTA EIIOTTOA , MÁRTIR. — Fué griega, y después
de haber ilustrado á su palna con el ejemplo
de una vida penitente y sania , mereció la corona
inmarcesible del martirio, el año 320. San
Gerónimo dice , que encendida en el amor de Jesucristo,
venció las llamas de la hoguera en que
la arrojaron.
SAN ROMÁN, OBISPO Y MÁRTIR.—Fué el XVI
obispo do Auxerre, cuya Iglesia gobernó por espació
de Ires años. Los bolnndistas son de parecer
quo floreció este santo en el siglo Y, aunque
no insertan ningún documento que lo apoye
ni que haga creer lo contrario. El Martirologio romano
y casi todos los demás lo suponen anterior á
dicho siglo , y le dan el título de mártir.
SAN MAGNO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació en
Altino, de la noble familia do Frigeri , que habiéndose
refugiado en Venecia , huyendo de la
inundación de los bárbaros del Norte , educó allí
ai joven Magno en el temor de Dios y en las ciencias
sagradas y profanas. Su amor al retiro lo
tema casi siempre encerrado en una oscura y pequeña
cueva, que se enseña aun en el dia , y que
llaman la cueva de San Magno. Consagrado obispo
de Uderzo, fué admirable en santidad y en
pórtenlos, y murió en el Señor, el año 6G0.
LA CONMEMORACIÓN DE LOS MÁRTIRES DE TRÉ­
VERIS.—En esta ciudad, durante el reinado del
impío Diocleciano y siendo presidenteRicciovaro,
fueron sacrificados una multitud casi innumerable
de cristianos, por quererse mantener constantes
en la confesión de su fé. Un autor antiguo dice que
seria espantoso leer la relación de los inauditos
tormentos que se pusieron entonces en juego para
hacer sufrir á aquellos fíeles. La Iglesia les consagra
hoy una memoria particular.
líiu 1.
SAN MARCOS, PAPA Y CONFUSOR.—Por la
muerte del sumo pontifico Silvestre, fué elegido
en su lugar, y puesto en la silla de san Pedro, san
Marcos, natural de Roma , hijo de Prisco : el cual
fué dolado de grandes virtudes; y aunque vivió
poco tiempo con la paz que con el favor del emperador
Constantino tuvo la Iglesia, jardo ocuparse

en resistir á los herejes amaños que se iban multiplicando
, y en ordenar lodo lo que para el buen
gobierno parecía necesario. Edificó san Marcos dos
iernplos: el uno en la vía Ardealína, ires millas de
Roma; y el otro dentro de la misma ciudad, que se
llama de su nombre: dolólos de muchas posesiones
v adornólos de vasos de oro y plata. Concedió al
obispo de Ostia que usase do palio , por el antiguo
privilegio que tiene de consagrar al sumo pontífice.
Duróle el pontificado , según san Gerónimo,
ocho meses. El cardenal Raronio dice que se sentó
en la silla apostólica á los 14 de febrero, y que
murió á 7 de octubre, que son los ocho meses menos
ocho (has. Fué sepultado en el cementerio de
líalbina , en la misma iglesia que en la via Árdealina
él habia edificado. Murió á 7 de octubre, en
(¡lie la Iglesia celebra su fiesta , que fué el año del
Señor de 336, imperando Constantino Magno.
Inscribieron do san Marcos los autores que escriben
las vidas de los sumos pontífices, y hacen
mención de él los Martirologios, romano, de Beda,
Usuardo y Adon.
Los SANTOS SERGIO Y BACO, MÁRTIRES.—El
martirio de los ¡lustres marines san Sergio y Raco,
escribió Simeón Metafrasle , y resumiéndole brevemente',
fué de esla manera. Fueron san Sergio
y Baco, caballeros romanos, muy nobles y principales
criados del emperador Maximiano; porque
Sergio era su primicerio, que quiere decir el
principal y cabeza de lodos los escribanos, que
era gran dignidad , y no se daba sino después de
grandes servicios, y acabada la milicia: Baco era
secundiceno , y el que tenia el segundo lugar en
aquel oficio; y ó mas del lugar que tenian con el
emperador, eran de él muy amados y honrados
por sus virtudes, aunque no sabia que eran cristianos.
Vino á entender que lo eran : y queriendo
certificarse mas de la verdad , estando en la provincia
de la Siria inferior , que llaman Eufrastesia
, en la ciudad de Augusta , los mandó llamar
para que le acompañasen á un templo adonde iba
a hacer sacrificio á sus vanos dioses. Fueron con
el; mas entrando el emperador en el templo, ellos
se quedaron fuera : y como Maximiano, al tiempo
de hacer el sacrificio, no los viese, mandólos buscar,
y halláronlos á la puerta del templo puestos
en oración. Preguntóles el emperador la causa poiqué
no habian entrado con él á sacrificar al gran
Júpiter; y ellos libremente respondieron , que por
ser cristianos; y porque á solo Dios, criador del
cielo y de la tierra, se debe sacrificio.'Mandó Maximiano
con gran saña que les quitasen luego los
collares de oro que traían al cuello, y los vestidos
ricos y de caballeros, y que los vistiesen de mujeres,
y cargados de cadenas fuesen sacados á la
vergüenza por la ciudad . y después echados en la
cárcel. Tentólos algunas veces el emperador, ya
con halagos y blanduras, ya con amenazas y espantos,
para reducirlos á su voluntad, y persuadirles
que no se apartasen de la religión antigua
de sus antepasados, y que sacrificasen á los dioses,
que eran fundadores, conservadores y amplificadores
do su imperio: y como la fuerza y
mana y todas las máquinas del emperador no
A DE ORO. 37
pu'hesen hacer mella en aquellos pechos fuertes y
esforzados de los santos mártires , determinó enviarlos
á Anlioco , prefecto de Oriente , para que
los luciese adorar á los dioses, ó morir con exquisitos
tormentos. Tomó esta resolución el emperador,
para que en aquel largo camino padeciesen
mas los sanios mártires , yendo cargados de prisiones
y cadenas, y porque Anlioco era hombre
feroz y bárbaro , y confiaba de su natural fiereza,
que ejecutarla en ellos su braveza y furor: y también
porque habia sido como criado de Sergio, y
por favor de él habia alcanzado la dignidad do
prefecto que tenia , y juzgaba que no podia dejar
Sergio de tener por gran afrenta y menoscabo suyo
el ser presentado y juzgado de quien le era tan
inferior, y tantos beneficios habia recibido de su
mano. Escribió Maximiano una carta á Anlioco,
en que le declaraba su voluntad. Fueron llevados
los santos adonde él estaba ; y él los mandó poner
en la cárcel, donde estuvieron orando y pidiendo
favor al Señor para aquella dura batalla que esperaban:
y el Señor les envió un ángel que los
consoló v animó , y les dijo que no temiesen; porque
Dios era su defensor, y estaba con ellos, y les
daria victoria. Tomó Anlioco todos los medios que
le fueron posibles para apartar á los santos mártires
de la confesión de Jesucristo : y como lodos
saliesen vanos, hizo azotar á Baco con nervios de
bueyes durísimos por cuatro hombres robustos y
bravos: los cuales le dieron laníos golpes y tan
crueles heridas, que le despedazaron las carnes; y
así en aquel tormento , oyendo una voz del cielo
que le llamaba, dio su espíritu al Señor. Apareció
después san Baco, lleno de gloria y resplandor
á san Sergio, que estaba en la cárcel, y mostróle
la inestimable corona que por aquellos temporales
tormentos había alcanzado, y animóle para
que padeciese él los que le estaban aparejados;
porque siendo compañeros en las penas, lo fuesen
también en la victoria y triunfo. Deseó mucho
Anlioco ablandar á Sergio, y reducirle á su opinión
; mas nunca pudo: v siguiendo su natural
fiereza, y queriendo dar satisfacción al emperador,
le mandó calzar unos zapalos sembrados de puntas
de clavos agudas . y que fuese delante de su
coche corriendo; y de esla manera le llevó tres
leguas, con un dolor acerbísimo del santo mártir,
de cuyos pies salían arroyos de sangre ; mas la noche
siguiente vino un ángel que le recreó y le
dejó los pies tan sanos, como si ningún mal hubiera
padecido.
2 Atribuyó el injusto juez la gracia de Dios á
arte mágica, y endurecióse mas , y otra vez le hizo
pa*ar aquel mismo tormento: y finalmente, viendo
que perdía el tiempo, y que por ningún camino
podia rendir ni atraerá su voluntad al santo mártir;
le mandó cortar la cabeza; y así se hizo. Acompañaron
á san Sergio al lugar del suplicio gran número
de hombres y mujeres, y aun de beslias fieras
que iban tras él, mansas como unas ovejas, haciéndole
honra y reverencia. Hizo oración antes
(píese ejecutase la sentencia, puesto de rodillas,
suplicándole á nuestro Señor que aceptase aquel
sacrificio de su vida que él le ofrecía , v peído-

38 LA LEYENDA DE ORO.
mise á los que se la quilaban y perseguian, y les
diese el conocimiento de su verdadera luz y verdad.
Oyó una voz que le convidaba al cielo , y le
daba el parabién de la victoria; y con esto tendió
el cuello, y fué degollado á los 7 de octubre, y
después fué enterrado su sagrado cuerpo en un
magnifico templo, que los cristianos lo edificaron.
Fueron los milagros que Dios nuestro Señor obró
por san Sergio tantos y lan ilustres , que los fieles
iban en romería á su sepulcro : y no solamente los
cristianos participaban de muchos y grandes beneficios
por la intercesión de san Sergio, sino también
los infieles, gentiles y paganos. Cosroas, rey
de Persia , por haber tenido hijos de la reina Sira,
su mujer, y haber sido librado de grandes peligros
y calamidades por las oraciones de san Sergio (á
quien él se encomendó) , envió á su templo una
cruz riquísima de oro, con otros dones muy preciosos:
el emperador Justiniano le edificó dos templos
magníficos, uno en Constantinopla, y otro en
Tolcmaida: en Roma fué célebre la memoria de
estos sanios mártires, donde se les edificó iglesia,
tpie es título de diácono cardenal: la cual el papa
Gregorio 111 reparó y acrecentó: y la misma ciudad
en que fué martirizado san Sergio, fué llamada
de su nombre Sergiopoli. El martirio do
estos santos fué el año de 309. Escriben de ellos
los Martirologios, romano , el do Reda , Usuardo y
Adon; Niceforo, lib. vn, cap. l'i-, lib. xv, cap.
20 el21, lib. xvm , cap. 21; y la segunda sínodo
nicena , Aclion. 5; y el Prado espiritual, cap.
180; y Teodoreto, DeEvangel. veril., lib. vm;
y Evagrio , lib iv , cap. 27 , et lib. vi, cap. 20 ; y
Gregorio Turonciiso . en la Historia de Francia,
lib. vn. cap. 31.
Los SANTOS MARCELO Y APULEYO, MÁRTIRES.
—En este mismo dia de los 7 de octubre hace
conmemoración la santa Iglesia de san Marcelo y
Apuleyo, mártires, los cuales fueron discípulos de
Simón Mago: y viendo las disputas que con él
tuvo san Pedro, y como le habia vencido y rendido
, y las obras maravillosas que hacia el glorioso
apóstol; dejando á su engañoso maestro, lo
siguieron y se hicieron cristianos, y estuvieron en
su compañía , hasta que murió; y finalmente merecieron
derramar la sangre por aquella fé y doctrina
que habían aprendido del santo apóstol. Fueron
martirizados por un juez, llamado Aureliano,
á los 7 de octubre, en el año del Señor de 90; y
sus cuerpos fueron enterrados cerca do los muros
do Roma. Hacen mención de eslos santos los
Martirologios, romano, el de Reda, Usuardo y
Adon.
SANTA OSITA , VIRGEN Y MÁRTIR. — Fué santa
Osila inglesa de nación , é hija del rey Eritevaldo,
v de Yulreberga que era hija de Penda , rey do los
inórelos. Desde niña fué muy bien inclinada á recogimiento,
honestidad y lodas las obras de virtud.
Habia en aquel tiempo dos señoras principalísimas
y santas vírgenes en Inglaterra , Moduvena,
ababesa do cierto monasterio, donde vivían muchas
doncellas con grande recogimiento; y Edita,
hermana del rey Alfrido , que asimismo fué ma-
'.trc y maestra do otras doncellas, que vivian
OCTCIIRE, /
apartadas de lodo trato del mundo. Fué entregada
Osita á santa Moduvena , para que la criase; y ella
la dio de su mano, y la encomendó á Edita, pareciéndole
que estaría mejor en su compañía. Acaeció
que un día Edita envió á Osila con un libro á
Moduvena, y al pasar por un puente de madera
sobre un rio , vino un viento tan recio . que la arrebaló
y la arrojó en el rio , y las corrientes la llevaron
tras sí, y so hundió y ahogó en aquel rio. Do
allí á tres días, estando orando Moduvena , le
apareció un ángel , y lo dijo que fuese apriesa al
rio. Fué , y halló á sania Edita, que buscaba á Osila
; porque no habia vuelto á casa, después que
lo había enviado con el libro. Allí entendieron que
Osita se había ahogado. Pusiéronse en oración,
suplicando á nuestro Señor que se la restituyese
y sacase del profundo de aquel rio. Acabada la
oración, Moduvena la llamó con voz clara y sonora
lies veces , diciendo : Osita , Osita , Osita , en
el nombre de la santísima Trinidad sal fuera del
rio : y Osila respondió : lióme aquí, señora , heme
aquí, heme aquí: y luego salió do las aguas con su
libro en la mano, sin lesión alguna. Murió santa
Moduvena; y Osita volvió á casa de sus padres,
creciendo cada dia en virtud , y loables costumbres.
Cuando llegó á edad para poderse casar , S¡gero,
rey de los sajones orientales, la pidió á sus
padres por mujer; y por masque ella lo repugnó
y contradijo, porque tenia propósito de guardar
su pureza virginal perpetuamente, como por fuerza
la hicieron casar. Vino el dia de las bodas , que so
habían aparejado con aparato real: y la santa doncella
con muchos gemidos y suspiros se encomendaba
de todo corazón al Señor, suplicándole que
no permitiese que perdiese la joya tan preciosa
de la virginidad: después , con varios achaques y
excusas, procuraba conservarla , y no consumar
el matrimonio ; hasta que un dia el rey la llamó y
la hizo entrar en un aposento mas secreto, para
gozar de su extremada hermosura y belleza : cosa
quo él tanto deseaba; y ella aborrecia. Mas en el
mismo tiempo se levantó un gran ruido en el palacio
real por un ciervo de extraordinaria grandeza
que habia parecido á la puerta del mismo palacio :
y el rey, dejando á lu reina Osita , sin locarla, salió
á ver el ciervo; y viéndole , como era amigo de
caza . se determinó á seguirlo con sus cazadores,
hasta cogerle. De esta manera quedó Osita libre
esta vez . haciendo gracias á nuestro Señor, que
poraquol medio la había librado : y para no verse
en otra tai, llamó luego á algunos religiosos , siervos
de Dios, y los declaró su intento; y ellos le
corlaron el cabello , y le dieron el hábito de religión
y el velo , y la consagraron monja. Al cabo de algunos
chas volvió el rey de la caza , y queriendo
ver á su mujer, hallóla vestida de monja , y supo
que habia hecho voto de castidad , y lomado por
esposo a nuestro Señor.lcsucrislo: y aunque lo pesó,
no quiso ¡laceria, fuerza , ni apartarla do aquel tan
santo propósito ; antes lo mandó edificar un edificio
acomodado, para vivir religiosamente , y lo dio algunas
posesiones y tierras para su sustento. Luego
que esto so supo, muchasdoncellasdesearon acompañar
y servir á santa Osita ; y ella tomó algunas,

'.O
y que no cedería en su confesión ú pesar de todas
ins promesas y amenazas . airado el juez mandó

ocruniii!, 8
era, y la intención que tenia: que. no le tentase; ¡jorque
era hombre y pecador, y que en ninguna manera
consentiría que le hablase sino delante do
los otros obispos. Ella se contentó con esta respuesta
, y con grande alegría se fué á la iglesia del
bienaventurado mártir san Julián, donde estaba
san Nono delante de los otros obispos, y se postró
delante de ellos en el suelo , y abrazándose con los
pies de Nono , con los ojos como dos fuentes de
lágrimas, le comenzó á suplicar que imitase á su
maestro Jesucristo , y la bautizase ó hiciese cristiana;
porque era un piélago de torpezas, y un
abismo de maldades. Y como el santo obispo lo
dijese, que los sagrados cánones vedaban bautizar
á ninguna mujer públicamente mala, si no daba
fianzas de no volver á su mal estado; ella con gran
fervor le replicó, deshaciéndose en lágrimas, y
lavando con ellas los pies del obispo, que mírase
lo que hacia; porque él había de dar cuenta á
Dios de su alma . y de lodos sus pecados, y que
Dios se la pediria, si dilatase el bautizarla y limpiar
su alma de las manchas de ellos: y que rogaba
á Dios , que no tuviese parte en él con sus
santos, y que fuese juzgado como si le negase, si
aquel día no ¡a hiciese esposa de Cristo, y no la
ofreciese pura y sin mácula en su presencia. A todos
los obispos convencieron las palabras tan ardientes
y fervorosas, y más los sollozos y lágrimas
de aquella pública pecadora, y dieron aviso al
patriarca de lo que pasaba , rogándole que les
envíase una mujer de buena vida y ejemplo.; y
así lo hizo mandando ir á la iglesia á una señora,
llamada Romana , que tenia el primer lugar entra
las mujeres dedicadas á Dios. Vino Romana a la
iglesia, y halló á la pecadora abrazada con la
tierra; y apenas la pudo persuadir que se levantase
de ella : y el santo obispo le preguntó , cómo
se llamaba; y ella respondió, que sus padres le
habían puesto por nombre Pelagia, aunque los ciudadanos
de Antioquía le llamaban Margarita, por
las muchas margaritas y perlas preciosas que traía
en sus vestidos y galas, S№ndo para muchas almas
lazo de Satanás. Con esto el santo­obispo la
bautizó con nombro de Pelagia : y hechas las demás
ceremonias, le dio el santísimo sacramento del
cuerpo de Jesucristo , y la entregó á Romana para
que la instruyese y enseñase en las cosas de la fé.
2 Gran regocijo hubo en la ciudad de Antioquía
, por ver la conversión de una [locadora lan
pública y famosa, especialmente los obispos so
alegraron por extremo é hicieron gracias al Señor.;
pero el que mas demostración hizo , fué el santo
obispo Nono , (pie la celebró con los ángeles del
cielo, é hizo fiesta aquel día, echando aceite en la
comida y bebiendo vino por haber ganado aquella
mujer para Dios: mas al tiempo que comía,
se oyeron unas voces lamentables y unos alaridos
espantosos como'de persona que se quejaba y á
quien se hacia alguna fuerza; y era el demonio
que se lamentaba por haber perdido aquella lloradora
, en quien como en cebo sabroso picaban
tantas almas, y tragaban el anzuelo de su condenación.
Oyóse que decia: ¡ Ay de mi miserable,
cómo es grande el mal que padezco por este viejo
Tono IV.
LA LEYENDA DE ORO. it
lecrépito! ¿No le bastara que me quitó de las
manos Ireinía mil sarracenos quo bautizó y ofreció
á Dios? ¿No se contentara con que quitó de mi
jurisdicción á la ciudad de Ileliópohs, donde yo
era adorado y reverenciado, y la restituyó á su
Dios? Ahora me ha quitado mi esperanza: ya esto
no se puede sufrir. O hombre maldito, ¡cuánto
padezco por tí! Maldito sea el dia en que naciste;
pues me haces tan cruel guerra. Estas voces
daba el demonio, oyéndolas los que allí estallan.;
pero como eran sin provecho , acometió luego á la
nueva cristiana: quejóse de ella , porque le había
hecho traición y vendido como .ludas, habiéndola
él enriquecido y honrado tanto. Oyendo Nono lo
que el demonio decía á Pelagia, porque estaba cerca
; le dijo que se armase con la señal de la cruz.
Ella lo hizo, y el demonio huyó, y la dejó por entonces:
aunque dos días después, estando durmiendo
una noche , le apareció y lo dio nuevas
quejas; mas ella con las mismas armas se defendió
y se libró de sus manos. Pues ¿quién no ve en estas
quejas de Satanás la parte que él tiene en las
mujeres , que son el tropiezo y escándalo de la
república , y que se sirve de ellas como de red,
.para [íescar y coger las almas de la gente liviana
y deshonesta? ¿Quién por aquí no entiende cuan
acepto y agradable servicio hace á Dios, el que
se emplea en convertir los pecadores y librarlos
del cautiverio del demonio , y traerlos ai conocimiento
y amor del Señor.; y la rabia y saña quo
tiene el común enemigo, contra los que le hacen
este genero de guerra? Mas al tercero día después
del bautismo, mandó Pelagia á un criado suyo quo
hiciese inventarío de todos sus bienes, y que le
trajese toda la plata , oro , joyas y .piedras preciosas
y vestidos ricos que tenia; y traído , lo entregó
todo en manos del .obispo Nono , para que dispusiese
de ello á su voluntad: y él mandó al
mayordomo de la iglesia , que todo lo repartiese á
•las viudas, huérfanos y pobres, sin que cosa alguna
de ello quedase ó la iglesia; y así se hizo.
Llamó después Pelagia á sus esclavos y esclavas, y
(lióles libertad con algunas joyas que para ello habia
guardado , exhortándoles á mirar por sí y librarse
de la tiranía y vanidad del siglo­ A los ocho
dias, cuando los nuevamente.bautizados dejaban la
vestidura blanca que recibían en .el bautismo, ella
so la desnudó y se vistió de un áspero cilicio; y
sin decir nada á nadie, secretamente una noche
se­partió de .Antioquía , dejando ó Romana, su
maestra , muy desconsolada por no saber adonde
Pelagia se hubiese ido; mas el obispo Nono la
consoló, diciéndola . que Pelagia había escogido
la mejor parle como María Magdalena, y era guiada
de Dios; que notuvicsepe.ua. Ella se fué á Je­rusalen
, y en el monto Olívete edificó una celda
y se encerró en ella vestida de hombre, y con
•nombre de Pelagio. Do allí á tres ó cuatro años,
yendo á Jerusalcn por su devoción un diácono del
santo obispo Nono, que se llamaba Jacobo (quo
es el que como testigo de vista escribe esta historia),
el obispo lo mandó que en Jcrusalen preguntase
por un monje llamado Pelagio, que habia
vivido algunos años solo y encerrado , y quo do su

42 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE 8
parte le visitase. Ilízolo así el diácono: hallólo en
la celda del monte Olivete que he dicho, que tenia
una sola ventanilla , á la cual se asomó Pelagio:
y aunque conoció al diácono , no fué de él conocido;
porque con los ayunos y penitencias estaba
muy desfigurado y flaco, el color pálido , los ojos
hundidos , y como un vivo retrato de la muerto.
Dióle el diácono el recado de su obispo; y él le
respondió que era varón santo, y que rogase á
Dios por él, y cerró su ventanilla. Volvió otras
veces el diácono para saludarle, y llamó á la venlana
dos y tres dias: y como ninguno respondiese,
mirando por la ventana lo mejor que pudo, vio
que estaba muerto el monje Pelagio. Dio nueva de
su muerte á otros santos monjes, entre los cuales
tenia gran fama de santidad. Juntáronse muchos y
fueron á la celda de Pelagio, y sacando el santo
cuerpo, y queriéndole ungir con mirra (como entonces
se usaba), hallaron que era mujer; y á una
levantaron la voz alabando al Señor, y dijeron:
Bendito seáis vos, Dios nuestro, que tenéis tantos
tesoros escondidos en la tierra, no solo entro
los hombres, sino entre las mujeres. Divulgóse el
caso por toda aquella tierra , y vinieron de los
monasterios de mujeres, que estaban en Jericó y en
el Jordán, muchas de ellas con cirios y lumbres,
y fué su santo cuerpo sepultado. Esta fué la vida
de Pelagia pecadora : esta fué su conversión. El
Martirologio romano y el de Usuardo ponen su
muerte á 8 de octubre ; y á lo que se puede entender
de Niceforo y del cardenal Baronio en sus
anotaciones sobre el Martirologio, fué su muerte,
siendo emperador Teodosio el menor. También
hace mención ol Martirologio romano de Nono,
obispo de Edesa , en 2 de diciembre, que fué el
que la convirtió.
* SAN SIMEÓN, CONFESOR. —Hombre justo y
temeroso de Dios, que vivía en Jerusalen, esperando
la llegada del Salvadorde Israel. Pasaba la mayor
parte del tiempo en el templo , y estaba en él
cuando José y María presentaron á Jesucristo. El
anciano le tomó entonces en sus brazos , dio gracias
al Señor por aquel beneficio , y atestiguó su
reconocimiento por medio de un cántico que expresa
admirablemente la venida del Hijo de Dios á
la tierra, el deseo ardiente con que era esperado,
y los torrentes de divina luz que su venida debia
derramar sobre todos los pueblos del universo. Por
una especie de tradición popular, apoyada después
por los pintores cristianos , se cree que Simeón era
gran sacerdote del pueblo hebreo, aunque, según
reiler, esta tradición no está apoyada en ningún
fundamento. Hé aquí las palabras con que el evangelista
san Lucos en su capítulo 2 da cuenta do
Simeón y del grande acontecimiento en que tuvo
parte. « Habia á la sazón en Jerusalen un hombre
llamado Simeón, y este hombro justo y temeroso
de Dios, esperaba la consolación de Israel, y el
Espíritu santo era en él. Y habia recibido respuesta
del Espíritu santo , que él no veria la muerte sin
ver antes al Cristo del Señor. Y vino por espíritu
al templo. Y trayendo los padres al niño Jesús,
para hacer según la costumbre de ¡a ley por él:
entonces él lo tomó en sus brazos, y bendijo á
Dios y dijo: Ahora , Señor , des| idos á tu siervo >
según tu palabra , en paz : porque han visto mis
ojos tu salud, la cual has aparejado ante la faz de
todos los pueblos; lumbre para ser revelada á los
gentiles, y para gloria de tu pueblo Israel. Y su
padre y madre estaban maravillados de aquellas
cosas quede él se decian. Y los bendijo Simeón, y
dijo á María su Madre : Dé aquí que este es puesto
para caida y para levantamiento de muchos en Israel,
y para señal á la que se hará contradicción.
Y una espada traspasará tu alma, para que sean
descubiertos los pensamientos de muchos corazones.»
Hasta aquí el Evangelio. Nada mas sabemos
del venerable anciano; pero se cree que moriría
en Jerusalen poco después de este suceso.
SANTA REPARADA, VÍRGEN Y MÁRTIR.—Natural
de la ciudad de Cesárea , en Palestina , que
ilustró con su vida y milagros. En tiempo del emperador
Decio, el año 251, fué acusada de ser
cristiana , y no queriendo hacer sacrificio á los ídolos
, después de haber sufrido diverso género de
tormentos , la degollaron. Algunos fieles vieron á
su alma salir del cuerpo y subir al cielo en figura
de paloma.
SAN DEMETRIO, MÁRTIR. — Siendo procónsul
romano se convirtió á la religión cristiana y se dedicó
desde luego á promover con todas sus fuerzas
los intereses del cristianismo. En Tcsalónica convirtió
muchos infieles á la verdadera (ó, y en la
misma ciudad lo prendieron y lo degollaron por
orden del emperador Maximiano , el año 304. San
Anastasio , bibliotecario déla Iglesia romana, tradujo
la vida de Demetrio en latin por orden del
emperador Cario Magno , que era devoto del ilustre
mártir.
SANTA BENEDICTA , VIRGEN Y MÁRTIR. —Francesa
por nacimiento , y habitante de la ciudad do
Lyon, fué esta santa vírgen gloria de su sexo y
honor de su patria. Su prolongado martirio le proporcionó
ocasión de dar pruebas de su constancia
y valor, y testimonio de su viva fé. Por fin , después
de mucho padecer, por orden del juez Macrobio
fué decapitada en la misma ciudad de Lyon.
SAN EVODIO , OBISTO Y CONFESOR. —No se sabe
de fijo la época en que fué este santo elevado á la
silla episcopal de Roan, aunque se cree que fué
durante el siglo V. Según el autor de sus actas,
fué educado desde muy tierna edad en el servicio
de la Iglesia de Roan, su patria, y después recibió
las órdenes sagradas de manos del obispo san Vic-
Iricio. Dicen que murió en Andelis , el año 544, y
que su sagrado cuerpo fué posteriormente trasladado
á la Iglesia de Roan , y últimamente á la diócesis
de Soissons, donde se conserva.
SAN PEDRO, MÁRTIR. — El Martirologio hace
memoria en este día de un mártir de Sevilla, llamado
Pedro , del cual hablan además muchos escritores.
No se halla ningún documento relativo á
este santo, que sea anterior á Usuardo, por lo
cual sospecha el P. Florez , que padeció en tiempo
de los moros , y no en el do los romanos en que
fijan algunos su martirio. La Iglesia de Sevilla comenzó
á celebrar su fiesta por los años de 1C24,
y de su vida nada se sabe.

OCTUBRE , 9 LA LEYENDA DE ORO. 43
SAN NÉSTOR , MÁRTIR.— Era de- Tesalónica , y
fué convertido a la fe do Jesucristo por san Demetrio,
con quien estuvo después unido con los
vínculos de la amistad. De san Demetrio hablamos
en este mismo dia , y solo podemos añadir que san
Néstor derramó su sangre en su compañía en el
mismo dia y lugar, el año 304.
SAN ARTEMON, PRESBÍTERO Y MÁRTIR.—En
tiempo del emperador Diocleciano , fué presbítero
de la Iglesia de Laodicea, en Frigia. Un año antes
que fuese coronado con la corona del martirio entró
con su obispo en el templo de los ídolos , y cayeron
derribadas milagrosamente todas las estatuas
de los dioses. Luego que lo supo el prefecto,
mandó que los prendiesen á ambos; pero no habiendo
podido encontrar mas que al obispo, le quitaron
la vida. A Artemon le encontraron después
de algún tiempo, y habiéndole conducido á la misma
ciudad de Laodicea, y negándose á ofrecer
incienso á los dioses, le rajaron todas las carnes,
y le iban ya á meter en una caldera para asarle,
cuando se aparecieron dos enormes águilas que arrebataron
al prefecto, y llevándoselo por los aires,
lo dejaron caer sobre unas rocas, donde espiró.
Asustados los paganos con aquel portento , dejaron
libre al santo, que murió dentro do poco en paz,
el año 298.
SANTA PALACIATA Y SANTA LORENZA, VÍRGE­
NES Y MÁRTIRES. — Palaciata era una señora principal
de la ciudad de Ancona, y Lorenza era
criada suya. Ambas eran cristianas de todo corazón
, y deseaban dar su vida por su esposo Jesucristo.
En el reinado del emperador Diocleciano,
iueron presas y afligidas con varios tormentos:
primero las arrojaron al fuego, del cual salieron
ilesas, luego, alada una gran roca al cuello, las
echaron al mar, pero las sacó un ángel y las puso
en una nave, que se encaminó á la orilla. Después
de esto fueron enviadas á Roma, y de aquí las
desterraron á Ferino, donde murieron por los primeros
años del siglo IV.
SANTA BRÍGIDA, VIUDA.—Su vida la hemos
colocado en el dia 23 de julio, en que murió.
liiit 55.
Los SANTOS DIONISIO AREOPAGITA , OBISPO,
RUSTICO , ELEUTERIO , Y SUS COMPAÑEROS , TODOS
MÁRTIRES. — La vida y martirio del gran filósofo
y divino teólogo , Dionisio Areopagita , discípulo
del apóstol san Pablo, escribieron Aristarco, Motodio
, obispo de Conslantinopla ; Miguel Singelo;
Melafraste; Glicas; y Suidas, autores griegos ; y
de los latinos , Iíikluiíio, á petición del emperador
Ludovíco; Adon; san Antonino , arzobispo de
Florencia; Mateo Galeno ; y los que traían vidas
de santos; y los Martirologios hacen mención dosan
Dionisio como de varón sapientísimo, obispo
santísimo, ó iluslrísimo mártir: de los cuales escritores
y del cardenal Baronio en el primero y
segundo tomo de sus Anales , y en las anotaciones
sobre el Martirologio romano , sacaremos lo que
de este santo habernos de decir.
2 Nució san Dionisio en Atenas . ciudad prin­
cipalísima de Grecia, madre de todas las ciencias.
Sus padres fueron hombres ilustres y ricos,
y si algunos habia en Atenas, moralmenle justos,
benignos , y para con los huéspedes amorosos y liberales.
Dioso san Dionisio á los estudios y salió
tan eminente en ellos, que, así por su gran sabiduría,
como por su claro linaje, alcanzó el primer
lugar entre los que regían y gobernaban la ciudad.
Pasó á Egipto para mejor estudiar y saber el curso
del cielo y de las estrellas , y todo lo que toca á
la ciencia de la astrología. Siendo de veinte y
cinco años, y estando en la ciudad do Heliópoli
un compañero suyo, llamado Apolofanes, vio el
eclipse del sol que sucedió en toda la tierra por espacio
de tres horas, al tiempo que Jesucristo
nuestro Salvador estaba clavado en el madero
de la santa cruz. Conoció entonces san Dionisio
que aquel eclipse del sol no era natural; porque
la luna estaba llena y en oposición del sol, y duró
mas tiempo de lo que naturalmente habia de durar.
Quedó con aquella novedad maravillado y
asombrado; y comunmente se dice que dijo estas
palabras: Aut Deus natura;palitur; aut miindt
machina dissolvetur: O el Dios autor de la naturaleza
padece; ó toda la máquina del mundo perecerá.
Miguel Singelo, presbítero jerosolimitano,
autor muy antiguo, escribe que oyó decir á su
padre, que las palabras que habia dicho san Dionisio
, cuando vio aquel prodigio tan grande , fueron
estas: « Dios desconocido padece en la carne;
y por esta causa el universo con estas tinieblas se
lia oscurecido y temblado : » y lo mismo refiere
Suidas. Pero el mismo san Dionisio, en una epístola
que escribe á Policarpo , y en otra á Apolofanes
(que le acompañó cuando vieron el eclipse), dice,
que preguntándole qué lo parecia de aquella novedad
, de la cual él estaba tan admirado; le respondió
que eran mudanzas de las cosas divinas;
y que notó el dia y la hora de aquella tan extraña
novedad. Fué casado san Dionisio con una señora
principal, llamada Damaris (como se saca de san
Ambrosio y de san Juan Crisóslomo) y celebró este
matrimonio-por dar contento á sus padres. Vivió
en su república con rara moderación : administraba
justicia con gran rectitud; y era estimado y honrado
de todos los atenienses, como filósofo sapientísimo.
Entró en esta sazón el apóstol san Pablo
en Atenas para enseñar la filosofía del cielo, y
con la luz del Evangelio deshacer las tinieblas y
vana filosofía de la tierra, y conducir las varias
sectas de los epicúreos, estoicos, peripatéticos,
académicos, y de otros sabios ignorantes que habia
en aquella ciudad : la cual, como era escuela
de todas las ciencias humanas , así se ocupaba en
el estudio y ejercicio de ellas. Entrando el sagrado
apóstol, vio quo á mas de los otros muchos dioses
que so adoraban on Atonas , habia un altar dedicado
á un Dios no conocido , con este -título:
fynolo Deo: y lomando, como prudentísimo y
divino orador, ocasión délo quo habia visto , comenzó
á predicar al Dios verdadero , criador del
cielo y de la tierra, y á declarar que era aquel
Dios quo ellos adoraban , sin conocerle , como lo
testificaba el título del altar, consagrado al Dios

VV I.A LEYEND A DE ORO. ocTUiini!, 9
DO COIIOCÍLIÜ. Habia en Atenas, en nn collado , ó
lugar eminente y alto, un tribunal de doce jueces
y supremos gobernadores, que se juntaban en él
para hacer justicia , y tratar las causas criminales
de los acusados. Estos jueces se llamaban areopagitas;
porque se juntaban en aquel lugar á tratar
causas de muerte , á las cuales (según la ignorancia
de los gentiles) presidia el dios Marte; y por
eso le llamaban Areopago; porque Ares, engriego
quiere decir «Marte,» y Pagos , « coliado, ó lugar
alto y eminente: » y eran tan graves y enteros los
jueces do aquel magistrado, que antiguamente
para decir que un juez era hombre severo é incorrupto
, decían que era un areopagita. Habiendo,
pues, san Pablo predicado una nueva religión, y
un Dios, que ellos no conocian; como á hombre
sacrilego y facineroso le llevaron al areopago , donde
presidia san Dionisio , y era cabeza de los oíros
areopagilas: porque, aunque los romanos se hahian
hecho señores de toda la Grecia; pero habían
dejado á los atenienses y lacedemonios libertad
pura gobernarse según sus leyes, y tener sus magistrados
, que conforme á ellas les hiciesen justicia,
como b dice el Metafrasle. Eslando, pues,
el Apóstol en el Areopago , rodeado por todas partes
de filósofos, habló altísimamenie de la majestad
de Dios, mostrando que es uno, Criador y
Señor del cielo y de la tierra, y que era aquel
Dios desconocido que ellos adoraban , con otras
razones admirables y divinas : y concluyó su razonamiento
con decir ; que habia de llegar la resurrección
de los muertos , y dia señalado para juzgarlos
, y dar á cada uno según sus obras. Como
ellos oyeron hablar de la resurrección , quedaron
espantados : y unos se burlaban de él; y otros dijeron
que le querían oir otro dia de aquella materia
mas despacio: porque como los atenienses
eran gente curiosa y novelera (como dice el evangelista
san Lucas), y juntamente habladora y parlera
(que lo uno se sigue de lo otro), tenían gran
impedimento para conocer y abrazar la verdad;
y así no es maravilla que cerrasen la puerta de
su corazón á la verdad , que les predicaba el Apóstol
, por tenerla tan abierta á la mentira, y que
aquella semilla del cielo sembrada por san Pablo,
como labrador divino, no hiciese tan gran fruto
como fuera razón , por caer en tierra tan inculta y
llena de espinas y abrojos : aunque no fallaron algunos
, que , como buena tierra , recibieron la palabra
del Señor , y se con\ ¡rlieron : entre los cuales
principales fueron el presidente de aquel sonado,
Dionisio Areopagita , y Damaris,su mujer: los cuales
le siguieron v se confirmaron mucho mas en la
verdad , después que familiarmente trataron con
el santo apóstol, y oyeron de ó! los misterios de
nuestra santa fé , particularmente san Dionisio,
cuando entendió que el eclipse-, que él había visto
en la ciudad de Heliópoh , habia sido en la misma
hora que el Redentor del mundo , como verdadero
So! de justicia , se había eclipsado en la cruz , y el
cielo se habia vestido de luto , y temblado la tierra,
\ lodos los elementos hecho sentimiento por la
muerte de su Criador.
3 Fué grandu admiración en toda la. ciudad.
de Atenas el ver á san Dionisio convertido á la fé
de Jesucristo nuestro Salvador; porque todos le
tenían por varón sapientísimo y maestro de los
demás, y como príncipe de los sabios de Atenas.
De aquí comenzó Dionisio de maestro á hacerse
discípulo de san Pablo , y del divino Ilieroteo: y él
mismo se precia de ello, y babor aprendido de
ellos la divina y profundísima sabiduría , que después
comunicó con sus libros á toda la Iglesia católica.
Y puesto caso que san Dionisio se hizo
cristiano, y dejó el Areopago, y el cargo que tenia
en él de presidente; todavía siempre le quedó
el nombre de Areopagita, como á san J ustino, mártir
, el de Filósofo , y á otros santos los que tenían
anles de su conversión. Estando ya bien enseñado
en las Letras sagradas, y siendo de vida perfeclísima;
el mismo apóstol san Pablo, al cabo de
tres años que lo había tenido consigo , le consagró
en obispo, y padre de los que cada dia se iban
convirlicndo en Atenas , para que enseñase , honrase
y diese salud y vida á su misma patria , por
la cual Dios le había dado á él el ser que tema.
11izólo el santo con gran cuidado y vigilancia , y
ganó muchas almas para el Señor. Sucedieron á
san Dionisio dos cosas maravillosas con la santísima
Virgen María nuestra Señora , la una en vida,
y la olra en muerte. La primera fué , que vendóla
á ver, luego que la vio , le dio una admiración y
un estupor tan grande , que la tuviera por Dios , y
como ó tal la adorara, si no supiera por la le,
que no lo era; porque aquella majestad y resplandor
que vio en ella, fué tal, que le parecía quo
no podia caber en persona mortal. Una epístola
anda impresa en nombre do san Dionisio para san
Pablo , en que se cuenta esto ; aunque en el catálogo
de las obras de san Dionisio , donde se pone
el número de sus epístolas , no se hace mención de
esta; pero refiérela Ilubertino, Dionisio Cartusiano
, y Casiano. La segunda cosa fué , que al
tiempo que la sacratísima Virgen hubo de partirse
de esla vida; para consuelo suyo , y de todos los
apóstoles quo estaban esparcidos , y predicando
por diversas provincias del mundo, el Señor por
ministerio de ángeles se los trajo, para quo so
despidiesen de ella y tomasen su bendición, y so
hallasen á su muerte, y la alabasen con himnos,
y diesen á su santo cuerpo sepultura , se halló también
presente san Dionisio, con Ilieroteo y otros
varones apostólicos, como él mismo lo refiere.
k Después que san Dionisio hubo gobernado
la Iglesia de Atenas muchos años, y con su vigilancia
y grandes trabajos recogido copiosas mieses
en las trojes del Señor, y fué ó Efeso á hablar
á san Juan , evangelista , recién venido del destierra
de Patmos, y por su consejo , siendo ya sumo
pontífice y vicario de Cristo nuestro Salvador en
la tierra , san Clemente, papa; partió para Roma
á verse con él: de allí, quedando bien proveída
la. Iglesia de Atenas de pastor con la persona de
Píibiio (que s-unedió en ella á san Dionisio), fué
enviado del mismo san Clemente á predicar á
Francia la fé de Cristo , y alumbrar toda aquella
provincia con la luz del Evangelio , que eslaba
por una parte muy dispuesta para recibirla , y por

0C1TBRE 9
LA LEYENDA DE ORO.
olía falla do obreros maeslros mío la enseñasen,
por haber muerto los primeros discípulos cpie
el apóstol san Pedro había enviado á ella. Llevó
san Dionisio en su compañía á Rústico , sacerdote,
y á Eleuteno, diácono, y á Eugenio, y á otros
(píese lo juntaron. A Eugenio envió á España, y
él entró en ella , y llegó hasta la ciudad de Toledo,
y fué su primer arzobispo; y después volviendo
á Francia, fué martirizado como en su
vida y martirio (que es á los 15 de noviembre)
se verá. Entró san Dionisio en Francia con sus
santos compañeros: y sabiendo que la ciudad de
París era muy populosa , rica y abundante , y cabeza
de todas aquellas provincias , se fué á ella,
para ganar aquel alcázar para Dios , y de allí hacer
guerra al demonio. Allí comenzó á abrir su
celestial pecho , y descubrir las riquezas de Dios
(pie en él traia , predicando su Evangelio , y acompañando
sus palabras con obras maravillosas y
milagros que hacia. Con esto , y su vida santísima,
v doctrina divina, en breve tiempo recibieron la
lumbre del cielo, los que vivían en la sombra
de la muerte; y despedidas las tinieblas de su ceguedad
, abrieron los ojos para ver y conocer la
luz de nuestras almas Jesucristo nuestro Redentor.
Y no solamente en la ciudad de París se hacia
fruto admirable, sino también en las otras partes
adonde el santo con su bendición enviaba oíros
discípulos suyos. Iba esto creciendode manera, que
se convertían muchos caballeros ricos y sabios, y
se derribaban los templos do los ídolos, y se edificaban
muchas iglesias, donde el nombre de Jesucristo
era alabado. Tuvo envidia de este gran bien
nuestro común enemigo: procuró quitar del mundo
asan Dionisio, que era el principal ministro de
Dios para esla obra suya; y movió á los sacerdotes
de los ídolos, para que lo procurasen matar : y
habiendo venido muchas veces con gente armada
para prenderle, resplandecía en el rostro de san
Dionisio una luz tan celestial, que muchos de ellos
se convinieron , y los demás huyeron de espanto.
Finalmente, un prefecto, llamado Poscenio Sisinio,
le hizo prender juntamente con Rústico, y Eleutocio
, sus compañeros. Tuvo Sisínio con el santo
un largo razonamiento , reprendiéndole por haber
quitado con su predicación la adoración de sus
dioses, y exhortándole á confesar su error, y recompensar
el daño que había hecho , con persuadir
al pueblo que , dejadas las novedades sin fundamento
que les había enseñado, volviesen á lo
antiguo: y como san Dionisio le respondiese con
gran libertad , y zelo de la honra de Dios, mostrándole
cuan indignos eran de ser tenidos por
dioses, los que habían sido hombres viciosísimos,
y que adorar piedras y palos, era mayor ceguedad,
y que no habia otro Dios verdadero ,'sino el que éi
predicaba; el juez , enojado de su respuesta, lo
mandó azotar tcrriblemenle , y después ponerlo
sobro parrillas, y á fuego manso quemar. Y añado
llildiuno , que después le echaron á las bestias fieras
hambrientas, y que haciendo la señal de la
cruz sobre ellas , se-postraron á sus pies ; y que no
comentos con esto , le arrojaron en un horno ardiendo
, y habiendo salido do él, lo crucificaron v
cpie desdóla cruz predicabaá Cristo nuestroRedentor;
y viendo queno mona, le desclavaron y pusieron
en la cárcel con otros cristianos presos, donde el
santo dijo misa , para animarlos con la sagrada comunión
; y al partir la sagrada hostia, apareció á
todos visiblemente Cristo nuestro Señor con una
desacostumbrada luz , y habló con san Dionisio,
esforzándole al martirio. Fueron otra vez presenlados
delante del juez san Dionisio , y sus compañeros,
v de nuevo azotados: y visto por el juez,
quo no morían, y que sufrian todos los tormentos
con admirable consiancia y alegría, levantándose
con furor de su silla, dijo : Los dioses son monospreciados,
los emperadores desobedecidos, y los
pueblos engañados con vuestros encantamientos,
haciendo milagros falsos: delitos son estos que
merecen ser con rigor castigados: por tanto yo
mando que luego seáis muertos. A esta voz san
Dionisio , Rústico y Eleuterio, sin mostrar en sus
rostros turbación, respondieron muy contentos:
Sean semejantes á los dioses, los que los adoran;
que nosotros á Dios del cielo adoramos. Encendióse
el impío juez con as piadosas palabras de los
santos y mandó luego ejecutar en ellos la sentencia
do muerte. Sacáronlos fuera de la ciudad á un
monte alto, y entregáronlos á los verdugos , para
que los degollasen. San Dionisio se puso de rodillas
, y levantadas las manos , y puestos los ojos
en el cielo, dijo: Señor Dios Padre todopoderoso,
y Jesucristo, Hijo deDios vivo, y tú, Espírilusanlo,
Consolador, que sois un Dios en la misma substancia
, y una indivisible Trinidad , recibid en paz
las almas de estos vuestros siervos; pues por vuestro
amor perdérnosla vida. Respondieron Rústico
y Eleuterio, en voz alta: Amen. Acabada esla
oración , les corlaron las cabezas con unas cuchillas,
ó hachas de armas embotadas, y de grueso
filo para mayor tormento, como el juez lo habia
mandado. Degolláronlos allí en aquel monte, que
hoy dia se llama : Möns iVartyrum : El monte de
los'Mártires, por memoria y reverencia de ellos , y
el mismo día padecieron en París martirio muchos
iristianos. Pero sucedió, después que los martirizaron,
un milagro de grande admiración. Levantóse
el cuerpo de san Dionisio en pié, y lomó su
propia cabeza en sus manos , como si fuera triunfando,
y llevara en ella la corona, trofeo de sus victorias.
Iban los ángeles del cielo acompañando al
santo, cantando á coros himnos con una celestial
harmonía y consonancia, y acababan con aquellas
palabras: Gloria Ubi, Domine, Alklu y a; y la
gente, que oyó las voces (que ei a innumerable) y
muchos de los ministros , que le habian perseguido-,,
creyeron en el Señor, haciendo penitencia de su
infidelidad. Anduvo el sanio con su cabeza en las
manos, como dos millas, hasta (pie encontró con
una buena mujer, llamada Catu !
a , que salia de su
ca^a; y llegando el cuerpo de san Dionisio á ella,,
le puso su cabeza en las manos. Habíanse quedadoen
el lugar del martirio Rústico, y Eleuterio : y.
tratando los impíos ministros de echarlos en el rio,
para que los comiesen los peces, y no fuesen honrados
de los cristianos; la religiosa mujer Calilla
con gran sagacidad y prudencia convidó á comer-

.'iG LA LEYENDA DE ORO. ocrujiíiE, 9
á aquellos ministros do Satanás en su casa , y los
regaló, y entretuvo hasta que los cristianos tomaron
aquellos sagrados cuerpos de los mártires, y
los escondieron. Después los paganos los buscaron,
y por no hallarlos, se embravecieron ó hicieron
grandes amenazas; mas ella los aplacó con dádivas
, y con maña puso los santos cuerpos en una
casa particular, fuera de los muros de París ; y
pasados algunos años , se les edificó allí un famoso
templo, donde reposan ; y los que visitan sus santas
reliquias, por su intercesión alcanzan grandes
misericordias del Señor. Pero mucho mas magnífico
y suntuoso so hizo el sepulcro de san Dionisio,
después que los cristianísimos reyes de Francia le
ennoblecieron con suntuosos y magníficos edificios,
y lo acrecentaron con grandes rentas , y le escogieron
para su entierro. Fué el martirio de san
Dionisio á los 9 de octubre, imperando Adriano,
á los ciento y diez años do su edad. Verdad es que
Meiafrasle, llilduino , é llincmaro, obispo do
Rheims, yolros, dicenque murió en tiempo del emperador
Domiciano, de noventa y un años; pero,
ni lo uno , ni lo otro, puede ser verdad. Lo primero
; porque en una epístola , que el mismo san
Dionisio escribe al apóstol y evangelista san Juan,
desterrado en la isla de Palmos, le dice que habia
tenido revelación de Dios, que saldría libre de
aquel destierro, y volvería á Asia , y que allí los
dos se verían: lo cual se cumplió cuando á Domiciano,
ya muerto, sucedió Nerva, y se anularon
los decretos crueles de Domiciano, y los presos y
desterrados fueron resliluidos á su libertad: y el
mismo san Dionisio cita la epístola de san Ignacio
\a difunto, que escribió á ios romanos : el cual
(como es notorio) fué coronado de martirio en
tiempo de Trajano, que sucedió á Nerva. Miguel
Singelo dice, que llegó san Dionisio á los postreros
años del imperio de Trajano ; mas los Martirologios
antiguos ponen el martirio de san Dionisio, imperando
Adriano, como lo notó el cardenal Baromo.
De esla manera se saca lo segundo, que es haber
vividosan Dionisio ciento y diez años; porque (como
dijimos) en la epístola , que escribe á Apoloíanes,
dice que al tiempo del eclipse , y pasión del Señor,
él tenia veinte y cinco años: habiendo muerto el
año por lo menos de 119, en que Adriano comenzó
á imperar, necesariamente le habernos de
dar esta edad , y no la que le daban oíros autores,
como el mismo cardenal Baronio lo prueba en sus
Anales.
5 Escribió san Dionisio algunos libros admirables
y llenos de aquella celestial sabiduría que
su maestro san Pablo habia oido en el cielo , y á
él le habia enseñado , de la Celestial Jerarquía, de
la Jerarquía eclesiástica , de los Nombres divinos,
déla Mística Teología, y de la Simbólica Teología,
y de algunas epístolas maravillosas y dignas de tan
gran varón. Verdad es , que algunos autores antiguos,
y otros modernos y libres, han puesto duda
si estas obras son de nuestro san Dionisio Areopagita
, ó de Dionisio, obispo de Corinlo , ó de otro
Dionisio Alejandrino, que también fueron varones
insignes y eminentes; pero no hay duda ninguna,
sino que el autor de estas obras fué san Dionisio
Areopagita; porque á mas de que la grandeza Y
alteza de las cosas que dice , y la gravedad y profundidad
de las palabras con que las dice , muestran
que el autor fué varón apostólico, y tuvo espíritu
y doctrina , mas divina que humana ; él mismo
se llama en ellas discípulo do san Pablo , y de Iiicroteo:
escribe á san Juan, evangelista, y también á
Timoteo, y á Tito , y á Policarpo , como á condiscípulos
y compañeros : hace mención del eclipse
que vio al tiempo de la pasión del Señor: todo lo
cual no puede convenir á ninguno de los otros dos
Dionisios. A mas que le cita Orígenes, san Atanasio
y san Juan Crisóslomo; y el mismo Dionisio,
obispo do Corinlo , san Gregorio , papa , san Damasceno,
y la sexta sínodo conslantinopolitana alega
con gran reverencia sus palabras, y la octava
sínodo alaba sus libros: y san Máximo , Miguel Jorosolimitano
, san Martin , mártir, y Beda , y otros
muchos graves autores después de él, los reconocen
por de san Dionisio Areopagita , y los han traducido
del griego, ó interpretado, y escrito comentarios
y anotaciones sobre ellos, como Juan
Escoto, Hugo de San Víctor, Roberto Linconieuse
, Alberto Magno , Dionisio Cartujano , y Ambrosio
Camaldulense : así quo en esto no hay que dudar.
Entre las otras epístolas de san Dionisio hay
una para Demoíilo, á quien el mismo santo habia
ordenado ostiario, y dádole por sus manos el hábito
y estado de monje. Este Demoíilo vio á un
grande pecador, que, reconociendo su culpa, so
echaba á los pies de un sacerdote, pidiendo con
humildad y confusión, penitencia y remedio de
sus pecados, y que el sacerdote recibía, como oslaba
obligado, al penitente con misericordia : y
movido con un zelo indiscreto y atrevido, se enojó
contra el penitente, echándole á coces de la
iglesia, porque habia ofendido á Dios, y contra el
sacerdote porque le admilia á penitencia , diciéndolo
malas palabras, y que se saliese de la iglesia:
y pareciéndole que había hecho grande hazaña y
servicio á Dios, escribió una carta á san Dionisio
contándole el caso. El santo le respondió otra, enseñándole
y reprendiéndole aquel falso zelo y sobrado
atrevimiento, y le refiero una historia quo
san Carpo , obispo , le habia contado estando en la
isla de Candía : quo por ser digna de tan sagrado
autor, y úlil para los pecadores y para los médicos
espirituales que los curan , quiero yo en suma poner
aquí.
G Dice, pues , san Dionisio , que estando en
Candía, le hospedó en su casa san Carpo , varón
perfecto , y por la limpieza de su alma , dignísimo
de ser visitado y regalado de Dios : el cual no comenzaba
á decir misa , hasla haber tenido alguna
especial visitación del cielo, y que le dijo, quo
una vez tuvo gran tristeza , porque un infiel en
cierta fiesta , que se hacia á sus dioses , habia engañado
á otro fiel, perverlídolo, y apartádole do
nuestro benignísimo Jesús. De la tristeza nació á
san Carpo un grande enojo y amargura contra
aquellos pecadores que así habian ofendido al Señor,
pareciéndole quo eran indignos de la vida, y
pidiendo á Dios que los privase de ella con algún
ravo ó torbellino. Estando el santo con esla turba-

OCTUBRE, 9
clon y .sentimiento, una noche vio súbitamente
que la casa en que estaba, temblaba con gran terremoto
, y después de alto á bajo por medio so
abria. Vio juntamente una luz inmensa que bajaba
del cielo , basta donde él estaba: alzó los ojos al
cielo : y viole abierto , y allí sentado a! Salvador,
rodeado de ángeles en figura humana. Volvió los
ojos hacia abajo , y vio asimismo el suelo abierto,
y debajo de él una profundidad horrible y espantosa
, y que aquellos dos hombres, contra los cuales
éí estaba enojado por la injuria quo habían hecho
á Dios, estaban á la boca de aquel abismo,
como para caer en él, despavoridos y temblando.
Salian de dentro muchas serpientes, que con los
dientes y colas , con sus bocas y lenguas, y el movimiento
desús cuerpos, procuraban tirarlos para
dentro en aquella profundidad; y no fallaban algunos
hombres que ayudaban á las serpientes, y
querían á empellones y golpes hacer caer aquellos
miserables hombres que, mas muertos que vivos,
allí estaban. Cuando san Carpo tuvo esta visión,
comenzó á alegrarse, por ver que tenían su merecido
, y que era castigada su grave culpa con gravo
pena, y deseaba que cayesen presto en aquella
horrenda sima; y cualquiera tardanza lo parecia
grande, por el zelo que tenia de la honra do Dios
y del castigo de los malos. Pero añade san Dionisio
, que estando con este afecto san Carpo, tornó
á mirar a! cielo, y vio que Jesucristo, teniendo
compasión de aquellos dos pecadores, se levantaba
de la silla en quo estaba sentado, y bajaba
hasta donde ellos estaban, y les daba la mano benignamente
, y que los ángeles les ayudaban y los
libraban de aquel peligro : y dijo el Señor á Carpo:
Hiéreme á mí. que estoy aparejado á padecer otra
vez , porque los hombres se salven : y harélo de
buena gana, porque ellos no pequen mas; y tú,
que te muestras tan zeloso , mira bien lo que te
conviene, si te está mejor gozar de la compañía de
Dios clementísimo y de los buenos ángeles; ó caer
en esla tan profunda morada , llena cíe sabandijas
y serpientes. Y concluye esta narración san Dionisio
con estas palabras : «Estas cosas oí de Carpo,
y creo quo son verdaderas.» Hoquerido referir aquí
esla historia, para que lodos aprendamos cuan
benigno y suave es el Señor , y cuan digno de ser
amado y servido: y quo el quo cayere en algún
pecado grave, no tiene por qué desesperar: ni ei
que estuviere en pié , y por la misericordia de Dios
se hallare sano, no debe menospreciar , sino dar
la mano al caido para levantarlo; y el que fuere
ministro do Dios, imitarlas entrañas de su piedad:
pues así perdona y abraza á los pecadores, cuando
de corazón contritos y humillados vuelven á él.
7 A mas de los milagros que san Dionisio hizo
en vida; después de muerto hizo otros muchos,
algunos de los cuales refiere san Gregorio Turonense,
y Alcuíno dice que fueron innumerables,
y que cuando Miguel, emperador de Conslanlinopla,
envió los libros de san Dionisio, escritos en
griego, á Luclovíco, aquelia noche siguiente en
que él los recibió, Dios hizo por el santo diez v
nueve milagros. Pero el que obró el Señor en e"l
santo pontífice Estovan, III do esle nombre fué
LA LEYENDA DE ORO. V7
señalado y notorio : porque habiendo ido el papa
Estovan al reino do Francia , para librar la Iglesia
romana do las armas del rey Aislulfo, que la oprimía
, cayó malo , y estuvo desahuciado en el mismo
monasterio de San Dionisio , que está cerca de
París. Allí tuvo una revelación , y vio á los príncipes
de los apóstoles san Pedro y san Pablo, y á
san Dionisio, que le tocó amorosamente y le dio
entera salud; y fué esto el año del Señor de 75Y,
á los 28 de julio; y en agradecimiento de este beneficio
dio grandes privilegios á aquella iglesia do
San Dionisio , y llevó consigo á Roma algunas reliquias
de su sagrado cuerpo , y edificó un monasterio
para honra suya , y le dio á monjes griegos
para que le habitasen y alabasen continuamente
al Señor; y por esta causa se llamó aquel monasterio
en Roma « la Escuela de los griegos. » De
san Dionisio escriben los autores que en el principio
de esta vida y en el discurso de ella quedan
referidos.
SAN ANDRÓNICO Y SANTA ATANASIA, CONFESO-
EES.—En el tiempo del emperador Teodosio , el
mayor, hubo en la ciudad de Antioquía dos casados,
ricos y principales , muy piadosos y siervos
de Dios. El marido se llamaba Andrónico , y la
mujer Atanasia. Repartieron estos bienaventurados
casados sus grandes riquezas en tres partes : la
una empleaban en limosnas, y en socorrer y remediar
á los pobres : la otra en proveer á los monasterios
, y sustentar á los siervos do Dios que
vivían en ellos, que también era limosna, y no
menos acepta que la otra á nuestro Señor; y la
tercera gastaban en su casa y familia , procurando
dar buen ejemplo con su vida, y con las buenas
obras que hacían , á toda la ciudad, de la cual
eran muy amados. Tuvieron un hijo y una hija,
los cuales criaron en mucha honestidad y virtud:
y pareciéndoles que ya nuestro Señor les habia
dado fruto de bendición , y que lenian hijos quo
heredasen su mucha hacienda, determinaron entre
sí guardar castidad, para darse mas de veras al
servicio del Señor. Vivieron doce años con gran
conformidad y unión Andrónico v Atanasia : y
queriendo nuestro Señor probarlos, y levantarlos
á mayor perfección , dio en un mismo dia nna gran
enfermedad al hijo, que era do doce años, y se
llamaba Juan , y á la bija , por nombro María , que
era de diez años. Fué tan recio y vehemente el
mal, que en el mismo dia á ambos los arrebató
' de esta vida. Cuando lo supo Andrónico, entróse
en su oratorio á hacer oración, y dijo : Desnudo salí
del vientre de mi madre, y desnudo volveré á él:
el Señor nos los dio: el Señor nos los quitó: hágase
como él fuere servido : sea el nombre del Señor
bendito, ahora y siempre , en los siglos délos
siglos. Atanasia , como mujer v madre , sintió mas
esto golpe : y volviendo su marido Andrónico á su
casa, del entierro do sus hijos, que se hizo con gran
solemnidad en la iglesia do San Julián (que era el
entierro de sus padres y abuelos), acompañado
del patriarca , y del clero, y de todo lo bueno de
la ciudad ; ella so quedó en la iglesia , triste , desconsolada
, y deshaciéndose en lágrimas , y quiso
toda aquella noche velar allí, pegada á la sepul

•VS LA LEYENDA DE OUO
tura desús lujos. Pero á ln media noche el mártir
san Julián (en cuya iglesia oslaba ) le apareció en
hábito de. monje , y hablándola severamente , le
dijo: ¿Por qué no dejas reposar á los que están
aquí? Atanasia , creyendo que fuese algún monje,
lo respondió: No os enojéis, señor, conmigo;
porque estoy muy afligida : dos solos hijos tenia, y
en un mismo dia los he enterrado. Preguntóle el
monje cuántos años tenian. Y ella dijo : El uno
tenia doce, y la otra diez. Entonces el santo la
dijo: ¿Pues porqué los lloras? Mejor barias en
llorar tus pecados; porque ellos viven y gozan de
Dios. Con estas palabras se consoló la madre, y
convirtió el llanto en alegría , sabiendo que sus
hijos vivian con Dios en el cielo , y que mas debía
tenerles envidia que lástima, y gozarse del bien
de ellos que entristecerse por su ausencia. Buscó
luego al monje que la habia hablado , y no le halló
ni le pudo ver: y sabiendo que lodas las puertas
estaban cerradas, y que ninguna persona habia
entrado en aquel lugar , entendió que aquella debia
ser revelación de Dios, y que el santo mártir
Julián la habia aparecido, y tuvo gran temor, v
determinóse á hacer lo que la había mandado, y
llorar sus pecados.
2 Volvió á su casa, y clió cuenta á su marido
de lo que aquella noche habia pasado > y rogólo
que la diese licencia para entrarse en un monasterio,
y hacer penitencia de sus pecados; porque,
aun viviendo sus hijos, liabia tenido esto mismo
intento , aunque no se lo habia osado decir. Andrónico
la respondió que lo pensase mejor, y lo
encomendase á Dios por espacio de una semana,
y que después tornarían á hablar de ello. Finalmente,
ellos se concertaron entre sí, é hicieron lo
que aquí diré. Dio Andrónico su hacienda á su
suegro , padre de Atanasia , y díjole , que él y su
luja iban por su devoción á visitar los lugares santos
de Jerusalen : que si Dios dispusiese de ellos,
gastase toda aquella hacienda que le dejaban, para
bien desús almas, en edificar algún monasterio,
y algún hospital para los pobres. Dieron libertad
á sus esclavos, y algunos dineros, tomándolos
que les pareció que para su camino tasadamente
habian menester: y una noche Andrónico y Atanasia
solos , dejando su patria y su casa , se partieron
para Jerusalen , suplicando á nuestro Señor,
que pues había mandado á Abrahan y Sara que
saliesen de su tierra y de entro sus deudos , y fuesen
á la tierra que él les mostrarla , los guiase y
tuviese de su mano , para que cumpliesen en todo
su santísima voluntad.
3 Estuvieron en la ciudad de Alejandría,
donde hicieron oración al santo y glorioso mártir
Menna.: y quedando allí Atanasia , Andrónico fué
á visitar a los santos padres de Egipto, y á cónsul-
Jar con el santo abad Daniel, lo que habia de ha-
•cer; y por su consejo volvió por su mujer, y la
llevó consigo adonde el sanio abad eslaba , el cual
les dio cartas para que Atanasia fuese recibida en
el monasterio de los tabemositas , adonde Andrónico
la acompañó y dejó : y tornando al aliad Daniel
, recibió do sus manos el hábito de monje, y
fué ensoñado de lo que en aquel hábito y profesión
OCTUÜR;;, 9
le convenia hacer. Pasados doce años do religión,
tuvo deseo Andrónico de ir á visitar otra vez los
lugares santos de Jerusalen : propúsolo al abad;
v con su licencia y bendición , se partió para aquella
jornada, y por voluntad ó inspiración de Dios,
al mismo tiempo Atanasia tuvo la misma voluntad
, y se puso en camino vestida do monje , y llegó
adonde eslaba Andrónico: hallóle debajo de un árbol
descansando un poco , y guardándose del calor
del sol, que era muy recio. En viendo Atanasia
á Andrónico , luego lo conoció; mas él no la conoció
á ella , porque habia perdido con la penitencia
su antigua hermosura, y eslaba muy requemada
y consumida : y creyendo que era otro monje
cerno él, y sabiendo quo iba á Jerusalen , y quo
llevaba el mismo camino , se concertaron los dos
de ir juntos, aunque callando y guardando silencio
, como si cada uno fuera solo , por mayor devoción
y religión. De esta manera fueron Andrónico
y Atanasia á Jerusalen, y estuvieron en ella,
y volvieron á Alejandría , sin haber conocido
Andrónico que el compañero quo llevaba era su
mujer, y ereyendo siempre que fuese hombro v
alguno de los monjes sanios de Egipto. Atanasia
convidó á Andrónico si quería vivir en su misma
celda con él; y él lo aceptó , habiendo primero
dado parte al abad Daniel , y contádole lo que le
habia sucedido con aquel monje en el camino, y
el silencio que en él habia guardado, y por su
consejo y con su bendición volvió á Atanasia , y
estuvo otros doce años en la misma celda , en compañía
de su mujer, sin entender que lo era, ni
que fuese mujer: que es caso bien raro y para notar
, que en lautos años , con tan continua y extraña
comunicación y compañía, ni por el gesto,
ni por la voz , ni por la habla , ni por los meneos,
ni .por otras propiedades individuales, no echase
de ver Andrónico , quién era Atanasia; porque, ó
estaba tan dentro de sí, y tan atento á servir al
Señor , que no reparaba en las cosas exteriores , y
viéndolas, no las veia ; ó el mismo Señor, que
por este camino quería mostrar lo que puede su
gracia, lo detenia y divertía para que no la conociese
: y aun que vivian con sumo silencio los dos
(porque este fué el concierto que hicieron), no es
probable que en las cosas forzosas no se hablasen,
y no tuviesen entre sí algunas pláticas espirituales.
k En el espacio do eslos doce años que estuvieron
junios Andrónico y Atanasia, los solía visitar
algunas veces el santo abad Daniel , y enderezarlos
y animarlos á lodas las obras religiosas
v de perfección. Vino una vez, acabados ya los
doce años, á verlos , y supo do Andrónico que su
compañero estaba muy fatigado y de camino para
el cielo. Entró á él el abad Daniel, y hallóle con
grandes angustias y congojas, y lloroso; y díjole:
¿Porqué lloras, debiendo alegrarle por ir al Señor?
Y él respondió: No lloro por mí, sino por mi compañero
Andrónico; pero yo le ruego que después
ipie me hubieres enterrado, tomes un papel quo
estará á mi cabecera, y le leas, y después le des
á Andrónico. Con esto se aparejó para morir , y
comulgó : encomendáronle el alma : y acabó en el
Señor. Vinieron para amortajarle, y hallaron quo

OCTL'IIRE 9 LA LEYENDA DE ORO.' 49
aron al Señor que le habia dado padre Taré profesaba el callo de las estrellas; pero
era mujer, y a _
tanta fortaleza, y tan gloriosa victoria de la flaqueza
mujeril. Convocaron á todos los monjes,
basta los mas apartados de toda aquella comarca,
y ellos vinieron para honrar aquella santa , que tan
bien habia sabido triunfar de su carne , mundo , é
infierno, y acompañados de toda la ciudad de
Alejandría, con ramos, palmas y cirios encendidos,
la sepultaron honoríficamente. Quiso el abad
Daniel llevar consigo á Andrónico; mas él rogó
que le dejase, porque deseaba morir y ser enterrado
con Atanasia. Dióle luego la enfermedad do
la muerte, y acabó santamente su peregrinación,
v fuese al cíelo para gozar de Dios eternamente, y
de la compañía que habia tenido en la tierra ; y
los monjes volvieron y lo llevaron á enterrar, alabando
al Señor, obrador de tan grandes maravillas.
La vida de estos dos santos escribió Simeón
Melafrasle: tráela el P. Fr. Lorenzo Surio en su
primer tomo, á los 27 de febrero ; mas el Martirologio
romano , y el Menologio de los griegos la ponen
á los 9 de octubre. Pues ¿quén no ve en la
vida do estos dos santos'casados y perfectos religiosos,
las obras del Señor, y la fuerza de su espíritu
y gracia? ¿Quién no se maravilla do los
medios que toma para llevar las almas al cielo, y
hacerlas subir en el suelo á la cumbre de la perfección?
Vivian cristianamente Andrónico y Atanasia
en el santo matrimonio : daban muchas limosnas
á los pobres; y habiendo tenido dos hijos,
guardaron continencia : y con estas y otras buenas
obras, se dispusieron para recibir mayores gracias
y favores del Señor: el cual, para descansarlos y
desembarazarlos mas de todas las cosas que les
podían estorbar, les quitó los hijos, y por esto
medio los alentó y esforzó , y para que trasladasen
su corazón de la criatura al Criador , y el amor
de los hijos de la carne convirtiesen en el amor
del Padre celestial, y se entregasen tan de veras á
su servicio como habernos visto : y dio su espíritu
á Atanasia . puraque, siendo mujer, en hábito de
monje , venciese á los varones valientes y esforzados
en la virtud y estudio de la perfección , y viviese
con tanta disimulación y recato doce años
en una misma celda con su marido; y que no fuese
conocida de él, hasta que en la muerte ella misma,
por el papel que habernos dicho, se descubrió.
Bendito sea y alabado el Señor, por quien él es,
y por lo que obra y hace por sus santos. Amen.
* SAN DOMINO , MÁRTIR.—Era ayuda de
cámara de Maximiano Hércules cuando esto emperador
tenia su corteen Milan, el año 304. Habiéndose,
declarado furiosamente la persecución
contra los cristianos, Domnino que lo era'huyó
secretamente , y se dirigió á Boma con el designio
de permanecer escondido en esta ciudad ; pero
los soldados enviados á su alcance le cogieron en
la via Claudia, entre Parma y Plasencia, y lo
cortaron la cabeza. Enterráronlo en el mismo lugar
de su martirio, y su sepulcro fué honrado por
el cielo con muchos milagros.
SAN AltítAKAN, PADRE Bli LOS CREYENTES.
Nació en Ur, 199o años antes de Jesucristo, y
fué el primer patriarca de la nación judaica. Su
TOMO IV.
el hijo era enemigo de esla superstición y adoraba
al Dios verdadero, que le mandó abandonar su
país natal. Dirigióse aliaran, en Mesopolamia,
donde perdió á su padre. Una nueva orden de
Dios le hizo abandonar también esla fierra , y se
fué á Siquem con Sara, su mujer, y Lot, su sobrino.
El hambre le obligó á irse á Egipto, en donde Faraón
lo quilo su mujer creyendo que era hermana
suva , v se la devolvió en seguida . dándo'e algunos
regalos, acontecimiento que se renovó después
casi con las mismas circunstancias en Gerara con
el rey Abimelech. Cuando Abrahan salió de Egipto
so dirigió á Betel con su sobrino Lot, del cual se
separó á causa do que aquel país no podía contener
sus numerosos rebaños: el sobrino marchó á
Sodoma y el tio se quedó en el vallo de Mambré.
Algún tiempo después, habiendo Lot caído prisionero
en poder de Codorlahomor y otros tres
reyes, Abrahan armó á sus criados y dependientes
, persiguió á los vencedores , los derrotó y libertó
á Lot. El santo patriarca tuvo antes de salir
de Mambré una visión en la que Dios cambió
su nombre de Abram en el de Abrahan, le prometió
que tendría un hijo de su esposa Sara , v
le prescribió la circuncisión como la señal y el
sello de la alianza que habia hecho con él. Abrahan
se circundó á la edad de cien años y circuncidó
á toda su familia: un año después nació Isaac,
que Sara dio á luz cuando tenia ya noventa años.
Cuando este hijo hubo cumplido los veinte y cinco
años, Dios, que quería probar la le y la virtud de
su siervo, mandó al padre que se lo ofreciese en sacrificio.
Sin examinar Abrahan una orden que debía
parecerle lan extraña , que desvanecía en un
momento todas sus esperanzas , y que electivamente
no era mas que una prueba , se, apresuró á
obedecer con tanta prontitud como valor; pero en
el mismo instante de ir á consumar el sacrificio,
Dios, contenió de su sumisión , detuvo el brazo va
levantado para herir á aquella víctima querida ," y
puso en el lugar de Isaac un cordero, que Abrahan
ofreció. Doce años dopues murió Sara, y lué enterrada
en la gruta de El'ruii , que Abrahan habia
comprado para su sepultura , y éste se casó entonces
con Cutara, de la cual tuvo seis hijos. En tiempo
de Sara , había Abrahan tomado también por
mujer á Agar, su sierva. que fué madre de Ismael.
En fin después de haber vivido cíenlo y setenta v
cinco años, murió el 1825 antes de Jesucristo , y
fué sepultado en el mismo lugar que Sara, su esposa.
La viva fé de Abrahan y su sincera adhesión
al culto del Dios verdadero, le merecieron el título
do padre de los creyentes, y la promesa que le
hizo el Señor de que sus descendientes serian tan
numerosos como las estrellas del cielo y las arenas
de la mar.
SAN GISLEÑO , ORISPO Y CONFESOR.—Vivió esto
santo como ormilaño en un bosque de la Annonia.
Habiéndosele reunido muchas personas piadosas,
fundó un monasterio el año 051 , al cual dio la
regla de San Basilio, y el título de San Pedro y
San Pablo. Gobernó este monasterio por espacio
de treinta y seis años con prudencia y santidad

50 LA LEYENDA DE ORO.
y murió el dia 9 de octubre del año G81. El Martirologio
romano da á este santo el título do obispo;
pero no hemos podido encontrar de qué iglesia
lo fué : otros le llaman abad y confesor, y aseguran
que nunca fué elevado á la dignidad episcopal.
Galesinio dice que fué obispo de una ciudad de
Bélgica, y que renunció su dignidad para ir á
Roma en peregrinación, y que de vuelta de su
viaje, so retiró al desierto.
SANTA PÜBLIA, ABADESA. — Fué una mujer
principal de Anlioquia, que habiendo quedado
viuda y educado á sus hijos, se retiró á un monasterio
que ella misma había fundado , a fin de pasar
entre las santas vírgenes los años que le quedaban
de vida. Por su virtud y por la prudencia
que brillaba en ella , fué elegida abadesa de aquella
casa religiosa , y tenia á toda la comunidad
constantemente ocupada en cantar salmos y divinas
alabanzas. Un dia en que estaba cantando
estas palabras de David : « Los ídolos de los gentiles,
no son mas que plata y oro; y sean some^jantes
á ellos los que los fabrican.» acertó á pasar
por allí el emperador Juliano el Apóstata , y habiéndolo
oido , mandó que abofeteasen á la venerable
abadesa y que la castigasen severamente.
Mas ella lejos de intimidarse con el castigo, levantó
mas la voz y repitió estas palabras de otro salmo:
«Levántese el Señor y confunda á sus enemigos.»
Tuvo que sufrir oíros malos tratamientos, á los
cuales se sujetó con santa conformidad , y murió
gozosamente en el Señor , el año 361.
SAN DEUSDEDIT , ABAD. — Floreció en Italia en
el siglo IX , siendo abad del Monte Casino , cuyo
cargo desempeñó por espacio de seis años. Por no
quererse prestar á las profanas exigencias del tirano
Sicardo, príncipe de Benevento , fué preso
y metido en una oscura prisión , donde murió de
hambre y de miseria el año 83i.
i®.
SAN LUIS BERTRÁN, CONFESOR.— San Luis
Bertrán, hijo del grande patriarca santo Domingo,
nació en la nobilísima ciudad de Valencia, fecunda
madre de muchos santos, á 1 de enero de 1525.
Su padre se llamó Juan Luis Bertrán , y su madre
Angela Exarch , personas honradas y virtuosas.
Estuvo el padre casado con otra mujer antes que
con la madre del santo; y Dios dispuso el segundo
matrimonio, y le alargó milagrosamente la vida,
para que diese al mundo este hijo que habia do
dar tanta honra á su patria, tanta luz al mundo,
y tanto lustro á la orden de Predicadores : porque
estando Juan Luis en lo último de la vida con una
gravísima enfermedad , y aparejada ya la mortaja,
abrió súbitamente los ojos, y pidió sus vestidos
para levantarse. Pensaron que desvariaba; y él
dijo: No desvarío; porque han estado aquí san
Bruno y san Vicente Ferrer, y me han dicho que
no tengo de morir de esta enfermedad ; y fué así:
porque luego estuvo bueno , y quedó tan devoto
de san Bruno , que muerta su primera mujer, so
fué al monasterio de Porta-Cwli, para hacerse
monje cartujo; pero en el camino se lo aparecie­
ron san Bruno y
OCTU11KE, 10
an Vicenle Ferrer, y le dijeron,
que no era la voluntad de Dios que fuese refigio
so , sino que se quedase en el siglo; y así se casó
segunda vez con Angela Exarch , y de ella tuvo
cuatro hijos y cuatro hijas , y el primero de los hijos
fué Luis Bertrán , á quien en el bautismo llamaron
Juan Luis , y después, dejando el nombre do
Juan, se quedó con el de Luis. En su'niñez era
tan aficionado á las cosas sagradas, que cuando
lloraba , el medio de acallarle, era llevarle a la
iglesia , donde no solo cesaban las lágrimas , pero
se convertían en risa y alegría : y si estaban cerradas
las puertas de la iglesia mayor; con mostrarle
las imágenes que estaban allí de los apóstoles, callaba
y se alegraba. Con la Reina do los ángeles
tuvo especialísima devoción, y de ocho años empezó
á rezar su oficio todos los días. Gustaba del
retiro y de la oración ; y encerrado en su aposento,
gastaba orando mucha parte de la noche. No
dormía en la cama, sino sobre una arca ó sobre
la tierra desnuda , y por la mañana descomponía
la cama para disimular su mortificación. Pocas
veces quería almorzar, y ya en tierna edad ayunaba
muchos dias. Nunca le oyeron jurar ni maldecir,
ni decir palabra descompuesta; antes reprendía
con seso de varón á los muchachos que
faltaban en esto, como también á los que estaban
ociosos, eslimando ya el valor del tiempo, que es
un tesoro no conocido , de que hay pocos avarientos
y muchos pródigos en el mundo. Su entretenimiento
era asistir á las misas y visitar los conventos
de los religiosos. Era muy obediente á sus padres,
y nunca les dio ocasión de enojo ; antes si
veía á su madre enojada con alguno de su casa,
tomaba un libro espiritual y le leía algo á propósito
para sosegarla. Era muy vergonzoso y modesto
, y ordinariamente traía los ojos bajos, como
quien andaba recogido dentro de sí mismo. En
llegando á los quince años , frecuentaba mucho los
sacramentos; y por evitar el reparo que podía haber
en tiempo que no se usaba tanta frecuencia de
comuniones como ahora, variaba las iglesias, comulgando
ya en una iglesia , ya en otra.
2 Confesábase con un religioso muy espiritual
de la orden de Santo Domingo, que le iba poniendo
en perfección; pero juzgando él que no podia
servir perfectamente á Dios en su patria, y en la
casa de sus padres, mudando el traje, se salió secretamente
de Valencia con intento de irse á alguna
tierra donde no fuese conocido ; mas por una
carta que dejó escrita á su padre, fué buscado , y
hallado siete leguas de Valencia , y traido á su casa.
Vistióle su padre de hábito clerical; y él se
ocupaba continuamente en ejercicios de piedad y
devoción, acudiendo á los hospitales, para servir
y consolar á los enfermos. Llamábale Dios á mayor
perfección ; y así determinó entrar en la orden do
Santo Domingo , y pidió el hábito al maestro Fr.
Jaime Ferran, prior del convento do Valencia:
mas el dia que habia de ser recibido en la orden,
sabiéndolo su padre, vino al prior, y le representó
tantas enfermedades y achaques ordinal ios
de su hijo, que el prior le prometió no darle el hábito
en todo su priorato. Afligióse el santo man-

OCTUBRE, 10 LA LEYENDA DE ORO. 51
cebo, viendo frustrados sus deseos y esperanzas;
V siempre que mirábalas paredes del convento de
Santo Domingo, ú oía tocar la campana, derramaba
muchas lágrimas de sentimiento. Acudía frecuentemente
al convento, y los viernes, mientras
los religiosos cantaban completas, se escondía en
una capilfc del claustro , y en entrando ellos en el
capítulo, se acercaba á la puerta , y con grande
silencio oía la plática que ordinariamente hacia
estos dias á los novicios el venerable Fr. Juan
Mico, y al quererse acabar, se iba muy de priesa
por no ser descubierto. Una noche se quedó en el
convenio, y la empleó toda en visitar las capillas,
haciendo oración en ellas, y pidiendo á Dios y á
la Virgen María , y á santo Domingo , que le diesen
lo que tanto deseaba. Alcanzólo finalmente de
nuestro Señor con sus oraciones y lágrimas ; porque
Fr. Juan Mico, que sucedió en el priorato á
Fr. Jaime Ferran , le dio el hábito á 26 de agosto
de 1544. Hizo su padre grandes diligencias para
sacarle de la religión; pero ninguna bastó contra
la constancia del novicio; y Dios, que le habia
llamado, le dio la perseverancia.
3 Propúsose Luis por ejemplar la vida de Su
padre Santo Domingo, y de los otros santos de su
orden, especialmente la de san \ Ícente Ferrcr,
con quien tuvo siempre particularísima devoción;
y verdaderamente fué Luis un retrato al vivo do
san Vicente: y así solia decir el santo Fr. Juan
Mico, su maestro de novicios, que Luis habia de
ser en Valencia otro san Vicente Ferrer. Pasó su
noviciado con grande fervor , y tomó una costumbre
que observó después toda la vida , de dar á
los pobres la mayor parte de su comida : con que
juntamente ejercitaba la abstinencia y misericordia.
En profesando cayó en una grave enfermedad
por el demasiado rigor con que afligia. su
cuerpo. Esmerábase mas en las vrrtudes que habia
volado , y en las que son mas propias de los religiosos,
como la obediencia , castida'd , pobreza,
humildad y oración , en que gastaba muchas horas
y quedaba como fuera de sí, sin saber si estaba en
el cielo ó en la tierra; tanto, que consulté con el
pudre Mico , ¿qué seria la causa que cuando oraba
no estaba en sí? A lo cual respondió el venerable
padre: Dad gracias á Dios; que esa es dicha, que
no la alcanzan todos. Al principio quiso dejar los
estudios, para atender con mas desembarazo á la
oración y contemplación; pero conociendo después,
que esta era tentación del demonio, que
pretendía estorbarle por este medio el provecho
que podia hacer en sus prójimos, se dio mucho al
estudio , no teniendo por malogradas las horas que
dejaba do contemplar por estudiar; y nunca dejó
los libros basta su última enfermedad , tanto que
decia el maestro Jusliniano , que no había en toda
la provincia de Aragón quien mas libros hubiese
leido queFr. Luis. Fué muy aficionado á los hombres
doctos, á los cuales consultaba con grande
humildad sus dudas y dificultades, y devotísimo
de la doctrina del angélico doctor santo Tomás.
Ordenado de sacerdote, crecieron sus virtudes
tanto como sus obligaciones. Preparábase para
decir misa con grande cuidado, y decíala con
mucha devoción : y por el fruto que él experimentaba
do recibir este soberano Sacramento , solia
decir que los siervos de Dios navegaban con el
santísimo Sacramento del Altar, como la nave
con próspero viento. Por esto aconsejaba ó Lodos
que comulgasen á menudo; y que cuando no pudiesen
hacerlo, comulgasen espiritualmento presentándose
en la iglesia delante del santísimo Sacramento,
deseando con grandes ansias recibirle,
y preparándose como si realmente le hubiesen do
recibir. Con el ejemplo do su vida y el zelo y diligencia
que puso, fué causa para que so reformase
mucho su provincia , y se dejase la vida claustral,
que en algunos conventos se usaba ya.
4- Por este tiempo fundó san Francisco do
Borja, que entonces era duque de Gandía, y
después fué religioso y general do la Compañía de
Jesús , un convento de la orden de Santo Domingo
en su villa de Lombay. Fué electo por primer
prior Fr. Juan Mico : y como tenia tan conocida
la santidad de Fr. Luis, quiso llevársele consigo,
para que los principios de aquel monasterio fuesen
muy fervorosos. Pero no perseveró mucho en este
monasterio ¡porque una noche se le representó su
padre Juan Luis Bertrán, como muerto, con tanta
viveza, que á la mañana dio parte á su confesor,
y luego llegó un mensajero á toda priesa que le
dio cuenta do la enfermedad de su padre y le dijo
que se pusiese luego en camino para Valencia, si
quería verle vivo. Partióse al punto á Valencia;
y en viéndole su padre entrar por el aposento, le
dijo : Hijo mió, una de las cosas que mayor pena
me dieron en esta vida , fué verte fraile; y ahora
lo que me da mayor consuelo , es que lo seas: mi
alma te encomiendo, acuérdate de mí. Asistióle el
buen hijo hasta que murió , y después le reveló el
Señor las terribles penas que padecía su padre en
el purgatorio por espacio de ocho años, en los
cuales ofrecía por él misas, oraciones, ayunos y
penitencias, hasta que al fin do los ocho años vio
á su padre muy alegre , libre ya de aquellos tormentos.
Refirió esta visión san Luis con lágrimas
en los ojos, un año antes de morir, á su hermano
Jaime Bertrán, y á otro devoto suyo : y preguntado
de su hermano, cuál era la causa de haber
padecido su padre tan grandes y tan largas penas,
respondió , que entendía ora por haber sido gran
servidor de un gran señor de estos reinos; porque
debia de procurar agraciar demasiado al príncipe
(como suelen muchos) con desagrado de Dios.
5 No le dejaron sus religiosos volver á Lombay,
porque . no teniendo mas do veinte y cinco
años , le hicieron maestro de novicios del convento
de Valencia, supliendo la falta de edad su mucha
santidad y prudencia. Hizo tan escogidamente este
oficio que le eligieron después otras seis veces.
Para persuadir á sus novicios la observancia do
sus constituciones, procuraba que sus acciones
fuesen el alma de todas ellas , y que viesen en él
ejecutado todo lo que en ellas veían mandado. Era
el primero en la oración , y enseñábales el modo
do tenerla con provecho. Exhortábalos principalmonte
á meditar en la pasión do Cristo , diciendo,
que hallarían en ella el consuelo do todos sus ira-

:¡2 I.A LEVEN!) A DE ORO. CCTUBJIE, JO
bajos, y .motivos para amar ¡i Dios y despreciar las
criaturas, y aproudurian del mejor maestro la humildad,
pobreza, obediencia, y todas las otras
virtudes. Queria que todos los religiosos tuviesen
en su celda una imagen de Cristo crucilícado para
avivar la meditación, y tener á quien acudir en
todas sus necesidades: y así, preguntando á un
fraile si tenia alguna imagen de Cristo crucificado,
y respondiendo que nó; le dijo el sanio: No puedo
ser fraile de Santo Domingo, quien no tiene en
su celda un crucifijo; y levantándose de su asiento,
quitó uno de la pared que allí tenia , y se lo dio,
diciendo: Aquí hallaréis, cuanto deseareis. Hablaba
el sanio de experiencia; porque en Cristo
crucificado hallaba el remedio de sus necesidades,
la vieloria de sus tentaciones , el consuelo de sus
tristezas, y finalmente todas las cosas. Criaba á
sus novicios en grande aspereza y penitencia; porque
después no se les hiciesen ásperas las observancias
de la orden : y él era consigo tan riguroso,
que tenia ensangrentadas las paredes de su celda
y otros lugares por el rigor de sus disciplinas; de
manera , que un novicio, movido de compasión, le
amenazó que se lo había de decir al prior; y el
santo le pidió que callase, prometiendo enmendarse:
pero la enmienda fué ceñirse una sábana
cuando se disciplinaba , para que empapándose en
ella la sangre que corría, no llegase al suelo; y
con eso ninguno lo pudiese advertir. Encargaba
mucho á sus novicios la obediencia , y castigaba
con rigor cualquiera falla que contra ella cometían.
Fundábalos en humildad y desprecio de sí
mismos ; y procuraba encenderlos en el amor de
Dios: para lo cual se hacia encontradizo muchas
voces con sus novicios cuando estaban en honesta
recreación, y les decía : Amemos, hermanaos,
amemos al Señor Dios : y con estas palabras los
abrasaba de modo en el amor de Dios , que dejando
el entretenimiento en que estaban , se recogían
á sus celdas para esiar á solas con Dios. Deseaba
que los hermanos del coro, fuera del cuidado
de su perfección, fuesen diligentes en el estudio,
por ordenarse este al fin de su orden, que es aprovechar
á las almas; y que los legos se criasen en
humildad y simplicidad, y no tuviesen libros como
lo manda su regla ; porque decía , que el rosario
es muy buen libro , y muy provechoso para ellos,
si le rezan con devoción. Era muy rígido y menudo
con los novicios en materia de observancia , castigando
con severidad faltas muy ligeras; poro juntamente
procuraba aliviarles la carga de la religión
cuando podia , con regalillos que á él, óá
ellos les enviaban; y especialmente, cuando estaban
enfermos, los proveía con gran caridad y liberalidad.
Queria en sus novicios virtudes sólidas,
y eso estimaba , no revelaciones y arrobamientos,
en que suele haber mucho engaño. Vino á él un
novicio de pocos días tomado el hábito, y contóle
una revelación que habia tenido; y el santo le
dijo: ¿Ya leñéis revelaciones? Vos dejaréis el hábito.
Y así fué; porque dentro de pocos dias se
volvió al siglo. Decia, que primero era ejercitarse
en la obediencia , humildad y obras de la vida activa
, y sujetar la carne con la mortificación , que
no volar con la contemplación. La segunda vez
que lo hicieron maestro de novicios, sacó patente
del general, para ir á estudiar al convento de San
Estovan de Salamanca . de donde han salido muchos
insignes maestros. Procuró apartarle de aquel
intento el padre maestro Mico, diciendo , que Dios
no le habia traído á la religión para nuestro de
estudiantes, sino para maestro de novicios, nó
para enseñar letras , sino virtudes; mas perseverando
en su intento, se partió á Castilla, y ailí
le dijo un padre muy espiíilual ^ que no era aquel
el camino por donde le llamaba Dios: que se
volviese á su comento á trabajar en lo que le
mandase la obediencia. Con esto se volvió á la
ciudad de Valencia, y prosiguió su ejercicio de
maestro de novicios, y quedó enseñado , que aunque
el ejercicio de las letras es bueno, no quiere
Dios á todos para él; y es mejor su voluntad, que
lodus las cosas.
6 Después fué nombrado superior del convenio
de Santa Ana , en el marquesado de Albaida
, y aquí se ejercitaban el santo y sus religiosos
en predicar y confesar y aprovechar á las
almas. Dióse mucho á la contemplación; y para
atender á ella con mas quietud. se subia descalzo
á un monlecillo que eslá cerca del convento. El
fuego que Dios encendía en su alma en la contemplación
era tal, que le sentía también el cuerpo; y
así, quejándose uno un dia de invierno deque hacia
mucho frió, le dijo: Padre, si tiene frió , póngase
en oración , y no le sentirá. Salían sus palabras
tan encendidas del fuego de su corazón, que abrasaban
á los que Iralaban con él, y algunos confesaban
, que una palabra sola del sanio los encendía
en amor de Dios, y movía á devoción y
lágrimas. Antes de predicar, se recogía á orar
en la sacristía , y saliendo al pulpito, le vieron
algunas veces cercado su rostro de resplandores.
Salía por los lugares vecinos en busca de las almas
para predicarles la palabra de Dios y moverlas
á penitencia. Viniendo un dia de predicar y
encontrando en el campo un pastor, se hincó de
rodillas á hacer oración y después le descubrió
sus mas secretos pensamientos, y le dijo cuantos
años había que no se confesaba , exhortándole á
confesar, porque habia de morir presto. Así lo
hizo el pastor, y dentro de pocos días murió.
Cuando venia tanta gente á confesar al convento
de Albaida , que no podían los religiosos despacharla
en una mañana , la detenia el santo y les
daba de comer, porque no se fuesen antes de confesar.
Estaba el convento lleno de deudas cuantío
vino á él por superior, y apenas podia sustentar
cuatro ó cinco religiosos; pero luego crecieron de
manera las limosnas del convento, que con hacer
el santo muchas á los pobres, pagó todas las deudas
, y pudo sustentar con abundancia muchos
religiosos. Y siéndoles prohibido el pedir limosna
por los lugares circunvecinos, por haber enterrado
en su iglesia un hombre que habia muerto de
peste, no solamente los libró Dios del contagio;
mas les proveyó de todo lo necesario, sin fallarles
nada.
7 Volvió á Valencia donde era muy deseado,

or.Tiiüiiii, 10
el año de 1530 , á su ejercicio do maestro do novicios.
La cuaresma siguiente predicó en la villa
do Alcoy con grande l'rulo y ejemplo; porque con
la tarea de los sermones y confesiones juntaba
grandes asperezas, durmiendo sobre una estera, y
ayunando muchos dias á pan y agua. Iba algunas
veces ú Concenlalna á satisfacer la devoción de la
condesa doña María de Mendoza , señora de gran
virtud : y aunque lo ponían un aposento bien aderezado
, y con buena cania , nunca durmió en ella
como lo observó Fr. Ledro Mico , que entonces era
seglar, y servia á la condesa; y él mismo docia,
que por mucho que madrugase para ir al aposento
del canto , siempre le bailaba de rodillas en oración.
Llegaron a la playa de Valencia unas galeotas
de moros, cargadas de cautivos cristianos que
habian cogido en las costas del reino , y el arráez,
mientras se trataba del rescate, salió un día de
fiesta con otros moros á pasearse por la ciudad.
El santo que con una encendida caridad juntaba
el zelo de Elias, sintió esto mucho; y juntando á
primera noche ú sus novicios, les dijo : ¿Quién sufrirá
esto , hijos mios, que los enemigos de Cristo,
después de haber cautivado á los cristianos , se
vengan á pasear por la ciudad , y so vayan alabando
de ello? Hinquémonos de rodillas , y digamos
un salmo contra los moros. Oyó Dios su oración
, y mostró cpie habia nacido de zelo de su
mayor gloria ; porque, haciéndose a la vela los moros
, se levantó una tempestad , y los echó á fondo.
Pidiéronle que encomendase á Dios un hombro
(jue estaba en pecado mortal, para que saliese de
él : lazólo el santo , y dijo á la persona que se lo
habia pedido , que Dios queria dar un castigo muy
sensible á aquel hombre , y con eso se enmendarla.
Dentro de breve tiempo se le murió el hijo que
mas amaba, y con la pena abrió los ojos, y enmendó
su mala vida.
S Tuvo noticia de la necesidad que habia en
las Indias de ministros evangélicos , y compadecido
de tanta gentilidad como vivo y muero sin conocimiento
del verdadero Dios, alcanzada licencia
do su prelado, determinó partirse á las Indias á
procurarla salud do aquellas almas tan desamparadas.
Ponderábanle sus amigos los trabajos grandes
que padecían los ministros evangélicos , y la
crueldad con que los bárbaros les quitaban las vidas
; pero nada bastaba á mudar su determinación,
ni entibiar sus deseos; antes se encendian mas por
la ardiente sed que tenia de la corona del martirio
, que esperaba poder allí conseguir. Procuraron
sus hermanos y parientes detenerle con ruegos
y lágrimas, y los frailes con razones, proponiéndole
su mucha flaqueza y enfermedades, para tan
dificultosa empresa , hasta decirle el prior del convento
de la ciudad de Valencia , que no le daria el
viático que se suele duren aquella provincia á los
que caminan; y sus hermanos, que no esperase
do ellos ningún socorro para el camino; pero él,
entendiendo que aquella ora la voluntad de Dios
nuestro Señor, no desistió de su intento ; y así, habiendo
hecho una plática á sus novicios, exhortándolos
á la observancia do la regla , y pidiendo
con mucha humildad perdón del mal ejemplo que
LA LEYENDA DE ORO. ü3
los habia dado , los echó su bendición, y alcanzada
con gran dificultad la de su prior, se despidió de
sus frailes con muchas lágrimas, y se partió á la
ciudad de Sevilla solo y á pió , con unas alforjas
al hombro en que llevaba sus libros. Cuando supieron
sus hermanos la partida del santo , le siguieron
y alcanzaron en la ciudad de Jáliva, una
jornada do la ciudad de Valencia : y como no pudieron
detenerle, le dieron dinero para ol camino,
y él compró un jumentillo , porque su corta salud
no le permitía irá pié , y en él llegó hasta la ciudad
de Sevilla , donde se embarcó para las Indias.
En la nave le reverenciaron luego como á santo
los navegantes ; porque notaron su modestia, humildad
y mortificación ; y en levantándose alguna
tormenta , acudían á él á pedirlo el socorro de sus
oraciones, con las cuales so lenian por seguros.
9 Aportó á Cartagena de las Indias y fuese á
su convento de San José, donde fué muy bien recibido
de sus frailes. Y no se puede decir en pocas
palabras el fruto que hizo en el nuevo reino do
Granada. Envióle la obediencia á muchos lugares,
para doctrinar los indios, en los cuales hizo muchas
maravillas, y convirtió muchas almas. Luego
que llegó al primer pueblo de sus doctrinas, \mo
á él un indio idólatra con un niño ea las manos,
pidiendo que se le bautizase. Preguntóle el santo,
por qué, siendo él gentil, queria que su hijo fuese
cristiano. Y respondió el indio : Porque osle niño
se mucre , y me ha dicho en el monte un buen espíritu
que tú has venido aquí; y si le bautizas, se
salvará. Bautizóle poniéndole por nombre Miguel,
y luego murió; quedando el siervo de Dios muy
consolado do que el primero que bautizaba se
iba derecho al cielo. Predicando en otro pueblo , no
pudo hacer fruto, sino en dos indios que recibieron
el santo bautismo : lo cual sintió tanto el demonio
, que estando los indios en una borrachera
de las que acostumbran, en las cuales invocan
al demonio, seles apareció en forma horrible y
espantosa, y les dijo : ¿Cómo me invocáis ahora
estando aquí dos cristianos? Quitádmelos de delante.
Y luego vieron todos á su lado un hombre
vestido como cristiano , el cual les dijo, (pío Fr.
Luis Bertrán le enviaba para decirles que les engañaba
el demonio , que no le creyesen. Quedaron
tan admirados y movidos con esta visión , quo todos
los indios, que pasaban de mil y quinientos, so
pusieron en camino juntos, y fueron al pueblo
donde estaba el santo , y le pidieron el bautismo;
y el santo , informado del caso, habiéndolos catequizado
, ó instruido en los misterios do nuestra
sania fé , los bautizó á todos con increíble gozo do
su espíritu. En Turbara estuvo por espacio do tres
años , y convirtió y bautizó por sus propias manos,
cuantos infieles halló, que pasaban de tres mil.
Daba eficacia á sus fervorosos sermones su vida
verdaderamente apostólica: porque su casilla era
muy pobre y desacomodada : su comida se puedo
llamar ayuno : su cama se componia do unos palos,
sin colchón ni almohada : disciplinábase con cadenas
de hierro; y ofrecía penitencias , oraciones y
lágrimas por la conversión do las almas. Tanto era
su zelo, quo dos años hizo penitencia, y ofreció sa-

ííicios por la conversión de un sacerdote de los
ídolos; por enlenderque sería de consecuencia para
la conversión de muchos; y al fin de los dos años le
envió á llamar el sacerdote, que estaba muy enfermo,
y lo pidió el santo bautismo. Diósele , y
luego empezó el sacerdote á temblar: y preguntando
la causa, respondió, que los demonios, en
figura de bestias fieras , le amenazaban que le habían
de despedazar ; porque habiéndole ellos honrado
tanto en vida , y héchole el mas principal de
todos sus sacerdotes, en la muerte los dejaba. Hizo
el santo una cruz de juncos , y poniéndola a la cabecera
del enfermo, se despidió de él, esforzándole
á que no temiese al demonio , que teme á la cruz,
por haberlo vencido en ella Cristo nuestro Señor.
Volviendo después á la casa , le contó el sacerdote
que siempre habia estado á la puerta un demonio
aullando ; mas que nunca se habia atrevido á entrar
por temor de la santa cruz. En otro pueblo,
habiendo bautizado á un indio, puso una cruz de
caña á su puerta : vino un demonio que solía aparecérsele
, y con grandes gemidos le pidió que le
abriese la puerta: y respondiendo el indio, que
abierta estaba; replicóle que no estaba sino cerrada
con la cruz que allí tenia. Quomaba las chozas
de los ídolos, que eran sus templos , y so valia
de los niños para descubrir los ídolos que
lenian escondidos sus padres, y los acoceaba y
quemaba para que viesen los gentiles lo poco
que podian sus dioses; pues aun no podian defenderse
de quien los agraviaba, y así no dejasen de
convertirse por temor de ellos: y en una ocasión,
por solo esto se convirtió un cacique principal.
10 Habiendo predicado ú los indios , que están
debajo do la sierra de Santa Marta , y bautizado
mas de quince mil, halló un pueblo donde no
se convertía ninguno porque tenian enterrados con
gran veneración los huesos de un sacerdote de los
ídolos, y pensaban que si los quitaban de allí, se
caería sobre ellos el cielo. Hurtó el santo los huesos
secretamente, y los llevó lejos de allí. Por esto
le quisieron matar los indios , y le dieron veneno
en la comida : tomólo el santo sin saberlo, y dióle
una mortal calentura ; mas Dios , que le guardaba
para salud do muchos, le dio remedio , haciéndole
echar al quinto dia una serpiente por la boca. Quejábase
después del veneno, porque no le habia
quitado la vida, y decia: ¡O bienaventurada
muerte , por la cual podía esperar la palma del
martirio 1 ¡ Cómo no merecí yo conseguir tal dicha
1 ¡ O veneno, qué tardo fuiste , y sin eficacia ;
pues no pudiste quitar la vida á quien deseaba
la muerte! Viendo los indios que el siervo de
Dios convalecía , fueron mas de trecientos armados
con sus flechas para matarle ; y lo hubieran
ejecutado , si otro cacique cristiano no lo librara
do sus manos. De otros peligros de la vida le libró
el Señor: y una vez bebió ponzoña, sin recibir
daño, en confirmación de nuestra fó. Pues los trabajos
que padeció de hambre, sed, desnudez,
frío, calor , fatigas y tempestades , andando á pió
por aquellos caminos ásperos y navegando aquellos
grandesriosen flacas embarcaciones, no tienen
número, como ni los desprecios, calumnias, falsos
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 10
testimonios que le levantaron , de los cuales le sacó
el Señor con mayor honra. Hizo muchos milagros
en confirmación de la fé , que predicaba especialmente
con su rosario : y así, volviendo después de
las Indias á Valencia , dio á una persona devota y
confidente un rosario , diciéndole que lo luvise
en mucha eslima ; porque en Indias con él había
sanado enfermos i convertido pecadores, y aun (según
pensaba) resucitado muertos.
11 Un milagro solo de los que hizo en las Indias,
quiero contar; porque puede ser de enseñanza.
Reprendía el santo muchas veces á unos
hombres poderosos, porque imponían tributos injustos
á los pobres indios: no so enmendaban; y
el santo comiendo con ellos á la mesa un dia, tomó
unos panes y exprimiólos: salió de ellos sangre , y
díjoles: Mirad bien lo que coméis; porque esta es
la sangre de los pobres. Concedióle Dios un don
singular y apostólico para la predicación del Evangelio
, que , predicando en español, era entendido
de los indios, como sí hablara en su propia lengua.
Ayudábale mucho para la conversión de los
gentiles su gran desinterés; porque no admítia lo
que se da á los ministros y curas de los pueblos
pura su sustenlo, sino que se dejaba á la providencia
del mayordomo del pueblo para que le sustentase
: y cuando le pedían que dijese alguna misa
, decíala por quien la pedia; mas no quería la
limosna , sino que se repartiese entre los pobres
necesitados, y de la misma manera no admitía
estipendio por la administración del santo bautismo
, ni otras acciones parroquiales: por lo cual
los indios, viéndole tan desinteresado, le llamaban
«el fraile de Dios. » Tampoco quiso tener en
su casa indias que le sirviesen, mirando por el
recato y buena fama tan necesaria en un predicador,
ni indios (aun que uno y otro le ofrecian),
diciendo , que era un pobre religioso , y no le convenia
tener familia de criados y criadas: solo consintió
que dos niños le asistiesen en lo necesario.
12 Habiendo estado siete años en las Indias,
y convertido muchos millares de gentiles, no pudlendo
sufrir su mucha candad y zelo la crueldad
é impiedad de algunos ministros que oprimían demasiado
á los indios , y embarazaban la predicación
del Evangelio ; con licencia de su general, y
aun del mismo Dios (como el santo confesó á un
caballero), se volvió á España. En el viaje padeció
la nave, en que venia el santo, una brava tormenta;
pero sosegóse con su oración y la señal de
la cruz. Llegó á España á 18 de octubre de 1579,
y luego sin descansar se puso en camino para Valencia
, donde fué recibido de sus frailes con gozo
igual á la pena que habian tenido en su partida.
Dijo que queria empezar á servir á Dios, y tratarse
como novicio; y así lo hizo en el fervor y
observancia religiosa. El año siguiente de 1580,
fué hecho prior del convento de San Onofre , muy
contra su voluntad , y le ade'antó mucho en lo espiritual
y temporal; porque, hallando el convento
muy alcanzado , y á los religiosos sin alguna provisión
, Dios le ayudó do manera , que fuera de pagar
las deudas y proveer abundantemente á los
religiosos, le adelantó mucho en el edificio: y re-

OCTUBRE , 10
cibia generalmente á lodos los huéspedes de otras
religiones , y daba muchas limosnas, así en la portería
, á cuantos venian á pedir, como á personas
vergonzantes; y cuando acabó su olicio, dejó la
casa bien proveída de trigo y todo lo demás necesario.
Pero no es maravilla esto; porque, como
el mismo santo confesó á Fr. Vicente de Vera,
hallaba algunas veces en su celda dinero que él no
habia puesto , ni sabia cómo habia venido á ella.
Sucediólo en esta materia un suceso muy particular
con un librero llamado Vicente Garriga , que
le habia dado algunos libros fiados. Entró un dia
en su celda; y en viéndole, dijole el santo: Perdóneme
, hermano; que me he olvidado de enviar
por dinero para pagarle: pero siéntese en esla silla,
que Dios proveerá. Respondió el librero que
no venia sino á verle. Trabaron plática; y á lo
mejor de ella alargó el santo la mano á la mesa,
v dio al librero puntualmente ei dinero que le debía.
Quedó espantado el librero , por no haber en
la mesa dineros cuando él entró, y quedóse por
devoción con la mitad , dando la otra mitad á un
letrado, amigo suyo , que se la trocó por otra moneda
para guardarla por reliquia.
13 El zelo que tenia de la salvación de las almas
no le dejaba estar mucho tiempo en su celda
y convento : salíase muchas veces á predicar por
aquellos pueblos ; y por no hacer falta á su oficio,
se volvia ordinariamente á su convento el mismo
dia. Hacia muy de ordinario sus viajes á pió, aunque
estaba achacoso, y tenia una pierna llagada:
v por condescender con los ruegos de sus frailes,
salia de casa á caballo , y en saliendo al campo, se
apeaba , y lo mismo hacia á la vuelta. Un viernes
sanio salió á caballo para predicaren Moneada, y
luego se apeó y descalzó; y lo mismo hizo después
de haber predicado, volviendo á Valencia. Predicando
en Liria un dia de Navidad, y estando
aposentado en casa del rector ó cura del pueblo,
se recogió á su aposento á dormir, y en pareciéndole
que estaban recogidos todos, se bajó al establo
, y en reverencia del Niño recien nacido pasó
gran parte de la noche en oración.
ík Acabado su priorato, volvió el santo á
Valencia, y luego le hicieron maestro do novicios,
y después prior del mismo convento de Valencia,
con grande gusto de todos los religiosos, y no menor
sentimiento suyo. Pero hallándose desconsolado por
esta elección , se fué á la celda que habia sido de
san Vicente Ferrer. donde está una imagen suya
de bulto ; é hincado de rodillas , hizo con grande
fervor esta oración : Padre san Vicente , á mí me
han hecho prior de esta casa, sin tener partes para
este cargo: yo renuncio en vos el priorato: vos
seréis el prior; y yo ejecutaré vuestras órdenes.
Inclinóse luego para besarle el pié , y ¡a imagen
de san Vicente se inclinó , y le abrazó y levantó
de la tierra, como el mismo santo lo contó á dos
religiosos en su última enfermedad : aunque añadió
: Mas ¿qué importa eso? También habló Dios
por el asna cleBalaan, sin tener ella merecimientos
para ello. En el principio de su priorato puso en
su celda un letrero , que decía aquellas palabras
de san Pablo á los ;álatas: Si hominibus place
LA LEYENDA DE ORO. 55
rem, Christi servus non cssem: Si yo procurase
agradar á los hombres , no fuera siervo de Crislo:
y guardóle tan al pió de la letra , que por mucha
amistad que tuviese con algún religioso , jamás le
disimuló defecto alguno , aun de los que tienen sus
constituciones por ligeros : y solía decir , que no
se queria ir al infierno ni al purgatorio por sus amigos.
Puso muy gran cuidado en que los frailes se
aplicasen al estudio, y queria que estuviesen siempre
ocupados, para evitar el ocio que trae consigo
lodos los males. Deseaba quo se aficionasen al
retiro , y era muy dificultoso en dar licencia para
salir de casa, sino es con precisa necesidad. Sí
oía que en el convenio había algún disgusto entre
los hermanos, procuraba que se atajase luego,
porque no pasase adelante cosa tan perniciosa
para una comunidad. Cuidaba mucho que no hubiese
en sus subditos embarazo alguno para la pureza
de conciencia; y por eso era muy limitado en
reservar casos, y muy liberal en dar licencia para
elegir confesor: y solía decir, que mas queria ser
en esto largo , que dar ocasión para que se hiciese
alguna mala confesión. Favorecia mucho á los
religiosos que veia observantes y deseosos de la
perfección , y los alentaba y ayudaba cuanto podia
para que la alcanzasen. Así como ponia cuidado
en la guarda de sus reglas; así le ponia en que los
frailes fuesen bien asistidos en la comida y vestido,
y en todo lo demás necesario, especialmente en el
tiempo de las enfermedades ; de manera , que no
echaban menos el regalo que podían tener en sus
casas. Era para con todos benigno y afable, y aun
cuando castigaba las faltas, era mas como padre,
que como juez; porque mezclaba la blandura con
el rigor, para que conociesen sus subditos quo
nacia el castigar, de deseo de su bien , y no do
mala voluntad. Todos los viernes exhortaba á sus
religiosos en el capítulo al ejercicio de las virtudes,
particularmente á la obediencia; porque siempre
hizo mucho aprecio de esta virtud; y solia decir,
quo la pobreza que Dios nuestro Señor mas estima
en un religioso, es la desestimación de la propia
voluntad. Aumentó mucho las limosnas de! convento
, aunque le halló con muchas deudas; pero
Dios le volvia ciento por uno, y con las limosnas
que le daban , sustentó á los religiosos con abundancia
, ó hizo otros gastos que se le ofrecieron.
15 Ofreciéronsele muchos trabajos á san Luis
en su priorato ; porque no todos gustaban del rigor
con que zelaba la observancia: pero ya Dios se
lo habia manifestado antes que sucediese; porque
al principio de su gobierno se le aparecieron tres
Verónicas juntas, y entendió que por ellas le significaba
Dios los trabajos que por él habia de padecer
en su trienio ; «unque Dios, que permitía la
aflicción ele su siervo , le consolaba en el tiempo
de la mayor necesidad. Estando una vez algo triste,
vio caer delante do su celda un pájaro con un pió
quebrado , que ni podía volar ni andar; y luego
oyó una voz que decia lo que dijo Cristo á sus discípulos
: El lamen unus ex eis non cadil in Ierra
sine Paire vetlro: dándole á entender que no sucedía
nada sin la voluntad de Dios: con lo cual
quedó muy consolado. Otra vez vio en el cielo una

.% LA LEYENDA DE ORO
grande luz , y oyó una voz que decia , que , aunque
entóneos vivia en tinieblas, vendría tiempo en
que se le diese gran luz y resplandor. Dia de la
Resurrección de Cristo vio al Señor con tanta majestad
y resplandor, que en su comparación lodo
el mundo y el cielo le parecia oscuro y feo; y
esta vista le trajo grande gozo y alegría. Volviendo
en otra ocasión do maitines á su celda, oyó una
voz sobrenatural, que decia: Mas agrada á Dios
la aflicción de corazón , la contrición y tribulación,
que ht dulzura , descanso y consolación; v el siervo
de Dios la recibió entonces muy grande. Otras
muchas cosas notables le sucedieron en su priorato,,
que fuera largo contar. Había tratado un
religioso al santo de ignorante antes de ser prior:
v estando una noche en oración en el coro, so le
apareció cercado de fuego, y lo dijo: Padre, perdóname
lo que le dije tal dia, y di me una misa,
porque no quiere Dios que salga del purgatorio y
suba al cielo , hasta que me perdones, y hagas por
mí lo que te pido. Perdonóle luego el santo: díjole
por la mañana la misa; y á la noche se le
apareció glorioso, y le (lió las gracias.
16 Acabó san Luis su oficio con grande gozo
de su espíritu; porque deseaba verse desembarazado
de gobierno; y solia decir á los religiosos,
que rogasen á Dios no muriese mientras era prior,
sino después que no tuviese cargo de almas. No salió
mas de este convento hasta que murió , v su vida
en esto tiempo fué una preparación para la muerte,
dándose amas oración, y uniéndose estrechísimamente
con Dios , por medio de la contemplación.
En esto tiempo parece que crecieron los favores
de Dios para con este su iiel siervo, y que como él
so iba acercando al cielo, el cielo le trataba como
mas familiar. Saliendo de maitines de san Miguel
de setiembre, al punto que los religiosos empezaban
en el coro el Te Deum laudamus, encontró
en el claustro á santo Domingo y san Francisco.
En viéndolos, se echó ó los pies del seráfico padre,
y besándole el pié derecho , y la llaga del costado,
se estuvo un rato deleitándose espiritualmenle, v
san Francisco le sostenía la cabeza con las dos
manos , y se las pasaba suavemente por la cabeza
y rostro, con señales de mucho amor, dándole
grandes esperanzas de su salvación. Luego quiso
besar los pies á su padre santo Domingo; mas el
santo patriarca no lo permitió y solo le dio la
mano para que se la besase. Olra vez , estando
en su celda, le apareció Cristo nuestro Señor en
la cruz , como estaba en el monte Calvario : otra,
oyó una voz que le decia : Fr. Luis . ya te son perdonados
tus pecados. Con estos y semejantes favores
fortalecía Dios á su siervo contra las persecuciones
del demonio , las cuales eran tantas, que
hablando de ellas con un compañero suyo , le dijo :
Espantároste, hermano , si supieras los trabajos
que me dan los demonios.
17 Un año antes de morir, dijo el dia en que
habia de pasar de esta vida , al patriarca de Valencia
don Juan do Ribera , y en el discurso del
año repitió otras veces la misma profecía , señalando
el día de su muerte á los 9 de octubre, dia
de san Dionisio Areopagita. Las enfermedades que
ocTrniti?, 10
por toda su vida habia padecido, se le aumentaron
mucho en este último año; porque cayó enfermo
muchas veces , y, en mejorando, volvía á recaer;
porque Diosqueria con las enfermedades y dolores
purificarle para la vid;, eterna: y él llevaba
sus dolores , que eran intensísimos, con tanta paciencia
y conformidad , que, preguntado del patriarca
don Juan de Ribera si estaba contento
con lo que Dios le enviaba ; respondió : En verdad,
señor , yo no trocaría estas penas con cualesquier
bienes del mundo , y estoy muy confuso que nuestro
Señor me haga tantos favores, no mereciéndolos
yo . que soy un gran pecador. Y decíale á
Dios muchas veces las palabras de san Agustín :
Domine, lúe nre, lúe seca, lúe non parcas, ul
in a'lernum parcas: Señor, abrasad aquí, corlad
aquí, no perdonéis aquí, para que perdonéis
para siempre. Ni se contentaba con el trabajo y
penitencia de la enfermedad , sino que queria hacer
mas penitencia , y afligir su cuerpo tan afligido.
Llegando un religioso á componerlo la cama,
vio que lema un ladrillo entro ¡a túnica y la carne;
y díjole, lastimado y quejoso: ¡O válgame
Dios! Mi P. Fr. Luis , ¿paraqué hace estas cosas
estando enfermo? ¿ Quiere quitarse la vida? Respondió
el santo : ¡O hermano! acércase ya la jornada
; y es menester mucho para ir al cielo : y conjuróle
que no dijese á nadie lo que habia visto.
Mientras oslaba en la cama, comulgaba todas las
veces que podia, por la gran devoción que tenia
con este soberano Sacramento. Por los muchos que
le visitaban no podía darse tanto á la oración como
quisiera; pero lema señalada para la oración una
hora por la mañana , y otra por la tarde; y rogaba
á los enfermeros que no dejasen entrar á nadie,
para que no le inquietasen.
18 Cuatro dias antes de su muerte pidió la
túnica de lana , y so la puso , quitándose la camisa
de lienzo que traia por mandado de los médicos,
para morir con la túnica de su orden. La víspera
de san Dionisio , ó las seis de la tarde , pensando
los frailes que se moría ya, lo dijeron la recomendación
del alma en presencia del patriarca de
Valencia , y el obispo de Marruecos , hasta que.
abriendo el santo los ojos, dijo: Vayanse; que
tiempo tendrán. Pasadas algunas horas, oyendo
al enfermero preguntar al módico qué habia de
comer el enfermo al dia siguiente , dijo : No es necesario
aparejarme de comer para mañana; significando
que moriría antes do comer. Venida la
mañana , como le iban fallando los sentidos , pensando
que la túnica de lana , que le habían dado
antes, era do lienzo , por sor blanca y delgada , pidió
quo le quitasen aquella camisa y le diesen una
túnica de santo Domingo, con tantas ansias, que
hubieron de quitársela , y volvérsela á poner dentro
de un rato , diciéndole, que aquella era túnica
y no camisa. Vino por la mañana el arzobispo, y
á las nuevo le dijo el santo : Señor, despídame, que
ya me muero: dígame un evangelio, y écheme su
bendición. Luego le dijeron los religiosos la recomendación
del alma , quo usa su orden ; y al acabarla
con aquellas palabras: Ul vinculis carnis
escullís percenirc merealur ad (jloriam rer/ni

OCTUBRE, 10 LA LEYEND A DE ORO. 57
cwlestis; salió su dichosa alma do la cárcel del
cuerpo, para vivir eternamente en la patria celestial
en compañía de los bienaventurados, á los
9 de octubre, dia de san Dionisio Areopagita, del
año de 1581; como tantas veces el santo lo habia
profetizado.
19 Cuando espiró , vieron los presentes salir
de su boca un resplandor muy grande , que alumbró
toda la celda: el mismo resplandor vio sobre
la celda Fr. Gerónimo do Almonar,que estaba
fuera de ella; y don Martin Pallas, canónigo de la
catedral de Valencia, viniendo muy de priesa para
hallarse en su tránsito, al llegar á una plaza que
está en frente del convento , vio sobre él una grande
claridad, y entrando , halló que acababa do
espirar el santo. Fr. Antonio Ballester, que estaba
en la iglesia á este tiempo , oyó una música de extraordinaria
melodía , y cuando quiso saber donde
estaba la música, quedó mas admirado ; porque
ya le parecía estar hacia el altar mayor, ya hacia
la capilla de nuestra Señora del Rosario , ya hacia
el claustro: y viendo que no la oian otras personas
que estaban en la iglesia , conoció era música
celestial. La misma tarde , estando el cuerpo
en la iglesia , y el dia siguiente por la mañana , antes
quo le enterrasen, y el dia de las honras, fué
oida la música de otras personas. A diversas personas
reveló Dios la grande gloria de su siervo.
Después que espiró, exhalaba su cuerpo una fragrancia
celestial, y también su ropa , y especialmente
la túnica. Concurrió toda la ciudad de Valencia
á venerar el sagrado cadáver, y llevar sí
pudiesen alguna reliquia suya : y estando en el féretro,
obró Dios por el santo algunas maravillas,
sanando de varias enfermedades á los que se le
encomendaban, con que creció mas la devoción
de todos; y aunque entonces le enterraron en el
.sepulcro común de los demás religiosos , al año
siguiente, hallándole entero é incorrupto , le pusieron
en un sepulcro , ó túmulo de piedra , á manera
de capilla. Después se ha aparecido muchas
veces glorioso , para favorecer á sus devotos.
20 Resplandeció san Luis en vida y muerte
con innumerables milagros. Pero ¿quién se admirará
que Dios honrase con tantos milagros al que
había adornado de tantas y tan excelentes virtudes?
En la humildad, que es el fundamento de
todas, se señaló de manera, que estimándole todos
por santo , él se tema por grande pecador, y se
alegraba de que le notasen y dijesen sus faltas: y
cuando era maestro de novicios, mandaba á sus
novicios que se las notasen y dijesen; y aun les
perdonaba por esto las penitencias que merecían.
Enseñaba que el deseoso de la perfección no solo
habia de menospreciarse á sí, y al mundo , sin
menospreciar á ninguno ; más que habia de menospreciar
también el ser menospreciado; y así
decía: Spernerese, spmiere nullum, spernere
inundum, et spernere sperni. Alegrábase
cuando se veía menospreciado, y daba gracias
á Dios por ello, y á los mismos que le
menospreciaban ó injuriaban. Unos caballeros de
A alencia , porque no habia hecho cierta cosa que
le habian pedido, lo trataron afrentosamente, 11a-
TOMUIV.
mandóle mal fraile , y otros oprobrios semejantes :
y él respondió con humildad y mansedumbre: En
lo que decís, que soy malo , decís la misma verdad;
y ninguno me ha conocido tan bien como
vosotros. Lo mismo le sucedió en las Indias con
otro , quo le dijo muchas palabras afrentosas ; y el
santo dijo , que tenia razón en lo que decía , y que
le perdonase; porque era un gran pecador: y queriendo
una persona que estaba con él, vengar este
agravio, se puso de por medio , intercediendo por
su injuriador. Para satisfacer al deseo que tenia
de ser despreciado, se decia á si mismo oprobios
y títulos afrentosos , llamándose gran pecador , y
el mayor pecador del mundo , perturbador de todas
las cosas, y ocasión de todos los males. Aborrecía
de corazón cualquiera honra; y así se entristecía
mucho cuando le querian besar la mano
como á siervo de Dios: y cuando fué prior de Valencia
, no quiso le llamasen paternidad , como
se da á los priores, teniéndolo por demasiada
honra para lo que él merecía. Ocultaba los favores
que Dios le hacia , por no ser honrado por ellos.
Pidiéndole un amigo suyo , que le contase algunos
de los favores que Dios le inicia; respondió: Yo
no sé decir otra cosa mas que pecados. Replicando
el amigo que los deseaba saber, para dejarlos escritos
á los venideros, dijo: llabent Moysem, et
Prophelas: como si dijera : Tenéis evangelios , la
doctrina y ejemplo de los santos ; esto os basta,
sin querer saber otra cosa de mí: y añadió: Lucifer
tenia mas luz que yo , y fué echado del cielo:
Judas fué apóstol, é hizo milagros; y después se
colgó y reventó , y fué sepultado en el infierno : lo
cual acostumbraba a decir muy de ordinario. Replicó
el amigo : No será para otro , sino para mí
solo, para que yo comience á servir á Dios. No
queráis saber otra cosa (dijo el santo): inclinaos
ahora á los pies de Jesucristo crucificado , y yo os
prometo que entenderéis mas de lo que pensáis.
Y sabed que las maravillas que deseáis saber, poco
me valen , supuesto que yo no sé si estoy en gracia,
ó en aborrecimiento de Dios. Solo os digo
que todos los días me suceden cosas de estas , v no
bago caso de ellas, por no saber de cierto de que
espíritu son; antes tengo por cierto , que si Dios
no usa conmigo de misericordia , yo seré condenado.
Su divina Majestad me dé gracia para que
muera yo con humildad , recibidos los sacramentos
de la santa madre Iglesia. En tiempo que se
arrebataban muchos en Valencia , le preguntaron
ciertas personas, si se arrebataba; y él respondió:
Si. hermanos, cuando duermo estoy arrebatado; y
cuando tengo cólera , que soy furioso. Con ser tan
santo, le venían algunas veces tales temores de su
condenación , que le hacian andar triste y melancólico.
Estando una voz en recreación con sus
novicios, le sobrevinieron tantas lágrimas, queso
hubo de recoger á su celda: y preguntándole un
religioso la causa de su llanto, respondió : Estamos
comiendo , y hablando; y yo pobre de mí no sé si
me tengo de salvar ó condenar. ¿Nó os parece que
tengo bien por qué llorar? Con este temor, decia
el santo, que le preservaba Dios de jw.cados d&
soberbia.

S8 LA LEYENDA DE ORO. OCTÜBUE , i 0
21 De su humildad le nacía ¡a paciencia en
todos sus trabajos; porque todo le parecia poco,
para lo que él merecía. Padeció toda la vida continuas
enfermedades y dolores, muchos trabajos
y aflicciones interiores y exteriores, con que Dios
nuestro Señor le probaba y los demonios y los hombres
le afligían , y con grande igualdad de ánimo
le pedia á Dios nuestro Señor, que le castigase
aquí, y no le perdonase en esta vida para que le
perdonase en la otra, Era cosa muy digna de notar
ver padecer tantas enfermedades , al que sanaba
tantos enfermos; mas él decia , que sus enfermedades
y dolores eran grillos con que le tenia
preso el Señor. Los demonios le afligían , apareciéndosele
en horribles formas, y dándolo palos y
golpes. Los hombres le levantaron falsos testimonios
de cosas gravísimas contra la pureza y castidad;
pero Dios lo sacó de todos con mayor honra,
y sus acusadores fueron castigados: aunque el
santo intercedía por ellos, para que se les perdonase
la pena que merecían. Bastaban ios trabajos
y enfermedades que el santo padecía por asperísima
penitencia; pero no se contentaba su fervor
con esos rigores, sino que anadia otros mayores
de los que podian llevar sus fuerzas. Tomaba rigurosísimas
disciplinas, hasta derramar sangre, y
sobre las llagas vestía de ordinario un áspero cilicio;
y otras veces se ceñía una cadena de hierro,
imitando á su padre Santo Domingo. Desde sus
tiernos años empezó ó afligir su carne con ayunos
y vigilias: y en entrando en la orden , no contento
con los ayunos ordinarios de ella, ayunaba otros
muchos días, y do su pobre ración dejaba siempre
una parte para los pobres. Cuando habia de comer,
se ponia en la boca unas pildoras de acíbar,
para que le amargasen todos los manjares.
22 Con la penitencia, como con un preciosísimo
bálsamo . conservó su carne sin corrupción , y
su alma pura, y murió tan vírgen como había nacido.
Cuando hablaba de la castidad, la persuadia
con tanta eficacia, que mostraba bien el alecto
entrañable que tenia á esta celestial virtud. Era
recatadísimo en tratar con mujeres: y cuando era
necesario hablarlas, era con mucha brevedad; y
si ellas querían detenerle, decía: Id con Dios; que
yo bien me acuerdo de rogar á Dios por vosotras.
En las Indias afirmaban algunas personas no haber
tratado á persona de mayor modestia, en
quien mas resplandeciese la pureza y castidad.
En Turbara, viendo los indios la castidad del
santo, incitados del demonio, le armaron un lazo
para hacerle caer: enviáronle una mujer para que
le provocase; pero el santo, quitándose la correa
con que andaba ceñido, la echó con ella de su
presencia. Predicando en el nuevo reino de Granada,
un hombre noble, porque le habia reprendido
un amancebamiento, pagó muy bien á una
doncella para que hiciese caer al santo en alguna
culpa : fué á la casa del santo á las diez de la noche
: llamó á la puerta , y él salió , pensando que
era para alguna confesión ; mas, conociendo el intento
de la desventurada mujer, la dijo que esperase,
porque luego volvería. Cerró muy bien la
puerta: fuese á la iglesia: tomó una recia discipli-
na ; y después se estuvo en oración casi Ires horas,
pidiendo á Dios que le favoreciese y ayudase, para
no caer en ninguna culpa. Volvió después á la
mujer, que habia oído la disciplina , y la halló tan
compungida y turbada, que de temor no se habia
atrevido á apartar de aquel lugar: despidióla,
exhortándola á hacer penitencia de su mal intento;
y al otro dia vino el que habia urdido esta maldad
á pedir perdón al santo con muchas lágrimas,
y se puso en sus manos para hacer todo lo quo
le mandase. Esta pureza de su cuerpo , en que era
mas semejante á los bienaventurados , que á los
hombres mortales, testificaban algunos privilegios
que gozó en la tierra , semejantes á los que han de
tener en el cielo los cuerpos gloriosos; porque muchas
veces fué visto cercado de resplandores , y
otras muchas veces, en vida y en muerte , se sintió
salir de su cuerpo una fragrancia totalmente
celestial, que se comunicaba ó su túnica y hábito;
y notaron algunos en su vida que dejaba san Luis
por donde pasaba , rastro de esta fragrancia celestial.
23 ¿Qué diré de las otras virtudes de este
prodigioso santo? Su obediencia fué tal, cual él la
deseaba en todos sus novicios y subditos. En todos
sus prelados miraba á Cristo , y como á tales
losobedecia. Su mortificación era tal, que en una
ocasión lamió con su lengua los lamparones á una
persona que padecía esta asquerosa enfermedad.
Era muy amigo del silencio , y muy dado á la oración,
en que gastaba mucha parte del dia y de la
noche, y en ella se quedaba muchas veces absorto
, y como fuera de si, sin poder atender á lo
que lo preguntaban; y fué visto algunas veces levantado
en el airo, arrojando de su rostro grandes
luces: indicio de las luces interiores, con que
Dios ilustraba su alma. Rezaba las horas canónicas
con gran devoción , y antes de comenzar cada
una, decia ciertas antífonas, que contenian los
misterios de la Pasión, que tenia repartidos para
todas las horas. La devoción , con que decía la
misa , causaba devoción en los quo la oían , derramando
lágrimas la mayor parte del tiempo, y
particularmente desde la consagración hasta consumir.
En la caridad, que es la reina de las virtudes
¡ so señaló mucho , como se ve por el deseo
que siempre tuvo de morir por Cristo. Todos los
días, cuando en la misa alzaba la hostia, decia,
á imitación de san Pedro, mártir: Dame, Señor,
que muera por tí, corno tú quisiste morir por mí.
Y al mismo intento repetia las palabras de san Vicente,
mártir: Estoes loque siempre deseé: esto
es lo que con todas mis fuerzas busqué. Otras
veces decia.: Si fuésemos tan dichosos quo nos
llevasen alados con cadenas por esas calles; entonces
experimentaríamos como los apóstoles,
cuan dulce cosa es padecer por Cristo , y ser dignos
de sufrir contumelias por su santo nombre.
En cierta ocasión le dijo á un amigo suyo : Yo no
merezco el martirio; pero si Dios me hiciese tan
gran merced , lo recibiría de muy buena gana , y
rogaría que me diesen los mayores tormentos del
mundo. Por esto , aunque le amenazaron muchas
veces, y le quisieron matar, por la fuerza con

OCTUBRE 10 LA LEYENDA DE ORO. 59
que predicaba contra los vicios, no desistia de reprenderlos;
porque deseaba él mas recibir la
muerte, que sus enemigos dársela. El amor do
Dios y de sus prójimos le hizo dejar sus amigos,
parientes, patria, y á España, y navegar á las
Indias, á otros climas y regiones diferentes, para
convertir los gentiles á la fé, y el mismo le hizo
toda su vida predicar, confesar, aconsejar, orar,
hacer penitencia, y lomar otros medios, para
apartar á los pecadores de sus culpas , y reconciliarlos
con Dios. Derramaba muchas lágrimas
cuando sabia que alguna persona estaba en pecado
mortal. Solicitada una doncella de un hombre,
habiéndose resistido mucho tiempo, se determinó
una noche á consentir con su voluntad: y habiéndole
enviado á buscar, estuvo ala ventana
aguardándole tres horas, y perseveró en su mala
intención hasta la mañana, sin parecer aquel hombre.
Fué el santo á su casa , y díjola : Dios os lo
perdone, señora loquilla ; que me habéis hechovelar
por vos toda esta noche, pidiendo á Dios
que no llegase á ejecución vuestro mal intento.
Compungióse aquella mujer, y propuso de servir
á Dios en adelante. Supo olra vez por revelación,
(pie una mujer principal estaba enamorada de un
hombre, con quien habia ofendido á Dios: fuéla á
visitar, y comenzó á derramar muchas lágrimas:
y preguntada por la mujer la causa, respondió,
que lloraba los muchos pecados quo habia cometido
con aquel hombre; y la señaló el lugar
donde habia ofendido á Dios nuestro Señor: luego
la descubrió un poco las espaldas, que tenia llagadas
de las disciplinas que habia tomado por las
culpas que ella habia cometido. Empezó la mujer
á llorar arrepentida; y el sanio la dijo, que
bien podia decir las quince misas que á honra de
los quince misterios del rosario habia prometido á
la Reina del cielo, si la sacaba de aquella culpa,
porque ya no caeria mas en ella. Creció la admiración
de la mujer; porque no habia comunicado
á nadie aquella promesa : y de allí adelante vivió
cristianamente, sin caer jamás en semejante pecado.
Con los enfermos tenia gran caridad, visitándolos
y sirviéndolos en los hospitales : con los
pobres era liberalísimo, socorriendo lodas sus necesidades;
y tocios hallaban en él consuelo y alivio
de sus aflicciones y trabajos. Muchísimas son
las profecías quo se cuentan de san Luis en su
vida; porque alcanzaba lo venidero, y conocia los
pensamientos de las personas que trataba. Confesándose
con él un religioso, y comenzando en cierto
paso á titubear de vergüenza, lo dijo el santo:
¿Sois Judas vos? ¿Por qué no confesáis tal pecado?
Señalándole el que en la verdad habia cometido.
Confesándose con él otra mujer, y no
acordándose de un pecado, se le dijo el santo; y
después, siempre que se confesaba con él, le preguntaba
al fin déla confesión: Padre, ¿déj orne
a.go/ Y el santo respondia: Tal y lal pecado os
dejáis. A otras muchas personas decia sus pecados,
antes que ellos so los dijesen. Habiendo dos
frailes legos recogido mucha limosna una semana,
guardaron parte de ella para otra en que juntasen
menos: fueron á dar la limosna al santo, que en­
tonces era prior; y él les dijo , que diesen todo el
dinero. Respondiendo ellos, que no tenían mas
qué dar, le dijo al uno: ¿Y el real de á cuatro,
que escondiste en el zapato del pié izquierdo? Y
volviéndose al otro: Y vos también echad acá el
ducado que tenéis en la manga. Tuvo don de discernir
espíritus, y la santa madre Teresa de Jesús
en el principio do sus fundaciones consultó con
san Luis sus deseos, y algunas revelaciones que
habia tenido; yol sanio, después de haberlo encomendado
á nuestro Señor, la respondió, que su
espíritu era de Dios , y que se animase á proseguir
en lo comenzado; y la aseguró de parle de
Dios, que antes de cincuenta años su religión seria
una de las mas iluslres do la iglesia : lo cual vemos
hoy felicísimamenle cumplido.
24 Enlro los innumerables milagros, que se
cuentan de esle prodigioso santo, solamente contaré
uno, por ser muy singular y maravilloso.
Siendo prior del convento de Albaida , reprendía
con grande fuerza de espíritu los pecados públicos;
y un caballero de calidad, imaginando queso
decia por él , lo que él habia bien menester, le
envió á decir con un criado suyo, que si no so
desdecia de cuanto habia dicho en el sermón, le
habia de quitar la vida. Respondió el sanio con
grande forlaleza , que tendría por gran dicha recibir
la muerte por lo que habia predicado. Embravecióse
mas con esta respuesta aquel caballero:
y al dia siguiente, caminando el santo desde Albaida
á su convento, que está distante del lugar
una milla, en compañía de un hombre llamado
Francisco de Mora , vieron al caballero que venia
á caballo ó loda priesa, con una pistola en la mano.
Francisco de Mora echó á huir rogando al
sanio que hiciese lo mismo; mas él, confiado en
Dios , prosiguió su camino. Llegó el caballero, y
díjole con mucha ira: Mal frailo, ¿cómo has tenido
atrevimiento para reprender á un hombre
como yo? Y puso la boca de la pistola al pecho
del siervo de Dios , apretando el gatillo para quitarle
la vida. Mas ¡ó maravillas de Dios! El santo,
sin temor alguno, ni turbación , alzando el brazo
derecho , hizo hacia la pistola la señal de la cruz,
y luego al punto la pistola se convirtió en un crucifijo.
Cuando el caballero vio la pistola convertida
en crucifijo , atónito y atemorizado , se arrojó
del caballo á los pies del santo, y revuelto en un
mar de lágrimas, le pidió perdón "de su gran maldad;
y el santo con su acostumbrada mansedumbre
y benignidad le perdonó , y dio buenos consejos,
para que enmendase en adelante su vida.
Sucedido esto , se volvió á Francisco de Mora , y
le mandó que no dijese lo que habia visto; añadiendo
, que no le preguntarían de este caso, hasta
que pasasen treinta años; y así sucedió, que después
de treinta años le examinaron acerca de esta
maravilla.
2o Escribieron la vida de san Luis Bertrán
Fr. Francisco Diago, en la Historia de su orden,
de la provincia de Aragón ; Fr. Baltasar de Boca;
Fr. Vicente Justiniano; y Fr. Lucas de Loarte,
todos autores graves de la orden de Santo Domingo;
y don Juan Tamayo, en el quinto tomo de su ,

(¡O LA LEYENDA DE ORO. ociLiiitii 10
Martirologio: y hacen honorífica mención do el
los historiadores de la Compañía de Jesús, por
haberla estimado y favorecido mucho en sus principios,
cuando entró en la ciudad de Valencia,
SAN FRANCISCO DE BORJA , CONFESOR. — Don
Francisco de Borja, duque IV de Gandía , y después
religioso , y tercero propósito general de la
Compañía de Jesús, fué primogénito de don Juan
de Borja , tercero duque de Gandía , y de doña
Juana de Aragón , su mujer, que era hija de don
Alonso de Aragón , hijo del rey católico don Fernando.
Nació en Gandía á los 28 de octubre, dia
de los santos apóstoles san Simón y Judas , el año
de 1510, siendo sumo pontífice Julio II, y emperador
Maximiliano el I, y rey de Aragón el católico
rey don Fernando , su bisabuelo materno. Estuvo
la duquesa, su madre, con recios dolores do
parto, y con gran peligro de perecer ella y la criatura.
Prometió al seráfico padre san Francisco
(del cual era muy devota) que si Dios la alumbraba
con bien . y le daba hijo varón , le llamaría
Francisco. Con esta devoción y un cordón del mismo
santo que se ciñó, fué Dios servido que naciese
este dichoso niño , al cual llamaron Francisco,
romo la duquesa, su madre, lo habia prometido.
Tuvieron gran cuidado sus padres de la crianza
del niño , y que las primeras palabras que aprendiese
fuesen devotas y santas, y que se acostumbrase
desde su tierna edad á repetir muchas veces
tartamudeando, los dulcísimos nombres de Jesús
y de Maria; y él lo hacia con mucha gracia, y
aprendia las oraciones que le enseñaban , con tan
buena memoria y felicidad , que no teniendo mas
de cinco años, cada dia decia de memoria la
doctrina cristiana de rodillas. Mostraba particular
contento y devoción en rezar al santo que le cabia
en suerte , conformo á la loable costumbre de la
casa de Gandía , con la cual destetaban y criaban
á sus hijos. Siendo nuestro don Francisco tan niño,
era cosa de maravillar el gusto con que rezaba , y
queria levantarse de la cama para hincarse de rodillas,
y hacer muchas genuflexiones, para imitar
al apóstol Santiago, el menor, de quien era muy
devoto , porque le habia caido en suerte. Toda su
recreación y entretenimiento era allegar imágenes
de santos , hacer altares y ayudar á misa, é imitar
al sacerdote en las ceremonias eclesiásticas, y
enseñar á los otros niños y pajes suyos. No era travieso
ni inquieto, sino apacible, manso y sufrido,
no se enojaba con nadie, ni enojaba á nadie.
2 Llegado á los siete años, el maestro , que
era un grave teólogo , comenzó á enseñarlo los
principios de la gramática , y el ayo , que era varon
cristiano y discreto , las costumbres y ejercicios
de caballero , cuanto á aquella edad se permitia;
y el uno y el otro tenían poco trabajo, así
por su buen ingenio , como por su blanda condición.
Aun no tenia diez años cuando comenzó á
gustar de los sermones; y cuando le agradaban
mucho , lo que habia oido le quedaba en la memoria,
y lo repelía, imitando al predicador con
tan buen donaire, que causaba contento y admiración.
En esta misma edad tenia ya sus devociones
ordinarias , que rezaba bocalmente cada cija.,
y en ellassenlia gusto y ternura: y habiendo caido
mala la duquesa , su madre, do la enfermedad que
murió, se encerró el bendito niño en un aposento
apartado, y se puso en oración, suplicando con
muchas lágrimas á nuestro Señor por la salud de
su buena madre , y acabada su oración, se disciplinó
buen ralo ; y esta fué la primera vez que en
tan tierna edad, y con tan pia causa usó la disciplina.
3 Murió la madre el año del Señor de 1520,
siendo ya nuestro don Francisco de diez años, y
en el mismo año, por el alboroto de las comunidades
que sucedió en España , y por haber los rebeldes
alcanzado la victoria , y saqueado á Gandía,
el duque don Juan sacó de aquel incendio á
su madre y á su hermana , ó hijas monjas que estaban
en el monasterio de santa Clara de Gandía,
y con don Francisco, su hijo, fué á Zaragoza,
donde le dejó en poder de don Juan de Aragón,
arzobispo de aquella ciudad , nielo del rey católico
, y hermano de su madre : el cual le puso casa,
y le dio maestros que le perfeccionasen en la gramática
t música , y ejercicio de las armas, que en
Gandía habia comenzado á aprender; y Dios nuestro
Señor le iba labrando, y dándole grandes loques
é inspiraciones del cielo , para dejar las grandezas
y esperanzas vanas del mundo. De Zaragoza
lo llevaron á Baza, adonde habia ido á parar su
bisabuela doña Magdalena , mujer de don Enrique
Enriquez , tio y mayordomo mayor del rey católico
don Fernando , y comendador mayor do León,
y su abuela, lia, y hermana. Allí cayó malo de
una grave dolencia , que le duró seis meses , y al
cabo de ella sucedió un temblor de tierra tan espantable,
que estuvo cuarenta dias en el campo
debajo de una tienda, metido en una litera,
que le servia de casa y cama. De Baza le enviaron
á Tordesillas: allí sirvió á la infantadoña
Catalina , hasta que, el año de '1522 , se partió
para Portugal, para casarse con el rey don
Juan el III. Volvió á Zaragoza , y dioso al estudio
de la lógica y filosofía por espacio de dos
años, con tanta vigilancia y cuidado , como si en
aquella facultad so hubiera de graduar. No por
esto se olvidaba de su alma , y de resistir á los
asaltos del enemigo, y reprimir los apetitos sensuales,
que ya con el calor de la edad , y de su
complexión sanguínea y condición amorosa , comenzaban
á brotar: y para esto se confesaba ya
mas á menudo , y acudia por remedio á su confesor,
y seguía con mucha prontilud los consejos
que le daba; y así se entiende que el Señor por
su bondad le conservó en su virginal pureza,
hasta que tomó el estado del santo matrimonio:
que en mozos nobles , ricos , regalados y libres, es
cosa rara. Siendo ya de diez y ocho á diez y nueve
años, le envió su padre á la corle del emperador
Carlos V con buena casa y acompañamiento de
criados. En la corle procuró juntar en uno las leyes
de cristiano y de caballero. No consentía que
hubiese en su casa juegos, ni liviandades, ni cosa
que desdijese de la gravedad y vida que él profesaba.
Oía misa , y tenia sus ralos de oración cada
dia: era amigo de oír la palabra de Dios : confe-

ocTi:niti¡, 10
LA LEYENDA DE ORO.
01
súbase las fiestas principales, trataba de buena
gana con hombres religiosos, cuerdos y graves,
dando de mano á las amistades de gente liviana y
libre: era bien criado y cortés : no murmuraba de
nadie , ni consentía que se murmurase delante de
él. Era amiguísimo por extremo de decir verdad:
poma su honra en honrar á lodos: holgábase mucho
cuando los reyes hacian mercedes á otros caballeros
por sus buenos servicios, y tenia esperanza
de recibir semejantes mercedes por los que
él hiciese. Y como no podía dejar do visitar algunas
veces á las señoras y damas de la corte, y temía
las ocasiones de caer en tales visitas; cuando
las habia de hacer, se ponia un cilicio á raíz de
las carnes, para resistir mas fácilmente á los fieros
golpes del enemigo: y con esta prevención y defensivo
se escapó , por la misericordia del Señor,
de las manos y aun cuando en la convalescencia
se iba al campo, le llevaba consigo , y algún intérprete
sobre él ; y en hallando alguna sentencia
á su propósito, cerraba el libro , y Dios le abría el
entendimiento, y le aficionaba la voluntad para
entender y desear cumplir lo que habia leído; y
este fué el primer escalón de su oración mental, y
como las primeras líneas de la altísima contemplación
que después le comunicó el Señor. El año
de 1537 le apretó una esquinencia v le llegó al
cabo : en la cual, aunque no podia hablar con Dios
con la lengua, hablábale con el corazón: y teniendo
la muerte delante , se consolaba pensando
que no le topaba tan desapercibido , como en otro
tiempo le pudiera topar; porque en este ya se confesaba
y comulgaba cada mes, que en aquel tiempo
era cosa de muy pocos usada.
del contagio de la deshonestidad . sin notarse en él 5 Mucho ayudaron al marqués para bien do
cosa que oliese á liviandad.
su alma las enfermedades que Dios le envió, y no
menos la muerte de su abuela doña María Enriquez,
mas esclarecida por su santidad que por su
sangre; porque, dejando su casa y eslado, se hizo
monja descalza , siendo de veinte y tres años , en
Sania Cara de Gandía , y vivió otros tanlos en
aquel sagrado convento , con admirable ejemplo
de religión , y murió saniamente , con grandes señales
de la gloria que el Señor la dio; y aunque el
marqués perdió en ella madre, maestra, guia y
consejo, desde el cielo le favoreció mucho mas que
pudiera hacer acá en la liona , y le alentó , para
que con mas ánimo y fervor se entregase do veras
al servicio del Señor. Pero lo que mas le inflamó
y le hizo romper las cadenas del siglo, fué la
muerte de la emperatriz doña Isabel , su señora,
que sucedió en Toledo el primer dia de mayo del
año de 1539, estando el emperador en corles de
todos los grandes señores de Castilla , con extraordinarias
fiestas y regocijos. Mandó el emperador
á los marqueses de Lombay, que llevasen el cuerpo
de la emperatriz á Granada, donde se habia
de enterrar en la capilla rea! de los reyes católicos.
k Casáronle el emperador y la emperatriz
con una señora portuguesa , que se llamaba doña
Leonor de Castro, dama y muy favorecida de la
misma emperatriz: y don Francisco hizo este casamiento,
por obedecer (como buen hijo) á su
padre , y porque deseaba casarse para no ofender
á Dios en medio de tanlos lazos y ocasiones, y
porque estaba muy pagado de las prendas de doñu
Leonor. Dióle entonces el emperador título do
marqués do Lombay, é hízole caballerizo mayor
de la emperatriz. De este matrimonio tuvo el marqués
cinco hijos varones y tres hijas. En casándose
dejó el gobierno de su casa á la marquesa , y él se
ocupaba en los negocios públicos de palacio , y en
otros que le mandaba el emperador, no fallando
un punto á lo necesario y honroso, y dejando lo
superfino y vano. Ponía su honra mas en los buenos
criados y caballos, lucidas y finas armas , que
en otros gastos que suelen hacer los cortesanos por
su antojo. No era amigo de jugar ni de ver jugar;
porque decia quo en el juego so pierden cuatro joyas
, el tiempo , el dinero , la devoción , y muchas
veces la conciencia: y para librarse de los que le
importunaban que jugase, se dio mucho á la música
, y aprovechó lauto en ella , que compuso algunas
obras , de quo se servían las Iglesias de España
, y llamaban las obras del duquo de Gandía.
También se dio á la caza de halcones , al principio
por su entretenimiento y para dar gusto al emperador,
y después por el provecho quo sentia en el
campo para darse mas á Dios. apartado del bullicio
de Jagente , con las consideraciones espirituales
quo sacaba de la misma caza. Esludió con
cuidado las matemáticas; porque lo pareció que
eran útiles para los oficios de un valeroso capilan,
y porque el emperador también las estudiaba y
las confería con él. En este tiempo le fatigaron
mucho unas tercianas; mas el Señor por medio do
ellas lo despertó, y le hizo conocor de cuan quebradizo
hilo está colgada nuestra vida, y que
todos los bienes de la tierra no la pueden alargar,
ni mitigar el dolor de las enfermedades, si el Señor,
quo las da, no pone su mano. Leía libros devotos
y de santos, especialmente los sagrados, y más
los del nuovo Testamento , que apenas le dejaba
6 Hicieron aquella jornada con grande acompañamiento
, y llegados á Granada . al tiempo que.
¡rara hacer la entrega, se abrió la caja do plomo
en que iba el cuerpo de la emperatriz; se descubrió
su rostro tan feo y tan desfigurado, que ponia
horror á los que le miraban , v de los que la habían
conocido , no habia ninguno quo pudiese afirmar
que aquella ora la cara do la emperatriz ; antes
el marqués , no pudiendo jurar sin duda quo
aquel era el cuerpo de la emperatriz, juró que,
según la diligencia y cuidado con que se había
Iraido aquel cuerpo, tenia por cierto que era el
cuerpo de la emperatriz. Pero esta vista, y esto
espectáculo tan lastimoso y de mal olor, dio un
vuelco tan extraño al corazón del marqués . que lo
trocó como de muerte á vida, é hizo en él mas maravillosa
mudanza, quo la misma muerte habia
hecho en el cuerpo de la emperatriz, porque lo
penetró una soberana y divina luz que le dio á
conocer la vanidad do lodas las cosas de la tierra,
ron un aborrecimiento y menosjjrecio de todas
ellas, y un vivo y eficaz deseo do las celestiales y
eternas: y pidiendo favor al Señor, decia : Dad-

G2 LA LEYENDA DE ORO. OCTURRE , 10
me, Señor mió . dadme, Dios mió , vuestra luz,
dadme vuestro espíritu, dadme vuestra mano, y
sacádme de este atolladero y de este abismo en
quo estoy sumido, que si vos me la dais, yo os
ofrezco de no servir mas á señor que se me pueda
morir: y hablando consigo mismo, decia : liarlo
habernos servido á los príncipes de la tierra: harto
habernos dado á la mocedad y á la libertad : tiempo
es va de acogernos al sagrado, y de aparejarnos
para la cuenta que con rigor se nos tomará de lodos
los momentos de la vida: y muchas veces
repelía: Nunca mas, nunca mas servir á señor
que se me pueda morir. De este toque tan fuerte
del Señor, sacó el marqués una resolución muy firme
de escabullirse lo mas presto que pudiese, y
retirarse á su casa , para servir á Dios con mas
seguridad y quietud; y si alcanzase de días á la
marquesa , de hacerse esclavo de Cristo , abrazándose
con la desnudez é ignominia de la santa cruz,
y teniendo edad y salud para poderlo cumplir, de
entrar en alguna religión; y á eslo se obligó con
voló , siendo á la sazón de veinte y nueve años.
7 Luego que tornó á la corle , y dio cuenta al
emperador de su jornada , le suplicó que le diese
grata licencia para ir á Gandía á ver á su padre,
mas no pudo alcanzarla: antes lo mandó que le
sirviese en el cargo de virey y capitán general de
Cataluña ; y por mucho queso quiso excusar, alegando
su poca edad (que aun no era de tremía
años), poca experiencia, y ¡jocas fuerzas para
carga tan pesada , nunca pudo acabar con el emperador
que aceptase la excusa, por la afición y
estima grande que tenia de su persona.
8 Llegado a Barcelona . comenzó luego á tratar
de cumplir con las obligaciones de su oficio , y
gobernar aquel principado, como cosa encomendada
do Dios, y do que lo habia de dar estrecha
cuenta. La primera cosa en que puso la mano , fué
en limpiarle de bandoleros y salteadores, que eran
en aquel tiempo innumerables y atrevidos, y no
habia camino seguro , ni pueblo ni ciudad do Cataluña
que no sintiese esta plaga. Pero el nuevo
virey se dio tan buena maña, y puso tanta vigilancia
y cuidado en esto , que en pocos dias prendió
v castigó "ran número de ellos, saliendo él
• l o o '
mismo en persona una vez á cercarlos en una torre,
en donde se habian hecho fuertes cuarenta y
cinco de ellos: los cuales se rindieron y fueron
castigados , v los otros de miedo huyeron ó se enfrenaron,
y la tierra se sosegó, y gozó de paz y
quietud. Parecióle al virey que Dios nuestro Señor
se servia lanío en prender y castigar aquella
gente facinerosa que solia decir, que ninguna
caza jamás le habia dado tanto gusto , como le
daba esla; porque le parecia que iba á caza en
compañía de la juslicia de Dios : el cual se servia
que se corlase el miembro podrido , para que todo
el cuerpo de la república se salvase. Pero no por
esto dejaba de tener gran lástima á los mismos que
castigaba , y ninguna gota de sangre derramaba
de ellos, que á él no le costase lágrimas de dolor;
y era tan grande su caridad , que mandaba decir
un treinlanario de misas para cada uno de los que
mandaba ajusticiar.
9 Velaba sobre los jueces, y les encargaba
que hiciesen juslicia , y que despachasen con brevedad
á los negociantes: y para darles ejemplo, él
daba audiencia á todas horas del día. Acudía con
alegre roslro á los que venían á él, y los despedia
con dulces palabras, y se compadecía de los miserables
y afligidos', y sufria con paciencia las importunidades
y groserías de los que poco sabían,
y procuraba que en los pleitos dudosos y enmarañados
se concertasen las partos.
10 Hizo visitar los notarios y escribanos públicos
, y que los ricos pagasen á los pobres lo
que les debían : y si ellos de presente no podían
pagar, mandábalos pagar de su casa , y que después
se cobrase de los ricos. También mandó visitar
las escuelas donde aprendían los niños, y
bu scar buenob maestros, y que se les señalase
casa y algún salario público , para que ellos con
mejor gana y comodidad atendiesen á la enseñanza
y buena instrucción de la juventud , que es
la fuente do donde se deriva el bien de loda la república.
Puso orden en la gente de guerra , así en
la ordinaria del Principado , como en la que pasaba
porél para Italia: ysabian los capitanes que
de cualquier desorden de sus soldados habian de
dar ellos al virey cuenta con pago. En su tiempo
se hizo todo el lienzo de delante de la Lonja , poniendo
el virey la primera piedra en el baluarte
de San Francisco. Y porque aquellos años fueron
muy estériles y trabajosos, y no se hallaba pan
sino á precios excesivos, y la gente padecía hambre
; él la desahogó con la abundancia de trigo que
hizo traer de fuera del reino. Hacia grandes limosnas
: casaba huérfanas: socorría las perdonas
que se habian visto en honra , y después venido á
pobreza y necesidad : proveía á los monasterios
do frailes y de monjas, y á todos los pobres y obras
pías. Sobre todo se desvelaba en desarraigar los
pecados públicos y escandalosos: y cuando oia decir
que se habia cometido algún grave delito en
desacato de la divina Majestad , se afligía en gran
manera, y se le marchitaba el corazón , temiendo
que no hubiese sido por su culpa , y que so le habia
de pedir estrecha cuenta, y así no reposaba
hasta haber puesto el remedio que podia.
11 Ninguna cosa dejaba de hacer, de las que
locaban al oficio de un gobernador cristiano , solícito
y prudente , para aprovechar á sus subditos:
y para hacerlo mejor, y ganarla voluntad del Señor,
que le había puesto en aquel cargo, atendía
con sumo cuidado á cultivar su alma , y á pedir
favor á Dios. Ante todas cosas se determinó con
gran resolución á romper con el mundo , y no hacer
caso de sus desvanados juicios , y vanas murmuraciones,
y despreciarlas lenguas maldicientes,
y escupir y hollar al ídolo «Qué dirán,» quo es
tan cruel tirano , y está tan apoderado de la mayor
y mas noble parte del mundo. Con este fundamento
comenzó muy de veras á darse á la oración
y á la mortificación y penitencia, y al uso de
los santos sacramentos. Rezaba las siete horas canónicas
, conforme á los estatutos de la regla de
Santiago (cuyo comendador era), que señala para
cada una do ellas cierlo número de Padre núes-

ocTumiE, 10 LA LEYENDA DE ORO.
tros, y Ave ¡Marías, y juntamente con la oración
vocal meditaba los pasos de la santísima pasión
de Jesucristo nuestro Redentor, que en las siete
horas canónicas se encierran. Rezaba asimismo el
rosario de nuestra Señora , meditando profundamente
los sagrados misterios que en él se contienen
, reconociendo y agradeciendo el don soberano
del Señor en aquel misterio, y sacando
confusión para sí, de lo poco que do él se había
aprovechado, y pidiendo alguna gracia á Dios,
conforme al misterio que meditaba. Mas después
que se hubo ejercitado en esta sencilla y humilde
manera de meditación , le abrió el Señor el entendimiento
, y le levantó á otros modos de meditación
mas alta , de las excelencias y perlecciones
divinas, en las cuales como en un mar Océano,
inmenso y sin suelo , se sumia y anegaba. Estaba
por las mañanas cinco y seis horas en oración conlinua
, v todo el resto del tiempo que le sobraba
ile las obligaciones públicas de su oficio , andaba
como absorto y transportado en Dios, y tan arrebatado,
que le aconteció estar algunas veces con
el cuerpo presente en alguna música ó fiesta que
no podía excusar; y con el pensamiento y corazón
tan lejos de ella . y tan dentro de sí, que, acallada
la liesta, no podía dar fó de cosa que en ella había
pasudo.
12 Pues ¿qué diré de su penitencia y mortificación
? Primeramente se quilo del todo las cenas,
en satisfacción de los excesos de las comidas regaladas
de otros tiempos , para ganar aquel tiempo
para la oración, y para enflaquecer su cuerpo, que
era muy grueso y corpulento. Y habiendo ayunado
dos cuaresmas con tan gran rigor , cpie en todo el
día no comía sino una escudilla de legumbres, con
una rebanada de pan, y bebía un pequeño vaso
de agua; hallándose bien con ello , se determinó
á ayunar un año entero con este mismo rigor; y
así lo hizo, perdido el vano respeto al mundo, y
teniendo mesa espléndida para los señores y caballeros
que venían á comer con él. Con esta dieta
y estrecha manera de vida se enflaqueció lanío,
que un sayo suyo, que antes le venia justo, al
cabo de este año le sobraba de cintura media vara
de medir. Añadía á esta tan excesiva abstinencia
otras asperezas no menos rigurosas, las vigilias,
el cilicio , las disciplinas , la perpetua mortificación
, el use á la mano en todas las cosas de gusto,
el examen riguroso de su conciencia , el no perdonarse
ni disimular falta, que cometiese, sin castigo:
de manera que masera su vida de un religioso penitente,
que de un señor y gobernador mozo, casado
, y criado en regalo y abundancia. Por medio
de estos santos ejercicios daba Dios al marqués
nuevo refresco y alientos; pero mucho mas por el
uso de ¡os santos sacramentos de la confesión y
comunión; porque ya en este tiempo se confesaba
y comulgaba cada domingo , y las fiestas principales
del año : lo cual hacia de ordinario en su capilla
, y las fiestas solemnes en la iglesia mavor,
para ejemplo y edificación do todo el pueblo.
13 Hacíalo con particular aparejo , recogimiento
y devoción : y en acabando de recibir" el
santísimo cuerpo del Señor, quedaba como ab­
sorto y suspenso , y comunmente con tan copiosas
y suaves lágrimas , y con tal blandura y suavidad
ele espíritu, que él mismo, que la tema, apenas la
conocía , y muchas veces , considerando el manjar
de puercos con que se sustentan los hijos de esle
siglo, hablando consigo mismo, decía: ¡O vida
sensual! ¡O vida de bestias, cuan ciega, vil y
miserable eres delante de la lumbre y felicidad
do la vida espiritual 1 ¡ Cómo se deshace y desaparece
aquel vano y hermoso resplandor con que
deslumhras y ciegas á los que le siguen , cuando
amanece en sus corazones el día claro de la verdadera
luz ! Y aunque las comuniones y confesiones
tan frecuentes y ordinarias del marqués, para
él eran tan provechosas; eran censuradas, no solamente
de Ingente popular (que en aquel tiempo
se maravillaba de esla novedad), sino también
de alguna espiritual y devota, por parecerles poco
respeto llegarse tantas veces al Sacramento del altar
un hombre seglar, casado y ocupado en tantos
negocios. Pero él tuvo fuerte, y llevó adelante su
buena costumbre por la experiencia que tenia de
su aprovechamiento, y por el buen olor que se
derramaba con su ejemplo, y por el parecer de
algunos padres graves de la orden de santo Domingo
, con quienes trataba las cosas de su alma,
y mucho mas por haberle escrito el santo padre
Ignacio de Loyola desde Roma (eon quien lo había
consultado el marqués) que asi lo hiciese.
14 Murió en esta sazón el duque don Juan de
Borja . padre del marqués . y su muerte fué muy
sentida desús vasallos; porque era gran caballero,
muy limosnero y muy devoto del santísimo Sacramento,
al cual iba á acompañar siempre que salia
á algún enfermo , y dejaba cualquiera ocupación
que tuviese, diciendo: Vamos; que nos llama
Dios. Tomó esla ocasión nuestro don Francisco,
para retirarse , y suplicó al emperador le diese licencia
para irse á su estado , y conocer y gobernar
á sus vasallos, y cumplir el testamento de su padre;
y el emperador lo tuvo por bien: y el nuevo
duque, el año de 1543, dejando el gobierno do
Cataluña . se fué á Gandía , donde recogió los ci iados
de su padre , y los recibió en su sen icio , aunque
no tema de ellos necesidad ; pero ellos la tenían
de aquel amparo y remedio. Mandó reparar y
edificar el hospital doGandía, y poner en él camas,
y todo recado para albergar los peregrinos , y curar
los enfermos, proveyéndolos de iodo lo necesario
con mucha liberalidad. Fortificó la misma
villa de Gandía, y proveyóla de mucha y buena
artillería para que los naturales estuviesen seguros
de los moros , y los pueblos comarcanos se pudiesen
guarecer en ella en tiempo de necesidad. Y
habiendo proveído con el hospital á los pobres
y enfermos, y con la fortificación á ia seguridad
de sus vasallos , labró en su casa un cuarto para
su morada , y un convenio de frailes de la orden
de Santo Domingo de su villa de Lombay, coa
buen edificio , suficiente renta , y ricos vasos y ornamentos
para el culto divino.
15 Estando, pues, el nuevo duque tan bien
ocupado, y viviendo en santa conformidad con la
duquesa, su mujer, y habiendo convenido va al"u-

C4 LA LEYENDA DE ORO
nos años antes la licencia del matrimonio en espiritual
amor, y liermauable compañía ; dio el Señor
á la duquesa una larga y trabajosa enfermedad,
para purgarla y perfeccionarla mas, y después, librándola
de esto miserable destierro, llevarla á
gozar de sí á las moradas eternas. SinLió mucho
el duque esta enfermedad , y á mas de las muchas
misas, oraciones y limosnas que mandó hacer por
la salud y vida de la duquesa . él con grande instancia
suplicó al Señor que se la diese. Mas un
dia , en el mayor fervor de su oración . oyó una
como voz interior que le decia: Sí tú quieres quo
te dejo á la duquesa mas tiempo en esta vida , yo
lo dejo en tus manos; pero avisóte que á tí no le
conviene. Quedó con esla liberal oferta del Señor
tan confuso el duquo , y tan abrasado de un amor
tierno y dulcísimo del Señor, que lo parecía que
se le partía y derretía el corazón: y volviéndose á
él con grandes sollozos y copiosas lágrimas lo
dijo: Señor mió , y Dios mió, ¿de dónde á mí,
que vos dejéis en mi mano lo que está en sola la
vuestra? ¿Quién sois vos, Criador mió, y Bien
mío , siendo yo el que tengo en lodo y por todo do
negar mi voluntad , para hacer la vuestra? Pues
desde ahora digo , Señor, que así como yo no soy
mío, sino vuestro, así no quiero que se haga mi
voluntad , sino la vuestra, y que yo quiero lo que
vos queréis, y os ofrezco la \ ida , no solamente
déla duquesa , sino de lodos mis hijos, y la mia
y todo lo que de vueslra mano tengo y poseo en
el mundo. Yo os suplico que vos dispongáis de
todo, según vuestro beneplácito. Todo esto dijo el
duque con grande afecto y resignación , y luego se
vio el efecto de ella; porque la duquesa comenzó
á descaecer, ó ir por la posta ó la muerte, y el
duque la asistió y la esforzó en aquel trance con
palabras de singular amor y espíritu; y ella dio
el suyo al que la había criado , ó los 27 de marzo
de 1546 años, dejando al duque viudo en los
treinta v seis años de su edad.
10 Bien se vio que la muerte de la duquesa
había de ser para dar vida y acrecentamiento de
virtudes al alma del duque; porque quedó mas desembarazado
para poner en ejecución lo que habia
prometido en Granada, y echo voto de ello á
nuestro Señor. Ya en este tiempo tenia noticia de
la nueva Compañía de Jesús , que Dios nuestro Señor
habia plantado en su Iglesia para bien del
mundo , y tratado á algunos padres de ella , y aficionúdose
mucho á su buena vida é instituto:
pero creció mas esta afición con la comunicación
del padre maestro Pedro Fabro, el primer compañero
que tuvo el santo padre Ignacio en la institución
de su religión : el cual á esta sazón eslaba en
España , y pasó por Gandía , de camino á Trenlo,
adonde le mandaba ir el papa Paulo 111, para
asistir en el santo concilio en nombre de su santidad.
Con este varón divino y celestial maestro comunicó
su alma el duque, con gran gusto y aprovechamiento
suyo , y fundó un colegio en Gandía,
del cual puso la primera piedra el mismo padre
Pedro Fabro , acabando de decir misa , á los 5 de
mayo del año de 1546; cuyo primero rector fué
el padre Andrés de Oviedo, natural do Illescas,
ÜCTUURE, 10
que después vino á morir patriarca en Etiopia.
Dióle el padro Fabro ai duque los Ejercicios espirituales
del santo padre Ignacio, y él los hizo con
mucho recogimiento y devoción , y quedó tan deseoso
que la doctrina y el fruto de ellos se comunicase
á muchos, que suplicó á la santidad del papa
Paulo III, que mandase examinar con diligencia
el libro do los dichos Ejercicios: y hallando que era
de sana y católica doctrina , y el uso de ellos para
las almas provechoso, fuese servido de aprobarlos
y confirmarlos con sus letras apostólicas; y el
papa , después de haber mandado examinar el dicho
libro al cardenal don l 7
r. Juan de Toledo , de
la orden de Santo Domingo, que era inquisidor general
, yá Felipe Archinlo,su vicario general
en Roma , y al maestro de su sacro palacio que
asimismo era fraile de Santo Domingo, y lodos tres
varones'doctísimos, hallando que los dichos Ejercicios
eran llenos de piedad, y muy provechosos
para la edificación y fruto espiritual de los fieles,
los aprobó y confirmó, exhortando á todos, así
hombres , como mujeres, que usen de ellos, por
un breve apostólico despachado en Roma el postrero
dia de julio del año de 1548 , que anda impreso
con el mismo libro de los Ejercicios.
17 Pero lo que mas deseaba el duque era
cumplir su voto; pues se hallaba en edad y con
fuerzas para poderlo hacer, y dejar su estado y
vestirse de la desnudez de Cristo, y morir con él,
pobre en la cruz de la santa religión. Hizo muchas
limosnas , y mucha oración y penitencia , para que
nuestro Señor le alumbrase á escoger la religión
en que él quena que lo sirviese , y para que le
diese tuerzas y perseverancia en ella. Y puesto
caso que él de suyo se inclinaba mas á la soledad
y á la contemplación del Señor; todavía entendió
que le baria mas servicio en entraren alguna religión
, en la que, á mas de procurar su salvación
propia , se emplease en ayudar á los prójimos á
alcanzar aquel bienaventurado fin para el cual
fueron criados. Mas habiendo tantas y tan santas
religiones en la Iglesia del Señor, que se ocupan
en cultivar su viña y llevar almas al cielo, no sabia
cual de ellas habia de escoger; porque como él
habia nacido debajo de la protección del seráfico
jiadre san Francisco, y mamado con la leche la
devoción á este santo , y tenia su nombre , deseó
en gran manera abrazar su religión, en la cual le
parecía que hallaría buen aparejo para la pobreza
y penitencia que queria seguir. Pero finalmente entendió
que la voluntad del Señor era que entrase
en la Compañía de Jesús; y así se determinó á
hacerlo por grandes motivos quo tuvo para ello,
y por el parecer y consejo de los mismos padres de
San Francisco , amigos suyos , y varones espirituales
y de alta perfección, con quienes lo consultó.
Con esta determinación despachó luego un criado
suyo á Roma con cartas al santo padre Ignacio,
fundador y primer prepósito general de la misma
Compañía, con las cuales se ponia en sus manos,
v le rogaba le admitiese entre sus hijos y subditos
, y le enviase á mandar lo que habia de hacer
: y para quo el padre lo pudiese hacer con mas
resolución , le avisó muy particularmente de todo

OCTUBRE , 10 LA LEYENDA DE ORO
lo que podia dar luz de su edad, salud, fuerzas,
hijos, hijas, estado, renta, negocios comenzados,
y finalmente de todas las circunstancias que le parecieron
necesarias para que el bienaventurado
padre mejor acertase á ponerle en camino, y le
señalase el tiempo en que sus intentos se habian
de ejecutar.
18 El santo padre Ignacio , que ya tenia premisas
del cielo de lo que habia de ser, y algunos
años antes sabia y habia dicho que el duque habia
do ser su hijo , y general de la Compañía , se holgó
mucho con las cartas del duque , por ver que se
iba cumpliendo lo que el Señor le habia revelado:
y así le aceptó desde luego en la Compañía, y lo
dio la orden do todo lo que habia de hacer, y particularmente
que casase á sus dos hijas (que la
tercera y menor eran monjas descalzas) , y al
marqués deLombay, su hijo mayor; y que sin
publicar su determinación , estudiase muy de propósito
la teología , y se graduase de doctor en ella
en la universidad de Gandía. Todo lo hizo el duque
puntualmente como el santo, y padre superior
ya suyo, se lo mandó. Casó á sus dos hijas y
al marqués don Carlos de Borja , á quien queria
dejar el estado , y retiróse á un cuarto que habia
labrado en el mismo colegio de la Compañía para
este efecto , con sus hijos y algunos pocos criados,
y se dio muy do propósito á oir la sagrada teología
, asi la escolástica, como la expositiva, oyendo
las lecciones con los otros estudiantes, y repitiéndolas,
y disputando y defendiendo sus conclusiones,
y haciendo todos los ejercicios literales con
tanta continuación , humildad y diligencia , que á
todos ponia admiración; y con su feliz ingenio y
buenos principios, que ya tenia, aprovechó tanto
en pocos años, que acabados sus estudios, y precediendo
su examen , y los actos que en semejantes
grados suelen preceder, se graduó secretamente
, primero de maestro en artes, y después de
doctor en la teología , como el santo padre Ignacio
se lo habia mandado : el cual, porque el duque
no podia (por su gran fervor y encendido deseo)
aguardar tanto tiempo para salir de aquel que él
llamaba cautiverio, y entregarse á Dios, y gozar
de la gloriosa y libre servidumbre de la religión,
suplicó al papa que diese licencia al duque de hacer
profesión en la Compañía, y juntamente facultad
para administrar por espacio de cuatro años
su estado y hacienda, para en este tiempo acabar
las cosas que tenia entre manos , y cumplir con
sus obligaciones. El papa lo concedió lodo, y despachó
un breve , por virtud del cual el duque hizo
su profesión en la capilla del colegio de Gandía,
el año de 15W , con tantas y tan dulces lágrimas
de consuelo, como si aquel dia hubiese salido de
un largo y penoso cautiverio.
19 Hecha su profesión , le pareció que el nuevo
estado le obligaba á nueva vida y mas alta perfección;
y así comenzó á darse mas de veras á
Dios, y á perseguirse y maltratarse , doblando sus
penitencias , oraciones y santos ejercicios. Dormía
comunmente sobre una tarima cubierta con una
alfombra; y esta ora su cama ordinaria , sin otro
abrigo. Levantábase á las dos después de media
TOMO IV.
G3
noche, y postrado en tierra, ó de rodillas , se estaba
en oración hasta las ocho de la mañana, con
tanto gusto, que cuando salia de ella le parecía
que no habia estado un cuarto de hora. Acabada
su oración, se confesaba y comulgaba cada día en
su capilla , y algunas veces en el monasterio de
Santa Clara, y los domingos y fiestas principales
en la iglesia mayor; porque era amigo de dar buen
ejemplo á sus vasallos. A las nueve oia su lección
de teología , y la repelía con algún buen estudiante
: luego daba audiencia á los ministros de justicia
, y á los que querían negociar con él. A las doce
comia con tan gran templanza, que no le estorbaba
la comida las pláticas espirituales, que después
tenia familiarmente con sus hijos y con sus
criados. Gastaba después la tarde, parte en los
estudios y lecciones, parte en el gobierno de su
casa y estado, y recogíase temprano, porque
nunca cenaba , y su ayuno era perpetuo todo el
año. En su recogimiento rezaba sus horas y su rosario
, y leia en la divina Escritura y en los santos,
y hacia sus penitencias y mortificaciones, á las
cuales era muy inclinado. Finalmente , todo el dia
y toda la noche (quitando las pocas horas que tomaba
para el sueño necesario) , era un perpetuo
sacrificio que hacia de sí mismo , un estar siempre
presente delante del acatamiento de Dios, una tela
desantas obras, entretejiendo unas buenas con
otras mejores: y con ser tal la vida del religioso
duque, era cosa maravillosa ver cuan imperfecta
le parecía á él, y como al tiempo que hacia el
examen de la conciencia, se reprendía y castigaba,
haciendo él mismo juntamente muchos oficios : de
portero que citaba: de fiscal que acusaba : de juez
que condenaba : de reo que conocia y confesaba
su culpa; y de verdugo que ejecutaba la sentencia,
para ser absuello y libre en el tribunal
de Dios.
20 Con este admirable ejemplo de su Señor,
y con el gran cuidado que tenia el duque, toda su
casa era como una casa recogida de religión , sin
los vicios que son tan ordinarios y familiares en
casas de señores. Oian sus criados cada dia misa
: rezaban el rosario: examinaban sus conciencias
: confesábanse á menudo : hacian sus penitencias
; y lodo esto voluntariamente , provocados
por el ejemplo de su amo, y do las palabras dulces
y santas que les decia, y de las buenas
obras que les hacia, pagándolos muy cumplida y
puntualmente sus salarios, y haciéndolos curar y
proveer de todo lo necesario cuando estaban enfermos;
porque decia , que lo quo se habia de dar
á otros pobres, era bien empleado en los pobres
que tenia en su casa , y en su servicio habian perdido
la salud. Y no solamente la casa del duque
estaba concertada, sino también en la villa de
Gandía y lodo su estado se echaba de ver lo que
vale y puede el buen ejemplo de la cabeza. Y no
paraba aquí, ni se encerraba dentro de tan estrechos
límites la fama de esta vida tan ejemplar del
duque ; antes se derramaba y extendia por todo el
reino: porque no se puede esconder la ciudad
puesta sobre el monte, ni encubrirse la extraordinaria
virtud; y así venian algunos á visitar-
9

CG LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 10
le, no tanto para ver al duque, cuanto para ver
un santo.
21 Habiendo, pues, vivido en este tenor de
vida, y acabado todas las cosas precisas que le
podían obligar á sustentar aquella representación
de duque; deseando romper las ataduras que le
detenian en su casa, determinó salir de ella (como
otro Abrahan ), y olvidarse de sus hijos, criados,
vasallos y amigos , y desnudarse de todo lo que
es mundo, y abrazarse mas perfectamente con
Cristo en la cruz: y para esto , habiéndolo comunicado
con el santo padre Ignacio, se resolvió á
ir á Roma con.ocasion de ganar el jubileo plenísimo
, que el año de 1550 se celebraba en aquella
santa ciudad , y visitar y reverenciar los santuarios
y reliquias de ella, y echarse á los pies de su
santo padre (que era lo que mas le tiraba), y descubrirle
toda su alma , y regirse por su santo consejo
y obediencia. Hecha esta resolución, se aparejó
para el camino : otorgó su testamento : el cual
fué breve y claro: porque no tenia descargos que
hacer, ni legados que dejar; pues con cristiana
prudencia él mismo en vida habia sido ejecutor de
su testamento, y fiado mas de sí que de sus herederos.
Y habiendo amonestado grave y paternalmente
á su hijo don Carlos (que era el primogénito,
y quedaba por gobernador del estado) de la
jornada que queria hacer á Roma, y de las causas
de ella, y de lo que había de hacer en su ausencia,
y despedídose de los otros hijos y de algunos principales
criados y vasallos suyos , y abrazado á los
¡ladres y hermanos del colegio do la Compañía; el
último de agosto del año de 1550 salió de Gandía
para Roma, llevando consigo á su segundo hijo
don Juan de Borja, y á nueve padres de la Compañía
, y algunos criados á caballo: y salió con
firme resolución de nunca mas volver á Gandía; y
así la cumplió, aunque tuvo ocasión para volver.
22 Prosiguió su camino con tal concierto, que
toda su gente y compañía mas parecía una congregación
de religiosos que de criados de señor.
Cada dia, después de su larga oración, se confesaba,
y oia misa, y comulgaba; y esto nunca lo
dejó hasta que fué sacerdote y dijo misa. Comia
una vez al dia , y con mucha sobriedad , y á la
noche tomaba una ligera colación. Hacia su disciplina
en las noches por el camino : unos ralos
oraba ; otros tenia conferencia de cosas espirituales,
y santos y dulces razonamientos. Entró en
Roma con grande recibimiento que le hicieron,
mucho contra su voluntad (que era de entrar de
noche y sin ruido): y aunque su santidad le convidó
con su sacro palacio, y muchos cardenales
con sus casas; él escogió para su habitación la pobre
casa de la Compañía de Jesús, en la cual le
estaba aguardando á la puerta el santo padre Ignacio.
En viéndole el duque , se arrojó á sus pies,
pidiéndole la mano y su bendición , como á padre
y superior suyo, y varón tan esclarecido en el
mundo; mas el padre le abrazó y se enterneció
con él: porque veia ya en él los efectos maravillosos
de la divina gracia , y de lejos lo que
aquella planta habia de fructificar en la santa
Iglesia, ó ilustrar su Compañía. Estuvo algunos
meses en Roma con gusto y devoción, en los cuales
ganó el jubileo, y visitó los santuarios de aquella
santa ciudad. Besó los pies al papa Julio III,
del cual fué muy favorecido, y cumplió con las
otras obligaciones de fuera de casa , y abiió su pecho
y todo su corazón á su santo padre, tomando
de él dirección para su vida , y entera noticia
del instituto de la Compañía , y dio principio con
alguna renta que dejó al colegio romano , que después
fundó la santidad de Gregorio XIII para tanto
bien del mundo. Hecho todo esto, queriendo el
duque renunciaren Roma su estado , se derramó
esta voz; y él entendió quo el papa trataba de
hacerle cardenal; y temiendo tanto aquella dignidad
como otros la apetecen, por consejo del
mismo santo padre Ignacio se volvió á España, y
se fué á la villa de Oñate , en la provincia de Guipúzcoa
, para aguardar allí á un criado suyo que
desde Roma habia enviado al emperador don Carlos
, dándolo cuenta de lo que queria hacer, y suplicándole
que le diese licencia para renunciar el
estado de Gandía en don Carlos , su hijo. El criado
vino con cartas del emperador, y con la licencia
; y el duque hizo su renunciación con increíble
gozo y júbilo de su espíritu , sin reservar cosa alguna
para sí, y con tal afecto , que si tuviera todos
los reinos y la monarquía del universo , la renunciara
con la misma voluntad y alegría quo
dejaba el estado de Gandía; y ofreciéndose al Señor
, le decia: Recibidme, Dios mió , en vuestra
casa : acogadme en vuestra cruz, pues para caber
en ella con vos me desnudo. Aceptad mi servicio:
agradaos de mi sacrificio : favoreced mis deseos:
esforzad mi flaqueza : pelead mis batallas : y otras
palabras de un encendido y afectuoso corazón. Hecha
la renunciación . se despojó el vestido secular,
y se vistió del de la Compañía: quitóse la barba:
abrió la corona para recibir los saeros órdenes:
proveyó á sus criados: los cuales se deshacian en
lágrimas, y ó escondidas recogíanlos cabellos cortados,
para guardarlos como reliquias de su señor,
al cual ya para sí le lenian por muerto , y le reverenciaban
como á santo.
23 No se puede explicar con pocas palabras
el contento y alegría espiritual con que quedó el
duque, cuando se vio desnudo de este título y dignidad
; porque le pareció que comenzaba ya á ser
suyo, ó por mejor decir, de su Criador y Señor,
y que no habría ya cosa que le pudiese estorbar el
entregarse totalmente á él; y para comenzar á
hacerlo con mas fervor, se ordenó luego de misa,
la cual dijo el primer dia de agosto del año de 1551
en una capilla que los señores de la casa de Loyola
tenian aderezada , la cual dijo rezada, y en aquella
casa, por haber nacido en ella el bienaventurado
santo padre Ignacio, á quien él tenia por gran
santo y padre suyo. Después dijo la segunda misa
en público en la villa de Vergara, para que la
gente gozase del jubileo que su santidad habia
concedido á los que la oyesen: y fué lan grande
el concurso que vino de toda aquella comarca á
oiría, que fué necesario decirla en el campo; y
allí también predicó y dio de su mano á muchos el
santísimo Sacramento del altar, con grande edi-

OCTUBRE , 10 LA LEYENDA DE ORO. G7
íicacion y admiración de aquellos pueblos. Oíanle
predicar con gran atención , y derramaban hombres
y mujeres muchas lágrimas, y no percibían
muchos lo que predicaba , por estar lejos del pulpito
, y por no entender la lengua castellana : y
preguntados estos. ¿por qué lloraban en el sermón
pues no entendían? rc-spondian, que por ver un
duque santo, y porque dentro de sus almas sentían
unas voces de Dios que les daban á entender
lo que el padre desde el pulpito les estaba predicando.
24- Diéronlo los de la villa de Oñate una ermita
de Santa María Magdalena que está allí cerca
: en ella hizo edificar unos aposentillos de labor
tosca , y de madera sin labrar, tan estrechos y
deslucidos, que se veia bien cuánto mas eslimaba
el padre aquel pobre y angosto rinconcillo, que
los palacios suntuosos de los reyes. Aquí se pasó
el nuevo sacerdote con algunos padres y hermanos
de la Compañía, gastando su vida en perpetua
oración , contemplación y penitencia. Luego pidió
con grande instancia al superior que allí estaba
, licencia para servir al cocinero. Traia agua
y leña : hacia lumbre : harria y fregaba; y ocupábase
en todos los oficios de la cocina, como lo
pudiera hacer el novicio mas humilde y mas abatido
del mundo. Servia en el refectorio á los padres
y hermanos : hincábase de rodillas delante de
ellos: pedíales perdón de las fallas que tenia en
servirlos: besábales los pies de uno en uno , rogándoles
con extraña devoción y humildad que con
sus oraciones le alcanzasen gracia de nuestro Señor
para ser de veras suyo. Salia con unas alforjas
al hombro á pedir limosna de puerta en puerta,
y otras veces á enseñar la doctrina cristiana á los
niños de aquellos pueblos, llevando la campanilla
en la mano para llamarlos; y de esta manera anduvo
por toda aquella tierra enseñando y edificando
á todos con sus palabras y ejemplo: el cual
dio tan grande estallido por todos los reinos de
España , que muchos mancebos ilustres y de grandes
ingenios y esperanzas, y otros eminentes varones
y singulares letrados , y algunos viejos, por
sus canas y prudencia venerables , vinieron á buscar
al padre Francisco á la ermita de Oñaie para
vivir en su obediencia y compañía , y otros muchos
dieron de mano á las vanas esperanzas del
mundo, y le menospreciaron y se entraron en
otras religiones.
25 También vinieron á visitarle, en aquel rincón
donde estaba, algunos grandes señores, y otros
le enviaban á visitar; y no pocos le rogaron ó importunaron
que los viese , por no poder ellos salir
de su casa á buscarle. Uno de estos fué don Bernardino
do Cárdenas, duque de Maqueda, que
á la sazón era virey de Navarra , á cuya instancia
el padre fué á Pamplona , y predicó diversas veces
en la iglesia catedral, con extraordinario concurso
y admiración , é hizo obras de mucha caridad
; y dejando bien enseñado y consolado al
virey, que en el tiempo que estuvo en Pamplona
no se apartaba de su lado, se volvió á su ermita
de Oñate por la pro\incia de Álava , predicando
en todas partes con notable fruto y edificación.
26 De Portugal, adonde habia llegado la fama
de su vida ejemplar, le escribió el infante don
Luis, hermano del rey don Juan el III y de la emperatriz
doña Isabel (a quien habia servido el padre
Francisco) cartas espirituales, y regaladas, y
de grande favor: en las cuales, á mas de decirle
que habia hecho su casa mucho mas ilustre con
dejarla , y que era bienaventurado porque en tiempo
de tan grandes perturbaciones había sabido hallar
la paz del hombre interior; le pide con grande
encarecimiento tenga memoiiade él en sus devotas
oraciones y sacrificios, para que el Señor le
enseñe el camino de su voluntad: y el padre le
respondió y le confirmó en sus buenos propósitos:
y pudo tanto con su ejemplo, que el infante don
Luis determinó seguirle, y entrar en la Compañía
: y no lo hizo; porque el santo padre Ignacio,
y el mismo padre Francisco, juzgaron que por
su edad y poca salud , y otros justos respetos,
baria mayor servicio á nuestro Señor estándose en
su casa , y dando el ejemplo que daba á todo el
reino de Portugal, sirviendo al rey don Juan, su
hermano, como lo hacia.
27 Pero navegando con esta quietud y prosperidad
, se levantó una borrasca que afligió mucho
al padre, y le afligiera mucho mas, si con el
espíritu y prudencia del santo padre Ignacio tan
presto no se sosegara. Habiendo sabido el emperador
don Carlos la renunciación que habia hecho
el padre Francisco de su estado , y la vida que
hacia, pidió con grande instancia á la santidad
del papa Julio III que le hiciese cardenal; porque
á mas de darse á persona que tan bien merecía el
capelo, él recibiría en ello particular gracia y favor.
Y como ya el papa le conocia y había tratado
el tiempo que estuvo en Roma , y le habia juzgado
digno de aquella dignidad , fácilmente vino
en lo que el emperador le suplicaba; y así se resolvió
á hacerlo con grande aprobación del sacro
colegio de los cardenales. Súpolo el santo padre
Ignacio, y después de mucha oración y consideración
habló al papa, y declaróle el menoscabo
que recibiría el buen crédito del padre Francisco
, y el daño de la Compañía con aquel capelo;
y suphcóle que de tal manera le ofreciese al padre
Francisco , que no le obligase á aceptarlo : porque
con esto por una parle cumplirla con el emperador
y con el colegio de los cardenales y con
todo el mundo, y mostraría su santo zelo; y por
otra no afligiría á aquel siervo de Dios , ni pondría
en peligro la Compañía , y su santidad lo tuvo por
bien , y ofreció el capelo al padre Francisco , que
estaba en su rincón bien descuidado de lo que se
trataba en Roma; y cuando lo supo , se afligió en
gran manera, por ver el peligro en que habia estado
, y se consoló por verse ya libre de él, y alabó
al Señor que le habia puesto en sus manos
aquella dignidad para ofrecerla de nuevo , como
le ofreciera con ella todo el mundo, si fuera señor
de él: y así respondió á su santidad con el agradecimiento
que debia , suplicándole que le dejase
acabar en lo que habia comenzado, y morir en su
santa pobreza. Otras veces estuvo en el mismo
peligro , y cada vez que se hablaba de ello, se

G8 LA LEYEND. \ DE ORO. OCTUBRE . 10
congojaba por extremo , y le costaba muchas lágrimas
, gemidos y azotes, y suplicaba á nuestro
Señor que antes le llevase de esta vida , que permitir
que él, del puerto en que estaba , volviese al
mar tempestuoso que habia dejado.
28 Resplandeciendo, pues, el padre Francisco
con tan esclarecidos rayos de virtudes. y extendiéndose
tanto por todas parles el buen olor de
ellas, pareció al santo padre Ignacio sacarle de
aquel rincón , donde estaba, y ponerle como hacha
encendida sobre el candelero. Mandóle salir de
aquel su recogimiento : y él, aunque con suspiros y
copiosas lágrimas , obedeció y se despidió de su
dulce ermita. Anduvo por muchas parles , donde
le deseaban y llamaban. Estuvo en la Casa de la
Reina , lugar del condestable don Pedro Fernandez
de Yelasco, con doña Juliana Angela de Aragón,
duquesa de Frías, su tia y prima hermana de su
rsadre : en Burgos, en Yalladohd , en Toro , en
Salamanca , enTordesillas,en Medina del Campo,
y otros pueblos de Castilla , predicando con admiración
de los que le oian , y con notable edificación
de los que le veian posar en los hospitales con tama
humildad y pobreza. De Castilla pasóá Andalucía,
y anduvo las estaciones de Montilla, Marchena y
San Lúcar, tratando con la marquesa de Priego, y
con la duquesa de Arcos, su hija, y con la duquesa
de Medina-Sidonia , que todas tres eran
deudas muy cercanas del padre Francisco, y la de
Medina-Sidonia , tia hermana de su madre. A todas
dejó edificadas y aprovechadas en sus almas,
y aficionadas á la Compañía de Jesús, que el padre
Francisco profesaba.
29 De Andalucía le fué forzoso pasar á Portugal
, á pedimento y mandato de aquellos piadosísimos
reyes: de los cuales (habiendo primero
estado y predicado en la universidad de Coimbra,
y admirádola con su ejemplo y doctrina) fué recibido
con extraordinarias muestras de amor y favor,
usando con él de nuevo y mas familiar trato que
solian usar con los hombres de su calidad , y honrándole
mas que si todavía estuviera en su estado
y antigua grandeza; porque no le miraban y trataban
ya como á duque de Gandía , sino como á
santo que habia hollado y puesto debajo de los
pies lo que los otros tanto aprecian y estiman ;
para que se entienda cuánto mas vale la pobreza
y humildad de Cristo, que la grandeza y honra
del mundo ; y que Dios nuestro Señor aun acá levanta
mas á los que mas se abajan por su amor.
Cumplió con la reina doña Catalina, con quien
tuvo mucha comunicación, y con el infante don
Luis, que se holgó y adelantó mucho en la virtud
con su vista y trato familiar. Dióse por su
causa principio á la casa profesa de San Roque en
una ermita , que estaba fuera de la ciudad . junto
al muro, y cercada de olivares: y el dia que se
hubo de tomar la posesión , que fué el primero de
octubre del año de 1S53, el rey se quiso hallar
presente con el príncipe, su hijo , y oyó en la ermita
de San Roque la misa que dijo el padre Natal
(queera comisario general en España del bienaventurado
padre san Ignacio), y el sermón que
predicó el padre Francisco, que fué admirable; y
para que lo fuese , bastaba verle en el pulpito. En
esta ermita después se ha edificado casa, y un
templo suntuoso, y de los mayores y mas hermosos
que hay en la ciudad , y se ha poblado aquel
campo de casas principales. Todo esto se debe al
padre Francisco : el cual con su presencia dio principio
y echó los primeros fundamentos de la casa
de San Roque de Lisboa.
30 Después de haber cumplido con aquellos
príncipes y personas reales, y acrecentado la
benevolencia y devoción que antes tenían á la
Compañía , y en Evora visitado al infante cardenal
don Enrique, y predicado á su instancia en
aquelia ciudad; se volvió á Castilla, adonde le
llamaban algunos negocios importantes, y de mucho
servicio de nuestro Señor. Salióle a! camino
el duque de Braganza don Teodosio, y llevóle á
su casa de Villavicíosa casi por fuerza , y allí le
tuvo y regaló algunos días con gran magnificencia;
aunque todo aquel regalo y aparato era nueva
cruz para el padre Francisco, y en lo que podia,
lo procuraba excusar.
31 Llegó á Yalladolid, donde á la sazón estaba
la corte del príncipe don Felipe, que gobernaba
los reinos de España por el emperador su
padre. Fuese á posar con los otros padres de la
Compañía , que moraban en el hospital de San Antonio
, en un estrecho y pobre edificio muysememejante
á la ermita de Oñaíe. Allí le venían á
buscar los señores y grandes de la corte, con los
cuales traía siempre pleito , porque lo trataban con
los títulos y cortesías antiguas , pidiéndoles de
rodillas que no hiciesen tan notable agravio á la
merced que Dios le habia hecho, y diesen á entender
que estimaban mas lo que habia dejado,
que lo que ahora tenía , siendo de tanto mayor eslima
lo presente que lo pasado , cuanto va de
cielo á tierra. Hizo pláticas espirituales en los monasterios
de monjas , y encendiólas en el amor de
su esposo, y en el estudio de ¡a perfección. Predicó
en su iglesia de San Antonio, y en los otros
templos mas principales de Valladolid , con maravilloso
concurso y fruto del pueblo, y de los cortesanos.
Todos quedaban admirados de sus sermones,
y mas los que le habían conocido seglar,
casado , y gran señor , y no sabían lo que habia
esludiado: ymuchos de estos, que le habían visto y
tratado en diferente traje y estado, quedaban
por una parte confusos , y por otra pasmados de
tan grande mudanza, viendo al padre en un género
de vida tan pobre y humilde, y á sl tan sumidos
y anegados en el abismo de la vanidad.
Aquí en Valladolid declaró al pueblo por una manera
de lección sagrada los Trenos, ó Lamentaciones
del profeta Jeremías, y al año siguiente los
acabó de leer en Alcalá de Henares. Al oir estas
lecciones concurrían las personas mas graves y
mas doctas de aquellas dos universidades : y después
de haberle oído , decian que aquella doctrina
que enseñaba , no era sacada de los libros que ellos
solian leer, sino de ios archivos secretos de la humilde
oración, y comunicada graciosamente de la
divina sabiduría.
32 Entre las otras obras insignes que esta

OCTUBRE,10 LA LEYEND. i DE ORO. G9
vez hizo el padre Francisco, una fué traer á los
reinos de Castilla algunas monjas descalzas, y de
la primera regla de Santa Clara, del monasterio
de Gandía , para que en ellos se fundasen con su
ejemplo otros de aquella tan observante y santa
institución; y por su consejo y buena diligencia,
la serenísima" princesa de Portugal doña Juana de
Urgel , de Gandía trasladó al convento que fundó
de las descalzas de Madrid, algunas de aquellas
generosas plantas: el cual convento es un dechado
de perfección para las demás religiosas , y un reclamo
y estímulo para que las señoras seglares
quieran imitar y seguir a las religiosas que en él
con tan grande espíritu y fortaleza las incitan á su
santa imitación. Vinieron de Gandía para esta obra
tan insigne dos lias del padre Francisco, la madre
sóror Francisca de Jesús, hermana del duque don
Juan , su padre, y sóror María de Jesús , hermana
del marqués de Denia, y dos hermanas también
suyas , sóror María de la Cruz, y sóror Juana
Bautista, con otras religiosas escogidas; y después
vino la madre sóror Juana do la Cruz, hetmana
del padre Francisco, que fué abadesa muchos
años , hasta que el Señor la llevó á gozar de sí, dejando
su casa con admirable concierto, religión y
opinión de santidad, y esclarecida con la entrada
de la serenísima infanta doña Margarita de Austria
, hija de los emperadores Maximiliano II, y
de doña María , hija del emperador don Carlos V,
y hermana del rey don Felipe II.
33 Viendo , pues , el santo padre Ignacio que
en todo lo que el padre Francisco ponia su mano
el Señor ponia la suya , y le echaba su bendición,
y que los colegios y casas, que la Compañía tenia
en España , cada dia se multiplicaban por su medio;
determinó instituir nuevas provincias, y distinguirlas
y proveerlas de provinciales , y nombrar
por comisario general de todas ellas al padre
Francisco. La provincia de Portugal ya tenia su
provincial: el resto de España se dividió en provincia
de Castilla (que comprendía las dos provincias
, que ahora son de Castilla y Toledo),
en la de Aragón y Andalucía. De estas provincias,
y de la India oriental, hizo comisario general al
padre Francisco, con tan precisa y resoluta obediencia
, que aunque él se quiso excusar, no pudo,
y fué necesario que bajase la cabeza , é inclinase
el hombro á la carga. Vióse que fué de Dios este
consejo, por lo mucho que se sirvió su divina Majestad
del padre para establecimiento y acrecentamiento
de la Compañía en los reinos de España;
porque él la ilustró con su persona, y la propagó
con su gobierno, y la animó á la perfección con
su ejemplo, y la amparó y defendió con su valor
y autoridad de muchos encuentros, y terribles y
poderosas contradicciones que tuvo. Recibió en
la Compañía gran número de mozos ilustres y
hábiles, y de hombres maduros y letrados , y de
varones prudentes y de canas: dio vigor y fuerza
á los colegios, que ya estaban comenzados; y comenzó
otros muchos con flacos fundamentos, los
cuales después han crecido y hecho gran fruto en
la santa Iglesia. Ninguna cosa mas procuraba, que
el aprovechamiento espiritual de sus subditos: y
para esto hacia continua y afectuosa oración por
ellos, y con su ejemplo iba delante de su ganado,
como cuidadoso y vigilante pastor. Visitaba por
sí mismo los colegios , para cumplir con la obligación
de su oficio, y tener mas ocasión de padecer
; y era cosa maravillosa ver á un hombre criado
con tanta grandeza y regalo , andar tantos caminos
con soles y lluvias en el invierno y en verano
, de noche y de día. con tanta incomodidad,
durmiendo muchas veces en el suelo , y no teniendo
qué comer , por visitar á unos pobres religiosos y
pobres hermanos, y considerar la alegría y contento
con que lo hacia , como quien tenia delante
de los ojos las fatigas y caminos de Cristo nuestro
Redentor, y lo que le habia costado cada una de
las almas que con su preciosa sangre redimió. Era
tan grande este contento que llevaba en su ánima,
que en entrando en cualquiera colegio , parece que
entraba en él el consuelo , la devoción , ei espíritu
y deseo de padecer por Cristo. Hablaba á cada
uno de por sí, y animábale á la perfección : hacia
pláticas á todos juntos, exhortándolos á la perseverancia,
y á reconocer y agradecer al Señor el
incomparable beneficio de su vocación. Acordaba
á los superiores, que mirasen la cuenta que habían
de dar á Dios, de todos los que tenian á su cargo,
y que eran padres y siervos, y no amos y señores
de sus subditos, y que como á hijos los regalasen
y castigasen, mezclando con la suavidad el rigor,
y con la severidad la blandura , y procurasen ganarles
para Dios los corazones, porque con esto se
ganaba lo demás: y si alguno como hombre faltaba
, aquí se mostraba mas la caridad del padre
Francisco , procurando que el tal conociese su culpa
, y la castigase ,y él se ofrecia á hacer penitencia
por ella , como si fuera culpa propia suya. Y r
porque la visita de los colegios no fuese solamente
de palabras, él servia á la mesa á los hermanos,
y les besaba los pies, y les servia en la cocina. Iba
á predicar á las iglesias: visitaba los hospitales, y
las cárceles: hacia pláticas á los estudiantes , y
era el primero á todas las obras de humildad, mortificación
y caridad. Con esto quedaban los colegios
regalados y aprovechados en espíritu, y también
proveidos en lo temporal: porque muchas
veces, cuando él entraba en el colegio , habia gran
falta de las cosas necesarias para el sustento; y en
entrando el padre , parece que entraba juntamente
la bendición del Señor, y todo lo que habia menester.
34 Deseó don Gutierrez de Carvajal, obispo
de Placencia , fundar en aquella ciudad un colegio
para la Compañía; y el padre Francisco á su instancia
fué allá con algunos padres para dar principio
al colegio. Fueron muy bien recibidos y agasajados
del obispo, que era tenido por magnánimo
caballero , mas que por devoto sacerdote. Tomó
muy á pechos el padre Francisco el hacer mucha
oración y penitencia por aquel prelado, y pagarlo
las buenas obras y beneficios con que obligaba ó la
Compañía; y ordenó á todos los padres que tomasen
muy á pechos el pedir á Dios nuestro Señor la
salvación del obispo, y á esla intención ofrecerlo
sus plegarias, sacrificios y penitencias; y asi so

10 LA LEYENDA DE ORO. OCTÜDRE, 10
hizo : y nuestro Señor oyó sus oraciones; porque
el obispo se mudó en otro varón: reformó su vida
y su casa: desagravió á todos los que de él estaban
agraviados : hizo grandes limosnas; y en una
gran carestía mandó dar de comer á innumerables
pobres y curar los enfermos; y finalmente, estando
ocupado en semejantes obras de piedad, fué el
Señor servido de llevarle á gozar de sí, como do
su misericordia lo confiamos.
35 En el mismo tiempo que el demonio procuraba
sembrar en la ciudad de Sevilla su zizaña
y mala doctrina , tuvo el padre Francisco grandes
inspiraciones ó impulsos del cielo de enviar gente
de la Compañía á aquella ciudad, y procuró que
se fundase allí un colegio: y para esto envió adelanto
al padre Juan Suarez , que á la sazón era
redor del colegio de Salamanca , y después algunas
veces fué provincial de la provincia de Castilla.
Pasados algunos dias, el mismo padre FYancisco
con otros padres fué ó Sevilla , y se albergó
en una casilla pobre y caediza, y ¡lena de muchas
goteras, que calan aun en el mismo aposento
del padre, y le mojaban su pobre cama y la cabeza
algunas veces, con grande alegría y gusto del
mismo padre, porque era á la medida de su deseo.
Allí pasaron mucha necesidad y pobreza; aunque
el Señor no les faltaba ni dejaba de proveerles , y
algunas veces milagrosamente. AI tiempo que hubo
de partirse de Sevilla , despidiéndose de los padres
, entre otras cosas les dijo : Una de las cosas
que me llevan consolado , es. que os dejo sin casa
y sin qué comer: pero no tengáis pena; que todo
os sobrará. El padre lo dijo; y Dios lo ha cumplido
con las tres casas quo la Compañía tiene hoy dia
en Sevilla.
36 Supo el padre Francisco que el emperador
don Carlos (que dejando el imperio y la monarquía
do tantos reinos se habia retirado al monasterio
de Yustc) deseaba verle, y fué á Yusle
por hacerle reverencia, y cumplir con tan precisa
obligación. Mandóle su majestad aposentar en el
mismo convento (que fué cosa particular), y dio
orden de cómo se habia de aderezar el aposento;
y holgóse por extremo con él. Dióle el padre cuenta
de su vida y entrada en la Compañía , y dijole las
razones quo le habian movido á entrar mas en ella
( siendo religión nueva y no tan conocida ni aprobada
en el mundo), que en otras religiones venerables
por su antigüedad : y el emperador quedó
muy satisfecho , y ofreció al padre su imperial favor
para la Compañía, y le dio algunos buenos
consejos para que se conservase : y á la partida le
mandó dar una limosna de doscientos ducados,
diciendo, que aunque la limosna era poca, mas
que , respecto de lo que su magestad ahora tenia,
nunca le habla dado tanto en cuantas mercedes
le habia hecho ; y el padre la aceptó con grande
agradecimiento y gusto, por ser limosna que le
daba un príncipe tan grande, y con lan buena
voluntad , y se la daba como á pobre, por amor
de Dios.
37 Acabada su jornada y visita del emperador,
se volvió á Valladolid para atenderá! gobierno
de sus subditos, y al acrecentamiento y
buen despacho de los negocios de la Compañía,
que en aquella corte se le ofrecian. Pero con ser
estos muchos, eran muchos mas los negocios de
los seglares que á él acudían y le importunaban
para que les favoreciese en sus pleitos , asientos y
pretensiones, los cuales eran tamos que, le embarazaban
y ahogaban , y no le dejaban atender á
los que eran propios de su religión y oficio. Pero
por mucho que le fatigaban, no se queria encargar
de negocios seglares, sino con grande moderación
y precisa obligación , asi porque no le fallase tieni -
po para los espirituales y mas importantes, como
porque lemia que los jueces por sus ruegos ( aunque
contra su intención) no declinasen do la justicia
. ó que queriendo hacer bien á una parte, tal
vez baria mal á otra. Para eximirse de la instancia
ó importunidad de la gente, y poder mas libremente
respirar y gozar algunos ratos de Dios, lo
deparó cerca de Yalladolid en la villa do Simancas
una casa, á la cual se acogia todas las veces
que se podia escapar de la corte , y recreaba su espíritu,
y cobraba nuevas fuerzas con sus oraciones
y penitencias, que hacia allí mas largas y mas
rigurosas.
38 Aquí también instituyó una casa de probación
(y fué la primera que hubo en Castilla de
la Compañía) , para probar los muchos novicios
que Dios le enviaba de las universidades de Alcalá,
y de Salamanca , y de otras partes, y amoldarlos
al instituto de la Compañía , como quien lan
bien sabia que el fundamento de las religiones os
la buena instrucción de los novicios. Pura osla casa
hizo labrar un edificio semejante al do Oñate,
y muy conforme al espíritu de su santa pobreza.
Era de adobes de sierra y de madera tosca; y el
mismo llevaba con los novicios la tierra y los oíros
materiales . y con unas esteras atajaban los aposenlillos
; y al talle de eslo era lo demás. Acabada
la casa, puso el padre su noviciado, y en éi, buen
número de novicios, mozos ilustres y de muyraras
habilidades, y hombres de grandes prendas y ya
graduados, y aun algunos escogidos letrados y muy
estimados en el mundo: los cuales vivian entre si
con mucha paz , perfecta obediencia , exlremada
oración, mortificación, y menosprecio de sí y de
todas las cosas de la tierra ; y el mismo padre Francisco
iba delante , y los animaba con su ejemplo,
siendo el primero en el trabajo , en la cocina, y en
el pedir limosna y en lodos las obras de humildad,
con lanía alegría , que ponia espanto. Mas habiendo
fallecido á los 11 de junio del año de 1557
el serenísimo rey de Portugal don Juan el III; el
emperador mandó llamar á Yusle al padre Francisco,
para enviarle á Portugal á tratar un negocio
de grande importancia. Fué ; y tuvo en Evora
una recia enfermedad : y aunque los médicos juzgaron
que moriría do ella , él les dijo que se asegurasen;
porque de allí á cuatro días se partiría
para Lisboa , como se partió, y trató con la reiría
doña Catalina el negocio á que iba , y visitó (aunque
do paso) las casas y colegios que pudo , de la
Compañía : y volviendo á Y'uste, dio razón al emperador
de lo que babia hecho en lo que le habia
mandado : y tornando otra vez á Yusle, después

OCTUBRE, 10 LA LEYENDA DE ORO. 71
de pocos meses , también llamado de su majestad,
hablaron los dos de cosas de espíritu . y de la oración
y obras satisfactorias, en las cuales deseaba
el emperador ejercitarse, aparejándose cada dia
mas para la cuenta que en breve había de dar al
supremo y divino Emperador, como sucedió; porque
pocos días después que el padre llegó de Yuste
ó Valladolid , falleció el emperador á los 21 de setiembre
, dia de san Mateo, apóstol, del año de
1558. Dejó entre otros por testamentario al padre
Francisco: el cual predicó en sus honras en Valladolid,
con gran sentimiento y ternura suya , y admiración
y edificación de los oyentes.
39 Aunque el padre Francisco habia ido dos
veces á Portugal, y servido á la Compañía , en
lo que se le habia ofrecido; todavía , como habia
sido de paso, determinó ir la tercera vez mas
despacio, para visitar y consolar los colegios de
aquel reino, que estaban á su cargo, especialmente
porque el infante cardenal, y arzobispo de
Evora , había fundado una insigne universidad en
aquella ciudad, y le pedia con encarecimiento
que le diese algunos buenos maestros de la Compañía,
que leyesen en ella, y él mismo viniese á
verle. El padre le envió dos maestros, que leyeron
muchos años con gran loa en aquella universidad
, y después fué á ella, para cumplir en lodo
la voluntad y mandato de tan grande y ejemplar
príncipe, y tan devoto y señalado prolector
de la Compañía. De Evora pasó á Coimbra, donde
consoló y edificó mucho á todos los padres y hermanos
de nuestro colegio con sus pláticas espirituales
y ejemplo, y á los de fuera con sus sermones
y santa conversación. Ayudó asimismo á
la fundación del colegio de Braga, que el padre
Fr. Bartolomé de los Mártires, religioso de la orden
de Santo Domingo, y arzobispo de aquella
ciudad , con gran caridad fundó y dotó. Y porque
se hallaba fatigado el padre de graves y trabajosas
enfermedades, y acosado y casi oprimido de
negocios de las personas mas principales del reino,
se retiró á la ciudad de Porlo, para tener alguna
mas quietud y descanso.
40 Allí fué recibido como un ángel del cielo,
y comenzó el colegio de Porto con gran contento
y alegría de toda la ciudad, y de la reina doña
Catalina, que favoreció la fundación. Aquí, olvidado
de su edad y enfermedades, comenzó á ejercitar
los ministerios de la Compañía con tanto
fervor, como si fuera mozo sano y robusto. Predicaba
de ordinario, y daba el santísimo Sacramento
á los que querian comulgar (que eran
muchos), haciéndoles unas pláticas devotísimas.
Iba los dias de fiesta con la campanilla por las
calles y plazas, llamando los niños á la doctrina,
y ocupábase en los otros ejercicios de humildad y
abnegación.
41 Pero estando el padre con gran gusto en
aquella quietud y soledad , le llegó un breve de la
santidad del papa Pió IV, en que le mandaba
que fuese á Boma; porque le quería tener cabe
sí para cosas muy importantes al divino servicio:
y el padre, aunque estaba flaco y con muchos
achaques, como hijo de obediencia, se puso luego
en camino en lo recio del verano del año del 561:
y pasando por Francia, y visitando en Italia la
santa casa de Loreto, llegó ó Roma á los 7 de
setiembre del mismo año , con extraordinario consuelo
de todos los padres y hermanos de la Compañía
que en ella habia. Poco después, por estar
el padre maestro Diego Lainez (que era
prepósito general) ausente, primero en Francia, y
después en el concilio; el mismo padre general le
nombró por vicario general suyo en liorna : y
cuando murió el dicho padre general, que fué á los
19 del mes de enero del año 15G5, los padres de
la Compañía, que estaban en Roma, nombraron
al padre Francisco la segunda vez por vicario general
de toda la Compañía, y él lo fué hasta los 2
de junio del mismo año, en que, en la congregación
general que se celebró en Roma , fué elegido por
prepósito general, con grande repugnancia y sentimiento
suyo, y no menor alegría y contento de
los que le elegían y del resto de la Compañía, y
satisfacción de toda la corte romana , y especialmente
del papa Pió IV, que en aquel día dijo á
toda la congregación , cuando fué á besar el pió á
su santidad , que no podía haber hecho mas acertada
elección para el servicio de Dios y para el
acrecentamiento de su religión, ni de mayor satisfacción
suya; y que así lo mostraría en Lodas las
cosas que para bien de la Compañía se ofreciesen.
42 Cuando se hubo acabado la congregación,
el padre Francisco habló con grande humildad á
todos los padres , rogándoles que le ayudasen con
sus oraciones, consejos, avisos y reprensiones, y
que cuando viesen que no podía llevar la carga, se
la quitasen, como se hace con un jumento que
no puede ir adelante con la carga; y se levantó
de su asiento, y mandándoles que se estuviesen
quedos, anduvo de rodillas, besando los pies á
todos de uno en uno; y abrazándolos, los envió á
sus casas llenos de edificación y alegría.
43 Luego comenzó á hacer su oficio y gobernar
la Compañía, y dio principio á la casa de
probación de San Andrés de Roma, para criar los
novicios, que nuestro Señor le enviaba en gran número,
y formarlos al uso de la Compañía; y ordenó
qne en cada provincia se instituyese ó señalase
casa particular para este mismo fin, y un
seminario, en que se enseñasen y leyesen todas
las ciencias que usa la Compañía. Y porque la
iglesia, que la casa profesa tiene en Roma , era
muy estrecha y desacomodada para la muchedumbre
de gente que á ella acudia, procuró que
el cardenal Alejandro Farnelio, grande amigo suyo,
y protector nuestro, fundase el templo que
fundó para su entierro, con grande suntuosidad y
magnificencia. Dio la santidad de Pío V (siendo
general el padre Francisco) cargo del colegio de la
penitenciaría de San Pedro á la Compañía, y mandó
que los padres de ella le predicasen en su palacio
apostólico, ó instituyó una congregación de
cuatro cardenales, para tratar de los medios que
se podían lomar para reducir á los herejes; y
otra de oíros cuatro, para ayudar á la conversión
délos gentiles, por saber que el fin principal de
la Compañía es defender de los herejes, y propa-

gar entre los gentiles nuestra santa fé católica , y
con estas congregaciones darle aliento y favor.
44 Maravilloso fué el progreso y amplificación
de la Compañía, siendo el padre Francisco
prepósito general; porque los sugetos que entraron
en ella en todas partes, fueron muchos y muy iucidos:
los colegios que se aumentaron, siendo
antes fundados, y se fundaron de nuevo en gran
número. Algunas provincias se instituyeron, y
acrecentaron, y la Compañía entró y se extendió
á nuevos reinos, y muy remotas naciones, con notable
fruto, y gloria de Dios, que en su nombre
los enviaba; porque á mas de haber enviado el
padre Francisco, el año de 15G6, algunos padres
y hermanos á las islas que llamamos Canarias, en
compañía de don Bartolomé de Torres, obispo de
Canaria , los cuales visitaron toda aquella isla con
notable fruto de los isleños, que estaban bien necesitados
de aquel espiritual socorro; envió también,
á instancia del católico rey don Felipe II,
otros padres el mismo año para la Florida; y el
de 1568, otros para predicar y dar noticia del
Evangelio á los naturales de aquella provincia, á
cuyas manos murieron. Abrióse asimismo la puerta,
que hasta entonces habia estado cerrada, de
las Indias occidentales, para que los nuestros
pudiesen ir á ellas, y cultivarlas con sus trabajos,
como lo hacian en la India oriental; porque el
mismo rey don Felipe escribió algunas cartas al
padre Francisco, pidiéndole con encarecidas palabras
que enviase religiosos de la Compañía que
se ocupasen en la conversión y enseñanza de
los indios , y comenzasen á fundar casas y colegios,
que él las mandaría proveer de todo lo necesario
para su pasaje. Y en ejecución de lo que
su majestad mandaba, el año de 1567, á los 2
de noviembre , partieron del puerto de San Lúcar
para el Perú los primeros padres de la Compañía
que entraron en aquel reino, y después se fueron
enviando otros: y el año de 1572, á los 23 de
junio, partieron parala Nueva España catorce padres
y hermanos , los cuales hicieron su asiento
en la ciudad de Méjico , cabeza de aquel reino.
Lo que la divina bondad se ha servido del ministerio
de los de la Compañía en estas provincias, y
en las otras de Indias por donde se han extendido,
en la conversión de los gentiles y en la enseñanza
de los ya convertidos , y reformación de los cristianos
viejos, en la instrucción de la juventud , y
en todas las demás obras de caridad ; es tan notorio
, que no hay para qué referirlo aquí.
45 No solamente acrecentaba nuestro Señor
el número de los de la Compañía que estaba acá
en la tierra, sino también el de los del cielo; porque
el año de 1560 , á los 15 de julio , un corsario
francés , hereje , que se llamaba Jacques Soria,
encontrándose con una nave portuguesa, en que
iba el padre Ignacio de Azevedo por provincial
del Brasil, con otros treinta y ocho religiosos de
la Compañía , la combatió, y entró por fuerza: y
sabiendo que iban allá aquellos padres y hermanos
, los mandó matar á todos, sin quedar ninguno
, diciendo á grandes voces : Mueran , mueran
los papistas, que van á sembrar falsa doctrina en
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 10
el Brasil. Y después de rendida la nave, llegándose
á ella el mismo Jacques , desde su galeón,
dijo: Echad al mar á esos porros jesuítas , papistas
y enemigos nuestros; y al mismo punto arremetieron
sus soldados, herejes calvinistas como él,
y desnudándolos de sus pobres sotanas, y dándoles
muchas heridas, y cortando á algunos los brazos,
los echaron en el mar. Y el año siguiente
de 1561, otros doce padres y hermanos, que llevaban
al padre Pedro Díaz por superior, ó iban á
la misma jornada , y con el mismo intento de publicar
el Evangelio en el Brasil, cayeron en manos
do otro corsario, también francés, tan grande
hereje y tan cruel enemigo de los católicos, como
Jacques Soria , que se llamaba Juan Cadavillo; y
por su mandado, después de haberlos tratado con
bárbara y diabólica inhumanidad, y llamádoles
perros, ladrones, papistas y enemigos de Dios;
los mandó echar en el mar , queriendo Dios nuestro
Señor regalar y favorecer á los de la Compañía
, con poblar el cíelo de los hijos de ella. Cuando
el padre Francisco tuvo nueva de la dichosa
muerte de estos fuertes guerreros y bienaventurados
hijos suyos, aunque por una parte sintió pena
por la falta que harían en el Brasil; por otra se
regocijó mucho mas, por ver que en su tiempo
se dignaba el Señor aceptar esta ofrenda y sacrificio
de sangre que la Compañía le ofrecia, y con
gran ternura y sentimiento se encomendaba á los
muertos, y alababa sus virtudes, y suplicaba á
Dios que diese gracia á los que quedaban . para
seguirlos con efecto , como con el afecto y deseo
se le ofrecían.
46 Aunque Dios nuestro Señor se servía tanto
del padre Francisco en el gobierno de la Compañía
, como habernos visto, así en la extensión y
acrecentamiento de ella, como en la edificación y
fruto que con sus ministerios se seguía en todas
parles ; todavía, como él era tan humilde y estaba
tan poco satisfecho de sí mismo , siempre le
parecía que no hacia lo que debía á Dios y á la
Compañía , y que estaba mal el gobierno en sus
manos , y que ganaría mucho ella poniéndole en
las manos de cualquiera otro : y habiéndose encomendado
muy de veras á nuestro Señor, juntó sus
asistentes, y les propuso el deseo que tenia de convocar
congregación general, para renunciar el cargo
que la misma Compañía le habia encomendado.
No vinieron los padres asistentes en ello: antes le
dijeron que su zelo era bueno; pero que la ejecución
seria dificultosa y contraria á la voluntad de
Dios , que lo habia puesto en aquel lugar, y favorecídole
maravillosamente con el acrecentamiento
y fruto de la Compañía, y provecho y gusto de sus
subditos, y satisfacción y edificación de los de fuera
: que no era su trabajo monos meritorio y acepto
á Dios nuestro Señor, que le seria su oración retirada
y su propia quietud; ni mejor aparejo para
morir en el mirar por sí y su descanso . que el emplearse
en hacer perfectamente el oficio que Dios
le habia encargado. Con esto por entonces se sosegó
, viendo cerradas las puertas á su pretensión,
y que no podria salir con lo que su humilde espíritu
con tantas ansias deseaba.

OCTUBRE , 10 LA LEYENDA DE ORO.
47 Al mismo tiempo qué el padre trataba de negocios de sus casas y provincias Y aunque el
tiempo era corto y ocupado , todavía el padre los
oyó y despachó con mucha consolación de sus almas,
y provecho de sus subditos. Habiendo concluido
con el rey católico, partieron para Portugal,
y de allí (después de haber sido recibido
el legado del rey don Sebastian con grande aparato
y magnificencia, y el padre Francisco con
extraordinario amor y favor), despachados los negocios
comunes y particulares que el padre Francisco
llevaba á su cargo ; volvieron de Lisboa a
Madrid: y habiendo estado pocos dias en ella, tomaron
su camino para Francia , acompañándolos
hasta la raya don Fernando de Borja , por orden
del rey católico, que quiso que á la entrada y á la
salida de sus reinos, acompañase y sirviese el hijo
á su padre.
retirarse y dejar el cargo de prepósito general, el
Señor queria que llevase aquella carga, y añadirle
otra sobrecarga de una larga y trabajosa peregrinación;
porque la santidad de Pió V para resistir
á Selim , gran turco, que se había apoderado del
reino de Chipre, y con esla victoria estaba muy
insolente, y amenazaba gran ruina á la cristiandad
, a suplicación de la república de Venecia,
procuró que se hiciese una liga entre su santidad,
el rey católico de España don Felipe II, y la misma
república de Yenecia , para resistir al común y
fiero enemigo: y para confirmar mas la liga, y
acrecentarla con nuevas fuerzas de otros reyes y
príncipes cristianos, envió al cardenal Alejandrino
, su sobrino, por legado á los reyes de España,
Francia y Portugal; y quiso que el padre Francisco
acompañase en esta jornada al legado, y le sirviese
con su autoridad y prudencia, y ayudase á tratar
con los reyes los negocios de que iba encargado.
Envió el rey católico á la entrada de Cataluña á
recibir al legado á don Fernando de Borja, hijo del
mismo padre Francisco, con quien le escribió el
rey el gusto y contentamiento grande que tenia de
su venida. Vinieron por Barcelona á Valencia,
donde salió á recibir á su padre el duque de Gandía
don Carlos de Borja, y después su hijo don
Francisco , marqués de Lombay , y heredero de su
casa, acompañado de la flor de la caballería de
Valencia: el cual, en viendo desde lejos á su
abuelo , se apeó con toda su gente, é hincadas las
rodillas , le besó la mano y pidió su santa bendición
; y de la misma manera llegaron los otros caballeros
y criados antiguos de su casa. Pero el
padre Francisco, con la honra que le hacian , se
halló tan atajado y confuso, que no vio la hora de
escabullirse de ellos y de la otra gente que también
le venia á recibir; y así con solos los padres
que traía en su compañía, se desvió del camino
real, y por sendas secretas se entró en Valencia,
y se vino á su colegio de la Compañía, donde los
de ella le estaban aguardando. Fué tan grande la
instancia que el patriarca arzobispo don Juan de
Ribera y la ciudad de Valencia le hicieron que
predicase en ia iglesia mayor , que no lo pudo excusar;
y fué tan extraordinario el concurso de la
gente de dentro y fuera de la ciudad al sermón,
que el mismo padre apenas pudo subir al pulpito:
y quedaron todos admirados de lo que oyeron y
vieron. Nunca pudieron acabar con él que se llegase
á Gandía , con no estar mas de nueve leguas
de Valencia: pero de ella y de todo su estado vinieron
muchos á ver á su antiguo señor.
48 En la corte del rey don Felipe fué muy
bien recibido , regalado y favorecido de su majestad
, con quien trató el padre Francisco algunos
otros negocios de mucho servicio de nuestro
Señor, que su santidad particularmente a él le
habia encomendado. Fué muy visitado de todos
los grandes y señores, y tuvo tantas ocupaciones,
que no lo dejaban respirar. Acudieron también los
superiores do las provincias y colegios de la Compañía
, que pudieron, de España, para ver al que
tanto amaban y reverenciaban, y tratar con él los
TOMO IV.
49 En Francia hallaron en Bles al rey Carlos
IX y á la reina Catalina, su madre, bien fatigados
y afligidos; porque á la sazón en aquel
reino no habia sino armas, latrocinios, rebeliones
y desobediencias á sus reyes , causadas de la desobediencia
que los herejes tienen á Dios. Estaban
en muchas partes las iglesias desiertas y arruinadas,
y los católicos oprimidos y perseguidos do
los herejes. Exhortó el padre Francisco á los reyes
con vivas razones á conservar en su reino la
fó católica, mostrándoles que si ella se perdía,
también se perdería el mismo reino , y dándoles
otros avisos y santos consejos, todos enderezados
al mismo fin, los cuales oyeron los reyes con mucha
atención , rogándole que los encomendase á
nuestro Señor en sus oraciones, y que le suplicase
que alzase la mano del castigo de aquel reino, quo
estaba tan fatigado y diviso; y la reina madre con
gran instancia y devoción le pidió un rosario que
llevaba en la cinta ; y finalmente mostró quererle
contantas veras, que se ledió. Con esto, y con haber
tratado el legado los negocios públicos, se partieron
de la corte de Francia para Italia : y habiendo
llegado el padre á un lugar en que no halló sino
un templo yermo y asolado, que tenia solo un altar
de piedra en pié, y dicho misa en el dia de la
Purificación de nuestra Señora , le asaltó un recio
accidente de frió y calentura , que le causó , no
tanto el rigor del tiempo , cuanto la impresión que
le hizo el ver aquel templo destruido , y un reino
tan poderoso y tan cristiano, en tan lastimoso y
calamitoso estado. Desde aquel dia de la Purificación
nunca mas se pudo tener en pió. Lleváronle
por el estado de Saboya hasta Turin, con gran
cuidado y regalo; porque el duque le envió médico
, medicinas y criados de su casa para que le
sirviesen. En Turin, no pudiendosu humilde y pobre
espíritu sufrir el tratamiento y regalo de su persona,
que el duque le mandaba hacer, se embarcó
en una barca bien aderezada hasta Ferrara, donde
el duque don Alonso de Este, su primo, lo tuvo
algunos meses . haciéndole curar , regalar y servir
como si fuera su propio padre. Mas como él
entendió que se llegaba el tiempo de salir de la
cárcel del cuerpo, ó ir á gozar del sumo Bien,
deseando morir en Roma, se partió de Ferrara; y
pasando por la santa casa de Nuestra Señora do
10
73

7*
Loreto, llegó á aquella santa ciudad á los 28 de
setiembre del año de 1572 , metido en una litera
y sin salir jamás de ella. Cuando supo que estaba
ya dentro de los muros de Roma , dijo con grande
alegría de espíritu elNunc dimütis servum tuum,
Domine, é hizo gracias á nuestro Señor porque
habia perdido la salud y acabado la vida en obediencia
de su santa sede apostólica, y cumplimiento
del cuarto voto solemne que habia hecho
en su profesión , y no menos por haberle librado
tantas veces de las dignidades ó que el mundo habia
procurado levantarle, para derribarle del estado
de pobreza en que su divina mano le habia
puesto. Antes que el padre Francisco llegase á
Roma , habia fallecido la santidad del papa Pió V,
y con su muerte se cortó el hilo á muchos negocios
graves ó importantes que resultaban de
aquella legacía y jornada , para gran servicio de
Dios. Sucedióle en el pontificado el papa Gregorio
XIII, que estando en Tíboli, supo la llegada
del padre Francisco á Roma , y que estaba al cabo
de su vida , y tuvo mucho sentimiento de ello , y
dijo , que la Iglesia perdía en él un fiel ministro y
firme columna , y le envió indulgencia plenaria
para aquel paso y su bendición. Acudieron muchos
cardenales y embajadores do príncipes á visitarle:
y él les rogó que le dejasen; porque ya no era
tiempo sino de tratar con Dios. Vivió después que
llegó áRoma solos dos dias, en los cuales recibió
los santos sacramentos, respondiendo él mismo
con entrañable devoción al de la extremaunción,
y á la invocación de los santos. Después se puso
en oración muy sosegada y atenta : y hablando de
lo mas íntimo del corazón con el Señor , y echando
afectuosos y amorosos suspiros del alma, la dio
á su Criador el postrero de setiembre, dia de san
Gerónimo , del año de 1572, poco antes de media
noche, habiendo vivido setenta y dos años, menos
veinte y ocho dias. Su cuerpo fué enterrado con
gran sentimiento de los de la Compañía y de los
de fuera, en la iglesia antigua de la Compañía,
junto ó los cuerpos del santo padre Ignacio de
Loyola, y del padre maestro Diego-Lainez , que
fueron los dos primeros prepósitos generales sus
predecesores.
50 Esta es una breve recopilación de la vida
del padre Francisco de Borja, que yo escribí mas
largamente en cuatro libros: en tres de los cuales
trató del discurso de su vida, y en el cuarto de
sus particulares virtudes. que es la parte que ahora
nos queda que proseguir, y la mas necesaria y
principal para nuestro ejemplo é imitación; porque
cierto todas las virtudes fueron raras, admirables
y divinas en este santo varón. Y por comenzar
de la humildad, que es la madre, fundamento
y conservadora de todas, y la que parece que repugnaba
mas á su estado y grandeza; ¿quién no
se admira de tantos y tan maravillosos ejemplos
de humildad en el padre Francisco? ¿Del pedir limosna
por las calles con unas alforjas al hombro?
¿Del juntar los niños con una campanilla para que
oyesen la doctrina cristiana? ¿Del servir en la
cocina y refectorio? ¿Del besar los pies á sus her-
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE , 10
otras cosas de este jaez, que en su vida quedan
referidas?
51 Deseando de corazón esta virtud , y sabiendo
que el camino para alcanzar la humildad,
es la humillación, ninguna cosa parece que tomó
tan á pechos, como el confundirse y. aniquilarse
delante de todas la criaturas. Este era el principio
de su oración : esta la materia de sus pláticas; y
este el común ejercicio de su vida. De aquí le vino
el estar algunas veces muy encogido, y como avergonzado
, pareciéndole que yendo por la calle, todos
le miraban como á hombre salido del infierno;
y el juzgar otra vez que su propio lugar era el estar
á los píes de Judas: y que el Salvador , cuando
la noche de la cena se los lavó con sus manos arrodillado
delante de él, le habia quitado aquel lugar,
y dejádole singular en el mundo. De este
mismo afecto nacia el tenerse por bestia , y decir
que cuando siendo duque le habian salido á recibir
las muías de los cardenales en Roma (como se usa),
habia sido un recibimiento muy conveniente ; pues
habian salido las bestias á recibir otra bestia. Y
siendo comisario general de la Compañía en España
, y teniendo las llaves del colegio de Porto,
tomó un puerco muerto que habian traido de limosna
, y se le echó á cuestas, y lo subió por una
escalera bien alta ; y maravillándose los padres de
esto , dijo: ¿ Qué maravilla es que un puerco lleve
á otro puerco?
52 Desde que se dio al ejercicio de larga oración
mental, empleaba cada dia las dos primeras
horas de ella en este conocimiento y menosprecio
de sí mismo : y cuanto oia , leia , y veia , todo le
servia para este abatimiento y confusión; y daba
gracias al Señor, porque, habiendo sido tantos sus
pecados pasados, no le desamparaba y dejaba
caer en todos los pecados en que caian otros hombres.
Ninguna cosa le daba tanta pena como cuando
se veia honrar por santo , ó por siervo de Dios.
Y preguntado una vez, por qué se afligía tanto
de esto ; pues él no lo deseaba ni procuraba; respondió
, que temia la cuenta que habia de dar ó
Dios por ello , siendo él tan otro de lo que se
pensaba.
53 Tenia gran sentimiento , cuando le trataban
con alguna ceremonia de la grandeza pasada,
ó con mas respeto y reverencia que á otros, como
llamándole «señoría ,» etc. De los lugares y ocasiones
, donde habia de ser honrado, rodeaba por
los caminos aunque hubiese de tener incomodidad
de posada, y padecer su salud , á trueque de no
recibir la tal honra. Encubría con maravillosa humildad
lo que habia sido en el siglo, y trataba
con tan grande llaneza con todos , que no habia
rastro ni memoria de lo pasado. En dos solos casos
se servia de los títulos antiguos, que no menos
descubrían su humildad. El uno , que el haber sido
duque , le sirvió para que le recibiesen en la Compañía;
porque si no lo fuera, ¿qué talentos, ó qué
prendas tenia yo (decia el humilde padre) para ser
admitido en ella? El otro , cuando llegaba de camino
á algún pueblo , y para decir misa no le querían
dar recado, ó por ser tarde, ó por no cono-
manos tana menudo como él lo hacia? ¿Y las cerle; entonces daba licencia á sus compañe

OCTUBRE ,10 LA LEYENDA DE ORO
ros , que dijesen quién era , por no quedarse sin
misa.
5i Pues ¿qué diré de la congoja y angustia
que tuvo todas las veces que trataron de
hacerle cardenal? porque no hay hombre tan
ambicioso, que así codicie y procure la honra ó
dignidad, como el padre la huia y desechaba.
¿Qué del ansia que tuvo de ocuparse en leer una
clase de gramática , y de la invención que hallaron
los padres, para persuadirle que desistiese de aquella
pretension , diciéndole que no lo sabría hacer,
y que desacreditarla los estudios de la Compañía?
Porque era tan humilde que lo creyó; y por esto
lo dejó. No quiero alargarme mas en referir otros
ejemplos de la singular humildad del padre Francisco
: véalos quien quisiere en su vida : estos bastan
para que entendamos que fué muy profunda
y extremada la que dio el Señor á este humilde
siervo suyo.
55 Hija de la verdadera humildad es la virtud
de la santa pobreza, en la cual se esmeró mucho
el padre Francisco ; porque deseó afectuosamente
ser verdadero pobre de Cristo, y lo supo
ser, y vivir y morir como pobre , favorecido del
Señor. Desdo el dia que se hizo religioso , no tuvo
en su poder moneda de ninguna suerte, ni conocía
el valor de las monedas : que era cosa que ponia
admiración en una persona que habia sido lan rica,
y gastado tanta hacienda. En todas sus cosas daba
muestras de verdadero pobre y perfecto amador
de esta virtud: en su vestido , en su comida , en
su cama y aposento , y aun en las cosas mas menudas
, como en el papel que gastaba para sus sermones
, en el fuego que se le hacia en alguna necesidad
, y en cosas semejantes; y para hacerle
tomar unos zapatos, ó unas calzas nuevas , era
necesario usar de grandes persuasiones y artificios.
Cuando iba á pedir limosna , de mejor ganacomia
los mendrugos y pedazos de pan que él ú otro
traian , que el entero que se ponia á la mesa. En
sus caminos , por largos y trabajosos que fuesen,
nunca , por mucha falta que tuviese de salud, consentía
que para su persona se llevase ni una sábana
limpia; temiendo que esto fuese en perjuicio de
la santa pobreza; y muchas veces dormía, cuando
iba de camino , en los pajares, ó á teja vana en
tiempo de frió , y entrando el viento por muchas
partes. Su fieltro , y capa aguadera, así en el invierno
como en el verano, era su manteo doblado
al revés (por no gastarle tanto); y con esto no
pocas veces llegaba á las posadas traspasado del
agua y frío; y entonces era su alegría , cuando llegando
de esta manera no hallaba buen recado en
la posada. La ermita de la Magdalena , que labró
enOñate, la casa de probación de Simancas, y
otras obras que hizo , todas eran al talle de su espíritu
, el cual resplandecía , y era tanto mas admirable
en el padre, cuanto mas era lo que habia
dejado en el mundo; porque se echaba bien de
ver, que lo que en otro pudiera ser miseria ó
falta de ánimo y estrechura de corazón , en él era
menosprecio del mundo, ó imitación de Cristo , y
un vivo y entrañable deseo de vestirse de su desnudez
, y vivir y morir como él vivió v murió. Hubo
algunos que, admirados y movidos principalmente
de esta humildad y pobreza del padre, se determinaron
á seguirle, y entrar en la Compañía, como
lo hicieron.
56 También es hija de la humildad la obediencia
, en la cual fué muy perfecto el padre
Francisco, obedeciendo enteramente al Señor , y á
los ministros que en su nombre le gobernaban. Solia
llamar á la obediencia barca segura en la cual
aunque duerma y repose, no deja el religioso de
navegar prósperamente , y hacer camino de noche
y de dia. Cobraba tan gran respeto á sus superiores,
que no solamente le duraba el tiempo
que ellos lo eran . sino también después que lo dejaban
de ser , solamente porque lo habian sido.
Cuando estaba en España, y recibía cartas del
santo padre Ignacio, general; antes que las abriese,
se hincaba de rodillas y hacia un poco de oración,
suplicando á nuestro Señor que le diese gracia para
oir y cumplir la obediencia de su superior, que en
aquellas cartas le enviaba , y como si del cielo le
viniera aquella obediencia, así se gozaba con ella,
y la cumplía: y lo que para los otros religiosos es
una expresa obediencia, eso para el padre Francisco
cualquiera significación de la inclinación del
superior.
57 Para tener un poco la rienda al espíritu
fervoroso del padre Francisco en sus penitencias
le ordenó el santo padre Ignacio , que en lo que tocaba
á su salud , obedeciese á su compañero , que
era un hermano , y se llamaba Melchor Marcos.
Fué cosa de admiración la obediencia que le tuvo,
y la humildad con que le preguntaba si haria esto,
ó aquello : y si le daban alguna cosa para su salud,
luego preguntaba'si el hermano Marcos lo mandaba.
La misma obediencia guardaba con el cocinero
cuando le iba á servir en la cocina. Un dia que
estaba ayudando en ella en Valladolid, le mandó
llamar la princesa doña Juana; y el padre no quiso
ir , sin licencia del cocinero , el cual le dijo que
fuese , pero que se volviese luego ; porque les haria
falta , si se detuviese , y que dijese á su alteza,
como estaba ocupado en la cocina , y que luego le
dojaria volver. De la misma manera que el simple
hermano se lo mandó , lo cumplió el padre , contando
á su alteza puntualmente lo que le había
mandado el cocinero , quedando la princesa admirada
y edificada de ver la obediencia con que el
religioso padre , y santo y discreto cortesano, habia
ejecutado lo que aquel simple hermano con tanta
llaneza le habia ordenado.
58 Solia decir que esperaba en nuestro Señor,
que tres cosas principalmente conservarían
y acrecentarían la Compañía: la primera la oración
, y el uso de los santos sacramentos : la segunda
, las contradicciones y persecuciones: la
tercera , la perfecta obediencia: y daba la razón :
porque la primera nos junta y ala con Dios : la
segunda nos despega de la vanidad y amor del siglo;
y la tercera nos hermana y traba entre nosotros
mismos, y nos une con nuestras cabezas.
Después que en Oñate renunció su eslaclo , y se
comenzó á dar á la vida religiosa con mas perfección
, le deparó nuestro Señor un superior muy ri-

76 LA LEYENDA DE ORO. OCTÜBRE , 10
guroso en sí, que le daba larga rienda en sus penitencias
, y le incitaba á mayores cosas , que sus
fuerzas podian llevar. Hacíale trabajar con la angarilla
muchas horas, y traer piedra y cal, y los
otros materiales para la obra; y el buen padre con
una mansedumbre y santa simplicidad le obedecía
, como si fuera un ángel enviado del cielo para
gobernarle.
59 Pero ¿quién podrá explicar el don de la
oración y trato familiar que este bienaventurado
padre tuvo con Dios, y el cuidado de examinar
muchas veces cada dia su conciencia, y confesarse
dos sacramentalmente, para disponer su alma á
recibir el rayo de la divina luz? Con el uso continuo
de la oración vino á hacer un hábito de hallar
á Dios en todas las cosas, de manera que parecía
que todos los lugares le servían de oratorio , y los
negocios, de recogimiento y materia para la misma
oración. En los caminos, los montes, los rios y
los campos le servian de despertadores y mensajeros
de Dios, para conocerle, amarle y alabarle
mas en todas sus criaturas: y aunque le era trabajoso
el caminar, todavía gustaba del trabajo;
porque no habia quien le embarazase para su
oración.
60 Cuando estaba en alguna conversación de
seglares, que no podía excusar , estaba tan dentro
de sí, y tenia á Dios tan presente, como si estuviera
en alguna alta y profunda contemplación;
porque el cuerpo estaba con ellos, y su corazón
y espíritu con Dios. Acontecióle, estando con personas
graves y de respeto, elevarse y olvidarse
de sí, y de lo que estaba tratando , sin poder hacer
otra cosa, ni estar mas en su mano, especialmente
si algunos seglares querian meter pláticas
impertinentes; porque entonces no estaba atento
á lo que platicaban: y avisándole algunos padres
que caia en falta, y que algunas veces no
venia bien lo que decia con lo que se trataba; respondía
que mas queria que le tuviesen por necio,
que perder tiempo. Aunque tenia casi continua
oración y andaba en la actual presencia de Dios
en todos tiempos y lugares; pero su regalo era la
oración larga é intensa, y sosegada, que hacia
cuando despertaba después déla media noche, que
con durar cinco ó seis horas, no le parecía á él
haber durado un cuarto de hora; y salia de ella
tan encendido el rostro como una brasa, y cebábase
tanto algunas veces en ella, que el hermano
Marcos (temiendo que no le hiciese daño á su salud
J daba golpes y le decia que acabase, y el padre
respondia: Un poco mas, hermano Marcos,
un poco mas; porque estaba tan asido y abrazado
con Dios, que parecía que no podia soltarle y desasirse
de él.
61 Entre dia se escabullía todas las veces que
podia , de los negocios, é iba á hacer oración delante
del santísimo Sacramento, y cuando salia
fuera de casa se entraba en las iglesias quelevenianá
mano, para adorarle. Esta devoción del santo
cuerpo del Señor fué admirable en el padre
Francisco, y no hay hombre tan goloso y amigo
de manjares delicados, como él lo era de este
manjar celestial, al cual ningún dia dejó de reci-
bir sano ni enfermo , hasta que de esta vida le sacó
nuestro Señor. Estando enfermo en Evora , y con
un sueño tan profundo , que para despertarle era
menester darle tormento; á la hora de comulgar
no habia dormir, ni descuidarse un punto. Tenia
en la casa de Roma un aposentillo muy estrecho
sobre el altar mayor, y lo mismo procuraba siempre
en las otras casas y colegios donde habia de
residir. Este rincón era su refugio y guarida : á
este nido volaba, siempre que se podía escapar del
bullicio de la gente, y trabajo de los negocios.
62 Pues ¿que diré de la devoción que tuvo á
las reliquias ó imágenes de los santos, y el cuidado
que puso en hacer estampar en Roma gran número
de ellas , y repartirlas por todas las provincias
, hasta las de las Indias orientales, y occidentales
, y aun enviar los mismos moldes ó instrumentos
, para que allá se pudiesen estampar? ¿Qué
del retrato verdadero, que con suma devoción y
estudio hizo sacar muy propio de la imagen de la
sacratísima Yírgen María nuestra Señora, que pintó
san Lucas, y está en Roma en Santa María la
Mayor, para avivar mas la devoción de la gente
para con esta Señora? ¿Qué de la costumbre que
plantó en la Compañía de echar cada mes los santos
, y hacerles en su dia algún servicio particular
como se usa en la Compañía? Llegó á muy alto
grado de contemplación unitiva y afectiva , y en
ella se regalaba y se abrasaba su espíritu , y se
encendia cada dia mas en el amor de su amado.
Aquí era su descanso : aquí sus abrazos: aquí sus
gozos; amando con gozo al Señor, y gozándose de
amarle.
63 Muchas veces procuró el demonio inquietarle
y espantarle en su oración , apareciéndosele
unas veces como ximio feo, que le hacia cocos,
otras como gigante negro , y con otros visajes y
figuras ridiculas y espantosas; pero nunca pudo
apartarle de su oración. Finalmente, era el padre
Francisco tan devoto, y tan unido con Dios, que
algunos padres de la Compañía, cuando se hallaban
tibios y sin devoción , se iban á él; y sin hablarle,
de solo verle, volvian compungidos, y con
el espíritu encendido y blando para con Dios.
64 Esta oración del padre Francisco tenia por
hermana y compañera á la mortificación , en
tanto grado, que pone admiración ; porque tenia
á su cuerpo por capital enemigo, y nunca quiso
hacer paces ni treguas con él; y buscaba y hallaba
siempre en qué maltratarle , y llamaba amigos
suyos á las cosas que le ayudaban á afligirle. Si
el sol le fatigaba, caminando en el estío : si el hielo
, aire y la lluvia en el rigor del invierno , decia :
¡O cómonosayuda bien el amigo! Y lo mismodecia
del dolor de la gota, y de corazón; y de los que le
perseguían y murmuraban. Las purgas, por amargas
que fuesen , las bebia á tragos, como si fuese
una escudilla de sustancia : las pildoras amargas
las mascaba y deshacía en la boca muy despacio; y
deesta manera mortificaba sussentidos y crucificaba
su carne. Decia, que viviera desconsolado si supiera
que la muerto le habia de tomar en dia, en
que él no hubiera hecho alguna mortificación y penitencia;
y así él andaba en perpetua vela, hacien-

OCTUBRE, 10 LALEYEND A DE ORO. 77
do guerra á su carne. Siendo virey en Cataluña,
y después general de la Compañía en Roma tenia
con su llave cerrados los cilicios y disciplinas
que usaba , y los paños con que limpiaba la sangre
que se sacaba; y los cilicios eran tan ásperos,
que causaban horror y admiración. De tener tantas
horas al dia la boca cosida con la tierra en su
larga oración , vino á perder las muelas y después
á cancerarse la boca; de manera que sino se remediara
con tiempo, en breve se acabara su peregrinación.
También tuvo las espaldas desolladas
de los azotes , y tan molidas y maltratadas, que
se le pudrían; y él mismo vino á tener escrúpulo
de ello , y decia , que confiaba en el Señor que le
perdonaría los rigores que habia usado; porque los
habia hecho con buen zelo, y deseo de agradarle.
6o A la penitencia llamaba camino real del
pecador para el cielo: y como era tan humilde , y
se sentia por tan gran pecador, se entregaba á ella
de manera, que en un tiempo dijo, que le seria la
comida desabrida el dia que no tomase una buena
disciplina, y solíala tomar tan rigurosa , que algunas
veces aconteció á su compañero contar ochocientos
y mas azotes, y no bastaba dar muchos
golpes á la puerta, para que dejase la disciplina de
¡as manos.
66 Cuando no podia excusar en sus caminos
el ser huésped en casa de algún señor , procuraba
en la mesa (si podia) comer lo que comiera en su
refectorio ; y cuando le daban cama blanda y ricamente
aderezada , despedidos todos ¡os criados
de casa , se cerraba en su aposento, y sacaba un
colchón de la cama, y le echaba en el suelo, y en él
dormía , y á la mañana le tornaba á poner en su
lugar , de manera que no se echase de ver.
67 No era solamente la mortificación del padre
Francisco de asperezas y penitencias; pero
mucho mas de sus pasiones y afectos, y de todo
lo que tocaba á carne y sangre; porque desde que
salió de su casa , así se olvidó de sus hijos , hermanos
y deudos , como si no los tuviera, y hubiera
nacido y criádosetoda su vida en religión, y estaba
lan despegado de su carne y sangre, que causaba
á ¡os extraños maravilla, y á sus deudos sentimiento.
Pero así los que se quejaban, como los
que se maravillaban, tenían materia de edificarse
y alabar al Señor, que en una tan feliz memoria
como era la del padre Francisco, hubiese puesto
tanto olvido de las cosas á que el afecto natural
tanto nos inclina. En una carta, hablando de este
desapego que tenia á los suyos, dice estas palabras:
«No dejodeamarlos y de rogar por ellos, como debo,
y quizá es mas acepta la oración, cuanto menos
tiene de carne: muera , muera; que de su
muerte sálela vida.»
68 Murió casi repentinamente doña Isabel de
Aragón , condesa de Lerma , hija muy querida del
padre Francisco: el cual, estando en Valladolid,
yendo por la calle á palacio, tuvo nueva de su
muerte: luego cerró los ojos del cuerpo y estuvo,
como un cordero, en oración , y siguió su camino.
En palacio trató con mucha serenidad los negocios,
que llevaba, con la princesa , y al cabo la dijo que
encomendase su alteza el alma de su sierva doña
Isabel, que se habia ido á la otra vida casi de repente.
Turbóse la princesa, y díjole: Y cómo, ¿es
nueva esa para dármela tan de paso , y no haymas
sentimiento en el padre de la muerto de tal
hija? Respondióle el padre: Como la teníamos
prestada , señora , y vino por ella su dueño; ¿qué
podemos hacer sino volverla alegremente? Volvió
al colegio , y dijo misa por ella ; y este fué y no
mayor su sentimiento. Y como el condestable de
Castilla le viniese á visitar y á darle el pésame do
la muerte de su hija, y se espantase do aquella
paz y serenidad , y le preguntase cómo era posible
que no sintiese la falta de su hija; lo respondió el
padre: Señor, el dia que Dios me llamó á su servicio
y me pidió el corazón, so lo deseó entregar
tan enteramente , que ninguna criatura le pudiese
turbar, ni viva, ni muerta.
69 Trayendo el duque don Carlos , su hijo,
pleito con don Sancho de Córdoba , almirante
de Aragón , sobre ciertos lugares que el duque
poseía; nunca el padre Francisco quiso hablar al
emperador don Carlos en favor de su hijo : antes,
hablándole el mismo emperador sobre este negocio,
le suplicó el padre, que no solamente mandase guardar
al almirantesujusticia, mas que le hiciese toda la
gracia y merced que cupiese en la misma justicia. Lo
mismo le aconteció con el papa Pió IV en Roma:
porque pidiéndose dispensación á su santidad , para
que don Alvaro de Borja , hijo del padre Francisco
, se pudiese casar con su sobrina, marquesa
deAlcañizes; el padre Francisco nunca quiso hablar
palabra por él, ni dar ú entender á su santidad
que don Alvaro era cosa suya , hasta que el
mismo papa lo supo, y le mandó llamar, y casi
le reprendió, por no haberle dado parte de cosa
que tanto le tocaba. Y aunque el papa le preguntó
lo que le parecía que habia de hacer en aquel
caso ; el padre estuvo tan en sí, que aconsejó á su
santidad que pues dos líos pretendían casarse con
la marquesa , su sobrina, el uno primo hermano
del padre, y el otro hermano de la madre (que
era don Alvaro), y ambos pedian la dispensación;
que su santidad se la concediese á ella , para que
escogiese y tomase por marido al que quisiese
de los dos: porque con esto cumpliría su santidad
con ambas partes, y la marquesa se casaría libremente
con el que de los dos le diese mas gusto.
De lo cual quedó el papa admirado , aunque no siguió
su parecer; porque no quiso conceder la dispensación
sino al hijo del padre Francisco, para
que se casase con su sobrina.
70 Aunque el padre Francisco consigo era riguroso
y severo, y con los que le tocaban en sangre
no mostraba cariño , porque los miraba como
parte de sí mismo; pero á ellos y á lodos los demás
amaba con un tierno y espiritual amor: y
cuando para bien de sus almas le habían menester,
hallaban en él entrañas de verdadero padre,
y alivio, remedio y consuelo. Todos sus subditos
sabían que era tanta su caridad, que podían seguramente
descubrirle sus pechos, y descargar en él
sus trabajos, aflicciones y cuidados, sin enfadarse
ni cansarse; porque su trato con ellos era muy
suave, y mas de padre amoroso , que de superior

austero , así en el modo que tenia de mandar, como
en el cuidado que lomaba en alentar y mejorar
en la virtud á los que veia desalentados y caídos;
porque decía que la religión , si se guarda exactamente
, es una continua cruz , y un perpetuo ejercicio
de mortificación; y que los superiores deben
mas procurar aliviar esta carga á sus subditos, que
hacérseles mas pesada, buscando nuevos y particulares
modos para mortificarlos; aunque también
deben probarlos y hacerles mas robustos , conforme
á la necesidad y fuerza de cada uno: lo cual
debe pesar el superior con el peso de la prudente
caridad. Cuando algún subdito suyo caia en alguna
falta ligera ó descuido , su mas áspera reprensión
era decirle: Dios os haga santo, hermano:
¿cómo hicisteis, ó cómo dijisteis esto? Pero si
la falta era grave y pedia mas satisfacción, no la
dejaba sin castigo; mas, para que se llevase mejor,
el mismo llamaba al que habia faltado, para que
conociese su culpa, y para compungirle mas, él
mismo se ofrecia á hacer penitencia por él; y después
de esta satisfacción y enmienda , no se acordaba
ni trataba mas de culpas pasadas. Puesto
caso que para todos sus súbitos era blando; pero
con los enfermos usaba de particular caridad, visitándolos
y regalándolos y haciéndoles proveer
de todo lo que habían menester, conforme al parecer
del médico; porque verdaderamente él imitaba
al glorioso apóstol san Pablo, enfermando
con el enfermo , y afligiéndose con el afligido.
71 Mas aunque el padre Francisco tenia para
con todos sus prójimos esta caridad ; pero mas la
mostraba y ejercitaba con los que decian mal de él,
y le perseguían. A los tales llamaba bienhechores,
por el bien que hacen los enemigos á los que persiguen
, aun que no lo pretendan hacer. Nunca se
le oyó palabra contra ellos, ni para descargo suyo,
ni consentia que en su presencia se dijese ni se
hablase cosa que pudiese desdorar á los que le calumniaban
: y si no podía defenderla obra; excusaba
la intención ; y mucho mas mostraba esta
caridad con las obras, que con las palabras, cuando
alguno de sus adversarios tenia necesidad de su
favor. Pero esta dulzura y caridad de este bienaventurado
padre para con sus prójimos, manaba
(como de su fuente) de aquel amor tan divino y
perfecto que él tenia al Señor, en el cual, y por el
cual, y para el cual los amaba : y cuanto era mayor
el fuego del amor que ardia en el pecho del padre
para con Dios; tanto eran mas vivas y mas
encendidas las llamas que salían de él para con
sus hermanos. Pues ¿quién podrá explicar la caridad
que tuvo para con Dios? El que se la dio,
solo lo sabe: por lo que hizo y padeció por él,
podemos rastrear algo de ella , y no menos por el
deseo afectuoso y abrasado que tenia de morir por
su amado , como se ve en una carta que el año
de 1559 escribió de Valladolid al padre Diego
Lainez , general de la Compañía, en ia cual le dice,
que Dios nuestro Señor le hacia gracia de darle
muy particular y entrañable deseo de morir derramando
la sangre por la verdad católica , y en
servicio de la santa Iglesia: y añade: «Pido por
caridad á vuestra paternidad, que le ofrezca este
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE , 10
deseo por mí, y le suplique que le dé eficacia y
efecto, si de ello es servido, ó queá lo menos haga
que á mí me sea otra muerte y otro martirio verme
morir, sin morir derramando la sangre por él.»
Pues ¿qué diré de las otras admirables virtudes de
este glorioso padre? ¿Qué de aquella soberana
prudencia con que conoció la vileza y bajeza de
todas las cosas de la tierra , y las menospreció; y
estima y aprecio que tuvo de las del cielo, que
por haberlas dejado le habían de dar? ¿Qué de
la sencillez y santa simplicidad de paloma , acompañada
con esta prudencia de serpiente? Quería
antes ser engañado , que pensar que le engañaban:
y con haberse criado en la corte , donde hay tantos
artificios y engaños, y sido señor y virey, y
conocido por experiencia cuan poco hay que fiar
en el mundo; ninguna cosa bastaba para hacerlo
perder su santa simplicidad, ni sospechar mal de
nadie. Pues ¿qué diré de su maravillosa mansedumbre,
y que nunca se le oyó palabra descompuesta?
¿Qué del zelo de la justicia , siendo
seglar? ¿Qué de la severidad en la religión, cuando
veia que la suavidad no aprovechaba? ¿Qué do
la vigilancia para que no se entrase en la Compañía
el regalo y la relajación , ni cosa que la pudiese
desdorar ó menoscabar su vigor? ¿Qué de la
benignidad con que mezclaba esta severidad , de
manera, que el rigor fuese suave, y la suavidad
rigurosa, cuando era menester? ¿Qué de su honestidad
, que fué tanta, que estando enfermo en
casa de su misma hija la condesa de Lerma , no
consintió que ella le bañase con un poco de leche
los pies, que tenia hinchados y atormentados con
recios dolores de gota? ¿Qué de las otras virtudes,
que todas fueron heroicas y divinas en el padre
Francisco , y dignas de tan gran varón de Dios?
72 Como á tal lo trataba y regalaba el mismo
Señor, y lo hacia mil favores, no solamente adornando
su alma con las virtudes que hemos dicho,
sino también esclareciéndole con los resplandores
de su divina luz, y magnificándole con algunos
milagros y cosas sobrenaturales; porque , estando
una vez en Medina del Campo en su aposento
de rodillas en oración , le vio el padre Gerónimo
Ruiz de Portillo (que fué el primer provincial
de la Compañía en el Perú) rodeado de una
clarísima luz , y con el rostro muy resplandeciente.
Lo mismo vio en Berlanga otro padre que se llamaba
el doctor Ayala : el cual, entrando á prima
noche donde el padre estaba orando , le vio cercado
de una luz excesiva , y la pieza con mayor
claridad que si en ella hubiera muchas hachas ardiendo,
y juntamente vio que de su rostro salían
unos como rayos de gran resplandor.
73 También parece que el Señor le revelaba
las cosas secretas y ocultas; porque estando el año
de 1552 enOñate, llegó un lacayo de don Carlos,
su hijo, el duque de Gandía , que so llamaba Sanson
, criado antiguo de aquella casa, con la nueva
del nacimiento de don Francisco de Borja, su hijo
primogénito y sucesor; y antes que el lacayo hablase
y le diese las cartas que traia, le dijo el padre:
Seáis bien venido, Sansón: ¿cómo queda
Francisquito? Turbóse en gran manera el lacayo;

OCTUBRE, 10 LA LEYENDA DE ORO.
porque se habia dado mucha prisa por traerla 79 Estando Francisco de Brione;
nueva el primero, y ganar las albricias; v dijo: eunos años comnañem Hnl nnrW I-

ocTUBitE.lÓ LA LEYEND A DE ORO. 79
porque se había dado mucha prisa por traer la
nueva el primero, y ganar las albricias; y dijo:
¿De dónde sabe vuestra señoría que hay Francisquilo
en el mundo? ¿Quién me ha ganado las albricias;
que yo gran diligencia he puesto por no
perderlas? No perderéis (dijo el padre) , que yo
os diré tres Ave Marías, y escribiré al duque que
os las dé ; que bien las merecéis.
74 La segunda vez, que por mandado del
emperador fué á Portugal, cayó enfermo en Evora
tan gravemente, que los médicos que le curaban
le tenían y lloraban por muerto; y él, viendo
sus lágrimas, dijo, que aun no estaba madura y
sazonada la fruta, para presentarse delante de los
ojos del Rey soberano , y que de allí á cuatro dias
partiría para Lisboa, con el favor del Señor; y
así fué : aunque los módicos decian que naturalmente
era imposible.
75 Estando en Lisboa convaleciente en el palacio
de Xabregas, que es del rey , á la ribera del
rio Tajo , y de aires sanos y frescos , una tarde á
deshora comenzó el padre Francisco á dar gran
priesa á sus compañeros que le sacasen luego de
aquella casa , y que ninguno de ellos ni de los criados
de la reina , que estaban con él y le servian,
aquella noche quedase allí; y así se hizo por la
instancia y firmeza con que el padre insistió en
ello. Aquella misma noche súbitamente se levantó
una tan brava y horrible tormenta , que las naos
poderosas de la India , que estaban amarradas
con fuertes cables y maromas, se desamarraban y
se encontraban y hacían pedazos entre sí: y si el
padre se estuviera con sus compañeros en aquella
casa del rey, sin duda hubieran padecido mucho
aquella noche.
76 Otra vez, yendo camino de Andalucía, se
topó con Suero de Vega, hijo de Juan de Vega,
que á la sazón era presidente del consejo real de
Castilla. Llegaron ambos una tarde á la posada:
retiróse luego el padre á un aposento á hacer oración
, como solia ; y Suero de Vega se quedó con
sus criados al fuego de una chimenea en otro aposento
mas afuera. Estando allí en sus pláticas bien
descuidados, salió el padre á deshora, dando voces
y diciendo: O señores, ¿aquí están? Sálganse
luego. Los que esto oyeron , aunque no veian por
qué , se salieron luego tras el padre : apenas habian
salido , cuando se cayó una pared de la casa
con espantoso estallido.
77 Cuando se partió de España con el cardenal
Alejandrino para Francia, y de allí á Roma,
le acompañó el padre Juan Suarez hasta Miranda
de Ebro; y á la despedida el padre le significó
que él apenas llegaría vivo á Roma , y que Suarez
seria otra vez provincial de la provincia de
Castilla : y lo uno y lo otro sucedió como el padre
lo dijo.
78 Estando el padre vecino á la muerte, dijo
al hermano Marcos, su compañero, que pasado él
do esta vida , iria á las Indias, y en ellas trabajaría
en servicio de Dios : cosa, que decia Marcos
que jamás le habia pasado por el pensamiento procurarla
ni desearla; pero como el padre se lo dijo,
así se cumplió.
79 Estando Francisco deBriones, que fué algunos
años compañero del padre Francisco, tan
apretado de una dolencia , que los médicos desconfiaban
de su salud; entró á verle el padre
Francisco , y le animó y consoló, y le dijo, que no
tuviese pena , que no moriría de aquella enfermedad,
sino que muy presto se levantaría; y así se
cumplió esta y otras dos veces que se halló en
otros semejantes peligros.
80 El padre Hernando de Solier estaba enfermo
en la cama de unas tercianas, v al tiempo
que aguardaba el accidente , entró á verle el padre
Francisco, y preguntóle cómo estaba. Respondióle
el doliente: Como nuestro Señor es servido,
aguardando la terciana. ¿Pues para qué la aguardáis?
dijo el padre. Replicó el enfermo: Mande
vuesa reverencia á la terciana que no venga , y
no la aguardaré. Sea así ( dijo el padre) en nombre
de nuestro Señor: terciana, no vengas mas á
Solier. El lo dijo , y Dios lo hizo , y el enfermo se
levantó: y fué cosa tan sabida esta , que después
de muerto el padre Francisco, en la nueva España
en el colegio de Guajaca, el año de 159C, estando
un hermano enfermo muy fatigado de unas cuartanas
, y aguardando la calentura, que ya había
enviado adelante sus aposentadores , que eran el
frío, desabrimiento y tristeza, un padre de la
Compañía le dijo, que mandase á la calentura
que no viniese; y el hermano enfermo le respondió,
que á él, como sacerdote, tocaba el mandarlo.
Entonces dijo el padre: Eso sena, si yo tuviese la
virtud y potestad que tuvo nuestro padre Francisco
de Borja. Aquí el enfermo: Pues mande vuesa
reverencia en nombre del padre Francisco á la
cuartana que no venga; y no vendrá. Mandólo el
padre ; y la cuartana no vino mas.
81 No fué menor milagro dar la calentura á
un sano , que quitarla á un enfermo. Estaba un
gran señor de España muy desabrido y encontrado
con su hijo, heredero, y señor de su casa.
Suplicóle el padre Francisco que se olvidase de
aquel enojo, y recibiese en su gracia á su hijo.
Enfadóse mucho el señor, y respondióle con palabras
desabridas; y fuese á casa. El padre calló
y determinó hablar con Dios, ya que el señor no
le oia; y súbitamente asaltó una fiebre tan recia
á aquel señor , que le congojó y apretó con el temor
de la muerte. Pensó luego en su alma, que
Dios le castigaba , por no haber querido oir los
ruegos de su siervo , y envióle á llamar con gran
priesa: pidióle perdón, y púsose en sus manos.
El padre dijo misa por su salud, y Dios se la dio
muy cumplida; y con esto aquel señor quedó muy
agradecido al padre, y se pacificó con su hijo.
82 El hermano Marcos, que (como dijimos)
fué compañero del padre Francisco , dio una escofia
suya á don Francisco de Borja , marqués de
Lombay, su nieto: cayó mala una hija de Bautista
Cávete, hombre honrado y buen cristiano,
de Gandía, cuya madre era hija de Gabriel de
Llanos, mayordomo del duque de Gandía, don
Carlos: y estando muy al cabo la enferma, poniéndole
la escofia del santo padre , sanó luego ; y
así lo testifica el marqués don Francisco, y la

so LA LEYENDA DE ORO.
misma marquesa de Lombay doña Juana de Velasco
, que envió la dicha escofia á la madre de
la niña, para que se la pusiese.
83 Estas cosas son maravillosas , pero antiguas;
digamos una de nuestros dias, y fresca, que
tiene por testigos á los mayores señores y señoras
de esta corte del rey católico don Felipe III.
84 La duquesa de Cea estuvo un dia de este
año pasado do 1007 con gravísimos dolores de
parto, con la criatura atravesada, y con tan pocas
fuerzas, que no la podia echar. Todos los médicos
que eran los del rey, y la comadre, y las
señoras que estaban presentes, y el mismo duque
de Lerma, que tenia y animaba á su nuera en
aquel conflicto , la tuvieron por muerta. Trajóronlo
un hueso del bienaventurado padre Francisco
de Borja, bisabuelo del duque de Cea, su
marido, y pusiéronsele sobre el vientre, con
mucha devoción de la paciente, y de todos los
circunstantes; y fué cosa maravillosa , que luego
la duquesa parió un hijo muerto, y ella quedó
viva y sana : teniendo todos esto por milagro, que
nuestro Señor habia obrado por medio del padre
Francisco , para dar la vida á la duquesa, y librarla
de aquel tan evidente riesgo.
* SAN PINITO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué
natural de la isla de Creta ó Candía, y consagrado
obispo de Ginocea. Floreció en tiempo del emperador
Marco Antonio Vero y Lucio Aurelio Cómmodo,
á fines de! siglo II. Era muy notable su sabiduría
, y en sus escritos en favor de la religión
cristiana ha dejado como en un espejo una viva
representación de sí mismo y de su vida. Se conserva
de él una carta escrita á san Dionisio, obispo
de Corinto, en la que se manifiesta su conocimiento
en la literatura eclesiástica, su elocuencia
y su santidad.
SAN PAULINO , OBISPO Y CONFESOR.—Este santo
es reconocido por el apóstol de los sietes reinos de
los anglo-sajones. El año 001 fué á Inglaterra,
enviado por el papa san Gregorio el Grande para
ser cooperador de san Agustín, y llevó allí de parte
del mismo pontífice vasos sagrados, libros y reliquias
de los mártires. A poco de haber llegado
allí, fué Paulino destinado á trabajar en el reino
de Kent, y fué consagrado obispo el año 625. Al
principio sus trabajos y todos sus afanes fueron estériles
: Dios quería probar la constancia de su
siervo; pero después, convirtió al rey de Kent, y
sus apostólicas tareas dieron copioso resultado,
pues una gran parte de aquellos habitantes abrazaron
la religión cristiana. De todas partes acudían
los paganos á pedir que se les instruyese y bautizase
: empezóse á levantar templos é iglesias al Dios
verdadero , y se fundó la diócesis de York, de la
cual fué Paulino el primer pastor. El santo obispo
dejó después su Iglesia para ir á predicar el Evangelio
en otras provincias: sus conversiones fueron
innumerables, y murió santamente, ó ilustre en
milagros, en la ciudad deRochester , el día 10de
octubre del año 644.
SAN GEREON , Y OTROS TRECIENTOS , DIEZ Y
OCHO COMPAÑEROS, MÁRTIRES, Y SAN VÍCTOR, Y sus
COMPAÑEROS , TAMBIÉN MÁRTIRES.—Estosdos san-
dCTUMlE, li
tos eran oficiales distinguidos de la legión tebea,
y todos sus compañeros inviduos asimismo de dicha
legión. Parece que no murieron el mismo dia
que su jefe san Mauricio; sino que después de
aquél martirio, se acrecentó mas en ellos el amor
á la religión cristiana , y muy pronto fueron á reunirse
á sus demás compañeros, muriendo degollados
en Alemania por los años de 304, reinando
Maximiano , y gobernando la Iglesia san Marcelino.
Los SANTOS CASIO Y FLORENCIO , CON OTROS
COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Eran de la misma legión
que los anteriores, y murieron casi al mismo
tiempo que ellos también en Alemania, y por iguales
motivos.
SAN EULAMPIO Y SANTA EULAMPIA , MÁRTIRES.
—Estos dos santos eran hermanos , naturales de
Nicomedia y educados en la religión cristiana desde
su infancia. Eulampio era joven, de ilustre
linaje, de hermosa presencia y de vasta instrucción,
con cuyas dotes se captaba la atención y el
respeto de cuantos le conocian. Indignado por la
conducta sacrilega de sus paisanos, salió de la ciudad
y se retiró á un desierto para consagrarse á
Dios, libre de los escollos del mundo. Pasado algún
tiempo en aquel santo retiro, unos paganos encontraron
en él á Eulampio y lo condujeron á la
ciudad , donde se le mandó que adorase la estatua
de Júpiter; pero él se negó abiertamente, diciendo
que prefería la muerte á semejante profanación.
En seguida empezaron los gentiles á atormentar al
glorioso confesor, lo cual sabiéndolo su hermana
la virgen Eulampia , corrió al lugar del suplicio, y
atravesando por en medio del tropel, fué á abrazar
á su hermano, y quiso hacerse compañera suya en
la pelea. Ambos fueron metidos en una caldera de
aceite hirviendo; mas como de ella saliesen sin
recibir daño alguno , fueron degollados para alcanzar
la palma de su martirio juntamente con
otros doscientos, que al ver aquel milagro se habian
convertido á la fe.
SAN CERBONIO , ORISPO Y CONFESOR.—San Gregorio
, papa en su libro II de los Diálogos, dii
que fué Cerbonio varón venerable, obispo insigne
de Porto Baratío, en Italia ,-ilustre en la práctica de
todas las virtudes y principalmente en el ejercicio
de la hospitalidad. Un dia dio hospedaje á una
porción desoldados perseguidos por el rey Totila,
y les salvó la vida ; pero el tirano supo después la
acción del santo prelado y le hizo prender para
matarlo , lo cual se hubiera ejecutado, si el pueblo
y parte del ejército no se hubiesen amotinado pidiendo
la vida de su pastor. Ignoramos la época
fija de su muerte y los hechos de los últimos años
de su pontificado.
SANTA IRENE, YÍRGEN Y MÁRTIR. — Son muchos
los que continúan su vida en el dia 3 de abril.
Vivia en Tesalónica, fué acusada de retener en su
poder muchos libros santos, y alcanzó la corona
del martirio en el año 304.
191a II.
SAN GUMARO, CONFESOR. — Fué san Gumaro
noble , y nació en la provincia de Brabante, no

ótíTüBRE, 11 LA LEYENDA DE ORO. 81
lejos de la ciudad de Lira, que es de la diócesis de á él un labrador muy furioso y enojado, por ha-
Amberes, en una aldea llamada Emblechen. ber cortado el árbol, que él decia haber planlado
Desde la primera edad, parece que le escogió el y guardado muchos años, dando voces, y hacieniSeñor
por suyo, según que era blando, bien in- do grandes fieros, sin poder nadie sosegarle. Mas
clinado y piadoso. Enviáronle sus padres ala el santo le dijo, que se aquietase aquella noche;
corte del rey Pipino: y aunque el santo mozo de- que él le prometía devolverle su árbol la mañana
seaba mas quedarse en su casa, porque era amigo siguiente, ó lo quo valia. Aquella noche, estando
de quietud , y enemigo de ruido y bullicio, y te- los demás durmiendo , él se puso en oración junto
mia los vicios que comunmente reinan en las cor- al árbol; y acabada la oración, ató el árbol, que
tes de los grandes príncipes; todavía obedeció á estaba allí caido , con su cíngulo, y le levantó y
sus padres , y procuró vivir entre los cortesanos, asentó en el mismo lugar donde antes estaba, y se
sin olvidarse de sus buenas costumbres y del le- arraigó y fijó en la tierra, como si nunca le humor
santo de Dios. No era hombre de letras, por- hieran cortado. Guando á la mañana vio el labraque
no las habia estudiado; mas era enseñado del dor este milagro, quedó asombrado y atónito , y
cielo, y mostrábalo en sus obras; porque era hu- conoció la mano de Dios, y la virtud del santo; y
milde, manso, caritativo, devoto, modesto, be- echándose á sus pies, le hizo donación del árbol,
nigno , y de muy buen trato y conversación; y así y de todos los otros bienes que en aquel lugar tevino
á ganar las voluntades de los cortesanos y nia. En esta misma noche le apareció un ángel en
mucho mas la gracia del rey, por cuya voluntad figura de una paloma, y le mandó que en un luse
casó con una señora que se llamaba Guimaria, gar que allí junto estaba, cercado del rio y planque
aunque le era semejante en la nobleza , no lo tado de árboles . edificase un oratorio, para que
era en las costumbres : porque él era humano y le sirviese de habitación en vida, y de descanso en
manso; y ella cruel y fiera. Dióle el rey á Guma- muerte. Con esto dejó la peregrinación á Roma,
ro , por sus buenas costumbres, el gobierno de una por obedecer el mandato divino : y habiendo desprovincia,
y saliendo á la guerra, le llevó consigo, montado y limpiado aquel lugar de las muchas
y él dejó su casa en gobierno á su mujer, man- malezas que tenia, edificó en él una iglesia, y
dándola que fuese muy blanda y benigna para con dedicóla á san Pedro. Cuando queria ejercitar la
todos sus subditos y criados; pero en partiéndose vida activa, y darse á las obras de misericordia,
el marido , soltando la mujer la rienda á su mala t estábase en su casa , recogiendo á los peregrinos,
condición, comenzó á turbar toda su familia y dando de comer á los hambrientos, vistiendo á
afligir á sus criados con cargas y trabajos, qui- los desnudos, curando á los enfermos, defendientándolcs
con varios achaques las haciendas que do á los huérfanos, amparando á las viudas, y retenían,
con tanta crueldad , que algunos pobres mediando las necesidades de todos: y cuando se
labradores, por haberlos despojado de sus bueyes queria recoger, para darse mas á la oración y cony
bestias de carga , eran forzados á tirar ellos templacion, olvidado de todas las cosas de la tiermismos
los carros como bestias. Pasados siete ra, se iba á este lugar, y en aquella iglesia tendía
(otros dicen nueve) años, volviendo Gumarocon las velas de su devoción al viento y espíritu que el
el ejército á su casa, vio en el campo un criado Señor le enviaba del cielo , con el cual se entresuyo
maltratado , con la cabeza raida y llorosos tenia, y refrescaba, y navegaba prósperamente,
los ojos , quo tiraba el carro: supo de él lo que 2 Andando una vez la mujer de san Gumaro
pasaba, y el tratamiento que la mujer habia hecho en el campo al tiempo de la siega, los segadores,
en su ausencia á los de su casa. Enternecióse el por el recio calor del sol, querian descansar y resanto
varón, y mucho mas cuando llegó á ella, y frescar bebiendo un poco de agua : y la mujer,
oyó los gemidos y alaridos con que fué recibido como era terrible y codiciosa , no los dejaba, antes
de sus criados. Angustióse de manera, que vol- los reprendia como flojos, y parapoco : de lo cual
viéndose á su mujer, la dijo : Dios te aflija; pues indignado el santo varón , la dijo palabras graves;
tú has afligido á los otros, sin tener cuenta con lo y movido á compasión , con el palo que llevaba
que los señores deben hacer con sus criados , y en la mano > cavó un poco en la tierra , y luego
que el esclavo y el libre y todos, somos una misma salió una fuente de agua copiosísima, de la cual
cosa en Cristo. Mandó luego traer delante de sí bebieron todos, y alabaron al Señor; y después
todo el ganado , y restituir á cada uno lo que era quedó aquella fuente por memoria y testimonio
suyo, y su mujer le habia quitado ; y juntamente de la santidad de Gumaro: y la pobre mujer,
aparejar una solemne comida, y llamar á lodos volviendo á su casa, encendida del ardor del sol,
sus criados , para que comiesen y se recreasen; y cayó mala, y sintió tan gran fuego en su cuerpo,
así lo hicieron : y con esto quedaron contentos, y que no podia apagarle, y cuanta mas agua bebía,
se volvieron á sus casas consolados. Vínole gana mas se abrasaba: y conociendo su pecado, y que
al santo varón de ir á Roma, para adorar los cuer- era castigo de Dios, y viendo la muerte al ojo,
pos de los sagrados príncipes de los apóstoles san envió á suplicar á san Gumaro, que se compade-
Pedro y san Pablo , y reverenciar los otros san- ciese de ella , y que con sus oraciones la restituluarios
y reliquias de aquella ciudad. Partióse de yese la sanidad. El santo, como era benigno y piasu
casa con algunos vecinos suyos, y el primer doso , no la quiso dar mal por mal, ni pagarla en
dia paró en el campo, cabe un fio, y mandó cor- la misma moneda, con que ella había tratado á
tar un árbol , que estaba allí cerca, para armar la los segadores , y suplicó á nuestro Señor que la
tienda que consigo llevaba. Cortado el árbol, vino sanase; y viéndola tan al cabo, que solo la faltaba
TOMO IV. U

82 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 11
espirar, hizo la señal de la cruz sobre ella, y dióla
de su mano á beber, y luego quedó sana.
3 Otra vez, también al tiempo de la siega, una
mujer de uno de los que segaban, llevó á un niño
suyo , y echóle sobre una haz para que durmiese,
y fuese ella á segar. Estando el niño durmiendo
con la boquita abierta , se le entró por ella una
serpiente hasta el estómago, dejando toda la cola
fuera de la boca: vio esto san Gumaro , y asiendo
la cola, sacó la serpiente del cuerpo del niño; y
de esta manera le dio la vida : y túvose por milagro.
Al mismo tiempo que floreció san Gumaro,
floreció también san Rumoldo , que vivia no lejos
el uno del otro : y movidos del Espíritu santo, vinieron
á verse , y se comunicaron , y trataron , y
dieron orden que cada año se hiciese una procesión
solemne en aquel lugar, y en ella se trajesen
las sagradas reliquias de los santos, y se dijese misa
pidiendo á nuestro Señor misericordia, y que
echase su bendición sobre los moradores de toda
aquella tierra. Traia el uno y el otro una vara en
la mano: echáronlas; y súbitamente reverdecieron
y produjeron hojas y flores. Finalmente, sobrevino
á san Gumaro una gravo enfermedad , y entendió
que Dios le queria librar del saco corruptible de
nuestra mortalidad; y haciendo gracias por ello,
le dio su espíritu á los 11 de octubre, en su aldea
deEmblechen, y allí le sepultaron. Pero después
el mismo santo apareció á una santa virgen llamada
Vurachilde, y le mandó que avisase á los clérigos
y á los demás, que la voluntad del Señor era
que su cuerpo se trasladase á la iglesia de San
Pedro que el mismo santo había edificado; y por
divina revelación tomaron su cuerpo, y poniéndole
en una barca sin remos, ni piloto, ni persona que
la gobernase, ella misma navegó derechamente
hacia aquel lugar , y allí paró la barca, y le enterraron
con mucha reverencia , y estuvo cuarenta
años , hasta que se edificó en el mismo lugar un
monasterio, y fué trasladado á él, haciendo nuestro
Señor muchos y grandes milagros por su intercesión
, dando salud y consuelo á los que se encomendaban
á él.
4 Entre los otros milagros , un mancebo que
era sordo y mudo de nacimiento, sirviendo en
aquel monasterio, cobró oidos y lengua.
5 Entraron después los nortmannos por aquella
tierra , arruinándola y destruyéndola : pegaron
fuego al monasterio; y el santo milagrosamente le
apagó : de lo cual quedaron aquellos bárbaros mas
bravos y furiosos, y entraron en el templo, y mataron
á un sacerdote que decia misa , robando todas
las cosas sagradas y ricas que en él habia;
mas llevándolas á sus naves, Dios visiblemente
los castigó: porque dos, los mas principales capitanes
, ó reyes de los nortmannos , que estaban
allí, murieron repentina y miserablemente: el uno,
que se llamaba Reolfo , echando las entrañas en
cierta necesidad natural; y el otro , por nombre
Reginacio, perdióla vista y la vida juntamente.
6 La vida de san Gumaro escribió Teobaldo,
y la trae Surio en su quinto tomo. Hace mención
de él el Martirologio romano á los 11 de octubre,
y Juan Molano en las anotaciones de Usuardo, y
en el índice de los santos de los estados de Flandes.
Floreció por los años del Señor de 770, como
lo dice el cardenal Baronio en sus anotaciones.
SAN DIEGO ALEMÁN, CONFESOR.—Fué san Diego
Alemán, de nación alemán, como lo dice el
mismo nombre : nació en la ciudad de Ulma , de
honrados y muy cristianos padres : su padre se llamó
Teodorico, varón de muy loables costumbres,
muy modesto y devoto, y que llegó á ciento y tres
años , sin faltarle los dientes, ni las fuerzas , ni tener
necesidad de báculo, porque fué muy sobrio
y templado en el comer. Con el ejemplo de su padre
se crió Diego, su hijo, en mucha virtud , en
devoción y temor de Dios, frecuentando las iglesias
, oyendo sermones, asistiendo á los oficios divinos
, y ocupándose en todas las cosas de religión,
porque así se lo enseñaba Teodorico, su padre.
Cuando llegó á la edad de veinte y cinco años, tuvo
devoción de visitar los santos lugares de Roma, y
con buena licencia y bendición de su padre hizo
aquella peregrinación. Estuvo en Roma desde el
principio de la cuaresma hasta la Pascua , sin dejar
santuario , templo, ó casa de devoción que no
visitase, dentro y fuera de aquella ciudad. Pasó
después á Ñapóles , é hízose soldado : y aunque él
procuraba vivir bien , y guardar sus buenas costumbres,
desagradóle la vida licenciosa y desenfrenada
de los soldados; y así presto la dejó , y se
retiró á la ciudad de Capua, y asentó con un caballero
letrado, que le amó y trató como si fuera
su hijo. Estuvo cinco años en su casa: y no pudiendo
alcanzar de él licencia (por el grande amor
que le tenia) para volver á su patria y ver á su
padre, dejó los vestidos y dineros que de su amo
habla recibido, y con los que, antes que entrase
á su casa , tenia, se partió secretamente de ella,
habiendo primero hecho oración delante de un crucifijo
que tenia en su aposento, suplicándole que
enderezase su camino. Llegó á Bolonia con intento
de pasar adelanto y volver a su tierra; mas
allí se detuvo algunos dias , visitando á menudo el
convento de Santo Domingo : y viendo la santidad
y celestial vida de los religiosos de él, tocóle el
Señor al corazón , é inflamóle en su amor de tal
manera, que se determinó á seguirlos é imitarlos;
y olvidado ya de su padre y de su patria, pidió
el hábito de religioso en aquel sagrado convento.
Y aunque era persona noble y de edad ya de treinta
y cuatro años , y habia estudiado, y sabia medianamente
; por su mayor humildad quiso ser fraile
converso y servir al Señor en los ministerios de
lego. Con este fundamento de verdadera humildad
, acabado el año del noviciado, al tiempo que
habia de hacer profesión , juzgando que era indigno
de ella , y temiendo que por sus culpas le echarían
del convento , se fué á los padres mas graves,
y postrándose á sus pies, les suplicaba humildemente
que no le despidiesen , ni echasen de su
compañía. Habiendo sido tan grande y tan profunda
su humildad, no es maravilla que el edificio
de las otras virtudes, que se edificó sobre tal
cimiento, haya sido admirable. Fué obedentísimo
no solamente en las cosas que expresamente le
mandaban los superiores, sino también en las que

OCTUBRE , 11 LA LEYENDA DE ORO. 83
él entendía que eran de su voluntad , ó á que los
veia inclinados; y esta obediencia era sencilla,
pronta , alegre y puntual, vistiéndose de la voluntad
de su superior, y conformándose con su parecer
y juicio. Yendo un dia el prior del convento
mostrando la casa á un gran prelado , encontró
con Fr. Diego Alemán; y volviéndose al prelado,
le dijo la grande religión y observancia de Fr. Diego
, especialmente en la virtud de la obediencia
: y para prueba , dijo á Fr. Diego : Hijo , partíos
luego con unas cartas de muclia importancia
para la ciudad de París; que es negocio que no
sufre dilación : y él con grande alegría respondió:
Déme aquí, padre : vamos; y añadió: ¿Podré llegar
á la celda á tomar el báculo y el sombrero?
Era excelente artífice de pintar imágenes en las
vidrieras, y para asentar los colores y perfeccionarlos
mas, era menester ponerlas después de pintadas
en un hornillo. Una vez, habiendo puesto en
el horno una imagen hermosísima , y siendo necesaria
su presencia para acabarla y darla su perfección
, quiso el prior probar su obediencia , y
mandóle que tomase luego la alforja y la mochila,
y fuese á pedir limosna: y él, sin replicar, ni
hacer caso de la ocupación precisa que tenia, obedeció
luego , y pidió limosna; y volviendo después
de muchas horas con ella al monasterio, halló su
imagen tan acabada y perfecta como podia desear.
El mostró la fineza de su obediencia; y
Dios suplió su falta , de manera , que nunca le sucedió
tan perfectamente su arte como aquella vez.
2 Fué casto por extremo, y conservó la virginidad
toda su vida , y para guardarla , trataba y
domaba su cuerpo ásperamente, afligiéndole con
ayunos, vigilias y oraciones. Guardaba sus ojos
con gran recato y cuidado: nunca estaba ocioso:
y cuando el demonio le representaba algún pensamiento
de cosa fea, luego acudia á la sagrada pasión
del Señor, y so entraba por sus benditísimas
llagas , y reposaba en ellas, como en un puerto
seguro, no haciendo caso de las ondas y alteracio
nes del mar. ¿Qué diré de su caridad y compasión
, especialmente para con los enfermos, á los
cuales con gran diligencia y alegría regalaba, y
servia de tal manera , que sola su vista los consolaba
, y daba esperanza de cobrar salud, y muchos
realmente la cobraban? ¿Qué de su oración
y contemplación tan continua y fervorosa, y del
cuidado de rogar á Dios por todos los vivos y difuntos?
El era el primero que se levantaba á maitines,
y en acabándose, se retiraba á algún rincón
apartado secreto , para atender con mas recogimiento
y quietud al Señor. Cuando amanecía,
rezaba sus horas y oia su misa, ó misas, con maravillosa
ternura y devoción. Después se ocupaba
en algún trabajo de manos, hasta que la obediencia
le mandaba otra cosa ; estando siempre aparejado
para dejar todo lo que tenia entre manos,
en oyendo la voz del superior , como si fuera de
Dios. Era amiguísimo del silencio, y por maravilla
hablaba sin necesidad. Tuvo don raro de paciencia
y sufrimiento : y con haber padecido tres
muy graves enfermedades y dolores intensos, nunca
lo quiso descubrir, llevándolos con extraordi­
naria paciencia. Era afable, apacible, grave,
blando y suave en sus palabras y obras. Favorecióle
nuestro Señor con muchas gracias y privilegios.
Fué visto algunas veces orando de noche con
el rostro resplandeciendo, y todo su cuerpo vestido
de luz. Pero cuanto el Señor mas le regalaba
y favorecía; tanto el demonio mas le perseguía
(como suele) y atribulaba. Dióle muchas veces de
palos, estando en oración, y en otras mil formas
y maneras le tentó y le afligió; pero siempre salió
de la batalla victorioso nuestro santo fraile lego,
haciendo burla de su enemigo: y con razón; porque
después de la pelea el ángel del Señor le aparecía
y le consolaba, y animaba, proponiéndole la
brevedad del trabajo y la eternidad del galardón
que por él se le habia de dar. Orando una vez
después de completas delante del altar de san Vicente,
le apareció el demonio en una figura horrible
y vergonzosa: y haciendo el santo la señal de
la cruz, desapareció. Otra vez, después de maitines
vio venir una cuadrilla de demonios con grande
algazara y regocijo: llamólos, y conjurólos de
parte de Jesucristo, que le dijesen la causa de
aquel regocijo: y respondieron, que la causa era,
porque el dia siguiente en una alteración y revuelta
del pueblo habia de haber grandes muertes y daños.
Entonces el santo varón se postró delante del
acatamiento del Señor, suplicándole con muchas
lágrimas que no permitiese aquel mal tan grande,
sino que con su benignidad lo atajase, y apaciguase
los ánimos de los ciudadanos, y les diese entera
paz y quietud; y así lo alcanzó, y el demonio quedó
burlado. Mas en acabando esta oración, y entrando
en su celda para descansar un poco, vio una
gran muchedumbre de molestísimos cuervos que
graznaban , y con los picos y las uñas querían embestir
con él: armóse con la señal de la cruz; y
toda aquella manada de aves de rapiña desapareció.
Una vez, estando en oración, se arrobó y trasportó
, y quedó sin sentidos, como muerto; y
de esta manera le hallaron sus frailes , y procuraron
hacerle volver en sí: aunque á él le pesó harto
que le hubiesen hallado y privado de aquella suavísima
contemplación y deleite en que estaba.
3 Había ya llegado á edad de ochenta y cuatro
años, y dióle una enfermedad : y entendiendo
que habia de morir de ella . se confesó generalmente,
y se aparejó (aunque siempre estaba aparejado)
para aquella jornada : y habiendo compuesto
decentemente sus píes y manos, y todo el cuerpo, dio
su espíritu al Señor, quedandoel rostro con un color
y alegría maravillosa, y mas del cielo , que de la
tierra. Fué su muerleá los 11 deoctubredel año del
Señor de 1491. Luegose oyó por toda la ciudad de
Bolonia una voz que decia , que los que quisiesen
ver al santo varón , que habia pasado de esta vida,
fuesená la iglesia de Santo Domingo. Con esta voz
se movió toda la ciudad , y concurrió innumerable
gente á su entierro. Enterráronle en el capítulo
menor de los frailes; mas como Dios nuestro Señor
obrase por él grandes maravillas y prodigios , y
diese salud á los enfermos de varias y graves dolencias,
que á él se encomendaban, y la gente,
especialmente las mujeres, no pudiesen entrar al

84 LA LEYENDA DE ORO. OCTÜBRS , 11
sepulcro, donde estaba; fué necesario trasladarleá
¡a iglesia, junto al altar do santo Tomás: y así le
trasladaron ocho dias después, que la primera vez
le enterraron, y hallaron su cuerpo tan entero y sin
corrupción, ni mal olor, como si aquella hora
acabara de espirar. Después de esta traslación
crecieron mas los milagros , y nuestro Señor por
los merecimientos de este bienaventurado religioso
lego hizo innumerables beneficios y mercedes á
todos los que so encomendaban á él: las cuales
se pueden ver en la vida de este santo , que
escribió Juan Antonio Flaminio, y la trae el padre
fray Lorenzo Surio en su quinto tomo de las
Vidas de los santos.
* SAN CÍNICO, ABAD.—Según los anales de
Irlanda, nació estesantoenaquelpaís, el año527,y
murió el de 599. En su juventud vivió algún tiempo
bajo la dirección del venerable abad Doco,
en el país de Gales, y después fué discípulo de san
Finiano , que gobernaba á la sazón un monasterio
en Irlanda , reunión de todos los jóvenes que deseaban
aprender la verdadera sabiduría. San Cánico
adelantó extraordinariamente en esta escuela,
y su zelo y trabajos apostólicos por la propagación
de la piedad en Irlanda , le han hecho considerar
como uno de los principales ornamentos de
esta isla. Estuvo unido en estrecha amistad con los
santos de aquel tiempo, y fundó un monasterio, que
se hizo célebre por los milagros de su fundador y
por la regularidad de vida que en él se observaba.
SAN FERMÍN , OBISPO Y CONFESOR. —Nació en
la Galia Narbonense, y ó la edad de doce años,
sus nobles y piadosos padres lo pusieron bajo la tutela
y dirección de un lio suyo obispo de Ucez. Este
ilustre prelado le educó en las ciencias y en la
práctica de todas las virtudes, en las cuales hizo
el joven tantos progresos, que antes de llegar á la
edad prescrita por los cánones , fué ordenado sacerdote.
Poco después murió el santo obispo, y
Fermin fué colocado en su lugar por el unánime
sufragio del clero y del pueblo, siendo consagrado
á la edad de veinte y dos años. La prudencia y sabiduría
que mostró, acreditaron muy bien que la
elección habia sido inspirada por Dios. En el desempeño
de las funciones de su ministerio, la oración
y la mortificación fueron los principales medios
que empleó para santificarse , y preparar la santificación
de los demás. Asistió álos concilios IV
y V de Orleans celebrados en 541 y 549 , y al
de París en 551, y su reputación iba aumentando
á medida que se le presentaban ocasiones para defender
los intereses de la Iglesia. Después de un
pontificado de quínceaños, murió santamente el dia
11 de octubre del 553, á la edad de treinte y siete
años, en la misma ciudad de Ucez, en el Languedoc.
Los SANTOS TARACO , PROBO , Y ANDRÓNICO,
MÁRTIRES.—El primero de estos santos fué romano
de estraccion y nació en Isauria. En su juventud
sirvió en los ejércitos imperiales, á cuya profesión
renunció por temor de verse obligado á obrar
contra su conciencia. Cuando sufrió martirio, tenia
sesenta y cinco años de edad. El segundo, san Probo
, natural de Panfiba, habia despreciado una fortuna
muy considerable, á fin de poder servir á
Jesucristo con mas libertad. Andrónico, el mas
joven de los tres, era de una de las principales familias
de la ciudad deEfeso. Habiendo los tres sido
presos en Pompeyópolis, ciudad de Cilicia, fueron
conducidos á la presencia de Numeriano Máximo,
gobernador de la prov incia, que debia hacer ejecutar
las órdenes contra los cristianos. Este gobernador
dispusoque los condujesen á Tarso, adonde debiaél
trasladarse dentro de poco. Efectivamente, llegado
el gobernador á esta última ciudad , fueron los tres
santos presentados á él, y sufrieron varios interrogatorios
, enviándoles después de ellos á la ciudad
de Anazarbo. Sujéteseles también aquí á nuevos
interrogatorios , á los cuales contestaron con la
misma constancia. Su paciencia y su valor fueron
superiores á toda ponderación : sus cuerpos afligidos
por largo tiempo con toda clase de penalidades
y suplicios y con el hambre y las inmundicias de la
cárcel, parecian esqueletos destituidos de figura
humana. Porfin losentregaron á las fieras paraque
los devorasen; pero estas respetaron las personas
de los santos, con lo cual indignado el gobernador,
mandó que los degollasen en medio del mismo anfiteatro.
Su martirio sucedió en Anazarbo el dia
11 de octubre del año 304.
Los SANTOS NICASIO, QUTRINO, ESCUEÍCULO, Y
PIENCIA, MÁRTIRES. —Nicasio fué obispo de Rúan,
y entre la multitud de personas que convirtió á la religión
cristiana , una de las mas notables fué santa
Piencia, virgen francesa de gloriosa memoria. Quirino
fué presbítero yEscubículo, diácono : ambos
ayudaron á Nicasio en sus trabajos apostólicos, y se
cree que los tres fueron los fundadores de dicha Iglesia
de Rúan , y que murieron , durante el segundo
ó tercer siglo del cristianismo , en Francia en el
territorio de Vexin. Sus sagrados restos fueron sepultados
por los cristianos en unagruta, en la cual
encontraronun dia los gentiles á santa Piencia, y la
degollaron.
Los SANTOS ANASTASIO,PLÁCIDO, YGINÉS, MÁR­
TIRES.—El primero era presbítero de la Iglesia de
Roma, y los otros dos compañeros eran soldados
de aquellas legiones que se expurgaron de cristianos
para hacerles trabajar en las famosas termas del
emperador Diocleciano. Un antiguo manuscrito, citado
por Baronio, dice queestos tres santos murieron
con otros muchos en la misma ciudad do Roma
, el año 290.
SAN SÁRMATAS, MONJE Y MÁRTIR. — Fué discípulo
de san Antonio , abad , y vivió muchos años
en los desiertos de la Tebaida. San Gerónimo dice
que el año veinte y dos del imperio del gran Constantino
, invadieron los sarracenos el monasterio do
San Antonio, y entre otros sacrificaron al ilustre
san Sármatas.
SAN GERMÁN, OBISPO Y MÁRTIR.—Fué el séptimo
obispo de la ciudad de Besanzon, en las Galias.
Su zelo por la pureza do la fó católica le atrajo de
tal modo el odio do los arríanos, que no cesaron
de perseguirle hasta que le asesinaron el año 372.
Su vida fué gloriosa en trabajos , y su muerte en
maravillas.
LAS SANTAS ZENAIDA Y FILONILA.—El Martirologio
romano dice que fueron hermanas, parien-

OCTUBRE, 12 LA LEYENDA DE ORO. 85
tas y cliscípulas en la fé del apóstol san Pablo. Nada
sabemos de ellas mas que eran de Tarso en Cilicia,
y que fueron de las primeras personas que
en aquella región abrazaron el cristianismo.
SAN EMILIANO , CONFESOR. — Según Usuardo
fué este santo de Rennes, en Francia, donde floreció
con gran santidad de vida, dedicado á la
oración y al socorro de los pobres. Cuéntase de él
que multiplicó muchas veces el alimento que debia
dar á los necesitados, y que á semejanza del divino
Salvador alimentó un día á todo un gentío numeroso
con muy escasas provisiones. No sabemos
la época de su dichosa muerte , que fué santa y
gloriosa.
SANTA PLACIDIA, VÍRGEN.—Nació enVerona y
fué hermana del obispo san Leoncio. Desde muy
joven consagró su integridad á Jesucristo, y observó
tan perfectamente su voto, que por no estar expuesta
a las seducciones del mundo, se retiró á unasoledad,
donde vivió por muchos años, ilustre en
virtudes y milagros, hasta su dichosa muerte , en
cuya hora se vio rodeada de coros de ángeles que
acompañaron su alma á la morada de Dios.
Stia 19.
SAN WILFRIDO, OBISPO Y CONFESOR.—Wilfrido
fué inglés de nación, hijo de muy nobles padres,
de quienes fué tan bien instruido en la fó católica
y buenas costumbres, que adelantándose la prudencia
á la edad, era de los mas ancianos y doctos
venerado y reverenciado en sus mas tiernos
años; y apenas cumplió los catorce, cuando renunciando
al siglo y sus riquezas (de que era abundante)
con todas sus vanidades, se entróá servir
á Dios en un monasterio, donde en breve tiempo
se adelantó tanto á todos en prudencia, virtudes
y letras, que era de todos maestro. El rey Alchfriclo
, que en este tiempo poseia toda la Bretaña, y
se hallaba sin obispo, puso los ojos en Wilfrido y
le envió al rey de Francia , para que le hiciese
consagrar en obispo deEboraco,en Inglaterra. Recibióle
el rey honoríficamente, como merecían su
virtud , sangre y recomendaciones de Alchfrido , y
lo envió al obispo de París, Agilberto , que lo consagró,
asistido de otros obispos: con lo cual Wilfrido,
hecho ya obispo , volvió á su patria con todo honor
, y con el mismo fué recibido. Gobernó su Iglesia
algunos años en paz y quietud , predicando y
reduciendo muchas almas á la fé de Jesucristo;
pero como el enemigo común se viese perdidoso
con la predicación y virtudes de Wilfrido, procuró
inquietarle y divertirle; y así sembró zizaña
entre él , y el rey: el cual lo echó de su silla, y
de su Iglesia.
2 Vínose á Roma: donde, vista su inocencia
por el santo pontífice Agaton , que entonces tenia
la silla de san Pedro, le absolvió , y declaró inculpable
, y amado de Dios, en un concilio que tuvo
en la misma ciudad de Roma de ciento veinte
y cinco obispos, y quiso su santidad (para declarar
mas su inocencia) que Wilfrido fuese uno
de los obispos de dicho concilio: el cual acabado,
se volvió á su patria, y obispado, mandándoselo
así el pontífice. Pero por no tener mas encuentros
con el rey, no volvió á su misma Iglesia , sino que
se entró en la provincia de los australes sajones,
que eran gentiles; y pudo tanto con su divina predicación
, que los redujo todos á la fó de Jesucristo
, y á todos los bautizó, librando toda aquella
provincia, y gente sajónica, no solo déla esclavitud
del demonio, sacándolos á todos , desde
el rey y príncipes hasta el mas humilde , cíe
las tinieblas gentílicas en que tan ciegos vivian;
sino también de las penas temporales , que justamente
padecian ellos, sus campos y ganados ; pues
habia tres años que no llovía, y muchos morían
de hambre y sed. A tanto llegaba la desesperación
, que de cincuenta en cincuenta se arrojaban
los hombres al mar , desesperados, gustando mas
morir de una vez ahogados en sus ondas , que morir
rabiando de hambre. Pero (¡óbondad inmensa
de Dios! ) apenas los redujo á la fé con su divina
predicación el glorioso obispo Wilfrido , cuando
llovió sobre ellos el agua de la gracia en el bautismo
, y sobre sus campos la deseada del cielo; de
suerte , que á pocos días todo se vio verde , florido
y con sazonados frutos, dando todos infinitas
gracias á Dios por beneficios tantos.
3 Con este milagro , y otros muchos , que hacia
Dios por manos de su fiel ministro Wilfrido,
quedó toda aquella provincia del todo confirmada
en la fé. El rey Edilubach , viendo tantos prodigios
, dio al santo obispo una isla llamada el Becerro
Marino , Península , ó Quersoneso , la cual
también redujo á la ley evangélica, y fundó en
ella un monasterio admirable. Aquí , pues , en
toda paz y quietud vivia Wilfrido , y ejercía la
dignidad de obispo y apostólico varón : y como
libraba á todos de la esclavitud eterna del demonio
, también libró de la temporal y espiritual á
un tiempo doscientos y cincuenta esclavos , que
tenían los señores de aquella isla, bautizándolos y
dándoles libertad. En este tiempo murió el rey
Britanno, que habiaechadodelasilla al santo obispo
Wilfrido , y sucediéndole en el reino Aldfrido,
pidió al bendito prelado , que volviese á su Iglesia
deEboraco, y el santo, para complacer al rey, y
consolar aquel'as ovejas, que sin su pastor balaban
tristes y desconsoladas, volvió do nuevo á ocupar
su primera silla , dejando sacerdotes y varones
apostólicos en aquella isla y provincia , nuevamente
por él convertida, para que cultivasen la
viña del Señor. Poco le duró la quietud ; porque
pasados cinco años, movió tal discordia la sierpe
infernal , que el mismo rey que le habia llamado,
incitado de muchos envidiosos, le desterró y arrojó
de su silla. Volvió á Roma , y fué otra vez declarado
por el pontífice inculpable y justo , como se
vio , según las acusaciones que le hacían; pues todas
eran impuestas y falsas.
k Con esta declaración y orden de su santidad,
se volvió á su obispado : y pasando por Francia,
le dio de repente una enfermedad , de que estuvo
en la ciudad de Meldo cuatro dias continuos , con
sus noches , ya casi muerto , sin comer, beber,
hablar , ver , oir , ni hacer otra acción vital, fuera
de respirar, tan delicadamente , que apenas so

86 LA LEYENDA DE ORO
percibía si tenia aliento. Al quinto dia, como
quien despierta de un profundo sueño, se levantó:
abrió los ojos, y vio cerca de sí un coro de música
, y llanto; porque le estaban cantandosalmos,
mezclados en tiernas lágrimas: y suspirando algún
tanto , preguntó por un sacerdote suyo, llamado
Acca. Llamáronle a!instante: el cual, como
vio vivo , y que hablaba , á su pastor y padre,
que juzgaba muerto ; hincado de rodillas él, y todos
los presentes, dieron á Dios las gracias. Luego pidió
á todos le dejasen solo con aquel su sacerdote
; y estando á solas , le dijo: Sabe que he tenido
una visión tremenda, la cual quiero que sepas
tú solo , y guardes silencio , hasta ver lo que Dios
quiere de mí. Púsoseme en pié delante cierto gallardo
joven vestido de blanco, pero ricamente
adornado , el cual dijo : Yo soy el arcángel san
Miguel , y soy enviado de Dios, para volverte do
la muerte á la vida : la cual te concede el Señor
por las oraciones y lágrimas de tus discípulos
y hermanos , v por la intercesión de su santísima
Madre , y mi Señora , la siempre Virgen María,
sin pecado concebida. Por lo cual te digo, que
ahora sanarás de esta enfermedad; pero está apercibido
y pronto; porque pasados cuatro años te
visitaré. Ahora irás á tu patria : recibirás, y serás
restituido á tu Iglesia, cobrarás cuantas posesiones
te habían quitado; y en honor y paz tranquila
acabarás tu vida.
5 Convaleció , pues , el santo obispo ; y ha-
biendo todos alegres y regocijados dado á Dios
infinitas gracias por tal beneficio; despedido de
todos, prosiguió su viaje . Llegó en fin á su Iglesia,
y obispado : dio las cartas , que traia de su santidad
; y leidas por el rey y demás príncipes, y
obispos, fué recibido con todo honor , y le fueron
restituidas todas sus rentas, posesiones y dignidades,
por común acuerdo de todos, en un concilio,
que para este efecto sejuntó cerca del no Nidd. Con
estos honores, y toda paz y quietud , vivió cuatro
años, gobernando su Iglesia santísimamente, y
descansó en el Señor, lleno de días y virtudes , habiendo
padecido tantas calamidades y destierros,
todo por su amante Jesús, por espacio de cuarenta
y cinco años que fué obispo , sin dejar de predicar
, y buscar almas para el cielo , donde la suya
descansa. Su cuerpo santísimo fué honorílicamenle
¡levado al monasterio Inlhipo, donde primero habia
sido monje, como dijimos al principio, y allí
obra Dios por él infinitos milagros. Escribieron su
vida Beda, De (jeslis anglor., lib. m, cap. 28, iib.
i\,cap. 12, lib. Y, cap. 20, el in Epitome, donde
dice , fué su muerte gloriosa á 12 de octubre, año
del Señor de 1732 ; Pedro Blesense , in Cathal.
scriptor. brilannic. ; Molano , in Annotat. ad
Usnardum; Heddio; Odón; Surio , tom. v; el
Martirologio romano; y Baronio en sus anotaciones,
y en el lomo vm de sus Anales, año de 709,
núm. k.
SANSERAFIN DE MONTE GUANARO,CONFESOR.-
El glorioso san Serafín , llamado vulgarmente de
Ascoli, ciudad de la Marca de Ancona , por haber
vivido, siendo religioso, muchos años en esla
ciudad , y por haberla ilustrado con su santa vida
OCTUBRE , 12
y con sus estupendos milagros; mientras vivió en
el siglo se llamó Félix , y nació en el año 1540,
en una aldea del obispado de Fermo , nombrada
Monle Granare Sus padres fueron pobres y de
baja condición; porque su padre ganaba el sustento
trabajando de albañil; mas así él, como Teodora
, que era su madre , tenían un rico fondo de
virtudes; por lo que á semejanza del santo Tobías,
criaron á este hijo en el santo temor de Dios, y
desde niño le enseñaron á aborrecer el pecado , á
amar y servir á Dios, y á vivir según las máximas
de la religión. Luego que tuvo edad para servir
, su padre, que por su miseria no podia suministrarle
el necesario sustento, le puso en casa de
un labrador, que le destinó á guardar el ganado.
Esta separación de la casa y de los ojos de sus
padres, no causó ningún perjuicio ó la piedad que
le habian inspirado; porque Serafín conservó en
la casa de su amo la misma inocencia de costumbres
, y la misma devoción que habia tenido en la
casa de sus padres. Cuando se hallaba en el campo
guardando el ganado, acostumbraba hacer alguna
cruz en algún árbol que tuviese corteza, y
delante de ella se postraba y rezaba sus oraciones,
y recomendaba con mucho fervor los intereses de
su alma á Jesucristo su Salvador , y á la santísima
Virgen María, de la cual era devotísimo.
2 Habiendo muerto después de algún tiempo
su padre, fué Serafín llamado á vivir á la propia
casa de un hermano mayor que tenia en ella , llamado
Silencio, para que le ayudase y sirviese de
peón en el oficio de albañil, que ejercitaba á imitación
de su padre. En este oficio tuvo que sufrir
Serafín muchos trabajos y penas; porque, siendo
poco apto para este oficio, su hermano que era
hombre colérico y bastante furioso, frecuentemente
le reñia con aspereza, diciéndole muchas
injurias y villanías, y muchas veces le cargaba
de palos, y en algunas, trasportado de ira, le daba
crueles golpes con el martillo : Serafín sufria con
admirable paciencia todos estos malos tratos; y
aunque su fatigosa ocupación le dispensaba de la
ley del ayuno, ayunaba no obstante tres dias en la
semana , y cuando los demás oficiales descansaban
de su trabajo tomando su ordinaria refección,
Serafín empleaba aquel tiempo en rezar sus devociones.
Manifestó Dios con un milagro estupendo
cuan grata lo era la piedad de Serafín; porque
yendo á visitar á la Virgen santísima en su santa
casa de Loreto , llegando al rio Potenza , halló que
iba tan crecido, que no podia vadearse; y en efecto,
sus compañeros permanecieron en la orilla sin
atreverse á entrar en él; pero Serafín le pasó dos
veces á vista de todos á pié enjuto, causando
en los espectadores aquel asombro que se deja
discurrir.
3 Entre tanto Silencio pasó á Loro, aldea
poco distante de Monte Granaro, para construir
allí un cierto edificio, y se llevó consigo á su hermano
Serafín, para que le sirviese de peón en
aquella fábrica. En la casa en que habitaron entonces
ambos hermanos, habia una mujer joven
muy devota y virtuosa , que leia en voz alta libros
espirituales, especialmente uno que trataba de los

OCTUBRE,12 LA LEYENDA DE ORO. 87
novísimos. Serafín, que tenia mucha ansia y mucha
sed de la palabra de Dios , aplicaba cuidadosamente
el oido y el corazón á aquella santa lectura.
Un dia sucedió que oyendo leer la severidad del
juicio con que Dios juzgará á todos los. hombres, y
las penas eternas ó incomprensibles de las llamas
infernales, á que condenará á los pecadores, quedó
de tal modo atónito y atemorizado, que dijo ó
aquella joven : Si las cosas van así, sena mejor retirarse
á un bosque para hacer vida eremítica, á
fin de no exponer á tan gran peligro la propia alma.
No es esto necesario , le respondió la virtuosa
joven; pero si tú quieres asegurar tu salvación,
basta que entres en la religión de los padres capuchinos
, donde se profesa una vida santa y penitente.
Serafín, que hasta entonces no había tenido
ninguna noticia de esta religión, se informó del
modo de vivir de sus religiosos por la misma joven
que se hallaba plenamente informada de todo,
con ocasión de hospedarse en su misma casa los
capuchinos que pasaban por aquella aldea de Loro
; y habiendo entendido que tenian un convento
en Tolentino, luego que pudo pasó allí, ó hizo
vivas y humildes instancias á los padres capuchinos,
para que le admitiesen por fraile lego en su
religión; y aunque entonces no fueron atendidas
sus súplicas, todavía repitiéndolas varias veces, y
siempre con mayor fervor, consiguió por fin la
gracia deseada : y en el año 1564, teniendo veinte
y cuatro años de edad , vistió el hábito de religioso
lego en el convento de Jesi, donde fué destinado
para hacer el acostumbrado año del noviciado.
4 Todo el mundo sabe cuan duras y ásperas
son las humillaciones, mortificaciones y penitencias
que los padres capuchinos imponen á sus novicios,
á fin de probarles su vocación, y de inspirar
en su alma el espíritu propio de aquella
religión, que en una manera particular está dedicada
y consagrada á la vida penitente y mortificada,
con tanta edificación de la santa Iglesia.
El bienaventurado Serafín no solo aceptó de buena
gana y practicó con prontitud y alegría de su alma
todo lo que le mandaban sus superiores, sino
que anadia á estas mortificaciones, comunes á todos
los novicios, otras muchas particulares; no
dormía sino tres horas ; llevaba continuamente sobre
sus desnudas carnes un cilicio tejido de asperísimas
cerdas, que le cubria todo el cuerpo á
manera de túnica ; tomaba cada dia una sangrienta
disciplina con un azote armado de puntas de clavos,
con el cual hacia tal carnicería en su cuerpo,
que quedaba bañado en sangre: su obediencia no
conocía ningunos límites, bastando la menor seña
de los superiores , y de cualquiera de sus hermanos
religiosos, para ejecutar lodo lo que se quería
de él: su humildad era profundísima, reputándose
el mas mínimo de todos , y que para nada
era bueno; á lo que contribuía mucho la cortedad
de su talento, que le hacia poco apto para las
cosas exteriores; por cuya causa no solo en el
tiempo del noviciado, sino también en toda su vida
, estuvo sujeto á varias reprensiones y mortificaciones,
particularmente de algunos superiores
indiscretos, sin que el siervo de Dios jamás se que-
jase ó excusase, ni manifestase alguna turbación;
antes al contrario, de este su involuntario defecto
lomaba motivo para humillarse, envilecerse y llamarse
el jumento del convento , que comía el pan
de balde, y que no merecia sino palos. Desde los
primeros dias en que tomó el hábito , se dedicó enteramente
al ejercicio de la oración , en la cual, ó
en la iglesia, ó en la celda, empleaba todo el tiempo
que le sobraba de sus precisas ocupaciones.
Tenia siempre fija en su mente la sagrada pasión
de Jesucristo; pasaba las noches enteras en la
meditación de sus pasos ; y no podía pensar ni hablar
de ella sin derramar muchas lágrimas. La
oración, pues, era el dulce pábulo de su alma, de
la cual sacaba luz y fuerza para practicar todas
las virtudes, habiendo sido en ella favorecido de
Dios nuestro Señor con admirables éxtasis y raptos
, y con una luz sobrenatural tan extraordinaria,
que si bien era un hombre idiota que no conocia
las letras, tenia no obstante sublimes sentimientos
de la grandeza de Dios , y discurria con tal unción
de espíritu, y con tanta propiedad de palabras
sobre los misterios de nuestra religión , que causaba
admiración y pasmo á los mismos que eran
consumados en el estudio de la sagrada teología.
Veneraba con ardentísimo afecto al santísimo Sacramento
, que recibía casi todos los dias con un
fervor de espíritu que compungía á los que lo observaban.
Era también muy singular la ternura con
que veneraba á la Virgen santísima , poniendo en
ella, después de Dios , toda su confianza. En todas
sus acciones descubría una santa simplicidad,
pero acompañada de la prudencia de la serpiente,
según la expresión del Evangelio; por lo que era
amable á todos, fácil en condescender á su voluntad
, y pronto en cumplir cuanto le encargaban,
mientras pudiese ejecutarlo sin perjuicio de su delicada
conciencia.
5 Para prueba de esta verdad , bastará referir
lo que le sucedió con una señora de la ciudad
de Ascoli. Rogó esta señora al siervo de Dios tratase
un cierto negocio, que al instaba mucho , con
un sugeto que le nombró ; el siervo de Dios se
ofreció pronto á complacerla; pero añadiendo ella
que cuando hablase con dicha persona, fingiese
que trataba el asunto por sí mismo, y no por encargo
que se le hubiese hecho; Serafín la dijo:
Señora ¿cómo juzga vuesa merced que un religioso
es capaz de fingir? Quien está dedicado al servicio
divino como yo, está obligado á proceder
clara y sinceramente con todos. Estas razones no
convencieron á la dama , antes prosiguió diciendo
era necesario conducir el negocio de este modo,.á
fin de que saliese felizmente, y que aun cuando se
dijese alguna pequeña mentira, seria esta oficiosa
y de poca consideración: se alteró el buen religioso
al oir el nombre de mentira, y santamente
indignado, la dijo claramente: Si así es, yo no soy
á propósito para servirla ; y volviéndola las espaldas,
se partió de su presencia , dejándola (seria difícil
decir) si mas confundida , ó mas edificada de
la inocente simplicidad y singular pureza de conciencia
del hombre de Dios. Esta inocencia y pureza
, que conservó en toda su vida, sin manchar

88 LA LEYENDA DE ORO
jamás su alma con culpa alguna grave, se hace
mucho mas admirable, si se considera que en los
diversos oiicios de que fué encargado, ya de portero,
ya de limosnero, ya de compañero de los
predicadores que iban á predicar á diversos lugares
, tuvo que tratar cou toda suerte de personas;
y por el gran concepto que lodos hacian de su virtud
, lo encargaban muchas y varias incumbencias,
que el santo admitía obligado de la ardiente caridad
que tenia para con sus prójimos. Esta caridad
de Serafín procedía de aquella gran llama de amor
de Dios, que ardia continuamente en su corazón,
que frecuentemente le hacia desfallecer, y le obligaba
á gemir y suspirar por el deseo que tenia de
unirse con el sumo Bien , y de verse libre de la
cárcel del cuerpo, y del destierro de esta tierra
de miserias, que era tan ardiente, que pidió al
padre general con muchas instaucias le concediese
licencia para pasar á regiones bárbaras de infieles,
para tener ocasión de morir allí sacrificado á gloria
de Dios, y en defensa de nuestra santa fó , á fin
de irse presto al cielo.
6 También fué efecto de su ardiente caridad,
el zelo que tenia de impedir las ofensas de Dios,
y quitar á los fieles las ocasiones de pecar. Por
mas que fuese un religioso lego , á quien no pertenecía
el predicar y el promover de oficio el bien
espiritual de sus prójimos, todavía discurriendo por
las calles y por las casas, pidiendo limosna como
limosnero de su convento , no dejaba de dar saludables
documentos, persuadiendo á todos á huir
el pecado , y acordándoles la eternidad del premio
y castigo que nos está preparado en la otra vida,
lo que practicaba con palabras tan cuerdas y graves
, que penetraba los corazones de los que le escuchaban,
produciendo en sus almas maravillosos
efectos. Conociendo el santo que el juego de naipes
es un seminario de males, tanto por el tiempo
que se desperdicia en él , y por el dinero que se
pierde , en perjuicio de la familia y de los pobres,
como por las blasfemias , riñas y fraudes que ordinariamente
le acompañan; mostró siempre muchas
ansias de extirpar un vicio tan perjudicial: por lo
que, cuando entraba en alguna tienda ó casa donde
hubiese jugadores, se sentaba cerca de ellos, y en
viendo alguna oportuna ocasión, les quitaba los
naipes de las manos, los rasgaba y hacia de ellos
mil pedazos, y con todo nadie osaba contradecirle,
por el concepto grande que todos bacian de su
santidad: cuando les quitaba los naipes de las manos
, solía decirles : Perdonadme, que no hago injuria
á vosotros, sino al demonio, que por vuestro
medio manejaba estos naipes. Era tan sabida
esta costumbre suya de quitar á los jugadores los
naipes de sus manos , y de rasgarlos , que al verle
desde lejos, solían decirse reciprocamente: Acabemos
, acabemos, que viene Fr. Serafín: y dejaban
en efecto el juego.
7 Iguales, y aun mayores ansias manifestaba
el siervo do Dios de quitar de las casas las pinturas
inmodestas, que él solía llamar pecados permanentes,
y escándalos pendientes de la pared,
entre guarniciones de oro ; y son verdaderamente
un funesto manantial de innumerables culpas , es-
OCTUMIE, 12
pecialmente en la incauta juventud. Por eso en
cualquiera parte en donde le acaeciese ver alguna
de estas pinturas, rogaba y conjuraba á los dueños
de la casa para que las rasgasen ó quemasen, sin
querer admitir la excusa que muchos daban para
retener tales imágenes, diciendo, que eran pinturas
de precio y de excelente pincel: antes por eso
mismo, replicaba el santo, hay mas razón para
abolir semejantes pinturas, cuanto representan mas
al vivo, y con mayor arte la inmodestia y la desnudez
de aquellas partes que aun el mismo rubor
natural pide que se cubran y escondan. Pero en las
casas donde tenia mayor confianza, si lo ocurría
ver cuadros de semejante especie, él mismo de
su autoridad los quitaba de la pared, los rasgaba
y echaba á las llamas, con aquella autoridad que
Dios le daba en semejantes ocasiones, y que sus
singulares virtudes, y los muchos milagros que
Dios obraba por su medio, le habian conciliado.
Del mismo modo era solícito en quitar de manos
de las personas los libros de las vanas poesías, los
cuales con la dulzura del verso destilan en el corazón
délos lectores el veneno de la lujuria. Un dia
vio á una dama que leia el Ariosto: el bienaventurado
Serafín la reprendió de esta lectura, de la
cual no podia sacar otro fruto, que el de llenar su
mente de vanidad , y su corazón de profanas indecencias
y de obscenidades; y la exhortó á leer
libros espirituales provechosos á su alma, y ella
Je prometió que así lo baria en adelante. No hizo
menor guerra el siervo de Dios á las vanidades de
las mujeres, y á la locura de adornarse en una
manera impropia y escandalosa; y logró con la
eficacia de sus persuasiones reducir á muchas damas
á abandonar las galas, y á vestirse en una
manera conveniente á una señora cristiana; esto
es, á una hija de Dios y discípula de Jesucristo
crucificado. No obstante, hubo una que despreció
sus santas amonestaciones, diciéndole: ¿Qué pretendéis
de mí ahora que soy joven? cuando sea
vieja , renunciaré todas las pompas. Mas el bienaventurado
Serafín la respondió: Cuando no se da
cumplimiento á las voces de Diosa su tiempo, después
falta el tiempo para reparar el perjuicio. Estas
palabras fueron una profecía; porque la dama
poco después enfermó, y en medio de la carrera
de su vanidad compareció en el tribunal de Dios
con poca disposición, y en consecuencia con poca
esperanza de su salvación.
8 El mismo zelo que ai dia en el pecho del
siervo de Dios , le hacia correr con prontitud á las
casas donde sabia que había disensiones y escándalos
, á fin de hacerlos cesar; y tanta era la energía
de sus palabras , y la eficacia de sus razones,
que hasta los pechos mas exasperados, y los escándalos
mas envejecidos se le rendían. Supo una
vez , que en una casa de las principales de la ciudad
de Ascoli, reinaba una fiera discordia entre la
suegra y la nuera, de la cual se seguían lamentables
efectos. Por eso fué el santo á apaciguar aquellas
dos señoras, y después de haber visto que
eran inútiles todas las tentativas de que había usado
, por estar ambas muy obcecadas de la pasión,
se echó por tierra delante de ellas, deshaciéndose

OCTUBRE, 12 LA LEYENDA DE ORO. 89
en un copiosísimo llanto , y rogándolas encarecidamente
reflexionasen, no solo sobre los males espirituales
que con su discordia bacian á sus propias
almas, sino también sobre los males temporales
que causaban á toda la familia. Su llanto y humildad
ablandaron el corazón de aquellas dos fieras;
por lo que allí mismo en presencia del santo renunciaron
todo rencor , y se abrazaron, y con una
sincera reconciliación hicieron revivir en sus almas
y en toda la familia la calma deseada. Fueron innumerables
los que por medio de sus exhortaciones
, animadas del espíritu de Dios, se reconocieron
de sus defectos , haciendo de ellos una sincera
penitencia , abrazando unos el estado religioso, y
enfervorizándose otros en la piedad y en la devoción:
¡tanto puede en un hombre, aunque idiota
y sin letras , como lo era el santo ( la vida ejemplar
y adornada de virtudes heroicas 1 Acompañaba
el santo este ardiente zelo de la gloria de Dios
con una caridad ternísima hacia sus prójimos. Visitaba
los presos en las cárceles , los consolaba ensu
desgracia, los exhortaba á la paciencia, y se
empeñaba á su favor con los ministros de la justicia.
Asistía á los enfermos, los alentaba con sus
dulces palabras, y los servia como el mas diligente
y piadoso enfermero en los ministerios mas bajos
y fastidiosos, con tanto contento de su alma , que
hallaba en esto todas sus delicias. Olvidado de sí
mismo , y de las necesidades de su propio cuerpo,
se entristecía y se angustiaba por las necesidades
ajenas, y hacia todo lo posible para remediarlas.
Contentándose para su comida con medio pan cada
día, la pitanza y casi todo lo demás que le daba
la comunidad , lo repartia entre los pobres, y aun
en un año de carestía se privó para los pobres de
la mitad del medio pan que reservaba para su
sustento. Manifestó Dios con varios milagros que
le era muy acepta esta tierna misericordia que Serafín
tenia para con los pobres; porque, no teniendo
alguna vez bastante pan para repartirles, suplia
esta falta dándoles una porción de verdura
que cogia de la huerta del convento; y reprendiéndole
esto el guardián, diciendo, que faltaría
después á la comunidad la hortaliza que necesitaba,
le dijo Serafin , que estuviese de buen ánimo, que
no dejaría por eso la comunidad de tener en abundancia
la verdura que necesitaba ; y en efecto , á
la mañana del día siguiente se vieron crecer nuevos
retoños en las plantas, de las cuales habia sacado
el siervo de Dios la hortaliza que habia dado
á los pobres. Después el guardián concedió á Serafin
un pedacito de la huerta, para que la cultivase
á su gusto, y diese á los pobres la verdura
que de ella se sacase; y era cosa asombrosa ver
que aquel pedacito , cedido al santo , producía mas
hortaliza que toda la restante huerta , reservada
para la comunidad, aunque muchomejor cultivada.
9 Pero la virtud en que mas se distinguió Serafin,
fué sin duda la paciencia y la mansedumbre,
que suelen ser la prueba menos sospechosa de la
sólida piedad. Su vida fué un continuo ejercicio de
estas virtudes, habiendo sido innumerables las
ocasiones que tuvo de practicarlas, ya con sus
guardianes, quienes, ó por indiscreción, ó para
TOMO IV.
mortificarle y tenerle lejos del peligro de desvanecerse
, le molestaron de muchas y varias maneras;
ya también de sus hermanos los religiosos
de su mismo convento, de los cuales, permitiéndolo
así Dios nuestro Señor, varias veces fué maltratado
; ya por fin de los extraños, en las ocasiones
en que, haciendo su oficio de limosnero, discurría
por la ciudad, y por las aldeas y lugares
circunvecinos, no faltando jamás malvados que
aborrecen la virtud y persiguen á las personas virtuosas.
Pero el siervo de Dios siempre estuvo firme
y constante, sufriendo todos los males que se
le hacían con una paciencia invencible, sin alterarse
ni turbarse jamás. De los muchos ejemplos
de su invicta paciencia é inalterable mansedumbre
, que se leen en su vida , solo referiremos aquí
los siguientes. Un dia , habiendo dejado de hacer
alguna cosa del convento que se le habia encargado
, el guardián en presencia de otras personas le
cargó de palabras picantes y de injurias, diciéndole,
que era un hombre que para nada era bueno
, que era un estólido , un desobediente, y otras
cosas de esta misma calidad : duró la invectiva
cuasi un cuarto de hora , después de la cual el
siervo de Dios se echó á los pies de su corrector,
y se los besó , dándole las gracias, y prometiéndole
una seria enmienda de sus defectos. Otra vez,
yendo por compañero del padre guardián, fué
éste á una iglesia, á fin de exorcizar allí á una
señora que se decia estar obsesa ó espiritada : algunos
de los circunstantes preguntaron al siervo de
Dios si creia que aquella mujer fuese verdaderamente
obsesa ó poseida de los demonios; á que,
alumbrado de una luz celestial, respondió Serafin
con simplicidad é ingenuidad, que no lo creia. Habiendo
el guardián oido esta respuesta, se volvió
al momento contra el santo, todo enfurecido , y le
dio una terrible reprensión, llamándole insolente
y temerario, pues siendo tan ignorante como era,
osaba hablar de tales materias en presencia de los
religiosos doctos que allí se hallaban, y le maridó
que en pena de su atrevimiento besase la tierra,
y pidiese perdona todos; lo que el siervo de Dios
ejecutó prontamente, sin manifestar la mas mínima
turbación. Paseándose otro dia el guardián del
convento de Ascoh por la huerta del mismo convento
con un religioso forastero , vio al santo que
hacia oración en una pequeña capilla , correspondiente
al claustro de la portería , y á fin de hacer
prueba de su virtud , se acercó á él, y con un rostro
serio, y palabras sentidas le dijo : ¿Qué haces
aquí, hipocritazo? El Señor enseña que la oración
se haga en el aposento cerradas las puertas, y tú
la haces en público para ser visto : levántate de
aquí, engañamundos , y avergüénzate de engañar
de este modo á los pobres forasteros : á estas
asperísimas reprensiones el bienaventurado Serafin
se humilló hasta la tierra, besándola con respeto
, y se partió de allí con una boca de risa, como
si hubiera recibido alguna cosa de su gusto y
provecho, lo que causó mucha admiración y edificación
al religioso forastero.
10 De este mismo modo fueron sin número
los desprecios, apodos y reprensiones que en va-
12

90 LA LEYENDA DE ORO.
OCTUBRE , 12
rias ocasiones recibió de los religiosos sus compa- con muchos dones sobrenaturales, que fueron el
ñeros, y de otros muchos, sin observársele jamás de profecía, el de conocer los ocultos secretos del
el mas mínimo movimiento de ira ó de impacien­ corazón, el de obrar cosas prodigiosas, y singucia
; antes al contrario correspondía con benefilarmente el de sanar las enfermedades con solo
cios á los que le maltrataban ó injuriaban. Re- bendecir los enfermos con un crucifijo que tenia.
prendia un dia el santo con mucha humildad á un Pues fueron tantas las enfermedades que sanó de
seglar un delito que había cometido ; pero ól, á este modo milagroso , y tantos los enfermos que
manera de un frenético que se vuelve contra el aun de partes muy distantes acudían al santo para
médico que procura curarle, se volvió contra Se­ que los bendijese, que á veces pasaba en esta ocurafín
lleno de furor, y teniendo en la mano un pepación lodo el dia, y el convento se llenaba de
dazo de plomo , le dio con ól tan horrible golpe en tantas gentes que pedían ser bendecidas de Sera-
la cabeza, que le habría dejado allí mismo muerto, fin, que el guardián de Monte Granaro para impe­
si Dios milagrosamente no le hubiese conservado dir el disturbio de la comunidad , estuvo casi re­
la vida ; y con todo estuvo tan lejos de mostrar el suelto de mandar al santo no usase de la gracia
mas mínimo resentimiento , que antes ai contrario, de curación que Dios le habia concedido. Esta
con una cara jovial le puso la mano en las espal­ gracia de hacer milagros concilio al santo tanto
das , y acariciándole le dijo : ¡ Cuánto te soy obli­ respeto y veneración de los ciudadanos de Ascoli,
gado ! Otra persona que estaba poco satisfecha del que cuando pasaba por las calles, no solo le besa­
siervo de Dios, porque cierto asunto no habia saban el hábito , sino que algunos le cortaban pedazos
lido como deseaba , aunque en eso él no tuviese de él para conservarlos por reliquias.
ninguna culpa , encendido en ira , ó para decirlo 12 Se acercó por fin el tiempo en que Dios
mejor, poseído del demonio, le descargó una bofe­ quería cumplir al santo los deseos que tenia , de
tada con tanta fuerza, que le hizo estremecer toda ser libre de las ataduras del cuerpo para irse al
la cabeza; pero el siervo de Dios recibió esta bo­ cielo ; que eran tan ardientes, que solia decir : Me
fetada , no como una ignominia , sino como si hu­ es insufrible este destierro, que me tiene lejos da
biese recibido alguna caricia; pues sin conmoverse, Dios; yo deseo que presto se acabe , para ir á go­
le puso la mano en el hombro con mucha alegría, zarle. Porque en el mes de octubre del año 160i
como tenía de costumbre, dioiéndole : Dios te ben­ fué acometido con mayor fuerza de una enfermedad
diga. Iba un dia con un compañero á la limosna de pecho , que de algún tiempo le molestaba, aun­
de la lana , y encontrándole un religioso de disque el santo no hacia de ella caso , ni hablaba de
tinta orden, empezó á llenarle de palabras desco­ ella con persona alguna , gustando de padecerla
medidas , tratándole de hipócrita y escandaloso, con silencio por amor de Jesucristo crucificado;
y feneció su mordaz invectiva, diciéndole, que vino el módico á visitarle , y creyó que el mal era
no engañaría á Dios, como engañaba á los hom­ de ningún peligro ni importancia; pero el santo,
bres: el santo, nada entristecido por esta afrenta, que habia tenido una revelación ó presentimiento
se humilló, y con muchaapacibihdad se recomendó de su cercana muerte , pidió con mucha instancia
á las oraciones de aquel religioso. No lo recibió los santos sacramentos, diciendo claramente y sin
del mismo modo el compañero del bienaventurado turbación , que poco le quedaba de vida. Para
Serafín, pues juzgando que con aquella injuria se condescender , pues , á sus ardientes deseos y fer­
menospreciaba eí sagrado hábito de su religión, vorosas súplicas, le fué administrado el santísimo
quena que se diese parte á los superiores, mani­ viático , que recibió con lágrimas de ternísima defestándoles
el debido resentimiento : pero el siervo voción ; después pidió con mucha ansia la extrema­
de Dios le aquietó , diciéndole, que la verdadera unción : pero el superior , creyendo que no se ha­
gloria de un religioso consiste, no tanto en amar llaba en peligro de muerte , como lo aseguraba el
mucho á D¡os, trabajando mucho por su gloria, médico , rehusó condescender á sus instancias, di­
cuanto en el padecer mucho por su amor. En una ciéndole que ya habría tiempo, y que moderase
palabra, la mansedumbre y paciencia del siervo de entre tanto aquel sobrado ardor: á que replicó el
Dios habían llegado á tal grado de perfección, que siervo de Dios con igual aseveración que humildad:
parecía insensible ó las injurias y desprecios , aun­ Tendrán después pesar de darme esle sacramento
que de otra parte fuese de un natural ardiente y con demasiada prisa. En efecto , poco se tardó en
sentido; por lo que tuvo mucho que trabajar para saber, con cuánta razón el santo se hubiese apre­
llegar á ser dueño de sí mismo , y superior á todos surado en pedir este sacramento, que es el último
los movimientos de ira ó de impaciencia , como ól confortativo del alma cristiana, para pasará la
mismo en cierta ocasión lo confesó á una persona eternidad. Porque mientras se entretenía en de­
su confidente, que le habia preguntado sobre este votos y fervorosos coloquios con Dios nuestro Se­
particular. Yo he empleado treinta años (le dijo) ñor, fué sorprendido de un repentino doliquio , que
para vencer este monstruo, y finalmente, después le redujo á los últimos extremos; por lo que fué
de un dilatado ejercicio de padecer, el Señor me forzoso administrarle el sacramento de la extrema­
ha hecho esta gracia de ser insensible como un unción con la prisa posible, según lo habia predi—
tronco ó una piedra á todas las afrentas.
cho; y acabada esta sagrada función, acabó él
11 Había ya cuarenta años que el bienaventurado
Serafín servia á Dios en espíritu y verdad
en el estado religioso, edificando á todos con sus
singulares virtudes, y siendo favorecido de Dios
también el curso de su vida, y entregó su bienaventurada
alma en las manos de su Criador, á 12
do octubre de dicho año 160V , y á los sesenta y
cuatro años de su edad. Los muchos milagros que

OCTUBRE, 12
Dios ha obrado después de su muerle por su intercesión
, han hecho siempre mas pública y mas
auténtica su santidad.
13 Benedicto XIII, le beatificó solemnemente
, y Clemente XIII, le puso en el catálogo de los
santos, habiendo antes aprobado ó este efecto los
dos milagros siguientes.
14 El primero se obró en la ciudad de Ascoli
con Genaro Ranali, italiano, al cual, habiéndolo
salido el año 174-4- un tumor en el sobaco izquierdo
que le causaba intensísimos dolores, se le hizo
abrir en Yiena do Austria por un famoso cirujano
español; pero esta operación no le produjo el menor
alivio , antes se le abrieron otras dos llagas , de
las cuales saha mucha sangre y materia do mala
calidad : consultó á otros cirujanos hábiles, y entre
ellos á Molinari, que era cirujano del emperador;
pero ninguno supo curarle ni aliviarle
con todos los remedios y operaciones de su facultad;
por loque todos le amenazaban que su mal
pararía á una mortal gangrena; en vista de lo que
le aconsejaron , volvióse á Italia , á probar si con
los aires nativos lograría algún alivio : púsose en
camino, y con increíbles trabajos , yendo de un
hospital á otro, descubriendo en todos su mal,
llegó por fin á Ascoli; y oyendo los milagros que
el Señor obraba por el beato Serafín , se fué á la
iglesia délos padres capuchinos, donde hizo al
santo una fervorosa oración : llegó en esta ocasión
el padre guardián . quién exhortándole á confiar
en la protección del santo , hizo sobre las llagas la
señal de la cruz con el mismo crucifijo que traia
el santo mientras vivia: continuó el paciente su
oración , y de improviso se conoció curado , movió
el brazo , y se halló sin dolores: descubrió las llagas
, y las vio cerradas y curadas perfectamente,
quedándole el brazo sano y bueno.
13 El segundo sucedió en la misma ciudad
de Ascoli, á 12 de octubre de 1761, con Hugo
Antonio Carteli, vecino de la misma ciudad. Hallándose
en la edad-ya de setenta y cuatro años,
fué acometido de una perlesía en la mano izquierda
, dejándosela como si fuera muerta , y destituida
totalmente del movimiento, del sentido y del
calor: padeció por espacio de cuatro meses este
mal, sin hallar alivio alguno en los muchos remedios
de que usó; pero en el dia 12 de octubre, en
que se celebra la fiesta del santo, fué á la iglesia
délos padres capuchinos, y puesto delante del
altar del santo, lleno de una fé muy viva, dijo
con sencillez al santo : Mira cómo lo has de hacer,
porque yo no me tengo de ir de aquí sin estar sano.
Continuando esta oración , con la mano derecha
sacó la siniestra del pañuelo de que la llevaba
pendiente , y la puso sobre el altar; y á
poco tiempo sintió que ya estaba enteramente
sana y buena; luego exclamó: Bendita sea la
santísima Trinidad , ¡ y qué admirable es Dios en
sus santos I Como la iglesia estaba llena de gente,
acudieron todos á ver el milagro, y á reconocer
la mano paralítica , y la hallaron fuerte, robusta,
de buen color, y restituido á ella el sentido y calor
natural, como si en ella no hubiese padecido ningún
mal.
LA LEYENDA DE ORO 91
* NUESTRA SEÑORA DEL PILAR. — Es tradición
de la Iglesia de España, que la santísima
Virgen María, desde los primeros tiempos de la
Iglesia tuvo capilla y altar en la ciudad de Zaragoza,
desde donde se propagó su culto y devoción
á los demás pueblos de nuestra Península. El
origen de esto se atribuye á haberse aparecido
nuestra Señora . antes de su gloriosa asunción , al
apóstol Santiago en Zaragoza sobre una columna
de mármol, de donde aquella Iglesia tomó el nombre
del Pilar. La devoción de todos los españoles
á la soberana Reina de los ángeles, fomentada
en lodos tiempos por los favores y mercedes de
aquella amabilísima Señora, ha hecho después
levantar por todas partes otros suntuosos templos
y capillas dedicadas á su honor , manifestando
siempre en ellos cuan gratos le son nuestros obsequios
por medio de los grandes bienes que por su
conducto hemos recibido y recibimos continuamente
del cielo.
Los SANTOS EVAGRIO , PRISCIANO , Y SUS COM­
PAÑEROS, MÁRTIRES. — Derramaron su sangre por
la fé de Jesucristo , reinando el emperador Decio,
por los años de 250. Su martirio, según el cardenal
Raronio , tuvo lugar en la ciudad de Roma.
SAN EDISTIO. MÁRTIR. — Era de Ravena y habia
abrazado la religión cristiana á vista de la
constancia y de los milagros de los mártires. Acabábase
ya la persecución suscitada por el emperador
Díocleciano , cuando fué este santo llevado al
tribunal del juez pagano , y negándose á adorar á
los dioses, fué decapitado en su misma patria en
el camino de Loreto, el año 308. Su sagrado
cuerpo fué sepultado en el mismo lugar del martirio
, y después colocado en una iglesia dedicada á
su nombre.
SANTA DOMNINA, MÁRTIR. — Nació en Licia.
Ocupada en los deberes de su estado y en la práctica
de todas las virtudes cristianas, fué presa por
unos licuores griegos, y conducida á la presencia
del prefecto. Allí confesó á Jesucristo con voz entera
y ánimo libre, detestando á los dioses falsos
y amenazando con la indignación del cielo á sus
adoradores. Después de esto fué cruelmente azotada,
y en seguida llevada á la cárcel, donde permaneció
algunos dias sin tomar alimento ni bebida.
Posteriormente la sacaron de la cárcel para
azotarla con mas crueldad que antes, descarnarle
todo el cuerpo , aplicarle planchas encendidas en
los costados, y romperle una porción de miembros.
En este lastimoso estado la condujeron otra
vez á su calabozo, y dentro de poco acabó en él
gloriosamente su vida, cantando divinas alabanzas,
el año 301.
LA CONMEMORACIÓN DE CUATRO MIL NOVECIEN­
TOS SESENTA Y SEIS SANTOS AFRICANOS.—Estos
santos , que celebra hoy la Iglesia, mártires y confesores,
fueron de África, y florecieron durante la
persecución de los vándalos, siendo rey el bárbaro
Unnórico. De ellos unos eran obispos, otros presbíteros
, otros diáconos y muchos seglares, y todos
sin distinción por defender la fé católica fueron desterrados
á un áspero desierto. Algunos de ellos
murieron por el camino en fuerza de los malos tra-

92
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE , 13
tamientos que les daban os soldados que les Gerardo , abad , hijo de Eranfo , varón ilustre , y
acompañaban; pues los punzaban con los cuentos
de las lanzas para que corriesen , les apedreaban,
á otros los ataban por los pies y los llevaban arrastrando
por los lugares escabrosos, como si fueran
cuerpos muertos y les descoyuntaban así todos
sus miembros. Por último, ó en el camino ó en
el destierro , afligidos con diverso género de tormentos,
casi todos ellos consumaron el martirio.
De entre todos ellos hace la Iglesia particular mención
de los obispos SAN FÉLIX y SAN CIPRIANO.
SAN MONAS, OBISPO Y CONFESOR.—Estando
vacante la silla de Milán y hallándose el clero y el
pueblo reunidos para la elección de un pastor, se
apareció una luz milagrosa, que rodeando á Monas,
designó que aquel era el designado por el Señor.
En seguida fué unánimemente elegido y luego consagrado,
atestiguando en lo sucesivo por sus virtudes
y milagros que había recibido del cielo su
misión. Gobernó la diócesis de Milán por espacio
de cincuenta y nueve años con prudencia y santidad
y particularmente con admirable fortaleza en
tiempo de la persecución, y finalmente murió en
dichosa paz en medio de su rebaño en el siglo III.
SAN SALVINO , OBISPO Y CONFESOR.—Floreció
en Verona, cuya ciudad ilustró con sus ejemplos
y sabiduría. Fué ejemplar de penitencia , y siendo
tentado de la incontinencia , maceró su carne con
cilicios y ayunos, y con asidua oración. Su humildad
fué tan elevada , que se tenia por el mas
despreciable y abatido de los hombres; pero sus
eminentes virtudes le hacían considerar por cuantos
le conocian como un modelo acabado de perfección.
Poseyó el don de milagros y fué perfecto
en todas sus obras y acciones, mereciendo que
Jesucristo se le apareciese en su última hora para
conducirlo á la patria celestial.
SAN MAXIMILIANO, OBISPO Y CONFESOR.— Natural
de Hungría y educado en la práctica de las
virtudes evangélicas, fué el ornamento de su noble
familia y de la Iglesia de Dios. Su instrucción
en las ciencias sagradas y su acrisolada virtud le
merecieron los sufragios del clero y del pueblo
para ser elevado á la silla episcopal de Lorch,
cuya diócesis gobernó con prudencia y distinción,
dotándole el cielo con el don de profecía y de milagros
, los cuales se continuaron en su sepulcro
después de su dichosa muerte. Sus reliquias se
conservan en la iglesia de Celene, en el mismo
reino de Hungría.
SAN EUSTAQUIO, PRESBÍTERO Y CONFESOR.—
Floreció en Siria, y aunque ignoramos la época,
sabemos por un antiguo escritor llamado Pedro y
por el venerable Beda, que fué insigne este santo
en la penitencia, la caridad con los pobres, y el
zelo por la gloria de Dios.
NUESTRA SEÑORA DEL REMEDIO.—Otros ponen
su fiesta en el día 8 de este mismo mes. Es
uno de los mas hermosos y poéticos títulos bajo
los cuales es invocada la Reina de los ángeles.
Dia 13.
de la casa de Haganon, duque de Austrasia , y
de Eletrude , hermana de Estévan , obispo de
Tongeren , y desde niño muy bien inclinado á todas
las cosas de virtud. Habiendo ya salido de los
tiernos años de la niñez, y entrando en la juventud
, resplandeció en Gerardo una modestia de costumbres
tan grande y una prudencia en sus consejos
tan rara, y en sus palabras tanta suavidad
y elegancia , que la gente se le comenzó á aficionar;
y particularmente Berengario , conde y señor
de Namur, le cobró tanto amor, que le llevó á su
casa , y se servia de él para muchas cosas de importancia
, porque era hombro para la paz y para
la guerra; y así le envió á Francia por su embajador
, para despachar algunos negocios graves que
se le ofrecían. Había, antes de esta jornada á
Francia , tenido Gerardo en sueños cierta visión,
en quesele mandaba que reparase la iglesia deBromio
que habia sido fundada de Pipino, y estaba
maltratada , y que trasladase á ella las reliquias
de san Eugenio , mártir , arzobispo de Toledo. El
habia ya edificado la iglesia , y dadole muchas
heredades y posesiones; mas no sabia cómo llevar
á ella el cuerpo del glorioso san Eugenio, ni donde
estaba; pero sucedióle en esta jornada de Francia
, que caminando un dia con deseo de llegar á
la ciudad de París, le sobrevino la noche, y se
hubo de detener en el monasterio de San Dionisio,
cerca de la ciudad : y entrando en la iglesia, para
encomendarse al Señor, y á los santos que en
aquella eran honrados, oyó hacer conmemoración
de san Eugenio, mártir : y queriendo saber
quién era aquel Eugenio , supo que era san Eugenio
, primer arzobispo de Toledo, y discípulo
de san Dionisio; y que después de su maestro habia
sido martirizado en Francia ; y que su sagrado
cuerpo estaba allí sepultado y venerado , resplandeciendo
con muchos y grandes milagros en todo
el reino de Francia.
2 Extrañamente se gozó Gerardo con estas
nuevas, pareciéndole que se le abría camino para
cumplir y poner por obra lo que se le habia significado
del cielo. Pidió con mucha instancia al
abad y monjes de San Dionisio que le diesen el
cuerpo del santo: y como no se lo concediesen,
fué á la corte del conde Roberto (que después fué
rey), y trató los negocios á que iba, y volvió á
dar cuenta de ellos al conde Berengario , y suplicóle
que le diese licencia para dar libelo de repudio
á todas las cosas de la tierra , y recogerse á
servir al Señor: y, aunque con mucha dificultad y
tristeza del conde, alcanzó su beneplácito; y tomando
primero la bendición de Estévan , obispo de
Tongeren, volvió al monasterio de San Dionisio,
y pidió el hábito y se hizo religioso en aquel santo
convento , donde fué espejo de toda santidad y
virtud. Allí comenzó á estudiar y aprender desde
las primeras letras, como un niño; y aprovechó
tanto en las humanas y después en las divinas,
que á los nueve años de su conversión se ordenó
de sacerdote, con gran humildad y gozo de su espíritu,
y edificación y aprovechamiento de los
SAN GERARDO, ABAD Y CONFESOR. — Fué san otros monjes, á los cuales era gratísimo, y te

OCTUBRE ,13 LA LEYENDA DE ORO
nido de todos en gran veneración; porque conocían
que era varón de Dios , y adornado de las
raras virtudes y gracias del Señor. Honraba á los
viejos: amaba á los mozos: afligía su cuerpo con
ayunos : gastaba las noches en oración: teníase
por el menor de todos, y tratábase como fiel ministro
de Dios: estaba muy asido á la guarda de su
regla: su vestido era vil, y su comida poca , en la
obediencia pronto , y en las injurias sufrido. Todo
su deseo era hacer lo que Dios le habia mandado,
y llevar á la iglesia de Bromio las reliquias de san
Eugenio. Para esto hizo juntar al abad , y á los
monjes, y declaróles la revelación que habia tenido
de Dios, y rogóles que le diesen aquel precioso
tesoro de las reliquias de san Eugenio , y que
le dejasen ir á cumplir lo que el Señor le había
mandado. Vinieron bien en ello los monjes : dio—
ronle parte del cuerpo, y algunos de los mismos
religiosos que le acompañasen: y el santo , muy
contento y regocijado, llevó sus reliquias y las colocó
en aquella iglesia. Fué tanto el concurso de
los pueblos , por donde pasaban, y las fiestas y
regocijos que se hacían por todos, en el recibimiento
de las sagradas reliquias, y tantos los milagros
con que nuestro Señorías honraba y magnificaba
, que no se pueden decir con pocas palabras.
Para mejor servicio y adorno de aquella iglesia , y
edificación de los fieles, quitó de ella á los clérigos,
que primero él mismo habia puesto , y puso en su
lugar los monjes que llevaba consigo, ó instituyó
en aquel lugar un monasterio: y habiéndole gobernado
algún tiempo , por la mucha gente que
acudió á él, y le inquietaba, nombró otro superior,
y él se retiró á otro lugar mas apartado para
vacar mas al Señor, y darse ala contemplación
con mayor libertad y paz de su alma.
3 Entre los otros santos que cultivaron los
estados de Flandes , y sembraron en ellos la palabra
evangélica , fué uno san Gisleno , de nación
griego : el cual, por divina revelación , dejando su
patria vino á Roma , y de Roma á los estados de
Flandes, y en la provincia de Henao, ó Anonía,
fundó una iglesia que llamó Cela, á honra de los
gloriosos príncipes de los apóstoles san Pedro y
san Pablo. Allí vivió y murió santísimamente. y
fueron colocadas sus preciosas reliquias. Mas andando
el tiempo , los clérigos que vivian en Cela,
no daban el ejemplo que á su estado convenia , ni
trataban las reliquias de san Gisleno con la decencia
y reverencia que era razón. Apareció el
santo á Gisleberto , duque de Lorena , y avisóle
que pusiese en aquel lugar á Gerardo, abad, y quítase
á los que allí estaban; y el duque envió al
obispo de Cambray, y á un conde principal, á buscar
á san Gerardo , y rogarle con mucha instancia
que se encargase del gobierno del convento de
Cela, para cumplir con lo que san Gisleno le mandaba.
Halláronle los embajadores escondido en su
rincón ; y apenas pudieron persuadirle que aceptase
la dignidad de abad : pero finalmente , entendiendo
ser aquella la voluntad del Señor, bajó la
cabeza y tomó el cargo , y quitando á los clérigos,
por ser escandalosos , fundó en aquel lugar un insigne
monasterio de monjes, y con una revelación
que tuvo , apareciéndosele san Gisleno , halló sus
santas reliquias, que las habían hurlado, y las
tornó á su lugar, y procuró con la santidad de
vida y con amor y dulzura ganar los ánimos de
sus subditos , é inflamarlos cada dia mas á la perfección
, juzgando que es mas fuerte el amor , que
el temor, para gobernar bien á los que por el
amor de Dios se sujetan al yugo de la religión.
4 Decia cada dia misa; y una vez vino una
mujer ciega, y pidió que le diesen del agua con
que el santo, diciendo misa, se había lavado las
manos: lavóse con ella los ojos; y luego cobró la
vista; aunque Gerardo por su humildad atribuía
este milagro á la fó de esta mujer, y á la virtud del
santo Sacramento.
5 Era señor de Flandes á la sazón el marqués
Arnulfo , hombre poderoso y muy rico; pero
muy atormentado de dolor de piedra : para el cual
no hallaba remedio , habiendo probado lodos los
que la medicina y los grandes módicos le podían
dar. Parecióle que la salud le habia de venir del
cielo, y que san Gerardo con sus oraciones se la
podría alcanzar de Dios : rogóle instantemente
que le librase de aquel tormento cruel y perpetua
agonía que padecia. Excusóse el santo por su
humildad , diciendo que no era digno de tan grandes
favores del Señor; y finalmente, como Arnulfo
, con el deseo y ansia de la salud , le importunase,
san Gerardo le aconsejó que repartiese con
los pobres sus grandes riquezas , y que ayunase
tres días, y se confesase y comulgase ; porque de
esta manera granjearía la voluntad del Señor, en
el cual esperaba que le oíria y le concedería entera
salud. Todo lo hizo el marqués, como el
santo se lo dijo; y en acabando san Gerardo de
decir misa, y él de recibir de su mano el santísimo
cuerpo de nuestro Señor , echó la piedra que tanto
le fatigaba, y cobró milagrosamente la salud.
Ofreció grandes dones, y macha cantidad de oro y
plata Arnulfo á san Gerardo ; pero él no quiso
aceptar para sí nada : porque decia , que el monje
que en la tierra tiene peculio no tiene parte en el
cielo, ni se puede llamar religioso. Pero Arnulfo
le conjuró, é importunó tanto, que fué forzado á
aceptar la décima parte do sus bienes, para repartirla
á los pobres; y él con gran prudencia y
fidelidad la dispensó. También le encomendó la
administración y gobierno de lodas las abadías
que tenia en su estado; y san Gerardo se encargó
de este trabajo tan pesado, por la necesidad que
había de reformar y poner en mejor orden algunas
de ellas. Entre los otros , tuvo mucho que hacer,
en componer y asentar el monasterio blandínense,
que san Amando habia fundado en Gante : porque
algunos clérigos le habían despojado , y casi asolado;
pero él los echó , y puso en su lugar monjes:
y pretendiendo los que habían sido echados matar
al santo , aunque estuviese en el altar, diciendo
misa , y queriendo ejecutar su maldad ; mirándole
al rostro , vieron en él una cosa mas que humana,
y se turbaron , y despavoridos y sobresaltados se
echaron á sus pies , y le pidieron perdón. Tuvo
cargo de diez y ocho monasterios, y por su gran
solicitud ó industria plantó en ellos la vida y ob-
93

94 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE , 13
servancia religiosa , y muchos tomaron el hábito
de religión, por vivir debajo de su disciplina y
regla. Finalmente, habiendo tenido revelación de
su dichoso tránsito, puso en cada monasterio superiores
que lo gobernasen , y recogióse al suyo
antiguo y pobre , de Bromio , en que habia colocado
las reliquias de san Eugenio , mártir, y allí,
cargado de dias y merecimientos, dio su espíritu
al Señor: el cual le ilustró con muchos milagros en
vida y en muerte.
6 La vida de san Gerardo , escrita á Guntero,
abad, trae el P. Fr. Lorenzo Surio en su quinto
tomo. Tritemio dice que san Odón, abad cluniacenso,
la escribió; y Pedro, diácono, dice que
también la escribe Gregorio , obispo de Tarracina.
¡lace mención de san Gerardo, abad , el Martirologio
romano, á los 3 de octubre; y Tritemio y
Molano en las adiciones de Usuardo, y en el
Catálogo de los sanios de Flandes. Murió san Gerardo
el año del Señor de 908.
Los SANTOS FAUSTO, JANUARIO, Y MARCIAL,
MÁRTIRES.—Tres hijos de san Marcelo , centurión,
llamados Fausto, Januario y Marcial. padecieron
martirio en Córdoba , siendo presidente Eugenio,
y fué tan grande su fervor y deseo de morir por
Cristo , que sin ser llamados (á lo que parece), se
presentaron al juez y le reprendieron, porque con
crueldad trataba á los siervos del Dios verdadero: y
habiéndoles respondido con ira Eugenio , y pasado
entre ellos algunas pláticas , en las cuales los santos
con gran libertad y constancia dieron á entender
al inicuo juez la ceguedad en que estaba, y su
determinación y la alegría que tenian de morir por
Cristo ; fueron atormentados y despedazados con
penas rigurosas. Despedazaron á Fausto poco á
poco, para que durase mas el tormento: cortáronle
las orejas y las narices: rayéronlo cruelmente
los cabellos y las cejas : arrancáronle los dientes de
las encías de arriba ; y el santo mártir todo lo sufría
con gozo v júbilo de su corazón , haciendo gracias
al Señor. Quiso el tirano espantar á Januario,
mostrándole á Fausto tan mal tratado y hecho un
retablo de dolores: pero viendo que aquel espectáculo
no le movia , antes le encendia mas en amor
do Dios; le hizo pasar por el mismo tormento, y
herir y afear de la misma manera que Fausto lo
habia sido. Finalmente acometió á Marcial; pero
en vano : y desesperado de vencer á los santos,
y temeroso de verse mas á la clara vencido de
ellos , los mandó quemar. Estando atados al palo,
no dejaron los bienaventurados y esforzados caballeros
de Cristo de amonestar á los cristianos que
se hallaron presentes , que perseverasen en la confesión
de la fé, y que no temiesen los tormentos,
porque no eran tan terribles, como parecían, y se
acababan presto , y la corona que por ellos se daba,
era eterna ó inmortal. Diciendo esto, el fuego les
quitó la habla , y sus purísimas almas volaron al
cielo, dejando sus cuerpos abrasados y ofrecidos al
Señor en sacrificio. En el mártir san Eulogio
muchas veces hay mención de la iglesia de estos
santos de Córdoba , donde se conservan y eran reverenciados
sus cuerpos, llamándola algunas veces:
«Los tres mártires.»De ellos hace mención el
Martirologio romano á 13 de octubre; aunque san
Isidoro , Beda y Usuardo ponen su fiesta á 28 de
setiembre. El año de 1575, á 21 de noviembre,
cavando un cimiento de la iglesia de San Pedro de
Córdoba (que fué antiguamente catedral), se descubrió
un sepulcro de piedra tosca con ciertas letras
, que leidas señalaban estar allí los santos
mártires de Jesucristo, Fausto, Januario y Marcial
, Zoilo, y Acielo , y otros: y habiéndose consultado
el negocio con el papa Gregorio XIII, su
sanlidad lo remitió al concilio provincial, que se
celebró en Toledo el año de 1582, presidiendo en
él don Gaspar de Quiroga , cardenal y arzobispo
de Toledo ; y á los 23 do enero de 1583 , declaró
el concilio . que las tales reliquias debian ser reverenciadas
de todos los fieles cristianos , como
reliquias de santos, que reinan con Dios en el cielo.
Él martirio de estos santos sacó Marineo Siculo
de los libros y memorias antiguas, y se refiere en
el séptimo tomo de Surio ; y en el breviario toledano
hay un himno , en que se cantan sus alabanzas
y victorias.
* SAN CARPO, OBISPO.—Fué natural del Asia
menor, y se convirtió á la fé do Jesucristo por la
predicación del apóstol san Pablo. Este mismo
santo le consagró después obispo de Troas , ciudad
del Asia menor, y estuvo hospedado en su
casa , como se infiere de las siguientes palabras de
la carta 2 á Timoteo, cap. 4, ver. 13: «A la
venida tráete contigo el capote que dejé en Troas,
encasa de Carpo, y los libros, y mayormente
los pergaminos.» San Carpo fué un verdadero
imitador de su maestro en el zelo por la propagación
del Evangelio : y Galesinio dice, que fué tan
grande la suavidad de sus costumbres," que sus
contemporáneos le dieron el título de Mcl ática.
San Dionisio, el Areopagila, hace de él extraordinario
elogio en su carta á Demófilo, y otro escritor
antigno dice que murió en santa paz, por
los últimos años del siglo I.
SAN FLORENCIO , MÁRTIR. — Natural de Tesalónica,
y convertido a la religión cristiana milagrosamente
, se encendió en tan grande fervor,
que dedicó toda su vida á Jesucristo. Empezó á
predicar públicamente la falsedad de los dioses
del paganismo , y la excelencia de los misterios de
la fé católica, por cuyo motivo le prendieron y
llevaron al prefecto. Por mandato de éste fué afligido
con vanos tormentos, y perseverando siempre
mas constante en su primera resolución , le pusieron
en el potro, y después de haberle descoyuntado,
lo metieron en un horno encendido , donde,
cantando divinas alabanzas, entregó su espíritu
á Dios.
SAN COLMANO, MÁRTIR. — Al principio del siglo
XI, los pueblos vecinos del Austria, de la
Moravia y de la Bohemia, divididos por un odio
implacable, se hacian entre sí una guerra cruel.
Por esta época , Colmano, escocés de nación, y
de sangre real, llegó á la ciudad de Stockeraw,
situada á seis leguas de Viena, de paso para Je—
rusalen, adonde se dirigía en peregrinación. Como
el siervo de Dios habia atravesado un país enemigo
, lo tomaron por un espía, y á pesar de sus

OCTUBRE, 11 LALEYEN! A DE ORO. 9o
protestas de inocencia , lo prendieron , le hicieron
sufrir una porción de crueldades, y después le colgaron
de un árbol, donde murió el dia 13 de octubre
del año 1012. La santidad de su vida, y su
invencible constancia en medio de los sufrimientos,
junto á los musbos milagros que obró el Señor por
su intercesión, le hicieron mirar desde luego con
particular veneración, siendo después colocado en
el número de los santos. La Alemania lo tomó por
patrón , y dedicó muchas iglesias on su honor.
Los SANTOS DANIEL, SAMUEL, ÁNGEL , DOM-
NO , LEÓN , NICOLÁS , Y IIUGOLINO , MÁRTIRES.—
Estos siete santos eran sacerdotes y religiosos del
orden de Menores franciscanos, que desde Italia
fueron á Marruecos para predicar el Evangelio á
los mahometanos. Habiendo llegado á la ciudad de
Ceuta , y empezado á ejercer en ella su ministerio,
fueron cogidos por los infieles, de quienes recibieron
multitud de ultrajes. Presentáronlos á un príncipe
llamado Mahometo,que teniéndolos por locos,
los remitió al gobernador de la ciudad para que
los castigase , y éste , después de un largo interrogatorio
los condenó á ser decapitados, cuya sentencia
se ejecutó el dia 10 de octubre del año 1221.
El papa León X instituyó su fiesta en este dia.
SAN TEÓFILO , OBISPO Y CONFESOR.—• Nació en
Asia , fué educado en la religión cristiana , y por
su eminente santidad y singular sabiduría fué consagrado
obispo el año 176. Fué el séptimo patriarca
de Antioquía , cuya Iglesia gobernó por espacio
de diez años. Escribió varios tratados en
favor y defensa de la religión, en los cuales vemos
cuan elevada era su ciencia y su zelo, y murió
el año sexto del emperador Cómodo, el 1SG de
Jesucristo.
SAN VENANCIO, ABAD Y CONFESOR.—Nació en
las Galias, y siendo aun muy joven, sus padres,
que eran ricos y piadosos , le obligaron á casarse.
Entregóse casi con exceso á los placeres de su estado;
pero habiendo ido dentro de poco tiempo á
la ciudad de Tours, donde habia un monasterio
de religiosos muy edificantes y ejemplares, se enamoró
de su método de vida, y de la santidad que
practicaban , y obteniendo el consentimiento de su
esposa, tomó el hábito ó hizo los votos. Desdo
luego aventajó á lodos sus hermanos en perfección
, de modo que en las primeras elecciones fué
nombrado abad, y ordenado sacerdote. Era muy
fervoroso en el santo sacrificio de la misa, y muchas
veces se le vio durante la celebración rodeado
de una luz celestial, y se le oyó profetizar lo
venidero. Poseyó particular gracia para curar las
enfermedades, librar á los poseídos, y conciliarios
ánimos irrrtados. Murió santamente á fines del
siglo IV , memorable en toda clase do prodigios.
SANTA CELIDONIA , VIRGEN. — Por haberse perdido
las actas de esta santa solo sabemos por las
adiciones puestas en el Martirologio romano por
el cardenal Baronio, que vivió y murió en Subiaco,
en la campaña de Roma, donde se halla
su cuerpo colocado en la iglesia de Santa Escolástica.
SAN EDUARDO, REY v CONFESOR. — Véase el
dia 5 de enero , donde se halla su vida.
Dia 14.
SAN BURCARDO , OBISPO Y CONFESOR.—Después
que nuestro Señor miró con ojos do piedad á la
isla de la Gran Bretaña (que ahora llamamos Inglaterra),
y por medio del gran doctor y pontífice
san Gregorio alumbró á los infieles que vivían en
ella, con los rayos de la predicación evangélica,
y los sacó de las tinieblas de la gentilidad; toda
aquella tierra, que antes estaba inculta y llena de
malezas y espinas , con el riego y lluvia del cielo
comenzó , á manera de un jardín bien plantado y
deleitoso , á producir nuevas y generosas plantas"
y unos varones divinos , que no solamente cultivaron
á ella, sino también á otras provincias apartadas
, y con su vida, doctrina y predicación las
ilustraron. De estos santos varones fué uno san
Burcardo , obispo de Hervipoli, cuya vida escribió
Egilvardo , monje del monasterio del mismo santo,
y de la misma ciudad de Hervipoli, y la trae el
P. Fr. Lorenzo Surio en su quinto tomo ; y nosotros
brevemente la referiremos.
2 Fué san Burcardo (como dijimos) de nación
inglés, de padres nobles , y desangre ilustre , y no
menos piadosos, los cuales inclinaron á su hijo al
estudio de la virtud y de las buenas letras: y él
era tan dócil y tan hábil, que tuvo poco que hacer
en aprenderlas , y en dar de mano á las liviandades
y entretenimientos, que son propios de la tierna
edad; antes con una madurez y fortaleza de áni -
mo , comenzó atener en poco y menospreciar los
gustos y deleites de la carne, y el resplandor vano
de las honras, y las riquezas perecederas , y darse
de veras al amor y temor santo del Señor; y creció
tanto en este afecto y deseo de servirle , que
dejando su patria, sus amigos y parientes, se parlió
de ella, y pasó el mar, y llegó á Francia,
donde estuvo algunos años en hábito de peregrino,
escondido al mundo, pero conocido y amado de
Dios.
3 Al mismo tiempo, ó poco antes, habia salido
también de Inglaterra san Bonifacio , arzobispo de
Maguncia, predicador apostólico, y apóstol de
Germania, que algunos dicen era deudo de san
Burcardo. Deseando, pues, san Bonifacio tener
obrero; que le ayudasen á plantar en Germania
la viña de la santa Iglesia, que por comisión del
santo pontífice romano estaba á su cargo , llamó
de Inglaterra, y de otras provincias, varones santos
y doctos, para tan gloriosa empresa. Entre los
otros que vinieron , fué uno Burcardo , que ya era
sacerdote , el cual fué recibido de san Ronifacío con
grande humildad y alegría , y después con el trato
y familiaridad tan estimado , que le llevó consigo á
Roma, y procuró que el papa (que á la sazón
era san Zacarías) instituyese nuevo obispado en
la ciudad de Hervipoli, y le consagrase obispo
de él, por su gran santidad y letras, y que le mandase
predicar en las provincias de Francia, para
convertir con su vida y elocuencia aquellos pueblos
que estaban en la ceguedad de su idolatría. No
pudo san Burcardo resistir á la voluntad del vicario
de Cristo, teniéndola (como lo es) por vo-

96
lunfad y obediencia del mismo Cristo. Volvió á
Alemania: señaláronse los límites de la nueva
Iglesia y diócesis de Hervipoli ; y san Bonifacio
repartió liberalmente con esta de las rentas de su
Iglesia: y nuestro Burcardo, entendiendo la excelencia
de su dignidad , y el peso de la carga que
Dios habia puesto sobre sus hombros, pidió humildemente
fuerzas al Señor para llevarla: atendió
, como solicito y vigilante pastor, á apacentar
y curar el ganado que Dios le habia encomendado,
alumbrando á los gentiles, y reformando las costumbres
do los que ya eran cristianos, y procurando
con gran cuidado que los unos y los otros
sirviesen de veras al Señor. Era blando en sus palabras
, afable y venerable en su semblante, muy
dado á las vigilias, y á la lección do libros sagrados
, y en sus costumbres tan compuesto , y de
tan rara humildad, que su báculo pastoral nunca
quiso que fuese sino de saúco; y en testimonio
y memoria de su humildad , se lo pusieron en su
sepulcro. Pero cuanto él era mas humilde , tanto
era mas amado y respetado de todos; y así,
cuando san Zacarías, papa , quitando el reino de
Francia á Childerico, le dióáPipino, padre de Cario
Magno, fué nombrado de todo el reino Burcardo,
para que en nombre de él fuese á Roma á tratar
con el papa aquel negocio tan grave ó importante,
del cual dependia el buen gobierno , asiento y felicidad
de todo el reino de Francia. Fué devotísimo
de reliquias de santos, y el segundo año después
que le ordenaron obispo, trasladó las de
san Kiliano , y de sus santos compañeros, mártires,
con gran gozo suyo y fiesta de todo el pueblo
, y las adornó ricamente y edificó un monasterio
en el mismo lugar. Mas, para juntar á María
con Marta, y tener algún refugio, y como puerto
seguro , adonde recogerse de las ondas y alteraciones
de la vida activa, edificó otro convento
cerca del rio Meno á honra de la santísima Virgen
María , y de san Andrés , apóstol, y dióle posesiones
y tierras, para que en él se pudiesen sustentar
doce canónigos. Y siendo ya viejo , y conocido
y estimado en el mundo por sus raras virtudes, y
habiendo gobernado cuarenta años santamente su
Iglesia y recibido con extraordinaria devoción los
santos sacramentos, dio su espíritu al Señor, el
año de 791, en un pueblo que se llama Hoemburgo
, de donde después se trasladó á Hervipoli,
y de allí otra vez al monasterio de la Virgen , y
san Andrés , que él mismo había edificado. De
San Burcardo hace mencionel Martirologio romano
á los 14 de octubre; y Tritemio en el libro de los
Varones ilustres de la orden de San Benito. Adviértase
que ha habido otro Burcardo , monje de
San Benito, y obispo de Vormacia, que fué varón
erudito, y escribió una obra grande é insigne,
como recopilación de los decretos y recolección de
las sentencias de los santos Padres, y de los concilios
generales , y de los sumos pontífices, como
dice Tritemio en el libro de los Escritores eclesiásticos;
y éste floreció por los años del Señor de
1120, siendo Enrique emperador.
SAN CALIXTO, PAPA Y MÁRTIR. — La vida de
san Calixto, el I de este nombre , papa y mártir,
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 14
sacada de san Dámaso, y de los otros autores
que escribieron las vidas de los sumos pontífices
, y de lo que Lorenzo Surio en el quinto y sétimo
tomo de las Vidas de los santos, y el cardenal
Baronio en el cuarto tomo de sus Anales,
refieren ; es de esta manera.
2 Por la muerte de san Zefirino, papa y mártir,
fué puesto en la silla de san Pedro Calixto,
natural do Roma , hijo de Domicio; y gobernó la
Iglesia santísimamente, en el imperio de Marco
Aurelio Antonio Iíeliogábalo , y en el de Alejandro
Severo, cinco años , un mes y doce dias. Edificó
la iglesia de Santa María Trans-Tiberim
en Roma: y para sepultar los muchos mártires
que en aquel tiempo morían por Cristo, hizo un
cementerio en la via Appia, que se llamó el cementerio
de Calixto, en el cual fué enterrado muy
gran número de mártires. Instituyó las cuatro
témporas del año, para hacer gracias á nuestro
Señor por las mercedes que en todos los tiempos
del año nos hace, y para suplicarle que conserve
todos los frutos de la tierra. Vedó el comunicar
con los excomulgados, y mandó que ninguno de
ellos pudiese ser absuelto sin conocimiento de su
causa, y estando satisfecha la parte. Fué el primero
que prohibió el matrimonio entre parientes,
y señaló el sétimo grado de consanguinidad; y
después se redujo al cuarto grado , como al presente
se guarda. Celebró cinco veces órdenes por
el mes de diciembre, é hizo en ellas ocho obispos,
diez y seis presbíteros, y cuatro -
diáconos. Obró
Dios por él grandes milagros, y con ellos y con
su santa vida y predicación convirtió á muchos
gentiles y personas principales á la fé de Cristo
nuestro Señor. Entre ellos fué uno Palmacio,
cónsul, que con haber sido antes muy diligente y
zeloso en el culto de sus falsos dioses persiguiendo
por orden del emperador á los cristianos, se hizo
cristiano con su mujer é hijos, y otras cuarenta y
dos personas de su familia , por haber visto que
los soldados que iban á prender a san Calixto,
perdieron la vista, y quedaron ciegos; y que una
doncella gentil endemoniada, estando en el templo
haciendo sacrificio á sus dioses, habia clamado
que no habia otro Dios sino el de Calixto,
que era Dios solo, vivo y verdadero. También
Simplicio, senador, por haber visto otros milagros,
se convirtió con sesenta y ocho personas de su
casa , y todos fueron mártires. Finalmente, entendiendo
el emperador que san Calixto era el maestro
de todos los cristianos, y el que mas guerra
hacia á sus dioses, le mandó prender y azotar
cada dia ; y habiendo estado el santo orando en
la cárcel cinco dias, sin comer, y sido visitado del
Señor, y sanado en ella á un soldado llamado
Privato, que estaba muy enfermo y lleno de llagas;
el emperador le mandó arrojar de la ventana
de su casa abajo, y con una piedra muy pesada,
atada al cuello, echarle á un pozo , y muchas
piedras encima ; y con este cruel martirio acabó
el glorioso san Calixto su dichosa vida. De allí á
diez y siete dias, un presbítero , llamado Asterio,
acompañado del clero, vino de noche al pozo, y
sacó el sagrado cuerpo, y lo sepultó en la via

OCTUBRE , 13 LA LEYENDA DE ORO
Aurelia, en el cementerio de Calepodio, á los 14
de octubre, en que la santa Iglesia celebra la fiesta
de san Calixto. Fué el martirio de este santo el
año del Señor de 226, imperando el ya dicho
Alejandro Severo.
* SAN DONACIANO, OBISPO Y CONFESOR.—
Este santo , de cuya vida nada sabemos , fué el
VIH obispo de Rheims y murió por los años
de 389. Créese que fué enterrado en la iglesia de
San Agrícol, que después se ha llamado de San
Nicasio. Su culto llegó á hacerse célebre principalmente
después de la traslación de sus reliquias
á Flandes , efectuada á mediados del siglo IX. El
conde Balduíno , que las habia recibido del rey
Carlos el Calvo , las colocó en la catedral de Bruges,
donde se conservan.
SANTO DOMINGO LORICATO, CONFESOR. — Fué
natural de Italia , y habiendo manifestado en su
juventud grandes deseos de abrazar el estado eclesiástico
, compraron sus padres una prebenda y
lograron que fuese ordenado sacerdote. Conociendo
desde luego el grave pecado que en esto
se habia cometido contra las leyes de la Iglesia,
negóse á ejercer ninguna función de su nuevo ministerio
, y formó la resolución de consagrarse á
los ejercicios de la mas rigurosa penitencia. Después
de haber pasado algunos años solo en una
ermita desierta , fué á asociarse á unos santos solitarios
que vivían eii los montes Apeninos, y muy
luego los adelantó á todos en austeridad. Algunos
años después dejó también aquella mansión , para
entrar en un monasterio de camaldulenses, que dirigía
á la sazón san Pedro Damián. Aquí como en
todas partes fué la admiración y el pasmo de
cuantos le veían por los rigores con que se castigaba
y por la severidad con que juzgaba todas sus
acciones. Su continua ocupación era rezar el Salterio
, y san Pedro Damián dice que hubo días en
que lo recitó nueve veces seguidas. Este ejercicio
lo continuó hasta su santa muerte, acaecida el
dia 14 de octubre de 1060.
SANTA FORTUNATA , VIRGEN Y MÁRTIR.—Era
de Cesárea, en Palestina, hija de padres infieles;
pero abrazó y practicó la religión cristiana á pesar
de cuantos obstáculos se le opusieron. Durante la
persecución del emperador Diocleciano, habiéndose
negado reiteradamente á obedecer los edictos
contra la Iglesia , fué puesta en el potro, después
echada á una hoguera, y luego entregada á las
fieras, de cuyos tormentos la sacó libre el Señor,
y últimamente los paganos la degollaron, conquistando
de este modo la palma de la virginidad
y la corona del martirio. Sus sagradas reliquias
fueron posteriormente conducidas á Ñapóles, en
cuya ciudad se conservan muy veneradas y glorificadas
con abundancia de milagros.
Los SANTOS CARPONIO, EVARISTO, Y PRISCIA-
NO , MÁRTIRES. —Eran hermanos de la mencionada
santa Fortunata, por cuyo medio habian
conocido la fé y la habían abrazado. Sabiendo
que su hermana se hallaba presa y que iba á ser
martirizada, acudieron al lugar del martirio, y
habiendo confesado públicamente el nombre de
Jesucristo, fueron asociados á la ilustre Fortu-
TOMO 1Y.
nata , siendo degollados juntamente con ella en la
misma ciudad de Cesárea, su patria, el año 306 de
Jesucristo.
Los SANTOS SATURNINO Y LUPO Ó LOPE.—
Créese que estos santos , de quienes apenas nada
se sabe, derramaron su sangre por la fé de
Jesucristo en Palestina, en el siglo I de la Iglesia.
SAN GAUDENCIO , OBISPO Y MÁRTIR.— Fué natural
de Italia y muy versado en los estudios sagrados
y en los asuntos de controversia. Era obispo
de Rimini cuando se tuvo en esta ciudad un conciliábulo
para autorizar la doctrina de Arrio: el
santo se presentó en él, y peroró con tanta energía
y tanta fuerza de razones contra los herejes,
que estos queda-ron confundidos y sus planes desbaratados.
Pero el emperador Constancio, que favorecía
á los partidarios de Arrio, se vengó del
santo obispo , haciéndole prender y maltratar por
sus soldados, y por fin fué asesinado con bárbara
crueldad.
SAN FORTUNATO, OBISPO Y CONFESOR.—San
Gregorio el Grande en su libro Dialogorum, cap.
20 , dice de este santo , que fué dotado de maravillosa
virtud para lanzar los demonios. Efectivamente,
en la historia de su vida escrita por un
autor contemporáneo, vemos multiplicadísimos
milagros obrados por el santo á este efecto. lo
cual le atrajo las bendiciones de todos los fieles y
la veneración de la Iglesia. San Fortunato fué
obispo de Todi, y floreció en tiempo del emperador
Justiniano . cuando Totila, rey de los godos,
invadió la Italia, de cuyo azote libertó el santo
pastor á su ciudad episcopal por medio de sus oraciones
y ruegos. Su cuerpo fué sepultado en Todi,
y después trasladado á Francia en tiempo del emperador
Otón, el año 969.
SAN RÚSTICO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué el
XIII obispo de Tréveris, apacentando su rebaño
por los pastos de la vida eterna. La gloria de su
pontificado consiste principalmente en los asiduos
trabajos que empleó para la abolición completa
del culto de los ídolos en su diócesis. El Señor le
concedió la gracia de ver sus ardientes deseos realizados
y coronadas con un resultado feliz sus laboriosas
misiones. Molano dice que san Rústico
murió en paz por los últimos años del siglo IV,
líia ta.
SANTA TERESA DE JESÚS , VIRGEN Y FUNDA­
DORA.— Nació la seráfica madre santa Teresa de
Jesús, para bien de innumerables almas, en la ciudad
de Avila, que es una de las principales de
España, año de 1515, á 28 del mes de marzo,
de padres nobles y devotos cristianos. Su padre se
llamó Alonso de Cepeda , y su madre doña Beatriz
de Ahumada. Criáronla en santas costumbres
y temor de Dios, y ella mostró desde niña muy
buen natural, y grande inclinación á la virtud,
dando señales de lo que después habia de ser.
Siendo de siete años, aprendió con tanta viveza
la eternidad de la gloria y penas del infierno, que
repetía ó menudo y con gran ponderación : Para
siempre, para siempre, para siempre. Entretela
97

98 LA LEYENDA DE ORO
níase en edificar algunas ermitas, siendo esto pronóstico
de los conventos que, ya mayor, habia
de fundar. Cuando leia las historias de los santos
mártires, se encendía con tal deseo del martirio
, que habiéndose concertado con un hermano
suyo , también niño , se salió de casa de sus padres,
para irse á África á ser martirizada por
Cristo, de los moros. Iba muy contenta fuera del
lugar, donde la encontró un tio suyo, y la volvió
á su casa con gran sentimiento do la fervorosa niña
; y procuró suplir el mérito de su jornada con
muchas buenas obras, lágrimas y limosnas, que
según su estado y niñez podía hacer. Muriósela su
madre, siendo de doce años , y con gran devoción
ó instancia pidió á la Virgen santísima la tuviese
por hija, que ella la tendría por madre, y que
así hiciese oficio de tal con ella; y el suceso mostró
que lo alcanzó de la Reina de los cielos. En
esa misma edad empezó á gustar de la oración,
de la cual habia de ser después gran maestra. Como
viese una pintura de la Samaritana , que decia
á Cristo: «Señor, dadme de esa agua;» ella quedó
con tal deseo y ansias del agua divina de la gracia,
que se la pedia al Señor fervorosa é instantemente.
2 Siendo de veinte años, crecieron mas en
ella los deseos de servir á nuestro Señor con mas
perfección: para lo cual se determinó á entrarse
monja. No tenia esperanza que su padre la daria
licencia por el grande amor que la tenia ; y así se
fué, sin decirle nada, al monasterio de la Encarnación
de Avila , que es de monjas de Nuestra Señora
del Carmen , donde recibió el hábito con gran
devoción , y dentro de un año hizo profesión en él,
creciendo cada dia en virtud y observancia, y
ejercitándola nuestro Señor con varias enfermedades,
las cuales llevaba con mucha paciencia. En
una de ellas, dia de la Asunción de nuestra Señora
, la dio un parasismo tan largo, que estuvo
cuatro dias sin sentido y como muerta, y diéronla
el sacramento de la unción. Estaba ya la sepultura
abierta para enterrarla, y lo hubieran hecho,
si no lo estorbara su padre, que entró á verla, y
conocía mucho de pulso. Al cabo de los cuatro
dias volvió en sí, y hallándose con la cera en los
ojos, y los de su padre y hermanos bañados de lágrimas
, comenzó á decir, que para qué la habian
llamado; porque habia estado en el cielo: y que
supiesen que su padre y otra monja, amiga suya,
llamada Juana Suárez, se habian de salvar por
su medio. Vio también los monasterios que habia
de fundar, y lo que habia de hacer en la orden, y
cuantas almas se salvarían por su causa, y que
habia de morir santa, y en su sepulcro la habian
de poner un paño de brocado. Sucedió todo después
conforme á lo que el Señor la mostró.
3 Quería Dios á su sierva muy perfecta, porque
la habia escogido para que fuese maestra de
gran perfección, que por su medio y doctrina alcanzaron
y alcanzan muchas personas; y así no
la dejaba entibiar en sus santos propósitos, sino
que luego la corregia y tiraba del freno. Un dia,
que estaba en la puerta del monasterio perdiendo
tiempo con una persona, se le mostró Cristo Señor
nuestro atado á la columna muy llagado, y
OCTUBRE, 15
particularmente en un brazo junto al codo desgarrado
un pedazo de carne: con lo cual quedó la
santa muy maravillada y turbada , que no quisiera
ver masa aquella persona con quien estaba.
4 Después de cuatro ó cinco años de monja,
vino casi á dejar poco á poco la oración (aunque
aconsejaba á otros la tuviesen), engañada , como
ella dice, con una falsa humildad; porque le parecía
atrevimiento tratar con Dios, la que tenia
gusto y trato con las criaturas. En este tiempo dio
á su padre la enfermedad de la muerte , y salia
con una compañera, como se acostumbraba entonces,
á curarle. Asistióle, y ayudóle para que
muriese con gran consuelo. En esta ocasión el confesor
, en cuyas manos murió su padre, que era
un religioso dominico, llamado fray Vicente Varron,
persona docta y muy espiritual, comunicando
á la santa doncella, y confesándola, tomó á su
cargo el aprovechamiento de su alma, y la hizo
volver á la oración; y así dice ella misma : «Este
padre dominico, que era muy bueno y temeroso
de Dios . me hizo harto provecho; porque me confesó
con él, y tomó hacer bien á mi alma con cuidado
, y hacerme entender la perdición que traia:
hacíame comulgar de quince en quince días; y
poco á poco, comenzándole á tratar, trátele de mi
oración. Díjome que no la dejase ; que en ninguna
manera me podia hacer sino provecho.» Desde este
tiempo se dio con mas continuación á la oración,
durando en ella con grandes sequedades por espacio
de diez y ocho años , hasta que un dia, mirando
una imagen que estaba en su oratorio, de Cristo
muy llagado y lastimoso, se postró con grandes lágrimas
delante de ella , pidiendo su favor y ayuda,
tan de veras, que se sintió toda trocada, y con
gran ánimo y fortaleza para servir á Dios cuanto
pudiese, favoreciéndola de allí en adelante el Señor
con grandes visitas y altísima contemplación.
Estaba la santa, por su gran humildad, dudosa
si era bueno su espíritu y tenia aun algunas imperfecciones;
y así buscaba algún diestro maestro
espiritual que la enderezase, deseando para esto
tratar con los padres de la Compañía de Jesús,
como ella misma lo escribe en su Vida , por estas
palabras: «Como su Majestad quería ya darme luz
para que no le ofendiese , y conociese lo mucho
que le debia, creció de suerte este miedo. que
me hizo buscar con diligencia personas espirituales
con quienes tratar , que ya tenia noticia
de algunas : porque habian venido aquí los de
la Compañía de Jesús, á quienes yo, sin conocer
á ninguno, era aficionada de solo saber el
modo que llevaban de vida y oración; mas no
me hallaba digna de hablarles, ni fuerte para
obedecerlos, que esto me hacia mas temer : porque
tratar con ellos, y ser la que era , hádaseme
cosa recia.» Después dice: « También me daba
pena que me viesen en casa tratar con gente
tan santa, como la de la Compañía de Jesús; porque
temia mi ruindad , y parecíame que quedaba
obligada masa no lo ser, y quitarme de mis pensamientos
; y que si esto no hacia, que era peor: y
así procuró con la sacristana y portera, no lo dijesen
á nadie.» Todas estas son palabras de santa

OCTUBRE, 15 LA LEYENDA DE ORO. 99
Teresa: la cual cuenta muy largamente, cuan no- que habia resucitado. Por mas de tres años vio a
table mejoría sintió con su trato , y como la pusie- Cristo Señor nuestro siempre á su lado derecho,
ron en mayor perfección y mortificación, asegu- que la hacia compañía , y la hablaba , enseñaba y
rándola ser su espíritu bueno. Fueron muchos los consolaba en sus trabajos, y recogía en altísima
que la trataron, y entre ellos san Francisco de oración. Vio una vez al Salvador del mundo que
Borja; pero quien mas tiempo y mas asistente- la mostraba la llaga de la mano izquierda, y que
mente la gobernó , fué el ilustrado y extático varón con la derecha sacaba un clavo grande que en ella
el padre Baltasar Alvarez : este siervo de Dios, tenia metido, y á vueltas de él sacaba parte de
fué quien mas la aprovechó en sus principios , co- su carne sacratísima , diciendo, que quien aquello
mo la misma santa confiesa , y la acabó de desar- habia pasado por ella , que no dudase sino que
raigar el corazón de todo lo que no era Dios y su mejor haría todo lo que ella pidiese, prometiénmayor
gloria: por lo cual quedó la santa por su dola de hacerlo así. Estando una vez la santa en
gran humildad muy agradecida y devota de esta presencia de Cristo, teniendo ella una cruz en la
religión , como en sus obras tantas veces lo mués- mano , se la tomó el Señor con la suya, y volviótra,
y por toda su vida duró en este afecto y recur- sela á dar , pero muy mejorada de como se la haso
á los padres de la Compañía, y de la esclare- bia tomado; porque era de cuatro piedras grancida
religión de santo Domingo , de los cuales fué des , sin comparación muy mas preciosas y ricas
también devotísima; porque como la humilde santa que diamantes, y estaban en ellas las cinco lia—
andaba con los temores que hemos dicho de su gas esculpidas desde entonces: y aunque los deespíritu,
la parecia que nadie la podría asegurar más juzgaban no ser aquella cruz sino de madera,
mejor y enderezar que gente tan docta y espiri- la santa siempre la veia de la manera dicha,
tual, como hay en estas sagradas religiones. 6 Creciendo con semejantes favores el fuego
5 Con lo que la animó san Francisco de Bor- del divino amor en santa Teresa, solia ver un ánja
, concibió la sierva de Dios gran odio contra sí, gel junto á sí, hacia el lado izquierdo, de muy
quebrantando en todo su voluntad, y haciendo hermoso rostro, y tan encendido , que la parecia
grandes penitencias. Vistióse de un cilicio de hoja serafín : traia en las manos un dardo de oro largo,
de lata , hecho y agujereado al modo de rallo, que y al fin de él en la punta tenia un poco de fuego:
dejaba toda su carne llagada : tomaba riguro- metíasele el ángel en el corazón, y traspasábala
sas disciplinas, unas veces con ortigas, otras con las entrañas: y al salir de él, la parecia se las liellaves
, hasta venir á hacerse llagas, de las cuales vaba tras sí con gran dolor; pero dejábala abrasamanaba
y corría mucha materia; pero la medicina da en amor de Dios. Mostrósele también el Espícon
que las curaba, era renovarlas con muchos ritu santo, que es el amor divino, en figura de
golpes. Estaba tan encarnizada contra si misma, un mancebo muy hermoso, rodeado todo de 11aque
una vez juntó muchas zarzas, y desnudando mas muy encendidas. Quedóle á la santa tan imsu
cuerpo, comenzó á entrar y revolverse entre presa esta visión, que hasta que murió la traia
ellas, como si fuera en una cama de rosas. Con presente, aunque estuviese muy ocupada, salvo
todo esto tenia la santa algunas imperfecciones, que algunas veces era como si tuviese un velo del—
que no conocía, hasta que el siervo de Dios Balta- gado delante; pero con certidumbre que estaba
sar Alvarez la desengañó , dictándola , que para detrás, y muchas veces se corría esta cortina , y
contentar del todo á Dios , ninguna cosa habia de la volvía á ver. Sobre todos estos favores fué muy
dejar de hacer por él; y así, que dejase unas particular cuando el mismo Cristo la desposó conamislades
que tenia. Parecíale á la santa que se- sigo; porque estando un dia para comulgar, aparia
desagradecimiento ; pues en ellas no había pe- recíóla el Señor con gran resplandor y hermosura
cado : él la dijo que lo encomendase á Dios por (como otras veces solia), y celebró con su esposa
algunos dias, y que rezase el himno de Veni, Crea- este divino ayuntamiento y desposorio como la
tor Spirilus, para que la diese luz Dios de aquello mismo santa lo escribe : «Represénteseme el Seque
era lo mejor. Uízolo asi la santa: y estando ñor (dice) por visión imaginaria, muyen lo inteuna
vez en oración, suplicando al Señor la ayu- rior, y dióme su mano derecha , y díjome: Mira
dase á contentarle en todo , la vino un grande ar- este clavo que es señal que serás mi esposa desde
robamiento, en el cual la dijo su divina Majestad: hoy: hasta ahora no lo habias merecido. De aquí
Ya no quiero que tengas conversación con los hom- adelante , no solo como Criador, como Rey, y tu
bres , sino con los ángeles : lo cual se le imprimió Dios, mirarás mi honra, sino como verdadera esde
manera , que nunca mas tuvo amistad ni afecto posa mia , mi honra es ya tuya, y la tuya mia.
á persona ninguna que no fuese por Dios y según Hízome tanta operación esta merced , que no po-
Dios. Estaba todo el dia en oración , y vivía de dia caber en mí, y quedé como desatinada, y dije
suerte , que en todo procuraba contentar al Señor, al Señor, que, ó ensanchase mi bajeza, ó no me
que traia siempre presente y por testigo de su vida; hiciese tanta merced ; porque cierto no me parecia
y el Señor se iba mostrando poco á poco á su sier- la podia sufrir el natural. Estuve así todo el dia
va. Estando un día en oración , la mostró solas las muy embebida : he sentido después gran provecho,
manos con tan grande hermosura, que no se po- y mayor confusión y afligimiento de ver que no
dia encarecer : de allí á algunos dias la descubrió sirvo en nada con tan grandes mercedes. » Y de
aquel divino rostió, quedando del todo absorta y allí adelante el ordinario lenguaje que entre Cristo
elevada : después la mostró toda su humanidad y la santa habia, eran estas palabras que el Señor
sacratísima, con aquella hermosura y majestad con la decia, con que su Majestad y ella se regalaban

100 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE , lo
y enamoraban mas cada día: Hija , ya eres toda
mia: yo soy tuyo; y esto no una sino muchas veces.
7 Enriqueció el Señor con tales favores a la
que habia escogido para llenar el cielo de muchas
almas , que ardia en grande amor de Dios santa
Teresa : afligíase mucho de las ofensas que hacia
el mundo á su amado: sentia sobre manera el estrago
que por aquellos tiempos habia hecho la herejía
en Francia y Alemania; y para restaurar
cuanto pudiese por su parle el daño que el demonio
hacia á la Iglesia , determinó resucitar el primitivo
rigor de la regla del Carmen , que dio san
Alberto , é inspirada de Dios, y con promesa suya
del feliz suceso que tendría , fundó las monjas carmelitas
descalzas, y luego ios frailes de la misma
orden, y rigor de regla, persuadiendo á algunos
padres de su orden , diesen principio á los descalzos,
y á la rigurosa observancia de la regla primitiva
: de los cuales fué el primero y capitán de
los demás el padre san Juan de la Cruz , varón de
admirable espíritu y santidad , como sus libros y
fama testifican : el cual, dando principio á la vida
descalza en un pequeño lugar llamado Durvelo,
fué como semilla de la gran posteridad de tantos
hijos insignes en virtud, que extendidos después
por toda España, Italia , Francia y las demás provincias
de la cristiandad , son ejemplo y edificación
en la Iglesia , y singular honra de esta insigne
santa madre, y fundadora suya. Fundó el primer
convento de monjas , que fué San José de Avila,
para cuya fundación la animó muchas veces Jesucristo.
Otra vez vio á la Virgen á su lado derecho,
y san José al izquierdo, que Ta vestían de una capa
de mucha blancura , con que la dieron á entender
que ya estaba limpia de sus pecados. Acabada de
vestir de aquella ropa hermosísima, la dijo la
Madre de Dios que la daba mucho contento en servir
al glorioso san José, y que creyese que lo
que pretendía del monasterio se haría, y en él
se serviría mucho su Hijo , y ellos dos: que no temiese
habría quiebra en esto jamás ; porque ellos
la guardarían: porque su Hijo habia prometido andar
con ella en el negocio de la fundación, y en
señal que era verdad, la daba aquella joya , y
echóla al cuello un collar de oro , asida á él una
cruz de mucho valor, todo tan hermoso, que no
tenia comparación todo lo hermoso y precioso de
la tierra con aquel oro y piedras: con lo cual quedó
la santa llena de ternura y gozo de su espíritu , y
animada grandemente para vencer todas las dificultades
que se la ofrecían. Estándose edificando
el convento, cayó un pedazo de pared sobro un
sobrino de la santa , hijo único de sus padres: lomándole
una devota señora en los brazos. que tenia
bien conocida la gran santidad de santa Teresa
, no dudó de verle resucitado por medio de
sus oraciones; y así la dijo: Este muchacho está
muerto; pero el poder de Dios no es limitado, que
si quiere darle vida , puede : mire lo que han sacado
su hermana y su cuñado de su casa , y cuan
lastimados quedarán : alcance de Dios , hermana ,
que le vuelva la vida. Súpolo su madre; y deshaciéndose
en lágrimas, instó á santa Teresa, su hermana
, le resucitase. La santa, movida á compa-
sion , hizo oración por él, y luego comenzó el
muerto á revivir, como si despertara de un sueño,
diciendo la santa á su hermana , que tomase ya
á su hijo: el cual quedó bueno y sano. Al fin, después
de muchas contradicciones y grandes trabajos
que pasó la sierva de Dios , se. acabó el monasterio,
y vio á Cristo nuestro Redentor que la
ponia una corona, agradeciéndola lo que había
hecho. Después vio á la Virgen santísima con
grandísima gloria , vestida de un manto blanco,
debajo del cual amparaba á la santa y á todas sus
monjas. Trató luego , por revelación que de ello
tuvo, de fundar otros monasterios de monjas y
frailes en gran pobreza y rigor, como lo hizo , favoreciéndola
en todo Dios nuestro Señor , y su
misma Madre. Después de la fundación de Avila,
fundó santa Teresa en Medina del Campo, luego
en Malagon, luego en Valladolid. Desde allí envió
con licencias y patentes del general al santo
P. Fr. Juan á fundar en Durvelo, donde se descalzó.
Después de esto fundó la santa madre los
conventos de Toledo, Pastrana, Salamanca, Alva,
Segovia , Veas y Sevilla: de aquí envió á fundar
el convento deCaravaca' luego fundó en Villanueva
déla Jara, en Palencia, Soria: luego envió
á fundar el monasterio de Granada ; después
fundó en Rurgos. En todas estas fundaciones la favoreció
el Señor mucho.
8 Habiendo hecho la fundación da Malagon,
la regaló el Señor con una admirable visita , que
cuenta la santa por estas palabras : «Acabando de
comulgar , segundo dia de cuaresma , en San José
de Malagon, se me representó nuestro Señor Jesucristo
en visión imaginaria , como suele , y estando
yo mirándole , vi que en la cabeza , en lugar
de corona de espinas, en todo ella (que debia ser
en donde hicieron llaga) tenia una corona de gran
resplandor. Como yo soy tan devota de este paso,
consolóme mucho , y comencé á pensar , qué gran
tormento debía de ser, pues habia hecho tantas
heridas , y á darme pena. Díjome el Señor, que
no le hubiese lástima por aquellas heridas, sino por
las muchas que ahora le daban. Yo le dije, que
¿ qué podia hacer para remedio de esto , que determinada
estaba átodo? Díjome, que no era
ahora tiempo de descansar, sino que me diese
priesa á hacer estas casas; que con las almas de
ellas tenia él descanso: que tomase cuantas me
diesen; porque habia muchas que por no tener en
donde, no le servian; y que las que hiciese en lugares
pequeños fuesen como esta, que tanto podian
merecer con deseo do hacer lo que en las otras;
y que procurase anduviesen todas debajo de un
gobierno de prelado , y que pusiese mucho cuidado
en que por cosa de mantenimiento corporal
no se perdiese la paz interior; que é 1 nos ayudaria,
para que nunca fallase. »
9 Caminando una vez con las monjas, que
habian de fundar el convento de Veas, y pasando
de noche por Sierra Morena , perdieron los carreteros
el camino , habiéndose metido en unos grandes
riscos y despeñaderos: halláronse muy afligidos:
santa Teresa dijo entonces á sus monjas,
que se encomendasen á san José; y habiéndolo

OCTUBRE.15
hecho devotamente, oyeron una voz como de hombre
anciano , que decia á los carreteros: Teneos;
que vais perdidos, y os despeñaréis, si pasáis adelante.
Pararon los carreteros á estas voces: y las
personas que iban en compañía de la santa , comenzaron
á gritos á preguntar al que les avisaba,
¿qué remedio tendrían para salir del estrecho y
peligro en que estaban? El les respendió, que
echasen todos hacia una parte, por la cual habia
tan mal paso , que no fué menor milagro atravesar
por él, que salir del peligro en que estaban.
Como se vio este caso tan maravilloso , quisieron
algunos irá buscar al que les habia avisado:
mientras ellos fueron á buscarle, dijo la santa á
todas las religiosas con mucha devoción y lágrimas
: No sé para que los dejamos ir; que era mi
padre san José, y no le han de hallar: y así fué :
que no hallaron rastro de él, aunque llegaron á la
hondura del valle ; y desde entonces caminaron
las mulascon tanta ligereza, que afirmaban los carreteros
con juramento que parecia que volaban;
y todo era necesario para llegar aquel dia á buen
tiempo á Veas.
10 Habiendo fundado el monasterio de Villanueva
déla Jara , con gran necesidad y pobreza;
al |.artirse de él, viendo que las monjas que quedaban
, no tenian con qué sustentarse , las prometió
de parte de Dios, cuando se despedia de ellas, que
si viviesen religiosamente , nunca las fallaría lo
necesario; la cual promesa tornó á confirmar otra
vez , respondiendo á una carta , en que preguntaban
si darían la profesión á nueve novicias que
acababan, por ser suma la pobreza de aquel convento.
La santa escribió, que las diesen la profesión
, y que en nombre de la santísima Trinidad,
en cuyo día escribía aquella carta, las prometía
que no las fallaría lo necesario , si fuesen las que
debían: lo cual sucedió así; porque las sobraron
limosnas, para repartir á pobres; y un año de grande
hambre , cuando no se hallaba trigo en el lugar
de Villanueva por ningún dinero, de modo que
no podían los de la villa favorecer á las siervas de
Dios; ellas se sustentaron milagrosamente por espacio
de seis meses que duró la hambre; porque
con solo ocho ó nueve fanegas de trigo que estaban
en el monasterio al principio de aquella carestía
, y no bastaban para el sustento de un mes,
se sustentaron todo aquel tiempo las monjas tan
cumplidamente, que las sobraba para dar largas
limosnas á muchos pobres , multiplicándose aquella
harina por virtud divina; porque la mi^ma
omnipotencia de Dios, que sustentó con cinco panes
á cinco mil hombres, sustentó á sus siervas
tantos meses con aquella poca de harina , en cumplimiento
de la promesa que las había hecho su
santa madre. Acabada la necesidad del trigo , púsolas
el Señor , para mayor demostración de su
gloria y providencia , en otra nueva y por ventura
mayor que la pasada: y fué , que luego el setiembre
del mismo año sucedió aquella enfermedad
universal de! catarro, y así por estar toda la gente
enferma , y ser el lugar pobre y necesitado , y no
venderse la labor de manos que las monjas hacian,
y estar también muchas de ellas enfermas,
LA LEYEND A DE ORO. 101
para hacerla ; vino el monasterio á cargarse de
enfermas, y necesidades. La priora, que en el
pueblo no hallaba remedio , escribió á una persona
eclesiástica , rica y poderosa , representándole su
grave necesidad y pobreza , y quiso el Señor que
jamás le respondiese cosa alguna ; y así se vieron
destituidas de todo favor humano, y lo que mas
era , cerradas las puertas para buscarle: pero el
Señor fué servido de proveerlas de las suyas adentro
, por el medio que ahora diré. Había en el convento
un peral solo , no muy grande , y en este les
libró el Señor toda su comida y sustento ; porque
cargó de tal manera de peras , que cogían cada
día todas las que eran necesarias para la comunidad
, de las cuales comian unas veces cocidas y
otras asadas, y cogían cargas para vender en el
lugar , y con el dinero que sacaban de las peras,
compraban todo lo necesario para el convento : y
era tanta la abundancia, que acudían muchas personas
del pueblo , de ordinario , por peras para los
enfermos, y á todas daban. Perseveró el peral en
dar abundante fruto por espacio de mas de dos
meses; y con desfrutarle cada dia con tan grande
exceso , parecia que no se tocaba á él.
11 Otra vez . en otra grande necesidad que
tuvieron , estando la previsora algo afligida , y acaso
estando pensativa, comenzó á escarbar en el
cimiento de un corral de la casa , y halló sesenta
reales, donde no se podía esperar que persona
humana los hubiese puesto; porque las que hasta
allí habían vivido en la casa, habían sido tan pobres,
que para su comida no alcanzaban. Guardólos
, y comenzó á gastar de ellos ; y multiplicó
el Señor de tal suerte aquel dinero, que en mas de
un año se proveyó el monasterio de lodo lo necesario
, no mas de con echar mano la previsora á
la faldriquera, donde parece que tenia una mina
de reales acuñados , sin que en todo este tiempo le
faltase. En otras cosas menores tuvo nuestro Señor
gran providencia con aquellas siervas suyas,
á las cuales habia prometido santa Teresa el divino
favor. Como una vez en el monasterio faltasen las
ollas en que aderezar la comida, y no hubiese
en el lugar, de donde poderlas comprar, vio la
cocinera cuatro pedazos de una olla que se habia
quebrado; y considerando que no tenia otro remedio,
acordó de fregarlos, y juntólos lo mejor
que pudo, y con grande confianza en Dios puso
en ellos la comida que habia de guisar para la
comunidad : hizo la olla su oficio, como si fuera
de hierro , ó del todo estuviera sana , y después de
comer, la volvió á fregar la cocinera, cada pedazo
de por sí, y los juntaba de nuevo cada vez que
quería poner la olla, y perseveró en hacer esto
mismo por espacio de un mes , hasta que hubo
ocasión de comprar nuevas ollas.
12 Con semejantes maravillas mostraba el Señor
lo que se agradaba en las fundaciones que
hacia santa Teresa , y acreditaba la santidad de
su sierva con muchos milagros que obraba por su
medio. Estando una religiosa con la santa madre
(que estaba escribiendo algunas cartas), la dijo:
Hija, si supiera escribir, ayudárame á despachar
estas cartas. El'a la dijo, que la diera alguna ma-

102 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 1 o
teria para aprender: ruóla dos renglones de su letra
, mandándola que aprendiese luego por ellos;
y aquella misma noche escribió la religiosa una
caria , y ayudó de allí adelante á la santa madre
á escribirlas cartas, sin haberlo aprendido
jamás. A los principios de la fundación de San
José de Avila estaban sus monjas muy afligidas y
acosadas de estos gusanillos que comunmente
llaman piojos , por ser esto un género de inmundicia
que se cria entre la estameña ó lana de que
son las túnicas de las religiosas, que traen junto al
cuerpo. Pidieron todas ellas á la santa madre encarecidamente,
pidiese á nuestro Señor Jesucristo
las librase de aquel trabajo , por la inquietud que
las causaba en la oración : ella lo hizo, y pidió á
nuestro Señor aquella merced con grande instancia
: y habiéndosela el Señor concedido, aseguró
á todas las monjas de aquel monasterio, que vivirían
libres de allí adelante de aquella penalidad.
Fué cosa grande, que mostró grandemente lo que
la santa podia y valia para con Dios; pues no solo
en aquel monasterio , sino que en todos los demás
do las monjas , no se ve , ni se ha visto ( dice el
P. Fr. Diego de Yepes , obispo de Tarazona), mas
há de cuarenta y tres años, rastro ninguno de esta
inmundicia , con ser hábito de sayal, y de jerga, y
las túnicas de estameña, todo muy ocasionado para
lo contrario: de tal manera , que las que estando
en el siglo padecían algún trabajo en esto, en tomando
el hábito , se las quita; y las que no han
de profesar, no participan de este privilegio, como
se ha visto muchas veces por la experiencia. Este
raro milagro dura hasta hoy : en que se echa de
ver , como vive en estas santas religiosas el legítimo
espíritu de santa Teresa.
13 Estando la santa madre en Avila, y habiendo
de salir á una fundación, estaba su compañera,
que era la venerable madre Ana de San
Bartolomé , mas habia de un mes en la cama, enferma
de unas recias calenturas : la noche antes
que se partiese, fuéla á ver la santa, y hallóla
con una gran calentura , y díjola : Mire, hija , que
se ha de ir conmigo mañana. Ella respondió:
¿Pues cómo , madre? ¿No ve V. R. cuál estoy?
Replicóla la santa madre: Mi ida no se puede excusar
; y ella habrá de ir conmigo: sin decirla mas
palabra. A la media noche despertó tan sana y
tan buena, como si no hubiera tenido mal, y
acompañó á la santa madre su camino; y esto la
sucedió algunas otras veces con esta religiosa.
14 Tuvo clara y manifiestamente la gracia de
sanidad ; y con solo llegar sus manos curó á muchos
enfermos. Estaba en Salamanca en casa de
la condesa de Monterrey una señora honrada llamada
doña María de Arriaga , mujer del ayo de
los hijos de la condesa , muy enferma de un tabardillo:
pidió la condesa licencia al provincial para
que cuando la santa viniese á Salamanca, entrase
por su casa: hízolo así; y después de haber visitado
á la condesa ; pidióla entrase á ver la enferma.
Entró la bienaventurada santa , y púsola la
mano sobre el rostro , sin que ella supiese en ninguna
manera quién la tocaba, ni menos que estuviese
allí la santa madre, porque la enferme-
dad la tenia muy fuera de si; pero luego comenzó
á decir con alta voz: ¿Quién me ha tocado, que
me siento sana ? quedando desde aquel punto con
entera salud. En el monasterio de Medina estaba
la madre Ana de la Trinidad (que después fué
priora de aquella casa) enferma de una erisipela
y de un encendimiento de rostro y narices muy
grande , y siempre que la daba esta enfermedad
(que era muy de ordinario ) eran necesarias muchas
sangrías, y la inflamación era de suerte,
que temiendo los médicos peligro de cáncer , trataban
de hacerla dos fuentes. Estando allí santa
Teresa, dióla la enfermedad á esta religiosa, juntamente
con una grande calentura , y llevábanla
á acostar las demás: luego que lo supo la santa,
hizola llamar: vino la enferma; y sin saber lo
que la santa madre queria, hincóse de rodillas
delante de ella: trájola la mano por el rostro,
donde estaba la erisipela y la dijo: Confie , hija;
que Dios la sanará. ¡O maravilla de Dios! que
desde aquella hora se sintió la enferma sin calentura,
sin erisipela, sin dolor, y sin enfermedad
alguna , y por espacio de mas de veinte años, que
después vivió , jamás la volvió este accidente , con
haber sido desde su niñez continuamente acosada
de esta enfermedad.
15 También fué cosa milagrosa el aparecimiento
que hizo santa Teresa en vida al padre
Gaspar de Salazar, rector de la Compañía de Jesús
que fué en Avila y en otras partes, y confesor de
la santa madre, dándole algunos avisos para el
provecho de su alma, estando él distante hartas
leguas de donde la santa estaba. Otra vez , estando
la santa en Segovia, se apareció á una
monja enferma , que estaba en Salamanca, ben-
diciéndola y regalándola , y llegándola las manos
al rostro, la decia: Hija mía, no sea boba, ni esté
con esos temores, sino antes muy confiada en lo
que hizo y padeció por ella su esposo; que es
grande la gloria que la tiene aparejada, y crea
que hoy la gozará : y aquel mismo día fué á gozar
de Dios, muriendo con grande alegría de su alma.
16 Mayores maravillas fueron las de sus heroicas
virtudes y dones del Espíritu santo, con
que enriqueció el Señor á esta grande sierva suya,
para que fuera dechado de perfección á tantas personas
, como en la sagrada religión del Carmen
descalzo han florecido en santidad, dando á todas
sus hijas é hijos singular ejemplo de toda perfección
religiosa. Fuera cosa muy larga, si hubiéramos
de tratar de todas las virtudes de esta
gloriosa santa; porque en todas alcanzó un heroico
modo de obrar, y una perfección admirable.
Solo diré algo de las virtudes que son mas propias
y mas necesar.as á los religiosos. Fué cosa de gran
admiración la maravillosa obediencia de santa
Teresa, con ser la fundadora de su sagrada religión.
Primeramente, obedecía á sus confesores
tanto como al mismo Dios: y decia, que si todos
los ángeles del cielo se juntasen y la dijesen una
cosa , y sus prelados y confesores otra; aunque
supiese que eran ángeles, no haria sino lo que sus
prelados la mandaban. Tenia por estilo ordinario,
cuando el Señor la revelaba alguna cosa, parti

OCTUBRE,15 LA LEYENDA DE ORO. 103
cularmente si era cosa que la mandaba que ella
hiciese, proponer á su confesor el negocio sin decirle
nada de la revelación , para que él lo mirase
según las leyes de la prudencia; y ella se ponia
con grande indiferencia para obedecerle aunque
la mandase contra lo que en la revelación habla
entendido, haciendo mas caso de un punto de
obediencia, que de cuantas revelaciones tenia:
porque esto, decia ella, era lo mas seguro, y no
puede engañarse el que se guiare por aquí; pero
lo otro podía ser ilusión y engaño. Gustaba mucho
la santa madre, que la mandasen cosas dificultosas
y que la costasen trabajo, y solia decir , que
ninguna cosa la mandaría su confesor que la dejase
por cosa del mundo, y cuando no la hiciese
como él la mandaba, pensaría que andaba muy
engañada. Pesábale mucho que sus confesores la
diesen razón de lo que la mandaban: y así se lo
pedia, porque gustaba grandemente de la obediencia
simple, pronta y ciega, como se verá por
los ejemplos que ahora diré. Habiendo la santa
madre escrito un libro, por orden de un confesor
suyo, sobre los Cantares de Salomón; por sola
una palabra que la dijo otro confesor, mandándola
que quemase lo que habia escrito , luego al punto
lo hizo, sin reparar en el trabajo que la habia
costado , y las cosas tan buenas que allí tenia escritas
, y el fruto que del libro se podia esperar. Y
casi lo mismo la hubiera acaecido con el que escribió
de su vida (que es el que ahora anda impreso
con notable provecho de muchas almas):
porque como el padre maestro Bañez , confesor
suyo, para probar su sentimiento le diese á entender
que convendría quemar aquel libro ; la santa
con grande igualdad de ánimo y prontitud de obediencia
, le dijo que lo mirase, y que como á él
le pareciese, lo quemaría luego al punto. Estando
en el monasterio de Medina del Campo , y habiéndose
disgustado con ella un provincial de los
padres calzados del Carmen, porque no habia
hecho una priora que él pretendía, la envió un
mandato con censuras que saliese luego de aquel
monasterio, juntamente con la priora que habia
elegido, que era la madre Inés de Jesús: llegó este
mandato ya tarde, y por cerca de Navidad: hacia
una noche bien fria, y la madre estaba enferma
de perlesía, y actualmente tenia otras enfermedades;
pero en recibiendo la obediencia y precepto
de su prelado, y pudiendo muy bien dilatar el
cumplimiento de él para otro día , ó darle razón
de lo que había hecho; no reparando en la salud,
ni en su vida , salió juntamente con la priora
(como lo mandaba el provincial) con mucho contento
y alegría; porque todo lo que ella podia tener
en esta vida, era el no hacer su voluntad. Y
así, siempre que llegaba á un monasterio, en no
habiendo priora, se sujetaba á la supriora ; y con
ser fundadora , se sentaba en los mas humildes lugares.
Para perficionarse mas en esta virtud, procuraba
mil invenciones santas. Cuando caminaba
daba siempre la obediencia á los religiosos y clérigos
que iban en su compañía ; y en los monasterios
donde estaba, á la priora.
17 Fué en la virtud de la castidad angélica tan
excelente, y túvola en grado tan superior, que
no solo conservó este precioso tesoro de la castidad
todos los dias de su vida, sino que estaba tan
pura , que no sentía las tentaciones molestas de la
carne, mas que si no estuviera vestida de ella ; y
estomas fué singular privilegio que la concedió
Dios, que victoria ganada á punta de lanza : y
aunque todas las virtudes resplandecían , no solo
en sus costumbres y acciones , sino también en su
semblante; pero particularmente la castidad y pureza
de su alma se manifestaba mas en su rostro
y compostura, y con ella atraía y aficionaba á esta
misma pureza á los que hablaba y trataba; de
manera que la persuasión mas eficaz para la castidad
era la vista de su semblante. Este dibujo de
castidad que traia estampado en su rostro , era un
retrato, ó por mejor decir, una sombra de su castidad
y pureza interior, que era tan grande , que ni
en la carne, ni en el espíritu, ni aun en la misma
imaginación , ni en vigilias , ni en sueño , ni en
ningún tiempo, ni en ocasión alguna , jamás se oia
ni veia en ella rastro de este enemigo común y
casero; porque, como profetizó Oseas, el Señor le
habia quebrado el arco y la espada, y ahuyentado
la guerra de su tierra , y dándole lugar para
que durmiese y reposase en sus brazos, sin temor
de estos enemigos. En fin , fué tanta la limpieza
no solo de su alma sino también de su cuerpo
, que parece increible; porque por privilegio
particular vivia con ignorancia de esta pasión; y
así muchas religiosas afirman en sus dichos, que
si acontecia que alguna como á madre ó prelada
la comunicaba alguna tentación contra la honestidad
y pureza, era la cosa donde se hallaba mas
atajada, y decia la fuese á comunicar con alguna
persona que la entendiese, que por no haber ella
experimentado semejantes tentaciones, la parecía
estaba inhábil para dar el remedio: lo que no
respondía á otras ningunas que la comunicasen.
18 No fué menos extremada santa Teresa
en el espíritu que tuvo de la pobreza evangélica,
no queriendo cosa de esta vida : era muy amiga
de traer el hábito viejo y remendado para ayudar
también con la pobreza del vestido á la humildad
y desasimiento del alma. Solia vestirse los hábitos
viejos que otras dejaban, y cuanto mas iba en
esto contra su natural inclinación que era de toda
limpieza y aseo , tanto mostraba mas su mortificación
y el amor que tenia á la santa pobreza ; y
así, cuando andaba con un hábito roto, andaba la
mas contenta del mundo. Abominaba en sus monjas
todo lo que olia á curiosidad, así en él como
en otras cosas; porque la parecia que de las vanidades
ninguna podia ser mayor que el sayal y
vestido, que se trae para muestra del menosprecio
del mundo, sacarle de su paso y adulterarle, buscando
en él curiosidad y vanidad. Y para que las
monjas estuviesen desasidas, así del hábito, celda,
libros, ú otras cosas que se las permiten á uso (en
las cuales suele cebar el demonio á algunos con
un asimiento y afición como si fueran proprias , y
con un alfiler y niñerías semejantes impide á veces
tan alto aprovechamiento, como si fueran grandes
tesoros); para evitar tantos inconvenientes,

JOV LA LEYEN ¡)A DE ORO. OCTUBRE, 15
folia la santa hacer que las trocasen y mudasen,
quitando con esto el asimiento y afición que del
uso de estas cosas se suele pegar al corazón. Trabajaba
siempre de manos , para ganar la comida
como pobre. No queria recibir por limosna joyas,
ni otros dones de estima. Dábala gran contento
cuando, estando en alguna fundación, la faltaba
algo de lo necesario , de comida , de cama , ó de
otra cosa. Estando en la de Alva , no tenian servilletas
, y queriendo las monjas enviárselas á pedir
á la fundadora de aquel monasterio , la santa
no lo consintió , para gozar de aquel privilegio : y
esto mismo la pasaba en mil ocasiones, y no queria
que sus monjas tuviesen mas alhajas do aquellas
que eran tan necesarias, que no se podian excusar
para acomodar la casa; y así dejaba el
monasterio ó iglesia que fundaba , con grandísima
pobreza, hasta que los de fuera por su devoción
se movian á darlas lo que tenian necesidad, en
lo cual mostraba bien , no solo su pobreza, sino su
fé. Confesaba la santa que por el bien de sus
monjas le habia dado el Señor á entender los
grandes bienes que hay en la santa pobreza , y
trataba de ella con gran gusto y estima: «Es un
bien (decia) el de la pobreza, que todos los bienes
del mundo encierra en sí, es un señorío grande
señorear todos los bienes del mundo. La verdadera
pobreza, tomada por solo Dios, trae consigo
una gran honra, no ha menester á nadie sino á él,
y luego tiene muchos amigos en no habiendo de
menester á nadie. Nuestras armas son la santa
pobreza: esta han de tener nuestras banderas, procurándola
guardar en la casa, en vestidos, en
palabras, y mucho mas en el pensamiento.» Queria
asimismo que sus casas y alhajas de ellas fuesen
pobres; y así en las que hacia, ponia cruces
de cañas y de palos toscos, sin labrar. Encargó
la pobreza y estrechura de los edificios de los monasterios,
así para los frailes, como para las monjas.
Parecíala gran monstruosidad ver gente pobre
y descalza en grandes edificios, y gran locura
(como ella decia) que las casas de gente descalza
hagan mucho ruido, cuando se hayan de caer el
dia del juicio.
19 Aumentaba al espíritu de pobreza el gran
amor y eslima que hizo déla penitencia y rigor.
Con estar cargada de enfermedades ( porque era
muy molestada del mal de corazón , del dolor de
ijada , y de perlesía , y de otros achaques , compañeros
de tantos duelos ; y sobre lodo , padeció
por espacio de cuarenta años graves enfermedades
, y continuos dolores, nacidos de tanto desconcierto
y desproporción que tenia en los humores),
jamás volvió las espaldas al rigor y penitencia
, ni perdonó al mal tratamiento de su carne;
porque en lugar de la cama regalada (que era bien
necesaria para sus enfermedades) dormia en una
poca de paja ; y esto , aunque la apretasen algunas
de las enfermedades dichas, y si no era muy grave,
apenas admitía colchón , ú otro regalo de lienzo.
Por mucho tiempo trajo tan áspero cilicio , que la
causaba en la carne muy lastimosas llagas , y este
pocas veces lo dejaba , cargada de años y de perlesía
, y otras enfermedades. Su túnica era siem-
pre de lana : sus vigilias eran continuas, en las
cuales se la pasaba la mayor parte , ó casi toda la
noche, en oración; porque su sueño era tan escaso,
que el reposo que daba al cuerpo enfermo y cansado
de tantos negocios , y á veces de largos caminos
, no excedía de tres horas, y á lo mas largo,
de cuatro. En el ayuno y abstinencia era tan rigurosa
, como en lo demás. Su comida ordinaria era
un huevo ó sardina , algunas legumbres , y otras
veces unas puches: y cuando sentía alguna necesidad
, su regalo era un poco de pan frito en aceite.
No bebía jamás vino : no comía carne , sino con
grave enfermedad , y esto habia de ser con estrecha
obediencia de sus confesores ; y entonces comía
un poco de carne : porque mas que esto la
parecia gran exceso y regalo. Y así, purgándose un
dia en Salamanca , la trajeron para comer de una
gallina : y aunque se lo rogaron mucho sus hijas,
diciéndola , que mas las edificaría comiendo de
ella , que no con la abstinencia que hacia ; no
pudieron alcanzar de ella que la comiese, mas
que un poco de carnero cocido. Guardó estrechamente
los ayunos de la orden , que son casi ocho
meses del año : pero de esto no me maravillo ;
porque estaba tan absorta en Dios , que no habia
pena , ni trabajo alguno , que así le hiciese perder
los estribos , como el haber de esforzarse á comer
alguna cosa : y lo que mas admira , es , que estando
acostada en la cama , cargada de dolores y
enfermedades, la vieron muchas veces , en tiempo
que la comunidad estaba en disciplina , levantarse
secretamente y hacer ella otro tanto en su
celda. Tratábase de ordinario , no como monja,
sino como ermitaña : no como enferma , sino como
robusta y sana : no como inocente y pura ( que
lo habia sido su alma de toda culpa grave , como
lo dijo el sumo pontífice que la canonizó , en la
bula de su canonización , y en las relaciones de la
sagrada Rota ), sino como si hubiera sido la mujer
mas profana y pecadora del mundo : y así en ninguna
cosa perdonaba el mal tratamiento de su
cuerpo. Decia muchas veces la santa , que daba
Dios gran gloria en premio de la penitencia que
acá se hace ; y que aunque no la hiciéramos sino
por imitar á Jesucristo , que no tuvo hora de descanso
en esta vida , no la habíamos de dejar.
20 Nacía este rigor tan raro de un grande
aborrecimiento que de sí tenia, fundado en un vivo
conocimiento de sus pecados y profundísima humildad
; porque estaba toda sumida en el abismo
de su nada , y tan enterada de las muchas ofensas
que habia hecho á Dios , y del gran castigo
que merecía . que por ella ninguna cósase la ofrecía
de trabajo ni de menosprecio , por grande que
fuese, que llegase á lo que ella sentia de sí: y así,
estaba tan baja y tan honda , que por mucho que
cavasen en ella con las injurias, oprobios y menosprecios
, no podian llegar al profundo donde ella estaba
sumida ; porque si la decían, que era engañadora,
ó mala mujer, ú otros testimonios semejantes
(que de estos no la faltaron muchos); aunque ella
por la bondad de Dios echaba de ver que no tenia
estas faltas; pero mirando sus pecados, la parecia
que virtualmente en haber ofendido á nuestro Se-

OCTUBRE , lo
ñor, había cometido toda maldad y pecado; y así
hallaba (á su parecer) en sí mucho mas mal, que el
que la atribuían : y por esta razón (que era la
que hacia á la sania tan humilde ) la parecia que
todos la tenian en cuanto mal podian imaginar
y decir de ella, y buscaba otras mil razones para
disculparlos, y para dar á entender que era verdad
todo cuanto de ella decían , y que lemán
razón en cualquier maltratamiento que la hacían.
Las honras la eran un dolor y carga intolerable; y
por esta causa senlia en el alma escribir las mercedes
y favores que el Señor la hacia , y mucho mas,
cuando sospechaba se habían de saber; y así dice
en el fin del libro de su Vida , que sintió mucho
mas escribir las mercedes que el Señoría hacia, que
sus pecados. Y por no ser conocida , ni tenida por
buena, pidió á nuestro Señor la quitase los arrobamientos
públicos , y costóla hartas lágrimas y
oraciones el alcanzarlo : y cuando se comenzó á
tener alguna noticia y estima de su virtud , trató
con grandes veras de irse del monasterio de la Encarnación
á otra casa de su orden , la mas remota
y apartada que hubiese, donde no fuese conocida,
ni nadie se acordase de ella : poro sus confesores
no se lo consintieron; porque Dios la tema guardada
para grandes cosas. Llegó ó tanto la pena
que la daba sospechar que se podian venir á
entender las mercedes que el Señor la hacía _ que
escogería anles que la enterraran viva, como ella
escribe en su Vida por estas palabras: «Cuando
pensaba que estas mercedes , que el Señor me
hace , se habian de venir á saber en público , era
tan excesivo el tormento, que me inquietaba mucho
el alma. Vino á términos, que considerándolo, de
mejor gana, me parece, me determinara á que
me enterraran viva : y así cuando me comenzaron
estos grandes recogimientos ó arrobamientos á no
poder mas resistirlos en público , quedaba yo después
tan corrida , que no quisiera parecer en
donde nadie me viera. Estando una vez muy fatigada
de esto , me dijo el Señor, que ¿qué temía
? que en esto no podía haber sino dos cosas, ó
que murmurasen de mí , ó que alabasen á él : dando
á entender que los que lo creían , lo alabarían
; y los que nó, era condenarme sin culpa : y
que ambas cosas era ganancia para mí ; que no
me fatigase. Mucho me sosegó esto, y me consuela
cuando se me acuerda. Vino á términos la tentación,
que me quería ir de este lugar, y morar en otro
monasterio muy mas encerrado que el en que yo
de presente estaba , que habia oído decir muchos
extremos do él. Era también de mi orden y muy
lejos; que esto es lo que á mí me consolara,
estar en donde no me conocieran ; y nunca me
dejó mi confesor.» Llegóá tener tanto gusto en el
propio desprecio , que decia , no habia para ella
música mas concertada y agradable, como cuando
la decian sus faltas , porque no solo queria ser
humilde sino también humillada de todos.
21 Cuando estaba en el coro , si se la ofrecia
alguna duda en el rezado , por muy pequeña que
fuese ( y á veces , aunque parecia que la sabia)
allí la preguntaba á las novicias y á las niñas del
monasterio , para mas humillarse. Y porque la pa-
Tmuo IV.
LA LEYENDA DE ORO. 10o
recia que todas las demás aprovechaban en el
servicio de Dios , y ella quedaba muy atrás , y
que no merecía servir á aquellas religiosas; en saliendo
del coro , iba secretamente á cogerlas los
mantos que allí dejaban. Fué siempre con esta
determinación de no excusarse , por culpada que
fuese. Gustaba de los oficios mas humildes , hallando
en ellos á Dios. De la cocina hacía oratorio,
y allí era para ella el Sanctus Sanclorum, donde
ofrecia sacrificios de alabanzas á su esposo, donde
ella trataba y conversaba con él, y él la visitaba
y regalaba dulcemente, no extrañándose del lugar
ni del oficio ; y así , entrando las religiosas á deshora
á la cocina , hallaban á la santa con la sartén
en la mano puesta sobre el fuego , y el corazón
abrasado en el de Dios , toda elevada y fuera de
sí , con un rostro muy hermoso y resplandeciente,
y la sartén tan fuertemente apretada , que no se
la podían sacar de la mano. En estos y en otros
oficios bajos y humildes , que era barrer y fregar,
se ocupaba muchas veces , y siempre se inclinaba
á lo que mas decia con su condición y virtud de
humildad , que era á lo mas vil y bajo : y si otras
barrían la casa, el claustro , las oficinas y celdas,
ella escogía barrer y limpiar las inmundicias del
corral , y otros lugares semejantes , y allí sentía
grandísima fragrancia de suavísimos olores. Acaecíala
muchas veces levantarse antes que las demás
ó coger la basura del convento , y cuando se ofrecia
hacer alguna obra , la primera que tomaba
la espuerta y la escoba , era la santa, y sacando
esfuerzo de su espíritu, vencía la flaqueza del cuerpo
y de sus enfermedades y (lo que era mas ) de
su condición natural. Y cuando por ¡as ocasiones
graves de los negocios . ó la demasiada flaqueza
del cuerpo , no la permitían hacer lo que las
otras ; porque no se la pasase día sin dar algún
ejemplo de humildad , cuando para otra cosa no
estaba , tomaba el candil para alumbrar á las
religiosas , cuando salían del coro , ó entraban á
otras lugares comunes, que suele ser oficio de las
mas nuevas en años y religión. Si veía alguna religiosa
que padeciese alguna enfermedad asquerosa
, ejercitando juntamente la mortificación y
humildad, se llegaba á ella, y la regalaba y besaba
las manos , y comia de lo que ella estaba comiendo,
y hacia otras demostraciones de su grande
amor , siendo naturalmente muy limpia y teniendo
estómago y condición natural muy contraria á
estas enfermedades.
22 Fué entre todos singularísimo el ejemplo
que dio esta bienaventurada santa de su humildad
, saliendo una vez al refectorio delante de toda
la comunidad, arrastrando por el suelo con pies y
manos, como suele andar una bestia, con un serón
de piedras encima de sus espaldas , con una
soga en la garganta, y una hermana que la llevaba
del diestro, diciendo públicamente sus faltas; significando
con esta figura y espectáculo de humildad
, su deseo de ser tenida por bestia, y la estima
y reputación que de sí tenia. Otra vez salió
cargada con unas aguaderas llenas de paja , diciendo
también sus culpas con grande humildad, y
con grande sentimiento y lágrimas de las que las
H

100 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBIIE, lo
oian. Solía lambien salir en medio del refectorio á
decir sus culpas, y pedia perdón á la priora y a
las monjas de las faltas que en aquel día babia
becho, como si fuera la menor de todas ellas : y
algunos dias comia en el suelo , estando las demás
sentadas á la mesa , dando con esto ejemplo
á sus monjas , y muestras claras de su grande humildad.
A estos actos heroicos do virtud añadiré
otro no menos levantado; y fué , que como la
santa era tan humilde, la parecía habia comenzado
á ser religiosa , y queriendo que las demás compañeras
suyas entendiesen esto, estando en Toledo,
pidió á su prelado (que era entonces el
P. Fr. Gerónimo de la Madre de Dios), que la
quitase el hábito , y la dejase andar sin él algunos
días, como si fuera seglar, y pretendiese el hábito,
y que se lo diese después, cuando á él le paieciese.
El prelado, viendo la devoción y humildad
con que lo pedia , condescendió con su petición, y
haciéndola quitar el hábito que ella traía, la dejó
por dos ó tres dias de esta manera; y entonces andaba
lasanta tan humilde como contenta. Después,
ai cabo de tres dias vino el prelado á darla el hábito
, y ella lo recibió con las mismas bendiciones
y ceremonias , como si aquel mismo día tomara el
hábito para novicia. Estaba con tanto espíritu,
mientras la decían las oraciones , que se quedó arrobada
en presencia de todas: y otro dia recibió el
velo con otro grande arrobamiento , quedando con
una extraña hermosura en el rostro , con que mostraba
claramente la que tenia en el alma, y cuan
de veras sentia lo que en lo exterior mostraba.
23 ¿Qué diré del encendido amor de Dios,
que tenia santa Teresa , sino que parecia igual á
aquel en que los serafines se abrasan, el que Dios
puso en esta santa virgen, que según las muestras
y finezas que en esta vida dio de él, no hallo en
la tierra con qué compararlo? Porque á la manera
que los serafines son lodos una llama y un
fuego vivo continuo , encendido y penetrativo; así
el amor de esta sania fué para con Diosen perseverancia
continuo , en fervor ardentísimo , y en la
fuerza muy penetrante : que estas son las propiedades
altísimas que san Dionisio Areopagita pone
en el amor de los serafines. Andaba siempre tan
encendida en amor, que hecho su corazón una
brasa , de continuo despedía de sí fuego y encendimiento
do amor, y toda andaba embebida y empapada
(si así se sufre decir) en Dios. Aquí tenia
siempre sus deseos : allí eran de continuo sus pensamientos;
y allí vivia: estas eran sus ansias: esta
era su comida, su sueño, su trato y conversación;
porque ardia de continuo en su corazón tan grande
afición, que la sacaba fuera de sí, y la robaba el
pecho , el amor, y el deseo , y do tal manera la
trasformaba en Dios, que andaba como si estuviera
en otra región , y las cosas de esta no la tocaran,
que no parece que estaba su alma donde tenia su
cuerpo. Los negocios y embarazos que se la ofrecían
, y lo que mas es, el comer, y beber , y todas
las demás cosas que la ocupaban y quitaban de
estarse absorta en Dios, gozando de su sabrosa
conversación , la era muy penoso. Y como el que
está inflamado con alguna calentura aborrece y
abomina cualquiera mantenimiento que lo ofrecen
por mas gustoso que sea , por razón del fuego y
mal que le abrasa ; así ella , por estar tan encendida
con el fuego del espíritu celeslial, no la arrastraba
cosa de la tierra , ni la daba gusto nada
de ella. Y á la manera que el fuego embiste con
su calor al agua , y la hace perder su frialdad , y
subir arriba con grande ímpetu y calor; así heria
el fuego divino con tanta violencia al corazón de
esta santa, que causaba en ella unos ímpetus de
Dios, y deseos de verle, tan excesivos, que la
hacian salir el alma de los sentidos, y á veces la
ponian en ocasión de salir también del cuerpo.
Eran estos ímpetusy deseos do ver á Dios, y la pena
de carecer de él tan grande , que (como ella confiesa)
la enajenaba de sentido; porque era una
manera de arrobamiento penal, que casi la quitaba
todos los pulsos, y la ponia tan en las puertas de
la muerte, que (como ella decia) creia que estas
ansias de Dios la habian de quitar la vida. Moría;
porque vivia: y no podia valerse con la vida, y
á su parecer hacia mucho en sufrirla; y así venia
á tener en el mayor deseo la muerte , y en la
mayor paciencia la vida. No podia sino pedir á
Dios la muerte , porque no hallaba remedio en la
vida.
24 Creció tanto el amor, y vino á ser el fuego
tan eminente, que llegó á hacer su alma tan una
con Dios, como lo son dos luces que entran en un
aposento por diferentes ventanas, ó como dos
aguas que, estando antes divididas, se vienen á
juntar en una; que son dos ejemplos do que ella
usa en sus libros : no porque se viene á hacer una
sustancia con Dios, sino un amor y un espíritu.
Tenia una invencible resolución de no dejar de
hacer cosa alguna que entendiese era mas perfección
y servicio de Dios, aunque fuese á costa de
su descanso , de su sangre y de su vida ; de suerte
que tenia por regla , no como quiera la voluntad y
gloría de Dios, sino aquello que entendía que era
mayor gloria y honra suya. En esto quiso hacer
de su virtud necesidad ; y para darle toda la perfección
á este modo de obrar tan divino y propio
á los ángeles que moran en el cielo, lo confirmó
con voto. Pues el amor que lauto pudo, sin duda
tiene gran fuerza, y es grandísimo el fuego que á
tan grandes cosas so extiende, y que tanta leña
consume y abrasa; porque aunque parece este voto
una simple promesa, es una determinación que
abraza en sí todo lo mas alto y apurado do la perfección
cristiana , que no es una sola cosa , ó pocas
cosas , ó fáciles para ser hechas, sino una muchedumbre
do dificultades sin número; porque
trae consigo una obligación á hacer siempre lo que
Dios manda en su ley , lo que su orden dispone en
su regla y constituciones, y á cumplir todo lo que
la razón dicla , lo que la justicia manda, y la fortaleza
pide, y la templanza y prudoncia y todas
las demás virtudes establecen y ordenan: y para
decirlo todo en una palabra , es negar lodos sus
propios gustos, por gustar solamente délo que
Dios gusla y quiere. Todo esto es lo que prometió
en este voto, y salió valerosamente con el cumplimiento
de él, ayudada del amor que tenia á Jesu

OCTUBRE, 13 LA LEYENDA DE ORO.
cristo, en quien (como decia san Pablo) todo la
era posible y hacedero.
2o La caridad que tenia la santa con los prójimos,
era cortada al molde de la caridad tan
abundante y encendida que tenia de Dios. Este
amor v deseo de la salud de las almas, la hizo ponerse
en tantos trabajos, y andar casi diez y seis
años cargada de dolores y enfermedades, peregrinando
por loda España con fríos , con aguas, con
calores grandes, para fundar monasterios, en que
recogidas muchas de ollas , como en otra arca de
Noó, fuesen salvas de los peligros del mundo. Y
aunque deseaba mucho que todas sirviesen á Dios;
cuando veia alguna persona de gran talento, ibase
á nuestro Señor con unas ansias que no se podia
valer , y con gran fervor le decia : Señor, mirad
que éste es bueno para nuestro amigo; pareciéndola
que una persona tal, siendo perfecta , haria
mas provecho que muchas ordinarias. Tenia un
gran cuidado de la salud y conversión de los pecadores;
y lo que mas pena la daba , era la caida
de los buenos. El multiplicarse las herejías, y necesidades
de la Iglesia , era una saeta que siempre
traia atravesada en el corazón , y un despertador
continuo de sus lágrimas, y unas espuelas
para hacer grandes penitencias. Así hizo en orden
al remedio de estos daños, y para satisfacción
de sus deseos , todo lo que pudo hacer según
su estado y su condición. Rasgabásela el corazón
á la santa de ver la tiranía con que el demonio trataba
y tenia oprimidas las almas de los herejes y
de otros pecadores , criadas para el cielo , y redimidas
con la sangre del mismo Dios, sin hallar
medio para su desengaño. Las noches casi las pasaba
en vela , orando , gimiendo , suspirando y suplicando
á Dios la hiciese merced de alumbrar
aquellas almas que tan lastimosamente estaban
engañadas. Mil vidas diera para remediar una alma
, y de cualquier gozo, aunque fuese muy espiritual
, se privara de muy buena gana por el aprovechamienlo
del prójimo. El fruto que hizo en las
almas, y conversiones admirables que por las
oraciones y medio do santa Teresa so hicieron,
pide una larga historia; porque fueron muchas y
por loda su vida : porque por loda ella la abrasó
el zolo de la casa y honra de Dios. Los trabajos
que pasó por sus prójimos fueron muchos; pero
muy pocos la parecían á su excesiva caridad , deseando
padecer mas y mas por Jesucristo nuestro
Redentor y sus redimidos. Este era su continuo
pensamiento , este su deseo , este el único consuelo
que tema en esta vida, y con que acallaba y entretenia
los grandes ímpetus y deseos que tenia de
morirse para ver á Dios. El padecer la hacia agradable
vida tan enojosa , y breve peregrinación tan
larga y prolija, y segura navegación tan peligrosa.
Por esto (como olro san Pablo) sufría y deseaba
el privarse, el tiempo que la vida la durase, de la
clara visión y abrazos dulces de su esposo Jesucristo
: y como no viviasino para padecer; así solo
esto la daba contento y satisfacción á su alma: y
solia decir , que para nada era buena esta vida
sino para padecer: para nada era corla y breve,
sino para trabajar. Por esto nunca cesaba de pe-
107
dir á Dios la diese trabajos , ni se cansaba de padecerlos.
No solo no la cansaban las tribulaciones
y trabajos, sino antes la eran particular alivio y
regalo, y lo que otros tienen por pena ó castigo,
lo tenia ella por deleite y premio de sus trabajos;
como se echó de ver en lo que ahora diré. Estando
la santa madre en Avila en los años postreros de
su edad, ofreciósela uno de los mayores traba]os
que en su vida habia pasado; y dijo entonces delanle
de una grande amiga suya con gran consuelo
y ternura : Con este trabajo , Señor, me pagáis todos
los que me habéis dado en mi vida. Con estas
palabras dijo mas de lo que yo aquí sabré declarar;
porque no solo dice en ellas el gusto grande
que tenia en el padecer, sino que tenia puesta en
esto la felicidad de la vida presente, como si Dios
no la hubiera criado sino para trabajos, teniendo
por corona y premio el padecer; porque estaba ya
su alma tan trasformada y connaturalizada en estos
deseos, que solía decir, que el padecer no
tenía necesidad de otro fin sino padecer; significando
la eslima que tenia de los trabajos y deleite
que habia en ellos. Tenia muy frecuentemente
en la boca y corazón estas palabras : Señor , ó morir
ó padecer. ¡ Gran indicio del sumo amor que á
Dios tenia; pues estimaba mas los trabajos pasados
por su amor que la misma vida 1 Había pedido
á Dios que nunca le faltasen dolores que atormentasen
y afligiesen su cuerpo: y cumplióla el
Señor estos deseos; porque ni la fallaron estos
mientras vivió, ni jamás las que la trataron la vieron
con salud; y si algún tiempo se la aliviaban sus
trab'ijos y enfermedades, era cuando se la ofrecía
alguna fundación. Por entonces suspendía Dios
nuestro Señor el padecer para mas padecer: y si
acaso se veia apretada de algún dolor, disimulaba
todo lo que podia para que las hermanas no lo
echasen de ver y la quisiesen impedir tan buenas
ocasiones y tan agradables para ella , cuanto llenas
de dificultades y trabajos.
26 No solo quiso probar el Señor á su sierva
en estos trabajos y dolores causados de sus enfermedades,
sino que para mayor premio y corona
de su paciencia, dio licencia al demonio para que
la atormentase en su cuerpo, y emplease su malicia
y fuerzas para vencer á la santa , estando él
á la mira de todo , como en otro tiempo hizo con
el santo Job. Y como de ordinario por medio de
la oración ó intercesión de la santa sacaba Dios á
alguna alma de pecado, y por el consiguiente de
la servidumbre del demonio; luego se vengaba de
la santa madre, y la atormentaba cruelmente.
Entre otras una vez la apretó con tan terribles dolores,
y tanto desasosiego interior y exterior, que
la hacia estar dando grandes golpes con todo el
cuerpo, brazos y cabeza , que parecia se quería
deshacer y despedazar; pero ella entre tanto estaba
pidiendo á nuestro Señor paciencia y ofreciéndose
, como solia , á padecer y sufrir, si fuera voluntad
suya, aquel trabajo y fatiga hasta el día
del juicio, ó hasta cuando fuese su santísima voluntad.
Después de haber padecido por espacio
de cinco horas, echó de ver al malhechor y causador
de su daño; porque vio cabe sí un negrillo

108 LA LEYENDA DE ORO
muy feo, mostrando gran regaño, porque donde
pretendió ganar habia salido con pérdida. La bienaventurada
santa con gran serenidad de ánimo,
echando un poco de agua bendita hacia donde estaba
, le lanzó de allí. Otra vez el demonio con
furor y rabia infernal tomó una hacha de cera , y
la dio con ella tan grandes golpes , que la dejó medio
muerta , y muy desfigurada en el rostro; y tuvo
con él otras muchas refriegas, que en ellas la
apretaba y afligia con trabajos exteriores de visiones,
amenazas, golpes y otros tormentos: y así
la oyeron decir algunas veces que el demonio la
afligía mucho con trabajos exteriores; pero ella
triunfaba de él con humildad y paciencia.
27 Sufrió también de los hombres muchos
malos tratamientos é injurias, con grande paz y
gozo de su espíritu. En la fundación de Burgos,
porque nunca la fallasen trabajos que padecer,
estando en una iglesia el jueves santo , queriendo
pasar unos hombres por donde ella estaba; como
la santa no lo advirtiese, y por esto no se levantase
tan presto para darles lugar, pensando que no
hacia caso de ellos, ni les queria dar paso , viendo
el manto humilde y desechado que traia , pensaron
que debía de ser alguna mujercilla de condición
semejante al vestido: diéronla de coces para
echarla á la otra parte; y con ellas la derribaron
en el suelo. Cuando su compañera Ana de San
Bartolomé acudió para ayudarla á levantar , hallóla
con mucha risa y contento de lo que habia
pasado. Con el mismo contento y alegría sufrió
unos chapinazos que la dio una mujer, estando en
la fundación Je Toledo, oyendo misa en la iglesia
de San Clemente. Estando en Sevilla, la levantó
un sacerdoiegrandes testimonios, y andaba el negocio
de manera , que casi todo lo mas principal
de Sevilla estaba con grandes preñeces, esperando
que cada dia habían de llevará las pobres monjas
á la Inquisición. Viniendo un dia el P. Fr. Gerónimo
de la Madre de Dios (que ya estaba en Sevilla)
á visitar á la santa madre , vio en la calle
muchos caballos y muías : y sabiendo que eran de
los señores inquisidores y ministros (que estaban
en el monasterio para averiguar la verdad de este
caso , y el clérigo á una esquina esperando cuando
las habían de llevar presas), dióle gran miedo y
turbación: y llegando ó hablar con la santa, hallóla
muy alegre y contenta, esperando si por
ventura se la ofeciera alguna afrenta que padecer;
que de cualquier trabajo ó infamia, como ella no
tuviese culpa , gustaba como si fuera la cosa mas
dulce y sabrosa del mundo: pero viendo tan afligido
y turbado al padre , díjole que no tuviese pena
; que Dios queria mucho la honra de sus siervas,
y no consentiría en ella tal mancha ni afrenta:
que ya nuestro Señor la habia dicho en la oración
que no temiese , que todo seria nada ; y que los
que pretendían oscurecer la verdad , no saldrían
con su intento: y así fué; porque aclararon los
señores inquisidores la verdad , y dieron muy gran
reprensión al clérigo : y para certificarse mas del
espíritu y manera de proceder en la oración de la
santa, acudieron al padre Bodrigo Alvarez, varon
muy espiritual de la Compañía de Jesús, á
OCTUBRE,15
quien la santa madre dio una relación por escrit 0
de su vida; y él la aprobó y mostró á los inquisidores:
y con esto cesó el alboroto , y por este medio
vino á ser mas conocida y estimada la virtud
y santidad de la santa y sus monjas.
28 Conformo al excesivo amor que tenia á
Dios santa Teresa, la sublimó el mismo Señor á
un tan alto modo de oración , que mas parecía de
ángel que habitaba en los cielos, que de persona
que vivia en este destierro y valle de miserias, y
nadie la pudiera dar á entender sino ella misma,
en aquellos libros admirables que escribió para enseñanza
de muchos y admiración de todos, escogiéndola
Dios para doctora y maestra de oración y
espíritu. Fueron grandes y muy frecuentes los arrobamientos
y visiones, hablas interiores y revelaciones
, sabiduría infusa, don de profecía, y
otros grandes favores que la divina Majestad comunicó
á esta santa virgen. Muchas veces fué vista
levantada de tierra , y toda absorta en Dios, y que
el rostro tenia lleno de resplandores, como otro
Moisés, que alumbraban los aposentos oscuros.
Los que la comulgaban, la solian ver con el rostro
todo resplandeciente. Con los mismos resplandores
la vieron muchos cuando escribía los libros
admirables que compuso. Otra vez, estando en
capitulo con sus monjas , echaba tantos rayos de
sí, que ilustraba todo el capitulo. A los principios,
andando con grande temor de ser engañada, la
aparecieron los bienaventurados apóstoles san Pedro
y san Pablo en el mismo dia, y la prometieron
no seria engañada del demonio: ello se cumplió
a ;
í; pues con haber tenido tantas cosas de Dios y
tan extraordinarias, jamás el demonio la pudo engañar.
Supo la muerte de aquel admirable varón
y gran siervo de Dios, san Pedro de Alcántara , un
año antes que sucediese. Bevelóla nuestro Señor
algunas veces que habia de morir de repente doña
María de Cepeda, su hermana: díjoloa su confesor,
y con su licencia fué á una aldea donde estaba su
hermana , y sin decirla nada de lo que habia visto,
la comenzó á disponer para que se confesase á menudo,
y se aparejase para cuando el Señor la llamase.
Murió al cabo de cuatro años de repente, y
dentro de pocos dias la vio salir del purgatorio.
29 Mas de veinte años antes que sucediese en
Portugal la muerte del rey don Sebastian, y de
tanta nobleza de aquel reino , como murió en África
, vio la santa un ángel con una espada muy
sangrienta sobre el mismo reino de Portugal; dándola
á entender la mucha sangre que de él se derramaría
: y al cabo de estos años, estando ella
alligiéndose delante de nuestro Señor de tan grande
pérdida do un rey y de tanta gente, la dijo
nuestro Señor: Si yo los halló dispuestos para
traerlos á mí; ¿de qué te fatigas tú? Vio también el
mismo ángel con la espada desnuda y sangrienta
sobre el reino de Francia , y dióla el Señor á entender
la ira que entonces tenia con aquel reino,
y profetizó las herejías que se habian de levantar.
30 Vio de algunas religiones grandes proezas
que liando hacer en tiempos venideros en servicio
de la Iglesia, como ella largamente escribe en el
capítulo 38 de su Vida. Revelóla nuestro Señor

OCTünUE , lo
LA LEYENDA DE ORO. 109
que verla muy adelante en sus dias la orden de la
Virgen , que ella habia reformado , por estas palabras:
«Esfuérzate; pues ves lo que te ayudo : be
querido que ganes tú esta corona : en tus dias verás
muy adelante la orden de la Virgen. Esto entendí
del Señor mediado febrero, año de 1571.»
Consolóse mucho la santa madre: lo uno con esta
corona que el Señor, la ofrecia ; y lo otro, con ver
que el sumo Pontífice del cielo, Cristo nuestro Redentor,
confirmaba con estas palabras el título
que sus vicarios en la tierra habían declarado con
la autoridad apostólica en favor de su religión,
contra muchos émulos que á los principios que esta
orden vino á Europa (envidiosos de tan glorioso
renombre) procuraban contradecir el título tan
ilustre que tiene desde el tiempo de la primitiva
Iglesia, de religión de la Virgen María del Monte
Carmelo. Vio cumplida la santa madre Teresa en
sus dias esta profecía ; pues antes que muriese
dejó aumentada su religión en gran número de
monasterios, y sugetos, y (lo que es mas de estimar)
en grados de perfección : y para mayor consuelo
suyo la mostró nuestro Señor, no solamente
lo que habia de ser de esta nueva planta en su
vida , sino también el crecimiento que tendría después
de muerta, y el fruto grande que haria en
los tiempos venideros en la Iglesia, como ella escribe
en su Vida por estas palabras :«Estando otra
vez rezando cerca del santísimo Sacramento , aparecióme
un santo , cuya orden ha estado algo caída:
tenia en las manos un libro grande: abrióle;
y díjome que leyese unas letras, que eran grandes
y muy legibles; y decian así: En los tiempos advenideros
florecerá esta orden , y habrá muchos
mártires. Otra vez, estando en maitines en el coro,
se me representaron y pusieron delante seis ó
siete, me parece serian de esta misma orden, con
espadas en las manos : pienso que se da en esto á
entender, han de defender lafé; porque otra vez,
estando en oración , se arrebató el espíritu : parecióme
estar en un gran campo donde se combatían
muchos; y estos de esta orden peleaban
libre, y los que la perseguían ahogados y vencidos.
31 Tuvo también revelación de la religión de
la Compañía de Jesús, y lo dejó escrito de su propia
mano en el libro que se guarda en San Lorenzo
del Escorial, donde dice: «De los de la
orden de este padre, que es la Compañía de
Jesús, y de toda la orden junta he visto grandes
cosas: vílos en el cielo con banderas blancas en las
manos algunas veces, y como digo , otras cosas de
grande admiración : y así tengo esta orden en gran
veneración; porque los he tratado mucho , y veo
conforme su vida con loque el Señor me ha dado
de ellos á entender.» Y estando ella maravillada y
contenta por la mucha devoción que tenia á esta
religión, la dijo nuestro señor Jesucristo: Pues si
tú supieses cuanto han de ayudar estos á la Iglesia
en los tiempos venideros. Esta visión dice ella que
vio algunas veces: y aunque en la Vida que se imprimió
no se declara el nombre de la religión , está
declarado en el libro que ella escribió, y en los
demás que andan de mano. Las palabras que la
dijo nuestro Señor, puso después mas adelante en
el capítulo 10 , sin el nombre de la religión; pero
es cosa ciertísima y sabida de su boca , todo lo que
se ha dicho, como lo testifica el padre doctor Francisco
de Ribera. En otra parte dice: «Estando en
un colegio de la Compañía de Jesús, y estando
comulgándolos hermanos de aquella casa, vi un
palio muy rico sobre sus cabezas: esto vi dos veces;
cuando otras peronas comulgaban , no lo veía.»
Do la misma religión de la Compañía de Jesús,
advierten algunos escritores de su vida que habla
la santa , cuando dice en el capítulo 10 de su Vida:
«Estando una vez en oración con mucho recogimiento,
suavidad y quietud , parecíame estar rodeada
de ángeles y muy cerca de Dios: comencé
á suplicar á su Majestad por la Iglesia : dióseme á
entender el gran provecho que ha de hacer una
orden en los tiempos postreros, y la fortaleza con
que los de ella han de sustentar la fó.»
con gran fervor: tenían los rostros hermosos y muy 32 Conoció también por revelación que su
encendidos, y echaban muchos en el suelo venci­ confesor, aquel divino varón, el padre Baltasar
dos , otros mataban : parecíame esta gran batalla Alvarez, de la Compañía de Jesús, se habia de
contra los herejes.» Calló la santa madre el nom­ salvar, y la mostró Dios nuestro Señor un emibre
de su religión por algunos honestos fines; pero nente lugar que habla de tener en el cielo : y aña­
es cierto, como se supo de la misma santa Teresa, dió que aquel padre habia llegado en la tierra á
que hablaba de la nueva reforma que ella fundó. tan alto grado de perfección , que no vivía en aquel
A mas de esta profecía de su religión , la dijo otra tiempo quien le tuviese tan alto, y que según
vez nuestro Señor, no se desharía la nueva refor­ aquel grado de perfección se le habían de dar los
ma de los descalzos , que entonces estaban muy grados de gloria en el cielo, y que él excedia en
perseguidos, sino que antes irian creciendo. Es­ perfección á lodos los que habia entonces vivos en
tando en la fundación de Spgovia, la reveló nues­ el mundo. Supo también la muerte de cuarenta
tro Señor por medio de san Alberto, santo de su padres y hermanos de la Compañía de Jesús que
orden , la separación de los descalzos y de los pa­ iban al Brasil, y los mataron los herejes. Iba entre
dres calzados. Cuatro años antes que se acabasen ellos un devoto de la santa madre : y luego que los
las persecuciones y trabajos que los religiosos des­ tomaron, dijo al padre Baltasar Alvarez , su concalzos
padecían , que fueron grandísimos, vio un fesor, que los había visto con coronas de mártires
mar muy grande y muy alterado de persecuciones, en el cielo. Después vino á España la nueva del
y con esta visión la dio el Señor á entender que martirio y dichosa suerte de estos religiosos. Del
como los egipcios se habían hundido en el mar, padre maestro fray Pedro Ibañez, religioso de la
cuando iban persiguiendo los hijos de Israel, y el orden de Santo Domingo, y confesor que habia
pueblo de Dios pasó libre; así su orden quedaría sido mucho tiempo de la santa madre, con haber
muerto treinta y cinco leguas de donde la santa

110 LA LEYENDA DE ORO
estaba, la reveló Dios luego su muerte, y como
habia ido al cielo sin pasar por el purgatorio.
33 Tuvo santa Teresa singular devoción con
el santísimo Sacramento: la cual se la pagaba
bien nuestro Señor en darla de ordinario al tiempo
de la comunión grandes raptos, y en ellos luz de
muchas verdades, revelaciones de grandes misterios
y visiones muy subidas; porque de ordinario
esperaba el Señor este tiempo para hacerla estas
mercedes. Vio muchas veces en la hostia consagrada
a! mismo Cristo, unas resucitado, otras
puesto en cruz , y otras coronado de espinas y de
otras maneras; pero siempre con tan grande majestad,
que la causaba temor y reverencia. Hacia
este sacramento grandes efectos en su alma : porque
á la manera que saliendo el sol huyen las tinieblas
y se deshacen los nublados; así, en llegando
á comulgar cesaban las tentaciones y aflicciones,
oscuridades y aprietos que en el espíritu padecia.
Entonces no parecia que la quedaba de mujer sino
sola la figura de haberlo sido, porque el alma, las
potencias, los deseos y afectos, y todo lo que en
ella había, parece se la arrancaban para unirse y
transformarse en Dios, con que quedaba toda enajenada
y absorta. Este era el tiempo cuando el
cuerpo también en compañía del alma se levantaba
de la tierra, y parece queria él también salir
de este mundo. Con llegar á comulgar con un color
de tierra en el rostro , como quien estaba tan enferma,
y era tan penitente; luego que recibia el
santísimo Sacramento, como si la envistieran con
algún rayo grande de fuego y de luz, y ella fuera
de cristal, se la ponia el rostro hermosísimo , de
color rosado que parecia transparente, y quedaba
con una gravedad y majestad tan grande, que mostraba
bien el huésped que tenia consigo. Quedaba
con este bocado del cielo, no solo el alma, sino
también el cuerpo bueno de sus enfermedades.
Comulgando un día de Ramos, cuando tomó en la
boca el santísimo Sacramento, antes que lo pasase
, quedó con gran suspensión : de la cual como
volviese al cabo de un rato , la pareció verdaderamente
tenia toda la boca llena de sangre, y
asimismo que todo su rostro y toda ella estaba bañada
en la misma sangre, y tan caliente , como si
entonces se acabara de derramar. Era excesiva la
suavidad que con este baño sentia, y díjola el Señor:
Hija, yo quiero que mi sangre te aproveche;
y no hayas miedo que te falle mi misericordia. Yo
la derramé con muchos dolores; y tú la gozas con
grande deleite como ves. Otro dia, estando en
Sevilla, acabando de comulgar, sintió poruña
manera de visión delicada , que su alma se hacia
una misma cosa con el cuerpo del Señor, á quien
también vio entonces, y quedó de esta visión con
grandes efectos en su alma y grande aprovechamiento
en el amor y en las demás virtudes. Estando
la santa en la capilla de Santo Domingo del
convento de Santa Cruz de Segovia, donde el
santo estuvo, vio al santo que la estaba acompañando
á su lado, y después al tiempo de la comunión
vio ó Cristo nuestro Señor á su mano derecha
, y á santo Domingo á la izquierda, como
antes; y volviéndose la santa á hacer reverencia á
OCTUBRE , la
nuestro Señor, la dijo: Huélgate con mi amigo; y
con esto desapareció, quedando en su compañía
santo Domingo. Acabada la misa , la dijo su confesor
que si queria gozar de aquella compañía , se
fuese á tener oración á la capillila mas pequeña,
donde estaba un santo Domingo de bulto. Hízolo
así la santa madre , y después de haber estado allí
postrada un cuarto de hora , se levantó , y dijo á
su confesor como santo Domingo habia estado
grande rato con ella , y que la dijo : Gran gozo ha
sido para mí que tú hayas venido á esta capilla;
y tú no has perdido nada: y luego la comunicó los
grandes trabajos que en su vida pasó allí con los
demonios , y las mercedes que de Dios había allí
recibido en la oración. Y preguntándole la santa,
por qué se le aparecia siempre á la mano izquierda
; respondió: Porque la mano derecha es
de mi Señor.
34 Infundió también Dios ó santa Teresa una
sabiduría divina casi de repente : porque como
ella antes fuese muy ruda é inhábil , no solo
para decir las cosas espirituales , sino también para
entenderlas ; en brevísimo tiempo ¡a dio el Señor
tan gran luz y tanta inteligencia de las cosas sobrenaturales
y divinas , cual grandes teólogos con
muchos años de estudio no pudieran alcanzar. Espantábase
la santa madre de esta mudanza y admirábanse
también sus confesores , como que entonces
no descubrían los fines que Dios en esto
tenia ; porque como la habia escogido para maestra
y doctora de espíritu , no era mucho se mostrase
tan liberal y magnífico . no solamente en darla
en tan subido grado esta penetración de misterios
y conocimiento de cosas altísimas, sino también
( por ventura era mayor gracia ) palabras y estilo
, para declarar lo que de suyo es , por su
alteza é incomprensibilidad . tan secreto y oculto.
Clara señal es de esta sabiduría infusa los
admirables libros que escribió por revelación
que de ellos tuvo ; pero esta no bastara : porque
en cosa ninguna se guiaba por sola la revelación,
si juntamente no se lo hubieran mandado sus confesores.
Del libro de su Vida dice en el prólogo de
él: «Yo hago esta relación , que mis confesores me
mandan : y aun el Señor sé yo lo quiere muchos
días há , sino que yo no me he atrevido.» Del libro
de las Fundaciones la mandó nuestro Señor expresamente
que lo escribiese , como ella lo refiero
en las adiciones de su Vida. El do las Moradas escribió
, dándola el Señor la materia , la traza y el
nombre para el libro. Y como Dios la mandó que
escribiese estos libros, así, parece, quiso mostrar ser
el autor de ellos; porque el modo con que la santa
madre los escribió , muestra no ser ella mas que
un instrumento suyo y que no ponia de su casa
mas que la mano y pluma. Muchas veces , estando
escribiendo estos libros , se quedaba en arrobamiento
; y cuando volvia de él, hallaba algunas
cosas escritas desulelra. pero no por su mano.
Estaba con la pluma en la mano , y con un resplandor
en el rostro notable , que no parece sino
que la luz del alma se transfiguraba en el cuerpo.
Tenia el alma absorla en Dios , tanto, que aunque
hubiese mucho ruido en su celda , ni la perturba-

OCTUBRE , 15 LA LEYENDA DE ORO. 111
ba , ni lo sentia. Escribia , eslando llena de ocupaciones
y cuidados de lautas casas que gobernaba,
acudiendo al coro con la punlualidad que las demás.
Escribia con gran presteza y velocidad ; pero
¡ qué maravilla , pues (como David dice), su pluma
era movida por aquel escribano velocísimo I
No parecia sino que tenia un molde en su entendimiento
, de donde salían las palabras tan medidas
y amoldadas con lo que había do decir , que
con escribir tantos pliegos jamás se paró á pedir
cosa de las que había de escribir; porque la dictaba
el Espíritu con tanta abundancia , que si tuviera
muchas manos , á todas diera que hacer , y
las cansara , sin que la fallara materia. Por todo
esto merece la calificación que la da la Iglesia en
la oración del oficio de esta santa , en las lecciones
de maitines, y en la bula de su canonización, llamándola
«celestial; » y los auditores de Rota dijeron
, que es doctora y maestra , que Dios preparó
para su Iglesia , y que escribió clara y ordenadamente
lo que los santos habian escrito, sin tanta
distinción y de paso , en cosas místicas.
35 Quiso Dios premiar tantos trabajos y heroicas
virtudes de santa Teresa , y coronar los
grandes favores y dones divinos que en ella habia
puesto , con una dichosísima muerte , que fué entre
sus hijas en el convento de las Carmelitas descalzas
de Alva , adonde llegó, viniendo de Burgos,
muy fatigada : cayó luego mala : estuvo todo un
dia y una noche embebida y toda trasportada en
oración , donde entendió de nuestro Señor que se la
acercaba la hora de su descanso; que aunque mas
habia de ocho años la había revelado el Señor el año
en que habia do morir, y lo traia escrito en cifra en
su breviario, y se lo habia dicho así al padre Mariano,
y de algunas hijas suyas enSegovia se habia despedido,
diciendo no las veria mas en esta vida, y que
se acercaba su partida , y así lo tenian muy entendido
casi todas las monjas de aquella casa ; pero
el dia puntual en esta ocasión se lo reveló nuestro
Señor. Hubo también algunas señales de su muerte:
algunas religiosas de aquel monasterio habian visto
algunas veces una estrella muy grande y resplandeciente
encima de la iglesia : otra vio , entro las
ocho y las nueve de la mañana, pasar junto á la
ventana de su celda , donde después murió la santa
madre , un rayo de color de cristal muy hermoso
: otra, dos luces resplandecientes en la ventana
de la misma celda ; y aquel mismo verano , antes
que la santa madre viniese á Alva , estando las
religiosas en oración oian un gemido muy pequeño
y agradable cabe sí , y eran tantas las cosas y
señales que se veian , que las monjas andaban con
grande temor de algún prodigioso suceso de la
orden.
36 Recibió santa Teresa todos los sacramentos:
y así como llegó el santísimo Sacramento, con estar
en esto tiempo tan calda y mortal, que no se podia
rodearen la cama, sino era ayudada de dos religiosas:
se sentó con muchahgereza y fervor sobre ella sin
ayudado nadie; y eran tan grandes los ímpetus que
el amor la causaba, que parecia so quería echar de
la cama á recibir á tal Majestad. Púsosela el rostro
tan grave , tan encendido y resplandeciente,
que no se dejaba mirar. Estaba venerable y hermosa
, muy desemejante á la edad que tenia , y
como si fuera mucho mas moza ; y puestas las manos
, y abrasado en amor su espíritu , lleno el rostro
de alegría, comenzó aquel blanquísimo cisne
á cantaral linde su vida con mayor dulzura y suavidad
, que en toda ella lo había hecho , regalándose
tiernamente con su esposo. El dia que murió
, á las siete de la mañana se echó de un lado,
á la manera que pintan á la Magdalena , con un
crucifijo en la mano (que tuvo siempre , hasta
que se lequilaron, para enterrarla), el rostro muy
encendido, y con grandísimo sosiego v quietud se
quedó absorta toda en Dios y enajenada toda con
la novedad de lo que se la comenzaba á descubrir
, y alegre con la posesión , que casi comenzaba
ya á gozar , de lo que tanto tema deseado. Estuvo
de esta manera , sin mover pié , ni mano , por espacio
de catorce horas , que fué hasta las nueve
de la noche de aquel mismo dia.
37 En este tiempo la venerable Ana de San
Bartolomé , perpetua compañera de la santa , y
muy parecida en su espíritu , vio á los pies de la
rama á Cristo nuestro Redentor con gran resplandor
, acompañado de infinitos ángeles, que aguardaba
el alma de la santa madre , para llevarla á
su gloria. También asistieron á su cabecera los diez
mil mártires , porque ellos se lo habían ofrecido
muchos años habia en un arrobamiento que tuvo,
después de haberles celebrado su fiesta : y volviendo
de él , como la preguntase la condesa
de Osorno (que era una señora muy devota y
grande amiga suya ) qué habia sentido ; la dijo,
que la habian aparecido los diez mil mártires , y
la habían prometido de acompañarla á la hora de
su muerte y llevarla á gozar de Dios. Y así la enfermera
, que curaba á la santa, que se llamaba
Catalina de la Concepción (que murió cumplido
un año que la santa madre salió de este mundo,
que era una monja de singular caridad y espíritu),
estando sentada en una ventana baja , que salia
al claustro, en la misma celda de la santa; aquella
noche que espiró , oyó un gran ruido , como de
gente que venia muy regocijada , y vio que pasaban
por el claustro muchas personas resplandecientes
, vestidas de blanco , y entraron todas en
la misma celda , donde estaba la santa madre enferma
, con grandes demostraciones de contonto ;
Y era tanta la muchedumbre de aquella dichosa
compañía , que con estar todas las religiosas de
aquel convento en la celda , no se parecia ninguna.
Llegaron todas las monjas á la cama , donde
estaba la santa , y á ese punto, dice , que espiró,
que fué á las nueve de la noche. Esta fué la hora
en que salió aquella bienaventurada alma de la
cárcel do su cuerpo , y estos sagrados santos , en
compañía de los ángeles, hicieron su oficio de llevarla
honrada y acompañada al descanso eterno
de la gloria , que con tantos trabajos tenia merecido
, viviendo acá en el suelo. A la hora que la
santa madre espiró , vio una religiosa salir por su
boca una como paloma blanca: otra vio á este mismo
tiempo una estrella de gran resplandor sobre la
torre y campanario do la iglesia ; y otras vieron

112 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 1 5
cosas maravillosas , con las cuales daba el Señor
por md resquicios muestras de la gloria y felicidad
de que gozaba. Aquella misma noche que murió
la santa, un árbol seco , que estaba en frente de
su aposento , refloreció de repente , regocijándose
cielo y tierra con la gloria de esta sierva de Dios.
38 Fué tan grande el ímpetu de su espíritu en
aquel último arrobamiento , que no pudo sufrir el
cuerpo la fuerza del amor con que el alma se iba
para su Criador; de suerte, que mas murió de amor
de Dios, que de la enfermedad : y así lo reveló después
de muerta santa Teresa ó algunas personas,
que en su muerte habia tenido un grande ímpetu
de amor de nuestro Señor , con que se salió su alma.
Fué el dia de su glorioso tránsito jueves , entre
las nueve y diez de la noche, á 4 del mes do
octubre del año de 1582 , día del glorioso y bienaventurado
san Francisco , de quien la santa era
muy devota. Fué el año en que se enmendaron
los tiempos quitando los diez días que andaban
de sobra y adelantados; y asi al dia siguiente se
contaron 15 de octubre , siendo pontífice Gregorio
XIII, de gloriosa memoria , y reinando en España
el rey católico y prudente don Felipe , II de
este nombre. Murió de sesenta y siete años , seis
meses y siete dias , habiendo vivido en la religión
cuarenta y siete años : los veinte y siete en la Encarnación
; y los veinte postreros en la penitencia,
y observancia de la primera regla que ella restituyó
: la cual fué el Señor servido que viese , antes
que muriese , muy acrecentada y con prelados propios
, y vio cumplida la profecía que el Señor
antes la había hecho.
39 Era la santa madre de muy buena estatura
: en su mocedad hermosa ; después de vieja,
de muy buen parecer : el cuerpo abultado y muy
blanco : el rostro redondo y lleno, de muy buen lamaño
y proporción : el color blanco y encarnado;
y cuando estaba en oración se encendía y poma
hermosísima , y en todo el demás tiempo le tenia
muy apacible: el cabello negro y crespo : la frente
ancha y hermosa : los ojos negros, vivos y graciosos
, y por otra parte muy graves : las cejas algo
gruesas y llenas : la nariz pequeña , la punta algo
redonda y un poco inclinada para abajo : la boca
de buen tamaño , y bien proporcionada con el rostro
: tenia en él tres lunares , que caían al lado izquierdo
, que la daban mucha gracia , uno mas
abajo de la mitad de la nariz, olro entre la nariz y
la boca , y otro debajo de la boca. En todo su
semblante era tan amable y apacible , que á todas
las personas que la miraban , era comunmente
muy agradable. De los ojos y frente parecia algunas
veces que la salían como rayos de resplandor
y luz , que la hacían respetar á los que la miraban.
40 Acabando de espirar, quedó su rostro
hermoso en gran manera , blanco como el alabastro,
sin ruga ninguna; aunque solía tener hartas
por ser vieja: las manos y los pies con la misma
blancura, todas transparentes, que se podian mirar
en ellas como en un espejo, y tan tratables
y tan suaves al tacto, como si estuviera viva.
Todos sus miembros quedaron hermoseados con
manifiestas señales de la inocencia y santidad que
en ellos había conservado. Fué tan grande la
fragrancia del olor que salia de su santo cuerpo al
tiempo que la vestian y aderezaban para enterrarla,
que trascendía por toda la casa , y era de
suerte, que las religiosas no podian discernir, á
qué olor de los de acá de la tierra se pareciese;
porque verdaderamente era olor del cielo , y de
rato en rato parecia que venían nuevas olas con
nueva suavidad y fragrancia de olor , y era tanta
la fuerza y demasía de él, que fué necesario abrir
las ventanas para poderlo sufrir. Quedó este olor
no solo en la enfermería , cama , ropa , y vestiduras
de la santa madre , sino en todas las demás
cosas que ella, estando enferma, tocó, como en los
platos , y aun en el agua con que los lavaban. Habia
entonces allí una hermana, gran sierva de Dios,
que carecia del sentido del olfato : estaba desconsolada,
porque no podía participar de aquella
suavidad de olor que las demás decían que sentían;
y llegando á besar sus santos pies, y abrazada
con ellos , comenzó á sentir su olor , y cobró
desde entonces el sentido del olfato, y duróla en
las manos la misma fragrancia mucho tiempo , de
suerte, que aunque se lavaba muchas veces, no
la perdía. Había otra religiosa, que habia mucho
tiempo que tenia un grande dolor en un ojo , y
llegándose á los pies de la santa madre, al punto
sanó, y dando voces, publicó la misericordia que
el Señoría habia hecho. Otra religiosa, llamada
Isabel de la Cruz , traía de ordinario gran dolor
de cabeza , que había mas de cuatro años que le
tenia , y los ojos tan malos, que si no los apretaba
con la mano , no podia andar, ni ver la luz , y
cuando la santa quiso espirar, tomó sus manos, y
metió los dedos de ellas en sus ojos, y púsolas
también sobre su cabeza; y nunca mas de allí
adelante sintió dolores do cabeza, y quedó con
clara vista en los ojos. Otros muchos milagros y
maravillas obró nuestro Señor en la muerte de su
sierva , acudiendo todos á venerar su santo cuerpo
, y pedir remedio de sus necesidades.
41 Después que santa Teresa partió de este
mundo , ha aparecido á algunos religiosos y á muchas
religiosas de monasterios y otras personas seglares
, con gran resplandor y hermosura, en demostración
de la mucha gloria que goza. Una
religiosa, que entonces era prelada, vio á la santa
madre con gran gloria, y que la salian de la boca,
corazón y ojos , unos rayos do luz muy grandes,
que llegaban hasta Dios, y particularmente con
una cinta que la ceñía y trababa con Dios, y
parecióla que la dijo la santa madre, que aquella
cinta significaba el premio que el Señor la habia
dado, por la pureza y deseo del aprovechamiento
de las almas. Otra religiosa la vio con grandísima
gloria, muy adornada do piedras y perlas muy
ricas, y la fué diciendo lo que significaba cada ornato
de aquellos de que venia vestida. Ha mostrado
bien la santa madre con las obras lo que
en su vida prometió muchas veces, que después
de muerta había de ayudar mucho mas á la religión:
porque en vida solamente estaba en un monasterio
; pero después de muerta acudiría á las

OCTUliRE , 15
42 A una religiosa de mucho espíritu con
mucha eficacia la dijo, que avisase al provincial,
que en ninguna manera se haga caso de visiones,
ni revelaciones, porque, aunque hay algunas verdaderas,
hay muchas falsas y mentirosas; y es
trabajosísima y peligrosa cosa sacar verdades ciertas
de entro las mentiras: y cuanto mas caso se
hace de esto , tanto mas se va desviando de la fé,
que es la virtud cierta y segura; y los hombres son
tan amigos de ellas, que santifican el alma que
las tiene: lo cual es negar el orden que Dios tiene
puesto para la justificación de una alma , que es
por medio de las virtudes y cumplimiento de su
ley y mandamientos : que como las mujeres son
muy fáciles y de poco entendimiento , fácilmente
se engañan , y acudiendo á los que no son letrados,
ni tienen tanta prudencia para poner las cosas
en su punto , se pueden seguir muchos inconvenientes;
y que el premio que ella tenia en el
cielo, no so le habla dado por sus revelaciones,
sino por sus virtudes,
43 Son grandes las maravillas que ha obrado
nuestro Señor , para honrar á su sierva : milagros
perpetuos han sido la incorrupción de su virginal
cuerpo, y el olor suavísimo que salo de él, y el
óleo quede sí mana: el olor es tan grande, que
cuando la volvieron por mandado de Sixto V á
la villa de Al va , de donde la habían llevado secretamente
á Avila.; los labradores que estaban en
los campos, sin saber qué era, dejaban las haciendas,
y se iban irás aquella maravillosa fragrancia
que despedía de si el santo cuerpo. Está
con gran veneración en Alva , con mucho concurso
de los que do todas parles acuden á reverenciarlo,
y pedir á nuestro Señor por medio de
su sierva alivio de sus enfermedades. Son muchos
y grandes los milagros que Dios ha hecho por su
TOMO IV.
LA LE Y EN DA DE ORO
necesidades espiritua ;s de muchos, ya aconse- intercesión por ios cuales, y por sus heroicas vir­
jando á las preladas , va reprendiendo á sus súb- tudes el papa Gregorio XV, á los 12 dias do marzo
diias, y alajando principios do relajación, como del año de 1022, la canonizó juntamente con san
se ha visto y v« cada dia en sus monasterios. V Isidro, labrador, san Ignacio do Lovola. fundador
así acaeció en el convento de Villanueva de la de la Compañía do Jesús, san Francisco Javier,
Jara a-una religiosa que comia carne por ciertos apóstol de la India, y san Felipe Neri, fundador
achaques de una enfermedad que tenia, pero no do la Congregación del oratorio, líl mayor mila­
suficientes para comerla, según la regla de su orgro es haberla escogido Dios para fundar una orden
den ; estando cenando una noche de una ave, oyó tan santa, y de tanta perfección y ejemplo en su
una voz que la llamó por su nombre, y la dijo: Iglesia , y no solamente halier restituido la regla
¿Conócesme? Alzó ella entonces los ojos, y vio á primera de Alberto, patriarca, que guardaban an­
la santa madre: la cual con severidad la reprentiguamente los carmelitas en las partes orientales;
dió, y la dijo: ¿Qué modo de relajación es esta? sino que también fué ella el principal medio para
¿Que lo que yo con tanto trabajo fundé, lo relajes que el instituto antiguo de ¡a vida eremítica de
tú ahora? Tanto es lo que sienten los santos cual­ aquellos padres de la orden , que vivían en Egipto
quier demasía ó relajación en su orden. Fué tanta y Palestina (que se perdió y acabó en la Iglesia,
la pena y el sentimiento que tuvo, que arrojó luego cerca del año de .030, por la crueldad de Ahumar
al suelo lo que tenia en el plato, y nunca mas y de otros principes sarracenos), se hava resti­
comió carne , sino fué en enfermedad grave , y tuido y puesto en práctica entre \OÍ religiosos que
entonces constreñida por obediencia , y tuvo salud ella reformó , con tanta puntualidad de silencio y
y mejoría de sus achaques. Otras veces ha apare­ recogimiento, de oración y penitencia, como anticido,
apoyando la pobreza: otras, donde veia guamente floreció entro aquellos sagrados monjes.
se resfriaba la caridad, persuadía la unión de Todo esto es un cúmulo de milagros y pruebas
unas con otras: donde hallaba trabadas amista­ grandes de la santidad do la beata madre sania
des particulares , las deshacía; y así, como verda­ Teresa de Jesús, que exceden á otras muchas
dera madre, ha acudido siempre á las necesida­ que en particular se pudieran referir: podráuso ver'
des y aumento de sus monasterios.
en los autores que escribieron su vida , que son el
padre doctor Francisco de Ribera, de la Compañía
de Jesús, c-1 P. Fr. Diego de Yepes, religioso
de la orden de San Gerónimo,, obispo de
Tarazona, y el P. Fr. Juan de Jesús María, carmelita
descalzo, y las relaciones que se hicieron
para su canonización,
113
* SAN RHUNO, OBISPO Y MÁrtriR,— Nació do
nobilísima cuna en Alemania, y recibió una excelente
educación saliendo do ella formado en
ciencia y en virtud. Desde sus primeros años so
hizo respetar por su modestia y la pureza de sus
costumbres, y fué luego la admiración de la corte
de Otón III, en la cual era extraordinariamente
querido. Muerto este príncipe en 10.02, Bruno resolvió
seguir los piadosos instintos de su corazón
sobre la salvación de las almas. Habiendo obtenido
permiso del emperador san Enrique para recibir
las órdenes sagradas, fué ordenado sacerdote,
y poco después consagrado obispo por orden de!
soberano pontífice, destinándole á predicar el
Evangelio á los habitantes de la Prusia. que eran
todavía bárbaros é idólatras. Recorrió todos aquellos
países, convirtió innumerables infieles á la religión,
y penetró hasta las fronteras de la Lituama.
Fué un verdadero apóstol en los trabajos y en
las virtudes,, y en medio de sus glorio-as conquistas
cayó en manos de los enemigos del nombre
cristiano., los cuales le cortaron bárbaramente las
manos y Jos.pies, y últimamente lo degollaron el
dia 14 do febrero del año 1008. Con él fueron
también martirizados diez y ocho compañeros suyos
de apostolado , y todos junios fueron á recibir
el premio de la vida eterna. Boleslao, príncipe do
Polonia , compró á los infieles los cuerpos de aquellos
mártires , y les hizo dar honrosa sepultura.
SANTA TECLA , ABADESA. — Fué natural de Inglaterra
, y tomó el velo de religiosa en Yy'iiu»-

liV LA LKYKNU \ DE URO. OCTUBRE, ÍG
buril, en el condado do Dorsol. Después, habiendo
pasado á Alemania á instancias (le san Bonifacio,
fué elegida abadesa de un monasterio situado á
tres leguas de Wurlzburgo, cuya comunidad edificó
con el admirable ejemplo de sus alias virtudes.
Distinguióse principalmente en ella el amor al retiro,
á la pure/.a y á la humildad , y habiendo obrado
mucho; milagros , murió santamente en el Señor.
Ei. TRIUNFO DE TRECIENTOS SANTOS MÁRTIRES.
— Pertenecían á la célebre legión tebana, y se
hallan continuados cu este dia en el Martirologio
romano por conmemoración particular que hace
de ellos la Iglesia de Colonia . en Alemania , que
posee sus sagradas reliquias. Murieron en tiempo
de Maximiano . junlamente con sus demás compañero-;
de dicha legión, cuyo martirio hemos puesto
en el dia 22 de setiembre.
SAN SEVERO , OBISPO Y CONFESOR. — Fué discípulo
do san Lupo y le sucedió en la silla episcopal
de Tréveris. lisiaba dolado do tanta virtud y
era tan ardiente su piedad y su zelo , que con solo
su ejemplo obligaba á sus ovejas á seguirle por el
camino de la lev de Dios. Asi es que toda su diócesis
lloreció durante su pontificado en buenas
obras y santas costumbres, las cuales fomentó de
continuo el sanio con su eficaz predicación y con
los milagros que obraba por virtud divina. Cargado
de años y de merecimientos , después de haber
anunciarlo con anticipación el día y la hora de su
muerte , descansó pacificamente en el Señor, durante
el reinado del emperador Yalentiníano.
SAN FORTUNATO, MÁRTIR.—Era sacerdote de
la Iglesia do liorna y se ocupaba como otros muchos
cri-lianos en recoger y dar sepultura á los
cuerpos de los que habían sido martirizados. Reinaba
en aquel tiempo el emperador Claudio , y
hubo una temporada en que sus órdenes contra la
Iglesia se llevaron á una crueldad excesivamente
refinada. Entonces fué preso san Fortunato y martirizado
hasta perder la vida, siendo sepultado cu
el cementerio de la via Aurelia en la misma
ciudad de liorna. Su muerte sucedió, según el
abate Piazza , el aío 270.
SAN AGILEO, MÁRTIR. — Nació en África y
murió mártir en Cartago durante la persecución
del emperador Dioclcciano. San Agustin predicó
en el día de la conmemoración de este santo un
sermón al pueblo, y por él sabemos que su constancia
y admirable fortaleza le granjearon en la
Iglesia de África el titulo de mártir invicto y capitán
de los mártires.
SAN ANTÍOCO, OBISPO Y CONFESOR.—-Fué el
XVII obispo de Lyon , modelo de prelados por
su zelo y la caridad que usó con los pobres. Su
administración fué santa y piadosa; tuvo que sufrir
muchas persecuciones de parle dolos herejes,
v murió dichosamente en el Señor, rodeado desús
ovejas v de los coros de ángeles que asistieron á
su feliz tránsito.
SANTA AURELIA, VIRGEN. — El único auto.'
que habla de esla santa es Molano . y dice solamente
que floreció on Slrasbnrgo, viviendo en perpetua
continencia por haber consagrado su virginidad
á Jesucristo.
se.
SAN DEOGRACIAS, OBISPO Y CONFESOR, Y EL
MARTIRIO DE LOS SANTOS MARTIMANO , SATURNI­
NO , MÁXIMA , VALERIANO , OBISPO , AKMOGASTO,
MÁSCUI.O . SATURO, Y ÜE DOSCIENTOS Y SETENTA
COMPAÑEROS. — Deogracias fué ordenado obispo
de Cartago en África , siendo ya de anciana edad,
en el tiempo que el rey do los vándalos Gonserieo
cautivó á Roma y otros muchos pueblos cristianos:
el cual dividió los cristianos cautivos por el África,
y en ella los vándalos y moros se Inician do ellos
señores: y lo que mayor lástima causaba, era que
unos tomaban por esclavos los maridos, otros las
mujeres, y otros los hijos. Mo\ ido á compasión el
santo obispo Deogracias, determinó vender cuanto
poseia , y cuantos vasos do oro y plata había en la
iglesia para su ministerio; y juntando una cantidad
grande de dinero , dio libertad á muchísimas
familias, tanto, que tuvo necesidad de dedicar
dos templos como si fueran hospitales, para que so
recogiesen los cristianos que habia sacado de cautiverio
: allí les puso cama : allí les ministraba la
comida, y todo lo necesario para el vivir. Y porque
ya de las guerras, ya de los combates del
mar, ya del pesar de haberse visto cautivos y divididos
de sus hijos y mujeres, había muchísimos
enfermos; el santísimo Deogracias, como piadosísima
madre, solícito cuidaba de todos, (rayéndoles
médicos y medicinas, cuantas ordenaban los
mismos médicos, y lodo género do regalos, cuales
convenia á aquellos que estaban "enfermos y descaecidos.
Esla santa ocupación y obra do caridad
, ejercitaba de dia ; y á la noche volvía él solo,
y de cama en cama iba reconociendo á cada uno
de los enfermos , mirando si gustaba de alguna
cosa , consolándolo y regalándolo como si cada
uno de por sí fuera un hijo suyo, siendo su dormir
y descanso esla santa ocupación, que en una
edad anciana y casi decrépita , como era la suya,
causa admiración. Los perversos arríanos, admirados
y juntamente envidiosos de ver tanta caridad
y amor tanto, andaban maquinando trazas
para quitar la vida'al santo viejo; pero como Dios
lo ve todo , quiso librar á su pájaro do tan pestíferas
y crueles redes; y así se lo llevó después
de haberse ejercitado en tan sanias obras, y
gobernado su Iglesia santísimamente tres años,
para darle el premio merecido como á siervo fiel
y bueno.
2 En este tiempo, pues, eran esclavos de
cierto vándalo (de los que llamaban millonarios),
Marliniano , Saturnino y otros dos hermanos
suyos, con Máxima, cristiana, hermosa por
extremo , de corazón, alma y cuerpo. Era Mar—
tiniano espadero, y tan agradable á su señor, que
le habia robado la voluntad ; y asimismo Máxima,
á quien habia dado el vándalo lodo el cuidado de
la casa : y deseoso de conservar estos dos esclavos,
trato do que so casasen. Marliniano que no
deseaba otra cosa, vino bien en las bodas, pero
Máxima que habia ofrecido su castidad y pureza á
Jesucristo . y lo había hecho su único esposo, sin-

or/miiiE , 10 I-A LEYENDA DE ÜllO.
liú gran
pesar; pero no desconfió (Je la misericor-
(¡¡adivina. Llegó la noche del desposorio : y como
pontífice, para rpie los enviase un sacerdote (pie
bautizase aquell; multitud convertida , v cultivase
Marlirnano quisiese gozar á Máxima , como esposa aquella nue\a y recién plantada vif.a del Señor,
suya, la sania virgen le habló así animosamente: Por muchos desiertos y ásperos caminos llegaron
Sabe, ó hermano Marliniuno , que soy esposa do á Roma los embajadores: y gozoso el pontífice,
Jesucristo, v así no puede gozarme hombre hu­ les concedió lo que pedían : con (pie se volvieron
mano. Si quieres, toma mi consejo; y ofrecién­ alegres, y en bieves días fueron todos bautizados,
dole á Dios tu pureza , tendrás justo premio en la y se edificó una iglesia donde jamás se habia te­
gloria, listas palabras pasaron el corazón del nido noticia del Evangelio, convertidos en cor­
mancebo , de suerte , que no solo él ofreció á Dios deros aquellos fieros lobos. Capsur dio cuenta á
su virginidad convertido á la fé de Jesucristo y Genserico délo que pasaba: el cual furioso y des­
bautizado, sino que fué causa de que sus tres esperado chó contra los sanios cuatro hermanos
hermanos hiciesen lo mismo. Tuvo de lodo noticia esta cruel sentencia : que los atasen de los pies á
el vándalo, su señor, y la dio asimismo al rey las colas de ¡os caballos , Y que desnudos ios arras­
Genserico: el cual ordenó que los hiciesen perdertrasen vnospor los lugares mas ásperos , espinola
pureza que á Dios habian ofrecido : y viendo sos y pedregosos del desierto , y que los unos se
no habia remedio , ordenó que fuesen cruelmente viesen á los otros en las vueltas y tornos que los
castigados hasta obedecer ó morir. El cruel bár­ caballos hiciesen , para que con la vista fuesen mas
baro ¡os mandó desnudar, y que con unos leños atormentados; pero antes le salió al revés esta se­
rajados , y con puntas ó dientes á manera de siergunda intención : porque ejecutada la sentencia
ras , los hiriesen en las espaldas: con que no solo por los fieros verdugos con todo rigor y tiranía,
les atormentaban los huesos, sino que también se cuando pasaba uno de los santos mártires cerca
quedaban infinitas de aquellas puntas ó dientes del otro , de suerte que pudiesen verso y hablarse,
(¡entro do las carnes, con que corrían arroyos de no solo no iecibian mas tormento . antes bien ale­
sangre de sus delicados cuerpos. Descansaban á gres y regocijados en el Señor , por quien pade­
la noche los verdugos, y Cristo Jesús les curaba las cían , so saludaban , diciéndose uno á otro: Her­
heridas, de suerte, que á la mañana estaban samano , ruega á Dios por mí: ya su inmenso amor
nos v buenos, sin señal siquiera de alguna de ellas. ha cumplido nuestros deseos: así se consigue el
Repitieron este cruel tormento muchos días conti­ reino de los cielos. De esta suerte se animaban v
nuos; y el divino esposo, á quien habian ofrecido regocijaban en el Señor, y de esta suerte, haciendo
su pureza , y por conservársela ilesa padecían, los oración y cantándole á Dios himnos de alabanzas,
curaba, sanaba, regalaba y visitaba todas ¡as entregaron sus benditísimas almas en manos de su
noches.
Criador, y sus cuerpos gloriosos , aunque tan mal­
3 Cansados los verdugos, y cansado el bárbaro
vándalo, los dejó estar en la cárcel, mandando que
á Máxima la tendiesen sobre un fuerte y espinoso
madero para que allí muriese atormentada, sin
tratados y heridos, se conservan en el mismo lugar
donde fueron sepultados por los cristianos,
obrando nuestro Señor Jesucristo innumerables
milagros por su intercesión.
remedio, y sin fatiga de los verdugos; pero su es­ 5 No se aplacó la ira del cruel y rabioso arposo
Jesús la libró, haciendo que toda aquella máriano Genserico; antes mas enfurecido hizo marquina
fallase milagrosamente, y la sania virgen tirizar otros muchos é invictos soldados de Je­
quedase libre y sana. Con estos milagros tan piásucristo , cuyos nombres están escritos en el libio
lenlos , y su fervorosa predicación , se convirtieron de la vida. Mandó desterrar algunos; y uno fué
infinitos de aquellos barbares á la ledo Jesucristo: san Valeriano, obispo, con penas gravísimas,
solo el cruel vándalo, su señor, jamás quiso re­ de que ninguno le diese albergue en su casa;
ducirse; y así comenzó la divina ira á lomar de y asi el santo viejo, que era de ochenta años,
(I justa venganza, quitándole lamida, y todus vivió mucho tiempo desnudo . al frió y hielo; \ así
sus hijos , familia , ganados y cuanto tenia, pere­ acabó felizmente su carrera. Por orden del mismo
cieron de repente. Quedó sola la mujer, viuda y Genserico entraban en los templos los arríanos, v
pobre, con que ofreció los santos esclavos á un echaban por Iierra el sacrosanto cuerpo y sangre
pariente del rey , el cual , de orden de Genserico, de Jesucristo ; y porque defendía un sacerdote,
remitió los santos cuatro hermanos á cierlo rey llamado -Armogaslo , tan impío sacrilegio, le pu­
do los moros , gentil , llamado Capsur; y á la santa sieron en un cruel tormento, donde le torcían las
virgen Máxima, confuso y vencido no supo cómo piernas, hasta romperle los huesos, y dejarlos
castigarla , ni qué hacer con ella ; y así libre se en solo las delicadas cuerdas do ¡os nervios: v
lué á un monasterio, dondo vivió santamente viendo ¡os verdugos que se le caían ya las piernas
muchos años, y fué madre de muchas sagradas y brazos, se los alaron con duras cuerdas, para
vírgenes, y en él pasó en paz de esta vida caduca que durase el tormento; pero de todo le sacó sano
á la inmortal y eterna , donde para siempre se v iiliro aquel divino Señor por quien padecía.
goza con su dulce esposo Jesús.
Colgáronle do un pié la cabeza hacía bajo , y el
h Capsur vivía en un desierto con sus bárba­ bendito santo estaba como quien descansa y duermo
ros y gentiles vasallos, dondo los cuatro santos en una cama de blandas plumas; y al fin lo mandó
mártires comenzaron á predicar y convertir á la el rey degollar: fiero un sacerdote amano le dijo,
ley evangélica tantos de aquellos bárbaros , que no hiciese tal; porque ¡os cristianos no le venera­
tuvieron necesidad de enviar sus legados al sumo sen por mártir. Admitió el impío rev el consejo, v
lio

116 LALEYEND A DE URO. OCTUBRE, 16
por mas afrenta , después del destierro y otras
muchas, le hizo guardar vacas. Estando en esto
ejercicio, le reveló el Señor el dia y hora de su
gloriosa muerte: y llamando á un cristiano, su
amigo . y que le veneraba como á apóstol, llamado
Félix , le dijo y pidió le enterrase en muriendo
debajo de un árbol, por huir el ser venerado,
y le tomó juramento de que as! lo liana.
Murió el dia y hora que dijo; y Félix, cumpliéndolo
que habia jurado , cavó al pié del árbol
: y romo le embarazasen las raíces, hizo tanto,
que las cortó y arrancó del todo, y cavando
cuanto hondo pudo , al tiempo que ya quería dejarlo
y sepultarle en el hoyo , descubrió una urna
do hermosísimo mármol, tan bien labrada , tan
curiosa y rica , que no es posible haya alguno de
ios reyes tenido tan precioso sepulcro , y en ella lo
sepultó: que asi honra Dios á los que le sirven,
y por su santo nombre padecen.
6 Luego se siguió el glorioso Másculo , al cual
procuró el impío rey traer á su voluntad con promesas,
halagos y caricias: y viendo que estas no
bastaban á contrastar su ánimo y fó invicta, le
mandó degollar, ordenando al verdugo que si al
tiempo de cortarle la cabeza , le hallaba tímido y
que queria dejar la fópara vivir, sin remedio iedegollase;
pero si veía que moría firme y constante,
no lo quitase la vida. No era piedad esta del traidor
Genserico, antes sí impiedad jamás oída : porque
su ánimo era , si estaba constante , quitarle
do mártir la corona; y si no lo estaba , que entonces
muriese y perdiese el alma. Pero nada consiguió
: que si bien no le quitó la vida el verdugo,
porque le halló mas firme y constante que una
columna de mármol , y nos quitó un mártir; nos
dejó unconfesorg'orioso, cuyo martirio ya celebraron
los ángeles, y premió Dios. El último fué san
Saturo, á quien no podiendo el impío rey apartar
de la fé con promesas dodignidades y puestos grandes,
mandó le quitasen los esclavos, la hacienda
loda, que era riquísima , los hijos y la mujer :á
la cual ordenó que á sus mismos ojos so casase
con un pérfido amano. Esta fué la mas cruel guerra
que le previno el tirano; porque inducida de la
sierpe infernal , cual otra Eva procuró con caricias
y halagos derribar al fuerte Adán , su esposo; mas
él la respondió , lo que Job á la suva : Como una
de las mujeres necias has hablado. Quítenme los
hijos: quítenmela mujer: quítenme las riquezas;
que mi Señor Jesucristo me enseña que quien no
lo deja lodo por su amor, no es verdadero discípulo
suyo, ni puede serlo. ¡ O constancia santa!
¡ó valor inaudito! ¡ó Saturo glorioso! Pobre y
mendigo te dejan , sin hijos, y mujer; pero no te
pudieron quitar la corona de gloria, que tan gloriosamente
mereciste. Querer declarar los tormentos
que padecieron los otros doscientos y setenta
mártires, que aquí ponemos, con otros
trecientos setenta y cinco mas, que todos murieron
a manos del tirano Genserico, sin otros infinitos
que se ignoran; fuera nunca acabar : basta
saber las crueldades que usó con los que nombramos
para discurrir lo que seria do los otros.
Celebra la Iglesia el martirio y fiesta de estos glo-
riosos saniosa 16 de octubre; porque sm duda
iodos, ó losmas, padecieron este día, y fué pollos
años del Señor de 456. Escribieron su vida y
martirio Reda; Csuardo ; Adon; Víctor, obispo
uticense, ¡ib. i de Persea/1. vandal.; Surio,
lomo v; Pedro de Nalalib., in Cathalogo sanct.,
lib. ix, cap. 73; el Martirologio romano; y 13aronio
en sus anotaciones, y en el tomo YI de sus
Anales , año de 456 , núni. 13.
* Los SAN ros SATURNINO Y NEUEO , CON OTROS
TRECIENTOS SESENTA Y CINCO COMPAÑEROS, MÁR­
TIRES. •—También estos santos eran de África y
padecieron martirio como los anteriores en el mismo
país durante la persecución de Genserico, rey
de los vándalos , por medio de tormentos atroces
que inventó á propósito la mas bárbara crueldad.
SAN ELIFIO , MÁRTIR.—Nació en Lorena , de,
una familia de santos , y su educación é inclinaciones
correspondieron perfectamente á los eficaces
ejemplos de virtud de que habia sido tesligo
en su infancia. A causa de su zelo por la
religión cristiana acarreóse sobre Elido el odio de
judíos y paganos , que lograron harerlo prender
en tiempo do Juliano Apóstata. Metiéronle en una
cárcel en Toul ; pero pasado a'gun tiempo fué
puesto en libertad. Después fué preso segunda vez
y sufrió varios tormentos; pero con su valor y sus
discursos convirtió entonces muchos infieles á la
religión , hasta que indignados los paganos por su
constancia , le condenaron á ser decapitado , cuya
sentencia se ejecutó el año 362. Su cuerpo,
que se guardaba en el mismo lugar de su martirio
donde se había edificado una iglesia , fué trasladado
á Colonia el año 1)60 y colocado en la abadía
de San Martín, donde aun se conserva.
SAN BERCARIO , ARAD Y MÁRTIR. — Descendiente
de una familia ilustro do Aqnitania , nació
este santo el año 630. Encargóse de su educación
un santo arzobispo de Rheims, que le hizo instruir
en las letras y la piedad , de la cual sacó el joven
la inspiración de retirarse del mundo á la abadía
de Luxcuil. Su humildad y la exactitud con que
cumplia sus deberes , le hicieron mirar luego como
el espejo de todos los religiosos , y habiendo vuello
á Rheims persuadió al arzobispo para que fundase
el monasterio de llauvilliers, donde se retiró Bercariocon
otros religiosos, que le nombraron abad.
Animado siempre del mismo zelo por la gloria de
Dios, fundó otros dos monasterios en la diócesis
de Chalons , los cuales enriqueció con las reliquias
que habia traído de Roma y de Jcrusalen adonde
habia ido en peregrinación , y con la entera donación
de cuanto habia heredado do su familia. Después
de algunos años , fué el sanio abad víctima
de su zelo por la salvacionde las almas : un monje,
á quien habia reprendido per una falta grave , lo
esperó durante la noche y le dio una puñalada mortal.
El santo se contentó con exhortar al culpable
á la penitencia , y pasados dos días do agonía,
murió santamente el dia 28 de marzo del año 696.
SAN AMIHIOSIO, OIMSPO Y CONFESOR.—Habiendo
pasado por los grados inferiores do la jerarquía
eclesiástica , fué osle santo consagrado obispo de
Caliorspor los años de 752. Encontró su Iglesia en

oc.Tumi;, 17
mi oslado lan deplorable , que á pesar de lodo su
zelo para hacer desaparecer la corrupción de las
coslumbrcs , tuvo el desconsuelo de ver inúliles lodos
sus esfuerzos, Reliróse pues á una gruta cerca
de la ciudad , donde se entregó á la penitencia y
á fervorosas oraciones para alcanzar que aquel pueblo
reconociese su extravio. Algún liempo después
fué descubierto en su retiro , pero del todo imposible
lograr que volviese á encargarse de la dirección
de su rebaño, y para sustraerse mas fácilmente
á las solicitaciones de los que le querían obligar,
emprendió una peregrinación á liorna. A su vuelta,
fué á visitar el sepulcro de San Martin fie Tonrs,
y últimamente se retiró á una ermita del territorio
de Uerry , á cuatro leguas de Bourges, donde murió
en paz el año 770. Fué enterrado en el mismo
lugar , y en lo sucesivo so levantó allí mismo un
monasterio de canónigos regulares de San Agustín,
que llevó su nombre.
SAN LULO , omsro Y CONFESOR.-—Fué inglés y
discípulo del venerable Beda. Pasó sus primeros
años en varios monasterios de la Gran Bretaña , y
el año732 pasó á Alemania , donde san Bonifacio,
que era pariente suyo, lo recibió con alegría, le dio
el hábito monástico y lo ordenó de diácono, encargándolo
el cuidado do predicar el Evangelio á los
infieles , los herejes y los cismáticos. En 751 fué
ordenado presbítero por el mismo san Bonifacio,
quien lo envió á Roma para consultar al papa san
Zacarías acerca de algunos puntos importantes de
disciplina , y cuando volvió á Alemania fué designado
para ser su sucesor. Lulo fué pues consagrado
arzobispo do Maguncia con el consentimiento del
rey Pepino , y la aprobación de todo el clero y pueblo
del país. Durante los treinta y cuatro años de
su pontificado , se mostró siempre digno , por su
sabiduría y sus virtudes , del alto puesto que ocupaba
, venerado y querido de los reyes y ¿prelados
y de la sedo apostólica, que le consultaba en lodos
ios negocios graves de la Iglesia. En los últimos
años de su vida renunció su obispado y se retiró al
monasterio dellarslekl, donde acabó dichosamente
sus dias el dia 1 de noviembre del año 787.
SAN GALO , ABAD Y CONFESOR. — Nació á mediados
del siglo VI en Irlanda , de familia noble y
virtuosa. Sus padres le consagraron á Dios desde
su infancia, y le hicierononlrar en el monasterioquo
dirigiaá la sazón san Colunibano paraquo lo formase
en letras y piedad. Galo aprendió allí ambas cosas
con aprovechamiento , y cuando su maestro san
Columbano dejó la Irlanda para ir á predicar la fé
en Inglaterra , fué él uno de los doce monjes que
le acompañaron , y que el año 585 fueron con el
mismo á Francia. Galo se retiró después á la Austrasia
y fijó su residencia en un desierto inhabitado
, del cual salia solamente para ir á predicar á
los infieles la doctrina de Jesucristo. Sus exhortaciones
y discursos tuvieron buen éxito, convirtiendo
gran número de paganos. Su desierto se
llenó dentro de poco de numerosas celdas llenas
de solitarios, las cuales formaron muy pronto un
monasterio , quo se hizo célebre por la santidad de
los quo lo habitaban. El rey do Auslrasia quiso
colocar á Galo sobre la sede episcopal de Cons-
.A LEYENDA DE ORO. 117
lancia; pero el sanio se negó siempre á aceptar
semejante dignidad, y designó en su lugar á su
discípulo Juan, que fué consagrado con aplauso de
todos. Después de haber regularizado la disciplina
monástica entre sus discípulos y de haberles dado
la regla de san Columbano , murió Galo en el propio
monasterio, llorado de todos, el día 10 de
octubre del año G'rG , ilustre en milagros.
SAN FLORENTIN, OBISPO Y CONFESOR. — Fué el
XXIII obispo de Tréveris, brillando en esta Iglesia
fior su zelo , su piedad y sus vastos conocimientos.
Después de haber gobernado su rebaño
en paz y santidad , descarnó en el Señor, coronado
de merecimientos, durante el siglo V.
líia 117.
SANTA EDUVIGIS, VIUDA.—Fué sania Eduvigís
lujado Rerloldo, marqués de Morana , y conde
do Tirol. Tuvo tres hermanas , la una casada con
Felipe , rey de I 7
rancia , olra con Andrés , rey do
Hungría , que fué madre de sania Isabel, y la tercera
abadesa en un monasterio de monjas en la
provincia de Franconia. Tuvo asimismo cuatro
hermanos, Bertoldo , patriarca de Aquileya , Elcberlo,
obispo deBamberga , Otón y Enrique, que
siguieron la milicia , y sucedieron á su padre en el
estado. Siendo doncella de doce años la casaron
sus padres con Enrique, duque de Silesia y de
Polonia , con el cual vivió con grande honestidad
y recogimiento, procurando de tal manera dar contento
á su marido , y cumplir con las leyes del santo
matrimonio, que bien mostraba el ardiente deseo
que tenia de guardar, cnanto pudiese, la castidad ;
porque desde que sesenlia preñada, hasta haber
parido, la cuaresma, el adviento, los domingos y
muchas fiestas principales y vigilias del año , do
común consentimiento, dormían apartados, para
darse á la oración , y vacar mas al Señor: el cual
dio á estos príncipes seis hijos, y después les infundió
un amor de castidad tan grande, que con
la bendición del obispo prometieron ele guardarla
perpetuamente, y tratarse como hermano y hermana;
y así vivieron casi treinta años con maravilloso
ejemplo, y rara modestia y recalo entre
sí, por huir las ocasiones de perder aquella preciosa
joya , que tanto deseaban y Rabian prometido
: v santa Eduvigis , como quien tan bien conocía
el valor de esta virtud celestial, exhortaba á
lodos cuanlos podia , quo la amasen y procurasen,
y se abrazasen con ella. Para esto hizo labrar un
monasterio de monjas del Cisler, a! cual ella y
su marido dieron grandísimas posesiones, y tantas
rentas, que se podian sustentar mil personas , de
las que vivían en él , ó de su limosna. En osle monasterio
recogió muchas doncellas y dueñas , y á
su misma hija (que se llamaba Gertrudes, y después
vino á ser abadesa) ofreció al Señor entro
ellas: y no contenía con oslo , tomó una casa junio
al monasterio, viviendo aun su marido, á quien
ella con su ejemplo y santas costumbres había
hecho casi religioso: y aunque olla no hizo profesión
de monja , vivió con tanta perfección , y resplandeció
con lan excelentes y señaladas virtudes/

118 LA LEYENDA DE ORO. ocnT.r.E . 17
que todas las monjas la podían tenor por dechado
v espejo do santidad. Toda su vida , y aun en su
mocedad y oslando con su marido, fué modestísima
en el (raje y enemiga de galas y vestidos curiosos;
mas después que se recogió, fué extraña su
humildad y la llaneza que usó en el vestir; porque
nunca se quiso vestir ropa nueva , ni la mudaba
hasta (pie fuese muy vieja : y esta humildad la
mostraba en todas las otras cosas, teniéndose por
pecadora, y descando que la tuviesen por tal, y
honrando y reverenciando á los siervos y siervas
de Dios; de manera que besaba y lamia el suelo,
cu que ellos habian hecho oración, ó otra buena
obra. Esto hacia en el coro y en el dormitorio , y
las disciplinas, con que se disciplinaban las monjas,
secretamente las besaba , suplicando á Dios
que por los merecimientos de aquellas siervas suyas
la perdonase á ella sus pecados , y lo mismo
hacia con las toallas con que se limpiaban, y lavaba
sus ojos con el agua con que ellas so hablan laxado
las manos, por su gran devoción y humildad ,
y por la opinión y estima que tema do la santidad
do ellas. 1.a causa principal por que del todo
no se hizo monja , fué . para hacer mavor bien á
los pobres de su estado, y remediar mejor sus necesidades.
Muchas veces lavaba los pies á los
pobres, de rodillas, y se los limpiaba y besaba , y
después les daba limosna; y esto hacia el jueves
de la Cena , mas particularmente con los leprosos,
vistiéndolos después y regalándolos con extremada
candad. Siempre que comia , había de
tener consigo algunos pobres . á los rúale:, antes de
sentarse á la mesa , ella misma servia ele rodillas:
\ ruando comía , no quería beber hasta que el pobre
mas asqueroso y \il, que allí estaba , hub'eso
bebido en el mismo vaso que ella habia de beber;
y muchas veces, cuando | odia hacerlo sin ser visla,
besaba la tierra , donde los pobres habian estado,
reverenciando en ellos á Jesucristo, que siendo
Rey de gloria , so hizo pobre por nosotros; y era
lan grande v lan tierno su aféelo y amor á los pobres
, y á la pobreza, que solia comprar ele ellos ios
mendrugos y pedazos de pan que les daban de
limosna los religiosos , para comerlos olla , y muidlas
veces los besaba como cosa sagrada y pan
de ángeles: y si acaso convidaba á comer á algunos
monjes, y siervos de Dios, recogia las sobras
(pie dejaban , como reliquias . y ella las comia por
gran regalo. Entre los oíros pobres tenia trece mas
necesitados, en reverencia de Cristo nuestro Reilenlor,
y desús apóstoles: á ellos llevaba siempre
consigo , do quiera que iba . bien acomodados,
y les mandaba proveer de posada; y ella misma
lenia cuidado de ellos, y quería que comiesen antes
que ella , sirviéndolos por sí misma ; y cuando
(•Ha comia , los enviaba los platos mas regalados:
y era lauta su caridad, que siempre repartía con
los pobres , de lo (pie le traian , aunque fuese una
pera ; porque no le sabia bien lo que comía , si los
pobres no gustaban de ello. Para los otros pobres,
a quienes eila no podía servir, lenia su cocina, criados
y ministros diputados, para aparejarles loque
habian de comer y cenar , y proveerles abundantemente.
No se estrechaba la compasión y caridad
de esta santa princesa á remediar los pobres mendicantes;
antes se extendía á consolar cualquiera
persona desconsolada y afligida: ella era proveedora
de lodos los religiosos v religiosas que padecían
necesidad: ella, madre de los huérfanos,
amparo do las viudas , albergue de los peregrinos,
libertadora délos presos , rcsealadora de los cautivos
, remediadora do los adeudados, refugio y
puerto seguro de los que padecían alguna grave
tormenta, ó habían dado al través. No podía su
tierno y amoroso corazón ver llorar á nadie, sin
derramar muchas lágrimas, ni tener descanso,
viendo á los otros con amargura y quebranto. Pero
la que para los otros era tan blanda , benigna y
piadosa; para si era rigurosa, y do una vida lan
áspera , que apenas se puede creer. En cuarenta
años no comió cosa do carne : los domingos , martes
y jueves comía algunos peces y cosas de leche:
el lunes y el sábado, legumbres; y el miércoles y
viernes ayunaba á pan y agua : bebía de ordinario
agua; y los domingos y tiestas un poco de cerveza,
por mandárselo así el obispo, y su confesor.
En la cuaresma , adviento y vigilias de
muchos santos, y especialmente de los apóstoles,
se contentaba con pan y agua. Dijeron
una vez á su marido, que siempre bebía agua,
y enfadóse , creyendo que algunos achaques que
la sania padecía, nacían del agua que bebía;
v queriendo saber si era verdad lo que lo habían
dicho, lomó el jarro del agua aparejado, para que
santa Eduvigis, que estaba comiendo , bebiese, y
probándolo, halló que era excelentísimo vino, y
se enojó con el criado que le habla dicho que
siempre bebia agua, teniéndolo por mentiroso y
engañador; pero verdaderamente era agua: mas
el Señor mudó el agua en vino; y con aquel milagro
mos:ró que le era agradable lo quo la sania hacia.
A la misma manera le aconteció otra vez , que andando
esla sania princesa con los pies descalzos
por hielos y nieves , y calzándose los zapatos , que
siempre traia consigo, solamente cuando recibía
visitas de personas grandes y de alto estado, ó
cuando iba al templo , por huir la ostentación ;
entrando el príncipe su marido , donde ella oslaba,
á deshora , y tan repentinamente que no la dio
tiempo para calzarse los zapatos, mirándola él á
los ¡i¡és, los vio calzados, y creyó era engaño lo
(pío le habian dicho de su mujer. Es cosa maravillosa
lo que se escribe de ella , que traia los pies
llenos de grietas, abiertos y lastimados, algunas
veces corriendo sangre, y que pisando la nieve y
los hielos, no se helaban; antes á una criada suya
bien calzada y arropada , estando una noche con
su señora , se le helaban los pies.: mas poniéndolos
donde los tenia su señora ( por habérselo ella
mandado), se calentó y despulló el frío que padecía
; tanto era el fuego do amor divino quo abrasaba
su corazón , que redundaba en todo el cuerpo,
y daba mas calor á los pies, quo la nievo y
los hielos la podían quitar. ¿Qué diré do las otras
asperezasy penitencias, con que la santa princesa
se perseguía, mas para admirar, que para imitar?
Cubría su cuerpo exhausto y consumido, y aquellos
huesos quo solo le quedaban , con un solo mon

oc-ruiiKE, 17 LA LEVEND ADEOliO. 11!)
jil, y un manteo , do invierno y verano , en calor
y en frió : Iraia á raíz de sus carnes un áspero cilicio
do cerdas de caballo, con unas mangas de
paño blanco, por mejor disimular y engañar á los
quo la viesen , y una cinta con muchos nudos, tan
apretada, que fué necesario arrancarla por fuerza
déla carne , donde se habia entrado y hundido,
con gran sentimiento y dolor do la santa , y limpiar
la materia y sangre que de las llagas corría.
Tenia cama de estado , blanda y rica, para cumplir
con el mundo con aquella apariencia; masía
cama , en que ella dormía , eran unas labias, ó el
suelo cubierto con un pedazo de cuero : y cuando,
por estar enferma, so (pieria regalar, mandaba
echar un poco de paja , ó heno, y encima un cobertor
grosero. Velaba casi toda la noche: era la
primera que se levantaba amaitines; y después
de acabados , no volvía á la cama , antes se entraba
en el capitulo do las monjas, yalllseabria á
azotes: y no contentándose de la carnicería que
hacia de sí , pareciéndola que tenia pocas fuerzas,
mandaba á algunas criadas confidentes suyas que
la disciplinasen hasta derramar mucha sangre.
Pues el fervor, continuación y perseverancia de su
oración , ¿quién la podrá explicar? ¿Y aquella ternura
y devoción, con quedonochey dedia se entregaba
á su amado , y so abrazada con él , y le tenia
apretado, y nole dejaba, hasta que la diese su bendición;
y él sé la daba tan copiosa , que muchas
veces, estando en oración, fué vista levantada en el
airo, rodeada do clarísima y celestial luz , con un
rostro angelical; y algunas arrobada y trasportada
en Dios, sin sentido como muerta? Mucho pesaba
al demonio tanta santidad y tanta oración de Eduvigis,
y tanto regalo v favor del Señor: y dándole
el mismo Señor licencia , para mayor corona y
victoria de la santa, una vez la acometieron tres
demonios, y la azotaron y maltrataron, dando
gritos, y diciendo: ¿Porqué eres tan santa? Pero
ella no se movió; antes sufriendo con paciencia y
alegría aquel trabajo , hizo sobre sí la señal de la
cruz; y luego desaparecieron aquellas furias infernales.
Oía misa , vísperas y maitines en la iglesia
, y con música y solemnidad , y por muchos
lodos ó nieves que hubiese, no dejaba de ir á la
iglesia , aunque estu\iese lejos, sino era cuando
por enfermedad no podía; porque no hacia estado
deoir los divinos oficios en su casa, como lo hacen
otras señoras: y cuando los oia (si no era
cosa forzosa y sumamente necesaria), no consentía
que ninguno la hablase en la iglesia; porque
decia que aquella era casa de Dios y de oración
, y no do parlar. Oía todas las misas que
podía, y procuraba que hubiese muchos sacerdotes
, y hacíalos venir de otras parios para oir muchas;
y acabada la misa, quería que el sacerdote
pusiese sus manos sobro su cabeza , y la echase su
bendición , y decía que le era gran provecho para
el alma y para el cuerpo; y así lo experimentaba
muchas veces.
2 Cuando habia de comulgar, oran tantas las
lágrimas quo derramaba , tanto el cuidado do
aparejarse, arrodillarse, postrarse y pedir favor
al Señor, que no podía dejar de pegar devoción
y reverencia al santísimo Sacramento á cualquier
persona quo la miraba. Tenia muchas y muy
preciosas reliquias é imágenes, que mandaba llevar
consigo, cuando iba á la iglesia, para despertar
mas su devoción con ia vista de ellas; especialmente
llevaba consigo en la mano una imagen
pequeña de la santísima Virgen María (con
la cual tenia dulce trato y suavísimos coloquios),
y no pocas veces, dando con esta imagen la bendición
á los enfermos, cobraban salud. La meditación
de la pasión y cruz del Señor era lodo su regalo
y recreo , y veneraba con suma devoción cualquier
cosa que representase aquel sagrado é inefable
misterio. Fué muy curiosa , piadosa v magnífica en
el aseo de los templos , en e¡ órnalo de los altares,
en la riqueza de los cálices, en la variedad de los
vasos y ornamentos preciosos para el culto divino
, los cuales ella misma Inicia por sus manos , y
por las do sus criadas. Nunca se sentaba , cuando
hacia oración , sino con las rodillas desnudas , aun
en tiempo de invierno y de frió , y con lanía continuación,
y tan largo espacio , que se la hicieron
en las mismas rodillas unos callos duros, tan grandes
como dos huevos, ó como dos puños. Siendo,
pues, esta santa princesa tan devota , tan fervorosa
y amorosa para con Dios, y tan solicita y
cuidadosa en servirle , y, olvidada de lodas las cosas
de la tierra , en vacar y asistir á él ; no es
maravilla que el mismo Señor haya sido tan liberal
con ella, y enriquecldola con sus celestiales
dones, y cpmunicádola su divina luz. Una vez, estando
secretamente orando en la iglesia , á hora
quo las monjas comían, (leíanle del altar de la
Virgen , donde habia un crucifijo: una monja , que
so habia escondido para acecharla , vio que el
crucifijo alzó la mano derecha , y la echó su
bendición , diciendo con voz alta: \o lie oído
lu oración : tú alcanzarás lo que me has pedido.
A mas de esto , revelóla grandes secretos, y dióla
don de profecía. Muchas cosas dijo que serian, anlesque
sucediesen :muchas,estando ausente,anunció
y afirmó, como*si estuviera presente y las viera:
y bástalos pensamientos ocultos descubrió ó algunas
personas, como si los leyera en sus corazones.
Ilustróla el Señor con muchos y grandes milagros en
vida y muerto,quosepueden leerensuVida. Entro
los otros milagros se escribe, quedoshombresahorcados
vivieron por los merecimientos de ella , y los
mandó quitar de la horca con grande admiración
de los que oslaban presentes : y cuando Enrique,
su marido , lo supo , mandó quo cuando Ecluvi—
gis pasase por las cárceles públicas , so abriesen
las puertas , y se sobasen los presos , y so diese á
todos perdón y libertad por su respeto. Había estado
una noche gran ralo velando y orando : y
cansada , adormecióse: tenia en la mano una vela
encendida : cayó sobre un libro en que leía ; y
consumiéndose toda la vela , el libro no se quemó,
ni recibió daño alguno.
3 Pero no quiso el Señor que á una alma tan
querida suya la faltasen trabajos, adversidades
v penas , que son- la fragua en que se prueba y
afina lavirtud, y una de las masciertas señales de
su amor. Vio á su marido herido , v preso en nm-

120
LA LEYENDA DE ORO. oc.ruiuti;, 17
nos de su enemigo , y no se turbó; antes ella con do, parece que se vistió de los dotes de gloria : por
sus oraciones y con su presencia le libró do sus que el color del rostro . que en vida era pálido,
manos. Viole después acabado , y sin vida: y aun­ amarillo, se paró claro y como resplandeciente :
que le amaba tiernamente , como á señor y ma­ los labios y las mejillas sonroseadas: los pies,
rido , no por eso se angustió, ni desconsoló ; pero como una leche ; y hasta los callos do ias rodillas
sujetando su voluntad á la de Dios , le hizo gra­ (que dijimos arriba), cuando las monjas los descucias
por ello , y consoló á los que amargamente brieron , las causaba admiración , y devoción. Pu­
lloraban su muerte. Vio á su hijo primogénito Ensiéronla en las andas, y fué lanío el concurso y
rique (ó quien ella por sus grandes virtudes queria la devoción de la genio que acudió al entierro,
sobremanera) muerto á manos de los tártaros en que en tres días no so pudo enterrar, procuran­
batalla : pero no por eso perdió la paciencia. Fido lodos á porfía tocar y adorar al sanio cuerpo,
nalmente, en todas sus tribulaciones, fatigas y tor­ y llevar alguna cosa de él por reliquia. Quien lo
mentas, siempre fué la misma, y tuvo el mismo corlaba las uñas de los pies y de las manos : quien
semblante, humilde, sufrida y mansa, y nunca los cabellos; y su hija, la abadesa, la mandóquilar
se enojaba, ni decia malas palabras: y cuando el velo (pie lema en la cabeza , que por haber sido
sus criados la hacian algún agravio , ó cosa que de sania Isabel do Hungría , su sobrina, sania Edu-
la podía dar disgusto , la palabra mas áspera que vigislehabia guardado congran respeto y devoción.
decia, era: Dios os lo perdone; porque lo ha­ Pasados los tres dias la enterraron , esparciendo
béis hecho así. Procuraba con extraña caridad y el sagrado cuerpo de sí un olor suavísimo , y una
benevolencia pagar las malas obras que la hacian, fragrancia del cielo, y obrando el Señor innume­
con otros mayores beneficios , y regalar mas á los rables milagros y haciendo grandes misericordias
mayores enemigos suyos , ó de su marido. Final­ á los líelos por su intercesión. Después, el año de
mente, todas las virtudes tuvo esta santa princesa 1207 , á los 15 asimismo de octubre , la canonizó
en grado pcrfeclísimo , y en cada una de ellas se Clemente, papa, IV de este nombre: el cual sumo
esmeró de manera , como si no tuviera sino aque­ pontífice habia sido casado, antes de serlo , y tella.
Y estando ya cargada do años y de merecinia una hija ciega ; y diciendo misa, suplicó al
mientos , tuvo revelación do su muerte: y muy go­ Señor, que si Eduvigís era santa, rostíluvcse la
zosa, por el deseo que temado verse con su ama­ vista á su hija por su intercesión , v la hija codo,
se aparejó para aquella jornada , como lo habró la vista. Después, el año de 1208 á los 17
bía hecho en toda su vida. Armóse con los santos de agosto , se trasladó el sagrado cuerpo , des­
sacramentos, y recibió el do la extremaunción, pidiendo do sí la misma fragrancia que hubo en
aun antes de. tiempo , para recibirle con mayor su entierro. Hallóse el cuerpo deshecho , y la
acuerdo y devoción. Creció la enfermedad , y su carne consumida ; mas tres dedos de la mano iz­
hija Gerlrudes , que era abadesa del monasterio, quierda estaban enteros y sin corrupción alguna,
preguntó á su santa madre, donde mandaba que y en ellos aquella pequeña imagen de nuestra So-
la enterrasen; y ella, como tan humilde y tan amañora , que ella solía traer en la mano por su devodora
de la pobreza , respondió que en el cemención; porque la tuvo tan apretada, cuando murió,
terio de ias monjas: y diciéndola su hija , que me­ queno sola pudieron sacar. También el celebro esjor
estaña en la iglesia, y en el mismo sepulcro taba culero, y los sesos, sin corrupción alguna, des­
del duque Enrique, su marido: respondió, que pués do veinte y cinco años que había sido enterra­
en ninguna manera tal hiciese ; porque no queria da, y destilaba de su cabeza un licor puro , claro y
quesu cuerpo, aunque muerto, sejuntasecon el cuer­ oloroso , en lanía copia , que bañaba los papo
muerto de su marido, pues por amor de la castiños que se le aplicaban. La vida de esta sandad
en vida se habían ajiarlado. En aquella enferta escribió un autor grave, recogiéndola de los
medad fué muy visitada y consolada del Señor, ydo procesos que so le presentaron al sumo pontífice
los sanios y santas do la corle celestial. Un diade la para su canonización ; y tráela el P. Fr. Lorenzo
Navidad déla sacratísima Virgen María nuestra Se­ Surio en su quinto tomo. Hace mención de ella
ñora , estando las monjas en vísperas , la visitaron el Martirologio romano á los 15 de octubre; y En-
las santas María Magdalena , Catalina , Tecla, gclberto , monje cisterciense, y Martin Cromero,
Úrsula, con otras vírgenes, á las cuales saludó ó lib. vn de su Historia do Polonia , y otros.
hizo reverencia, habí ándelas en lal i n. También luvo
otra visión y regalo del Señor, como esle, el día i ¿Quién no ve en la vida de esta santa prin­
de san Maleo, apóstol; yá los 15 de octubre
del año de 12'i3. á hora de vísperas, dio su espíritu
al que para tanta gloria le había criado, y recibió
la corona y gloria que tan bien había merecido
por la gracia del Señor. Hallaron su cuerpo vestido
de un áspero cilicio, y ceñidocon un cinto de cerdas
de caballos. Mas aquel cuerpo aleonado con ayunos
, exhausto con vigilias, consumido con disciplinas
y penitencias , denegrido y afeado con los hielos
del invierno, y con los ardores del verano, con
el mal tratamiento muerto en vida, y que parecía un
vivo retrato de la misma muerte; luego en espirancesa
loque puede la gracia del que es todopoderoso
; pues esfuorza la Oaquezu mujeril, y da
lan rara humildad á los señores, y modestia á los
que son adorados, y amor de la castidad á los casados,
y amargura y disgusto en los deleites y
gustos de la carne? ¡ Qué vida tan áspera y rigurosa
en tanta abundancia y regalo 1 ¡ Qué desnudez
, desabrigo y descalcez en los fríos y hielos
insufribles de Polonia ! ¡ Qué oración, qué fervor,
qué caridad para con Dios tuvo osla santa! ¡ Y
(¡ué compasión, benignidad y liberalidad para con
los pobres ! Mas parece su vida de una pobre mujer
y religiosa consagrada á Dios . que de una prin-

OCTUi'.RE, 17 LA LEYENDA DE ORO. 121
cesa y señora poderosa, y estimada y respetada
del mundo. Pero el Señor trueca los corazones,
v en todos los estados, grandes y pequeños, tiene
almas puras, santas y escogidas: y para que ninguno
se excuse, nos las pone por ejemplo , y para
que las'grandes señoras.no aleguen las leyes del
mundo, ó de su estado , ni digan que no pueden
hacer lo que otras hicieron, tan buenas ó mejores
que ellas; y los pobres se confundan, viendo que
en el amor y estudio de la perfección , ha habido
princesas clarísimas y señoras ilustrísimas, que
fueron tan perfectas y excelentes en todo género
de virtudes; y que la santa Iglesia las reverencia
como á santas, y nos las propone por dechado,
y un vivo retrato de la vida celestial.
SAN ANDRÉS , ÍÍIONJE Y MÁRTIR. — En Creta,
que hoy es Candía, isla noble y rica , y mas rica
y noble hoy que ha vuelto al suave yugo de la
ley evangélica (reducida por las gloriosas ó invencibles
armas venecianas), nació Andrés de ricos
y nobles padres. Crióse como hijo de quien era,
con la enseñanza de buenas letras y doctrinas cristianas
, amando desde sus tiernos años la virtud,
la penitencia, el cilicio y el ayuno, conque domaba
v tenia ó rava los incentivos de la juventud
lozana. Al olor de su virtud vinieron muchos siguiéndole,
á quienes enseñó el camino de la patria
celestial, haciendo con ellos vida común , pobre
y religiosa. Gozaba el orbe cristiano de una
tranquila paz en este tiempo, de que envidioso el
enemigo común, buscó modo de perturbarla; y
fué en esta forma. Tenia el imperio Constantino,
no el Magno, propagador de la religión cristiana,
sino un sucesor suyo , llamado Constantino Coprónimo.
Este dio en afirmar, que era especie de idolatría
la veneración de las santas imágenes, no
entendiendo que los cristianos no adoran la imagen
, sino el prototipo , y que cuando la imagen es
de Cristo , su Madre santísima María , sin pecado
concebida , ú otro alguno de los santos , mueve al
católico á contemplar en el representado por ella
sus virtudes y excelencias, y desea imitarlo. Si la
veneración se quedase en solo el lienzo ó estatua,
esa fuera idolatría ; y si la imagen fuera de una
Venus lasciva , un deshonesto Júpiter, ú otros semejantes
. también. En fin con esta capa de piedad
impía comenzó el demonio la mas cruel guerra que
jamás se ha visto, perturbando la paz de la Iglesia
toda.
2 Sintió el divino Andrés , como era justo , tan
grave mal: y no sufriéndole el corazón dejar do
hacer de su parte cuanto fuese posible para remediarlo
, dejó su patria, amigos, y parientes, y
se fué á Constanlinopla á verse con el emperador,
y argüirle de su error y maldad. Puesto , pues , en
presencia del emperador y magistrados, quo le
asistían , levantando la voz,, dijo: Cruel tirano,
sabe que Dios es adorado y venerados sus santos
en las imágenes santas que nos los representan:
si á tí te ha engañado el padre del engaño, no es
razón que por tí se pierdan tantos: yo vengo á
reducirlos y reducirteá penitencia: y si no jmedo;
á lo menos, á animar á los que valerosos se exponen
al martirio, por no obedecer tus crueles
TOMO IV.
edictos. ¿A los cristianos persigues? ¿Tú eres emperador
cristiano? ¿Qué mas hiciera un Nerón? A
estas razones mas furioso de lo que antes estaba,
se volvió el cruel tirano contra los verdaderos católicos,
y que como tales venerábanlas santas
imágenes , y sin perdonar tormento alguno , á unos
hacia azotar con duros nervios , á otros sacar los
ojos , á otros arrancar las lenguas , á otros cortar
piernas y brazos , á otros arrojar al fuego , y finalmente
á todos quitar las vidas. Con esto mas encendido
en compasión y caridad divina , levantó
Andrés mas la voz (por si no le habia oido el tirano),
diciéndole: ¿Por qué, ó emperador , si
eres cristiano, castigas de esta manera la imagen
de Cristo? Entonces se volvió contra él furioso,
viéndose así reprender, y mandó que lo prendiesen.
Obedecieron los ministros infernales, dándole
tantas puñadas , bofetadas y palos , que bastaron
á mitigar la ira del tirano emperador; y así
mandó que le dejasen: y vuelto á él, le dijo:
¿Cómo tienes tal atrevimiento, que no solo no obedeces
los imperiales preceptos; sí que me reprendes
á mí? Pero me ha caído en gracia tu denuedo,
sigue la religión verdadera : haz lo que yo mando,
y te prometo mi gracia y perpetua amistad. No
busco la gracia del emperador terrestre (dijo
Andrés animoso): solo quiero la del celestial Emperador
Jesucristo : tu amistad sea para los que le
siguen y quieren, como tú, condenarse. No he
surcado tantos mares, dejando mi patria , y cuanto
tiene el mundo, para ganar tu amistad , sino para
ganarle si puedo, para el cielo , haciendo que
vuelvas en tu acuerdo, dando el debido culto á
las santas imágenes, y perdonando á los que tienes
presos , porque las veneran : y cuando esto no
consiga, conseguiré á lo menos una muerte gloriosa
, perdiendo la vida á manos de tu crueldad,
que eslov dispuesto á padecer constante : ¿y qué
haré YO en morir , por quien murió por mi:
3 Por cierto , dijo , riéndose el emperador,
que es grande tu sabiduría : pues le atreves á persuadir
y mudar los ánimos de un emperador supremo
, y tanto magistrado docto , tantas dignidades
. y tan venerables canas, como aquí miras:
lo que importa es quo desistas de tu locura , ó te
prevengas á sufrir inauditos tormentos. Constante
oyó Andrés al emperador, y mirando al cielo,
dijo : No te negaré , Cristo y Salvador mió : no le
burlaré con mi confesión: no despreciaré tu imagen
santa : dame valor, mi Dios; y vuelto al emperador,
dijo: Castiga, ó emperador, mi cuerpo:
corla mis pies y manos: cácame los ojos: arranca
íiú lengua; porque pronto estoy á padecer en defensa
de la imagen santa de Cristo Jesús , mi Dios
y Salvador. Tuvieron varios coloquios los dos,
uno reprobando y otro defendiendo la veneración
de Jas santas imágenes, hasta quo convencido y
furioso el emperador, le mandó desnudar y azotar
cruelmente en su presencia con cordeles y duros
nervios. Después que con invicta paciencia había
sufrido el mártir glorioso infinitos azotes , severo v
constante, vueltos los ojos al cruel empera lor,
dijo : O emperador: dejadas las guerras contra los
bárbaros, que lícitamente podías y debias emprento

122 LA LEYENDA DE ORO.
der; ¿has puesto todo tu ánimo y esfuerzo contra
Cristo, y sus siervos? ¿Y juzgas, obrando así,
tener en paz tu cetro y corona? ¿Por ventura no
temes el juicio de Dios? ¿Nó sabes que te ha de
pedir cuenta? Con esto se acabó del todo de enfurecer
mas el tirano , y mandando venir nuevos
verdugos , que estuviesen descansados , con fuertes
y duros nervios de toros lo hizo segunda vez
azotar tan cruelmente , que á pedazos le quitaban
la carne, y la tierra corría arroyos de sagrada sangre
: y lo que mas es de ponderar que como todos
sabían ei gran gusto que recibía el tirano emperador
en ver padecer mas y mas al mártir de
Cristo; los verdugos lomaban nuevas fuerzas, y
los circunstantes, unos sacaban las espadas, y le
herían por diversas partes: otros le tiraban piedras;
y el invictísimo mártir por todos y para todos
pedia perdón y misericordia.
i Tenia con razón hecho juicio el tirano, que
si red ucia á su parecer al glorioso san Andrés, conseguia
una gran victoria ; porque flaqueando este
invencible guerrero, habian de flaquear infinitos,
y siendo glorioso mártir, habian de serlo también
infinitos con su ejemplo , como sucedió : y así probó
tantear lodos los vados. Mandó otra vez que cesase
el rigor, y volvió á las caricias, haciéndole
mil olerías, á que resistió el fuerte y valeroso caballero
de Cristo con tanto valor, como á los azotes
y tormentos. Viendo el tirano que nada aprovechaba
, volvió á los tormentos: mandóle herir
en las mejillas con piedras hasta que no le dejasen
diente ni muela en la boca , por vengarse de
las palabras con que lo habia reprendido su crueldad.
Después de esto cruel tormento, lo mandó
poner en la cárcel, y fué enviar á ella doctor y
maestro ; porque allí predicaba y confortaba á los
mártires de Jesucristo ; y después de haber convenido
á muchos, y confirmado á todos, deseaba
ya tanto ser libre de la cárcel de su cuerpo , y
verse con Cristo, como otro Pablo , que provocaba
al tirano Constantino , para que , ó le atormentase
sin cesar, ó le acabase la vida , y perficionase la
corona de su martirio. Cuando ya le pareció al
cruel y malvado emperador, que con tanto como
habia padecido, se habría mudado el ánimo incontrastable
del guerrero valeroso, lo mandó sacar
de la cárcel , y traer á su presencia ; pero viéndole
siempre firme y constante, lo hizo desnudar
otra vez , y mandó lo azotasen con mas rigor y
crueldad que antes, si mas podía ser: y obedeciendo
los verdugos, le dieron tantos y tan crueles
azotes, que renovándose de los primeros las llagas
y heridas , era todo su sagrado cuerpo un mar de
sangre , corriendo entre ella los pedazos de carne
por tierra; pero aunque le despedazaban y quitaban
las carnes, jamás pudieron quitarle, ni una
mínima parte del tesoro de la le que en su corazón
guardaba.
5 Cansado ya el tirano de herirle y alormenlarle
, se confesó vencido de la constancia del invicto
mártir: y así dio contra él la sentencia de
muerte, mandando le atasen por los pies con fuertes
cuerdas, y que lo arrastrasen por la ciudad,
dando vueltas á todas las calles y plazas públi-
OCTUBRE , 17
cas , y en llegando al lugar donde morían afrentosamente
los malhechores, allí fuese arrojado y
muerto, dejándolo entre ellos, para que no pudiese
su cuerpo santísimo ser venerado de los cristianos.
Todo por su orden fué ejecutado: y pasando
por una plaza un pescador , instigado sin
duda del demonio , dejó los peces que vendía , y
corrió al santo mártir, y de un golpe que le dio
con una cuchilla le corló un pié, con que acabó
felizmente la carrera y la vida, volando su sacratísima
alma á los cielos á ser colocada en el coro
de los espíritus soberanos, ó invencibles mártires,
dándole lodos mil parabienes de tan glorioso triunfo
, como habia alcanzado del tirano emperador
Constantino Coprónimo. Su cuerpo santísimo fué
arrojado en el lugar inmundo (fe los malhechores,
y expuesto mucho tiempo á ser despedazado y comido
de las fieras ; mas no sucedió así, como deseaba
el tirano : porque llegándose doce hombres
poseídos del demonio á aquel lugar, y tocando
casualmente el cuerpo glorioso que Dios conservaba
allí milagrosamente defendido de aves y fieras,
al instante quedaron sanos y libres de la
opresión délos demonios, que mucho tiempo habia
que los atormentaban : con que , confesando
á voces el milagro , conocieron al santo mártir , y
dando cuenta á los piadosos católicos , lo sacaron
de allí, y dieron honorífica sepultura en un lugar
llamado Crisis, donde está, y obra Dios por él infinitos
milagros. Fué su gloriosa muerte y martirio
á 17 de octubre (dia en que lo celebra la Iglesia)
por los años del Señor do 701. Escribieron su
vida v martirio lo "riegos en su Menologio ; Melatraste;
Lipomano, tomo vi; Surio, lomov;Zonaras,
tomo m Annalium Ilistor. rniscel. ex
Theophane, et Cedreno in Compend. aun. 21
Conslanlini Copronimi; el Martirologio romano;
y Baronio en sus anotaciones, y en el tomo
ix de sus Anales , ann. 701 , núm. 84.
* SAN ERON , OBISPO Y MÁRTIR.—Fué natural
de Siria y se convirtió á la religión cristiana
por la predicación de san Ignacio, patriarca de Anlioquía,
que le confirió el diaconado. En la escuela
de este ilustre defensor de la fó aprendió Eron no
solo las ciencias eclesiásticas , sino también las mas
sublimes virtudes. Después que el emperador Trajano
se llevó á san Ignacio á Roma y lo hizo devorar
por las fieras , lué Eron elegido y consagrado
obispo de Anlioquia , cuya Iglesia gobernó por espacio
de veinte años , muriendo martirizado en la
misma ciudad , el año 130 de Jesucristo.
SANTA MAMELTA, MÁRTIR. — Era natural de
Persia y vivió en este país, entregada á las supersticiones
del paganismo. Sin embargo , su vida arreglada
y las bellas disposiciones de su corazón
hacían que ya antes de conocer la religión cristiana,
perteneciese su espíritu al cristianismo á causa de
la inclinación que profesaba á la verdad y á las
doctrinas sanas. Electivamente Dios quiso para sí
aquella alma tan buena, y enviándola cierto dia
un ángel, la iluminó con la divina revelación, y por
medio del mensajero la hizo decir que dejase el
culto de los ídolos y abrazase el del Dios verdadero-
Gozosa entonces Mamelta y fiel al celestial

OCTUBRE, 18 LA LEYENDA DE ORO. 123
mandato , se convirtió á la fé de Jesucristo , recibió
el agua santa del bautismo y empezó ú practicar
públicamente la ley de Dios. Los paganos y
gentiles se mofaron al principio de ella , luego empezaron
á maquinar contra su vida , y al fin la
apedrearon y la arrojaron á un profundo lago , en
el cual entregó alegre su espíritu al Señor, y consiguió
la corona del martirio.
Los SANTOS VÍCTOR, ALEJANDRO , Y MARIANO,
MÁRTIRES.—Fueron de Asia y se cree que murieron
martirizados en Antioquía durante la persecución
del emperador Docio.
SAN FLORENTIN , OBISPO Y CONFESOR.—Nació
en las Galias, y se educó en medio de una familia
que no le dio mas que ejemplos de virtud y santidad.
El Señor le preparó ya en su infancia con
las benéficas bendiciones del cielo , haciéndole progresar
extraordinariamente en los caminos do la
perfección y en el estudio de las sagradas Letras.
Su espíritu siempre dócil á las inspiraciones del
cielo , se inclinó al estado eclesiástico y fué ordenado
por san Agricio, obispo de Oranges, en Francia
, que floreció en tiempo del segundo concilio
de Órlenos. Muerto este santo obispo , Florentin,
que se había captado el aprecio y la admiración
de todos, fué aclamado pastor de la diócesis de
Oranges por todo el clero y pueblo reunidos , fué
el XXIII prelado de aquella Iglesia , y después de
haberla gobernado y dirigido santamente , adornado
de esclarecidas virtudes , descansó en dichosa
paz , á finos del siglo V.
SAN VÍCTOR , OBISPO Y CONFESOR.—Fué natural
de Italia ; pasó sus primeros años en la soledad
estudiando las santas Escrituras y ejercitándose
en la penitencia y devoción. El venerable Beda,
en su libro de Matione temporum, le llama varón
santísimo y doctísimo , y dice que floreció durante
el siglo VI. El cardenal Baronio , en sus anotaciones
al Martirologio romano, escribe que vivió bajo
el reinado del emperador Justiniauo. Consagrado
obispo de Capua , se dedicó sin descanso á la ilustración
de los fieles, y escribió varios tratados tocantes
á la disciplina y costumbres. Confutó el ciclo
pascual de Victorino de Aquitania, y publicó otro,
que fué revisado y aprobado en el cuarto concilio
de Orleans, celebrado ol año 463. Su sabiduría le
colocó en el número de los oráculos de su tiempo,
lo cual, junto á su eminente santidad , hizo que su
nombre fuese muy reverenciado en toda la Iglesia.
El cardenal Baronio cree que Víctor murió santamente
en Capua por los años de 560.
»ia fiS.
SAN LUCAS, EVANGELISTA. — El glorioso evangelista
san Lucas fué natural de la ciudad de Antioquía
, hijo de padres nobles y ricos , y desde su
niñez inclinado al estudio de las buenas letras, y
de toda virtud. Es gran señal de su honestidad el
haber perseverado virgen tocia su vida. En la
elocuencia y en las demás ciencias puso mucho
cuidado, y mas particular en la medicina , la cual
ejercitó, y san Pablo le llamó «módico carísimo.»
También aprendió el arte de pintar, no por oficio
y tener nombre de pintor, sino (como es de creer)
para saberla y ocuparse en ella algunos ralos , y
pasar el tiempo honestamente. Orígenes, Epifanio
, san Gregorio y Simeón Metafraste dicen , que
fué uno de los setenta y dos discípulos que el Señor
(á mas de los apóstoles) envió á predicar su
Evangelio, como lo refiere el mismo san Lucas.
Algunos de estos autores , y Teolilalo y Niceforo,
son de parecer que san Lucas fué compañero de
Cleofas, y uno de ios discípulos que el dia de la
resurrección iban á Emaús, cuando en traje de
peregrino se les apareció el Señor, y otros traen
algunas razones y conveniencias para probar esto:
y á mi parecer no están tan fundadas, que por
ellas se pueda tener por cierto : antes san Ireneo.
Tertuliano , Eusebio , san Gerónimo , san Agustin,
Doroteo, Beda y Pedro Damián dicen , que san
Lucas no fué de los setenta y dos discípulos : y si
se ponderan bien las palabras que el mismo san
Lucas, hablando de sí, dice en el principio de su
evangelio , fácilmente se echará de ver que lo escribió,
no como testigo de vista, sino de oidas,
y como le informaron los que desde el principio
fueron discípulos del Señor. Lo cierto y sin duda
es que san Lucas fué compañero de san Pablo en
sus trabajos y peregrinaciones , y que fué señalado
para esto de las Iglesias: y así el mismo san Pablo,
escribiendo á su discípulo Timoteo, le dice:
«Lucas solo está conmigo:» y á los colosenses.
« Salúdaos Lucas , mi muy amado : » y á los de
Corinto: «Con Tito (dice) os enviamos á nuestro
hermano (entendiendo á san Lucas), que tiene
loa en el evangelio por todas las Iglesias: y no solo
hay en él esto , sino que está señalado de las Iglesias,
para que sea compañero de nuestra peregrinación.»
Y así es de creer que san Lucas trabajó
y padeció mucho en la predicación del sagrado
Evangelio, y que fué particionero de las grandes
fatigas , molestias , incomodidades y persecuciones
que padeció san Pablo , cuando iba alumbrando
al mundo con la doctrina del cielo: aun
que no fué san Lucas luego al principio compañero
de san Pablo, sino pasado aigun tiempo, y
cuando el santo apóstol llegó á una ciudad marítima
de Asia , llamada Troade , como lo significa
san Ireneo. Escribió san Lucas su sagrado evangelio
en griego , en estilo elegante , para enseñar á
los griegos á quienes san Pablo predicaba; como
san Mateo habia escrito su evangelio en hebreo
para los hebreos, y san Marcos el suyo en latín
(á lo que parece á algunos autores) para los romanos
y latinos, donde escribió. Y el mismo san
Pablo, es de creer que dio noticia á san Lucas
de muchas cosas de las que escribe en su evangelio:
y por esto dice san Gerónimo, que algunos
fueron de parecer que cuando el Apóstol dice en
sus epístolas: Juxlü evangelium meum: según
mi evangelio; que habla del evangelio que escribió
san Lucas; porque san Lucas lo había aprendido
de él, y lo había escrito , informado del mismo
Apóstol y en su compañía. Pero no solamente
san Lucas fué enseñado del apóstol san Pablo para
escribir el evangelio, sino también de los otros
apóstoles, y especialmente de la sacratísima Virgen

12'i LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 18
María nuesíra Señora, con la cual parece que tuvo
mucha familiaridad, y de ella fué muy favorecido,
y supo los sagrados y secretos misterios de la encarnación
del Verbo eterno en sus entrañas, la
visitación de santa Isabel, la santificación, gozo y
saltos del niño Juan en el vientre de su madre , el
nacimiento del Señor en Belén , su circuncisión, y
la presentación en el templo, y todos los otros
misterios que solo san Lucas escribe en su evangelio,
y sola la que era Madre y habia sido testigo,
y tanta parte en ellos, los sabia y se los podia descubrir.
A mas del sagrado evangelio escribió san
T 1 •
Lucas otro libro que se llama los Hechos apostólicos,
en el cual, comenzando desde la subida á
los cielos del Salvador, y tratando de la venida
del Espíritu santo, escribe la predicación de los
apóstoles, los milagros que hicieron, las contradicciones
que tuvieron de los judíos, las costumbres
con que los cristianos de la primitiva Iglesia vivian,
la muerte de san Estovan, la conversión de san
Pablo, como Herodes mandó degollar á Santiago
el mayor, y prender á san Pedro, y el Señor le
libró. Finalmente, siendo ya san Lucas compañero
de san Pablo, va contando su peregrinación , sus
trabajos , sus persecuciones, de que no pequeña
parte le cupo al sagrado evangelista, hasta que
llegaron á Roma , donde estuvo dos años san Pablo
preso; y allí pone fin y remata su libro. Dejando
al glorioso Apóstol en Roma, volvió san
Lucas á Oriente: y habiendo ilustrado con su presencia
la provincia de África, pasó á Egipto y á
la superior Tebaida , y de allí á la inferior , donde
fué obispo, y convirtió gran número de gentiles á
la fé de Jesucristo nuestro Señor. Allí estuvo muchos
años , ordenó sacerdotes, y consagró obispos
y enviólos á predicar por diversas partes. Derribó
ídolos, levantó altares, edificó templos al Señor;
y con su vida y predicación santísima, toda aquella
provincia, de una tierra yerma y estéril, se convirtió
en un jardin amenísimo, lleno de plantas
celestiales y divinas. Y habiendo gastado en estas
santas y fructuosas ocupaciones su vida , y llegado
á la edad de ochenta y cuatro años (como escribe
san Gerónimo), dio su bendita alma á Dios en Bitinia
; y á lo que se saca del mismo santo doctor,
de Isidoro , Metafraste y otros autores, murió de
su muerte natural. Verdad es que san Gregorio
Nacíanceno da á entender que fué mártir, y lo
mismo san Paulino, obispo de Ñola , en dos versos
, que dicen:
Hic palé?- Andreas, et magno nomine Lucas,
Martyr, et ülustris sanguine Nazarius.
Y san Gaudencio , obispo de Bresa , siente lo mismo:
y Niceforo Calixto no solamente dice que fué
mártir; pero escribe ei género del martirio con que
fué martirizado, y que le colgaron de un olivo,y
que allí acabó su vida ; y Glicas es también de
este parecer.
2 Entre las otras cosas memorables y dignas
de veneración , que hizo el bienaventurado evangelista
san Lucas, fué una pintar las imágenes de
Cristo nuestro Salvador, y de la sacratísima Virgen
su Madre, y retratarlas muy al vivo, y dejarlas
á la Iglesia católica para consuelo de todos los
fieles: las cuales imágenes fueron siempre tenidas
en grande estima , y reverenciadas con gran devoción.
La de la Virgen , que pintó san Lucas , hoy
dia está en Roma , en la basílica de Santa María
la mayor, y el Señor ha obrado muchos milagros
por ella. Murió san Lucas á 18 de octubre , en que
la Iglesia celebra su fiesta. Sus sagradas reliquias,
con las do san Andrés , y san Timoteo, mártir,
fueron llevadas á Conslantinopla , donde el emperador
Constancio , hijo del gran Constantino , les
edificó un suntuoso templo; y después, andando el
tiempo, el cuerpo de san Lucas se trasladó á la
ciudad de Padua , donde ahora está , como lo dice
el Martirologio romano; aunque la cabeza y un
brazo de este sagrado evangelista se muestran y
reverencian en Roma en la iglesia de San Pedro.
De san Lucas escriben todos los Martirologios ; Eusebio;
san Gerónimo; san Agustín; Isidoro; Metafraste;
Niceforo ; y todos los que han escrito comentarios
sobre los evangelistas.
* SAN JULIAN , ERMITAÑO Y CONFESOR.—Este
santo , que florecía en el siglo IV, fué tan acreditado
de prudencia y sabiduría , que sus contemporáneos
le dieron el sobrenombro de Scdms , que en
el idioma siríaco significa «anciano.» Después do
haber pasado muchos años en una cueva sombría
y húmeda junto á la ciudad de Edesa , retiróse á
vivir solo en la Arabia. Ejercitóse en el trabajo y
en las prácticas de la mas rigurosa penitencia, orando
y meditando casi de continuo. Cuando Juliano el
Apóstala murió hallándose en Persia , el santo ermilaño
tuvo una vision que le reveló aquel acontecimiento
tan importante para la paz déla Iglesia.
Las persecuciones que le hicieron sufrir los arríanos
en tiempo del emperador Valente , obligaron al
santo ó dejar su soledad ; y se fué á Antioquia
para confundir públicamente á los herejes. Obró
en aquella ciudad muchos milagros, y después de
haber rendido un testimonio auténtico á la verdad
católica , se volvió ó su retiro , donde continuó instruyendo
á los que so habían puesto bajo su dirección
, y en esta sania tarea, entregó su espíritu al
Criador. San Juan Crísóstomo habla de Julian llamándole
«hombre de prodigios, » y cuenta los ho-.
ñores de que se hizo digno en la Iglesia antes y después
de su muerte.
SAN ASCLEPÍADES , OBISPO Y MÁRTIR.'—-Fué sucesor
de san Serapion en la silla episcopal de Antioquia,
siendo consagrado el año 211. Dio glorioso
testimonio de la fé de Jesucristo , derramando su
sangre por su confesión durante el reinado de los
emperadores Caracala y Macrino, muriendo degollado
en la misma ciudad do Antioquia el año
219. Su cuerpo, enterrado por los cristianos, fué
vínculo de grandes portentos para la Iglesia do
Dios.
SAN JUSTO , MÁRTIR.—Nació en el territorio de
Beauvais, de padres cristianos, que supieron arraigarensu
tierno corazón tan profundamente lospríncipios
y las máximas del cristianismo, que siendo
aun muy niño confundió con su valor y constancia
ó los mismos paganos. Apenas habia cumplido Justo
losnueve años, fué preso y llevado á la presencia
del gobernador Ricciovaro, el cual, después de

OCTUBRE ,19 LA LEYENDA DE ORO.
haber asolado todos los recursos humanos para dialéctica y lógica: y aunque aprovechaba mucho
hacerle renegar de la religión cristiana , le conde­ en las letras con su vivo ingenio y aplicación,
nó á ser decapitado , cuya sentencia se ejecutó el aprovechaba mucho mas en las virtudes, y era
año 306, reinando Diocleciano.
tan conocida entre los estudiantes de la universi­
SANTA TRIFONÍA.-Esta santa era esposa del bárdad su modestia y compostura , que si tal vez esbaro
emperador Decio, que tanta sangre hizo dertaban algunos en conversación poco decente , en
ramar entre los cristianos. Convirtióse á la religión viéndole venir, decian: El de Alcántara viene:
de Jesucristo , y la instruyó en la fó un sacerdote mudemos de plática. Preveníase con oración v
romano, llamado Justino, que también la bautizó. devotos ejercicios contra las tentaciones del demo­
Al día siguiente de haber recibido este sacramento, nio, que empezaba ya á hacerle cruel guerra, á
Dios la llamó á si , y murió santamente en la mis­ que anadia disciplinas, cilicios, ayunos y otras asma
ciudad do Roma , siendo sepultada en una perezas , deseando salirse presto de! mundo que
cueva junto al sepulcro del mártir san Hipóli­ veía tan lleno de lazos, y pidiendo á Dios que le
to. Su dichoso tránsito sucedió á mediados del mostrase el camino de su voluntad: lo cual hizo
siglo III.
el Señor, revelándole que se entrase en la religión
SAN ATENODORO, ORISPO Y MÁRTIR.-—Fué del seráfico padre san Francisco, porque en ella
hermano de san Gregorio Taumaturgo, y consa­ se queria servir de él.
grado obispo de Neocesarea. Asistió al concilio de 2 Entró en la orden seráfica, siendo de edad
Antioquía contra Pablo de Samosata, en el cual se de diez y seis años , en la custodia de Extrema­
distinguió por su eminente sabiduría y noble zelo dura, que después se llamó provincia de San Ga­
por la pureza de la doctrina católica. Después de briel, en el convento recoleto de los Manjarretes,
haber brillado en la Iglesia como un astro de pri­ una legua de Valencia de Alcántara. Caminando
mera magnitud , fué martirizado durante la perse­ al monasterio para tomar el hábito, confirmó
cución del emperador Aureliano el año 233. Dios- su vocación con un raro prodigio : porque
llegando al rio Tietar,que no podia vadearse;
Eíía SO.
como no hallase barquero que le pasase de la
olra parte, se entristeció sobre manera, y empezó
á rogar á Dios que no permitiese se le embarazase
ó dilatase el cumplimiento de sus deseos; y
luego se sintió llevar sobre las aguas, sin ver ni
entender quien le llevaba, y se halló á la otra
orilla con los pies enjutos, dando gracias á Dios
por tan singular favor. En vistiendo el hábito
de san Francisco, se vistió del espíritu humilde,
pobre y penitente de la seráfica religión : y no es
fácil decir la vida angélica y celestial que comenzó
á hacer, adelantándose, al empezar el
camino de la perfección , á muchos que lo acababan.
Echó un profundo cimiento de humildad,
para levantar sobre él un alto y firme edificio de
santidad : afligía su cuerpo con tantas penitencias
como si castigara graves culpas, el que no habia
perdido, según se cree , la gracia bautismal: mortificaba
sus sentidos, sin permitirles jamás el menor
alivio : olvidábase de sus padres, hermanos y
parientes, como si fuera otro Melquisedech, sin
padre, ni madre , ni genealogía: su pureza era
de ángel: su fervor de novicio, como lo era : su
aprovechamiento de muy antiguo: su rendimiento
de un niño de pocos años: su prudencia de un
anciano de muchas canas y experiencias; y finalmente,
su vida un ejemplar de toda virtud, y
un espejo de toda santidad, en que los religiosos
tenían mucho que aprender y que admirar.
SAN PEDRO DE ALCÁNTARA , CONFESOR Y FUN­
DADOR.— En la villa de Alcántara, que antiguamente
se llamó Norba Cesárea , y perteneció á
Lusitania , y hoy es de la provincia de Extremadura,
y cabeza de la orden militar de los caballeros
de Alcántara , nació de padres nobles y virtuosos
san Pedro de Alcántara , ejemplo de espantosa
penitencia , y varón de altísima contemplación, el
año de 1499. Su padre fué el jurisconsulto Garabito
, y su madre Doña María de Sanabria y Maldonado.
En su niñez desmenlia la edad con su
cordura y devoción; porque á los cuatro años se
retiraba al oratorio de su casa á rezar las oraciones
que sus padres le habían enseñado. Cobró
grande afecto á la Reina de los ángeles, y rezábala
el rosario hincado de rodillas, y con el misterio de
su concepción purísima tenia especial devoción.
En sabiendo leer, luego se aficionó á los libros devotos
y desechó los profanos, y no pocas veces
se retiraba á considerar lo que habia leido. Hizo
un cuaderno de papel en forma de libro , que traia
siempre consigo, y aquí apuntaba las sentencias
de los santos, que encontraba , para meditarlas y
considerarlas muchas veces. Cuando faltaba de su
casa le hallaban en la iglesia, en la cual gastaba
muchos ratos meditando en la pasión de Cristo,
con grande ternura y lágrimas; y en una ocasión
le hallaron arrebatado en espíritu y levantado en
el aire. Hizo pacto con sus ojos, como el santo
Job, de no mirar rostro de mujer: y para cumplirlo
andaba siempre con los ojos bajos: con que
pudo conservar la preciosa joya de la virginidad,
sin que se la robasen los ladrones que suelen entrar
por los ojos á robarla, cuando el alma se sale
p 0r ellos , como otra Dina , á ver las mujeres de su
región. Habiendo estudiado la gramática, fué á la
uni v
ersidad de Salamanca, para estudiar retórica,
12o
3 En profesando, le pareció que hasta allí no
habia comenzado á servir á Dios , y que era menester
empezar de nuevo , y se decía muchas veces
á sí mismo lo de san Bernardo: ¿A qué he
venido á la religión? ¿Qué es lo que hago? ¿Cómo
se me pasan los días y los años, sin dar un paso
adelante en el camino de la perfección, debiendo
cada día y cada hora adelantarme en este camino
en que me ha puesto el Señor? De esla manera,
considerando cada dia , como si fuera el primero

120 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 19
de su conversión, corria y se apresuraba para adquirir
alguna virtud, el que en su concepto no tenia
ninguna , y en la estimación de los demás las
tenia todas en alto grado. Parecióles á los roligiosos,
que Dios habia traído áPedro á su casa para
grande aumento de la nueva recolección , que entonces
se empezaba á plantar; y así, después que
se hubo ejercitado por algún tiempo con maravilloso
ejemplo de humildad y caridad, en los oficios
humildes del convento, le fueron ocupando
sus prelados en cosas mayores, para que lograse,
como buen siervo, con los muchos talentos que el
Señor le habia entregado. Vivían los frailes con
grande rigor de observancia y fervor de vida, y
con la entrada del santo empezó á resplandecer
mas su virtud , y ó echar mayores rayos su santidad
, de que atraídos muchos religiosos venian
de varias provincias de la orden seráfica á la
nueva custodia, donde eran recibidos, por virtud
de un breve de León X: con que en poco
tiempo se llenaron cuatro conventos que entonces
tenia la custodia, y se fundaron otros muchos,
debiéndose principalmente todo este aumento ó la
santidad, zelo y diligencia de san Pedro de Alcántara.
k Siendo de solos veinte años, le enviaron sus
prelados con otros religiosos á fundar el convento
de Badajoz , y le hicieron superior de los demás:
prueba grande de su mucha santidad; pues no
repararon en su poca edad, ni en que no era sacerdote
, para hacerle prelado y fundador de un
nuevo convento; antes les pareció el mas á propósito
, para que se fundase en fervor y espíritu
verdadero. Los años siguientes le mandaron sus
superiores recibir los sacros órdenes hasta el sacerdocio
, con mucha repugnancia suya; porque
como tenia tan bajo concepto de sí, y tan alto do
la dignidad sacerdotal, deseaba no subir á ella,
y admitióla, obligado de la obediencia. Decia la
misa con tanta devoción y lágrimas, que las hacia
derramar á sus oyentes , y muchos se compungían
de solo verle celebrar; de manera , que hacia mas
fruto con una misa que otros predicadores con un
sermón fervoroso. Deseaba el provincial de su custodia
, que era el siervo de Dios Fr. Francisco
Frenegal, hacerle predicador , esperando que se
había de seguir á Dios mucha gloria, y á las almas
mucho provecho; mas deteníase, juzgando
que no podia ejercitar este ministerio con fundamento
, por no haber estudiado la sagrada teología.
Sucedió que estando juntos los religiosos con
el t provincial, tratando de materias espirituales;
llegando aun punto delicado, y habiendo dicho
los demás lo que les parecia, mandó el provincial
al santo que él también dijese su sentir en
aquella materia. Excusóse el santo con su falta de
letras escolásticas, que eran necesarias para explicar
aquel punto; mas por voluntad de Dios,
que quena descubrir la sabiduría de san Pedro,
como antiguamente la de san Antonio de Padua,
para ponerle en el candelero de la predicación , le
obiigó el prelado á que hablase; y él lo hizo con
tanto acierto, agudeza, espíritu, propiedad de
términos y palabras, que el prelado le mandó
que sin falta predicase , y no sepultase el talento
que Dios le habia dado para bien de muchas almas.
En lo restante de su vida corrió por muchas
ciudades, villas y lugares, especialmente de la
provincia de Extremadura, haciendo grande fruto
con su predicación , sacando innumerables pecadores
de las garras del demonio, y haciendo rarísimas
conversiones y mudanzas en las personas
con quienes tralaba : porque sus palabras eran
muy eficaces, pero mas eficaces sus obras, y solo
verle hecho un retrato de la penitencia, bastaba
por sermón, cuanto mas mudo, mas elocuente
para ablandar los mas endurecidos pecadores. Al
entrar en las ciudades, apareció tal vez un astro
resplandeciente, como avisando al pueblo de la
nueva luz que venia á alumbrarle, y estando
predicando, se vieron estrellas sobre su cabeza.
5 En las parles donde predicaba, hacia fabricar
cruces de madera, y llevándolas él sobre
sus hombros, acompañado de mucha gente en
forma de procesión , las colocaba por sí mismo en
lugares eminentes y cumbres de los montes, para
que fuesen vistas de muy lejos, y adorado el Señor
en ellas. En Sierra de Gatas fabricaron una cruz
tan grande, para que pudiese ser vista en aquella
altura, que doce hombres de muchas fuerzas apenas
la podian levantar; pero el sanio, sin permitir
que nadie le ayudase, la lomó en sus hombros
y subió por ia sierra, parte del camino
hincado de rodillas, hasta que la colocó en la
eminencia, dando el espíritu , mas que de gigante,
prodigiosas fuerzas al cuerpo ilaco y debilitado
con los ayunos y penitencias. En Sierra Morena
llevó y colocó de la misma manera otra cruz,
compuesta de dos pinos, que veinte hombres no
pudieran subir veinte pasos; y el sanio la subió
solo, por un despeñadero en que un hombre sin
embarazo sube con mucha dificultad y peligro.
Predicando por los confines de Extremadura, llegó
á Alcántara : y aunque dice Cristo, que ninguno
es profeta acepto en su patria, quiso que
san Pedro fuese excepción de esta regla ; porque
fué en ella muy venerado , y cogió no menos fruto
que en las demás partes donde sembró la palabra
de Dios : y muchos de sus parientes se hicieron
religiosos, y tomaron su mismo hábito , y particularmente
un sobrino suyo llamado Antonio
Maldonado, entrando en la provincia de San Gabriel,
fué en la penitencia y demás virtudes un
vi\o retrato de su santo Lio y padre espiritual, y
murió con grande fama de santidad : algunas sobrinas
suyas trocaron el siglo por la religión , y
resplandecieron en virtudes y milagros; y los parientes
que quedaron en el siglo, vivían como religiosos,
con hábito do seglares: lauto fué el fruto
que sacó con sus ejemplos y palabras. Volaba su
fama por todas parles, y no cabiendo en Castilla,
llenó también á Portugal, adonde fué llamado
del rey y la reina, que deseaban verlo y hablarle:
y fué lanío el provecho que experimentaron con
su tralo y conversación, que desearon se quedase
en su corte y palacio; mas no se lo pudieron persuadir,
porque le parecía, según el dicho de Cristo,
hablando del Bautista, que no dice bien el vestido

OCTUBRE, 19 LA LEYEN DA DE ORO: 127
áspero con las corles y palacios de los reyes, donde
viven los que visien delicadamente; y así se volvió
á Castilla á su provincia , de donde solía ir
una vez cada año á Lisboa, á ruegos del rey de
Portugal, y de la infanta doña María, su hija, y
la princesa doña Isabel.
6 Habiendo sido guardián de algunos conventos
do su provincia , fué elegido provincial: y aunque
él postrado delante de! capítulo procuró con
lágrimas, razones y súplicas excusarse, no pudo;
porque todos á una voz dijeron que no se le admitiese
ninguna excusa; y á él, que no resistiese á la
voluntad de Dios. Luego empezó á ejercitar su oficio,
como se podia desear: era consigo riguroso y
severo; con los demás blando y amoroso: á todos
tenia por buenos y santos ; á si solo por malo y
pecador: para sí no buscaba nada; y alendia á
las necesidades de todos: á los ancianos trataba
como á padres : á los mancebos como á hijos ; y á
ninguno miraba como á inferior; y con eso no se
dejaba servir de ninguno: parecíale que serprimero
en una comunidad religiosa es tener obligación de
ser primero en la humildad, candad, moi 1
ideación,
y en las otras virtudes, y que la cabeza en esto
cuerpo no tiene mas diferencia de los otros miembros
, que estar en lugar mas eminente , para ver
y atender con solicitud á las necesidades de lodos.
Visitaba á pió y descalzo los conventos de su provincia
, para alentar á sus subditos en la observancia
, y alentarlos en la perfección: para lo cual
los ejercitaba y probaba con caridad y prudencia,
según la capacidad de cada uno: á los fervorosos
mandaba cosas arduas, para hacerlos correrá
largos pasos en la virtud , y á los llacos cosas fáciles
, para sacar de cada uno lo que podia. Tenia
muy particular cuidado de los enfermos, y se informaba
si los guardianes cuidaban de proveerlos
do lodo lo necesario ; y si hallaba á algún guardián
remiso en esto , le castigaba con severidad, diciendo:
No puedo hallar excusa ninguna en un
prelado que falta á la caridad. Las medicinas que
el médico ordenaba, por exquisitas y preciosas
que fuesen , quería que se trajesen; aunque para
ello fuese necesario empeñar los ornamentos de la
iglesia; que es muy digno de notar en un sanio lan
pobre; para que so \ ea como no se oponen entre
sí las virtudes, ni contradice la caridad á la pobreza.
No se contentaba con velar sobre los superiores
, y enfermeros, para que cuidasen de los enfermos:
él mismo les hacia las camas, harria la
enfermería, limpiábalos vasos inmundos, y ejercitaba
losdemás oficios con singularamory edificación.
Exhortaba á sus religiosos á todas las virtudes, y
especialmente á que tuviesen paz y amor entre sí;
y decíales muchas veces : Paz y amor, hijos mios,
son los brazos fuertes del alma, con que granjea
las virtudes, y se defiende de los vicios. Encargábales
mucho que huyesen de la murmuración,
polilla de todas las buenas obras, y que si tenían
mil razones para juzgar mal de uno , buscasen una
para juzgar bien ; porque con la caridad puede
mas esta sola, que aquellas mil. Finalmente, en
todas las cosas se mostraba el santo provincial vigilante
pastor, cuidadoso prelado y amoroso pa-
dre. Fundó en el tiempo de su provincialato diversos
conventos, y con nuevos estatutos, que
hizo acomodados á la necesidad presente, redujo
la provincia de San Gabriel á mayor observancia
y rigor de vida , del que antes tenia. En acabando
su gobierno, fué llamado á Portugal con un compañero
, y ayudó al siervo de Dios Fr. Marlm de
Santa María, religioso observante , de la provincia
de Cartagena , á la fundación de la provincia
de la Arrabida , y en esta sierra hicieron los tres
y otros , que los imitaron , vida anacorética por
algún liempo , resucitando los ejercicios de la Tebaida
y Egipto , y haciendo volver al mundo , después
de tantos siglos , á los Antonios, é Hilariones.
Luego se fundaron algunos conventos , y san Pedro
fué guardián y maestro de novicios del convento
de Pallaes, y plantó su espíritu en los que
fueron después las columnas de aquella religiosísima
provincia, que sustentaron en sus hombros
la observancia y santidad de ella. Dejando asentada
la provincia de la Arrabida, se volvió por
mandado de su provincial á la provincia de San
Gabriel, de la cual, por muerte del siervo de Dios
Fr. Martin, fué llamado segunda veza la Arrabida,
para resucitar el primitivo fervor que él y Fr.
Martin habian plantado y habia descaecido algo
con su ausencia , y la muerte do su primer fundador..
7 Habiendo estado muchos años san Pedro
en la provincia de San Gabriel, y siendo como
fundador de ella , que la defendió para que no se
deshiciese, la aumentó en muchos conventos, y
la dio nuevas leyes para su conservación : se salió
de ella con breve del sumo pontífice Julio 111, para
hacer vida eremítica , y disponer una nueva reforma
que meditaba. Estuvo algún tiempo con un
discípulo suyo , que nunca le quiso dejar , llamado
Fr. Miguel Cedena , en una ermita que le dio el
obispo de Corla don Diego Enrique de Almansa,
cerca de la villa de Santa Cruz de Cevollas, donde
hizo vida mas del cielo , que de la tierra, entregándose
todo á la contemplación, viviendo entre los
hombres mortales con el cuerpo , y con el espíritu
entro los bienaventurados; hasta que con propósito
de dar cumplimiento á sus deseos, se partió á
Roma, donde, venciendo con la ayuda del Señor
grandes contradicciones, alcanzó finalmente del
sumo pontífice facultad para fundar su nueva reforma.
Volvió á España para ponerlo en ejecución
, y en prueba de que Dios , y san Francisco,
su padre, le guiaban en estos intentos , dice su cronista
Fr. Juan de San Bernardo, que entrando en
la ciudad de Coria en la casa de unas síervas de
Dios, vieron al lado derecho del santo á Cristo
nuestro Señor, y al izquierdo á san Francisco.
Cuantas contradicciones, injurias, persecuciones
v afrentas padeció el santo en la ejecución de sus
deseos, no hay para qué referirlo. A su penitencia
llamaban temeridad: á su pobreza, tentación: ásu
humildad, bajeza : á su oración, ilusión : ásu zelo.
mutabilidad; y finalmente á todas sus virtudes,
invenciones;, y á todasti santidad, hipocresía; pero
nunca se conoció mejor su santidad , que entre
tantas persecuciones, las cuales venció con pa-

1 28 LA LEYENDA DE ORO.
ciencia y humildad , y con la confianza en Dios, eclesiásticos
Fundó su primer convento cerca del Pedroso, como
diez leguas de Plasencia, trayendo él mismo con
sus compañeros los materiales. Todo el ámbito del
convento , medido por la parte de afuera , tenia de
largo treinta y dos pasos, y de ancho veinte y
ocho. Dentro de esta cerca Labia una iglesia con
su capilla mayor, que dividía una reja de madera:
en la capilla mayor cabía el sacerdote que decia
misa, y el ayudante; si entraba otro, embarazaba :
el cuerpo de la iglesia era proporcionado á la capilla.
Dabia también celdas, refectorio , cocina,
claustro, y las otras oficinas necesarias: y nada
de esto habia; porque las celdas aun eran estrechas
para sepulturas : la iglesia apenas podia servir
de celda ; y todo el edificio mas parecía planta
de edificio dibujada en un papel, que fábrica
ejecutada del arle. Las puertas de la celda-eran
tan bajas y estrechas , que era necesario entrar de
lado , y bajar la cabeza : y preguntado el santo,
por qué hacia tan estrechas las puertas; respondió:
Porque los hombres , que han de vivir en ellas , son
muertos al mundo , y caminan al cielo : y como el
camino del cielo es estrecho., y la puerta angosta,
es menester que se enseñen, entrando por es(as
puertas, á entrar por lapuerla del cielo. Cuando
vio acabada la obra , dio muchas gracias á Dios,
y á la santísima Virgen , y dijo: Esto basta para
frailes pobres: no más, no más. ¡Ay délos que
en adelante buscaren mas, y quisieren mejorarse
en edificios; que hallarán mucho menos de lo que
vinieron á buscar á la religión ! En esta casa vivia
el sanio con doce compañeros, en quienes se veia
copiado su espíritu. Ocupábanse de dia y de noche
en alabanzas divinas, y en la contemplación de
las cosas celestiales: el cuerpo juzgaban carga pesada;
porque les embarazaba subir al cielo, y
obligaba á tener algo de la tierra : el comer tenian
por martirio : el dormir, no solo por imagen de la
muerte , mas aun por la misma muerte: el ayuno
era su regalo, la oración su reposo y la mortificación
sus delicias. Sustentábanse todos los días con
pan y agua , y á las fiestas anadian unas legumbres:
los hábitos pobres , estrechos y remendados, mas
parecían mortajas para esconder el horror de los
muertos, que vestiduras para cubrir la desnudez
de los vivos: no habia diferencia entre subditos y
prelado: todos querian obedecer, y ninguno ser obedecido
; cada uno se tenia por el menor, y todos
le miraban como superior suyo : la caridad hacia
que no pareciesen hermanos , sino un mismo cuerpo
, alentado de un mismo espíritu. Aquí parecia
vivir como en propia casa , la humildad , pobreza,
caridad , paciencia , mortificación y todas las virtudes
, que se miraban en cada uno como en espejo
, y de él las copiaban los demás para la imitación;
pero quien resplandecía entre todos, y
oscurecía á los demás con su claridad , era san Pedro
de Alcántara : cuya santidad de vida era mavor
de lo que se puede encarecer con las palabras.
" 8 A la fama de la vida de san Pedro, y sus
compañeros, venían al Pedroso gran número de
gente de todos estados y condiciones, hombres y
mujeres, grandes y pequeños, nobles y plebeyos,
OCTUBRE , lf>
religiosos , títulos y grandes, y to­
dos quedaban pasmados de ver la santidad de los
religiosos, la pequenez del edificio, y á unos hombres
mayores que el mundo , que despreciaban al
mundo , y huian do él; y por eso el mundo los buscaba
y veneraba , como varones celestiales. Cuando
oian. las dulces y eficaces palabras del santo
padre,-lodos se compungían: y unos mudábanlas
vidas: otros renunciaban el mundo, y se entraban
religiosos; y los demás tenian envidia santa á
aquellos, que no podian ó ho se atrevían á imitar.
Los señores que no podian verle, le escribían cartas
para recibir sus respuestas , y entro los demás
san Francisco de Rorja , antes duque do Gandía,
y entonces comisario general de la Compañía de
Jesús en España , no podiendo visitarle por sus
precisas ocupaciones , le escribió cuan de buena
gana fuera á verle á su pequeño convento, y lo tendría
por un paraíso en la tierra. Muchos varones
espirituales iban á consultarle y preguntarle sus
dudas, como á gran maestro de espíritu , y un
oráculo de la sabiduría que no se aprende en las
universidades, ni en los libros. Su convento era
como un santuario de devoción, adonde acudia
todo género de personas á buscar consuelo , y remedio
en sus necesidades y aflicciones : y aun podemos
decir como una corte , por el gran concurso
de señores y caballeros que estaba en él semanas
enteras sin saber apartarse de su conversación. Parecerá
encarecimiento esto , á quien no considerare
cuanto honra Dios á los humildes y pequeños en
sus ojos, y que de esta manera queria recompensar
, aun en esta vida , los desprecios y afrentas
que poco anles habia padecido su fiel siervo.
Teniendo noticia el emperador Carlos Vdela santidad
del siervo de Dios, le mandó llamar para
hacerle su confesor; y viniendo á su presencia , le
propuso su determinación. Respondióle el santo
con mucha humildad : Señor , para este oficio debe
V. M. buscar sugeto mas digno, y de mayores
prendas; porque vo no tengo las que son necesarias
para cumplir con las obligaciones de cargo
tan grave. No admitió su excusa el emperador;
antes con alguna severidad le dijo: Haced , padre,
lo que os mando, y sed mi confesor; que yo sé lo
que me conviene. No se turbó el santo; antes le dijo:
Señor, V. M. me dé tiempo, para encomendarlo
á Dios, y me dé licencia , para volver á mi convento
á considerarlo : y si no volviero , tenga V. M.
por cierto que no se sirve Dios de ello. Admiróse
el emperador de su resolución y entereza , y decia
después : Este santo religioso no es hombre de la
tierra. En llegando á su convento, empezó á rogar
á Dios con grandes ansias , lo enseñase su voluntad
, y conoció que el Señor queria asistiese
á su nueva reforma , y no se metiese en otros cuidados;
y así le oyeron decir: Yo no vino á la orden
á buscar honras, sino á ser frailo menor, á
llorar mis culpas , y hacer penitencia de ellas, y
ocuparme en servir á los siervos de Dios: no permita
la divina Majestad que yo me vea fuera de
este pequeño rincón : esto escogí: este.es el puerto
seguro do mi salvación: en este desprecio y en
esta vida tengo de perseverar hasta la muerte. Con

OCTUBRE, 19 LA LEYENDA DE ORO. 129
soló Dios al santo; porque viendo el emperador
que no volvía , entendió que no era voluntad de
Dios; y con eso le dejó en su quietud. Algunos años
después fué á Yallaclolid , llamado de la princesa
doña Juana , hija de Carlos V, quo le escogió también
por su confesor; pero excusóse con la princesa
, do la misma manera que so habia excusado
con el emperador.
9 Con esto quedó desembarazado el santo,
para atender á su reforma, que fué muy apriesa
creciendo con algunos conventos recien fundados
por otros siervos de Dios quo se lo agregaron , y
otros que fundó de nuevo : los cuales se poblaron
de religiosos de varias provincias, aventajados en
letras y virtudes, que venían de ser profesos en
ellas á ser novicios del santo padre, y hacerse
como niños , para ser enseñados do él. De los
cuatro primeros conventos hizo una custodia que
llamó de San José, su especial patrón y devoto;
y en llegando á nueve los conventos , con autoridad
apostólica y potestad del comisario general
que tenia , la erigió en provincia , é hizo constituciones
muy prudentes é importantes, para la perfecta
guarda de la regla de su seráfico padre san
Francisco. El modo de vida asperísimo y santísimo
quo san Pedro de Alcántara plantó en el mundo,
se ha dilatado por diversas provincias de España,
y ha llegado hasta las Indias , dando á la Iglesia
muchos varones insignes en santidad y milagros,
y finalmente mártires declarados por la sede apostólica;
porque aquellos seis religiosos descalzos,
que murieron en el Japón crucificados por la predicación
del Evangelio, como dijimos en su vida,
á 5 do febrero , hijos son de san Pedro de Alcántara.
10 No solamente escogió Dios á san Pedro,
para que instituyese una nueva familia; mas quiso
también que ayudase á la seráfica madre santa
Teresa de Jesús á la fundación de su religión:
porque el santo aprobó su espíritu, y la quitó los
temores y dudas quo la afligían, y aseguró que sus
revelaciones eran verdaderas, y la dijo, como la
misma santa lo refiere, que si no era la Ib, no
podía haber cosa mas veidadera, ni que tanto
pudiese creerse : y desengañó á los que la tenían
por engañada : aseguró a los que dudaban: la defendió
de los que la perseguían : la consoló en sus
aflicciones: la aquietó en sus escrúpulos: la alentó
á la fundación de sus conventos: la ayudó á vencer
las dificultades que se ofrecían, haciendo para
esto muchos viajes, y no perdonando á trabajo
ni fatiga; porque entendió con luz del cielo, cuánto
se habia de servir Dios de aquella obra, y cuánto
so habia de propagar y extender por el mundo
para hiende la santa Iglesia; y así so lo prometió
á la santa madre. Con el largo trato y comunicación
que tuvo san Podro con santa Teresa , conoció
la santa madre los tesoros do santidad quo
Dios habia encerrado en aquella venturosa alma:
y el Señor quiso también con algunos singulares
favores dar á conocer mejor á la santa los méritos
de su siervo. Habiendo ido el santo á la ciudad do
Avila, lo convidó á comer santa Teresa, y él
admitió el convite, eslimando su caritativo afecto.
Том» IV.
Previno el convite, no la ostentación vana, sino
la caridad humilde, y fué la comida en el convenio
de la Encarnación , donde le esperaba la
sania madre en compañía de otra sierva de Dios,
llamada María Díaz. Sustentaba el santo con palabras
divinas el alma de las que pretendían regalar
su cuerpo con manjar corruptible; y entre
estas pláticas se arrebató y quedó en éxtasis por
mucho espacio con gran consuelo de la santa
madre, que nunca hasta entonces le habia visto
de aquella forma. Sentado á la mesa no quiso comer
mas que una escudilla de potaje, que era la
comida de las solemnidades; pero Dios, que no
sabe escascar sus favores y gusta de los convites
que celebra la caridad y no la gula, se apareció
A i si h lo á los dos santos en forma de un mancebo de
maravillosa majestad y hermosura , y sentándose
á la mesa al lado del santo padre , partió el manjar
que estaba en la mesa , y haciendo plato al
sanio, se le puso delante, y le mandó que comiese.
Comió algunos bocados partidos de las manos
de Cristo , y luego lomó el Señor un vaso de agua
que estaba en la mesa, y so le aplicó á la boca
para quo bebiese, y lo limpió los labios con una
toalla , antes y después do beber; y con esto desapareció,
quedando el sanio anegado en gozos
celestiales, y arrebatado en éxtasis; y sania Teresa
y su compañera gozosas , maravilladas y suspensas
, con nueva eslima y veneración del sanio,
ó quien Dios hacia tales favores.
11 Pero no es maravilla que hiciese Dios
estos favores , á quien habia adornado de lan admirables
virtudes, que es mas fácil admirarlas que
imitarlas ó alabarlas; y en ellas hallarán mucho
por qué confundirse aun los que tratan de perfección
, viendo cuan adelante, cuan de priesa, y á
largos pasos camina este gigante de santidad, que
deja atrás á los mas fervorosos. Su fé era como
la columna de luz quo guiaba á los israelitas entre
las tinieblas de la noche: decia , que los misterios
divinos, oscuros al entendimiento humano, eran
claras luces de la grandeza de Dios , y que cuanto
menos los entendía, mas los creía; porque le mostraban
mejor quien es Dios, y cuan incomprensibles
son sus perfecciones. Aprendió de memoria
ol viejo y nuevo Testamento, y este ora el paraíso
do deleites en que hallaba todas sus delicias: por
lo cual repetía muchas veces algunos textos de la
sagrada Escritura. Cuando oia alguna palabra del
Evangelio, se inclinaba con profunda reverencia:
y tratando con sus frailes un dia del respeto y veneración
que se debe á los misterios de nuestra
sania fó, les dijo: Mirad, hijos, cuando loyéredes
los Evangelios santos , poned las manos juntas, y
oslad atentos con gran reverencia y devoción;
porque está escrito en ellos este soberano misterio,
de cómo Dios encarnó , y se hizo hombro por
amor de los hombres. Su esperanza y confianza
en Dios fué igual á su fé: ella era como el áncora
de su alma en las tempestades que se levantaron
contra él, ó como el norte quo guiaba
sus rumbos por entre los escollos y bajíos del mar
tempestuoso del mundo. En todas sus empresas y
dificultades, levantando los ojos al nido, repetía

i no LA LEYENDA DE ORO. or.rinim;, lí)
las palabras Je David : In le, Domine, aperad,
non con fundar in wternum. Con ser tan estimado
de los reyes y príncipes, nunca esperó de su
mano el buen suceso do sus negocios, ni temía
mal suceso aunque se le opusiesen personas mnv
poderosas , y no so descubriese camino para llegar
al cumplimiento de sus deseos; porque todo lo
esperaba de Dios, y teniendo á Dios de su parle,
no tenia á quien temer. Con esta esperanza venció
insuperables dificultades, é hizo posibles, los que
á la prudencia humana parecían imposibles; y
decia á todos los que trataba : En sus pretensiones
pongan en Dios la esperanza; que él encaminará
los medios al deseado fin. Foresta confianza sustentó
Dios al santo y á sus hijos milagrosamente
muchas veces, cuando estaban destituidos do todo
remedio humano. En la fé de los misterios divinos
y en la esperanza de los bienes celestiales, se conocía
que san Pedro era hombre que vivía en la
tierra: en la caridad parecia un serafín, do los
que habitan en el cielo : tanto era el incendio de
su amor, que no pudiéndolo sufrir, se salia muchas
veces de la estrechura de su celda á los campos
buscando el aire frío, para que refrigerase el
ardor de su pecho. Dice una cosa muy rara su historiador
Fr. Juan de San Bernardo, procurador
general en Boma en la causa de la canonización
de san Pedro do Alcántara, que viéndose en una
ocasión abrasado del fuego del amor divino, sin
poder sufrir sus llamas se arrojó en un estanque
helado para templar el incendio , y que con su calor
deshizo el hielo, calentó el agua , y comenzó á
hervir el estanque, como suele una caldera puesta
al fuego. Por los excesos de su amor, con que suspiraba
, se quejaba lastimosamente, y daba voces
por ¡os campos, convidando á todas las criaturas
á alabar á Dios, le tenian por loco los que no le
conocian: «Y de verdad lo estaba (dice santa
Teresa) á lo divino de aquella locura y embriaguez
que tenia el ¿anto profeta , cuando convidaba
á todas las criaturas del cielo y de la tierra á las
alabanzas de Dios, cantando aquel admirable
cántico del Bcnedicile omnia. ¡O qué buena locura
si nos la diese Dios á todos! » De un fuego
se encendió otro fuego , de la caridad con Dios la
caridad con los prójimos. A lodos sus prójimos
amaba con un verdadero amor: á todos procuraba
su mayor bien , que es la salvación y perfección,
procurando sacar á los pecadores de sus pecados,
v adelantar á los justos en la justicia con
sermones, pláticas, conversaciones familiares,
consejos, ejemplos, penitencias, oraciones y cuantos
medios hallaba que conducían para aprovechar
á alguna alma.
12 Su paciencia fué invencible en los trabajos
de cualquiera parte que le viniesen. Afligíale
Dios con enfermedades, los hombres con injurias,
los demonios con tentaciones, la carne le hacia
guerra, el mundo le perseguía, el infierno le maltrataba,
y él deseaba que creciesen las penas, y
se aumentasen los trabajos; porque decia, que el
padecer muchas tribulaciones por amor de Jesucristo
es el camino mas cierto y seguro para alcanzar
la perfección: y aunque es estrecho, ás­
pero , y lleno ile espinas, llega hasta las puertas
del cielo. Su prudencia era admirable para encaminar
los negocios del servicio divino , como su
constancia para empezarlos y proseguirlos hasta
conseguir el logro do ellos. El conde de Oropesa
don Juan Alvarez do Toledo, no menos prudente,
que piadoso y religioso príncipe , veneraba todas
las palabras del santo, admirando en ellas una
prudencia mas que humana , y decia que eran
como las palabras de la Escritura, que encierran
cada una muchos misterios, y halla cada uno en
ellas lo que ha menester. Estando un dia el conde
con el santo, lamentándose de la perdición del
mundo, lo dijo: ¿Qué lo parece, P. Fr. Pedro,
cuál está el mundo con tantas culpas? No sé cómo
nos sufre Dios y no Hueve rayos sobre nosotros.
Respondió el santo : ¿De eso so aflige V. S.? No
tenga pena; que remedio tiene. Admirado el conde
de que hallase remedio en un mal tan desesperado
, le preguntó: ¿Y qué remedio? Fácil, señor:
con que V. S. y yo seamos los que debemos , podremos
tanto con Dios , que lo remedie; y cuando
nó , ya estará el mundo remediado , cuanto es do
nuestra parto, y habrá menos que remediar. Su
penitencia fué increíble: no comia sino de tres en
tres dias una vez, y algunas veces so lo pasaban
seis y ocho dias sm comer ni beber cosa alguna
: comia un poco de pan con unas yerbas,
y para quitarla el poco sabor que podia tenérosla
comida, echaba sobre ella ceniza y agua fria , ó
polvos de ajenjos ú otras yerbas amargas. Yino no
lo probó en su vida , aunque lo aconsejaron muchos
que lo bebiese para templar los continuos
dolores do estómago que lo alligian. Al sueño,
decia él que aborrecia mas que á la muerte , y en
cuarenta años no durmió entre noche y dia mas
que hora y media, y nunca tuvo mas cama que el
suelo duro: y cuando estaba enfermo, ponia por
regalo un pedazo tío pellejo sobre que se sentaba;
porque en su celda no pedia estar extendido, por
ser la celda do cuatro pies y medio larga, y el
santo de grande estatura. Cuando dormía fuera del
convento en la casa de algún seglar, nunca so
echaba en la cama , aunque la descomponía ordinariamente
para disimular su penitencia ; sino en
un rincón del aposento. Todas las noches tomaba
dos disciplinas de sangre , una antes do maitines,
y otra antes de amanecer, unas veces con cordeles
nudosos , otras con ortigas , otras con cadenas
de hierro, variando los instrumentos para renovar
el dolor. Siempre traía descubierta la cabeza al
sol, aire, lluvias, nieves y hielos: y no pocas veces
se poma en oración en los campos cuando estaba
nevando ó lloviendo: y congelándose la nievo,
ó el agua en su cabeza; para limpiarla so arrancaba
ios cabellos, deseando padecer de alguna
manera la corona de espinas del Señor. En tiempo
de invierno abría la ventana y puerta de su celda,
y quitándose el mantillo, so ponia en medio de rodillas,
hasta que con el aire helado que pasaba,
quedaba el cuerpo pasmado del frió, y entonces
cerraba la ventana , y le decia á su cuerpo, como
burlándose de él : Bien te regalas, cuerpecillo;
pues cierro la ventana porque no sientas el frió.

«jr.Tl'IIKE
19 LA LEYENDA DE ORO. 131
De allí á un ralo cerraba la puerta, y decia lo
mismo; y después se ponia el manto y le decia;
Ahora . hermano cuerpo , bueno estás y acomodado:
bien puedes perseverar en la oración. Otras
veces se salia de noche á la huerta en el tiempo
mas riguroso , y se estaba desnudo al hielo, basta
que no lo podia sufrir; y entonces, como por alivio
, se arrojaba en un estanque helado , quebrando
el hielo con el golpe, y perseveraba en este
tormento muchas horas, y después salla á buscar
el calor de la oración que templase los rigores de
aquel frió. Los pies iraia siempre descalzos, y ordinariamente
llenos de heridas: porque yendo por
los campos abstraído de los sentidos , se herían con
las piedras y espinas; y estas decia que eran
llores y rosas para él. Cuando las heridas eran
grandes, las curaba echando en ellas un poco de
tierra , y decia que no era menester otra medicina.
Andaba vestido de un asperísimo cilicio, el cual
no se quitaba de dia ni de noche, sino para ponerse
otro mas áspero; ó á lo menos por la novedad mas
penoso. Inventó é hizo fabricar uno de hoja de lata
agujereado, á manera de rallo, con las puntas
hacia dentro , que le cogía desde el cuello hasta la
cintura, y lo cenia estrechamente al cuerpo, y
trujólo veinte años continuos, y solamente se desnudaba
de él, para cargar de azotes sus espaldas,
y luego se lo vostia sobre las llagas con mayor dolor.
Finalmente , él había hecho de la penitencia
como un vestidode que minease desnudaba, para
poder decir con san Pablo, que andaba cercado
de la mortificación de Jesucristo. Parecían á algunos
sus rigores temeridad , y aconsejábanle quo
los moderase: á que respondía el santo: Hemos
hecho un pacto mi cuerpo y yo , que mientras viva
en este mundo. nunca ha de tener intermisión en
el padecer; mas en llegando al cielo, le dejaré
para siempre descansar. Y así lo cumplió en cuarenta
y siete años que vivió , después que entró en
la religión, y llegó á ponerse tan llaco del exceso
desús rigores, que no tenia mas que la piel sobre
los huesos, y esta tan pálida y denegrida , que mas
parecía sombra de algún cadáver que figura de
hombre vivo. Santa Teresa dice , que cuando en
su vejez lo conoció , parecía por su extremada flaqueza
hecho de raice* de árboles. Conservóle Dios
milagrosamente la vida para que viviese muriendo,
y fuese ejemplo de una penitencia sobre todas las
fuerzas humanas. Levantóle Dios al supremo grado
de la contemplación; y así se le pasaban no
solo muchas horas, sino muchos dias, sin interrumpir
su oración, ni de dia ni de noche, sin
acordarse de comer ni de dormir, teniendo por
sustento las palabras que proceden do la boca de
Dios, y por sueño el de la Esposa cuando no quiso
el Esposo que la despertasen , hasta que ellaquisiese.
Padecía en su oración continuos éxtasis.
Todo lugar era para él lugar de oración , y en todo
lugar hallaba abierta la puerta del ciclo , y puesta
la escala para subir á la casa de Dios. Nada podía
embarazarle el unirse con Dios, ni los hombros ni
los demonios. ¡ Cuántas trazas inventaron los demonios,
para hacerle dejar el puesto donde oraba!
¡Qué invenciones no buscaron para divertirle!
¡ Qué figuras no tomaron para espantarle y amedrentarle
! Unas veces lo apedreaban y herian:
otras hacían estruendo de formados y contrarios
ejércitos que trababan la batalla, oyéndose el sonido
de los clarines y tambores, los relinchos de
los caballos , el ruido de las armas y la gritería de
los soldados: otras arremetían á él como que le
querían dar la muerte; y habiendo luchado con
el santo , huían corridos y avergonzados por no
haber podido hacerle retirar ni dejar el campo, ni
perder el puesto de la batalla. En todas partes miraba
á Dios presente, como si le viera con los ojos
del cuerpo; y do aquí le nacía ¡raer siempre la cabeza
descubierta; porque decia , que los que están
delante de los royes , están descubiertos ; y así lo
estaba él delante de su Rey. Con el ejercicio continuo
de la oración y contemplación, y luz que
Dios le comunicaba en ella, vino á ser tan gran
maestro do espíritu, que los mas eminentes varones
de su tiempo se preciaban de ser sus discípulos;
y del libro que escribió de la oración, lomó
ocasión el incomparable varón el venerable P. Fr.
Luis de Granada para escribir sus celebrados libros
, en los cuales corre el espíritu en un rio deelocuencia
, de cuyas aguas, los que beben, reciben
salud. Como san Pedro andaba tan dentro de sí,
no veia ni percibía lo que estaba fuera de si ¡ y mejor
le llamaremos ciego que modesloy muerlo
que mortificado. En el aposento que le dieron al
entrar en la religion , estuvo un año, y en todo él
no miró al lecho , ni supo si estaba á teja vana , ó
era de labias: en la iglesia y coro asistía muchas
horas en oración , y otros ejercicios, y no sabia si
el cielo era de bóveda ó madera : en la mesa buscaba
el cuchillo y el pan por el tiento : no sabia
los lugares donde so suelen juntar los frailes; y así
se iba tras ellos cuando habían de hacer algún acto
de comunidad. Habiendo estado tres años en un
convento, saliendo de él para otro , no pudo dar
razón de nada de lo que en él habia: en otro convento
estuvo por espacio de cuatro años; y habiendo
un árbol junto á la puerta del claustro , por
la-cual entraba y salia cada dia muchas veces,
nunca levantó los ojos á mirarlo: así á los hombres
como mujeres, así religiosos como seglares,
no los conocía mas que por el habla, y ninguna
persona podia decir de qué color eran sus ojos:
porque ni ellos veian ni se dejaban ver, y particularmente
cuando hablaba con alguna mujer,
los cerraba , y apretaba de manera los párpados,
como si por ellos le hubiera do entrar la muerte.
En ningún lugar, ni en su celda, ni en el campo,
dispensaba con sus ojos , ni les permitía algún alivio:
solo miraba el lugar donde ponia los pies,
para que de esta manera, no mirando las cosas
lícitas, estuviesen mas seguros de no mirar las
ilícitas , y estando cerrados los ojos del cuerpo á
las cosas de la tierra , estuviesen abiertos los ojos
del alma para mirar las del cielo.
13 Desde niño fué amantisimo do la castidad:
y con sor tan recatado y vigilante en la guarda de
la pureza, y tener el cuerpo tan flaco y atenuado
con las penitencias, aun vivía en la carne casi
muerta el ardor de la concupiscencia , avivando el

132
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 19
y después do haberse corona- mientes grandes prodigios. Habiéndose pegado
demonio las llama
do por muchos años do perpetuas victorias, no
cesaba la guerra; porque el Señor, que veia á su
soldado vencer tan gloriosamente, permitía al demonio
que combatiese con él, para que multiplicándose
las batallas, se multiplicasen los triunfos.
¿Qué trazas no usó el infierno para vencerle?
hasta aparecérsele los demonios en figura de mujeres
hermosas y desenvueltas, que le daban terribles
asaltos, y por mas que cerraba los ojos del
cuerpo, las veia claramente en la idea de su mente
dibujadas con colores de sensualidad. Hacíase la
guerra á sí mismo para vencer al demonio, multiplicando
los rigores de ayunos, disciplinas y cilicios,
y tal vez so arrojó á estanques de agua helada,
como san Bernardo, y se revolvió en la nieve, como
san Francisco, y se arrojó en las espinas, como
san Benito, para templar con el hielo el fuego
de la luj iria, y apagar con su propia sangre las
llamas de la sensualidad. De esta manera con rigores
, cautela, oración, desconfianza de sí, y
confian/..i en Dios, defendió y conservó entera su
virginidad toda la vida, como un castillo fuerte
cercado de armas y enemigos: y en una ocasión
que alcanzó del infierno una insigne victoria, vinieron
los ángeles á cantarle la gloria del vencimiento
con una música tan suave y armoniosa,
que olvidado de que estaba en la tierra , le pareció
(pie vivía ya en el cielo entre los coros de los bienaventurados.
No sé si he de llamar á este santo
pobre, ó la pobreza misma: porque todo lo despreciaba
, y tenia debajo de los pies: todas las
cosas dejó , como los apóstoles, y á todas las tema
por basura , como san Pablo , para ganar á Cristo
, y tomó forzado del mundo , lo que apenas bastaba
para vivir en el mundo, como quien lo tenia
por destierro , y deseaba salir de él para caminar
á la patria celestial: y solo admitía de buena gana
los desprecios que le ofrecía el mundo; porque su
humildad no fué inferior á ninguna de sus virtudes.
Mas cuando el mundo le daba honras no se
ensoberbecía con ellas; antes se humillaba mas,
teniendo las honras por un gravo peso que le hacia
hundir y sumir en el abismo de su nada. Primero
no so dejaba honrar ; mas viendo después
que no podía excusarlo, so armaba contra la vanagloria
con piadosas y discretas consideraciones.
¿Nó eres (decía) muerto al mundo? Pues déjale
tratar como muerto, el cual, por reverencias y
genuflexiones quo le hagan, y alabanzas que le
digan, no se mueve ni envanece; antes se queda
seguro en la corrupción y polvo donde camina.
¿Nó corres cada instante al sepulcro? ¿ Estas honras
, no son viento y vanidad que pasa? Pues estáte
y persevera en lo que eres; que estas honras,
como el viento pasarán, sin que te puedan dar la
virtud que no tienes.
\k Habiendo concedido Dios á san Pedro de
Alcántara todas las virtudes en tan eminente
grado, no es mucho que le concediese las otras
gracias menores, quo no son santidad, sino señal
de santidad, con que suele honrar y favorecer á
los mayores santos, ilízolo admirable en todos los
elementos; porque en lodos hizo por sus meroci-
fuego en un convento, sin saberse el origen , so
entró san Pedro por medio del fuego, y á su presencia
y al imperio de su voz , huyeron las llamas
y se apagó el incendio. Muchas veces pasó los rios
caudalosos , caminando á pié sobre las aguas, sin
hundirse , como si pasara por un firme puente; y
olra vez hizo á un compañero suyo, quo le siguiese,
y pasaron ambos de esta manera el rio
Guadiana, que venia muy crecido con las avenidas.
Estando lloviendo sin cesar, caminaron él y
un compañero suyo sin quo cayese sobre ellos
gola do agua , cercándolos por todas parles la lluvia
, y corriendo arroyos de ella por los campos.
Estando una noche el siervo do Dios en un despoblado
, empezó á caer mucha nieve : entróse dentro
de los cimientos de una antigua venta; y reconociendo
el peligro de la vida , pidió al Señor quo
le favoreciese aquella noche; y luego lanievequo
había caído, se liquidó é introdujo por las venas
de la tierra, y dejó seco el suelo donde el santo estaba
, como pudiera estaren verano: y la que iba
cayendo , se apartaba á una y otra parte sirviendo
de materiales para una espaciosa sala que fabricaron
los ángeles, siendo el hielo la argamasa quo
hacia mas fuerte la fábrica. Levantadas en breveespacio
las paredes, prosiguieron los soberanos
artífices la obra , cerrándola con una hermosa bóveda
, quedando hecha una pieza bien capaz , y
tan abrigada como si fuera sala de algún palacio.
Toda la noche estuvo nevando sobre el edificio do
nieve , y el santo en oración dentro de él, defendiéndolo
la nieve de la misma nieve, hasla que
por la mañana los rayos del sol, quo penetraron
las paredes del transparente edificio , le avisaron
que. ya era de dia , y él salió rompiendo una puerta
en la pared; dando gracias á Dios por tan singular
beneficio. Muchas veces lo vieron levantado
en el aire, estando en altísima contemplación:
otras volar por él algún espacio, como si fuera una
ave. Aparecióse á santa Teresa y á otras personas,
viviendo y estando distante muchas leguas,
para consolarlas en sus aflicciones, y socorrerlas
en sus necesidades. Pues en la tierra ¿cuántas maravillas
hizo? Entrando en la huerta del convento
del Pedroso , en que habia muchos árboles fructíferos,
lo dijeron los religiosos, que solo les faltaba
una higuera. Dijolos el santo : Dios lo remediará
, y no faltará higuera en esta huerta. Luego
hincó en la tierra su báculo , que le habia acompañado
muchos años, y no era do higuera", y
echándole su bendición , fué cosa maravillosa que
el báculo seco reverdeció, echó raíces en la tierra,
y mudando la naturaleza se convirtió en higuera,
como lo mostraron las hojas de que so vistió, y los
higos quo llevó aquel mismo año , los cuales se repartieron
á diversas personas, y comiéndolos con
devoción, sanaron do varias enfermedades quo
padecían. Creció mucho esta higuera, y dura
hasta hoy, después de mas do cien años, con la
misma lozanía quo los primeros años, y los higos
son mas suaves que los de otras higueras. Son innumerables
los milagros que Dios lia obrado por
medio de los frutos , hojas y ramas de esta higuera

oauüitE, 19
en España, Francia , Ilalia , Alemania, y oirás
remolas provincias, adonde lian sido llevados por
reliquias, para sanar enfermedades: por lo cual
es llamada esla higueía « la higuera santa.» Créese
comunmente que la higuera del convento do
Arenas fué plantada por el santo padre; pero
Fr. Juan de San Bernardo aOrma, que es una rama
déla del Pedroso, plantada por un hijo de san
Pedro de Alcántara, gran siervo de Dios, llamado
Fr. Alonso de San Martin, que la plantó
en nombre do san Pedro do Alcántara; y por oso
la ha concedido Dios los mismos privilegios y
virtudes que á la del Pedroso. El espíritu de profecía
con que sabia lo oculto , penetraba lo interior
y decía lo venidero , fué uno de los dones mas
raros con que Dios nuestro Señor adornó á su
siervo. Yo solamente contaró una de sus muchas
ó insignes profecías; porque puede servir á muchos
de aviso y enseñanza. Habia educado el santo en
toda virtud á un mancebo de ilustre sangre, de
tal manera, que el mancebo en cuanto podia , y
su edad lo permitía , seguía los pasos de su santísimo
maestro. Estaban juntos un día, y vínole
un pliego ile la corto al mancebo, en quo le avisaban
sus parientes como por la muerto de un deudo
suyo habia heredado un estado de mucha consideración.
Alegróse como mozo de verse heredero,
y trató luego de tomar postas, para partirse á la
corle. Procuró el santo detenerle, diciéndole dos
y tres veces, que no le convenia partirse tan presto;
mas el mancebo, deseoso ya de verso en la posesión
de su mayorazgo , no daba oídos ó las palabras
del santo : el cual por despedida lo encargó
que no se olvidase do los consejos que le habia
dado , ni dejase las buenas costumbres con la mudanza
de estado , ni se mudase por ningún suceso
adverso que le acaeciese. Y como el mancebo con
la poca experiencia prometiese mucho, y sor
siempre el mismo que habia sido y nunca desamparar
la virtud ; lo miró el santo con rostro triste,
como quien miraba compasivo los varios sucesos
que había de tener: y preguntóle: Decidme, hijo
mió, si os viésedes dentro do poco tiempo sin el
estado del cual vaisá tomar posesión, y que otro
lo gozaba ¿lendríades paciencia por amor de
Dios? Sí lendria (dijo él); porque por todas las
cosas de la tierra no quiero perder las del cielo.
Añadió el sanio y dijo : Y si con veros sin vuestra
hacienda y estado, os viésedes también sin honra
¿lendríades paciencia por amor de Dios? Si lendria
(respondió) ; pues Dios nuestro Señor se humilló,
y mucho mas que esto , padeció por mí. Y
si juntamente con esto (replicó el santo), con veros
sin hacienda y sin honra, os viésedes en tal
estado, que las personas que según naturaleza os
habian de ayudar y favorecer, esas mismas os persigan
y no solo deseen quitaros la hacienda y la
honra, pero aun quitaros del mundo si pudiesen
¿tendríades paciencia por amor de Dios? A oslo
el caballero bien turbado respondió: Padre mió,
como no toque á mi alma; en todas las cosas temporales
y del cuerpo procuraré tener paciencia
por amor de Dios. El santo padre, dando un doloroso
suspiro , le dijo con lágrimas en los ojos: |Ay,
LA LEYENDA DE ORO. 133
hijo i y si junlamenlo'con todo lo dicho estuviese
vuestra alma por espacio de algunas horas perdida
por ceguedad contra Dios nuestro Señor, y por
elio os viésedes encarcelado , sentenciado , ensambenilado
y pueslo en el último extremo de la
infamia ¿tendríades paciencia por amor de Dios?
Quedó el caballero como muerto; y como fuera de
sí, dio una voz, diciendo: Dios me tenga de su
mano para que no le ofenda. Pues id con Dios
(concluyó el sanio), y armaos de paciencia , para
lo que os sucediere. Partióse el mancebo muy
triste y pensativo , por lo que el santo le habia dicho
: encontró en el camino una persona muy calificada,
pero locada de la herejía, que pasaba
de Alemania á España, la cual inficionó al simple
mancebo, que perseveró hereje veinte y cuatro
horas; porque luego reconoció su engaño. Descubrióse
el caso poco tiempo después , y le sucedieron
los trabajos que el santo lo profetizó: fué preso
sentenciado, deshonrado, privado de su estado,
perseguido de sus deudos, y de su propia madre y
hermanos , y vivió lo restante de su vida desterrado
en un lugar lejos de la corte, llorando sus
culpas , y el no haber creido al santo padre, llevando
sus trabajos con mucha paciencia , y ejercitándose
en las buenas costumbres que aprendió
de su santo maestro.
lo Concedió el Señor á san Pedro de Alcántara
en eminente grado el don de discernir espíritus,
como se vio en la segundad con que aprobó
el de santa Teresa de Jesús , y el de oirás siervas
de Dios, que eran tenidas de muchos por ilusas,
y aseguró que su espíritu era de Dios, como so
comprobó después por los efeclos. A los mancebos
que venían á pedirle el hábito, les decía la religión
que les convenia , y para enfervorizarlos , soha
profetizarles los sucesos del tiempo futuro. Conocía
en todas las personas que le comunicaban y
consultaban cuál ora su espíritu, y en qué grado
estaban; y soba decir á sus discípulos, que era
tanta la variedad de espíritus y grados de oración,
como la de los rostros de los que la ejercitan,
sin que uno se parezca á otro. En varias ocasiones
so conoció que Dios nuestro Señor le habia
concedido don de interpretar las Escrituras sagradas;
porque, consultado de varones doctos en lugares
muy oscuros de la Escritura , que ellos no
entendían, los explicaba con tanta claridad y profundidad
, que los dejaba no menos satisfechos quo
admirados de ver que el Espíritu santo le había
comunicado en la oración aquella sabiduría que
ellos no habían podido alcanzar con el estudio.
Otra gracia singular notaron en el santo cuando
predicaba, que algunos historiadores do su vida
llamaron don de lenguas , por la semejanza quo
tiene con él; y era que , predicando una misma
doctrina á diversos estados y condiciones de personas
que necesitaban do diversa enseñanza,
cada uno la entendía para sí, como si á él solo se
dirigiese la doctrina y enderezase el sermón. Con
estas y otras gracias lo enriqueció el Señor, y el
que era lan favorecido do Dios, lo era también
de la Madre de Dios, y de los ángeles y sanios.
Queriendo rezar una noche en el campo los maí-

J3'P LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 10
lines,sele apareció en un árbol la Reina del
cielo acompañada de muchos ángeles, los cuales
con hachas encendidas le alumbraron para que
rezase, asistiendo la santísima Virgen todo el
tiempo que duraron los maitines. Otras veces fué
visitado de la Madre do Dios, y do los santos ángeles,
que le trajeron de comer á él y á sus frailes,
le hicieron música muy suave, é hicieron con él
otros oficios de grande amor. Dando san Pedro de
Alcántara la sagrada comunión á santa Teresa
en una misa , á que ella asistía , vio la santa virgen
que le servían en el sacrificio san Francisco,
su padre, de diácono, y san Antonio de subdiáco-
1 1 0: los cuales, acabada la misa, desaparecieron.
10 Quiso Dios coronar en su siervo sus favores
. haciéndole el mayor, que era llevarle á gozar
de sí, y un año antes lo avisó por medio de santa
Teresa de Jesús; porque estando la santa en altísima
contemplación , la manifestó el Señor los
grandes merecimientos , virtudes y excelencias de
san Pedro de Alcántara, y la dijo: Tantos son los
méritos de mi querido v amado Pedro de Alicántara
, y tanto rueden conmigo, que cualquiera
cosa que me pidieren en su nombre, no la negaré.
Luego añadió , que dentro de un año lo sacaria de
esta vida, para darle el premio de sus trabajos, y
que para su consuelo podia avisárselo. Escribióselo
la seráfica madre; y el santo recibió esta nueva
con extraordinaria alegría , y comenzó á disponerse
para la partida, ejercitándose con mayor
fervor en las virtudes, y ardiendo en Humas de
caridad : y con haber sido su vida , como una preciosa
cadena de santidad , en que se eslabonaban
unas virtudes con otras , y unas buenas obras ron
otras mejores, repelía muchas veces al fin de sus
(lias con íntimos suspiros: ¡Ayde mí, que soy siervo
inútil y sin provecho ! Sobre sus continuos achaques
y dolores , que le afligían loda la vida, le
envió Dios nuestro Señor una calentura, que conoció
luego era la que había de ser fin de los
males que padecía , y principio de los bienes que
esperaba. Estaba en el convento de la Viciosa, en
el estado de Oropesa , y fué llamado de los condes
con muchas instancias á Oropesa y á su palacio;
pero no quiso acostarse en la cama que le tenían
prevenida , sino en una que le hicieron sobre unas
tablas, conforme á su pobreza y espíritu , y aun
de esta manera no pudo sufrir la honra y regalo
que le hacian aquellos príncipes ; y prosiguiendo
la enfermedad y conociendo que se acercaba su
fin , se hizo llevar á su convento de Arenas : porque
deseaba morir entre sus hermanos con la pobreza
y humildad que habia profesado. Llevóle
el médico de aquella villa á su casa para curarle,
por conocer era muy grave su enfermedad; y después
de algunos chas de su curación , le preguntó el
sanio: Señor doctor, ¿cuándo partiremos? Y respondiendo
el médico, que presto, porque era sin
remedio su enfermedad; con extraordinaria alegría
cantó con el profeta David:' La'lalus sum in
Iris, (¡na' (Hela sunlmihi: in domum JJomini
ibinius: Heme alegrado con tales nuevas : iremos
á la casa del Señor. Hacíanle remedios mas penosos
que ¡a misma enfermedad ; y el santo los
admitía: porque, aunque eran sin provecho para
su cuerpo, eran de fruto para su espíritu , en lo
que le daban que padecer por amor do Dios nuestro
Señor. Padeció en su última enfermedad , fuera
de insufribles dolores , gravísimas tentaciones,
especialmente de ira , para que hasta el fin de la
vida alcanzase insignes victorias de los demonios.
No admitía regalo ninguno , ni de los religiosos, ni
de los seglares , para padecer sin alivio , diciendo,
que, pues, hasta la muerte dura el peligro, hasta
la muerte debe durar el cuidado y la mortificación.
Viendo llorar á sus lujos, los consolaba con
santas palabras : v como ellos mostrasen grande
sentimiento, porque los dejaba y desamparaba en
tiempo que tanto necesitaban de su asistencia y
dirección ; dijo , con humildad y resignación en la
divina voluntad, las palabras de san Martin , obispo:
Señor y Dios mió, si todavía soy necesario
para aumento de este pequeño pueblo vuestro, y
gustáis de que viva para nuevos trabajos; llágase
en mí vuestra santísima voluntad , que no rehuso
el padecer si es gusto vuestro.
17 Exhortó á sus religiosos á todas las virtudes,
y especialmente á la pobreza, diciéndoles ,
que la pobreza era el mayorazgo que les habia dejado
Jesucristo , naciendo en un pesebre y muriendo
en una cruz, y queso tratasen en esta vida como
pobres y peregrinos. Profetizó el dia y hora en
que habia de morir: y viendo que ya se acercaba
; para mostrar en aquella hora el amor que
habia tenido á la santa pobreza , so desnudó de su
hábito y lo renunció en manos del guardián del
convento , mirando sus hijos con veneración y
compasión aquel cuerpo , que ya parecia cadáver,
en que duraban aun las llagas que el rigor de las
disciplinas y asperezas de los cilicios habían causado.
Hincóse luego de rodillas, como pudo , y pidió
perdón de sus faltas á todos los frailes, y al
guardián, que le diese de limosna un pobre hábito,
para enterrarse. El guardián, queriendo condescender
con el gusto del santo, buscó el hábito
mas pobre que habia en el convento , y no se halló
entre los frailes otro mas pobre que el que traía
el que era padre de todos, y así le volvió su mismo
hábito con título de limosna, y él lo recibió
con grande alegría. Estaba helado; y llegando un
fraile á cubrirle los pies , le dijo : Padre , por
amor de Dios, que se abrigue; que ya está mas
muerto que vivo. Respondió : Déjame , hijo , no
abrigues mi cuerpo; que aun tengo peligro. Finalmente
, habiendo recibido todos los sacramentos
, y díchole la recomendación del alma , y dicho
el mismo santo algunos salmos con mucha
devoción , estando presente la soberana A írgen
María , san Juan , evangelista , con otros muchos
santos y ángeles, empezando aun en esta vida á
ver, como en una imagen ó figura, ala santísima
'Trinidad; su espíritu , libre de las prisiones do la
carne mortal, voló al cielo á la libertad de los hijos
de Dios, donde goza y gozará por loda una eternidad
el premio de sus grandes virtudes y merecimientos
, domingo 18 de octubre de 1562 , á las
seis de la mañana , como el santo lo habia profetizado.
A la hora que espiró , se apareció muy res

LA LEYENDA DE ORO.
OCTUBRE , ]il
plandecienlc á sania Teresa , que oslaba muy distante
de allí, é ignorante de la muerto del santo;
y saludándola con mucha afabilidad y alegría , le
dijo elia admirada; ¿Qué es esto , padre? Respondió:
Voime á descansar. Declaróla la grande gloria
de que gozaba ; y al despedirse , exclamó, como
admirado : ¡ O bienaventurada penitencia , quo
tanto premio has merecido! como lo dice santa
Teresa en el capitulo 27 , por estas palabras , que
me ha parecido poner aquí, por ser testimonio de
tan grande santa. « Fué su fin (dice , hablando de
san Pedro do Alcántara) como la vida, predicando
y amonestando á sus frailes : y como vio que se
acababa , dijo el salmo : La'tatus sum in his,
(jitw dicta sunt tnilii: ó hincado do rodillas, murió.
Después ha sido el Señor servido tenga yo
mas en éi, quo en vida , aconsejándome muchas
cosas: hele visto muchas veces con grandísima
gloria: díjome la prímeía vez que me apareció:
Qué bienaventurada penitencia , que tanto premio
habia merecido , y otras muchas cosas. Un año antes
que murieso, me apareció estando ausente, y
supe que se habia de morir. y se ¡o avisé , estando
algunas leguas do aquí. Cuando espiró, me apareció
, y me dijo , que se iba á descansar: yo no lo
creí: dljcselo á algunas personas, y después do
ocho días vino la nueva, como habia muerto, ó
comenzado á vivir para siempre, por mejor decir.
Hele aquí acabada esta aspereza de vida con tan
grande gloria.»
18 Quedó el cuerpo hermosísimo con admiración
de cuantos lo vieron: los ojos, tantos años
cerrados , se abrieron y aparecieron claros, como
si fueran dos estrellas resplandecientes; y todo el
rostro era mas propio de un ángel, que de un hombre
muerto. Hizo Dios muchos milagros en este
tiempo por los méritos de su siervo; porque muchos
enfermos, que fueron á venerar sus reliquias,
hallaron la salud : otros que no podian levantarse
déla cama, les fué á buscar la salud á su casa,
encomendándose al santo. Queriendo llevar el
cuerpo desde el pueblo al convento, para sepultarlo;
después de haberse, detenido la procesión,
esperando que cesase la lluvia , que era muy grande,
viendo que no dejaba do llover, se determinaron
á salir; y fué cosa maravillosa , quo saliendo
c! sagrado cuerpo á lo descubierto, cesó la lluvia
en el camino por donde iba la procesión , lloviendo
á un lado y á otro, sin cesar, y lodo el pueblo
iba en medio cercado do agua, sin mojarse,
como los israelitas, cuando caminaban por medio
del mar Bermejo , viendo á un lado y á otro al
agua que se detenia do respeto ó temor á aquella
vara que llamaban «obradora de maravillas.» Duró
este milagro, hasla que entró la procesión en el
convento , porque luego empezó á llover igualmente
por todas partes. Otra maravilla fué, quo con
correr tan grande airo , quo hacia temblar los árboles
mas firmes á una y otra parle del camino , no
apagó en él ninguna luz , ni turbó su llama , y después
de haber ardido las hachas y velas muchas
horas, no se consumió ni miagóla de cera, y hallaron
quo pesaban lo mismo que antes que empezasen
á arder. Enterráronlo en un sepulcro co-
133
muii, atendiendo mas sus hijos á su modestia y
humildad , ó á la inclinación del santo padre, aun
en el cielo humilde, que á lo que se debia á tan sagrado
cuerpo , y abriendo la Iierra , encerraron en
ella aquel tesoro, que nunca la lierra de las Indias
supo guardar en sus minas. Después de cuatro
años , abriendo el sepulcro para lomar del cuerpo
alguna reliquia , lo hallaron sin corrupción . entero
, hermoso, y que destilaba un licor preciosísimo
de suavísima fragrancia. Aun después de ver
cuanto le veneraba la tierra , no lo sacaron sus hijos
de aquel sepulcro, hasta pasados casi veinte
años, que lo colocaron en otro lugar mas decente;
y últimamente en la capilla del convento do Arenas,
donde hoy es muy venerado por lasconlinuas y
grandes maravillas que Dios obra, para honrar y
glorificar al que tan bien supo en osla vida honrarle
y glorificarle con su vida v doctrina , y con los
hijos que dejó para lanío ejemplo y provecho do
lodo el mundo.
i 9 Resla que, pues el Señor dijo á sania Teresa
que cualquiera cosa que le pulan en nombre
de su siervo Pedro do Alcántara , la concederá,
pidamos á nuestro Señor muchos beneficios pollos
méritos de este grande santo, v le supliquemos
nos haga en esta vida imitadores de sus virtudes
para que en la vida eterna seamos compañeros
de su gloria , la cual nos conceda el Señor
por su intercesión. Amen.
20 Escriben y hacen honorífica mención de
san Pedro de Alcántara santa Teresa de Jesús,
que en muchas parles alaba y engrandece su santidad
; san Francisco de Sales, que escribió á un
discípulo, mandándole que se gobierne por el libro
cío la Oración , que escribió san Pedro de Alcántara,
si quiere aprovechar en la perfección; el
apóstol de Andalucía el maestro Avila , contemporáneo
del santo padre; Fr. Diego do Yepes, confesor
de Felipe 11, y que lo fué de santa Teresa,
obispo de Tarazona ; el padre Baltasar Alvarez,
de la Compañía de Jesús; y el padre Bibadeneira,
de la misma Compañía; el siervo de Dios don Fr.
Francisco Gomaga, arzobispo de Mantua; el venerable
P. Fr. Juan de Sania Marín , confesor
déla emperatriz María, gran imitador del santo
padre en penitencia , y renunciar dignidades , pues
renunció tres obispados; el venerable Fr. Juan
Bautista Moles; Fr. Martin de San José; Fr. Juan
déla Trinidad, in Chronic; Barezo, lib. iv;
Hilar. Acosia, Calkal., lib. n, pag. 321; Daza,
4. parí. Cliron., cap. 32; Rapmeo, Jlislor.
gen. recotlccl. decad. 8; Ribera, in Histor.
5. Teresio.'; Silvest. Labaiiense , Dejuslit. magnitud,
.fíceles, rom., lib. m, cap. 12; Gualter.,
in Tabula citrón, sactd; Algecira, in Arbor.;
lípilot. Poitco., iract.o, Triplic. citar, vire/.,
cap. 13; Mariano, /i7i.iv, cap. !. Citrón, re—
form.; Gravian , in Voe. Turt., pag. 2, cap. 13
el 24.; Arturo, inUlarli/rolog., lili. E; Vistorin.,
Trac!, de anliq. el tnodern. usu canon, sancl.,
c. 28 ; Lucas Castellino , in fítucid. tltcolog. de
eerlittidiite gloria 1
sancl. canoniza!.; Tamayo.
Murígrul. hispan., 18 oclob.; y copiosamente
Fr. Juan de San Bernardo, su hijo, y cronisia y

130 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 19
procurador en. Roma en la causa do su canoni- educación. Guando estuvo en edad de tomar es­
tación.
'* SAN VAHO, Y SUS COMPAÑEROS, MÁRTIRES.-
San Varo era soldado romano en Egipto, en tiempo
del emperador Diocleciano. Todos los dias iba á
visitar, consolar y llevar alimento á siete santos
monjes que se bailaban presos por no querer ofrecer
incienso á los ídolos, y habiendo una vez encontrado
muerto á uno de ellos , so paso en su lugar
, obligándose acorrer la misma suerte que los
que quedaban. A poco tiempo los sacaron á todos
de la cárcel, y después de haber degollado á los
seis monjes, á Varo le azotaron, le abriéronlas carnes
con uñas de hierro , y por fin estuvieron cinco
horas maltratándole de tal modo , que en medio de
aquel suplicio entregó su alma al Criador y consiguió
la palma del marlirio.
Los SANTOS TOLOMEO Y LUCIO , MÁRTIRES.—-
El primero ora un cristiano lleno do zelo, que con
sus exhortaciones convirtió á la fé á una mujer romana
que tenia un marido brutal y desarreglado.
El cambio de religión expuso á esta mujer á los mas
bárbaros tratamientos de parte de su esposo , que
renegaba casi continuamente del divino Autor del
cristianismo. Ella, usando de las facultades que las
leyes divinas v humanas conceden en semejantes
casos, procedió á un divorcio legal; y en este
lance el marido por venganza acusó de cristiano á
Tolomeo. El santo estuvo mucho tiempo en un oscuro
calabozo,y habiendo sido al fin conducido
ante Ui Licio, prefecto de Roma, confesó animosamente
su fé en Jesucristo , y sin mas examen fué
condenado por el juez á ser decapitado. Lucio,
que estaba presente, dijo al procónsul: ¿Dónde
hay justicia para castigar á una persona sin ser
convencida de crimen alguno? El prefecto preguntó
á Lucio si también era cristiano, y habiendo
contestado afirmativamente, Ürbicio , colérico
y enfurecido, pronunció contra él la misma
sentencia. Otro cristiano, que declaró profesar la
misma fé , y cuyo nombro nos es desconocido, fué
también decapitado con ellos. Recibieron, pues,
sus inmarcesibles coronas, en Roma, el año 106,
reinando Marco Aurelio.
SAN VERANO, OIUSPO Y CONFESOR.—Por san
Gregorio do Tours sabemos que Verano no fué
obispo de Orleans, como dice el Martirologio romano
, sino de Cavilonc, antigua ciudad de las Galias.
Según el autor citado, estaba este santo dotado
de tan singulares virtudes y favor del cielo,
que daba la salud á los enfermos con solo hacer
sobre ellos la señal de la cruz. Floreció en tiempo
de Childeberlo, rey de los francos, y murió por los
años de 588.
SAN EUSTERIO, OBISPO Y CONFESOR. — Lo fué
de Salomo en el siglo VI, cuya Iglesia purgó de
las infecciones de la herejía. Asistió á todos los
concilios celebrados en su tiempo , fué infatigable
en promover la reforma de las costumbres públicas,
y después de haber sufrido con admirable
resignación las persecuciones do sus enemigos,
murió en paz en medio do su rebaño.
SAN AQUILINO, OBISPO Y CONFESOR. — Nació el
año U20. do padres nobles, que le dieron esmerada
tado , casó con una mujer digna de él. Sirvió en
el ejército durante las guerras que hizo Clodoveo II
á los bárbaros que amenazaban pasar las fronteras
de sus estados , y cuando se concluyó la paz y volvió
á reunirse con su esposa , ambos dieron gracias
á Dios por los favores que les habia dispensado , é
hicieron voto do pasar el resto de sus dias en la
continencia. Retiráronse á Evreux, de cuya Iglesia
era entonces obispo san Eterno, y so dedicaron
exclusivamente á la práctica do las buenas obras,
haciendo construir una especie de hospital, al cual
dedicaron lodos sus bienes. Habiendo vacado poco
después la silla episcopal de Evreux , Aquilino fué
nombrado para ocuparla , y desde luego se vieron
resplandecer en él todas las virtudes de su predecesor,
cuya memoria era bendecida por todos. Desempeñó
con fidelidad todos los deberes del episcopado
, y temiendo quo las funciones de su
ministerio debilitasen su espíritu de retiro y compunción
, mandó construir una pequeña celda
junto á su iglesia , y con frecuencia se retiraba á
ella para entregarse libremente á la penitencia v
oración. Se habia propuesto por modelos de su
conducta á san Martin do Tours y á san Germán
de Auxorre, y sus eminentes virtudes fueron recompensadas
con el don de milagros. El aña GSi)
asistió á un concilio de Rúan. En los últimos años
de su vida, se vio afligido con la pérdida dota
vista , desgracia que consideró como gracia del Señor
, que sin duda queria preservarlo de muchos
peligros. A pesar de este accidente, continuó Irabajando
con un zelo incansable, y murió santamente
, después de un pontificado de cuarenta y
dos años, á fines del siglo VIL
Los SANTOS VERÓNTCO Y PELAYA , CON OTROS
COMPAÑEROS, MÁRTIRES. — Estos santos eran y
vivian en la ciudad de Anlioquia , en tiempo del
emperador Valeriano. Habiéndose encendido la
persecución contra los cristianos , fueron acusados,
y no habiendo podido vencer su constancia toda
la fuerza de los mas atroces tormentos, dieron al
fin su sangre por Jesucristo.
SAN ETVINO, ABAD. — Fué brelon por nacimiento;
pero pasó muy joven á Francia á estudiar
bajo la dirección de san Sansón, obispo de Dole,
estuvo muchos años dedicado al servicio do esta
Iglesia, y oyendo un dia en la misa aquellas palabras
del Evangelio: « El que no renuncia á todo
cuanto posee, no puedo ser mi discípulo,» formo
la resolución de abandonar el mundo y cuanto
en él lo pertenecía. No ora entonces mas que
diácono: consultó su determinación con su prelado,
y se fué al monasterio de Taurac , donde después
pronunció los votos solemnes , el año 55V. Habiéndose
dispersado los monjes de aquel monasterio
cuando la irrupción de los bárbaros , Elvino se
dirigió á Irlanda , donde permaneció veinte años en
una celdita en el centro do un bosque. La austeridad
de su vida y algunos milagros que obró , hicieron
célebre su nombro, y murió á los ochenta y Iros
años de su edad , por los de 597 , el día 19 do
octubre.
SANTA FREDESYINUA , VIRGEN.—Fué hija de

OCTUBRE, 20 LA
un príncipe Je Oxford y nació en esta ciudad. Prevenida
con todas las gracias del cielo , mostró desdo
su tierna edad ser vaso de elección y digna esposa
del Señor. Las riquezas , el nacimiento , la belleza
y todas las ventajas que puede ofrecer el mundo,
no los miró nunca sino como otros tantos escollos
contra la virtud , y por esta razón, después que
su piadoso padre hubo fundado un monasterio en
su patria, tomó Fredesvinda el velo religioso , y
fué nombrada abadesa de aquella casa. Yivia la
sania virgen en medio de todas las dulzuras de la
piedad , cuando su reposo fué turbado con una
prueba dolorosa. Algar, principe de los mercios,
concibió por ella una pasión violenta y trató de
robarla, con la cual pasaron algunos sucesos que
causaron á la santa graves disgustos. Escapada
completamente del peligro , redobló su fervor y su
penitencia , y murió entre sus hermanas en octubre
del año788. Esta santa espatrona de la ciudad
de Oxford.
De» SO.
SANTA IRENE , VÍRGEN Y MÁRTIR. — En los breviarios
de las Iglesias de Portugal, y especialmente
en el de la Iglesia de Evora, se cuenta la
vida de santa Irene, vírgen y mártir; y es de esta
manera.
2 En un pueblo de Portugal, llamado antiguamente
Nabancia (que algunos dicen ser hoy la
villa de Tomar), hubo un caballero ilustre por
linaje y poderoso , que se llamaba Castinaldo,
señor del mismo pueblo, y tenia un hijo único,
por nombre Brilaldo , mancebo modesto y de buenos
respetos. Había asimismo en el dicho pueblo
dos caballeros casados, que so llamaban el marido
Hermigio , y la mujer Eugenia , y tenian una
hija llamada Irene, de extremada belleza, de
grande ingenio y honestísima. Cerca de este lugar
estaba un monasterio con la advocación de Nuestra
Señora la Vírgen María , cuyo abad era un
santo varón llamado Sebo , hermano de Eugenia,
y lio de Irene: el cual , deseando que su sobrina
desde su tierna edad emplease su habilidad y el
buen natural que Dios le habia dado, en obras
de virtud , encargó á Remigio , monje principal
de su monasterio, quo la enseñase las letras que
la convenia saber , y la enderezase á toda perfección.
Criábase la sania doncella con Julia y Casia,
dos lias suyas , hermanas de su padre , y con otras
doncellas, que allí vivían con olías, con lan grande
recogimiento, que no salía de esta clausura Irene
mas que una vez en el año en la fiesta de san Pedro
á hacer oración en su iglesia , que era cerca
del palacio de Castinaldo. Viola allí un dia Britaldo
, su hijo y heredero, y aficionóse tanto á
su extremada hermosura y rara modestia, quo la
comenzó á amar desatinadamente, no osando descubrir
las llamas que abrasaban su corazón. Cayó
enfermo, y do pura tristeza so consumía sin poderle
dar remedio los médicos, por no saber la
raíz de su mal. Tuvo revelación de Dios Irene do la
enfermedad do Britaldo , y de la causa de ella: y
encomendándose á él, esforzada y confiada en su
TOMOIY-
JLYENDA DE ORO. 137
gracia, so determinó á visitar al enfermo , y curar
aquella llaga que parecia incurable. Visitóle, acompañada
de gente honesta y grave : hablóle : descubrióle
la herida que tenia en su corazón : declaróle
su ceguedad y locura: exhortóle y encendióle
en el amor de la caslidad ; y finalmente con sus
palabras y razones del cíelo alegró y serenó aquella
alma afligida; de lal manera , que el cuerpo
cobró salud . y el desconsolado mozo quedó consolado,
y muy reconocido y obligado á la santa
doncella. Pero quiso que antes que de él se partiese,
le prometiese que no amaría á otro hombre alguno
, masque á ó I, amenazándola gravemente
de muerte , si otra cosa hiciese.
3 Volvióse la santa vírgen muy contenta á su
casa, por haberla sucedido lan bien esta jornada,
que de suyo era peligrosa; pero, por haber sido
guiada por Dios , había sido segura. Pasaron después
dos.años, y estando la bienaventurada virgen
sirviendo al Señor en su encerramiento y quietud,
el demonio, que es inquieto y enemigo de nuestro
bien, con el trato familiar que el monje Remigio
tenia con ella , por haber sido su maestro , comenzó
á hacerle cruda guerra, y á levantar en
su corazón una tormenta de tentaciones deshonestas
, lan terrible y espantosa, de dia y de noche,
que el pobre monje no podia vivir; y finalmente
le hizo dar al través, y rendirle de lal
manera, que perdida la vergüenza, vino á manifestar
á Irene su pasión : y como ella era honestísima
, y le reprendiese , y le respondiese lo que á
la pureza de su castísima alma convenia; quedó
el triste y mal religioso corrido , no enmendado;
antes, como desesperado y aborrecido , convirtió
todo su amor en mayor aborrecimiento y deseo de
venganza: y cayendo de un gran mal en otro mayor
(comosuelen hacer los pecadores que se han
entregado á Satanás), instigado de él , tuvo manera
para dará la santa doncella una bebida , que
se la hinchó el vientre de suerte, que verdaderamente
parecía estar preñada. Divulgóse esto, y
con grande infamia de Irene, aunque sin culpa
suya, la gente lo creyó; porque el mal fácilmente
se cree. Cuando Britaldo lo supo, con la certidumbre
quedaba la vista, se alteró y embraveció
de manera , que acordándose de lo que habia
tratado con Irene , y do lo que él la habia amenazado
, y ella le había prometido , determinó darla
la muerte por haber puesto su amor (como él pensaba)
en otro, y no en él. Encomendó á un soldado
que ejecutase su mal intento : el cual , buscando
oportunidad para hacerlo , halló que la
santa vírgen una noche después de maitines se habia
salido á la ribera del rio Naban ( que estaba
cerca de Nabancia , y por esto la dio el nombre),
para hacer oración , y suplicar á nuestro Señor
que la librase de aquella infamia; pues sabia su
inocencia. Estando de rodillas en la oración , recogida
y fervorosa , el soldado arremetió á ella , y
la atravesó una espada por la garganta , y quilo
la vida á la que la habia dado á Britaldo , que se
lo habia mandado. Desnudándola y dejándola
en camisa , echó el santo cuerpo en el rio, para
cubrir mejor su maldad. Vino el dia : y romo .luis

l-3á
lia y Casia, lias de sania Irene, no la hallasen
en su casa , tuvieron gran pena, temiendo que su
sobrina , no podiendo ya sufrir tan grande infamia,
se habia salido de casa , como perdida , para perderse
mas. ¡ Qué secretos son , y qué profundos los
juicios del Señor, y cuan invesligables sus caminos
, y cómo prueba á sus escogidos , dando brazos
á los malos para que los persigan, atrepellen y
confundan , para coronarlos mas 1 Dio Dios el don
de la pureza virginal á Irene: dióla sabiduría y espíritu
para sanar á Brilaldo , que estaba llagado
de su amor: dióla fortaleza para resistir á los asaltos
del falso religioso . y enseñarle con su ejemplo
la castidad; y con ser estos dones de Dios lautos y
tan excelentes, permitió el mismo Señor que el
mismo monje la inficionase con aquella bebida sacrilega
, y que la gente pensase que tenia culpa , y
estaba preñada la que era doncella , y que Brilaldo
por esto la mandase malar , y que el soldado
lo hiciese, y que hasta sus mismas tias, que debían
de saber (como testigos de vista) su grande
honestidad, sospechasen de ella cosa tan indigna de
su recogimiento y santidad. Mas el Señor no suelta
la rienda al pecador, para que puedaá su voluntad
afligir al justo; antes después de haberlo humillado
, lo levanta, y después de haberlo afligido,
lo consuela, corona y glorifica , como lo hizo con
santa Irene: porque, estando el abad Sello , su lio,
como suspenso y maravillado de lo que habia
oido de su sobrina; el Señor le reveló lodo lo que
pasaba, y donde hallaría el cuerpo de la santa
vírgen y mártir. Con esta revelación habló al pueblo
, para que con una solemne procesión lo fuesen
á buscar; y el pueblo con gran voluntadlo hizo,
movido de la autoridad del sanio abad . y mucho
mas con la inspiración é impulso del Señor, que
por este camino queria descubrir la verdad y magnificar
á la santa vírgen. Había llevado el rio Naban
con su corriente el cuerpo al rio , llamado entonces
Nozecaro , y ahora Zezere, en quien él
entra , y por este habia descendido al Tajo. Yendo
en su procesión (¡ ó mano poderosa y benignísima
del Señor!), vieron que el río Tajo milagrosamente
se habia retirado en aquel su hondo piélago,
dejando descubierto en seco el cuerpo de la santa
vírgen, y que estaba ya puesto en un hermoso
sepulcro, labrado por manos de los ángeles, renovándose
el antiguo milagro de la sepultura del
glorioso papa y mártir san Clemente , como lo dijimos
en su vida á los 23 de noviembre. Quiso el
abad, y los que con él iban, sacar el cuerpo de
donde estaba; y nunca pudieron ni con alguna
fuerza moverlo : y entendiendo que era la voluntad
de Dios que se quedase allí, lo dejaron , llevando
consigo algunos de sus cabellos , y parte de
su camisa . como unas preciosas reliquias, las cuales
puestas en el monasterio del abad Selio dieron
salud á muchos enfermos, ciegos y tullidos, que
las tocaron. Pero otro milagro no menos maravilloso
obró el Señor; porque volviéndose la procesión
, el rio Tajo, que se habia retirado y recogido,
y estaba como inmóbil , hasta que enteramente so
manifestase la gloria de Dios en su santa , comenzó
luego ó volverse á su antigua corriente , y á ex-
LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 20
tender sus aguas, y cubrir el sepulcro de la santa:
á la cual el Señor pagó en el cielo con gloria eterna
la ignominia é infamia que habia pasado por su
amor , y la coronó con guirnalda de virgen y mártir
, y quiso que en la tierra fuese tan honrada y
reverenciada , y que la villa de Escalabis , donde
está su cuerpo , mudase el nombre, y sollamase
sania Irene, y ahora corrompido y abreviado el
vocablo, vulgarmente se dice San taren: con esto
quedó á la bienaventurada vírgen lodo el rio Tajo,
como por templo de su celestial sepultura , y una
gran villa por epitafio y letra de su sepulcro. Y
aun se dice , que en nuestros días en el rio Naban
(donde fué echado su sagrado cuerpo ) so han hallado
muchos guijarros con golas de sangre. También
se escribe que el triste monje Remigio, y el
soldado que la mató , conocieron su culpa , y fueron
á Roma , y allí murieron en penitencia y llanto.
Los breviarios ponen la vida de esta santa el
año del Señor de 033. Hace de ella mención el
Martirologio romano á los 20 de octubre , y el cardenal
Baronio en aquel lugar.
4 Pues ¿quién . leyendo esta vida , no aprende
el recato con que los hombres . aunque sean religiosos
y santos, deben tratar con las mujeres,
y apartar con cuidado la estopa del fuego : la cual
con una centella y con un soplo se enciende , y se
abrasa y consume sin remedio? Muchas veces comienza
la comunicación entre el hombre y la mujer
en la caridad , y acaba en carnalidad , como
vemos en Remigio; pues por obediencia de su
abad , y para enseñarla y hacerla perfecta , comenzó
ó tratar con santa frene; pero la mucha
comunicación y familiaridad dio lugar al demonio,
para que le tentase y ablandase con torpe afición,
al que antes parecia duro como una piedra. Religioso
era Remigio , y religioso grave y principal,
y por la aprobación de su vida le encomendó el
abad que fuese maestro de su sobrina; mas ninguna
victoria pasada hade ser parle para asegurarnos
, ni para dejar de temer la batalla que con
blando, doméstico y porfiado enemigo tenemos,
y que solo con el huir se puede vencer.
SAN JUAN CANCIO , PRESBÍTERO Y CONFESOR.—
San Juan Cancio nació á 24 de junio de 1406,
en un lugar llamado Kencio , del obispado de Cracovia,
en el reino de Polonia. Sus padres fueron
Eslanislao y Ana, ambos ilustres, no menos por
la nobleza de su sangre , que por su cristiana piedad
; en la cual criaron con gran diligencia á su
hijo Juan , inspirándole desde sus tiernos años con
sus palabras y ejemplos el aborrecimiento al vicio
y el amor á la virtud. Por este motivo tuvo Juan
la feliz suerte, ó fiara decirlo mejor, recibió de
Dios nuestro Señor la gracia de conservar la inocencia,
y de evitarlos pecados y desórdenes, á
los cuales suele estar demasiado sujeta la edad
juvenil; después de haber pasado Juan los primeros
años bajo el cuidado de sus piadosos padres, y
do haber aprendido en su misma casa las letras
humanas , le enviaron estos á la ciudad de Cracovia
, para que en aquella universidad, recientemente
fundada por Uladislao, rey de Polonia , estudiase
la filosofía y teología. En efecto, esludió

OCTUBRE , 20 LA LEYENDA DE ORO. 139
el siervo de Dios en dicha universidad con mucha
diligencia y aplicación estas facultades, y como
era de un ingenio muy perspicaz y penetrante,
aprovechó tanto en el estudio, cpie obtuvo en ambas
el grado de doctor ó maestro , el cual en
aquellos tiempos se concedia, no por ceremonia v
pura formalidad, como frecuentemente sucede al
presente , sino por recompensa de la virtud, y como
un auténtico testimonio de la habilidad de
aquellos que lo obtenian.
2 Pero lo que mas importa es, que san Juan
conservó siempre la misma pureza de costumbres
en medio de las ocupaciones de sus estudios, y entre
los peligros á que se hallaba expuesto fuera de
la vista y sujeción de sus padres. A este fin llevaba
una vida retirada y mortificada: alimentaba
su alma con el dulce pábulo de la oración, de la
lección espiritual y de los santos sacramentos: sobre
todo , resplandecía en él una singular humildad,
que es la basa y el fundamento de la piedad
cristiana. Por cuyo motivo , aunque los principales
doctores y maestros de la universidad estimasen
y admirasen mucho su mérito y sus virtudes,
él se reputaba sinceramente el menor de todos, y
se creía indigno do cualquiera honor ó magisterio.
Por esto fué preciso hacer fuerza ó su humildad,
para que consintiese á recibir primero el sobredicho
grado de doctor, y después el cargo de enseñar
á otros la filosofía , el cual desempeñó tan excelentemente
, y con tan universal aplauso, que
los rectores do aquella universidad le eligieron dos
veces decano del colegio de doctores de filosofía de
la misma universidad. Después que por algún
tiempo el siervo de Dios hubo enseñado la filosofía
, dejando los estudios filosóficos , se aplicó enteramente
al estudio de la sagrada teología, de la
cual fué maestro excelente, cuando fué destinado
á enseñarla á los jóvenes seglares , que de todo el
reino de Polonia acudían en gran número á aquella
universidad. Las lecciones que hacia sobre las
materias teológicas , todas las sacaba de las puras
fuentes de la sagrada Escritura , y de la tradición
de la Iglesia; procurando no solo alumbrar el espíritu
de sus discípulos con la luz de la ciencia,
sino también inflamarle en el ardor de la candad
y piedad cristiana : al logro de cuyo objeto contribuía
mucho el ejemplo de su santa vida , llena de
virtudes , y en la cual como en un clarísimo espejo
podían mirarse los jóvenes que frecuentaban su escuela,
y aprender lo que debían practicar.
3 Entre tanto creciendo en el hombre de Dios
el fervor de espíritu , y el deseo de ayudar á sus
prójimos, habiendo ya abrazado el estado eclesiástico
, fué promovido por el obispo de Cracovia
al grado de sacerdote, y destinado á dispensar a!
pueblo el pan evangélico de la palabra de Dios.
Entonces la virtud de Juan resplandeció con mayor
lustre á los ojos de todos; porque cuando so
acercaba al altar para ofrecer á Dios el incruento
sacrificio , que era todos los dias , ora tal su compostura
y devoción, que causaba á todos los presentes
suma edificación. Del mismo modo cuando
subia al pulpito á predicar la palabra de Dios,
era tan grande su zelo y la eficacia de sus pala-
bras, que ocasionaba en sus oyentes una extraordinaria
conmoción , siendo su costumbre reprender
los vicios con libertad evangélica, sin mirar
respetos humano-; por lo que era cop'o^í-ini" '!
fruto que sacaba de sus sermones. >i (-u> us. •!...>•
el zelo que descubría en ía.- -
. coiiwrsacff.riu-- v páticas
familiares, exhortando á todos á huir el pecado
y abrazar la virtud. Finalmente, continuando
el siervo de Dios , aun después que fué sacerdote,
en enseñar la sagrada teología en la universidad de
Cracovia , no se puede bastantemente declarar
cuales y cuantas fuesen las industrias do que se valia
, para imprimir en los ánimos de los estudiantes
el horror al vicio , y el amor á Dios nuestro
Señor, y á las máximas santas de nuestra católica
religión : por lo que de su escuela saiian los jóvenes
no menos doctos en las verdades y dogmas de
nuestra santa fé, que instruidos y fundados en las
máximas de la cristiana piedad. En suma, el santo
y piadoso sacerdote en todas sus acciones y discursos
procuraba siempre promover la gloria de
Dios, y la salud de las almas redimidas con la
sangre de Jesucristo; teniendo fijas en su espíritu
las palabras de este divino Salvador, con las cuales
ha enseñado á todos los cristianos , y mas en
particular ó los sacerdotes, que la caridad del
prójimo es el carácter propio y distintivo de sus
verdaderos discípulos.
4 Esta caridad de Juan para con sus prójimos
le impelía á socorrer, de la manera que podia, las
necesidades temporales de las personas afligidas
y menesterosas. Por eso empleaba la mayor parte
de los honorarios que recibía como lector y maestro
de la universidad de Cracovia , en socorrer las
necesidades de las viudas, de los huérfanos y de
los pobres. Todos los años al acercarse el invierno,
solia proveer de vestido y de calzado, en cuanto
lo permitían sus fuerzas , á las personas que se hallaban
faltas de él, á fin de defenderlas del frió
que suele ser rigurosísimo en el país setentrional
de Polonia; y algunas veces encontrando
algún pobre descalzo, le daba su propio calzado
, y él se volvía desnudo de pies á su casa,
dejando caer la capa hasta la tierra, á fin de
que su mortificación y misericordia no fuese conocida
: otras veces, hallando algún pobre mal
cubierto, tiritando de frió, se desnudaba desús
propios vestidos para cubrir la desnudez de aquel
pobre, en el cual con los ojos de la fé reconocía
la persona de Jesucristo : sucedió no pocas veces,
que hallándose ya sentado á la mesa con los otros
doctores del colegio de la universidad, con los cuales
vivía como en comunidad, teniendo una
mesa y habitación común , oyendo pasar por la
calle algún pobre que pedia limosna, se privaba
de la propia comida , para darla á aquel pobro
hambriento: y do aquí resultó , que los doctores
de la universidad, movidos del ejemplo de su sanio
compañero, establecieron suministrar todos los
dias á un pobre el necesario alimento, como si
fuera uno de sus conmensales, lo que se ha observado
siempre desde entonces, y so observa aun
en nuestros dias. Cuanto el santo era propenso á
socorrer la necesidad de sus prójimos, hasla pri

Ti O
varse á este fin do las cosas necesarias , tanto era
amante de mortificarse , haciendo frecuentes y
rigurosos ayunos , y vistiendo pobremente; de modo
, que en el invierno, que, como se ha dicho, es
rigurosísimo en Polonia , sufria la incomodidad del
frío ; y para mortificar mas su carne y sujetarla al
espíritu , acostumbraba dormir poco , y muchas
veces sobre unas tablas desnudas, ó bien sobre el
suelo; solía ceñirse los lomos con un áspero cilicio,
y tomaba frecuentes y rigurosas disciplinas.
Pero sabiendo que el principal estudio de un cristiano
debe consistir en la interior mortificación de
las pasiones, no dejó jamás de ejercilarso lodo el
tiempo de su vida en toda suerte do mortificaciones.
De aquí resultó, quo no solo sufría con alegría
de su alma cualquiera palabra injuriosa que
se le dijera , y cualquier desprecio que se hiciese
de su persona, sino que buscaba de propósito las
ocasiones de ser hollado y despreciado , siendo en
esto mas diligente de lo que son los hombres del -
mundo, en buscar las ocasiones de ser exaltados,
elogiados y estimados; y con el fin de tener siempre
delante de sus ojos estas máximas evangélicas
, tan contrarias al amor propio y á la inclinación
de la naturaleza , tenia escritos algunos versos
en las paredes, y en la puerta del cuarto do
su habitación, y en los libros de su uso, que le
acordasen la resolución que habia hecho de humillarse
y envilecerse en todas las cosas.
5 El manantial de donde se derivaban á la
alma del bienaventurado Juan las luces y las gracias
celestiales, para practicarla caridad, la humildad
y las demás virtudes cristianas , era la oración;
en la cual empleaba lodo el tiempo que le
quedaba libre de sus ocupaciones, todas dirigidas
á la gloria de Dios.y á la salud de las almas: en
este ejercicio de la oración, y en la lectura de los
libros sagrados pasaba la mayor parte de la noche;
pues, como se ha dicho , no daba á su cuerpo sino
un breve ó incómodo reposo. La materia mas frecuente
de su oración y meditación eran los misterios
de la vida y pasión de Jesucristo nuestro Salvador;
y solia pasar muchas horas de la noche,
cuando los demás dormian , postrado delante de
una devola imagen de Jesucristo crucificado, colocada
cerca de la puerta de la habitación de los
doctores del colegio de la universidad , donde el
santo habitaba. Aquí quedaba muchas veces absorto
y arrebatado en dulcísimos éxtasis, contemplando
el infinito amor de un Dios , abatido y humillado
hasta la muerte de cruz por la salvación
del género humano, y se anegaba en tiernas lágrimas
, considerando la monstruosa ingratitud de
los hombres , los cuales corresponden tan mal á la
excesiva caridad de su amable Redentor.
0 Esta lierna devoción á la pasión de Jesucristo
le hizo emprender la peregrinación á la
Tierra santa , á fin de visitar los lugares santificados
con la presencia corporal de nuestro divino Salvador;
hizo esta larga peregrinación siempre á pié,
rehusando aceptar la comodidad de la cabalgadura
que , los que le acompañaban en este viaje, frecuentemente
le ofrecían. Así que llegó á Palestina,
visitó aquellos lugares, en los cuales se veneran
LA LEYENDA DE ORO. OCTOIRE , 20
las memorias de los misterios de nuestra redención,
especialmente el santo sepulcro , con tal compunción
do corazón y tantas lágrimas do devoción,
que si se le hubiese permitido , no se hubiera separado
de aquellos santos lugares en todo el resto
de su vida. Después que el siervo de Dios hubo
satisfecho á su devoción , se volvió á su país del
mismo modo que habia salido de él ; es á saber,
siempre á pié y con mucho recogimiento de espíritu
, y lodo encendido en nuevas y ardientes llamas
de la divina caridad. Tenia también el santo
una particular devoción á los príncipes do los
apóstoles san Pedro y san Pablo; por cuya causa
cuatro veces en distintos tiempos fué á Roma en
la misma forma de pobre peregrino , y con el mismo
espíritu de recogimiento y de penitencia. Todo
el tiempo que se detuvo en Roma lo empicó en
visitar el sepulcro de los santos apóstoles, y los
demás santuarios de que abunda aquella metrópoli
del cristianismo , sin cuidar do ver las cosas curiosas
, y la magnificencia de aquella gran ciudad;
porque en sus peregrinaciones no buscaba sino visitar
y venerar las memorias y las reliquias de los
santos , con el fin de animarse siempre mas á seguir
sus huellas , y ó implorar su protección , para
llegar al mismo término de la vida bienaventurada
de que ellos gozan en el cielo.
7 En una de estas peregrinaciones acaeció
que algunos ladrones le acometieron en el camino,
y le hurtaron el dinero que llevaba para el viaje;
y preguntándolo después si tenia mas dinero , el
siervo de Dios respondió que nó; pero apenas los
ladrones se habian algún tanto alejado, cuando
acordándose el siervo de Dios que tenia algunas
monedas escondidas en el vestido que llevaba encima
, los volvió á llamar, y les dijo: Yo me habia
olvidado de estas monedas que tenia aquí guardadas
: yo no quiero decir ninguna mentira , y así tomad
también estas monedas que me han quedado.
Los ladrones quedaron atónitos á este ofrecimiento,
y admirando su virtud , y movidos de la santidad
que se descubría en su rostro , no solamente no lo
quitaron aquellas monedas , sino que le restituyeron
todas las que le habian ya hurlado , pidiéndole
perdón de su atentado , y partiéndose de su
presencia muy compungidos de su pecado. Y ó la
verdad , así en el porte del siervo de Dios, como
en todas-sus acciones y discursos, resplandecía una
singular piedad , que le concillaba una grande estimación
de lodos los quo tenían ocasión de hablar
y tratar con él. De aquí resultó, que habiendo vacado
la iglesia parroquial del lugar de Ol-Kusz,
cinco millas distante de la ciudad de Cracovia, los
rectores de aquella universidad , á quienes pertonecía
proveerla de pastor, eligieron la persona do
Juan , su bienaventurado compañero , y le confiaron
la administración de ella . la cual el siervo do
Dios aceptó de mala gana, y solo por obediencia.
Cumplió el santo, con mucha diligencia é igual
• ruto de las almas quo tenia confiadas á su cargo,
con todas las funciones de un bueno y vigilante
pastor, apacentándolas con el pan de la palabra
do Dios , y con los ejemplos do su santa vida, socorriendo
con mucha caridad todas las necesida-

Of.TUliUE 20 LA LEYENDA DE ORO. ihi
des, así espirituales como temporales de sus feligreses.
Pero después de algún tiempo, haciéndole
mucha impresión los peligros que van unidos con
la cura de las almas , y temiendo , atendida la delicadez
de su conciencia , hacerse culpable delante
do Dios de alguna omisión , tan fácil de cometerse
en la cura pastoral de las almas, rogó con muchas
instancias á los sobredichos rectores de la
universidad , que le descargasen de aquel peso,
que para su profunda humildad era intolerable.
Habiendo obtenido la gracia deseada, volvió á
continuar las primeras funciones de enseñar las
sagradas Letras á los clérigos jóvenes, destilando,
como arriba se ha referido , no monos en su mente
la doctrina de la Iglesia , que en su corazón la piedad
cristiana , á fin de que con el tiempo saliesen
buenos y doctos ministros en los oficios de la Iglesia
: ocupación verdaderamente digna de ser imitada
de aquellos eclesiásticos, que, siendo dolados
do talento y de ciencia , se hallan en eslado de poder
formar buenos alumnos, de que suele haber
tanta escasez para el servicio de la Iglesia. Continuó
también el santo en predicar la palabra do
Dios con igual zelo y fruto del numeroso concurso
do toda suerte do personas, que acudian á oir un
predicador que con los ejemplos de su sania é irreprensible
vida confirmaba lo que enseñaba con
sus palabras. Finalmente, no había obra de misericordia,
que estimulado de su inflamada caridad,
no abrazase y practicase con mucho gusto, ya con
los presos detenidos en las públicas cárceles, procurándoles
todo el alivio y consuelo posible; ya
con los enfermos del hospital , visitándoles para
consolarles en sus enfermedades, y exhortarles á
sulrir sus males con paciencia y resignación; ya
empleándose en socorrer las personas que á él recurrían
en sus necesidades; de modo, que él era
como el común padre de las personas afligidas y
atribuladas.
S Habia ya cumplido nuestro santo los sesenta
siete años do su edad, cuando experimentó que
perdia notablemente las fuerzas de su cuerpo,
maltratado de sus penitencias y do las muchas fatigas
padecidas por la gloria de Dios, y por la saluddcsus
prójimos. Entonces, previendo que tenia
cercana la muerte, que miraba como el término
do su destierro en este valle de miserias, se preparó
á ella con actos do mas ardiente caridad, y
con distribuir á los pobres de Cristo las pocas cosas
que lo quedaban , y que servían ásu necesario uso.
En electo , poco después fué acometido de su última
enfermedad, la cual sufrió no solo con paciencia
, sino también con mucha alegría y gozo de su
alma ; repitiendo con frecuencia aquellas palabras
de David: Jíeu nn'hi! guia incolatus meusprolóngalas
cst: ¡aydemí! que se ha prolongado
tanto mi habitación en este valle de lágrimas: con las
cuales palabras declaraba los ardientes deseos que
tenia de ser desalado do las prisiones del cuerpo,
para llegar presto á la bienaventurada patria del
cielo. Recibió con extraordinaria devoción los santos
sacramentos de la Iglesia , y lleno de confianza
en la divina misericordia , durmió el sueño de los
justos á 2'(- do diciembre de 1473. Su cuerpo fué
sepultado en la iglesia colegiala de Santa Ana, en
la ciudad de Cracovia; y Dios nuestro Señor so
dignó ilustrarle con muchos .milagros, los cuales
testificaron siempre mas y mas á los hombres su
heroica santidad , do la cual la santa sede dio un
público testimonio en el año 1680 , escribiéndole
en el número de los beatos. Pero creciendo siempre
mas la devoción de la nación polaca , y especialmente
de la ciudad y universidad de Cracovia
hacia este su ciudadano , y obrándose en su sepulcro
nuevos y continuos milagros: la santidad do
Cemente XUI lo canonizó solemnemente en el
mes de julio de 1767 , junto con los boatos Gerónimo
Emiliano, .José deCalasanz, José de Copertino
, y Juana FYancisea de Chanlal: aprobando
primero para esle fin los milagros siguientes.
!) El primero sucedió con un muchacho llamado
Sebastian Luzark : se hallaba éste tísico confirmado:
habia sacado de sus padres esta enfermedad,
que era hereditaria en aquella familia; no
obstante, implorando la poderosa intercesión do
san Juan, quedó instantánea y perfectamente curado.
10 El segundo acaeciócon una doncella, llamada
Eduvigis Paskuna ; se hallaba esta acometida
de una enfermedad de calentura aguda; pero
invocando al glorioso san Juan, no solamente quedó
instantáneamente curada , sino que recobró al mismo
momento absoluta y enteramente todas sus
fuerzas.
11 El tercero fué obrado con María Gaucelike,
la cual padeciendo una grave y perniciosa calentura,
que la había reducido al último aliento do
su vida; por medio del glorioso san Juan quedó
curada repentinamente, y en un solo momento.
12 El cuarto sucedió con Antonio Alexovick,
quien padecia una grande y profunda llaga, que
se extendia desde la parte inferior del cuello, que
los anatómicos llaman jugulo, hasta las fauces,
la cual nada habia perdonado, excepto los tendones
y los vasos mayores; manaba de ella una podre
maligna, y por la parle del cuello agujereada
echaba el enfermo lo que tomaba para su alimento:
no obstante, invocando al glorioso saa Juan, fué
instantánea y perfectamente curado desús males.
13 El quinto sucedió en el rio llamado Solana
: caveron en este rio, que iba muy crecido , las
mercaderías á un pobre arriero; el ímpetu de la
corriente las llevó río abajo , el dueño las veía ya
perdidas, mas en este aprieto invocó con gran
fervor el auxilio de san Juan Cancio, y al momento
vieron con asombro suyo todos los presentes,
que las mercaderías caídas y perdidas en el
río, iban por sí mismas subiendo rio arriba , venciendo
el ímpetu de la corriente, hasta llegar finalmente
al mismo lugar donde se habian sumergido,
do donde las sacó el dueño con el contento
que so deja discurrir.
* SANTA MARÍA, DE I.A CAREZA.'—Esta santa,
esposa de san Isidoro, labrador, no se sabe á punto
fijo en donde nació. Dispúlanse esta gloria Madrid
y otros pueblos de Castilla, y cada uno de elios
alega por su parto razónos fuertes; pero el punto
no se ha decidido. Tampoco se sabe cómo se lia-

í',2 LA LEYENDA DE ORO. OCTCHRE , 20
maban los padres de esla sierva de Dios , sino que
eran labradores, de la genio mozárabe ó cristianos
viejos, que vivían mezclados con los árabes
sin ser tiznados de su superstición. Dicen algunos,
(pie en el bautismo le pusieron por nombre Toribia,
oíros aseguran que se llamó Ana; pero lia
prevalecido el nombre de María. Criáronla sus padres
en el temor de Dios, y desde muy niña descolló
en su ánimo amor muy entrañable á la honestidad.
Poseía todas las virtudes que hacen mas
apreciablesá las doncellas: era sencilla, humilde,
aseada y retirada; pero resplandecía principalmente
en ella un deseo muy encendido de agradar
en todo al Señor. Asistía con gran fervor á la
explicación de la doctrina cristiana y al santo sacrificio
de la misa ; frecuentaba los sacramentos, y
se gozaba siempre en la med'lacion de los dolores
del Salvador en su pasión , derramando con frecuencia
abundantes lágrimas, y recibiendo entonces
los favores con que regola Dios á sus fieles siervos.
Veneraba á sus padres como representantes
de Dios en su casa, y con el trabajo de sus manos
les socorría y ayudaba. Queriendo Dios premiar
su virtud ya en la tierra, le dio por esposo á
san Isidro , joven de altísima perfección, y ángel en
carne. Preparóse la santa para este estado con
oraciones y ayunos, y las bodas se celebraron con
llaneza y humildad tan amada de ambos. Fué María
en el matrimonio una copia de la mujer fuerte
que describo el Espíritu santo en el libro de la
Sabiduría : fiel, hacendosa , casera , pacífica , temerosa
de Dios, solícita del bien de su familia.
Cuando los benditos esposos vivían en Madrid,
acompañaba María á Isidro en la visita de las
iglesias, y lo mismo hacia mientras estuvieron avecindados
en Tordelaguna y en Caraquíz. Venerábanlos
como sanios todas las personas que los
conocían; porque obraba Dios por su mano grandes
maravillas. Su vida era sencilla v modcsla, y
amaban y socorrían á los pobres con largueza.
Cuando volvieron á Madrid , vivieron en una casa
junto á la parroquia de San Andrés , y en ella tuvieron
de su unión un hijo , al cual criaron con temor
de Dios, y con sus oraciones lo sacaron milagrosamente
de un pozo en que había caído.
Cuando este hijo murió , siendo aun muy niño, los
dos esposos se separaron de común acuerdo para
entregarse con mayor fervor á la vida contemplativa
á que Dios los llamaba. María se reliró á una
casilla de Caraquíz, desde donde iba frecuentemente
á la iglesia de Nuestra Señora do la Cabeza,
no lejos de aquel lugar. Allí vivió enteramente escondida
al mundo y sepultada con Cristo: tomó á
su cargo el aseo y limpieza de aquel templo, pasando
en él días y noches enteras, ocupada en
orar y alabar á Dios, y gozar del consuelo y de la
paz del espíritu con que el cielo la regalaba. Para
todos los pueblos de aquel distrito era la sierva do
Dios dechado de penitencia, de caridad , de modestia
y de todas las virtudes cristianas. En medio
de esto no faltó quien pretendiese hallar mancha
en su virtud, y aunque tuvo que sufrir mucho con
estos contratiempos , todo lo toleró con la mas alegre
conformidad. Como prueba de la integridad
de la virtud de María , permitió el cielo que esta
pasase á pié enjuto el rio Jarama, que habia salido
de madre, lo cual turo lugar en presencia de san
Isidro y de otros muchos testigos. Después estuvo
en Madrid para asistir á Isidro en su última enfermedad
, y al cabo de pocos años , fué ella también
llamada al premio eterno, el año do 1180. Enterróse
su cuerpo , como la santa había dispuesto,
en la misma ermita de Nuestra Señora de la Cabeza
, donde estuvo depositado cuatrocientos años,
hasta que fué trasladado á Madrid, donde se venera
junto con el de su santo esposo.
SAN MÁXIMO, DIÁCONO Y MÁRTIR. — Por los
años de 250 , reinando en Roma el emperador Decio
, sucedió el martirio de este santo en Forcone,
juntó á Aquila , en el Abruzzo. Por el deseo que
tenia Máximo de padecer, se descubrió á los perseguidores
, y después de una constante y gloriosa
confesión , fué estirado y atormentado en el potro,
luego apaleado , y por último, habiéndole precipitado
desde una grande altura , durmió gloriosamente
en el Señor.
SAN CAPRASIO, MÁRTIR. — Estando este santo
escondido en una cueva huyendo de la persecución,
llegó á su noticia la fortaleza con que la vírgen
santa Fé padecía por Jesucristo. Animándose él
entonces á la misma pelea, pidió ai Señor , quo
si le juzgaba digno de la gloria del martirio , hiciese
salir agua clara de la peña do su cueva.
Obrando Dios en seguida aquel milagro, se fué
Caprasio seguro al campo de batalla , en donde
combatiendo generosamente, mereció la palma
del martirio. Sucedió en Agen, en las Gallas, en
tiempo del emperador Maximiano.
SAN AIITEMIO , MÁRTIR.—Fué este santo un caballero
romano muy principal, nombrado después
por el emperador Constancio , prefecto augustal
de Epiplo , y general de (odas las tropas de aquel
distrito. Protegió á san Atanasio y estuvo siempre
separado de los herejes é infieles. En tiempo de
Juliano Apóstata , los idólatras le acusaron de haber
demolido los templos de los dioses y hecho
pedazos los ídolos. El emperador Juliano lo hizo
comparecer en Antioquía el año 302, y en vista
de la acusación, y de la confesión del santo, mandó
que fuese decapitado en la misma ciudad en el
mes de junio del mismo año 302.
LAS SANTAS MARTA Y SAULA , VÍRGENES Y MÁR­
TIRES. •—'Estas santas fueron martirizadas con
otros muchos cristianos en la ciudad de Colonia,
durante los primeros siglos do la Iglesia.
SAN FELICIANO, OHISPO Y MÁRTIR.—Gobernó
la Iglesia de Mmdo con admirable sabiduría, propagó
las verdades de la fé entre los infieles , y
después selló con su sangre su apostolado. El emperador
Otón desenterró las reliquias del santo
obispo , y el año 009 las hizo colocar en una suntuosa
capilla de la misma ciudad de Minde. No se
sábela época del martirio de este sanio , peto so
cree que fué durante la persecución de Diocleciano.
Los SANTOS JORGE Y AURELIO, MÁRTIRES.—
El primero fué diácono y ambos españoles por nacimiento
, según la opinión de los antiguos Martirologios.
San Eulogio, en el Memorial de los santos,

OCTUBRE , 21 LA LEYENDA DE ORO. ^3
habla de ellos como tales españoles y mártires de
nuestra Iglesia , y se cree que la notación de París,
que pono junto á ellos el Martirologio romano , es
porque sus reliquias Fueron trasladadas á la capital
de Francia durante la dominación de España
por los moros.
SAN SINDULFO , CONFESOR.—-Era un presbítero
de Rheims, que inflamado del deseo de la perfección
cristiana , dejó su patria , Aquitama , y buscó
un retiro en la diócesis deRheims, á principios del
siglo VIL Escogió para su residencia el lugar de
Aussonce, á cuatro leguas de la ciudad, donde
juntaba la continua oración á grandes austeridades,
lira muy versado en las sagradas Letras, y
daba mucha instrucción á cuantos iban en busca
suya para consultarle, y murió en su soledad, famoso
en milagros, el dia 20 de octubre, á mediados
del siglo VIL Su cuerpo fué enterrado en el
mismo sitio de su retiro , y después , en el siglo IX
lo trasladaron con gran pompa á la abadía do
Ilautevillers , cerca de Rheims.
SANTA FORTUNATA, YÍRGEN Y MÁRTIR. — En
una.de las mas crueles persecuciones de los primeros
siglos de la Iglesia, la inocente Fortunata,
doncella de preclara estirpe, de sentimientos caritativos
, y de fe ardiente , fué una do las víctimas
escogidas por los enemigos de nuestra religión
santa. Parece que su cuerpo se conserva en un
oratorio particular de Cherta.
líia Si.
SAN HILARIÓN, ABAD Y CONFESOR.—La vida
del glorioso san Hilarión , sacada de la que de
él escribió el gran doctor de la Iglesia san Gerónimo
, es de esta manera. Nació san Hilarión en
un lugar, llamado Tabatha , cinco millas de la
ciudad de Gaza en Palestina. Sus padres fueron
idólatras, y el hijo nació de ellos, como la rosa
de las espinas. Fué enviado de sus padres, siendo
niño , á la ciudad do Alejandría , para que allí estudiase:
y él lo hizo con tanto cuidado, que en
pocos años aprendió el arte de bien hablar; y por
su modestia, agradable condición y vivo ingenio,
era amado de la gente; y Dios nuestro Señor también
lo amó; pues teniendo allí noticia de la fé de
Cristo, se bautizó, y so hizo cristiano, y de tal manera
so dio á la piedad y devoción , quo en tan tierna
edad no se deleitaba sino en estar en la iglesia,
ó con los ministros de ella. Oyó decir las grandezas
de san Antonio , abad , que en aquel tiempo
llorecia con gran fama do varón celestial, y vínole
deseo á Hilarión de verlo: fué al yermo, donde
estaba; y en viéndole, so encendió tanto en amor
de Dios con deseo de imitar á san Antonio, que luego
mudó su traje, y so vistió de monje, y estuvo
con él dos meses, aprendiendo el modo de
su vida , para imitarle. Consideraba la gravedad
de sus costumbres, su continua oración, la
humildad con que recibia á los huéspedes, la severidad
en corregir á los culpados, el fervor en
exhortar á los tibios , la benignidad en consolar á
los flacos , la aspereza en el tratamiento de su persona
, así de comida . como de sueño y vestido.
Pasados los dos meses volvió á su tierra , y halló
que eran muertos sus padres: vendió su patrimo­
nio , y repartiólo entre pobres, y sus hermanos; y
quedando él pobre de sustancia , y rico en Cristo,
siendo á la sazón de quince años, se fué á un lugar
solitario , para comenzar su milicia , y entrar
en campo con todo el poder del infierno. Era aquel
lugar frecuentado de salteadores: y dictándole sus
amigos el peligro en que se ponia , no hizo caso
de ello; no temiendo la muerte corporal, para librarse
de la eterna.
2 Era Hilarión delicado de complexión , v
muy sujeto á cualquier injuria del tiempo, de calor
y frió, y mas en tierna edad; y con todo esto
se vistió de solo un pobre saco , y sobre él un cobertor
tejido de pelos ásperos de animales, como
de camello , que le habia dado san Antonio , cuando
se partió de él. Gomia después de puesto el sol
quince caricas, que era una fruta propia de Siria,
á la manera de higos; y por razón de muchos salteadores,
que habia en aquel desierto, nunca paraba
en un lugar. Mucho sintió Satanás verse desafiar
de un muchacho . que antes que supiese
tomar las armas ya le había vencido , acoceado y
hollado, y determinó hacerle guerra. Fatigábale
con diversas tentaciones: representábale muchas
cosas torpes, por donde el santo mozo era forzado
á pensar lo que no sabia , y traer en su imaginación
¡o que nunca habia experimentado. Enojábase
contra sí: hería sus pechos , pensando vencer á
puñadas aquellos feos pensamientos. Airábase con
su cuerpo, y decíale: Yo te haré, asnillo, que no
tires coces; porque te quitaré la cebada, y solamente
le daré paja: matarle he de hambre y de
sed: echarte he cargas pesadas: fatigarte he con
calores y frios; para que así tengas solo cuidado
de la comida , y no do la lascivia. Esto decia el
santo mozo , y como lo decia, así lo hacia ; porque
se estaba tres y cuatro dias sin comer, ejercitándose
en este tiempo muchas horas en cavar la tierra
, no porque pensase sembar en ella alguna semilla
, sino para quitar las espinas y malezas que
ochaba su propio cuerpo. Hacia también costillas
de mimbres, imitando á los monjes de Egipto, y
empleábase en la oración la mayor parte de la
noche y del dia. Cuando ya se sentía muy cansado,
y como desfallecido del trabajo, tomábala
refección ordinaria con algunas yerbas silvestres;
v hablando con su cuerpo , mientras comía , le decía:
Mirad, cuerpo, que si no trabajáredes, no
comeréis; y pues coméis ahora , aparejaos á trabajar.
De esta manera se consumió y enflaqueció
tanto, que ya solo parecía quedar en solos los
huesos.
3 Estaba ol santo mozo una noche en oración,
y oyó como lloros de niños, lamentaciones do mujeres,
balidos de ovejas, mugidos de toros, bramidos
de leones, silbos de serpientes , y varias voces
de diversos monstruos, para espantarle y
hacerle huir. Antes que viese cosa alguna , entendió
ser embustes del demonio : postróse en tierra :
hizo sobre sí la señal de la cruz, mirando á una parlo
y á otra , para ver con los ojos, lo que sus oídos
oían. Hacia una luna muy clara; y de repente vio

1U LA LEYENDA DE ORO
venir sobre sí un carro, guiado do unos furiosos caballos,
que daban muestra de quererlo atrepellar:
pronunció Hilarión el dulcísimo nombre de Jesús; y
al momento vio que se abrió la tierra, y tragó el
carro, y los caballos , y lodo aquel torbellino y
ruido que traian consigo. Hizo gracias al Señor,
por haberle librado , y cantó aquellas palabras que
dijeron los del pueblo de Israel, cuando el mar
Bermejo tragó á Faraón , y á sus ejércitos : «Al
caballo y caballero derribó en el mar.» Muchas
fueron las tentaciones con que los demonios le
combatieron, y varios los lazos que le armaron:
porque , estando echado en el suelo , para recrear
su debilitado cuerpo con un breve sueño , ¡larecian
delante de 41 mujeres desnudas; otras, veces, pereciendo
de hambre , ponian mesas , llenas de muchos
y preciosos manjares : otras, cuando oraba,
andaban lobos aullando al rededor : si cantaba
himnos en alabanza de Cristo , representábansele
hombres que se acuchillaban, y dejaban muerto á
sus pies uno de ellos, que lo pedia sepultura. Estaba
una vez orando , y divirtióse de la oración un
poco con la imaginación : llegó á él un hombre feroz
y cruel , al talle de los que en Roma llamaban
gladiadores : dióle de coces en los costados, y comenzóle
á herir con un azote en las espaldas , y
diciendo : Ea , ¿ qué es esto? ¿ por qué te duermes
? daba grandes risadas; y cuando lo tuvo bien
atormentado , le preguntó si tomaría un poco de
cebada.
k Desde los diez y seis años , hasta los veinte,
usaba de una pequeña choza de juncos y otra yerba
espinosa , llamada carica , para defender su tierno
cuerpo de los hielos y recios soles. Después de este
tiempo edificó una celda , que dice san Gerónimo,
que permanecía en su tiempo , y era mas sepultura
de cuerpo muerlo , que celda de hombre vivo :
porque tenia cuatro pies de ancho. y de alio cinco;
de modo , que era mas baja que su estatura,
y de largo no tenia mas que su cuerpo. Dormía
en unos juncos puestos sobre la tierra ; y esta fué
su cama , hasta que murió. Cortábase el cabello
una vez al año , por la festividad de la Pascua:
no lavaba el saco que traía vestido; porque decia
, que no había para que buscar regalo en el
cilicio: ni tomó Iónica nueva , hasta que la vieja
estaba hecha pedazos. Tenia de memoria gran
parte de la Escritura sagrada , y recitaba algo de
ella , después de haber rezado muchos salmos y
oraciones : lo cual hacia con tan grande atención
y reverencia , como si viera con sus ojos presente
al Señor con quien hablaba. Desde los veinte y
un años de su edad , hasta los veinte y siete, los
tres años v medio comia unas lentejas remojadas
en agua fría , y otros tres años comía pan seco,
mojado en agua y sal: desde los veinte y siete años,
hasta los Iremla , se sustentó con yerbas y raíces:
después , hasta los treinta y cinco , comia cada dia
seis onzas de jian de cebada con algunas yerbas
cocidas: después por estar enfermo , añadió á las
yerbas un poco de aceite por regalo; y así pasó
hasta los sesenta y tres años: desde esta edad, hasta
los ochenta, no quiso comer pan , ni otra cosa,
sino un manjar de harina y yerbas desmenuzadas,
OCTUnitE , 21.
que le servia do comida y bebida , y no comía hasta
puesto el sol : ni jior tiesta quo fuese , ni por
grave enfermedad que tuviese, dejó de ayunar.
¿Quién no so maravillará do la gracia del Señor,
que así esfuerza un hombre flaco y miserable, para
que viva una vida tan áspera y admirable, como
la vivió san Hilarión ? Y lo adornó de tan altas y
extraordinarias virtudes, que son mas admirables,
que imitables; para quo nosotros, ya que no podemos
llegar adonde él llegó , procuremos hacer lo
poco que podemos , y no midamos con nuestra flaqueza
la virtud de los santos.
5 Estando, pues, en su choza Hilarión, y
siendo de diez y ocho años, vinieron á él una noche
los ladrones, ó pensando que tema alguna cosa
que poderle robar, ó pareciéndoles quo era afrenta
suya que un mozo viviese entre ellos con tan gran
seguridad y sin algún temor y recelo. Anduvieron
loda la noche buscando aquella pobre choza, y
nunca la pudieron hallar. A la mañana lo hallaron
, y como por buria le dijeron : ¿Qué barias si
te vieses cercado de ladrones? Y él les respondió:
El pebre y desnudo no tome ladrones. Y ellos le
dijeron : A lo menos puedes perder la vida. Dijo
él : Así es verdad que la puedo perder; mas no
temo los ladrones, porque estoy aparejado á morir.
Quedaron admirados de ver su constancia , y
confesaron que le habían buscado aquella noche,
v no le habían podido hallar, y prometieron enmendar
sus vidas.
6 Veinte y dos años habia pasado san Hilarión
en esta manera de vida , sin ser conocido sino
por la fama, que por todas las ciudades de Palestina
so había derramado, de su santidad y grandes
virtudes. Vino á él un dia una mujer, y echóse
de repente á sus pies: y viendo que él mostraba
pesar de verla allí , y hacia muestra de quererse
ir, con muchas lágrimas le dijo: Perdona mi osadía
, siervo de Dios; que mi necesidad y trabajo
me hace que te sea importuna. Vuelve á mí tus
ojos, y mírame rió como á mujer, sino como á afligida;
que mujer fué la que parió al Salvador.
Detúvose san Hilarión oyendo estas palabras , v
preguntóla la causa de su dolor; y entendiendo
que era casada , y que su marido la quería dejar
porque en quince años no tenia hijos, alzó los ojos
al cielo é hizo oración , y despidióla; y al cabo
de un año le vino á visitar con un hijo. Este fué el
principio de las maravillas que Dios obró por san
Hilarión, y fueron tantas y tan grandes, que llenaron
al mundo de admiración. Resucitó tres hijos
de una señora muy principal llamada Aristeneta,
mujer de un caballero que se decia Klpidió, la
cual, habiendo ido por su devoción á visitar á san
Antonio con su marido y con sus tres lujos, volviendo
á su casa se le murieron lodos tres en la
ciudad de Gaza , en donde fué san Hilarión importunado
de los ruegos desús monjes, y vencido de
las lágrimas de la pobre madre, é invocando sobre
ellos el nombre santo de Jesús, resucitaron
luego, y besaron las manos al santo varón. Divulgóse
este milagro , y venían de todas parles
mucha gente para ver á Hilarión: viéndole muchos
gentiles recibían la íé de Cristo , y otros lo-

ocTUinti!, 21 LA LEYENT. A DE ORO. l',;>
ruaban el hábito de monje, y se quedaban con él,
y so fundaron algunos monasterios, que fueron los
primeros que se edificaron en Siria, los cuales instituyó
y gobernó Hilarión , como lo hacia san Antonio
en Egipto. Trajeron asan Hilarión una mujer
ciega , que le dijo que habia gastado toda su hacienda
con los médicos sin provecho; y él la respondió
: Si lo que has perdido con los médicos,
lo hubieras dado á los pobres, Jesucristo verdadero
médico, te hubiera sanado: y ungiendo con
su saliva los ojos de la ciega, luego cobró la vista.
A un cochero, de quien el demonio se habia apoderado
, y fué traído á san Hilarión , dijo creyese
en Cristo, y dejase aquel oficio; y que así sanaría.
Creyó en Cristo : prometió dejar el oficio; y quedó
sano, y libre del demonio. También sanó á otro
mozo robustísimo y de extrañas fuerzas, que se
llamaba Marsilas, y estaba endemoniado, y no habia
quien lo tuviese, ni grillos, ni esposas, ni cadenas
que no hiciese pedazos , arremetiendo á unos
é hiriendo á otros. Lleváronle atado , como un
toro muy bravo , delante del santo; y él lo hizo
desatar, y estando suelto, le dijo: Vén, llégale
aquí. Llegó Marsilas temblando, la cabeza baja:
echóse á sus pies, y lamíaselos con su lengua,
como si fuera una oveja mansa. Hizo oración por
él; y al cabo de siele días que le tuvo consigo,
quedó sano. Otra vez le trajeron otro endemoniado,
que se llamaba Orion, hombre riquísimo,
que tenia una legión de demonios. Venia el endemoniado
encadenado , atadas las manos y la cerviz
, y con los ojos bravos centelleando , y con'aspecto
feroz , que parecia que echaba llamas de
luego. Estaba á la sazón el santo declarando á sus
monjes un paso de la sagrada Escritura : soltóse
el endemoniado de las manos de los que le traían,
y arremetió á Hilarión; y asiéndole por detrás, lo
levantó en el aire. Temieron los que allí estaban
que el demonio no lo maltratase y lastimase aquel
cuerpo, que con los ayunos y penitencias estaba
tan consumido, y levantaron un grande alarido;
mas Hilarión, riéndose , dijo: Dejadme á mí con
mi luchador: y asiéndole de los cabellos con la
mano, lo derribó en tierra , y poniendo el pié sobre
él, y apretándole y dándole algunos golpes,
le dijo : Aquí seréis atormentados, miserables demonios.
7 Oíanse salir do la boca de aquel hombre
miserable muchas y diversas voces , como un clamor
de pueblo confuso. Oró el santo al Señor, que
es poderoso para vencerá los demonios, y no
menos á muchos que á uno; y quedó sano: y de
allí algunos dias vino al monasterio con su mujer ó
hijos, y trajo algunos dones al siervo de Dios. El
le dijo : ¿Nó has leído lo que aconteció á Giezi y
á Simón Mago: de los cuales el uno pretendió vender,
y el olro comprar la gracia de Dios; y los
(los pagaron la pena de su pecado? Y como Orion
llorando le rogase que, ya que no lo quería para sí
ni para sus monjes, tomase aquella limosna y la
diese á los pobres; respondió san Hilarión : Mejor
se la puedes dar tú , que andas por las ciudades,
y los conoces: dejó yo mi hacienda propria; ¿y
quieres que me encargue do la ajena? Yo sé que
TOMO IV.
á muchos el nombre de pobre es ocasión de avaricia
: ninguno mejor da al pobre, que el que no
guarda nada para sí. Estaba muy triste y caído en
el suelo Orion; y díjole el sanio abad : No quieras,
hijo, entristecerte: lo que hago por mí, hago
por t¡: si yo tomase tus dones, ofenderla á Dios,
y la legión de los demonios se volvería á tí. La
misma doctrina nos enseñó san Hilarión en otro
criado del emperador Constancio, que habiendo
sido desde niño afligido del demonio, vino á él, y
con ser de nación alemán , le respondió en lengua
siríaca, sin haberla aprendido: y después que por
las oraciones del santo se vio libre , le ofreció diez
libras de oro, las cuales no quiso tomar sino un
pan de cebada; para darnos á entender (como
dicesan Gerónimo) que los que con tai pan se
sustentan , tienen el oro por lodo. Mas entre los
otros milagros fué muy notable el que hizo san
Hilarión, para librar una pobre doncella. Habia
en un pueblo de Gaza una doncella de buena vida,
de quien se enamoró un mancebo , su vecino . y
procurando por todas las vias que le fueron posibles
, atraerla á su voluntad, y no aprovechándole
cosa que hiciese, fué á la ciudad de Menfís , y
comunicó su enfermedad y locura con unos hechiceros,
ministros del templo de Esculapio. Diéronle
una lámina ó plancha de cobre con ciertas figuras
espantosas, para que cubierta de tierra la pusiese
al umbral de la puerta de la doncella y dijese allí
ciertas palabras. El demonio cumplió todo lo que
fué dicho. Comenzó la doncella á amar al mancebo
tan desatinadamente , que. parecía mas locura
que amor ; porque daba gritos llamándole:
heríase el rostro: arrancábase los cabellos; y hacia
otros visajes de locura. Lleváronla sus padres
á san Hilarión: y como el demonio que habia entrado
en la pobre doncella y la atormentaba, confesase
el modo con que había entrado , y declarase
que estaba atado en una plancha de cobre al
umbral de la puerta , y que no podía salir hasta
que le soltase el mancebo que le tenia preso ; el
santo le dijo: ¿Tan poco es lo que puedes , que
una plancha de cobre te tiene asido? Di: ¿porqué
has osado entrar en esta sierva de Dios? Respondió
el demonio : Entré en ella para guardar su
virginidad. ¿Tú (dice el santo) la habias de guardar,
siendo enemigo de la castidad? ¿Por qué no
te apoderaste del que te trajo acá? ¿Cómo (dijo el
demonio) habia yo de apoderarme de él, teniendo
consigo á otro demonio del amor , amigo mió? Finalmente,
san Hilarión sanó á la doncella, sin que
se quitase aquel impedimento de la plancha que
decia el demonio; para que se entendiese que á
la voluntad de Dios ningunos hechizos ni encantamientos
pueden resistir; y que no se debe darcrédito
al demonio , que es tan sagaz y mentiroso.
Después de haber librado á la doncella de aquel
incendio y frenesí que padecía , la reprendió de
algunas liviandades que habia hecho , y con ellas
abierto puerta al demonio, para que la afligiese y
atormentase.
8 Innumerables fueron los milagros que obró
el Señor por la intercesión de san Hilarión, por
los cuales se extendió su fama por lodas partes: y
19

1'iG LA LEYENDA DE ORO. ÓCTUKKE , 21
el gran padre san Antonio, cuando algunos enfermos
, ó endemoniados, iban á él por remedio, do
Siria á Egipto, les decia: ¿Para qué venís á mí,
teniendo en vuestra patria á mi hijo Hilarión? Y
le enviaba cartas y recibía con gran consuelo las
que Hilarión le escribia. Por estos milagros y mucho
mas por el ejemplo admirable de su santa
vida , se edificaron en Palestina innumerables monasterios
, y acudian todos los monjes á Hilarión,
como á su padre y maestro, para ser enseñados
de él; y él los instruía con su vida y con sus palabras
. avisándolos que considerasen bien como
se pasa la figura y vana representación de este
mundo, y que aquella es verdadera vida que so
compra con la incomodidad y pérdida de la vida
presente. Amonestábales que no tuviesen solicitud
de lo que habían de comer ó vestir, ni de las otras
cosas que pasan con el tiempo, sino que pusiesen
en Dios toda su confianza, y aborrecía en gran
manera á los que guardaban mucho las cosas, temiendo
que les habia de faltar. Una vez, un monje
que tenia algunos dineros , y era muy guardador,
le envió una haz de garbanzos verdes , como primicias
do su huerta, y se la pusieron sobre la
mesa. El dijo que no podía sufrir el mal olor que
salia déla haz, porque hedia á avaricia; y quo
en pru¡ lia de esto la diesen á los bueyes y viesen
si comían de olla. Echóse la haz á los bueyes; y
ellos espantados, rompiendo las ataduras, huyeron
del establo : porque entre las otras gracias que
tuvo san Hilarión, fué una, que del olor dolos
cuerpos, y de los vestidos y de las otras cosas
quo alguno había tocado , sabia el vicio que tenia,
y de qué demonio era tentado. Visitaba al tiempo
de la vendimia las celdas do los monjes, acompañado
de todos los que vivían en aquellos desiertos,
que eran algunas veces dos mil y tres mil personas:
llegó una vez con su santa compañía á una viña
de un monje, que tenía fama de codicioso y apretado,
y halló puestas guardas que no los dejaron
entrar; pero fueron recibidos y acariciados de otro
monje, que se llamaba Saba, y les entregó una
viña para que comiesen y se recreasen en ella.
Hecha oración y dadas las gracias al Señor, el
santo bendijo la viña, y mandó á los tros mil hombres
que iban con él , que comiesen de los frutos
de ella. Comieron, y saciáronse: y fué tan provechosa
al monje aquella su caridad, que juzgando
todos, anlesque comiesen, que la viña daría como
cien cargas de uvas ; después de haber comido de
ella tres mil personas, vendimiándose de allí á
veinte dias, dio trecientas. Y aquel monje avariento
cogió aquel año mucho menos que solia, v
lo que cogió se lo volvió en vinagre, como el santo
viejo mucho antes so lo había profetizado.
9 Tuvo don de profecía. Estando en Palestina
, y diciéndole una señora que queria ir á Egipto
á ver á san Antonio, abad; él la respondió, que
de buena gana hiciera él aquel camino para ver á
su santo padre; pero que ya habia dos dias que
el mundo carecía de tal maestro. Otra vez, queriendo
algunas personas devolas detenerle en un
pueblo cerca de Alejandría, les dijo , que no quería
quedarse con ellos aquella noche , por no ha-
corles mala obra ; y que por lo que después sucedería,
entenderían quo habia tenido justa causa
para partirse tan apriesa. Luego á la mañana vinieron
á aquel lugar los ministros de Juliano Apóstata
, para prenderle y matarle; y él por la revelación
divina, que antes había tenido, se escapó
de sus manos. Pero entro todas las excelencias
que tuvo san Hilarión , de la que mas se admira
y la quo mas engrandece san Gerónimo , es
la humildad y el menosprecio de la honra , y
el estudio con que huyó la gloria y aplauso popular:
porque, concurriendo al santo de todas
parles clérigos, monjes, obispos y lodo género
de personas, ricos y pobres , hombres y mujeres,
para recibir de él un poco do pan , ó aceite
bendito; él siempre lloraba, y le parecia quo vivía
en el siglo , y que Dios le pagaba en esta
vida sus servicios ; y por eso se determinó á huir
á alguna parte remota y solitaria , donde no fuese
conocido. Entendióse su determinación, y vinieron
á él mas de diez mil personas , para detenerle
y rogarle que no se partiese; mas él estuvo tan
firme en su propósito , que les dijo , que no comería
bocado , ni bebería gola, si no le dejaban partir;
y en efecto eslavo siete días sin comer, hasta
quo le dejaron : y él, despidiéndose de toda aquella
gente, y no habiendo comido en todos aquellos
días , estuvo fuerte para andar camino á pié , y
ayunar todo el dia sin comer hasta la noche; y así
se fué al lugar donde habia vivido san Antonio,
reverenciándolo como morada de tan santo varon
que ya era muerto. Después se retiró con dos
solos monjes á un desierto que estaba allí cerca, y
comenzó á hacer una vida mas de ángel que de
hombre, con tanto rigor, abstinencia y penitencia,
como si entonces comenzara á servir al Señor. Mas
para que se vea el deseo que san Hilarión tenia de
no ser conocido en el mundo; y como Dios lo hacia
conocer: el cuidado con que él se escondía; y como
Dios lo dcscubria: la solicitud con que él huia
de la gloria; y como aquella misma gloria iba tras
él, y le seguia como sombra : y que cuanto o! hombro
mas se humilla ; lanío Dios mas lo levanta:
oslando en este desierto san Hilarión muy contento
, por parecerle que ninguno lo conocia , todos los
pueblos de aquella comarca vinieron á él y le
suplicaron que con sus oraciones les alcanzase
lluvia del cielo; porque habia tres años que no
llovía. Pidiéronselo con tanta instancia, y con
tantas lágrimas , que él se enterneció : alzó los
ojos al cielo, y luego impetró lo que queria; pero
con las muchas aguas nació tan grande muchedumbre
de serpientes y animales ponzoñosos, quo
destruyeron la tierra , y mucha gente perecía. Acudieron
á Hilarión , y con el aceite bendito que les
daba, curaban sus llagas y sanaban. Como vio
que en este desierto era conocido , salió de allí, y
peregrinó por diversas partes: y juzgando que no
podia vivir seguro y desconocido en Oriento, so
embarcó para Sicilia , ofreciendo por fleto al patrón
del navio un libro de los Evangelios, que
siendo mozo habia escrito: porque no tema otra
cosa qué darle. Navegando, un hijo del patrón comenzó
á sor alormentado del demonio; y san Ui

OCTUBRE , 21 LA LEYENDA DE ORO. 117
larion lo sanó ; y por este beneficio el padre le voluó
el libro. Llegado á Sicilia, para esconderse
mas , se cnlró la borra denlro, y cada dia corlaba
un ha/, de leña . y la vondia , y del precio, él y
un discípulo se sustentaban. Pero ¿cómo puede
el sol dejar de resplandecer y dar luz? O ¿cómo
se puede* esconder la ciudad puesta sobro un alto
monte? ¿Ni encubrirse , aunque esté debajo de
tierra, el que Dios quiere manifestar? Al tiempo
que Hilarión estaba escondido en Sicilia , un hombre
endemoniado dio voces en la iglesia do San
Pedro en Roma , y dijo , que pocos días antes Hilarión
, siervo de Cristo, había entrado en Sicilia,
y estaba escondido sin ser conocido de nadie; mas
(pie iria allá y le descubriría. Fué: hallóle: hablóle;
y quedó sano. Súpose el milagro : concurrió
de toda la isla innumerable gente á Hilarión para
remedio de sus males, y fué pregonado por Dios,
y conocido de lodos, el que deseaba no serio de
ninguno. Aquí tampoco quiso recibir cosa alguna
de los muchos dones que le ofrecían los que habían
curado , diciendo á todos aquellas palabras del
Señor: Gratis accepislis, gratis date: Lo que
graciosamente habéis recibido, dadlo graciosamente.
10 Y con esto , como dice san Gerónimo , de
ninguna cosa se maravillaban mas los hombres,
como de que con tantos milagros no tomase un pedazo
de pan de los que recibian aquel beneficio.
De Sicilia huyó á Dalmacia, para esconderse de
nuevo; mas permitió nuestro Señor, que al mismo
tiempo un dragón de extraña grandeza, que
llamaban en su lengua boas (porque era tan grande
, que so tragaba un buey entero; y no solamente
el ganado mayor y menor, sino los mismos
pastores y hombres se engullía) , destruía toda
aquella tierra. Compadecióse el santo de aquella
calamidad tan grande: y habiendo hecho oración,
hizo traer mucha leña, y mandó al dragón que se
pusiese en medio de ella ; y pegando el santo fuego
á la leña , en presencia de todo el pueblo se hizo
ceniza aquella bestia horrible y espantosa. Otra
cosa le sucedió allí, no de menor admiración , y
fué , que por un terremoto extraño que hubo después
de la muerte do Juliano Apóstala, el mar
salió do sus términos, é inundó la tierra de manera
, que las naves quedaron en seco en las cumbres
de los montes. No tuvieron otro remedio los
naturales de Epiduuro, donde san Hilarión estaba,
sino tomarle y llevarle á la ribera del mar, y
oponerle, como un muro fortísimo, á sus furiosas
ondas. Hizo el santo tres cruces en la arena , y extendió
las manos hacia el mar; y luego con espanto
de lodos so paró y volvió atrás, y (ornó á
su lugar. Pero como él viese que allí le honraban,
se embarcó para huir á la isla de Chipre, y navegando
se encontró con ciertos corsarios: los cuales,
viniendo á embestir al barco en que iba san
Hilarión, él se puso á la proa; y extendiendo la
mano, les dijo: Basta que hayáis llegado hasta
aquí: y do tal manera se embarazaron, que no
pudieron pasar adelante; antes volvieron airas
con mayor presteza que habían venido. Llegado
á Chipre, se escondió en un lugar apartado como
dos millas de la ciudad de Pafo ; mas, estando muy
contento, porque no habia quien le conocía, todos
los endemoniados comenzoron á clamar por
toda la isla de Chipre que Hilarión , siervo do
Cristo , habla venido á ella ; y dentro de pocos
días vinieron á él casi doscientos de ellos, hombres
y mujeres , y todos fueron por sus oraciones
libres. De allí pasó á otro lugar mas apañado del
mar y muy áspero , donde oia alaridos, y unas
voces confusas como de un ejército de demonios,
con las cuales el santo se recreaba, pareciéndole
que tenia présenles los enemigos con quienes habia
de luchar y pelear, y que por la aspereza del
lugar no habría quien allí le molestase ; mas el
Señor le descubrió, y los pobres enfermos y necesitados,
con el deseo de hallar remedio , vencieron
la dificultad del camino. Finalmente, siendo ya de
ochenta años, entendiendo que nuestro Señor lo
queria llevar para sí, escribió una breve carta de
su mano para Esiquio , su fiel compañero que oslaba
ausente , por la cual le hacia heredero de todas
sus riquezas , que eran el libro de los Evangelios,
su saco , manto y cogulla. Vinieron muchos
á verle: conjurólos que luego que fuese muerto,
le sepultasen en el huerto donde estaba , con sus
vestidos , y que un punto no le guardasen. Estando
ya en lo último, y que ninguna cosa de hombre
vivóle quedaba, sino el sentido, tenia los ojos
abiertos, y hablando con su alma , decia : Sal ya,
alma mía : ¿de qué temes? ¿qué dudas? Setenta
años casi há que sirves al Señor, ¿y temes la muerte?
Diciendo estas palabras, acabó la vida. Luego
fué sepultado como él lo habia ordenado , y en un
mismo tiempo se supo en la ciudad de Pafo que
era muerto y enterrado. Vino Esiquio, pasados
algunos dias, sin que se entendiese: abrió la sepultura
; y halló la túnica sana, con el saco y cogulla
con que le habian enterrado, y el cuerpo
tan entero como si estuviera vivo , dando do sí
una fragrancia suavísima y celestial. Desenterró
el santo cuerpo y llevólo á Siria , y púsolo en su
antiguo monasterio, donde Dios (como dice san
Gerónimo) hacia muy continuos milagros por el
santo, y mas en el liuertecillo de Chipre, por
haber él mas amado aquel lugar. La muerto de
san Hilarión fué á 21 do octubre, en que la celebra
la Iglesia , y fué el año del Señor de 372. imperando
Valenliniano , el mayor. A mas de san
Gerónimo , que escribió su vida , hacen mención
de san Hilarión el ¡Martirologio romano, y el do
Beda, Usuardo, Adon , y Niceforo. El Martirologio
romano pono por sanio á Esiquio , discípulo
de san Hilarión , en 3 de oclubro.
SANTA ÚRSULA, Y LAS ONCE MIL VÍRGENES, MÁR­
TIRES.— El mismo dia de los 21 de octubre celebra
la sania madre lg !
esia el muí tino de sania Úrsula,
y de las once mil vírgenes, sus compañeras , en
cu\a historia hay algunas coa-: ciertas . y otras
apócrifas v dudosas: lo eierlo es. que sania Úr­
sula , y todas sus san! ns ci 'in ¡>añeuw, ¡uei un vírge­
nes y mnrlires. v que lucren once mil, porque,
aunque el .Mar'.uolo:¡o romano no dice que morón
once mil. ni ¡a oración quo do e:las íozamos;
pero dícenlo Beda y Adon.cn sus Martirologios,

8 LA LEYENDA LE ORO. OCTUÜltE . 21
y Mollino en las adiciones que hizo al Martirologio
de Usuardo, y otros autores: y aunque no hubiese
ninguno que lo dijese; para creerlo , bastaría
la tradición sola , y común sentido de la Iglesia ;
pero lo que es incierto y dudoso , es la manera de
su martirio , la ida de estas vírgenes á Roma con
tan grande acompañamiento, y el venir con ellas,
cuando se volvían, el papa Ciríaco , dejando el
sumo pontificado: y otras cosas , como estas, que
escriben algunos, no tienen fundamento , ni autoridad
, ni aun probabilidad , y contradicen a la
verdad de la historia eclesiástica, y á toda buena
razón : y así , dejando aparte lo que comunmente
se dice del modo con que se pudieron juntar , y el
fin con que se juntaron once mil doncellas , y después
todas juntas murieron por la fé de Cristo
nuestro Señor, y alcanzaron coronas de vírgenes y
mártires, diré aquí lo que al cardenal Baronio,
yá Guillermo Lmdano, obispo de Ruremunda,
varones doctísimos , les parece mas probable y seguro
, sacándolo de un libro muy antiguo de ¡a librería
Vaticana de Roma, que trata de las cosas
de Bretaña; cuyo autor es Gaufrido, obispo
asafense , en el reino de Inglaterra ; y es de esta
manera.
2 Siendo emperador Graciano . hijo del emperador
Valentiniano , el mayor, un capitán suyo,
llamado Máximo, hombre muy valeroso, natural
de la isla de la Bretaña (que ahora llamamos Inglaterra),
se le rebeló, y fué alzado del ejército, y
aclamado emperador, y él con el favor de los soldados,
y de los otros naturales de Inglaterra, sus
amigos y conocidos, entró en las Galias (que. ahora
es Francia) y se apoderó de ellas, especialmente
de una provincia , que entonces se llamaba
Armóriea , y ahora se llama Bretaña ; porque
los britannos ó ingleses la sojuzgaron y asolaron
con tan grande estrago y furor, que matando á los
naturales, la dejaron yerma y sin gente. Quiso Máximo
poblar aquella provincia , porque le venia
á cuenta, para conservar las de Inglaterra y Francia.
Para esto repartió á sus soldados, venidos de
Inglaterra , los campos y tierras fértiles de la menor
Bretaña , para que las cultivasen y gozasen de
sus frutos. Pero para que los soldados se pudiesen
casar y tener sucesión , y arraigarse en aquella
tierra y provincia , donde no había mujeres, por
haberlas muerto ; parecióle enviar á las islas de
Bretaña , que comprenden á Inglaterra , Escocia
é Irlanda, por gran número de doncellas,
para que traidas á la nueva y menor Bretaña , se
casasen con los soldados, que por la mayor parte
eran naturales de su misma patria. El capitán mas
principal de lodo aquel ejército era Canano, persona
de gran linaje , y uno de los señores mas estimados
de Inglaterra , á quien Máximo habia hecho
su lugarteniente y prefecto de lodos los puertos
de aquella costa. Pidió Canano por mujer á una
doncella nobilísima , hija de Dionocio , rey de Cornvalla
, por nombre Ursula, en la cual concurrían
todas las dotes de honestidad, hermosura y gracia
que se desean en las mujeres. Buscáronse por todas
aquellas provincias de Bretaña once mil doncellas
para el electo que habernos dicho. y pa­
ra que acompañasen á Úrsula, que habia de ser capitana
, y corno señora de las demás.
3 De las doncellas , unas iban de buena gana,
y otras conlra su voluntad ; pero como era fuerza
y mandato de Máximo (que ya era emperador, ó
como, por mejor decir, tirano ), que quisieran . ó
que nó , hubieron de obedecer. Embarcáronse en
algunos navios, que, para pasarlas á la nueva
provincia de Bretaña, estaban aprestados. Fué
nuestro Señor servido , que en saliendo las naves
del puerto, tuvieron los vientos tan contrarios, que
en lugar de llevar aquella armada y bienaventurada
compañía hacia Bretaña , la arrebataron y llevaron
á la parte contraria , con tan grande ímpetu,
que pasando delante de las islas de Zelanda y Holanda,
embocó por el rio Rhin, que es muy caudaloso
, ancho y profundo, y llegó á aquellas partes
donde el mar se explaya con crecientes y menguantes.
En el mismo tiempo que esto sucedió, el emperador
Graciano , sabiendo lo que Máximo habia
hecho en Inglaterra y en Francia , y que se trataba
, como emperador y señor, y no como capitán
y criado suyo; para reprimirle y castigarle,
habia llamado á su servicio á ios pidones, y á
los hunos, gente feroz _ cruel y bárbara , que habia
vencido á los godos, y hecho cosas hazañosas
y espantosas en las armas. Estos , debajo de Melgo
, capitán do los pidones , y de Gauno , general
de los hunos, y con una armada poderosa, comenzaron
á infestar el mar, y correrle , como corsarios,
robando y arruinando todo lo que podian , con intento
de pasar á Inglaterra , para echar de ella á
Máximo, tirano, y servir al emperador Graciano,
que para esto les daba el sueldo. Halláronse los bárbaros
á la misma sazón que llegaron las vírgenes,
en aquel paraje: y conociendo que eran naves enemigas
, y de Máximo , contra quien ellos venian,
embistieron con ellas. Cuando vieron que venian
cargadas de doncellas: como eran tan deshonestos
y lascivos, como crueles y leroces, pretendieron hacerlas
fuerza y afrentarlas: mas las santas doncellas,
animándolas su capitana y maestra santa Úrsula,
se determinaron á perder antes la vida, que la
castidad. Y como con obras v con palabras mostrasen
su granvalory conslancia, y que por no ofender
á Dios, estaban aparejadas á cualquier pena y tormento
; convirtiendo ios bárbaros el amor en furor,
y en aborreciminlo de la fé cristiana, dieron en
ellas, como lobos en un rebaño de corderas , y á
todas las pasaron á cuchillo , para no detenerse
allí, y llegar presto á Inglaterra , que entendían
estaba sin gente por haber sacado Máximo los soldados
de ella. De toda aquella santa y virginal
compañía no quedó con vida sino una doncella,
llamada Cordula , que con temor mujeril, al tiempo
de la matanza , se escondió ; mas visto lo que
pasaba , y que todas las otras sus compañeras habían
sido martirizadas. animada por el Señor,
que las habia todas escogido para sí, al otro día
se descubrió, y fué martirizada , como dice el Martirologio
romano. Las mas principales vírgenes,
que allí derramaron su sangre por la fé de Cristo,
y por su limpieza, fueron (como díceAdon) santa
Úrsula , guia , cabeza y caudillo do todas,

OCTUBRE, 21
Sentía, Gregoria, Pinnosa , Mardina Saula, Brilula,
Saturnina, Saturnia, Rabacia , Paladia,
Clemencia y Grata. El dia que murieron , triunfó
Cristo , su dulce esposo , en las santas doncellas
, de la infidelidad, y de la carnalidad del pecado
y del infierno, y declaró cuánto mas poderosa
es la virtud del cristiano, para sufrir la muerte,
que la crueldad del demonio, y de sus ministros,
para dársela , y que sus soldados , cayendo se levantan
, y muriendo vencen , y son coronados de
eterna gloria. Los cuerpos de las santas vírgenes
fueron recogidos de los fieles con gran devoción,
y llevados á la ciudad de Colonia , que está sobre
el mismo Bbin , donde se fundó un célebre monasterio
de monjas, y en él hoy dia se ven muchas do
las cabezas de estas santísimas vírgenes, y son reverenciadas
con singular devoción , aunque por
muchas partes de toda la cristiandad se han repartido.
Muchos creen que el lugar, donde ahora
están los sagrados cuerpos de las vírgenes , es el
mismo donde las mataron ; porque la tierra de
aquella iglesia no admite ningún cuerpo muerto,
aunque sea de niño recien bautizado , si lo entierran
en ella , y antes de la noche lo echa de sí, como
lo escribe el obispo Lmdano : tomando esto por
señal que no quiere Dios que ningún otro cuerpo
esté enterrado donde están los de tantas y tan
ilustres vírgenes y mártires , esposas suyas , que
allí dieron su purísima sangre por la confesión de
su fé, y defensa de su castidad. También se dice
que santa Úrsula ,' y sus santas compañeras, á la
hora de su muerte favorecen á los que en vida
tienen con ellas devoción , y se les encomiendan.
El martirio de estas vírgenes fué, según Baronio,
el año del Señor de 383 , imperando Graciano y
Valenliniano , su hermano, y Teodosio el mayor,
á quien Graciano habia hecho compañero suyo en
el imperio , por verse tan apretado por todas partes
de las armas de infinitos bárbaros, y necesitado
de socorro de un tan valeroso capitán ; y fué á los
21 de octubre , y aquel dia lo celebra la santa Iglesia.
De las once mil vírgenes (á mas de los autores
que habernos referido) escribieron Wandalberto,
que floreció por los años del Señor de 850;
Sigiberto , monje del monasterio gemblacense,
que há casi quinientos que escribió ; Rogerio Cisterciense,
Ricardo Premonstralense ; Claudio de
Rota; Ronfinio, en la Historia de las cosas de Hun -
gría ; Pedro de Nalalibus ; Polidoro Virgilio, en
la Historia de Inglaterra, y mas copiosamente el
P. Fr. Lorenzo Surio en el tomo v de las Vidas do
los santos.
SAN MALCO , MONJE Y CONFESOR.—Habiendo
el gran padre y doctor san Gerónimo escrilo las
vidas de san Pablo, primer ermitaño, y de san
Hilarión , abad , y puéstolas en la Iglesia, como
un vivo retrato y modelo de los santos anacoretas
y monjes, y como vidas mas de ángeles que de
hombres en cuerpo mortal; escribió también la
vida de otro santo monje, llamado Maleo , que
tuvo algunas imperfecciones y tentaciones, y con
la gracia del Señor salió bien de ellas, para ejemplo
de los religiosos que pasaren por semejantes
tentaciones. Y dice san Gerónimo que el. mís-
LA LEYENDA DE ORO.
mo Maleo , siendo ya
siendo mozo
aquí diré.
su
l'i'J
muy viejo , le refirió á él,
vida; y fué de la manera que
2 Fué Maleo de una aldea llamada Maronio,
como diez leguas de Antioquía , ciudad de Siria.
Fué hijo único de sus padres, que eran labradores.
Cuando Maleo tuvo edad , como era solo, desearon
sus padres casarle; y el padre con amenazas
y espantos , y la madre con caricias y blanduras,
procuraban que tomase mujer; mas el Señor le
hablaba al corazón , y le daba otros intentos, y
deseos de guardar castidad. Finalmente , viéndose
apretado de sus padres , delerminó dejarlos, y huyendo
, se partió de su casa solo, sin decirles nada
, y se fué á un desierto hacia la parte de Occidente
, y entró en un monasterio , en el cual con
el trabajo desús manos ganaba su pobre comida,
y con los ayunos refrenaba la lascivia de su carne.
Estuvo muchos años en aquel monasterio con mucha
paz y quietud sirviendo al Señor. Supo que
era muerto su padre, y que le habia dejado por
heredero de algunas posesiones y heredades: vínole
deseo de ver á su madre , para consolarla en
su viudez , y juntamente de vender aquellas posesiones
que su padre le habia dejado, y dar parto
del precio de ellas ó los pobres, y parte á aquel
monasterio, y otra parte guardar para sus necesidades.
Deciaró su deseo al abad : el cual, como
varón espiritual y prudente, luego entendió que
aquella era tentación del enemigo, que, socapa de
piedad, le queria engañar. Comenzó á rogar á
Maleo que se sosegase, y no se dejase vencer de
aquella tentación, proponiéndole algunos ejemplos
de otros monjes que habían sido engañados,
y amenazándole con los castigos que suele dar
nuestro Señor á los que , habiendo puesto la mano
á la esteva , la dejan y vuelven atrás. Todo lo que
el abad le decia, pensaba Maleo que nacia mas
del deseo de tenerle en su compañía, que por su
bien; y así no se dejó ablandar ni persuadir de
quien tan buenos consejos le daba. Salió del monasterio
acompañándole el abad como si le llevara
á enterrar; y á la despedida le dijo que le veia
llagado con una terrible llaga , y como una oveja
descarriada y apartada del rebaño, que luego cao
en las bocas de los lobos. Volviendo , pues, Maleo
del monastorio á su tierra , hubo de pasar por una
soledad y camino des.erto y peligroso , en el cual
los sarracenos solian saltear á los caminantes, y
por esto procuraban juntarse muchos para poderlos
mejor resistir. Juntáronse aquella vez con Maleo
otros como setenta pasajeros, hombres y mujeres,
viejos, mozos y muchachos : y yendo caminando,
vieron venir para si gran número de ismaelitas en
camellos, medio desnudos sus cuerpos, con turbantes
en sus cabezas, y aljabas con saetas colgando
de sus hombros, y los arcos en sus manos,
flechándolos contra ellos. Toda aquella compañía
se esparció, y unos por un cabo y otros por otro,
echaron á huir. Maleo , que iba del monasterio á
heredar, vino á manos ele uno de aquellos ismaelitas
, y con él una mujer de un hombre que iba
en aquella misma compañía, y también de otro
señor habia sido cautivo. Tomó, pues, el ismac-

150 LA LEYENDA DE ORO. OCTITIRE 21
lila al monje fugitivo, y á la mujer casada y sin
marido, y cargólos sobre un camello, y llevólos
por un desierto, temiendo ellos á cada paso caer
de la bestia , por ir mas colgados en ella que sentados.
La comida del camino fué carne medio cruda
, y la bebida loche de los camellos. Finalmente,
después de haber pasado un caudaloso rio . llegaron
á la casa de aquel bárbaro y señor suyo , ó
hicieron reverencia á su mujer é hijos: después
mandaron á Maleo que hiciese oficio do pastor, y
encomendáronle sus ganados. Comenzó ó hacer su
oficio Maleo, fiel y diligentemente, mirando por
la hacienda de su amo, acordándose de lo que
dice el Apóstol, que los esclavos sirvan á sus amos
como á Dios. Andaba desnudo; porque el lempic
de la tierra lo pedia. Tema oración y cantaba salmos
que había aprendido en el monasterio.
3 Comia queso fresco y leche, y tenia por
consuelo estar apartado y ver pocas veces á su
señor: el cual, como vio que aquel cautivo era
hombre bel, y que en sus manos crecia su hacienda
; para hacerle mas fiel, y que no tratase
de huir de él y dejarle, quiso que se casase ron
aquella mujer que en su compañía habia sido
cautiva. Como Maleo entendió el intento de su
amo , rogóle que no le apretase , porque no era lícito
al cristiano casar con mujer que tuviese marido
, como él sabia que aquella mujer le tenia.
Tomó el bárbaro grande enojo con osla respuesta:
sacó un puñal, y púsoselo á los pechos, diciendo
(pie con él le quitaría la vida ; y el pobre Maleo,
para excusar la muerte, echó los brazos sobre la
mujer como quien se quería casar con ella. Yino
la noche , y el desventurado monje comenzó á sentir
su trabajo, v á acordarse de las palabras que
su abad le había dicho , y á conocer que aquel
era castigo de Dios por no haberle obedecido.
Llevó á su cueva y aposento á la esposa: ella se
puso á una parte; y él á otra, sin hablarse: á él
era penoso el verla; y á ella no menos congoja el
verseen aquel cautiverio y lugar. Comenzó á llorar
Maleo , y hablando consigo mismo en su corazón
, á decir: ¿Para esto me guardó mi ventura?
¿A tanto han llegado mis pecados , que siendo yo
virgen y ya con la cabeza llena de canas, haya
ahora de ser marido? Dejó de casarme en mi
tierra con mujer doncella t e ¿Y nS° d e
casarme en la ajena con mujer vieja y que tiene
marido? ¿Qué provecho mesera haber dejado los
padres, la patria y la hacienda; si ahora hago lo
que por no hacerlo, lo dejé todo? ¡ Ah triste monje,
que le ves en esta angustia , porque volviste á mirar
á la patria que habías dejado por Dios ! ¿Qué
haces, óalma mia? ¿Venceremos ó seremos vencidos?
Mejor será quo muera el cuerpo, y viva el
alma: el guardar la castidad también tiene consigo
su martirio. Diciendo esto , propuso de morir
antes que casarse; y sacando un cuchillo para matarse
, dijo á la mujer: Quédale á Dios; que antes
me verás mártir de Cristo que marido tuyo. Turbóse
sobre manera la mujer; y derribándose á los
pies do Maleo , le dijo : lluégole por Jesucristo
que no seas ocasión de lu muerte para mi daño:
y si todavía quieres morir, mátame á mí primero;
porque si io haces por guardar castidad, quiero
que entiendas de mí, que estoy determinada á
guardarla cuanto yo pudiere, aunque me viese
libre con mi propio marido. ¿Porqué quieres morir?
¿Por no juntarlo conmigo? Pues yo moriría
si lú quisieses juntarte. Si le parece, para librarnos
del furor de esle bárbaro, nuestro amo, seamos
para con él marido y mujer, y para con Dios
hermanos. Admiróse Maleo de la virtud de la mujer,
y consolóse al oír sus palabias. Concertáronse
de hacerlo así, y vivían como hermanos; aunque
Maleo siempre con grande recato , no mirando jamás
el cuerpo desnudo de la mujer, ni tocándole,
por no perder en la paz , lo que había conservado
en la guerra. De esta manera pasaron algunos días
los dos, siendo mas queridos de su señor; porquo
oslaba mas confiado que no se huirían. Pero como
aquella vida era forzada y violenta , y muchas veces
Maleo se acordase do su monasterio, y de los
monjes con quienes habia conversado; vínolo deseo
do volver á su antiguo recogimiento y profesión.
Comunicólo con la mujer; y los dos concertaron
de huir, y do matar dos cabrones que tenían
en el rebaño, y desollarlos para comer la carno
y servirse de los cueros, llenos de viento, para
pasar el gran rio que habia en el camino : v así
lo hicieron , no con poco temor y recelo de ser descubiertos
y presos. Anduvieron tres días volviendo
siempre ios ojos á mirar si alguno les seguía ; y
después de los tres vieron que venia su señor con
un criado suyo , en dos ra mellos en su seguimiento.
Entráronse en una cueva quo estaba allí cerca: y
por no hallar la muerto, huvendo de ella , y ser
comidos de a'guna bestia fiera , se quedaron á
una parle de la cueva , sin entrar en lo interior y
mas escondido de ella. Luego que el amo los vio
entrar en aquella cueva , mandó bajar del camello
á su criado, y entrar en ella con la espada
desenvainada , aguardando él á la entrada para
lomar venganza por sus manos do los esclavos
fugitivos. Entró el criado por la cueva adentro, sin
ver á los que dejaba á sus espaldas , por entrar do
lo claro en lo oscuro , y comenzó á dar voces y á
decir: Salid acá , desventurados hijos de la muerte:
mirad quo vuestro señor os espera. Retumbaba
la voz por las cavernas de aquella cueva , á cuyo
ruido salió de lo interior una leona, y ochó sus garras
al criado á vista de los dos que estaban escondidos,
y ahogóle, y entróse con él dentro, de dondo
habia salido. Como el amo vio quo su criado se
lardaba; pensando que los dos rosislian á uno,
entró con su espada en la mano , furioso y lleno de
ira , dando voces y reprendiendo la tardanza del
criado : mas la leona , que por voluntad del Señor
había lomado á su cargo la defensa de Maleo y su
compañera, acometió al amo, y lo dejó allí muerto
, como lo habia hecho con el criado. ¿ Qué sentirían
en osle caso los dos esclavos fugitivos, viendo
de una parle las espadas resplandecientes de los
hombres furiosos y bravos contra sí; y de olra la
ferocidad do la leona , y no sabiendo á cuyas manos
habian de morir? listaban quedos: encomendábanse
á Dios, esperando la muerte, y temiendo
menos la fiereza de la leona, que la ira del hom-

OCTUBRE, 21 LA LEYENDA DE ORO. 131
bre. Pero el Señor los libró por su misericordia de
la una muerte y de la otra; porque la leona , temiendo
que habia sido descubierta, y que no estaba
en aquel lugar segura, tomando en su boca
unos pequeños leoncillos, sus hijos, se fué; y dejó
la cueva desembarazada. De allí á un rato, pasado
ya el temor y sosegado el espíritu , salieron los
dos de la cueva , y subieron en los camellos, que
por su gran velocidad son llamados dromedarios,
y sustentándose con la provisión que traian , á los
diez dias llegaron á tierra del romano imperio; y
dándole cuenta al capitán tic Mesopotamia , llamado
Sabino, reciLieron do él el justo precio do
los camellos: con que Maleo volvió á su monasterio
(aunque halló muerto al abad que habia dejado)
, y se entregó á los monjes , y comenzó á
hacer de nuevo vida de monje. A la mujer puso
en otro monasterio de monjas: y después, andando
el tiempo, siendo ya viejos, los conoció san
Gerónimo (como habernos dicho), y supo de
Maleo todo lo que aquí queda referido. Al cabo
de esta vida dice este santo doctor estas palabras:
« Esto me contó el viejo Maleo , siendo yo mozo; y
esto cuento yo viejo á los castos, por ser historia
de castidad y exhorto á las doncellas, que
siempre la guarden. Vosotros contádlo á vuestros
sucesores, para que todos sepan que la castidad
en los desiertos , y entre las espadas y bestias, no
puede estar cautiva: y que el hombre que se entregó
á Cristo, bien puede morir, pero que no
puede ser vencido.» Esto es de san Gerónimo. El
Martirologio romano pone el día do esto santo
monje Maleo en 21 de octubre , y á lo que se saca
del mismo san Gerónimo , debía de ser cerca de ios
años de Cristo de 370 , imperando Valentiniano.
Simeón Metafrasto escribió la vida do Maleo, monje
, y dice que la sacó de otro monje , por el cual
entiende á san Gerónimo , refiriéndola con sus
mismas palabras; y hallase esta vida en el séptimo
tomo del obispo Lipomano.
í Pues ¿quién no ve en el discurso de esta
vida el peligro que tienen los religiosos que, habiendo
salido el incendio de So loma, vuelven los
ojos atrás, y se convierten en estatua de sal, como
la mujer do Lot? ¿Y cuántas veces se engañan,
los cpie so color de piedad y do amor á sus deudos
y padres, ó de hacer algún bien , so apartan del
puerto seguro de la religión, y vuelven al golfo
turbulento y peligroso del siglo'? ¿Quién no estimará
la preciosa joya de la castidad , y por no
perderla, perderá cualquiera cosa de la tierra,
considerando el peligro de perderla que tuvo Maleo,
y lo que hizo por no perderla ? ¡ Cuan bueno
y cuan dulce padre es el Señor: pues después de
haber probado y castigado al monje fugitivo, le
consoló y lo libró ele los dientes de las fieras , y de
las manos de los hombres, y lomó por instrumento
á la misma fiera, para usar do la justicia con los
infieles, y de misericordia con los inocentes! El
sea bendito , por lo que hace , y nos dé gracia para
servirle como debemos.
* SANASTBIUO, PRESBÍTERO Y MÁRTIR.-Fué
ordenado sacerdote por el papa san Calixto. Ejerció
su ministerio en Roma y en otros lugares de
Italia , y en todas partes dejó solemne testimonio
de su acendrada piedad. Después del niartirio del
mismo pontifico san Calixto , Aslerio dio sepultura
ó su cuerpo , en cuya operación fué sorprendido
por unos paganos que, habiéndole conducido ante
el juez, y no queriendo prestarse á adorar á los
dioses del imperio , lo echaron al Tibor, en donde
murió ahogado, y consiguió así la palma del martirio.
Su muerto ocurrió en tiempo del emperador
Alejandro.
Los SANTOS DASIO , ZOTIC.O , CAVO, Y OTROS
DOCE COMPAÑEROS, MÁRTIRES. — Pertenecían estos
santos auna legión romana acantonada en Nicomedia
durante los últimos años del siglo III. Un
dia que so celebraba gran fiesta á los dioses, y que
se habia reunido considerable multitud de pueblo,
se encendieron de repente aquellos soldados en
santo zelo , y atravesando por en medio del concurso
, llegaron hasta donde estaban colocados los
ídolos, y los hicieron pedazos. Cargáronlos en seguida
de cadenas, y los condujeron á la presencia
del juez. Fué aquella una de las ocasiones en que
el furor y la rabia de los paganos excogitó mas
abundancia de recursos contra los cristianos. Azotes
, friego , cruces , caballete , tortura, descoyuntacion
de miembros , todo se puso en juego , y todo
tuvieron que sufrirlo aquellos esforzados alíelas,
hasta que viendo el juez que, no solo no so
amenguaban sus fuerzas , sino que cada vez acusaban
con mas valor'de falsos á los dioses, y de
ciegos á los que los adoraban , mandil que á cada
uno le atasen una gran piedra al cuello , v que
los arrojasen al mar, donde lodos quince consumaron
el combate del martirio, y alcanzaron la
victoria.
SANTA CILINA.— Buller,en las Vidas de los
padres, dice que nació esta sania en la ciudad do
Meaux, en Francia, y que fué educada en las
máximas de la piedad. Dallábase ya en edad nubil
, y estaba prometida á un joven paisano suyo,
cuando, mudando de repente do resolución, tomó
el velo de religiosa , y se puso bajo la dirección de
santa Genoveva , que había curado á una criada
suya en una enfermedad muy peligrosa. Añade el
mismo autor, que la santa vivió siempre en absoluta
castidad , y que murió á fine^ del siglo V. El
Martirologio romano, el cardenal Baronio, y Galesmio
, dicen que floreció en Lvon , y que fué madre
de san Remigio , obispo de Rheims. Sin embargo
esla última opinión se apoya solo en las adiciones
al antiguo Martirologio que lleva el nombre
de san Gerónimo, y la de Bullcr está fundada en
la relación de los antiguos historiadores de la-Iglesia
de Meanx , y en una vida que trae Surio en su
lomo v , copiarla de un manuscrito inédito.
SAN VIATOR , LECTOR. — Floreció en Lyon bajo
el pontificado de su arzobispo san Justo, del cual
nose separó nunca; pues habiendo resuello el venerable
pastor ir á acabar sus dias en un desierto
ele Egipto , Viator le acompañó allá, y ambos se
entregaron fervorosamente á los ejercicios de la
oración y de la penitencia. Parece que el santo
lector murió algún tiempo antes que su maestro:
pero poco después las reliquias de ambos fueron

152
LA LEYENDA DE ORO
trasladadas á su patria Y depositadas en la ig!
sia de Lyon , donde lian obrado muchos milagros.
Véase san Justo en el dia 2 de setiembre.
líia Z'i.
LAS SANTAS NUNILO Y ALODIA, HERMANAS . Y
SANTA COR DULA, VÍRGENES Y MÁRTIRES.—En
Hosca , ó Bosca , ciudad do España de la región
Werbelana, cerca de Nájera , vivían dos santas
doncellas, hermanas, llamadas Nunilo y Alodia.
Su padre era pagano y su madre cristiana; y así
lo fueron ellas. Quedaron huérfanas de tierna edad
y las crió una tia suva , mujer santísima. En este
tiempo se levantó en España la cruel persecución
que contra los cristianos movió el fiero y perverso
Abderramen: y viendo á algunos que por no sufrir
los tormentos que tiranamente ejecutaban en
los que lirmes y constantes confesaban la fé, apostataban
y se hacían moros, los reprendían las dos
santas hermanas , dicíéndoles, ser gran necedad
el negar á Cristo, por miedo de no perder esla
miserable vida ; pues negándole perdían la eterna.
Supo esto un califa ó gobernador de aquella
tierra, llamado Zumahil: mandólas traer ó su presencia
y las hizo grandes promesas si negaban á
Cristo: y visto que ni por halagos, ni por amenazas
podía contrastarlas, mandólas volver á su casa
y echólas, para que las hablasen y persuadiesen, á
ciertas mujeres paganas, y á un miserable apóstala
, que, ó por temor de la muerte, ó por ser
vicioso, habia renegado. Así éste como las paganas,
procuraban con astucias, halagos y promesas
persuadirlas á que renegasen y se hiciesen
moras; y quien mas las persuadía, era el renegado:
á quien, después de oido atentamente,
para confundirle, dijo Nunilo: Díme: si recibiéremos
mi hermana y yo la secta de Mahoma,
llena de tantos desatinos y liviandades, ¿estaremos
seguras que viviremos en esta vida para
siempre? El apóstala las dijo: Que seáis moras ó
cristianas habéis de morir en algún tiempo. Pues
si es así (dijo la santa), mas seguro nos será morir
luego por la fé de Jesucristo; pues tenemos
cierta la gloria celestial para siempre, que no, por
vivir cuarenta años mas , ser después arrojadas á
los infiernos para siempre. Fuéronse con esto las
paganas y el apóstata avisó al califa del intento y
constancia de las santas vírgenes: el cual las
mandó prender y luego las sentenció á que fuesen
degolladas.
2 Estando para recibir el martirio, llegó el
verdugo, y dijo á Nunilo que alargase el cuello
y recogiese los cabellos para degollarla. Moslró
grande alegría la santísima esposa de Jesucristo
al oir esto : rodeó con aire y gracia sus hermosos
cabellos á la cabeza , y se puso de rodillas diciendo
al verdugo que la hiriese cuando fuese servido.
Dio el golpe el verdugo , y no acertándolo
bien , llevóla una parte de la hermosa mejilla sin
corlarla del todo la cabeza : cayó el bendito cuerpo,
y con los vuelcos de la muerte descubrió parto
de sus benditos pies: corrió al punto su bendita
hermana Alodia, y se los cubrió sin muestra al­
ocTTimn, 22
guna de dolor y levantando los ojos al cíelo, vio
subir en forma de paloma el alma de su hermana:
y viendo se entraba en la gloria , la dio voces diciendo
: Espérame, hermana mía; que ya voy: y
apretándose un paño que tenia en la cabeza , se
puso de rodillas sobre el cuerpo de su hermana, y
el verdugo al instante la corló la cabeza: con que
voló su bendita alma á acompañar para siempre
en la gloria á la de su santa hermana. Los paganos
echaron sus santos cuerpos en el no Barbate,
de donde los sacaron los cristianos y dieron honorífica
sepultura. Dícese quo hoy están estos dos
benditos cuerpos en San Salvador de Leyde, donde
obra Dios por su intercesión grandes milagros.
Fué su glorioso martirio jueves , á 22 de octubre,
por los años del Señor de 851 ; si bien el comentador
de san Eulogio dice, fué el año de 8'i-0 , y
que la ciudad, donde fueron martirizadas, es Castro
Viejo , y allí se mueslra su santo sepulcro. La
ciudad de Huesca las quiere por suyas; la verdad
quede para Dios. Escribieron su vida y martirio
Usuardo; san Eulogio in Memorial, sanct., ¡ib.
II, cap. 7; Ambrosio Morales , in Schol. codic.
manase; Trujillo, in Thesaur. condón., tom. u;
Villegas, in Flor, sanct. Hispan.; los breviarios
antiguos de España; el Martirologio romano, y Baronio
en sus anotaciones y en el tom. x de sus
Anales, año 851 , núm. 5.
3 En este mismo dia se celebra la fiesta do
santa Cordula, vírgen y mártir. No dicen los historiadores
de donde fué natural; solo escriben,
que era una de las once mil vírgenes, que en
tiempo de los hunos, gente feroz, padecieron
martirio con la gloriosísima santa Úrsula. Cordula
, pues , muy niña que era . tuvo miedo y se
escondió aquella noche que sus santas compañeras
fueron martirizadas: y por eso no murió por
la fé en el mismo dia : pero la mañana siguiente
volvió en sí la santísima niña Cordula , y doliéndose
de haber perdido la palma del martirio, que
las de su compañía habian alcanzado gloriosamente,
salió del rincón del navio, donde estaba
escondida, y ofrecióse, como cordera inocente, para
que por amor de Jesucristo la quitasen á ella la
vida: lo que hicieron al instante aquellos bárbaros,
degollándola con grande crueldad; y así murió
por la fé de su esposo Jesús, y llegó ó reinar
en la gloria, celebrando su esposo con ella el divino
desposorio, y colocándola en el coro do sus
once mil compañeras con la palma y corona do
mártir. Y como no se hiciese fiesta de esla santa,
como de las otras, porque no recibió el martirio
el mismo dia; apareció á una religiosa , y la dijo
que hiciese especial fiesta do ella al otro dia después
de las once mil vírgenes , sus compañeras; y
por eso la Iglesia de Torlosa , que tiene sus sagradas
reliquias, reza de ella, y de santa Cándida, á
22 de octubre. Los muy reverendos padres de
Nuestra Señora do la Merced del convento do
Barcelona tienen también reliquias, en su casa, de
esla gloriosa santa , donde os muy venerada. Fué
su martirio glorioso á 22 de octubre por los años
del Señor de 383 : escríbenlo el breviario de Tortosa;
el padre Doménech en su Historia de los

OCTUBRE , 22 LA LEYENDA DE ORO
pantos de Cataluña; el'Martirologio romano; y
Raronio en sus anotaciones, y en el tom. iv de sus
Anales, año 383, núm. 3, y sig.; y Pedro de
Naialíbus, in Calliah(j., lib. tx , cap. 87.
* Los SANTOS FELIPE , SEVERO , EUSEBIO , ¥
HERMETO , MÁRTIRES. — San Felipe era obispo , y
san Severo presbítero de la Iglesia de lleraclea,
cnTracia. Distinguióse el primero por la prudencia
con que gobernó su Iglesia en medio de las violentas
tempestades que se babian sufrido durante
la persecución de Diocleciano. Su principal cuidado
habia sido formar discípulos instruidos en las
verdades de la religión, tres do los cuales tuvieron
después la dicha de ser socios del maestro en
su martirio. Un dia que el santo obispo so preparaba
para celebrar con toda solemnidad las ceremonias
eclesiásticas, recibió una orden del gobernador
gentil para que al momento cerrase la iglesia
y entregase cuanto en ella habia. Negóse á obedecer,
y fué preso , y los tres santos , que hemos
nombrado, lo fueron también juntamente con él,
por haber manifestado que no querían separarse
de su pastor. En este mismo momento fueron los
santos abofeteados y tan maltratados , que creyeron
perder allí la vida", pero Dios so la conservó
para hacer mas brillante y famoso su triunfo. Al
dia siguiente dispuso el gobernador que los cuatro
confesores fuesen conducidos á la plaza pública , y
que delante de ellos se quemasen los libros santos,
se repartiesen á los oficiales los vasos sagrados, y
se derribase la iglesia. Entretanto, Felipe, sin
inmutarse por aquel espectáculo , estuvo constantemente
predicando al pueblo, y exhortándole á
dejar las supersticiones del paganismo. Viendo el
titano que todas las amenazas eran inútiles, remitió
otra vez á Felipe y sus compañeros á la cárcel
, donde fueron de nuevo maltratados. Sus padecimientos
fueron sumamente prolongados; pero
su boca no se abrió ni una vez para proferir una
ipieja. Por espacio de siete meses sufrieron estos
santos todos los horrores de un calabozo oscuro y
malsano, del cual los sacaron al fin para conducirlos
á Andrinópolis. Aquí se renovaron todos los
tormentos, hasta quo al fin , arrojados al fuego,
consumaron uno de los mas célebres martirios que
vio la Iglesia. Su muerte , según las actas recogidas
por Ruinart, fué el año 390, siendo seguramente
una equivocación de los antiguos copistas lo quo
dice el Martirologio romano, de quo murieron en
tiempo de Juliano Apóstata.
SAN MARCOS, OBISPO Y MÁRTIR.—Es el primer
obispo de Jcrusalen que fué escogido de entre ios
gentiles, pues los catorce primeros quo gobernaron
aquella Iglesia fueron judíos do nación. Marcos
fué consagrado, según Tillemonl, el año veinte
y uno del emperador Adriano , el 138 de Jesucristo,
y después de un pontificado memorable en sabiduría
y virtudes, murió martirizado en la misma
ciudad do Jerusalen el año 156. en tiempo del
emperador Antonino.
Los SANTOS ALEJANDRO Y JIERACUO , MÁRTI­
RES.— San Alejandro ora un obispo griego que so
ocupaba en extender el rebaño de Jesucristo , predicando
incesantemente su Evangelio , y convír-
Tonio IV.
153
tiendo muchos infieles á la fé. Preso por orden del
prefecto del país, fué escarnecido y atormentado
cruelmente; pero en medio de los suplicios, no
abandonaba su tarea, sino que continuaba predicando.
Admirado de su inalterable constancia , un
soldado llamado lieraclio.que lo custodiaba,abrazó
la religión y recibió él bautismo , por cuyo motivo
fué también juzgado y decapitado. San Alejandro
continuó todavía sus exhortaciones á los
gentiles, y obró algunos milagros, á cuya vista
abrazaron también la religión cristiana tres mujeres
griegas, que luego fueron asimismo martirizadas
con el santo obispo enuna ciudad de Grecia,
durante el siglo II.
SAN ABERCIO, OBISPO Y CONFESOR. — Floreció
durante el siglo II de la Iglesia , y fué obispo de
llierápolis , en Frigia. Aunque suspiró continuamente
por la gloria del martirio, no pudo nunca
conseguir esta dicha , porqué hasta los mismos paganos
respetaban sus virtudes. Sus exhortaciones
animaron á los cristianos de aquel tiempo á sufrir
con resignación y alegría los estragos de la
persecución, y el santo pastor murió en paz en
llierápolis , por los años de 150 , reinando el emperador
Antonino el Piadoso.
SAN MELANIO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació en
la Gran Bretaña, y habiendo hecho después un
viaje ó Roma , fué convertido y bautizado por el
papa san Estovan, que lo envió luego á predicar
la fé á las Calías por los años de 257. Algunos
escritores aseguran que san Melanio fué en 2(J0 el
primer obispo de Rúan , cuya Iglesia gobernó por
espacio de cincuenta años. Atribuyese al mismo
santo la fundación de aquella catedral y la de muchas
otras iglesias, y dicen que á sus trabajos
apostólicos y á sus milagros se debió la conversión
de muchísimos gentiles, y murió santamente por
los años 309 ó 310.
SANTA MARÍA SALOMÉ.—Era de Judea, estuvo
casada con el Zebedeo, y fué madre de Santiago
el mayor y de san Juan evangelista. Acompañó y
sirvió al Salvadar Jesús en muchos de sus viajes,
y un día lo pidió quo concediese á sus dos hijos,
Santiago y Juan, quo se sentasen el uno á su derecha
, y el otro á su izquierda cuando estaría en
el reino de su Padre. Salomé acompañó después á
Jesucristo al Calvario , y no se separó nunca del
lado de la cruz , siendo testigo de todo el misterio
do la redención del mundo. Fué asimismo una de
aquellas santas mujeres que compraron los perfumes
para embalsamar el cuerpo del Señor, y que
el domingo por la mañana fueron muy temprano
al sepulcro, y encontraron á los ángeles que les
anunciáronla resurrección de Jesús. Todas estas
noticias las refiere el Evangelio, y nada mas se
sabe de cierto; pues las demás relaciones y circunstancias
do su vida . son, en concepto derredor,
aventuradas y apócrifas.
SANTA COLAGIA , VÍRGEN. — Según el padre
Alonso Rcmon, en su Historia de la orden de Nuestra
Señora de la Merced . fué santa Colagia natural
de Barcelona, unos dicen que nacida de noble
familia , y otros que do la gente plebeya de la ciudad
, aunque todos convienen en quo sus padres
20

15V LA LEYEND. A DK ÜHÜ. OCTUBRE, 23
A ivinn snnla y ejemplarmente. Desdo sus mas doróos
años la agregaron sirs deudos á la compañía
de sania María de Cervellon ó del Socos, para
(pie la grande inclinación (pie en ella había pueslo
Dios para lodo lo bueno, fuese prosperada con
los aclos y ejemplos de osla sania \irgen. Desde
luego resplandeció en ella un amor entrañable á la
clausura, á la pureza, á la paz y á la mas ciega
obediencia : sus prendas y recomendables circunslancias
la hacían un vivo relrato de sania María.
(Huando esta murió, oslaba Colagia tan adelantada
en loda virtud , que la eligieron por prelada en su
lugar aquellas siervas de Dios , que se habian reunido
para vivir vida común y monástica , bajo la
dirección de María del Socos. Desde entonces procuró
Colagia que no se hallase en su vida y conducta
cosa alguna que pudiese no solo escandalizar,
pero ni aun entibiar á sus hermanasen la
perfección de su estado. Dos veces al día se tomaba
á sí misma cuenta de cómo habia vivido, v
reprendía y castigaba ásperamente en sí los descuidos
que echaba de ver en sus obras, los instantes
desaprovechados, la distracción, la falla de
vigilancia y de zelo por el mayor adelantamiento
de su comunidad en la perfección evangélica. Hacia
todo esto anegada en lágrimas , con gran devoción
y ternura , y gastando en ello tur 11 o tiempo,
que apenas lo quedaba para olra cosa. Pur
osle camino llegó á hacerse muy humilde y muy
enemiga de sí misma, aborreciendo á su carne
mas que á cualquiera otra cosa. Juzgábase por la
criatura mas ingrata á Dios de cuantas vivían,
teniendo á todos por mejores que ella; y por esto
(pieria á lodo el mundo con entrañable amor y
caridad , procurando disminuir las culpas ajenas,
y teniéndolas por átomos en comparación do las
suyas propias. De este modo logró ser dechado de
toda virtud; humilde, pobre, casta, compasiva,
limosnera, contemplativa, sufrida y apacible.
Además do esto , fué ennoblecida Colagia con el
don de milagros, y con el de lágrimas, quo como
oran lágrimas de ojos humildes, le merecieron en
esla vida el poder y el reino de Dios, y le dieron
confianza y ánimo para comparecer tranquila en
su tribunal, á buscar ol premio de la virginidad y de
las demás virtudes. Poco después de muerta, que fué
á fines del siglo XIII, quedó su cuerpo resplandeciente
y hermoso, echaba de sí una fragrancia
agradable, y fué sepultado con gran concurso de!
pueblo en la misma ciudad do Barcelona , en el
convenio de Santa Eulalia do padres mercenarios.
SAJÍ FELIPE, OBISPO Y MÁRTIR.—Gobernóla
Iglesia de Fermo , ciudad de la Marca de Ancona,
durante el siglo III, y derramó su sangro por Jesucristo
, en una de las persecuciones quo en el
mismo siglo excitaron contra los fieles los emperadores
paganos.
SA.Y DONATO, OBISPO Y CONFESOR. — Nació
este santo en Escocia, y habiendo ido á Italia
para visitar el sepulcro de los santos apóstoles, y
aprender las sagradas Letras,se quedó allí, y llegó
á ser obispo de Fiésoli. Desempeñó su santo ministerio
con admirable zelo y caridad, y murió en
Toscana, so ignora la época.
SAN VERECUNDO , oinsro v CONFESOR.—Natural
de Italia , y heredero de un rico patrimonio,
lo renunció lodo para consagrarse solo á Dios. Retiróse
á vivir en la soledad , de la cual fué después
como arrebatado para ser consagrado obispo de
Verona. Atemorizado con esla carga, que creia
superior á sus fuerzas, pasaba el dia trabajando
sin descanso en el arreglo de su diócesis, y las noches
en oración y lágrimas , pidiendo ai Señor lo
ayudase en el buen acierto de sus obras. El cielo
lo oyó bondadoso , y Verecundo fué uno de los
prelados mas recomendables, no solo por sus extraordinarias
virtudes , sino por la visible protección
que ol cielo lo dispensaba obrando por su
medio muchas maravillas. Fué sumamente venerado
y querido de sus ovejas, y se cree que murió
en paz durante el siglo Y.
Sliíi, •43.
Los SANTOS SERVANDO Y GERMÁN, MÁRTIRES.
— San Isidoro y otros autores escriben que Servando
y Germán fueron presos, y quo llevados
delante un juez de los emperadores romanos, fueron
atormentados y después salieron libres , con
título do confesores: que así so llamaban antiguamente
los que habian confesado en público juicio
su fé , v el nombre de Cristo , siendo , ó no siendo
atormentados, si quedaban con la vida. Comenzó
nuestro Señor ó hacer muchos milagros por estos
santos, dando saluda muchos enfermos, y librando
los endemoniados; y con estos milagros y su
sania vida y doctrina hacían gran guerra á los
demonios, destruyendo sus templos, y convirtiendo
los gentiles, y animando á los fieles. Estando
ocupados en estas santas obras en la ciudad
de Marida , fueron presos por mandado do un vicario
del prefecto del pretorio, llamado Vialor: y,
como afirma san Isidoro, fueron de él muy atormentados
con azotes y peines do hierro, y otros
géneros do crueldades: y para que mas gloriosamente
triunfasen, v fuese mas dura y larga la pelea
, partiéndose Vialor á Tánger, mandó llevar
tras sí á los santos mártires á pié y cargados do
cadenas, con mucha hambre y mal tratamiento;
mas ellos, armados con la firmeza do la le, todo lo
sufrían con extremada alegría y constancia. Llegado
á la isla de Cádiz Vialor (porque allí se
queria embarcar para Tánger) los mandó degollar
en una heredad (pie llaman Ursomano , á los 23
de octubre , y en oste día hacen conmemoración
de ellos los Martirologios, romano, de Reda, Usuardo
, y Adon; y en el breviario toledano en un
himno sagrado se cantan las proezas y coronas de
eslos santos. El Martirologio romano dice , que el
cuerpo do san Gorman está sepultado en Mérida,
y OÍ de san Servando en Sevilla. Adviértase que
no todos los autores que escriben de estos santos,
que aquí quedan referidos, los ponen por hijos do
san Marcelo el Centurión , ni por hermanos entro
sí; aunque todos dicen quo san Marcelo el Centurión
fué mártir y que tuvo doce hijos, quo le imitaron,
y merecieron la corona del martirio: poro
el breviario de Evora , y Juan Vaseo , y algunos

OCTUBRE 23 LA LEYENDA DE ORO. Loo
oíros cscrilores les ponen los nombres que aquí
quedan cscriios, y dicen, que eslos son los hijos
do san Marcelo ; y nosotros los habernos seguido,
por no tener certidumbre de lo contrarío.
* SAN PEDRO PASCUAL.—Véase su vida en
el día C de diciembre.
SAN TEODORO, PRESBÍTERO Y MÁRTIR. — A
mediados del siglo IV, gobernaba el Oriente un
tío del emperador Juliano , que se llamaba también
Juliano, y era apóstata como él. Sabiendo
que las iglesias tenían muchos vasos do oro y plata
, quiso apoderarse de ellos y publicó un edicto
[tara que so cerrasen todos los templos y se le entregasen
sus tesoros. Teodoro estaba encargado
del depósito de los de Antioquía y se negó á obedecer
los edictos , por cuyo motivo fué preso y
conducido al gobernador, á quien reprendió por
su locura y apostasía. El gobernador indignado,
mandó que azotasen al santo en las plantas de los
pies y en la cara , y le hizo descoyuntar los brazos
y las piernas. El cuerpo del ilustre mártir quedó
enteramente dislocado; pero no por esto se extinguió
su valor, ni la crueldad del tirano. Extendiéronle
sobre el potro , y cuando ya la sangro salía
á borbotones de todas las partes del cuerpo, aplicaron
sobre sus puras carnes hachones encendidos.
En medio de estos dolores, el santo levantó
con fervor los ojos al cielo, v dio un grito pidiendo
misericordia para sus verdugos. Eslos detuvieron
en aquel mismo instante la ejecución , y habiéndoles
reprendido Juliano por su torpeza, contestaron
que no querían continuar el suplicio , porque
habían visto que los ángeles acudian á confortar á
Teodoro. Entonces Juliano mandó que lo degollasen,
cuyo mandato se ejecutó el año 302 do
Jesucristo, en la ciudad do Antioquía.
SAN SEVERINO , OBISPO Y CONFESOR.'—Fué este
santo originario del Asia, y do aquí se dirigió á
burdeos. El obispo de esta ciudad, llamado Amando
. que habia sido elegido el año 'i-0'i-, tuvo una
revelación que le anunciaba la llegada del siervo
do Dios. Salió pues á recibirle, y á pesar de que
no se habían visto nunca, al encontrarse en medio
del camino , se saludaron mutuamente por sus
nombres. Amando condujo ú Severino á la casa
episcopal , y habiendo después conocido su eminente
santidad , le obligó á encargarse del gobierno
de la Iglesia de Burdeos, y so puso él mismo
bajo su dirección. Severino fué un pastor digno
y ejemplar: y solo tuvieron sus ovejas el sentimiento
de (pie su episcopado fué tan solo de pocos
años. Después do su muerte, gloriosa en grandes
milagros, la ciudad de Burdeos le aclamó por su
patrón, y todavía conserva sus reliquias. El Martirologio
romano dice que Severino fué obispo de
Colonia, cuya opinión, según Buller, se halla destituida
de lodo fundamento.
SAN ROMÁN , OBISPO Y CONFESOR. — Hijo esle
santo do padres franceses, que le consideraban
como el fruto de sus oraciones, fué educado en la
mas acrisolada piedad. Cuando llegó á la edad de
íigurar en el mundo, fué enviado á la corto del
rey Clotarío 11 , cuya estimación se ganó , y quo
le nombró gran canciller. El año 020 ¡ quedó va­
cante la silla episcopal de Rúan, y en la inmediata
elección todos los votos se fijaron en Román, que,
á pesar de sus excusas y repugnancia, so vio al fin
obligado á aceptar. Apenas hubo recibido la consagración
, se dedicó con todas sus fuerzas á destruir
en su diócesis los últimos reslos de la idolatría
, y á derribar los templos que quedaban de los
ídolos. Hallándose una vez en la corte de Dagoberlo
por asuntos de su Iglesia, supo que una inundación
del Sena estaba causando grandes estragos
en su ciudad : al momento, abandonándolo todo,
corre el santo al socorro de sus ovejas , y llegando
á la ribera, se pone de rodillas á orar, y de reponto
vuelven las aguas á su cauce. Sus milagros excitaban
la admiración pública ; pero sus eminentes
virtudes fijaban todavía mas la atención general.
Maceraba su cuerpo por medio de continuas austeridades
, y después de haber consagrado todo el
dia á las penosas funciones del ministerio , se entregaba
por la noche á los ejercicios de la oración.
Después de trece años de episcopado , fué advertido
por el cielo que se acercaba su fin. Redoblando
entonces su fervor , sus oraciones, y los rigores
de su penitencia, vio tranquilo llegar su última
hora, y descansó en el Señor el dia 23 de octubre
del año 030.
SAN IGNACIO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué hijo
del emperador de Oriente Miguel Curopalalo, y
después de haberse dedicado al estudio en la soledad
del claustro, fué elevado á la silla patriarcal
de Constantinopla el año S'i6. El zolo que desplegó
el santo contra los desórdenes del favorito y
poderoso Bardas, irritó de tal modo á este cortesano
, que hizo deponer á Ignacio y colocaren su lugar
á Focio, que fué consagrado en 857 contra todas
las leves do la Iglesia. Esle indigno sucesor
del sanio patriarca reunió un concilio en Constantinopla
el año 861 para hacerle anatematizar.
Acudieron á esle concilio trecientos diez y ocho
obispos, entre los cuales habia dos legados del
papa , que pidieron se hiciese comparecer allí á
Ignacio. El emperador Miguel III, llamado el Borracho
, el Nerón de Oriente , perseguidor del
hombre apostólico y favorecedor del eunuco intruso
, no quiso consentir Í'I lo pedido por los legados
, sino con la condición de que Ignacio
compareciese vestido de monje. El santo tuvo
que sufrir entonces los ultrajes é insultos mas
crueles de parte del príncipe y de los mismos
legados , que contra las expresas instrucciones
del pontífice, se hicieron culpables do la mas
odiosa prevaricación , y de parle del concilio
quo, no habiendo podido obtener que diese su dimisión,
lo hizo quitar sus hábitos, y lo despidió
cubierto de harapos. Pero no se satisfizo aun con
esto la crueldad de Miguel: lo hizo encerrar en el
sepulcro do Coprónimo, y lo entregó á tres hombres
bárbaros para que le atormentasen , quienes después
de haberlo maltratado y desfigurado á fuerza
de golp.es , lo dejaron desnudo sobre el mármol en
lomas crudo de! invierno. Durante los quince días
que permaneció Ignacio en poder de estos hombres,
casi sin comer y sufriendo loda suerte de indignidades,
uno de ellos le cogió por fuerza la

13G LA LEYEND A DE ORO. OCTUBRE , 24
mano y lo hizo poner una cruz en un papel en
blanco, el cual fué en seguida enlregado á Focio,
v éslo escribió en él, y junto á la cruz, las siguientes
palabras: «Yo Ignacio, indigno patriarca de
Conslantinopla , confieso que he entrado con irregularidad
en la sede patriarcal, y que he gobernado
la Iglesia tiránicamente. » En fuerza de esta
pretendida renuncia , fué Ignacio puesto en libertad
y se le señaló para su residencia el palacio do
Posa , que habia hecho construir la emperatriz, su
madre. El ilustre perseguido apeló de estos procedimientos
al papa Nicolao I, que indignado contra
la conducta de sus legados, declaró nula la deposición
de Ignacio y la ordenación de su perseguidor.
Sin embargo, el santo obispo permaneció en
el destierro , hasta que , habiendo subido al trono
imperial Basilio el Maccdonio el año 867 , le restableció
en su Iglesia y deportó á Focio. Este y
sus partidarios fueron además anatematizados por
el cuarto concilio general congregado en Conslantinopla
dos años después; pero Ignacio sobrevivió
muy poco tiempo á su triunfo, pues murió ó
la edad de óchenla años, el de 877.
SAN JUAN DE CVFISTHANO , CONFESOR.—Nació
en la villa de Cap.istrano, en el reino de Ñápeles, el
año 1385. Después de haber aprendido la lengua
latina en su patria, fué á Perusa á estudiar el derecho
civil y canónico, y recibió el grado de doctor
en ambos derechos. Sus talentos y una fortuna
considerable le proporcionaron ocasión de brillar
extraordinariamente en el mundo , y uno de los
principales habitantes de Perusa le dio su hija en
matrimonio. Durante las desavenencias sobrevenidas
en 1413 entro la ciudad de Perusa y el rey
de Ñapóles, Juan figuró un papel muy importante
como negociador de la paz ; pero habiendo sido
preso por falsas sospechas de infidelidad, estuvo
algún tiempo en la cárcel; y en ella, habiendo
reflexionado seriamenle sobre la inconstancia
do las cosas humanas , resolvió entregarse
del lodo á Dios. Cuando recobró su libertad, habia
perdido á su esposa : se fué á Capislrano , vendió
todos sus bienes , dio su producto á los pobres , y
en seguida tomó en Perusa el hábito do la religión
de San Francisco, el año 1415. Pasó por las pruebas
mas [leñosas, y después de hecha su profesión
siguió en su penitencia y humildad llevadas al mas
alto punto. Su oración era casi continua ó inter^
rumpida solamente por las tareas de la predicación
evangélica , á la cual se dedicó con un ardor
infatigable. El cielo le concedió la graciado componer
las diferencias délos príncipes y de los pueblos
, y mas de una vez á su sola voz so olvidaron
los mas encarnizados resentimientos. Dos veces
fué elegido vicario general de los franciscanos reformados
, y en los seis años que gobernó esta orden
, desplegó su sabiduría, su inteligencia, y particularmente
la elevación y rectitud de sus miras.
Los papas Martirio V , Eugenio IV, Nicolao V y
Caüxio III le emplearon con frecuencia en los
negocios mas importantes, hasta hacerle su legado
en algunos concilios. Mientras desempeñaba los
encargos que le confiaba la silla apostólica, iba
predicando por todos los países que atravesaba, y
en todas partes sus palabras producían abundante
fruto. Recorrió, como un apóstol, toda la Italia, la
Bohemia, el Austria , la Baviera , la Polonia y la
Hungría , y en la Moravia convirtió mas de cuatro
mil husilas. Habiéndose apoderado Mahomel II
de Conslantinopla el año Í453 , el papa Nicolao
V encargó á Juan el ir ó exhortar á los príncipes
cristianos á tomar las armas contra los progresos
del enemigo común. Reunióse después un
ejército de cruzados al mando de Juan Corvino
gobernador de Hungría, al cual siguió siempre
Juan de Capislrano , y este ejército fué el que
contuvo los progresos do los turcos en Europa por
medio do una victoria decisiva ganada en Belgrado
por los cristianos bajo el estandarte de la cruz
que llevaba el fervoroso misionero. Después de
esto, Juan cayó mortalmonto enfermo, y sobrellevando
con admirable resignación y paciencia
las incomodidades de su larga enfermedad , acabó
tranquilamente sus dias el 23 de octubre del
año l'iS'J , en Viilack cerca de Sirmlch. El papa
Benedicto XIII lo canonizó solemnemente, el
año 1724.
SAN VERO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué obispo
de Salomo , y se sabe que era tan grande su caridad
con los pobres, que una vez, no teniendo
nada qué darles, se puso en oración y aparecieron
dos ángeles que le dieron socorros para que los distribuyese
á los necesitados. Asistió á varios concilios
donde hizo brillar su profundo conocimiento
en las sagradas Escrituras y en la disciplina de la
Iglesia , y acabó sus dias en sania paz. Su cuerpo
está enterrado en la catedral de Salerno, en la que
hanse obrado por su intercesión grandes maravillas.
SAN DOMICIO , PRESBÍTERO Y MÁRTIR. — Fué
natural de la diócesis de Amiens, y habiendo sido
ordenado sacerdote y agregado al clero do la misma
Iglesia, se distinguió en la predicación del
Evangelio, hasta que mereció dar su vida por
Jesucristo durante la persecución del emperador
Diocleclano.
SAN BENITO, CONFESOR. — Solo sabemos do
este santo quo fué natural del Poitou, en Francia,
donde vivió y murió coronado de merecimientos.
XSia 8-4.
SAN MARCIO , ERMITAÑO Y CONFESOR.-El gran
padre y máximo pontífice san Gregorio, en el libro
ni de sus Diálogos, capítulo 16, trae la vida
del glorioso san Marcio con estas formales palabras.
Poco bá que en el monte Marsico , en Campania,
hizo vida solitaria el bendito Marcio, estando
encerrado en una cueva muchos años, á
quien yo y muchos de los monjes conocimos muy
bien : do cuya vida yo supe muchas cosas; porque
las vi, y otras me refirieron mi antecesor el papa
Pelagio, de sania memoria, y oíros varones religiosísimos.
Toda su vida fué un milagro; pero
esto fué el primero: que al instante que so encerró
en la angosta cueva del dicho monte, que él mismo
cavó é hizo en una tosca peña , salía de osla
tanta cantidad de agua, cuanta el siervo de Dios

or.runRE , LA LEYEND A DE ORO. 157
Murcio habia menester para su uso cotidiano, sin
que jamás sobrase, ni fallase á la necesidad, mostrando
Dios con lan patente milagro, cuánto lo
agradaba la vida solitaria de su siervo; pues le
ministraba con tan perenne milagro el agua quo
necesitaba, de una tosca y dura peña. Pero el antiguo
enemigo , como siempre arde de envidia, procuró
quitarlo este regalo, valiéndose para esto de
una fiera sierpe, antigua amiga suva , haciendo
que esla se fuese á la cueva , para ver si con el
temor huia el santo; pero fué cosa maravillosa,
quo en tres años que habitó con él la sierpe enemiga
, y en ella el demonio . jamás le inquietó do
su continua oración , ni la tuvo el menor temor,
aunque ella hacia todas sus diligencias para ponerle
horror y miedo ; antes en el tiempo que daba
al descanso , si alguno tenia, se divertía con ella,
dando gracias á su Criador al verla, y la ponia ya el
pié, ya la mano dentro de la fiera y venenosa boca,
y decia : Si tienes licencia de morderme y herirme,
hazlo.; que yo pronto estoy para obedecer, sufrir
y padecer. Al fin, viendo el enemigo mortal que
siempre iba de vencida , y ganaba Marcio con lo
mismo que él juzgó que perdiera , pasados tres
años, un dia, desesperado, dio un fiero bramido,
y saliendo de la cueva la sierpe, se arrojó por un
lado del monte precipitada , y con el fuego que de
sí arrojó, abrasó todos los árboles que por aquella
parte que se despeñó habia; mostrando Diosa su
siervo , cuánta era la virtud de la sierpe (de que lo
había defendido tres años) para acabar con él,
pues así abrasaba la montaña.
2 Este varón santísimo , luego que se encerró
en aquella cueva , propuso en su corazón no mirar
jamás mujer a'guna , no por menosprecio del sexo,
sí por huir la tentación y riesgo de mirarlas. Cierta
mujer liviana oyó decir este prodigio cierto dia
(que no permite Dios se oculten las virtudes grandes
do sus siervos), y sin duda instigada de la vencida
sierpe, atrevida so subió al monte, y deshonesta
so fué á la cueva. Miró el santo por una ventanilla
que tenia, y de lejos conoció era mujer la
que venia : púsose en oración , y el rostro sobre la
tierra, perseverando de esta suerte (inmóbil como
una piedra) tanto tiempo, que la deshonesta mujercilla,
cansada de estar en la ventana á ver si alzaría
las ojos el santo á mirarla, se fué desesperada
y corrida : la cual, al punto que bajó del monte,
murió; dando Dios con esto á entender cuánto
se había ofendido de quo aquella deshonesta mujer
se atreviese á querer inquietar á su siervo.
3 En otra ocasión sucedió que venia mucha
gente ó verle á su cueva, y pedirle remedio á sus
necesidades y aflicciones; porque tenian experiencia
de que milagrosamente consolaba á lodos. Era
muy estrecha y áspera la senda para subir al monto
y guiar á la cueva : iba un niño descuidado : tropezó
. y cayó rodando el monte abajo, á una profundidad
tan grande, y por entre tantas breñas y
peñas, que todos cuantos le vieron caer, no solo
le tuvieron por muerto, poro aun juzgaban que en
la mitad del camino se habría hecho dos mil pedazos.
No obsianlo , como pudieion bajaron á buscarle
. para dar sepultura al cadáver: y cuando
todos lo lloraban muerto y hecho polvos, le hallaron
vivo , sano y bueno, atribuyendo lodosa la
oración del bendito Marcio lan claro y portentoso
milagro , dando por él infinitas gracias á Dios.
i Sobre la peña y cueva de Marcio sobresalía
otra peña de formidable grandeza, y estaba de
suerte que cada instante parecia caerse y amenazar
una gran ruina al siervo de Dios. Rogáronle muchos
se mudase á otro sitio menos peligroso; mas él respondía
, que ya Dios le habia señalado aquel. Un
varón ilustre vino un dia acompañado do gran
multitud de aldeanos , movido de piedad, con instrumentos
que pudiesen quitar y derribar del lodo
aquella gran peña que cada instante parecia caerse:
rogó al sanio que se saliese déla cueva mientras la
derribaban , teniendo por cierto que al caer hundirla
la cueva y malaria al sanio glorioso; pero él
dijo, que de ningún modo saldría do su cueva; quo
ellos hiciesen lo que fuesen servidos. Al fin comenzaron
su obra: y cuando mas instrumentos le habían
puesto para que no cayese por aquella parle,
se les fué de repente de las manos, y cayó aquel
corpulento peñasco por donde todos juzgaron haría
diez mil pedazos al sanio y su cueva ; pero el Señor
lo ordenó de otra suerte , enviando un ángel que lo
llevase en el aire, hasta salvar la cueva y habitación
de su siervo: con que cayó después en tierra,
sin causar el menor daño ni susto al glorioso santo;
que aun no quiso su divina Majestad le divirtiese
el ruido ó susto, de la oración y contemplación en
que estaba. Quedaron todos maravillados del prodigio,
y dieron á Dios infinitas gracias, y Marcio
mas que lodos.
5 Púsose una cadena á un pié al instante que
se fué á vivir á aquel monte, para no poder salir
de su cueva en todos los dias de su vida, ni moverse
mas que el corlo espacio do la cadena , que
era corla y tenia el remate clavado en el peñasco.
Tuvo noticia el glorioso padre san Benito de Marcio
. y de la prisión en que se habia puesto tan estrecha
y trabajosa , y envióle á decir por un discípulo
suyo estas palabras solas: Si eres siervo de
Dios , no te prenda ni le ate la cadena de hierro,
sino la cadena de Cristo. ¡ Cosa rara ! Apenas oyó
estas palabras, cuando se quitó la cadena del pié;
pero quedó tan preso sin ella, que jamás se apartó,
ni por un instante, del mismo lugar en que lo podía
tener preso y alado la cadena; porque la obediencia
le aprisionó con Cristo , suave y divina cadena.
A la fama de su gran santidad se siguió, no
solo el concurso ya referido de gente que so venia
á valer de sus oraciones, sino también el tener muchos
discípulos, que, á imitación suya, so quedaban
á viviren aquel desierto, cerca de la cueva del
bendito Marcio. Estos tenían un pozo , de donde sacaban
el agua que habian menester; pero cada dia
se rompia la soga con que ataban el cubo ó herrada
con quo la sacaban. Teníase el glorioso sanio la
cadena en que á los principios se ató , como dijimos
, en la cueva: pidiéronsela , y él la dio al instante:
aláronla á un pedazo do la soga de esparlo
con que sacaban el agua; mas ( ¡ó virtud divina !)
al instanle que la soga locó aquella cadena quo
habia tenido alado y preso el bendito pió de Mar-

15S
LA LEYENDA DE ORO
ció, su hizo tan raerte, como si fuese también do
hierro como la cadena , sin que jamás se rompiese
ni tuviesen mas cuidado de queso les rompería. Al
fin, lleno do dias y milagros, descansó en el Señor,
entregándole su bendita alma (para que la coronase
en su gloria) á los 24 de octubre (día en que la
Iglesia celebra su fiesta) por los años del Señor
de 560. Escribieron su vida el dicho san Gregorio
Magno en el lugar citado; san Gregorio Turouonse,
.De gloria con fes., cap. 57; Pedro do Natnlibus,
in Calhalog. sancl., lib. is.,cap. 102; el Martirologioromano,
y Baronio en sus anotaciones. Danle
los dichos padres dos nombres á nuestro glorioso
santo : uno es Marcio , y otro Martin ; pero lo común
es llamarlo Marcio : y asi lo llama el Martirologio
romano. También hace mención do él Tritenno
.De viris Illas!, urilin. S. Benedlcli, ¡ib. ni,
cap. 27.
* SAN BERNARDO CALVÓ , owsro v CONFESOR.
— Nació esto siervo de Dios en una casado campo,
llamada el mas Calvó , de la parroquia de N illaseca,
en el arzobispado de Tarragona. Desdo muy
niño mostró entrañable afición al servicio de Dios
y al estudio de las Letras sagradas. La oración y
las lágrimas eran su preparación para el estudio , y
llegó así á adquirir altos conocimientos en la teología
cristiana , cuya facultad estudio en Lérida.
Terminada la carrera de sus estudios, pulió el hábito
en el monasterio de Santas Cruces del orden
del Cister, y el día de Pentecostés entró en la religión.
Sus parientes, (pie hablan fundado en él
grandes esperanzas, trataron de persuadirle á que
volviese al mundo; poro él sordo á ledos los engaños
y seducciones de la carne, se hizo Inexpugnable
en sus propósitos y profesó solemnemente.
Desde entonces fuá su vida ejemplar de penitencia,
de obediencia , do castidad y de todas las demás
virtudes. Dlóse nuevamente al estudio, y
predicaba con gran zelo , bendiciendo Dios con
gran fruto lodos sus trabajos. Algunos años después
fué nombrado abad del propio monasterio,
el cual gobernó cun orden y paz y con aumento
de la mas perfecta observancia. Habiendo vacado
á la sazón el obispado de Vich , el clero y pueblo
de esia iglesia pusieron los ojos en Bernardo , cuya
santidad y altas prendas eran ya do lodos conocidas
, y á pesar de su repugnancia , fué consagrado
obispo. Predicaba casi lodos los dias , daba á los
pobres cuanto tenia, visitaba á los enfermos , y era
el padre de las viudas , de los huérfanos y de todos
los atribulados. Visitaba su diócesis cada dos
años , como un padre que iba á concordar las desavenencias
, atajar los escándalos é inspirar horror
al desenfreno de las pasiones. Pero los ejercicios
laboriosos de su vida pública no disminuían
ni estorbaban el orden de su penitencia, que era
rigurosa y continua. Cuando tuvo arregladas las
cosas de su obispado, pensó aun en otra empresa
mas grandiosa. Teniendo entonces los moros oprimido
el reino de Valencia , el santo obispo requirió
á algunos caballeros para que fuesen con él á
aquel reino , donde libertó de la tiranía do los infieles
muchos lugares y castillos , en cuya conquista
se vio claramente la asistencia do Dios.
OCTL'ISRE ,
Después de esto se retiró de su obispado á hacer
penitencia al monasterio do San Cugat del Valles,
ó tal vez al do la Cartuja do Monto-Alegro; mas
conociendo luego que le queria Diosen el gobierno
de su diócesis, volvió á ella , y con nuevo fervor
continuó la vida pastoral que habia hecho hasta entonces.
Dedicábase principalmente á la predicación
de la palabra de Dios y á la administración de los
sacramentos, y exhortaba á sus eclesiásticos que se
dedicasen mucho á la oración, para poder administrar
con frutólos santos sacramentos. Así pasó su
vida el glorioso san Bernardo , hasta que, habiendo
enfermado de muerte y conociendo la proximidad
do su fin , se preparó para morir dignamente en
ósculo do paz, y acabó sus días, el 26 de octubre
del año 1243, en la misma ciudad de Vich , cuya
Iglesia ha sido testigo de muchísimos de sus milagros.
Escribió su vida en catalán un escritor casi
contemporáneo del santo.
SAN MARTIRIAN. — En Bañólas, población del
principado de Cataluña, provincia de Gerona, y
partido judicial de la misma ciudad , so venera al
ilustre san Manirían , patrón del pueblo , y su liesla
se celebra en este dia.
SAN RAFAEL , ARCÁNGEL.—En el año nuevo do
Oseas, rey do Israel, y el seis do Ezequias , rey de
Judá , el 3283 de la creación del mundo , Salma-
nazar, rey de Asiría, lomó á Sumaria v arruinó el
reino do Israel y de las diez tribus. l T
no do los
cautivos que llevó aquel príncipe á Nínive , lué
Tobías, hijo de Tobiel y nielo de Ananiel, de
la tribu y ciudad de Neftalí, que oslaba en la alia
Galilea. Con él fué también cautiva su mujer y un
hijo pequeño que tenian. Era Tobías hombro do
gran piedad, el espejo de virtud para su pueblo ;
y Senaquerlb lo trató muy bien al principio ; pero
luego empezó á mirarle con rencor porque se ocupaba
en enterrar los muertos , á quien quena él
que no se dioso sepultura. A los cincuenta y sois
años de su edad perdió Tobías la vista, y cuando
él daba gracias á Dios por esta calamidad , sus
deudos le insultaban diciéndolo que no le habia
valido la piedad y misericordia para no quedarciego:
les contestaba como varón do Dios, que los
hijos do los santos nada tienen que esperar en el
mundo; pues su esperanza está en aquella otra
vida que guarda Dios para los que aquí le son
fieles.
2 Mientras que Tobías pasaba sus trabajos
con paciencia y rogaba á Dios que recibiese en paz
su espíritu si así era su voluntad; habla muy lijos
do allí, en la ciudad de Ecbatana , en la Media,
una linda joven llamada Sara , hija de Baguel , la
cual hacia también oración á Dios por una causa
semejante á la de Tobías. Afligíase éste por la ceguera
y por las calumnias do la virtud con que era
insultado : Sara por la pérdida do siete esposos seguidos
, á quienes el diablo Asmodco lo habia
muerto en la noche primera do las bodas. La oración
de entrambos fué oída do Dios de otro modo
que ellos pensaban , y para aliviar sus males deslinó
el Señor al arcángel san Rafael, cuyo nombro
significa «medicina de Dios.» Tobías, creyendo
que oiria Dios su oración sacándole en paz

OCTUBRE, 2't LA LEYENDA DE ORO. 139
(lo esto mundo, Humó ó su lujo Tobías, que entonces
tenia veinte años, y después de haberle dado
una instrucción , (pie deberían poner todos los padres
en manos de sus hijos, lo dijo quo se fueso á
cobrar una cantidad do dinero que le debía Gabelo,
vecino do Rages, ciudad de la Medía. El hijo, por
obedecer á su padre, tomó el documento do acreedor
y salió á buscar quien le acompañase en aquella
jornada , y desde luego se le presentó un gallardo
mancebo, ceñido y en ademan de caminar,
al cual saludó Tobías y le preguntó si sabia el camino
que conducía á la Media. Díjole que sí y
quo muchas veces había andado todos aquellos
caminos y aposentado en casa de Gabelo , vecino
de Hages, ciudad que está en la serranía do Ecbatana
, y le ofreció acompañarle. Llevóle Tobías
á su padre , quien dio gracias á Dios por este encuentro,
y dijo al mancebo que le pagaría bien su
diligencia. Preguntóle, además, de qué familia
era y de qué tribu: á lo cual respondió el ángel:
¿Buscas la familia del jornalero para que acompañe
á tu lujo , ó al mismo jornalero ? mas , para
sacarte de toda zozobia has de saber que yo soy
Azarías , hijo del grande Ananías. Y Tobías lo
contestó: De noble casa eres; pero no le enojes
conmigo porque haya querido saber tu linaje. Quiso
Dios que Tobías se parase en el sonido material
de aquellos nombres y no pasase á averiguar
la ligara que estaba envuelta en su significación,
con la cual se denotaba el oficio y la naturaleza del
ángel; porque Azarías significa « socorro de Dios,»
y Ananías a nube del Señor,» en lo cual dio á entender
que venia de parle de Dios á socorrerle en
aquella necesidad.
3 Partió , pues , el arcángel con el joven Tobías,
prometiendo á su padre que le acompañaría
á la ida y á la vuelta , y se lo volvería sin desgracia
alguna. Descansó en su promesa el anciano padre;
y á su mujer, que lloraba por la ausencia del
hijo , la consoló diciendo : No llores, mujer: sano
irá y volverá nuestro hijo, y tus ojos le verán. Yo
creo que el ángel bueno do Dios le acompaña y
dispone todas las cosas que le pertenecen, de
suerte que vuelva á nosotros gozoso.
i La primera noche do su viaje, habiendo salido
Tobías á lavarse los pies en el rio Tigris, fué
acometido por un gran pez, que parecía le iba á
tragar, y espantado el joven, exclamó gritando:
Señor, que me embiste. El ángel entonces le
mandó que lo sacase á la ribera , lo abriese las
entrañas, y le arrancase el corazón , la hiél y cí
hígado, quesería medicina para varias dolencias.
IIizólo así Tobías, y lo demás, después de haber
comido parte, lo salaron para lo reslaulo del
viajo.
5 Llegados á Bages, dijo el ángel al joven,
que en aquella ciudad vivía un pariente suyo . llamado
Raguel, que tenia una hija única nombrada
Sara , y le persuadió que la pidiese por esposa á
su padre prescribiéndole los medios con quo se había
de guardar del demonio que habia dado muerte
á sus primeros mandos. Salió esto negocio como
el arcángel había dicho , porque Tobías siguió su
consejo con toda exactitud , y Hafae!, por la virtud
invisible y omnipotente de Dios, lomó al demonio
y le quitó el poder que hasta entonces habia tenido
en la casa de Raguel, ó por mejor decir. en
los maridos que se habían hecho indignos de tener
por esposa á Sara. Cobraron luego el dinero de
Gabelo , y Tobías, acompañado de su esposa, volvió
á la casa de su padre , sano y gozoso, y lleno do
riquezas que no esperaba , y además con la hiél
del pez, untando los ojos del anciano Tobías, lo
restituyó la vista al cabo de media hora.
G Ei padre y el hijo no sabiendo con qué pagarle
eslos beneficios, le ofrecieron la milad de sus
bienes, y enloncesfué cuando Rafael descubrió el
misterio de su aparición , y les dijo : Bendecid
al Dios del cielo y glorificádle dolante de todos los
vivientes , porque ha hecho en vosotros gala de su
misericordia. Bueno es tener ocultos los secretos
del rey ; pero el manifestar y publicar las obras de
Dios es cosa sobre manera honrosa. Vale mas la
oración acompañada del ayuno y de la limosna,
quo todos los tesoros y todo el oro que se pueda
amontonar; porque la limosna libra de la muerte,
y purifica al hombre de sus pecados, y le facilita
el hallazgo de la misericordia y de la vida eterna.
Los que cometen pecado y maldad , son enemigos
de sus almas. Voy pues ;i descubriros la verdad,
ni os tendré por mas tiempo escondido esto secreto.
Cuando hacías oración a Dios llorando , y enterrabas
los muertos , y para esto te levantabas de la
mesa , y de dia temas ocultos los cadáveres en tu
casa y de noche les dabas sepultura , ofrecí yo tu
oración al Señor. Y porque agradabas á Dios
fué necesario que la tentación te probase. Ahora
, pues, me ha enviado el Señor para que
te diese la salud , v librase del demonio á Sara,
la esposa de tu hijo. Porque vo SOY el ángel
Rafael, uno de los siete que estamos siempre
delante del Señor. Al oír estas palabras del arcángel
, atemorizados el padre y el hijo , ya por
la novedad del caso, ó ya por la opinión recibida
entre los judíos de que cualquiera que viese un ángel
luego moriría, temblando cayeron contra el
suelo. Pero el ángel les dijo entonces: La paz sea
con vosotros, no temáis: cuando yo estaba con
vosotros , estaba porque lo quena Dios así; bendecidle,
pues , y cantad sus glorias. Parecíaos que
con vosotros comía y bebía ; pero yo me mantengo
ríe un manj'ir invisible y de una bebida que tampoco
la pueden ver los hombres. Tiempo es \a de
que vuelva al que me envió: vosotros bendecid á
Dios y publicad todas sus maravillas. Dicho oslo,
Rafael desapareció, y todos los de la familia do
'Tobías, postrados y pegando su rostro contra el
suelo , estuvieron tres horas alabando á Dios , y al
levantarse contaron las maravillas que en su familia
habia Dios obrado.
7 Grande es y universal la devoción que tiene
á san Rafael la Iglesia de España , cuyo culto parece
que empezó á generalizarse después de las
visibles pruebas que dio el santo arcángel á la ciudad
de Córdoba en la peste que la alhgió durante
el año de 1280.
Los SANTOS FÉLIX, omsro , ADAUTO Y GE-
NAllO , PRESBÍTEROS, FORTUNATO Y SÉPTIMO, LEO

TOO
LA LEYENDA DE ORO
TOBES , TODOS MÁirniir.s. —Al principio de la persecución
de Diocleciano hubo en la Iglesia una porción
de cristianos que . por sustraerse al furor de
los tiranos, entregaron los libros santos á los Índoles.
Félix , obispo de.Thibara , en la provincia
proconsular de África, y los demás santos que celebramos
, sacerdotes y lectores de la misma Iglesia,
so mostraron inexorables á la exigencia de los paganos
y guardaron con fidelidad el sagrado depósito.
Magdeliano , magistrado de la misma ciudad , los
puso presos y les mandó formalmente que le entregasen
las santas Escrituras; pero ellos contestaron
quo antes so dejarían abrasar vivos , que incurrir
en semejante falta. Viendo su constancia, el gobernador
los remitió al procónsul que estaba en Carlago,
y éste, después de algunos dias de tenerlos
en la cárcel, los envió cargados de cadenas á liaba
para que fuesen presentados al emperador.
Durante la travesía sufrieron los santos muchos
ultrajes, y estuvieron cuatro dias sin tomar ningún
alimento, hasta que llegaroná Agngento, en Sicilia.
Condnjéronlos después á Venosa, en la Pulla,
donde á fuerza de tormentos les obligaron á declarar
que efectivamente ellos habian escondido los
libros santos, pero al mismo tiempo añadieron que
jamás los entregarían. Desesperando el prefecto de
poder vencer su constancia , los condenó á perder
la vida, el año 303. El santo obispo Félix tenia
entonces cincuenia y seis años y al morir declaró
(pie Dios le habia hecho la gracia de conservar su
virginidad , y de predicar siempre con zelo las verdades
ensoñadas por Jesucristo.
SAN AIIETAS , v TRECIENTOS COMPAÑEROS,
MÁRTIRES.—En tiempo del emperador Juslino y
del judío Dunaan, tirano de la Arabia, fueron estos
santos sacrificados á causa de su le en Jesucrislo.
Después de su martirio fué quemada una mujer
cristiana; y un hijo suyo , de edad de cinco años,
que tartamudeando confesaba á Jesucristo . se arrojó
al fuego donde estaba ardiendo su madre, sin
que pudiesen impedírselo las caricias ni las amenazas
de los circunstantes. Sucedió osle martirio
en Nagran . ciudad do los homeritas, en la Arabia,
el año 523.
SAN PIIOCLO , OBISPO Y CONFESOR.—Nació en
Conslantinopla y siendo aun muy joven fué ordenado
lector de aquella Iglesia , y sirvió de secretario á
san Juan Cnsóslomo. Elevado al sacerdocio , brilló
por la pureza de su doctrina y por su zolo contra
las herejías. El año 420 fué consagrado obispo
de Cicica, en el Ilelospnnio , del cual no lomó posesión
; v el año 427 fué elegido patriarca de Conslantinopla
, pero su elección fué turbada.por N eslorio
y sus partidarios, quo tenían al sanio como
á su principal enemigo. Por fin, después do muchos
trabajos y fatigas en la defensa de la verdad
, fué l'roclo puesto en posesión de su silla patriarcal
el año 434. El principal distintivo de su
carácter era la suavidad y la dulzura unidas á
un amor profundo á las verdades católicas v un
zelo incansable por defenderlas. Señalóse particularmente
en la defensa de las prerogaiivas de la
santísima Virgen contra lo que afirmaban los neslorianos,
y recibió sin duda por esta razón favores
OCTUBRE , 24
muy especiales do la Madre de Dios. San Proclo
es el autor del sagrado Trisagio, el cual se empezó
á cantar cu ocasión en que sufría Constanlinopla
grandes temblores do tierra , durante el
pontificado déosle santo. Dícese cpie san Proclo
tuvo una visión en que se le aparecieron algunos
coros do ángeles que entonaban aquel sagrado
cántico. Lo cierto es que desde entonces está en
uso en la Iglesia , y sirve para implorar la misericordia
de Dios en todas las necesidades. Esto
sanio estuvo íntimamente relacionado con todos
los papas de su tiempo , y después de haber trabajado
sin descanso en los intereses de la Iglesia, y
de haber dado á sus ovejas ol ejemplo de todas las
virtudes, murió santamente el dia 24 do octubre
del año 447.
SAN MAÜLORIO , OBISPO.—Nació en Bretaña
á'fines del siglo V. Era primo hermano de san
Sansón, y con él fué puesto bajo la dirección de
un santo abad que tuvo gran cuidado en formar su
espíritu y su corazón. Cuando los dos llegaron á
la edad de tomar estado, Sansón se retiró á un
monasterio , y Maglorio volvió á la casa de sus padres.
Algún tiempo después , ésle último dio
cuanto poseia á los pobres, y lomó el hábito
monástico. Elevado á las sagradas órdenes, fué
elegido abad del monasterio de Dole, y después
consagrado obispo regionano para irá predicar el
Evangelio á los infieles. Sus trabajos apostólicos
absolvieron desde entonces toda su atención , sin
que por esto dejase el santo su primitivo tenor de
vida, que era la penitencia y mortificación. Su
zelo v caridad no le dejaban un momento de descanso,
y con frecuencia se pasaban dos días sin
que tomase algún alimento. Pasados tres años del
mas fervoroso apostolado , formó la resolución do
ir á vivir en la soledad , y se retiró enteramente
del mundo. En su soledad fué continuamente visitado
por personas piadosas, muchas do las cuales
so quedaron en su compañía, y el santo fundó
el monasterio de su nombre en la isla de Gersey,
cuyas tierras le habia donado el conde Loiescon.
Su vida fué siempre ejemplar y santa . y favorecida
con muchos milagros y con el don de profecía,
y acabó sus días en el mismo monasterio, el din 24
de octubre del año 575. Sus últimas palabras fueron
aquellas del rey salmista : « Lina sola cosa pido
al Señor, y es descansar en su santa casa lodos
¡os dias do mi vida. » Vivió cerca de óchenla años,
v sus reliquias se guardan con gran devoción en
París, en la iglesia que lleva su nombre.
SAN EVERIÜSTO , OBISPO Y MÁRTIR.—Floreció
siendo obispo de Colonia durante los primeros siglos
del cristianismo. Por defender la verdad cristiana
y para dar ejemplo de valor y constancia á
sus ovejas, derramó su sangre y alcanzó la gloria
del martirio. Créese que murió en tiempo del emperador
Decio.
SAN MARTIN, ABAD. — Nació en Nanlcs, en
Bretaña , el año 527. Consagróse al oslado eclesiástico
, fué ordenado diácono y encargado de predicar
el Evangelio á los idólatras de llervadilla,
ciudad infiel, que no quiso oír la voz del sanio misionero.
Apesadumbrado Martin por la pérdida do

oCTt-niiii, 23 LA LEYENDA DE ORO
lautas almas , temió que no se había portado como
debía, y resolvió entregarse á la mas severa penitencia.
Desterróse voluntariamente de su patria,
y después de haber hecho algunos viajes por Europa
para visitar los principales monasterios y santuarios
, se retiró á una ermita en la misma Bretaña
, donde se reunieron algunas personas que
querían vivir bajo su dirección. Después fundó un
monasterio llamado de Vertou, á diez leguas de
Nantes, célebre por la regularidad de disciplina
que en él se observaba , y en el cual san Martin
murió el dia 2i de oclubre del año COI.
Los SANTOS CRISANTO Y DARÍA , MÁRTIRES.—
Fué san Crisanlo de la ciudad de Alejandría, hijo
de un caballero ilustre del orden senatorio , llamado
Polemio, el cual había venido á vivir á Roma con
toda su casa y familia , y habia sido recibido amigablemente
del senado y muy honrado del emperador
Numeriano. Procuró Polemio que su hijo
Crisanlo, que era de delicado y alio ingenio , se
ejercitase en los estudios de lodas buenas letras.
Revolviendo , pues , Crisanlo libros para sus estudios;
por particular providencia del cielo, halló
uno en que estaban escritos los Evangelios. Leyólos
del principio al cabo , y conoció las tinieblas en
que andaba . y que la verdadera luz era Jesucristo.
Para mejor entender aquella doctrina que habia
descubierto, teniendo noticia que un cristiano llamado
Carpóforo , bien enseñado en las divinas Letras,
por temor do la persecución estaba escondido
en una cueva, so fué á él, y le pidió con grande
instancia le declarase la ley de Jesucristo, y su
Evangelio. Ilízolo Carpóforo con gran voluntad:
enseñóle, bautizóle y confirmóle en la fé, de tal
manera, que de allí á siete días públicamente Crisanlo
predicaba por Roma que Jesucristo era verdadero
Dios. Supo Polemio lo que Crisanlo, su hijo,
habia hecho, y lo que predicaba : y parte por el
zelo de su falsa religión , y parle por temor que
no cayese sobro él la pena establecida por ley
contra ¡os cristianos . se ensañó fuertemente contra
su hijo , v le puso en una oscura prisión, mandándolo
dar de comer por tasa. Pero viendo que
este casligo v rigor no le sucedía bien, lomó otro
camino de blanduras y regalos, y por medio de
unas mujeres hermosas, ó criadas suyas, pretendió
pervertirle y solicitarle á mal, para que, perdiendo
la castidad , perdiese mas fácilmente la fé de Jesucristo.
Sacaron , pues, de la prisión á Crisanlo: vistiéronle
muy ricamente: pusiéronle en un aposento
muy bien aderezado con colgaduras de sedas y lelas:
entraron las mujeres á hacer su mal oficio; y
el sanio , en viéndolas (temiendo su flaqueza), volvió
los ojos al cielo, y pidió socorro al Señor. El
se lo dio de manera , que dice Metafrasle-, que luego
dio á aquellas mujeres un profundo sueño , y se
apoderó de ellas de tal suerte, que sino era sacándolas
de aquel aposento, no despertaban: y por
esto medio el Señor libró á Crisanlo de aquel peligro.
Pareció al padre que era mas á propósito buscar
una doncella hermosa , graciosa , sabia y pru-
Toaio IV.
1G1
denle, y casarla con su hijo, y hacerla heredera de
su hacienda, jiara que acabase con Crisanlo, como
mujer legitima, lo que las criadas no habían podido
acabar. Halló entre las vírgenes de Minerva una,
que se llamaba Daría, en quien concurrían lodas
las gracias y dotes que en una mujer se pueden desear.
Habláronla: y con dificultad se pudo acabar
con ella que se casase con Crisanlo, y se encargase
de sanarle de aquella que ellos llamaban locura.
Masías lágrimas del viejo Polemio, y el pensar que
hacía servicio á sus dioses, la inclinaron á hacerlo.
Vistióse rica y pomposamente: entró donde el mancebo
estaba , con gran desenvoltura : acometo con
las palabras blandas, avisadas y amorosas, pretendiendo
persuadirle que se apartase de la fé de
Cristo y se casase con ella : mas el Señor detuvo á
Crisanto , y le dio lal gracia del cielo y tan buenas
y eficaces razones. hablando con Daría, que ella
cayó en el lazo que armaba á Crisanlo . y favorecida
de Dios, se rindió, y dijo que seria cristiana.
Concertaron entre sí los dos de guardar fielmente
virginidad, y publicar que eran casados; y con esle
medio fué libre Crisanto de la prisión y guarda en
que su padre le tenia. Daría se bautizó , y los dos
vivian como hermano y hermana, en toda honestidad.
Y como es propio de! virtuoso desear y procurar
que todos lo sean, aconsejaban á las personas
con quienes trataban, que recibiesen la fé de Cristo
nuestro Salvador, y guardasen virginidad ; ven
efecto lo persuadieron á muchos, Crisanto á los
hombres, y Daría alas mujeres. Súpose esto en
Roma; y Celerino, prefecto, los mandó prender,
y entregar ó Claudio, tribuno, para que examinase
la causa y los castigase si fuesen culpados. Mandó
Claudio llevará Crisanlo al templo de Júpiter; y
pomo haberle querido adorar, le azotaron cruelmente,
luciéronlo los verdugoscontania crueldad,
que por las heridas y golpes que le dieron, se descubrían
sus huesos, y se parecíanlas entrañas.
De allí le llevaron á la cárcel y le echaron en un
oscuro calabozo, v le cargaron de hierros y cadenas
, esparciendo por el suelo cosas sucias y de
mal olor: mas á vista de los verdugos se lomaron
polvo las prisiones, y en lugar del mal olor se sintió
un olor y fragancia suavísima. Desollaron un
becerro . v pusieron á Crisanto desnudo dentro de
él, y tuviéronle todo un dia al sol; y ningún daño
recibió de esto. Tornáronle á poner en la cárcel
con muchas cadenas; mas luego se quebraron y
consumieron, y aparecieren tantas luces en aquel
calabozo, que quedó muy claro y resplandeciente.
Atáronle de nuevo : y queriéndole azotar con varas
de hierro , en tomándolas los verdugos en las
manos, se tornaban blandas y no podían dar golpe
con ellas. Convencióse el tribuno que aquello no se
podia hacer por arte mágica y de encantamiento,
sino que era la mano y poder de Dios; y alumbrado
con su luz, se echó á los pies de san Crisanlo, y le
rogó que le perdonase el mal que le habia hecho,
v que suplicase al Dios que él confesaba, y de quien
era en tantos y tan atroces tormentos amparado,
que le perdonase y le (hese su conocimiento. Lo
mismo hicieron lodos sus soldados, y fueron barnizados
Claudio, Jason y Mauro , hijos suyos, é llila-
21

162 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 25
ria, su mujer, con toda su familia , y todos los soldados
que estaban á su cargo , y otra mucha gente.
2 Supo el emperador Numeriano lo que pasaba
, y mandólos matará todos. Claudio fué echado
al rio Tiber con una pesa grande al cuello , y
ahogado; los demás fueron degollados. Hilaria,
mujer de Claudio , algunos dias después, estando
haciendo oración en la cueva , donde habian sido
puestos los cueipos de todos aquellos santos mártires
, fué presa por los gentiles : y queriéndola llevar
delante del emperador ; ella pidió tiempo para
hacer oración , y en ella rogó á Dios , la llevase en
compañía de su marido é hijos. Oyóla el Señor,
y allí dio su alma á Dios; y así quedó su cuerpo
en compañía de los otros santos. A Cnsanlo mandó
el emperador poner en la cárcel, llamada Tuliano,
que era oscura y dura : y á Daría llevar al lugar
de las mujeres públicas : donde, puesta la santa
doncella en aquel afrentoso lugar, lo convirtió con
su presencia y oración en un devoto oratorio ;
porque el Señor envió un león , que habiéndose
soltado de la leonera en que estaba, se puso delante
de Daría , como quien la quería defender.
Entró un mozo lascivo y deshonesto sin saber lo
que pasaba, para afrentar y hacer fuerza ó la santa
virgen : salió á él el león : derribóle en el suelo;
y teniéndole allí caído, y con el pavor y sobresalto
, mas muerto que vivo , miraba á la santa
para ver lo que le mandaba que en aquel desventurado
mozo hiciese. Mandóle que no le hiciese
mal: y tomando ocasión de lo que él hacia,
para obedecer á Dios, habló al mozo , y lo convirtió
á la fé de Jesucristo: y libre ya de las garras
del león (á quien ¡a santa mandó que le dejase),
comenzó á dar voces por toda la ciudad , que no
habia otro Dios, sino Jesucristo , á quien adoraban
los cristianos. Fueron por el león , los que tenían
cargo de él; mas regido por- Dios, se volvió
contra ellos; y con esta ocasión ellos también se
convirtieron , y fueron pregoneros de la grandeza
y majestad del Señor. Mandó Celerino, prefecto,
poner fuego al rededor del aposento donde estaba
Daría y el león , para que allí fuesen quemados;
mas por voluntad del Señor el león, lomando la
bendición de la santa , abajó su cerviz y pasó por
la llama sin quemarse, y por toda la ciudad, sin
hacer mal á nadie, ni recibirle. Después de esto
colgaron ó Crisanlo en un madero , que se quebró,
y las ataduras se rompieron, y las hachas, que
estaban encendidas para quemarle los costados,
se apagaron. Quisieron atormentar á Daría; mas
los nervios de las manos de los verdugos se encogieron
con tan grande dolor y sentimiento, que la
dejaron. Finalmente. los llevaron fuera déla ciudad
en la via Salaria, y allí hicieron una grande
hoya, y los pusieron vivos en ella, echando sobre
ella tierra y piedras, y juntamente fueron martirizados
y sepultados. Obró Dios nuestro Señor
grandes milagros por eslos santos, y por su intercesión
dio salud á muchos enfermos. Concurrió una
vez gran número de cristianos, para celebrar su
fiesta , en una cueva ; y el emperador Numeriano,
estando ellos dentro , la mandó cerrar de manera,
que todos murieron, y fueron mártires de Cristo.
Hallóse entre ellos un sacerdote llamado Diodoro,
que les dijo misa , y los animó á llevar aquella
muerte con constancia y alegría por el Señor. El
martirio de san Crisanto y Daría celebra la santa
Iglesia á los 25 de octubre, y fué el año del Señor
de 281, imperando Numeriano. Escribiéronle Yerino
y Armenio , presbíteros de san Estovan , papa;
y Melafraste extendió y amplificó su historia; y
san Dámaso, papa, hizo ciertos versos muy elegantes
en loor de estos santos mártires, y los puso en
su sepulcro. Hacen mención de los santos disanto
y Daría el Martirologio romano , y el de Usuardo ;
el padre Surio, lomo v; y el cardenal Raronio en
sus anotaciones del Martirologio, y en el segundo
lomo de sus Anales; y san Gregorio Turonensc en
el libro Be gloria marlyrum.
* Los SANTOS TEOUOSIO, LUCIO, MARCOS, PE­
DRO , Y OTROS MUCHOS, MÁRTIRES.—Estos santos
eran soldados y se hallaban en Roma durante el
pontificado del papa san Dionisio , que los convirtió
á la fé , y les administró el bautismo, el año
269. El año siguiente, por orden del emperador
Claudio , fueron presos, atormentados y degollados
, siendo después sepultados por los fieles en la
via Salaria.
SAN CIUSPIN Y SAN CRISPINIANO, MÁRTIRES.—
Eslos dos santos, que han sido muy célebres en la
Iglesia de Francia, vinieron de Roma á mediados
del sialo III para predicar el Evangelio en lasGalias.
Fijáronse en Soissons, y pasaban su vida, de
dia ejerciendo el sanio ministerio v trabajando de
noche para atender á su subsistencia. Dícese que
eligieron la profesión de zapatero, á pesar de que
habian nacido de una familia distinguida. Las instrucciones
de los dos hermanos, unidas á la santidad
do su vida , obraron gran número de conversiones.
Hacia ya algunos años que los dos santos ¡tasaban
el tiempo en este género de vida , cuando fué á la
Galia Bélgica el emperador Maximiano, que noticioso
de sus cristianos desvelos , los hizo prender
para congraciarse con los delatores y satisfacer al
mismo tiempo su inclinación contra los cristianos.
Crispm y Crispmiano fueron, pues, conducidos a la
presencia de Riccio Varo, gobernador de aquella
parte de la Galia, y prefecto del pretorio, y éste
los condenó á cruelísimos suplicios, que ambos sufrieron
con la mas admirable constancia. Y no causando
mudanza en sus resoluciones todos los dolores
, al fin fueron condenados á ser decapitados,
cuya sentencia se ejecutó en la misma ciudad de
Soissons, el dia 25 de octubre del año 287. En el
siglo VI se levantó en el mismo lugar de su marlirio
una magnífica iglesia, y san Eloy adornó la
urna, que contenía sus reliquias, con preciosos trabajos
de oro y plata. Sus cuerpos , según el Martirologio
romano, fueron después llevados á Roma
y colocados honoríficamenle en la iglesia de San
Lorenzo.
SAN MINUTO, MÁRTIR. — Era soldado do los
ejércitos romanos bajo el reinado del emperador
üecio. Hallábase en Florencia, cuando el año 250
se hizo por orden de! emperador un expurgo entre
las tropas para echar á lodos los soldados que fuesen
cristianos, obligándolos al mismo tiempo á sa-

ocTumiE 23 LA LEYENDA DE ORO. 163
criticar á los dioses. Miníalo, no solamente no
quiso renunciar á su religión , sino que confesó en
alia voz á Jesucristo , y fué degollado en la plaza
pública de Florencia.
Los SANTOS GAYINO , FROTO, Y GENARO Ó
JANUAIUO, MÁRTIRES.—El segundo era sacerdote
y el tercero diácono de la Iglesia de Roma, y junto
con el primero fueron enviados por el papa san
Cayo á la isla do Cerdeña á predicar el Evangelio
á sus habitantes. En tiempo de Diocleciano, por
orden del gobernador . llamado Bárbaro, fueron
presos, martirizados, y decapitados en Torres,
ciudad de la misma isla.
Los SANTOS MARTIRIO Y MARCIANO, MÁRTIRES.
—Fueron naturales de Grecia y el primero llegó á
ser subdiácono y el otro cantor de la Iglesia de
Constantinopla. En tiempo del emperador Constancio,
mostraron estos dos santos gran valoren
defensa de la fé católica contra los herejes, principalmente
arrianos, por cuyo motivo fueron encerrados
en la cárcel por orden del pretor Felipe,
que quería hacerlos morir de hambre y de miseria.
Mas al cabo de algunos días los sacaron de aquel
lugar, y después de haberles hecho padecer muy
crueles tratamientos, les quitaron la vida en la
misma ciudad de Constantinopla.
SAN BONIFACIO, PAPA Y CONFESOR.—Este santo,
que es el primer papa de su nombre, y que fué elegido
para el soberano pontificado el día 29 de diciembre
del año 418, era un anciano sacerdote de
Roma , dotado de una virtud eminente y muy versado
en el conocimiento de la disciplina eclesiástica.
Por el relato de su elección . que enviaron el
clero de Roma y los obispos vecinos al emperador
Honorio, se ve que habia sido elegido conlra su voluntad.
Sin embargo , la Iglesia se vio afligida por
los principios de un cisma , que fueron corlados
por el decrelo de un concilio confirmando la elección
de Bonifacio. Durante su pontificado , se distinguió
principalmente por su suavidad y por su
amor á la paz, sin dejar por esto de ser firme é
inexorable conlra los orientales, que ya entonces
querían introducir en la Iglesia novedades peligrosas.
En su liempo murió san Gerónimo v publicó
gran parte de sus escritos, y san Agustín le
dedicó sus cuatro libros contra los errores do Pelagio.
El santo pontífice murió en paz , en Roma,
el dia 4 de setiembre del año 422, y fué enterrado
en el cementerio de San Felicitas, en la via Salaria,
el cual habia hecho decorar durante su vida.
SAN FRONTÓN, OUISPO Y CONFESOR.—Fué discípulo
do los apóstoles, y san Pedro que lo envió
ó las Galias á predicar el Evangelio, le consagró
obispo antes de su salida de Roma. San Frontón
fundó la Iglesia de Perigord en Francia , y fué su
primer obispo. Trabajó sin descanso en la propagación
de las verdades cristianas por aquel país,
en compañía de un presbítero llamado Jorge , y
después de haber convertido gran multitud do gentiles,
esclarecido en milagros, murió en paz.
SAN GAUDENCIO, OUISPO Y CONFESOR.—Educóse
bajo la dirección de sanFilastro, obispo de Brescia.
Gozaba ya de gran reputación cuando emprendió
un viaje á Jerusalcn, ya para sustraerse al
aplauso y á los honores del mundo, ya también
para que con su ausencia se olvidasen de él en su
patria y pudiese vivir en paz; pero se engañó.
Hallándose en Cesareade Capadocia, supo que san
Filaslro habia muerto, y que el pueblo y el clero
reunidos lo habian elegido obispo , y que todos
habian jurado no admitir otro obispo mas que á él.
Confirmada la elección por los obispos de la provincia
y por san Ambrosio, su metropolitano, estos
escribieron á Gaudencio en Capadocia, conjurándole
á admitir el cargo ; pero fué preciso para decidirle
amenazarle con la excomunión. Por fin no
pudo negarse á tantas instancias y amenazas, y san
Ambrosio le consagró el año 387. Muy pronto conoció
la Iglesia de Brescia el inestimable tesoro que
poseía en su nuevo pastor; pues se reanimó muy
pronto el espíritu de piedad , se purificaron las costumbres,
y la disciplina eclesiástica apareció en todo
su esplendor. Gaudencio no descansaba un momento
en el desempeño de su ministerio. El año
405 fué uno de los legados que el concilio de Roma
envió á Arcadio, emperador de Oriente, para
defender la causa de san Juan Crisóslomo , en cuya
misión tuvo el santo mucho qué sufrir. Su sabiduría
y su virtud están impresas en todas las obras
que de él nos han quedado y de ellas colegimos que
murió por los años de 420, en olor de santidad.
SAN HILARIO, ORISPO Y CONFESOR.—Gobernó
la Iglesia de Gevaudan en paz y santidad, y descansó
tranquilo en el Señor, después de un laborioso
episcopado de muchos años.
SAN FRUTOS, CONFESOR, PATRÓN DE SEGOVIA.
—Nació este santo en Segovia el año 642 de Jesucristo.
Sus padres , que eran honrados y de alguna
fortuna, le criaron en el temor de Dios y en
el conocimiento de aquellas santas máximas que
en edad madura constituyen la paz de las familias
y la felicidad de los individuos. Frutos era apacible
y benigno de condición , y tenia aun pocos años,
cuando ya resplandecían en sus modales aquella
vejez honrada y aquellas venerables canas que
cria la virtud. A los quince años creyó quo debía
resolver sobre el género de vida que debería abrazar,
v después de muchas meditaciones y oración,
se inclinó á vivir en la soledad , á la cual marchó,
después de haber repartido su hacienda entre los
pobres. Al despedirse desús hermanos, les habló
con tanta energía sobre la vanidad y futileza de los
bienes terrenos , y las dulzuras que se encuentran
en el servicio de Dios, que aquellos se decidieron
á seguirle. Anduvieron los tres santos
hermanos como nueve ó diez leguas al norte de
Segovia , v atravesando el rio Duraton , lomaron
su caminóla ribera abajo, y ó poco mas de media
legua de donde se edificó después el monasterio
de Nuestro Señor de la Hoz , fijaron su morada
y asiento. En esta soledad , de peñas muy quebradas
y casi inaccesibles, hallaron reposo y tranquilidad
para darse del lodo á la contemplación de
las cosas del cielo; y después de construidas sus
chozas, edificaron en lo alto del monte un oratorio
ó ermita ó nuestra Señora donde pudiesenjunlarse á
hacer oración. Dícese que con el dedo tocó Fruí os
en una peña, y de ella salió luego un manantial

1GV LA LEYEND A DE ORO. OCTUBRE, 2G
de agua, que exisie todavía y que se llama «la
fuente de san Frutos.» Aposentados, pues, en este
destierro entablaron la vida penitente y áspera á
que los habia Dios llamado , teniendo repartidos el
dia y la noche en la lección de los libros sanios,
en la contemplación, la penitencia y la labor de
manos. El demonio les armó muchas veces asechanzas,
pero todas las vencieron con las armas
de su virtud. Pasados ya muchos años que san
Frutos y sus hermanos vivían vida de ángeles
en aquel retiro , vino sobre España el azote de la
irrupción de los moros. Afligidos con esta calamidad
, no cesaban de rogar al Señor que alivíase los
males de su pueblo , cuando un dia vio Frutos dirigirse
Inicia su gruta una gran muchedumbre de
moros, y sin turbarse y poniendo su confianza en
Dios, les salió al encuentro, decidido á morir por
la fé. Cuando los bárbaros se acercaban á él, hizo
Frutos con su cayado una raya en el suelo y les
mandó que no pasasen de allí: al punto se hendió
la peña y se hizo en ella tan grande abertura , que
no pudieron pasar adelante; y aun hoy dia.se mantiene
dividida la peña . y llaman á aquel sitio «la
cuchillada de san Frutos.» Desde entonces se extendió
por todas parles la gloria del siervo de Dios:
venerábanle los cristianos, y los moros se espantaban
con solo oírle nombrar. Solo Frutos en su
soledad . lloraba las desgracias de la España,
y únicamente deseaba acabar una vida que le
separaba de su divino amor: sus mas fervorosas
plegarias se dirigían á alcanzar del Sefior
que le sacase pronto de un mundo en que
su santo nombre sufría tantos ultrajes, y sus
hermanos y su patria la mas triste cautividad. El
cíelo no se hizo sordo á los ruegos de su íiel confesor
: al poco tiempo, su cuerpo flaco y extenuado
por las penitencias, empezó á decaer tan visiblemente
, que el santo sintió acercarse su lin , y después
de haberse preparado con los auxilios de la
religión , y con fervorosos actos de fé y de caridad,
espiró el dia 23 de octubre del año 715, á los
setenta y tres de su edad. Sus hermanos Valentín
y Engracia, que se cree fueron después
mártires y que murieron en el Caballar, pueblo
no distante de Segovia, dieron sepultura á su
sagrado cuerpo, cuyas reliquias obraron muchos
milagros, según refieren Colmenares en su Historia
de Segovia, el P. Oche en la Vida del santo, y el
maestro Florez en su España sagrada.
ÍS2ÍI 3 6 .
SAN EVARISTO , PAPA Y MÁRTIR.—Trece días
después de la muerte del santo pontífice Añádelo
fué elegido en su lugar san Evaristo, que
eia griego de nación corno su predecesor, é hijo
de .ludas, hebreo de nación y secta , natural de
Bethlen. Fué varón na.iv docto y santo , y el primero
que dividió las parroquias de Roma entre
los presbíteros , que fueron los que después
tuvieron título de cardenales. Ordenó que siete
diáconos acompañasen al obispo , siempre que
predicase , asi para que fuesen testigos de su doctrina
, como para honrar aquel ministerio , y guar-
dar al prelado. Proveyó que los casamientos se
celebrasen en público , y no clandestinamente , y
que los desposados recibiesen las bendiciones nupciales
en la iglesia , como ya desde el tiempo
de los apóstoles se hacia, y lo escribe Tertuliano.
Mandó que los obispos no dejasen sus Iglesias por
otras, pues son sus esposas, así como los casados
no dejan sus mujeres por otras : y que no so reciba
acusación del pueblo contra el obispo, sin que
primero proceda alguna grande sospecha contra él.
Fué sumo pontífice nueve años y tres meses; y á
los 2G días del mes de octubre fué coronado del
martirio , aunque no se dice el modo con que fué
martirizado ; mas la santa Iglesia le celebra , y
tiene por mártir. Murió el año del Señor de 121,
y en el segundo del imperio de Adriano. Fué sepultado
cerca del sepulcro del principe de los apóstoles
san Pedro, en el Vaticano. Celebró cuatro veces
órdenes en el mes de diciembre , é hizo en ellas
quince obispos, y diez y siete presbíteros, y dos
diáconos: aunque esto dd número de las órdenes
que hizo san Evaristo, v de los que ordenó, hay
diversidad ; pero esto es lo mas cierto , como lo
notó el cardenal Baronio. Escribieron de san Evaristo
san [roneo; Eusebio; Niceforo; san Agustín;
Opiato Milevitano; Boda; y los autores de las vidas
de los sumos ponlilices.
* Los SANTOS UOÜACIANO Y FELICÍSIMO,
MÁRTIRES.— El primero de estos dos santos era
presbítero, y ambos pertenecían á la Iglesia de
África. San Cipriano, obispo de Cartago, en su
Epístola á los confesores, que es la primera en sus
obras, habla de su valor en los tormentos, y los
propone á aquellos fieles como modelos dignos de
imitación. El cardenal Baronio, dice en el Martirologio
romano, que estos dos sanios fueron coronados
por un ilustro martirio, en África, durante
el remado de los emperadores Valeriano y
Gali^no, v se cree que fué por los años de 251
ó 25G. J
Los SANTOS LUCIANO , MARCIANO , FLOHIO , Y
sus COMPAÑEROS , MÁRTIRES. —Nacidos en las tinieblas
déla idolatría , dedicábanse estos sanios
al estudio de la magia ; pero viendo un dia la inutilidad
de sus encantamientos sobre una virgen
cristiana, y que los espíritus infernales eran vencidos
por el poder de la cruz , so convirtieron á
Dios, y recibieron el bautismo. Apenas Iiub'eron
conocido la luz. del Evangelio, quemaron sus libros
de magia en medio do la plaza pública de
IXicomedia. Luego distribuyeron sus bienes á los
pobres, y se retiraron á la soledad, para que les
fuese mas fácil el santificarse. Pasado algún tiempo
en los ejercicios do la oración y de la penilencia,
salieron de su reliro para ir á predicar el Evangelio
á los gentiles , á los cuales querían hacer participantes
de la gracia que ellos habían recibido.
Mas el año 250 se publicó en Pítima un edicto de
üecio conlra los cristianos, y según él nuestros
santos fueron conducidos á la presencia del procónsul
Sabino, que los interrogó con severidad , y
después mandó que fuesen quemados vivos en el
sitio mas público do Nicomedia , como así se ejecutó,
y los mártires acabaron su vida cantando

OCTUBRE , 27 LA LEYENDA DE ORO. 105
alabanzas al Señor. En Yicli (Cataluña) son muy
venerados los santos Luciano y Marciano, que
suenan como mártires de dicha ciudad.
SA.N QUODVULTDEO , OBISPO Y CONFESOR.—San
Quodvulldeo fué obispo de Carlago, en África, y
zeloci'simo defensor de las doctrinas católicas. Su
zelo fué la causa de que por orden del rey Gense-
•rico , que favorecia el partido de los arríanos, lo
prendieron á él y á todo el clero de su Iglesia , y
habiéndoles hecho padecer muchos trabajos , al fin
los metieron á todos en naves viejas, sin remos y
sin velas, y las condujeron hasta alia mar, donde
las abandonaron. El Señor, que cuida siempre de
sus siervos, dirigió aquellas frágiles embarcaciones
al puerto de Ñapóles, y en un destierro do
aquel país murió el venerable obispo, siendo ilustre
confesor do Jesucristo.
SAN RUSTICO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació en
la (¡alia Narbonense por los últimos años del reinado
de Teodosio el Grande. Fué hijo de padres
muy cristianos, que cuidaron mucho de su educación
, y lo enviaron á Roma á perfeccionarse en
las ciencias, que ya habia estudiado con los mus
acreditados maestros de las Galias. Cuando Rústico
volvió á su patria, abrazó la vida monástica,
y el año 4-12, san Gerónimo le escribió una carta
en que lo daba excelentes instrucciones sobre la
conducta que debía observar en el nuevo estado,
y sobro los medios que debía emplear para adquirir
y conservar las virtudes. Rústico estaba entonces
en un monasterio de Marsella, y fué ordenado
sacerdote por su obispo. El año 427 ó 430,
era ya tan conocido su mérito, que fué elevado á
la silla episcopal de Narbona , dignidad que hizo
resaltar sus sólidas virtudes, y que le colocó en el
rango de los prelados mas distinguidos de su tiempo.
Trabajó con zelo en el arreglo espiritual y temporal
de su rebaño; estableció cátedras públicas
para enseñar las sagradas Letras; recibió con
amor y caridad á los cristianos de África y de la
Mauritania , que la tiranía de los vándalos obligó á
emigrará las Galias; asistió á varios concilios,
construyó una gran basílica en Narbona, y murió
en el Señor, el año 402.
SAN RERNWARDO Ó BERNARDO, ORISPO Y CON­
FESOR.— Descendiente este sanio de una familia
ilustre de Alemania , recibió una brillante educación
, é hizo raros progresos en las ciencias y la
virtud. Después recibió las sagradas órdenes del
arzobispo do Maguncia, y fué nombrado preceptor
del príncipe hijo de Otón III. En 993 fué consagrado
obispo de llildesheím, granjeándole sus ilustradas
virtudes el respeto y cariño de sus diocesanos.
Prestó grandes servicios al emperador Otón III,
que buscaba siempre su consejo y parecer en los
consejos mas graves, y esla confianza la hizo servir
principalmente en beneficio de los pueblos que
le estaban confiados. Después de la muerte de
Otón , san Enrique le dispensó la misma deferencia
v amistad , y le hizo el dispensador de los beneficios
del trono. Ocupado Bernwardo en inocular
el bien délos pueblos, y en promoverlos
intereses de la Iglesia , fué de repente atacado de
una grave enfermedad , que le hizo sufrir mucho
durante algunos años, la cual recibió el santo como
una prueba que le enviaba el Señor para purificar
su alma. Hizo donación de iodos los bienes do
su patrimonio particular al monasterio de San Miguel
que habia fundado , y en el que lomó el hábito
monástico el último año de su vida , y murió
en él santamente el dia 20 de noviembre de!
año 1021. El papa Celestino III le canonizó solemnemente
en ll'J't, y poco después se hizo la
solemne traslación de sus reliquias á la catedral
de su diócesis , donde se conservan.
SAN GAUDIOSO, OBISPO Y COXFESOR. — Es el
mismo san Gaudioso que hemos puesto en el día 28
de este mismo mes , y que, en opinión de Baronio,
fué duplicado en distintos dias por los antiguos
Martirologios.
SAN FUI.CO, OBISPO Y CONFESOR.—Floreció
siendo obispo de Pavía en el siglo YI v murió en
paz en medio de su rebaño, al cual santificó con
sus instrucciones y ejemplos.
SAN CUADRAGÉSIMO, CONFESOR. — Fué subdiácono
de la Iglesia de Roma , y admiró á aquella
ciudad por sus virtudes y milagros, entre los cuales
se cuenta la resurrección de un muerto. San Gregorio
, papa , en su libro de los Diálogos, había de
él con elogio, y da cuenta de algunos de sus portentos.
Mía 2?.
Los SANTOS VICENTE , SABINA , Y CRISTETA ,
MÁRTIRES.-—Andando el presidente Daciano por
las ciudades y pueblos de España, derramando
sangre de cristianos v como una fiera tigre , relamiéndose
en ella , para dar contento á los emperadores
Diocleciano y Maximiano , que le habían
enviado , para que con todas sus fuerzas procurase
extinguir y arrancar del mundo nuestra sania religión;
llegó á Elvora, que algunos dicen que es
Evora, ciudad de Portugal, y otros (y es lo mas probable)
que esTalaverade la Reina , villa bien conocida
, doce leguas de la ciudad de Toledo. Entrando,
pues, el presidente Daciano en Elvora,
supo que habia allí un mancebo que se llamaba
Vicente , cristiano , y de loables costumbres: mandóle
llamar: v como le vio de tan gentil disposición
y presencia, aficióneselo, y movido de una
falsa compasión le comenzó á hablar blandamente,
y á persuadirle que se doliese de sí mismo,
y no quisiese perder la vida por Crislo , que por
pública sentencia habia sido crucificado. No pudo
el santo mozo sufrir las palabras del presidenle,
por ser blasfemas, é injuriosas contra Crislo
nuestro Redentor: v encendido de un fervoroso
zelo , le respondió gravemente , por hablar de aquella
manera contra aquel Señor que debia adorar y
reconocer por Dios, si no estuviera ciego y poseído
del demonio. Respondióle Daciano, que porque
era mozo , v no tenia perfecta prudencia, le perdonaba
aquel descomedimiento; pero que como
padre le acivertia que sacrificase á los dioses, para
no morir. El glorioso mártir le dijo: Aquellos carecen
verdaderamente de prudencia y de juicio,
que adoran ó las estatuas de piedra , de madera y

106 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 27
de nidal, y dejan de adorar á Dios vivo y verdadero
, que es uno solo . y Criador del cielo y tierra.
Enfadóse el presidente , y entró en cólera por las
palabras que le decia el santo , y mandó que se lo
quitasen de delante, y que ó sacrificase á Júpiter, ó
que muriese con diversos y atroces tormentos. Arrebataron
luego los sayones al santo mártir y lleváronlo
delante de un altar de Júpiter , para que
allí sacrificase. Estaba delante del altar una grande
piedra : y en poniendo san Vicente los pies en
ella , luego se ablandó su dureza , como si fuera
de barro , de manera , que las plantas del santo
mártir quedaron señaladas en ella. Con este milagro
hizo nuestro Señor otro : porque, viendo los
. gentiles y ministros de Daciano , como por virtud
del Dios que Vicente confesaba, aquella piedra se
habia ablandado ; ablandaron ellos sus duros corazones
y comenzaron á decir, que sin duda aquel debía
ser verdadero Dios, pues obraba tan grandes
maravillas : y con este murmullo y algún alboroto,
dejaron de dar la muerte á san Vicente, y le pusieron
en la cárcel, y dijeron á Daciano , que aquel
mancebo habia pedido tres dias para pensar y determinar
lo que habia de hacer; y Daciano lo tuvo
por bien. Estando el santo en la cárcel , convirtió
á la fé de Cristo nuestro Señor á muchos gentiles, y
de piedras duras que antes eran , los hizo el Señor
hijos de Abraban, y de su Iglesia , por medio del
santo encarcelado : el cual tenia dos hermanas, llamadas
Sabina y Cnsteta , doncellas y huérfanas,
y que tenian puesta toda su confianza y amparo en
Vicente, su hermano. Vinieron á la cárcel: lamentáronse
con él : representáronle su soledad y desamparo,
y el peligro en que quedaban de perder
sus honras y sus almas , si él las faltaba: rogáronle
con muchas lágrimas que saliese de la cárcel, y
se huyese con ellas á parle, donde pudiesen escapar
y encubrirse de aquel cruel tirano, y vivir cristianamente
con alguna paz y quietud. El determinó
hacerlo así; y con la buena disposición y voluntad
que le tenian sus guardas _ lo hizo una noche con
tanto recato y secreto , que el presidente no lo
supo , ni por buena diligencia que usó . los pudo
alcanzar basta la ciudad de Avila , donde fueron
presos todos tres por su mandado. Mas en el camino
de tal manera san Vicente habia encendido
en el amor de Cristo á sus dos hermanas, que ninguna
cosa mas deseaban que morir con él , como
lo mostraron en los tormentos que padecieron ;
porque primeramente fueron descoyuntados, estirados
en la garrucha , y después azotados cruelísimamente,
alabando en medio de los azotes y
tormentos todos tres con una voz ó Jesucristo, y
haciéndole gracias por la merced que les hacia.
Fué tanto el coraje y la saña que tuvieron aquellos
impíos ministros, viendo la constancia y alegría
do los santos mártires, y oyendo las voces y
loores que daban á Dios, que pareciéndoles gran
desacato de sus dioses, y afrenta suya , lomaron á
los santos y pusieron sus cabezas sobre piedras, y
con nuevo género do crueldad se las machacaron
con otras piedras , esparciendo los sosos por aquel
campo; y con este género de muerte acabaron
gloriosamente su martirio. Quedaron los sagrados
cuerpos allí tendidos, para que los perros y aves
se los comiesen , sin que los cristianos osasen darles
sepultura. Pero para que se vea la providencia
que Dios tiene de sus siervos , y que no cae un cabello
de su cabeza sin su voluntad , proveyó que
viniese á guardarlos una grande y disforme serpiente
, que estaba entre las peñas cerca de la ciudad,
de donde habia hecho daño á muchos, y puesto
miedo á todos los moradores de ella. Esta serpiente
se puso cerca de los cuerpos santos con
notable asistencia y vigilancia, para defenderlos de
cualquiera injuria , como lo hizo con un judío rico
de la misma ciudad : el cual con mal intento y
menosprecio de la religión cristiana , vino á los
cuerpos que estaban tendidos en aquel suelo : mas
al tiempo que se llegaba á ellos , la serpiente embistió
con él , y le rodeó y enroscó de tai manera,
que le ahogaba y apretaba fuertemente : y aunque
con sus silbos y su lengua mostraba ferocidad,
estuvo por espacio de una hora sin hacerle mas
daño que espantarle y darle lugar para que el
judío hiciese lo que al fin hizo ; porque, entendido
que no era acaso lo que hacia la serpiente, sino que
era movida de aquel Señor, á quien todas las
criaturas obedecen , y que Jesucristo era verdadero
Dios, pues hasta las serpientes daban testimonio
de su divinidad y grandeza, alzó los ojos al cielo
y dijo: Jesucristo, guardador de tus siervos,
líbrame de esta feroz bestia ; que yo te prometo
do creer en tí, y recibir tu fé , y enterrar los cuerpos
de tus amigos honradamente. Luego que acabó
de decir estas palabras, la serpiente le soltó,
como quien ya babia cumplido con su ministerio,
y se fué sin ser mas vista. El judío, volviendo en sí,
y considerando lo que le había sucedido, se bautizó,
y con algunos cristianos enterró los santos , y
edificó un templo sobro su sepultura.
2 Pues ¿quién no admira y alaba al Señor
por los modos que tiene en honrar á sus santos, y
atraer á su conocimiento y fé á sus enemigos? Una
serpiente espantosa y horrible defendió los cuerpos
de esos gloriosos mártires: y la que antes daba
muerte á los vivos, y se cebaba en sus cuerpos;
ahora honra á los cuerpos muertos , y los ampara
para que las fieras y aves de rapiña no se apacienten
de ellos, y abraza y aprieta á un judío, para
que escupa el veneno do la infidelidad , y se abrazo
con Cristo. ¡O potencia del Crucificado ! ¡O inmensa
bondad del Señor! ¿Qué hombre habrá
tan loco y ciego que no le glorifique , sirva y ame?
El martirio de estos gloriosos mártires fué á los 27
de octubre , por los años del Señor de 303, imperando
Diocleciano y Maximiano. Sucedieron en
diversos tiempos grandes milagros , á losquejuraban
por el sepulcro de san Vicente de Ávila; y
por esta causa , y por la veneración en que tenian
á este santo, los católicos reyes don Fernando y
doña Isabel , do esclarecida memoria, en las leyes
de 'foro vedaron este juramento so graves penas.
En el monasterio de San Isidoro de León se
afirma que tienen el cuerpo de este santo mártir:
en Avila dicen que está allí: en el monasterio de
San Pedro de Arlanza , cerca de Burgos, y en
Palencia dicen asimismo que tienen el cuerpo de

OCTUBRE , 28 LA LEYENDA DE ORO. 167
santa Cristela puede ser que en todos estos ln- ses la gloria del nombre cristiano, el famoso rey
gares haya alguna reliquia y parte de los cuerpos bdicó el trono en favor de su hijo
y enviando su
de estos santos , y que teniendo una parte se diga diadema real á Jerusalen como un presente hecho
(como muchas veces se dice de otros) que los al sepulcro del Salvador, tomó el hábito monás­
tienen enteros. De san Vicente, Sabina y Cristela tico en un convento situado en una montaña de­
hacen mención los Martirologios, romano , de Beda sierta. Elesbaan fué allí modelo de peniíentes, co­
v Lisuardo, y el cardenal Raronio en sus anotamiendo solo pan y algunas yerbas, siendo el priciones,
y los autores que escriben vidas de santos. mero en lodos los actos de la comunidad, y haciendo
completo di vorcio con el mundo ; y murió
á mediados del siglo VI.
LAS SANTAS CAPITOLINA Y EROTEIDA, MÁR­
TIRES.— Fueron de Capadocia y estuvieron unidas
por los vínculos de la religión, aunque la segunda
era criada de la primera. Pasaban su vida
en los santos ejercicios de la oración y de la caridad
, cuando habiéndose publicado los edictos del
emperador Diocleciano , á fines del siglo IV , queriéndolas
obligará prestar adoración á los ídolos,
prefirieron derramar su sangre y ceñirse la corona
del martirio.
SAN FRUMENCIO, OBISPO.—Nació en Tiro, de
padres cristianos, en cuya religión fué instruido.
Tenia aun muy pocos años, cuando fué con un tio
suyo á Etiopia, donde cayó esclavo de los bárbaros.
Siendo presentado al rey en Axuma, mandó
éste que se cultivasen las felices disposiciones que
creía descubrir en el tierno niño, y mas adelante
le nombró su tesorero y secretario de estado, honrándole
además con su ínfima confianza. Cuando
el rey murió, lo dio la libertad en prueba de estimación,
y encargó á la reina, que debia gobernar
el estado en calidad de regenta , que tomase
siempre consejo de Frumencio y que se confiase
en todos los negocios ó su capacidad. Entonces
concibió el santo aprovecharse del favor de que
gozaba para hacer conocer á los etíopes la religión
de Jesucristo , y á este efecto empezó protegiendo
á todos los mercaderes cristianos que iban
á aquellos países , suplicándoles que se quedasen
en él. Muy pronto el cristianismo se hizo respetable
á los infieles, y entonces Frumencio se dirigió
á Alejandría y suplicó á san Atanasio que le enviase
un obispo para emprender la conversión ya
tan bien dispuesta de aquellos naturales. San Atanasio
convocó un sínodo , y todos los obispos que
lo componian decidieron que nadie era mas á propósito
que el mismo Frumencio para consumar la
buena obra que habia empezado , en cuya consecuencia
Frumencio fué consagrado en la misma
ciudad de Alejandría. Revestido ya del carácter
episcopal, se volvió ó Axuma , donde sus predicaciones
y milagros obraron gran número de conversiones,
de modo , que al cabo de poco tiempo
toda la nación habia abrazado con entusiasmo la
nueva religión. Bautizó á toda la familia real de
Etiopía, y habiendo regularizado la nueva Iglesia,
que le reconoce por su apóstol, murió en la paz
de Dios en la misma ciudad do Axuma durante el
siglo IV.
SAN ELESBAAN , REY Y CONFESOR. —La nación
que habia convertido á la féel santo anterior, tuvo
la dicha de poseer después de algunos años al
príncipe san Elesbaan, rey piadoso y valiente,
que hizo siempre servir sus armas en favor de la
Iglesia y del estado. Después de haber gobernado
la Etiopia con gloria, y extendido en muchos paí-
SAN FLORENCIO , MÁRTIR.—Nació en Tille le
Chaleau, en Borgoña, cuyo pais ilustró con una
vida santa, y después con su gloriosa muerte,
que fué derramando su sangre por la fé.
Bia *«.
Los SANTOS SIMON Y JUDAS , APÓSTOLES. —Los
santos apóstoles Simon y Judas fueron hijos de
María Cleofé, hermana ó prima de la Madre de
Dios nuestra Señora , y hermana de Santiago , el
menor. Simon se llamó Cananeo, y por esto san
Lucas le llamó Zelotos en lengua griega ; porque
Cana en bebreo es lo mismo que Zelo en griego :
y tomó este sobrenombre , porque nació en Cana
de Galilea , y para diferenciarle de san Pedro , que
asimismo se llamó Simon : y también Judas tomó
sobrenombre de Tadeo ó Ledeo, para distinguirse
de Judas Iscariote. No hallamos cuándo ó cómo
fueron llamados estos bienaventurados santos al
apostolado: solamente se hace mención de ellos,
cuando se nombran los doce apóstoles por sus
nombres en el sacro Evangelio, y se dice en él,
que el Salvador los escogió y llamó apóstoles.
También en el sermon de la Cena , diciendo Cristo
nuestro Señor : El que me ama , será amado de mi
Padre, y yo le amaré, y manifestarme he á él; preguntó
Judas: Señor, ¿cómo ha de ser eso que te
has de manifestar á nosotros, y no al mundo? No
hay mas mención particular en el Evangelio de
Judas, ni de Simon , y es muy poco , lo que sabemos
de estos sagrados apóstoles , que sea cierto y
averiguado: con ser cosa ciertísima que en la
predicación y propagación del Evangelio padecieron
grandes trabajos, é hicieron muchos milagros,
y convirtieron á la fe innumerables gentes, y como
capiíantes valerosos de Cristo, y conquistadores
del mundo, hicieron guerra con su vida y con
su doctrina á Satanás, echándole del trono que
tiránicamente habia usurpado, y derribando los
ídolos. y alumbrando y desengañando á los que
con la vana adoración de los falsos dioses andaban
ciegos y embaucados. Solamente se dice que san
Simon predicó en Egipto, y san Judas, ó Tadeo,
en Mesopotamia , y que después entraron juntos en
Persia ; y habiendo traído al conocimiento del Señor
gran muchedumbre de pueblos , fueron coronados
del martirio. Esto es lo que dicen los Martirologios,
romano , el de Beda , Usuardo y Adon; y
se saca de san Gerónimo, y san Isidoro , y otros
autores antiguos, y del cardenal Baronioentro los
modernos. En una vida, que en nombre de Abdías
Babilónico anda de estos santos apóstoles , que
es la que siguen san Antonino , arzobispo de Fio

1G8 LA LEYENDA DE ORO. ÓCTl.'llRE , 28
iencia , y el obispo Equilino , y Joaquin Perionio,
monje de san Benito , y oíros autores , se cuentan
algunas cosas que , dado que aquel libro sea apócrifo;
puede ser quesean verdaderas : porque decir
que un libro es apócrifo , como lo es este , es
decir que no tiene autoridad ni certidumbre de
verdad ; pero no por oslo se sigue que todas las
cosas , que se contienen en aquel libro , sean falsas;
pues en cualquier libro, por apócrifo que sea,
se pueden hallar algunas cosas verdaderas, y por
ventura lo son las que se contienen en la Vida de
estos santos , que , como digo, escribió Abdías: las
cuales quiero yo aquí referir, por ser las que comunmente
de ellos escriben.
'2 Luego que llegaron á Persia los sanios apóstoles
, los demonios, que hasta allí habian dado
respuestas, se enmudecieron. Sucedió que un capitán
del rey de Babilonia, llamado Baradach,
habla de salir á la guerra conira los indios, y quiso
saber de sus dioses el fin que habia de tener aquella
guerra. Anduvo de un dios en otro; y ninguno
le dio respuesta. Maravillado de esto , y queriendo
saber la causa, finalmente respondieron que no le
podían responder mientras que Simón y Judas,
apóstoles de Jesucristo , estuviesen en aquella provincia.
Fueron buscados por mandato de Baradach
los santos apóstoles : y después de haber pasado
algunas razones entre ellos, los apóstoles
dieron licencia ó los demonios para que respondiesen
, y por su respuesta mejor se conociese cuan
mentirosos eran y engañosos. Respondieron los
demonios por medio do sus ministros, que la guerra
seria larga y sangrienta, y costaría muchas vidas
de una parte y de otra. Oyendo esto los apóstoles
se sonrieron : y como Baradach les dijese : Estoy
yo con gran temor; ¿y vosotros reís? respondieron
los santos : No tienes por qué temer ; que mañana
á hora de tercia vendrán embajadores de los
indios á pedirte paz y ponerse en tus manos, y
harán cuanto les quisieres mandar. Los sacerdotes
de los ídolos hacían mofa y escarnio de lo que decían
los santos apóstoles, y pretendían hacerlos
sospechosos , como á hombres que tenian trato secreto
con sus enemigos; mas el capitán se sosegó,
porque no le pedian que guardase largo tiempo
para certificarse de la verdad, sino pocas horas.
Mandó prender á los apóstoles y ó los ministros
de sus dioses , para castigar ó los que le hubiesen
mentido. Vinieron á la mañana á la hora de tercia
los embajadores: y con esto salió de duda Baradach,
y quiso malar á los sacerdotes; mas los apóstoles
se lo cstoi barón , diciendo que no habian \cnido
á aquel reino á quitar la vida á nadie. sino á
darla á muchos. Ofrecióles muchas joyas y dones;
y ninguna cosa quisieron recibir. Llevólos consigo
al rey de Babilonia : contóle lo que con ellos le
habia pasado: sublimólos mucho, así de tenor
espíritu profético , y saber lo por venir, como de
personas humildes, virtuosas, pacíficas y desinteresadas.
Estaban á esta sazón con el rey dos
magos y hechiceros . llamados Zaroes yArfaxad,
que habian venirlo huyendo de la India , en donde
san Mateo predicaba, y habia descubierto sus
maldades y engaños. Estos, viendo á los apósto­
les, comenzaron á perseguirlos, y para espantar
á los gentiles, y hacer mal á los santos, por arte
de encantamiento hicieron venir allí muchas serpientes;
mas san Simón y Judas mandaron á las
mismas serpientes que sin malarios, mordiesen
y lastimasen á los mismos magos. Obedecieron las
serpientes á los siervos del Señor, y los magos
quedaron con grande pena y dolor, sin autoridad
y crédito , y confusos salieron de Babilonia , y fueron
á otras partes , publicando por todas que los
apóstoles eran enemigos de los dioses y les quitaban
la adoración. Con esto los apóstoles quedaron
libres, y con su predicación y grandes milagros
convirtieron á muchos, y el mismo rey v su casa
se bautizo , y la fé de Cristo se plantó en aquel
reino con gran gloria del Señor, y beneficio universal
de todos los que la recibieron. Sucedió en
aquel tiempo una cosa que hizo mas admirables v
gloriosos á los santos apóstoles. Una hija de un
hombre principal concibió en Babilonia sin saberse
el autor do aquella maldad : apretáronla sus padres
á la hora del parlo que dijese quién era el que
la había deshonrado: y ella , para librarse del
peligro, ó para encubrir el autor (por ser de baja
y vil condición) , ó poique Dios lo permitió para
manifestar mas su gloria , levantó testimonio á
un diácono de los apóstoles, llamado Eufrosino,
echándole la culpa de esle crimen. Préndenle y
llévanle delante del rey. Sabido por los apóstoles,
y que estaba inocente , piden que vengan las partes
, y que traigan al niño recien nacido: hizose
así : mandaron al niño en el nombre de Jesucristo
que dijese si aquel diácono habia cometido el delito
que su madre le imponia , y si aquel era su
padre. Respondió el niño, que no era su padre, y
que aquel diácono era bueno y caslo . y nunca había
cometido pecado carnal. Instaban los contrarios
á los apóstoles, que preguntasen al niño quién
era el malhechor: ellos dijeron : A nosotros toca librar
á los inocentes , y no descubrir á los culpados:
y con esto se descubrió la falsedad , y el diácono
quedó libro, y los santos apóstoles en mayor crédito
y veneración.
3 Después de haber plantado la fé , salieron
los apóstoles de Babilonia, y anduvieron predicando
por diversas partes del reino. Llegaron á
una ciudad muy principal, llamada Suamir, donde
oslaban los dos magos Zaroes y Arfaxad , ios cuales
instigaron á los pontífices y sacerdotes de los
ídolos conira los santos apóstoles, como conira
destruidores de sus templos ; y pudieron tanto con
sus palabras y engaños, que los hicieron prender.
Llevaron á Simón al templo del Sol, y á Tadeo al
de la Luna , para que los adorasen. Hicieron oración
los apóstoles, y los ídolos cayeron y se deshicieron,
y de ellos salieron los demonios en figura
de etíopes, dando horribles voces y aullidos. Fué
tan grande la saña que recibieron de esto los sacerdotes,
que con extraño ímpetu y furor dieron
contra los apóstoles y los despedazaron. Estaba á
osla sazón el ciclo muy sereno, y do repente se
levantó una terrible tempestad, y cayeron laníos
rayos, que derribaron los templos de los falsos diosos
. y mataron á muchos gentiles , y entre ellos á

OCTUBRE , 28 LA LEYENDA DE ORO. 109
los dos magos, dejando sus cuerpos convertidos
en ceniza. El rey , como ya ora cristiano, sabiendo
la muerto de los santos apóstoles, hizo llevar
sus sagrados cuerpos á Babilonia , y allí les edificó
un suntuoso templo, donde estuvieron hasta que
después con el tiempo fueron trasladados á Roma,
y colocados en la basílica de Sun Pedro. Fué su
martirio en 28 de octubre, y en este dia celebra
la Iglesia católica su fiesta. El año que murieron
no se sabe.
h Escribió san .ludas Tadeo una epístola canónica
, y por tal es recibida de toda la Iglesia , y
puesta entro las otras Escrituras sagradas, en la
cual cita un libro apócrifo de Enoch , de donde se
saca ser verdad lo que arriba dijimos, que puedo
ser un libro apócrifo sin ser falso. liase do advertir
que algunos autores han querido confundir y hacer
uno á estos santos apóstoles Sír»on y Judas, siendo
la verdad que fueron dos distintos y diversos, y
no uno. Otros también se han engañado , creyendo
que san Simón, apóstol, fué el mismo que Simeón,
obispo de Jerusalen , el cual habiendo sucedido
en aquella silla á Santiago, el menor, y siendo de
edad de ciento y veinte años, fué crucificado en
tiempo do Trajano ; mas aquel no fué apóstol , sino
uno de los setenta y dos discípulos del Señor.
Otros han creído que san Judas Tadeo, el apóstol,
haya sido el mismo que fué enviado de Cristo nuestro
Señor al rey Abagaro, como lo siente san Gerónimo,
y Reda ; pero mas probable es que fueron
ríos Tadeos, uno el apóstol, y otro uno de los setenta
y dos discípulos , y que éste fué el que sanó
al rey Abagaro, y convirtió á la fé al pueblo di de
Edcsa , como lo dice Eusebio, Niceforo, y Doroteo.
Últimamente se ha de advertir que pocos
años ha so imprimieron y salieron á luz diez libros,
con título de Abdias, primer obispo de Babilonia
, en que se trata de los hechos, vidas y
muertes de los apóstoles, traducido en latin por
Julio Africano; y en esto libro se escribe de san
Simón y Judas , apóstoles, las cosas que nosotros
aquí habernos referido , y otras que de industria
dejamos: pero el papa Paulo IV, de feliz recordación
, vedó este libro , y lo puso en el catálogo
do los libros prohibidos, como lo notó Sixto Séllense
en su Biblioteca santa; y tiene autoridad.
* SANTA CIRILA , VIRGEN Y MÁRTIR.— Fué
esta santa hija del emperador Decio, y abrazó la
fé de Jesucristo por las instrucciones y el ejemplo
de su madre, santa Trifonía. Dedicó á Dios su
virginidad, y se ejercitó en obras piadosas, hasta
que por los años de 208 , por orden del emperador
Claudio II, fué martirizada en la ciudad
de Roma.
SANTA ANASTASIA, VIRGEN Y MÁRTIR, Y SAN
CIRILO, MÁRTIR. — Anastasia era una virgen romana,
muy distinguida en la Iglesia por su ejemplar
vida, y por el célebre martirio con que la
coronó. Durante la persecución del emperador
Valeriano, siendo Probo gobernador do Boma,
fué acusada y condenada á ios siguientes suplicios.
Primeramente la cargaron de cadenas, la abofetearon
y la atormentaron con fuego y con azotes.
Permaneciendo , á pesar de esto, constante en con-
Toiuo IV.
fosar á Jesucristo , lo corlaron los pochos , le arrancaron
las uñas, lo rompieron los dientes, le
corlaron los pies y las manos, y por último la degollaron
, y adornada con las joyas de los tormentos,
fué á reunirse con su esposo celestial. Cirilo,
que era espectador de aquel martirio , por haber
dado á la santa un poco do agua que pedia , recibió
también en recompensa la palma del martirio
, siendo degollado en el mismo lugar.
SAN FIDEL, MÁRTIR. — Nació enMilan , y fué
discípulo de san Materno , obispo de la misma ciudad.
Habiéndose encendido la persecución contra
los cristianos por ios edictos y crueldad del emperador
Maximiano , dejó Fidel su patria y se fué á
Como. Aquí fué preso por los adoradores de los
ídolos, y no queriendo abrazar el paganismo, alcanzó
la corona de la gloria , derramando su sangre
en honra y defensa del nombre cristiano.
SAN FERRUCIO , MÁRTIR . — Este sanio , que florecía
en el IV ó V siglo , sirvió primero en las tropas
del imperio, que tenían sus cuarteles de invierno
en Maguncia. Después abandonó el servicio
do las armas para consagrarse mas particularmente
á Jesucristo. El gobernador de Maguncia se incomodó
por esta acción, y le hizo prender, cargar
de grillos, y encerrar en una fortaleza del Rhin en
la cual murió al cabo de algunos meses, de resultas
de los infames tratamientos que se le hicieron
sufrir, y su santidad fué atestiguada en su sepulcro
por un gran número de milagros.
SAN FARON, OBISPO-Y CONFESOR.—Fué hijo
de uno de los principales empleados de la corte de
Teodoberlo II, revde Austrasia, y nació en un lugar
á dos leguas de Meaux. Terminada su educación
, entró en la corte del mismo rey, en la cual
vivió mas como recluso que como cortesano, y
después fué también empleado en la corle de Clolarioll,
rey de Francia. La vida edificante que
Faron llevaba en medio del bullicio y disi| ación de
la corte, le ganaron todas las voluntades; pero él,
que solo queria agradar á Dios en sus acciones,
dejó al fin el mundo, y con el consentimiento do
su virtuosa esposa, abrazó el estado eclesiástico,
y se asoció á la Iglesia de Meaux , de cuya ciudad
fué después, en 020, nombrado obispo. En su
nueva dignidad desplegó un zelo inagotable por la
salvación de las almas confiadas á su cuidado:
condujo por los caminos de la perfección á los que
conocían ya las verdades de la fé , y á los que permanecían
aun sentados en las tinieblas de la idolatría
ó del error, los iluminó con la luz de la verdad.
Asistió al concibo de Sens, celebrado en GoO ; fundó
varios monasterios y establecimientos de beneficencia;
dio á su cloro sabias instrucciones y
reglamentos, y después de un pontificado de cuarenta
y seis años, siendo el padre de los pobres y
el consuelo de todos los afligidos, Faron fué á recibir
en el cielo el premio de sus altas virtudes,
el dia 28 de oclubro del año 072, el ochenta de
su edad.
SAN GAUDIOSO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué uno
de aquellos santos obispos de África, que por defender
la doctrina de la Iglesia católica contra los
errores de los arríanos , fueron desterrados por el

170 LA LEYENDA DE ORO. OCTUBRE, 29
rey (¡enserico , y Imyemlo do la persecución de los
vándalos se refugiaron en diversas provincias. San
Gaudioso aportó á Ñapóles, y habiendo entrado
como monje en un monasterio cerca de aquella
ciudad , vivió en él algunos años, y después acabó
su vida saniamente.
SAN HONORATO, OBISPO v CONFESOR,.—Fué
discípulo del glorioso mártir san Eusebio, que lo
educó desde su mas tierna edad. Instruido y piadoso
, mereció ser elegido obispo de Verceli por el
pueblo y el clero reunidos, siendo consagrado con
visible aprobación del cielo. En sus acciones y
trabajos fué siempre fiel imitador de su santo maestro
, y cuando ya creía que podría atender á las
necesidades interiores de su rebaño, apareció en
la Iglesia la herejía do Arrio , la cual combatió
con todas sus fuerzas, teniendo que sufrir de parto
de sus sectarios muchas persecuciones , y hasta el
destierro, en el cual murió.
Ría •i'.i.
SAN NARCISO, OBISPO Y MÁRTIR. — San Narciso,
obispo de Gerona, nació do nobles padres
en la misma ciudad : y al tiempo que el emperador
Aureliano perseguía á los cristianos , huyendo
aquella tempestad , salió de su patria con un diácono
suyo, llamado Félix, y guiado del Señor se
fué á Alemania con deseo do predicar el Evangelio
á aquellos pueblos , y convenirlos á nuestra religión.
Llegó á la ciudad de Augusta : y queriendo
tomar posada , fué encaminado á casa de Afra,
mujer principal, pero deshonesta ; porque Afra
era hija de Hilaria , reina que había sido do Chipre
, ó á lo menos en aquella isla señora rica y
poderosa: la cual, habiendo perdido en la guerra
á su marido, y su estado y bienes , había venido
con su hija Afra y con Dionisio, su hermano, y
con otros criados y criadas suyas, por instinto divino
á la ciudad de Augusta: y como en la isla
de Chipre Yenus habia sido ramera, y era tenida
por diosa , y adorada y reverenciada mas que los
otros dioses, y toda la gente, engañada por los sacerdotes
de la misma Yenus, creia que lanto mas
agradaban y servían á su diosa los que se dedicaban
á su culto y veneración , cuanto eran mas
torpes, sucios y deshonestos (que semejantes
monstruos adoraba la gentilidad ); queriendo Hilaria
consagrar á su hija Afra á la diosa Venus,
para que fuese de ella mas favorecida , la permitió
vivir como ramera, y que tuviese muchos
amigos. Tal era Afra cuando Narciso entró en su
casa; aunque el santo no lo sabia. Guióle Dios,
pura dar salud y vida á toda aquella casa, y sacar
de un abismo de torpezas y deshonestidades
á Afra , que con las tinieblas de la idolatría y sombra
de la muerte en que estaba, no conocía su
desventura; porque, entrando san Narciso en su
casa, y creyendo Afra que era uno do los hombres
lascivos y perdidos que solían venir á ella,
después so desengañó , y entendió que era obispo
de los cristianos, y con la oración que el sanio
hizo (oda aquella noche, y una luz soberana quo
vio, se trocó de manera , que ella y su madre, y
Digna, Ennomia y Entropía, tres criadas suyas,
so convirtieron á Dios, y después de haber ayunado
siete dias, recibieron el agua del santo bautismo,
y por su medio otros muchos se hicieron
cristianos , y fueron mártires de Cristo, y san Narciso
predicó en aquella ciudad , y ganó tantas almas
fiara el Señor, que en Augusta lo tienen por
su apóstol y maestro. Y habiendo estado nueve
meses en ella, ó instituido sacerdotes, y consagrado
por obispo á Dionisio , hermano de Hilaria,
y tío de Afra , con gran sentimiento y dolor de los
cristianos, so volvió para Gerona , su patria, para
hacer en ella lo que habia hecho en Augusta. Aquí
estuvo tres años ejercitando su caridad , y edificando
al pueblo con su santa vida , y alumbrándole
con su doctrina , y ganando innumerables almas
para Dios con grande aprovechamiento y gozo
de ¡os cristianos, y pesar y rabia de los gentiles:
los cuales finalmente le mataron estando diciendo
misa, con tres heridas que le dieron, en el
hombro, en la garganta y en el pié. Todo esto
que aquí queda referido, dice el breviario déla
Iglesia de Augusta, que por orden del cardenal
Otho Truchses , obispo do Augusta , se imprimió
en Roma el año 1570, y en él se cuenta el martirio
do santa Afra , que fué quemada vida , ofreciéndose
al Señor en holocausto y víctima do
suavidad : y de allí á seis dias la siguieron por
el mismo tormento de fuego, santa Hilaria , su
madre, y sus tres criadas, Digna, Eunomia,
y Eutropia.
2 El cuerpo de san Narciso está en Gerona,
y toda aquella ciudad le tiene y reverencia por
patrón. Ha hecho nuestro Señor muchos y muy
grandes milagros por esto sanio, y entre otros os
muy memorable el que sucedió, cuando Felipe,
rey de Francia , hizo guerra á don Redro, rev de
Aragón, y tomó la ciudad de Gerona: porque habiendo
su gente robado el sepulcro de san Narciso,
salieron del mismo sepulcro innumerables
enjambres do moscas y tábanos do extraordinaria
figura, color y grandeza, que embistieron con la
gente y caballos del rey, y los emponzoñaron de
manera, quo murieron de pestilencia mas de cuaicnla
mil franceses, y mas do veinte y cuatro mil
caballos, y algunos añaden mayor número, y
dentro do pocos dias el mismo rey do Francia
murió en Perpiñan , y quedaron en proverbio « las
moscas de san Narciso,» como lo notó el cardenal
Baronio en las anotaciones quo hizo sobre el Martirologio
romano, á los 18 de marzo.
3 En otras muchas ocasiones ha defendido
milagrosamente el ínclito obispo y mártir san Narciso
la ciudad de Gerona; pero porque sena materia
muy dilatada el tratarlas lodas, solo pondré
dos: la una fué el año de 1053á 2Y do setiembre.
Estedia, pues, teniendo el rey deFrancia su
ejército sobro Gerona , fué tal la muchedumbre
do moscas extraordinarias, verdes y azules, que
dieron sobre los franceses, que les mataron mas
de dos mil caballos, los cuales, al punto que les
picaban las moscas, se volvian rabiosos, y morian
rabiando ; y asimismo murió do dicha plaga la
mayor parle del ejército francés: cuyo prodigioso

OCTUBRE , 29 LA LEYENDA DE ORO. 171
milagro consta por auto público fidedigno, que so
baila en el Resumen historial de las grandezas de
Gerona, hecho por el padre maestro Roig, del
orden de los Mínimos de san Francisco de Paula,
en-el cap. 17 de la i parle , folio 90 , y en esta
ocasión la majestad del señor rey Felipe IV (quo
Dios tiene) concedió y confirmó á la ciudad do
Gerona el glorioso titulo de fidelísimos vasallos.
La otra fué el día 24 de mayo del año de 1084,
cuando tenia á dicha ciudad sitiada la Francia con
su ejército, quo gobernaba el M. de Bellaforil: y
después do haber dado diversos asaltos generales,
y tan fuertes que los mas ancianos soldados y experimentados
entre ellos confesaban no haberse
hallado jamás en otros semejantes; cuando todo
el mundo juzgaba se rendiría la plaza , supieron
todos como se apareció una mosca de extraordinaria
grandeza y varios colores sobre el manípulo
del brazo de nuestro invictísimo mártir Narciso
, la cual ya se vio antes de comenzarse los
fieros asaltos, con quo obligó al señor obispo, muy
ilustre cabildo, gobernador y padres do república
de dicha ciudad, á requirir á Isidro Vila, secretario
de ella, para testificar auténticamente dicho
portento, y singularísimo milagro: que sin duda
fué querer el santo animar á sus patricios , dándoles
á entender que aun tenia moscas (Hechas
de su celeste aljaba) con que flechar y abatir el
orgullo de los enemigos, cuando las fuerzas de sus
hijos faltasen, como lo experimentaron bien los
franceses; pues dejaron por despojos y trofeo glorioso
del santo (como hoy se ven en su sagrada
capilla ) siete reales estandartes , después de rendidos
sus capitanes, muertos los mas de sus soldados,
y entregados, los que quedaron vivos, á la
vil fuga; para que conozca España el amparo tan
grande que siempre ha tenido y tiene en san Narciso
; y Francia sepa cómo ha de venerar sus sagradas
reliquias.
4 Atento á esle tan señaladísimo socorro y
milagro, ha conseguido la majestad del católico
monarca Garlos II, de la santidad de nuestro beatísimo
padre Inocencio XI, extensión del rezo del
glorioso san Narciso para lodos los reinos de España
y fuera do ella , sujetos á su real corona , á
cuyos piadosos y católicos ruegos asistieron también
las dos católicas reinas, reinante y madre.
V asimismo su católica majestad le hizo muchos
presentes en su capilla , siendo el de eterna memoria
una riquísima lámpara de jilala, que perpetuamente
arde ante su sagrado cuerpo. También
el concilio tarraconense determinó se guardase,
como fiesta principal, el dia 29 de-octubre, que
es el del bendito santo , para memoria eterna de
su continua protección en lodo el principado de
Cataluña.
5 Con san Narciso fué martirizado san Félix,
que era diácono suyo; pero adviértase que este
san Félix , aunque fué martirizado en Gerona , no
es aquel insigne mártir que en olla dio su vida por
Crislo , y es tenido en la misma ciudad en gran
veneración : porque el uno fué diácono de san
Narciso; y el otro hermano ó compañero de san
< .neníale, como lo dijimos en su vida. San Nar-
ciso y Félix , su compañero , murieron en tiempo
del emperador Aureliano, que comenzó á imperar
el año del Señor de 271 ; y esle otro en el de
Diocleciano y Maximiano , siendo Daciano presidente
de España.
0 También se ha de advertir que ha habido
dos Na'rcisos, los cuales algunos confunden, y de
dos hacen uno. El primor Narciso fué obispo de
Jerusalen, y santo varón y esclarecido en milagros.
E

1T2 LA LEYENI A DE ORO. OCTUBRE, 30
en (¡1 Dollinado , era aun muy joven, cuando se
sintió interiormcnlc llamado por el Espíritu sanio
á dejar el mundo. Después de haberse ejercitado
por muchos años en la observancia de la vida religiosa
, volvió á su patria, donde se le reunieron
gran número de discípulos, y mandó edificar allí
cerca un monasterio. En él estableció el santo la
práctica ya bástanle admitida de que el religioso
, que ejerciese las funciones do hebdomadario,
permaneciese durante su oficio encerrado en una
pequeña celda, orando de continuo para presentarse
con mas pureza y fervor á celebrar los santos
misterios. San Teodoro tuvo este encargo
algunos años, y no aflojó nunca en sus mortificaciones
y en su fervor , y en aquel retiro logró del
cielo el donde lágrimas, con las cuales se derramaban
sobre su alma consolaciones inefables. El
don de milagros lo hizo célebre en su patria, donde
murió el año 575.
SAN CENOBIO , MÁRTIR.—Nació en la Fenicia,
y habiendo abrazado la religión cristiana y estudiado
las sagradas Letras, fué elevado al sacerdocio.
Cuando la última persecución , que excitó
contra la iglesia el emperador Diocleciano, hacia
mas estragos en Fenicia , Cenobio se ocupaba en
visitar y consolar á los cristianos detenidos en las
cárceles, y animarlos para el martirio, y antes
que se acabase la persecución meieció también él
la corona de mártir.
SAN DONATO , CONFESOR.—Lo único que sabemos
de este santo es por san Gregorio , papa , quo
en su libro de Epístolas habla de sus reliquias, y
cuenta algunos milagros obrados por su intercesión
.
Los SANTOS MAXIMILIANO Y VALENTÍN. — Solo
sabemos que el primero es venerado por la Iglesia
como mártir, y el segundo con el título do confesor.
Ambos fueron obispos de distintas ciudades
de Oriente, cuyos nombres ignoran.os, como también
la época en que los santos florecieron.
SAN JUAN, OBISPO Y CONFESOR.—Escribió su
vida su sucesor Valfrido, por el cual sabemos
que Juan gobernó en paz y caridad la Iglesia do
Autun, y que, ilustre y famoso en santidad, doctrina
y milagros, descansó tranquilo en el Señor.
SANTA EUSEBIA, VIRGEN Y MÁRTIR. — Nació
en Bérgamo, cuya ciudad consagró con la efusión
de su sangre, recibiendo la doblo corona de la virginidad
y del martirio, muriendo, según la opinión
mas probable, á fines del siglo 111. ó principios
del IV.
eaisa &©.
SAN MARCELO, CENTURIÓN, Y DOCE HI.IOS~SU-
YOS, Tonos MÁRTIRES..— Entre los muchos ilustres
márlires que ha habido en España, uno es
san Marcelo, soldado y centurión, ó capitán de
cien soldados, así por haber él muerto gloriosamente
por Cristo, como por haber por su ejemplo
animado á doce hijos suyos, para que le siguiesen
y diesen alegremente su vida por aquel Señor
que por ellos había dado la suya en la cruz. Del
padre y de los hijos hablaremos aquí, y referiré-
mos lo que hallamos en las historias eclesiásticas
y en algunos breviarios y santorales antiguos de
España.
2 El martirio de san Marcelo, escrito por los
notarios de su mismo tiempo, referido por el padre
Fr. Lorenzo Surio en su quinto tomo á los 30
de octubre, resumido en pocas palabras , fué de
esta manera. Celebrando las legiones militares de
la provincia de Galicia el nacimiento del emperador
Diocleciano con coronas de flores y rosas en
sus cabezas, y llegándose á ofrecer el incienso
que llevaban en las manos, á una estatua del mismo
emperador; Marcelo, centurión de la legión,
llamada Trajana , que se hallaba presente, abominando
(como era razón) tan detestable sacrificio
con desprecio, no quiso ofrecer el incienso.
Causó esto admiración á los otros soldados, y comenzaron
á amonestarle que sacrificase y se conformase
con los demás; y él encendido en el amor
de Dios , y menospreciando las honras y bienes de
la tierra, se quitó el cingulo militar, y arrojóle con
la espada, confesando claramente que ora cristiano.
Fué acusado delante de Fortunato, tribuno
de aquella legión, y presidente de aquella provincia
: hablóle y respondiólo Marcelo con gran libertad;
y él lo mandó llevar aprisionado á la ciudad
de León, para oírle allí otra vez. Examinóle
la segunda vez, y de la plática resultó que Fortunato
le envió aprisionado á Agricolao, prefecto
del pretorio , que á la sazón se hallaba en la ciudad
de Tánger, metrópoli do la provincia Tmgilana,
en África, que en aquel tiempo estaba sujeta
á ia jurisdicción del presidente de España. Llevóle
ó cargo un soldado, llamado Cecilio Arba: padeció
san Marcelo grandes trabajos en aquel largo
camino, por ir con prisiones y sin ningún regalo.
Después que llegó, y fué preguntado por Agricolao
sobro el caso. y Marcelo hubo respondido
grave y constantemente á sus preguntas, y confesado
claramente lo que había hecho y dicho, y
que era cristiano , y que no se dejaría vencer do
temor ni espantos, ni tormentos, para apartarse un
punto de la confesión de Jesucristo; el prefecto
pronunció sentencia en la forma siguiente contra
él: Es mi voluntad y mando que sea degollado
Marcelo ; porque públicamente violó y quebrantó
el juramento del cargo de centurión , en
que servia en la guerra, renunciándolo y echándolo
de sí, y en la audiencia del presidente dijo
palabras de desatino y locura. Oyendo esta sentencia
Marcelo , dijo : Dios le haga bien ; y con
esto fué degollado. Su cuerpo fué allí sepultado,
y en tiempo de los reyes católicos don Fernando y
doña Isabel, por buena diligencia de un clérigo,
llamado Isla, fué trasladado do Tánger á León, y
puesto en una iglesia de su nombre do san Marcelo,
que es la mas principal parroquia de la ciudad.
Eslá el santo cuerpo sobro el altar mayor en
una arca dorada de muy lindo talle. En el breviario
antiguo de aquella ciudad se dice , que la mujer
do san Marcelo se llamó Nona , y que cuando
supo la muerte de su marido y de algunos de sus
hijos, rogó á Dios quo la llevase para sí, y que
murió luego. Tiénenla por santa , y en gran revé-

ÓCTUIIBK, 30 LA LEYENDA DE ORO. 173
reacia, y también un pozo en que dicen quo esluvo
el cuerpo do Nona algún liempo. El niarlirio
de san Marcelo fué por los años del Señor do 298,
imperando Diocleciano. El Martirologio romano y
el de Reda, y los demás, hacen mención de él á
los 30 de octubre, y el breviario toledano pone
un himno de su martirio y gloriosa corona.
LOS HIJOS 1)1! SAN MARCELO , CENTURIÓN , MÁR­
TIRES.— El breviario de Evora y Juan Vasco, en
la Crónica de España , dicen que los doce hijos de
san Marcelo se llamaron con estos nombres: Claudio,
Lupercio, Victórico , Facundo , Primitivo,
Genulerio, Celedonio, Fausto, Januario, Marcial
, Servando , y Germano , y que todos fueron
mártires.
Los SANTOS CLAUDIO , LUPERCIO, Y VICTÓRICO,
MÁRTIRES.—Los tres primeros Claudio, Lupercio y
Victórico fueron martirizados en León por Diogeniano
, presidente do Galicia, el cual los mandó
prender y degollar, y no quiso darles otros tormentos,
para que con ellos no diesen ejemplo á
otros cristianos , y los animasen á morir, y ellos
no tuviesen aquella gloria de haber padecido mucho
por Cristo. Sus sagrados cuerpos están en la
ciudad de León en un monasterio de San Benito,
llamado san Claudio ; y el año de 1173, el cardenal
Jacinto (que después fué asunto al pontificado
, y se llamó Celestino III), siendo legado
en España , á ruegos del rey don Fernando,
y de don Juan, obispo de León , y de Pelagio,
abad de aquel monasterio , en presencia de otros
muchos obispos y abades , hizo colocar en lugar
alto y decente los cuerpos de estos tres santos
mártires Claudio , Lupercio y Victórico , á los 23
del mes de marzo , como lo dice un piedra antigua
que está en la misma iglesia. Cuando el rey Almanzor
tomó á León, quiso entrar en aquel monasterio
, y reventó el caballo ; y movido el moro
de este milagro , no permitió se hiciese daño en
el monasterio. El martirio de estos santos fué por
los años del Señor de 299 , á los 30 de octubre , y
en este día la Iglesia do León celebra su fiesta , y
ios tiene por patrones; y el Martirologio romano
hace de ellos mención.
* Los SANTOS JULIANO , EUNO , MACARIO , Y
OTROS TRECE COMPAÑEROS, MÁRTIRES; Y SANTA EU-
THOI'IA . .MÁRTIR.—Estos santos se hallaban ¡tiesos
en Alejandría, durante el reinado del emperador
Decio , y como supiese Entropía , que era una mujer
muy cristiana do la misma ciudad, que se les
hacia sufrir hambre y otras necesidades, ella les
mandaba todos los días socorros para aliviarse.
Cuando fué descubierta su piadosa acción, la
prendieron y la llovaion á la presencia del presidente
Apaliano , que la hizo encerrar en la misma
cárcel, hasta que á los pocos días los condujeron
á lodos juntos á la plaza pública, y no queriendo
ninguno de ellos prestarse á los sacrilegos mandatos
del juez , después do haber sufrido varios
lormcnlos, lodos fueron degollados, el año 250
de Jesucristo.
SAN SATURNINO, MÁRTIR.— Fué deCaller, en
Cerdeña , cuya ciudad ilustró con su predicación,
y regó con su sangre , siendo emperador Diocle-
ciano , y gobernador do Cerdeña un tal Bárbaro.
SAN CENOBIO Y SANTA CENORIA , MÁRTIRES.—
San Cenobio era obispo de Egea, en Cilicia , y
santa Cenobia , hermana suya . se ocupaba en servir
á los peregrinos , á los pobres y enfermos quo
acostumbraba tener siempre en su casa el santo
pastor. Ambos hermanos vivían en la paz de Dios,
siendo la admiración de lodos los fieles por el resplandor
de sus virtudes; pero en el año 304,
esta paz fué turbada para proporcionarlos otra
mas estable y sólida en la patria de los santos.
El gobernador Lisias los hizo comparecer á su tribunal
y les mandó sacrificar á los dioses, y negándose
á ello, fueron los dos junios degollados.
SAN TEONESTO, OBISPO Y MÁRTIR.—Gobernaba
la Iglesia de Aluno, en Italia , y empleaba todo su
zelo contra los herejes arrianos. Un dia eslos promovieron
tumulto en dicha ciudad , y obligaron
al santo obispo á separarse de su Iglesia. Teonesio
so fué entonces á Roma á consultar con el papa san
Dámaso, acerca de la conducta que debia observar
, y el pontífice le indicó que se viese con san
Ambrosio, su metropolitano. Marchó pues á Milán
, donde concibió el designio de empezar á recorrer
la Europa predicando contra los nuevos
errores, y disputando en lodas parles con los arrianos.
Su misión dio á la Iglesia opimos frutos,
porque muchos de aquellos sectarios abandonaron
sus extravíos, después do haberle oído. Recorrió
loda la Italia , la Francia, y la Alemania,
y después volvió á Aluno, encargándose otra
vez del gobierno de su diócesis, la cual dirigió con
igual zelo cpie antes , hasta que un dia los arríanos,
no podiendo ya sufrir los males que les causaba,
y la deserción que causaba entre sus partidarios,
volvieron á excitar un tumulto popular, en medio
del cual le quitaron la vida.
SAN LUGANO, MÁRTIR. — Según una antigua
tradición, san Lucano fué martirizado en Logny,
lugar del país de Orleans, al principio del siglo V.
Sus reliquias fueron después trasladadas á la catedral
de París, cuvos habitantes tenían á este
sanio en grandísima devoción, y en ¡as calamidades
públicas acostumbraban sacar en procesión su
sagrado cuerpo , junto con los de san Marcelo y
de sania Genoveva.
SAN GERMÁN , OBISPO Y CONFESOR.-El año 519
fué esle sanio enviado por el papa llormisda*, en
calidad ríe legado, al emperador Justino. El objeto
de la legación era persuadirá los orientales que
pusiesen fin al cisma que contaba ya cuarenta
años, y quo había sido fomentado por los emperadores
Zcnon y Anastasio, ambos unidos al partido
de los herejes, lo mismo que Acacio y oíros
patriarcas de Constantinopla. Las negociaciones
de Germán , que ya era á la sazón obispo de Capua
, tuvieron el mas feliz resollado , pues los herejes
fueron condenados, y el cisma desapareció.
San Gregorio el Grande cuenta que Germán
vio en espíritu á Pascual , diácono de la Iglesia do
Roma, entre las llamas del purgatorio, por liaberso
adherido al cisma de Lorenzo contra el papa
Símaco, do las cuales le libró con sus oraciones.
El mismo autor dice también, quo san Benito , en

174 LA LEYENDA DE ORO. OCTL'IiRE , 31
una visión quo luvo on el nionle Casino , vio el alma
del santo obispo do Capua, que al mismo
momento de morir, era llevada por coros de ángeles
al seno de la dichosa eternidad. La muerto
de este santo sucedió el año 340.
SAN SERAPTON , OBISPO v CONFESOR.—Subió á
la silla patriarcal de Antioquía , siendo consagrado
el año 199. El Martirologio romano . dice que fué
insigne en doctrina: Eusebio y san Gerónimo alaban
mucho su sabiduría y su zelo por la defensa
do la verdad. Escribió y publicó un libro contra la
herejía de Montano, y otro para refutar el supuesto
evangelio del apóstol san Pedro. Serapion
murió en paz , durante el reinado del emperador
Caracalla , el año 2f 1 do Jesucristo.
SAN MÁXIMO, MÁRTIR. — Padeció martirio en
Apamea de Frigia , en tiempo del emperador Diocleciano.
SAN GERARDO , ORISPO Y CONFESOR.—Solo sabemos
que fué obispo de Potenza , en la Lucarna,
cuya Iglesia gobernó en paz por muchos años.
SAN QUINTINO, MÁRTIR.—Quinlino, mártir
gloriosísimo, aunque fué romano noble de senatoria
estirpe, que era la mayor nobleza romana,
con todo fué muchísimo mas noble por la le , quo
como valeroso soldado tuvo á su Rey soberano
Cristo Señor nuestro, por cuya confesión dio gloriosamente
la vida , y por cuyo amor dejó la patria,
los parientes, amigos , riquezas , faustos y pompas
mundanas. Salió , pues, de Roma Quintino con
Fusciano , Victorino, Crispino y Crispimano, y
otros piadosos y devotos cristianos, lodos los cuales
con deseos de propagar la fé de Jesurristo se encaminaron
á Francia : llegaron á París, y de allí
so dividieron, eligiendo cada uno su ciudad, ó
provincia, donde ir á predicar. Quinlino ., predicando
y haciendo prodigiosos milagros , dio vuelta
á una y otra parle , hasta que llegó á la ciudad do
Amiens. A este tiempo era lanía la sangre de
cristianos que el cruel tirano Ricciovaro habia
derramado , que corria un rio de aquella provincia
llamado Mosela , mascón la abundancia de la sagrada
sangre de los invictos mártires, que de sus
propias aguas , las cuales dejando su color nativo,
habian lomado el rojo de la sangre. Luego que el
glorioso Quinlino llegó á Amiens, comenzó á predicar
y ganar almas para el cielo, cuya noticia
llegó á los oidos del impío Ricciovaro , (pie al instante
lo mandó poner con todo rigor en la cárcel,
adonde fué muy gozoso y alegro, y toda la noche
gastó en oración y cánticos divinos.
2 El dia sígnenle , sentado en su tribunal Ricciovaro
, hizo traerá su presencia á san Quintino.
Puesto el santo á su vista , le preguntó : ¿Cómo lo
llamas? Cristiano , dijo Quinlino ; porque soy erisliano
, y creo á Cristo con el corazón , y lo condeso
con la boca; pero mis padres me llamaron Quintino.
¿De qué linaje eres? añadió el prefecto.
Soy , dijo el santo, ciudadano romano , hijo de Ze-
"on , senador. Pues ¿qué cosa es , dijo el prefecto,
qae persona tan noble, é hijo de un varón tan
ilustre, se haya dejado engañar con una superstición
ton grande , como adorar por Dios á aquel
que los ¡udíos crucificaron V No hay mas nobleza,
dijo Quinlino, que conocer á Dios, y obedecer sus
santos mandamientos. Por esla católica religión y
fé que profeso, se conoce á Dios omnipotente,
Criador de cielo y tierra, yá su Hijo Jesucristo
nuestro Señor, por quien fueron hechas todas las
cosas visibles ó invisibles , el cual en todo es igual
al Padre. Iba á proseguir Quinlino; yol prefecto
le embarazó , diciendo : Deja la locura , y sacrifica
á nuestros dioses; si nó, yo te juro por ellos que
le quitaré la vida ron diversos tormentos.
o Pues yo te juro y prometo por mi Dios y
Señor Jesucristo , dijo Quintino , que ni haré lo (pie
mandas , ni temo tus amenazas : y asi ejecuta
luego tus rigores; que dispuesto estoy á padecer
todo aquello que mi Dios permitiere. Tú puedes
atormentar mi cuerpo; pero Dios tendrá misericordia
do mi alma. Con esto so enfureció el prefecto
, y lo mandó desnudar y azotar fuertemente
con duras y nudosas varas; y mientras mas lo
azotaban, mas fuerzas cobraba el guerrero fuerte,
levantando los ojos al cielo, y dando á Dios infinitas
gracias. Consolóle su divina Majestad con
esta voz celestial: Quintino , sé constante: pelea
varonilmente; yo le asisto.
4 A esta voz caveron desmayados en tierra
los verdugos: lo cual visto por el cruel Ricciovaro,
dijo así: Juro por los santos dioses y diosas quo
este Quinlino es mago, y usa de sus encantos ,
como claramente so ve; v asi quitádmelo de delante
, y ponédlo en una oscura cárcel, que yo veré
si lo valen sus encantos. No se permita entrar
cristiano alguno á consolarlo , para que así pague
la pena de sus locuras.
5 Puesto en cadena, pues, y en una cárcel
oscurísima , cansado do los lormenlos y trabajos,
se durmió á la media noche, y al instante se lo
apareció un ángel del cielo, que le dijo: Quinlino,
siervo do Dios, levántale y anímate, y puesto en
medio de la ciudad predica , consuela y anima á
lodo el pueblo , para que crean en nuestro Señor
Jesucristo , y bautízalos. Apenas dijo esto el santo
ángel, cuando , despierto , se levantó y le siguió,
sin rpio las guardas do la cárcel , ni puertas cerradas
le fuesen estorbo alguno. Puesto, pues, en
medio do la plaza, predicó tan divinamente, la le
de Jesucristo, que convirtió mas do seiscientas
personas, y casi toda la ciudad so conmovió.
G Pero luego que lo supo el maldito Ricciovaro
lo mandó prender otra vez , y poner en un tormento
cruel , que era colgarle de unas ruedas que,
suspensas on lo alto , á manera do carrillos de
pozo , ó garruchas , con que se saca el agua , lo
subían y bajaban, descoyuntándole los huesos , y
deshaciéndole el cuerpo lodo , hasta (pie lo dejaron
molido. Después lo mandó azotar y herir cruelmente
con garfios y rastros de hierro: luego que
le echasen por las espaldas aceito, pez y resina
hirviendo , para que entrando por las llagas , fueso
mas intensamente ¡'tormentado. Acabado osle "oríllenlo
, mandó que encendiesen hachas , y le abrasasen
con ellas los costados : pero por mucho fuego

OCTUISKE , 31 LA LEYENDA DE ORO. 175
quo lo ponían exloriormenle , ora mayor el divino
que ¡menormente le abras-aba ; y así dijo animoso
al tirano : Cruelísimo juez , hijo de los engaños
del demonio , ¿por ventura no sabes que, mientras
mas rigores y tormentos añades á mi cuerpo, tiene
mi alma consuelos y refrigerios divinos con que
menosprecio tus rigores?
7 Con esto creció la ira del juez , y dijo : Traed
al punto cal viva , vinagre fuerte , sal y mostaza
molida, y haciendo de todo una bebida , echádsela
en la boca , y veremos á lo menos si así calla
v cesa de injuriar á mí , y á nuestros dioses. Entonces,
volviendo los ojos al cielo el invicto mártir do
Jesucristo , y guerrero animoso , dijo : Señor, dulces
son para mí y suaves cuantos tormentos padezco
por tu santo nombre; y aunque sean ios mas
amargos del mundo , ámi paladar son dulces como
el panal.
8 Oyendo esto Ricciovaro, dijo: Juro por los
altos dioses Júpiter, Mercurio , Sol, Luna y Asclepio
, que te tengo de alar con fuertes cadenas, y
has do ir preso á Roma , ¡ ara que allí, á vista do
los sacros emperadores , pagues con mas crueles
tormentos tus atrevimientos, y el haberle huido
rio la cárcel. Bien sé, dijo Quintino , que en Roma
y en cualquier pane me ha de favorecer y asistir
I)ios ; y así no rehuso el ir: pero confio en mi Señor
Jesucristo, que el fin de mi vida será en esta
provincia. Y así fue como lo profetizó el santo mártir;
porque, mandándole poner al cuello, y por
lodo su cuerpo, fuertes cadenas, y que se partiesen
ron él los ministros para Boma , ordenó el prefecto
que fuesen poco á poco; porque queria él mismo
acompañarlos, para entrar glorioso con el triunfo
: y así , llegando á un lugar, llamado Augusta
\ cromando , no lejos de Amiens , so detuvieron á
esperarlo. Al dia siguiente llegó Ricciovaro, y
mandó le trajesen delante á Qumtino : y mirándole
con cariño , vuelto el lobo en raposa . le dijo :
Ouinlino hermano, porque eres joven y de tan
noble prosapia , tengo piedad de tí ; y así toma mi
consejo , que- es de hermano y amigo : sacrifica
solo á Júpiter y Apolo , y si quieres ir á Roma , lo
doy mi palabra de honrarle, como mereces cu esta
provincia : escribiré á los sacratísimos emperadores
, dicíéndoles quién eres , y lo mucho que mereces,
pura que te den el título de príncipe y juez
magnífico rio esla provincia, y ocupes mi lugar, quo
es cuanto por tí puedo hacer. A eslo respondió el
invictísimo mártir: Muchas veces, ó Ricciovaro,
te he dicho quo le cansas en vano; porque yo no
tengo de ser tan loco como tú, que sacrifique á
los demonios infernales; pues no son olra cosa estos
que llamas dioses.
9 Aquí acabó Ricciovaro do perder las esperanzas
de reducirlo y juntamente la paciencia; y
así hizo llamar un herrero, y le mandó hacer dos
agudos clavos y tan largos, quo entrando por la
cabeza, llegasen hasta las piernas , y otros diez
mas pequeños, quo entrasen por entre launa y
yema de los dedos, llízolos el herrero al instante,
y los verdugos se los clavaron los diez en los diez
dedos de las manos , y los dos por lo alio de la cabeza
, que le traspasaron lodo el sagrado cuerpo de
alio á bajo hasta los pies, con que quedó lodo hecho
un lastimoso espectáculo á los hombies, pero
glorioso á los ángeles y á los cielos. Viéndole de esla
manera el tirano clavado , y corriendo arroyos
de sangre , dijo soberbio y vano: Vengan los cristianos
todos, y vean esle mísero espectáculo, y
les servirá de ejemplo y escarmiento viendo aquí,
donde llega la ira de mis rigores. Pero no sabia
el tirano lo que se decía ni hacia; pues antes mostrarles
á los valerosos cristianos la constancia invencible
de Quintino , fué mostrarles un mudo predicador,
que con su ejemplo exhortaba y animaba
á todos á alcanzar semejantes triunfos del bárbaro
y cruel gentilismo; porque ninguno hubo á quien
no moviese la vista del generoso mancebo , é invencible
caballero do Jesucristo, á una emulación
sagrada , y deseo fervoroso de ser semejantemente
atormentado por la lo sanlay divina suya. Cansado
ya el lírano de ver tanta constancia , y tan milagroso
vivir , y que se reducían infinitas almas , con
sola su vista , á la fé de Jesucristo , y á voces pedían
el martirio ; mandó que le cortasen la cabeza
: y viéndose ya á las puertas de la gloria , gozoso
y alegre, mientras el verdugo desenvainaba
la espada , hizo una breve y fervorosa oración á
Dios , y una exhortación á los nuevamente convertidos
, é inclinando la cabeza , se la corló do un
fiero golpe el verdugo, y al instante se oyó una
voz del cielo, que dijo: Quintino, siervo mió, vén
y recibe la corona que tongo para tí prevenida en
la gloria por tus grandes méritos: y saliendo una
candida y hermosísima paloma do su cuello, quo
era su alma santísima , vieron lodos como entró
triunfante y gloriosa en el cielo, á ser colocada en
el coro de los espíritus soberanos y mártires do Jesucristo.
Su glorioso triunfo fué á los 31 de octubre
, jror los años del Señor de 303 , imperando el
impío Maximiano. Su cuerpogloríosofué sepultado,
por orden del mismo Ricciovaro, de noche , y con
todo silencio y secreto (para que ningún cristiano
lo supiese y descubriese tan gran tesoro á la Iglesia)
en un profundo cenagal cpie hace el rio que por
allí pasa , llamado de unos Secuana , y de otros
Sona , y allí estuvo ocullo por espacio de cincuenta
y cinco años, hasta quo Dios fué servido de descubrirlo
milagrosamente: que fué en esta forma.
10 Habia en Roma una rica y noble matrona,
llamada Eusebia, ciega desde edad de nueve
años. A esla se apareció tres veces un ángel del
Señor, y todas Iros veces la dijo , que si queria cobrar
la vista fuese á Francia , y buscase el cuerpo
del glorioso mártir san Quintino, que él la guiaría
al lugar adonde estalla. Obedeció la señora : y
guiada del ángel, y acompañada do decente familia,
según su calidad, fué á la ciudad de Amiens,
y de allí, al lugar y parle del rio donde había
sido sepultado el cuerpo glorioso , guiada siempre
del santo ángel. Estando allí, preguntó á muchos,
si sabían el cuerpo de san Quintino : y como ninguno
la supiese dar razón , así por haber ya pasado
cincuenta y cinco años, como por el secreto
con quo el tirano Ricciovaro lo hizo sepultar y esconder;
ella se puso en oración, pidiendo á Dios
fuese servido decirla lo que no sabían los hom

J7G LA LEYENDA DE ORO
hros. Apenas acabó su oración, cuando (¡ó maravillas
do Dios siempre inmensas!] el mismo
cuerpo so vio por una parto del rio, y la cabeza
por otra , venir nadando basta ponerse en las manos
de Eusebia. Recibiólo con el gozo que se puede
imaginar, y los que la asislian, vieron como oslaba
incorrupto, hermoso y bello, y todos percibieron
la suavísima fragrancia de un divino y celestial
olor que despedía do sí. Luego ordenó
Eusebia que caminasen con el santo cuerpo á una
ciudad, que estaba cinco millas de allí, para
darlo honoríliea sepultura; pero apenas apartados
del rio subieron ¡i lo alio del monle, cuando se hizo
tan pesado el cuerpo santo, (pie no les fué posible,
á los que lo llevaban, pasar de allí, quedando todos
tan admirados como inmobles. Conocida con
este prodigio la voluntad de Dios , que era no querer
su siervo Ouinlino dejar el lugar donde había
padecido vencido y ganado la corona de la gloria
; ordenó Eusebia que allí lo sepultasen lo mas
decente que les fuese posible: y al irle á poner
en el sepulcro, cobró la vista deseada, y que tantos
años había que carecia de ella. Dio infinitas
gracias á Dios , y al glorioso san Quinlino por tan
gran favor y milagro. Oíros muchos enfermos,
«pie allí se hallaron de varias enfermedades , lodos
sanaron: con que todos glorificaron á Dios en
su siervo y glorioso mártir Ouinlino.
11 Pasaron trecientos y veinte años , en cuyo
discurso do tiempo poco á poco se había ya ido
olvidando la memoria do tan gran santo ; y asimismo
se olvidó del todo el lugar donde Eusebia
lo sepulló , si bien había quedado una pequeña
iglesia, fabricada en el mismo monle; pero nadie
sabia si dentro do ella estaba sepultado el.santo
cuerpo , ó nó. Por este tiempo vivía el bendito san
Eloy; y siendo obispo, fué muy dado , como á todas
las virtudes , á venerar los cuerpos y reliquias
de los santos; y asi buscó muchos, que vacian incógnitos,
y los colocó y veneró con especial devoción.
Deseaba mucho hallar el cuerpo de san Ouinlino:
y como lodos ignorasen el lugar desu sepulcro,
el santo obispo preguntó á Dios lo que ignoraban
los hombres por su descuido. Ayunó tros días continuos:
estuvo siempre en oración; y dijo á Dios,
con aquella fe que tenia: Señor, no comeré, ni
beberé , ni cuidaré de las ovejas que me habéis
encomendado , basta que me descubráis el tesoro
que busco. Mientras esto pasaba, muchos , que á
Eloy asislian, cavaban en diferentes partes de la
iglesia, pero en vano; hasta que al tercero cha
siendo ya noche, se levantó el santo de su oración,
y con el báculo señaló un lugar , mandando que
allí cavasen, luciéronlo así; pero como hubiesen
ya pasado mas do diez varas de hondura y nada
descubriesen , perdieron las esperanzas y so dejaron
de cavar. Entonces Eloy, tomando una espuerta
, entró en el boyo, y con las manos la llenó
do tierra, y apenas tocó con ol báculo en aquella
parte que habia ahondado mas con sus benditas
manos, cuando sintió que habia tocado madera:
volvió á dar mavur golpe, y rompió la tumba.
Aquí fué donde comenzaron todos á ver las maravillas
de Dios, y de su siervo Ouinlino ; pues sa-
ÓCTURRK, 31
lió por aquella rolara un globo do luz tan hermoso
y bello , quo siendo á la media noche, y muy oscura
, todos juzgaron ora de día y quo había salido
el sol: tanta fué la claridad quo llenó la iglesia y
toda la montaña, quejuzgaron lodos loscircunvecinos
que habla amanecido; y asi se levantaron á
meciia noche: pero no so engañaron ; porque la luz
permaneció basta que salió el so!. Con la luz salió
también una fragrancia tal, que lodos juzgaban hallarse
en el paraíso. Tiernas lágrimas do gozo derramaba
el sanio obispo , por haber hallado tan gran
tesoro. Sacóle de la tumba , en que yacia, hermoso
, fresco y oloroso. Sacóle los clavos que el impío
Ricoiovaro le clavó: besólos como reliquias
sagradas; y para queso viese cuan entero, sano
ó incorruptible estaba , mostró á lodos una gota do
sangro viva quo salió de una de las heridas, llízolo
una caja de oro , plata y piedras preciosas , donde
le colocó : y para que en adelante no se volviese
á perder su memoria , amplió la iglesia , haciendo
un suntuosísimo templo, y un monasterio, que hoy
persevera, donde hace Dios infinitos milagros por
su siervo Quintino , con que es para siempre glorificado
y glorioso. Escribieron la vida y martirio
de san Quintino, y sus dos gloriosas invenciones
Reda; Usuardo; Adon; Surio , tomo v; Pedro do
Naialibiis, hb. ix , cap. I 26 ; san Gregorio Turonense
Ik /¡loria marli/nim , cap. 72 el 73 ; el
Martirologio romano ; y Raronio en sus anotaciones
, y en el tomo n de sus Anales, año 303,
núm.130.
* SAN NEMESIO Y SANTA LUCILA , MÁRTIRES.
—-Nemesio era diácono de la Iglesia do Roma , y
la virgen Lucila era bija suya. Ambos vivían ocupados
en el servicio do los santos, y pasaban sus
(lias tranquilos en la oración y las buenas obras,
santificando sus almas para ser agradables á Dios.
Cuando el emperador Valeriano publicó sus edictos
contra los cristianos, padre é hija fueron presos,
y no queriendo dejar la fé de Jesucristo , fueron
degollados en la misma ciudad de Roma el dia
25 de agosto del año 25'i- ó 255. Sus cuerpos (nerón
sepultados por el papa san Estovan , y después
colocados mas honoríficamente en la vía Apia por
el papa san Sixto el dia 31 de octubre del año 258,
y el pontífice Gregorio V los trasladó después á
la diaconía de Sania María la Nueva , junlamenlo
con los cuerpos de los sanios Smfronio , Olimpio,
tribuno , Exuperia , su mujer, y Teódulo , su lujo,
los cuales convertidos á la fé por Smfronio , y bautizados
por el mismo san Estovan, recibieron la
corona del martirio. Los cuerpos do todos estos
santos fueron hallados en el mismo sitio en tiempo
del papa Gregorio XIII , y los colocaron debajo del
altar do la misma iglesia , donde se conservan.
Los SANTOS AMPLIADO , I'HIIANO , Y NARCISO,
MÁBTiiiF.s — De los dos primeros hace mención san
Pablo en su epístola á los romanos, capitulo 10,
vers. 8 y 9 , con oslas palabras : « Saludad á Ampliado,
á quien amo entrañablemente en el Señor.
Saludad á Urbano , que ha trabajado conmigo en
Jesucristo. » Galesiniodicc, (pie san Ampliado fué
obispo de Usilópolls, ciudad de Macedoma , donde
murió márlir por la fé, y que san Urbano derra-

. LA LEYENDA DE ORO. •
U i
NOVIEMBRE , i , . K H i el arzobispo , asó nuestro sanio á Colonia, donmó
sn sangre jnntamen.e con Narciso^ muchos *^*^J. ^ l ¡ e m p 0 . v h l 0, o s e reliró al

NOVIEMBRE , 1 LA LEYENDA DE ORO. . 177
mó su sangro juntamente con
otros en una ciudad de Grecia á fines del siglo I.
De san Narciso dice también el apóstol san Pablo
en su carta citada estas palabras: « Saludad á los
de la casa de Narciso, que son en el Señor.»
SAN ESTAQUIO, OBISPO Y CONFESOR. —Fué convertido
á Jesucristo y consagrado obispo de liiz.auciojboy
Constantinopla, por el apóstol san A ndrés.
San Pablo en su epístola á los romanos habla tambicndc
este santo, por las siguientes palabras: «Saludad
á mi amado Estaquio. » Fué el primer obispo
de Bízancio y luego el fundador de la iglesia de Arginópolis,
en la cual enseñaba constantemente el
Evangelio á mas de dos mil cristianos. Su episcopado
, que duró quince años , fué el de un verdadero
apóstol, y terminó su vida en paz, durante
el siglo I.
SAN YOLFANGO, omsro Y CONFESOR.—Nació
este siervo de Dios en la Snavia, de padres plebeyos,
y cuidó de su educación un virtuoso eclesiástico
de su patria. Era bastante niño aun, que ya
entró en el monasterio de Ríehenaw, célebre escuela
de ciencias y virtudes, adonde acudian muchas-Iglesias
á sacar sus pastores. Yolfango deseaba
solo consagrarse al retiro y á la oración; pero
vióse obligado á pasará \V urtaburgo á perfeccionar
sus estudios, y después á Tréveris, cuyo arzobispo,
que conocia sus talentos, le obligó á aceptar
el empleo de deán, con el cargo de regentar una
escuela. Desempeñó , pues, estos dos destinos con
mra piedad y un zelo que dieron á todos la mas
alta idea de su virtud. Después de la muerte de
iHa 1.
NOVIEIBR
LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS.--Entre
todas las fiestas quo la santa Iglesia ha instituido
por todo ol año, en reverencia de los bienaventurados
que eslán en el cielo, la mas solemne
y de mayor devoción es la que celebra el
primero dia de noviembre en conmemoración y
honra de lodos los santos ; porque en esta fiesta
los abraza á lodos , sin excluir alguno , y se encomienda
á ellos, ó invoca y llama en su favor á
toda aquella bienaventurada compañía y corte
celestial. Instituyó esla fiesta en Roma el papa
Bonifacio, IV de este nombre, en honra de la
gloriosísima Virgen María nuestra Señora, y de
lodos los santos mártires, consagrando al Señor
aquel suntuosísimo templo, que no Domiciano,
emperador (como dice Adon), sino Marco Agripa,
ciudadano romano, y gran privado del emperador
Oclaviano Augusto, habia dedicado á Júpiter
Vengúdor (como dice Plinio) después de la bala-
TOIHO IV.
Narciso y muchos aquel arzobispo, ¡asó nuestro sanio á Colonia, don
de permaneció algún tiempo , y luego
e retiró al
monasterio de Eulilden , para servir á Dios en el
silencio y la práctica do la mortificación. Aquí
abrió también una escuela y recibió las sagradas
órdenes. Consiguió entonces permiso para ir á predicar
el Evangelio, y partió para Hungría, el
año 972. Algún tiempo después el emperador
Otón II lo recomendó para el obispado do Ilatisbona
, y en efecto , Yolfango fué elegido canónicamente
y consagrado , leniendo que vencerse en
aquella ocasión toda la inclinación que él profesaba
á la soledad. Continuó viviendo como un monje:
su principal cuidado fué dar reglamentos que corlasen
los abusos introducidos en el clero y la disciplina
, y los pobres encontraron en él un padre
tierno y cariñoso. Fué preceptor de los hijos del
duque de Baviera, que, merced á la piadosa educación
que el santo les dio , llegaron á ser príncipes
altamente útiles á la Iglesia y al estado. Habiendo
Yolfango emprendido un viaje por un objeto
de caridad, cayó enfermo en el camino, y murió
en Pupping, en Austria, el cha 31 de octubre del
año 994 , y en 1052 el papa León IN lo colocó en
el número de los santos.
LA CONMEMORACIÓN DE LA VICTORIA BEL SALA­
DO.— 'Lodos los historiadores eslán contestes en
reputar por milagrosa la victoria del Salado conseguida
por los españoles conlra ios moros, y no es
exlraño que cu esle dia la católica España dé gracias
á la Providencia por el singular beneficio que
le fué dispensado.
lia naval en que Octavíano venció á Marco Antonio,
y quedó señor absoluto del imperio romano.
Llamó Agripa á este templo Panteón, que
quiere decir «casa de todos los dioses; » porque
en él todos los falsos dioses de la antigüedad eran
venerados. Y dado que, después que el emperador
Constantino se convirtió á nuestra santa fé, y comenzó
á edificar templos á Jesucristo nuestro
Salvador, los cristianos derribaron muy magníficos
y maravillosos templos de los gentiles, para
que no quedasen en pié los lugares en que se habían
ofrecido tan sucios y abominables sacrificios
al demonio; porcaya razón en Alejandría asolaron
un templo de Serapis , en Gaza el de Marna,
en Apamena el de Júpiter, en Carlago el de Celeste,
y en otras partes otros muchos , que eran
tan soberbios y de tan excelente arquitectura,
queso lenian por milagros del mundo; todavía
después juzgaron que era mejor (ya que estaba
caida y rendida la gentilidad) que donde antes
habia sido servido el demonio, fuese servido ol
veidadcro Dios , y que los mismos lemp'os pro

il'ó - LA LEVEND A DE ORO. NOTiEMimn, 1
ñiños y abominables se purificasen coa las ceremonias
que usa la Iglesia católica, y santificados
y adornados con las reliquias de los mártires se
consagrasen al Señor; como se ve en san Gregorio
Magno , que en una epístola escribe al rey de
Inglaterra, que poco antes se habia convertido á
la le, que haga echar por el suelo los templos de
los ídolos: y después quo ya la cristiandad habia
echado algunas raíces en aquel reino; para que los
ilacos no se turbasen, mandó á Melilo, obispo, que
no se arruinasen los templos de los paganos, sino
que se convirtiesen en iglesias de cristianos. Siguiendo
pues esta orden Bonifacio IV, que fué
sumo pontífice poco después de san Gregorio (porque
Sabiniano y Bonifacio III, que inmediatamente
le sucedieron, aun no vivieron tres años),
dedicó el Panteón , que Agripa habia edificado á
lodos los dioses, en honra de la santísima Virgen
María nuestra Señora . y de todos los santos mártires
(que eran los que en aquel tiempo se celebraban
en la santa Iglesia), y llamó á aquella iglesia
Sania María ad Mari ¡/res, y hoy se llama
Nuestra Señora la Rotunda; y mandó que se celebrase
fiesta en Roma á los 13 de mayo, en que
se hizo la dedicación: y en este día la pone el
Martirologio romano. El cardenal Baronio dice,
quo en un libro antiguo de aquella Iglesia , escrito
de mano . halló que se levantaron y colocaron en
ella con gran solemnidad veinte y ocho carros de
huesos desunios mártires, sacados de diversos
•cementerios de aquella santa ciudad. Eslo es lo
«pie mandó el papa Bonifacio IV , mas después
Gregorio, asimismo papa IV, que murió por los
años del Señor de Sh'v, ordenó que la fiesta quo
se hacia en Roma á 13 de mayo en honra do
nuestra Señora y de todos los mártires , se hiciese
por loda la cristiandad el primer día de noviembre
en reverencia de ellos y juntamente de
lodos los santos confesores y moradores del cielo.
Por esta causa se llama la Fiesta do Todos los
Santos, y se guarda en loda la Iglesia , y particularmente
en la de nuestra Señora la Rotunda de
Roma, con singular regocijo y devoción; y esta
es la primera causa de la institución do esla fiesta.
Pero oirás hay de no menor consideración, entre
las cuales una es la obligación tan precisa que
tenemos de glorificar al Señor en sus santos, y do
honrar los mismos santos, que tan bien le supieron
honrar, y nos dejaron tan raros ejemplos en
su santidad, para que los imitásemos; y ahora con
sus oraciones nos ayudan y sustentan..
2 Pero siendo como son los santos innumerables,
y que por sor laníos , no se pueden todos en
particular, y cada uno por sí, celebrar, fué cosa
convenienlísima que se instituyese un día para
que en él á lo menos los alabásemos y pidiésemos
su favor, y mosli asemos la piedad y devoción que
tenemos con todos, sin excluir á ninguno. Otra
razón es la quo se escribe en el libro llamado Orden
romano: i I (¡uidquid (dice) humana f''agilitas
per ignoranliam, anl uegligenliam in solemnilatilms,
el vigilas sancloriim miniís plení'
peregil, in hnc observa/ione sánela servetur:
Puraque ludo So que la humana fragilidad hubiere
fallado entre año en las fiestas y vigilias de los
sanios, ahora sea por nuestra ignorancia , ahora
por nuestra negligencia, se recompense en esla
íiosla , y se supla con el mayor fervor de nuestra
devoción. Otra razón es la que la santa Iglesia
nos da en la oración del oficio divino que reza
eslo dia : i't desiderátum nobis lúa propiliationis
alandanliam , multiplicatis inlercessoribus
largiaris: Para que lo que por nuestros grandes
pecados no habernos podido alcanzar del Señor,
por intercesión de cada uno de los sanio ;
; boy lo
alcancemos por los ruegos de aquella corle y
bienaventurada compañía, que postrada delante
del acatamiento de la santísima Trinidad, le representan
nuestras plegarias y oraciones, y con
singular afecto y caridad le piden que nos oiga y
otorgue lo que por medio de tantos y tan grandes
siervos y amigos suyos le suplicamos.
3 Pero la principal razón de la institución de
esta fiesta es animarnos á la imitación de todos los
santos, proponiéndonos su vida perl'ectisima y divina
, v la gloria inenarrable que por ella alcanzaron
(como dice san Bernardo); para que en nuestra
conversión sigamos á los que con esla tan
solemne fiesta veneramos, y corramos con grandes
pasos á la bienaventuranza de los que tenemos
por bienaventurados, y seamos favorecidos con el
patrocinio de-Ios que nos recrean con sus alabanzas:
y san Agustín dice: «Aquellos de verdad
celebran las gozosas lieslas de los sanios mártires,
que siguen las pisadas y ejemplos de los mismos
mártires; porque no son otra cosa las solemnidades
de los mártires, sino unas encendidas exhortaciones,
para que no seamos perezosos en imitar
lo que celebramos con gloria. » Hasta aquí son palabras
de san Agustín. Para eslo la sania Iglesia
nos lee hoy en la misa el Evangelio de las bienaventuranzas
en quo nos descubre el camino por
donde lodos los sanios anduvieron, y nosotros debemos
andar: la humildad y pobreza de espíritu:
la mansedumbre y lágrimas: la hambre y sed de
la justicia: la misericordia y las otras virtudes
que tuvieron ; y juntamente el ga'ardon y posesión
de la tierra de los vivientes, y remo del
cielo, quo por ellas se les dio. Y porque los ejemplos
de los sanios se deben leer en las vidas particulares
de cada uno de ellos, y todos so resumen
v están cifrados cu estas bienaventuranzas,
que son los medios para alcanzarla gloria y bienaventuranza
de la patria que ahora poseen (la
cual, aunque con diferentes grados, es una, y la
misma de todos); para que mas nos inflamemos al
amor de la virtud , y á imitar la vida de los mismos
sanios , quiero aquí tratar del inmenso gozo y
gloria inenarrable quo ellos poseen; pues la ¡-aula
madre Iglesia , celebrando su fiesta, hoy nos la representa.
h Mas, ¿qué lengua , aunque sea de los mismos
santos, podra explicar la gloria que ellos poseen
; ó qué entendimiento comprender aquel
Bien que solo es bien y fuente y causa de lodos
los oíros bienes? El apóstol san Pablo dice , que
el ojo no vio , ni la oreja oyó , ni el corazón del
hombre comprendió los bienes que Dios tienu

NOVIEMBRE , 1 LA LEYENDA DE ORO. 37!)
aparejados para los que le aman. No puedo el
ojo verlos; porque no llenen color: ni la oreja
oírlos; porque no lienen sonido: ni el corazón humano
comprenderlos ; porque aquellos bienes no
son humanos, sino divinos, é iulinilamenle exceden
su capacidad. El angélico doclor sanio Tomás
enseña, que tres cosas . que en sí son finilas,
en cierta manera son de infinita grandeza y dignidad.
La primera esla humanidad de Jesucristo
nuestro Salvador, que por ser unida en una misma
persona con unión hipostática con la divinidad
, es de infinita dignidad , y no se puede decir,
que Crislo es pura criatura. La segunda cosa es la
sacratísima Virgen María nuestra Señora: la cual,
aunque en sí es pura criatura , finíla y limitada;
mas por ser Madre de Dios, y haber concebido en
sus entrañas y jiarido al Verbo cierno, que es infinito
é incomprensible, tiene en sí una cierta
grandeza inmensa, y una prerogaliva de infinita
excelencia. La tercera es la gloria y bienaventuranza
de los santos : la cual, dado que en sí
sea finita y tasada , porque los mismos santos y
bienaventurados también lo son; mas en cierta
manera se dice ser infinita; porque ven y gozan
eternamente de aquel Bien que es infinito , y que
los mismos sanios no pueden entera y perfectamente
comprender. Es tan grande esla bienaventuranza
, que el hombre que la posee, en cierta
manera se hace Dios, no por naturaleza , sino por
gracia y participación, á la manera que dice san
Pedio: L't ejficiamini dieinw consortes nalurm:
Para que seamos particioneros de la naturaleza d¡-
\ina : porque así como la bondad hace al hombre
que la posee bueno, la justicia justo, la sabiduría
sabio, la fortaleza fuerte, la hermosura hermoso,
v las otras calidades le califican y le dan el apellido
de su nombre ; así dice gravemente el alio y
filosófico teólogo Severino Boecio, que la propiedad
de la divinidad es hacer divinos, y de la deidad
hacer dioses: y que este es el premio que da
Dios á los santos en el cielo , que es hacerlos en
cierta manera dioses; para que se cumpla aquello
de! real profeta : Eijo dixi: ])ii estis, el filii
(Xcelsi omnes: porque así como los muy poderosos
reyes se sin en de los grandes de su reino , y
muchas veces de los que son de casta y sangre:
así Dios nuestro Señor en aquella su imperial corte
, donde lodos los santos y bienaventurados le
sirven , para que mas resplandezca su soberana
majestad y grandeza , quiere que lodos ellos sean
reyes, y en cierto modo parientes suyos, comunicándoles
por gracia , lo que él tiene por naturaleza
, á cada uno conformo su capacidad , y dándoles
una cierta semejanza suya : de la cual dice el
apóstol san Pablo: «Todos nosotros, descubierto el
rostro , contemplando la gloria del Señor, seremos
transformados en la misma imagen, y vestidos de
su gloria y claridad, derivada en nosotros do la
claridad y gloria que él tiene, y seremos como un
espejo que recibe y représenla la imagen del que
le mira :» v o! discípulo querido del Señor dice:
«Cuando el Señor se apareciere, entonces seremos
semejantes á él:» de suerte que, como una gola do
el color y el sabor del vino, y como el hierro encendido
y hecho ascua en la fragua , quedando
hierro, deja las propiedades de hierro y se wslo
de las de! fuego , y como el aire investido y penetrado
de los rayos del sol, se viste de su luz y resplandece
con su claridad , y como el espejo que
recibe derechamente los rayos del sol , nos representa
una semejanza del mismo sol; así los
bienaventurados, alumbrados de aquella lumbre
divina , y vestidos de aquella inmensa luz do Dios,
participan de su deidad, y se transforman en su
semejanza é imagen. Esla bienaventuranza de los
santos, dicen los sagrados teólogos que se divido
en dos parles: la primera esla gloria esencial,
que es la mas principal y sustancial parle de su
bienaventuranza: la segunda es accesoria y accidental
, y menos principal, como mas abajo declararemos.
La g'oria esencial es una total conjunción
y unión del alma con Dios, purísima, amabilísima
é inexplicable, colmada de lodos los bienes, y
apartada-de lodos los males. Esla conjunción v
unión con Dios , consiste en la vista clara del mismo
Dios, de la cual dice san Agustín: Quce visio
esl; tola merces, que todo el premio y toda nuestra
bienaventuranza es ver á Dios: porque, aunque
acá en la tierra , por ver un hombre al rey,
no es rey , ni por ver cosas hermosas, es hermoso,
ni alegre , por ver cosas alegres ( porque todas estas
cosas son bajas y limitadas, y fuera del hombre
que las ve); pero Dios es un bien tan inmenso,
lan infinito ó incomprensible , y tan lleno do infinitas
perfecciones, que al que le ve en la gloria
, le arrebata y transforma en sí; y según su
capacidad lo llena de sí mismo, y de lodos los
bienes que posee; y con esta gloriosa vista da a!
alma del bienaventurado una posesión eterna do
sí, y un gozo sobre todos los gozos. De esla vista
dice el g'orioso san Agustín estas palabras: «Ahí
veremos, amaremos y alabaremos : veremos en
nuestra lumbre; ¿y qué lumbre veremos? Una
lumbre inmensa , incorpórea, incorruptible, incomprensible
, que nunca se apaga, inaccesible,
increada, verdadera, divina, que alumbra los
ojos de los ángeles , y alegra y conserva en su vigor
á lodos los santos, y es lumbre de todas las
lumbres, y fuente de vida, que sois vos, mí Dios:
porque vos sois aquella lumbre en cuya luz vernos
la luz, á vos en vos; y con el resplandor de vuestro
rostro os veremos cara á cara. Ver ¡a cara de
Dios vivo es ver el sumo bien , el gozo de los ángeles,
y rio todos los santos, el premio de la vida
eterna , la gloria de los espíritus bienaventurados,
júbilo sempiterno, corona de hermosura, palio
do felicidad , descanso abundantísimo, hermosura
de paz interior, y exterior alegría, paraíso de
Dios , 'Jerusalen celestial, vida beatífica , cumplimiento
de toda bienaventuranza , gozo de eternidad
, y paz de Dios, que sobrepuja lodo sentido.»
Todo esto es de san Agustín. ¿Qué será ver aquella
esencia tan admirable, lan simplicísima y tan comunicable
, y ver en ella de una vista el misterio
de la beatísima Trinidad? ¿Ver al Padre en el
Hijo, y al Hijo en el Padre, y en el Padre y en
agua, mezclada con gran cantidad do vino, toma el Hijo al Esjiiritu sanio'.' ¿Ver sin sombras ni ti

180 LA LEYEND A DE ORO. KOVIEJUIRE, 1
guras, como ol Hijo eternamente es engendrado
del Padre: como el Espirita santo procede del
Padre y del Hijo. como de un principio: como
ninguna de las tres personas es mayor, ni menor,
ni mas noble ni menos noble quo la otra: como el
Padre no fué antes del Hijo , ni el engendrado es
después del que le engendró ; mas todas las tres
personas son en .todo iguales, eoelernas , y de infinita
excelencia y dignidad? Allí ven aquel nudo
indisoluble con que la divina naturaleza se juntó
con la humana, en una persona de Jesucristo; y
de tal manera se unió , el que es infinito con lo finito
, y Dios con el hombre, que se puede con
verdad decir, hablando de Cristo : Dioses hombre,
y el hombre es Dios. En esta visión de la
santísima Trinidad y del misiono de la Encarnación
del Verbo eterno, consisie principalmente la
bienaventuranza. Pero no solamente los santos ven
a Dios en Dios, sino también ven á sí en Dios, y
todas las cosas en Dios: porque, como dice san
Fulgencio, así como el que tiene un espejo delante,
ve el espejo y ve á sí mismo en el espejo, y ve
todas las otras cosas que están delante del espejo;
así los sanios , teniendo aquel espejo sin mancil a
de la majestad de Dios , ven á él, y se ven en él
y todo lo que está fuera de él, según el conocimiento
mayor ó menor que tienen de él: porque
así como acá todas las criaturas son como un espojo
(aunque oscuro é imperleclo) que nos representan
á Dios ; así allá el mismo Dios es como
un espejo lucidísimo , clarísimo y perfeclísimo , que
con una simplicísima vista representa á los bienaventurados
todas las excelencias y propiedades do
las criaturas mucho mas perfectamente que no están
en ellas : y los secretos y misterios escondidos
de Dios, que los mas sabios y altos ingenios, quemándose
las cejas y quebrándose las cabezas, no
pueden con todo su estudio y diligencia rastrear,
escudriñar, ni de mil parles investigar; allí los
ven claramente en su fuente , y alcanzan el cumplimiento
de su deseo. Allí ven como la tierra, el
agua , el aire y fuego y todos los elementos fueron
criados de nada : el cielo adornado de tantas
y tan esclarecidas lumbres y estrellas; y cada cosa
colocada en su lugar con admirable orden y armonía.
Allí ven la sapientísima y maravillosa distinción
, hermosura y disposición de los nueve coros
de los ángeles, repartidos en tres jerarquías.
Allí ven como todas las gracias naturales y sobrenaturales
de tal manera se derivan de aquella
fuente manantial y perenne , y descienden en las
criaturas, que no se apartan jamás do su lóenle
(como el rio de su origen), sino que siempre están
en ella enteramente , como una luz que se comunica
y se reparte en muchas luces, sin algún detrimento
suyo, ó disminución. Yen como todos
los dones de Dios siempre son nuevos, porque en
él no hay diferencia de tiempos, ni pasado ni porvenir,
mas una eternidad, tiempo sin tiempo presentísimo.
Ven como siendo Dios un bien simplícisímo,
inconmutable ó indivisible, unos participan
de él mas, y otros menos, á guisa del sol que comunica
mas ó monos su calor y su luz , según la
disposición que halla. Pues ¿qué diré de los secre-
los juicios de Dios , y do los maravillosos efectos do
su divina providencia , quo son un abismo sin suelo
, y no se pueden apear, y agolan el humano en-
Icndimienlo? ¿Por qué en osla vida uno es rico,
otro pobre: uno sano, olio enfermo: uno robusto,
otro flaco : uno hermoso y otro feo : uno de agudo,
y otro de rudo ingenio : y lo quo es mas, por qué
una criatura muero antes del bautismo y va al limbo;
y otra, en recibiendo el bautismo, vuela al cielo?
¿Por qué á uno de los ladrones que fueron crucificados
con Cristo , le dio tan extraordinaria gracia,
para que le conociese y le confesase por Dios; y
al otro dejó morir en su pecado? ¿Por qué permitió
que cayese Judas en tan detestable y horrible
maldad; y guardó á los demás apóstoles para que no
cayesen en ella? ¿Porqué (como escribe san Agustín)
ol bueno es pobre; y el malo es rico : y el malo
anda alegre y contenió; y el bueno, triste, congojado
y afligido? ¿Por qué el inocente y sin culpa
sale del juicio condenado; y el perverso acusador
triunfa y se alaba de haberse vengado del que no
lo merecia : el pecador tiene entera salud ; y el
justo está consumido y podrido de enfermedades?
¿Por qué los que daban esperanza de ser provechosos
con sus vidas, son arrebatados de la muerto
antes de tiempo; y otros que no parece que hablan
de nacer, logran y viven largos años? ¿Por
qué eslá senlado en ol trono y sublimado en honra
y dignidad el que es oprobio y escándalo de la
república; y el que es justo , pacífico y provechoso
, está arrinconado y sepultado en perpetuo olvido
? Finalmente , allí ven que todas las obras de
DieiS son mezcladas con justicia y con misericordia
, y que de lodas saca el Señor su gloria : y quo
si permile algunas que á nuestros ojos flacos parecen
desbaratadas y fuera de camino, no lo son,
sino muy acertadas y convenientes para mayor bien
nuestro, v gloria y ensalzamiento del que con tanta
providencia y deseo de nuestro provecho las permite:
y no las permitiría, ni los mates que vemos,
sino fuesen instrumentos de los mayores bienes, y
materia para amplificar la gloria de Dios, que por
su gran sabiduría é inmensa bondad de los mismos
males saca mayores bienes.
o De la envidia de los hijos de Jacob, con
que vendieron á los ismaelitas á José , su hermano
, sacó la salud y remedio de los mismos her»
manos quo le habiau vendido : do la muerte acerbísima
é ignominiosísima do Jesucristo nuestro
Salvador, la redención del mundo: del pecado de
san Pedro, humildad para él, y misericordia y
compasión para nosotros: de la incredulidad de
sanio 'lomé , firme testimonio de nuestra fé : do la
crueldad de los tiranos que perseguían la Iglesia,
la gloria y constancia de innumerables mártires,
la confirmación del Evangelio , y ejemplo de lodos
los fieles. No hay contador tan diestro y ejercitarlo,
que pueda contar ni sumar las cosas que los
santos ven en la divina esencia : ni orador , por
elocuente quo sea , que las pueda explicar: ni entendimiento
de hombro, que las pueda imaginar:
las cuales lodas comprenden los sanios en una sola
simplicísima ó indecible vista: do la cual nace
un amor tan encendido , tan abrasado v tan Corva-

NoviKMimE, 1 LA LEYENDA DE ORO
roso . quo el alma bienaventurada se hace fuego
por la participación de aquel incendio y fuego divino
del Señor: de quién se dice que es fuego,
que consumo y convierto todas las cosas en sí y
siempre arde, y nunca se acaba. De este amor resulla
la fruición y gozo inenarrable en la misma
alma por la unión de su entendimiento con aquel
mar Océano de inmensa sabiduría , y de su aféelo
y voluntad con el sumo bien: con el cual está tan
abrazada, y tan apretada y asida, que no se
puede desasir. Esla es la gloria esencial de los
sanios , declarada , no como ella es (porque esto
es imposible), sino como un rasguño, y cosa mal
pintada, á la manera quo nuestra flaqueza en la
oscuridad de la noche de esta vida, y de las tinieblas
de nuestra ignorancia por un vislumbro
puede explicar.
G No se acaba en este sumo bien el bien de
los sanios, ni su gloria en la gloria que tienen
con la vista, posesión y gozo del sumo bien ; antes
de este sumo bien , como de su fuente, manan
otros cuatro bienes, que pertenecen á la bienaventuranza
accidental, segundaria y menos principal:
los cuales son la gloria de sus cuerpos, la
hermosura y excelencia del lugar donde eslán , la
compañía de tantos cortesanos del cielo , y la certidumbre
de que aquella gloria será eterna , y
durará mientras que Dios fuere Dios. Porque primeramente
de aquella gloria copiosísima y abundantísima
del alma redunda en el cuerpo del bienaventurado
lóela la gloria , resplandor y hermosura
deque él es capaz ; y con una sujeción singular,
hermandad y obediencia á la misma alma, quo el
cuerpo , como si no fuese corporal sino espiritual,
así la sigue en todo sin contradicción ni repugnancia
: de manera que así como, mientras que vivimos
acá en la tierra , por ser nuestra alma forma
del cuerpo, y tan hermanada con él, parece que
es de carne, y con el peso.de su mismo cuerpo se
inclina , yes tirada hacia bajo; así en el cielo la
carne, vestida de la gloria del espíritu , se levanta
y sube á lo alto, y en cierta manera se convierto
en espíritu. Para esto da Dios al cuerpo cuatro
dotes maravillosos, que son , conforme á la doctrina
de san Pablo , y de los teólogos, agilidad,
sutileza , impasibilidad y claridad. La agilidad será
t*n grande y tan admirable, que á un abrir de
ojos se hallará el cuerpo del bienaventurado, donde
su alma querrá. No hay caballo tan ligero que
así corra, ni águila que así vuele, ni saela quo
vaya con tanta velocidad, ni el mismo sol (que
en tan pocas horas hace su curso, y da vuelta al
mundo), que se pueda comparar con la presteza
con que el cuerpo glorificado se hallará donde
quisiere. La sutileza será tanta , que no hay aire
tan delicado , ni rayo de luz tan sutil, ni voz de
hombre, ni cosa alguna de la tierra tan penei.ranle
, que la sutileza del cuerpo glorioso con grandes
ventajas no la exceda. Pues ¿qué diré de la impasibilidad?
que es tanta que á la manera que el
rayo del sol no se puede con espada corlar, ni
ahogarse en el agua , ni quemarse en el fuego, ni
ensuciarso ó mancharse con inmundicia alguna ;
así el cuerpo glorioso no puede padecer ni reci-
1S1
bit- lesión, ó daño alguno. ¿Qué de la claridad?
que. sobrepuja á la de las eslrelias, de la luna y
de! mismo sol; y todas las cosas claras y relucientes
de acá son oscuridad , cotejadas con ella. Esto
loca á la gloria de los cuerpos de los bienaventurados.
Mas para declarar la excelencia , grandeza,
riqueza y hermosura do aquel palacio real, y morada
perpetua de los santos , seria menester que
bajase uno de ellos del cielo , y quo como testigo
de vista, nos la pintase y pusiese delante de los
ojos; porque el asiento de esta ciudad es sobro todos
los cielos, y la anchura y grandeza de ella
excede toda medida. Y si hay algunas estrellas
que, según los astrólogos , son mayores sesenta y
ochenta veces mas que toda la tierra; ¿que tan
grande será aquel cielo que abraza á todas las
estrellas, y todos los cielos? No hay grandeza en
el mundo, que con esta se pueda comparar: y
por esto el profeta Baruch , admirado de esta grandeza
, atónito , y como fuera de sí, exclamó y
dijo : a O Israel, [ cuan grande es la casa de Dios,
ó inmenso el lugar de su trono y asiento ! Grande
es, y no tiene término: excelso es, é inmenso. »
Pues si preguntas por las labores de su edificio,
no hay lengua que lo pueda explicar: porque si
esto que parece por defuera á los ojos mortales,
es lan hermoso; ¿qué será loque allá está guardado
á los ojos inmortales? Y si acá en este mundo
visible nos deleita tanto la hermosura de la tierra
, la llanura de los campos, la altura de los
montes, la verdura de los valles , la frescura de
las fuentes, la gracia de los ríos repartidos como
venas por todo el cuerpo déla tierra, y sobre
todo la anchura de los mares, poblados de tantas
diversidades v maravillas de cosas ; ¿qué será en
aquella casa real y en aquel sacro palacio quo
Dios edificó para solar y gloria do sus escogidos?
De este lugar, sobre todas las cosas lindo, admirable
y divino , dicesan Pedro Damián unas palabras
recogidas de diversos y varios lugares do
san Agustín, que quiero poner aquí. «Quien (dice)
podrá explicar la alegría de aquella patria soberana,
donde los edificios son todos de piedras preciosas
y vivas , y los tejados están cubiertos do
oro purísimo, y las salas resplandecientes con
maravillosa claridad , y loda la obra es de piedras
de inestimable valor, y las calles de esta ciudad
son enlosadas de oro mas puro quo el cristal,
sin polvo, ni lodo, ni inmundicia alguna: en dondo
la aspereza del invierno, y el ardor del eslió no
tienen lugar; antes las flores y rosas, que no se
marchitan, hacen una perpetua primavera: allí
blanquean las azucenas , y brotan mil fuentes do
bálsamo : los prados eslán siempre verdes, y los
sembrados hermosos , y corren rios de miel en
grande abundancia , y los ungüentos suavísimos y
aromáticos echan de sí muy olorosa y divina fragrancia:
allí las manzanas lindísimas están colgadas
en aquellos bosques lloridos para siempre.
En aquella ciudad no hay variedad en la claridad
de la luna, del sol, y do las estrellas; porque el
Cordero es el que la alumbra , sin jamás esconderse;
y por oso no hay noche, ni sucesión de
tiempo, sino un dia constante y perpetuo, y cada

182 LA LEYENDA DE ORO.
nusmo espíritu , que les da un mismo ser, v una
bienaventurada vida. Pues siendo eslo así ¿qué
gozo tendrá allí un bienaventurado de la gloria de
lodos los otros; pues á cada uno de ellos ama
nomo á sí mismo? Porque (como dice san Gregorio)
aquella heredad celestial para todos es una,
y fiara cada uno loda; porque de los gozos do
lodos recibe cada uno tan grande alegría, como si
él mismo los poseyese: y (como dice san Agustín)
si en el corazón del hombre apenas puedo caber el
gozo que tiene de su solo bien; ¿cómo cabrá en
él la inmensidad de laníos y lan grandes gozos
que tendrá del número casi infinito do los bienaventurados?
Porque cierto es, que cuanto el hombre
ama á otro, tanto se goza do su bien. Si supiésemos
que un gran santo ha bajado del cielo,
como un san Pedro ó san Pablo, san Juan Bautista
, ó san Juan , evangelista , ú otro cualquiera
do aquellos grandes príncipes do la corte celestial,
y quo está entre nosotros, y que por algún ralo lo
podíamos hablar y tratar familiarmente; ¿quién
no se desembarazaría do lodos los oíros negocios
para verle , para oírle , y comunicar sus cosas con
él? Y si la que hubiese bajado , fuese la Boina de
lodos los ángeles y de todos los santos nuestra
NOVIEMBRE-, 1
uno de los sanios resplandece como un so!.» Ilasla
aquí son palabras de san Pedro Damián: las cuales
Señora la Virgen María con cuánta mayor de-
i 6
vocion y cuidado nos daríamos priesa pura gozar
se han de enlender, no como suenan material­ de su gloriosa vista , y, aunque fuese por breve
mente , sino por otra manera mas alia , barrun­ tiempo , recrearnos con su presencia? Pues ¿qué
tando y sacando por estas cosas , que nosotros co­ júbilo , qué gozo y qué alegría debo tener una alnocemos
, y en que acá nos deleitamos, cuánto ma que puedo tratar, no con un bienaventurado,
mas espirituales y excelentes son las de allá. sino con lodos los sanios que eslán en el cielo, no
7 Pues ¿qué diré de los ciudadanos de esla por una hora , ni por breve tiempo , sino por toda
ciudad , de su muchedumbre , de su nobleza , de la eternidad, y conversar con ellos, como con com­
su buena condición , y de la caridad y concordia pañeros , como con hermanos, con amigos y miem­
quo lienen entre sí? El número es sin número, y bros unidos de un mismo cuerpo con tan estrecha
lan grande, que san Juan en el Apocalipsi dice, caridad? ¿ Qué será gozar de los mas altos espí­
que vio en espíritu una innumerable compañía de ritus , y mas allegados á Dios , quo son los serafi­
bienaventurados , que no bastaría nadie para connes, y de la claridad de su contemplación , y del
tarlos , la cual habia sido recogida de lodo el li­ ardor ferventísimo de su amor? ¿ Qué do los quenaje
de gentes y puebles, y lenguas, y estaban rubines , donde eslán encerrados los tesoros de la
en presencia del trono de Dios , y do su Cordero, sabiduría de Dios? ¿Qué de los tronos y domina­
vestidos de ropas blancas, y con palmas triunfaciones, y de todos los otros coros de los ángeles?
les en las manos, cantando á Dios cantares do ¿Qué de los santos patriarcas? ¿Qué do los pro­
alabanza: con lo cual concuerda lo que el profetas? ¿Qué del colegio de los doce apóstoles , que
lela Daniel significa de este sagrado número, di­ son los doce fundamentos, y las doce puertas de
ciendo en el cap. 7 : «Millares do millares servían aquella santa ciudad? ¿Qué de aquel ejército glo­
al Señor de la Majestad , y diez veces cien mil rioso de los mártires, vestidos de ropas blancas,
millares asistían delante de él: y con ser tantos, con sus palmas en las manos, y con las insignias
no hay entre ellos confusión; antes cuanto es ma­ desús victorias y triunfos? ¿Qué de aquella esyor
el número , tanto es mayor el orden y harmocuela de sapientísimos doctores, de perloclísinios
nía : porque cada uno con maravilloso concierto pre'ados . de humildes y ponilenles confesores, y
está en su lugar y gloria , según su merecimiento. de aquel coro mas blanco que la nieve , de vírge­
Pues ¿qué diré de la nobleza de eslos ciudadanos nes purísimas, y de la bienaventurada compañía
del cíelo , siendo (como son) todos reyes , ó hijos de las viudas, y casadas, y continentes? ¿Y í¡ nal-
de Dios? ¿Qué de su condición suavísima , de su mente de toda aquella muchedumbre de todas las
unión y concordia entro sí? Todos ellos son una almas escogidas de Dios que desde el principio
anima y un corazón; y así viven en lanía paz, hasta el fin riel mundo en cualquier estado, con­
que la misma ciudad tiene por nombre Jerusalen, dición y edad ha habido? Pues ¿qué será ver en
que quiere decir « visión do paz. » Allí la virtud su trono á la serenísima Reina de los ángeles, que
de la caridad , á la cual pertenece hacer todas las solo ella hace coro por sí; porque no tiene par ni
cosas comunes, está en loda su perfección , y todos semejante? ¿Qué ver la santísima humanidad do
los santos mas unidos entre sí, que los miembros Jesucristo, que preside sobre lodos , como rey y
de un mismo cuerpo; porque lodos participan un cabeza , y príncipe universal de lodos los santos,
y eslá sentado á la diestra de la majestad do Dios
en las alturas? ¿Qué será sobre lodo eso ver las
fiestas y triunfos que cada dia so celebran con los
nuevos hermanos, que vencido ya el mundo, y
acabado el curso de su peregrinación, entran á ser
coronados con ellos? ¡O qué gozo so recibe do
ver restaurarse aquellas sillas, y ediíicarse aquella
ciudad , y repararse los muros do aquella nob^e
Jerusalen! ¡Con cuan alegres brazos los recibe
toda aquella corle del cielo, viéndolos venir cargados
de los despojos del enemigo vencido ! ¡ O
cuan dulcemente sabe entonces el fruto de la virtud
, aunque en algún tiempo amargas sus raíces !
Dulce es la sombra después del resistero del medio
dia : dulce la fuente al caminante cansado : dulce
el sueño y reposo al (pie mucho lia trabajado; pero
mas dulce á los santos la paz después del peligro,
y el descanso perdurable después de la fatiga
de los trabajos ríe esta vida, como bien dice el
P. Fr. Luís de Granada.
8 Pero ¿qué es lodo oslo que decimos, ó todo
lo que podemos decir, con nuestra lengua de carne
y tartamuda, de la gloria de ios santos y de aquel
fumo bien que solo los quo lo poseen le conocen?
El cual mas es fiara ser considerado y contení-

NOVIEMBRE, 1
piado con alcalá v continua meditación, quo no
escrito : porque á las almas nobles y generosas,
ninguna cosa las enciende mas al menosprecio do
la tierra y al aprecio y deseo del cielo, que la consideración
de lo quo hay en él, y Dios ha aparejado
para los que de veras le aman.
y Pura rastrear algo de esto , se puede tomar
uno de tres caminos. El primero, considerando la
grandeza . el poder, excelencia y riquezas infinitas
de este Rey soberano, y que aquella es su corto
y palacio real, fabricado para manifestar su gloria
en él , y honrar á lodos sus escogidos , y galardonar
los servicios quo de ellos ha recibido: porque
si la medida de la grandeza y majestad de los reyes
debe ser el resplandor de su gloria y de su
corle; siendo Dios todopoderoso, y el que con sola
una palabra crió esta máquina tan admirable del
mundo, y con otra sola la puede destruir; ¿qué
tan grande pensamos que sera la flota y el convite
que tiene aparejado para manifestar su grandeza?
¿Qué tal será la obra en que concurren la omnipotencia
del Padre, la sabiduría del Hijo, y la
bondad del Espíritu sanio? ¿Donde la bondad
quiero , la sabiduría ordena y la omnipotencia puede
lodo aquello que quiere la infinita bondad, y
ordena el infinito saber, aunque todo eslo sea uno
en lodas las divinas personas? Si la casa y la corte
del rey Salomón de tal manera admiró y robó el
corazón de la reina Sabá , que casi la sacó de sí,
y la hizo perder los pulsos; ¿qué será el palacio
y corto del verdadero y pacífico Salomón , en cuyo
muslo está escrito: « Rey de los rovos y Señor de
los señores? » Y si el rey Asuero celebró aquel solemnísimo
convite en la ciudad de Susa con lauta
opulencia y grandeza para descubrir por este medio
á todos sus reinos sus riquezas, tesoros y poder;
¿cuánto mas aventajado será aquel banquete real
y divino que nuestro Dios, no por espacio de
ciento y ochenta días , como Asuero , sino do loda
la eternidad, hace, para manifestar en él la inmensidad
de sus riquezas , de su largueza , de su
sabiduría, de su bondad, v juntamente para glorificar
en el cielo á los cpie le honraron en la lierra?
Porque si aun acá en esla vida , que no es propia
de galardón sino de trabajo, honra Dios tanto á
sus sanios; ¿qué tal será la gloria quo él tiene depulada
pura honrarlos y para ser honrado en ellos,
y paia pagar los servicios que le hicieron? Porque
Dios en todas las cosas ha de ser Dios: Dios en
honrar á los sanios: Dios en pagar; y Dios en lodo
lo demás ; y así la paga que da , es el mismo Dio.-;
porque no hay otra que sea digna do los trabajos
que con su gracia lomaron los sanios por su
servicio.
10 Y si la magnificencia de esto Señor es tan
copiosa, que hadado tantas diferencias de cosas
ii.diferenlemenle á los justos é injustos; ¿qué bienes
tendrá guardados para solos los justos? Quien
tan graciosamente dio á torios la común posesión
de este mundo sin deberlo; ¿qué tesoros dará á
quien los tuviere debidos? Quien tan liberal es
en hacer mei cedes; ¿cuánto mas lo será en pagar
servicios? Y si en esla cárcel provee á lodos con
lanía abundancia; ¿qué hará con su? escogidos en
I j
A LEYkXD A DE ORO. 1S3
su palacio real? Y si en este dia de lágrimas tanto
nos consuela; ¿qué hará en el dia regocijado de
las bodas?- cspiritualmenle considerado lo (pie esta
gloria cuesta al hombre, y mucho mas lo que cosió
á Dios; porque al hombre le cuesta lodo cuanto
tiene : cuéslalo llevar perpetuamente su cruz , abnegar
su voluntad , y mortificar los apetitos de su
carne, hacer divorcio con lodos los gustos y deleites
contrarios á la ley de Dios, y ofrecérsele en
sacrificio y holocausto.
11 Y con hacer el hombre de su parte lodo
cuanto puede, dice Dios, quo le da la gloria do
balde; y así dice por san .luán : « Yo sov principio
y fin de todas las cosas: yo daré al que tuviere
sed á beber agua de vida de baldo.» Pues
¿qué bien será aquel, por el cual tanto nos pide
Dios , y después de lodo eslo dado , dice , que nos
lo da de balde? ¿Qué bien será el que compró san
Juan Bautista con lan larga y áspera penitencia de
loda la vida, y con su muerte, dando su cabeza
por predicar la verdad? ¿El bien que compró san
Pedro con su cruz , san Pablo con su sangre, é innumerables
mártires (de los cuales unos fueron
apedreados, oíros aserrados, oíros asados, oíros
desollados , y todos cruelísimamente consumidos y
acabados) con exquisitos y atrocísimos géneros de
tormentos y muertes; si después de haber padecido
lo que padecieron se les dio este bien de balde?
Porque, mirando lo que nuestras obras por sí valen
, y no por el valor que tienen por parle de la
gracia , no pueden llegar á merecerlo : y porque es
tan grande y tan inmenso, que por mucho que se
dé por él do nuestra parle, parece que el que lo
compra lo lleva de balde. Pero aun mucho mas se,
echa de ver la grandeza de la gloria de los santos
por el precio que, para dársela , quiso Dios, que es
la sangre y muerte de su bendito Hijo : de manera
que por la muerte de Dios se da al hombro \ ¡da do
Dios : por las tristezas de Dios, alegría de Dios : y
por haber estado Dios desnudo entre dos ladrones
en una cruz , se da al hombre que oslé ves!ido de.
gloria entre los coros de los ángeles. ¿Pues qué
bien será el que se compró con un ¡¡recio tan precioso
ó inestimable? ¿Y qué gloria la que se compró
con la ignominia do la cruz del unigénito Hijo
de Dios? NO hay cosa que asi nos declaro la grandeza
de aquel sumo é infinito bien , como el precio
infinito que por él se dio: por el cual nuestras
obras (que de su cosecha no tienen valor) le cobran
y merecen la vida eterna. Y esta es la primera
manera do eslimar su grandeza é inmensidad.
12 Otra manera es por los males que en esla
vida padecemos: los cuales y lodos los oíros que
se pueden imaginar, están desterrados de aquella
bienaventurada y gloriosa eternidad. Las miserias
y calamidades de esta vida frágil y mortal, son
tan grandes y tan sin cuento, que ellas mismas nos
predican la felicidad y la gloria de la otra que esperamos.
La pobreza, la enfermedad, la tristeza,
la infamia , la muerte, el dolor, los agravios, m-
¡usticias, peligros, desastres, y finalmente el diluvio
de desventuras y miserias que por lodas parles
nos cercan . no son sino uno? despertadores . v

181 LA LEYENDA DE ORO.
NOVIE.lIHItE , 1
como unas voces del cielo que nos avisan que no que hay dos maneras para conocer a á uios, Dios, una
es esla nuestra patria.sino lugar de destierro, valle Afirmativa , que afirma y condesa , que todas las
delágrimas, y cárcel oscura y penosa, en que vivi­ perfecciones do todas las criaturas están jimias con
mos; ó por mejor decir, cada cha morimos hasta infinita eminencia y ventaja en el Criador; y otra
que lleguemos á aquella verdadera vida que es vida negativa , (pie niega todas las perfecciones de Dios,
vital: porque de esta vida presente dice el glorioso y nodo la manera que nosotros las concebimos v
padre san Agustín estas palabras: «Mucho me se las atribuimos , sino por otra manera mas alta",
cansa , Señor, esta vida , y me angustia esta pro- y muy diferente de lo que lodos los entendimien­
lija y triste peregrinación. Mas ¿por qué la llamo tos pueden alcanzar; así de la gloria de los bien­
yo vida y no muerte; pues es vida falsa y muerte aventurados,«por una parle habernos de apartar
verdadera? Esla vida es vida miserable, vida frá­ y negar todo mal, y confesar que no le hay ni lo
gil , vida incierta , trabajosa , inmunda , señora do puede haber en ella; y por otra atribuirla todo el
los pecadores y reina de los soberbios, liona de bien que se puede imaginar ó desear: y así cuando
afanes y de engaños, y que mas se puede llamar el hombre está contento y se goza de tener vida,
mucrle que vida ; pues cada momento morimos, y sahid , fuerzas, hermosura , nobleza , cargos , es­
con los acaecimientos varios de esla nuestra mutatados , dignidades : cuando se deleita en la vista de
bilidad cada hora nos acabamos con diversos li­ cosas amenas y lindas, en oir músicas concertadas
najes de muerie. ¿Cómo podemos llamar vida á y de excelentes voces, en oler cosas olorosas y
esla que vivimos; pues ¡os humores la alteran, los suaves, en gustar las dulces y sabrosas , en tocar
dolores la enflaquecen , los calores la secan, el aire las blandas y delicadas: y mucho mas cuando el
la inficiona , el manjar la corrompe, ol ayuno la entendimiento se alegra por la especulación y co­
fatiga, los placeres la trastornan, los pesares la nocimiento de aquella verdad, y la voluntad por
consumen , el cuidado la ahoga , la seguridad la el amor y cumplimiento de su deseo en alcanzar
destruye , las riquezas la levantan, la pobreza la algún gran bien; de su mismo contento puede sa­
derriba, la juventud la desvanece, la vejez la aflicar el contento que tendrá en el cielo , donde toge,
la enfermedad la quebranta , la tristeza la dos los contentos están juntos y amontonados en
acaba , y á todos estos males sucede la muerte fu­ uno. y lodas las cosas que acá nos lo dan, sin comriosa
por remate v íin de lodos los contentos de paración y con infinitas ventajas allá son mas per­
esla frágil y miserable vida; de manera, que cuanfectas y mas excelentes y divinas: porque aquella
do se acaba , parece quo no ha sido? Esta tal vida, vida os una vida sobre toda vida : una luz sobre
muerle viva se puedo llamar, ó vida mortal.» Y loda luz, que no ven nuestros ojos : una hermosura
contraponiendo á esla penosa vida la otra quo es­ sobre loda hermosura, quo no alcanzan nuestros
peramos , en otro lugar dice: « | O vida que el Se­ entendimientos; y una suavidad quo sobrepuja loñor
ha aparejado á los que le aman, vida vital, da suavidad , que no alcanzan nuestros sentidos : y
vida bienaventurada , vida segura , vida tranquila, por esto todas las cosas quo nosotros podemos en­
vida hermosa , vida limpia, vida casta, vida sania, tender, pensar ó imaginar de aquella incompara­
vida que no sabe que es muerto ni tristeza, vida ble gloria ó bienaventuranza de los santos, son
sin mancilla, sin dolor, sin congoja y corrupción, tan cortas y tan rateras, y semejantes á las de acá,
sin turbación, sin variedad y mudanzas, vida lle­ que con verdad mas se las debemos negar quo
na de lindeza y majestad : donde no hay enemigo atribuir: á la manera que san Dionisio, y aun el
que persiga, ni flaqueza de carne que ablande, filósofo Platón, hablando de las perfecciones di­
sin algún temor, y un dia eterno, y uno el espívinas , dicen que Dios no es bueno, sino sobre bueritu
de lodos: en donde Dios cara á cara se ve, y no, que no es poderoso , sino sobre poderoso, que
con este suavísimo manjar de vida el alma se harta no es sabio , sino sobre sabio; ó este modo nos­
sin hastío ! » Hasta aquí son palabras de san Agusotros, cuando por las cosas hermosas que vemos,
tín. De suerte , cpie todos los males y molestias de se levantare nuestro corazón á contemplar la her­
esta vida nos deben ser motivos y estímulos para mosura de la corte del cielo , entendamos que no
desear la otra , y anhelar á ella como á puerto es hermosa , sino sobre hermosa , que no os res­
seguro, adonde no llegan las alteraciones y torplandeciente , sino sobre resplandeciente; y lo
mentas de este mar tempestuoso , ni las miserias mismo debemos hacer en todas las cosas en que
que en él lanío nos fatigan: y así los mismos ma­ nos deleitamos, para hacer diferencia del gusto
les , cuando los padecemos, nos deben consolar con del cielo al de la tierra. Y para resumir en pocas
la esperanza que se acabarán presto , y que sufri­ palabras á nuestro modo de entender la gloria de
dos con paciencia nos llevarán al lugar de des­ los santos , hagamos cuenla que un hombro de muy
canso y alegría, donde no hay rastro ni memoria lindo entendimiento , y de alecto compuesto y mo­
de aquellos ni de otros algunos.
derado, so pusiese atentamente á trazar una vida
quieta, sosegada , apacible, deleitable y llena de
lo Y no solamente los males que sufrimos, todos los bienes ¡pie se pueden desear, y exenta
sino también los bienes de que gozamos en esta vi­ de todos los males que la pueden inquietar y turda,
nos pueden ser incentivo para levantar el cobar : si al paso que esto hombre va trazando esla
razón á nuestra patria , y para conjeturar algo de vida bienaventurada, ella se fuese haciendo, y
la gloria y felicidad de ios sanios : y este es el ter­ Dios se la fuese dando, sin fallar punto de lo que
cer modo" de que podemos usar, para considerarla él va imaginando y desea , especialmente si supie­
y entender algo do ella : porque así como san Dionisio
Areopagita y los sagrados teólogos enseñan
se que aquella vida para siempre le ha de durar

NOVIEMBRE , 1 T-A LEYENDA DE ORO
jen un mismo tenor, sin alteración ni disminución, y exención de todas ellas. » Todo esto es de este
ni men«ua , ni temor de perderla; ¡ qué felicidad autor. « Ciertamente (dice el padre san Agustín)
tendria este hombro , qué gozo, qué deleite, qué si nos fuese necesario padecer cada dia tormentos,
alcuia I l'ues infinitamente es mayor,que este bien, y sufrir por algún tiempo las penas del infierno,
el que tiene cada uno de los santos en el cielo : para ver al Señor en su gloria , y gozar de la
porque la traza de este bien y de su gloria , no la compañía de sus escogidos , seria bien empleado
hizo hombre mortal, frágil y finito, que on su di­ pasar lodo esto , para gozar do lanío bien : » y
bujo y modelo se puede engañar, sino el mismo añade mas: « Si por esto son menester trabajos,
Dios, que es sabiduría infalible , y el objeto de su desde aquí os llamo á lodos los trabajos del mun­
bienaventuranza , y el que la ordenó ante todos los do , quo vengáis sobro mí. Lluevan sobro mí do­
siglos, y ipiiso ser el donador y el don, el galarlores : fatíguenme enfermedades : aflíjanme tribudonador
y el galardón, el que corona y la corona laciones : persígame uno : inquiéteme otro : con­
de todos sus escogidos: y , como dice san Anselmo, júrense contra mí todas las criaturas : sea vo
el que mereciere reinar con Dios; todo lo quo qui­ hecho oprobio de los hombres, y desecho del munsiere
, será en el cielo y en la tierra: y lodo lo do : desfallezca en dolores mi vida. mis años con
que no quisiere; no será en la tierra , ni en el cie­ gemidos , con tal (pie después de esto venga yo á
lo ; porque la gloria no es otra cosa , sino un per- descansar en el dia de la tribulación , v merezca
fectísimo cumplimiento de la voluntad del justo, subir en aquel pueblo guarnecido y hermoseado
y un gozo de todos los gozos, y un gusto de todos con tanta gloria. » Todo esto es de san Agustín,
los gustos , y un bien de todos los bienes sin mez­ que habla como quien tan bien enliende la brevecla
de algún mal, y con seguridad , que durará por dad y sueño de todas las cosas prósperas y ad­
toda la eternidad; y esta seguridad esla cuarta versas de esla vida, y la eternidad y firmeza
cosa que arriba dijimos, que pertenece á la gloria de la que esperamos. Pues esla sola consideración
accidental de los santos , y sola ella basta para (aunque faltasen todas las otras, que son tantas
robar nuestros corazones , é inflamarlos en el y tan eficaces ) debería bastar , para dar ( con la
amor de tan gran bien que sabemos que jamás
se acabará, ni se puede acabar , como se acaban
todos los de la tierra : los cuales, á mas de ser frágiles,
caducos, falsos, engañosos y muchas veces
torpes y sucios; por mucho que duren , no pueden
durar mas que la misma vida, que es tan breve y
momentánea.
gracia del Señor) de mano á lodos los vicios, y
abrazarnos con la virtud , y para romper las cadenas
de nuestros apetitos desordenados , que nos
tienen lan aprisionados v cautivos , y resistir á
todos los combates de Satanás , á las blanduras
de la carne, á los engaños v asaltos del mundo .
á imitar á los innumerables y bienaventurados
cortesanos del cielo , que con tanto espíritu , va­
14 Pues si tales y tan grandes bienes promete lor y constancia nos abrieron el camino , y fue­
Dios en premio de la virtud ; ¿cuál es el ciego y ron delanle de nosotros , y desde aquellas sillas
desatinado que no se entregue á ella con esperanza reales nos convidan , para que ios sigamos . y nos
de tan grande galardón? «¿En qué le andas (dice muestran sus coronas , y ayudan con sus oracio­
el P. Fr. Luis de Granada ), ó hombre miserable, nes. Para esto se celebra hoy la fiesta de Todos los
por la tierra de Egipto , buscando pajas , y be­ Santos : para esto se nos représenla la gloria que
biendo en todos los charquillos de agua turbia , de­ ellos poseen , sus victorias y coronas , sus trojando
aquella vena de felicidad . y fuente de aguas feos y triunfos. Saludémoslos á lodos junios . y
vivas ? ¿Por qué andas mendigando y buscando á cada uno por su nombre , y pidámosles el sufra­
á pedazos , lo que hallarás recogido y aventajagio de su oración : saludemos también á nuestra
do en este todo ? Si deleites deseas , levanta tu dulce patria , como peregrinos que andamos des­
corazón , v considera cuan deleitable será aquel terrados de ella : enviémosle con los ojos el cora­
bien que contiene en sí los deleites de todos los zón ; y digamos : • O dulce patria ! ¡ O tierra de
bienes. Si le agrada esta vida criada; ¿cuánto mas los vivientes ! Dios te salve , puerto seguro , re­
aquella que todo lo crió ? Si te agrada la salud fugio de las almas acosadas , paraíso de deleites,
hecha ; ¿cuánto mas aquella que lodo lo hizo? Si reino de Dios , casa de bendición , palacio del rey
es dulce el conocimiento de todas las criaturas ; soberano , corto de inmensa majestad , jardín de
¿cuánto mas el mismo Criador? Si te deleita la llores eternas , plaza de todos los bienes , premio
hermosura , él es , de cuya hermosura el sol y la
luna se maravillan. Si el linaje y la nobleza;
él es el primer origen y solar de toda la nobleza.
Si larga vida y santidad; allí hay santidad y
longura de dias. Si hartura y abundancia ; allí está
ia suma de todos los bienes. Si música y melodía
; allí cantan los ángeles, y suenan dulcemente
los órganos de los santos de la ciudad de
Dios. Si te deleitan las amistades , y la buena
compañía; allí está la de todos los escogidos hechos
un ánima y un corazón. Si honras y riquezas
; gloria y riquezas hay en la casa del Señor.
Finalmente, si deseas carecer de todo género de
de todos los justos , centro y fin do lodos nuestros
deseos. Dios te salve , madre nuestra , esperanza
nuestra, bienaventuranza nuestra, por quien
suspiramos , y damos gemidos , v peleamos. Y
vosotros , santos bienaventurados y gloriosos ,
volved vuestros piadosos ojos sobre estos vuestros
pobrecitos siervos y miserables hermanos; y desde
vuestro triunfal palacio mirad este triste valle
de lágrimas en que vivimos. Peleado habéis . y
sufrido grandes batallas , v salido de ellas con
victoria; pues ayudad á los que ahora peleamos,
para ser con vosotros vencedores. En el puerto estais
: no desamparéis á los que al présenle nos
trabajos y penas ; allí es, donde está la libertad
TOLIO iY.
185

* Los SANTOS CESARIO Y JULIÁN, MÁRTIRES.
— Habia en Terracina , ciudad de Italia, la bárbara
ó impía costumbre de que en ciertas solemnidades
paganas un joven hacia voluntariamente
el sacrificio de su \ida á Apolo , divinidad tutelar
de la ciudad. Sus conciudadanos le obsequiaban
mucho por algún tiempo , y al íin le adornaban
con magnificencia , en cuyo estado hacia un sacrificio
al dios, y acabado, se precipitaba al mar,
donde era tragado por las olas. Cesario llegó de
África ó Terraema en una de aquellas ocasiones,
y á vista de la horrible escena, no pudo contener
su zelo, y condenó abiertamente una superstición
tan abominable. E! sacerdote del ídolo lo mandó
prender en seguida v que fuese entregado al gobernador.
Este lo lu\o muchos días en la cárcel, y
después dispuso (pie el diácono Cesario y el presbítero
Julián fuesen metidos juntos en un saco , y
arrojados al mar. Esta sentencia se ejecutó el año
300, reinando Diocleciano.
SAN BE.MUNO, MÁRTIR.'—Fué discípulo de san
Policarpo, obispo de Esmirna , quien lo envió á
las Galias á predicar el Evangelio. Primeramente
ejercitó su zelo en Autun, donde, bautizó á Fausto,
padre de san Sinfonano ; después pasó á Langres
y de aquí se dirigió á Dijon. Parece que san Policarpo
le liuliia conferido antes el sacerdocio. Sus
trabajos apostólicos produjeron en todas parles excelentes
rebultados ; pero le costaron también el
sacrificio de su vida. Dícese que fué descoyuntado
por medio de poleas, azotado con látigos; sus
uñas taladradas con lesnas ; le sellaron los pies
con plomo derretido; y que al fin lo encerraron
con unos perros rabiosos, donde golpeándole el
cuello con unas barras do hierro, y atravesándole
con una lanza , entregó su espíritu á Dios. Su
martirio sucedió en el siglo 11.
SANTA MARÍA, MÁRTIR. — Era esclava de en
tal Teilulio, senador romano. Desde su infancia
era cristiana, siendo la única en la casa, quo co-
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 1
hallamos en las tormentas y eligros en que nocía el Evangelio. Los dias que consagraban los
vosotros muchas veces os hallasteis. Estáis en la paganos á sus fiestas, los santificaba principal
patria , y gozáis do Dios : socorred á los que to­ menio con el ayuno. Sus prácticas devotas le acardavía
estamos desterrados , y vamos peregrinanrearon la aversión de su señora ; pero su exactido
, para llegar á esa eterna morada. Ya tenéis tud y fidelidad en cumplir con sus deberes hicieron
vuestra cosecha llena , colmada y abundante : que su dueño la defendiese y la quisiese. La per­
favoreced á los que ahora siembran con lágrimas, secución de Diocleciano estaba entonces en todo
para recoger con alegría. Carne nuestra sois , y su auge. Tertulio procuró por medios suaves ha­
huesos de nuestros huesos : prohado habéis nuescer conocer á María el peligro que corría si no obetra
flaqueza, y el poder, astucia y braveza del codecía al mandato de adorará ¡os dioses; y viendo
mún enemigo : pues apiadaos de nosotros, y supli­ que nada adelantaba con sus amenazas, la hizo
cad al común Señor que nos dé gracia para pelear azotar cruelmente para ver si de esle modo se evi­
con él de tal manera , que merezcamos llegar á taba el que su esclava fuese delatada al prefecto
ese puerto de tranquilidad , y dulcísima patria y perdida. Después de esto la hizo encerrar en
nuestra , y recibir la corona y el copiosísimo fru­ una oscura cárcel, donde permaneció treinta dias
to de nuestros pequeños trabajos. De la dedica­ sin lomar mas alimento que el preciso para no
ción de esta fiesta de Todos los Santos hacen men­ morir de hambre. Entre lanío llegó ó noticia del
ción el Martirologio romano , y todos los demás, juez esla ocurrencia , y llamó á su tribunal á
v de ella hay algunos sermones con nombre de María. En el interrogatorio contestó la santa con
san Bernardo , v de Pedro Damián. De la gloria modestia, pero con entereza ; y el pueblo que se
de los sanios escriben muchos autores, y especial­ hallaba presente, pidió su sangre. El juez mandó
mente el P. Fr. Luis de Granada en diversos lu­ entonces que fuese entregada á los verdugos, los
gares de sus obras, y traía esta materia con el es­ cuales la atormentaron tan inhumanamente , que
píritu, doctrina y elocuencia que suele las demás. el mismo puebio que poco antes exigía su muerte,
no pudo contemplar aquel horrible especláculo,
y pichó á grandes gritos que se le pusiese término.
Suspendióse la loiltira, y María quedó bajo la
custodia de. un soldado; pero alarmada luego su
pureza con aquel peligro, procuró escaparse, y
fué á esconderse entre unas rocas, donde después
acabó su vida el año 302.
SAN DACIO, SAN CESÁREO, Y CINCO COMPAÑE­
ROS, MÁRTIRES.—Eran de Damasco, en cuya ciudad
derramaron su sangre por la fécon un glorioso
martirio, durante la persecución del emperador
Decio , á mediados del siglo 111.
Los SANTOS JUAN Y SANTIAGO, MÁRTIRES.—
Juan era obispo, y Santiago presbítero de una ciudad
de Persia, y por haber apartado á muchos
de la supersticiosa adoración del Sol con sus predicaciones
y santos ejemplos, fueron preses por
orden del rey Sapor, y después de sufrir varios
tormentos, los degollaron. Su martirio fué en el
siglo IV.
SANTA CIRENTA Y SANTA JULIANA , MÁRTIRES.
— Durante la persecución de Maximiano , fuá Cirema
presa por orden del prefecto de Cihcia , y
no habiendo querido renunciar á su religión y adorar
los dioses del paganismo, le rasuraron la cabeza
y la montaron en un asno. En esta humíllame
posición la pasearon por loda la ciudad de
Tarsis. seguida do una turba de muchachos que
la insultaban y golpeaban, y de algunos bufones y
soldados que se mofaban de elia. Habiéndola desnudado
en medio de la plaza, se puso en oración,
y el Señor cubrió milagrosamente su desnudez.
Después de haberla hecho sufrir tantas indignidades
la echaron en un horno encendido en compañía
de Juliana , piadosa y santa mujer de la misma
ciudad; y ambas consiguieron en la hoguera
la g'onosa palma del martirio.
SAN AUSTRUMONIO , omsi'o. — Fué uno de los
ilustres misioneros que llegaron á las Galias á mediados
del siglo 11J. Fundó y fué el primer obispo

NOVIEMBRE , 3 LA LEYENDA DE ORO. 181
de Auverma, cuya silla se trasladó después á Clermont.
Los pormenores do su vida nos son desconocidos,
y Galesinio solamente, dice que fué mártir.
San Gregorio de Tours habla de él en su libro
De gloria confessorum.
SAN MARCELO , OBISPO. — Nació en París, de
mediana condición. Las virtudes que ya le caracterizaron
en su infancia, fueron la pureza, la modestia,
la dulzura, la caridad y la mortificación.
Su conduela fué siempre la de un santo: no conoció
nunca los peligros de la carne, y parecía que
nada tenia de común con ol mundo. Su aplicación
y santidad le merecieron ser elevado al sacerdocio
, y ya entonces manifestó que el cielo le habia
dotado con el don de milagros. Cuando fué
elegido obispo de París, desplegó tanto zelo y
tanta erudición, que lodos admiraron en él uno
de los pielados mas cabales que poseyó aquella
Iglesia. Dicen que el sanio libró á su país de una
terrible serpiente que se albergaba en ei sepulcro
de una mujer adúltera. Marcelo murió por los primeros
años de! siglo V, un dia 1 de noviembre.
SAN VIGOR, OBISPO Y CONFESOR. — Natural
del Arlois , y cristiano desde la cuna, dejó después
su país , se fué á la Ncuslria , y fijó su residencia
en el territorio de Bayeux. Afectado por
ver reinar todavía la idolatría en aquellas comarcas
, trabajó incesantemente para destruirla, y
casi lo logró del lodo. Cuando vacó la sode de
Bayeux, fué Vigor elegido unánimemente para
ocuparla, y su episcopado brilló on toda clase de
virtudes. Murió antes de la mílad del siglo VI, y
obró grandes milagros.
SAN SEVERINO, MONJE Y CONFESOR.—Floreció
en Tíboli, dio nuevo esplendor á las virtudes
monásticas, y murió santamente en un monasterio
do Italia. El venerable Beda, quo es el único que
habla de él, no nos dice la época de su muerte.
SAN AMABLE, CONFESOR.—Nació en Riom.
pueblo de Francia. Las eminentes virtudes que
practicó en su juventud, le merecieron ser elevado
al sacerdocio, y eslar encargado de la parroquia
de su patria. Murió á fines del siglo V, y su sepulcro
se hizo célebre, según dice san Gregorio
de Tours, por los muchos milagros que obró el
cíelo junto á él.
SAN MATURINO , CONFESOR.—Nació en la diócesis
de Sens. En sujuventud conoció la vanidad
de los ídolos y abrazó el cristianismo, y abandonando
cuanto poseia en el mundo, quiso solo vivir
para Jesucristo. Habiendo sido elevado al sacerdocio
, convirtió un gran número do idólatras,
entro los cuales tuvo el consuelo de contar á sus
padres. Cargado de méritos y de buenas obras,
murió poco antes del año 388. Su cuerpo fué sepultado
en Sens, y después lo trasladaron al país
de Gastinoes.
im» ».
LA CONMEMORACIÓN DE LOS DIFUNTOS. — Después
que la sania Iglesia en el cha do ayer celebró
la fiesta y solemnidad de Todos los Sanios , y
cumplió con el debido oficio y obligación que to-
dos los fieles tenemos de invocarlos y reverenciarlos
, hov extiende y dilata su caridad á todas
las almas que en el purgatorio pagan las culpas
que en esta vida cometieron , y las ayuda con sus
oraciones y sufragios; porque aunque es verdad
que siempre en la Iglesia católica ha sido
muy recibida la conmemoración que se hace por
los difuntos , como se saca de Tertuliano , y de
san Gregorio Nazianzeno, y se tiene por tradición
apostólica el rogar á Dios por ellos en la misa ,
como lo afirman muchos santos doctores ; mas no
había día señalado y cierto en loda la Iglesia universal
en que se hiciese esta conmemoración, hasta
que después con autoridad del sumo pontífice
se instituyó con la ocasión que aquí referiré. El
cardenal Pedro Damián, varón santísimo y doctísimo
, escribe en la vida de san Odilon , abad
cluniacense (que murió ol año del Señor de
101-8), quo volviendo un religioso de nación
francés , de Jerusalen , llevado de ia tempestad,
llegó á una isla ó peñasco , donde eslaba
un santo ermitaño , que le dijo que allí cerca
habia grandes llamas de fuego é meen líos , donde
las almas de los difuntos eran atormentadas , v
que él oía muchas veces dar aliullidos á los demonios
y quejas ; porque con las oraciones y limosnas
de los fieles mitigaban las penas que aquellas
almas padecían , y se libraban de sus manos:
que particularmente se quejaban de Odilon, abad,
y de sus monjes , por el cuidado y vigilancia
con que las favorecían y remediaban : y conjuró
á aquel religioso , que pues era francés , y sabia
el monasterio cluniacense (como él decía) y conocía
al abad Odilon , le rogase y le encargase de
su parle que perseverase en aquel sanio ejercicio
, y con sus fervorosas oraciones y continuas limosnas
, procurase dar refrigerio á las almas de
nuestros hermanos, que en el purgatorio son atormentadas
, para que así creciese el gozo de los
bienaventurados en el cielo , y el llanto de los
demonios en el infierno. Volvió el religioso á Francia
: comunicó lo que había oído del sanio ermitaño
con Odilon, abad, y con toda aquella bendita
congregación que él tenia á su cargo ; y él
dio orden que en todos sus monasterios á los 2
de noviembre , un día después de ia festividad de
Todos los Santos , se hiciese particular conmemoración
do los difuntos , y que con oraciones ,
limosnas y misas se tuviese especial cuidado de
socorrerlos y ayudarlos : y lo que san Odilon instituyó
en sus conventos , después fué recibido , y
establecido con la autoridad apostólica, en toda la
Iglesia universal. Pedro Galesíno , protonotario
apostólico, dice , que muchos escriben quo el papa
Juan , XVI de esto nombre, instituyó esta conmemoración
por consejo del mismo san Odilon.
Verdad es que Amalado Fortunato . obispo de
Tróveris , que vivió casi doscienios años antes de
Odilon , en el libro de los Oficios eclesiásticos,
que escribió á Ludovico Pió, emperador; después
del oficio de los Santos pone el de los Difuntos
, y dice , quo lo hace porque muchos pasan do
esta vida , que no van luego al cielo "por los cuales
se suele hacer aquel oficio ; que es señal quu

188 LA LEYENDA DE ORO
ya en su tiempo se hacia , como lo notó el cardonal
Raronio. Y esto basta , para declarar la institución
de osla Conmemoración de los difuntos ,
y la ocasión que hubo para hacerla.
2 Tero bien es quo desenvolvamos mas esta
materia , v saquemos á luz, y propongamos lo
que en osla conmemoración de los difuntos la
santa Iglesia católica, nuestra madre, nos manda
creer acerca de las almas del purgatorio. Dos
puntos principales nos enseña : el uno , que hay
purgatorio, y un lugar, donde las almas de los que
murieron en gracia de Dios con pecados veniales ,
ó no satisfacieran en vida enteramente por los pecados
moríales que cometieron , y cuanto á la
culpa les fueron perdonados, son atormentadas y
purificadas : el otro , que pueden y deben ser socorridas
y ayudadas de los fieles con ayunos ,
limosnas, oraciones y sufragios, para que mas
presto alcancen la bienaventuranza y visión de
Dios que esperan.
3 Cuanto á lo primero , so ha de presuponer,
que hay iros suertes do personas , dejando aparte
los niños que mueren sin bautismo , con solo
el pecado original : la una es , de los que vivieron
en esta vida tan santamente, que nunca cometieron
pecado mortal, ó si algunos cometieron, hicieron
penitencia de ellos en esta vida , y satisfacieron
por ellos á la justicia del Señor tan
cumplidamente , que á la hora de la muerte no
tuvieron mas que pagar , ni que purgar; y estos,
en muriendo , se van derechos al cielo á gozar
eternamente de Dios: otros hay que mueren en
pecado mortal, y en desgracia de Dios , y como
rebeldes y enemigos suyos son castigados, y sus
almas entregadas á Satanás , para ser atormentadas
perpetuamente en el infierno : otros hay , que
ni son tan buenos como los primeros , ni tan malos
como los segundos , sino que á la hora de la
muerte están en gracia del Señor , y tienen algunos
pecados veniales, que se compadecen con ella,
que purgar; ó habiendo cometido algunos pecados
mortales , que lloraron y les fueron perdonados
cuanto á la culpa , no satisfacieran enteramente
en esta vida por ellos cuanto á la pena
que se debe á cada pecado ; y por esto en la otra
la deben pagar.
k Porque , como dice el sagrado evangelista
san Juan en su Apocalipsi , hablando de la santa
y soberana ciudad de Jcrusalen: « Ninguno entrará
en ella con suciedad , ó mancha de pecado : »
y así necesariamente se ha do decir , que hay
purgatorio ¡ donde, como en un crisol , se afinan
las almas, y se limpian do todas immundicias y
defectos con'que salen de los cuerpos, antes que
entrenen el cielo. Esta es fé católica, y decir lo
contrario os herejía ; porque dejando aparte los
otros muchos lugares que para probar esta verdad
traen los santos doctores , así del viejo Testamento
, como del nuevo ; para nosotros bástanos
lo quo so escribo haber hecho aquel valeroso y
glorioso capitán Judas Macabeo : del cual dice la
divina Escritura , quo envió doce mil dracmas
de plata de limosna por los pecados do los soldados
muertos, como quien justa y religiosamente
NOVIEMBRE , 2
sabia que habia de resucitar : y añade luego el
texto sagrado estas palabras: Sancta, crgo, et
salubris esl cogitado pro defunclis exorare, ut
¿i peccalis solcanlur : Que es santo y saludable
el cuidado de rogar á Dios por los difuntos , para
que les perdone sus pecados. Y no es menos
fuerte testimonio, para comprobar esta verdad, lo
que Cristo nuestro Redentor dijo en san Mateo :
Si quls dixerit verbum in Spiritum sanctum,
non remilletur ei, ñeque in Jioc sécalo , ñeque
in futuro : Quiere decir , quo algunos pecados
( que son los que se cometen contra el Espíritu
sanio ) no se perdonan ni en este siglo , ni en el
futuro : de las cuales palabras necesariamente se
sigue ( según la común exposición de todos los
santos doctores) que algunos pecados se perdonan
en la otra vida ; y estos son los pecados veniales
: porque si ningún pecado en ella se perdonase
, las palabras de Cristo serian superlluas y
ociosas : lo cual decir os gran blasfemia : v si se
perdonan algunos pecados en el siglo advenidero ,
también se perdonarán las penas temporales de
los pecados mortales , que el hombre por no haber
tenido tiempo , y por alguna negligencia venial
suya, dejó de pagar en esta vida; porque esla
deuda y obligación no excluyo la gracia de Dios,
quo es el principio de la satisfacción.
5 Pruébase también esta verdad con los concilios
provinciales que se han hecho en varias
provincias del mundo , y con los generales , y con
la costumbre de toda la Iglesia católica , latina y
griega. El concilio cartaginense 111 y IV, que
se hicieron en África, contestan esla verdad:
en España el bracarense I : en Francia el cabilonense:
en Alemania el concilio wormar—
cíense: en Italia el concillo YI, queso celebró,
siendo Símaco sumo pontífice, v otros muchos
concilios confirman lo mismo : y no menos los ecuménicos
y generales de toda la Iglesia universal ,
como son el laleranense, celebrado en tiempo
de Inocencio III , el florentino , y últimamente
el do Trento : y todas las misas ó liturgias , la de
Santiago el menor, y de los santos Basilio, Crisóstomo
, y Ambrosio : en las cuales se hace oración
particular por las ánimas de los difuntos , la cual
no se baria , si ellos no estuviesen en el purgatorio
, y no tuviesen necesidad de ser ayudados , ó
nuestras oraciones y sacrificios no fuesen eficaces
para ayudarlos: y siempre so guardó esla santa
costumbre en la Iglesia , y lo testifica san Dionisio
Areopagita , cuando en el libro de la Jerarquía
eclesiástica dice : « La tradición de rogar por los
difuntos ha manado y venido á nosotros de los
apóstoles, que fueron nuestros divinos capitanes'/
maestros :» y el Crisóstomo dice : «No en
vano establecieron los apóstoles , que se haga
conmemoración de los finados , cuando celebramos
los sacrosantos misterios :» y san Agustín lo
confirma diciendo :«Toda la Iglesia guarda lo
que ha recibido de sus santos Padres ; y ahora
cuando ofrece el santo sacrificio de la misa por
las almas do los difuntos , que murieron en la
comunión de la Iglesia. » Lo mismo enseñan san
Damasceno y san Isidoro, Rábano Mauro , arzo-

NOVIEMBRE , 2
LA LEYENDA DE ORO.
y oíros muchos, que atribuyen neficio que por medio de
bispo de Maguncia, _
esta tradición y uso de la Iglesia á los sanios apóstoles.
Y no solamente ha usado esto la Iglesia después
de sepultado el cuerpo del difunto , sino también
antes de ponerlo en la sepultura , como se ve
en san Dionisio Areopagita , y lo trae Durando en
el libro de los Ritos de'la Iglesia ; y en lo que escribe
Eusebio en la Vida de Constantino. Y san
Agustín, hablando de su santa madre, dice que
ofreció por ella el sacrificio do nuestra redención ,
estando el cuerpo junio á la sepultura, como se suele
hacer : y san Bernardo dice olro lanío de san
Malaquías. Para ejercitar eslo piadoso oficio , no
solamente estaba señalado el día del entierro , y
del cabo del año, sino otros, como se ve en las Historias
eclesiásticas , y en los ejemplos de los santos
: los cuales todos, griegos y latinos, con el mismo
espíritu, y con la misma luz del cielo , y como
si hablasen por una boca , nos enseñan esta verdad
, y yo dejo de traer sus palabras , por evitar
prolijidad : véalas el que quisiere , en los que escriben
de esta materia, y especialmente en el cardenal
Belarmino , que la trata mas copiosamente
y con grande erudición.
C También es gran testimonio de osla verdad
las revelaciones auténticas y verdaderas que los
santos han tenido de las almas del purgatorio , y
las veces que ellas han aparecido . y moslrádose
á los fieles pidiendo su favor. San Gregorio Magno
escribe haber aparecido el alma de Pascasio á san
Germano , y teslificádole que habia sido librado de
las penas del purgatorio por sus oraciones. Siendo
el mismo san Gregorio abad de su monasterio , un
monje suyo llamado Justo , ya difunto , apareció
á otro monje que so llamaba Caproso , y le avisó
que habia sido librado de los tormentos del purgatorio
por las treinta misas que Precioso , prepósito
del monasterio , por orden de san Gregorio habia
dicho por su alma, como se refiere en su vida.
San Gregorio Turonense escribe de una santa doncella
, llamada Vilaliana, que apareció á san Martin
, y le dijo , que estaba en el purgatorio por un
pecado venial que habia cometido , y que fué librada
por las oraciones del santo. Pedro Damián
escribe que san Sevcrino apareció ó un clérigo , y
le dijo que habia estado en el purgatorio . por no
haber dicho el oficio divino ásus horas; y que después
Dios le habia librado y llevado á la compañía
de los bienaventurados. San Bernardo escribe quo
san Malaquías libró á una hermana suya de las penas
del purgatorio con sus oraciones; y que la
misma hermana se le habia aparecido , pidiéndole
aquel socorro y favor: y el mismo san Bernardo
libró por su intercesión á otro quo habia padecido
un año entero las penas del purgatorio , como lo
escribe en su vida Guillermo, abad. SanRemberlo,
arzobispo brómense, ayunando cuarenta dias por
un presbítero llamado Arnulfo, le libró del purgatorio,
y el mismo Arnulfo se le apareció y le
hizo gracias por ello , como lo refiere Surio en su
vida. Santo Jomas doAquino, estando en oración,
le apareció una hermana suya religiosa , y difunta,
y le dijo como estaba en el purgatorio; y después
lo tornó á aparecer , haciéndolo gracias por el bo-
189
sus ayunos, oraciones
y misas habia recibido, y por la gloria que ya tenia
en el cielo : y otra vez estando en Ñapóles , le
apareció Fr. Román , y supo de él que ya estaba
en el cielo , después de haber purgado en el purgatorio
el descuido que había tenido en la ejecución
de cierto testamento , como lo escribimos en
su vida. Y para dejar los otros ejemplos, por ser
muchos . y bastar los que aquí habernos referido
para comprobar esta verdad , concluyamos esta
materia con referir lo que sucedió á Benedicto VIII
sumo pontífice: el cual, siendo ya difunto, apareció
á san Odilon, abad (do quien hablamos arriba),
resplandeciente y hermoso, y le hizo gracias con
profunda reverencia, confesando que por sus oraciones
, y las de sus frailes , Dios le habia hecho
merced de sacarle de la cárcel del purgatorio , y
colocarle en el cielo entro sus escogidos. Pero liase
de advertir que aunque estas apariciones de las
almas del purgatorio , que aquí habernos referido,
y otras semejantes, por ser escritas de autores
graves y santos, se deben tener por verdaderas , y
que nuestro Señor quiero en ollas enseñarnos las
horribles penas que las almas padecen. y movernos
para que las ayudemos, y para que procuremos
satisfacer en esta vida lo quo por nuestras
culpas debemos, y no librarlo á la otra. donde so
paga con lanío rigor; mas que debemos usar do
gran cautela en estas cosas: porque muchas veces
no son verdaderas las apariciones de las almas,
sino de nuestra flaca cabeza, ó ilusiones del demonio,
que nos inquieta y engaña, dándonos á
entender que vérnoslo quo no vemos, y que ya
somos sanios, y tenemos visiones y revelaciones
de Dios, para que nos desvanezcamos , y nos descuidemos
de nuestro aprovechamiento: y también
algunas veces puedo ser artificio del demonio,
que se aparece en figura del alma de algún gran
pecador que está en el infierno , y finge quo pide
el favor de nuestras oraciones, para que creyendo
la gente que aquel hombre, habiendo sido tan
malo, está en el purgatorio y no se condenó , se
descuide en la virtud , y suelte la rienda á la maldad
, pensando que pues el otro, que fué tan perverso
y desalmado , no se ahogó en el abismo de
sus maldades; también él podrá llegar á puerto de
salvación : y por este , v olios peligros que hay en
semejantes visiones, debemos usar de mucha prudencia
y recato, no apeteciéndolas con vana curiosidad
, y si vinieren , desechándolas con humildad,
y examinando y probando los espíritus, si son de
Dios, como dice san Juan, con consejo y parecer
do los hombres verdaderamente espirituales y prudentes.
7 Supuesta, pues, la verdad católica que hay
purgatorio, como habernos declarado, bien es
que digamos para cumplimiento del primer punto
que propusimos, donde está el purgatorio, y lo
que las almas padecen en él. Cuatro senos ó concavidades
ponen los doctores debajo de la tierra
para las almas : la primera , y mas baja en el centro
de la tierra. es la que llamamos infierno , donde
las almas de los condenados son atormentadas de
los demonios: la segunda es la que llamamos pur-

190
gatorio; porque en é! las almas purgan sus pecados,
y se purifican y limpian de loda la escoria
que por ellos contrajeron: la tercera es el limbo de
los niños que murieron sin bautismo con el pecado
original: la cuarta, el limbo do los santos padres,
pues antes quo Cristo nuestro Redentor muriese,
por estar la puerta del cielo cerrada, estaban allí
detenidos, y ahora después quo el Salvador bajó
á aquel lugar, y los libró de él, esta vacío. La
razón de eslos cuatro lugares ó senos se loma de
la diferencia que hay en las penas que padecen
las almas que salen de los cuerpos, que es en una
de cuatro manera-;: porque como hay pena de daño
, que es el no ver á Dios, y pena de sentido , que
es el dolor y tormento sensible, y la una y la
otra, ó temporal , ó eterna; ordenó Dios nuestro
Señor estas cuatro estancias y diferencias de lugares,
y señaló uno para los niños que mueren sin
bautismo , en el cual nunca ven á Dios , ni jamás le
verán y tendrán penado daño eterna: y para esta
misma pena de daño temporal sirvió el limbo de
los santos padres, que murieron antes do la pasión
de Crislo , donde estaban detenidos sin ver á
Dios , y gozar de su bienaventuranza. Para la
pena eterna de daño y sentido, está diputado el
infierno , en el cual los condenados carecen y carecerán
para siempre de la visión de Dios, y son
y serán perpetuamente atormentados con el fuego,
y otras penas horribles y eternas quo allí padecen.
Finalmente, para la pena temporal de daño
y sentido es el purgatorio, donde están las almas
detenidas, como en una cárcel, privadas de la
vista bienaventurada de Dios, y padeciendo juntamente
muy grandes dolores y penas sensibles,
hasta que, habiendo por entero pagado las culpas
que cometieron , ó ayudadas con las obras penales
de los fieles y sufragios de la santa Iglesia , van á
gozar eternamente de Dios. Esle lugar, es el quo
llamamos purgatorio; porque en él (como dijimos)
se purgan ¡as almas, y como plata acendrada
so retinan y porficionan , para que puedan
ver á Dios. Verdad es que aunque este es lugar
propio y diputado , en que comunmente las
almas pasan por este examen; pero también Dios
nuestro Señor se sirve de otros lugares particulares
para purificar las almas; como se saca de san
Gregorio , y del cardenal Pedro Damián , y de algunas
visiones y apariciones, que escriben los santos;
porque á Dios lodos los lugares son sujetos , y
en lodos hace lo que es servido : y algunas veces
quiere, que donde se cometió el pecado, se haga
la penitencia; y que los queso escandalizaron ó
tomaron mal ejemplo del que vivió mal, se edifiquen
y atemoricen con su pena : y por estos y por
otros justos respetos , aunque á nuestros ojos encubiertos,
se sirve Dios do algunos lugares particulares
, para purgar las almas de algunos, según la
orden de su inefable providencia.
8 En esle lugar, que es, y llamamos purgatorio
, padecen las almas' gravísimos tormentos,
y tan atroces , que lodos los de esta vida y los que
padecieron los mártires, son cifra en su comparación;
y así lo dice san Agustín por esias palabras:
«Primero se ha de purificar con el fuego del pur-
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 2
gatorio, el que dilató y dejó para el otro siglo el
fruto de su penitencia y convers'on: y esle fuego,
aunque no es eterno , es sumamente penoso ; porque
excede todas las penas que jamás sufrió algún
hombre en esla vida. Nunca se ha hallado acá
pena, que con ella se pueda comparar, por mas
atroces y exquisitos tormentos que hayan padecido
los mártires, y otros hombres facinerosos, que por
sus delitos han sido atormentados : y por eslo cada
uno-debe procurar enmendar su vida , y hacer pendencia
por sus pecados, de tal manera, que no
tenga necesidad de pasar tan graves penas después
de su muerte :» lo mismo afirma san Gregorio , diciendo:
« Yo creo que aquel fuego, por el cual
pasan las almas en el purgatorio , es mas intolerable,
que ninguna tribulación de esla vida:» y con
eslos sanios doctores concuerdan Beda , san Anselmo
, y san Bernardo ; y aun sanio Tomás añade
mas, que no solamente las penas del purgatorio
son mayores que las de lodos los mártires, sino
también que las cpie padeció Cristo nuestro Salvador
en su santísima y acerbísima pasión , con haber
sido las mas atroces y dolorosas que ninguna
persona ha sufrido en esla vida. La razón de eslo
es; porque el fuego del purgatorio es de una misma
especie con el del infierno, y aflige las almas,
no por virtud natural que en sí tenga, sino como
instrumento de Dios , quo se sirve de aquel fuego
para purificar y afinar las almas del purgatorio,
de la manera que él sabe y es servido , y por todo
el tiempo que con el peso de su justicia ha determinado,
y nosotros no sabemos ni podemos escudriñar.
Pero no hay duda , sino que algunos padecen
mas años de los que algunos piensan; porque,
corno dice san Agustín :« Por aquel rio de fuego
tanto mas tarda en pasar, el que mas lardó en
pecar; y cuanto fué mavor la culpa , tanto será
mayor ei castigo que hace la llama; y cuanto mas
la loca maldad se apoderó del alma , tanto mas
cruel será la sabia pena con que se paga allí las
palabras ociosas , los pensamientos livianos y vanos:
una muchedumbre de pecados ligeros que inficionaron
la pureza de nuestra noble naturaleza,
serán consumidos. » Eslo es do san Agustín. Pero
con ser la pena del fuego del purgatorio lan terrible
y excesiva , es mucho mayor sin comparación
la que llamamos pena do daño, que es no ver á
Dios; porque es tan grande el deseo que el alma,
suelta y libre ya de la cárcel de su cuerpo , tiene
de ver aquel sumo Bien , que cualquiera dilación,
por pequeña quesea, la allige mucho y la trasjiasa
de un dolor tan vehemente , que ningún otro
de esta vida se puede comparar con él, especialmente
acordándose el alma que por sus pecados
está en aquel estado , y privada de aquella gloriosa
vista , y que pudo en esla vida satisfacer con obras
penales por ellos, y quo por su descuido y pereza
no lo hizo. Algunos doctores hay , que á estas penas
añaden otra de ios demonios que atormentan
las ánimas, como enemigos crueles y verdugos de
la justicia divina, fundándose en algunas apariciones:
aunque santo Tomás , Solo y otros autores
sienten (y es mas probablo) que nuestro Señor
no so sirvo para esta justicia de los demonios;

NOYIEMBRE , LA LEYENDA DE ORO. 101
porque habiendo sido finalmente vencidos de aquellos
cuyas almas se purifican en el purgatorio, no
es de creer que quiera nuestro Señor que los que
fueron vencidos atormenten á los vencedores, y
denla vavaálos que ton bien pelearon, y tan
gloriosamente triunfaron de ellos. Mas en este penoso
y lastimoso estado , tienen las almas del purgatorio
algunos refrigerios y consuelos , como son:
el saber cierto que están en gracia do Dios, y que
no la pueden perder, ni pecar, y que aquellas penas
que padecen , se han de acabar, y que el gozo que
esperan no tendrá fin. A mas de esto, tienen visitas
y alivios de los santos ángeles , especialmente
de los de la Guarda, que las alientan, animan y
consuelan : tienen las oraciones y favores de los
bienaventurados del cielo , Y los socorros y sufragios
de la tierra, que toda la Iglesia militante ofrece
por ellas , y particularmente sus devotos y amigos,
á los cuales enderezan sus afectos y deseos : y si
pudiesen hablar, les rogarían y suplicarían entrañablemente
que se apiaden de ellas, y con las
buenas obras y oraciones las libren de aquellas
horribles penas; porque no hay duda , sino que las
oraciones y sufragios de los fieles, que viven,
aprovechan á las almas de los muertos que están
en el purgatorio.
.9 Esta es la segunda cosa que nos enseña la
Iglesia en la Conmemoración de los difuntos, que
celebra hoy. Para cuya inteligencia y explicación
se debe presuponer, que toda la Iglesia (como
dice Pedro Cluniacense, y se saca de san Pablo)
es un cuerpo místico , cuya cabeza es Jesucristo,
en el cual todos los miembros están trabados y
unidos entre sí por fé, esperanza y caridad : de
tal manera, que así como en el cuerpo natural,
cuando padece un miembro (como dice el Apóstol)
, se compadecen los otros miembros, y so socorren
y ayudan; así también en este cuerpo
místico espiritual , y perfeclísimo de la Iglesia, lo
hacen entre sí los fieles , como verdaderos miembros
de él : y como las ánimas de los justos ya difuntos
que están en el purgatorio , sean parlo y
miembros do osle cuerpo de la Iglesia . por estar
unidos con su cabeza (puo^ como dice san Agustín:
Piorum animal de funcionan ab Ecdcsia
non scparanlur, qtue esl regnum Christi: Las
almas de los justos ya difuntos no están apartadas
de la Iglesia , que es el remo de Cristo); de
esto se sigue que los vivos pueden ayudar á los
difuntos que están en el purgatorio, con sus oraciones
y sufragios; porque los que están en el
cielo , no tienen de ellos necesidad , y á los que
están en el infierno, no pueden aprovechar. Y así
como Cristo nuestro Señor, siendo vivo, hizo bien
á muchos vivos, sanándolos y enseñándolos: también
á los muertos, resucitándolos: y siendo muerto
aprovechó á los muertos, sacando del limbo á
las almas de los santos padres : y no menos aprovechó
ó los vivos, matando la muerte con su
muerte; de la misma manera ha querido por su
misericordia , que en su santa Iglesia haya esta
perfecta comunicación, ó imitación de su cabeza,
y que los vivos ayuden con sus obras y oraciones
á los otros vivos , y que los muertos aprovechen a
los otros muertos, como lo hacen los bienaventurados
del cielo , rogando por los que están en el
purgatorio, y que también ayuden, y socorran á
los vivos, favoreciéndolos con sus oraciones; y finalmente,
que los vivos ayuden á los muertos, y
los que están en esta vida , á los que en la otra
aun no gozan de Dios, y satisfacen á la divina justicia
con las penas que padecen.
10 Las obras con que podemos socorrer á las
almas son en una de tres maneras: la primera y
mas principal, es el santo sacrificio de la misa:
la segunda es la oración: la tercera, todas las
obras penales, con que se satisface, como son la
limosna, ayunos, penitencias, peregrinaciones, y
cosas semejantes. Distinguimos la oración de estas
obras satisfactorias; poique aunque la oración lo
es , y se puede comprender entre las obras penales
; pero porque es propio de la oración el impetrar
y alcanzar lo que se pide (y por eso las oraciones
de los bienaventurados, aunque no sean
penales, ni satisfactorias, aprovechan á los vivos
y á los difuntos), por esta causa la distinguimos, y
hacemos á la oración miembro por sí. Que el santo
sacrificio de la misa sea de grande alivio y refrigerio
para las almas que están en el purgatorio,
para declarar que hay purgatorio, y que es tradición
apostólica , y recibida en la Iglesia el rogar
por ellas en la misa , hay innumerables lugares de
santos que lo afirman , y san Dionisio Areopagila
hace mención de ellos; y san Agustín d:ce: «No se
puede negar, sino que las almas de los difuntos
reciben refrigerio por la piedad de los vivos, cuando
se ofrece el sacrificio de nuestra redención, ó
se hacen limosnas en la Iglesia por ellos: » y san
Clemente enseña ofrecer el sacrificio de la misa
por los que ya son muertos en el Señor : y san
Ambrosio . escribiendo á Faustino le dice . quo su
hermana difunta no so habia de llorar, sino ayudar
con ofrendas y sacrificios ; y santa Ménica
pidió á su hijo san Agustín, que la ayudase,
cuando en el altar ofreciese el santo sacrificio de
nuestra redención: y esto con mucha razón ; porque
es la propiciación de lodos los pecados del
mundo, y por él se représenla al Padre eterno
aquel sacrificio de sangre suavísimo y preciosísimo
, que le ofreció su hijo benditísimo en el ara
de la cruz. De la oración tampoco no hay duda,
sino que es de grande provecho ; y de ella se dice
en el libro de los Maeabeos , que es sania y saludable
cosa el orar por los difuntos. De la limosna
el sanio viejo Tobías aconsejó á su lujo, que la hiciese
por los difunlos, cuando le dijo: Pon tu pan
y tu vino sobre la sepullura del justo. Del ayuno
leemos en el primer libro de los Beyes, que los
moradores de .labes Galaad sepultaron á Saúl , y
ayunaron por él sieie días; y David , y iodos sus
soldados avunaron por el pueblo, que había muerto
á cuchillo. De las demás allicciones y obras penales
, dice el apóstol san Pablo : «Si los muerto3
no resucitan; ¿para qué los vivos se afligen con
obras penales por ellos?» Que de esta manera
Pedro Cluniacense, Diunisio Carliisiano , Hugo,
cardenal , Gagueo y oíros interpretan aquellas
palabras del Apóstol: Alioquin, quid facicnt, qui

192
bujilizuntur pro mor luis? En una do dos maneras
aprovechan eslas buenas obras á los difuntos.
La primera, aplicándoles las obras penales,
para satisfacción y diminución de sus penas, como
si ellos mismos las hiciesen; porque por aquella
aplicación las tales obras se hacen propias de los
difuntos , como si ellos mismos las hiciesen : como
el dinero que se da de limosna al que está preso
en la cárcel por deudas, es suyo, y con él paga y
satisface , y salo libre en todo rigor de justicia. Y
pues Injusticia divina, que es modelo y dechado
de la justicia humana, y de donde ella como do
su fuente mana , no es monos piadosa , que la de
la tierra, debemos creer que Dios acepta esta
aplicación, que los que están en gracia hacen para
las almas del purgatorio , y no por eso pierden
ellos el premio esencial de la vida eterna, que á
talos obras se debe. Otra manera es por medio de
oración y suplicación ó de sufragio. rogando al
Señor por ellos: á la manera que se intercedo
con el juez, para que perdone al reo que está en
la cárcel. y se haya piadoso con él. Además do
estos dos modos , con que las personas particulares
socorren á las almas del purgatorio; el sumo
pontífice ias concede indulgencias, nó por modo
de absolución (porqueno puede á los difuntos que
están fuera de su jurisdicción , como á los vivientes
que están debajo de ella) sino per modum suffraijii,
como dicen, aplicando y comunicando á
los difuntos (como dispensador que es del tesoro
de la Iglesia , que son las obras y satisfacciones
de Cristo , y de los santos que en él hay),ofreciendo
la parte de ellas, que le parece, para que ó
toda la pena quo deben , ó parte de ella . les sea
perdonada; como en efecto, y realmente con esta
aplicación se la perdonad Señor. De lo que aquí
queda declarado debemos sacar dos cosas muy
ciertas y verdaderas. La primera es el cuidado y
vigilancia, que debemos tener en ayudar con
nuestras limosnas, ayunos, penitencias y oraciones
á las almas del purgatorio; y especialmente
en hacer decir muchas misas por ollas y no menos
en ganarlas muchas indulgencias, y darlas
alivio y refrigerio con este tesoro de la santa Iglesia
, por ser limosna muy debida, y muy acepta
al Señor; porque cuanto una persona es mas pobre
, y mas necesitada . tanto mas debe ser socorrida
: y no hay ninguna que lo sea mas, que la
que no tiene cosa alguna , y debe mucho, y no
puede trabajar, ni ganar, ni pedir prestado á
nadie , y tiene un acreedor riguroso, que la aprieta
y ahoga, para quo le pague hasta la postrera blanca
, sin darle dilación , ni alargarle el plazo do la
paga. Todas estas circunstancias concurren en las
almas del purgatorio: las cuales, angustiadas por
todas partes y cercadas de dolores, dicen aquellas
palabras de Job: Miscrcmini mei, miseremini
mei, saliem vos, amici mei: quia manus l)omini
lelifjitme: Compadeceos de mí, compadeceos
de mi; á lo menos vosotros, que sois mis
amigos , porque la mano del Señor me ha herido.
Y aunque nos debemos compadecer de todos los
que están en el purgatorio, porque son de nuestra
misma naturaleza , y nuestros hermanos y miem-
LA LEYENDA DE ORO.
NOVIEMBUE, 2
bros do un mismo cuerpo (como dijimos); pero
especialmente debemos socorrer mas á nuestros
deudos y amigos, á los padres é hijos, á las mujeres
y maridos, á los hermanos carnales, y otras
personas, con quienes tuvimos algnn vínculo mas
estrecho de sangre ó amistad: porque á mas del
beneficio tan grande, que se hace á las almas del
purgatorio, librándolas de sus penas , y ayudándolas
, para que mas presto vean á Dios; al mismo
Señor es muy acepta esta limosna, y á los que
la hacen os muy provechosa; porque las mismas
almas del purgatorio son muy agradecidas, y la
pagan largamente cuando están en el cielo, y ayudan
con gran voluntad á los quo las ayudaron; y
de esto en las historias eclesiásticas hav muchos
ejemplos. Y si tanto cuidadoso debe poner en ejecutar
esta caridad con los difuntos; mucho mayor
se debe poner en cumplir las obligaciones de justicia
que pertenecen á ellos, ejecutando sus testamentos
v mandas pias , y todo ¡o que ellos dispusieron
en sus últimas voluntades para bien de sus
almas: en lo cual suele haber mucho descuido , y
Dios severamente lo castiga , permitiendo . que no
se cumplan los testamentos de los hijos que fueron
negligentes en cumplir los de sus padres y mayores;
y que no haya quien se acuerdo de hacer
bien por el alma del que se olvidó de la ajena , á
quien tenia tanta obligación.
11 La segnnda cosa que debemos notar, y
asentar en nuestros corazones, es que es gran locura
soltar la rienda á nuestros gustos y apetitos,
y ofender tan sin freno con tanta rotura á Dios,
sabiendo que ninguna culpa, por pequeña que sea,
se cometo contra su divina Majestad , que no se
pague con pena proporcionada á la misma culpa:
y que no es menor desatino . pudiendo redimir
nuestras culpas con las penas ligeras de esta vida,
dejar la penitencia para la otra , en donde á bien
librar, serán castigadas con las penas del purgatorio,
que exceden tanto á todas las de acá, como
lo vivo á lo pintado: y asi dice san Agustin :
« Dirá alguno: poco me importa quo yo me detenga
en el purgatorio, con tal que llegue al cielo.
Ninguno ( hermanos carísimos) diga esto; porque
aquel fuego del purgatorio es mas duro , que todas
las penas que en este siglo se pueden ver , ó
pensar, ó sentir: y como está escrito del día del
juicio , que será un dia como mil años , y mil
años como un dia : ¿quién sabe si el tiempo, que
pasará por aquel fuego, será de días, ó de meses
, ó quizá de años? El que ahora no quiere poner,
ni un solo dedo cu el fuego, ¿cómo no teme
( aunque sea para poco tiempo) sor atormentado
ele aquel fuego excesivo y espantoso? Por tanto ,
cada uno procure con todas sus fuerzas huir los pecados
mortales , y redimir y satisfacer por los veniales
con las buenas obras , para que no quedo
nada de ellos, que el fuego del purgatorio haya de
consumir. » Todas eslas son palabras de san Agustin.
Procuremos , pues, ajustar nuestra vida con la
ley de Dios, y llorar nuestras culpas y satisfacer
por ellas, mientras que el Señor nos da tiempo:
aceptemos las tribulaciones y trabajos, que nos
envia , como enviados do su bendita mano, en pe-

NOVIEMBRE
latericia de nueslros pecados: ayudemos y socorramos
á nueslros hermanos con las buenas obras
que pudiéremos,'para que saliendo puros, acendrados
v afinados del fuego del purgatorio, y gozando
de Dios, nos ayuden con sus oraciones y nos
ilen la mano , para que lleguemos al puerto de salud,
y gozemos juntamente con ellos de aquella
bienaventuranza y gloria sempiterna que es tan
grande é inmensa, que por excesivos que sean los
tormentos del purgatorio , les parecen haber sido
ligeros , y no equivalentes del bien que poseen.
* SAN VICTORINO , OBISPO Y MÁRTIR. — Sabemos
por san Gerónimo , que fué Victorino una
de las columnas déla Iglesia, que compuso obras
muy útiles en latin. Fué natural de la Grecia, y
enseñó la retórica en una ciudad do aquellas regiones.
Considerando después que lodas las cosas del
mundo no son mas que vanidad, consagró sus
talentos y trabajos á la gloria de la religión, y fué
obispo de Pelau, en la alta Pannonia. Durante la
persecución de Diocleciano , el año 30i, coronó
con el martirio su ilustre pontificado.
SAN JUSTO, MÁRTIR.-Sufrió martirio en Trieste
durante la misma persecución de Diocleciano. Habiendo
sido cruelmente azotado , y permaneciendo
constante en su fé , por orden del gobernador Manado
fué anojado al mar, donde consumó su
triunfo.
Los SANTOS CAUTERIO, ESTIRIACO, TOBÍAS, EU-
BOXIO, AGAPIO, v sus COMPAÑEROS, MÁRTIRES.-En
tiempo del emperador Licinio servían estos santos
en los ejércitos romanos , y se hallaban en Sebasto,
cuando fueron puestos presos por ser cristianos, y
conducidos á la cárcel por disposición del gobernador
Marcelo. Al cabo de algunos dias los sacaron
de ella fiara ser azotados con nervios , y descoyuntados.
Sujetóseles además á otros suplicios,
el último de los cuales fué meterlos en una hoguera,
donde, alegres y generosos, los invencibles
alíelas recibieron la palma del martirio.
Los SANTOS AciNDiNO, PEGASIO, AFTONIO,
El.PIDE.FORO , AINEMPODISTO , CON OTROS MUCHOS
COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Vivían los dos primeros
en Persia, como ermitaños, en celdas separadas,
y se juntaban tan solo para cantar las divinas
alabanzas, y salían de su retiro para ir á
instruir á los pueblos vecinos en las verdades
evangélicas. En medio de sus piadosas tareas fueron
presos por orden del rey de Persia. Los azotaron,
y los metieron en una caldera llena de plomo
derretido, de la cual salian ilesos, por divina virtud.
A la vista de este milagro , el soldado Allomo
se convirtió á la religión , v fué allí mismo degollado
, y los dos santos anacoretas, metidos en
sacos de cuero , fueron arrojados al mar. Los soldados
que los habían custodiado y que habian sido
testigos de su constancia , abrazaron también la fé,
y habiéndoles corlado las manos, alcanzaron la palma
do la victoria. Entonces Elpidéforo , del orden
senatorio, fué locado de la gracia de Dios, y confesando
de repente el nombre de Jesucristo , reprendió
al rey por su crueldad , y á su ejemplo
abrazaron el cristianismo unos siete mil hombres;
TOMO IV.
LA LEYENDA Di: ORO. 193
y él y ellos fueron al dia siguiente degollados. Esta
horrible carnicería sucedió en el siglo IV.
Los SANTOS PUBLIO , Vieron, UEIÍMETO, Y PA-
TIAS, MÁRTIRES.—Padecieron martirio en defensa
del Evangelio, en África . durante la persecución
del emperador Decio , en el siglo III.
SANTA EUSTOQUIA , VIRGEN Y MÁRTIR.—Fué
de Tarsis, en. Ciliciu , y conoció la religión cristiana
desde sus primeros años. Vivió consagrada á
Jesucristo, renunciando ¡i los placeres y halagos
del mundo , y pensando tan solo en santificarse
fiara hacerse digna de la gloria eterna. En tiempo
de Juliano Apóstala , quisieron obligarla á ofrecer
incienso á los ¡dolos del paganismo; pero ella se
resistió á semejante sacrilegio con un valor heroico
, por cuyo motivo, después de padecer graves
tormentos, puesta en oración , entregó su alma al
Criador, por los años de 3(32.
SAN TEODORO, OBISPO V CONFESOR. — Hallándose
vacante la silla episcopal de Loadicea, en Siria
, fué este santo designado milagrosamente para
ocuparla , y de aquí le vino el nombre de Teodoto
(dado por Dios) , que los escritores han confundido
después con el de Teodoro-. Fué insigne en
caridad, pureza de costumbres , clemencia , conmiseración
y gran zelo por la gloria de Dios. Dolóle
el Señor de pasmosa sabiduría , y de poderosa
elocuencia, y con sus obras y palabras hizo
mucho fruto en la Iglesia de Dios , y murió santamente
en el siglo VI.
SAN JORGE, OBISPO Y CONFESOR. — Floreció
siendo obispo de Viena , en Francia , cuya Iglesia
gobernó en paz y santidad. Parece que murió
el año 699.
SAN VUI.GANIO, CONFESOR.—-Fué de nación
inglés ó bretón . y floreció en el siglo VIL Predicó
la fé en el territorio de Leus, en el condado de Artois,
y murió en una pequeña celda que se habia
construido en el territorio de Arras.
SAN MARCIANO , CONFESOR. — Nació en la ciudad
de Ciro, en Siria, de familia patricia, y su
padre era un alto empleado de la corle imperial,
en la cual el santo niño se crió. Así que conoció
la vanidad del mundo , se retiró , dejando su patria
y amigos , para vivir enteramente desconocido
de los hombres. Los desiertos de Caichis, en los
confines de la Arabia , fueron testigos de su penitencia.
Encerróse en una celdita tan pequeña,
que tenia que estar en ella en una posición molesla
, y no salía mas que para lo preciso , no teniendo
mas comunicación que con el cielo. Ocupábase
en el trabajo de manos, la oración y la lectura de
los libros sanios. Poseyó la gracia de la contemplación
en un grado tan perfecto , que los días enteros
pasados en este ejercicio, le parecían instantes
, y su corazón inundado de delicias espirituales
, ardía siempre en amor de Dios. A pesar
de sus precauciones para vivir desconocido del
mundo , su santidad lo descubrió , y pronto fueron
algunas personas piadosas á ponerse bajo su dirección
, y se formó un monasterio numeroso. L.'n
día fueron á visitarle los principales obispos de
Siria, y algunos poderosos señores de la corle de
Consluntinopla. Alarmada su humildad consone-

№
jante visita, gaardó por algún tiempo silencio; pero
al (in, obedeciendo á las insinuaciones del prelado
mas anciano, habló para entretener á aquellas
personas con una pintura de las delicias que concede
el Señor á los que le sirven en espíritu y verdad.
Los obispos quisieron ordenarle sacerdote;
pero desistieron de su intento á vista de la repugnancia
que opuso su humildad. Algunos milagros
aumentaron aun mas la veneración en que todos
tenian al siervo de Dios, que murió en su celda, el
año 38T.
SAN AMBROSIO, CONFESOR. — Fué abad del
monasterio de San Mauricio, en Valois. Su amor
á la pobreza, á la humildad, y particularmente la
delicadeza de su conciencia, por la cual conservó
toda su vida la gracia bautismal, le hicieron digno
de todas las gracias celestiales.
í>ln 3.
SAN MALAQUÍAS, OBISPO Y CONFESOR.—El gran
padre y devotísimo doctor san Bernardo fué muy
grande amigo encesta vida de san Malaquías , obispo
de Irlanda, y se halló á su muerte y le enterró ,
y se gloría de haber recibido antes de ella su
santa bendición , é hizo un sermón en su alabanza,
y escribió su vida: de la cual nosotros tomaremos
lo que referiremos aquí.
2 Nació san Malaquías en Irlanda en la ciudad
de Aidmaca, de nobles padres y generosos ,
y la madre era muy piadosa , y deseosa que su
hijo creciese desde niño mas en devoción , que en
letras del siglo; aunque él era tan hábil y tan bien
inclinado, que en lo uno y en lo otro hacia raya
á sus iguales , y daba satisfacción á su madre y
á su maestro. Crecia con la edad el seso y la ciencia
, y no menos la santidad. Parecía en la tierna
edad viejo; porque siendo muchacho, aborrecía
las travesuras propias de aquella edad , no solamente
por su buena inclinación , sino también y
principalmente por la unción del Espíritu santo ,
que le había ya escogido para sí, ó interiormente
le dispertaba y estimulaba, para que á menudo
so retirase á algún lugar solitario á meditar la santa
ley de Cristo y hacer oración , y á irse á la mano
en la comida , vencer el sueño , y ( cuando no
podia ir á la iglesia) á levantar el corazón al Padre
eterno , y adorarle con humillaciones exteriores,
y guardarse de la vanagloria , que es ciertísimo
veneno de la virtud. Con estos buenos principios
pasó Malaquías su niñez , y llegó á la edad
de mozo: y sintiéndose mover del Señor , que le
guiaba, se fué á un hombre santo llamado Imario,
que encerrado en una celda cerca de la iglesia Mayor,
hacia una penitencia y oración continua , para
ser enseñado , y enderezado en el camino espiritual
por un hombre de vida tan austera, y
quo voluntariamente, siendo vivo,se habia condenado
á la sepultura. El hecho do Malaquías causó
grande admiración entre la gente, y cada uno
hablaba de él, según su gusto y afición. Los mas,
mirándolo con afecto humano , sentían mucho que
un mozo bien nacido y bien quisto so hubiese
obligado á tanta aspereza : otros, atribuyéndolo á
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 3
liviandad , lo reprendían porque habia tomado
carga sobre sus fuerzas; pero estos no entendían
lo que dijo el Espíritu santo por el Profeta : que
está bien al hombre llevar el yugo del Señor desde
su mocedad. Y tanto mas se "debo loar san Malaquías
(dice san Bernardo ), por haber abierto camino
á los otros , y sido el primero que de aquella
tierra dio ejemplo ó los demás. Púsose á los
pies de Imario, sentado en silencio y sumisión per­
¡éctísima de su entendimiento y voluntad, con entera
obediencia , y con una mortificación perpetua
, y con todas aquellas artes ó industrias que
llevan á una alma fervorosa y mansa á la cumbro
do la perfección evangélica. Ordenó el arzobispo
Celso , con consentimiento do Imario , de diácono
á Malaquías, y con este orden sagrado se vistió
de nuevo espíritu, y comenzó á ejercitar todas
las obras de piedad , y especialmente aquellas
que son mas asquerosas y molestas. Enterraba
con particular cuidado á los pobres difuntos,
pareciéndole que este oficio era juntamente de
humildad y de humanidad. Tuvo en él gran contradicción
de una hermana suya seglar, que tenia
por afrenta ver á su hermano tan ocupado en
aquel piadoso oficio; pero él no hizo caso de ella,
ni de sus dichos y contradicciones. Siendo ya de
veinte y cinco años, le ordenaron de sacerdote ,
con gran repugnancia suya: y el arzobispo le encomendó
el oficio de predicar, y de enseñar el
catecismo á aquella gente ruda y salvaje; y él
se empleó tan de veras, y con tanta ansia y diligencia
en romper y cultivar aquella tierra inculta
y por labrar, que habiendo arrancado de ella
las malezas , abusos y vicios que la cubrían, sembró
leyes y reglas llenas de justicia y de honestidad,
y plantó las constituciones apostólicas, los
concilios aprobados, y sobre todo las tradiciones
y usos de la santa Iglesia romana, de lo cual todo
antes carecia. Y porque los santos sacramentos
de la confesión, confirmación y matrimonio, ó
por malicia, ó por ignorancia de la gente, estaban
ya casi del todo olvidados , procuró que so
restituyese y renovase el uso de ellos , y que se celebrasen
con solemne música los oficios divinos.
Para acertar mejor, y para que no se introdujese
por descuido alguna cosa contraria á los ritos ó
institutos católicos, se fué en busca de un santo llamado
Maleo , que era obispo de Lesimor, ciudad
de Mumania , parte austral dellibernia, el cual
era anciano en los años, santo en la vida , admirable
en los milagros, adornado de celestial sabiduría,
y por estos dones divinos tenido por un
cornun refugio de los afligidos. Después que con este
santo obispo estuvo algún tiempo san Malaquías
y gozó de su familiaridad y doctrina, volvió á su
tierra , llamado del arzobispo Celso, y de Imario ,
su maestro, y de otros muchos que le deseaban.
En este tiempo sucedió la muerte de su hermana,
la que llevaba mal que el santo se ocupase en enterrar
los muertos, y por esto y porque sus costumbres
no le agradaban , hizo voto de no mirarla ni
tratarla mas mientras viviese: pero después que
pasó de esta vida, comenzó á ver con los ojos del
alma , á la que antes ni habia querido ver con los

NOYIEMT.RE , 3 LA LEYENDA DE ORO. 19o
ojos del cuerpo. Estando una nochedurmiendo, le
pareció qne un hombre le avisaba que su hermana
estaba vestida de lulo fuera de la iglesia , y
que en treinta días continuos no habia comido.
Despertó luego san Malaquias : y acordándose

196 LA LEYENDA DE ORO. NoVIEttURK
resto del clero y pueblo obedecia , sino todos los
otros señores , hasta los mismos reyes. Pusieron
los ojos en Malaquías, para encomendarle aquella
Iglesia de tanta preeminencia y dignidad ; y el
mismo Celso en vida le nombró , señaló y ordenó,
(pie fuese Malaquías su sucesor, para cortar el hilo
de un abuso que se habia introducido doscientos
años antes , con que aquella suprema dignidad
se daba siempre á los hombres de una familia ;
y cuando en ella no habia persona eclesiástica
(pie la mereciese , dábanla á hombre lego de la
misma familia. Por esto juzgó Celso ,• que para
cortar del todo aquella mala raíz , y arrancar cosa
tan perjudicial de la Iglesia , no habia otro remedio
, sino que Malaquías se encargase de aquella
Iglesia. El santo rehusó cuanto pudo aquella
carga , y nunca la quiso aceptar , hasta que le
prometieron que después de haber allanado las
muchas y gravísimas dificultades que en aquel
negocio se le ofreeian , le dejarían volver ó su primera
Iglesia , y renunciar esla otra , quo con lanío
ahinco ó instancia le encomendaban , siendo
la una tanto mas rica y preeminente que la otra:
en lo cual se ve cuan apartado estaba de codicia
y ambición , y cuan amigo era de humildad y pobreza.
No bastaran las razones y persuasiones
que los hombres hicieron á Maiaquías, para aceptar
aquella dignidad de primado , si Dios nuestro
Señor no lo hubiera movido , y moslrádole quo
aquella era su voluntad , con una señal del cielo
; porque al tiempo que Celso estaba enfermo
y Malaquías lejos , y sin saber lo que Celso pretendía
, le apareció una mujer venerable , y de
grande estatura y grave semblante : y preguntada
por el santo, quién era ; le respondió , que
era la esposa de Celso , y le puso en la mano la
vara del gobierno ; y luego desapareció : y el mismo
Celso , estando para morir , envió á Malaquías
, como á su sucesor , una vara de la misma
figura, y muy semejante á la que le dio aquella
mujer en la visión que habia tenido: y así por no
repugnar á la voluntad de Dios . bajó la cabeza ,
y aceptó el cargo , y comenzó á ejercitarle , nó
como hombre santo , sino como varón divino; mas
tuvo grandes borrascas, y espaniosas contradicciones
en la prosecución de su oficio pastoral :
porque todos los de aquella familia , en que por
espacio de doscientos años habia eslaclo aquella
dignidad , que eran muchos y poderosos , se armaron
de saña y furor , y se determinaron á quitar
antes la vida á Malaquías , que dejarlo con la
primacía de Ilibernia , y perder ellos las honras y
rentas de ella: y pusiéranlo por obra , si ol Señor
no volviera por su siervo , y no le amparara con
su mano poderosa. Vino una vez un caballero
principal , y cabeza de aquel bando , acompañado
de gran número de gente armada y atrevida ,
para ejecutar esla maldad y acabarle , y puso su
celada en el camino , por donde habia de pasar
Malaquías , que iba á celebrar una junta de los
estados de Híbernia. Súpolo el santo : entróse en
la iglesia: hizo oración ; v al mismo punió comenzó
á cubrirse el cielo , oscurecerse ol aire , sonar
truenos, despedir relámpagos, y caer rayos ,
con un torbellino tan impetuoso y horrible , que
parecía que amenazaba el cha de la ira , y del extremo
juico del Señor. El capitán de aquella diaból
ca compañía , traspasado de un rayo , quedó
muerto , y con él otros tros de los mas principales
; v al dia siguiente so hallaron sus cuerpos secos
y quemados , sobre los árboles del campo : v
los que iban con Malaquías, estando tan cerca de
aquel lugar , no recibieron daño alguno. Con esto
buen suceso , y con el haber cobrado dos reliquias
sagradas , la una el texto de los Evangelios , quo
habia sido de san Patricio , y la otra , un báculo
cubierto y engastado en oro y ricas piedras, que
llamaban el « báculo de Jesús,» teniendo por cierto
que nuestro Salvador haliia usado de él, que
eran las insignias de aquella dignidad ; se sosegó
aquella tempestad , viendo que Dios peleaba por
su siervo: y así pudo el santo ejercer su oficio
mas libremente ; aunque no sin gran trabajo , por
no hallar ni lugar , ni tiempo seguro de traiciones
y de personas , que le lachaban é infamaban en
público , y en secreto. Entre ellos uno mas atrevido
y desvergonzado , y grande hablador , tomó
por asunto el morder al sanio , y ladrar contra él
entre la genle mas ilustre , y señores mas principales
, cuya gracia había ganado con lisonjas y
chocarrerías. A este castigó nuestro Señor ; porque
so le hinchó •' pudrió la lengua de lal suerte ,
quo por siete dias continuos escupió gusanos ; v
filialmente, echando mucha materia de la boca ,
dio su alma y acabó infelizmente la vida. Olra
mujer de aquel mismo linaje y familia , estando
el santo predicando, alzóla voz, y le llamó hipúerila
, y robador de la hacienda ajena , motejándole
de calvo , y diciéndole otras injurias : á
las cuales el santo , como sabio y manso, no respondió
; mas el Señor respondió por él , y aquella
pobre mujer perdió eJ seso , y frenética y furiosa
daba voces continuamente , y clamaba que
Malaquías la ahogaba , y de esla manera murió ;
y dentro de poco tiempo toda aquella desventurada
casia, que habla perseguido al santo , se acabó
y aniquiló, con grande admiración y temor
de todos los que la conocian; para que sepamos el
respeto que.debemos á los santos, y que el Santo
de los santos vuelve por ellos. Habiendo, pues, el
sanio poní ¡fice puesto en buen estado las cosas do
aquella Iglesia, se descargó de ella : y sustituyendo
en su legará una persona de rara y experimentada
virtud, que se llamaba Gelasio, se volvió
á la suya de Conerolcb, conforme al concierto
que antes habia hecho: y porque la diócesis de
Conerelch , por justos respetos se habia dividido
en dos obispados, dejó la mas noble y la mas rica
á otro calificado sugelo , y lomó para sí la de I)uno,
que era pobre, pequeña y de poca eslima:
y para dar mejor cuenta a Dios de aquella
Iglesia , quiso tener cabe sí un colegio de clérigos
reglares, con deseo do retirarse , y darse á la contemplación
v á la vida religiosa.
5 Pero, para acertar mas en tocio, el Señor
le movió á que fuese á Roma, no solamente para
visitar las reliquias y santuarios de aquella santa
ciudad , sino particularmente para conferir y re-

NOVIEMBRE, 3 LA LEYENDA DE ORO. 197
presentar al sumo pontífice , y vicario de Cristo,
todas las cosas que se le ofrecían para el establecimiento
de nuestra santa religión, y buen gobierno
de las Iglesias de Irlanda. Y puesto caso que
todo el clero y pueblo procuró detenerle , y persuadirle
que no hiciese aquella larga y trabajosa
jornada; no fué posible , porque Dios le guiaba.
Llegó á Moma á tiempo que Inocencio , II de este
nombre , gobernaba la nave de san Pedro, del
cual Malaquías fué recibido con singular benevolencia
y favor; y la primera cosa que le suplicó
, fué , que lo descargase del oficio de pastor , y
diese el obispado á otro , y á él le dejase morir
quietamente en el monasterio de Claraval, donde
san Bernardo era abad : pero el papa no solamente
no le concedió lo que tanto deseaba; mas le
hizo su lugarteniente , y legado apostólico en toda
la isla de Irlanda : y quitándose el mismo papa la
mitra de la cabeza, la puso sobre la de Malaquías,
v le dio de sus propios ornamentos pontificales ,
con que decia misa, una estola y un manípulo , y
le concedió otras muchas gracias, y con su bendición
apostólica y grandes favores, le envió á su
Iglesia, habiendo estado el santo en Roma un
mes , visitando con singular devoción aquellos lugares
consagrados con la sangre de tantos pontífices,
apóstoles , y mártires. A la ida á Roma , y á
la vuelta , posó el santo en el monasterio de Claraval
, donde se consoló por extremo con la comunicación
del santo abad Bernardo, y de los otros,
sus lujos , que vivían en aquel sagrado convento,
como ángeles venidos del cielo : y ellos con la presencia
de san Malaquías, y con su bendición , y
maravillosos ejemplos , quedaron mas alentados,
y con nuevo fervor y brio , para anhelar y correr
con mayor ímpetu á la perfección. Mas volviendo
de Roma , dejó en Claraval cuatro de sus
clérigos , para que allí se criasen , é instruyesen en
la vida religiosa, y volviendo á Irlanda, la plantasen
en aquella isla : la cual, aunque lenia noticia
de monjes, hasla aquel tiempo no había visto ninguno
, y estos cuatro fueron semilla del cielo , que
se sembró en aquella incuba tierra ; porque hahiondo
sido admitidos á la religión de san Bernardo
. fueron de él enviados á su patria , y después
otros , y algunos hijos del mismo san Bernardo , y
discípulos de aquella escuela: los cuales fundaron
en Irlanda un convento con su abad , y de él se derivaron
, como de fuente, otros cinco , multiplica—
candóse los seminarios, y creciendo cada dia el
número de religiosos.
6 Mas llegado san Malaquías á su tierra , fué
recibido con increíble gozo y regocijo de todos
aquellos pueblos , que de todas partes venian á recibir
su bendición , y á darle la enhorabuena de su
venida: y él , para no tener sin provecho la gracia
que el papa le habia dado, celebró en algunas
ciudades concilios nacionales, y en ellos se hicieron
útilísimos decretos y cánones, para establecer
mas la religión católica; estando siempre
el santo muy atento á remediar las necesidades
parlicuíares de cada uno , ya con dulzura , ya con
severidad : y no habia quien se atreviese á repugnar
á sus mandamientos, ó á despreciar sus
saludables amonestaciones; antes todos las recibían
como medicina, y como constituciones venidas
del cielo : y no es maravilla , porque su vida
era celestial y divina, y los milagros con
que el Señor le ilustraba eran tantos y tan gloriosos
, que el contradecir á Malaquías , era contradecir
á Dios. De la santidad de su vida dice san
Bernardo estas palabras: «Dejando aparte el
hombre interior , cuya hermosura , valor y sinceridad
resplandecían en la vida de Malaquías;
¿qué diremos del exterior, y de aquellas maneras
uniformes , pero siempre modestísimas que guardó
, sin que jamás se viese en él la menor cosa del
mundo , que pudiese ofender los ojos de los quo
le miraban ? Vengamos á la lengua : cierto es ,
que el que no resbale en el hablar es varón perfecto.
Pues ¿qué hombre hubo tan curioso , que
notase en Malaquías , no digo palabra , sino un sí,
ó nó, ocioso? ¿ Quién le vio mover el pié , ó la
mano con vanidad ? ¿ O en qué cosa no daba él
edificación al prójimo , en el andar, en el mirar,
en el hábito , y en el semblante? Tenia una perpetua
severidad en el rostro, tan igual , que ni la
tristeza , ni la alegría nunca la pudieron alterar.
Era enemigo de burlas ; mas no austero , ni encapotado
: alegre , cuando convenia; mas nunca disoluto
: en ninguna cosa descuidarlo ; mas á su
tiempo sabia disimular : era pacífico y quieto;
mas no perezoso. Desde el primer dia de su conversión
hasta la postrera boqueada, nunca tuvo
cosa propria , ni renta , ó eclesiástica , ó seglar; y
aun , siendo obispo, no tenia cosa cierta para su
mesa obispal . ni habitación determinada , como
aquel que toda la vida gastaba en visitar sus
parroquias y feligreses, sirviendo al Evangelio,
y sustentándose del mismo Evangelio , según el
orden del Señor : y muchas veces , para no ser
cargoso á nadie, se sustentaba él , y sus compañeros,
del trabajo desús manos, como lo hacia san
Pablo ; y siendo ya hombre de edad , y legado del
sumo pontífice , nunca dejó su antigua costumbre,
él , y todos sus compañeros , de ir á pié cuando
iba á predicar : forma verdaderamente evangélica
, y tanto mas de estimar en Malaquías, cuanto
menos es imitada de otros ; pero el que de tal manera
vivía , con razón se puede llamar legítimo
heredero y sucesor de los apóstoles. » Todo esto
es de san Bernardo.
7 Pues ¿qué diré de los milagros , con que el
Señor le honró y ensalzó? El mismo san Bernardo
dice que fueron innumerables, y cuenta muchos:
yo referiré algunos pocos, que nos puedan
enseñar , y mover á imitación . mas que no á sola
admiración ; pues para esto escribimos las vidas
de los sanios. Había una mujer gravemente atormentada
del demonio : hizo oración san Malaquías,
y mandó al demonio que saliese de aquel cuerpo
; y le obedeció : pero entró en otra mujer , que
estaba allí présenle: y Malaquías dijo al demonio:
No te mandé yo salir de aquella mujer , para que
entrases en esta: deja esta también. Salió de la
segunda; y volviendo á la primera, y echándolo
do ella , tornó á la segunda : y de esta manera andaba
el demonio, haciendo burla del santo , hasta

IOS LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 3
quo él , cobrando nueva fuerza del cielo , echó
aquel inicuo poseedor de las dos mujeres. Y el
haber lardado lanío en echarle , no fué (dicesan
' Bernardo) por la fuerza que tuvo el enemigo en
resistir; mas por dispensación divina , para quo
mas se conociese la presencia del enemigo , y la
victoria de Malaquías , como se ve en el milagro
siguiente.
8 Habia posado el santo en una casa , donde
después estuvo un enfermo y endemoniado , y
una noche comenzaron los demonios á hablar entre
sí , y á decir : Mira que este desventurado no
toque la paja en que durmió aquel hipócrita ; y
por esta manera se nos escape de las manos. Oyó
estas palabras el enfermo : y entendiendo que
hablaba de san Malaquías ; débil , como estaba
del cuerpo , mas fuerte en la fé , comenzó lo mejor
que pudo á llegarse á la paja; y al momento
se sintieron en el aire voces penosas , que decían
: Ténle , apártale ; que perdemos nuestra
presa : mas, por la divina misericordia , en llegando
el pobre á la paja en que había dormido Malaquías
, se halló súbitamente sano de todos sus
miembros , y libre de los temores y espantos diabólicos
que padecía ,y los demonios, dando aullidos
y bramidos, le dejaron, y desaparecieron
de aquel lugar.
9 Trajerónle una pobre mujer , que había
quince meses y veinte días que eslaba preñada,
sin hallar remedio humano , para hacerla parir:
movido san Malaquías de tan nuevo y extraño
caso , se puso en oración ; y luego la afligida mujer
sin dificultad parió.
10 Un soldado del conde do Ulidia, sin vergüenza
ni respeto alguno , tomó por amiga la
que lo habia sido de un hermano suyo: avisóle el
sanio pastor, con caridad de padre, del'peligroso
rs'ado en que estaba ; pero el soldado estaba tan
encarnizado en su vicio , que con gran bravura
respondió , que jamás la dejaría , é hizo juramento
de ello. Entonces Malaquías , lleno de zelo de
justicia , respondió : Dios á tu pesar te la quite.
No pasó una hora . que ciertos enemigos suyos lo
mataron á puñaladas ; mostrando el Señor con este
hecho, cuan presto se ejecutaba la sentencia de
Malaquías, y avisando con él á otros hombres desalmados,
de los cuales algunos, escarmentando en
cabeza ajena , se convirtieron y enmendaron.
11 Dio salud á un muchacho paralítico, y ordenó
á su padre que le dedicase al servicio de
Dios , y el padre se lo prometió; mas no lo hizo:
y así le tornó la misma enfermedad , por no habercumplido
lo que al santo habia prometido.
12 Habia una mujer de tal manera poseida y
tiranizada del espíritu de la ira y del furor, que
no solamente los parientes, y los vecinos huían
de su conversación , mas sus proprios hijos no podían
habitar con ella : en cualquiera parte quo
oslaba . no se oían sino voces , gritos , y una tempestad
de palabras coléricas y de ira : era atrevida
y temeraria : echaba llamas de fuego : mordía
con la lengua: jugaba de manos; y ora insufrible
y odiosa á todos. No hallando otro remodio,
la llevaron sus hijos delante do san Malaquías,
llorando amargamente su infelicidad , y la de su
madre. El santo , mansa y benignamente, lo
preguntó , si se habia confesado alguna vez en su
vida ; y ella respondió que nó. Entonces la dijo,
que se confesase. Confesóse con él : y habiéndola
dado la penitencia que le pareció conveniente,
la mandó de parte de Cristo nuestro Señor, que no
se enojase mas de allí adelante. Parece cosa increíble;
pero es verdad : infundióle Dios súbitamente
tanta mansedumbre, y tan gran paciencia,
que todos entendieron que aquella verdaderamente
era mudanza del cielo ; y después vivió algunos
años con una paz y quietud de su alma,
tan extraña , que ningún trabajo , tribulación , ó
daño , que la viniese , la podia turbar..San Bernardo,
después de haber contado que san Malaquías
habia resucitado á una mujer muerta , dice,
que fué mayor milagro , á su parecer , el habermudado
el corazón de la mujer brava , que el haber
dado vida á la mujer muerta ; pues en la una
resucitó al hombre interior, ven la otra al exterior.
13 Vino á san Malaquías un hombre iego y
calificado, muy triste por la sequedad que decia
sentir en su alma : suplicóle que le alcanzase don
de lágrimas, del Señor. Mucho se consoló el santo,
por ver que un hombre lego le demandaba aquel
don de Dios: y llegando su rostro, como por benevolencia
, al rostro del hombre, lo dijo: Dios le
dé lo que pidos. Desde aquella hora los ojos do
aquel buen hombre fueron dos fuentes de lágrimas.
l'ir Yendo predicando, llegó á una isla, en
que se solia pescar gran número de peces, y después
por los pecados do los moradores de ella habían
desaparecido los peces, y ellos no lenian con
qué sustentarse. Fué revelado á una mujer, quo el
único remedio para que hubiese peces, era que
Malaquías lo pidieseá Dios, y á este tiempo llegó
el santo á la isla: cercáronlo luego los isleños , y
echándose á sus pies , le suplicaron que los librase
con sus oraciones de aquel azote de Dios , y tan extrema
necesidad. Fueron tantos sus ruegos y sus
lágrimas, que hincadas las rodillas allí á la orilla
del mar, hizo oración al Señor, suplicándole que
renovase su misericordia , y echase su bendición á
aquella gente; y luego al punto vino tan gran cantidad
de peces, cuanta jamás allí se habia visto,
y duró de allí adelante.
15 No es desemejante á este milagro otro,
que le sucedió. Habiendo llegado con otros tres
obispos á hospedarse en casa de un clérigo, quo
no tenia qué darles de comer, porque en el rio,
que eslaba allí cerca, ya de mucho tiempo no se
hallaban peces, y los pescadores, como cosa desesperada
, habian dejado su oficio; diciendo esto
el clérigo á san Malaquías , él le mandó que echase
la red en el nombro do Dios; y de aquella primera
redada cogió doco salmones , y la segunda
otros tantos, con los cuales los'obispos y toda su
compañía tuvieron que comer abundantemente , y
materia do alabar á nuestro Señor: y para que se
viese que esta había sido obra suya , volvió después
¡a misma esterilidad y falta de pesca ,-y duró
ios dos años siguientes.
1G Hubo un clérigo en lo exterior de buenas

NOVIEMIIRE
LA LEYENDA DE ORO.
199
costumbres y de . . agudo ingenio; pero vano y
u •
ronliado de si. Permitió nuestro Señor que el
demonio le engañase en materia déla le, y en
confesar la verdadera y real presencia de Cristo
nuestro Señor en el sacrosanto sacramento do la
eucaristía. Amonestóle san Malaquías primeramente
á solas, de su error: y no bastando esto
para reducirle, hizo dos veces una junta do otros
clérigos, y hombres doctos, para desengañarle: y
aunque todos los que allí estaban le reprendían y
convencían su error con los lugares evidentes de
abrirse con un caballero principal, V tratando do
reconciliarse con el rey y volver á su gracia, no
fiándose del rey, lomó a san Malaquías por medianero,
y sobre su palabra, que le dio el santo,
se concertó aquella diferencia; mas estando el caballero
sobre seguro , fué preso por mandato del
rey , que no podia vencer el enojo y enemistad quo
con él tenia. Sintiólo el santo, como era razón:
acudió á Dios, y cegó el rey. Con este manifiesto
castigo conoció su culpa: pidió perdón; y rindióse
á la voluntad del santo ponilfice.
la sagrada Escritura; él estuvo tan obstinado y 19 Habiendo comenzado un oratorio de pie­
pertinaz, que le declaró por hereje y apartado dra de sillería, conforme á la traza que le había
del gremio de la santa Iglesia: y viendo que aun sido mostrada del cielo , en la abadía de Doncor;
no se reconocia , antes que como soberbio ó hin­ un caballero que tenía cargo de las rentas de la
chado , se tenia f or mas sabio y docto que todos; abadía, y un hijo suyo, de tal manera le persiguie­
encendido de santo zelo Malaquías, alzó la voz y ron , tratándolo de loco ó insensato, por haber
dijo: Pues no quieres de grado confesar la verdad, comenzado una obra tan suntuosa, siendo pobre
Dios te haga confesarla por fuerza; y el mismo he­ y sin caudal para acabarla , que el santo les dijo,
reje respondió: Amen. Vino después el desven­ que la obra se acabaría y el hijo no la vería. Conturado
hombre á tanto aborrecimiento de sí mismo, forme á su profecía murió dentro de un año, y el
que no pudiendo vivir entre la gente, se quiso ir padre fué castigado del Señor; porque un demo­
como desesperado á lejanas tierras : y poniéndose nio le arrebató y le echó en el fuego, de donde le
encamino, le sobrevino una enfermedad tan gran­ sacaron los de su casa, quemados sus miembros,
de, que no pudo pasar adelante, y viendo su pe­ perdido el seso , torcido el rostro , echando espuligro
, á mal de su grado volvió á la ciudad, y hamajos por la boca y dando terribles alaridos: y
ciendo llamar al obispo, confesó su culpa , detestó aunque el santo , compadecido de su mal, hizo
el error, recibió la absolución; y luego espiró. oración á Dios por él, y no murió; pero quedó
con muchos malos accidentes , que le duraron por
toda la vida , y la obra comenzada se acabó , según
la grande confianza que nuestro Señor había
dado á su siervo: y para cumplírsela (porque él
era pobre y no tenia con qué), le descubrió un tesoro
debajo de la misma plaza donde se hacia el
edificio, del cual hasta entonces no se sabia cosa,
ni habia persona que de él tuviese noticia; y así
halló Malaquías en la bolsa de Dios, loque no
hallara en la suya : que quien tiene viva fé, tiene
todas las riquezas del mundo: porque , ¿qué
otra cosa es el mundo, sino un banco y una fuente
manantial, que no se puede agotar, de la
lidad del Señor?
libera­
17 Altercaban dos pueblos y traían grandes
pleitos sobre los términos y linderos: y queriendo
llevar por armas aquel negocio , se juntaron para
pelear. Envió el santo (por estar ocupado) á otro
obispo, para que en su nombre los apaciguase, y
sosegase aquella discordia. El obispo, aunque de
mala gana (por pensar que no haria nada, ni tendría
la autoridad que era menester con aquella
gente furiosa y armada) todavía obedeció: fué, y
halló que estaban ya para venir á las manos; y
con el nombre de san Malaquías los amansó y
concertó, ó hicieron sus capitulaciones. Pero después
uno de los pueblos se embraveció de manera,
que quiso dar de repente en los contrarios y matarlos,
sin que el buen obispo los pudiese detener;
porque corrían como caballo sin freno, y desbocado.
Volvióse entonces el obispo con el corazón
á pedir favor á san Malaquías , aunque estaba lejos
, y de repente corrió una voz entre toda aquella
gente furiosa, quo otros enemigos sujos habian
entrado en sus tierras, y las destruían , y llevaban
cautivos á sus hijos y mujeres. Oida esta voz,
aunque falsa, al punto dejaron aquella empresa,
y se volvieron;! sus casas; y no hallando á los
enemigos , entendieron que habian sido engañados
por voluntad de Dios, por el poco respeto que
habian tenido al mensajero de san Malaquías: el
cual, habiendo ido él mismo á concertar á aquellos
pueblos, y no habiendo podido acabar con ellos lo
que deseaba (porque el otro pueblo, habiendo sabido
lo que los contrarios habian pretendido hacer
contra él, se quería vengar), Dios nuestro Señor
tomó la mano , haciendo crecer un pequeño rio
que estaba en el camino, de tal manera , que no
le pudieron pasar, ni ejecutar su mal intento.
18 Uno de los royes de Ilibernia vino á des-
20 Nunca acabaríamos si quisiésemos referir
todos los milagros de este santo : basta, que en los
que hasta ahora hemos escrito, y en los demás
que dejamos, hallaremos todas las maneras y géneros
de los antiguos milagros , profecías , revelaciones,
castigo de los malos, salud del cuerpo,
conversión de almas, y resurrección de muertos.
A mas de esto , por sus excelentes virtudes, fué
magnificado del Señor delante de los príncipes
y de los reyes; y después de muchas y graves
persecuciones, quedó victorioso y superior á la
envidia.
21 Pero vengamos á su dichoso fin, y acabemos
esta historia. Estaba un día san Malaquías
con sus hermanos en santa recreación; comenzaron
á tratar de la muerte, y á decir cada uno de
los que allí estaban el lugar y el día en que deseaba
morir; y el santo, cuando le tocó el responder,
dijo , que si él habia de quedar en Hibernia , holgaría
resucitar con san Patricio, apóstol de ella;
pero que si hubiese de morir fuera de aquella isla,
escogería la iglesia de Clarava!, para depositar en

200 LA LEVEN
ella ol saco de su cuerpo : y manió al dia, tomaría
el día de los tinados, por los muchos sufragios
que por ellos ofrece la santa Iglesia en su conmemoración.
Esto dijo el santo ; y si fué deseo , Dios
se lo cumplió; y si fué profecía, salió verdadera,
de la manera que aquí diré.
22 Descosan Malaquías, que el sumo pontífice
diese el palio á los arzobispos metropolitanos
que había en Hibernia : el uno era el antiguo ardamacano
y primado; y otro, que el arzobispo
Celso habla instituido, y el papa Inocencio II conlirmado
, pata mas fácil gobierno de las almas.
Juntó un concilio, para que en nombre de lodo el
clero, y de la isla , se suplicase esto al papa (que
así había ordenado que se hiciese cuando san Malaquías
estuvo en Boina), y el mismo sanio se encargó
de esta jornada , y de ir en persona á suplicárselo
al papa , que ya era Eugenio 111, discípulo
de san Bernardo y monje de Claraval. Con esle
intento se partió de Irlanda Malaquías: pasó por
Escocia é Inglaterra, alumbrando con su vida,
doctrina y milagros las partes por donde pasaba.
Llegó al monasterio de Claraval, donde fué recibido
de san Bernardo y desús monjes, como tan
amigo unlíguo y vaso escogido de Dios. De allí á
cuatro ó cinco dias , habiendo dicho misa con suma
devoción en público el día del glorioso evangelista
san Lucas, ledió una calentura , y se echó en la
cama, y luego entendió que el Señor le quería
cumplir sus deseos, y tuvo revelación de su muerte,
y dijo que allí acabaría el curso de su peregrinación.
Creció el mal: recibió el viático y la
extremaunción; y para recibirla con mayor humildad
y devoción, bajó de la celda alta, donde
estaba, por su pié á la iglesia, y volvió á la celda:
y con estar la muerte tan cerca, y como llamando
a su puerta, no tenia el rostro amarillo ni enflaquecido,
ni la frente arrugada, ni hundidos los
ojos, ni adiada la nariz , ni los labios cárdenos,
ni traspillados ¡os dientes, ni los oíros accidentes
mortales. Y finalmente, el dia de todos los santos,
habiendo celebrado aquella fiesta tan bienaventurada
y gloriosa , con gran júbilo y alegría de corazón
, y llamado á su presencia á los padres de
aquella casa, y declarádoles que Dios le había
cumplido los deseos de morir en ella , y prometídoles
de acordarse de ellos en el cielo , y echádoles
su bendición, pasada la media noche dio su
espíru al Señor, el aúo de 11V8, á los cincuenta y
cuatro de su edad, en el lugar y en el día que él
mismo había profetizado. Quedó mas como dormido
que como muerto, con un semblante tan
fresco , sereno y angélico , que mas parecía haber
recibido de la muerlo mucha gracia y hermosura,
que fealdad. El sagrado cuerpo fué llevado en
hombros de los abades que habían concurrido de
diversas parles con salmos ó himnos, y cánticos
espirituales , y colocado en la capilla de la sacratísima
Virgen', como él mismo lo había deseado. Y
hallándose allí un muchacho que tenía un brazo
muerto, que le colgaba de la espalda y no le podía
menear, san Bernardo le llamé; y tomándole
del brazo, le hizo locar la mano de san Malaquías,
y luego quedó sano.
ADEOBO. NOVIEMBRE, 3
23 La vida de san Malaquías escribió (como
diurnos) muy á la larga san Bernardo, v le escribió
algunas desús epístolas, que son" las 31o,
310 y 317. Hace de él mención el Martirologio
romano á los 3 de noviembre : porque, aunque el
santo murió á los 2; mas por estar aquel dia la
santa Iglesia ocupada en la conmemoración de
los finados , trasladó al día siguiente el de su glorioso
tránsito.
"* SAN CUARTO, OBISPO.—Fué otro de los
discípulos del Salvador , y se asoció á los apóstoles
en el ministerio de la predicación. Créese quo
fué consagrado por ellos obispo de Nursia. Después
acompañó á Santiago el mayor en su viaje á
España y predicó el Evangelio á los españoles,
compartiendo con el glorioso apóstol las fatigas y
trabajos de su misión. Pocas noticias nos han
quedado de él, pues ignoramos si padeció martirio
, como algunos suponen, y el lugar donde acabó
sus días. El apóstol san Pablo en su epístola á
los romanos, cap. 10, dice estas palabras . «Saludóos,
Cuarto hermano. »
Los SANTOS GERMÁN, TEÓFILO, CESÁREO, Y
VIDAL, MÁRTIRES. — Fueron martirizados en Cesárea
de Capadocia, el año 252, durante la persecución
de Decio. Su martirio fué muy prolongado
; pero ni un solo momento so desmintió su
constancia y su valor.
Los INNUMERABLES MÁRTIRES DE ZARAGOZA.—
A principios del siglo IV, durante la persecución
de Diocleciano, ofrecieron los cristianos de Zaragoza
un ilustre espectáculo do constancia y de viva
le en Jesucristo. Viendo Daciano, prefecto de la
España citerior, quo la matanza que habia hecho
en los cristianos nobles no disminuir» el fervor y
la constancia del pueblo, inventó un medio digno
de su ferocidad para acabar de una vez con los fieles
que allí había. Fingió dar licencia á los cristianos
para quo viviesen eu su religión , con tal
que todos junios saliesen de Zaragoza á avecindarse
en oíros lugares. Al mismo tiempo puso fuera
de la ciudad apostados unos soldados , que en saliendo
los fieles , so echasen sobre ellos de repente,
y los pasasen á cuchillo. Cerráronse todas las
puertas, menos una, la occidental, para que saliendo
lodos por allí, ninguno se escapase. Salieron
en efecto; pero así quo lo hubieron verificado,
vino sobre ellos la pelea de la fó , y de la mano
de Dios recibieron la fidelidad y el premio de ella,
qn-3 es la corona que á los soldados leales do su
milicia tiene guardada en el cíelo. Para quo los
cristianos no recogiesen los cuerpos do aquellos
mártires, Daciano los mandó quemar juntamente
con los de algunos facinerosos, con el fin de que se
mezclasen unas cenizas con otras ; pero Dios frustró
sus intentos. Del fuego salieron los cuerpos do
los malhechores en la misma forma que antes, y
los de los mártires reducidos á una masa muy
blanca , la cual recogieron los fieles y la ocultaron
en ol campo , hasta que restituida la paz á la Iglesia
en tiempo de Constantino, hicieron en el mismo
sitio una iglesia subterránea y en ella los colocaron
, y se llamó osla capilla , ya desdo muy
antiguo , la Iglesia subterránea de las Sanias Mu-

NoviE.-inu:;, 4 LA LEYENDA DE ORO. 201
sas. Algunos han supuesto que todos estos santos fin de su vida, murió tranquilamente, ol dia 30
„ r. lebra hoy,
eliquias.
Fué el XIX
cias sagráis
virtudes,
i principalos
pobres y
e murió en
de lalgleobispoSajdicando
el
de la Frani
corona del
;u zelo. Mu-
JC, al prin-
-Fué el prioda
aquella
mtentó con
Narbonen-
Luvernia, y
quistas para
hquias fue-
taña, y fué
nonasterios.
le sus relimteramente
vangelio en
hacer tamíos
después
n milagros,
70.
Fué el XX
ia á visitar
le conoció
i de disíinsstimacion.
j Sicilia, de
en el temor
ura piedad,
de madres;
á la Iglesia
tiesa haber
id re los mas
ígunos años
>as, con poprácticas
de
cion. Cierto
o, y le habló
aventurada.
302.
está en este
ido en el dia
ide en sentir
'O Y CONFEen
el año de

NOVIEMBRE, h. LA LEYENI A DE ORO. 20i
sas. Algunos han supuesto que todos estos santos
fueron íle\ ados presos á Zaragoza, donde sufrieron
martirio: pero esto no es exacto: de sus actas, escritas
por san Braulio, se ve claramente que todos
estaban avecindados en la ciudad , y que eran
muchos miles los que perecieron.
Los SANTOS VALENTÍN É HILARIO, MÁRTIRES.
— Eran de Viterbo , y vivían en la misma ciudad
en tiempo de! emperador Maximiano. Por haberse
negado á ofrecer sacrificio á los dioses , fueron arrojados
al Tibor con un gran peñasco atado al
cuello; pero habiéndolos sacado milagrosamente
de las aguas un ángel, los degollaron , recibiendo
la corona del martirio. San Valentín era presbítero,
y san Hilario diácono.
SANTA VENEFRIDA, VIRGEN Y MÁRTIR. — Era
hija de un señor anglo-sajon, piadoso y distinguido
en sus virtudes, que cuidó escrupulosamente de la
educación de su hija. Mas crecida en años, fué
confiada á la dirección de un venerable obispo, pariente
suyo, que le enseñólas virtudes de la religión
, y las ciencias sagradas. Empezó su vida de
perfección , consagrando á Dios su virginidad , y
tomando después el velo de religiosa. Vivió primero
en un pequeño monasterio que habia hecho
edificar su padre en Holy-Well, y después se
trasladó al de Gulerin, del cual fué luego abadesa.
Cradoe , príncipe de aquel país, concibió por
ella una pasión tan brutal, que no pudiendo satisfacerla,
la hizo asesinar, y Venefrida fué de
este modo mártir de su pureza y virtud. Su muerte
sucedió á fines del siglo VIL Algunos escritores
añaden, que la tierra tragó á Cradoe en el mismo
sitio de.su crimen , y que de él salió una fuente de
agua, que aun existe.
SAN HUBERTO , OBISPO Y CONFESOR.—Descendiente
de una familia noble de Aquitania, pasó su
juventud en la corle de Tierri III. Entregado entonces
á las vanidades mundanas, la gracia le
tocó de reponte para hacerle digno vaso de elección.
Resolvió no vivir mas que para Jesucristo.
Plisóse bajo la dirección de san Lamberlo, obispo
de Mastrich, y adelantó tanto en santidad, que
cuando murió aquel obispo, Huberto fué unánimemente
elegido para sucederle, el año708.Puso
desde luego todo su cuidado en imitar en sus acciones
á su glorioso predecesor, y en efecto llegó
á coseguirlo de tal manera, que su episcopado
fué do los mas gloriosos que la religión haya producido.
Su zelo no se limitó á su diócesis; los
países mas distantes fueron testigos del ardor y
del fruto de sus penosos viajes, emprendidos para
ganar almas para Jesucristo. Como su ministerio
era el de un apóstol, el Señor le concedió el don
de milagros, que aumentaron considerablemente
el fruto de sus misiones. Un dia que estaba haciendo
la procesión do rogaciones con todo su
clero, la ceremonia fué interrumpida por los gritos
de una mujer que estaba poseida del demonio:
el santo hizo sobre ella la señal de la cruz , y al
momento quedó libertada. Trasladó su sede episcopal
de Mastrich á Liege, y en esta última ciudad
, después de haberse despedido de su rebaño
en un tierno y patético discurso, on'quc ansiaba el
TOMO IV.
fin de su vida , murió tranquilamente , el dia 30
de mayo del año 727. Su fiesta se celebra hoy,
en memoria de una traslación de sus reliquias.
SAN DOM.YO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué el XIX
obispo de Viena , instruido en las ciencias sagradas
y profanas, y dotado de admirables virtudes.
El autor de su vida dice que sobresalió principalmente
en él la humildad , el amor á los pobres y
su zelo en reducir cautivos. Parece que murió en
Viena el año 527.
SAN POPULO , MÁRTIR. —Sacerdote de la Iglesia
de Tolosa , compartió con su santo obispo Saturnino
los trabajos apostólicos, predicando el
Evangelio en los pueblos del mediodía de la Francia.
Floreció durante el siglo III, y la corona del
martirio fué la dichosa recompensa de su zelo. Murió
mártir en un pueblo del Languedoc, al principio
del reinado de Diocleciano.
SAN FLORO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué el primer
obispo de Lodeve, y el apóstol de toda aquella
parte del Languedoc. Pero no se contentó con
predicar el Evangelio en toda la Galia Narbonense:
penetró hasta las Cevenas y la Auvernía, y
por todas partes hizo numerosas conquistas para
Jesucristo. Murió el año 389, y sus reliquias fueron
tenidas en gran veneración.
SAN GUENÓ , ABAD.—Nació en Bretaña , y fué
monje, y luego abad de uno de sus monasterios.
Después pasó á Inglaterra con doce de sus religiosos
con la esperanza de vivir allí enteramente
ignorado de los hombres. Predicó el Evangelio en
Inglaterra, y pasó luego á Irlanda para hacer también
conocer á Jesucristo. Algunos años después
se volvió á Bretaña, donde, ilustre en milagros,
murió el dia 3 de noviembre del año 570.
SAN PIRMIN, OBISPO Y CONFESOR.—-Fué el XX
obispo meldense. Habiendo ido á Roma á visitar
el sepulcro de los santos apóstoles, le conoció
allí el papa Juan VII, quien le colmó de distinciones
y en ad'elante lo tuvo en grande estimación.
Murió el año 703.
SANTA SILVIA.—Nació en Mesina de Sicilia, de
la nobilísima familia Octavia. Crióse en el temor
de Dios y en las máximas de la mas pura piedad.
Fué modelo de vírgenes, de esposas y de madres;
y Dios le concedió el consuelo de dará la Iglesia
el gran papa san Gregorio , que confiesa haber
mamado con la leche de su buena madre los mas
raros ejemplos de santidad. Vivió algunos años
en Roma, junto á la iglesia de San Sabas, con pobreza
y abstinencia , entregada á las prácticas de
la caridad, y á los fervores de la oración. Cierto
dia se apareció un ángel á san Gregorio, y le habló
de su madre dándole el título de bienaventurada.
Santa Silvia murió en Roma el año 002.
SAN PEDRO ARMENGOL.'—Aunque está en esto
dia en el Martirologio , se halla colocado en el día
27 de abril, que es donde corresponde en sentir
de sabios autores.
Din 4.
SAN CARLOS BORROMEO , ARZOBISPO Y CONFE­
SO».—San Garlos Borromeo nació en el año de
26

202 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMRRK , 4
1538, en el castillo de Arona, distante cuarenta
millas de la ciudad de Milán , fortaleza principal
entre las muchas que posee la casa Borromea en
el lago Mayor, siendo pontífice Paulo III, y emperador
Carlos V. Fué su padre el conde Giberto,
hijo del conde, Federico Borromeo : su madre Margarita
de Médicis, hermana deJacobo de Médicis,
marqués de Mariñano, y del papa Pió IV. Tuvo el
conde Giberto do dos matrimonios siete hijos , los
dos varones, de los cuales el segundo fué san Carlos.
Apareció aquella misma hora , sobre la sala
en que nació, un lucidísimo resplandor, á modo de
faja del sol, de seis brazas de anchura. Comenzó
dos horas antes del dia , porque entonces fué el
nacimiento del niño , hasta que se mezcló el sol
haciendo la noche oscura un clarísimo día , no
sin admiración del castellano , y soldados que estaban
de guardia , y otros muchos que lo vieron.
Apenas dejó las primeras fajas , cuando dio el niño
grandes muestras de piedad y devoción, y de una
inclinación grande á la profesión eclesiástica , con
aversión á todo lo que no era de la Iglesia. Siendo
de mas edad , huía de los juegos y entretenimientos
pueriles; solo tenia puesto el gusto en hacer
altaricos y adornarlos, cantar alabanzas á Dios y
cosas semejantes, que daban manifiesto indicio de
su singular vocación. Estas primeras acciones (que
en los santos son siempre misteriosas , como se vio
en el bautismo de san Atanasio) no solo le mostraban
gran eclesiástico, mas singular varón en el gobierno.
Habiéndose un día retirado á una pieza
apartada, se entretenía haciendo compartimientos
y división do unas manzanas: y reprendido de
un criado por haberse así escondido , habiéndole
buscado sus padres con cuidado , temiendo no se
hubiese ahogado en el foso del castillo ; respondió
con admirable sentimiento : ¿Para qué me buscábades?
Estaba yo aquí ocupado en repartir el
mundo en diversas partes y regiones; formándose
desde entonces sus pensamientos á grandes empresas
y gobiernos.
2 Adelantábase en Carlos la devoción á los
años, mostrando cada dia mayor inclinación á las
cosas sagradas, y á la profesión eclesiástica. Advirtiéndolo
el conde Giberto , su padre, le dedicó á
la Iglesia con hábito clerical , aun antes de salir de
la puericia , que fué al devoto niño de sumo gusto,
por su natural inclinación , procurando siempre
con sus religiosas costumbres no mostrarse indigno
do aquel hábito santo. Después del tiempo que
daba al estudio de las letras (en que conforme á
la edad ¡ba aprovechando con ventajas), so recogía
luego á sus altares y oratorios , recreándose
allí espiritualmente cuando sus compañeros se divertían
en losjnegos de la edad. Entrando en mas
años cuando tal vez salia do la casa acabado el
estudio , no iba á pasear la ciudad , sino visitaba
los templos sagrados, y en particular , por ser muy
devoto de la sacratísima Virgen, frecuentaba dos
iglesias dedicadas á su nombre. Era en extremo
retirado, modesto y sincero en su trato. lima lodo
entretenimiento vano , y cualesquier estorbos que
lo pudiesen distraer de sus santos intentos de servir
á Dios nuestro Señor. Si se hacian en su casa
algunos juegos de armas y oíros entretenimientos,
aunque honestos, para ejercitarse el conde Federico
, su hermano ; huia sin querer hallarse á ellos.
Si tal vez le convidaban á ver jugar á la pelota
en la plaza de su palacio , ó no lo aceptaba, ó si
iba , era estando retirado en una ventana, sin que
pudiese ser visto , pareciéndole aquel acto indigno
, ó indecente de su hábito y profesión. Frecuentaba
de ordinario la oración , y recibía cada
semana los sacramentos do la confesión y comunión.
3 Sas compañeros de estudio , y aun sus propios
criados se burlaban de él, y de sus devociones
para divertirle de ellas , de que el sanio mancebo
no cuidaba , haciendo poca eslima de los
vanos juicios y pareceres del mundo. Otros mas
advertidos alababan su bondad , y le tenían por
un ejemplo raro de costumbres, mayormente en
aquel tiempo quo se vivía con suma libertad. Entro
otros un anciano y venerable sacerdote, de
gran doctrina , y zelosísimo de la religión católica,
deseoso de una gran reformación en la Iglesia , las
veces que veia á san Carlos , se paraba á mirarle
como á una cosa rara , y le hacia reverencia; y
preguntado de la causa , respondió: Vosotros no
conocéis este mancebo : será el reformador de esta
Iglesia , y hará cosas grandes.
4 Siendo ya mayor , le renunció el conde Julio
César Borromeo , su lio , la abadía de san Graciano
y Felino, situada en la vil'a do Arona. Reconociendo
san Carlos la obligación que acompaña
á las rentas eclesiásticas , era su continuo pensamiento
favorecer á los pobres con sus frutos: á
que también le movia su inclinación grande á la
misericordia y piedad : y asi viendo impedidos sus
deseos , por administrar la abadía el conde Giberto
, su padre , le dijo con valor , que él estaba
enterado que las rentas eclesiásticas no podían
mezclarse con las del mayorazgo , ni con segura
conciencia de ambos servir al gasto ordinario do
la casa; porque era patrimonio de Cristo y de
sus pobres , y él mayordomo , nó señor absoluto,
de que habia de dar á Dios estrecha cuenta , y
suplicóle que lo remediase. El buen conde, su padre,
aunque interesado con las rentas que gozaba,
admirado dé la entereza y piedad de su hijo, le
dejó libre la administración do la abadía : la cual
admitió san Carlos , satisfaciendo sus piadosos deseos.
Distribuía á los pobres lodo lo quo sobraba
de su gasto forzoso : y si tal vez sucedía haber de
socorrer al conde , su padre, en necesidad urgente,
hacia se advirtiese en los libros de la cuenta , y
que se restituyese á los pobres en la primera ocasión.
5 Acabados los primeros estudios de humanidad
, fué á la universidad de Pavía , donde salió
eminente estudiante: y siendo de veinte y dos
años, so graduó do doctor en ambos derechos. En
esta sazón fué sublimado al sumo pontificado su
tio el cardenal Juan Angelo do Médicis, que se
llamó Pió IV, que por osle medio quiso Dios dar
asan Carlos grandes cargos en su Iglesia, para
mucho bien de ella y reformación de los eclesiásticos
, encendiendo en ella tan clara lumbrera: y

NOVIEMBRE , k
6 No se alegró san Carlos con las nuevas de
la elección de su tio , ni quiso ir á Roma, basta
que se lo mandó el mismo sumo pontífice, que
juntándose ó la cercanía de sangre las grandes
prendas de su sobrino , le hizo cardenal : eligióle
por arzobispo de Milán , y le dio otras muchas dignidades
y cargos; y lo que mas es , cargó sobre él
la mayor parte del gobierno. San Carlos en medio
de tantas felicidades y ocupaciones , ni se envaneció
, ni se distrajo; antes se desengañó mas de la
vanidad del mundo , y adelantó en grandes deseos
do la perfección evangélica. Fué cosa admirable
que cuanto poseía (causa comunmente de ruina
en los mas) le fué de no poca ayuda para la perfección
á que anhelaba; porque ocupando tan
gran puesto , y gozando de los bienes que apenas
el ánimo mas altivo se atreviera á prometerse, lo
hallaba todo tan sin jugo y substancia , que generosamente
se dio á buscar un solo y perfecto bien,
en que hallase llena satisfacción y paz cabal : en
que se vio claramente el especial cuidado que nuestro
Señor tuvo de su siervo , y que su divina y dulcísima
disposición le guiaba por las seguras sendas
de una vida santísima, poco entendidas del mundo.
Considerando algunos años después el santo
cardenal estos beneficios divinos, soba decir que
la majestad de Dios le habia guiado por camino
extraordinario á su santo servicio , no por medio
de tribulaciones , trabajos y adversidades, como
suele; mas por la prosperidad y colmo de las mayores
grandezas , y descubriendo con luz divina
su vanidad é insuficiencia , y la ceguedad del mundo
, que hace tan poca estima de buscar las cosas
sólidas y de sola importancia, que se hallan
en solo Dios y su servicio. Ayudóle mucho haber
escogido por maestro y guia de la vida espiritual
al padre Juan Bautista de Ribera, de la Compañía
de Jesús, varón de gran virtud , experiencia y letras,
el cual le adelantó mucho, y puso en gran
perfección : hízole hacer los ejercicios espirituales
de san Ignacio de Loyola , con los cuales sintió san
Carlos tan notable aprovechamiento de su espíritu
, y desprecio del mundo, que les quedó muy
aficionado, y devoto de san Ignacio. Recogíase ó
hacer sus ejercicios muy á menudo , al principio
cada año, después dos veces al año , exhortando
á lodos los que podia, quo los hiciesen, ordenando
á los sacerdotes de un seminario insigne que fundó
, que los hiciesen lodos los años, edificando solo
para este efecto una casa. Sin esto, en otras
ocasiones ocurrentes los hacia , no perdiendo ninguna
, en que pudiera crecer en virtud, con tan saludable
medio.
7 Estando en Roma , heredó san Carlos los
estados de su hermano el conde Federico, que
LA LEYENDA DE ORO. 203
parece qae fué significación de esto un prodigio murió sin hijos , y no tenia otro hermano , sino el
que sucedió á Pió IV, que siendo niño le cubrió santo cardenal: quisieron sus parientes, y el mis­
en la cama una gran llama, que al pasar dejó enmo sumo pontífice, que se casara , para adelancendida
una vela , que acaso eslaba en la pieza ; tar en su persona su familia y casa ; mas no se
siendo señal la llama de la dignidad pontificia , á pudo recabar con el santo mancebo, que ya habia
que ascendió el niño , cuyo resplandor habia de puesto su corazón en los bienes del cielo : con que
encender la gran antorcha del sobrino Garlos, luz despreció varonilmente todas las grandezas de la
del mundo, poniéndole ene! candelera de tan su­ tierra , que le prometía ol mundo : y para desesprema
dignidad.
perar á los que le importunaban , con mucha brevedad
y secreto recibió los órdenes sagrados. Antes
de celebrar la primera misa , se preparó para
aquel tremendo sacrificio con los ejercicios espirituales
de san Ignacio , que hizo en la casa profesa
de la Compañía de Jesús de Roma. Después quiso
decir la segunda misa en la misma capilla que
usaba san Ignacio ; porque fué muy devoto suyo el
santo cardenal , procurando imitar su grande espíritu
y zelo ; y para ser verdadero discípulo suyo
, no tenia libro mas estimado ni leido , que el
de los Ejercicios, el cual traía de ordinario consigo.
Y una vez dijo al duque de Mantua , que alababa
su librería , como tenia en la faltriquera un
libro (hablando del libro de los Ejercicios) que
conlenia masque todos los libros de ella.
8 En medio del ruido de la corle romana , y
multitud de ocupaciones que tenia , fué la principal
la de su espíritu. Cada dia iba el padre Juan
Bautista Ribera al palacio apostólico , donde vivía
san Carlos : encaminábale por las verdaderas y
sólidas virtudes : ejercitábale en los actos mas perfectos
de ellas ; y gastaba largos ratos en pláticas
espirituales. Algunos parientes del cardenal , que
le asistian , instigados sin duda del demonio , llevaban
á mal tanto retiro con un religioso , y la
compostura , que su trato habia causado en el
santo mancebo , que le deseaban mas esparcido
y desenvuelto : mostraban el rostro torcido al padre
: se burlaban de él de mil modos; y perseguíanle
de la manera que podían , para impedirle
la entrada y las visitas , sufriendo el buen padre
por esta causa muchos escarnios y afrentas , hasta
que el santo cardenal lo entendió , y dio traza,
como sin saberlo nadie, le viese cada día , dándole
paso á su cámara por un retrete secreto.
9 Tanto era mas admirable la virtud de este
santo mancebo, cuanto mas contradicciones venció,
y salió libre de los estorbos y peligros que
le causaban los suyos. Un señor principal , pariente
suyo , llevando á mal tanta modestia en persona
tan moza, y entre las delicias del mundo , le
convidó á comer á una villa distante de Roma algunas
millas , lugar amenísimo. Deseando este
príncipe desviarle de aquel su modo de vida tan
severo , entreoirás provisiones llevó de Roma con
secreto una hermosa cortesana , y oculta la tuvo
en el palacio , hasta que siendo hora de retirarse,
la hizo meter por una puerta secreta en la cámara
del cardenal, gallardamente aderezada , habiéndole
dejado solo de propósito los gentiles hombres
del señor , advertidos del caso. Entonces aquella
Circe , ó instrumento del infierno , usó todas las
arles que pudo , para hacer caer al constante
mancebo, viéndole solo : pusósele delante , instando
con sus halagos y donaire, para inducirle al

20i LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, i
pecado: mas el religioso mozo
cioso lazo que con tanto peligro le habían puesto,
todo conmovido por el horror grande de aquel vicio
, sin hablar palabra á la mujer, corrió á la
puerta de la pieza, llamando a voces á sus camareros
, quejándose de ellos gravemente ; mas ellos
no sabían nada : entraron en la cámara , donde
hallaron aquel lazo de Satanás , y echaron á la
mujer fuera con gran confusión suya. No pudo reposar
el cardenal aquella noche , congojado con
la memoria del caso : y habiendo sabido el autor,
partióse tres horas antes del dia , sin despedirse;
para que entendiese , cuánto le habia ofendido el
ponerle en ocasión de perder á Dios , y manchar
la candidísima pureza de su alma. No fué esta vez
sola la que padeció san Carlos semejantes peligros,
y triunfó de la carne, con huir sus asechanzas,
10 Al paso que se esmeraba el santo cardenal
en su aprovechamiento , y crecia en virtud y
perfección propia, deseaba también la ajena, y
abrasado de amor de Dios , no perdía ocasión , en
que pudiese aprovechar á sus prójimos. Para esto
fundó un colegio suntuoso en Padua, donde se
criasen muchos en letras y virtud: y viendo que
la conclusión del concilio tridentino habia de ser
para universal reformación de la Iglesia , puso
gran cuidado é instancia , para que se concluyese
, sin perdonar á trabajo suyo, venciendo en esta
materia dificultades insuperables al parecer de
todos; pero el zelo de la casa de Dios , que ardia
en el santo mancebo , le daba confianza para todo.
Después de concluido felicísimamente el concilio,
no fué menor el cuidado que tuvo de su ejecución,
siendo causa , que se publicase y recibiese en muchas
partes ; y que se señalase la congregación de
los cardenales , que resolviese las dudas que podian
ocurrir acerca de su inteligencia. Hizo que
se compusiese luego por varones doctísimos el Catecismo
romano, conforme á lo que dispone el
concilio , y que se reformase el misal, y breviario
romano. Dispuesto lo tocante á la ejecución del
concilio , juzgó por conveniente ser el primero á
ejecutar sus órdenes , para ayudar á obra tan importante
por todos medios; y los prelados , y el
pueblo , mirándole como á espejo, se moviesen fácilmente
á seguirle. Veia que estaba puesto como
ciudad sobre el monte en el sublime grado de cardenal
, sobrino , coadjutor del pontífice , pastor
universal de la Iglesia , y que no hay mas eficaz
remedio de persuadir una ley, que obedecerla
quien tiene el primer lugar en el gobierno : comenzó
á practicar en sí mismo los saludables consejos
del concilio ; y deseoso de la perfección •, á que
anhelaba, iba dejando los honestos entretenimientos
, con que se recreaba algunos ratos. Guardaba
cierta gravedad de costumbres , que se acercaba á
austeridad de vida. Dióse á la oración con mayor
frecuencia , recogiéndose dos veces al dia por lo
menos : domaba su cuerpo con ayunos y disciplinas:
visitaba frecuentemente las iglesias, en
particular Santa María la Mayor: á este sagrado
templo iba con secreto de noche. subiendo de rodillas
todo el collado , que comienza de Santa Po-
viendo el perni- tenciana, acompañado de los mas confidentes cria­
dos : hacia muchas lismosnas en Roma, y en los
lugares donde gozaba rentas eclesiásticas, en especial
en Milán , socorriendo á los pobres, gastando
espléndidamente cuanto en beneficio de su
Iglesia parecia necesario , de que se entiende no
haber recibido en Roma parte alguna de aquellas
rentas : moderó su vestido : dejó las telas de seda
y todo traje pomposo, reduciéndose ala observancia
de una modestia eclesiástica ejemplarísima.
11 Fuera de esto , viéndose constituido arzobispo
, sucesor de los apóstoles , y pastor de almas,
á quienes por obligación toca apacentarlas
con la palabra de Dios, como lo advierte el mismo
santo concilio ; seiba amaestrando en la facilidad
de hablar en público. Comenzó á hacer pláticas
espirituales en conventos de monjas, enSanta María
la Mayor , donde era arcipreste, en Santa Práxedes,
iglesia do su título , con asombro de todos;
porque no se habia visto hasta entonces en los cardenales
este ministerio : y con este mismo intento,
sabiendo cuan necesario es al obispo el conocimiento
de las sagradas Letras, para oponerse á la
falsa doctrina de los herejes, para defender su rebaño
, y enderezar los fieles por el camino de su
salvación , se dio al estudio de la sagrada teología,
comenzando de la lógica y filosofía. Era cosa verdaderamente
digna de admiración ver un hombre,
en cuyos hombros cargaba el peso del gobierno
pontificio , como un simple estudiante estar oyendo
los discursos de sus maestros , y escribir las
lecciones de su mano, con gran fatiga y paciencia.
12 De la reformación de su persona pasó á la
de su familia, para que fuese ejemplo á los demás
prelados. Halló en su servicio buen número de caballeros
, y de personas nobles de profesión seglar:
y pareciéndole indecente á un prelado eclesiástico,
los despidió todos , honrándolos conforme al mérito
de cada uno con liberales dádivas. Retuvo los
eclesiásticos (con los oficiales de ministerios Ínfimos):
dio órdenes de una vida ejemplar: prohibióles
sedas y otras cosas indecentes; y poco á
poco la fué reduciendo á tanto rigor , que no parecia
sino un convento de religiosos ; porque toda
su casa ordenó, como si fuera un colegio de la
Compañía de Jesús, con semejantes ejercicios y
costumbres , y aun con los mismos oficios , y
nombres de oficios, que hay en una casa de la
Compañía.
23 Aunque estaba en Roma el santo cardenal
detenido por el sumo pontífice , su ánimo tenia en
Milán , deseando y procurando el bien de sus
ovejas ; y así desde Roma era notable la vigilancia
, que tenia de ellas , y de su reformación : para
lo cual escogió los vicarios mas zelosos y prudentes
que pudo , y les daba admirables órdenes :
envió al padre Benedicto Palmio , varón apostólico
, y predicador de gran espíritu y prudencia,
con otros padres de la Compañía de Jesús , que no
habian entrado entonces en Milán , y el santo los
introdujo, y fundó muchos colegios. Enviólos como
precursores , para disponer al pueblo á la reformación
con sermones, frecuencia de sacramentos
, y enmienda de vida : siguióles el santo car-

TfOYIF.SIBRE , 4
denal , recabando , después de
y ruegos , licencia del pontífice: el cual le hizo su
legado a latere en toda Italia , que fué ocasión, que
so detuviese en el camino, ordenando muchas cosas
del servicio de Dios ; porque por todas partes,
donde pasaba , iba echando llamas de fuego , que
ardia en su pecho , del amor de Dios y del prójimo.
Al entrar en Milán , cuanto mayor era el regocijo
de todo el pueblo , tanto fué mayor el sentimiento
del enemigo común: oyéronse gemidos de
los demonios, que como bestias bramaban desesperadamente
, dando á entender cuan intolerable
tormento les era la presencia del santo cardenal:
juntó luego concilio provincial , dando principio á
la primera sesión con una procesión solemne de los
prelados y el clero : predicó luego el padre Benedicto
Palmio de la necesidad y modo de reformar
la Iglesia , á la cual se ordenaba aquella sínodo
: hizo luego el mismo san Carlos una oración
del instituto , y necesidad de los concilios provinciales
: en este concilio se leyeron y aceptaron
los decretos del santo concilio deTrento: ordenó
•el cardenal su ejecución á todos los obispos , que
públicamente hiciesen la profesión de la fó : estableciéronse
diversos decretos y órdenes , tocantes
á la disciplina eclesiástica , reformación de la Iglesia
, y las costumbres , y el gobierno de los obispos,
y el modo de haberse en su persona y familia.
Fué señalado el fruto que produjo este primer
concilio : dióse con él principio á la reformación
tan deseada del santo: y si bien muchos dudaron
que tantos decretos y órdenes pudiesen tener
efecto , ni guardarse", la confianza enDiosdel santo
arzobispo le aseguró de dudas , y el suceso ha
mostrado bien lograda su esperanza, con gran aprovechamiento
do las almas en Milán y su diócesis
y provincia , y otras partes. Causó esta acción admiración
en todos : concurrió á verla gran número
de gente -, aun de partes remotas, no tanto por la
grandeza y majestad con que se celebró, como
por ver un cardenal en los floridos años de su edad
puesto en tan supremo grado, predicar al pueblo,
tratar de reformación , celebrar concilio , formar
decretos, ser el primero en su ejecución , inflamar
los obispos mas antiguos en el zelo dé las almas ,
y exhortarles á la residencia
de sus Iglesias.
14 Quiso nuestro Señor que fuera san Carlos
•ejemplo de prelados ; y asi le desembarazazó de
la asistencia de Boma con la muerte de su tio
Pió IV, á cuva muerte asistió, y le administró lossacramentos.
Y habiéndose elegido otro pontífice,
que fué Pió V, tornó con la mayor brevedad que
pudo á su Iglesia; porque le tenia lastimado el
miserable estado en que la halló. Había carecido
el arzobispado de Milán ochenta años (menos algunos
en diferentes tiempos) de la presencia de su
arzobispo, gobernándose esta gran máquina por
solo un vicario , hombre á veces de moderadas
prendas, que la menor parte del tiempo se ocupaba
en el gobierno. Por este desamparo y calamidad
de los tiempos, molestados de varias aflicciones
, guerra , revolución de estados, pestilencias
y otros accidentes, esta viña del Señor se
LA LEYENDA DE ORO. 205
mucha instancia habia reducido á lamentable estado. La vida y
y vigilante cuidado
trato de los ecelesiásticos, ni podía ser de mayor
escándalo, ni de ejemplo mas pernicioso á los seglares
, aseglarada y sensual , peor que la del pueblo
: veslian á lo seglar: traian armas en público,
atollados los mas en escandalosas y envejecidas
amistades : no residían sus beneficios, y lo que á
esto de ordinario acompaña, descuido grande y
aun aversión al culto divino : tenían con mayor
indecencia las iglesias y cosas sagradas, que suscosas
profanas: era tan grande la ignorancia, que
muchos curas de almas no sabian aun la forma sacramental
de la confesión , ni que hubiese censuras
ó casos reservados : y en algunas partes de la
diócesis (¡ cosa lamentable !) habia dilatado de manera
su imperio la ignorancia , que muchos curas
jamás se confesaban, creyendo no estar obligados
á la confesión, por confesar á otros.
15 No tenia el pueblo casi cimiento de los
fundamentos y principios de la fé católica: no sabian
la oración del Paternóster , la Salutación
angélica, ni formar la señal de la cruz, ni persignarse.
Habíase reducido nuestra santa religión
á tan miserable estado, que hombres medio embriagados
se atrevían á burlar del confesor , fingiendo
querer confesarse , y para hacerle huir entraban
enmascarados en la iglesia : daban muestras
de ofrecer al sacerdote en la misa; y por irrisión
cogian el dinero ofrecido por los otros : quebrantábase
la observancia del ayuno de la mayor
parte del pueblo , particularmente en la cuaresma
se comian lacticinios, y aun carne, sin licencia.
10 A tal extremo de males habia llegado
aquella gente , cuando Dios nuestro Señor se dignó
de remediarlos por su siervo san Carlos: el
cual determinó no perder punto en su reformación,
y reparo. Diré en particular algunas cosas, que
ordenó, aunque me detenga algo en ellas; porque
pueden ser de gran ejemplo á los prelados, y enseñanza
de una prudencia admirable, en ¡a cual
se aventajó san Carlos, procurando con mil diligencias
y santas industrias hacer la causa de Dios,
las cuales son muy dignas de saberse, y porque no
se hallan en las vidas de otros santos , no se tendrá
por trabajo excusado referirlas aquí. Empezó
á dar mayor ejemplo el santo cardenal en su persona
y familia, y poniéndose en mayor austeridad,
y ejemplo de vida. Habia en su concilio
provincial establecido algunos decretos tocantes á
la vida del obispo: determinó ejecutarlos en su
persona puntualmente: y por hallarse mas libre
y desocupado de negocios , y emplearse en solo el
gobierno de las almas, se exoneró de diversos cargos
, que podian serle de algún estorbo. Poseía
casi doce abadías, y muchas pensiones, y todas
las renunció , algunas libremente en manos del
pontífice, y otras aplicó con autoridad apostólica
á colegios y lugares píos. Vendió el jirincipado
de Oria, en el reino de Ñapóles, de que gozaba
doce mil ducados de renta : de tres galeras armadas,
que heredó del conde Federico, su hermano,
su precio convirtió en obras pías : desembarazóse
de toda cosa sobrada: la riquísima recámara que,
como sobrino del pontífice , trajo de Roma, parte

206
dio á la Iglesia metropolitana, parle vendió en Milán
y en Venecia: su precio dio á Dios y á sus pobres,
con liberalidad increíble, para quedar libre
de cualquer impedimento de la tierra , y poderse
emplear todo en el servicio de Dios: con que teniendo
ochenta mil escudos de renta, que llegaban
á cien mil con los gajes de las legaciones y oficios,
se redujo á veinte mil escudos: de que se hubiera
también despojado, por el aféelo grande
que tenia á la sania pobreza , á no ser necesarios
al sustento de la casa, ejercer la hospitalidad y
hacer limosnas: cosas tan convenientes al obispo.
17 En su casa admitía solamente eclesiásticos,
y los que hallaba de buenas y aprobadas
costumbres (de que se informaba de personas do
crédito), y que no trajesen designios de recompensa
de beneficios ecleciásticos; porque como no tuvo
pensamiento jamás de gratificar criado por este
medio, menos gustaba de que viniesen á su casa
con pensamientos tan interesados: y si en alguno
descubria este intento, se desliada de él. Cuando
recibía algún criado, aunque hubiese tenido satisfacción
de su virtud , hacia de él varias pruebas,
ejercitándole en alguna ocupación loable, según el
talento que descubría. Si le conocía á propósito
para adelantar ¡a disciplina eclesiástica, le hacia
reducir el concilio de Tiento ó los suyos provinciales
á notas y sumarios; si era hombre de espíritu,
le hacia entresacar las sentencias de buenos libros:
ejercitábalos en adósele virtud, en particular de
humildad, que ansiosamente deseaba y procuraba
en los suyos: y aunque el sugeto fuese de prendas
y graduado, hacia quo acudiese á los ministerios
humildes, como trasladar alguna materia útil,
él llevar la falda , ó bagajes en las jornadas, ó la
cruz arzobispal (si bien quería que este oficio tuviese
estimación) y teníalos tal vez por algún tiempo
sin darles ocupación, por probarles la paciencia.
Retiraba á algunos, antes de entraren palacio
, por muchos días en los seminarios , sujetos á
obediencia; para que se conociese el tálenlo, y
atendiesen ó ejercicios espirituales, y echasen buen
fundamento en la vida y profesión eclesiástica ;
y salían probados como oro del crisol. Si en eslas
pruebas no los hallaba humildes , sufridos y
virtuosos, y de loables costumbres, los despedía,
resuelto á no admitir en su casa persona ambiciosa
, ni de mal ejemplo. Servíase de sus familiares,
en especial de los de letras, indiferentemente
en servicio de su persona , ó de su Iglesia : y aunque
hiciese oficio de camarero, ó cualquier otro,
le empleaba en los cargos y negocios del gobierno
arzobispal, visitas, vicarias . audiencias, ó semejantes
cargos, honrándoles á su tiempo y ocasión
con mayores acrecentamientos, según el
mérito y buen proceder de cada uno: pasaban de
ordinario de los primeros oficios hasta los últimos:
á algunos promovía á beneficios y dignidades eclesiásticas,
cuando juzgaba convenir al servicio do
la Iglesia , y no de otra manera , sin que hiciesen
diligencia, lira tal su vigilancia sobre toda su familia
, que sabia todos los dias lo que cada uno
hacia.
18 Puso superior á su familia, al cual llamaba
LA LEYENDA DE ORO NOVIEMBRE, -

NOVIEMBRE, í LA LEYENDA DE ORO. 207
la lección de libros sanios, que duraba el tiempo
de la comida: predicaban tal vez los clérigos del
seminario para ejercitarse, En este refectorio comia
de ordinario el santo arzobispo con su familia en
los primeros años, basta que le retiraron sus grandes
abstinencias y ayunos á pan yagua. Distribuíase
la vianda igualmente , sin diferencia ó singularidad
: servíase lo mismo al vicario general,
que al menor gentilhombre. La comida no excedía
de la modestia clerical : era bastante para quedar
satisfechos. Después de comida y cena , iban
juntos á la capilla á dar gracias, diciendo las letanías.
Los miércoles se abstenían de carne. Tenian
otros muchos dias y tiempos de ayuno ; de manera
que apenas eran de carne los tres meses del año.
Amaba san Carlos á sus criados cordialmente,
como si fueran sus hermanos ó hijos, y como á
tales los tenia y trataba , procurando que hubiese
semejante amor entre ellos. Con este fin solía visitarlos
á ciertos tiempos del año por su persona
misma, hablando hasta con el menor , para saber
si habia algún disgusto ú ocasión de rencor, para
remediarlo con tiempo: inquiría si se guardaban
las reglas puntualmente , y si se les acudia con lo
necesario. Visitaba de improviso los aposentos,
sin que pudiesen prevenirse si habia cosa indecente;
y era este un poderoso freno á la licencia.
Tenia una vez al mes una congregación del gobierno
temporal y espiritual de la familia , para
prevenir y disponer lo conveniente. Fué su casa
un seminario de obispos y prelados de rara virtud
y bondad de vida en la Iglesia de Dios, hombres
de singular excelencia en el gobierno eclesiástico.
De ellos se sirvió la sede apostólica en las primeras
nunciaturas de príncipes, y otros oficios graves
del gobierno de la Iglesia.
21 No fué menos prudente san Carlos en el
gobierno de su arzobispido que en el de su casa,
instituyendo para su buena administración ministros
útilísimos, á los cuales añadió otros muchos,
como prefectos del clero, testigos sinodales (su
oficio era inquirir cuanto habia digno de reparo
en el arzobispado y provincia, para que lo remediasen
los concilios), monitores secretos, apuntadores
del clero , y otros muchos, quo se acercaban
casi á cuatrocientos : estos eran los ojos, manos y
pies del santo arzobispo, por cuyo medio intentó
tantas proezas , y redujo su Iglesia al feliz estado
que después tuvo. Para cultivar mas á su viña con
mas trabajadores y operarios, trajo á Milán á los
padres de la Compañía de Jesús, fundándolos él
y alhajándoles la casa. Hizo en la ciudad de Milán
tres seminarios, y en diversas partes del arzobispado
otros tres , para que en ellos so criasen
en virtud y letras buenos sacerdotes y curas de
almas, de lo cual resultó grande bien en toda la
diócesis. Criábanse allí como en una religión : hadan
los que entraban los ejercicios espirituales
que usaba la Compañía de Jesús, á la cual entregó
el gobierno de ellos, hasta que, después de
bien formados y establecidos , so exoneró de esta
carga: proveyóles de confesor y prefecto de espíritu
, do excelentes maestros, y un prefecto de los
estudios. Diputó en cada dormitorio algunos clé-
rigos de mayor virtud , y costumbres aprobadas y
zelo déla observancia de las reglas, con títulos
de prefectos: era su cargo velar dia y noche sobre
todos, así en casa como fuera. Fué esto un
poderoso freno para contener aquella juventud
apartada de inconvenientes , y un estímulo grande
para apresurarse al bien. El mismo santo cardenal
visitaba sus seminarios , y se informaba de la
virtud y aprovechamiento de cada uno. Vacaba á
estas visitas con tan exacta atención y diligencia,
que ocupaba quince días, sin querer atenderá
otros negocios. No salia del seminario en esto
tiempo , y se quedaba con un solo familiar que le
sirviese. Decía el primer dia misa en la capilla
del seminario : predicaba después del Evangelio:
comulgaban de dos en dos de su mano: comia en
el refectorio la porción común como uno de eilos;
y el regalo mayor eran las oraciones, letanías,
sermones y actos de letras al tiempo de la comida.
Tenia en estos dias una junta particular con los
diputados temporales, para que el gobierno fuese
conforme á las reglas y su intención santa. A mas
de las visitas ordinarias , muchas veces en el año,
para alentar aquella juventud , pasaba á sus seminarios.
22 Tenia gran cuenta de visitar todo su arzobispado
, no solo por visitadores prudentísimos y
zelosos , sino por su misma persona. Andaba lodas
las villas y aldeas, muchas puestas enselvas y lugares
asperísimos, visitando con gran particularidad
todas las iglesias, oratorios, cofradías,
hospitales y monasterios de monjas, que reformó
con grande fruto de innumerables almas. Por estar
dilatada la diócesis de Milán por muchos valles y
montañas asperísimas, le fué forzoso pasar en
estas visitas increíbles incomodidades; porque no
pueden pasar caballos (en que caminaba el santo)
en muchas partes, por la dificultad y peligro de
los caminos y montañas inaccesibles. Veíase obligado
á andará pié muchas millas con un báculo
en la mano , como uno de los pobres montañeses,
aun en tiempo do frios , y calores excesivos. Veian
correr de su rostro muchas veces gran copia do
sudor, y el semblante como de persona que pasaba
gran fatiga. Llevaba tal vez parte del bagaje,
por no dejarlo lodo á sus criados (aquí llegaba su
candad y humildad rara) ; porque á caballos do
carga no dan paso aquellas asperezas. Muchas veces
era forzoso valerse de las manos, y con manos
y pies pasar con seguridad algunos lugares
peligrosos, llevado de un ardentísimo zelo de la
salud de las almas de aquella miserable gente , y
de un vivo deseo de la reformación do toda su
Iglesia. Llegó á muchos lugares donde jamás se
había visto la persona del prelado, con adm'racion
y espanto de quien lo consideraba. No lomó
jamás reposo en los caminos: aun yendo á pié, los
continuaba sin interrupción. Llegado al lugar , sin
parar, iba via recta á la iglesia, y hecha oración,
comenzaba luego á entender en la visita. Era este
un trabajo continuo; porque acabada la visita de
un lugar, pasaba , sin detenerse, á otro , y de ordinario
haca jornada cada dia. excepto en las
villas y poblaciones mayores, donde las cosas

208 LA LEYRND A DE ORO. NOVIEMBRE . k
obligaban á mavor tardanza. Aumentaba estos
trabajos el tener por costumbre alojarse siempre
en las casas de los curas (de ordinario pobrísimas),
huyendo las comodidades del hospedaje, que á
porfía lo ofrecían los ricos: con que en lugares
pobres muchas veces dormía sobre unas tablas
desnudas , ó en la tierra, ó en hojas do árboles, ó
pajas, dejando las camas á sus ministros y familiares.
Lo mismo hacia en la comida : tomando lo
peor para sí, dejaba lo mejor á los suyos. Sustentábase
de castañas y ¡eche, y otros frutos groseros
de las montañas, mostrando gusto grande del
uso de estos manjares viles, como uno de los pobres
que habitan en aquellas sierras. Prohibió expresamente
á sus criados llevar provisión alguna de
alhajas ó cosas de comer: y advirtiendo en la valle
Levenlina, que un gentilhombre suyo llevaba una
cuchara de latón (porque solóse hallaban de palo
entre aquella pobre gente), lo reprendió de hombre
demasiadamente delicado. Solia provenir á
los curas de los lugares adonde iba , le enviasen
minuta de los desórdenes del pueblo, y pecados
mas graves y frecuentes. Hacia después los sermones
conforme á la necesidad , aplicando , como un
buen médico, el remedio que la enfermedad pedia.
Eran con esto los sermones de gran fruto . con
raros y maravillosos efectos; mas, como buen pastor
, no contento con las exhortaciones del pulpito,
hacia llamar secretamente los pecadores mas graves,
y hacíales tan fervorosas y eficaces amonestaciones-,
que los convertía á Dios, y muchas veces
con súbita y total mudanza de vida.
23 Enviaba adelante, antes de/entrar en los
pueblos, padres de la Compañía , y otros sacerdotes,
con facultad de casos reservados, que dispusiesen
el pueblo á la santa comunión. Hacia llamar
los curas circunvecinos, para mayor comodidad de
confesores: el cardenal comulgaba á todos de su
mano ; de manera, que todos los dias que duraba
la visita habia comunión general, y esta era muy
numerosa; porque los pueblos, por la gran devoción
que con el santo pastor tenian , procuraban
recibir de su mano el divino pasto : íbonle siguiendo
de unos lugares á otros, de que él recibía cordial
contento, pareciéndole era parte del fruto de
sus caminos. Era este un trabajo sin duda grande,
siendo necesario á ratos enjugarse la frente con un
lienzo, del demasiado sudor: admiraba pudiese
tolerar aquella inclinación continua tanto tiempo:
y por inflamar los corazones, puraque recibiesen
tan gran Señor con devoción y reverencia , habia
hallado una devotísima invención. Yendo por la
iglesia comulgando al pueblo, llevaba al lado un
sacerdote que con voz tierna y llena de admiración
decia algunas oraciones jaculatorias, para
mover los ánimos á reconocer la gran bondad de
Dios en dársenos , ó de acción de gracias , ó para
causar temor de llesar á tan tremendo misterio.
24 Tal era la solicitud do este gran prelado
con sus subditos , que á mas del estado general de
las almas de cada parroquia , todos los años en un
libro intitulado: «Las Necesidades de las almas
de los feligreses , » tenia notadas todas las almas
que estuviesen en particular necesidad corporal ó
espiritual, ó en peligro de caer, ó en estado d e
pecado, para procurar remediarlas , socorriéndolas
de su hacienda , ó apartando la ocasión , ó poner
mano al castigo ú otros medios eficaces : y á sus
visitadores advertir el caso ó necesidad , para que
con exactísima diligencia procurasen remediarlo,
y se asegurasen si habia cesado el peligro , y jamás
desistia de la empresa hasta haberse remediado ó
quitado el escándalo. Algunos años hizo las visitas
á caballo: después, herido de un ardentísimo espíritu,
determinó hacerlas á pié. Era de gran
ejemplo ver este gran cardenal caminar de uno á
otro lugar, seguido de innumerable gente, que so
movían á acompañarlo por sola devoción , como á
un nuevo apóstol.
25 Conoció san Carlos por las visitas la falta
que habia de saberse los misterios de la fé , y que
esto fué causa que se introdujese en muchas partes
la herejía: y para poner eficaz remedio , inventó
su santo zelo unas escuelas de la doctrina
cristiana con admirable traza , para que tuviesen
el fruto que convenia, y perseverasen en lodo el
arzobispado. Constaba la mayor parte de seglares,
hombres de gran virtud , formando lodos una
compañía y un gobierno. divididos en diferentes
escuelas, en la ciudad y diócesis. Señaló diversos
ministerios , todos encaminados á esta enseñanza
de ocupar bien el tiempo y desterrar la ignorancia.
Los domingos y fiestas del año daba señal la campana
antes de vísperas en las parles donde habia
estas escuelas, que de ordinario estaban en parroquias.
Enviaban los padres do familia sus hijos
y criados, adonde también concurría gran número
de personas deseosas de aprender, sin lo que no
hay salvación. Eslaban los hermanos operarios de
la doctrina cristiana en sus bancos . de que estaba
llénala iglesia : cada uno reconocía su puesto, y
discípulos , que no pasaban de seis : á estos hacia
decir las oraciones: pedia cuenta de la lección del
domingo antecedente: declaraba la doctrina, y
enseñaba buenas costumbres , modestia . obediencia
á los padres, temor de Dios , y todas las obligaciones
de un cristiano. Después de este ejercicio
, á la señal que hacia el prior, se arrodillaban
todos, y decian ciertas oraciones que andaban en
libritos uniformes en todas las escuelas. Habia
luego disputas, puestos dos niños en lugar emiminente
, y de lo que iban diciendo se hacían preguntas,
ya á osle, ya á aquel niño, por tenerlos atentos,
á cada cual según su capacidad. Dividiéndose
en varias clases, pasaban de unas á otras, mejorando
de maestro , siendo capaces de mayor enseñanza.
Leíase luego en altas voces la tabla de las
costumbres, volviendo á arrodillarse y rezar otras
oraciones. Mirábase los que faltaban : habia pláticas
de personas religiosas para los operarios y
personas capaces de mayor doctrina. Para mayor
firmeza de esta sania costumbre hizo una congregación
en Milán (quo llamó Primaria) de veinte
hombres de los mas prudentes y pios de esta compañía,
que se mudasen cada año, y los electos
confirmase el arzobispo, la cual constaba de estos
oficios, un prior general, cabeza de las escuelas,
y un sustituto con título de superior, dos visita-

NOVIEMBRE , k LA LEYENDA DE ORO. 209
dores genéralos , dos discretos. un avisador general
. un canciller, doce que llamó primarios, y seis
asistentes.
20 FIIÓ laminen de singular provecho la congregación
de los oblatos que inventó el prudentísimo
zelo de san Carlos, la cual instituyó para
bien universal de su diócesis, con voto de obediencia
al arzobispo. Llamóla congregación de los oblatos;
porque en ella entraban los que se ol'recian
desu libre voluntad al servicio do la Iglesia, á imitación
del Señor, que se ofreció voluntariamente
por nosotros. Fué el interno del santo , que los
sacerdotes, como miembros unidos á su cabeza,
viviesen de un mismo espíritu, voluntad, y zelo
de la divina gloria, y do la salud de las almas, y
en todas partes aspirasen á aquella santidad de
vida y excelentes virtudes sacerdotales que les
hiciese dignos de esta unión ; y que esta congregación
tuviese particular cargo de ayudar al arzobispo
en el gobierno de la Iglesia de Milán, y
cooperar con él en todos los oficios y ministerios
del oficio pastoral. Los principales son visitar la
ciudad y arzobispado: ir á las misiones á que les
enviare el arzobispo , al modo de los sagrados
apóstoles, en particular á ios lugares ásperos y
montuosos, donde las almas carecen de toda ayuda
espiritual: suplir en las ocurrencias los curatos
vacantes hasta su provisión : ejercer los oficios
mayores del gobierno, como vicarios urbanos y
foráneos, y otros principales de la casa arzobispal
: gobernar los colegios , los seminarios, las escuelas
de la doctrina cristiana , y los monasterios
de monjas: instruir en los ejercicios espirituales á
los que se han de ordenar (al modo que los da
la Compañía de Jesús): examinar su vida y suficiencia
: en suma , ejercitarse en lodos los ministerios
de un verdadero sacerdote, predicar, administrar
sacramentos , guiar en el camino del espíritu
, enseñar y trabajaren todas obras pías. Ordenó
también, que en su iglesia , que es la del
Santo Sepulcro, se hiciesen por todo el año los
oratorios que en Roma en Sania María de Valieela
tiene la Congregación de sacerdotes que instituyó
san FYdipe Ncri , haciéndose allí muchos
ejercicios do oración y penitencia , y todas las tardes
pláticas espirituales.
27 Para mayor fruto de esta congregación la
dividió san Carlos en dos géneros de sacerdotes:
unos libres de residencia, y que vivían juntos vida
común: otros que estaban obligados á algunas
iglesias , y vivían en sus casas. Para tener á estos
unidos y como presos con vínculo de caridad , y
que fuesen un solo cuerpo , halló un modo admirable,
que fué dividir la congregación en seis consorcios
ó juntas , dos en la ciudad y cuatro en la diócesis.
Dio un prepósito á cada junta , con un prefecto
espiritual, y orden de congregarse los oblatos
de cada consorcio una vez al mes: los de la ciudad
en el Santo Sepulcro, en presencia del arzobispo;
y los de la diócesis en este ó en aquel lugar,
con asistencia del prepósito general, ó por lo menos
del propósito de aquel consorcio. En estas
congregaciones se leen las reglas: tratan después
por via de conferencia el modo de guardarlas pun-
TOMO IY.
tualmente , y de cómo se pueda hacer mayor progreso
en la v ida espiritual, y aprovechar á las almas.
El que preside ó la congregación hace una
plática: exhorta á las virtudes; y dos de los sacerdotes
de la junta hacen sermones públicos al
pueblo de materia importante. Por este medio, no
solo viven unidos los.oblatos con vínculo de caridad
fraternal y espíritu uniforme; mas estando esparcidos
por la ciudad y diócesis, el arzobispo , su
cabeza, influyendo en ellos, como en sus miembros
vivos, envia su espíritu y le dilata por su medio
en el pueblo. Estas fuoion las artes de este
santo arzobispo, para ayudar las almas, que con
tan encendido amor amaba.
28 Estimaba tanlo á sus óblalos san Carlos,
por el fruto que con ellos experimentaba en todo
su arzobispado, que los llamaba sus hijos: visitábalos
frecuentemente en las casas del Santo Sepulcro
: tenia allí una celdita para su habitación:
aquí se retiraba algunas veces para gozar familiarmente
de su conversación, mas con tanta humildad
, como si fuera el menor. Acudia á las observancias
de su casa puntualmente con gran contento
v consuelo de su alma : llamaba á esta asistencia
sus delicias; y que estas debían ser las del arzobispo
de Milán. Si alguno esíaba enfermo, no se
contentaba con visitarle; él mismo quería servirlo
con singular benevolencia. Cayó ei año de 80 en
una enfermedad mortal Juan Pedro Stoppano, sacerdote
de esta casa. Luego que tuvo noticia, fué
en persona y se encargó de la cura del enfermo,
asistiéndole á la cama , sirviéndole de dia y noche,
y haciéndose su enfermero. Agravósele el mal
hasta el último trance: dolíale grandemente la
pérdida de este sacerdote: pidió á Dios su salud
con tan fervoroso afecto , que la alcanzó milagrosamente.
Admiraron todos este ejemplo de tan
singular benignidad en un tan gran prelado; y á
una persona que exageraba mas este cuidado , le
dijo el santo : Vos no sabéis de cuánto precio es la
vida de un buen sacerdote.
29 Admitió también san Carlos á esta congregación
á los seglares de todo grado y oficios,
con particulares reglas, que habitando en sus casas,
se empleaban en obras pías, conformes á su
estado, principalmente de enseñar la doctrina cristiana
, visitar hospitales, cuidar de los presos de
las cárceles , acudir á sus causas y demás obras
santas. Instituyó en la misma iglesia del Santo Sepulcro
una congregación de mujeres , con titulóle
Compañía de las Matronas del Oratorio , con algunas
reglas y varios ejercicios de piedad. Ordenóles
frecuentasen los sacramentos y los sermones
del Oratorio , que meditasen continuamente en la
pasión de Cristo nuestro Señor, y conservasen viva
su memoria.
30 No solo ejercitó san Carlos la misericordia
espiritual con su pueblo; pero también la corporal,
principalmente en tiempo de hambre y pestilencia,
mostrando en todas ocasiones suma caridad
, prudencia y solicitud que en este santo siempre
anduvieron juntas. Fué grande la carestía que
hubo en Lombardia el año de 1570 : no se hallaba
trigo, ni otra vitualla por precio alguno. Trajo el

210 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE
hambre á Milán un gran número de pobres do
los lugares estériles, á socorrerse de los ciudadanos
ricos. Mandó luego san Carlos á su limosnero que
alargase las limosnas ordinarias, y socorriese todas
las necesidades, en particular los lugares pios
-y monasterios pobres, donde mas se padecia. Ordenóse
al prepósito de la casa hiciese provisión do
pan , arroz, legumbres, y se diese á cada pobre lo
que bastase á sustentarla vida: que en los portales
del palacio arzobispal tuviesen unas calderas
con sobra de este alimento , y fuese libre la entrada
, para que no comprasen los pobres con el
•tiempo'el socorro. Ejeculóseel orden puntualmente
: acudían mas de tres mil pobres cada dia , que
sustentaba; y dándose él á la abstinencia, y macilento
el rostro con ayunos, le afligía ei hambre
ajena. Duró esta caridad lo que el liempo déla
carestía , que fueron algunos meses. Fuéle forzoso
adeudarse y pedir por su persona limosnas á los
señores y ricos: hacíales frecuentes y vivas exhortaciones
á que fuesen liberales con los pobres
en tiempo que la necesidad clamaba. Movieron
sus palabras , y mas su ejemplo, á muchos á hacer
copiosas limosnas. Siguió con mayor demostración
al santo elduquedeAlburquerque,goberdor
de Milán : mandó dar un sueldo á cada pobre
que llegaba á su palacio, y diversos ciudadanos
enviaron á san Carlos cantidades grandesde dinero.
Fué tan grande su cuidado , que no desfalleció pobre
por falla de alimento , como se temía. Abrazó
•su providencia lodo el arzobispado: y no contenió
de haber dado órdenes bastantes para la provisión,
salió en persona por los lugares y villas, remediando
todas las necesidades de los pobres, reduciendo
á los nobles y ricos á hacer limosnas con larga
mano, como habían hecho en Milán. Ahuyentó su
caridad los rigores de la hambre, siendo socorro
a todos. Cayó el mismo año lan gran copia de nieve
en toda la Lombardía. que vinieron á peligro
de caerse las casas , y perecieron algunas. Habíase
congelado en las calles tan duramente la nieve,
que era necesario entallar escalones para subir ó
pasar de una á otra calle. Habíase condensado á
modo de un vallado ó trinchera, y era forzoso
romperse y hacer puertas para el paso; no podía
caminarse en coche ó á caballo, y á pié con dificultad:
necesitaban traer puntas de hierro en el
«alzado.para asegurar el peligro de caer. Estaba
en el campo alta la nieve tres brazas, cosa tenida
por prodigio jamás visto. Temióse ocasionara gran
falla de trigo en los principios de la primavera, y
que al deshacerse tan gran copia de nieve, viniese
una inundación, como diluvio, que arruínaselas
casase hiciese otros estragos, no sin daño do la
salud de los cuerpos. Cuidadoso san Carlos de los
riesgos de su pueblo , movido de su ardiente caridad,
hizo recurso á sus valedores, la oración y ayuno,
para suplicar al Señor los librase del peligro
quo les amenazaba, y persuadió al pueblo á lo mismo.
Fué cosa maravillosa , que se desvaneció la
nieve poco á poco imperceptiblemente, y los torrentes
y ríos se ciñeron con sus márgenes al liquidarse
aquellos montes helados. Tuvieron lodos
esta gracia por milagro, atribuyéndola á los mé­
ritos é intercesión de san Carlos, mayormente porque
la cosecha de trigo fué aquel año la mayor
que habian visto, con admiración de todos, que
tuvieron de allí adelante mayor fé con su santo
arzobispo.
31 Vino sobre Milán una lastimosa peste, la
cual el siervo de Dios habia profetizado antes quo
sucediese. Visitaba el santo por su persona propia
ios apestados : adnrnistrabales los sacramentos:
dio grandes limosnas, distribuyendo á mas de dinero
, buena parlo de los muebles de su casa , haciendo
llevar al hospital hasta su propia cama.
Envió á la casa de la moneda la plata que halló
de su servicio: redújola á dineros para pobres; v
dando cuanto podía , viendo que no basiaba , envió
por ciudades y tierras vecinas, aun fuera de
la provincia , á buscar limosnas, con que proveyó
bastantemente por entonces á la necesidad que ha -
bia. x\nimó al pueb'o á paciencia y obras de misericordia
con un libro que mandó imprimir do
homilías de santos, que hablan á propèsilo de
aquella calamidad , y en una carta que hizo quo
escribiese el sumo pontífice á Milán, con que so
consoló mucho la ciudad. La multitud de pobres
que acudían por remedio al santo prelado fué innumerable;
porque los amos habian despedido los
criados, y los artífices á los oficiales. Friéronse todos
un dia juntos asan Carlos á pedirle misericordia
; porque en Milán no hallaban modo de vivir,
y fuera de Milán no les querían admitir por venir
de parte apestada. El santo socorrió á lodos, y los
quo no podian servir de nada , recogió en un lugar
donde los suslentó : y porque no estuviesen ociosos,
les dio admirables reglas de vida, con que gastasen
el liempo santamente , que no parecían sino religiosos
muy observantes : y porque la hacienda del
santo arzobispo no bastaba á sustentar á todos,
mandaba recoger limosnas de otras personas. Enviaba
también los pobres mismos divididos en tropas
por los lugares vecinos, cantando letanías y
otras oraciones, llevando delante un crucifijo para
excitarlos fieles á hacer mayores limosnas, con
que se les socorrió de bastante comida. Mas venido
el invierno , no hallándose provision para poderlos
vestir ni defender del frió (ni era fácil hallar
ropa á multitud lan grande), no pudiendo sus
paternales entrañas verles padecer, hizo despojar
su guardaropa , y lodas las salas y piezas de su
palacio de todas las colgaduras y tapicerías, antepuertas
, sobremesas, tapetes , pabellones, y de
cuantos paños y ropa habia en casa : hízolo todo
cortar y hacer vestidos, con que abrigó los pobres.
Andaba él mismo por las piezas con un fervor increíble
á hacerlas descolgar, por asegurarse no
dejasen por descuido aíguna cosa. Dio hasta sus
propios vestidos, reservando solo lo que pedia la
necesidad precisa.
32 Llegaban los pobres, á que se acudía con
limosna cada dia , cerca de setenta mil en la ciudad
de Milán solamente , con lo cual redujo san
Carlos su casa á necesidad tan extrema, que era
forzoso al dispensero acudir ya á este , yaá aquel
señor ó mercader por un poco de dinero para el
gasto ordinario. No lo olvidó jamás la providencia

NOVIEMIIKE , h LA LEYENDA DE ORO.. 21 f
divina; anles lo socorrió maravillosamente en los
mayores aprietos. Sucedió, (pie habiendo trabajado
todo el día en la visita de los enfermos, vuelto
á casa no hallaron él ni sus criados que comer,
habiéndose dado a los pobres cuanto habia, sin
ocurrir por entonces de qué poder socorrerse. Recogióse
san Carlos á tener oración quedando los
criados en la antecámara, tristes y cruzados los
brazos, cuando entró un hombre quo trajo mil
ducados de limosna, diciendo que los enviaba una
persona principal. No so hallaban amas que bastasen
á criar los niños de teta que quedaban huérfanos
y desamparados, pero la caridad del santo
cardenal no les faltó, haciendo traer cabras que
con su leche supliesen esta falta. Ponia particular
diligencia en el amparo de estas criaturas, y lo
sucedió muchas veces hallarlas en el regazo de las
madres muertas de peste ó expuestas alas puertas
de sus casas cuando pasaba de noche por laciudad,
y hacíalas recoger y criar, como si fuera
su propio padre.
33 Por exhortación de san Carlos se dedicaron •
muchas personas al servicio de los apestados, las
cuales tenia prontas para remediar cualquier necesidad.
Habíase apoderado la plaga de una casa,
enfrente del palacio arzobispal, de cuyas ventanas
se veian en una cama tres hijos , lóselos muertos
y una mozuela de diez años, viva , mas cercana á
espirar. Estaba la madre sola, y por temor deb
contagio no se atrevía á llegar á darla algún consuelo
, si bien la veia en el extremo de la vida y
casi agonizando. Tuvo aviso san Carlos: y habiendo
él mismo visto el estado de la pobrezuela , hizo
llamar una doncella de la Compañía de santa
Úrsula, que se le habia ofrecido para semejantes
aprietos: mandóla socorriese á la enferma : entró
denodadamente la doncella (prueba de ser mayores
lasfuerzasde la caridad que las de la naturaleza),
y quitando la niña de en medio de los hermanos
muertos, la lavó é hizo otros fomentos, y reparóla
algún tanto. AI dia siguiente volvió á empeorar
; y mientras la piadosa enfermera la disponia
ala muerte, la pidió le hiciese bendecir del cardenal.
Llevóla en brazos á la ventana : hizo llamar
al santo, sentado ya á la mesa: levantóse al punto
y echóla su bendición. Parece que con ella la (ornó
á la vida: sintió luego gran mejoría, y dentro
de poco tuvo salud perfecta. Otras muchas personas
íueron las que sanaron con sola la bendición
del santo cardenal.
3'i. No fué menos solícito el siervo de Dios de
la salvación eterna de los apestados, que de la
salud temporal ; no perdiendo ocasión en que pudiese
aprovechar á sanos y enfermos, disponiendo
como lodos pudiesen recibir los sacramentos y
aprovecharse en el espíritu. Mandó so pena de la
vida que en cuarenta dias ninguno saliese de su
casa en toda la. ciudad : pues para que esta detención
tan larga no fuese do peligro á las almas con
tan largo ocio, después do haber ordenado que
antes del primer día do aquella resolución todos
confesasen y comulgasen , ordenó para los domás
dias tales cosas, que estuvieron todos bien
ocupados. Dispuso que lodos oyesen misa cada
dia , á cuyo fin hizo levantar muchos altares en
los cruceros de las calles y lugares de mayor publicidad
de la ciudad , para que cómodamente pudiesen
oir misa desde sus propias casas. Diputó sacerdotes
que celebrasen lodos los días: proveyó
de confesores que andaban de puerta en puerta
con un banquillo en la mano confesando á lodo el
pueblo. Estaba dentro de la casa el penitente , de
la parte de afuera sentado el confesor, y servia la
puerta de confesonario. El domingo comulgaban
en el mismo lugar con mucha reverencia : venia
el cura con el santísimo Sacramento acompañado
con luces : con lo cual casi todo el pueblo comulgaba
los domingos, á modo de un convento religioso.
Ordenó que en cada vecindad se hiciese oración
siete veces entre dia y noche á dos coros,
como si fueran tantos coros de canónigos. Cantaban
salmos , letanías .y oraciones ó propósito de
las necesidades del tiempo. Las horas estaban distribuidas
con gran orden; hacíase señal á cada una
con la campana mayor del Domo : luego todas las
familias saüan á las ventanas, y un sacerdote ó
persona diputada daba principio ó la oración , y
los demás de rodillas respondían continuando hasta
el fin , teniendo cada uno su librilo en la mano
ordenado á este efecto. Era cosa de grande admiración
, y que causaba ternura aun en los corazones
mas endurecidos, ver aquella gran ciudad poblada
de trecientas mil almas alabar á Dios á un
mismo tiempo en tantas parles. Oíase un murmullo
de infinitas voces, que clamaban misericordia
al cielo en aquella pública miseria. Parecía la
gran ciudad de Milán un milagroso coro de religiosos
de uno y otro sexo, que servian á Dios reclusos
en sus celdas, ó la santa Jerusalen llena de
jerarquías celestiales. Halló á mas de los referidos,
otros entretenimientos espirituales en que gastasen
útilmente el dia; porque el ocio, origen de lodo
mal, no ocasionase algún daño. Publicó para esle
efecto una carta pastoral, en que exhortaba á hacer
algunas oraciones que dio impresas, y á leer libros
espirituales:, instruíales tambiéná hacer oración
mental, señalando los puntos de la meditación para
todos los dias, insertos en la misma carta. Concedió
á esto fin muchas indulgencias ó los que se
ejercitaban en estas devociones y encomendaban
á nuestro Señor los oprimidos del mal. Ordenadas
las cosas, quo solo-su prudencia y santidad alcanzaran
para que cada uno cumpliese con su obligación
, y el gobierno caminase con quietud y observancia
de estas órdenes; ol santo arzobispo, como
cabeza y caudillo, salía todos los días ó la visita de
la ciudad, hospital y campañas, distribuidos los
dias de la semana para que su providencia alcanzase
á todas parles. Estaba siempre en continua
acción , no solo de dia , pero sucedia ocuparse
muchas veces seis y siete horas de la noche fuera
de su casa en proveer muchas cosas que ocurrian.
3o Cuando no habia osla reclusión, cntrelenia
al pueblo con otros santos ejercicios y procesiones
: y aunque al principio tuvo contradicción en
oslo, no pareciendo convenientes concursos y
apreturas en tiempo tan contagioso; con lodo eso
el santo prelado siguió el ejemplo de san (Irego-

9 1 0
rio, quo 011 el mayor incendio de la pesie ordenó
aquella memorable procesión, con que inclinó á
Dios á misericordia. El dia primero , junta la clerecía
y pueblo en la metropolitana , el cardenal
les puso ceniza bendita en las cabezas, según el
rito de la Iglesia. Usó en esia ocasión de esta ceremonia
, aunque no era su tiempo , para mover
á mayor humillación, y dolor de pecados, y que
aquel acto exterior de rendimiento y penitencia
pública aplacase la indignación de Dios, para que
mitigase el castigo. Fué cosa de grande admiración;
porque atendiendo el santo arzobispo , lodo
inflamado en interior espíritu, á esta santa acción,
parecíale haber enviado el cielo una lluvia sobro
los corazones, que les hizo resolver en lágrimas
amargas por la dolorosa memoria de sus pecados;
de manera que así los magistrados como el pueblo
partían de los pies del sanio con las cenizas
sobre las cabezas y los ojos bañados en abundantes
lágrimas: cosa que causó bonísimos efectos
generalmente en toda la multitud. Acabada esta
ceremonia , se encaminó la procesión á la iglesia
de San Ambrosio el Mayor: llevaba el santo pastor
hábio tan triste y doloroso , que movia á sentimiento
y llanto. Iba descalzo, cubierta la cabeza,
con capa morada , echada la capilla sobre los ojos,
la falda tendida, arrastando por la tierra con
una gruesa soga al cuello. Llevaba en las manos
un Cristo crucificado de gran peso, fijos en él los
ojos, vertiendo conlinuas v copiosas lágrimas por
lodo el camino , como si fuera el mas facineroso
malhechor del mundo, llevado por sus delitos ajusticiar
públicamente, ó imaginando cargar sobre sus
espaldas los pecados todos de su pueblo , se ofrecía
á Dios en sacrificio, sujetándose á recibir el castigo
que tenia merecido, procurando aplacar la
ira divina en favor de quien había de padecer la
pena; y la pobre ciudad quedaso libre del azote
que tan gravemente la afligía.
36 Movió este espectáculo á lan grande amargura
y compasión, viendo á su amado padre y
sanio pastor en hábito tan doloroso, que al pasar
por las calles prorumpió el pueblo en voces lastimosas
que llegaban al cielo , clamando misericordia,
como si se les arrancara el corazón de dolor..
Aumentaba esta tristeza ver los canónigos descalzos
caminar con el mismo hábil o , una cruz en la
mano, soga al cuello, y de esta manera lo restante
del clero, y muchos legos, para imitar á su
santo arzobispo, el cual iba tan embebido en Dios,
sin mirar donde pisaba, que topó con el dedo
grueso del pié derecho en el hierro de la reja de
una cantina, con tanta fuerza, que el golpe levantó
toda la uña, saliendo tan gran copia de sangre, que
dejaba señal por donde caminaba : y aunque padecía
el dolor que puede imaginarse, siendo la
herida grave y en parle tan sensible, no se le advirtió
en el semblante del rostro y acción , la mas
ligera señal de -sentimiento , como si no le hubiera
sucedido, ni quiso detenerse á reparar en parte el
mal, aunque sentía gran tormento, tocando cada
paso las vestiduras largas la parle ofendida. No so
excusó los demás dias do ir a las procesiones, como
muchos lemiau : fué en ludas descalzo, do modo
LA LEYENDA DE ORO. NOYIE.IIHUE, 4
que en la primera , aunque curaban la herida vuelto
de la procesión , la mañana siguiente quitaba el
medicamento , dejando descubierto el dedo herido.
No quiso que se corlase la uña , hasla acabar las
procesiones , por lener ocasión de padecer mayor
dolor todos los días, y en el acto mismo de quitar
la uña no mostró ni un ligero senl¡miento de dolor,
si bien el cirujano temblaba del horror de haber de
hacer el corte en parte tan sensible. Ordenó que
la clerecía del Domo fuese todos los lunes en procesión
á San Ambrosio, y los demás capítulos con
el resto del clero , distintamente los demás dias,
acompañados del pueblo, á la metropolitana. Dispuso
lo mismo en los convenios de religiosos, y
dio el modo de hacer eslas procesiones con los salmos
y oraciones que se debían decir, conforme á la
necesidad presente: con que cada dia habia su
procesión , y él iba descalzo con su cabildo, aun
en tiempo de nieves y hielos, venciendo el fuego
interior de su caridad el excesivo fiio que padecía,
por el gran deseo de ver alivio en aquella adversidad.
Los días de fiesta se cantaban las letanías
en todas las iglesias : antes de la misa mayor
tenia oración mental todo el pueblo por algún espacio
, proponiéndoles los puntos de la meditación
sacerdotes diputados en cada iglesia , con otras
oraciones que se hadan cada dia en todas las casas,
á la mañana , á medio día y á la larde. Esle
orden mandó observar en toda la diócesis en hacer
procesiones, y demás rogativas : lo mismo se guardaba
en los conventos do religiosos v claustrales:
con que la ciudad y arzobispado estaba en un continuo
ejercicio de oración pública y particular. Fué
tonido por milagro, que no creciese la peste por
causa de estas procesiones, como sucedió en la
pestilencia de Roma en tiempo de san Gregorio,
que en una procesión murieron ochenta personas.
37 Alzada aquella larga rechisionde los cuarenta
días, publicó un grande jubileo; porque no
perdía el fervoroso santo ocasión , en que hubiese
de sacar alguna ganancia espiritual. Hizo hacer,
para ganarle, las procesiones ordinarias, que fueron
frecuentadas del pueblo , como libre de la prisión
de laníos dias. Fué en ellas san Carlos con los
pies desnudos , con aquel hábito de penitencia que
en las primeras, aunque era tiempo de invierno
con excesivo frió , estando las calles llenas de nieve
y hielos. Arrojábase postrado en tierra con sus
canónigos, mientras se cantaban las letanías en las
iglesias, por humillarse á Dios cuan profundamente
podia, todo inflamado en devoción ardentísima
, para que la divina Majestad aceptase aquellos
ruegos , y fuese propicio á su pueblo; y movia
á gran compunción en todos ver persona tan grande
en tan profunda humillación. Subió al PULPITO
todos tres días , y predicó con tanto fervor de espíritu,
que sacaba lágrimas de los mas inexorables
corazones.
38 Cesó finalmente la peste á un mismo tiempo
en toda la diócesi, como el sanio cardenal había
profetizado. No fué menos agradecido.al Señor
por este beneficio, procurando aprovechar espiritualmcnloá
MI pueblo. Hizo hacer solemnes y devotas
gracias á Dios con muchas procesiones que

NOYIEMBUE : *
ordenó: mandó bendecir las casas , sino es las de
los que lemán labias de juego , y de públicos pecadores
; y aprovechóse de la ocasión, para introducir
muchas costumbres sanias y quitar abusos.
Introdujo que se guardase cuaresmalmente la
primera dominica de cuaresma; porque antes so
comía en ella carne en Milán, mostrando Dios
nuestro Señor cuánto le agradaba el servicio que
le hacia en esto san Carlos, castigando á los inobedientes.
Queriendo un ciudadano noble comer
carne en este día contra el precepto del santo arzobispo
, no pudo tragar bocado , y habiéndose hecho
violencia , le fué forzoso echarlo de la boca,
sin poder por entonces comer otra cosa alguna. Conoció
su exceso; y arrepentido, fué de los que en
adelante le obedecieron con mayor rigor. Ordenó
muchos sufragios por los difuntos de peste : procuró
grandemente que tuviesen en la memoria el
castigo con que Dios les habia visitado, y el beneficio
de haberles librado de aquella mortandad,
para lo cual erigió unas compañías ó congregaciones
, que llamó de las Cruces: porque como hubiese
levantado varios altares en diversas partes
de la ciudad , donde se decia misa en las calles,
mandó que en el mismo lugar de los aliares se
pusiesen alias y gruesas columnas de piedra sobre
basas v pedestales, en cuva altura se pusiese una
cruz grande con un Cristo enclavado, y se cercasen
con rejas de hierro , labradas con primor, teniéndose
las cruces con justa veneración : y para
conservar perpetuo el cullo debido al instrumento
de nuestra reparación, instituyó unas compañías
ó hermandades do personas pias, de la vecindad de
cada cruz, con reglas particulares, y oficiales, cuyo
gobierno aplicó á la congregación de los oblatos
de San Ambrosio. Dióles por instituto hacer oración
pública todas las tardes delante de la cruz: y
los viernes, cerca de la oración , ir en procesión
á la iglesia Mayor á visitar el sanio clavo , y oir
una plática de la pasión de nuestro Redentor. Fué
obra de gran fruto , por ser de tanta piedad , y las
muchas indulgencias, que alcanzó de la sede
apostólica, á los que la ejercitaban. Oianse cada
tarde á un mismo tiempo en lodas las partes de la
ciudad una casi infinita multitud de voces , quo
alababan á Dios públicamente, y los viernes se
veian por las calles procesiones de hombres compuestos
, diciendo salmos é himnos con tanta piedad,
que movían á devoción á lodos.
3ÍJ Siempre estaba pensando este fervoroso
santo trazas y modos con que adelantar la piedad
y devoción délos hombres, no perdiendo ocasión
de buscar la mayor gloria de Dios. Escribía muchas
veces carias pastorales , con que animaba al
pueblo á las obras del servicio divino que pretendía:
publicaba varios libros con el mismo fin:
promulgaba santísimos edictos, en que ordenaba
cosas muy convenientes para las costumbres : redujo
muchos herejes : quitó grandes abusos : reformo,
fuera del clero y pueblo, algunas religiones y
muchos conventos de monjas: fundó gran número
de monasterios , casas de religiones, iglesias colegiales,
y otras infinitas obras de piedad que no
se pueden especificar todas : basta decir, que no
LA LEYENDA DE ORO.
perdió ocasión en que pudiese adelantar la honra
y gloria de Dios, y bien de las almas, de cuyo
amor estaba herido, y lo buscaba infatigablemente
cada día mas con nuevas invenciones y trazas
prudentísimas, sin tener respeto ni consideración
a otra cosa. Visitó por orden del sumo pontífice
los obispados sujetos á la metrópoli de Milán : fué
igual el fruto que en ellos hizo , y obró Dios por su
siervo grandes maravillas. A la entrada pontifical,
que hizo en Rérgamo, ciudad del señorío de Venecia
, apareció en el aire sobre la cabeza del santo
visitador una maravillosa corona , que lo, acompañó
largo trecho por sus calles, cuando iba
entrando, moviéndose paso á paso perpendicularmente
sobre el santo , al modo de la estrella de los
Magos, como guirnalda gloriosa de sus virtudes y
hechos heroicos, y prenda cierta de la lauréola
que le estaba preparada en el cielo.
40 Con tan grandes ocupaciones supo hallar
lugar á muchas devociones, trasladando con grande
devoción y solemnidad muchos cuerpos de
santos, frecuentando lugares sagrados , é iglesias
de alguna devoción particular. Emprendió en traje
de peregrino viajes largos por caminos asperísimos
, para visitar templos de la santísima Virgen.
Mostró la misma devoción en la visita de las iglesias
de Milán , haciendo oración en lodos los altares
, y no parece podia desasirse do los lugares
sagrados; tan grande era el afecto de piedad , quo
allí lo tenia dulcemente aprisionado. Solía estar
cinco horas en oración en Roma en la capilla de la
ColumnaenSantaPraxedes:yhabiendo estado una
noche entera en las catacumbas de San Sebastian,
fuera de los muros de Roma, la mañana siguiente,
día de santa Inés, fué á pié á la iglesia de esta santa
, fuera de la puerla Pia, donde dijo misa , y estuvo
largo tiempo en oración; y volvió de allí á
Santa Práxedes á pié, cerca de las tres de la larde.
Hacia la oración de las cuarenta horas, sin salir
jamás de la iglesia en todo aquel tiempo : y solia
decir que sus delicias eran estar en la iglesia. Ardía
en un gran deseo de ir en peregrinación á la
Tierra santa para visitar el sepulcro del Señor, y
lugares sagrados de la Palestina; mas por hallarse
cargado del peso de lanías almas , y no dejar su
residencia, no pudo satisfacer á tan pia devoción :
á mas que el sumo ponlífice no venia en darle licencia.
41 Fué á Roma el año del jubileo, y pa;a
ganarle se previno muy despacio con los ejercicios
espirituales. Hizo confesión general, ó inmediatamente
comenzó á visitar las iglesias señaladas
siempre á pié , y algunas veces descalzo. Llevaba
consigo su familia de dos en dos , con singular modestia
y devoción, rezando por todo el camino
preces, letanías y salmos , recogiéndose á ratos á
oración interior. Iba san Carlos con el espíritu tan
elevado en Dios y tan recogido , que nada podia
distraerle. Si acaso encontraba príncipes ó prelados
, continuaba sus devociones , saludándoles con
solo descubrir la cabeza , é inclinarla sin mas detención.
Este tenor de cortesía usó con el duque
de Parma Octavio 'Farnesio , su devoto : quedó
edificad! Mino de este ejemplo . y dijo } t*yl>iü yu

21.'
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 4
como dcbiaii visitarse las iglesias y con los que mo tenia costumbre. Solian,para excitarse á
eran mas domésticos , no daba á entender que los mayor devoción cantar algunos moteles; y en—
había \islo: v encontrándole un dia Marco Anto­ toncos uno, lomado del Evangelio Tempus est,
nio Colona en el camino de San Pablo, hiera de los uireverlarad cuín, qui me misil: y cuando
muros, salió de la carroza con don Fabricio , su llegaron los músicos á aquellas palabras: Non tur-
hijo, á hacerle reverencia: el santo no se paró á belur cor vesíritm, ñeque formidel; el impío
recibir su agasajo , y apenas dio muestrasde salu­ patricida en hábito seglar desde la puerta del oradarlos
, ni aun bajó la cabeza á doña Ana , su torio, no distante cuatro biazas del cardenal, dis­
querida hermana, mujer de don Fabricio , que paró el arcabuz de rueda , cargado ríe bala y mu­
estaba en la carroza; y como si no los viera , prochas postas. Dio el golpe al inocente cardenal,
siguió su viaje sin interrumpir su oración por arrodillado ante el altar en oración: espantó el
aquel breve momento. lira admirado de lodos , y tronido á los presentes, que atemorizados se levan­
muchos nobles le acompañaron por devoción á estaron, dejando la oración. Cesó la música, y el
tas estaciones, guardando el orden mismo que la mansísimo cardenal, sin alteración ninguna , les
familia , con gran consuelo suyo. A mas do las mandó aquietar y proseguir la oración : con que
iglesias señaladas para el sanio jubileo , visitó las el sacrilego no conocido, sin que nadie le siguiese,
de mayor nombre, ó donde hay señalada reliquia se escapó fácilmente. Sintió el cardenal herirse
ó devoción particular del pueblo. Visitó á pié las como de un fuerte golpe de lanza , que le impidió
siete iglesias muchas veces , y casi todo los dias con gran violencia á un apresurado movimiento,
hacia genuflexión á la escala santa. Acompañó la hnsta tocarla tierra con las manos: entendió estar
oración con larguísimas limosnas: ejercitó la hos­ herido de muerto por la fuerza del golpe: tentó
pitalidad , dando acogida en las casas do su título luego con la mano el lugar que temió herido; y
de santa Práxedes á sus milaneses, y á los de otras levantando los ojos y manos al cielo, se ofreció
naciones. Estas obras tan ejemplares fueron testi­ en voluntario sacrificio á la Majestad divina,
monio claro y firme confirmación de la fama de dando gracias de haberle favorecido en per­
su santidad , con que adquirió tan gran veneración mitir muriese por lajusticia. Perseveró en la ora­
y amor del pueblo , que pasando por las calles sación inmóvil mas de un cuarto de hora; y al lelían
á verle, y todos le reverenciaban , hincando vantarse, hallaron que la bala , habiendo dado el
las rodillas, y besando quien podia sus ropas. En­ golpe en medio del espinazo , no había pasado el
contrándole una buena peregrina , se conmovió vestido, manchó solo el roquete , y dejando una
de manera , que llevada de una vehemente devo­ señal grande de su forma, habia caido á sus pies.
ción , so lo arrojó á los pies , besándolos con reve­ Una de las postas, pasando las ropas todas hasta
rencia , bien que él no lo permitió y procuró re­ la carne, paró sin hacer ofensa alguna, no atretirarse,
no sin dificultad, tan asidos los lenia, viéndose (mas piadosa que el impío religioso) á
confesando públicamente era santo. Hizo lo mismo teñirse en la inocente sangre del sagrado prelado,
una matrona noble , apeándose del coche solo á ni hacer daño al que con sumo ardor y caridad
hacerle reverencia cuando pasaba, y personas cristiana era un perpetuo bienhechor de todos.
pins cuidaron con devoción haber algunas cosas Las postas que no locaron al santo, mostrando
del santo por reliquias. El cardenal César Baro­ bien la violencia que llevaban, hicieron gran esnía
, sacerdote entonces de la congregación del trago en la pared de enfrente, y una agujeró una
Oratorio , procuró haber los zapatos con que an­ tabla muy gruesa y dura. No quiso el siervo de
duvo las iglesias , conservándolos como un precioso Dios que se siguiese ni buscase al malhechor, ni
tesoro. Mostró Dios con brevedad el agrado de inquiriese el origen de aquel crimen; pero el sumo
aquellos santos pasos; porque fué osle calzado se­ pontífice y el gobernador de Milán no perdonaron
vero verdugo del demonio , expeliendo con exor­ di'igencia alguna para aprehender al malhechor,
cismos á un espíritu tenazmente apoderado de una y averiguar los autores : los cuales todos padecie­
moza , en presencia de san Felipe Neri, en su ron un público y ejemplar castigo, con harto senti­
iglesia de Santa María do Vaheóla : locado del miento del manso cardenal, que quería que no fue­
zapato daba el demonio aullidos y bramidos, sen castigados.
como si le acrecentaran intolerables penas. Al fin
salió el demonio de aquel cuerpo por ¡a virtud de 43 Con otras muchas obras y milagros ilustró
las palabras de la Iglesia , y méritos de san Carlos. Dios á su siervo , é hizo glorioso entro los hombres.
Vivía en el convento de monjas de, Santa Ma­
42 Padeció muchas persecuciones el santo ría de Milán una devotísimasierva de Dios, llama­
cardenal por defender la jurisdicción eclesiástica, da sóror Blanca Lucía Cayma : ejercitóla el Señor
y por quitar algunos abusos de Milán, mostrándose largo tiempo con la enfermedad de un ojo que la
en todas ocasiones con un ánimo invencible, y sa­ trabajaba grandemente, con peligro de perder la
liendo de ellas victorioso. Tuvo evidentes peligros vista : teníale el cirujano por mal incurable : no le
de la \ ida do que Dios nuestro Señor le libró mi­ aprovechaba remedio alguno humano, y so habia
lagrosamente. Habia reformado san Carlos la or­ convertido el mal en una fístula, de que manaba
den de los Humillados, que después deshizo Pió V titaii copia de humor y materia corrompida, que la
por sus excesos: sintieron tanto algunos religiosos impedía el ver, y obligaba á estar muchas veces
esta reforma, que determinó uno de ellos matar al en la cama por la gravedad del mal. Una mañana
santo cardenal: aguardó cuando estaba en su ora­ cerca del año lod4, esta religiosa, oyendo misa
torio con otros do su familia haciendo oración, co­ de san Carlos en su monaslerío , inspirada de Dios

NOVIE.MI)HE, 4
hizo osla oración : Selíor . Dios mió, mogo á vuestra
divina Majestad , me concedáis sanidad á este
ojo por los méritos de este fidelísimo siervo vuestro
, si es árpiel sanio que por mí y otros es tenido.
Hecho el ruego , se halló sana al instante milagrosámenle.
/1.4. Un mozo, que habia eslado trabajado de
los espíritus malignos por mas de año y medio; no
habiéndole aprovechado muchos exorcismos que
le habían dado, lomó por último remedio ponerso
de rodillas á los pies do san Carlos. El santo lo
echó su bendición , y al punto cayó en tierra como
muerto, y se huyeron do él los demonios , levantándose
luego libro y sano, sin padecer mas persecución
del enemigo.
4a Juan Bautista Baílela , milanos, padecia
flujo de sangre de narices desdo muy niño , saltándole
gran copia seis ó siete veces entre dia y
noche, por espacio de dos años continuos, no
aprovechándole remedio alguno : con que al pobre
mozo le tenían pormnerlo, mayormente habiendo
fallecido un tío suyo de este mal. Llegóá estarían
descolorido y exangüe, que parecía difunto. Estando
una vez leyendo el milagro que hizo Cristo
nuestro Señor, sanando del (lujo de sangre de
doce años á aquella mujer del Evangelio que le
tocó la orla de la vestidura , vino en esperanza
cierta de sanar, si tocase las vestiduras del cardenal,
porser hombre lan sanio. Lleno de esta le,
lo tocó los vestidos el segundo día de las letanías
del año de 81, cuando entraba en procesión en la
iglesia do San Nazario; y quedó desde aquella
hora sano, aunque era en tiempo do calores,
cuando otras veces se le aumentaba el mal.
40 Margarita de Verluna estaba desahuciada
y tan deshecha , que no tenia sino la piel sobre los
huesos. Viéndose desamparada de los médicos y
de todo remedio humano , deseosa de alcanzar la
bendición de su santo prelado, se hizo poner en
la puerta de su casa, cuando pasaba por allí san
Cariasen una procesión. Al pasar por delante de
la puerta de la enferma, donde so habia hecho
llevar, paró el cardenal algún tanto de propósito,
y la bendijo con la señal de la cruz; y al punto
Margarita sintió lomar vigor y quitársela el mal,
y con poquísima ayuda subir las escaleras, y hallándose
sana, sin volver masa la cama, tomando
una refección , salió de casa, y anduvo á pió sin
ayuda las calles todas de la procesión, larga por
lo menos una milla , para ganar la indulgencia
plenaria concedida á quien visitaba aquel dia el
hospital.
47 Visitando en Monza, expehó con su bendición
un demonio, que mucho tiempo había infestado
un convenio de monjas. En el mismo lugar
vivía una mujer principal recien casada,
afligida mucho tiempo habia de una enfermedad
molestísima , tenia continua conmoción do estómago,
é inquietud de ánimo con gran melancolía,
pareciéndola tener en el estómago un manojo de
espinas, quo siempre la atormentaba, y quitaba
el respirar. Arrebatábala una agitación y furor lan
grande, que 110 podía estar á la vista del santísimo
Sacramento: aborrecía la presencia de los sa-
LA LEYENDA DE ORO. 215
cenlotes: era implacable á sus criados: acomoda
furiosamente á su madre; y quebrantada con intimo
tormento, en ninguna cosa y parle sosegaba.
Atribuíanlo á hechizos: otros á espíritus inmundos:
remedios , ni exorcismos no la daban un ligero
alivio. La mujer, quo tal vez la quedaba libre el
juicio para conocer su miseria, salió á la calle,
pasando el santo cardenal , y arrodillada recibió
su bendición: parecióla recibir una eficaz medicina
, y con una gran conmoción sintió debilitarse,
y aligerar el estómago ; y cobró al punto las fuerzas
v la sanidad entera en un instante, sin quedarla
una reliquia fiel mal.
48 Sentía mucho san Carlos la pérdida do un
sacerdote de los oblatos; porque estaba con una
ótica incurable, desahuciado de los módicos: fué
el santo á servirle , como solia hacer, con suma
caridad y humildad : confesóle él mismo, y le
dio el santísimo viático, sin cesar continuamente
de rogar al Señor por su salud , porque le veía ¡r
muriendo: y cuando llegó al extremo de espirar,
continuando el santo su oración , le fué resliluida
la salud con maravilla de lodos por la evidencia
del milagro, como lo testificaron los médicos.
49 No fué menor milagro el conservarse tanto
tiempo su vida, juntando con tan grande multitud
de negocios y trabajos, el sumo rigor con que
trataba el santo su persona. Había llegado á tan
extremada aspereza y penitencia, que su ayuno
era casi cotidiano á pan y agua : en las fiestas de
precepto comía alguna otra cosa; pero 110 carne,
huevos, ó pescado, sin beber vino: en la cuaresma
dejaba el pan y se sustentaba do higos secos,
y habas blandas; y la semana santa ayunaba
con solos altramuces. Gomia una sola vez al
día: todo el año dormía sobre un jergón de paja,
que le servía de cama, con una cubierta semejante,
almohada , ó cabezal de paja , las sábanas do
cáñamo grueso y áspero , como venia del telar:
solia dormir vestido sobre las tablas de la cama,
con una manta grosera: traía un duro cilicio sobre
su carne: castigaba severamente su cuerpo
con ásperas disciplinas , trayendo lodo el cuerpo
lastimado y sangriento. En las montañas y lugares
pobres parecía gozarse sumamente . cuando
no se hallaba pan , y lo era forzoso valerse do
las castañas, leche y otros manjares groseros, y
haber de dormir sobre los bancos ó tablas. No parece
gustaba de la comida y bebida, y no se
quejaba si lo daban lo quo no quería, ó en otra
forma , sino es que fuese conlra el rigor que habia
propuesto: con que se tuvo por cierto, que la
cominea pelea, que trajo con su cuerpo, no le
dejó lomar gusto en cosa alguna , y le habia mortificado
de manera, que parecía, como que no se
sirviese del uso de los sentidos y apetitos, habiendo
cautivado y rendido su libertad, y sujotádolos
á una entera y perfecta obediencia á la
razón y al espíritu, porque no comía y dormía,
sino cuando y aquello que quería. En tiempos
de negocios y extraordinarias necesidades , como
de concilios provinciales y diocesanos, de traslaciones
c'e cuerpos de santos , y en otras muchas
ocurrencias, ó no dormía, ó muy poco, usando

21G LA LEYENDA DE ORO. NOYIFJIWSF. . k
en estas ocasiones reposar nn ralo sobro una silla:
oslo modo do dormir le era agradable v habia
hecho familiar, por una razón que solía traer al
propósito: sabia de algunos capílanos lun vigilantes
, que en campaña dormían vestidos no recostados
en el lecho, mas solo en una silla. Valíase
del ejemplo de Jacorné de Mediéis , su lio ; y así
decía , que el obispo que tiene el gobierno de las
almas, y ha de hacer guerra, no ¡i hombres solamente,
mas á los ejércitos do los infiernos, no
debe ser menos vigilante que un capilan de milicia
mundana, Aun teniendo calentura, perseveraba
en sus trabajos y penitencias ordinarias,
como si estuviera en la mas asegurada salud , encubriendo
el accidente muchos días; y era ordinario
en su boca, que la persona que tiene cargo
de almas no debe rendirse á la cama hasta pasadas
tres accesiones de calenturas. Un eslío hizo
la visiia de Vallrabulle, en la feligresía de Canobia,
país montuoso é inaccesible, en los confines
del lago Mayor, con diez y siete términos de
terciana, sin interrumpir la visita, visitando y
trabajando el tiempo de la accesión : veíanle ahora
temblar de frío, y luego encendido (legran calor
del mal. Consagró en esta ocasión la iglesia de los
padres capuchinos en Canobia : perseveró en la
acción, aunque le sobrevino el rigor de la calentura,
haciendo un largo sermón fuera de la iglesia,
para que pudiese oírle la multitud, tolerando
á un misino tiempo el fuego interior de la calentura
, y el exterior del sol. pero refrigerándole la
marea suave del espíritu de Dios. Hacia de ordinario
las visitas de la diócesis en los tres meses de
mayor calor del año. y acabada la visita de un
lugar, pasaba de largo á otro: y porque esto era
de ordinario después del medio dia , por no perder
tiempo, caminaba á aquella hora del mas
fuerte calor del sol , sin reparo ó defensa contra
ol rigor de su rayos; y si ocurrían lugares peligrosos
é inaccesibles para los caballos, caminaba ó
pié á aquella misma hora. Veíanle muchas veces
liañado de sudor que le pasaba las ropas: y aunque
llegado á un lugar podia enjugarse y descansar
, no lo hacia : iba de largo á la iglesia á hacer
oración , predicar y dar principio á las funciones
de la visita, sin darse por entendido á las
mayores molestias y fatigas: lo mismo hacía calado
de recias lluvias , ó por haber pasado
ríos ó lagos, aplicándose al instante á las cosas
que habia de hacer. Yendo una vez á visitar
la iglesia de Settala , le cogió una agua tan
recia , que le bañó todo hasta la camisa ; no dejó
de ir á la iglesia, sin paraise á mudar ropa ni
enjugarse , comenzando á entender en la visita.
No permitía se le previniese el hospedaje, particularmente
en días de ayunos , para poder añadir
esta incomodidad á las tesoros de sus merecimientos.
En las consagraciones de iglesias, cementerios
y otros ministerios, cuando lo pedia Ja sacra
ceremonia , estaba siempre la cabeza descubierta
á los ra vos del sol, aunque fuese ardentísimo y del
mediodía: v porque eslas acciones eran muy frecuentes,
tema la cabeza pelada y abrasada.
50 Estando una noche muy fría estudiando
con sola una ropa de paño pardo, como lo usan
los déla Compañía, la cual oslaba muy gastada,
y exhortándole uno á tomar otro , por no morir de
frío ; le respondió risueño su razón ordinaria: Ni
tengo otra , ni la quiero : las demás ropas son de
la dignidad , no son mías: para mí de invierno y
verano me basta esta sola : con ella me contento,
ni quiero tener otra en mi vida. A otro, que lo
exhortaba á que se dejase calentar la cama; respondió
: Tengo un lindo modo de no sentir el
frío de la cama ; y es , llevar tan frío el cuerpo,
que en su comparación la cama no lo parezca.
Pasaba frecuentemente las noches sin entrar en
calor , mayormente no cenando , y siendo tales los
abrigos de la cama : y al modo que los hombres
sensuales, huyendo el padecer, buscan todas las
comodidades y se entregan al gozo de todos los
deleites; el santo cardenal, criado en tan gran regalo
, andaba en busca de lodas aquellas cosas que
le hacian padecer y afligían mas gravemente su
cuerpo. Retiróse una vez á darse á mas oración
en una de las celdas que fabricó para los espirituales
en el seminario de la Canónica , y era tiempo
de lluvias: Rautista Castaño, su camarero , le
rogó con instancia dejase aquel lugar, porquo
caía agua en gran copia del techo, que le bañaba
todo, y apenas pudo alcanzar poner una tabla sobre
la cama, que podia reparar mal el agua , v
no quiso salir de allí , aunque en el seminario había
otras estancias acomodadas en que retirarse.
Gozábase de padecer esta molestia, mostrando
en los hechos lo que dijo alguna vez , que sentía
contento en estas aflicciones: y se le veia en el
rostro; porque en ellas daba muestras de alegría,
que es testimonio grande del desasimiento de sí
misino, y de una extremada unión con Dios.
Siendo huésped en casa de un obispo de su provincia,
sentado á la mesa, oyó locar instrumentos para
música, desagradóle grandemente, y reprendiólo
diciendo : El obispo ha do repugnar á lodas las
cosas que deleitan el sentido. Viendo otra vez á
uti sacerdote , su ministro , beber fuera de comida,
le corrigió con decirle , que consintiendo al apetito
del gusto , se le haría esclavo, y quo al día siguiente
volvería á beber á aquella hora : y excusándose
conque solamente se habia enjuagado, le
dijo , que aquella aun era sensualidad, quo debia
mortificarse , y padecer la sed, y así lo hacia el
santo.
51 Quiso Dios premiar laníos trabajos y
virtudes heroicas de san Carlos, y así se dispuso
para una muerte felicísima con los ejercicios espirituales
de san Ignacio, que un mes antes hizo en el
monte Váralo, y se los dio el padre Francisco
Adorno, déla Compañía do Jesús, su confesor y
padre espiritual, muy querido del santo , por cuya
dirección se gobernaba y á quien tenia dada la
obediencia. Era gran siervo de. Dios, como elegido
del santo cardenal para aprovechamiento de
su espíritu: teníale tanto respeto san Carlos, que
si pasaba delante de él, aunque estuviese durmiendo
, le hacia reverencia con profunda inclinación
de la cabeza. Ilacian juntamente los ejercicios todos
los criados del santo. El padre Adorno se le-

NOVIEMBRE
4 LA LEYENDA DE ORO.
yantaba cada mañana íí dispertarlos; pero para
.pie lo pudiese hacer con mas comodidad
, madru
yaba antes san Carlos, y él mismo le llevaba la
luz. Fué extraordinario el fervor que tuvo en estos
ejercicios. Viéronle echar del rostro resplandecientes
rayos de claridad , y andaba todo absorto
en Dios. Diéronle entre tan santos ejercicios
unas tercianas , las cua es disimuló algunos días,
prosiguiendo en su oración y ocupaciones santas.
Al lin le forzaron á volverse á Milán : pasó por
Arona, donde se habia fundado un noviciado de la
Compañía , donde quiso hospedarse, desechando
los palacios que sus parientes le ofrecían : y hallándose
con disposición para ello , dijo misa, que
fué la última de su vida, en la cual comulgó á todos
los novicios : después de haber oido oirá misa
del padre Simón Arpi, rector de aquella casa, le
vino la quinta terciana mas recia que otras veces.
Últimamente llegó á Milán, donde se le agravó el
nial: mandó llamar al punto su médico ordinario:
dióle menuda cuenta del discurso de su enfermedad
, para que le aplicase los remedios convenientes;
mas que advirtiese que no habia de impedirle
sus devociones y oraciones espirituales.
52 La mañana siguiente á 3 de noviembre,
habiendo á las nueve del medio dia tomado la refección
que le ordenó el médico , hizo llamar sus
camareros para rezar en su compañía el oficio
divino, como acostumbraba siempre; pero advirtiéndole
que le baria gran daño , por ser la calentura
continua , y podía aumentarse , que bastaba
oirle , se detuvo , y pidió parecer al padre Adorno
, que le aconsejó lo mismo , con lo que se aquietó.
Rezóle arrudillado á los pies de la cama Gerónimo
Castaño , su camarero , con el oficio de
difuntos, estando el santo atento con gran devoción
oyéndole. En todas las demás cosas no se resolvía,
sino por el orden del dicho padre Adorno,
que tenia en lugar de Dios. Creció el mal de suerte,
quo los médicos, lomándole el pulso, conocieron
que la virtud iba faltando , y le quedaban
pocas horas de vida : cosa inesperada , y quo llenó
de increible dolor y espanto los corazones de lodos.
Al punto el padre Adorno lo intimó al cardenal
, y le dijo con lágrimas había llegado su hora
de partir de esta vida : que el Señor le quería
para sí , y si queria el santísimo viático. Oyó la
determinación de Dios con igualdad de ánimo,
respondiendo que le pedia instantáneamente con
todo afecto. Trajéronsele de la iglesia mayor con
grande acompañamiento y sentimiento do todos,
quo venian vertiendo lágrimas. Quiso salir de la
cama, y ponerse de rodillas para recibirle; mas
no pudo por la flaqueza con que estaba. Fué singular
la devoción con que lo recibió, y luego la
santa extremaunción. Llenóse en breve la sala do
sacerdotes y familiares de casa, que arrodillarlos
cercaban el santo lecho: unos recomendaban el alma
: otros leían la pasión; y el padre Adorno con
id crucifijo en la mano atendía continuamente á
los recuerdos de las consideraciones sanias de
aquel paso , hasla que él últimamente fijó los ojos
en el crucifijo , cubierto de cilicio y ceniza , y como
él habia deseado, despidió su purísimo espíritu,
TOMO IV.
217
con gran quietud y sosiego, de aquel cuerpo afligido.
Fué su muerte á 3 de noviembre, sábado á
tres horas de la noche, año-do 1584: era la edad
de san Carlos cuarenta y seis años, un mes y un día.
53 No se puede explicar el sentimiento que
hizo loda la ciudad de Milán con la muerte de su
amado pastor: el concurso de la gente para reverenciar
el santo cuerpo , besarle los pies ó locarle
sus vestiduras, fué grandísimo. Enterráronlo con
llanto y lágrimas de lodos, y postrábanse en tierra
muchos del pueblo al pasar el santo cadáver.
Mostró el Señor la gloria de su siervo con muchas
maravillas. Habia asistido siempre el padre Francisco
Adorno á la cabecera de san Carlos hasla
lo último de la vida, como su padre espiritual , y
que le debia el amor y respeto que hemos visto.
Retiróse luego á su casa el padre Adorno; y
echándose en la cama , no pudo en todo lo restante
de la noche tomar sueño, atravesándole un íntimo
dolor el corazón por la pérdida de la Iglesia
católica en un tan gran prelado. Cerca del amanecer
le venció el sueño; y en este tiempo le apareció
ol sanio cardenal en hábito pontificio, todo
resplandeciente y glorioso, con el rostro alegre.
Maravillándose el [¡adre, le dijo : ¿Y cómo es esto?
paréceme que estuvisteis enfermo y aun muerto;
y el santo le respondió ; Dominus mor tífica t, et
Dominas vivificat. Yo estoy bien; y vos me seguiréis
presto. El padre quedó consoladísimo con
esta aparición , y la refirió á muchos de sus amigos
y en el pulpito en un sermón, y para que se entendiese
que no fué solo sueño, mas cosa verdadera,
se verificó con brevedad lo que el santo predijo;
¡jorque á pocos meses fué el padre Adorno á Genova
, su patria , donde de una enfermedad grave
pasó á mejor vida, dejando gran opinión de santidad.
Reverenció el pueblo su cuerpo , como de
sanio , tocándole los rosarios , y haciendo otras demostraciones
semejantes. Apareció asimismo san
Caiios en sueños en hábito de cardenal, rojo,
alegre y resplandeciente el rostro, al doctor Juan
Pedro Guisano , casi inmediatamente después de
muerto , y diciéndole : ¿Qué novedad es esla, señor
iluslrísimo? El le respondió : Consuélate; quo
á mí me va bien, y estoy en la gloria del paraíso;
y desapareció al punto.
54 Había en Milán algunas mujeres piadosas
que tenian singular devoción con san Carlos , siguiéndole
á todas las iglesias á oir su misa y sermón,
y comulgaban de su mano casi lodos los
dias: entre ellas Úrsula Veyola , de familia noble,
que dejados los matrimonios, se dedicó al esposo
celestial, hacia ejemplar vida en la casa de sus
padres, y por la larga oración se le hinchó notablemente
una rodilla, que con el tiempo se confirmó
en una goma , que la afligía con dolor continuo,
sin poder doblaraquella parte , ni fijarla en tierra,
y era ya el mal incurable. Muerto el sanio , le lloraba
como á padre, ó hízose llevar á la capilla
donde estaba , para hacer compañía al santo cuerpo
, y encomendarle á Dios : siguió el entierro sin
dejarle jamás el tiempo que pudo verle; y vuelta
á casa , no sintiendo dolor en la rodilla , descubrióla
, y la halló sana , habiéndose quitado mila

218 LA LEYEND
¡¡rosamente la goma ó inflamación, sin haberse
acordado de pedir su salud al sanio; peto reconoció
la gracia do la bondad divina y méritos del
santo cardenal, perseverándole la sanidad , lo quo
le duró la vida.
55 Octavio Tarase , devoto del santo cardenal
, habia tres meses que le postraban en la cama
una tercianas dobles , sin hallar los médicos remedio
, con peligro de la vida , ó de mal largo : dolíalo
no poder venerar y acompañar el cuerpo ; y
confiando que estaba el santo en el cielo , se encomendó
á su intercesión, y alcanzó al punto salud
cumplida , y cumplió con su devoción.
56 listaban muy afligidas las doncellas de
Santa Bárbara , las cuales el santo había ordenado
fuesen monjas capuchinas , porque se lo quena
estorbar una señora que las habia de fundar, queriéndolas
dar otras reglas é instituto, y muy resuelta
que si no lo admitían, las habia de echar
de la casa donde estaban ya juntas en forma de
monasterio. Llegó en este punto monseñor Fontana
, vicario general, y muy apriesa , con solos
dos criados : hizo llamar luego á la superiora que
regia aquel devoto colegio : preguntóla qué habia
sucedido, ó qué necesidad tenían : porque estando
en su aposento en la casa arzobispal, habia oido
una voz , que tres veces le dijo: Levántate y vé
á Santa Bárbara; que aquellas doncellas tienen
necesidad de ll; y así á toda priesa habia venido
ó saber y remediar lo que habia sucedido. Entonces
la madre y las doncellas, conociendo este caso
por un efecto claro do la divina misericordia , tuvieron
por cierto que san Carlos, su protector,
les habia alcanzado favor del Señor: con que llenas
de alegría y animadas, refirieron al vicario la
aflicción en que se hallaban , y la resolución con
que habia venido su fundador para echarlas: suplicáronle
¡as amparase , procurando con brevedad
darles el hábito, y erigiendo el colegio en
convento de monjas capuchinas , conforme á las
reglas y orden de san Carlos. El vicario se les
prometió con la brevedad posible, y consolólas,
exhortándolas á permanecer en su propósito. Apenas
se hubo despedido, cuando llegó al colegio
Luis Boccadulio, penitenciario mayor del Domo,
uno de los diputados del mismo colegio: llamó á
la superiora al locutorio , y dijo : Yo venia de
San Marcos á casa del arzobispo: llegando al
prinripio de esta callo, la muía de sino volvió
hacia el colegio: no he podido encaminarla á otra
parte, por mas violencia que he hecho: lie imaginado
si acaso se tiene necesidad de mí; y por
esto he llamado. Este caso causó mayor admiración
en las doncellas, y con él tuvieron por cierto
andaba allí la mano del Señor, y que la divina
majestad había oído sus ruegos. La rectora informó
al penitenciario de cuanto pasaba , el cual las
prometió toda su ayuda. Con sucosos lan notables
se hizo una congregación en las casas arzobispales,
en queso resolvió la ejecución de esta fundación,
queso hizo dia de san francisco, á los
h do octubre , año de 83, á gloria de Dios y beneficio
de la ciudad de Milán.
57 En Pavía cayó un niño en el rio: al caer
,\ DE ORO. NOVIEMBRE , k
se encomendó á san Carlos, por haberle oido invocar
á sais padres. Aparecióse luego el santo:
recibióle cu sus brazos, y le llevó por espacio de
cien brazas , mas de un cuarto de hora , sustentándole
sobre las ondas , hasta que un barquero
le lomó , diciendo el niño la causa de no haberse
hundido en tanto tiempo con el ímpetu del rio, que
fué haberle sustentado el santo cardenal. En Milán
nació un niño sin ojos, antes en lugar de ellos
tenia dos como apostemas, de donde le salia gran
cantidad de materia muy asquerosa, lisiándole
encomendando su madre á san Carlos , comenzó
á dar voces una hermanila suva de cuatro años,
diciendo: Madio, madre, el beato Carlos ha dado
la bendición á mi hermano, y abiértole los ojos.
Volvió la genio que estaba presente á mirarlo ; y
bailáronlo con sus ojos naturales, sin haber rastro
de algún mal.
58 Oíros muchos fueron los milagros que
obró el Señor por intercesión de su siervo, honrándole
cada dia mas , y creciendo su fama y nomine.
Canonizóle el papa Paulo V, cha de Todos los
Santos, año de 1610, mandando quo la fiesta do
san Carlos se celebrase cada año á los i de noviembre.
Escribieron de san Carlos el doctor Juan
Peoro Guisano; don Car-Ios Bacape, obispo de
Navarra; Marco Aurelio Gralarola; Juan Bautista
Posevino, y otros. Últimamente con gran
piedad y diligencia escribió la vida de este santo
prelado en estilo español el licenciado Luis Muñoz:
de la cual hemos recogido lo mas que aquí hemos
dicho.
SAN EMERICO , CONFESOR. — Bien es que con
la vida del santo rey Estovan juntemos la del santo
príncipe Emerico, su hijo; pues no es menos
en su manera admirable , que la de su padie; y
aunque el dia de su translación en que la iglesia
le celebra , es á los i de noviembre; -todav
¡a estas dos v idas juntas aquí irán mas trabadas,
y la una dará luzá la olía , y por ellas alabaremos
al Señor, que hizo santos al rey su padre
, y al príncipe su hijo, y los puso en su Iglesia
para ejemplo de santidad.
2 Nació san Emerico de Estovan y de Gisela,
rejes de Hungría : desde niño fué lan inclinado
á la virtud y á todas las cosas de piedad ,
que comunmente , durmiendo ¡os olios, se levantaba
de su cama á hacer oración y recitar lossalmosdeDavid,
pidiendo al fin de cada salmo perdon
á Dios de sus culpas; y en este santo ejercicio
gastaba buena parle de la noche : y acó nleció
algunas veces que el rey su padre , le oslaba
acechando maravillado cíela virtud de su
hijo , y regalándose en él, alabando al Señor quo
se le liubia dado, sacando de aquellos principios
cuan gran príncipe había de ser. Acrecentóse mas
esta opinión y esperanza al rey, por loque otra
vez le sucedió. Quiso ir un día al monasterio do
San Martin, cpie el mismo rey habia fundado ricamente
y poblado de gran número do monjes.
Determinó llevar consigo á su hijo Emerico y envióle
delante puraque lodo el recibimiento que los
monjes le querían hacer á él, se lo hiciesen á su
hijo, y el hijo los conociese y tratase mas familiar-

NOVIEMBRE , \ LA LEYENDA DE ORO
mente. Llegado Emerico al monasterio, fué recibido
do todo el convento como lujo y heredero
del rey : y él , á la usanza de la tierra abrazó
con benignidad á lodos los monjes, y á cada uno
de por si, dándoles ósculo de paz en el rostro.
Pero notó el rey su padre, que no hacia esto igualmente
con toilos sino que á unos besaba en el rostro
dos, á otros tres, á otros cuatro y cinco veces,
v que á uno solo, que se llamaba Mauro, le habia
besado siete veces : de lo cual admirado el rey
quiso después saber de Emerico porqué lo habia
hecho , y cuál era la causa de aquella variedad.
Confosó el hijo al padre que la causa habia sido la
revelación que había tenido de Dios, de los grados
de castidad que cada uno de los monjes tenia
, y que conforme á ellos él habia regalado con
aquel ósculo do paz mas ó menos á cada uno; y
que aquel monje á quien había hecho aquel singular
favor, y besádole siete veces , era virgen y
varón perfectísimo.
3 Espantóse el rey que su hijo tuviese tanta
luz del cielo: y para averiguar si era verdad,
volvió otro dm al monasterio solo con dos criados,
y después de haber estado los monjes en sus maitines,
notó que solos aquellos se quedaban en el
coro , ó se recogían en algún ricon del templo á hacer
oración, á quienes Emerico habia dado mucho.*
besos , y que los demás se iban á reposar.
El rey los saludó á lodos cada uno por sí; y ellos
le respondieron : y solo Mauro nunca quiso responder
al rey ; porque estaba muy puesto en su
oración y no se quería divertir. Mas para hacer
otra prueba mayor , al día siguiente le hizo llamar
delante de los otros frailes y le reprendió de
muchas cosas, que decia haber hecho como mal
religioso; y Mauro estuvo tan en sí, y tan seguro
en su conciencia. que no habló palabra, ni se excu-ó,
remitiendo su inocencia al juicio del Señor;
y el rey Estovan conoció quo era verdad lo que
el príncipe su hijo le había dicho , y declaró al
comento la causa porqué habia venido allí, alabando
á Mauro , á quien poco después hizo obispo
de la ciudad , llamada Cinco Iglesias.
4- Crecía en la edad el príncipe Emerico, y
no menos en la virtud v perfección. Estando en
\ esprín, llevando consigo un solo criado, se fué
una noche á la iglesia antigua de San Jorge'á
hacer oración: y postrado delante del altar, comenzó
á pensar qué ofrenda ó qué sacrificio po
dría é! ofrecerá Dios, (pie lo fuese mas acepto
y agradable; y oslando en este pensamiento, vio
una luz clarísima , que alumbraba toda la iglesia,
y oyó una voz del cielo , que le decía: La virginidad
es cosa preciosísima: y lo que te pido , es,
que la guardes enteramente en el cuerpo y en el
alma, hasta la muerte. Muy consolado quedó
Emerico con este regalo y mandato del cielo , y
suplicó á nuestro Señor que le diese gracia y espiritu
para guardar lo que le mandaba , como lo
proponía de hacer, y no descubrió á nadie este
secreto; antes mandó al criado que alli estaba,
que callase mientras él viviera.
S Mas el rey Estovan, queriendo proveer á
su reino, mandó á su lijo que se casase : lo cual
219
él hizo con mucha repugnancia por el propósito
de guardar virginidad que tenia , conforme á la
divina revelación. Pero obedeció al padre, y lomó
por mujer á una doncella de sangre real, muy
hermosa y honesta, y digna de tal esposo ; pero
no la locó : antes la persuadió que guardase ella
también su virginidad , y lóselos viviesen como
hermano y hermana; y asi lo hacian. Y como él
era mozo y le hervía la sangre, y se criaba con
tanta abundancia y regalo, y con las ocasiones
que los palacios de los reyes traen consigo; para
no perder en un punto la preciosa joya de la castidad
, maceraba su cuerpo con ayunos, penitencias
y oraciones, suplicando continuamente al
Señor que le tuviese de su mano , y apagase las
llamas de la concupiscencia con el rocío del cielo,
y el Señor le guardó perpetuamente virgen con su
esposa : que es un ejemplo raro y admirable , y
propio de la poderosa mano del Señor . que mandó
al fuego , que no quemase , y conservó á Emerico
en medio de las llamas, como ó los tres mozos
del horno de Babilonia , para que no se abrasase,
y nos enseñase con tan ilustre ejemplo, lo
que puede nuestra flaca naturaleza ayudada y
alentada con el favor del Señor. Y porque la vida
de este santo principo ora mas digna del cielo,
que no de la tierra , se la cortó en la flor de su
edad, y le transladó á otro reino mas seguro y perpetuo.
El arzobispo afirmó que habia visto subir
su alma al cielo , y Dios le ilustró con muchos y
grandes milagros que hizo por su intercesión en
Alba Real, donde sepultaron su sagrado cuerpo.
G Entre estos milagros fué uno muy insigne,
el que sucedió siendo ya rey Ladislao , de esta
manera. Un hombre alemán, llamado Conrado,
habia sido do una vida muy perdida y abominable,
y tocándole Dios al corazón, se compungió, y
se determinó á ir á Boma, y echarse á los pies
del papa y confesarse de lodos sus pecados con
él, y pedirle penitencia de ellos. El papa le oyó:
y espantado de la abominación de su vida, le
mandó traer una loriga de hierro á raíz de las
carnes, apretada con cinco cadenillas de hierro,
y un papel en que estaban escritos sus enormes
pecados, y que visitase los lugares donde había
reliquias de santos y trajese aquella loriga , hasta
que aquellas cadenas de suyo se desatasen, y se
borrasen los pecados escritos en el papel. Todo
lo hizo el hombro como le fué mandado, y visitó
los sagrados lugares de .lerusalen , y después vino
á Hungría; y postrándose delante del sepulcro del
rey san Estovan , determinó no levantarse de allí,
basta que se quebrasen las cadenas, se borrase el
papel, y él fuese consolado entendiendo que había
alcanzado misericordia del Señor.
7 Habiendo eslado allí desde la hora de prima
hasta la hora de nona en oración , cansado
ya se adormeció , y san Estovan le apareció y le
mandó que se echase delante de la tumba de
Emerico, su lijo , que estaba allí cerca; porque
por el don de la virginidad y otras virtudes habia
sido tan agradable á Dios, que lo alcanzarla
luego perdón de lodos sus pecados.
8 llízolo a.4 Conrado: y oslando en oración

320 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, »
en la capilla do san Emcrico, las cadenas so quebraron
y los pecados se borraron del papel ; y él
publicó su mala vida pasada y el milagro : por el
cual y por oíros muchos, el rey Ladislao, los obispos
, prelados, y grandes del reino, Iralaron que
se pusieso luego Emerico en el calálago de los
santos ; y habiendo precedido ayuno de tres dias,
pusieron su sagrado cuerpo sobre el altar á los k
de noviembre , haciendo nuestro Señor muchos
y grandes milagros por su intercesión , y dando
salud á los enfermos, que de muchas y remotas
partes concurrían á su sepulcro. La vida de
san Emerico trae Surio en su sexto tomo. Martin
Polonodice que murió el año de 1032; y Cromerò
el año de 1036. Hace mención de él el
Martirologio romano á los h de noviembre; y
Antonio Bonfinio, en la Historia de Hungría en la
segunda década , hb. n; y Benedicto , papa VIII
( á quien llaman el IX ) le canonizó con san Estovan,
su padre,como lo nota el cardonal Baronio
en sus anotaciones sobre el Martirologio, á los
h de noviembre.
SAN VIRAL Y SAN AGRÍCOLA, MÁRTIRES.—Escribiendo
el bienaventurado san Ambrosio á las
vírgenes, y tratando de los mártires san Vidal y
san Agrícola , dice estas palabras: « La condición
y estado bajo del hombre, no le es impedimento
para que no sea estimado , ni la grandeza del linaje
le hace digno de loa sino la fé ; porque el
esclavo y el libre son una misma cosa en Cristo,
y cada uno recibirá de Dios el premio del bien ó
del mal, que hubiere hecho. Ni la servidumbre
nos quita, ni la libertad nos da; porque la una y
la otra se pesan con el mismo peso delante del
Señor : ni hay diferencia en los merecimientos del
esclavo que bien sirve, ni del libre que goza de su
libertad : porque la mayor dignidad de todos es
servir á Cristo: y por esto san Pablo se gloría de
ser esclavo de Cristo ; porque esta servidumbre
es gloriosa, de la cual se precia el Apóstol: y con
razón; pues nuestra suma gloria es, que Dios nos
haya estimado en tanto, que nos compró con la
sangre de su bendito Hijo. » Todo esto es de san
Ambrosio, á propósito ¡Je los santos mártires Vidal
y Agrícola, de los cuales Agrícola era caballero
principal, y Vidal esclavo suyo, y ambos
cristianos; y por esla causa fueron presos en
Rolonia , ciudad de Italia , y martirizados , siendo
emperadores Diocleciano y Maximiano, tan fieros
enemigos de Cristo nuestro Salvador, quo nunca
se vieron hartos de sangre de cristianos. Era.
Agrícola hombre noble (como dijimos) y bien
acondicionado, y tenia muchos amigos : y queriendo
el presidente atemorizarle y no matarle, comenzó
por Vidal, su esclavo, y mandóle alor-.
mentar y azotar crudamente, para que viendo el
amo los atroces tormentos que su siervo padecía,
se reportase , y se dejase persuadir, y adorase á
los falsos dioses. Atormentaron á Vidal los verdugos
tan sin piedad , que quedó el cuerpo del sanio
tan lleno de llagas y heridas , que no tenia en él
cosa sana.donde poner los ojos, ni sangre quo
derramar , según estaba exhausto y consumido.
Levantó el glorioso mártir sus ojos al cielo , y pi­
dió humildemenleá Dios, que recibiese su espíritu ,
para que él recibiese la corona que su santo ángel
le habia mostrado . Oyóle el Señor; y en acabando
su oración, le dio su alma. Estaba Agrícola
presente á este espectáculo, con el cual el
juez le quiso espantar , y apartarle de su intento,
para que escarmenlase en la cabeza de su siervo;
y esto con una cruel piedad (como dicesan Ambrosio)
pues le quería privar de la gloria del martirio.
Mas Agrícola no se turbó por los tormentos
de Vidal; antes se animó y encendió mas en
el amor de Dios, deseando tenerle compañía, y
seguir al que ya iba delante , y no ser menos valeroso
en la fé de Cristo , que lo habia sido su
mismo esclavo. Como el juez le vio tan constante,
convirtió la blandura, que con él habia
usado, en saña , y se embraveció , y le mandó poner
en una cruz; y así se hizo traspasándole y
fijando sus sagrados miembros con muchos y duros
clavos; y el santo levantado en alto representando
con aquel género de martirio á su Señor,
mostrando que tenia en poco todo lo de la tierra
, y que anhelaba al cielo, donde tenia su corazón
, el mismo día que Vidal entre los azotes y
tormentos dio su espíritu al Señor, él le dio el suyo
en la cruz; y el amo y el esclavo fueron iguales
en el martirio y en la corona. Sepultaron sus
cuerpos en un cementerio y osario de judíos ; y
así (dice san Ambrosio) que estuvieron las rosas
entre las espinas, y la luz éntrelas tinieblas hasta
que Dios los reveló. Cuando se descubrieron y
se hubieron de trasladar , fué el santo prelado á
Bolonia , convidado del obispo de aquella ciudad
para honrar al Señor, y gozar de aquel nuevo
tesoro y de la gloria de los santos. El mismo san
Ambrosio dio á las vírgenes parte de las reliquias,
y las dice estas palabras: « Yo os he traído preciosos
dones, y cogidos con mis manos, que son los
trofeos de la cruz, cava gracia conocéis en las
obras y los mismos demomos las confiesan. Otros
alleguen oro y plata, y saquen estos metales de
las venas debajo de tierra: busquen joyas y piedras
preciosas , que al fin se acaban , y muchas
veces son dañosas á los que las poseen : nosotros
habernos recogido los clavos dol mártir, y muchos;
porque masfuoron las heridas que padeció , que los
miembros en que las padeció. Recogimos también
la sangre que derramó , y con la cual triunfó de la
muerte, y el madero de la cruz en que estuvo
colgado.» Esto dicesan Ambrosio: el cual colocó
este tesoro y preciosas reliquias en la ciudad do
Florencia , en un templo que una santa y rica señora
, llamada Juliana', había edificado. San Gregorio
Turonense cuenta algunos milagros, que obró
nuestro Señor por intercesión de estos sanios mártires,
y dice que parto de sus reliquias fueron llevadas
á Francia , y que Namacio, obispo do la
ciudad do Alvcrnia , las colocó cu una iglesia que
él mismo habia labrado. Fué su martirio á los
k de noviembre (en que la santa Iglesia celebra
su fiesta) y en el año del Señor de 303, imperando
los dichos Diocleciano y Maximiano; y do
ellos hacen mención los Martirologios romano, y
do lísuardo; san Paulino, obispo de Ñola; Grego»

NOVIEMBRE , i) LA LEYENDA DE ORO. 221
lio Turonense. y los otros mas modernos que lian
escrito vidas de santos.
* SAN FILÓLOGO Y SAN PATROBAS, OBISPOS.
—Ambos fueron discípulos da Jesucristo, y se
cree que después los ordenó san Pablo y los consagró
obispos, destinando el primero á Sinope, y
el segundo al territorio de Ñapóles. Los dos se tejieron
una corona de méritos celestiales, ejerciendo
su apostolado , como inspirados por aquel que les
habia permitido gozar de su conversación y presencia
mientras permaneció en esta vida; y después
de muchos trabajos y fatigas, descansaron en
paz á fines del siglo 1. El mismo apóstol san Pablo
en su epístola á los romanos , cap. 10, encarga
ipio los saluden afectuosamente como sus hermanos
en Jesucristo.
SAN PBÓCULO , MÁRTIR.—Solo sabernos por
Usuardo , que floreció en Antun durante los primeros
siglos de la Iglesia , y que acabó su vida degollado
por haber confesado la fé de Jesucristo.
SAN CLARO, PRESBÍTERO Y MÁRTIR. — Nació
en llochesler, en Inglaterra, y habiendo sido ordenado
sacerdote , pasó á las Galias. Fijó su residencia
en el territorio de Vexin , de la diócesis de
Ruan , y vivió allí en la práctica de las mas heroicas
virtudes. Solosalia de su retiro para irá predicar
á los pueblos vecinos las verdades de la salvación.
El año 898 murió Claro, mártir de la
castidad , á manos de dos asesinos, que á este
objeto habia enviado una mujer impúdica, que no
habia podido lograr que el santo consintiese á satisfacer
su pasión. Su culto ha sido célebre en
Francia, y la ermita donde fué enterrado , es todavía
lugar donde acuden muchos peregrinos, y
que ha sido glorificado por el Señor con muchos
milagros.
SAN PORFIRIO , MÁRTIR. —Era ciudadano de
Efeso y vivía en dicha ciudad en tiempo del emperador
Aureliano. El año 171 de Jesucristo, habiéndole
querido obligar á ofrecer incienso á los
ídolos del paganismo, consumó con un ilustre martirio
su victoria, y el no quererse prestar á las
exigencias de los gentiles.
SAN NICANDRO Y SAN HERMAS, MÁRTIRES.—.
El primero fué obispo y el segundo presbítero de
la Iglesia do Mira , en Licia. Los dos derramaron
su sangre y dieron su vida por Jesucristo, siendo
degollados por orden del gobernador Libanio, en
tiempo del emperador üiocleeiano.
SAN PIERIO, PRESBÍTERO Y CONFESOR.—Nació
en Egipto , se dedicó al estudio de las ciencias sagradas,
en las que salió muy aventajado. Su vida
pura y sin tacha , y su amor al estudio de la lilosofía
cristiana le hicieron amar extraordinariamente
por san Teoanas, patriarca de Alejandría,
que le confirió las sagradas órdenes. Regentó por
algún tiempo la célebre escuela de Alejandría, con
aprovechamiento de los discípulos, y.publicó vanos
tratados en defensa de la religión verdadera.
Después se retiró de la vida pública y emprendió
un viaje á Roma , donde acabó en paz el resto do
su vida , muriendo santamente el año 287.
SAN AMANCIO , OBISPO Y CONFESOR. — Nació en
la ciudad de Rodez, en Francia. Desde muy jo­
ven abrazó el estudio eclesiástico, y debió á su s
virtudes el ser elevado á la cátedra episcopal de
su patria. Trabajó infatigablemente en la conversion
de los idólatras que habia todavía en su diócesis,
y convirtió á muchos en fuerza desús discursos
y milagros. Tenía una afición particular á
las austeridades de la penitencia, la cual sabia
aliar muy bien con las fatigas apostólicas. Murió á
fines del siglo V , y fué sepultado en la misma ciudad
de Rodez.
SAN JUANICIO, ABAD.—-Natural de Bitininia, de
padres pobres, y pasó sus primeros años guardando
cerdos. En su juventud llevó una vida bastante
disipada : entró en la compañía de guardias del
emperador de Constantinopla , y como era de buena
presencia y de una intrepidez pasmosa, se congració
en la corte y ganó recompensas distinguidas.
Siguió en religion las ideas de los iconoclastas,
que se hallaban protegidos por los cortesanos;
pero al mismo tiempo tuvo la dicha de conocer á
un santo religioso, que al fin consiguió apartarlo
del vicio y del error. Tocado entonces Juanicio de
una viva compunción, pasó seis años entro la oración
y la penitencia , sin cambiar por esto de eslado.
Por fin , á la edad de cuarenta años dejó el
servicio , y se retiró al monte Olimpo , en Bilinia.
Pasó unos cuantos años en algunos monasterios
para formarse en las prácticas y ejercicios de la
perfección, y después se retiró á un lugar solitario
donde pasaba el tiempo orando y cantando los
salmos que habia aprendido de memoria. Pasados
doce años en esle género de vida , tomó el hábito
religioso en el monasterio de Eresta. El don do
milagros y el de profecía lo hicieron tan célebre
en todo el Oriente , que acudían á verle desdo
los lugares mas distantes. Defendió con zelo el
culto de las santas imágenes, y contribuyó mucho
á que la emperatriz 'Leedora proscribiese aquel,
error. Llegó á la edad de ciento diez y seis años,
y murió el de 845. San Juanicio es uno de los santos
mas célebres en la Iglesia griega.
SAN BRISTAN, OBISPO Y CONFESOB. — En 931
fué esle sanio consagrado obispo de Vinchesler,
cuya Iglesia edificó con su santidad. Tenia una
devoción particular á los fieles difuntos. Todos los
días celebraba en su sufragio el santo sacrificio do
la misa , y durante la noche se iba ai cementerio,
y allí se estaba horas enteras rezando salmos. No
dejaba pasar ningún día sin lavar los pies á algunos
pobres , á quienes después servia á la mesa.
Murió santamente el 4 de noviembre del año934.
SANTA MODESTA, VÍRGEN. — Fué natural de
Tréveris, y consagró toda su vida á Jesucristo, al
cual tomó por esposo desde sus primeros'años. El
Señor la favoreció con divinas revelaciones y murió
santamente, en su misma patria, en el año 080.
Su cuerpo fué sepultado en la Iglesia principal de
dicha ciudad , y su sepulcro fué glorioso en milagros.
SAN ZACARÍAS, PROFETA Y MÁRTIR , v SANTA
ISABEL , PADRES DE SAN JUAN BAUTISTA.—En Ju-

222 LA LEYE.V
dea , en lionipo de! rey llerodos, fué glorioso ol
nombre de Zacarías , sacerdote, profeta , y padre
de san Juan Bautista. Sun Lucas, evangelista en
el principio de su evangelio dice divinidades, hablando
de él , y de sus virtudes.
2 Esle elogio solo basta , pura tenerle por tan
gran santo , como es ; y sobre todo haber tenido
un hijo.como el Bautista. Fué. pues, Zacarías del
tribu de Leví: y porque de su prosapia , profecía,
aparición del ángel en el templo , y demás cosas
que tocan al nacimiento del Bautista , so trata suficientemente
en la natividad de san Juan , á 2 r
de junio; solo trataremos aquí de su gloriosa muerto
, que fué en esta forma. Viéndose Heredes burlado
de los santos revés Magos: pues, cuando los
esperaba de vuelta de Bethlen , para que le diesen
noticia del recién nacido infante Jesús, nuestro Salvador,
ellos lomaron por otra parte su camino, como
refiere el sagiadoevangelislasanjMaleo; entonces
, pues, oyendo decir la gloriosa santa Isabel,
que también buscaban á su hijo Juan ( niño tan
tierno , que solo tema seis meses mas que Cristo
Bien nuestro) para quitarle la vida con los demás
santos niños Inocentes, mártires, lomando su lujo
en los brazos , se fué á un alio monte do Judea
huyendo ; pero viendo que la seguían los crueles
verdugos, impíos ejccu'ores del rigor de Heredes,
temió, é hizo oración profundamente humilde, pidiendo
á Dios librasen su lujo Juan do la muerte.
Al instante (¡ó fuerza de la oración del justo! ¡oh
maravillas de Dios! ] se abrió el monte , v en la
abertura se escondió Isabel , y su hijo . dejando
burlados á los fieros verdugos (pie los seguían. En
las entrañas, pues , del monte los recreaba el Señor
, que los guardaba , con una luz divina , y un
ángel santo , que les ministraba todo lo necesario
para la conservación de la humana vida. Oíros
dicen , se escondió sania Isabel con su hijo en un
niona.-lerio de los muchos (pie entonces los Esenos
, lujos de los profetas, descendientes del gran
profeta y patriarca san Elias, teman edificados
por aquellas montañas, v allí se crió el niño Juan
en el instituto carmelílico , siguiendo en todo desde
entonces (como quien tenia ya para hacerlo el
ri-'o de la razón , desde que-fué santificado en el
vientre de su madre) el espíritu y virtud de Elias,
para ser príncipe del estado religioso y monásticoen
la ley de gracia , como lo era , y es Elias en la
escrita: y esta opinión es la mas corriente y común;
aunque no la niega, quien sigue la primera
de la milagrosa abeilura del monte: pues unos y
oíros dicen , rpic acabada la persecución de Heredes
, el niño Juan se crió entre los Escnos , hijos
de los profetas , hasta que de siete años , instruido
ya en la vida monástica , se retiró á hacer vida
solitaria al desierto, como lo hacían muchos do
aquellos antiguos monjes, sucesores do Elias.
3 Quedóse entonces solo en su casa y asistencia
del templo el santo sacerdote Zacarías , ycomo
Heredes envíase sus ministros, á que le
preguntasen por el niño Juan , hijo suyo, y él respondiese
, no sabia donde estaba , como era cierto
que no lo sabia (sin que esta ignorancia se
oponga al ser profeta sanio ; porque no todas las
A DE ORO. KOYIEHIIRE . 5
cosas sabe el que es profeta , sino solas aquellas
que Dios quiere revelarle) y asimismo les reprendiese
el rigor y crueldad suya , y de su rey y
señor Heredes, que los obligaba á quitar lautas
inocenles vidas, y predicasen Cristo recien nacido,
Rey do Israel , Hijo de madre virgen , y Señor de
cielos y tierra, y ellos le refiriesen lodo lo dicho
á Heredes: él enfurecido contra el santo viejo Zacarías,
envió de noche secretamente sus verdugos,
los cuales lo quitaron la vida entre el templo y ei
altar, donde fué criada la Virgen santísima María,
sin pecado concebida , desde su gloriosa presentación.
A la mañana los demás sacerdotes vinieron
al templo, y esperando á que Zacarías saliese del
santuario , se pasó la hora acostumbrada , y se
hizo muy tarde: por lo cual uno de ellos entró en
el santuario , y halló la sangre del sanio sacerdote,
que toda se había juntado y endurecido como una
piedra. Luego oyó una voz del cielo, que dijo :
Aquí han muerto á Zacarías, y su sangre no so
borrará de Israel , hasta que se levante el que le
ha de vengar. Con e.-!o salió fuera del santuario,
y contó á los demás sacerdotes lodo lo que pasaba
; y ellos temblaron de oírle , y sintieron un ruido
grande de piedras, como que so rompían, y daban
unas con otras. Buscaron el cuerpo del sacerdote y
manir Zacarías; y no lo hallaron. Fué su martirio
glorioso á o do noviembre (día en que lo celebra
la Iglesia) año 1 del Señor. Pasados mu -
chos años, apareció milagrosamente su santo cuerpo
en el mismo templo de Jerusalen , y allí estuvo
mucho tiempo en honroso sepulcro. Ahora se dice
que está en Venecia en un monasterio de señoias,
fundado á honor suyo, y con su nombre.
i La gloriosa santa Isabel, su esposa, y madre
del Bautista, fué del Iribú de Aaron , de cuya
santidad trata , como de la del sanio Zacarías , su
esposo , el sagrado evangelista san Lucas en el
principio de su evangelio: y así aquí solo trataremos
do su gloriosa muerte; pues las demás cosas,
que tocan á sus virtudes , santidad , salutación y
parlo , las refiere ol Evangelio. Después que (como
va dijimos poco há) tuvo seguro y educado á
su hijo , y que ya el santo niño se retiró al desierto
, cumplidos los siete años do su edad , á hacer
vida solitaria , eremítica , ó monástica ; Isabel so
retiró á la montaña de Judea á su casa , y allí vivió
santísimamente algunos meses, hasta que quiso
el Señor llevársela en paz y gracia suya , llena
de dias, santidad y virtudes; y allí fué sepultada
esta gloriosa sania , prima y hermana de la Reina
de los ángeles, y Madre de Dios María santísima,
sin pecado concebida; porque santa Ana y santa
Esmena fueron hermanas, lujas de Agarin: de Ana
nació la Virgen María; de Esmena , Isabel y Eliud;
y de Eliud nació Eminm; y do Eininm nació
san Servacio , obispo , cuja vida pusimos á 13 de
mavo. Otros afirman que en la misma cueva (que
así "llaman la aberluia ó quiebra del monto en
que se ocultaron madre ó hijo) se la llevó Dios,
(¡uedando por custodio fiel y nutriz del niño Juan
el ángel que ya dijimos les ministraba el sustento
necesario á la vida. Como quiera que ello sea,
Isabel murió en paz y gracia del Señor, cuya

NOVIEMBRE, o LA LEYKXD. A DE OBO. 223
eterna gloria poseo. No se sabe el dia cierto de su
glorioso" tránsito ; y así nuestra madre la Iglesia la
ha señalado el mismo de su esposo el santo sacerdote
. profeta y mártir Zacarías , celebrando á los
dos en un mismo dia. Escribieron las vidas de estos
dos benditos casados , padres de! Bautista , san
Eneas en su sagrado evangelio, cap. 1 ; Beda ;
l'suardo , y Adon , y los demás Padres de la Ig'esia
latina; los griegos en su Monologio ; san Epifanio,
lib. de Vil. el hiler. ¡irophel., cap. 23, in Patinar,
lucres. 20 , el cual afirma . ser este Zacarías
, el (pie dice Cristo Bien nuestro por san Maleo.cap.
23,fué muerto entre el templo y el aliar,
como \a queda didio. Del mismo sentir son Orígenes
, t» JS'alilt., cap. 25; sánelas Pclrus Aleawidrinus,
epi.se. el ntarl. in Can. 13; sanct.
Gmjorius jSissenus , in Oral, de Christi Nalic;
sanct. IhisiliusJ/ontil. de 11 amana Chrisli
general.; sanct. Ctjrillus Alexand., lib. adversas
Aníhropomorphilas; sanct. Theodorelns,
Jlislor., lib. iv, cap. "i; l'elrus de Nalalib., in
Catltalog. SS., lib. x , cap. 24 el 25 ; si bien
san Gerónimo tuvo otro sentir, explicando el cap.
23 de san Maleo ' ei Martirologio romano ; y liáronlo
en sus anotaciones, y en el lomo i de sus
Anules, inApparalu, num. IG.cl ann. i.num.
53 el seq. , donde cita autores , que afirman haber
visto en las ruinas , que hoy se ven del templo
de .lerusulen , algunas piedras con las señales de
la sangre de Zacarías, yen particular una , quo
tiene la sangre fresca : cuya cabeza,dice, se guarda
en Boma en San Juan de Lelran , la cual , dicen
, ha manado sangre muchas veces.
5 En las cosas históricas , y que solo son de.
fé humana por las tradiciones de que constan
(sino es quo tuviesen especial revelación de Dios),
¡ludieron tener los santos Padres diversos pareceres
, según lo que cada uno hallaba escrito y dicho,
inclinándose unos á un sentir, y otros á otro.
El máximo doclor v padre san Gerónimo se inclinó
, según lo que había leido , como él refiere , á
que fué otro Zacarías el que murió entre el templo
y el altar : olios santos Padres , y lan gnúes
doctores de la Iglesia , como hemos visto, quieren
quesea éste : Dios solo sabe la verdad : lo cierto
es , que es santo , y (pie goza de Dios en la gloria,
y que obrando , como él, imitándole en las \ iñudes
, y valiéndonos de su intercesión, y de la do
su esposa sania Isabel, tendremos cierta la misma
g'oria , y allá sabremos si murió entro el templo
) el aliar, ó en qué lugar alcanzó la corona.
SAN FÉLIX , PRESBÍTERO, v SAN ECSEIMO,
MONJE , MÁRTIRES.— San Ensebio era un solitario
de Terracina, en llaha , que se ocupaba en predicar
á los infieles el Evangelio y hacia mucho frulo
con sus exhortaciones. Habiendo dado sepultura á
los cuerpos de los sanios mártires Cosario v Julián,
(pie se celebran el día i de osle mes , fué acusado
al tribunal del juez genlil, juntamente con san Félix,
presbítero de la misma ciudad, que habia bautizado
á lodos los que Ensebio convertía. Intímeseles
que adorasen á los ídolos, y no queriendo
cometer esla aposiasía , de noche y dentro (lela
cárcel fueron ambos degollados, el año ot'O.
SAN GALACION Y SANTA EPISTKJUA , MÁRTI­
RES.— Eran ilos sanios esposos que vlvian en
Emesa de Fenicia , practicando (odas las virtudes
evangélicas. Este fué el motivo perqué los prendieron
durante la persecución de Decio , y negándose
á abjurar la religión de Jesucristo , fueron
azotados, y después les corlaron las manos . los
pies y la lengua , y por fin los degollaron , consumando
asi su ilustre martirio. Esto sucedió en dicha
ciudad de Emesa el año 253.
Los SANTOS DOMATNO, TEÓTIMO , PILOTEO,
SILVANO , DOROTEO, Y CAUTERIO , MÁRTIRES.—
Padecieron martirio en Grecia en tiempo de! emperador
Maximiano. Habian predicado en muchas
regiones y obrado muchas conversiones, y habiendo
sido delatados al juez pagano, éste los hizo atormentar
con suplicios inauditos, y al fin, condonados
á las minas, murieron el año 238.
SAN MAGNO, OBISPO Y CONFESOR. — Floreció
siendo arzobispo de Milán en los primeros siglos
de la Iglesia. Apacentó á su rebaño en la doctrina
católica y murió en la paz de Dios.
SAN DOMINADOR, OBISPO Y CONFESOR.—Ferrarlo
en el Catálogo de los santos de Italia cuenta
á Dominador como uno de los mas esclarecidos
paslores de la Iglesia de lirescia , de la cual fué el
XII obispo. Después de un largo pontificado empleado
en defender á su rebaño de las grandes calamidades
do aquel siglo , murió tranquila y santamente
, el año 490.
SAN FIHICIO, CONFESOR. — El Martirologio romano
dice que fué obispo de Tréveris; pero algunos
críticos aseguran (pie nunca llegó á esa dignidad
. y que vivió muchos años y murió siendo
abad de un monasterio de dicha ciudad. Lo cierto
es, dice el cardenal Baromo.que su nombre no se
halla continuado en las labias episcopales de Tré-
\ eris , y que la Crónica de los monasterios do Germauia
solo le dan el lítalo de abad. Ignoramos la
época de su muerte.
SANTA BEHTILA , ABADESA. — Nació do ilustre
familia en Soissons. Desde su infancia se la vio
preferir el amor de los bienes celestiales al de las
erial nías. Las dulzuras que experimentó en la oración
v la práctica de la virtud , la hicieron resolverse
á consagrarse culeramente á Dios. Tomó el
hábito en el monasterio de Bne, y después ue haberse
ejercitado en él en lodos los empleos mas humildes
y penosos y dado evidentes señales de virtud
y capacidad , fué elegida primera abadesa del
monasterio de Cholles . que acababa de fundar la
esposa del rey Clodoveo II. Su reputación se extendió
por toda Europa, y gran número de señoras
iban a ponerse bajo su dirección , y so ceniaron
entre ellas ilustres princesas y la misma rema
fundadora del monasterio, que fué á él á acabar
sus dias. Bertila era el espejo de todas sus hermanas
y su modelo en la perfección , y murió en el
Señor el día 5 de noviembre del año 692.
SAN LETO, PRESBÍTERO Y CONFESOR.—Fué
natural do Berry, y pasó los primeros años de su
infancia en guardar los ganados de su padre.
Siendo aun muy joven, entró en un monasterio;
pero aspirando á vida masperfecla.se trasladó

90',
poco después al do Micy cerca de Orleans. No
quedo aun contenía su piedad en osle retiro : dejólo
luego para vivir en soledad, desconocido de
los hombres y entregado tan solo á Dios. Mas la
reputación de santidad de que gozaba , atrajo á
su retiro la visita de muchos solitarios famosos y
de gran número de personas que iban á admirar su
santidad eminente y la multitud do sus milagros.
Su muerte sucedió por lósanos 534-, y sus reliquias,
después de varias traslaciones, se guardan
en una iglesia de la diócesis de Orleans.
Eíia «.
SAN LEONARDO, CONFESOR.—San Leonardo
nació en Francia , de padres nobles ó ilustres, muv
lá\oréenlos del rey Clodoveo, que fué el primer
rey de Francia cristiano , del cual se dice quo
sacó de pila á san Leonardo , para honrar á sus
padres : y aunque el mismo san Leonardo pudiera
tener gran lugar con el rey , y tenia grandes prendas
para elio , no quiso oslar en la corle, para darse
mas libremente á Dios nuestro Señor, y ser discípulo
ile san Remigio, varón santísimo , por cuya
predicación el mismo rey Clodoveo habia sido
alumbrado v recibido la fe de Jesucristo nuestro
Redentor. Por la buena instrucción, pues, de tan
insiguió v divino varón, creció nuestro Leonardo
en loda virtud , y comenzó á resplandecer con maravillosa
opinión y lama de santidad: por lo cual
movido el rey, le rogó que viniese ¡i su corte y le
ofreció preeminentes dignidades: de las cuales él
no hizo caso; porque era amigo de quietud, y deseaba
atender á Dios y al provecho de los prójimos,
como lo hizo predicando la palabra del santo
Evangelio, y sembrando la semilla dei cielo en
Orliens , y en otras parles de la Aquilania ; porque
en aquel tiempo había aun muchos gentiles en el
reino de Francia , que estaban sepullados en la
sombra de la muerte : y para (pie mejor lo pudiese
hacer, el Señor le honraba y obraba por él muchos
milagros, ochando los demonios do los cuerpos , y
sanando á los sordos, cojos y ciegos , y á otros enfermos.
Yendo una vez camino y pasando por un
bosque , adonde el rey y la reina, que estaba preñada
, habian venido á caza, viniéronle dolores
de parto á la reina , y fueron tan recios, que no
podía parir y estaba para espirar. Llegó á este
tiempo san Leonardo, y con su oración parió
luego la rema un hijo, y quedó sana y libre de
aquel peligro , y el rey le ofreció muchos vasos do
oro y piala , y grandes tesoros: los cuales él no
quiso recibir, rogando al rey quo los repartiese á
los pobres, y con aquella limosna comprase el
cielo. Ofrecióle después el rey todo aquel monte y
territorio; mas el santo no quiso aceptar sino una
parte, en que edilicó un oratorio de Nuestra Señora,
y en él un altar á san Remigio. Aquí vivió con
grande y maravillosa abstinencia y penitencia , en
oración perpetua y fervorosa, trabajando de dia,
y velando de noche en compañía de los monjes :
y porque tenia falla do agua , (pie la traían de muy
¡ojos, hizo oración san Leonardo, y el Señor los dio
una fuente tan copiosa de agua , (pie hasta el día
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, G
de hoy da de beberá los moradores do aquel lugar.
1 Fueron tantos los milagros que el Señor
obró por la intercesión de san Leonardo, que su
fama se extendió por todo el reino de Francia , Inglaterra
y Alemania ; pero en lo que mas se esmeró
osle santo , y en lo quo mas Dios le glonlicú,
fué en librar los presos do la cárcel, y sacarlos de
ella, y traerlos á su casa por mas que estuviesen
acerrojados y cargados de prisiones y cadenas : y
así venían do muchas parles remotas muchos quo
habian sido librados de las cárceles , y traian sus
grillos , esposas y cadenas; y poniéndolas delante
de él, se arrojaban á sus pies , suplicándolo que
los tuviese en su compañía , y se sirviese do ellos
cómodo esclavos; mas el santo era tan humilde,
que les servia á ellos, y les enseñaba á servir
al Señor, y les daba parle de aquel campo que
habia recibido del rey, para que le cultivasen y
viviesen de su trabajo: y algunos deudos suyos y
oíros, y no pocos de varios estados, hombres y mujeres,
movidos de estos milagros, y mas de la fama
do su santidad, también concurrían para ser de él
enseñados en el camino de la vida, y permanecer
debajo de su disciplina y magisterio , á los cuales
el santo enseñaba y encaminaba para el cielo. Y
habiendo corrido gloriosamente su carrera , dio su
benditísima alma al Señor, á losG de noviembre del
ano de 55!), según Trheauo , y su sagrado cuerpo
fué enterrado honoríficamente en la misma iglesia
ú oratorio (pie él habia dedicado á nuestro Señor;
y después por cierta revelación y milagro le trasladaron
á otro templo que se le edificó mas suntuoso.
Después de muerto le ilustró Dios con muchos
milagros, como lo había hecho en vida ,
especialmente en librar á los presos de la cárcel:
hizo obras prodigiosas y admirables, y fueron tantas,
que casi no se podían contar las esposas, grillos
y cadenas , y otros instrumentos penales, que
estaban colgados á su sepulcro en memoria del beneficio
que habían recibido por su intercesión los
que los habian traído , librándose de la cárcel.
3 En la ciudad de Limosui, estando un hombre
inocente, devoto de san Leonardo , alado por
el cuello con una cadena de hierro, y tan apretado,
que apenas podia respirar ; encomendándose al
santo, se le apareció luego , y le dijo : No morirás;
sino vivirás, y contarás las'obras del Señor. Levánlato
y loma esa cadena, y llévala á mi iglesia
para (pie esté colgada á mi sepulcro, y ninguno
de aquí adelante sea mas atormentado con ella.
h Estaba otro hombre, devoto del mismo sanio
, en lo mas hondo de una torre y sumido en una
hoya , y alado de pies y manos , y con muchas
guardas á la puerta que el tirano , que le había
mandado prender, habia puesto temiendo que san
Leonardo le habia de librar de sus manos, como
lo libró sacándole do aquel calabozo horrible y penoso
en que estaba, y llevándole por su mano
sin que ninguno se lo pudiese estorbar. De eslos
milagros se cuentan muchos en su vida , la cual se
halla en el sexto lomo del P. Fr. Lorenzo Surio.
De san Leonardo hacen mención los Martirologios,
el romano á G de no\ ienibi e , y el de Reda y Adou.

NOVIEMBRE , G
i * SAN FEI.IX, MÁRTIR.-Predicó el Evangelio
en Africa duraiilc el siglo III. Por haber confesado
Jale delante de! juez, lo prendieron y atormonluron:
|')ero despees lo volvieron á llevar á la cárcel
para acabarle de malar al día sigiiienlc. Por la
mañana fueron los verdugos á su prisión, y hallaron
que ya habia entregado su espíritu al Criador.
San Agustín, en la exposición que hizo al
pueblo , de! salmo 107 , en el día de la conmemoración
de este sanio mártir, nos da eslos pormenores.
LA CONMEMORACIÓN DE DIEZ SANTOS , MÁR­
TIRES.— Fueron sacrificados por el furor de los
sarracenos en la ciudad de Anlioquía . el año G37.
Su martirio fué muy prolongado, y en él se vieron
manifiestas señales de la gracia que Jesucristo comunica
a sus sanloscuando padecen por su causa.
SAN SEVERO, OBISPO Í MÁRTIR. — Nació en
Barcelona, de familia ilustre. Sus padres lo dedicaron
al estudio de las letras, y Dios lo llamó al
oslado eclesiástico. En su juventud era ya distinguido
entre el clero catalán por su doctrina y el
candor de sus costumbres. Habiendo vacado la
sede episcopal do Barcelona , por elección del clero
y del pueblo, fué Severo elevado á ella, y le
consagraron obispo de la misma ciudad con gran
salisaccion de lodos. En esla dignidad resplandeció
el siervo de Dios como antorcha de verdadera
luz, y su alma estuvo siempre inflamada de
aquel zelo santo tan necesario en aquellos tiempos
de calamidad para la Iglesia. Su principal
ocupación era predicar incesantemente al pueblo,
alentándole á la constancia déla fé , y al amor
mutuo que tiene á Dios por principio , á fin de que
no llegase nunca á romperse entre sus ovejas la
cadena de la caridad , que mantiene á lodos los
fieles unidos con Jesucristo. Pero no descuidaba
por esto Severo su propia santificación: la oración,
la contemplación y la penitencia eran su mas sabroso
ahíncalo; y por esto sin duda mereció que
el cielo le revelase que se acercaban nuevos días
de amarga tribulación para la Iglesia de España.
En efecto, poco tardó en aparecer en ella el presidente
Daciano, que laníos rios de sangre crisliana
hizo correr por el suelo español. Llegado el
gentil á Barcelona, y sabiendo Severo quo le buscaba
para ensayar en él su furor, acordándose
del consejo evangélico « Si os persiguen en un lugar,
huid áolro,» se escapó al Valles, dirigiéndose
á un lugar llamado entonces Castro Octaviano,
y ahora San Culgatdd Valles. A la mitad
del camino encontró a un labrador que estaba
sembrando habas, llamado He meterlo, hombre muy
cristiano y devoto del venerable obispo. Contóle
esto lo que sucedia, y lo advirtió que si pasaban por
allí los ministros del juez , les dijese si le buscaban
queen Castro üctaviano le hallarían; pues oslaba
resuello á derramar su sangre por Jesucristo. Poco
después llegaron efectivamente los perseguidores,
y Demolerlo les dijo que por allí habia pulsado el
santo pastor, y les contó la maravilla de haber ya
crecido las habas que entonces sembraba. Habiéndole
preguntado además si era cristiano, y contestado
que sí. lo llevaron con-¡¡jo basta donde estaba
TOMO IV.
LA LEYENDA DE ORO. 225
el obispo , el cual se les presentó , en cuanto supo
que habían llegado. Pusiéronle en seguida preso
con líemele y con los cuatro sacerdotes de Barcelona
que le habían acompañado. Al cabo de
[loco fueron los seis azotados cruelmente, y luego
degollaron á loscualro sacerdotes y á Hemelerio en
presencia de Severo, á fin de que, intimidado y
horrorizado con aquel espectáculo, so resolviese
á sacrificar á los ídolos. Mas viendo que nada lograban
, uno de los verdugos le clavó un clavo en
la cabeza,en cuyo martirio entregó su,espirita al
Criador. Algunos dicen ipie no falleció entonces, sino
que dejándole los gentiles por muerto , fueron alia
los cristianos y le hallaron vivo , y que habiéndolos
bendecido, pasó al galardón de su pelea. También
hay quien dice que fué atravesada su cabeza con
tres clavos, y otros aumentan el número hasta
diez y ocho. Su sagrado cuerpo fué sepultado por
los fieles en el mismo Castro Ootaviano , donde
después hubo una iglesia dedicada á san Severo,
cerca de la principal del monasterio do benedictinos
que después se fundó. Aquella iglesia se arruinó
en 1029 , y las reliquias del obispo fueron trasladadas
á la del sobredicho monasterio, que estaba
dedicado al apóstol san Pedro. En el año 1405,
el dia 3 de agosto . fueron llevadas algunas de eslas
reliquias á la catedral de Barcelona. Dio ocasión
á esto un milagro que obró Dios con don Martin,
rey de Aragón, curándole repentinamente una
pierna que le iban á corlar, por intercesión del
santo, de quien era el príncipe muy devoto , de cuya
traslación celebra fiesta todos los años la diócesis
de Barcelona el domingo primero de agosto.
Créese que la muerte de san Severo sucedió por los
primeros años del sig'o IV. Su culto es muy antiguo
en España, y muchas de sus Iglesias tienen
rituales primitivos en que se encuentra continuado
su nombre. Según el padre Caresmar, su fiesta se
celebraba ya con rezo y misa propios , á principios
del siglo IX, y cuando todos los Martirologios antiguos
y modernos ponen su nombre en el dia 0 de
noviembre , se cree que su martirio fué en dicho
dia.
SAN ÁTICO. — Solo sabemos de este sanio el
nombre y que murió en Frigia. Se calcula por
Usuardo que fué mártir; pero ni aun esto se sube
de cierto.
SAN VINOCO, ABAD. — Nació en Bretaña, y fué
hijo de lloivel III, rey de los bretones. Cultivó desde
muy niño la ciencia de los santos, y se asoció
á otras personas principales, que tenían iguales inclinaciones
que él. Estos piadosos jóvenes emprendieron
algunas peregrinaciones piadosas, y
entre ellas visitaron el monasterio conocido después
con el nombre de San Berlín. El fervor de
aquellos religiosos los edificó extraordinariamente,
y quedándose en él, tomaron el hábito monástico.
A pesar ile ser muy numerosa aquella comunidad,
distinguióse entre todos Vinoco por su extraordinaria
piedad v por su fervor en la penitencia. Poco
después se fundó un nuevo monasterio, y el
santo fué nombrado abad. En poco tiempo se esparció
por los países lejanos la fama del ilustie
superior, y aquella comunidad se hizo numerosi

220 LA LEVEN
sima. Los milagros aumentaron fu copulación;
pero á pesar de verse latí favorecido del cielo y lan
venerado de los hombres, él siempre se presentó
como el mas humilde de lodos, ocupándose en
los olicios mas penosos de la casa. Llegó á una
edad muy avanzada , y murió santamente, el
año 717.
SAN ILTUÜO, AIHD. — Natural del condado de
Glamorgan en Inglaterra. Sirvió algunos años en
los ejércitos del rey Arturo, del cual era pariente,
y mereció por su valor reputación muy distinguida.
Ün santo obispo le inspiró el desprecio del mundo,
y la afición á la vida eclesiástica. Recibió la tonsura
y se dedicó á las ciencias eclesiásticas; y
después abrió una escuela pública en un monasterio
(pie fundó. Entre sus discípulos contó una porción
de personajes célebres, que honraron después
el episcopado. Algunos años después se retiró de
su escuela, y pasó otros tres en absoluta soledad,
entregado á la oración y á la contemplación. Deseando
ver á sus discípulos y amigos antes de morir,
hizo un viaje á Bretaña; y hallándose en Dol,
el Señor lo llamó á su santa morada. Floreció en
el siglo VI.
SAN FÉLIX , MONJE.—Murió en Fundís, en Italia,
el año500. San Gregorio habla de sus extraordinarias
penitencias en su libro de los Diálogos
, lib. i, cap. 3.
Síí;s ?.
SAN FLORENCIO, OBISPO Y CONFESOR. — Fué
el glorioso san Florencio natural de Escocia, de
claro y noble linaje; pero mucho mas noble fué
por su virtud y santidad. En io mas llorido de su
juventud lozana dio de mano á todos los deleites
de este mundo : y para huirlos mejor y conservarse
virgen, como tenia propuesto en su corazón
hacerlo, cuando le amenazaba el riesgo de
que tanto deseaba huir, que era casamiento rico
y noble , dejó por Cristo patria , padres y parientes,
riquezas y deleites de la juventud, y abrazando
una voluntaria pobreza, emprendió una larga
peregrinación. Acompañáronle otros tros sanios
varones Arbogasto, Teodalo, é Ilildulfo, con los
cuales llegó (después de varias peregrinaciones) ó
la Alsacia. Reinaba en Francia á la sazón Dagoberto,
el cual tuvo á gran dicha que tales varones
viniesen á sus tierras. Dióle á Argobaslo ol obispado
de Argentina , ciudad vecina del Rhin (rio
caudaloso) y habitada de los germanos ó alemanes,
los cuales en su lengua vulgar la llaman Slrasburg.
Teodato ó Ilildulfo le acompañaron; y Florencio,
despedido de ellos , se retiró á una seiva
llamada Haslé á la parte del monte Vozago, donde
nace el rio Bruscha. Aquí comenzó á cultivar la
tierra con sus propias manos para buscar el propio
sustento , gastando en este ejercicio y el de la oración
los días y las noches. Labró con sus manos
una casilla ó choza para su recogimiento , y tuvo
bien en que ejercitar la paciencia ; porque los ciervos
y otras fieras, que on aquella selva habia, le
destruían cuanto trabajaba y hacia desús manos.
2 No tenia el bendito Florencio instrumentos
A DE ORO. ¡voviF-sinitE, 7
con que ahuyentar ó cazar aquellas fieras; pero
sí tenia una gran le y confianza en Dios; y así en
su santísimo nombre ¡asman I ó quo todas, sin hacer
nsal alguno á él , ni al trabajo do sus manos,
viniesen á su celdilla , y se estuviesen quietas á la
puerta. ¡ Raro prodigio ! Apenas se les mandó,
cuando lodas le obedecieron : tal fuerza tiene la
voz del justo , y ei nombre sanio de Dios , en quien
confia. Hallábase á este tiempo Dagoberto entretenido
en su palacio kyrcheymense . que está cerca
de la dicha selva ó bosque , y envió sus cazadores
á que cazasen y le trajesen alguna cierva.
Los cazadores salieron muy de mañana prevenidos
do perros: dieron vuelta por los montes y selvas
circunvecinas, sin que pudiesen descubrir fiera
alguna. Al fin , ya cansados llegaron á la casilla
de san Florencio , donde vieron muchísimas ciervas
y otras fieras, todas á la puerta mirándosela
con lanía atención , y tan quietas y fijas, como si
estuviesen presas con cadenas. Vieron venir al
sanio varón : y no conociendo su santidad, se indignaron
contra él, juzgando que por algún arle
de encantamiento tenia presas las fieras , y reducidas
todasá la puerta de su casa. Tratáronle mal
de palabras; y con violencia y furor lo quitaron la
túnica que traía , y se fueron. El sanio, sin responderles
palabra , ni resistirse, se dejó desnudar: y
viendo que se iban y dejaban una azada ó hacha
quo tenia , con (pie labraba la tierra y hacia
leña , la tomó y les fué siguiendo , dando voces, y
diciendo se esperasen , y se llevarían también
aquella sola alhaja que tenia.
3 Tomáronla , y prosiguieron su camino , y al
llegar á una laguna que habían de pasar, los caballos
no pudieron moverse: ellos los apretaban
mas y mas las espuelas; pero era en vano herirlos.
Reconocieron que sin duda era castigo dol
cielo, por las Injurias que habían hecho á aquel
sanio varón (que aunque malos, ya habian conocido
lo era , en su silencio y sencillez) ; y así-volvieron
las riendas y fueron á buscarle : pidiéronle
perdón y restituyéronle lo que le hablan quitado:
con que partieron gozosos con su bendición , y los
caballos no se pararon mas en lodo el camino. Van
á la presencia del rey Dagoberto y le cuentan lo
que les había sucedido ; cuando al instante mandó
enjaezar ricamente su caballo , y se lo envió al varon
de Dios, suplicándole se sirviese de montaren
él y venirse á su palacio. El santo por no parecer
desagradecido, ya que no admitió la oferta del caballo,
por parecerle no decía bien á su humildad,
vino á visitar al rey. Al llegar al palacio, una
hij-t del rey, ciega y muda desde su nacimiento,
de repente vio y habló, llamando á Florencio por
su nombro, siendo así que todos lo ignoraban. No
fué solo éste prodigio : porque subiendo el santo á
ver al rey á su cuarto , como no tenia criado que
lo guardase el maulo ó capa, mientras entraba á
hablar al rey (cortesía entonces usada) se quitó su
capa y la colgó de un rayo de sol quo entraba por
una ventana, la cual se estuvo colgada , como si
estuviera de una estaca ó clavo, todo el tiempo que
estuvo con ol rey hablando. Estos milagros lan
portentosos movieron tanto ol ánimo del rey, que

NOVTKMBKE , 7 LA LEYENDA DE ORO. 227
io hizo donación al sanio de aquella selva y de las
villas y aldeas adyacentes, para que fabricase en
aquella parle que tenia su celda, un monasterio,
el cual se fabricó luego con toda suntuosidad y
real magnificencia, y se llamó y llama hoy el monasterio
de Ilaslé, y posee las dichas posesiones.
.'i- Murió o! bendito Arbogaslo ; y el rey obligó
al sanio varón Florencio á que aceptase aquel
obispado de Argentina: y el bendito siervo de
Dios , por no resistir á la divina voluntad . humilde
lo aceptó, y gobernó santísimamente por espacio
de doce años, ejercitándose de dia y do noche
en actos heroicos de caridad , humildad, paciencia,
oración , contemplación, ayunos, penitencias,
y en todas las demás virtudes, escogiendo varones
sencillos , santos y virtuosos quo habitasen siempre
en su monasterio de Ilaslé. y a'lí sirviesen á
Dios: con lo cual, dando divino olor y fragrancia
de virtudes , virgen , puro y casto echó buen olor
de Cristo, como dice el Apóstol, y habiendo adornado
é ilustrado la Iglesia de Dios con dichos y hechos
heroicos, y sufrido con gran paciencia inmensos
trabajos , como fiel y prudente siervo , decausó
en paz en su Iglesia, y fué ó poseer el premio
eterno de la gloria, donde con Cristo reina. Fué su
glorioso tránsito á los 7 de noviembre (día en que
la Iglesia le celebra) por los años del Señor
de Ü75. Fué sepultado su santo cuerpo en su misma
Iglesia de Argentina, y allí eslavo mucho
tiempo, ¡lustrándola con milagros, hasla que el
bendito Ralo, obispo de Argentina, tuvo orden
del cielo, por divina revelación, para trasladarlo
al monasterio de Ilaslé , y colocarlo en el mismo
lugar en que él se había fabricado su primera
celdila y habitación, y allí permanece el dia de
hoy, haciendo Dios por su intercesión muchos
milagros. Escribieron su viriaSurio. en el tomo vi;
Democaro , in Tabulis Pedes. Argcnt.; Molano,
in Adclil. ad Usuardum; el Martirologio romano;
y Raronio en sus anolaciones.
* SAN PROSDOCIMO , OBISPO Y CONFESOR.—Natural
de Grecia, conoció en Aniioquia al principo
de los apóstoles, se convirtió á la religión cristiana,
y so fué á Roma con san Pedro, que lo consagró
( hispo y lo envió á Pavía. Recibió con la consagración
el don del Espíritu santo: do sus palabras
brotaban para la Iglesia copiosos frutos de conversión
, y entro el gran número de personas que bautizó,
se cuentan á Yitaliano, prefecto de la ciudad
, su mujer y toda su familia. El Señor enriqueció
su episcopado con el don de milagros, y después
de haber gobernado por largo tiempo la Iglesia de
Pavía, murió santamente, á la edad de noventa y
tres años, á principios del siglo II.
SAN AMARANTO, MÁRTIR.—Ignorárnoslos detalles
de su vida , y solo sabemos que dio su sangre
por Jesucristo. Lnos creen que murió durante la
persecución de Decio, y otros atribuyen su martino
á la barbarie de Crocos, rey délos alemanes,
(pie devastó las Gahas en tiempo de los emperadores
Valeriano y Gaheno. Amaranto, según Godescard
, confesó la fé en el pueblo de Vians, cerca
de Aibi. Sus reliquias estuvieron mucho tiempo
escondidas; pero el Señor manifestó después su
sepulcro, y junto á él se obraron grandes milagros.
San Eugenio de Carlago , que fué desterrado
á las Gahas, quiso morir junto al sepulcro de este
sanio mártir. Sus reliquias se guardan ahora en la
caled ral de Albi.
Los SANTOS DIERON , NICANDRO, ESIQÜIO, Y
OTROS TREINTA, MÁRTIRES.—En la turbulenta,
tempestad queexcitó contra la Iglesia el emperador*
Diocleciano , fueron envueltos estos gloriosos sanios,
y dieron su sangre en ella. Prendiéronlos en
Militina de Armenia, y por orden de su gobernador
Lisias los azotaron de un modo horrendo, después
los hicieron correr por un carril de fuego, y últimamente
los degollaron.
SAN ENGELBERTO, OBISPO Y MÁRTIR—-Descendiente
este santo de los condes de Rerry y de
Gueldres, mostró desde su infancia felices disposiciones
para la virtud. Abrazó el estado eclesiástico
, renunció varias ricas prebendas y el obispado
de Munster, para consagrarse al Señor en la penitencia
y la humildad. Pero al fin, tuvo que aceptar
la dignidad de preboste de la Iglesia de Colonia
, y por el interés que manifestó siempre en la
defensa de los derechos de la Iglesia , el sumo pontífice
le nombró para el arzobispado de la misma
ciudad de Colonia, siendo consagrado el año 121o.
Casi todo el empleo que hizo el santo de su dignidad
, fué para continuar manteniendo los derechos
(lela Iglesia, para proteger á los débiles contra el
despotismo del mas fuerte, para hacer cesar las
calamidades públicas , y para inspirar á lodas sus
ovejas el temor de Dios y el respeto al príncipe.
Pero era preciso que fuese probada su virtud en el
crisol déla tribulación. Federico, conde de Isemburgo,
trató de apoderarse de los bienes de la
Iglesia, y habiéndose el santo arzobispo opuesto
fuertemente, formó aquel una conspiración , y un
dia que Engelberto iba á consagrar una iglesia, en
medio del camino , fué embestido por unos salteadores
, que le quitaron la vida el dia 7 de noviembre
del año 122o. Su sanlidad fué atestiguada por
muchos milagros.
SAN AQUILAS, OBISPO Y CONFESOR. — Egipcio
de nación, y dotado de un ingenio privilegiado,
esludió las sagradas Lelras en la escuela de Alejandría
, al frente de la cual estuvo después como
maestro, El patriarca san Pedro le confirió las sagradas
órdenes , y vivió como correspondía á la
alia reputación de que gozaba. A ella debió el ser
elevado á la silla patriarcal de la misma ciudad
de Alejandría el año 311. El año 312 admitió á la
comunión eclesiástica al diácono Arrio , que habia
sido separado de eiia por su predecesor, y creyendo
en sus muestras de arrepentimiento, lo elevó
al sacerdocio. San Aquilas murió por el mes de
noviembre del mismo año de 312.
SAN YII.EBROBDO , OBISPO Y CONFESOR. — Nació
en el remo de Nortumberland , el año C58.
Sus piadosos padres cuidaron muidlo de su educación
, y cuando tuvo siete años, lo pusieron en el
monasterio de Rippon , bajo la dirección de san
AVilfrido. Cuando llegó ala edad viril, abandonó
el mundo , tomó el hábito monástico, y so instruyó
en las ciencias sagradas. Hizo admirables progíe—

228 LA LEYENDA DE 0110
sos en los caminos ile la perfección , y á la edad
de veinte años pasó á la Irlanda á buscar nuevos
motivos pira santificarse. Allí fué ordenado do
sacerdote, y en seguida so dirigió á la Frisia,
donde ejerció un glorioso apostolado. Algunos
años después Vilcbrordo creyó deber hacer un
viaje á Roma para ofrecer al nuevo pontífice his
primicias de sus trabajos y pedirle su bendición
apostólica. Conociendo entonces el papa Sergio
su santidad y su zelo, le confirió ¡os mas amplios
poderes y le dio reliquias para colocarlas en las
iglesias que consagrase. Partió, pues, el santo á
sus misiones, y fué lan copioso el frulo de su zelo,
ipre á la vuelta de seis años eran ya lan numerosos
¡os cristianos en la Frisia , que Vilebrordo tuvo
que volver á Roma para consultar al papa , y
éste , que era aun el mismo san Sergio, lo recibió
con particular distinción , y á pesar de su resistencia
¡e consagró obispo metropolitano de la Frisia.
A su vuelta á aquel pals, fijo su residencia en
l'trech , de cuya Iglesia fué primer obispo. Los
años y la dignidad parecieron avivar su zelo , cuya
actividad se aumentaba ó medida que se le oponían
obstáculos. Sufrió con una resignación admirable
calumnias y amarguras , que sus sanias costumbres,
y sobre todo su desinteresada caridad, no
merecían; y después de un pontificado insigne
bajo lodos conceptos, llegó al dichoso fin de su
carrera, y murió el año 738, en un monasterio
que había fundado.
SAN'ÍRITÍ'O , OBISPO Y CONFESOR.—Floreció á
fines dei siglo IV , y fué el octavo obispo de Metz.
Mostróse digno imitador de las virtudes de sus predecesores
, que casi todos son honrados por la Iglesia
en el; número de los santos.
S\N HERCULANO , omspo Y MÁRTIR.—En su juventud
abrazó el estado monástico y fué religioso
de san Benito. El año bk't- fué sacado del claustro
para ser consagrado obispo de Perusa , cuya
Iglesia gobernó hasla.su dichosa muerto, sucedida
el año 561. San Gregorio, papa, en su libro ni
JHaloíjprum, cap. 13, habla de las virtudes de
este santo.
Los SANTOS AUTO, TAUIUON, Y TESALÓXICO,
MÁRTIRES.—Murieron en Anfipohs de Macedonia.
SíáaS.
Los SANTOS MÁRTIRES CORONADOS. — En tiempo
del emperador Diocleciano hubo en Boma cuatro
hermanos , cuyos nombres eran Severo , Severiano
. Carpúlbro y Victorino : lodos eran cristianos
v sanios , y''deseosos do dar la \ ida por Cristo.
Mandólos prender el emperador, y llevar delante
de un Ídolo de Esculapio, v quo sino lo adorasen, los
matasen abuzóles. Llevados delante do aquel demonio
, tuviéronle en lo que él era, haciendo burla
del emperador. Desnudáronlos, y á todos los hirieron
con plomadas tan fuertemente, que en aquel
tormento dieron sus almas á Dios. Mandó el tirano
que sus cuerpos fuesen echados á la plaza , para
que los perros los comiesen; mas en cinco clias
que allí estuvieron , no los tocaron , mostrando quo
los hombres eran mas crueles quo las bestias fie­
NOYIKMBRE , 8
ras. Vinieron los cristianos v lomáronlos secreiamente,
y sepultáronlos en un arenal, tres millas
de Huma en la vía Lavieaua. Y , como dice Adon
en su Martirologio , el papa Melquíades mandó que
se celebrase su fiesta el dia de su martirio, (pie
fué á los 8 de noviembre: y (porque entonces no
se sabían sus nombres) queso celebrase debajo de
nombre de los Cuatro Coronados. Aunque después
fué revelado á un santo varón, que se llamaban
(como se ha dicho) Severo , Soveriano , Carpoporo
v \ iclormo; y de ellos hacen mención el Martirologio
romano . el de Beda y ¡os demás; y el
papa Honorio les edificó una iglesia, y es título antiguo
do cardenal, y de é¡ hace mención san Gregorio.
Los sagrados cuernos de estos sanios cuatro
hermanos se hallaron en Boma, siendo sumo pontífice
León , IV de esto nombre.
Los SANTOS CLAUDIO , NICOSTRATO, SINFORIA-
NO , CASTORIO , Y SIMPLICIO, MÁRTIRES.—Con los
santos cuatro hermanos coronados celebra la santa
Iglesia el mismo día el martirio de oíros cinco gloriosos
mártires y esforzados soldados del Señor,
que se llamaban Claudio, Nicostrato , Smfonano,
Castorio y Simplicio : lodos cinco eran muy excelentes
escultores, y los cuatro primeros cristianos,
y solo Simplicio era pagano: el cual, como viese
que las obras de mármol y de otras ricas piedras
do sus cuatro compañeros salían muy perfectas y
acabadas, y que cuando las labraban lodo lessucedia
como podían desear, y (pie á él se lo quebraban
muchos instrumentos de su arle; preguntó
á Sinlbriano (que era el mas principal), qué [jodia
ser la causa de esto; y él le respondió, (pie
siempre quo lomaban algún instrumento para trabajar,
invocaban el nombre de Cristo, su Dios; y
do tal manera le habló , que con el favor del Señor
se convirtió, y por mano de un santo obispo,
llamado Cirilo, fué bautizado , y murió con sus
cuatro compañeros ('.undantemente por la fé del
mismo Señor: porque habiéndoles mandado el emperador
hacer una obra en que se habian do poner
muchos animales , y entre ellos un ídolo ; ellos con
grande artificio y primor pusieron ios animales:
mas nunca quisieron hacer el ídolo, para no llar
ocasionó nadie de idolatrar, ni que so divieso
por Dios la obra de sus manos: de lo cual Diocloekmo
se enojó mucho, y mandó á un tribuno llamado
Lampadio , que con blandas palabras los
persuadiese que adorasen á sus dioses, y dejasen
de ser cristianos; y habiendo ellos perseverado
en la confesión de Jesucristo , mandó traoilosá su
presencia , y ponerles delante todos los ¡nslrumenlos
con tpioFolian alorineiilar á los máriiros, para
rpie do solo verlos se atemorizasen : pero ningún
temor cansó oslo espectáculo á los fuertes caballeros
de Cristo. Mandólos el tribuno azotar con duros
escorpiones; y por justo castigo del Señor, luego
el demonio so apoderó del inicuo juez y le mató.
Cuando lo supo el emperador, de puro enojo salió
de sí, y mandó hacer unas cajas de [domo, y poner
en ellas á los cinco mártires, v cerradas (lidiarlas
al rio; y así se hizo , y con csle martirio acallaron
gloriosamente el curso de su peregrinación,
y alcanzaron la corona de inmortalidad. Después

NOVIEMBRE, 9 LA LEYENDA DE ORO.
rio cuarcnla y dos dias , un cristiano, llamado Nicodemo,
buscó las sanias reliquias do los cinco
mártires , y (lióles sepultura en su casa honoríficamente.
Fuó su martirio á los 8 de noviembre, dos
años antes que el do los santos Cuatro Coronados;
v los cuerpos do los unos y de los otros están en
la iglesia de los santos Cuatro Coronados en Roma,
y de ellos hacen.mención el Martirologio romano,
y el de Reda , l'suardo y Ación.
* SAN DEUSDEMT , PAPA Y CONFESOR. — Nació
en Roma y se dedicó al estado eclesiástico. Su
eminente piedad y sólida sabiduría le granjearon
la estimación de lodos los fieles , y aunque no
era mas que subdiácono cuando murió el papa Bonifacio
IV , Derisdedit fué elegido sumo pontífice,
v consagrado el día 13 de noviembre del año ol'i..
Trabajó en el arreglo do la disciplina , y dio excelentes
reglamentos en favor de la Iglesia. Entre
lodas sus virtudes descolló su caridad con los enlermos,
y el Martirologio romano dice que curó á
un leproso con solo darle un ósculo. Murió , dejando
ilustres testimonios de santidad , el dia 8 de
noviembre del año G17.
SAN VILEADO, ORISPO Y CONFESOR. — Nacido
en el reino do Nortumberland -, fué educado desdo
su infancia en las letras y la piedad. Su humildad,
su amor á la oí ación y la austeridad de su vida le
merecieron el honor del sacerdocio. Inflamado en
zelo por la gloria de Dios, emprendió sus misiones
á la Frisia , donde obró infinitas conversiones.
Eos idólatras le tendieron muchas asechanzas; pero
la divina Providencia le libró de todas, y el sanio
continuó sus trabajos apostólicos, y emprendió viajes
á otros países. Después de siete años , pasó á
Roma con el objeto de hacer conocer al papa el
estado de aquellas misiones. El pontífice lo recibió
con muestras de extraordinaria benevolencia , y
pasados algunos dias se marchó á Francia y estuvo
en el monasterio de Epternac dos años, después
de los cuales fué nombrado y consagrado primer
obispo de Brema el año 787. Con su consagración
se inflamó mas en zelo por la salvación de las almas
y se entregó con mas fervor á los ejercicios de
la penitencia. Iuié precisa una orden del papa
Achia-no para que comiese un poco de pescado á
fin de reparar su quebrantada salud. Su delicia
eran la lectura de los libros santos y la continua
meditación de la ley del Señor. Cada dia rezaba
lodo el Salterio , socorría á muchos necesitados,
celebraba el sanio sacrificio, y predicaba la palabra
de Dios al pueblo. Murió en un pueblo de
Frisia , y su cuerpo fué enterrado en la catedral de
Brema.
SAN GODOFREDO , OIIISPO Y CONFESOR. — Nació
en el territorio deSoissons, do una familia principal.
A los cinco años de edad , encargóse de su
educación un santo abad que lo habia sacado de
pila. Va entonces se privaba de la mayor parte de
loque le daban para comer, y lo distribuía á los
pobres. La principal parte del dia y do la noche
lo pasaba en el santo ejercicio de la oración.
Cuando llegó á veinte y cinco años fué ordenado
sacerdote, por su virtud y por los progresos que
habia hecho en los esludios do la religión. 11a-
229
hiendo sido elegido abad , gobernó con sabiduría y
prudencia su monasterio , y Dios le concedió el
don de milagros. En 1103, fué consagrado obispo
de Amiens á pesar de la resistencia que opuso su
humildad. Su caridad con los pobres fué inagotable,
y su zelo , que ejerció principalmente contra
los desórdenes de los grandes y los abusos del clero,
so vio coronado con las bendiciones del cielo. En
un viaje que hizo á Rheims para conferenciar con su
metropolitano acerca de algunos puntos de disciplina
, cayó enfermo en medio del camino , y murió
el dia 8 de noviembre del año 1118 , en la
abadía de San Crispin de Soissons, donde fué enterrado.
SAN MAURO . OBISPO Y CONFESOR. •—Esle santo,
conocido también por los nombres de san Vano,
san Viton y san Videno . nació en las Galias durante
el siglo Y. Abrazó, siendo muy joven, la vida
monástica, y el año 498 , fué elevado á la silla
episcopal de Verdun. La alia opinión que de él
habían hecho concebir sus virtudes, fué confirmada
por muchos milagros. Trabajó por espacio
de veinte y seis años á la santificación de su rebaño
, y murió por los años 523 , debilitado y consumido
por el trabajo , las fatigas y las austeridades.
La célebre congregación de benedictinos tan
conocida en Francia por sus importantes trabajos
religiosos y literarios , lleva el nombre de este san
Mauro.
SAN CLARO , CONFESOR.—Fué un sacerdote do
la diócesis de Tours , muy memorable por las obras
do misericordia á que se dedicó toda su vida y por
la gracia particular quo poseia de curar milagrosamente
toda clase do enfermedades. Eslimóle
mucho su obispo san Martin , al cual dio sepultura
v honró extraordinariamente. Murió en la paz de
Dios, á principio del siglo V. Sulpicío Severo escribió
su vida y muerte en una epístola dirigida á
un diácono llamado Aureliano , y de los tres epitafios
que habia en su sepulcro, uno lo escribió
san Paulino , obispo de Ñola , que habia conocido
á Claro , y habia sido testigo de sus virtudes.
LA DEDICACIÓN DE LA IGLESIA DEL SALVADOR
EN ROMA. — Así como no hay nación alguna tan
fiera , bárbara , ni tan torpe y grosera , quo no
tonga algún conocimiento de Dios, y alguna manera
de religión para honrarle y servirle; asi tampoco
ninguna hav que no tenga iglesias y templos
para adorar al (pie tiene por Dios , y ofrecerle sus
sacrificios y ofrendas. Es tan gran verdad osla,
que el filósofo Plutarco , con sergenl.il, y sin la
verdadera lumbre del cielo , dice : « Si anduvieres
por muchas tierras , hallarás algunas ciudades sin
muros, sin letras, sin revés, sin casas, ni riquezas
, sin monedas, sin escuelas y teatros; pero ninguno
ha visto ciudad quo no ienga templos. » Esto
dice Plutarco. Pues si las gentes ciegas y sin luz
ni conocimiento del verdadero Dios, con solo el
instinto natural , edificaron templos para honrar
y reverenciar á los dioses , que no eran dioses, sino
obras de sus manos; ¿con cuánta mas razón el

230
pueblo cristiano y escogido do Dios ba do tener
iglesias y templos para adorar aquel Señor, que
es verdadero y solo Dios , y monarca de todo lo
criado? Y si en cada ciudad , bien ordenada, hay
lugares públicos señalados para diferentes oficios,
y en las casas principales \ arias oficinas para diversos
servicios; ¿cómo en la república de la Iglesia
, que con admirable disposición es gobernada
de aquel artífice soberano, han de faltar lugares
diputados y propios para tratar con él, y recíbalos
santos sacramentos, que son las fuentes de su
misericordia y bondad? Y si David con tan grande
estudio y afecto deseó edificar templo á Dios, y
colocar en él el arca del Testamento , y dejó al rey
Salomon , su hijo , tanta copia de oro y plata , y
de otros metales, para que lo labrase, y Salomon
¡o hizo con tan grande magnificencia y suntuosidad
, y lo dedicó con increíble concurso de gente,
número de sacrificios, suavidad de música, y admirable
pompa , y singular majestad (no siendo
aquel templo mas que una sombra y figura de los
templos que tenemos los cristianos), muy justo es
que en la iglesia católica haya templos consagrados
á Dios , y que sean muchos y suntuosos, y que
se dediquen con grande aparato , ceremonia y devoción,
y sean acatados con aquella reverencia y
veneración que á tan alta Majestad se debe.
2 Estos templos ha tenido siempre la santa
Iglesia desde el tiempo de los apóstoles , 'y les da
diferentes nombres, conforme á los fines, [jara que
se instituyeron. Llámalos «templos;» porque en
en ellos se ofrece sacrificio á Dios en la sacrosanta
misa , y se representa al eterno Padre aquel sacrificio
sangriento y suavísimo , que su Hijo benditísimo
le ofreció en la cruz por nuestros jiecados:
llámalos « oratorios , ó casa de oración ; » porque
á ella vienen los fieles á orar, y á abrir sus corazones
al Señor, y poner delante de él sus deseos,
necesidades y miserias , y suplicarle que las remedie
, como padre , y universal proveedor de todas
sus criaturas : llámalos «basílicas, memorias,
ó martirios; » porque no menos sirven los templos,
piara colocar y honrar en ellos las reliquias de los
mártires , y de los otros santos, y acudir ó ellos
con nuestros trabajos , y tomarlos por nuestros abogados
é intercesores , y ampararnos debajo do su
sombra y protección : llámalos « iglesias , concilios
, y conventos; » porque en ellos se junta el
pueblo á oir la palabra de Dios, para ser enseñado
y apacentado con los abundosos y saludables
pastos de la doctrina evangélica ; y así dijo el
real profeta , que Dios era glorificado en el concilio
de los santos. A mas de estos nombres , san Cipriano
llama al templo « casa de Dios , » y lo mismo
el concilio laodiceno ; porque en él, como en
su casa , reside Dios , y está no solamente por
esencia , presencia y potencia , como en las otras
jiarlos , sino por un modo especial y divino , y
como Rey soberano, que está sentado en su trono,
dando audiencia, y despachando los negocios do
lodos los que vienen á él; y por otra manera mas
sublime y admirable, que es por su real y verdadera
presencia en el sacrosanto Sacramento del
altar, para compañía y consuelo de todos los fie-
LA LEYENDA DE ORO
NOYI naninn, 9
les , y para que allí lo recibamos , y nos sustentemos
con aquel pan celestial, y tengamos vida con
nuestra vida, y salud y fuerzas espirituales con los
otros sacramentos, que en esta casa del Señor se
nos administran. Mas porque en la primitiva Iglesia,
con las persecuciones de los tiranos, no podían
los cristianos alzar cabeza . ni salir al público , ni
profesar seguramente su religión: érales necesario
celebrar el santo sacrificíode la misa en casas jiarticulares
, ó en cementerios de los mártires , y en
cuevas debajo de tierra : y aunque tuvieron iglesias,
eran pocas, y los emperadores, enemigos do
Jesucristo y de toda religión , en sus edictos, y el
pueblo pagano con su furor so las quemaban, asolaban
y destruían: hasta que, queriendo o! Señor
dar paz á su Iglesia , convirtió milagrosamente al
emperador Constantino , el cual se bautizó, y recibió
la le de Cristo por manos de san Silvestre, y
quedó sano de la lepra que le atormentaba y
aleaba , y tan trocado en el corazón , que en agradecimiento
de tan gran merced , como Dios le habia
hecho , no solamente dio licencia para que
se le edificasen templos por todo su imperio, en
los cuales Cristo fuese glorificado , sino que el mismo
en su imperial palacio lalerano (que era magniíicontísimo)
mandó labrar un templo suntuoso á
nuestro Salvador,que hasta hoy so llama san Juan
deLetran, por la capilla que también allí so
edificó á san Juan Bautista, en el lugar donde
Cjiíslanlmo fué bautizado. Este templo mandó labrar,
y lo enriqueció do grandes dones y vasos
riquísimos do oro y piala , y lo adornó con imperial
magnificencia; y en una pared de él se apareció
una imagen, que representaba muy al vivo al
Salvador. Consagró esla iglesia el papa san Silvestre,
y fué la primera que se consagró entre cristianos.
En ella puso el aliar en que el apóstol san
Pedro decia misa, que era de madera , á la manera
de una arca hueca ; y mandó que solos los
romanos pontífices dijesen misa en él , y que los
demás la dijesen sobre altar do piedra , y consagrada
: y en memoria de esle beneficio tan grande
del Señor , ordenó que todos los años se celebrase
la dedicación de esle templo , y es la que se celebra
esle día á 9 de noviembre. Y fué muy
convenionlo que eslose hiciese en loda la universal
Iglesia ; porque la iglesia do San Juan de Le—
tran , es madre y cabeza de todas las iglesias, de
la cual dice san Pedro Damián estas palabras. «La
iglesia de San Juan deLetran ,así como tiene nombre
del Salvador, que es cabeza de lodos los escogidos
; asi os madre , cabeza y corona de todas
las iglesias que hay en el mundo: es la cumhro
de toda la religión cristiana, y en cierta manera
iglesia de las iglesias , y sanclus sancloruin.» Esto
es del cardenal' Pedro Damián. Pues si cuando Moisés
dedicó su tabernáculo hizo tan gran fiesta , y
los principes de las tribus riel pueblo de Israel ofrecieron
tantos y tan preciosos dones : y si todas
tres veces que se dedicó el templo do Jernsalen,
por Salomón , por Esdras, y por los Macabeos ,
hubo tanto regocijo, y se instituyó fiesta , para celebrar
cada año la memoria de su dedicación , y
nuestro Salvador no se desdeñó de venir ú ella ;

NOVIEYÍimE , J
LA LEYENDA DE ORO. 231
¿con ouímlo mnvor cuidado debemos los cristianos fio los santos, debemos tener por cosa muy agra-
solemnizar la dedicación de nuestros templos , que dable á Dios , y provechosa para nosotros , el
son tanto mas excelentes, que el del viejo Testa­ fundar iglesias ¡t!p y capillas , en que ol Señor sea
mento . cuanto va del cuerpo á la sombra, do lo glorificado, y amplificado su culto; porque es acto
figurado á la figura , del dia á la noche , y de lo de piedad y religión , y una testificación de nues­
vivo a lo pintado? Y si ladedicacion dealgunas igletra fé , y de la religión que profesamos: especialsias
particulares tienen sus particulares fiastas, y mente en estos tiempos tan lastimosos y misera­
se celebran en aquellos lugares donde se dedicables , en que la rabia do los herejes , armada con el
ron: ¿con cuánta mas razón so debe celebraren poder de algunos príncipes furiosos y sacrilegos,
toda la Iglesia la dedicación de aquel templo, que en algunas partes ha puesto las manos on los tem­
es templo do los templos, y el primero que tuplos
do Dios , y pegádoles fuego , y arruinádolos,
vieron los cristianos , para ejercer públicamente, y
como lo hicieron antiguamente los Dioclecianos,
sin temor, ni rezólo , los oficios y misterios divi­
Alaximianos , y otros tiranos y monstruos, quo
nos, y que fué dedicado al Salvador del mundo por
persiguieron la santa Iglesia.
un emperador tan poderoso y religioso, como fué
4 También se lia de advertir que, puesto ca­
Constantino, y consagrado por el papa san Silso
que en todo lugar se puedo orar , porque en
vestre , y dado por modelo y dechado de la con­
lodos esta Dios , y nos oye , y él mismo nos ensesagración
de los demás ? Fuera de este templo ,
ña quo para orar entremos en nuestro aposento
mandó hacer otros muchos el emperador Cons­
y secreto retraimiento ; poro que las oraciones pútantino
en Homa, en Constantinopla y en Jeru—
blicas se deban hacer en lugar público , que es la
salen , y en otras partes , con maravillosa traza,
iglesia , y que aun las particulares , bochas en ella,
increíbles gastos y dones . que les dio : y algunos
son mas eficaces que las que se hacen fuera ,
dedicó con tan extraordinario aparato, como fué
mo lo prueba san Juan Crisóstomo : el cual dice:
el templo de Jerusalen , á cuya dedicación llamó á
«Algunos se excusan fríamente de venir á la igle­
lodos los obispos, que estaban juntos en el concisia
, diciendo , que también pueden orar en su calio
de Tiro : queriendo el piadoso emperador mossa;
pero engáñanse , y están en un grande error :
trar su fé con estas obras, y honrar al Señor, quo
porque , aunque es verdad que al hombre es licito
le habia dado el imperio, y la luz del cielo , para
orar en su casa ; poro no es posible que ore tan
conocerle y servirlo , y enseñar con su ejemplo ,
bien en ella, como en la iglesia, donde están
cuan debido servicio y acepto es al Señor, el
otros que le ayuden; y la oración de uno solo no es
quo se le hace en edificar iglesias , y adornarlas de
• tan eficaz , como la que va acompañada de las
imágenes, de vasos preciosos, do ornamentos ri­
oraciones de muchos: y per esto san Pablo dice ,
cos, y de lodo lo quo puede acrecentar el cullo
que Dios le había librado do los gran les peligros
divino , y despertar y avivar mas la devoción de
por las oraciones de muchos: y san Pedro fué li­
los lieles, y levantar los corazones á Dios: el cual,
brado de la cárcel por las oraciones de toda la
dado que es inmenso , y que los cielos de los cie­
Iglesia. Y cuando oramos en la iglesia, no solo nos
los no le pueden comprender, y que todo lo de
avudan los otros hermanos nuestros, que oran en
la tierra es como un poco de basura , cotejado con
ella . sino mucho mas los ángeles , que con aquella
su soberana majestad: poro es lan bueno y tan
ocasión suplican á Dios, que oiga á los que oran,
benigno, que no mira tanto á lo quo él merece,
y les otorgue lo que piden. » Esto es de san Juan
como á lo que nosotios le podemos dar , y al co­
Crisóstomo. La razón de esto es; porque la misma
razón con que so lo damos y ofrecemos; y por
iglesia , que es casa de oración , y casa del So-
esto recibo do nosotros , lo que él mismo nosdió, y
ñor (como dijimos), nos está amonestando quo.
acepta la plata y el oro , sedas y telas y co­
nos recojamos , y despidamos torios los otros cuisas
preciosas, que ofrecemos á sus templos con
dados , y no tratemos en ella, sino de oración; y
agrado , por ser las que nosotros mas estimamos, y
así dijo san Agustín : «En el oratorio ninguno ha­
de mayor precio acá en la tierra , y ser señal que
ga otra cosa , sino aquella para que se luzo , y de
con ellas le presentamos nuestro corazón, sin el cual
donde llene el nombre, y se llama casa de ora­
ninguna cosa le agrada. Este ejemplo del emperación.
» Y á mas de oslo , el ver oran á los otros ,
dor Constantino han seguido muchos príncipes,
pega devoción , como dice san Juan Crisóstomo, y
reyes , emperadores, y santísimos pontífices, edi­
el saber que están presentes los ángeles , y el Rey
ficando muchos y muy señalados templos, do­
de los ángeles ea el santo Sacramento del altar,
tándolos do grandes posesiones, heredados y ren­
dispierla mucho nuestra tibieza, y enciende nuestas
en diversas provincias de la cristiandad, y aun
tros helados corazones: y la misma consagración
han convertido los templos suntuosos de los gen­
ó bendición de la iglesia nos convida, ayuda, y
tiles en iglesias, consagrándolos á Jesucristo nues­
da fuerza á nuestra oración , para que suba al cietro
Redentor; para que,como habian sido templos
lo , y nos traiga de allá lo que deseamos, y pe­
del demonio, lo fuesen de Dios, y en aquellos
dimos al Señor. En la dedicación del templo,
mismos lugares floreciese nuestra sania religión ,
que hizo Salomón , lo dijo el Señor. «Yo he oído
en que antes había reinado la superstición sacrile­
tu oración , y he escogido esto lugar para casa de
ga , reverenciando al príncipe de las tinieblas.
sacrificio. Si yo cerrare el cielo , para quo no llue­
' 3 Do manera, que enseñados con la festividad
de la Dedicación de la iglesia del Salvador , que
hoy celebra la Iglesia, y coa la doctrina y ejemplos
va, y mandare á la langosta que destruya la tierra
, y enviare pestilencia sobre mi pueblo; y él se
convirtiere, y me suplicare y buscare mi faz , é

232 LA LEYENDA DE CRO. NOVUÌÀIIÌISE , 9
hiciere penitencia doso? maldades , yo le oiré desdo
el cielo, v so los perdonaré, y sanaré la tierra:
á mas de esto mis ojos estarán abiertos , y mis
orejas atentas á la oración del que orare en esto
lugar ; porque yo lo he escogido y santificado ,
para que en él esté mi nombre eternamente, y mis
ojos y mi corazón para siempre permanezcan
con él. » Pues si esto prometió el Señor á Salomon
, hablando de aquel templo que él habla edificado
, en el cual no habia sino el arca del Testamento,
y en ella la vara , y el maná , y las tablas
de la ley, y no se ofrecian otros sacrificios , sino
de corderos, becerros, y animales; ¿qué pensarnos
quo hará Dios en nuestros templos , donde
está el arca viva, y la ley del espíritu, y ol pan
del cielo, y la vara do la sania cruz, y donde cada
dia se ofrece el sacrificio único, vivo y verdadero
que todos los sacrificios y ofrendas del viejo
Testamento figuraban? Especialmente sabiendo
quo no solo tiene cada iglesia un ángel que la
guarda , sino también cada altar; y que los ángeles
son nuestros intérpretes , y los que nos despiertan
áorar, y llevan nuestras oracionesclelanle del
acatamiento del Señor, y despachan nuestros negocios.
Y por esto conviene que frecuentemos
mucho las iglesias , no solamente para oir la palabra
de Dios, sino también para oír misa , y para
orar y confesar; porque (por las razones, que
habernos dicho , y por la edificación del pueblo , v
ejemplo que estamos obligados á dar á nuestros
prójimos ) es cosa mas loable y provechosa , que
cuando se hace en las casas particulares , como lo
dice san Juan Crisòstomo , cuyas palabras arriba
referimos. Mas para recibir esta utilidad de la
iglesia , es menester ir á ella , como á la casa de
oración, y templo (le Dios, con mucho recalo , y
gran respeto y reverencia : porque si cuando so
entra en el palacio ó en la antecámara del rey,
va el hombre sobre aviso , y compuesto , acordándose
que está allí el rey; mucho mas lo debo hacer
, cuando entra donde eslá el Rey de los reyes,
v Señor de lodo lo criado , y va á negociar con él,
,no negocios y cosas do lan poca sustancia, como
son todas las de la tierra , sino la salvación de su
alma. Por no hacerse eslo , como se debe , ni tenerse
respeto á las iglesias, se ven tantos y tan
graves daños en la república, castigándonos Dios
por los desacatos quo se hacen á sus templos. Y
muchos, que debian venir á la iglesia, como á
una botica de medicinas, y sacramentos , para
buscar salud , vuelven á sus casas heridos y atosigados,
haciendo por su culpa rejalgar de la medicina
, y muerte de la vida : y asi dice san .luán
Crisóstomo : « De aquí nace lodo nuestro mal , y
todo lo bueno perece : porque cuando habíamos
de procurar de reconciliarnos con Dios , y ganarle
la voluntad ; de tal manera estamos en la iglesia,
y nos partimos de ella . que lo enojamos, y provocamos
su ira contra nosolios:» y en otra parte
dico: «Yo os ruego, y encarecidamente os pido
quo no solamente miréis cómo venís á la iglesia,
sino también cómo esiais en ella , y que siempre
que salís de ella , llovéis á vuestra casa algún remedio
y medicina, para curar vuestras pasio­
nes : » y san Agustin nos exhorta á oslar en el
templo material do Dios , como verdaderos y espirituales
templos suyos, en los cuales habita el
Señor de mejor gana , quo en los oíros de piedra;
porque cualquier indecencia , desenvoltura y liviandad
, ó parlería , que se cómele en el templo,
os grave injuria del Señor , que preside en el templo
, y de todos los ángeles , que allí le asisten.
En ninguna cosa mostró Cristo nuestro Salvador
su zelo mas que en echar del templo dos veces á
los quo compraban y vendían aun las cosas necesarias
para los sacrificios y ofrendas , y á título
do piedad , y que estaban en el atrio , ó parto exlerior
dol templo : queriendo con este hecho encarecernos
la veneración quo se debe á la casa
de Dios, por ser suya, y casa de oración. Dios
nuestro Señor ha obrado , y obra continuamente
mochos y grandes milagros en beneficio do los
que asisten y frecuentan con devoción y reverencia
sus templos ; y ha hecho muy severos y
graves castigos contra los que los han profanado: y
hasla los historiadores gentiles escriben muchos y
raros ejemplos de personas, que fueron afligidas
y consumidas con todo genero do calamidades y
miserias, por haber perdido el respeto que debian
á los templos de sus falsos dioses: y Sócrates en
su Historia prudentemente notó , que las profanaciones
de los templos son señal de la ira de Dios,
y do algún terrible azoto, que ha de venir á la república
; y cuando la persona os de mayor dignidad
, lanío debe ser mas devota y mas modes:a
en la iglesia , y mover con su ejemplo á los demás,
como lo hacia el emperador Teodosio, el menor,
el cual tenia tan gran respeto á las iglesias, quo
'dice de sí mismo estas palabras: «Nosotros , quo
siempre estamos rodeados de las armas do nuestro
imperio, y quo no conviene que oslemos sin
nuestras guardas y gente armada; al entrar en la
iglesia con grande humildad dejamos á la puerta
las armas, y la misma diadema , quo es señal
do la majestad imperial, y no llegamos al altar,
sino para ofrecer; y habiendo ofrecido, salimos
fuera al cuerpo de la iglesia, por la reverencia
que debemos á los lugares en que resplandece
mas la divinidad del Señor. » La madre do san
Gregorio Nazianzeno (como él mismo lo escribe)
estaba tan recogida y dentro do sí, y con tan
grande acatamiento en el templo, que nunca hablaba
palabra, ni escupía en él, ni volvía las
espaldas al altar donde oslaba el santísimo Sacramento.
Esta es la fiesta , quo hoy celebra la santa
Iglesia , de la Dedicación del templo del-Salvador,
y lo quo con ella nos enseña. Supliquemos al Señor
(como dice san Agustín) que lo quo entonces
so hizo en las paredes de piedra , ahora se haga en
nuestros corazones de caí no , y lo que se obró en
el templo material, se obre en nuestras almas espirilualmenle
, para que seamos verdadero y vivo
templo , en quo habito su divina Majestad.
SAN TEODORO , MÁRTIR.—Siendo soldado del
emperador de la tierra san Teodoro , y mucho mas
del Emperador dol cielo, y estando en la ciudad
de Amusca, que os en el Ponto, se publicó un
edicto do los emperadores, cruelísimo contra los

NOVIEMBRE , 9 LA LEYENDA DE ORO. 233
cristianos. Súpolo Teodoro y abrasado de amor suyo llamado Cleónico, que lloraba, y díjole:
divino, confesó luego que el era cristiano , y que Cleónico, yo te aguardo; date priesa y sigúeme:
estaba aparejado para morir por Cristo. Prendié­ y cerrado por todas partes de las llamas , alabanronle
: v como era mozo de gentil disposición y do á la santísima Trinidad, dio su santo espíritu
bien quisto, tuviéronle lástima, y con una falsa en paz al que le había criado, y su alma fué vista
compasión le dejaron , y le rogaron que se mirase subir al cielo, como una luz resplandeciente. Su
en ello, y que por una vana superstición no qui­ sagrado cuerpo tomó una devota mujer llamada
siese perder la hacienda , honra y vida. Salido Eusebia, y con preciosos ungüentos ¡o envolvió
Teodoro de sus manos, hacia continua oración, y en una sábana, y lo enterró en su casa lo mejor
se encomendaba de todo su corazón al Señor; y que pudo, en la ciudad deEuchayla, que está de­
para responder con las obras mas que con palabajo de Amasea, su metrópoli. Fué el martirio de
bras , á los que le habían dejado, y le persuadían san Teodoro á los 9 de noviembre del año del Se­
que adorase á los dioses; entró una noche en el ñor de 304. Fué este glorioso mártir muy célebre,
templo de Cibeles (que es la madre de los dioses), y tenido en gran veneración en todo Oriente por
e! cual estaba cerca del rio , y viendo que soplaba las señaladas victorias que algunos emperadores
un viento recio, le pegó fuego, con el cual en alcanzaron de los bárbaros por su intercesión. Por
breve se quemó todo y so hizo ceniza. Quemado esto le edificaron templos, é iban los fieles en ro-
el templo , no huyó Teodoro ni se escondió: anmería al cuerpo de san Teodoro á la ciudad de
tes con grande ánimo y fortaleza él mismo se ma­ Euchayta : y en Roma también se le edificó iglesia,
nifestó que habia sido el autor de aquel incendio. que hoy dura , y es título de cardenal diácono. El
Prendiéronle de nuevo, y espantados los jueces de martirio de san Teodoro escribió el Melafraste, y
verle tan intrépido, seguro y gozoso, quisiéronle lo refiere Surio en el sexto tomo. Escribió Necta­
con blandura y con promesas reducirá la supersrio , arzobispo de Conslanlinopla , una oración de
tición desús dioses: y como el santo se riese; el san Teodoro; y otra san Gregorio Niseno , herma­
juez le mandó azotar fuertemente, y después enno del gran Basilio, y en ella al cabo , hablando
cerrar en una cárcel tenebrosa, y sellarla, y de­ con el santo mártir. le dice estas palabras: «Aunjarle
allí para que muriese de hambre : mas aquella que no sea posible que nuestros ojos corporales te
misma noche le apareció el Señor, y le dijo: Teo­ vean, pon los tuyos en nuestros sacrificios y oradoro,
está Inerte; porque yo estoy contigo. No ciones , y ruega á Dios que nos oiga y que te oiga;
tomes de los hombres comida, ni bebida; porque que mire por tu patria que es la nuestra (porque
yo te daré una vida conmigo en el cielo biena­ la patria del mártir es el lugar donde padece]: piventurada
y eterna. Con este regalo del Señor de al Señor favor para tus hermanos, parientes y
quedó muy alegre , cantando salmos y alabanzas á amigos, que somos los presentes; y que nos de­
Dios, y gran multitud de ángeles le ayudaban y le fienda de nuestros enemigos, y particularmente dé­
daban música en aquella cárcel, la cual oyeron los seilas bárbaros, que se arman contra nosotros.
ios guardas, y le vieron rodeado de personas ves­ Como soldado, pelea valerosamente en nuestro
tidas de blanco que cantaban con él, y quedaron favor; y como mártir, intercede con libertad por
asombrados. Avisaron al juez de lo que pasaba, nosotros; porque, aunque estás en el puerto, bien
y él vino á la cárcel y la halló cerrada y sellada, sabes los peligros de los que navegan : alcánzanos
y entrando en ella no vio sino á Teodoro : y tor­ que tengamos paz para siempre , y que nos emplenando
á cerrar la puerta, mandó que cada dia le emos en servir al que tú serviste, para que los
diesen una onza de pan y un jarro de agua; mas el enemigos fieros y bárbaros no profanen los tem­
santo mártir no lo quiso recibir, diciendo que Jeplos sagrados, y hagan caballerizas de los altares.
sucristo, su Rey y Señor, le sustenlaria. Sacáronle El haber gozado de quietud hasta aquí, conocemos
de la cárcel; ofreciéronle grandes premios si con­ que no ha sido por nuestros merecimientos, sino
sentía con su voluntad : y como ninguna cosa , de por tus oraciones; y por ellas mismas le suplica­
lasque docian ni hacían, aprovechasen para memos que nos guardes en adelante.» Esto es de san
llar aquel corazón fuerte y armado del espíritu de Gregorio Niseno. Adviértase que esle sanio már­
Dios; entendiendo que perdían tiempo, llamántir Teodoro es llamado Tiro, que quiere decir soldole
sacrilego, impío y blasfemo, le mandaron dado bisoño , á diferencia de otro 'Teodoro tam­
atormentar. Levantáronle en un madero alto : azobién mártir, que fué centurión ó capitán: llámase
táronle: desgarráronle'sus carnes con garfios de también Teodoro Amaseno, porque murió en la
hierro : abrasaron sus costados con hachas en­ ciudad de Amasea; y Euchayta, por el lugar
cendidas; y cuanto mas le atormentaban, tanloél adonde fué trasladado su sagrado cuerpo. En la
mostraba mayor alegría , y como si estuviera en­ ciudad de Yenecia , dice el obispo Eqmlino, que
tre llores y rosas, cantaba aquel verso de David, está el cuerpo de san Teodoro, mártir, en la
que dice : «Alabaré al Señor en todo tiempo; siem­ iglesia de San Salvador, que es de canónigos repre
de mi boca saldrán sus loores.» Los verdugos glares; pero no es el de este Teodoro, sino del
despedazaban lascarnos del santo; y él cantaba otro centurión , que murió en lleraclea , y fué mar-«
como si no fuera él , sino otro , el que padecia brizado en tiempo de Licinio. De san Teodoro, á
aquellos fieros tormentos. Finalmente, fué conde­ mas de los autores que habernos referido, hacen
nado á ser quemado; hizo la señal de la cruz en
la frente, y en todo su cuerpo, y con grande ale­
mención todos los Martirologios.
gría y regocijo entró en el fuego. Vio á un amigo * SAN OIIESTES, MÁRTIR.—'Natural de Ca-
TOMO IV.
padocia , en cuva ciudad des|)iies sufrió martirio,
30

234 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 10
en tiempo de Diocleciano. Habiéndole preso los
centiles, y no queriendo ofrecer incienso á los
ídolos, fué cruelmente azotado por orden de Muximiano
, después metido en la cárcel, y como continuase
todavía en su primer propósito, le atravesaron
los talones con unos clavos, y después lo
arrasiraron basta ó una distancia de cuatro mil
pasos de la ciudad, y allí espiró. Su muerte fué
el año 304, según Baronio. San Basilio el Grande
fué particular devoto de este santo mártir, en
cuyo honor levantó una iglesia en la misma'ciudad
de Capadocia.
SAN ALEJANDRO , MÁRTIR. — Era de Tesalónica
, y vivia en la misma cuando estuvo en dicha
ciudad el emperador Maximiano. Por disposición
de éste quisieron obligarle á inmolará los ídolos,
á lo cual no solo se negó , sino que lo execró como
un gran crimen. Más aun: habiéndole arrastrado
hasta donde se hallaba un altar de ídolos, se encendió
en santo zelo, y á pesar de hallarse presente
el emperador , pegó un puntapié al altar, y este y
los ídolos fueron rodando por el suelo. Furiosamente
indignado Maximiano con semejante acción,
mandó que allí mismo fuese en seguida degollado.
Mas al levantar el verdugo la cuchilla para herirle,
se quedó parado y como aturdido. Reprendióle el
emperador por su torpeza, y él contestó que una
fuerza sobrenatural le impedia el uso desús miembros.
Alejandróse puso entonces en oración, y
pasada una hora fuéle cortada la cabeza , y voló
su espíritu ó Dios. Sucedió esto el año 304.
SAN URSINO , CONFESOR.—Ignórase de donde
fué natural. Según Galesinio , fué ordenado obispo
de Bourges por el apóstol san Pedro , y sucedió
en el episcopado á san Afrodisio. El Martirologio
romano dice, que fué ordenado en Roma por los
sucesores de ios apóstoles , y enviado por primer
obispo de dicha ciudad. Fué esclarecido en virtudes
, y murió tranquilamente por los últimos años
del siglo I.
SAN AGRIPINO, OBISPO Y CONFESOR. — Gobernó
la Iglesia de Ñapóles en santidad. Sus milagros
D I O
fueron tan numerosos, que un contemporáneo suyo
escribió todo un libro de ellos, al cual se refiere
muchas veces Ferrario en su Catálogo de los
santos de Italia. El cardenal Baronio dice que murió
el año 200 de Jesucristo.
SAN BENIGNO , OBISPO Y CONFESOR. — Descendiente
de una familia distinguida de Irlanda , conoció
la verdad de la religión cuando el glorioso
san Patricio fué á aquel país , y estuvo hospedado
en casa de Benigno. Sintió éste luego tanto aprecio
y gratitud por el apóstol que le habia sacado
de las tinieblas del paganismo, que le suplicó le
permitiese no separarse nunca de él. Desde entonces
fué compañero inseparable de san Patricio
en todos sus trabajos apostólicos. Después de la
muerte de su santo maestro. y conforme á su
•predicción , Benigno fué consagrado obispo de
Armagh , cuya sede ocupó por espacio de diez
años . muriendo en el siglo V.
SANTA EUSTOLIA Y SANTA SOPATRA , VÍRGE­
NES.— Eustolia era una noble romana, que despreciando
cuanto el mundo tiene de mas seduc-
tor, hizo voto de castidad, y vivió religiosa en
Roma por espacio de algunos años. En el de 582
emprendió un viaje á Jerusalen para visitar los
lugares santos. En ellos permanece mucho tiempo
arrobada en la contemplación de los divinos misterios
, y al volverse á su patria conoció en Conslantinopla
á la virgen Sopatra. Era esta, hija
del emperador Mauricio , y se hallaba animada de
iguales sentimientos que Eustolia. Ambas conferenciaron
sobre las delicias de consagrarse á Dios,
y habiéndose mutuamente enfervorizado , comunicaron
al emperador su designio de vivir en la soledad.
Mauricio fundó entonces un célebre monasterio
en Conslantinopla , el cual dio á las dos
esposas de Jesucristo, quo lo pusieron bajo la
regla de San Basilio. Su comunidad se hizo en
breve numerosa , pues la fama de las dos fundadoras
aumentaba cada dia, y el Señor las llamó
á la mansión celestial por lósanos de 007.
LA CONMEMORACIÓN DE LA IMAGEN DEL SAL­
VADOR.— El año 705, unos judíos que vivian en
Beiruth , ciudad de Siria , pudieron apoderarse de
una imagen de Jesucristo , y renovando contra el
divino Salvador todo el odio de sus padres, cometieron
con ella una porción de indignidades, y
por fin la crucificaron. Apenas acabó la santa
imagen de ser clavada en la cruz, cando empezó
á derramar tanta sangre por sus heridas,
que, divulgado el milagro, corriéronlos cristianos
. la recogieron , y puesta en preciosos frasquitos,
la distribuyeron entre varias iglesias de Oriente
y de Occidente. Este ruidoso milagro fué celebrado
desde luego por los fieles con muchísima veneración
, en justo desagravio á Jesucristo por los
ultrajes que de los judíos habia recibido , y después
en el año 787 , el séptimo concilio general
celebrado en Nicea , dispuso que « todos los años
el dia 9 del mes de noviembre se celebrase esta
fiesta con la misma solemnidad que la del Nacimiento
del Señor y la de la Pascua.» Concilio II
de Nicea . ses. iv.
LA FIESTA DEL SANTÍSIMO CHISTO. —Celébrase
con mucha pompa en la ciudad de Balaguer , provincia
de Lérida , principado de Cataluña. Desde
tiempo inmemorial se conserva, fuera de la ciudad
, y á corta distancia, en un convento de monjas
de santa Clara , y en un suntuoso templo, una
milagrosa imagen conocida con el nombre de Santo
Cristo de Balaguer. Acuden á ella de toda la comarca,
y aun de mas lejos, muchísimos devotos,
con fé sincera, pues es sabido que Dios se ha servido
obrar grandes prodigios en favor de los que le
piden amparo por aquella mediación.
Día «O.
Los SANTOS TRIFON, RESPICIO, YNINFA , MÁR­
TIRES.— Fué san Trifon tan devoto, y dado al
servicio del Señor, que siendo aun pequeño, hizo
algunos milagros, sanando personas atormentadas
del demonio, y curando otras de varias enfermedades.
Levantóse en su tiempo contra la Iglesia
del Señor la persecución deDecio, emperador,
que fué muy terrible y cruelísima: y, aunque al

NOVIEMBRE ,10 LA LEYENDA DE ORO
gunos cristianos huian , y otros desfallecían , Tritón,
sin temor de los tormentos ni de la muerte, animaba
á los ñacos, y exhortaba á los cobardes, á
que no temiesen ios tormentos, que por rigurosos
quesean, al íin con la vida se acaban; sino que
pusiesen el corazón y los ojos en aquella vida bienaventu
rada , que por medio de ellos habian de alcanzar.
Supo esto un prefecto llamado Quilino:
mandóle prender, y atormentar en el ecúleo, y
desgarrar sus carnes con uñas de hierro , y quemar
sus costados con hachas encendidas , y moler
el cuerpo con bastones nudosos, y atravesarle los
pies con clavos ardiendo.
2 Todos estos tormentos sufria el santo mártir
con ánimo esforzado , y con un rostro alegre,
como si estuviera en alguna huerta amena y deleitosa.
Violo un tribuno, llamado Respicio, y maravillóse
de tan grande constancia y alegría en tan
duras penas; y alumbrado de Dios, entendió que
aquella no era cosa humana, ni lo podia ser, sino
obra sobre todas ias fuerzas de la naturaleza, y
propia de la mano de Dios , que esforzaba á su
soldado, y le hacia dulces los tormentos, y sabrosos
los suplicios, porque los sufria por su amor:
lo cual no hiciera . si no fuera verdadera aquella
fe y creencia por la cual los padecia: y encendido
en amor de Dios, y animado con el ejemplo de
Trifon, confesó públicamente que era cristiano,
y luego echaron mano de él, y le atormentaron
juntamente con su santo compañero. Lleváronlos
á los dos á un templo para que adorasen una estatua
de Júpiter : púsose de rodillas Trifon. para
hacer oración á Dios; y luego cayó aquel ídolo en
tierra , hecho pedazos. Estaba presente una doncella
gentil de las vírgenes vestales, llamada Ninfa,
y visto el milagro, y que aquella estatua polla
oración de Trifon había caido, y desbuchóse,
alzó la voz, y comenzó á decir que Jesucristo
era verdadero Dios ; y los que adoraban los gentiles
, eran falsos, pues no podían resistir á la oración
de un hombre cristiano , ni defenderse de su
poder. Por estas palabras asieron á Ninfa, y la
atormentaron en compañía de Trifon , y Respicio,
y azotáronlos con plomadas, con tanta crueldad,
que lodos tres acabaron sus dichosos días en
aquel martirio, y dieron sus almas al Señor en
10 de noviembre del año de 232, imperando el
ya nombrado Decio.
3 La historia del martirio de estos santos es
diversa : porque unos escriben , que fueron martirizados
en Sajonia : otros en Apamca, en Siria:
otros en Nicea de Bilinia; y otros dicen cosas
diferentes', asi de la patria en que nacieron,
como del lugar en que murieron , que se pueden
ver en el cardenal Baronio. Los cuerpos de estos
bienaventurados mártires están en Roma en el
" insigne hospital de Sancli Spirilüs in Saxia, debajo
del altar mayor: y por ventura los que dijeron
que habian muerto en Sajonia , se engañaron
, pensando que el lugar do su sepultura había
sido el de su martirio, y que Saxia era Sajonia;
no siendo sino un barrio de Roma , que está entre
la iglesia de San Pedro, y el Tíber; y por haber
allí habitado muchos sajones, que vivieron en
235
Roma, después que los sujetó Cario Magno, se
llamó el barrio ó la escuela de los sajones; y en
este barrio está el hospital de Sancli Spirilás, y
en él (como dijimos) los cuerpos de estos gloriosos
mártires. Hacen mención de ellos los Martirologios
, romano , y de Usuardo, y el breviario de
Pm V.
SAN ANDRÉS AVELINO, CONFESOR.—Uno de
los mas ilustres ornamentos de la religión de clérigos
regulares, es sin duda el glorioso san Andrés
Avelino, cuya vida empezamos á escribir.
Nació esle grande santo en el lugar de Caslro-Novo
, de la provincia de la Basilicata, en el reino
de Ñapóles, en el año 1521. Sus padres fueron
Juan Avelino y Margarita Appella , ambos nobles
, pero de cortas conveniencias. En el bautismo
pusieron á este bendito niño el nombre de
Lanceloto . que él mudó en el de Andrés, cuando
vistió el hábito religioso; porque deseoso de
imitar á este glorioso apóstol en el amor ardiente
que tuvo á la cruz , y en el deseo de padecer
por amor de Jesucristo, pidió con muchas instancias
á sus superiores le permitiesen tomar su
mismo nombre.
2 Tuvieron los padres de Andrés un cuidado
singular de criar á este hijo en la cristiana piedad;
la madre en particular, que era mujer de mucha
virtud, procuraba destilaren el tierno corazón de
su hijo la devoción hacia la ^ írgen santísima , y
el bienaventurado niño se aprovechaba tan bien
de las sanias instrucciones de su madre, que rezaba
lodos los días á honor de la Vírsren santísima
el santo rosario; visitaba en las iglesias á sus
imágenes, oraba delante de ellas con mucho recogimiento
, y sabiendo que osla Reina del cielo
es muy amanto délas almas puras, procuraba
conservar una gran pureza de conciencia, para
hacerse agradable á sus purísimos ojos.
3 Advirtiendo un lio de Andrés, que era arcipreste
del mismo lugar, las bellas inclinaciones
del sobrino, tomó á su cuidado el educarle : le
enseñaba la doctrina cristiana, que el santo aprendía
con tanta perfección , que juntando á otros
niños, les enseñaba lo mismo que acababa de
aprender de su tío. Después le hizo estudiar la
gramática en su mismo lugar, y cuando le vio bástanle
radicado en eila, para períicionarse en la
latinidad y elocuencia, le envió á estudiar á Senis,
que es un lugar vecino de Castro-Novo. Vivió
aquí Andrés con singular modestia y recogimiento,
adelantándose siempre en el camino do
la virtud: castigaba su carne, mortificaba sus sentidos
, evitaba la ociosidad, de la cual fué siempre
capital enemigo, y luna lodo lo posible de las ocasiones
de ofender á Dios. Mas no obstante toda
esta cautela, tuvo que sufrir varias y tuertes tentaciones
contra la castidad ; porque algunas mujeres
impuras . enamoradas de la gallardía y singular
hermosura del sanio mancebo, queso hallaba
entonces en la florida edad do diez y seis años,
le tendieron varios lazos para amancillar su pureza
; pero el casto joven echó siempre de sí con
mucho denuedo á aquellas esclavas de Satanás; y
á una , que solicitándole al mal por medio de una

236
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 10
decir que se hallaba cauliva solo en los tribunales eclesiáslicos, conforme lo or-
tercera , le envió á
de la hermosura de sus ojos , respondió el santo
con mucho fervor de espíritu , que se sacaría sus
ojos con sus propias manos , para no ocasionar
con ellos la ruina de su prójimo , si esto fuera del
divino agrado.
k Viendo el siervo de Dios los muchos peligros
que se encuentran en el mundo , le volvió las
espaldas, abrazando el estado eclesiástico, y vistiendo
el hábito clerical. Vestido de este santo hábito,
empezó á trabajar en la viña del Señor; y
en la villa de Rocanova, poco distante de su patria
, juntaba todos los niños que podía , y por las
mañanas gastaba una hora en enseñarles la doctrina,
ó inspirarles horror al vicio y amor á la
virtud; después los acompañaba á la iglesia, donde
oian misa , y acabada la misa se restituían á
sus casas, dando á todos singular ejemplo: por la
tarde se volvían á juntar, se daba cuenta de lo que
por la mañana habían aprendido, y repelidos los
mismos ejercicios, rezaban las letanías do Nuestra
Señora. En los días de fiesta añadía un breve pero
eficaz razonamiento, y por la tarde de dos en
dos, formando una devola procesión , iban á alguno
de los lugares vecinos , cantando la oración
del Padre nuestro y de la Ave María, ú otras
canciones devotas; y como peregrinos visitaban
algunas de las iglesias de particular devoción, y al
anochecer se restituían al lugar de donde habían
salido, regalándolos nuestro Andrés varias estampas,
rosarios y otras cosas semejantes , para ganarles
la voluntad, y aficionarlos á estos devotos
ejercicios.
5 Aunque Andrés se hallaba tan santamente
ocupado en su patria, quiso no obstante su madre
que pasase á Ñapóles, á estudiar en su célebre
universidad , esperando que con su ingenio y aplicación
haría en las letras tales progresos, que se
abriría camino á los mas ricos beneficios y sublimes
dignidades. Andrés, que estaba poseido de
los mismos ambiciosos deseos de medrar y hacer
fortuna en el mundo, abrazó con mucho gusto este
designio de su madre, y con el pobre equipaje que
ella le previno, se partió á dicha ciudad. Habiendo
llegado á aquella capital, fué á aposentarse
en una posada cercana á la iglesia de San Pedro
Celestino, donde, hallándose solo, fué de improviso
acometido de una mujer lasciva, que asiendo
de él, hacia todo esfuerzo para inducirle al pecado;
pero el santo joven , á imitación del patriarca
José, procuró desprenderse como pudo de las
manos de aquella insolente mujer, y huyó al momento
á la calle , y no quiso jamás volver á aquella
casa á buscar su ropa , queriendo mas presto
perder sus bienes, que exponerse á otro peligro
de ofender á Dios nuestro Señor.
6 Estudió Andrés con mucha aplicación en
la universidad de Ñapóles el derecho civil , y recibió
el grado de doctor en esta facultad. Después
se ordenó de sacerdote , y considerando los superiores
su notoria virtud y ciencia , lo dieron licencia
para oir las confesiones de los fieles. Andrés,
deseoso de gloria y de hacienda, abrió esludio de
abogado, y empezó á patrocinar pleitos , aunque
denan los sagrados cánones. Patrocinando pues
una causa de un amigo suyo , que se hallaba injustamente
molestado de su contrario , echó una
mentira ligera, para asegurar mas el feliz éxito
de su justa defensa. No'hizo entonces nuestro Andrés
algún caso de esta mentira oficiosa y ligera;
mas como acostumbraba leer siempre alguna cosa
de la sagrada Escritura antes de acostarse, en
aquella noche dispuso Dios que, abriendo
sanio libro, encontrase aquellas palabras:
quod mentitur, occidit animam: la boca
este
Os,
que
miente da muerte al alma. Andrés las tomó como
dichas para sí mismo , por lo que se persuadió
que con aquella mentira habia dado la muerte á
su alma ; de aquí empezó á afligirse y angustiarse,
á padecer terribles remordimientos de conciencia,
y á concebir tan grande dolor de aquella culpa,
que pasó toda la noche llorando, gimiendo, y pidiendo
perdón á Dios, sin poder tomar un momento
de descanso.
7 Por la mañana fué luego á arrojarse á los
pies de su confesor , que era el beato Mannonio, y
deshecho en lágrimas, le confesó su pecado, resuelto
enteramente á abandonar la abogacía , y
consagrarse enteramente al divino obsequio. El
beato Marinonio aprobó mucho su determinación;
con lo que , renunciando para siempre aquella peligrosa
profesión , se entregó totalmente al desempeño
de las funciones eclesiásticas. Comenzó pues
á oír las confesiones de los fieles , y á instruir y dirigir
las almas por el camino de la salvación. Scipion
Rebiba (que después fué cardenal de la santa
iglesia romana) gobernaba entonces el arzobispado
de Ñapóles por ausencia del cardenal Juan Pedro
Carrafa , que era su arzobispo , el cual, elevado á
la silla de san Pedro , se llamó Paulo IV : y teniendo
noticia de la prudencia'y singulares virtudes
de Andrés , por el informe que do ellas le hizo
el beato Marinonio, que era su confesor, le encargó
la reforma de un monasterio de monjas , llamado
de San Miguel, nombrándole vicario suyo para
que hiciese reflorecer en él la observancia regular,
y el ejercicio de las virtudes; y en particular la
castidad y pureza tan conveniente á las sagradas
vírgenes, que son esposas de Jesucristo, y la escogida
porción de la grey del Señor. Aceptó Andrés,
por consejo del mismo beato Marinonio , este difícil
oficio encargado de los superiores ; y es indecible
el zelo con que se aplicó á procurar el bien espiritual
y temporal de aquellas religiosas; les amplió
la iglesia que teman muy reducida, procuró
con suma diligencia concluir la clausura del monasterio,
para que nadie pudiese entrar escondidamente
en él, llevando á veces él mismo sobre
sus hombros las piedras á los oficíalos que trabajaban
; y las compraba lo que necesitaban para
su sustento, á fin do que la necesidad no las obligase
á mantener correspondencia con personas seculares.
Teniendo bien asegurada la clausura, y
provistas las monjas del necesario sustento , procuró
alejar del monasterio la frecuencia de personas
seculares, é impedir del todo acercarse á él
las oersonas sospechosas. Pero no pueden ordirta-

NOVIEMBRE , 10 LA LEYENDA DE ORO. 372
riamente remediarse los desórdenes, ó impedirse
los escándalos , sin padecerse muchos disgustos,
y sin exponerse á los malos tratamientos de las
personas escandalosas y libertinas. Así sucedió á
nuestro santo, el cual en recompensa de su zelo
padeció afrentase injurias , singularmente de un
joven que vivía mal con una monja; el cual
después de haberle inútilmente amenazado, para
hacerle desistir de sus santos intentos, se enfureció
do tal modo contra Andrés, que le hizo
acometer por dos asesinos , los cuales le hicieron
dos grandes heridas en la cara, que le pusieron en
grave peligro de perder su vida. Sufrió el santo
esta atrocísima injuria , no solo con paciencia sino
también con alegría y júbilo de su alma ; y mientras
los demás se compadecían de la deformidad,
que las heridas dejarían en su rostro, san Andrés
se alegraba [>orque podía decir con el Apóstol, que
llevaba en su cuerpo las llagas de Jesucristo, y las
señales de su ministerio apostólico. De esta su interior
alegría nos ha dejado el santo un auténtico
testimonio en la exposición del salmo 45, donde
explicando la poderosísima asistencia con que Dios
ayuda á los que en sus trabajos esperan en él, dice
las siguientes palabras : « Yo lo he experimentado
en mí mismo en mi tribulación, cuando fui gravemente
herido de un asesino, pues no solo no sentí
la menor tristeza, sino que al contrario fui lleno de
una alegría sobre abundante , porque el Señor fué
mi ayudador y mi consolador. »
8 Perdonó Andrés á sus enemigos , como habia
perdonado antes á un homicida que ó traición
habia muerto á un sobrino suyo : y á fin de que
pudiesen librarse del castigo, que por su enorme
delito merecían ; no quiso jamás descubrirlos á los
ministros , que de parle del vírey le preguntaron
quiénes habia sido los autores de aquel atentado.
Mas aunque se libraron de la justicia humana, no
escaparon de la justicia divina , que no suele dejar
sin castigo las injurias que se hacen á sus siervos;
porque al joven escandaloso , que habia alquilado
el asesino , lo mataron poco después sus enemigos
al pié de las gradas ó escalera de la iglesia de San
Pablo , sin pedir confesión : el asesino, que hirió al
santo, murió infelizmente en las galeras á que había
sido desterrado por otros delitos: la monja,
que habia sido causa de tanto mal , murió repentinamente
sin confesión , lomando una medicina :
y finalmente, el mismo monasterio fué extinguido
por el beato cardenal Arecio , arzobispo de Ñapóles
, que repartió en otros monasterios de la misma
orden las monjas que habian quedado. Disgustándose
Andrés cada dia masdel mundo, y deseando
unirse mas estrechamente con Dios nuestro Señor,
resolvió abrazar el estado religioso en la sagrada
orden do Clérigos regulares, llamados tealmos;
cuyas excelentes virtudes tenia bien conocidas,
no solo por haber frecuentado mucho la casa de
San Pablo, con motivo de haber tenido allí siempre
sus directores, sino también por haberse retirado
á la misma casa para hacerse curar de la
herida recibida del asesino , y haber experimentado
entonces la mucha caridad de aquellos religiosos.
Fué recibido, pues, en esta sagrada orden
con inexplicable contento de sus religiosos en la
vigilia de la Asunción de la Virgen santísima del
año 1530, hallándose en la edad de treinta v
cinco años. Luego que hubo vestido el hábito religioso,
compareció un perfecto ejemplar de todas
las virtudes, singularmente de mortificación , do
obediencia y de exacta observancia de todas las
reglas de su orden , por mínimas que fuesen. De
suerte que, pasados solos cuatro años , los superiores
le hicieron maestro de novicios, para que
criase estas nuevas plantas en la observancia del
instituto, y en el espíritu de devoción de que él estaba
lan dichosamente poseído. Ejerció Andrés
este importante oficio por el espacio de diez años
con mucha prudencia y provecho de la reunión;
porque con sus sabias instrucciones, y mucho mas
con sus santos ejemplos, formó muchos religiosos
eminentes en virtud y piedad. Concluido el decenio
, se puede decir que continuó aun este oficio
por medio de dos tratados que escribió , intitulados,
el uno : El Director del maestro de novicios;
y el otro: Instrucción para la vida espiritual ó los
mismos novicios. Obtuvo después varios oficios
honoríficos de la religión , fué prepósito de diferentes
casas , y dos veces de la de San Pablo de
Ñapóles , y fué visitador de las casas de Lombardia
; y ardiendo en fervorosos deseos de hacer
nuevos progresos en la perfección cristiana , á los
tres votos de castidad , pobreza y obediencia , que
observó con mucha exactitud , añadió otros dos
votos particulares; el primero, de contradecir
siempre á su propia voluntad, y obrar contra su
propio genio; y el segundo de crecer cada día mas
en la perfección , y de adelantarse en el camino de
la santidad; en el cual en efecto hacia cada dia
estupendos progresos.
9 Este era su tenor de vida: levantábase de
la cama dos ó tres horas antes de los maitines ; las
cuales empleaba en la oración , y en escribir cartas
y tratados de materias espirituales ; asistía después
al coro á los maitines , y concluidos permanecia
allí con la comunidad á tener media hora de oración
que ordena la regla. Después se preparaba
con otra hora de oración para celebrar la santa
misa, y acabada gastaba otra hora en dar gracias.
Visitaba inmediatamente los enfermos mas
cercanos , para ver si habia alguno que necesitase
de su asistencia: después so ponia en el
confesonario para oir las confesiones de los fieles,
y permanecia allí inmoble hasta la horade
comer: por la tarde iba á visitar los enfermos y
afligidos , para consolarlos; y como le llamaban
en tantas parles, á fin de que por detenerse
demasiadamente con uno, no le faltase el tiempo
para consolar á los otros , llevaba pendiente del
ceñidor un relojito de arena, con el cual media
el tiempo que debia permanecer en cada casa.
10 En esto tenor de vida perseveró el santo
por el largo espacio de mas de cincuenta años, no
solo en la ciudad de Ñapóles , sino en otras ciudades
, singularmente en Milán y en Plasencia , donde
fundó casas de su orden , favorecido de san Carlos
Borromeo , que lo amaba muchísimo. Nada pudo
detener el fervoroso zelo con que Andrés procu-

238
raba la salud de las almas; iba pronto donde alguna
necesidad le llamaba sin reparar en lluvias, ni
en los rigores del tiempo, ya fuese de invierno, ó
ya de verano , ni en sus achaques y edad decrépita.
Sus amigos le persuadían suspendiese algún poco
sus fatigas , para dar algún descanso á su cuerpo
debilitado por sus enfermedades y edad avanzada;
pero el santo jamás se dejó vencer de sus persuasiones
, antes mirando á su cuerpo como á enemigo,
le trató siempre con suma aspereza , y para tenerle
sujeto al espíritu , le daba el alimento con tasa
tan rigurosa, que apenas bastaba para sustentarse.
Observaba los ayunos de la Iglesia , y los que son
particulares de la orden , con tal rigor que no tomaba
cosa alguna hasta el anochecer, y en los últimos
años de su vida , desde los setenta hasta los
ochenta y ocho en que falleció, fué tan asombrosa
su abstinencia , que en ellos no comió
n¡ aun estando enfermo, ni carne
pescado, sustentándose solo de
jamas ,
ni huevos, ni
pan , yerbas y
habas cocidas , que lomaba en el refectorio de
los convalecientes, para evitar la singularidad.
Pero cuanto mas el santo albgia y atormentaba
su cuerpo , tanto mas el Señor regalaba su espíritu,
porque mientras lomaba este escaso y
basto alimento, era muchas veces inundado do
tales consuelos del cielo, que le hacían suspender
la comida ; y olvidado de lo que hacia , juntando
las manos, y levantando los ojos al cielo , se derretia
en tiernas lágrimas de amor. Rezando el oficio
divino (lo que ejecutaba siempre en pié , y
con un recogimiento y devoción muy extraordinaria
) oía algunas veces los santos ángeles, que
cantaban ¡as divinas alabanzas. Una vez estando
en oración , vio la sacratísima humanidad de Jesucristo,
rodeada de inmensa luz, tan bella y hermosa,
quo en su comparación todo lo que habia mas
hermoso en el mundo , le parecía una fealdad. Favoreció
á mas de esto el Señor á su siervo con el
don de profecía, el de conocer los pecados de sus
penitentes , y el de hacer milagros ; entre los cuales
es digno de referirse lo que le acaeció una noche,
volviendo de confesar á doña Catalina Carrafa
, mujer de don Camilo de Curtís, presidente
del consejo de Ñapóles. Hallándose muy enferma
esta ilustre señora , fué á visitarla Andrés, y contra
lo que acostumbraba hacer en semejantes ocasiones
, se detuvo con ella en santos coloquios hasta
la tercera hora de la noche; queriendo entonces
restituirse á su casa , lo instó la enferma admitiese
su carroza : pero no pudiendo conseguir que aceptase
aquel ofrecimiento, mandó ó un lacayo que
fuese acompañándole con una hacha encendida :
como la noche era muy oscura y el tiempo lan cerrado
, qué amenazaba una grande tempestad de
viento y lluvia ; don Juan Pablo Orlandio , capellán
del presidente, considerando que Andrés se
hallaba en la edad de ochenta y cuatro años , que
su compañero Ubaldo Pelhcer era un viejo de
ochenta y seis años, y que la casa del presidente
distaba un cuarto y medio de hora de la casa de
San Pablo , (puso también acompañarle hasta dicha
casa; pero apenas habian andado algunas calles,
rezando salinos , como lo practicaba siempre
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 10
que iba por la ciudad , cuando empezó á llover
copiosamente , y á soplar un viento tan recio , que
apagó la hacha del lacayo. En este lance los que
acompañaban al santo no sabian que hacerse,
cuando de improviso vieron al cuerpo de Andrés
rodeado de una luz milagrosa que les enseñaba el
camino , y suplia bien la falta de la hacha del lacayo
: alumbrados de esta luz prosiguieron su camino
, y llegaron felizmente a la casa de San Pablo
; pero habiendo entrado en ella , se desvaneció
aquella luz, y repararon que ni el sanio, ni los
tres quo le acompañaban se habían mojado los
vestidos, ni enlodado los zapatos: restituyéronse
inmediatamente á la casa de! presidente el capellán
y el lacayo, sin parar jamás la lluvia ; y llegados
á ella advirtieron que se habia repetido el
prodigio , pues se vieron enteramente enjutos, y
sin lodo en los zapatos , como sino se hubiesen
movido de casa.
11 Con este y otros prodigios hizo conocer
Dios al mundo cuanto amaba á Andrés, y cuan
agradables le eran sus ejercicios y sanias ocupaciones;
por lo que toda la ciudad de Ñapóles le
veneraba y respetaba como á sanio. Pero no obstante
, era tan rara y profunda su humildad , que
se tenia por un grande pecador. Un padre, confidente
suyo , le encontró una vez en su aposento
deshaciéndose en lágrimas; preguntóle porqué lloraba
; y le respondió : Lloro porque con mi malicia
, bajeza y negligencia he menoscabado y osctrecido
las obras de Dios. Cuanto pensaba, le
parecia impropio, cuanto decia, inútil, cuanto
obraba imperfecto; y teniéndose por el mas ingrato
de los hombres, vivia en un perpetuo temor de
su salvación ; por lo que preguntaba repetidas veces
á sus confesores, si se salvaría , y respondiéndole
que sí, quedaba lleno de contento. No se sosegaba
si no se confesaba tres ó cuatro veces al
día; pues decia que era tan ruin y miserable, que
nada conseguiría sino fuese por los méritos de la
pasión del Señor, que por tan grande sacramento
se comunican: otras veces decia: Será gran misericordia
de Dios hacerme estar hasia el día del
juicio en el purgatorio: y levantando los ojos al
cielo y suspirando exclamaba : ¿Será posible quo
un hombrecillo tan vil y miserable como yo, haya
de ser puesto en el paraíso?
12 Habiendo por fin llegado Andrés á la edad
decrepitado ochenta y ocho años , empezándola
santa misa, al decir aquellas palabras: lntroibo
(id altare Del, fué acometido de una apoplejía:
repitió el santo tres veces las mismas palabras,y
perdida el habla, iba á caer on tierra sino fuera
sostenido del que le ayudaba á la misa: acudiendo
luego otras personas ai socorro de aquella necesidad
, fué llevado en brazos ajenos á la sacristía
, donde le desnudaron los sagrados ornamentos,
y después le llevaron á su aposento , donde recibió
con mucha devoción el santísimo viático y extremaunción;
y dentro de pocas lloras entregó su
santa alma en manos de su Criador, á 10 de noviembre
de 1000.
13 Reatiíicó á san Andrés la santidad de Urbano
VIII, en el año 102o, y después Ciernen

NOVIEMBRE, 10 LA LEYENDA DE ORO. 239
fe XI, on el año 1712 lexanonizó solemnemente,
habiendo antes aprobado á este fin los fres milagros
siguientes.
14 El primero sucedió con Jaime Giovio , el
cual tenia encogida y seca de tal modo la organización
ó trabazón de los nervios en la mitad de la
parte superior del cuerpo , que no podian ejercer
con expedición las funciones vitales; pero implorando
el socorro del santo , instantáneamente recobró
una salud perfecta.
15 El segundo acaeció con Juan Bautista Corrí
: habia recibido ésto en la cabeza una herida
muy profunda y morlal, pero encomendándose
con mucha fó á san Andrés, curó al instante de
aquella herida tan perfectamente , que no le quedó
en la cabeza ni la menor señal de la cicalriz.
10 El tercero lo obró el Señor por intercesión
del santo con Scipion Arlei; el cual, habiendo recibido
una grande contusión en la frente, se le dislocaron
las vértebras del cuello; pero habiendo
implorado con mucha fé el socorro del santo , se le
restituyeron instantáneamente á su lugar y estado
natural.
* Los SANTOS TIBERIO Y MODESTO , Y SANTA
FLORENCIA , MÁRTIRES.— Tiberio era muy joven
cuando abrazó la religión cristiana , y fué acusado
y perseguido por su propio padre. Encerráronle
en una oscura cárcel en compañía de otro cristiano
llamado Modesto. Ambos sufrieron todos los
rigores del hambre, y dos veces consecutivas los
pusieron en el tormento. A la vista de su celestial
constancia , abrazó el Evangelio una mujer llamada
Florencia , fué asociada ó sus tormentos y participó
de su eterna corona ; pues los tres fueron degollados
en el territorio de Agda , á tres leguas de
Bezieres. el año 300 , poco mas ó menos.
Los SANTOS DEMETRIO, ANTAÑO, EUSTOSIO, Y
OTROS VEINTE, MÁRTIRES. — El primero era obispo
, el segundo diácono , y el tercero lector de la
Iglesia de Antioquia. Demetrio fué muy zeloso de
la unidad y de la pureza de la doctrina católica,
á cuyo efecto , entre otras cosas , convocó un concilio
contra Novaciano. Gobernó su obispado ocho
años y murió manir con los demás santos que celebramos
, el año 200.
SAN PROBO , OBISPO Y CONFESOR — Fué obispo
de Bavena. Extendió el conocimiento del Evangelio
á muchos países vecinos á su diócesis; sufrió
muchísimos trabajos durante la persecución, y por
fin murió en el año 175 de Jesucristo.
SAN MONITOR, OBISPO Y CONFESOR.—Floreció
en el siglo IV , con abundancia de sabiduría y suave
olor de virtudes. Fué el XI obispo de Orleans.
Es notable entre los prelados de su tiempo, por
las disposiciones que adoptó para regularizar la
disciplina eclesiástica.
SAN JUSTO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué natural
de Roma , y abrazó el estado monástico. Yivia en
el monasterio de San Gregorio de la misma ciudad,
siendo la admiración de lodos por su sabiduría y
virtudes , cuando fué enviado á Inglaterra por el
sumo pontífice, el año 001, para ayudar en sus
misiones á san Agustín y san Melito. Tres años
después de su llegada, fué consagrado obispo de
Rochester , y en 624 sucedió á dicho san Melito en
la sede arzobispal de Cantorbery. El papa Bonifacio
, al enviarle el palio, le envió una caria cu
que le felicitaba por el gran número de almas que
habia ganado para Jesucristo, y alabando su paciencia
y su zelo . le exhortaba á perseverar hasta
el fin para no perder la gloriosa corona que lo esperaba.
Murió el día 10 de noviembre del año 027,
y fué sepultado en su catedral.
SAN LEÓN, CONFESOR.—Ignorárnoslas circunstancias
de su vida , y la época de su muerte. Solo
sabemos que floreció en Melun , en Francia.
LAS SANTAS TRIFENA Y TBIFOSA. — Eran dos
mujeres de la ciudad de lconio , en Licaonia , que
se convirtieron á Jesucristo por la predicación del
apóstol san Pablo, y por los ejemplos de santa
Tecla. Practicaron después todas las virtudes cristianas,
y estuvieron unidas al Apóstol con los vínculos
de la mas pura amistad. Ignoramos el género
de muerte que les cupo: algunos creen que fueron
martirizadas, y el cardenal Baronio supone que
murieron el año 58. San Pab'o en su epístola á
los romanos, cap. 16 , ver. 12, dice estas palabras.
« Saludad á Trifena y á Trifosa , que trabajan
en el Señor. »
Los SANTOS MILES , ABRÓSIMO , Y SINA , MÁR­
TIRES.— San Miles nació en la ciudad de Bazicheeñs
, y se educó en la corte de Persia. En su
juventud siguió la carrera militar, en la que llegó
á uno de los grados superiores; pero habiendo
abrazado el cristianismo, dejó la milicia, y se
retiró á Elam. cerca de Susa. Sus ejemplos y
exhortaciones convirtieron gran número de infieles
, y á instancia del obispo san Gadiabo consintió
en recibir las órdenes sagradas, y poco después
fué consagrado obispo se Susa. Desplegó un
zelo infaligable para la deslruccion del vicio v de
ia idolatría; pero pocos se aprovecharon de las fatigas
del santo, y este fué acusado al gobernador
Ilormisdas como enemigo de la religión nacional.
El gobernador mandó prenderle, y fué metido en
una oscura mazmorra , juntamente con el presbítero
Abrósimo , y el diácono Sina , que no quisieron
abandonarle. Los tres sufrieron dentio de poco
una cruel flagelación , y fueron remitidos otra vez
á la cárcel, donde permanecieron algunos meses
transidos de hambre y de miseria, Un dia fué llamado
el santo obispo á la presencia del mismo
gobernador, y mostrando la misma firmeza en no
querer adorar al sol, Ilormisdas lo clavó por sí
mismo un puñal en el pecho, de cuya herida murió.
Al dia siguiente, Abrósimo y Sina fueron conducidos
á lo alto de una colina , y murieron apedreados.
Sucedió esto el año 341, en tiempo del
rey de Persia , Sapor II.
SANTA TEOTISTA, VIRGEN. — Esta griega de
nación, floreció en la isla de Paros, haciendo vida
penitente. En sus primeros años habia consagrado
su virginidad á Dios , y llegó al término de su vida
adornada con su integridad bautismal. Los griegos
, que veneran mucho á esta santa , colocan su
muerte en el año 902.
SANTA OLIMPIA YSANRODION, MÁRTIRES.—
Conocieron en Roma al glorioso príncipe de los

240 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE 11
apóstoles, que les ensenó la religión de Jesucristo,
y les administró el bautismo. Galesinio dice,
que fueron discípulos ó imitadores de san Pedro,
\ que le siguieron en la corona del martirio , siendo
degollados en la misma Roma por orden del
emperador Nerón.
Dia H.
SAN ¡MARTÍN, ORISFO Y CONFESOR. — El bienaventurado
san Martin, obispo y dechado de santos
obispos, nació en un pueblo de Hungría , llamado
Sabana, y se crió en Italia , en la ciudad de
Pavía. Sus padres fueron gentiles, y según el siglo
, nobles. Su padre fué soldado y maestre de
campo, y deseó que su hijo se inclinase a las cosas
de la guerra , v de la gentilidad, como él: pero
Martin, siendo de diez años, contra la voluntad
de sus padres se fué á la iglesia, y pidió que le
hiciesen catecúmeno , y siendo de doce años, trató
de retirarse al yermo; y hubiéralo hecho, si su
tierna edad no se lo estorbara; mas con la voluntad
siempre se inclinaba a las cosas de piedad y
devoción, frecuentándolas iglesias, y apartándose
del bullicio del siglo , y conversando mas con
Dios, que con los hombres. Sucedió que el emperador
Constancio mandó que todos los hijos de
los soldados viejos se escribiesen y pusiesen en
lista para la guerra. Y" puesto caso que Martin
se pretendió excusar, no le fué posible; porque
su mismo padre lo descubrió, y así fué forzado á
tomar las armas, é ir á la guerra , llevando consigo
un criado, á quien trataba, nó como á criado,
sino como á compañero , sirviéndole tanto, como
era servido de él, descalzándole y limpiándole los
vestidos , y dándolo á comer en la mesa. Guardóse
con gran cuidado de los vicios que comunmente
acompañan á los soldados : el tratamiento
de su persona era llano y moderado, y mas parecía
de monje, que de soldado: era muy sufrido
y muy caritativo: socorría las necesidades
de cada uno, comopodia: consolaba con gran caridad
y gracia á los afligidos: visitaba los enfermos:
repartía liberalmente, lo que tenia, á los pobres;
y particularmente se enternecia , cuando
veia alguno desabrigado y desnudo: y en este
género de piedad fué notable un ejemplo , que
nos dejó de su gran misericordia; y fué así, que
estando un dia do invierno , en compañía de otros
soldados, á la puerta de la ciudad de Amiens
(que es cabeza de la provincia de Picardía en
Francia) , vino un pobrecito desnudo, temblando
y tiritando de frió, pidiendo alguna limosna para
abrigarse; y como los demás soldados no le socorriesen,
Martin, entendiendo que Dios le enviaba
aquella ocasión para merecer; no teniendo otra
cosa que dar al pobre, sacó su espada de la vaina,
y cortó por medio la clámide y vestidura militar
que llevaba, y dio una parte de ella al pobre,
y con la otra parte , lo mejor que pudo, se cubrió.
Dio este hecho mucho que reir á los hombres livianos
y vanos; y que llorar y materia de compungirse
á los cuerdos y graves. Yióse también,
cuan agradable habia sido á Dios aquella obra;
porque la noche siguiente le apareció Cristo nuestro
Señor cubierto con aquel pedazo de capa , d¡ciéndole
que mirase bien , si aquella era la vestidura
que él había dado un cha antes al pobre; y
volviéndose á una muchedumbre de ángeles, que
le acompañaban, con voz alta les dijo: Martin,
siendo aun catecúmeno, me ha cubierto con esta
v estidura.
2 Tanto estima el Señor lo que se hace con
el pobre por su amor, y lan bien paga cualquier
servicio que se le hace. No se desvaneció Martin
con este favor del Señor; antes reconociendo y
magnificando mas la gracia del cielo, se determinó
á retirarse á vida períecta : y mientras que no podía
romper las cadenas que lo tenian con ol cuerpo
en el siglo, vivir con el corazón y con el deseo
en el cielo; y así lo hacia. Mostróse bien que
Dios le guiaba , y le tenia de su mano ; porque
militando en el ejército de Juliano Apóstata, primo
hermano de Constancio, emperador, y habiendo
entrado los alemanes con un poderoso
ejército en Francia, pidió Martin licencia para
dejar las armas , y recogerse: y atribuyendo esto
Juliano á cobardía, y al temor de la batalla que
el dia siguiente so habia de dar á los enemigos;
Martin con grande ánimo le respondió, que para
que entendiese si el pedirle licencia nacia de deseo
de servir á Dios, ó de temor, quo él estaba
aparejado el día siguiente de ponerse al punto de
la batalla delante de la vanguardia, sin rodela ni
celada , ni otra arma alguna , sino de la señal do
la santa cruz, y con ella armado , entrar por medio
del escuadrón de los enemigos. Enojado Juliano
de estas palabras, y pareciéndole que eran
de soldado fanfarrón, le mandó prender, para el
dia siguiente ponerle desarmado al encuentro de
los enemigos. Mas estando todos suspensos, ó interpretando
cada uno, según su afecto , este hecho
, y aguardando el suceso, luego á la mañana
vinieron embajadores de los alemanes pidiendo
paz á Juliano , y sujetándose á su obediencia : lo
cual se atribuyó á la santidad y á las oraciones
de san Martin, que alcanzaron de Dios que trocase
los corazones de aquellos bárbaros , y diese
una tan señalada victoria, sin sangre, á Juliano,
para librar suavemente á Martin del peligro que
pudiera tener entre las espadas y lanzas, aunque
de ellas le podia librar con su brazo, poderoso. Despidióse
ele la guerra san Martin: y entendiendo
que el bienaventurado san Hilario, obispo de Putiers,
ílorecia en doctrina y santidad , se fué á él,
y se le dio por discípulo, deseando ser guiado por
su mano, y llevado á la perfección. Quiso san
Hilario ordenarle ele diácono; y él nunca lo consintió,
teniéndose por indigno; y al fin le hizo
exorcista , y san Martin lo aceptó, por ser oficio
(aunque eclesiástico) no de tanta honra y estima.
Estando en esto , tuvo revelación de Dios de volver
á su patria, para ayudar á sus padres que todavía
eran idólatras; y él, por obedecer al Señor,
bajó la cabeza, v tomando la bendición de san
Hilario, con muchas lágrimas do ambos, se despidió
de él y de los otros compañeros, avisando-

NOVIEMBRE, 11 LA LEYISND A DE 0110. 241
les que cu aquella jornada había de tener grandes
trabajos y dificultados.
'¿ No se engañó; porque al pasar los Alpes
cavó en manos de ladrones, que le quisieron matar
, y uno de ellos había ya ¡d/.ado la espada para
descargarla en la cabeza del sanio; pero fué detenido
, por voluntad del Señor, de otro que no
era tan inhumano; y en efeclo , le prendieron y le
ataron para despojarle. Preguntado quién era, y
si tenia miedo; respondió que era cristiano , y que
nunca había estado mas seguro y con menor temor;
porque sabia que en los mayores peligros
está Dios mas presente , piara ayudar á los que
conílan en él. Pudo tanto el ejemplo de su constancia
, y con las palabras que dijo á uno de aquellos
salteadores, que se convirtió V se hizo religioso
, y fué el que contó lo que en aquel trance les
habia pasado con san ¡Martín.
4 Siguiendo su camino v pasando á Milán , se
le apareció ol demonio en forma humana, y le
preguntó adonde iba. El santo le respondió (pie
iba donde le llevaba Dios. Entonces el demonio
le replicó: Do quieía que tú vayas, y cualquiera
cosa que tú emprendas, ten por cieno que el demonio
te será contrario. Aqui san Martin dijo aquel
verso del Profeta: Jhmimts iitilti adjttlor: non
timebo (¡uid facial mihi homo: El Señor es mi
ayudador, y por eso no temeré lo que el hombre
puede hacer contra mí: y diciendo estas palabras,
el engañador súbitamente desapareció. Llegado á
su patria , procuró con gran cuidado reducir á sus
padres al conocimiento y amor de Dios verdadero;
y la madre se convirtió , v su padre se quedó en
su ceguedad y dureza , con no poco sentimiento del
santo hijo , aunque Dios le consoló con otros muchos,
que por sus exhortaciones y ejemplos entraron
por las derechas sendas de nuestra santa
religión.
o También padeció mucho en esta jornada
por la defensa de la fé católica: porque habiéndose
extendido tanto y tomado muchas fuerzas
la herejía arriaría ; él con grande espíritu y zelo se
opuso á los herejes , de los cuales fué cruelmente
perseguido y preso, azotado y afrentado públicamente
, y con vanas injurias y penas maltratado;
de manera , que fué forzado a \ oh erse á Francia
en busca de su buen maestro san Hilario. Pero
habiendo entendido que él también había sido desterrado
de ella por la fé católica , se fué á Milán,
con intento de hacer un pequeño monasterio, y
estarse allí hasta que Dios le descubriese otra
cosa. Era en aquella sazón obispo de Milán Auxencio,
grandísimo hereje y cabeza de los arrianos;
y fueron lautas las molestias y malos tratamientos
que hizo á san Martin , que le echó de la
ciudad, y él determinó esconderse con un sacerdote
, gran siervo de Dios, que le hizo compañía
en una islela desierta del mar Tirreno , llamada
Galinaria. Allí estuvo sustentándose de las yerbas
del campo , hasta que supo que san Hilario habia
vuelto de su destierro á Francia , adonde le fué á
buscar, y fué recibido de él con singular gozo y
alegría. Aquí, fuera de la ciudad de Putiers, hizo
san Martin un pobre monasterio para sí, y para
TOMO IV.
algunos de los que le seguían. Entre estos fué un
catecúmeno , el cual oslando una vez san Martin
fuera del convento , cayó en una enfermedad lan
recia , (pro dentro de pocos días le quitó la vida , y
murió sin ser bautizado. Volvió el santo á su casa
, y hallo á sus monjes muy afligidos por lo (pie
había sucedido , yol cuerpo del difunto ya á punto
para darle sepultura. Llegóse á él triste y desconsolado
: miróle atentamente con gran sentimiento;
y con impulso particular de Dios mandó que todos
se saliesen de aquel aposento , y cerradas las puertas
se exlendiósobre el cuerpo frío del difunto: y
haciendo oración fervorosa suplicó al Señor que le
diese vida; y el Señor lo hizo, de manera, que
entrando en el aposento los que estaban aguardando
, hallaron vivo, con grande admiración y espanto,
ai que estaban para enterrar. Con esto el catecúmeno
resucitado, recibió luego el agua del sanio
bautismo , y vivió muchos años; y contaba , como
habiendo salido su alma del cuerpo , había sido
presentada rielante del tribunal de Dios, y que habia
sido condenada ó estar en lugares oscuros y
tenebrosos ; mas que después , entendiendo de los
ángeles que san Martin suplicaba por ella , el juez
se la mundo entregar, para que le restituveseu la
vida, y la presentasen de su parte á su siervo
Martin. Otra vez, habiendo entendido que un criado
de un hombre honrado y rico, llamado Lupicino
, se había ahorcado ; movido de lástima y
compasión de aquel hombre desventurado , y de
las lágrimas de una gran muchedumbre de gente
que le salió al camino llorando y lamentando esle
caso , se entró en el aposento donde estaba tendído
el cuerpo muerto; y haciendo oración por él,
se levantó Lupicino vivo , y lomando por la mano
al santo , le acompañó hasta la puerla de la casa,
en presencia de toda aquella multitud de gente,
que llena de gozo y de maravilla , no cesaba de
glorificar en san Martín la inmensa bondad y omnipotencia
del Criador.
6 Con estos milagros tan grandes y tan evidentes
de dos muertos resucitados , comenzó el
pueblo á tener á san Martin por varón apostólico,
y en las obras muy poderoso : y como en esle mismo
tiempo , por la muerte dei obispo , vacase la
Iglesia de Turs, todos pusieron los ojos en san
Martin , deseando que él fuese su prelado y su
pastor. Mas porque sabían que el lo rehusaría , y
que no le podrían sacar fácilmente do su monasterio;
un ciudadano , llamado llubico , fingiendo
que su mujer eslaba gravemente enferma , y suplicándole
que viniese á darle la bendición , lo sacó
del convenio con engaño. Tomáronle , como preso,
con la mucha gente que tenían puesta en celarla,
y le llevaron á la iglesia para hacerlo obispo , con
suma alegría y contentamiento universal de todo
el pueblo; aunque no faltaron algunos que repugnaron,
diciendo que era persona vil y de poca
presencia, desgreñado, mal vestido, y al fin, indigno
de ser obispo: pero, como el negocio era
do Dios, prevaleció la elección que él había hecho
en ol cielo, y fué confirmada en la tierra, no
sin algunas señales divinas: y san Martín fué puesto
en la silla , saltando lodos de placer v júbilo; y
:ii

2V2
LA LEYENDA DE ORO.
solo él llorando, por verse tan honrado y puesto
en una dignidad , de la cual él se lenia por lan
indigno.
7 Pero ¿quién podrá explicar las cosas que
oslo santísimo pastor hizo en apacentar y acrecentar
el rebaño que Dios le habia encomendado,
y cómo supo conservar la virtud de hombre particular
, y añadir las excelencias de hombro ¡jubileo
, y juntar en uno la humildad de monje , y la
vigilancia de prelado, y la acción de Marta con
la contemplación de María? Porque , á mas do haber
levantado en Francia monasterios de monjes,
fué el primero que jumó la vida monacal con la
clerical , como lo hizo san Agustín en África, y
de tal manera hermanó los ejercicios de los monasterios
con los de la Iglesia, que de su escuela
salieron muchos obispos excelentes en lo uno y en
lo otro, en la contemplación y en la acción. En
el tratamiento de su persona no hizo mudanza alguna
: la comida era la misma quo antes; el vestido
pobre y vil, comosolia. Retiróse á un monasterio
que edificó como media legua do la ciudad,
en un lugar algo fragoso y cercado del rio Luera,
donde \ivia con sus monjes , que eran ochenta , v
por la mayor parte de sangre noble, y criados antes
con mucho regalo: los cuales por amor de
Cristo se habian abrazado con su cruz , y movidos
con el ejemplo de san Martin , vivían en la tierra
como unos ángeles de! cielo. La habitación que
tenían era estrecha , y las celdas angostas y cavadas
en ¡a peña , y mas para meditar la muerte,
que para conservar la vida : ninguno lenia cosa
propia; todos vivían en común, comprar ó vender
á nadie se permitía : pocas veces salían de la
celda , sino para hacer oración en común : comían
lodos juntos á la larde , habiendo ayunado lodo el
dia: ninguno gustaba vino sino por enfermedad:
su vestido era , por la mayor parte , de pelos de
camello, huyendo de los paños delicados y de
precio, como escandalosos y contrarios al espíritu
de religión: á lodos sus discípulos era dechado
san Martín , y con sus ejemplos los incitaba á toda
perfección, y no menos con sus palabras y consejos
: recibía á los huéspedes, que venían de varias
parles á visitarle, con extraordinaria caridad y
humildad ; y él mismo les lavaba los pies , y les
daba aguamanos y servia ; y después de haberles
dado con templanza la refección del cuerpo, daba
al espíritu su pasto , y un convite suavísimo con sus
razonamientos espirituales: nunca perdía tiempo
de día ; y las noches las gastaba en vela y en oración:
dormía en oí suelo, cubierto de unáspeio
cilicio: de la comida y del sueño , no daba mas á
su cuerpo, de loque pedia la extrema necesidad:
guardábase con gran cautela de juzgar las intenciones
de otros, ó interpretaba cuanto podía sus
acciones, y echábalas á la mejor parte, mirando
siempre por la fama y reputación de sus prójimos:
compensaba las injurias quo le hacían , con oraciones
, y con llorar muchas lágrimas por los que so
las hacían , dando siempre bien por mal á los quo
le agraviaban : nunca le weion reír vanamente ni
estar triste , sino siempre con un mismo semblante,
y con la misma paz del alma y gravedad de ros-
KOYIEMBBF., 11
tro , en cualquiera variedad de cosas , prósperas y
adversas, alegres y tristes: la misericordia y limosna
para con los pobres , parece que habia nacido
con él , y que no oslaba en su mano dejar do
socorrer á cualquiera menesteroso , de la manera
que podía. Una vez, yendo á la iglesia á decir
misa una mañana de invierno , topó á un pobrecilo
desamparado que se moria de frío : mandó al arcediano
que lo vistiese: entró en la iglesia; y hecha
oración al Señor, se recogió á la sacristía para
vestirse. El arcediano, ó por descuido, ó por no
tener con qué , no remedió al pobre : el cual so
entró en la sacristía, y so puso dolante del santo
obispo, quejándose de que no le hubiesen proveído
como él lo habia mandado. Sintiólo mucho:
y haciendo apartar al pobre, sequiló la iónica, y
so la dio , sacándola como pudo debajo de la casulla
que ya tenia vestida; y saliendo después á
decir misa , quiso nuestro Señor honrarle , y mostrar
enán grata le había sido aquella caridad quo
habia usado con el pobre, haciendo que de la cabeza
del santo , al tiempo que estaba en el aliar,
saliesen rayos de luz , y una como llama de fuego,
la cual vieron (entre innumerable pueblo que allí
estaba ) solos tres monjes , un clérigo y una sania
doncella. ¿Pues qué diré do la paciencia , sufrimiento
y mansedumbre de este santo varón? ¿V do
los modos que tenia Dios para manifestarle , honrarle
y magnificarlo en la |ierro '•' Iba una vez visitando
su diócesis (lo cual hacia con sumo cuidado
y edificación) , y los que le acompañaban se
quedaron atrás. Topóse el sanio con una carroza
de soldados que caminaba muy aprisa : espantáronse
los caballos viéndole , y embarazáronse
de manera , que los soldados se embravecieron, y
con el enojo salieron del coche y juntamente fueía
de sí, y dieron muchos pa'os á san Martin, sin
conocerle , y lo maltrataron de suerte que cayó en
tierra medio muerto , sin abrir el santo la beca
para quejarse, ni decir palabra , ni mostrar sentimiento
ni amargura. Halláronle los compañeros
que le seguían, lícno de heridas y ensangrentado,
y con gran dolor le pusieron sobre el jumento en
que iba, mas el Señor castigó aquellos soldados
que con tanla impiedad habían puesto las manos
en su siervo; porque los caballos, como si fueran
de p.iedra , quedaron inmobles, sin poderlos mover
ni hacerles dar un paso : y conociendo que era
castigo do Dios, preguntaron quién era un pobre
caminante de tales y laies señas; y entendiendo
que era san Martin (cuyo nombro era mas conocido
que la persona), se echaron á sus pies , pidiéndole
humildemente perdón de su atrevimiento y locura:
y el santo, que había tenido revelación de lo quo
habia de suceder, y lo había dicho antes á sus compañeros,
los recibió amorosamente, y alcanzó con
sus oraciones de Dios que pudiesen partirse libremente.
No es menos notable la paciencia y mansedumbre
que usó con Jiricio , uno do sus clérigos:
el cual habiendo sido antes criado loablemente en
vida religiosa, después que se hizo clérigo comenzó
á desmandarse, y á darse á gustos y entretenimientos
y vanidades del siglo. Avisóle san
Martin , como padre,"del escándalo quo daba con

NOViESBllE, H LA LEYENDA DE ORO. 2'i3
su vida : y el pobre hombro , no solamente no so
enmendó y compungió con las palabras blandas
del santo , antes lomándolas por afrenta ó injuria,
uno al monasterio echando llamas do fuego por
los ojos, y con el rostro turbado y como fuera do
si, delante de mucha gente dijo mil injurias y baldones
á san Martin , y falló poco que no pusiese
en él Lis manos, 'labia visto el santo, antes que
Bricio llegase al monasterio, dos espíritus malignos
que le llamaban y le atizaban para que so vengase
de él: y por esto , y por su acostumbrada
suavidad , lo trató con tan grande mansedumbre,
que Brido quedó confuso y le pidió perdón , y con
sus oraciones alcanzó de Dios que se enmendase y
le sucediese en el obispado; y asi se lo dijo él mismo
, y que en él padecería mucho : y aunque
cuando el lo dijo pareció cosa de risa , y Bncio hizo
burla teniendo á san Martin por insensato; mas,
muerto que fué , se cumplió todo lo que él habia
profetizado , y con gran concordia del clero y del
pueblo fué elegido Bricio por prelado de aquella
Iglesia, y él la gobernó tan santamente, y padeció
tantas y tan graves persecuciones, que so
cumplió bien lo que san Martin le había pronosticado
, y fué santo , y como á tal le celebra la Iglesia
á los 13 de noviembre. Todo este buen sucoso
alcanzó san Martin con singular paciencia y mansedumbre,
con la cual sufrió ó Brido y le ganó
para Dios. Nunca se pudo acabar con él, que le
privase del grado que tenia , ni le castigase como
muchos se lo persuadían : á Ioscua'es respondía
el santo: Jesucristo sufrió á Judas: ¿y vosotros
no queréis que yo sufra á Bricio? Con esta
misma mansedumbre nunca se vengaba do las injurias
y agravios que se le hacían: con esta perdonaba
muy fácilmente á los que se reconocían,
y admitía á reconciliación y penitencia á los pecadores
que lloraban sus culpas, y él perpetuamente
se olvidaba de ellas, en tanto grado, que el demonio,
como enemigo do nuestra salud , una vez
lo reprendió de ello , y le dijo , que Dios no perdonaba
á los que le volvían las espaldas, y caían
en graves pecados : al cual ol santo respondió con
gran seguridad y confianza en Dios: Si tú, desventurado,
dejases de tentar á los hombres, y to
arrepintieses ; yo , confiado en la bondad dé Dios,
con gran seguridad le prometería su misericordia.
8 ¿Qué diré de las otras heroicas y esclarecidas
virtudes de este santísimo varón? ¿Especialmente
del zelo ardentísimo que tuvo de conservar
y amplificar en todas parles la fé católica? ¿Y de
aquella sed insaciable de ilustrar y exlender la
cristiana religión , y extinguir las reliquias de la
gentilidad , que en su tiempo aun duraban en algunas
parles? Yendo una vez á la ciudad deChartros,
hubo de pasar por una aldea que era toda
do gentiles : los cuales por la fama del santo salieron
lodos á verle, y concurrió lauta gente, que
los campos estaban cubiertos de labradores idólatras
, y sin conocimiento de Dios verdadero. Cuando
los vio el santo prelado, enternecióse en gran
manera, y con entrañable afecto, poniendo los
ojos en el cielo, comenzó á predicarles la palabra
de Dios , y convidados á la salud eterna , con un
sentimiento, y con unas palabras, voz y energía
tan grande, que se veía bien que no era él el (pie
hablaba , sino Dios en él: el cual para dar eficacia
á las palabras de san Martin, y confirmarlas
con su brazo poderoso, para bien de toda aquella
gente rústica y ciega , ordenó que una mujer le
trajese allí delante un hijo único que poco antes so
le liabia muerto, suplicándole que lo restituyese
la vida; pues era amigo de Dios, y tan fácilmente
lo pocha hacer. Juntáronse con los ruegos y con
las lágrimas de la madre, los sollozos y la intercesión
de lodo aquel pueblo; y san Martin, juzgando
que aquel milagro seria ocasión para que se
convirtiese a la fó de Cristo, hizo oración, y le
re-uciló y lo volvió vivo á su madre (que eslaba
pasmada , y como atónita y fuera de si de alegría),
en presencia de toda aquella gente , que movida
de lo que habia visto, alzando un grito al cielo,
corrió con grande ímpetu y se echó á los pies del
sanio, pidiéndole que los hiciese cristianos, quedando
él mas conlóelo por haber ganado aquellas
almas al Señor, que si hubiera conquistado un
reino, ó alcanzado cualquiera otra cosa temporal.
Con este mismo zelo procuro desarraigar la memoria
de toda gentilidad y culto profano , sin tener
cuenla con la dificultad de la empresa, ni con
el odio de los gentiles, ni con su peligro, ni
con la magnificencia y suntuosidad de los templos
y edificios que se ponia á derribar: y Dios
nuestro Señor le favorecía visiblemente, para
que saliese con su intento, y acabase cualquiera
cosa en que ponia su mano, por mas difícil
é imposible que pareciese. Quiso derribar una
torre alta y de ricas piedras, labrada con grande
arte y costo ; porque habia sido dedicada á un ídolo
: y habiéndolo encomendado á un clérigo , llamado
Marcelo , y entendido que él no lo había hecho
(porque no tenia aparejo para derribar una
máquina y un edificio tan fuerte); san Martin gastó
toda la noche en oración, y iuego ó la mañana
vino un ' torbellino de vientos , truenos, relámpagos
y ra vos sobre ella , y la arrancó sus cimientos,
y la asoló con espanto y admiración de todos. En
otro lugar eslaba una columna altísima , y encima
de ella un ídolo : y queriendo el santo arruinarlo,
v no teniendo forma para hacerlo , acudió
á sus acostumbradas armas , que eran la oración,
y súbitamente apareció en el cielo, á vista do lodos
los que allí estaban, otra columna, la cual,
cayendo con grandísimo Ímpetu sobre esta otra de
piedra , la desmenuzó, ó hizo polvos el ídolo que
sobre ella estaba. En otro lugar habia asolado un
templo de los gentiles, y quiso echar en tierra un
alto pino que allí eslaba, dedicado al demonio.
Opusiéronsele los gentiles, y uno de ellos, mas
atrevido y agudo, alzando la voz, lo dijo: Si tú
tienes tanta confianza en tu Dios, nosotros mismos
corlaremos eso árbol, con tal que tú , cuando cayere
, lo sostengas y sustentes con tus hombros.
Aceptó el partido : corlaron el árbol, y ataron al
santo pontífice por los pies , para que no pudiese
huir; vé!, como una estatua, se estuvo quedo,
sin moverse , con gran seguridad , hasta que indinándose
el árbol, y viniendo con gran ruido ácaer.

2's'i. LA I.EYEND. A DE ORO. NoYiEjinitE , 11
sobre él, fin turbarse nl/.ó el brazo, é hizo la señal
do la miz . y luego al momento ol juno se revolvió
a la parlo eonlraria, y falló poco que no
oprimiese v matase á los mismos gentiles que le
habian corlado : los cuales por un prodigio lan
extraño v lan repentino, alzando las manos y las
voces al cielo , se rindieron á la voluntad de san
Martin , y se convirtieron á Cristo : y do esta manera
en poco tiempo , por la diligencia y vigilancia
del santo prelado, se desarraigó de toda aquella
tierra la idolatría , y no quedó lugar quo no fuese
do cristianos, y lleno de iglesias y monasterios,
porque solia el siervo de Dios , en arrumando un
templo de demonios, edificar luego 'en el mismo
sitio una iglesia de Dios verdadero, ó un convenio
de religiosos para que en él fuese adorado. (Jira
vez, habiendo pegado fuego á un antiguo y noble
templo de ídolos, so levantó un aire recio, quo
llevaba el incendio á las casas á él vecinas, con
peligro do extenderse en las demás , y se temía
que con el sentimiento de su daño particular, aquellos
gentiles se armarían para vengar la destrucción
del templo, y la ruina de sus dioses. Entonces
san Martin , armado con la le de Cristo nuestro
Redentor, subiendo al tejado, se opuso contra
la llama que venia con gran furia: la cual, en
viendo al varón de Dios, en un momento volvió
atrás, y se retiró contra la violencia del viento; y
de esla manera quedaron las casas libres del fuego
y del peligro, y san Martin con su sola presencia
hizo lo que todo el pueblo con el agua y con otros
remedios no pudiera hacer. Otra vez , queriendo
asolar otro templo de ¡dolos muy famoso, por las
muchas riquezas que habia en él, y por la gran
superstición con que era venerado ; los gentiles ie
resistieron , y le echaron con ignominia y afrenta.
Retiróse el santo á hacer oración en un lugar allí
cerca , donde estuvo tres días continuos ayunando,
vestido de cilicio y cubierto de ceniza; y al cabo
do ellos le aparecieron dos soldados de la celestial
milicia , armados con escudo y lanza , y le dijeron
que venían á avadarlo en el nombre del Señor,
contra toda aquella muchedumbre de paganos: que
volviese seguramente á su empresa , y no temiese.
Volvió san Martin , y asoló el templo: destruyó
los altares y deshizo los ídolos, estando toda la
gente atónita , pasmada , é inmóbil: y conociendo
(pie aquella no era obra de hombre sino de Dios,
se convirtió á aquel Señor, que por medio de su
siervo la habia obrado, confesando que no eran
dioses los que no habian podido resistir ó un solo
hombre, y que solo era verdadero Dios el que
predicaba san Martin. -Xo es menos de maravillar
¡o que lo sucedió otra vez en la provincia de Borgoua
, donde queriendo el santo destruir un templo
de paganos, una grande muchedumbre de labradores
le hacian resistencia, y uno de ellos,
desenvainando la espada, vino para herir al santo;
y él. sin turbarse, súbitamente eclió el manto, y
tendió el cuello desnudo para que le hiriese: y
alzando el impio brazo para hacerlo, cayó allí do
espaldas delante de lodos, y quedó lan despavorido
y asombrado , que so postró á sus pies , y le
pichó perdón. Otra voz , en olro semejante caso,
queriendo un hombre malvado malario, so le cavó
la arma que, lema de las manos , y no pareció mas.
í) De esta manera anclaba san Martin ejercitando
su gran zelo en desarraigar la idolatría del
mundo, y amplificar el nombre v gloria de Dios,
y el mismo Señor le iba á él amparando y defendiendo
por una parte , y por otra ilustrándole y ensalzándole
con tantos v tan graneles milagros, y
haciéndolo glorioso, no solamente en los ojos de la
gente común, sino también de ¡os príncipes do la
tierra , como se vio en lo que acaeció con un señor
principal y procónsul, llamado Telracho, que era
gentil, y lema un criado gravísimamente atormentado
del demonio. Esto rogó asan Martin que pusiese
las manos sobre su criado y le sanase. Mandó
el santo que se lo trajesen; mas el demonio se hizo
fuerte , y no fué posible sacar al criado fuera de la
casa de su amo. Entonces Telradio suplicó á san
Martin que fncr-e á su casa , y curase aquel pobre
hombre; pero el santo no lo quiso hacer, ebeiéndole,
que no quería entrar encasa de hombre gentil
y profano; v con esto Telradlo prometió de hacerse
cristiano, si libraba á su criado del maligno
espíritu que le atormentaba , y san Martin entró y
le sanó, y Telradio so bautizó y reconoció siempre
á san Martin por padre de su alma , y como á
tal lo reverenció.
10 Mas admirable cosa es laque le sucedió
con un conde , que se llamaba Adiciano , hombre
cruel y áspero de condición , y que mas parecía
fiera que hombre. Este entró en la ciudad deTurs
una vez con ánimo de destruirla , atormentando á
muchos de ella con varios géneros de penas y
suplicios. La noche ames del día en que el conde
habia de ejecutar su crueldad , siendo san Martin
avisado de su mal míenlo , estando todos reposando
á su sueño suelto , se fué solo á la puerta del
palacio del conde y se puso en oración. Dormia
Adiciono muy sosegado , y oyó una voz que le
dijo : El siervo de Dios está tendido en el suelo á
tu puerta, ¿y tú duermes? Despavorido con esta
voz , salió de la cama , y llamando á sus criados,
les dijo , que san Martin estaba á su puerta , y les
mandó que luego le buscasen. Los criados (como
suelen) apenas salieron de los primeros aposentos,
y volvieron á su Señor , haciendo burla de lo que
les habia dicho , porque había sido sueño , y no
había tal hombre á su puerta. Creyólo Adiciano:
tornóse á dormir; y de nuevo se sintió reprender
con mayor fuerza y espanto. Levantóse luego,
y él mismo salió fuera do su casa, y halló al
santo que buscaba. Echóse á sus pies, y dijólo
que no tenia necesidad do decirle palabra ; porque
él haría todo lo que le mandase : que lo rogaba
que se partiese luego , para cpie la ira do Dios no
viniese sobre él. Partióse el santo ; y el conde llamó
luego á sus oficiales, y mandóles soltar todos
los presos que tenia para atormentarlos, y él,
se salió de la ciudad , quedando toda muy aíegre,
y como respirando, y alabando al Señor , porque
la habia librado , por medio de su pastor, do los
dientes de aquel lobo carnicero. Eialo tanto , quo
no se hartaba de sangre humana, y solamente parecía
hombre, en no ser tan cruel, cuando estaba

SOVIEÍI' r,!í , ! L
présenle san Marlin : ol cual vio un grandísimo
demonio á las espaldas de Adiciano , y con el soplo
le ahuyentó y lo echó de allí ; y desde aquella
hora comenzó Adiciano á ser mas blando y
benigno. No es de menor admiración lo que acaeció
á san ¡Martin con el emperador Valenliniano,
el m'.ivor, que de su condicicn era severo , y tenia
una mujer hereje arria na , que le instigaba contra
los católicos. Por esto habiendo sabido que san
Martin iba á tratar con él algunos negocios de que
él no gusiaba , mandó que no le dejasen enlrar
en palacio , por no tener ocasión de negarle lo
que le venia á pedir. Fué san Marlin una y dos
veces, y no pudo haber audiencia : y no por eso
perdió el áulico , antes se armó de oración, cilicio,
ceniza y aveno. El séptimo dia de su oración y
penitencia , vino un ángel del cielo que le elijo ,
que se fuese á palacio; porque hallaría las puertas
abiertas , y al príncipe mas blando y humano.
Hizo el santo lo que el ángel le ordenó; y halló la
entrada lan desembarazada, que sin que ninguno ie
pusiese estorbo, enlró hasta el aposento donde
eslaba el mismo emperador: el cual , en viéndole,
se enojó , y con rostro severo reprendió á los
criados que le habian dejado entrar , sin hacer
algún género de corlesla y de buena crianza con
el santo obispo; y él se eslaba quedo, sentado, sin
responderle: mas súbitamente cercó la silla en
que eslaba sentado una llama de fuego , y comenzó
á llegarse al cuerpo de Valenliniano; y él
conociendo que aquella no era cosa humana , se
levantó despavorido , y se humilló y reverenció al
santo : y sm esperar mas , le concedió lodo lo que
deseaba, y después le trató con mucha familiaridad
, y le convidó ó comer, y le ofreció vanos y
ricos presentes : los cuales san Marlin (como fiel
amigo de la pobreza) no quiso aceptar; y con mucha
edificación del emperador y de su corte , se
volvió á su Iglesia.
11 Así como no se dejaba vencer de las dificultades
y agravios en las cosas que emprendía
por servicio del Señor, así tampoco se desvanecía
en las prosperidades y favores do los príncipes :
untes siempre guardaba un mismo tenor de vida,
y con una apostólica majestad ajustaba la religiosa
modestia , como parece . en lo que lo sucedió con
el emperador Máximo. Habiendo ido san Martin,
para tratar con él de algunos negocios de gran candad
y gloria del Señor . fue recibido de Máximo
con suma veneración , v regalado y servido como
nn hombre venido del cielo. Entre otras rosas
(pie hizo el emperador , para favorecer á san Martin
, fué convidarle á comer consigo : y habiendo
linalmenle alcanzado ele él , con muchos ruegos é
instancia , que lo baria , se sentaron á la mesa ,
primero el emperador, luego el sanio obispo á su
lado , y otros tres glandes, el uno cónsul , el otro
hermano , y el tercero lio del emperador: entro
los cuales se sentó el clérigo que san Marlin llevaba
en su compañía. Yendo el convite adelante,
trajeron una copa grande de vino á la usanza ele
la tierra , y pusiéronla delante del emperador
para que bebiese: él, por el respeto que tuvo á
san Martin , mandó que se la diesen á él la copa
LA LEYENDA DE ORO.
para que bebiese primero . preiendiendo después
recibirla de su mano : mas el gran prelado , gustado
que hubo el vino, luego dio la copa á su clérigo
, juzgando que en la mesa no habia persona
( aunque fuese la del emperador) que se debiese
anteponer al sacerdote : y aunque pareció cosa
nueva y no usada de oíros obispos (que algunas
veces con andar indignamente en las corles . y procurar
la gracia de los ministros do los príncipes,
apocan y envilecen su dignidad), todavía el haber
sido en tal caso como despreciados , dio su edificación
al emperador v á los oíros señores que
allí estaban , porque lemán á san Martin por un
hombre mas divino que humano. No fué de menos
estima y admiración la honra que le hizo la emperatriz
, mujer de Máximo. Hallóse esta princesa
muchas veces con su marido á oir los razonamientos
del bienaventurado obispo , v las palabras de
vida que los decia , para despertarlos al menosprecio
de las cosas inciertas de esto siglo , y enamorarlos
y encenderlos al deseo de las eternas : y
reverenciando con viva fé y afecto castísimo en
Marlin la persona de Cristo (á mas de estar muchos
ralos á sus pies , como otra María Magdalena
á los de Crislo;, quiso ejercitar con él también el
oficio de Marta : para eslo le suplicó y le importunó,
que se dejase servir , y tomase una sobria
refección de su mano : y habiéndoselo negado muchas
veces el sanio ( porque no gustaba de semejantes
regalos de mujeres),interpuso la autoridad
del emperador, al cual se rindió el santo prelado
, por tenerle mas grato para las cosas del
servicio divino que de él pretendía. La devola
emperatriz ella misma por sí. le hizo semar ó la
mesa, y le dio aguamanos, y trajo la vianda que
ella misma habia aderezado , y le sirvió la copa,
y estuvo en pié mientras que. duró la comida ,
haciendo oficio de humilde criada,con los ojos bajos,
y con el corazón gozosa y atenta áservir al
santo obispo. Después levantó la mesa y recogió
las sobras , hasta las migajas de pan , teniéndolas
por preciosos reliquias y por un gran tesoro. Raro
ejemplo por cierto en una princesa lan grande,
de la reverencia que se debo á los sanios, y del
respeto con que se han de tratar los sacerdotes y
prelados; y mucho para nolar en tiempo lan esiragado
y perdido como al presento tenemos.
Admirable fué la humildad y devoción do la emperatriz
para honrar en su siervo al Señor , y
testificar la estima que tenia de aquel santísimo
prelado,á quien servia v veneraba en la tierra como
si hiera venido del cielo : pero (aunque por diferente
camino ) no es menos admirable lo que una
santa doncella hizo con san Marlin , nó por menospreciarle
, sino por aprecio y guarda do la castidad.
]labia una doncella principal y de extremada
virtud , la cual por vivir en mayor recogimiento
, apartada de los ojos y peligros de los hombros
, se había retirado á una casa suya de campo,
donde había vivido muchos años con gran fama de
santidad. San Marlin, yendo camino, pasó por
allí cerca donde aquella virgen moraba : y (pieriendo
el santo honrarla y animarla á llevar adelante
sus sanios propósitos . determinó visitarla, y

-2'fü LA LE VEN
hacer ron el ¡a lo (¡no nunca solia hacer con otras
mujeres , porque no las solía visitar. Ya que llegaba
á la puerta de su casa , avisaron á la doncella
de la gran merced que Dios le hacia, vendo
á visitarla un varón tan eminente y admirable.
Creyeron lodos que habia de alzar las manos al
cielo y recibirle como á tan gran ministro de
Dios, y tomar por testimonio de su recogimiento
el ver á san Martin en su casa ; pero ella estuvo
lan en si. que envió á suplicar al santo rpie no la
v íese , para que la puerta de su casa quedase mas
cerrada á lodos los otros hombres; pues no se
abria al que era mas que hombre. El santo
aceptó la excusa y la alabo , y se entendió cuan
recalada y cuan zelosa era de guardar su honestidad
la quo no queria ser vista de hombre , aunque
fuese de Martin. Envióle después la santa
doncella un presente y refresco : y el santo le recibió
con gran voluntad, diciendo , quo no era
justo que el sacerdote desechase lo que aquella
santa virgen le enviaba ; pues merecía ser preferida
ó muchos sacerdotes : y ¡os (pie iban en su
compañía se maravillaban que lo recibiese,
porque nunca solia recibir presente que se le enviase.
12 Acabando de contar san Severo Sulpicio
el ejemplo de esta virgen , dice estas palabras:
« Oigan las vírgenes este ejemplo: y para que los
malos no rodeen sus puertas, ciérrenlas también
a los buenos, y para que no lleguen á ellas con
libertad los ruines, no tengan empacho de excluir á
los sacerdotes con recato. Todo el mundo sepa que
una doncella no consintió que san Martín la viese.
iNo desechó solamente á cualquier sacerdote; pero
no quiso ver al que daba salud á los que le veían.»
Esto es de este autor.
13 Pero ¿qué maravilla es que hava tenido
san Martín tan gran paciencia , tan extremado sufrimiento,
tan excelente mansedumbre, tan ardiente
zelo de la gloria de Dios y de propagar su
religión , tanta fortaleza y constancia en los disfavores,
y tanta humildad y modestia en los favores
de los principes , y un espíritu excelso, magnánimo
y superior á lodos los casos prósperos y adversos
de la tierna? pues aunque oslaba con el
cuerpo en ella , con el corazón habitaba siempre
en el cielo , y por medio de la oración se regalaba
y entretenía con el Señor, y con los espíritus bienaventurados
de su corte celestial. Siempre tenia
á Dios pie-ente, y en todas las criaturas veia á
Dios , y ellas le servían de un libro , en que leía y
contemplaba las infinitas perfecciones del Criador,
y de todas las cosas sacaba conceptos delicados y
documentos provechosos, y semejanzas acomodadas
á la edificación de los que trataban con él. En
la iglesia estaba con lan grande devoción y reverencia
, que ninguno le vio en ella sentado ; siempre
estaba de rodillas , ó en pié , y con un rostro amarilo
y temeroso: y preguntada la causa, decía :
¿ÍS'ó queréis que lema ; quo está aquí Dios? Era
muy visitado de los santos ángeles, de san Pedro,
de san Pablo , de sania Tecla , do santa Inés y do
la Reina de los ángeles y Señora nuestra, ¡a Virgen
María. Ofreciendo el sanio sacrificio do la misa,
A DE O r \0. NOvn-::,n¡nE, 11
fué vista do su mano adornada de riquísimas piedras
preciosas; y en lorio era muy regalado y favorecido
del Señor: y tenia lan clara y lan soberana
luz por medio de su oración, que no se le
escondía cosa , y con grande facilidad distinguía
¡as tinieblas de la luz , y los embustes v lazos do
Satanás, de la verdadera v sólida visitación divina
, como se ve en lo que una vez hizo. No lejos
del monasterio de san Martin había un lugar muy
frecuentado de la gente , por pensar que habla en
él algunas reliquias de los mártires, y haber puesto
los obispos pasados un altar en honra de ellos : y
como san Martín inquiriese ei origen de aquella
devoción , y no hallase ni fundamento de ella ; túvola
por sospechosa, y determinó no ir á aquel
lugar por no autorizarle con su presencia , ni quitar
su devoción al pueblo. Pero un día , llevando
consigo algunos pocos de sus frailes , se fué á él,
é hizo oración á Dios, suplicándole que le revelase
lo que habia en aquel sepulcro. Yió luego una
sombra horrible y espantosa , á la cual mandó
que dijese quién era : y respondió quo ora el alma
de un ladrón , que habia sido muerto por sus delitos,
y era celebrado como mártir por encaño
del pueblo; pero quo él no tenia que ver con los
mártires: porque ellos estaban en la gloria, y él
en las penas del infierno. Con esto el santo mandó
derribar el aliar , y libró á su pueblo de aquel
engaño. Y por esle ejemplo , y algunos otros quo
han sucedido , hace la santa iglesia lan grande
examen de la vida y mi'agros de los que ha de
canonizar, para no proponer á los líeles por santos,
sino á los que es muy cierto y averiguado
que lo son. Pretendiendo el común enemigo engagañarle,
un dia, estando san Martin en su celda
orando , vino á é¡ rodeado do luz , vestido con ropas
reales , y con una corona de oro y piedras preciosas,
y el calzado rico y dorado á maravilla,
con un rostro sereno v alegre, y que ninguna cosa
parecía menos quo lo que era. Estuvo san Mariin
algo suspenso á la primera vista , hasta que el demonio
le dijo , que era ttristo que bajaba del cielo
á la tierra , y que lo habia querido visitar y manifestarse
primero á él , cpie á otros : y el santo,
entendiendo por revelación do Dios, que aquel no
era Cristo, sino nnticrisio, V enemigo de toda verdad
, le respondió: Nuc=lro Señor Jesucristo no
dijo que había do venir vestido do púrpura y
coronado y adornado do diadema , ni yo jamás
creeré que es Cristo , el que no viniere con el hábito
y (¡gura en que Cristo padeció, y no trajere
las señales do la cruz en su cuerpo, A esta voz
desapareció como humo aquel enemigo del género
humano, dejando un olor lan sucio y abominable
en la celda , que solo ha-duba para declarar quién
era, y lo quo pretendía. Fué tanto lo que osla
bestia temia á s-in Martin , y él la menospreciaba y
corría, que no se puede fácilmente creer. Por
donde, habiendo engañado á un monje, llamado
Analolio , con varias ilusiones, por las cuales el
pobre daba á entender que los ángeles le visitaban
; para probar que eslo ora verdad , una noche
apareció enlro los oíros monjes muy resplandeciente
, vestido con una ropa labrada con

xonrannu, 11 LA LEYENDA DEORO. 2 47
extremarla arte y primor, y estando todos sospechosos
v temiendo que no fuese, como era , engaño
del enemigo ; llevando al monje así vestido,
como por fuerza , á san Martin , aquella ropa desapareció
y el demonio descubrió la maraña , y
no se atrevió á parecer delante del santo, entendiendo
que toda aquella oscuridad se habia de deshacer
en presencia de tan grande luz.
i'v Porque tenia san Martin tan grande imperio
sobre los demonios , que, cuando llevaban a la
iglesia los que de ellos eran atormentados para
que el santo los sanase , en saliendo de la celda de
su monasterio para venir á la ciudad, eran tan.
espantosos los gestos que hacían , y tan horribles
los alaridos que daban , que luego se entendía por
cierto que el santo obispo venia á la iglesia. Y no
echaba á los demonios con amenazas, "voces y espantos
(como lo hacían ios otros exorcísias); mas
vestido de un áspero cilicio , y cubierto de ceniza,
se postraba en tierra , y con las armas de ¡a santa
oración los rendía y sujetaba.
15 Fueron tantos los milagros que san Martin
hizo en esle género y lodos los demás, para salud
de la almas y de los cuerpos , y para remedio de
lodos los males de los que á él se encomendaban,
que no se pueden en pocas palabras referir. Véalos
quien quisiere en san Severo Sulpicío , que con escribir
muchos , dice que son pocos , respecto de
los (¡ue deja : y en san Gregorio Turonense , que
escribió cuatro libros enteros de los milagros de san
Martín : á nosotros bástanos brevemente decir, que
fué tan milagroso y tan enriquecido de prodigios
divinos este santísimo varón , que parece que Dios
le habia hecho Señor do todas las criaturas , y dudóle
dominio sobre los demonios y sobre los hombres
, sobre los cielos y sobre los elementos , sobre
todas las enfermedades y sobre la misma
muerte, sobre las aves, los peces y los animales;
y que con su oración , con su palabra , con su invocación
, con óleo por él bendito , y con las cerdas
de su cilicio , y polvos de su sepulcro , y con
solo el nombre de Martin , hizo innumerables milagros
el Señor en su vida , y después de muerto,
para hacerle mas glorioso y venerable en todo el
mundo. Y no solamente hizo el Señor milagros por
intercesión de san Martin, para beneficio de muchos
otros, sino también para librarlo á él do los
peligi'os y males en que estaba : como le aconteció
una vez, que estando durmiendo encl suelo, se pegó
fuego al aposento en que estaba , y despertando el
sanio y viéndose cercado por todas parles de las
llamas , y queriendo abrir la puerta que oslaba
cerrada , no pudo; y volviéndose á Dios, se puso
en oración en medio de las llamas, las cuales se
retiraron y recogieron y huyeron , y el incendio so
apagó , y él quedó libre y sin lesión alguna. Acusábase
después por haber lardado lamo en recurrir
á la oración y hacer la señal do la cruz , y
por haber lomado antes otros medios humanos.
También luvo el don de profecía, y alumbrado con
el espíritu del cielo, anunció las cosas que habían
de suceder , mucho antes que sucediesen: entro
las cuales dijo á Máximo, emperador , (¡ue no pasase
á Italia ; porque si pasaba , aunque al princi-
pío alcanzaría viclona deValenliniano emperador,
el Mozo: después seria vencido y perderla , como
se perdió v pereció.
j(i Con haber sido esle gloriosísimo pontifico
tan admirable y tan grande en los ojos de Dios,
permitió rpie cayese en una culpa para ejemplo v
a\ iso nuestro : y fué así, que habiendo el emperador
MuMiniano mandado matar á Prisciliano, hereje,
por acusación y zelo indiscreto de algunos
obispos que lo hicieron juez de aquella causa eclesiástica
, y siendo por ello excomulgados , y comunicando
con él los otros obispos; por lisonjear á
Máximo, san Martin vino á Trévens, donde el
emperador estaba , para tratar con él algunos negocios
(legrando importancia para bien de la iglesia.
Y no queriendo al principio comunicar y tratar
con aquellos obispos, por verlos apartados de
la comunión de la Iglesia , después se dejó vencer;
poique el emperador sentía mucho que no lo hiciese
, v deseaba ganarle la voluntad , para alcanzar
de éi mas fácilmente el buen despacho délos
negocios que Iraia. Mas después lloró tanto esta
culpa, que para consolarle . fué menester que Dios
le enviase un ángel, (¡ue le dijo , que con razón se
compungía y lloraba aquella culpa . aunque había
tenido alguna excusa, por la ocasión y fin do hacer
mejor los negocios de Dios; pero que se enmendase
y cobrase su antigua constancia. Y como
después no echase los demonios de los cuerpos , ni
sanase á los enfermos con tanta facilidad como solía,
decia con muchas lágrimas, que por haber
comunicado con aquellos obispos apartados de la
Iglesia (aunque por tan breve tiempo, ycompelido
de la necesidad) Dios le había castigado y
disminuido la gracia de hacer milagros; y los diez
y seis años que después de esto vivió , se apartó
con gran cuidado de las juntas do los obispos, por
no caer en otro semejante peligro.
17 Había ya ¡legado nuestro santo obispo á
edad do ochenta y seis años, con grandes ansias
de verse libre ríe las miserias de osla vida , y de
gozar en la olra de la vista del Señor, v tuvo revelación
que Dios le quería cumplir sus deseos , y
que se llegaba ya su fin, y claramente lo dijo á sus
discípulos; mas no por esto dejó de velar sobre su
grey , y do hacer oficio de vigilante y solícito pastor;
porque habiendo sucedido cu aquellos días
cierta discordia entre los clérigos de un lugar (¡ue
se llamaba Condalo , determinó ir cu persona á
pacificarlos, juzgando que no podía acabar mas
dichosamente su vida , que dejando todas sus iglesias
en buena paz y concordia. Habiendo, ¡rúes,
ido, y con la divina gracia concertado las cosas á
su gusto; estando para volverse á su monasterio,
comenzó á sentir una gran flaqueza y falta do
fuerzas; y juntando sus discípulos, les dijo, que
ya aquella su casa de barro estaba para caer, y
que necesariamente los había do dejar. Levantaron
luego lodos un grito al cielo , y con tristes suspiros
, sollozos y lágrimas, le dijeron: ¿Porqué
nos desañiparas , padre santo? ¿A quién nos dejas,
desconsolados y afligidos? Los lobos hambrientos
darán en esto tu rebaño; y perdido el pastor,
¿quién de sus dientes so podrá defender? Ríen

248 LA LEY ENDA LEGRO. NOVÍEMIÍIIE, II
sabemos lus ansias y deseos encendidos do ver á
Crislo; maslu premio osla seguro, y por dilatarse
un poco, no se disminuirá. Ten cuenta con nuestra
necesidad; que quedamos en tan manifiesto
peligro. No pudo el siervo de Cristo dejar de'enternecerse,
cuando oyó las palabras lan tiernas y
dolorosas de sus discípulos, ni de llorar con los
que lloraban; y volviendo los ojos con grande
afecto al cielo, dijo: ü Señor, si yo todavía soy
necesario á tu pueblo , no huyo de trabajo : llágase
tu santísima voluntad en lodo. En las cuales
palabras mostró que oslaba suspenso , y que no
sabia cual de las dos cosas debía escoger , o quedar
en la tierra por Crislo, ó dejarla tierra por el
mismo Crislo; y diónos ejemplo que en lodas las
cosas nos debemos remitir á la voluntad dol Señor,
y ponernos en sus benditas manos con grande indiferencia,
para que haga do.nosolros en lodas lo
que fuere servido : y así hablando san Bernardo
de esla resignación de san Martin, dice oslas palabras:
« Ofrecido habéis, sanio glorioso, á vuestro
único lujo lsacc , que lanío amábades, y de
vuestra parle le sacribeasles. Habéis inmolado con
piadosa devoción el gozo singular de vuestro corazón
, estando aparejado para volver otra vez á
los peligros, y pelear de nuevo, y lomar nuevos
trabajos, y alargar las tentaciones, y dilatar aquella
tan gran felicidad y deseada compañía de los
espíritus bienaventurados, y estando ya á la puerta
do vuestra gloria, tornará ¡as miserias de esla
vida : y lo que es mas dificultoso , estar en tiempo
apartado de Crislo , si el mismo Cristo lo hubiera
querido.» Eslo es de san Bernardo. Estaba muy
fatigado de una recia calentura, sin allojar un
punto el rigor de su oración y meditación, echado
en el suelo en aquella regalada cama de ceniza y
cilicio , sustentando con la vehemencia del espíritu
la flaqueza del cuerpo, afirmando que de aquella
manera había de morir el cristiano, y el soldado
coalas armasen la mano: y como estuviese echado
de espaldas , mirando con grande atención al
cielo, le rogaron , que á lo menos se volviese sobro
un lado para descansar un poco; mas el sanio
respondió; Dejadme, hermanos, que \o miro antes
al cielo que á la tierra, para que el alma por
su camino derecho vaya á su Criador. Después de
esto , vio al demonio que so le puso delante; y él
con grande espíritu y confianza, lo dijo: ¿Qué
haces aqui, ó bestia sangrienta? No hallarás en
mí, traidor, cosa quo sea luya: el seno de Abrahan
me recibirá ; v con osla voz espiró. ¿Quién
se tendrá por seguro á la hora do la muerle do tan
mal encuentro, si no lo estuvo san Marlm? ¿A
quién de nosotros no acometerá ol que acometió
mas veces y tan gloriosamente le
que
habla
vencido? Quedó el cuerpo dol santo hermoso, Culi
la cara resplandeciente , y lodos aquellos miembros
mortificados, consumidos y secos, tan blancos,
frescos y tratables, que parecía que se iban trasformando
en el oslado de gloria. Y al mismo tiempo
so overon en el airo voces de suavísima armonía
que cantaban los ángeles, y no solamente fueron
oídas donde murió san Martin, y en su cámara,
sino también en la ciudad do Colonia el bienaveu-
turado san Severmo , obispo , y un arcediano suyo,
gozaron de aquella celestial consonancia: y el
misino san Severino tuvo revelación quo habia
durado aquella música lodo el tiempo que los infernales
ministros de la eterna justicia estaban al
paso , para detener y examinar (aunque en vano)
a san Marlm. De donde podemos sacar, con cuánto
rigor se Iralan los pecadores en la otra vida; pues
aun los justos son examinados tan por menudo. En
sabiendo el glorioso tránsito de san Martin , fue
increíble el sentimiento que todos aquellos pueblos
recibieron por haber perdido un lal padre , pastor,
y maestro, y único refugio en lodas sus tribulaciones.
Vinieron llenos de tristeza y amargura a
celebrar las exequias do su sanio obispo, en las
cuales so hallaron dos mil monjes todos criados
con la doctrina de tan gran pastor, y un coro do
vírgenes castísimas , y una muchedumbre de gente
innumerable , que viendo aquel cuerpo, y acordándose
de las virtudes de aquel espíritu , que aillos
le regia y ahora gozaba de Dios, por una parlo
lloraban su pérdida , y por otra se alegraban de su
ganancia, y con himnos, salmos y cánticos eclesiásticos
le llevaron con mayor pompa y triunfo,
que ningún emperador jamás triunfó, Hubo grande
contienda entre los pueblos de las ciudades de Puliers
y de Turs , sobre cuál de ellas habia de poseer
el cuerpo de san Martin , y gozar dotan piecior-o
tesoro , alegando cada una de las parles sus
razones: pero al fin los de Turs (cuyo obispo el
sanio había sido), durmiendo ios contrarios, y velando
ellos, llevaron á su ciudad el santo cuerpo
de su obispo, y lo sepultaron con grande honra,
devoción y reverencia. Fué ¡a muerte de san Martin
á los 11 del mes de noviembre, un domingo
en la noche , el año del Señor de 402 , siendo emperadores
los dos hermanos é hijos del gran Teodosio,
Arcadio y Honorio. Vivió san Marlm óchenla
y seis años; aunque en lo de su edad hay varias
opiniones : porque algunos le dan solos
ochenta y un años; pero el cardenal Baronio prueba
, que nació san Martin el año de 310, y comenzó
á militar do edad de diez y siete años, y
que se bautizó de treinta y tres, y de cuarenta dejó
de ser soldado , y quo murió el año del Señor
de 402, siendo de óchenla y seis, como lo podrá
ver ol que quisiere, en las anotaciones del Martirologio
romano . que están enmendadas en esta
postrera edición, y en el ni, iv y v lomo do sus anales.
Y de esla verdad so sigue ser falso lo que algunos
escriben , que san Ambrosio , estando en el
aliar para decir misa, se arrobó y se halló présenle
en espíritu al entierro de san Martin; porque
san Ambrosio murió cinco años antes quo san
Martin , y no pudo hallarse á su onlierro.
18 La vida de san Martin escribió san Severo
Sulpicio , obispo , que (como dijimos) fué amiguísimo
y discípulo suyo, y muy elocuente varón:
san Paulino , obispo do Ñola (que también conoció
á san Marlm , y estando casi ciego de un ojo , por
una nube que so le habia hecho en él, tocándole
san Martín con una esponjare sanó), escribió seis
libros en verso do su vida ; aunque olios hacen autor
déoslos seis fibrosa otro Paulino, quo vivió en

NOViKMiíKE , 11 LA LEYENDA DE ORO.
tiempo de Perpetuo, obispo de Turs, sesenta y
cuatro años después de la muerte de san Martin;
y san Gregorio Turonense, que asimismo por intercesión
do san Martin recibió la salud algunas
veces milagrosamente , comprendió en cuatro libros
sus milagros. Lo mismo hizo Venancio Forlunato,
obispo de Putiers, en otros cuatro libros
en verso, en reconocimiento de haberle Dios librado
de un dolor de ojos gravísimo por las oraciones
de san Martin, untándose con el agua de
su lámpara. San Odón, abad, escribióla historia
de la traslación del cuerpo de san Martin á Borgoña
, y un tratado de sus alabanzas; y otros muchos
santísimos varones ejercitaron sus ingenios y
estilo en escribir la vida y milagros de este santísimo
varón, como llerberno, obispo turonense,
Biquerio Mctenso, Giberto Gemblacense, Honorio
Auguslodunense : y de los griegos , Sozomeno v
Nicélbro Calixto.
19 En lodo el mundo ha sido celebérrima la
memoria de este santo , y hoy dia lo es, y mas en
el reino de Francia,-donde algunos escritores, que
escribieron después de la muerte de san Martín,
cuentan los años desde su muerte, como cosa lan
señalada y notable. Todos los que hablan de él
encarecen sobre manera sus virtudes, hazañas y
milagros. El gran patriarca san Benito tuvo tan
gran devoción á san Martín , que le edificó un oratorio
en el monle Casino; y san Mauro, abad, su
discípulo . siguiendo las pisadas de su santo padre,
junto á su monasterio le hizo una iglesia , y se retiró
ó una casilla cerca de ella, para aparejarse á
morir, y darse con mas fervor á la contemplación,
y allí estuvo dos años y medio , hasta que dio su
espíritu al Señor, y san Willebrordo , arzobispo,
y san Suviberto, obispo en la ciudad de Lítrecht,
consagraron la iglesia catedral en hoilra de san
Martin. San Gregorio Turonense dice de él : « O
bienaventurado varón, en cuyo tránsito cantan los
santos, y los ángeles se alegran, y toda la corte
celestial le sale á recibir, y el demonio se confunde,
y la Iglesia toma fuerzas, y los sacerdotes tienen
revelación de su gloria. San Miguel con los
ángeles le recibió, y la Virgen sacratísima con un
coro de innumerables vírgenes, y todo el paraíso
le tiene gozoso en compañía de los bienaventurados.
Pero ¿qué podemos nosotros decir de él? La
alabanza de Martin es aquel Señor, á quien él
nunca cesó de alabar. » San Bernardo dice de él,
que fué muchas veces mártir con el afecto do una
voluntad devotísima, y ensalza sus virtudes en
gran manera. El beato Pedro Damián le llama
noble confesor, gloria de los sacerdotes, perla preciosa
de los obispos , regla de los clérigos, y lumbre
y ornamento délos monjes : de cuya fama está
lleno el mundo, y creció tanto su virtud, que
parece que llegó á igualar con la de los apóstoles:
«Por toda la redondez de la tierra (dice)
so ha extendido la memoria de tan gran pontífice,
y do quiera que resuena la fé de Cristo', suena
también la vida de Martin. El emperador es glorificado
en su soldado; y el soldado es alabado en
el emperador: y la Iglesia do Turs, por tener el
cuerpo de Martin , ha sido enriquecida de los re-
Tomo IY-
2i9
yes, y adornada de los príncipes , y sublimada con
prerogalivas y privilegios de los romanos pontífices
: » y añade, que algunas iglesias catedrales se
han fundado á honra y nombre de san Martin. Pero
no solamente se han fundado muchas iglesias en
nombre de san Martín , sino también muchos pueblos
lian tomado eslo nombre por devoción, y
honra de este sanio. Odón, primer abad cluniacense
, escribió un tratado de las alabanzas do
san Martin, cuyo título es: Qubcl beaíissinms
Mariinuspar dwiíur aposlolis: Que el beatísimo
Martin se dice que es igual á los apóstoles: y
valo probando por la.santidad de la vida, por la
dignidad de obispo, por el zelo de las almas, y
por las innumerables quo convirtió , y por la muchedumbre
de milagros que hizo : guardando siempre
el respeto á la cumbre y majestad apostólica,
á la cual reconocen lodos los santos. Finalmente,
todas las naciones, provincias y reinos han sido
ilustrados con la vida esclarecida de este santísimo
pontífice, y favorecidos con sus milagros; y
los príncipes en la paz y en la guerra han experimentado
cuánto vale delante de Dios su intercesión:
y especialmente los revés de Francia, que
cuando sallan á la guerra, llevaban consigo el
manto de san Martin, pareciéndoles que con tal
prenda y defensor estaban seguros de la victoria.
De san Martín , á mas de los autores arriba referidos
, escribe el cardenal Baronio en sus anotaciones
del Martirologio romano , y en el ni. iv, v,
vi, vn y vm tomo do sus Anales.
SAN MENNA , SOLDADO Y MÁRTIR.—-Fué san
Menna egipcio de nación , soldado é iluslrísimo
mártir: el cual, hallándose de guarnición en una
ciudad de la provincia de Frigia , ó Asia Menor,
llamada Cólico , y hoy , á lo que dicen . Cuto ,
entendiendo que se publicaba un edicto de los emperadores
Diocleciano yMaximiano, muy riguroso
contra los cristianos; dejando el cinto y dignidad
militar,y el servicio de los emperadores, se retiró
á un desierto , donde estuvo cinco años , haciendo
vida solitaria y de grande aspereza , como ensayándose
con avunos , oraciones y penitencias, para
entrar en la batalla que esperaba, y dar su sangre
por el Señor. Pasados los cinco años, inspirado
por Dios , volvió á la ciudad un dia en que se
celebraban fiestas , y lodo el pueblo estaba junto
en el teatro para ver ciertos ejercicios militares,
como justas ó torneos.
2 Entró Menna en medio de este espectáculo
con vestido roto y vil , y como un hombre despreciado:
y con voz alta y rostro alegre y grave,
comenzó á decir aquellas palabras de ¡salas : « He
sido hallado de los que no me buscan , y manifestado
á los que no me preguntan ; » para dar á
entender que no venia forzado , sino de grado y
por su voluntad se ofrecía al martirio. Todos los
circunstantes pusieron luego ios ojos en Menna ,
maravillados de su traje , osadía y libertad. Echaron
mano de él: lleváronle á Pirro, presidente ,
y confesando que antes habia sido soldado de los
emperadores, y que era cristiano, le mandó llevar
á la cárcel, y por no interrumpir las fiestas que se
hacian,que el dia siguiente le presentasen delante

230 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEHMIE, 11
de su tribunal. Procuró el juez con blanduras y
palabras halagüeñas . ofrecimientos y promesas
tentar el pecho del santo mártir, y atraerle á
que , negando á Jesucristo , adorase á sus falsos
dioses: y como no le aprovechasen todas sus arles
y mañas , y el santo mártir le respondiese con
gran brio y libertad , convirtió toda aquella falsa
blandura en crueldad, y mandóle tender cu el
suelo, y azotar con nervios crudos; hasta que
obedeciese á los mandatos de los emperadores. Hiriéronle
muy crudamente , y salian de sus heridas
rios de sangre que regaban el lugar en que le atormentaban.
Levantáronle en el ecúleo : rasgaron
con uñas de hierro sus carnes : quemaron con hachas
encendidas sus costados : fregaron con un
cilicio áspero sus llagas, arrastraron su cuerpo
por el suelo sembrado de abrojos : quebrantáronle
de nuevo con varas y con plomadas: diéronle
grandes puñadas y golpes en su rostro ; y el valeroso
caballero de Cristo estaba con un corazón esforzado
y quieto , con un semblante sereno , con
una boca llena de risa (como si no fuera él, sino
otro el que padecía) haciendo burla de sus tormentos
, y pidiendo á los impíos ministros , que se
los acrecentasen ; porque decia que era poco lodo
lo que habia sufrido y todo lo que podía sufrir,
para lo que Dios merece y él deseaba sufrir por él;
de manera que el juez y sus ministros , y los mismos
atormentadores estaban atónitos de ver lan
extremada constancia y tanta alegría en tan graves
penas. Quisieron algunos antiguos amigos suyos
persuadirle que dejase aquella, que ellos llamaban
obstinación y locura , y que no perdiese la vida,
que es tan deseable , y las comodidades . honras y
regalos que podia tener : y él, como si fueran
silbos de una venenosa serpiente , así tapó sus oídos
á las palabras que le decían, teniendo por
enemigos capitales á todos los que, con la esperanza
de esta vida frágil y transitoria, le pretendían
apartar de la perdurable y eterna. Finalmente,
el presídenle, vista la constancia del soldado
del Señor, pronunció sentencia de muerte
contra él , mandando que fuese degollado y quemado.
Lleváronlo á un lugar llamado Potemia :
concurrió mucha genle á aquel espectáculo ; y él
con su vestido pobre , como persona que tenia en
poco lo de acá , levantando los ojos al cieio y
puesto su corazón en Dios , hizo oración y suplicó
con grande afecto al Señor, que en aquella hora
le favoreciese y le diese victoria por Jesucristo, su
Hijo ; para que . libre de las miserias de esta vida,
le pudiese ver y adorar , y gozar para siempre de
su gloriosa presencia. Acabada esta oración , fué
degollado , y su sagrado cuerpo echado al fuego
para ser quemado : mas fué el Señor servido , que
algunos hombres piadosos se dieron tan buena
maña y diligencia, que pudieron recoger del fuego
algunas de sus preciosas reliquias, y envolverlas en
lienzos limpios y ungüentos olorosos, y llevarlas á
su patria y colocarlas honoríficamente , como el
mismo santo , antes que muriese , se les habia
mandado. Fué al martirio de san Menna á los 11
de noviembre , por los años de Cristo de 290, imperando
los va nombrados Diocleciano v Maximia-
no. Hizo Dios muchos y muy grandes milagros
después de su muerte por este glorioso mártir, los
cuales refiere Timoteo , arzobispo alejandrino , y
los traen Metafraslo , Lipomano y Laurencio Su—
rio. Uno fué , yendo un caballero á Alejandría á
visitar algunas reliquias del santo mártir, que se
habian trasladado á un templo suntuoso que allí
se le habia edificado , y llegando á un pueblo llamado
Lojonera , entró en un mesón , y fué muerto
del mivno mesonero para hurtarle el dinero que
llevaba. Pero luego apareció san Momia, y resucitó
al muerto y convirtió á penitencia al matador; y
coa este milagro muchos gentiles recibieron la lumbre
del santo Evangelio , y otros herejes se redujeron
á la fé católica. Otro fué de un hombre rico
y devoto, llamado Eutropio : el cual, habiendo determinado
ofrecer al sanio un vaso de piala muy
rico y gracioso , después se arrepintió y resolvió de
darle otro del mismo poso , no de lan linda hechura
; mas llevando á lavar un esclavo suyo el vaso
de plata á una laguna , cayó en olla el vaso y
el esclavo que le llevaba ; y el sanio le socorrió,
de manera , que libró al mozo de las aguas con el
vaso en la mano: y el amo, reconociendo su culpa
y que habia hecho mal en trocar la voluntad que
antes habia tenido de dar el vaso mas hermoso al
santo, le ofreció los dos que tenia , y al esclavo
que san Menna habia librado de aquel peligro,
para que le sirviese perpetuamente en su templo.
También cuenta Timoteo olro milagro de una mujer
virtuosa , rica y honrada , que se determinó
ofrecer parle de su hacienda al santo mártir, para
tener hijos: y habiéndose puesto en camino, sola,
con este inlento y devoción , cayó en manos de un
hombre perdido , que quiso hacer fuerza á su castidad
: y como ella no consintiese, y aquel lazo
del demonio perseverase en su mal intento; san
Menna á caballo se puso delante de los dos , y tomando
sobre su caballo á la pobre mujer, que con
muchas lágrimas le invocaba , la llevó hasta su
templo y arrastró á aquel soldado y hombre facineroso
que la quería afrenlar: y de esla manera
la mujer quedó libre , y el hombre abrió los ojos y
reconoció su culpa , y pidió perdón al sanio , y
perseveró toda su vida en oración y penitencia.
También fué insigne milagro , el que obró Dios con
un judío por intercesión do este santo mártir: porque,
habiendo un judío rlado á un cristiano, grande
amigo suyo , una bolsa de dineros sellada para que
se la guardase ; después el cristiano , ciego con la
codicia, se la negó. Tomaron por partido , para
averiguar la verdad , que el cristiano jurase sobro
las reliquias de san Menna, si habia recibido aquel
dinero , ó nó, é hízolo el cristiano, creyendo neciamente
que no pecaba , por ser el otro judio. y
no cristiano. Pero el santo por una manera extraña
restituyó al judío su bolsa cerrada , y él se convirtió
con toda su casa y familia á nuestra religión ,
y el cristiano lloró su pecado , y ofreció al sanio la
milad de su hacienda, y se dedicó al servicio de su
templo y perseveró en él, llorando sus pecados v
haciendo penitencia toda su vida. De san Menna
esrriben lodos los Martirologios, el romano, el de
Boda, Usuardo. y Adon , y los griegos en su Me-

NOVIEMBRE , 12 LA LEYENDA DE ORO
nologio , y Melafraste, y los demás que escriben
vidas de sanios , porque (como dijimos) san Menna
fué muy ilusire , y muy celebrado en el Oriente.
Pero adviértase , que bay otro Merma, mártir,
que murió en Alejandría en tiempo del emperador
Maximiano , con oíros sus santos compañeros ,
cuya fiesta se celebra á los 10 de diciembre. El
cuerpo de eslo Menna alejandrino se trasladó á
Conslantinopla , donde el emperador Jusliniano le
edificó un templo , y algunos autores los confunden
. y de dos Mennas hacen uno.
* Los SANTOS VALENTÍN, FELICIANO, Y VIC­
TORINO , MÁRTIRES. •—Ferrarlo en los Sanios de
Italia dice, que fueron de Ravcna, cuva ciudad
ennoblecieron con la efusión de su sangre , durante
el reinado del emperador Dioclcclano.
SAN ATENODORO, MÁRTIR.-—Floreció en Mesopotamia,
durante el mismo reinado de Diocleciano.
El gobernador Eleusio ¡o mandó prender
por ser cristiano , y no habiendo podido lograr que
sacrificase á los ídolos, lo hizo azotar; después
lo metieron en una hoguera , de la cual lo sacaren
al momenlo para hacerle sufrir otros tormentos, v
por fin fué condenado á ser degollado. Cuando
iban á ejecutar la sentencia , el verdugo se cayó
desmayado , como impelido de una fuerza sobrenatural
: nadie se atrevió ni quiso hacer el oficio
de verdugo , y entonces , poniéndose el sanio en
oración, entregó su espíritu á Dios. Según el
padre Pagi, sucedió eslo el año 30o.
SAN VERANO, OBISPO Y CONFESOR. — Desde su
infancia mostró este santo que el Señor tenia sobre
él grandes designios. Era tan devoto de san Privado
, que quiso una vez pasar en oración toda la
noche que precede á la íiesla de aquel santo. A la
mañana siguiente, Verano fué á arrojarse á los pies
del obispo, pidiéndole la tonsura clerical, y cuando
la hubo recibido, dejó su patria y fuese á ocultar
en un lugar, cerca deCavaillon. Su santidad
y milagros no le permitieron oslar mucho tiempo
escondido. Entonces emprendió un viaje á Italia
para visitare! sepulcro de los sanios apóstoles, y
algún tiempo después volvió á Francia. El rey Si-
Jebcrto quiso verle , y lo hizo consagrar obispo
deCavaillon. Verano asistió al concilio II de Macón
, el año 585 , y tuvo mucha parte en los sabios
reglamentos que en él se publicaron. Fué uno
de los obispos enviados á París para quejarse al
rey Gotario !1 del asesinato del obispo san Pretéxtalo.
Childeberto II le estimó mucho, y quiso
que fuese padrino de su hijo Tierri, que heredó
después la corona. De la estimación de los príncipes
y de la veneración en que le tenia el pueblo,
se aprovechó el sanio para promover los intereses
de la religión , y murió gloriosamente por los últimos
años del siglo VI.
SAN BARTOLOMÉ, ABAD. — Floreció durante el
siglo XI en el territorio de Frascati. Su humildad,
su penitencia y su oración fueron pasmosas; y á
oslas virtudes unía una instrucción y una prudencia
en los consejos, que muchísimas personas se
pusieron bajo su dirección para andar por los caminos
de la santidad v conocer sus deberes. Murió
en el monasterio de Grotaferraia el año 10'ik.
231
y de su sepulcro salió virtud para curar toda clase
de enfermedades. Dejó escrita para edificación de
los solitarios la vida desanNilo.su compañero.
SAN EYODIO. OBISPO Y CONFESOR.—Fué obispo
dePuy,á cuya Iglesia dio grande esplendor no
solo por sus virtudes apostólicas, sino por la nueva
catedral que edificó , enriqueciéndola con muchas
reliquias y otras preciosidades, y por los privilegios
que lo alcanzó de la santa sede y de los
revés. Murió ó fines de! siglo VI.
SAN MENAS, ERMITAÑO.-—Vivió en el Abrucio
ó país de los Samni'as durante el siglo VI. Condenóse
á una soledad completa ; pero el Señor reveló
su existencia y mansión á olro siervo suyo,
que lo publicó, para que los cristianos se edificasen
con el espectáculo de las virtudes del sanio
solitario. El papa san Gregorio en su libro JJialo-
(jorum, lib. ni, cap. 20, habla de él con mucho
elogio. Murió en el Señor, el año 379.
m» ti.
SAN DIEGO DE ALCALÁ , CONFESOR.—El humilde
y bienaventurado P. Fr. Diego . religioso
de la orden del seráfico padre san Francisco, fué
de un lugar pequeño de Andalucía llamado san
Nicolás, entre Cazalla y Conslantiria. Vivió algún
liempo en su tierra , cerca de una iglesia antigua
y solitaria , en compañía de un devoto sacerdote
, ermitaño, trayendo el mismo hábito, y
ocupándose en santos ejercicios de oración y meditación.
Tenían los dos una huerta , la cual cultivaban
, así por huir la ociosidad , como por sustentar
su pobre vida. También se ocupaban en
hacer cucharas , escudillas, y semejantes cosas
de madera , las cuales , ó daban á los pobres, ó
venrlian , para hacer limosna del precio de ellas,
y ejercitar la caridad. Tenia ya desde este liempo
muy encendido y tan gran deseo de ser verdaderamente
pobre, y fraile de San Francisco , que
cuando quería afirmar mucho una cosa, decia:
Así me cumpla Dios mis deseos, que son ser fraile
de San Francisco. Con ese espíritu, volviendo
un día del pueblo á su recogimiento, halló cerca
de él una bolsa con dineros, y teniéndola por lenlacion
del demonio , no la quiso tocar ni llegarse
á ella; antes buscó un hombre que se la quitase
de allí, como lazo de Satanás, que le quena por
aquel camino desviar de su santo propósito.
2 El cual, favorecido del Señor, llevó adelante:
y para ponerlo mejor en ejecución, y seguir
las pisadas de Cristo, secretamente y sin dar
cuerna á nadie, salió de casa y dejó á sus padres
v parientes, y se fué á recibir el hábito de los Menores
en un monasterio recogido y devoto de la
observancia , llamado San Francisco de Arrizafa,
media legua de Córdoba. Allí tomó el estado mas
humilde de los conversos, ó frailes legos, que no
son del coro ; y mas sirven en oficios y trabajos
corporales del convenio. Hecha sn profesión, fué
por obediencia á las islas de Canaria , en compañía
de un sacerdote de la misma orden, llamado
Fr. Juan de Saniorcaz , varón de gran zelo y virtud
, que iba para plantar la fé en aquella gente

252 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 12
idólatra. Depararon á una de las islas , en donde
el santo Fr. Diego edificó un monasterio; y aunque
fraile lego , fué de él guardián. Ejercitábase
en la mortificación do su carne, y de su propia
voluntad , con oraciones , ayunos y penitencias,
sacrificándose continuamente al Señor, y aparejándose
por aquei largo y continuo martirio , para
derramar su sangre por la fó católica entre aquellos
bárbaros, como él lo deseaba. Con este fervoroso
deseo se embarcó en un navio, para pasar á
la Gran Canaria, que aun no era conquistada de
cristianos, y era poblada de gentiles , para alumbrarlos
con la luz del Evangelio, y si fuese menester,
morir en esta demanda.
3 Mas los que gobernaban el navio no se
atrevieron á saltar en tierra , por temor de aquella
gente feroz y bárbara, guardando Dios al santo
Fr. Diego para otras cosas de su servicio. Viendo
que se le negaba la entrada , dejando en aquellas
partes, donde habia estado, muchos rastros de su
bondad y virtud , y convertidos muchos idólatras
á nuestra fé con sus santas y fervorosas palabras;
por obediencia de sus prelados volvió á Andalucía,
y estuvo por morador en el convento de Nuestra
Señora de Loreto , tres leguas de Sevilla , y
después en San Lúcar de Barrameda. De allí el
año de 1450 (en que se celebraba jubileo en Boma
, y se hacía la canonización de san Bernardino
de Sena , y para ello se juntaron tres mil y ocho
cientos frailes de San Francisco) fué enviado ó
Roma, en compañía de un religioso de la misma
orden, llamado Fr. Alonso de Castro; y tuvo en
esta romería muchos trabajos, padeció grande pobreza
, hambre y necesidad; y habiendo caído
malo su compañero, le curó con gran caridad.
Lo mismo hizo con otros muchos enfermos de su
orden, que habían concurrido á Roma de diversas
provincias y naciones, todo el tiempo que estuvo
en aquella santa ciudad, que fueron trece semanas
, con lanío ardor de espíritu y encendida caridad
, que bien se echaba de ver que Dios le
ayudaba y favorecia en aquellos trabajos que él
tomaba por su amor. De Roma lornóel siervo de
Dios á Sevilla , y de allí en compañía de Fr. Rodrigo
de Ocaña, vicario provincial de Castilla, vino
al convento de Santa María de Jesús de Alcalá
de Henares, que á la sazón se edificaba de nuevo
por el arzobispo de Toledo don Alonso Carrillo.
En él moró, después que vino de Roma. trece
años que vivió, fuera de unos días que estuvo en
Nuestra Señora de Salceda, monasterio de la misma
provincia de Castilla. Aquí en Alcalá resplandeció
en obras admirables del servicio de Dios, y
en todo género de virtudes, adelantándose cada
día mas en su aprovechamiento , y moviendo á
todos los que le tralaban al temor santo del Señor
con su raro ejemplo; porque no se contentaba de
guardar perfectamente la regla de su seráfico padre
san Francisco , sino como buen hijo , procuraba
con todas sus fuerzas imitarle, y sacar un
perfeclísimo retrato de su vida celestial. Era humildísimo
sobre manera , y, como buen frailo
menor, teníase por menor, y poníase debajo de
los pies de todos: y de aquí le nació una paz y
una serenidad tan admirable en su alma, que ninguno
jamás le vio turbado, ni en trabajo alguno,
ó pesadumbre, que se le ofreciese, oyó de su boca
palabra airada ó descompuesta, ni notó cosa
que no oliese á perfecto varón : porque como no
lenia otra voluntad, sino la del Señor, en cuya
cruz él se gloriaba; cualquiera cosa que le sucedía,
la tomaba y reverenciaba como venida de
su mano, y con igual alegría le alababa en las cosas
prósperas y en las adversas. Trataba su cuerpo
con extremada aspereza , y ayunaba, y muchas
veces á pan y agua, y su comer era una
perpetua abstinencia: sus disciplinas eran tan rigurosas,
y sus vigilias tan continuas , que parecían
exceder las fuerzas de un cuerpo de carne:
echábase algunas veces , en tiempo de invierno,
en agua muy fría ó helada, para matar con aquel
frío el fuego do la concupiscencia, que el demonio
pretendía encender: su vestido era muy pobre y
áspero: ¡os pies siempre descalzos; y en efecto su
hábito , traje y compostura exterior , era una imagen
de la mortificación interior, y de la honestidad
de su alma. Con esta penitencia se juntaba,
como con su buena hermana , la continua oración
y elevación de su espíritu , porque oraba con tan
fervoroso afecto, que muchas veces fué visto su
cuerpo levantado en el aire, por la fuerza del alma
, que estaba arrebatada y absorta en Dios. La
pasión del Señor era todo su entretenimiento y
regalo , y para meditarla , muchas veces se ponía
en cruz, y quedaba tan tierno y encendido con
la memoria de ella, que muy á menudo hablaba
palabras de maravillosa eficacia de los dolores y
tormentos que por nosotros en el madero de la
santa cruz habia padecido el Señor. Traía en sus
manos una cruz de palo, para que nunca se aparlase
de su memoria la cruz de Cristo, y despertase
á sí mismo , y á todos los otros con quienes
trataba, á la consideración de la pasión de nuestro
Redentor. Fué también devotísimo del santísimo
Sacramento del aliar, y se aparejaba, para
recibirle con singular cuidado, y ayudaba á las
misas con grande reverencia y suavidad, sintiendo
con la presencia del Señor admirables dulzuras y
gustos espirituales en su alma. Lo mismo se echaba
de ver en los oficios divinos, especialmente las
fiestas y cuando incensaba , que era tan visitado
y tan regalado de Dios este siervo suyo, que muchas
veces salia de él una fragrancia y olor tan
suave , que en gran manera recreaba y elevaba
á los otros frailes. De la sacratísima Virgen María,
nuestra Señora, fué devotísimo : ayunaba todos los
sábados y las vigilias de todas las fiestas á pan
y agua , y con gran confianza recurría á ella en
todos sus trabajos , y en los de los prójimos: acostumbraba
con el aceite de su lámpara ungir los
enfermos, que venían á él, haciendo sobre ellos
la señal de la cruz , con la cual muchos quedaban
sanos. Pues ¿qué diré de la caridad para con Dios,
y de aquel tan abrasado deseo que tuvo del martirio,
y del cuidado que puso en ir y entrar en la
Gran Canaria, para derramar su sangre por él?
¿Qué de la compasión mas que de madre . con
que curaba los enfermos? A un mancebo que le

NOVIEMBRE, 12
nia el roslro leproso, y el cuerpo cubierlo de llagas
, se las lamia con su lengua : y romo le viese
un su compañero; él le dijo: l'ermano, así se
cura esla enfermedad. Siempre daba á los pobres
lodo cuanto tenia: y si alguna vez le faltaba que
dar , no le faltaba compasión , ternura , y sentimiento
de snsmales, ni dulces palabras, con que
los enviaba consolados. Tenia lan gran zelo de la
salvación de las almas, que se deshacía en lágrimas
y no se podia consolar , cuando sabia que
alguno estaba en pecado mortal. Reprendia á ios
que murmuraban de sus prójimos, disculpándolos
él, y excusando sus flaquezas, aunque fuesen
manifiestas; pero hacíalo con tanta mansedumbre
y benignidad , que los mismos que
eran reprendidos quedaban muy edificados y
enmendados. Fué de una simplicidad tan candida
, y lan prudente en todas sus obras y
palabras , que no se podia dudar ser enseñado y
guiado en todo lo que decía y hacia por el espíritu
del Señor: el cual le dio una luz lan sobrenatural
y lan soberana , que en algunas preguntas y
dificultades de las ciencias humanas daba tan altas
respuestas , que bien parecían derivadas del
aulor y maestro de loda sabiduría : y no es maravilla;
porque el alma humilde y sencilla es capaz
para ser enseñada de Dios y levantada á cosas
maravillosas y soberanas , como se ve en algunas
que hizo Dios con el sanio Fr. Diego, aun en el
tiempo que vivía; porque, partiendo una vez de
Cerrage para San Lúcar de Barrameda con su
compañero, y fallándoles la provisión necesaria
para aquel camino, que era largo y despoblado,
y hallándose el compañero muy flaco y descaecido
, él le consoló, asegurándole que Dios le proveería
en aquella necesidad: y así fué, porque
yendo un poco mas adelante, hallaron pan, vino,
pescado y una naranja, envuelto todo en un paño
limpio que por manos de ángeles habia enviado el
Señor: y haciéndole gracias, comieron alegremente
y quedaron muy confortados y consolados
ensus almas, por aquella bendición y regalo que les
habia enviado. Otra vez , estando en Sevilla , se
encontró en una calle con una mujer que venia
dando gritos como loca y fuera de si, porque un
hijo suyo se habia escondido en un horno de pan,
y sin saberse que eslaba allí babian encendido el
horno; y la pobre madre, viendo que no le podia
remediar, plañía y se lamentaba y salia fuera de
juicio. Compadecióse el santo Fr. Diego, por las
lágrimas y voces de la triste madre: y como él
era tan devoto de nuestra Señora , con gran confianza
la dijo , que se fuese luego á la iglesia mayor
á encomendarse á la santísima Virgen delante de
su imagen que allí eslaba , y que esperase en Dios
que su hijo seria libre. Ilízolo así aquella mujer; y
nueslra Señora socorrió á su hijo, sacándole sin lesión
alguna del horno en que loda la leña se habia
quemado. Divulgóse este milagro por la ciudad de
Sevilla, y acrecentóse la devoción con aquella
imagen, que llaman de la Antigua, donde después
se han hecho otros muchos milagros, tomando el
Señor por instrumento, para gloria do su Madre,
la devoción que el santo Fr. Diego la tenia.
LA LEYENDA DE ORO. 233
k Habiendo , pues, vivido con el ejemplo que
habernos dicho , y siendo lenido de (ocles los que
le conocian por santo , y acalado y reverenciado
como siervo y amigo de Dios, cargado de años
y rico de merecimientos, y deseando ya llegar al
puerto y verse con Dios , cayó en una grande enfermedad
de una apostema mortal que le nació
en un brazo. Entendió luego que Dios le llamaba,
y le. queria librar de la cárcel penosa y peligrosa
de esta vida : y aunque él eslaba siempre aparejado
para aquella jornada, se aparejó mas: recibió con
mucha devoción todos los sacramentos; y llegada
su hora , estando congregados los frailes , les pidió
perdón con muchas lágrimas, y que le diesen su
hábito y una cuerda de su religión, por amor do
Jesucristo: lo cual hizo por imitar á su padre san
Francisco, y morir como él, pobre y humilde.
Tomó luego una cruz de palo que tenia á su cabecera
, y la besó y llegó á sus ojos, y con gran ternura,
siendo simple y sin letras, dijo en latín: Dulce
¡ignum, dulces clavos, dulcía ferens pondera,
(jiiw solafuisti digna susünerc Jtegem cwlorum,
el JJominum , no sin grande admiración de los circunstantes
; porque ningún fraile del monasterio le
habia oido decir palabras semejantes en latín. En
acabando estas palabras dio su espíritu al Señor
que le habia criado, sábado á 12 días de noviembre,
año de 14-G3. Enterráronle en una capilla
del mismo monasterio de Santa María de
Jesús , y después de su muerte hizo Dios por intercesión
del santo Fr. Diego muchos milagros, que
refiere el P. Fr. Marcos de Lisboa en la Crónica
de san Francisco , donde el que quisiere los podrá
ver. El postrero que allí pone es el del príncipe
de España don Caídos , hijo primogénito del
católico rey don Felipe-, II de este nombre : el
cual estando el año de 1362 en Alcalá para morir
, y desahuciado de los médicos , le apareció el
santo Fr. Diego: y (rayéndole después su cuerpo,
y tocándole de la manera que pudo , alcanzó por
sus merecimientos vida y salud ; y luego que pudo
, fué á visitar la capilla donde estaba el cuerpo
del santo, y á darle gracias por el beneficio que
por su mano habia recibido del Señor. Por este
milagro tan notorio , y por otros muchos que el
santo obró, á instancia del rey don Felipe la
santidad del papa Sixto V canonizó al santo Fr.
Diego , día de la Visitación de nueslra Señora , á
2 de julio del año del Señor de 1388. Escribió su
vida Fr. Marcos de Lisboa en la Crónica de su orden
de san Francisco; y Pedro Galesino , prolonolario
apostólico, y Francisco Peña, auditor de
Rola, por orden del papa, escribieron tres libros
de su vida y canonización. Pues ¿quién no ve en
la vida de este pobrecito y rico , rústico y nobilísimo
, idiota y santísimo varón, fraile lego y sublimado
de Dios, las maravillas y grandezas del Se­
ñor? ¿Y que no da su gracia por nobleza,
riqueza , ni por letras, estados , ni dignidades , sino
por su sola bondad? ¿Y que levanta á los humildes
y se complace en ellos, y conversa y se regala
con ellos, y los llena de divinos dones, dejando
vacíos á los sabios y poderosos , que se desvanecen
con su saber y poder , y atribuyen á sí lo que

25V
es propio de su :oLerana majestad? De aquí es
(¡ue en las religiones , y especialmenle en la del
seráfico padre san Francisco, ha habido laníos
religiosos legos que han florecido con extremada
sumidad : porque como el oslado de los legos es
mas aparejado para ejerciiar la humildad, la caridad
v la oración , que son las tres principales
\irtudes del religioso, y como una bre\e suma de
todo lo cpie debe hacer para consigo, y para con
los prójimos, y para con Dios; los que se saben
aprovechar de este eslado, con menos trabajo y
dificultad salen eminentes en estas tres virtudes;
v la bajeza de su mismo estado y su humillación
los dispone v hace mas hábiles para la humildad,
v las ocupaciones en ayudar ó los otros para alcanzar
la caridad ; y esas mismas ocupaciones,' por
ser mas de manos, que de estudio y especulación,
no distraen ni derraman el corazón, de manera
que no puedan juntamente trabajar y orar. En eslas
tres virtudes se ejercitan todos los buenos religiosos
legos, y aprovechan tanto en la escuela
de la religión, que quien pesare con justo peso
sus vidas tendrá mas envidia á su humilde estado,
que á los otros mas preciados del mundo. Atendiendo
á esto muchos hombres honrados y de buenas
partes, que pudieran lucir y parecer loablemente
en el estado sacerdotal , escogieron el de
legos , teniéndole por mas quieto y seguro. De estos
hubo muchos en la orden de San Francisco, especialmente
en su principios : á los cuales el bienaventurado
padre llamaba madres en su religión,
que criaban los hijos con la leche del zelo de la
pobreza y caridad : porque eran como unas piadosas
y tiernas madres, que servían á sus padres,
como si fueran sus lujos , y para que ellos se pudiesen
emplearen los ministerios espirituales, los
descargaban del cuidado de las cosas temporales:
v por una parte era tan intenso el fervor de su caridad
para con lodos, que sin tener cuenta consigo
, luego acudian á cualquiera que de ellos tuv
iese necesidad , y la socorrían, aunque muchas
veces fáltase para ellos mismos; y por otra parte
eran lan zelosos del bien de su religión . y tan deseosos
que todos se amoldasen y ajustasen con su
regla, y ia guardasen consuma observancia, que
llevaban mal cualquiera falta que hubiese en ella.
De estos bienaventurados legos fué unoel santo
Fr.Diego , ejemplo de religiosos y espejo de almas
sencillas y puras, y ornamento de aquel humilde
estado , que cuanto en los ojos del mundo
tiene menos estima,
del Señor.
tanto es mas precioso en los
SAN MARTÍN, PAPA Y MÁRTIR. — Fué san Martin
. papa , Ido este nombre, natural deLodi, ciudad
de Toscana , é hijo do Fabricio , hombre santísimo
y de heroicas virtudes. Sucedió en el sumo
pontificado á Teodoro, el 1.° dia del mes de
julio , del año del Señor de 649 , siendo emperador
Constante II, nielo del emperador Ileraclio:
el cual Conslanle, engañado de Paulo, patriarca
(le Conslaniinopla , bebió la ponzoña y herejía de
los monolehlas , que ponian en Ciislo una sola voluntad
. y por consiguiente negaban en él las dos
naturalezas , divina y humana. De tal. manera se
LA LEYENDA DE ORO. NUVIEMUHE , 12
pervirtió el desventurado emperador, que lomó la
protección de los herejes, y pretendió que todos
siguiesen la creencia que él habia abrazado, y
con maña y fuerza amplificar su falsa religión.
Para esto hizo escribir una confesión de su fé , y
fórmula de lo que creia , quo llamó Typo,-y envióla
á san Martin en el principio de su pontificado,
para que la aprobase con su autoridad : mas el santo
pontífice la rechazó y reprobó , como cosa maldita
y descomulgada , respondiendo con gran constancia
, que aunque todo el mundo se apartase de
la fé apostólica y doctrina evangélica , él no dejaría
un punto do seguirla , ni se espantaría con los terrores
de! emperador, ni lo ablandaría con sus
promesas, hasta dar la vida y toda su sangre por
la verdad católica. Y para atajar los males que de
la violencia y mal ánimo del emperador se podían
temer , despachó con brevedad sus embajadores
á Conslaniinopla , con letras suyas para el
patriarca Paulo, rogándole "amorosamente que no
porfiase en su error, ni se apartase de lo que laníos
y lan santos varones en muchos solemnes concilios
habian determinado. No aprovechó esta diligencia
y comedimiento del sanio pontífice Martin
para reducir al patriarca ; antes él se embraveció,
y ciego , soberbio y obstinado, acabó con el emperador
que se prendiesen los embajadores del papa,
y se desterrasen en diferentes islas , donde padecieron
grandísimos trabajos y calamidades. Sintió
este atrevimiento é injuria san Martin (como era
razón): convocó concilio en Roma de cíenlo y
cinco obispos; y en él se determinaron de nuevo
las verdades de nuestra sania fé , y aquellos errores
fueron condenados y anatematizados , con sus
autores, Pirro, Ciro y Sergio , patriarcas, ya difuntos,
y execrado Paulo que vivía , y privado él
y todos sus secuaces (de cualquiera condición quo
fuesen) de toda dignidad. Y puraque mas fácilmente
viniesen á noticia do lodos los cánones y
decretos de aquel santo concilio , san Martin mandó
hacer muchos traslados de ellos, y los envío por
varías parles del mundo á los obispos, presbíteros,
diáconos, abades y á toda la Iglesia calóiica : la
cual los recibió con grande aplauso y veneración,
conformándose en todo con su cabeza , como debía.
Fué este un hecho de admirable espíritu y
singular valor y constancia del sanio pontifico ;
porque viendo que ninguno de los patriarcas de
Oriente era católico, y que el mismo emperador
era hereje, y defensor poderoso y pertinaz de los
herejes, y que para propagar su perfidia é inficionará
ludia, habia enviado á ella gobernador
á propósito con aquel detestable Tipoy confesión
suya, y que la misma Italia estaba oprimida con
las armas del rey de los longobardos . que era hereje
arriano; no dudó el santísimo pontífice en un
(¡empo lan apiolado y calamitoso , luego que se
senlo en su silla apostólica , oponerse al emperrdor
y resistirlo valerosamente, hasta derramar la
sangro por la fé católica. Enseñó con este ejemplo
á los príncipes, que no son ellos jueces de las causas
eclesiásticas , ni de la fé; y á los sacerdotes y
prelados (á quienes pertenecen) la vigilancia y
constancia con que las deben amparar y defender.

NOVIEMBRE, 12 LA LEYENDA DE 0110
2 Cuando el emperador Constante supo lo
que el papa Martin habia hecho, salió casi des!;
y lleno de rania y furor, determinó prender ó
matar al papa, en venganza de la injuria que de
él le parecia había recibido. Para esto proveyó á
Olimpio, su camarero (que era hereje como él),
del exarca'o ó gobernación de Italia. Mandóle,
que en llegando á ella sembrase la herejía ; y si el
papa se lo quisiese estorbar, que le prendiese ó
lo matase. Olimpio, luego (pie llegó á Ravena
(que era la residencia en aquel tiempo de los exarcos
), recogió la mas gente que pudo, y vino á
Roma, y comenzó á persuadirá muchas personas
principales que complaciesen en este caso al emperador.
Todos, así clérigos como seglares, le
dieron per respuesta, que no entendían creer ni
confesar mas de lo que su pontífice en el concilio
lateranenso de los ciento y cinco obispos había
determinado. Como el exarco vio que los medios
blandos no le aprovechaban, y que el sumo pontífico
era muy bien quisto en Roma , y sacarle de
ella muy dificultoso , determinó matarle. Para hacerlo
mas fácilmente , fingió quererse comulgar de
mano del mismo santo pontífice: y un día que decia
misa solemne en la iglesia de Santa María la
Mayor, dio orden á uno de su guarda, que al tiempo
que él estuviese de rodillas delante del altar
para comulgar, le diese la espada, para con ella
dar la muerte al que lo estaba dando el pan de
vida. ¡Adonde no llega la malicia del hombre!
¡A qué abismo de maldad no se arroja un ministro
ambicioso, para dar gusto á su príncipe! ¡Cómo
toma máscara de piedad contra la misma piedad,
y rebozo de la religión contra la misma religión!
Mas el Señor, que eslá en el cielo y ve el corazón
del hombre, hace burla de él y lo descubre.
Al misino tiempo que aquel savon cruel quiso
ejecutar su maldad , y dar la espada á Olimpio,
se cegó de ial manera , que jamás pudo atinar á
ver ni conocer al papa : el cual no solamente estaba
en el altar rodeado de ángeles para su defensa
, sino también del Rey de los ángeles, que
tenia en sus sagradas manos. Con esto se salió
el soldado sin poner en ejecución lo que Olimpio
le habia mandado, ni cometer aquel tan horroroso
sacrilegio; y el santo pontífice por entonces se libró
de sus manos: porque Olimpio, sabido el
milagro que Dios había obrado, se reconcilió con
san Martin , y so partió para Sicilia (que caía en
su gobernación) para resistir á los moros, que
hacían grandes daños en aquella isla, así en la
costa, como dentro de la tierra. Vino con ellos á
batalla; y aunque los venció, quedó su ejército
tan destrozado , que parecía mas vencido que vencedor:
y por justo juicio de Dios, dentro de pocos
días murió de cansancio y de una dolencia , ¡tara
que pagase el horrible delito con que habia pretendido
quitar la vida al santo pontífice y vicario
del Emperador del cielo , por agradar y servir al
de la tierra. Mas Constante, cuando supo la muerte
de Olimpio , envió á Italia por exarco á Teodoro
Caliopa, que otra vez habia tenido aquella
dignidad, y gobernádose tan bien en ella , que
el santo pontífice Martín y toda la gente cuerda
y pacífica se holgó mucho con su venida , crevendo
que seria él el que habia sido, v que daría
buena cuenta de sí en las cosas de paz y de la
guerra: pero engañáronse mucho; porque el emperador
le mandó secretamente que prendiese al
papa, y se lo enviase á buen recaudo á Coaslantinopla
, y no fiándose de él, le dio , para acompañarle
para el negocio de la prisión, á Paulo Peladlo
, criado suyo , de quien lenia satisfacción que
haría fielmente todo lo que le mandaba: mas no
era menester aquella segundad ; porque Caliopa
venia muy trocado, y con gran deseo de dar gusto
al emperador: y así, en llegando á Roma , aunque
al principio (para engañar mejor, como lo suelen
hacer los políticos )se mostró muy católico y amigo
do la fé romana (porque vio al clero y al pmiblo
muy puesto en seguir á su pastor, y que anatematizaba
á lodos los que se apartaban de ella ; un
día , estando el santo pontífice en San Juan de Letran
, doliente y bien descuidado de la traición que
Teodoro le tramaba, y echado en una camilla delante
del altar (donde después de las vigilias en
las noches solía algún tanto reposar ), entró gente
armada . y con gran ruido y alboroto echó mano
de él; y cargado do prisiones muy ásperas, Teodoro
lo entregó á Paulo Peladlo para que lo llevase
al emperador. No quiso el santo pastor resistir
á la violencia de aquellos lobos rabiosos; antes
, como cordero manso , se entregó á sus manos
para que le matasen. Hubo grande escándalo y
turbación en Roma por un caso tan extraño : y
cuando se supo que querían llevar á Conslanlinopla
á su santo maestro , muchos del clero se determinaron
acompañarle y servirle por el camino con
sus personas y haciendas; mas fueron prohibidos
y amenazados como enemigos del emperador y
amigos de su enemigo : y así desamparado de lodos
lo llevaron á Conslaulinopla , muy maltratado
y afrentado , publicando contra él por todas partes
por donde pasaba grandes calumnias y maldades.
Holgóse el malvado Constante con esla presa lodo
lo posible: echáronle en una cárcel áspera y lóbrega
, donde estuvo noventa y dos dias, sin hablar
con nadie: lleváronle después á diversos jueces
y tribunales, con grande escarnio y gritería;
y volviéronle otra vez á ia cárcel cargado de hierro
, en compañía de ladrones, donde estuvo otros
muchos dias consumido de frío , y de la estrechez
y mal olor de la cárcel. Mas viendo el emperador
y sus ministros que por ningún camino podian
ablandar aquel pecho fuerte del santo pontífice,
ni hacer mella en él , ma= que si fuera de acero ó
de diamante, v que claramente les decía que aunque
le hiciesen tajadas no comunicaría con la Iglesia
de Conslantinopla , ni se apartaría un punto de
la fé (pie enseñaba la romana; le desterraron á
Quersoneso, en lo último del Pomo Euxíno, tierra
frígidísima y casi inhabitable , en donde muchos
años anles san Clemente, papa, estuvo desterrado
y acabó la vida. Aquí el bienaventurado san
Martin fué tan maltratado y afligido, y padeció
lanías calamidades, y tuvo tan extremada pobreza
y falta de todo lo necesario para la vida humana
, que el mismo santo en una epístola dice es-

230 LA LEYEND. A DE ORO. KOVIEMRRE, 12
tas palabras: «Yo glorifico al Señor porque nos
envía las tribulaciones como él sabe que conviene,
especialmente viendo que en esta tierra es tan
grande la hambre y la necesidad, que el pan se
nombra v no se ve, y si de allá no se nos envia
algún socorro, es imposible vivir aquí. El espíritu
está pronto, la carne Haca :» y en otra epístola,
después de haber encarecido su pobreza y necesidad
, añade estas palabras: « El Señor tendrá cuidado
de este mi cuerpo flaco y vil , y le gobernará
como fuere servido, ahora sea afligiéndome con
continuas tribulaciones; ahora dándome algún refrigerio
y breve reposo. El Señor está cerca , y así
no hay para que tener solicitud : porque confio cu
su misericordia , que me encaminará á lo que mas
le agradare, y hará do mí su voluntad. Saludad
á todos en el Señor, especialmente á los que por
su amor se han compadecido de mis cadenas y trabajos.»
Esto es del mismo san Martin : el cual
dentro do pocos chas vino á morir con grandísima
paciencia , como glorioso mártir de Cristo nuestro
Señor. Falleció en el año Gol, á '12 días del mes
de noviembre, en que la Iglesia católica celebra su
fiesta, habiendo tenido la silla de san Pedro , sega
n el cardenal liaromo, seis años, tres meses y
doce días. Ilustró el Señor á este santísimo pontífice
v esclarecido mártir con muchos milagros
que obro en vicia ven muerte; porque aun en el
tiempo que estaba en Conslantinopla aprisionado
y afligido , dio vista á un ciego con su oración , como
¡o escribe san Audoeno , obispo de Roban , en
la vida de san Eligió: y después que murió, dice
el autor que escribe su desherró y martirio, y fué
su compañero y testigo de vista , que lodos los enfermos
de varias dolencias , llegando á su santo
sepulcro, sanaban de ellas : los ciegos eran alumbrados
: los sordos oian : los mudos hablaban : los
mancos y cojos sanaban: los endemoniados quedaban
libres ; y ninguno dejaba de alcanzar lo
que pedia á Dios por intercesión de su santo. Su
sagrado suerpo se transfirió después á Roma , y
fué colocado en el título de Esquicio , que es la
iglesia de San Silvestre . papa , y de San Marlin,
chispo , que va antes eslaba edificada en honra de
estos dos santos ; y después que se sepultó en ella
el cuerpo de san Martin, papa y mártir , algunos
pensaron que habia sido edificada en honra suya,
y no de san Martin , el obispo. Este fué el fin que
tuvo este glorioso mártir de Dios, muriendo con
un prolijo y penoso martirio, por la puridad do
nuestra santa le, y por la unión de la Iglesia católica,
permitiendo nuestro Señor tan gran maldad
y tan detestable sacrilegio, para probar y
afinar mas al santo pontifico, y coronarle en el
cielo con la gloriosa corona de martirio , y para
castigar al emperador Constante por este y otros
delitos que cometió: porque dejando aparte las
otras calamidades que padeció , y la disminución
y menoscabo de su imperio (que fué muy grande)
, él mismo pasó á Italia con un poderoso
ejército, é hizo guerra á Grimaldo, rey délos
longobardos, y fué vencido y desbaratado su
ejército en el reino de Ñapóles. Después llegó á
Roma: y habiendo sido recibido con gran solem-
nielad del papa Vilahano y de los otros moradores
de aquella sania ciudad, en doce dias solos
que eslavo en ella , la robó y despojó, nó como
emperador y señor, sino como enemigo y tirano.
De allí navegó al reino de Sicilia, ó imponiendo
nuevas é injustas cargas y tributos en todas las
provincias á él sujetas, se hizo tan odioso y mal
qmsto, que le fué causa de su muerte: la cual le
dieron estando en un baño, por mandado de un
capitán suyo; para que entendamos, que aunque
Dios nuestro Señor algunas veces permite tan
grandes males y excesos, y por algún tiempo los
disimula; pero que al fin los castiga , aun en esta
vida, para ejemplo y escarmiento do oíros. De
san Martin , papa y mártir, hacen mención los
Martirologios romanos, y los mas, aunque no lodos,
concuerdan en el cha de su martirio. También
escriben ele él los autoresde la ¡listona pontifical
, y c! que arriba alegamos que le acompañó
y escribió su vida, y el cardenal Raronio en- sus
anotaciones del Martirologio , y en el vm tomo d e
sus Anales.
SAN MIELAN DE LA COGULLA , CONFESOR. —La
vida de san Millan , monje , que otros llaman Emiliano,
escribió san Braulio, arzobispo de Zaragoza,
y discípulo de san Isidoro : del cual, y de los breviarios
antiguos de España, sacaremos lo que
aquí se dirá.
2 Fué san Millan de la tierra de Rioja : siendo
mozo era pastor, y guardaba ganado: enlreleníase,
como suelen los pastores, en tañer un rabel;
y con la dulzura de aquella música rústica aliviaba
su trabajo , y desechaba el cansancio ele la soledad.
Al son de eslo su instrumento se quedó un
dia dormido; y nuestro Señor le dio en el sueño
tal gusto espiritual, que despertó con nuevo
menosprecio de todas las cosas de la tierra , y
vivo deseo de las del cielo. Fuese luego al yermo
en basca do un santo ermitaño , llamado
Félix , que moraba en el desierto , para ser enseñado
en aquella vida que quena seguir. Félix le
enseñó, y mucho mas el Señor invisiblemente,
alumbrándole ó inspirándole como á hombre que
ya habia escogido para doctrina y ejemplo ele
otros. Apartóse después á vivir en una soledad,
cerca del lugar llamado Birgegio : pero como él
era amigo de la quietud , y la mucha gente que
venia á buscarle le estorbase su santo reposo,
determinó meterse mas adentro, en lo mas alio y
mas áspero de un monte , llamado enlonc.es Destorció.
En aquel yermo perseveró cuarenta años,
apartado del trato y comunicación délos hombres;
irías muy acompañado y regalado de consolaciones
angélicas. No pudo esconderse tanto san Millan
que el resplandor de sus grandes virtudes no
lo descubriesen y le hiciesen conocer. Tuvo noticia
desu santidad Dídimo, obispo de Tarazona:
mandóle llamar, y casi por fuerza le ordenó de sacerdote
, y lo mandó sirviese en la iglesia de Birgegio.
El obedeció , y comenzó á hacer su oficio
con lanía exacción y cuidado , procurando desarraigar
do aquella Iglesia la codicia de los clérigos
y los malos usos que de olla nacen, que ¡
clérigos no lo pudieron sufrir, y acusaron á núes-

NOVIEMBRE , 1.2
tro Millan como á hombre disipador de los bienes
de la Iglesia , delante del obispo Didimo: el cual,
creyendo fácilmente lo que le habian dicho, reprendió
al sanio ásperamente , y como á culpado
lo quilo el cargo de la Iglesia. No se turbó con esta
tribulación san Millan; antes como árbol bien
plantado se arraigó mas en la humildad y en la pa-
• ciencia, y en el deseo de darse mas y mas á la
contemplación y al sosiego de su alma; y asi se
retiróá un lugar cerca de Birgegio , y asi pasólo
que le quedaba de la vida con mayor gusto y ansias
de los bienes del cielo. Llegó á cien años de
vida, y para mayor merecimiento y corona suya,
fué muy fatigado de la hidropesía y de otras enfermedades.
Un año antes que falleciese supo el
tiempo de su muerte : y aunque estaba con la edad
V con las enfermedades exhausto y consumido, comenzó
á darse á mayor rigor de penitencia, ayunos
y vigilias; y á ocuparse mas tiempo en oración
: y en la cuaresma de aquel año le fué revelada
la destrucción deVizcaya, que después sucedió,
y avisó á los príncipes de aquella provincia del
castigo de Dios que habia de venir sobre ella por
sus pecados, para que los llorasen, y con la penitencia
aplacasen al Señor. Un sacerdote, llamado
Abundancio, haciendo poco cuso de lo que el
sanio les pronosticaba , le dijo, que ya la mucha
edad le hacia caducar. El sanio respondió : Abundancio
, tú serás uno en quien so confirmará mi
verdad; y así fué. Llegado ya su bienaventurado
fin, envió á llamar un sacerdote, por nombro
Assele, amigo y familiar soyo , y en sus manos salió
aquella bendita alma para volverá su Criador,
y gozar eternamente de su bienaventuranza. Luego
que se supo en Birgegio que era muerto . vinieron
adonde eslaba su santo cuerpo, y con gran
devoción y solemnidad le sepultaron en su iglesia,
haciendo nuestro Señor muchos milagros después
de muerto por su intercesión , como los habia hecho
en su vida. Algunos refiere san Braulio.
3 Estando un monje, llamado Armentario,
gravemente enfermo de una apostema en el vientre;
haciendo la señal de la cruz san Millan, le sanó:
y á otra paralítica de muchos años , con solo
tocar su báculo. Restituyó la vista á una ciega,
esclava de un caballero, llamado Sicoro : libró
del poder del demonio á otro caballero , por nombre
Nepovano, y á Proceria, su mujer, y á otros
muchos que eran gravemente atormentados. Después
do muerto, sanó en su sepulcro una mujer
ciega y contrahecha, llamada Eufrasia; y resucitó
mía niña de cuatro años, que estando gravemente
enferma , sus padres la llevaban al cuerpo del
santo , y espiró en el camino. Las mas de las iglesias
do España que rezan do esle santo toman
las lecciones de lo que de él dice san Braulio , y
celebran su fiesta á los 12 dias del mes de noviembre
, y en este dia hace mención de él el Martirologio
romano, y el de Usuardo , y el cardenal Baronio
en sus anotaciones. San Ildefonso hace
mención de la Vida de san Millan (pie escribió san
Braulio; y en el breviario toledano se pone un
himno de su vida. Vivió san Millan, siendo rey
de los godos Alanagildo , por los años del Señor
TOMO IV.
LA LEYENDA DE (3RO. 257
de 53V. Mas de quinientos años después de su
muerte quiso trasladar su sanio cuerpo el rey don
García de Navarra al monasterio de Nájera , que
habia edificado; pero fué impedido milagrosamente.
Su cuerpo está eu un insigne monasterio de la
orden de San Benito, que llaman San Millan de
la Cogulla, que se fundó allí cerca en el oratorio
donde murió; y en toda Castilla la Vieja es
muy celebrado san Millan , v en muchas ciudades
principales tiene la iglesia parroquial de su advocación.
* Los SANTOS AURELIO Y PUIILIO, MÁRTIRES.-
Según Galesinio fueron estos dos santos consagrados
obispos por los discípulos de los apóstoles, y
enviados al Asia, donde hicieron mucho fruto. No
solamente convirtieron con su predicación á muchos
infieles , sino que con sus escritos combatieron
los errores do ciertos herejes llamados calafrislas.
que aparecieron ya en el segundo siglo do la Iglesia.
Ignoramos el nombre de las ciudades de que
fueron obispos, y solo sabemos que derramaron
su sangre en testimonio de su fé, el año 173 de
Jesucristo.
SAN PATERNO, MÁRTIR. — Nacido este siervo
de Dios en el territorio de Coutances, en Francia,
mostró desde su juventud un amor increible por la
práctica de la pobreza, de las humillaciones, y
por las austeridades de la penitencia. Deseando
vivir enteramente desconocido de los hombres.se
retiró á un monasterio en el territorio de Sens,
donde pasó algunos años , hasta que los honores y
distinciones que le mereció su virtud , le hicieron
aquella mansión insoportable. Pero al trasladarse
á otro monasterio, encontró en el camino unos
malhechores, que por haberles exhortado á dejar
sus desórdenes, le quitaron la vida, en noviembre
del año 726. Desde luego fué venerado por los
fieles como mártir, siguiendo el uso que se habia
introducido de dar este título á las personas de
santa vida, que sufrían muerte violenta. .
SAN LIVINO , OBISPO Y MÁRTIR.—Fué un sabio
y piadoso obispo de Escocia, que se trasladó á
Flandes para predicar el Evangelio á los idólatras.
Praparóse para esta misión con fervorosos aclosde
piedad , y después por medio de la predicación y
del ejemplo atrajo á la verdad de la religión un
gran número de infieles de los territorios de Alost
y de Ilualem. Tema grande afición á la poesía,
V la empleó en componer himnos y otras composiciones
sagradas. Después de un glorioso apostolado,
fué martirizado en Escbe por los paganos,
el año 059. Su sagrado cuerpo fué enterrado á una
legua de Gante , de cuya ciudad es patrón.
Los SANTOS BENITO , JUAN, MATEO, ISAAC , Y
CRISTIN'O , MÁRTIRES.—l'ueron todos eslos santos
monjes benedictinos, que vivieron en Polonia en
el siglo X. Sus virtudes y su zelo por la pureza
délas doctrinas católicas, les concitaron el odio
de los herejes, quo al fin los asesinaron el año 1005-
SAN JOSAEAT , OBISPO Y MÁRTIR. —Era polaco
de nacimiento. En su juventud so dedicó á los esludios
sagrados: después entró en la orden de San
Basilio y se distinguió por su santidad. Posteriormente
fué consagrado arzobispo de Poloczl en la

253 LA CEYEND A DE ORO. NOVIEMBRE , 12
provincia de Liluania , Iglesia que seguía el rilu
griego. El nuevo paslor trabajó exlraordinariamente
para reunir los cismáticos á la Iglesia católica;
pero sus esfuerzos (ueron inútiles, y le costaron
el sacrificio de su vida; pues los cismáticos
le asomaron el (lia I 2 de uoviembí e del año Io2;3.
Algunos años después la congregación de Milus
declaró que ei martirio de osle santo se hallaba
evidentemente probado, y su santidad atestiguada
por muchos milagros.
SAN RCKO , OBISPO. •—• Créese que fué de la isla
de Chipre. Fué discípulo del célebre procónsul
Sergio Paulo . íntimo amigo del apóstol de las gentes,
y habiendo sido consagrado obispo en Roma,
los apóstoles le enviaron á Aviñon, cuya Iglesia
fundó. Fué , pues, el primer obispo de dicha ciudad,
y en ella murió, según Galesinio , el uño 63.
SAN CUNIBERTO, OBISPO. — Gobernó en santidad
la Iglesia de Colonia por espacio de cuarenta
años , habiendo sido consagrado el de 653 , según
Baronio. Fué principalmente el padre de los huérfanos
y el consuelo de los afligidos, y como recompensa
de sus eminentes virtudes, el Señor le
concedió el don de milagros.
SAN NILO , ABAD. — Este célebre monje , discípulo
de san Juan Crisóslomo , gozó de una gran
reputación de santidad desde el principio del siglo
V. Créese que nació en Conslanlmopla , de la
principal nobleza. Casó en su juventud con una
mujer digna de él, y tuvo dos hijos. El emperador
Arcadio le nombró gobernador de Constantmopía;
pero los vicios que á la sazón reinaban en la corle,
alarmaron la delicada conciencia ele Nilo, y le
obligaron á retirarse al desierto de Sinaí con su hijo
Teódulo. Su esposa, consintiendo en su renuncia
del mundo, se retiró también con su hijo á un monasterio
de Egipto. Por muchos años pasó el santo
con solitarios de una santidad ejemplar, que vivían
en celdas separadas, las cuales fabricaban por
sí mismos : no comian mas que yerbas silvestres , y
algunos no mas que una vez por semana, y solamente
se reunían los domingos para la celebración
de los santos misterios. Los sarracenos invadieron
después el monte Sinaí; asesinaron á algunos de
aquellos solitarios, á otros se los llevaron cautivos,
y solo dieron libertad á los mas ancianos. San
Nilo fué de eslos últimos; pero su hijo Teódulo fué
llevado cautivo, y no encontrando á nadie que
quisiese emplearlo para loque ellos querían , por
poco es asesinado. Por fin , rescatóle el obispo de
Eleusis, á quien ¡o reclamó luego san Nilo. El venerable
prelado no usó de sus derechos sobre Teódulo
, sino para obligar al padre y al hijo á que so
ordenasen de sacerdotes. Nada mas sabemos do
este santo sino que murió el año 450 , de una edad
muy avanzada, siendo considerado ya por sus
contemporáneos como un padre de la Iglesia.
Escribió muchos tratados donde brilla su sabiduría,
el conocimiento que tenia del corazón humano
, y su zelo por la verdad. Su Tratado de la
vida monástica sirvió á los padres del desierto y
ó los monjes que le sucedieron, para regular su
conducta , y mantener entre los religiosos el espíritu
de piadosa regularidad.
SAN MACARIO, OBISPO Y CONFESOR.'—Fué
obispo do una ciudad de Escocia, á cuyo puesto
fué elevado por el mérito de sus extraordinarias
virtudes. Su profunda humildad , y su amor extraordinario
á la pobreza, manifestaron que Macario
se hallaba enteramente desprendido de las cosas
terrenas, y la exacta fidelidad con que desempeñó
los deberes del episcopado , le colocaron en la categoría
de los mas ilustres pastores que ha tenido
la Iglesia de Escocia. Murió entre los años 780
y 790.
SAN TEODORO STCIUTA , CONFESOR. —Díéronle
el sobrenombre do Studila porque fué abad del
monasterio de Sludio , fundado por Sludius , cónsul
romano,en uno de los arrabales deConslantinopla.
Nació en la misma ciudad el año 559 y abrazó la
vida monástica ó la edad de veinte y dos años. La
santa libertad con que condenó Teodoro al empe*
rador Constantino, hijo de León IV, que había repudiado
á la emperatriz María para casarse con
Teodora, y su empeño en defender el culto de las
sanias imágenes durante los emperadores inconoclastas,
le acarrearon violentas persecuciones. A
León el Armenio, que quería obligarle á abrazarlos
errores , contestóle un día : Vos estáis encargado
del estado y del ejército; pues bien, cuidad
de ellos en buena hora , y dejad los negocios de la
Iglesia á la solicitud de los teólogos y pastores.
Estas palabras le merecieron un destierro de siete
años , al cabo de los cuales, por muerte de aquel
príncipe, pudoTeodoro volver á su monasterio. El
santo y zeloso abad acabó la carrera de sus dias,
el 11 de noviembre del año 820, en la isla de
Calcida , situada frente de Constanlinopla. Toda
su vida la pasó consagrada á los intereses de la religión
, y en los numerosos escritos que publicó contra
las herejías de su tiempo, reúne á una vastísima
erudición y una solidez inexpugnable, una piedad
acrisolada y un estilo claro , conciso y elegante.
Los que deseen conocerla disciplina y costumbres
de la Iglesia griega en los siglos VIH y IX , dice
Feller, deben leerlas obras de este santo.
SAN RENE , OBISPO y CONFESOR. — La historia
de san llené , dice el canónigo Godescard , se halla
envuelta en tantas fábulas, que es muy difícil descubrir
la verdad. Algunos han negado que haya
ocupado nunca la sede episcopal de Angers, pero
hay una tradición en aquella Iglesia , que dice fué
discípulo de san Maureho y obispo de Angers;
que después pasó al obispado de Sorrento en Italia,
y que sus reliquias fueron después llevadas desde
esta última ciudad á Angers. Ignoramos la época
de esta traslación ; solo consta que el cuerpo del
santo estaba ya en Angers en el siglo IX. Actualmente
se halla colocado en la calredul, y es patrón
de la ciudad.
SAN EMILIANO, MONJE Y CONFESOR. — Esto
nombre da el Martirologio romano ó san Millan
de la Cogulla, cuya vida hemos puesto en este
dia.

NOVIEMBRE , 13 LA LEYE¡>
SBia 13.
SAN ESTANISLAO DE KOSTKA , CONFESOR.—
Nació el bienaventurado Estanislao en el reino de
Polonia, el año de 1550, en un castillo de sus
¡ladres , que se dice Roslkovo; y su padre se llamó
Juan Kostka , y su madre Margarita Kaiskan,
personas ilustres y principales en aquel reino, y
mas ilustres, por babor conservado siempre la
religión católica y piedad , en cuyo linaje ha habido
muchos señores palatinos , electorales , senadores
, capitanes , obispos y otros de alta dignidad.
Entro los otros hijos que tuvieron sus padres,
uno fué nuestro Estanislao : el cual habiendo
¡¡asado loablemente su niñez, y siendo ya de
edad de trece años, fué enviado de su padre con
otro hermano suyo mayor, llamado Pablo, á la ciudad
de Viena, cabeza déla provincia de Austria,
donde á la sazón residía el emperador Maximiliano
, para que debajo de la disciplina y magisterio
de los padres de la Compañía do Jesús (que en
aquella ciudad tiene un insigne colegio) aprendiese
virtud y buenas letras. Pióse lan buena
maña Estanislao, y puso tanta diligencia en el estudio,
que con su buen ingenio hacia ventajas á
sus condiscípulos, y era amado de lodos por su
buena condición y modestia. Ibase luego por la
mañana cada dia antes de entraren las aulas, á
la iglesia do la Compañía á hacer oración , y lo
mismo hacia las tardes acabadas sus lecciones,
lluia de las malas compañías, como de serpientes
venenosas, y de las conversaciones livianas y libres,
y de cualquiera cosa que no oliese á devoción.
Era muy amigo del silencio , y pensaba mucho
las palabras que habia de decir. Tenia una
modestia alegre , y una alegría modesta y afable.
Trataba de muy buena gana con gente sencilla y
sincera. Era muy compasivo, y socorría con lo
que podia á los que lenian necesidad. El primero
que se levantaba de la cama por la mañana en casa
era él. No se contentaba de oir cada dia una misa
: en las fiestas oia todas cuantas podia. Su vestido
era muy llano y sencillo, y por grande que
diese el frió (como lo suelo ser los inviernos en
aquellas parles), nunca llevaba guantes, ni queria
que ningún criado le acompañase, sino cuando
su hermano ó su maestro se lo mandaban. Todas
las oraciones y declamaciones que componía para
ejercitarse en la elocuencia , comunmente eran de
Jas grandezas y alabanzas de la santísima Virgen
nueslra Señora , de la cual era devotísimo . y cada
día le rezaba el rosario. Ocupábase de muy buena
gana todos los ralos que podía en la oración , no
solo de dia , sino también de noche, levantándose
de la cama para orar, cuando los otros dormían,
y con la oración juntaba muchos actos de humildad
y de mortificación : porque á veces sin ser visto,
harria el aposento de su hermano, y con disimulación
ayunaba muchos días, y castigaba á menudo
su carne virginal con ásperas disciplinas: y
aunque su hermano muchas veces lo reprendía,
por verle tan recogido y retirado; á él no se le
>A PE ORO. 259
daba nada : porque tenia los ojos puestos en Píos,
á quien solo deseaba agradar.
2 Andando tan bien ocupado , y estando lan "
bien dispuesto Estanislao , el Señor le encendió
mas en su amor, y le inspiró que entrase en la religión
de la Compañía de Jesús ; y él se determinó
á entrar § ó hizo voto de ello ; aunque no descubrió
este su propósito , sino á su confesor, á quien
pasados seis meses manifestó su determinación , y
el voló que habia hecho.
3 Por esle mismo tiempo le sobrevino una
grave y peligrosa enfermedad, y al principio de
ella, estando en su aposento le apareció el demonio
en figura de un gran perro negro , horrible y
espantoso, y por tres veces lo acometió y so llegó
á la garganta para ahogarle; pero Estanislao
se encomendó muy de veras al Señor , y con su
favor y la señal de la cruz, le ahuyentó de manera,
que desapareció aquel monstruo , y no le acometió
mas. Creció tanto la enfermedad, que llegó al cabo,
y los médicos le desahuciaron; y el bendito mozo
so vio muy afligido , no tanto con la muerte que
tenia presente , como porque deseaba comulgarse
y recibir el cuerpo del Señor por viático , y no sabia
cómo poderlo hacer: porque el huésped , en
cuya cosa posaba él, y su hermano era hereje.
Acudió al Señor, y encomendóse muy entrañablemente
, y con gran devoción á la bienaventurada
virgen y mártir santa Bárbara , así porque esta
santa es patrona y abogada de la congregación de
los estudiantes del colegio de la Compañía de Jesús
de Viena , donde él estudiaba , como especialmente
por haber leido en su vida, que lodos los
que le son devotos y se encomiendan á ella , no
mueren sin sacramentos: y antes de esto el mismo
dia de santa Bárbara , que es á k de diciembre,
habiendo acabado de confesar y comulgar , le suplicó
que le alcanzase gracia del Señor, que no
saliese de esta vida sin recibir los santísimos sacramentos
de la Iglesia ; y ahora estando tan apretado
de la enfermedad , y con peligro de morir de nuevo,
y con mayor instancia se lo suplicó. Oyóle
el Señor; y una noche eslando despierto , y muy
faligadodel mal de la muerto, vio entrar en su aposento
á la bienaventurada sania Bárbara , acompañada
de los ángeles veslidos de un resplandor celestial,
que con reverencia traían el santísimo
Sacramento, do cuyas manos él le recibió, llallóso
presente un ayo suyo, quese llamaba Juan Bilinski,
y después fué canónigo de Plozka , á quien Estanislao
avisó que hiciese profunda reverencia al santísimo
Sacramento, que le traia la gloriosa sama
Bárbara.
i Pespues de este lan gran favor recibió oíro
singular, y no menos maravilloso ; porque estando
muy congojado del mal, y casi al cabo de la- vida,
le apareció la Virgen sacratísima nuestra Sonora
con el Niño Jesús cu los brazos, y le habló y le
dijo que se entrase en la Compañía; y dejándole al
Niño Jesús sobre la cama , desapareció la Madre
santísima: y Estanislao con este favor y celestial
regalo comenzó á mejorar, y cobró entera salud,
con grande admiración de los médicos que 1c habían
curado : los cuales decían que aquella salud,

2G0
LA LEYENDA DE 0110
era milagrosa, y contra todas las reglas do medicina.
Esíos dos favores del Señor tan raros y admirables
pocos días antes de su muerte manifestó
el beato Estanislao ; porque sin reparar en lo que
decia , Dios nuestro Señor se los hizo decir á un
grandísimo amigo y condiscípulo suyo , que so llamaba
Estovan Augusto , y al padre Manuel de Sá ;
aunque después de haberlos descubierto, reparó
en lo que habia dicho sin mirar en ello, y quedó
como corrido y lloroso ; y de estos dos testigos después
se supieron.
5 Cobrada la salud, acordándose del voto quo
habia hecho de entrar en la Compañía, y lo que
la beatísima Virgen le habia mandado oslando enfermo
, no vio la hora de ponerlo por obra. Tratólo
con su confesor, y entendió que en Viena no le recibirían
, por estudiar en nuestro colegio, sin consentimiento
y bendición do su padre: mas él. ni
quena aguardar tanto tiempo, ni esperaba poder
alcanzar esta licencia de su padre: y su hermano
Labio , como era diferente en las costumbres é intentos
de su hermano , dábale mala vida , y tratábale
mal de palabras y aun de manos: lo cual el
bienaventurado mozo llevaba con mucha paciencia
y alegría interior, porque padecía por la virtud';
pero exteriormente mostraba algún sentimiento
, para tomar ocasión de ejecutar sus buenos
propósitos y entrarse en la Compañía: y así
un día se lo dijo ó su hermano , y que le trataba de
manera , que le obligaba á dejarle é irse de su casa
; y que así lo haría, y que él daría cuenta de él
á sus padres: y otra mañana se lo tornó á decir,
y el hermano con gran cólera y saña le respondió,
que se fuese en hoia mala adonde quisiese. Estanislao
con mucha paz de su alma y alegría , tomó
esta ocasión como venida del cielo, y se vistió
pobremente, y se confesó y comulgó, y encomendándose
muy de veras ó Dios y á su santísima Madre
, se partió luego á pié de Viena hacia la ciudad
de Augusta, en busca del padre Pedro Canisio,
que á la sazón era provincial en la provincia de
Gemianía la alta, para quien llevaba carias de un
padre grave de la misma Compañía , que vivía en
el colegio do Viena, y era predicador de la majestad
de la emperatriz doña María.
6 Cuando su hermano Pablo echó menos á su
hermano Estanislao, sintiólo mucho, y conoció
que su enojo y mal término habia echado á su hermano
de casa : buscóle por toda Viena en los templos
y conventos de religiosos; y no pudo hallar
rastro de él; pero finalmente, por el dicho de un
estudiante húngaro , condiscípulo de Estanislao, y
mucho mas por un billete que el mismo hermano
habia escrito á su ayo, y dejado dentro de un libro,
entendió la resolución y camino que habia tomado
; y el hermano y el ayo y otro criado, y
el huésped de casa , fueron tras él en un coche á
gran priesa. Alcanzáronle y halláronle en un campo;
y fué nuestro Señor servido , que conociéndolos
él, no le conocieron , por verle en aquel traje.
Pasaron adelante , y con salir los caballos de refresco,
y ser briosos y íucrlos, se pararon de manera
, que el cochero nunca pudo hacerles ir ade-
ianto , y les fué fuerza volvot atrás. Con esto que-
KüVtii.iüiiíK, 13
do Estanislao consolado y libre de aquel peligro,
y prosiguiendo su camino, y llegando á un pueblo,
entró una mañana en una iglesia, que al parecer
eia de católicos, con gran deseo y propósito de
recibir el santísimo Sacramento en ella ; pero después
supo que la iglesia no era de católicos sino
de herejes, y quedó sobremanera afligido y desconsolado.
Volvióse á nuestro Señor, y suplicólo
con afectuosas lágrimas que no le privase del mantenimiento
de su alma que tanto deseaba. Oyóle
el Señor, y como padre piadoso , quiso regalar á
su devoto hijo, y envióle del cíelo un ángel de ad­
mirable hermosura , que de su mano le dio la sagrada
comunión como otra vez lo habia hecho,
cuando estuvo enfermo y arriba queda referido.
7 Con este esfuerzo del cielo se alentó y cobró
mayores fuerzas Estanislao : llegó á la ciudad
de Augusta ; v no habiendo hallado al padre Canisio
, se fué á Dilinga, que está como diez leguas
de Augusta , y allí le halló, y fué de él recibido
con mucha caridad, y poco después le envió á
liorna con otros dos compañeros, adonde, habiendo
entrado en los diez y ocho años de su edad , llegó
con extraordinario gozo, y fué recibido del padre
Francisco de Borja , general de la Compañía , el
día de los gloriosos apóstoles san Simón y Judas,
á 28 de octubre del año 1307. Llegó, habiendo
caminado mas de doscientas y sesenta leguas ú
pié, bien cansado del trabajo del camino, pero
muy gozoso por verse en el puerto que él tanto
deseaba.
8 Cuando su padre supo lo que su h jo Estanislao
habia hecho, y que habia entrado en Moma
en la Compañía , no se puede fácilmente creer el
sentimiento que tuvo; poique le amaba muy tiernamente
según la carne y sangre. Escribióle luego
una caita brava y colérica, con grandes amenazas,
diciéndole que habia deshonrado á su casa
y linaje, entrando en la Compañía, y que si en
algún tiempo volviese á Polonia, le sacaría aunque
estuviese debajo de tierra , y que en lugar de las
muchas riquezas, cadenas de oro y jo\as quo le
había pensado dar, si viviera en el siglo, le cargaría
de prisiones y cadenas de hierro. A esta
carta respondió Estanislao por una parte con mucha
modestia y humildad , y por otra con gran fortaleza
y consiancia: que él no merecía padecer
por aquel Señor que tanto había padecido por los
hombres; pero que cuando el Señor fuese servido,
ninguna cosa le podría suceder de mayor gusto y
contento para su alma , que morir por guardar los
votos que habia hecho , sin quebrantar en un punto
lo que á Dios habia prometido.
9 No podía hartarse de hacer gracias á nuestro
Señor, con suaves y copiosas lágrimas, cuando
se vio en el noviciado do la Compañía , quebradas
ya las cadenas é impedimentos de sus deudos, y
en el puerto seguro de la sagrada religión , y fuera
do las ondas y tormentas del siglo. Parecíale que
ya no tenia padre en la tierra sino en el cielo , ni
otra madre, sino á la santísima Virgen. Miraba á
todos los oíros novicios como á santos, para imitar
á sus virtudes, y teníase por indigno de vivir
entro tantos ángeles
y por gran favor y misen

NO VIIiMIiRK , 13
rordia de Dios, poderse emplear en servir á los
que lan de veras le servían. Era muy humilde y
bien fundado en el conocimiento de sí mismo, y
en el deseo de ser humillado y abatido por amor
del Señor , y mostrábalo en el vestido; y de esta
suerte llegó á tanto Estanislao, que por medio
de su oración dio Dios suma tranquilidad á un
hermano, librándole de una tormenta que padecía.
Tuvo señalado don de lágrimas, las cuales
derramaba en grande abundancia, y con maravillosa
suavidad. Ilustrábale Dios nuestro Señor con
su luz celestial, y dábale tanta inteligencia de las
cosas espirituales, que todos so maravillaban de
ver tanta prudencia y discreción espiritual en un
mozo de lan pocos años , y en un novicio de tan
pocos días. Y no eran menores las consolaciones
v gustos espirituales que el Señor infundía á aquella
alma bendita, y el fuego de amor divino con
que lo abrasaba , que algunas veces era tan encendido
y fervoroso, que venia á desmayarse y
desfallecer , y era necesario con lienzos mojados
y agua fresca bañarle y refrescarle el pecho, por
el grande fuego que senlia en él, y notablemente
le debilitaba y enflaquecía el cuerpo. Pues ¿qué
diré de aquella singular y entrañable devoción que
tuvo á la Reina de los ángeles nuestra Señora?
Porque de solo pensar en ella so derritia en dulzura
, y de día y de noche no parece que pensaba
en otra cosa , sino en cómo la serviría, y en meditar
los misterios de su santa vida. La devoción y
afecto á esta soberana Señora que bullía en su
pecho, rebosaba por la boca, saludándola muy
á menudo con el Ave María, y hablando siempre
de sus grandezas y virtudes , y entreteniéndose las
noches en amorosos coloquios con la misma Virgen
, llamándola, Madre mia, Madre mia. Era
tan sabida entre los novicios esta devoción de Estanislao
para con nuestra Soñera, que para darle
gusto cuando estaban con él ellos mismos metían
plática y trataban de loores, privilegios y excelencias
de esta Señora , y por su respeto ordenó el
maestro de novicios que á la hora que se juntaban
á la quiete , al principio y fin de ella se hincasen
lodos los novicios de rodillas hacia la iglesia de
Santa María la Mayor, saludando á la sacratísima
Virgen , y pidiendo su bendición ; y que lo mismo
hiciesen en las noches acabado el examen de conciencia,
suplicándola que amparase y favoreciese
á todos los que teman deseo de entrar en la Compañía.
Con esta devoción y ternura con la Virgen,
deseó morir la vigilia de su gloriosa Asunción , y
dijo, que así seria; como fué, y adelántese dirá.
Pues ¿qué diré de las otras virtudes tan raras y
singulares que de la fuente copiosísima y perenne
de la divina liberalidad por este caño y arcaduz
ile la santísima Virgen, so derivaron en el alma do
esto bienaventurado novicio? ¿Qué de su obediencia
tan puntual, tan culera y perfecta , que nunca
halló repugnancia en cosa que so le mandase; porque
para él la voz de Cristo y su voluntad , siempre
estaba ajustada con la voluntad del superior?
¿ Qué do su mansedumbre, de su afabilidad , de su
compostura, de su modestia y silencio , y de aquella
mortificación lan rigurosa y austera, con quo
LA LEYENDA DE ORO
201
aiiigia flig su cuerpo con ayunos , disciplinas y cilicios
, como si fuera grandísimo pecador; siendo
cosa cierla , por testimonio de los confesores quo
le confesaron generalmente, que nunca en su vida
pecó morlalmenie, y que muchas veces en las
confesiones ordinarias no hallaban materia de absolución?
Finalmente , todos los novicios se miraban
en él como en un espejo y dechado de sanlidad
; y el maestro de los novicios los exhortaba á
miraré imitar sus ejemplos, v todos los que lo
trataban y conversaban familiarmente, le tenían
por mozo escogido de Dios , y muy rico de virtudes
y merecimientos, y en solo mirarle se componían
y encendían en el amor y temor santo del
Señor.
10 Echando, pues , el bienaventurado Estanislao
tantos y tan esclarecidos rayos de virtudes,
y habiendo en tan pocos dias de noviciado caminado
á tan largos pasos y ganado tanta tierra , ó
por mejor decir , tanlo cielo; abrasado del amor
divino y de un vivo y encendido deseo de honrar
en el cíelo á la Virgen santísima , le suplicó quo
le llevase á su patria , para gozar de su gloriosa
vista; y el Señorse lo concedió: y sucedió de esta
manera.
11 A los 8 de agosto , víspera de la víspera
del fortísimo mártir san Lorenzo , habiéndole cabido
aquel mes á este santo, conforme á la costumbre
de la Compañía , comenzó á pensar en su martirio
, con un fervoroso deseo de imitarle y de ser
encendido en vivas llamas del amor del Señor ; y
aquel día oslando lodos los novicios juntos, les preguntó
, cómo podría uno ser abracado por Cristo
nuestro Señor, á imitación de san Lorenzo. Y habiendo
respondido algunos lo que se les ofrecía;
dijo Estanislao , que para gloria del santo quería
hacer algunas mortificaciones, y por medio del
mismo santo escribir una carta á la santísima Virgen
, su Madre (que así la solia llamar), suplicándola
afectuosamente , que le sacase presto de este
destierro , para hallarse presente en el cielo á la
fiesta de su gloriosa Asunción. Con este intento,
la víspera de san Lorenzo salió al refelorio con
pública disciplina y de rodillas dijo sus faltas, y
besó los pies á todos y comió en el suelo , pidiendo
la comida y bebida de limosna , como so usa
en la Compañía ; y de allí se fué á servir á la cocina
, y con la ocasión del fuego que allí habia , so
puso á meditar el tormento de las parrillas del glorioso
san Lorenzo : lo que hizo con tanta vehemencia
ó intención, que allí le dio un grande desmayo,
y fué necesario llevarle á la cama. Sobrevínole
una calentura , que aunque al principio fué ligera,
y los médicos decían quo no era cosa de peligro,
él dijo al padre rector, que sin duda moriría do
aquella enfermedad : y después mas claramente
dijo, que no se levantaría de aquella cama, y quo
moriría sin falla la víspera de la Asunción de nuestra
Señora : y así en aquel mismo día comenzó á
desfallecer notablemente : y conociendo él que so
acercaba la horade su dichoso tránsito , pidió con
guinde instancia y humildad al pudre rector, quo
lo dejase echar y morir en el suelo pata imitar en
algo la pobreza del Salvador , que pobre y des-

nudo murió en la cruz. Eciiáronleen un colchonci
lio sobre el suelo: y habiéndole sobrevenido un
gran flujo de sangre con un sudor frió, y recibido
los sanios sacramentos de la confesión , viático y
extremaunción , con singular ternura y devoción,
luego fijó los ojos en el cielo , y estuvo un ralo sin
hablar palabra, elevado y transportado en Dios,
hasta que el padre rector le preguntó , si eslaba
resignado en las manos del Señor , y aparejado
para salir de esla vida caduca , cuando él fuese
servido..Entonces con mucha alegría de su alma
respondió : Mi corazón está aparejado, Dios mío,
mi corazón está aparejado: y habiéndose tornado
á reconciliar y recibido á los padres y hermanos
que le venían á visitar con mucha dulzura y
amor, y regalándose con una imagen de nuestra Señora
, que en vida solia tener delante de los ojos,
y besádola y abrazádola con afecto y ternura extraordinaria
, y dicho otras oraciones devotas y
propias de aquel liempo ; hizo un coloquio en latín,
hablando con un crucifijo, tan largo y tan
amoroso, que bien se echaba de ver que no era
sacado de los libros, sínodo lo mas íntimo de su
corazón. En él dio infinitas gracias al Señor por
todos los beneficios y mise ¡corchas, así generales
como particulares, que de su liberalísima mano
bahía recibido,y le suplicó le perdonase sus pecados,
y que recibiese en paz su alma, y en sus manos
sacratísimas , no hartándose de besar las llagas do
los pies , manos y costado , y últimamente las de
la cabeza; y pidió que le dijesen la letanía de los
santos, que por suertes lo habían cabido aquellos
pocos meses que habia oslado en la Compañía, y
él los lenia escritos, y les suplicaba que en aquel
trance le socorriesen. Estando en esto , le apareció
la santísima Virgen acompañada de otras muchas
purísimas vírgenes , con las cuales estuvo regaladamente
hablando un ralo; y luego con un
suave silencio entregó su bienaventurado espíritu
al Señor que le había criado , á tres horas de noche
, del dia 14 de agosto del año de 13G8 y á
los diez y nueve de su edad , y diez meses de su
noviciado, y consummalus in brcvicxplecit (ampara
mulla , como dice el Espíritu sanio por el
fcabio, en pocos días de vida vivió mucho, y alcanzó
grandes merecimientos y coronas, como si
hubieía vivido muchos años.
12 Quedó el cuerpo difunto tan hermoso , con
el rostro lan sereno y los ojos (anclaros, como
si no hubiera espirado ; y notóse que todo el tiempo
de la enfermedad (si no era cuando le hablaban
, y preguntaban alguna cosa) siempre estaba
«•on.los ojos cerrados , aunque despierto ; y algunas
veces cuando los abría , como si despertara,
los levantaba al cielo , con un semblante alegre y
risueño, como quien veía alguna cosa que causaba
en su alma gran gozo y júbilo. Enterráronle en
una caja (que fué cosa paiticular , pero indicio de
la opinión, que se tenia de su santidad) en la iglesia
de San Andrés, de la misma casa de los novicios
, y fué el primero do la Compañía que
en ella se enterró. Fué notable el concurso que hubo
en su entierro , no solo de los de la Compañía,
que estaban en Roma , sino de otra mucha gente,
LA LEYENDA DE ORO. NÓVIEMimE. 13
y tanta la devoción con que le besaban los pies y
la ropa , y procuraban haber alguna reliquia suya ,
que el doctor Francisco Toledo , que después fué
cardenal, admirado de esto , dijo : Gran cosa es,
cpie un mozo novicio y polaco , muerto , mueva en
Roma tanto á la gente para verle y tocarle , y besarle
como á santo.
13 Creció esta opinión do la santidad de Estanislao
con el libro do su vida , que dos años después
de su muerte se imprimió en Roma en lengua
italiana , con nombre de beato , y en Polonia se
escribió en latín , y corría gor todo aquel reino , y
muchos , levéndola , so movieron á entrar en la
Compañía. Fué esto do manera , que en el mismo
reino de Polonia comenzaron á piular !a imagen de
Estanislao, y estamparla con nombre de sanio : y
no solamente el pueblo y gente vulgar sino también
los obispos , prelados , palatinos , señores y gente
principal, y hasta el mismo rey . á tenerla en su
palacio y reverenciarla como imagen de santo : y
el dia del arcángel san Miguel , del año do 1G04,
habiéndose llevado á la ciudad de Calisian algunas
reliquias de este bienaventurado novicio, fueron
recibidas con pública y solemne procesión y
sermón , acudiendo lodosa besarlas con particular
devoción y afecto. En el año de 1602, la santidad
del papa Clemente VIH , que había sido legado
en el reino de Polonia , concedió dos breves , el
uno , en cpie daba el título de boato al hermano
Estanislao , y el otro, en que concedía diez años
y diez cuarentenas de indulgencia á todos los que
el dia de su muerte visitasen cierta capilla que se
lo habia hecho en su patria ; y en la misma ciudad
de Roma os venerado su sagrado cuerpo , y
el año de 1603 , a 14 de agosto , que, es el día en
que murió (comodijimos) , la santidad de PauloV,
habiendo leído el sumario de la vida y milagros
del bienaventurado Estanislao, cbó licencia para
que se pusiese en público su imagen junto á su sepulcro
, con lámpara y con las memorias y votos
de los milagros que nuestro Señor por él habia
obrado; y así se hizo con extraordinario concurso
de ia ciudad y corto de Roma , cantando la misa
el mismo embajador del rey de Polonia , y loda
la música del papa , con grande ornato y magnificencia
; y al domingo siguiente infra oclavam,
cantó la misa pontifical el obispo do Servia , asistiendo
áella el embajador y toda la nobleza de Polonia
que habia en Roma. Lo mismo so hizo en el
romo de Polonia en muchas iglesias, y levantaron
aliares ricamente adornados con reliquias é imágenes
del bienaventurado Estanislao , do donde
le han enviado muchos y muy ricos dones, para
adorno de su sepulcro y del altar que tiene en Roma
, donde cada dia es visitado y reverenciado
con particular devoción, por los muchos y grandes
milagros que continuamente obra el Señor por su
intercesión en diversas partes , y cuelgan sus votos
para memoria de los beneficios recibidos cío la
mano del Señor por medio do osle bienaventurado
mozo y novicio do la Compañía.
14 Algunas personas devotas suyas, haciendo
oración, han sentido una fragancia celestial y
olor suavísimo , que salía de su sepulcro : y ha-

NOVIEMBRE, 13 LA LEYENDA DE ORO. 2G3
biéndole abierto muchos años después de muerto,
hallaron su cuerpo entero , y sin alguna corrupción.
Los milagros que nuestro Señor hasta ahora
ha obrado por este siervo suyo , se pueden ver en
el libro que anda impreso de su vida, de los cuales
yo referiré aquí brevemente algunos. En la
provincia de Rusia , estando un sacerdote quo
le era muy devoto gravemente enfermo , le apareció
el bienaventurado Estanislao , acompañado
con otros dos santos , y le dijo , que presto so verían
juntos en la gloria , do lo cual el sacerdote
quedó consolado , y de allí á pocos dias murió.
En Roma un hombre, que se llamaba Nicolás
Nursino, estaba endemoniado y gravemente atormentado
de los espíritus malignos; y quedó libre
por los merecimientos del bienaventurado Estanislao.
15 En el reino de Francia una señora muy
ilustre, llamada Teodora Ligvívila, estaba de la
cintura abajo toda tullida , por cierta ponzoña
que la habían dado: y haciéndose llevar á la iglesia
en una silla, y suplicando á nuestro Señor,
que por los merecimientos del bienaventurado Estanislao
la librase de aquella enfermedad , súbitamente
cobró salud, y delante de mucha gente se
levantó de la silla en que estaba, y comenzó á andar
por sus pies con admiración de lodos los quo
alií estaban , y mucho mas de los médicos, que la
tenían por incurable.
J.6 Otras mujeres han sido socorridas en los
partos revesados y peligrosos: otros enfermos de
calenturas continuas , y cuartanas , y fatigados de
apretura y sangre del pecho , de palpitaciones
de corazón , de hinchazones de todo el cuerpo,
de mal de ojos, de brazos quebrados, y de otras
enfermedades, y casi desahuciados, alcanzaron
entera salud , ó encomendándose al bienaventurado
Eslanislao, ó bebiendo un poco de vino en
que se habia lavado un hueso suyo, ó con un
diento, ó con una astilla de su ataúd , ó con otra reliquia
suya. Y aconteció en Roma el año de 1G02,
que estando un caballero polaco con calentura
continua', y casi tísico, rogó á un sacerdote- muy
devoto del bienaventurado Estanislao, que hiciese
oración por él; y el buen sacerdote con grande
autoridad y confianza . dijo ó la calentura: Por
los merecimientos del bienaventurado Estanislao,
yo te mando que salgas de este enfermo , y no
vuelvas mas á él. El sacerdote lo dijo; y Dios
concurrió con su palabra , y el caballero quedó
sano y sin calentura.
17 Por estos y otros milagros es muy frecuentado
el sepulcro del bienaventurado Eslanislao
en Roma, y hay Lanío concurso á él, que algunos
días es necesario á todas horas tener abierta
la iglesia del noviciado de San Andrés . donde
está , con lanía riqueza y adorno , que en el libro
que anda escrito de las cosas notables de Roma,
hablando de la iglesia de San Andrés de Monle
Cávalo, se pone por cosa insigne el sepulcro del
bienaventurado Eslanislao. Fué este santo novicio
de mediana eslatura, cabello negro, de color
blanco y colorado, el rostro lleno, los ojos alegres,
de hermoso aspecto, y de una tan rara y singular
modestia, que daba muestras de su virginal pureza
, y con su visla movia á los que le miraban
á devoción y castidad.
18 La vida de! bienaventurado Eslanislao se
ha sacado de lo que sus maestros de novicios v
confesores lian dicho ó escrito, y de lo que Jorge
Soborilano y otros autores poco después de su
muerle escribieron de él, y principalmente de los
procesos que en la Italia, Francia, Flandes, Bohemia,
Polonia y España, han hecho los obispos
y personas puestas en dignidad. El que atentamente
la leyere, podrá sacar do ella muchos y
raros ejemplos de virtud, y entender que no hay
edad inhábil para Dios , y que en pocos años, el
que es prevenido de su gracia, y se emplea de
veras en su servicio, puede ganar mucho, y muriendo
en breve , alcanzar mas gloria, que los que
viven largos años con tibieza y flojedad. Novicio
era Eslanislao , mozo noble , rico y delicado de
complexion; pero en solos diez meses que vivió en
!a Compañía, se dio al estudio de la perfección con
tanlo ahinco y valor, que viviendo, fué tenido por
santo; y después de muerto Dios, nueslro Señor
ha mostrado, que lo fué, esclareciéndole con laníos
milagros como se cuentan en su vida.
SAN BRICIO , OBISPO Y CONFESOR.-—Muchos
comienzan bien y acaban mal; y oíros hay que habiendo
dejado el buen camino que comienzan , declinan
de la virtud; y después conociendo su culpa
, y alumbrados con la luz del cielo , vuelven al
camino derecho , y aunque con trabajo . llegan á
puerto de salud. Esto vemos en san Bricio , obispo
de Turs: cuya vida queremos brevemente aquí
escribir.
2 Fué san Bricio discípulo y sucesor en el
obispado á san Martin: crióse desde, niño en el
monasterio que el santo había edificado, y debajo
de su mano é instrucción muy religiosamente , y
dio tan buenas muestras de su aprovechamiento y
virtud, que el sanio prelado le ordenó de presbítero.
Mas la nueva dignidad , que debía encenderle
mas en la devoción , y acrecentar el estudio
y cuidado de la perfección , le fué ocasión de
entibiarle y aflojar en ella; porque después quo
se hizo clérigo, comenzó á desmandarse , y darse
á la libertad y vida licenciosa , á gustos, entretenimientos
y vanidades del siglo. Compraba esclavos,
muchachos y muchachas de buen parecer:
criaba caballos; y para decirlo en una palabra,
vivía mas como caballero libre y seglar, que no
como clérigo honesto y religioso. Avisóle muchas
veces el glorioso san Martin de esta mudanza de
vida , y del gran escándalo que daba á todo el pueblo
con su mal ejemplo: amonestólo, reprendióle,
é hizo con él oficio de verdadero padre : pero Bricio
, no solo no se enmendó y lomó con agradecimiento
lo que el santo padre le dijo; antes se embraveció
y salió fuera de sí, de tal manera , que
le dijo en su cara muchas injurias y baldones , é
instigado de los demonios, que el mismo san Martin
había visto que le atizaban, y estaban sobro
él, poco falló que no pusiese en él las manos ; mas
el sanio le venció y sosegó con una admirable paciencia
y mansedumbre. Olra vez. estando Bricio

2GV LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 13
en la plaza , vino á él nn enfermo que buscaba á
san Marlin para que le diese, salud: y preguntólo
si sabia donde eslaba . porque no le podia hallar:
y respondió Bricio : Si buscas aquel loco, veslo
allí lejos donde está mirando como insensato , según
costumbre , al cielo. Fué el enfermo al sanio,
y luego alcanzó de él lo que deseaba ; y san Martin
vino á Bricio , y le dijo : Así, ¿qué te parezco
insensato? Espantóse entonces Bricio , y confundióse
oyendo eslas palabras, y comenzó ó negar
haberlas dicho, y el santo le respondió: No lo
niegues; que aunque estaba lejos, mi oreja eslaba
pegada á tu boca cuando las dijiste. Quiero quo
sepas que he alcanzado de Dios que me sucedas en
el obispado ; pero con gran trabajo tuyo . porque
has de padecer en él mucho. Oyendo oslo Bricio,
dijo: Ahora si que conozco que es verdad lo quo
dije, y que este viejo es loco. En suma murió san
Martin , y por voluntad de Dios Bricio le sucedió
en el obispado. Entonces, como quien despierla
de un profundo sueño, comenzó á pensar v rumiar
lo que le habia dicho san Martin, y ó darse
á la oración , y hacer bien el oficio de prelado;
porque aunque era soberbio y vano , tenia fama de
honesto y casto. Treinta y tres años habia sido
obispo , cuando se levantó una terrible tempestad
para que se cumpliese enteramente lo que san
Marlin le habia profetizado que seria obispo, y
padecería mucho, llabia una mujer, que en hábito
de religiosa lavaba la ropa del obispo : mudó el
hábito: concibió y parió. Publicóse este hecho
por la ciudad; y todo el pueblo, sin mas averiguación
echó la culpa al obispo , tan loca y furiosamente,
que lo quisieron apedrear, clamando
que hasta allí la piedad de san Marlin había cubierto
su lujuria , y que nunca Dios permitiese que
besando aquellas manos sacrilegas , ellos quedasen
mancillados. No bastaba razón ninguna contra' el
furor del pueblo, ni por mas que Bricio negase
aquel delilo, y jurase que era mentira y calumnia,
todo lo que le imponían, no habia hombre que lo
creyese, y que no se tapase los oídos. Finalmente,
mandó Bricio que allí delante de todos le trajesen
al niño, que la mujer habia parido, y á la sazón
era de treinta días; y teniéndole allí presente lo
dijo: Yo te mando en nombre de nuestro Señor
Jesucristo, que si yo soy tu padre, lo digas aquí
delante do toda esta gente. Y el niño respondió:
No eres tú mi padre. Comenzó el pueblo á pedir
y apretar á Bricio , que preguntase al niño, quién
era su padre. Eslo no me toca á mi , sino á vosotros:
yo ya he hecho lo que conviene á mi persona.
No bastó un tan claro y evidente milagro
para que aquella gente alborotada y ciega se sosegase;
antes atribuyendo la virtud de Dios á hechizos
y malas arles, le daban empellones, y á
una voz clamaban: No queremos que seas mas
nuestro falso pastor. Tomó san Ijricio brasas encendidas
en su vestido, y fuese con el pueblo hasla
el sepulcro de san Martin , y allí las arrojó, quedando
su ropa enlera y sin quemarse , y diciendo
él: Así como eslu ropa mia no se ha quemado
con el fuego . así mi cuerpo está exento de la carnal
concupiscencia.
3 ¿A quién no convencieran y ablandaran estos
dos milagros? Pero el pueblo (permitiéndolo así
el Señor) no se ablandó; antes le echó ignominiosamente
de su Iglesia , y puso por obispo en su lugar
á un clérigo que se llamaba .lustiniano.
i Echado san Bricio de su silla , se fué ó Roma
á dar cuenta al sumo pontífice de su trabajo , confesando
clara y lisamente , que era castigo de Dios
por no haber creído á los milagros que él obraba
por san Marlin , y por haberle tenido y llamádole
insensato. El falso obispo Justiniano , para asegurar
su partido , y volver por sí, se partió también
para Roma ; y llegando á Vercelli, en el Piamonle
murió miserablemente ; y los de Tours nombraron
otro en su lugar, por nombre Armónico. Mandó el
papa averiguar el caso: y sabiondo la verdad lo
favoreció , y al cabo de siete años mandó á Bricio
quo volviesen á su Iglesia , como obispo verdadero
de ella, confirmado con autoridad apostólica. El
lo hizo; mas no quiso entrar en Turs : antes
se quedó en una aldea , seis millas cerca de la
ciudad. Dio luego una calenlura á Armónico, tan
recia que ó media noche le acabó , y Bricio tuvo
revelación de ello; y luego á la mañana dijo á sus
compañeros: Vamos á enterrar á nuestro obispo
de Turs, cuyo cuerpo sacaban para enterrarle,
por una parle de la ciudad , al tiempo que Bricio
entraba por otra. Con esto volvió Bricio á su silla,
y vivió pacíficamente en ella otros siete años: y habiéndola
gobernado cuarenta y siete, dio su espíritu
al Señor, y la Iglesia le celebra por santo. IJace
mención de él el Martirologio romano , y el de Beda
, Usuardo y Adon á los 13 de noviembre. Escriben
de él san Severo Sulpicio y Venancio Fortunato
en la Vida de san Martin , y san Gregorio
Tnronense , lib. n, cap. 21 , y bb. x, cap. 31,
de la Historia de Francia, y de eslos amores so
sacó esta vida : y de ella podemos aprender lo quo
vale la pacieiuia y la oración de los santos para
con Dios; pues por la de san Marlin perdonó ó
hizo santo á Bricio : y quo ni el que está en pié , so
puede tener por seguro que no caerá ; ni el quo
está caido, pensar que no se podrá levantar; qne
lo uno y lo olro vemos, como pintado en esta vida
de Bricio: y juntamente aunque nuestro Señor perdona
las injurias que los hombres hacen á sus santos;
pero que también quiere que las paguen y purguen
en esla vida, dándoles trabajos y penas. Todo
esto nace deja misericordia infinita y piedad del
Señor.
SANTA MAXELENDE, VIRGEN Y MÁRTIR.—En
la provincia do Cambray , que es en ios estados de
Flaivdes, hubo dos caballeros casados que se llamaban
Ilumbino y Ameltrude, personas ¡lustres,
ricas y piadosas, de la cuales nació santa Maxelende
: cuya vida referida por el P. Fr. Lorenzo
Surio en su sexlo lomo fué de esla manera. Desde
niña mostró que la gracia del Señor singularmente
la había escogido por esposa, y con su buena inclinación
y cuidado , (pie tuvieron sus padres en
criarla en temor do Dios, se entregó totalmente á
la virtud , dando de mano á las galas , afeites, entretenimientos
y gustos de las otras doncellas , sus
iguales, Era hermosa por extremo , y no menos

NOVIEMBRE, 13 LA LEYEND . DE ORO. 2G5
honesta y recogida , gravo y agradable en su [ralo
juntamente, lisiaba puesta en los ojos de lodos por
lama; aunque viwa escondida en su secreto relrabimienlo
: y como en ella concurrían todas las dotes
que en una mujer se pueden desear, de nobleza,
riqueza , belleza y gracia : muchos la pedían
por mujer a sus padres; y ellos , sabiendo que
su hija no gustaba de casarse, dilataban esla plática
con varios colores, dando tiempo al liempo. llabia,
entre los otros pretensores, un caballero mas principal
y poderoso , que se llamaba llardumo. iisle
se alimonó tanto á ¡a santa doncella, que importunó
á sus padres que se la-diesen por esposa , con
tantas sumisiones, ruegos, promesas, y aun amenazas
, que los rindió , y se la prometieron sin decir
nada á su hija. Quedó llardumo muy gozoso y
contenió , por haber alcanzado lo que lanío deseaba
, y fué á su casa para aparejar las fiestas del
desposorio á cierto dia señalado. Entre lanío los
padres do santa Alaxolende le preguntaron si quena
casarse con aquel caballero que era lan rico, tan
poderoso, y de tan gentil disposición, exhorlándoa
á bajar la cabeza al yugo del santo matrimonio , y
á obedecer á sus padres y darles contenió; pues
podia en aquel estado servir á Dios. La sania virgen
se turbó; (Jorque lema oíros intentos, y habia
consagrado á Dios su virginidad. Pidióles que le
diesen un día para pensarlo mejor; y toda aquella
noche gastó en oración, suplicando á nuestro Señor
que la guardase entera y sin corrupción , y
la armase de su gracia para vencer la flaqueza do
su carne , y la violencia de los que la querían
amancillar: y Diosla confirmó con una visión (á
lo que dicen) de los ángeles, que la visitaron y animaron.
Al dia siguiente llamó á sus padres, y les
afeó lo que habían hecho sin darle parle, siendo
va de edad para conocerlo que le convenía, y el
bien y el mal, y les declaró que habia desde niña
tomado á Cristo por esposo , y que por ninguna
cosa dejaría de cumplir lo que habia prometido.
Llegó el dia señalado de las bodas : y llarduino con
gran alegría y apáralo , vino para celebrarlas con
acompañamiento de amigos y criados , y Huinbmo,
casi por fuerza y como por los cabellos, llevó consigo
á su hija Maxelende , para que se casase; mas
ella habló de tal manera y con tal resolución á todos
los que á las fiestas de las bodas se habian juntado,
que luego entendieron que perdían tiempo,
y que aquella doncella antes perdona la vida que
su virginidad. Quedó llarduino (por el encendido
deseo que tenia de gozar de la santa virgen) por
una parte avergonzado y confuso; y por otra bravo
sañoso , y como fuera de sí. Con eslo cada uno se
volvió á su casa : y la santa virgen se recogió á la
suya , y se dio mas á todas las obras do virtud , á
la oración , devoción, ayunos, vigilias, limosnas
y obras de misericordia, entendiendo que presto
el Señor le habia de dar la corona del martirio por
la defensa do su pureza virginal.
2 De allí á algunos días los padres de Maxelonde
fueron convidados á comer de cierto amigo
suyo: y porque su hija no gustaba semejantes fiestas
y convites , la dejaron en su casa. Supo eslo
llarduino : y como oslaba embriagado del vino del
TOMO IV.
amor, juzgando que aquel era tiempo oportuno
para gozar de la sania virgen y cumplir su mal deseo;
ciego y arrebatado de la pasión , so fué á su
casa donde estaba con gente armada, y entrando
de repente, aunque ella se había escondido , al
lin la hallaron , y Ilarduino , lomándola uparle,
comenzó con halagos, blanduras y dulzuras de
amante desaliñado , á rogarla y conjurarla que
le tomase por mando y consintiese con su voluntad;
mas ella estuvo fuerte como una roca en que
se quebrantan las biliosas olas, y le dijo : que ninguna
fuerza bastaría para que fuese desleal á Jesucristo
, y que bien podría malar su cuerpo , mas no
podría malar el alma: y diciendo esto so escabulló
y solió délas manos de los que la teniun ; y llarduino
, abrasado de las llamas de concupiscencia y
de furor , corrió tras ella , y con su espada la mató:
mas en el punió que vio salir la sangre del cuerpo
de la virgen quedó ciego, y los compañeros que
venian con él lo dejaron , temiendo cada uno otro
semejante castigo. Divulgóse el caso : vinieron sus
padres llorosos y muchos clérigos y gente del pueblo
, y enterraron su sagrado cuerpo en la iglesia
de los bienaventurados san Pedro y san Pablo , en
una aldea allí cerca , donde eslavo tres años, hasta
que san Yindiciano , obispo de Cambray , trasladó
su cuerpo al mismo lugar donde habia sido martirazado,
por una revelación que una religiosa
viuda tuvo , oyendo una voz del cielo que la mandaba
que fuese al obispo, y le dijese de parle de
Dios que así lo hiciese; porque él quena glorificar
á esta santa con milagros en aquel mismo lugar.
El dia que se hizo esta traslación , llarduino , ciego
y desventurado se hizo llevar al cuerpo santo,
confesando su pecado , y pidiendo perdón , y la
vista de los ojos que justamente habia perdido; y
alcanzóla : y allí dolante de todos dijo su culpa,
contando la historia de lo que habla pasado, alabando
todo el pueblo al Señor por tan grandes maravillas.
En aquel lugar se labró una iglesia para
honrar esla santa ; y el obispo puso clérigos y mujeres
religiosas que continuamente alabasen en
ella al Señor : y llumbino , padre de la santa virgen
, hizo donación de todos sus bienes á aquella
iglesia ; y Dios nuestro Señor obró muchos y muy
grandes milagros por intercesión de esta santa : y
después , andando el tiempo , se trasladó el santo
cuerpo á Cambray , y de allí á Perona ; y en todas
parles recibieron muchas misericordias del Soñor
los que se encomendaban á esta sania virgen
; cuya fiesla celebra la Iglesia en aquellas partes
á los 13 de noviembre; y, según Juan Molano
en el índice de los santos de ios estados do blandos,
fué su muerte el año del Señor do GüO; y uñado
que parlo de sus sagradas reliquias están en la iglesia
de nuestra Señora de la ciudad de Cambray , y
parto en el castillo de Cambresy.
5 He escrito esla vicia principalmente para
que las doncellas que se han dedicado á Dios , y
tomado á Jesucristo por su dulce esposo , sean
constantes en guardar lo que licúen prometido; y
para que sepan , que deben antes perder la vida
que su pureza virginal : pues perdiéndola ganan el
cielo , y alcanzan dos lauréo'as y coronas, una de

2" 6 LA LEYEND A DE ORO. NOVIEMBRE, 13
vírgenes y oirá de mártires; y también para quo
so vea lo que puede un amor loco y Furioso, y
como al hombre que posee le saca de juicio, como
hizo á llarduino , que dio la muerte por sus propias
manos á la que tanto amaba y queria por
mujer. Fiera bestia es nuestra carne, y para domarla
no hay sino tenerla bien alada y sujeta : lo
cual aunque parece difícil, se hace fácil con la
gracia del Señor.
SAN HO.MOBONO , CONFESOR. — El bienaventurado
san llomobono nació en Gremona . ciudad
¡principal en Lombardia , de padres mercaderes,
no pobres ni ricos ; los cuales en el bautismo quisieron
que se llamase llomobono, que quiere
decir Hombre bueno; pronosticando con eslo
nombre la bondad y virtud con que habia de resplandecer
en toda su vida. Con este buen principio
le criaron cristianamente, y le enseñaron el temor
santo del Señor. Cuando tuvo edad le aplicaron á
su mismo oficio de mercader, en el cual fué tan
mirado , tan circunspecto y tan poco codicioso en
el comprar y vender, y en los contratos que hacia
, que ponia admiración : porque guardaba toda
verdad : no excedía un punto del justo precio:
era puntual en las pagas, y muy ajeno de los vicios
de los otros mercaderes. A mas de esto era
mozo apacible , gracioso, afable y modesto en sus
palabras y costumbres ; de manera , que en breve
ganó las voluntades'y convirtió los ojos en sí de toda
la ciudad. Era muy obediente á sus padres , y
por voluntad de ellos se casó con una doncella , y
guardó la castidad conyugal perfectamente. Murió
su padre: y viéndose ya libre nuestro llomobono,
comenzó á darse mas á Dios , conociendo que todas
las riquezas y bienes d6 la tierra son caducos
y frágiles ; que se alcanzan con mucho trabajo, se
•poseen con temor, se pierden con dolor, y que no
pueden hartar la sed de la codicia humana; determinó
buscar aquel tesoro que siempre dura , y
repartiendo de su hacienda á los pobres, comprar
•el cíelo. Hacia limosna á los pobres con tanta liberalidad
y afecto, que no aguardaba á que se la
pidiesen , sino que él los prevenía y los buscaba
para dársela. Consolaba á los afligidos, amonestaba
á los que erraban, enseñaba á los ignorantes,
perdonaba á sus enemigos, daba buen consejo á
los que se le pedían , en suma, era refugio , alivio
y amparo de todos los necesitados y menesterosos:
fué esto de manera , que á una voz era tenido y
llamado padre de los pobres. Como la mujer de
nuestro llomobono vio á su marido tan manirolo
con los pobres , temiendo que al mejor tiempo se
menoscabaría y le tallaría su hacienda , comenzó
ó rogarle no la disipase: al principio con blandas
y amorosas palabras y ruegos; y después (viendo
que todo eslo no bastaba ) con quejas , injurias y
modos pesados é indignos de una mujer para con
su marido. Pero como estaba fundado sobre la roca
y no sobro la arena , no se movía por las voces
de la mujer, que á guisa de aire y lluvia le combatían;
antes la enseñaba que no se monoscaba la
hacienda que por manos de los pobres se da á logro
á Jesucristo: el cual en esta vida la paga dando
ciento por uno , y en la otra la gloria sempiterna.
Y para que se entendiese que no eran palabras las
que llomobono decía , sino verdad de Dios, le
aconteció una vez en tiempo de una gran carestía,
que volviendo de la iglesia á su casa , le siguieron
muchos pobres: y él, estando su mujer ausenle,
con maravillosa alegría les repartió la mayor parle
de una cesta de pan que le habia tundo; y á la
noche, á la hora de cena , se hallaron en el arca
tantos panes cuantos eran los que él habia dado,
pero mucho mas blancos y mas sabrosos: de lo
cual la mujer quedó espantada ; y el santo le mandó
que no lo lújese. Otra vez, yendo ó una heredad
suya {que solo había guardado para sustentarse
á sí y á los pobres con los frutos de ella), y llevando
vino para los labradores , encontró muchos
pobres en el camino que le pidieron de beber, y él
se les dio de buena gana, quedando vacíos los
frascos que llevaba. No quiso volver para henchirlos
de vino á su casa , temiendo la mala condición
de su mujer , por no desabrirse con ella ; y
por otra parle, queriendo proveer á la gente que
tenía en el campo de bebida , llenó el santo varón
de agua los frascos y echóles su bendición.
Bebieron de ellos los labradores , y hallaron que
era excelentísimo vino , y preguntaron á llomobono
donde habia hallado aquel vino lan escogido;
y él , creyendo que hacian burla de él, bebió de
un frasco, y halló que era verdad y que el agua
se habia convertido en vino , é hizo gracias á nuestro
Señor, y calló y disimuló y procuró encubrirlo,
por huir la vanagloria ; mas Dios lo manifestó por
un hombre que le vio echarel agua, y después ¡¡robó
que era vino.
2 Fue asimismo muy devoto y muy dado á
la oración, en la cual no solo gastaba buena parle
del dia , sino también las noches. Iba siempre á
ma.tinos , y era lan infalible el ir cada noche á la
iglesia de San Gil para oírlos, que el cura, que se
llamaba Oberto, en locando la campana iba luego
á abrir la puerta de la iglesia para que Homobono
entrase; pero no pocas veces le aconteció ver
al sanio orando dentro de su iglesia sin haber él
abierto la puerta; porque hallándola el sanio cerrada
, cuando venia antes de tiempo, Dios se la
abría milagrosamente. Con eslos milagros y con
su santísima vida convirtió á muchos y muy pertinaces
herejes á la sania fó católica : á los cuales
. algunos varones doctos v religiosos con sus grandes
letras y argumentos no habian podido reducir.
Finalmente, el año del Señor de 1197, se fué,
como solia , á la noche á maitines sano y bueno :
y después de acabados, se puso en oración de rodillas
delante de una cruz , y estuvo en ella hasta
la hora de misa; y al tiempo que el sacerdote
decia la gloria, extendió sus brazos en forma
de cruz , y allí sin enfermedad ni ruido alguno,
díó su bendito espíritu al Señora los 13 de noviembre.
Halláronle muerto de esta manera; y
luego por toda la ciudad voló la fama que san llomobono
era muerto; y concurrió innumerable
multitud de gente para verle, y tocary reverenciar
su preciosas reliquias. Enterráronle en la misma
iglesia de San Gil con muchas lágrimas, ternura
y sentimiento ; y Dios nuestro Señor hizo por él

NOVIEMBRE, 13 LA LEYEND \ DE ORO. 207
muchos milagros, dando pies á los cojos , vista á
los ciegos , lengua á los mudos , oido á los sordos
y salud á los enfermos do varias dolencias, y otros
milagros que se pueden ver en su vida : por los
cuales , y por sus grandes virtudes y conocida santidad
, el papa Inocencio 111 le canonizó y puso
en el catalogo de los santos,;') los 22 de diciembre
del año de 1193, y en el primero de su pontificado.
Después el año de 1356 se abrió su sepulcro;
y al año siguiente de 1357, álos25 de junio,
se trasladó su sagrado cuerpo á la iglesia mayor, y
se colocó honoríficamente en una arca de mármol,
donde está ; y la ciudad de Cremona recibe por
su intercesión muchos y grandes beneficios del Señor.
Su vida escribió la Iglesia de Cremona , y la
bula de su canonización (ráela Fr. Lorenzo Surio
en el sexlo tomo. Пасе mención de él el Martirologio
romano y el cardenal Baronio en sus
anotaciones á los 13 de noviembre, y Pedro de
Nalalibus, lib. x , cap. 56; y Gerónimo Vida,,
obispo de Alva , escribió en verso un himno en
su alabanza.
* Los SANTOS VALENTÍN , SOLUTOR , Y VÍC­
TOR, MÁRTIRES. •—Sufrieron glorioso martirio en
la ciudad de Bavena , en liempo del emperador
Diocleciano , y murieron degollados después de
haber pasado por horribles tormentos.
SAN MITRIO, MÁRTIR.—San Gregorio deTours,
dice Godescard , que hace honrosa mención de
san Mitrio , remite el lector ó la historia do su vida
; pero esta obra no ha llegado á nuestro conocimiento.
Parece que este santo sufrió martirio en
liempo de Diocleciano en Aix de la Provenza.
Añádese que padeció varios tormentos , todos muy
crueles; pero que ninguno de ellos fué capaz de
vencer su constancia , y que los sufrió hasta con
alegría. San Mitrio es el patrón principal de Aix,
donde se celebra su fiesta en este dia. El mismo
san Gregorio añade , que Dios glorificó su sepulcro
por medio de muchos milagros.
Los SANTOS ANTONINO , ZF.RINAS, Y GERMÁN,
MÁRTIRES, Y SANTA ENSATA, VIRGEN Y MÁRTIR.—
Por los edictos del bárbaro Maximiano se encendió
en Cesárea de Palestina una persecución de las
mas espantosas que ha visto la Iglesia. En lo mas
fuerte de la persecución , el presbítero Antonino
y sus dos compañeros Zebinas y Germán se presentaron
al gobernador Firmiliano , y le confesaron
generosamente que eran cristianos y que era una
abominación el culto de los Ídolos. Firmiliano, sin
mas averiguación ni mas preparativo, los mandó
degollar en medio de la plaza pública de Cesarea.
El mismo dia condujeron los soldados al tribunal
á una virgen de la misma ciudad, llamada
Ennata, y la acusaron de adorar á Jesucristo. La
sania virgen , que solo deseaba derramar su sangro
por la fé , confesó que no solo ora cristiana, sino
que deseaba dar un público testimonio de amor
á su esposo, que era Jesucristo. Al momento, fué
también sentenciada , y habiéndola metido viva
en una hoguera , acabó allí su gloriosa carrera,
recibiendo la palma del martirio. Sucedió, según
Pagi, el año 303.
Los SANTOS ARCADIO , PASCASIO . PROBO, EU­
TIQIJTANO, Y PABLITO, MÁRTIRES.— Estos santos,
según el Martirologio romano, fueron españoles,
aunque no se puede saber de qué punto eran , ni
porqué pasaron á África. En esla región padecieron
martirio en tiempo de los vándalos. No queriendo
ninguno de ellos consentir en los errores de
Arrio , ni blasfemar do la divinidad de Jesucristo,
por orden del rey Genserico fueron desterrados,
cruelmente atormentados , y por fin los mataron,
con diverso género de suplicios. Señalóse principalmente
en constancia el niño Pabhto , hermano
de los santos Pascasio y Entiquiano, que no queriendo
de ninguna manera renegar de la fé católica
, fué cruelmeule azotado por largo tiempo con
varas, y después condenado á vil esclavitud , en
donde á fuerza de malos tratamientos acabó su,
vida. El cardenal Raronio coloca el martirio de
estos santos en el año 437.
SAN NICOLÁS I. PAPA Y CONFESOR.—Era diácono
de la iglesia de Roma, su patria, cuando la
eligieron soberano pontífice el dia 24 de abril del
año 858, y fué consagrado el mismo dia en la
iglesia de San Pedro , hallándose presente el emperador
Luis II. En 8C0 envió logados á Constantinopla
para examinar la causa de san Ignacio , y
pronunció anatemas contra Focio , hombre soberbio
y rencoroso , primer autor del deplorable cisma
que subsiste aun entre las Iglesias griega y latina.
Nicolás obligó á Lotario á separarse de Valdrada,
su concubina , y anuló los decretos de los dos concilios
que habían aprobado el divorcio de aquel
príncipe con Treberga , su esposa. La zelosa solicitud
del pontífice por la propagación de la fé produjo
la conversión deBogoris, rey de los búlgaros,
que en 865 abrazó la religión cristiana con gran
parte de su nación. El año siguiente envió este rey
á su hijo y á muchos señores principales de su corle
á Roma , para que ofreciesen al papa algunos
presentes en su nombre, y le pidiesen sacerdotes y
obispos, consultándole al mismo tiempo sobre
ciento y seis cuestiones do religión, á las cuales el
pontifice contestó con oíros tantos artículos, que
son célebres en la historia de la disciplina eclesiástica.
Por el mismo tiempo mandó Nicolás tres
legados á Conslaniinopla; pero habiendo sido indignamente
maltratados al begar á las fronteras
del imperio, se vieron obligados á volverse á Roma.
En 867 el heresiarca Focio juntó un conciliábulo
en Conslaniinopla, en el que se pronunció
senlencia de deposición contra el papa Nicolás , y
de excomunión contra todos los que comunicaban
con él, y se declaró que cuando los emperadores
se habian trasladado de Roma á Constantinopla, el
primado de la Iglesia de Roma y sus privilegios habian
pasado también á la Iglesia de Constantinopía.
Afligido el corazón del soberano pontífice
por aquellos excesos que turbaban la paz, escribió
entonces á los obispos de Francia , que so hallaban
reunidos en el concilio de Troves , una carta
llena de unción y de caridad , en la cual les daba
cuenta del estado de las cosas, y acababa exhortándoles
ó trabajar con todas sus fuerzas para reconquistar
la unidad que los díscolos habían rolo. Poco
después de este suceso, afligido por los males de U\.

2GS
Iglesia y en meilio de los importantes trabajos que
habia emprendido para aliviarlos, Nicolás acabó
santamente sus dias, muriendo el dia 13 de noviembre
del año 867. El mundo cristiano lloró la
pérdida do este pontífice con muestras de sensible
dolor: sus contemporáneos y la posteridad le han
dado el título de (¡runde; le han mirado como otro
de los mas esclarecidos personajes que han ocupado
la santa sede; y lodos los escritores convienen
en que por su ilustrado zelo , la firmeza de su
carácter y por su inagotable caridad , es acreedor
á la admiración y al respeto de toda la Iglesia.
SAN GONDULFO , OBISPO Y CONFESOR. — Nada
se sabe de las acciones ni de la vida do este santo,
y hasta se ignora de qué Iglesia fué obispo. Sin
embargo, hace muchos siglos que se le da culto en
la diócesis de París, y en su iglesia catedral existe
su sagrada cabeza.
SAN EUGENIO , OBISPO Y CONFESOR.— Fué el
tercer prolado de este nombre en la diócesis de
Toledo. Crióse desde niño en aquella santa Iglesia
metropolitana , y sintiéndose después llamado por
Dios á vida mas estrecha , huyó de la corte , y en
Zaragoza . donde se refugió , hizo vida monástica*,
dedicándose al culto de los santos mártires, y estudiando
noche y dia la ciencia de la verdadera salud.
De Zaragoza fué llevado con violencia otra
vez á Toledo, por haber sido elegido obispo de
ella en la vacante de Eugenio II. Dedicóse desde
luego á los oficios de un buen paslor : arregló el
culto y sus ceremonias, y puso orden en la disciplina.
Sus virtudes pastorales estaban esmaltadas
con la ciencia de la divina Escritura y con el cultivo
de la poesía. Dejó escrito un tratado sobre la
santísima Trinidad, muy docto y elegante, digno
de compararse con lo mejor que hasta entonces se
había publicado, y dos opúsculos de poesías y prosa
escogida sobre distintos puntos sagrados. Fué
amigo del rey Recesvinto , para el cual tradujo los
libros de Draconcio , que tratan de la creación del
mundo , y algunos libros del antiguo Testamento.
También se cree, quo, á instancias del arzobispo
de Tarragona, escribió la misa de san Hipólito,
mártir. Con fecha del 20 de mayo del año 048 escribió
á dicho arzobispo una carta , que existe aun
en la biblioteca del Escorial. En 040 asistió al concilio
toledano séptimo, en 653 al octavo, en 655
presidió el noveno, y el décimo en 656. Su pontificado
fué glorioso, y murió el dia 13 de noviembre
del año 057 , siendo sepultado en la iglesia de
santa Leocadia de la misma ciudad de Toledo. Su
discípulo san Ildefonso lo sucedió en el episcopal
do, y honró su memoria como merecían sus grandes
cualidades.
SAN ABBON, MÁRTIR. -Este santo, llamado también
Albon , nació en Orleans, y fué educado en
el monasterio de Fleury, donde después lomó el
hábito. Era sabio en letras , pero lo que mas le
hacia recomendable eran sus virtudes. Cediendo a
las súplicas de san Osvaldo , pasó Abbon á Inglaterra
, y dirigió algún tiempo la escuela del monasterio
de Ramsey. A su vuelta á Fleury , fué nombrado
abad de aquel monasterio, y estableció en
él la mas rigurosa disciplina. La alta idea que se
L A
I-EVUNü. A LE ORO. NOVIEMBRE, 14
tenia de su sabiduría y santidad hacia que le mirasen
como el oráculo de aquellos tiempos. El rey
Roberto lo envió á liorna para tratar con el papa
de asuntos muy importantes parala Francia,}'
pudo felicitarse por el dichoso resultado. Algunos
años después, en medio de un motín que el santo
so esforzaba en sofocar, recibió un lanzazo, del
cual murió, el año 1004. Habiéndose comprobado
su santidad por medio de milagros, se le veneró
como mártir y se estableció su culto.
SAN QUINCIANO, OBISPO.—Fué obispo deClermont
en Francia , ilustre en santidad y doctrina,
y favorecido por el cielo con el don do milagros.
Su zelo logró reformar las costumbres públicas, y
para el arreglo de la disciplina de la Iglesia se distinguió
notablemente en el concilio primero de Orleans
, como dice san Gregorio de Tours en el libro
I I, cap. 30 de la Historia de los francos. Pasó
su vida dedicado á los intereses de la religión , y
murió santamente el año 500.
liia I £.
EL PATROCINIO BE NUESTRA SEÑORA (l).—
Toda la redondez de la tierra está debajo del patrocinio
de ¡María santísima; porque quiso el Hijo
que la escogió por madre, quo fuese María protectora
de los que él era Redentor. Por eso dice san
bernardo, hablando con la Virgen: «¿Quién podrá,
ó henchía Virgen , medir la longitud , latitud y profundidad
de Inmisericordia"? Porque su longitud
llega hasta el último dia , para los que la invocan,
socorriéndolos á todos: su latitud llena todo el
orbe de la tierra , de manera , que la tierra está
llena también de su misericordia : la sublimidad halla
la restauración de la ciudad celestial; y la profundidad
es la redención para los que están sentados
en las tinieblas y sombra do la muerte.»
Parece que en significación de este patrocinio universal
, vio san Juan en su Apocalipsi á María santísima
cercada del sol como de un vestido, y puesta
sobre la luna como sobre trono , para darnos á entender
que así como el sol y la luna rodean toda la
tierra para alumbrarla con sus rayos y fecundarla
con sus influjos, así María la cerca toda, alumbrándola
con sus resplandores y favoreciéndola
con sus socorros: y confirma esto María por boca
de! Eclesiástico, cuando dice : « El ámbito del cielo
rodeé sola , y penetré el profundo del abismo:
paseóme por las ondas del mar: en toda tierra hico
asiento, y en todo pueblo y gente tuve el principado.»
Mas si tiene María santísima el principado
de toda la tierra ; si la ha rodeado toda: si en toda
ella hizo su asiento, bien se puede gloriar España
de haber sido la primera tierra que visitó María:
la primera en que hizo asiento , y en que tomó posesión
de su principado: pues visitó á España viviendo
en carne mortal , y quiso tener en ella el
primer templo que se le dedicó en el mundo ,
cuando apareciéndose á Santiago, apóstol, junto
á la ciudad do Zaragoza, sobre una coluna ó pilar
de jaspe, le mandó que edificase allí un templo en
(1) Corresponde á la segunda dominica sio noviembre

KOVIESCM, 14 LA LEVEN DA DE ORO. 2G9
FU nombre; porque rabia que, aquella parlo de lispaña
la había de ser muy devola, y desdo
entonces la lomaba debajo de su amparo y patrocinio;
y especialmente la ciudad de Barcelona,
en el principado de Cataluña , bajando á ellas dos
veces: la primera para que se fundase su sagrada
orden de la Merced ; y la segunda para cantar los
maitines en su sania Iglesia. Cuan bien haya llenado
María santísima el título de patraña de las
Españas desterrando las sombras déla idolatría,
las tinieblas de la herejía, los errores del mahometismo
, ayudando á Santiago y á sus discípulos
para convertirá los gentiles, favoreciendo á Leandro,
Isidoro, Ildefonso y oíros doctores para convencer
á los herejes , y socorriendo á los españoles
en sus baladas para vencer á los moros; no es
cosa que se puede decir en pocas palabras , ni
ponderarse con muchas, ni agradecerse con ningún
servicio que hagan los españoles á esta soberana
Señora y Reina srrya. Flavio Dexlro dice,
que España fué la primera provincia del mundo
que recibió la lo de Cristo, después de Judea , Galilea
y Samaría , y que se puedo llamar las primicias
del reslo de la gentilidad. Aquellas provincias
que consagró Cristo, sol de justicia, con su presencia
y predicación , debian ser mas privilegiadas
y recibir primero la luz ; y luego España , por haber
sido la primera tierra que alumbró María, llena
de gracia , con su maravillosa venida; poroso
pudo decir con mucha razón don Rodrigo , arzobispo
de Toledo , que desde el principio se mostró
María patrona y protectora de España.
2 Aquí trataremos particularmente del patrocinio
de María santísima en las batallas de los españoles,
que es el intento principal de esta (iesta;
habiendo advertido antes cuan propio es de María
santísima el patrocinio en las guerras, por lo cual
la podíamos llamar Diosa de las batallas , título
quedaba la ciega gentilidad á Belona. Compárase
María santísima en los Cantares á un ejército ordenado
y puesto en forma de pelea: porque es
María , como dice Ruperto , terrible como un ejército
á los demonios , á los herejes y á los impíos:
y como dice san Germán, con sola la invocación
de su nombre hace huir á sus enemigos, y da seguridad
á sus siervos. Compárase también al muro
con queso deliende una ciudad , y á la torre de
David , de que penden mil escudos: poique María
santísima es la defensa de lodos los que se acogen
á ella : y no penden de esla torre espadas y lanzas
, sino escudos solamente; porque esla piadosa
guerrera no tiene inclinación á herir , sino á defender:
y si en las batallas ha herido á los enemigos
, es solo por defender á sus devotos; y por 1
eso
no hace ostentación de armas ofensivas, sino de
armas defensivas, nó de lanzas, sino de escudos:
aunque tal vez ha sido vista en el ejército de los
cristianos con escudo y lanza pelear contra los infieles.
Muchos siglos antes de nacer María santísima
, ya tenía el patrocinio de las balabas, y le
ejercía en las figuras ó imágenes que la precedieron
en el viejo Testamento. El gran Moisés en la
l'iorra santa , que era sombra de María , y á visla
de la zarza, que era imagen do María, fué clo-
gido por capitán del pueblo do Dios. para que lo
sacase de la servidumbre de Faraón y de Egipio,
como lo ejecutó con los prodigios y maravillas de
aquella prodigiosa vara , ligera también de María.
Para vencer Josué á los enemigos del pueblo de
Dios, no solo se paró el sol, rpie habia de darluz
para alcanza!' la victoria ; mas también la luna,
aunque no era necesaria su claridad para el triunfo
: porque era conveniente para el misterio, quo
se detuviese la luna, en que se figura repetidas
veces María santísima en las sagradas Letras, para
que no se alcanzase lan ilustre victoria , sin que
presidiese á ella la Patrona de las baladas. Gcdeon
tuvo por prenda cierta do la victoria que habia
de alcanzar do los madianilas, aquel célebre
y el Ion , figura de las mas ilustres de María santísima
; y luego venció con trecientos soldados á
innumerable multitud de sus enemigos, llevando
en las manos unos cántaros de barro , y dentro
unas luces encendidas: ¿y qué son estos cántaros
de barro , sino figuras do María santísima, en que
entró la luz de la divinidad á vestirse del barro de
nueslra carne , como de una linterna , para que
templada la eficacia de sus rayos , venciese á los
príncipes de las tinieblas, y sin ofender nuestros
ojos, desterrasen las sombras de muerte en que
estábamos sentados? Pero ¿qué mas ilustre figura
de María santísima , que el arca del Testamento?
lista llevábanlos israelitas en sus ejércitos: por
ella esperaban las victorias; y por ella conseguían
sus triunfos. Por eso Moisés, cuando los levitas
tomaban el arca para moverla al movimiento de
los reales , decia : Levantaos, Señor, y sean destruidos
vuestros enemigos: huyan de vuestra presencia
los que os aborrecen: y cuando al parar ios
reales ponian el arca en su lugar, decia: Volved,
Señor, los ojos á la multitud del ejército de Israel:
pidiendo á Dios, que por medio del arca, en quo
asistía su virtud , defendiese á su pueblo, y destruyese
á los enemigos de Israel: y dice san Atanasio
, que el arca les bastaba á los israelitas por
ejército, sino habia algún delito en el pueblo, ó
hipocresía en los que la llevaban. La otra arca,
en que se libró el género humano de la ¡ra de Dios,
cuando anegó al mundo en las aguas del diluvio,
también era sombra de María; y no menos la paloma
que anunció la libertad con el ramo de oliva;
y el arco Iris , quo era seguro y prenda de paz
entre Dios y los hombres. Pues las victorias milagrosas
que alcanzó el pueblo de Dios de sus
enemigos por medio de mujeres, Jaél, Débora,
Judith , y haberse librado por medio de lislher do
la muerte que pretendía darle Aman, armado del
poder do Asuero ; ¿quién negará que representen
¡as victorias quo habían de alcanzar los fieles de
sus enemigos por medio de María , de quien aquel'as
ilustres mujeres fueron figuras? Dejando las
otras victorias del viejo Testamento, que todas se
consiguieron , ó por alguna sombra de María , ó
por su respeto, es muy digno de notar, que la
primera victoria que se propone en la Escritura
sagrada , es la que habla de alcanzar María santísima
do Lucifer, cuando dijo Dios á la serpiente
: Pondré enemistad entre tí y la mujer, entre

270 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 14
lo generación y la suya: ella le quebrantará la
cabeza; y lú andarás siempre acechando á sus
calcañares. Esla victoria alcanzó María santísima
dei infierno en su concepción purísima, con que
empezó ya en su persona á ejercer el oficio de
palrona de las batallas; v corrieron tan por su
cuenta las \ ictorias, que el Hijo de Dios, para vencer
al infierno, lomó de María las armas, como
dice Ricardo de San Laurencio por estas palabras:
«Así como el soldado para pelear se arma en el
tabernáculo; así Crislo, para vencer al demonio
por la Iglesia , tomó en las entrañas de la Virgen
las armas de la humana carne.
Í5 No contando ahora las victorias que oíros
príncipes cristianos han conseguido de los infieles
por

NOVIEMBRE , IV
on sus ejércitos, si puede decirse asi? porque el devotísimo
rey llevaba consigo á todas sus conquistes
imágenes de nuestra Señora, que marchaban al
paso de los reales , y una de ellas lijaba en el arzón
de la silla do su caballo , cuando entraba á
pelear, para que su vista infundiese alientos en su
corazón , y pavor en el de los contrarios, y fuese
María como un astro favorable ó numen propicio
de sus batallas, que influyese en su ejército las
victorias. Por oso cuando ganó á Sevilla , que fué
la última de sus conquistas, hizo el santo rey que
entrase triunfando María santísima en aquella ciudad
en su imagen de los He-yes, para rendir los
triunfos á aquella de quien reconocía las victorias,
l.o mismo cuenta Nicolás del emperador .luán
Commeno , (pie habiendo conseguido muchas victorias
con el favor de María santísima, volviendo á
Constantinopla hizo fabricar un carro triunfal de
plata , adornado do piedras preciosas , obra admirable
, en que compelían el arle y la riqueza, ó
hizo poner en él una imagen de nuestra Señora,
para que entrase en la ciudad con triunfo : confesando
el emperador deber todas sus victorias á María
santísima, como á invencible compañera y
señora de su imperio. De Manuel Commeno, emperador
, cuenta también Nicetas, que habiendo alcanzado
una insigne victoria por María santísima,
dispuso un triunfo con giando pompa y aparato,
en que precedían muchos cautivos , y después se
seguía un carro triunfal con una imagen de la Virgen
María , que habia cautivado á lodos : á los
enemigos del imperio con las armas; y al emperador
con el beneficio de la victoria. Del emperador
Zimisa refiero semejante ejemplo Zonaras; y
Nicéforo Gregoras del emperador Miguel Paleólogo.
Pero volviendo á nuestra España , las celebérrimas
y continuas victorias de Jaime, el Conquistador,
rey de Aragón, justamente las atribuyen todos
al patrocinio de María santísima , y muy en particular
la victoria quea'canzó de los moros junto á
Valencia don Bernardo Guillen; porque siendo
mucho mayor el número de los moros que el de los
cristianos, este valeroso capitán, confiado en el patrocinio
de María santísima, acometió anirftosamenle
á los enemigos, esperando que los poces
podrían vencer á los muchos: y dice Bernardino
Gómez en la vida del rey don Jaime, qne invocando
los cristianos el nombre de María, al punto
empezaron á huir los sai rácenos , y en aquel lugar
se fabricó un templo á la Virgen en memoria de
tan insigne victoria , alcanzada con su favor y ayuda.
Fueron los dos reyes Fernando y Jaime devotísimos
de María santísima : Jaime la consagró
casi dos mil templos ; y Fernando muchos mas : y
con esto no es maravilla que conquistasen ciudades
, sino remos, y que no sintiesen nunca contraria
la fortuna ; porque tenian en su favor á María
santísima que fijó su rueda (ya que hablamos con
términos humanos), para que desmiliendo lo mudable,
favoreciese constantemente á estos dos príncipes
marumos, y fuese símbolo do perpetua felicidad
para ellos la rueda , que en la fortuna es para
todos jeroglífico do la mudanza.
5 Paso de corrida por otras victorias, que eran
I.A LEYENDA DE OBO. 271
dignas de mayor ponderación. Alfonso XI, rey de
Castilla, con el favor de María alcanzó aquella
insigne victoria del Salado, cerca de Tarifa, en
que mató doscientos mil moros, y cautivó una
grande multitud , con muerte de solos veinte cristianos.
Alfonso 1 , rey de Portugal, fué lan devoto
de María santísima , que puso á sí y á su remo y
sucesores debajo del patrocinio de santa María
de Claraval, donde era á la sazón abad san Bernardo
, y quiso que pagasen perpetuamente á su
iglesia cierta cantidad . á manera de tributo y vasallaje
; y por tan insigne piedad mereció que María
santísima le diese insignes victorias de los mahometanos.
Semejante fué la devoción de Alfonso
V de Portugal, para con María . el cual pasó á
África y quilo á los moros á Arcilla, habiendo
prometido á Muría santísima un caballo de plata
con un rey de la misma materia; y ganada fez-mente
la ciudad , cumplió su voto y edificó un
lemploá la Conquistadora de esla fortaleza. ¿Qu
diré de don Juan el II, rey de Castilla , que visitando
el templo de Guadalupe , y ofreciendo oraciones
y dones á su altir , reprimió y venció á los
sarracenos, ganándoles muchos lugares? ¿Qué de
Ramiro el 11, rey de León , que invocando el favor
de María santísima contra un ejército de doscientos
mil moros, le envió la Reina del cielo dos
soldados, que, según unos, fueron ángeles , y según
otros, Santiago y san Emiliano , con cuyo socorro
alcanzó una milagrosísima victoria matando ochenla
mil moros, y cautivando á su rey? ¿Qué de Sancho
I, rey de Portugal, que ganó de los moros
junio á Sevilla aquella celebre batalla , cuando el
Belis, rojo con la sangre mahometana, corrió por
mucho espacio publicando la victoria , que atribuye
Belmghairá María santísima? ¿Qué de Fernando I,
rey de Aragón, singularísimo devoto de María
santísima , con cuyo favor alcanzó grandes victorias;
porque cuando él salía á campaña, la reina
doña Leonor, su mujer, iba muy de mañana descalza
, acompañada de dos criadas solamente á
visitar una iglesia de Nuestra Señora? ¿Qué de
Fernando el Católico, queconquistóel reino de Granada
, con que acabó de desterrar á Mahoma de
España, y traía siempre consigo una imagen de
nuestra Señora en sus ejércitos , la cual, después
de ganada la ciudad de .Málaga, entregó á los frailes
mínimos de san Francisco de Paula , con nombre
de la Virgen de la Victoria ; dando á entender
que todas las victorias y triunfos que había alcanzado
los debia á María santísima? Finalmente,
en esta cuenta pueden entrar casi todos los reyes
de España, desde Pelayo hasta Fernando el-
Católico; porque , como si tuvieran por horóscopo
de su nacimiento, y estrella de sus felicidades á
aquella mujer del Apocalipsi qne tenia la luna debajo
desús pies , pisaron estos reyes con el patrocinio
de María sobre las lunas africanas, con tantas
victorias como pasos; con que España perdida se
ganó á sí misma : recobró todos sus reinos:. recuperó
todas sus ciudades; y eclipsadas por mejor
luna lautas lunas, volvió resplandecer con nuevos
rayos el sol do la fé católica en España , que pudo
dar por bien empleada la infelicidad de perdida,

272 LA LUYEN D; \ DE ORO. NoviKMHUE , li
por la dicha de recuperada con laníos favores de
María.
0 No solo ha favorecido y patrocinado María
santísima á España dentro de España , mas laminen
fuera de España y de Europa, dando á Portugal
en Oriente y á Castilla en Occidente , no solamente
nuevos reinos , pero nuevos mundos por
medio de Colon, Cortés, Pizarro , Gama y oíros
famosos descubridores de nuevas provincias y gentes
, poniendo María tantas coronas de oro en la
monarquía de España , cuantas los españoles han
consagrado de fé a Jesucristo. En la conquista del
reino de Méjico venció Cortés con pocos españoles
innumerables bárbaros , y en la del reino del Perú
con ciento y cincuenta soldados desbarató Pizarro
á doscientos mil peruanos; pero no es maravilla;
que alcanzasen eslos dos capitanes tales victorias,
si merecieron tener á María santísima de su parte,
que apareciéndose diversas veces acompañada de
Santiago en el ejército de los españoles, arrojaba
polvo á los ojos de los gentiles, piara que ciegos á
sus idolatrías, oslando sujetos á los españoles viesen
la luz de la 1V¡, por medio de aquellos que no
tanto pretendían sujetarlos al imperio de España,
cuanto á la fé de Cristo y culto de María santísima
: á la cual, como á principal Conquistadora
erigieron muchos templos eslos no menos piadosos
que valerosos capitanes. En Oriente no hay duda
que descubrió Vasco de Gama aquel nuevo mundo
con el favor de María santísima, debido á la piedad
y devoción del rey don Manuel de Portugal, que
la escogió por palrona de todas sus empresas fuera
de Europa, y la edificó un templo en la Barra de
Lisboa, (pie fuese como el de Janoen la gentilidad,
no sé si templo de la guerra ó de la victoria , abiei lo
á los soldados que iban á nuevas conquistas , para
que pidiesen socorro á María contra sus enemigos,
y llevasen negociada la victoria cuando iban á la
batalla, y pagó la Virgen esla piedad y conlianza
del rey, dándole muchas victorias en Oriento y
mediodia. Pues las victorias espirituales que alcanzó
aquel prodigioso apóstol del Oriente san
Francisco Javier de muchos centenares de millares
de bárbaros , resucitando la fé en muchos remos
donde antes se habia predicado, y plantándola en
otros muchos, donde nunca se habia oído ol nombre
de Cristo ; ¿quién no sabe que las alcanzó con
el patrocinio de María, á quien tomó en París,
Boma y Loreto, por palrona de sus empresas y
protectora de todas sus conquistas? .Mas no hay
para qué detenernos en decir, como laníos predicadores
evangélicos que han salido de España
para predicar la fé, destruir la idolatría y dilatar
el reino de Cristo en las Indias orientales y occidentales
, han conquistado tantos remos, alcanzado
tantas victorias y ganado tantas almas por ol patrocinio
de María; porque es claro , según enseña
la Iglesia, que María santísima es la que ha destruido
en lodo el mundo las herejías, y desterrado
los errores. Con lanías y tan continuadas victorias
ha crecido la monarquía española á la grandeza
que hoy tiene , desde que se vio reducida á la estrechura
de las Asturias , como aquella fuente del
libro de Ester, que primero se hizo rio, luego so
convirtió en luz , después en sol, y últimamente en
océano de inmensas aguas; así España de fuente
creció á río, de rio se convirtió en luz por la fé,
que volvió á resplandecer en ella ; luego gozó privilegios,
ó hizo el oficio de sol, alumbrando á las
parles mas remotas del mundo con los resplandores
de la fé , y con esto ha merecido ser como un
mar inmenso en la grandeza y dilatación de su dominio.
También se puede comparar á aquolia pequeña
piedra quo derribó la estatua soñada de
Nabucodònosor, compuesta de diversos metales,
y después de haber deshecho la estatua en polvo,
se hizo un monte grande (pie llenó toda la tierra ;
porque esla monarquía, echando por ol suelo las
estatuas de los ídolos, y reduciéndolas á cenizas,
se ha hecho latí grande , que ha llenado toda la
tierra: pues no hay parle en el mundo , adonde
no se extienda el imperio español á la sombra do
María, que, como tiene en toda la tierra el principado
, quiere que en toda la tierra le tengan los
españoles, á quienes con tan especial amor ha
tomado debajo de su patrocinio. Ni es menor la
devoción que en otros países se tiene á la santísima
Virgen. En e! remo de. Francia Luis XIII declaió
en 10 de febrero de 1033, y lo ratificó en 1037,
que lomaba á María por protectora especial do
todo el reino.
7 Mas con haber patrocinado María santísima
á nuestra monarquía desde sus principios , y
con haber tenido esta monarquía á María siempre
por palrona, reconociendo do su liberalísima mano
todas sus felicidades , se guard-ó para la piedad y
religión de nuestro católico monarca Polipo IV
(que esté en el cielo) la gloria de dar á María el
patrocinio de las Españas con la debida solemnidad
, y solicitar (pie se celebrase con este título:
porque considerando el piadosísimo rey cuántas
victorias había conseguido el cetro de España en
la mano de los reyes sus predecesores : cuántos
triunfos en la suya; y todos por su intercesión y
patrocinio : viendo también amenazada á España
por todas parles de las armas de sus contrarios, quo
como olas de un mar tempestuoso , en quo soplaban
I8s vientos de la envidia y el odio , acometían
á esta gran nave para anegarla si pudiesen;
queriendo agradecer á María las mercedes recibidas,
y empeñarla con el agradecimiento á nuevos
favores, alcanzó do la santidad do Alejandro Vil
quo se celebrase perpetuamente en España una
fiesta particular á nuestra Señora, con título del
Patrocinio , como se verá por el tenor de la bula,
en que el papa la concede: la cual me ha parecido
poner aquí; y escomo sigue.
8 «Alejandro, papa VII, para perpetua memoria.
La excelente piedad para con Dios, y devoción
para con la beatísima Virgen Maria, Maclro
de Dios, de nuestro carísimo lujo en Cristo Felipe
, rey católico de las Españas, junta con una
singular piedad para con nosotros y la sedo apostólica
, merece que favorezcamos cuanto nos es
concedido de lo alto á sus ruegos , enderezados a
aumentarla veneración de la beatísima Virgen.
Porque como el mismo rey Felipe (según nos hizo
saber) desee en gran manera, para dar gracias á

KOYIEJIBIiE , Vi LA LEYENDA DE ORO. 27: i
la Virgen María . Madre de Dios , por muchísimos
beneficios que con piadoso aféelo confiesa haber
recibido de su mano, que se celebre lodos los
años en alguna de las dominicas de noviembre una
fiesla particular que se llame del Palrocmio do la
bienaventurada Virgen Muría: Nosotros, alabando
muchísimo en el Señor el piadoso intento del mismo
rey Felipe , y deseando hacerle especiales favores
y gracias, inclinados á sus súplicas hechas
á Nos cobre este particular, con autoridad apostólica
, por el tenor de las presentes letras concedemos
á los amados hijos, clero secular y regular
de los dichos reinos de España, que en alguna
dominica del mes de noviembre que ha de señalar
el ordinario , puedan celebrar lodos los años fiesta
del Patrocinio do la bienaventurada siempre Virgen
María, con oficio de dúplex, ele. Fuera de esto,
para aumentar la devoción de los fieles y la salud
de las almas con los celestiales tesoros de la Iglesia
, movidos de piadosa caridad , concedemos misericordiosamente
en el Señor indulgencia plenaria
y remisión de lodos sus pecados á todos los
fieles de Cristo , así hombres como mujeres, que
verdaderamente penitentes, confesados y comulgados,
en esto dia asistieren á la misa solemne, y
en ella rogaren á Dios por la paz entre los príncipes
cristianos , extirpación de las herejías y exaltación
de la santa madre Iglesia, etc. Dada en
Roma sub cumulo piscaloris, á 28 de julio
de ÍG56, en el segundo de nuestro pontificado.»
9 Por la piedad de nuestros reyes , y con el
ubileo tle su santidad, se ha hecho esta fiesta una
de las mas solemnes que se celebran á nuestra
Señora en España: y podemos decir aquí muy á
tiempo lo que dice Jorge Nicomediense , autor antiguo
y muy grave, en un sermón de la Virgen,
hablando con ella: «Embaraza con tus ruegos las
guerras que so han movido contra tu pueblo. No
hallamos socorro mas poderoso que tu socorro.
Solamente el poder do tu Hijo es mayor que el
luyo; pero los beneficios que recibimos de tu Hijo,
por tu medio los recibimos Bien sabes que estriba
en tí loda la esperanza del pueblo cristiano;
haz que no se frustre su esperanza , y que lodo le
suceda con prosperidad. Ningún asilo tiene para
huir de los males que le cercan , sino solamente tu
inexpugnable socorro. Los que dominan pusieron
en tí su confianza , y le oponen á los ejércitos enemigos,
en lugar de todas las armas: tiénente por
escudo y loriga para su defensa: llevante sobre
su cabeza por corona de su gloria : pusiéronte por
muro do su imperio; y confiaron de tí el cetro de
su reino. Levántate, pues, en la grandeza do tu
virtud á vista de tu pueblo, para que, libres de su
impío furor, nos gocemos con universal alegría; y
magnificando tu gloriosísimo nombre, adoremos
al Padre y al Espíritu santo, por los siglos de ios
siglos. Amen. »
10 Ya que hemos tratado largamente del patrocinio
de María santísima en las batallas con los
enemigos visibles, por ser el principal objeto de
esta festividad; diremos algo brevemente del patrocinio
de María, así en las batallas espirituales
que cada dia tenemos con los enemigos invisibles,
TOMO IV.
como umversalmente en (oclas nuestras necesidades
, aflicciones y trabajos; porque en todas es
María nuestra patrona , protectora y abogada. Y
en materia tan dilatada en que la misma abundancia
do lo que hay que decir ocasiona carestía
de palabras , y enmudece á la lengua mas elocuente;
quiero antes hablar con las palabras de
los santos, que con las mías, y labrar una cadena
de oro de sus sentencias , aunque sean por fuerza
de inferior metal las uniones. San Germán, arzobispo
de Conslaniinopla , dice, hablando con María:
«¿Quién después de tu Hijo cuida, como tú,
del género humano? ¿Quién así nos defiende en
nueslras aflicciones? ¿Quién intercede así por los
pecadores ? Como tienes confianza y poder do
Madre para con el Hijo ; con tus ruegos é intercesión
nos haces familiares á él: nos alcanzas la
salvación ; y libras del eterno suplicio : Todas tus
cosas son admirables , ó Madre de Dios : todas son
sublimes y que exceden en el orden de las demás;
y por esto tu patrocinio es mayor de lo que se puedo
entender: » y concluye mas abajo : « Poderoso
es tu socorro, ó Madre de Dios, para la salvación
, y no necesita otro intercesor para con Dios,
quien te merece por abogada. » San Agustín, alegado
porsan Buenaventura, dice : «Así como María
es mas poderosa con Dios que todos los santos;
así es mas solicita de nuestra salud que todos
eilos. » Pero el mismo san Buenaventura compara
á María con María , no sé si con mayor elocuencia
ó devoción : « Grande fué la misericordia de María
para con los miserables cuando vivía en la
tierra ; pero mucho mayor es su misericordia ahora
que reina en el cielo. Mayor misericordia ostenta
ahora haciendo innumerables beneficios; porque
ve mejor ahora las innumerables miserias ele los
hombres: y si por el resplandor de la primera misericordia
es María hermosa como la luna; por
el resplandor de la segunda misericordia es elegida
como el sol: porque de la manera que el sol vence
á la luna en la grandeza de su claridad ; así vence
á la primera misericordia de María la grandeza de
la segunda. ¿Quién es aquel á quien niega el sol
sus luces? ¿Quién es aquel á quien niega María sus
resplandores? El sol extiende sus rayos sobre los
buenos y los malos, sin hacer excepción de personas
; y María , sin examinar méritos, á todos se
muestra exorable: á todos se ostenta clementísima;
y finalmente se apiada con afecto de misericordia
de las miserias de todos.» San Anselmo
con igual elegancia divide el patrocinio entre Cristo
y María, y quiere que aplaquemos al Hijo con la
Madre , y á la Madre con el Hijo. « Huya (dice)
el reo do Dios justo á la Madre piadosa de Dios
misericordioso : y huya el reo de la Madre ofendida
al piadoso Hijo de la benigna Madre. Acójase á
los dos el reo de los dos: póngase entre el Hijo y
la Madre. Piadoso Señor, perdona al siervo de tu
Madre. Piadosa Señora, perdona al siervo de tu
Hijo. Si me pongo entre dos tan inmensas piedades
, no caeré entre dos tan poderosas severidades.
» Amoldo Carnotense con no menos propiedad
nos propone una escala, por donde suban al
Padre eterno nueslras peticiones, para que bajen

274
de ella sus beneficios . « Tiene el hombre por mediador
de su causa al Hijo para con el Padre; y
á la Madre para con el Hijo. Cristo muestra á su
Padre el costado y las llagas por donde derramó
su sangre: María muestra ó su Hijo las entrañas,
en que le tuvo nueve meses, y los pechos con que
le dio leche; y no puede haber repulsa, cuando
oran con mayor elocuencia que todas las lenguas
tales monumentos de clemencia , y (ales insignias
de caridad. » Oirá sin duda á su Madre el Hijo,
como dice san Bernardo, y oirá á su Hijo el Padre
: porque si Cristo , como arguye Beda , oye las
oraciones de los santos; ¿cuánto mejor oirá-á su
Madre cuando ruega por los pecadores? Ni hay
duda , dice san Agustin , que puede mas que todos
la que mereció dar á su Hijo la sangre que
ofreció por todos.
11 Por estos y otros testimonios de los santos
que pudiéramos traer sin término, y por buenas
razones, siente el eximio doctor Francisco
Suárez y otros teólogos, que la intercesión y patrocinio
de Maria santísima, no solamente excede
en la eficacia y poder á la de cualquier santo y
ángel singular, mas también á la de lodos los santos,
ángeles y justos; de manera que si fingiéramos
lo que no puede ser, que María santísima pidiera
una merced á su Hijo , y toda la corte del
cielo lo resistiera; atendiera antes el Hijo á la petición
de su Madre, que á la de todos los santos y
ángeles juntos: y esto pide la dignidad de Madre,
y la gracia y caridad de que Dios la llenó, por
respeto de su dignidad. Y por esto el concilio de
Basilea nos encomienda que entre todos los santos
de la corte celestial principalmente nos valgamos
de la intercesión de la gloriosísima Virgen María,
Madre de Dios. Pues ¿quién será aquel que no
acuda al patrocinio de María en todas sus necesidades?
¿Quién, viéndose combatido do tentaciones
, alhgido de trabajos y cercado de tribulaciones,
no acudirá al patrocinio de María á pedir fortaleza
para sus batallas, alivio para sus fatigas
, consuelo para sus tristezas , socorro para
sus necesidades y favor para con el Padre de
quien es Hija , para con el Hijo de quien es
Madre, y para con el Espíritu sanio de quien es
Esposa? ¿Qué negará el Padre á su
Hija? ¿Que
negará el Hijo á su Madre? ¿Qué negará el E-poso
á su Esposa? ¿Y qué negará la santísima Trinidad
á María? Quien tuviere de su parte á María,
no tiene nada que temer y lodo lo debe esperar;
porque María es omnipotente en su intercesión,
como dice Jorge N'icomedienso; v se le ha dado
toda la potestad en el cielo v en la tierra, como
dice san Pedro Damiano: y puede todo lo que
quiere, como afirma san Anselmo. Corramos,
pues, á esla santísima Virgen y Madre de Dios
(como nos exhorta san Cris ''Slomo), para conseguir
nuestra felicidad por medio de su patrocinio:
digámosla confiadamente con san Juan Damasceno:
Teniendo, ó Madre de Dios, tu esperanza,
seré guardado : poseyendo tu defensión , ó Purísima
, no temeré; antes perseguiré á mis enemigos,
y los haré huir, teniendo solo por peto y escudo
tu protección y omnipotente socorro: y con san
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 14
Germán : O Señora , Madre de Dios , refugio mió,
vida y defensa mia , arma , gloria , esperanza y
socorro mío, concédeme que yo goce de tus inenarrables
bienes en la celestial eternidad. Bien sé
que tienes la omnipotencia de Dios en tu mano,
que concurre con tu voluntad , porque eres Madre
del Altísimo; y por esto me atrevo ó pedirte
con tan grande confianza : con san Efren, diácono:
Guárdame y defiéndeme debajo de túsalas:
compadécete de mí quo estoy manchado con el
lodo de este mundo ; porque no se gloríe contra mí
el pernicioso Satanás, ni se levante contra mí el
execrable enemigo. No longo otra confianza , ó
Virgen inviolada y mi presente auxiliadora. Todo
estoy debajo de tu protección y tutela; y con continuas
lágrimas , ó celebérrima Madre , imploro tu
favor, y vuelo al asilo de tu misericordia : con san
Anselmo: ¡O bienaventurada confianza! ¡O seguro
refugio ! Lia Madre de Dios es Madre nuestra :
nuestro juez es nuestro hermano: ¿con cuánta certidumbre
debemos esperar, y con cuánto consuelo
temer; pues la salvación y condenación depende
del arbitrio de un tan buen hermano , y de una
tan buena Madre; y con san Basilio Seleuciense:
O tres veces santa , Virgen Maria , míranos desde
el cielo con ojos propicios: llévanos en paz de
este mundo al trono de nuestro Juez : líbranos de
la confusión de nuestras culpas: y haz quo estemos
á su mano derecha.
12 Qué mas diré, sino que todos los santos
y doctores, con una elocuencia afectuosa y con
un afecto elocuente , nos encarecen y encomiendan
el patrocinio de María y el poder de su intercesión.
San Agustin llama á María Estrella,
que en el mar de este mundo guia á los hombres
á la bienaventuranza. San Fulgencio la llama Escala
, por donde bajó Dios á los hombres, y suben
los hombres á Dios. La Iglesia la llama Puerta
del cielo; porque todos los que entran en el
cielo , entran por María como por míercesora , si
entran por el Hijo como por Itedentor. Por eslo
llama san Bernardo á María, Cuello del cuerpo
místico de la Iglesia, de que es cabeza Cristo, y
dice que todos los bienes quiso Dios quo los recibiésemos
por María; y san Germán afirma . que
no concede el Señor don ninguno á los hombres
sino por -María. De aquí nace decir Guillermo Parisiense,
que no se presuma ninguno tener al Hijo
propicio, si tiene ofendida á la Madre: y el Sapientísimo
Idiota, que como ninguno viene al
Padre, si no le trae el Hijo ; así se puede , con su
debida proporción, decir, que ninguno va al Hijo,
que no le lleve la intercesión de la Madre; y finalmente
dicen lodos los santos y doctores , que la
devoción de María es señal de predestinación.
Dios nos haga á todos verdaderos devotos de su
Madre, para que, por medio de su devoción, merezcamos
entrar á la vida eterna, donde en su
compañía alabemos á Dios; porque la enriqueció
do tantos dones, gracias y prerogativas, y la
hizo tan poderosa para favorecer á sus devotos.
Amen.
13 Del Patrocinio de la Virgen en general,
debajo del nombre de Intercesión, hablan todos

NOVIEMBRE , 14 LA LEYENDA DE ORO. 27c
los santos y doctores que tratan de la Virgen.
Del Patrocinio de María , en España , escriben de
propósito Tamayo do Salazar, el padre Juan Ensebio
Nieremberg, y Fr. Antonio de Santa María,
carmelita descalzo.
SAN SERAPIO, MÁRTIR.—Nació el glorioso
mártir san Serapio, según la mas corriente opinión,
en la famosa ciudad de Londres, corle del rey de
Inglaterra , año do 1178. Fué su padre Rollando,
llamado de Escocia, por ser su casa originaria de
la noble y clara estirpe y familia de los Escotos,
de dicho reino , y deudo muy propincuo de su rey
Guillermo. Su madre, si bien se ignora el nombro
como el de su apellido; pero según se colige de
lo que las mismas historias refieren , fué de sangre
nobilísima, igual y correspondiente en lodo á la
esclarecida de su esposo. Impusiéronle en el bautismo
por nombre Serapio . pronóstico y claro
indicio de que seria pió : lo que comprobó la experiencia
en las heroicas acciones que practicó su
gran piedad en lodo el curso de su vida, y que
desde su niñez é infancia cuidaron sus nobles padres
con los actos de devoción, educación y ejemplo
imprimir y radicar entre las demás virtudes
y loables costumbres, en el corazón de su amado
y querido hijo.
2 Hallándose aun Serapio en los primeros ardores
de su juvenil edad , ya manifestó los puros
quilates de su católico zelo : pues llegando á sus
oidos los lastimosos estragos y raras crueldades
que ejecutaban los bárbaros infieles en Palestina,
así en los templos de Dios, sus ministros, altares,
imágenes, reliquias y demás cosas sagradas, como
en las vidas , honras y bienes de los míseros cautivos,
dijo á su padre : Señor y padre mió , ¿no
seria de grande gloria de Dios, de que fuésemos á
morir para restaurar los santos lugares de Jerusalen?
Y si bien procuró disuadírselo, proponiéndole
lo tierno de su edad , sus pocas fuerzas para
sufrir las incomodidades de la guerra, y el dolor
y pena grande que ocasionaría á su madre el
privarse de él en su ausencia; oída su discreta y
cristiana réplica, y para suavizar en algún modo
su desconsuelo, hubo de condescender á su instancia
, ofreciéndole partir juntos , siempre venando
llegase la ocasión.
3 Logró esta felizmente el santo año de 1190
pasando con su padre , general del ejército de
Inglaterra , y su rey Ricardo, á la Palestina. Allá
asistió al sitio, y rendición de Tolemáida y otras
muchas plazas, venciendo y triunfando valerosamente
desús enemigos; y en la célebre batalla de
Assur dio singulares muestras, no solo de su heroico
valor, destruyendo y poniendo en precipitada
fuga á un sin número de sarracenos y turcos
del formidable ejército de Saladino; si también
de su gran piedad , consolando y socorriendo á
tanto mísero cautivo , que lloraba allí entre aquellos
bárbaros su dura esclavitud. Y r
habiendo en
estas y otras gloriosas empresas y piadosos ejercicios
empleado algunos años, y muertos sus padres
, deseoso de sacrificar su vida en obsequio
de la fé , vino con el duque de Austria á España,
sirviendo al rey don Alonso VIH de Castilla en
la guerra contra los sarracenos , quienes fueron
vencidos, y valerosamente sacados de muchas plazas
y fuertes de Castilla y Andalucía, nombrándole
el rey Alonso, por sus relevantes virtudes
y méritos, consejero suyo: con cuyos consejos
y dictámenes se prosiguió la guerra, hasta quedar
del todo humillado el mahometano poder. Volvió
otra vez , á impulsos de los mismos deseos do morir
por Cristo , á Palestina . donde batalló con indecible
intrepidez y esfuerzo contra el ejército de
Conradino, hijo del gran soldán de Egipto y Babilonia
, capital enemigo de la santa fé católica.
4 Noticioso después Serapio de la nueva guerra
que contra moros intentaron los reyes don
Fernando de Castilla, y don Jaime, el primero
de Aragón, volvió otra vez á España: y aquí,
considerando el santo su partida de Inglaterra,
atravesando mares , hollando tormentas, sufriendo
desprecios, padeciendo trabajos , y peregrinando
tantas provincias de la Siria , Palestina , Egipto,
Alemania, Italia , Francia y España, y entendiendo,
que el preservarle en tantos riesgos y peligros
Dios su vida , que tan ansiosamente habia
deseado sacrificarla en obsequio de la fé , y el dejarle
asimismo libre de los cuidados paternos , y
de bienes y honras del mundo , era su divina voluntad
(á la cualsolia estar siempre tan resignado,
que en todas sus penas y desconsuelos solamente
prorumpian con alegre semblante sus labios: Bendito
seáis Dios; pues os habéis dignado disponer,
no tenga de que cuidar sino es de vos) que se
retirase del siglo, y entrase en alguna religion.
Ilustrado, pues, del cielo (que le destinaba sin
duda para que por este camino lograse el triunfo
y honor mas glorioso, de ser en su vida y muerte
viva copia de Jesucristo nuestro Redentor), resolvió
abrazar el instituto sagrado y caritativo de redimir
cautivos en el real orden de la Virgen santísima
de la Merced: ó cuyo fin, enterado de la
gran santidad del glorioso san Pedro Nolasco, fundador
de aquella , fué á él, pidiéndole con profunda
humildad el hábito , que vistió en la ciudad
de Barcelona, con demostraciones de singular alegría
, y ternura grande de su corazón , de mano
del mismo santo patriarca. 1 aso su noviciado bajo
la dirección del V. P. Fr. Bernardo de Corbera,
grande dechado de perfección; y concluido por
Serapio el año de su aprobación, en que fué un
señalado ejemplo de toda virtud y edificación,
hizo la profesión solemne de los tres votos de castidad,
obediencia y pobreza , y el cuarto de quedarse
en rehenes por los peligrosos cautivos, con
inexplicable devoción y muy especial consuelo
de su espíritu.
5 El olor suave y fragante de las heroicas
virtudes en que tanto resplandecía el santo , hizo
que presto le destinase y ocupase la obediencia en
diferentes ministerios : y si b'en los desempeñó todos
satisfaciendo enteramente á la confianza que
de su experiencia y méritos se prometían sus prelados;
pero donde parece que mas principalmente
se explayaron los fervorosos afectos de su amor y
caridad , fué en el de recoger limosnas para el
rescate de los cristianos cautivos; pues de manera

276 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 14
paciencia , aplicación y afabilidad
exponer con tal ternura á los fieles las miserias do
aquellos pobres, que inclinándolos á piedad y
conmiseración, les socorrían con larga mano; y
aumentándose en breve por este medio los caudales
de la redención, era ocasión do que ellas fuesen
mas frecuentes y copiosas. Era muy grande
su santo ejemplo , á cuya dirección y cuidado estuvo
el riego de las nuevas y tiernas plantas de la
religión , y con su prudencia, vigilancia, humildad
y mansedumbre crecieron y fructificaron tanto,
cjuo dieron tan copiosos y abundantes frutos de observancia
, oración y santidad, que fueron esplendor
hermoso de la Iglesia , y ornamento precioso
del paraíso.
6 Infestaban de tal forma los mares y costas
de Cataluña los moros de Mallorca, que no podian,
sin riesgo y peligro evidente de ser presos y cautivos,
navegar aquellos mares ni gozar de alguna
paz en sus casas y pueblos sus habitantes: y como
para remedio do estos daños, y de los continuos
estragos que ejecutaban los moros contra los que
rendian , inclinase Dios, siempre piadoso de nuestras
aflicciones , el ánimo del invicto rey don Jaime
á la conquista de la isla; pasóSerapio con él
á tan santa expedición , á la felicidad de la cual
fueron sin duda gran parte las humildes súplicas y
ruegos fervorosos para con Dios de Serapio : el cual
apenas ganada Mallorca , deseoso de propagar y
dilatar su religión en Inglaterra, Escocia é Irlanda
, pasó á dichos reinos, padeciendo muchos
trabajos é incomodidades en sus viajes; y en particular
en este, en que siendo preso eí navio en
que iba por un capitán pirata , fué el santo grandemente
atropellado , de manera que , alado á un
palo de fornidos nudos , le azotaron sin piedad
alguna : y considerándole ya difunto , fué su cuerpo
impíamente arrojado desnudo en un arenal en
las costas do Inglaterra; pero dispuso la providencia
divina, que encontrado de unos pescadores,
se compadecissen de él, y le cubriesen con una
capa sus ensangrentadas carnes , y que llegando á
Londres , su patria . fuese prontamente curado y
asistido de hábitos religiosos.
7 Aunque Serapio , por su rara y profunda
humildad, procuraba encubrir los preciosos quilates
del oro de su mucha virtud, tanto mas ci
Señor disponía que fuese á todos mas patente:
pues apenas llegado (como dijimos) á Londres,
noticioso el rey de Escocia Alejandro , do su mucha
santidad , envió por éi, para que procurase
que un rebelde suyo y sus secuaces se redujesen
ásu obediencia y real servicio: y fué el santo tan
mal recibido de estos , que habiéndole rigurosamente
azotado , le dijeron : Dirás á tu rey, que en
tus espaldas hollará la respuesta: desacato que
sentido de él agriamente Alejandro , juntó numeroso
ejército, y les persiguió hasta quedar vencidos
, y tomar de ellos la debida satisfacción y venganza;
y quiso Dios para manifestar claramente
la inocencia de Serapio, que el terreno en que
derramó su sangre , habiendo sido antes seco é
infecundo, quedase después milagrosamente llorido
, verde v abundante. Escribióle san Pedro No-
lasco que so restituyese á España, á fin de sacar
del poder del demonio á muchas mujeres, cuya
vida y tratos eran solamente la torpeza y sensualidad
, como lo consiguió: por lo que irritados fuertemente
con él los que vivían con ellas escandalosamente,
lo injuriaron, y diciéndole muchos
baldonos y dicterios, lo abofetearon ; mas la paciencia,
constancia y mansedumbre con que sufrió
el santo en esta ocasión tan afrentosos oprobios,
fueron tales , que después de haberles concedido
amorosamente el perdón que por su desatención y
delito le pidieron, los redujo también á penitencia
de sus culpas, y á que sirviesen en adelante al
Señor.
8 Hizo algunas redenciones, y entre estas
una en Murcia con su compañero Fr. Pedro de
Castellón, redimiendo noventa y ocho cautivos, y
en todas fué indecible el incendio de su ardiente
car.dad que mostraba con los pobres esclavos que
no pocha redimir: puesá los que juzgaba mas necesitados,
suministraba algún socorro con que pudiesen
aliviar de algún modo sus trabajos: á los
que no lo eran tanto , los animaba á la tolorancia
de sus penas, y á la conformidad en ellas en el
Señor, esperanzándoles la libertad en otra redención
; para que así quedasen lodos fortalecidos
y constantes en la fé católica que profesaban : y á
fin de conseguir por todos modos algún alivio á
los cautivos, impelido de la compasión y amor
que les tenia, se postraba rendido á los pies de los
dueños de los mismos esclavos; y regándolos con
sus lágrimas, procuraba con palabras llenas de
dulzura y caridad persuadirles alzasen la mano
do su rigor contra ¡os pobres y míseros esclavos,
y que fuesen tratados mas blandamente; y era
tanta la eficacia y virtud que en estas exhortaciones
santas y rendimientos humildes infundía Dios
en Serapio . que redujo aquellos corazones obstinados
do los moros á que fuesen mas compasivos,
y no tan duros é inhumanos con los míseros esclavos
, logrando estos así quedar en gran parte consolados.
9 Otra ledencion hizo Serapio en Argel con
Fr. Berenga de Bañeres , en la cual el glorioso
san Ramón Nonato,del mismo real orden , á quien
comunicaba y profesaba Serapio muy estrecha
amistad, le anunció al tiempo de partir su feliz y
deseado martirio. Siendo en ella los redimidos
ochenta y siete : y no pudiéndose redimir por falla
de dinero á algunos cautivos puestos en evidente
peligro do renegar, ni pudiendo tolerar el inextinguible
friego do su ardiente caridad que archa en
su magnánimo pecho, deque aquellas pobrecitas
almas, redimidas con el infinito precio de la sangre
preciosísima del Salvador, fuesen torpe pasto
y víctima á aquellos insolentes bárbaros , discurrió
y practicó su grande amor el arbitrio y medio do
quedarse en rehenes por ellas; y aquí fué donde
enardecido del zolo déla honra y gloria de Dios,
y del bien y salvación de aquellos infieles, se opuso
públicamente á su falsa y abominable secla de
Mahoma : por lo que por mandato del bárbaro y
tirano rey de Argel fué preso y puesto en una hedionda
y obscura mazmorra, azotado con una

NOVIEMBRE , 14 LA LEYENDA DE ORO. Ü71
crueldad inaudita , y con la misma , atado do pies,
apaleado en el vientre, entregado después su llagado
cuerpo á una dura y pesada cadena , manteniéndole
con solo pan de perro y salvado: y viendo
el rey la invicta constancia de Serapio , que ni
el rigor de tantos y tan crueles tormentos como habia
padecido, ni las amenazas de los que intentaba
ejecutar su furor con el santo , pudiesen no
solo rendirle, pero ni menos atemorizar aquel
animoso y valiente corazón del soldado veterano
de Cristo; por último resolvió rabioso y airado , que
le fuese quitada la vida : a cuyo lin mandó sacarle
ú la plaza, donde viendo Serapio la aspa ó cruz
en que habia de morir, lleno su corazón de un
inalterable gozo ó inexplicable júbilo , rindió gracias
á Dios, en debido reconocimiento del singular
beneficio de permitirle sacrificar á imitación de su
santísimo Hijo la vida en !a cruz, y exclamó: ¡O
dulce y precioso leño , perfecta imagen de aquel
en que mi amado Jesús pendió , por tí espero subir
á la bienaventuranza; y dichas estas palabras,
pasaron ó atormentarle ernelísimamenie.
Desgarraron poco á poco su ya desfigurado cuerpo
con acerados garfios y peines de hierro : íntrodujéronle
agudas cañas entre carne y uñas : corláronlo
todas las coyunturas y artículos de pies,
manos, brazos, piernas y rodillas, añadiendo por
último el riguroso tormento de la rueda ó torno,
con la cual á violencia de giros le sacaron las
tripas, que miraculosamente salieron enteras; y
después cortándole la cabeza, dio el santo su espíritu
ó su Criador, á los 14 de noviembre del año
"i 240; y antes del último aliento dijo: Señor mió,
yo os suplico que por estos tormentos y dolores que
gustoso por vuestro amor padezco, tengáis piedad
deaquellos que se hallaren afligidos de algún dolor.
10 Fueron innumerables los prodigios que por
intercesión del santo mártir obró Dios ya en su
vida, como después de muerto. Dos niños resucitó
viviendo ; el uno en el navio en que el santo
pasaba al reino de Escocia. á quien su mismo pariré,
irritado por un descuido que cometió su hijo,
le habia muerto: otro en Irlanda , hijo de un caballero
, quien resucitado , dijo delante do lodo el
concurso : Una señora vestida de blanco con corona
de oro en la cabeza y una insignia en el pecho,
al modo que trae Serapio, me ha mandado volviese
al mundo.
11 Do los milagros después de su muerte son
irrefragables testigos los muchos votos, tablones,
mortajas, cuerpos enteros, piernas, cabezas,
brazos, pechos , corazones , vientres de cera y de
plata , como también báculos, mulclá's y otros
que ó sus altares han ofrecido los fieles , que por
la intercesión eficaz del santo , consiguieron remedio
de sus males, y lograron consuelo en sus aflicciones,
siendo singular su patrocinio á cuantos lo
invocan y se valen de aquel para lodo género de
dolores.
12 En vista de cuyos prodigios y por muchos
siglos continuada veneración de los fieles al santo,
de las declaraciones y sentencias dadas y promulgadas
por los ordinarios de Gerona y Barcelona,
sobre su culto inmemorial, año do 1718 , y do las
piadosas suplicas de! católico monarca do las Españas
Felipe Y (que do Dios goce' 5
, ruegos repelidos
do diferentes eminentísimos cardenales . instancias
continuas dolos arzobispos y obispos de
España , y peticiones humildes de toda la religión
mercenaria ; la santidad de Benedicto , papa XHi,
con su bula , dada en Roma á los 14 de abril de
1728, so dignó aprobar y confirmar dichas sentencias,
y declaró el referido culto inmemorial de!
santo. Quiera su divina Majestad que por ios méritos
poderosos de eslo invicto y glorioso mártir
san Serapio, consigamos paciencia en los trabajos
y adversidades de este mundo , conformándonos en
todo con la divina voluntad : que seamos piadoso';
y caritativos con los pobres cautivos cristianos:
que perseveremos constantes en la fé que profesamos
: que zelemos la gloria de Dios deseando la
conversión de los infieles: despreciemos lo caduco
y aspiremos á lo eterno; y que imitando en todo
sus heroicas virtudes, consigamos la divina gracia
, y participemos de la bienaventuranza de su
gloria.
13 Celébrase su fiesta á los 14de noviembre,
dia en que otro san Serapio , después de corladas
las junturas de su cuerpo, murió precipitado de lo
mas alto de su casa: martirio en parle semejante
al referido de san Serapio, mercenario, quien . á
diferencia del otro san Serapio, murió en cruz,
semejante ó la del apóstol san Andrés.
14 Traían la vida de este glorioso mártir , á
mas de los muchos autores de su sagrada religión
y crónicas de ella, el P. Hipólito Marraccio. de
los clérigos regulares de la Madre de Dios, en la
Vida de san Ramón Nonato; Dr. Juan Tamayo de
Salazar, in Amanucnsi sanc'orum hispanorum;
Estovan de Corbeta , cu la Vida de sania Maria
de Socos; el Dr. Silvestre Marcelo , en el Mar
Océano de las religiones; el Dr. Jorge José Eggs,
en la Historia de los cardenales; el P. Francisco
García , do la Compañía de Jesús, en la Vida de
san Ramón Nonato, y el P. Juan Bolando, de la
misma Compañía , en los Actos de los santos.
* Los SANTOS CLEJIESTISO , TEODOTO Y FI­
LOMENO, MÁRTIRES. — Según Beda , murieron en
Ilerac'ca de Tracia durante la persecución de Aureliano.
SAN SERAPIO, MÁRTIR. — Fué de Alejandría,
y en la misma ciudad murió martirizado el año
252, reinando el emperador Decio. Después de
haberle desconyunlado todas las parles de su
cuerpo, lo magullaron precipitándole de lo alto de
su casa , y de este modo lo hicieron mártir de Jesucristo.
SANTA VENERANDA, VIRGEN Y MÁRTIR. — Nació
en Francia de padres estériles, que en su vejez
la consiguieron como fruto de sus oraciones. Inclináronla
á la piedad , y ella, que era de buena condición
y de espirita dispuesto á la virtud, se entregó
enteramente á Dios, ó hizo voló de perpetua
caslidad. Cumpliólo fielmente , dedicándose á las
obras de misericordia, hasta que en tiempo del
emperador Antoniuo recibió la doble corona de la
virginidad y del martirio, siendo degollada por
orden del gobernador Asclepíades.

•m LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 15
SAN IPACIO OBISPO Y MÁRTIR.—Floreció 011 bularla y so zelo. El Señor lo concedió el don de
el gobierno do la iglesia ele Gangra en Pallagonia milagros, de modo que en la bula de su canoniza­
con el brillo de las mas preciosas virtudes. Asistió ban se enumeran siete muertos resucitados. Su
al concilio general de Nicea , y en esla asamblea vida fué siempre acompañada de bendiciones, y su
mosiró lanío zelo por la pureza de la doctrina ca­ muerte , sucedida el año 1181 , fué también glotólica
. que cuando se volvía á su diócesis, lo esriosa en el Señor.
peraron en una emboscada , y habiéndose apode­ SAN VENERANDO . MÁRTIR. — Floreció en Trorado
de él . le atormentaron hasta hacerle morir yes de Francia en tiempo del emperador Aurelia-
mártir. Su muerte sucedió . pues. por los años 32C no. Después de un glorioso martirio , acabó su vi­
ó 327.
da degollado en la misma ciudad , el año 272.
SAN SAES. ABAD. — Convirtióse ala religión
cristiana á vista de unos monjes franceses que
fueron á Irlanda á practicar algunas obras de caridad.
Saes vino con ellos á Francia, y tomó el hábito
en el monasterio de .lamieses. Llegó á ser el
modelo ele todos aquellos santos solitarios, y en C7'i
fué nombrado primer abad de un nuevo monasterio
que se fundó . y en el cual acabó santamente
sus días , el año (iSB.
SAN DI:IIUICIO , OBISPO Y CONFESOR .—Nació en
el principado ó país do Gales. Dedicó su juventud
al estudio de las ciencias sagradas, v después explicó
por algunos años las santas Escrituras á los
ingleses, y de su escuela salieron una porción de
santos que dieron en lo sucesivo gloria á la Iglesia
de la Gran Bretaña. En un sínodo celebrado el
año 440 , san Germán le consagró obispo de LandafV,
y después fué trasladado á la silla arzobispal
de Caerleon , el año -'i9o. En 512 renunció su episcopado
y se retiró aun desierto, en la isla de
Bardsey ó de Eulv , donde murió poco des después v
fué enterrado.
SAN LORENZO, otiisro Y CONFESOR.—Fué hijo
de un príncipe de irlanda. Su nacimiento proporcionó
á su ilustre padre la reconciliación con otro
príncipe vecino suyo, circunstancia con que quiso
anunciar el cielo la gloria futura de aquel niño.
Cuando tuvo Lorenzo doce años , abrazó el estado
eclesiástico, y á los veinte v cinco le nombraron
abad de! monasterio de Glendenoch. Gobernó su
comunidad con una virtud v una sabiduría admirables
, v durante los estragos de una hambre que
duró cuatro meses , Lorenzo fué , como otro José ,
el salvador del país por su inmensa caridad. Dios,
sin embargo, quiso que la virtud de su siervo fuese
probada en el crisol de la tribulación. Algunos jiialos
religiosos, á quienes incomodaba la regularidad
de la disciplina , emplearon la calumnia para manchar
la reputación de Lorenzo , cuya bondad y
paciencia triunfaron de sus enemigos. A la edad
de treinta anos fué elegido arzobispo de Dublin:
en su largo pontificado tuvo tiempo para desplegar
su infatigable zelo por la reforma de la disciplina
eclesiástica , y las costumbres públicas. Distinguióse
sobre todo por una prudencia consumada
y una caridad sin límites. Los pobres le buscaban
como á su padre , y en la horrorosa hambre de
lies años que asoló la Irlanda, mosiró el venerable
pastor que su caridad no lenia límites. Los
pontífices, los reyes y todas las personas constituidas
en dignidad buscaban su consejo, y hasta
los padres del onceno concilio general celebrado
en Letran el año 1179, al cual asislió nuestro
santo . le tributaron los mavores elogios por su sa-
LA CONMEMORACIÓN DE MUCHAS SANTAS MÁRTI­
RES.— Eran unas piadosas mujeres de la ciudad
de Edesa , que por orden del cruel capilan de los
árabes, llamado Mady , fueron cruelmente atormentadas
porque no quisieron adorará Mahoma,
y murieron al fin degolladas , el año 773 de Jesucristo.
Los fieles recogieron sus reliquias y les
dieron sepultura, y con su contacto se obraron
muchas maravillas.
SAN JIXCNDO , OBISPO v CONFESOR.—• Según
Ferrano en su Catálogo de los santos de Italia , fué
el décimo obispo de Bolonia; cuya Iglesia hizo
florecer en pureza de disciplina y santidad de costumbres.
De todas las virtudes fué el venerable
paslor predicador y modelo , y murió en la paz de
Dios , en su misma ciudad episcopal , el año hSo.
SANTA TRAIIAMUNDA, YÍRUEN. — En el tiempo
que Córdoba estaba dominada de los moros , fué
llevada cautiva á aquella ciudad una doncella de
Galicia . llamada Trahamunda , criada en las cercanías
de Pontevedra, y, según parece, religiosa
del monasterio do San Martin, que estaba junto á
esla villa. Llevaba con ánimo igual v pacífico los
trabajos de la esclavitud : desconsolábala únicamente
el vivir entre gente enemiga de Jesucristo,
y sus ruegos eran de continuo para suplicar al Señor
la restituyese algún día á la sania compañía
de sus hermanas . para poderle alabar y ensalzar
en medio de aquel coro de vírgenes. Su súplica
fué oída : un día tuvo un éxtasis muy largo, y al
volver en sí se halló restituida á su monasterio,
donde llena de gozo, dio gracias á Dios, y continuó
viviendo santamente y obrando muchos milagros
, hasta su dichosa muerte, acaecida por los
últimos años de! siglo X. El monasterio cilado era
de la orden de San Benito. Véase Yepes, tom. v;
y Florez, tom. xix.
ÍSÜSJ S5.
SAN EUGENIO, ARZOBISPO Y MÁRTIR.—El primero
, que sabemos haber traido la luz del santo
Evangelio á la nobilísima ciudad de Toledo , y
esclarecido con los primeros resplandores de la
doctrina de Cristo, y fundado en ella la Iglesia y silla
arzobispal, fué san Eugenio, mártir , primer arzobispo
do este nombre : el cual, siendo discípulo de
san Dionisio Areopagita, al tiempo quo su santo
maestro iba (por orden de san Clemente, papa) á
predicar á Francia , fué de él enviado ó España,
para cultivarla y sembrar en ella la semilla do!
cielo. Ilízolo así san Eugenio : vino á España y
entró hasta las partos mas mediterráneas y apartadas
del mar, é hizo su asiento , como en el cen-

NOVIEMBRE ,15 LA LEYENDA DE ORO.
tro y corazón de loda España , en la ciudad de
Toledo.
2 Comenzó luego á esparcir los rayos de la
luz , que traia consigo y á domesticar y amansar
los corazones de los gentiles ó idólatras, que vivían
á guisa de unas fieras bravas, y como gente
ciega y sepultada en la sombra de la muerte y en
las tinieblas de sus vicios. Confirmaba loque enseñaba
con muchos milagros, y no menos con sus
admirables costumbres y vida santísima. Convirtiéronse
muchos toledanos á la fé do Cristo , y recibieron
el bautismo; y el santo pastor tenia cuidado
do enseñar y apacentar su rebaño con los
pastos de vida, y atraer á él nuevas ovejas y hacor
de lobos corderos. Habiendo , pues, eslado algunos
años ocupado en este santo ministerio , con
deseo (á lo que se puede creer) do llevar adelante
y acrecentar la obra del Señor, conferir con su
maestro san Dionisio loque habia hecho, y lomar
orden y consejo , para lo que quedaba por hacer
; diñando bastante recaudo en la Iglesia deToledo,
se partió para Francia en busca de su bienaventurado
maestro, y llegando á un lugar cerca
de París, llamado üiolo,supo que san Dionisio
habia ya dejado este valle de lágrimas , y por ol
martirio subido á gozar de Dios á las moradas
eternas.
3 Y aunque tuvo pena por la falta que la ausencia
de tan buen maestro le hacia, todavía se
alegró en gran manera de su bien: y movido con
su ejemplo y confiado en sus oraciones, determinó
proseguir aun con mas fervor la labor que
san Dionisio habia comenzado , y el tiempo que allí
estuviese, emplearle todo en amplificar la gloria
de Dios verdadero y librar las almas de los paganos
del cautiverio de Satanás, y animar y confortar
á los que. ya eran cristianos , para que fuesen
constantes en la le, sin temor ni espanto de la cruel
persecución que Poscenio Sisinio, prefecto del emperador
romano en aquel reino , habia movido
contra ellos. Vino á oidos del prefecto Sisinio los
oficios que san Eugenio hacia : y juzgando que era
otro Dionisio, á quien él habia martirizado, y el
pilar y arrimo de lodos los cristianos de aquella
provincia , y enemigo capital de su religión y de
su imperio , dio orden á un capitán suyo , que con
su gente armada se viese con san Eugenio, y le
preguntase qué Dios adoraba , y si seguía el bando
do los cristianos ó de los gentiles. liízolo así el
capitán : y aunque al principio , por sus venerables
canas y grave presencia , le trató con algún
respeto y reverencia; pero después que le habló y
entendió de él que era cristiano, y que eslaba aparejado
para dar mil vidas que tuviera por Jesucristo
, mandó á sus soldados que le acometiesen y
matasen. Iliciéronlo así ; y con esto el sanio prelado
dio su alma al Señor á los 15 de noviembre,
cerca de los años de Cristo de 120 ; porque san
Dionisio á quien él venia á buscar, murió al principio
del imperio de Adriano, quefuéelañode 119,
como lo dijimos en su vida.
4 Estaba allí cerca , donde le martirizaron,
un lago , que se llamaba Marcasio , en donde echaron
los paganos el sagrado cuerpo de san Eugenio,
279
para que no fuese reverenciado de los cristianos.
Allí estuvo muchos años sin saberse donde estaba:
porque como la persecución de Sisinio duraba , v
era lan atroz al principio , no se atrevieron ios
cristianos á buscar el cuerpo del santo v sacarle
del lago , y después fuese poco á poco perdiendo
la memoria ; hasla que habiendo cesado las tempestades
y persecuciones de ios tiranos, y serenadose
el cielo y dado Dios bonanza y paz á su Iglesia
, el Señor fué servido do descubrir el tesoro
que estaba en el lago escondido , por una revelación
que hizo á un hombre principal v rico, llamado
Ilercoldo , do esta manera. Estaba lierccldo
enfermo y muy fatigado de los ojos, vivía en
una villa que se llamaba Marcasio; y por estar
cerca , daba nombre al lago, donde habia sido
echado el cuerpo de san Eugenio. Lina noche durmiendo
Ilercoldo, se le apareció san Dionisio en
figura de viejo venerable y do grande autoridad,
y con el rostro blando y sereno, le dijo : Levántate
, hermano Ilercoldo , libre de tu enfermedad, v
en el lago que está aquí cerca busca el cuerpo de
nuestro hermano y condiscípulo Eugenio . y dale
sepultura con grande honra y reverencia; porque
Dios ha de hacer grandes mercedes á este pueblo
por sus merecimientos ó intercesión. Despertó
Ilercoldo, y hallóse sano v muy alegre con la nueva
sanidad, y con la nueva revelación de Dios.
Fué al lago : sacó el cuerpo tan fresco y tan sin
corrupción ni fealdad alguna , como si en el mismo
dia hubiera sido martirizado : mandóle poner
en una arca nueva , bien aderezada ; y con cánticos,
é himnos y alabanzas en una heredad suya,
que eslaba allí cerca , lo dio sepultura : donde se
labró una iglesia . á la cual concurrían de muchas
parles los fieles , y Dios por los méritos del santo
hizo muchos milagros. Allí estuvo muchos años el
santo cuerpo, hasta que ¡os normandos entraron
en Francia , y con guerras , robos é incendios hicieron
grande estrago en ella ; y los de Diolo, para
asegurar aquel precioso tesoro, le llevaron á depositar
en el monasterio de san Dionisio , que eslá
cerca do París , por ser lugar mas fuerle y seguro.
Después, dicen que andando el tiempo , y viéndose
ya libres del temor y peligro de los normandos,
los vecinos de Diolo volvieron por el cuerpo
santo, para llevarle y restituirle á su iglesia, donde
anles estaba : mas no le pudieron levantar ;
porque por divina voluntad se hizo tan pesado,
que con ninguna fuerza pudieron mover el arca
en que eslaba. Con este milagro se partieron los de
Diolo á sus casas muy tristes , dejando el cuerpo
de san Eugenio en una capilla de la iglesia de San
Dionisio , donde también resplandeció con muchos
milagros , y fué frecuentado de los fieles, que con
gran devoción venían á encomendarse á él. Después
san Gerardo , abad y fundador del monasterio
de lironio, llevó de aquí una reliquia de san
Eugenio , y la puso en su nuevo monasterio, y por
medio de ella hizo Dios muchos milagros, y dio
salud á muchos enfermos , que oslaban afligidos
de varias enfermedades. Sucedió después , quo
siendo arzobispo de Toledo don Ramón , sucesor
de don Rernardo , y rey de España don Alonso

íáO LA LEYEND A DE ORO. NOVIEMBRE , 15
el Vil. que se llamó emperador, el papa Eugenio
, 111 de esle nombre, mandó celebrar
un concilio general en Rhcims, ciudad de Francia:
fué á él don llamen, y pasando por San Dionisio
y visitando aquella iglesia, leyó en la capilla
de nuestro santo un titulo (pie decia : Aquí
yace san Eugenio, mártir , primer obispo de Toledo.
Quedó admirado de aquel título : porque en
España con ia destrucción de los moros no ha—
bia memona ni noticia de tal cosa : ó informándose
muy en particular de todo lo que se sabia en
aquel convento y en otras parles de esle santo,
halló la información é historia que arriba queda
referido. Acabado el concilio, volvió el arzobispo
don Ramón á España: dio cuenta al rey
don Alonso de lo que en el monasterio de San
Dionisio habió hallado y visto; y suplicóle que
procurase haber alguna reliquia de san Eugenio,
para que en la iglesia de Toledo se celebrase su
memoria, y fuese honrado y reverenciado de todos
los vecinos y moradores de aquella ciudad , el
que había sido su primer pastor y prelado, y
alumbródola con los rayos de la religión católica
y luz del cielo. Iiízolo el rey don Alonso con
gran voluntad , y tuvo buena ocasión para hacerlo;
porque en aquella sazón vino á España á visitar el
cuerpo de Santiago el rey de Francia Luis Vil,
que era yerno del rey don Alonso, y llegó á Toledo
, donde el rey, su suegro, le hizo grandes
Gestas , y después le pidió con grande instancia
que ie enviase alguna parle del cuerpo de san Eugenio
, que estaba en el monasterio de San Dionisio,
para la santa Iglesia de Toledo ; y el rey de
Francia le envió el brazo derecho de san Eugenio,
el cual fué recibido con grandísima solemnidad en
• Toiedo , llevándole él mismo rev clon Alonso y sus
hijos con singular devoción y humildad sobre sus
hombros; y dándole como un don preciosísimo ó
la santa Iglesia de Toledo , donde hoy se guarda
en el sagrario. Fué esta traslación del brazo en cí
año del Señor de 1156 á los 11 de febrero. Pero
otra traslación mas insigne se hizo de la iglesia de
San Dionisio á la misma ciudad de Toledo en el
año 1565, en i 8 de noviembre , siendo rey de España
don Felipe , II ele esle nombre , el cual pidió
al rey Garlos de Francia IX , su cuñado , y á la
reina doña Catalina , su madre (en cuya tutela estaba
c-1 rev por su pequeña edad), el cuerpo do
san Eugenio ; y ellos le entregaron benignamente
á don Pedro Jíannque, hijo del adelantado de
Castilla ; (que á la sazón era canónigo de la santa
Iglesia ele Toledo, y después fué religioso de la
Compañía de Jesús), áquien la misma Iglesia había
enviado á Francia por él. Fué recibido en la ciudad
de Toledo con extraordinaria pompa , triunfo
y regocijo, esmerándose toda ella y la sania
Iglesia en hacer nuevas invenciones y fiestas para
recibir , honrar y venerar á su antiguo pastor
y su santo prelado. Pero aunque hubo muchas cosas
señaladas en aquel recibimiento , la mas insigne
fué ver al católico rey don Felipe t y al príncipe
don Carlos, su hijo, y los archiduques de
Austria, Rodulfo(que después fué emperador), y
Ernesto . su hermano . é hijos del emperador Ma-
ximiliano , li de este nombre, y sobrinos del mismo
rey don Felipe, llevar sobre sus hombros el arca
en que iba el cuerpo del sanio pontífice; porque,
¿qué carro triunfal se puede igualar con los hombros
del rey tan grande, tan poderoso y monarca
de tan gran parle del mundo? El cual, reconociendo
(por su piedad) la ventaja que hace la gracia
y gloría que da Dios á sus santos, ó toda la
majestad ó imperio ele la tierra , so humilló y postró
á los huesos y cenizas de san Eugenio , reverenciando,
á Dios en su siervo, á Cristo en su
miembro,, al Espirita santo en su templo, y venerando
aquel cuerpo que habia sido fiel compañero
ó instrumento do su bendita alma , para tanta
gloria de! que la crió. Colocóse el cuerpo de san
Eugenio en una capilla debajo del altar mayor do
la santa iglesia, donde está y es reverenciado con
gran devoción y concurso de toda la ciudad. De san
Eugenio escriben los ¡Martirologios romano , de
Usuardo y Adon , y el breviario toledano: ven
un concilio leodiense se mandó que la historia de
este santo se leyese en la iglesia.
Los SANTOS SAMONA , GUBIA, Y ABIBO , MÁRTI­
RES.— En aquella terrible tempestad y espantosa
persecución que el emperador Diocleciano
movió contra los cristianos, murieron en Edesa
por la le del Señor los sanios mártires Guria y
Samona : los cuales habían nacido en dos aldeas
allí cerca , y se habian criado en la misma
ciudad de Edesa, y por atender mas á Dios y
darse ala oración y ccnlemplacion, apartados
del bullicio y ruido de la gente , con grande recogimiento
y ejemplo de santidad vivían en 'el
campo. Tuvo el presidente Antonio noticia de
su religion, y quo no solamente ellos eran cristianos
, sino que muchos otros lo eran por su persuasion
: mandólos prender y echar en la cárcel:
tuvo con ellos grandes razonamientos , procurando
con maña y artificio inducirlos á que negasen
á Jesucristo nuestro Salvador, y adorasen á
sus falsos dioses : y viendo que perdia tiempo,
mandóles atormentar cruelmente , y primeramente
que alasen á cada uno de los dos santos de
una mano en un madero , .y que les echasen á
los pies una piedra ele gran peso , para que tirase
el cuerpo abajo y le descoyuntase. Cinco
horas'estuvieron los santos mártires en el horrible
tormento con tan admirable constancia , que
no se les oyó voz, ni gemido, ni suspiro , mas que
sí aquellos cuerpos no fueran suyos ni ellos de
carne. Después los tuvieron en un oscuro y penoso
calabozo muchos dias, y algunos sin comer;
y traídos de nuevo á su tribunal , mandó el presidente
cpie á Samona (que era mas mozo, y mas
robusto) le colgasen de un pié, y que sobre el
otro pié le echasen una pesa de hierro pesadísima,
para desmembrarle y hacerle pedazos. Do
esta manera estuvo el valeroso soldado de Cristo
tres lioras colgado, alabando al Señor por la merced
que le hacia; y fué lan atroz aquel tormento
queso lo desencajó el hueso de la pierna de su
encaje , y quedó cojo Samona. Otra vez los volvieron
á ia cárcel , y de nuevo fueron presentados
delante del presidente: y él los tentó y procuró

NOVIEMUUE, 15 LA LEY EN
ablandar y engañar; mas cuando los vio fuerles
como una roca , y que Inician burla de sus palabras,
dio sentencia de muerte contra ellos: la
cual los santos recibieron con admirable gozo y
alegría de sus almas, á los 15 de noviembre, en
.pie les fueron corladas las cabezas, imperando
Dioclcciano. Después andando el tiempo , en la
misma ciudad de Edesa . siendo Licmio emperador
de Oriente , fué preso un santo diácono,
llamado Abibo , que era de la misma patria que
los sobredichos mártires Guria y Samona : y sabiendo
que el presidente Lisias le buscaba , él
mismo se manifestó y presentó; y teniéndolo por
demasiado atrevimiento y por alienta suya, el
inicuo juez lo mandó extender en un madero lan
reciamente, que fué maravilla no hacerse pedazos
los brazos. y después con peines de hierro
abrirle las entrañas. Como lan atroces penas no
hiciesen mella en aquel pecho sagrado y mas
fuerte que el acero y que el diamanto , mandó
que á fuego lento le quemasen , para que la muerte
fuese lanío mas dolorosa , cuanto mas prolija;
y con este género de martirio dio Abibo su espíritu
al Señor, y fué sepultado su cuerpo donde
estaban los cuerpos de los otros dos. El martirio
de estos valerosos caballeros y santos mártires
de Jesucristo escribió Jiielafrasle , y Arete,
arzobispo de Cesárea , hizo una oración en su
alabanza , y el P. Fr. Lorenzo Surio los pone
en su sexto tomo. El uno y el otro autor refieren
un milagro que quiero yo escribir aquí , porque
de él podemos sacar la reverencia que se debe
á los santos, y loque Dios los eslima y obra
por ellos : y quo aunque disimula y calla , y
parece que duerme, permitiendo que algunos pecadores
suelten la rienda á sus apetitos y corran
sin freno y se entreguen á la maldad ; al cabo los
alcanza y castiga , sin que se puedan escapar de
sus manos. Dicen pues eslos autores, que habiendo
venido sobre la ciudad de Edesa los hunos,
gente feroz y bárbara , y siliádola con un cerco
apretado , el emperador romano envió gente de
guerra para que la defendiesen. Entre ¡os otros
soldados vino un godo (ahora sea que él se llamaba
por este nombre; ahora porque era godo
de nación j : esle posó en Edesa en casa de una
viuda honrada, que tenia una hija por extremo
hermosa , honesta y recogida , la cual por mucho
que huía el ser vista de los hombres , no
pudo excusarse tanto , que un dia no fuese vista
del godo , que posaba (como ya dijimos) en su
casa, y él se enamoró tanto de su belleza, que
se determinó por cualquiera vía haberla. Pidióla
por mujer á su madre con gran sumisión y comedimiento:
y habiendo sido desechado muchas veces
de ella, tanto la importunó con sus palabras
humildes, con ricos dones y largas promesas, que
la pobre madre so rindió y prometió darle á su
hija por mujer, habiendo aquel hombre bárbaro
primero jurado que no tenia mujer ni hijos,
como algunos decían. IIizóse el casamiento: concibió
del goilo la hija ; ó idos los hunos sin tomar
la ciudad y acabada aquella guerra , el godo
quiso volverse á su tierra, y llevar consigo á
TOMOIY-
A DK OllO. 281
su mujer preñada ; pero la triste madre , que
sentía mucho el apartarse de su hija y que la
llevase un hombro extraño y no conocido á lejas
tierras, no consintió quo se partiesen hasta
que llevó al godo y á su hija deiante del altar
donde estaban sepultados los sagrados cuerpos de
estos gloriosos tres mártires, y dijo al godo : No
le entregaré á mi hija, sino pones las manos sobre
esta arca en que eslán las reliquias de estos
mártires de Cristo, y no me los das por fiadores
, y me juras y prometes de no maltratar á
mi hija , sino de regalarla y tratarla bien; y el
godo con el deseo tan encendido de gozar de
aquella mujer, olvidado de sí y de su conciencia,
como si nc hubiera Dios, ó el Señor no galardonara
ó castigara nuestras obras , sin empacho ni
temor ninguno respondió: De vuestras manos, ó
santos gloriosos , recibo esta mujer, y ó vosotros
os doy por fiadores á su madre , y prometo que
la regalaré y daré lo que quisiere á medida de
su corazón muy enteramente, y añadió muchos
juramentos y maldiciones sobre sí si no los cumpliese.
Entonces Ja madre, volviéndose á los
santos, les dijo: A vosotros, ó santos benditos,
que derramasteis vuestra sangre por Cristo , encomiendo
mi bija , después di: Dios , y por vuestra
mano á este hombro, mi yerno. Con esto so despidieron
con muchas lágrimas, madre ó hija, y el
godo con su mujer preñada se puso en camino:
mas cuando llegó cerca de su tierra, el hombre
bárbaro le quitó las joyas y vestidos ricos que. llevaba
y la vistió pobre y vilmente , y la dijo: Yo
tengo mujer é hijos; y tú no has de decir que eres
mi mujer, sino que eres mi esclava, y has de servir
como tal á la mujer que tengo en casa; porque
si dices ó haces otra cosa yo te atravesaré esla
espada por el cuerpo , y morirás á mis manos.
¿Qué sentiría aquella triste moza viéndose apartada
de su madre y de sus deudos y conocidos , y
lan lejos de su tierra y en manos de un hombre
fiero . que la habia engañado , y con nombre de
legítima mujer la trataba como á cautiva y esclava?
No tuvo olro remedio sino hacer de la necesidad
virtud, y volverse á Dios y ó los santos
mártires, y con muchas y afectuosas lágrimas pedirles
socorro, y acordarles que habian sido sus
fiadores , y que por su mano su madre la habia
entregado á aquel báibaro. Entró en casa del godo
ó hizo reverencia á la señora : la cual, viendo
una moza lan hermosa , luego sospechó lo que era
y preguntó al marido ¿quién era aquella mujer?
Y él respondió que una esclava que habia cautivado
en la guerra. No (dijo ella) no es este rostro
ni talle de esclava. Sí es (dijo él), v como
de esclava le puedes servir de ella. Asi lo hizo
la mujer: v como tenia zelos de su marido, miraba
con malos ojos á la esclava : tratábala mal,
y cargábala do trabajos pesados cuanto podia ; y
aun no la queria ver ni hablar : lanío era el odio
y aborrecimiento que la tenia : el cual creció mas
cuando echó de ver que estaba preñada, y procuró
allignla y fatigarla , de suerte, quo muriese
la criatura ; pero no pudo , porque Dios la guardó.
Llegó el tiempo del parlo , y parió un lujo lan

282
parecido á so padre el godo , que era un vi\ o re-
Ira lo suyo. Esto encendió mas la ira de la mujer,
y se acabó do persuadir que aquel hijo era de su
marido, y aquella esclava era su amiga. Determinó
vengarse de él y de ella : y un día con color
de no sé qué negocio , envió á la madre lejos
de casa, y dio rejalgar al niño. Volvió la triste
madre, y halló á su hijo muerto : y aunque no lo
sabia cierto, barruntó lo que era, y sospechó
que su señora le habia muerto , y tenia indicios
de ello; porque la boquita del niño estaba llena
del tósigo que le habian dado. Limpíesela la madre
con un lienzo: y para certificarse si era verdad
lo que sospechaba, un dia que comia su
señora con su mando y otros deudos suyos, con
aquel lienzo con que había limpiado la boca de
su hijo refregó la copa que habia de beber su señora.
Bebió y murió; y do esta manera pagó la
muerte del niño. Enterráronla con gran solemnidad
y sentimiento de su marido y deudos, llorando
amargamente aquella muerte tan súbita y
repentina : mas pasados siete dias después del entierro
, enjutas ya las lágrimas (pero estando aun
vivo y en su fuerza el dolor), entendiendo los deudos
de la mujer la causa de su muerte tomaron á
la pobre esclava , y encerráronla en la misma bóveda
en que habian sepultado á la señora, para
que allí muriese y fuese enterrada viva con la
muerta , y pusieron una gran losa encima , y guardas
á la puerla para nías seguridad. ¡O Señor,
cómo probáis á los vuestros, y cómo dejais caer
en los abismos á los hombres, para que sacándolos
de ellos seáis mas glorificado ! En entrando la
infeliz esclava en aquella sepultura , sintió un olor
tan malo y pestilente que salia del cuerpo de su
señora , que faltó poco que no espirase allí luego ;
pero confortada de Dios cobró ánimo , y con las lágrimas
y ternura que se puede pensar , le suplicó
que por los merecimientos de aquellos santos mártires
la ayudase; y á los mismos mártires que no
la desamparasen , pues fiada de su amparo y patrocinio
, se habia entregado á aquel hombre bárbaro,
y se veia en aquella angustia sin esperanza
alguna de remedio. Haciendo oración, vio á los
tres sanios mártires vestidos de una claridad admirable;
y al mismo punto despedido el mal olor,
sintió una fragancia del cielo, y oyó una voz que
la dijo: No temas; que presto alcanzarás lo que
deseas , y como buenos fiadores le libraremos.
Oidas eslas palabras quedó la mujer dormida , y
por la virtud de aquel Señor, que por un ángel
llevó por un cabello al otro profeta de .ludea á Babilonia
; cuando despertó se halló en Edesa , en el
mismo templo dónde estaban los cuerpos de los
tres santos mártires, los cuales ¡a preguntaron si
sabia donde estaba; y ella reconociendo aquel lugar
, espantanda por una parle, y como lucra de
sí, y por otra alegre y gozosa , se tendió en el suelo
delante de su sepulcro, haciendo gracias con increíbles
lagrimas al Señor y á aquellos santos fiadores;
y ellos la dijeron : Ya habernos salido do
nuestra fianza: \ele á lu madre; y con esto dcsa-
parecieron.
2 Vino la madre, llamada del cura , á la igle­
LA LEYENDA DE ORO.
NOVIF.JIBRE , 15
sia donde oslaba su hija , y cuando la vio lan mal
tratada y vestida , apenas la conoció , hasta que la
hija la contó loda la historia que ya queda referida
, y la misericordia que Dios habia usado con
ella por intercesión de los sanios mártires. No
se puede creer los abrazos que la madre daba ó la
hija, y los sollozos y lágrimas de las dos, cuando
se vieron y conocieron.
3 Mas para que se vea como nuestro Señor
acompaña la justicia con la misericordia , y da á
cada uno el pago conforme á sus obras, volviendo
los hunos y los persas á cercar la ciudad de Edesa,
los romanos enviaron también su ejército para defenderla.
En este ejército vino el godo , y fuese derecho
á casa de su suegra , creyendo cierto que no
había persona que pudiese saber lo que él habia
hecho con su hija , á la cual la madre había encerrado
en un aposento apartado luego como llegó el
godo á su casa, anles quo él la pudiese ver. Finalmente,
después de haberle recibido con muestras
de amor, aunque fingido, y oido de él las mentiras
que la dijo de su hija, cómo habia llegado
sana y buena t y parido un hijo y quedaba alegre
y contenta ; se la sacó y mostró y le convenció de
todo lo que habia hecho contra ella , con tanta
evidencia que no lo pudo negar, y fué preso y condenado
á ser ahorcado y quemado; y por grandes
ruegos del obispo de Edesa , que se llamaba Eulogio
, el juez le perdonó el fuego y le mandó ahorcar,
j con este infame suplicio y muerte el desventurado
godo pagó su maldad , y loda la genio
alabó al Señor por haber librado con un raro y
prodigioso milagro aquella pobre mujer por intercesión
de los santos mártires , á los cuales cobraron
mayor devoción , y entendieron la reverencia , devoción
y respeto que se debe á los santos y amigos
de Dios, y con cuánta seguridad y confianza
podemos acudir á ellos en lodos nuestros trabajos
y angustias. Hacen mención de estos santos mártires
, á mas de los autores arriba alegados, que
escriben su martirio , los griegos en su Menologío,
y el Martirologio romano á los i5 de noviembre,
y el cardenal Baronio en las anotaciones sobre
aquel lugar.
SAN LEOTOLDO,' CONFESOR.—Leopoldo, llamado
por su gran piedad el Fio, marqués VI do
Austria , fué hijo de Leopoldo ol Hermoso , asimismo
marqués de Austria , principe clarísimo y de
grande estado y poder. Desde niño parece que con
la leche mamaba la piedad y devoción ; y cuanto
mas iba creciendo en edad , mas iban creciendo
eslas virtudes en él. Era muy compuesto, muy
honesto , suave y grave , apacible en sus costumbres,
y retirado de loda vanidad ; de manera quo
siendo mozo no tenia los vicios de mozo , y siendo
tan gran Señor, entre tantas delicias y regalos
era espejo de templanza , recogimiento y honestidad.
Murió el marqués su padre: y nuestro Leopoldo,
como hijo primogénito, le sucedió en el eslado
, y tuvo ocasión para mostrar mas su bondad,
y los dones del Señor quo tenia encerrados en su
pecho; porque luego comenzó á gobernar, nó
como príncipe y soberano señor de sus vasallos,
sino como padre benigno y amoroso, desvelando-

NOVIEMBRE , lo LA LE YENDA DE ORO. 283
se, nó en desollarlos y quitarles las haciendas, sino
en acrecentarlas y mirar por su bien , en administrar
la justicia con igualdad y con misericordia , en
conservarlos en paz y concordia y abundancia do
las cosas para la vida humana necesarias, en alentar
y premiar á los virtuosos, y reprimir y echar
do sus estados á los insolentes y escandalosos, y
finalmente en vivir con tal ejemplo , que todos sus
vasallos le pudiesen tomar por dechado y por un
vivo retrato de virtud. No le ayudó poco para esto
el haberse casado con Inés, bija del emperador
Enrique IV , que era princesa cristianísima . de la
cual tuvo diez y ocho hijos , las diez hijas y ocho
varones; y con haber parido tantas veces fué
raro ejemplo en su estado de castidad , y tan devota
y piadosa, que corriendo Leopoldo su marido
á rienda suelta en todas las obras virtuosas y
de piedad , ella le incitaba y le era espuela , para
que corriese mas.
2 Eran estos dos príncipes muy devotos, y
dados al culto y revencia de Dios, y deseosos que
todos sus vasallos lo fuesen : para esto determinaron
edificar un templo, y poner en él ministros,
que continuamente alabasen al Señor; y estando
en duda del lugar que escogerían para labrar este
templo, de repente se levantó un aire que arrebató
el velo que la marquesa Inés traia sobre la cabeza,
y le llevó muy lejos de donde eslaba , y á parte
muy remota y distante. Pasados muchos dias,
yendo el marqués á holgarse al campo , vio acaso
el velo de su mujer sobre unos espinos, tan entero
y lindo, como cuando voló de la cabeza de la marquesa:
tomóle con alegría; y entendiendo que la
voluntad del Señor era que en aquel lugar se edificase
el templo, lo mandó labrar rico y suntuoso,
y lo dedicó á la gloriosa Virgen María nuestra Señora
, y lo dotó de rentas y posesiones para el sustento
de los canónigos seglaresque allí se instituyeron,
ocho millas de Viena. Mas andando el tiempo,
los mudó en canónigos reglares, para que con mayor
ejemplo de vida y mayor cuidado sirviesen al
Señor. Otro monasterio de laórden deSan Bernardo
edificó, doce leguas de Viena, en un valledemucha
arboleda , con título de la Santa Cruz , en el cual
se sustentaron muchos monjes y ministros do Dios.
También reparó otro que habia sido fundado desús
progenitores, y después arruinado en guerra
do los enemigos , al cual acrecentó con rentas para
sustento de los que en él vivían. Cuarenta años gobernó
sus estados nuestro Leopoldo con gran amplificación
de la gloria de Dios, utilidad de la Iglesia
, beneficio de sus vasallos, y honra y alabanza
suya ; porque como resplandecía en los ojos de lodos
la santidad de Leopoldo , y los rayos de sus
virtudes se descubrian y daban á conocer, era su
lama grande por todas partes , y los otros príncipes
, provincias y naciones le estimaban y veneraban
, y muchos le deseaban conocer y servir:
que eslo tiene la rara virtud, que se hace conocer,
amar y estimar , aun de los extraños; y mas la do
los grandes príncipes: porque campea mas en el
lugar eminente y alto, y está expuesla á los ojos
de lodos. Habiendo, pues, corrido su carrera tan
feliz y saniamente esto bienaventurado marqués,
queriendo el Señor darle otro reino incomparablemente
mas glorioso, le vino un enfermedad , de la
cual murió tan cristianamente como habia vivido,
el año del Señor de 1136 ; siendo sumo pontífice
Inocencio , II de este nombre , que le honró y alabó
mucho su gran santidad.
3 Obró nuestro Señor por intercesión de san
Leopoldo innumerables milagros : libró á muchas
personas endemoniadas : dio vista á los ciegos , oidos
ó los sordos , lengua á los mudos, pies á los
cojos, dichosos partos á las mujeres que estaban
en peligro , salud á muchos enfermos en lodo género
de enfermedades; y finalmente á muchos
muertos resucitó y dio vida, como se puede ver
en el Libro de los milagros, y canonización de san
Leopoldo , que escribió Juan Francisco de Pavines,
y en la oración que hizo Francisco Palavo,
abogado consistorial , delante de Inocencio,
papa VIH, en público consistorio , cuando le canonizó.
Solo quiero referir aquí en pocas palabras
algunos en particular.
4 Habia una mujer cargada de deudas : afligíanla
y sacábanla el alma los acreedores para
que las pagase; y ella era tan pobre, que no les
podia pagar. Fuese al sepulcro de san Leopoldo,
y postrada delante de su sagrado cuerpo , le suplicó
con muchas lágrimas, que la amparase y
la socorriese en aquella extrema necesidad. Oyó
una voz que interiormente la decia, que se volviese
á su casa , y que abriese la alacena , y que
allí hallaría las cartas de pago , de todo lo que debia.
Fué á su casa: abrió su alacena; halló sus
carias de pago; y con ellas se fué á sus acreedores,
se las mostró, y les pidió que la diesen las obligaciones
que contra ella lenian; y ellos la respondieron
que las habian dado a cierto hombre
vestido de azul, que les habia pagado todo lo
que ella les debia. Quedó la mujer por una parle
muy contenta y alegre , por haber salido de tan
grande congoja y angustia; y por otra muy agradecida
y devola al santo, entendiendo que por
su medio Dios nuestro Señor la habia hecho aquella
merced.
5 Otra mujer, llamada Isabel, fué citada por
testigo , para que declarase lo que sabia acerca de
algunos milagros de san Leopoldo : y parte por escrúpulo
y no querer jurar, y parte por descuido,
iba dilatando el decir su dicho. Dióla de repente
un grave dolor : vióse en peligro : conoció su culpa,
y que aquel era castigo de Dios: arrepintióse, y
suplicó al santo que la alcanzase salud : porque
ella le serviría, y diria lo que sabia; y luego se
bailó sana y libre del dolor.
G Un hombre que se llamaba Juan Ruperger
estaba en la cárcel , aprisionado con esposas
en las manos y grillos en los pies: encomendóse
á san Leopoldo , é hizo voto , prometiendo do hacer
cierta cosa en su servicio. Fué cosa maravillosa
que se halló fuera de la cárcel , habiendo (para
salir do ella) pasado por un lugar tan estrecho
que no cabía un hombre, y tres murallas, y un
lago de agua lan grande, que humanamente no so
podía pasar. Cuando el hombro se vio libro, olvidóse
(como muchos suelen) de Dios,yds la

28 \
que al sanio habia prometido; y al cabo de un año
le tornaron á prender , y hechar en la misma cárcel,
y con las mismas prisiones que antes tenia.
Allí estuvo cuatro meses, y reconoció su culpa, y
renovó ol voto que antes tenia hecho; y el santo,
como benigno y piadoso , de nuevo le libró.
7 Lo mismo sucedió á otro , que estaba sordo,
y humanamente sin esperanza de sanar , el cual
acudió por favor á san Leopoldo y le hizo otro voto:
sanó y no cumplió lo que había prometido: volvióle
la sordera; y conociendo de donde le venia
el mal , tornó á hacer su voto , y con él cobró de
nuevo la salud; porque Dios nuestro Señor, así
como es liberalísimo en honrar á sus santos y en
hacernos mercedes por su intercesión ; as! quiere
que nosotros los honremos y que cumplamos enteramente
lo que les prometemos, en reconocimiento
de las mismas mercedes que por^su mano
recibimos.
8 La vida de san Leopoldo escribió Francisco
Palavo , en aquella oración que recitó (como dijimos)
en presencia del papa Inocencio VIII, que
fué el que lo puso en el catálogo de los santos, y
le canonizó el año de L'¡85 , como lo dice Neuclero:
tráela el P. Fr. Jacobo Mosandro en el séptimo
tomo de las Vidas de los sanios de Surio. Hace
mención de san Leopoldo el Martirologio romano
á los 15 de noviembre , y el cardenal Baronio en
aquel lugar; y mas largamente los autores que escriben
las cosas de la casa de Austria.
* SAN FÉLIX , OBISPO Y MÁRTIR. — Fué natural
de Italia, y desde la edad de quince años estuvo
dolado del don de milagros. Consagrado después
obispo de Ñola en Campaña, brilló como
una luz puesla en la eminencia de la Iglesia. En
la misma ciudad de Ñola sufrió glorioso martirio
en compañía de otros treinta cristianos , por orden
del gobernador Marciano , que quería obligarles á
ofrecer incienso á los Ídolos. Escribió su martirio
su sucesor en el obispado, el ilustre san Paulino.
Los SANTOS SEGUNDO, FIDENCIANO Y VABICO,
MÁRTIRES.—• Derramaron su sangre con una gloriosa
confesión de la fé de Jesucristo en África,
durante la persecución del emperador Decio, á
mediados del siglo III.
SAN MAVITO Ó MALO, OBISPO Y CONFESOR.—
Nació en Bretaña , y fué bautizado por san Brendan
, que se encargó luego de formarlo en las
ciencias y la piedad. Dedicóse al estado eclesiástico
. recibió las sagradas órdenes, y después de
haber sido consagrado obispo regionario , según la
opinión de algunos escritores , se fué á la Armórica.
Civilizó ó los habitantes de este país, en el
sentido verdadero de esla palabra; pues que les
enseñó el conocimiento de Dios y sus deberes
como ciudadanos, y plantó por todas aquellas regiones
el Evangelio, que produjo los frutos mas
opimos. En semejante empresa tuvo el santo quo
sufrir grandes contratiempos; pero su paciencia y
constancia, superiores á lodo encarecimiento, lograron
que el cielo ablandase por fin aquellos corazones,
y los milagros cpie acompañaron muchas
veces á sus discursos obraron la completa conversión
de aquellos naturales. San Mulo fundó enton-
LA LEYENDA DE OBO. NOVIEMBRE, 15
ees la Iglesia de Alol, y fijó en ella su sede episcopal
, sin dejar de predicar y de instruir continuamente
á sus ovejas. En medio de tanto trabajo,
no olvidó nunca su propia santificación: dábase
con mucha frecuencia á la oración , al ayuno y á
la penitencia,}' queriendo en sus últimos años
prepararse para el tránsito á la eternidad , dimitió
su obispado y so fué á Saintes á terminar en paz
sus dias. San Malo murió el dia 15 de noviembre
del año 565, habiendo gobernado en calidad de
obispo la Iglesia de Alel por espacio de cuarenta
años.
SAN LEONCIO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué el
segundo de su mismo nombro que ocupó la silla
episcopal do Burdeos. Habia nacido en Samles
por los años de 510. En su juventud sirvió en la
milicia é hizo la guerra en España contra los visigodos.
La integridad de su conducta, la pureza
de sus costumbres , su amor á la justicia , su piedad
y sus limosnas le hicieron digno del episcopado.
El clero y pueblo de Burdeos lo eligieron por
pastor, y fué consagrado el año 5'¡1. Consagróse
todo entero á la santificación desús ovejas; asistió
á los concilios segundo y tercero de París ; vendió
todos sus bienes, que eran considerables , cuyo
producto empleó en beneficio de los pobres y de
las Iglesias , y murió en paz el 'año 505.
SAN PAVINO , CONFESOR. — Natural del Maine,
dejó al mundo en su juventud para consagrarse á
Dios con el retiro. A una santidad eminente juntó
un talento privilegiado para la predicación. Cuando
fué elegido superior del monasterio de Santa
María en el territorio deBeaugé, dio en su destino
las mejores pruebas de su humildad , de su vigilancia
, de su zelo , de su paciencia y caridad.
Murió á fines del siglo VI , circundado de la gloria
de los milagros.
SAN DIDIER, OBISPO Y CONFESOR.—Los franceses
le llaman san Gery. Nació de padres nobles
en el territorio de Albi el año 580. Educóse en
la corte de Gotario II : hizo rápidos progresos en
la carrera de las ciencias, y se hizo notable por
su elocuencia. Obtuvo empleos distinguidos en la
corte; pero siempre vivió en ella como un religioso
en su claustro. El tiempo que le dejaban libre
los asuntos do su deslino , lo empleaba en la meditación
de la ley de Dios, en el estudio de los libros
santos y en la oración. Procuraba imitar en
lodo á los sanios, y mantener su corazón inmaculado.
Mereció la confianza de ios reyes y principes
de su nación. Es notable la carta que dirigió el
rey Dagoberto al clero do la diócesis de Cahors,
cuando propuso á Didier para obispo de aquella
Iglesia. En ella so pintan los méritos del siervo de
Dios , y refiere el rey los motivos que lo han decidido
á la elección con colores tan naturales y tan
verdaderos, que al consagrarle el metropolitano,
todo el pueblo p'-orumpió en demostraciones espontáneas
do alegría. Encargado ya Didier do las
augustas funciones de su dignidad , trabajó principalmente
para hacer brillar la religión y extirpar
el vicio en su diócesis. Los pobres fueron el primer
objeto desu solicitud; y su crédito en la corle,
que conservó loda la vida, lo empleó en inclinas

NOVIEMBRE.16 LA LEYENDA DE ORO. 283
el ánimo del rey y el do los poderosos á fundar en
Francia vanos monasterios y muchos establecimientos
de beneficencia. Llegó á una edad muy
avanzada . y cumulado de méritos , murió en el
Señor el dia lo de noviembre de Go'i-, en el territorio
de Aibi, después de haber gobernado mucho
tiempo con gloria la diócesis de Cuhors.
SAN Lui'Kitio , OBISPO Y CONFESOR. — Floreció
siendo obispo de Yerona en el siglo VIH. Su episcopado
, glorioso en virtudes v milagros , fué además
notable por la fundación de algunas iglesias y
monasterios , y por la dotación de algunos establecimientos
en favor de los pobres.
S?í» 86.
SAN EDMUNDO, ARZOBISPO Y CONFESOR. —San
Edmundo, arzobispo cantnarienso, nació en Inglaterra
, en una villa llamada Albendon, de padres
honrados , no pobres ni muy ricos : su padre
se llamó Eduardo, y su madre Moabilia : y eran
tan temerosos de Dios, que el padre, con consentimiento
de su mujer, se entró en un monasterio,
y allí acabó santamente su vida; y la madre
, aunque quedó en el siglo , vivió en él mas
como religiosa que como seglar, y enseñó á su
hijo Edmundo (á quien dio este nombre por reverencia
de san Edmundo, rey de Inglaterra y mártir)
la vida espiritual, exhortándole á guardar
perpetuamente su virginidad , y domar su carne
con ayunos y cilicios, y no ofender á su Criador y
Señor por ninguna cosa , y desde niño le persuadió
que ayunase los viernes á pan y agua : y para que
se inclinase á hacerlo, le prometía y daba algunos
regalillos , con que los niños se suelen contentar; y
cuando estudiaba , con la ropa blanca le soba enviar
algún cilicio de su mano , para que le usase,
temiendo la santa madre quo las ocasiones y malas
compañías que se hallan en las universidades,
no engañasen á su hijo y le despeñasen en los vicios
de la juventud. Tomó Edmundo lan bien la
doctrina é instrucción de su madre , que toda su
vida guardó su alma limpia do toda torpeza carnal,
é hizo voto de guardarla á la sacratísima Virgen
nuestra Señora , lomándola por abogada y pairo—
na : y para ganarla mas la voluntad , hizo hacer
una sortija en que eslaba esculpida el Ave María,
y la puso en el dedo de una imagen do la Virgen,
como quien se desposaba con ella : la cual sortija,
después de muerto Edmundo , milagrosamente se
halló en su dedo. En los ayunos, penitencias y asperezas,
se esmeró tanto, que no se puede fácilmente
creer, buscando siempre nuevas invenciones
de cilicios y [tenas para afligir mas su carne , y
conservar la virginal pureza que por medio de su
sacratísima madre habia ofrecido á Jesucristo
nuestro Redentor. Todo el favor de la Virgen hubo
menester Edmundo , para defenderse do las duras
batallas que tuvo con el común enemigo, que le
pretendía despojar do la preciosa joya de la castidad
¡-porque estando estudiando en la universidad
de París , una luja de su huéspeda , moza, hermosa
y lasciva , instigada del demonio , se prond ó
do él lan locamente, que le descubrió la llaga do
su corazón , y le dio gran balería para atraerle á
su voluntad, á la cual Edmundo resistió, favorecido
de la Virgen, valerosamente, reprendiendo á
la mujer de su ceguedad , y procurando inclinarla
al amor santo de la castidad ; pero como ella estuviese
tan abrasada de aquel incendio de la concupiscencia
, que Emundo con sus palabras y consejos
saludables (que eran como agua del cielo),
no le pudo apagar , y siempre porfiase é importunase
al sanio mozo; mandóla un dia venir á su
estudio, como quien la queria contentar, y habiéndola
hecho desnudar, la dio tantos y tan crudos
azotes , que la pobre moza se compungió, y
conoció su culpa y se enmendó de ella. Esto que
hizo Edmundo con la hija de su huéspeda . han hecho
algunos sanios con otras mujeres, quo á guisa
de furias infernales los pretendían mancillar y perder
sus almas : pero otros mas recalados, no fiando
de sí . echaron á huir para no ponerse en tan
grave ocasión , y cerraron los oídos á los silbos do
las serpientes que con su veneno los quorian atosigar
: y esle camino es el mas seguro cuando la ocasión
no es tan forzosa, ó la inspiración de Dios no
es tan fuerte que nos enseñe lo contrario. Pasada
esla pelea , tuvo otra con una mujer casada que
terriblemente le persiguió . y para ablandarle lo
enviaba muchos dones, los cuales el santo mozo no
quiso tomar; anles la avisó que si no se reportaba,
lo haría saber todo á su marido.
2 En París estudió con gran cuidado las arles
y se hizo maestro, y por espacio de seis años las
enseñó con gran loa y aprovechamiento de sus
discípulos: y habiendo caído malo uno de ellos,
pobre y sin remedio , con gran candad le llevó á
su casa , y él mismo le curó y sirvió, hasta que
cobró la salud , sin faltar á sus esludios v lecciones;
y á otro discípulo suyo que estaba manco de un
brazo , se lo restituyó sano , con solo decirle: Cristo
te sane con su gracia. Procuraba que todos sus discípulos
cada dia oyesen misa con él , y que aprovechasen
no menos en la piedad que en las letras;
y así salieron de su escuela muchos varones doctos
y excelentes, los cuales, haciendo divorcio
con el mundo , se abrazaron con Cristo nuestro Señor
en la cruz de la sania religión. Una noche
durmiendo' le parecía que toda su escuela ardía
en fuego , y de ella salían siete como llamas ó hachas
encendidas , y al dia siguiente , acabada su
lección, siete de sus discípulos le pidieron licencia
, y se fueron ron el abad cluniacense para lomar
el hábito de aquella santa religión. Otra vez,
habiendo de disputar del inefable misterio de
la santísima Trinidad , y estando pensando en lo
que habia de decir, se quedó dormido , y vio quo
bajaba del cielo una paloma quo 1 raía en el pico
una hostia consagrada , y se la ponia en la boca, y
luego so volvía al cíelo. Despertó , y habió lan altamente
de la santísima Trinidad, que á todos
pareció cosa mas divina que humana. Con esla
opinión de excelente doctrina , y mucho mas con
la entereza do su vida ejemplar, se hizo Edmundo
venerable , especialmente después quo se ordenó
de sacerdote ; porque con la nueva dignidad creció
el espíritu y el fervor de este santo varón. Era

280 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE 10
muy continuo en la oración, y penitente en el
tratamiento do su persona: ayunaba mucho: dorinia
poco : vestía honesta y pobremente: huía de
los entretenimientos y juegos de los seglares: no
quería beneficio eclesiástico, cuando por razón de
su cátedra no podia residir; aunque después aceptó
una canongía y la dignidad de tesorero en la
Iglesia salisburiense, para poder predicar mas libremente
la palabra de Dios, y no ser cargoso
á nadie. No queria locar el dinero con su mano,
si no era para darlo á los pobres , á los cuales repartió
todo lo que habia heredado de sus padres.
No pudo encubrirse tan gran luz , ni esconderse la
ciudad edificada sobre el monte: tuvo nocicia el
sumo pontífice de la santidad , erudición y grandes
prendas de Edmundo, y mandólo predicaren el
reino de Francia la cruzada; y él aceptó la obediencia
y la predicó con maravilloso fruto , confirmando
nuestro Señor su predicación con los muchos
milagros que hizo por él. Vino una vez un
mancebo al santo para tomar la cruz que predicaba
, quiso una mujer apartarle de aquel propósito,
y tiróle de la capa; y luego se la secó la mano:
conoció su culpa y confesóla; y tomando ella misma
la cruz de la mano de! santo, quedó sana. Otro
tanto sucedió á otra mujer, que estorbó á otro mancebo
con quien estaba amancebada, que no tomase
la cruz, y perdió la vista, la cual el santo la restituyó
con sus oraciones. Estaba un dia predicando en la
[ilaza: levantóse una nube espantosa que amenazaba
gran tempestad ; y estando el auditorio amedrentado
y para huir, hizo la señal de la cruz Edmundo
hacia la nube, diciendo: Yo te mando, ó
maligno espíritu , que te partas de aquí; y al
punto cesó aquella oscuridad , y se descubrió sobre
los oyentes el sol, y cayendo mucha agua al
rededor del auditorio , no cayó gota sobre ninguno
de los que allí estaban; y esto le sucedió otras
veces. Leia una noche en la sagrada Riblia, y
oprimido del cansancio y del sueño , quedó dormido
y la candela cayó sobre el libro; y cuando despertó,
halló la candela gastada, y el libro entero
sin quemarse. Otra vez se le apagó la candela, y
hallándose á oscuras invocó el dulcísimo nombre
de la serenísima Virgen María; y al punto se tornó
á encender la candela de suyo. Apostémesele un
pió con un carbunco, y él hizo al rededor de la
poslema tres ó cuatro cruces; y al dia siguiente
se halló sano y bueno. Un criado suyo echó al
fuego , por su mandado , un cilicio suyo ya viejo y
hecho pedazos , y unos zaragüelles ásperos que
habia traído mucho tiempo; pero el fuego no los
quemó , teniéndoles respeto como á cosa sagrada.
3 Vacaba el arzobispado canluariense, en Inglaterra
, y el sumo pontífice Gregorio IX deseando
proveer bien aquella Iglesia, y darla digno
pastor , ordenó que se buscase en Inglaterra la
persona de mas prendas que hubiese para ella.
Todos convinieron que san Edmundo era el mas
digno y masa propósito: nombróle el papa por arzohisj
o v primado do Inglaterra: y aunque el
santo hizo todo lo que pudo pura no aceptar aquella
dignidad ; pero bajó la cabeza cuando vio quo
no la podia excusar , sin ofensa do Dios y do la
obediencia debida á su vicario. En sentándose en
su silla, echó mas claros rayos de sus virtudes, y
comenzó á resplandecer con mayor santidad; porque
no solamente no aflojó en su aspereza, ni se
trocó en las virtudes, antes las acrecentó siendo
dechado de santos prelados, corno antes lo habia
sido de insignes doctores y predicadores. Cuando
iba camino , queriéndose confesar cualquiera persona
, por mas pobre y despreciable que fuese,
luego se apeaba de su cabalgadura, y él mismo
la confesaba. A los pobres daba largas limosnas y
vestia á los desnudos: hacia visitar y regalar á los
enfermos : casaba á las doncellas huérfanas , y dábales
el dote : sacudía de sí cualquiera presente ó
don que le ofreciesen , y era enemigo capital de los
que lo recibian; y afirmaba que los jueces y magistrados
no se han de mover á hacer la justicia
por dádivas ni cohechos, sino por amor de la misma
just¡cía y de aquel Señor quo les hizo jueces
y les pedirá cuenta de su administración : y como
muchos le presentasen muchas y ricas y varias
cosas (aunque él no recibía ninguna), soba decir:
Ahora que soy rico y de ninguna cosa tengo necesidad,
el demonio me quiere cegar con dones,
no habiendo podido vencerme cuando era pobre.
Pues yo espero en el Señor quo tampoco ahora
me vencerá.
4 Fué tan admirable la entereza de vida y
rectitud de san Edmundo en la administración do
su obispado, que el mundo no pudo' sufrir tan gran
luz , y muchos grandes del reino, eclesiásticos y
seglares, y su mismo cabildo, se levantaron contra
él, y lo afligieron , y persiguieron terriblemente,
orando el santo por ellos, y volviéndoles bien
por mal, con unas entrañas de padre amoroso , y
con un corazón blando , suave y propio de santo.
Mas viendo que con todo su cuidado y diligencia
no los podia ganar, ni ejercer como debía el oficio
de prelado, se determinó salir do Inglaterra y pasar
á Francia, hasta que el Señor mandase cesar
los vientos y sosegar el mar. Estando para partir,
le apareció el beato santo Tomás, mártir y arzobispo
canluariense, su predecesor, y le animó y
confirmó en aquella jornada. Quiso san Edmundo
besar el pió á santo Tomás: mas el santo mártir
retiró el pié : de lo cual san Edmundo quedó muy
triste y lloroso, y preguntándolo santo Tomás la
causa, le respondió: Porque no soy digno de besar
tus sagrados pies. Entonces santo Tomás le
dijo : No llores por eso ; porque presto te admitiré
al ósculo de mi rostro : dándole á entender que
presto moriria. Pasó á Francia, y fuese al monasterio
Pontmiaco, que era el del Cisler, donde el
mismo santo Tomás en su destierro habia estado
seis años : fué acogido de aquellos santos religiosos
consuma devoción, alegría y reverencia; y estando
allí, cayó malo do una gravo enfermedad.
Lleváronle á otro monasterio de aires mas benignos
y templados, con mucho sentimiento do los
padres quo dejaba : á los cuales dijo que él volvería
á aquella casa para el dia do san Edmundo
mártir. Entrando en el monasterio adonde le habían
llevado , so agravó el mal: recibió los santos
sacramentos con extremada ternura y devoción; y

NOVIEMBRE , IT
fallándole poco á poco los sentidos , dio su espíritu
al Señor á los 1C de noviembre. Llevaron su sagrado
cuerpo al monasterio Pontiniaco, adondeílegó
el dia cíe san Edmundo , rey y mártir, como
el mismo santo lo habia profetizado. Allí le sepultaron
honoríficamente, y Dios nuestro Señor le
ilustró con muchos y notables milagros después do
muerto , como lo había hecho en su vida , especialmente
con el anillo que se halló en su dedo,
que nunca se lo pudieron sacar, ni con fuerza , ni
con maña , hasta que con mucha humildad se lo
suplicaron. Entonces dejó caer el anillo para salud
y beneficio de muchos.
5 La vida de san Edmundo escribió Roberto
Ricino, y Roberto Rabón, su discípulo: tráela
el P. Fr. Lorenzo Surio en su vi lomo, recogida
de varios autores. Hace mención de él el Martirologio
romano á los 1G de noviembre, y el cardenal
Baromo en sus Anotaciones, y dice, que su glorioso
tránsito fué el año del Señor de 124G , y quo
le canonizó y puso en el catálogo de los santos
Inocencio IV.
* Los SANTOS RUFINO , MARCOS , VALERIO, Y
sus COMPAÑEROS , MÁRTIRES. — Lo único que sabemos
por el Martirologio romano, es que padecieron
martirio en África. Galesinio dice que
trata de ellos un antiguo manuscrito, que no conocemos.
Los SANTOS ELPIDIO , MARCELO , EUSTOQUIO, Y
sus COMPAÑEROS, MÁRTIRES. — El primero de
estos santos era ciudadano romano del orden senatorio
y su ejemplo sirvió para que los demás
cristianos que fueron sus compañeros en la corona
del martirio, permaneciesen constanles, y se
alentasen en la pelea. Habiendo sido llevados todos
á la presencia del emperador Juliano Apóstata
, confesaron animosamente la fé de Jesucristo,
y quo estaban dispuestos á sufrirla muerte por su
confesión. Después de eslo fueron atados á las
colas de unos caballos indómitos, que les arrastraron
por toda la ciudad, y últimamente fueron
arrojados al fuego, donde acabaron su vida, el año
3G2.
SAN EUQUERIO, OIIISPO Y CONFESOR.—Era
de ilustre familia , pues su padre y su abuelo habian
ocupado los puestos de mas dignidad en el
imperio romano. El joven Euquerio despreció, sin
embargo, la nobleza y todas las riquezas, para
entregarse lan solo á la piedad. Su erudición y
demás dotes personales le hicieron uno do los mus
notables oradores de su tiempo. Casó con una
mujer virtuosa, de la cual tuvo dos hijos, queeducó
en la virtud, y que llegaron á ser elevados después
al episcopado. Euquerio deseaba tanto no
servir mas que para Dios, que al fin se decidió á
tomar el hábito monástico en el monasterio de Lerins
con sus dos hijos, y su esposa se consagró
también á la vida religiosa en un monasterio de
santas mujeres. Algún tiempo después se retiró
de Lerins a otro desierto á vivir enteramente solo,
y en esta soledad escribió un Tratado de la vida
solitaria, el cual publicó juntamente con otro
tratado sobre el desprecio del mundo, el año 427.
Esta obra es una de las mas aprcciables de la
LA LEYENDA DE ORO. 287
antigüedad eclesiástica , ya por la importancia de
las cosas que contiene, y ya también por la elegancia
y riqueza de lenguaje en que está escrita:
A pesar de su retiro y humildad , el año 434 fué
consagrado obispo de Lion. Vióse en él un fiel
pastor, suspirando de continuo por la patria celestial
, humilde de espíritu , rico en buenas obras,
poderoso en palabras y ejemplos , sabio en todas
las ciencias, y muy superior á los mas grandes
obispos de su época. Asistió al primer concilio de
Orange en 441, fundó varias iglesias y establecimientos
piadosos, fué venerado y estimado de
los mas ilustres prelados de su siglo, y murió santamente
en Lion , el día 1G de noviembre del año
450.
SANFIDENCIO, ORISPO Y CONFESOR. —Aprendió
la ciencia de la religión en la escuela de los discípulos
de los apóstoles, quo le confirieron las sagradas
órdenes y le enviaron á predicar el Evangelio.
El doble poder que lo daban sus virtudes y
milagros, le proporcionaron la gloria de producir
admirable fruto en la viña del Señor. Cuando fué
elegido obispo de Pavía, su zelo y sus trabajos
apostólicos aumentaron extraordinariamente, y
después de haber gobernado su rebaño por espacio
de muchos años , murió en el de 1GG.
SAN OTMARO, ARAD.—Floreció en la Recia en
el siglo VIH. Desde su niñez despreció las grandezas
de la tierra , y se consagró ó la perfección
en el retiro dol claustro. Fué modelo de penitentes
: su abstinencia era tal, que no comia mas que
una vez cada dos dias, y solo pan y agua , macerando
su cuerpo con tanto rigor, que le trataba
como ó su mas temible enemigo. Fué admirable
en la pureza, la continua oración, y en el amor á
los pobres. Distinguióse principalmente por su
profunda humildad, y al fin, coronado con todas
las virtudes cristianas, murió en la paz de Dios
el dia 1G de noviembre del año 758.
Ifia £9.
SAN HUGON, ORISPO Y CONFESOR. — La vida
del glorioso confesor de Cristo san Hugon , monje
de la sagrada orden de la Cartuja, y espejo de
santos obispos, escribió un autor que vivió con
él familiarmente, en cinco libros. que abreviados
refiere el P. Fr. Lorenzo Surio en el vi lomo do
las Vidas de los santos; y Silvestre Giraldo asimismo
y Adon Cariusiano escribieron su vida ,
como lo dice Juan Molano; y es de esla manera.
2 Fué san Hugon de la provincia deBorgoña,
hijo de padres nobles: su padre fué valeroso soldado
y temeroso de Dios: el cual , siendo muerta
ya su mujer, y Hugon, su hijo, de solos ocho años,
para que no se divirtiese y cayese en las travesuras
en quo suelen caer los muchachos, le ofreció
al Señor en un convento de canónigos reglares que
estaba cerca del pueblo en que él vivia. Diéronle
luego por ayo y maestro á un santo viejo, para quo
lo enseñase virtud y letras: solíale decir el maestro:
Hugon, hijo, yo te crio para Cristo; y así
debes dejar los juegos y burlas : y Hugon era tan
bien inclinado y de tan buena condición , que no

288 LA LEYENDA DE ORO.
tenia repugnancia á ninguna cosa de virtud, y en
los tiernos años parecía viejo en el seso. No se contentó
su padre con haber entregado su hijo á acpiel
monasterio , sino él también, tocado do la mano
del Señor , dejando todas las cosas perecederas
del siglo , se entró en el mismo monasterio, y so
consagró al Señor. Siendo ya Hugon de diez y
nueve años , le ordenaron do subdiácono y le encomendaron
cargos mayores ; mas el Señor queso
queria servir de él en otra vida mas perfecta y áspera
, ordenó las cosas de otra manera: porque
un dia , yendo con el prior de su convento á un
monasterio de la Cartuja , y viendo á los padres de
aquella santa religión, y sabiendo el fervor con que
servían á nuestro Señor y la perfección do su religión,
se aficionó á ella do suerte, que pidió el hábito
, y después lo recibió con gran sentimiento de
los canónigos reglares que dejaba , v no con menor
gusto y alegría de los padres cartujos que le ganaban.
Entrando en la Cartuja, fué maravillosa
la vida de Hugon : al principio tuvo fuertes y terribles
tentaciones sensuales; mas él con la oración,
ayunos y penitencias domaba la carne, y la sujetaba
al espíritu con tan gran fervor, que no le pudiese
derribar. Hallóse una vez muy apretado y afligido
deesla tentación; porque la sangre y la edad,
y la astucia y braveza de Satanás, terriblemente
le combatían : encomendóse mucho á la Virgen de
las vírgenes, y Madre de toda pureza, María
nuestra Señora; y por su intercesión se vio libre
de aquel trabajo : aunque algunos dicen que esta
vez alcanzó victoria por las oraciones de un santo
padre, que so llamaba Rasilio, que había sido
prior de la Gran Cartuja y recibido á Hugon en
ella, y poco antes había pasado de esta vida á la
eterna. No se contentaba Hugon con cumplir perfectamente
con las obligaciones de su regla , con
ser tan austera , sino que añadía nuevas y exquisitas
asperezas; porque en la cuaresma ayunaba
tres dias á pan yagua cada semana, y cargado de
un áspero cilicio, se disciplinaba y trataba sueuer-
' po como si no fuera de carne. Ordenáronle de sacerdote;
y antes que lo fuese, un santo monje le
profetizó que lo seria , y después obispo , como lo
i'ué y abajo se dirá, lliciéronle procurador de su
convento al cabo de diez y ocho años que habia
vivido en él: y él hizo aquel oficio tan escogidamente,
que edificó mucho á sus frailes, y admiró
á todos los seglares que venían á tratar con él ; y
su fama se extendió por muchas parles, y llegó
hasta el reino de Inglaterra, donde habiendo
muerto el prior de la Cartuja de Yilhamio, en la
diócesi bathomense que había fundado el rey do
Inglaterra Enrique, II de este nombro, el mismo
rey envió mensajeros suyos á la Cartuja, donde
inoraba Hugon , para queso le enviasen por prior
de aquel convenio. Y puesto caso que los religiosos
se, lo negaron por la primera vez , no pudieron
resistir á la voluntad del rey la segunda, porque
se les pedia con grande instancia y apretadamente;
y así se partió del convento donde
estaba para Inglaterra , llorando él y lodos los frailes:
él porque iba á ser superior; y los frailes porque
los dejaba. Llegó á Inglaterra, donde fué muy bien
NOYIE.11bb.E , 17
recibido del rey y de su corte. Tomó la posesión de
su convento, que por ser en los principios estaba
muy pobre y desacomodado; y el santo varón
consoló á sus monjes, y los exhortó á la fortaleza
y á llevar con alegría las incomodidades y menguas
que padecían por nuestro Señor. Después,
encomendándose á él muy de veras y con afectuoso
corazón , procuró proveer á sus frailes de lo
que hablan menester, así en el edificio como en la
comida y vestido , para que mejor pudiesen atender
á servir á aquel Señor que los había llamado
á lan alta vocación, y desocupados de los cuidados
de la tierra, anhelar á los del cielo. Para hacer
esto le ayudó mucho la afición que le cobró el
rey Enrique, movido de su trato y sania y dulce
conversación; porque admirado de las grandes
virtudes de Hugon y de sus prudentes razonamientos
y consejos, le comenzó á venerar y favorecer
en gran manera: mandóle dar lodo lo que pedia
para acabar y aderezar su casa y para sustento
de sus religiosos; y Dios nuestro Señor, que habia
tomado debajo do sus alas al santo prior, le envió
una buena ocasión para que el rey le amase,
estañase y favoreciese mas: porque , volviendo el
rey por mar á Inglaterra, tuvo una terrible y tan
espantosa tempestad , que lodos los quo venían en
la nave con él se tuvieron por muertos ; y el mismo
rey , conociendo su peligro , se encomendó á
san Hugon, y suplicó á nuestro Señor que por
intercesión del santo confesor le librase de aquel
tan evidente peligro , en el cual eslaba por sus pecados.
Vióse luego la eficacia de esla oración; porque
de reponle se serenó el cielo y se sosegó el
mar y se amansaron los vientos, y el rey y toda
la gente llegaron al puerto deseado : y aun so escribe
que el rey prometió nombrar por obispo á
san Hugon, si por su intercesión salla de aquel
conflicto ; y así lo hizo. Divulgóse esto milagro por
todo el reino, por haber acaecido en la persona
del rey , y acrecentó la opinión que do la santidad
de Hugon todos tenían, y con la opinión creció
también la eslima y reverencia á su persona,
y muchos vinieron á él por estar debajo do su disciplina
y gobierno , y menospreciadas del lodo las
vanidades del siglo , abrazarse cu la Cartuja con
la cruz de Cristo. El los recibia y les daba el hábito
de su religión, y los amoldaba á su regla é instituto
, pero mas con ejemplos que con palabras;
porque vivia como un hombre arrebatado y que
inoraba mas en ol cielo que en la tierra. Eran muy
frecuentes y entrañables sus suspiros , y de noche
en aquel poco sueño que dormía repelía muchas
veces esla palabra: Amen, (unen. Cuando entraba
en el refectorio los días de bosta á comer, tenia
siempre los ojos bajos y puestos en la mesa, la
mano en la escudilla , las orejas atentas á lo que se
leia y el corazón lijo en Dios. Tenia gran cuidado
do que sus frailes tuviesen libros sagrados en
que leer , pareciendo ser muy n. cosarios para todos
los religiosos, y mas para los que viven
apartados y en soiedad; porque en liempo de
guerra son nuestras armas, y en la paz nuestro recreo
y entretenimiento , y sustento en nuestra necesidad
, y en la enfermedad medicina y remedio.

NOVIEMBRE , 1? LA LEYENDA DE ORO. 289
Л Creciendo , pues ; cada dia mas el resplandor
de las virtudes del santo prior , y vacando el
obispado Imconiense , en el reino de Inglaterra, se
juntó el cabildo en aquella Iglesia , con voluntad
del rev , y nombró por su prelado y obispo al prior
de Vitbamio , con gran contento del reino y aprobación
del Metropolitano, y alegría y júbilo de toda
la gente. Pero cuando le enviaron el nombramiento
, no quiso san llugon consentir en su elección
, teniéndose por indigno de aquella dignidad,
v temiendo los peligros de ella , y alegando que no
podía aceptarla sin licencia del prior de la Gran
Cartuja , que era prelado y superior ; y rogó con
grande instancia y muy afectuosamente á los canónigos
que le habian elegido , que se encomendasen
de nuevo á nuestro Señor , v eligiesen otra
persona digna de aquella silla; ó hizo tantas diligencias
para no ser obispo , cuanto otros ambiciosos,
y que no miran la carga quo toman sobre
sí , suelen hacer para serlo. Mas porque la honra
es como sombra y sigue á los que huyen de
ella , y nuestro Señor suele levantar á los humildes
y se quería servir de san llugon en aquel alto
y apostólico ministerio ; volviéndose á juntar los
canónigos, le volvieron á elegir : y para fine no
se excusase , alcanzaron del prior de la Gran Cartuja
licencia y bendición y mandato , para que lo
aceptase. Con esto bajó el santo la cabeza , entendiendo
que era la voluntad de Dios, a la cual
ninguno puede ni debe resistir.
i Algunas señales hubo de esta elección de
san Hugon , que declaraban que el autor de ella
era Dios nuestro Señor. Entre otras se cuenta una
de un cisne, que apareció el mismo día que el
santo prelado entró enLincoma,y le fué muy familiar
, y en los modos particulares que con él usaba
, mostraba ser mas del cielo que déla tierra.
o Da primera cosa que hizo en sentándose en
su silla san llugon, fué buscar para ayudadores
y ministros suyos los hombres mas temerosos de
Dios, y de mayor ciencia y prudencia que pudo
hallar. Estos tuvo siempre á su lado : con estos
siempre se aconsejaba ; y así acertó á gobernar
escogidamente. No hacia curas sino á personas
de conocida virtud, quietas y sosegadas , y de estas
hacia mas caso que de cualquiera otra que,
sin estas prendas fuese , ó de mucha prudencia , ó
de grande industria. Estuvo tan fuerte en esto, que
pidiéndole el mismo rey que proveyóse do un beneíicio
á un criado suyo , á quien el rey quería
gratificar sus buenos servicios, nunca el santo
obispo lo quiso hacer, diciendo que el rey tenia
muchas maneras para hacer bien á sus criados y
pagarles sus servicios, sin privar á los ministros
de la Iglesia del sustento que para ellos Dios tema
señalado. También tuvo fuerte en castigar á
algunos ministros del rey , qne con su nombre
y autoridad atrepellaban la juslíea y la libertad
de la Iglesia. Y puesto caso que en lo uno
y on lo otro mostró el rey sentimiento; mas
después que san llugon lo habló y le dio razón
de lo que hacia, el rey quedó muy satisfecho, entendiendo
la razón quo el santo prelado tenia, y que
no lo movia cosa alguna de la tierra para hacer
Tosió IV.
lo que hacia , sino solo la voluntad do Dios y cumplir
con la obligación precisa de su oficio. Pero
muerto el rey Enrique II, que tuvo mucho respeto
á san llugon, en tiempo de los reyes Ricardo y
.luán, sus hijos , no le fallaron grandes trabajos ,
como veremos.
6 La vida del santo prelado , después de obispo
, fué dechado de prelados y un vivo retrato de
santidad. Era muy amigo de leer las vidas'de los
santos monjes y obispos , y procuraba rolratar al
vivo sus virtudes y ejemplos. En la mesa era alegre,
poro con gravedad y modestia ; y si alguna
vez se ofrecía alguna ocasión de fiesta y regocijo,
entonces se mostraba mas grave y severo , para
componer á los que con él estaban. Nunca comía
carne. guardando siempre la regla de cartujo:
bebia un poco de vino bien aguado : v viendo por
experiencia que e' oficio de obispo, de la manera
que él lo ejercitaba , era muy trabajoso ; para poderlo
llevar , se moderó en sus ayunos y penitencias.
Padeció graves dolores de ijada ; mas era
tan grande su fervor y deseo de cumplir con sus
obligaciones de obispo . y la fortaleza y ánimo que
Dios le daba, que muchas veces cuando habia
de ejercer los oficios eclesiásticos, como dar órdenes
ó consagrar iglesias, cansaba á todos los ministros
que le asistían ; porque le acontecia madrugar
antes del día y estar hasta la noche sin
desayunarse, y no consentía que ninguno de sus
ministros en semejantes actos le asistiese , sin que
se hubiese desayunado. Era sobre manera compasivo
de, los pobres y enfermos, y especialmente de
los presos, á los cuales proveía de remedio corporal
y espiritual , y se inclinaba y humillaba delante
de ellos, y con maravilloso y entrañable
afecto besaba sus llagas : y diciéndole una persona
grave , que san Martin besando á un leproso
le había sanado , y que él no sanaba á los leprosos
que besaba , como motejándole que no era santo
como parecía ; respondió él con mucha gracia :
El ósculo de san Martin sanó la carne del leproso;
pero el ósculo del leproso sana mi alma. Solía lavar
los pies á trece pobres , y ocupábase con gran
gusto y misericordia en dar sepultura á los cuerpos
de los finados , y dejaba todos los otros negocios
para atender á este : y una vez enterrando el cuerpo
de un hombro beodo , que olía tan mal que los
circunstantes se tapaban las narices , por no poder
sufrir el hedor que de él salía ; el santo obispo hizo
su oficio con gran paz y serenidad, y después se
supo que no habia sentido mal olor alguno; porque
con la caridad y la gracia del Señor, todo se
le hacia suave y oloroso. No consentía que sus ministros
cargasen á los subditos con nuevas exacciones
, ni que el principal castigo del que delinquía
fuese pena pecuniaria , como comunmente se usaba
: y alegándole ellos que el glorioso santo Tomás
, arzobispo cantuariense y mártir . solía castigar
algunas voces los delitos en la bolsa , por ser
cosa que tanto (duele; respondió san llugon: Creédme,
que santo Tomás no fué santo por hacer
eso , smo por otras excelentísimas virtudes que
tuvo, por las cuales el Señor le hizo glorioso y
le coronó con corona de martirio. No solamente

290
quería quo sus ministros tuviesen limpias las manos
de (oda codicia , sino también se opuso á los otros
obispos, y procuró que se quitase una mala costumbre
que se habia introducido, con la cual, para
hacer ser vicio á los reyes , los mismos obispos pedian
cierto servicio al pueblo para el rey , y después
de haber cumplido con él, se quedaban y se
aprovechaban ellos de lo que sobraba y el pueblo
les habia ofrecido : y aunque tuvo grandes dificultades,
salió con ello. Su piedad y entrañas
amorosas y mas que de padre para los pecadores
que se reconocían y pedian penitencia , fué admirable.
Finalmente , en todas las cosas se mostró
vigilantísimo pastor, y puerto y refugio de todos
los afligidos y atribulados.
7 Pero después que el rey Ricardo el I sucedió
en el reino al rey Enrique, su padre , tuvo
grandes encuentros, y disgustos con san Ilugon,
por la mala condición del rey y entereza del
obispo . porque haciendo Ricardo guerra en
Francia, y habiendo gastado su patrimonio real
en pagar su ejército, quiso que los obispos lo
socorriesen en aquella necesidad, y envió á
Inglaterra un arzobispo para que juntándolos á
todos de su parte se lo propusiese: y aunque
los demás condescendieron (como suelen) con
la voluntad del rey ; pero llugon , considerando
que la forma que se daba en aquel servicio era
muy cargosa y dañosa para el pueblo y gente
común, resistió él y otro obispo que lo siguió
valerosamente á los demás; y asi el rey no pudo
salir con su intento : el cual , lleno de saña y furor
, mandó luego desterrar al santo prelado y
al otro obispo, y confiscarles todos sus bienes. Ejecutóse
esle enojo en el otro obispo (aunque después
el rey se aplacó con él, y pidiéndole humildemente
perdón, le admitió en su gracia); pero
queriendo los ministros del rey ejecutar sus mandatos
contra san llungon . él los excomulgó, vellos
tuvieron tan gran miedo v respeto á las censuras
eclesiásticas, que no se atrevieron á locar á un
lulo do la ropa del santo prelado: porque habían
visio por experiencia, que nuestro Señor habia
dado horribles castigos á muchos, que habiendo
sido privados del uso de los sanios sacramentos de
la Iglesia por san Ilugon, no le habian obedecido.
De estos, habiendo anatematizado á algunos hombres
perdidos y obstinados, la maldición de Dios
cayó sobre ellos, de manera que súbitamente desaparecieron
y no fueron mas vistos. Oiro soldado
fué atormentado del demonio por la misma causa,
y espiró; v oíros muchos fueron castigadosseverísimamente
de la mano del Señor, y por modos diferentes
(aunque todos justos y severos) acabaron
sus tristes vidas.
8 Escarmentando , pues , en cabeza ajena
(como comunmente dicen) , y asombrados con
ejemplos tan atroces los ministros del rey , no se
atrevían á molestar al santo prelado , huyendo
como de un rayo de su maldición y excomunión:
y él , confiado en la justicia de la causa que defendía
, y en el Señor, cuya era, se oponía á los
mandatos de los reyes cuando eran injustos , y á
Ja ijoteslad seglar, por la libertad de la Iglesia y
LA LEYENDA DE ORO.
NUVIEIIUUE , 17
por el amparo de la genio pobre y miserable; y
Dios nuestro Señor le daba tanta eficacia y favorecia
tanto sus santos intentos, que hasta los mismos
reyes á quienes resistía , le respetaban mas,
y no se atrevían á disgustarle , viendo que no podian
contrastar con Dios , que peleaba por él : el
santo prelado, animado y confortado mas con
la protección del Señor, á quien tan fielmente
servia , no hacia caso de las amenazas ni espantos
de los hombres , ni de las espadas desenvainadas
contra sí, ni de los otros peligros de muerte,
que aun los varones vaheóles y esforzados suelen
temer; y por estos peligros pasó muchas veces
con extremada seguridad y constancia , temiendo
y temblando , ó dejándole, los que estaban
con él; y él haciendo burla y riéndose de sus
temores. Por esto, habiendo sido sido avisado una
vez y reprendido gravemente de san llugon el
rey de Inglaterra , después dijo á sus privados: Si
todos los obispos fuesen como este , no podrían nada
contra ellos todos los reyes y príncipes de la
tierra ; y por la misma causa fué llamado este santo,
Martillo de los reyes. Y el rey Ricardo, que
fué el que mas le persiguió , en castigo de estas
y otras culpas padeció muchos daños , infortunios
y guerras, y al cabo de pocos años que reinó, herido
en-una batalla , murió infelizmente (á lo que se
creyó) en pena de esle pecado; porque verdaderamente
san Ilugon fué gran varón de Dios , y resplandeció
en el mundo con esclarecidas virtudes
, y vivió en el reino de Inglaterra mas como
hombre del cielo, que de la tierra. Era muy puntual
en rezar el oficio divino , sin anticipar ni
posponer la hora, por grave que fuese el negocio
ó la ocupación que se le ofrecía. Acontecióle, haciendo
camino con algunos obispos y habiendo de
pasar por algunos pasos peligrosos de salteadores,
que los demás salieron de la posada anles de dia,
para no caer en sus manos, y el santo se quedó rezando
sus maitines , para cumplir primero con
aquella obligación : ellos dieron en el peligro de
quehuian, fueron presos y maltratados; y san
llugon , pasando después con su gente por el mismo
camino , no tuvo mal encuentro ni daño alguno.
En el decir misa era devotísimo y muy regalado
del Señor , el cual muchas veces se le apareció
en íigura de un hermosísimo niño , cuando celebraha.
Estaba tan firme en la fó del sacrosanto
sacrificio de la misa , y en creer quo debajo de las
especies sacramentales está el verdadero cnorpo y
verdadera sangre de Cristo nuestro Señor, que habiendo
sucedido en su tiempo , que diciendo misa
un sacerdote , al frangir la hostia salió sangre de
ella , rogándole que la fuese á ver, nunca quiso;
antes respondió, que él no tenia necesidad do
aquellas señales para creer, lo que creia. Cada
año, á lo monos una vez , se iba á su convento
antiguo de la Cartuja , para recogerse como á
puerto sagrado y retirarse de las ondas y negocios
del siglo , y vivía entre los monjes con tanta
igualdad y modestia , que en ninguna'cosa parecía
obispo , sino en el anillo quo en el dedo traia.
Pero no es maravilla ; porque ninguna cosa deseaba
mas que descargarse del obispado y vivir co-

NOVIEMBRE , 17 LA LEYENDA DE ORO. 291
mo monje en su monasterio : y para esto suplicó
muchas veces á los romanos pontífices que le librasen
de tan pesada carga , y la diesen ó otro
que tuviese mayores fuerzas para llevarla ; mas
nunca lo pudo alcalizar : antes los papas le encargaban
las cosas mas importantes que se les ofrecían
en el reino de Inglaterra , para que él las tratase
y despachase , confiados de su gran santidad,
valor y prudencia.
9 Habiendo , pues , vivido san Ilugon con tan
gran santidad, como habernos dicho, y resplandecido
con tan admirables virtudes , siendo monje y
siendo obispo , llegó el día en que nuestro Señor
le quería dar el galardón de sus trabajos , victorias
y altos merecimientos, v cavó malo y conoció que
el Señor le quería hacer merced de sacarle de la
cárcel de este cuerpo mortal , y trasladarle á las
moradas eternas: y él estaba tan ansioso de ver al
Señor , que decía que seria suma miseria el no
morir y estar siempre en este destierro. Dijéronle
que hiciese testamento ; y respondió con algún desden:
No estoy bien con esta costumbre de hacer
testamento los obispos que se ha introducido
en la Iglesia ; porque yo ninguna cosa he
tenido , ni tengo , que no sea de la Iglesia que he
gobernado; pero porque el fisco no entre en lo
que no es suyo , estos bienes que parece que tengo
dense á los pobres. Recibió todos los santos sacramentos
con extremada devoción y ternura:
consoló á todos sus hijos , que amargamente lloraban
su partida ; y declaró que al rey y al reino
y á todo el clero habian de venir en breve gravísimas
calamidades ( como vinieron ), y que él se
consolaba de morir en aquella sazón por no verlas
: y echado en el suelo sobre el cilicio y la ceniza
, cantando los clérigos y monjes las compílelas
, al tiempo que decían el: Nunc dimitlis
servum fuum, Domine, dio su purísimo espíritu
á su Criador, á los 17 de noviembre , cerca de los
años del Señor de 1200 , siendo de edad de setenta,
y habiendo sido obispo quince años y cincuenta
y ocho dias. Llevaron su sagrado cuerpo de Londonia,
donde murió, á su Iglesia de Linconia, con gran
pompa y solemnidad, concurriendo de todas partes
innumerable gente , para ver, tocar y reverenciar
al sagrado cuerpo de tan santo pastor y prelado.
Vinieron a su entierro el rey de Inglaterra, Juan-,
y el rey de Escocia , con los señores y grandes de
sus corles, tres arzobispos, catorce obispos, mas
de cien abades y uña infinita muchedumbre del
pueblo, y sepultaron con gran ternura, honra y
devoción al que en vida habia tenido tanto cuidado
do enterrar los muertos, como arriba se dijo. Hubo
después de su muerte grandes revelaciones de la
gloria que el Señor habia dado á su benditísima alma
en el cielo. Entre las otras fué una, que pretendiendo
cierto obispo subir , nó por virtud y merecimientos,
sino por malos medios y mañas al obispado
linconiense que había tenido el santo ; dio
un golpe con el báculo pastoral en las espaldas
al obispo ambicioso, y en la misma hora espiró.
10 Muchos y grandes milagros obró el Señor
por la intercesión de san Ilugon en vida v en muer-
te , sanando en vida á muchos enfermos y endemoniados
, apagando con sus oraciones un grande
incendio, y después de muerto (dejando aparte
los demás), en espacio de pocos dias cobraron salud
en su sepultura seis paralíticos , tres ciegos,
dos mudos y otros dos contrahechos , una hidrópica
y un niño muerto resucitó: un ladrón , que
habia hurlado la bolsa á una buena mujer, quo
estaba orando delante del cuerpo de san Ilugon,
milagrosamente perdió luego la vista; y conociendo
su culpa , confesándola públicamente y restituyendo
la bolsa, la tornó á cobrar. Por estos y
otros milagros, y mucho mas por la información
de su santísima vida y admirables virtudes , le
canonizó y puso en el catálogo de los sanios Honorio
III, sumo pontífice: y por los años del Señor
de 1280 , á los 0 de octubre , se trasladó su sagrado
cuerpo con gran pompa y fiesta , estando
presentes el rey y la reina de Inglaterra y el rey
de Navarra , dos arzobispos, muchos obispos, abades
, caballeros , señores y grandes del reino. Hallaron
el sagrado cuerpo, cuando le descubrieron,
casi entero y del arca en que estaba , salió gran
copia de un óleo purísimo, y el hábito de monje
quo el santo varón habia traido y con que habia
sido sepultado estaba entero : y teniendo la cabeza
del santo en las manos con gran reverencia
Oliverio , obispo linconiense , destiló de la mejilla
un aceite celestial: y con estos prodigios divinos
el santo cuerpo fué colocado en una arca adornada
de oro v piala , v muchas piedras preciosas , v
pueslo en un lugar fabricado de mármol, alio y sublime
, apartado algo de la cabeza del mismo santo
, que por ser guarnecida riquísimamento , se
puso en el altar de san Juan Rautísta de la misma
iglesia catedral linconiense.
11 De san Hugon hace mención el Martirologio
romano á los 17 de noviembre , y Juan Molano
en las Adiciones al Martirologio de Usuardo , y
un arcediano linconiense que escribió de sus milagros
y Pedro Sutor , cartujano , á mas de los autores
que escriben su vida, que son los que referimos
arriba.
SAN GREGORIO, OBISPO Y CONFESOR. — La vida
de san Gregorio, obispo de la ciudad de Turs,
habernos de sacar de la que escribió el clero do
su misma Iglesia, y refiere en su sexto tomo el
P. Fr. Lorenzo Surio ; y es de osla manera. Fué
san Gregorio francés de nación , de la provincia
de Alvcrnia , é hijo de padres nobles, ricos y
piadosos, y en su linaje hubo muchas personas,
hombres y mujeres, de notable santidad. Su padre
se llamó Florencio y su madre Armenlaria:
los cuales procuraron criar á san Gregorio desde
niño en toda virtud , y en las buenas letras humanas
y divinas ; y para que se aventajase mas
en la ciencia y en el temor de Dios, le entregaron
á san Galo , obispo de Alvernia, que era
su tio. Siendo aun niño, le vio san Nicecio,
obispo de León, y conociendo con espíritu del
cielo, cuan gran ministro había de ser, lo abrazó
y le echó su bendición, suplicando á nuestro Señor
quo le guardase y le tuviese de su mano. Siendo
ya muchacho y que aprendía á leer, estando

292 LA LEVENI). A Yi\l ORO. NoviraiiHE, 17
su padre muy malo, (uso una visión, en que le
mandaron que escribiese el santísimo nombre de
.lesus en una tablilla, y le pusiese debajo de la
cabecera de su padre , y que asi cobraría salud.
I Fizólo, y luego sanó el padre, y de allí á dos
años también le sanó de otra enfermedad muy
peligrosa con el olor do un hígado de pez asado,
como otro Tobías, por haber tenido de ello revelación.
Después creció, y siendo mozo tino
una recia enfermedad de calenturas, y liornas
muy gruesas de estómago , y no hallando remedio,
se mandó llevar al sepulcro de san Elidió,
que estaba allí cerca y prometió al santo el hacerse
clérigo, si le sanaba. Luego le vino un flujo
de sangre por las narices , y se despidió la calentura
, y sanó, v nuestro Gregorio cumplió lo
que había prometido, y dejado el hábito seglar,
se dedicó totalmente al servicio do Dios y de su
Iglesia. Murió san Galo : y san Avito, viendo el
ingenio y gran caudal de Gregorio, le lomó á
su cargo, para peerfeccionarle en los buenos
principios de virtud v letras que ya tenia; y así
lo hizo, dándole excelentes maestros y hombres
insignes en lodo género de erudición, para que le
cultivasen y guiasen hasta la cumbre de la sabiduría:
y él por su parle con su ingenio, trabajo é industria
se dio tan buena maña, que la alcanzó,
como se ve por los muchos libros que estibio.
Supo servirse délos poetas, oradores y filósofos,
y aprovecharse de lo bueno que tienen (como
hurtaron á los egipcios) y desechar lo malo,
cortando las uñas y los cabellos á la mujer cautiva
, antes de tomarla por mujer, como mandaba
Dios que se hiciese en la ley vieja. Había en
aquel tiempo en Alvernia muchas personas religiosas
que respiandencian en toda virtud, á las
cuales Gregorio visitaba con mucho gusto , para
aprovecharse de sus ejemplos y animarse mas á
la perfección. En este tiempo le envió Dios olra
enfermedad que le ilegó al cabo y casi le desahuciaron
los médicos; pero el sanio, medio muerto
como estaba , se mandó llevar á la sepultura de
san Martin, obispo (con quien tenia particular
devoción), con gran confianza que por su intercesión
el Señor le daría entera salud. Púsose en
camino, y habiendo andado dos ó tres jornadas,
con el trabajo del mismo camino crecía la enfermedad:
y aunque los que le acompañaban le
aconsejaban y persuadían que no pasase adelante,
pues su flaqueza no lo permitía , él tuvo
fuerte , y les rogó que vivo ó muerto le llevasen
adonde estaba el sagrado cuerpo de su padre
y patrón san Martin. Lleváronle , y llegó Gregorio
y cobró la salud , y también un clérigo que
iba en su compañía y se llamaba Armentano,
que estaba sin sentido. Era Gregorio muy devoto
de santas reliquias y siempre las llevaba consigo
, y yendo una vez de Borgoña á Alvernia,
le cogió en el campo un recio lomporal, y se levantó
una borrasca de truenos, relámpagos y
rayos espantosa , quo dio mucho que pensar y
que temer á los que iban con él : sacó sus reliquias
Gregorio, y púsolas hacia el nublado oscuro
y horrible que venia sobre ellos, y al mo-
mentó so deshizo partido en dos parles , v les
dejó el camino desembarazado y seguro. De esle
suceso le vino un poco de vanagloria á Gregorio;
y luego el caballo en que iba cavó en el suelo y
se lastimó , y él conoció que habia sido castigado
do Dios por aquella vanagloria que había tonillo
, y le pidió perdor , y de allí adelante vivió
con mas recalo , dando la gloria al Señor
cuya es , y el que por sus santos obra tan grandes
maravillas.
2 Murió san Eufronío , obispo de Tnrs, siendo
rey de Francia Sigiberto, y en el doceno
año de su reinado: juntóse el clero y el pueblo
para elegir sucesor y poner en aquella silla algún
varón que imitase la santidad y vigilancia
del obispo muerto, que habia sido rara. Todos
con un corazón , una voluntad y una voz, nombraron
por obispo á Gregorio , como á persona
tan santa , tan ilustre y tan conocida y respetada
do todos, grandes y pequeños , señores y plebeyos.
Súpolo él , y quiso huir, teniéndose por
indigno de aquella dignidad; poro no pudo, porque
el rey le forzó con su autoridad y la reina
con sus ruegos y lodo el clero y pueblo con sus
lágrimas, de manera, que le obligaron á bajar la
cabeza y dejarse consagrar del arzobispo de la
ciudad de Rheims, que se llamaba Egidio. Luego
que se sentó en su silla , comenzó á resplandecer
mas conlas obras que hacia do vigilante
y santo-pastor: reparó muchas iglesias, y entre
ellas la catedral que había edificado san Martin
, y la adornó con pinturas de la vida del
mismo san Martin. Mandó labrar otras iglesias
de nuevo, y procuró que el culto divino estuviese
en su punto. Predicaba muchas veces y daba
pasto del cielo á sus ovejas, y curábalas ¡a roña
con gran cuidado y piedad. Tuvo un don
señalado de discreción de espíritus , y por él conoció
que un sanlo„ubad llamado Senoch estaba
locado de! vicio do la soberbia y vanidad, y le
avisó y curó de él : y ó otro varón perfecto, llamado
Leobardo , libró asimismo de los engaños
y embustes (que él no conocía) de Satanás. Dábase
mucho á los ejercicios del estudio y mortificación,
y con tal exceso , que el cuerpo, que
era flaco', sentía su trabajó y muchas veces perdía
la salud ; pero Gregorio domaba los remedios
naturales para cobrarla ; y cuando no bastaban
acudía á los divinos , y encomendábase á san
Martin, su fiel abogado ,"y por las oraciones del
sanio alcanzaba lo que por medicinas no habia
podido'.'alcanzar; y esto fué muchas veces, y de
aquí le nació la devoción de escribir los milagros
de san Martin, aunque teniéndose por su humildad
por indigno, no se atrevió á hacerlo , hasta
que dos ó tres- veces le fué avisado del cielo
que lo hiciese, si no quería ofender á Dios. Hacia
muchos milagros el Señor por él, y él, ya mas recalado
y humilde, desechando la vana alabanza
de sí, siempre los atribuía á los merecimientos
de los santos cuyas reliquias traía consigo. Así lo
hiz 0 en un gran fuego que se prendió en una casilla
pajiza de un pobre'liombro , y se habia apoderado
de ella de suerte que no habia remedio para apa-

NOVIEMBRE , 17 LA LEYENDA DE ORO. 203
garlo ; mas en mostrándole san Gregorio al fuego
ia cruz, y reliquias que llevaba en el pecho,
luego perdió su fuerza y se extinguió. Otra vez,
hablando con un criado del rey , que era sordo,
el hombre quedó sano y oyó perfectamente. Iba
una una vez ó Borgoña , para ver á su madre:
cayó en manos de ladrones que con gran braveza
y ruido quisieron acometerle , y temblando los
que iban con él y temiendo de perder las haciendas
y las vidas , él se encomendó á san
Martin , y luego volvieron los ladrones atrás con
mayor ímpetu quo venian : y el santo muy seguro
y confiado , los llamó y rogó que viniesen
a comer y beber; mas ellos se hallaron tan turbados
y confusos, que dieron á huir y no veian
la hora de verse libres de sus manos.
3 Otras cosas maravillosas le acontecieron,
que mostraban bien cuánto nuestro Señor le favorecía
y regalaba , y particularmente se cuentan
en su vida dos. La primera : que habiendo ido
por su devoción á visitar el sepulcro de san
Hilario, opispo de Puliers, oslando con la santa
reina Badeunrle , hablando y tratando enlre sí de
las cosas del cielo ¡ una cruz que allí eslaba y soba
destilar gola á gola un óleo suavísimo, por la
presencia de san Gregorio comenzó á manar lan
copiosamente, que dentro de una hora se recogió
una gran cantidad de él. La otra es, que con el
castigo de amoroso padre que le dio el Señor, le
enseñó, y en él á nosotros, el cuidado con que nos
debemos apartar délas culpas, aunque parezcan
pequeñas, y fué así: que la noche de Navidad,
estando cansado el santo pontífice ( por haber velado
mucho ia noche antes), se puso un poco á reposar.
Aparecióle luego un hombre que le dijo:
Levántate y vé ala iglesia. Despertó, y haciendo
sobre sí la señal de la cruz, se tornó á dormir. Volvió
segunda vez y dióle el mismo aviso, y él, como
estaba oprimido del sueño , no se levantó. Entonces
volvió tercera vez, y dióle un gran bofetón
en el rostro y díjole : Tú que has de despertar á los
otros duermes tan despacio? entonces Gregorio
conoció que aquel era castigo de Dios, y luego
se levantó y se fué á la iglesia como el Señor se lo
mandaba: tan vigilantes quiere Dios á los pastores
, y tan zeloso y grave repreensor es de las culpas,
aunque parezcan mínimas, de sus sanios.
k Con haber sido tan excelente prelado san
Gregorio (antes por haberlo sido) no le faltaron
trabajos y tribulaciones. Fué acusado falsamente
que habla puesto lengua en la limpieza y honestidad
de la reina, y hecho otras cosas graves contra
el rey. Para averiguar la verdad se juntó un
concilio de obispos en Brenaco; y el sanio se purgó
de aquella calumnia con juramento , y los calumniadores
, que eran gente infamo y malvada,
fueron convencidos y casligados severamente,
aunque no tanto como su culpa merecía : y el rey
después favoreció mucho á san Gregorio; aunque
no le fallaron castigos del cielo.
5 A los diez y seis años de la consagración
en obispo de Gregorio Turonense, fué asunlo ai
sumo pontificado en Boma san Gregorio Magno.
Hubo entre estos dos santos muy estrecha amis-
tad , y san Gregorio , papa , eslimó y honró mucho
á nuestro Gregorio Turonense, movido de la
fama de sus raras prendas y de su gran santidad.
Fué á Roma Gregorio Turonense para visitar los
santuarios de aquella sania ciudad y hacer reverencia
al sanio papa Gregorio, el cual se alegró
sobro manera cuando supo que habia llegado á
Roma , y le favoreció y regaló, y le llevó consigo á
adorar los sagrados cuerpos de san Pedro y san
Pablo. Pero sucedió una cosa en esta vista , digna
de notar. Era san Gregorio , papa , grande de
cuerpo , ahuilado de rostro , y de mucha majestad;
y el Turonense muy pequeño , y en la apariencia
despreciable. Estando , pues, postrado, comenzó
el papa á mirarle y á maravillarse, considerando
los grandes clones que Dios habia encerrado en
aquel cuerpo tan pequeño. Entendiólo el Turonense,
alumbrado con la divina luz: y mirando al
papa con un afecto blando y grave, le dijo : Padre
santo, Dominas fecit nos, el non ipsi nos: ídem
estin paréis, qui et inmagms: El Señor nos
lia hecho, que nosotros no nos hicimos: y él es el
mismo en las cosas pequeñas y en las grandes, en
lasabas y en las bajas. Parecióle á san Gregorio,
papa , que el Turonense había respondido á su
pensamiento,y confirmóse mas en la opinión que
tenia de su santidad, y honróle mucho; y por su
respeto ennobleció la Iglesia turonense, y lechó
una cadena de oro para que en ella se guardase
como don de su mano. Volvió á su Iglesia muy
contento con la bendición del sumo ponlífice Gregorio
, y muy tierno y consolado con la devoción
que el Señor le habia dado, visitando los templos
y reliquias de aquella santa ciudad : y habiendo
vivido veinte y un años en su obispado con admirable
ejemplo de vida y doctrina, se fué á gozar
del premio desús merecimientos y gloriosos irabajos,
á los 17 de noviembre del año 59'

29.V- LA LEYENDA DE ORO.
ello, como inciertas , digamos lo que es cierto y lo
que la sania Iglesia de Córdova sigue en el rezarlo
de eslos santos. Hallándose en Córdoba un juez
llamado Dion (que por ventura era comisario , ó
lugarteniente del presidente Daciano), mandó pregonar
un edicto, que todos los cristianos que había
en aquella ciudad , ó sacrificasen á los dioses, ó
muriesen como desobedientes á sus mándalos. En-
Ire otros cristianos que no quisieren obedecer,
fueron Acisclo y Victoria , su hemana : y acusados
delante de Dion , fueron por su mando presos
y traídos á su presencia , y les dijo: ¿Sois vosotros
los que menospreciáis nuestros dioses, é incitáis
al pueblo á que no les hagan sacrificios ni los
honr
iren 1 Respondió Acisclo con gran sosiego y reposo
: Nosotros servimos á Jesucristo nuestro Dios
y Señor, y nó á las piedras ni á los demonios.
Prosiguió el juez y dijo : ¿Sabes por qué sentencia
he mandado pasar á los que no sacrifican? Acisclo
dijo: Y tú . Dion, ¿has oido las penas qne tiene
aparejadas nuestro Jesucristo á tí y á los
que mandáis eslo ? Oyendo eslas palabras el impío
juez, dio bramidos, y con rabia y furor dijo
grandes blasfemias contra Cristo; mas reprimiéndose
un poco , y pareciéndole que mas fácilmente
engañaría á santa Victoria, por ser mujer y flaca,
que á su hermano, comenzó ya con halagos, ya con
amenazas , á persuadirla que tuviese lástima de sí,
y que le creyese como á padre que la quería como
si fuera su hija y deseaba su bien, y que reconociese
y adorase á sus dioses, porque de esta
manera se libraría de los tormentos que, si no lo
hiciese, le eslaban aparejados, y tendría á los dioses
¡inmortales propicios y favorable!, y á él le
baria un gran placer , y le obligaría á acariciarla
y favorecerla , y convertir los tormentos en dulzuras
y regalos. No se dejó vencer la santa doncella
de los halagos, ni de los fieros de Dion ; antes
con un ánimo varonil y constante le dijo: muy
gran beneficio me liarás en ejecutar en mi cuerpo
esos tormentos que me dices; porque todo mi
bien es mi Señor Jesucristo , en quien tengo puesta
toda mi confianza. Finalmente , después de haber
pasado algunas otras razones con los dos santos
hermanos, procurando convertirlos y atraerlos á
su intento; cuando vio que todo le salia en vano,
y que no podía mellar aquellos pechos sagrados,
mandó Dion azotar á san Acisclo con varas, y
atormentar á santa Victoria por las plantas de los
pies, y después echarlos en una profunda y tenebrosa
cárcel; y así se hizo. Estaban los santos en la
penosa cárcel, no con pena sino con gran gozo y
alegría, como sí estuvieran en un paraíso de deleites,
acordándose que padecían por su Señor,
y loándole y haciéndole gracias porque les hacia
tan señalada merced. Vinieron cuatro ángeles del
cielo y trajéronles de comer, y con su celestial vista
los recrearon y esforzaron. Otro dia el juez quiso
acabar con ellos, porque veia que perdía el tiempo
, y que no podia con halagos ni promesas, con
amenazas ni espantos atraerlos á la adoración de
sus falsos dioses, y llevaba mal la censlancia y firmeza
de los santos hermanos, y la tenia por afrenta
y mengua suya. Para esto les mandó echar al
NOVIEMRItE, IT
no Guadalquivir con unas mnv pesadas piedras
aladas al cuello, para que allí se allegasen y pereciesen.
Mas no hay poder contra Dios, y las aguas
y lorlos los elc-menlos y criaturas le sirven, y obedecen
á su voluntad. Vinieron cuatro ángeles y
sustentaron á los bienaventurados mártires , trayéndoles
en las palmas sobre las aguas , alabando
ellos y bendiciendo al Señor , con tanta suavidad
y recreo, como si se pasearan por un campo florido
y ameno; y en una nube muy resplandeciente
qne los cubría, merecieron ver, no solamente á los
ángeles, mas al mismo Señor y Rey de los ángeles
acompañado de gran muchedumbre de ellos, que
los venían á confortar. Pero Dion, como vio que
no le habia sucedido el acabarlos de una vez, ahogándolos
en el rio; sañoso, furioso y bravo, determinó
atormentarlos de espacio y darles muchas
muertes; porque con una no los había podido matar.
Para esto mandó hacer ciertas ruedas y atar
en ellas á los santos, y encender fuego debajo de
ellas y avivarle con aceite, puraque con el movimiento
de las ruedas los cuerpos poco á poco se
asasen y consumiesen , y desvaneciéndoseles la
i»
catieza , quedasen privados de sentido. ¡ O ne-
cía y vana invención del polvo de la tierra , quo
piensa contrastar con Dios! ¡O ingeniosa crueldad
y no menos desatinada , que se ejecuta contra los
que están debajo del amparo y sombra de Dios!
Eslaba Dion lleno de rabia , con el rostro encendido,
centelleando los ojos, echando llamas de
impiedad , mandando atormentar á los bienaventurados
hermanos en aquellas ruedas, y lossavones
y ministros do su crueldad moviendo las ruedas y
atizando el fuego ; y los santos , como si estuvieran
en camas regaladas , con gran paz y seguridad
. encomendándose ai Señor, y suplicándole
que matase aquel fuego : y él lo hizo luego , de tal
manera, que salló con gran presteza en los gentiles
que allí eslaban , y abrasó gran multitud de ellos,
quedando los santos sin lesión alguna, y cantando
aquel verso del real profeta : Pasado habernos
por fuego y agua , y sacáslenos, Señor, al lugar
del descanso y refrigerio. Todas eslas maravillas
que obraba Dios por sus siervos , atribuía
Dion ( como ciego ) á arte mágica y al poder
de los demonios . por cuya virtud pensaba que
los gloriosos mártires se defendían. Mandólos quitar
de las ruedas, y de nuevo pretendió persuadirles
que reconociesen la benignidad de sus dioses,
pues lanto los sufrían y esperaban. A lo cual san
Acisclo le respondió constante y gravemente , reprendiendo
su locura y ceguedad , pues no veia la
poderosa mano del verdadero Dios quo los defendía,
y atribuía á los demonios lo que solo Dios
podía obrar. El malvado juez mandó quitar de
allí á san Acisclo, enfadado de sus palabras, y
que cortasen á la sania hermana los pechos , y de
las heridas no salió sangre sino leche, para
mayor gloria del Señor y testimonio de su verdad.
Lleváronla después á la cárcel donde eslaba su
hermano , y vinieron á ella muchas mujeres movidas
de compasión para visitar á sania Victoria,
y traerla algún regalo; y ella se las pagó con otro
mayor : porque las predicó , y convirtió siete do

NOYilUIRRE, 17 LA LEYENDA DE ORO. 29"
ellas con sus santas palabras y amoneslacionos :
en esto pasaron aquella noche. Traídos al otro día
delante do Dion , mandó coi lar la lengua á sania
Victoria, porque hablaba con gran hberlad ; mas
ella después hablaba y alababa al Señor sin lengua
como si la tuviera , haciéndole gracias por
aquel inestimable beneficio ; y el juez implo la
hizo asaetear, y degollar á san Acisclo en el anfiteatro
, lugar público para las fiestas y regocijos.
Oyéronse voces de ángeles, que deciau: Venid á
mi, santos mios, recibid las coronas que por
premio de vuestra noble polea os están aparejadas.
2 Este fué el martirio de san Acisclo y Victoria,
su hermana , y fué á los 17 de noviembre,
en que la sania Iglesia le celebra , el año del Señor
de 303 , imperando Diocleciano y Maximiuno,
y siendo obispo de Córdoba el grande Osio, á lo que
dice el cardenal Baronio. Los Martirologios romano,
de Beda , Usuardo y Adon hacen mención de estos
santos , y el poeta Prudencio y el Breviario toledano
de san Isidoro. Los sagrados cuerpos recogió
de noche una mujer principal, llamada Minciana
, y con la mayor veneración y honra que
pudo , sepultó el de san Acisclo en su casa, y el
de santa Victoria cerca de la puerta del rio ; y
después se edificó á san Acisclo un suntuoso templo
en Córdoba , que tiene a estos dos gloriosos
mártires por patrones é insignes defensores de toda
aquella nobilísima y antiquísima ciudad. Cuenta
san Isidoro, que viniendo el rey Agila de los
godos, sucesor de Teudiselo, sobre Córdoba, profanó
la iglesia de san Acisclo , donde estaba su
cuerpo sepultado , aposentando en ella sus caballos
y soldados, por estar fuera de la ciudad; pero
luego vino el castigo de Dios sobre el malvado rey
en venganza del santo mártir: porque milagrosamente
fué vencido de los cordobeses y destrozado,
matándole á un hijo y á todos los mas principales
de su ejército : y él , dejando todos sus tesoros
á sus enemigos , con gran dificultad se escapó
huyendo; y llegando después á Mérida, el mismo
rey fué muerto por los suyos. San Eulogio, mártir,
afirma quo en la destrucción de España quedaron
en aquella iglesia sus cuerpos: y parte de ellos
están al presente en ella, que es monasterio de
Predicadores ; parte , en otra iglesia de san Pedro,
que es parroquial.
SAN GREGORIO TAUMATURGO , ODISPO Y CON­
FESOR.— La vida de san Teodoro, que después se
llamó Gregorio, obispo de Neocesarea, escribió el
elocuentísimo doctor san Gregorio Niseno, hermano
del gran Basilio; y el mismo Basilio le alaba
sobre manera, y le llama el Gran Gregorio. Fué
tan esclarecido en prodigios y milagros , que le
dieron el nombre de Taumaturgo , que en griego
quiere decir obrador y artífice de milagros; y
le comparan á Moisés , por los muchos y muy notables
que hizo; y su vida fué tal, que se puede
tenor por el mayor de sus milagros. Nació este
santísimo varón en Neocesarea, que es en el Ponto
Euxino. Sus padres fueron nobles y ricos, aunque
oran gentiles. Desde niño fué muy bien inclinado y
dado á las obras morales de virtud: y habiendo
aprendido las primeras letras, fué enviado á Alejandría
(donde ala sazón florecían mucho los
estudios de las buenas artes), para quo allí estudiase
la filosofía , y lodo lo demás que para cultivar
su grande ingenio y alcanzar honra y provecho
era menester. En este estudio de la filosofía lo
alumbró Dios, y en las tinieb'as de los libros do
los gentiles le descubrió la luz de la verdad ; porque
viendo la variedad y diversidad de opiniones
que hay entre los mismos filósofos (aun en las cosas
mas importantes que tocan á la naturaleza,
providencia, gobierno y majestad de Dios, y á la
felicidad y fin del hombre), entendió que no pedia
ser verdadera aquella doctrina tan llena de
contrariedades y desatinos; y la que enseñaba
nuestra sagrada religión solo era la cierta y segura
; y allí la abrazó y se hizo cristiano. Perseveraba
en sus esludios con raro ejemplo da modestia
y honestidad : no se descomponía ni en obras
ni en palabras: era benigno, manso y humilde
con todos , y un espejo de virtud á sus condiscípulos
, y á los demás estudiantes de aquella universidad
: entre los cuales algunos, desbaratados y traviesos,
llevaban mal tanta modestia y compostura
de costumbres como resplandecía en san Gregorio;
porque era una tácita reprensión de sus vicios.
Determinaron, pues, infamarle, y dar á entender
que no era tan casto ni tan honesto como
parecía. Concertáronse con una mujercilla lasciva
y de mal vivir, y prometiéronle pagárselo bien,
si al tiempo que estaba Gregorio en compañía da
los hombres graves y filósofos, le acometiese y
le pidiese el precio de su torpeza que con ella
habia cometido, y no pagado. Hizolo así la triste
v desvergonzada mujer. Entró un día donde estaba
el santo mozo tratando una cuestión de filosofía
conciertos filósofos, y con grande desenvoltura,
quejándose y dando voces, le afeó que habiéndose
aprovechado de ella , no le había pagado lo que le
había prometido. Turbáronse los que allí estaban,
oyendo loque nunca habían oído de Gregorio
: y entendiendo que era embuste y que no
cabía en él aquella maldad , la quisieron echar de
ali, como mujer infame y mentirosa. Mas no so
turbó Gregorio, ni hizo alteración en su ánimo
ni hizo mudanza en su rostro lo que de sí falsamente
había oído; antes con un semblante sereno
y grave , volviéndose ó un criado suyo , le mandó
que diese á aquella mujer todo lo que pedia, para
que se fuese y no les estorbase ni interrumpiese
la conferencia y disputa que tenian entre manos.
Dio el criado á la mujer todo lo que le pidió; y al
punto que ella lo tomó en la mano , por juicio de
Dios se revistió el demonio de ella , y la comenzó
ó atormentar terriblemente , y no cesó hasta que
el santo mozo hizo oración por ella y la libró;
quedando todos admirados de la modestia de Gregorio
, y del testimonio que Dios habia dado do su
inocencia , con el castigo visible de la mujer y con
haber oido los ruegos del mismo Gregorio, y hbrádola
por su intercesión. Habiendo acabado los estudios
de la filosofía y de las ciencias humanas , se
aplicó san Gregorio á las Letras divinas: y para
aprenderlas mejor, determinó Incerso discípulo

290
de Orígenes, quo en aquel tiempo ora tenido por
un orando de sabiduría, 6 insigne doctor de la
iglesia. Vino á él con un hermano suyo llamado
Atenodoro, varón erudito, quedespuos fué obispoy
glorioso mártir del Señor, en tiempo del emperador
Aureliano , y como tal hace mención de él el Martirologio
romano á los 18 de octubre. Cinco años enteros
estuvieron en la escuela de Orígenes los dos
hermanos, y de él fueron enseñados en las divinas
Escrituras, é lucieron muy gran progreso en la
inteligencia de ellas. Y aun san Gerónimo escribe,
que Orígenes fué el que viendo el grande ingenio
de san Gregorio y de su hermano, los exhortó al estudio
de la lilosofía , y poco á poco los fué instruyendo
en la le de Cristo, hasta hacerlos imitadores
suyos : y lo da á entender Ensebio Cesariense;
y añade, que se esmeraron tanto en las letras y
en la virtud, que siendo aun mozos, los sacaion
de la escuela de Orígenes para hacerlos obispos.
Volvió después Gregorio á Neocesarea, su patria,
que á la sazón era toda de gentiles y dada á la
idolatría , y no había sino diez y siete cristianos en
ella. Todos pusieron luego los ojos en Gregorio por
su nobleza, modestia , y grande ingenio y letras.
Aguardaban alguna muestra de lo que habia
aprendido ; mas él no quiso hacer ostentación de
su ciencia , sino de su modestia , con el silencio y
con la soledad, retirándose del bullicio y negocios
de la ciudad, y tratando con Dios por la oración,
pidiéndole su favor, y con los prójimos de su aprovechamiento
y délos medios que habian de tomar
para ir al cielo. Mas por mucho que Gregorio se
retiraba y se escondía , no podía la luz que estaba
encerrada en su pecho dejar de manifestarse
y salir fuera. Extendióse por toda aquella
tierra la fama de su virtud y doctrina, por lo cual,
los que no le conocían deseábanle conocer, y
los que le trataban tratarle mas, por la utilidad
que sacaban de su santa conversación. Fué esto
de manera, que un santo obispo de la Iglesia de
Masea, llamado Fedimo, viendo cuan pocos eran
los cristianos de la ciudad de Neocesarea, y que
los gentiles eran muchos y florecían y maltrataban
á los cristianos, encendido de zelo de la gloria de
Dios, y movido con su espíritu, deseó en gran
manera hacer obispo de Neocesarea á Gregorio,
para que con su gran virtud y letras la cultívase, y
alentase á los cristianos y convirtiese á los gentiles.
Para esto él mismo fué en busca desan Gregorio,
con intento de poner sobro él las manos y
consagrarle en obispo. Entendiólo Gregorio: y para
eximirse de aquel peso que juzgaba ser mayor
que sus fuerzas, se retiró , huyendo de una soledad
en otra por no encontrarse con Fedimo, ni aceptar
el obispado. Fedimo buscaba á Gregorio para
hacerle obispo; y Gregorio, para no serlo, se escondía.
Huía el uno , seguíale el otro; y no le podía
dar un alcance , hasta que un día , sabiendo Fedimo
que Gregorio estaba Lres jornadas lejos, con
gran confianza so volvió ó Dios , y lo suplicó que
mirase á él y mírase á Gregorio, y que ya que
no podía poner sobre él las manos para consagrarle
en obispo, se sirviese de sus palabras con que
estando ausente se le dedicaba y ofrecía por obispo
LA LEYENDA DE ORO
NOVIEMItRE, 1"
de Neocesarea , para bien de aquella Iglesia. Fueron
de tanta fuerza las palabras de Fedimo , como
dichas con especial instinto y espíritu del Señor,
que cuando Gregorio las supo, se dejó alar
y se rindió y bajó la cerviz al yugo , y se encargó
de la iglesia de Neocesarea , haciéndole consagrar
obispo con los ritos y ceremonias de la Iglesia.
2 En viéndose obispo san Gregorio , se determinó
dar de mano á todos los negocios do la camo
y sangre, y atender solamente á los de su oficio
pastoral, y ante todas cosas á la doctrina y enseñanza
de sus ovejas: y deseando quo fuese pura
y sincera y sin mezcla de algún error de los muchos
que en aquellos tiempos sembraba el demonio
, como cizaña entre la buena semilla , se dio
mucho á la oración , suplicando al Señor por intercesión
de su santísima Madre , que le alumbrase
y le descubriese lo que él habia de predicar á sus
ovejas. Estando una noche en oración con esta
ansia y cuidado , le apareció la serenísima Reina
de los ángeles, resplandeciente y en figura do una
señora mas divina que humana , y volviéndose á
san Juan Evangelista, quo venia á su lado , le ordenó
que declarase á Gregorio los misterios del
cielo y le diese una fórmula de lo que habia de
creer y enseñar; y así lo hizo el sagrado Evangelista:
y con esto desapareció aquella visión, v
Gregorio quedó enseñado y consolado , y escribió
aquella fórmula que le había sido revelada, por
la cual los cristianos de Neocesarea fueron instruidos
en su tiempo, y después, sin caer en algún
error.
3 Armado, pues, san Gregorio con tan buenas
armas , y favorecido con el socorro del cielo , salió
al campo contra las huestes de Satanás para hacer
guerra como soldado valeroso á la idolatría ó infierno
y defender las partes del Señor. Estaba
toda aquella tierra llena de templos dedicados á
los demonios, y en los bosques alamedas y montes
se le ofrecían abominables sacrificios, y el culto
del verdadero Dios estaba postrado y muy caído
por los pocos cristianos que habia en Neocesarea.
Pero sucedió que, dejando san Gregorio la soledad
y caminando hacia la ciudad con algunos sus familiares
y amigos , llegó á un templo de Apolo allí
cerca , y porque llovía y era tarde paró en él. Era
este templo muy célebre y frecuentado de los gentiles
que venían al demonio , en que él era reverenciado
como á un oráculo, y por medio del sacerdote
proponían sus dudas y peticiones al
demonio , y con las respuestas que él les daba se
volvían á sus casas. Purificó el templo san Gregorio
con la señal de la cruz , y gastó toda la noche
velando en oración y alabando al Señor como solia.
A la mañana se partió y siguió su camino. Salido
san Gregorio entró el sacerdote délos ídolos
en el templo para hacer sus ofrendas y sacrificios,
y oyó grandes voces y lamentables alaridos
de demonios que clamaban y le decían , que no
podían entrar en aquella casa por haber estado en
olla Gregorio. Hizo el sacerdote mayores sacrificios
y torio lo que supo para aplacarlos y hacerlos
volver al templo , y viendo quo lodo su trabajo
lo salia en vano, fué tras san Gregorio , y lo ai-

NOVIEMBRE. 17 LA LEYENDA DE ORO. 297
eanzó, y con gran ansí.? y furor lo dijo, que le bahía
de acusar al magistrado y hacer casiigar severamente;
porque siendo cristiano y enemigo de
los dioses, había entrado en su templo y cebadóles
de él, é impedido sus oráculos. A lo cual san
Gregorio con gran modestia le respondió, que supiese
que era siervo de un Señoreo cuyo nombre
podía echar los demonios de donde quisiese. El
sacerdote admirado de esto le dijo: Pues haz que
tornen al templo donde estaban , para que yo entienda
, que tienes tan gran potestad. Abrió Gregorio
un libro (pie traía consigo, y rompió de una
hoja una pequeña parle, y escribió en ella estas
solas palabras: « Gregorio á Satanás: Entra.» Llevó
el sacerdote la carta: púsola sobre el aliar;
hizo su sacrificio : y luego le respondieron los demonios
como primero. Quedó asombrado el sacerdote
: y como debia ser discreto, y Dios por este
camino le queria alumbrar, púsose á considerar
que el Diosa quien servia Gregorio debia ser mas
poderoso que sus dioses; pues en su nombre Gregorio
los habia podido echar de su templo , y volverlos
con el mandato de una sola palabra ; y movido
de esta consideración , se fué á san Gregorio
y le contó lo que le había pasado , y le rogó que
le declarase quién era aquel Dios á quien él servia
y le daba tangían poder: y habiéndole respondido
el santo lo que le convenia oir, que los misleriosde
nuestra santa le no se confirmaban con palabras,
sino con milagros, para que él entendiese
que le decia la verdad , y se sujetase y tuviese por
Dios el que él predicaba. Y como Gregorio le añadiese
que escogiese el milagro que queria que hiciese
; el sacerdote le dijo, que [rasase una peña grandísima
que allí estaba á otra parte, llízolo luego san
Gregorio: y como si la peña luviera razón , así la
mandó que se pasase edonde el otro habia señalado;
y ella obedeció ó hizo lo que la fué mandado.
Quedó el hombre asombrado y convencido, y
con su mujer, hijos y familia se convirtió á la
l'ó de Cristo , y suplicó al santo quo le recibiese
en su servicio y compañía , para ser particionero
de sus trabajos y merecimientos. Divulgóse
la fama de eslos dos milagros tan grandes
en la ciudad , y como san Gregorio habia echado
á sus dioses del templo, y dádoles licencia
para volver á él , y trasladado la peña á otro
lugar • y confuso y atónito de oir cosas tan nuevas
y admirables, sabiendo que venia , le salió á
recibir lodo el pueblo con extraordinario aplauso
y regocijo. Pero fué cosa maravillosa y otro milagro
mayor, que el sanio iba tan dentro de sí y
tan puesto en Dios, que pasó por medio de toda la
gente como si estuviera en el desierto y no viera
a nadie , estando , como estaba, cercado por todas
partes y apretado de lanía gente. No quiso
buscar casa en la ciudad , ni tener heredados
y posesiones; porque todo su cuidado era
Dios y la salvación de las almas, hasta que un caballero
rico y principal, llamado Mausomo, le rogó
encarecidamente y le importunó quo se fuese á
su casa. El lo hizo, y comenzó á venir á ella mucha
gente de lodos estados, edades y condiciones,
para ver y tratar á un hombre que era mas que
TOMO IY.
hombre , y tener doctrina para sus almas y salud
para sus cuerpos. Así lo hacia el santo, enseñando
á cada uno lo que habia de hacer para salvarse,
y sanando á los enfermos de lodas las dolencias
que padecían : consolaba á los desconsolados: persuadía
á los mancebos la castidad , á los viejos la
paciencia , á los siervos la obediencia para con sus
señores , á los señores la benignidad para con sus
criados, á los ricos la limosna , y á los pobres el
sufrimiento y contento con su estado; finalmente,
á todos los hombres " " v,,,:
y mujeres,
"~-"
mozos y
-
viejos,
repartía el pan de la celestial doctrina , y daba
documentos de salud.
í Fueron tantos lo que se convirtieron á nuestra
fé , y tan grande el fuego de amor de Dios que
en ellos se emprendió por las palabras de san Gregorio
, que luego pusieron la mano para edificar
un templo al Dios verdadero , olreciendo cada uno
su trabajo y su hacienda para la obra , la cual
se hizo echándola el santo su bendición, y quedó
tan fuerte y tan firme y bien fundada , que sucediendo
después un grandísimo temblor de tierra
(con el cual cayeron todos los edificios , casas y
templos de la ciudad de Neocesarea ); solo este
templo que edificó san Gregorio quedó en pié , por
especial gracia y providencia del Señor. Eusebio
Cesarienso dice, que para la edificación de un templo
hizo con su oíaoion , que una gran peña se
partiese y diese lugar, para que edifícase el templo
: tanto podia con sus oraciones , y tanto era lo
que Dios honraba á su sanio: el cual era tenido
por tal, y respetado y reverenciado como una cosa
divina y venida del cíelo ; y por esto los que tenían
pleitos y contiendas entre sí se las ponían en
sus manos, para que él las decidiese y determinase.
Verdad es que no todos le obedecian en todo ;
pero los desobedientes luego sentían su daño , como
aconleció á dos hermanos mozos , ricos y recien
heredados, que pleitaban sobre quien de ellos había
de ser señor de una laguna de mucha pesca,
queriendo cada uno serlo sin admitir compañero.
Creció lanío esla discordia con el hervor de la sangre
v codicia del propio interés en los dos mozos
hermanos, que determinaron venir á las manos , y
llevar aquel negocio por armas:súpolo san Gregorio;
y estando á punto para darse la batalla , fué
á ellos : rogóles que se pacificasen y que estimasen
mas el amor natural que el interés, y que
como buenos hermanos se concordasen : oyéronlo
los mozos; mas no obedecieron al santo. Volvióse
él á Dios : hizo oración una noche á la ribera de
la laguna; y á la mañana no apareció mas la laguna
, porque toda se había convertido en tierra
fértil y fructuosa. Visto el milagro, los dos hermanos
se conformaron, y dejaron sus pendencias y
rencillas, echándose á los pies del sanio, que
con sus oraciones les habia quitado y cortado la
raíz.
5 No menos es admirable otro milagro que
hizo , poniendo freno y termino al rio Lico, muy
caudaloso y furioso , que saliendo de madre, arruinaba
y destruía toda aquella tierra donde pasaba.
Vinieron los pueblos de aquella comarca á
san Gregorio: dijéronle los daños grandes que re

298 LA LEYENDA DE ORO
f.ibian do aquel rio cuando se desfrenaba, y creciendo
con las avenidas se extendía por los campos,
y arrebataba los árboles , los ganados , y las mismas
casas y moradores de sus pueblos . y que todos
¡os remedios que habían usado no habían sido do
provecho; y por esto le suplicaban que los socorriese
en aquella tan extremada necesidad , para
que no quedasen asoladas tantas villas y lugares
de aquella comarca.

NOVIEMBRE , 17 LA LEYENDA DE ORO.
laja, que era laque el olro para él pedia ; y el que cono secretamente á la ciudad
quiso hacer burla del santo quedó burlado , y de
veras muerto el que se fingió muerto ; ensenándonos
Dios con este milagro el respeto que debemos
tener á sus santos.
9 No es de menor admiración la manera con
que el Señor guardó á san Gregorio, pata que no
le matasen, que la que tuvo en dar la muerte al judio
que hacia burla de él. Levantóse en su tiempo
aquella cruel y Lera persecución del emperador
Decio contra la Iglesia católica. Eran atormentados
con nuevos y exquisitos suplicios los cristianos,
y consumidos con linajes de muertes nunca oidas,
Lnos huian á los desiertos y se escondían en las
cuevas debajo de tierra : otros morían constantemente
por la fó: muchos desmayaban y volvían
atrás ; y todos andaban descarriados y despavoridos
; como ovejas cercadas por todas parles de
una manada de lobos cruelísimos. Juzgó san Gregorio
, que lo que mas convenia á la gente, era
retirarse por entonces, y mejor huir de aquella
tempestad y salvarse , que ponerse en ella con peligro
de ahogarse : y para darles ejemplo y poderlos
ayudar mas, él mismo huyó y se fué á un
monLe , llevando en su compañía al sacerdote que
habia sido de los ídolos, y se había convertido
(como dijimos), y ya era diácono. Los gentiles ,
aunque contra todos los cristianos tenian grande
odio y saña , y con increíble diligencia los buscaban
y pesquisaban , y sacaban debajo de tierra ;
mas contra san Gregorio principalmente enderezaron
sus tiros y máquinas, pareciéndoles que vencido
aquel valeroso capitán , todos los demás so
rendirían. Supieron los jueces y ministros del emperador
que san Gregorio estaba en el monte , y
enviaron con una guia y espía sus soldados , para
que le prendiesen. Subieron al monte : púsose en
oración san Gregorio con su diácono, apartados
algo el uno de otro; y cegó Dios á los soldados de
manera que no los vieron , sino dos que parecían
árboles en su lugar; y así se volvieron , diciendo
que Gregorio no estaba en aquel monte , ni habían
visto en él sino dos árboles. El (pie los había espiado
sabia que estaba allí , porque le habia visto,
y subiendo otra vez al monte, lo halló con su
compañero: y entendiendo que Diosle habia encubierto
para que los soldados no lo viesen, y que
Gregorio estaba debajo de sus alas y protección ,
se echó á sus pies y se convirtió, y de perseguidor
que antes era , comenzó á ser uno do los perseguidos.
Estando una vez en el monte orando y alzando
las manos (como olro Moisés) al cielo pollos
beles que peleaban en los tormentos por Jesucristo
, vio por divina revelación la batalla de un
valeroso caballero suyo, llamado Troadio, que for 1
tísimarnente era atormentado; y después do haber»
estado san Gregorio un rato como arrobado y suspenso,
volvió á su acostumbrado semblante, y dijo
a su compañero con alegría aquel verso del salmo
: «Bendito sea Dios que nos ha dejado caer y
ser despedazados do los dientes do ellos:» v les
declaró que un cristiano, llamado Troadio, en
aquella hora habia vencido los tormentos y sido
coronado do la gloria del martirio : y yendo el dtá-
209
halló ser verdad
lo que el santo lo habia dicho. Otra vez, queriéndose
bañar por necesidad en un baño , supo que
habia un él un demonio que mataba á todos los que
entraban de noche en aquel baño, y por esta causa
ninguno se alrovia á aquella hora á entrar en él;
mas el santo sin ningún recelo ni temor entró y
estuvo y salió de él: y aunque los demonios por
espantarle hicieron gran ruido y temblar la casa
y salir unas como llamas de fuego de la misma,
y otras cosas terribles que pudieran asombrar y
hacer desmayar á cualquiera hombre valiente y
esforzado; san Gregorio con sola la señal de la
cruz hizo burla de ellos, mostrando cuánto mas
poderoso es el siervo del Señor que todo el infierno
, y que no pueden los demonios mas de lo que
Dios les permite. Pasada aquella persecución y
tempestad de los gentiles contra los cristianos
que el demonio habia levantado , san Gregorio
tornó ó la ciudad, recogiendo como buen pastor
su ganado, y ordenó que so hiciesen fiestas cada
año en honra de los mártires, y que so celebrasen
solemnemente aquellos dias en que habian dado
sus vidas por Cristo y alcanzado la corona
del martirio; y permitió á los pueblos que en aquellos
dias se alegrasen y regocijasen con algún honesto
entretenimiento: y conociendo que se llegaba
su dichoso tránsito de esta vida temporal á
la eterna , visitó aun con mayor vigilancia su
diócesi, con deseo de saber si habia alguno en
ella que no fuese cristiano; y supo que en la ciudad
de Neocesarea (que era grande y populosa)
no habia masque diez y siete gentiles conocidos,
y alabó al Señor por ello: porque cuando él se
encargó del obispado y entró en ella, no habia
( como arribase dijo) mas do diez y siete cristianos;
y suplicóle que guardase en su santa religión
á los fieles, y convirtiese á ella aquellos
diez y siete infieles y todos los demás que habia
en lodo el mundo. Después rogó á los que estaban
presentes que no sepultasen su cuerpo en sepulcro
propio ni hecho para él , sino en ajeno:
porque así como en vida no habia tenido casa
propia en que vivir, así en la muerte no divieso
su cuerpo propia sepultura. Con eslo el año do
Cristo de 2GG, imperando Galieno , dio su bienaventurado
espíritu al Señor, á los 17 de noviembre,
en que la santa Iglesia celebra su fiesta. El
cuerpo del santo fué puesto en una caja y colocado
en una iglesia , y nuestro Señor hizo por
él después do muerto muchos y grandes milagros,
entre los cuales refiere Teodoro , lector , uno bien
notable : que queriendo Dios enviar un grande
temblor de tierra á la ciudad de Neocesarea, un
soldado que había entrado en ella vio que otros
dos soldados salian do ella , y que un hombre que
iba Irás ellos á voces clamaba y les decia : Guardad
la casa en que está la caja y cuerpo de Gregorio.
Vino el terremoto, v la mayor parle de la
ciudad se asoló ; y la iglesia en que estaba el cuerpo
del santo , quedó en pié firmo y sin lesión alguna.
Escribió san Gregorio algunas obras que
refiere san Gerónimo : una de ellas fué la interpretación
sobre ol Eclesiastés,que, aunque breve, dice

300 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 17
el mismo san Gerónimo quo era muy provechosa.
Esta interpretación dice Erasmo Rolerodamo , que
en su tiempo se hallaba en Basilea, en la librería
de los padres de Sanio Domingo. Entre las cosas
que escribió, fué ur.a la Fó católica de su santísima
Trinidad, como le habia sido revelada: la cual se
cila en el principio de la quinta sínodo con este
título : « Exposición de la fé , según la revelación
de Gregorio, obispo Neocesariense :» la cual (á lo
que parece significar san Basilio) el santo en otro
tratado mas largo explicó y dilató; de suerte que
no solamente con su predicación , vida y milagros
iluslró la Iglesia del Señor, sino también con sus
escritos. La vida de san Gregorio escribió (como
dijimos) otro Gregorio obispo de Nisa , hermano
de Basilio , á quien nosotros principalmente habernos
seguido : y el mismo san Basilio ( que se crió
en Neocesarea con la leche é instrucción de santa
Macrina , su abuela , y discípula de san Gregorio
Taumaturgo , y se precia de ello) le alaba y ensalza
sobremanera ; y después do haberle comparado
con los apóstoles y profetas , dice de él estas
palabras:« Resplandeció en la Iglesia como una
lumbrera grande y esclarecida, y fué por virtud
del Espíritu santo terror y espanto de los demonios,
y con diez y siete cristianos solos que habia en
su ciudad cuando comenzó á ser obispo, les hizo
guerra , y convirtió a la fé de Cristo todo el pueblo
gentil, así de los ciudadanos , como de los labradores.
El fué el que en el nombre de Dios mudó el
curso de los rios y sacó la laguna que era ocasión
de discordia entre los dos hermanos avaros. Pues
las cosas que anunció y dijo antes que acaeciesen,
son tales y tan grandes, que se puede igualar con
los demás profetas. Pero seria cosa larga referir
los milagros de Gregorio : basta decir , que por la
excelencia de los divinos dones , y de los milagros
y prodigios que obró , los mismos enemigos de la
verdad le llamaron otro Moisés.» Esto es de san
Basilio. Escriben asimismo de san Gregorio los
Martirologios romano y los demás ; Eusebio Cesariense;
san Gerónimo; san Gregorio , papa; Ni—
cóforo Calixto; Suidas y Sócrates. Usuardo , siguiendo
á Bulino, llama mártir á este santo;
porque algunos antiguos dan esto nombre de mártir
, no solamente á los que morían , sino también
á los que padecían mucho por la fé de Cristo.
* Los SANTOS ALFEO Y ZAQUEO, MÁRTIRES.—
El primer año de la persecución general de Diocleciano
contra la Iglesia, el gobernador de Palestina
obtuvo del emperador gracia para iodos los
criminales, excepto para los cristianos, á los cuales
se les reputaba mas indignos do la vida, que á
los malhechores. Entonces fueron presos, por orden
de aquel mismo gobernador, Zaqueo, diácono
de Gadara , al otro lado del Jordán , y Alfeo, lector
de la Iglesia de Cesárea , pariente suyo. Ambos
fueron llevados á la presencia del magistrado,
y como eran de las principales familias de Palestina,
se tuvo al principio toda clase de consideraciones
con ellos; pero viendo el gobernador que
eran inútiles las contemplaciones, pues cada vez
confesaban mas altamente el nombre de Jesucristo,
después de ser azotados y maltratados, les hizo
perder la cabeza, y dieron así glorioso fin á su
martirio, el año 303.
SAN DIONISIO , OBISPO Y CONFESOR. — San Basilio
y otros padres griegos dan á este santo el título
de Grande, y san Atanasio le llama el Doctor
de la Iglesia católica. Sus padres, que eran
ricos y distinguidos en el mundo , le dieron el ser
en Alejandría , centro entonces de todas las ciencias.
Dionisio se dedicó á ellas con un entusiasmo
y una disposición tal, que en pocos años se colocó
al nivel de los mas acreditados maestros. Un dia
llegaron casualmente á sus manos las epístolas de
san Pablo , quedó enamorado de la sublimidad
de aquella filosofía , y sintiéndose tocado de la
gracia, renunció á la ciencia profana y se dedicó
al estudio de la religión. A medida que iba adelantando
en esle estudio , su alma so encendía de
tal modo en santos fervores , que luego de recibido
el bautismo, no quiso vivir mas que para Dios.
Cuando murió Ileraclas , el año 247 , Dionisio fué
elegido obispo de Alejandría , y aunque le asombraba
carga lan pesada, le consagraron á los pocos
días. Su intrepidez , su zelo y caridad aparecieron
desde luego con deslumbrante esplendor
en medio de las terribles persecuciones que sufrió
aquella Iglesia durante los reinados de los emperadores
Felipe y Decio. No brillaron menos las
eminentes virtudes de tan ilustre pastor durante
el cisma de los novacianos contra el papa san Cornelio,
y entre los estragos que causó el error do
Sabelio , que confundía las tres personas de la Trinidad.
Sus trabajos y la confesión publica de la ló
cristiana que hizo en presencia del prefecto , le hicieron
desterrar de su diócesis, el año de 257;
pero en su destierro no se creyó desobligado de
sus cuidados pastorales. Todo el tiempo lo empleó
en escribir luminosos tratados sobre el dogma y
la moral , y en dirigir cartas instructivas á su Iglesia
y á algunos prelados. Restituido á Alejandría
el año 201, escribió al papa justificándose de la
imputación que se le hacia de haber impugnado la
divinidad de Jesucristo en un escrito contra Sabelio.
Incansable y lleno del espíritu de Dios, fué la
lumbrera de su tiempo y el espejo de lodos sus
sucesores. Su constancia en medio de las tribulaciones
fué admirable, y admirable también su caridad
con toda clase de necesitados. Dionisio murió
santamente el día 10 de setiembre del año 205,
celebrado por el segundo concilio de Anlioqula,
que honró su memoria de una manera muy particular,
y llorado de su Iglesia , que perdía en él su
mas distinguido pastor. Solólosarrianos calumniaron
su memoria; pero san Atanasio lomó su defensa
y escribió en su juslilicacion. En sus numerosos
escritos, dice Fellcr ¡ su eslilo es elevado,
-pomposo en las descripciones, y sumamente palético
en las descripciones. Conocía perléclamento
el dogma , la disciplina y la moral, y se descubría
en sus producciones que habia sido discípulo del
célebre Orígenes. A los aigumenlos mas Inertes
contra sus adversarios juntaba siempre la moderación
y la dulzura , y en lodas sus obras resplandece
el espíritu de las verdades que defendía.
SAN ANTAÑO, OBISPO Y CONPESOR.— Créese

NOVIEMBRE , 18
quo nació en Viena de Francia
tiempo encerrado en una celdila junto á aquella
ciudad. Habiendo después ido á Orleans, fué ordenado
sacerdote y nombrado prior de un monasterio
vecino. En 391 fué consagrado obispo de
Orleans , y en lo sucesivo justificó por su conducta
cuan acertada había sido su elección. Hacia mas
de sesenta años que Aniano gobernaba aquella
Iglesia en paz y santidad , cuando los hunos conducidos
por Atila llegaron á poner sitio á Orleans.
El venerable pastor entusiasmó á la multitud , hizo
que todos pusiesen su confianza en Dios, y ruando
parecía que la ciudad iba á caer en poder de
los bárbaros, estos fueron dispersados y la ciudad
milagrosamente salvada. La veneración por el
santo subió de todo punto, y poco después acabó
felizmente su carrera mortal, muriendo el dia 17
de noviembre del año 483.
SANTA GERTRUDIS . VIRGEN.— Nació'de familia
ilustre en la ciudad de Mansfeld, en la alta Sajorna.
A la edad de cinco años fué entregada al
monasterio de religiosas benedictinas de Rodersdorf,
en el cual tomó después el hábito , y fué
abadesa el año 1294. Un año después se encargó
del gobierno del monasterio de Ileldelfs, adonde
se retiró con sus religiosas. En su juventud habia
aprendido el latin y estudiado con mucho aprovechamiento
lassanlas Escrituras, además de otras
ciencias que tenian á la religión por objelo. Con
estos ausiliares inslruia, pues,á sus hermanasen la
ciencia de la salvación , y sus instrucciones tenian
tanta mas fuerza, en cuanto iban acompañadas de
una vida de serafín , de una existencia que era todo
divino amor. La principal delicia de Gertrudis
era la contemplación y la perpetua meditación
de la pasión del Salvador y del adorable
misterio de la Eucaristía. Su alma se enfervorizaba
de modo en estas místicas delicias , que frecuentemente
brotaban de sus ojos dos abundantes
fuentes do lágrimas , por medio de las cuales so
desahogaba su abrasado y enternecido corazón.
Algunas veces se la vio con el rostro tan encendido
y los ojos tan radiantes de alegría , que se co~.
nocia perfectamente que aquel a alma se hallaba
entonces inundada de delicias talos, que ninguna
lengua humana seria capaz de expresar. El divino
amor, que la abrasaba y consumía, era el único
móvil de todas sus acciones : por esto vi\¡ó siempre
crucificada al mundo y á la carne, poniendo
todo su cuidado en vivir tan solo para Dios. A una
profunda humildad juntaba una dulzura inalterable
y este fué el fundamento de aquellas virtudes
admirables con que plugo al Señor adornarla , y
el origen de las señaladas mercedes de que la colmó.
Olvidándose de su cualidad de snperiora , se
ocupaba en los mas viles ejercicios de la casa , y
si alguna vez se le advertía que aquellos oficios
no correspondían á su encargo, contestaba que
hasta era indigna do servir á sus hermanas. Con
semejantes ejemplos se estimulaba de tal modo la
virtud en aquel monasterio , que lle.gó á ser un
verdadero coro de vírgenes celestiales. El amor
que profesaba Gertrudis ó Jesucristo la hacia asimismo
amar tiernamente á la santísima Virgen,
LA LEYENDA DE ORO. 301
y que vivió algún de la cual fué muy devota , ofreciendo siempre sus
oraciones en favor de las almas que sufren en el
purgatorio , las cuales fueron constantemente el
mas interesante objelo de su caridad. Por fin, después
de una vida consumida en el altar del amor
divino, llegó la bota dichosa de que esta sania
virgen fuese á juntarse con su celestial esposo, por
el cual había suspirado continuamente, y al cual
se iba á presentar pura y casta como en el dia del
bautismo. Anegada Gertrudis en suavísimas consolaciones,
recreada con la vista del cielo abierto
para recibirla , y teniendo á su lado á Jesucristo,
que la esperaba , no murió, se trasladó deliciosamente
á la Jerusalen celestial, el dia 17 de noviembre
del año 133Í-, después de cuarenta años
de abadesa. Corno su enfermedad no fué conocida
por los facultativos, quisieron hacer autopsia do su
cadáver, y encontraron que en el corazón tenia
impresas las señales de los instrumentos de la pasión
del Salvador. Sus milagros antes y después
de su muerte son innumerables; pero lo que la ha
hecho mas famosa en la Iglesia, son las muchísimas
visiones celestiales con que el Señor la favoreció
, y que están consignadas en el « Libro de las
revelaciones» que ella misma escribió por mandato
de sus superiores. En este libro se ve que la
santa estuvo toda su vida en una unión íntima con
Dios , y que después de santa Teresa , fué santa
Gertrudis la virgen mas favorecida del divino esposo
Jesucristo.
SAN EUGENIO, CONFESOR.—Fué natural de
Florencia y diácono de san Cenobio, obispo de la
misma ciudad. Ejerció su ministerio cual correspondía
al discípulo de tan gran prelado , acompañó
á ésto en sus expediciones apostólicas, fué testigo
y participante de sus ruidosos milagros, y su
heredero en la gracia de curar á los enfermos y
resucitar los muertos. Eugenio era por todas partes
acompañado de una multitud de pobres que
vivían de sus extraordinarias limosnas, y habiendo
llegado al término de su peregrinación en la
tierra , murió en el Señor, por los añes de k2h.
Illí» 18.
LA DEDICACIÓN DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO
y SAN PABLO. — Escribiendo san Juan Crisóstomo
sobre la epístola segunda de san Pablo á los corintios
, y hablando do la gloria que da Dios á
sus siervos aun en esta vida, y cómo los ensalza
mas que á los reyes y emperadores; dice estas palabras:
« Los sepulcros de los que han servido a
Cristo crucificado sobrepujan á los palacios de los
reyes , no lanío en la grandeza y hermosura de los
edificios (aunque también en esto les hacen ventaja)
, sino en olra cosa mas importante, que es
en la muchedumbre de los que con devoción y alegría
acuden á ellos. Porque el mismo emperador
que anda vestido de púrpura , va á los sepulcros
de los santos y los besa sm fausto , postrado en el
suelo, suplica á los mismos sanios que nieguen a
Dios por él : y el que trae corona real en la cabeza
tiene por gran favor de Dios que Pedro,
pescador, y Pablo, que ganaban de comer con el

302 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 18
trabajo do sus manos , sean sus protectores y defensores,
y so lo suplican y piden con muchas veras.
» Esto es de san Crisóslomo : y el gloriosísimo
padre san Agustín dice: «Ahora á la memoria del
Pescador se inclinan las rodillas del emperador:
resplandecen las piedras preciosas do la corona
imperial , donde mas se sienten los beneficios del
pescador» : y en otro lugar: «Bien veis como la
eminencia y suprema majestad del imperio romano
se humilla delante del sepulcro del Pescador, y
pone sus pies en la corona imperial.» Cuan gran
verdad sea la que dicen estos santísimos y sapientísimos
doctores, claramente se ve hoy en la fiesta
que la santa Iglesia celebra en la Dedicación de los
templos de san PedroysanPablo: porque el emperadorConstantino,después
que fué bautizado, queriendo
honrará estos dos príncipesde los apóstoles,
y edificarlos templos en aquel lugar que llamaban
la Confesión de san Pedro (por estar allí sepultado
su santo cuerpo); quitándose la diadema imperial
de la cabeza, y postrado en tierra, hizo
oración con muchas lágrimas, y luego lomó un
azadón y abrió las zanjas, y sacó doce espuertas
de tierra , que por sí mismo llevó do allí en honra
de los doce apóstoles, y señaló un lugar donde se
hiciese una iglesia al príncipe de lodos ellos, san
Pedro. Acabóse el templo y consagróle san Silvestre
, papa , en 18 de noviembre, año de Cristo
de 32i , y puso en él un altar de piedra , mandando
que de allí adelante los aliares fuesen do
piedra. Edificó también el mismo emperador
Constantino al apóslol san Pablo en la via Osliense
otra iglesia, y enriqueció la una y la otra con muchas
reñías, y adornólas de ricas y preciosas joyas;
y osla es la fiesta que hoy celebramos: y con
mucha razón; porque ¿qué argumento podemos
tener del poder de Cristo crucificado mas eficaz,
que ver postrado al emperador y monarca del
mundo al sepulcro de un pescador, que también fué
crucificado por el mismo Cristo? O ¿qué triunfo
se puede imaginar mas ilustre y glorioso, que ver
a Constantino, vencedor y triunfador del mundo,
llevar las espuertas de tierra sobre sus hombros
para servir de jornalero en el edificio del templo
del pescador? O ¿qué mayor gloria y ensalzamiento
se puede dar á un hombro mortal acá en
la tierra, que la que dio el Señor á san Pedro tal
dia como hoy, con este hecho de Constantino? ¿Y
la que después le ha dado sujetando á sus pies la
cumbre de los impelios y remos , y trayendo á su
sagrado sepulcro tantas gentes y naciones, que
vienen de tan diferentes provincias y tierras á
Roma, para reverenciar y adorar sus pieciosos
huesos y cenizas , y encomendarse al patrocinio de
este glorioso príncipe de ios apóstoles, teniéndole
por su principal amparo y defensor? Y no solamente
después que el emperador Constantino edificó
en Roma en el Vaticano aquel suntuosísimo
templo á san Pedro, han venido á él en romería
los fieles (como habernos dicho), sino también antes
que se edificase, había en la Iglesia católica
esla devocionp y muchos, aun en tiempo de las
persecuciones'atrocísimas de los tiranos, de muy
lejas tierras venían á Roma para visitar Limina
Aposíolomm , que así llamaban aun entonces las
iglesias de san Pedro y san Pablo: porque á los
umbrales de las puertas de sus templos so postraban
y derribaban en el suelo , besándolas con singular
pjgílad y devoción. Y siempre se han tenido
en gran veneración aquellos sagrados lugares , y
han sido respetados en tanto grado , que los mismos
bárbaros que saquearon y destruyeron la ciudad
de Roma , no se atrevieron á tocar cosa de
ellos , ni hacer daño á persona que á ellos se acogiese
, por tenerlos por lugares do refugio, privilegiados
ó inviolables , como mas largamente lo
dijimos en la vida de san Pedro , á los 29 (has del
mes de junio. Otros templos edificó el emperador
Constantino, que referimos en la fiesta de la Edificación
de la basílica ó iglesia del Salvador, quo
es á los 9 de este mes de noviembre. El Martirologio
romano hace mención de la Dedicación rio la
iglesia de San Pedro y San Pablo , y el cardenal
Baronio en sus anotaciones, y en el m lomo de
sus Anales trata docta y copiosamente de ella.
X
SAN BUHAN , MÁRTIR — Este sanio era diá­
cono de un pueblo , de la jurisdicción de Cesárea
en Palestina. Cuantío se encendió el fuego ríe la
persecución , dejó el lugar de su morada para ir á
exhortar á los cristianos á combatir valerosamente
contra los enemigos do su religión. Al mismo tiempo
hizo un viajo á Anlioqiiía, con el objeto de
animar á los que se hallaban expuestos á las mas
dolurosas pruebas. Habiendo llegado á la corlo del
juez Asclepíades . le pareció tpie algunos cristianos
que estaban en la cárcel vacilaban, y exhortándoles
á permanecer constantes hasta al fin, los
recordó las delicias del cielo y la desdicha eterna
del infierno. Irritado el juez de semejante atrevimiento
, lo hizo prender , y después do haber mandado
que le azotasen y descarnasen lodo el cuerpo ,
lo condenó á ser quemado vivo. El emperador Diacleciano
, que llegó á la sazón á Antioquía , creyó
que este suplicio no era bastante : ordenó quo
se suspendiese la ejecución y que se lo corlase la
lengua hasta la raíz. A pesar de esto, el glorioso
mártir no perdió el uso del hablar, continuando
siempre en exhortar á sus hermanos á no amar mas
que al Dios verdadero, y á dar continuamente
gracias al que obra los milagros. Para sustraerle
á la vista del pueblo, mandó el emperador quo
fuese conducido otra veza la cárcel, y que lo pusiesen
en el cepo con grillos , esposas y pesadísimas
argollas, en cuva actitud permaneció el sanio
mucho tiempo, sufriendo con resignación todos los
tormentos , hasta que fué degollado dentro do la
misma cárcel, el dia 17 de noviembre riel año 303.
SAN BARULAS , MÁRTIR. — Era un niño cristiano
de Antioquía, que presenció el martirio del
santo anterior. Habiéndole preguntado san Román
delanlo de los verdugos, si era mejor adorar un
solo Dios Ó muchos iliosos , respondió (pie solo so
debía dar culto al Dios quo adoraban ¡os cristianos,
por cuvo motivo en seguida allí mismo lo
azularon, y luego le degollaron. Su madre, quo
se hallaba présenle, no cesó de animarle, y haciéndose
superior á los sentimientos de la naturaleza,
vio corlarle la cabeza con tranquilidad y has

NOVIEMBRE
19 LA LEYENDA DE ORO. 30?,
Su martirio acaeció el mismo dia dor Constancio. Sufrió muchísimas persecuciones
de parle do los arrianos,
y fué siempre ilustro en
sostener los derechos do la Iglesia católica. El año
3-'i(i presidió al concilio de Sardis , y murió esclarecido
confesor do Jesucristo el año 353, según
el cardenal Baronio.
ta con alegría.
17 de noviembre del año 303. En el antiguo breviario
de Toledo se hace memoria de este santo,
bajo el nombro de san Teódulo.
SAN KSIQUIO, MÁUTIR. — También sufrió el martirio
en Anlioqufa, casi al mismo tiempo que san
lioman. Era soldado legionario en dicha ciudad,
y habiendo oído publicar un edicto, por.el que se
mandaba que lodos los que no adorasen á los ídolos
dejasen el cíngulo militar, desdo luego lo dejó,
confesando en alia voz el nombre de Jesucristo.
Por cuya acción le alaron una gran piedra á la
mano derecha , y le precipitaron en el rio Orontes,
donde consumió su glorioso martirio, el año 303.
SAN OIIÍCÜI.0 Y sus COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—
Fueron sacrificados al furor de los vándalos en
África , durante el siglo Y, por no querer servir de
inslrumenlo á las supersticiones de los bárbaros.
SAN ODÓN , ARAD Y CONFESOR. —San Odón nació
en Tours el año de 879, y fué hijo de un tal
Abbon, señor de la primera nobleza. Pasó sus primeros
años en la compañía de Foulco , conde de
Anjou , y de Guillermo, duque de Aquilania. Desdo
su infancia mostró el servo de Dios grande afición
ú la oración y al recogimiento ; y á la edad do
diez y nueve años recibió ia tonsura clerical y fué
nombrado canónigo de Tours. Desde entonces renunció
al estudio do los autores profanos, y se dedicó
culeramente al do las sanias Escrituras. Fué
á París á estudiar la sagrada Teología, encerrándose
á su vuelia á Tours en una pequeña celda,
donde so entregó á la meditación y á la penitencia;
aprendiendo en ella, que lodo era vanidad en ol
mundo, y que solo se debía buscar ya en la (ierra
el reino de Dios, líenunció , pues, su canongía , y
tomó el hábito en 909 , en el monasterio do liaumc
en la diócesis de Resanzon. Después de algunos
años se trasladó á la abadía de Clunl , cuyo
gobierno se le confió. La regularidad que en este
monasterio se observaba, v la santidad de los que
le habitaban , so conformaban perfectamente con
el espíritu del nuevo abad , que solo aspiraba á
que él y sus hermanos pudiesen llegar ai último
grado déla vida portéela. Rajo eslo concepto planteó
en su monasterio la primitiva regla de san Benito
, cuya reforma fué adoplada desde luego por
olra porción do monasterios, y lodos so pusieron
bajo la jurisdicción del de Cluni. Así so formó aquella
célebre congregación que laníos beneficios ha
hecho á la religión y á las leí ras , y cuya importancia
en la civilización do la Europa han reconocido
hasta los sabios del siglo XIX. Los popas y muchos
principes tuvieron gran confianza en las virtudes
del santo abad de Cluni y le encargaron muchas
comisiones importantes, las cuales desempeñó
siempre con feliz suceso. Como toda su vida habia
profesado particular devoción á san Martin , quiso
acabar sus días en Tours , y efectivamente el Señor
coronó sus deseos; pues hallándose gravemente
enfermo y presintiendo su último fin, se hizo
llevar á esta última ciudad , y murió en ella el día
18 do noviembre del año 9i2.
SAN-MÁXIMO, oinsi'o Y CONFESOR.—Floreció
siendo obispo de Maguncia en liempo del empera-
SANTO TOMÁS, MOJNE.—No sabemos la época
en que vivió , de modo que su fiesta se celebraba
con gran solemnidad en Antioquía , cuyos habitantes
guardábanla antigua tradición do que una vez
fueron librados de los estragos de la pesie por las
oraciones del santo.
ÍE5:S I®.
SAN PONCIANO , PAPA Y MÁRTIR. — Por la
muerte de san Urbano , papa y máriir , fué puesto
en la silla de san Pedro san Ponciano , natural de
Roma, hijo de Calfurnio,varón santo, y muy digno
de aquella santa silla. Gobernó algunos años pacíficamente
con grande aprobación do todo el clero
y pueblo romano; porque á la sazón imperaba
Alejandro Severo, hijo de Mamea, el cual fué
justo príncipe, y no enemigo de cristianos: pero
después , como al fin el emperador era gentil y
tenia cabe sí algunos consejeros muy grandes jurisperitos,
y no menos enemigos de nuestra santa
religión , por inducción de algunos de ellos ó de
los sacerdotes gentiles, mandó desterrar al santo
pontifico Ponciano á la isla de Cerdeña, juntamente
con Felipe , presbítero, como dice ol Martirologio
romano, ó con Hipólito, como dice el
breviario antiguo y oíros Martirologios. Allí padeció
muy grandes trabajos y calamidades, sin olvidarse
por ellas de instruir la Iglesia con sus preceptos
y amonestaciones; porque en su destierro
escribió á lodos los fieles dos carias : una de la veneración
y reverencia que so debe tener á los sacerdotes
por el sacrosanto misterio que traían; y
olra de la caridad y amor fraternal que todos nos
debemos tener. Algunos atribuyen á san Ponciano
el decirse anles de comenzar la misa el salmo Judiai
me, Dais, y el uso do cantar en las horas el
Salterio do David. Finalmente, después que esto
sanio pontífice hubo padecido grandes fatigas y
trabajos en su destierro, fué preso por mandado
de Julio Maximino, hombre bárbaro y fiero, quo
habia sucedido en el imperio á Alejandro , y diéronle
tantos y lan crueles palos , quo en aquel
tormento dio su alma al Señor, habiendo presidido
en su Iglesia , según el pontifical de san Dámaso
y Platina , nueve años, cinco meses y dos dias:
según el breviario romano, emeo años, cinco meses
y dos días; y según el cardenal Baronio , cinco
años. Celebró órdenes dos veces el mes do diciembre
, y en ellos ordenó seis presbíteros, cinco diáconos
, y en diversos lugares seis obispos. Su sanio
cuerpo fué sepultado en Cerdeña; y pocos años
después, san Fabiano , papa, le mandó traer con
gran vencí ación á Roma, y le puso en el cementerio
de Calixto entre otros muchos mártires. Celebra
la Iglesia la fiesta de san Ponciano á los 19 do
noviembre, que fué el dia de su martirio, imperando
Maximino , emperador, el año del Señor

804 LA LEYENDA DE ORO.
de 237. De san Ponciano hacen mención el Martirologio
romano, y los demás , y los que escriben
Jas vidas de los pontífices, y Eusebio . Óptalo Milevitano,
san Agustín, Nicél'oro , obispo de Constantinopla
; y Nicél'oro Calixto , y el cardenal Baronio.
SANTA ISABEL DE HUNGRÍA , VIUDA.—Mucho
se engañan los que piensan que las leyes de la ver-
, dadora nobleza son contrarias á las leyes de Cristo
, y que no se pueden juntar en una humildad y
grandeza , porque la ley de Cristo no es contraria á
la ilustre sangre , ni á la alteza del estado y señorío
que él da á quien es servido , sino á los vicios y
malos usos que los hombres introducen en sus estados,
pensando que la grandeza de ellos consiste
en desechar todas las leyes de Dios, y vivir á
su apetito y libertad como un caballo desbocado y
sin freno. Véase esta verdad en los ejemplos innumerables
que tenemos ele señores y señoras, de
príncipes y princesas, de reyes y reinas, que no
solamente ajustaron sus vidas con la voluntad de
nuestro Señor; pero vivieron con tan raro ejemplo
y tal menosprecio del mundo, que merecieron ser
tenidos y venerados en toda la Iglesia católica por
santos, v por un vivo retrato de toda perfección y
virtud. Entre estos principes fué una santa Isabel,
hija de Andrés y de Gertrudis, reyes de Hungría:
la cual envió Dios al mundo, para que siendo doncella
fuese ejemplo de castidad y de\ocion ; siendo
casada de modestia y caridad, y siendo viuda , ele
paciencia y menosprecio de toda vanidad. Desde
niña era tan inclinada al servicio de nuestro Señor,
que no teniendo mas de cinco años gustaba
mucho de ir á la iglesia , en donde se ponia a rezar
con tanta atención y afecto , que apenas la podían
apartar de la oración. Entrábase en un oratorio
que habia en casa de su padre muy á menudo , y
allí oraba con las rodillas desnudas. Era devotísima
de la sacratísima Virgen María nuestra Señora,
y de san Juan Evangelista, por haberla caído en
suerte esto sagrado apóstol, echando los san­
tos; y encomendábale mucho su castidad, y
hacia de buena gana todo lo que le pedían por
su amor. Los dineros que podía haber, dábalos á
mujeres pobres, encargándolas que dijesen la oración
del Ave María: era enemiga de galas y de
vestidos ricos y curiosos, y en sus palabras muy
compuesta, procurando que fuesen pocas y muy
miradas , y que no dañasen á nadie y siempre
fuesen de provecho : trabajaba mucho en quebrantar
su voluntad , y en mortificarse en las co>as
que la daban gusto : crecía en edad y juntamente
en virtud, de manera que sus padres teman
puestos los ojos en ella , no solo por ser su hija , sino
por ser tan agradable y tan adornada de virtudes.
Casáronla con un gran señor, llamado Lusí,
lanlgravio y duque de Turingia , digno marido de
tal esposa: y aunque deseó mucho conservar su
pureza virginal, y no tener otro esposo sino á
Jesucristo , todavía vencida de la autoridad ó importunidad
de sus padres , sujetó la cerviz al yugo
del matrimonio , y vivió en él con raro ejemplo
de santidad , amando y sirviendo á su marido, como
á su cabeza y señor, y criando á tres hijos
NOVIEMBRE, 19
que tuvo , como madre temerosa do Dios , que sabia
que los habia recibido de su mano y los criaba
para el cielo. Humilde para consigo , devola
para con Dios , benigna y caritativa para con los
pobres: levantábase de noche á hacer oración, y
acampanábala con muchas lágrimas: ocupábase
do buena gana en cosas bajas y viles : en las procesiones
publicas, como letanías, iba descalza y
muy modesta : cuando salía á misa después del
parto , iba con un vestido llano , y llevaba á su hijo
en los brazos, y ofrecíale á Dios, y con él alguna
ofrenda al sacerdote; y daba á los pobres el
vestido de aquel dia , y lo mismo hacia de su comida
, repartiendo con los pobres su parte: vestía
á los niños recien bautizados: proveía de mortajas
á los difuntos : hilaba con sus doncellas para dar
limosna á los pobres de su trabajo; y cuando le
faltaba que dar, vendía sus joyas: tenia junio á
su palacio un aposento en que recibía á los peregrinos:
curaba á los enfermos; y criaba los niños
huéifanos ó de padres pobres, y daba cada día
de comer á novecientos pobres, sin los otros quo
sustentaba por todo su estado , los cuales la llamaban
madre y remediadora de todas sus necesidades,
y se iban tras ella: y con razón; porque no
solamente los remediaba con su hacienda , sino
también quitándose las tocas de su cabeza , para
cubrir las de las pobres, y sirviéndolas con sus
propias manos. L'na vez ¡untó consigo la cabeza
de un enfermo que olia muy mal y no habia quien
le pudiese sufrir; y ella lo quitó el cabello y le
lavó la cabeza , como si fuera su hijo. Padeció
muchas contradicciones y murmuraciones por estas
buenas obras que hacia; poique el mundo loco
las tenia por indignas de su persona y estado ;
mas ella deseaba agradar á Dios y no á los hombres,
y regular sus acciones mas con la regla verdadera
de la justicia y bondad, que con la falsa y
engañosa del mundo; y con su oración y perseverancia
ganó tanto al duque , su marido , que no
se dejó llevar de algunos malos consejeros y criados
suyos , que le hablaban mal de lo que hacia
santa Isabel : antes la amaba corno á su mujer
v la respetaba como á hija de lan gran rey, y la
honraba y reverenciaba como á santa : y porque
él andaba ocupado en los negocios del emperador
y no podía hacer semejantes obras , holgábase
que ella las hiciese, y que diese de sí tan
buen olor con su santa vida y ejemplo ; aunque
no vivió muchos años : porque haciendo en aquel
tiempo guerra los cristianos á los sarracenos para
librar de su poder á la 'fierra santa , el duque
fué á aquella santa conquista : y habiendo llegado
á Sicilia el emperador Federico , murió de su
enfermedad, como buen caballero, en el camino.
Cuando lo supo santa Isabel , aunque lo sintió
como era razón ; pero entendiendo que aquella
habia sido la voluntad del Señor, se volvió á él,
y ron lagrimas del corazón lo dijo: Vos sabéis,
Señor, lo que yo amaba al duque; porque él os
amaba y porque vos me lo disteis por marido :
poro ahora que habéis sido servido de llevármele
(tara vos , también sabéis que yo no le volverla
á la vida mortal contra vuestra voluntad,

NOViraiBitE ,19 LA LEYENDA DE ORO. 303
aunque lo pudiese hacer con un solo cabello. Os
suplico que deis eterno descanso á su alma y
á la mía gracia para serviros. Determinó,pues,
aprovecharse de la orasion para abrazarse mas
estrechamente con Cristo nuestro Señor, y servirle
con nías ahinco y fervor en el estado de
viuda : y asi comenzó á darse mas á la oración,
ayunar y velar mas, y afligir su cuerpo con mayores
asperezas y penitencias , y en el trato de
su persona ser mas humilde, y dar á los pobres
todo cuanto tenia. Fué esto de manera, que los
deudos de su marido y sus vasallos la quitaron
la administración de la hacienda como á desperdiciadora
de ella , y la echaron de su casa
y la apretaron tanto , que vino á tanta necesidad,
que se recogió á un eslabhllo de un mesón,
y aun allí no la consintieron estar mucho. Mudóse
a una casa de un hombre mal acondicionado
; y él la hizo tan mal tratamiento á ella
y ó sus hijos, y á algunas doncellas que por su
devoción ia acompañaban , que también de aquí
se hubo de salir y buscar otra posada. Llegó
su menosprecio á tanto, que yendo un dia por
una calle estrecha y de mucho lodo , y encontrándose
en un mal paso con una viejezuela á
quien la santa habia hecho mucho bien , la vieja
no la tuvo respeto ni la hizo lugar para que
pasase, antes desviándola de sí con furia, la hizo
caer en el lodo. Entendió santa Isabel que aquella
era tentación del enemigo y prueba do su
paciencia , y levantóse con mucha alegría , riéndose,
y limpió su vestido , porque, por mucho
que padecia , deseaba padecer mas y ser mas
despreciada , ultrajada y abatida; y pidió á nuestro
Señor con grandes ansias que la descarnase
de todas las cosas que no fuesen él , para poderse
mas unir con su divina Majestad, por el
menosprecio y abatimiento del mundo. Andaba
á casa prestada : súpolo el rey, su padre, y dio
orden para que sus hijos se criasen en casas
de parientes honradamente , y que á ella se diese
parte de su dote con que sustentarse. Pues
¿quién podrá referir los otros trabajos, malos tratamientos
, escarnios y persecuciones que esta
santa princesa padeció , y la paciencia , constancia
y alegría con que los sufrió , viéndose de
rica , pobre; de honrada, abatida; de servida
y acompañada , sola y desamparada ; y esto de
sus propios vasallos , de los deudos de su marido
, y de aquellos á quienes tanto bien habia
hecho , y que por tantos títulos estaban obligados
á ampararla y albergarla en sus propias casas,
y tenerla escrita en sus corazones ? No se turbó
la santa ; porque Dios la esforzaba y regalaba
y entretenía, é imprimía en su alma , que
él solo era suficiente para hacerla bienaventurada
, y que teniéndole á él lo tenia todo , y
sin él , todo lo que antes tenia y habia perdido
era un poco de basura : y así un día de cuaresma
, habiendo oido misa , la apareció Cristo
nuestro Redentor consolándola y alentándola, y
prometiéndola que estaría siempre con ella.
2. De la parte de su dote que la dieron para
su sustento, hizo un hospital, en donde se recogió,
TOMO IY-
y recogia pobres enfermos y los curaba , y servia
por sí misma en las cosas mas menudas , bajas y
viles, sin que sus criadas la ayudasen : y porque
algunos la decian que aquella no era vida de hija
de rey; ella con mucha gravedad y mesura les
respondía, que si hallara otra vida de mayor menosprecio,
la tomara para imitar mas á su dulcísimo
esposo y maestro Jesucristo. Tenia en la oración
don singular de lágrimas, y derramábalas
copiosas y suaves, y con el rostro siempre muy
sereno y alegre, y decia que los que en la oración
lloran haciendo visajes, parece que quieren
espantar al Señor. Hacia su oración con tan singular
atención y afecto , que parecía que estaba
muerta para las demás cosas : y la aconteció una
vez , estando orando , caer una brasa de fuego sobre
sus faldas, y quemarla sus vestidos y no sentir
nada ; porque su alma estaba trasportada en el
cielo: hasta que una criada echó de ver que la
santa se quemaba , y mató el fuego. Era muy visitada
y regalada con revelaciones y gustos interiores
, y por medio de sus oraciones alcanzaba
para sí y para otros , del Señor , grandes dones y
misericordias. Una vez vio un mozo en su compostura
y traje distraído: díjoselo, y que si queria
que hiciese oración por él. Respondió el mozo
que sí, y que le rogaba mucho que así lo hiciese.
Ella se puso en oración , y mandó al mancebo que
hiciese otro tanto: el cual, perseverando la santa
en oración , comenzó á decir: Cesad , señora, cesad
: y como ella no cesase , antes con mayor fervor
continuase su oración , tornó el mozo con mayor
ansia á clamar : Cesad , señora , que me abraso
: y levantaba los brazos y hacia visajes como
loco. Llegaron á ella; y hallaron que tenia los vestidos
tan calientes del fuego que salía de su cuerpo
, que apenas los podían tocar con las manos.
Con esto mudó el mozo su vida, y de distraído
que antes habia sido, se trocó en otro hombre por
la oración de santa Isabel. Otra vez, habiendo
entrado á su casa una moza lozana, que traia sus
cabellos descubiertos, como hebras de oro; movida
la santa de Dios, se los cortó como por fuerza
, defendiéndose la moza cuanto pudo; pero
cuando los vio cortados , caída aquella como corona
y gloria de su cabeza , dijo á santa Isabel:
Señora, Dios os ha inspirado que me cortásedes
estos cabellos; porque sabed que si no fuera por
esta vanidad, ya hubiera entrado en algún monasterio
: y la santa , alabando á nuestro Señor,
la recogió consigo en aquel hospital, donde le
sirvió muchos años.
3 Admirable fué la vida de esta santa princesa
en todas las virtudes, y especialmente en la
humildad, y amor de la pobreza, y menosprecio de
sí, y en la compasión y caridad que usó con los
pobres y enfermos asquerosos , dándoles todo
cuanto tema, sirviéndoles con tanto cuidado y entrañable
afecto, como si cada uno de ellos fuera el
mismo Cristo nuestro Salvador; y esto con una
perseverancia tan extraña, que nunca quiso volver
á casarse, porque habia hecho voto de castidad,
si alcanzaba de días á su marido , ni tornar á
la casa de sus padres, ni á la grandeza y espíen-
39

308 LA LEYENDA DE ORO
dor de su alio eslado (aunque se lo rogaron), por
no dejar el humilde que había lomado, y aquellas
ricas íerias de servir á los pobres, que tenia enlre
las manos. No se puede decir con pocas palabras
el menosprecio que sania Isabel usó consigo, ni la
misericordia y caridad para con los pobres; porque
no habia género de pobreza lan abatido, en el
comer, vestir, y dormir, y tralodesu persona, que no
le abrazase y no desease otro mayar ; ni obra de
piedad y compasión, tan vil y asquerosa , que no
la ejercitase con los pobres enfermos que tenian
de ella necesidad. Con los tinosos, con los leprosos
, con los que se comian de piojos y con
los que tenian enfermedades contagiosas , era madre
piadosa y enfermera amorosa , y con sus mismas
manos los curaba. Pero á la medida de su
piedad y devoción eran los regalos y favores de
Dios para con ella , y las mercedes que continuamente
la hacia , apareciéndosela algunas veces,
visitándola por ios ángeles , teniéndola arrobada
y transportada en la oración , obrando muchos
milagros por su intercesión, y finalmente manifestando,
que era esposa suya dulcísima y escogida
para ejemplo de las viudas , y luz de los buenos
y confusión de los malos.
k Estando, pues , ya llena de merecimientos,
Cristo nuestro Señor se le apareció, y la avisó,
que era ya llegado el tiempo en que queria darle el
premio de sus trabajos y coronarla de gloria: y
ella se regocijó por extremo ; porque como un
ciervo acosado y sediento , deseaba beber y hartarse
de aquella fuente de vida, é hizo gracias ó
su dulce esposo por aquellas buenas nuevas que la
daba. Vínola una recia calentura ; armóse con los
sacramentos de la Iglesia; y exhortó á todos los
que con ella estaban á amar y servir á nuestro
Señor, y hacer bien á los pobres : y estando para
espirar, vio al enemigo del linaje humano en horrible
figura ; y ella con grande y constante ánimo
alzó la voz , y dijo : Vete de aquí , desventurado:
huye de aquí, maldito; y encomendándose afectuosamente
al Señor, á quien lanío habia amado
y servido , dio su bendita alma en sus manos, á los
19 de noviembre del año del Señor de 1831. Oyéronse
en su dichoso tránsito cantos dulcísimos de
avecitas, que se asentaron sobre el aposento donde
habia muerto y estaba su cuerpo: el cual quedó
tan hermoso , blando y tratable, como cuando estaba
vivo , y despedía de sí un olor suavísimo, que
recreaba á lodos los presentes. Tuviéronle cuatro
dias sin enterrar , por el gran número de gente que
de toda aquella comarca concurrió á ver y reverenciar
al santo cuerpo , y lomar cualquiera cosa
que pudiesen de sus reliquias. Sepultáronle en un
pueblo de Alemania llamado Masburg; y luego
comenzó nuestro Señor á manifestar la gloria de
esta santa , haciendo muchos y grandes milagros
por su invocación, alumbrando á ciegos, dando oidos
á sordos, habla á los mudos , pies á los cojos,
salud á los leprosos y enfermos de varias y graves
dolencias, y vida á los muertos; porque por sus
oraciones diez y seis muertos resucitaron : y por
estos milagros, y por su santísima vida el sumo
pontífice Gregorio IX, estando enPerusa, cuatro
NOVIEMBRE, 19
años después que murió , la canonizó y puso en el
número de los santos. Enlre las otras maravillas
que nuestro Señor obró para honrar á sania Isabel,
fué una el manar de su cuerpo un licor , á manera
de óleo santísimo, que duba salud á todos los que
con él se ungian.
5 Pues ¿quién no ve en la vida de esta gloriosa
santa la fuerza y eficacia de la mano poderosa
del Señor, y cómo esfuerza el corazón flaco
y el sexo frágil de una mujer? ¿Cómo trueca los
gustos , y muda los deleites de la carne en regalos
espirituales y divinos? ¿Qué mujer hubo jamás
tan vana y tan amiga de atavíos y galas, como
santa Isabel lo fué del vestido roto y despreciado?
¿Qué señora tan delicada y llena de ámbares,
perfumes y aguas olorosas , como esla del mal olor
del hospital, y de la podre y materia de las llagas?
¡ Qué menosprecio de sí misma tan fino en
una hija del rey! ¡Qué alegría en sus injurias en
una señora tan grande ! ¡ Qué amor de la pobreza
en una princesa tan rica ! ¡ Qué paciencia en los
trabajos y adversidades 1 ¡ Qué oración tan ardiente
y tan continua en tantas ocupaciones: qué
rendimiento á la voluntad de Dios ; y cómo él la
honró después de haberla probado, y la hizo gloriosa
en el cielo y en la tierra! La vida de esta
gloriosa santa escribió primeramente Teodorico de
Turingia, de la orden de Santo Domingo , recogiéndola
de los papeles del maestro Conrado , que
habia sido su confesor : después la escribió .lacobo
Montano; y lo trae Surio en el sexlo tomo. También
escriben de ella Vincencio Belovacense ; san
Anlonino, arzobispo de Florencia; el Martirologio
romano; el cardenal Baronio , en sus anotaciones ;
el doctor Juan Molano , en las Adiciones, que hizo
al Martirologio de Usuardo ; y mas largamente la
Crónica de los Menores, compuesta por Fr. Marcos
de Lisboa, que afirma haber tomado santa Isabel
el hábito de la penilencia de la tercera orden
de su padre san Francisco; y lo mismo dicen las
otras historias de su orden.
* SAN MÁXIMO , PRESBÍTERO Y MÁRTIR . —
Era sacerdote de la Iglesia de Boma, en cuya ciudad
derramó su sangre por la fé de Jesucristo,
durante la persecución de Valeriano, según el
Martirologio romano, y en la de Diocleciano, según
el de Galesinio. Su cuerpo fué sepultado en
la iglesia de San Sixlo. El cardenal Baronio dice
que murió el año 259.
SAN ABDÍAS , PBOFETA. — Es el cuarto de los
doce profetas menores. Nadase sabe de su país ni
de sus padres, y hasta se ignora la época en que
vivió. Algunos quieren que haya sido contemporáneo
de Amos , de Oseas y de Isaías; otros creen
que escribió después de la destrucción de Jerusalen
por los caldeos. San Gerónimo, que habla do
su sepulcro , el cual había vislosanla Paula en Samaría
, se inclina á creer, siguiendo en esto á gran
número de comenladores, que es el mismo Abdías,
intendente de Achab, rey de Israel, que floreció
en tiempo del profeta Elias.
SAN BARLAAN, MÁRTIR. — Nació en un pueblo
cerca de Antioquía, y pasó sus primeros años
ocupado en los trabajos de la vida campestre. En

NOVIEMBRE. 20 LA LEYENDA DE ORO. 307
ellos se santificaba con la práctica de las mas heroicas
virtudes, preparándose así para recibir la
corona del martirio. El zelo con que confesó el
nombre de Jesucristo , lo hizo prender por los paganos,
que le encerraron en una de las cárceles de
Antioquía, donde permaneció mucho tiempo. Sus
oraciones agradaron á Dios por la sencillez de corazón
con que eran ofrecidas, y le acarrearon
abundancia de gracias celestiales. El mismo juez
quedó atónito de ver su extraordinaria constancia,
y la paciencia y resignación con que sufrió la mas
cruel flagelación , sin despegar siquiera los labios
para quejarse. Extendiéronle sobre el potro y le
desconyuntaron todos los miembros. Durante este
suplicio , el ilustre atleta se mostraba tan alegre y
tranquilo , como si estuviese sentado en un banquete
ó sobre un trono. Volvieron después á encerrarle
en la cárcel, y al cabo de algunos dias le
condujeron á un altar de ídolos , á cuyo frente habia
un gran brasero de fuego con incienso al lado.
Negándose Barlaan á ofrecerle, le metieron la
mano derecha entre las ascuas , y así lo tuvieron
por largo ralo , hasta que, espantados los mismos
paganos con el espetáculo de tan inaudita constancia
, lo dejaron, y poco después murió. Su
martirio sucedió , según la opinión mas probable,
durante la primera persecución de Drocleciano.
San Basilio, san Juan Crisóstomo y otros padres
de la Iglesia han ocupado sus plumas escribiendo
excelentes panerígicos en honor de este santo.
LOS SANTOS SliVElUNO,ExUPERIO, Y FELICIANO,
MÁRTIRES.—Murieron por la confesión del nombre
de Jesucristo en Viena de Francia, durante las
primeras persecuciones de la Iglesia. Sus cuerpos
fueron enterrados en la misma ciudad por los cristianos,
y sus reliquias, después de muchos años,
fueron halladas por revelación de los mismos santos,
y habiéndolas recogido el obispo, clero y pueblo
de la misma ciudad , las sepultaron con gran
pompa, y levantaron una iglesia á su memoria.
SAN FAUSTO, DIÁCONO Y MÁRTIR. — Pertenecia
al servicio do la Iglesia do Alejandría , en tiempo
de su patriarca san Dionisio , cuyas virtuosas huellas
siguió constantemente. Durante la persecución
de Valeriano tuvo que sufrir muchas persecuciones
y trabajos, y fué desterrado con su prelado. Después
regresó á Alejandría, donde ejerció santamente
su ministerio , hasta que al principio del reinado
del emperador Diocleciano , siendo ya muy
anciano , no queriendo sacrificar á los ídolos, fué
degollado y consumó un martirio glorioso.
SAN AZA, Y SUS COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Aza
era un solitario de Isauria, que mortificaba su
carne y alimentaba su espíritu con la meditación
de las cosas santas, preparándose así para ser
hostia agradable en los altares del Señor. Un día
fué delatado al tribuno Aquilino, que mandolinos
soldados para que fuesen á prenderlo y se lo presentasen.
Habiéndole interrogado, mandó que
atado por los cabellos lo colgasen de un árbol, y
le desgarrasen todo el cuerpo con hierros dentados.
Después lo metieron en un horno encendido, del
cual salió sin lesión. A vista del milagro, se convirtieron
á Jesucristo la mujer y una hija del tri­
buno y todos los soldados que habian presenciado
el tormento , y todos juntos, en número de ciento
cincuenta, acabaron con Aza, la vida siendo degollados,
el año 304.
SAN CRISPIN, OBISPO Y MÁRTIR.—Adon,
Usuurdo, Galesinio y Baronio hacen memoria de
este santo como obispo de Ecija , en España, el
cual gobernó aquella Iglesia, y apacentando á
sus ovejas en la santa doctrina de Jesucristo , fué
preso por los gentiles. Y como se negase enteramente
á dar culto á los ídolos, probada su constancia
con hambre , sed y fuego , siendo al fin degollado,
alcanzó la palma del martirio, tal dia como hoy
en el imperio de Diocleciano.
JMa SO.
SAN FÉLIX DE VALOIS , CONFESOR Y FUNDA­
DOR.—El doctor máximo déla Iglesia, san Gerónimo,
en la Vida de santa Paula, nobilísima matrona
romana , dice , que la nobleza no es cosa
muy grande para quien la tiene ; pero es muy
grande, para quien la desprecia. Que tan grande
fué la nobleza de san Félix de Valois ; pues
supo despreciar la mayor nobleza por la virtud,
que es la nobleza de la misma nobleza. Fué muchas
veces noble , y muchas veces grande este
glorioso patriarca; porque fué noble según el mundo
, y noble según el cielo : grande delante de los
hombres; porque fué del tronco real de Francia: y
mas grande delante de Dios ntffsiro Señor ; porque
pisando tanta grandeza , supo hacerse mas
grande por la virtud , que lo era por la sangre.
2 Fué padre de san Félix Ranulfo , conde de
Vermandois y de Valois , hijo de Hugo de Francia
y nieto de Enrique 1 , rey de Francia. La
madre, igual en la nobleza á su marido , fué madama
Leonor , hija de Teobaido , tercero de este
nombre , llamado el Grande , conde de Bles y
Champaña, y hermana de Teobaido IV , llamado
el Bueno. Vivían Ranulfo y Leonor en la ciudad
de San Quintín, cabeza de sus estados: y
Leonor , que era piadosísima , teniendo á su hijo
en el vientre, fué en romería al monasterio de San
Bedasto , célebre en el obispado de Cambray.
3 Allí hizo una novena á san Ilugon , arzobispo
de Rúan , cuyo sagrado cuerpo se guarda
en aquel monasterio ; y al último dia de la novena,
estando de rodillas delante del altar del santo arzobispo,
se quedó Leonor dormida, y vio en sueños
á la virgen María , que traía á su preciosísimo hijo
en los brazos, y le llegaba á otro niño muy hermoso
y gracioso que estaba á su lado. Tenia el
niño Jesús una cruz pesada en los hombros ; y el
otro niño una hermosa corona de flores en la mano
: y trocando los dos niños, con» por juego, las
dos joyas, Jesús dio al niño su cruz , y el niño dio
á Jesús su corona. No sabia Leonor qué significaba
esta visión ; y luego vio á san Hugon que hablando
con ella, la dijo : Ese niño que no conoces
, es tu hijo, que trocará las lises de Franela
por la cruz de Cristo , y la dividirá contigo , para
que ambos sigáis con ella al Señor crucificado.
Dividió el niño Ja cruz en dos partes, y dando la

308
una á su madre , se quedé con la otra paras!.
Despertó Leonor y tuvo la visión por sueno,
aunque tantas mujeres tienen los sueños por
visiones, pero el efecto mostró .que había sido vaticinio,
como veremos después. Nació san Félix á
9 de abril de 1127 , en el camino de Amiens ,
donde cogió á su madre el parto. Llamáronle Hugo
en el bautismo , ó por devoción de san Hugon ó
por memoria del nombre do su abuelo ¡lugo, de
Francia: el cual nombre mudó después en el de
Félix; y así le llamaremos desde ahora para evitar
confusión.
k Estando aun á los pechos el niño Félix, sucedió
una gran sequedad y hambre en (oda aquella
tierra: el cielo negaba á la tierra la lluvia;
porque los pecadores no la regaban con lágrimas:
clamaban los hombres para alcanzar el remedio,
y la tierra abria muchas bocas para pedirle de la
manera que podia; pero Dios cerraba los oídos,
porque los pecadores se hacían sordos á sus voces,
y duraba el castigo ; porque no cesaban los pecados.
Los campos ni daban pan para los hombres,
ni yerbas para los ganados : padecían todos los
que tenían culpa y los que no la podían tener ,
para que padeciesen los culpados: acudían los pobres
á las casas de los ricos ; y todos eran pobres
ó mostraban serlo , para no dar ó para pedir :
solo hallaba remedio la común necesidad en el
palacio de Leonor; pero la carestía tasaba la liberalidad,
y el temor de que faltase á los propios
poma medida ar socorro de los extraños. Tenia
Dios librado el remedio de tan grande calamidad
en las manos de un niño que aun no sabia hablar,
y antes de formar palabras habia de obrar milagros.
La aya que traia al niño Félix en los brazos,
movida de Dios nuestro Señor, le llevó al lugar
donde guardaban el pan, y gobernando su manecilla
, formó con ella tres cruces sobre el pan en el
nombre de la santísima Trinidad, y poniéndole ó
vista de los campos , los bendijo tres veces con la
misma mano : y fué cosa maravillosa y propia de
la mano de Dios nuestro Señor , que luego empezaron
á multiplicarse los panes y á nacer unos panes
de otros , como en el desierto cuando los
bendijo Cristo : y por el mucho pan que daban á
los pobres , la hambre cesaba y el pan no disminuía
: y como si tuviera en sus manos las nubes ,
luego se lleno el aire de ellas, y el cielo dio lluvia v
la tierra dio su fruto, y todos alabaron á Dios
nuestro Señor, que tales prodigios hacia con las
manos de un niño inocente. Vino á Francia Inocencio
11, huyendo de la ambición y tiranía de
Pedro León y falso pontífice Anaciólo: hospedóse
en Chartres en el palacio de Teobaldo , hermano
de Leonor: en sabiéndolo la piadosa señora , llevó
allá á su hijo , para que le bendijese el sumo
pontífice ; y el mismo niño , ya que no podia con
la lengua , pedía con las manos la bendición , la
cual le dio con muestras de grande amor el sumo
pontífice; y antes se la había dado san Bernardo
en Claraval, adonde le llevó su devota madre,
para ofrecerle á María santísima por manos de
aquel su dulcísimo capellán y regalado siervo.
5 Primero bebió el niño Félix la misericordia,
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 2.0
que dejase la leche, y como por instinto ejercitaba
la piedad con los pobres , antes de poder
obrarla razón. Daban un dia limosna á los pobres
en casa de Teobaldo, su tío, y estaba el niño eu
ios brazos de su ama , mirando como la repartían,
y se le iban los ojos y las manos á la moneda
que se daba á los necesitados: parecía codicia, y
era misericordia ; porque mandando Teobaldo por
entretenimiento que ofreciesen los dineros al niño,
él lomaba todo lo que podía en su mano y lo daba
á los pobres , siendo mayor la limosna cuánto era
menor la mano que la repartía , porque daba de
una vez todo lo que no podia sustentar : y mostró
lanía alegría y contento el niño, que después le
traian lodos los dias por mandato de Teobaldo al
repartimiento de la limosna. Era Teobaldo varón
perfecto, como discípulo de san Bernardo, y con
hábito de seglar tenia costumbre de monje. Crió
en su compañía á Félix los primeros años; y con
su enseñanza y ejemplo creció mucho en todas las
virtudes , especialmente en la misericordia, en
que competían tio y sobrino , maestro y discípulo,
procurando Félix no quedarse atrás á Teobaldo, y
Teobaldo que no se le pasase adelante Félix.
6 Cuando ya mayorcito , comía Félix á la
mesa de su tio , y se quitaba el bocado de la boca,
y enviaba el plato de que mas gustaba para los
pobres. Todo lo que llegaba á sus manos pasaba
de ella á las manos de los necesitados; v no sabia
despedir sin limosna á quien se la pedia. Paseándose
por el campo con otros caballeros de su edad,
llegó un pobre enfermo á pedirles limosna; y Félix,
no teniendo otra cosa que darle . se quitó una
gavardina preciosa que traia . y se la dio al pobre.
No convenía al pobre vestido tan rico; y así le
quiso vender para socorrer con el precio su necesidad
: prendiéronle , sospechando que habia hurtado
la gavardina ; y en sabiéndolo Félix, le hizo
sacar de la cárcel, pesaroso de haberle ocasionado
aquel mal por hacerle bien , y le sentó en su mesa
y dio una buena limosna, con que le envió contento.
Caminaban juntos Teobaldo y Félix por el
campo en tiempo de frió: salió de un bosque un pobre
desnudo , temblando y tiritando de frió, y pidióles
limosna. Preguntándole Teobaldo : ¿Qué
quieres que te dé? Respondió : Esa capa. Diósela
gustoso. Preguntándole si quería olía cosa; respondió
: Eso capote : y habiéndoselo dado , viendo su
grande liberalidad , le pidió el jubón , y las medias
y hasta los guaníes de las manos y los anillos de
los dedos y collar de la garganta. No le quedaba
mas que el sombrero : fuéle á lomar el pobre ; y
detúvole Teobaldo, diciéndole con donaire: Eso nó;
que descubriréis la calva , y se reirán de mí. Luego
desapareció el pobre dejando allí los vestidos; y
renocieron los dos, tio y sobrino , que el pobre habia
sido ángel del Señor, ó el mismo Señor que
habia venido á experimentar su caridad , ó hicieron
voto de no negar limosna á ningún pobre que se
les pidiese por amor de Dios.
7 Saliendo otra vez Teobaldo y Félix de la
ciudad para Claraval en sus caballos , encontraron
un pobre leproso. Enternecióse al verle Félix ; y
bajando de su caballo, le abrazó y consoló con dul-

NOVIEMBRE , 20 LA LEYENDA DE ORO. 309
ees palabras. No quiso Teobaldo que su sobrino
le venciese en la entidad: arrojóse también do su
caballo , y entre los dos limpiaren al leproso, y lo
llevaron á una casa vecina , adonde le enviaban
todos los días comida y regalo. Siempre que salían
ó entraban en la ciudad , le visitaban y consolaban;
y Félix le enviaba cada dia de su mesa
un plato , ó iba muchas veces ó verle conversar
con él amigablemente. Murió el leproso estando
Teobaldo ausente: y como ignoraba su muerte, entró
en la casilla al volverá la ciudad, deseoso
de verle, y hallóle á la puerta en pié, limpio de la
lepra , sano , hermoso y resplandeciente. Quedó
admirado: y preguntóle si era el leproso á quien él
habia dejado en aquella casa; porque en el rostro
parecía el mismo . y en la santidad muy diverso.
Yo soy el mismo que buscas (respondió el leproso):
ya estoy sano; porque libre de las miserias de los
mortales , gozo de la felicidad de los bienaventurados
, y he venido á agradecerle la caridad que
conmigo has usado. Tú bajaste por mí de tu caballo;
yo bajo á tí desde el cielo: tú me socorriste
con limosnas; y yo te ayudo con oraciones. Con
eslo desapareció el pobre ; y Teobaldo contó á Félix
el caso: y ambos se encendieron mas en deseos
de socorrer á los necesitados.
8 Criábanse en el monasterio de Claraval algunos
hijos de príncipes y caballeros, para que
doctrinados con la enseñanza y ejemplo de los
monjes, saliesen útiles ministros y gobernadores
de su república. Aquí llevó Teobaldo á Félix , para
que se criase con la enseñanza de san Bernardo:
y el santo mancebo , luego que entró en el monasterio
, atendía mas á las obras que á las palabras
de Bernardo: oia sus consejos y los guardaba ; pero
sus ejemplos le parecían mas eficaces, y los imitaba
: en la modestia de su rostro, la gravedad de
sus pasos, la frecuencia do su oración , la guarda
de sus sentidos, la sobriedad en la comida , el
peso de sus palabras , y en todo se le parecía tanto
, que en Félix se miraba Bernardo mas pequeño
, ó en Bernardo Félix mas grande. Estaba
en el mismo monasterio Enrique, infante de Francia
, hijo de Luis Craso , que después fué arzobispo
de Rheims.
9 Habia aprovechado mucho Enrique con la
enseñanza do san Bernardo , y los dos primos tenian
entre sí una santa emulación , procurando
cada uno adelantarse al otro en la virtud, y cederle
en todo lo demás. Mientras estaba Félix en
el monasterio , padecieron su madre y su tío Teobaldo
grandes trabajos : y aunque eran tan propios
suyos, y le llegaban al corazón ; él los llevaba
con admirable paciencia y conformidad , pidiendo
á Dios continuamente el remedio de ellos. Hizo
ofrecer un dia el sacrificio de la misa en el altar
de la Virgen por su madre y tio : y estando él
oyéndola con sollozos y lágrimas, se le apareció
la Reina de los ángeles con su hijo en los brazos,
y enjugándole con su mano las lágrimas, le prometió
su favor, y aseguró que presto cesaría la
tormenta que afligia á su madre y tio, y sucedería
la serenidad deseada.
10 No cabían los ejemplos de Félix en el mo­
nasterio , ni tenia solo las virtudes de monje entre
los monjes; ejeicitaba también las de caballero y
las de príncipe, de quien , por lo que participa de
la grandeza divina, es propiedad el hacer bien y
favorecer á los miserables. Yendo un cha con san
Bernardo y Teobaldo por una cailede Charlres, encontraion
un hombre facineroso, ó quien llevaban
á ajusticiar por sus delitos. Compadecióse el santo,
mancebo, y rogó á su tio con mucha instancia que
le perdonase. Nególo Teobaldo, diciendo: que
aquel hombre había cometido gravísimos delitos,
y que perdonarle á él era castigará toda la república
; y era crueldad con muchos la que parecía
misericordia con uno. Dijo entonces Félix: Yo no
sé qué delitos ha cometido este hombre, ni lo que
él ha sido hasta ahora : lo que sé , es que si le dais
la vida ha de ser gran siervo de Dios. El suceso
mostró que estas palabras eran profecía; porque
perdonando Teobaldo al delincuente, tomó el habito
de monje en el monasterio de Claraval , y en él
vivió y murió santísimamente. Encontró Félix cerca
del monasterio á un pobre desnudo que le pidió limosna:
y retirándose á un lugar secreto, se quitó la
camisa y se la dio al pobre. Aquella misma noche
entrando en su celda para acostarse, halló á
su cabecera la misma camisa que había dado al
pobre ; pero muy mejorada , porque despedía de
si un olor suavísimo y una fragancia del cielo.
i 1 Enfermó la madre de san Féiix : v aunque
él suplicaba instantemente al Señor que la diese
salud , le fué respondido que á su madre convenía
morir , para trocar los trabajos de esta vida por la
gloria de la otra; y á él que muriese , para entregarse
mas libremente á Dios , en quien hallaría padre
y madre y todas las cosas. Muerta Leonor,
se llevó el rey á Félix á su palacio : v aunque éi
gustaba mas de la soledad que de la corte , y del
monasterio que del palacio , no podía dejar de
obedecer á un rey que mandaba con amor de pariente;
y el santo iba con menos dificultad, por
saber que disponía el rey ir á la conquista de la
Tierra santa , y deseaba él tomar la cruz y servir
á Dios en una empresa , en que se unia tan bien lo
caballero con lo cristiano. Mientras se disponía esta
expedición, se ocupaba en la corle en los ejercicios
convenientes á su calidad , sin olvidar los de la
virtud , en armas, justas , torneos y ejercicios semejantes
, para habilitarse con este medio á las veras
de la guerra. Corriendo Félix lanzas con el rey,
un mancebo menos diestro ó mas desgraciado
cayó atrojado del caballo, que era demasiado brioso
, y del golpe quedó allí luego muerto. Sintieron
todos la desgracia, y Félix mas que todos, que arrojándose
de su caballo, y examinando si había
quedado alguna vida al que lodos lloraban muerto;
hallándole difunto , le tomó de la mano y le
dijo : Levántale en nombre de la santísima Trinidad
: y como si con esta palabra le infundiera el
espírilu de vida que inspiró Dios al principio del
mundo en el primer hombre, el mancebo volvió
á la vida; y lodos se admiraron, aun mas que de
ver resucitar á un muerto , de ver á un mancebo
noble, cortesano y palaciego, que le resucitaba; y
con haber libertado Félix del cautiverio de la

310 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 20
muerie á este mancebo en nombre de la santísima
Trinidad , dio Félix principio á los muchos que habia
de rescatar del cautiverio de los infieles y de
los demonios, debajo del alto y soberano nombre
de la santísima Trinidad. Habiéndose juntado un
lucido ejército de ío mas noble y valeroso de Francia
parala guerra sagrada, acompañó Félix al
rey , y en el ejército fué ejemplo de soldados , como
lo habia sido en la corte de cortesanos , y las buenas
costumbres que haoia aprendido entre los monjes
de Claraval, las conservó entre los soldados :
no embarazaba sus ejercicios devotos el ruido de
las armas; no se contentaba por penitencia: con
las fatigas y riesgos de la milicia : resplandecía
mas su modestia entre la libertad de los militares
, y la misericordia que siempre le habia
acompañado no le desamparó; antes se alistó
con él, al verle seguir las banderas. En las ocasiones
que se ofrecieron, peleó con gran valor, ayudándose
aquí la fortaleza de su virtud de la generosidad
de su sangre; pero ni se desvanecía con los
sucesos prósperos, ni se caia de ánimo con los adversos;
antes sucediendo por oculto juicio de Dios
infelizmente á los cristianos aquelia jornada , Félix
se volvió á París con la misma paz , como si volviera
victorioso mas rico de merecimientos que de
tro feos, y con mas victorias de los demonios que
de los turcos.
12 En París prosiguió san Félix en los ejercicios
de caballero y de soldado ; pero Dios disponía
sacarle de la corte para el desierto , v de
la milicia secular para la espiritual, y queria que
no tratase mas de vencer á sus enemigos , sino á
sí mismo. Para corlar de todo punto la esperanza
próxima que lo daban á la corona de Francia
la ley sálica y el deudo estrecho que tenia con
el rey , quiso ordenarse primero de sacerdote, y
luego retirarse : y ahora se vio cumplida la visión
de su madre al traerle en el vientre > pues
trocó la corona de las flores de lis , que podía
esperar, por la cruz de Jesucristo. Habiéndose
ordenado y dicho su primera misa , escogió el
yermo de la montaña Brodelia en el territorio
Meldense, célebre por haber sido habitada de
san Fiacno , hijo del rey de Escocia, que la prefirió
al reino de su padre , y vivió en ella muchos
años con gran fama de santidad. Cuando quiso
dejar el mundo , hasta el nombre dejó , para no
conservar' nada del mundo; y llamóse Félix,
cuando dejaba lo que los hombres tienen por felicidad.
13 Mudó con el nombre el hábito : vistióse
del traje de pobre , cuando en su aprecio empezó
á ser rico : salióse de la corte ocultamente
y caminó á la montaña Rrodelia , desconocido,
sin criados, sin acompañamiento ; solamente parecía
que le seguían al principio muy de cerca,
y después mas lejos , las honras , regalos y delicias
de la corte y del palacio , ya llamándole para
que volviese, ya quejándose porque las dejaba;
pero él proseguía su camino sin volver un paso
atrás, ni aun los ojos para ver quien le llamaba,
cerrando los oidos á los silbos de la serpiente infernal.
Llegó al lugar donde había vivido Flacrio,
y luego pareció que Flacrio habia vuelto á su
lugar, y bajado del cielo para habitar segunda
vez aquellos desiertos. Halló una ermita dedicada
á la Reina de los ángeles , que habia edifido
san Flacrio : determinó hacer junto á ella su
habitación ; y escogió una gruta en lugar del
palacio que habia dejado. ¿Quién nos dirá la
vida que hizo san Félix en esta soledad ; pues no
pueden hablar los peñascos, de quienes era morador,
ni las fieras , de quienes era ciudadano,
ni los árboles , que eran testigos de su oración
continua , de sus profundos suspiros y de sus
extremados rigores? Al santo , que lo sabia , le
enmudeció su humildad , para que callase las batallas
que tuvo con los demonios: los triunfos que
consiguió del infierno ; y los favores que recibió
de Dios y de María santísima, con quien se regalaba
en tiernos coloquios , á quien acudia en
sus aflicciones , y pedia socorro en todas sus necesidades.
Lo que podemos decir y admirar es,
que habiendo hecho tan notable mudanza san
Félix , trocando la corte por el desierto , el palacio
por la gruta, la compañía de los cortesanos
por la de las fieras , el vestido precioso por el
cilicio áspero , las comidas regaladas por las yerbas
silvestres , la cama blanda por la peña dura ;
estaba mas contento con esta pobreza , que jamás
lo habia estado con toda la riqueza ; y le parecia
que lo tenia todo, cuando no poseía nada, por
entender que tenia mas parle en los bienes del
cielo , cuanto menos tenia en los de la tierra. No
falta quien diga que un cuervo le traía ó san
Félix un pan lodos los domingos , y que los demonios
se le aparecían en horribles figuras de serpientes
, dragones, leones y otras fieras, para espantarle
y atemorizarle : y no seria maravilla que
Dios favoreciese á Félix , como á Pablo , primer
ermitaño ; pues Félix imitaba tanto á Pablo : ni
que los demonios le persiguiesen , como á Antonio
é Hilarión; pues veían resucitados estos santísimos
anacoretas en Félix. De los favores quo
recibió de Dios y de los ángeles , escriben algunos
mucho , no sé si por discurso , ó por noticia
cierta : y aunque yo creo muy cierto que fueron
muchos mas y mayores los favores que el santo
anacoreta recibió , que todos los que refieren,
porque así convenia que regalase el Señor á su
fiel siervo, que por su amor se habia privado de
los regalos y delicias do una corte y de un palacio
, y visitasen los ángeles al que era ángel en
la vida, aunque era hombre en la naturaleza ; con
todo eso no quiero referir nada en particular, para
contar solo lo que se sabe ; nó lo que se discurre
ó no es tan averiguado.
14 Habiendo vivido san Félix en la soledad
mas de veinte años , fué buscado por aviso del
cielo de san Juan de Mata , doctor parisiense, que
habitaba en olra soledad : y aunque Juan buscaba
al que no conocía ; Félix conocia al que le
buscaba , y sabia que habia de venir á buscarle :
y en viéndole , le saludó por su nombre, de que
quedó san Juan maravillado , y entendió por aquí
mas claramente que Dios moraba en san Félix.
Vivieron los dos santos anacoretas tres años en

NOVIEMBRE , 20
aquel desierto en santa y dulce compañía , como
Elias y Enoc en el paraíso , basta que Dios
los sacó de aquella soledad . para que fundasen
el orden de la santísima Trinidad , para redimir
cautivos . del modo que contaremos aquí brevemente
; porque tratarnos mas de propósito de
esta orden en la vida de san Juan de Mala, á los
8 de febrero. Estando conversando los dos santos
, junto á una fuente , vino á ellos un ciervo
blanco , que traía sobre la frente una cruz de dos
colores , celeste y carmesí: admiráronse ambos
santos: y san Félix no entendió lo que significaba
la cruz , basta que san Juan de Mala , que habia
visto semejante cruz otra vez , y Dios le habia dado
á entender queria que fundase una nueva orden
para redimir cautivos , le declaró el misterio;
y los dos santos lo encomendaron á Dios , y fueron
amonestados tres veces por un ángel que
partiesen á Roma , para dar cuenta de lodo al
sumo pontífice. Dejaron su amada soledad y
partieron ó Roma , donde fueron recibidos benignamente
de Inocencio 111, que tuvo antes revelación
de que habían de venir : y habiendo entendido
el sumo pontífice la voluntad de Dios con
una visión que tuvo diciendo misa , en que se le
apareció un ángel vestido de blanco con una cruz
de dos colores , azul y rojo , con las manos cruzadas
sobre dos cautivos , como antes se habia
aparecido á san Juan de Mata en París , diciendo
misa ; vistió á los dos sanios del habito que traía
el ángel , y fundó la orden de la Santísima Trinidad
, para redimir cautivos , dándola después
regla propia , especial y muy conveniente á su
instituto. Volviéronse los dos santos patriarcas ó
Francia : y llegándoseles algunos lujos , dieron
principio en la montaña Brodeüa al primer convento
, en el mismo lugar donde habían hecho
vida solitaria , y llamáronle de Ciervo-Frígido,
por el ciervo que vieron allí con la cruz de su religión
, que venia á buscar refrigerio de su sed
en aquella fuente.
15 Quedóse san Félix en el convento de Ciervo-Frigido
para gobernarle , y san Juan se volvió
á Roma para fundar convento en aquella ciudad.
En esta despedida de los dos sanios compañeros,
fué grande el sentimiento y muchas las lágrimas
de san Félix : poique entendió con luz divina que
no habia de volver á verle mas; pero consolóle
san Juan con santas palabras, diciéndole, que si
se apartaban los cuerpos , se quedaban unidas las
almas; y era menester dividirse en esta vida mortal
, para unirse mas en la eterna. Lo que san Félix
desde su monasterio de Ciervo-Frígido procuró
el aumento de su religión , ó influyó para fundar
conventos en diversas provincias: el fervor con
que solicitó el cumplimiento de su celestial instituto
; y las muchas redenciones que por sí y por
sus hijos ejecutó , no se pueden decir en pocas palabras,
y pedia mas larga escritura. La vida que
hacian él y sus hijos, que cada dia venían llamados
del Señor, y atraidos del buen olor que por todas
partes se espaicia de la santidad de aquella
Casa . con nada se puede declarar mejor, que con
decir, que hasta los ángeles quisieron vestir su há-
LA LEYENDA DE ORO. 311
brío, y la Reina de los ángeles honrar con su presencia
aquel monasterio . trayendo la cruz de ¡
religión. Víspera de la Natividad de nuestra Señora
no tocó el sacristán á maitines ásu hora, mas
por providencia divina que por descuido. San Félix
, que velaba como buen pastor mientras los
demás dormían , sintió mucho esta falla : y entrando
en el coro para disponer lo necesario, le halló
ocupado, no como otras veces de religiosos que
parecían ángeles en la pureza do la vida , sino de
ángeles que parecian religiosos en el habito, y á la
Reina de los ángeles presidiendo el lugar eminente,
vestida del mismo hábito y cruz de su religión.
Estaba el coro lleno de una admirable claridad que
salía del rostro de la santísima Virgen y lodo en
gran silencio, esperando al santo paia empezar
los maitines; porque en entrando san Félix, entonó
María santísima la antífona , y prosiguieron los
ángeles con incomparable melodía : y san Félix
con ellos, olvidado de que estaba en la tierra v
que tenia cuerpo, cantó con los ángeles en su
mismo punió y armonía , como si fuera espíritu , ó
viviera ya entre los bienaventurados. Cuanto fué
el gozo y alegría de san Félix con esta vista ¿quién
lo podrá declarar? No le cabia el corazón en el
pecho, y le acabara el demasiado gozo de la vida,
si Dios no le confortara, para que pudiese ¡levar
tan grande peso de gloria. No pudiendo disimularlo
en el rostro, importunado de sus hijos, les contó
la visión que había tenido, y les dijo: En adelante,
hijos mios , mirad esta casa como cielo: pues ha
merecido ser habitada de los ángeles y de la Reina
de los cielos. No extrañéis que vistan ¡os ángeles
nuestro hábito: porque un ángel fué el primero
que le vistió y nos le dio á nosotros; pero extrañad
mucho si vistiendo nosotros el hábito que visten
los ángeles, no somos ángeles en la santidad.
Mirad bien que no es decente manchar con culpas
el hábito que los ángeles han vestido, y mucho
menos el que ha vestido la Reina de los ángeles.
¿Qué nos ha querido enseñar con esto María santísima
, sino que como hijos suyos, nos quiere muy
parecidos á sien la vida; pues ella ha querido
parecerse á nosotros en el vestido? Este suceso
os avisa cuan diligentes debéis ser en las alabanzas
de Dios; pues vienen ángeles á suplir la falta
de los hombres : y entended , que los hombres que
cantan alabanzas á Dios, se diferencian de los ángeles
en la naturaleza , y nó en el oficio : solo en
que los hombres alaban á Dios en la tierra; y los
ángeles en el cielo.
16 Este monasterio, como tan favorecido de
María santísima, creció mucho, así gobernándole
san Félix como después, en santidad, sugetos,
edificio y veneración : porque ha tenido muchos
varones ilustres en nobleza, santidad y sabiduría,
que han sido como lumbreras de Francia y de toda
la cristiandad. El edificio es muy suntuoso, enriquecido
con muchas reliquias, y uno de los santuarios
mas venerados de Francia: por lo cual
muchos pares de Francia, y otros príncipes y
grandes señores le han escogido para su entierro;
y el ministro de este convenio fué tan venerado en
Francia, como los obispos y prelados de mayor

312 LA LEYENDA DE ORO
suposición, v tenia lugar en los sínodos de los obispados
ambianenso y meldense, y en las cortes
que se celebraban en el reino.
17 Deseaba con grandes ansias san Félix sor
desatado de la carne y vivir con Cristo : lósanos
pedíanla muerte; los merecimientos el cielo: él
suspiraba por la patria celestial: allí tenia su corazón
, donde estaba su tesoro: allí levantaba los
ojos , adonde caminaba su deseo : miraba la tierra
como destierro , y hádasele muy largo el tiempo
de desterrado y peregrino, hasta que queriendo el
Señor consolarle, le envió un ángel, que le avisó
como estaba cerca su muerte. Nunca tuvo nueva
mas alegre : no solamente so alegró el alma , pero
aun se regocijó el cuerpo flaco , y cobró nuevo vigor
y calor; de manera quo entonces prometía
mas larga vida, cuando estaba mas próxima su
muerte. Aumentó este gozo una calentura quo le
sobrevino algunos chas después, la cual recibió con
acción de gracias, como á ejecutora de las promesas
de Dios. Un cuidado solo traia , y era de los
hijos que dejaba huérfanos y sin padre; porque
era tanta su caridad, que no sintiendo dejar el
cuerpo , senda ser apartado de los hijos que tenia
dentro de su alma. Este cuidado le quiso quitar
la Reina de los ángeles en el último dia de su
vida; porque se le apareció llena de resplandores,
y le consoló diciendo , que no quedaban desamparados
sus hijos; porque quedaban dabajo de su
amparo, y ella seria su madre. Con esto se llenó
san Félix de mayor gozo y nuevo deseo de morir,
por dejar á sus hijos tan mejorados , sucediendo
tal madre á tal padre, Maria santísima á Félix,
¡a Madre de Dios á un hombre.
18 Habiendo recibido san Félix los sacramentos
de la Iglesia con gran devoción, se despidió
de sus lujos, nó como quien moria , sino como
quien hacia jornada , derramando el padre y
los hijos muchas lágrimas : ellos do pena porque
los dejaba ; y él de ternura y amor de padre
porque los veía llorar: y por despedida y última
voluntad los exhortó á todas las virtudes, y espe
cialmente á la caridad con los cautivos. Díjoles
que aquellos morirían bien en la muerte , que habían
muerto muchas veces en la vida; y que en
esta hora cogía él los, frutos dulces de la penitencia
amarga que había hecho en el desierto y ahora
esperaba el premio de las obras que habia hecho
por el Señor en su vida: luego , levantando los
ojos al cielo , sin dejar de derramar lágrimas de
consuelo , decía con grande afecto para dar gracias
al Señor , y exhortar tácitamente á sus hijos
á que lo imitasen : [O dichoso dia en el que yo
huí de la corle á la soledad y troqué ol palacio
por una gruta 1 ¡ O felices noches las que gasté en
la oración en lugar de sueño 1 ¡ O bienaventurados
dias los que pasó leyendo y cantando alabanzas
á Dios t j O dulces lágrimas las que derramó
por mis culpas 1 ¡ O bien empleados suspiros! j O
suaves asperezas con que maltraté mi cuerpo!
¡O gratas penas con que afligí mi carne ! ¡ O bien
empleados pasos los que di para cumplir la voluntad
del Señor , cómo me lleváis ahora á la
bienaventurada eternidad! Antes parecían las pe-
KcmiiMDitE, 20
nitencias espinas ; ahora veo que son rosas : antes
parecia la montaña desierta; ahora experimento
que es paraíso: antes parecia la religión cruz;
ahora veo que es corona. ¡ O qué dulces son los
trabajos después de pasados ! Y si esto parecen en
esta vida mortal, qué parecerán en la vida inmortal
, donde se goza el premio eterno de lo que
pisó con el tiempo brevemente! Y volviéndose á
Cristo crucificado que tenia en las manos , le decía:
Pero , Señor, todo lo bueno es vuestro y solo
las culpas son mias : vuestros tormentos me alientan
: vuestra pasión me conforta , y vuestra muerte
me da esperanzas de vida. ¿Qué soy yo sin
vos? ¿Qué son mis obras sin vuestras obras?¿Quó
son mis penas sin vuestras penas? Vuestra pasión
da valor á todo lo bueno: dadme vuestras llagas
para besarlas con mis labios , y vuestro costado
para sellarle con mis ojos. Entre estas ternuras,
abrazándose con el crucifijo con admirable paz,
dio el espíritu al Criador, lleno de años y merecimientos
, á los ochenta y cinco de su edad , á 4 de
noviembre de 1212. Cuando espiró se tocaron por
sí mismas las campanas del monasterio , y él mismo
se apareció glorioso y resplandeciente á san
•luán de Mata, que estaba en Roma en oración , y
le dio juntas la nueva de su muerte y de su gloria,
encomendándole mucho el convento de Ciervo-
Frígido. Iba á responderle san .Inan , y desapareció
de sus ojos san Félix , dejándole triste por la
falta quo hacia á sus lujos , y alegre por la gloria
de que ya gozaba.
19 Sepultaron sus hijos el sagrado cuerpo de
san Félix, con gran concurso de los que á la noticia
acudieron de los pueblos comarcanos, en el
mismo convento de Ciervo-Frígido: y es tradición
inconcusa que se vieron por algunos días luces milagrosas
sobre su sepulcro. Ha hecho Dios por su
intercesión muchos milagros . por los cuales y por
sus grandes virtudes ha sido venerado y tenido
por santo como veremos en la vida de san Juan de
Mata ; y su religión celebra su fiesta con oración y
lecciones propias, á los i de noviembre, que es el
día de su glorioso tránsito.
20 Largo fuera nombrar todos los historiadores
que escriben de san Félix de Yalois: cítalos e!
maestro Gil González Dávila en la Vida de los dos
patriarcas san Juan y san Félix, y Tamayo de Salazar
en su Martirologio á 2I_ de diciembre, y el
apéndice que hizo el muy R. P. Fr. Juan de la
Concepción , del orden de Descalzos de la Santísima
Trinidad y procurador general en Roma , á la
vida que escribió de los dos santos patriarcas
Fr. Francisco Macedo, de la orden de san Francisco
: de la cual y de las lecciones do san Félix,
aprobadas de la Iglesia , hemos sacado principalmente
lo que queda dicho.
SAN JUAN DI¡ MATA , CONFESOR Y FUNDADOR.—
En la Provenza, que es provincia de Francia, en el
condado de Niza, en el villaje de Falcon , nació san
Juan de Mala de Eufemio y Marta , esclarecidos en
sangre y señalados en virtud , el año de nuestra salud
11G0, según el cómputo mas ajustado, y podemos
decir el primero do la libertad de los cautivos
cristianos: porque en él nació e! que los había

NOVIEMBRE , 20
de redimir del cautiverio de los moros. Bien lo
mostraba el blasón de la casa de Mala, que era mi
cautivo cargado de cadenas con esla letra : O domine,
libera me ab islis vineulis. Eran estas armas
profecía do las proezas venideras, mas que
blasón de las hazañas pasadas; y así mas recibió
estos blasones la familia de Mata do san Juan , que
él las recibió de sus mayores : porque llenó esta
emptesa libertando innumerables cautivos de las
cadenas de los moros. Así se lo reveló María santísima
á su madre; porque estando Marta preñada,
se encomendó á la Reina de los ángeles, susuphcándola
afeeluosamenie que la favoreciese
en su parto , y tomase debajo de su protección
la criatura que ella traía en sus entrañas; y
fué tan poderosa su oración, quo luego bajó del
cielo María santísima cercada do inmensos resplandores,
y la dijo: No temas, porque parirás
un hijo que será santo y redentor de cautivos cristianos
, y padre de muchos hijos que se emplearán
en el mismo ministerio con grande provecho do
las almas. Con eslo desapareció la visión , y Marta
quedó llena de gozo y esperanzas del hijo quo
había de nacer de sus entrañas ; pues nó un ángel
sino María santísima habla querido ser la quo
anunciase su nacimiento , mostrando con lan extraordinario
favor la extraordinaria santidad á que
había de llegar el niño, y cuan favorecido habia
do ser de Dios en naciendo, el que antes de nacer
era tan favorecido do su santísima Madre. Cuando
salió á luz se vio resplandecer su rostro , como
(pie nacia para nuevo sol del mundo , quo le habia
de alumbrar con los tai'os de su doctrina y con
los resplandores de su santidad. Nació víspera de
san Juan Bautista, y por eso le llamaron Juan en oí
bautismo : y fué Juan en las asperezas y penitencia
, que se adelantó no solo á las culpas, mas
también á la razón; porque luego en naciendo empezó
á ayunar cuatro chas en la semana , lunes,
miércoles, viernes y sábado , no queriendo en estos
chas lomar el pecho mas que una vez.
2 Criólo su madre con gran cuidado, y el niño
tenia un natural nacido para la santidad; porque
era do cera para la virtud, y de acero para los
vicios , recibiendo fácilmente todo lo bueno, y rechazando
constantemente todo lo ma'o. Sus virtudes
eran mas quo sus años : y quien midiese su
virtud con su edad , hallara la edad muy desigual
á la virtud. Era obediente á sus padres, rendido
á sus mayores, pacífico con sus iguales, compasivo
con los pobres : á los santos tenia gran devoción
, á María santísima singular aféelo , á Dios
mucho amor y temor : todos sus entretenimientos
eran sagrados: lodo indicio de la santidad futura:
nada tenia de niño, sino los años; y estos los desmentía
la prudencia y los negaba la madurez. Al
llegar á los siete años pidió á sus padres que lo
enseñasen letras; y ellos le enviaron á la ciudad do
Aix , que es en la Provenza , con el porto conveniente
á su calidad. Aquí aprendió letras humanas
y los ejercicios de caballero; y el tiempo quo
no le ocupaba el estudio gastaba eu los templos,
en las cárceles ó en los hospitales , conversando
con Dios , ó con los enfermos ó con los presos ;
TOMO IV.
LA LEYENDA DE ORO. 3!3
porque todos sus divertimientos eran las obras de
caridad y los ejercicios de devoción.
3 Aun no sabia bien qué cosa era el mundo
, v ya te daba en rostro el mundo y (leseaba
dejarle : y así después de algunos año s
que había permanecido en Aix , volvió á Falcon
con deseo de retirarse al desierto ; mas cuando el
amor de Dios lo llamaba , el amor de sus padres
lo detenia ; hasia que rotas estas cadenas con la
gracia del Señor , salió de su casa ocultamente ,
por inspiración del Espíritu santo, y sereliróá los
montes que hoy se llaman Pomas de Marsella ,
donde habia hecho penitencia sania María Magdalena.
Aquí entró el sanio mancebo, sin guia,
sin maestro, v se halló solo , sin casa, sin padres,
sin amigos, sin compañeros , pero en Dios lo halló
lodo mejorado , y con tener á Dios no le fallaba
nada. Su habitación era una gruta horrorosa :
su cama la peña dura : su vestido un cilicio áspero
: su comida las yerbas silvestres: no tenia abrigo
para el frió , ni defensa coiura el calor, ni reparo
de los vientos , siempre expuesto á todas las
inclemencias de los tiempos; pero lo que afligía á
la carne, regalaba al espíritu; y tenia el alma
por delicias lo que el cuerpo tenia por tormento: y
así era su regalo el ayuno , su descanso el trabajo
, su sueño la contemplación, su gozo la penitencia
y su gloria tratar con Dios , y con los ángeles
, de quienes re-.ibió sin duda muchos favores;
pero quiso el Señor darlos á nuestro discurso, mas
que á nuestra noticia. Deseaban los demonios
echar al santo mancebo de este desierto , no podiendo
sufrir la vida admirable que en él hacia :
para esto procuraron espantarle y atemorizarle
con diversas trazas y ardides , semejantes á las
que usaron antiguamente con san Antonio ; pero
no pudieron vencer, ni hacer huir ó dejar el campo
al valeroso soldado de Cristo , que armado de
le y confianza , no lemia sus espantos y re burlafia
de sus amenazas. Como no le salian bien las
otras trazas, usó una , verdaderamente diabólica:
tomó el rostro y disposición do un su amigo y condiscípulo
, ó quien habia tratado en Aix. Díjole,
que la fama de su vida , que á él le parecía estar
oculta á todos los hombres , había llegado á su
noticia , y le habia traído á aquel desierto, para
imitarle y aprender de él á servir á Dios , y quo
no rehusase enseñar al que venia con deseo de
aprender, ni ser maestro del que habia sido condiscípulo:
y si no quería darle título de discípulo,
le admitiese á lo menos con nombre de compañero.
Quedóse con el santo mancebo , é imitaba en
lo exterior su vida ; pero sin perder ocasión do
ponderar y encarecer las dificultades y peligros
de, aquel asperísimo camino que habia tomado.
Decia , que era un género de crueldad contra sí
mismos afligir su juventud , no muy culpada , con
tan grande penitencia ; é imprudencia grande caminar
dos mancebos sin guia , por camino lan dificultoso
, en que se han perdido muchos ancianos
después do muchas canas y experiencia :
que seria mas acertado volverse á la ciudad y
tomar algún maestro experimentado , que los gobernase
y encaminase en la virtud , que no bato

•'Si'*. EA ÜiYIiND A DE ORO. NOVIEMBRE , 20
curse maestros antes Je >er discípulos y pagar
la soberbia con la caída, rio quo por ventura ,
cuando quisiesen , no se podrían levantar. Hicieron
dudar algo estas razones á san Juan , como
tenian tanta apariencia de piedad: recogióse á la
oración ;¡ pedir al Señor luz ; y con ella conoció
que era el demonio el que le hablaba. Dijole: Vele
de ahí. Satanás, y no pretendas engañarme; porque
el Señor está conmigo: y á estas palabras desapareció
el fingido compañero y verdadero demonio
, corrido y avergonzado de verse vencido
de un mancebo de pocos años ; y el santo quedó
•vencedor, y mas advertido para semejantes engaños.
h- Después de un año do retiro, le habló el
Señor al corazón , y le mandó que volviese á continuar
sus-estudios ; porque le quería hacer como
ó otro Abralian , padre espiritual de una grande
descendencia. Con esto volvió el santo á la ca.-a
d sus padres, y do ella á París , á continuar sus
esludios. Pero el demonio , temeroso de la guerra
quo san Juan le habla de hacer con las letras , le
puso gran tedio y fastidio al estudio , y como antes
le habia procurado sacar del desierto, ahora
le queria volver á él, representándole que
serviria mas á Dios entregándose del lodo á la
oración y penitencia fuera do las ocasiones , que
no estudiando las ciencias entre tantos peligros do
conciencia como Irae consigo una corte, una universidad
y la compañía de los mancebos. Andando
con esle cuidado , entró un día en la iglesia del
convento de canónigos reglares de San Aguslin,
rpie hay en aquella ciudad y se llamaba San Víctor,
y estando en fervorosa oración dolante de una
devotísima imagen do Cristo crucificado , le habló
el santo crucifijo y le djo tres veces con voz ciara
é inteligible : Slude supicnlüc, fili mi, el hvlifica
cor meum : Estudia la sabiduría , hijo mío ,
y alegra mi corazón: y con oslas palabras no solo
recibió luz para conocer la voluntad de Dios: pelo
gracia para ponerla en ejecución, y ya no senlia
tedio , sino inclinación al estudio. Empezó en
aquella celebérrima universidad con nuevo fervor
á estudiar las ciencias, sin dejar el estudio
•do las virtudes, y en pocos años que estuvo en
ella , se aventajó en la sabiduría á sus iguales ,
y en la santidad á su misma sabiduría. Continuaba
la penitencia y aspereza como si estuviera
en el desierto , y se daba á la oración
y contemplación como si habitara en el paraíso
, y de ella sacaba luces su entendimiento
para entender ¡as verdades que otros con predijo
estudio no podían alcanzar, y ardores su
voluntad para ejercitarse en obras de caridad espiritual
y corporal, socorriendo á los pobres, visitando
á los enfermos do los hospitales, consolando
á los presos en las careces, sirviéndolos
con "humildad , socorriéndolos con misericordia, y
exorlándolos á la virtud con zelo do la salvación de
sus almas; y finalmente para toda la universidad
ora un espejo de santidad , en quien se miraban
lodos: los malos con vergüenza y confusión de no
seguirlo , v los buenos con aliento y deseo do imitarle.
Era lanía la fama do su ciencia, que los
doctores de aquella universidad le ofrecieron espontáneamente
el grado de doctor; pero el que
en los ojos de todos era grande , en los suyos solos
era pequeño ; y asi rehusó esta honra con invencible
constancia , hasta que estando un dia en oración
fervorosa , se le apareció el príncipe de los
apóstoles san Pedro,y ledijo, quo tomase el grado
quo los doctores le ofrecían, porque era la voluntad
del Señor. Con esto recibió la borla do
doctor de teología con increíble aplauso de toda la
escuela; y después le obligaron á quo leyese una
cátedra de teología, como lo hizo , sacando excelentes
discípulos, de los cuales algunos siguieron
después su santo .instituto. Recibió los sagrarlos
órdenes á persuacion de Odón do Sobaco, obispo
de París, canónigo reglar de San Agustín , varón
do igual doctrina y santidad , que le dijo era esla
la voluntad do Dios; y confirmólo el Señor con una
maravilla y favor singular: porque estando el
sanio de rodillas delante del obispo para recibir el
sacerdocio; al ponerle las manos sobre la cabeza,
y decir: Aecipe Spirilum sanclum, bajó sobro
la cabeza de san Juan, como antiguamente sobro
los apóstoles , un fuego del cielo quo al principio so
esparció por su rostro , y después so formó un globo
y luego una columna ardiente, que estuvo
grande ralo sobre su cabeza, con admiración y pasmo
de lodos los presentes , que discurrían variamente
sobre la significación de este prodigio , entendiendo
los mas prudentes quo Juan había do
sor un nuevo apóstol que alumbrase á muchos con
la luz de su doctrina , y una columna firme de la
santa Iglesia; mas no discurrían entonces lo quo
después hizo descubrir el suceso que Dios obró con
esta maravilla , quo aquella luz quo cercaba el
rostro de san Juan, eran sus hijos,(pie formándose
romoen un globo do un nuevo orden, habían de
ser una columna de luz semejante á la que sacó
los israelitas del cautiverio do los egipcios, para
sacará los cristianos del cautiverio de los sarracenos.
Celebró ¡a primera misa en la capilla del
obispo de París, hallándose presente el mismo
obispo , el rector de la universidad , y el venerable
Roberto, abad de San Víctor, y Juan, abad do
Sania Genoveva, y muchos doctores de la universidad:
y cuando el nuevo sacerdote llegó á levantar
la hostia , se apareció en el aire sobre el
altar un ángel de Dios , vestido de blanco , con una
cruz en el pecho de dos colores, carmesí ycele-ie,
cruzados los brazos en forma de cruz , y puestas
las manos sobre dos cautivos, uno cristiano á la
mano derecha, y olro moro á la mano izquierda,
como si quisiera trocar uno por otro. Admiraron
lodos visiun tan maravillosa, v no entendían lo que
significaba : solamente san Juan, arrebatado de un
éxlasi por espacio de una hora , entendió que Dios
le queria tomar por instrumento para fundar una
nueva orden, quo tuviese por mslitulorcdimir cautivos.
Acubada la misa , el obispo y abades le
instaron que les declarase lo que el Señor le hab'a
enseñado en aquella visión: y aunque él quisiera
callarlo por su humildad , la obediencia y la necesidad
de lomar consejo leobligaion á manifestar
!o quo habia entendido. A ledos pareció que

NOVIEMBRE, 20 LA LEYENDA DE ORO: :¡r>
rlebia partirse á Нота , y dar cuenta al sumo pontífice,
que á la sazón era Celestino III, y pedirie
quo diese facultad pata fundar la nueva religión;
y el obispo y abades le dieron cartas para el sumo
puntillee, en que le daban cuenta de lo sucedido,
y recomendaban la persona de Juan.
5 Escribe Macedo Andrade y el M. Er. Jacinto
de Barra , de la orden de Santo Domingo,
en su Rosa laureada , triunfo VI, que reveló Dios
en España á santo Domingo de Gtizman esta elección
de san Juan de Blata para primer redentor
de cautivos; y por oso no lo quiero callar, y lo
contaré como lo refiere Macedo. Estudiando en
Valencia santo Domingo, vino á él una mujer afligida
á pedirle limosna para rescatar un hermano
suyo que estaba en poder de los moros : y no teniendo
que darla , movido de ardentísima caridad,
la rogó le vendiese á él para rescatar á su hermano
; y no pudiéndolo alcanzar, ofreció rogaría á
Dios con instancia para el rescate de su hermana
v demás cautivos. Lleno de aflicción y compasión,
se postró á los pies de una imagen do un santo
crucifijo, lamentándose de que no hubiese algún
remedio para rescatar cautivos , ofreciéndose con
toda voluntad á emplearse en obra de tan alta
caridad ; y le respondió con voz clara el Señor por
su santa imagen las siguientes palabras: Hijo,
no le tocaá ti esto que me pides, sino á Juan,
doctor parisiense, y á sus compañeros, á quienes
tengo encargado esto ministerio. A tí está reservado
otro no menos principal que ejercitarás
con los tuyos. Quedó santo Domingo consolado
con el divino oráculo, y también suspenso por no
conocer á Juan, hasta rpie después en Francia so
encontraron ejercitando sus divinos institutos.
0 Partióse, pues, de París san Juan con intento
de ir á Roma: pasó por la Piovenza: llegó
á Palcon, su patria; y entregándose á la contemplación,
so vio tirar de nuevas ansias de la soledad
, acordándose de aquella paz interior y consuelos
celestiales que en ella habia gozado. Andaba
aun dudoso de lo que debía hacer: porque aunque
había entendido que Dios le quería tomar por
i:!sli'umeulo para fundar una nueva orden; no salea
el tiempo ni el modo con que esto se había de
(jeeiilar; y así, deseoso de entender la voluntad
de Dios, se dio á laiga oración, repitiendo muchasveces
las palabras de san Pablo: Domine, quid
lite ris faceré? Señor, ¿que queréis que haga?
íiespundióle interiormente el Señor, que saliesede
su patria y de sus parientes, y se fuese peregrinan
lo por el mundo á la tierra que él le mostraría.
Así lo ejecutó el santo: salió do Falcon á
pié con un vestido humilde y un báculo en la mano:
caminaba de pueblo en pueblo , predicando
la palabra de Dios, y sustentándose de lo que le
daban de limosna: llegó á París: restituyó á los
prelados las caitas que le Rabian dado: excusóse
de no hacer por entonces aquella jornada , diciendo
que Dios le mandaba que se apartase do los
hombres, para tratar con él asólas, quizá porque
no era tiempo do poner en ejecución obra tan grande,
ni estar él sazonado para sor instrumento de
ella: que Dios dispondría á su tiempo de la cje­
cucion de su voluntad ; v qiie á los. hombres toca
obedecer, nú escudriñar los juicios del Señor.
7 Salió de París, ignorante del camino é incierto
del término; y el espíritu que le llevaba al
desierto , le guió á la Galia Bélgica , al territorio
Melden.se, á la montaña Brolelia, tierra fragosa
y áspera, despoblada de hombres y poblada de
fieras: y habiendo penetrado lo interior de la­montaña
con grandes fatigas y peligros, halló diversas
cuevas mas a propósito­para habitación dolieras,
que para morada de hombres : escogió la
mas horrorosa, por ser la mas á propósito para sepultura
en que deseaba sepultarse vivo, para vi­
\ ir en el mundo como muerto, mientras la niuerleno
le sacaba del mundo. Entre las sombras de su
cueva se ocultaron sus ayunos, penitencias, oraciones
, revelaciones , batallas y triunfos, puraque
aun no llegasen á la noticia de los hombres
las obras del que así huyó de ser conocido de los
hombres; Habiendo estado casi siete meses en
esta cueva, le reveló el Señor que moraba en otra
soledad no lejos de la suya un varón santo, á
quien le convenía ir á buscar. Temió no fuese engaño
del demonio para sacarle de su soledad y
\ ol verle al mundo: gastó toda una noche en oración
fervorosa, suplicando al Señor le guiase y nopermitiese
que fuese engañado del enemigo ; y á la
mañana halló á la puerta de su cueva un maneebode
mas que humana hermosura. Admiróse al
principio con la novedad, y después le gregorito á
quién buscaba y á qué venia; y respondió que venia
enviado de Dios para guiarle en aquella soledad.
Dio el santo gracias al Señor porque le enviaba
, como á Tobías, su santo ángel, para que
fuese guia y compañero de su camino. Anduvieron
juntos algunas millas, conversando de las cosas
del cielo, los que cuanto se diferenciaban en
la naturaleza , tanto se parecian en la santidad: el
ángel que se había vestido de la (¡gura de hombre;
y el hombre que se habia vestido de las propiedades
de ángel; hasta que fatigado san Juan del camino,
se sentó sobre una piedra para descansar
un breve ralo. Cerró sus ojos al dulce sueño, que
al despertar fué muy amargo, porque no vio ó
su guia y compañero: miró por todas partes: dio
voces: y como nadie lo respondiese, prosiguió su
camino, triste y arrepentido de haber dormido el
sueño que le privó do tal compañía , hasta que
pa­ó el rio Materna, y halló un pastor de ovejas., á
quien preguntó si sabia dónde habitaba un varón
de grande santidad que hacia vida solitaria; y perlas
señas quo el pastor le dio, vino á hallar la ermita
y encontrar con el ermitaño, que era san
FYdix de Yalois, que había mas de veinte años habitaba
aquel desierto, y tenia cerca de setenta de
edad. La noche antes había tenido revelación san
FYdix de que el día siguiente habla de venir á visitarle
san Juan: y en viéndose los dos sanios, so
saludaron por sus nombres, como antiguamente
Pablo y Antonio. Pidió san Félix á san Juan quo
se sentase, porque venia cansado del camino : no
quiso san Juan hasta que se sentase san Félix por
mas anciano; y tuvieron semejante contienda que
Pablo y Antonio sobre el partir el pan. Niiigucr,

31G
quiso ceder al otro en la humildad, por cederle la
honra; y terminóse la piadosa porfía , sentándose
los dos á un mismo tiempo. Estando sentados los
dos santos, preguntó san Félix á san Juan , qué le
habia movido á buscar á un siervo inútil del Señor,
que no tenia nada para que mereciese ser
buscado ni conocido de ningún hombre. Dios me
ha enviado á tí, ó Félix (dijo san Juan) como discípulo
á maestro, como mancebo á anciano, comosin
experiencia al experimentado, para que me enseñes
el camino de la virtud , me aconsejes en mis dudas
y me guies en mis ignorancias. Yo empiezo el
camino de la perfección; tú has andadopor él muchos
años; y quiere Dios, que viva en tu comñía
, para que yo siga al que va delante, y no ¡no
pierda dando pasos sobre tus huellas. No te desdeñes
de admitirme por compañero ; que aunque
soy imperfecto , vengo deseoso de aprender la
perfección; y porque soy tibio , deseo con tus
ejemplos enfervorizarme. En tus manos me pongo,
para que dispongas y endereces mi vida : no
rehuses enseñar al que desea aprender, ni despidas
al que Le envia Dios. Gomo una blanda cera,
ó como un poco de barro estoy en tus manos: fórmame
de nuevo é inspira en mí nuevo espíritu
de vida , para que viva en adelante vida espiritual
, como conviene al que ha renunciado al
mundo. Respondió san F,lix : O Juan , no vienes
á ser discípulo , sino maestro : bien lo muestran
tus palabras ; pues con ellas me enseñas las virtudes
que en tantos años no he aprendido. Tu
humildad me confunde, y tus alabanzas me causan
empacho; porque no soy el que imaginas ni
el que dices. No se mide la perfección por los
años , sino por las virtudes : antiguo soy en la soledad
; pero novicio en la virtud : cubierto estoy
de canas ; pero lleno de defectos : mas experiencias
tengo de tibiezas que de fervores. A enseñarme
Le trae Dios á esta soledad , á confundir á
un viejo con un mozo , á que enseñe un mancebo
á un anciano. ¡ Ojalá yo empiece ahora siquiera
con tu ejemplo á servir á Dios 1 No eres tan nuevo
en el desierto , como dices ; que ya sé la vida
que en él has hecho. Lina cosa le puedo decir,
como anciano , y la he aprendido con los años :
. que no por haber salido del mundo , te tengas
por seguro de los lazos del mundo ; porque el
enemigo sigue á los que huyen del mundo , y
va al desierto con los que se salen del siglo : está
con nosotros en esta soledad , aunque no le veamos
; y cuando no puedo vencernos con los vicios,
procura derribarnos con las virtudes , tentándonos
do vanagloria. Mira en cuan gran peligro
andamos ; pues no solo hemos do recelarnos de
las culpas , mas también do las buenas obras.
Mas cuando ese enemigo nos fallara , á lo menos
no podemos huir de nosotros mismos , y en nosotros
tenemos el mayor enemigo ; porque la carno
se rebela contra el espíritu , y nuestra vida , como
dice Job , es una continua guerra , en que,
si no peleamos varonilmente, fácilmente seremos
vencidos.
8 Al fin los dos santos anacoretas se quedaron
juntos, y vivieron tres años con grande con-
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 20
formidad , enfervorizándose uno á otro , como si
entonces empezaran el camino de la perfección,
ejercitándose en continua oración y penitencia , y
en lodo género do virtudes. Acudían muchos á
ellos , traídos del suave olor de su santidad :
unos á pedir consejo en sus dadas : oíros á pedir
remedio en sus aflicciones: otros á buscar salud
para sí , ó para sus hijos ; y todos volvían consolados.
Eslando un dia los dos santos conversando
junto á una fuente délas cosas del cielo, vieron
venir un ciervo blanco , que habian visto muchas
veces en aquella fuente ; pero ahora les causó
admiración : porque traía sobre la frente una cruz
de dos colores , carmesí y celeste. Admiróse mas
san Félix , no entendiendo lo que significaba esta
maravillosa visión: y puso mas cuidadoso y ponsativo
á san Juan ; porque entendía lo que el Señor
le quería dar á entender, y le parecía que le
acusaba de lardo en cumplir su voluntad : y entonces
descubrió á san Félix lo que hasta entonces
le había ocultado , y le declaró la visión que
había tenido en París cuando dijo su primera misa,
y como el ángel Iraia en el vestido la misma cruz
que el ciervo traia en la frente , y que Dios lo
habia enseñado con aquella visión , que quena
fundase una nueva orden para redimir cautivos.
Pues ¿qué aguardas ( le dijo san Félix )"? ¿Cómo
eres remiso en cumplir la voluntad del Señor?
¿Cómo dejas que los cautivos giman lanío tiempo
debajo de las cadenas y espere tan dilatados plazos
su libertad ? Bien claramente te ha declarado
el Señor su gusto: eslo no necesitado consulla,
sino de ejecución. No rehuses tomarla cruz y correr
con ella ; pues Dios te ha enviado un ciervo
con una cruz para enseñarle la ligereza con que
debes correr llevando la cruz do Cristo. No antepongas
lu propia quietud y consuelo al bien de
tus prójimos ; que á Dios se le ha de obedecer en
lo que él quiere , nó en lo que nosotros queremos.
Si en el desierto estás por tu voluntad , aquí tienes
el mundo que dejaste ; y si en en el mundo
estás por voluntad de Dios, allá tendrás el desierto
que apelecisle. San Juan movido con oslas palabras
deseaba cumplir la voluntad del Señor que
tan claramente conocía; pero deseaba que le
acompañase san Félix, y procuraba persuadírselo
con buenas razones: mas san Félix por su humildad
se excusaba, diciendoque él no era llamade
de Dios para aquel'a empresa ; y era soberbia
y temeridad entrarse en obra tan grande sin vocación,
y tomar tan grande cruz sin tener fuerzas
para llevarla. San Juan replicaba que Dios le llamaba
también á él : y sino (deeia) ¿para qué me
trajo Dios á osle desierto? ¿para qué me llamó á
tu compañía? ¿para qué ha venido á los dos
el ciervo con la cruz , sino para que llevemos
esla cruz entre los dos? liso significan los
dos colores do la cruz : que la cruz se ha de
levar entre dos. No nos ha juntado Dios , para
que nos apartemos : si te quedas en el desierto, yo
me quedaré contigo : si salgo de él , has de salir
conmigo : si esculpa salir , has de ser reo de ella:
si es mérito, has de ser participante; para que
veas que me aconsejas, sabiendo que le acón

NOVIEMBRE , 20 LA LEYENDA DE ORO. 317
rejas á tí mismo; pues , ó no lio de seguir tu consejo
, ó lias de tomar mi ejemplo. Pareció á los dos
santos encomendarlo á Dios, para entender en este
punto su voluntad : hicieron larga y fervorosa
oración aquella noche, y se les apareció un ángel
ensueños, y les dijo quo saliesen de aquella soledad
, y fuesen á Roma , y declarasen al sumo
pontífice lo que habían visto y entendido, y dejasen
lo demás á la providencia divina. Confirieron
entre sí despiertos, lo que habían entendido
dormidos; y hallaron ser lo mismo la revelación,
que se repitió las dos noches siguientes : con que
asegurados de la voluntad de Dios , dejaron con
sentimiento y lágrimas el desierto, y se partieron
adonde ei Señor los llamaba. De esta manera juntó
Diosa estos dos santos patriarcas, comoáMoisés
y Aaron, para que sacasen al pueblo cristiano de
la cautividad de los sarracenos, como sacó antiguamente
por medio de aquellos dos hermanos y
siervos suyos al pueblo de Israel del cautiverio de
los egipcios; y juntó en el desierto á la columna
de luz , que (como dijimos) era san Juan , por la
claridad de su sabiduría , la columna de nube , que
era san Félix, por la altura de su contemplación,
con que se remontaba al cielo, para que fuesen
guia del pueblo cautivo á la tierra do la libertad,
y á la tierra de Promisión de la bienaventuranza:
porque no llamaba Diosa estos dos santos patriarcas
a rescatar solo los cuerpos de las prisiones de
los infieles, mas también á libertar las almas de
las cadenas de los pecados.
9 Fueron á París á dar cuenta de lodo al
obispo y abad de San Víctor, y á otros varones
sabios y prudentes , que habían sido testigos de la
primera visión , y con sus cartas de recomendación
para el sumo pontífice se partieron á Roma á cumplir
lo que el Señor les habia mandado. En este
viaje padecieron muchos trabajos, por ser entrado
el invierno, é ir á pié y mendigando; pero Dios
los regaló; y envió su ángel, que les prometió feliz
suceso de su jornada , y que serían bien despachados
del sumo pontífice. El mismo sumo pontífice,
que era Inocencio III, tuvo aviso del cielo, antes
que llegasen los santos anacoretas, do que venían,
que los recibiese paternalmente, y les concediese
lo quo le pidiesen. Llegaron los dos á Roma: declararon
á Inocencio sus Intentos, y los sucesos
maravillosos con que el Señor los habia llamado
: diéronle las cartas del obispo de París y
abad do San Víctor, y luego conoció el sumo pontífice
en sus aspectos, modestia y palabras que
conformaba su \ ida con la obra que Dios quería
hacer por ellos. Despidiólos con señales de mucho
amor, dándoles buenas esperánzasele ver cumplidos
presto sus deseos, y mandóles quo el tiempo
que estuviesen en Roma , se hospedasen en su palacio.
Por proceder con mas madurez consultó el
sumo pontífice osle negocio con los cardonales: y
leyendo las cartas del obispo y abad , y considerando
la vida de Juan y Félix , y las señales con
que Dios había declarado su voluntad , dijo que lo
parecia venir este negocio guiado del Espíritu santo
; y los cardenales respondieron : A Domino facium
est istucl, ei esl mi-rabile in oeulis noslris:
Esta es obra de Dios , y es admirable en nuestros
ojos. Con todo eso, para asegurar mas el acierto en
cosa de tanta importancia, mandó el sumo pontífice
ayunar tres días en Roma , y ofrecer muchas
oraciones y sacrificios, para implorar la luz del
Señor. El mismo sumo pontífice celebró públicamente
á esto fin en la iglesia de San Juan de Letra
n , dia de la octava de la virgen y mártir santa
Inés; y al levantar la hostia , vio un ángel vestido
de blanco , con la cruz carmesí y celeste , cruzados
los brazos sobre dos cautivos, uno moro y olro
cristiano. Quedó suspenso por un rato con la admiración:
y acordándose de la visión que le habia
contado san Juan haber tenido en París, la cual
era en todo semejante á esta, entendió que era
la voluntad de Dios, que aprobase aquel instituto
para redimir los cautivos. Acabada la misa,
llamó á los dos anacoretas , y les declaró la visión
que habia tenido , y como Dios se mostraba el autor
de aquel nuevo orden. Mandó hacer dos hábitos
blancos, y poner en ellos la cruz de dos colores
semejante á la que traia el ángel; y el dia de la
Purificación do nuestra Señora , á 2 de febrero do
i 197 , vistió el hábito á los santos patriarcas , declarándoles
que el color blanco del hábito representaba
al Padre, el celeste do la cruz al Hijo, y el
rojo al Espíritu santo , que él nombre de su orden
había de ser de la Santísima Trinidad; y el instituto
redimir los cautivos cristianos ; y añadió con oráculo
de sumo pontífice : líie est ordo approbalus,
-non á sanclis fabricalus, seda solo suinmo Deo:
Este es el orden aprobado , no fabricado de hombres
sino del sumo Dios solo. Mandó á los santos
que se volviesen á París; y escribió al obispo y abad
de San Víctor, quo mirando con atención las cosas
pertenecientes á la nueva orden , dispusiesen la regla
que habían de guardar según su instituto perpetuamente
, para que él la aprobase con su autoridad.
JO Volvieron los santos ó París: dieron las
cartas del sumo pontífice al obispo y abad; y después
de mucha consideración formaron la regla,
atendiendo principalmente al parecer de aquellos
que eran padres y fundadores de la nueva orden,
juzgando como era cierto , quo á los que Dios había
escogido para instrumentos de esta obra , y primeras
piedras de este edificio , los alumbraría é inspiraría
lo mas conveniente , y mas conforme á su
voluntad. Partieron de París con la regla, y con
algunos sugetos que en aquella universidad seles
habían juntado , y fueron al territorio Meldense á
visitar su antigua morada. Entraron en sus cuevas:
visitaron muchas veces la fuente donde hablan
visto al ciervo con la cruz; y deseando hacer el
primer convento de su religión donde habían recibido
el espíritu de olla, fueron á hablar al obispo
meldense, y le pidieron licencia para edificar allí
una iglesia ; y alcanzada, empezaron la obra, ayudados
de muchos que venían atraídos de la faina
do su santidad. Cercaron la iglesia de casillas, ó
chozas fabricadas de troncos de árboles, ramas y
piedras , para hospedar á los que venian á visitarlos
y á los que se allegaban á ellos, deseosos do
imitar su vida y seguir sus ejemplos: llamóse esto

318 LA LEYEND A DE ORO. NOVIEMBRE , 20
Jugar Ciervo-Frígido , por el ciervo que buscaba cu
la fuenle refrigerio de su sed.
11 Habiendo dado esle rudo principio y como
bosquejo al convenio de Ciervo-Fírgido , que después
lia sido muy insigne, quedándose en él san Félix
para gobernarle, se parlió san Juan á Roma con
la regla , para pedir la aprobación de ella al sumo
pontífice. Como creciese el número de los compañeros
de san Félix y no cupiese en aquel estrecho
convenio, trató de hacer otro mas capaz , para el
cual le dio el conde Gualterio Castillonien.se , capitán
de la guarda de Felipe Augusto, una rica heredad
, y con sus riquezas ayudó al nuevo edificio.
Dicen algunos que fué esto recompensa de un
gran beneficio que habia recibido el conde de los
santos Juan y Féh.x; porque habiendo ido el conde
los años antes á la conquista de la Tierra sania,
fué preso y cautivado de los turcos. Viéndose cautivo)'
muy afligido, se acordó de los dos anacoretas
san Juan y san Félix , que sabia hacían v ida solitaria
en la montaña Brodelia; y encomendándoseá
sus merecimientos , sin entender ol modo , se halló
en Francia, en un pueblo suyo vecino á la montaña
Brodelia : y agradecido á tan gran beneficio, y habiendo
experimentado cuan penosa es la cautividad
de los moros, dio de buena gana su heredad
para los que se empleaban en redimir cautivos.
Después la condesa de Borgoña Matilde , y María
Panaleria y Roberto de Planells hicieron muidlas
y ricas donaciones á esle monasterio y á la Redención
de los cautivos , las cuales confirmó Inocencio
III, por bula dada el año de 1198, á 16 de
mayo, como consia de la misma bula , que se halla
en el libro primero de las Epístolas decretales de
dicho pontífice.
12 Legó á Roma san Juan al principio de
diciembre del año de 1198; y habiendo visto y
examinado la regla el sumo pontífice , la aprobó
y confirmó á 17 de diciembre del mismo año de
1198, añadiendo algunas cosas , á petición de san
Juan de Mata , como parece por la bula que trae
Gil González , Macedo , Tamayo y otros autores,
y se halla en el libro primero de las Decretales de
Inocencio, y en el lomo primero del Bularlo Romano,
constitución primera de dicho papa. Instituyó
también á san Juan de Mata ministro general
de toda la orden , y quiso que fundase un convento
en Roma , para lo cual le dio rentas , y señaló
sitio en el monte Celio , y dio una iglesia dedicada
á san Miguel y á sanio Tomas de Formis , llamada
así por estar cerca de los acueductos , (pie
se llaman así.en lengua italiana. Con los compañeros
que se habían allegado ya y se allegaban
cada dia á los santos patriarcas, de los cuales algunos
eran doctores parisienses, y muy estimados
por sus letras en aquella universidad , iba creciendo
muy apriesa la nueva planta, que después ha
extendido sus ramas por lodo el mundo , y llevado
por fruto innumerables lujos insignes en santidad
y sabiduría : y muchos que con el derramamiento
de su sangre han confirmado el oficio de redentores
que profesan.
13 Apenas habían pasado cuatro meses,
cuando deseando san Juan cumplir el fin de su
instituto, habiendo juntado las limosnas que [indo,
trató de hacer la primera redención en el reino
de Marruecos. Habló al sumo pontífice; y él se
alegró mucho : y habiendo señalado san Juan para
esta redención á Fr. Juan Anglico, y Fr. Guillermo
Escolo, dos de sus primeros compañeros,
que se le habían allegado en París, les dio una carta
para el Miramamolin, de la cual pondré aquí un
pedazo, por ser grande alabanza de su instituto.
La carta dice así:
14 Inocencio papa III. Al ilustre Miramamolin,
rey de .Marruecos, y á sus vasallos, que deseamos
lleguen al conocimiento de la verdad , y
perseveren en ella. Entro las obras de misericordia
, que Jesucristo Señor nuestro encomendó en el
Evangelio á sus fieles, no tiene el menor la redención
de los cautivos. De aquí es quo á laspersonas
que se ocupan en tan santos ejercicios ¡as debemos
honrar con gracias y favores apostólicos. Algunos
varones de cuyo numero son los que llevan esta
carta , inflamados del divino Espíritu . inventaron
poco háregla y orden, por cuvos estatutos la tercera
parle de las rentas que ahora llenen , ó en
adelante adquieran, deben gastar en la redención
de los cautivos, ele. Dada en el Luterano, á
8 do marzo , en el año segundo de nuestro pontificado.
»
lo Fueron bien recibidos del rey de Marruecos
los'redenlores, v rescataron ciento odíenla y
seis cautivos cristianos del cautiverio de los moros
con oí dinero que llenaban , y con sus santas palabras
y buen ejemplo quo dieron, rescataron algunos
moros de! caunverío del demonio. Contaron
á san Juan lo mucho que padecían los cristianos
en poder de los bárbaros , y cuánto peligraba su
fé entro tanta crueldad é infidelidad; y el santo,
deseoso de remediar tan grave necesidad , juntó
las limosnas que pudo , y pasó á Túnez llevando
por compañero á Fr. Anglico : y habiendo rescatado
ciento y veinte cautivos y pagado el precio
en quo se concertó con los moros; estos como inflólos
le prendieron y azotaron cruelmente, diciendo
quo les habia engañado en el precio. Estaba
muy gozoso el sanio al recibir los azotes;
porque hacia con propiedad el oficio de redentor
padeciendo por sus redimidos : solo estalla
cuidadoso no le quitasen los bárbaros los cautivos;
y así en acabando de azotarle se hincó do rodillas,
y lomando en las manos una ¡mágen do nuestra
Señora que traía siempre consigo , suplicó á la
santísima Virgen que le socorriese en aquella necesidad
; porque aquellos cautivos cristianos no
volviesen á poder de los moros. No so hizo sorda
la Reina de los ángeles á las voces do su siervo;
antes so apareció allí luego en forma de una hermosísima
doncella, y le dio á san Juan una cantidad
de oro , con que pudo contentar la codicia de
aquellos bárbaros. No cesó con eslo la infidelidad
délos moros ni las maravillas de Dios; porque
estando en Visoria para embarcarse con sus
cautivos para Roma , vinieron los moros como leones
bramando contra el santo , porque habia detenido
á muchos para que no dejasen la fé , y rompieron
las velas del navio, para que , ó no pudiese

NOVIEJIRUE , 20 LA LEYENDA DE ORO
navegar, ó se anegase en las aguas. Afligiéronse los
D I O O o
cautivos y marineros; pero san Juan lomó su maulo
y lo puso por vela del na\ lo , y mandó ú los pilólos
que on nombre, de Dios se hiciesen á la vela; y ellos
mas confiados en las oraciones del sanio , que en la
propia industria ; empezaron á navegarían próspemenlc
que en seis horas llegaron desde Visoria á
Rema, siendo viaje de muchosdias. Enlró san Juan
en Roma, triunfando con aquel ejercito ríe cautivos
á quienes había dado libertad, entre aplausos y veneraciones
de aquella ciudad , que veía resucitados
mas gloriosamente los triunfos do los emperadores
; y el sumo pontífice dio gracias al Señor con
las palabras del salmo 115: IMrupisli díñenla
inca: Ubi sacrificaba liosliam lawlis: y el olio
did salmo 125: ln coucerlcndo Dominas caphcitalem
Sion, facli sumas, sícul consolali.
Otras muchas redenciones hizo el sanio ; y en una
que hizo en España en ia ciudad de Valencia, sucedió
semejante maravilla á la que queda ya referida
: porque hallando muchos caulivos en gran
peligro de perder la fé. y no teniendo con cpio
rescatarlos, se puso á decir misa de nuestra Señora
, pidiéndola quo le socorriese en aquella necesidad
; y acabada , halló junio al altar loda la cantidad
do oro y plata de que necesitaba para ol
rescate.
16 Como era tan grande la santidad y sabiduría
de san Juan de líala, y el sumo pontifico
Inocencio la tenia muy conocida , se valia de él
para empresas gloriosísimas del servicio de Dios:
y así habiendo podido Voleario , rey de Dalmacia
y Dioclia al sumo poiilílico que le enviase legados
, varones doctos y prudentes que en su nombre
juntasen concilio nacional , para reprimir los
vicios que se habían introducido hasta en los prelados
, con que corrompida la sal , se iba corrompiendo
el reino , y con los vicios se introducían algunos
errores; el sumo pontífice, condescendiendo
al piadoso desee del rey envió por legados á san
Juan , á quien antes habia hecho su capellán, y á
un compañero suyo llamado Fr. Simón, les dio
carias de recomendación para Yulcano, en quo
dice cuánta satisfacción tiene de la ciencia y virtud
do los legados que envía. Predicaron con
grande zelo y espíritu conlra los vicios y errores:
celebraron concilio en que hicieron muchos y saludables
decretos para la reformación del oslado
cclesiáslieo y de lodo el reino , los cuales trae Alluna
en su Crónica , y parte de ellos Macedo, y
Tamayo de Salazar. Cuan loablemente se portaron
en esla ligada san Juan y FY. Simón, con
ningunas palabras se puede mejor declarar que con
las rpie escribe el rey de Dalmacia , respondiendo
á la cada del sumo pontífice , y dándolo gracias
por haberle enviado tales varones. Habiendo
(dice ) llegado á nuestra presencia ei señor Juan
capellán, y el señor Simón, religiosos y prudentes
logados de la sania católica y apostólica sede , nos
hemos consolado y alegrado en gran manera: porque
asi como el sol cuando resplandece con su
claridad y virlud alumbra lodo el orbe ; así queda
alumbrado é ilustrado lodo este reino con su sania
y saludable predicación; y así podemos decir con
319
razón, Visilavit nos oriens ex alto. Informados
nosotros por su virtud y letras, damos muchas
gracias á Dios y á vuestra santidad , porque nos
enviasteis tales varones cuales los deseábamos,
adornados con prendas divinas; pues toda dádiva
y todo don perfecto viene de arriba.
17 Acabada su legacía, le ofreció el rev muchos
dones; pero nuda quiso admitir el verdadero
legado apostólico , y volvió ó dar cuenta al
papa de su legacía , el cual le quiso hacer obispo
de Ostia; pero ol santo no admitió el obispado, y
suplicó á su santidad que le dejase morir en aquella
pobreza y humildad que habia comenzado, y
no le pusiese grillos con la dignidad para no emplearse
en la redención de los caulivos, que era
el fin para que Dios le habia llamado. No quiso
obligarle ni afligirle el papa; antes le dio licencia
para partirse á España como lo deseaba , para
fundar en ella conventos de su orden y redimir
cautivos ; porque se ofrecía allí buena ocasión, por
estar gran parle de España ocupada de los moros.
En España fué muy bien recibido de don Alonso
VIII, rey de Castilla, y de don'Pedro II,
rey de Aragón, y de don Sancho el Fuerte,
rey de Navarra; y con el favor de estos reyes
fundó los conventos de la Puente de la Reina
, Burgos , Toledo , Segovia , Lérida y otros,
on los cuales sus hijos , fuera do salir á continuas
redenciones, hospedaban los peregrinos , no contentándose
con una obra de caridad, sino quo
ejercitaban muchas. En Lérida hay tradición que
se hospedaron en aquel convento los dos santísimos
patriarcas sanio Domingo y san Francisco
cuando estuvieron en España. Estando san Juan
de Mala en la fundación de Burgos , profetizó al
sanio rey don Fernando , que entonces era niño
y so hallaba en aquella ciudad con el rey de León
su padre: que habia de tener muchas felicidades
en Castilla, y habia de recibir grandes favores de
Dios. En Francia fundó también muchos monasterios
y predicó contra los albigenses , por mandado
del sumo pontífice Inocencio; y aun afirma
Macedo , que tuvo cargo de inquisidor , para reprimir
y castigar estos herejes.
18 Dio cuenta al sumo pontífice de los conventos
que habia fundado en España de su religión
, "y el sumo pontífice le confirmó todas las
donaciones hechas en ella, que fueron muchas,
por una bula que trae Gil González. Pasó después
á Roma , y ocupábase allí con gran solicitud
en enseñar, predicar y visitar enfermos y encarcelados
, consolando á los afligidos, remediando
á los necesitados y procurando ayudar á sus
prójimos con lodas las obras de caridad espirituales.
Predicando un dia en la iglesia de su convento
, vio entre la mucha gente quo habia concurrido
á oírlo, á un hombre que hacia muchos gestos
y visajes á lodo cuanto decia. Acabado el
sermón, hizo que le trajesená aquel pobre hombre:
y aunque lo decían que era sordo y mudo, el santo
conoció con luz del cielo, que no era enfermedad
del cuerpo la que padecía, sino que el demonio
se habia apoderado de él y le fingia sordo
y mudo : conjuróle y mandóle hablar; y el de-

320 LA LEYENDA DE ORO. NOVIE-UME , 20
monio respondió á lo que el santo le preguntaba: tiempo hizo Dios para honrar á su siervo , algunos
y últimamente , invocando á la santísima Trini- milagros; porque cuatro ciegos cobraron vista , lindad
. aplicando á la boca del endemoniado la gando con los ojos á las manos del santo , y una
cruz que traía en el escapulario, le libró del de- mujer manca recibió entera salud. Al cuarto dia
monio , y en adelante pudo aquel hombre oir y fué sepultado con la solemnidad , que a tan santo
hablar sin ninguna dificultad. Disponía por esto patriarca se debía; asistió á su entierro el sumo
tiempo Inocencio 111 celebrar el concilio latera- pontífice con los cardenales , y le mandó colocar
nense , y Felipe Augusto , rey de Francia , nom- en un suntuoso sepulcro elevado de la tierra , del
bró á san Juan de Mata, con aprobación de su cual manó por muchos años aceite de maravillosa
santidad , para que asistiese como teólogo suyo al fragancia que era medicina de muchas enfermedaconcilio
general; pero Dios le llevó antes para sí des. Mandó el sumo pontífice Inocencio III poner
á recibir el premio do sus gloriosos trabajos con en el sepulcro de san Juan el epitafio que, traduque
había servido á su gloria , ó la Iglesia y á to- cido en romance , del que hoy se lee en la iglesia
da la república cristiana. del convento romano do Sanio Tomás de Formis,
10 Deseaba el santo salir de osle destierro y y le trae Mancedo , que escribió en Roma , dice
entrar en la patria celestial: pedia esto continua- as:: En el año de la Encarnación de 1197 ; y en el
mente a Dios en sus oraciones; y envióle el Señor primero del pontificado del señor papa lnocenun
ángel que lo dijo como sus oraciones hablan ció III á los 15 de las calendas de enero. fué itissido
oídas, y que después de un año seria su par- tituido por revelación divina el orden de la Sanlílida.
Consolóse el siervo do Dios con saber el tér- sima Trinidad y délos cautivos por Fr. Juan,
mino, aunque so le hizo largo el plazo; y aquel debajo de propia regla, que le fué concedida por
año. Como si fuera el de su noviciado, dobló sus la sede apostólica; y el mismo Fr. Juan fué sepulpenilencias
y oraciones, y se previno para recibir lado en este lugar el año del Señor de 1203 , el
a! Señor cuando llamase á su puerta. En llegando dia 21 de diciembre.
el mes de diciembre. que era el do su muerte, 20 Maravillosa fué la vida da este santísimo
adoleció de una ardiente calentura, y cuando se patriarca , prodigiosas sus virtudes, raras sus exacercó
su partida, recibió los sacramentos con mu- celencias, muchos sus milagros; antes cada vircha
devoción ; y tres dias antes de su muerte tud suya es un milagro , la penitencia con que
mandó abrir su sepultura 6 hizo que le llevasen afligió su cuerpo en la niñez , en la juventud , en
cerca de ella en una esterilla, y que le trajesen allí la edad do varón y en toda la vida: la virginidad
las armas de su milicia , (pie eran los cilicios, dis- que con-o-vó desde la cuna hasta el sepulcro:
ciplinas, cadenas de hierro y los otros inslrumen- la humildad con que huia las bomas y se lelos
con que habia afligido su cuerpo, y con. gran- nm por el menor, y quería ser enseñado codo
atención se puso á contemplar en la sepultura como discípulo, el que era maestro de muchos :
abierta la puerta de la eternidad , y en los inst.ru- la fortaleza con que sufrió tirmentos y desprecios
menlos de la penitencia las armas de la milicia por la re lencion de los cultivos, la caridad con
cristiana con que se vence el hombre á sí mismo, (pie deseaba padecer mart'rio por amor de Jesu-
Lloraban sus hijos, y él los consolaba , diciendo, cristo para sor verdadero redentor , conformánque
su muerte no era materia de llanto sino de doso en la muerte con su Redentor. ¿Qué diré de
alegría, porque no los dejaba , sino que iba do- las otras virtudes? No se contentó su zelo apostélame
adonde presto le habían de seguir: ni mo- Uro con enseñar con obras y palabras ; mas esria
, sino que trocaba la vida temporal por la cribió muchos libros eruditos y provechosos, para
cierna, en dondo les seria mas padre que en la servir de muchas maneras á la iglesia y aprovetíerra.
Exhortólos ó todas las virtudes especial- char de tolas maneras al mundo. Lo que es muy
mente á la caridad con los pobres y cautivos: digno do admiración , y un gran milagro que prueechóles
su bendición , pidiendo á Dios que la ba la grande santidad de este esclarecido patriarconíirmase
desde el ciclo ; y luego lomalido un ca , es la dilatación que vio de su religión y mnlcrucifijo
en las manos, dijo con grande afecto tiplicaciou desús hijos en diez y seis años que la
aquellas palabras: III manus lúas, Domine, gobernó; porque dicen algunos autores que dejó
commendo spiriíum meum. Parecía que ya os- fundados casi cien conventos en Italia , Francia ,
piraba, y quo el alma desamparaba el cii"rpo ; España, Inglaterra , Escocia, irlanda , Flandes,
pero recobrándose un poco apurando los labios Alemania , Polonia , Dalmacia . Siria . Egiplo,
al costado de Oíslo , esperó hasta quo se cantó el A Luma , Holanda , Dinamarca , Chipre, Síiecia,
cántico Bcnediclus; y al llegar á aquellas pala- Escandía y Hungría , sin que so conociese reino de
bras: Per viscera misericordia) Bei noslri, bajó la cristiandad donde no se hallase fundado algún
del cielo una luz que cercó su rostro ; y entre es- convento de la Santísima Trinidad , donde traba-
Ios resplandores di: gloria (lió el alma á su Cria- jasen los hijos de san Juan do Mala , como dilidor
á 17 de diciembre de 1203. Quedó el cuerpo gentes operarios de la viña del Señor y como
como si estuviera vivo, y estuvo cuatro dias sin nuevos apóstoles, procurando librar á los fieles
sepultar, con grande concurso y veneración do del cautiverio do los infieles, y á los infieles de la
todo el pueblo romano , prolados y cardenales, y esclavitud de! demonio. Cuanto se haya acrocendel
mismo sumo pontífice Inocencio, (pío sintió lado después esta sagrada religión en monasterio*
mucho la muerte de san Juan, por haber perdido y varones insignes, así en la familia observante,
la Iglesia una de sus mas firmes columnas. En este como en la descalcez que instituyó el venerable

NOVIEJIBIVE, 20
P. Fr. Juan de la Concepción , no es rosa quo se
so pueda decir cu pocas palabras, y os mejor venerarlo
callando , (pío agraviarlo diciendo poco.
21 Afirma la tradición do su religión , y graves
autores antiguos y modernos , quo id papa
Líbano IV de feliz memoria canonizó solemnemente
con los ritos y ceremonias que entonces
se usaban á san Juan de Mala y á san Félix do
Valois. Verdad os, que Ferrario, autor de cuatrocientos
años , que relíere esla canonización, dice,
que la hizo el sumo ponlilice á 1 do mayo de
12G2. y los demás autores la ponen en el año do
12013, á h do octubre; poro puédese responder
lo quo respondió el abogado de la causa de la declaración
del culto de estos sanios , que pues todos
los autores afirman la canonización, y solo se diferencian
en el tiempo do señalarla, se deben
interpretar benignamente : Ferrario , de la canonización
hecha cuanto á la solemnidad y ceremonias
, en 1 de mayo de 1202; y los demás
autores, do la expedición de la bula de la canonización
despachada en k de octubre del año siguiente
, como sucede algunas veces que se despacha
la bula de los sanios mucho liempo después
de la canonización. Mas por no hallarse esta bula,
se examinó de nuevo con grande diligencia en liorna
la causa de estos santos patriarcas , y se hicieron
informaciones en diversas partes de la
cristiandad , y dos procosos en la curia romana,
los cuales he tenido on mi poder: y siendo juez
delegado por la sacra congregación de rilos el
eminentísimo y reverendísimo señor cardenal Gineti
, vicario general del papa , dio y pronunció
sentencia difinitiva el año de 1(105, á 31 de julio,
en favor de ía veneración v culto que habian tenido
y poseído de liempo inmemorial dichos sanios
fundadores. Esta sentencia api: bó la sacra
congregación al año siguiente de 1GC6 , a \ k de
agosto, y confirmó el papa Alejandro VII, el mismo
aro, á 21 del mes de octubre. Contiene dicha
sentencia y prueba seis diferentes actos de veneración
y culto , que gozaron estos gloriosos fundadores
: conviene á saber, título v nombre de salí­
tos , erección de aliaros , pública colocación de
sus imágenes, lamparas encendidas , celebración
de misas y rezo c!e antífonas y oraciones prop'as.
Después ol papa Clemente IX, por breve despachado
á 12 de abril de !(;(;!), concedió á loda la orden
(le la Santísima Trinidad que celebrase á sus anlos
pair arcas y funcladoies con misa y rezo de
común de confesores no ponliliccs, conforme á las
rúbricas del breviaro romano. Fuego el mismo sumo
ponlilice, por breve de 20 de agosto de! misino
año , extendió esta concesión , dando licencia
para que todos los sacerdotes seculares y regulares
¡Hiedan decir misa de dichos sanios los dias do su
liesla en los convenios de su orden : y en 18 de
octubre siguiente , á instancia del serenísimo duque
ele Sahova , dio licencia para rpie en todo el
oslado de Saboya so rece de san Juan y san Félix
, por pertenecer Falron, patria de san Juan de
Mala . á la jurisdicción del duque. Nuestro santísimo
padre Clemente N . por breve de 20 de diciembre
de 1070, ha concedido indulgencia plena na
TOMO IV.
LA LEYENDA DE ORO. 321
perpetua á lodos los que, confesados y comulgados,
visitaren cualquiera do las iglesias de la orden de
la Santísima Trinidad en el dia de la liesla de san
Juan de Mala y san Félix de Valois: lo cual dice
quo concede , atendiendo á los sobresalientes
merecimientos de estos santos patriarcas : y á 2V
de enero de 1G0J , mandó poner á los dos santos
en el Martirologio romano; y finalmente, á G de
mayo del año pasado de 1GG3, concedió á san
Juan y á san Félix oraciones y lecciones propias,
para toda su orden de la Santísima Trinidad.
22 Escriben y hacen mención de san Juan de
Mala los cronistas do su orden; muchos breviarios
antiquísimos; el maestro Gil González Dávila;
Fr. Francisco Macedo ; Tamavo de Salazar, en
su Martirologio, á 21 de diciembre; el P.Alonso de
Aurlrade, de la Compañía de Jesús; y oíros muchos
de dentro y Inora de su religión , que se podrán
ver en los autores referidos.
SAN EADMUNDO, REY Y MÁRTIR. — De la san- "
gre real y prosapia noble ele Sajonia, I rajo su descendencia
el gloriosísimo rey y mártir Eadmundo,
siendo lan católico, tan virtuoso, tan caritativo y
humilde desde sus primeros años, que eslas divinas
prendas aun sobresalían mas en él, que el lustre de
su real sangre : por lo cual, fallando rey en Ing'aterra
, por común sentir de todas las provincias
fué electo v ungido por su rey: y de verdad , que
cuando no tuviera real sangre, la hermosura y
genlileza suya , la docilidad y afabilidad con todos
con que se hacia amable,su gran mansedumbre
, su agradable conversación , sobre las demás
virtudes referidas , le hacían merecedor dignísimo
do la corona , y aun se puede añadir, que también
de la de mártir glorioso; porque su rostro
hermoso era de ángel mas que de hombre. Había
en su tiempo unos crueles enemigos de la religión
cristiana : estos eran los danos , gente bárbara, sirf
Dios y sin lev y sin razón. Estos junios en un bárbaro
ejército, de quien era cabeza infernal lnguar
ó llimguar, entraron por Inglaterra destruyendo
todas sus ciudades y villas, y haciendo lan
cruel y sangrienta guerra , por ser ricos y ensílanos
los ingleses : pues como á cristianos los aborrecían
, y deseaban borrar del mundo su memoria;
y como á ricos y poderosos, deseaban robarlos;
porque esla bárbara genio solo vivía de! robo,
homicidio v latrocinio, como vicios al fin opuestos
á las virtudes que abiaza y ejercita la religión
cri-tiana.
2 Sabia muy bien el tirano Inguar, que Eadmundo
era mozo de bríos v gran valor , y que si
salia en campaña , no podría defenderse do él: y
así no le mi mió guerra alguna, sino entrando de secrelo
y sin dar a\ iso, iba despoblando las ciudades,
no perdonando vida de cristiano, para que cuando
llegase al rey sanio la nolicia, lo fallasen los
soldados que podía juntar do las ciudades que ya
él dejaba destruidas v asoladas: pero se engañalía
: porque si Eadmundo hubiera de'defenderse,
mas bien lo liarla con los soldados v ejército que él
lo habia juntado y colocado en el cielo por medio
del marlnio, que con los mismos cuando vivían
en osle mundo: mas no quiso el santísimo v piist-
: i

322 LA LEYEND A DE ORO. NOVIEMBRE, 20
mo rey, sino es animarlos y seguirlos, como se
vio claramente en la respuesta que dio á un embajador
que el bárbaro le envió, tan soberbia, como
suya, con llubba, olro ministro de Satanás, v
-criado suyo : cuyo tenor fué este: « Aquel de cuyo
poder y vista tiembla la tierra y el mar, Inguar,
nuestro señor, rey invictísimo, ha llegado á este
deseado puerto con infinitas naves á invernar,
después que sus armas, gloriosas siempre, dejan
rendidas y sujetas diversas tierras y provincias: y
así manda, que si quieres reinar con él, parlas
con él tus antiguos tesoros y patrimoniales riquezas;
y que adviertas, que si menosprecias su poder
y mandatos, serás tenido por indigno del reino
y de la vida;.y él, y sus soldados, y legiones infinitas
te privarán brevemente de uno y otro.»
Esta fué la embajada del bárbaro Inguar : y el
atrevido y soberbio embajador llubba añadió
(viendo la mansedumbre con que el santo rey le
atendía) estas razones locas: ¿Y quién eres tú,
para que inobedientemente te atrevas á contradecir
tan inmenso poder"? El cielo, la tierra, el viento,
la mar, y hasia los mismos dioses veneran poder
tanto; ¿y tú le menospreciarás? Sujétate,
pues, á tan grande emperador; advirliendo, que
sabe perdonar humildes y castigar soberbios.
3 Oída la embajada soberbia, un santo obispo
que asistía al rey, mirando solo por su vida y persona
real, sabiendo que ella sola valia mas que todos
los tesoros del mundo, le aconsejaba los diese
al bárbaro, y salvase su vida; á quien el santo rey
dijo : O obispo : tú temes no me quite el bárbaro
la vida; y yo no deseo otra cosa, por no quedar
vivo cuando veo muertos mis fieles y católicos vasallos,
á quienes con sus hijos y mujeres en sus
mismos lechos ha muerto el tirano bárbaro. Ellos
han muerto por Dios y por la patria: por ellos y
•por Dios deseo morir, para ser partícipe de sus coronas.
El Todopoderoso me es testigo que ninguno
habrá en este mundo que pueda apartarme de la
candad de Cristo que recibí en el santo bautismo.
El bárbaro me ofrece la vida que Dios me da, el
.reino que poseo, y las riquezas que no estimo : ¿y
por estas cosas me sujetaré á dos señores, cuando
be jurado solo vivir y morir por Cristo, y servirlo
á él solo? No lo esperes. Entonces vuelto al bárbaro
embajador, le dio esta divina respuesta: Digno
eres de quo mis soldados te quitaran la vida
por tu arrogancia y soberbia; pero siguiendo el
ejemplo y consejos de mi Maestro y Redentor Jesucristo,
no quiero ensangrentar mis manos, sino es
por su amor perdonarte, cuando por su amor también
y su nombre santísimo estoy dispuesto á dar
la vida, sin rendirla á vuestras sectas : por lo cual,
mi consejo es, que al instante vuelvas á tu señor
v le digas estas solas palabras: Ríen (¡ ó hijo de
Satanás!) imilasá tu padre, que soberbio cayó del
cielo, y deseando tener quien le imitase en todo,
engañó al linaje humano, é hizo á muchos partícipes
de sus penas eternas. Así tú intentas que yo
te imite y siga ; pero ni tus halagos ni tus amenazas
me apartarán do Cristo. Los tesoros y riquezas
que la divina clemencia me ha dado, serán tuyos
desde luego ; si haciéndote cristiano siguieres la
bandera do Cristo, siendo alférez de los ejércitos
del Rey de la gloria : pero si no admites la milicia
y religión cristiana, sabe y y ten por cierto, que
por amor do esta vida temporal, el cristiano rey
Eadmundo no se sujetará á pagano dueño : y si me
quitares (como á mis fieles) la vida, el Rey de los
reyes, que lo ve y juzga todo , teniendo de mí misericordia,
mo dará el reino y corona de la vida
eterna.
k Con esto so fué el bárbaro; y apenas salia
de su palacio, cuando vio á su señor Inguar, que
pareciéndole tardaba, venia á buscarlo. Díjole brevemente
lo que Eadmundo respondia: lo cual oido
por el bárbaro tirano, mandó prender al santo
rey: lo cual fué fácil, por hallarse en esta ocasión
desprevenido, solo, fuera do la corte, en una villa
pequeña , y no hacer resistencia alguna, por saber
iba á morir por Cristo. Preso y muy maltratado lo
trajeron ante el bárbaro Inguar, como á Cristo anto
Pílalo. Ilízole sus preguntas : calló á todas, como
inocente cordero, imitando en lodo á Cristo : por
lo cual el tirano bárbaro le mandó azotar cruelísimamente,
y dar muchos palos; y después que los
verdugos estaban cansados, mandó que lo alasen
á un árbol, y que lo asaeteasen , habiéndolo azotado
anlesolra vez cruelísimamenle. Comenzaron
á dispararle saetas todos aquellos bárbaros soldados,
como si jugaran y tiraran al blanco : tantas lo
dispararon, que unas se encontraron con oirás; y
no hallando ya lugar en el santo cuerpo para nuevas
heridas, por una misma herida entraban de nuevo
muchas saetas, tanto, quecausaba horror y compasión
mirarlo, aun á los mismos bárbaros; porque
parecia un espin , ó un erizo , siendo otro nuevo
san Sebastian, invictísimo mártir. No cesaba el
rey santísimo de invocar el dulce nombre de Jesús,
y predicar su fe santa, exhortando á los fieles á
morir por ella , como él moria gozoso, regocijado
y alegre; lo cual visto por el bárbaro Inguar, lo
mandó cortar la cabeza. Desaláronle los verdugos
del árbol; y si en ellos cupiera piedad alguna . la
tuvieran de verle tan maltratado y herido; porque
todas las costillas tenia descubiertas , hasta las entrañas
y corazón se le veiansiendo milagro patente,
que tuviese algún poco do calor y vida, que le conservaba
Dios paraque adquinesemas aquellanueva
corona y triunfo deser degollado por suamor. Hizo
una breve y fervorosa oración , según lo permitían
los alíenlos do la poca vida quo tenia, recobrados
entonces con nuevo vigor y ánimo , y luego inclinó
la cabeza, que le cortó el cruel verdugo de un fiero
golpe, con que voló su santísima y purísima alma
á tomar posesión de la corona do gloria , donde
reina con Cristo, siendo dos veces rey y mártir glorioso.
Fué su martirio a 20 de noviembre (dia en
que le celebra nuestra madre la Iglesia), por los
años del Señor de 870.
5 I'uéronse de allí los bárbaros , dejando el
cuerpo tronco y llevándose la cabeza , la cual arrojaron
entre unos espesos zarzales , para quejamas
pudiesen hallarla ni venerarla los cristianos.
No quiso Dios privar á sus fieles do tan gran reliquia
: y así pasados algunos años , y volviendo á
gozar de su libertad y amada paz los pocos cris-

NOVIEMBRE , 20 LA LEYENDA DE ORO. 323
tianos que habian quedado en Inglaterra . trataron
de buscar el santo cuerpo de su rey y mártir glorioso
Eadmundo. El cuerpo le bailaron fácilmente
vendo al lugar del martirio, donde cubierto de
ycibas le guardaba Dios do las inclemencias de los
tiempos, de las (leras y aves, incorrupto , oloroso
y hernioso. Diéronlo honorífica sepultura , venerándole
como á rey, santo y mártir, quitándolo
las saetas de las heridas , y guardándolas para reliquias.
Pero no tuvieron lodo el gozo cumplido
por fallarles la cabeza, y no saber donde la hallarían
; mas discurriendo que los bárbaros no la
habrían llevado por reliquia, sino arrojado en aquellos
campos, se resolvieron á buscarla, confiados en
que Dios seles descubriría. Repartiéronse en cuadrillas
: y dándose cierta señal para juntarse , y no
dejar cosa en aquellos bosques que no mirasen,
dieron principio á la ejecución de sus deseos. Apenas
se dividieron por aquellos campos cuando
una voz que todos á un tiempo oyeron , los volvió
ajeniar. Era la voz de la sagrada cabeza que dijo:
Aquí estoy. Perocomo aun no la viesen, preguntaban
todos á un tiempo: ¿Dondeeslás? Y la cabeza
respondió tros veces: 11er , her , her: voz , ó palabra
inglesa , que quiere decir: Aquí, aquí, aquí:
y luego volvió á repetir la misma palabra , sin cesar
hasta que los tuvo cerca de sí. Entonces vioron
otro prodigio ; y fué que un fiero lobo tenia
enlre las zarzas la santísima cabeza en sus manos,
para que no la tocasen las espinas, y como si fuera
racional la acariciaba y besaba. Entrególes el tesoro;
pero con tanto sentimiento de dejarle, que se
íué , como si fuera un manso cordero , en su seguimiento,
sin que á ninguno causase asombro latiera,
ni hubiese hombre tampoco que la hiciese mal alguno.
Con esto caminando en procesión gozosos y
alegres, derramando copiosas lágrimas de devoción
por el hallazgo , llegaron al lugar donde habian
colocado el sanio cuerpo , y descubriéndole,
pusieron la sagrada cabeza junio á él. El lobo habiendo
cumplido con ser custodio fiel de aquella
sania reliquia , y defendídcla de las oirás fieras
tanto tiempo, se volvió á su bosque, sin quejamos
fuese visto de hombre alguno. Edificaron allí una
iglesia al sanio cuerpo, según la posibilidad do
los tiempos. Después pasados muchos años, cuando
ya las co=as de Inglaterra estaban mas quietas, le
edificaron un templo suntuosísimo; y al colocarle
nuevamente, vieron todos como la cabeza se habia
unido á su lugar, dejando solo para memoria eterna
de su martirio una señal en su pescuezo , como
un hilo de seda carmes!. Crecíanle los cabellos y
úñasele pies y manos, como si estuviera vivo; y
una devota señora so las corlaba de cuando en
cuando , y guardábalas por reliquias sagradas , curando
con ellas enfermos ele diversas enfermedades.
Al fin son tantos los milagros y prodigios
que cada dia se ven en el sepulcro del invictísimo
márlir y rey Eadmundo . quo era menester un libro
entero , y aun muchos para copiarlos: que así
honra Dios á quien por su honor y fé pierde la
vida. Escribieron la ele este rev santísimo y su
glorioso martirio Abbo, abad Floriacenso, de quien
son las lecciones del breviario, donde está toda la
historia sucintamente copiada ; Surio, tomo vi;
Podro de Natalibus, in Calhalogo Sanct., lib. x ,
cap. 89 ; Molano in Addit. ad Usuard.; el Martirologio
romano; y Baronio en sus anotaciones , y
en el tomo x de sus Anales, año 870, núm. ko.
* Los SANTOS AMPELIO Y CAVO , MÁRTIRES.—
Fc-eron presos por orden del emperador Decio , y
puestos en el potro , donde murieron destrozados.
Esle ilustre martirio tuvo lugar enMesina do Sicilia,
patria de ambos santos, por cuya intercesiónha
recibido dicha ciudad grandes favores del cielo.
Los SANTOS OCTAVIO , SOLUTOR , Y AVENTOR
MÁRTIRES.—Fueron deTurin, y pertenecieron á
la célebre legión tebana. El Martirologio romano
dice, que portándose valerosamente por la fé católica
, en tiempo del emperador Maximiano , fueron
coronados con el martirio. Existe un sermón
de san Ambrosio, arzobispo de Milán, en honrosa
memoria de estos santos.
SAN AGAPIO , MÁRTIR. — Fué atleta esforzado do
la religión cristiana , y su vida y muerte estuvieron
siempre acompañadas de visibles portentos celestiales.
Hallándose en Casarea de Palestina , de
donde era natural , fué acusado ante el prefecto;
pero lejos de intimidarse con las terribles amenazas
que se lo hicieron , confesó con libre voz que él
solo servia á Jesucristo, por quien estaba dispuesto
á recibirlos mayores horrores que pudiese la crueldad
inventar.-Entregáronle , pues, á un oso para
que le despedazase; pero la fiera se arrodilló á sus
pies y no le hizo daño alguno. En seguida le azotaron
inhumanamente y lo llevaron á la cárcel ,
hasta que al dia siguiente le ataron dos grandes
piedras á los pies, y le sumergieron en el mar,
donde espiró. El P. Pagi coloca su muerte en el
año 303, y el cardenal Baronio en el año 306.
SAN NiíRSAS,OBisro, Y SUS COMPAÑEROS, MÁR­
TIRES.—El cuarto año de la gran persecución excitada
por Sapor II, Nersas, obispo de Sciarcadat,
ciudad de Persia , fué preso con un discípulo
suyo, cuando el rey se hallaba en la misma ciudad.
Ambos fueron conducidos á la presencia de! principo,
que , después do haberles preguntado si eran
cristianos, los condenó á ser decapitados. Ejecutóse
la sentencia en presencia de una gran multitud
de pueblo, el día20 de noviembre del año 3i3
de Jesucristo.
SAN DASIO, OBISPO Y MÁRTIR.—Fué obispo de
la ciudad de Dorosloro en Misia, cuyos habitantes
ilustró con la predicación evangélica. En liemdo
de los emperadores Diocleciano y Maximiano
so opuso una vez á las deshonestidades quo se cometían
en la fiesta do Saturno , por cuvo motivo
lo maltrataron los gentiles, y por orden del gobernador
Baso fué atormentado y degollado.
Los SANTOS ECSTAQ'JIO , TKSPRSIO , Y A NATO-
LÍO , MÁRTIRES. — Fueron de la ciudad de Nicea
en Hitinia , donde sellaron con su sangre las verdades
ele la fé que profesaban. El Martirologio romano
dice que fueron martirizados durante la
persecución de Maximiano , y el venerable Boda
pone su muerte en el año 237.
Los SANTOS BASO , DIONISIO, AC.APITO, Y OTROS
CUARENTA COMPAÑEROS . MAR PIBES. — Nada sa--

hemos de esl os sanios, sino que íuoion martirizados
en Ileraclea .ciudad de Tracia. Bedan y Ba—
ionio continúan en sus Martirologios tan solo sus
nombres, sin añadir ninguna otra noticia.
San BENIGNO , OBISPO Y CONPESOK.—Floreció
en ciencia y santidad durante el sigloY.ElañoiOO
de Jesucristo fué elegido y consagrado obispo do
Milán , cuya Iglesia gobernó por espacio de sesenta
años. Su infatigable zelo, unido ai don de milagros
le proporcionaron la gloria de aumentar considerablemente
el rebaño do Jesucristo , y siendo
ya do una venerable vejez, murió saniamente en
el Señor , el dia 20 de noviembre del año 460.
SAN SIMPLICIO, OBISPO Y CONFESOR. — Grando
fué la dicha de la Iglesia de Yerona al poseer por
pastora Simplicio, durante las inmensas calamidades
que afligieron á toda la Italia cuando los bárbaros
la invadieron. Su le , su bondad , su caridad
sin límites y su zelo ilustrado le constituyeron
en padre de lodos, mediador generoso enlre vencedores
y vencidos , y arbitro de Lodos los corazones.
Esto santo murió cargado y coronado de
méritos, el año 500, según Ferraría.
SAN SILVESTRE, OBISPO Y CONFESOR.—San Gregorio
de Tours, en el cap. 01 de su lib. De gloria
confessorum, hace un bellísimo elogio de este sanio,
pallándolo como un varón apostólico, formado
según el corazón de Dios, y resplandeciente
en toda suerte de virtudes. Fué obispo de Chalons
por espacio de cuarenta y dos años , y por fin ,
anciano y lleno de virtudes, murió el año 453.
SAN GREGORIO, CONFESOR.—En el Martirologio
romano es llamado el Decapolila. Todos los autores
(pie tratan de él están en la duda de cuál fuese.
Solo sabemos que floreció en Constanlinopla
en tiempo del emperador León Isauro , y que tuvo
que sufrir muchas persecuciones por defender el
culto de ¡as santas imágenes.
SSÜA sa.
LA PRESENTACIÓN BE NUESTRA SEÑORA EN EL
TEMPLO.—Una de las cosas en que debemos poner
mayor cuidado , es en cumplir nuestros votos y
dar á Dios con presteza loque lo habernos prometido
y así dijo el Espíritu santo porSalomon: «Si has
prometido algo á Dios , no lardes en cumplirlo:
y una de las cosas en que mas se deben desvelar los
(pie tienen hijos , es en criarlos desdo niños en el
amor y temor sanio del Señor; y por esto dijo el
mismo Espíritu del Señor: «Si tienes hijos, enséñalos
y demestículos desde su tierna edad. » i.)e lo
uno y de lo otro nos dejaron grande ejemplo san
Joaquín y santa Ana, padres do la santísima Virgen
María nuestra Sonora, presentándola el dia do
hoy en el templo de Jesusaien , dejándola en él
para que al i í se criase con las oirás doncellas,
como á Dios lo habían prometido. Para lo cual
(además del motivo que tenian de su promesa y
\oto, y .del estímulo con que los incitaba su propia
santidadJ la \ida do la misma niña y su com
posición y modestia virginal era un perpetuo despertador
á sus padres pura (pie la ofreciesen presto
á Dios: porque fué lan rara-y celestial la virtud
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE ,21
de esta bendita niña desde su primera edad; quo
san Ambrosio la pone por dechado á todas las vírgenes,
y dice así: «A nadie hacia mal, aunque lo
mereciese: á todos los quería bien : á los mayores
hacia reverencia : no tenia envidia á los iguales:
huia de la jactancia : obraba conforme á razón y
amaba loda virtud. Nunca torció el rostro á sus
padres, ni tuvo diferencias con sus parientes: ni
se desdeñaba de tratar con los humildes , ni hacia
burlado los que poco podían, ni se avergonzaba
do conversar con los pobres. No tenia el gesto
melindroso , ni el andar disoluto , ni el hablar entonado;
antes la modestia y figura exterior declaraba
la interior santidad y perfecta virtud do su
alma; así como la buena casa se muestra de la
buena portada ó zaguán. No le pasaba por el pensamiento
salir de casa sino parala iglesia; y esto
con sus padres ó parientes: dentro de casa gustaba
de estar sola y siempre ocupada en aigo de
provecho: fuera decusa siempre en compañía y
con guarda de su limpieza, aunque la mejor guarda
que tenia era así misma: pues en su compostura
y aspecto venerable, mas enlendia en apresurar
el paso, y andar y correr por el camino de
la virtud , que en levantar el pié dei suelo. » Hasta
aquí son palabras de san Ambrosio. Y no es maravilla
, que siendo la Virgen tan niña en la edad,
haya sido tan admirable su vida ; porque aunque
sus años eran pocos , su discreción era mucha , y
su espíritu Sin comparación mayor quo su cuerpo;
porque desde el punto quo en el vientre de su madre
fué concebida sin pecado original, la lué acoderado
el uso de la razón mucho mas perfectamente
que á san Juan Bautista : y es de creer que
perseveró en ella , y que Dios no se la dio para quitársela,
y que no obraba como niña, sino como
mujer de edad , y que estaba prevenida como do
Dios y adornada de todas las gracias y virtudes.
2 Sendo ja, pues, de tres años, la llevaron sus
padres al templo de Jerusalen para ofrecérsela, y
presentar al Padre eterno hija , al Hijo madre, al
Espirita santo esposa , á los angeles rema , y á los
hombres abogada. Declararon á ¡os sacerdoles su
voto : rogáronles que tuviesen cuidado con su hija,
como con cosa ya consagrada á Dios; y que la
criasen enlre las otras doncellas que le servían en
uaa casa pegada al templo y edificada para eslo
oléelo , donde las vírgenes eran sustentadas con las
rentas del mismo templo , y podían entrar en él á
hacer oración y ocuparse en santos y loables ejercicios,
sin ruido y bullicio de la gente. Y cierto
así convenía , quo aquella \írgen que había do
ser Madre de Dios, no diialase el consagrar su alma
y cuerpo al servicio de su esposo , sino que en
dejando los pechos de su madre, le hiciese solemne
sacrificio do sí misma : porque así como la fruta
temprana y fresca y recién cogida riel ái bol con
sus flores, es mas gustosa y agradable que la marcinta,
manoseada y sacada ja en la plaza ; así el
servicio ipio se hace al Señor en los tiernos años, le
es mas agradable que. el que se le ofrece en la vejez:
aunque Dios es ríe tan buena condición, quo
recibo los sacrificios tardíos , y paga con grando
liberiliJad y franqueza á los que van á trabajar á

N0Y1E31UIIE , 21 LA LEYENDA DE ORO. 32o
su viña al poner del sol: mas los padres deben tener
«ran cuenta con inclinará sus hijos desde niños
al temor santo de Dios, y ofrecérselos como cosa
suva : y si el Señor les hiciere tan grande merced,
que desde aquella edad los escoja para si, y plimie
en ellos algún deseo y gusto de servirle en perfección
, rio les vayan á la mano ni se les estorben;
porque harán ofensa al Señor (cuyos son, mas quo
suyos) y serán castigados en lo mismo que pecaron
, permitiendo Dios que los mismos hijos sean
sus verdugos y atormentadores, v el cuchillo con
que muera su il esordenado amor, lint regaron, pues,
los santos padres Joaquín y Ana á la bienaventurada
niña en manos del sacerdote , que con solo
mirarla quedó admirado y suspenso do iar singular
gracia y belleza. Tomad esta niña, sacerdote de
Dios, y no penséis que os como las otras niñas
que hasta ahora habéis recibido y dedicado al Señoi
, sino como un vivo templo suyo , y mas venerable
que el mismo templo en que se ofrece. Tomadla
como un sacrario del Espíritu santo, como
á la verdadera arca del Testamento, como á la urna
del maná con que so sustenta la tierra, como
un Sánela Sanclorum, adonde no es lícito entrar
sino al sumo sacerdote según la orden deMelqmsedec
; porque es la puerta de lizequiel, para lodos
cerrada sino para él, y jardin cercado y fuente
sellada , la que con su presencia ha de ilustrar y
ennoblecer mas este segundo templo, que lo fué el
primero que edificó el rey Salomón. Tomóla el
sacerdote y púsola (como algunos dicen) en la
primera grada de una escalera , que tenia quince
escalones para subir al altar; y en ella con extremada
gracia y ligereza y alegría (sin que nadie la
ayudase ni llevase de la mano) subió por sí hasta
lo alto , no sin grande admiración de todos los que
estaban presentes, que se espantaban de verla
extremada belleza y gracia de la niña , y mas el
contento y prontitud con que se despedia de sus
pudres y se dedicaba al Señor, sacando por aquellos
pequeños indicios las obras maravillosas que
habia de obrar en ella, el que de tan liorna edad
la habia escogido para que le sirviese en el templo.
3 Pero después que quedó la bendita niña entro
¡as sagrarlas vírgenes, ¿ qué lengua podrá declarar
la excelencia de su recogimiento v vahídos
? De las cuales hablando san Gerónimo , ó el
autor del tratado del Nacimiento de la Virgen, que
anda entro sus obras, dice así: «Procuraba la
\ írgeu ser en las vigilias de la noche la primera,
en la ley do Dios la mas enseñada , en la humildad
la mas humilde , en los cantares de David la
mas elegante , en la caridad la mas ferviente , en
la pureza la mas pura, y en toda virtud la mas
perlería. Todas las palabras eran llenas rio gracia
: porque siempre en su boca estaba Dios. Continuamente
oraba , y como dice el Profeta , meditaba
en la ley del Señor dia y noche. Tenía
también cuidado de sus compañeras, (pie ninguna
hablase palabra mal hablada : que no levantase
su voz en la risa: que no dijese palabra injuriosa,
ni soberbia á su compañera. Continuamente bendecía
á Dios : y pura (pie cuando la saludaban no
cesase do esle oficio , en pago do la salutación
respondía: Gracias á Dios.sllasla aquí son palabras
de esto autor: y san Ambrosio dice así: «No
deseaba quo oirás doncellas la tuviesen conversación,
la que tenia buena compañía de santos
pensamientos ; autos entonces estaba menos sola
cuando estaba sola: porque ¿ cómo se puede decir
que estaba sola, laque lema consigo tantos libros
devotos, laníos arcángeles , lautos profetas?
Y si se turbó cuando entró á ella el ángel san
Gabriel , no fué por no estar acostumbrada á tratar
con ángeles , sino porque le apareció en figura
de un mancebo hermoso ; mas en ovendo su
nombre, le reconoció. Cosa tan peregrinase la
lazo ver á un hombre , no extrañándose de saber
que era ángel; para que por aquí entiendas el recalo
de sus religiosos y castos oídos, y de sus venerables
y virginales ojos.» Eslo es de san Ambrosio.
i En el templo aprendió muy perfectamente
á hilar lana y lino, seda y holanda , y coser y labrar
las vestiduras sacerdotales , y lodo lo que
para el culto del templo era menester , y para
después servir y regalará su precioso Hijo, y vestirle
y hacerle la túnica inconsútil , que al pié de
la cruz jugaron los sayones , por no dividirla.
Aprendió asimismo las letras hebreas, y leía á
menudo y con grande atención las divinas Escrituras
. y ¡as rumiaba y meditaba y entendía perfectamente,
por su alto y delicado ingenio , y por la
luz soberana que el Señor la infundía. Ayunaba
mucho , y con el recogimiento , soledad , silencio
y quietud se disponía á la contemplación y unión
con Dios , en cual estaba tan absorta y arrobada,
y era tan visitada y regalada del Señor y de ¡os
angeles, que mas parecía una niña venida del
cielo, que criada acá en la tierra : y hay autores
graves que escriben, que los angeles la traían lo
que había de comer lodo el tiempo que vivió en el
templo, para que estando desembarazada y sin
cuidado de su sustento ; pudiese vacar mas libremente
á la contemplación mas suavísima de su
dulce esposo : que pues le concedió este privilegio '
tan largos años á san Pablo, el primer ermitaño,
no es maravilla que le haya concedido á la quo
tantas ventajas le hizo, y fué escogida singularmente
para tan alia dignidad. Finalmente, la vida
do la Virgen en el templo fué dechado y modelo
perfectísimo do la vida de lodas las doncellas, que
ia deben imitar ev la oración , en la humildad , en
la modestia , en el recogimiento , silencio y vergüenza
virginal, y en todas las otras virtudes quo
son propias do las doncellas, y adorno y arreo do
su oslado. Pero especialmente las vírgenes, quo
con particular inspiración y luz del ciclo consagraron,
su virginidad á Jesucristo y le tomaron por esposo
, deben tener siempre delante de sus ojos ,
como un espejo, la vida de e.-ta Virgen sanlí.-iir,a,
para amoldarse á ella y seguir sus ejemplos; pues
militan debajo su bandera, y ella es su guia, su
maestra y capitana: porque entro las otras exce­
lencias y prerogalivas de la Virgen , no es la menor
el haber sido la primera que alzó la bríndelo
do la castidad, y consagró su virginidad con
voto perpetuo al Señor . y abrió camino con su

326
ejemplo á todas las vírgenes que después le han
seguido. Ella fué la primera que conoció y eslimó
en lo que se debe la virtud tan rara y peregrina
de la pureza virginal, y la que la amó
tanto , que hizo voto de guardarla perpetuamente
con un amor tan encendido y tan intenso
y con un deseo tan entrañable de agradar á
Dios, y le agradó tan perfectamente, que mas parecía
ángel sin cuerpo, que doncella con carne
mortal : porque el haber sido madre no marchitó
la flor do su virginidad; antes la hizo mas bella
y mas (brida, mas alia y mas divina, y junio la
(br de virgen con el fruto de madre. Todas las
almas puras . que conociendo ¡a vanidad del mundo
le dan libelo de repudio , y se recogen y encierran
enlre cuatro paredes, y mueren envida,
para vivir eternamente con su Querido en el cielo
, deben tener por su reina y princesa á esta niña
y señora, y pedirla devotamente su favor,
para imitarla en la guarda del voto que hicieron,
como la imitaron en hacerle , y seguir tan glorioso
ejemplo. Por eslo se llama esta señora Virgen de
las vírgenes; porque fué como maestra y capitana
de todas las vírgenes, y principio de un linaje
de servicio á los ojos de Dios tan agradable.
Todos los monasterios de monjas que hay en el
mundo, y todos los recogimientos de esposas y
vírgenes do Cristo que ha habido, y hay y habrá
hasta el dia del juicio, son frutos de esta ibr
virginal do María : y cuantos mas hubiere y mas
le siguieren, tanto mas crecerá su gloria accidental.
5 Estuvo la Virgen en el templo hasta enirar
en los catorce años, y á los once se escribe que
murieron sus padres muy viejos, sin haber lenido
olra hija ni hijo , sino á ella. Siendo ya de edad
para casarse, pareció á los sacerdotes que debia
tomar marido como lo hacian las otras doncellas,
cuando llegaban á aquella edad : y como la purísima
Virgen rehusase hacerlo , así porque por el
voto de sus padres habia sido dedicada perpetuamente
á Dios , como por el suyo , con que había
consagrado al mismo Dios para siempre su virginidad;
los sacerdotes, maravillados de aquella novedad,
hicieron mucha oración , y consultaron con el
divino oráculo lo que en aquel caso habían de hacer
; y respondió el Señor que todos los del linaje
de David que estaban presentes en Jerusalen so
juntasen, y que de ellos aquel s.- casase con ella,
a quien le cupiese la dichosa suerte: y la Virgen
tuvo revelación de Dios, que obedeciese á los sacerdotes
y no temiese; porque él la guardaría y
conservaría entera , y sin mengua en su propósito y
limpieza angelical. Cupo la suerte á José, de la
tribu de Judá , natural de Pelen , y de oficio carpintero,
varón santo y de madura edad , y virgen
y lleno do tantas y tan excelentes virtudes . cual
convenía que fuese el esposo de tal esposa; y
siendo la sacratísima Virgen de trece años y tres
inoses, so desposaron , y fué entregada á sn esposo
, para guardarla . servirla y mirar por ella.
G De la fiesta de la Presentación de nuestra
Señora bucen mención los Martirologios romano
y do Ustiardo, á los 21 de noviembre, que es el
LA LEYENDA DE ORO
NOVIEMBRE 21
dia en que fué presentada. Molano dice que el papa
Pió II, y el papa Paulo, también II, instituyeron
esta fiesta, y concedieron indulgencia á los que
la celebrasen , y que antes estaba recibida en las
Iglesias de Francia por la devoción de Carlos V, su
rey. como consta por una epístola suva , escrita
á Nicolás, obispo antisiodorense , el año del Señor
de 1373 ; pero parece que mas antiguamente se
celebraba esta festividad ; porque los griegos hacen
mención de ella en su Menologio , y en una institución
del emperador Manuel, que cita Teodoro
Palsamon , demás de muchas oraciones de san
Gregorio Niseno, Uermanno, obispo de Constantinopla
, y Gregorio, obispo do Nicomodia , que trae
Melafraste , y refiere Lipomano y Surio en el sexto
tomo do las Vidas de los santos. Por donde se ve,
que esta fiesta fué muy célebre en las Iglesias do
Oriento; pero habiéndose caído y dejádose de usar
en las do Occidente, la santidad de Sixto V, sumo
pontífice mandó celebrar en toda la universal Iglesia
la fiesta de la Presentación de nuestra Señora,
á los 21 de noviembre, por un breve despachado
en Roma á 1 de setiembre , año de 1583, quo
fué el primero de su pontificado.
* SAN RUFO . CONFESOR. —Fué convertido á
la religión cristiana por el apóstol san Pablo , quien
en su carta á los romanos, cap. 16, ver. 13, dice
estas palabras : «Saludad á ¡fufo, escogido en el
Señor.» Según Doroteo, citado por Raronio, parece
que fué consagrado obispo de Tobas por el
mismo apóstol , y que después de una vida sania,
murió el año 5S de Jesucristo. San Policarpo escribió
su vida, quo no ha llegado hasta nosotros.
Los SANTOS CELSO Y CLEMENTE , MÁRTIRES.—
Solo sabemos por Galesmio que fueron dos santos
muy célebres en Roma, durante los primeros siglos
de la Iglesia.
Los SANTOS DEMETRIO Y HONORIO , MÁRTIRES.
•—Tampoco sabemos de ellos mas que sus nombres,
conservados en lodos los Martirologios. Parece que
padecieron martirio en Ostia , ciudad do la campaña
de Roma.
SAN ALBERTO , oiusr-o Y MÁRTIR.— Natural do
Francia y educado en las ciencias eclesiásticas,
aprovechó lanío en ollas , que por su ilustre ciencia,
unida á sus relevantes virtudes , mereció ser
elegido y consagrado obispo de Lieja por el papa
Celestino III. Llegó á sor temible á los herejes do
su tiempo ; pues la fuerza de su dialéctica , la
energía y robustez do sus discursos y la claridad y
brillantez do su vastísima erudición , le dieron tantas
armas contra el error , que al fin los herejes
se decidieron á deshacerse de un adversario tan
formidable , asesinándole traidoramente á fines del
siglo XII. La Iglesia le veneró en seguida como
mártir, y sus reliquias fueron depositadas en la iglesia
principal tic Rlieims, donde se veneran.
Los SANTOS HONORIO , EUTIOLTO. v ESTE VAN,
MÁRTIRES. — Ignoramos de cierto el lugar de su
nal maleza , y solo sabemos quo 'brramaron su
sangre por la confesión do la té do Jesucristo , en
una ciudad de España , durante la persecución de
Dioclcciano.
SAN ELIOUORO , MÁRTIR.. —Durante la porse-

NOVIEMBRE , 22 LA LEYENDA DE ORO. 327
cucion del emperador Anreliano fué este santo mas acendrada caridad á los pobres , en favor de
spuos
dolorido
•cía y
.icrle,
"íar al
glotonía,
0 sido
e en—
noche
jodria
traia
á mepalairginal
ue así
Ocusantos
1 uní ad
i'ino el
e s _
y
Cecilia
ropas
i de su
¡ilicio,
yayuorImpura
y
i ya : y
3a por
/ marones
y
üe esta
el dia
se posi
n de-
; porallán-
:lel es-
Esposo
a gana
guarguarjosade
mi
da mi
i amor
i viere
i ama-
.íoree-
Yale-
•ilia, y
Si lií,
le dé
¡el que
o veo,
bre , y

NOVIEMBRE , 22 LA LEYENDA DE ORO. 327
cucion dol emperador Anroliano fué este santo
preso en Panfilia, y llevado como cristiano á la presencia
del gobernador Aecio. Quiso este obligarle
á ofrecer incienso á los dioses paganos; pero el
donoso soldado do Chisto so negó , diciendo que
jamás cometería semejante apostasía. Condenáronle
pues, á horribles tormentos, los cuales sufrió
con santa paciencia, triunfando de lodos ellos por
la, virtud divina que en él residía. Los mismos
verdugos que le atormentaban, admirados de su
constancia v de sus milagros, abrazaron también
la religión , y fueron con ILliodoro precipitados en
el mar, donde acabaron gloriosamente su martirio,
el dia 21 de noviembre del año 27o.
SAN GELASIO , I*APA Y CONFESOR. — Nació en
Roma de padres africanos , y se dedicó al estudio
de las ciencias eclesiásticas. Habiendo sido ordenado
sacerdote , se distinguió tanto por su santidad
y doctrina entro el clero romano, que habiendo
vacado la santa silla, fué Gelasio elegido y consagrado
soberano pontífice, por los primeros días de
marzo del año 492. Su principal cuidado fué desde
luego restituir la paz á las Iglesias de Oriente , lo
cual no pudo conseguir. Rehusó constantemente la
comunión eclesiástica á Eufemio, patriarca de Conslantiuopla
, que se había mostrado enemigo do la
doctrina católica; y el año 494 convocó un concilio
en Roma, compuesto de setenta obispos. Formóse
en él un catálogo do las Escrituras santas ,
que os el mismo que aun hoy dia reconoce la Iglesia
por canónico. Trabajó con un zelo incansable
contra la herejía de Eutlques, y tuvo que sufrir
calumnias y persecuciones de parle do aquellos
sectarios, y del emperador de Constantinopla que
los favorecía. Por fin , cumulado de méritos , murió
el santo pontífice en el Señor, el dia 21 de
noviembre dol año 49(5. Su eminente sabiduría
resplandece en los escritos que nos dejó y que son :
tratado contra Eutiques yNestorio; muchas cartas,
que sirvieron principalmente á Raronio para la
composición de sus Anales ; algunos himnos, prefacios
y oraciones para el santo sacrificio y para
la administración de los sacramentos , y un antiguo
Sacramentarlo de la Iglesia romana, que contiene
todas las misas del año , y las fórmulas para
los sacramentos. San Gelasio fué el primer papa
que fijó la ordenación en las cuatro témporas del
año. « Las costumbres de este pontífice , dice un
antiguo biógrafo , honraron su sabiduría y sus talentos.
Era de rarísima piedad ; daba á la oración
y á otros santos entretenimientos con los mas dignos
servidores do Dios , todo el tiempo que le dejaban
libre las sublimes funciones de su ministerio.
Elevado á la mas eminente dignidad , la consideró
siempre como una pesadísima carga y una verdadera
esclavitud , que ¡e hacia responsable do todo
el mundo. Socorría y alimentaba á cuantos pobres
podia descubrir, y vivía él mismo en la santa
pobreza y en la práctica de las mas rigurosas austeridades.
»
SAN MAURO , OBISPO Y CONFESOR. —Natural de
Verona , cuya sede episcopal ocupó después con
gloria insigne, fué grande en todas las virtudes;
pero descolló en la humildad, y sobre todo en la
mas acendrada caridad á los pobres , en favor do
los cuales hizo prodigios de misericordia. Después
do algunos años de pontificado , renunció su dignidad
, y so fué á vivir solo en el desierto, donde
el Señor le favoreció con el espíritu do profecía y
el don de milagros, hasta su dichosa y feliz muerte,
á la cual asistieron los ángeles para acompañar al
siervo de Dios á la Jerusalen celestial.
©ta 33.
SANTA CECILIA , VIRGEN Y MÁRTIR.—La gloriosa
virgen y mártir santa Cecilia nació en Roma,
de padres muy nobles ó ilustres: y habiendo sido
llamada del Señor , de tal manera le ovó y se encendió
en el amor divino, que de día y de nocho
no pensaba ni trataba otra cosa , sino cómo podría
alcanzar este prefecto amor; y para esto traia
siempre consigo el libro de los Evangelios, y á menudo
le leía , procurando poner por obra las palabras
del Señor, y macerar su delicado y virginal
cuerpo con ayunos y cilicios, entendiendo que así
agradarla masa su dulce esposo Jesucristo. Ocupándosela
bienaventurada virgen en estos santos
ejercicios, los padres la casaron contra su voluntad
con un caballero mozo, llamado Valeriano. Vino el
dia en que se habían de celebrar las bodas : y estando
todos en gran fiesta y regocijo , sola Cecilia
estaba triste y llorosa , y vestida de fuera de ropas
ricas de seda y oro, conforme á su estado y do su
esposo, traia á raíz de sus carnes un áspero cilicio,
y tres dias anles deshaciéndose en lágrimas , y ayunando
y orando , le suplicaba á nuestro Señor humildísimamenle,
que la guardase limpia, pura y
entera, como á esposa, aunque indigna, suya: y
para mejor impetrar lo que deseaba , tomaba por
intercesores á los angeles , á los apóstoles y mártires,
y sobre todo á la Virgen de las vírgenes y
Reina de todos los santos, nuestra Señora. De esta
manera se aparejó la santa virgen para el dia
de las bodas , confiando en el Señor que se podría
ver á solas con su esposo Valeriano , sin detrimento
de su virginidad, como lo sucedió; porque
aquella misma noche de las bodas, hallándose
sola en su aposento con él, movida del espíritu
de Dios, le habló de esta manera : Esposo
mió dulcísimo, yo te comunicaría de buena gana
un secreto , si supiese que me lo habías do guardar.
Prometióla y juróla Valeriano que la guardaría
el secreto : y ella le dijo: Yo te hago saber
, que tengo en mi compañía un ángel do mi
Dios, que con gran cuidado y zelo guarda mi
cuerpo : y sí quisieses llegarte á mí con amor
carnal, temo que te costana la vida; y si viere
que tú me amas con puro y casto amor , te amará
como á mí me ama, y le hará grandes mercedes
como á mí me las hace. Turbóse algo A aledaño
, ovendo las palabras do santa Cecilia, y
con algún temor y espanto la respondió : Si tú,
esposa una muy querida , quieres que yo le dé
fé á tos palabras , hazme ver á ese ángel quo
tú dices está en tu compañía; porque sí no lo veo,
pensaré que estás aficionada á olro hombre, y

no á mí, y llevarlo he (an mal, que á ií y á él
quitaré la vida.
2 Aquí replicó la santa virgen: No se puede
ver una luz resplandeciente con ojos ciegos,
ni tú ver al ángel con el alma inficionada y sucia:
menester será, si lo quieres ver, que creas
en Jesucristo y recibas el bautismo primero, para
que así seas limpio de tus manchas y pecados.
V como Valeriano por el vehemente deseo que
tenia de ver al ángel, mostrase gana de hacerlo,
y la preguntase quién habia de ser el que le había
de enseñar y bautizar; ella le envió á san
Urbano , papa , que estaba escondido tres millas
de Roma, y le dio las señas para hallarle, y
un recado para el santo pontífice. Hallóle Valeriano,
y relinóle lo quo había pasado con Cecilia; y
después de haberlo oido, el santo viejo se postró
en el suelo, y alzando las manos al cielo , y derramando
muchas lágrimas de alegría , hizo oración
al Señor , y dijo : Gloriosísimo Señor , Dios
mío , sembrador de consejos castos , recoged ahora
el fruto de aquella semilla que sembrasteis en
Cecilia , vuestra esposa , porque hé aquí á Valeriano,
su esposo, que antes era como un bravo
león , ahora os lo envía como un manso cordero;
y no viniera él á mí con tan grande afecto
, si no fuera para abrazar vuestra santa ley.
Por tanto, Señor, alumbrad su corazón , y descubrios
á él, para que conociéndoos mas claramente
, parla mano de la vanidad y desventura de
esta miserable vida. En diciendo estas palabras
san Urbano, apareció luego allí un viejo de venerable
rostro, vestido de ropas blancas, que traía
un libro en la mano , escrito con letras de oro.
En viéndole Valeriano, despavorido y asombrado,
cayó como muerto en tierra: levantóle y animólo
san Urbano, y mandóle que léveselo que
en aquel libro estaba escrito, que eran estas palabras:
«Uno es el Dios verdadero , una la verdadera
le y uno el verdadero bautismo.» Y habiendo
Valeriano dicho , que lodo lo que allí estaba
escrito, lo creía; desapareció aquel ángel,
que con íigura de viejo se le había mostrado: y él
fué enseñado y bautizado de san Urbano . y con
indecible contento y gozo volvió á santa Cecilia.
Hallóla en su retraimiento, recogida en oración,
y á su lado, en forma de un mozo hermosísimo,
al ángel del Señor vestido de claridad, y que de
su rostro despedía un resplandor maravilloso.
Quedó atónito Valeriano, y mirando al ángel
y remirándole, notó que tenia en la mano dos
guirnaldas de extremada belleza de rosas y azucenas,
traídas del cielo. El ángel las ofreció, la
una á él, y la otra á Cecilia, y les dijo: Estas
guirnaldas que os he dado están tejidas de las
llores que en los prados amenos y olorosos del
cielo se cogen , las cuales os envía Jesucristo,
para que do aquí adelante os améis con puro y
casto amor. No se marchitarán jamás estas llores,
ni perderán la suavidad do su agradable olor; mas
no podrán verlas sino aquellos que amaren la
castidad do la manera que vosotros la amáis : y
porque tú, Valeriano, has creído á las palabras de
tu esnosa . Dios m e ha enviado á tí, para quo
LA LEYENDA DE ORO. KOVIEMÜRE, 22
sepas que te ama tiernamente, y está aparejado
para concederlo cualquiera cosa que le pidieres.
Oyendo el nuevo soldado do Cristo aquella
larga v benigna oferta que el ángel en nombro
del Señor le hacia, con una humildad profunda
, derribado en el suelo, hizo gracias á Dios
por tanta merced y regalo, y después dijo al
ángel : Ninguna cosa en esta vida mas deseo que
ver á un hermano que tengo, llamado Tibnrcio,
convertido á la santa í'é de, nuestro Señor Jesucristo
, porque le quiero como á mi propia vida,
y querría verle particionero de la gracia que vo
¡ie recibido. Y como el ángel le dijese , que
Dios le habia otorgado lo que deseaba , y quo
Tibnrcio , su hermano, vendría al conocimiento
de la verdadera luz, y que ambos presto
serian coronados de martirio : dejándole muy
consolado en compañía de santa Cecilia, desapareció
do sus ojos. Luego vino Tibnrcio: entró en
el aposento donde su hermano y su cuñada estaban,
y sintió una fragancia suavísima de aquellas
guirnaldas de rosas y llores que el ángel les habia
traído del cielo, aunque no las veía. Admirado do
tan grave novedad (porque no era tiempo de rosas
ni azucenas), preguntó la causa de aquel olor
suavísimo , y mas del cielo que de la tierra , que
allí habia. De aquí tomaron ocasión mis dos santos
esposos, para declarar á Tiburcio la merced
tan señalada quo de Dios habian recibido, y la vanidad
do los dioses que la ciega gentilidad adoraba,
y la verdad de la religión cristiana, y á persuadirlo
que la abrazase y so hiciese cristiano : lo
cual todo le dijeron con tanta gracia y eficacia, y
espíritu del cielo, que Tibnrcio quedó convencido
y rendido, y se echó á los pies de santa Cecilia,
ofreciéndose obedecerla en lodo; y por su consejo
se fué con Valeriano, su hermano, al sanio pon!í—
fice Urbano, del cual recibió el agua del sanio bautismo,
y muy grandes gracias del Señor , y fué
martirizado con su hermano Valeriano y Máximo,
como lo dijimos en su vida, á los l't de abril, y
no lo repetimos aquí por tratar de lo que es propio
de sania Cecilia; aunque el martirio de estos
hermanos ó ilustres caballeros de Cristo, fué fruto
desús oraciones, y como un panal de miel (pie
ella á guisa de abeja solícita y artificiosa fabricó
para presentarle á la mesa del celestial Padre.
3 Después que los dos santos hermanos Valeriano
y Tiburcio fueron coronados del martirio,
como eran personas de tanta calidad y tan ricas,
el prefecto Ahnaqmo «pie habia dado la sentencia
de muerte contra ellos, codicioso de su mucha hacienda,
mandó prenderá la gloriosa \írgen santa
Cecilia , que entendía haber sido la que había engañado
(como él pensaba) á su esposo y cuñado, y
la que sabría dónde estallan sus grandes tesoros y
riquezas, 'fruida delante de sí, la preguntó dónde
estaban las riquezas de Valeriano y Tiburcio? Y
como la sania le respondiese que seguras esl a han
v sin peligro, porque todas habían sido repartidas
á los pobres; el prefecto en gran manera se turbó,
y con gran rabia la dijo : Si no quieres , ó Cecilia,
que toquilo aquí luego la vida , sacrifica á nuestros
dioses; mas la virgen no hizo caso de las pa—

NOVIEMBRE, 22 LA LEYENDA DE ORO.
rable. ¿No os parece que es bien dejar una rosa
vil, por ganar otra preciosa y do infinito valor?
¿Dejar al lodo por el oro, la enfermedad por ia
salud, la muerle por la vida, y lo transitorio por
lo eterno? ¿Por qué no queréis que yo entregue
mi cuerpo á los tormentos que tan [íroslo [rasan, y
á la misma muerle; pues por ella lengo de entrar
en el palacio do mi dulce esposo, tan rico, y lleno
de tan grandes bienes, y de una felicidad que
nunca se acaba? Fueron las palabras de la santa
virgen tan eficaces , y de tal manera penetraron
los corazones de los que las oyeron, que movidos
y enternecidos con el espíritu del Señor, comenzaron
á decir todos á gritos , que creían que Jesucristo
era verdadero Dios; y santa Cecilia los llevó
á su casa, y haciendo llamar secretamente al
glorioso pontífice Urbano, fueron por él instruidos
en las cosas de la fé, y bautizados con oíros muchos,
en número de cuatrocienias personas, y entre
ellas fué Gordiano, varón principalísimo y de
grande autoridad. Cuando Almaqmo supo lo que
había [lasado, embravecióse sobre manera : y después
de haber tentado á la santa virgen, y procurádola
ablandar y ['educir á la adoración de sus
dioses; visto que lodo era en vano, la mandó encerrar
en un baño seco de la misma casa de santa
Cecilia,; 7
labras ni do las amenazas del prefecto. Finalmente,
después de haber pasado algunas razones entro
los dos, pretendiendo Almaquio persuadirla que
adorase á los ídelus y obedeciese á sus mandatos,
v la santa ofreciéndose á lodos los lorinenlos y
muertes, por no perder á Jesucristo; la mandó el
prefecto llevar á un templo, para (pie allí, ó ofreciese
sacrificio, ó se ejecutase en ella sentencia do
muerte. Lleváronla los impíos ministros, y viéndola
tan noble, tan rica, tan honesta ) de tan extremada
belleza, v en la flor desu edad, movidos
con una falsa compasión, la rogaban rpie no so
echase á perder, ni se privase de los contentos de
osla vida por una vana superstición y locura; antes
sacrificando á los dioses, gozase de su hermosura,
nobleza y riquezas, vele lodos los otros bienes
de esla vida, rilas Insania que tenia su corazón
en el ciclo, limpios los ojos para ver como son
v nó como parecen las cosas del suelo v las del
cielo; volviéndose á ellos, dijo: No penséis, hermanos,
que el morir por Cristo será daño para mí,
sino de inestimable ganancia , porque confio en mi
Señor, y lengo por cieito que con esta vida frágil
y caduca alcanzaré otra bienaventurada v perduponer
fuego debajo, pura que allí, respirando
aquel aire caliente y encendido, se ahogase:
mas el Señor la guardó todo un día y una
noche, sin recibir detrimento alguno, ni salir do su
rostro una gola de sudor; antes parecía estar en
un lugar de mucho refrigerio y deleite: lo cual sabido
por Almaqnio, mandó que allí le corlasen la
cabeza. Hirióla iros veces el verdugo y no se la
pudo corlar; v los que presentes estaban cogieron
la sangre que la santa derramaba do su herida
con esponjas y lienzos, para guardarla por reliquias.
Vivió tres días la santa virgen de esta manera,
é iban á visitarla muchos siervos del Señor;
y ella los consolaba con palabras dulcísimas.
TOMO IV.
329
k Entre los otros que, vinieron fué uno san
Urbano , papa; y ella le dijo que había pedido á
nuestro Señor que la alargase la vida Ires días
para entregarlo su hacienda, y rugarle que la repartiese
á los [.obres, y consagrase aquella su casa
en iglesia. Pasados los tres días, estando la gloriosa
virgen en oración, voló su bendita alma resplandeciente
á su esposo, á los 22 de noviembre,
en que la Iglesia católica celebra su fiesta ; y fué
el año do Cristo de 232, imperando Alejandro
Severo. Sepultó su sanio cuerpo el papa Urbano
en el cementerio de Calixto, v consagró sus casas
en iglesias: y después el papa Pascual (por una revelación
que tuvo de la misma virgen) halló su
cuerpo envuelto en telas de oro, bañadas desu
misma sangre, y le lomó y trasladó con los cuerpos
de Tiburcio y Valeriano, y del sanio papa Urbano,
á la misma iglesia, que eslá dentro de la
ciudad de Roma, y hoy se llama Sania Cecilia,
como lo escribe Anastasio, bibliotecario, en la Vida
del papa Pascual, que eslá en la librería vaticana.
Hizo esla traslación, dice Sigiberto, el año del
Señor de 821 : peí o el año de lo99, cavando
por orden del cardenal Sfrondalc, titular de Santa
Cecilia, y sobrino de Gregorio X.LY, se halló debajo
del altar mavor el cuerpo de esla preciosa
virgen y mártir, dentro de una caja de ciprés, tan
entera y lustrosa como si se acabara de hacer.
Estaba el sagrado cuerpo envuelto con un velo de
oro: y junio á él se hallaron los oíros santos quo
arriba dijimos, cada uno de por sí, y viéronse
los lienzos en que antes había sido envuelto el
cuerpo de santa Cecilia, llenes de sangre; y hubo
en Roma grande alegría : y la santidad del papa
Clemente ViiL (que entonces presidia en la silla
apostólica) dijo misa de pontifical, y con gran solemnidad
colocó de nuevo el cuerpo de santa Cecilia
y de los otros mártires en la misma iglesia.
5 La vida de esta purísima virgen escribió Simeón
Metafruste, v refiérela f.ipomano en su v tomo,
y Surio en el vi de las Vidas de los santos; y
hacen mención de ella los Martirologios romano,
el de Reda, Csuardo y Adou, y el cardenal Baronio
en sus anotaciones del Martirologio , y en
el ii lomo de sus Avílales: y los notarios de la Iglesia
remana (de los cuales los demás tomaron) escribieron
su martirio.
SAN COIAMIÜANO , ABAD Y CONFESOR.—Cuando
comenzó á amanecer la luz del sanio Evangelio
en iliberiiia, salió á luz para bien de muchos en
la misma isla san Columbano, abad; y antes que
naciese, tuvo su madre pronóstico de cuan gran
varón habia de ser: porque estando preñada de Columbano,
vio una noche que salía de su vientre un
sol resplandeciente que alumbraba toda la tierra,
v consultándolo con personas sanias y sabias, la
respondieron, que el niño que pariría seria una
lumbrera al mundo; y así fué: porque noció Columbano,
y pasados los primeros años desu niñez,
se dio muy de veras á las arles liberales, las cuales
aprendió perfectamente con el raro ingenio y
excelente momería que tenia, y con un infatigable
estudio y cuidado. Era de lindo aspecto por extremo
y muy agraciado, y con la flor de su juven

330
lud muv amable. Mas el demonio, temiendo la
guerra que le habia de hacer, tomó por instrumento
para derribarle á unas mozuclas lascivas, quo
se enamoraron de él desatinadamente, y le pretendieron
mancillar: pero el santo mozo, conociendo
la limpieza del corazón humano, y que no
hay cosa tan segura ni lugar tan sanio, donde no
entre la sensualidad de nuestra carne (por ser enemigo
doméstico y arraigado en nuestras entrañas,
y que siempre le trae el hombre consigo), si Dios
no le defiende; armóse con la oración, suplicando
al Señor que le guardase: y para huir de las ocasiones
de caer y perder la castidad , se determinó
á salir de su patria y dejar á su misma madre,
que, hecha arroyos de lágrimas, se echaba á sus
pies, y tendida al umbral de su puerta , le pedia
que no se fuese, mostrándole los pechos que había
mamado; pero Columbano , como era llamado
y guiado de Dios, con los ojos serenos (como enseña
san Gerónimo que en semejantes ocasiones
se debe hacer), pasó por encima de su madre, rogándola
que se conformase con la voluntad de
Dios : porque él se lo pagaría con retribución
eterna.
2 Halda allí cerca un varón sanio, y en las
tU ¿mina am ijuí uu v ui ii w»w j j
LA LEYENDA DE ORO.
sag agradas Escrituras muy ejercitado, que se llamaba
•a Senil, y
á éste se fué Columbano, y estuvo al-
gun tiempo con él, y se aprovechó lauto en su
compañía en todas las ciencias , que siendo aun
mozo , escribió algunos libros graves y eruditos,
y entre ellos una exposición de los salmos.
Después, para pasar mas adelante en la virtud
, se hizo monje en el monasterio de Renchor,
donde era abad un santo varón , llamado Comogehs.
Á este se enlregó Columbano , para que le labrase
é instruyese en la vida religiosa y perfecta;
y él se dio con tanto cuidado á ella , que entre los
otros monjes era un vivo retrato de santidad y
virtud. En este monasterio estuvo muchos años
con gran contento suyo, y edificación y fruto de
los oíros monjes; mas el Señor, que le quería poner
como una hacha encendida sobre el candelera
de su Iglesia , para que con su claridad alumbrase
á muchos, le inspiró que saliese de Irlanda: y
habiéndolo comunicado con su abad , se partió
con mucho sentimiento de lodo el convenio , con
doce compañeros escogidos y varones adornados
de religión y letras, para Francia, adonde llegó
y fué recibido muy benignamente del rey Sigiberto.
Recegiéronse san Columbano v sus doce compañeros
en un desierto que les pareció á propósito,
y se llamaba \ ogaso, y vulgarmente Luxovio. En
este lugar hicieron una capilla con nombre de
San Pedro, y unas celdillas á manera de chozas
para su habitación , en las cuales viviau , atendiendo
de día y do noche á la contemplación do
las cosas del cielo, y olvidándose de las de la tierra
, con tan raro ejemplo y tan suave olor de
Cristo, que muchos, por la faina do su virtud,
venian á ellos y ponían sus personas y sus haciendas
en sus manos . y los logaban con mucha
instancia que los admitiesen en su santa compañía.
De c.ila manera comenzó el monasterio luxoviense
á florecer y crecer cada día mas , y san Co-
NovnniüitF.. 22
lumbano á sor conocido y respetado de todos. No
ayudaba poco para esto el ver que nucslro Señor
le honraba y magnificaba con muidlos milagros
que por él hacia; aunque no lo fallaron graves
lenlaciones y borrascas, que bastaban para dar al
través con el navio , si no estuviera firme y tan
amarrado á la áncora do la esperanza y protección
del Señor.
3 Iba un día solo por el monio, pensando y
tratando consigo mismo algunos lugares de la sagrada
Escritura : vínole un molesto pensamiento,
cuál de las dos cosas escogería, si estuviese en su
mano, ó sufrir los agravios de los hombres , ó la
crueldad de las fieras; y como este pensamiento
le fuese importuno , hizo la señal do la cruz sobre
su frente y oró al Señor, y dijo : Mejor es subir la
ferocidad de las bestias, donde no hay pecado,
que la rabia de los hombres que, persiguiendo á
los oíros, pierden sus almas. Estando pensando y
diciendo oslo, aparecieron de improviso doce lobos
que le cercaron y con sus bocas llegaron como á
asir de sus ropas. No se turbó san Columbano con
la vista de los lobos, antes eslavo seguro y constante
, confiando en la protección de Dios, y suplicándolo
(pie le favoreciese en aquel tranco. Dejáronle
los lobos como espantados de su constancia
: mas pasando adelante oyó muchas voces como
de ladrones que \ enian sobre él; pero tampoco
se movió , entendiendo que no le podía venir
daño, sino permitiéndolo el Señor; aunque
nunca supo el santo si aquellos lobos que habia
visto y las voces que había oído habían sudo verdaderas
voces , ó embustes y marañas de Satanás
, que por aquel camino le quería espantar.
k No se contentó san Columbario con haber
edificado el monasterio luxoviense; mas viendo
que eran muchos los nuevos soldados que Dios le
enviaba para que militasen debajo de su bandera,
labró otro que, por las muchas aguas que tenia,
llamó Fontanas, y puso en él por superiores algunos
religiosos de conocida y aprobada virtud.
Solía el santo varón los domingos y algunos días
do iicslas mas solemnes retirarse en alguna soledad
apartada de su monasterio, para darse mas á
la oración ( que es cosa muy provechosa y usada
de muchos santos, recogerse á tiempos para vacar
mas quietamente á Dios); mas una vez , entrando
muy adentro del desierto , halló una gran peña
quo tenia una entrada muy estrecha. Entró en
ella y vio un oso allí echado y muy quicio, como
señor de aquella cueva : mandóle el santo mansamente
quo se saliese y no volviese mas á ella:
el osa obedeció con gran prontiud ; y el santo tomó
aquella concavidad de la peña, do donde habia
echado al oso , por lugar de su oración, y con
ella sacó una fuenle de la misma peña.
O Resplandecía el abad Columbano como un
sol en el mundo , con su sania vida , con su doctrina
v con el gobierno de sus monasterios , y con
los muchas milagros QUE Dios hacia por su intercesión.
Creció su fama por todas parles lanío, que
Teodoi ico, revele los borgoñones, le cobró gran devocion
y le tralo familiarmente, viniéndole muchas
veces á visitar . y rogándole con mucha humildad

NOVIEMBRE , 22 LA LEYEN DA DE ORO
que tuviese memoria de éi y de su reino en sus
oraciones. Eslaba el rey amancebado y escandalizaba
el reino con sus deshonestos amores: avisóle
san Columbano y repiendióle de su mal estado
, suplicándole que so reportase y echase de sí
aquella mala compañía, y se contentase de sola la
do la reina , su mujer; porque de esta manera Dios
del cielo le ocharía su bendición y le guardaría el
reino para sí y pura sus lujos; y si perseverase en
sus torpezas y deshonestidades, totalmente se perdería.
El rey mostraba oír do buena gana ios saludables
consejos de Columbano y querer obedecerle
y apartarse de su escandalosa vida; mas
ISrunequilde, abuela del rey, que tenia gran mano
en el gobierno del reino y podia mucho con su
meto , temió que si daba de mano ó las amigas que
tenia , y hacia vida con la reina , que se menoscabaría
su autoridad y poder, y se traspasaría en la
reina. Por este ambicioso temor y deseo desordenado
de mandar, incitó al rey contra el santo varon,
y le persuadió que desterrase de su reino ó él
yá sus compañeros; porque de otra manera no
podia tener paz ni descanso. El rey, que hasta
allí había honrado y reverenciado al santo , con
el fuego de su carnal concupiscencia, y con el
aceite que le echó Rrunequilde, se encendió de tal
manera , que saliendo fuera de sí, mandó salir do
su reino ó Columbano, y envió soldados para que
le echasen; y ellos le sacaron de su monasterio,
al cabo de veinte años que habia estado en aquel
yermo con maravillosa opinión de santidad. De
donde se saca que no basta oír de buena gana á san
Juan Bautista, ni hacer muchas cosas buenas por su
consejo, como lo hacia líerodes , si no se reprime y
vence la tiranía de nuestra carne ; porque mientras
esta vive y reina en nosotros, nos ciega y arrebata
y lleva tras sí, como hizo al rey Teodorico contra
san Columbano : el cual, echado de su monasterio,
se fué á la ciudad de Risanzo, donde entendió que
estaban muchos presos en la cárcel aguardando
cada dia sentencia de muerte. Fuese luego á la
cárcel, y entró en ella sin que ninguno so lo estorbase,
y exhortó-á los presos que se volviesen á
Dios y que hiciesen penitencia de sus pecados: y
hallándolos blandos y que oian de buena gana sus
palabras, locando con sus manos los grillos, se
quebraron y se deshicieron; y el sanio varón lavó
á lodos los presos los pies , v se los limpió con maravillosa
humildad , y mandóles que saliesen de la
cárcel y su fuesen con él á la iglesia para confesarse
y pedir misericordia al Señor. Salieron: y
llegando á la iglesia, hallaron las puerlas cerradas
. y vieron que venia iras ellos un capitán con
muchos soldados, para lomarlos á la cárcel y hacer
justicia de ellos. ^ olvieron los ojos á su libertador
, pidiéndole que los amparase : y el sanio, alzando
los suyos á Dios, lo suplicó que no permitiese
que aquellos hombres afligidos, y que por su
gracia habian ya salido de la cárcel-, volviesen á
ella: y al momento se abrieron las puertas de la
iglesia , y los presos se entraron en ella y luego so
tornaron á cerrar; y visto el milagro, los soldados
no se atrevieron á ocharles mano , y ellos quedaion
libres , y toda la gente admirada . alabando al
3:11
Señor que así honraba á su Columbano; y él,
lleno de confianza en el Señor, no dudó de volver
á su monasterio ; mas cuando io supo el rey , ati -
zándole Rrunequilde, comenzó á echar llamas de
fuego de saña y furor, y en\ ¡ó luego gente armada
para que sacasen á Columbano arrastrando (si
fuese menester) de su convenio , y de nuevo le desterrasen
y echasen del reino. Cuando llegó al monasterio
el capilan y los soldados que habian do
ejeluiar el mandato del rey , eslaba Columbano en
el portal de la iglesia muy seguro : cególos Dios, y
no lo pudieron ver teniéndole presente; y él los
veia y los miraba, y hacia burla de su braveza,
glorificando al Señor por aquella maravilla. Pero
temiendo que los mismos soldados y otros padecerían
por su causa, se determinó á salir dol reino;
y acompañado do un obispo y de un conde , en
cumplimiento de lo que el rey habia mandado se
embarcó en una nave para volver á llibernia ; mas
habiendo entrado en alta mar, no pudo pasar adelante
la nave , y fué necesario volver atrás, y dejar
aquella jornada , por entender que no era según
la voluntad de Dios. Fué en busca de Gotario
, hijo del rey Childerlco, que reinaba en Lorena,
dol cual fué muy bien recibido : y aunque Clotario
se ofreció á ayudarle y favorecerle , no quiso quedar
en su reino, por no sembrar entre él y el
rey Teodorico alguna discordia ; y finalmente, después
de otros caminos y discursos ( en que el santo
padeció mucho, é hizo grandes milagros con maravilloso
fruto de las almas), con el favor de
Clotario llegó á Italia, donde Aglulfo, rey de los
longobardos , reinaba , del cual fué acogido con
extraordinaria benevolencia y reverencia; y habiendo
estado con el rey a'gun tiempo, se fué á
Milán para oponerse á los herejes arríanos que infestaban
aquella ciudad , contra los cuales escribió
un libro grande y erudito. Aquí supo que en cierta
paite del monte Apenino , que divide Italia , habia
una iglesia dedicada al príncipe de los apóstoles,
y que Dios obraba en ella grandes milagros, y que
aquel lugar, que se llamaba Rovio (por un riachuelo
que está allí cerca), era muy aparejado y
á propósito para sus intentos, porque era fértil y
abundante de aguas; y después con consentimiento
del rey Aglulfo se fué á aquel lugar, y reparó
la iglesia y edificó un monasterio grande _y
cómodo, en donde, después de haber vivido un
año con admirable santidad , libre de la cárcel de
su cuerpo , voló su espíritu al cielo , para ser coronado
de gloria y gozar eternamente del Señor,
á los 21 de noviembre.
(j Muchos fueron los milagros que nuestro
Señor obró por san Columbano en vida y en
mnerle , que se pueden leer en su vida: nosotros
referiremos aquí algunos brevemente. Eslando
uno do sus monjes muy enfermo de calentura,
y no teniendo en aquel desierto con que
refrigerarse, habiendo mandado á sus monjes
hacer oración al Señor para que los socorriese;
pasados tres dias, vino un hombre que traia algunos
caballos cargados de pan y mantenimientos,
el cual dijo que interiormente so había sentido mover
de Dios , para proveer á los que con tanta

332 LA LEYENDA DE ORO
pobreza y necesidad le servian en aquella soledad.
Esto hombre tenia una mujer consumida de un
uño entero do calenturas y sin esperanza de vida:
hizo por ella oración el santo, y luego el Señor le
dio entera salud.
7 En nueve dias no habia comido el santo ni
sus monjes, sino unas yerbas que nacian en el
campo : reveló Dios á un abad , que enviase lo necesario
á Columbano para su sustento y de sus
monjes; y él lo hizo abundantemente: y no sabiendo
los que lo llevaban el lugar en que estaba
puntualmente , los caballos, guiados de los ángeles,
se fueron derechos al convento de Columbano, y
él con sus monjes alabó al Señor.
8 Otra vez, teniendo necesidad , las trojes quo
estaban vacías se hallaron llenas do trigo: y otra,
sesenta hombros que estaban trabajando para
sembrar la tierra , comieron de dos panes que solos
teman, y bebieron de un poco cíe cerveza , y so
hartaron, por haber echado su bendición Columbano,
y rogado al Señor que lo multiplicase; y de ¡os
panes cogieron dos espuertas, y de la cerveza quedó
dos veces tanto mas de lo que antes habia : y
en este género y en la singular providencia del
Señor en proveer á las necesidades do sus siervos,
tuvo muchas y grandes experiencias Columbano, y
particulares favores del Señor, mostrándole con
las obras el paternal cuidado que tiene de los que
de veras le sirven , y tienen puesta toda su confianza
en él.
!J Una vez mandó á uno de sus monjes que
fuese á pescar á un rio, y le trajese los peces quo
cogiese: fué el monje: y pareciéndolo que habría
mas pescado en otro rio, dejó de ir al que Columbano
le habia mandado : fué á él: echó sus redes, y
trabajó todo el dia, y con ver á los ojos un número
innumerable de peces delante de sí, no cogió ninguno
: y volviendo al convento, dijo ai abad quo
habia perdido el tiempo , y tornaba con las manos
vacías. El abad le reprendió porque no habia ido
al rio que él le habia mandado, diciendo que por
su desobediencia Dios le habia castigado : mandóle
ir al otro rio , y en llegando á ól, prendió tantos
peces, que apenas los podia trer: (pie es ejemplo
raro para enseñarnos la simplicidad y puntualidad
que el Señor pide á los religiosos en la
obediencia. También es ejemplo en la obediencia
(pie el religioso debe á su superior otro milagro
que le sucedió. Estaban muchos do sus monjes
muy enfermos, y el sanio , recogido en su peña,
tuvo revelación de ello: fuese al monasterio do
Luxovio, y mandó á todos ios enfermos que se levantasen
y fuesen á las eras á trillar: muchos
fueron y algunos se quedaron; mas lodos los (pie
fueron por virtud de la santa obediencia sanaron,
y los que por su flaqueza y falta rio obediencia dejaron
de ir, se quedaron con sus enfermedades:
las cuales se les arraigaron de manera, que les
duraron mas de un año, y conocieron su culpa ó
hicieron penitencia.
10 Otra vez , al tiempo de la siega , estando
el santo con sus monjes bien ocupado en ella, y
lloviendo una agua muy recia al rededor do los
segadores, sobre ellos no cayó gola, antes tuvie-
NovniMintK, 22
ron sol y serenidad , que les duró lodo el tiempo
que fué menester hasta poner las mi eses en cobro.
11 Hurlóle una vez un cuervo una manopla
de dediles con (pie el santo trabajaba: entendiéndolo
Columbano, dijo que no daría de comer á
los pollos ei cuervo hasta quo le restiluvose su
manopla; y súbitamente apareció el cuervo Irayendo
en el pico la manopla , la cual puso á los
pies del santo y delante de los otros monjes que
allí estaban aguardando quietamente el castigo de
su ulre\¡miento; mas el santo le mandó quo so
luese , y así lo hizo.
12 Creció el rio Bovio una vez mucho , y el
molino del convenio eslaba en peligro (pie no so
lo llevase el rio con su corriente: mandó san Columbano
á un diácono suyo, que sollamaba Si—
noaldo , que lomase su báculo, y hecha lu señal
de la cruz , mandase al rio de su parle que dejase
aquel camino y echase por otra parte. Smoaldo
lo mandó, y el río obedeció: y el Señor fué glorificado
, á quien obedecen todas las criaturas.
13 Estando el refitolero sacando cerveza de
la cueva para la comida del convento, y quilada
la canilla de la cuba hinchendo el vaso , fué
llamado do olro fraile en nombro de san Columbano
• el refitolero , para acudir puntualmente á la
obediencia, corrió luego, y con la priesa olvidóse
do cerrar la canilla : volvió después á la cueva
con la canilla en la mano, ci oyendo que toda la
cerveza se habría salido; y halló la cuba entera y
que no se había salido gola : para enseñarnos
nuestro Señor, cuan grata le es la obediencia, y la
prontitud con que el religioso acude á ella.
Ik Yendo una vez por el monte solo , vio
un ciervo que los lobos habían muerto , y sobre
ói un oso , que le chupaba la sangre y habia
comenzado á comer de sus carnes. Mandóle el sanio
al oso que no tocase al pellejo del ciervo , porque
era bueno para zapatos; y el o s
o, olvidado do
su naturaleza, bajó la cabeza y obedeció. Después
mandó Columbario á sus monjes recoger el ciervo:
y aunque muchas a\es de rapiña le vieron y volaban
hacia él, ninguna le osó tocar. Eslaba uno
de sus monjes (que también so llamaba Columbano
) pura morir : y pidiendo al Señor que le sacaso
de esta vida , vio cabe sí un varón vestido de
clarísima luz, que le dijo , que no le podía librar
del cuerpo, porque Columbano, su padre, con sus
oraciones y lágrimas ¡o impedía. Avisó el monje
a Columbano de lo que había visto, quejándose
mucho de que su caridad le ora dañosa: y el santo,
entendiendo el caso, hizo oración al Señor con
sus monjes, y dándole el xiáiico v su bendición, le
dejó volar al cielo; porque era muy santo , tanto
que las fieras y las aves lo obedecían.
15 Pero pongamos fin á los milagros de san
Columbano, purquo fueron muchos y notables; y
para acabar, digamos solamente como Dios cumplió
su profecía acerca de la muerto del rey Teodorico
y de lodos sus hijos , (pie fué el que le persiguió
y le echó de su remo, como queda releí icio.
Después que el sanio amonestó ai rey y lo reprendió.se
vera mente de su.s deshonestidades y torpezas,
sin provecho , y no quiso aceptar los regalos que

NOVÍE.HBRE, 22
oí mismo rey le enviaba para su romida , antes
les ensillos vasos en cpie iba se hicieron pedazos ,
ni tampoco ipiiso echar su bendición á los lujos
del rey , diciendo que eran hijos de maldición y
de pecado; alumbrado con espíritu del cielo, dijo
que el rey Teodonco y lodos sus hijos dentro
de Iros años morirían mala muerte , y el rev
Gotario \ cudria á ser rey y señor do lodo lo que
el rey Teodorico poseía, 'iodo so cumplió como el
sanio lo dijo ; porque en aquel espacio de tiempo
Teodorico, estando en Metzde Lorena, murió abrasado
de un rayo , como escribe .lonas en la Vida
de san Columbario; aunque otros dicen que murió
con yei basque le dio Bi unequilde, su abuela; y
olios de cierta enfermedad. Dosjiues Gotario en
una batalla prendió á Sigiberto , lujo de Teodorico,
y oíros cinco hermanos suyos , los cuales
lodos murieron á sus manos ; y Brunequilde, su
bisabuela , que había sido la levadura de las discordias
del reino, y la que por su ambición había
incitado al rey Teodorico contra san Columbario y
otros sanios varones , y por su causa los habia
maltratado y perseguido, también fué presa; y
cu pago de lanías maldades y de la mucha sangre
real que por mandar ella se habia derramado,
subida en un camello , fué sacada á la vergüenza
alada por los cabellos á la cola de un feroz y desapoderado
caballo, y fué arrastrada y hecha pedazos
con grande alegría y regocijo de lorio el pueblo
, del cual sobre manera era aborrecida : para
quo entendamos la venganza quo Dios loma do
las injurias que se hacen á sus siervos , y quo ,
aunque aguarda con paciencia, al fin castiga con
rigor. Algunos historiadores de las cosas de Francia
, como Paulo Emilio y Papirio Masoino, quieren
excusar á Brunequilde , por ver quo san
Crcgoiio, papa , en algunas epístolas la alaba , y
porque edificó algunos templos, monasterios y
hospitales, ó hizo otras obras de piedad; pero
bien puede ser que á los principios fuese y se
mostrase cristiana y piadosa princesa , y que después
con la ambición y apetito de mandar se hubiese
pervertido, y sido ia quo los historiadores
dicen.
jíj La vida do san Columbano escribió .lonas,
abad, que vivió en su tiempo.' Iráelael P. Fr. Lorenzo
Surio en su vi lomo , y en la tercera
parle do las obras de Beda se halla. Hacen mención
de él los Martirologios romano , el de Usuarrio
y Adon , y Sigisberío in V lirón., añude 398;
san Antón , p. 2 , til. 3 , ca|>. (j , §. 11 ; y el
cardenal Baronio en sus anotaciones , a 21 de noviembre,
y en ei vni tomo do sus Anales , donde
dice que murió el año do (Si5.
* SAN MAURO, MÁRTIR. — Africano de nación
, y muy dado á las prácticas de la \ ida e\ angélica
, dejó su patria para hacer un viaje á Boma,
con objeto de visitar el sepulcro do los Minios Apóstoles.
Hallándose, pues, en dicha ciudad en tiempo
del emperador Numeriano, fué acusado de ser
cristiano ante el gobernador Galeríuo , quien ¡o
hizo prender, y viendo que no quena adoiar á los
dioses , lo mandó decapitar. Su martirio sucedió ol
año 284.
LA LEYENDA DE ORO. 33
SAN FIÍ.KMON Y SANTA AriA , MÁRTIRES.—
Filcmon era un ciudadano rico de Coloses en Frigia
, y se cree que fué convertido á la religión por
Epafras , discípulo del apóstol san Pablo. En poco
tiempo hizo admirables progresos en la virtud . y
su casa llegó á ser como una iglesia, ó el lugar
donde se reunian los fieles para orar y ofrecer el
sanio sacrificio. Onésimo, su esclavo, le robó algugunos
tesoros y huyó á Roma, donde á la sazón so
hallaba san Pablo prisionero. El caritativo apóstol
procuró hablar al esclavo , le hizo conocer su falta
, le instruyó en las verdades eternas, le adminislró
el bautismo, y lo envió convertido v transformado
á su señor Fiiemon, al cual escribió al
mismo tiempo una carta de recomendación , que
es un modelo inimitable de elocuente persuasión,
do caridad y de ternura, y que la Iglesia conserva
entre sus libros canónicos. Fiiemon estaba casado,
y su mujer Apia , digna de él por sus virtudes, y
llamada por el mismo san Pablo su muy amada
hermana , era la admiración de todos aquellos
cristianos porsu fé, su piedad, y la solicitud con que
se empleaba en el socorro de los pobres. Los griegos
cuentan otras particularidades de la vida de
estos dos santos esposos, que carecen de fundamento,
y solo se liene como probable, que murieron
mártires en la misma ciudad de Coloses , á manos
del populacho , que los asesinó en medio do una
conmoción popular excitada contra los cristianos.
El Martirologio romano dice, que en tiempo del
emperador Nerón , habiendo los gentiles levantado
un tumulto en la iglesia, en la fiesta de Diana,
fueron los dos santos presos y azotados por orden
del gobernador Asloeles, y que después los sepultaron
en un hoyo hasta la cintura , y los apedrearon
hasta que murieron.
Los SANTOS MARCOS Y ESTÉVAN , MÁRTIRES.
— Derramaron su sangre en defensa del Evangelio
en la ciudad do Antioquía , el año 303 , según
el P. Pagi, y el 305, según el cardenal Baronio.
El Martirologio romano dice que murieron durante
la persecución de Diocleciano.
SAN PRAMJSACIO , OBISPO Y CONFESOR.—Floreció
en el siglo V y murió el año 490. Fué obispo
de Autun, distinguiéndose porsu infatigable zelo
en hacer desaparecer de su diócesis las reliquias
que quedaban de la idolatría. Padeció muchos trabajos
por la fé , y obró grandes milagros, algunos
de los cuales nos ha conservado Usuardo en las
anotaciones al Martirologio.
SANTA TIGRIOIA , ABADESA. — Fué hija de los
condes de Castilla don Sancho y doña Urraca , que
la hicieron criar en el temor de Dios. Cuando fué
ya mayor de edad y vieron que todo su deseo era
vivir retirada del mundo, los condes edificaron
un monasterio á cuatro leguas de Bnbiesca , el
año y 1011 , nombraron abadesa de él á su hija
Tigridia. Desempeñó aquel cargo muy cumplidamente,
dejando en todas parles buen olor de virtudes,
de modo que ya en vida lo dieron el titulo
de santa. (Florez, lomo x.xvn).

IÍSM
LA LE VEN* DA DE ORO
Í5AN CLEMENTE , PATA Y MÁRTIR. — San Clc-
menle napa y márlir , fué romano y nobilísimo.
y tiendo muy cercano del emperador Domiciano :
su padre so llamó Faustino. Nació en la región
ó barrio del monte Celio , quo es donde ahora está
la iglesia de San Esiévan Rotundo y de San
Juan de Letran. Fué san Clemente discípulo del
apóstol san Pablo , y ayudólo en la predicación ,
como lo testifica el mismo apóstol en la epístola
que escribió á los filipenses , cuando dice : « Yo
y Clemente y los demás compañeros quo trabajan
conmigo en el Evangelio, y están sus nombres
escritos en el libro do la vida.» Después se hizo
discípulo del príncipe do los apóstoles san Pedro
, y por sus grandes prendas de santidad,
letras y prudencia , el mismo apóstol le instituyó
sucesor suyo en su cátedra pontifical, y vicario
de Cristo en la tierra ; pero fué tanta
su humildad , que muerto san Pedro con tan
glorioso martirio , no quiso sentarse en aquella
silla , por tenerse por indigno de ella, y parecerle
que no convenia abrir la puerta con aquel
ejemplo , para que aquella suprema dignidad y
las otras de la Iglesia se dejasen como por herencia,
y nó por merecimientos; y así dio su lugar san
Clemente, primero á Lino v después á Cielo,que
sucedieron en el sumo pontificado inmediatamente
á san Pedro; y muerto Ciclo , tomó el gobierno de
la Iglesia, y fué el cuarto sumo pontifico de ella.
De él dice san Bernardo estas palabras: «Era
san Clemente de noble linaje : tema grandes posesiones
y riquezas, y no menos sabiduría ; porque
era tenido por muy excelente filósofo. Todas estas
cosas habia recibido de Dios (cuvos dones son),
y él por su amor las despreció todas , teniéndolas
por un poco de estiércol y basura , por ganar á
Jesucristo. » Siendo , pues , sumo pontífice, tuvo
gran cuidado que se escribiesen los hechos délos
mártires, que con su sangre fundaban la Iglesia,
y nos dieron ejemplo de lo que nosotros habernos
de hacer y padecer para alcanzar la otra vida
(pie esperamos. Para oslo señaló siete notarios y
los repartió en los barrios de Roma , para que tu-
\ tesen cuenta de inquirir y escribir sus batallas y
triunfos. Mandó que después del bautismo recibiesen
ios cristianos el sacramento de la confirmación.
Ordenó que la cátedra episcopal se pusiese
en lugar público y eminente. Predicaba la palabra
do Dios con tanto fervor y ospiriiu, que muchos
genliies se convertían a nuestra santa fé ; y algunos
no se contentaban con guardar los preceptos do
Cristo , sino que pasaban mas adelante y se daban
á toda perfección , y seguían los consejos evangélicos
y viviau en castidad ; porque san Gómenlo
fué perpetuamente virgen y amador do las vírgenes,
y siempre alababa y ensalzaba osla celestial
virtud ; v consagró al Señor á Fia vía Domiii-
1:1a, sobrina del emperador Domiciano, hija de
una su hermana y do Flavio Clemente , la cual
estaba desposada con un caballero principalísimo,
llamado Atireliano; aunque por aquella óbralo
NOVIEMBRE , 23
habian devenir muchos y grandes trabajos. Convirtió
también á la fé á Teodora , mujer de Sisinio
, hombro poderoso en Roma : el cual , deseando
ver lo que haciau los cristianos en los oratorios
donde so ¡uní aban , por saber que so hallaba
allí su mujer, él de secreto se fué á ellos : mas
por la voluntad de Dios quedó ciego de la vista
corporal, para que cobrase la del alma ; porque
las oraciones de san Clemente le resliluveron la
vista del cuerpo, y sus palabras alumbraron y pendraron
el corazón de Sisinio de tal manera, que
se hizo cristiano y se bautizó , y por ejemplo do
persona tan principal otros muchos recibieron la le
del Señor. Cada dia crecía el número do los fieles
por ia predicación del santo pontífice Clemente,
y por los muchos y grandes milagros que coni mu Cimente
hacia. Tuvo el demonio envidia déosle bien
y movió á algunos ministros suyos , sacerdotes de
los ídolos y otra genio viciosa , para que persiguiesen
á san Clemenio , y alborotasen el pueblo
contra él como contra un cruel enemigo de sus
dioses. Acusáronle delante de Mamertino, prefecto
de Roma, que era hombre moderado y prudente.
2 Mandóle llamar, y tratóle con mucho comedimiento
, sabiendo que erado generosa y nobilísima
sangre; y con buenas palabras le exhortó
á que adorase á los dioses del imperio romano,
y no introdujese nueva religión : pero san Clemente
ie respondió con la resolución y entereza que á su
persona le convenía. Mamcrtiuo VIO alterada y dividida
en bandos la ciudad: porque unos acusaban
al santo , como un embustero sacrilego enemigo
de sus dioses y autor de una nueva superstición,
que predicaba ser Dios un crucificado :
otros al contrario , le alababan y defendían como
á hombre moderado, sabio y prudente , amigo de
hacer bien á lodos, y que habia dado salud á muchos
enfermos y remediado los pobres, sin haber
hecho jamás cosa que pudiese parecer mal. Estando,
pues, el prefecto dudoso, consultó aquel
negocio con ol emperador Trajano ; y él mandó
que Clemente, ó sacrificase á los diosos ó íuesedesterrado
á la soledad de la ciudad de Quersona, en
las parles mas remolas dol Ponió Euxmo. Con esla
respuesta del emperador procuró Mamertlno
persuadir á san Clemente que adorase á los dioses;
y san Clemente á él que fuese cristiano , dándole á
entender que el destierro padecido por Cristo seria
muy sabroso.
3 Dióleel Señor tanta gracia en sus palabras,
que Mamerlino , derramando muchas lágrimas
lie lástima , dijo á san Gemente : El Dios quo
adoras le favorezca en osle trabajo cine por él padeces
; v mandó aprestar y proveer de lodo lo necesario
un navio, on (pie el santo navegó) y llegó á
su destierro. Siguiéronle muchos do su voluntad,
dejando á su patria , sus ca.-as y haciendas por
acompañar á su santo maestro y pastor. Halló allí
dos mil cristianos que por el mismo emperador
habian sido desterrados y condenados á corlar y
llevar piedra: los cuales se consolaron con el sanio
pontífice, por tener en él padre, doctor, alivio y
todo consuelo.
i El les habló y animó, diciéndoles quo Dios le

N0VIF3I LA LEYENDA DE ORO. 3:Í5
había enviado para quo participase do sus oraciones
v merecimientos. lint re los trabajos que tenían
los santos mártires en aquella soledad, era uno
la faltado agua quo padecían , que era lanía,
que la habían de traer á sus costas lejos dos leguas;
v este trabajo hacia mas penoso é intolerable el
otro de cortar y llevar la piedra. Enternecióse el
sanio pontífice, por verla fatiga que aquellos
cristianos padecían; y movido de compasión, les
dijo que hiciesen lodos oración , y suplicasen á
nuestro Señor Jesucristo que les descubriese alguna
vena de agua viva para remedio de lan grave
trabajo. Acabada la oración, alzó los ojos el
santo, v vio un cordero que levantaba el pié derecho,
como señalando donde oslaba el agua.
Ninguno de los (pie allí oslaban vio el cordero,
sino san Clemente; y él entendió que era
Jesucristo, que le aparecía en aquella figura , y
que le habia oido y quería consolar. Fuese á aquel
lugar y dijo: En nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu santo , cavad aquí. Comenzaron unos
por una parte, y otros por otra á cavar la tierra,
y el mismo santo tomó un azadón , v dando un pequeño
golpe en el lugar cloude habia visto el cordero
, salió luego una fuente de agua ciara y dulcísima,
y tan copiosa y con lanío impela , que
luego se hizo un rio. con gran consolación y regocijo
del sanio y do lodos los presentes. Divulgóse
la fama do este milagro por toda aquella
tierra: concurrió mucha gente á verá san Clemente:
y oyendo sus palabras y doctrina del
cielo, los fieles se confirmaban en la fé. y los
gentiles se convertían en tan gran número, que
cada dia se bautizaban quinientas personas y
mas; y dentro de un año so hicieron setenta y cinco
iglesias , y se dedicaron á Cristo nuestro Salvador,
y se derribaron los templos edificados á los dioses,
y se hicieron pedazos todos los ídolos y simulacros
de toda aquella (ierra v cien leguas al rededor.
Mucho crecía el número do los fieles por la
predicación del santo pontífice Clemente : vino á
saberlo el emperador Trujano; é indignado y
sañoso, envióá aquellas partes un presidente, llamado
Auíidiano , el cual hizo-grande estrago en
los cristianos, y con varios géneros de lormentos
y muerles martirizó á muchos: pero viendo que
lodos estaban constantes en la le y morían con
alegría, juzgando quo era mejor perdonar á su
muchedumbre , y castigar á la cabeza y maestro
de lodos, que era Clemente, le mandó llamar . y
hallándole firme y constante en la confesión de
Jesucristo, y que por ningún camino le podía persuadir
que adorase á los dioses, mandó á los verdugos
y sayones que le llevasen dentro en alta
mar, y con una pesada áncora á su cuello le echasen
en él , paia que los ensílanos no le reverenciasen
romo á Dios. Grandes fueron los gemidos,
las voces y alaridos que ciaban lodos aquellos
cristianos, cuando supiéronla sentencia que so
había dado centra el sanio pontífice; porque te—
nian en él padre , maeslro , hermano y fiel amigo
, y en una vida tan desconsolada un consuelo
ian universal para lodos. FJ santo pontífice también
, por vetlos tristes , se entristecía y lloraba
con ellos , y los consolaba como podia. Estando
va á punió para ser arrojado en el mar , la genle,
que oslaba á la mira en la ribera, levantó mi
grande alarido, diciendo : Señor Jesucristo , sálvale
: y san Clemente dijo : Padre eterno , recibe
mi espíritu . y así fué echado en el mar, y recibió
la corona del manicio. Quedaron los ensílanos
muy Irisles y llorosos. Estaban entre ellos dos
discípulos de san Clemenle, llamados Cornelio v
Febo: estos hablaron á la multitud, y dijeron:
Hermanos, hagamos oración , para quo Dios sea
servido de mostrarnos las reliquias de este santo
mártir. Hicieron su oración; v luego el mar se retrajo
por espacio de tres millas . ó de una legua,
de manera que pudieron entrar en él , como por
tierra, lodo aquel espacio. Hallaron (¡ó poderosa
Dios, obrador de maravillas y honrador de tus
sanios!) sn él una capilla, ó pequeño templo,
fabricado por manos de ángeles, y dentro del
templo una arca de piedra , en quo estaba el cuerpo
de san Clemenle, y junto á él la áncora con
que habia sido echado en el mar. No solamente
sucedió este milagro aquel año en que murió el
sanio pontífice , sino lodos los otros años acaecía
lo mismo , y se retiraba tres millas el mar (como
está dicho), dejando el camino seco por siete chas,
el de su martirio v oíros seis siguientes. Con la novedad
de un milagro tan nuevo y ian grande, venían
de diversas partes los fieles en romería a! sepulcro
del sanio al tiempo que se descubría : vino
una vez una mujer con un hijo suyo pequeño : v
entrando en el templo donde, estaba el cuerpo del
santo mártir, el niño se durmió. Pasados ya los siete
días, vino el mar á juntarse, como solía, y retrayéndose
lodos, la madre del niño que dormía [porque
Dios por este camino quería honrar á san Clemente,
y descubrir lo que puede su santa intercesión)
, olvidada de él , se lo dejó en el templo,
lisiando ya fuera, se acordó de su hijo, á tiempo
que no se pudo socorrer (porque ya las aguas habían
crecido, y ocupado y cubierto el templo): hizo
los extremos que en tal casóse pueden pensar, y
creyendo que su hijo seria ahogado, buscó por
aquella playa el cuerpo, para consolarse siquiera
con él; mas no le halló : y así se volvió á su casa,
triste v afligida, y pasó lodo aquel año con extraño
desconsuelo. Al año siguiente no dejó do volver
á su romería, aunque le habia ¡do (al parecer) tan
mal en la pasada: entró en el templo: hizo oración
al sepulcro del sanio: y volviendo los ojos al
lugar donde había dejado á su hijo, le vio durmiendo
de la misma manera que lo había dejado ,
y como loca y fuera de sí de placer , corrió á él y
¡e tornó en sus brazos, v le dio muchos besos, y
derramando lágrimas de alegría, le preguntaba qué
había sido de él lodo aquel año; y el niño decía
que él durmiendo había estado , y no sabia si había
pasado año , ó que espacio de tiempo. Esto
milagro tan estupendo escriben san El'ram , mártir,
obispo de Qiiersona, san Gregorio Turonense, y
ol papa Juan III . hace mención de él en una epístola
decretal y otros autores. Melafrasle dice . quo
el día do la fiesta del sanio los que venían á su
sepulcro alcanzaban de Dios lo que le suplicaban

330 LA LEYENDA DE ORO. KOVSE5I:;RE , 23
por la intercesión do pao dómenlo ; y que allí los que andaban en nombre de san Pedro, apóstol , y
ciegos recibían vista, los cojos píes, los mancos el libro de los Cánones apostólicos , v del un libro
manos y lodos los enfermos salud v los endemo­ v del otro algunos hacen autor á san Clemente, paniados
eran librados con solo locar las reliquias del pa. Mas por,pie el examinar y averiguar cuales
sanio v beber un poco de agua henchía. Pues ¿quien sean las verdaderas y legítimas obras de san Chí­
no se admira de la liberalidad del Señor para con menle , y cuales las que , sin ser suvas , se le
sus siervos , y do la benignidad con que los mag­ atribuyen, no es propio de este lugar, sino es
nífica , y ensalza á su mandado todas las crialu- tratar de su vida y virtudes ; dejaremos osla maturas?
Porque si lanío admiró el pueblo de Israel teria , remitiendo a! que lo quisiere ver mas en
ver una vez abierto el mar, para pasar por él á particular al cardenal Baronio y Sixto Senense ,
pié enjuto cuando le perseguía el ejército de Fa­ (pie tratan de esta materia; v mas copiosamente
raón ; ¿cómo no nos habernos de maravillar noso­ con grande erudición el padre doctor FYaneisco
tros, viendo que cada año se retiraba el mar el Turriano , ríe la Compañía de Jesús . el cual es­
día del martirio de san Gemente, y dejaba la cribió dos libros, uno en defensa de las Constitu­
tierra enjilla v seca , para que todo el pueblo puciones y Cánones apostólicos do san Clemente , v
diese ir por ella , y reverenciar su santo cuerpo? otro de sus Epístolas , y de las otras de los roma­
¿Qué sepulcro pudo ser mas glorioso , que el quo nos pontífices. Escribieron de san Clemente , san
fué labrado por manos de ángeles para honra de 1 roneo ; san Epifanio ; san Agustín; san Geróni­
eslo santo? ¿Qué sueño mas suave, que el que tumo; Opiato Miloviíano ; y Euqtierio ; y todos los
vo el niño todo un año? ¿Y qué mayor maravilla, martirologios y escritores de las vidas de sumos
quo restituirle vivo á la madre que le tenia y poní ífices.
lloraba por muerto? Estos son los milagros y pro­
SANTA FELICITAS , MÁRTIR. —Uno de los afecdigios
que obra Dios para glorificar á los (pie lo
tos quo los que tienen hijos deben mas mo­
glorifican, y ensalzar á los que se humillan y
derar y vencer, es el amor de los mismos
menosprecian por su amor. Y si esto hace acá en
hijos : porque aunque naturalmente se aman ,
la tierra ; ¿qué pensamos que hará allá en el cie­
y so deben amar; pero débese hacer con tasa
lo , para que todos nos animemos á servir á tan
v medida , y de manera , que por el amor
buen Señor, é imitar á san Clemente , quo tanto
de los hijos no se pierda el amor de Dios,
hizo , y padeció por imitarle? En el lugar , donde
manó la ¡'nenie por la oración de san Gemente ,
que se debe preferir á todas las cosas. Tai
el sumo pontífice Nicolao, 1 de este nombre,
bien se debo advertir mucho en qué consiste el
mandó edificar una iglesia en honra y con nom­ verdadero amor de los lujos; porque muchos
bre de san Clemente ; y en su mismo tiempo un padres desean y procuran para sus lujos los bie­
Cirilo , varón santo , llevó á Roma el cuerpo de nes caducos y perecederos de esta vida con una
san Clemente , y fue colocado con gran solemni­ ansa tan grande, y con una sed tan insaciable,
dad en una iglesia de su nombre , que se había que todo les parece poco y corto para lo que
fundado antes , como lo dice el Martirologio ro­ ellos querrían para sus lujos, y en eslo ponen la
mano. Vivió san Clemente en el pontificado nue­ fineza y forma de su amor, sm tener cuidado
ve años : celebró dos veces órdenes por el mes do de adornar los hijos de virtudes, y hacerlos dig­
diciembre , y creó quince obispos, diez presbítenos de los mismos bienes que les procuran , v
ros y dos diáconos. Fué su martirio á 23 de no­ enseñarles cómo han de ganar aquellos bienes
viembre del año del Señor de 102 imperando Tra­ eternos é inmensos de la gloria que esperaja
no.
mos , en cuya comparación lodos los bienes de
la tierra no son sino bienes contrahechos y pin­
5 Escribió san Clemente algunas obras admitados. Para enseñar á los padres esta verdad,
rables , con las cuales enseñó y enriqueció la y darles regla y ejemplo de lo que deben hacer
Iglesia del Señor; aunque algunas se han ya per­ con sus hijos, lince hoy la santa Ig'esia conmedido
, y de las otras que quedan hay gran variemoración de la bienaventurada sania Felicitas,
dad de opiniones enlre los autores : porque algu­ matrona ilustre romana, que era viuda: tema
nos afirman que son suyas : otros lo niegan ; y siete hijos, y vivía sin reprensión, procurando
otros dicen que han sido corrompidas y deprava­ servir á Dios y que sus hijos le sin ¡osen ; y con
das de los herejes. San Gerónimo en el libro de los su ejemplo y sania instrucción los animó y ar­
Escritores eclesiásticos dice, que san Clemente esraigó do tal manera en el amor de DIOS, quo
cribió en nombre de la Iglesia romana una epísto­ lodos siete lujos en los ojos de su bendita madre
la maravillosa á la Iglesia de Corínto, que se leía fueron martirizados en tiempo del emperador
públicamente en algunas iglesias , y que era muy Marco Aurelio Antonino , v con varios géneros
semejante á la epístola que san Pablo escribe á de tormentos y muerte consumidos y acabados,
los hebreos ; y añade este santísimo doclor , quo como lo dijimos el día de su martirio, (pie fué á
también se hallaba otra segunda epístola en nom­ los 1 O do julio. Pero después que los gloriosos cabre
do san Clemente : pero que los padres antiballeros do Jesucristo é lujes de santa Felicitas
guos no la admitían por ta!, como tampoco la dis- pelearon varonilmente y alcanzaron la victoria;
toda la saña y furor del emperador se oonvn lió
pula de san Pedro con Apion. Esto es de san
contra la santa madre ; porque con sus palabras
Gerónimo , hablando de san Clemente , y alega á
había esforzado y dado armas para pelear á sus
Eusebio Cesariense.
hijos. Por eslo la mandó el tirano poner en la
0 Gelasio, papa, da por apócrifos los actos

NOVIEMBRE , 23 LA LEYENDA DE ORO. 33?
cárcel, y no quiso que muriese luego, para que
< viviendo, sinliese mas cada dia las muertes de
sus hijos; porque dado que por verlos ya ciudadanos
del cielo estaba alegre y contenta , no podia
como madre dejar de sentir el haberlos perdido
para sí, aunque los habia ganado para Dios. Dejóla
estar cuatro meses en la cárcel para afligirla
v angustiarla mas; y al cabo, viendo que perseveraba
en la constancia de la fé de Cristo, la
mandó degollar. De esta bienaventurada madre y
dechado de madres cristianas, y, como dice san
Gregorio, masque mártir, porque lo fué ocho veces,
siete en sus hijos y una en sí; dice el mismo
san Gregorio estas palabras: «Consideremos,
hermanos, esta mujer, y avergonzémonos que,
siendo hombres, nos haga tanta ventaja : porque
muchas veces una sola palabra dicha contra nosotros
nos turba y nos hace dejar nuestros buenos
propósitos ; mas á santa Felicitas los tormentos ni
la misma muerte no fueron parte para vencerla y
hacerla volver atrás. Nosotros con un soplo de
contradicción desmayamos y caemos; y ella rompió
por el hierro y por las peñas para alcanzar la
corona. Nosotros no damos á los pobres la hacienda
que nos sobra por amor de Cristo; y ella le
ofreció su carne en sacrificio. Nosotros, cuando
Dios nos pide los hijos que nos ha prestado, lloramos
continuamente sin consuelo; y ella lloraba
sus hijos porque no morían por Cristo ; y cuando
los vio muertos se gozó. » Esto es de san Gregorio.
Y' san Pedro , arzobispo de Ravena, dice: « Veis
aquí una mujer, á quien la vida de sus hijos puso
en cuidado; y la muerte hizo segura. Dichosa ella
que tiene en el cielo tantas luces, cuantos hijos
tuvo en la tierra : dichosa fué en parirlos ; y dichosísima
en enviarlos al cielo. Andaba mas diligente
entre los cuerpos muertos , cuando el tirano
se los mandaba matar , que cuando los tenia en
las cunas y les daba el pecho; porque con los ojos
del alma consideraba, que cuántas eran las Iieri—
ridas , tantas habian de ser las joyas de la victoria
: cuántos los tormentos , tantos los premios;
y cuánto mas duras las batallas, masgloriosas
las coronas. ¿Qué diré de esta valerosa mujer?
Sino que no es verdadera madre . la que no sabe
amar á sus hijos, como esta amó á los suyos.»
Hasta aquí son palabras de san Pedro de Ravena.
Fué el martirio de santa Felicitas á los 23 de noviembre,
del año del Señorde 175. Hacen mención
de ella el Martirologio romano y los demás.
* SANTA LUCRECIA , VIRGEN Y MÁRTIR.—Según
el P. M. Florez, en el siglo VI habia ya en
Mérida un templo consagrado á Dios , bajo la invocación
de esta esclarecida virgen española , de
la cual hay también memoria en algunos Martirologios.
Lo que se dice de ella , continúa el mismo
autor, si padeció en tiempo de Decio ó después ,
todo es adivinar , pues nada hay de cierto , á lo
menos que conste por documentos fidedignos. El
cardenal Baronio dice que murió el año 303 , y
Gelesinio afirma que fué degollada por orden de
Deciano, en tiempo del emperador Diocleciano.
SAN SISINIO , MÁRTIR.— Era un cristiano de
Mármora, en el Holesponto, que por los últimos
TOMO IV.
dias de la persecución contra la Iglesia dio ilustre
testimonio de su fé. Sufrió horribles tormentos, en
medio de los cuales no cesó de glorificar al Dios
por quien padecia , y por fin fué degollado , el
año 311.
SAN ANFII.OQUIO , OBISPO Y CONFESOR.—
Nació en Capadocia , y se dedicó al estudio de la
retórica y del derecho. Fué magistrado de su patria
; mereció ser eslimado do lodos por su probidad
y sus costumbres, y estuvo unido en estrecha
amistad con san Basilio y san Gregorio Nacianceno
, que eran de mucha mas edad que él. Por consejo
do este último dejó Anfiloquio el mundo, y se
retiró á servir á Dios en el desierto , donde vivió
solo con su padre anciano y enfermo, dedicándose
todo entero á la meditación y al estudio de
las sagradas Letras. Hallándose en Iconia de Pisi—
dia , el año 37'i-, fué elegido obispo de la misma
ciudad, y á pesar de su humildad, fué desde luego
ordenado sacerdote y consagrado obispo por san
Basilio, que miró su elección como una providencia
particular del cielo en favor de la Iglesia de
Oriente. El nuevo pastor justificó esta opinión,
trabajando de continuo para oponerse ó los vicios
y á las herejías, corregir los abusos , tronar con
santa libertad contra el mal , y gobernar en paz y
justicia su rebaño. Obtuvo del emperador Teodosio
algunas leyes muy severas contra los herejes . haciéndole
conocer los traslornos que excita siempre
el espíritu de seda en el estado, lo mismo que en
la religión. Cuéntase, que incomodado un día Anfiloquio
porque aquel principe oía favorablemente
á los arrianos , fué al palacio imperial, y afectó
hacer poco caso de Arcadio , hijo del emperador.
Ofendido éste de semejante conduela , mandó que
el venerable obispo fuese echado á la calle ; mas
el santo le dijo entonces con entereza : «Señor,
vos no queréis que se falte al respeto á vuestro hijo
, y os indignáis contra los que no le veneran :
¿cómo creéis que tratará el Dios del universo á los
que blasfeman contra su Hijo único?» Semejante
indicación, cuya fuerza y sabiduría conoció Teodosio,
decidió al emperadora reprimir los excesos
de los arrianos. San Anfiloquio asistió al primer
concilio general de Constantinopla en 381,
presidió el concilio de Sida, y en uno y otro hízose
admirar por sus luces y su zelo. Parece que murió
el año de 39i ; dejando á la posteridad la reputación
de uno de los padres mas ilustres de la Iglesia
griega. San Gregorio Nacianceno le llama
« pontífice irreprensible, ángel del Señor, y héroe
de la verdad,» y el mismo nos dice que el
sanio obispo de Iconia curó á muchos enfermos
por medio de sus oraciones, por la invocación de
la santísima Trinidad , y por la oblación del incruento
sacrificio.
SAN GREGORIO, OBISPO Y CONFESOS. —Floreció
en siglo. VI, siendo obispo de Agrigento en
Sicilia. Su zelo por la defensa de la verdad católica
le acarreó el odio de los herejes , y sufrió con
paciencia y alegría todas las persecuciones. Cna
vez fué acusado al papa san Gregorio y tuvo que
ir á Boma para defenderse; pero el pontífice, que
conoció su inocencia, le colmó de presentes y le
/,3

338 LA LEYEND. A DE ORO. KoviEMBRE, 24
animó á conlinuar su larea. Efectivamente, habiendo
llegado á una santa vejez , murió en el Señor
, entre sus ovejas, el año 592.
SAN TRUDON , OBISPO Y CONFESOR.— Ilustró
el territorio de la Uasbania con el resplandor
de sus virtudes, Debiendo perdido á sus padres,
se retiró áMelz, y se puso bajo la dirección de su piadoso
obispo. Durante algunos años distribuyó su
tiempo entre el estudio , las obras de caridad , la
lectura de los salmos , la meditación de la ley del
Señor y otros ejercicios de piedad. Después mandó
edilicar un monasterio en una de sus posesiones ,
no solo para que sirviese de asilo á los solitarios ,
sino para abrir en él una escuela, en la cual aprendiese
la juventud las ciencias y la piedad. Fué ordenado
sacerdote y con sus predicaciones extirpó
los restos de la idolatría ; estuvo también dolado
del don de milagros , y murió santamente , el
año 693.
SAN DANIEL, OBISPO Y CONFESOR.—Floreció
al principio del siglo YI en la Gran Bretaña,
cuyas Iglesias lo han tenido en grande veneración.
El año 516 fundó un monasterio ó colegio junto
al canal que separa la isla de Anglesey del país
de Gales. Poco después se levantó en el mismo sitio
una ciudad , de la cual fué Daniel nombrado
obispo, gobernándola hasta el año5'i5, en que
murió.
SAN CRISOGONO , MÁRTIR. — Entro los santos
mártires , que por mandado del emperador Diocleciano
murieron por Cristo , fué uno Crisogono,
caballero romano y varón muy ilustre, el cual estuvo
dos años en Roma detenido en la cárcel, ministrándole
en ella , y proveyéndole de lo necesario
para su sustento una santa mujer llamada
Anastasia , que estaba casada con Publio , hombre
principal y poderoso, pero no menos cruel y enemigo
de cristianos : el cual, sabiendo que Anastasia
lo era , y lo que hacia con Crisogono , la encerró
en un aposento de su casa con estrechas guardas,
para que no pudiese ejercer su religión, ni proveer
á Crisogono de comida y sustento , ni aun le
tuviese para sí, sino que poco á poco viniese á perecer
de hambre. Cuandose vio la santa apretada,
buscó modo para escribir una carta ó Crisogono,
en esta forma: «Al santo confesor de Cristo, Crisogono,
Anastasia. Aunque el padre que me engendró
fué gentil. Fausta (otros leen Flaviaj, mi madre
fué cristiana, y mujer muy casta ; y ella desde
niña me hizo cristiana, y después de su muerte
fui casada con un hombre cruel y sacrilego, cuya
compañía y cama yo he huido por la misericordia
de Dios, con achaque de estar enferma. Empleóme
ele noche y de dia en hacer oración á Jesucristo, y
en imitar sus santas pisadas. Este hombro cruelísimo
, gastando mi patrimonio (con el cual se
honra) con gente facinerosa y mala ; á mí, como
a maga y sacrilega, me tiene puesta en la cárcel,
tan dura, que pienso acabar la vida en ella , porque
no me falta para acabarla, sino espirar. Y'
puesto caso que á mí me sea dulce y sabroso per-
der la vida por Cristo , no dejo de sentir mucho
que mi hacienda (la cual yo loda había ofrecido
á Dios) se gasle en torpezas y en servicios de falsos
dioses. Por tanto vo le ruego, ó siervo de Dios,
que supliques ai Señor, que, ó dé vida á este
hombre, si se ha de reconocer y con\ eriirse á él, ó
que se le lle\ e, si ha de perseverar en su dureza y
obstinación : porque mejor lesera perderla vida que
negar al Hijo de Dios, y atormentar á los que le
condesan. Yo hago lesligo y prometo á Dios lodopoderoso,
que sime veo libre de este trance, me
emplearé toda en su servicio, como solía, remediando
y proveyendo las necesidades de los santos
confesores. Sea Dios contigo, varón de Dios; y
acuéidate de mí.»
2 Recibió san Crisogono esta carta , estando
en la cárcel con otros muchos confesores: y después
do haber hecho con ellos oración al Señor
por santa Anastasia, la respondió de esta manera:
«Entre las tempestades y torbellinos de este
mundo en que andas fluctuando , ten por cosa
cierta, señora, que le ha de favorecer Jesucristo,
y derribar con una palabra en el profundo al demonio
que te atoinienla y hace guerra: ten paciencia
en medio de los trabajos; y haz cuenta que
estás en medio del mar combatida de alguna furiosa
tormenta, y confia que vendrá Cristo sobre
esas ondas, y le librará de ellas, y clama y da
voces con el Piolóla, diciendo : ¿Porque estás triste,
alma mía, v poiqué te turbas? Espera en Dios,
que per mucho que te pruebe y ejercite, no por
eso deja de ser tu salud. Piensa, señora, que Dios
te quiere dar los bienes del cielo; pues te quita los
de la tierra : y si te parece que larda, entiende
que lo hace para que estimes mas sus dones. No
te turbes ni le congojes, porque, viviendo bien , lo
suceden males y trabajos: Dios prueba y no engaña.
El hombre es engañoso; y el que fia del hombre
y jione en él su esperanza, es maldito ; y bendito
el que la pone en Dios. Huye con gran cuidado
y estudio todos los pecados, y desea ser consolada
de solo Dios, cuyos mandamientos guardas: porque
cuando menos lo pienses, él será servido de
consolarte, y enviará después de las tinieblas de
la noche la alegre luz del día, y Iras el hielo y frió
molesto del invierno vendrá la suavidad de la primavera,
y iras la tormenta, el cielo sereno y sosegado,
para que puedas favorecer y hacer bien á
los que padecen persecuciones por Cristo, remediando
sus necesidades temporales, y alcances del
Señor premios eternos. Sea Dios contigo; y ruega
por mí. »
3 Con esta epístola recibió grande consuelo
santa Anastasia , y se confortó de manera, que de
allí adelante procuraba tener tanta paciencia en
sus trabajos, cuantas eran las quejas que antes daba
de su cruel marido. Pasó adelante su persecución,
y tanto, que no la daban cada dia á comer
sino la criarla parle de un pan ordinario; y pensando
que se llegaba la hora de su muerlo, escribió
esta curta do esta manera: « Al bienaventurado
mártir y confesor de Cristo, Crisogono, Anastasia
: El íin de mis días se llega : ruega á Dios quo
reciba mi ánima cuando se despida del cuerpo;

NOVIEMBRE , 2i LA LEYENDA DE ORO. 339
pues que por su amor padezco los tormentos que
te dirá la vieja que esta lleva. Respondió el santo.
«Crisógono á Anastasia: Siempre preceden las
tinieblas á la luz , y después de la enfermedad
vuelve la salud, y la vida se promete después de
la muerte. Todas las adversidades y prosperidades
de esta vida se rematan y tienen su fin , para
que ni los tristes y afligidos desesperen , ni los
alegres y contentos se desvanezcan. Todos navegamos
por un mismo mar, y nuestros cuerpos son
como unos navios que surcan las ondas; y las almas,
como pilotos, las gobiernan. Pero algunas
naves de oslas son tan fuertes y tan bien fabricadas,
que rompen las ondas y pasan por ellas sin
detrimento; y otras son tan frágiles, que á cada
paso corren peligro. Consuélate, sierva de Jesucristo,
que tu navegación, aunque lia sido llena de
tempestades y borrascas, se acabará con próspero
y bienaventurado fin , y llegarás al puerto deseado,
gozando de Cristo con la palma del martirio.
k Eslas epístolas se esbribieron santa Anastasia
y san Crisógono, las cuales refieren Nicéforo
, Suidas y Adon. Lo que sucedió á Anastasia,
dirémoslo el día de su martirio, que es
á los 25 de diciembre. Pero volviendo á san
Crisógono; después que estuvo dos años preso
en Roma (como dijimos), estando ol emperador
Dioclociano en Aquileya haciendo carnicería de
cristianos, mandó que le llevasen á Crisógono ; y
puesto en su presencia, le ofreció la dignidad de
prefecto, y de hacerle cónsul, como á su noble
sangre v casia convenia, y otras mercedes, con
tal que adorase á los dioses protectores de su imperio.
Respondió san Crisógono con gran constancia
: A solo un Dios adoro en mi alma y reverencio
en mi corazón, y con señales exteriores lo
confieso por Dios, que es Jesucristo; y maldigo y
abomino á estos tus dioses, que son aposentos de
demonios. Con esta respuesta, sañoso el tirano,
le mandó degollar, y echar su cuerpo en el mar.
Hallóle después un santo viejo, presbítero, llamado
Zoilo, y sepultóle honoríficamente y por divina
revelación también halló la santa cabeza, la
cual estaba tan fresca como si en aquel mismo dia
hubiera sido corlada, y él la junio con el cuerpo
del mártir; y en pago de este servicio que le hizo,
á los treinta dias del martirio so apareció san
Crisógono á Zoilo , y murió en el Señor, y se fué
á gozar de él eternamente en compañía de san Crisógono
: cuyo martirio fué á los 2V de noviembre,
año del Señor do 302 , imperando Dioclociano.
De san Crisógono escriben Suidas, y los Martirologios
romano , el de Beda, Usuardo y Adon.
Tiene san Crisógono en Roma un templo antiguo,
que es título do cardenal, y de él hacen mención
en el concilio primero que se celebró siendo Sí maco
sumo pontífice, y en el registro de san Gregorio,
papa : y Gregorio 111 le honró y enriqueció de dones
. como se dice en el libro de los Romanos
pontífices.
SAN JUAN DE LA CHUZ, CONFESOR.—Muy favorecida
ha sido siempre del cielo nuestra España;
pues en todas las edades la ha enriquecido
nuestro Señor de varones insignes: v si ha sido
madre de muy ilustres sugntos en otras malcrías;
mucho mas lo ha sido en la santidad , dando á la
Iglesia esclarecidos escuadrones do innumerables y
fortisimos mártires, santísimos patriarcas, perfeclfsimos
monjes, purísimas vírgenes, y devotísima
confesores. Uno de ellos fué el bienaventurado
san Juan de la Cruz, en quien en estos
últimos tiempos (cuando la naturaleza humana
parecía estar desmayada para la virtud, como
avivada y poderosa para los vicios) resucitó nuestro
Señor la austeridad de los profetas, la desnudez
de las apóstoles, el fervor y pureza de Elias,
• la penitencia y soledad de Pablo , la contemplación
de Antonio, la santidad do Benito , el amor
de la cruz y del padecer de Francisco , v la celestial
y mística sabiduría de san Dionisio Areopagita;
porque en todas estas virtudes resplandeció
admirablemente este santísimo varón , ayudando
á la portentosa madre y virgen santa Teresa de
Jesús á levantar con sus hombros la esclarecida
reforma de los padres carmelitas descalzos , para
mucha gloria de Dios y edificación de la Iglesia,
siendo el primer carmelita descalzo que vio el
mundo , para padre de laníos santísimos hijos como
ha tenido y tiene esta gloriosa reforma.
2 Para escribir su vida , se ha de notar que ,
como le escogió nuestro Señor para capitán y caudillo
de tan gloriosa empresa (contra la cual se
había de armar el mundo y iodo o! infierno , con
tan terribles y molestas persecuciones como se leen
en su historia), está toda entretejida do varios sucesos
y raros acontecimientos : y aunque en todos
ellos resplandece la santidad de este admirable
varón ; pero en unos mas que en otros: y porque
para algunos fuera menester referir largas historias,
iremos entresacando loque pareciere de mas
utilidad y edificación de las almas (que es lo que
aquí se pretende), dejando lo demás para las historias
, y contentándonos con la brevedad suficiente
para nuestro propósito.
3 Nació el sanio padre en Ilontiveros , villa
anligua y noble, en el obispado do Ávila de Caslilla
la Vieja. Su padre se llamó Gonzalo de Yepes,
rama noble y anligua do la alcuña y villa de
osle nombre, do quien, entre oíros, procedieron
el iluslrisimo don Diego de Yepes, obispo de Tarazona,
ye! doctísimo Fr. Antonio de Yepes, cronista
de la religión de San Benito. Enamoróse
Gonzalo de una virtuosa y honesta doncella , llamada
Catalina Alvárez. natural de Toledo, y se
casó con ella sin dar cuenta á sus parientes. Tanto
lo sintieron los de Gonzalo , que del todo lo desampararon.
Viéndose así y falto de caudales , se
aplicó al ejercicio de su mujer , que era un telar
de sedas , en cuya pobreza y humildad vivió alegre
y satisfecho, acaudalando mas virtudes que
riquezas. Tuvieron tres hijos : el primero Francisco
do Y'opes , que casado en Medina del Campo,
supo vivir tan religiosa y santamente, que le acreditó
el Señor con maravillas: el segundo se llamó
Luis, que en su temprana edad se lo llevó nuestro
Señor: el tercero Juan, de quien aquí hablaremos,
que nació (á lo que se presume) á los 2'i.
de junic do 15V2.

3V0
4 Toda su niñez fue pronóstico de la adadmirablc
vida y gloriosos asuntos para que le
tenia destinado el cielo; porque la mansedumbre,
la quietud , el silencio y la devoción no fueron en él
de niño , sino de religioso y de santo. Cooperaba la
buena madre, que habiendo enviudado presto, criaba
sus hijos con toda virtud , y con especialidad les
imponía en la devoción de nuestra Señora. Tanto
se le entrañó al niño Juan , que desde luego obligó
á la santísima Virgen á favorecerle; pues desde
los cuatro á los cinco años empezó á experimentar
los favores de tal Madre. Jugando un día con sus
iguales á la orilla de una balsa profunda y cenagosa
, arrojando unas varillas al agua, cayó en ella
y se hundió á lo profundo: y aunque tres veces
volvió á salir, la última se desapareció por grande
rato. Huyeron asustados los otros niños, y él volvió
á la lengua del agua muy sosegado y alegre.
Vio entonces á la orilla ó la santísima Virgen , que
le ofreció la mano para que saliese á fuera. Rehusó
el niño darle la suya , por verla llena de cieno
para no manchar tanta belleza : duró algún rato
la recíproca y devola porfía, hasta que pasando un
labrador (que sin duda fué el ángel de su guarda),
le alargó la aguijada , y le sacó á tierra como á otro
Moisés, para que fuese maestro y legislador en los
desiertos del Carmelo. Este fué el primer favor
que recibió de María santísima; pero causó tanta
envidia al demonio, que barruntando de aquí mayores
cosas en aquel niño, quiso acabarlo de una
vez. Siendo ya de siete años, le salió á un camino
en figura de un monstruo horrible, abierta su infernal
y espantosa boca para tragarlo. No se asustó)
Juan , sino que con valor y reposo muy superior á
sus años le hizo la señal de la cruz: retiróse al
momento el enemigo , y desapareció guardando
para mejor tiempo mayores batallas; y Juan tomó
también la cruz por defensa para los combales futuros.
5 Creciendo mas en las virtudes, que en lósanos
le acomodó su madre en un seminario de niños,
para que aprendiese las primeras letras. Aprendió
las con facilidad , y señalándose entre los demás
en la virtud y buenas inclinaciones , como el sol entre
las estrellas, era el imán y la admiración de
todos. Quien mas se prendió de tanta virtud fué
don Alonso Alvarez de Toledo , administrador de
un insigne hospital que habia en aquella villa de
Medina del Campo : y teniendo ya doce años Juan,
se lo pidió á su madre para que asistiese en el hospital
, ofreciendo darle alimentos , estudios y capellanía.
Presto cenoció don Alonso la buena elección
que habia hecho, con el cumplido desempeño
y raro ejemplo que daba de sí Juan de Yepes.
Creció todo con el caso siguiente. Habia en el patio
del hospital un pozo profundo: y como el sanio
mozo era nuevo en la casa , y andaba tan encogido
dentro de sí, cayo en él, sin que le pudiesen valer.
Las voces fueron iguales al espanto de los
que lo vieron, y presto se convocó la vecindad.
Llegándose algunosá la boca del pozo, vieron á san
Juan sentado sobre las aguas: alargáronle una soga
; y asido de ella salió muy alegre. Preguntáronle
, cómo no se habia ahogado , y tan sin tur-
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 2i
bacion estaba sobre las aguas. Respondió con
humildad muy sincera , que una hermosísima señora
, al tiempo de caer lo recibió en súmanlo,
y hasla entonces lo habia sostenido sobre el agua,
para que no se hundiese á lo profundo; y que así.
á la santísima Virgen debia él la merced, y todas
alabanzas.»
6 Reconocido á este nuevo favor do la Virgen
. crecía por instantes en su devoción : rezaba
su oficio menor de rodillas : gastaba en su presencia
largas horas ; y sabiendo que servia á la Madre
y al Hijo en sus pobres, se dedicó con nuevo
fervor á servirlos, y hacíalo con extraña candad,
siendo para lodos de grande consuelo y alivio.
Para poder cumplir con esto y con los estudios,
se quitaba mucho del sueño , gastando gran parle
déla noche , ya en oración , ya en asistir á los que
veia de peligro. Para que el cuerpo estuviese mas
ágil en el servicio del alma , hizo su cama de unos
sarmientos desiguales: su comida era parca: el
vestido honesto : la mortificación continua , así en
el cuerpo , castigándole con cilicios, disciplinas y
ayunos , como en los sentidos , que traia siempre
reprimidos. Con tan buena disposición le alum-
.braba el Señor copiosamente; porque le queria
para farol de su Iglesia: corrió con facilidad la gramática
, retórica y filosofía , en que salió muy consumado.
Ya entraba por este tiempo en los veinte
años , en que dándole el administrador mas tiempo
para sus estudios y ejercicios, él frecuentaba mas
el de la oración, en la cual pedia continuamente
al Señor que le encaminase en su servicio ydiese el
estado de vida, en que lapudiese servir y serle mas
agradable. Estando un dia encendido en esta oracion
, oyó una voz que le dijo : «Servirme has en
una religión , cuya perfección antigua ayudarás a
levanlar. » No entendió por entonces lo que el Señor
pretendía en estas palabras; pero depositólas
en su corazón, humilde y resignado á su santísima
voluntad.
7 No pasó mucho tiempo , que llegaron á fundar
convento en aquella villa los padres carmelitas
de la Observancia: y sabiendo él que aquella
religión se fundó debajo el patrocinio de la sacratísima
Virgen , se le renovaron los ecos de la voz ; y
entendiendo ser aquella profesión piara donde Dios
le llamaba , trató de vestir su hábito. Díéronselo
gustosos los religiosos, sabiendo cuan religioso era
ya en las virtudes. Recibióle, siendo ya de edad
de veinte y un años, y dejando el apellido de i e—
pes . se llamó Fr. Juan ele San Matías. Estando
i el noviciado , corrió tan veloz , que su humildad
, su obediencia , su puntualidad en el coro y
oración , servian mas á la admiración que á la
imitación. Profesó al siguiente año, y poco después
pasó al colegio que la religión tiene en Salamanca
, donde estudió la teología con suma aprobación
, juntando siempre la oración y espíritu con
las letras. Aunque en lo público profesó la regla
mitigada por el papa Eugenio , en lo secreto guardaba
la primitiva dada por san Alberto, patriarca
deJerusalen, en cuanto los superiores se lo permilian.
No comia carne , y continuaba los siete
meses de ayuno : guardaba grande recogimiento

NOVIEMBRE, 24 LA LEYENDA DE ORO. 341
e n la celda , sumo reliro de seglares, y perpetua
asistencia en el coro; y cuando rezaba el oficio
divino á solas, siempre era de rodillas. Diéronle
una celda estrecha y oscura: abrió un pequeño
agujero enel tejadopara recibir un rayode luz, con
que poder repasar sus lecciones : pero gozaba de
una ventanilla con su vidriera que salia al santísimo
Sacramento, que era todo su consuelo y celestial
luz de su alma. Esta breve clausura, desnuda
de toda alhaja y curiosidad , era su celda : su cama
dos tablas desiguales, sin lienzo, sin colchón y un
leño por cabecera : los hábitos exteriores eran muy
pobres , y los interiores tan penitentes, que á raíz
de las carnes vestia un jubón hecho de esparlo,
anudado y torcido , á modo de malla ó red , y los
calzones de lo mismo ; y cuando se los desnudaba,
era para tomar sangrientas disciplinas, ó ponerse
mas ásperos cilicios. Acabada la teología , y entrando
en los veinte y cinco años de edad , le mandaron
los prelados se ordenase de misa , aunque
resistiéndolo su humildad. Después de haberse ordenado
, se preparó para celebrar la misa primera,
con largas vigilias, con lan fervientes deseos , con
tanta humildad y encendido amor de Dios, que
parece queria exceder á los serafines. Lo que sumamente
deseaba y pedia á Dios con instancia,
era que le conservase su Majestad toda su vida ia
blanca estola que le vistió en el bautismo, y que
hasta entonces , por especial gracia suya , habia
procurado guardar intacta. Cuando en la misa
tuvo al Señor en sus manos , de suerte enfervovorizó
la súplica, que mereció oir por respuesta:
Yo le concedo lo quo me pides. Quedó el santo
sacerdote tan agradecido como consolado; porque
juntamente sintió en su alma una espiritual
renovación , y haberle el Señor concedido una pureza
tan feliz , que le restituyó á la inocencia de
un niño de dos años, y confirmó engracia, al
modo que á los sagrados apóstoles , para que jamás
le llegase á ofender con culpa grave , como se
supo de sus confesores , y de dos personas espirituales
á quienes nuestro Señor lo reveló : y á esto
parece aludia lo quo la santa madre Teresa solia
repetir (siendo ya el siervo de Dios carmelita
descalzo), diciendo, que el P. Fr. Juan de la
Cruz era una de las almas mas puras y santas que
Dios tenia en su Iglesia, y que le habia infundido
grandes tesoros de luz, pureza y sabiduría del
cielo.
8 Para asegurar mas tales tesoros, deseaba
esconderlos y retirarlos mas del mundo: y para
hacerlo, iba tratando de pasarse á la Cartuja, para
vivir mas desconocido y mas á solas con Dios. Andando
con estos pensamientos , vino de Salamanca
á Medina en ocasión que la santa madre Teresa
acababa de fundar el convento de sus monjas en
aquella villa, y disponia el fundar otro de frailes,
también descalzos; porque hasta entonces
solo habia fundado monjas. Tenia para todo las
debidas licencias; pero fallábanle sugelos que lo
principiasen. Noticiada de las buenas calidades de
Fr. Juan de San Matías, le declaró sus inlentos
de fundar un convento de la misma orden muy reormado
, y en donde los frailes profesasen tam-
bien la misma austeridad , pobreza , retiro y regla
primitiva que ya había entablado en las
monjas: y que pues este mismo espíritu le tiraba
á la Cartuja : buena Cartuja lendria aquí
dentro de su orden. No fué menester mas para
quo le diese su consentimiento el siervo de Dios:
porque mientras hablaba la santa, le acordó el Señor,
que esto era lo que le dijo antes de tomar el
hábito en aquellas palabras, que seria religioso
de una religión, cuya perfección antigua ayudaría
á levantar:» con que desde luego se ofreció con
gusto á la santa.
9 Aun no tema la santa madre sitio , ni casa
alguna para el efecto; pero Dios, que era el principal
autor de esle negocio , preslo le envió un caballero
que le ofreció una casa ó cortijuelo en la
aldea de Duruelo , entre Yalladohd y. Medina del
Campo, que es en Castilla la Vieja. Estaba la casa
en un campo desabrigado , expuesto á todos vientos
y soles, junto á un arroyuelo llamado Risalmar:
consistía toda ella en un razonable portal: á
un lado de él corría una cámara, no muy larga,
tan baja , que casi ofendía las cabezas: encima un
desván á leja vana , á quien daba ó quilaba luz una
leja que servia de ventana: fuera de esto habia una
cocinilla: y todo lo abrazaba una cerca rústica. Aquí
enviósanta Teresa al bendito Fr. Juan con un peón,
para que aliñasen y compusiesen aquella pobre
posada en forma de convento, mientras iban dos
frailes mas, que ya lenia prevenidos , para que
diesen principio á la reformación. Todo el ajuar
que llevaba era un recado para decir misa , y
el hábito de pobre y riguroso sayal, que la sania
madre le dio , cosido por sus manos , para vestirlo
en descalzándose. Con esle pobre apáralo
llegó á Duruelo ; y con el grande fervor de espíritu
que llevaba , le pareció haber llegado á las
Indias de sus mayores riquezas , y al centro de
sus deseos. Todo el dia gastó en formar y componer
aquel resumido convento , modelo y ejemplar
originario de todos los que ahora ocupan las cuatro
partes del mundo. Comenzó barriendo toda
la casa , y después de bien limpia , la adornó de
calaveras y cruces que hizo de palo rústico. A
la noche , cuando le faltó la luz del dia para poder
trabajar, se acordó habían pasado todo el
dia sin comer. Envió al compañero á pedir alguna
limosna , con que pasaron aquella noche. Al
otro dia , dispuesto el monasterio bien pobremente,
vistióse su hábito descalzo , angosto y breve,
hasta el tobillo , en la forma que ahora lo llevan
los padres carmelitas descalzos , lodo muy estrecho
y reformado, descalzo del todo , sin abrigo ,
sin defensa de pies y piernas; porque después admitieron
las sandalias ó alpargatas que ahora
usan. Asi desnudo y recoleto presentó á los ojos
del mundo la figura del primer descalzo carmelita
, renovador de la anligna severidad profética.
Admiraban los labradores en aquel nuevo ermitaño
el áspero traje nunca visto , la aspereza de
vida , el aspecto endiosado y el trato lodo del
cielo. Oianle palabras de vida ; y al olor de tanta
santidad se iban lias él; y no se hablaba de
otra cesa por las aldeas comarcanas, sino del

o i
LA' LEYENDA DE ORO.
NOYIEMnitE , 21
fra e descalzo. No dejó de acometer el demonio dos , no menos sus loicas ¡ que su santidad , co­
al nuevo guerrero do muchas maneras en esle giendo la religión el fruto de muchos y grandes
tiempo ; poro no sacando mas que confusión , lo sugetos, (pie movidos con tal ejemplo renunciaron
dejó por entonces.
el mundo y abrazaron el nuevo instituto. Pa­
10 Casi dos meses estuvo solo el sanio padre sado un año volvió á Pastrana , y de allí á
aguardando los compañeros , que llegaron á 27 Avila , á petición é instancia de' la sania ma­
de noviembre de 1568: y habiendo pasado la dre , para confesor del ilustre convento de la
noche en larga y fervorosa oración , dijeron misa Encarnación de aquella villa, do monjas car­
al otro dia; é hincándose de rodillas delante del melitas de la Observancia, en el cual había toma­
santísimo Sacramento, renovaron la profesión , do el hábito y profesado la misma sania ; y ahora
y renunciaron solemnemente la regla mitigada los prelados (aunque ya descalza) la habían he­
en que antes habían vivido , y prometieron á cho priora de dicho convento, para que le regu­
Dios nuestro Señor, y á la Virgen María del monlase ó impusiese en el retiro , espíritu y oración
te Carmelo, y al reverendísimo padre general, que á sus descalzas : y conociendo la santa que
vivir conforme á la primitiva sin mitigación has­ nadie la podia ayudar mas para conseguir esta
la muerte. Mudaron los sobrenomb. es , por te efecto , que el P. Fr. Juan do la Cruz , negoció
haberlo así introducido la santa madre en las re­ se lo enviasen. Fué allá con el P. Fr. Germán de
ligiosas : el P. Fr. Antonio r!.i lleredia se llamó San Matías por compañero; y con talarte, pruden­
Fr. Antonio de Jesús : el P. Fr. Juan de San Macia y espíritu confesó, y supo llevar y enseñar aquetías
se apellidó de la Cruz ; y el hermano Fr. Jollas benditas religiosas, que si antes era convento de
sé se nombró de Cristo ; haciendo todos tres mucho tráfago , ya se podía ahora contar por uno
un Cristo Jesús crucificado : con que dieron prin­ de las descalzas : ya no se trataba allí sino de oracipio
á la familia de los carmelitas descalzos, pación y de muy grande recogimiento: las rejas esra
grande edificación del mundo y gloria de Dios. taban desiertas , y solo trataban con Dios y con el
Presto llegó el padre provincial de la Observan­ santo padre , aunque con tanta circunspección ,
cia , y nombró por prior al P. Fr. Antonio de que no admitía de ellas cosa alguna ni comunica­
Jesús : por suprior al P. Fr. Juan de la Cruz; y ción , sino para confesión ó provecho de sus almas:
al hermano Fr. José de Cristo cupieron las lla­ con que fué muy grande el frulo espiritual que
ves de portería y sacristía.
hizo on las religiosas , con igual ejemplo y edifica­
11 Dejando lo demás para la historia de la ción de toda la ciudad.
religión , proseguiremos la vida del arioso san 13 No se olvidó nuestro Señor do acrodilar
Juan de la Cruz , a quien cupo la mejor parto de con maravillas al siervo que tan de veras traba­
aquellos primitivos fervores , por ser el primero jaba en su mayor servicio. A doña María de Yera,
que se descalzó , y en quien Dios derramó las religiosa grave de aquel convento, dio tan súbita
primicias del espíritu de que se habia de ali­ y mortal enfermedad , que antes que obrasen los
mentar la religión y su buen olor alegrar toda la remedios, le privó de los sentidos , y lo que se tu­
Iglesia. Adelantó aquí su penitencia con extraños vo por cierto también de la vida. Desconsoladas
rigores : el jubón y calzoncillos de esparlo le pa­ las monjas llamaron al santo padre, y una le dijo :
recían suaves : las disciplinas no le satisfacían si Buena cuenta ha dado vuestra reverencia, padre
no las teñía en sangro: los cilicios , cobardes si nuestro, de su hija; pues la ha dejado morir sin sa­
no taladraban sus miembros : la cama era un rincramentos. Calló el siervo de Dios , y retirado al
cón del coro con una piedra por almohada : coro, se puso en oración, y haciendo instancias á
después de maitines se quedaba en oración hasta su .Majestad, fué lan eficaz , que la religiosa ya
la mañana: tan absorto estaba en ella , que ca­ difunta á vista do muchas comenzó á mudar semlándose
muchas veces de la nieve que caía por blantes , abrir los ojos , menear las manos y mos­
entre las tejas , se iba á prima sin repararlo: gastrar alientos de vida. Alegres las monjas, acudietaba
la mañana en decir misa , y confesar ó insron de tropel al coro á dar al sanio padre el aviso,
truir aquellos serranos , bien necesitadas de doc­ el cual sin turbación respondió á aquella religiosa
trina : iba á predicar una y dos leguas ILJOS á pié que le habia dado quejas : Ibja, ¿está contenta?
descalzo, y volvía a desayunarse al convento. Con que las confirmó en lo que ya ellas creían ,
1'2 Pasó con el oficio de maestro de novicios de que aquella maravilla fué efecto de su oración;
á la fundación de Mancera , donde mostró la y aun se confirmaron mas, viendo que en habién­
gracia que Dios le había dado para discernir los dola el santo confesado y administrado los de-
espíritus y conocer los tálenlos , y discreción admas sacramentos , se quedó luego difunta.
mirable para el magisterio de las almas. Care­ 1 'i. Estando también un dia de la Santísima
ciendo de todo esto el que gobernaba el novicia­ Trinidad en el locutorio hablando con la santa
do de Pastrana en Castilla la Nueva , hubo de ir madre , quo, como habernos dicho, era priora , de
el siervo de Dios á componer aquel seminario , suerte se engolfaron en la consideración de aquel
que con los indiscretos fervores y penitencia que inefable misterio, y tan altamente los ilustró su
el maestro introducía , necesitaba de moderación Majestad , que aquellas dos almas seráficas so fue­
prudente. Relucido aquel noviciado al debido ron desprendiendo de los sentidos, volando á la
limp'e, pasó al colegio recien fundado en Alcalá, esfera adonde el Señor los llamaba. La santa
y fué su primer rector. Edificó aquella insigne quedó arrobada sentada en un banco dentro do
universidad con notable ejemplo , admirando to- su locutorio; y el santo padre, que al principio

NOVIEMBRE, 24 LA LEYENDA DE ORO. 34:5
que comenzó á sentir aquella dulce violencia se tiene para engañar las almas. En otro convento
asió á los brazos de la sida para impedirla, mas recibió el habito cierta dsncella, que siendo de
no pudo, venciendo la velocidad del alma á cuer- edad de seis aros , se le apareció el demonio en
po y silla , los levantó por el aire hasta dar en el figura corporal ; y ella, agradada de su aparento
tcciio de la pieza. Hablando después la santa de hermosura, le enliegó lodo su afecto. Era de su
esle caso , dijo haber sido la cansa la alteza y cía- natural aguda , y muy salada en sus dichos. Tanda
d con que el siervo de Dios había hablado del héndose el demonio de su inclinación, la ofreció
misterio de la santísima Trinidad , y que no se hacerla mas docta y mas discreta que los varopodia
hablar de Dios con el P. Er. Juan , porque nes mas sabios ; y así lo cumplió. sacándola por
luego se trasponía ó hacia trasponer. Sucedióle condición que le había de hacer una cédula lirlambíen
por este tiempo , que estando contemplan- ir.ada con su sangre, de que no había de reconocer
do los dolores que padeció Cristo en la cruz , se ie á otro que á él por esposo. En todo vino la desrepresenló
á la vista tan llagado , herido y ver- dichada , tan aficionada , y perdida, que ya abortiendo
sangro como en ella estuvo. Lo que aquella recia á Dios. Creciendo en edad, por secielosjuivista
causó en su alma , e) sanio lo reseñó para cios de Dios entró en el convento, donde la
sí ; pero lo que nos dejó que notar , fué el quedar- recibieron con gusto. Hablaba todas las lenguas:
le en su imaginación tan impresa , que no siendo sabia todas las arles; venia teología discurría
pintor, lomó la pluma y dibujó la imagen en un tan sutilmente , que teman su ciencia por infusa,
papel, sacando el dibujo en peifil esforzado (don- Por ser estas cosas lan extraordinarias, entraron
dees mas dificultosa la perspectiva), y salió lan en sospecha los prelados de su religión: y sabiendo
milagroso, que lo alaban mucho los primorosos en la santidad y sabiduría del cielo del sanio padre
el arle. Er. Juan de la Cruz, le rogaron la examinase: v
lo Grande rabia causaban en el demonio tan- aunque por su humildad se excusó mucho; las
tas virtudes y favores del sierv o de Dios : y arman- grandes instancias le rindieron. Fué al convento:
dolé reñidas peleas y enredados combates, no pu- y saliendo la religiosa al locutorio, luego que se
do sacar mas ganancia que quedar confuso, y ser vio en su presencia , no solo la bachillera calló v
ocasión de mostrar el santo el grande poder que la sabia enmudeció, sino (pie comenzó á temblar,
Dios le había dudo sobre los demonios , ganando y sudar por ver se había conocido su enredo. Con
el nombre de segundo Basilio, como se vio en los luz superior reconoció el santo padre la causa de
casos siguientes. A una monja de cierta orden co- aquella enfermedad , y la declaró á sus prelados,
menzó á molestarla con espíritu de blasfemia , ar- diciendo como oslaba engañada deldemcnio, y
rajándola proposiciones contra la fé , y (enlacio- era menester conjurarla muchas veces; porque era
nes contra la castidad. Comunicólas con el santo ya antigua la posesión.
padre, que conociendo al autor de su inquietud, 17 Despidióse con esto; mas los prelados de
la aplicaba á tiempo las medicinas : mas aunque la religiosa, dándole todas sus veces, le suplicaron
se sosegaba la paciente en su presencia , en au- que pues había descubierto la enfermedad , aposentándose
volvía á su porfía el demonio; y para case los remedios, llízolo por el bien de aquella
enredarla mas , lomaba la figura del sanio padre, alma; y al segundo conjuro obligó al d&momo á
y en el confesonario la ínfima con doctrinas perm- que declarase lodo su maleficio. Confesó lodo lo
ciosas. Volviendo el verdadero confesor y enterado que queda dicho , y que allí estaba Lucifer, en
del arle de su enemigo . procuró remediarlo dan- cuya ayuda habían ya acudido tres legiones; mas
dola por escrito lo que le había de responder , asistido el santo de las cel cielo, prosiguió mas
cuando sintiese semejantes tentaciones. No desistió fervoroso sus diligencias. El efecto fué , que viencon
esto el engañador; antes usando de) mismo ar- do la paciente que ya sabia toda su perdición, se
díd , escribió olro papel imitando la lelrayíiima la confesó mas despacio y muy por menudo,
del santo , y en él la decía, como por no poder Entonces lomó la mano el siervo de Dios, y tales
excusar cierto viaje , la quería dejar cierta adver- cosas la dijo de la misericordia de Dios, que emtencia
acerca de lo que antes la había dado por pezó como a despertar. y desear su remedio. Braescrito
; porque considerándolo mejor, hallaba que maba Lucifer enfurecido contra el descalzo , y no
tenia algunas doctrinas tan apretadas , que la ha- podiendo volverse contra él, porque le temia , se
bian de causar nuevos escrúpulos y turbarla nías disfrazó tomando su hábito y figuia , y llamando
la conciencia. Como la religiosa conocía la letra, a! locutorio á la religiosa , como desdiciéndose de
gozaba de su libertad; aunque extrañó lo opuesto lo (pie antes la habiu dicho, tanto la exageró la
de su doctrina. Volvió el sanio á su convento: gravedad de sus culpas, la imposibilidad del perconoció
el embeleco de Salarias: pidió el billete; don y el poder del demonio, para hacerla cumy
aunque conoció ser la letra muy semejante á la plir la cédula que le había dado , que la pobre
suya , nó sus proposiciones: con que desengañó á se deshacía en lagrimas, y casi se entraba por las
la religiosa: y viendo la aflicción de aquella alma, puertas de la desesperación. No se lo encubrió al
y astucias de su enemigo, valiéndose de los exor- sanio padre lo que estaba pasando : acudió dilicismos
de la Iglesia, y armas de su poderosa y gente para probarle cara á cara á Luzbel, como
encendida oración , conjuró al demonio y lo ven- era padre de la mentira y del fingimiento : pidió
ció , dejando libre de su infestación á la paciente, á la tornera le llamase á la religiosa : respondió
10 De mayores circunstancias fué olro caso; que no podía ser; porque estaba en el locutorio
porque son innumerables las artes que el demonio con el P. Fr. Juan de la Cruz. ¿Cómo puede ser

eso (replicó el padre), si yo soy Fr. Juan de la
Cruz, y noel que allí está? Asuslada la tornera,
le dijo que lo fuese á ver : fué allá , y al punto que
lo vio, se desvaneció el demonio, y halló la monja
casi desesperada. Habiéndola restaurado y animado
, ponderándola la flaqueza del demonio, pues
huia de un pobre fraile descalzo , empezó á conjurar
los demonios en presencia de muchas monjas
que ya habian acudido al locutorio: y tanta
fué su eficacia y la gracia de Dios que en él obraba
, que no solo obligó á los demonios á confesar
que su príncipe los habia enviado para hacer desesperar
aquella alma , sino que también á que saliesen
de su cuerpo y volviesen la cédula. Todo
lo cumplieron á su pesar, y á vista de todos arrojaron
lo cédula que luego quemó el santo padre.
Quedó con esto la religiosa libre en el cuerpo y
en el alma; y sus prelados tan agradecidos y admirados
del santo padre, que le aclamaron por
segundo Basilio.
18 No solo lo quitó al demonio estas presas,
sino otras muchas : entre las cuales fué una dama
principal que con su hermosura y donaire hacia
mucho daño en el pueblo. No bastando otros medios
que intentaron sus deudos, la persuadieron
que se confesase con el descalzo carmelita: y aunque
lo resistió mucho, al fin se redujo á hacerlo.
Recibióla el confesor con mucha caridad , y de tal
manera trocó su alma, que vestida de grosera
jerga, devota, penitente y retirada, borró las
liviandades pasadas. Otra , que con voto habia
consagrado á Dios su castidad , de suerte la
mancillaba, que con sus liviandades era público
tropiezo y escándalo. Acertó por su buena suerte
á comunicar al santo padre , y con la eficacia
de sus encendidas exhortaciones la dejó tan compungida,
que apartándose de la ocasión , lavó con
sus lágrimas el sacrilegio pasado. Sintiólo tanto el
cómplice , que buscando al santo , le dio tantos
palos, quo lo derribó en el suelo , dejándolo muy
maltratado. Sentido el demonio de tantas ánimas
como le sacaba de lasañas el descalzo , le armó un
lazo para cogerle la suya. Encendió en el corazón
de una hermosa y honesta doncella un grande fuego
de lujuria , y tanto lo atizó y lo sopló, que sin
poderse valer la cuitada , se salió á deshora de su
casa y se arrojó al aposento del siervo de Dios. Díjole
la pasión que la traia : y reconociendo el santo
ser obra de Satanás y violencia diabólica , pasando
de su modestia ó su eficacia, de tal manera la
afeó el arrojo do su liviandad , y tal golpe de razones
y consideraciones la arrojó , que la desató
en un mar de lágrimas; y corrida y enmendada,
vol vio á su casa muy diferente de lo que habia salido
de ella. No sallándole bien este lance, intentaron
otros sus enemigos, y por sí mismos le hadan
continua guerra y le atormentaban con fieros
golpes y visiones horribles; pero de todos le sacaba
el Señorcon victoria,y él le correspondía con profunda
humildad , y con nuevos deseos de padecer
mas por su amor.
19 Compíleselos su Majestad largamente, después
de haber trabajado cinco años en la cultura
del dicho convento de la Encarnación ; porque en
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE 21
otra parte le tenia prevenida tan larga tela de persecuciones
, penalidades y trabajos , que no cabe
en esta breve relación: baste saber, que con increíble
constancia ó invicta paciencia pudo decir
lo quo decia el santo Job: «¿J'engo yo por ventura
fortaleza de piedra , ó mi carne es do bronce ?»
Viéndole pelear tan esforzadamente su Majestad,
varias veces le consoló , y la Virgen santísima por
tres veces le visitó y llenó el alma de luces y celestiales
consuelos. Con ellos compuso en esta ocasión
aquellas divinas y profundas canciones que
empiezan : «¿En dónde te escondiste?» que después
explicó altísimamente; y andan impresas en
sus libros. Salió finalmente de esta pelea y tribulación
, para alumbrar y enriquecer su religión con
prelacias, y doctrinas y ejemplos de su santa vida,
así como el antiguo José salió de la cisterna, para
reinar y favorecer á Egipto. Pero tan saboreado
salió del padecer y de las penas, que oyendo poco
después cantar esta copla :
« Quien no sabe de penas
en este triste valle de dolores,
no sabe de buenas,
ni ha gustado de amores;
pues penas es el traje de amadores : »
se quedó arrobado por una larga hora. El arrobarse
entre consuelos , revelaciones y otras comunicaciones
suaves del cielo , es ordinario ; pero ararrobarse
a! sonido de las penas, de las amarguras
y del padecer , cosa es bien rara y de espíritu
muy descarnado y sólido.
20 Después de esto fué á gobernar el convento
del Calvario, que resplandecía en observancia,
toda virtud y rigor de vida ; mas como era (analta
la suya , todo lo levantó de punto. La oración, silencio
y penitencia que entabló con su ejemplo y
con su exhortación , dejaron muy atrás las que
hasta entonces habian practicado , aunque eran
muy grandes. Estaba este convento pobre y en
desierto : y aunque se padecian muchas necesidades
, aquí acudía el Señor con maravillas, por la
oración y confianza de su siervo. Fallando una vez
el pan , mandó se buscase algún mendrugo y se pusiese
á la mesa; y bajando la comunidad, como
solía , al refectorio , les hizo una plática tan espiritual
en alabanza de la pobreza , que sin comer
bocado se levantaron do la mesa satisfechos. Pero
apenas se recogian á las celdas, cuando llamando
á la portería, halló el oficial á un hombre,
que con una carta que traia le dio una carga de
mantenimientos. Avisado el santo prelado que estaba
en oración, y abriendo la carta , se puso á
llorar. Preguntado por qué lloraba ; respondió :
Lloro , hermano , porque nos tenga el Señor por
tan flacos , que aun un dia no nos fia el que padezcamos
abstinencia. En Iznalorafe se entró el
demonio en el cuerpo de un hombre miserable que
He atormentaba mucho, y no lo podían echar con
los exorcismos do la Iglesia : llamado el santo padre
, luego que le vio el paciente, empezó á dar
grandes voces , y decir: Ya tenemos otro Basilio
en la tierra, que nos persiga. Así fué; porque,
sin que le valiese su grande resistencia, la eficacia

NOVIEMBRE 24 LA LEYENDA DE ORO.
de los conjuros del sanio le echó presto fuera de
aquella poUe criatura.
21 Aun no estuvo siete meses en el Calvario,
cuando hubo de ir á fundar el colegio de Baeza ,
cuya fundación ya antes había profetizado. Tan
conocida fué aquí su santidad y sabiduría , que los
mayores doctores de las escuelas en los pulpitos y
cátedras lo ponían por ejemplo á sus oyentes. Por
este tiempo le comunicaba Dios tan altas luces del
misterio de la santísima Trinidad, que dijo una vez
alas relig'iosasde Granada: De tal manera comunica
Dios á este pecador el misterio de la santísima
Trinidad , que si su Majestad no esforzara mi flaqueza
con particular socorro del cielo , fuera imposible
vivir. Mandóle su Majestad un día dijese
misa de la santísima Trinidad para consuelo do
una religiosa; y al tiempo de consagrar se le aparecieron
las tres divinas personas en una nube
trasparente , y tales dones le comunicaron , que
refiriéndolos después á la religiosa, la dijo: ¡O
hija, cómo la agradezco haya sido ocasión de que
me mandase el Señor decir misa de la santísima
Trinidad ! ¡ O qué gloria y qué bienes gozaremos
con su vista! Y encendiéndose como un seralin,
por espacio de media hora quedó arrobado y despidiendo
clarísimos resplandores.
22 Aunque el Señor le levantaba á tan altas
comunicaciones de la divinidad , no se olvidaba el
santo padre de la sacratísima humanidad de Cristo
, sabiendo que ella es el camino para ir al Padre,
y la puerta para entrar á Dios; antes bien la
llevaba siempre delante de los ojos , procurando
no solo celebrar con singular devoción todos sus
misterios, sino copiar y trasladar en su propio
cuerpo los dolores y martirios de su santísima pasión
y cruz : v así celebraba el Nacimiento con
extrañas demostraciones de regocijo, y la eemana
sania , no solo con extraordinarias mortificaciones
y penitencias , sino con el corazón tan traspasado
de dolor, que se le conocía bien en el exterior
aspecto lastimado y compasivo. Donde mas dulcemente
se engolfaba , hasta perder la tierra de
vista , era en el santísimo Sacramento y en ios
misterios de la misa. Una vez. después de haber
consumido el sanguis, se quedó con el cáliz en la
mano, y estuvo por tan largo espacio elevado,
que una santa mujer , quo oía la misa, exclamó:
Llamen á los ángeles que acaben esta misa ; que
solos ellos pueden proseguirla con tanta devoción:
que este sanio no está para ello. Muchas veces fué
visio diciendo misa , que del sagrario salían rayos
de luz , que terminándose á su rostro, se lo bañaban
de divinos resplandores : otras le salían de su
rostro tan vivos , que deslumhraban á los que los
veian. Viólos una vez un estudiante que le ayudaba
á la misa , y no solo le quitó la vista de los
ojos (como él mismo afirmaba) , sino que le penetró
de manera el corazón , que luego se entró
religioso dominico con nombre de Fr. Domingo
do Sotomayor. En otras ocasiones le vieron resplandecer
el rostro entre las tinieblas de la noche.
Estas luces exteriores índice eran de las interiores,
que por lo abundancia rebosaban á fuera
para edificación de los prójimos. Con tanta luz del
TOMO IV.
cielo, penetraba los interiores y registraba los
pensamientos de los otros , y las cosas distantes no
se le escondían. Una mujer, llamada María de la
Paz, como le vio pequeño da estatura y de lan
poca ostentación , pensó dentro de sí que no debia
ser hombre de letras. Fuese con oslo á confesar
con el santo padre, el cual la dijo luego: Hija,
letrado soy, aunque pecador. Respondió ella:
¿Por qué lo dice, padre? Y el santo la dijo : Porque
lo habéis menester. A otra hija de confesión
del santo, que era muy sierva de Dios, la perseguía
tanto el demonio, que cuando venia á la
iglesia del convento, en medio de la calle, y al
umbral, la daba laníos golpes, que la dejaba como
muerta. Desde su celda lo descubría el santo confesor
con luz del cielo : y acudiendo antes que nadie
le pudiese avisar, la socorría y ahuyentaba los
demonios. De estos casos le sucedieron muchos;
pero fué mas notable el que le sucedió en una casa
en que había diez y seis enfermos de peligro , y los
once ya oleados. El compañero del santo , que era
hijo de aquella casa , se afligió mucho viendo el
peligro de laníos; pero el siervo de Dios le dijo
entonces: No tenga pena ; que ninguno de los diez
y seis que están en la cama morirá de esta enfermedad
, aunque están en el estado que vemos.
Preguntóle el compañero, cómo lo sabia; y respondió
: Asi meló ha dicho quien lo puede hacer:
y así sucedió ; porque lodos recobraron la salud.
23 Dos años pasó en este colegio de Baeza
con estos santos ejercicios, y dejando aquella
fundación bien medrada en lo temporal y espiritual
, se hubo de trasladar á Granada , con los oficios
de difinidor general y prior de aquel comento.
Cuatro años estuvo aquí continuando las maravillas
de su gracia y los ejemplos de su virtud,
con colmados fruios do su espiritual enseñanza, en
beneficio universal de todos , asi seglares , como
religiosos y religiosas. A su santo zelo y diligencia
se debe también la fundación del convento de !
as
religiosas de esla ciudad : porque él la solicitó y
la ejecutó : y se le conoce bien ser obra de tal mano;
pues es uno de los conventos de carmelitas
descalzas, que mas ilorecen en opinión y observancia.
Fu el convento desús frailes asentó estrecho
recogimiento: y como lo confirmase tan exactamente
con su ejemplo, que ni para pagar las
visitas que le hacían salía de casa , le procuraron
persuadir los religiosos que saliese alguna vez,porque
le echaban menos los seglares. Rindióse el
santo prelado á la importunación , y determino
visitar á los señores arzobispo y presidente. Comenzó
por éste último , y pidiéndole le perdonase
el no haber hecho antes lo que debia ; le respondió
el presidente: Padre prior , mas queremos á vuestra
paternidad y á sus frailes en su casa , que en las
nuestras; porque con lo primero nos edifican y con
lo segundo nos entretienen. El religioso retirado nos
lleva el corazón ; y el que sale por salir, ni á nosotros
edifica ni para sí gana crédito. No hubo
menester mas para que, abreviando la plática,
sin visitar al arzobispo, se volviese á su convenio
y refiriese el suceso muchas veces, para persuadir
a sus religiosos el total retiro y confirmarlos en él.

3i

NOVlKMUllli 2V LA LEYENDA DE ORO.
las aguas, y con nueva maravilla le vieron después
salir del lodo enjuto. En la última jornada,
para entrar en la corle sin registro y sin concurso,
salieron de Gelafe , puesto el sol: con qire les cogió
la noche en medio de la jornada: pero á vírgenes
tan prudentes y á padre tan ceñido, el cielo les
envió lámparas, cercando el carro y todo el acompañamiento
con un resplandor tan celestial, que
dejando lo demás del campo en su obscuridad, les
clarificó el carril hasta entrarlos en la villa.
27 Vuelto el santo á la provincia, fundó otro
convento de frailes en la Mancha Real; y al año
siguiente, por expresa revelación do Dios, fundó
el de Caravaca : y vendo á fundar otro en Bujalance,
libró dos mujeres poseídas del demonio; y
diciendo un dia misa, le regaló el Señor, mostrándosele
cerrado de un globo de luz que lodo lo
rodeaba y dejaba iluminado. Llegando después de
la misa á la reja para hacer una plática á las monjas,
todavía se conlinuabael resplandor tan a lo
sensible, que entrando los ra vos por la reja, los
participaron las religiosas: Con estas luces profélicas
conoció las tinieblas que padecía en su celda
una religiosa llamada Bárbara del Espíritu Sanio:
hízola llamar ,y la dijo : ¿Cómo no me dice, hija,
lo que padece? Pues ya que ella lo calla, yo se lo
quiero decir: y diciéndole punto por punió todo
loque en su interior padecia, la consoló, y aseguró
que presto estaria en paz. Vio también en espírilu
que las monjas do olro convento estaban dividirlas
en la aprobación de una novicia , y las escribió
que le quitasen el hábito, sin embargo que era
sobrina de un obispo.
28 Como el sanio padre era como aquel árbol
que vio san Juan , que todo el año daba frutos,
y sus hojas eran para salud de las gentes, continuó
también por este tiempo sus milagros y maravillas
en beneficio de las almas y de los cuerpos.
Dallábase una religiosa con lan mortal accidente,
que ordenó el médico la sacramentasen muy apriesa.
Llamaron al santo padre para que lo luciese;
pero diciéndole un evangelio, y poniéndole sus
manos en la cabeza , estuvo sana , y al otro dia so
levantó. Llevando las monjas para fundar en Málaga,
dio María do Cristo tan [religiosa caida do la
cabalgadura , que lodos creyeron era muerta. Estuvo
un rato sin sentido , derramando mucha sangre
de la cabeza : llegó el sanio , y limpiándole la
herida con su pañuelo, sin otro beneficio, se levantó
sana y prosiguió su viaje. Yendo olía, vez
de camino con su compañero el hermano Fr. Martin
, y un hermano donado, llamado Pedro de
Santa María, dio ésle lan mala caida , que por
muchas parles se rompió la canilla de una pierna.
Lastimados los compañeros, y tratando de la
cura , hallaron la canilla hecha pedazos y quesonaba
como una raña muy cascada. Teníale la
pierna el hermano Fr. Martín ; y siendo el médico
el santo provincial, no le aplicó mus remedio que
un [JOCO do su saliva, y alando la pierna con el
pañuelo, le subieron sobre el jumenlillo. Llegarlos
á una venia, dijo el santo: Aguarde, hermano, y
le apearemos para que no so lastime. Respondió:
¿Qué es lastimar, padre nuestro? Ya no me duelo
la pierna ; y tentándola, vio que estaba sana. Salló
en tierra, y se halló tan sano y sólido como antes
de la caida. Por milagrosa calificaban los dos hermanos
la cura ; pero el santo padre, para deslumhrarlos,
les elijo: Callen ubi: ¿qué saben ellos de
milagros? Mas viendo que no bastaba, les mandó
con obediencia el silencio. Rematemos con otro
caso de mayores circunstancias. Caminando en
olra ocasión con el hermano Pedro de la Madre
de Dios desde Baena á Jaén hubo de pasar un
rio: llegó al vado, y venia lan lleno, que los arrieros
no se atrevieron á vadearle. Quiso también
el santo provincial quedarse con ellos ; pero
alumbrado del Señor, dijo al compañero se quedase;
y él con el jumentillo se entró por el rio. A
poco trecho tropezó el jumento, y viendo su peligro
el santo padre, llamó á la santísima Virgen,
que acudiendo luego á socorrerle, le asió de las
punías de la capa, y llevó sobre las aguas hasta
dejarlo en la oriila, con grande admiración de los
que la miraban. Salió también la cabalgadura: y
volviendo á subir, á lodo correr no paró hasta la
venta que llaman de Doña María : halló en ella un
pasajero mal herido con tres puñaladas que el hijo
del huésped le habia dado: admiró el sanio padre
la benignidad del Señor con aquella alma, y
mas cuando llegándole á consolar, supo que era
religioso profeso de cierta orden, que andaba apóstata.
Confesólo y dispersólo por espacio de dos horas;
y al fin de ellas, arrepentido y reconocido á
Dios, espiró con grande y muy singular consuelo
del santo confesor ¡ considerando cuántos milagros
obró nuestro Señor por la salvación de aquella
alma.
29 Mucho deseaba el sanio padre verse descargado
de oficios, por el grande amor que tenia
á la soledad y retiro, y deseo de tratar á solas con
Dios; pero aun no se lo permitía su Majestad. Habiendo
concluido la ocupación de vicario provincial
, le hicieron segunda vez prior del convenio
de Granada; y aunque con muchas lágrimas lo
renunció , no quiso el capítulo admitir sus ruegos.
Rindióse á la carga el humilde padre, y prosiguiendo
su gobierno con el acostumbrado ejemplo y
crecido fruto de las almas, se le notó por este tiempo
que sus hábitos y remiendos despedían un olor
celestial y peregrino. Llegó ocasión en que á
grandes instancias se hubo de rendir á mudar hábito
, y el que dejó se lo vistió otro religioso , eslimándolo
por reliquia,aunque bien pobre. Al punto
echó de sí tal fragancia, que se persuadieron
los demás que iba cargado de olores. Excusábase
el religioso con la verdad , y llegaron á creerla,
cuando quitándose el hábito el rehg'oso, reconocieron
lodos nacer de solo el hábito la fragancia.
Era el santo aquel buen olor de Cristo de que so
gloriaba el Apóstol; porque en lodo deseaba
conformarse y asemejarse á Cristo crucificado,
humillado y abatido : por lo cual, continuamente
y con muchas ansias le pedia tres cosas: la primera
; que no le llevase de esla vida siendo prelado
: la segunda; que le diese que padecer por
su amor; y la tercera; que muriese habitando
donde no le conociesen : v se las concedió el Se-

3Y8 LA I.CYEND A DE ORO NOVIEMBRE 2ít­
ñor, como io mostró la experiencia y el mismo
santo padre lo dijo á su venerable hermano Francisco
de Yepes, yá otros, previniéndoles que si
lo viesen despreciado , abatido y cercado de dolores,
no lo extrañasen; porque los habia pedido al
Señor y se los habia concedido.
30 Ya corria un año de este priorato , cuando
se innovó el gobierno de los Descalzos por autoridad
apostólica, empezando á ser congregación,
divida en diferentes provincias, formando un supremo
tribunal de vicario general y seis difinido—
íes. Cayó sobre el siervo de Dios la elección de difimdor
primero , y juntamente de prior del convento
de Segovia , donde había de residir aquel
grave tribunal, que llamaban Consulla, con queá
un tiempo se halló presidente de la Consulla (en
ausencia del vicario general) y prelado del convenio;
y en ambas ocupaciones resplandeció su
santidad, su sabiduría, su prudencia y su entereza,
con una admirable humildad y encendida caridad
con que lo sazonaba lodo. Dejando muchos casos
particulares do profecías, éxtasis y conocimiento
de los interiores, y otras cosas milagrosas que eran
muy comunes en el sanio, solo referiremos aquí
tres , que fueron mas notables. Todo el tiempo

NOYIKMMIE , 24 LA LEYENDA DE ORO. 349
de amor viva. Trasladáronse después en varias
lenguas . imprimiéndolos en lalin el P. Fr. Andrés
de Jesús, natural de Polonia, y de la misma orden,
añadiendo oíros cualro tratados menores: el primero,
Cautelas espirituales contra los tres enemigos
del alma : el segundo , Cartas á diferentes perdonas:
el tercero,Sentenciario espiritual;y el cuarto,
Devolas Poesías. Y aunque e§ ja muy conocida
y pública la alteza y utilidad de esta doctrina; dejando
los muchos elogios que de ella escribieron
las mejores plumas , solo referiré el que los cardenales
Torres y Deli, para despachar los remiso—
nales para la canonización del santo padre, hicieron
en esta forma : « Escribió libros de teología
mística, llenos de celestial sabiduría, los cuales andaban
divulgados en diferentes remos con tan sublime
y admirable estilo, que juzgan lodos no ser
ciencia adquirida con ingenio humano,sino revelada
é infundida del cielo. Es su lección muy provechosa
para discernir las revelaciones verdaderas
de las falsas, y esforzar las almas en el camino y
vida de la perfección. Por lo cual los que leen estos
libros comparan su doctrina con la de san
Dionisio Areopagita.» Y el señor cardenal Ginelli
refiere á la sagrada congregación el dicho del doctísimo
y venerable P. M. Fr. Juan Bautista
Lozana, carmelita observante, á quien se habia
remitido la revisión de dichos libros por eslas palabias:
« La revisión de los opúsculos del siervo
de Dios, Juan de la Cruz, según la forma de los
nuevos decretos que me encomendó la sagrada
congregación , fué remilida al P. Fr. Juan Bautista
Lozana, carmelita , uno de los consultores de
esta sagrada congregación: por cuya relación, que
présenlo en escrito , consta; que en dichos opúsculos
no se halla cosa contra la fé y buenas costumbres,
ni contienen doctrina nueva, ni peregrina;
.ni ajena del común sentir y costumbre de la
Iglesia; sino antes mas doctrina lan altamente sublime,
que apenas se podrá hallar otra mas levantada,
sino es en los códices sagrados.» Todo
esto se dice de los libros del santo padre: v nadie
que los lea con humilde y verdadero deseo
de aprovecharse de su doctrina lo extrañará; porque
experimentará los admirables frutos que causa
en las almas, en el tolal desasimiento de las criaturas
, y buscar y hallar al Criador.
33 Ibaso el santo acercando á la corona de
sus méritos : y para que fuese mas preciosa, la labró
el Señor nuevas piedras de penas y dolores en
su última enfermedad. Envióle unas calenturas ,
que presto le derribaron en la cama , y originándose
de ellas una grande inflamación á la pierna derecha
, puso á todos en cuidado. Avisado el padre
provincial , al punto envió orden para que se fuese
á curar á Baeza ó á Ubeda, y mandó al padre
prior que luego lo ejecutase y cuidase mucho del
enfermo. Instaba el prior se fuese al colegio de Baeza,
por ser casa mas acomodada , y el rector muy
lujo del santo padre, y no al convento de Ubeda,
nuevo y mal acomodado , y cuyo prior estaba adverso
al santo padre por haberle mortificado algunas
demasías. Mas como él deseaba padecer, y
halló en Ubeda la ocasión : eligió el ir á aquella
casa , en donde habia de padecer mas v ora menos
conocido. Con el movimiento del camino creció
la inflamación é iba con notable fatiga. Llegando
á la puente del rio Guadaiimar, le dijo el hermano:
A la sombra de este puente podra vuestra
revencia descansar un ralo y comer un bocado. Si
descansaré ( respondió el enfermo), porque llevo
necesidad: pero tratar de comer es excusado, porque
tengo tolal inapetencia. Replicó el hermano:
¿Es posible que nada apetece vuestra reverencia?
A que respondió : Sola una , que son unos espárragos;
pero en este tiempo (ora á fin do setiembre)
no es posible hallarlos. Estando el compañero
en esta aflicción, y mirando al rio , vieron los dos
dentro de él una peñuela , y encima de ella un
manojo de espárragos muy frescos, atados con un
mimbre. Sacólos el hermano : admirólos el santo ,
y por mucho que procuró disimular la maravilla ,
no pudo negar habia sido milagrosa.
34 Llegado á Ubeda : fué recibido del prior
con poco agrado, y con mucho de los demás. Pero
el camino de suerte agravó la enfermedad , que el
humor, bajando á la pierna , al otro día reventó
por cinco bocas en forma de cruz , dejando la mayor
sobre el empeine del pié. Do todas salia tanta
materia, que llenaba las escudillas, y cundiendo
por todo el cuerpo, hizo en él balsas de humor corrompido,
particularmente en ambas ¡aniónillas.
Este accidente y continua calentura le cansaron
tal flaqueza, que no se podia rodear en la cama,
sino es asiéndose de una soga , v ayudado de los
enfermeros. A su rigor excedía su paciencia , y á
lodo la que mostró en lo recio de su cura. Abriéronle
desde el empeine del pié hacia arriba por la
espinilla mas de una cuarta , de modo que se le
descubrió la canilla de la pierna, con tal tolerancia
en el enfermo, que admiró al cirujano , á quien
después dijo con alegre serenidad : Si es menester
corlar mas, córtese muy enhorabuena, y hágase
la voluntad de mi señor Jesucrislo; que yo
estoy dispuesto para lo que su Majestad mandare
y ordenare de mí. A este dolor del cuerpo se recreció
á este segundo Job el desagrado del prior.
Sus visitas eran de juez , sus palabras de apasionado,
y sus obras ian de miserable, que no solo
no le daba mas que un poco de carnero , sino que
prohibía que de fuera le regalasen , diciendo que
bastaba el lomar carne para la enfermedad quo
tema. Finalmente, por saber que esla sequedad la
sentían y censuraban los religiosos, mandó quo
ninguno entrase en su celda, echando la llave á
su rigor y el santo á su sufrimiento. No pudo lan
ejemplar paciencia y santidad conocida estar oculta
mucho tiempo: publicáronla cirujanos y religiosos,
con quo se movieron muchas personas devotas
á acudir al enfermo. Unas le enviaban regalos,
otras hilas y lienzos , y oirás se encargaron de lavar
los paños y vendas. Ya los religiosos habian
avisado al padre provincial, que vino á loda priesa,
é informado del estado de la enfermedad y sequedad
del prior, después de haberle reñido ásperamente
, dijo: Abran, padres, esas puertas, para
que no solo los religioso» , sino los seglares entren
á ver este espectáculo de santidad , y queden

330 LA LEYENDA DE ORO. KOVIEMliUE , 2 '(•
admirados con su admirable paciencia. Trueno y
rayo fueron eslas palabras del zelo y caridad del
venerable provincial , que juntamente atemorizaron
y alumbraron al prior , el cual comenzó á venerar
al que antes perseguía ; y postrarlo á sus
p¡ós, no solo le pidió mordías veces perdón , sino
ejecutó sus consejos , y en adelante predicó sus
alabanzas. Queriéndole dar algún alivio , dispuso
( rehusándolo el enfermo ) un ralo de música , y
en lanío que duró, estuvo el santo tan suspenso,
que. vuelto en si , y preguntado qué le había parecido
de la música, respondió : No la oi , porque
otra mejor me ha ocupado en este tiempo.
Empezaba ya agostar la del cielo, de la cual, añadió:
Saliabor , cuín apparueril gloria lúa.
3o Con otras maravillas acreditó aquí Dios
la santidad de su siervo. La materia que salia de
sus llagas era tan diferente de las demás, que
no solo no olía , sino que sabia bien. Tomando
el enfermero una porcelana llena de la sangre y
materia que salió cuando le abrieron la pierna ,
viendo cuan bien olia , dijo : Esla no es materia;
y bebiendo dos tragos de ella, se le quitó
un dolor de cabeza que padecía. Encontrando
otro religioso una escudilla de la misma materia
, juzgando por su buen color y olor ser
alguna salsa regalada , se la bebió toda con buen
gusto. Las señoras que lavaban las vendas y paños
que servían al santo padre, testificaron que
lemán un olor celestial, y que su tacto les causaba
interior consuelo. Lleváronles una vez con la ropa
del santo padre la ele otro enfermo , y luego
con el olor conocieron no ser toda del santo, y
por el diferente olor pudieron apartar la una de la
olra. También sucedió á muchas de estas personas,
(pie buscando en sus casas algunas cosas de regalo
para sí , no las hallaban ; y cuando las buscaban
para regalar al sanio enfermo, luego se les
venian á las manos , cuidando Dios del alivio y
asistencia de su fiel amigo con tan singulares providencias.
30 Dos meses y ocho dias habian pasado ,
cuando creciendo la enfermedad , desconfiaron
todos de la vida del enfermo. La víspera de la
Concepción, que cayó en sábado, mandó el médico
le diesen el viático; y alegre el santo con la
nueva, dijo: Lwlatussum in lús, quw dictasunt
mihi: in domum Dondni ibimus. Mas como sabia
mejor que el médico, no solo el dia, sino también la
hora en que habia de morir , dijo , que se difiriese
hasta su tiempo. El jueves siguiente lo pidió, diciendo
no duraría mucho. Pidiéronle les repartiese
sus alhajas , que eran hábito , rosario, breviario
y correa; y respondió: Yo soy pobre; y
esa acción es del prelado: al cual pidió de limosna
un hábito y un poco do lierra en que enterrarse
, perdón de los enfados de la enfermedad, y á
los demás de los descuidos que habia tenido, siendo
súbdilo y prelado. Animándolos á lodos á la
observancia do su profesión , le interrumpieron
las lágrimas. Viernes 13 de diciembre, día do
santa Lucía , preguntó qué dia era : y sabiendo
«pie viernes ; ya no preguntó mas por ol dia , sino
por las horas: y como le pidiesen la causa , añadió:
Helo preguntado; porque, gloria á mi Dios, tengo
ele ir esta noche á cantar maitines al cielo.
Llegándose después el venerable provincial , quiso
alentarle acordándolo lo que habia trabajado
por la reforma: mas el humilde padre, tapándose
los oídos con ambas manos, le dijo: No me acuerde
vuestra reverencia sino mis muchas culpas y
pecados ; y solo fengo para satisfacer por ellos, la
sangre y merecimientos de Jesucristo.
37 A las cinco de la larde recibió la extremaunción:
á las nueve, habiendo preguntado y sabido
qué hora era : exclamó: ¡ Qué aun me fallan tres
horas! añadiendo: Incolalusmeusprolóngalascst•
A las once y mecha pidió llamasen al padre provincial
y á todos los religiosos. Habiendo acudido, se
hincaron lodos de rodillas, y le suplicaron les hedíase
su bendición; pues les dejaba con su ausencia
tan desconsolados. Excusábase el santo ,
pidiendo al padre provincial se la echase su reverendísima
, pues era prelado de todos. Al fin al
ruego del provincial y lágrimas de todos, se hubo
de rendir, y les echó su bendición: después de
esto pidió le leyesen algo del libro de los Cantares:
y en el punto de las doce, le rodeó un globo grande
do luz como de fuego resplandeciente , cuya
claridad ofuscaba unas veinte luces que ardian en
el altar y celda. En medio de la celestial llama se
veia estar como ardiendo aquel abrasado serafín.
A esla sazón dio el reloj las doce ; y sonando la
campana del convento, preguntó, qué laman. Respondiéndole,
que á maitines, pasó mansa y amorosamente
los ojos por los présenles y por despedida
les dijo: Al cielo me voy á cantarlos: y
poniendo sus benditos labios á los pies del crucifijo
, y diciendo: In manas lúas commendo spiritum
meum , cerrando la boca y los ojos, se lo
entregó dulcemente, sábado, á la misma hora que
habia dicho , 1'i de diciembre del año 1591 , á
los cuarenta y nevé de su edad, y veinte y ocho do
religión , habiendo vivido los cinco primeros en la
Observancia, y los veinte y tres en la Reforma: á
la cual , habiendo sido el primero de ella , vio en
sus dias dilatada en España y en las ludias en
seis provincias , y con vicario general propio do
la familia.
38 No dilató el Señor el dar testimonios do
la gloria de su siervo. En espirando, se sintió por
lodo el convento una celestial fragancia : su rostió
quedó muy hermoso y sonroseado. Aunque
llovia y hacia mucho frió, acudió luego tanta gente
, que se hubieron de franquear las puertas del
convento á la una de la noche ; y llegándose lodos
á besarle las manos y los pies, se tenia por
dichoso el que po ha alcanzar alguna reliquia suya.
Entreoíros llegó un carpintero llamado Irada,
pidiendo á grandes voces le elejason ver al santo ;
porque en aquel punto le había librado de un
grande peligro do cuerpo y alma. A mas de esto,
en espirando se apareció á su grande bienhechora
doña Clara de Benavides, y á Luisa de la Torro ,
mujer de grande virtud , que arrebatada en espíritu
, le vio con el rostro muy resplandeciente ,
que sustentaba sobro sus hombros aquel convenio
de Ubcda. En Segovia apareció á Realriz del Sa-

NOYIEMP.RF. 24 LA LEYENDA DE ORO. 351
era metilo, religiosa de su orden, con el hábito chapeado
de joyas de oro y sembrado de estrellas, con
una hermosísima corona en la cabeza; y la dejó
del todo sana, estando antes ludida. En la misma
ciudad de Ubeda , años después obró una singular
maravilla. Por mayo , habiéndose formado
una terrible tempestad y nublado formidable, y
acudiendo muchos á implorar su patrocinio , fué
visto á la luz de los relámpagos con su hábito de
carmelita descalzo , que luchando con las nubes ,
las deshizo y apartó de los términos de la ciudad.
39 Al entierro acudieron sin haberles convidado
, así el clero, religiones y caballeros , como
de los demás, tanta multitud , que no cabían en el
convenio ni en la calle. Con liarlo trabajo le sacaron
á la iglesia donde sin poderlo remediar, le
corlaron muchos de sus hábitos. El P. Fr. Domingo
deSolomayor, hallándose presente, intentó
su devoción corlarle un dedo ; y retirando el santo
la mano , le cayó encima desmayado. Llegando
á besar el pié un religioso de otra religión, con
los dientes le arrancó una uña. Enterráronle entonces
en tierra ; pero el cielo dio bastantes muestras
de que merecia mas glorioso sepulcro , con
las luces que se vieron salir de la sepultura. A
los nueve meses se descubrió el santo cuerpo , y
luego se percibió una grande fragancia , y hallaron
el cuerpo entero y fresco : quisieron cortarle
un dedo ; y al punto salió sangre , como si estuviera
vivo. Al año siguiente fué trasladado secretamente
á Segovia ; pero cuando Ubeda lo supo,
sintió tanto el despojo , que negoció breve de Clemente
VIH , año de 1596 , para que se le restituyese.
Los prelados de la religión , para excusar
competencias entre tan ilustres ciudades, lo compusieron
dividiendo entre ellas el sanio cuerpo : á
Ubeda le cupo un brazo y las dos piernas; y á
Segovia la cabeza con lo restante.
40 Prosiguiendo después el santo en hacer
muchos milagros y prodigios , dando especialmente
salud á muchos enfermos ya desahuciados,
y hechas las debidas informaciones y procesos , á
los 6 de octubre de 1674 la santidad de Clemente
X mandó se publicase el decreto de su beatificación,
como se hizo : y reducida después dicha
beatificación en forma de bula , la despachó su
santidad el año siguiente de 7o , á 25 de enero.
Fué después canonizado á 27 de diciembre del
año de 1726 por la santidad do Benedicto XIII ,
de la sagrada orden de Santo Domingo : y á 22
de marzo de 1732 la santidad de Clemente XI ,
concedió por toda su religión rezo y misa , todo
propio del sanio con rilo de primera clase y con
octava ; trasladando ó anticipando el día do su
fiesta, y mandando que de allí en adelante se celebrase
en el dia 24 de noviembre , así como antes
se celebraba á los 14 de diciembre, dia en
que murió el santo : io cual so hizo para que se
pudiese rezar con octava; porque desde el día 17
de diciembre hasta el dia de Navidad , según las
rúbricas del breviario romano , deben cesar todas
las octavas.
* SAN CRESCENCIANO , MÁRTIR. — Natural de
Roma y compañero del papa san Marcelo, con
el cual tuvo la gloria de padececer por la fé. Parece
que murió mártir en la misma ciudad por
orden de Diocleciano, el año 309.
SANTA FIIIMINA , VÍIIGEN Y MÁRTIR. — Fué
hija de Calfurmo , prefecto de la ciudad de
Roma, y abrazó la religión cristiana á vista
de los milagros que obraban los santos confesores.
Hallándose en Amelia , en el ducado de
Espoleto, durante la persecución de Diocleciano,
fué presa y conducida al tribunal del juez;
pero á pesar de sus pocos años, no pudieron
doblar su constancia en confesar la divinidad de
Jesucristo. Padeció varios y crueles tormentos, y
por fin la colgaron y abrasaron con hachas encendidas
, en cuyo suplicio entregó su espíritu al
Criador. Su muerte la fija Baronio en el año
303.
SAN ALEJANDRO, MÁRTIR.— Nació en Conoto
, cuya ciudad ennobleció también con su preciosa
muerto. En tiempo del emperador Juliano
el Apóstata, fué encarcelado por negarse á dar
culto á los ídolos, y después de haber peleado
gloriosamente, fué degollado en la misma ciudad
por orden del presidente Salustio, el año 361.
LAS SANTAS FLORA Y MARÍA , VÍRGENES Y MÁR­
TIRES.— En el reinado de Abderrameu II , floreció
en Córdoba una doncella llamada Flora , hija
de padre moro y enemigo de la ley evangélica.
Su madre , que era cristiana , la instruyó en
la verdadera religión. Era Flora la menor de su
familia , hermosa , de lindo ingenio y prudencia,
y Dios reinaba en su casto corazón. En medio de
sus deudos, vivía como penitente; pues escondía
con disimulo su comida y la daba á los pobres.
En todas las cosas la guiaba la mano dei Señor
por la senda de la profesión evangélica; pero en
sus sanios propósitos se veía casi siempre contrariada
por un hermano suyo, que al fin acabó
por perseguirla y delatarla al juez mahometano.
Llamóla éste á sí, y la preguntó si era cierto
que hubiese renegado de su ley ; pero ella
contestó con varonil esfuerzo: Nunca he conocido
á Mahoma , solo á Jesucristo conozco desde
mi niñez; en su ley he sido criada, á él so'o
adoro por Dios, y le tengo dado mi corazón
como á esposo mío , consagrándome á él en perpetua
virginidad. Enfurecido el juez con esla respuesta,
mandó á dos verdugos quo á golpes le hiriesen
la cabeza: ejecutóse esla sentencia con
tal crueldad, que llegó á descubrírsele el casco
desnudo entre los cabellos. Ella continuaba siempre
confesando á Jesucristo, y entonces, medio
muerta, fué entregada á su hermano para que la
curase, y habiéndola instruido en su ley , la volviese
al tribunal si no se determinaba á seguirla.
Restablecida Flora de sus heridas , se escapó de
su casa , y se fué á un lugar de! reino do Jaén,
donde permaneció oculta hasta la época de su
martirio. En osle combate y victoria fué acompañada
de otra doncella llamada María, religiosa
del monasterio de Guleclara. Ambas se presentaron
á un mismo liempo , y sin saberlo la una
déla otra, al juez en Córdoba, que después de
haberlas oído, ¡as mandó encerrar en una oscura

352 LA LEYEXD A DE ORO. NOVIEMBRE , 25
cárcel. En pila enronlraron al glorioso san Eulogio
. que las animó y consoló , y escribió para
forlalpeei las su libro ¡¡talado: « Aviso de los mártires.»
Varias veces las llamó el juez á su presencia
; pero nunca pudo conseguir arrancarlas de su
propósito. Al fin las dos esclarecidas esposas de
.Jesucristo fueron sentenciadas á muerte: Flora
padeció primero, y á ambas las corlaron la cabeza
con el alfanje; á las tres de la tarde de un
martes, dia 24 de noviembre del año 851. Los
sagrados cadáveres quedaron allí todo aquel dia,
y al siguiente fueron arrojados en el Guadalquivir
; pero poco después los, cristianos bailaron las
dos cabezas, y los depositaron en la iglesia de
San Acisclo , de donde las trasladaron posteriormente
á la parroquia de San Pedro de la misma
ciudad de Córdoba. Su fiesta fué desde luego
muy celebrada en España , y por su intercesión
se obraron muchos milagros.
SAN FELICÍSIMO, MÁRTIR. — Fué de Perugia en
Italia, y Procopio le llama príncipe de los etruscos
de la misma ciudad. El cardenal Baronio, ignorando
la época en que padeció martirio, habla
de él en el siglo V.
SAN PIIOTASIO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué
obispo de Mdan en el siglo IV. Su sabiduría y
virtud lo lucieron estimar hasta de los herejes,
que le temían como á un adversario formidable.
Trabajó incesantemente en favor de la doctrina
católica; asistió al concilio de Sardis en ¡liria, celebrarlo
en 3i7 á instancias del emperador Constancio,
y en el defendió con noLable zelo la causa
de san Atanasio, proponiendo una porción de
cánones que indignaron de tal modo á los hereges,
que se separaron del concilio. Fué muy amigo
del emperador, del papa Julio l y de todos los
mas grandes prelados de aquel siglo , y murió en
paz en su diócesis, el año 3'i8, por el mes de no
vicmbre, siendo su s ipulcro glorioso en mílag'os.
SAN ROMÁN , PRESBÍTERO Y CONFESOR. — San
Gregorio de Tours, en el libro de Gloria conf.,
cap 46 , dice que vivió en la misma ciudad de
Tours en tiempo de Teodoríco el Grande, y que
dio sepultura al cuerpo de san Martin, su maestro.
El Martirologio romano añade , que la santidad
de su vida se comprobó con la gloria de sus
milagros. Murió el año 385.
SAN PORCIANO, ABAD. —Pasó los primeros años
de su vida en la esclavitud , y cuando obtuvo su
libertad . tomó el hábito religioso en un monasleria
de Auvernia , del cual llegó á ser abad. Su
amor por la penitencia fué extraordinario, no siéndolo
menos su perfección en todas las virtudes.
Cuando Tierri. rey de Austrasia , invadió la Auvernia
, Porciano fué á verle para pedirle la libertad
de todos los prisioneros: el príncipe lo recibió
con respeto y le concedió lo que pedia. Venerado
y querido ele lodos, llegó á una edad muy
avanzada, y acabó el curso de sus días el añoSiO.
ISia 35.
SANTA CATALINA , VÍROEN Y MÁRTIR. — La
iluslrísuna virgen y mártir santa Catalina nació
en Alejandría de Egipto, de sangre real, y fué dotada
de todas las gracias que en una mujer se
pueden desear. Era hermosa por lodo extremo . v
juntamente honestísima : era avisada y de alto
entendimiento, y muy enseñada en todas las letras
de filosofía y humanas , que en aquel tiempo
llorecian en la ciudad de Alejandría. El obispo
Eqnilino dice, que anles que se bautizase , tuvo
un sueño y revelación , en que se le apareció la
sagrada Virgen María nuestra Señora con su precioso
Hijo, niño de extremada belleza , en los brazos,
y que la madre la ofrecía á su hijo; y el bendito
niño la desechaba y se extrañaba de olla , diciendo
quo en sus ojos no era hermosa aquella
doncella , porque no era bautizada. Despertó Catalina
, y entendiendo lo que le fallaba , y que no
era digna de ver el hermoso rostro de Jesucristo ,
se hizo cristiana y se bautizó. Tornóle á aparecer
Cristo de la manera que primero; y regalándola
y haciéndola grandes favores en presencia
de su sacratísima Madre , y de muchos ángeles y
santos del cielo , se desposó con ella y la dio el
anillo , como á verdadero esposo suyo. Despertó
de su sueño la gloriosa virgen, y halló un anillo
en su dedo. Todo esto refiere este aulor: y asi
algunos suelen pintar á santa Catalina con Cristo
en los brazos de su madre , que le pone el anillo
en el dedo y la toma por esposa. El resto de la
vida y martirio de esta esclarecida virgen se ha
de tomar de Simeón Melafraslo , que la escribió
copiosamente , y la refiere Lipomano y el P. frav
Lorenzo Snno de esta manera. Imperando en
Oriente Maximino , hombre tan fiero y bárbaro ,
que no tenia sino el nombre de hombre , y estando
en Alejandría , mandó publicar un edicto
en esta forma: « El emperador Maximino , á
todos los que están debajo de nuestro imperio,
salud. Habiendo nosotros recibido grandes
beneficios de la benignidad de los diose c
, juzgamos
, que en reconocimiento de su gran liberalidad
debemos ofrecerles sacrificios: y por tanto
os exhortamos y mandamos , que vengáis á nuestra
presencia para que mostreis\con ias obras el
amor y reverencia que leñéis á nuestros grandes
dioses: avisándonos quo el que no obedeciere á
este nuestro mandato y siguiere otra religión contraria
á la nuestra , demás do perder la gracia de
los dioses inmortales, caerá en nuestra indignación
, y lo pagará con la vida.
2 Publicado eslo ediclo; toda la ciudad de
Alejandría se llenó de gente, que de diversas partes
concurrían á ofrecer sacrificios, y lodos los altares
y templos oslaban bañados en sangre de los
animales , que se mataban y sacrificaban á los demonios
, de lo cual el emperador estaba muy ufano
y contento. Supo eslo santa Catalina: y movida
del amor de su dulce esposo Jesucristo, determinó
por sí misma hablar al emperador. y reprenderle
de aquel desaliño , con quo engañaba aquella
gente ciega, y la llevaba Irás sí al infierno.
Acompañada, pues, de muchos criados, fué al
lemplo, donde á la sazón estaba el emperador, y
con su licencia entró en él, y le avisó que le quena
hablar. Todos quedaron admirados de ver el

352 LA LEYENDA DE ORO. NOTIEJIDRE, 25
cárcel. En

NO VI ЕМ ПИ К, 2.J LA LEYENDA DE ORO.
rostro de santa Catalina . mas angélico que humano
, acompañada de tan peregrina honestidad v
rara modestia : llegóse ;í Maximino; y con grande
libertad le dijo la ceguedad en que estaba, por
ofrecer sacrificios a ídolos y semejanzas de hombres,
sujetas á pecados y vicios , y en llevar tras sí
á lodo aquel pueblo ignorante, á quien él , como
cabeza y príncipe, oslaba obligado a desengañar y
poner en buen camino: que lo que le convenia era
conocer al verdadero Dios, que le había criado y
dado el imperio, el cual, con ser Dios inmorlal, se
hizo hombre por nosotros, y por su voluntad murió
(ui una cruz , para librarnos de la muerte merecida
por nuestros pecados. Turbóse el emperador
ovondo las razones de santa Catalina , y
estuvo algún rato sin poder responder; y al fin la
dijo cjti6 le dejase acabar su sacrificio , porque después
la respondería. Mandóla llevar a su palacio,
v acabada la solemnidad se fué á ver con ella;
y teniéndola en su presencia, la dijo: Dínos ahora
¿quién eres, y qué palabras fueron las que hoy
hablaste? Respondió la santa doncella: Bien conocido
es mi linaje en esta ciudad: llamóme Catalina
: he gastado mi vida en estudios de retórica,
y filosofía ; pero de lo que me precio mas es de ser
cristiana, y tener por esposo á Jesucristo verdadero
Dios y verdadero hombre. De aquí comenzó á darle
razón de sí y de su fé con tan singular sabiduría,
elocuencia y gracia , que el emperador abobado,
la estaba mirando, y admirado de ver su incomparable
hermosura, v oír la fuerza y peso de sus razones,
¡i las cualesél no supo responder: y entendiendo
que para convencer á Catalina era menester mas
ciencia que la suya , mandó llamar de todas las
parles de su imperio á los varones mas sabios y
elocuentes que en ellas había , para que disputando
con la santa doncella , la convenciesen ; y
(miro tanto la mandó poner en guarda denlro de su
palacio. Vinieron emeucnla hombres muy sabios,
grandes filósofos y oradores , por mandado de Maximino
, para entrar en disputa con la sania virgen
: y puesto caso que cuando supieron la causa
de su llamamiento y venida , quedaron corridos,
por pareccrles que no convenia á su reputación el
hacer lanío caso de una mujer, que por grande
entendimiento que tuviese, por mucho que supiese
, en fin tenia entendimiento y ciencia de mujer;
y se lo dieron á entender al emperador ; mas después
que disputaron y fueron convencidos desunía
Catalina , sin saber que responder, quedaron mucho
mas afrentados y corridos , y entendieron que
la ciencia humana no puede resistir á la sabiduría
divina , ni el entendimiento del hombre al espíritu
de Dios. Juntáronse los cincuenta filósofos cu un
lugar , y concurrió toda la ciudad aun espectáculo
tan nuevo y maravilloso, en que cincuenta hombres
, tenidos por la flor de todas las universidades,
y como unos oráculos de sabiduría, habían
de disputar con una doncella do diez y ocho
años en materia de letras y de religión , y en presencia
del mismo emperador. Mas un ángel del Señor
apareció á la santa virgen , y la dijo , que no
temiese; porque Dios la daria sabiduría del.cielo,
á mas de la que ella habia alcanzado con su buen
TOMO IV.
estudio y diligencia , y que tendría victoria de los
cincuenta filósofos, y les persuadirla lo que quisiese;
yá ellos yá otros muchos converliria al conocimiento
do Dios, por el cual morirían , y ella
despuss seria coronada de martirio. Muy alentada
quedó la sania doncella con este regalo y favor
del Señor : entró en la p :
eza donde estaba
toda aquella compañía : y uno de los filósofos , el
do mas nombre y que era tenido por mas letrado
que lodos . con algún desden y mofa , torciendo el
rostro, la dijo : ¿Eres tú la que injurias con palabras
atrevidas y libresá nuestros dioses? Yosoy
(dijo Catalina), aunque no con palabras atrevidas y
libres, como tú dices, sino con razones ciertas y
verdaderas. Comenzó luego el filósofo á proponer
sus argumentos en favor de sus dioses , fundados
en los magníficos títulos y renombres que los poetas
les atribuyen , á querer probar que Cristo no
era Dios; porque habia sido crucificado , y ninguno
de sus poelas ni filósofos le tenia por tal, ni
bacía mención de él en sus escritos: pero la sapientísima
virgen deshizo todos los argumentos
del filósofo, probando por buena filosofía y por razón
natural, que no puede haber masque un Dios,
artífice y autor soberano de todo lo criado ; y que
los dioses que ellos adoraban no lo podían ser ,
por haber sido hombres viciosos y abominables,
y de quienes sus mismos poelas muchas veces dicen
grandes maldades; y que puesto caso que los
poelas, como vanos, no hablan de Cristo; pero que
las Sibilas , que ellos mismos reverenciaban como
á mujeres alumbradas con el espíritu del cielo , habían
hablado altísimamente do él , y mucho antes
que acaeciese , habían escrito , que habia de ser
preso por envidia y muerto de su mismo pueblo,
V que habia de resucitar y subir á los cielos , y
juzgar los vivos y los muertos, citando los lugares
de cada una de las Sibilas con tanta claridad y eminencia
, que el filósofo , antes orgulloso é hinchado,
quedó confuso y persuadido de todo lo que
la santa virgen le decía ; porque ella hablaba con
tanta majestad y con tan rara elocuencia,gracia,
mesura y fervor de espíritu , que se echaba bien de
ver, que aquel era negocio de Dios , y que la sabiduría
de sania Catalina no era humana , sino divina
, á la cual no se puede resistir. Quedó atónito
el emperador:;' como vio que el filósofo (laqueaba,
mandó á los otros filósofos que le ayudasen
ysahesen encampo con la sania virgen ; pero ellos
no lo quisieron hacer, así porque aquel filósofo era
el mas famoso y eminente enlre todos, como porque
las razones de la sania los habían convencido
y rendido de tal manera , que no tenían que replicar
: y así todos á una voz respondieron al emperador
, que en aquel filósofo y compañero suyo
(queera el mas sabio) todos habían sido vencidos,
y todos con él confesaban que aquella doncella
decia verdad; y que ellos hasia aquel punto habían
estado ciegos en adorar por dioses á los que no lo
eran, y que solo habia un Dios, que era Jesucristo,
á quien Catalina confesaba y adoraba , y lodos con
ella confesaban v adoraban. No se puede fácilmente
creer el furor y rabia que de oir oslo Maximino
recibió", y como de suyo era arrebatado v fu­

ioso, luego mandó quo se encendiese una grande
hoguera , y que en ella todoslos cincuenta fdósofos
fuesen quemados. Encendióse la hoguera , y luego
que ellos la vieron,se echaron á lospiés de la santa
virgen , rogándola con lágrimas , que suplicase á
Dios que les perdonase los pecados quo contra
él, como ciegos , habían cometido; porque va
alumbrados con su luz estaban prontos para
recibir el bautismo , y morir por él. La gloriosa
santa se regocijó en Dios cuanto pensar
se puede , por ver que la verdad triunfaba
de la mentira , y la cristiana sabiduría de la
vana filosofía, y el verdadero y solo Dios, de la
chusma de los falsos dioses ; y que aquellos hombres
, que antes tenían nombre de sabios , y ahora
lo eran de veras , se sujetaban á Cristo (que es la
eterna sabiduría del Padre], y como buenos soldados
no dudaban de entrar en batalla, y dar la
vida por él: y asi con un rostro amoroso y blando
los consoló y animó , diciendo que tuviesen por
cierto que Dios los perdonaba ; pues por su amor
tenian mas cuenta con el Rey del cielo, que con el
de ia tierra , y que el fuego les serviría de bautismo
y purificaría sus almas, para que limpias y puras
fuesen luego presentadas ante el divino acatamiento
, en donde recibirían el precio de aquel
suplicio, y la corona inmortal de tan gloriosa victoria.
Con estas palabras quedaron ellos confortados
: y haciendo muchas veces sobre sí la señal do
la cruz, y nombrando á Jesucristo, fueron puestos
entre las llamas, y dieron sus almas á Dios. Después
algunos cristianos secretamente fueron á recoger
sus sanias reliquias , y hallaron los cuerpos ian
enteros y sin lesión , quo ni un-cabello les falló.
Con este milagro mostró Dios cuan acepio le había
sido el sacrificio que estos sabios le hicieron do
si mismos, y muchos gentiles se convirtieron á la
fé, por la cual ellos habían dado sus vidas. Pues
¿quién no ve en esle hecho la sabiduría , poder y
grandeza de nuestro Dios? ¿Y cómo por una mujer
daca humilló á los soberbios: confundió á los
emperadores : derribó la altivez del mundo: alumbró
á los ciegos; ó hizo que los que antes perseguían
la verdad , fuesen perseguidos y muriesen
por ella con alegría y contento? Muy congojado y
rabioso quedó Maximino con este suceso , y con
gran deseo de alraerá su voluntad á-santa Catalina
, y por bien ó por mal, hacerla sacrificar á sus
Dioses. Parecióle primero lle\ arlo por blandura , v
ver si con caricias y ofrecimientos podia ablandar
el constante pecho de la virgen. 1 'izóla grandes
promesas : habló con amor fingido de padre ; y usó
todo el artificio que supo , para persuadirla lo quo
prelendia : mas como todo eslo no hiciese mella en
el corazón de la bienaventurada virgen , porque
estaba llagado del amor de su dulce esposo', convirtió
las dulzuras y halagos en espantos y amenazas,
diciéndola que la mandaría dar cruelísimos
tormentos: á lo cual sania Catalina respondió:
Iláz lo quo quisieres; que tus tormentos, por
crueles que sean , se acabarán , y el premio de
ellos durará para siempre; y espero en Dios,
que mucha gente de tu casa y palacio se ha de
salvar por medio mió. Esto dijo ¡a santa; y Dios
LA LEYENDA DE ORO. SOYITíJinilE, 2o
se lo otorgó. Con eslo el emperador, desconfiad 0
que sus artes y mañas no le habían de valer, la
mandó desnudar y azotar con nervios crudos de
bueyes. Desnudaron á la purísima doncella, quo
para ella fué grandísimo tormento , y los crueles
verdugos comenzaron á descargar golpes en aquel
cuerpo tierno y delicado, y dos lloras estuvieron
hiriendo sus carnes , mas blancas que el alabastro
, dejándolas matizadas con su sangre , y
causando en los présenles lanía lástima , que derramaban
muchas lágrimas. La virgen estaba con
lanío esfuerzo como si su cuerpo fuera de piedra;
aunque los arroyos de sangro que de él salían,
mostraban que era de carne. Después de este tormento
la pusieron en una cárcel oscura, con muchas
guardas, y orden que no se le diese cosa alguna
de comer, pero en doce días que allí estuvo,
el Señor la proveyó, envíándola ángeles quo
la visitasen , cuia.-en y regalasen, y una paloma
que la traia cada día lo que había menester para
su sustento. Allí á la cárcel vino la emperatriz á
visitar á santa Catalina , admirada de lo que oía
•decir de su extremada belleza , sabiduría,
fortaleza y constancia en los tormentos. Vino do
noche , acompañada de un capitán del emperador,
llamado Porfirio , y de otros soldados : entró en la
cárcel la emperatriz : habló con la sania doncella:
y con su plática quedó tan aficionada á ella y
tan herida del amor de Dios, que recibió la fé ,
y so bautizó, y lo mismo hizo Poilirio y otros
doscientos soldados , ofreciéndose á morir por
Cristo siempre que tuviesen ocasión: y aunque la
emperatriz temia su flaqueza para padecer tormentos
, la santa virgen la animó á sufrirlos (si
fuese menester) con alegría , diciéndola que Cristo
estaría en su corazón y la daria esfuerzo y valor
para pasarlos, y después por premio corona do
inmortalidad. Aquí en la cárcel apareció Jesucristo
á su dulce esposa Catalina , y la dijo que no
temiese, porque él eslaba con ella y el tormento
no la dañaría ; y que después de haber traído á
muchos con su ejemplo á su conocimiento , ella
recibiría el galardón do la retribución eterna. Pasadas
los doce días, entendiendo Maximino que
aun vivia la santa, y que la lalla do mantenimiento
en tantos diasno la habia quitado la vida,
la mandó traer otra vez delante de sí : y viéndola
no solamente viva , sino sana y resplandeciente, y
con la misma hermosura y gracia que tema antes
de ser atormentada , quedó atónito y pasmado, y
hab ola mansamente para engañarla, y díjola quo
él conocía que per sus prendas ella era digna del
imperio, y por aquella extremada belleza de ser
reina del mundo. Conoció luego la sabia doncella
el lazo do Satanás, y dijo al emperador que no
hiciese caso de la hermosura del cuerpo , que como
flor se marchita y seca , sino de la del alma,
que siempre florece y dura , y es la que tienen los
sanios en el cielo. Finalmente, después de otras
pláticas que la gloriosa virgen y el emperador fuvieron
entre sí , combatiéndola el tirano ron su
astucia, y ella resistiendo con increíble valor y espírilu:
viendo que ninguna cosa le aprovechaba,
mandó el tirano hacer una máquina de cuatro

NOViKMimn , '¿o LA LEYENDA DE ORO. 355
ruedas sembradas de clavos y pimías agudas de
lal manera encajadas y trabadas enlre sí (pie,
pucsla la virgen en una do ellas , y moviéndose
aquella rueda . fuese despedazado su cuerpo con
¡•quedos horribles instrumentos. Alaron á la
valerosa víigcn ;¡ la rueda, y comenzaron los
sayones á moverla; pero no la desamparó su
dulce esposo en esle tormento; porque súbitamente
un ángel del Señor la desaló , rompiendo
las ataduras, ron que estaba atada y
des barató aquella máquina cruel , destrabando
unas Hiedas de otras con lan grande ímpetu, que
con su movimiento acelerado mataron á muchos
de los gentiles que allí estallan y habían concurrido
á este espectáculo; y otros que quedaron libres,
daban voces y clamaban: Grande es el
Dios de los cristianos. ¿Qué corazón hay tan duro
que no se ablandara con esle milagro? ¿Y qué
tigre lan fiero que no se amansara con eslas maravillas?
Pero Maximino era mas fiero que el tigre,
y mas duro que la piedla y que el diamante; y
así no se movió : antes pareciéndole que ser vencido
de una delicada doncella y de la flaqueza
mujeril era menoscabo suyo y de su imperio, comenzó
á buscar oíros nuevos y terribles tormentos
para acabarla. Supo esto la emperatriz , y no pudiendo
disimular mas la llama que ardía en su pecho
, se fue al emperador, reprendiéndole con palabras
severas y graves la crueldad que usaba
contra Catalina y los oíros cristianos , confesando
que ella lo era, y que estaba aparejada á morir
por la confesión de Cristo. Salió de sí el tirano
, y luego mandó que le quitasen ó su mujer de
delante y que la degollasen , y juntamente á Porfirio
y á los oíros doscientos soldados; porque supo
que se habían hecho cristianos: cumpliéndose
io que la sania virgen habia dicho , que algunos de
la casa del emperador por medio suyo alcanzarían
la salud cierna. Aceptó la emperatriz con alegría
la sentencia de su muerte , y habló con la preciosa
virgen santa Catalina , y con gran devoción
y ternura la pidió que rogase á Dios por ella,
para que la diese su favor en aquel trance: y
ella la dijo: No temas, vé; que Dios es contigo,
y reinaras con él para siempre. Oyendo estas palabras,
se despidió la emperatriz , y se ejecutó
contra ella y contra Porfirio y sus soldados la sentencia
del tirano: el cual quedó tan encarnizado
y relamiéndose en la sangre de su mujer y desús
criados que habia derramado , que mandó degollar
á sania Catalina , vista su perseverancia y
(pie no tenia esperanza de persuadirla lo que
deseaba. Luego que se publicó la cruel sentencia
del tirano contra la esclarecida virgen , concurrió
loria la ciudad, hombres, mujeres , señores y
señoras , viejos y mozos al lugar dol suplicio.
Cuando llegó á él la sania doncella , y vieron su
gracia y compostura , muchos tiernamente lloraban
ele lástima , mas ella estaba muy alegre en
su alma, y en el rostro parecia un serafin, y alzando
sus serenos ojos y levantadas sus manos
al cielo, hizo oración á Dios, haciéndole gracias
por las misericordias que siempre le habia hecho
. y especialmente por haborsu dignado de re-
cibirla en holocausto y sacrificio, ofreciéndole la
sangre que por ó! derramaba como prendas de
su fino y verdadero amor. Suplicóle que recogiese
puro y limpio su espíritu, y que no permitiese
que su cuerpo viniese á manos de aquellos verdugos.
Pidióle que lodos sus devotos, y los que
se acordasen de ella y la invocasen en sus necesidades,
fuesen de él favorecidos y les otorgase
lo que le pedirían, si fuese conveniente para su
salvación, y que alumbrase á todo aquel pueblo,
que allí estaba , y le trajese á su conocimiento y
amor. Dicho esto , uno de los soldados la hirió,
y corló la cabeza, corriendo do la herida leche
on lugar de sangre. Y para que su sagrado cuerpo
no viniese á manos de aquellos sayones (como
ella lo habia deseado), los ángeles le llevaron
al montcSinaí, y allí le sepultaron, y de él
mana un licor suav e y eficaz para salud de todas
enfermedades; y después el emperador Justino
edificó allí un solemne templo y monasterio , y en
él es venerado. ¡Ó gloriosa virgen Catalina, y
dulce esposa de Jesucristo , discípula del celestial
Maestro y maestra de los filósofos y doclores de
la tierra, vencedora de los tormentos y triunfadora
del tirano, dechado de vírgenes, esfuerzo do
mártires, y envida y en muerte regalada del Señor!
¡ Qué justo fué que de vuestro cuello saliese
leche por sangre, para manifestar la blancura y
pureza de vuestra alma! • Y que los mismos ángeles
venidos del cielo os luciesen las exequias,
y con sus manos sepultasen vuestro cuerpo en el
mismo monte donde Dios había aparecido y dado
su ley ! Ya gozáis de los castos abrazos y regalos
do vuestro suavísimo esposo, y habéis alcanzado
la corona de vuestra victoria, y estáis segura que
ninguno os la quitará: acordaos de nosotros vuestros
devotos siervos, que todavía peleamos y pedimos
vuestro favor, para que mediante vuestra
intercesión imitemos vuestras virtudes, resislamos
á las blanduras de nuestra carne, y á las falsas
promesas del mundo, y ó los espantos y terrores
con que el demonio nos persigue; y por una gloriosa
victoria de nosotros mismos, lleguemos adonde
vos llegasteis, y gocemos do lo que vos gozáis.
El martirio do sania Catalina fué á 25 ele noviembre,
año del señor de 307, imperando Maximino.
Suélen'a comunmente pintar con una espada en
la mano, y debajo ele sus pies la cabeza de un
emperador; para denotar, que por la espada alcanzó
la corona del martirio y victoria dol tirano
que la martirizó. De santa Catalina, demás de
Melafrasle, que escribió su martirio, hacen mención
los Martirologios, romano, el de Reda, Adon
y Mohíno en las adiciones de Usuardo y el cardenal
Baromo en las anotaciones del Martirologio,
y en el tercer lomo de sus Anales; y los griegos la
celebran , y la laman la Gran Catalina, por los.
grandes beneficios que por sus oraciones recibieron
del Señor en la conquista ele la Tierra sania.
* Los SANTOS MOISÉS Y MÁXIMO, MÁRTI­
RES.— Estos dos santos eran sacerdotes de Roma
en tiempo del papa san Fabián , y al mismo tiempo
que otros muchos cristianos fueron presos por confesores
de la fó. Durante su permanencia er. k.

350 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 26
cárcel escribieron á san Cipriano-, quien les consoló
varias veces por medio de sus escrilos. Algún
tiempo después fueron todos puestos en libertad
. y la mayor parle de ellos tuvieron la desgracia
de caer en los errores de los novacianos ; pero
Moisés se mantuvo constante en la le contra los
herejes y los gentiles, y recibió al fin la palma
del martirio en la misma Roma, el año 251 de
de Jesucristo. Los demás confesores , y principalmente
saa Máximo, reconocieron su extravío y
volvieron á entrar en la unidad de la Iglesia , y
Máximo, con algunos otros, alcanzó también la
palma del martirio. San Cornelio , papa, da cuenta
de todas estos santos mártires y confesores en
sus cartas á san Cipriano.
SAN ERASMO, MÁRTIR. — Solo sabemos por
Usuardo que acabó su vida derramando su sangre
por Jesucristo, en Aniioquía, por medio de un
señalado y admirable martirio.
SAN MERCURIO, MÁRTIR. — Era soldado del
ejército de Asia. Un día , hallándose en medio de
una acción militar, se le apareció un ángel, con
cuva ayuda salió bien de su empresa, y fué ascendido
en la milicia. Pero él, que conocia ya un
poco la religion cristiana , se hizo instruir en ella,
recibió el bautismo , y renunciando sus honores y
condecoraciones, confesó públicamente que era
adorador del verdadero Dios. Acusado al emperador,
éste mandó que lo atasen en el suelo por
medio de cuatro palos , que le pusiesen en seguida
fuego encima, y que rajándole todas sus carnes,
le abandonasen así hasta que muriese. El mismo
ángel le confortó en medio de aquellos tormentos
y le curó las heridas. Después le alaron una gran
peña al cuello , y lo precipilaron de una elevad!—
sima altura, pero cayó sin recibir lesion. En seguida
fué conducido á Cesárea , en Capadocia,
donde se multiplicaron contra él los suplicios,
hasta, que circundado do trofeos y coronado con la
gloria del martirio, voló al cielo, en tiempo del
emperador Decio , y según Baronio, el año 25V.
Su sagrado cuerpo fué posleriormenle trasladado á
Benevenlo , en Italia , de cuya ciudad es patron.
SANTA JUCUNDA , VIRGEN. —• Nada mas que lo
que-trae el Martirologio romano sabemos de esta
santa. Según él, floreció en Emilia , provincia de
Italia. Ferrario pone también su nombre en su
Catálogo de los santos de Italia.
SAN GARCÍA, ABAD.—Nació en el arzobispado
de Burgos á fines del siglo X. ó principios del XI.
En sus primeros años mostró ya mucha aversion
al mundo, y se retiró al monasterio do San Pedro
de Alianza. Floreció tanto García en la observancia
, que el rey don Fernando I , que frecuentemente
iba á Arlanza , viendo la prudencia , piedad
, zelo , fervor y demás virtudes de este monje,
hizo que se le encomendase aquella abadía cuando
vacó. Gobernóla por espacio de treinta años , en
cuyo tiempo se hizo amable á Dios y á los hombres:
con su ejemplo hizo adelantar en santidad
á aquellos monjes , y el buen olor de sus virtudes
proporcionó á Castilla muchos bienes. Su santidad
está atestiguada por todos los escrilores contemporáneos
Suyos: el monje Grimaldo le llama «va-
ron en iodo venerable y de gloriosa memoria
por su feliz perseverancia.» En la Vida de santo
Domingo de Silos, escrita por Berceo , se refieren
una porción de milagros de García . entre ellos el
de que, estando un viernes santo comiendo pan
y agua con sus monjes, echó el abad su bendición
y se convirtió el agua en vino. Murió el año 1073
(Fkirez , lom. xxvn).
SAN PEDRO ALEJANDRINO, OBISPO Y MÁRTIR. —
San Pedro Alejandrino fué natiual de la ciudad de
Alejandría , y dignísimo patriarca de ella. Sucedió
en aquella silla (que era la cabeza de todas
Jas Iglesias de Egipto y de otras muchas provincias)
á un varón santo, llamado 'leonas, que fué
su decimosexto prelado, después de san Marcos,
evangelista. En su tiempo fué la persecución horrible
y atrocísima de los emperadores Diocleciano
y Maximiano contra la Iglesia del Señor, en la cual
el sanio prelado no dejó eo>a por hacer para algún
alivio de aquella gravísima tempestad y consuelo
de los cristianos. Para poderlo hacer mejor, y
para que sus ovejas, muerto el pastor, no se asombrasen,
y cayesen en las bocas de los lobos que
las prelendian tragar', se recogió á lugares aparlados
y ásperos, para huir do las manos de los
emperadores que le buscaban: mas estando es—
con helo, no dejaba la cura pastoral, ni de escribir
a mas de seiscientos y sesenta cristianos quo
estaban presos en la cárcel , exhortándolos á
paciencia y perseverancia: y cuando supo quo
habian combatido valerosamente, y alcanzado la
corona del martirio , se regocijé) por extremo
el santo pontífice , como si él mismo hubiera recibido
aquella lan señalada merced de Dios. Volvió
después san Pedro á Alejandría , donde tuvo
grandes encuentros con los cismáticos ó herejes y
gentiles : porque un obispo de Licópobs en Egipto
, I.amado Melecio , habiendo cometido graves
delitos y sacrificado á los dioses , fué privado de
su silla y depuesto por san Pedro en un concilio.
Melecio quedo tan corrido y afrentado , que por
vengarse de san Pedro y de los que justamente
le habían castigado , comenzó á turbar la Iglesia,
y á causar cisma en ella ; porque era hombre
doclo , astuto y mañoso, y halló quien le siguiese,
y enlre ellos al desventurado Arrio , que como
era inquieto y furioso , lomó las parles de Melecio
contra san Pedro Alejandrino, su obispo , y
por ello fué excomulgado y apartado de la Iglesia.
Vino á tener el cetro de Oriente el emperador
Maximino , no menos cruel perseguidor do
cristianos , que lo habian sido Diocleciano y Maximiano;
y mandó prender á san Pedro y darlo
la muerte. Prendiéronle ios ministros de Maximino
y echáronle en la cárcel : y cuando se supo :
en la ciudad , todos á porfía acudieron á ella, para
librar á su santo pastor y poner la vida ( si
fuese menester) en su defensa. En este tiempo- el
malvado Arrio., entendiendo que san Pedio seria
martirizado , procuró quo-algunos sacerdotes.fue-.
sen á él y le suplicasen ,,que.le perdonase, y la.

NO Y1EMUKE . 26
admitiese á la comunión de la Iglesia . pensando
ipio por esle camino ganaría las voluntades del
clero y del pueblo , y que muerto san Pedro le
liarían á él obispo. Fueron con esta embajada dos
sacerdotes , llamados Aquilas y Alejandro : en—
liaron en la cárcel donde estaba san Pedro, y
propusiéronle á lo que venían , rogándole que se
reconciliase con Arrio y le absolviese ; pues él se
sujetaba á su parecer y corrección. El sanio ponlilice
, (lamió un gran suspiro , les respondió eslas
palabras: No me tengáis, hermanos neos , por
inhumano y riguroso , porque yo mo conozco por
hombre, y sujeto á miserias y pecados; pero creed
a mis palabras : Arrio es astillo y engañador encubierto
, y su maldad excede á todas las maldades
; y eso no lo digo de mío , ni do mi cabeza.
.Mando que no sea admitido á la Iglesia; porque
osla noche , haciendo yo mis acostumbradas oraciones
al Señor, se puso delante de mí un niño
como de doce años, de inmensa claridad, cubierto
con una ropa de lienzo , rasgado de alio abajo , y
cotilas manos lomaba las partes de aquella vesl.dura
y las aplicaba á sus carnes , como quien
(pieria cubrir su desnudez. Quedó atónito con esta
visión . y estuve un ralo como mudo y sin sentido.
Después que volví en mí , alzó la voz y dije
: Señor , ¿quién es el que ha rasgado vuestra
vestidura"' Y él me respondió : Arrio me la ha
rasgado; está sobre a\iso y mira (pie no le admitas
á la comunión de los fieles, porque mañana
vendrán á rogarle por él : pero tú no te ablandes,
ni te dejes vencer; antes ordena á Aquilas y
Alejandro , tus presbíteros (los cuales le han de
suceder en el obispado uno Iras otro ) que en ninguna
manera le admitan ; y tú presto acabarás lu
curso y serás coronado de martirio. Todo eslo refirió
san Pedro á los sacerdotes que le vinieron á
rogar que perdonase á Arrio , mandándoles en
nombre de Dios que ellos, cuando fuesen obispos,
no le perdonasen, ni ie admitiesen á la participación
de los sacramentos ; porque era un infernal
ministro de Satanás , que habia de rasga: la vestidura
de Cristo ( que es la santa Iglesia) con las
herejías que en ella había de sembrar : porque
aunque á la sazón no las había sembrado , smo ,
como cismático , seguido las parles de Melecio ;
pero el Señor que sabia lo que habia de suceder ,
y el estrago que aquel hombre pestilencial había
de hacer , y la obstinación en que había de perseverar,
quiso lanío antes avisar al sanio pontífice
Pedro, para que él estuviese advertido y advirtiese
á sus dos inmediatos sucesores de lo que habían
de hacer con él, para que la Iglesia católica no
recibiese tan graves daños de su maldad , como
recibiera , si no estuviera avisada y advertida.
De manera que aquella visión que tuvo san Pedro
de la vestidura que Arrio habia rasgado á
Jesucristo , no fué porque ya lo hubiese hecho ,
como algunos dicen (que esto después. sucedió
siendo obispo Alejandro); sino porque andando el
tiempo , lo habia de hacer: ni fué declaración do
lo pasado , sino profocia.de lo porvenir. Todo lo
que Dios reveló á san Pedro y él refirió á sus dos
presbíteros., sucedió do la misma manera quo él
LA LEYENDA DE ORO.
lo dijo ; porque Arrio rasgó la vestidura de Cristo
, partiendo y dividiendo la Iglesia ; y Aquilas
y Alejandro fueron obispos de Alejandría : y Alejandro
, como á hereje , le apartó y echó do la
Iglesia ; v san Pedro dentro de pocos días , después
que lavo la revelación , murió consianlemenle
degollado por el Señur, de la manera que aquí
diré. El tribuno (pie tenia á'cargo la ejecución de
la sentencia de muerte dada contra el santo pastor
. como vio que la ciudad oslaba puesta en armas
y mucha gente al rededor de la cárcel para
defenderle; temiendo a gnu alboroto , determinó
aguardarla noche, para que volviéndose á reposar
á sus casas, él pudiese segura y quietamente hacerlo
que le habian mandado; mus no sucedió
como pensaba : porque el pueblo amaba lanío
al santo prelado , que no se quiso partir do donde
oslaba. Enlendió esto san Pedro : y con el deseo
tan encendido que lema de morir por Cristo ,
y por el temor que por su causa no viniesen á
las manos los ciudadanos y los soldados, avisó secretamente
al tribuno , de lo que debia hacer para
ejecutar la sentencia sin ruido ; y por la forma
que el mismo sanio le dio , secretamente le
sacaron de la cárcel y le llevaron al misino lugar,
donde san Marcos, evangelista, fundador y primer
obispo de la iglesia de Alejandría , habia sido
martirizado. Allí hizo oración , y se encomendó
muy de veras á san Marcos, tomándole por intercesor
para derramar su sangre con forlaleza
por el Señor , y para que la Iglesia de Alejandría
fuese amparada , y la Iglesia católica, restituida á
su anligua paz y unión. Al mismo punto que el
santo hacia esla oración , una sania virgen oyó
una voz del ciclo , que decía: Pedro, principio do
los apóstoles ; y Pedro , fin do los obispos y mártires
de Alejandría : y así fué : porque san Pedro
fué el postrer obispo que allí murió en la persecución
de los gentiles. Mas acababa su oración ,
con grande constancia y alegría ofreció su cuello
al cuchillo : y fué tan grande el respeto y reverencia
que los soldados le tuvieron , que solamcnto
se halló entre ellos un hombre feroz y atrevido, el
cual por precio de cinco ducados le cortó la cabeza,
á los 26 de noviembre, al alba del día, habiendo
sido doce años obispo , Iros teniendo paz la
Iglesia , y nueve afligida en la persecución de Dioclociano.
Fué cosa maravillosa, que cortada la
cabeza y caída en el suelo , su sanio cuerpo quedó
de rodillas como estaba , yerto , (irme y sin caerse
; y así le hallaron los cristianos : los cuales con
muchas lágrimas y sollozos le lomaron , y vestido
con las vestiduras sacerdotales , de la misma manera
que si fuera vivo , le sentaron primero en la
silla do san Marcos, y después con palmas, en señal
de la victoria, y cirios encendidos en las manos,
y olores suavísimos cantando himnos, lo
llevaron en hombros á un cementerio que el mismo
santo había edificado. Allí con gran pompa y
honra le enterraron ; y nuestro Señor obró en
aquel lugar grandes milagros, é hizo muchos beneficios
á los que se le encomendaban. 1 na cosa
particular se cuenta de eslo glurioso pontilice y
mártir dei Señor, que cuando estaba en los divi-

358 LA LEYEND ADEOHO. NOVIEMBRE , 20
nos oficios en su Iglesia , no se queria senlar en
la silla obispal , sino en una pequeña que oslaba
debajo de ella ; porque se juzgaba por indigno de
senlarse donde laníos sanios , sus predecesores, so
liabian seulado , y le paiecia que salía de aquella
silla un resplandor tan grande, que le ponía espanto
: y por eslo el pueblo le puso muerto en la silia
de san Marcos en la cual él , siendo vivo , por
su humildad no se había querido sentar. Fué el
martirio de san Pedro Alejandrino el año de 310,
imperando en Oriente Maximino. Hacen mención
do esle santo el concilio el'esino y la séptima sínodo
general ; son Gregorio Nacianccno ; Nicéforo
Calixto ; la Historia Tripartita ; Beda ; Usuardo
y Adon ; y el Martirologio romano , y el cardenal
Baronio en el tercero lomo de sus Anales.
* Los DESPOSORIOS DE NUESTRA SEÑORA.—.
So celebraron en .lerusalen. No fueron dos esposos
, María y .losé ( dice Gerson ) , sino dos virginidades
que se unieron.
Los SANTOS FAUSTO , DIDIO , Y AMSIONIO,
MÁRTIRES. — Eran sacerdotes de la Iglesia de
Alejandría , y murieron derramando su sangre en
la misma ciudad en compañía de su venerable
paslor san Pedro Alejandrino, cuya vida acabamos
de poner en esle mismo día.
Los SANTOS FÍI.EAS, ESIQUIO, PACOMIO, Y TEO­
DORO , MÁRTIRES.— Todos eran obispos de distintas
ciudades de Egipto. En tiempo del emperador
Diocleciano murieron martirizados con otros
seiscientos y sesenta cristianos, los ctia'es fueron
levantados al cielo , dice el Martirologio, por la
espada de la persecución. El cardenal Baronio
cree que su muerte fué el año 310.
SAN MARCELO, PRESBÍTERO Y MÁRTIR..— Floreció
durante el siglo IV en Nicomedia y murió á
mediados del mismo siglo. Como era muy zeloso
en la defensa de las verdades católicas , el obispo
de dicha ciudad , llamado Eusebio , unido á
los arríanos, lo hizo precipitar de una roca muy
aita , y alcanzó la corona de la vida eterna.
SAN BELINO, OBISPO Y MÁRTIR.—Fué obispo
de Pavía en el siglo Xll, y murió á manos de los
herejes el año 1 LV9, después de haber dado ilustre
testimonio de santidad y de alta sabiduría. Por sus
muchos milagros, testificados después completamente,
el papa Eugenio IV le colocó solemne-*
mente en el catálogo de los santos.
SAN SIRILTO, PAPA Y CONFESOR. — Nació en
Boma, abrazó el eslado eclesiástico , sobresalió
en las ciencias sagradas y el día 1 de diciembre
del año 38V- fué electo soberano pontífice para
suceder al papa san Dámaso. Gobernó la Iglesia
con gran prudencia y brilló con lodas las virtudes
apostólicas. Escribió carias instructivas á varios
obispos sobre punios de disciplina y es célebre sobre
lodas la que dirigió al metropolitano de Tarragona
, llamado Himerio, en la que contesta á
algunas cuestiones importantes que había propueslo
aquel prelado , caria que es considerada
por los críbeos como la primera epístola decretal
que debe reconocerse por verdadera. Siricio condenó
á Joviniano y á sus sectarios y murió santamente
el dia 25 de noviembro del año 398, lio—
ráelo por lodos los fieles, á quienes habia edificado
con el espectáculo de sus eminentes virtudes.
SAN AMADOR , OBISPO Y CONFESOR.—Gobernó
la Iglesia de AuUin en el siglo VI , ele cuyo territorio
acalló de desterrar los restos de la idolatría.
Estuvo unido con los vínculos de la virtud
y ia amistad con el papa san Silveno , al cual
consoló en el deslierro con carias y dinero. Estuvo
dolado del don de milagros, y durmió tranquilo
en el Señor á mediados de dicho siglo VI.
SAN CONRADO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació
déla ílus'rísima casa ele los Gitelfos en Alemania
, y déselo su infancia anunció que seria un
santo. Estudió en la célebre escuela de Constanza
y salió muy aventajado en las ciencias. Disgustóse
de las cosas del mundo y se entregó al
servicio de Dios con fervor extraordinario. Presidia
á todas sus acciones una sencillez cristiana,
que le hacia amab'e á Dios y á los hombres. Cuando
recibió las sagradas órdenes, le confirieron la
dignidad de preboste ele la iglesia catedral do
Constanza , y habiendo muerto aquel obispo el
año 93'i- , Conrado fué elegido desdo luego sucesor
suvo por la voz unánime de cuantos tenían
parteen la elección. Su humildad se resistió por
mucho tiempo á admitir aquel cargo ; pero al fin
cedió á las visibles señales de la voluntad del
cie'o , y fué consagrado. Trnbaj'i desde luego con
ze o infatigable en los negocios eclesiásticos, y habiendo
empezado á ser muy frecuentes en aquel
tiempo las peregrinaciones á .lerusalen , Conrado
visitó por tres veces los lugares santos , animado
siempre de sentimientos de penitencia y piedad.
Habiendo llegado ya á una edad avanzada, so
preparó para el paso á la eternidad, con el ejercicio
mas fervoroso de todas las virtudes : sus
ovejas encontraron en él un padre y un consolador
, un maestro y una luz segura que las guiaba
por el camino de la verdad. Después de un
episcopado de cuarenta y dos años, murió en el
Señor , el año de 970 , gtonoso en milagros.
SAN SILVESTRE , ABAD Y FUNDADOR. — Nació
el año 1177 en Osuno do Italia. E-ludió el derecho
y la teología en Bolonia y en Paelua , y fué
hecho después canónigo de su patria. Entregóse
á la educación del pueblo , á la meditación y al
estudio sagrado, y aun en medio de eslas santas
ocupaciones se vio hecho el blanco de muchas persecuciones
por parle ele aquellos á quienes reprendía.
La vista del cadáver de un hombro, que
había sido muy admirado porsu belleza, acabó do
separarlo enteramente del mundo. Parlió secretamente
do Osimo , y so retiró á un desierto situado
á treinta millas (le la ciudad. El siervo do Dios
tenia entonces cuarenta años. La fama do su santidad
le atrajo dentro de poco un número considerable
de discípulos, y el año 1231 fundó el mo—
misterio de Monto Fano, en la Marca de Ancona.
Din á sus discípulos la regla de San Benito , y la
nueva orden fué poco después aprobada por la
santa sedo , y milagrosamente extendida por tóela
la Italia. El piadoso fundador murió el 20 do
noviembre de 1267, á la edad de noventa años,

NOVIEMBRE, 27. LA LEVEN
ilustre en la penitencia , en la oración y en el don
de milagros.
SAN BASÓLO , CONFESOR.—Fué natural del
Lemosin y de familia rica. El deseo de vivir solo
para Dios le hizo abandonar sus riquezas y su
patria , y se fué á Rheims , en cuya diócesis buscó
una soledad , se fijó en ella, edificó una capilla
, y después de haber pasado cuarenta años
en los ejercicios de aquella santa vida, murió el
cha 20 do noviembre del año 620. Su nombre
llegó á ser célebre por los muchos milagros obrados
por su intercesión.
SAN ESTILIANO, CONFESOR. — Fué anacoreta
en Andrmópolis de Falláronla , y esclarecido en
grandes milagros, descansó en santa paz ó mediados
del siglo Ylí.
SAN NICÜN , MONJE.—Natural de! Ponto, dejó
á los pocos años su patria para ir á vivir en un monasterio.
Después ele doce años de estudio, penitencia
v fervorosa preparación, fué destinado al
ministerio de la predicación, y produjeron tanto
fruto sus discursos , que sus superiores lo enviaron
en calidad de misionero a la Armenia , y luego á
la isla de Creta, dominada entonces por los sarracenos.
En todas partes un glorioso resultado coronaba
sus trabajos, y posteriormente hizo admirables
conversiones en el Peloponeso, la Acaya, el
Epiro y otros lugares de la Grecia, hasta que el
Señor la llamó á su santa morada, bailándose en
el Peloponeso, el año 99S.
SAN GONZALO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué obispo
de Mondoñedo durante el siglo IX ó X, en cuya
diócesis es célebre su memoria y le dan culto público.
Hay una tradición en ei país, que supone
que el santo obispo fué una vez en procesión con
todo su clero y pueblo á lo alto de una colma, desde
donde se descubría la escuadra de los moros
que se dirigía á las costas de Galicia, y que habiéndose
puesto los cristianos en oración, sobrevino
una gran tempestad, que destruvó toda la escuadra,
sin haber quedado ni una nave. En aquel
sitio hay ahora una ermita dedicada al santo , y sus
sagradas reliquias se conservan en San ¡Martin do
Mondoñedo (Florez, tomo xvm. Sandoval, página
2V7).
SAN BEATO, ABAD.—Durante la dominación
de la España por los sarracenos, suscitó el Señor
varones esforzados, llenos de su fé y de su espíritu,
que dieron ilustre testimonio de la religión cristiana
en su vida y en su muerte. Uno de los mas
distinguidos españoles fué entonces san Beato,
conocido también con los nombres de Beco, Beyo,
Obeco , Vieyo y Bieco , presbítero sabio y santo,
según el corazón de Dios, y de gran fortaleza de
ánimo. Fué monje y abad del monasterio de Liébaria
, en el principado de Asturias, donde edificó
á sus monjes con sus virtudes y les instruyó en las
ciencias sagradas. Pero los intereses de la religión
sacaron á Beato de su retiro : además de las vejaciones
de los mahometanos, tuvo España que sufrir
los efectos de varias herejías, que á la sazón se
esparramaron entre ios fieles. Entonces redobló
Beato sus zelosos esfuerzos: corrió los pueblos, las
capitales y aldeas, predicando en todas partes las
A DE ORO. 3:Í9
verdades católicas y rebatiendo los nuevos errores,
y acabó por escribir y publicar una apología
de tocias las creencias de la Iglesia católica, y obligar
á los pontífices Adriano 1 y León 111, y á los
concilios de Francfort y de Roma, á condenar la
doctrina de Elipando , arzobispo de Toledo, que
era la que había dado origen á todos los errores.
Ocupóse después Beato en componer un insigne
comentario sobre el Apocalipsis , el cual publicó
Florez el año 1770. De ¡a opinión de sabiduría y
santidad que gozaba este siervo de Dios ya en
vida, es buena prueba el testimonio del ilustro
cordobés Pablo AL aro , el cual no repara en unir
la opinión de san Beato con la del concho de Efeso
y la de los santos Fulgencio y Gerónimo. Tamavo
Salazar dice que murió el año 798, y desdo
entonces se le ha dado en Asturias culto público
con aprobación del ordinario (Mabiüon , Florez,
Morales, Yillaneeva).
Eíla SSÍ.
SAN FACUNDO Y SAN PRIMITIVO, MÁRTIRES.
— Los santos Facundo y Primitivo, hijos de san
Marcelo, el centurión, fueron martirizados gobernando
en Galicia por los emperadores Ático : el
cual mandó pregonar un sacrificio público ó una
estatua del sol, que estaba á la ribera del rio Cea,
y era tenida en mucha veneración por toda aquella
tierra. Llegado el día señalado para el sacrificio
, y habiéndose juntado mucha gente , el mismo
Ático , para dar ejemplo á los demás, hizo
primero su adoración : y como él era la cabeza y
gobernador, lodos los otros le siguieron, fuere de
Facundo y Primitivo , que no se quisieron hallar
presentes al sacrificio. Mucho sintió esto Ático:
mandólos prender y traer delante de sí: y después
do varias preguntas y respuestas, entendiendo
que perdia tiempo en quererlos persuadir que
adorasen á sus falsos dioses , determinó vengarse
de ellos y darles atroces tormentos. Quebráronles
primero los dedos de las manos: lastimáronles
cruelmente las piernas , apretándoselas con una
numera de cepo , que como prensa , se iba cerrando
poco á poco ; y así fatigados por una [jarle do
los tormentos , y por otra consolados y alegres ,
por ver que padecían por Cristo , los mandó -Ático
llevar á la cárcel : y para tentarlos y probar
si con blandura y regalo los podría atraer á su
voluntad mas fácilmente que con tormentos; estando
en la mesa , les envió de lo cpie comía : lo
cual los dos santos hermanos no quisieron recibir:
v Alico, teniendo esto por desacato é injuria, encendido
de cólera y furor , los mandó echar en un
horno encendido, donde estuvieron tres días can
mucho alivio y refrigerio. Pretendió matarlos ,
dándoles ponzoña en la comida ; y los santos ,
cuando se la trajeron, entendiendo lo que venia en
ella, dijeron : Nosotros no habíamos de gustar esla
vianda , porque bien sabemos lo que hay en ella;
pero, para que Ático se desengañe y se manifiesto
mas la virtud de Cristo, á quien servimos y adoramos
, la comeremos toda. Hicieron la señal de la
cruz sobre ella, y comiéronla toda; y el veneno

3G0 LA LEYEX! >A DE ORO. xoviK.urmn, 27
perdió su fuerza por virlud de la sania cruz , y de
aquel Señor á quien lodas las cosas obedecen,
(loando eslo vio el que habia aparejado la ponzoña
. quemó sus luiros , ó hízose cristiano. Todo
eslo era echar aceite en el fuego , v abrasar mas el
corazón empedernido y sañoso de Alico, el cual
comenzó de nuevo á atormentar á los dos santos
hermanos, despedazando sus carnes, sacándoles
los nervios con garbos de hierro, echándoles aceite
hirviendo por lodo su cuerpo, pegándoles hachas
encendidas á las costillas, y derramando en las
bocas cal viva , mezclada con vinagre : y no se
contentó el implo lirano con eslatan desaforada,
é impía crueldad ; mas queriendo el Señor fabricar
a eslos sanios mayor corona de gloria , permitió
(pie el mismo Alico les mandase quitar los
ojos , confesando su confusión , y diciendo : Cegadlos;
porque me turban cuando me miran. Y
habiendo sufrido este martirio con gran constancia
y mansedumbí e , le dijeron los santos: Mejorado
nos has la vista; pues veremos ahora con solos los
OJOS espirituales. Y estando sangrientos y llagados,
fueron colgados de los pies, y saliéndoles mucha
sangre por las narices, los verdugos los dejaron
por muertos ; mas ai cabo de tres dias fueron hallados
vivos con sus ojos enleros y claros , y las
llagas sanas, como si nunca hubieran sido atormentados.
Mandóles Ático desollar vivos : y estándose
ejecutando este tormento . uno de los
ipie estaban presentes dio grandes voces, diciendo
: \ eo bajar dos ángeles con dos coronas en las
manos. Entonces Alico , turbado, dijo como por
escarnio: Corladles las cabezas , para (pie ellas
vayan á buscar esas coronas. Degolláronlos , y do
las heridas salió sangro mezclada con leche.
2 Su martirio fué á los 2T de noviembre,
cerca de los años del Señor de 30i. Sus sagrados
cuerpos fueron sepultados de los otros cristianos
en el mismo lugar donde fueron martirizados, junto
al rio Cea , y allí después so fundó una iglesia,
y el insigne monasterio de San Benilo de Sahagun,
v por ellos Dios nuestro Señor ha hecho muchos
milagros. Hacen mención de estos sanios mártires
el Martirologio romano, y Yaseo , y Marineo Sículo.
SAN SIMEÓN METAFRASTE , CONFESOR. — Escribiendo
nosotros las vidas de los santos , no es
justo que dejemos en silencio la vida de san Simeón
Melafrasle , (pie fué varón santísimo, é ilustró
y edificó la Iglesia del Señor con escribir admirablemente
las vidas do muchos sanios. Nació
Melafrasle en la ciudad nobilísima de ConManlinopla,
de ilustres y ricos padres, y desde niño
mostró grande y agudo ingenio , y muy inclinado
á lodas las buenas letras y virtudes. Siendo ya
de edad , se (lió al estudio de la retórica y de filosofía
, en (¡uo procuraban los sabios de su tiempo
señalarse: y él fué tan eminente en la una y en
la otra , que hizo gran ventaja á los demás , y con
ser riquísimo do patrimonio y de sangre nobilísima
, no se dejó llevar de los gustos y apetitos desordenados
de la gente rica y noble, para no abrazarse
con la virtud y ciencia, ni para usar mal de
lo que había aprendido; porque ni dio en las sin-
gularidades y falsas sedas en que dieron algunos
filósofos . ni quiso defender causas injustas,
ni vender su lengua para ganar honra en las audiencias
y tribunales. Yivia , como filósofo, grave
y modestamente, y servíase de su elocuencia en
volver por la justicia, y amparar á los que eran
oprimidos y temían perderla : fué muy querido
y estimado del emperador por su gran bondad y
prudencia , y servíase de Melafrasle en los negocios
graves tocantes al imperio, lomando su consejo,
y de su persona en la administración de la
justicia : y no por eslo Melafrasle se desvanecía,
ni la privanza del emperador le hizo soberbio;
antes con iodos era afable y amoroso, consolando
á los afligidos, y remediando á los necesitados, y
dando favor á los que poco podían. Pero en lo
que mas se señaló el santo varón , fué en escribir
grave y elegantemente las vidas de los santos que
ahora goza la santa Iglesia; porque después que cesaron
las persecuciones de los tiranos gentiles,
que tanto la afligieron, algunos autores, pura edificarla,
escribieron las batallas y victorias de nuestros
gloriosos mártires, pero imperfectamente,
pues faltaron . ó en la verdad (por no haber hecho
las diligencias necesarias para decir lo cierto), ó
en el malo y tosco estilo con que escribieron;
de manera, que las dichas vidas así escritas, mas
causaban risa que devoción en los que las leían.
Nuestro Simeón procuró remediar ese daño: y
remedióle : porque, como persona que lema privanza
con el emperador, pudo saberla verdad, y
juntar relaciones y memoriales de amores graves
y fidedignos . como lo hizo, sin perdonar á
costa ni trabajo , y con su retórica dulce y elegante
estilo , escribió de tal manera , que deleita,
á los que leen sus obras , y los mueve á imitar las
vidas de los sanios, que él escribe. Ocupándose
el sanio varón en eslos loables ejercicios , siendo
su vida sin reprensión adornado de lodas las virtudes
y resplandeciendo especialmente en la castidad,
trocó e-la vida del suelo por la del cielo, y
su cuerpo fué sepultado ron gran pompa v majestad
: y para muestra de la vida , que había vivido
y cuan grata había sido su alma al Señor, su sepulcro
por muchos dias dio un olor suavísimo con
grande admiración, de los que de él participaban.
Su gloi toso tránsito fué en 27 de noviembre : el
año en que murió precisamente , no se sabe; mas
en la Vida do san Alipio Cionila dice ei mismo Simeón
Melafrasle, que la escribió, que fué su maestro
y que conversó con él mucho tiempo: el cual
san Alipio Cionila vivió en tiempo del emperador
Ileraclio , (pie tuvo el imperio por los años de
Cristo de 620. Su vida la trae Suno en el sexto
lomo de las Vidas de las santos.
2 La vida de san Simeón Melafrasle escribió
Pselo, varón elocuente y erudito entre los griegos,
del cual so ha sacado lo que aquí queda referido.'
El cardenal Baronio en el x tomo de sus Anales,
pag. 180 , dice , que Pselo fué maestrode León, filósofo,
el cual floreció en Oriente en tiempo del
emperador Miguel, III déosle nombre, por los años
del Señor de 859, y que el mismo Pselo, en la oración
quo hace en alabanza de Melafrasle . da á en-

NOVIEMBRE , 27' LA LEYENDA DE ORO. 301
tender que poco anles había muerto, y quo algunos
de los presentes habían conocido á oíros que se habían
hallado en su muerte. Macen de él honorífica
mención Teodoro Balsamen , patriarca de Ant.io—
quía, que le alaba sumamente, por haber escrito
con tanto acierto y elocuencia las victorias y triunfos
de los mártires; y otro Teodoro, llamado Podroino,
pone á Melafrasle en el número de los grandes
doctores griegos , que con sus escritos adornaron
la santa Iglesia; y Nicéforo Calixto en el lib. xiv
de su historia, cap. 'lü; Genadio, patriarca conslantinopohtano
, y Corintio, retórico griego, le
alaban mucho : y lo que es mas , el concilio florentino
, que es universal y ecuménico , y se celebró
en tiempo de Eugenio IV, en la séptima sesión
cita á Simeón Melafrasle , para probar que
el Espíritu sanio procede del Padre y del Hijo ,
y le llama aulor celebérrimo ; y los griegos celebran
su memoria y le tienen en el catálogo de
los santos.
SANTIAGO INTERCISO , MÁRTIR. — Fué Santiago,
mártir, llamado el Interciso, persa de
nación , de padres ilustres , cristianos y ricos.
Nació en la ciudad de Elape , y tuvo gran lugar
con el rey de Persia entre los otros hombres
principales , y ministros y criados suyos.
Llamábase el rey Isdegardis , y era muy dado
al culto de sus falsos dioses , y muy grande enemigo
de cristianos. Movido del zelo de su religión
y del odio que tenia á la nuestra, y de lo mucho
que amaba á Diego , le dio una tan brava balería
para que dejase la adoración de Jesucristo . y so
conformase con él, que Diego se rindió y sujetó á
la voluntad del rey , negando á Cristo , y adorando
las estatuas hechas por manos de los hombres.
Supieron esta lastimosa caida de Diego,
su madre y su mujer, que eran señoras muy cristianas
, y siervas de Dios : y deshaciéndose en
lágrimas , con gran sentimiento lo escribieron una
carta , en que le decian estas palabras: «Por
obedecer al hombre mortal , has dejado á Dios
inmortal y al que es verdadera vida. Por agradar
a! que es un poco de polvo y podredumbre,
has dejado el olor sempiterno y suavísimo.
Pues así es: queremos que sepas, que do aquí adelante
nos puedes tener por extrañas, y que en ninguna
manera haremos vida contigo. » Leyó esta
carta el que habia apostatado de nuestra santa fé,
y tocólo Dios el corazón, y comenzó á llorar amargamente
y á decir: Si mi madre y mi mujer no
me quieren conocer por suyo ; ¿qué hará Dios . á
quien tan gravemente he ofendido? Compungióse
v angustióse de manera, que determinó] volver
(como buen soldado) á la batalla, y pelear y vencer
al enemigo, de quien habia sido vencido.
2 Supo esto el rey; mandólo llamar ; y quiso
saber si era cierto lo que habían dicho : y hallando
que era verdad, tomógrandes medios de blanduras
y de espanto, para persuadirle dejase la falsa superstición
(que él llamaba) de los nazarenos, y le
diese aquel contento y ocasión para honrarle y enriquecerlemas,
comodeseaba, y nópara destruirlo y
quilarlela vida á puros "tormentos. Todo lo quedijo
el rey salió en vano; porque el Señor habia armado
TOMO IV.
de so espíritu á su soldado, y quería que batallase,
y darle la victoria y corona. Embravecióse el rey,
y por parecer de los de su consejo, para terror y
espanto de los demás cristianos, mandó que le
matasen , cortándole uno á uno todos sus miembros.
Lleváronle al lugar del suplicio , y tomando
el verdugo la mano derecha, le corló el rledo
pu'gar, y después uno á uno lodos los oíros dedos
de aquella mano , alabando el santo mártir
en cada uno de sus tormentos al Señor , y haciéndole
gracias porque como vid le podaba, para
quo diese mas copioso y suave fruto. Por esle
orden le cortáronlos dedos de la mano izquierda,
y luego los de los pies, v después los mismos pies,
manos, y las piernas y brazos, hasta dejarle solo
el vientre y la cabeza. Estaba el santo con admirable
constancia y alegría , y decía : Oídme , Señor,
Dios délos vivos y de los muertos : no tengo
dedos Señor, ni manos para alearlas á vos: mis
pies han sido truncados, y mis rodillas cortadas,
de manera que no me puedo inclinar: soy como
una casa que está para caer, por haberle quitado
los pilares que la sustentaban. Pues, Señor nuestro
Jesucristo . oídme por vuestra sagrada pasión,
y librad mí alma de la cárcel de esle cuerpo. En
acabando de decir estas palabras, uno de aquellos
sayones arremetió á él , y le corló la cabeza; v
los cristianos se animaron con el ejemplo de un
mártir lan esclarecido , y lomando secretamente
su cuerpo , le enterraron.
3 Fué su martirio á los 27 do noviembre, y
con él murieron otros innumerables cristianos , en
tiempo del emperador Teodosio , el menor. Hacen
menciónele él el Martirologio romano, y los latinos;
y los griegos en suMenologio; Nicéforo, lib. xiv
de su Historia , ca •Ю­ Surio , en el VH tomo;
Mombricio , tomo x ; y el cardenal Baronio en sus
anotaciones.
SAN BARLAAN Y SAN JOSAFAT , CONFESORES.
— La vida de los santos confesores Barlaan y
Josafat escribió largamente san Juan Damasceno;
y reducida á brevedad , fué do esta manera.
2 Después quo el glorioso apóstol santo Tomé,
¡lustró las partes do la India oriental con la predicación
evangélica , y convirtió á innumerables indios
á la fé de Cristo nuestro Redentor, muchos
cristianos comenzaron á abrazar la vida perfecta,
y dando libelo de repudio á todas las cosas de la
tierra, retirarse á la soledad, hacer monasterios,
vivir en ellos con extremada santidad, de manera
que la religión cristiana florecía en aquellas parles
que anles solían sor tan incultas y estériles. Vino
á tener imperio de la India un rey llamado Aben—
ner, varón en la hermosura de su rostro , grandezas
y fuerzas del cuerpo señalado , y muy excelente
por las guerras que habia hecho, y por las victorias
que había alcanzado de sus enemigos ; pero
juntamente era muy dado al vano culto de sus
dioses, y entre sus grandes felicidades sentía mucho
el no tener hijos á quienes.dejar sus copiosos
tesoros. Viendo , pues , la vida que los monjes hadan
, y la le de Cristo que predicaban , y que
mucha gente noble y principal abrazaba su doctrina
, ciego con el zelo de sus falsos dioses , de

3C2 LA LEYENDA DE ORO
terminó con rabia y furor perseguir á todos los
cristianos, y especialmente á los monjes, y ejecutar
en ellos bravísimos tormentos, basta cjuiíarles
las vidas. Posólo por obra ; y muchos cristianos
murieron en acpiella persecución , y otros huyeron
á los desiertos mas apartados. Nacióle en esto
tiempo un hijo tan deseado , y púsolo por nombre
Josafat, y juntando muchos caldeos y varones sabios
en la aslrología , preguntóles acerca del nacimiento
do su hijo lo que entendían , ¿qué seria de
él? Ellos le respondieron por lisonjearle que había
de ser un principe felicísimo y poderosísimo,
y vencer en esludo y riquezas á lodos los reyes
sus antepasados : pero uno de ellos, que tenia nombre
de mas sabio, respondió que era verdad lo quo
los otros decian : pero nó de la manera que ellos lo
entendían: porque el poder y felicidad de su hijo
habia de ser , no acá en la tierra , sino en el cielo
y en el reino de los cristianos, cuya religión habia
de abrazar y seguir. Esto dijo el caldeo y astrólogo,
nó porque las estrellas le pudiesen enseñar
esta verdad , sino porque Dios nuestro Señor se la
hizo decir, para mayor gloria de su religión y
j. rueba de su divina gracia, como adelante se
verá.
3 Mucho se afligió el rey cuando oyó esta
nueva, y se le aguó el gozo del nacimiento de su
hijo; pero para atajar el daño que de ser cristiano
se lo podía seguir, mandó edificar en un lugar
apartado de su corle un suntuoso palacio, y criar
allí á su hijo , dándole avo y criados que le sirviesen
y guardasen , mandando expresamente, que
ninguno le nombrase el nombre do Cristo ni do
cristiano, ni le dijese cosa que le pudiese dar disgusto
, ni noticia de las miserias de esta vida. Creció
con el tiempo Josal'at, y diéronle maestros que
le enseñasen las arles liberales y ciencias que los
persas aprendían : y como era de tan vivo y
agudo ingenio , fácilmente las aprendió , y en breve
tiempo aprovechó mucho en ellas, con grande admiración
do sus mismos maestros. Con los años iba
creciendo el seso y juicio de Josafat: y viendo que
estaba lan encerrado y guardado, y que no le dejaban
salir de su palacio , quiso saber la causa do
ello , y pregúntesela á uno de sus mas familiares y
beles criados. Supo quo la causa era el temor
que su padre lema de que no se hiciese cristiano;
y con esta ocasión vino á lener noticia do quienes
eran los cristianos, qué ley lemán , qué íé profesaban
, y cómo vivinn; y locándolo nuestro Señor
el corazón, le dio vivos deseosdeser cristiano. Fué
un cha el rey su padre á verle: hallólo triste y
pensativo : quiso saber la causa ; y él le respondió
que era por veise tan encerrado y como preso,
sin tener libertad de salir do su palacio, como sus
criados salian. El rey , que tiernamente le amaba,
le dio licencia para que saliese cuando quisiese;
pero dióle personas de quienes so fiaba para quo
siempre le acompañasen , y no le dejasen hablar
con cristiano alguno . especialmente con monje solitario,
y junlamenle ordenó que ajanasen de la
vista ele su hijo todos los pobres enfermos , contrahechos
y personas miserables, para quo no
topase con ellos, ni viese cosa que le pudiese con-
NOVIEMBRE , 27
gojar , sino que le entretuviesen enfiestas y regocijos
, y en todo lo quo le pudiese dar contento
y alegría. Salió, pues, el príncipe Josafat de su
encerranuenlo : y como son lautas y tan comunes
las miserias humanas, por mucho que se las quisieron
desviar, luego que anduvo por el mundo encontró
con ellas. Yió algunos hombres ciegos , mancos
, cojos y otros viejos acorvados y cercanos á la
muerto: y como todo esto le era nuevo , y él era de
lindo y curioso ingenio , luego preguntaba qué era
aquello: y eniendiendo que son manqueras y miserias
de la naturaleza humana , y que no hay
hombre ninguno , aunque sea rey , quo por su condición
y estado sea exento de ellas, y que la muerto
es fin y remate de lodos los placeres y grandezas
de osla vida, por una parte se enternecía considerando
la flaqueza del hombre , y por otra hacia
gracias á Dios (á quien por buena filosofía conocía
que era uno, y Criador de lodo el universo),
por haberle dado á él los miembros de su cuerpo
cumplidos, ojos, manos y pies, y entera salud. Y
oyendo decir que esta vida se acababa, y que lo
que mas podía durar era comunmente hasta los
óchenla ó cien años , comenzó á juzgar que se de—
bia tener en poco , y amar y buscar otra que fuese
eterna. Andaba rumiando y revolviendo estas
cosas en su corazón , y deseoso do hallar quien se
las desenvolviese y enseñase ; y muchas veces se
angustiaba y afligía , y en su rostro y semblante lo
mostraba. Verdad es, que cuando el rey su padre
le venia á ver y le hablaba, lo encubría para
no darle pena; mas Dios nuestro Señor, que ve los
corazones, v por esíe camino quena alumbrar á
Josafat, envióle un gran siervo suvo (pie le desatase
sus eludas, y le declarase lo quo le convenia para
la salud eterna, llabia en el desierto ele Senaar un
hombre anciano y ele mucha santidad , adornado
de sabiduría del cielo, llamado Rarlaan: á esto
santo solitario descubrió Dios el deseo de Josafat,
y lo mandó que se fuese á ver con él; y él, obedeciendo
al mándalo divino, se embarcó en una nave
en hábilo de seglar , y navegó á la India , y se fué
á la ciudad donde el príncipe vivía. Después do
haber estado allí algunos chas, tuvo forma para hablar
á Josafat, como mercader que lo traía muy
ricas y preciosas joyas v piedras de inestimable valor.
Tuvo con él pláticas, no uno sino muchos
días: porque las guardias no se recalaban de él,
por verle en aquel traje, y porque el príncipe
mostraba gustar de su comunicación. Descubrióse
quién era , quién le enviaba, á lo que venia, y fas
piedras preciosas que le traia , que era el declararlo
quién era el verdadero Dios, como por amor
dei hombre se habia hecho hombro , la necesidad
que para salvarse había do creer en él, y recibir
el bautismo , las leyes del Evangelio , y los sacramentos
que nos ha dado, el premio que so dará á
los buenos , y el castigo y pena sm fin á los malos.
Fueron lan eficaces las palabras de Rarlaan , y dichas
con lanío espíritu y luz del cíelo , (pío Josafat
las abrazó y so convirtió á la fé de Cristo , y se
baúl izó , no temiendo perder el remo do su padre,
ni la vida si fuese meneslcr. Dióle asimismo noticia
el santo viejo ele los monjes que moraban en los

¡NOVIEMBRE , 27 LA LEYENDA DE ORO. 363
desierlos de Senaar, de sus ejercicios y penitencias,
y cuan dulces y sabrosas les eran, por tener
por aquel camino mas cierta su salvación : por lo
cual el principe se movió y encendió tanto en el
amor de Dios y deseo de la perfección , que propuso
y prometió imitarlos , y seguir, siempre que
pudiese aquella aspereza de vida. El ver las largas
pláticas que Josa Cal. y Barbián tantas veces
teman entre si, dio sospecha á unos do los ayos
de Josafat de lo que podía ser : y temiendo que
aquel viejo debía ser cristiano , y por ventura
monje, y que, sabiendo el rey que lo era y que le
habían dejado hablar con su lujo sena gravemente
castigado, se quiso enterar de la verdad del mismo
Josafat; y él se la descubrió, teniéndole una vez
escondido en su aposento , para que oyese los santísimos
documentos de Barlaan. Guando los ovó,
quedó asombrado: y para prevenir su daño, antes
que otro le ganase por la mano , contó al rey
llanamente lo que pasaba, y como el viejo Barlaan
monje , fingiéndose mercader los habia engañado
y pervertido al príncipe, y héchole de su
bando.
k No se puede fácilmente creer el sentimiento
que tuvo el rey, viendo que no habia podido con
toda su diligencia é industria evitar los daños que
él temia, si su hijo tuviese noticia de Cristo y comunicación
con los cristianos. Mandó llamar á un
gran privado suyo, llamado A radies , varón prudente
, y dióle cuenta de lo que habia sabido , y
pidióle consejo de lo que había de hacer. El parecer
de Aracbes fué, que se procurase haber á las
manos á Baarlan : y asi el rey dio orden que le
buscasen . y (porque viendo descubierla la celada,
y que ya habia descubierto lo que Dios le habia
mandado, él se habia ausentado y vuelto á su soledad)
que le siguiesen ; y el mismo rey (lauta era
su saña) le siguió seisdias, y no hallándole, mandó
á Aracbes que con sus soldados fuese tras él,
y aunque estuviese debajo de tierra , le sacase, y
se le trajese para hacerle morir con atroces tormentos.
Hizo sus diligencias Araches , y anduvo
por el desierto, sin poder descubrir al que buscaba
; pero halló diez y siete monjes y sanios solitarios,
á los cuales, porque no le quisieron mostrardonde
estaba Barloan , ni hacer caso desús amenazas
, los mandó atormentar crudamente, y después
los trajo delante, del rey, y él los mandé) malar,
y con gran paz y alegría de sus almas recibieron
la corona del martirio.
o Visto que no se había podido descubrir Barlaan,
y que el príncipe Josafal oslaba fuerte vconstante
en su opinión ; Araches aconsejó al rey que
se hiciese una disputa entre los cristianos y los sabios
gentiles para convencerá su lijo, y mostrarle
cuan engañado estaba en querer dejar la adoración
de sus verdadeíos y amigóos dioses, por adorar
por Dios á un hombre facineroso y crucificado;
porque esperaba que siendo el principo de lan
buen entendimiento, y tan obediente y deseoso de
dar comento á su padre, fácilmente se reduciría á
su voluntad : y mas lo dijo, que él conocía á Barlaan,
por haberlo victo lautas veces entrar á hablar
con el príncipe ; y que le hacia saber que ha-
bia tenido un maestro que so llamaba Nacor, que
se parecía á Barlaan, como un huevo á otro, y
que estaba muy bien instruido en las cosas de los
cristianos, aunque por tenerlas por falsas, seguia
la secta y creencia del rey y del reino : que él baria
que Nacor viniese á la disputa, y fingiese que
era Barlaan (pues tanto so le parecía), quo en la
dispula se dejase vencer, y confesase que quedaba
convencido; y por este camino el príncipe, viendo
que su maestro Barlaan se rendía y no sabia responder
á los argumentos de los contrarios , entenderla
que había sido engañado , y dejaría la religión
de los cristianos que había abrazado.
6 Como lo dijo Araches. así se trazó; v Josafal,
por dar gusto á su padre, vino bien en ello.
Publicóse que el rey daba libertad á lo los los cristianos
que quisiesen venir á disputar de la verdad
desu religión con los sabios y caldeos que él señalaría.
Vinieron muchos do su parte, y los mas
doctos ó insignes varones de todo su reino ; y de
parte de los cristianos vino el verdadero Nacor y
fingido Barlaan, que para mayor disimulación falsamente
había divulgado que habia sido hallado y
preso ; y estando de esto afligido el príncipe Josafal,
y temiendo el grave daño que podria venir á
su maestro, Dios nuestro Señor lo reveló el embuste
y maraña del falso Barlaan, y le aseguró,
que de aquella disputa resultaría mayor gloria,
suva. También vino por parte de los cristianos un
hombre muy principal, sabio y virtuoso, llamado-,
Baraquías. para juntarse con el fingido Barlaan,
y defender el partido de los cristianos.
7 Llegado, pues, el dia señalado, el rey en
una sala grande se sentó en su trono y silla real,
v á sus pies el príncipe Josafat, su hijo, y do una
parle se pusieron los sabios caldeos, é indios y gentiles,
y de la otra solos Baraquías y el verdadero
Nacor, con máscara de Barlaan : al cual se volvió
Josafat (conociéndole bien quién era y su intento,
por la revelación que habia tenido de Dios) , y dijole
: Ahora, Barlaan, es tiempo que la doctrina
que en mi palacio me ensoñaste y me persuadiste
que recibiese, la defiendas en público; porque siasí
no lo haces, llevarás el pago y castigo que mereces,
como persona embusiera, y que engañó al
príncipeé hijo do su rey y señor; y yo te mandaré
sacarla lengua, y echarla con tu cuerpo á las bestias
fieras, para quo otros con tu ejemplo escarmienten,
y no pretendan engañar á los luios do
ios royes.
8 Quedó Nacor atónito con las palabras que-le
dijo el príncipe, y vio su peligro de cualquier
manera que aquel negocio le sucediese: porque si
hacia lo que el príncipe le decía, temia la ira del
rev; y si hacia loque el rev quena, no sabia como
escaparse de las manos del príncipe que así le
amenazaba. Vacilando, pues, y siendo combatido
de varias ondas su corazón, inspirándole Dios, so
determinóícomo cosa mas segura órnenos peligrosa)
defender la verdad que Josafat pretendía. Vinieron,
pues, á su disputa los caldeos y sabios gentiles
con Nacor, y favorecido del Señor, los convirtió
de manera, que nosupieron qué responderle;
porque les probó por razones naturales y fundadas.

.íü I-
11 llUOIlíl filosofía, que no puedo haber mas de un
solo Dos, que es artífice y Señor soberano del
cielo y de la tierra : quo toda la otra chusma do
dioses que adoran los gentiles son vanos y falsos,
v obras de nuestras manos, y que muchos de ellos
fueron hombres viciosos, torpes, crueles ó indignos
del nombre de hombres: que lo que los hombres
ciegos y desatinados oponen á la religión
cristiana va fuera de camino ; y quo todo lo que
ella profesa y enseña es muy conforme á toda
buena razón , y á la majestad soberana é infinita
do Dios, y á la virtud y dignidad de los que la
profesan. Deshacíase el rey oyendo ¡as razones de
Nacor; mas por no descubrir el artificio y maraña
con que Nacor por su orden se habia vendido
por Barlaan, callaba y disimulaba. Finalmente,
acabada la conferencia y disputa, Nacor aquella
noche (temiendo el enojo del rey) se fué con el
príncipe (que lo suplicó á su padre) : y estando los
dos soles, entendió de él, quo sabia quién era, y
á lo que habia venido, y que á Dios ninguno le
puede r!p resistir, resislir y v- oyó oré tales líllps cosas ensíis de rlp la In excelencia,
pvpplo
pureza v majestad de la religión cristiana , que
Nacor se compungió y determinó á hacerse cristiano,
y á i etirarse á algún desierto á hacer penitencia
de sus grandes pecados. En cumplimiento
de ello se entró en una cueva apartada, en compañía
de un santo monje, de quien fué instruido,
enseñado y bautizado, comenzando á hacer vida,
nó de encantador y mago (como antes lo había sido)
, sino de persona alumbrada de la luz del cielo
, y que aspiraba á la bienaventuranza : de suerte
, que así como leemos que habiendo el rey Balad)
llamado al profeta Baiaan para que maldijese
al pueblo de Dios, cuando él vino le bendijo, y
por la maldición le dio la bendición , así Nacor,
habiendo venido para opugnarla fé de Cristo, la
defendió, y convirtió en medicina la ponzoña.
9 Cuando el rey supo lo que Nacor habia hecho
, creció mas la saña y furor contra él: y no
pudicndo haberle á las manos, so volvió contra
sus mismos astrólogos y caldeos, teniéndolos por
hombres ignorantes, y que siendo muchos y los
mas sabios de su reino , no habían sabido responder
á Nacor, y por vengarse de ellos, á unos
mandó azotar, á otros desterrar, y á todos maltratar:
y no coiileuto con esto, también comenzó á
tener en poco sus dioses, y quitarles la reverencia
v los sacrificios que anles les hacia; pues no sabían
defender su partido y dar muestras de su
gran poder.
10 Esta mudanza y demostración del rey
turbó en gran manera á los sacerdotes y ministros
de los ídolos: y temiendo (pie si el rey pasaba adelante
en lo que habia comenzado, todo el pueblo
seguiría su ejemplo, y el culto v veneración desús
dioses caería , y juntamente ellos perderían sus
honras, autoridad y aprovechamientos , procuraron
que un grande hechicero y nigromántico, llamado'Leudas
(á quien el rey lema mucho respeto),
viniese de la soledad en que estaba á la ciudad,
para consolar al rey, y animarle y reducirle á la
devoción y culto de sus dioses. Vino el mago, y
después de otras razones que dijo al rey para con­
LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 27
solarle, le aconsejó, que sí quería que el principo
su hijo negase la fé de Cristo, procurase quo se aficionase
á mujeres y perdiese la castidad ; y quo
para esto le quitase todos los criados que tenia en
su servicio , y solamente le diese doncellas hermosas,
galanas y desenvueltas, que estuviesen siempre
con él, y con caricias y regalos le ablandasen;
porque este era el único remedio que en caso tan
dificultoso ó importante podia hallar. Añadió quo
él tema un demonio , entre otros, muy poderoso,
por medio del cual procuraría encender el ánimo
del príncipe, y echar aceite en el fuego que las
doncellas hubiesen emprendido, y darle tanta batería
y lan fuerles asaltos, que el mozo no pudiese
resistir: y para persuadir eslo mas fácilmente
al rey, le contó una historia ó fábula de esla manera.
Un rey (dijo) poderoso estaba muy triste por
no tener hijos: nacióle uno , y recibió extremada
alegría; pero los médicos le dijeron, que á lo que
entendían de la complexión y compostura de los
ojos de su hijo, si hasta los doce años de su edad
veía sol ó fuego, sin duda por la flaqueza y ternura
de ellos perdería la vista, y totalmente quedaría
ciego. Temiendo eslo el rey, su padre, le
mandó criar en un aposento oscuro, donde estuvo
hasta que tuvo doce años , y después le mandó sacar
de él y ver mundo. Como el muchacho hasta
entonces no habia visto cosa, y so hallaba tan
nuevo en todas, íbanle mostrando muchas de las
cosas que Dios ha criado, y declarándole lo que
era cada una y sus nombres, como son, oro, pla­
ta , joyas, piedras preciosas, aves, peces llores,
frutas, hombres y animales: entre las otras cosas,
también le mostraron algunas mujeres; y preguntando
él cómo se llamaban , un soldado de la
guardia dol rey su padre, burlándose, le dijo que
se llamaban demonios, y que eran los que enredaban
á los hombres : y que después que hubo
visto tanta muchedumbre de cosas, y holgádose y
aprendido los nombres de ellas, le había preguntado
su padre cuál de todas las cosas que habia
visto le había dado mayor gusto y deleite; y quo
el muchacho habia respondido , que la que mas le
había agradado, eran aquellos demonios que engañan
á los hombres y los enredan, porque sola su
vista le había encendido en su amor. Por donde se.
ve, dijo el mago , cuan natural es al hombro el
amor á las mujeres, y que no hay otra arma mas
fuerte para ablandarlos y rendirlos, que sus dulzuras
y deleites. Este fué el consejo de Teudas,
inspirado de los demonios, á quien el mago servia,
y semejante al quo Baiaan, también hechicero
, dio al rey Balad) para arruinar al pueblo do
Israel. Mandó, pues, el rey quitar todos los críados
á su hijo, y darle doncellas muy hermosas,
agraciadas y compuestas, dándoles la orden de lo
que con él debían hacer.
'! I Qué terrible y qué espantosa es la
astucia do nuestro común enemigo, y cuan extrañas
son las artes que toma para perdernos; y
cuanta es la bondad del Señor, y la fuerza de su
gracia para ampararnos y defendernos, y darnos,
después de las lluras batallas, victorias, coronas y
triunfos ! Maravilloso se habia mostrado el Señor

NOVIEMBRE , 27 LA LEYENDA DE ORO. " 3(io
con Josafat en las cosas que hasta aquí habernos
referido: en haberle enviado á Barlaan, para quo
le enseñase y le hiciese particionero de su luz; y
mucho mas en haber salido tan bien de la dispula
con los filósofos y caldeos gentiles . y ganado para
Dios al mismo Nacor , que en nombre de Barlaan
le babia querido engañar; pero mas admirable fué
la providencia con que en este conflicto tan peligroso
Dios le libró. Vióse el santo mozo cercado
por todas partes de serpientes infernales, y de
crueles, aunque blandos y suaves enemigos, que
con sus gestos , meneos , palabras y obras, de noche
y de dia , en todo lugar y tiempo no prelendian
sino robarle la preciosa joya de la castidad. Dallóse
muy angustiado y afligido , y como sumido
en un abismo de peligros y dificultades; porque
¿quién traerá fuego en el seno y no se quemará?
¿Quién andará entre víboras y basiliscos sin lesión?
¿Quién en un barco tan frágil y quebradizo,
como nuestra corrupta naturaleza , podrá pasar,
sin hundirse, por un mar tan tempestuoso y tan
lleno de rocas, bajíos y corsarios? Volvióse á
Dios Josafat, entendiendo que sin su gracia no podia
resistir: ayunó, veló, oró, derramó muchas
lágrimas, pidió favor al que le habia escogido para
tanta gloria suya ; y alentado con el viento favorable
de su gracia , salió bien de todas aquellas
batallas y peleas, y guardó su castidad.
12 Pero no por esto desmayó el demonio, ni
por ser en esta lucha vencido de Josafat, desconfió
de poderle derribar y vencer; antes con mayor
ímpetu y braveza le acometió de nuevo , v levantó
otra tormenta mas brava que las pasadas, y
tan horrible y espantosa , que de ella ninguna persona
, sin especial y singular gracia de Dios, pudiera
escapar. Entre las otras doncellas que el rey
dio á su hijo para que le regalasen y entretuviesen
, habia una de extremada belleza, muy discreta
y graciosa, hija de un rey : la cual, habiendo
sido cautivada en cierta guerra , habia sido presentada
al rey Abenner. Fuéla dicho de su parle,
que si ablandaba el pecho duro de su hijo , que la
daria libertad , y aun que la casaría con él; y ella,
así para alcanzar libertad, como por ser mujer
del hijo del rey y heredera del reino, deseaba en
gran manera tentar al mozo , y enredarle y atraerle
á su voluntad : y el demonio , que también la
atizaba y con nuevas llamas la encendía , pretendió
engañar á Josafat con nombre y capa do piedad,
para que lo que no había podido alcanzar de la
deshonestidad descubierta , lo alcanzase la cubierta
y fingida , con zelo de caridad. Comenzó á compadecerse
Josafat de aquella doncella , tan hermosa
, tan prudente, dotada de tantas gracias
naturales, considerando que era hija de rey, y
cautiva de su padre, y quo como cautiva le servia.
Pasó mas adelante y tuvo mayor lástima del
alma de ella , por ver que era idólatra y cautiva
de Satanás. De este dolor y sentimiento nació en su
pecho una ternura y amor, y deseo do hablarla,
para sacarla de las tinieblas en que estaba , y convertirla
á la fé y amor de Jesucristo. Todos estos
afectos eran lazos escondidos do Satanás. Hablóla,
pues , Josafat con dulces y cuerdas palabras, dc-
clarándola la lástima que la tenia por la ceguedad
en que estaba , exhortándola á dejarla y volverse,
á Dios vivo y verdadero, y á su benditísimo Hijo
Jesucristo , que por nuestra salud se habia hecho
hombre , y muerto por nuestros pecados en la cruz.
No perdió tan buena ocasión la serpiente infernal;
antes habló á Josafat por boca de aquella doncella,
como habia hablado á Arlan en el paraíso por boca
de otra mujer, la cual le propuso que liaría cuanto
él la mandaba, si él quería hacer una cosa, y
era , que la tomase por mujer y se casase con ella;
pues, aunque era cautiva, era hija de rey ( y en
sangre no le debía nada , y en amarle ninguna otra
mujer la haría ventaja; y que de su hermosura y
otros dones naturales, no quería hablar porser
tan manifiesto. Turbóse el príncipe con esta demanda,
y manifestóla que él no se pensaba casar:
y ella , incitada del que hablaba por ella , con meneos
y gestos lascivos le quiso persuadir que ó lo
menos se gozasen aquella noche, y que ella lo
prometía luego á la mañana hacerse cristiana y
bautizarse, y que él seria causa de su salvación, y
otras cosas le dijo á este tono , que pudieran ablandar
cualquiera pecho de hierro , acero y diamante:
y aquel espíritu grande de fornicación , á quien el
mago Teudas habia encargado mas este negocio,
acudió en esta coyuntura , y comenzó á abrasar el
corazón de Josafat con unas llamas do amor torpe,
tan encendidas, que fué milagro del Señor no quedar
consumido con ellas; y para derribarle mas
fácilmente y enredarle con máscara de piedad , le
proponía que no seria pecado ni ofensa de Dios,
consentir en lo que pedia aquella doncella; pues
no lo hacia por deleite sensual, ni apetito libidinoso,
sino para sacarla á ella de la ceguedad en
que estaba y del culto de los vanos dioses , y hacerla
particionera de la sangre do Jesucristo , y
heredera del cielo. ¿Quién no cayera a tan dt
golpes, si Dios no le tuviera, especialmente siendo
mozo y no tan instruido en nuestra santa ley ? Ya
Josafat vacilaba y comenzaba con el pensamiento
á blandear; pero volviendo en sí, cerró los oidos
á los silbos de la serpiente infernal, que hablaba
por aquella doncella , y con ei trañable afecto y copiosas
lágrimas pidió socorro al Señor, dando
muchos suspiros y gemidos, suplicándole que lo
librase de lan manifiesto peligro : y habiendo gaslado
algunas horas orando y llorando postrado en
el suelo , se adormeció , y le pareció que le llevaban
en espíritu, por gente que no conocía, á un
lugar amenísimo y excelentísimo , de singular recreación
y deporte , y tal, que mas parecía un
traslado y representación del cielo, que no cosa
de la tierra : de aquel lugar fué llevado á otro, que
era figura y retrato del infierno . y cárcel de los
condenados. Tornó luego en sí, y acordándose do
lo que en aquel arrobamiento había visto , y de los
grandes bienes de un lugar, y de los males del
otro, cobró tan extraño horror v aborrecimiento á
aquella doncella y ó las demás que le servían, quo
por mas ataviadas y compuestas quo estuviesen,
le parecían feas y abominables, y mas monstruos
infernales que mujeres ; y con esta pena que le
causaba su vista , so echó en la cama enfermo.

3G6 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE, 27
13 Muy conteos quejaron los demonios por
haber sido vencidos do un mozo á quien ellos lan
lerriblemenle con todas sus máquinas y poder hablan
combalido, y vinieron al nigromántico Tendas
, como avergonzados y corridos , á decirle el
suceso de aquella lucha y pelea, y que ellos no
tenían poder contra los que se armaban con la
pasión y cruz de Cristo , como lo había hecho Josafat;
y que así no podrían volverá él , ni temarle
de nuevo: porque sabían que perderían tiempo,
por estar el mozo muy fundado en Cristo. Mas el
rey cuando supo la enfermedad de su hijo, luego
¡e vino a ver, para saber de él la causa de, su dolencia.
El príncipe se la declaró, y lo refirió los
asaltos que los demonios le habían dado por medio
de aquellas doncellas quo él habia armado como
lazos á sus pies; y como Dios le habia librado de
ellos con la visión del paraíso y del Infierno : que
él estaba determinado á dejarlo todo, é irse al
desierto á vivir y morir en compañía de su sanio
maestro Barlaan; porque si el rey quería perseverar
en su ceguedad é irse al infierno , él quería mirar
por su alma y agradar á Dios: y que si no se
lo dejaba hacer, él de pesarse moriría , y el rey
perdería su hijo y dejaría de ser su padre.
14 No se puedo fácilmente decir el sentimiento
que causaron las palabras del príncipe en
el pecho del rey, y los varios y contrarios pensamientos
, que, como olas, embistieron y atormentaron
su corazón , no sabiendo qué medio tomarse
con su hijo para cpio le fuese obediente : si usaría
con él de rigor ó do blandura : si le castigaría como
á desobediente y pertinaz , ó le regularía como
á hijo lan querido, y lo dejaría hacer su voluntad.
Mandó llamar á Teudas, de quien mucho
se fiaba : descubrióle la angustia y quebranto de
su corazón ; y pidióle consejo de lo que había de
hacer. El mago , confiado en sus malas arles , sagacidad
y experiencia, dijo al rey que le dejase
hablar con Josafat , que él se le ablandaría. Gustó
de eslo el rey, y los dos vinieron á verso con el
príncipe , con el cual Teudas tuvo una larga plática
para persuadirle que era loco en no obedecer
al rey su padre, en una cosa tan justa y tan puesta
en razón, como era conservar la religión y cuito
de los dioses inmortales, que tantos varones sabios
les habían enseñado , y los príncipes sus antepasados
abrazado, y el rey, su padre, y todo
su reino con las armas defendido; y eslo , por creer
que era Dios verdadero un hombro quo por sus
delitos habia sido crucificado, y había tenido por
predicadores de su ley y doctrina á doce pescadores
pobres y desventurados, que no so podían
en ninguna cosa comparar con laníos y tan esclarecidos
varones (pie habían seguido la religión do
sus padres. El fin de la plática fué, que Josal'at,
con el espirilu y favor del cielo , convenció á 'fondas
, probándotela vanidad y monstruosidad de,
sus dunas , y la excelencia y armonía do nuestra
sagrada religión , y que una de las cosas en (pie
mas resplandecía su grandeza y virlit 1, era en
babei' aquellos doce \ ilos y despreciados pescadores
rendido y sujetado á tantos y lan sabios filósofos
, corno él decía y á los reyes poderosos que
les hacían resistencia , sojuzgádolos y puéslolos
debajo del yugo do Jesucristo. Quedó el mago tan
trocado y lan convencido, que se resolvió á hacerse
cristiano , y solo temió , quo por ser sus pecados
lautos y lan graves, Dios no se los perdonarla
, ni le admitirla á penitencia. Mas entendiendo
de Josafat las amorosas entrañas que el
Señor llene para con los quo conociendo sus culpas,
las lloran y se enmiendan de ellas , y que todos
los pecados del mundo son como una paja,
comparados con ol incendio de la infinita caridad
de Dios nuestro Señor; se animó , y despidiéndose
del rey y del príncipe , se fué á su cueva , en la
cual soba convocar á los demonios , y tomando
los libros de sus malas arles , los quemó , y de allí
se fué á la otra cueva , donde oslaba Nacor en
compañía de otro santo monje, del cual fué
muy bien recibido; y después de haber muchos
días ayunado y hecho penitencia de las
culpas do la vida pasada, y sido enseñado en los
misterios de la religión cristiana , fué bautizado ó
incorporado en el gremio de la santa iglesia católica
romana , el que antes con sus diabólicas artes
la perseguía. ¿Quién podrá contrastar con Dios"?
O ¿quién piensa poder resistir á su voluntad; pues
sola la señal de la cruz confunde y desbarata
los ejércitos infernales , y un rayo de su divina luz
basta para sacar y trasladar á la verdadera vida
á los que habitan en la sombra de la muerte ? Ya
que Nacor y Teudas , lan insignes magos ó instrumentos
de Satanás , quedaron rendidos y postrados
á los pies de Cristo, resta que se rinda el
rey Abenner , como principal capitán de esta
guerra y mas obstinado en su perfidia: el cual habiendo
visto que ninguno de los medios , que había
lomado con su hijo, habia aprovechado ; ansioso
, suspenso, congojado y sobre manera afligido
, mandó juntar su consejo de estado , para
delcrminar lo que había de hacer. Varias fueron
al principio las sentencias de los del consejo del
rey ; pero Araches (que era tenido por mas sabio
y como cabeza de los demás, y muy privado del
rey) fué de parecer que se procediese con el
príncipe con blandura , y que el padre partiese
con su hijo ol reino y le dejase gobernar su parte;
porque de esta manera conservaría al hijo y al
reino en toda paz y quietud. Este parecer siguieron
los demás, y el rey vino en ello, y habló con
el príncipe y declaró el acuerdo que había tomado:
y el principo le respondió , (pie aunque era
su deseo dejarlo lodo y retirarse , para servir mas
perfeclamcnlo á Dios; pero que le obedecerla y
liana lodo lo que lo mandase, como no fuese contra
Dios. El rey nombró á su hijo por rey , y como
lal le mandó coronar: y habiendo dividido su
reino en dos partes , le entregó la una, y le envió
á ella acompañado de guardas y soldados , y dio
licencia á lodos los señores y caballeros y capitanes
de su reino, que' le, fuesen á acompañar. Entró-
Josafat en una ciudad nobilísima y populosa , para
hacer su residencia : y la primera cosa que hizo
, fué mandar poner cruces en todas las torres
do ella, y asolar todos ¡os templos do los ¡dolos,
y fabricar uno solemne y magnífico al Dios ver-

NOVIEMBRE , 27
(ladero , exhortando á todo el pueblo con palabras
cuerdas , graves y amorosas , que hiciese reverencia
á la cruz , y reconeciese y adorase al verdadero
Dios : y para moverlos mas , él era el que
iba (leíanle con su ejemplo, y lodo el pueblo le soguia,
admirado de la virtud y modestia de su príncipe
, y deseoso (como suele) de imitarle y darlo
en lodo gusto y contenió. Con eslo comenzó á respirar
y alzar la cabeza nuestra sania religión , v
todos los cristianos y monjes , que por temor de la
persecución [lasada se habían desterrado de su
patria y huido á los desiertos, y escondídose en las
cuevas y entrañas mas secretas de la tierra ,
ojeado estas nuevas, volvieron á la ciudad, y vivían
en paz y tranquilidad: convertíanse muchos
y de los mas principales señores á nuestra santa
fé y otra gente innumerable; y el Señor, que es copioso
en su misericordia , no solamente sanaba las
almas de los que se bautizaban y las limpiaba de
las inmundicias de sus culpas , sino también á los
(pie estaban agravados de enfermedades corporales
les daba entera salud.
LA LEYENDA DE ORO.
lo Hizo Josafat consagrar la iglesia que habia
edificado , y nombró por obispo á un sanio varon
que había padecido grandes trabajos por Cristo
; y de ninguna cosa tenia mas cuidado, (pie de
amplificar la gloria del lie y de los reyes , y traer
á todos sus subditos á su conocimiento y servicio.
Era muy justo , muy templado , muy modesto ,
prudente y benigno , y mas padre de iodos sus vasallos
, que rev: socorríalos en sus necesidades con
lanía liberalidad, que pensaba recibir beneficio ,
cuando le hacia. Con esla vida y ejemplo comenzó
loda aquella tierra á resplandecer con una nueva
luz , como cuando después de una oscura y
tenebrosa noche amanece el dia muy claro y sereno
; y la gente de todas parles venia para ver al
rey Josafat y tomar su religión y gozar de sus vir-
Iu des y grandezas; y hasta los criados del rey
A benner,su padre, dejal an su servicio,y se venian
la de su lujo , admirados de la excelencia de su
p ersona y gobierno. Este buen gobierno tomó Dios
nuestro Señor por medio para reducir al camino
de la verdad esle descaminado padre : porque ,
viendo que cada dia florecía mas la religión crisliana
que él había procurado extinguir con todas
sus fuerzas, y que la do sus dioses so iba menoscabando
; alumbrado de uu rayo divino , conoció,
que el lujo andaba por el camino derecho y llano,
y él riego y fuera de camino. Escribióle una caria,
declarándole cuan arrepentido estaba de haber
perseguido á los cristianos , y de no haberle antes
creído y lo que deseaba volver la hoja, y bautizarse
y ser cristiano , si Dios le qui.-iese recibir en
su gracia y perdonarle laníos y tan atroces (¡retidos,
que conlra él y contra sus siervos con ianla
impiedad y crueldad había cometido; y juntamente
le encargaba que le escribiese todo lo que le
parecía quo debía hacer para su salvación y
bien de su reino. No se puede creer, ni explicar
con palabras el júbilo y regocijo que el alma
de Josafat recibió con esla caria do su padre
: entróse luego en su aposento, y postrado en
el suelo delante de una imagen do Cristo . he-
307
clios sus ojos dos fuentes de lágrimas do consuelo,
comenzó á hacer gracias á nuestro Señor,
porque le habia oído y concedido la salvación do
su padre, que con laníos y lan largos gemidos y
ansias le habia suplicado : v pidiéndole nuevo favor
y gracia, se partió luego , acompañado de sus
gentes y soldados para su padre , (pie cuando lo
supo lo salió a recibir, y le abrazó, besó y mandó
que se luciese liesla pública y solemne por su venida.
Después que Josafat hubo reposado: oslando
á solas con su padre, le dio noticia de lodo io que
deseaba saber, y lo declaró los misterios de nuestra
sagrada religión, de tal suerte, que el rey Abenner
quedó admirado de la sabiduría de su hijo, y compungido
de sus pecados , y trocado en otro varón;
y delante de lodos los que allí se hallaban, adoró la
cruz, y confesó á Jesucristo por verdadero Dios y
Señor de lodo lo criado. Con esla ocasión Josafat
habló á los señores, caballeros y capitanes de su
padre, de la fé cristiana tan altamente, que todos
á una voz clamaron: Grande es el Dios de los cristianos,
y no hay otro Dios sino nuestro Señor Jesucristo,
el cual con el Padre y con el Espíritu santo
para siempre debe ser glorificado. Y el rev Abenner,
encendido do zelo. v descoso de satisfacer en
algo la impiedad pasada, deshizo con gran fervor
lodos los ídolos de oro y piala que habia en su palacio,
y los repartió á los pobres , y acompañado
de su hijo derribó "los altares y los templos de sus
falsos dioses , sin dejar piedra sobre piedra ; y en
su lugar mandó edificar otros templos al verdadero
Dios ; y lo mismo mandó hacer en las otras
partes de su reino. Era cosa mucho para alabar al
Señor, el ver que los demonios que antes habitaban
en sus antiguos templos , salino de ellos gimiendo
y dando lastimosas vores v alaridos, confesando
la omnipotencia del Crucificado. Después
siendo el rey Abenner bien instruido en las cosas
de nuestra sagrada religión , fué bautizado por el
obispo , de quien hicimos mención arriba , y su
mismo hijo Josafat fué su padrino, y padre espiritual
del que le habia engendrado según la carne.
Quedó Abenner lan otro de lo que soba, que renunció
lodo su reino á su hijo , v se vistió de cilicio
v ceniza, para hacer penitencia de sus pecados,
temiendo que por ser lautos y lan graves, no
había de alcanzar perdón de ellos del Señor; mas
el sanio Josafat le consoló y alentó, dándole á entender
cuan grande injuria hace á D¡os el que
desconfía de su bondad y misericordia (que es la
cosa do que mas él se precia), v que lodos los pecados
del mundo cotejados con ella no son mas
que una gola de agua respecto del mar. En esta
vida y penitencia vivió el rev Abeimer cuatro
años, y al cabo de ellos le dio una mortal enfermedad
: y estando cercano á la muerte, bendiciendo
á su hijo y besándole muchas veces, y haciéndole
gracias por lo que habia trabajado por
él, y alabando al Señor por haberle mirado con
tan piadosos ojos, v sacádolo de! profundo abismo
de la muerte en que estaba, y Iraídole á su conocimiento,
v encomendando su espíritu al que le había
criado; acabó el curso de su peregrinación. El
rey Josafat mandó vestir e! cuerpo de su padre,

3G8 LA LEYENDA. DE ORO NOVIEMBRE , 2T
nó con горл­ reales y ricas , sino con hábito de
penitencia , y de esta manera lo enterraron con
gran solemnidad , derramando el lujo muchas lágrimas
delante del sepulcro del padre: del cual,
sin comer, ni beber ni dormir, no so apartó por
espacio de siete dias , suplicando instantemente al
¡Señor , que perdonase á su padre , y le admitiese
en las moradas eternas. Y habiendo cumplido con
esle piadoso oficio, se volvió á su palacio, y mandó
tomar todos los tesoros suyos y de su padre, y
repartirlos á los pobres: lo cual se hizo tan largamente,
que apenas quedó pobre en el reino.
16 Pasados cuarenta dias de la muerte de su
padre , quiso Josafat cumplir con su deseo , y lo
que á Dios habia prometido. Para eslo mandójunlar
á los grandes , señores , caballeros , y muchos
ciudadanos de su reino: y estando senlado en su
trono real , con aspecto grave y blando les habló
de esla manera : Ya veis , como mi padre el rey
Abcnner es muerto, como muere cualquier pobre
hombre , sin haberle podido librar de la muerte
¡as grandes riquezas que tenia, ni la gloria y nombre
de rey, n¡ la muchedumbre de vasallos y criados,
ni los ejércitos poderosos , ni yo , que soy su
lujo y lanío deseaba su vida. Ha ido á un tribunal,
donde le pedirán cuenta de lo que ha hecho en
esta vida, sin llevar consigo criado, deudo, ni amigo
que lo pueda ayudar. llagóos saber , que yo
siempre he deseado eximirme de esta carga quo
tengo de roj , de echarla sobre otros hombros , y
retirarme á alguna soledad, para cumplir lo que á
Dios tengo ofrecido. По dejado hasta ahora de
hacerlo, por obedecer al rey mi señor, y por pa—
recermo que Dios se quena servir de mí , para
mostraros el camino del cielo , y sacaros de las
horribles tinieblas de la idolatría en que estábades.
Ya cumplí con la voluntad de mi padre; y vosotros
con la gracia del Rey soberano habéis abierto los
ojos , y conocídole por vuestro Dios , redentor , y
señor de lodo lo criado: ved á quien queréis que
deje el cetro y la corona. Oyendo eslo, alzaron
á una todos una voz lastimera y alarido doloroso
al cielo , con increíbles gemidos y lágrimas , diciendo
: que en ninguna manera lo consentirían;
v jurando que no lo dejarían partir; porque él
era su rey , su señor , su padre, y su madre y lodo
su bien ; pues por él Dios los habia librado de
aquel profundo abismo y ceguedad en que estaban,
v abiértoles las puertas del cielo , y alumbrádoles
con el rayo de su verdad. Vio Josafat los ánimos
de todos tan alteíados, que tuvo por bien demostrar
que quena consentir con ellos ; y con eslo los
rosegó y los envió mas consolados á sus casas.
Después retirado á su aposento, llamó á Raraquías,
hombre de grande estufa, muy zeloso de nuestra
santa religión, y el que juntamente con Nacor
(ipie fingía Barlaan ) , se puso á defenderla contra
)¡,s filósofos y caldeos gentiles, como dijimos. Habló
Josafat á ílaraquías, y declaróle su intento , y
rogóle que lomase sobre sí el peso del reino , porqué
él lo (pieria dejar. Ílaraquías no vino en ello,
anles lo repugnó y contradijo , reprendiéndolo
de poca caridad: porque si el ser rey (dijo) es
bueno; i por qué tú no lo quieres ser? Y si es ma­
lo ; ¿ por qué quieres que lo sea yo? No quiso porfiar
Josafat con Raraquías, mas aquella noche escribió
una carta llena de celestial sabiduría á los
magistrados y nobleza de su reino , en quo los exhortaba
á perseverar en la religión cristiana y en
el amor y temor santo del Señor , y hacerle continuamente
gracias por las mercedes que de él habían
recibido ; y juntamente les decía, que no hiciesen
rey á otro alguno , sino á Baraquías , porque
él era el que les convenía : y dejando esta carta
en su aposento, se partió luugo secretamente, y
se puso en camino para el desierto. Pero luego que
ala mañana se supo, le tomaron todos los pasos
y le buscaron , y le hallaron cabe un arroyo haciendo
oración, á la hora demedio dia. Volviéronle
á la ciudad , y él se resolvió á no quedar
en ella ni un solo día , y persuadió á la gente que
tomasen por rey ó Baraquías; y él le declaró y
nombró por tal , y le dio los documentos que le parecieron
necesarios para el buen gobierno del reino.
Entre otros le avisó, que así como en la navegación
cualquiera falta que haga el pasajero es
de poca importancia, y grave y peligrosa la quo
lince el que lleva el gobernalle; asi en el gobierno
de la república , cuando peca un particular solamente
hace daño á su persona ; mas cuando el
rey y gobernador peca , es perjudicial á toda la
república. Después, puesto de rodillas y levantadas
las manos al cielo , oró , y encomendó al Señor
todo su reino , y abrazando á los señores y personas
principales de él, y sobre todos á Baraquías
(á quien dejaba en su lugar ) , so despidió de todos
con tan extraño sentimiento, sollozos, gemidos
y lágrimas, que no se puede encarecer: solo
él estaba sereno y alegre, y como hombro que de
un largo y penoso destierro vuelve á su dulce y
deseada patria. Salió vestido con su vestido ordinario
, y debajo do él un cilicio que le habia dado
su buen maestro Barlaan , á quien él iba á buscar.
La noche siguiente de aquel primer dia , entrando
en casa de un pobre hombre , se desnudó de su ropa
y so la dio , y quedó cubierto con solo aquel
cilicio , pareciéndole que eslaba mas rico y ataviado
con él, que con el cetro y púrpura de rey.
Comenzó á caminar por aquellos desiertos , y á
comer de las yerbas que hallaba por los campos ,
que por ser estériles y sin agua , eran silvestres :
y como una vez hubiese andado hasta el medio
dia , abrasado del sol y fatigado de la sed , deseó
un poco de agua para refrescarse , y no la halló.
Con esta ocasión Salanás le lento terriblemente,
poniéndole delante la grandeza del estado que habia
dejado, y la multitud de criados que le servían,
los regalos y deleites que tenia , la aspereza de vida
que emprendía , y las pocas fuerzas do su
cuerpo para llevarla ; y finalmente, que las almas
do lodos los vasallos de su reino estaban colgadas
de él, y por su culpa perecerían. Y como estos
golpes no luciesen mella en el pecho fuerte de Josafat,
pretendió espantarle con varías tentaciones
visibles: porque ya se poma delante en figura de
hombre con una espada desnuda amenazándole
quo le malaria si no volvía airas: ya en forma de
bestias fieras , de Icones , tigres , dragones y ha

NOVIEMBRE, 27 LA LEYENDA DE ORO. 3G9
siliseos que le querían tragar; mas el Señor que
guiaba á Josafat, le esforzaba para que no hiciese
caso de aquellos (errores de Satanás, y para que
con la señal de la cruz ahuyentase á lodos aquellos
monstruos infernales. Trabajó muchosdias con
esta desnudez y pobreza, hasta llegar al desierto
de Senaar, en busca de su querido maestro : dióle
noticia do él otro solitario , y guióle á la cueva
donde estaba , á la cual llegó Josafat muy gozoso,
y llamó pidiéndole bendición. Salió Rarlaan : y
aunque Josafat venia muy Irocado de lo que estaba
antes; por inspiración do Dios le conoció, y
los dos se abrazaron con amor liernísimo é hicieron
oración , y dieron gracias á Dios porque se
veían juntos en aquel desierto. Díó cuenta el uno
al otro de lo que por sí habia pasado ¡ después
que no se habían visto : y Barlaan, entendiendo
las grandes batallas y contrastes que Josafat habia
tenido, y las victorias que habia alcanzado
de su carne, mundo y demonio , y el dichoso estado
en que dejaba las cosas de la cristiandad ,
alabó á Josafat por el trueque tan cuerdo y acertado
que habia hecho , y de haber comprado
la preciosa margarita del reino eterno con el menosprecio
del temporal de la tierra , glorificando
al Señor , que le habia dado tan grande espíritu,
y tan próspero succeso á negocio lan arduo
y dificultoso. Después para regalar á Josafat que
venia fatigado del camino, le aparejó un convite
espléndido de unas yerbas crudas silvestres, y de
algunos dátiles; y habiendo comido los dos, bebieron
un poco de agua de la fuente , que estaba allí
cerca.
17 Estuvo Josafat con Barlaan algunos años,
viviendo mas como ángel en la tierra , que como
hombre en cuerpo mortal; de suerte , que el mismo
Barlaan , que era viejo y soldado veterano , y desde
mozo ejercitado en aquella dura milicia , se
maravillaba del fervor de Josafat. No comia mas
de lo que precisamente era menester para sustentar
la vida : velaba tanto las noches , como si no
fuera carne : su oración era perpetua ; y no perdía
un punto de tiempo ni estaba ocioso , sino ocupado
siempre y atento en la contemplación del sumo
Bien. Llegóse el tiempo en que el Señor queria
llevar de esta vida trabajosa á Barlaan: avisó de
ello á su querido hijo y discípulo Josafat , anímándoleá
llevar adelante su gloriosa empresa, y aconsejándole
que cada día pensase que aquel era el
postrero de su vida , y principio y fin de la observancia
religiosa; porque aguardando la muerte,
no la temería ni le parecería largo el tiempo , ni se
candaría con el trabajo de la aspereza y penitencia.
Dióle mas otros documentos y espirituales consejos
: y habiendo dicho misa y comulgado á Josafat;
despidiéndose de él amorosamente , y echándole
su bendición (la cual él recibió derramando lágrimas),
hizo sobre sí la señal de la cruz y extendió
los pies , y con increíble paz y alegría de su alma,
la dio á quien la habia criado para gloria suya,
siendo de casi cíen años, y habiendo vivido los setenta
y cinco en aquella soledad, y lleno , no menos
de merecimientos , quede años. Tomó Josafat
el cuerpo do su bienaventurado padre con suma
TOMO IV.
reverencia: abrazóle y lavóle con lágrimas; y
envuelto en aquel cilicio que de él había recibido
en su palacio , le enterró , cantando los salmos
acostumbrados de la Iglesia todo aquel dia y la
noche siguiente : después hizo oración á nuestro
Señor , suplicándole quo no le desamparase por
las oraciones de su siervo Barlaan , sino que le
asistiese, guiase y encaminase, hasta llegar al
puerto de s.rlud y tranquilidad. Acabada su oración
, quedó dormido Josafat, y en sueños tuvo una
revelación , en que vio á Barlaan en el cielo vestido
de gloria y claridad almirable , y la corona
que ó él le estaba guardada , perseverando hasla
el fin ; y con esla visión quedó muy gozoso, y confirmado
en su santo propósito. Veinte y cinco años
tenia Josafat cuando vino á él con una vida del
cielo, y lan perfecta como si no luera de carne. A
Cristo tenia siempre presente: á Cristo siempre
buscaba; y siempre parecía que le tenia delante
de los ojos , y que teniéndole ó él, tenia (como es
verdad ) todas las cosas: y no se contentaba con
servirle con lan gran fervor, como se ha dicho,
sino que cada dia procuraba aventajarse mas , y
crecer de virtud en virtud. Y habiendo perseverado
todo este tiempo en esta manera de vida , que
aquí queda referida , crucificado el mundo á él y
él al mundo, dejando el cuerpo en el suelo , voló
su espíritu al Señor : y aquel monje que le había
guiado á la cueva de Barlaan , avisado del cielo,
se halló á su muerle y tomó su cuerpo, y con himnos
y cárnicos eclesiásticos, y gran devoción y
ternura, le enterró en el sepulcro de su padre Barlaan
, y se partió luego para la India , por otra revelación
que tuvo, y dio cuenta al rey Baraquías,
de lo que había sucedido á Josafat, y de su vida y
muerte en el desierto. El rey Baraquías, en sabiéndolo
, se puso en camino , acompañado de innumerable
multitud de gente de su reino , y llegó hasta
la espelunca donde los dos santos Barlaan y
Josafat estaban sepultados, y vio que los cuerpos
de los dos estaban enteros, y los vestidos con que estaban
cubiertos como si los acabaran de enterrar,
y que despedían un olor suavísimo y una fragancia
mas del cielo que de la tierra. Mandó poner los
cuerpos en cajas ricas y adornadas , y llevólos á la
India , y colocólos magnífica y rpgiamenleen aquella
iglesia que había edificado Josafat, obrando
Dios muchos y grandes milagros por ellos , y dando
salud porsu intercesión á los enfermos y haciendo
otras maravillas y grandes mercedes á los
que venian á su sepulcro , ó so encomendaban á
ellos.
18 Esla es la suma de la vida déoslos dos santos
confesores Barlaan y Josafat, sacada de la que
escribió en un libro grande san Juan Damasceno,
aulor santísimo ydoctísimo, y que ha mas de ochocientos
y cincuenta años que floreció : y diceal fin
de la vida, que la escribe como la habia sabido de
varones insignes y dignos de toda fé. Por donde se
ve , que esla no es fábula ni invención artificiosa,
sino verdadera historia, confirmada con la autoridad
de tan señalado varón , como lo notó mnv
bien Jaeobo Bilio en la prefación que hace á esta
vida , y se halla en las obras de san Juan Damas-

370
reno, que el mismo Bilio elegantemente tradujo de
griego en lalin; yol cardenal Baronio siéntelo
mismo en las anotaciones del Martirologio romano,
que hace, mención de los santos Barlaan
y Josal'at á los 27 de noviembre.
19 Pero pregunto yo á los que leyeren lo
quo aquí queda referido : ¿ qué les parece do los
consejos de Dios, y de los medios quo toma para
amplificar su gloria y salvar á los quo es servido ,
y sacar luz de las tinieblas, y de las espinas rosas,
y de la muerte vida? ¿ Quién puede cerrar á quien
Dios abre , ni poner estorbo á quien él favorece,
ni contrastar á su voluntad ; pues todas las diligencias
del rey Abenner no fueron parte para que
Josafat, su hijo, no tuviese noticia de Cristo, y
recibiese la luz del cielo? ¿Quién no confiará do
poder vencer con la gracia del Señor la flaqueza
de su carne, viendo como la venció Josafat, siendo
príncipe, mozo y rodeado por todas partes de
víboras y basiliscos , y estando en medio de las
llamas, sin quemarse? ¿ i qué hombre habrá quo
no huva del trato familiar de la mujeres , sabiendo
que son lazos para el alma , y ruina de la castidad?
O ¿qué mujer honesta que no haga lo mismo
al hombre? ¿Quién se anegará en el abismo de
sus pecados, y desconfiará de ser perdonado do
ellos y de la misericordia del Señor, viendo á Xacor
y á Teudas, magos, y lizoneros del infierno
, y á Abenner , derramador de tanta sangro do
mártires, convertidos y admitidos á su gracia y reconciliación?
¡ Qué gran seguridad tenemos los
-cristianos de la verdad y excelencia de nuestra
sagrada religión , viendo como triunfa de los tiranos,
de los sabios del mundo, y de lodo el poder
del infierno , y que las máquinas y ardides que toma
nuestro enemigo para obscurecerla y derribarla
, ellos mismos sirven para ilustrarla mas, y establecerla
1 Pues los hombres regalados, ambiciosos
y codiciosos , que beben los vientos , y se apacientan
de bellotas, y se revuelcan eu el cieno de
sus vicios como puercos ; ¡ qué motivos, qué estímulos
tienen aquí para abrir los ojos; y mirando
al cielo , menospreciar todas las cosas de la tierra,
y morir al mundo para vivir á Dios, como lo
hizo Josafat : el cual, siendo rey en la flor de su
edad, tuvo el reino por carga, y le dejó, y con él
todas las grandes riquezas y delicias (pie poseía ,
v vestido do su desnudez y cubierto de cilicio ,
en un desierto, y acompañado de fieras y juntamente
do ángeles , vivió tantos años con aspereza
mas que humana , y como percginio del inundo ,
y morador del paraíso! Pero el Señor le confortó
y le dio perseverancia, y le hizo glorioso en el
cielo y en la tierra , y con su ejemplo nos ensoñó,
que es lan grande bien el gozar para siempre, do
su gloriosa vista . y de la compañía de lodos los
cortesanos de su corle real, (pie todos los trabajos
v penas que por llegar á él so lomaren , se deben
MSI i mar como si no fuesen; y que la gloria es tan
inmensa é incomprensible, que por mucho quo
nos cueste , siempre se compra de balde. Dénos
su divina Majestad su espíritu, para que lo conozcamos
, é imitemos á estos santos , que tan bien
le supieron imitar.
LA LEYENDA DE 0110. NOVIEMBRE, 27
* Los SANTOS BASILEO , AUXILIO, Y SATUR­
NINO , MÁRTIRES.—El primero ora obispo de una
ciudad do Asia , cuyo nombre se ignora. Hallándose
casualmente en Antioquia, durante la persecución
de Decio, fué preso juntamente con Auxilio
y Saturnino, y los Ires alcanzaron la palma
del martirio, después do haber sufrido varios tormentos.
Los SANTOS IRENARCO, ACACIO, Y SIETE SANTAS
MUJERES, MÁRTIRES.— Durante la persecución de
Diocleclano eran eslas sanias un día atormentadas
en Sobaste de Armenia, y á vista do su constancia,
se convirtió á la fé do Jesucristo un gentil llamado
Irenarco, que fué bautizado por el presbítero
Acacio. En seguida ambos sanios fueron asociados
al glorioso martirio do las siete sanias mujeres , y
todos consumaron junios su combale , siendo degollados
por orden del gobernador Máximo. El
P. Pagi dice que esle martirio sucedió el año 303.
SAN VALERIANO, OBISPO Y CONFESOR.—Sucedió
á Forlunaciano, obispo amano, en la silla episcopal
de Aquileva, en tiempo del emperador Va—
lenlimano. Purgó su diócesis de la herejía, y reformó
la disciplina, de modo que hablando de él san
Gerónimo en las carias ,'i-2 y '¡-3, dice que su rebaño
llegó á transformarse en un coro de santos.
Valeriano presidió el concilio de Aquileva, congregado
por Graciano contra los arríanos, y después
de haber prestado importantes servicios á la
reliL'ion, murió santamente entre los años 372
y 381.
SAN MÁXIMO , OBISPO Y CONFESOR.—Nació en
Provenza, de padres piadosos, quo le educaron en
la piedad y en el horror al vicio. Desdo su niñez
estuvo dotado de todas las gracias y virtudes. Fué
amante del retiro y de la mortificación, so dedicó
á los esludios, y procuró ya en aquella edad ser el
consuelo y amparo délos pobres , enlre los cuales
distribuyó después el producto desús bienes, para
abrazar la vida religiosa en el monasterio de Lerms.
En A2G fué elegido abad del mismo monasterio
, que adquirió nuevo lustro bajo la dirección
del sanio. Al cabo de siete años fué elegido y consagrado
obispo de Uiez en Provenza, cuya ciudad
le recibió como un ángel enviudo del cielo
para dirigirla en los caminos de la santidad. En
su nuevo eslado fué Máximo perfecto ejemplar de
zelo , do humildad , de paciencia y de amor á los
pobres. Asistió á los concilios celebrados entonces
en lasGaüas, y murió rodeado de gloria y cubierto
do bendiciones, por los años de 402.
.SAN ACARIO, OBISPO Y CONFESOR.—Floreció
en el siglo Yl¡. Tomó el hábito en el monasterio
de Luxeu , fué discípulo do san Columba no , y el
año 021 lo sacaron de su retiro para colocarlo eu
la silla episcopal deN'oyoii. Fué prelado eminente,
ilustre en grandes virtudes y en milagros. Estuvo
unido en amistad con el rev Dagoberto, (pie á sus
instancias prestó servicios importantes á la religión
, y murió el año 039.
SAN VIRGILIO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació
en Irlanda, y fué umversalmente respetado por
sus vii ludes y sabiduría En tiempo del rey Pepino
, pasó á Francia; permaneció dos años en la

NOVIEMBRE , 28 LA LEYENDA DE ORO. 371
corle, que edificó con sus ejemplos, y después
fué consagrado obispo de Salsburgo, en 766. Emprendió
el ejercicio de su ministerio con tanto zelo,
que encontrando estrecho el limile de su diócesis
para su zelo, se dirigió á la Carinlia, de cuyos
países fué luego aclamado apóstol. Restituido á su
rebaño, murió el dia 27 de noviembre del año 780,
después de haberse preparado con mucho fervor
al paso para la eternidad. San Virgilio fus solemnemente
canonizado por el papa Gregorio IX.
SAN Encino , ERMITAÑO Y CONFESOR.—Natural
do Francia, de padres extremadamente pobres.
Después de haber servido en clase de criado
en un monasterio de la diócesis de Burges, lomó
el hábito en la misma casa. Cuando fué ordenado
sacerdote, obtuvo permiso para retirarse á un lugar
solitario en el territorio deRerry. Estuvo dotado
del don do profecía y do milagros , y murió'
santamente el año 542.
SAN MAARSATOR, MÁRTIR.—Fué un príncipe
persa , á quien sus virtudes y su zelo por la religión
lucieron mas recomendable aun, que su ilustre
nacimiento. A causa de profesar la religión cris r
tiana fué preso por orden del rey de Persia , y
después do sufrir varios interrogatorios, fué metido
en una prisión, donde estuvo tres años sufriendo
todas las incomodidades de la inmundicia , el
hambre y la obscuridad. Pasado este tiempo, le
hicieron sufrir un nuevo interrogatorio , después
del cual lo echaron en un hoyo, cuya abertura taparon
herméticamente. Después de algunos dias,
¡os soldados fueron á abrir aquel hoyo, y encontraron
al glorioso mártir sin vida, pero d« rodillas
y rodeado de luz, en cuya postura había muerto
el cha 27 de noviembre riel año 421.
SAN SEVERINO , CONFESOR. —Fué monje y solitario
en el territorio de París. Sus muchos milagros,
y las eminentes virtudes que en su conducta
resplandecieron , le hicieron admirable á sus contemporáneos
, y glorioso en la Iglesia de Dios.
SAN ANSURIO, OBISPO.—Este ilustre español,
compañero y amigo de san Rosendo, fué obispo
do Orense, cuya iglesia gobernó por muchos años
hasta que sintiendo acercarse su fin, renunció el
obispado , y se retiró al monasterio de san Estovan
de llivas de Si!, donde vivió unos dos años
como el mas humilde do los monjes. Glorificado
con el don de milagros y do profecía, murió el día
20 de enero de! año 925. Su culto consta estar va
establecido á principios del siglo !!!.
SANTA MARINA , MÁRTIR. — Están discordes
los historiadores acerca de la existencia, patria y
martirio de esta santa virgen. Lo que únicamente
puede asegurarse . dico el P. Florez , que fué
martirizada en Galicia á dos leguas de Orense,
donde se venera su sagrado cuerpo en una iglesia
de su nombre, en un sitio rpio llaman Arjuas Sanias.
La devoción que se tiene á esta santa en algunas
comarcas do Galicia es muy grande.
EIJ£¡* £ § .
SAN GREGORIO III, TAPA Y CONPESOR.—Por
muerte del santo pontífice Gregorio , II de este
nombre, fué constituido y aclamado de toda la
corte romana , impensada v milagrosamente, para
la suprema dignidad y régimen de ¡a nave de san
Pedro, Gregorio ¡II , romano do nación, hijo de
.luán , natural de Siria. Era Gregorio dado á lodo
género do virtudes , humilde, manso, caritativo,
afable y devoto ; tanto , que jumamente se m¿recio
la común aclamación de iodo el pueblo. Su hacienda
la gastaba toda (que era mucha) en redimir
cautivos, remediar viudas v huérlanos , pagar
deudas de aquellos que oslaban por ellas en
las cárceles y no tonian con que pagarlas , y remediar
todo género de necesidades. Sabia con toda
perfección las lenguas griega y latina , y ora
tan docto en Jas divinas Escrituras , y tema tal facilidad
en interpretarías, que era un milagro en
todo. Con estas virtudes llegó á merecer la dignidad
de sacerdote y ser predicador acérrimo de la
fé, granjeando tanto la voluntad de Dios y de los
hombres , que hallándose en el entierro de su antecesor
, inspiró Dios ó inflamó las voluntades de
todos, de suerte, que desde el menor al mayor comenzaron
á aclamarle por digno sucesor de Pedro;
y llevado por fuerza en hombros de todos , fué
colocado en su silla, siendo emperador León Isáurico
y su hijo Constantino Coprónimo, á quienes
condenó y anatematizó en un concilio general ,
que juntó de casi mi! obispos , por la perversa
herejía en que habian incurrido contra ¡as
tas imágenes , quitándoles del todo la veneración
tan debida de los fieles, y martirizado á infinitos,
porque no seguían su diabólica sexta , en que afirmaban
ser idolatría venerar y adorar las imágenes
santas. ¡ Qué error tan grande I Como si no supiesen
¡os católicos quo las imágenes no se ponen en
ios templos , ni en otra parte, para quo las adoren
parando en ellas, sino en lo representado por ellas:
ni se ponen para idolatrar, como hacían los gentiles,
sino para exhortar y provocar á devoción al
pueblo cristiano, y para levantarlos pensamientosai
cielo, adorando á Dios nuestro Señor en la memoria,
que se despierta por la imagen suya, y alabando
á su inmensa bondad por la representación
que hacen las imágenes de sus santos : pues nadie
lia do ser tan necio ni loco, que no vea que la imagen
de piedra, do madera ó pintada, ni es Dios ni
su Madre , ni el santo , ni á ella se debe la adoración
eií cuanto tal, ni en sí, sino respecto do Dios
ó de su Madre santísima, ó del santo que representa
la tal imagen.
2 Por osla misma razón , v en el mismo concilio
, mandó osle santísimo pontífice Gregorio renovar
todas las imágenes y pinturas antiguas , y
hacer otras muchas de nuevo , muy ricas v devotas.
Mucho tuvo en quo merecer el sanio Giegorio
por causa de esta defensa do las santas imágenes
; pero al lin Dios le libró de todos sus enemigos.
E-duvo dos veces sitiado en Roma por e!
rev de los longobardos Luilprando , y siempre
quedó bien con la avnda do Dios y do los príncipes
ensílanos que le favorecían. Sacó á Roma ,
á Italia y á España del yugo de los perversos v
herejes emperadores. Libre ya de las guerras y
asedios se dio todo á sus santos ejercicios, ayunos.

372 LA LEYENDA DE ORO. NOVIEMBRE , 28
y limosnas , edificando nuevos templos, y her- rico rey arriano, fueron quemados por todo el cuer~
moseándolos ron sagradas imágenes. Ordenó y po con planchas de hierro encendidas , y así con—
hermoseó el altar mayor de la iglesia de San Pe- sumaron su glorioso martirio en defensa de lasverdro
con muy ricas colunas de piedra ónix, y dades católicas , el año 442 , en África. Al mismo
puso encima de ellas una corona ó cubierto de tiempo fueron desterrados y perseguidos los demás
vigas de plata , y encima muy ricas y hermosas santos obispos de que hacemos memoria , también
imágenes de nuestra Señora , y de los santos en distintas ciudades de África y por los mismos
apóstoles . Hizo también una capilla muy rica en motivos que los dos primeros sufrieron el martirio,
la misma iglesia , y puso en ella muchas reliquias SAN ESTEVAS EL JOVEN, SAN BASILIO , SAN Pude
santos, y dotóla para que cada dia se dijese en uno , SAN ANDRÉS, Y OTROS TÜECIENTOS TREINTA
ella una misa. Dióle á la misma iglesia muchos , Y NUEVE MONJES , MÁRTIRES. —San Estovan es
y muy ricos vasos de oro y plata , y mandó la- uno de los mas ilustres mártires que derramaron
brar una imagen de nuestra Señora la siempre su sangre por la fe en la persecución dejos ico-
Virgen María, sin pecado concebida, con su pre- noclastas. Había nacido en Constantmopla el
cioso HIJO en los brazos, de oro finísimo , la cual año 714, y fué consagrado á Dios desde el seno do
dura hoy , y se ve en Santa Maria la Mayor. Re- su madre.Sus padres, que eran ricos y virtuosos, le
paró la iglesia de San Crisógono, y puso monjes dieron una educación esmerada , y él la hizo frucen
ella , y lo mismo hizo en otras muchas parles: tificar por medio de su inclinación natural á la piedióles
rentas y posesiones con que se sustentasen , dad. Cuando León el Isauro declaró su persecución
y regla que guardar. Mandó que en la iglesia contra la Iglesia , Estovan entró monje en un mode
San Pedro hubiese la frecuencia y ordenen naslerio cerca de Calcedonia, en el cual se dislincelebrar
los divinos oficios , que hoy se observa guió por sus esclarecidas virtudes. Poco después
y entonces no había. hizo un viaje á Conslantinopla, vendió cuanto lema
3 Cou. esias y semejantes ocupaciones era y distribuyó su producto á los pobres. A la edad
Gregorio amado de Dios y de los hombres : y de treinta años fué unánimemente elegido abad do
cuando nuestro Señor fué servido llevársele para su monasterio , donde empleó su pluma y su zelo
sí , envióle una enfermedad , de que vino á mo- en la defensa del culto de las santas imágenes. El
rir y descansar en el Señor , á 28 de noviem- emperador Constantino Coprónimo, viendo quo
bre (dia en que la Iglesia le celebra ) , en el año aquellos monjes se ocupaban con tanta eficacia en
del Señor de 7il , habiendo regido santísima- contrariar sus miras, mandó al monasterio una
mente la nave de san Pedro diez años , ocho me- compañía de soldados, con orden de degollar á los
ses y veinte y cinco dias. Hizo tres veces órele- monjes, de destruir las imágenes que en él había,
nes , ordenando ochenta obispos, veinte y cuatro y de pegarle fuego. La orden fué puntualmente
presbíteros y tres diáconos. Fué sepultado en la cumplida , y el santo abad Estovan fué arrebatado
iglesia de San Pedro , y vacó la silla nueve dias.. de su mansión , cruelmente maltratado y llevado a
Escribieron su vida Becla ; Usuardo; Adon; Ules- Constantinopla, dondesufrió algunos interrogatocas
en la Historia pontifical ; Platina, Pedro de rios, y después lomelieronen unacárcel, en la que
Natal ¡bus in Cathal. sanct., lib. x . cap. -1 -18; estuvo dos años. Al cabo de este tiempo los herejes
el Martirologio romano ; y Raronio en sus anota- lo sacaron de allí para arrastrarlo por todas las
ciones, y en el lomo íx ele sus Anales año 741 , callos de la ciudael , en cuyo martirio espiró, el
núm. 9 , etc. año 764.
* SAN RUFO , MÁRTIR.—Era de Roma, y vi- SANTIAGO , CONFESOR. — Natural de la Marca
via en la misma ciudad en tiempo del emperador de Ancona , de padres algo acomodados , descu-
Diocleciano. Fué convertido con toda su familia brió desde niño gran disposición para la virtud,
¡jor el mártir san Crisógono, y derramó su sangro Después de haber hecho sus estudios con aprovepor
la fó de Jesucristo encompañía de todos los de chamiento , se fué á Florencia , donde obtuvo un
su casa , el año 303. cargo respetable. Poco después, disgustado do los
SAW SOSTENES , MÁRTIR. — Fué ele Corinto , y peligros del mundo , abrazó, el estado religioso en
era príncipe de la sinagoga cuando san Pablo em- la orden de San Francisco. En el convenio ele la
pezó á predicar el Evangelio en la misma ciudad. Porcuincula pasó cuarenta años entregado á todos
En el cap. 18 de los Hechos de los apóstoles lee- los rigores de la penitencia y á los mas puros ferinos
que fué golpeado por los judíos delante del tri- vores de la oración. El sacrificio de la misa excibunal,
en presencia del procónsul Galion. El mismo taba toda su ternura , y los pobres oran el objeto
apóstol san Pablo en su primera carta á loscorin- de su mas constante solicitud. Fué admirable en
tíos le llama su hermano. El Martirologio romano pureza y humildad, y estuvo dotado do esa clodice
, que habiendo sido apedreado, consagró con cuencia dulce y persuasiva que arrastra los coraun
esclarecido martirio las primicias de su l'é. zones á la virtud. Por esto sus sermones obraron
Créeseque murió por los años de 54 do Jesucristo, tantas conversiones. Rehusó ciar/obispado de Mi-
Los SANTOS PAPINIANO Y MANSUETO ,OIIISPOS Y lan , y murió santamente en un convento cerca de
MÁRTIRES, Y LOS SANTOS VALERIANO , URDANO, Ñapóles el día 28 de noviembre del año 1479 á
CR.ESCF.NTE, EUSTAQUIO, CRESCONIO, CRESCENCIA- los noventa do su edad.
NO, FÉLIX, ORTOLANO, Y FLORENCIANO , OBISPOS Y SAN CUNANDO, OBISPO Y CONFESOR. —Flore-
CONFESORES.'—Los dos primeros , en tiempo de la ció en tiempo de san Isidoro . pues fueron juntos al
persecucion.de los vándalos, por orden de Gensé- concilio IV de Toledo. Conancio asistió también

NOVIEMBRE , 29 LA LEYENDA DE ORO. 373
al VI ,como obispo de Palencia. Fué varón respetable
por su gravedad y modestia , y mas que todo
por las grandes virtudes pastorales en que resplandeció,con
edificación de sus ovejasy de todo el
reino. Gobernó la Iglesia de Palencia desde el
año 009 basla.el039, en que murió. Sobresalió en
todos los estudios eclesiásticos, y principalmente en
la elocuencia sagrada.
8»i» «».
SAN SATURNINO Y SAN SISINIO, MÁRTIRES.—
Viendo los emperadores Diocleciano y Maximiano
que no podian con tormentos y muertes agotar
á los cristianos , y que la sangre que de ellos
derramaban era como una semilla que daba
ciento por uno; hallaron otra manera para afligir
á los cristianos con un prolijo y penoso martirio ,
condenándolos á sacar , y llevar piedra y arena ,
y todo lo que era menester para los edificios públicos.
Y puesto caso que los hombres nobles y
los soldados , según sus leyes, no podían ser condenados
á oficios tan bajos y viles ; todavía para
mayor menosprecio ó ignominia de la religión
cristiana , sin tener respeto á nobleza , dignidad
ó grado alguno , condenaban á lodos los cristianos
indiferentemente á trabajar en eslas obras públicas
, sirviéndose de ellos como de esclavos.
Entre estos que así fueron condenados en Roma ,
para trabajar en las Termas que Maximiano labró
en honra del emperador Diocleciano ( por
haberle hecho su igual en el imperio) fué uno Saturnino
, varón santo y de anciana edad : el cual
( no pudiendo por sus muchos años y pocas fuerzas
llevar la carga pesada que los sobrestantes
de aquel edificio tan suntuoso querían ) era ayudado
de los otros cristianos , particularmente de
Sisinio, diácono: el cual con su gran caridad y fervor
de espíritu , sobre la carga suya propia tomaba
la de san Saturnino , y llevaba la una y la
otra sobre sus hombros, con gran esfuerzo y alegría
, cantando salmos é himnos al Señor. Quedaion
espantados los ministros del emperador de la
caridad de Sisinio , y del contento que mostraba
en aquel penoso trabajo. Dieron parte de ello á
un tribuno llamado Espurio , y él lo comunicó con
el emperador Maximinno , el cual mandó traer
delante de sí á Saturnino y Sisinio , y después
que en vano los tentó y amenazó , y procuró reducir
á que sacrificasen á sus dioses , los enlregó
á un prefecto llamado Laudino, para que sacrificasen
ó muriesen á sus manos. El prefecto los
echó en la cárcel , donde estuvieron algunos
dias , y convirtieron á la le de Cristo á muchos
gentiles que veuian á ellos. De allí á treinta
y dos días , el prefecto los mandó traer delante
de sí , cargados de cadenas , y los pies descalzos
, y hallándolos constantes y determinados
á morir mil muertes , anles que negar á Jesucristo,
hizo traer un ídolo para que lo adorasen; y poniéndoseles
delante, san Saturnino levantó la voz,
y dijo : Confunda el Señor á los dioses de los gentiles.
A esla voz cayó el ídolo desmenuzado en
tierra, y dos soldados, llamados Papias y Mauro,
comenzaron á dar voces, y decir que Jesucristo ,
á quien adoraban Saturnino y Sisinio, era el Dios
verdadero. Mandó el prefecto poner en el ecúleo
á los dos santos , y levantados en alio , herirlos
con azoles cruelísimos y desgarrar sus cuerpos
con escorpiones; y ellos con gran regocijo cantaban
: Gloria sea á tí, Señor Jesucristo, porque
nos has hecho particioneros de los trabajos de tus
siervos. Como eslo vieron los soldados Papias y
Mauro, que se habian convertido cuando el Ídolo
cayó en tierra , ganosos de la corona del martirio
, y llenos de una sania ira contra los verdugos,
los dijeron en alia voz: ¿Es posible , que el demonio
esté tan apoderado de vosotros, que os haga
ser tan crueles con estos siervos de Dios?
Oyólo el prefecto Laudicio, y enojado contra ellos,
mandóles dar muchos golpes con piedras en las
bocas, y llevar á la cárcel y después fueron martirizados.
Mandó traer hachas encendidas y pegar á
los costados de Saturnino y Sisinio; y visto que lodo
eslo no bastaba , antes que estaban en aquel
tormento con mucha paz alabando al Señor, los
mandó llevar ó degollar dos millas de Roma , en
la via Nonientana. Sus cuerpos recogió un varón
rico, poderoso y muy devoto, llamado Trasso
( que gastaba su hacienda en sustentar y socorrer
á los cristianos que trabajaban en aquellas
Termas) , el cual los sepultó en una heredad
suya , á los 29 chas del mes de noviembre ; y en
el mismo hace conmemoración de san Saturnino
la Iglesia católica. Fué el martirio de estos
dos santos el año de 303 , imperando Diocleciano
y Maximiano , cinco años después que se comenzó
el soberbio edificio de las Termas. Hacen mención
de ellos los Martirologios romano , el de Beda
, Usuardo y Adon , y los Aclcs de Marcelo,
papa , y Baronio en las anotaciones del Martirologio
romano, y en el II tomo de sus Anales.
* SAN SATURNINO, OBISPO Y MÁRTIR.—Los
franceses le llaman san Sernm. Fué desde Boma
á las Galias á predicar el Evangelio, enviado por
el papa san Fabian, por los años de 2Í-5. Pareco
que el mismo papa le consagró obispo, y que él,
después de haber convertirlo muchos paganos á la
fé, fijó su silla episcopal en Tolosa , entonces colonia
romana. En 250 fué preso por los5enemigos
de la religion cristiana, que después de haberle
hecho padecer todas las indignidades que puede
sugerir un falso zelo , lo alaron por los pies á las
astas de un loro furioso, que lo despedazó. Su dichosa
alma voló entonces, desatada de las ligaduras
de la carne , al reino de paz y de gloria quo
le tema preparado Jesucristo. Su martirio sucedió
en el Capitolio de la misma ciudad de Tolosa.
SAN PARAMON, MÁRTIR.—Ignoramos el sitio
donde esto santo , con otros trecientos setenta y
cinco compañeros, sufrió el martirio. Sabemos, sí.
por el cardenal Baronio, que lodos estos gloriosos
mártires murieron por los años de 254, de resultas
de los impíos ediclos del emperador Decic.
SAN RUTOLDO , OBISPO Y CONFESOR.—Los franceses
le llaman san Radbod. Fué natural do Francia,
y tuvo por padre á un príncipe de los friso—
nes. Educóse en la escuela do Colonia, y después

fué á perfeccionarse en la corle de Carlos Calvo y
de su lujo. A su sabiduría y virtudes debió el ser
elegido obispo de L'trecht, cuva Iglesia gobernó en
santidad , hasta que se retiró á un desierto, donde
murió el año 918, el día 29 do noviembre.
SAN FILOMENO , MÁRTIR. — En Ancira de Galacia,en
tiempo del emperador Aureliano , fué
este santo preso por ser cristiano , y conducido al
prefecto. Interrogado por su religión , contestó
que solo adoraba al Dios único que había criado
lodas las cosas. Después de esta respuesta , le taladraron
las manos y los pies, lo entregaron á
los animales que ie atormentasen , le metieron en
un horno encendido, del cual salió ileso, y habiéndolo
clavado unos clavos en las manos, los pies y
la cabeza , en cuyo tormento , glorificando á Dios,
murió el año 275.
Los SANTOS RLAS Y DEMETRIO, MÁRTIRES.—
Derramaron su sangre por la confesión do la verdad
evangélica . en Yeroli, durante los primeros
siglos de la Iglesia , según Ferrario.
SAN BRANDON, ARAD.—Es patrón titular de la
catedral de Ardlért, en el condado de Kerry, en
cuyo país había nacido , y se había educado bajo
la dirección de su obispo Ert. Habiendo abrazado
el estado monástico , fundó el monasterio de Birre,
en el condado deKmg, donde murió lleno de
merecimientos.
SANTA ILUMINADA, VIRGEN. — Parece que floreció
en el siglo I[I, y que murió el año 303 , no
habiendo podido conseguir la corona del martirio,
que había sido por mucho tiempo el objeto de sus
ansias. Consagró su integridad virginal á Jesucristo
, y acabó felizmente sus dias en Todi, en
Italia.
Sí i a 8©.
SAN ANDRÉS, APÓSTOL. — San Andrés, apóstol,
y hermano mayor de san Pedro, fué natural de
Bethsáida, lugar en la provincia de Galilea: fué el
primero de todos los apóstoles que conoció y trató á
nuestro Señor Jesucristo ; porque siendo discípulo
del gran Bautista ( que no es ¡roqueña señal de su
buena inclinación y piedad ) un día viendo san
Juan al Señor, dijo: Este es el cordero do Dios;
y luego san Andrés con otro su condiscípulo se
fué en seguimiento de Cristo : el cual, volviendo á
ellos su divino rostro, y viendo le seguían, les preguntó
, ¿qué buscaban ? Eiios le respondieron ,
quo deseaban saber dónde posaba. Llevólos consigo
: túvolos un (ha en su compañía: conversaron
y hablaron largo con él , v entendieron que era él
el verdadero Mesías. Dio san Andrés cuenta á
su [.hermano Pedro del bien que había hallado,
y llevólo consigo á Cristo ; y viéndole el Señor
, lo dijo : Tú eres Simón , lujo do Juan , y
le has de llamar Cofas , quo so interpreta Pedro.
.Este fué el primer conocimiento quo de
Cristo tino san Andrés, y esta la primera buena
obra , quo después de aquel conocimiento leemos
haber hecho, comunicando á su hermano el
bien que había descubierto, y llevándole al Señor
para (pie también él lo conociese. Después
LA LEYENDA DE ORO NOVIEMBRE 30
de esto , andando los dos hermanos pescando Y
echando las redes en el mar de Galilea ( porqu 6
vivían de aquel ejercicio), pasó Cristo, y díjolesqu 8
le siguiesen , porque los quería hacer pescadores
de hombres; y ellos , dejadas las redes y pesca ,
le siguieron y le acompañaron , y él los hizo sus
apóstoles. Quando nuestro Salvador , estando en
el monte , quiso hacer el milagro de los cinco panes
y dos peces, y dio de comer á cinco mil hombres,
después que san Felipe, preguntado del mismo
Señor dónde se compraría pan pura lanía
gente , respondió una palabra de desconfianza y
poca fé , san Andrés dijo, que ahí estaba un mozo
con cinco panes de cebada y dos peces ; aunque
también mostró su flaqueza , añadiendo: Pero
¿qué eseslo para tama gente'? Otra vez vinieron
unos gentiles con deseo de ver al Señor : hablaron
con san Felipe, y rogáronle, quo se le mostrase.
San Felipe dio parle á san Andrés , y los dos
le dieron razón de aquella gente que le buscaba ,
qae es señal de la particular familiaridad que san
Andrés con el Señor lema ; y eslo es lo que en
el sagrado Evangelio hallamos escrito de san Andrés
, y que fué escogido por uno de los doce
apóstoles, y san Lucas ie nombra el primero después
de san Pedro ; y en el Libro de ios Hechos
apostólicos le cuenta entre los otros apóstoles que
en el cenáculo estaban en oración aguardando la
venida del Espíritu sanio. El resto do su vida .
predicación y martirio , habernos de sacar de graves
y sanios autores , y especialmente de lo que
los presbíteros y diáconos de la Iglesia de Acaya
(como testigos de visla ) escribieron de su gloriosa
muerte á lodas las Iglesias de la cristiandad ,
que esto es lo cierto , y donde no hay tropiezo.
2 Después que los sagrados apóstoles fueron
vestidos del Espíritu santo, y recibieron luz, amor,
y valor de! cielo,, para conquistar el mundo y
sujetarlo al Evangelio del Señor, y estuvieron algunos
años predicando por Judea, se repartieron
por lodas las provincias del mundo, cada uno en
la que Dios le señaló. A san Andrés le cupo la
provincia de Scilia , como lo dice Orígenes ; y
Sofronío añade, que no solamente predicó á los
sellas, sino también á los sogdianos, sacos, y á
los pueblos de Etiopia; y lo mismo dicen Doroteo
, y san Isidoro. El Martirologio romano dice ,
que predicó en la Tracía y en Seiba ; y lo mismo
dice Nicéforo , y quo ilustró con la luz del
Evangelio á Capadocia, Galacia y Biiinia, hasta
el mar Euxino. San Gregorio Nacianceno dice,
que se extendió hasta Epiro, que es la (pro ahora
llamamos Albania, y san Juan Crisóslomo, que
predicó á los griegos. Esto es lo que hallamos en
los santos y graves autores de la predicación do
san Andrés, y no hay duda sino que fué acompañada
demuchos y grandísimos milagros; y que convirtió
muchos pueblosá la le de Cristo nnesl.ro Salvador
, alumbrando con el resplandor del cielo á
los quo estaban en las tinieblas y sombra de muerte.
Abdías Babilónico y otros amores escriben
muchos milagros en particular, que por el sanio
apóstol obró el Señor, de los cuales solo quiero yo
roferir aquí algunos , quo me parece pueden sor

374 LA LEYENDA DE ORO NOVIEMBRE 30
foó á perfeccionarse en la corlo de Carlos Calvo y de esto , andando los dos hermanos pescando Y

NOVIEMBRE , 30 LA LEYENDA DE ORO. 3*5
de provecho. Un viejo, llamado Nicolás, estando
san Andrés en Corinto , vino á él y lo dijo ; quo
sclenla y cuatro años habia vivido en deshonestidades,
dejando la rienda á sus apetitos desordenados,
y entregándose á lodo género do torpezas:
v que entrando poco antes en la cusa pública para
ofender á Dios , llevando consigo el Evangelio,
una mala mujer do aquella casa , con quien (pieria
pecar, le apartó con gran espanto , y le rogó
que no la toeasse , ni se llegase al lugar donde
estaba ella ; porque veia en él cosas maravillosas
Y misteriosas. Después de eslo rogó Nicolás á san
Andrés quo le diese remedio para aquella su
grande llaque/.a, y costumbre envejecida en el pecar.
El sanio se puso err oración y ayunó cinco
días , suplicando á nuestro Señor que perdonase
á aquel miserable viejo , y le otorgase el don do
la castidad. Al cabo de los cinco días , perseverando
el santo apóstol en su oración, oyó una voz
del cielo quo lo decia: Yo te concedo lo que me
pides por el viejo; pero es mi voluntad, que como
tú has ayunado por éi , asi él ayune y se aflija
por sí, si quiere ser salvo, liando el santo apóstol
á Nicolás que ayunase , y á lodos los cristianos
que hiciesen oración por él , y pidiesen
al Señor misericordia. Oyólos Dios do lal manera,
que Nicolás volvió á su casa, y dio lodo lo
que lema á los pobres , y maceró su carne con
grande aspereza , y por espacio de seis meses no
comió sino pan seco, y bebió un poco de agua; y
cumplida esta penitencia , pasó de esta vida , y
Dios reveló á san Andrés (que á la sazón estaba
ausenle) que se habia salvado: para que entendamos,
que no se debo desesperar la salud do ningún
pecador, por grande que sen, si de veras se
vuelve á Dios ; y que las oraciones do los sanios
son muy eficaces para alcanzar perdón del Señor:
pero para que nos sean de provecho, es menester
(pie orando ellos también oremos nosotros, y ayunando
ellos por nosotros , también nosotros ayunemos;
porque de esta manera nos serán fructuosos
sus ayunos y oraciones. También dicen quo
fué al sanio apóstol un mozo, llamado Soslralo, y
lo declaró que su madre lo había querido inducir
á (pie cometiese una gran maldad, y quo éi nunca
habia consentido: y (pie la madre, enojada y brava
, le habia acusado dolante del procónsul, y quo
estaba determinado á no hablar palabra en su defensa
por no descubrir la maldad do la madre, y
padecer cualquier ¡oríllenlo, arries que infamarla;
y suplicaba al sanio apóstol, que se dignase rogar
á Dios que le librase de las manos del procónsul,
y no le dejase padecer y morir, pues no ienia culpa.
Hizo el santo apóstol oración por el mozo, y
por inducimiento do la mala madre el buen hijo
fué condenado á ser encubado; y san Andrés fué
preso y echado en la cárcel , porque volvía por
él. Púsose en oración ol sanio apóstol , y súbitamente
comenzó á temblar la tierra . y tronar
el cielo, y caer muchos rayos, y el procónsul cayó
de su silla , y la gente , despavorida y asombrada
, so postró cu ol suelo , y la desventurada
madre, que había incitado á mal á su hijo, y acusádolo
y perseguídole , porque no había querido
ofender á Dios, quedó allí seca y muerta; y se
conoció la inocencia del mozo y la eficacia do la
oración de san Andrés, v que Dios nuestro Señor,
aunque á las veces los deja padecer, al cabo vuelve
por los suyos. Haciendo de nuevo oración san
Andrés, el Señor sosegó aquella tempestad, v levantó
á los caídos, y dio ánimo á los (pie oslaban
desmayados; y fué eslo ocasión para que muchos
se convirtiesen, y abrazaren la le de Jesucristo.
Otra vez dice que en la ciudad de Filipo , en Macedoma,
había dos hermanos caballeros v neos, do
los cuales el uno Ienia dos lujos, v el olro dos hijas:
concortáronse entro sí que los dos lujos se casasen
con las dos lujas (pie eran primos hermanos,
para (pie la hacienda y memoria de su casa mejor
so conservasen; pero estando ya para celebrarse
las bodas, los padres fueron avisados de parle do
Dios, (pío no casasen á sus hijos hasta que su siervo
Andrés viniese; porque él les diría lo que habían
de hacer. Vino el santo apóstol de aiií á tres días,
y fué recibido de ellos con gran gozo y alegría , y
vieron en él un resplandor que suda de su rostro,
lan grande, que parecía un sol de maravillosa claridad.
Dijéronle lo quo hablan determinado do sus
hilos, y que habían dilatado la (iesla de bodas por
aguardarle; porque así se les había mandado Dios.
Respondióles que no les convenía aquel casamiento
, por ser parientes lan coreanos los hijos que so
habían de casar: que hiciesen penitencia de lo quo
habían pensado hacer; y que entendiesen que él
no reprendía el matrimonio que Dios habia instituido
, sino las delói inidades que en él so come-
Ion. Con eslo todos quedaron enseñados, y no se
casaron aquellos prunos hermanos, por aviso del
sanio apóslol : que es conlorme á lo que san Gregorio
dice , que aunque una ley romana permitía
que el primo hermano so casase con su prima hermana;
pero (pie la experiencia enseñaba que no
nacían hijos de lal malrimomo. Dejo los oíros milagros
que so cuentan en aquella vicia que escribió
Abdías , así porque no son tan cienos y auténticos,
como porque son comunes y ordinarios. Estos he
querido referir aquí; porque traen consigo enseñanza
y doctrina. Digamos ahora lo que aconteció
al sanio apóstol con Egeas, procónsul de Aca\a,
v como fué de ó! martirizado . resumiendo en
breve lo que mas largamente reíicren los presbíteros
y diáconos do la iglesia de Acaya , que escribieron
(como dijimos) la historia del martirio.
Después que el glorioso apóslol había alumbrado
las oirás provincias v detrás que arriba se dijo
con la predicación de la doctrina del cielo, vino a
Pairas , ciudad de la provincia do Acava; y allí
comenzó a esparcir los rayos del Evangelio , y sacar
riel eaulu eno de Satanás las almas de muchos
gentiles. Supo eslo un procónsul , llamado Egeas,
el cual con varias artes , tormentos y muertes procuraba
persuadir á los ensílanos (que ya eran muchos),
(pie adorasen á su falsos dioses. Fuese á él
san Andrés , y dijóle: Razón fuera , ó Egeas , (pío
tú , que oros juez do los hombres , conocieses á lu
juez que eslá en ol cielo , y conociéndole le honrases
por "erdadero Dios, como lo es. y dejases de
honrar á los que no son dioses. Egeas le ihio;

37« LA LEYENDA DE ORO. NOVl EMBAE , 30
¿ Eres tú , Andrés, el que destruyes loslemplos de
les dioses, y persuades á los hombres (pie reciban
aquella secta snpertic.iosa , que los príncipes romanos
mandan desterrar de su imperio? Tomóla
mano el santo apóstol, para declarar al procónsul
el misterio inefable do nuestra redención, y la caridad
inmensa con que Jesucristo se habia vestido
de nuestra carne mortal , y de su voluntad muerto
en una cruz por nuestros pecados, ensalzando y
magnificando ¡a grandeza soberana de la misma
cruz, y explicando la conveniencia que habia en
aquel misterio escondido v encubierto á los ojos
ciegos de los gentiles.
3 Después quo Egoas le hubo oido , dijo al
santo apóstol : Todo eso cuenta á los que han de
creer; y creóme tú á mí, que si no sacrificares á
los dioses, te mandaré poner en la cruz que tanto
alabas. Respondió san Andrés: Yo cada día sacrifico
á Dios tínico , omnipotente y verdadero , nó
humo de incienso , ni carne de toros, ni sangre de
cabrones , sino el cordero inmaculado , que recibido
de los fieles , y bebidí su sangre, quedó tan
entero como antes. El fin de esta plática fué, que
Egeas mandó poner en la cárcel á san Andrés , y
la gente se alborotó y quería poner las manos en
el procónsul, si el mismo santo no se los estorbara,
exhortándolos desde la cárcel que no se
se rebelasen contra-aquel tirano, sino que imitasen
la paciencia y mansedumbre de Jesucristo,
el cual le había enviado para que tuviesen ocasión
de merecer, y que antes habian de acariciarle
y honrarle ; pues por él les habia de venir poco
mal y mucho bien : y les rogó que de ninguna manera
impidiesen su martirio: porque los tormentos
pasarían presto; y el premio de ellos duraría para
siempre. Otro día mandóle Egeas traerá su presencia,
y estando allí, dijo : Creido tengo que habrás
vuelto sobre tí, y apartádole de la locura en
que has estado, para gozar ladulce ysabrosa vida,
y librarte déla amarga v triste muerte , la cual yo
le daré, si todavía tienes á Cristo por Dios. Aquí
dijo el apóstol: El que no cree en Cristo no puede
tener contento ni vida , como siempre he predicado
en esta provincia. Y aun por eslo (dijo Egeas)
te hago fuerza que sacrifiques á los dioses, para
que todos estos pueblos, que por lí han sido engañados
dejen la vanidad de tu doclrina , y vuelvan
a reconocer sus antiguos dioses , porque veo
que no hay ciudad en Acá ya donde sus templos
no estén desiertos por tu falsa predicación : y pues
tú los has engañado, bien será los desengañes; y si
otra cosa haces aparéjate á padecer grandes tormentos
, y al cabo la muerte en una cruz. Respondió
ú esto Andrés, y dijo: Hijo de la muerte, y
leño seco aparejado para el fuego, óyeme. Yo
hasta ahora le he hablado con blandura, pensando
que, corno hombre de razón, te aprovecharas
de ella , dejando la vana adoración do tus.
dioses ; mas pues estás lan empedernido y pertinaz,
digo (pie no pienses llevarme con amenazas
y espantos: haz lo que quisieres , que aquí
estoy: cuanto fueren mayores los tormentos quo
me dieres, tanto será mayor el premioque meclará
Jesucristo por haberlos sufrido por su amor y ma-
yorel infierno que para ti está aparejado. Enojóse
de esto Egeas: mandóle desnudar y azotar porsiete
verdugos, los cuales se remudaron por tres veces:
fué tanta la lluvia de azotes que deséargó sobre
él, que todas las cc-'ues del sanio apóstol quedaron
abiertas y vertiendo sangro, Finalmente , vista
su constancia, mandó Egeas ponerle en una cruz,
y nó enclavarle , sino atarlo con sogas, para que el
martirio fuese mas prolijo. Al tiempo que lo llevaban
al martirio , ocurrió el pueblo dando voces y
diciendo: ¿Qué ha hecho esle justo y amigo de
Dios? ¿por qué lo crucifican? Y el santo apóstol les
rogaba que no le impidiesen aquel gran bien ; y
regocijado por la cruz en que había de morir, y
encendido en amor de su Maestro , y deseoso de
imitarle, estando aun lejos, alzó la voz y con gran
fervor de espíritu dijo : Yo te adoro , ó cruz preciosa,
que con el cuerpo de mi Señor fuiste consagrada
, y de sus miembros como de preciosas
margaritas adornada : anles quo Jesucristo so pusiese
en lí espantabas á los hombres, y ahora
los alegras y regocijas. Yo vengo á lí regocijado y
alegre: recíbeme tú en tus brazos con alegría y
regocijo. O buena cruz, lan hormoseada con los
miembros de Cristo , días há que le deseo : con solicitud
y diligencia le he buscado; ahora que le
hallé recíbeme en tus brazos , y sacándome de entre
los hombres, preséntame á mi Maestro, para
que por ti me reciba el que por tí me redimió. «No
se demudó el rostro del sanio apóslol (dice san
Bernardo), como suele hacer la flaqueza humana,
cuando vio la cruz, ni perdió la voz , ni tembló el
cuerpo , ni se turbó el alma , ni perdió el juicio ;
antes el fuego do la caridad quo ardía en su pecho
echó llamas por la boca. ¡ Cuánta fué aquella
dulzura que sintió san Andrés cuando vio la
cruz; pues endulzó la amargura de la misma muerte!
¿Qué cosa puede haber tan desabrida y llena
de hiél , que no se haga dulce con aquella dulcedumbre
que hizo suave la muerte? San Andrés
hombre era semejante á nosotros y apacible; pero
tenia tan gran sed de la cruz , y con un gozo jamás
oído estaba tan regocijado, y como fuera de sí,
que prorumpió en aquellas palabras tan dulces y
lan amorosas. Su lengua no fué de carne , sino do
fuego, que arrojaba llamas : y si fué lengua , fué de
luego, y sus palabras fueron carbones encendidos
con aquel fuego que Cristo habia encendido en sus
huesos : pero no es maravilla que el Señor , que
hizo á Lorenzo suave el fuego , haya hecho á
Andrés suave la cruz. » Todo eslo es de san
Bernardo, listando, pues, el santo apóstol junto
á la cruz , él por sí mismo se desnudó sus vestidos,
y los dio á los verdugos, los cuales le levantaron
en alio , y alaron en la cruz , do la manera
que les habia sido mandado. Estaban al rededor
de la cruz como veinte'mil personas, lamentándose,
por ver y adorar al santo apóstol; y él las
consolaba y animaba á padecer semejantes tormentos
por Cristo. Estuvo vivo dos dias en la cruz:
y llevándolo á mal el pueblo, daba voces y decía:
No hay para que muera varón tan santo , lan [undoso
, lan modesto, de lan buenas costumbres, y
que tan buena doctrina enseña. Supo Egeas el sen-

NOVIEMBRE , 30 LA LEYENDA DE ORO.
timienlo de! pueblo contra él, y para atajar el alboroto
y daño que podía temer, determinó quitar
al santo apóstol de la cruz: y habiendo ido él
mismo en persona , y mandado á los verdugos que
le quitasen , y queriendo ellos hacerlo , nunca pudieron
llegar al cuello del p'nrioso apóstol: y extendiendo
los brazos para desatatle, se entorpecían
y pasmaban, y perdían su fuerza y vigor;
porque el santo, alzando la voz, dijo: Señor mió
Jesucristo, yo le suplico que no permitas que este
tu siervo, que por tu amor está colgado en esta
cruz , sea quitado (le ella ; y que el que por la
cruz ha conocido tu grandeza , que sea sepultado
de un hombre corruptible y miserable, como
Egeas. Mas tú, Señor v Maestro mío, á quien he
amarlo y conocido , y al presente confieso y deseo
ver , y en quien soy todo lo que soy , recibe mí espíritu
en paz ; que ya es tiempo que vaya á tí.
pues há tanto que le deseo. Diciendo esto bajó del
cielo un grande resplandor, á manera de rayo, y
rodeó el cuerpo del apóstol, encubriéndole á los
ojos de les que allí estaban, que no pudieron sufrir
tan desacostumbrada claridad . la cual duró
como media hora, y al tiempo que desapareció,
dio el santo apóstol su espíritu al Señor, en 30 dias
de noviembre, año do Cristo de 02, imperando
Nerón.
'i- El cuerpo de san Andrés recogió una santa
mujer, rica y principal, llamada Maximiia , y sepultó
en un sepulcro, ungiéndole con preciosos
ungüentos. Súpolo Egeas, y no se atrevió á castigarla
, por ser mujer tan poderosa, y ver al pueblo
alterado por la muerte del sagrado apóstol;
pero tratando de enviar acusación al emperador
contra Maximiia, y estando en público consistorio
haciendo información sobre el caso , el demonio so
apodero de él á vista de to los , y dando gritos y
voces dolorosas , espiró, y fué ocasión con su desventurada
muerte, que muchos se convirtiesen á
la fé del Señor. San Gregorio Turonense dice que
el día de su martirio solía manar del sepulcro de
san Andrés una manera de maná ó de óleo suavísimo,
algunos años en mavor, y otros en menor
cantidad; y que cuando la cantidad que
salía era poca , significaba que aquel año seria
estéril: cuando era copiosa, que seria fértil y
abundante : y añade que despedía de sí una fragancia
tan rara y peregrina, como si fuera una
confección aromática y compuesta de todas las
cosas olorosas y suaves de la tierra; y que muchos
enfermos sanaban, ó untándose con aquel óleo , ó
bebiéndole ; y que Dios obraba grandes maravillas
en Acaya por intercesión de su glorioso apóstol.
Después se trasladó el cuerpo de san Andrés
á Constantinopla, y de esta traslación hace mención
el Martirologio romano á los 0 de mayo, juntándola
con la del cuerpo de san Lucas, evangelista,
que también se hizo de Acaya, y de san Timoteo
, discípulo del apóstol san Pablo, cuyo
cuerpo fué llevado de Efeso, donde murió, á Constantinopla.
En el tiempo en (pie esta traslación se
hizo, no roncuerdan los autores; porque algunos la
refieren al tiempo :1o Constantino Magno, y otros al
de Constancio, su hijo, como lo notó el cardenal
Tuno IV-
Baronio en las anotaciones sobre el Martirologio,
y en el ni lomo de sus Anales. Pero en cualquiera
tiempo que hava sido, san Gerónimo dice que los
demonios daban bramidos delante de sus reliquias,
y con sus aullidos confesaban la virtud de su
presencia. No sabemos cuánto tiempo estuvo en
Constantinopla este precioso lesoro ; poro sabemos
que después se trasladó á la ciudad de Amalfi
, en el reino de Ñapóles, y no lejos do la misma
ciudad de Ñapóles , donde hoy dia es reverenciado,
y visitado de los fieles con gran devoción y
concurso. De su sepulcro mana continuamente un
licor muy delicado y suave, y eficaz para muchas
enfermedades que con él se curan, por los merecimientos
del santo apóstol. El bienaventurado san
Gregorio Magno, cuando fué á Constantinopla
por legado del papa Pelagio , enviado a! emperador
Tiberio, alcanzó de él por un don riquísimo el
brazo de san Andrés, apóstol, y el brazo do san
Lucas, evangelista, y los trajo ó Roma; y en el
segundo año de su pontificado dedicó la iglesia de
San Andrés, donde hoy dia so guarda el brazo del
glorioso apóstol, y la cabeza del mismo apóstol
en la iglesia do San Pedro, la cual fué traída á
Roma, siendo sumo pontífice Pío II, el cual salió
ó recibirla como dos millas fuera de Roma , postrado
en el suelo, y derramando muchas lágrimas
do sus ojos, la adoró y ensalzó con una oración
elegantísima. Innumerables milagros ha hecho
nuestro Señor por su glorioso apóstol; y san Gregorio
Magno, escribiendo á una señora, llamada
Rusticiana (que le había enviado una limosna para
el monasterio de San Andrés, que el mismo sanio
pontífice había edificado en Roma), la dice estas
palabras: «llagóossaber que son tantos los milagros,
y tanto el cuidado que el santo apóstol tiene
de los monjes en este monasterio, como si él fuese
el particular y propio abad del mismo monasterio.»
Y san Gregorio Turonense refiere muchos milagros
de san Andrés, que se pueden ver en el libro
que escribió de la Gloria de los mártires. Uno solo
referiré aquí, porque nos enseña el recalo con que
so han do tratar las cosas de las Iglesias , y la severidad
con que Dios castiga á los que usurpan con
violencia los bienes á ella consagrados.
5 Dice pues este santo, que un conde llamado
Comarchario usurpó una heredad de una
iglesia de San Andrés do la ciudad Agatense, en
Francia, y que el obispo, que se llamaba Leen,
le avisó que no lo hiciese, porque seria gravemente
castigado de Dios, que oia los gemidos y
sollozos de los pobres que se sustentaban con la
renia de aquella heredad. El conde era hereje, v
no hizo caso de las palabras del obispo: dióle una
enfermedad grave : conoció que era castigo de su
cu'pa; y pidió al obispo (pie rogase á Dios por él,
prometiéndole, que dándole Dios salud , él restituiría
á la Iglesia los bienes que la había tomado.
Oró el obispo . y sanó el conde; é hizo burla del
obispo, diciendo que no habia cobrado la salud
por las oraciones, y quedóse con la heredad de la
Iglesia. El obispo acogióse á Dios, haciendo de dia
y de noche oración con muchas lágrimas, y suplicándole
que enfrenase aquella bestia : y mosido
4S

378
de zelo y de espíritu del Señor, quebró todas las
lámparas de la iglesia, diciendo : No se encenderá
lumbre en esta iglesia hasta que Dios haga venganza
de sus enemigos. Oyóle Dios, y dio una recia
y mortal enfermedad al conde : y el desventurado,
conociendo de donde le venia el mal, envió
á rogar al obispo que hiciese oración por él, prometiendo
de restituir á la Iglesia su heredad , y
darla otra tan buena como ella. No lo quiso hacer
el obispo, por mucho que se lo rogó el conde tres
veces por los mensajeros que le envió: y visto esto,
el mismo condese hizo llevar como pudo al obispo,
y le suplicó que se compadeciese de él, porque
él queria restituir á la Iglesia otro tanto mas
de lo que habia tomado; y finalmente, le compelió
á entrar en la iglesia: mas entrando el obispo
en ella , el conde espiró, y la iglesia de San Andrés
cobró la hacienda que él habia usurpado. Entre
las excelencias de san Andrés también es una,
y de gran gloria para el santo, la orden del Toisón
que debajo de su nombre, tutela y protección, instituyó
el duque de Borgoña, y conde de Flandes,
Felipe, el Bueno, el año de 1429, á los 10 de
enero: y después por haber venido aquellos estados
á unirse con la corona de los reyes de España,
y ampliádose tanto su monarquía, ha venido la
orden del Toisón de san Andrés á ser tan estimada
entre todas las órdenes militares; y los mayores
y mas poderosos príncipes de la cristiandad á
preciarse de ser soldados de san Andrés, y traer
al cuello las insignias de su esclarecida orden. Escribieron
de san Andrés, san Crisóstomo, Pedro
Damián, san Bernardo y el cardenal Baronio , el
cual refiere á Sofronio Jerosolimitano, que afirma
que san Andrés no se casó.
* Los SANTOS GÁSTULO Y EUPREPES , MÁR­
TIRES.— Naturales y habitantes de Roma, fueron
muy queridos del papa san Marcelino, que los
educó en la religión cristiana. El venerable Beda
dice que murieron martirizados en la misma ciudad
por orden del emperador Diocleciano, el
año 301.
SANTA MAURA, VIRGEN Y MÁRTIR. — Fué natural
de Bizancio, hoy Constantinopla , y padeció
martirio en una isla que hay en el mar Jonio, que
se ennobleció después con llevar el nombre de
esta santa. La opinión común es que su martirio
sucedió durante la persecución de Diocleciano.
SAN ELOY, OBISPO Y CONFESOR.—En la Galia
ulterior, primero Aquitania, cerca de la ciudad
de Lemovice, hayuna villa llamada Catalace,
y en ella nació Eloy, de nobles padres , llamados
Euquerio y Terrigia. Terrigia, pues, su madre,
cuando le tenia en el vientre, vio en un sueño una
LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 1
SAN TROYANO, OBISPO Y CONFESOR. — En 511
fué consagrado obispo de Saintes, en la segunda
Aquitania. San Gregorio de Tours dice qne fué
célebre por sus virtudes y milagros. Su sabiduría
contribuyó también á su celebridad , la cual empleó
siempre en promover los intereses de la religión.
Murió en 532, y sepultado en la tierra , dice
el Martirologio romano , atestigua con muchos
milagros que su alma vive en el cielo.
SANTA JUSTINA, YÍRGEN Y MÁRTIR. — Los mas
antiguos Martirologios de la Iglesia romana traer,
el nombre de esta santa ; pero en ninguno de ellos
consta circunstancia alguna de su vida del año ni
y sitio de su muerte.
SANTUGAL, OBISPO Y CONFESOR. — Nació en
la Gran Bretaña , y habiendo después pasado á la
Armórica , fundó el monasterio conocido después
con el nombre de San-Pabu. El año 532 fué
elegido obispo de la diócesis de Trequier, que
entonces se erigió. Por su zelo se atrajo el santo la
persecución de los malvados , y después de muchos
sinsabores tolerados con una paciencia admirable
, murió por los años de 553.
SAN CONSTANCIO, CONFESOR.—Ilustre confesor
de las verdades católicas contra las herejías
de su tiempo , fué Constancio uno de los firmes
baluartes de la Iglesia romana. Resistió con generoso
vigor los esfuerzos de los pelagianos, de quienes
sufrió muchos trabajos, que fueron como en
testimonio de su granfó, y le alcanzaron los eternos
gozos. Baronio cree que murió en Roma el
año 418 ó 420.
DICIEMBRE.
Los SANTOS SAPOR , ISAAC , MAHANES , ABRA-
HAN Y SIMEÓN, MÁRTIRES. —Los dos primeros
eran obispos de Persia, y los tres restantes cristianos
muy fervorosos de la misma región. El rey Sapor
II los hizo prender porque no quisieron adorar
al sol, y después de atormentarlos con una barbaridad
que excedió casi á la de los primeros tiranos
, fueron degollados por su orden, el año 339.
SAN ZÓSIMO , CONFESOR. — Floreció en Palestina
durante el reinado del emperador Justino I.
Señalóse en santidad y milagros, y en el don de
profecía; fué sumamente reverenciado de toda la
Iglesia y de la misma corte de Constantinopla , y
murió en la paz de Dios, el año 525.
águila muy hermosa que volaba sobre el lecho er>
quedormia, y que la llamó por tres veces, haciéndole
una singular promesa. Despertó á la voz del
águila asombrada, y púsose á considerar qué significaría
sueño tan raro; pero como no pudiese
darlo interpretación alguna, perdió el susto, y no

ElCIEMBRE , 1 LA LEYENDA DE ORO. 319
cuidó mas del sueño. A pocos dias luvo los dolores
de parlo lan vehementes, que estuvo en grande
riesgo su vida. Viendo el peligro en que estaba,
llamaron á un religioso sacerdote que la asistiese,
y ayudase á bien morir , como juzgaban lo había
menester: pero el santo sacerdote la dijo con espíritu
profético: No temáis, señora; que pariréis
felizmente un hijo que será sanio, y será llamado
gran sacerdote de Cristo en la Iglesia. Nació,
pues, Eloy , y sanó su madre. Fué criado con toda
virtud y religión como hijo de tan católicos y
nobles padres. Aprendió las letras que debía en su
tierna edad, y tenia tal ingenio y capacidad para
cuanto emprendía , que su padre le dio por maestro
a Abdon , excelente platero y aurifice, en cuya
arte salió lan diestro , que de parecer del
maestro mismo le envió su padre á París, corle del
rey de Francia, de quien era su vasallo. Era su
conversación lan honesta y agradable á todos, que
en poco tiempo se granjeó en la corte muchas
buenas amistades: entre oirás ganó la voluntad
del tesorero del rey Clolario (que á la sazón
reinaba en Francia), llamado Bobbon.
2 Deseaba mucho Clolario hacer un trono real
ó silla de oro y piedras preciosas, que dijese con
su real magnificencia, y fuese ingeniosa en la traza
; pero no hallaba maestro á su gusto. Entonces
Robbon, su tesorero , le dijo : Si vuestra real majestad
quiere ser servido á gusto , yo tengo en mi
cuarto un mancebo aurifice y platero ingenioso, y
sé que hará la silla de la manera que la desea
vuestra real majestad. Entonces el rey alegre le
dio una gran cantidad de oro , y él se la entregó
a Eloy, para que hiciese la silla que el rey deseaba.
La obra fué de tanto primor, que era maravilla el
verla, y lomas prodigioso que tuvo, fué que del
mismo oro y piedras de que debía hacer solo una,
hizo dos sillas, en lodo iguales y conformes. Acabadas,
llevóle al rey la una, guardando la otra.
El rey quedó satisfecho y gozosísimo, por haber
hallado quien hiciese aquel trono ó silla real, del
modo que él la deseaba, y sobre satisfacerle muy
bien, le dio mil gozosos agradecimientos, y admitió
ó su amistad con gran cariño y afabilidad.
Despidióse Eloy agradecido y humilde, y fué
á su casa, y tomando la otra silla , se la llevó
y présenlo al rey. Aquí fué donde Clolario
quedó de nuevo maravillado , de ver un mozo
en lo mas florido de su juventud lan fiel,
que siendo señor y dueño de aquel oro y piedras
preciosas, se lo volvía. Preguntóle, cómo era posible
que del mismo oro y piedras que él le había
dado , hubiese hecho dos sillas tan iguales y conformes,
cuando cada una lo habia menester lodo.
Con la gracia de Dios lodo se puede, respondió
Eloy humilde. Enlonces el rey lo abrazó, y le
juzgó por el hombre de mas fidelidad que lema en
el reino, y comenzó ó encargarle cuidados y negocios
de mucha cuenta ; y Eloy á tener gran fama
en la corte.
3 Era tan caritativo y amador de lo^ pobres
de Jesucristo , que les daba cuanto podía y tenía,
hasta quedarse desnudo; y era de lodos tan amado
y conocido por padre de pobres , que si alguno
preguntaba por Eloy ó su casa , ninguno habia en
la corle que no le dijese: Id á la casa que hallaren
es toda cercada de pobres; que aquella es : allí
le hallaréis. Gerlo día, dando limosna á unos pobres,
uno de ellos tenía baldado un brazo, de
suerte que no podía usar de él ni moverle: al tomar
la limosna, como sacase la mano sana, y
Eloy le dijese la tomase con la otra mano, respondió
el pobre: Señor, la tengo baldada. Mostrad,
hermano, lo veremos, dijo el santo. Sacó
el pobre la mano : locóle Eloy con la suya: tocóle
también el brazo; y ungióselo con un poco de
aceite, para disimular humilde el milagro que habia
obrado ya el contado de su santa mano , y que
dijesen era virtud del aceile, la que era solo virtud
de su gran virtud. Con esto el pobre se fué sano
y contento, y á voces publíc'aba el milagro por
toda la corte. Cierto dia , como hubiese dado de
limosna cuanto oro y plata tenia, y llegasen de
nuevo otros pobres, sacó una pieza de oro que tenia
ajena , para hacer de ella lo que su dueño le
habia ordenado , y la repartió á los pobres: y como
llegasen otros de nuevo, impensadamente volvió
á mirar la bolsa, y halló la misma pieza que
acababa de repartir ; y dando á Dios las gracias,
también la repartió con ellos.
4 Su gran caridad no se contentaba con estas
continuas limosnas , sino es que solicitaba saber
donde habia esclavos, y los redimía, y daba libertad
á diez , á veinte , y á cincuenta muchas
veces , y algunas ciento de una vez : y si acontecía
fallarle el dinero para redimirlos, por ser muchos,
daba cuanto tenia, hasta desnudarse sus vestidos
y descalzarse, quedando con sola una pobre túnica
que le cubría las carnes. Muchas veces le sucedió
esto: y el rey, como le amaba y conocía su
virtud, le enviaba de sus mismos vestidos , y le
socorría con mucho oro y plata, viendo cuan bien
lo empleaba. Redimidos los cautivos, les hacia
una plática espiritual, exhortándolos á la virtud ; y
si eran cristianos, les decía que si querían volverse
á sus patrias les daría lo necesario para el viaje
(como lo hacia); y si querían quedarse con él, nó
como siervos, sino como hermanos los trataría: y
así lo practicaba con muchos que con él se quedaban
, con los cuales vivia religiosamente, y de
muchos conseguía se hiciesen religiosos, y muchos
sacerdotes; y finalmente, á todos daba estado y
acomodaba /dándoles cuanto habían menester. A
los que no eran cristianos, procuraba reducir hasta
que lo fuesen , como lo consiguió de muchos, que
ya obligados de que los hubiese rescatado , y ya de
su buen trato y conversación afable, venían á rendirse
al yugo suave de la ley evangélica: con que
su casa era un monasterio de pobres, y él á lodos
daba de comer y beber, sirviéndoles él mismo : y
cuando acababan de comer, se sentaba con ellos
en el lugar mas ínfimo , y comia alguna cosa de lo
que á ellos les sobraba , tan escasamente, que mas
era continuado ayuno su comer, que natural refección
: y porque muchas veces se entristecían los
familiares de casa , por ver que repartia cuanto
habia á los pobres , y no solía quedar ni aun pan
para él ni ellos; él los reprendía, diciendo te-

380 LA LEYENDA DE 0110
nian poca fe , sabiendo que Dios había de cuidar
de ellos.
o Sucedía , pues, asi, que cuando menos juzgaban,
entraban por la puerta cargas de pan y
otros manjares, que principes v personas poderosas
y devotas enviaban, sabiendo cuan bien distribuía,
y especialmente el rey, que continuamente
le socorría. Murió Gotario , y heredó con el reino
el amor que á Eloy tenia su hijo Dageberto . el
cual le estimaba tanto , que no solo le socorría con
grandes sumas de oro y plata , con que edificó templos,
monasterios y hospitales, sino es cpre también
le hizo dueño de su voluntad; y así sucedia,
que estando muchas \eces rodeado de príncipes,
obispos y magnates, en viendo á Eloy , á todos los
dejaba para gozar á solas de su dulce conversación
y trato amable. Infinitos fueron y raros sus milagros:
porque con solo mandarlo se levantaban sanos
y buenos los tullidos: veían los ciegos : oían
los sordos: sanaban los leprosos : lanzaba los demonios
y espíritus inmundos de los cuerpos de los
míseros que atormentaban , y curaba de todas enfermedades;
pero era tanta su humildad , que á los
que sanaba , decía : De verdad os digo , que si no
dais las gracias á Dios y á san Dionisio (ú otros
santos que solia nombrar), que es quien os ha
curado , volveréis á padecer la misma enfermedad
, de que vais sanos. Hacíales esta exhortación
con esta amenaza , para evitar el que no publicasen
que él había hecho el milagro, sino es el santo
á quien él le alribuia ; y con esto huia la vanagloria.
¿Cuántas veces multiplicó el pan para los pobres?
¿Cuántas el vino y otros manjares? Fuera
nunca acabar si comenzáramos á referir la suma
casi infinita de sus milagros : contentarémonos con
poner algunos, por abreviar.
O Ardía la ciudad de París, hecha por todas
partes un volcan , sin que hubiese remedio humano
á tanto incendio: llegaban ya las voraces llamas
á la iglesia de San Marcial, fábrica maravillosa
de Eloy; y él con el sentimiento de que el
fuego consumiese aquel devoto y magnífico templo
, que él con tanto estudio y amor había fabricado
á honra y gloria de Dios, y de su santo
y siervo Marcial, sacando un suspiro de lo íntimo
de su corazón , dijo en alta voz : ¡ O bendito san
Marcial 1 ¿Por qué no socorres tu casa? Pues sabe
que si la dejas quemar, y cual puedes no la libras
y defiendes, que no tienes que esperar de Eloy
que vuelva á edificarte otra. ¡ Caso maravilloso!
Apenas acabó estas palabras, cuando el fuego
desapareció , no solo del templo, sino es de todo
aquel barrio: con que libró el templo, el monasterio
que junto á él habia edificado, y á todos los
vecinos de tan voraz incendio. Otra vez sucedió
que robaron la plata y oro y demás ornamentos y
vasos preciosos que habia consagrado al templo de
Santa Columba , fábrica también suya : diéronle
la triste nueva; pero él, aunque lo sintió grandemente
, no se dio por entendido, sino que se fué á
la misma iglesia, y puesto en oración humilde,
dijo : Oye , santa Columba, lo que, digo : bien sabe
mi Rodentor Jesucristo, que si no vuelves luego
los ornamentos y arreos que han robado á esta
DICIEMBRE ; 1
iglesia, sin que falle cosa alguna, que tengo do
traer zarzas, espinas y abrojos, y sembrar de ellas
la puerta de este templo , cubriéndola de suerte
que nadie pueda jamás entrar aquí á venerarte, ni
tener de tí memoria. Dichas estas razones con
su sencillez santa , se fué á su casa , y apenas
amaneció el siguiente día, cuando fué á verle el
sacristán de. la dicha iglesia , gozosísimo, refiriendo,
como al abrir las puertas aquella mañana y entrar
en la iglesia, habia hallado todo cuanto habían
robado la noche antes, que lo habían vuelto
ó restituir aquella noche misma , sin que fallase ni
un alfiler. Con este imperio inocente y sencillo
hablaba y obraba tanlos prodigios.
7 Muerto Acario, obispo noviomense , fué
electo Eloy milagrosamente: con que, aunque su
humildad huia el cargo y honor, hubo de sujetarse
á la disposición divina y gesto de! rey, aceptando
la carga. Puesto ya sobre el candelero de la Iglesia
, comenzó á lucir mas y mas cada día, con
ejemplos raros de virtud , humildad y caridad, apacentando
sus ovejas como pastor celestial , con
espiritual y corporal alimento. Predicaba continuamente:
y para que mas provecho hiciese la
divina palabra , ejecutaba primero con las obras
lo que con las palabras enseñaba. Tenia un lugar
señalado, en que todos los días se ocupaba en servir
á los pobres y enfermos, lavándoles el mismo
los pies y manos, cortándoles el cabello disforme,
peinándoles y limpiándoles las cabezas de llagas
asquerosas y otras inmundicias , dejándoles limpios
y sanos, dándoles después de comer y beber con
sus mismas manos, y vistiendo á los desnudos y
menesterosos : y si saliendo estos , venían mas,
volvía de nuevo á su santo ejercicio , sin que jamás
se cansase. Sentaba todos los dias á su mesa
doce pobres que comiesen con él , lavándoles antes
los pies y manos , y sirviéndoles el pan y vino,
y después sentándose con ellos. Como su caridad
era tan grande y fervorosa , no se contentaba con
usarla solo con los vivos, sino es, que pasaba á
ejercerla también con los muertos; y de estos no
solo con socorrer sus almas, ofreciendo continuos
sufragios por las benditas almas del purgatorio,
sino es, cuidando de sepultar los cadáveres de
aquellos que hallaba ajusticiados y muertos por
los caminos : y para poder usar de este acto grande
de misericordia sin contradicción de las justicias,
sacó una facultad del rey , que lo dio amplísima
y prontamente, gozoso (porque jamás le negó cosa
que Eloy le pidiese): con que unas veces iba él
mismo por los caminos: otras enviaba á sus ministros
á buscar los cuerpos muertos ; y á lodos
daba piadosa sepultura. Un dia (entreoíros) halló
un hombreen la horca, y bajándole de ella
(como solia) , mientras sus compañeros le prevenían
la sepultura , Eloy comenzó ú palparle y tocarle
de pies á cabeza , y reconociendo que Dios
le volvía á la vida por virtud del contacto do sus
purísimas manos; para encubrir el milagro y huir
las aclamaciones tan debidas , como tan humilde,
se previno , volviendo á mirar á sus compañeros, y
diciendo: ¡ O qué gran delito y maldad hubiéramos
cometido en este punto ¡ enterrando este

ñlCIÉMURE, 1 LA LEYENDA DE ORO. 381
hombre-, si Dios no nos hubiera socorrido con la
advertencia de que aun eslá vivo! ¿Nó lo veis?
Y luego, todos pasmados de la maravilla, se vo 1
tiernas lágrimas , y publicó un ayuno de tres días
continuos por toda la ciudad , que observó tam­
- bién ella con vigilias y oraciones. Pasados los tres
vió al resucitado, y le dijo : Ea, hermano, des­ días , viendo que los de la ciudad de Noviomo pre -
cansad un poco y vestios, y os iréis á vuestra tendían justamente quedarse con el cuerpo de su
casa. Corrió al instante la noticia del prodigio, pastor santo , dijo la reina : Ahora veremos la vo­
y los que le habian hecho ahorcar , volvieron á luntad de Dios y la de su siervo Eloy: si so deja
hacer nueva instancia á la justicia , para que vol­ mover y llevar, es señal que quiere venir conmiviesen
á condenarlo á muerte, y querían quitar-' go, ó á su monasterio , ó á París ; y si nó, se
solo al santo de las manos; pero éi huyó con el querrá sin duda quedar con vosotros en su iglesia.
hombre , así por quitarle del nuevo peligro que Probaron muchos obispos y príncipes, y la misma
le amenazaba, como por huir la gloria de ias jus­ rema con ellos, á moverle ¡ mas era una montaña.
tas aclamaciones que todos le daban , por haber Viendo así declarada la voluntad de Dios y de su
obrado tan gran milagro. Sacóle del rey una carta santo , mandó la reina con harto dolor y senti­
de seguridad de la vida , y con eslo lo envió en miento, que le llevasen ó sepultar á su iglesia; y
paz á su casa.
a! instante se dejó llevar , como si fuera una paja
8 Veneraba sumamente las reliquias de los
santos , y todo su anhelo era buscarlas ; y en hallando
algún cuerpo de algún santo mártir ( como
ya vimos en la vida de san Quintino), lo colocaba
con toda veneración , fabricándole nuevas iglesias
y preciosas tumbas, ó cajas de oro , plata y piedras
preciosas. Tal fué la que hizo á san Quintino,
á san Germano, á san Severino , á san Platón , á
san Luciano , á santa Genoveva, á santa Columba,
á san Maximiano y Juliano, á san Crispino y Crispiniano
: para todos estos santos y á cada uno de
por sí hizo caja de oro , plata y piedras preciosas
, todo fabricado por sus manos , dándole el rey
Dagoberto hberalísimamente grandes cantidades de
oro y plata para ellas. Especialmente so esmeraba
en la fabrica y riquezas de algunas, y entre ellas fué
la que hizo para el cuerpo del glorioso san Martin,
obispo luronense , donde hoy yace , y otra para
el lugar donde estuvo primero. Otra hizo para el
cuerpo de san Briccion, y otra para el de san Dionisio
, mártir de París , labrándole un suntuosísimo
mauseolo ó sepulcro de mármol , vestido de
oro y piedras preciosas , adornando todo el altar
y trono del glorioso areopagita nquisimamenle.
ligera. Pero no quiso el santo ser desagradecido á
la devota reina: y así habiendo ella pedido la dejasen
á lo menos ver su rostro santísimo , se lo
descubrieron , y con muchas lágrimas y mayor devoción
le besó en el rostro , pecho y manos : y porque
llevase alguna reliquia y memoria , dio el bendito
santo entonces gran cantidad de sangro de sus
sagradas narices , que agradecida la reina , recogió
en diversos lienzos para guardarla , y venerarla
por reliquia de tan gran santo. Luego se hizo
el entierro con la mayor pompa y ostentación que
se ha visto , acompañando el santísimo cuerpo infinitos
millares de almas , obispos , príncipes v
grandes , la misma reina á pié , con ser invierno,
y haber mucha agua y lodos que pasar, regando
las calles nuevamente con lágrimas , v rompiendo
los aires con gemidos dolorosos, de sentimiento de
haber perdido tal pastor y padre. Pasado un año,
habiendo de poner al santo cuerpo en una caja ó
urna de oro y piedras preciosas , que le mandó hacer
la reina, diciendo, que quien habia hecho
tantas y tan ricas cajas para diversos cuerpos de
santos , era justísimo se le hiciese una al suyo ;
le hallaron incorrupto , olorosísimo y hermoso , y
que tenía crecida la barba y cabello ( que le ha­
9 Ocupado , pues , en tan santos ejercicios de bian raido luego que espiró), como si estuviese vi­
virtud y caridad , habiendo cumplido los setenta vo , y guardase el calor natural : prodigio que dejó
años de su edad , quiso Dios llevárselo para sí ; á lodos admirados. Pero son tantos y lan grandes,
porque snpiese el mundo , que Eloy era mas divi­ los que Dios ha obrado , y cada dia obra por interno
que humano , y mas celestial que terreno , y cesión de su siervo E'oy en su sepulcro, que esto
así habia de ocupar la silla de gloria , que tan bien parece el menor; pues no hay enfermo que á él
habia merecido. Así fué: pues habiendo anuncia­ se encomiende que no sane de su enfermedad , sea
do su muerte , siendo de ella profeta , como do la que fuere: los muertos resucitan, los endemonia­
otras muchas cosas , lo envió Dios una ligera cados sanan , y quedan libres de los espíritus inmunlentura
, con que cantando himnos y salmos lo dos ; y a! fin todos hallan remedio en todas sus do­
entregó su bendita alma , la cual vieron infinitos lencias y necesidades, visitando el sepulcro de Eloy
que le asistían , subir al cielo en forma de cruz glorioso. Solian las cuaresmas cubrir la caja de su
hermosa y resplandeciente , cuya claridad de luz sepulcro (por el gran resplandor del oro y piedras
divina alumbró toda la vecindad , é lazo que juz­ preciosas) con lienzos , y ricos paños de seda ; y
gasen los que la vieron , quo fueron muchos , era sucedió, que una vez al principio de la cuaresma
medio dia, siendo muy de noche. Fué su glorioso vieron todos visibles vapores , que exhalaba la
tránsito á 1 de diciembre (día en que la Iglesia caja , y que los lienzos y paños sudaban , como
celebra su fiesta) , año del Señor do 665. An­ cuando suda un cuerpo humano vivo. Advertirlo
tes de dar sepultura á su sagrado cuerpo , vino to­ el prodigio por el obispo y cabildo , quitaron el
da la ciudad á verle y venerarle , y la reina Ba- paño y lienzos , y torciéndolos sobre unas fuentildis
con sus hijos y muchos príncipes también tes de plata ,.sacaron mucha aguado aquel sacro
vino : y queriendo llevársele , ó á París , ó á su sudor, y la guardaron con toda veneración por re­
monasterio de Cala , no fué posible moverle. Entonces
la reina cristianísimanienle devota , lloraba
liquia grande, como lo era ; pues con ella sana-

382 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 1
ron infinitos enfermos , y muchos solo con tocar
aquel paño y lienzo que habian recibido el sacro
pudor. En fin , si hubiera de referir milagros , fuera
nunca acabar : quien gustare ver infinlos , lea
su vida de este admirable santo, que trae Surio
en el tom. vi, que satisfará su deseo y devoción
cumplidisiman.ciHe. Escribieron la vida de san
Eloy , Usuardo, Adon y el primero de todos san
Audeno , obispo y compañero mucho tiempo de
Eloy , cuya familiariadad le hizo santo: y la que
escribió Audeflo es la que trae Surio en el tomo vi
citado. Asimismo la escribió Vincencio m Specul.,
lib. xxiii, cap. 86 etseq.; san Antonino de
Florencia, parten, titulo -13, capítulo 6, parrágrafo
'15 y sig.; Pedro de Nalalibus , in Ca-
Ihalogo sanclorum. lib.i, cap. 17; Molano,
in índice sanctorum Belg.; Sigiberlo, in Chronic.
: el Martirologio romano y Baronio en sus
anotaciones, y en el lomo vin de sus Anales,
año 665 , núm. 7, y año 631, núm. 14.
* SAN NAIIUM.—Es el séptimo de los doce
profetas menores , y floreció después de la derrota
de las diez tribus por Salmanazar, y antes de la
expedición de Senaquerib contra la tribu deJudá.
Ninguna particularidad se sabe de la vida de este
profeta , y hasta se ignora si su nombre es el de su
familia , el del lugar de su nacimiento , ó bien una
calificación moral; pues Nahum en lengua hebrea
significa Consolador. Su profecía consta de tres
capítulos, que forman juntos un solo discurso. En
ella anuncia de una manera patética , la segunda
ruina de Nínive por Nabopolosary Asliages; y renueva
contra aquella criminal ciudad las amenazas
que le habia hecho Jonás cuarenta años antes. Su
estilo es siempre igualmente sostenido : nada iguala
la exactitud de sus figuras , la fuerza de sus expresiones
y la energía santa de su pincel.
Los SANTOS DIODORO, MARIANO, Y OTROS COM­
PAÑEROS, MÁRTIRES. —El primero era presbítero, y
el segundo diácono de ¡a Iglesia de Roma. Con su
predicación y sus trabajos apostólicos, reunidos al
don de milagros, obraron numerosas conversiones,
y sellaron su santo ministerio siendo martirizados
en Roma por orden del emperador Numeriano ,
el año 282. Con ellos murieron también otros muchos
cristianos , que siguieron el ejemplo de su
constancia , cuya mayor parte eran eclesiásticos
de aquella ciudad.
Los SANTOS LUCIO , ROGATO , CASIANO, Y CÁN­
DIDA , MÁRTIRES. — Murieron también martirizados
en Roma , ignoramos en qué época.
SAN ANSANO , MÁRTIR. •—Fué glorioso atleta de
la verdadera y divina religión durante la persecución
de Diocleciano. Prendiéronle en Roma, donde
permaneció encerrado en un calabozo. Después lo
remitieron al procónsul Listias, en Sena de Toscana
, y en esta ciudad sufrió varios tormentos y
acabó por beber el cáliz del martirio, siendo degollado
en el mes de diciembre del año 299 , do
edad de catorce años.
SAN OLIMPIADES , MÁRTIR. — Era de una familia
consular de Roma. Fué convertido á la fé cristiana
por santa Firmina , y habiéndole preso y
atormentado en el potro, permaneciendo constante
en su confesión, fué degollado en Amelia de Umbría
, en tiempo del emperador Diocleciano , en el
mismo lugar en que siendo él mismo procónsul
habia hecho degollar á otros.
SAN ANANÍAS , MÁRTIR.—El Martirologio romano
dice que padeció martirio en Arbela , ciudad
de Persia y Galesinio dice, que fué en Grecia.
Este último añade que preso á causa de su fé en
Jesucristo , fué azotado hasta que le descarnaron
los miembros, en cuya situación , pudiendo apenas
respirar, abrió los ojos al cielo y entregó su espíritu
al Criador.
SAN LEONCIO , OBISPO Y CONFESOB.—Nació en
el Languedoc, fué criado eD el temor de Dios,
abrazó la carrera eclesiástica, yporúltimo fué consagrado
obispo de Frejus en la Provenza. Edificó
á sus ovejas con el espectáculo de las mas eminentes
virtudes. Este santo es uno de los obispos de
las Galias á quienes escribieron los papas Bonifacio
1 y Celestino I , consultándoles algunos asuntos
importantes para la Iglesia. San Leoncio murió
en el Señor el día 1 de diciembre del año432.
SAN PRÓCULO, OBISPO Y MÁRTIR.—Fué obispo
deNarní en Italia,cuya Iglesia gobernó por muchos
años , haciendo muchas obras de virtud. Murió á
mediados del siglo Yl, siendo degollado por orden
de Totila , rey de los godos.
SAN CASTRICIANO , OBISPO Y CONFESOR.-Créese
que fué discípulo de Jesucristo, y ordenado por
los apóstoles obispo de Milán. Ocupóse en la cura
pastoral con sumo zelo y admirable virtud , y durante
las primeras persecuciones de la Iglesia fué
el pudre y el defensor de todos los fieles. Muchas
veces se expuso voluntariamente ó la muerte; pero
nunca pudo conseguir la gloría del martirio,
porque hasta los mismos paganos respetaban sus
virtudes. El emperador Domieiano le hizo azotar
cruelmente, y después lo dejó en libertad. Continuó
el santo sus trabajos en la propagación del
Evangelio: de dos casas que le cedió un noble
cristiano, hizo dos iglesias para la celebración de
los divinos misterios, y dejó otros monumentos en
memoria de su pontificado. Este duró cuarenta
años , y el santo murió en paz , según Galesinio,
ó fines del siglo I.
SAN URSICINO , OBISPO Y CONFESOR. — Fué el
sexto obispo de la ciudad de Brescia en Italia, y
promovió en ella el culto del verdadero Dios con
sus continuas predicaciones y santos ejemplos.
SAN EVASIO , OBisro Y MÁRTIR. —A sus méritos
debió el ser elevado á la silla episcopal de la
ciudad de Casal. Brilló en virtudes y buenas obras,
y murió santamente el año 522.
SAN CONSTANCIANO , CONFESOR.—Natural de
Auvernia , vivió desde su juventud en famosa santidad.
Después dejó su patria y se retiró á un monasterio
cerca de Orleans, y de aquí se fué con
otro compañero á un desierto, en la diócesis de
Mans , donde ambos vivieron desconocidos del
mundo. El obispo obligó á Constanciano á recibir
las sagradas órdenes, para que pudiese serúlil álos
habitantes de los pueblos comarcanos. Su zelo,su
dulzura , sus ejemplos y oraciones obraron gran
número de conversiones , y siempre fué este el re

DICIEMBRE , 2 LA LEYENDA DE ORO •383
sultado desús misiones. La reputación de santidad
de que gozaba, hizo célebre su nombre en toda
la Francia. Clolario I le visitó y se encomendó á
sus oraciones, y el santo le predijo que saldría victorioso
en Bretaña , donde á la sazón se dirigía, y
edificó un monasterio con los regalos que el rey le
hizo. Constanciano murió en este monasterio por
los años de 565.
SAN AGIRICO , OPISPO Y CONFESOR. — Nació en
la diócesis deVerdun el año 517. Vivió en el mundo
hasta la edad de treinta años , en queabrazó el
estado eclesiástico. Sirvió, pues, en el ministerio sacerdotal
á la iglesia deVerdun , haciéndose acreedor
por su zelo , su sabiduría y eminenles virtudes
á los elogios de sus contemporáneos. Tuzóse principalmente
recomendable por su caridad con los
pobres , por el conocimiento profundo de las santas
Escrituras , y por su asidua constancia en instruir
al pueblo. Consagrado obispo de Verdun, todas
sus virtudes tomaron nuevo brillo , de modo
que fué un modelo de pastores. Como era pariente
del rey Childeberto, gozó con él de gran favor, el
cual empleó siempre en favor de la Iglesia y de los
desgraciados. Se hizo siempre todo de todos , para
ganarlos á todos , y después de un episcopado
de treinta yocho años, murió en la paz de Dios,
el año 588.
SANTA NATALIA, VIUDA.—Estuvo casada en
Nicomedia con el mártir san Adrián, á quien asistió
y animó en la cárcel y durante el martirio.
Muerto su esposo , permaneció la santa por algún
tiempo en la ciudad de Nicomedia, socorriendo á
los santos confesores , y dando sepultura ó los
cuerpos de los mártires. Conservó como una
preciosísima reliquia un brazo de su esposo san
Adrián , por cuyo medio obró algunos milagros.
Practicólas mas heroicas virtudes, y murió en Constantinopla
por los primeros años del siglo IV.
SAN DOJINOLO. —Algunos lo colocan en este
dia, pero nosotros le hemos puesto en el 16 de
mayo , siguiendo el Martirologio romano.
Dia 8.
SAN PEDRO CRISÓLOGO , ARZOBISPO Y CONFE­
SOR. —San Pedro, arzobispo de Ravona , llamado
por su gran elocuencia Crisólogo , nació en
Imola, ciudad principal de la provincia de Romanía
, en Italia. Fué diácono de Cornelio , obispo
de lmola , el cual le llevó consigo , yendo á Roma,
en compañía de algunos embajadores de la
ciudad de Ravena , para suplicar al papa Sixto,
III de este nombre, que les diese obispo en
lugar de Juan, ya difunto , y confirmase al que
el clero y pueblo do Ravena habían elegido. Al
tiempo que llegó esta embajada , habia tenido el
papa una revelación do san Pedro, apóstol, y de
san Apolinar, su discípulo, obispo de Ravena, en
que le mandaban que no confirmase por obispo
al que venia nombrado de Ravena, sino á otro
que traian consigo los embajadores, y venia en
medio de ellos, y se le mostraron allí. Oyó el papa
la petición de los de Ravena , y no quiso confirmar
al que ellos traían nombrado , sino á Pe­
dro , que venia con el obispo de Imola ; porque
cuando le vio, conoció que era el mismo que en
aquella visión de san Pedro, y de san Apolinar le
habia sido mostrado , y en las costumbres y en la
doctrina era varón tan eminente , que excedia
á todos los demás. Mucho sinlieron los embajadores
de Ravena que el papa hubiese desechado
al que ellos habían elegido; pero cuando entendieron
del mismo santo pontífice lo que le había
movido y la revelación que habia tenido, abrazaron
con gran voluntad á Pedro Crisólogo , como
persona escogida de la mano de Dios , y dádosele
por la de su vicario,y comenzaron á estimarle
y reverenciarle como á varón de Dios. Con la
misma alegría y aplauso fué recibido de toda la
ciudad de Ravena, y especialmente del emperador
Valentmiano , el III , y de Gala Piacidia
, su madre, que á la sazón estaban en Ravena.
Y el santo prelado pidió á todos , que pues
la carga de obispo era tan pesada , y casi intolerable,
y Dios se la habia impuesto sobre sus
hombros conlra su voluntad , que le ayudasen
con obedecer á sus amonestaciones y consejos , y
en guardar perfectamente los mandamientos y ley
de Dios.
2 Esto hecho, comenzó á edificar una obra
insigne, que después sus sucesores la acabaron,
para los sacerdotes de cierto templo , y consagró
otro que la emperatriz Placidia habia mandado
labrar á honra de san Juan Bautista, y en este templo,
junto al altar mayor, sepultó á san Barbaciano
, varón perfecto y de santísima vida, por quien
Dios en aquel mismo tiempo obró muchos milagros
: y andando el tiempo, hizo otra iglesia y
la dedicó á san Andrés, apóstol, y otros edificios
para comodidad de la república.
3 Entre las otras excelencias que tuvo san
Pedro, fué una la de su rara doctrina, acompañada
con una singular elocuencia y elegancia , y
copia de palabras propias y graves, de que Dios
nuestro Señor le había adornado. Habíanse levantado
en las parles de Oriente algunos herejes y
hombres pestilentes, que sembraban la zizaña en
la Iglesia . y perniciosos errores contra la verdad
de la encarnación de Cristo nuestro Salvador, confundiendo
las dos naturalezas divina y humana,
y poniendo dos personas en Crislo. Para atajar
este fuego, y arrancar de raíz tan mala semilla,
mandó san León, papa, el Magno y I de este nombre,
que habia sucedido á Sixto III, juntar en
Calcedonia el gran concilio de seiscientos y treinta
obispos , en que fueron condenados Eutiques y
Dióscoro, y los oíros monstruos y furias infernales
, sus secuaces ; y también mandó á san Pedro
de Ravena, que escribiese al concilio todo lo
que acerca de aquellas materias que se habian de
tratar so le ofreciese ; y él lo hizo con admirable
y divina sabiduría y elocuencia.
4 Siendo san Pedro arzobispo , vino á Ravena
san Germán , obispo antisiodorense para
tralar con el emperador Valentiniano y con su
madre algunos negocios graves y del servicio de
Dios ( como lo dijimos en su vida á los 31 de
julio ): tuvo con él nuestro Pedro estrecha amis

tari, porque ambos eran sanios y amigos ele Dios,
v unidos con el mismo vinculo y caridad de Jesncrislo.
Mas estando allí san Germán , habiendo
tenido revelación antes de su dichoso tránsito ,
dio su espíritu al Señor ; y san Pedro compuso su
sagrado cuerpo con extraordinario sentimiento, y
dio orden que fuese llevado á Francia (como
el mismo san Germán lo había mandado), y tomó
la cogulla y el cilicio do! santo , y le guardó y
estimó , corno un precioso y riquísimo tesoro , todos
los días de su vida.
o Masen lo que san Pedro principalmente se
ocupa! a , era en desarraigar los vicios de su pueblo
y los malos usos que todavía quedaban de
la gentilidad , especialmente el 1.° día de enero y
del año , solían hacer muchos juegos y fiestas delante
de un ídolo; y san Pedro con sus sermones y
continuas exhortaciones procuró que se desterrase
de la ciudad aquel uso sacrilego y profano.
6 Habiendo, pues, sido diez años obispo do
Ravena, y estando en [mola, su patria; entendiendo
que Dios nuestro Señor le llamaba para sí, so
fué al templo de San Casiano, mártir, y postrado
delante de su sagrado cuerpo , ofreciólo muchos
dones y le suplicó que le favoreciese en aquel
trance , y presentase su alma delante del acatamiento
del Señor : y habiendo exhortado á los de
Ravena que le habían acompañado , que no se
apartasen jamás de los mandamientos do Dios , y
que eligiesen por sucesor suyo y pastor persona
digna de tan alto grado . acabó el curso de su peregrinación
, y falleció á los 2 de diciembre , pollos
años del Señor de i-'iO. Fué sepultado en la
misma iglesia , junto al altar de san Casiano, mártir:
aunque la iglesia de Ravena tiene un brazo
su\o ricamente adornado , y le reverencia con
suma veneración. Dejó san Pedro entre otras obras
muchas homilías y sermones muy elegantes y
graves.
7 Su vida escribió Gerónimo Rubio , historiador
de las cosas de Ravena , y está en el
vil tomo del padro Mosandro , añadido á seis
lomos de Fr. Lorenzo Surio. Hacen mención de
él el.Martirologio romano á los 2 de diciembre, y
Constancio en la \ida de san Germán , obispo
anlisiodorense , y Pedro Damián en el sermón de
san Barbaciano , y César Baronío en sus anotaciones.
SANTA BIBIANA, VÍRGEN Y MÁRTIR.— La bienaventurada
y gloriosa vírgen santa Bibiana fué
natural de Boma y nobilísima , hija do Flaviano,
prefecto ( que otros llaman Fausto ó Faviano),
v de Dafrosa , los cuales fueron cristianos y mártires
de Jesucristo. Desde niña se ejercitó santa
Bibiana en obras loables y virtuosas.
2 Fué presa en tiempo del emperador Juliano
, apóstata , por el prefecto , llamado F'austo ,
á quien se cometió su causa. Procuró él persuadir
á Bibiana , que adorase á los ¡dolos, amenazándola
con grandes tormentos si no lo hacia : pero
olla supo decirle tales cosas, que despertaron el
corazón de Fausto , y le abrieron los ojos para ver
la divina luz , con la cual reconoció su engaño y
se convirtió á la fé de Cristo . y por ella derramó
LA LEYENDA DE ORO.
DICÍEMBRE , 2
su sangre y alcanzó la corona del martirio. Muy
contenía y regocijada quedó santa Bibiana , por
haber ganado para su esposo Jesucristo a Fausto:
y llevada delante de otro juez y ministro de Juliano,
estando muy constante y firme en la confesión
do la fé , y de no adorar á los falsos dioses de los
gentiles , el juez inicuo la mandó azotar y quebrantar
sus carnes con plomadas tan fuertemente
, que en aquel tormento dio su purísima alma
á Dios , por los años de Cristo de 3G2 , imperando
Juliano Apóstata. El cuerpo de la santa virgen
estuvo dos días sin ser enterrado ; y después un
sac.erdole, llamado Juan , lo enterró junto al sepulcro
de su. santa madre y de su hermana Demetria,
á los 2 de diciembre, en que la Iglesia celebra
su (¡esta. Hoy día hay en Boma cerca de!
palacio Liciniano una iglesia antigua de Santa Bibiana,
que edificó san Simplicio, papa, donde está
su sagrado cueqro. De santa Bibiana hacen mención
los Martirologios romano , el de Beda, Usuardo
y Adon , Pedro de Nalalibus y el cardenal
Baronio en las anotaciones del Martirologio, y en
el iv tomo de sus Anales.
* Los SANTOS EUSIÍBIO , PRESBÍTERO , MAR­
CELO , DIÁCONO, HIPÓLITO, MÁXIMO, ADRÍAS.
PAULINA, NEON, MARÍA , MARTINA ( Y AURELIA,
MÁRTIRES. —Murieron martirizados en Roma durante
la persecución de Valeriano , por mandato
del prez Secundiano, sujetándolos á tormentos
atroces.
SAN PONCIANO , Y SUS COMPAÑEROS , MÁRTIRES.
— También fueron degollados en Roma por negarse
á adorar á los ídolos. Baronío dico que san
Ponciano se convirtió á la fé de Jesucristo por
haberle curado milagrosamente san Eusebio una
parálisis que tenia do mucho tiempo. Su martirio
sucedió, según el mismo autor, el año 259.
Los SANTOS SEVERO, SEUCRO , GENARO , v
VICTORINO, MÁRTIRES. — Dieron su sangre por la
fé de Jesucristo en Africa, martirizados por los
arria nos , el año "VoO.
SAN CROMACIO. OBISPO Y CONFESOR. — Este
ilustre prelado de la Iglesia de Aquileya. fué
uno de los mas célebres pastores del rebaño de
Jesucristo durante el siglo IV. San Gerónimo le
alaba por su santidad de vida y su eximia erudición
; san Juan Crisóstomo le dirigió una carta,
que es la 155, en que ensalza su mérito y su zelo,
y san Ambrosio habla también de él en varios
parajes de sus obras. Fué el padre, el maestro,
el consolador y el sosten de todas sus ovejas, obró
muchos milagros, ganó muchísimas almas para
Jesucristo , y murió en paz el año 399 según Baronio.
San Juan Crisóstomo dice que el sonido
clarísimo de la penetrante trompeta de Cromacio.
después de haber resonado por todo el Occidente,
llegó hasta los oídos de los orientales , y les advirtió
de importantes verdades para la religion.
SAN LOPE, OBISPO Y CONFESOR. —Floreció en
el siglo VI , y fué obispo de Verona. Galesinio
dice que gobernó aquella Iglesia con eminente santidad
, y que fué de admirable piedad y esclarecido
en doctrina.
SAN NONO . OBISPO Y CONFESOR.— Asiático de

S" ÏH.-Wrisni J.WIKIl

DiciKMBRí!, 3 LA LEYENDA DE ORO. 385
nación v educado en la religión cristiana , dio la universidad de Parts, nara nnc ¡«Uí estudiase de
desde muv niño indicios de s„ l'm,„- — :
- ,
- J
' 'es; porque,
a soldadesca,
tar , nuestro
y al estudio
medio alcánzanos
con la
uienlo de su
filosofía con
io de maesmismaulu­
. .
lad v aplauliscípulo
en
iñero de su
, saliovano
mdaban los
i san lgna -
labia ido a
i con ellos ,
su santa y
ganó á sus
;eguirle en
que Pedro
xlo y por
¡n Ignacio.
> mas re—
nfadado y
aler en el
io , letras
mas fuerte
se riaprire
: y
le llama-
>ada , que.
es que le
ite de toítre
otras
y trocóse
intentos
'arís , el
a á una
iso, que
a hecho
üllara de
cmplo y
jme Dios
d padre
isa y do
ermano
íaba en
3: y la
ada de
ba que
srinano
ue fueudaaliadla
,
su sanynaiz
del
a san-
; cuan

DICIEMBRE, 3 LA LEYENDA DI ORO. 3811
nación , y educado en la religion cristiana , dio
desde muy niño indicios de su fulera santidad.
Prevenida su alma con abundantes gracias celestiales
, entró en el estado eclesiástico y fué elegido
obispo de Edesa. Como todo su afán era la
conversion de los infieles y el arrepentimiento de
los pecadores, bailándose un dia predicando en
una plaza de Antioquia, donde habia ido para asistir
á un concilio, descubrió entre su auditorio á la
célebre santa Pelagia , y dirigiéndole la palabra
directamente , la convirtió á Dios , y después de
haberla instruido, la bautizó. San Nono fué posteriormente
trasladado al obispado de Ileliópolis,
dondemurió gloriosamente en el Señor, el año 451.
SAN SILVANO, OBISPO Y CONFESOR. — Floreció
en la Iglesia de Tróada, en Frigia, haciéndose memorable
por sus muchos milagros. Murió el año
406 , según Sozomeno, y en su sepulcro continuó
el cielo dispensando á sus devotos favores especiales.
SAN EVASIO, OBISPO Y CONFESOR. — Fué el
XXX obispo de la Iglesia de Brescia en Italia, y
enseñó mucho tiempo por sí mismo la religion al
clero y al pueblo, en las escuelas y en los pulpitos.
Siendo de edad muy avanzada, y no pudiendo
contener por esto la vivacidad de su zelo , se
contentaba con repetir continuamente á sus diocesanos
en breves palabras los principales preceptos
de la religion, y en estos santos ejercicios acabó
sus días , el año 883 , según Ferrario.
SAN FRANCISCO JAVIER, CONFESOR.—,Entre
otros linajes y casas antiguas é ilustres, que en el
reino de Navarra llaman Casas de Armería,
hay dos que son la de Javierre y la de Alpizcuela
, las cuales se juntaron en uno , casándose Martin
de Alpizcuela , cabeza de su casa y familia ,
con doña Juana Javierre, heredera también y señora
de su casa. Eslos caballeros tuvieron una hija
sola , heredera de ambas casas , que se llamó
doña María , y se casó con el doctor Juan Jaso ,
hombre noble y rico , y por sus letras y prudencia
muy estimado en el reino de Navarra, y principal
consejero y ministro de su rey don Juan , el III.
Tuvieron el doclor Juan Jaso , y doña María de
Javierre y Alpizcuela muchos lujos , y el postrero
de lodos ( como otro David ) fué nueslro Francisco
Javierre , el cual nació en el castillo de Javierre
, que era do sus padres , cerca de la ciudad de
Pamplona. Fué su dichoso nacimiento el año de
1497, siendo sumo pontífice Alejandro VI , y
emperador Maximiliano , 1 de este nombre , y reyes
de Castilla los católicos reyes don Fernando
y doña Isabel , y rey de Navarra el ya nombrado
don Juan, el 111. Criaron sus padres á su hijo
Francisco con gran piedad y cuidado, así por ser
el menor de todos sus hijos , como por su blanda
y apacible condición , gracia y modestia , que resplandecía
en sus primeros años. Procuraron que
aprendiese de buenos maestros las primeras le-
Iras : y habiéndolas aprendido con grande habilidad
, viveza do ingenio y presteza, le enviaron á
TOMO IV.
la universidad de París, para que allí esludíase de
propósito las otras ciencias mayores ; porquo ,
aunque los otros hermanos seguían la soldadesca,
para alcanzar honra y gloria militar , nueslro
Francisco se inclinó mas á las lelras y al estudio
de la sabiduría, esperando por este medio alcanzar
mayores premios , que sus hermanos con la
lanza y con la espada, en acrecentamiento do su
casa. Estudió en París el curso de la filosofía con
tanto aprovechamiento , que se graduó de maestro
de arles , y después la leyó en la misma universidad
con grande aprobación, utilidad y aplauso
de sus discípulos. Tuvo por condiscípulo en
los estudios de filosofía , y por compañero de su
mismo aposento al padre Pedro Fabro , sabovano
de nación : y al mismo tiempo, que andaban los
dos al fin del curso , el bienaventurado san Ignacio
de Loyola (que guiado del cielo habia ido á
París á proseguir sus estudios ) se juntó con ellos ,
para habitar en su compañía , y con su santa y
admirable conversación de tal manera ganó á sus
dos compañeros , que determinaron seguirle en
sus propósitos y santos intentos ; aunque Pedro
Fabro mas fácilmente se sujetó en todo y por
todo á la dirección y voluntad de san Ignacio.
San Francisco Javier al principio estuvo mas rebelde
; porque su natural era mas desenfadado y
alegre , y las esperanzas de subir y valer en el
mundo , fundadas en su nobleza , ingenio , letras
y otras buenas prendas, le lenian con mas fuertes
prisiones encadenado : pero finalmente se rindió
á la voluntad y ejemplo del sanio padre , y
pudo mas en él la gracia del Señor que le llamaba,
que la fuerza de la naturaleza depravada , que
le detenia. Hizo los ejercicios espirituales que le
díó el santo padre : confesóse generalmente de toda
su vida : hizo grandes penitencias : entre otras
estuvo cuatro dias sin comer bocado; y Irócese
de manera en sus deseos , quereres é intentos ,
que él mismo después no se conocia.
2 Estando nuestro Francisco en París , el
doctor Jaso su padre , escribió una carta á una
hija suya , llamada doña Magdalena Jaso, que
habiendo sido dama de la reina , se habia hecho
monja descalza en el convento de Santa Clara de
Gandía , y vivía en él con maravilloso ejemplo y
fama de santidad por algunos milagros que Dii
obró por ella. En esta carta daba cuenta el padre
á su hija de las cosas domésticas de su casa y de
sus hijos, y entre ellas le decía , que su hermano
Francisco estaba bueno , y que aprovechaba en
los estudios; pero que le gastaba mucho: y la
buena sóror Magdalena , como alumbrada de
Dios , respondió á su padre , que lo rogaba que
no se cansase , ni dejase de proveer á su hermano
Francisco de todo lo que le pidiese , aunque fuese
menester vender las casas ; porque sin duda alguna
había de ser un grande apóstol de la India ,
y como un vaso escogido del Señor, llevaría su santo
nombre por muchas y varias provincias y naciones
bárbaras, alumbrándolas con la luz del
santo Evangelio : y lo que Dios reveló á esta santa
virgen de su hermano ; después veremos cuan
bien se cumplió.

380 LA LEYENDA DE ORO
3 Encendióse tanto san Francisco con el trato
y fuego del santo padre Ignacio en el amor
del Señor , y en el deseo de mortificarse y vencer
todas las pasiones , apetitos y gustos cpie había
tenido en el siglo , que porque era mozo de grandes
fuerzas , y mnv ligero en el correr y saltar , y
se habia preciado de esta gentileza y gracia , y
por olla habia sido estimado de los otros estudiantes
; determinó hacer sacrificio de su cuerpo , y
alarse fuer teniente los muslos y los brazos con
unos cordeles de muchos nudos , para que no pudiese
correr y sallar ; y los cordeles poco á poco
se le fueron entrando por las carnes , causándole
agudos y graves dolores , que le lastimaban y afligían
: los cuales él llevaba con mucha paciencia y
disimulación, sin que nadie pudiese entender lo
que padecía.
4 El dia de la Asunción de nuestra Señora,
del año del Señor de 1534 hizo voto con los demás
compañeros de nuestro santo padre Ignacio,
de ir á .lerusaleii á tiempo, y acabados los esludios
de teología , se parlieron de París los nueve compañeros,
á los lo de noviembre del año de 1530,
para Yenecia , donde les eslaba aguardando su
padre y maestro san Ignacio , conforme á lo que
con ellos habia concertado: iban torios á pié cargados
de sus cartapacios, y pasaron por Alemania
entre herejes en el corazón del invierno, que
aquel año fué rigoroso y muy frió, y con las grandes
incomodidades, que en los largos caminos suelen
los pobres padecer; pero nuestro sati Francisco
todas las llevaba con gran paciencia y alegría,
acordándose que las pasaba por Dios nuestro Señor:
pero sucedióle una cosa particular, rara y
maravillosa en este camino. Como era tan grande
su fervor y el deseo de padecer y morlilicarse
por Cristo, no hizo caso de los dolores que senlia
con los cordeles y ataduras , con que dijimos se
habia apretado los muslos y los brazos , ni se los
quitó para hacer su camino, creyendo por ventura
que no le serian de impedimento , aunque le
acrecentasen el dolor; mas sucedió muy al contrario:
porque con el movimiento y agitación del camino
, los cordeles se le entraron tan adentro do
las carnes, que se cubrieron los nudos, y las llagas
se ahondaron, y los dolores crecieron de manera,
que el santo no pudo pasar adelanto, y se rindió,
y descubrió á los compañeros que le era forzoso
quedarse . y la causa do su mal. Lleváronle con
gran dificultad al primer pueblo que hallaron mas
cercano: llamaron á un cirujano: descubriéronse
las llagas, y viéronsole los cordeles lan hondos, y
tan abrazados con las carnes, que el cirujano (maravillándose
mucho de arpiel género de penitencia)
claramente dijo que era negocio sin remedio; porque
aquellos cordeles no se podian arrancar , sin
hacer muchas y grandes heridas en la carne. Sintieron
mucho lodos los compañeros el mal de san
Francisco , y él tenia mas pena de la pena de
ellos, que de sus propios dolores, por ver que ni
los compañeros le querían dejar, ni él podia pasar
adelante con ellos. Fallando los remedios humanos,
acudieron á los divinos : pusiéronse lodos aquella
noche en oración, suplicando á nuestro Señor con
I)ICII!5I1)RE , 3
grande instancia y confianza, que pusiese su mano,
y diese remedio á lan grande mal.Oyólos el Señor
(que siempre oye á sus siervos), y á la mañana se
hallaron los cordeles hechos pedazos fuera de las
carnes, las llagas sanas, y el santo con tan buenas
fuerzas, que pudo seguir su camino, haciendo lodos
incesables gracias al Obrador de lan grandes
maravillas : y con mucho contenió y gozo acabaron
su jornada , y llegaron á Yenecia á los 8 de
enero del año de 1537, donde hallaron á san Ignacio,
y de él fueron recibidos con el consuelo espiritual
que se puede pensar.
5 Aquí en Yenecia so repartieron los diez
compañeros en dos hospitales , para servir á los
pobres , y ejercitar su humildad y caridad , entre
tanto que llegaba el tiempo de navegar á Jerusaleu.
Cupo á san Francisco el hospital de los incurables,
y él acudía á los enfermos con extremado
fervor y espíritu : hacíales las camas , barríales
los aposentos . y ocupábase en los otros servicios
mas bajos y viles: y porque habia muchos enfermos
de enfermedades contagiosas , y con llagas
asquerosas, acudia siempre al que estaba con mayor
necesidad. Éntrelos otros habia uno, que por
la podre rpie manaba de él , y por el mal olor
que de todo su cuerpo despedía, lo causaba grande
horror , y senda gran repugnancia en servirle ,
mas él , para vencerse y alcanzar perfecta victoria
de sí mismo , mirándole como si fuera la
misma persona de Jesucristo nuestro Redentor, á
quién él servia en el pobre , una y dos veces con
maravilloso fervor le lamió las llagas , y le chupó
la materia quedo ellas corría; y ron lan señalada
victoria nuestro Señor le infundió después una gracia
singular, que ningunas llagas, por podridas y
asquerosas que fuesen , le daban asco ; antes le
causaban devoción y suavidad , lanío puede un
aelo fervoroso obrado con gran caridad para rendir
al soberbio gigante, y al rendido desbaratar, y
poner en huida el campo de los enemigos.
G De Yenecia partió paia Roma nuestro Francisco
con los otros padres que habían venido de
París, á pedir la bendición de su santidad, para ir
á Jerusalen. Era tiempo de cuaresma, y muy lluvioso:
iban á pió ¡pidiendo limosna , y ayunando
todos los dias , y comiendo solo lo que les daban
por amor de Dios. Entro lodos siempre se señaló
san Francisco en el amor de la pobreza , y alegría
v esfuerzo en el padecer. En Roma disputó
delante déla santidad del papa Paulo lli,que á la
sazón era vicario de Cristo en la tierra, y con su
bendición , y con una buena limosna que les dio
para su viaje , volvió con sus compañeros á Yenecia
, donde este año de 1537, dia de san Juan
Bautista, so ordenó de misa con los otros compañeros,
que no eran sacerdotes, haciendo lodos voto
de castidad y pobreza voluntaria en manos
del arzobispo romano, nuncio de su santidad. De
allí se repartieron por diversos lugares de, la señoría
de Yenecia , para aparejarse (entre tanto que
se cumplía el tiempo señalado para la ¡ornada do
Jerusalen) á decir su primera misa con mayor pureza
y devoción: y los padres FVaneisco y Salmerón
se recogieron en un pueblo pequeño y aparta-

DICIEMBRE, 3 LA LEYENDA DE ORO. 387
do cualro leguas do Padua , que se llamaba Mon- sa celeslial doclrina y admirable comunicación ,
celsi, en una pobre y desabrigada choza , abierta y la casa en que entonces estuvo como pobre, desai
viento y con muy poco reparo para el calor y pues se ha dado á la Compañía y so ha convertido
h'io, lluvia y vientos, y por esto muy á gusto del en oratorio de mucha devoción,
fervoroso espíritu de san Francisco. Aquí estuvo 9 De Bolonia á la media cuaresma del año
cuarenta dias: su cama era un poco de [raja sobre do 1338 , san Francisco llamado de nuestro pala
tierra: su comida los pedazos de pan que alie- dre san Ignacio, fué á Roma, donde se jungaba
do puerta en puerta : las disciplinas eran co- taron todos los padres , para asentar y establecer
lidiarías : el cilicio continuo : la oración perpetua; las cosas de la religión que querían fundar: lo
gastando el día y la mayor parle ele la noche en cual hicieron en varias consultas acornñafiadas
la lección , meditación y contemplación de las co- con muchas y fervorosas oraciones , vigilias, lasas
divinas, que era lo que principalmente bus- grimas y penitencias, con deseo muv encendido
caba en aquel lugar. de agradar solo á nuestro Señor , y buscar en to-
7 Celebró su primera misa en Vincencia , do su mayor gloria, y el bien de almas. Lisia vez
donde san Ignacio estaba , y celebróla con tantas predicó en Roma nuestro san Francisco en la iglelágrimas
de alegría espiritual , que todos los que sia de San Lorenzo in Dámaso (que es muv prinse
hallaron presentes , con solo verle, derramaron cipal), y con sus sermones y con los otros piadomuchas
: y de allí adelante por todo el tiempo de sos trabajos suyos y do sus compañeros se dessu
vida de tal manera se aparejaba para decir mi- perló la gente ( como de un profundo sueño) á
sa, como si fuera la primera. Aquí en Vicencia tratar de enmendar sus vidas , dando de mano
cayó malo gravemente con olro compañero: lie- á sus gustos y vicios en que estaban muy sepulvaronlos
al hospital; y por la pobreza de aquella tados , y a confesarse y comulgar mas á menudo,
casa fué necesario que los dos durmiesen en una y renovar el uso antiguo de la primitiva Iglesia,
misma cama, gozándose de pagar este tríbulo á que de aquella santa ciudad , por la industria y
la santa pobreza. Mas en este desamparo y desa- perseverancia de la Compañía (aunque al princibrigo
el Señor consoló á nuestro Francisco , visi- pío no sin grande contradicción) , se ha derramatándole
por medio del gran doctor de la Iglesia do y extendido por las otras provincias y nació—
san Gerónimo , de quien él era devotísimo. Apa- nes de la cristiandad.
recióle el santo doctor en una ligara gloriosa y ve- 10 Estando san Francisco y los otros padres
nerable, y llegando á la cama , le habló con pa- compañeros suyos tan bien ocupados, el serenílabras
muy suaves y de amigo muy familiar, entre simo don Juan el 111 de Portugal , escribió á
las cuales le dijo : Mayores tempestades de traba- don Pedro Mascareñas , su embajador en Roma ,
jos te esperan en Bolonia , donde pasarás esle in- que en todo caso le impetrase de san Ignacio seis
vierno : y de tus compañeros, unos irán á Roma , ¡rara las ludias orientales , y que si fuese necesa—
otros á Padua , otros á Ferrara y otros á Sena ; y rio , hablase de su parto al papa , y le suplicase
como el santo lo dijo , así se cumplió : porque que les mandase ir : porque él deseaba mas suaquella
era la traza y orden de Dios, que iba en- jetar al yugo de Cristo nuestro Señor aquellos
caminando nuestros padres , y repartiéndolos por pueblos ciegos y bárbaros , que no á su corona é
los lugares en que quería le sirviesen , ya que por imperio. F'ueron señalados para esta crande emla
guerra, que había entre el Gran Turco y los presa por san Ignacio (á quien el sumo pontífice
venecianos no podían pasar á Jerusalen. Así ha- remitió aquella petición del rey) los padres maesbiendo
cumplido con la obligación do su voto , se tos Simeón Rodríguez, portugués, y el maestro Nireparlieron
por estos lugares que habernos dicho ; colas de Bobadilla, castellano. El padreSimeonquo
y á san Francisco le cupo ir con el padre Bobadí- estaba cuartanario , se partió luego de Boma á (oda
lia á Bolonia. Allí aquel invierno, por los grandes priesa para Portugal por mar , y con él otro padre
fríos , suma pobreza, y falla do loda comodidad y italiano, que se llamaba Pablo Camerale. Ei padre
continuación de trabajos, lo dieron unas cuartanas Bobadilla fué llamado de Calabria para la jornada,
y perdió las fuerzas y calor, de manera que mus Llegó á Boma maltratado del camino , y enfermó
parecía un cuerpo muerto , que hombre vivo. de una pierna á tiempo que el embajador don
8 Pero como el santo vivía del amor y espíri- Pedro Mascareñas estaba de camino para irse á
tu del Señor , el mismo Señor sustentaba la fia- Portugal; y en ninguna manera queria partirse sin
queza del cuerpo de san Francisco con su gracia, el segundo compañero, ni Bobadilla le podía sey
esforzaba su corazón; porque como si estuviera guir por su indisposición. Entonces nuestro santo
muy sano , gastaba el tiempo en predicar en las padre Ignacio, que estaba malo en la cama, haplazas
á todo el pueblo, en enseñar la doclri- hiendo hecho oración-, y alumbrado con la luz del
na cristiana á los niños, en visitar los hospila- cielo, llamó á san Francisco Javier, y le declaró
Jes y las cárceles , en oir las confesiones de mu- que la voluntad de Dios era que él lomase aquechos
, que con amargura lloraban sus pecados, y lia empresa, que asi se la encomendaba de su
se venían á confesarse con él. Respondía á los que parte, confiado de su prudencia y de la gracia del
venían á pedirle consejo y deseaban saber el ca- Señor que le llamaba, y se queria servir de él para
mino para agradar á Dios ; y por estos medios , la manifestación de su santo nombre en aquellas
y por su dulce y santa conversación hizo en la provincias y reinos: y el sanio con gran regocijo y
ciudad y universidad de Bolonia maravilloso fruto fervor de su espíritu se ofreció luego al trabajo; y
y hasta hoy dia quedan los rastros y memoria de al dia siguiente, tomada ¡a bendición de su sanü-

:¡88 LA LUYEN DA DE ORO. mciiisiiüii;.
(huí, abrazando á sus hermanos , salió de Roma
con el embajador , con solo su breviario , como si
fuera á \ ¡sitar una iglesia de Roma. No es maravilla
cjne san Francisco recibiese gran gozo y júbilo
en su alma en aquella jornada ; porque había
lenido muchas señales y grandes prendas de que
Dios nuestro Señor se quena servir de él como de
vaso escogido , para llevar su santo nombre por la
India , y para alumbrar con la luz del Evangelio á
innumerables almas gentiles , que estaban sepultadas
en la sombra de la muerte: porque una vez
estando durmiendo , soñaba que llevaba á cuestas
un indio tan pesado, que le quebrantaba y molia
los huesos , como él mismo lo dijo al padre maestro
Diego Lainez, que dormía cabe él en el mismo
aposento. Otra vez le mostró el Señor los trabajos
que había de padecer por él en aquella empresa,
\ le dio tanto espíritu y esfuerzo, que con ser tan
grandes, no se espantó, antes comenzó á darvoces,
y á decir : Más, más, más; ofreciéndose á todos
los trabajos y cruces que el Señor le quisiese dar:
y por eslo mucho antes que san Ignacio le encar­
gase esta jornada , hablaba él de ella con i i deseo
de ser empleado en ella; porque Dios nuestro
Señor, quo se quería servir de él, le iba previniendo
y disponiendo para ella.
11 En el camino de Roma á Portugal ganó al
embajador don Pedro de Mascareñas y á todos
sus criados para Dios, con su extremado ejemplo,
humildad y modestia. Guardaba ante todas cosas
la observancia religiosa , y el concierto en sus oraciones
: era blando y cortés en sus palabras; sereno
y alegre en sus respuestas , fácil para todos
los que le querían ver y tratar: huia de la honra
tanto cuanto otros la siguen ; y para, ayudar en las
cosas espirituales á sus compañeros , los sabia maravillosamente
granjear y obligar; era el primero,
en el trabajo y el postrero en el descanso , y el que
para acomodar á los otros se desacomodaba á sí.
También se ofrecieron en esto camino algunos graves
peligros á algunos criados del embajador. de
los cuales los libró el Señor por medio de san Francisco;
porque andando pbr los Alpes cayó el secretario
del embajador en una profundidad inmensa,
de nieve, y estando ya sin remedio, el santo le
sacó. A otro criado, que arrebatado de la corriente
de un no caudaloso se estaba ahogando , haciendo,
oración por él, milagrosamente le libró. Otro que
se había descompuesto , y en castigo de su pecado
y de no haber creído á san Francisco cayó con el
caballo, de una cuesta abajo , y reventando el caballo-quedó
quebrantado y casi muerto, le sanó
en el alma y en el cuerpo; y todos reconocieron
que Dios los había favorecido por la intercesión de
san Francisco, teniéndole por santo. Pero en lo que
ni as mostró su espíritu , fué , quo siendo el camino
q ue llevaba para Portugal por su tierra , y pidiéndole
con mucha instancia el embajador y los demás
i¡ue llegase á visitará doña María Javier y Alpizcuela
, su madre que era , y á sus hermanos y
(leudos (pues el rodeo ora tan poco , y no tendría
otra ocasión para hacerlo toda la vida);
nunca se pudo acabar con él: tanto estaba descarnado
de la carne y sangre, y tan puesto en
Dios, á quien habia tomado por padre y madre , v
hermanos y todas las cosas: enseñando con este
ejemplo á los religiosos el recato y espíritu con
que deben proceder en esto.
12 Llegó á Portugal, y halló al padre Simeón
cuartanario : abrazóle con entrañable amor; y fué
tanta la alegría , que con solo verle recibió salud
el padre Simeón , que nunca le volvió mas la
cuartana.
13 Grande fué el gozo que tuvo el rey don
Juan, cuando supo de la llegada de san Francisco;
y mas con las nuevas que le habia escrito y
dio el embajador don Pedro de su rara virtud,
singular doctrina y extremada prudencia: mandó
luego proveer á los padres muy abundantemente
de todo lo que hubiesen menester; mas ellos aguardando
la orden de su santo padre y maestro Ignacio
, no quisieron aceptar la liberalidad del rey , y
se fueron al hospital de Todos los Santos, para vivir
como pobres entre los pobres , y curar á los
enfermos, y con esta humildad y pobreza echar los
cimientos de! alto edificio que Dios queria levantar
en la Compañía en aquel reino , en el cual derramaron
nuestros padres tan buen olor de sí con su
santidad de vida y ejemplo, que los comenzaron
á reverenciar como á hombres venidos del cielo,
y á llamarlos públicamente los apóstoles; y de ellos
lia quedado hasta hoy este apellido en sus hijos y
sucesores.
li Quiso el rey detener en su reino á los padres
, por el gran fruto que en pocos meses habían
hecho entre la gente noble, caballeros y fidalgos
de su corte; pero por parecer de nuestro santo padre
Ignacio, tuvo por bien que e! padre maestro
Simeón quedase en Portugal, y san Francisco su
partiese para las Indias , como lo hizo á los 7 do
abril del año de Jo'i-1 ; enbarcándose en la nao del
gobernador Martín de Souza, y llevando en su
compañía al padre Pablo Camerate, italiano , y á
otro hermano portugués, que se decia Francisco
deMansilla; masantes de embarcarse mandó llamar
el rey don Juan á san Francisco , y le entregó
un breve del sumo pontífice, en que le hacia nuncio
y legado apostólico en las partes de las Indias,
con grandes poderes y ampia jurisdicción : y hablando
con el santo padre, y mostrándole la gran
confianza que de él tenia , le encomendó muy particular
y encarecidamente todas las Indias , en lo
que toca á la conversión de los infieles y á la confirmación
en la fé de los nuevamente convertidos,
y á las costumbres de los portugueses , y á las fortalezas
y presidios de aquel estado , y lodos lo demás
que tocaba al servicio de Dios, y al suyo :
porque dijo que no deseaba tanto que su imperio
se extendiese, cuanto la religión cristiana ; antes
tendría por grande interés y ganancia suya todos
los gastos que hiciese en ayudar á las almas. San
Francisco con pocas palabras , humildes y graves,
hizo gracias al roy de tan señaladas mercedes,
ofreciéndolo su fidelidad y servicio en lodo lo que
le mandaba, lo cual esperaba cumplir, ayudado
de Dios.
lo Pero habiendo mandado el rey á los oficiales
de la hacienda , y especialmente á don Antonio,

nir.iE.MnnE, 3 Í-A LEVEND A DE ORO. 380
deTavde, conde de Castañeda , que proveyesen
á san Francisco y á sus compañeros muy cumplidamente
de matalotaje, y de todo lo necesario
para aquella tan larga y trabajosa navegación ; inporlunándole
mucho que lo lomase , nunca quiso
aceptar sino unos pocos de libros (pie habia menester
para la conversión de los gentiles , y en la
India no los pudiera hallar. Siempre respondió que
él era pobre y había hecho voto de pobreza, y
que la queria guardar, y confiando que el Señor le
proveería como á pobre de todo lo que hubiese
menester para poderle servir. Importunóle el conde
que ¡i lo menos lomase un criado que le sirviese
en aquella navegación, como convenía á la autoridad
de su persona; pues era nuncio y legado
apostólico , y no parecía bien que él mismo se llegase
al fogón, ni lavase por sus manos su ropa
sucia ; mas él respondió, que mientras que nneslio
Señor le guardase sus pies y sus manos , no tenia
necesidad de criado, y que pensaba que por
veile á él servir y llegarse al legón, y lavar la
ropa, no perderia pimío de su autoridad religiosa,
con que no le viesen hacer pecado, ni cosa en
ofensa del Señor.
16 Luego que la nave capitana se hizo á la
vela , comenzó san Francisco á tender las velas de
sus fervorosos deseos, y á mostrar el favorable
viento del Fspírilu santo que le llevaba; porque
como varón do Dios dio tan grande ejemplo de su
santidad , zelo , candad y prudencia , que fué
la salud y remedio de lodos los que iban en la
nave.
17 Hizo cuanlo pudo el gobernador Martín Alfonso
do Souza, para que comiese á su mesa, ó que
ú lo menos tomase la ración que se daba á los oíros
pasajeros de la nave. De comer con él se excusó:
ta ración acepló para darla á algunos necesitados;
y sin tocarla él , pedia limosna para su comida
en la nao* teniéndose por deudor igualmente
de los que menos sabían. Tuvo mano para que en
ella se v iv iese cristianamente, se quitasen los juegos
y juramentos , y que no hubiese riñas , odios y
murmuraciones : apaciguaba las bregas: componía
las diferencias : sosegaba las pasiones : predicaba
y enseñaba lodos los días la doctrina cristiana á
los mozos y esclavos y gente ruda : reprendía
las cosas mal hechas con lanía autoridad , que
ninguno le resistió , y con tanta blandura y amor,
que ninguno se sintió de él, y muchos se enmendaron.
18 Ene! servicio, cura, y remedio espiritual
de los enfermos venció en esle tiempo á sí
mismo : porque las enfermedades fueron muchas
y muy Contagiosas, y crecían, cayendo unos y muriendo
oíros; y andando todos asombrados con el
temor de caer, el santo lomó sobre sí las necesidades
, Irabajos y miserias do lodos , como si sus
fuerzas fueran iguálese su raridad. Ninguno murió
sin tenerle á su cabecera : ninguno le llamó que
no le bailase cabe sí: confesábalos: animábalos
con palabras suaves y santas : chíbales do comer
por sus manos; y muchas veces él mismo lo aderezaba
y traía del fogón : hacia las camas: aplicábales
los remedios; y finalmente hacia oficio de
un carilatívo v diligente enfermero : y cnanto él
mas se humillaba , lauto mas lodos le respetaban ,
grandes y pequeños, de modo que aquiganó el apellido
de Padre sanio , con el cual después le llamaron
en loda la India.
10 Llegaron á Mozambique al fin del mes de
agosto,'dondese entretuvieron v pasaron lodoel invierno
hasta el abril siguiente. Allí estuvo sirviendo
á los enfermos de la armada en el hospital del
Rey; y por la continuación de sus grandes trabajos,
cayó enfermo de una fiebre maligna, con gran peligro
de la vida , y queriéndole algunos hombres nobles
y ricos llevar a sus casas para curarle, nunca
lo consintió , deseando morir en la pobreza en que
había vivido, pobre enire los pobres , enfermo entre
los otros enfermos: y estando como eslaba, so
levantaba para confesar á los que estaban peligrosos,
y ayudar á los que morían: y fué tanta su
caridad , que estando un mozo grumete tendido en
el suelo, desamparado de lodos, y frenético y
fuera de sí sin esperanza humana de poderse confesar;
el sanio temiendo la condenación de aquella
alma , y deseando su salvación y pidiéndola
con muchas lágrimas al Señor, se levantó y le lomó
y puso en la cama , v entrando en ella , súbitamente
volvió el enfermo en sí y se confesó ron
él, y le administró los sacramentos de la comunión
y extremaunción , y el mismo cha acabó, con grandes
señales de su salvación.
20 De Mozambique so embarcó á los 15 de
marzo para Goa, no estando aun bien convalecido:
llegaron á Melinde , donde se consoló increíblemente
por haber hallado una grande y hermosa
cruz de mármol, dorada y enarbolada en aquella
tierra de moros: de donde ¡legaron á Zocotora, que
es una isla en la costa de África , cuyos naturales
se teman por cristianos ; mas realmente no lo
eran sino de solo el nombre: finalmente, á los 6 de
mayo del año 15'i2,entraron por la barra de Goa,
habiendo trece meses que habían salido de Lisboa.
21 Pero, ¿quién podrá explicar en pocas palabras
aquel miserable estado en que el glorioso san
Francisco halló aquella ciudad , y como en breve
tiempo le mudó v mejoró , y los medios que lomó
para liacer en los corazones de los moradores do
ella una mudanza tan notable? Porque la ciudad
do Goa era en aquel tiempo una sentina de vicios,
y una como feria general de todas las naciones,
portugueses, moros y gentiles , y otras de reinos
muy diferentes y distantes , que vivían sin Dios y
sin ley ; y en pocos meses que allí esluvo el sanio
padre , la dejó tan bien cultivada, que parecía un
paraíso de deleites. Ante todas cosas fué á visitar
al obispo, que á la sazón era don Juan de Alburquerque,
y con mucha humildad y modestia le
declaró quién era, á qué venia, y quién lo enviaba,
y le dio el breve del papa , en que le hacia
su nuncio apostólico en lodas las Indias, diciéndole
que no usaría de él ni de los poderes que
traia , sino cuando su señoría se lo mandase,
echándose á sus pies y pidiéndole la bendición:
y el obispo , admirado de la humildad del santo
varón, y conociendo que era varón de Dios, le reverenció
y volvió su breve, v le rogó quo usase de

390
él a su voluntad, y lo quedó lan aficionado y rendido,
quedo allí adelanto los dos eran como una
alma v un corazón. Después visitó á los pobres
del hospital, y comenzó á servirlos: allí su cama
era á los pies del enfermo que estaba en mayor
peligro, para administrar los santos sacramentos
á los que teman necesidad: á los pobres de San
Lázaro daba por sí mismo la santísima comunión:
recogia muchas limosnas, parte que él pedia por
las puertas, y parle que le ofrecían : y repartíalas
por las cárceles y hospitales, para ejercitar la
misericordia, no solamente con las almas, sino
también con los cuerpos de los afligidos.
22 Mas pareciendo á nuestro san Francisco,
que para convertir á los gentiles á nuestra santa
le, era necesario reformar primero las vidas do los
cristianos, y quitar de la república los escándalos
y tropiezos que con su mala vida ponían á los infieles
, determinó predicar todos los domingos y
fiestas por la mañana á los portugueses; y así lo
hacia en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario,
y después de comer, á todos los cristianos de la
tierra; y demás de esto , se ejercitaba en enseñar
á los niños y gente, ruda la doctrina cristiana: lo
cual hizo con singular ejemplo do humildad , devoción
y caridad; porque siendo nuncio apostólico
, y enviado del sumo pontífice con grandes poderes
á la India, andaba con una campanilla por
toda la ciudad, y en las calles y plazas alzaba la
voz y decía : Fieles cristianos, amigos de Jesucristo
, enviad vuestros hijos é hijas, esclavos y
esclavas á la santa doctrina por amor de Dios. A
este pregón del cielo , nunca oido en aquella tierra,
fué grande el número de toda suerte de gente que
corría á oirle , y recibía sus palabras como palabras
de Dios; y el santo varón se acomodaba tanto
á la capacidad de los oyentes, que para que mejor
lo entendiesen, hablaba el portugués como la
gente de aquella tierra, trocado, y como negro que
aprende á hablar; y en su lengua aquel lenguaje
parecía lenguaje del cielo, y edificaba y compungía,
y espantaba á los que le oian; porque se les
representaba el apóstol san Pablo, que con los
griegos se hacia griego , hebreo con los hebreos, y
todo con todos. Por este medio de la doctrina
cristiana fué increíble el fruto que hizo san Francisco
en Goa, y de allí se derivó en las otras provincias
de India : porque los padres de la Compañía,
que después le siguieron, por aviso y ejemplo
del mismo santo tomaron este santo ejercicio con
tanto fervor, que los cantares mas ordinarios de
los niños en las escuelas, de los caminantes en los
caminos, de los que navegaban en el mar, y de los
que trabajaban en sus casas y en el campo, eran
las oraciones de la doctrina.
23 En estas santas ocupaciones gastó san
Francisco cinco meses con un incansable fervor y
continuación, con la cual, favorecido y alentado
de la gracia del Señor, acabó lo que en muchos
años jiarecia imposible poderse acabar : porque
la gente (píese venia á confesar con él fué tanta,
que no podia dar recaudo á la décima parle quo
le seguía. Comulgábanse muchos á menudo, y las
vidas de los que frecuentaban los sacramentos
-A LEYENDA DE ORO- DICIEMBRE, 3
eran muy diferentes do lo que antes solian ser-
No habia odios, ni discordias, ni usuras: restituíase
lo mal ganado: visitábanse los hospitales y
repartíanse muchas y gruesas limosnas: apartáronse
muchos portugueses de la mala amistad de
sus esclavas, á las cuales daban libertad, y á muidlas
casaban: finalmente, toda la ciudad de Goa
se trocó y mejoró de tal manera , que no conociera
su faz, ni dijera que era ella el que antes en lan
feo y lan miserable estado la había visto.
2'i- Mas el glorioso san Francisco, aunque estaba
con el cuerpo en Goa , no dejaba de pensar
en la conversión de toda la India , v con la M\1 insaciable
que tenia do ayudar á salvar las almas
do toda aquella gentilidad , trataba á menudo con
Dios y consigo, mismo de lo que. había de hacer
para alumbrarlas y sacarlas del cautiverio del
falso Satanás. Entendió que en el cabo de Comorí
n , que por otro nombre llaman la Pesquería (porque
se pescan en ella las perlas), habia imiv gran
número de cristianos desamparados de toda doctrina,
y con solo nombre de cristianos , los cuales
se habían bautizado mas por ser ayudados y defendidos
de los portugueses contra los moros quo
los tenian oprimidos, que no por zelo y deseo do
su salvación ; y por ser la tierra estéril y muy sujeta
á las injurias del cielo , no habían tenido eu
muchos años sacerdotes y maestros que los enseñasen
: y juzgando que aquella necesidad era extrema,
ó casi extrema, y que no lo era la quo la
ciudad de Goa tenia de su presencia , pidió licencia
al obispo y al virey, y se partió para la Pesquería,
llevando consigo al hermano Francisco do
Mansilla, en el mes de octubre del año 1542 ,
y con el favor do nuestro Señor llegó el mes de
noviembre con increíbles fatigas, hambres , sed,
desnudez y pobreza. Anduvo por toda aquella
tierra (que es de cincuenta leguas en largo) , y
visitó treinta villas y aldeas que liene , siempre á
pió, y muchas veces descalzo, con tan gran fervor
y júbilo de su sanio corazón , que todo lo que
trabajaba y hacia le parecía poco; y á la medida
de su trabajo fué el fruto que el Señor, que le
llevaba y le movía , obró por él: porque bautizó
por sus manos mas de cuarenta mil personas , y
hubo día que bautizó todo un lugar, quedando tan
cansado, que no podia alzar los brazos, ni echar
la palabra de la boca.
2o Murieron mas de mil criaturas, habiendo
recibido el santo bautismo, á las cuales el santo
se encomendaba como á almas que ya gozaban do
Dios nuestro Señor. Enseñó la doctrina cristiana á
la mañana á los niños v á la larde á las niñas, con
tinta perfección , que ellos la enseñaban á sus padres,
y á los deudos y conocidos , y eran tan zelosos
, que los acusaban delante del sanio, si alguno
de ellos, vencido del enemigo, volvia á sus
idolatrías; y tomaban los ídolos de sus mismos padres,
los acoceaban y escupían, y hacían pedazos
; y nuestro san Francisco gustaba de ello, pura
que los demonios que habían sido honrados y muy
adorados de los padres, fuesen pisados y abatidos
de los hijos. Andaba todo el año do lugar en lugar
. proveyendo lodo lo que lo parecía necesario,

DICIEMBRE, 3 LA LEYENDA DE ORO. 391
pira alcnlar y acrecentar aquella cristiandad; y
¡i mismo hacia por su parle el hermano Francisco
M ansí lia.
20 Mas porque los lugares eran muchos, y
eiius eran solos dos , y no podían satisfacer á lanías
necesidades, escogió en cada lugar uno , dos, ó
Iros hombres de mayor capacidad y entendimiento,
y de mejores costumbres, ó instruyólos muy
de propósito en la religión cristiana , y en la forma
de bautizar, para que en su ausencia, y en los
ca-os urgentes lo pudiesen hacer; y poreslos hombres,
que en su lengua malabarllanian Canaccipoli'.s,
y en la nuestra quiere decir Procuradores de
la iglesia , remedió el sanio muchas cosas, y tuvo
quien le avadase á cultivar aquella viña que estaba
lan desierta y por labrar. Y para queel fruto
fuese mayor, comenzó el Señor á ilustrar á san
Francisco con muchos y grandes milagros, de los
cua'es hablaremos en su lugar; y eran tantos los
enfermos cristianos y gentiles que le llamaban para
que los sanase, y era tanta la caridad y dulzura
con que acudia á ejlos , que no podia darse
mano , y gastaba tocio el tiempo que habia de dar
á otras cosas mayores : y viendo que esto le
era grande estorbo, determinó enviar á los enfermos
que estaban ausentes , algunos muchachos
de los mayores v mas bien instruidos , pala
que hiciesen por él, lo que él hubiera de hacer
(si pudiera) por sí mismo. Los muchachos llevaban
consigo alguna cosa de san Francisco, como
su rosario ó la santa cruz ó relicario que traía
al cuello: llegados adonde estaba el doliente, juntaban
la vecindad , y hacian que todos los que ailí
estaban dijesen algunas veces el credo , y las oirás
(naciones de la doctrina cristiana , y después amon
'staban al enfermo que tuviese l'ó y que recibiría
salud : « la cual Dios nuesiro Señor (dice el mismo
santo en una carta) por su infinita misericordia
v por la fé de los presentes y propia suya de ellos,
se les daba en el cuerpo y en el alma , (rayéndolos
por esle medio al conocimiento y obediencia
de su sania ley.» listas palabras son de san Francisco,
atribuyendo por su humildad la salud que
Dios daba por su intercesión á los enfermos, á la
fé de ellos y de los présenles.
27 Aquí laminen convirtió á un bracman
viejo, que por sus letras y supersticiones y guindo
autoridad era gran lazo de Satanás y enemigo
de ¡a religión cristiana : el cual, convencido do san
Francisco de sus engaños y alumbrado con la luz
del cielo , abrió los ojos de su enlendin.ienlo (.ara
conocer la verdad , y la abrazó con la voluntad , v
se hizo cristiano , con admiración y espanto de los
oíros bracmanes y gentiles, y por su ejemplo so
convii liproii muchos.
28 Dejando ea la Pesquería la mejor orden
que pudo , voK ió á Coa para I ral ar con el v i rey y

392 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 3
zo grandísimo l'nilo en toda aquella tierra, edificando
en ella muchas iglesias, y alumbrando con
su celestial doctrina aquellos pueblos , que le seguían
con lanía ansia y devoción , que le era necesario
predicar en los campos , por el gran concurso
de la gente, que de todas partes \ enia
á oírle.
31 Movidos del ejemplo de los Paravas , y
de los Machoas , los pueblos de la isla de Manar
desearon mular á los vecinos , y hacerse todos
cristianos . á los cuales el santo , por no poder ir
él en persona , envió uno de los sacerdotes , sus
compañeros, para que los bautizase, y en un
pueblo llamado Pelin so bautizaron muchos: mas
el rey de Jafanapan, que era gentil y grande enemigo
de cristianos, temiendo que su hermano mayor,
á quien él habia quitado ei reino , se hiciese
cristiano , y con el favor de los portugueses cobrase
el reino , mandó quemar aquel pueblo , y
destruirle , y matar mas de seiscientas personas
que habían recibido el sanio bautismo.
32 En la isla de Zeilan confirmó san Francisco
al hijo segundo del rey , que por haberse
hecho cristiano , estaba con temor que el rev,
su padre , le mandaría malar , como había hecho
al hijo mayor, y á oirás seiscientas personas,
habiendo nuestro Señor con prodigios del cíelo
y de la tierra declarado a verdad do nuestra sania
religión : poique cuando mataron al príncipe,
fué vista una cruz de fuego en el cielo ; y la tierra
err que fué sepultado , se abrió en forma de
cruz : y aunque los moros y gentiles procuraban
encubrir el milagro , hinchendo aquel lugar de tierra
, siempre se tornó á abrir, y quedó la misma
forma de cruz.
33 De Zeilau fué en peregrinación á Malipur
donde está el sepulcro del glorioso apóstol sanio
Tomé, y en esle viaje estuvo siete días sin comer
bocado, sustentándose de. los regalos y consolaciones
divinas , que el Señor por medio de
su sagrado apóstol le concedió en todo el camino:
y después que llegó á Malipur, donde estuvo Ires
ó cuatro ineses en casa del vicario , gastando los
días en ganar las almas de sus prójimos , y las
noches casi todas en In iglesia en oración , suplicando
al Señor con lágrimas y encendidos deseos,
(pie pues le habla llevado á las ludias para alumbrar
aquella gentilidad lan ciega , y tan extendida
por lanías v tan distantes y barbaras provincias
, que le diese alguna parteada del espíritu
ipie haba dado á su santísimo apóstol Tomé (á
quien él proponía imitar) , para recoger el frulo
que el santo apóstol había sembrado, y renovar
la doctrina del cielo que les habia enseñado; y
al mismo santo apóstol se encomendaba con grande
afecto , tomándolo por guia y maestro , por
abogado y prolector.
3'i Aqui estando el santo orando una noche
en la ig'esia , le maltrataron los demonios y lo
dieron laníos y tan duros golpes, que estuvo malo
do ellos; poro eslaudo bueno , volvió como valeroso
soldado á la pelea , y aunque los demonios
pretendieron espantarle, nunca pudieron; antes
cobró tanto señorío y poder uler sobre ellos,
que enviando á un muchacho de los rocíen convertidos
a un hombre rico y endemoniado que allí
estaba , lo libró de su tiranía, quedando el mismo
demonio confuso, por ver que salía de aquel cuerpo
, nó por mándalo del santo , sino de un muchacho
do los que traía consigo, y recién convertido.
33 De Santo Tomé pasó á Malaca , principal
ciudad y escala de la India , pero muy estragada
de vicios , y muy olvidada de Dios ; pero después
que comenzó á oír la doctrina del cielo , que
el santo les predicaba, admirada por una parte do
la santidad de su vida , y por otra de la fama quo
corría de sus milagros, hubo gran mudanza en las
vidas délos cristianos, y reformación en las costumbres
; aunque el santo no dejó de avisarles en
sus sermones, que Dios los quena gravemente
castigar, como los castigó, con un cerco apretado
que tuvieron, y con una pestilencia cruel que padecieron.
Con este castigo se ablandaron , y con
ver á su santo predicador tan zeloso de su bien , y
lan humilde, que después de haber trabajado y
faiigádose todo el día , á las noches so iba con una
campanilla por las calles y plazas, rogando con
alta voz á iodos los fieles, que encomendasen a
nuestro Señor ias almas del purgatorio , é luciesen
oración por ellas. Aquí lambien sanó á un mancebo
enfermo, mudo y endemoniado.
3b" Todo el mundo le parecía poco á san
Francisco, y verdaderamente para su corazón era
pequeño, y el amor del Señor que ardía en su pecho
le hacia buscar nuevas ocasiones para encender
en las almas el fuego de aquel mismo amor.
Supo que en la isla de Mazacar estaba la materia
dispuesta para pegar esle fuego; y para ir á ella,
embarcóse para la isla de Amboino, que era el
camino donde halló siele pueblos de cristianos sin
ningún sacerdote. Andúvolos todos, bautizando á
los niños y muchachos , sanando á los enfermos, y
enterrando á los muertos: y habiendo llegado allí
una armada de la Nueva España , que traia don
Fernando de Sonza y de Tnvara , muy maltratado
y con muchos enfermos, él con su caridad los
acogió, curó, sirvió, y proveyó de todo lo que
pudo , procurando que otros lambien los socorriesen
con sus limosnas: y porque un mercader muy
rico se cansaba do dar lo que el sanio le pedia
(por ser lauto) para remedio de todos aquellos
pobres enfermos , él le avisó que alargase la mano
; porque muy en breve, moriría en aquella isla
y dejaría sus riquezas, las cuales por manos do
aquellos pobres podía enviar delante de sí al cielo.
Creyólo el mercader é hizolo así, y murió en
breve efectivamente; y el sanio , estando poco
despuesen en la isla deTernnlo, tuvo revelación do
su muerte , y "dijo á los (pie oían su misa, que encomendasen
á Dios el alma do Juan do Arauz
(tpie así se llamaba el mercader) , que era muerto
en Amboino , disimile nías de setenta leguas de
Túrnate. Con esta armada de don Fernando de
Souza venia un sacerdote valenciano, llamado Cosme
Torres , hombre docto y prudente , el cual en
\ iendo á san Francisco so le aficionó, como si
viera un ángel del cielo , y después en Guu entró

DICIEMBRE, 3 LA LEYENDA DE ORO. 393
ÜII la Compañía. y lo imiló de lal manera, que vino
ú ser un varón apostólico , y padre (después del
mismo san Francisco) de loda la crísliandad del
Japón, como adelante se dirá.
37 Oyó decir el glorioso san Francisco , que
Labia una isla llamada del Moro, habitada de
gente (cuyos antepasados babian sido bautizados);
pero tan fiera y bárbara , que no se podia tratar
con ella sin notable peligro de la vida ; y él determinó
ir á ella para ayudar á aquellos hombres,
en quienes apenas habia rastro de fé ni de humanidad.
Quisiéronle sus amigos persuadir que no
fuese allá, representándole la aspereza y fragosidad
, esterilidad y temblores de tierra , la bestialidad
de los naturales, que mas parecen monstruos
v crueles lieras , que hombres , pues los hijos quitan
la vida á los padres , y los padres á los lujos;
pero ninguna cosa bastó para divertirle de su intento
, ni para hacer que tomase algunas cosas
que le daban contra la ponzoña (de la cual aquella
gente también usa para malar); porque tenia
puesia toda su esperanza en Dios , y armado con
ella y con la fuerza de su espíritu, corrió toda la
isla visitando y halagando á los moradores , y con
la luz y blandura del Evangelio los amansó y domesticó,
anclando enire ellos con una admirable
segundad y paz de su alma: y fueron tantos los
regalos del cielo que recibió en aquella isla , que
él mismo decia que no se habia de llamar isla del
Moro , sino isla de Es¡)eranza, y que si viviera
muchos días en ella , viniera á perder los ojos de
puras lágrimas de consuelo. Habiendo , pues, eslado
en las islas del Moro, y dejado las cosas asentadas
lo mejor que pudo , volvió á Teníale , donde
dio orden que se hiciese casa de la Compañía ,
para que los nuestros mas fácilmente pudiesen
acudir á la conversión de los gentiles, y á la enseñanza
de los cristianos de todas aquellas islas
Malucas. De Teníate llegó al puerto de Ambomo,
y se embarcó para Malaca , y allí halló á dos padres
de la Compañía que habían venido de Goa
por su orden , y se llamaban Juan de Beira y Juan
ile Ribera, y enviólos á Teníate, para que viviesen
en la casa que él dejaba comenzada.
38 Esta vez que estuvo en Malaca , lo sucedió
una cosa que le hizo muy famoso y admirable
en toda la India. Vino una armada del rey de
Azen de improviso sobre Malaca : no pudo lomar
la fortaleza como pensaba ; pero quemó algunos
navios de los portugueses, que estaban en el puerto,
y retiróse. Procuró san Francisco que luego se
reparasen v aprestasen algunas galeotas que habían
quedado rotas y maltratadas, y que siguiesen
la armada enemiga : y aunque hubo grandes dificultades,
él las allanó y animó á la gente , á quien
parecía temeridad ir á pelear unos pocos soldados
portugueses con cinco mil azenos y turcos , y ocho
navios nuestros con setenta de los enemigos: pero
pudo lauto su autoridad y la opinión de su santidad
, que los cristianos salieron de Malaca en busca
de los bárbaros , y estando toda la ciudad suspensa
y en gran temor, y llorando la pérdida de
nuestra armada ; san Francisco en un sermón les
reprendió , y avisó que hiciesen gracias á Dios
TOMO IV.
nueslro Señor por la victoria que les habia dado,
pintando el día y la hora y el modo de la batalla,
como si ron los ojos la viera , y anunciándoles
cuando había de volver nuestra armada victoriosa
, y cargada de los despojos de los enemigos : y
así volvió á Malaca con veinte y cinco naves
de los azenos , habiendo echado á fondo las demás,
y muerto cuatro mil de ellos , con pérdida
de solos cuatro cristianos. Y como este caso
fué tan ilustre y tan sabido , derramóse por todas
las Indias , é hizo muy esclarecido á san
Francisco: el cual estando aquí en Malaca , v de
camino para Goa ( adonde le llevaba la obligación
do su oficio), para ver el estado de la cristiandad,
y los padres y hermanos que después que él salió
de ella habían venido de Portugal para avadarle,
y repartirlos en varias parles; tuvo noticia
de las islas del Japón , que dos años antes habían
descubierto los portugueses, de su grandeza, nú—
"mero , sitio , distancia , reyes y señores , y de sus
ingenios , naturales y costumbres, y principalmente
de los errores que tienen en sus sedas y falsa
religión , y la disposición para recibir la verdadera
de Crislo nuestro Redentor. Esta noticia le dio un
japón llamado Angero , que vino desde el Japón,
para comunicar con el sanio padre los remordimientos
de su conciencia , que le Iraia muy afligido
por algunos pecados que había cometido en
su mocedad ; y no habiendo hallado remedio entre
sus sacerdotes, le venia á buscar, per haber entendido
de a.guisos portugueses sus enemigos , que era
varón santo y amigo de Dios, y que sin duda
hallaría paz en su alma si le obedeciese. Con esle
intento liego Angero, gentil y japón , á Ala laca :
v san Francisco le llevó consigo á Goa . donde con
dos criados suvos se hizo cristiano , y se llamó
Pablo de Santa Fé , por haberle bautizarlo en el
colegio de San Pablo de la Compañía. Por la información
que le dio el mismo Pablo, se determinó
el sanio á ir en persona al Japón , para descubrir
á aquella gente ciega los primeros resplandores
del Evangelio, y sujetarla al yugo del Señor:
mas en sabiéndose esta determinación , no se puede
fácilmente creer el sentimiento que hizo loda
la ciudad , y los combates que le dieron los de
dentro y los de fuera , para apartarle de aquella
navegación, por ser larga demás de 1300 leguas,
y peligrosa por la alteración y braveza de los mares
y furia de ios vientos , y multitud y crueldad
de los corsarios; proponiéndole que no debía arriesgar
su vida , de la cual dependía la vida de
tantos, y el bien y seguridad de aquella cristiandad.
Ninguna cosa de las que se le dijeron , ni las
lágrimas que muchos derramaron pudieron hacer
mella en aquel pecho invencible , que era como
una fuerte roca, que despide todas ias ondas que
la combalen del mar. Armado , pues, de la confianza
que tenia en Dios , y abrasado del zelo do
su gloria y de la salud de las almas, no hizo caso
de las dificultades, peligros y molestias de aquella
navegación ; antes repartió luego los padres y
hermanos que habían venido de Portugal por los
pueblos de Coulan , Santo Tomé, Malaca , Malucas,
Bazain , Onmiz ( que en la Pesquería ya es--

391 LA LEYEN1V
luba el padre Antonio Criminal), dándoles la orden
de lo quo cada uno habia de hacer en su puesto
, y encargándoles mucho el cuidado que habian
de tener, primero de su salvación y perfección, y
después de la de sus'prójimos , y el amor y blandura
con que habian de ganar las voluntades de
los infieles para quo se convirtiesen , y alentar
a los nuevamente convertidos.
39 Dejó en Goa en su lugar y como vicario
suyo al padre Pablo Camerato, instruyéndole de
todo lo que habia de hacer; y él con el japón Pablo
de Santa Fé , nuevamente convertido , y con
el padre Cosme de Torres , y el hermano Juan
Fernandez , y algunos otros pocos compañeros salió
de Goa , y se hizo á la vela el mes de abril
del año de 1519 : y habiendo navegado prósperamente
cuarenta dias, tomó puerto en Malaca el postrer
dia de mayo. Allí, mientras aguardaba tiempo
para navegar, no estuvo ocioso ( porque su espíritu
no lo pocha estar); antes hizo cosas graneles, provechosas
y milagrosas. Por no tener comodidad de
nave portuguesa en que pasar al Japón, se embarcó
en un junco de un capitán de China , que le prometió
de llevarle al Japón , para donde partió de
Malaca el día de san Juan Bautista de aquel año;
y favorecido del viento del Espíritu santo, que le
¡levaba, tomó puerto en Japón en la ciudad ele
Cangoxima , que era patria de Pablo de Santa Fé,
el dia de la gloriosa Asunción de nuestra Señora,
bichóse bien de ver el favor del Señor en aquella
navegación, por los muchos, varios y graves impedimentos
que el demonio puso para estorbarla
: porque como el capitán del junco era de la
•China, pretendía ir masa su patria que al Japón,
no haciendo caso de lo que habia prometido , y
como era gentil, tenia un ídolo ó demonio en la
popa, á quien siempre consultaba lo que había
de hacer y el suceso que habia de tener aquella
navegación ; y el demonio que le quería estorbar
á san Francisco , le daba las respuestas conforme
á su intento : y habiendo caido y ahogádose en el
mar una hija del capitán , preguntando al demonio
la causa de aquella desgracia , respondió quo no
muriera la hija del capitán , si hubiera muerto
uno de los compañeros de san Francisco, de China,
que se llamaba Manuel , y poco antes habia caido
de lo alto de la nave en la bomba, y aunque
se quebrantó , no muí ¡ó: y con esto el capitán,
que sentia mucho la muerte de su hija, creyendo
al demonio, tomó grande ojeriza contra el santo,
pareciéndole que por su causa lo había venido tan
grande desastre ; mas san Francisco con aquella
grande y segura confianza que tenia en Jesucristo,
sabiendo que es Señor de los mares y de los
vientos, y de los mismos demonios, nunca los temió
, ni en tan graves y presentes peligros hizo
caso de ellos; y así el Señor contra la voluntad
del capitán del navio lo guió de manera, que llegó
( como dijimos ) al Japón, y surgió en el puerto
;¡e Cangoxima. Allí fué muy bien recibido de los
deudos y amigos de Pablo , y del mismo magistrado
, maravillándose tocios de ver sacerdotes
cristianos en su tierra , venidos de Europa, no
por especiería , oro ó plata, piedras y perlas pre—
\ DE ORO. DICIEMÜIÍE g
ciosas, sino para traerles la luz del cielo, y sacarles
de las tinieblas de sus errores.
10 Convirtiéronse á nuestra santa fé la mujer
y una hija , y muchos deudos y amigos de Pablo:
y habiendo alcanzado del rev cleSaxumia licencia
para que sus vasallos libremente se pudiesen hacer
cristianos; muchos, y entro ellos dos bonzos (que
son sus sacerdotes) , recibieron el agua del santo
bautismo, sin contradicción del pueblo ni repugnancia
de los suyos. Creció después nías el número
de los que se convirtieron, por ios milagros
que Dios obró en Cangoxima por san Francisco:
porque allí resucitó una hija de un caballero ririco
, gentil, y sanó á un leproso; y la gente , admirada
de lan grandes maravillas , comenzó á
mirarle y reverenciarle como á hombre venido clel
cielo. Pero los bonzos, temiendo que con la predicación
del Evangelio, su falsa religión caeria, y
sus rentas v limosnas se menoscabarían , persuadieron
al rey que mandase, so graves penas, que
en su tierra lóelos guardasen su antigua religión , y
no recibiesen la que san Francisco predicaba. El,
habiendo gastado y esperado un año , padeciendo
gravísimas injurias é incomodidades, dejando allí
á Pablo con ochocientos nuevos cristianos, muy
afligidos porque los dejaba ; se partió con sus compañeros
¡jara Firando , donde en pocos dias se
lucieron cristianas cien personas , las cuales encomendó
al P. Cosme de Torres, y él con Juan
Fernandez se fué á la ciudad de Anianguiche , que
es grande, rica y populosa. Aquí les predicaba
cada día en las plazas : y aunque concurría mucha
gente, y unos le oian con gusto y otros con disgusto,
y muchos hacían burla de él teniéndole por
insensato, y como á tal le trataban, y los muchachos
y la gente clel pueblo le perseguían y mofaban
de lo que había predicado; mas alguna gente
cuerda y principal, admirada de la paciencia y
mansedumbre del santo padre, le oyó en sus casas,
y el mismo rey de Amanguiche le llamó, y
quiso oír su doctrina , pero no la recibió. Mas habiendo
entendido que la cabeza de lodo el Japón
era la ciudad do Meaco , á cuyo rey respetaban y
obedecían los oíros reyes y señores, se resolvió
de ir á Meaco , para alcanzar del rey una provisión
, para predicar por todo el Japón la ley evangélica.
Está distante Meaco de Amanguiche, por
camino derecho , como cincuenta leguas, pero hay
tantos pantanos y montes , y malos pasos en el
camino, que es menester rodear y alargarse mas;
y por ser el corazón del invierno y los fríos muy
recios, estaba lleno de nieve y de hielo, é inquieto
con las guerras y mal seguro de ladrones. El santo
varón no sabia el camino, y su mismo traje y vestido
de pobre le hacia despreciable en los ojos de
aquella gente , que se precia mucho y pone su
honra en vestirse bien. Todas eslas dificultades
venció el fervoroso ánimo y la caridad encendida
de este santo varón. Concertóse con un japón que
iba á caballo para Meaco, que le acompañaría y
servirla como lacayo por,todo el camino , con que
le llevase consigo basta ponerle en aquella ciudad.
El japón iba en su caballo , y muchas veces corriendo
por ol peligro de los ludioues, y san Eran-

mcTK.HaRE, 3 LA LEYENDA DE ORO. 3!/.->
risco , cargado de los ornamentos para decir misa, de san Francisco un japón que habia venido á
y de otro hato de su amo , iha lias él á pié por la oirle el sermón , y[era mozo libre y desenvuelto,
nieve ( y muchas veces descalzo ) por los panta­ hizo burla de él, y para mayor oprobio le escupió
nos y rios (pie habia de pasar, y lastimándose los en la cara. El hermano, sm turbarse , limpiándo­
pies con las piedras y espinas que topaba ; mas sela con el lienzo, prosiguió su sermón con la mis­
iba tan enajenado y como fuera de sí, y lan trasma serenidad y semblanle que antes. Vio esto otro
portado en Dios, que no parecía qoesenlia algún de los oyentes : y pareciéndole que aquella pa­
trabajo, ni las voces y gritería que algunas veces ciencia y sufrimiento del hermano, era cosa mas
le daban los japones por el camino, por verle tan divina que humana, y que no podia dejar de ser
pobre y extranjero , y tenerle por hombre loco y verdadera la ley que predicaba , pues le enseñaba
sin juicio. Llegado á Meaco, nunca pudo haber y daba virtud para ser tan manso, y llevar con
audiencia del rey, porque las guardas no le deja­ tanta serenidad la injuria que se le habia hecho;
ron entrar, haciendo burla de su persona. Quiso vino luego á buscar á san Francisco , y le pidió
predicar en la ciudad , mas estaba tan alborotada que le luciese cristiano ; y fué el primero que esta
y con tanto temor de guerra, que le pareció al vez recibió la fé en Amanguiche : para que se. vea,
santo que no seria oido : y encomendándose á cuánta mas fuerza tienen los ejemplos de pacien­
nuestro Señor, se resolvió á volverse á Amangui— cia que las palabras. Tras este se siguieron otros
che , por ser ciudad muy principal (como diji­ muchos , y entre ellos un mozo muy docto, ejermos)
, y tener esperanza de mas copiosa cosecha, citado en todas las sectas del Japón , que recibió
y volvió con el mismo trabajo ó incomodidad que el bautismo, y se llamó Lorenzo, y se determinó
habia venido.
á entrar en la Compañía y consagrarse del todo á
41 En Amanguiche se fué al rev y luego le
dieron entrada , y fué recibido de él con gran cortesía
y humildad , especialmente después que le
dio las cartas del virey y obispo de la India , v
algunos presentes, que aunque no eran de mucho
valor , mas por ser de cosas nuevas y no vistas en
aquella tierra, fueron muv estimadas del rey: el
cual por corresponder al santo , le ofreció buena
cantidad de oro y plata; mas él no la quiso recibir,
diciendo, que no habia venido de lan lejas
tierras por cosa alguna de la tierra , mas por solo
llevar el alma de su alteza y la de sus vasallos al
cielo, enseñándoles el camino para ir allá, que
era el conocimiento y obediencia de un Dios solo
y verdadero , criador do todas las cosas, y de su
unigénito HIJO Jesucristo; y que pura eslo le suplicaba
que le diese licencia para predicar, y mandase
pregonar, que todos sus vasallos que quisiesen
, podian libremente recibir la religión cristiana.
El rey quedó lan pagado del sanio , y del
menosprecio del oro y piala que le había ofrecido,
Dios, y fué uno de los mayores ministros que su
divina.Majestad tomó para convertir á los japones,
y amplificar su santa religión en aquel reino. Fué
tanto el fruto que se hizo en Amanguiche , que en
espacio dn un año se bautizaron tres mil personas,
y entre ellas algunas doctas y de grande ingenio,
que disputaban con los bonzos y los convencían de
sus errores. Crecieron tanto en la virtud y piedad
aquellos cristianos, que en veinte y cinco años de
torbellinos y tempestades , que después padecieron,
faltándoles padres y maestros que los amparasen
y ensoñasen ; ellos mismos se hicieron maestros
entre sí, y conservaron la doctrina que de
san Francisco habían recibido.
y él no habia querido recibir, que le concedió
luego todo lo que habia pedido, v juntamente un
monasterio de bonzos , que estaba vacío , para que
pudiese en él habitar.
42 Con osla buena gracia y liberalidad del
rey, Ingente de Amanguiche cobró eslima de la
persona del santo varón y de la doctrina que enseñaba.
Venían muchos á oirle cuando predicaba
(que era dos veces al día), y á preguntarle varias
cosas acerca do lo que había enseñado, y de los
misterios de nuestra sania religión ; y también venían
al monasterio donde moraba , bonzos y Lienzas
(que son sus religiosos y religiosas), y muchos
caballeros y genio noble, proponiéndole lanías
dudas , que le leniancasi lóela la noche sin dejarle
reposar. Y aunque gastó muchos diasen eslo, y
los japones mostraban que les cuadraba, v era
conformo á razón lo que el sanio padre les enseñaba
; ninguno se movía á ser cristiano (por ser
cosa muy diferente parecemos bien lo bueno y ponerlo
por obra ) , hasta que un dia , predicando en
la plaza el hermano Juan Fernandez . compañero
43 Era ya tan grande la fama que por lodo
el Japón se habia extendido de la santidad y excelencia
de su persona , que el rey de Rungo , hombre
prudentísimo, y muy poderoso y estimado, le
envió á rogar que le viese, y el santo frió, acompañado
de muchos portugueses que le quisieron
honrar, así por mostrarlo que le estimaban, como
por acreditar mas la doctrina que enseñaba y,
amplificar nuestra santa religión. Fué recibido del
rev de Rungo con extraordinario apáralo y benevolencia
: disputó delante do él y de toda su corto
muchas veces con los bonzos, que una vez vinieron
á la disputa en número de tres mil, escogiendo
á los mas sabios y famosos entre ellos para que
hablasen, y todos quedaron convencidos, avergonzados
y corridos, sm que ninguno supiese responder
ó replicar ó lo que decía san Francisco; y
y el mismo rey , y toda la gente, admirada de la
verdad que enseñaba , y de la eficacia y modestia
con que la enseñaba , entendieron que aquella no
era doctrina humana sino venida de arriba. Mas
estando san Francisco ocupado con el rey do Bungo
, en Amanguiche , dondo habia quedado el padre
Cosme de Torres para cultivar aquella viña,
al mejor tiempo se armó un nublado , que la apedreó;
porquo el mismo rey de Amanguiche fué
despojado del reino por un vasallo suyo, y se mató
con sus manos temiendo caer en las de su enemigo
, y la nueva Iglesia del Señor padeció mucho,

aunque con su gracia pasó presto aquella tempestad
: porque el reino de Amanguiche se dio á un
hermano del rey de Bungo , que á suplicación de
san Francisco y recomendación del rey , su hermano,
amparó y favoreció á los cristianos, como
lo hizo el mismo rev de Bungo en su reino y en
los otros que después poseyó , dando casa propia
en que morasen á los compañeros del santo, y
licencia para que sus vasallos pudiesen hacerse
cristianos: y aunque el mismo rey no se bautizó
luego, sino después de muchos años; pero cuando
recibió el agua del bautismo, tomó el nombre de
Francisco-, por amor y memoria del sanio , que ha-
Iva sido el primero que alumbró su reino con la
luz del cielo: el cual se determinó volver á la
India : lo-uno para enviar de allá mas obreros al
Japón, que llevasen adelante lo que él habia comenzado
: lo segundo , por haber entendido de los
mismos bonzos , que su religión habia tenido principio
y manado como de su fuente, de la China,
y que hasta que los chinos recibiesen la fé de Cristo
, ellos no la recibirían ; y así se determinó de ir
él en pers-ína á la China , para que rendida aquella
lortaleza -,! como alcázar, mas fácilmente pudiese
sujetar á los japones : lo tercero; porque como
él era superior y cabeza de todos los de
la Compañía que estaban derramados por lanías y
tan diversas parles de la India, y san Ignacio le
halna encomendado el cuidado v gobierno de ellos,
quena verlos y anidarlos, para dar buena cuenta
á Dios y á su mae.^o de lo que estaba á su cargo.
Con esta resolución se despidió del rey de Bungo y.
demás amigas: y dejando al P. Cosme de Torres
el cuidado de las iglesias que había edificado, y de
toda aquella nueva cristiandad, se embarcó el mes
de noviembre del año de 1551 llevando consigo
dos japones, que él habia bautizado , y llamaban
al uno Maleo y al olio Bernardo, que fué el primero
que se convirtió en Cangoxima, de los cuales
Mateo murió en la India, y Bernardo vino á Roma,
y fué de la Compañía;, y tornando á la India,
acabó santamente su vida en el colegio de Coim-
J ira.
44 Embarcóse en la nao de Duarte de Gama,
^ "Je día á Chinchen, y tuvo una brava y hor-
•nbt? V 'mpestad en aquella navegación; mas el
Señor pe r
.'as oraciones del santo salvó la nave,
que se tai.' por perdida , y el ba'el de ella , que
con dos mor, ;1
s (otros dicen que habia quince per­
sonas en él) ai rebatado de la furia de los vientos
había desaparee.'do , volvió (contra el parecer y
esperanza de lodos los marineros) por A mismo
á la nave ( como sai, Frnnr'sco lo habia profetizado:
el cual fué viste en el .balel de los mismos
moros (pie andaban en el!, y guiaba el barco, y le
llevaba á la nave , en la cual realmente en su
propia persona estaba san Francisco , á cuyos
píes se postraron los moros , y se hicieron cristianos,
movidos de tan grande y lan evidente milagro.
45 En Chincheo entró en la nave de Diego
Pereyra , grande y antiguo amigo suyo . y con
prósperos vientos llegó á Malaca, donde fué recibido
con increíble alegría y regocijo de toda la:
LA LEYENDA DE ORO. IMUIÍMISKE , 3
ciudad, que vino en procesión á la iglesia de la
Compañía , para hacer gracias á nuesiro Señor,
por haberles dejado ver otra vez al sanio , el cual
do allí , pasando por Cochin , y visitando á sus
hermanos, llega á Goa ; y antes de entrar en casa
se fué al hospital, para visitar y consolar á los enfermos
, y después se vino al colegio ; y hallando
que uno de sus hijos estaba muy malo , y casi desahuciado
y para morir , poniendo sobre él sus
manos, y diciendo un evangelio, le dio entera salud.
Abrazó á todos sus hijos con amor de verdadero
y benignísimo padre; y ellos le abrazaron y
reverenciaron como á padre santo y hombre venido
del cielo. Halló las cosas de la cristiandad en
todas partes muy acreditadas, y que nuestra santa
religión florecía en la India: y habiendo dispuesto
las cosas, y dado la orden que le pareció, y concertado
con el virey , que enviase á Diego Pereyra
por embajador del rey de Portugal con un
rico presente al rey de la China, y que él iria como
compañero del embajador , para poder entrar
con este color, y tentar el vado, y ver la disposición
que habia en aquel reino lan rico, lan poblado,
tan extendido, y tan ciego y sepultado en
las tinieblas de la ignorancia é idolatría ; nombró
por superior de todos los de la Compañía de la
India al padre Gaspar Barceo , flamenco, y antes
de partir se echó á sus pies diciéndole . que él
también estaba á su obediencia, llorando lodos
los circunstantes su partida con tan copiosas y
amargas lágrimas, como que adivinaban que no
le habían de ver mas.
46 Salió de Goa á mediados de abril del año
de 1552 en la nao de Diego Pereyra, que habia hecho
grandes gastos para aquella jornada , é iba
con gran voluntad á ella por servir á Dios y á su
ley, y acompañar á san Francisco. Llevaba en su
compañía al padre Baltasar Gago , y al hermano
Pedro de Alcaceva, para enviarlos desde Malaca
al Japón á ayudar al padre Cosme de Torres. Para
el viaje que hacia á China , solamente tomó
por compañero un hermano que se decia Alejo
de Herrer , y un mozo natural de la China, por
nombre Antonio de Santa Fé, que se habia criado
en el colegio de San Pablo de Goa. Antes de
llegar á Malaca tuvieron una recia tempestad, en
que se daban ya por muertos : aplacóla nuestro
Señor por las oraciones del santo padre; y de allí
adelante tuvieron mucha serenidad y bonanza,
hasta llegar á Ma'aca. Pero aquí tuvo san Francisco
mas contrarios vientos , y mas brava tormenta
que en el mar: porque el gobernador de
Malaca, por cierto disgusto antiguo que habia tenido
con Diego Pereyra (que como dijimos iba por
embajador al rev de la Clima), pesándole mucho
do la honra y del provecho del que tenia por enemigo,
le estorbó aquella jornada con tanta fuerza
y violencia , que todos los medios que lomó san
Francisco de sumisión , ruegos , promesas , anienazas
y excomuniones (que como legado apostólico
fulminó contra él), no fueron parle paia
sosegar y poner en razón el ánimo obstinado y
mas duro, que el acero del gobernador: y así quedó
en Malaca Diego Pereyra , y se corló el hilo y

Din mi;HE 3 LA LEYENDA DE ORO. 3:)-
liaza do la cu.l ajada que habían de hacer en la
China. Mas san Fiancisco . aunque sintió mucho
( como era razón) aquel impedimento de !a prodición
evangélica; y de la facilidad con que pensaba
entrar en la Clima, no desmayó; antes consolando
á Diego Pereyra. y asegurándole que todo aquel
daño que padecía, resultaría en mayor acrecentamiento
de su honra y hacienda, y amenazando al
gobernador con la ira de Dios y con el castigo que
presto vendría sobre él, salió de Malaca y en saliendo,
sacudió el polvo de los zapatos,como Cristo
nuestro Señor mandó á los discípulos lo hiciesen,
cuando no fuesen bien recibidos en alguna ciudad.
Lo que el sanio anunció, se cumplió al pié de la
letra : porque Diego Perojra después fué muy honrado
y acrecentado del ley de Portugal; y el gobernador
de Malaca , por justo juicio del cielo,
dentro de pocos meses fué preso en Goa, y desde
allí llevado á Portugal y confiscados lodos sus
bienes , murió en una cárcel , pobre y miserablemente.
47 Llegó san Francisco á la isla de Sanchoan,
que está como treinta leguas de la China, con
gran deseo de hallar algún camino para entrar en
aquel reino , que tiene la puerta tan cerrada pata
todos los extranjeros , que hay pena de muerte á
cualquier extranjero que entrare en aquel reino sin
licencia , y á cualquiera chino que le metiere; y
guardan esta ley con gran rigor, y no faltaban
ejemplos frescos quese contaban. Después de haber
tentado \aiias rosas sin fiuto, finalmente se
concertó con un mercader chino , que secretamente
le lle\ ase al puerto de Catón , que es la primera
ciudad de la Clima , y que habiéndole tenido
escondido en su casa lies ó ruano dias , una
noche le pusiese a ¡as puertas ele la ciudad , y le
dejase allí á sus aventuras; y san Francisco le ofre-
•ció de darle como doscientos ducados de pimienta,
que para esle efecto le hablan dado los portugueses.
Todo esto tenia grandes dificultades y peligros;
mas el ánimo de san Francisco cerno ardía en vivas
llamas de amor del Señor , en ninguna cosa
reparaba , ni hacia caso de tormentos y muerte:
porque ninguna cosa mas deseaba que dar la vida,
y mil vidas que tuviera , en lan gloriosa empresa
jior su amor. Quedó san Francisco muy alegre con
el concierto, viendoquese le descubría camino para
lo que lanío deseaba : y porque no le fuese impe—
diminuto para su entrada , tornó á enviar el hermano
que habia traído de la India (porque andaba
muy falto do salud) con los navios de los portugueses
que. habían ya negociado, y se volvían á
Malaca , y al mozo chino. Algunos creen que le
envió adelante para hallarse mas desembarazado
y solo , y poder onlrar en la China con mavor secreto
y seguridad del mercader. Pero el Señor se
contenió de este deseo y quiso mas remunerarle
los trabajos inmensos que hasta allí habia padecido
por su amor, (pie ponerle en ocasión de padecer
otros mayores. Aceptó por entonces su voluntad
y dejó de abrir puerla á la China , que estaba
tan cerrada para hacerlo despees de sus merecimientos
y oraciones; y el santo varón alcanzase
muerto loque no pudo siendo vivo : porque poco
después (pie murió, se facilitó á los portugueses
en Meaco y Catón el Iralo con los chinos; y algunos
padresde la Compañía, lujos de san Francisco,
han entrado en aquel reino y viven en él con
seguridad; y cada dia esperamos que crecerá mas
aquella cristiandad con lan buen intercesor como
san Francisco Javier.
48 El mercader chino no cumplió su palabra,
y Dios envió á su siervo una calentura: y aunque
mejoró , nunca pudo convalecer bien de ella ; untes
recayó y entendió que el Señor loquería llevar
para sí , y cumplirle oíros deseos mas encendidos
que poco antes le había dado , de dejar el cuerpo
mortal en la lierra é irse al cielo á gozar de su
bienaventurada vista , con los cuales los otros deseos
de trabajar y padecer se iban mitigando.
Tuvo revelación de su muerte y estando en aquella
isla en una choza ó enramada , que se había
armado en lo alio de un monte , desamparado do
los hombres, fallo de todas las cosas necesarias
para la salud , pero muy acompañado del Señor y
de los ángeles , y lleno de dulzuras y consolaciones
del cielo, por verse en lan extremada pobreza (cosa
que él tanto habia deseado) ; repitiendo muchas
veces el dulcísimo nombre de Jesús y de María, y
haciendo unos tiernos y amorosos coloquios con el
Señor , dio su bendita alma al que para tanta gloria
suya y bien del mundo la había criado.
49 Ésta es una breve suma de las peregrinaciones
de san Francisco: esta una lela sencilla,
tejida de sus trabajos , de su vida y muerte. Mas
¿quién podrá explicar las labores que el sumo ailííice
labró en esta lela ? ¿ Las gracias y dones que
pintó en esle lienzo? ¿Las heroicas y divinas virtudes
con que adornó y enriqueció el alma de eslo
gran siervo suyo , que son lautas v tan admirables,
que lengua de ángel seria menester para poderlas
referir? ¡ Qué humildad lan profunda ! \ Qué obediencia
lan perfecta ! ¡Qué menosprecio de todas
las cosas de la lierra , v qué aprecio de las del cielo
! ¡ Qué oración ! ¡ Qué mortificación ! ¡ Qué paciencia
y alegría en las persecuaiones! j Qué fortaleza,
confianza y seguridad en los peligros! ¡Qué
friego de amor divino , y qué sed de padecer y
morir por Cristo , y por la salud de sus hermanos,
sin versejamás liarlo de trabajosyanguslías ! ¡Qué
anchura y capacidad de corazón , á quien todo el
mundo era corto v angosto ! ¿Qué diré de los privilegios,
con que Dios le hizo mas que hombre y
superiorde los demonios y de las enfermedades,do
los mares, vientos y tempestades? ¿Qué de aquella
luz soberana y celestial con que alumbrada su alma
veia las cosas ausentes, como si estuvieran antesus
ojos y las que habían de venir , como las presentes,
y leía los corazones de los que trataban con
¿Qué de los muchos v grandes milagros con
que le glorificó Dios en el cielo y en la tierra? Desenvolvamos
este lienzo: despleguemos estas labores:
descubramos esta tabla , en que Dios sacó
una imagen acabada de su gracia, y un perfecto
relralo de todas las virtudes; y comencemos con
la humildad, que es el alma , madre y fundamento
de todas.
50 Era muy amigo (como habernos visto) do

398 • Í.A LEVEN DA DE ORO. nir.iEMimF., 3
servir en los hospitales á los enfermos, y siempre
se inclinaba y acudía á los enfermos mas bajos y
viles. Viniendo de liorna para Portugal con el
embajador don Pedro Mascareñas, en lodo aquel
camino se ocupaba en avndar á los oíros que iban
en su rómpanla, dándoles el mejor lugar, aposento
y cama , y teniendo cuenla de (larde comer á las
cabalgaduras. Cuando se embarcó para la India,
nunca los ministros del rey pudieron acabar con
él (como dijimos) , que tomase un criado que le
sirviese; antes él mismo sirvió en la nave á lodos
los que tenían necesidad y se querían aprovechar
de su trabajo. Llegado á Goa , se postró á los pies
del obispo, y le dio el breve del papa en que le
hacia su nuncio apostólico por toda la India, diciéndole
, que no usaría de él sino cuando fuese
su voluntad. Con esta misma humildad nunca
descubrió á nadie que tuviese tal breve ni la potestad
de legado apostólico sino al dicho obispo, y
después en Maluca. cuando iba á la Clima, para
atemorizar al gobernador de Malaca , qne le estorbaba
la jornada , v ver si con las censuras eclesiásticas
le podía reportar. Siendo él, co.no era, superior
de los olios sacerdotes v vicarios de los
obispos , los honraba v reverenciaba y ebedecia
como si fueran sus superiores, y esle respeto encomendaba
mucho á los de la Compañía , y que
no predicasen ni ejercitasen sus ministerios sin beneplácito
y bendición de los prelados que Dios ha
puesto en su Iglesia : y clecia . que de esla manera
habíamos de quebrar la cabeza de Satanás, que
s cabeza de los soberbios. Teníanle comunmente
todos por santo , y con esle nombre le llamaban;
y él se tenia por el mayor de los pecadores : y en
en una caria que escribió á Diego Pereyra , consosolándole
por haberse estorbado la jornada de la
China , dice , que por sus grandes pecados Dios lo
había permitido, y (pie él solo tenia la culpa; pues
habiausido lanías v lan graves las sirvas, que no
solamente habían hecho daño á sí, sino también
al mismo Diego Perevra. En olía caria que escribió
de Cangoxima á los hermanos de la India, les
dice que le cumplía mucho darles cuenta de un
grande cuidado en que vivía, para que en sus sacrificios
y oraciones le ayudasen : y era el cuidado,
que siendo todos sus pecados y continuas maldades
mamfieslas á Dios, temía mucho que no habiendo
en su alma y vida una gran enmienda . lo
suspendiese el Señor la divina gracia , lan necesaria
para comenzarle á servir en aquellas parles
con perseverancia hasta el fin. Y en otra caria,
atribuyendo ledas las mercedes que Dios le hacia
á las oraciones de los hermanos, les dice: «Las
recreaciones que en eslas parles tengo, son acordarme
muchas veces de vosotros, carísimos hermanos,
y del tiempo qne por la misericordia del
Señor os conocí y conversé: siento dentro en mi
alma cuánto por mi culpa perdí en no aprovecharme
de las mei cedes que nuesiro Señor os ha comunicado,
lláceine el mismo Señor lanías misericordias
en eslas partes por vuestras oraciones, por
la memoria continua que tenéis de encomendarme
á él, y reconozco , que por vuestra intercesión me
da el Señor á sentir la inmensidad de mis pera-
dos, y fuerzas para andar entre esla gentilidad. De
lodo lo cual doy muchas gracias á la divina Majestad
, y á vosotros, carísimos hermanos míos , y
agradezco mucho esla gran caridad.» lima de la
honra v de sus alabanzas con lanío cuidado , romo
otros huyen do la alienta y del vituperio : y cuando
alguno decia cosa que redundase en su loor, so
ponía colorado, y quedaba vergonzoso y corrido.
Encabria con maravilloso artificio sus virtudes, y
los milagros qne Dios obraba por él, atribuyéndolos
á la f'é y devoción de los que de la mano del
Señor recibían aquel beneficio. Ninguna cosa encomendaba
mas veces y con mayor encarecimiento
á sus subditos, que el estudio de la verdadera humildad
, afirmando que ninguno puede ser legítimo
lujo de la Compañía do Jesús , m servir en ella
fielmente al Señor, sino el que fuere despreciador
de sí mismo, v conociere bien su poquedad y bajeza
; porque decía , que la arrogancia y vana presunción
de sí mismo, es el veneno de toda virtud
y enemiga del instituto y perfección de la Compañía;
y así en una epislola , escribiendo del Japón
á los padres y hermanos de Goa , les dice : « Ejercitaos
con gran cuídalo en la humildad, y venceos
en lodas las cosas (pie nueslra naturaleza depravada
aborrece , y trabajad mucho por conoceros
perfectamente con la divina gracia; porque el conocimiento
de sí mismo es, como ama, que cria la
confianza en Dios, v como madre de la humildad
cristiana.»
51 De esle mismo afecto de humildad nació
en san Francisco aquella perfecta obediencia que
tuvo á iodos los superiores, y especialmente á san
Ignacio, que fué tan grande, que en diciéndole
que se partiese ele Roma para la ludia, porque
Dios le llamaba y se quería servir de él , luego
bajó la cabeza , y con grande alegría se ofreció al
trabajo , y se partió al otro dia . ron no estar aun
confirmada la Compañía, ni ser san Ignacio prepósito
general , sino solo persona á quien todos,
como á ¡ladre v maestro, voluntariamente respetaban.
Y con esla misma obediencia recibía lodas
las órdenes que el santo padre Ignacio desde Roma
á la India le enviaba , como venidas del cielo;
y en una caria que san Francisco desde la India
escribió á san Ignacio , lo dice , que aunque estaba
seis mil leguas lejos, v ya viejo y cano , y no pensaba
verle sino en el cielo; pero qne si le mandase
volver á Roma , luego volvería, sin qne los mares,
vientos y tempestades se lo estorbasen. Y ruando
mandaba alguna cosa á sus subditos, solía añadir:
Mirad que os mando eslo por la reverencia y
obediencia (pie tenéis á nuesiro sanio padre Ignacio;
mostrando en esto su humildad y respeto (pie
lema á su sanio pudre ; pues qneríaque le obedeciesen
á él por su respeto: la cual humildad no
menos resplandecía en escribir á san Ignacio las
carias de rodillas: lanía era su humildad propia y
la estima que tenia de la santidad de su padie.
52 Esla misma humildad de san Francisco
resp'andeció mucho en el amor dula sania pobreza
, como quien lan bien sabia las riquezas que «

DieIEMBRH , 3 LA LEYENDA DE OHO.
cautiverio y dura servidumbre de la codicia, y pro
veyéudolos sin cuidado de lo que han menester,
teniéndolo todo , por haberlo dejado todo por aquel
Señor, que siendo riquísimo, se hizo pobre por
enriquecernos con su pobreza. Llegado á Lisboa,
no quiso aceptar la casa, ni la comida que el rey
le ofrecía; sino fuese al hospital, pidiendo de
puerta en puerta su pobre comida. Después queso
embarcó pura la india , nunca el gobernador Martin
de Souza pudo acabar con él (pie comiese en
su mesa (como se dijo arriba); porque en el mar
v en la tierra siempre vivió de limosna para su
comida y vestido. En la misma ciudad de Goa,
donde no le fallara lo que (pusiera, guslaba mas
de pedirlo por amor de Dios , por el aféelo grande
que lema a la sania pobreza. Trayendo en la India
una media loba vieja y rola, sus amigos le hicieron
hacer una nueva: y no habiendo querido
vestírsela por ningún caso, con cierto engaño (sin
saberlo éli , se la hicieron vestir. Cuando lo supo,
y se vio vestido con la media loba nueva , lanío
los importunó, que le hubieron de volver la vieja.
Cuando fué al cabo de Comorin , ó Pesquería , fué
con suma pobreza y desnudez , andando muchas
veces descalzo; y lo mismo hizo en el Japón yendo
corriendo lias los caballos, desabrigado y casi
desnudo y traspasado de los hielos y extremados
filos del invierno: venando volvió del Japón á
Goa, traia un sombrero viejo, la camisa rola, la
loba hecha pedazos y remendada , como quien
triunfaba de la abundancia y de la vanidad do
los lujos de este siglo; porque su regalo y deleite
era ser pobre y vivir como pobre; y así en una
carta que escribo del Jupón á sus lujos (pie estaban
en Goa, les dice estas palabras: «Y'a habernos
llegado por singular gracia de Dios al Japón,
donde hay falta de todas las cosas : lo cual
lengo por particular beneficio de la providencia del
Señor; porque en los otros lugares la abundancia
de comida y de regalos muchas veces es incentivo
para que los hombres sigan sus apetitos sin freno,
y se entreguen á los gustos de la carne; y á esta
causa fallan á sus almas las consolaciones espirituales,
y no pocas veces el cuerpo padece graves
enfermedades , y con ellas paga el mal gusto que
tomó.
33 Sobre esle sólido y profundo fundamento
de la humildad edificó san Francisco (ó por mejor
decir el Señor en él) el alio y hermoso edificio
de todas las virtudes , hasta llegar á la cumbre de
la caridad , que es reina y vida de todas; porque
cierto es cosa que pone admiración , el ver cuan
encendido y abrasado estaba el corazón de este
santo padre del amor del Señor, con el cual so
entretenía de noche, contemplándole y hablando
con él, y de (lia no le perdía de vista, conversando
por su mismo amor con los hombros , y los
vivos deseos que aidian en aquel pecho sagrado
de morir mil veces por él: ofreciéndose entre lanías
y tan bárbaras naciones á manifiestos peligros
de pestilencia , naufragios, corsarios y ladrones, v
buscando siempre su mayor gloria. Esta caridad
le llevó á la India : osla lo hizo padecer lanío y
con lanía alcgi'ia en la Pesquería : osla le hizo dul­
399
ces v sabrosas las fatigas y peligros do la isla del
Moro: esla le hizo despreciar lanías veces las ondas
inmensas del mar Océano, v los peligros do
los corsarios, y penetrar á los remos del Japón, y
procurar entrar en los de la Clima , sin reparar eit
vida ni en muerte , para amplificar la gloria do su
Amado , y alumbrar las almas ciegas de los gentiles
, que el Señor había comprado con su sangre.
Y' si el padecer mucho por el Ainado es señal
de grande amor; ¿cuan grande fué el amor
de esto santo varón paia con Dios,
lanío p ladee
y una vez an
bla en las onda
vez persiguiendo
fies veces padeció
quien
naufragio,
uvo dos ó tros (has sobre una lá­
drsl mar , y Dios le libró. Otra
i los moros se escondió en un
bosque , donde estuvo algunos días; y asi escapó.
¿Pues cuántas veces lo tiraron saetas los
barbaros? ¿Cuántas le quisieron matar con ponzoña?
¿Cuántas los ladrones estuvieron para poner las
manos en él; y las hubieran pneslo y acabildóle la
vida, si Dios no le hubiera lado? jiro
diré de aquella confianza que le duba este mismo
amor de Dios en estos trabajo? v peligros, que era
lan grande y estupenda , que parece estaba colgado
de, sola la paternal providencia de su Amado
, v armado con ella era señor do todas las
criaturas y rico en la pobreza , abastado en la necesidad
, y esforzado en los peligros, en las tempestades
seguro, entre las armadas délos bárbaros
intrépido, en medio de la muerte con mucha paz,
sin querer tomar contravenenos, ni remedios cuntía
la ponzoña? Finalmente, quebrantó la cabeza
del demonio, que muchas veces en grandes
aprietos le pretendió espumar y nunca pudo , porque
armado con esla confianza , sabia que su Señor
no le podia faltar, ni el demonio locarle en un
cabello sin su voluntad; y así en una carta,
que al tiempo que iba alJapon escribió al provincial
de Portugal , le dice: «Todos mis amigos
y familiares se espantan , que yo quiera emprender
un camino lan largo, y grandes peligros
de las tormentas y corsarios; mas yo no nio
maravillo menos de ellos, que tengan lan poca
confianza en Dios, debajo de cuya mano eslán todas
las cosas; y así sabiendo cierto que todas se
rigen por su voluntad , nmgun.v cosa temo sino al
mismo Dios, y que no me pida cuenta de la negligencia
con que lo he servido y me castigue por
ello ; y ¡ior esto no hago caso de los espantos, peligros,
miserias, cruces y tormenlos. Asoló Dios
lomo, criador y gobernador de todas las cosas, y
sé cierto que ninguna de ellas , por mala y perniciosa
quesea , puede hacer mal á los hombres, sino
cunto él les permita.» 'Podas estas palabras son de
san Francisco; mas do todo lo quo padeció por
amor del Señor, con ser tanto , no es nada para
loque él deseó padecer; porque en los mavorus
trabajos y mayores angustias suplicaba al Señor,
que no se las quitase, sino para darle otras mayores.
Y una vez que el Señorío mostrólas cruces
y tormenlos por donde había do pasar, no se espantó
tu desmayó (como dijimos]; autos con grande
esfuerzo y espíritu clamó: Más, más, más, Señor
; patéeteudole pocos aquellos trabajos que Dios

400 LA LEYENDA DE ORO
le representaba, para los qne el deseaba padecer.
No quiero hablar do aquella ansia insaciable con
que deseó y procuró que lodo el mundo conociese
y amase y sirviese á esle Señor; porque las
vueltas que dio en la India de provincia en provincia
, de reino en remo , do unas naciones en
otras, hasta llegar alo último de Oriente, yá
tierras no conocidas con tantas incomodidades, ¡ios
declaran esle amor. Pasaba algunas veces dos y
ires dias sin comer, ovendo confesiones , sirviendo
a los enfermos, pacificando y haciendo amigos á
los discordes y atendiendo á las oirás obras de candad,
olvidándosedc si, y susienlándose comocon
pasto del cielo, del divino consuelo y viviendo de
Dios. Y no solamense se desve'aba en procurar
que los pueblos, ciudades y reinos enteros conociesen
al Señor; pero de cualquier alma particular
tenia gran cuidado de ganarla para Dios, y mas
de las almas de los mayores v mas públicos pecadores.
Guando estuvo en la isla de Teníate , quitó
las amigas á los soldados que allí estaban, y solo
quedaron dos á quienes , cuando partió, no habia
podido persuadir que las dejasen; mas ido a la
isla de Amboino escribió á un amigo suyo que había
quedado en Teníate, que avisase á aquellos
dos de su parte . que saliesen de aquel cieno y alo-
¡ladero en que estaban , y que le avisasen cuando
habia de ser; porque luego seria con ellos p¡ua
nyudaiíos,y que entre tanto no cesaría do pedir á
Dios, que los tuviese de su mano, y no les casligase.
54 En la ciudad de Malaca hubo un judio vicioso
y obstinado , aunque doclo, que hacia escarnio
y mofa de san Francisco cuando predicaba.
No se enojó, ni alteró el santo padre ; antes con
blandura y buena gracia se le hizo amigo, y de
judío pertinaz y rebelde , Dios le convirtió, é hizo
cristiano liel y piadoso. Navegando una vez al
puerto de Canavor , exhortó á uno que iba en la
nao, gran pecador, que se confesase: y viendo que
el hombre no admitía sus saludables consejos , disimuló
y le dejó por entonces. Después sallaron en
berra , y poco á poco le llevó consigo paseando
hasta un monte apartado , y estando los dos solos,
el sanio de repente se desnudó, y puesto de rodillas
delante de él , se comenzó á disciplinar con
una disciplina de abrojos, lan fuertemente, qne el
pobre hombre quedó atónito ; y mas oyendo decir,
que tomaba aquel castigo para aplacar á Dios y
detener el azote que quena descargar sobre él.
Salpicaba la sangre que salía de las espaldas
del inocente, al pecador: el cual espantado y
confundido de lan raro ejemplo de caridad, se
echó á sus pies, y se confesó y enmendó la vida,
'que era lo que el santo padre deseaba. Enviando
el virey don Juan de Caslro á su hijo don Alvaro
de Castro á cierta jornada, supo san Francisco,
que un soldado muy vállenle y desgarrado,
y que vivía como si no hubiera mas que
esta vida, iba en aquella armada; y sin tener
necesidad se embarcó en la misma fusla , en que
iba el soldado ( pensando todos que lo había rogado
el virey, que por amparo de su hijo, y toda
la armada fuese en ella): allí con su afabilidad y
niClF.JHiHH , 3
blandura Irabó plática con él, y se le hizo amigo,
y poco á poco le ganó de manera que saltando en
tierra le confesó generalmente : y dándole una pequeña
penitencia (admirándose el penitente de
ella , por ser sus culpas tañías y tan abominables),
el santo le dijo que por lo demás él satisfaría por
él á Dios: y entrando en un bosque allí cerca
lomó luego por principio de paga una recia disciplina;
y el hombre quedó espantado, y como
fuera de sí , y mas cuando entendió que el siervo
de Dios no se habia embarcado en aquella fusla,
sino para remediar su alma , y que se volvía para
Coa, de donde había salido para solo esle efecto,
y lo quedó lan agradecido y tan obligado á Dios
nuestro Señor, que con su gracia volvió la hoja,
y vivió de allí adelante cristianamente guardando
los consejos que el santo varón le habia dado. De
eslos ejemplos podíamos contar muchos, que por
ser semejantes, y del mismo jaez dejamos por brevedad.
55 Con ser san Francisco Javier tan zeloso y
fervoroso en procurarla salud de las almas, no
era severo, importuno y molesto, sino blando, fácil
y amoroso, tomando tantas figuras.y tan diferentes
modos para ganar á los que trataba , cuantas eran
sus condiciones y calidades. Con los soldados parecía
soldado , con los marineros marinero, con
los religiosos sanio, y con los pecadores alguna
vez parecía pecador , haciéndose lodo á todos
para ganarlos á todos para el Señor; porque aquel
grande y encendido amor que lo tenia le enseñaba
lo que habia de hacer : y como un hierro en
la fragua se viste de las calidades del fuego; así él se
vestía de las propiedades y participación do Dios.
No se puede fácilmente creer las artes que usaba
para sacar del pecado á los que estaban cautivos
y aprisionados debajo de la tiranía de Satanás.
Sabiendo que alguno estaba enlazado en
alguno amor deshonesto , no le iba luego á ¡a
mano; mas con un santo artificio se le entraba por
las puertas, y se le hacia amigo y familiar : después
él mismo se convidaba á comer con él; y habiéndole
ya ganado para sí, le ganaba para Dios:
porque cuando veía que aquella alma estaba bien
dispuesta , embestía con ella , y con sus amonestaciones
le quitaba las malas compañías y ocasiones
de pecar; y si no podía arrancar los pecados
lodos de un golpe , usaba de tal suavidad y destreza
, que ablandando el corazón poco á poco , de
uno en uno los quitaba todos; y de esta manera
con admirable afabilidad y prudencia quilo á un
hombre siete mujeres, una á una, con las cuales , y
grande escándalo del pueblo vivía deshonestamente.
Aconteció una vez de estas, pedir que le diesen
de comer (de limosna) á un hombre que
dentro de su casa tenia para su servicio algunas
mujeres con nombre de criadas, pero amigas. No
lo pudo negar el hombre por respeto de la persona
de san FYancíseo : el cual , con ver servir á las
mujeres á la mesa, no se extrañó , ni las torció el
el rostro, ni dijo palabra al huésped, hablando
mas eficazmente al corazón con su silencio , y con
su santa y suave conversación , que si le hablara
mucho ; y pudo tanto con aquella habla muda , qu

DICIEMBRE, 3 LA LEYENDA DE ORO
espantado el hombre de ella se compungió y vino
¡í buscar al santo , y se confesó y puso en sus ma­
nos , echando de su casa las ocasiones que tenia de
pecar.
56 Todo esto enseñaba al sanio varón (como
dijimos) el amor del Señor , que es gran maestro,
y juntamente le daba gracia para juntar con esta
facilidad y blandura una gravedad y composlura
religiosa, tan rara, que no perdía un punto de su
autoridad, ni de la opinión que de su santidad
leniar. lodos , por verle tan familiar con los pecadores
que pretendía ganar; porque era alegremente
grave y gravemente alegre y todas sus acciones
olían á santidad. Maravillosa era la suavidad de
su rostro, la dulzura de su trato y afabilidad de
su conversación; pero su santidad era tan conocida
y estimada , que no disminuía nada de la reverencia
y respeto que á tan alta personase debía
, y los que mas le trataban le lenian en mayor
veneración , y algunos se echaban á sus pies, y
cuando le hablaban no se querian cubrir delante
de él, por mas que se les rogase é importunase;
porque les parecía que no hablaban con un hombre
común y mortal, sino con un hombre divino,
por quien les hablaba Dios.
57 A la cumbre y perfección de esla caridad
y amor del Señor subió san Francisco Javier
favorecido y llevado de su gracia por medio do
la mortificación y victoria de sí mismo y de la oración
, que son las dos alas con que el alma pura y
desembarazada vuela á Dios. La mortificación
(pie tuvo esle santo varón, y el fervor con que
procuró alcanzar perfecta victoria de si mismo, se
echa de ver en las dos cosas que entre otras muidlas
hizo y nosotros arriba habernos contado: la
una , de los cordeles nudosos con que se aló y de
los dolores que padeció para vencer y mortificar
la ligereza y gusto que había tenido de correr y
sallar; y la otra, la fuerza y ardor de espíritu con
que lamió las llagas del pobre enfermo en Yene—
cía y le chupó la podre que de ellas corria , para
triunfar de sí y vencer el horror , asco y repugnancia
que de curar aquel pobre sentía. Todo el
resto de su vida fué una perpetua mortificación en
la comida y bebida, en el vestido pobre y roto,
en los ayunos , disciplinas, cilicios y penitencias,
como en lo que hasta aquí habernos referido se
puedo ver. Su comida comunmente era la que pedia
y le daban de limosna : apenas comia carne
ni bebía vino , sino cuando le convidaban , y comía
con algún amigo , que entonces se acomodaba
a los otros para ganarlos mas fácilmente para
Dios : el cual le dio una victoria lan perfecta de
su carne (que es el enemigo mas peligroso y doméstico
que tenemos) que guardó perpetuamente
su virginidad sin corrupción, con una entereza lan
extraña , y con un aborrecimiento á cualquiera
pensamiento feo y torpe, tan grande, que una vez
durmiendo , por haber tenido en sueños una representación
carnal , despertó echando mucha
copia de sangre por las narices , despavorido y
sobresaltado, y como fuera do sí, por el horror de
aquella representación, y por la fuerza que se hizo
en desecharla.
TOMO IV.
401
58 Mas ¿qué lengua podrá explicar la oración
tan continua, lan fervorosa y lan regalada en esio
gran siervo del Señor , y las mercedes y favores
que él le hizo, y le comunicó en la oración? Porque
estando todo el día ocupado en negocios, ó
en caminos v peligrosas navegaciones , y siendo
de suyo lan benigno y tan afable con todos, es cosa
que espanta ver que en cualquiera lugar y cualquiera
cosa que luciese, siempre estaba en sí y con
Dios , como si fuera un ermitaño , y viviera en
un risco apartado y olvidado de todas las cosas
del mundo : y aunque todas las cosas que trataba
le servían de libro y como de espejo,
que le presentaban á Dios; todavía tenia sus
tiempos determinados para la oración: y cuando
las ocupaciones eran tantas que no podía
atender á ellas , ó por servir á los enfermos , ó
por predicar á los gentiles , ó por otra obra de
candad , quitaba de las horas del sueño breve que
solía dar a su cansado cuerpo , para darlas á la
oración queriendo , que faltase antes al cuerpo
el necesario reposo , que al alma su sustento y
entretenimiento con Dios. No pocas veces pasó
todas las noches orando y comemplando sin cerrar
los ojos; y el poco tiempo que dormía , mas
oraba que dormía; porque durmiendo, muchas
veces gemía , y con un amoroso suspiro decía a
voces: ¡ Buen Jesús mío I ¡O amor de mi alma!
| O Criador min ! ¡ O mi Señor ! y otras semejantes:
y después preguntado , por qué durmiendo
clamaba , respondía el santo , que él no sabia ,
ni se acordaba de tal cosa. Era san Francisco devotísimo
de la sacratísima pasión de nuestro Señor
, y meditaba muy á menudo los divinos misterios
, que en ella se nos representan , y decía ,
que eran firmes testimonios y seguras prendas
del amor que el Señor nos tiene, y vivos ejemplos
que nosotros debemos imitar. Aparejábase antes
de la oración con sumo cuidado : rezaba el oficio
divino con particular atención y devoción ; v antes
de comenzarle decía el himno : Yeni, Creatar
Spirilus: y aunque por andar lan ocupado
en cosas de tanta caridad y servicio de Dios , pudiera
rezar el breviario de lies lecciones (que después
la santidad de Pió V prohibió) del cardenal
don Francisco Quiñones , por ser mas breve ,
y tuvo licencia para ello ; nunca quiso sino rezar
por el breviario común , que usa la Iglesia romana,
por conformarse mascón ella. Tuvo muy particular
devoción á la santísima Trinidad y á Cristo
nuestro Salvador, y á su purísima Madre la
virgen María; y así en la hora de su muerte encomendó
particularmente su alma á los que en
su vida tantas veces se la había encomendado.
Hacía muy á menudo oración al arcángel san Miguel
, á su ángel de Guarda , y á los demás ángeles
que son gobernadores do las provincias, y presidentes
de los reinos en que él estaba.
50 Su oración, ademas de ser continua , era
ardiente y fervorosa, y muchas veces se transportaba
y arrobaba en ella. Fué visto de noche en
Goa , paseándose en la huerta como fuera de sí,
y al cabo de. ralo alzar con las manos del pecho
la ropa que liaia (por el gran fuego que sentía en
51

402
él), y repetir muchas veces : Sal est, Domine,
sal est: Basta, Señor, basta, basta, Señor. Cuando
fué do Amanguicho á Meaco, iba tan encendido y
puesto el corazón en Dios, que no sentía las heridas
que ¡as piedras , palos y espinas hacían á
sus pies, corriendo tras los caballos descalzo.
00 Estando en Goa , dio orden una vez á un
compañero suyo, que le av isase á la una de la tardo,
porque queria irá hablar al gobernador. El
compañero fué á la hora señalada, y hallóle puesto
en oración , tan embebecido y arrebatado , que
lo dejó basta las cuatro. Tornó á él : y hallándole
do la misma manera, le asió de la ropa para hacerle
volver en si. Entonces le dijo san Francisco:
¿Es ya la una? No son sino las cuatro; respondió
el compañero. Pues vamos; dijo el santo. Salió
de casa : anduvo las calles tan suspenso y puesto
en Dios , que no acertó á ir á casa del gobernador:
y volviendo ya de noche á la suya , dijo al
compañero : otro dia habrá para el gobernador ;
que este Dios lo ha querido para sí.
01 Y aunque cualquier lugar (como dijimos
arriba) le servia de oratorio; pero siempre que
podía se recogia á la iglesia á hacer oración dejante
del santísimo Sacramento, por tener en ella
á su Dios realmente présente , y saber que por
esle respeto oye mas benignamente las plegarias
que se le ofrecen en la iglesia , y por ser un lugar
propio de oración, y por la consagración , y bendiciones
de la santa Iglesia católica, con que
está dedicada al culto del Señor; y por eslo siempre
que podía, dormía en la sacristía, ó en alguna
casilla cerca de la iglesia, para poderse entrar
en ella y gastar toda la noche en oración delante
•del acatamiento del Señor. Cuando no hállala
iglesia, hacia oración delante de un crucifijo, entreteniéndose
y regalándose con él , ofreciéndole
las fatigas que aquel dia habia pasado en su servicio,
y pidiéndole gracia para los trabajos que el
dia siguiente habia de pasar. Poro en ninguna cosa
se esmeró mas san Francisco, ni descubrió mas su
devoción, que cuandodecia misa, porque entonces
parece que soltaba la rienda á su fervoroso espíritu,
y á las lágrimas que derramaba , especialmente
cuando consagraba , y consumía el cuerpo
del Señor, que eran tantas y lan suaves , que los
que le servían ala misa y los circunstantes quedaban
atónitos y movidos á (oda devoción. En la
misa siempre hacia oración por la conversión de
los gentiles , y decia una oración particular muy
devota, que él mismo había compuesto para esle
efecto; y después de la misa rezaba un responso
á ¡as almas del purgatorio , de las cuales era lan
devoto , que de noche andaba por las calles con
una campanilla exhortando con voz alta á lodos
los íieles, que se acordasen de ellas en sus sufragios
y oraciones. Solía dar la comunión hincado
de rodillas por mayor reverencia , y fué visto algunas
veces levantado de tierra en aquella postura
, y como sustentado en el aire por divina vir—
. tud. Procuró muchas veces el demonio estorbarle
su oración con ruido, con varias (¡guras y asombros:
y finalmente, dándole muchos palos, y quebrantándole,
como lo hizo en Malipur, estando san
LA LEYENDA DE ORO. DTCIE.IIEHE , 3
Franrisco haciendo oración una noche en el templo
del glorioso apóstol santo Tomó ; mas ninguna
cosa bastó para que él dejase su oración , ó no
volviese á ella, luego que estuvo sano de las heridas
que ol demonio le dio, como arriba queda
referido.
02 Fueron lan singulares las gracias que por
medio de la oración dio nuestro Señor á san Francisco,
y tanta la abundancia del divino consuelo,
con que regalaba su bendita alma , que muchas
veces ( para que no le viesen) era forzoso esconderse
de los ojos de los hombres , porque no podia
encubrir ni disimular el ímpetu de la corriente y
gracia del cielo: y no pocas resplandecía esta gracia
, y se derivaba del alma en ej cuerpo; de manera
que los que le trataban, no osaban mirarleá
la cara (como los judíos á Moisés) ni lijar los ojos
en él.
03 Por medio de esta misma oración le comunicó
el Señor el don de profecía, y una luz soberana,
con la cual alumbrada su alma , veía los
corazones de los hombres, y las cosas ausentes,
como si estuvieran presentes, y las que habían de
ser, como si ya hubieran sido: y esto tantas veces,
y en lugares y cosas lan diferentes, que se ve claramente
la singular gracia que en esla parte tuvo
del Señor, y que le había hecho como apóstol y
profela de la India: porque dejando uparlo las
veces que navegando con buen tiempo , dijo que
habia de venir tempestad, ó que estando en alguna
peligrosa tormenta , cesaría presto y llegarían
á salvamento, ó que algunas naves que parecían
fuertes, perecerían , ó siendo viejas y maltratadas
y carcomidas durarían, y finalmente se acabarían
en el puerto sin daño de nadie (que todas estas
cosas muchas veces en varios tiempos y lugares,
las anunció con tanla firmeza y seguridad , como
si las viera, y todas sucedieron de la misma manera
que él las predijo); digamos algunos ejemplos
mas memoiubles de este espíritu profético y
luz divina.
iji Predicando en ¡a ciudad de Malaca, muchas
veces avisó al pueblo de las calamidades
que le habían de venir por sus pecados: de los
incendios y estragos que habían de hacer los enemigos
: del cerco de la ciudad , de la pestilencia,
y otras miserias y desventuras con que habían do
ser afligidos, las cuales vinieron sobre aquella ciudad,
como el santo se lo había profetizado. Cuando
vinieron eslos trabajos á Malaca , estaba san
Francisco en el Japón , y allí tuvo revelación de
ello, y avisó á los portugueses que con él estaban,
que hiciesen oración á Dios por la ciudad de Malaca,
que estaba cercada y muy apretada; y después
tuvo revelación, de que Dios la habia librado;
y así lo dijo á Diego Pereyra, que estaba con
cuidado del cerco de Malaca, y de lo que él para
socorrerla habia de hacer. Estando en la misma
ciudad , al tiempo que iba á la China , un día á
deshora se echó de pechos sobre una cama, y estuvo
como sin sentido y fuera de sí , sin que ninguno
de los de casa le osase hablar; y al cabo de
buen ralo , como quien despierta y vuelve en sí,
comenzó á dar voces y á decir: Dios te lo perdo-

DICIEMBRE , 3
ne, fulano; nombrando ácierla persona que entonces
vivía en Portugal, (pie hacia algunos oficios en
daño do la Compañía. Notáronse aquellas voces,
y no se entendió por entonces lo que san Francisco
(pieria significar: porque él lo calló, y ninguno
se atrevió á preguntárselo ; mas después
(pie llegaron las cartas de Portugal , y se supo
lo que ahí habia pasado , se entendió que en el
mismo tiempo que pasaba en Portugal, Dios se lo
habla revelado á san Francisco en Malaca. También
fué ilustre profecía , la que aconteció en la
misma ciudad de Malaca, y brevemente tocamos
arriba, cuando habiendo salido una pequeña armada
nuestra con algunos pocos portugueses en
busca de una gruesa y poderosa armada del rey
de Azen, y estando toda la ciudad triste y llorosa,
creyendo que su armada era perdida; san Francisco
desde el pulpito reprendió gravemente aquella
poca fé y desconfianza , y en la misma hora
que las dos armadas peleaban, él pintó la batalla,
como si con los ojos la viera ; y finalmente reclinándose
sobre el pulpito , y habiendo estado algo
suspenso , volvió en sí con maravillosa alegría en
los ojos y su semblante , y clamó y dijo : Venció ,
hermanos , venció por nosotros Jesucristo : en esta
hora acaban los soldados de su santísimo nombre
de desbaratar y vencer la armada de los moros
suyos , y nuestros enemigos, con muertes de
muchos millares de ellos, y de solos cuatro de los
nuestros : y añadió cuando habia de venir la nueva
de la victoria , y cuando llegada al puerto de
Malaca la armada victoriosa , y que hiciesen penitencia
de su desconfianza , y con gozo y alegría
rezasen dos Padre nuestros y dos Ave Marías,
haciendo gracias al Señor por la victoria , y rogando
por las almas de aquellos cuatro soldados
cristianos que habian muerto.
63 Los moradores do un pueblo , llamado
Tolo, en la isla del Moro , habiéndose hecho cristianos
, volvieron atrás con grande desacato é injuria
do Cristo nuestro Redentor , el cual los castigó
severamente con prodigios y señales del cielo
, y los portugueses en la. tierra con un ejército
que juntaron contra ellos , prometiendo san Francisco
dichoso y feliz suceso á los cristianos: y
como el santo lo prometió , lo cumplió Dios , librando
milagrosamente á los soldados cristianos
do los lazos y celadas , que en el asalto los teman
armados los infieles y de evidentes peligros : y fuécosa
tan notoria , que los mismos bárbaros confesaron
, quo la victoria que alcanzaron los nuestros,
no habla sido por fuerza humana , sino por
favor del cielo.
66 Una vez para socorrerá una doncella que
oslafia á peligro de vender su castidad , tuvo necesidad
do alguna gruesa limosna: pidióla aun
grande amigo suyo rico que se llamaba Podro Vello
, quo á la sazón estaba jugando en casa do
otro amigo suyo: y como allí no tuviese dinero ,
dio al santo la llave de su escritorio para quo do
él lomase lo que quisiese. Tomó trecientos ducados
y díjoselo á Pedro Vello, volviéndole su llave.
Entonces Vello le respondió , que había el santo
andado muy corlo : porque cuando lo dio la llavo
LA LEYENDA DE ORO. 403
pensó que de treinta mil ducados que habia en el
escritorio , lomada la mitad , y díjolo tan de veras
, que san Francisco se lo agradeció y le aseguró
, que Dios nuestro Señor nunca le fallarla -,.
y que antes de morir sabria el dia de su muerte.
Desde aquel dia quedó olro Pedro Vello, ó hizo
muchas limosnas , y se dio á obras de caridad.
Estando ya viejo , después de muchos años , avisado
de Dios do su muerte , según la profecía del
santo , dispuso sus cosas y repartió todos sus bienes
entre pobres ó iglesias , en misas y oficios divinos
que se le habian de decir , y comenzó á
despedirse de sus parientes y amigos de casa en
casa , como estaba de partida para la otra vida :
y viéndole sano en el cuerpo, sospecharon y decian
ser aquello falla de juicio. Entendiéndolo,
él , con mayor cuidado , entereza y cortesía hacia
sus cumplimientos , y atendiendo mucho á devociones
particulares , y frecuentación de los santos
sacramentos , llegó la hora en que se supo habia
de morir, y poco antes se fué ala iglesia, y
echándose en un ataúd, se hizo cubrir con un
paño negro: comenzóse la-misa de difuntos; y
acabada , cuando el sacerdote dijo : Rcquiescant
i)i pace , llegaron sus criados y otros muchos , levantaron
el paño, y halláronle muerto , conforme
á la profecía y promesa del santo , en premio de
sus grandes limosnas.
07 ¿Qué diré de aquella maravillosa revelación
que luvo , que habia de volver á la nave ¡ ysalvarse
el barco , que arrebatado de la furia do
los vientos y de las ondas se habia apartado y
desaparecido sin esperanza de poderse cobrar?
08 Estando en la isla de Ternate dijo , que
rogasen á Dios por el alma de Juan de Arauz
( que era un mercader rico ) , el cual al mismo
punto acababa de morir en la isla de Amboino.
Navegando á Maluco , al mismo tiempo que salia
el santo del puerto, salió en otro navio un mercader
que se llamaba Juan Calvan; llegó san Francisco
al puerto , aunque con trabajo . y aguardando
lodos que llegase Juan Galvan , él predicando
les dijo , que rezasen por su alma quo ya era
muerto, y así fué : porque se perdió el navio
que iba.
en
69 Cuando partió de Malaca para la China ,
avisó á Diego Pereyra, su grande amigo , en cuya
nave iba, cp.ie diese el cuidado do sus mercadorías
, que i Lia ti en la nave, á olro, porque el que
él habia señalado , no llegaría á la Clima ; y como
el santo lo dijo sucedió , quo aquel hombre
murió en el camino.
70 No solamente con el espíritu profélico vio
las cosas ausentes y remotas y las anunció, y las
que habian de venir anles que viniesen, sino también
penetró los corazones é íntimos pensamientos
de los oíros. Un mancebo , mercader rico, quo
se llamaba Juan Duro , habiéndose confesado con
san Francisco , se movió tanto con sus palabras
y ejemplos , que lo rogó con grande instancia que
le admitiese en su Compañía, porque éj quería dar
toda su hacienda á los pobres y seguiíle. Apenas
lo pudo acabar del santo, porque temía la inconstancia
del mozo: el cual habiendo comenzado

404 LA LEYEN1 )A DE ORO. DiciEíiHKií, 3
á ruparlir lo que tenia á los pobres se arrepintió,
y teniendo vergüenza del san Lo, recogió seeretainente
toda su hacienda , y púsola en un navio
fiara partirse , sm decirle nada. A tiempo que se
(pieria embarcar , le envió á llamar el santo : y
él vino con disimulación , pensando que le estaba
encubierto lo que él tramaba , por no haberlo
descubierto á nadie. Tomóle aparte el santo , y
con un semblante severo y grave le dijo : Pecaste,
Juan , pecaste. Quedó atónito el pobre hombre,
entendiendo que Dios habia revelado al santo,
lo que él trazaba en su corazón , y se echó á sus
pies y le respondió: Pecado he, padre , pecado
he. Arrepintióse y confesóse ; y tomando el santo
consejo de san Francisco . tornó á MI buen intento
y dio loda su hacienda á los pobres , y quedó
en su Compañía. A este mismo compañero, por
haber acoplado algunas limosnas de los portugueses,
para proveerá las necesidades de san Francisco
sm su licencia , le apartó de sí , y le desleiré
á cierta isla por algunos chas, en las cuales
tuvo Juan Duro una visión ; y aunque la quiso, encubrir
no pudo : porque San Francisco después de
haberle confesado, se la descubrió Loda con grande
espanto de él , que no la queria manifestar,
conociendo que á Dios ninguna cosa se puede esconder
, ni a los que él quiere revelar los secretos
de los corazones.
71 llabia sacado á un hombre de mal estado
y reducídole al amor de la virtud, y para que perseverase
en ella , exhortádole á confesarse á menudo
y á volverse al reino do Portugal; porque
así le convenia : y aunque el hombre prometió de
hacer lo uno y lo otro , como el santo se lo habia
mandado , no lo cumplió ; porque se quedó en la
India , y habia tres años que no se confesaba.
Topóle el santo , estando en Bazam : y el hombre
viéndole , vino á él con alegría, para hacerle
reverencia y abrazarle; mas san Francisco volviendo-e
á él, le dijo : ¿ Yo os había de abrazar,
habiéndome engañado y fallado á vuestra palabra
, pues no os habéis confesado después que os
partisies de mí ? No os tendré por amigo ni os hablaré
, hasta que os confeséis. Entendió el hombre
que el sanio era mas (pie hombre; pues Dios le
revelaba lodo lo que lema en su corazón : confesóse
y enmendóse. Preguntó á un amigo suyo en
Cochin, cómo estaba. Respondió el amigo : Bueno
estoy padre ;. y el santo : del cuerpo bien , y
mal del alma. Trataba este hombre en aquel mismo
tiempo de cometer no sé que maldad 1
, y teníala
muy secreta en su corazón, y entendió que
san Francisco, con la luz del cielo , la sabia: confesóse
con él, y volvió en sí. 151 día antes que
muriese en la isla de Sanchoan , mirando á uno,
que le servia con ojos tristes y llorosos , le dijo
con una voz lastimosa : ¡. Ay de tí 1 ¡ ay de tí 1
¡ ay de tí I y poco después, estando enredado en
torpes amoies de mujeres, súbitamente le mataron.
72 Obró nuestro Señor muchos y grandes milagros
por su siervo san Francisco Javier en su
vida , y el mayor milagro de lodos fué su misma
vida. Echó muchos demonios de los cuerpos, al-
gimas veces por si mismo , y otras por medio de
los muchachos recién convertidos , lamentándose
los demonios, y deshaciéndose de rabia , por verse
echar del santo por medio de aquellos muchachos
, porque por su soberbia lo teman por grande
afrenta. Sanó de la misma manera á muchos enfermos
que estaban fatigados de varias y graves
dolencias en muchas paites, especialmente en el
cabo de Comonn (como lo dijimos ), en la isla de
Zeilan , sanó á un hombre que se llamaba Miguel
Fernando, diciendo misa por él , que estaba muy
afligido y apretado de dolor de piedra. A otros ,
que estaban ya desahuciados haciendo la señal de
ta cruz , ó echando un poco de agua bendita sobre
ellos, les restituyó la salud. En Amanguiche dio
pies para andar á un cojo , lengua á los mudos ,
oídos á los sordos.
73 Los muertos que resucitó , fueron muchísimos.
Los que en particular se saben llegan a
mas de veinte y cinco ; y solo contaré algunos.
En la costa de la Pesquería , en una tierra llamada
Combulere, cavó un niño en un pozo : ahogóse
y estuvo muchas horas sumergido debajo del
agua : sacáronle , y lleváronle á enterrar : encontróse
la gente que le acompañaba con san Francisco
, que salia de decir misa de la iglesia de San
Estovan: en viéndole la madre, corrió á él llorosa
y muy afligida: híncesele de rodillas: pidióle
remedio y favor , no solo para su hijo, mas para
sí y su gran dolor. Movido el sanio á compasión ,
llegóse á la tumba : arrodillóse : tomó la mano al
niño muerto; y dijo: En nombre de Jesucristo,
levántate; y al momento se levantó vivo , gritando
lodos: Milagro , milagro, y dando gracias á
Dios de haber sido servido de conceder tal don á
sus siervos.
74 En Muían, tierra de la India oriental
, murió un niño de calentura peslilenle , y
estuvo veinte y cuatro horas amortajado pa- -
ra enterrarle: vino el santo, que trabajaba mucho
en aquella lierra por la conversión do los
gentiles : rodeáronle luego sus padres y parientes
con grandes ruegos, lástimas y lágrimas; y el santo
se enterneció: arrodillóse , y puesto los ojos en
el cielo, echó agua bendita sobre el cuerpo difunto,
y. mandó le descosiesen 1-a mortaja, é hizo
sobre él'la señal de la cruz : y tomándole de
la mano , le mandó se levantase en nombre de Jesucristo
; y al instante lo hizo, sano y alegre, con
inmenso contento de sus padres , y maravilla do
los que vieron milagro tan manifiesto. En su memoria
se puso luego allí una gran cruz levantada,
que se adora con mucha veneración.
7o Y aunque estos fueron admirables , por
mayor se tuvo el siguiente. Estaba en Comoriii
predicando en una igiesia , donde el dia antes habían
enterrado un difunto : y viendo enán gramo
era la dureza de aquellos gentiles , paró un poco
el sermón , púsose á orar por su conversión : levantóse
súbitamente Heno de fervor espiritual , y
dijo , que Dios para ablandar sus corazones duros
y obstinados , quena que aquel muerto y sepultado
lesucilase para, que ellos se convirtiesen.
Dicho esto , se fué a la bepulturu : mandó la abrió-

ÜtCIEJÍftitíí, 3 LA LEYENDA DE ORO.
sen , sacó al diliinlo , y rompiéndole la mortaja,
en que ealaba envuelto , fué de lodos visto y reconocido
por muerto. Entonces puesto de rodillas,
hizo oración á Dios , y luego al instante el muerto
por sí mismo se levantó con gran regocijo, y
ternura de todos los fieles, y no menor maravilla y
espanto dolos gentiles, los cuales se convirtieron,
y después otros muchos , y á todos los bautizó el
sanio.
76 Fué también maravillosa la resurrección
de un muerto de un dia , en la tierra de Punical
en la Pesquería , cerca de Inturichin , que se supo
públicamente haber fallecido, y el santo le resucitó
para reparo y consuelo de su madre cristiana,
pía , y muy devola suya , que le fué á llamar
con viva ló y esperanza, de que así le tornarla
á ver vivo. No fué menos grande y admirab'e
la resurrección de Antonio de Miranda , que
yendo á contratar en la tierra de Manapara á un
castillo llamado Jalle, le anocheció en el camido:
recogióse con su compañero á una choza, donde
reposando, le mordió el pié un género de serpiente
ponzoñosa llamada del capillo , v murió luego
de violencia del veneno. El compañero triste y
afligido , corrió á llamar al santo: acudió presto,
púsose en oración delante del muerto , locó después
con su saliva el lugar de la mordedura ; y
al instante Antonio se levantó sano y alegre, habiendo
estado muerto toda la noche . y hasta el
otra morbo dia.
77 En la tierra de Punical un devoto y discípulo
del santo , invocando el nombre de nuestro
Señor , por los merecimientos del siervo de
Dios resucitó un niño , y poco después también
resucitó allí á un hombre.
78 Dos casos mas señalados, que por encerrar
en sí muchas maravillas , merecen bien dar
remate á este punto. Habia en Malaca una señora
muy devola, y mientras san FYancisco andaba
fuera de la tierra , después de una larga enfermedad
se le murió una niña con gran dolor
suyo , y de todos los parientes. Volvió á la misma
ciudad, san Francisco Javier , y sabiéndolo la
madre, aunque muy enferma y afligida, con otras
muchas mujeres fué á buscarle , y echándosele á
los pies , le dijo las mismas palabras , que las
santas Hermanas á nuestro Señor: «Si vos, Padre
mió, hubiérades estado aquí, mi hija no fuera
muerta.» El santo le respondió : Vuestra hija
no es muerta, sino viva.. Mas replicándole la llorosa
madre, que habia tres días que estaba enterrada,
el santo recogido entonces un poco en sí, y
luego abrasado de espíritu, la mandó fuese ó la
sepultura , porque su hija vivía , resucitada por
particular providencia divina. La madre tierna,
y coi fiada en esto , por lo que conocía de san
Francisco Javier , fué allá con la priesa y alborozo
que se podrá creer ; hizo abrir el sepulcro
en presencia de muchos , y halló viva á su hija,
con mucha alegría suya, y espanto y admiración
de todos. Así se refiere en los procesos de Corlan
y liazain , y también so declaró en ellos
que el mismo año , que sucedió esto , se dio cuenta
de ello á la serenísima rema de Portugal.
7!) El otro caso no es menos maravilloso que
el primero; pero con esta diferencia, que el resucitado
en el pasado estuvo Ires días enterrado en
tierra , y el de ahora, oíros laníos en el mar. Embarcóse
un mercader turco , llamado Sarangue,
en el navio en que pasó el sanio do Malaca á la
China : llevaba consigo un lujo de cinco años: cayó
desgraciadamente en el mar, v fuésele á fondo,
quedando el padre con entrañable sentimiento
y sin saber de dolor que hacerse , lastimándose
de su gran desgracia y pérdida : fué á ver
á san Francisco, que, viéndole muy congojado, le
preguntó la causa de ello. El turco mas con lágrimas
, que con palabras , se la contó: y movido
de su gran caridad y compasión , le alentó
y aseguró se le volvería vivo y sano , si le ofrecía
, sucediendo así, abrazar después la verdad
evangélica. El moro aceptó el partido, y pasados.tres
chas, una mañana, al salir del sol, vieron
parecer el niño vivo sobre una tabla , que
venia la vuelta del navio , y fué recibido en él coa
gran regocijo , admiración y espanto de todos.
Luego se convirtieron sus padres y los bautizó á
ellos, y también á una esclava, y juntamente al
niño y se llamó Francisco. Esto se declara por
menor en los procesos de Cochin y de Lisboa : y
puesto caso, que estos milagros sean tan notables,
para mí no lo son menos algunos de los que se siguen.
80 Cuando el santo pasó á la China, tuvo
amistad con un mercader , el cual volvió á la India
, y soltó la rienda á sus gustos y apétalos : aparecióle
san Francisco (no sé si en vida estando
muy lejos de él , ó si ya muerto), y con un rostro
terrible le avisó que Dios presto le castigarla ; y
el hombre despavorido respondió , que tenia razón:
y el santo le dijo : Y cómo que lo tienes merecido
habiendo cometido el tal pecado : nombrándole
el pecado que era tan secreto , que solo Dios
y el mercader lo sabían. Compungióse: lloró su
desventura : confesó su pecado , y por consejo,del
santo tomó el hábito de san Francisco.
81 Estando en un pueblo que se llamaba Semorro.
mas allá de Malaca , y andando á la ribera
de un rio caudaloso, que pasa cerca de él , los
gentiles le comenzaron á perseguir y tirarle saetas
y piedras : él se retiró , y huyendo topó una muy
grande viga que estaba á la orilla del rio que no
le dejaba pasar: tomóla con la mano y apartóla
con facilidad, siendo tan pesada, que muchos
hombres juntos no la pudieron mover. Quedaron
atónitos los gentiles; y conociendo que no era cosa
humana , dejaron de seguirle.
82 Llegó en Coromandel al santo un pobre
que habia dado al través, y perdido toda su hacienda
eu el mar: pidióle limosna : y aunque el
santo era pobre y no tenia qué darle , movido de
compasión , echó la mano á la faltriquera y sacóla
vacía : puso los ojos en el cielo , y dijo al pobre,
que confiase en Dios que era poderoso para
remediarle: volvió á poner la mano á la faltriquera
y sacóla llena de unas monedas de oro que ellos
llaman fanaos , y diólas al pobre.
83 Cuando navegaba, repartía á los pobres do

40П LA LEYENDA DE ORO. DICIKMBItE 3
la nave lorio lo qne á él le habían darlo para srr
matalotaje, y pedia limosna para su comida, tina
vez habiendo dado lodo el aceiio , llegó un pobre
que le pidió un poco , v el sanio varón mandó á
su compañero que so lo diese. El compañero dijo,
que no había quedado gola ; mas voluendo á mirar
el vaso por orden de san Francisco, le halló
lleno, y salislizo al pobre.
84 Halló un dia á un muchacho enfermo y
lleno lie llagas :. lomóle sobre sus hombros , y dijóle:
Diosle dé salud. Apenas habia dicho dos ó
ires veces eslas palabras, cuando el Señor se la
dio enieranienio ; y el sanio volvió al hijo sano y
recio á su madre.
8o En el mar que va á la China , cerca de
Sanchoan , solia correr muchas veces un viento
furioso y desapoderado (que llaman tifón ) , con
el cual las naves padecian miserablemenle naufragios
; mas después que san Francisco dijo misa en
aquella isla de Sanchoan y la purgó y santificó con
los misterios de nuestra redención , aquel mar eslá
mas sosegarlo y tranquilo . y los tifones corren
menos veres y con menos furia y fuerza: tanto ha
podido la oración del santo padre y la virtud do
la santa misa.
86 Entre otras maravillas de san Francisco
Javier lo fué 1
muy grande el don de lenguas que
tuvo. Había en las, tierras que anduvo , mas de
cien lenguas diferentes, y treinta de ellas muy distintas.
No obstante esto , á cualquiera provincia
(¡ue ¡legaba , no solo enlendia lo que docinn los
naturales ; mas luego hablaba con ellos su propio
lenguaje : cosa que espantó y admiró mucho aquella
gente; y con razón por cierto : porque en el
espacio de diez años que duraron sus peregrinaciones
con continuas descomodidades do caminos,
confesaban todos ser gran milagro el saber tantas
y tan vanas lenguas.
87 Demás de esto , algunas veces predicando
á muchedumbre de personas , asi como eran diferentes
en hábitos y costumbres, tan bien lo eran
en las lenguas; y todavía lo entendia cada uno de
dios como si lo hablara en su lengua. Esto cansó
grande admiración en la Pesquería , Amboino ,
Malaca y en el Japón , y por solo ello sin esperar
mas milagro . se convirtieron muchísimos.. Ai don
de lenguas bien se puede juntar otro no menos
maravilloso en el santo , por el cual ordinariamente
en el Japón, con solo una respuesta fácil daba
satisfacción á diversas preguntas , que á un mismo
tiempo se le harían en materias muy varías :
y así como con el don de lenguas, hablando un
lenguaje solo le entendían muchas personas extranjeras
, teniéndole entre sí muy diferente cada
uno en el suya propio ; así por el otro don con un
concepto solo ó palabra que decía, era entendido
do diversos hombres que lo habían propuesto varías
cuestiones , dando á cada uno respuesta muy
á propósito: y como aquel efecto de hablar en la
forma dicha se llama clon do lenguas ; este otro á
mi parecer se puedo llamar don de conceptos y
pensamientos.
88 Nunca acabaríamos sí quisiésemos conlar
uno á uno todos los milagros que el Señor ha obra­
do por esle santo en su vida ; dejemos los demás
y vengamos á los que ha obrado después de su
muerte, que no son menos maravillosos que los que
hizo en vida : y para poderlos mejor referir, volvamos
á su bienaventurada muerte y digamos lo
que después de ella sucedió.
89 Luego que se supo en la nao de Diego Pereyra
, en que habia ido san Francisco, y todavía
oslaba en el puerto de, Sanchoan , su glorioso Iránsilo
, corrieron los que estaban en ella á la choza
en que había espirado , para verle y reverenciarle.
Halláronle tendido en su pobre camilla con una
nueva hermosura de rostro , gracia y viveza do
facciones, y con un semblante y compostura que
mas parecía hombre vivo que reposaba , que ya
difunto ; y llenos de espanto y devoción , igualmente
le reverenciaban como vivo y le lloraban
como muerto.
90 Halláronle al cuello un relicario de cobro,
dentro estaban tres papeles distintos : el del medio
tenia un podadlo do un hueso del glorioso apóslol
sanio Tomé, á quien tenia por singular palron y
dechado , y particularmente se enconendaba : el
otro era una firma de mano do san Ignacio , su
padre y maestro, que mostraba la opinión que tenia
de su santidad , y la gran confianza en sus merecimientos
: el tercero papel eran los votos de su
profesión, escritos de su propia mano, para acordarse
siempre de lo que habia prompinlo á Dios,
y procurar cumplirlo perfectamente. Estas fueron
las riquezas, esto el precioso tesoro con ¡pie murió
esle nuevo apóslol de la India , y las armas con
que iba armado contra todos los encuentros y máquinas
de Satanás y todo el infierno.
91 Tornaron su sagrado cuerpo los portugueses
con la mayor reverencia y solemnidad que pudieron,
y revestido de sus orna montos sacerdotales,
le enlerraron en un ataúd en un lugar apartado,
con intento de llevarle á Malaca cuando la nave
se partiese : y para poderlo hacer mas fácilmente,,
echaron buena cantidad de cal viva en el ataúd,
para que comiese la carne , y los huesos quedasen,
mas limpios y sin mal olor. Pasados dos meses y
medio que fué á los 17 do lebrero de 1553 , queriéndose
ya la nave partir para Malaca , enviando
el capitán á ver si oslaba el cuerpo en disposición
para llevarlo consigo , le bailaron sin mudanza alguna
, con el mismo color y vivo semblante , y con
muestras mas dé vida que do muerte.
92 Quedaron atónitos , y mucho mas cuando
le locaron y palparon y vieron que no solamente
oslaba entero el cuerpo , sino también sólido y lleno
de jugo y de sangre , y con las entrañas sanas,
despidiendo de sí un olor suavísimo, en prueba tío
que cuanto su bendita alma había quitado al cuerpo
de vida, partiéndose de él , tanto le habia dejado
de, santidad. Llevaron con procesión y nuevo
sentimiento al sanio cuerpo á la navo , así como
estaba; luciéronse á la vela; y con próspera navegación
(obedeciendo los vientos á san Francisco)
llegó á los 22 do marzo á Malaca. Cuando so
supo en la ciudad que era llegada la nao al puerto
, y lo que traía , toda salió á recibir y tcverenciar
al cuerpo do su santo padre, apóstol, pastor,

DICIEMBRE, 3 LA LEYENDA DE ORO. 407
profela y maeslro , y con una solemnísima procesión
le llevaron hasla la iglesia do la Compañía;
aunque á la sazón no habia ninguno de ella en
aquella ciudad : porque el mismo san Francisco
los habia mandado salir en casillo de la desobediencia
y rebeldía del capilan de Malaca, que estorbó
la jornada de la China á Diego Pereyra : el
cual, como lan grande amigo del sanio padre, era
quien nías lágrimas de consuelo despedía de sus
ojos con su vista , y el que con mayor liberalidad y
cuidado se esmeiabu en procurar que fuese de lodos
honrado ; y poco era menester; ¡jorque toda la
gente de la ciudad acudió con la gran devoción
que le tenia á besar la coja en que iba , locar las
cuentas y adorar las santas reliquias, especialmente
cuando vio que locándolas un hombre que
estaba muy enfermo del pecho , luego quedó sano.
Abrieron allí la caja y hallaron el cuerpo con la
misma incorrupción quecuando le pusieron en ella,
admirándose todos de las maravillas que obra Dios
para honra de sus sanios.
93 V ¡rara que se manifestase mas cuan
gran santo habia sido san Francisco , y como le
honraba el Señor, permitió su divina Majestad,
que allí le sacasen del ataúd . y le enterrasen en
la tierra desnuda con sus vestidos sacerdotales,
como estaba , poniéndole un lienzo sobre el rostro
y una almohada de seda debajo de, la cabeza. Mas
al mes de agosto siguiente , habiendo llegado á Malaca
el padre Juan de Reyra,de la Compañía,que
tornaba de Goa pai a Maluco , y habiendo por su
devoción abierto secretamente la sepultura , halló
el lienzo que le cubría el roslro, y la almohada que
tenia debajo de la cabeza , llenos do sangre colorada
y fresca , y un olor del cielo, y el cuerpo lan
entero como cuando espiró; y con la misma entereza
oslaban los veslidos y ornamentos, con que
le sepultaron, y tan nuevos que parecía los acababan
do corlar de la pieza. Enloncescreciendo mas
la devoción , sacaron el cuerpo do donde eslaba y
lo depositaron en una caja forrada de damasco y
cubierta con un rico paño de brocado , para llevarle
á Goa , cuando viniese la moción (que así
llaman los temporales que corren en ciertos tiempos),
y fué nuestro Señor servido , que desdo aquel
dia , en (¡ue el sagrado cuerpo se puso honoríficamente
en esla segunda caja , la pestilencia que
afligía y hacia gran riza en Malaca , cesase por los
merecimientos del sanio padre , y con esto creció
mas en la genio su devoción.
94 Cuando hizo tiempo para partir , pusieron
al cuerpo sanio ricamente adornado ( como
estaba oír su caja ) con muchos cirios encendidos
y perfumes , en una nave que solo habia en el
puerto de Malaca, en la cual por ser vieja, y carcomida
, lus mercaderes portugueses no osaban
embarcar sus mercaderías ; pero en sabiendo que
había de ir en ella el cuerpo del santo , se aseguraron
, y las cargaron teniendo por cierto (pie
aquella nave, llevando tal piloto y defensa consigo,
llegarla á salvamento; y como lo pensaron ,
así les sucedió: porque aunque encalló la nave, y
se tuvieron por perdidos ; en sacando el santo
cuerpo á la ¡daza de la nave , y todos postrados
suplicaron á nneslro Señor , que por la intercesión
de san Francisco los librase de aquel tan
evidente peligro , luego salieron de él. Finalnienle
llegaron á Rállenla , v por ser los vientos contrarios
, el capilan de la nave , que se llamaba Lope
de Noroña , fué en un batel á Goa , para pedir
albricias al virey don Alfonso de Noroña por el
don inestimable quo le traía en su nave. Diólo
el virey un bergantín armado y ligero, ¡rara traerle
luego ; porque era tanta su devoción y la de los
de la Compañía , y de toda la ciudad de Goa , y
el deseo de verle , que no quisieron aguardar , á
que la nave llegase. En este bergantín fué el ¡ladre
Melchor Nuñez , redor del colegio do San
Pablo , y více-provincial de la Compañía en la
India , con algunos otros padres : y después de
haberle visto, al cabo de diez y seis meses de su
muerte , entero , y reverenciádole con muchas y
devotas lágrimas, lo traspasaron de la nave en
que estaba al bergantín , con una gran fiesta y
salva de artillería ; y al día siguiente le desembarcaron
en una ermita de Nuestra Señora de
Rebandar. media legua de Goa. Otro dia que era
viernes de Lázaro , del año de 1554 , fué recibido
con una solemnísima procesión v concurso do
innumerable gente de loda la ciudad , de ricos y
pobres , grandes y pequeños, religiosos y seglares,
hombros y mujeres. Iban delante noventa niños ,
vestidos de blanco , con sus guirnaldas en la cabeza
, y ramos verdes en las manos : tras ellos
iban los hermanos de la Misericordia con su pendón;
y luego un ataúd cubierto de brocado : luego
seguía loda la clerecía y tras ef a la caja en que
iba el cuerpo, que llevaban los sacerdotes de la
Compañía, acompañados del virey y de loda la nobleza;
Las calles estaban colgadas de ricas lelas ,
y llenas de lumbres y suavísimos olores , y atestadas
de tanta gente , que apenas se pudo romper
por ellas : en las ventanas y terrados no cabian.
Todas las campanas repicaban , y la artillería se
disparaba. Llegaron á la iglesia de la Compañía ,
y aunque era dia de pasión , eslaba ricamente
adornada. Púsose la caja en la capaila mayor ,
donde se dijo misa; mas fué tanta la apretura y
el peso do la gente, que quebró la reja con deseo
de ver, tocar y adorar el santo cuerpo, y no fué
posible cebarla de la iglesia , hasta que so lo mostraron
Iros veces en la misma mañana , y fué necesario
tenerlo otros tres dias siguientes, revestido
como estaba , y con las manos y rostro descubierto
, para satisfacer al pueblo: al cuarto dia
le colocaron en una bóveda que se habia abierto
junio al altar mayor al lado del Evangelio.
95 Como se divulgó el milagro de la entereza
del cuerpo de san Francisco, y que después
de diez y seis meses de su muerte , v de haber eslado
lautos meses debajo do tierra , y envuelto en
cal viva , estaba sin corrupción alguna , con la
carne fresca , jugosa , con el color vivo, con las
vestiduras como nuevas , y mas como vivo quo
como muerto; el doctor Ambrosio Ribcvro , inquisidor
y vicario general de Goa , por razón do
su oficio , quiso averiguar la verdad de esle milagro
y también porque el wroyse lo encargó , y

408 LA LEYEND A DE ORO. niciEJMitn, 3
mandó al doclor Cosme de Sarayva , su módico ,
que él y el vicario, viniesen por sí mismos, y con
sus propias manos palpasen el sanio cuerpo , y lo
refiriesen como eslaba : y ellos con gran diligencia
lo hicieron y vieron y tocaron todas las parles
del cuerpo santo , y lo tuvieron por cosa milagrosa
; y asi lo testificaron y juraron.
96 Este milagro tan grande de la incorrupción
y entereza del cuerpo de san Francisco . fué muy
sabido y cierto en la ciudad de Goa , y de allí se
extendió por toda la India. Pero demás de este
milagro obró nuestro Señor oíros muchos por su
intercesión después de su muerte : porque dejando
algunos que arriba quedan referidos ; cuando
pasó el cuerpo del santo padre por Baticala . una
mujer de Antonio Rodríguez , factor del rey, que
te llamaba María Serran y estaba de muchos
meses enferma . haciendo oración delante do
él , luego quedó sana. Tomó un pedacilo del
ángulo que usaba el sanio : púsole en un relicario
que traía al cuello ; y con él sanó dos
veces á un niño hijo sujo; la primera de una
fiebre que le había durado seis meses ; y la
otra de una apoplejía , y curó á su marido deolra
enfermedad, y á oíros dos muchachos llagados, y
libró á una criada suya que se eslaba muriendo de
dolores de parlo. Al tiempo que llegó el cuerpo á
Goa , eslaba una señora , por nombre doña Juana
Pereyra. mas muerta que viva , de una enfermedad
que por espacio de tres meses la habia consumido:
y sabiéndola procesión y recibimiento
queso le hacia . no pudiendo por su flaqueza ir á
verle , se encomendó con viva fé al santo; y luego
sintió notable mejoría , y cobró entera salud y fuerzas.
Muchos dohenles de graves y varias enfermedades,
con solo tocar el santo cuerpo, ó lacaja
en que estaba , en los tres dias que en Goa le
mostraron al pueblo . quedaron sanos.
97 En la misma ciudad de Goa , estando Antonio
Rodríguez tan malo de los ojos, que no podía
ver; poniendo sobre ellos la mano del sanio
difunto , luego cobró la vista. Lo mismo sucedió á
un sacerdote llamado Baltasar Diez , que estando
muy apretado de una recia esquinencia , y sin poder
tragar cosa , con solo tocar el cuerpo del sanio,
cobró salud.. Un cristiano de los recién convertidos
hubo por gran tesoro la disciplina con que castigaba
su cuerpo san Francisco ; y por medio de ella
Dios nueslro Señor dio salud á muchos enfermos,
y obró grandes maravillas. Algunas mujeres que
se tenían por muertas , por no poder parir ; con
tocar solo algunos cabellos del santo , parieron y
vivieron. En el Japón , muchos que eran atormentados
de los demonios , quedaron libres poniendo
sobre su cabeza un breviario que habia sido de
san Francisco : ai cual en toda la India tienen por
su apóstol , palron y amparo; y los portugueses
cuando navegan (especialmente cuando van á la
isla de Sanchoan , donde murió), le invocan , y
se encomiendan á él. Y no solamente en la India ,
sino en toda la cristiandad se ha extendido la fama
de la santidad y la devoción con su santa persona
, y por medio de ella el Señor ilustra á su
siervo con nuevos milagros ; porque en la ciudad
de Ebora el padre León Ilenriquez , rector de la
Compañía de Jesús, y el pa Iré Andrés Cabrería dn
la misma Compañía estando muy fatigados do calenturas,
encomendándose al sanio , alcanzaron
entera salud ; y en París una mujer , va desahuciada
, y casi espirando de dolores de parto , parió
una criatura sana v buena ; y ella vivió, y por
concluir loque toca á los milagros que Dios nuestro
Señor ha hecho después de su muerte por él ,
en el castillo de Javier y casado san Francisco
hay un crucifijo de talla muy antiguo de mucha
devocon : el cual viviendo el sanio . sudó muchas
veces al tiempo que él en la India tenia algún grande
y extraordinario trabajo ; y el año en que murió
, sudó todos los viernes de aquel año con grande
admiración de los que lo vieron y supieron. Por
estos y otros innumerables milagros, junios ron
la santidad de su apostólica vida , le canonizó el
papa Gregorio XV, año de 1622 á 12 de marzo ;
y después de cononizado ha continuado en hacor
nueslro Señor por su siervo milagros muy prodigiosos,
como lo fué , el que obró con el padre Marcelo
Mastrille , al cual estando ya agonizando por
la herida de un pesado martillo , que cayendo de
muy alto le magulló la cabeza ; mientras le decían
los religiosos de casa la recomendación del alma ,
se le apareció el sanio : | regunlóle si quería salud:
luego le dictó una fórmula de voto , en que se obligaba
á ir á las Indias , repitiendo el padre Marcelo
¡o que el santo iba diciendo , y mandándole que
pidiese á Dios el martirio que el mismo santo había
deseado. Acabada la fórmula, le dijo el sanio con
semblante muy afable: que ya eslaba sano. ¡Cosa
milagrosa I Que aquella misma noche que sucedió
esto , se levanló el padre Marcelo bueno y sano do
la cama : quitóle las vendas y paños de la cabeza,
la cual hallaron sin rastro ni señal alguna de la
herida , ni de sus accidentes : el cabello que le
habían arrasado para la cura , súbitamente habia
crecido , y ya estaba del mismo modo y forma que
todo lo demás, ni habia una mínima cicatriz en
todo aquel espacio. Escribió aquella misma noche,
todo lo que le habia pasado con el santo , que fué
largo coloquio. A la mañana dijo misa en la iglesia,
oyéndosela innumerable gente que concurrió á eslo
con la fama de tan raro milagro : el cual sucedió
en la ciudad de Ñapóles, año de 1634. Partió
luego á las Indias el padre Marcelo en cumplimiento
de su voto , y en breve tiempo chó en el Japón
su vida por Jesucristo con un glorioso martirio ,
como largamente se. dice en su vida , donde también
se declaran otras circunstancias muy notables
del milagro referido.
98 La muerte de esle grande apóstol del
Oriente fué ( como dijimos ) en la isla de Sanchoan
cerca de la China , ó los 2 de diciembre del año
del Señor de 1552, siendo él de cincuenta y cinco,
v habiendo gastado en la India diez años, y casi
siete meses. Fué muy llorado de lodos los cristianos
de la India , por haber perdido tan grande padre y
maestro: pero el que mas la sintió, fué el serenísimo
rey de Portugal don Juan III: porque demás que
amaba tiernamente al santo , como á persona que
él había enviado á la India ; reverenciábale , co-

DICIEMBRE , 3 LA LEYENDA DE ORO. 409
mo á santo: parecíale que era el mayor pre- bemosdicho con este intenlo san Ignacio le es­
sidio y amparo que tenia
en la India; y que cribió y ordenó que volviese á Portugal, para á
fallando aquella columna tan firme se habia mu­ su tiempo llamarle á Roma y renunciarle el cargo
cho de enflaquecer. Mas sabiendo las heroicas y de prepósito general; mas cuando llegó la carta de
esclarecidas virtudes de esle santo padre, y los san Ignacio á la India, ya san Francisco estaba
muchos y grandes milagros que el Señor obraba gozando en el cielo de Dios; y era tan grande la
por él, determinó suplicar á la santidad del papa fama y opinión de su sanlídad , no solamente en
que le canonizase y pusiese en el catálogo de los todas las provincias y naciones de la India , y en
santos : y para poderlo hacer con mayor funda­ el reino de Portugal, sino en toda Europa , partimento,
escribió una caria despachada ó los 23 cularmente en Roma , que en los pocos dias que
de marzo del año looG , á Francisco Barrete , su vivió en el poniificado el sumo pontífice Marcelo,
virey do la India, en que le mandaba que con II de este nombre, entendiendo que san Francis­
gran cuidado y diligencia hiciese tomar informaco, por orden de san ígnacio habia de venir de la
ción de la vida y muerte, virtudes y milagros de India á Portugal, y de allí á Roma , dijo á una
san Francisco en los lugares de la India en que persona muy grave : Si llegare á Portugal, no será
anduvo , y examinar los testigos que le conocieron menester para que le veamos, que venga á Roma,
y trataron, y recibir sus dichos conjuramento, y porque nosotros iremos á verle á Portugal : quo
enviarle el proceso cerrado , firmado de su mano, aunque son palabras dichas con encarecimiento,
y sellado con su sello. Todo se hizo como lo man­ declaran mucho la eslima que el sumo pontífice
dó el rey; aunque en solos cuatro lugares de la tenia de este gran siervo del Señor.
India, que fueron Goa , Cochin , Bazain y Malaca. 100 Fué san Francisco grande de cuerpo y
99 También con la muerte del mismo santo lleno y de muchas fuerzas: de rostro grave y sua­
padre cesó su venida de la India á Portugal, como ve : el color blanco y sonroseado : los ojos negros
san Ignacio lo habia tratado: porque viéndose y claros: la cabeza bien proporcionada: la nariz
este santo viejo y cargado de enfermedades, y mediana: la barba negra: el semblante alegre,
juzgando por su humildad que no tenia caudal vivo y autorizado: traia el cabello con garceta, y
bastante para gobernar la Compañía (teniéndole una media loba pobre, limpia y sin manteo, por
tan grande), quiso descargarse del cargo de pre­ conformarse con los otros sacerdotes pobres y con
pósito general, y echarle sobre los hombros de san el uso de la tierra. Su vida escribieron de propó­
Francisco , para que, como varón tan esclarecido sito el P. Horacio Turselino en seis libros en la­
y apostólico, ilustrase con su presencia las partes tín, y el P. Juan de Lucena en diez, en portu­
y provincias de Poniente, como habia alumbrado gués : el P. Bernardino Gínnaro en su Javier Orien­
con su predicación las de Oriente, y honrase y ta! , parte segunda ; y los PP. Luis de Guzman en
amplificase con su gobierno la Compañía: porque la Historia castellana de las misiones de ia Com­
asi como san Francisco estimaba , obedecía y repañía en la India Oriental , y el P. Juan Pedro
verenciaba á san Ignacio, y á boca llena le lla­ Mafeo, en la que de las cosas de la India commaba
gran santo , y con todas sus fuerzas le propuso en lengua latina, tratan largamente de la
curaba imitar; así san ígnacio conocía los raros vida y virtudes y hazañas de san Francisco Ja­
dones y admirables virtudes del santo, y le amavier : y por mucho que algunos de ellos se alarba
como á hijo regalado, y como á un vivo regan , todo es corto para lo que se puede decir;
trato y semejanza de sí mismo ; especialmente, porque cierto es cosa que espanta el considerar el
sabiendo el amor y zelo que tenia del bien de la ánimo y espíritu con que este bienaventurado pa­
Compañía que le queria encargar, que fué tanto, dre , solo , pobrecilo , y á los ojos de la carne me­
que en los mayores peligros y tormentas, se enconospreciado y vil , acometió la conquista , nó de
mendaba á los santos de la Compañía que están en una ciudad , provincia , ó reino , sino de un nuevo
el cielo , y todos sus buenos sucesos los atribuía á mundo : nó para sujetarle con las armas , y ha­
las oraciones de ellos , y de los padres que acá vicerle tributario á su rey, sino para sacarle del
vian en la tierra , como lo dice el mismo santo en cautiverio de Satanás, y restituirle á su verdadero
una carta por estas palabras: « Muchas veces Dios y antiguo Señor. ¡Qué inmensidad de mares na­
nuestro Señor me ha dado á sentir dentio en mi vegó ! ¡ Cuántos y cuan peligrosos fosos atravesó!
alma , de cuantos peligros corporales y espiritua­ ¡ Qué tierras, qué do naciones , qué de gentes exles
trabajos me tiene guardado por los devotos y trañas , inhumanas y bárbaras alumbró ! ¡ En
continuos sacrificios y oraciones de todos aquellos cuántas partes remotísimas colocó el estandarte
que debajo de la bendita Compañía de Jesús mi­ de la santísima cruz , y con ella espantó á los delitan
, y de los que están ahora en la gloria con monios 1 Hizo temblar al infierno : sacó la presa
mucho triunfo, los cuales en esta vida militaron y de las garras de Satanás ; y acompañado de innu­
fueron de la Compañía. Esla cuenla os doy , carímerables almas, que él habia ganado para el Sesimos
en Cristo , padres y hermanos , de lo mucho ñor, victorioso y glorioso , se fué á gozar, del que
que os debo , para que me ayudéis á pagar todo habia peleado en él, y vencido por él. De Alejan­
lo que yo solo, ni á Dios ni á vosolros puedo. dro Magno escriben algunos historiadores, que
Cuando comienzo á hablar do la sania Compañía oyendo decir, que habia muchos mundos , llora­
de Jesús, no sé salir de tan deleitosa comunicaba y se entristecía , porque él aun no habia conción.
» Todas estas son palabras de san Francisco, quisaido uno entero ; porque todo lo que habia ga­
escritas en una carta. Pero volviendo á lo que ha- nado era poco para su codicia y ambición Pues
TOMO IV.
S2

410 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 3
con cuánta mas razón nos podemos nosotros maravillar
del ánimo y valor divino de san Francisco
Javier: el cual, sabiendo por la filosofía natural,
que no hay sino un mundo , y por la cristiana y celestial
, que todos los hombres que hay en él, de
cualquier estado y condición que sean, fueron
criados por la benignidad del Señor , para que le
adoren v sirvan y reconozcan por su libertador
y Redentor á Jesucristo, su benditísimo Hijo; abrasado
de vivas llamas do amor de este Señor , hollando
y poniendo debajo de sus pies , todo lo que
en este mismo mundo aprecian y estiman, se desterró
de su patria y naturaleza , y armado solo de
Dios. que le guiaba , se fué á conquistar las almas
de gentes tan incultas, y naciones tan bárbaras, y
hombres tan perniciosos, crueles é inhumanos, que
muchos de ellos mas parecían bestias fieras, que
hombres; y esto con lan insaciable sed de su bien
de ellos, que todo el universo mundo era estrecho
y angosto para su ancho y fervoroso corazón;
y con grande espíritu y constancia, que en
los trabajos hallaba descanso, en los dolores regalo
, en los peligros seguridad, en las tempestades
puerto, en la guerra paz , y en la muerte vida:
porque conocía el valor de la sangre que derramó
Dios en una cruz . y lo estima que se debe
hacer de una alma , por la cual murió el autor de
la vida. Grandes, y muy alabadas son las hazañas
de Jos valerosos soldados y esforzados capitanes
que descubrieron y conquistaron con sus navegaciones
y armas este nuevo mundo, y con poca
gente sujetaron tantas y tan extendidas provincias
y reinos en las Indias orientales de Castilla : pues
nos dieron noticia de muchas cosas que no sabíamos
: enriquecieron nuestros reinos con el oro y
plata , con las perlas y piedras riquísimas , con
las especierías , medicinas y con otra infinidad de
marcaderias que nos vienen de las Indias , amplificaron
el imperio de sus reyes, ennoblecieron é
ilustraron sus naciones ; y pusieron sus trofeos en
los últimos confines de la tierra: pero ¿cuánta mas
alabanza y gloria merece nuestro santo y glorioso
capitán , que solo y no acompañado , desarmado
y no con armas y ejércitos , movido de zelo puro
de Dios, y no de ambición y codicia , con tanta
pobreza y desnudez , eon tantos peligros ó incomodidades,
con tanta ansia y ardor discurrió por
tantos reinos y provincias, nó para destruirlas, ni
para robarlas, ni para sujetarlos por fuerza de
armas , ni quitarles la libertad, sino para hacer
verdaderamente libres á los que las habitaban , y
sacarlos de la servidumbre del pecado, y de tal
cautiverio de aquel tirano, á quien adoraban en
la piedra y en el barro, y en el palo y en las obras
de sus manos; y como hombres tan sujetos y
oprimidos de tan cruel tirano, vivían como bestias
en abominables y enormes torpezas. ¡ Cuánto
va del cielo á la tierra 1 ¡ De los sacramentos divinos
á los tesoros temporales! ¡ De las medicinas
del alma á las del cuerpo ! 1 De la felicidad eterna
á esta momentánea I ¡ Del ser hombre al ser
bruto ! ¡ Del ser cristiano al ser infiel! ¡ Del ser
hijo de Dios al ser esclavo del demonio! ¡ Del gozar
para siempre de la gloria y vista del sumo
Bien , al estar en las penas horribles y sempiternas
! ¿Hay entendimiento que lo pueda comprender,
ó lengua humana , que lo pueda explicar?
Pues esta misma diferencia hay entre los bienes
que san Francisco Javier hizo á los pueblos que
conquistó para Cristo; y los que los otros conquistadores
hicieron, á los que ellos vencieron y sujetaron
á sus reyes y señores , de los cuales por su
conquista muchos quedaron destruidos y asolados.
* SAN SOFONÍAS.— Es el noveno de los profetas
menores y profetizó en tiempo del rey Josías,
624 años antes de Jesucristo. Su profecía está
escrita en hebreo, y consta de tres capítulos. En
ella exhorta á los judíos á la penitencia, anuncia
la destrucion de Níníve, y después de haber fulminado
terribles amenazas contra Jerusalen , concluye
con promesas consoladoras acerca de la
vuelta de la cautividad , del establecimiento de
una nueva ley , y habla de la vocación de los gentilos
, y de los progresos de la iglesia de Jesucristo.
Su estilo, según Fellor, se parece mucho al
de Jeremías, de quien parece imitador abreviado.
La Iglesia católica honra hoy á Sofonías en el número
de sus santos.
Los SANTOS CLAUDIO , HILARIA , JASON , MAU­
RO , Y SESENTA SOLDADOS, TODOS MÁRTIRES.—
Claudio ó Hilaría eran esposos , y Jason y Mauro
hijos suyos. Claudio era tribuno romano y en
calidad de tal tuvo que asistir con sus soldados al
martirio de los santos Crisanto y Daría. Al ver la
fortaleza invencible de los dos atletas cristianos,
todos los santos de que hablamos confesaron públicamente
el nombre de Jesucristo. A Claudio ,
por orden directa del emperador Numeriano le
ataron una piedra al cuello y le echaron en el río
Tíber , y sus hijos y soldados fueron degollados en
medio de una plaza de Roma. A Hilaria, que después
de haber enterrado á sus hijos estaba haciendo
oración sobre su sepulcro, estos la prendieron
los paganos y á manos de murió en
el Señor, también con la corona de los mártires.
Sucedió esto , el año 282.
SAN CASIANO, MÁRTIR.—En este dia padeció
por la fé de Cristo el notario que escnbia el juicio
que Aurelio Agricolano hacía del glorioso san
Marcelo. Llamábase el notario Casiano. Habiendo
este visto la serenidad y constancia del santo
centurión en aquel tribunal , y la rabia y furia con
que el presidente, vencido de las respuestas que le
daban , prorumpia en expresiones desatinadas,
así que oyó la sentencia que se le dictaba contra
Marcelo, arrojó el códice y la pluma, negándose
á escribir cosa tan detestable. Al ver esta acción,
se pasmaron todos los circunstantes; pero san
Marcelo, conociendo por divina inspiración que
Casiano debia ser compañero suyo en el martirio ,
mostró en el rostro la alegría de su corazón. El
presidente se levantó de la silla con gran cólera,
y preguntó á Casiano por qué causa habia arrojado
al suelo el códice y la pluma , y el santo contestó
que no tenía otro motivo que. la execrable
sentencia que acababa de oir contra Marcelo.
Mandó en seguida el juez que le pusiesen en la
cárcel, y habiendo llegado el dia 3 de diciembre,

DICIEMBRE , 4 LA LEYENDA DE ORO.
se examinó su causa y fué sentenciado á muerte , san Eleuterio pidiéndole que le procurase medio»
cuva sentencia se ejecutó el mismo dia.
para conocer el Evangelio. Becla dice , que el
Los SANTOS CLAUDIO, CIUSPIN, MAGINA, JUAN, pontífice le envió misioneros , y que los bretones
Y ESTÉVAN , MÁRTIRES. — Solo sabemos que mu­ profesaron desde entonces el cristianismo hasta el
rieron degollados en África , en una de las prime­ reinado de Diocleciano. Por consiguiente , Lucio
ras persecuciones de la Iglesia. Los nombres están fué el primer cristiano de Europa. Algunos histo­
continuados en este dia en el Martirologio romano. riadores aseguran que el santo rey abdicó des­
SAN AGRÍCOLA , MÁRTIR.-—Tampoco de este pués la corona y que se fué á predicar la fé á la
santo sabemos sino que fué martirizado en la Pan Alemania; pero Butier, que habia examinado bien
noma. Según el cardenal Baromo, constaba su todos los documentos antiguos de su país, dice ,
martirio en un manuscrito que se perdió.
que semejante opinión carece de fundamento, y
Los SANTOS AMBICO, VÍCTOR, Y JULIO, MÁRTI­ que el san Lucio que se venera como fundador de
la Iglesia de Coira, no es el san Lucio de que aquí
hablamos. Se ignoran las demás circunstancias de
la vida y muerte del santo rey ; pero se supone
que después de una vida empleada en favorecer
los intereses de la religión , murió en la paz de
Dios.
SAN GALGANO , ERMITAÑO Y CONFESOR. —Floreció
en Italia durante el siglo XI. Vivió muchos
años como sepultado en una soledad cerca de
Siena su patria , entregado ó todas las austeridades
de la penitencia, y murió.glorioso en milagros,
en 1181.
RES.—Eran estos santos de Nicomedia , donde
padecieron terribles suplicios por no querer renunciar
á sus creencias cristianas. Su muerte sucedió
en el siglo III, y antes y después de ella obró el
cielo por su mediación muchos milagros.
SAN MARODES , OBISPO Y CONFESOB. — Parece
que fué consagrado obispo de Milán el año 268.
Ocupóse sin descanso en la propagación de la fé ,
y en preservar á sus ovejas de la peste de los herejes.
Su largo pontificado, que duró cerca de
cincuenta años , según Aste , fué ilustre y glorioso
para la Iglesia , que en los tiempos de mayor tribulación
, vio iiempre á Marodes hecho el apoyo,
el amparo y el confortador de lodos los cristianos.
Murió en paz en medio de su rebaño, y su
memoria ha sido siempre en bendición. San Ambrosio
habla de él en distintos lugares de sus
obras.
SAN SOL Ó SOLO , ERMITAÑO Y CONFESOR. —Inglés
de nación , siguió á san Bonifacio á Alemania
en calidad de discípulo suyo, fué imitador de sus
virtudes y mereció ser elevado al sacerdocio. Sintiéndose
después inclinado ó vida mas perfecta ,
consultó con su maestro , quien le aconsejó que
se retirase á una soledad de Alemania. Encerróse
pues en una pequeña celda , donde enteramente
separado del comercio y trato con los hombres, no
se ocupaba mas que en la oración y en las prácticas
de la penitencia. Así pasó muchos años , venerado
de cuantos le conocían y consultaban, pero
siempre inaccesible á la lisonja y á las alabanzas
que le prodigaban. El emperadorCarlo-Magno le
trató con mucha estimación, y muchos grandes
personajes vivieron bajo su dirección. El santo
ermitaño murió el año 790 y su culto fué autorizado
en 830 por el papa Gregorio IV.
SAN BRINO Ó BIRINO , OBISPO Y CONFESOB. —
Era sacerdote de Roma cuando pidió permiso al
papa Florencio I para ir á predicar el Evangelio
á los idólatras de la Gran Bretaña. El pontífice
alabó su zelo y le consagró obispo , enviándole en
seguida á aquellas misiones. Birmo desembarcó
en el reino de los sajones occidentales, donde convirtió
un gran número de paganos , entre ellos al
rey y muchos cortesanos. El santo apóstol fijó su
residencia en Dorchesler, fundando muchas iglesias
en todo el país y obrando innumerables conversiones,
muriendo el año 630.
SAN LUCIO , REY Y CONFESOR.—El año 182 de
Jesucristo , era Lucio rey de una región do Inglaterra.
Habiendo llegado á su noiicia el establecimiento
do la religión cristiana , escribió al papa
Via 4.
411
SANTA BARBABA , VIRGEN Y MÁRTIR.—En el
tiempo que Maximino imperaba en Oriente, hubo
en la ciudad de Nicomedia un caballero noble ,
rico y poderoso, llamado Dioscoro, pero hombre
feroz y cruel , y muy dado al culto y adoración de
sus falsos dioses. Tenia este caballero una sola hija
llamada Bárbara , de extremada belleza y de
muy contrarias costumbres á su padre : el cual ,
temiendo que algunos , que no le estuviesen bien ,
procurarían casarse con ella , por su grande hermosura
y muchas riquezas , la encerró en una
torre, donde habia mucha comodidad de aposentos
y regalos, para que, apartada de los ojos de los
hombres , no fuese codiciada de ninguno. Holgóse
mucho la doncella de este encerramiento por su
rara honestidad , y porque era amiga de soledad y
quietud , y allí estaba desviada de todo bullicio y
tráfago, y se podia ocupar en la.contemplación
del cielo y de la tierra y de todo lo criado. Fué
tanto lo que Dios obró en la santa virgen en aquella
torre , que se determinó ó guardar perpetuamente
su pureza virginal, y tomarle á él por esposo
, dando de mano á todos los gustos y deleites
de la carne. Andando el tiempo , quísola su padre
casar, porque se le ofrecieron maridos ricos, nobles
y principales , que la pedian por mujer; mas
ella no lo quiso ser de ninguno , y respondió á su
padre , que no era razón que se casase con hombre
mortal, la que tenia ya inmortal esposo , y
por los gustos del matrimonio perder los entretenimientos
y dulzuras de su espíritu. Determinó su
padre hacer ausencia do su casa , esperando que
su hija poco á poco se ablandarla y condescendería
á su voluntad. Mandó hacer un baño para su
hija , y en él dos ventanas que le diesen luz ; y
partiere de su patria y estuvo muchos dias fuera
de ella. La santa doncella bajando un dia á ver

412 LA LEYENDA DE ORO. DÍCIEJIüBÉ , 4
Ja obra del baño , mandó que se hiciesen en él tres
ventanas en reverencia de la santísima Trinidad ,
y no dos, como lo habia ordenado su' padre; y
derramando lágrimas de sus ojos , que como per-
Jas preciosas caían en la fuente, se llegó á un pilar
de mármol que allí estaba: hizo con el dedo
la señal de la cruz en él ; y quedó tan señalada ,
é impresa en el mármol , como si fuera de cera ;
y después permaneció con grande admiración de
los que la vieron, y todos los que entraban en
aquel baño , estando enfermos , sanaban de sus
dolencias.
2 Hecho esto, viendo la sagrada virgen los
Ídolos que allí tenia su padre, dando suspiros y
lastimosos gemidos de lo mas íntimo de su corazón,
los escupió , y dijo : Semejantes sean á vosotros los
que os adoran y tienen por dioses, y confian en
vuestros favores y ayudas. Volvió de su jornada
Dioscoro : halló tres ventanas , donde él había
mandado que se hiciesen dos, y la señal de la cruz
esculpida en aquel pilar de mármol: quiso saber
de su misma hija la causa de aquella misma novedad
; y ella sin turbarse punto , con gran libertad
le declaró lo que pasaba ; y de aquí lomó ocasión
para predicar la fé de Cristo y el misterio de
la santísima Trinidad , y el de nuestra redención
que el hijo de Dios obró, muriendo por nosotros en
la cruz.
3 No se puede creer el furor, que oyendo
esto cobró Dioscoro entendiendo que su hija Bárbara
era cristiana , y que por esto no se habia
querido casar : y parte por el zelo falso , que él
tenia á sus dioses , y parle por temor de no perder
sus grandes riquezas si viniese á oidos del emperador
, soltó la rienda á su mala condición colérica,
y cruel naturaleza; y olvidándose de que
era padre y vistiéndose de persona de tirano , puso
mano á una espada, para echársela por el cuerpo
á su hija.
4 Mas la santa doncella se apartó de allí y
se huyó de su presencia ; porque Dios la guardaba
para mayores victorias, y mas glorioso triunfo.
Pero yendo tras ella el padre ó ( por mejor decir)
el cruel verdugo, y andando ya en su alcance ,
una peña se abrió súbitamente por virtud de aquel
Señor , á quien todas las criaturas obedecen, y
por ella pasó y se guareció la santa virgen : aunque
visto este milagro, no se ablandó su padre,
porque era mas duro que la misma piedra ; antes
sabiendo que iba huyendo, por indicio de uno do
dos pastores que la vieron , la siguió , y la alcanzó
y como un león bravo la dio muchas coces y puñadas
y golpes , y la arrastró por los cabellos
por lugares fragosos y ásperos, y la encerró en
una casilla , poniéndola guardas, y cerrando y sellando
la puerta : y para mas vengarse de ella y
mostrar el zelo que tenía de la honra de sus dioses,
dio orden, como fuese presa y llevada delante de
Marciano, presidente , avisándole él mismo, que
era cristiana , y pidiendo que se ejecutasen en ella
las leyes puestas por los emperadores contra los
cristianos. Fué lan extraña y bárbara su fiereza,
que hizo jurar al presidente, que no perdonarla á
su hija , sino que la trataría con lodo rigor, hasla
hacerla morir á puros tormentos. ¿Adonde no
llega la maldad de un hombre desamparado de
Dios; pues ol padre se olvidó de serlo , y se desnudó
del afecto tierno quo suelen tener aun las
fieras para con sus hijos? Traída la santa vírgen
al tribunal de Marciano, comenzó él á halagarla
y á acariciarla, y á persuadirla con blandas palabras
, que dejase aquella vana superstición y locura
; mas como hallase el pecho de santa Bárbara
mas fuerte ó impenetrable que una roca , y que
armada con el espíritu del cielo, resistía á lodos
los asaltos del infierno , trocando la suavidad
fingida en severidad y crueldad verdadera , la
mandó desnudar y azotar cruelmente con azotes
de nervios de bueyes, y fregar con un áspero cilicio
las llagas y heridas de su cuerpo , que quedó
tan abierto y lastimado, que por todas partes corrían
de él arroyos de sangre. Después de esle tormento
la echaron en la cárcel donde la apareció
ó media noche su dulce esposo Jesucristo, resplandeciente
con inmensa claridad , y la animó , y
certificó que estaría siempre á su lado, y que la
tendría debajo de sus alas y amparo , de manera,
que no pudiesen prevalecer contra ella todas las
invenciones y crueldades de los tíranos.
5 Con estas palabras que la dijo el Señor,
quedó lan sana de todas sus llagas y heridas , corno
si nunca las hubiera tenido en su cuerpo, y
muy alegre y confortada para todos los tormentos
que la quisiesen dar. Otro dia fué llevada á la segunda
audiencia delante del presidente: el cual,
como la vio tan sana y tan entera , habiendo visto
el dia antes su cuerpo hecho una llaga , quedó pasmado,
y como fuera de sí; y atribuyendo el milagro
del verdadero Dios ó la piedad de sus falsos dioses
, tentó otra vez (aunque en vano) á la santa
vírgen, persuadiéndola que reconociese aquella
benignidad que los dioses habían usado con ella,
y que como á tales los reverenciase y adorase. Mas
como ella respondiese con la constancia y valor
que á esposa escogida de disto convenia ; enojado
el presidente, mandó á dos verdugos, hombres
valientes y de grandes fuerzas, que con peines de
hierro rasgasen los costados de la santa doncella,
y después de rotos y carpidos, poner hachas encendidas
, y con un martillo dar muchos golpes en
su santa cabeza. Estaba la bienaventurada vírgen
en medio de estos tormentos con el corazón y con
los ojos puestos en el cielo , y hablando amorosamente
con su esposo , le decía : O buen Jesús, bien
ves el secreto de mi corazón, y sabes que en tí
tengo mi esperanza: no me dejes , Señor , de tu
mano piadosa; porque sin tí soy muy Haca, y contigo
todo lo puedo.
6 Pasó la crueldad del tirano mas adelante , y
mandó corlar los pechos con agudos cuchillos á la
santa virgen, la cual padecía gravísimo dolor en
aquel tormento, mas con el amor grande que tenia
al Señor, y el deseo de padecer por él, todos
los dolores se mitigaban y se hacían sabrosos: y
para llevarlos con mayor fortaleza y alegría , invocaba
el favor del Señor, y con el real profeta
decia: «No desvies, Dios mió, de mí tu rostro, y tu
espíritu divino no le uparles de mí.» Mandó el ti-

DICIEMBRE , 4 LA LEYENDA DE ORO.
rano , para avergonzar á la sania virgen , y alemorizar
á lasolras doncellas cristianas con suejemplo,
que la sacasen por las calles públicas desnuda
, y que la fuesen dando crueles azotes : y ella,
al tiempo que se ponia en ejecución este cruel mandato
, levantó los ojos al cielo , y dijo : Rey y Señor
mío, que con tus nubes cubres los cielos y la
tierra con la oscuridad de la noche, ten por bien
de cubrir la desnudez de mi cuerpo , para que los
ojos de los infieles no lo vean y blasfemen tu santo
nombre. Oyó su petición el que no sabe negar á
sus siervos lo que le piden en sus trabajos, y cubrió
el cuerpo de la limpia virgen con una maravillosa
claridad á modo de estola ó ropa larga,
desde la cabeza hasta los pies , de manera , que
no pudo ser visto de los paganos.
7 Volvieron al presidente , y vista su constancia
, la mandó degollar. Habia estado presente
á todo este espectáculo Dioscoro, su padre, relamiéndose
como tigre en la sangre de su hija; y
endurecido mas con sus tormentos, pidió al juez
que le dejase á él ser verdugo de su hija, y darla
por su mano la muerte. ¡O corazón do padre,
dónde estás! Fuéle concedido. Lleváronla fuera
de la ciudad á un monle , y allí se puso de rodillas
santa Bárbara, é hizo una devota oración á Dios,
dándole gracias por haberle Iraido á aquel punto,
y suplicándole que otorgase los bienes que le pidiesen
todos los que en su nombre le invocasen.
Bajó una voz del cielo que la llamaba á recibir la
corona, y la prometía que se cumpliría lo que
ella allí habia suplicado; y con esto inclinóla cabeza
delante de su padre, y él levantó la espada,
y se la cortó. Murió con la sania virgen otra piadosa
mujer, llamada Juliana, la cual viendo la
paciencia y alegría con que santa Bárbara padecía
sus tormentos, y en ellos era de Dios consolada
, y que con la cárcel la babia sanado sus llagas
, la movió de tal manera á imitarla y seguir
sus pisadas, muriendo porCristo, que dio señas de
ello; y el juez !a mandó prender y atormentar, y
cortar los pechos, y finalmente dego'lar en compañía
de la gloriosa virgen santa Bárbara, y con
ella recibió la corona del martirio.
8 Mas para que se vea la justicia del Señor,
y cuan diferentes son los fines de los buenos y de
los malos: el desventurado Dioscoro ó indigno
del nombre de padre de santa Bárbara, después
que con sus manos la dio la muerte, quedando
muy ufano y contento por haberse vengado do su
luja , y ofrecidola en sacrificio á sus falsos dioses,
volviendo del monte á su casa, un rayo del cielo
súbitamente le mató , y le privó de la vida temporal
y de la eterna ; y lo mismo aconteció al presidente
Marciano.
9 Los cuerpos de santa Bárbara y de santa
Juliana recogió un varón religioso y pió, llamado
Valenciano, y los colocó con cánticos y salmos
honoríficamente en un lugar llamado Gelasio,
donde el Señor por su intercesión obró grandes milagros.
Fué el martirio de santa Bárbara á los 4
de diciembre , en la persecución de Maximiano. El
martirio de esla gloriosa virgen escribió san Juan
Damasceno y Arsenio . y de ellos la sacó Pedro
413
Galesinio , protonotano apostólico: también la escribió
el Metafraste; y la una vida y la olra se hallan
en el vi tomo del P. Fr. Lorenzo Surio : y todos
los Martirologios hacen mención de ella, y los
griegos celebran su fiesta y la llaman la esclarecida
mártir Bárbara. Pero adviértase que no todos
los autores concuerdan en el lugar en que padeció
: porque el Melafrasle y Mombricio dicen, que
padeció en Ileliópolis, y Adon , que en Toscana:
pero lo mas cierto es , que fué en Nicomedia, como
se ha dicho. También algunos se engañan,
pensando que el marlirio de santa Bárbara íué en
tiempo de Maximiano; pero no fué sino en tempo
de Maximino, que sucedió en el imperio ái Alejandro
Severo (como lo afirma el Martirologio romano)
, y algunos dicen que fué enseñada por Orígenes
en las sagradas Letras. Es particular abogada
santa Bárbara contra los truenos y rayos : con
los cuales parece que quiso nuestro Señor castigar
á su padre y al inicuo juez que la condenaron y
mataron.
10 Un insigne milagro refiere un sacerdote,
llamado Teodorico , por cuyas manos pasó el año
de I 4'i8 , en una villa de la isla de Holanda , llamada
Gorco , y le trae Fr. Lorenzo Surio , de un
hombre que era muy devoto de esta santísima virgen
, por haber entendido , que tocios los que en
vida lo eran , no morirían sin los santos sacramentos.
Estando, pues, este hombre que so llamaba
Henrico, durmiendo, se pegó fuego de improviso
en la casa , donde estaba, con tal incendio
que por ninguna manera pudo escapar: y estando
cercado por todas partes de las llamas , y ardiendo
su cuerpo en ellas, tuvo mas pena de morir sin sacramentos
, que de la misma muerte tan atroz que
tema presente.
11 Acordóse de santa Bárbara : invocóla: pidió
su favcr y suplicóla nó que no muriese, sino
qne no muriese sin recibir los sacramentos de la
Iglesia. Aparecióle luego la virgen, y con el manto
apagó las llamas de aquel incendio , y sacólo , y
púsole en lugar seguro , y díjole . que por la devoción
que Labia tenido con ella , Dios le habia dado
plazo de la vida hasta la mañana siguiente , para
queso confesase , y comulgase , v recibiese la extremaunción
: y así fué , estando todo el cuerpo del
pobre hombre de lal manera de pies á cabeza
quemado, que mas parecía su figura de un hombre
asado , que de hombre vivo; y él contó á todos
los que concurrían á ver este milagro, la merced
que Dios le habia hecho por intercesión de santa
Bárbara, exhortándolos á tener con ella gran devoción
, y servir al Señor , que por aquel camino
le habia querido salvar; y el mismo sacerdote que
le confesó es el que refiere el milagro.
* SAN TEÓFANES , Y SUS COMPAÑEROS , MÁR­
TIRES. — Todos ellos eran de la servidumbre del
emperador León el Armonio, hereje iconoclasta,
que se oponia con lodo su poder á que se diese
culto á las imágenes de los santos. Por no querer
obedecer las órdenes del emperador sobre esle
punto i Teófanes y sus compañeros fueron martirizados
en Constanlinopla, el año 780.
SAN MELECIO, OBISPO Y CONFESOR. — Este

4U LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 4
sanio , célebre en la Iglesia oriental por su ilustre
sabiduría y virtud , floreció en el siglo III y fué
obispo del Ponto. Durante la persecución de Diocleciano
, sufrió muchos trabajos por causa de la
fé ; pero no pudo alcanzar la gloria del martirio.
San Basilio en el capítulo 29 de su libro titulado
de Spiritu Sánelo hace un magnífico elogio de
este grande obispo, alabando principalmente la
inocencia de su vida y su pureza de costumbres.
Murió , según Baronio , el año 287.
SAN FÉLIX, OBISPO Y CONFESOR. — Ferrario
dice, que nació en Italia, que se dedicó al estudio
de las sagradas Letras y que en tiempo desanAmbrosio
fué diácono de la Iglesia de Milán. De aquí
pasó á Bolonia , de cuya ciudad fué el quinto obispo
, mereciendo ser contado entre los pastores que
mas trabajaron contra los arríanos y contra los estragos
de los godos. Murió santamente el año 398.
SAN OSMUNDO , OBISPO Y CONFESOR.—Fué natural
de Normandia , hijo de los condes de Séez.
Abrazó la carrera militar, y siguió á Guillermo el
Conquistador en su expedición á Inglaterra. En
recompensa de sus servicios, fué nombrado conde
de Dorset. Supo enlazar la santidad de vida á lodos
los deberes de cortesano, de oficial y de magistrado
, pues fué algún tiempo gran canciller de
luglaterra. Pero ni las dignidades ni los honores,
contentaron nunca á aquel corazón que solo se
gozaba en Dios. Retiróse, pues, del mundo y abrazó
el estado eclesiástico, y al poco tiempo sus virtudes
y sus talentos lo hicieron colocar sobre la
sede episcopal de Salisbury, en 1078. Desde entonces
ocupado en la salvación de las almas y en
su propia santificación , fué un pontífice grande,
según el corazón de Dios , un verdadero sucesor
de los apóstoles, hasta que murió el año 1099.
SAN ANNON, OBISPO Y CONFESOR. — En su juventud
siguió este santo la carrera de las armas;
pero después , tocado de la gracia , dejó el mundo
y abrazó el estado eclesiástico. En 1056 fué elevado
á la silla episcopal de Colonia, venciendo
por fuerza su humildad, que le hacia considerarse
indigno de aquel puesto. Su caridad con los pobres
, sus extraordinarias penitencias, sus oraciones
y su zelo le hicieron agradable á Dios y á los
hombres, y cuando murió el emperador Enrique
III , fué Annon nombrado regente del imperio
durante la menor edad de Enrique IV. Fué admirable
en el gobierno de la Iglesia y del estado
y murió santamente en Colonia el dia 4 de diciembre
del año 1072.
SAN MARUTAS, OBISPO Y CONFESOR.—Este
santo, uno de los mas ilustres doctores de la Iglesia
de Siria , fué obispo de Martirópolis, ciudad de
Mesopotamia , fronteriza al reino de Persia. Escribió
las actas de los mártires que murieron en
dicho reino durante la persecución deSapor, desde
el año 340 al 380, y compuso además muchos
himnos y otros discursos en alabanza de los mártires.
El Martirologio romano dice que restauró en
Persia las iglesias destruidas durante la persecución.
El emperador Teodosio el Joven, deposiló
su confianza en el santo prelado , y por dos veces
consecutivas lo envió de embajador á la corle de
I-sdegudes , rey de Persia , que también le veneró
como á un hombre enviado de Dios. Los magos
de aquel país , temiendo la confianza que el príncipe
depositaba en san Marutas , levantaron contra
éste calumnias infames , de las cuales triunfó
con su paciencia y por medio de la virtud milagrosa
q.ue el cielo le comunicaba. Después de haber
hecho mucho bien á la Persia, volvió el memorable
obispo á su diócesis de Mesopolamia,
publicó varios tratados sobre el dogma y la disciplina
de la Iglesia , y murió santamente á mediados
del siglo V.
SAN CHUNO, Ó SIGIRANO, ABAD. — Nació de
distinguida lamilla en Berri y se educó en la ciudad
de Tours. Fué copero del rey Gotario II, y
entre las grandezas de la corte , practicó todas las
virtudes de un solitario. Cuando se trataba de casarle
, hizo voto de perpetua continencia , recibió
la tonsura clerical , fué nombrado arcediano de la
catedral de Tours, y después de haber sufrido
muchos contratiempos y disgustos, rompió enlera^mente
con el mundo , repartió sus bienes á los
pobres , y so retiró al territorio de Berri donde
fundó dos monasterios. En uno de ellos, el de
Lourey , fué Grano abad muchos años hasta su
dichosa muerte, sucedida el 657.
SAN CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, DOCTOR DE LA
IGLESIA. — Llamóse Tito-Flavio Clemente, y
nació en Atenas. Empezó sus estudios en Grecia,
los continuó en Italia , y los acabó en Egipto. Viajó
por Europa, siempre instruyéndose, y al fin, de
filósofo platónico , se convirtió á la religión crisliana,
do la cual fué uno de los mas grandes é ilustres
doctores. Trabó estrecha amistad con san
Panteno , que dirigía entonces la célebre escuela
de Alejandría, en cuyo cargo le sucedió Clemente
el año 190. Su reputación de sabiduría fué universal
, y contó entre sus numerosísimos discípulos
, los mas famosos maestros de! siglo III, entre
ellos Orígenes y san Alejandro, obispo de .lerusalen.
En 202 la persecución que escitó en Egipto
el emperador Severo , obligó á Clemente á abandonar
su escuela y retirarse á Capadoeia. Visitó
las principales iglesias del Asia , produciendo en
todas prodigioso efecto sus discursos, y justificando
siempre aquellas palabras de san Panteno , que
hablando de él, decía , « que era una abeja industriosa
, que elaboraba su miel , chupando la
sustancia de las flores de los profetas y apóstoles.»
Clemente murió en Alejandría , el año 217 poco
mas ó menos , y desde entonces su memoria y sus
escritos han sido considerados como de un padre
de la Iglesia y de un santo distinguido. Su nombre
no está en el Martirologio romano, pero se halla
continuado en algunos de la Iglesia de Francia, y
en el de Galesinio , que le da el título de presbítero
y confesor.
SAN BERNARDO, OBISPO Y CONFESOR.—Natural
de Italia , abrazó el estado religioso en la
congregación de Valle-Umbrosa, en la cual entró
por especial impulso do la santísima Virgen , de la
cual fué toda su vida muy devoto. Su doctrina y
piedad lo hicieron conocer al papa Urbano II, que
lo creó cardenal de la Simia Iglesia romana , y

DICIEMBRE , 5 LA LEYENDA DE ORO.
obispo de Parma. Desempeñó varias comisiones
importantes de la santa sede, y como legado apostólico
logró la paz de Italia muy agitada entonces
por las discordias civiles. Obró muchos milagros,
entre ellos el volver un dia á su cauce natural las
aguas del Po , que estaban inundando todo el país.
Murió en Roma , el año 1133, llorado de cuantos
conocían sus eminentes virtudes y su raro mérito.
SAN PEDRO CRISÓLOGO, ARZOBISPO Y CONFESOR.
— Véase su vida en el dia 2 de este mismo mes.
IÍSH «5.
SAN SABAS , ABAD Y CONFESOB. —El bienaventurado
san Sabas fué varón santísimo y de altos
merecimientos , y padre é instituidor de muchos
monjes , y gran defensor de la fé católica , y esclarecido
con muchos milagros. Nació en una aldea
déla provincia de Capadocia, llamada Mutalasca.
El nombre de su padre fué Juan, el de su madre
Sofía, personas nobles y piadosas. Ofrecióse á
á sus padres una jornada forzosa á Alejandría de
Egipto , y dejaron á su hijo Sabas de cinco años
encomendado á un lio suyo, hermano de su madre
, que se llamaba Hermias.
2 La mujer del cual, por ser desabrida y de
'mala condición , trataba mal al niño Sabas ; y él
dejó aquella casa, y se fué á la de otro fio suyo,
llamado Gregorio, para vivir en paz y quietud.
Tuvieron los dos tios, Hermias y Gregorio, grandes
pleitos sobre la hacienda de Sabas, que sus
padres , cuando partieron para Alejandría , le habian
dejado.; y el santo mozo como era pacífico y
sosegado , ofendido de aquellas discordias y porfías
por una cosa lan baja como á él le parecía,
que era la hacienda , dejólos y entróse en un monasterio
para darse totalmente á Dios.
3 Concertáronse después los dos, y quisiéronle
sacar del monasterio , para que gozase de su
hacienda y de los gustos del matrimonio; mas él
estaba ya tan abrazado con Dios y tan encendido
en su amor, que por ningún camino le pudieron
apañar de su santo propósito. Dábase á todas virtudes
, procurando esmerarse en cada una de
ellas , y especialmente en la abstinencia y victoria
de la gula. Un dia estando trabajando en la huerta
del convento , vio en un árbol muy lindas y sabrosas
manzanas, y aficionándose á ellas cogió una
del árbol con intento de comerla. Después cayó en
la cuenta que aquella era tentación del demonio, y
luego arrojó la manzana y la pisó; y para vencer
mas perfectamente al enemigo, determinó no comer
manzana en todos los dias de su vida. Con esta
victoria pasó adelante en las demás virtudes,
ejercitándose de dia en los trabajos, y de noche en
la oración, y huyendo de la ociosidad, como de raíz
de todos los males. Era muy caritativo y muy compasivo,
en tanto grado, que una vez habiendo el
panadero de su casa puesto sus vestidos mojados
dentro del horno , para que se secasen; después
olvidado encendió el horno , y acordándose que
estaban dentro sus vestidos, se comenzó á congojar.
Tuvo tan gran pena Sabas de la pena y aflicción
del panadero, á quien él ayudaba y servia,
que haciendo la señal de la cruz , so entró en el
horno, y sacó los vestidos, pasando por medio
de las llamas sin lesion : tanto puede la caridad
del prójimo para con Dios, aunque sea en cosas
pequeñas. Después que hubo estado en aquel monasterio
diez años, siendo ya de edad de diez y
ocho , con instinto particular de Dios , y licencia
de su abad (que tuvo revelación de ello) , fué á
visitar los santos lugares de Jerusaíen , y (le allí
por consejo de san Eutimio , abad y varón santísimo
, so entregó á la disciplina ó instrucción de
un varón perfecto , llamado Teotisto , y debajo
de tal maestro hizo muy gran progreso en todo
género de santidad y virtud. Era el primero en
la oración y en el trabajo : era humilde, obediente,
modesto, y de gran caridad para con todos,
ayudándolos , y sierviéndolos en sus oficios y ministerios
con extraordinario cuidado y alegría. Todos
se miraban en él como en un espejo, y le llamaban
el « Mozo viejo; » porque en los pocos años
resplandecía en él, seso y madurez de venerable
senectud. Fué una vez por obediencia de su prelado
á acompañar á olro monje , que iba á Alejandría
, donde encontró á sus padres, que le quisieron
hacer fuerza , y sacar de la religion; mas
él, entendiendo que aquel habia sido artificio
del demonio , y lazo que le tenia armado para
cogerle é inquietarle , tuvo fuerte, y resistió con
tan grande espíritu á los asaltos de sus padres,
que los rindió á su voluntad: y dejándolos sosegados
, se entró á hacer vida solitaria en una
cueva de un monasterio. Allí estuvo por espacio
de cinco años, haciendo vida mas de ángel , que
de hombre mortal.. Los cinco dias de la semana
pasaba sin comer, oeupado siempre en oración,
ó en el trabajo de sus. manos: el sábado salia de
su cueva y traia cincuenta espuertas que en aquellos
dias habia hecho ; y el domingo se volvia á su
cueva , con la cantidad de ramos de palma , que
era menester para trabajar en la siguiente semana.
Fué muy tentado y perseguido de los demonios
, que en diversas formas de serpientes y de
bestias fieras , se le aparecian para espantarle;
pero él armado de oración y confianza en Dios
los venció, viviendo con increíble seguridad.
i Después que se hubo ejercitado en aspereza,
oración, y penitencia muchos años, salió de
la soledad para beneficio de muchos , y fundó un
monasterio , donde vivían bajo de su gobierno
ciento cincuenta monjes , á los cuales proveía
Dios maravillosamente de todo lo necesario, por
medio de muchas personas piadosas, que les ha—
cían largas limosnas . admirados de su gran santidad
y virtud , y aun milagrosamente les proveyó
el Señor de una fuente de agua muy copiosa,
que ni crecia en invierno, ni en verano, y daba
agua abundantemente , á todos los que la hablan
menester. Después en el discurso de la vida de san
Sabas (que fué muy larga, y mas divina que humana
, y llena de prodigios divinos) el Señor le
favoreció en gran manera , socorriéndole en las
necesidades do siete monasterios que fundó, y haciéndole
padre de innumerables monjes . admirable
en toda aquella tierra , espantoso á los demo-

iios , y ú los leones ferocísimos y á oirás bestias
fieras, venerable: solos los hombres malos y perversos
le aborrecían y perseguían, porque era contrario
en su vida y en su doctrina á las viciosas
costumbres y dañadas opiniones de ellos , porque
para mejor ejercicio y pureza de su virtud , permitió
el Señor que algunos de sus mismos discípulos
lo maltratasen y persiguiesen , y él con humildad,
caridad, paciencia y mansedumbre los venció
y dejó la misma casa que habian edificado, y se
fué á vivir á otros lugares incómodos y ásperos,
para tener paz , con Tos que huían de la paz , y
enseñarnos con su ejemplo , cuanto mas vale el
padecer, que el hacer por Cristo , y que lo fino
de la virtud consiste en sufrir muchos trabajos y
molestias, porhacerbien.de los mismos á quienes
el bien se hace, y que al fin Dios le da corona,
al que sabe pelear y vencer. Los que por menudo
quisieren saber los milagros de este santísimo
abad, que son muchísimos y grandísimos, véanlos
en su vida. Uno solo referiré aquí, que le sucedió
con un león. Entró una vez el santo á hacer oración
en una cueva, donde habitaba un león de
extraña grandeza. Después de haber orado se puso
á reposar un poco: á la media noche entró el
león en su cueva, y hallando el huésped, no le osó
tocar : pero asiéndole blandamente del vestido, le
tiraba como quien le quena sacar fuera de su cueva.
No se turbó el santo, por ver de improviso
aquella bestia tan feroz, antes comenzó á rezar
muy despacio , y con mucha devoción sus maitines
: y el león se salió fuera aguardando que los
acabase, y después tornó á entrar, y asirle de la
falda como diciéndole que se fuese de su casa; pero
el santo sin turbarse le dijo :Mira, león, si quieres,
estemos aquí juntos, porque la cueva es capaz
para los dos: y sino mas justo es que tú le
vayas y me dejes libre ; porque yo no solamente
soy criatura de Dios, como tú, sino
criado á su semejanza ó imagen. Oídas estas palabras,
como si tuviera entendimiento , se salió el
león de la cueva , dejándola para habitación del
santo abad. Habiéndose, pues, ejercitado en los
monasterios y en la soledad, y siendo respetado
en el mundo y tenido por un varón venido del cielo
, se ofreció un negocio muy grave , que le sacó
de su quietud, y le obligó á ir á Constanlinopla,
para aplacar al emperador Anastasio que era hereje
, y perseguía á los católicos , y echaba de sus
sillas á los santos obispos. Enviaron una embajada
al-emperador, de muchos monjes, cuya cabeza
era san Sabas (que á la sazón era do setenta y tres
años), y el amor de Dios y el zelo de la religión
pudo mas con él para tomar aquel trabajo , que sus
muchos años y el deseo de su quietud , para rehusar.
Llegaron al palacio del emperador los embajadores
, y todos fueron admitidos , sino san Subas
que era el principal; porque , como iba con vestido
de cilicio y vil, no le dejaron entrar , y le trataron
como á hombro despreciable. Los de dentro
echaron menos al santo , luciéronle buscar , halláronle
rezando salmos fuera del palacio imperial :
llamáronle y lleváronle al emperador, donde los
oíros embajadores, sus compañeros, eslaban aguar­
LA LEYENDA DE ORO. BICiEMBRE, O
dándole. Al entrar en la sala, vio el emperador
que iba delante de san Sabas un ángel resplandeciente
, y admiróse y entendió que era varón de
Dios , y como á lal le honró , levantándose de su
silla y haciéndole reverencia. Mandó sentar á los
embajadores, y preguntóles lo que querían : y cada
uno de ellos, olvidado del negocio público á que
venian , comenzó á tratar de sus negocios particulares
con el emperador , y á proponerle sus peticiones
y demandas : solo san Sabas callaba , y
siendo la boca de todos no decia palabra. Preguntóle
el emperador si él queria algo : y ól le dijo la
causa porque había venido , y le aplacó , y por
entonces le detuvo; porque vio que era varón
santo y desinteresado , y sin codicia de cosa alguna
de la tierra. Otra cosa le sucedió otra vez con el
emperador. 1 labia habido aquellos años grande
hambre y pestilencia , y con estar los pueblos destruidos
, los cargaban con nuevos tributos y vejaciones,
de manera, que la pobre gente andaba afligida
y se consumía , ó iba acabando sin remedio.
Compadecióse el santo abad de las calamidades de
la gente miserable; fuese al emperador y suplicóle,
que mandase quitar aquel tributo con que eslaba
oprimida, y el emperador se inclinó á hacerlo , por
respeto del santo que se lo suplicaba: pero un ministro
suyo, llamado Marino, que era poderoso,
y tenia gran mano con el emperador , le persuadió
que no lo hiciese (que nunca falta en las cortes
de los príncipes un mal consejero que los destruya
) : avisó ó Marino el sanio , que se reportase
y arrepintiese; porque de otra manera pagaría su
culpa con grave pena : él no se enmendó , y la
pagó ; porque estando Marino muy contento y descuidado
, se levantó en la ciudad un alboroto , y
el pueblo enlró en su casa y la saqueó, y quemó ,
y falló poco , que el mismo Marino no muriese á
sus manos : pero Dios le guardó, porque reconoció
su culpa , y le pidió perdón , entendiendo cuan
grande era la santidad de Sabas que le habia profetizado
lanío anles el castigo que habia de venir
sobre él. Volvióse el sanio abad , acabada esta
jornada con feliz suceso, á su recogimiento; pero
habiendo muerto el emperador Anastasio quemado
de un rayo por justo juicio de Dios (dé lo cual
tuvo revelación san Sabas), habiendo sucedido
en el imperio Justino, que era principo católico,
salió otra vez de su monasterio, siendo de edad
de ochenta años, con grande vigor, esfuerzo y
alegría para ser pregonero por su misma persona,
y predicador de un edicto , que el mismo emperador
mandó publicar en favor de la fé católica y de
la paz de la santa Iglesia ; porque lodos los trabajos
que lomaba por Cristo el santo viejo Sabas , le
eran mas sabrosos que el descanso y quietud. No
fué esta la postrera vez que dejó su recogimiento
por el bien de los otros ; mas la tercera vez , siendo
ya de noventa y un años , y Jusliniano emperador
, fué á Couslantinopla para suplicarle que
reprimiese á los samantunos, que infestaban y
perseguían á los cristianos de Palestina , y destruían
los templos y quemaban las reliquias , y
mataban á los obispos , y por medio de un conde
llamado Arsenio, hombre malvado y perverso,

DICIEMBRE , 5 LA LEYENDA DE ORO.
persuadían al emperador, que los buenos crislia- en Venecía. Escribió su
daderos calólieos, eran la causa de los
nos y verdaderos calóñeos
mismos males que padecían : que eslo es propio
de los herejes y revollosos , afligir á los buenos
y echarles la culpa. Fué recibido el sanio abad del
emperador Jusliniano , como un ángel \emdo del
cielo : mandó que le saliesen á recibir los caballeros
y criados de su casa , y el mismo patriarca de
Conslanlinopla, Epifanio, y cuando entró, vio sobre
la cabeza del santo una como corona de maravillosa
claridad, y se levantó de su silla, y le abrazó
y veneró , y le concedió benignamente y con larga
mano , todo lo que le pidió , é lazo muchas obras
buenas por su consejo. Mas en esta jornada le aconteció
con la emperatriz Teodora una cosa digna de
consideración. Era estéril, y deseaba un hijo : pensó
poderle alcanzar de Dios por las oraciones del
sanio: pidióle una y muchas veces con grande instancia
y afecto, que lomase aquel negocio á su cargo;
y el santo nunca lo quiso hacer, ni darle esperanza
de ello, ni decirla una buena palabra; porque
conoció que era hereje, y que Dios no quería
(pie de tan mal árbol naciese fruto para daño de
la Iglesia. Otra cosa también notable le sucedió
con el emperador Jusliniano, el cual estando despachando
las cosas que el santo le habia suplicado
con gran volunta! de darle comento , y el
mismo santo abad allí con él ; llegada la hora de
tercia, dejó al emperador, y se apartó á rezar sus
acostumbradas oraciones : y como un compañero
sayo, llamado Jeremías , le dijese que no parecía
bien, que estando el emperador ocuparlo en sus
negocios, él le dejase y se divirtiese en otra cosa;
él le respondió con gran paz: Hijo, el emperador
hace su oficio , y nosotros el nuestro. Concluyó
san Sabas sus negocios: volvió á su casa: cayó enfermo;
y siendo de noventa y dos años, habiendo
tenido revelación de su glorioso tránsito , exhortando
á sus hijos y discípulos á toda virtud y
perfección, dio su alma al que para tanta gloria
suya la había criado, á los 5 de diciembre del
año del Señor de 531. Enterráronle con gran
pompa vsolemnidad, los obispos, monjes , y pueblos
de toda aquella comarca, y Dios obró por él,
después de muerto , innumerables milagros. No
solamente fué muy célebre su memoria en Oriente
sino también cu Occidente ; y en Roma hay una
Iglesia y monasterio de san Sabas, de la cual hace
mención Juan Diácono en la Vida de san Gregorio,
papa, y se cuenta por uno de los veinte y dos
monasterios insignes que habia en aquella sania
ciudad; y la sanlidad de Gregorio XIII, de feliz
recordación , le díó al colegio germánico que
fundó en Roma , para reparación de la fé católica
en las provincias septentrionales ; porque
en esle colegio , debajo de la disciplina y gobierno
de los padres de la Compañía de Jesús,
se crian muchos estuchantes de aquellas naciones
católicas , y acabados sus estudios vuelven
á ellas, para alumbrarlas con la doctrina apostólica,
y edificarlas con su buena vida, y se ha seguido
grandísimo fruto para ensalzamiento de la
anta fé católica, y abatimiento y confusión de los
herejes. El cuerpo de san Sabas, se dice que está
T U M O 1Y.
417
vida largamente Cirilo,
monje, aulor grave y de su mismo tiempo, y Metafraste
la añadió. Hace mención de él el Martirologio
romano , y el Menologio de los griegos, y
el cardenal Baromo en las anotaciones sobre el
Martirologio, y en el sexlo y séptimo tomarle sus
Anales.
* SANTA CRISPINA,MÁRTIR.-Según san Agustín,
perteneció Crispina á una ilustre familia de
África , y fué muy rica. Habiendo contraído matrimonio
, tuvo en él muchos hijos, y aunque era
de débil temperamento , mostró un valor invencible
en todo cuanto lema relación con Dios. Cuando
fué preciso confesar públicamente el nombre de
Jesucristo, no hizo caso de los ruegos y las lágrimas
de sus hijos,y mereció la dicha de los bienaventurados
por el generoso sacrificio de su vida.
Después de haberle rasurado la cabeza y de eslar
expuesta á la vergüenza pública por orden del
procónsul, le cortaron la cabeza, en Tabaste , el
año 304.
Los SANTOS JULIO , POTAMIA , GUSPIN , FÉ­
LIX, GUATO, Y OÍROS SIETE COMPAÑEROS . MÁRTI­
RES.— Murieron por haber confesado la le de Jesucristo,
degollados en 'fagina, antigua ciudad
de África , remando Diocleciano , el año 302.
SAN BASO, OBISPO Y MÁRTIR.—Durante la persecución
de los emperadores Decío y Valeriano,
hadándose este santo de obispo en Níceu de Biunia.fué
preso por no obedecerlos edictos imperiales.
Por orden del gobernador Perenio fué atormentado
en el potro , quemado con planchas de
hierro ardiendo , y echado al fuego; pero habiendo
salido de él sin recibir daño alguno, le traspasaron
la cabeza con dos clavos , y de esle modo consumó
su ilustre martirio , el año 254.
SAN DALMACIO, OBISPO V MÁRTIR.—Floreció en
el siglo 111 y fué obispo de Pavía. Con su sabiduría
y sanios ejemplos atrajo innumerables infieles á
la luz de la verdadera religión; por cuyo motivo,
en 303, según el cardenal Raronio, el emperador
Maximiano, lomando prender , le afligió el cuerpo
con varios suplicios, y últimamente le hizo degollar
en su misma ciudad episcopal , y asi dio un
ilustre testimonio de su le.
SAN PEUNO, OBISPO Y MÁRTIR. — Este piadoso
prelado de la Iglesia de Brind is en liaba , que creía
poder trabajar en paz en el establecimiento del
Evangelio , vio con amargura levanlarsede nuevo
altares á los dioses del paganismo. Lleno de zelo
y de dolor entró un dia en el templo del dios Marte
, y publicó en él cuan abominable era el cubo
de aquella deidad , y al salir á la calle, se puso en
oración y el templo se desplomó. Indignados los
sacerdotes del ídolo, se apoderaron del santo , le
azotaron cruelmente y le abrieron ochenta y cinco
heridas en varias partes de su cuerpo, y de ellas
murió en Pentina , el año 362, reinando Juliano el
Apóstata.
SAN ANASTASIO, MÁRTIR. — Solo sabemos de
él las siguientes palabras que trae el Martirologio
romano : «San Anastasio mártir, que por ardiente
deseo de padecer el martirio se presentó voluntariamente
á los perseguidores.» .

US LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, G
SAN NICKCIO, OBISPO Y CONFESOR.—Educóse
desde muy niño en un monasterio , donde aprendió
con grande aprovechamiento las ciencias y la virtud.
Su mérito lo granjeó tanta reputación , que el
rey Tierri le dispensó su amistad , y el año 527 , le
obligó á aceptar el obispado de Tréveris. Los huios
extraordinarios que produjo su predicación , la
santidad de su vida, á la cual daban nuevo esmalte
sus milagros , y su asidua perseverancia en
la práctica de todas las buenas obras , le Inician
admirar y respetar de iodos. Asislió á muchos
concilios; trabajó con zelo en la reforma de Indisciplina
, y murió saniamente el año 5Co.
SAN JUAN, OBISPO Y CONFESOR. — Floreció en
Asia en tiempo del emperador León III, llamado
Isauro con quien disputó muchas veces sobre el
culto debido á las imágenes de los santos, por cuya
defensa sufrió el destierro y muchos trabajos , que
sobrellevó siempre con admirable paciencia. Dios
le concedió el don de milagros, y fueron tantos y
tan ruidosos los que obró, que sus contemporáneos
le dieron el sobrenombre de Taumaturgo,
título quede ha conservado el Martirologio romano.
No se sabe de qué ciudad fué obispo : el cardenal
Baronio dice en sus anotaciones que murió el año
731, en paz, en Poliboto de Asia.
SAN GERARDO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué obispo
bracarense, ilustre por su piedad, por la caridad
ferviente que le animaba, y por una humildad sincera
que le hacia tener en menos las vanidades
de la tierra , y suspirar constantemente por las felicidades
de la otra vida.
E5ÜÍI 6.
SAN NICOLÁS, OBISPO Y CONFESOR.—El bienaventurado
san Nicolás , ornamento de la Iglesia
católica , y dechado de sanios prelados , nació en
Palara , ciudad de la provincia de Licia, do padres
ilustres, ricos, cristianos y muy dados al servicio
de Dios. Estuvieron algunos años casados
sin tener hijos (aunque no eran estériles). y el ¡ó—
íes el Señar por premio de sus muchas lágrimas,
limosnas y oraciones á Nicolás, por heredero fínico
y solo de sus virtudes y bienes. En naciendo
Nicolás , dio muestras de haber sido escogido de
Dios , y al mismo tiempo que comenzó á vivir,
comenzó también á reverenciarle , y tan presto
como supo (pie era comer, supo que cosa era ayunar:
porque lomando lodos los otros días muchas
veces el pocho; los miércoles y viernes no le lomaba
sino una vez al dia, y á la tardo, sin poder
acabar con el niño que hiciese otra cosa lodo
el tiempo que mamó. Siendo domas edad , dio
muestras de su habilidad y virtud , en la cual
iba creciendo con los años. Pusiéronlo sus padres
al estudio , y con su delicado y alto ingenio
, y con la diligencia que ponia , en breve
tiempo supo mucho , y alcanzó las ciencias que
estudiaba. Apartábase de los de su edad que se
desmandaban en vicios y liviandades, y juntábase
con los virtuosos y honestos: huia, como do pestilencia,
no solamente las pláticas y conversaciones
de mujeres, sino también su vista, como peligrosa
y dañosa para la juventud: domaba su carne con
vigilias, ayunos y cilicios, para librarse de la tiranía
do la concupiscencia , que con pensamientos
y deseos torpes y carnales , hace guerra á todos
y mas á los mozos de poca edad: frecuentaba mucho
los templos y casas de oración , deseando él
ser templo vivo del Espíritu sanio : parecía viejo
en el seso, discreción y mesura, y en las costumbres
graves y compuestas, por lo cual era de lodos
amado y respetarlo. Tuvo san Nicolás un tío, hermano
de su madre, que fué obispo , y se llamaba
Nicolás, como él, varón docto y santo, y de loables
costumbres: el cual persuadió á los padres do
san Nicolás, que diesen su hijo á Dios, y le hiciesen
clérigo: y como ellos eran piado ;
os, fácilmente
vinieron en ello; y el mismo san Nicolás se holgó,
y el obispo su lio le ordenó de sacerdote. Al
tiempo que le ordenaba , dijo á los que estaban
presentes: Un nuevo sol , hermanos , veo nacer,
que ha de causar grande consuelo y descanso en
el mundo. ¡ O dichoso el rebaño que le tuviere
por pastor! Porque volverá á él las ovejas descarriadas
, y será consuelo de los desconsolados ,
salud de los enfermos y descanso de los atrabajados.
Como él lo dijo, así se cumplió en Nicolás;
el cual luego que se vio puesto en la dignidad sacerdotal
, aumentó la severidad y aspereza do
la vida , imitando á los árboles y plañías , que
cuanto mas levantan sus ramas en alio, lanío mas
hondas raices echan en la tierra. Procuró ser mas
sobrio y templado , mas continente, mas -humilde,
mas riguroso con su cuerpo , haciéndole cruda
guerra , nó para matarle sino para sujetarle al
espíritu. Dormía, comía y bebía menos, y comunmente
su bebida era agua : vestía pobre , aunque
limpiamente: frecuentaba mas la Iglesia : dábase
mas á la oración : no leía sino libros sagrados, ó
do cosa santa y provechosa: en su rostro mostró
mas modestia: en sus pláticas mas gravedad; y do
esta manera , aunque en carne mortal , parecia
vivir vida inmortal. Sucedió en la provincia do
Licia, y en lodo el Oriente una gravísima pestilencia
do que murieron muchos, y entre otros en
tres dias los padres do san Nicolás. Quedóle toda
su hacienda: y él como si no fuera heredero y señor
de ella , sino mayordomo y dispensador , determinó
repartirla á los pobres , y hacer grandes
limosnas , y comprar con ellas el cielo. Entre las
muchas limosnas que hizo , fué una muy ilustre,
digna de perpetua recordación, para remedio do
tres hermanas doncellas nobles, y que por su mucha
pobreza estaban en peligio de vender su castidad;
porque en la misma ciudad de Patara hubo
un hombre bien nacido y rico, que. lenia tres hijas
doncellas de extremada belleza , y de edad para
casar: el cual (como las cosas humanas son instables
y caducas) por varios infortunios había caído
de su prosperidad en tan gran pobreza y abatimiento
, quo no solamente no podia casar á sus
hijas, peio ni aun sustentarse á sí y á ellas. Y como
los hombres comunmente pierden el respeto á
Dios , y no conocen do donde les viene el daño;
este pobre , para huir la afrenta y vergüenza del
mundo, tomó un consejo pernicioso para su casa,

S': MCDl.Aí

I)IClE5H¡Rli, G
c]Meriendo antes verla mancillada con pecado, que
necesitada con mengua y deshonra. Trató con sus
hijas, (pie ganasen torpemente con sus cuerpos su
comida : como si Dios no pudiera sustentarle sin
ofensa suya, ó no fuera mejor morir mil veces de
hambre , que ofenderle. Das miserables doncellas
y tristes hijas , cuando supieron la determinación
de su padre, tuvieron las angustias y afanes que se
pueden pensar t considerando el extremo do miseria
á que habían venido , y quo por un pedazo
de pan hablan de perder su castidad , su honra y
sus almas. No se le encubrió á san Nicolás este
trabajo en que aquella casa eslaba : parecióle que
ninguna limosna podia ser mas acepla á Dios, que
la que se empicaba en remediar los cuerpos de
aquellas nobles doncellas , y librar sus almas de
pecado. Determinó remediar aquella necesidad ;
pero de manera que no se entendiese quien la remediaba;
porque como tan humilde , huía la gloria
vana quo suele perseguir aun á los que huyen de
ella. Tomó la cantidad que le pareció de oro . y
envolvióla en un lienzo , y salió con ella do noche
de su casa , y fuese á la de aquel pobre hiela'go:
vio á la claridad de la luna una ventana entreabierta
del aposento en que dormia ; echó por allí
el oro : y volvióse secretamente y con presteza á
su casa. Cuando despertó el hidalgo , vio aquella
bendición de Dios: quedó espantado, temiendo que
no fuese embuste del demonio , ó enredo de algún
enemigo: al cabo, visto que era oro, quitadas otras
sospechas y temores , con grandes lágrimas dio
gracias á.Dios por ello. Mejor (dice), Señor, lo
habéis hecho vos conmigo, que yo lo queria hacer
con vos. Yo trataba de ofenderos; y vos me habéis
hecho misericordia , y tan grande , que me habéis
obligado á perder antes mil veces la vida , que
ofenderos. Pésame del mal propósito quo he tenido
; humildemente os pido perdón.
2 Con aquel oro remedió el padre á una de
sus bijas, casándola conforme á su estado: y cuando
lo supo san Nicolás, quedó mas contento por
haber dado el oro, que el padre por haberlo recibido,
y propuso de remediar de la misma manera
á las otras dos hijas que quedaban. Echó la. segunda
vez otra tanta cantidad de oro en la misma
forma que habia hecho la primera, con la cual la
segunda hija quedó remediada ; y el padre con
grande esperanza que Dios habia de remediar la
tercera, y con no menor deseo de saber quién era
su bienhechor, y por cuya mano Dios le hacia tan
señaladas mercedes sin merecerlas él. Para esto
determinó estar en vela y sobre aviso, para que si
viniese la tercera vez, descubrirle, y reconocerle
y servirlo aquel tan extraordinario beneficio.
3 Vino el santo la tercera vez: echó la moneda,
y retiróse luego ; mas corno el hombro estaba
en centinela , salió con presteza , y alcanzóle :
echóse a sus pies, y besándoselosLEDIJO: ¿Por qué,
Nicolás os encubris de mí? Por qué no queréis que
teconozca á quién tanto debo? Vos sois mi ayudador,
y el que habéis librado mi alma y las de mis
bijas del infierno , y los cuerpos do afrenta. Por
vos Dios ha levantado al pobre de la tierra, y
al necesitado del estiércol. E-do decía el pobre
LA LEYENDA DE ORO. 419
hombre , no cesando de derramar lágrimas y besar
los pies á Nicolás que sintió mucho el ser descubierto
: y apocando y deshaciendo aquella obra,
lo rogó encarecidamente que en pago de su buena
voluntad y lo que por él habia hecho , lo callase
y no lo descubriese á persona viviente. Mas fué cu
vano ; porque ol Señor queria que esla caridad,
humildad y recato de san Nicolás nos quedase por
ejemplo y que se predicase en su santa Iglesia y
que el mismo que habla recibido la buena obra y
habia sido testigo de tan altas virtudes , las pregonase
, como lo hizo todo el tiempo que vivió,
contando á todos esta limosna y las demás que
sabia haber hecho el santo á otros , que fueron
muchas y maravillosas. Pero ¡ qué trocado pensamos
que quedó ei corazón de aquel hombro cuando
por medio de san Nicolás se vio vencido del
Señor! ¡Qué avergonzado ! ¡qué corrido! ¡qué
confuso! Y las tres hijas cuando se vieron remediadas
y puestas en estado con honra , sin ofensa
de Dios ni afrenta suya ; ¡qué agradecidas debían
de estar á Dios y al santo! Enseñando á todos
con este ejemplo . que aunque nos dé el agua hasta
la boca y nos veamos sumidos y casi anegados
de trabajos , pobreza y calamidades, nunca desconfiemos
del Señor, que tanto cuidado tiene de
proveernosysabe el tiempo en que lo ha de hacer.
4 Habia edificado el obispo, tío de san Nicolás,
un monasterio: dio el cuidado de él á su sobrino
; y él le tomó, por obedecer, muy contra
su voluntad: porque era tanta su humildad quo
huía todos les cargos de mando y gobierno. Administró
aquel monasterio con maravilloso ejemplo
de santidad y prudencia y estuvo en él algunosaños
, hasta que con deseo do retirarse á algún
desierto y darse totalmente á sola la contemplación
y gusto de Dios , se partió para visitar primero
los santos lugares de Jerusalen en que Cristo j .
nuestro Salvador, obró nuestra redención , y deallí
pasar ó algún yermo ó vivir apartado del bullicio
y ruido de la gente. Entró en un navio quo
iba á Egipto y comenzada la navegación con próspero
viento , estando el cielo sereno , el mar so—segado,
vio el santo entrar el demonio en el navio,
furioso y con una espada desnuda en sus manos y
como haciendo fuerza para echar á fondo el navio.
5 Entendió:! uego san Nicolás por divina revelación
lo que habia de suceder, y dijo á los ma—
rmerosque se aparejasen y estuviesen alerta; porque
les sobrevendría una brava y cruel tempestad;
la cual luego se levantó tan desapoderada y desliedla
que lodos r
se tuvieron por perdidos y so
echaron á los pies del santo suplicándole, que, pues
Dios le habia revelarlo, aquella tempestad antes
que viniese, ahora que. eslaba présenlo la sosegase
con sus oraciones. Hizo oración san Nicolás y
al momento so serenó el cielo, cesaron los vientos
V se abonanzó el mar y revivieron los que ya se
tenían por muertos é hicieron gracias al Señor: y
para quo mas se declarasen los merecimientos de
san Nicolás en este mismo viaje, eslando uno de
los marineros aderezando una vela, cayó de lo
mas alto de la entena del navio y murió de la cuida
; mas haciendo san Nicolás oración por él . so

.20 LA LEYEND A DE ORO. DiciEMiüiE, G
Jo\untó vivo y sano. Llogó á Jernsnlen y visitó
nquellos sagrados lugares , especialmente el monte
Calvario donde Cristo había sido crucificado, y el
santo sepulcro , y fué muy consolado y regalado
del Señor en aquella peregrinación : y como él iba
bien dispuesto y con singular devoción . recibióen
ella admirables dones y beneficios del Señor.
6 Mas queriendo el santo varón seguir su propósito
y retirarse á la soledad , tuvo¡ revelación
de Dios en que le mandaba volviese á su monasterio
: porque queria que le sirviese en otra cosa y
no en la que él pensaba : que losjuicios del Señor
son muy diferenles-de los nuestros , y toda la¡perfección
y bienaventuranza del hombre consiste en
hacer su voluntad. Así lo hizo san Nicolás : porque
luego se embarcó para volver á su tierra;
mas los marineros con engaño le llevaban á la
ciudad de Alejandría de Egipto; pero al tiempo
que la descubrieron y eslaban cerca de tierra se
levantó de repente una borrasca lan grande que
los apartó del puerto que pensaban lomar y llevó
el navio á Licia , tierra.de san Nicolás, adonde
se habia concertado que le llevasen , quedando
ios marineros admirados y confusos y pidiéndole
perdón.
7 Volvió á su monasterio donde fué recibido
con gran alegría de sus monjes que habían sentido
mucho la ausencia de tan buen padre y pastor.
AJII pensó estarse como en un puerto seguro toda
su-vida ; mas un día estando recogido en oración,
oyó-una voz del cielo que le decía : No es este el
logar en que quiero que eslés; sino que salgas al
campo y líales con los hombres para que yo sea
glorificado en li. Oída esta voz, entendiendo que
Dios le queria para otro ministerio , determinó irse
a. la ciudad de Mira que era metrópoli y cabeza
ríe la provincia de Licia, pareciéndole que allí no
sería conocido y huiría mejor de la.honra que en
su patria le Inician. En esla sazón se habían juntado
en Mira los obispos sufragáneos de aquella
provincia para e'egir prelado y pastor digno de
ella. Listaban lodos con gran deseo de escoger
al que fuese mas digno de auuella dignidad. Hacían
mucha oración al Señor suplicándole que les
inspirase y manifestase la persona que según su
voluntad habían de elegir que son los medios que
para aceriaren cosa tan importante se deben lomar.
Reveló Dios á uno de los obispos, hombro
anciano y de buena vida, que eligiesen el primero
que al otro dia entrase en la iglesia y se Humase
Nicolás. Dio parle de ello á los oíros prelados y
a todo el clero , y todos quedaron muy contentos
y vinieron en ello y dieron orden que ninguno saliese
do la iglesia , y so pusieron aquella noche
en oración : la cual san Nicolás gastó (como solía)
en alabar y contemplar al Señor; y sin saber lo
que quería hacer de él , so fué muy descuidado
luego á la mañana á la iglesia donde estaba
guardando la puerta el obispo qrre había tenido la
revelación : el cual, viendo.á Nicolás se llegó á él
yde preguntó quién era y cómo se llamaba. Un
pobre pecador soy, dijo él, que se llama Nicolás.
Viendo el obispo su rosno y persona digna de toda
reverencia., y considerando sus humildes palabras
y que el nombre de Nicolás convenia con la revelación
de Dios , tomó á Nicolás per la mano y lie—
\ ole á los otros obispos ; y ellos con gran gratulación
y regocijo suyo y de todo el pueblo le consagraron
en obispo de Mira. Solo Nicolás lloraba y
se afligía por verselan honrado y puesto en aquella
silla , de la cual él se tenia por indigno ; aunque
no se atrevía á repugnar por ver lan claras y evidentes
señales de ser aquella la. voluntad do Dios.
8 Con haber sido la vida de san Nicolás antes
tan perfecta y como un relrato del cielo ; todavía
después que se vio obispo , juzgó que debía
mejorarla y aventajarse tamo á todos sus subditos
en la virtud, cnanto los excedia en la dignidad ,
y hablando consigo mismo decía: Esta dignidad,
Nicolás, olra vida pide: hasta aquí has vivido
para ti; ahora has de vivir para otros : si quieres
que tus palabras persuadan á tus subditos , menester
es que vavas delante de ellos con tus ejemplos,
para que tus obras den eficacia á tus pa -
labras. Y así comenzó á estrecharse mas y
tratarse con mayor aspereza : su vestido era mas
despreciado que antes : su comida era una sola
vez al día, y no cosa de carne: hacia que le leyesen
á la me.-a alguna cosa de la Escritura sagrada:
las noches pasaba en oración y meditación : dormía
en el suelo y poco tiempo : levantábase antes
del alba , y llamaba á sus clérigos para caitar
himnos y salmos en alabanza de Jesucristo: cuando
salía el sol iba al templo y asistía á los oficios
divinos ; todo lo demás del dia gastaba en negocios
locantes al oficio de santo pastor: puso en
todas las iglesias de su obispado redores doctos y
de buena vida, para que las rigiesen y se informasen
de todas las necesidades corporales y espirituales
con extraordinario cuidado y diligencia : para las
necesidades corporales tenia algunos ciudadanos
ricos v poderosos que le enviaban largas limosnas
para que él las repartiese á los pobres; porque
en su casa siempre hubo pobreza y nunca qué
v endor ó empeñar: basta los libros lema prestados
, no queriendo cosa propia y anteponiendo la
pobreza voluntaria á todas las riquezas del mundo
: para las necesidades del alma tema lambien
personas zidosas y prudentes que le avisaban de
los pecados públicos , los cuales remediaba con la
blandura ó severidad quo convenía , ayudándose
de la autoridad do los magistrados y jueces: y con
ser él tan sabio , no liándose de sí lomó por consejeros
á ríos insignes sanios varones llamados
l'ablo Rhodio y Teodoro Ascalonita . con quienes
comunicaba todas sus obras : y no contentándose
con esto cada año el primer día de setiembre,
congregaba sínodo y trataba de la reformación y
buen gobierno do las iglesias de su distrito : y considerando
que había de llar cuenta á Dios de ludas
las almas que eslaban á su cargo, y temiendo
su flaqueza y pocas fuerzas para tan gran peso,
le suplicaba muchas veces con lágrimas, que le
librase de lan gran peligro; mas estando en esta
angustia y congoja, oyó una voz del cielo que le
dijo: No temas, Nicolás; quo tratando tú mis
negocios fielmente . yo sea desagradecido y te
desamparo ; y, con osla voz. se consoló y sosegó.

m:-irr: (y LA LEYE1 N'DA DE ORO. 421
!) Bien fué menester que san Nicolás liiese
obispo y pastor para defender el rebaño del Señor
(pie en su tiempo fué muy falígado y perseguido
de los lobos carniceros: porque siendo emperadores
Diocleeiano y Maximiano, cruelísimos enemigos
de Jesucristo y de su religión (aunque
oíros dicen que fué en tiempo del emperador Licimo),
se levantó una bravísima tempestad contra
la Igiesia y llegó á la ciudad de Mira , y muchos
cristianos padecieron ; v muchos mus se anegaran
en aquel naufragio si san Nicolás como buen prelado
no tuviera el gobernalle y suslenlera con su
Kinlidad , valor y prudencia la nave de la república
de tantas y lan bravas ondas combatida;
porque como valeroso capitán salió al encuentro
de los enemigos , animando á los llacos,
consolando á los aflgidos , é inilamando á todos
al martirio, deteniendo á muchos que no
cayesen y levantando á los caídos, y dando
con sus palabras ejemplo y esfuerzo á lodos,
| ara que derramasen alegremente su sangre por
llios. Fué preso el sanio prelado: quisiéronle malar;
y no se. atrevieron por el gran respeto y reverencia,
que lodos le teman. Desterráronle , y su
destierro fué consuelo-para muchos desterrados, y
para sí de un celestial júbilo y alegría ; pero sucedió
presto el siglo dorado del emperador Constantino,
que mandó soltar y dar libertad á todos
los cristianos (pie estaban presos por la fé de Cristo
, y arrumar y asolar los templos de los ídolos.
Con estos edictos volvió san Nicolás á su Iglesia,
y anduvo por los pueblos de su obispado, derribando
los templos profanos de los falsos dioses , v
caire elios uno famosísimo que habia en la ciudad
do Mira, dedicado ala diosa Diana-; y de tal manera
que no dejó piedra sobre piedra. Cuando lo
derribaban fueron oidas por el aire horribles aullidos,
de los demonios , (pie clamaban y se quejaban
de ser echados de su antigua morada. Con
esto comenzó á florecer mas la religión católica
, y á caer la idolatría por la vigilancia de esle
sanio prelado, el cual no solamente fué valeroso
caudillo de Dios contra los gentiles, sino también
contra los herejes, convirliondo muchos á nuestra
santa fé caiónca : y hallándose él en el concilio
íuceno entre los trecientos y diez y ocho obispos,
que allí se juntaron para condenar la herejía de
.Arrio , resplandeció entre lodos con lan grande
claridad y opinión de santidad , que parecía un sol
entre las estrellas.
10 No se puede en pocas palabras escribir los
innumerables y grandísimos milagros que esle santísimo
varón hizo en vida y en muerle. Algunos
pocos referiré yo aquí de los mas raros y mas notables.
Envió el Señor una carestía cruelísima á
la | rov inda de Licia , y toda la gente perecía de
hambre. No tenia otros graneros, ni trojes para
remediarla el santo varón , sino la oración y confianza
en Dios, En esta sazón un mercader había
cargado una nave de trigo en Sicilia , para venderla
en España. Estando piara partir del puerto,
una noche en sueños le apareció san Nicolás, y le
(lijo que llevase aquel trigo á la ciudad de Mira en
Licia , porque le vendería muy bien , y so baria
rico , y como en señal le puso tres piezas de or°
en la mano. Despertó el mercader , y visto el or°
y el aposento cerrado , entendió que aquella visio"
era de Dios, llízose á la vela: enderezó la proa,
adonde Dios le mandaba : llegó á Mira con próspero
viento : vendió su trigo muv bien ; y quedó
contenió con el precio, y ei pin blo mucho mas
con el trigo , v por la manera con que Dios le había
remediado por ios merecimientos de su santo
prelado.
11 Envió el emperador Constantino á tres tribunos
ó maestres de campo , llamados Nepociano,
Urso y Ilerpilion , con gente de guerra , á sosegar
un alboroto que se habia levantado en Frigia. Llegaron
estos capitanes á un pueblo de la ciudad de
Mira , y saliendo los soldados á tierra, comenzaron
(como suelen) á destruirla y á maltratarla , y
robar á los moradores, los cuales tomaban las armas
para defenderse , y resistir á los soldados.
Súpolo san Nicolás, y acudió luego con gran presteza
, para atajar los daños que podían suceder, si
llegaban á las manos ; y bastó su presencia , para
que los unos y los otros dejasen las armas , vse
sosegasen y rindiesen á su voluntad. Convidó el
santo á los tres maestres do campo y llevólos á su
casa, y regalólos con grande humanidad; y antes
que se partiesen , le vinieron á decir que el prefecto
de la ciudad llamado Eustaquio , habia condenado
á muerle á tres ciudadanos honrados, que
no tenían culpa por mucho dinero que algunos enemigos
de ellos le habían dado , y que toda la ciudad
oslaba muy triste y llorosa , por ver aquella crueldad
ó injusticia que contra ellos se usaba. Luego
levantó el sanio, rogando á los tres maestres de
campo que le acompañasen , y entendiendo que ya
estaban en el lugar del suplicio , y á pimío de ejecutarse
la sentencia , con gran priesa se fué al lugar,
y halló á ios tres ciudadanos va puestos de rodillas
, con los ojos vendados las manos aladas, y el
verdugo con la espada levantada para degollarlos,
y una gran muchedumbre de pueblo al rededor,
llorando y lamentando aquel triste espectáculo-
Llegó de improviso san Nicolás, y con sola suvista
dotuvo y espanló al verdugo : quitóle la espada
do la mano.: mandó levantar á ios inocentes
y (lióles la vida sin que ninguno osase resistirle
ni decirle palabra : lauta era su autoridad y la
reverencia que todos le lenian: antes el prefecto,
sabiendo lo que pasaba, temiendo el ¡oríllenlo
de su conciencia, y el castigo del emperador
Constantino,si viniese á su noticia se echó á los
píes de san Nicolás , suplicándolo que le perdonase,
y que no diese parle de ello al emperador,
prometiendo enmienda. Apenas pudo alcanzar que
el santo le perdonase aquella injusticia tan pública,
y lan escandalosa parecíéndole digna de gravey
público castigo. A lodo esto estuvieron presentes
los tres maestres de campo , admirados de lo
(pie habían visto; y tomada la bendición de san,
Nicolás, se partieron : y siguiendo su navegación,
llegaron á Frigia , y compusieron las cosas concón
gran valor y prudencia , como el emperador
so les había mandado: del cual . volviendo á
Constanlmopla fueron muy bien recibidos y acá-

422 LA LEYEND
rieíados v honrados, como personas que lan bien
lo merecían. Mas como la envidia es enemiga do
la virtud, algunos (á quienes pesaba (pie eslos
maestres de campo fuesen lan eslimados y honrados
del eniperadur) los acusaron delante do él.
como á desleales, inquietos, v personas, que maquinaban
y urdían aigiuia traición contra su imperio.
Y como los príncipes son zelosos y sospechosos
en cualquier cosa (pie locaá la conservación
de su estado : el emperador los mandó prender por
consejo de Ablavio, su gran privado v prefecto del
pretorio, que era codiciosísimo , y le habían untado
las manos para que quitase la vida á los que
tan bien habían servido: y pudo lanío con la privanza
y poder que tenia , que hizo dar la sentencia
de muerte contra ellos. Cuando los tres
maestres de campo la supieron no tuvieron otro
remedio, sino encomendarse con muchas lágrimas
y sollozos á san Nicolás, aunque estaba ausente,
v lan lejos, acordándose como había librado
en su presencia aquellos tres ciudadanos
condonados á muerte, de las manos del verdugo.
Oyólos Dios de.-de el cielo, y san Nicolás desdo
la tierra , donde eslaba ; y aquella noche estando
durmiendo á buen reposo el emperador Constanlino
y Ablavio les apareció á cada uno por sí san
Nicolás , rhciéndoles quién era , y reprendiéndoles
severamente de la injusta sentencia que habían
dado contra aquellos tres maestres de campo, que
estaban sin culpa , v que Dios le enviaba para que
vengase lan gran maldad; v que asi lo liana si no
deshacían luego lo que habían hecho. Fué de lauto
peso lo que el santo dijo y la severidad con que
Íes habló, que luego en amaneciendo, Constantino
mandó llamar á Ablavio , y le contó la visión que
habia tenido: y sabiendo que Ablav ¡o habia (enidola
misma , mandó soltar á los soldados, v les ordenó
que fuesen á Mira á san Nicolás y que le hiciesen
gracias , por haberles librado de la muerte, y que
en su nombre le saludasen y ofreciesen el libro
de los Evangelios, escrito con letras de oro,
v encuadernado y cubierto ricamente, y un incensario
de exre'ente labor , adornado de piedras
preciosas, y dos candeleras de oro para servicio
del aliar, y perpetua memoria de la devoción
que el ^emperador con él tenia: el cual
por ocasión de esle milagro escribió á Ablavio,
é hizo una ley , en que manda que se guarden
y obedezcan los juicios y sentencias de los
obispos: y dice en ella estas palabras : « Establecemos
que las sentencias de los obispos , de cualquiera
manera quesean pronunciadas, se guarden
siempre entera é inviolablemente; y se tenga por
santo y venerable lodo lo que fuere determinado por
sentencia de los obispos. » Divulgóse esle milagro,
v creció la fama v. reverencia del sanio por el mundo,
y lodos los afligidos , y (pro se hallaban en algún
gran peligro y necesidad , le invocaban y hallaban
remedio como aconteció á unos marineros en
una tempestad tan horrible y temerosa , cpie se tuvieron
todos por muertes , y no sabiendo ya mas
(pie hacer , suplicaron á Dios que los librase polla
intercesión del sanio pontífice Nicolás y él
so les apareció luego , y les dijo : lióme aquí paia
A DE ORO. DICIEMBRE, G
ayudaros, y confiad en Dios cuyo ministro soy : y
temando, á vista de tedos , el gobernalle, sacóla
nave á salvamento, y sosegó el mar con espanto
y estupor de ¡os que allí estaban : los cuales fueron
luego a la ciudad de Mira, para hacer gracias al
santo prelado por aquel beneficio que de él habían
recibirlo: y hallándole en el coro cantando los divinos
oficios , se echaron á sus pies, y le contaron
delante de los que estaban presentes, todo lo que
per ellos había pasado: de lo cual el santo (por
su grande humildad) quedó corrido y confuso, y
les dijo: Dad la gloria , hijos, á Dios; que yo hombre
soy , pecador y siervo inútil: y llamándoles á
parle les declaró que aquel trabajo les habia venido
por sus pecados, y les descubrió algunas culpas
secretas que tenían para que se enmendasen
de ellas: porque entre los oíros dones de Dios
que tenia,fué uno muy señalado el ver las conciencias
de los que con él trataban , y todo lo que tenían
en el corazón , y una suavísima eficacia,
para persuadirles lorio lo que quería ; y con eslo,
compungidos y asombrados , los despulió.
12 Resplandeciendo, pues, san Nicolás como
un sol en el mundo , con su santísima vida , doctrina
y milagros, lleno \a de días, de virtudes y
merecimientos, deseando acabar su peregrinación
y anhelando á la patria eterna , 'e vino una ligera
enfermedad y entendiendo que había de morir do
ella, aunque siempre eslaba tan aparejado, se
dispuso con mas cuidado para aquella gloriosa jornada
, y con grande y extremada alegría y júbilo
suyo díó su espíritu al Señor á los 6 de diciembre
del año de 320. imperando Constantino Magno.
Con ia muerte de san Nicolás tuvo increíble sentimiento
toda aquella ciudad y provincia , que perdía
tan gran pastor, padre , maestro , amparo y
defensor. Concurrieron los obispos, clero y pueblo
de toda aquella comarca , y enterraron su sagrado
cuerpo con mucha solemnidad, y copiosas lágrimas
y gemidos , en un magnifico y suntuoso templo,
que en aquella sazón había en la ciudad de Mira :
y el Señor, que habia honrado al santo vivo, con
tantos y tan estupendos milagros, le ensalzó después
de muerto con oíros no menores: porque luego
comenzó á manar del santo cuerpo un licor
milagroso y saludable para lodas las enfermedades,
y de muchas partes y provincias distantes venían
los fieles en romería á su sepulcro para adorar sus
preciosas reliquias , y gozar de aquel lan continuo
milagro y beneficio. Y aun Juan Diácono, en
la Vida que escribió de san Nicolás , recogida do
Melodio, patriarca, añade, que habiendo echado
de su silla á un obispo de Mira , dejó de manar
aquel ungüento saludable del sepulcro del sanio;
y que en siendo restituido el obispo á su Iglesia,
tornó á manar como antes.
1 3 Pero entre las otras'cosas prodigiosas quo
so cuentan de san Nicolás . después que murió,
una es muy notable. Iban una vez muchos peregrinos
en una nave , para visitarel cuerpo de san
Nicolás: y el demonio, que había sido echado de
aquel templo de Diana, que el santo (como arriba
dijimos) derribó, queriéndose vengar de él, en
los quo le tenían devoción, ya que no podía en su.

DICIEMBRE, O LA LEYENDA DE ORO. 423
propia persona ), lomó figura do una mujer, (pie
llevaba un vaso grande do aceite, y hablando con
los peregrinos y pasajeros , les dijo , que ella sabia
, quo iban en romería á san Nicolás, y (pie
de buena gana los acompañara , si su gran flaqueza
y bascas de estómago no so lo e.-torbaian;
mas que ya que ella no podia ir , les rogaba lomasen
aquel aceite , y lo ofreciesen do su parlo
para las lámparas que ardían delante del sepulcro
del santo. Tomaron el acollé los peregrinos , pensando
que ca mujer y devota , la que les hablaba
; y al segundo día tuvieron una gran tormenta:
y queriendo volver airas , les apareció san Nicolás
en figura de un viejo venerable que venia en
un barco , y les mando echar luego en ei mar el
vaso de aceite que el demonio en figura de mujer
les habia dado ; porque asi tendrían próspera navegación.
Iliciéronlo asi; y en la parle (pie cayó
el aceite, se levantó un fuego espantoso en el mar,
y con tan mal olor, que parecia bien ser cosa del
infierno.
14 Vinieron los vándalos de África á Calabria
, y destruyeron aquella berra: halló uno de
ellos eii casa de un cristiano una imagen de san
Nicolás, y llevóla consigo sin saber lo que era.
Pregunló después que volvió á África , cuya era
aquella imagen. Y los cristianos le respondieron,
que era do un obispo fainada Nicolás , por quien
Dios hacia cosas prodigiosas y favorecía á los que
á él se encomendaban. El vándalo puso la imagen
del santo en el aposento donde tenia su oro
y plata, y todas sus riquezas: y un dia saliendo
por cierta necesidad á gran priesa, volviéndose á
la imagen del santo le dijo : Nicolás, pues podéis
guardadme la casa , y lo que dejo en ella. En saliendo
el bárbaro , entraron los ladrones y la despojaron
: y volviendo él, y hallándola vacía, se
enojó contra el santo, y comenzó á dar golpes en
la imagen , y amenazarla que la quemaría si no
le volvía lo que lo habian lomado. Al mismo
punto apareció san Nicolás á los ladrones que estaban
muy gozosos con sus despojos, y con gran
severidad les mandó (pie ¡o restituyesen luego,
amenazándolos lerriblemeulo si no lo hacían.
Restltm érenlo los ladrones luego y el vándalo admirado,
so convirlió á nuestra santa fé , él y su
mujer, y toda su casa , y edificó una iglesia en
honra do san Nicolás , donde se mandó enterrar;
tomando nuestro Señor un medio tan maravilloso
para la conversión y salvación su va, y do olios
muchos : y sabido osle milagro en África, se propagó
la devoción de san Nicolás por loda aquella
provincia, Peio no es do menos adniliacion y espanto
, lo que sucedió á un mozo , lujo de unos
padies nobles y ricos, devolísinios ríe san Nicolás,
que con muchas oraciones y lágrimas habian alcanzado
de Dios por su intercesión aquel lujo: el
cual, habiendo sido preso de los sarracenos, al
mismo tiempo que sus padres oslaban celebrando
con grande solemnidad y regocijo la festividad do
san Nicolás , fué llevado á Babilonia y presenlado
al rey. Al cabo del año , el mismo día que
le habian cautivado , estando sirviendo al rey en
la mesa , y con la copa cu la mano para darle de
beber , (lió un grande y profundo suspiro : y preguntándolo
el rey la causa de su tristeza , le respondió
que era acotdarse que aquel dia habia sido
cautivo , y la fiesta que sus padres solían hacer á
san Nicolás , y bis mercedes que Dios hacia á
los que á él se encomendaban. El rov muy hinchado
y orgulloso, le dijo: Desventurados do vosotros,
¿quien os podrá librar do mis mimos? Y al improviso
apareció san Nicolás , y lomando por losen-
bellos al mozo , as! como estaba con la copa en la
mano le arreb tó de los ojos del rey , y lo restituyó
vivo , sano , v sin lesión alguna á sus padres,
al mismo tiempo que ellos estallan celebrando su
fiesta, y repartiendo la comida á los clérigos y pobres
, por amor del sanio , y suplicándole con
grande aléelo , quo les resuinvese su hijo. Por
eslos y oíros innumerables milagros , se extendió
la fama de san Nicolás por lodo el mundo, y creció
la devoción de los fieles, acudiendo á él en sus
trabajos y necesidades. El cuerpo de san Nicolás
se trasladó de Mira á la ciudad de Barí , que está
en la provincia de Apolla, en el reino de Ñapóles,
como lo dice el Martirologio romano, á los 9 de mayo
, y Sigiberto dice, que se hizo esta traslación el
año de i087 , y setecientos cuarenta y cinco años
después que la primera vez fué sepultado. Allí está
boy día su sagrado cuerpo, del cual mana aquel
precioso licor quo solia manar desdo que murió
eslaudo en Mira , y es muy saludable para muchas
enfermedades , y de él se hace mención en el
breviario toledano , y los griegos llaman á san
Nicolás, insigne por los milagros y por la fragrancia
del licor que mana de su cuerpo. La vida de
san Nicolás escribieron Molafrasto , Melodio ,
obispo de Conslanlinopla, y Juan Diácono y Leonardo
Jusliniano ; y hacen mención de él todos
los Martirologios y Nicéforo Calixto, Suidas , y la
Liturgia de san Juan Crisóslomo, y el segundo concilio
niceno, y el cardenal Baronio en las anotaciones
dol Martirologio y en el tercero tomo de
sus Anales.
SAM'A ASEI.A , VÍRGE.V.—'En una epístola quo
escribe san Gerónimo á sania Marcela , que es la
décima quinta, le piula la vida de sania Ásela
virgen, y la ruega que la lea á las oirás doncellas
para que la lengua por espejo , y por un dechado
do toda perfección.
2 Quiero callar ( dice el santo), que fué bendita
de Dios , estando aun en el vientre de su
madre , y que fué mostrada á su padre del mismo
Señor en sueños , en figura de una redoma do
vidrio cristalino y purísimo, v que estando envuelta
en los pañales de su niñez , y no teniendo
apenas mas de diez años , fué consagrada á Dios.
Todo lo (pie no le costó trabajo , démoslo á la gracia
y vengamos á lo quo , siendo ya de doce años,
ella misma escogió y con grande ansia lomó, y ha
perseverado en ello, y con su sudor lo comenzó y
acabó. Estando cerrada en una celdilla angosta,
gozaba do la anchura del paraíso. El mismo suelo
lo era lugar de oración y de descanso. El ayuno
tuvo por deleito y el no comer por refección : y
cuando, no el apetito, sino la necesidad . la forzaba
á comer, con solo pan , sal y agua Iría >e con

k2k LA LEYENDA DE ORO
tentaba y encendía mas la hambre , que no la mataba.
Luego que se determinó á seguir esta vida,
que digo , vendió (sin saberlo sus padres) la cadena
do oro que traía, y vistiéndose una ropa honesta
y vil , se consagró al Señor para que entendiesen
todos sus deudos , que aquel era su propósito y
(¡ue no podrían persuadirla otra co.-a ; pues ya
habia condenado al mundo en su vestido. Vivió
en su recogimiento tan encerrada, que nunca
salió en público , ni habló con hombre ;
y teniendo una hermana doncella , amábala y no
la veía. Trabajaba con sus manos: hablaba con
su esposo Jesucristo amorosamente, ó cantábale
salmos y alabanzas; y cuando visitaba las iglesias
de los santos mártires , iba con gran priesa por no
ser vista. Gozábase mucho do no ser conocida de
nadie. Sustentábase casi lodo el año con el avuno,
estando dos ó Ires días sin comer ; pero en ¡a cuaresma
lendia las velas de su devoción , ayunando
todas las semanas con gran santidad y alegría : y
con esta aspereza de vida llegó á cincuenta años,
sin dolerle el estómago ni vientre ni tener otros
achaques ; antes sana en el cuerpo y mas en el
alma. Tenia por delicias la soledad y en medio de
la ciudad de Roma \ivia, como si estuviera en
el yermo. Oraba con lanía continuación , que
tenia en las rodillas callos como de camello. No
hay cosa mas alegre que su severidad , ni mas severa
(pie su alegría , ni mas triste que su sua\ i Jad,
ni mas suave que. su tristeza. El color quebrado
de su rostro de tal manera muestra su santidad,
que no hay en él rastro de ostentación. Sus palabras
son tan compuestas y medidas, que hablando calla
y callando habla. Sus pasos no son , ni espaciosos
ni apresurados. Su vestido siempre fué el
mismo , sin curiosidad; y en la misma limpieza y
aseo hay un descuido y menosprecio de eslo. Finalmente
, ella sola con un perpetuo temor de vida
ha alcanzado que en una ciudad tan colmada de
pompas, lascivia y delicias, y en la cual se tiene
por miseria el ser humilde , los buenos la prediquen
y los malos no osen decirmalde ella: las víudasla
imiten: las vírgenes y las casadas la honren:
las menos recaladas la tenían ; y los sacerdotes la
reverencien.
3 Todo esto es de san Gerónimo en aquella
epístola; y en otra que escribe á Principia , que
es la ciento y cuarenta, hace mención de la erudición
y santidad do Ásela : á quien escribió el
mismo santo la epístola nóvenla y nueve, al tiempo
que salió de Roma para Jerusalen. Do santa
Ásela hace mención el Martirologio romano á
los 6 de diciembre y el cardenal Baronío en sus anotaciones
, y en el cuarto tomo de sus anales, y Paladio
en su historia , cap. 29.
SAN IIUJIBIÍRTO , CONFESOR. — San Humberto
tuvo por padre á Eduardo y á Popitas por madre,
personas ilustres y principales. Fué desde ruño tan
dado á la virtud, que sus padres viendo que se congojaba
con las cosas riel siglo, lo enviaron á la ciudad
de Lauduvo , que es León , y allí lo entregaion
á preceptores duelos y excelentes para que le
enseñasen las Letras sagradas y santas costumbres.
Encerróse en un monasterio para poderlo hacer
DICIEMBRE , 6
con mas recogimiento y tiempo; y así salió varón
perfecto y digno del sacerdocio : el cual recibió con
gran devoción para poder ayudar á los otros con
su doctrina y ejemplo , como lo hizo con lan feliz
sucoso, que muchos por su consejo dejaron los
caminos torcidos y fragosos que llevaban, y se
convirtieron al Señor. Pasado algún tiempo , tomando
la bendición del obispo , volvió á su lierra
para vender las ricas posesiones que sus padres le
habían dejado , y darlas hberalmenle á los que por
servir al Señor habían menospreciado sus haciendas,
y vivían en voluntaria pobieza , alabándolo
y suplicándole de dia y de noche por los [recados
del mundo, lisiando en un lugar suyo del campo,
aportaron á él san Amando , obispo , y Nicusio,
varón santo, que por su dovocíon iban á Roma.
Hospedólos Humberto en su casa con gran candad,
y rogóles que le llevasen en su compañía en aquella
peregrinación; y los santos holgaron mucho de
ello, porque conocieron la gran santidad de Humberto.
En esta jornada sucedió que habiendo llegado
un día los santos peregrinos cansados del camino
, y estando sentados para reposar un poco,
salió de un bosque, que estaba allí cerca , un oso
de extremada grandeza , y embistió con un caballo
de carga que llevaban , y le despedazó y comenzó
á comer de él. Guando los santos quisieron
proseguir su camino , enviaron por el caballo, pensando
que estaba paciendo en el campo, y halláronle
muerto y medio comido del oso que allí estaba
ensangreniado y relamiéndose cabe él. Entonces
san Humberto con gran ánimp echó mano
del oso y díjolo: Pues que tú has muerto al caballo
quo Dios nos habia dado para nuestra ayuda
, será necesario que suplas la falla que nos hace
y que nos lleves la carga que él nos habia de llevar
en toda esla peregrinación. Fué cosa maravillosa,
que entonces el o.-o, como si fuera una oveja , a í
estuvo quedo y obedeció , y se dejó cargar, y los
sirvió en todo aquel camino. Cuando comían so
ponía delante de ellos aguardando que le diesen
su ración , y la recibía con grande humildad , y
luego se volvía á guardar el halo con gran vigilancia
y cuidado. Había un gran concurso de gente en
los pueblos y ciudades por donde [jasaban , por ver
aquel oso lan disforme y íeroz por su naturaleza,
manso, obediente y cargado por virtud divina.
Pero para que aquel espanto de la gente no fuese
ocasión á los santos de alguna vanidad , ya que llegaban
cerca de Roma , le apareció al papa un ángel
que le dijo , que de las parles de Poniente venían
á Roma unos santos varones : que les enviase
¡¡decir, antes que entrasen en ella, que soltasen
aquella fiera bestia quo traían para su servicio, y
la dejasen volver al bosque , para que aquella novedad
no causase entro la gente vulgar alguna admiración.
El papa se lo envió á mandar, y los
santos obedecieron , y el oso quedó libre de aquella
sujeción.
2 Volvió san Humberto con sus compañeros:
y yéndose san Amando con san Nicasio al territorio
Heibüitenso, él se fué á la provincia de 11ananio,
en los estados de Flandes. Después tuvodevocion
do volver otra vez solo á Roma : y oslando

DICIEMBRE , f)
orando en la iglesia ríe San Pedro , vino nn ángel
del cielo, y viéndolo todos los qne estaban presentes
, llegó á él, y le imprimió la señal de la cruz
en la cabeza. Cumplió esla segunda vez (como lo
habia hecho la primera) el sanio con su devoción
en aquella santa ciudad , y tornando á su patria
quiso ir a ver á san Amando , su antiguo compañero
y amigo; pero antes que llegase á verle , tuvo
revelación san Amando deque Humberto le iba
á ver, y que notase bien la cruz que llevaba en la
cabeza. Salió luego el bienaventurado obispo á
recibir al huésped que le venia á buscar, y vio la
cruz sobre su cabeza tan resplandeciente y con lan
admirable claridad , que quedó atónito y se echó
ásus pies para hacerle reverencia.
3 Acabadas sus peregrinaciones, se dio san
Humberto á aprovechar á los otros, y fundar monasterios
para que muchos siervos de Dios le sirviesen
en ellos con mayor pureza y perfección , y
el mismo sanio trabajaba por sus manos , para
que los religiosos tuviesen cómoda habitación : y
nuestro Señor, para mostrar que le era grato y
acepto aquel servicio , ordenó qne un dia que estaba
trabajando con grande ahinco y fervor en el
campo, arrojase el manto para estar mas desembarazado.
Al mismo punió cíenos cazadores corrían
un ciervo por el monte, y llevábanle tan alcanzado
y acosado de los perros, que no pediendo
ya escaparse de ellos , dio un sallo, y entróse en
el campo de san Humberto y guarecióse debajo
de su manto. En estando allí quedó seguro; porque
los perros no pudieron llegar adonde el ciervo
estaba , por mas que los cazadores los azoraban:
los cuales entendiendo que no era cosa humana,
sino virtud del cielo y merecimientos del santo,
se echaron á sus pies , y uno de ellos, que era muy
rico, le ofreció todo su patrimonio; pero él no le
quiso aceptar , sino so'o una heredad para sustento
de sus religiosos.
4 Con esto creció la fama de la sanlidad de
Humberto, y santa Aldeguntla le vino á ver á su
monasterio , y yendo por el campo una vez con él,
tuvo la santa una tan gran sed , que desfallecía ; y
san Humberto, orando ai Señor y suplicándole
que socorriese á la sania virgen en aquella extrema
necesidad, luego brotó una fuente de agua muy
clara y dulce , la cual se conservó muchos años de
allí adelante.
5 Vino el tiempo dichoso para san Humberto,
en qne el Señor quería librarle de esle valle de
lágrimas, y llevaile á aquella bienaventurada patria
y corte celestial, y teniendo revelación de
esta merced, que Dios le quería hacer, envió á
rogar á la santa abadesa Aldegunda, que le enviase
la mortaja cosida de su mano , en que le habían
de enterrar; pero antes que llegase este rocado
á la santa virgen , ya ella con luz del cielo había
sabido lo que el Señor quena hacer de san
Humberto, y luego le envió los vestidos con que
le hablan de enterrar; y en acabándolos de recibir,
dio el sanio su espiritual Señor, y fué con
ellos sepultado con mucha honra y llanto de sus
discípulos en el oratorio que el mismo sanio habia
edificado. Pasados ciento cincuenta y tres años
TOMO IV-
LA LEYENDA DE ORO.
después de su muerle , el abad Rodíno, por divina
revelación, trasladó su cuerpo , que estaba
tan entero y fresco como si hubiera espirado aquel
mismo día , y con un olor suavísimo , y las mismas
sabanas en que estaba envuelto, oslaban sin
alguna corrupción , y las verbas que se habían
echado en su sepulcro cuando le enterraron , frescas
y verdes como si las hubieran acabado de
coger.
6 La vida de san Humberto trae el P. Fr. Lorenzo
Surio en su quinto tomo, y dice, que el día
de su glorioso tránsito fué á los 2o de marzo, día
de la Anunciación de la sacratísima Virgen , y el
de su elevación á los G de setiembre , y que en este
dia le hacia fiesta la Iglesia de Cambray. Hace de
él mención el doctor .luán Mohíno en las Adiciones
á Usuardo , y en el Índice de los santos de
Flandes, donde dice que san Humberto fué obispo;
aunque no se sabe de qué Iglesia: porque fué
consagrado sin titulo , como otros se consagraban
para predicar con mas autoridad el Evangelio entre
los gentiles, y que vivió en tiempo de Childcríco
, rey de Francia. Pero adviértase que ha habido
otro Humberto, obispo de Timgre ó de Lieja,
que sucedió á san Lamberto, obispo de Lieja y
mártir , del cual hace mención el .Martirologio romano
, y Molano en el Catálogo de los santos de
los estados de Flandes, y fué hijo de Burilando,
duque de Aquitama : y siendo aun gentil, y estando
en la diócesis de Tungre cantando , le apareció
Cristo nuestro Señor entre los cuernos de un ciervo,
y le mandó ir á san Lamberlo , de quien fué
enseñado y bautizado , y fué á Roma , y consagrado
de Sergio , papa, por obispo do Lieja, en
lugar de san Lamberto , el año de 698 , y. convirtió
á la fé de Cristo á muchos paganos, y cargado
de virtudes y merecimientos, reposó en el Señor
el año de 730.
S.UN PKDRÚ PASCUAL, OBISPO Y MÁRTIR. — En
la nobilísima ciudad de Valencia nació el bienaventurado
mártir san Pedro Pascual , á tiempo
que estaba ocupada de los moros aquella ciudad,
y mucha parle de España , de padres mozárabes,
nobles y buenos cristianos. Hospedaban en su casa
á san Pedro Nolasco , siempre que venia á Valencia
á hacer alguna redención; y viéndolos el santo
desconsolados por no tener sucesión , les alcanzó
con sus oraciones este hijo , y les avisó de la grande
santidad á que habia de llegar. En el bautismo
le llamaron Pedro, por respeto á san Pedro Nolasco,
á cuyas oraciones le debían. Como eran
sus padres virtuosos, criaron á su hijo en toda virtud
, y en el amor y temor sanio del Señor; y el
niño mostró tanta inclinación á lo bueno , y zulo
tan superior á sus años, que cuando apenas sabia
hablar, se hacia ya predicador, y juntando los
niños de los pobres cautivos y otros mozárabes,
les enseñaba las oraciones, que sus padres le enseñaban
á él. Estaba fresca en Valencia la memoria
de algunos religiosos do nuestra Señora de la
Merced , á los cuales habian quitado la vida los
moros en odio de la fé: y oyendo decir el santo
niño á sus padres como los habian alado las manos,
y llevádolos arrastrando por las calles , y qui-

Í.2ÍÍ
LA LEYENDA DE ORO
TDTCIE3IDHE , fi
ládolos la vida, haciéndolos mártires de Cristo; mucho tiempo antes lo habia deseado; san Pedro
con deseo de imitar lo queoia , aun antes do po­ Nolasco le hizo (pie lo dilatase, y lo mandó quo
derlo entender, llamaba á algunos niños hijos de sirviese su prebenda aquel año, y predicase en
los moros , y retirándose con ellos á solas, hacia su iglesia , porque preveía el santo padre el grande
(pie le prendiesen y alasen las manos, y lo lleva­ fruto que había de hacer con su predicación . cosen
arrastrando. Oyeron un día los de su casa la mo se experimentó en la reformación de muchos
algazara que Iraian los morillos : y entrando donde cristianos, á quienes la compañía de los moros
oslaban , queriendo castigarlos porque maltrataban habia pegado sus costumbres, y en la conversión
al sanio niño , los disculpó él, diciendo : Dejadlos, de muchas familias de moros que por sus pala­
que me ¡levan á ser mártir.
bras recibieron la ley de Cristo. Vivió en el con­
2 Rescataron sus padres á un santo sacerdote, vento de Valencia aquel año, siendo religioso en
doctor parisiense , para quo fuese maestro do su hi­ la vida y en las costumbres; pero deseando serlo
jo , v éste le enseñó filosofía , letras humanas y va­ en el habito y profesión , instaba á san Pedro Norias
lenguas, y en todo a provee lia lia mucho por su lasco. para que le admitiese en su orden; y al­
airado ingenio y feliz memoria; pero mas se adecanzólo luego en el mismo convento de Valencia,
lantaba en perleccion , creciendo cada día do vir­ dándole el hábito Er. Amálelo de Careasona, pritud
en virtud. Resplandeció su paciencia en la conmo de san Pedro Nolasco. Luego lomó por regla
formidad con que llevó los trabajos, quo padecieron la regla de su religión, y siendo tal su vida cuando
sus padres en el levantamiento de la ciudad de seglar, que pudieran aprender de ella perfección
Valencia contra su rey Zeit, muy aficionado á los los religiosos; bien se deja entender cuai seria
cristianos; porque lemán los moros a sus padres por cuando religioso. En profesando, le llamó san
cómplices en el afecto del rey á la ley di; Cristo; y Pedro Nolasco á Barcelona , y le mandó leer teo­
por eslo los aborrecían de corazón , y ellos no delogía, y el rey don Jaime le hizo ayo v maestro de •
jaban á su hijo salir de casa , porque los moros no su hijo el infante don Sancho. Empezó á ejerci­
le quitasen la vida. Mas sosegándose algo las intarse en los ministerios mas propios de su religión,
quietudes , salía dos veces á la semana por la ciu­ y con ayuda de los revés de Castilla hizo una redad
. con otros do su edad , que le querían acomdención en Granada. Volviendo con los cautivos á
pañar á pedir limosna por las casas de los cristia­ Toledo , les faltó agua en el campo por haberse
nos mozárabes para redimir cautivos.
secado los pozos aquel año , y viendo muy afligidos
de la sed á los cautivos, hizo oración á Dios,
suplicándole, que no dejase perecer de sed á los
que habia sacado de la esclavitud , y diese agua á
los que había dado libertad ; y luego empezaron á
manar agua los pozos en grande abundancia , con
quo bebieron todos, y dieron gracias á Dios por las
maravillas que obra por la oración de sus santos.
3 Sucedió la conquista de la ciudad de Valencia
por el rey don .¡aune, y los moros, antes que
le entregasen ¡a ciudad , hacían grandes crueldades
en los cristianos. con harto dolor y envidia del
santo mancebo , por ver lo que otros cristianos padecían
, y que él no merecía acompañarlos; porque
sus padres le guardaban con grande cuidado:
pero ofrecía á Dios ayunos, penitencias y oracioporque
diese victoria á los cristianos de los
moros ; y al fin la dio el Señor al rey don Jaime,
que con cristiana y religiosa piedad restituyó los
templos á la religión , el culto á Dios, y á los cristianos
la libertad; y restaurando la iglesia catedral,
hizo canónigo de ella asan Redro Pascual,
que aunque do pocos años , era do muchas virtudes,
y sus padres beneméritos de esta, y otras muchas
honras que el rey les hizo.
i Sosegadas las cosas do los cristianos en Valencia,
enviaron sus padres al santo mancebo, por
consejo de san Pedro Nolasco , á estudiar á la universidad
de París, quo era en aquel tiempo emporio
de todas las ciencias. Aqui aprendió la teología do
aquellas dos grandes lumbreras do la Iglesia santo
Tomás y san Buenaventura, y con su doctrina salió
consumado en la ciencia , y con sus ejemplos
en la virtud. Recibió el grado de doctor en teología
, dispensándole en la edad , y leyó cátedra do
letras humanas, por ser eminente en ellas; y ordenado
do sacerdote , por consejo de, sus maestros,
predicó con grande fruto la palabra de Dios.
Muertos sus padres , volvió á Valencia , y haciendo
tres partes de su hacienda , la una dedicó para redimir
cautivos, la otra para huérfanos , y la tercera
para los encarcelados : y deseando lomar el
hábito do Nuestra Señora de la Merced , como
5 O l|
¡so Dios poner en el candelero de su Iglesia
á san Pedro Pascua!, y siendo electo arzobispo de
Toledo el infante de Aragón don Sancho, hijo del
rey don Jaime, fué el sanio consagrado arzobispo
titular do Granada, y hecho gobernador del arzobispado
de Toledo , por no ser el infante sacerdote.
Fundó en Toledo el convento dé Santa Galauna
de su orden , que es muy insigne , y ha tenido
ilustres hijos, y en él leyó teología , y vivia como
el mas humilde y observante religioso. Visitó á
pió el arzobispado do Toledo , enseñando la doctrina
cristiana á los ignorantes, repartiendo á los
pobres las reñías que hberalmenle le había señalado
el arzobispo, y procurando principalmente en
todos los pueblos donde entraba , desarraigar los
escándalos y pecados públicos , juntando la suavidad
con la severidad , para quo á los que no aprovechaba
el amor de padre, corrigiese á lo menos
el rigor de juez. Deseoso do mirar por sus propias
ovejas, habiendo juntado grandes limosnas, so
partió á Granada, y róscalo los cautivos que oslaban
en mayor peligro de perder la fé, y á losdemás
esforzó y consoló con sanias palabras y esperanzas
de recobrar algún día libertad. Quitaron la
vida los moros al arzobispo don Sancho, y con esla
ocasión se mudó el gobierno; y el santo se retiró
á las fronteras de Granada , para acudir con mas
facilidad á la necesidad de sus feligreses : predicó

DICIEMBRE, G
en Jaén y Baeza , y visitó el obisparlo de Jaén;
porque se lo pidió con grande ¡nslancia su obispo
don Martin Dominguez. Entró con salvo conducto
por su diócesis de Granada, y visitóla loda con
grande gozo desús ovejas, por ver á su santo pastor
, v gran pena del sanio pastor, por ver lo que
padecían stisovejas entre tantos lobos crueles. Halló
muchos cristianos en el nombre solamente, porque
la cercanía de los moros les había pegado sus
vicios: insinuólos en las cosas de la fé desterrando
torpes ignorancias: confirmó á los que no habian
recibido este sacrameulo, para fortalecerlos
en la religión cristiana: dio libertad ó muchos y
consuelo á todos: y no contento con haberles enseñado
de palabra , escribió un libro para desterrar
las supersticiones en que los halló ciegos, como
los que vivian entre las tinieblas de la morisma.
6 No le fué permitido quedarse en Granada,
y el deseo quo tenia de ganar almas á Cristo, le
hizo peregrinar mucha parte de España á pié predicando
como un nuevo apóstol. Pedia limosna
pura los cautivos de su diócesi, y habiendo juntado
muchas limosnas, volvió á Granada, y socorrió
corporal y espiritualmente ñ sus espirituales
hijos. Partióse á Roma , para consultar con su
santidad algunos puntos dificultosos acerca de los
cristianos quo vivían entre los moros. Eslimóle
mucho el sumo pontífice: porque luego se dieron
á conocer , y se lucieron venerar su sumidad y.
doctrina en la corte romana. Predicó en Santa María
la Mayor , y en oirás iglesias, y por sus sermones
mejoraban muchos pecadores sus vidas, y
otros con su trato se adelantaron cu el camino de
la perfección. Habiendo despachado ios negocios
á que habia ido á Roma, se volvió á España, y
padeció increíbles trabajos y fatigas, y fué muy
regalado de Dios, y favorecido de los sanios ángelus.
Llegó á Jaén, y después de aigun tiempo fuó
hecho obispo de aquella Iglesia, la cual gobernó
con grande acierto, zelo y prudencia, siendo padre
de todos los pobres, necesitados y afligidos.
7 Había hecho el sanio obispo muchas entradas
en el reino de Granada , y convertido muchos
mores á nuestra santa fé . por lo que estaban
irritados los alfaquies, v deseosos de cautivarle.
Prendiéronle, andando visitando su obispado,
y lleváronlo á Granada , con las injurias y mal
Iratamien'o (pie de gente lan bárbara se puede
pensar. Viéndose el sanio cautivo en Granada,
descuidaba de su libertad , y cuidaba de la libertad
de los oíros cautivos y mucho mas de conservarlos
en la fé. Fueron do su Iglesia á tía lar do
su rescate; y fué tanta su caridad , que con el dinero
que Ilevaron para rescatarle á él, róscalo
muchos niños y nuqcres que Oslaban á peligro de
perderla fé, y él se quedó cautivo para cuidar de
los cautivos, con ejemplo .admirable de caridad.
Esperando los moros nuevo precio por su róscale,
le dejaron andar libre por la ciudad , y consolaba
á los afligidos, esforzaba á los flacos; y enseñaba
á los niños la doctrina cristiana. Estando un dia
con algunos niños haciéndoles vanas preguntas
acerca de los misterios de la fe, halló uno quo le
respondió con tanta claridad y distinción , que lo
LA LEYENDA DE ORO. 'r21
preguntó admirado : ¿Quién eres , niño? Y el niño
respondió: Soy Jesús: que tu caridad me ha traído
á asistir á la doctrina; y con oslo desapareció.
Llevaba un dia algunas cosas de comer á unos
cautivos cristianos que estaban presos: encontróle
el rey, y preguntándole que llevaba; respondió,
que rosas. No lo creía , por ser el mes de diciembre;
pero levantando el escapulario , vio que eran
rosas, porque se habian convertido en rosas los
regalos. Con los cautivos enfermos tema singular
calidad: pedia limosna para curarlos y regalarlos;
y él los servia por su misma persona. Segunda
vez vino rescate de su Iglesia , por el mucho deseo,
que teman sus ovejas de gozar de su pastor; pero
él hizo lo mismo que la primera vez , y repitió el
ejemplo , que hecho una vez sola es admirable , y
aunque se repila muchas veces, no deja do ser singular:
rescató con el precio á muchos: y él se
quedó segunda vez cautivo. Pagóle Dios tan singular
caridad con un singular favor. Queriendo
un dia decir misa , y no hallando quien lo ayudase,
vio un niño muy pequeño y hermoso en
traje de cautivo que se ofreció á ayudarle. Dijo la
misa coa mayor ternura y devoción que solía, y
admirado de lo bien que le había ayudado el niño,
le preguntó al acabar si tenia padre y madre. Sí,
tengo í respondió); aunque no osla mi madre en
esta tierra. Preguntóle los misterios de la fé : v ha-,
blondo explicado con admirable claridad quién era.
el Padre; le preguntó el santo : Y el Hijo ¿quién
Entonces levantando el niño la jaquetilia , y
mostrando su costado llagado, le respondió: Yo
soy el Hijo: mira mis llagas y costado: y tú con
los niños quenas redimido, quedándote cautivo
por ellos, me has hecho tu prisionero. Y queriendo
el sanio obispo besarle los pies, se le des-,
apareció de entre los brazos, dejándole bañado en
inefable gozo, y arrebalado en éxtasis por grande.,
espacio.
8 Grecia cada dia su zelo y ardiente sed de la.
salud de las almas: y así no contento de procurar
con sus palabras aprovechar á los cristianos,
y á los moros, escribía ya los tratados, con quo
confirmaba en la fé á los unos y convertía á los
oíros á ella. Supieron esto ¡osalfaquies-, y cncerra-.
roule en oscuras mazmorras , donde no pudiese escribir;
pero los angeles le traían luz y plumas, y
papel para que escribiese. Compuso un libro contra
la secta do Mahoma, en que impugnaba el Alcorán
con eficaces razones, y escribía la torpe
vida y miserable muerto del falso profeta , con el
cual se convinieron á la fé muchos moros. Quejáronse
los alfaquies y morabitos al rev , del santo
obispo , como de blasfemo contra -Mahoma
y su Alcorán : y aunque el rev deseaba conservar
su vida , por no perder el rescate que esperaba :
con todo esto , no pudó resistir á la furia do los
moros que le pedían para quitarle la vida con grande
inslancia ; y así lo condenó á corlar la cabeza.
La noche antes, sabiendo la sentencia que se, habla
dado contra él , aunque el espíritu estaba
pronto , la carne estaba flaca , y mostraba en el
teiiio. 1
natural , quo era hombre , el que en el fervor
deseaba ser mártir: pero Cristo so le apare--.

.28
ció crucificado , y le conforló y animó á padecer,
de manera , que va no solo el espíritu , mas lambien
la carne deseaba el cuchillo , que habia de
quiiarle la cabeza , en que Dios había de ponerle
la corona de mártir. Por la mañana dijo misa muy
temprano; y acabada, vinieron los moros y le corlaron
la cabeza sobre una piedra. Dicen , le habia
servido de aliar, para que él se ofreciese á Cristo
por victima cruenta, el mismo aliar,en que habia
ofrecido el sacrificio incruento de Cristo á su eterno
Padre. Fué su glorioso martirio á los C de diciembre
de 1300 : y el que había nacido cautivo
en Valencia ; murió cautivo en Granada por la
redención de los cautivos, aun mas por rescatar
las almas de los moros del cautiverio del demonio,
que por redimir los cuerpos do los cristianos de la
cautividad de los moros. Ha hecho Dios después
muchos milagros por la intercesión de este santo
obispo y mártir , y por ellos y sus grandes virtudes
ha sido siempre reverenciado: y nuestro santísimo
padre Clemente X aprobó su culto inmemorial
, y dio licencia , para que á los 0 del mes
de diciembre , que es el dia de su martirio , se rezase
de él como de santo mártir en toda su religión
de nuestra Señora de la Merced , por breve
do 2 de diciembre de 1073: después á 21 do abril
de 107 4 ha extendido esta concesión á todo el arzobispado
de Toledo para todos los sacerdotes seculares
y regúlales.
9 Escribió un epítome do la vida de esle
santo el muy R. P. Fr. Felipe Colombo , cronista
general de la orden de Nuestra Señora de la Merced
; y de él se lia sacado todo lo que en esta vida
queda referido.
* SANTA DIONISIA , SANTA DATIVA , SANTA
LEONCIA, SAN TERCIO, SAN EMILIANO, SAN BONIFA­
CIO , Y SAN MAYÓRICO , MÁRTIRES.— El año 484,
üunnerico, rey de los vándalos en África., desterró
á todos los obispos católicos. Poco tiempo después
dispuso que fuesen atormentados y muertos
cuántos rehusasen obedecer los edictos que publicó.
Dionisia , mujer de extraordinaria hermosura
, pero-recomendable principalmente por su zeio
y piedad , fué una de las principales victimas
del furor de ios arríanos. Sufrió , en medio de la
plaza pública una flagelación lan prolongada y lan
cruel , que lodo su ensangrentado cuerpo estaba
hecho una llaga. Habiendo advertido que Mayórico
, su hijo único , temblaba á la vista do los
tormentos , le dijo con voz firme : Acuérdate ,
hijo mió , cpie hemos sido bautizados en el seno
de la Iglesia católica en el nombre de la santísima
Trinidad.. Conservemos la pureza , á fin de que el
divino esposo , encontrándonos á la hora del festín
sin esta vestidura nupcial, no mande á sus
siervos que nos ochen á las tinieblas exteriores.
Confortado Mayórico con estas palabras , sufrió
con constancia los mas bárbaros tormentos , y
cuando hubo espirado, la generosa madre abrazó
enajenada de alegría el cuerpo de su hijo y dio
públicamente gracias al Señor. Después le dio sepultura
en su propia casa, para poder con mas
frecuencia orar sobre su tumba. Dativa, hermana
de Dionisia, ol médico Emiliano, pruno suyo,
LA LEYENDA DE OBO. DICIEMBRE , 7
Leoncia, Tercio y Bonifacio sufrieron asimismo
horribles y dolorosos suplicios por la fé, sin que
los verdugos pudiesen torcer su invencible constancia
, y todos juntos se hicieron dignos de la inmortal
corona de los mártires (Butler tomo xi).
SAN POLICROMO , PRESBÍTERO Y MÁRTIR.—Floreció
durante el siglo IV, en Conslantinopla. Su
zelo por la le católica le hizo tan odioso á los herejes
arríanos, que un día, eslando diciendo
misa , entraron aquellos en la iglesia , y habiéndole
maltratado, al fin le degollaron.
NOTA. San Teófilo, que algunos Martirologios
colocan en estecha, le hemos continuado nosotros
en el 13 de octubre. Algunos autores mencionan
arlemos en este cha á otro san Nicolás , llamado
dePinara, también obispo , diferente del Nicolás
de Mira , que es el continuado mas arriba.
Síia 9.
SAN AMBROSIO , omsro Y DOCTOR. — La vida
del. excelentísimo prelado, y sapientísimo doctor
de la Iglesia san Ambrosio, escribió Paulino, presbítero
, que fué su escribiente y familiar , y Juan
Costero , canónigo reglar de San Agustin; y mas
copiosamente la ha recogido de sus mismos escritos
con muy particular estudio y diligencia el cardenal
Baronío: á los cuales antores seguiremos
aquí.
2 Fué san Ambrosio hijo de un caballero romano
muy ilustro y principal, que también se llamaba
Ambrosio como su hijo. Tuvo esle caballero
una hija y dos lujos : la hija (que era la
mayor) so llamó Marcelina , la cual vivió en perpetua
virginidad : y el papa Liberio en la pascua
de Navidad la consagró al Señor en Boma,
y le dio el velo delante de gran multitud del pueblo
, exhortándola á la perseverancia , con una
grave y elegante oración. Después de Marcelina
nació Sátiro, que fué varón loable, prudente y
modesto. Vino Ambrosio á ser prefecto de las Gallas
(ene era cargo preeminente, y de grande
confianza): y habiendo ¡do con su mujer y familia
á Francia para ejercitarle, nació en ella su
hijo Ambrosio, para gloria del Señor y defensa,
y ornamento de la Iglesia.. Siendo, pues, nuestro
Ambrosio niño , y estando en la cuna con la boquila
abierta durmiendo, bajó de improviso un
enjambre de abejas , que cubriéndole la cara , entraban
y salían por la boca , y poco despucs tomaron
vuelo y desaparecieron. Hallóse su padre
presente á osle prodigio ; y admirado de lo quo
habia visto, dijo: Este niño si vive, será gran
cosa : y así lo fué , mucho mas aventajadamente
(¡no Platón , del cual también se escribo otro suceso
como este. Murió el padre gobernando en.
Francia , y el hijo Ambrosio volvió con su madre
y hermanos á Boma , donde creció y vivió: y hoy
dia hay monasterio de monjas de San Benito en
unas casas , que comunmente se dice haber sido.,
las del padre de san Ambrosio. Parece que el,
niño adivinaba , que había de ser obispo, porquo
viendo que la gente besa la mano á los obispos,
daba él la suya á una doncella, que estaba en coro-.

DICIK.lIliUE , 7 LA LEYENDA DE ORO. 429
pañla de su hermana, diciéndole , que se la besase
porque había de ser obispo : y aunque entonces
se lomó por juego de niño , después se
vio que habia sido pronóstico, de lo que sucedió.
Con ser la ciudad de Roma tan grande,
libre y llena de gente moza , liviana y perdida,
Ambrosio no se dejó llevar ni del Ímpetu y fervor
de su juventud , ni de la corriente de los
otros mozos; antes vivió con tan gran recogimiento
y honestidad , que conservó perpetuamente
su virginidad y pureza de costumbres: junio
el casto mancebo el estudio de las buenas
letras , y con su raro y excelente ingenio, vino á
ser muy sabio filósofo, y elocuente orador, y á hacer
su oficio de abogado , y á ser mirado como
varón notable y de gran caudal, y á tener amislad.
estrecha con los hombres mas ilustres y poderosos
de la ciudad de Roma, como fueron Símaco (que
había sido cónsul, y era como príncipe del senado,
aunque gentil) y Anicio Probo, á quien el emperador
Valentiniano, por ser varón muy sabio, había
hecho prefeclo del pretorio (que era una alta dignidad
j para qne él pusiese en las provincias los
gobernadores que lo pareciese. Puso los ojos Probo
en san Ambrosio, por las grandes partes que en él
conocia , y encargóle las provincias de Insulina,
Liguria y Aruiria, que son las de Milán, de la ribera
de Genova , v la parlo de Lombardía , que
eslá de la otra parle del no Po. Cuando le envió
Probo á su cargo lo dijo: Vé y gobierna, nó como
juez, sino como obispo.: dándole ó entender, que
administrase aquellas provincias , nó con rigor,
sino con blandura , y mas como padre , que como
juez. Partió san Ambrosio de Roma [tara su gobierno,
y vino á Milán, y halló toda aquella ciudad,
llena de bandos y contiendas : porque los herejes
arríanos la turbaban y procuraban inficionar; y los
católicos conservar en sn antigua y católica religión.
Pero fué nuestro Señor servido, que murió Auxencio
, obispo, y cabeza de los arríanos, que era de
Capadocia, y hombre astuto y sagaz, y que mostrándose
en la apariencia católico , daba ocultamente
á beber el veneno de su perversa doctrina; y
habia cobrado tanta autoridad y fuerzas, que ni san
Hilario , obispo de Puliers, ni Evugno , grande
amigo de san (Jerónimo, ni san Filastrio, obispo de
Rressa, viniendo para eslo á Milán, nunca le pudieron
echar de su silla: la cual tuvo , hasta que el
"Señor, compadeciéndose de su Iglesia, le quitó la
vida. Muerto, pues , Auxencio, todo el pueblo de
Milán comenzó á tumultuar, queriendo los católicos
que se eligiese obispo católico, y los herejes, hereje.
Supo el emperador Valenliniano la muerte de Auxencio
, y avisó á los obispos , que pusiesen en
aquella silla un prelado de tantos méritos, á quien
él de corazón pudiese inclinar su cabeza, y recibir
con alegría sus reprensiones, y tomarlas como
medicinas de su alma. Y como los obispos le suplicasen,
que él mismo eligiese al que habia de suceder
á Auxencio , nunca el religioso emperador lo
quiso hacer, diciendo, que aquel negocio era mayor
que sus fuerzas ; y que ellos , como varones
, que estaban llenos de la divina gracia , y
alumbrados con su luz , lo podrían mejor hacer:
mostrando en eslo Valenliniano su piedad y el
respeto que tenia á los mimslros de Dios, y que
sabia distinguir lo que es propio del emperador y
príncipe temporal, de lo que pertenece á los sacerdotes,
y es propio de la Iglesia. Tratóse luego
de elegir prelado, y juntóse en la iglesia el pueblo
de Milán , altercando los católicos y los herejes
arríanos , y pretendiendo sacar cada una de las
partes obispo de su religión. Vino á la Iglesia Ambrosio
como gobernador de aquella provincia, para
sosegar el pueblo, y exhortarle ó la paz y quietud.
En comenzando á hablar , salió de repente
una voz de un niño que decía: Obispo Ambrosio.
Oída esta voz , luego por divina inspiración , con
grande conformidad se unieron los corazones que
estaban discordes de los católicos y de los arrianos,
y convinieron en que Ambrosio fuese obispo.
Quedó asombrado san Ambrosio , y procuró divertir
al pueblo , y huir aquella dignidad , de la
cual él se tema por indigno , y tomó medios extraordinarios
para mostrar que de veras lo era,
é inclinar al pueblo á que desistiese de aquella
voluntad. Para esto, en saliendo de la iglesia,
hizo poner su tribunal conlra lo que hasta allí había
usado : comenzó á mostrarse severo y cruel,
mandando atormentar algunos hombres facinerosos,
y tratando las causas de ellos, ivas como juez
riguroso que como obispo piadoso. Pero como el
pueblo no se moviese con estos espantos y rigores,
antes siempre diese mas voces, v con mayor iris—
tancia le pidiese por obispo, hizo llamar el varón
castísimo y honestísimo, á algunas mujeres lascivas
á su casa, para que viéndolas la gente, le tuviesen
por deshonesto é indigno de tan sublime y
puro ministerio. Mas como lodos le conocian y entendían
, que aquel era un urlificio y una como
representación para escaparse; lauto mas se encendían
en el deseo de tenerle por obispo , cuánto él
mas procuraba de no serlo, y clamaban que aquel
pecado fuese sobre sus almas. Como vio san Ambrosio
que no le aprovechaban sus arles , huyó de
Milán hacia Pavía : y habiendo caminado toda la
noche, y creyendo que llegabaá Pavía, por divina
voluntad se halló á las puerlas de Milán ; y entendiendo
que era negocio de Dios , se rindió y
entregó á la voluntad del pueblo , diciendo que
baria lo que querían. Pusiéronle guardas, para que
no huyese otra vez, y suplicaron al emperador Valenliniano,
que confirmase aquella elección: porque
por las leyes no podían los magistrados ni ministros
imperiales , dejar sus oficios , y hacerse clérigos,
sin licencia de los emperadores. El emperador se
holgó mucho de que el que él habia puesto por
gobernador temporal de aquellas provincias, fuese
tal que mereciese ser obispo , y de muy buena
gana confirmó la elección de san Ambrosio:
el cual mientras que venia la respuesta de Valenliniano
, engañando á las guardas se escapó otra
vez, y se escondió en una casa de campo de un
amigo suyo y caballero principal, llamado Leoncio
, donde estuvo hasta que venida la respuesta
del emperador , el mismo Leoncio le descubrió,
por no contravenir á sus mandatos. ¿Qué persona
ha habido en el mundo que tanto pretendió

•V30
se ser obispo. cuánto san Ambrosio pretendió no
serlo"? ¿Qué hombre ha habido tan ambicioso, y
cpie haya tomado laníos medios para alcanzar honra
vana y mando congojoso , cuántos él lomó para
huir de la dignidad que el pueblo y el mismo
Dios le ofrecían? Mas porque no se debe resistir
á la divina voluntad , bajó san Ambrosio su cuello
al yugo y dejóse ordenar de obispo . y porque
aun no era bautizado, sino catecúmeno, fué bautizado
por mano de obispo católico ((pie así lo
ipiiso él) , y ordenado de todas órdenes y consagrado
obispo , con increíble alegría y regocijo
de todos. Hallóse el emperador presente á su consagración
, y volviéndose á Dios, dijo: Yo os hago
gracias, Señor y Salvador nuestro, porque
habéis encomedado las almas al que yo habia encomendado
los cuerpos, y con esto dado á entender
que fué buena mi elección.
3 No se puede fácilmente creer el gozo que
en toda Italia y fuera de ella , tuvieron los católicos
por esta elección de san Ambrosio, esperando,
que por su grande zelo y valor se repararían
los daños y calamidades, que por la perfidia y
astucia de Auxencio, obispo arriano , habia recibido
la Iglesia de Milán. San Basilio, obispo de
(¡esarea, le escribió una epístola, dándole el. pa-r
rabien y alabándole sobre manera , y los otros
obispos de la Iglesia oriental y occidental, aprobaron
y loaron aquella elección; aunque habia
sido hecha en persona . que (como dijimos), aun
no eslaba bautizada ; y no se engañaron , porque
luego que nueslro Ambrosio se sentó en su silla,
dejó el cuidado de todas las cosas temporales á su
santo hermano Sátiro, para estar mas libre y desembarazado
y darse del todo á Dios , y atender
á las obligaciones de su oficio. Repartió á los pobres
lodo el oro y plata que tenia y á la Iglesia
hizo donación de sus posesiones y heredades, reservando
para su hermana Marcelina el usufrulo
de ellos , mientras que viviese. Decía misa cada
dia con gran ternura y devoción, y con mucha
preparación como se ve en las oraciones, que
para esto compuso.
k Predicaba todos los domingos y como buen
pastor daba pasto celestial á sus ovejas : y eran
sus sermones tan altos y tan llenos de espíritu,
doctrina y elocuencia, que por medio do ellos
se convirtió al Señor , el gran doctor y luz de la
Iglesia , san Agustín: porque el blanco á que tiraba
en ellos , era herir las almas y reducirlas al
Señor, no tanto con elegancia y copia de palabras,
cuanto con la fuerza de razones, oraciones y lágrimas.
o Ocupábase en los otros ministerios sagrados
, con tan grande continuación , que dice Paulino
, que para solo el trabajo que tomaba con
los que se habían de bautizar ; cuando el santo
murió , eran menester cinco obispos. Admitía á
todos los que levenian á hablar, con extraordinaria
benignidad , sin tener guarda ni portero á la
pueria. Oía á todos , consolaba á los afligidos,
remediaba á los necesitados, y era padre dulcísimo
paslor vígilantísuno de loda la ciudad. Con onlen-
dcr de buena gana en todos los negocios de mi-
LA LEYENDA DE ORO. DICIBHBRE, 7
sai'icoi'dia y caridad, no quería ser casamentero;
ni aconsejar á nadie que fuese á la guerra , ni
ir á comer fuera de su casa : y lo que él hacia
en eslo , aconsejó á san Agustín que lo hiciese.
Ln todas las virtudes se esmeró san Ambrosio, y
loe dechado de santos prelados , y espejo de santidad,
y tuvo menos que hacer en oslo después
que fué obispo , [jorque toda su vida habia sido
(como dijimos) muy honesto y muv moderado.
Ayunaba muy á menudo y casi no comía ningún
(lia á la mañana , sino eran los sábados y domingos
y las fiestas solemnes de algunos mártires,
y siendo para lodos humanísimo y suavísimo
, para sí solo era rígido y severo. Fué tan humilde
, que con tenerle todos por un oráculo do
sabiduría y varón elocuentísimo, él daba á censurar
á oíroslas obras que escribía y se sujetaba
á su juicio, y cuando le avisaban de alguna
falta , hacia gracias por ello , y lo tenia por singular
beneficio ; y asi dice en una epístola, escribiendo
á Sabino , obispo de Plasencia : « Cada
uno se engaña en sus escritos, y leyéndolos, muchas
cosas se le pasan por alto : y cuno los lujos,
aunque sean feos, agradan á sus padres; asilos
escritos mal compuestos deleitan á sus autores:»
y en otra epístola para ei mismo, que es la octava
: « Yo (dice) tengo por beneficio , cuando
alguno quo lee mis escritos me dice lo que no
le agrada ; porque aun en las cosas que sé , puedo
engañarme: otras no se advierten, otras á
algunos no suenan tan bien como pretende su autor.»
Mas porque en las cosas eclesiásticas y divinas
todavía era nuevo , le envió nuestro Señor á
Simpliciano , varón perfecto y de conocida santidad
y doctrina, el cual por orden de san Dámaso,
papa en aquella sazón vino á Milán y lomando
amistad con san Ambrosio , lo informó de los
usos loables, v ritos sagrados de la Iglesia romana
, para, que por su mano se plantasen en fluían
y se edificasen monasterios de personas religiosas,
que anhelasen á la perfección , como las habia en
Roma , y así se hizo uno en los arrabales de Milán
, y de él hace (con gran loa) mención san
Agustín: y siempre tuvo san Ambrosio á san Simpliciano
por su padre y maestro espiritual. Fué
lan misericordioso , y tan liberal para con los pobres,
que por remediarlos y rescatar á los cautivos,
vendía los vasos ricos y sagrados de la Iglesia,
lo cual alabó mucho é imitó después san Agustín
: y el mismo san Ambrosio decía , que la Iglesia
tenia oro , nó para guardarlo, sino para distribuirlo
y gastarlo en las necesidades de los pobos.
En sus sermones y pláticas siempre que so
le ofrecía ocasión exhortaba á las doncellas que conservasen
su virginal pureza y la consagrasen a Jesucristo
y lo lomasen por esposo. Predicaba muchas
veces de oslo , y hacia poco fruto en Milán,
mas la virtud de sus palabras salía fuera de, aquella
ciudad , y el olor y fragancia de lan celestial
doctrina alraia muchas almas puras y doncellas
castísimas , quo venían á Milán, do Placencia, de
Bolonia y de la misma África , para dedicarse al
Señor; y así dice el mismo sanio: « Dirá alguno:
Tú cada dia nos predicas las alabanzas de las vír

tJiciEMniiE 7 LA LE
genes. ¿ Qué liaré quo cada dia las predico y ninguna
cosa aprovecho ? Mas no por nu culpa. Aquí
vienen muchas vírgenes para tomar el velo; y
tratando yo esta materia en esto lugar , muevo á
los que están fuera de él; si así ha de ser, mejor
será que la tratemos en otra parte, para que os
persuadamos á vosotros. Los que no me oyen,
siguen mi doctrina, y los que me oyen no la siguen.»
listo es do san Ambrosio. Compadecíase mucho de
los pecadores y dábales do buena gana la mano,
para que hiciesen penitencia: y cuando alguno venia
á confesar sus pecados, se cnlernecia sobre
manera v derramaba tantas lágrimas, que ablandaba
los corazones de los que se confesaban con
él , ó le descubrían su conciencia, por mas duros
y empedernidos que fuesen. Procuró desarraigar
algunos abusos y supersticiones que habian quedado
de la gentilidad , ó se habian pegado de ella á
los cristianos: porque en el primer día del año
soban los gentiles hacer grandes excesos en sus comidas
y b"bulas, y ritos sacrilegos, y para arrancar
esta mala costumbre, se instituyó en la
Iglesia , que los fieles ayunasen aquel día , y se
celebrase la fiesta de la Circuncisión. Ta.nbien
quitó los convites que se solían hacer en la Iglesia
en las festividades do los mas ilustres mártires:
porque aunque al'principio se habían introducido
para ejercitar la caridad, y dar de corone
á los pobres ; mas después poco á poco el
finen uso se habia pervertido , y parecian ya mas
fiestas do gentiles , que refección de cristianos.
Pero en ninguna cosa puso mas cuidado
que en procurar , que el clero resplandeciese en
toda virtud , especialmente en la honestidad y liberalidad
con los pobres; y que cuanto los clérigos
católicos estaban mas apartados de los arrianos en
la doctrina , tanto mas lo estuviesen en las costumbres,
entendiendo lo que importaba para el bien de
toda ia república , que los ministros de Dios vayan
delante y muevan á los demás con su ejemplo. Por
esto, cuando moria algún santo sacerdote, lloraba
amai guisimamente y daba dos causas de su llanto:
la una , el haber muerto antes que no él; y la otra
el detrimento que recibía la Iglesia , por ser raros
los varones santos y dignos de tan alto grado. A
esla causa se desvelaba mucho en buscar personas
de excelente virtud y ciencia , para que fuesen obispos
: y con este zelo procuró después do la muerle
de san Filaslrio, obispo de liressa, que le sucediese
san Gaudencio , aunque con gran repugnancia
suya ; y á san Yigiho , obispo de Treulo ( quo
después fué mártir), le instruyó san Ambrosio , en
lo que habia de hacer para ser digno ministro do
Dios, y lo escribió una epístola , dándole la forma
do sanio y verdadero prelado , teniendo en lodo
ardiente zelo de la gloria del Señor y del bien , nó
solamente de su Iglesia , sino también de las otras.
(i Después que. san Ambrosio hubo gobernado
su Iglesia algunos años , tuvo necesidad de ir á
liorna. En el camino se dice, quo le acaeció un
caso muy raro y extraño. Llegó á un mesón de un
hombre rico, v abastado do los lodos bienes quo el
vulgo ignorante llama bienes de fortuna. Preguntóle
el sanio cómo lo iba , y los lujos y bienes que
DA DE ORO. 431
tenia. Y él con grande alegría !o comenzó á contar
sus prosperidades; porque lenia mucha salud ,
y muchas riquezas , con un curso de felicidad lan
rara que nunca habia experimentado en cosa alguna
adversidad, dolor , ni amargura. Luego quo
oyó eslo el santo prelado , acordándose de aquellas
palabras que hablando de los pecadores, dijo Job:
Pasan sus días con contento , y en un punió descienden
al infierno: movido de Dios se levantó, y
dijo á sus compañeros : Vamonos presto de aquí ;
porque la ira de Dios viene sobre esta casa , para
que no nos tome en ella. Salió á priesa , y á poco
espacio qne habia andado , se abrió la tierra y tragó
la casa y á todos los que estaban en ella : y en
aquel lugar se hizo una laguna que quedó después
para memoria de un caso tan raro v tan notable,
y que tan bien nos enseña , quo la felicidad del
malo es azote de Dios no conocido ; y cuan poco
hay que fiar en la prosperidad de los que al mundo
ciego parecen bienaventurados.
7 Volvió de Roma san Ambrosio á Milán, y
tuvo grandes contiendas y graves dificultades con
los arrianos , que todavía eran muchos : aunque al
principio , con el favor del emperador Juslimano
( que era católico principe, y tuvo tanto respeto á
san Ambrosio , que le dijo , qne le avisase y le reprendiese
, y como médico espiritual curase su alma
, como lo mandaba la ley de Dios) los arrianos
estuvieron mas quo quicios; y también en tiempo
del emperador Graciano, hijo de Valenliniano,
que habia sucedido á su padre, se reportaron y
entretuvieron : porque Graciano fué religiosísimo
príncipe, y devotísimo de san Ambrosio, y le reverenciaba
como á padre, y por sus oraciones alcanzó
grandes victorias de los bárbaros, y aprendió
de él que las victorias se alcanzan mas con la
piedad v virtud de la fé , que no con el esfuerzo y
apáralo de los soldados. Pero como Valenliniano,
su hermano, era también emperador y niño, é
hijo de Justina , arriana , mujer que habia sido del
emperador Valenliniano, su padre; los arríanos,
confiados en el favor y poder de Justina (que como
madre del emperador podía mucho , y deseaba
con gran rabia amparar y propagar su falsa religión
), cobraron grandes brios , y determinaron
atrepellar al santo prelado Ambrosio, para que
vencido un capitán tan valeroso, los demás se
rindiesen , y el campo quedase por ellos. Para eslo,
siendo muerto el obispo de Sirmio (que era la metrópoli
de la provincia de Esclavoma), procuraron
que fuese elegido uno de su secta por obispo:
mas san Ambrosio , por ser negocio de mucha importancia
, fué á Sirmio , y con gran valor se opuso
á Justina y á todos los arrianos, y no se partió de
allí, hasta que Avemio , varón católico y de.probada
virtud , fué elegido por obispo. Sucedió aquí
una cosa digna de ser referida , piara entender el
zelo de san Ambrosio , y la desvergüenza de los
herejes y el castigo que da Dios á los que se atreven
á sus santos. Estaba san Ambrosio un dia
predicando en un lugar alio , y exhortando con
gran fervor al pueblo que se eligiese por obispo
persona católica y digna de aquella silla. Oíanle
muchos arrianos, hombres y mujeres, y entre

432 LA LEYENDA DE ORO. mCIF.MRIUi 7
ellas una doncella mas ataviada y olvidada de la
modestia virginal, subió al pulpito y con rostro
turbado y feroz, asió de las vestiduras del santo
prelado , y comenzó á tirarle fuertemente , para
que cayese allí á los pies de las otras mujeres arrianas,
y correrle y maltratarle. Volvióse á ella
el santo, y dijola con mucha paz: Aunque yo soy
indigno del sacerdocio , no te conviene á ti, ni á
tu estado poner las manos en cualquier sacerdote:
y así debes temer el juicio de Dios: mira no te
venga algún desastre por este atrevimiento. Dijo
estas palabras Ambrosio , y Dios nuestro Señor
allí delante de todos la castigó , quitándole súbitamente
la vida : y el santo, para pagar con mansedumbre
y olicio de caridad la afrenta que la
desventurada mujer le habia hecho , al día siguiente
la acompañó á la sepultura. Dos obispos
arrianos , llamados Claudio y Secundiano, fingiendo
ser católicos, importunaron al emperador Graciano
que mandase juntar concilio general para
tratar de las cosas de la fé. San Ambrosio lo resistió,
y procuró que se congregase en Aquileya un
concilio de los obispos occidentales, que quisiesen
venir, y en él se halló san Ambrosio; y con su
grande espíritu, doctrina y autoridad , reprimió y
confundió á los herejes, y enseñó á todos, que
los sacerdotes debían ser jueces de legos y no los
legos de los sacerdotes. Otra vez dos caballeros
de la cámara del emperador Graciano , que en su
corazón eran arrianos, y por dar contento á su
príncipe se mostraban católicos : para hacer burla
de san Ambrosio , le rogaron que les declarase el
misterio de la encarnación del Verbo eterno. Prometió
el santo de hacerlo en la iglesia, y señalóles
el dia siguiente : y para cumplir su palabra fué
á la iglesia , donde habia concurrido gran número
de gente para oirle. Estuvo aguardando buen ralo
que viniesen aquellos caballeros , que le habian
pedido la declaración de aquella cuestión; pero
ellos haciendo poco caso del sanio, se fueron al
campo para hacer mal á los caballos; mas á deshora
cayeron de ellos á tierra , y se quebrantaron
de manera que allí acabaron sus vidas. Tenia Graciano
en su servicio un criado muy favorecido,
llamado Macedonio, el cual, yendo san Ambrosio
á su casa , para rogarle por cierto hombre miserable
, le mandó cerrar las puertas , y se le negó.
Entonces el santo con espíritu profétíco le dijo:
Tú también vendrás algún tiempo á la iglesia , y
hallando las puertas abiertas , no podrás entrar;
y así le sucedió poco después , que buscándole
Máximo, tirano, para matarle, huyó Macedonio á
la iglesia , y estando las puertas abiertas no pudo
hallar entrada , y cayó en manos de sus enemigos.
Estos encuentros y otros semejanles tuvo san Ambrosio
con los arrianos, en vida del emperador
Graciano : mas con su muerte cobró gran fuerza la
herejía y creció aquella llama con los soplos do
Justina que la alizaba. Procuraron que se hiciese
un obispo de su secta , para oponerle á san Ambrosio
, y nombraron á un scila de nación , que
se llamaba también Auxencio , como el predecesor
de san Ambrosio , y muy parecido á él en la
maldad. Pero porque este nombre de Auxencio
era odioso en la ciudad , disimulando su propio
nombro , le llamó Mercurino. Pues el falso obispo
y nuevo Auxencio, provocó á san Ambrosio á disputar
públicamente de la fé, tomando por jueces
arbitros á hombres seglares y gentiles. No vino en
ello el santo, nó por no querer disputar, sino porque
era cosa nueva ó indigna de la majestad de
la Iglesia , que los seglares juzgasen de las cosas
eclesiásticas, y los gentiles de las sagradas : y por
mas que Valentiniano , como muchacho y engañado
de la madre hereje , procuró que se disputase,
jamás pudo vencer al fuerte y constante pecho del
santo prelado : alegando la costumbre antigua de
la Iglesia , y que los sacerdotes deben juzgar á los
emperadores, y no los emperadores á los sacerdotes.
Tampoco pudo alcanzar de san Ambrosio,
quo diese una iglesia en Milán á los arríanos, para
celebrar sus ritos sacrilegos y ceremonias: y dicióndole
Calígono, camarero mayor do Valentiniano:
¿Viviendo yo, re atreves tú á menospreciar
á Valentiniano? Yo té cortaré la cabeza.
Respondió el sanio (como él mismo lo refiere):
Dios permila que cumplas , lo que me amenazas:
porque yo padeceré , lo que debe padecer un obispo
; y tú harás , lo que conviene á tu persona. No
temo tus amenazas , porque tú puedes malar al
cuerpo; mas no puedes matar el alma. Puedes
quitarme la vida ; mas no el merecimiento, porque
el alma ó solo Dios está reservada , y no á la
potestad de la tierra. ¿Piensas que me haces daño?
Antes me haces gran beneficio , quitándome
una vida temporal, para que suceda la bienaventurada
y eterna. Yo suplico á Dios que lodos los
enemigos de la Iglesia la dejen á ella , y asesten
contra mí todos sus tiros y máquinas, y harten su
sed con mi sangre. Estas son palabras de san Ambrosio.
Pues como Justina viese , que todas sus
trazas se le deshacían , y que no bastaba el nombre
y autoridad del emperador su hijo, para vencer
á san Ambrosio , y que mientras que él estuviese
en Milán , no podia hacer progreso su falsa
religión ; consumiéndose de dolor , saña y furor,
determinó echarle do la ciudad y desterrarle. Y
porque era cosa muy dificultosa poderlo hacer, por
el amor grande que todo el pueblo le tenia , y
cuidado y asistencia , con que guardaba á su prelado
, prometió grandos premios á los que por
cualquiera via y arte en esto la sirviesen con su
intenlo. Hallóse uno por nombre Eutimio , mas
alrevido que los demás, el cual hizo un dia poner
un coche á punto en una casa cerca de la iglesia
para arrebatar de improviso al obispo , cuando saliese
de ella , y llevarle al destierro antes que el
pueblo le pudiese defender. No le salió como pensaba
, porque Dios guardó al santo : y Eutimio
al año siguiente , por un delito que cometió , fué
desterrado de Milán y llevado á su destierro
en el mismo coche , que él tenia aparejado para
llevar á san Ambrosio , como otro Aman , quo
murió en la horca , que tenia aparejada para
Mardoqueo. Todo esto era echar aceite en el fuego
, y encender mas el furor de Justina y de los
herejes contra el santo prelado, y contra los católicos
que siempre velaban, aparejadosámorir porél.

DICIEMBRE, 7 LA LEYENDA DE ORO. 433
8 Para dar al pueblo algún alivio, ordenó el demonios alcanzar lo que por otras vias no habían
santo que se cantasen en Milán los salmos y los podido. Para esto pagaron á un hechicero , y gran
himnos, como se usaba en las Iglesias de Oriente, nigromántico, llamado Inocencio , para que usando
y acrecentó las vigilias y los ayunos para aplacar de su arle mágica , deshiciese aquella amistad y
al Señor y á sus soldados con su patrocinio: y así benevolencia tan rara que habia entre san Añile
tuvieron del cielo con los cuerpos de los glorio- brosio y el pueblo de Milán, entre el pastor y su
sos mártires san Gervasio y Prolasio, que en aque- ganado; para que quitando aquel vínculo de amor,
lia sazón se descubrieron por una revelación que y la guarda que toda la ciudad hacia á su santo
tuvo san Ambrosio; é hizo üics tantos y tan gran- prelado por ampararle , mas fácilmente le pudiedes
milagros por intercesión de estos santos, en sen acabar. Hizo el mago Inocencio su oficio : sube
confirmación de la fé que san Ambrosio predi- una noche sobre el tejado de la casa de san Amcaba
, y en alabanza de la santísima ó individua brosio: convoca á los espíritus malignos: vienen á
Trinidad, que impugnaban los arríanos, que con- su mandato; ordénales lo que han de hacer: quiévencidos
y confusos reprimieron algo su furor, ronlo ejecutar; y no pueden. Vuelve otra vez, y
aunque no por esto se enmendaron. Salian los de- con hechizos y encantamientos mas fuertes los
¡nonios de los cuerpos que atormentaban , dando aprieta y manda , que maten á san Ambrosio ; pero
alaridos, y confesando que eran atormentados de como él estaba guardado de la mano de Dios,
los santos mártires, y aun del mismo san Ambro- y cercado de ángeles para su defensa, no pudieron
sio, como escribe san Agustin , rogándole que los llegar , nó solamente á su persona, pero ni aun al
dejase y perdonase. Pero no por esto se convertían umbral de su puerta , como el mismo nigromántico,
los herejes; antes ahogaron á un arrriano de los después de la muerto de la emperatriz Justina,
suyos, en quien habia entrado el demonio: porque confesó estando preso, y siendo atormentado por
á grandes voces clamaba, que de aquella manera otro delito que habia cometido, sin poder hacer otra
habían de ser atormentados , los que no creían la cosa; porque el ángej de Guarda de san Ambrosio
unidad do la satísima Trinidad que enseñaba san le mandó y apremió que lo dijese.
Ambrosio. Verdad es que uno de los principales de 9 Dura cosa es pelear contra Dios , y tirar
aquella secta , y mas agudo y sagaz disputador, coces contra el aguijón. Pensaba Justina que con
se convirtió á la fé católica : porque estando en la su impiedad y rabia mujeril, y con las armas y poiglesia,
vio un ángel á la oreja de san Ambrosio, lencia de su hijo Valentiniano podría contrastar
como proponiendo las palabras que habia de decir con Dios y derribar el muro inexpugnable de la
al pueblo. Los demonios forzados del poder de fé católica; mas cuando mas descuidada estaba,
Dios, confesaban la verdad católica, y los herejes levantó Dios contra ella y contra suhijo, á Máximo,
usando mal de la libertad que Dios les había dado, tirano que habia hecho malar engañosamente al
la negaban , blasfemaban y perseguían : y cuanto emperador Graciano : el cual, por lavar aquella
el Señor con mayor claridad y resplandor maní- mancha de sangre inocente que habia derramado
í'estaba la virtud de su siervo Ambrosio, y con mi- y mostrarse príncipe católico , y zeloso de la paz y
lagros y prodigios confirmaba su doctrina ; tanto unión de la Iglesia, escribió cartas al emperador
ellos mas cerraban los ojos por no ver la luz , y Valentiniano, exhortándole á mirar por la fe cató—
aborrecían al maestro que con ella los queria lica , y defenderla como lo habia hecho el emperaaiumbiar.
Viendo, pues, que todas sus artes y em- dor Valentiniano su padre, y amenazándole que
busles les salian vanas, determinaron dar la muer- si no lo hacía , él le haría cruda guerra , buscando
te al que con tanto estudio procuraba darles la con esta ocasión color para hacerla y valiéndose
vida. Enviaron un hombre facineroso y ternera- de la religión para sus intentos, como suelen los
rio, | ara que matase en su casa al santo prelado: políticos; y en efecto, al mismo tiempo juntó un poentró
el hombre armado de hierro y furor: y deroso ejército para pasar los Alpes, con grande
como san Ambrosio (como dijimos) no tenia espanto y terror de toda Italia, y del pobre mozo
guarda ni portero , pasó hasta donde el santo y engañado emperador Valentiniano , y de Justina
estaba , y alzó la mano para herirle con la es- su madre: los cuales se vieron tan apretados, que
pada desnuda que llevaba : pero ¿qué puede la para refrenar y detener á Máximo, determinaron
braveza y locura humana contra el poder de enviarle una embajada : y dejando todas las otras
Dios? Y ¿quién podrá ofender , al que Dios de- personas importantes y principales de su imperio,
íiende y guarda? Enlorpeciósele al miserable pusieron los ojos en san Ambrosio , y con grande
hombre el brazo:secóseleladieslra,con que queria instancia le rogaron que tomase aquel trabajo, y
descargar el golpe: comienza á temblar y á mudar fuese á la ciudad de Tiévcris, donde estaba Malos
colores; y atónito y como fuera de sí, échase xímo (á quien ya otra vez habia sido enviado desá
los pies de san Ambrosio : pide y alcanza per- pues de la muerte de Graciano , y era de él muy
don y entera salud. No bastó este milagro para dar conocido y estimado), para establecer la paz entro
seso á los herejes, y vista á los ciegos, y blandura ellos , y pedirle el cuerpo del emperador Graciano
de corazón á los que estaban tan empedernidos y para enterrarle. El santo obispo , olvidado do todas
obstinados; antes buscaron nuevas invenciones las injurias que le habian hecho, y acordándose do
para pelear contra Dios , y contra su santo. Y la clemencia del Señor, y compadeciéndose do
porque todas las humanas que hasta allí habian Italia, condescendió con sus ruegos, y se puso en
usado, no habian sido de provecho , convirtiéronse camino y habló con Máximo: y aunque esta vez
á las diabólicas, pretendiendo por medio de los fué tratado de él cortesmento. entendió sus inlen-
TOMO IY. !>a

tos, y que con nombre de paz queria hacer guerra
y engañar á Valentiniano ; y así le avisó de ello,
y que se recatase de Máximo y le mirase á las manos
, mas que á las palabras quo decia. No se recató
Valentiniano; antes envió otro embajador que
fué Domnino , creyendo con ruegos y sumisiones
impetrarla paz. Dio Máximo buenas palabras al
nuevo embajador, que volvió á Italia muy contento
, pensando que dejaba asentada la paz; pero
luego tras él vino Máximo con su ejército, y pasó
los Alpes al improviso y entró en Italia tan de repente
, que apenas Valentiniano y Justina se pudieron
escapar y huir á las partes de Oriente para
que Teodosio, que las gobernaba y era consorte en
el imperio , los amparase y los librase de las manos
de Máximo, como después lo hizo. Hubo en Milán
grande espanto por la venida del ejército de Máximo
, y todos á porfía querían salir de la ciudad , y
huyendo, salvarse. Hablóles el santo prelado, y
exhortóles á hacer penitencia, enseñándole que ella
era el mejor remedio y la mas segura guarda que
podían hallar: «¿Para qué (dice) huyes de tu
patria? Si quieres ser salvo huye de tus pecados.
Sí dejares de pecar; el enemigo es vencido. » Pero
Máximo, después que hubo destruido consu ejército
aquella noble parte de Italia, y arruinado muchas
ciudades, talado los campos y héchose señor de
muchos pueblos; viendo que no habia quien le resistiese
, mitigó su furor y comenzó á ganar con beneficios
las voluntades de la gente , y dar á entender
que no habia venido armado para usurpar el
imperio , sino para que la fé católica se conservase
limpia y entera, queriendo cubrir su tiranía con
capado religión. Con esto tuvo mas quietud san
Ambrosio , y menos que batallar con los herejes
arríanos. Pero mucho mas se confirmó y estableció
la fé católica después que el emperador Teodosio
venció y mató á Máximo : porque aunque como
hombre piadoso y modestísimo, no quiso tomar
para sí el imperio occidental, antes le restituyó á
Valentiniano; pero siempre quedó con grandísima
autoridad, y como padre del mismo emperador
Valentiniano, que muerta ya su madre Justina,
reverenció y obedeció á san Ambrosio. Estando
Teodosio en Milán , favoreció por extremo á los
católicos, y persiguió á los arrianos; y san Ambrosio
triunfó de ellos , y la religión católica de la perfidia,
y de la mentira la verdad.
10 Pero si faltaron los herejes arrianos , no faltaron
otros monstruos que en aquel mismo tiempo
salieron del infierno , para turbar con nuevos errores
la tranquilidad de la Iglesia: porque Joviniano,
monje, y otros que habian estado en aquel
monasterio (que dijimos haber edificado san Ambrosio
en Milán), con la máscara de ayunos y penitencias,
disimulando sus maldades, apostatando
de la institución monástica y de la fé católica,
comenzaron á enseñar doctrinas nuevas ó inficionar
las almas de los que las creian: do los cuales
dico san Ambrosio estas palabras: « Estuvieron
con nosotros; pero no eran de nosotros:
ayunaban, estaban encerrados en el monasterio: no
habia libertad para darse á deleites deshonestos,
ni á parlerías y contiendas: y como eran delica­
LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 7
dos, no pudieron sufrir esle género de vida. Salieron
del monasterio : quisieron volver y no fueron
admitidos; porqué muchas cosas habia yo oído dignas
de remedio, y habiéndoselas avisado, no se
enmendaron. Y por esto como saliendo de sí, comenzaron
á verter la ponzoña de que estaban
llenos, y á ser un incentivo de todos los vicios.»
Esto es de san Ambrosio : el cual de tal manera
persiguió á Joviniano y á sus cómplices,
que los echó de Milán y de toda su comarca : aunque
fueron tan atrevidos que fueron ó Roma , pensando
poder engañar con su hipocresía á los fieles
; mas por la diligencia de Pamaquio, varón
nobilísimo y amicísí.mo de san Gerónimo, Siricio
papa, juntando el clero de Roma, los condenó , y
la doctrina que enseñaban ; y el mismo san Gerónimo
escribió dos libros doctísimos contra ella,
y el emperador Honorio, hijo de Teodosio, desterró
á Joviniano á una isla apartada. También tuvo san
Ambrosio mucho trabajo en tiempo de los dos hermanos
emperadores Graciano y Valentiniano en
resistir á muchos de los senadores romanos (cuya
cabeza era Símaco), que se restituyese en Roma
la adoración de sus dioses , y los estipendios que
se solian dar antes á sus sacerdotes y ministros :
y enviaron sus embajadores á los emperadores,
para impetrarlo, á los cuales se opuso san Ambrosio
, y persuadió á los mismos emperadores que
no lo concediesen , y respondió gravísima y docfísimamente
á todas las falsas razones que los gentiles
alegaban en contrario. Poro volviendo á lo
que antes decíamos de Teodosio , después de aquella
insigne victoria que tuvo de Máximo , tirano,
y de su ejército; los que habian seguido el bando
de Máximo, temieron ser de él castigados, y llenos
de pívor y temblor, suplicaron á san Ambrosio
que les impetrase perdón del emperador; y el santo
sacerdote lo hizo con tan grande piedad y eficacia,
que alcanzó del emperador todo lo que quiso
; castigando á solos tres que eran las cabezas,
perdonó á todo el ejército de Máximo , y tuvo
cuenta que sus hijas y su madre no padeciesen,
enviándoles lo que habian menester: y dando á
los príncipes ejemplo de clemencia, y venciendo
la misma victoria con dar la vida á los que ella
habia dado potestad de quitársela : y lodo esto por
el consejo ó intercesión de san Ambrosio. Aunque
no le faltaron algunos encuentros con el mismo emperador,
en los cuales no sabe el hombre de quo
se deba mas admirar, ó de la religiosa humildad
y obediencia do Teodosio , ó dol valor y constancia
en defender la auloridad de la Iglesia, del santo
obispo: porquo habiendo ciertos monjes , por instigación
de su obispo , quemado una sinagoga do
judíos en un pueblo llamado Galinico, en las partes
de Oriente, y quejándose gravemente los judíos,
y haciendo grande instancia para que fuesen castigados
los autores de aquel incendio; el emperador
mandó quo á su costa reparasen aquella
sinagoga. Súpolo san Ambrosio, y escribió á Teodosio
una carta en que le suplicaba que revocase
aquel mandato , y en olla le dice estas palabras :
'.< Yo te ruego, que oigas con paciencia loque digo:
porque si no merezco que tú meoigas, tampoco seró

DICIEMBRE, 7
digno de ofrecer sacrificio por tí, ni á quién tú encomiendas
tus deseos y oraciones. ¿Pues tú no oi­
rás , al que deseas que sea por tí oído ? ¿Nó oirás
al que aliora trata de su causa , habiéndole oído
cuando trataba las ajenas? ¿Nó temes tu mismo
juicio , y lo que de él se sigue; que teniéndome
por indigno de ser oido de tí, declaras que soy indigno
de ser oido por tí ? Tanto mas que no conviene
al emperador negar la libertad de hablar,
ni al sacerdote no decir lo que siente. » Esto es de
san Ambrosio. Y aunque no ablandó con esta epístola
á Teodosio , después hablándole en la iglesia,
le persuadió todo lo que quiso , y libró al obispo y
á los monjes de la pena y castigo que tenían , y
de la congoja en que estaban.
11 Pero mucho mas dificultoso yglorioso para
san Ambrosio y para Teodosio fué , lo que le sucedió
cuando el emperador quiso entrar en la iglesia;
y el santo obispo le cerró la puerta : que aunque es
cosa sabida y tan predicada y alabada de tantos y
tan graves escritores ; por ser memorable y digna
de ser imitada de todos los príncipes cristianos, en
suma la referiré yo aquí. Habían los de la ciudad
de Tesalónica muerto tumultuosamente á un
maestre de campo y ministro del emperador.
Smtióio mucho y quísolos castigar; pero después
por las buenas razones que san Ambrosio le dijo,
se mitigó. Mas como hay tantos lisonjeros en los
palacios de los principes, y tantos que los atizan,
y echan leña en el fuego , no faltaron en el de
Teodosio criados y privados suyos que le incitaron
á castigar severamente aquella injuria y á
volver por su reputación ; y en fin le persuadieron
á hacer un cruel mandato , por el cual en espacio
de tres horas fueron muertas en Tesalónica siete
mil personas del pueblo , sin tener cuenta de
quién era culpado , y quién inocente. Afligióse
sobre manera san Ambrosio por la sangre que
se habia derramado , y por el amor que tenia
al que la habia mandado derramar : y para que
se reconociese , é hiciese penitencia de tan grave
culpa , un dia que el emperador iba á la iglesia,
el constantísimo prelado le salió ó la puerta, y
con palabras gravísimas y de grande majestad,
le mandó que no entrase hasta que reconociese
su pecado, ó hiciese pública penitencia de él. El
emperador le obedeció y se volvió á su casa, y
estuvo ocho meses llorando y gimiendo con lan
grande sentimiento y dolor, que solo el leerlo pone
grande admiración y devoción : porque estando
un día Teodosio deshaciéndose en lágrimas , so
llegó á él un gran privado suyo, que se llamaba
Rufino , y le preguntó qué era la causa de su dolor
; y él soltando aun mas las riendas á las lágrimas
, le respondió estas palabras : Tú no sientes
mis males , ni mis daños; mas yo gimo y lloro
mi desventura , porque considero con cuánta facilidad
pueden enlrar en el templo de Dios los pobres
y los criados y rogar al Señor en él : y que
para mí está cerrada la puerta , no solamente del
templo , sino también del cielo ; pues Cristo nueslro
Señor dijo á los sacerdotes: Todo lo que ataréeles
en la tierra , será atado en el cielo. Y
como Rufino le dijese , que él acabaría con Am-
LA LEYENDA DE ORO. 43o
brosio que le absolviese, le respondió Teodosio:
No lo hará; porque jo conozco que es tan justa
y tan puesta en razón la semencia de Ambrosio,
que no querrá quebrantar la ley de Dios por respeto
de la poleslad imperial. Finalmente, habiendo
pasado ocho meses en llanto, llegándose
la solemnidad de la pascua de Navidad , vino el
emperador á la puena de la iglesia, nó para entrar
por fuerza en ella , sino para pedir perdón
y misericordia ó san Ambrosio: el cual, no sabiendo
con qué ánimo venia , le respondió como
á tirano y quebrantador de las leyes eclesiásticas;
y el emperador con maravillosa humildad , le
respondió: Yo no quiero quebrantar las leyes
que tiene establecidas la Iglesia, ni entrar por
fuerza en ella; pero ruégole, que me desales, y
me absuelvas de sus censuras, y que te acuerdes
de la clemencia del Señor, y no me cierres la
puerta que él abrió ó lodos los que se arrepienten
de todos sus pecados. Aquí dijo san Ambrosio:
¿Pues qué penitencia mostráis vos de un delito
tan atroz? ¿Qué medicina habéis aplicado á
una llaga lan grande y lan dificultosa de sanar?
Eslo toca á vos (dijo el emperador), el darme los
remedios; y á mí el aceptarlos. Y habiendo
obedecido á todo lo que le mandó el valeroso obispo,
y siendo absuelto por él entró el fidelísimo y
gloriosísimo emperador en la Iglesia, y postrado
en el suelo , y mesándose los cabellos , é hiriéndose
en el rostro y regando la tierra con ríos de
lágrimas , comenzó á pedir perdón de sus pecados,
y decir aquellas palabras del real profeta David
: « Mi alma está abrazada con la tierra : vivificedme,
Señor, como lo habéis prometido.» Esta
fué la constancia y grandeza de espíritu , nó humano,
sino divino que tuvo san Ambrosio; y esle
el ejemplo que de su devoción y modestia dio
Teodosio : del cual dice san Agustín: « Quiso
Dios, que Teodosio, emperador, hiciese pública
penitencia delante del pueblo , para que todos tomásemos
ejemplo de hacerla cuando fuese menester
; y que m el pobre , ni el rico , ni el oficial ni
el caballero y señor , tengan vergüenza , ni se
afrenten de hacer lo quo hizo el emperador: » y
el mismo san Ambrosio dice : « No se avergonzó
el emperador de lo que se avergüenzan los pobres
: y después no se le pasó día en que no llorase
aquel pecado.» Mas en este mismo caso sucedió
olra cosa muy digna de notar, que habiendo
entrado el emperador dentro del coro para
ofrecer, se quedó en él para oir la misa : y san
Ambrosio le envió á decir que aquel no era su
lugar , sino de los sacerdotes; porque la púrpura
puede hacer emperadores, mas nó sacerdotes: y
el emperador con extremada modestia respondió,
que no habia sido atrevimiento el quedarse en
aquel lugar sino hacer lo que habia visto que se
usaba en Constantinopla, y que hacia gracias
al obispo por aquel aviso y corrección : lo cual
se le asentó de tal manera en su pecho, que volviendo
á Constantinopla, entrando en la iglesia,
nunca quiso sentarse en el coro de los sacerdotes,
por mucho que Nectario, arzobispo de Cons­
tantinopla, se lo rogó; antes suspirando, dijo:

i.36
LA LEYENDA DE ORO.
DlCIEJIBItE , 7
Apenas he entendido la diferencia que hay en­ picio y favorable al imperio romano; pues le ha
tre el emperador y el obispo , y he hallado al dado tal príncipe , cuya virtud y suma potestad en
maestro de la verdad; porque á solo Ambrosio la cumbre de tan grande imperio y tan esclarecido
conozco por obispo digno de este nombre. Fi­ triunfo, está acompañada con tan profunda humilnalmente
, el emperador Teodosio, por su gran dad , que ha vencido en valor á los emperadores y
piedad . y por las excelencias y admirables vir­ en humildad á los sacerdotes. ¿Qué tengo mas que
tudes de san Ambrosio , lo honró mucho , y le re­ apetecer ó que desear? Todo lo tenéis, y para deverenció
y obedeció y por su consejo ordenó cirlo en una palabra ,sois emperador piadoso y cle­
muchas cosas provechosas , y de grande utilidad mentísimo ; y con todo esto deseo que cada dia
para toda la Iglesia católica , y por su ejem­ crezcáis en la piedad que es el mas raro don , que
plo el emperador Valentiniano quedó tan suje­ da Dios: para que por vuestra clemencia , así coto
y rendido á la voluntad del santo obispo, desmo la Iglesia de Dios se gozó con la paz y tranpués
que murió Justina, su madre , cuánto antes quilidad de los buenos ; así se alegre con el perdón
habia estado adverso por su inducimiento y per- de los pecados. Perdonad especialmente á los que
suacion : como se ve en la oración que hizo el antes de ahora no han pecado. » Todo esto es de
mismo san Ambrosio, llorando con muchas lágri­ san Ambrosio, que con sus palabras alcanzó permas
su desastrada muerte que dio Arbogastes. su don de Teodosio para los culpados; y el mismo
gran privado y capitán do su ejército en León de Teodosio se echó á los pies del santo , confesando
Francia , haciéndolo ahogar en ¡a cama , como in­ que por sus oraciones y merecimientos era salvo.
fiel y traidor , por dar el imperio á Eugenio , su Y habiendo mandado venir de Constantinopla á
amigo, contra toda justicia y razón. Mas el Señor, Arcadio y Honorio , sus hijos , y recibiéndolos en
que aunque permite los males, no los deja sin en la iglesia do Milán , les encargó á san Ambro­
castigo , castigó severamente la traición de Ar— sio y se los encomendó para que los tuviese como
bogasles y la tiranía de Eugenio , dando una mi­ hijos: y á ellos les ordenó que le tuviesen y obelagrosa
victoria al emperador Teodosio contra deciesen como á padre. Y habiéndoles repartido
ellos, y haciendo que miserablemente muriesen á el imperio , y dado á Arcadio el de Oriente y á
sus manos : y el piadoso emperador, conociendo Honorio el de Occidente , murió el glorioso empe­
que aquella victoria tan grande y tan gloriosa , no rador en Milán, el año del Señor de 393 á los 17
la habia alcanzado por su valor ó industria , ni por de enero , con gran llanto y sentimiento de todo
la fuerza y número de sus soldados, sino por las el imperio , y particularmente de san Ambrosio que
oraciones de san Ambrosio, le escribió luego una hizo una oración de grandes alabanzas en sus hon­
carta, avisándolo de ella y rogándole que hiciese ras , y derramó muchas lágrimas : porque, como
gracias al Señor por aquel beneficio que á él y á en ella dice , cuando murió Teodosio , no tenia
toda la cristiandad habia hecho ; y san Ambrosio tanto cuidado de sí , de su muerte , ni de sus hi­
le respondió otra carta , en quede dice estas palajos , como de la paz y tranquilidad de la Iglesia.
bras : « Gracias sean dadas á Dios nuestro Señor, Poco después de la muerte de Teodosio , halló oi
porque ha correspondido á vuestra fé y piedad, y santo sacerdote los sagrados cuerpos de los santos
nos harepresentadoaquella forma antigua de san­ mártires Nazario y Celso , en un huerto fuera de
tidad y dejádonos ver en nuestro tiempo , loque los muros de la ciudad , y los trasladó con solem­
leyendo las Escrituras sagradas nos causa admiranidad á la iglesia de los Apóstoles, é hizo Dios por
ción. Pues en vuestras batallas se ha hallado el fa­ ellos muchos y grandes milagros. Entre otros, muvor
de Dios tan presente, que no han podido las chos endemoniados quedaban libres : y como en
cumbres de los altos montes retardar el curso de uno de ellos el demonio diese voces y dijese , que
vuestra venida , ni las armas de los enemigos po­ san Ambrosio gravemente le atormentaba ; responner
impedimento á vuestro ejército. Por este benedió el santo: Enmudece , maligno espíritu; porque
ficio queréis que yo haga gracias á Dios nuestro no te atormenta Ambrosio , sino la fé do los santos
Señor: yo las haré de buena gana, como quien y tu envidia; porque ves que suben los hombres al
también sabe vuestros merecimientos , porque cier­ lugar de donde caiste; que Ambrosio no se desta
cosa es, que os agradable á Dios el sacrificio vanece con tus palabras. También se habia halla­
que se le ofrece en vuestro nombre : y queriendo do antes en Bolonia en la translación del santo
vos , que esto se haga ; ¿cuan grande devoción y mártir Agrícola , el cual, después de haber sido
fé mostráis en ello ? Los otros emperadores , para martirizado su criado Vital , puesto en cruz y en­
que quedo memoria de sus victorias , mandan haclavado con muchos clavos , alcanzó la corona del
cer arcos triunfales ó cosas semejantes; pero vues­ martirio y fué enterrado con su criado en las setra
clemencia quiere que se ofrezcan sacrificios, pulturas de los judíos; pero después se descubrie­
ofrendas y acción do gracias por mano de los saron los santos cuerpos, ysanAmbrosio siendo concerdotes.
Yo , aunque indigno ó inhábil para cosa vidado, fué á la traslación de san Agrícola; y sa­
tan grande, quiéreos decir lo que he hecho. Llecando su sagrado cuerpo , recogió los clavos y la
vó conmigo al altar la carta de vuestra piedad, sangre y el trofeo de la cruz , en que habia muerto:
púsola sobre el altar; y cuando llegué á ofrecer el y rico con el tesoro precioso de aquellas reliquias,
sacrificio , la tomé en la mano , para que vuestra pasó á Florencia y las colocó debajo de una
fé hablase con mi lengua, y los caracteres imperia­ iglesia, que una piadosa ó ilustre matrona llamada
les en aquella ofrenda hiciesen el oficio de sacer- Juliana , habia edificado con nombre de san Lofe.
Verdaderamente que el Señor se muestra pro- renzo ; aunque el pueblo la llamó Ambrosiana,

DICIEMBRE , i
por haberla edificada san Ambrosio. El cual, estando
siempre ocupado en cosas lan altas y de
tanto servicio de Dios , y esparciendo por todo el
mundo como un sol , los resplandores de sus esclarecidas
virtudes y los rayos de su celestial
doctrina , y quebrantando á los herejes , espantando
á los tiranos , y enseñando y humillando á
los príncipes de la tierra, y peleando como esforzado
soldado , las batallas del Señor; deseoso ya
de salir de la cárcel de este cuerpo, entendió que
se acercaba el tiempo de su gloria y retribución;
y así dijo á sus familiares que eslaria con ellos
hasta la pascua siguiente , y no mas. Pocos dias
antes que cayese malo en la cama , escribiendo
sobre el salmo 43 y dictando á Paulino (que era
el que le escribía, y el que refiere lodo esto), súbitamente
una llama de fuego cubrió la cabeza del
santo, y se le entró por la boca, y su rostro se demudó
y se paró blanco como una nieve ; aunque
poco después volvió á su acostumbrado semblante,
y no pudo acabar la exposición de aquel salmo;
porque luego cayó malo de la enfermedad do la
muerte (aunque fué algo larga) con grande y extraordinario
sentimiento y ternura de toda la ciudad,
y de los hombres prudentes, que temían alguna
gran calamidad, y la caída del imperio romano,
si fallaba el que con sus oraciones y merecimientos
le sustentaba. A esta causa el conde Estilicon,
capitán general y grandísimo privado del emperador
Honorio , envió al sanio algunos caballeros
amigos suyos , para que lo rogasen, que pues estaba
en su mano , alcanzase de Dios que se difiriese
su muerte , para que con esa no viniesen
juntamente los males que se temían : y como ellos
hiciesen su oficio , é importunasen ó san Ambrosio
; él les respondió aquellas palabras que lanto
alaba san Agustín: No he vivido entre vosotros de
manera que tenga vergüenza de vivir, ni temo morir,
porque tenemos buen Señor. Estaban algunos
diáconos y familiares de san Ambrosio en la parte
mas remota de su aposento tratando secretamente
entre sí, quién había de sucederle en el obispado,
y nombraron con voz baja á san Simpliciano;
el sacerdote de Dios, como si los hubiera oído,
aprobando lo que decían , dijo tres \eces en voz
alta: Senex, sed bouus: Viejo es , pero bueno ; y
así le sucedió. Asistía al santo en esla enfermedad
san Basiano , obispo de Lodi , y una vez orando
con él, vio á nuestro Señor Jesucristo que venia
á visitarle con una cara blanca , y alegre le acariciaba.
Llegado ya el sábado sanio, y estando san
Ambrosio extendidos los brazos y puestos en cruz,
haciendo oración en silencio , cerca de la noche,
san Honorato,obispo do Verceli . que estaba en lo
alto de la casa, oyó una voz tres veces que decia:
Surge; festina ; quid modo recessurus est: Levántale,
date prisa; porque luego se ha de partir.
Bajó luego, y dióle el sacratísimo cuerpo de Cristo
nuestro Bedentor: y habiéndole recibido con singular
guslo y reverencia, dio su espíritu al que para
lanía gloria suya le habia criado , poco antes
que amaneciese el día de Pascua de aquel año,
que fué el de 397 , á los 4 de abril , siendo de
edad de setenta y cuatro años , y cinco antes que
LA LEYENDA DE ORO. 437
muriese san Martin, obispo de Turón. Por donde
se ve , que no pudo ser lo que algunos escriben ,
que san Ambrosio , estando para decir misa en el
altar , se halló en el entierro de san Martin , como
lo notó el cardenal Baronio.
12 Hizo Dios nuestro Señor muchos milagros
por la intercesión de este santísimo docloren vida
y en muerte. Cuando fué á Roma, yendo á decir
misa en un oratorio de una señora principal , una
mujer que estaba paralítica , sabiéndolo , se hizo
llevar en una silla donde él estaba , y besó sus
vestiduras; y poniendo el sanio sacerdote sus manos
sagradas sobre la enferma, luego cobró salud
y comenzó á andar. En Florencia posó en casa
de un ilustre caballero, llamado Decente; que tenia
un hijo por nombre Pansefio, atormentado del
demonio; y san Ambrosio le libró : y habiendo
después muerto, le resucitó á instancia de la madrede!
mozo , echándose como otro Eiiseo sobre el
cuerpo del difunto , y le restituyó á su madre, y
después le escribió un libro , enseñando la forma
que habia de tener para vivir cristianamente.
Después de la muerte de Teodosio , un hombre
llamado Cresonio, temiendo o! castigo por un delito
que habia cometido, se entró en la iglesia como
en lugar de refugio , y algunos soldados de Eslilicon
, por fuerza y con gran violencia le sacaron
del altar, donde eslaba cercado de clérigos y allí
cerca san Ambrosio haciendo oración , y llorando
el poco respeto que se tenia á la iglesia. Fuéronse
luego los soldados (que eran arríanos) muy contentos,
á unas fiestas y juegos llamados circcnces
quo hacia el emperador : soltaron unos leopardos
para regocijo del pueblo : los cuales , dejando á
todos los demás , asaltaron con grande ímpetu á
los soldados desacatados y violadores de la iglesia,
y allí los despedazaron, sin hacer mal á otra
persona alguna. Visto esto, Estilicon (por cuyo
mandato se habia hecho aquel sacrilegio) so reconoció
, y volvió el preso ó san Ambrosio , y se
sujetó á su censura, ó hizo la penitencia que le fué
impuesta.
13 Había un hombre llamado Nícecio , muv
atormentado y fatigado de dolor de los pies, y á esta
causa pocas veces salia en público. Fué un cha
á la iglesia á recibir el santo Sacramento de! aliar
de mano de san Ambrosio ; el cual sin mirar
lo quo hacia , le pisó el pié de manera , que Nícecio
sintió grave dolor y dio un grito. Volvióse
á él el santo prelado y díjole : Vete; que no tendrás
de aquí adelante mas dolor : y así fué como
él mismo lo testificó con muchas lágrimas , cuando
murió el santo prelado. Iba una vez san Ambrosio
á palacio , y cayó en el suelo un hombre :
viole así caído y tendido un notario, llamado Teódulo
y comenzó ó reírse ; y el sanio sacerdote ,
volviéndose á él, le dijo: Tú que estás en pié, mira
no caigas. Al momento cayó Teódulo , y con
su caida aprendió á no reírse de la ajena. Solviendo
san Ambrosio de Verceli á Milán , pasó
por Novara : y no queriendo detenerse en aquella
ciudad la cabalgadura en quo iba , se paró y
estuvo immoble sin poderla hacer dar un paso
adelante , sin moverse de donde estaba. Luego

438 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 1
entendió, por revelación de Dios, que debia visitar
á san Gaudencio , que era varón de gran santidad
y á la sazón estaba en Novara. Hízolo así:
luego la cabalgadura se movió , y fué á la casa
de Gaudencio , al cual profetizó que seria obispo
de Novara , y con el mismo espíritu profélieo
Gaudencio dijo á san Ambrosio, que él no le consagraría
, sino otro ; significando que presto babia
de morir.
14 El mismo dia que murió fué visto en las
partes de Oriente estar en la congregación de algunos
monjes , llorar con ellos y poner sobre ellos
sus manos. Otras muchas veces apareció á las
personas que habian tenido devoción con su santa
persona en vida , y después de muerto le invocaban
y pedían su favor. San Cenobio . obispo
de Florencia , y grande amigo de san Ambrosio
( como él mismo lo refirió á Paulino que lo
escribe) , muchas veces le vio orando , siendo ya
muerto. Y cuando Radagasio, rey de los godos ,
puso cerco sobre la ciudad de Florencia con un
ejército de doscientos mil hombres , san Ambrosio
apareció á los de dentro , y los favoreció y salvó
la ciudad , y perecieron todos aquellos bárbaros.
Otro tanto casi sucedió en África á Maszecel, capitán
del emperador Honorio , haciendo guerra
contra su mismo hermano Gildon , que se habia
rebelado contra el emperador , porque encomendándose
Maszecel á san Ambrosio , que poco antes
había muerto, le apareció el santo , y le esforzó
y enseñó cómo había de vencer: de suerte
, que con cinco mil soldados desbarató , según
Paulo Orosio , sesenta mil , y según Paulo Diácono
, ochenta mil. Otros muchos milagros hizo el
Señor por san Ambrosio, y el dia que le enterraron
(que fué el sacratísimo dia de Pascua ) en la
basílica Ambrosiana, con innumerable concurso
de gente, no solo de cristianos , sino también de
judíos y paganos ; los demonios daban aullidos,
y á grandes gritos decian , que eran atormentados
de san Ambrosio : y hombres y mujeres á porfía
procuraban tocar y besar el santo cuerpo, ó alguna
cosa suya , para alcanzar salud y otras gracias
y mercedes del Señor : y muchos le vieron,
como si estuviera vivo , y algunos una estrella
resplandeciente sobre su sagrado cuerpo.
lo Tuvo envida tan grande autoridad este
santo doctor , y fué tan famoso y tan celebrado en
el mundo , que vinieron dos caballeros muy ricos,
y poderosos desde el reino de Persia á Milán, por
SJIO verle y hacer experiencia de su gran sabiduría
: y habiendo estado desde la mañana hasta las
tres de la noche , proponiéndole las dudas que
traian , y oyendo sus respuestas por intérprete, se
partieron de él muy consolados y admirados: y
para que se entendiese que no habian venido á
Milán, sino para solo verle ; al dia siguiente se
despidieron del emperador , y salieron de Milán
para Roma : que es cosa bien notable y digna de
compararse, ó anteponerse ó la reina Sabá , que
vino á oir la sabiduría de Salomón , movida de su
fama. Una reina de los marcomanos , llamada
Friligil, habiendo oido de un cristiano las excelencias
y maravillas de san Ambrosio , le envió
sus embajadores con grandes dones , pidiéndolo
que le escribiese lo que habia de creer ; y así
lo hizo en una epístola en que la instruye, y ¡a
catequiza y la exhorta , que persuada á su mari-*
do que tenga paz con los romanos. Ella lo Jiizo ,
y vino á Milan en busca del santo prelado ; pero
cuando llegó , halló que ya era muerto. Arbogastes.
con ser persona tan principal , que tenia el
imperio de Yalentiniano, el Mozo, en su mano, so
preciaba mucho de que san Ambrosio fuese su
amigo, y le hubiese convidado ó comer: y habiendo
tenido una señalada victoria de sus enemigos
, los hombres prudentes y que conocian los
merecimientos de san Ambrosio dijeron , que no
era maravilla , que hubiese vencido el que tenia
tan gran santo por amigo : aunque después Arbogasles
se pervirtió y recibió el castigo de sus graves
culpas , como dijimos. Pues los obispos y Iosconcilios,
¡ cuan gran respeto tuvieron á san Ambrosio
en esta vida , y después de muerto ! Habíase
encomendado por decreto de la sínodo
capuense la causa de un hereje , llamado Bonoso
, á Teófilo , patriarca alejandrino , y á Amsio
, obispo tesalonicense : y ellos con estar
tan lejos , antes de determinarse , quisieron saber
lo que en aquella causa parecía á san Ambrosio:
y lo mismo se ve en el concilio taurinense
, y en san Agustin contra Juliano , pelagiano
, que hablando de san Ambrosio, dice estas
palabras: «Otro excelente dispensador de Dios
he visto, al cual yo reverencio como á padre; por
que él me engendró por el Evangelio en Jesucristo
: del bienaventurado Ambrosio hablo, cuya
gracia , constancia , trabajos y peligros , de palabra
y por obra , por la fé católica yo lo he experimentado
, y conmigo los predica lodo el orbe romano:»
y en olro lugar llama á san Ambrosio '
varón de Dios , católico y defensor de la verdad
católica contra los herejes, hasta derramar sangre
y dar la vida por ella , si fuera menester. San Basilio
Magno le ensalza sobre manera: Casiodoro
dice de él, que fué elocuente y como un rio de leche
, y agudo con gran gravedad , y para persuadir
con una admirable eficacia dulcísima, y que
en él fueron iguales la santidad de la vida y la
profundidad de la doctrina , y que fué dotado de
muchos milagros y gracias de Dios; y otros muchos
y gravísimos autores hablan de san Ambrosio
allislmamente, y con suma admiración. Mas con
haber sido varón mas divino que humano, y una
columna tan firme y fuerte de la Iglesia católica,
no fallaron hombres perdidos, que aun después
de muerto murmuraron y dijeron mal de él, procurando
con sus palabras oscurecer la claridad de
sus admirables virtudes: pero no pasaron sin castigo
; porque un clérigo de la Iglesia de Milan, por
nombre Donato, de nación africano, estando un
dia comiendo en un convite, se le calentóla boca y
comenzó á decir mal de san Ambrosio ; mas luego
le hirió Dios, y de la mesa le llevaron á la cama, y
de allí á la sepultura. Lo mismo sucedió en Cartago
á un obispo llamado Maurano , que estando á la
mesa con oíros obispos, se desmandó en hablar
mal de san Ambrosio, y luego por justo juicio de

"DICIEMBRE , 8 LA LEYENDA DE ORO. 439
Dios perdió la salud y la vida: porque el Señor,
así como permite que los malos suelten sus lenguas
y aun sus manos contra los santos (para que
no sea mas privilegiado el discípulo que su maestro
, y el siervo que su Señor); pero vuelve por
ellos y los glorifica con el castigo de los atrevidos:
que por esto dijo: El que os toca , toca á las niñas
de mis ojos. Aunque fué la muerte de san Ambrosio
á los 4 dias de abril (como dijimos), la
santa Iglesia celebra su fiesla á los 7 de diciembre,
que es el dia en que le consagraron obispo.
Escribieron de san Ambrosio , demás de los autores
que arriba dijimos , Gelasio y Bonifacio VIII,
sumos pontifices ; la sínodo de Aquileya ; san
Agustín en diversos lugares; san Gerónimo, Rufino
, Teodoreto , Sócrates , Sozomeno , Casiodoro
, Isidoro , Nicéforo y Sixto Senense.
* SAN AGATON, MÁRTIR.—Era soldado romano
en tiempo del emperador Decio , y se hallaba
de guarnicionen Alejandría cuando le sucedió
lo siguiente. Un dia que habia asistido al martirio
do una porción de cristianos, viendo que los
gentiles querían apoderarse de los cuerpos de
aquellos mártires para hacer escarnio de ellos y
maltratarlos, se opuso Agaton con todas sus fuerzas.
Viéndolo el pueblo, empezó el pueblo á clamar
contra el soldado, le acusó de cristiano , y
habiéndole alado, le condujo á la presencia del
juez. Preguntóle éste el motivo de su acción , y él
confesó entonces que era cristiano, y que antes
moriría que dejar su fé, y en seguida fué degollado.
San Agaton entregó su espíritu al Señor en
Alejandría, el año253.
Los SANTOS POLICARPO Y TEODORO , MÁRTIRES.
— Murieron también degollados en tiempo del emperador
Decio , en Antioquía , por haber confesado
su fé en Jesucristo.
SAN SIERVO Y SANTA VICTORIA , MÁRTIRES.—
San Siervo fué martirizado en A ¡rica el mismo dia
que los santos de que hicimos conmemoración en
el dia de ayer, también por orden del rey llunnerico
, arriano. Fué azotado con varillas por muy
largo tiempo, y después levantándolo en alto repelidas
veces con una polea y dejándole caer á
plomo encima de unos peñascos, y magullándole
lodo el.cuerpo con piedras agudas, consiguió así
la corona del martirio. También fué este martirio
el año 484. Al mismo tiempo hubo en Cucusa de
África un número considerable de mártires y de
confesores, y se distinguió entre todos una mujer
llamada Victoria. Colgáronla en un palo y encendieron
una hoguera debajo de ella. Durante este
tormento, su marido , que habia apostatado , le
estuvo hablando tiernamente para seducirla. Conjurábala
á que se apiadase de él y de sus hijos,
salvando su vida y obedeciendo al rey; pero la
generosa cristiana tapó sus oidos para no oir á su
marido, y apartó la vista de sus hijos, á fin de
tener con mas seguridad su corazón fijo en el cielo.
Viendo, pues, los verdugos que sus espaldas estaban
dislocadas, que tenía rotos la mayor parte
de sus huesos, y que ya no respiraba, creyeron
que estaba muerta y la dejaron ; mas Victoria volvió
en sí, y contó que se le habia aparecido una
virgen, que le habia curado todas sus llagas con'
solo tocarla (Butler, tomo. xi).
SAN MARTIN, ABAD.-Fue discípulo de san Martin
obispo de Tours, y se perfeccionó en las prácticas
de la perfección evangélica en el monasterio de
Marmoutiers. Retiróse después al territorio de Santonges,
donde edificó un monasterio, del cual fué
abad; y le sucedió san Eutropio , uno de sus mas
célebres discípulos. Ignóranse todas las particularidades
de su vida , y se cree que floreció durante
el siglo V.
SANTA FARA, ABADESA.—Fué hija de uno de
los principales dignatarios de la corte de Teodoberlo,
rey de Austrasía , y hermana de san Faron.
Cuando llegó á la pubertad, sus padres quisieron
casarla ; pero ella declaró que habia hecho
voto de castidad , y que nunca tendría otro esposo
que Jesucristo. El año 614 tomó el velo religioso
en Meaux: dos años después se fundó el monasterio
de Faremoutier, y aunque la santa era muy
joven, fué elegida abadesa. La reputación de su
santidad corrió desde luego por todas parles , de
modo que fueron á visitarla muchísimos príncipes
y prelados, y hasta su dichosa muerte, acaecida
el dia 3 de abril del año 455 , fué la santa un modelo
cabal de castidad y demás virtudes cristianas.
SAN URBANO , OBISPO Y CONFESOB.—Floreció
durante el siglo V en Italia, siendo obispo de Teano.
En la inundación de los bárbaros del Norte
desplegó todas sus virtudes apostólicas , y prestó
á su país inmensos beneficios. La herejía do los
arríanos , que queria invadir su rebaño , tuvo en
él un muro de bronce donde se estrellaron todos
sus conatos, pues el santo impugnó con incansable
zelo los errores, y defendió constantemente las
doctrinas de la Iglesia católica. Murió en 484.
Biss §.
LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑO­
R A . — Cuando el real profeta David habló á los
príncipes del pueblo de Israel, exhortándolos á
labrar un templo magnífico y suntuoso al Señor,
les dijo: Opus grande est; ñeque enim liomini
prceparatur habitatio, sed Deo: Esta es una
grande obra ; porque no tratamos de hacer un
palacio para un rey y hombre mortal, sino un
templo en que more y habite Dios. En todas las
fiestas de la Virgen sacratísima podemos usar do
estas palabras; pero mas particularmente en la
fiesta de su purísima Concepción : porque fué el
principio de todas sus fiestas , y en la que después
de su eterna predestinación so pusieron los fundamentos
do osle templo divino , y se comenzó á
aparejar la casa en que habia de morar el Señor;
y esta fué una grande obra , y todas las cosas que
concurren en ella son grandes; y así dijo la misma
Virgen: Quid fecit milü magna, qui potens
est: Porque el Todopoderoso ha hecho cosas grandes
en mí. Y si el cimiento del muro do aquella
soberana y celestial ciudad está adornado y enriquecido
de todas las piedas preciosas, como lo dice
el evangelista san Juan en su Apocalipsi; ¿con
cuánta mas razón debemos creer que la inmacu-

HO­ LA LEYENDA LE ORO. DICIEMBRE , 8
lada Concepción do la Virgen sacratísima que
es el fundamento de sus fiestas. está llena de misterios
y prodigios divinos? Pues ella es aquella
espiritual y admirable ciudad de Dios, de la cual
dice el Profeta , se han dicho y predicado cosas
gloriosas y estupendas. Mas para tratar de la fiesla
de hov , y para que mejor so entienda le que
celebra la sania Iglesia, celebrando la Concepción
de nuestra Señora , bien será que tomemos el
agua un poco mas arriba y declaremos lo que la
fé enseña del pecado original , del cual decimos,
que la Virgen fué exenta y libre; de manera, que
aunque fué hija de Adán, no incurrió en el pecado
original, como incurren todos los que por el
curso natural son hijos y descendientes de Adán.
2 Así como Dios nuestro Señor es en sí riquísimo
y felicísimo, sin tener necesidad de nadie,
as! por su sola é infinita bondad crió al hombre,
tan noble.y adornado de su semejanza é imagen,
que pudiese ser particionero y compañero de su
misma gloria , y viese , amase y gozase de la misma
esencia y hermosura de Dios (aunque nó en
tan alio grado como él, que solóse comprende); así
fuese bienaventurado como él lo es, y con lo mismo
que él lo es: y como este fin es tan alto y tan excelente
, proveyó el Señor al hombre de las habilidades
y gracias sobrenaturales , con las cuales pudiese
habilitarse para esla dignidad. Estas habilidades
y dones sobrenaturales , señaladamente fueron
dos , gracia y justicia original. La gracia hacia
a! hombre hermoso y grato á Dios, y amigo suyo,
y como á hijo le daba titulo y derecho para la
gloria ; y juntamente con ella era adornado de
todas las demás virtudes y dones del Espíritu sanio
¡ara poder con facilidad y suavidad hacer obras
merecedoras de la gloria, para que así alcanzase
por su justicia aquello á que Dios le había predestinado
por gracia. El segundo don era la justicia
original , que es una rectitud y orden , con que el
hombre estaba en paz con Dios y consigo mismo,
y tenia señorío sobre lodos sus afectos y pasiones
naturales , y la parle inferior y animal del hombre
estaba sajela ó la racional; y demás de esto tema
señorío universal sobre tocios los animales y sobro
¡a muerte y sobro todas las enfermedades que
son aposentadores de la misma muerte. Mas dio
todo eslo á nuestro padre primero , con condición
que gozase de lodos estos privilegios , así él
romo sus descendientes , siendo fiel y obedienle á
Dios; y si no lo fuese . los perdiese para si y para
ellos: y para prueba y ejercicio de esta fidelidad
y obediencia, poniendo al hombreen el paraíso
terrenal,y dándole licencia para que pudiese comer
de lodos los árboles de él, le mandó , so pena de
muerte, y pérdida de todos los dones recibidos,
que no comiese de uno solo que él habia entredicho.
Comió Eva del árbol vedado, engañada de
la serpiente; y ella pervertida, pervirtió también
á su marido : y así ambos traspasaron el mandamiento
de Dios, y perdieron luego la inocencia y
aquellos dones admirables que habian recibido , y
quedaron desnudos , pobres , ciegos, miserables y
mortales; y cuales ellos quedaron , tales nos engendraron
á nosotros : de manera , que cuando
Adán pecó y quebrantó el mandamiento de Dios,
no solamente hizo daño á si mismo, sino también
á nosotros, así en el cuerpo como en el alma: en
el cuerpo, porque quedamos sujetos á muerte y
corrupción, y á dolores y penas: en el alma,
porque en siendo concebido cualquier hijo de Adán
por obra de varón , en el mismo punto tiene en se
alma pecado original, que es muerto del alma , y
una desnudez y falta de aquella gracia y justicia
original que debia tener, la cual el mismo Dios
habia dado lan liberalmente á su primer padre,
para sí y para toda su posteridad. Este pecado
no se puede quitar por fuerzas naturales, sino
por solo el merecimiento de Cristo nuestro Señor,
que se aplica en el bautismo , por el cual se restituye
la gracia y so perdona y quita lodo pecado,
sin quedar en el alma cosa por la cual Dios aborrezca
al bautizado. También nos dañó Adán en el
alma, porque en él y en nosotros se desordenó y
alborotó el apetito y concupiscencia que anles con
la justicia original eslaba bien ordenada , enfrenada
y sujeta á la razón , y quedó esla bestia fiera
tan suelta , lan rebelde y tan inclinada á los bienes
sensibles, que, quitado el demonio aparte , no
hav en el mundo cosa mas furiosa , mas desenfrenada
y dañosa que ella: porque esla rebelión de
la concupiscencia, y una inclinación habitual de
amarse mas á sí que á Dios, con que después del
pecado nacemos , es un manantial y seminario
do todos los pecados del mundo. Verdad es que
después del bautismo no puede dañar esla
concupiscencia á los que no consienten á sus deleites
y apetitos, y pelean contra los vicios, y la
toman por materia y ejercicio de virtud. Y si el
Apóstol llama pecado á esta concupiscencia, no es
porque sea verdadera y propiamente pecado ya
en los bautizados, sino porque es efecto del pecado
original , y porque nos inclina á pecar : porque
(como dicen los leólogos) el pecado original es un
solo pecado en sí, mas en potencia es todos los
pecados: porque de lodos ellos es principio y causa.
De esla doctrina, sacada del sacrosanto concilio
Iridenlino, se sigue, que el pecado original
es pecado que mala el alma, y que los que mueren
en él nunca verán á Dios; y que se puede decir
con verdad de un niño recien nacido, anles de
ser baulizado , que tiene pecado , que es enemigo
de Dios é hijo de ira , y aborrecible en el acatamiento
divino , y que es del bando de Satanás, esclavo
y morada suya , sugoto do perdición , vaso
de. inmundicia y abominación , y borrado del libro
de la vida; porque todo esto se sigue al pecado
original.
3 Supuesta, pues, la verdad de todo lo que
hasta aquí habernos declarado , lo que decimos y
lo que es intención de la santa Iglesia en celebrar
la fiesta de la Concepción de nuestra Señora, es,
que aun que esla gloriosa Virgen , mirándola como
hija de Adán , y concebida por via nalural de san
Joaquin y santa Ana , sus padres, habia de contraer
el pecado original , y caer en los daños que
do él se siguen , como todos los otros hijos de Adán,
pero no cayó , y fué preservada y prevenida con la
gracia sobreabundante del Señor, que ab aierno

DICIEMBRE , 8 LA LEYENDA DE ORO
la habia predestinado para madre suya, y eon
singular privilegio la eximió de aquella ley general
que comprendia á lodo el linaje humano: porque
así convenía á la excelencia y dignidad de
tal Hijo y de tal Madre: lo cual se hizo de esta
manera. En el mismo punto que crió Dios aquella
bendita alma de la Virgen , y la infundió en
el cuerpecito formado en las entrañas de su madre
sania Ana; en ese mismo instante y momento
la enriqueció y hermoseó con su soberana gracia,
y la detuvo para quo no cayese en el pecado original
, como de su naturaleza habia de caer , y la
hizo agradable en sus ojos , de suerte, que el demonio
nunca tuvo parte en ella: ni se pudo gloriar
que había sido esclava jamás , y cautiva suya, la
Madre del Señor, Esposadel Padre eterno y templo
del Espíritu santo. Esto es lo que celebra la
Iglesia en esta fiesta , y es muy conforme ó la sagrada
Escritura, á la doctrina de los santos, y á
toda buena razón.
4 Porque después que Adán y Eva pecaron,
y fueron convencidos de su pecado , antes de pronunciar
contra ellos la sentencia , echó el Señor
la maldición primero contra la serpiente que habia
engañado á Eva, con aquellas memorables palabras
que se leen en el tercero capítulo del Génesis:
« Yo pondré (dice hablando con la serpiente) enemistad
entre tí y la mujer, y entre su generación
y la tuya; y ella te quebrantará la cabeza, y tú
andarás siempre asechando ó sus calcañares:»
que es, armándole lazos en todos sus pasos y caminos.
Esta sentencia pronunció Dios contra el
demonio, antes que diese la sentencia contra los
pecadores : y los santos doctores la interpretan
déla gloriosísima Virgen María nuestra Señora,
que fué la que había de quebrantar la cabeza de
la serpiente, y por medio de Jesucristo, su benditísimo
Hijo, destruir su poder, y librar al hombre
de su tiranía, y restituirle á su gracia y divinidad:
para que así como por una mujer Haca el
demonio había triunfado del mundo; así el fruto
de otra mujer flaca triunfase del demonio, y él
perdiese toda su ufanía: porque mayor confusión
suya era , que el fruto de una mujer flaca triunfase
de un espíritu, que nó un espíritu de una flaca
mujer. Así que ya desde entonces puso Dios á esta
bendita mu]er y Reina nuestra, por capitana y
Señora del campo , para que pelease con la serpiente
y le quebrantase la cabeza, antes de pronunciar
la sentencia contra Eva y Adán: para darnos
á entender, que no quería comprender en
aquella sentencia, á la que antes de pronunciarla,
la había eximido de ella y constituido por reparadora
del pecado que con tan rigurosa semencia
condenaba.
p El mismo Señor y amoroso esposo suyo dice
de ella , « que es entre todas las otras bijas suyas
como la azucena entre todas las espinas : » porque
las demás , en comparación de la Virgen , son como
espinas, por el pecado original que trajeron
de Adán; pero aquella sola fué blanca como la
azucena , y olorosa como la rosa y clavellina en
ios ojos del verdadero Salomón. De ella misma
dice el Esposo: « Toda eres hermosa , amiga mia,
TOMO IV.
441
y no hay en tí mancha ni mancilla de pecado:»
las cuales palabras acomoda la santa Iglesia á la
Virgen en esta fiesta, y no se pueden bien verificar,
si pusiésemos en ella la mácula del pecado
original : y en olro lugar: «Una es mi paloma y
mi querida y perfecta : una es la escogida;» ó
como otros leen : « la inmaculada : » porque ella
sola fué limpia y sin mácula alguna de pecado actual
y original. Llámase esta Virgen en la sagrada
Escritura: «Huerto cerrado y fuente sellada:»
porque no pudo la serpiente entrar en él, ni beber
de ella , ni inficionar sus purísimas y saludables
aguas. El ángel san Gabriel en aquella solemne
salutación la llamó « llena de gracia , » ó como dice
el lexio griego , « singularmente graciosa : » porque
alcanzó la gracia que ninguna otra hija do
Adán tuvo: y porque (como dice san Gerónimo) á
los demás se dio parte de la gracia ; mas á María
toda la plenitud de la gracia se le comunicó. Añadió
el ángel: « El Señor es contigo : » porque
siempre fué con María; y no lo hubiera sido, si en
algún tiempo, aunque brevísimo, hubiera sido
cautiva del demonio. ¿Pues qué diré délas últimas
palabras? «Bendita eres tú éntrelas mujeres
, y bendito el fruto de tu vientre. » ¿Cómo fuera
bendita entre las mujeres esta Virgen sacratísima
si con las demás hubiera sido sujeta á la maldición?
Y toda esta gracia y privilegióse le concede:
porque el fruto de su vientre es bendito : porque
esta bendición y esla prerogaliva tan excelente
y singular no le viene ó la Virgen de su cosecha y
por su naturaleza, sino por la excelencia y santidad
de su benditísimo Hijo , como Teolilato y san
Bernardo lo notaron , y adelante se dirá.
6 Pues ¿qué diré de los santos, que, ó claramente
enseñan esla verdad, ó de sus palabras so
coligo? Santiago , apóstol, el menor, obispo de
Jerusalen , en su Liturgia , que la sexta sínodo con
tan grande acatamiento reverencia, llama á la
Virgen santísima «Inmaculada y gloriosísima Señora
nuestra , Madre de Dios: » y al cabo dice eslas
palabras: «Digna cosa es que te llamemos
verdaderamente bienaventurada, y de lodas maneras
irreprens.ble , y mas excelente que los querubines:
toda criatura, ó Virgen llena de gracia,
os da el parabién, y se alegra con vos; porque
sois el templo de Dios santificado. » De san Andrés,
apóstol, se refiere que dijo, «que así como
el primer Adán habia sido formado de la tierra,
antes que Dios le echase su maldición ; así el segundo
Adán habia sido formado de la tierra virginal
que nunca habia sido maldita. » En la séptima
sínodo se dice, que fué inmaculada , y mas pura
Y limpia que ninguna otra criatura sensible é intelectual.
El concilio francfordiense, Orígenes, Efren,
Andrés Cretense, y Eutimio la honraron con los
mismos títulos de «inmaculada y totalmente limpia
y pura , y digna Madre de su dignísimo ó
inmaculado Hijo. » Teodorelo la llama «santísima
é inmaculadísima María Madre de Dios. » San
Gregorio Taumaturgo dice , que sola la Virgen fué
santa y del todo limpia , y sin mancilla en el cuerpo
y en el espíritu. «Fulberto Carnotense saluda á
la Virgen con estas palabras : a Dios tu salve, Ma_

U 2 LA LEYENDA DE ORO. DICTE 5IFHE , 8
ría escogida, que siempre, desde el principio de tu
concepción fuiste inmaculada; porque habías do
parir al Autor y fuente de toda santidad.» El gran
doctor y luz de la Iglesia san Agustín, tan gran
defensor y ensalzador de la gloria de Cristo y perseguidor
de los herejes pelagianosque la pretendieron
oscurecer é impugnar en el libro de la Naturaleza
y Gracia ,dice estas notables palabras: «Exceptuando
á la Virgen y Madre de Dios, de la cual
cuando tratamos délos pecados, en ninguna manera
quiero que se ponga alguna duda; porque
sabemos que le fué dada tan abundante gracia
para vencer totalmente el pecado , porque mereció
concebir en sus entrañas , y parir al que sabemos
que no tuvo algún pecado.'» Todas estas palabras
son de san Agustín, hablando contra los pelagianos
que negaban el pecado original: del cual y de
cualquiera otro actual de tai manera libra á la
Virgen , que no quiere que se ponga en disputa ni
en duda , por ser cosa cierta , que habia vencido,
no en parle, sino del todo , el pecado, para ser
digna Madre del que ni tuvo ni pudo tener pecado.
Esta doctrina es conforme á lo que el mismo
santo doctor enseña, escribiendo contra Juliano:
que el que siendo adulto no hizo pecado , siendo
niño no le contrajo: y de la santísima Virgen la
Iglesia católica á boca llena confiesa que no tuvo
pecado actual: de lo que se sigue que tampoco
pecado original.
7 San Gerónimo declarando aquellas palabras
del salmo: Exaudí eos in nubediei: por la nube
del día entiende la Virgen sacratísima; porque
siempre estuvo en luz y nunca en tinieblas. El
bienaventurado Lorenzo Justiniano dice , que ninguno
está exceptuado del pecado original, sino
solo aquella que engendró al Salvador del mundo.
San Juan Damasceno dice: « O santísima Virgen,
que has engañado á los príncipes y potestades, y
has sido conservada inmaculada para esposa de
Dios: » y en otro lugar dice, que la serpiente no
tuvo entrada en este paraíso de deleites; ó introduce
á la Virgen que hablando con su Hijo, le
dice: « Recibe mi alma tan querida que la guardaste
siempre limpia de pecado.»
8 Nunca acabaríamos si quisiésemos aquí referir
lo que los santos dicen de la pureza de la inmaculada
Virgen : lóalo quien quisiere en el padre
doctor Francisco Suarez, que copiosa y eruditamente
trata esta materia: y nosotros declaremos
algunas de las razones que hay para que Dios haya
preservado á su gloriosa Madre de todo pecado
original y actual: porque así convenia á la
grandeza del Hijo, y á la dignidad de la Madre
, y á los hombres, y á ios ángeles, y á
toda la corte celestial : porque primeramente,
¿qué buen hijo hay en el mundo que no honre
á su madre, ó qué hombre, que si estuviese
en su mano , no naciese de la mujer mas excelente
y mas adornada de todas las gracias que puede
haber? Porque la honra de la madre es honra
del hijo. Pues si Cristo nuestro Señor pudo hacer
esta honra á su Madre benditísima; ¿qué causa
hay para que no se le haya hecho? Y si la sabiduría
(como dice Salomón) no entra en el alma
perversa , ni habita en cuerpo sujeto á pecados;
¿cómo creeremos nosotros que la sabiduría eterna
quiso morar en el vientre virginal, y en aquel
cuerpo y alma que en algún tiempo habia sido sujeta
á pecado , y que pagasen pecho al demonio
los pechos que habían de dar leche á Dios? Especialmente
diciendo el apóstol san Pablo, que era
cosa muy conveniente que tuviésemos tal pontífice,
que fuese santo, inocente, inmaculado y
apartado de los pecadores : porque , ¿ cómo fuera
apartado de los pecadores; si su santísima Madre,
cuya carne él era , hubiera sido sujeta á pecado?
Fué, pues, muy conveniente quo el Hijo honrase
á su Madre, porque no faltándole poder para hacerlo,
no era que le faltase la voluntad: y que
siendo Redentor de todos, y habiendo varios grados
en esta redención (porque algunos gozan ; y
otros por su culpa no gozan de este beneficio), no
usase con su dulcísima Madre del grado mas perfecto
y mas excelente de redención , que es no
dejarla caer para levantarla, sino tenerla para que
no cayese : porque aquel es mas excelente médico
que preserva al enfermo, que no el que después
le sana : y mas perfecto redentor el que no deja
cautivar, que el que rescata al cautivo: y mas
debe el deudor al que paga su deuda antes que por
por ella le echen en la cárcel, que al que le libra
después de preso por ella: y mas está obligado al
Señor el inocente que no cayó, por haber sido
guardado de su poderosa mano , que el que después
de haber caído por su gracia se levantó. De
aquí es, que por haber sido preservada del pecado
original esta Virgen sacratísima, no solamente
no está excluida de la gracia de la redención
de Jesucristo; antes goza mas perfectamente
que todos los otros hijos de Adán, y por una
manera singular é inefable, de la gracia de su
redención: lo cual redunda en mayor gloria del
mismo Redentor que tal supo y pudo hacer; y lo
hizo con aquella que le dio la carne y sangre con
que á todos nos habia de redimir. Por esta causa
san Bernardo de Sena gravemente la llama á
la Virgen « Primogénita del Bedentor:» y fué muy
conveniente, que así como el unigénito Hijo de
Dios, en cuanto Dios, es figura substancial del
Padre eterno y resplandor de su gloria , é imagen
perfectísima de todas sus perfecciones ; asi en
cnanto hombre, fuese muy parecido á gu bendita
Madre en la complexión , condiciones y facciones
del cuerpo : y que ella en las del alma (pues también
era hija de su Hijo) fuese un vivo retrato de
sus gracias y virtudes.
9 Pues si miramos, queesta Virgen es Madre de
Dios y lo que este nombre de Madre de Dios comprende
, y la dignidad que en sí encierra, hallaremos,
que ninguna gracia y privilegio puede
caber en una pura criatura que no quepa en esta
dignidad : y con esta regla habernos de medir y
regular todo lo que toca á esta sacratísima Virgen,
porque (como dice san Buenaventura) bien puede
Dios hacer un cielo mas hermoso y un mundo mayor
y mas lleno de varias y nuevas especies de
criaturas; mas no puede hacer una madre quo
sea mayor que la Madre de Dios, porque no puede

DICIEMBRE , 8 LA LEYENDA DE ORO. i',3
sor madre de mayor , ni mas excelente liijo , qne pacos. Por esto dice Hipólito : «El quo dijo : Ilonel
mismo Dios. Y r
porque sepamos, que este es el ra á tu padre y á tu madre, para cumplir el mannivel
con quo habernos de nivelar lo que toca á la dato que él mismo habia promulgado , dio á su
Virgen , no quiso Dios , que en las divinas Letras Madre toda la gracia, y toda la honra que le pudo
se hiciese mención del padre , ni de la madre de dar. » Todos los privilegios y prerogativas de la
ella; para darnos á entender que la debemos mi- Virgen se fundan en dos principios, el primero,
rar , nó como cosa de la tierra, sino venida del en el poder del Hijo , que es infinito : y por esto
cielo ; y solamente considerar en ella aquellas pa- san Agustin , hablando de la Asunción en alma y
labras: De qua natus est Jesús, qui vocatur cuerpo de la Virgen , dice, que Dios lo pudo,
Christus: De la cual nació Jesús, que es llamado y que si lo pudo hacer, que le digan qué ra-
Cristo. De ella nació Jesucristo : ella es Madre del zon hubo, para que no lo hiciese: y el seunigénito
Hijo de Dios. gundo , en la dignidad de Madre de Dios , que
10 Por aquí la habéis de mirar, si queréis en- tan.bien es infinita : de manera , que así coleador
algo de sus excelencias y grandezas : por- mo el título de Hijo de Dios es el principio,
que como dice santo Tomás , el título de Madre de y la regla que habernos de tener, para entender
] ios contiene en sí una cierta dignidad infinita , las excelencias de la humanidad de Cristo; así el
como también la humanidad de Cristo, que fué título de Madre de Dios es el principio per donde
unida á la persona del Hijo de Dios , y la biena- habernos de rastrear las prerogativas y gracias
vm'uranza, de que gozan todos los cortesanos del singulares de la Virgen. De aquí es , que no dudó
cielo , viendo á Dios , que es bien infinito. Pero decir san Anselmo , que fué cosa muy puesta en
entre estas tres cosas hay una diferencia , que razón y conveniente , que resplandeciese con una
aunque la gloria sea infinita por el objeto y la bu- pureza tan extremada , que debajo de Dios no se
inanidad de Cristo por la unión del Verbo infinito, pudiese entender otra mayor: y pudiérase enteny
la dignidad de madre de Dios, también sea infi- der otra mayor, si no fuera preservada del pecado
mía por ser Madre de Dios infinito ; mas en la dig- original: porque claro está , quo es mayor pureza
nidad de madre hay una cosa particular; que es, no tener pecado original, que tenerle; pero esta
quedar el hijo obligado á su madre. pureza está debajo de Dios : porque Dios por su
11 De manera , que aunque el ser madre no- naturaleza no puede pecar , y la Virgen pudo pelo
pudo merecer, sino que fué singular gracia del car, y en efecto pecara, si por singular gracia no.
que la escogió para lan alta dignidad ; mas des- fuera prevenida. Mas como bien dijo Ulpiano, aunpues
de haberla escogido el Hijo , quedó deudor que es verdad, que solo el príncipe no es sujeto áá
su Madre, como lo quedan los otros hijos á las las leyes, y la princesa, ó reina , lo es ; pero eL
suyas : y mucho mas , porque Cristo no tenia Pa- príncipe la exime , concediéndole los privilegios
dre en la tierra , ni jamás o'ro hijo tuvo . ni pudo de que goza él. Todas las gracias que Dios ha betener
tal madre. Y por esto dice Metodio : «IIoI- cho á alguna pura criatura , con mayor excelen—
gaos , Señora ; porque tenéis aquel por deudor á cia se deben á la madre, para que la madre naquien
todos deben : porque á torios da y de ningu- sea en ninguna cosa inferior á sus siervos , ni lano
recibe : » mas Cristo recibió de su purísima Ma- reina á sus vasallos. Y', pues, Adán y Eva fueron
dre la substancia de su cuerpo , formado por vir- criados en gracia , y en una inocencia perfecta, y
lud del Espíritu santo de su sangre, y criado con á los ángeles se les comunicó también esta gracia
su leche ; y la carne de Cristo era la misma carne de la perfecta inocencia, sin fealdad alguna de cuide
María , como lo dice san Agustin. De aquí saca pa;¿por qué no concederemos este beneficio á
el cardenal Pedro Damiano , que no solamente era aquella Señora , que es Reina de los ángeles y re-
Dios en la Virgen por esencia , presencia y poten- paradora de los daños de Adán y Eva? Y si san
cia, como en las demás criaturas , ni solo por gra- Agustín no puede sufrir que se diga , que la cama
cia , como está en el alma del justo ; sino por otra de la Virgen fué sujeta al gusano y corrupción,
mas excelente y mas divina manera , que es por porque su carne es carne de Cristo ; ¿cómo creyeidentidad
y por ser carne de su carne, y hueso de ra , que su benditísima alma fué manchada con
sus huesos y haber lomado de ella la substancia de pecado ? Pues ella misma (si estuivera en su mano)
su sacratísimo cuerpo. Pues si los padres ( como escogiera sin duda , que su cuerpo fuera antes coescribe
Filón) son los segundos autores de nuestra mido de gusanos, que su bendita alma tocada del
vida y nosotros no podemos pagarles equivalente— gusano infernal y ser enemiga de Dios. Y si concemente
lo que les debemos , y la naturaleza en- demos , que careció del fómitede la concupiscengendró
y estampó en los hijos el amor y reverencia cía y de todo movimiento desordenado y que no
para con sus padres , Dios mandó , que los hon- concibió con deleite sensual, ni parió con dolor;
rasemos y este es el primer precepto déla segunda (que son efectos del pecado original) ¿por qué ne—
tabla del Decálogo; ¿creeremos por ventura noso- garémos , que careció de la culpa del mismo petros
, que el quo dio la ley, no la cumplió ni honró cado origina! que es la fuente, madre y causa de
á su benditísima Madre,apartándola de toda feal- estos efectos , y la que mas se debe aborrecer?
dad y afrenta , y adornándola de todos los dones Claro está, quo debemos dar tantos mas grados do
V gracias que pudo ? Porque la honra que el hijo gracia á la Virgen sacratísima, que á san Juan
debe á sus padres , no consiste solamonle en pa- Raulista , cuanto va de ser madre de Dios , á serlabias
y en hacerles reverencia; sino endarles torio su siervo y precursor: y pues san Juan fué santiel
bien que les puede dar . y del cual ellos son ca- íicado ou las entrañas de su madre, cuando oyó la.

44'l
voz de la Virgen; justo es que creamos , qne la
misma Virgen fué sanlilicada con olra manera de
santificación mas alta , y con un privilegio singular
preservada del pecado original en el mismo
punto que fué concebida.
12 Pues para lodo el linaje humano,de cuánta
gloria y ornamento es , que una pura criatura,
que fué hija de Adán y concebida naturalmente
de hombre y mujer, haya sido tan sublimada y
enriquecida de gracia , que no haya podido tener
entrada en ella culpa alguna de pecado original,
ni actual , sino que en el mismo instante en que
comenzó á vivir vida nalulal , en ese viviese vida
sobrenatural, graciosa y divina. ¡Qué gran confianza
es piara los pecadores que desean salir de
pecado , saber que tienen por abogada á la que
"venció todo pecado! ¡Y qué jamás fué cautiva del
común enemigo aquella á quien invocan , y suplican
que los libre de la tiranía y cautiverio de
Satanás I Y todos los espíritus celestiales, y aquel
ejército innumerable de ángeles bienaventurados ,
están sin duda ulanos y gloriosos , por ver á su
Pteina y Señora tan rica de dones , lan adornada
de gracias , colmada de privilegios divinos, y que
todas tuvieron su origen de esta su purísima y limpísima
concepción. Por esto dice san Vicente Ferler
, que en el mismo instante en que fué concebida
¡a Virgen, todas aquellas jerarquías celestiales
hicieron gran fiesta en el cielo.
13 O Virgen gloriosa y Madre purísima, ¿quién
podrá dignamente entender la abundancia de gracia
que vos recibisteis, cuando fuisteis concebida
en las entrañas de la bienaventurada sania Ana ,.
vuestra madre, y vuestra santísima alma se juntó
con vuestro cuerpo delicado? Porque el Señor os
miró , nó como á hija de Adán, ni como á pecadora
y enemiga suya ; sino como á la que habia escogido
por Madre y esposa del Padre eterno , y
sagrario del Espíritu santo, y amparo de los pecadores
y quebranladora de la cabeza de la serpiente
infernal. Porque si el cielo empíreo es igneo,
y de otra substancia casi espiritual , porque en él
se ha de ejercitar una acción tan notable . como es
ver á Dios; ¿cuál convenia quefuésedes vos, Señora
, en la cual mas perfectamente que en el cielo
empíreo había de morar Dios y unirse el Verbo
eterno con nuestra substancia? Las abejas embarran
primero el corcho que han de labrar y llenar
de miel : y el Señor os preservó á vos de culpa,
y os forró y enriqueció de dones ; porque nos ha-
Uades de fabricar aquel panal do miel, que es la
dulcedumbre del mundo, líl armiño se deja antes
tomar y morir , que entrar en la cueva donde se
lia de ensuciar: y vuestro Hijo, mas limpio que el
armiño , y mas blanco que la nieve y mas puro que
la luz , no quiso morar en casa, que en algún tiempo
hubiese sido contaminada. Nuestro padre Adán
tuvo pecado actual y no original; porque el pecado
original que contrajeron sus hijos por ser suyos,
en él fué pecado actual.
14 Los niños que mueren sin bautismo antes
del uso de la razón , tienen solo el pecado origina!
, en que nacieron : los otros el pecado actual,
que después cometen por su voluntad : vos sola
LA LEYENDA DE ORO. wc.in.viimE , 8
escogida entre todas las mujeres por singular gracia
de vuestro Hijo (que es fuente de la misma gracia
, y por su naturaleza no pudo pecar) fuisteis
exenta y libre de todo pecado actual y original , y
prevenida con la bendición del fruto benditísimo
de vuestro vientre.
lo Alábente, Señora, los ángeles y los cielos y
tierra , y todas las criaturas por esla tan señalada
merced que os hizo, é hizo al mundo por vos : porque
vos sois aquella tierra virgen y pura, de la cual
el verdadero Padre de nuestra vida, y nueslro segundo
Adán fué formado : tierra bendita y sin sospecha
alguna de maldición: tierra limpia y amasada
con solas las manos de Dios: vos sois aquel paraíso
de deleites plantado por el Señor hacia el verdadero
Oriente, que es Cristo, el cual nunca se
obscureció, ni se escondió: vos aquella tierra
sacerdotal que en tanta carestia de gracia, siendo
todo Egipio tributario, sola fué libre de pecho,
y libertada de pecado : vos sois aquella mujer
hebrea , madre de Moisés , que aunque estuvo en
Egipto, nunca fué cautiva debajo de Faraón,
sino exenta y libre para criar á su hijo y pasar el
mar Bermejo con él : vos sois aquella zarza espinosa
que en el desierto ardiendo con nuevo milagro
no se quema : porque abrasando las llamas
del pecado original á los demás ; á vos, Señora,
sola guardó : vos aquella arca del Testamento fabricada
de madera incorruptible, para conservar
nó el maná corruptible , sino el pan vivo y celestial
: vos aquella nube ligera del día , sobre la
cual el Señor habia de bajar á Egipto : porque
aunque nacisteis de la tierra fuisteis levantada
al alto cielo, y sois ligera, sin peso ni gravedad
de pecado : nube verdaderamente del día ; porque
nunca fuisteis obscurecida, sino siempre vestida
de luz y claridad : vos aquella tierra de promisión
que mana y nos produce leche y miel:
leche de la humanidad, y miel de la divinidad de
vuestro preciosísimo Hijo : vos trono glorioso
del pacífico Salomón : vos vara lisa y derecha
de la raíz de Jessé , que nunca tuvo nudo ni torcimiento
alguno de pecado, y nos engendró la flor
del mundo suavísima y hermosísima , Jesucristo
nuestro Redentor: vos Belén, ciudad de pan vivo:
vos Sion sania, alcázar del rey David, ciudad
de Dios : de la cual se predican tantas alabanzas,
y tan grandes maravillas: lienzo limpísimo y
delicadísimo , sin ruga , ni mancha ; y sepulcro
nuevo en que se envolvió y depositó el sagrado
cuerpo de vuestro Hijo: Lirio entro las espinas:
vergel cercado : puerta de Oriente cerrada , por
la cual solo Dios pudo entrar: fuente sellada, de
la cual la antigua serpiente en ningún tiempo pudo
beber: vos, Señora , sois mas blanca que laazucena
, mas hermosa que la rosa , mas suave
que el bálsamo , y mas dulce que la miel. Vos
fuente del paraíso , pozo de aguas vivas , vaso
purísimo , vacío de loda amargura, y lleno de toda
suavidad : vos gloria del linaje humano, ornamento
del cielo, y singular hermosura de todo
lo criado.
16 Grandes y muy señaladas mercedes hace-
Dios á los que son devotos de la benditísima Ma-

l)ICIFM:lu; IA LEYENDA DE ORO. 4.1
rlre , y especialmente de su purísima Concepción'
y así el padre maestro Juan de Avila , predicador
apostólico de nuestros tiempos en Andalucía, Iralando
de las tentaciones sensuales, cuando son
importunas y molestas , y cuanto vale para vencer
la intercesión de los santos , y principalmente
la de la Virgen, dice estas palabras : «Especialmente
lie visto haber venido provechos notables
por medio de esta Señora ó personas molestadas
de flaqueza de carne , por rezarle alguna cosa en
memoria de la limpieza con quo fué concebida sin
pecado v de la limpieza virginal, con que concibió
al Hijo de Dios. Y es cierto , que nuestro Señor
ha hecho algunos milagros para testificar la
verdad.
17 Fué infundida á la Virgen en su purísima
Concepción, no solo la gracia para preservarla del
pecado original; mas también le fueron infundirlas
todas las virtudes morales , y le fué acelerado el
uso de la razón y verdadero conocimiento de Dios,
mucho mas perfectamente que le tuvo san Juan
Bautista. Tuvo la Virgen desde su Concepción la
ciencia de las cosas naturales y morales, que son
necesarias [tara la perfecta inteligencia de las
Escrituras sagradas, y para la prudente gobernación
exterior ; y una gracia tan grande, que
causaba en ella su compostura tan admirable y
divina , que jamás tuvo movimiento desordenado
, ni mal pensamiento , ni dijo palabra ociosa,
ni cayó en la menor imperfección del mundo, ni
en cosa que oliese á pecado : anles desde el punió
de su Concepción comenzó á merecer la gloria y
tomó la corrida, para alcanzar la joya de la bienaventuranza
con tan larges pasos, que á lodos
los santos dejó airas.
18 La fiesta de la Concepción de la Virgen
celebran los latinos y los griegos ; aunque los latidnos
á los 8, y los griegos á los 9 de diciembre
; y algunas oraciones ó sermones se hallan de
León, emperador, y de Jorge , obispo de Nicomedia
, en alabanza de esla fiesta. Algunos pensaron
que se comenzó á celebrar en la Iglesia latina por
ordenación del papa Sixto IV, pero es mucho mas
antigua. Tuvo principio en Inglaterra en tiempo
de san Anselmo , que murió el año de 1109, por
ocasión de una revelación que el obispo Equilino
dice , que tuvo el mismo san Anselmo: pero la
revelación no se hizo sino á un abad , inglés de
nación, llamado Elsino ó Elpino, el cual por los
años del Señor de 1070 , navegando'por el mar y
hallándose en peligro de ahogarse el navio , por
una brava tempestad que le sobrevino , le apareció
un varón resplandeciente , vestido de pontifical
, que le dijo , que prometiesen á Dios de
guardar cada año la fiesta de la Concepción de
nuestra Señora y de exhortar á otros, que la guardasen
, y que de esla manera saldrían de aquel
peligro y llegarían á puerlodeseado. Y preguntando
quién era, y en qué día se habia de celebrar
aquella (¡esla, dijo , que era Nicolás, obispo enviado
do la Virgen (á quien ellos se habían encomendado
para que los librase) , y que el día en
que se habia de celebrar la íiesla , cía á los 8 de
diciembre , en que la Virgen había sido concebi­
da. El santo abad y los que iban en su compañía
en la nave hicieron su voto y promesa á Dios como
les habia sido revelado , y luego se vieron fuera
de peligro. Y san Anselmo, siendo arzobispo
canluariense y primado do Inglaterra , favoreció
mucho esta fiesta , y de mano en mano se comenzó
á propagar, y la Iglesia de León de Francia la
admitió en tiempo de san Bernardo , cerca del año
del Señor de \ 145 : y el sanio como tan zeloso y
lan obediente á la Iglesia romana, escribió una
epístola á los canónigos de León . reprendiéndolos
¡jorque habian introducido nueva fiesta , sin autoridad
de la Iglesia romana (que es madre y maestra
de todas), y hace mención , aun que no lo explica
de la revelación que dijimos. No ha sido sola
aquella revelación, sino también se refieren otras;
y en las revelaciones de santa Brígida hay una,
que se hizo á la santa, de este misterio. Después
fué creciendo y extendiéndose mas esla devoción
de la fiesta de la Concepción, como la luz que
crece con el día; y la sania Iglesia alumbrada del
Espíritu santo , fué conociendo mas esla verdad,
como con el discurso del tiempo ha ido conociendo
otras muchas: porque como dice san Gregorio,
poco á poco la va enseñando el Espíritu sanio.
Pero mucho mas se estableció esla verdad con las
Constituciones y Extravagantes del papa Sixto IV,
de feliz recordación , que no solamente permite
que se celebre esta fiesta , sino convida á los fieles
que la celebren, y concede indulgencias á los
que la celebraren. Y el sacrosanto y ecuménico
concibo triclenlino confirma y manda, quese
guarden las dichas Constituciones de Sixto ; y declara
que no es su intención comprender en aquel
decreto donde se trata del pecado original á la inmaculada
Virgen nuestra Señora. Por donde se ve
la inclinación y común consentimiento de toda la
Iglesia universal , y con cuanta piedad se puede
celebrar esla fiesta y con cuanta reverencia y devoción
la recibieran y predicaran , si ahora vivieran
algunos santos, que al principio (por no haber
sido recibida de la santa sede apostólica) se recalaron
en celebrarla ; porque eran tan hijos de la
Iglesia romana, que les parecia que ninguna fiesta
se habia de introducir sin su auloridad. Sanio Tomás,
viendo que algunas Iglesias particulares celebraban
en su tiempo esta fiesta , y que la Iglesia
romana toleraba esta costumbre, dice, que por
esto solo no se debía reprobar: y en otro lugar dice
estas palabras: «La costumbre de la Iglesia tiene
grandísima autoridad , y en todas las cosas se debe
seguir , porque la misma doctrina de los doctores
católicos tiene su autoridad de la Iglesia ; y así
mas nos debemos arrimar á la autoridad de la
Iglesia que á la de Agustino ó Gerónimo , ó otro
cualquier doctor. Pues si santo Tomás no reprueba
la fiesta de la Concepción que celebraban algunas
Iglesias particulares , porque la Iglesia romana
la toleraba, y quiere , que en lodo sigamos
la autoridad de la Iglesia mas que la de cualquiera
doctor católico; ¿que dijera y quo hiciera,
si viviera ahora , y viera que no solamente la
Iglesia romana permite la fiesta de la inmaculada
Concepción , sino que la propone á todos los fie-

'iVü
'es , y los convida á celebrarla con gracias ó indulgencias?
¿Y que el concilio deTrenlo confirma
las constituciones de los papas , hechas sobre esto
, y no quiere comprender á la Virgen en el
pecado original ? Sin duda , que sanio Tomás y
san Bernardo , y cualquiera otro santo , que al
principio estuvo dudoso y recatado en admítaosla
fiesta , ahora pecho por tierra la admitiera y
la solemnizara , y se regocijara por poder dar á
la Virgen seguramente ( sin apartarse un punto ,
antes conformándose con el uso de la santa Iglesia
católica) un privilegio de tan grandes excelencias
y tan debido á la dignidad de Madre de Dios.
Y lo mismo debemos hacer nosotros , si somos
zeladores de la gloria de Dios , y devotos de su
Madre benditísima : porque ¿qué cristiano hay ,
que podiendo dar piadosamente esla gracia á la
Virgen , no se la dé? ¿Que pudiendo creer, que
la tuvo, no se goce de ella , y no le dé el parabién
por haber sido preservada con singular privilegio
de aquel Señor que la escogió para Madre, y la
sublimó á la cumbre de tan soberana dignidad?
Y pues no solo lo podemos hacer sin recelo , sino
que es bien que lo hagamos con prontitud y alegría
por conformarnos con el común sentimiento
de toda la Iglesia universal; el que no lo hiciere
descubrirá su poca devoción para con la Madre
de Dios , ó la mucha estima de su propio juicio ,
y desestima del ajeno. Supliquemos al Señor, que
escogió á esta Señora y Berna nuestra por Madre,
y la preservó y adornó de laníos , y tan divinos
dones , que por intercesión de la que no tuvo pecado
, perdone á los pecadores y nos otorgue una
entrañable devoción para con ella, y una gran
confianza en su patrocinio ; pues ninguno le ha sido
de veras devoto , que no haya llegado á puerto
de salud.
* SAN EUTIQUIANO , PATA Y MÁRTIR.— Gobernó
la Iglesia de Jesucristo desde el dia 6 de
enero del año 27o, en que fué ordenado soberano
pontífice, hasta el día 8 de diciembre del año
283 en que fué martirizado por orden del emperador
Numenano. El Martirologio romano dice
que por sus propias manos dio sepultura ó trecientos
cuarenta y dos mártires , y que después
fué á asociarse á ellos, siendo su cuerpo sepultado
en el cementerio de San Calixto. Durante el
pontificado de este santo, apareció en la Iglesia
la ridicula herejía de los maniqueos , á la cual
combatió con todo el lleno de su autoridad. San
Eutiquiano fué quien dispuso que los cuerpos de
los sanios mártires fuesen enterrados vestidos con
una túnica de púrpura.
SAN MACARIO , MÁRTIR. — San Dionisio Alejandrino
dice que fué Macario un ciudadano venerable
de Alejandría, que habiendo hecho pública
confesión do fé , en tiempo del emperador
Decio, lo prendieron y llevaron al tribunal del
juez. Habiendo procurado éste persuadirle con
muchos argumentos y castigos á que negase á Jesucristo,
y estando él cada vez mas constante en confesar
la fé católica , le quemaron vivo en la misma
ciudad el año 252.
SAN EUCAIUO , OBISPO Y CONFESOR. —Fué dis-
LA LEYENDA DE ORO. DICIKMBRB , O
el pulo del apóstol san Pedro, ordenarlo por el mismo
y enviado á predicar el Evangelio á las Gallas
yá la Gemianía. Habiendo vuelto á Boma
para informar al príncipe de los apóstoles del resultado
de su misión, fué consagrado obispo por
el mismo san Pedro y enviado á Tréveris, cuya
Iglesia fundó, ilustró y exlendió por medio de sus
predicaciones y santas virtudes hasla que coronado
de méritos murió en paz el año 74.
SAN SOFRONIO , OBISPO Y CONFESOR. — Esto
glorioso obispo de la isla de Chipre es memorable
en toda la Iglesia griega por haber sido en su
vida constantemente el defensor y el padre de los
pupilos, de los huérfanos y viudas y el mas decidido
prolector de los pobres y desvalidos. Parece
que floreció en los siglos IV y V.
SANROMÁRICO , ABAD. — Fué un príncipe de
sangre real en Aquilama, que se crió en la corto
de Teodoberto , y llegó á los primeros destinos del
estado. Su adhesión al soberano le acarreó persecuciones
y destierros , pero en tiempo de Gotario
II, dejó el mundo, y habiendo vendido sus bienes
, dio la mitad á los pobres y el resto lo empleó
en fundar un monasterio en la diócesis de
Toul, bajo la regia de san Columbano. El santo
fundador quiso vivir en él como un simple religioso
; pero habiendo muerto el primer abad , le
obligaron á encargarse del gobierno al año 027. Fué
abad mas de veinte y seis años, y se hizo estimar
por su humildad y su apacible caridad. Su zolo
por las austeridades de la penitencia alentaba á
lodos los religiosos á practicar con fervor todo
lo prescrito por la regla. Bomárico murió el año
053.
SAN PATAPIO , CONFESOR. —Nació en Conslantinopla
en el siglo V. Convencido de la vani -
dad del mundo, trató de aprovechar la vida para
santificarse , y se retiró á un desierto no lejos de
su patria. Entregado en él á la oración y penitencia
, fué por muchos años el pasmo de cuanlos
iban á visitarle para admirar sus virtudes y milagros-
Por " fin coronado de méritos, descansó tranquilo
en el Señor.
I>ia O.
SANTA LEOCADIA , VÍRGEN Y MÁRTIR. — La
bienaventurada vírgen santa Leocadia fué natural
de la ciudad de Toledo, noble de linaje y grande
sierva del Señor. Mandóla prender el presidente
Daciano , que como una fiera cruel no se podía ver
harto de la sangre de los cristianos , y traida á su
presencia le puso delante su nobleza y sangre, y la
vileza é ignominia, do la que ói llamaba superstición
de los cristianos, y ya con halagos, con blanduras
y con espantos procuró persuadirla que dejase
la fé de Cristo , y adorase á sus dioses. No se
movió la santa vírgen por cosa alguna de las
que le dijo el presidente: y todo su artificio se resolvió
en humo , sin poder hacer mella en aquel
pecho sagrado. Mandóle poner en una oscura y
horrible cárcel , para atormentarla con ella ; y si
esto no bastase, matarla con crueles tormentos.
Mucho se regocijó santa Leocadia cuando su vio

DICIEMBRE , 9
levar á la cárcel, reconociendo qne era gran merced
de Dios, y haciéndolo gracias por olio: y
viendo algunos que la seguian llorando, se volvió
á ellos con alegre y sereno rosiro , y les dijo : Ka,
soldados de Cristo , no os entristezcáis por mi pena;
antes holgaos y dadme el parabién : pues Dios me
ha hecho digna que padezca por la confesión de
su nombre. Algunos dicen que fué crudamente azotada
antes de entrar en la cárcel : y do la crueldad
de Daciano se puede creer que fué asi. En
aquella dura y áspera cárcel estuvo algún tiempo :
y oyendo la carnicería que Daciano continuamente
hacia en los cristianos y los tormentos atrocísimos,
con que habia hecho morir á la gloriosa virgen
santa Eulalia de Mérída; enternecida y traspasada
de do'or , suplicó á nuestro Señor la llevase para
sí, si así convenia, para que no viese ladestruccion
de su Iglesia, y menoscabada la fé de su santa
religión. Cumplió Dios el deseo de la santa virgen,
y oyó su oración: y así como estaba orando, hizo
con los dedos una cruz en una dura piedra de la
cárcel, y quedaron en ella las señales , y besándola
con gran ternura y devoción, dio su bendita
alma á Dios. El cuerpo fué hallado junto á aquella
cruz , caído y reclinado en el suelo , y fué sepultado
por los cristianos, de la manera qne.mejor
pudieron. Fué la muerte de santa Leocadia á los
9 de diciembre por los años del Señor de 30o , imperando
Diocleciano y Maximiano. Tiene la santa
virgen Leocadia tres templos de su nombre en la
ciudad de Toledo: uno donde fué su casa: otro
donde estuvo presa; y otro donde fué sepultada:
y por reverencia y devoción que le tuvieron algunos
sanios arzobispos de Toledo , se mandaron
enterrar en el mismo templo (donde muchos años
estuvo su sagrado cuerpo); como fueron Eugenio
111, Alfonso y Juliano , santísimos pontífices:
y en el tiempo de los reyes godos se celebraron en
él muchos concilios toledanos, que siempre en la
Iglesia han sidos en gran veneración. En este templo
sucedió una cosa maravillosa y digna de
grande admiración. Un dia de santa Leocadia fué
el rey Recesvinto , acompañado de toda la nobleza
de su corte , á celebrar la fiesta de la santa virgen:
y estando en la Iglesia mucha gente eclesiástica y
seglar , el bienaventurado san Ildefonso, que á la
sazón era arzobispo de Toledo, se puso en oración
delante del sepulcro de santa Leocadia; y de improviso
la piedra que le cubría y era tan pesada
(qne como diceCixila), apenas treinta hombres la
pudieran alzar , se levantó por sí misma : y la gloriosa
virgen salió del sepulcro, y mirando á san
Ildefonso extendió su mano, y tocó la suva y le
dijo: O Ildefonso, por tí vive la gloria de ¡mi
Señora ; dando á entender que san Ildefonso habia
defendido la limpieza y gloria de la virginidad
de nueslra Señora contra los herejes, que la pretendían
con su lengua sacrilega mancillar. Todos
los circunstantes cayeron en el suelo pasmados , por
la novedad de este prodigio: mas san Ildefonso
habló á sania Leocadia, y le dijo: O gloriosa
virgen, y digna de reinar en el ciclo con Dios;
pues menospreciaste y diste la vida por su amor:
dichosa fué esta ciudad ; pues naciste en ella , y
LA LEYENDA DE ORO. 4V7
la consagraste con tu muerte , y ahora la consuelas
con tu presencia. Vuelve, Señora, losojos desde
el cielo sobre ella, y con tu intercesión defiende
tus naturales, y al rey que, con tanta devoción celebra
tu fiesta. Oídas estas palabras comenzó
santa Leocadia á retirarse y volverse á su sepultura
: y san Ildefonso con un cuchillo que le dio el
rey . cortó un pedazo del velo, con que venia
cubierta la virgen, para que quedase memoria do
tan ilustre milagro, y la ciudad de Toledo consolada
con tener (como lo tiene en el sagrario de la
santa Iglesia) aquel celestial tesoro.
2 El cuerpo de santa Leocadia estuvo muchos
años en la ciudad do Toledo en su sepulcro , y en
un suntuoso templo que después el rey Sisebuto le
edificó. De allí fué llevado por los cristianos á la
ciudad de Oviedo , por temor que los moros que se
habian apoderado de España, no le quemasen
como lo habian hecho con otros cuerpos de santos.
En Oviedo también se entiende que estuvo
algún tiempo, y en aquella ciudad é iglesia hay
algunos indicios y argumentos ciertos de ello. Do
aquí fué trasladado el sagrado cuerpo de esta
gloriosa virgen á los estados de Flandes, y fué colocado
en un monasterio de San Gisleno, que es
de monjes benitos, llamado Cela, déla ciudad do
Mons en la provincia de Ilanonia : y de esta traslación
hace mención el doctor Juan Molano en las
Adiciones, que escribió al ¡Martirologio deUsuardo.
La ocasión de haberse llevado el santo cuerpo
á Flandes, no se sabe de cierto ni quién le llevó
ni en qué tiempo se llevó : dícese que fué un caballero
poderoso, que vino de aquellos estados
á España, para favorecer á los cristianos conira
los moros , y que en pago de sus buenos servicios
un rey de León le dio el cuerpo de santa Leocadia.
En aquel monasterio de San Gisleno fué el
cuerpo de esta purísima virgen honrado y reverenciado
de los pueblos de toda aquella comarca,
y por su intercesión recibieron muchos y muy grandes
beneficios dei Señor, especialmente conira la
pestilencia de que antes eran muy fatigados : hasta
que la serenísima reina doña Juana, hija y heredera
de los católicos reyes don Fernando, y doña Isabel
, y madre del emperador Carlos V , de gloriosa
memoria, siendo señora de los estados de Flandes,
por estar casada con el principe don Felipe , el
año de 1500, á lo de octubre, alcanzó del abad
y monjes de aquel monasterio de Cela , la canilla
de la pierna derecha de santa Leocadia: la cual
como un preciosísimo tesoro dio á la santa Iglesia
de Toledo. Finalmente con gran providencia y misericordia
del Señor, fué traído el santo cuerpo
de aquel monasterio , donde estaba con la autoridad
del sumo pontífice Gregorio XIII , y del
católico rey don Felipe, 11 de este nombre, por
un padre de la Compañía de Jesús , lamado Miguel
Hernández , y al cabo de tamos años fué restituido
á su patria y ciudad de Toledo , y colocado
en la santa Iglesia , con gran fiesta , regocijo y solemnidad
: porque demás de los gaslos que hizo la
sania Iglesia en traer el santo cuerpo , y tenerle
muchos dias con el debido apáralo y reverencia,
mientras que se aparejaban las lieslas del recibí-

4i8 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 9
miento en la casa é iglesia de Jesús del monte do
Loranea de Tajuña (que es de la religión de la
Compañía de Jesús j, y por todo el camino hasta
llegar á la ciudad de Toledo; el recibimiento que
en ella se le hizo fué muy solemne, y de gran concurso
de gente y variedad de fiestas , y regocijado
y autorizado con la presencia del rey católico don
Felipe , y del príncipe asimismo don Felipe , y de
la infanta doña Isabel, sus hijos, y de la emperatriz
doña María de Austria , su hermana, que fueron
á Toledo , para solemnizar mas aquella fiesta,
dando en todo raro ejemplo de su piedad, devoción
y humildad , con que el rey y el príncipe, con otros
grandes del reino, llevaron sobre sus hombros el
cuerpo déla santa virgen , teniendo por gran gloria
suya el servirla en aquel humilde y honroso
oficio. Hizose este recibimiento á los 26 de abril,
del año del Señor de 1587 , siendo sumo pontífice
Sixto V, y rey de las Españas el católico don Fe-
Jipe , II de esto nombre , y el cardenal don Gaspar
de Quiroga. arzobis|)o de 'Toledo: y despuesel mismo
Sixto V mandó que se celebrase la fiesta
de esta traslación en la Iglesia y arzobispado db
Toledo.
* SAN RESTITUTO . OBISPO Y MÁRTIR. —Después
de haber propagado las doctrinas evangélicas
en Cartago , de cuya ciudad era obispo , selló
con su sangre su apostolado , y la confesión de su
fé. Murió ó principio del siglo IV , y su cuerpo
recogido y sepultado por. los cristianos , fué prenda
de celestiales maravillas. San Agustin predicó
en su alabanza un sermón al pueblo el día en
que se celebraba su festividad.
SANTA VALERIA , VIRGEN Y MÁRTIR. — Convirtióse
á Jesucristo por la predicación del obispo
san Marcial. Floreció en Limoges á mediados del
siglo 111, y resplandeció en todas las Gahas la luz
desús virtudes. Créese que murió en su misma patria
durante la persecución del emperador Declo ,
llevando al cielo la doble corona de la virginidad
y del martirio.
SAN PRÓCULO, OBISPO Y CONFESOB. — Fué
el cuarto obispo de la ciudad de Verona. Cuando
se encendió en Italia la persecución excitada por
el emperador Maximiano Próculo , que deseaba
dar á su rebaño un ilustre testimonio del espíritu
que le animaba, se fué á la cárcel donde estaban
detenidos los santos mártires Fermo y Rústico , y
allí confesó con ellos el nombre de Jesucristo.
A pesar de esto, no pudo conseguir Insatisfacción
de sus deseos , y entonces emprendió un viaje á
Jerusalen para visitar y adorar los lugares de
nuestra redención. Sujetóse con esla ocasión á
grandes penalidades y mortificaciones , y habiendo
después vuello á Verona , edificado á sus ovejas
y obrado muchas maravillas, murió saniamente
por los primeros años del siglo IV. En su última
vejez se conocian aun en sus carnes las señales
de los tormentos que habia padecido por la fé ,
durante la sobredicha persecución.
SAN SIBO , OBISPO Y CONFESOR. — El apóstol
san Pedro, de quien recibió la luz de la l'ó , el
bautismo , y la consagración de obispo , lo envió
á Pavía , cuya Iglesia engendró en Jesucristo.
Convirtió aquel pueblo á la verdad , ilustró con
su predicación muchas otras ciudades de Italia , y
por todas partes confirmó con milagros las doctrinas
que enseñó. Su vida fué la de un apóstol ,
y su muerte de un santo , volando al seno de
Dios, el año 112. Entre otros de los milagros
que de él se refieren , dícese que un día . estando
distribuyendo al pueblo el pan eucaríslico , llegóse
á él un judío y se burló del sagrado misterio ,
y el sanio tuvo luego que curarle del castigo que
lo impuso al Señor por aquella profanación , de
la cual admirados los circunstantes, muchos abrazaron
la religion.
SAN JULIAN, OBISPO Y CONFESOB.—Distinguióse
principalmente este santo en combatir las
doctrinas de unos herejes que aparecieron en el
Oriente durante el siglo II de la Iglesia y que se
llamaban catafrigas. Fué obispo de la ciudad de
Apamoa en Siria, y murió el año 173 ¡lustre en
milagros y virtudes apostólicas.
SAN CIPRIANO, ABAD. •—• Consagróse desde su
juventud al servicio de Dios , y tomó el hábito en
un monasterio cuyo abad se llamaba Saval y que
vivía en él desde el tiempo de Gotario I. Después
de haberse perfeccionado Cipriano en lodos los
ejercicios de la vida cenobílica , se retiró á un desierto
junto á Dordoña. Allí conslruyó una ermita
que dio origen á un pueblo , que en el día se llama
aun el pueblo de San Cipriano. Murió á fines
del siglo VI, y el Señor , según san Gregorio de
Tours , obró muchos milagros por su intercesión.
SANTA VULFILDA , ABADESA. —Hija de una
de las principales familias de Inglaterra , manifestó
desde su infancia mucho desapego á todas
las cosas terrestres , aspirando solo á las celestiales
y eternas. Entró en el monasterio de Winchester,
y cultivó en él sus piadosas disposiciones.
El rey Edgar concibió por ella una pasión violenta
; pero lodos los recursos fueron inútiles para
ganar la voluntad de la casia virgen , y el rey
viendo y admirando tanta virtud , fomentó su vocación
religiosa , dotó espléndidamente el monasterio
en que la santa vivia , y después la hizo
nombrar abadesa. Gobernó con prudencia y santidad
, dando el ejemplo de las mas eminentes
virtudes. Murió el año 990 , y obró muchos milagros.
SANTA GORGONIA. — Nació en Arianza , pequeña
villa de Capadocia, á principio del siglo
IV. Sus padres san Gregorio y santa Nona la educaron
en el conocimiento de las verdades evangélicas
, y sus cuidados no cayeron en terreno estéril.
Gorgonia fué un ilustre dechado de todas las
virtudes, como lo demuestra su hermano san Gregorio
Naciancono en la oración fúnebre que hizo
cuando ella murió y que se halla en la colección
de las obras de este gran Padre de la Iglesia.
Los SIETE MÁRTIRES DE SAMOSATA. —Murieron
en Samosata ciudad de Siria , en el año del
Señor de 297, víctimas de la persecución de
Maximiano. Según Rutler son sus nombres : Hiparco
, Jaime, Roman , Soliano ó Loliano , Piloteo
, Habido , y Paragro.

D 1 ( O T K ( 10 LA LEYENDA DE ORO.
i Vi)
feria: Por mas quo lo apresuro?, yo moriré prmio-
!J2¡& 1®.
SANTA EULALIA DE MÉRIDA , VIRGEN Y ¡HÁH-
TIR.—Ríen es , que á la vida y martirio de la \ Irgen
sania Eulalia de Barcelona que escribimos en
su dia , que esa ¡os 12 de febrero, añadamos ¡a
vida y martirio de otra santa virgen Eulalia de Mérida
; avisando primero al que esto levere , que algunos
autores han hecho de estas dos Eulalias una:
y tuvieron ocasión para engañarse; porque ambas
tuvieron el mismo nombre, y eran de poca edad,
y ellas mismas sin ser llamadas se fueron al juez , y
se ofrecieron al martirio , y murieron on la misma
persecución, y debajo del mismo presidente Daciano;
v las almas de la una y do la otra fueron
vistas subir al cielo en figura de paloma , y el Señor
cubrió sus cuerpos con nieve , que sobre ellos
cayó: de manera que no es maravilla, que habiendo
tantas semejanzas entre las dos , algunos
escritores so hayan engañado, pensando que no
fueron dos, sino una; pero ellas fueron dos: la una
nacida en Barcelona; vía otra en Mérida: la una
do catorce años ; y la otra do doce años , la una
martirizada en Barcelona por el mismo pre.-idente
Daciano; y la otra por un juez, y delegado suvo
llamado Calfurniano : la de Barcelona murió degollada
ó en cruz; y la ríe Monda en fuego: cusa
vida y martirio escribió el poeta Prudencio en un
himno muy elegante : del cual y de ios breviarios
antiguos sacaremos lo quo de ella diremos aquí.
2 Fué sania Eulalia natural de Mérida , nacida
de gente noble. Su padre se llamaba Liberio,
hombre cristiano v temeroso da Dios : el cual habia
criado á su luja desde niña en toda virtud , y
dádole para que la enseñase á ella, y á otra doncella
, por nombre Julia , un sacerdote llamado
Donato , y ella se dio tanto al amor de la virginidad
, y ó lodas las cosas de recogimiento y religión
, que desde aquella edad no gustaba de galas
y alanos , ni quena oir pláticas do casamientos,
mostrando gran mesura en el rostro , y en lodo su
proceder y hablar. Era ya de doce años . cuando
un juez y subdelegado del presidente Daciano, que
se llamaba Calfurniano, llegó á la ciudad de Mérida
para perseguir los ensílanos , y hacer en ella
lo queDaciano hacia en las demás por donde pasaba.
Para poderlo hacer mejor, v tener mas noticia
de losque eran cristianos, mandó publicar un solemne
sacrificio á sus dioses. Los padres de la santa
virgen , viéndola ¡nllamada del amor de Cristo, y
ansiosa del martirio , temiendo perderla , y que
aquel torbellino se la arrebataría , la tenian como
ron en j
escondida y retirada en una heredad llamada
santa Eulalia. El rey don Pe
Forcejaría, diez leguas de la ciudad, á la parle de
España , y destruidor de los moros .
Andalucía. Mas cuando la sania doncella oyó el
enterrar en una iglesia de esla «aula
edicto que el juez había publicado, dice el poeta
Sania Olalla de Velar
Prudencio, que ella de su voluntad se vino secretamente
de noche á la ciudad para ofrecerse al
martirio, con gran fervor y ansia de morir por
Cristo, á quien habia tomado por esposo: y algunos
dicen , que la santa virgen Julia venia en su
compañía ; y que habiéndose adelantado un poco
en el camino, le dijo Eulalia con espíritu de pro-
'J'IIMII 1 Y.
vo- Elegó , pues , la tierna y pura doncella á los
estrados del juez. Calfurniano , y con mucha mesura
. cordura y liheriad , le dio en rostro , y afeó
la crueldad que Usaba con los cristianos, y la vanidad
do sus dioses , y la tiranía y mal gobierno
do sus emperadores. Pretendió el juez engañarla
con palabras blandas y amorosas: púsole delante
su nobleza, su ternura y poca edad; y quiso probar
, si con halagos y promesas como á niña , la
pudia apartar del amor de Jesucristo. Cuando vio
que perdía tiempo , trocó la blandura en severidad
, y los halagos en terrores y tormentos , los
cuales man ló ejecutar en aquella corderila con
lanía braveza y furor, quo fueron de los mas crueles
que en aquel tiempo se daban á los santos
mártires. Azotáronla crudamente , y quebrantáronla
los huesos con plomadas : echáronle aceite
hirviendo por todo el cuerpo: arañáronla con garbos
de hierro: levantáronla y descoyuntáronla en
la garrucha ; y ella , como quien tema á Dios en
su alma , mostraba en el rostro la alegría de su
corazón, y alzando los ojos al cielo, se encomendaba
á su dulcísimo esposo , y le pedia favor; y
mirando sus mismas heridas (como Prudencio escribe)
le decia: Ahora, Redentor mió Jesucristo, te
señalas mejor en mi; y estas letras que se escriben
en ims cariiescon misangro, me representan mejor
tu pasión, finalmente , poniéndole fuego por los
lados, le dieron la muerte, y la corona do glorioso
martirio, como dice san Isidoro. Y añade Prudencio,
que la sagrada virgen deseaba tanto morir por
Cristo,que abrió su boca, para que las llamas entrasen
en ella , y la acabasen ; que conforma con
lo que dice el Martirologio romano: Jkiuslu iijne,
upirilum re.ddi.dil : que tragó el fuego , y dio su
espíritu. Así acabó la santa virgen como una paloma
blanca y sin hiél, y en figura de paloma fué
vista su purísima alma subir al cielo: la cual vieron
muidlos , y entre otros el mismo verdugo que
la había atormentado; y con esla vista quedó atónito
y espantado, y movido á penitencia. Y porque
el santo cuerpo eslaba desnudo , cayó luego
gran abundancia de nieve para cubrirle, y después
los cristianos le dieron sepultura, lo mejor que pudieron,
y en tiempo del poeta Prudencio va tema
la santa virgen un solemne templo en Mérida,
donde era reverenciada , corno el mismo autor lo
escribe : y siempre sus sagradas reliquias fueron
tenidas en gran veneración , y Dios nuestro Señor
hizo muchos milagros por ellas , y defendió á su
patria por su intercesión. Los godos veneraran
manera el templo y la túnica de
laha. El rey don Pelayo , repaiador de
e mandó
llamada
i de \ clamo , por haberla llamado
en su favor cuando peleaba con los moros,
y vencídolos. Teniendo el rey Teodorico de los
godos cercada á Mérida, santa Eulalia la socorrió
y la libró quo no fuese asolada , mandando en
sueño al rey que levantase el cerco, y asi lo hizo:
v oirás victorias y buenos sucesos se cuentan ha -
ber lecibido los cristianos con el patrocinio de. e.-f,i

450 LA LEYENI A DE ORO. DICIEMBRE 10
gloriosa virgen, por los cuales en España se le tiene
gran devoción , y muchas mujeres toman su
nombre, y aun algunos pueblos en el reino de Toledo
y Andalucía: que todo es señal de los grandes
merecimientos de esta purísima vírgen , y de la
devoción que estos reinos con ella tienen. Gregorio
Turonense escribe un milagro que cada año
se soba hacer en el dia de su martirio, de algunos
árboles que estaban sobre su sepulcro y le cubrían;
y con estar desnudos y sin hoja (por ser el
mes de diciembre), aquei dia florecían, y producían
unas llores que tenían figura de paloma , do
suave olor: por las cuales, según el tiempo en que
salian, la genle entendía si el año siguiente habia
de ser próspero ó estéril, haciendo graciasá nuestro
Señor por lo uno , y suplicando á la santa por
lo otro , que librase aquella ciudad de toda calamidad.
Aquel mismo dia , en que fué martirizada
santa Eulalia , fué también degollada Julia , su
compañera en la santidad y en el deseo de padecer,
cumpliéndose el orden que la santa Eulalia
le habia significado. El cuerpo de sania Eulalia se
trasladó después de Mérida á la ciudad de Oviedo
, donde ahora está en una rica arca ele plata,
labrada de ataujía , que muestra grande antigüedad.
Está en la iglesia catedral, y en el altar
particular que se instituyó con su advocación. Suélese
sacar en procesión cuando hay alguna grande
necesidad ; y siempre se experimenta , que nuestro
Señor Jesucristo oye las plegarias de su pueblo
, y le concede lo que le piden por intercesión
de esta gloriosa vírgen: cuyo martirio fué ;i los 10
de diciembre del año de 304, imperando Dioc.leciano
y Maximiano. Hace mención de ella el Martirologio
romano , el de Iíeda , Usuardo yAdon, y
los otros autores que escriben vidas de santos, demás
de los que en esta quedan referidos.
SAN MELQUÍADES, PAPA Y MÁRTIR. —Fué san
Melquíades africano , y sucedió en el sumo pontificado
á Eusebio. Fué varón santísimo , y padeció
grandes trabajos y fatigas por la gloría del Señor.
Ordenó que no ayunasen los cristianos el domingo
ni el jueves , por no imitar á los paganos, que
ayunaban aquellos dias, y tenían aquei ayuno por
ayuno sagrado: aunque después cesando la causa
de ayunarlos jueves, cesó aquella prohibición.
Habia en Roma muchos herejes mamqueos : y el
santo pontífice procuró reprimirlos y reducirlos al
camino de la verdad. Escribió san Melquíades una
epístola ó los obispos de España , en que enseña,
que todos los apóstoles reconocieron la preeminencia
y superioridad que tuvo san Pedro , y que el
sacramento del bautismo es do mayor necesidad
que el de la confirmación ; porque sin él ninguno
se puede salvar: pero que el sacramento de la
confirmación , por parte de! ministro , es de mayor
dignidad ; porque no le puede conferir sino el obispo
: y después pone los efectos del uno y del otro
sacramento; y adelante trata de los efectos que el
Espíritu sanio obró con su venida en los apósioles,
y los que reciben los cristianos en el santo bautismo
y confirmación. Celebróse (según algunos autores)
en su tiempo el concilio provincial de Neocesarea
: en el cual se eslablecieron algunas cosas
tocantes al estado de la Iglesia en aquellos tiempos.
Hizo una vez órdenes por el mes de diciembre
, y en ella ordenó once obispos , seis presbíteros
, v cinco diáconos : y habiendo regido santamente
la Iglesia del Señor dos años , dos meses y
siete dias , dio su alma á Dios con mucho contento,
no solamente porque iba ó gozar de él, sino también
porque dejaba la Iglesia libre délas persecuciones
de los tiranos , y quieta y pacífica con el
impeiio de Constantino. Fué su muerte á los 10
de diciembre del año del Señor de 313. El Martirologio
romano dice que padeció mucho en la
persecución de Maximiano, y que murió teniendo
paz la Iglesia ; y por haber padecido tanto , los
Martirologios antiguos llaman mártir á san Melquíades,
y como á tal le celebra la Iglesia. Fué su
cuerpo sepultado en el cementerio de Calixto , en
la via A pía , y su sagrada cabeza eslá en Roma,
en la iglesia de la casa profesa de la Compañía do
Jesús. De san Melquíades hacen mención los Martirologios
romano, el do Reda , Usuardo, Ación, y
los autor es antiguos y modernos que escriben vidas
de sumos pontífices.
* Los SANTOS CARPÓPOHO Y ABUNDIO , MÁR­
TIRES.— El primero era presbítero, y el segundo
diácono. Durante la persecución de Diocleciano ,
primeramente fueron cruelmente apaleados, y después
los metieron en una prisión , sin darles de comer
ni beber, y atormentándolos de nuevo en el
potro , por fin los degollaron. Galesinio y otros
creen que murieron en Espolclo ; pero Reda y Vasco
quieren que hayan padecido martirio en España,
en la ciudad de Sevilla , el año 290 de Jesucristo.
SANTA JULIA , VIRGEN Y MÁRTIR. — Esta santa
vírgen , natural de Mérida en España , fué compañera
en las virtudes y martirio de santa Eulalia ,
cuya vida hemos piiíslo mas arriba , y que puedo
verse. Alcanzó juntamente con ella la corona de
las v írgenes.
Los SANTOS MENAS, HERMÓCENES, YEUGIIAPO,
MÁRTIRES. — Fueron griegos y padecieron por la
fé de Jesucristo en Alejandría de Egipto. Menas
era un funcionario público encargado de hacer obedecer
las órdenes del emperador. Un dia reprendió
á llermógenes porque con su elocuencia y sus milagros
convertía á muchos del paganismo , y viendo
que el siervo de Dios no hacia caso de sus reconvenciones
, mandó que le arrancasen los ojos y
la lengua ; pero á los dos días volvió á ver al santo
con la lengua y los ojos recobrados. Admirado
de tan grande pórtenlo , se hizo instruir en el cristianismo
, abrazó la fé y fué bautizado. Poco después
Menas y llermógenes, con olro gentil llamado
Eugrafo que servia de escribano en las ejecucior.es
y que se había también convertido , fueron degollados
por orden del emperador Galeno Maximiano ,
el año 307.
SAN MERCURIO, Y SUS COMPAÑEROS , MÁRTIRES.
— Mercurio era centurión romano, que se hallaba
con sus soldados en Lenlini, en Sicilia, cuando sucedió
la conversión del emperador Constantino á
la religión cristiana. Era cristiano y habia hecho
conocer á sus subordinados las luces del Evangelio,

DICIEMBRE 11 LA LEYENDA DE ORO. 451
do modo que lodos habían recibido el agua sania.
El cruel Licinio , que todavía hacia correr en Occidente
la sangre de los fíeles , mandó que todos
aquellos cristianos adorasen á los ídolos , ó que
fuesen degollados , y habiéndose todos negado á
lo primero , alcanzaron la palma del martirio a
principios del siglo IV.
SAN GEMELO, MÁRTIR.—Este ilustre confesor
de la fé, fué crucificado en la ciudad de Ancira, en
Galicia, por orden de Juliano Apóstata, el año 3 6 2
de Jesucristo. A ejemplo del divino Salvador, pichó
por sus verdugos estando pendiente en la cruz,
y con sus oraciones logró la conversión de muchos
infieles , quienes recogieron después su sagrado
cuerpo y le dieron sepultura , obrando el Señor por
su intercesión muchos milagros.
SANSINDULFO, OBISPO Y CONFESOR. — Fué el
XXXI obispo de Viena , ilustre por sus esclarecidas
virtudes, célebre por su sabiduría, y memorable
por los establecimientos de piedad que dejó en su
diócesis. Pastor vigilante y padre amoroso, reformó
el clero y las costumbres públicas de su diócesis
, y fué el amparo y el apoyo de todos los necesitados.
Asistió a varios concilios , y murió en paz
el año G G 9 .
NUESTRA SEÑORA DE LORETO.— La fiesta que
se celebra hoy con este nombro, es en memoria de
la liaslacion de la sania casa de nuestra Señora al
campo de Loreto, en la Marca de Ancona. Comenzó
á celebrarse en dicha provincia con misa y oficio
propio en el año 1 G G 9 . Propagóla luego el papa
Benedicto Xlll, primero á todo el territorio del
estado eclesiástico , por los años de 1 7 1 9 , después
á iodos los pueblos sujetos á la república de Yenecia
, y últimamente á todos los dominios del rey
católico do España. El hecho que dio ocasión á
esta festividad , que es haber sido trasladada por
manos de ángeles desde Nazaret á Dalmacia , y
desde aquí al campo do Loreto, la casa de la santísima
Virgen , esto es , la habitación en que fué visitada
y saludada por el ángel , tiene á su favor
teslimonios muy esclarecidos. Dícese que sucedió
esto en el pontificado de Celestino V, ó según algunos,
entre ellos Natal Alejandro , á principios
del de Bonifacio VIII, esto es , por los años de
1 2 9 4 . El santuario de Loreto es muy frecuentado
de los fieles de lodo el mundo católico.
SAN DEUSDEIHT. OBISPO. — Gobernó la Iglesia
de Brescia en santidad , y brilló en portentos. Tuvo
que sufrir persecuciones y grandes disgustos de
parle de los herejes de su tiempo, y por fin murió
tranquilamente en el Señor.
tila lia.
SAN DÁMASO, PAPA Y CONFESOR. — El santísimo
y doctísimo pontífice Dámaso, fué español de
nación , y su padre se llamó Antonio. Algunos
dicen que fué natural de Tarragona : otros que fué
de Madrid , y en la iglesia de San Salvador de
esla villa hay una letra que lo dice : oíros lo hacen
portugués y natural de Guimarans, que es entro
Duero y Miño. Fué san Dámaso muy insigne pontifico
, y muy alabado de los escritores do su tiem­
po. Teodorelo dice que lo llamaban varón admirable
y digno de toda alabanza , y que resplandecía
en toda virtud. San Gerónimo, su secretario y
grande amigo , entre otros loores dice de él que fué
virgen como verdadero pontífice de la Iglesia,
limpio y sin mancilla. San Ambrosio dice que fué
elegido por juicio divino: y en el sexto concilio.,
constantinopolítano le llamaron diamante de la fé,.
por la gran firmeza y constancia que tuvo contra
los herejes que en su tiempo turbaron la Iglesia .
del Señor : y los demás autores no acaban de de-,
cir sus grandezas y excelencias. Sucedió en el
pontificado á Liberio, papa _ cuyo vicario y presbítero
habia sido, después de su elección , un diácono
llamado.Ursino , ó Ursicino , hombre inquieto,
y ambicioso, procuró que le eligiesen á él, y tuvomuchos
que le avudaron y favorecieron , y causaron
grande alteración en la ciudad de Boma ; do
manera , que los de un bando y del otro vinieron
á las manos , y hubo de la una parte y de la otra
muchos heridos y muertos, y se causó cisma en la
Iglesia del Señor contra la voluntad del santo pontífice
Dámaso: de quien escribe san Gerónimo,
que era manso , y que venció á sus adversarios y
no les hizo daño después de vencidos.
2 Pero después cesó el cisma y prevaleció la.
verdad . v con la autoridad del emperador Yalentiniano,
el mayor, se atajaron los males quede
tan mala raíz podian nacer , y san Dámaso quedó>
en su legítima posesión. Mas no por eso los malos.
y aficionados á Ursicino se sosegaron : antes viendo
, que no habían podido quitar la silla apostólica.,
á san Dámaso , le prelendieron infamar y despo—.
jar do la opinión que de su santidad todos teman.
Para esto sobornaron á dos diáconos llamados.
Concordio y Calixto, hombres perversos y malva-,
dos, los cuales le acusaron , como á hombre des— .
honesto, y que habia cometido adulterio: mas
el santo pontífice hizo juntar en Roma un concilio .
de cuarenta obispos , y en él públicamente se de-,
fendió : y averiguada la verdad, y convencidos do
calumnia los acusadores , fueron echados del gre—.
mió de la Iglesia. Y para cerrar la puerta á seme—.
jantes calumnias , en el mismo concilio so ordenó,
que la misma pena que se habia de dar alacusado,
probándosele la culpa, se diese al acusador , cons-r
tando de su calumnia y falsedad, lluvo en tiempo
de san Dámaso muchos herejes , que con nuevas
y falsas opiniones inficionaban y turbaban la paa
de la Iglesia católica,especialmente en las provincias
de Oriente. Para cortarlas de la raíz , persuadió
san Dámaso al grande y religiosísimo emperador
Teodosio(que también era español) que se
¡uníase concilio general en Constanlinopla: y así se
hizo y se celebró, hallándose en él ciento cincuenta
obispos, y todos unánimes confesaron la fé del
concilio Niccno, y condonaron á Macedonio y otros
herejes : y san Dámaso confirmó lo decretado en
aquel concilio , que es uno do los cuatro concilios
generales, que san Gregorio dice que reverenciaba
como á los santos cuatro Evangelios. Y el emperador
Toodosio, en compañía delosemperadores
Graciano y Valentiniano , hizo una ley , en quo
manda , quo todos los subditos do su imperio sigan.

452 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 11
aquella religión que ensoñó san Pedro en Roma.
yol ponlíliee Dámaso seguía, condenando lodas
las oirás doclrinas á ella contrarias. También se
celebró en su tiempo otro concilio en la ciudad de
Aquilevn , donde se halló presente san Ambrosio,
(pie íué muy amigo de san Dámaso , y le ayudó y
sirvió con gran diligencia y cuidado en perseguirá
los herejes y desterrarlos de Milán y de su tierra,
en donde con el favor y potencia de Justina, madre
del emperador Valentiniano (que era hereje
arriana , y gobernaba á su hijo por ser niño), habian
hecho pió y grande estrago, en perjuicio de
nuestra sania religión.
3 Demás de la diligencia y solicitud que puso
•nuestro sanio pontífice en arrancar la cizaña de las
herejías del campo del Señor ; también atendió á
•quitar los abusos que se habían introducido en la
Iglesia por descuido de los prelados : y así mandó
que de allí adelante no hubiese corepiscopos . quo
era una manera de sacerdotes que hubo antiguamente
en las aldeas v pueblos pequeños , para
ayudar v servir á los obispos : pero ellos habían
.,-xtendido la mano mas de lo que les convenía,
v usurpado temerariamente los oficios que son
propios de los obispos: como consagrar diáconos,
s'uhdiáconos, monjas, iglesias y crisma. En una
epístola tpie escribe san Dámaso, reprende gravemenleá
los obispos (pie. por holgar v quitarse de
trabajo, toman acompañados , que son mas mercenarios
que pastores: y añade: «Los buenos
obispos v cuidadosos pastores han de guardar su
rebaño con el mismo cuidado que Jacob dijo á su
suegro Laban , que él había lemdo en apacentarle
sus ovejas, v no echar á otros la carga y darse ellos
á buena vida. » También escribió á los obispos de
África, avisándoles, que las cosas graves, y de
calidad , y los negocios de los obispos no se pueden
dclerminnr sin autoridad del pontifico romano.
Edificó dos templos, uno dentro de la ciudad
de Roma , en honra del in\ lelísimo mártir san Lorenzo,
y olro fuera en la vía Ardealina á las Cabla
incumbas, , donde consagró la Platónica, que lir
sido sepul tura del apóstol san Pedro., y e nrin
ciólos con varios y ricos dones. clonr- Hallo i ó muclios
cuerpos de mártires , cucos rovos sepulcros sep ilustró con
versos elegantes. Escribió algunas obras , y una
en verso ala sepultura de ios príncipes de los apóstoles
san Pedro y san Pablo ; y olro libro , en que
escribió los hechos de los sumos pontífices hasta su
tiempo.
4 Verdad es que o! cardenal Raronio y el
cardenal Relancino , y oíros varones rloclos y graves
de nuestro tiempo.no le llenen por digno de
san Dámaso. Sirvióse de san Gerónimo piara responder
á las dudas v consullas de todas las Iglesias
de la cristiandad, que acudían á la sede apostólica
, y estimóle y honróle tanto por su excelente
sabiduría v santidad , que él mismo, siendo sumo
pastor y maestro de loda la Iglesia , como si fuera
su discípulo (tanta era su humildad), le proponía
las dificultades que lema en la sagrada Escritura,
para rpie él se las declarase. Dio autoridad á la
traslación del Viejo Testamenlo que el santo doctor
habia hecho , habiéndose usado comunmente
en la Iglesia hasta aquel liempo la de los Setenta
intérpretes. Finalmente, habiendo gobernado santísimamente
la nave de san Pedro diez y ocho
años comenzados, ó como dice el breviario reformado
ele la santidad de Clemente VIII, diez v siete
años, dos meses v veinte y seis (lias , y siendo ya
ele edad de óchenla, lleno do virtudes y merecimientos
, pasó de esta vida temporal á la eterna,
á los 1 1 días del mes de diciembre clel año del
Señor de 38¿ , imperando Teodosio el mayor.
5 Tuvo órdenes cinco veces , y en ellas hizo
treinta y un sacerdotes, once diáconos y sesenta
y dos obispos. Fué sepultado en la basílica que
él habia fundado en la vía Ardealina , juntamente
ron su madre y una hermana. Después fué
trasladado su cuerpo á la otra iglesia ele San Lorenzo
in Dámaso, que él mismo habia edificado
dentro do Roma, ¡¡izo el Señor muchos milagros
por este sanio pontífice después de muerto , librando
de varias enfermedades á los dolientes y á
los rpie eran atormentados do los demonios : y en
vida restituyó la vista á un ciego que habia trece
años estaba sin ella. De san Dámaso escriben todos
los Marlitologins , el romano, el de. Reda ,
Usuardo y Adon , y los autores que han escrilo las
vidas de los sumos ponlííices é historia eclesiástica,
y el cardenal Raronio en las anulaciones del Mar—
tirologio , y en el ív lomo de sus Anales , y los
otros santos que en el principio de esta vida quedan
referidos.
* SAN TRASON, Y SUS COMPAÑEROS POSCIANO ,
Y'-PRETEXTATO, MÁRTIR ES. — Padecieron man irlo
en Roma , durante la persecución de Maximiliano.
Parece que eran jornaleros que trabajaban en
las Termas y en otras obras públicas.
SAN HÁRSABAS, MÁRTIR — El Martirologio romano
dice de él en osle día que sufrió martirio en
Persla.
SAN VICTÓRICO . SAN FUSCIANO, Y SAN GEN-
CIANO , MÁRTIRES. — Los dos primeros, hombres
apostólicos, fueron á predicar la fé á las (¡alias
casi al mismo tiempo que san Dionisio de París.
Penetraron hasta las parles mas remólas de aquellas
regiones, y al fin so detuvieron en Tenían
donde lijaron su misión. Pasando desde allí á
Amiens, donde había cruel persecución de cristianos,
se alojaron encasa de un tal Genciano
quo deseaba ser- discípulo de Cristo. Esle los informó
de tpie poco antes san Ouintin había sufrido
el martirio, v no bien les acababa de contar las
circunstancias de aquel padecimiento, cuando llegaron
los sálenles deRiccio Varo y prendieron no
solo á los dos apóstoles , si que también á su
huésped. Los tres fueron martirizados el año de
285.
SAN Er.'Tioiiro, MÁRTIR. — Menciónale el Martirologio
romano en este día como uno de los mas
ilustres mártires que cuenta la Iglesia española,
sin añadir mas circunstancias de su vida.
SAN DANIEL EL STII.ITA, CONFESOR..— Llevado
de una té ardiente, fuese Daniel á un desierto
en las moniañas que avanzan hacia el Ponto
Envino, á unas entro millas del mar, y á unas siete,
do Cüiislanlinop'a por la parle del uoilc. Allí sufría.

esignarlo loda suerie de intemperies, y á pesar
dolo morirò que ron ello se estragaba sir salud,
llegó á los odíenla años, que es cuando el obispo de
Oonsianíiiiopla fué á ordenarle. No usaba mas comida
que raíces v verbas desabridas y Dios lo honró
con el espíritu de profecía y con el don de hacer
milagros. El mismo predijo su cercana muerte,
acaecida en el año de V!)'i-, asistiéndole en sus
últimos momentos el patriarca Eufemio.
SAN S.uitxo , OBÍ-TO v CONFESOR — Es muy
venerado en Plasencia, por sus virtudes y por los
muchos milagros que por su intercesión obró el
Señor. Floreció en el siglo l\ .
Bisa $-3.
LAS SANTAS AMONARÍA , MERCURIA , DIONISIA
Y OTRA AMMONAEU , VÍRGENES Y MÁRTIRES.
Cuatro nobles señoras, naturales de Alejandría de
Egipto , llamadas Ammonaria , Mercuria , Dionisia
y Ammonaria , encendidas en el

4-0 (•
índoles :¡ la fé de Cristo, fué acusado y ganó la
corona del martirio , después de haber sufrido con
admirable constancia unos tormentos atroces.
Los SANTOS EPIMACO , ALEJANDRO , Y COMPA­
ÑEROS, MÁRTIRES. •—En el año 2íi0 de la era de
Cristo seguía furiosa la persecución levantada por
Decio , v los magistrados infieles andaban solícitos
en busca de cristianos para inmolar. San Epimaco
, san Alejandro y sus compañeros permanecieron
sepultados por mucho tiempo en un lóbrego
calabozo; sacáronlos de él para probar su lo con
losmas horribles tormentos, y por último consumieron
sus cuerpos entre las llamas á fuego lento.
SAN IIEIUIÓGIINES, SAN DONATO, Y OÍROS VEIN­
TE Y DOS SANTOS MÁRTIRES. — Durante las persecuciones
del III siglo de la Iglesia, ganaron la
palma del martirio, siendo un dechado de constancia
en medio de crueles tormentos, en Alejandría
, año de 250.
SAN MAXENCIO , CONSTANCIO , CRESCENDO,
.II;STINO, Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES. — En tiempo
de la bái hará persecución suscitada por Diocle—
eiano, padecieron todos ellos un martirio atroz.
De ellos hace justa y debida conmemoración el
Martirologio romano en este dia.
SAN FINÍAN Ó FINAN, OBISPO Y CONFESOR.—
Nació en Leinster de Irlanda ; los discípulos de san
Patricio le instruyeron en la fé de Cristo . y pasó
después al país de Gales para hacer prosélitos en
ella. Por los años de 320 volvió á Irlanda , y partió
para el Señor en 12 de diciembre de 552;
otros dicen que en 504.
SAN COLUMBO , ABAD Y CONFESOR.—Natural
de Leinster en Irlanda ; fué discípulo de san Finían.
Fundó un monasterio en Mnnster , y murió
de una peste que infestó la Irlanda en 5 58.
SAN COIUIAC, CONFESOR.—Los calendarios mas
antiguos de Irlanda lo mencionan en este dia,
y añaden que fué abad de una santidad muy eminente.
SAN COLMAN, CONFESOR. — Los calendarios irlandeses
hacen mención de él en este dia , y también
Colgam. Dícese que fué abad de Glendaloch,
y que murió en 059.
SANTA EADBURGA , ABADESA. — Los católicos
de la gran Bretaña la tienen en mucha veneración.
Murió por los años de 751. Sus restos fueron trasladados
á Cantorbery en 1055, y depositados en
la iglesia de San Gregorio.
SAN VALERY Ó VALERIO, ABAD. — Fué hijo de
un caballero de Auvcrnia , v cuando niño era paslor
de ganados. Después fué adelantando en el
camino de la perfección , y habiéndose dedicado al
servicio de Dios , ocupaba lodo el tiempo en predicar
. orar, leer y trabajar en labores manuales:
murió en 022.
SAN CORENTINO , OBISPO Y* CONPESOR. —Fué
su diócesis en Bretaña. Era hijo de un caballero
bretón ; pasó muchos años en santa soledad. Murió
á fines del siglo V.
SAN CORENTINO Ó Cuín , CONFESOR.—Murió
en el año de 401 , v fué muv venerado en Irlanda.
Predicó con mucho fruto la fé católica , y hablan
de él autores graves, distinguiéndolo del anterior.
LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 12
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE. — La aparición
de la sania Virgen en el cerro que llaman
ríe Tepevacac, á una legua do Méjico, tiene á su
favor la opinión general de loda la Nueva España.
Dejándonos, empero, do averiguaciones sóbrelos
fundamentos de esla opinión , y atendiendo tan
solo á que la santa sede ha extendido á nuestra
Península la celebración de esta festividad de nuestra
Señora, bajo el lílulo de Guadalupe de Méjico,
diremos lo que acerca déla aparición tiene
recibido la tradición en aquel reino.
2 La aparición se cree sucedida el año 1531.
Un sábado , que era el día 9 de diciembre , antes
de amanecer, Juan Diego, indio recien convertido
, pobre y muv candido, iba desdo Tolpetlac
á la iglesia de Santiago de Méjico, a oir la misa
de nuestra Señora. Al romper el alba, llegó al
]iié del Tepevacac , y oyó una melodía concertada
, como la de muchas aves que cantasen á coros.
Alzó los ojos hacia el lugar de donde el sonido
venia , y vio una nube resplandeciente de gran
chindad, y ú su rededor un arco do varios colores.
Embelesado y como fuera de si quedó el
indio con esta aparición: oyóse llamar por su
nombre y subió á toda priesa por el collado. Entonces
vio á una señora de celestial majestad quo
le dijo que era la Madre de Dios, y quo deseaba
que en aquel sitio se edificase un templo bajo su
invocación. Fuese el indio á noticiarlo á den fray
Juan de Zumarraga, primer obispo de Méjico , prelado
discreto , que no quiso dar desde itiego entero
crédito á la relación del sencillo mejicano.
3 Por la larde del mismo día volvió Juan
Diego á Tolpetlac, y al llegar á la cumbre del
cerro halló á la santísima Virgen que lo estaba
aguardando, quien le dijo que al día siguiente
volviese al obispo y le dijese que ella le enviaba.
Jlízolo así , y ya entonces el prelado le oyó con
mas atención, y lo despidió diciéndole que volviese
á ver á la Virgen , y le pidiese que le diese alguna
señal que acreditase ser la Madre de Dios quien
le enviaba , y que era voluntad suya que se labrase
aquel templo. Reparó el obispo que no se excusaba
el indio de esto; y encargó á dos personas de
su confianza que le siguiesen, sin advertirlo él,
hasta el lugar señalado , jiara asegurarse mas por
este medio de la verdad. Al llegar el indio al puente
de un riachuelo quo por aquella parle desagua en
la laguna , desapareció , y los enviados del obispo
lo tuvieron por hechicero , yá su vuelta dijeron
que no se le creyese. Entre tanto el indio halló á la
Virgen y lo jiidió la respuesta del obispo: dijole la
Señora que al dia siguiente en el mismo sitio lo
daria señal cierta con que lo diosen crédito. Cuando
él llegó á su casa, encontró á un lio suyo muy
agravado do una fiebre maligna : todo el dia inmediato
ocupó Juan Diego en asistirle y curarle.
A la madrugada siguiente, pasando por el lugar
por donde habia de subir á la cumbre del montecilio
, se acordó de no haber obedecido á la Virgen
María; pareciólo que lo reprendería si pasaba por
allí, y lomó otra vereda. Mas al volver la falda
del cerro, se le apareció olra vez la santa A irgen:
confuso entonces el indio, se disculpó con la un-

i>ir.ir,:,:r.r,E , 13 LA LEYENDA DE ORO
formedad del tío; pero !a celestial Señora le dijo
que fu lio no moriría de aquel nial, y que estaba
ya sano. Dijole además, que subiese á la cumbre
del cerro, y cortase unas rosas que allí encontraría
, y recogiéndolas en su capa volviese á bajar.
Obedeció Juan Diego, á pesar de que sabía que no
había cutre aquellos peñascos rosa ni llor alguna.
Llegado á la cumbre, halló un hermoso verjel de
rosas frescas y olorosas , y poniéndose la manía
como acostumbran aquellos natuiales . cono cuantas
rosas pudieron caber dentro de ella , llevólas á
la Virgen , y postrado se las mostró. Nuestra Señora,
cogiéndolas entonces todas juntas, se las volvió
á verter en la manía , y le dijo que aquella era
la señal que debía llevar al obispo.
k Llegó Juan Diego al obispo con su mensaje,
le dijo que le llevaba las señales que le habia mandado
pedir á la Señora , y desplegando su maula
cayeron las rosas en el suelo , y se vio en dicha
maula pintada la imagen de Maria santísima romo
se ve ahora. Admirado el obispo y lleno de gozo
con esle suceso . desaló al indio la manta que tenia
atada atrás y la llevó á su oratorio. Al día
siguiente fue con él al sitio en donde se había
de edificar el templo > y en seguida encontraron al
lio, quien les contó que se le había aparecido la
Virgen y le habia dado la salud , v que laminen
le habia dicho que era su voluntad que allí se le
edilicase un templo, y que su imagen se habia de
llamar de Santa María de Guadalupe.
5 Entre tanto se habia difundido por el pueblo
la fama de esla maravilla , y los vecinos acudían
á venerar la imagen al oratorio del chispo.
Después fué colocada en un altar de la catedral,
donde estuvo mientras se edificó una ermita en el
lugar que había señalado el indio , á la cual fué
trasladada luego con procesión y fiesta solemne.
Posteriormente, en el año 1G22-, ó poca distancia
de la ermita antigua, se edificó un templo suntuoso,
donde todavía se venera la sania imagen de nuestra
Señora , que bajo dicho título de Guadalupe es
pal roña de lodo el reino de .Nueva España. Véase
el Yillanueva , lom. xn.
SANTA EJWA , VIUDA.—Según Godescard, era
esla santa próxima panenta del emperador san
Enrique. Habiendo contraído matrimonio, santificó
al mundo y á su familia con el ejemplo do todas
las virtudes cristianas. Muerto su esposo, fundó
bajo la regla de San Denilo el doble monasterio
de Gurk en Corintia , y tomó el velo con otras
setenta y dos religiosas que poblaron aquella c.hsa.
limma murió con una muerte preciosa á los ojos
del Señor, el año 10'iü.
E!5¡T fi.3.
SANTA LUCÍA, VIRGEN Y MÁRTIR. •—La gloriosa
virgen y mártir sania Lucia , nació de ilustres y
ricos padres en la ciudad de Zaragoza de Sicilia.
Lué desde niña cristiana , y muy inclinada á todas
cosas de virtud y piedad , especialmente á consernar
la pureza de su alma , y ofrecer á Dios la flor
de su virginidad. Muerto su padre, la madre, que
se llamaba Euticia, contra la voluntad de la sania
455
doncella, la concertó de casar con un caballero
mozo, y piincipal, aunque pagano: y ella lo iba
dilatando y buscando ocasión para que no tuviese
efecto. Ofrecióselu nuestro Señor muy á propósito,
ron una larga y molesta enfermedad que dio á
Eulicia, su madre, de un flojo de sangre que lo
duró cuatro años, sin hallar en los méd'co.sy medicinas
algún remedio. 'N olaba á la sazón por toda
Sicilia la fama de la bienaventurada santa Águeda
. que en tiempo del emperador Decio habia sudo
martirizada por Cristo en la ciudad de Galanía, que
está como tres leguas distante de la ciudad de Zaragoza.
Hacia Dios grandes milagros en el sepulcro
de santa Águeda , y concurrían de todas partes
á él para alcanzar salud, y otros beneficios del
Señor por su intercesión. Aconsejó santa Lucía á
su madre que so fuese á Galanía á \ ¡sitar el cuerpo
de sania Águeda; porque sin duda hallaría remedios
divinos para su enfermedad , ya que lodos los
humanos habían sido vanos y sin provecho. Fueron
á Calania en su romería : acudieron á la iglesia
de Santa Águeda; postráronse á su sepulcro, é
hicieron larga y devola oración, suplicando con
grande aféelo y copiosas lágrimas á la sania virgen
que socorriese á Eulicia en aquella necesidad.
Estando en oración, le vino un dulce sueño á
sania Lucia , y en el se le apareció santa Águeda
resplandeciente y ricamente vestida, y acompañada
de gran numero de ángeles , y con rostro alegre
y sereno . le dijo: Hermana Lucia y virgen á
Dios consagrada, ¿para que me pides lo que tú
tan fácilmente puedes dar á tu madre, á quien ya
tu fé ha socorrido y dado salud? Así como la ciudad
de Calania ha sido ilustrada por mí; asi la
ciudad de Zarogoza será ennoblecida y ensalzarla
por li : porque por tu limpieza y castidad has
aparejado digna morada al Señor, y eres templo
del Espíritu santo.
2 A estas palabras despcitó sania Lucía , y
con grande regocijo dijo á su madre : Madre mía,
ya estáis sana : y así fué : y la madre y la hija
dieron por ello gracias á Dios v á la gloriosa sania
Ag n
eda , por cuya intercesión el Señor habia sanado
á Eulicia. Volvieron las dos á Zaragoza, y la
santa hija rogó á su madre que no le mentase esposo
ni marido carnal: y que el dote que le había
ele dar casándola con hombre mortal y terreno, so
le diese para emplearle en servicio del E-poso celeslial
é inmortal que ella había escogido. Hádaselo
de mal á Eulicia despejarse de su hacienda,
y darla en vicia , y rogaba á su hija que aguardase
un poco á que ella cerrase los ojos, y después de
su muerto hiciese de lodo á su voluntad : mas la
santa doncella le dijo, que no son tan aceptas á
Dios las limosnas que se hacen después ele la
muerte, como las que se hacen en vida: porque
en la muerte so deja lo que no so puede llevar; y
en la vida se da lo que se puede gozar: y rpie el
que va de noche ha de llevar la hacha delante
para que lo alumbre y vea el camino por donde
va: y tanto supo decir santa Lucía á su madre,
que la persuadió á que le entregase su dote: y ella
le comenzó á vender y á distribuir con larga mano
á los pobres. Supo esto el caballero con quien

43С LA LE Y EN D. A DE ORO. OTnoisiitE, 1:1
la madre la tenia concertada de casar: y aunque
al principio, por lo que le dijeron, crevó que el
vender las joyas y otras cosas de poco precio , era
¡rara comprar una heredad muy rica y fructuosa:
pero después que entendió la verdad , y que toda
la hacienda .­o repartía a los pobres , y quo sania
Lucía ora cristiana , concibió gran saña y odio
contra ella, y la acusó delanio del prefecto, llamado
Pascasio , como á maga y sacrilega, y enemiga
de los dioses de! imperio romano. El presidente la
mandó llamar , y leniéndula en su presencia, con
buenas palabras procuró persuadirla que déjasela
vana superstición de los cristianos, y sacrificase
á los dioses: mas no halló enliada en el pecho
fuerte de la sania virgen : antes con grande ánimo
y libertad lo respondió, que el verdadero sacrificio
y agradable a Dios, era visitará las viudas, huérfanas
y personas miserables, v consolarlas en sus
tribulaciones, y que ella se había ocupado tres años
en este sacrificio, repartiendo á los pobres lo que
tema: que ya no le quedaba que dar si no su persona,
la cual, como hostia viva, deseaba ofrecer á Dios
en perpetuo sacrificio. Y como Pascasio le dijese,
que aquellos eran sueños y desvarios de ensílanos
y palabras \anas , que no se le habían de decir á
él, que guardaba la religión antigua y los mandatos
de los emperadores ; Sania Lucía con maravillosa
constancia le respondió: Tú guardas
las leyes do tus príncipes: y yo las do mi Dios:
tú temes á los emperadores de la tierra; y yo al
del cielo: tú no quieres ofender á un hombro
mortal; y yo no quiero ofender al Hev inmortal:
tú deseas agradar á tu señor; y yo á mi Criador:
tú haces lo que piensas que le está bien ; v vo
hago lo que juzgo que me conviene. No te canses,
ni pienses que me podrás con tus razones apartar
del amor de mi Señor Jesucristo. Embravecióse
el prefecto , v conviniendo aqueila primera
y falsa blandura en enojos v braveza, dijo malas
palabras á la sania doncella, tratándola como á
mujer liviana, y que habia gastado su patrimonio
en mal vivir. Aquí santa Lucía le dijo: Yo he
puesto mi patrimonio en lugar seguro, y he aborrecido
siempre, á los que corrompen é inficionan
las almas (pie sois vosotros: pues nos persuadís
que dejemos á nuestro Criador y verdadero esposo
Jesucristo , y adulteremos con las criaturas, adorándolas
y teniéndolas por verdaderos dioses.
También he huido de la conversación de los que
corrompen los cuerpos : los cuales se abrazan con
los deleites de la carne, y encarnizados en ella,
y aprisionados y cautivos do sus pasiones torpes,
anteponen el gusto suyo y breve á los gozos limpios
y eternos. Muchas palabras son esas (dice
Pascasio) : y viniendo á los azotes, cesarán. No
pueden cesar las palabras de Dios (respondió
santa Lucía) , ni fallar á los que son templo del
Espíritu santo, como lo son lodos los que viven
castamente, y le reverencian como es razón. Si
así es (dice el juez), yo le haré llevar allegar
de las mujeres públicas, para que allí pierdas la
castidad y huya de tí ose Espíritu santo, que
tanlose precia, como tú dices, de ser amigo de los
que guardan la caslidad. No so pierde la castidad
(dijo la sania virgen) ni se ensucia el cuerpo,
sino con el conocimiento del alma. Y si pusieses
en mi mano incienso , y por fuerza me hicieses
echarlo en el fuego para sacrificar á tus diosos; el
Dios verdadero que lo ve, liana burla de ello.
Y así le digo, que si tú pretelidieres que vo pierda
la castidad ; tendré dos coronas en el cielo , una
de casia , y otra por haber recibido fuerza defendiendo
la castidad. Finalmenle, el malvado
juez mandó (pie la santa virgen fuese llevada á
aqueila casa detestable y sucia : concurrió gran
muhilud de gente, y de mozos lascivos v carnales,
pensando hacer presa en la purí­ima doncella:
éclianlo mano pura llevarla; pero ( ¡ ó virtud de
Dios!) hízola el Señor tan inmoble, que ninguna
fuerza ríe hombres, ni de maromas y yuntas de,
hueves que trajeron , fué poderosa para moverla
del lugar donde estaba. Atribuyó el prefecto la
virtud divina a arle del demonio, v crovó que
sania Lucía, como hechicera y maga se defendía
do su poder: pues siendo mujer y Haca , resistía á
laníos, hombres vállenles y robustos , que con ludas
sus fuerzas la querían mover y no podían.
Mandó llamar á sus encantadores v nigrománticos,
para que después deshiciesen aquellos hechizos;
vellos hicieron su oficio, y usaron de todas
sus arles diabólicas; pero en vano. Quedó
Pascasio pasmado y como fuera de sí , y daba
bramidos como un león, viéndose vencido de una
delicada doncella : y la sania virgen, volviéndose
á él , le dijo : ; Por qué le congojas v te atormentas?
Si conoces que sov templo de Dios, cree,
y si aun no eslás cierto de ello , haz otras pruebas
, hasta que lo conozcas. No son hechizos ni
es demonio el que me hace inmoble , sino oí Espíritu
de Dios, que por oslar aposentado en mi alma
¡niede hacerme, de tantas fuerzas, que lodo el
mundo no baste á­moverme de donde estoy. Mandó
el juez poner mucha leña, resina y aceite al
rededor do la santa y encenderlo todo |>ara quemarla:
mas ella , como si estuviera en a'gun jardín
muv deleitoso y alieno, estuvo segura y queda
, sin recibir detrimento alguno del fuego, y dijo
al juez: Yo lio rogado a mi Señor Jesucristo , que
este fuego no me dañe, v que dilate mi martirio,
para que los fieles sean firmes en su le y no teman
tus tormentos ; y los infieles se confundan,
viendo lo ¡meo que pueden contra los siervos del
Altísimo. Mandóle el juez atravesar una espada
por c! cuello : v eslaudo la bienaventurada \ irgen
herida de muerte , oró todo el Menino (¡no
(¡uiso , y habló cuanto quiso á los cristianos (¡un
estaban presentes, diciéndoles que se consolasen;
porque presto la Iglesia tendría paz, y los emperadores
que le hacían guerra dejarían el mando y
señorío : y que asi como la ciudad de Caíanla tenia
i sania Águeda, su hermana, por ¡latroua; así
ella lo sena de la ciudad de Zaragoza, si se convirtiese
á la le de Cristo. Y para que se vea el
castigo que Dios, como justo juez, da á los malos
y perversos jueces; estando sania Linda cercada
de luego y herida . y derramando su preciosa sangre,
v con admirable suavidad y divina constancia
animando y consolando á los cristianos; en aquel

DICIEMBRE , 14
mismo tiempo ocharon mano de Pascasio los sicilianos
, y lo cargaron de cadenas, como ú robador
y destruidor de toda aquella provincia, y le
pasaron delante de los ojos de la santa virgen:
y acusado en liorna , fué condenado á muerte.
Luego santa Lucia, después do haber recibido
el sacratísimo cuerpo del Señor de mano de los
sacerdotes . que secretamente se le trajeron , dio
su bendita alma á Dios. Su cuerpo fué sepultado
en la misma ciudad de Zaragoza , donde hoy dia
tiene dos templos : uno muy suntuoso fuera de la
ciudad en el lugar de su martirio , y otro dentro de
ella. Estuvo su sagrado cuerpo muchos años en
Zaragoza; y Dios nuestro Señor hizo grandes misericordias
por su intercesión á los tieles que se
encomendaban á ella. De allí fué llevado á Conslantinopla
: y después andando el tiempo, fué
trasladado á Venecia , donde es tenido en grande
veneración. El martirio de santa Lucía fué á los
13 de diciembre ( en que la santa Iglesia celebra
su fiesta ) al fin del imperio de Diocleciano y
Maximiano : los cuales (como la misma santa lo
profetizó ( se privaron voluntariamente del mando
y señorío que tenían , y después por justo juicio
ile Dios murieron desastradamente. De santa Lucia
escribieron los Martirologios , romano , el de
líeda , Usunrdo y Adon , y el cardenal Baromo
en las anotaciones del Martirologio, y en el fin del
11 tomo de sus Anales , y en el vi tomo de Surlo
está la historia de su vida y martirio, sacada de
libros muy antiguos y auténticos; y de estos autores
se recogió esla vida.
3 'llenen á esla preciosa virgen por abogada
de la vista , y comunmente la piulan con sus ojos
en un plato que tiene en sus manos. La causa de
pintarse así , su historia no la dice, ni tampoco
que se buva sacado los ojos , por librarse de un
hombre lascivo que la perseguía , como algunos
escriben : y el Prado espiritual , que es libro antiguo
y ipie tiene autoridad , atribuye esto hecho
á una doncella de Alejandría. Pero cada dia se
experimentan nuevas gracias y favores que hace
el Señor á los que tienen mal de ojos , si con devoción
se encomiendan á santa Lucía : y así debemos
todos tenerla gran devoción , no solamente
para que nos guarde por medio de sus oraciones la
vista corporal , sino mucho mas para que alcancemos
la espiritual y eterna. El docior Juan Ekio,
varón docto y grave de nuestros tiempos , escribe
(pie sania Lucía y san Lorenzo , son abogados
con Ira el fuego.
* Los SANTOSEÜSTRACIO, AUXENCIO, EUGE­
NIO, MAHDAIUO, v OIIESTES , MÁRTIRES.-—Hace de
ellos muy honorífica mención en este dia el Martirologio
romano. Ganaron la palma del martirio
durante la persecución suscitada por el emperador
Diocleciano. Eüstracio , después de haber sufrido
crueles tormentos, fué puesto en un horno encendido
, donde dio su alma á Dios. Oresles, después
de haber sido atormentado junto con Eüstracio,
murió recostado en una cama de hierro candente.
Los demás perecieron no menos cruelmente atormentados.
Sus cuerpos fueron, donde están,decentoniente
colocados en la iglesia do San Apolinar.
'IOMO IV.
LA LEYENDA DE ORO. 457
SAN ANTÍOCO , MÁRTIR.—Fué martirizado en
Cerdoña, siendo emperador Adriano, por los años
130 de Grislo.
SAN JAÜOCO Ó JOSSE , CONFESOR. — Nobilísimo
príncipe bretón clel siglo Vil. Renunció la corona
con que le brindaba su hermano mayor, y se
fué en peregrinación á Roma. Permaneció después
algunos años en un desierto. Fué honrado con milagros,
y murió en 669.
SAN KENELMO, REY Y MÁRTIR. — Hijo de Kenulfo
, rey de Mercia , quedó huérfano á los siete
años bajo la tutela de su hermana Qumclreda. Esta
ambiciosa é infernal mujer le hizo degollar y
sepultar en un bosque. Una claridad celestial
dicen que reveló el lugar do la sepultura, y el crimen.
Esto acaeció en 819.
SANAUBERTO, OBISPO Y CONFESOR.—Ilustre
prelado de la Iglesia galicana en el siglo VIL Fué
obispo de Arras y deCambray. Murió en olor de
santidad en 669.
EL BEATO JUAN DE MARINONI, CONFESOR.—
Nació en Venecia en 1400. Desde niño fué devotísimo.
En 1530 profesó en ios tealiuos, y con su
predicación hizo muchas conversiones. Murió en
Ñapóles en 1562. Fué beatificado en 1702.
SANTA OTILIA , VIRGEN Y ABADESA.—Nació
en Estrasburgo, de sangre noble. Su padre erigió
un monasterio en la Alsacia , donde Otilia dirigió
ó ciento y treinta monjas. Murió eu772.
flíis» 14.
SAN ESPIRIDION , OBISPO Y CONFESOR. — Entre
los otros samos obispos y gloriosos confesores
, que el emperador Maximino habia afligido ,
v sacódoles el ojo derecho y cortado el nervio , y
desjarretado la pierna izquierda , y condenado á
trabajar en las minas de metal , y se hallaron en
el concilio Niceno , para condenar la herejía de
Arrio , uno de los mas ilustres é insignes fué san
Espiridion, obispo en la isla de Chipre, donde nació
y se crió , y fué pastor, y hombre simplicisi.no
y santísimo ; porque aunque fué paslor de ovejas
y tenia cuenta con su ganado , debía ser pastor
rico, y de buen trato y apacible. Era liberal: hospedaba
de buena gana , á los que pasaban por su
pueblo : recogíalos : regalábalos y lavábales los
pies ; y pesábale mucho que ningún peregrino pasase
por allí sin entrar en su casa. Fué casado ,
y en teniendo hijo, se apartaron él y su mujer de
común consentimiento, y vivieron como hermanos.
Fué lan agradable á Dios nuestro Señor la
vida de Espiridion , aun en el tiempo que fué casado
, que le iiuslró con muchos milagros , y por
sus oraciones dio salud ó muchos enfermos de varias
y peligrosas dolencias , y libró á muchos endemoniados
de la tiranía de Satanás. Por estos
milagros y por su santa vida le hicieron obispo do
Trimitunie en Chipre , y en aquella dignidad resplandeció
mucho mas , y obró Dios por su intercesión
lautas maravillas y prodigios , que causó
grande admiiación en el mundo. Envió el Señor
por los pecados de los hombres una sequedad lastimosa
, y con la sequedad carestía , hambre v

458 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 14
•pestilencia : v habiendo perecido mucha parlo de
la gente , y estando para perecer la que quedaba,
no tuvieron otro remedio sino acudir á san Espiridion
, para que con sus oraciones aplacase á
nuestro Señor , y con agua de sus ojos les alcanzase
agua del cielo. Ilízolo el santo : lloró : oró :
impetro, como otro Elias, lluvia del cielo ; y cesó
aquella calamidad. Pero como no cesaron los
¡recados, volvió el castigo otra vez, porque la
tierra no producia fruto y los pobres andaban
muertos de hambre , desalentados y perdidos; y
los ricos apretaban la mano y Cerraban la puerta ,
para que los clamores y alaridos de los pobres no
entrasen en su endurecido corazón. Entre otros un
pobre fué á un rico, suplicándole que se apiadase
de él, y le remediase de la manera que él quisiese.
No fué oído : fuese á san Espiridion : pidióle
remedio y consuelo ; y el santo le dijo: No te congojes
, hijo , ni llores : porque mañana tu casa estará
llena ; y este rico que ahora te parece tan
bienaventurado , será miserable, y rogará que tomes
de sus bienes lo que has menester , y tú
le reirás de él. Pensó el pobre hombre , que aquellas
palabras so las decia el santo por cumplimiento
y para consolarle; y partióse muy desconsolado
y triste. Aquella misma noche envió
nuestro Señor una agua tan copiosa, y una avenida
tan grande, que sacó de las trojes del rico
todo el trigo y hacienda que tenia , y so la llevó
por la ciudad. Acudieron pobres á la rebatiña , y
entre los otros aquel , que el dia antes habia pedido
al rico limosna y no se la habia dado , y comenzó
á llevar á su casa, y á henchirla de los
bienes que allí hallaba: y el mismo rico, viendo su
hacienda perdida y que no la podia remediar ;
le dijo que llevase todo lo que pudiese, riéndose
de él el pobre , y acordándose de las palabras
que san Espiridion le habia dicho. Perdió este
rico el trigo que tenia en aquellas trojes ; mas no
perdió la dureza del corazón : porque yendo á él
otro pobre ( creyendo que estaria mas blando y
escarmentado con la pérdida pasada) , y suplicándole
que , dado ó prestado , ó á censo ó cambio ,
ó de cualquier manera que quisiese , se compadeciese
de él y le remediase ; nunca pudo hacer
mella en aquel pecho empedernido , y mas duro
que el diamante : antes le respondió , que no le
daría ni un grano de trigo , ni aun la sombra de
un grano, si no llevaba el dinero en la mano. Desesperado
el pobre hombre, acudió asan Espiridion
, que era el refugio de lodos los necesitados,
y él le dio una barra de oro , para que la diese
a aquel mercader avaro en prendas del trigo que
lo vendía. Ilízolo así : y viendo el oro el rico, dio
al pobre lodo el trigo que hubo menester , para
comer y para sembrar. Sembró , y tuvo tan copiosa
cosecha , que vendió su trigo y pagó al rico
: cobró la barra de oro y la restituyó á san Espiridion
; y él la llevó á un huerto , y haciendo
oración á Dios , y suplicándole que convirtiese
aquel oro en lo que era antes, se convirtió en
una serpiente, la cual Dios habia trasmudado en
oro para remedio de aquel ¡robre hombre, por los
merecimientos del sanio obispo. Olra vez fué acu­
sado un buen hombre , amigo del sanio obispo >
contra loda razón y justicia. Súpolo el santo , y
que el juez le había condenado á muerto : hizo
oración al Señor, y púsose en camino para ir á la
ciudad , donde estaba el inicuo juez y so habia de
ejecutar la sentencia de muerte , dada contra el
inocente. Para llegar á ella , era necesario pasar
un arroyo que había crecido con las muchas aguas
sin poderse vadear: mandó el santo al arroyo ,
que se detuviese: detúvose y pasó : y antes quo
llegase á la cuidad, el juez, entendiendo el milagro
, y que el arroyo había obedecido al santo ,
luego soltó el preso y le (lió por libre. Andaba
siempre ó pié: y una vez, estando muy cansado de
un camino largo y trabajoso, posó en casa de un
buen hombre, que para regalarle lo quiso lavar
los pies : y paia hacer este oficio piadoso , vinieron
oíros que á porfía se los quisieron lavar. Entre
los otros vino una mujer , que se mostraba
mas solícita y deseosa de hacer aquel servicio al
santo ; mas él , mirándola con severidad, le dijo :
No me toques , mujer ; y como ella todavía porfiase,
le declaró en secreto su pecado, y que poco
antes había caído en flaqueza sensual , y quo era
indigna de tocarle, y que debía convertirse á Dios
y llorar sus pecados ( como lo hizo) enmendando
la vida y dando buen ejemplo de si.
2 Convocóse el concilio de trecientos y diez
y ocho obispos en Nicea de Bitima , por mandado
de san Silvestre, papa , y del emperador Constantino
Magno ; y en él (como dijimos) fué condenado
Arrio. A este concilio no solamente vinieron
los obispos y varones eruditos cristianos, sino
también algunos filósofos gentiles para ver aquella
sagrada junta , y aquel como teatro de sabiduría
y majestad. Entre estos filósofos hubo uno muy
agudo y gran disputador , que vino á las manos
con muchos de nuestros santos obispos , que eran
doctísimos , y la flor de aquella junta , los cuales
nunca pudieron convencer al filósofo , por su grande
habilidad y viveza , y prontitud en el argüir y
disputar. Vio esto el samo Espiridion, que ( como
se dijo) era hombre simplicísimo y sin letras :
pidió licencia para disputar con el filósofo; y como
era varón de tanta autoridad , no se la ¡ludieron
negar. Entonces él propuso al filósofo con pocas
palabras la suma de io qrre la fé cristiana cree
y predica de la santísima Trinidad , de la encarnación,
nacimiento, vida, muerte , resurrección y
ascensión de Jesucristo nuestro Redentor, y de los
otros misterios y sacramentos que croemos; y
después lo dijo : Filósofo, esto es lo que los cristianos
creemos : tú ¿ qué crees? Quedó asombrado
el filósofo , y como fuera de si , y alumbrado
de la luz del cielo , respondió: Yo creo lo que tú
crees, y confieso ser verdad lo que aquí has dicho
: y volviéndose á los filósofos sus compañeros,
que allí estaban atónitos y espantados do aquella
tan repentina mudanza, les dijo : Cuando conmigo
so ha disputado con palabras y razones, yo con
unas palabras he respondido á otras palabras, y
con unas razones deshecho otras razones; mas
cuando la virtud de Dios ha hablado por su siervo
, no ha podido el ingenio humano ni la razón

DICIEMBRE, 14 LA LEYENDA DE ORO. 459
resistir á la virtud de Dios: y con esto se convir­ todos los demás , cuanto les excedia en la potestió
y se hizo cristiano , alabando todos á nuestro tad y majestad del imperio , y que esto era ser
Señor, que. por la simple y sincera íé de Espiri- rey , y lo contrario ser tirano : la tercera fué, que
dion , habia convencido la orgullosa soberbia del queriendo el emperador darle grandes dones-, y
hinchado filósofo, v enseñádonos cuánto mas va­ muchas riquezas , nunca le pudo persuadir que
le la humilde creencia , que la sutil dialéctica y los lomase para sí , ó importunándole mucho, ¡i—
\ana sabiduría , para defender la verdad.
nalmente los lomó , y los repartió todos, anles que
3 También se halló después este santo prelado de allí saliese , con grande admiración del empe­
en el concibo sardicense , y defendió contra los rador, que dijo que no se maravillaba que aquel
mismos arríanos la le católica, como lo escribe san hombre obrase cosas tan prodigiosas, pues lan al­
Atanasio en su secunda apología. Mas estando el tamente menospreciaba y hollaba las cosas de la
samo ocupado en el concilio niceno , y obrando tierra: y el mismo emperador repartió largas li­
en él grandes maravillas , murió una hija suya mosnas á los pobres , viudas, huérfanos y per­
virgen llamada Irene , y volviendo á su casa, hasonas necesitadas, ó hizo una ley en que mandalló
á una mujer muy llorosa y alligida, porque ba que todos los sacerdotes y personas eclesiásti­
habiendo dado á guardar una joya preciosa á su cas fuesen inmunes y exentos de cualquier Irir-
hija Irene, se le había muerto, sin habérsela resbulo v carga , juzgando que era cosa indigna, quo
tituido y declarado dónde la dejaba. Buscó Espi- los que están dedicados á Dios y obligados por
ridion la joya por toda la casa, y no hallándola, su oficio á rogarle por los otros , paguen pocho
se fué acompañado de mucha gente al sepulcro y alcabala á los reyes de la tierra. Salió el sanio
de su hija, y llamándola por su nombre, le di­ obispo del palacio real, y hospedóse en casa de un
jo: lbja Irene , ¿dónde pusiste aquella joya que buen hombre siervo de Dios : estando allí vino á
le dio a guardar esta mujer? Y la hija , como si
estuviera viva , respondió : En tal parte está , y
él una mujer bárbara, que no sabia hablar griego,
y Iraia en los brazos un hijo suyo muerto , al cual
allí la hallaréis, padre. Pues duerme y reposa, puso á los pies del sanio , y aunque no sabia ha­
hija (dijo el padre ) , basta que el Señor el cha blar con la lengua, hablaba con las lágrimas y
del juicio te despierte, y resucites con los de­ sollozos, y pedíalo que le resucitase. Estuvo dumás.
Buscó el depósito el padre, y hallóle dondoso de lo quo habia de hacer, porque por una
de su hija le había dicho, y restituyesele á su parle su humildad le detenia, y por otra la com­
dueño , con grande admiración y espanto de topasión de aquella pobre mujer, y los ruegos dodos
los circunstanles y de los ausentes, que suaquellos que estaban allí presentes, le movian á
pieron lo que Dios habia obrado por Espiridion. hacer oración por el difunto , y también el no dar
Sucedió eu el imperio de Oriente Constancio al ocasión á los maliciosos de pensar, que habien­
emperador Constantino , su padre, y queriendo do orado y dado salud al emperador , no hacia,
hacer guerra á los persas, cayó malo en Anlio- caso de los pobres y miserables. Este afecto puquía
de una llaga dolorosa é incurable. Visto que do mas en el santo : hizo oración , y al momen­
no tema remedio humano , volvió á Dios, y pito el hijo se levanló vivo , y fué tan excesiva la .
dióle que le sanase. Aparecióselo un ángel, de alegría y sobresalto de la madre cuando vio á
noche, y mostróle un.coro de santos obispos , y su hijo vivo delante de sí , que de repente
entre ellos á dos, y dijole: Aquellos dos son los que ella murió y perdió allí la-vida , para que en­
solos te pueden curar. Constancio, con el deseo de tendamos que no solamente la demasiada tris­
la salud hizo llamar muchos obispos, y entre ellos teza , sino también la demasiada alegría nos
vino de Chipre Espiridion , y en viéndole , cono­ puede quitar la vida. Volvió los ojos al cielo Esció
que era uno y el mas principal de los dos piridion, y suplicó á nuestro Señor diese vida á la
que el ángel le habia mostrado , y el que lo ha­ madre . pues la había dado el hijo ; y el Señor so
bía de dar salud , y así se la dio , poniendo sus la dio, y con esto el sanio entregó al hijo á la ma­
manos sobre la cabeza del emperador. Pero sudre, y la madre al hijo; quedando todos pasmacedieron
lies cosas en esto hecho: la primera, dos , y alabando el poder del Autor de la vida y
que cuando llegó Espiridion al palacio del empe­ de la muerte, y conociendo y estimando los mererador
, como venia humilde y pobremente vestido, ' cimientos de aquel varón , que tanto podia con
un criado de la corlo imperial , descortés y atre­ Dios. No dejó Espiridion de tener algún ganado
vido , no conociéndole, lo dio un bofetón en la corporal, por haberle Dios encargado el espiritual
cura, mandándole que se apartase y que no en­ do las almas , y por ventura fué causa la potras
en palacio , y el santo sin turbarse volvió el breza de su obispado, y la necesidad de los muchos
otro carrillo, para que le diese otro bofetón, de pobres á quienes socorría. Vino, pues, un hom­
lo cual el hombre quedó tan corrido y confuso, y bre á él, para comprarle cien cabras: concertá­
mas cuando supo que era obispo, y á lo quo veronse en el precio , y dijole el santo que pagase
nia , quo se echó á sus pies, y lo habló con sin­ y fuese al hato, y tomase do él las cabras quo
gular blandura y mansedumbre: la segunda, que hubiese pagado. Pagó el hombre noventa y nueve
después que curó el cuerpo del emperador, le dio y tomó del hato cien cabras , pareciéndole que el
muy buenos documentos y saludables consejos pa­ santo (por ser cosa poca ) no caeria en ello, porra
el alma , y dijole lo que habia de hacer para que no contó el dinero , cuando le recibió. Lle­
con Dios, y para consigo y para con sus subdivando el comprador las cien cabras , una de ellas
tos, y que procurase aventajarse lanío en virtud á dos y tres veces se volvió al halo donde queda-

400 LA LEYENDA DE ORO. riCIUJIllRE , 14
han las demás , sin poder el hombre ni eon maña
ni con fuerza hacerla ir con las oirás que habia
comprado. Tomóla en los hombros . para llevarla
á cueslas , y la cabra iba dando unos balidos
temerosos, y con los cuernos hiriendo la cabeza
del que la llevaba , con grande admiración de los
que allí estaban. Entonces el santo dijo al hombre:
Mirad, hermano, que quizá esa cabra no quiere
ir con vos, porque no habéis pagado el precio
de ella. Confundióse el hombre: confesó su pecado
pagó el precio, y luego la cabra se sosegó, y
dejóse llevar fácilmente.
4 A un diácono , á quien habia mandado
ipie hiciese cierta oración , y él por vanidad ó hipocresía
se entretenía orando , le dijo : Callad;
y luego quedó mudo , sin poder mas hablar, hasla
que á ruegos de muchos , compadeciéndose de
él, suplicó á nuestro Señor que le restituyese la
habla ; pero de manera que quedase tartamudo,
y no pudiese hablar tan expeditamente , para que
no hablase lanío : y esto hizo entendiendo que
convenía así á la salvación de aquel diácono, que
se escuchaba mucho , y se desvanecía pensando
que hablaba bien.
5 Una vez estando haciendo oración en la
iglesia, y fallando el aceite en las lámparas, y no
habiendo otro para cebarlas, comenzó el aceite á
rebosar á manera do una fuente, y los sacristanes
recogieron gran copia de él.
(i A una mujer casada , que habia cometido
adulterio, y estaba preñada del adulterio, le avisó
muchas veces de su pecado , para que se reconociese
y pidiese perdón á Dios , y á su marido;
mas ella estuvo tan obstinada, que nunca quiso
oir al santo; el cual la amenazó y dijo , que pues
negaba la verdad, supiese que no saldría á luz la
criatura que tema en el vientre, y así sucedió, porque
después de muy recios dolores y tormentos
que padeció, murió miserablemente, sin conocerse
ni confesar su pecado.
7 Vinieron una noche unos ladrones a! corral
donde estaba el ganado de Espirirbon, para hacer
un buen asailo , y al tiempo del menear las manos
, halláronlas como aladas, y todo oí cuerpo
sin poderse, menear. Estuvieron así loda la noche,
vino luego á la mañana san Espiridion. y conociendo
que Dios les lema allí como presos, lo suplicó
los desatase, y después les dijo que no buscasen
con ofensa de Dios la hacienda , quo sin
ofenderle podían haber: y que pues habían trabajudo
toda aquella noche, lomasen un carnero del
halo; y con esta blandura los envió alegres y confusos.
Solía el santo dar todo lo que tenia á los pobres,
ó prestarlo á los necesitados : y cuando lo
prestaba], ni él veia lo (pie les daba, ni lo que ellos
le volvían; antes les decia quo lomasen lo (pie
habían menester del lugar donde estaba; y cuando
lo restituían , que lo pusiesen en el mismo lugar.
Vino algunas veces un mercader á pedirle prestado
, y el mercader so lo volvió; pero una vez,
vencido de la codicia , hizo muestra que ponia en
el mismo lugar lo que había lomado , y no lo puso,
antes disimuladamente se fué con ello. Sucedióle
después otra necesidad : vino á pedir prestado al
santo obispo; y él le dijo que fuese al lugar donde
estaba, y que tomase todo loque pedia. Fué
el hombre: no halló nada, y díjolo ó Espirichon:
y él santo le respondió: Si lií lo pusiste,
allí lo hallarás; porque ninguno después acá lo ha
tocado: pero si no lo pusiste , no te quejes de mí,
sino do tí : no pienses que tú me engañas , sino que
te engañas. Conoció el hombre su culpa : pidió
perdón; y el santo con grande benignidad se
lo dio.
8 Juntó el patriarca de Alejandría muchos obispos
y clérigos , para hacer oración á nuestro Señor,
y suplicarle que destruyese y arruinase los ídolos,
que todavía quedaban muchos do la gentilidad ; y
el Señor los oyó, y cayeron muchas estatuas y simulacros
de los falsos dioses : pero quedó una muy
insigne, y tuvo revelación el patriarca , quo aquella
estarna no caería hasta que Espiridion lo pidiese
á Dios. Llamáronle luego de Chipre , donde estaba
: y antes que llegase á Alejandría , en saliendo
de la nave, echó su maldición á la estatua y á los
templos de los falsos dioses ; y luego se asolaron y
se hicieron polvo.
9 Finalmente habiendo corrido gloriosamente
la carrera de su peregrinación-, tuvo revelación
del Señor de su dichoso tránsito: y habiendo avisado
de él á los suyos, v exhort.ádolos á lodas las
virtudes, especialmente á la caridad, dio su bienaventurado
espíritu al que para tanta gloria suya
le habia criado: el cual después de su muerte lo
ilustró con grandes y muchos milagros. Entre los
otros se cuenta uno: que habiendo venido un hombre
á visitar su sepulcro y relehrar su fiesta , y después
comprado gran cantidad do paños y vestidos
para repartirlos á los pobres; al tiempo de partirse
para volver á su casa , viendo un temporal de
agua que le amenazaba , se fué al sepulcro del
santo , suplicándole que guardase aquellas cargas
do ropa del agua, para que no se echasen á perder;
y el santo lo hizo tan cumplidamente, quo
acompañó por lodo el camino al hombre , como si
fuera un caminante, estando el agua como detenida
; porque el sanio eon sus oraciones no la dejaba
caer. En llegando á su casa el hombre, desapareció
el santo; y la lluvia cayó del cielo tan
copiosa , que duró tres dias.
10 La vida de san Espiridion escribe el Metafrasto,
y la trae el P. Fr. Lorenzo Surio en su
vi tomo. Hacen mención de él ,el Martirologio romano
y los otros Martirologios latinos á los 14
do diciembre , y los griegos en su Menologio á
los 12 de diciembre. Escriben de él los autores do
la Historia eclesiástica ; Rufino , lib. i . cap. 5;
Sócrates, hb. i, cap. 8; Sozomeno , hb. i.,
cap. 11 ; Nicéforo, lib. 8 , cap. 15 y 42; Gregorio,
presbíiero, en la Oración de los santos padres
del concilio niceno ; Cedreno en Constan—
tino ; Glicas ; el cardenal JJaronio en sus anotaciones
y en el a y m tomo de sus Anales. Suidas
dice que Trifilo , obispo ledrense en Chipre y
discípulo del mismo san Espiridion , escribió su
vida en verso. Era osle Trifilo (como lo dice san
Gerónimo) el mas elocuente varón de su tiempo,
y orando un dia on el sínodo , citó aquel lugar do

DICIBXWK, 13 LA LRYEND. DE ORO. 401
san Marros, cap. 2. IW/c gravatum tuuin, ct
itmbula: y por gravatum , dijo lectum. Eslaba
présenle san Espiridion, y con ser mansísimo , se
levantó con enojo de su silla y reprendió á Trifilo
de aquella presunción con que se había atrevido
á mudar palabra del texto evangélico , y del
que el intérprete habia puesto : tanta era la devoción
de este santo , y la reverencia con que le
parecia se habian de adorar las sílabas y puntos
de la sagrada y venerada antigüedad.
* Los SANTOS IIKHON, AUSKNIO , ISIDORO, Y
DIOSCORO , MÁRTIRES.— Eran ¡os cuatro muy niños
todavía, y fueron atrozmente martirizados durante
la persecución suscitada por el emperador Deeio.
Los tres primeros, después do grandes tormentos,
fueron arrojados;! las llamas. El último fué condenado
á los azotes, y para consuelo de los fieles
le sellaron , aunque en el lastimero estado que so
deja suponer.
LOS SANTOS Ü1ÍUSO , ZÓSH10 Y TEODORO ¡MÁR­
TIRES.— Los tres naturales de Anlioquía; no son
muy conocidas las circunstancias de su martirio.
El Martirologio romano hace de ellos mención en
osle dia. Murieron durante la persecución de Deeio.
Los SANTOS JUSTO Y ABUNDIO MÁRTIRES. —
Por mandato do Olibrio , durante la persecución
do Numeriano, hacia 28V, fueron arrojados á las
llamas, v como saliesen de ellas ilesos , gracias á
la protección divina, el Urano los mandó degollar.
SAN JUAN DE LA CRUZ, CONFESOR.—Véase su
vida en el dia 24 de noviembre. El Martirologio
romano lo menciona en este dia.
SAN METRONIANO , ANACORETA.—Pasó su vida
en la soledad , y por lo mismo se ignoran las
principales circunstancias de la misma. Perteneco
á los primeros siglos de la Iglesia.
SAN VIATOR , OBISPO Y CONFESOR , v SAN POM-
PEVO, OBISPO Y MÁRTIR. —De ambos hace mención
el Martirologio romano en este día. Yiaior
era francés. Fué segundo obispo de Pavía á mediados
del siglo II.
SAN AGNKLIO Ó ANEE, ABAD. — Es muy venerado
en Nepotes, donde Dios hizo por su mediación
milagros muy patentes. Algunas veces (es
tradición piadosa continuada en el Martirologio
romano), estando sitiada aquella ciudad, so lo ha
visto err los aires ostentando la cruz , y libertándola
de sus enemigos. Floreció á fines del siglo
. . . . ~ o
\ 1, y principios oel Vil.
SAN NlCASrO, OBISPO , Y SANTA EtJTROPIA , Y
COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—.Talando en el siglo
V parte de las Gahas un poderoso ejército de bárbaros
germanos , saquearon la ciudad do liheims.
San Nieasio , su obispo, iba do puerta en puerta
alentando á su grey , y fué asesinado junto con
Floreólo, .locondo, y la virgen Entropía. Algunos
autores hacen mención do ellos á 11 de octubre;
pero el Martirologio romano los cita en este dia.
Din 83.
SAN KUSEBIO , OBISPO Y MÁRTIR. — La vida do
san Eusebio , obispo do Yerecli , que es ciudad
de Lombardía , sacaremos de la que so imprimió
pocos años bá por orden del obispo do aquella
Iglesia, Juan Francisco Ronhomio, y de lo que refiere
Vincencio Relovacense en su Historia y el
P. Fr. Lorenzo Surio en el iv lomo , y de lo que
escribe el cardenal Raronio en las anotaciones del
Martirologio romano, y en el m y iv lomo de sus
Anales; y es de esla manera.
2 Siendo sumo pontífice Eusebio, griego de
nación, que lo comenzó á ser el año del Señor do
309 , vino de Cerdeña á Roma una noble y honrada
mujer llamada Restituía , y trajo consigo un
hijo suyo, y ofrecióle al santo pontífice Ensebio,
suplicándole que lo tomase debajo de su amparo,
y le mandase criar y enseñar en toda virtud. Hízolo
así Ensebio , y antes que le bautizase, tuvo
revelación de cuan señalado varón habia de ser:
y se dice que los ángeles por sus manos ie sacaron
del agua del bautismo. Mandóle el sanio pontífice
criar ó instruir en buenas letrcs y loables
costumbres ; y fué lal la instrucción , que mediante
la gracia del Señor y el grande Ingenio y estudio,
vino con el tiempo á ser luz de la Iglesia católica
, santísimo monje v prelado excelentísimo,
y contraveneno y martillo de los herejes arrianos
, de los cuales padeció gravísimas persecuciones
por nuestra santa religión. Esmeróse tanto
en la castidad , que fué perpetuamente virgen: y
para guardarla con mayor recalo , aun á su misma
madre nunca quiso besar en el rostro: y una
mujer deshonesta que pretendía macular la castidad
de Ensebio , en toda la noche no pudo hallar
su aposento: porque los ángeles le apartaban
de él ; y á la mañana, conocida su culpa, se echó
á sus pies y le pidió perdón. Tomó el hábil o de
monje y fué elegido obispo de Vercoli (que en
aquel tiempo era Iglesia cte grande autoridad);
y no por eso dejó los santos ejercicios del monasterio
: anlcs, como escribe san Ambrosio alabándole
mucho , él fué el ¡'rimero que en Italia supo
juntar la penitencia de los monjes con la dignidad
V ocupación de los clérigos , como lo hicieron en
Francia san Martin, y en África san Agustín. En
este tiempo la herejía amana , con el viento y fufa
vor del emperador Constancio, hijo del gran
Constantino , á guisa de un incendio espantoso,
abrasaba lorias las provincias de Oriente y amenazaba
y fungaba á las de Occidente. Viendo, pues,
los herejes arrianos , quo Eusebio habia sido nombrado
obispo de Vercoli, pretendieron estorbarle
la entrada , porque no se sentase en su silla , y
cerraron las puertas de.la iglesia catedral : mas el
santo con su oración las abrió hincarlo do rodillas
delante de la iglesia, y lomó la posesión de ella.
Presidia á la sazón en la silla de san Pedro Libe—
rio, papa, y queriendo apagar el fuego que ardia
y crecía cada día mas , envió una solemne embajada
al emperador^Constantino , que eslaba en
Francia, pidiéndole tuviese por bien que se juntase
un concilio on Milán , v que en él se traíase de
componer y sosegar la Iglesia calóüca, que estaba
tan turbada con los contrarios vientos de las
nuevas v falsas opiniones que se habian levantado:
y como san Ensebio era varón de tan conocida

4G2 LA LEYENDA DE ORO.
santidad y autoridad , escribiólo Liberio una epístola
, mandándole que fuese al emperador con esta
embajada en compañía desús legados, y que trabajase
por la paz y quietud do la santa Iglesia
católica.
3 Ensebio, sin tener respeto á sus años, Irabajo
y peligro, obedeció al mandato de Liberio, y
alcanzó de Constantino lo que deseaba. Juntóse
concilio en Milán, al cual vino el mismo emperador
: y los obispos arríanos, armados de su favor
y furor, procuraron que fuese condenado san Aianasío
(que era el mayor enemigo que ellos tenían,
y á quien nías aborrecían): engañaron y pervirtieron
á algunos do los católicos; pero no pudieron
vencer á nuestro Eusebio y traerle á su voluntad:
y así convirtieron contra él su saña, y le desterraron
y echaron de su Iglesia juntamente con Lucífero,
obispo de Caller en Cerdeña, y de Paulino,
obispo de Tréveris , y do Dionisio , obispo de Milán
, que no había querido consentir y aprobar la
condenación de Atanasio. Desterrados los obispos,
fué grande el llanto de todos los católicos , que se
desentrañaban por ellos , y con sus haciendas los
proveían , y por do quiera que pasaban los hospedaban
y regalaban, como á santos prelados y
confesores de Cristo, que padecían por su santa fé.
Pero dejando á los demás (que no escribimos aquí
sus vidas) , nuestro Ensebio llegó á Scitopoü ¡lugar
de su destierro, y cayó en manos de un arzobispo
amano , llamado Patrólilo , que ora por una
parte el mas fino y obstinado hereje de lodos ; y
por otra hombre (si hombre se puede llamar) lan
fiero y bárbaro, quo prendió á Eusebio y le echó
en la cárcel, y le maltrató en ella, y le apretó do
manera , que muchos dias le tuvo sin comer, para
que ó muriese de hambre , ó comiese de los
manjares que él le daba, pretendiendo, si los comía
, publicar que Eusebio ya se había rendido y
consentido con él, y engañar por este camino á
los católicos: y sí no los comía y se moría , dar á
entender que había muerto de desesperación. Mas
Eusebio no quiso comer de los manjares de los herejes
, porque los católicos no recibiesen daño.: y
escribió una carta á Patrólilo, digna de su santidad
y constancia , avisándole , que si moria de
hambre en la cárcel , todo el mundo entendería
que él le habia dado la muerte , y nó Eusebio toniádosela
con sus manos; y escribió juntamente
otra epístola á su Iglesia de Verceli, consolando á
sus ovejas , y exhortándolas y animándolas á morir
por la fé católica , y contándoles lo que él padecía
por ella , y entre oirás les dice estas palabras.
«Los herejes me dicen muchas cosas y se
jactan de su potencia ; pero yo les quise mostrar,
que ni eran nada ni podrían nada , entregándoles
mi cuerpo como á sayones y verdugos , callando;
y algunos dias que me maltraron, mostró el ánimo
con que recibía sus injurias , con no hablarles
palabra.» Y después les va dando cuenta de la
carta que escribió á Palróíilo , en que le dice la
causa por que no quería comer de lo que él le enviaba,
y de la crueldad que con él habían usado los
herejes arríanos: y dice, (pie eran mas crueles quo
los gentiles y paganos que persiguieron á los santos
DICIEMBRE , 15
mártires ; y así fué tratado de ellos san Eusebio
crudamente: porque habiendo tentado su constancia,
y queriendo persuadirlo que se ablandase y
consintiese á su perfidia , y no pudiendo hacer
mella en aquel sagrado pecho ; le arrastraron con
grande impiedad de los pies poruña escalera abajo
: y lomando muchas veces á preguntarle lo mismo
, y él respondiendo lo que antes habia respondido
; le arrastraron tantas veces (como dice san
Máximo en un sermón ), cuantas eran las que negaba
querer consentir con ellos. Y (como escribe
san Gerónimo) para atormentarle y hacerle padecer
mas; de Scitopoü lo enviaron desterrado á
Capadocia, y aun de allí se entiende, le mudaron
á la superior Tebaida de Egipto. Poro con la muerte
de Constancio quedó por entonces libre de los
arríanos , y fué á Alejandría, donde san Atanasio
(que habia sido restituido á su Iglesia) juntaba
concilio, y de allí á Anlioquía , para componer
las contiendas eclesiásticas que en ella habia: y
por orden del concilio celebrado en Alejandría y
de Liberio, papa , fué visitando las Iglesias del
Oriente, que con la tempestad de los arríanos estaban
caídas y arruinadas , para levantarlas y poner
en ellas ministros católicos, y resistir á los herejes:
y acabando con grande zelo y vigilancia esto,
negocio, volvió el santo pontífice á Italia, ven ella
fué recibido como gloriosísimo confesor y valerosísimo
capitán do Cristo , dejando los caiólicos por
su venida ( como dice san Gerónimo ) el lucro que
antes traian. En Italia hizo el mismo oficio de sacerdote
y médico, como lo había bocho en Oriento
, visitando y recreando las Iglesias con increíble
alegría y fruto de los católicos y pesar de los
herejes: de los cuales finalmente (como se dice
en su vida últimamente impresa , y lo trae el cardenal
Baronio) fué primero arrastrado, después
atormentado con varios suplicios, y apedreado, y
teniendo la cabeza y todo el cuerpo hecho pedazos
, acabó gloriosamente su carrera : y siendo ya
casi de ochenta años, dio su espíritu al Señor, por
cuya gloria habia peleado, y fué al año do nuestra
salud de 371 , imperando Valentiniano y Vélenle
, su hermano. Esto es lo que se dice en
su vida, y por esta causa muchos le llaman á boca
llena mártir; y este título le da el Martirologio romano
(1 de agosto) , y los otros antiguos , y el
epitafio escrito en su sepulcro, y últimamente el
breviario de Clemente VIH. Verdad es que san
Ambrosio y otros santos no llaman á san Eusebio,
sino confesor, y no hacen mención do osle género
do muerte que aquí queda referido. San Gregorio
Turonense refiere algunos milagros de san Eusebio
después de su muerte, y particularmente en sanar
á los endemoniados, y en apagar el fuego ó estorbar
quo no se encendiese en casa del mismo san
Gregorio , por estar allí las reliquias de san Eusebio.
El Martirologio romano pone el dia de
su muerte al 1 de agosto , y en el mismo
dia hacen mención de él los otros Martirologios
, do Reda , Usuardo y Adon ; aunque el breviario
reformado do la santidad do Clemente VIII,
manda hacer conmemoración de él á los 15 do diciembre,
y por esto nosotros le ponemos aquí.

DICIEMBRE, 1G
* Los SANTOS TRF.NEO , ANTONIO , TEODORO ,
SATURNINO VÍCTOR, Y OTROS DIEZ Y SIETE , MÁR­
TIRES.— De ellos hace debida conmemoración la
Iglesia en esle dia. Fueron martirizados en Roma
hacia 2G2, durante la cruel persecución de Valeriano.
Los SANTOS FAUSTINO, LUCIO, CÁNDIDO , CE­
LIANO, MARCO , .ÍANUAHIO, Y FORTUNATO , MÁRTI­
RES.— Sufrieron por la fé de Cristo en Africa , y
el Martirologio romano los menciona en esle dia.
SAN VALERIANO, OBISBO Y CONFESOR. — Siendo
ya esle sanio de mas de óchenla años de edad,
sobrevino la persecución vandálica, mandando
Genserico. Mandóse al anciano que presentase los
vasos sagrados, y negándose á hacerlo, se le expelió
de la ciudad , se mandó que nadie le abriese ,
v permaneció casi desnudo por mucho tiempo en
ías calles, sajelo á la intemperie. Murió mártir en
algún modo , confesando y defendiendo las verdades
calólicas. Según Baronio, murió en 45G.
SAN MAXIMINO, CONFESOR, Y SANTA CRISTIANA,
YÍRCEN. •—De ambos hace mención el Martirologio
romano en este dia. Santa Cristiana , por sus
muchos milagros , obrados en tiempo de Constantino
, atrajo á la verdad muchas almas infieles. Maximino
murió en 520.
SAN FLORENCIO Ó FLANN , ABAD. — Los irlandeses
hacen conmemoración de él en este dia. Menciónale
también san Colgan.
SAN ELEUTERIO, MÁRTIR.—Su madre fué bautizada
por el apóslol san Pablo , y educó cristianamente
á Eleuterio. Este, durante la persecución de
Adriano, fué atormentado, metido en un homo , y
al fin degollado (Galesinio).
IMa 16.
LOS SANTOS AlS'ANÍAS , AZARÍAS , Y MlSSAEL,
MÁRTIRES , Y SAN DANIEL , PROFETA. — Habiendo
el rey de los asirios Nabucodònosor, sojuzgado y
vencido á la ciudad sania de Jerusalen, y tomado
do ella una grande y poderosísima presa , con los
ricos y preciosos vasos del sacro templo , é infinitos
cautivos; triunfante y vanaglorioso se volvió á su
ciudad do Babilonia , y estando en ella, eligió de los
mas nobles hebreos los niños que le parecieron
mas hermosos y dispuestos , para que bien instruidos
en las letras, disciplina y lengua caldea, sirviesen
á su persona y mesa. Entre estos puso los
ojos y afición (por mas gentiles y hermosos) en
Daniel, Ananías, Azarías, y Missael. Eran estos
cuatro hermosos niños tan nobles, que siendo parientes
muy cercanos de los reyes Sedéelas , Ezequías
, y Josías los ilustraba la real sangre de David
, de quien descendían. Hizo el bárbaro rey
que les mudasen los nombres, llamando á Daniel,
Baltasar ; á Ananías , Sydrach ; á Missael , Missach
; y Azarías , Abdenago. Dio asimismo orden
á Asfenez , ó Aschanes, príncipe, ó prepósito de
los eunucos , para que á estos niños los regalase y
diese de comer de su real mesa , y de beber del
mismo vino que él bebía , y (según algunos) que
los hiciese también eunucos. El santísimo Daniel,
que oslaba hecho á seguir la virtud y abstinencia
LA LEYENDA DE ORO. ifiS
de vino y regaladas comidas (aunque lan niño),
como quien se había criado entre los religiosos recaíalas,
ó hijos délos profetas , descendientes del
gran zelador de la honra de Dios , Elias, cuyo hábito
vestían, y cuyo instituto seguían en todo, guardando
perpetua virginidad: de estos, pues, habían
aprendido Daniel y sus tres compañeros los sanios
niños , las virtudes grandes , en que toda su
\ ida se ejercitaron; como son , ayunos, penitencias
y oración , á que se juntaban tres veces cada
día; y porque guardaron perpetua virginidad,
cumpliendo con su instituto y religión eliuna , dijeron
muchos eran eunucos, dándoles ese título por
vírgenes. Pues como el santísimo Daniel fuese algo
mayor de edad que los otros tres niños , sus parientes
, los llamó aparte y dijo : que él estaba resuelto
á no dejar la vida religiosa y abstinente, en
que estaba criado, y que si ellos querían hacerlo
también así, pues sabían era vida sania, que
verían qué medio habían de tener para observarla,
y que sin duda Dios se les daría.
2 Hallólos prontos á su voluntad: porque ellos
tenían la misma; y así lodos cuatro se fueron á
Asfenez, y le dijeron: Nosotros tenemos propósito
de ayunar y vivir según nuestra regla religiosa,
comiendo solo pan y yerbas, y bebiendo solo agua;
y así te pedimos, no permitas faltemos en un
punió á nuestro propósito. Era Daniel tan gracioso
en el hablar, que traia á sí las voluntades de aquellos
á quienes hablaba ; y así le dijo su principo
cariñoso : Yo , niño , bien quisiera darte gusto;
pero temo la indignación del rey, quo si ve vuestros
rostros pálidos y macilentos por la falta del
sustento y regalo , me quitará la vida , juzgando
lener yo la culpa. llagamos una cosa (dijo Daniel):
déjanos ayunar diez días á pan y agua; y
pasados eslos, si vieres estamos mas flacos y descoloridos
que los otros que comen regaladamente
, haremos tu gusto; y si no fuere así , tú harás
el nuestro. Sea así, dijo Asfenez : y como pasados
diez días los viese mas hermosos y colorados quo
los otros, los dejó proseguir en su vida abstinente
dándoles solo pan y agua , y algunas yerbas. Con
oslo aprovecharon tanto en la virtud y letras , quo
no se hallaba quien supiese tanto como ellos: por
lo cual, cumplido el tiempo de su crianza , el rey
los tuvo consigo , y hacia grandísima estimación.
Añadió Dios ciencia á su ciencia, y saber á su
saber , dándoseles infusa en todas ciencias y arles,
mejorando á Daniel en inteligencias de sueños y
visiones.
3 Foreste tiempo (según el común sentir) sucedió
que dos maldilos viejos , jueces de aquel año
entre los hebreos que vivian en Babilonia , siendo
malos y viciosos, y habiendo engañado á muchas
mujeres, diciendo ( para aprovecharse de ellas),
que nacerla de ellas el Mesías que esperaban; hallando
oportunidad . quisieron gozar de la hermosura
do una honestísima señora llamada Susana,
mujer de .loaquin , hombre principal y rico entro
los hebreos: y viendo que ella no quiso consentir
en sus torpezas, hallándola sola y bañándose en
un jardín, donde ellos se habían escondido falsamente,
la acusaron de adulterio v sentenciaron á

4(ì'i LA LEYENDA DE ORO. «ICIEJII;RÜ . 1G
quo fuese apedreada: ysacándola á vista de lodo el
pueblo, el niño Daniel se proso en su defensa; de quo
el pueblo se holgó mucho ; porque lodos deseaban
se librase esta señora de tan afrentosa muerte : y
así, aunque era tan niño , le hicieron juez por disposición
divina. Volvieron al juzgado con Susana,
donde sentado Daniel en su sdla de juez , y lodos
oyendo lo que diria , mandó aparlar a los dos viejos
, y que cada uno de por sí viniese á decir su
dicho. Vino el primero, y dijole el sanio niño:
Viejo en maldades, pues dices haber visto á Susana
cometer adulterio en el jardín ; di, ¿debajo
de qué árbol? Debajo de un lentisco, respondió el
viejo. Tú has mentido en daño de tu cabeza, y el
castigo te vendrá de lo alio , dijo Daniel. Mandó
traer el segundo , y dijole: Casta de Canaan lasciva
, dime, ¿debajo de qué árbol viste á los dos,
que estaban juntos? Debajo de un carrasco , dijo el
mal viejo. También tú has mentido (dijo el niño);
y el ángel del Señor te quilará la vida. Con eslo
siendo convencidos del falso testimonio á vista de
todo el pueblo, fué dada por libre la santísima Susana
con regocijo universal de todos , y sentenciados
á apedrear los dos malditos viejos , y la fama
del niño Daniel se aumentó en gran manera desde
este dia.
4 Tuvo el rey Nabucodònosor un sueño quo
le puso en grande admiración : mas despertando,
aunque le quedó el asombro; el sueño se fué de su
memoria. Alando el rey juntar á los sabios caldeos
, y pulióles le dijesen lo que había soñado , v
su declaración. Ellos le, respondieron, que si les
decia el sueño , se le declararían ; pero que no didóndole
, pedia cosa que ningún hombre en la
tierra podía satisfacer, y solo Dios podía saber lo
que pedia. Viendo el rey que ninguno le decía lo
que habia soñado , condenó á muerte á lodos los
sabios. Daniel , que sabia que él y sus tres corapañeros
también entraban en la sentencia do muerte
, y que los buscaban para ejecutarla , habló con
Arioch , capitan del rey , á quien se habia dado
cargo de la muerte de los sabios , de quién alcanzó
que enti ase con él al rey, para pedirle le diese
tiempo , en quo pudiese alcanzar de Dios el sueño
y su declaración; y señalado el plazo de la noche
siguiente , Daniel y los tres niños se pusieron en
oración , y por ella oyéndoles Dios , dio noticia á
Daniel del sueño del rey , y de lo que significaba :
por lo cual él y sus compañeros le dieron gracias.
La mañana siguiente fué Daniel con Arioch á la
presencia del rey, y le dijo: Lo que tú, ó rey,
soñaste ninguno de los moríales puede saberlo sino
solo Dios , á quien lodas las cosas son patentes; y
así á ti quiso su divina Majestad declararlas al
tiempo que estabas contigo mismo pensando lo
que sucederia de ti y de lu estado: y á mí me lo
reveló para que lo dijese. Es, pues , osle el sueño.
Tú , ó rey , viste una como estatua grande , cuya
vista era terrible. Tenia la cabeza de oro , por quien
se significa tu grandeza y la de oíros reyes de
Asina: su pecho y brazos eran de piala ; y denota
el reino de los persas y medos, que seguirá
al de los asirios , y que, será menor quo él en nobleza
: el vientre era de cobre ; y denota el reino
de los griegos, que en tercer lugar sucederá : las
piernas tenia de hierro, y los pies parle de hierro,
y parte de barro; y daba á entender el reino de
los romanos, que ha do venir en el criarlo lugar,
y con esfuerzo y ánimo de sus capitanes sujetará á
las oirás genios : y asi como el hierro y barro no
pueden bien unirse : así habrá guerras entre los
romanos unos con oíros, de donde vendrán á perderse.
Asimismo , ó rey , viste una piedra quo
cayó de un monte sin manos que la tirasen , la cual
hirió en los pies á'la estatua , y la derribó y se convirtió
toda en polvo , y la piedra creció y se hizo
un monte grande , que ocupó toda la tierra : eslo
denota el reino del Mesías , que durará para
siempre.
5 Satisfizo al rey el sueño y su declaración :
adoró á Dios del cielo , y honró al profola Daniel,
dándolo cargos honoríficos en su reino , haciéndolo
príncipe y gobernador de lodas las provincias de
Babilonia. Mandó que lodos le obedeciesen como
á su misma persona , y por su respelo y honor' hizo
también príncipes á sus Ires compañeros , y les
dio honrosos cargos. Hizo después una estatua suya
Nabucodònosor dorada , de sesenta codos alta y
seis de ancho. Al tiempo que habia de levantar en
alto osla soberbia estatua , mandó que á voz de
pregonero se publicase, como se hizo , que oyendo
la señal de varios instrumentos músicos lodos hincasen
las rodillas por tierra , y adorasen la estatua
, juntándose para eso lodos los principes y magnates
del reino , amenazándoles juntamente quo
el que no la adorase, seria quemado vivo. Estaba
á la sazón ausente Daniel, entendiendo en cosas
de su gobierno ; pero los santos niños compañeros
se hallaron présenles: y viendo que no quisieron
adorar la estatua , confesando y publicando á voces
que no adorarian jamás otro Dios quo al de
Israel ; indignado el rey , y olvidado del cariño que,
les lema , los mandó alar de pies y manos , y echar
en el horno de fuego que oslaba encendido y dispuesto
para el caso : y los que los echaron fueron
abrasados de las llamas; y los tres sanios niños,
quemadas las ligaduras, para que anduviesen libres
, se paseaban sin daño alguno en medio del
luego, alabando y bendiciendo al Señor. Cebaban
el fuego con mucha leña los paganos, lanto quo la
llama subía cuarenta y nuevo codos en alio, sin
dañar en cosa alguna á los quo estaban dentro ;
antes bajó un ángel del cielo á hacerles compañía,
que dividiendo la llama á todas parles , les hacia
viento suave v regalado, de manera que no solo
no les molestaba el fuego á los sanios niños mártires,
sino que antes bien estaban como si fueran
en la gloria. Entonces viéndose lan regalados,
entonaron iodos tres aquel cántico tan celebrado y
repelido en la Iglesia, que comienza: Benedicite
omnia opera Domini Domino: Bendigan á Dios
todas sus criaturas; y prosigue nombrando á las
mas principales del universo. Visto por el rey lo
que pasaba , y admirado de que el fuego no los
quemase , habiendo quemado á sus soldados quo
estaban fuera, y de ver cuatro personas dentro del
horno, habiendo echado solo tres, mandó sacarlos:
y viéndoles sin lesión alguna, pues no los había

DICIEMBRE , 10 LA LEYENDA DE ORO
iocado el fuego ni á un pelo de la ropa; adorando
al Dios cpie ellos adoraban , y alabando lo bien
(pie habian hecho en no adorar á otro, pu¿s era
aquel lan poderoso, los volvió á su amistad y gracia,
y promovió á muchos cargos de grande honra.
6 Después vio Nabucodònosor en sueños un
giando árbol que ocupaba loda la tierra , y en sus
ramas estaban muchas aves, y debajo muchos
animales, y mandaba Dios que l'uose corlado del
árbol lo que estaba eminente sobre la tierra , dejando
las raíces, con esperanza (pie podría reverdecer,
pasando sobre él siele tiempos. Daniel interpretó
este sueño , diciendo, que pasarían por el
rey siete años en que andaría como bestia, por estar
turbada su imaginación , y así andaría como
tal, por los campos, paciendo las yerbas, sin hablar
ni tratar con los hombres. Díjole mas Daniel:
que en este estado, como confesase que habia Dios
en el cielo , cuyo poder era infinito , y se le humillase,
le seria restituido su sentido y reino. Aconsejóle
que remediase sus pecados con limosnas; esto
es, quesería posible evitar semejante castigo, con
quo Dios nuestro Señor le amenazaba, si hiciese
bien á personas pobres y necesitadas : y porque no
tomó su consejo, vino el castigo; vasi parece que
no Ioduro mucho tiempo la devoción y buenos hítenlos
que tuvo, luego que vio á los tres santos niños,
compañeros de Daniel, libres del fuego del
horno, sino es que volvió á ser soberbio como antes.
La bestia, en cuya figura andaba Nabucodònosor,
por la parte anterior parecía buey, y por
la posterior león. Daniel hizo oración á Dios por el
rey, y perseveró en ella muchos dias, y alcanzó
de Dios que los siete años que había de andar en
semejante penitencia, se conmutasen en meses:
con que levantó sus ojos á Dios el rey. reconociéndole
por Señor universal, conociendo su culpa, y
•pidiendo (de la manera quo podia) perdón de elia;
y Dios le perdonó, y volvió su sentido y primer
estado: aunque no luego tuvo el gobierno del reino
; antes por consejo de Daniel le dio á siete varones
sabios, hasta que se cumpliesen enteramente
los siete años, en los cuales hizo penitencia , no
comiendo pan, ni carne, ni bebiendo vino, sustentándose
de solas yerbas, conformándose con lo quo
Daniel le mandaba y aconsejaba, en lodo. Después
de oslo , y de haber oblenido el gobierno do su reino
algunos años, vino á morir, y remaron después
de él dos hijos suyos, Nabucodònosor y Evilmerodach.
Reinando, pues, el primero hijo de Nabucodònosor,
llamado asimismo Nabucodònosor,
sucedió que los do Babilonia adoraban entre otros
dioses un ídolo llamado Bel, á quien el rey y todo
el pueblo tenia en gran veneración; porque decían
los sacerdotes suyos, que cada día so comía cuarenta
ovejas, y una gran cantidad de pan y vino,
según érala carne. Persuadía el rey á Daniel que
adorase esle dios , de quien se decía un portento
lan admirable (¡qué ceguedad del demonio! ¡mirad
en qué virtud fundaba su divinidad, sino es en
ser voraz!): Daniel constantemente afirmaba que
aquel no era Dios, sino figura de metal, y que allí
habla algún engaño. El rey, para persuadir á Daniel,
le llevó al templo, y delante de él hizo po-
ToaoIY.
40o
ner al ídolo toda aquella cantidad de ovejas, pan
y vino , que lodos los (lias se le daba , y salieron
lodos del templo, sellando el rey la cerradura con
su real sello, para que ninguno pudiese abrir. Daniel,
para desengañar al rey, habia dado orden á
sus criados, que con unas cribas echasen ceniza
por lodo el suelo del templo. AI día siguiente fueron
solos a! templo el rey y Daniel : v hallándole
como le dejaron, cerrado y sellado, abrieron y entraron
dentro; y visto quo lalUiba la comida, levantó
la voz el rev, diciendo: Grande es el poder
do esle dios. Daniel entonces dijo mirase al suelo.
Bajó los ojos el rey. v vio pisadas de hombres, de
mujeres y de niños, fueron siguiendo el rastro, y
hallaron una secreta cueva debajo de una ¡osa,
por donde entraban desde su casa (que estaba cerca)
setenta sacerdotes con sus mujeres ó hijos, los
cuales hacian aquel estrago, publicando que el ídolo
se lo comía. Grande fué el senlimicnto del rey,
visto el engaño : por lo cual man :ó matará los sacerdotes;
y el ídolo y templo entregó á Daniel, que
con el zelo heredado de su padre Elias, lo destruyó
y puso por liona.
7 Otro dios tenían también los babilonios, que
era un ferocísimo dragón. Decía el rev á Daniel,
que á lo menos á esle dios vivo y lan feroz podia
adorar. Respondió el santo profeta, que solo á
Dios del cielo adoraría: que aquel dragón no tema
vida verdadera : pues fácilmente la podia perderque
le diese licencia ; y vería con cuánta facilidad
quitaba la vida á su dios. Yo te la doy, dijo el rey.
Daniel hizo una pasta do cosas glutinosas y pegajosas
, y dióla á comer al dragón , el cual luego
que la mordió, los (líenles se le quedaron aferrados,
so le tapó la boca , y faltándole el alíenlo , se
ahogó y quedó muerto. Mostróle Daniel a! rey y
á ¡os suyos, diciendo : Mirad el dios vuestro (pie
presto murió. Indignáronse contra Daniel los grandes
del remo, y decian , que había convertido al
rey ásu lev, y vuéliole judío. Con esto , amotinados,
fueron al rey y dijeron, que si no les daba á
Daniel, le quitarían la vida. El rey temeroso, como
desapercibido , les entregó al profeta; y ellos
lo echaron en el lago do los leones, donde había
siele ferocísimos, á quienes daban de comer todos
los dias dos hombres de los sentenciados á muerte,
y dos ovejas y otras reses ; y entonces de industria,
porque luego, viéndose hambrientos, se cebasen
en el profeta y se lo comiesen, no les habian
dado cosa do comer, ni so ía dieron en seis
días. Mas Dios, no solo le libró de las bocas de los
leones, sino es que también le dio de comer, enviando
un ángel, rpiedesde Judea trajese de un cabello
al profeta Uabacuc, quo iba á llevar do comer
á sus segadores. Habiendo puesto el ángel á Uabacuc
sobro el lago de los leones, Uabacuc dijo así:
Daniel, siervo de Dios, toma la comida que él te
envía. El sanio Daniel dio gracias á Dios: lomóla
comida: satisfizo ásu hambre de seis dias; y el
ángel restituyó á Uabacuc á su patria y lugar de
donde le había traído. Vino el rey al séptimo dia
á llorar á Daniel, juzgándole por muerto; y hallándole
vivo, exclamó, diciendo: Grande es el
Dios de Daniel. Mandóle sacar de allí: y oslando
Sfl

460 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE 16
ya prevenirlo y con gente de guarda, mandó echar
en el lago á los que echaron en él á Daniel, donde
fueron todos despedazados y tragados de los hambrientos
leones en un instante.
8 Murió Nabucodònosor , el II, y sucedióle
en el reino su hermano Evilmerodach. Profetizó
Daniel en Caldea desde el tiempo de Nabucodònosor,
el mayor, hasta el de Darío, rey de los merlos
en Media, adonde el mismo rey Darío le llevó
de Babilonia , y fueron grandes los misterios que
Dios le reveló. Profetizó del Anticristo y del fin del
mundo. También d:ó señal infalible de la venida
del Mesías, y do su muerto, señalando número de
setenta semanas, por donde quedan convencidos
los hebreos ; pues adelantó Daniel á otros profetas
en señalar tiempo cierto y determinado; y cumpliendo
este, como se cumplió, al tiempo que el
Hijo de Dios murió, ofreciéndose en sacrificio asa
eterno Padre en el ara de la cruz, no les queda
que esperar á los desdichados; ó han de decir que
Dios es contrario á sí mismo : lo que confiesan ser
blasfemia, como lo es. Para inteligencia de estas
setenta semanas ó hebdómadas, so advertia que
hebdómadas quiere decir número de siete, y aquí
se tomó por siete años: y así desde el año en que
dio licencia Darío á Nehemías de ir á reedificar á
Jerusalen, á cuyo tiempo dijo á Daniel oí ángel,
por cuyo medio Dios hizo esta revelación, que había
de comenzar la cuenta, y fué á los 3507 déla
creación del mundo, hasta la muerte del Redentor,
que fué el de 3903, pasaron cuatrocientos ochenta
y seis años, que es el número de las setenta semanas
media menos, que así lo determinó el profeta
que habia de ser; porque en la otra media se
confirmó el pacto de que el mismo profeta habla,
y fué confirmarse la ley cristiana en los corazones
de muchos por los milagros de Jesucristo, venida
del Espíritu sanio y predicación délos doce apóstoles.
9 Evilmerodach tuvo tres hijos, de los cuales
el último, llamado Baltasar, estando apoderado
del reino, hizo un convite y cena esplendidísima,
teniendo cercada á Babilonia Darío, rey de los
medos, y Ciro, rey de los persas. Parecióle que
estaba tan seguro en su ciudad, que en menosprecio
de tan poderosos contrarios como le tenían
sitiado, se regocijaba con banquetes y fiestas. En
la cena se mostró tan insolente, que ofendió á Dios
con notable desacato, sirviéndose do los vasos sagrados
que Nabucodònosor, su abuelo, había traído
del templo de Jerusalen, y tenia entre sus joyas
y riquezas, sin servirse de ellas para cosa alguna.
Baltasar, pues, descomedidamente, quiso
que ahora sirviesen á él y á sus convidados, y á
las mujeres de todos, bebiendo sacrilegamente en
ellos. Enojóse Dios, y pronunció sentencia de
muerte conlra él, enviando una mano de hombre
que escribiese en la pared mientras cenaba , una
escritura que ni él ni los convidados entendieron.
A lodos puso temor; y mas al rey. Fue Daniel
llamado á que leyese y declarase las letras. Leyólas,
y decian: «Cuenta, peso y division.» Declarólas
diciendo, que Dios tenia cuenta de lo que
habia hecho, y pesaba sus culpas, y que su reino
se dividirla entre los medos y los persas: y así sucedió;
porque aquella misma noche entraron los
dos reyes Darlo y Ciro, y mataron al rey Baltasar,
y destruyeron la ciudad. Llevó el rey Darío
consigo á Daniel á su ciudad de Media, é hízole
uno de tres varones, á quienes sus sátrapas ó
gobernadores de provincias, que eran cionlo y
veinte , daban cuenta de sus gobiernos: y porque
el rey le estimaba como á su persona misma
, y quería darle el único gobierno y principado
, fué envidiado de los oíros grandes. Estos
hicieron una ley de que nadie pudiese orar por
espacio de treinla días á algún Dios sino solo al
rey, so pena de ser echado vivoá los leones. Esta
ley hicieron por congraciarse con el rey : el cual
la confirmó á petición suya. Daniel cada dia (como
hemos dicho y era costumbre antigua del Carmelo)
hacia tres veces oración á Dios. Los grandes que
estaban á la mira , viendo que hacia oración á Dios,
como antes, se fueron al rey, pidiéndole cumpliese
lo contenido en la ley , haciendo echar á Daniel, á
los leones por haberla quebranlado. El rey se entristeció
mucho, y procuró librarle de la muerte, ó
insistió en ello hasta puesto el sol ; y visto no habia
remedio , dio lugar á que fuese echado en el
lago de los leones , diciendo, que su Dios le librarla
de aquel peligro: si bien lemió mas á los
hombres sus enemigos que á los leones fieros;
y así mandó poner una grande piedra á la puerta
de la estancia ó lago de los leones , dejándola sellada
con su real sello y los de sus grandes y príncipes
, para que ninguno pudiese entrará hacerle
mal alguno. Toda la noche pasó el rey sin cenar
ni dormir, esperando el dia siguiente, el cual venido
, se fué el rey al lago de los leones , y con voz
triste y llorosa , pero con gran confianza que su
Dios le habría librado, llamó ó Daniel : el cual le
respondió al instante , diciendo , que su Dios habia
enviado un ángel que cerró las bocas de los
leones , para que no le hiciesen mal alguno. Gozosísimo
el rey de ver que estaba vivo su amigo,
le mandó sacar del lago y prendió á los que le habían
acusado, y hecho instancia para que fuese
echado á los leones , y echóles en el mismo lago,
siendo de ellos despedazados al instante con gran
fiereza. A Darío sucedió Ciro , que reinó en Babilonia
y tuvo siempre á su lado al santo Daniel,
estimándole en gran manera , como habían hecho
sus antecesores.
10 Murió, al fin,el santo profetaDanielenpaz
en Babilonia , siendo de edad de ciento y diez años
ó mas . el día 25 de julio, según sienten algunos, y
según otros, el dia 16 de diciembre, por los
años 3535 de la creación del mundo. Fué sepultado
en Babilonia en una cueva, sepulcro real,
donde también estaban ya sepultados los tres santos
niños , sus parientes , amigos y compañeros,
que habían pasado á mejor vida este mismo dia 10
de diciembre , aunque algunos años antes: á todos
los cuales, oslo es Daniel, y sus compañeros, llama
mártires gloriosos san Atanasio. Los cuerpos
de estos cuatro gloriosos santos fueron trasladados
de Babilonia á Alejandría, y después á Vonecia,
de donde una pierna do san Daniel fué trasladada

DICIEMBRE, 17 LA LEYENDA DE ORO. 407
a Vercelos, donde hoy so guarda congran venera­ iglesia de Yiena y le nombra en este dia el Martirologio
romano.
SANTA ALICIA Ó ADELAIDA, EMPERATRIZ.—
Rodulfo II, rey de Borgoña, fué padre de Adelaida,
y como muriese en 937, la dejó de solos tres años
de edad. A los diez y seis casó con Lotaiio , rey de
Italia , de quien tuvo una hija liamada Emilia ,
que después ca'só con otro Lotario , rey de Francia.
Enviudó nuestra santa en 949, y desde entonces
toda su afición la puso en las cosas celestiales,
despreciando lo terreno. Muchas y grandes
fueron sus obras piadosas . y murió en olor de santidad
en 999.
cion , conio inestimable tesoro, y la mayor parte
de las reliquias de los tres santos niños se guardan
hoy en Roma con la misma veneración en la
diaconia de San Adriano ; y en Alejandría se
edificó un templo magnifico , para venerar en él
una mano que les quedó de uno de los tres santos
niños. Las vidas de estos gloriosos santos escribieron
, después del Espíritu santo en varios lugares
de la sagrada Escritura , en especial en el
lib. i do los Macabeos, cap. n , donde los canoniza
por santos , y en la misma profecía de Daniel,
todos los santos Padres sus comentadores , y en
particular san Epifanio, de Vil. et ínter, propilei.,
c. 2 el 10 ; san Doroteo, inSijnops., c. 17;
san Isidoro, de Vil. et obit. sanctor., c. 40; san
Atanasio , serm. ni contra Alíanos; san Gerónimo
, in Daniel.; san Antonino de Florencia , i
p., til. 4 , c. 1 ; san Agustin , in Psahn. cxxxu,
l. vm ; el Maestro do las historias , sobre Daniel;
Lirano, in Daniel. ; Beda ; Usuardo; Adon; los
griegos , in Menolog.; Josepho , de Anliq., lib.
c. 11 el 14; Melafrast.; Lipomano, t. xiv, Surto;,
t. iv ; Pedro de Natal., in Calhal. , lib. Y,
c. 17;jVilleg. en el u t. de su (los Sancionan; el
Martirol. rom. ; Baromo en sus anolac. al Mart¡rol.
y Lozana, en sus Anales del Carmen, f. i,
donde cita muchos y gravísimos autores , que afirman
haber sido del instituto eliano los santos cuatro
niños , Daniel y sus compañeros , con grandes
fundamentos y sólidas razones , y revelaciones
, que podrá ver el que fuere curioso , en dicho
tomo i de Lezana , á que me remito por abreviar.
* Los SANTOS VALENTÍN, CONCORDIO , NA­
VAL, Y AGRÍCOLA, MÁRTIRES. — Los cuatro fueron
martirizados por la fé de Cristo durante la persecución
suscitada por Maxtmiano. Valenlin era padre
de Concordio, y ambos, junto con sus dos compañeros
, se alentaban mutuamente en medio de
ios tormentos , á padecer por el verdadero Dios.
SANTA ALBINA , VIRGEN Y MÁRTIR.—­Fué mardrizada
en los tiempos tristísimos de la persecución
del emperador Decio. Es muy venerada en toda la
Campania. Otros , entre ellos Piazza , sostienen la
opinión do que Albina no sufrió martirio , ni vivió
en tiempos do Decio , sino que murió en 382.
SAN IRENTON , OBISPO Y CONFESOR. —De él hace
mención el Martirologio romano en este dia. Fué
obispo de Gaza, en la Palestina. Floreció en tiempo
de Teodosio el Joven.
LA CONMEMORACIÓN DE MUCHAS SANTAS VÍRGE­
NES , MÁRTIRES. — Durante la persecución vandálica,
suscitada por Himeneo, muchas santas vírgenes
fueron martirizadas en África con varios y
crueles tormentos , que ellas sufrieron con admirable
constancia, por los años de 483.
SAN ADON Ó ADONIS , ARZOBISPO Y CONFESOR.
— De nación francés , vino al mundo por los años
de 800 de la era de Cristo. En un monasterio so
dedicó á enseñar la moral y la religión , cosa que
practicaba al mismo tiempo con su ejemplo. En el
año de 858 publicó su Martirologio, que ha merecido
muchos elogios. Fué consagrado arzobispo de
Yiena en 800. Murió en 875. Es honrado en la
SAN BEANO , OBISPO У CONFESOR.'—Es muy
venerado en Irlanda , y en este dia le nombra el
Martirologio romano. Murió en 398.
JHa 17.
SAN FRANCO (Ó FRANCISCO) DE SENA . CONFE­
SOR. — El bendito san Francisco de Sena fué natural
do Groli , aldea de la Toscana , seis millas
distante de la ciudad de Sena. Nació el año
de 1211,á3 de diciembre. Su padre se llamó Mateo
de Lipi,y su madre Celedonia Daniel, labradores
honrados y muy virtuosos. Seis horas antes que
saliese Franco á gozar de la luz , soñó Celedonia
que paria un monstruo horrible é informe , el cual
poco á poco se convirtió en hombre , como la pena
de su madre en consuelo , dándole el Señor á
entender la mudanza de costumbres que había de
haber en su hijo , pasando con el tiempo de ser
bruto á racional , y de las inclinaciones torpes y
obscenas , que en sus primeros años habia de seguir
, á la alteza de virtudes y santidad , con que
habia de pulirle la gracia. Pusiéronle en el santo
bautismo el nombre de FYanco, pronóstico feliz
de sus mejoras ; pues fué tan franco y liberal en
el servicio de Dios , como habia sido en los vicios.
Criáronle sus padres con amor y virtud : v
llegando á los años de la discreción , le pusieron
á las primeras letras , para lo cual le enviaron
á Sena á casa de un deudo suyo , donde,
aunque gastó algunos años, no pasó de leer
y escribir; porque ya su mal natural, ya los malos
lados no le daban lugar de aprovecharse: lo cual
visto por sus ¡ladres, se lo volvieron á casa para
ponerle freno : y viéndole ya mancebo , le inclinaron
á oficio de curtidor, que pide mas fuerzas
que ingenio: pero no lo continuó; porque el trabajo
honesto no era para su genio, y el demonio
le procuraba llevar á lo que su natural prelendia.
Murió su padre: y como era quien lo lema á raya,
presto piso la de la razón; y sin respetar ni obeder
cer á su madre , se entregó á toda suerte de vicios
y maldades, y acabó de perder finalmente el temor
á Dios.
2 Su trato y conversación era con hombres de
mala vida , ladrones , blasfemos, jugadores , rufianes,
y mujercillas perdidas, de aquellas que se
venden por esclavas del pecado. Con tales lados
frecuentaba los garitos, tabernas y lupanares, gastando
los dias y las noches en convites y pendencias
: y como su caudal era ninguno , gastaba á

i GS
cuenta de lo que á oíros robaba. Nadie tenia segura
su hacienda, ni su mujer; porque como fiera
á lodos ofendía: no admilia consejos, y como
frenético tenia por enemigo al médico que procuraba
su cura: huia de los virtuosos , no quería
oir misa ni recibir los sacramentos, ni entrar en la
iglesia , sino es á vero solicitar algunas mujeres,
haciendo la casa de Dios terreno de su apetito.
Afligida la pobre madre de dolor, perdió la vida,
cuya muerte fué nuevo titulo para las disoluciones
de Franco; pues se dejó de decir: Ya desde hoy
haré mi voluntad mas á mi gusto; pues so murió
la mala vieja de mi madre, que en todo me era
contraria. Disipó brevemente la mayor parte de
la herencia , y con ella creció en sus disoluciones;
porque el dinero en manos de un desperdiciador
es lo mismo que en ¡as de un loco la espada. Pero
el Señor, que si le habia figurado monstruo en su
primera edad , juntamente en la mayor le delineó
para santo , dispuso su reducción, dejándole caminar
por su mismo precipicio ; á la manera (dice
san Ambrosio) que una madre deja que se ahile el
hijo de leche , para quitarle el pecho.
3 Abrasábanse en guerra viva las ciudades de
Sena y Orbieto: y Franco, sentando plaza desoldado
, se desenfrenó de modo . que era una aduana
donde todos los vicios registraban lo último de su
malicia. Dioso al juego , y con mas disolución á los
votos y blasfemias, con universal escándalo: quitaba
las mujeres a sus maridos : robábales las haciendas
; y junto con otros bandoleros ni á las vidas
de sus dueños perdonaba. No satisfecho de la fuerza
, usó laminen del arte para hurlar mas á su
salvo, vistiendo diversos trajes, de estudiante,
soldado , labrador, peregrino, borgoñon , francés,
italiano y español, usando barbas postizas, unas
negras y otras blancas, con que engañaba ó lodos
y hacia do las suyas. De esla suerte iba dando
cuerda el Señor á aquella fiera: asi permitía se
dejase arrastrar de sus vicios , para que después la
experiencia le enseñase que son dueños tiranos ; y
al fin , que es primor de Dios usar de reglas torcidas,
para sacar derechos sus renglones. Todo lo
experimentó así Franco; porque continuando su
ejercicio, se sentó una noche á jugar, y habiendo
perdido cuanto lema, hasta el vestido y zapatos,
señalando á sus ojos, dijo á los jugadores: ¿Hay
quien quiera jugarme estos ojos? Porque descreo
de quien los hizo.
i Al eco do esla blasfemia respondió el Señor
con un tan gravo dolor y ardor en ellos, que quedó
ciego del lodo: con que por inútil, y mas por
su disolución, lo echaron de una fortaleza en que
estaba do guarnición. Viéndose arrojado y tan mal
visto de todos, que nodiabia quien le diese un bocado
de pan; haciendo de la necesidad virtud, tomó
por motivo de su reducción la miseria en que se
bailaba. Volvió el corazón á Dios : reconoció los
yerros de su pasada vida; y llorando con grande
amargura sus pecados , los decia y confesaba á voces
: tomaba rigurosas disciplinas, y con grandes
señales de contrición imploraba la divina clemencia
, redimiendo con su dolor el tiempo que habia
malogrado, y decia, que si el león generoso per-
LA LEYENDA DE ORO. Í>ICIEMI)RE , 17
dona á quien se le rinde á sus pies; ¿cómo un Dios
tan bueno no habia de perdonar á un pecador,
aunque tan grande, que se le postraba arrepentido?
Así lo sentía Franco: así lo confesaba; y
pasando con su desengaño á las obras , limpió su
conciencia con una confesión general de sus pecaeos:
borrólos con muchas penitencias y lágrimas:
vendió la poca hacienda que le quedaba , para satisfacer
las muchas que habia robado: loque hizo
(en cuanto pudo) por medio de su confesor. Con
estas diligencias, desnudándose del viejo hombre,
renació nueva criatura , vestido de Cristo. No contento
de los muchos rigores v penitencias con que
maceraba su carne, hizo voto de ir en romería á
visitar el sepulcro de nuestro patrón Santiago. Por
la falta do vista deseó llevar compañía , y hallóla
á medula de su deseo en un mozo de su oficio, llamado
Dato , que también se habia reducido á penitencia.
Como el demonio es gran zahori de sus
daños, y entendió los quo le hablan de seguir de
este viaje , procuró impedirle; y así obligó á Dato,
persuadido de sus parientes , no solo á que no quisiese
acompañarle, sino también á que le disuadiese
de tan buenos intentos , con eficaces razones y persuasiones
blandas. A todas se resistió valerosamente
Franco, respondiendo con gran confianza en
el Señor, y concluyendo así; Su Majestad nos dice,
es verdad , vida y camino : y siendo verdad , no
fallará á quien la busca : siendo vida , la dará á
mis pasos; y siendo camino , jamas quedaré descaminado.
Bien creo padeceré necesidades; pero
eso es lo que busco, para que si con todas las parles
de mi cuerpo ofendí á Dios , todas padeciendo
satisfagan : y así, ni la Inhalación , ni la angustia,
ni la hambre, ni la sed, ni la desnudez, ni los peligros,
me han de apartar de la caridad de Cristo;
ni vo con su favor dejaré el camino: pues en obedecer
su inspiración eslá mi dicha, mi gloria, y mi
contento.
5 Con esta resolución salió Franco á su camino,
y á pocos pasos experimentó la mano del Señor
, y su asistencia ; porque se le aclaró un poco
la vista , y en esle favor conoció que su divina
Majestad so agradaba en si»camino. Confirmóse
mas cuando llegando á la Gascuña , y viendo en
un espeso monte que el camino quo llevaba se
dividía en dos parles, se paró suspenso , sin saber
cuál eligiría. Acudió á la oración , y por ella mereció
oir la voz de un niño , que nombrándole tres
veces , le dijo en su lengua: Franco , toma el camino
de la mano derecha, que por él irás seguro.
Beconocido al favor , se hincó de rodillas , y con
tiernas lágrimas y suspiros , le agradeció, tomándole
por fiador de que Dios le habia de perdonar
sus pecados ; pues quien agasaja al ofensor , perdonar
quiere la ofensa.
6 No le pareció bien al demonio , y ardiendo
en el infierno desús zelos, se le apareció en traje
de peregrino, y mostrando tenerle gran compasión
de verle solo, se ofreció á acompañarle: y lo primero
que hizo fué sacarle del camino , diciendo
iba perdido; y luego comenzó á predicarle y desesperarle
de la misericordia de Dios (porque á
petición suya le habia contado Franco su vida lo-

DICIEMBRE, 17
da); y así le dijo: 0 ciego y miserable! ¿Piesu
mes que tan feos y abominables pecados se han
de borrar con esla romería? ¿Cuatro pasos que
das han de abrir paso al perdón de tantos delitos?
Si por un pecado solo echó Diosa los ángeles
del cielo , y al hombre del paraíso; ¿tú confias
que hallaras perdón , teniendo tantos? Buena es
'a confianza en Dios; pero la demasiada es especie
do locura: porque con la penitencia de pocos
días no se curan las culpas de muchos anos. Vuelve,
vuelve, miserable, á tu patria, y sigue tu primera
vida ; (pie habiendo sido tan desperdiciada,
que vivas bien ó mal, has de quedar condenado.
Mucho turbaron al santo estas palabras; pero dándole
luz el Señor , que le permitió la tentación,
salió de ella con ganancia. Humillóse ante su Majestad
, ó ilustrado con su gracia , respondió al
santo peregrino : Bien sé que mis pecados son
mas que las arenas del mar y estrellas del cielo;
pero la misericordia de Dios es mayor; y asi será
mayor lisonja de su piedad perdonar mayores culpas.
Condeso soy un mar y abismo de miserias;
pero laminen sé que con flacos baluartes de arena
quebranta el Señor sus bríos. Pues ¿porqué
desconfiaré \ o, habiendo dado su vida por pagar
mis pecados? Apártate luego de mí: y si eres ángel
ó hombre, ruega á Dios que me perdone; v si demonio
vuelve á tu horrible cárcel. Quédese para
lí la el
¡esperacion ; y deja para mí, y para oíros
pecadores, la confianza de que nos hemos de sal
var por los méritos do mi Señor Jesucristo. Con
esto huyó el demonio ; y Franco, alumbrado del
Señor, volvió á su camino, que siguió felizmente,
dando á sn divina Majestad infinitas gracias, por
haberle librado de tan poderoso y asiólo enemigo.
7 En breves chas llegó á Compostcla : visitó
al sanio apóstol; y habiendo recibido en su iglesia
con gran devoción los santos sacramentos de la
confesión y eucaristía, mereció que con nueva luz
del alma le restituyese el Señor enteramente la
corporal , quedando á tanlos favores tiernamente
agradecido , y haciendo rigurosas penitencias.
Viendo cuan bien le habia ido en esta romería,
determinó hacer otras no menos devolas : partió
á Boma , donde habiendo recibido la bendición,
v una indulgencia plenaria del papa Gregorio IX,
gasló en aquella ciudad santa toda la cuaresma:
la cual ayunó á pan y agua, fuera de otras penitencias
y rigores : de allí pasó á visitar otros santuarios
en Italia, Ñapóles y Sicilia, recibiendo en
todas partes grandes favores del Señor, y dejando
ejemplos raros de humildad y penitencia. Visitó
la casa angelical de Nuestra Señora de Loielo: y
haciendo oración á la Madre de Dios María santísima,
sin pecado concebida, le pidió el perdón de
sus antiguos desacuerdos con grande humildad,
confesando cuan ofendida la tenia, habiendo blasfemado
de ella muchas veces. Consiguió el perdón
de la Madre de piedad: y en señal de que estaba
ya en su gracia , tuvo un soberano éxlasis , en el
cual , apareciéndosele con semblante muy alegre
y risueño esla divina Señora, le consoló con gran
caricia , y exhortó á que perseverase en su santo
propósito.
LA LEYENDA DE ORO. .', G9
8 Alentado con lan celestial visita , y favor
tan soberano , so volvió á la ciudad de Sena, en
donde , vestido de un saco , descalzos los pies, y
descubierta al sol y al frió la cabeza, dio mas alio
punto á sus rigores. Gastaba las noches en oración
, y lo mas del día en la iglesia : frecuentaba
los sacramentos : oia con grande atención los
sermones ; y descoso de edificar á los que con
sus obras y palabras había escandalizado , salia
de noche por las calles , diciendo á voces: Pecadores,
convertios á Dios, y haced frutos dignos de
penitencia. Ibaso á los lugares públicos , y desnudando
sus espaldas, las castigaba rigurosísimamente
con cadenas de hierro , dando , con lan rigurosa
penitencia, enseñanza para la que debían
hacer los mas divertidos. Entraba en las casas do
juego , y en sustitución de Crislo , derribaba las
mesas de los naipes y dados. En las cárceles y
hospitales entraba continuamente : y aplicando á
cada uno su medicina, á todos dejaba mejorados;
porque con obras y palabras predicaba y exhortaba
á la virtud como un apóstol, y hacia admirables
conversiones. Muchos años gastó en estos
ejercicios tan útiles al bien común, como al provecho
de su alma: la cual teniéndola Dios destinada
á la religión de su santísima Madre María,
quiso que esla celestial Señora le enseñase el camino
por donde había de llegar á esla dicha. Estando
un día en la iglesia mayor de Sena, después
de sus acostumbrados ejercicios so quedó suspenso;
y en aquel rapto ó sueño profético, se le
apareció la sacratísima Reina del empíreo , la
Virgen María , sin pecado concebida , cercada de
gran resplandor y compañía de ángeles; y hablan-,
dolé amorosamente , lo dijo : Si quieres saber,
Franco, la vida que has de seguir por ahora,
para no caer de la gracia y amistad do mi Hijo
y vencer á la carne, al mundo y al demonio; deja
al mundo: busca la soledad; y huyo de la conversación
de los hombres.
9 Con esto desapareció la Virgen santísima:
recordó Franco del éxtasis ó sueño ; y se fué á un
lugar yermo (obedeciendo á la divina voz) , en
donde fabricó una pequeña choza ; y escondido
en ella , sin mas sustento que las yerbas que la
tierra sin cultura le daba , continuó algunos años
sus ásperos ejercicios. Asistíale el cielo con regalos,
do que envidioso Satanás . viendo que alma , a
quien él habia tenido por tan suya , cada dia se
retiraba mas de sus lazos; le acometía con frecuentes
tentaciones. La mas fuerte para un pobro
es la codicia : con esla le procuró vencer; pero
salióle mal la traza , que fué así. Murió un caballero
rico de Sena , y enlre otras mandas que dejó
en su testamento, una fué, que arada ermitaño
de los que so hallasen en el territorio de Sena , le
diesen cinco florines do oro , porque rogasen á
Dios por su alma. Ejecutáronlo al punió ¡os albaceas
; pero llegando á la estancia de Franco , no
los quiso recibir, diciendo: No quiera Dios que
quien dejó al mundo y sus cosas , se vuelva á enredar
en ellas : llevaos vuestro dinero ; que yo rogaré
á Dios por el difunto. Viendo su resistencia,
se los dejaron los albaceas sobre una venta-

470 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 17
nilla de la choza donde se estuvieron , hasta que
pasando por allí una pobre viuda, que andaba
recogiendo limosna , para poner en estado una
hija doncella que tenia á pique de perderse por
muy pobre y muy hermosa , pidiendo ella de afuera,
y respondiendo Franco de dentro de su choza;
le dijo tomase aquellas monedas de oro que lo
habían dejado en aquella ventanilla , y encomendase
á Dios á quien las había dejado , sin duda
para que remediase á su hija. Agradóse tanto la
Virgen santísima de esta acción , que la noche
siguiente se le apareció cercada de gran claridad
y hermosura ; y trayendo en su mano un ramo
verde , que en vez de flores tenia muchas monedas
de oro, le dijo : Yo he bajado del cielo por
mandado do mi llijo a darle á entender que tu
vida lo es muy agradable : no temas : persevera;
que la corona del vencimiento se da al que persevera
hasta el fin : y por la caridad que tuviste
con aquella pobre mujer, te dará el premio significado
por estas monedas, que se da en el cielo
á los que fielmente trabajan.
10 Desapareció la sacratísima Virgen : y no
haciendo á Franco confiado los favores ( porque
en los justos al paso del amor va el recelo), se
dló ó mas rigurosas penitencias, doblando los ayunos
, multiplicando las disciplinas y quitando del
poco sueño que á las noches tomaba. Ciñóse al
cuerpo una gruesa cadena de hierro , tan estrecha
y apretada , que apenas so podia mover con su
¡íeso ; pero dándole fuerzas el amor , no solo se
la rodeó al cuerpo , sino que con la continuación
se la incorporó en la carne con tanto deseo de
mortificarla , que ni un solo punto la apartó de
sí hasta el dia de su muerte. Esta cadena le vistió
el cuerpo de llagas; pero él, no contento con ellas,
las renovaba con crueles disciplinas. Es la santidad
como especio aromática , que presto se exhala y
difunde: así la de Franco se exhalaba de suerte,
que su mayor mortificación eran las alabanzas
que los pueblos circunvecinos le daban : pero él,
como verdadero humilde , deseoso de huirlas, se
fué hacia Groti, su patria , y á milla y media del
lugar, hallando un bosque cerrado de malezas,
en lo interior de él edificó una casilla, á quien no
dejó ninguna luz , donde negado á visitas , aclamaciones
y todo alivio humano , gastaba lo mas
del día y noche en oración , favorecido de Dios,
y de su Aladre María santísima , que habiéndole
llevado á la soledad , tenían con él dulces y frecuentes
coloquios; Poro ni aquí quiso tampoco su
divina Majestad que su santidad se ocultase ; antes
bien con una singular maravilla (entre otras)
la aplicó para común beneficio.
11 El concejo de Groti hacia una solemne
fiesta , y para ella convidó á todos los ermitaños
de aquel territorio. ExcusóseFrancocon humildad,
pero venciólo la villa , por disposición divina sin
duda: con que asistió ala fiesta y convite. En
medio de la comida , uno de los convidados, instigado
sin duda del demonio, viendo comer á
Franco como abstinente, comenzó á blasfemar
de su santa vida y acciones , diciendo era un hipócrita
, engañador y falsario, y que ahora se
vendia santo ermitaño, y afectaba el ser bueno ,
cuando no le permitía su vejez el ser malo y vicioso.
Oyó el santo estas injurias con el gusto que
el mas vano pudiera sus alabanzas : y creyendo
por su humildad , que aquel hombre le queria
bien, pues le decía la verdad tan sin rebozo , se
lo agradeció, y después le dijo: Hermano, de mí
se pueden y deben creer peores cosas de las que
me has dicho : solo de una cosa me pesa, que es
el escándalo que has dado á los circunstantes, con
tanto detrimento de tu alma. Entonces el hombre,
tan lleno de pasión como de vino , añadió: Yo
he dicho la verdad en lo que he dicho ; y digo
mas, que así tú eres bueno y te puedes salvar ,
como vober á vivir este capón que está en e!
plato. ¡ Cosa maravillosa! Apenas el maldiciente
acabó eslas razones tan sin razón , cuando el capón
saltó del plato, vivo y vestido de sus plumas,
como eslaba antes que lo destinasen al convite, y
juntamente el demonio se entró en el cuerpo de!
blasfemo , cuyos dolores llenaron de un horror sagrado
á los presentes. Confundióle Franco con la
maravilla : agradecióla al Señor , y no sufriendo
que su crédito fuese á costa de otro , rogó por la
salud espiritual y corporal de aquel hombre : y
haciendo sobre él la señal de la cruz , quedó libre,
del demonio en el cuerpo y en el alma, y todos
los presentes con nueva estimación de Franco
y de su gran virtud y santidad.
12 Con milagros tan patentes temió Franco
¡a gloria vana del mundo y sus honores; pero
porque no se introdujese en su corazón , permitió
el Señor que le tentase el demonio en el pecado
de la sensualidad : así para su humillación , como
para dar nuevo aumento á sus coronas. Estando,
pues, reposando una noche , le trajo á la memoria
los pecados y torpezas de su mocedad , y las
mujeres, con quienes las habla ejecutado. La memoria
encendió el fuego , y su imaginación tan
fuerte batería , que á no valerle el socorro del
Señor , se hubiera perdido. Pidióle favor : armóse
de la disciplina ; pero mas se abrasaba : porque
el demonio , viendo la resistencia , anadia
leña al fuego. Reconociendo que tantas llamas no
eran de su natural, sino de su torpe enemigo , se
desnudó en carnes , y en una cama de zarzas y
abrojos , que contra estas y semejantes tentaciones
tenia prevenida, se acostó; y tanto lo refregó
en las espinas, que salió bañado en su misma sangre.
De aquí so fué á un lago de agua frígidísima
y arrojándose dentro, templó con su frialdad los
ardores de su carne : y por quitarle mas los brios,
volvió á tomar tan fuerte disciplina, que mas parece
tiraba á quitarse la vida , que á huir de la
tentación. Viendo el demonio que no le vahan
sus trazas , buscó otras nuevas. Apareciósele en
forma de una dama muy hermosa , que mostraba
grande compasión en sus dolores , y le dijo : O
pobre y engañado hombre , ¿ qué haces? ¿ Nó sabes
que pecas en quitarle la vida por tu mano?
¿ Nó ves que estos sentimientos, que ha hecho tu
carne, son movimientos naturales , en los cuales
ni hay mérilo , ni desmérito? ¿Para qué así la
afliges y maltratas? Dios me envia para que yo

DICIEMBRE, 17 LA LEYENDA DE ORO. 471
la cuide , y en todo me sujeto á tu gusto , y con
él vivirás , y serás mas provechoso á su Iglesia.
Franco , que luego conoció entre aquellas flores el
áspid , tomando un palo comenzó á esgrimirlo en
el aire , para romperle la cabeza : y haciendo con
él la señal de la cruz en la pared, le dijo: En virtud
de Jesucristo , que te venció en el desierto, te
mando que no me molestes mas, ni dures en mi
presencia. Con esto huyó el común enemigo, confesando
en el ruido y estruendo con que desapareció
, que quedaba por Franco el triunfo y la
victoria.
13 Acabada esta pelea y tentación , viendo
la sagrada Virgen María, sin pecado concebida ,
que el que habia escogido para suyo y de su orden
, se había portado tan animoso , se le apareció
sentada en un trono real , asistida de muchos
cortesanos celestiales : traia en la mano derecha
una guirnalda de varias y hermosas flores, y en
la siniestra el hábito de su religión carmelita; y
dijole : La voluntad de mi Hijo y mia , es que vistas
este hábito do mi religión del Carmen en la
cual , si perseverares , sirviéndonos con toda pureza
y perfección , serás coronado en la gloria con
esta guirnalda. Con esto desapareció la Madre de
Dios; y Franco, agradecido y devoto , procuró
obedecerla. Partió al convento de los carmelitas
de Sena : comunicó con un religioso docto y espiritual
la revelación , y rogóle fuese buen medianero
con el prelado , para quo llegase á conseguir
su santo hábito. El padre prior , viendo su mucha
edad , y que ni habia estudiado para corista , ni
para fuera del coro tenia fuerzas , lo despidió , y
aconsejó perseverase en su vocación de ermitaño;
pues en ella servia á Dios, y edificaba á los
fieles. Mucho sintió el bendito pretendiente la repulsa;
pero alentado de la sacratísima Virgen María,
sin pecado concebida , y echándose á los pies
de los religiosos, ya con ruegos, ya con lágrimas
, consiguió lo que tanto deseaba. Entraron
los padres en el capitulo y con gusto le admitieron
: solo faltaba el dinero para comprarle
los hábitos ; porque no los tenia Franco ni el
convento , que con mas de quinientos años
de antigüedad conservaba su pobreza primitiva.
Entonces llamaron á Franco á la comunidad
: dijéronle como ya estaba admitido , pero
quo era preciso tuviera paciencia, hasta tener
posibilidad para comprarle los hábitos.
ik Tiernamente sintió el fervoroso pretendiente
la detención ; aunque no duró mucho su
pena : porque la Reina del cielo , que lodo lo facilitaba
, envió al convento (al mismo punto) un
ángel en forma de un agraciado mancebo , que
trayendo en sus manos ya cosido y dispuesto el
hábito de la religión, entró en la pieza donde asistía
la comunidad , y dándolo al padre prior , dijo:
Este hábito es para Franco; y al punto desapareció.
Quedaron todos tan pasmados , que en largo
espacio nadie pudo hablar palabra : y cuando
ya pudieron , levantando las manos al cielo y los
corazones á Dios , dieron á su Majestad y á su Madre
santísima las gracias de que trajese á su religión
á un varón tan hijo desús cuidados : y Fran­
co, no menos obligado que reconocido, y mas advirtiendo
en que aquel hábito era el mismo que
traia en sus manos la soberana Reina María ; derramando
muchas lágrimas de ternura y gozo, le
ofreció de nuevo su humilde corazón, por coronarlo,
á sus divinas plantas.
15 Viéndose con el hábito, que tomó el año
1279, y con la profesión á su tiempo , no es decible
los fervores , con que procuró que con el
nuevo estado se conformase la vida : desmentia
con su aliento las carnes : la edad volvió en juventud
: ninguno habia mas diligente en el trabajo ,
mas continuo en la oración , mas ferviente en los
rigores . mas afecto ó la humildad , siendo en lodo
un perfecto ejemplar , de que aprendian los mas
ejercitados en la religión. La vida que en ella
sentó fué de esta forma. Su comida ordinaria no
pasaba de unas raíces de yerbas , y en falta de
ellas, pan yagua : que vino no lo probaba : esta
comida era solo los tres días de la semana ; porque
lunes , miércoles, viernes y sábado , con sola
la sagrada comunión se sustentaba. Su cama era
la tierra desnuda y una tabla. Para enjaular el
cuerpo , hizo unos aros de hierro de dos dedos de
ancho , ligados con unas cadenas , tan estrechos
y apretados, que le entraban por lascarnos. Echóse
una argolla al cuello para padecer de todas maneras
, y que no hubiese parle en su cuerpo que
no particípase su dolor: y para guardar perpetuo
silencio , hizo una bola de plomo do media libra
de peso , y la traia siempre en la boca ; y para no
perderla , cuando se ofrecía sacarla , la traia pendiente
de una cadena de las que ceñian su cuerpo.
En el coro siempre era el primero, sin faltar
por esto á las ocupaciones en que le ponia la
obediencia. Compadecíanse mucho los religiosos :
admiraban aquel espectáculo los ángeles ; y aun
el mismo Dios , sin duda , lo atendía con ternura,
viendo una alma, como mil otros , cargada de tantos
hierros, según lo dio á entender con el suceso
siguiente. Estaba Franco un viernes contemplando
los misterios de la sagrada pasión, y se le apareció
nuestro Redentor puesto en la cruz , cubierto
de las muchas llagas y heridas que padeció en el
Calvario; y mirando á Franco y como consolándose
con él , dijo: Mirad, Franco, lo mucho que
padecí por los hombres ; y lo mal quo lo agradecen.
Con eslo desapareció ; pero dejó al sanio con
tan vivo sentimiento , asi por ver á su Majestad
tan herido , como tan ingratos á los hombres; que
fué providencia particular no se le arrancase el
alma. Tomó luego la-cadena de hierro , y con ella
tan gran disciplina , que salian arroyos de sangre
do su cuerpo. Rogaba al Señor diese ó los hombres
un claro conocimiento y verdadero dolor de
sus culpas , é hizo fabricar una efigie devotísima
de Cristo en la cruz , como se le había aparecido,
y con ella salia por las calles y plazas , predicando
con fervor la obligación , quo á tan buen Dios
tenemos , y el olvido y desagradecimiento de los
hombres.
16 Con esta visión nació en el santo un temor
filial , en que considerando lo mucho que
Dios padeció por él, y lo poco que padecia por él;

472 LA LEYEND. A DE ORO. DICIEJIRRE, 1.7
andaba confuso y dudoso si Dios ic habia perdonado
sus pecados, v si ellos eran la causa de quo
se le mostrase tan dolorido, cuando le consideraba
glorioso, liepelia muchas veces: Si el justo
apenas se sal\a ; ¿qué espera el malo y pecador'.'
V como él se tenia por el mayor del mundo, le
íraia esta consideración en una penosísima congoja.
Para sacarle de (día, le hizo Dios, entre los
demás, dos singularísimos favores, (pie confirman
, cuan acepto era en sus ojos : pues así lo
singularizaba en las finezas. Estando un dia de la
mfraoctava del Corpus disponiéndose para comulgar
; el confesor, por probar su obediencia y resignación
, le mandó no comulgase aquel cha , y reconociéndose
por indigno de recibir tan gran Señor,
se contentase con recibirlo espintualmente en su
alma. Asi lo hizo, sin discurrir en lo que su padre
espiritual le mandó , juzgándose tan indigno
como su maestro v humildad le persuadían. Aceptó
su divina Majestad id sacrificio de su resignación
; mas no quiso privarle de sus provechos : y
así, estando a\ udando una misa, ordenó que cuando
el sacerdote partíala hostia , sallase una parle
de ella , y volando por el aire, se fuese á la boca
de Franco, sirviéndole de Sacramento , y sacerdote
el mismo Señor , en premio de su humildad grande
y singular resignación.
17 El otro fué no menos tierno: porque eslando
en oración delante de un crucifijo , y receloso
si estaba en su gracia y amor (que no
hay rosa mas cercada de espinas , que un justo
de temores), le suplicaba con instancia lo sacase
de aquella perplejidad , mereció que desenclavando
su divina Majestad los brazos de la
cruz, y echándoselos al cuello , por dos veces lo
abrazase y dijese : Franco , no tienes que temer:
persevera en lo comenzado . y alcanzarás lo que
deseas. Si este favor es excesivamente grande,
pondérelo atentamente el devoto y versado en
las divinas historias. Con ser, pues , tan grande,
aun se quedó Franco en sus dudas y recelos. Para
salir de ellas buscó medianeros, y experimentado
en los favores que debía á la sacratísima Virgen
María, le suplicó intercediese con su hijo precioso,
y alcanzase de su misericordia el perdón de sus
pecados. Continuando esta súplica, un sábado se
le apareció esta Señora lan cercada de luz y resplandores
, que los que paseaban la ciudad creyeron
que se abrasaba el convento ; y dijole con
mucha afabilidad y ternura: Franco, Dios ha perdonado
tus pecados, y lodos aquellos por quienes
has rogado han conseguido remedio en sus necesidades,
y lo conseguirás en lo futuro, si perseverares
en la vida comenzada. Con eslas palabras
y otras de sumo favor, desapareció nuestra Señora
; y llegando muchos seglares al convento , y
viendo quo descargaban las luces y el fuego sobre
la celda del santo , asustados repotian : Socorred,
padres , socorred á Franco ; porque se abrasa su
celda. Acudieron todos , y viendo salir de ella
grandes llamas , repararon que ni quemaban , ni
molestaban : con que se persuadieron á que era
sobrenatural el incendio , y mas cuando le vieron
elevado en el aire , los ojos abiertos y vueltos al
cielo , y que hablaba entre sí , aunque nadie entendía
lo que decía, y tan quicio, que nadie podia
moverlo: con que los seglares creyeron oslaba difunto:
pero los religiosos, que tenían experiencia
de sus éxtasis , 1° juzgaron absorto en Dios como
muchas veces lo hallaban. Así duró algún espacio,
hasta quo volviendo en sí, y viéndose cercado de
tanta genio, de suerte se avergonzó, (pie retirándose
á una paide oculta, lomó una sangrienta disciplina,
castigando al igual de las cu'pas que hizo
cuando pecador, la opinión en que ya estaba de
santo.
18 Conociendo que la penilenc.ia que habia
hecho por sus pecados, le habia merecido el perdon
, procuró con nuevo fervor continuarla : y si
hasta entonces habían sido muidlos sus rigores , en
adelante fueron mas en la intención ven el número.
Rascó unos agudos abrojos, v sembrólos entre
el hábito v la carne para vnir siempre atormentado:
otros derramó en una pieza retirada, adonde
á ciertas horas del día se iba á pasear llevando
los pies descalzos , v de noche hincado de rodillas
sobre ellos, continuaba (res y cuatro horas la oración,
ibzo un casco de hierro, y dentro de él una
cruz, en la cual, y en el cerco do aquel puso unas
puntas de acero, en memoria de las espinas de la
corona de Cristo: y para que no le viesen, le traia
forrado con un casquete de paño. A csla gala de
la cabeza, añadió al cuerpo, para Iraerlo mas ceñido
y apretado , una cola de malla llena de ¡as
mismas puntas, la cual estimó mas que á su vida:
pues le halló con ella la muerto , atormentándolo
lodo, de manera, que á no sustentarle Dios como
de milagro , hubiera acallado brevemente la vida
á manos de sus dolores. Con eslo hacia bramar al
demonio, que ya armado de fuertes armas, vuelto
en etíope , feo y disforme , va en osos , leones,
sierpes , y otros fieros animales en quo so transformaba
, \a mudándole las formas de las cosas,
el dia en noche, y la noche en cha , ya desapareciéndole
los instrumentos de la cocina y enfermería
donde asistía , porque le tuviesen por descuidado,
y ya al fin fingiendo la voz del prelado, que
le llamaba para quitarle de la oración y demás
sanios ejercicios en que le veía ocupado , intentaba
apurarle , vencerle y desterrarle ; pero fué
siempre sin fruto : porque conociendo el santo sus
trazas, se reia y burlaba de él y de ellas, y salia
triunfante y glorioso , cuanto Satanás vencido,
corrido y avergonzado.
19 Enriquecido de. eslos triunfos y glorias, lo
dio el Señor ciencia superior á su capacidad , con
la cual, siendo un hombre lego en su profesión, v
rudo en ingenio , hacia unos sermones llenos do
noticias tan provechosas y delicadas , quo se conocía
bien que su caudal era celestial ó infuso.
Oíale el pueblo con mayor provecho, gusto y atención,
que los sermones mas estudiados de los predicadores.
Su tema era el santo crucifijo que consigo
llevaba, enarbolándolo por las callos , plazas
y lugares públicos, donde acudia mas gente, discurriendo
en las finezas de su pasión y vida santísima.
De aquí pasaba á las casas de juego (como
hacia cuando seglar), donde era grande el prove-

DICIEMBRE , 17
clio de su predicación , arrojando primero, como
Cristo, las mesas, naipes y dados con los dineros,
sin que ninguno se atreviese á hacerle contradicción.
Con la ciencia le comunicó también su Majestad
el conocimiento de los sucesos futuros y
¡o mas escondido de los corazones , entregándole
de todos las llaves, como á tan gran amigo suyo.
No me da lugar la brevedad á referir todos los
milagros, profecías y sucesos raros de su vida;
pero diré algunos con brevedad. En Sena habia una
dama principal, muy perdida con su hermosura y
pocos años , por lo cual su fama andaba en lenguas
de todos: oyó Franco un dia murmurar de
ella, y dijo: No juzguéis con tanta facilidad de esa
mujer, que la tiene Dios escogida para vaso de su
elección, como ó otro Saulo. Asi se verificó; porque
se redujo á pendencia , y se acabó su vida
instantáneamente. Oyendo un dia predicar al santo
P. Fr. Ambrosio Salsedoni, del orden de Santo
Domingo , volvió á su convento muy triste:
y preguntándole algunos religiosos la causa de su
desconsuelo, respondió : Nos quiere Dios quitar
al santo padre Ambrosio , el cual morirá (al día:
y así sucedió. Oyendo un día discurrir á su proíesor
en el gran provecho que recibían las animas
del purgatorio con los sufragios de las misas , limosnas
, y oraciones que por eilas se aplicaban.
d:jo : Kir'gole , padre , que luego que pase de
esla vida, me digas una misa. Respondió el confesor:
Yo lo haré si le alcanzare en días : á (pie
replicó san Franco : De parle de Dios le aseguro,
que vivirás un año mas que yo, porque yo moriré
á 11 de diciembre de 1291, y me enierraivs; y
do ahí á un año pasarás de aquesta vida : y todo
fué sucediendo como el santo lo predijo.
20 A esla gracia acompañó la de hacer milagros.
Mordió una víbora á Guido Genio, y no hallando
remedio humano pura atajar la malicia de
su ponzoña, acudió á la intercesión de san Franco,
el cual ungiéndole con el aceite de una lámpara
que en su celda ardia delante una imagen de nuestra
Señora del Carmen , y haciéndole la señal de
lu cruz sobre la herida , quedó sano al iiislanle,
pidiéndole solo en retribución, que no publicase la
maravilla. Cristóbal Crol ti , pariente y develo
de san Franco , llegó á los ohmios vales do la
vida, con una liera perlesía: envióle á llamar: fué
el santo: y viéndole ya agonizando, hizo sobre él
la señal de la cruz, diciendo: No lemas, Cristóbal,
que Dios te dará salud. Con esto se halló al instante
sano y robusto. A dos buenos casados les
nació un lujo deseado , pero ciego : acudieron al
convento, y con muchas lágrimas pidieron al santo
diese vista á su hijo : excusóse entonces con
humildad, diciendo, que solo Dios era el que hacia
milagros : que confiasen en su Majestad , y
obrasen bien; que el Señor enjugarla sus lágrimas.
Así sucedió : porque pocos días después, pasando
el siervo de Dios por su casa recogiendo su limosna,
le sacaron el niño; y el santo entonces, tomando
en sus manos el santo crucifijo (pie traía al cuello
, le dijo : Juan Bautista , mira á tu Redentor
Jesucristo. A esta voz abrió el niño los ojos , y
adoró la santa imagen , con digna admiración de
TOMOlY.
LA LEYF.NDA DE ORO. 470
la gente que asislió á la maravilla : mas el santo,
huyendo sus loores, los dio al Señor á quien tocaban;
y él se volvió lleno do confusión á su convenio.
Otro niño le trajeron muerto; y también lo
resucitó, y volvió vivo á su madre. Estaba una
mujer poseida del demonio, y fieramente atormentada;
ysacando Franco su sanio crucifijo, le dijo:
En virtud de este Señor, te mando que dejes libro
á esta criatura , que compró con el precio de su
sangre. Obedeció al momento el soberbio espíritu,
y con gran estruendo salió de la mujer,sin volver
mas á ofenderla. A esto modo fueron infinitos los
milagros que hacia, que fuera nunca acabar querer
referirlos todos.
21 Vencidos ya por Franco sus tres principales
enemigos, el mundo con el desprecio, la carne
con sus penitencias, y el demonio con tantas victorias;
restaba que el Señor le diese la corona de
justicia que tiene ofrecida á quien legítimamente
peleare. Ya había entrado en los ochenta años de
su edad , cuando el 1 de diciembre de 1291 le
envió su Majestad una calentura lan aguda, que
sobre sus grandes rigores y abstinencias , le debilitó
mucho: y aunque con la robustez de su espíritu
encubría la falla de las fuerzas naturales, con todo
el rigor do la fiebre, y echar mucha sangre por la
boca le dejó lan pálido y descaecido, que al sexto
día perdió del lodo las fuerzas: con que á instancias
del médico y del prior , se hubo de poner en
la cama. Esla fué la tierra dura, hasta que constreñido
con la obediencia , admitió un jergón de
paja , sin sábanas ni otra cosa alguna. Como ya
el Señor años anles le habia revelado el dia de su
muerte, y vio que ya se llegaba, se dispuso en esla
forma. Hizo una confesión general con muchas
lágrimas: recibió los sanios sacramentos de la eucaristía
y extremaunción; é hincado de rodillas,
y con tiernísimas lágrimas , dijo á los religiosos:
Padres mios, bien sé que he sido un religioso muy
imperfecto , y de ningún provecho ni honra á la
comunidad: perdónenme por amor de Dios , y pidan
por mí al Señor, para que extienda sobre este
miserable pecador los brazos de su misericordia,
y se digne de llevarme á su reino. Interrumpió su
mucho llanto sus palabras ; y así fué abrazando
estrecha y amorosamente ó todos , dejándolos no
menos llorosos, que tristes y desconsolados, al ver
que se les ocultaba aquel sol , que con el raro y
singular ejemplo de su gran santidad les ilustraba.
22 Era ya el dia 11 , cuando al salir los religiosos
de vísperas , los llamó el santo , y pidió se
fuesen delante del Santísimo sacramento , y le suplicasen
no permitiese le acometiese el demonio
en aquella última hora de su vida , por ser en la
que él procura con mas esfuerzos que el hombro
desespere de la divina misericordia , poniéndolo
delante sus pecados. Pero que anles de ponerse el
sol no le dejasen solo; porque entonces seria mas
peligroso el combate. Temió el infernal drogon la
fuerza de la oración de una comunidad santa ; y
así no se atrevió á entrar en la celda de Franco:
pero vistió el aire de tinieblas tan repentinamente,
que dejó tan llena de asombros, como de sombras
laciudau toda. Antes de ponerse el sol volvieron
GO

474
LA LEYENDA DE ORO
enfermo, y dándole una capilla
los religiosos á la celda del
fuerzas el amor , les hizo una plática espiritual
loda divina , á cuyos ecos, y á la presencia de un
resplandor divino que se desprendió del cielo, huyeron
las tinieblas, y quedó clara la ciudad, y el
convento tan lleno del resplandor celestial , que
parecía ardia en vivas llamas. La gente antes atónita
. y con lan repentina mudanza consolada,
acudió luego al convenio: llegó á la celda del sanio,
que parecía un cielo en la claridad y resplandores
que en ella habia; y acompañando con suo lágrimas
las de los religiosos, aquel abrasado fénix , despidiéndose
de lodos, les dijo: Hermanos mios,
quedaos en paz. Y lú, buen Jesús, y Dios mió,
recibe en tus manos mi espíritu: y con estas
palabras se lo entregó con grande quietud y consuelo.
23 Al mismo punto comenzaron á resonar en
su celda muchas voces celestiales, que alabando á
Dios y al santo, en solemne procesión acompañaron
aquella dichosa alma á su reino, y con ellos
caminó aquella luz celestial: con que á poco espacio
cesaron la luz y las voces , y puesto el sol
material, declaró que se ausentaba también el del
Carmelo, dejando el cuerpo santo en la tierra por
prenda de que en el cielo tenemos segura su intercesión.
Toda la noche y día siguiente veló el
santo cuerpo la ciudad , sin permitir fuese enterrado
hasta el día de santa Lucía gloriosa , siendo
tanta la gente que acudía , y los milagros y portentos
que hacia el santo , sanando ciegos , cojos,
tullidos , mancos , leprosos , paralíticos y endemoniados
, que fué lástima que con tanta brevedad
les quitasen á los enfermes un tan celestial y divino
médico, que lan liberalmente y de buena gana curaba
á todos.
24 Pero ni pudieron dejar de darle el debido
sepulcro; porqueá no hacerlo no le dejaran cabellos
ni hábitos , pues todos se ios corlaban para reliquia
: ni tampoco se puede decir que se le quitaron
ó los enfermos con enterrarle, porque su
sepulcro era una botica milagrosa para todas dolencias
y enfermedades: pues acabado de enterrar,
hizo tantos milagros, sanando endemoniados y diversos
enfermos, y resucitando muertos/-que fuera
nunca acabar el referirlos : baste, pues, uno, con
que concluiré por muchos.' Pedro Pablo, de la
parroquia de San Estovan de Sena , salió á un camino:
y dando en manos de unos salteadores , le
dieron tantas puñaladas , que lo dejaron por muerto
, y ellos se pusieron muy conlenlos á repartir el
dinero que llevaba. Entre tanto el herido, viéndose
agonizar sin defensa ni remedio, invocó á san Franco
, de quien era muy devoto; y eso le mereció en
una acción muchos milagros. Aparecióle visiblemerte
el santo , y reprendió de suerte á los ladrones,
que llenos de temor huyeron, dejándose el dineio,
libre el caminante, y tan bueno y sano de sus heridas
, como si en su vida no se las hubieran dado:
con que dando gracias á Dios y á su siervo san Franco
, que en uno supo hacer tantos milagros, prosiguió
su viaje. Con estas maravillas y otras infinitas
, que refieren sus historiadores , fué trasladado
su cuerpo el año 1302; y colocado en e¡ altar de
DICIESniTtE , 17
suya , junto ron las cadenas y aros
con que ligaba su cuerpo, el jacode malla, el casco
de la cabeza y la bola de plomo. encerrado lodo
en una arca muy rica: y el de 1308 , le beatificó
el sumo pontífice Clemente Y , teniendo bastantes
noticias en confirmación de su santidad y milagros
, y de los grandes concursos que en procesiones
y estaciones se hacian á su sepulcro , así de
su patria Groti, como de otros pueblos circunvecinos.
Concedió asimismo el dicho pontífice misa y
rezo propio del santo , que confirmó Dios con un
milagro, enviando una enfermedad tan penosa,
que le quitó la vida, á cierta persona, que sintió mal
de que lan presto se hubiese dado misa propia y
rezo á san Franco. Volvió Dios á confirmar la
gran santidad de su siervo Franco con lo que lo
sucedió al P.Fr. Alonso de la Madre de Dios, varon
no menos sanio que docto , el cual escribiendo
en los Anales del Carmen la vida de san Franco,
según la hallaba en los historiadores suyos , que es
como aquí (aunque sucintamente) queda referida,
y dudase de algunos pasos de ella , pareciéndole
tenia mas encarecimiento que verdad , quiso borrar
unas cosas y templar otras. Al tomar, pues, l.i
pluma con esta intención, se le pasmó la mano, de
suerte que parecia de helado marmol: no podia,
ni pudo moverla en muchos dias, hasta que herido,
mas del arrepentimiento, que del achaque, conoció
su ignorancia , dándole el Señor á entender eia
verdad , y nó exageración cuanto habia escrito del
santo: conque, instruido y arrepentido, depuso su
primera intención , v reconciliado con esta retractación
con el sanio, alzó Dios la mano del castigo,
y él pudo alzar la suya , y moverla para escribir
otras muchas materias. Creamos, pues , con ejecutiva
fé esta admirable vida, para mejorar con
animosa caridad la nuestra ; pues en ella hallamos
ejemplo para convertir pecadores , regla para formar
religiosos y modelo para hacer sanios: todo
lo cual podrán conseguir los que se valieren de la
intercesión é imitación de esle prodigio de la gracia
, que de pecador pasó á religioso, y de religioso
á sanio: el cual es festejado , y se reza en
toda la religión del Carmen á 17 de diciembre;
aunque su glorioso tránsito fuéá 11 , como hemos
ya visto. Tiene una insigne cofradía, con muchas
indulgencias y privilegios , de que gozan los religiosos
de la Obediencia , que la fomentan , y muchos
sacerdotes y personas seculares de todos estados
y dignidades , principes , señores y grandes
de España se precian de ser cofrades de dicha cofradía;
y la real majestad del católico monarca
Carlos II tuvo siempre por religioso lustre ser
hermano de la misma.
2o Escribieron la vida del glorioso san Franco
de Sena el reverendísimo P. M. Fr. Gregorio
Lombardelo, dominicano; Alejandro Caloso; Senense
; Sigismundo Ticio ; Domingo Guillermo,
también dominicano; Cartagena , en el lomoiv de
sus Homilías, hb. XVH , bomil. 3 ; Philippo Meció,
in Yilasanctorum ovil. Carmel.; Miguel Muñoz,
in Propugnáculo Ehw, pag. 318: Coria ; Zegero
Paulo, in Notis ad /Calendar. MechUnense,
pero die 11 aprilis; Casanate, in Paradis. Car-

DICIEMBRE ,18 LA LEYENDA DE ORO.
mei., (inn. 1292; Daniel « Virgine Maria, in
Vili. Carmel., el in Speculo orci.; Fr. Salvador
Siena; José Loneta; Lozana, en el lomo iv de
sus Anales; Fr. Alonso de la Madre de Dios, en
el lomo i de los suyos; Fr. José de Sania Teresa,
en las Flores del Carmelo; y oíros muchos.
* Los SANTOS FLOIIIÁN , CALANICO , Y CIN­
CUENTA Y OCHO COMPAÑEROS, MÁRTIRES. — En
tiempos del emperador lleraclio , solo porque seguían
la lé de Cristo, fueron martirizados en Eleuterépolisde
la Palestina. Murieron en 640.
SAN LÁZARO , oiusro Y CONFESOR.—En la ciudad
de Marsella es honrado en este dia san Lázaro,
obispo, el mismo que según leemos en el Evangelio
, fué resucitado de entre los muertos. Fué
hermano de santa María Magdalena y de sania
Marta , y según dicen, primer obispo de Marsella.
SAN JUAN DE MATA, FNUÜADOR.-—El Martirologio
romano hace también , en esle día , mención
de ese ilustre fundador de la orden de la Santísima
Trinidad para la ledcncion de los cautivos.
SAN ESTUUMIO , ARAD.—Es reputado el apóstol
de la Sajonia. Murió en 779. El sumo pontífice
Inocencio II, en el segundo concibo Lateranense
le mencionó entre el número de los sanios.
SANTA VIVINA , VIRGEN. — Es muy venerada
en Bigardis, cerca de Bruselas , y su ilustre santidad
la han comprobado muchos y manifiestos
milagros.
LA TRASLACIÓN DE SAN IGNACIO, OIIISPO Y
MÁRTIR. — Después del apóstol san Pedro, fué
el tercer prelado que rigió la Iglesia de Antioquía.
En tiempos de Trajuno se había trasladado su
cuerpo á Roma. Después fué devuelto á Antioquía.
Mas por último, en 540, fueron nuevamente
restituidas sus reliquias á Boma donde descansan
en la iglesia de San Clemente.
SANTA OLIMPÍADA , VIUDA. —Fué señora de
ilustre progenie y de opulenta fortuna. Nació hacia
308 , quedó huérfana á poco tiempo , y mas
adelanto casó con un noble rico. Este murió á los
veinte dias de casado. Nuestra santa quiso conservarse
viuda , y se dedicó á la piedad y á la
mortificación del cuerpo. Murió en olor de sanlidad
ó principios del siglo Y. El Martirologio romano
la nombra en esle dia.
SANTA BEGA , VIUDA Y ARADESA. —Siendo señora
opulenta, quedó viuda muy joven, erigió
iglesias , fundó ungían monasterio , y partió para
el Señor en 098.
NUESTRA SEÑORA DE LA O.—En el arzobispado
de Toledo , y en otras Iglesias de España , á
los 18 de diciembre se celebra la fiesta de la Expectación
del parto de la santísima Virgen María,
Reina nuestra, la cual se instituyó con nombre de
Anunciación de nuestra Señora en el décimo concilio
Toledano: porque viendo aquellos santos padres
, quo se congregaron en él, la obligación lan
precisa que nos corre á lodos los cristianos de solemnizar
aquel dichoso y bienaventurado dia , en
que el Verbo eterno se vistió do nuestra carne en
las limpísimas entrañas de la Virgen, que es á
los 25 de marzo, y por eslarcomunmenle la santa
Iglesia ocupada en aquellos dias en llorar la pasión .
del Señor, no le puede relebrarcon la alegría y regocijo
quo debe ; ordenó , que á los 18 de diciembre,
y ocho días antes de su nacimiento , se celebrase
esta fiesta con grandísima, solemnidad:
especialmente que estaba establecido por decreto
do algunos concilios , que en la cuaresma . que es
tiempo de ayuno y penitencia, no se celebrasen
fiestas de mártires (que eran las que en aquella sazón
solamente se celebraban) y la de la Anunciación
siempre cae en cuaresma : y como dice allí
el concilio, ya se hacia esta fiesta en algunas Iglesias
particulares de España. Esle concilio se celebró
el año octavo del rey Recesvinlo , y fué el
último del arzobispado de Eugenio , á quien sucedió
san Ildelónso : el cual , habiendo disputado,
convencido y desterrado á ciertos herejes, que por
nian mácula en la-limpieza de la Virgen , y defendídola
con gran devoción, doctrina y valor, dio
orden que esla fiesta de la Anunciación de la Virgen
se celebrase con título de Expectación del parlo.
También se llama esla fiesta Nuestra Señora de la
O ; porque desde las vísperas de ella se comienzan
en el oficio divino ó decir unas antífonas al Magníficat,
y se continúan hasta la víspera del Nacimiento,
que comienzan en O : y por una ceremonia
particular de la Iglesia de Toledo: porque
acabada de decir la oración de las vísperas de Ta
fiesta de la Expectación, todos los eclesiásticos^
que asisten en el coro dan grandes voces sin orden
ni concierlo, pronunciando esta letra O; para,,
denotar el deseo y ansia que los santos padres del
limbo , y todo el mundo tenia de la venida y nacimiento
de su universal Reparador y Redentor.
2 Porque luego que el hombre cayó y comió del
árbol vedado y con su desobediencia condenó á.
toda su posteridad y á todos sus hijos que habian
de nacer de él;. el Señor por su inmensa bondad y
clemencia , le dio esperanza de remedio, cuando
dijo ó la serpiente estas palabras : « Yo pondré enemistad
entre lí y la mujer, y entre su simiente y
la tuya : y esla te quebrantará la cabeza , y tú andarás
siempre asechando á sus calcañares:» quo
es, armandolazosen todossuspasos y caminos. Esla
sentencia de Dios, pronunciada contra el demonio
, fué después de aquella general caida la primera
luz y la primera gracia y prenda de esperanza
que la divina bondad dio al mundo , y
señaladamente á aquellos que primero fueron matadores
de sus hijos , que [¡adres: los cuales por
esla promesa de Dios entendieron que el fruto de
una mujer, hija suya, habia de confundir al demonio
, y reparar los daños de su desobediencia, y
restituir al linaje humano lo quo por culpa ciedlos
había perdido : y comenzaron á desear y á pedir
al Señor con grandes ansias, que se diese priesa
y acelerase esto remedio. Después fué el Señor
dando otras señales , y fortificando mas sus promesas:
de manera que lodos los sanios y amigos
de Dios entendieron este beneficio incomparable
, que Dios queria hacer al linaje humano
, y deseaban sumamente ver aquel dichoso

V76 LA LEY EN I) ADEOBO. DICIEMBRE, 18
dia , en que habia

DICTTMMM; , !9
rante las crueles persecuciones de la Iglesia en
África.
SAN RUFO Y SAN ZÓSIMO . MÁRTIRES. — Pertenecen
al número de los primitivos discípulos de
los apóstoles, que generalizaron las verdades de la
fé en la Palestina y en la Grecia. Hace do ellos
mención honorífica san Policarpo, y los nombra
también el Martirologio romano. Fueron martirizados
en la Macedonia , en el año de 116.
SAN GACIANO ó GANDION . OBISPO Y CONFE­
SOR. — Vino desde Roma á París á mediados del
siglo III, y predicó la fé principalmente en Tours
de Francia, donde lijó su silla episcopal. Con zelo
infatigable, y rodeado de peligros, vivió así por
espacio de cincuenta años. Fué honrado con milagros.
SAN VINEBALDO-, ABAD Y CONFESOR. — Hijo
de un rey sajón , erigió un monasterio , é hizo en
él vida penitente. En el año de 760 murió practicando
las mas altas virtudes propias de un cris^
tumo.
Bía S».
SANTA FAUSTA , VÍRGEN Y MÁRTIR.—Fausta
fué natural de Cizico , ciudad insigne de una isla
del mismo nombre en Propónlide, é hija ríe padres
nobles, ricos y cristianos, los cuales la criaron
en Inda virtud y religión cristiana. De trece
años quedó huérfana, muy rica, muy hermosa;
pero mucho mas virtuosa : tanto que solo se ocupaba
y ejercitaba en limosnas , ayunos , oración
y meditación de las divinas Escrituras. Pero como
la luz no puede estar escondida , ni la ciudad que
esiá en la. cima del monte , presto llegaron nuevas
de las grandes virtudes de Fausta al emperador
Maximiano , el cual despachó al punto á Cizico
á un sacerdote de sus dioses , privado suyo,
y el primero de su palacio, llamado Evelasio, con
orden de que si podía reducir á la santa doncella
á la adoración de sus dio.-es , la hiciese honores
grandes; si nó la quitase la vida. Apenas llegó
Evelasio á Cizico , cuando hizo venir á su presencia
á Fausta, y lo dijo , que sacrificase á los
dioses. Respondió la sania vírgen : Yo no sacrifico
á estos dioses, que son sordos , ciegos , v sin
sentido alguno. Yo longo á mi padre y esposo Jesucristo
en el cielo , y no puedo dejarle: porque
te advierto, que aunque soy pequeña en la edad,
nú corazón es grande para con Dios. Con esto
Evelasio la mandó raer la cabeza y desnuda atar
á un palo, y azotar cruelmente : lodo lo cual quedó
ejecutado. Pero la sania niña , en medio del
cruel y riguroso tormento, levantó los ojos al cielo:
hizo oración á su dulcísimo esposo Jesús ; y
apenas la acabó, cuando vino del cielo un furioso
relámpago : tal , que muchos de despavoridos y
asustados murieron.
2 Temió Evelasio : y llamando á Fausta, dijo
: Mujer, díme, ¿quién eres? ¿Eres acaso encantadora
, que tales prodigios obras ? Loque só
decirte , es (dijo la sania) que no siento tus tormentos.
Mandó Evelasio hacer una caja ó ataúd,
y poner dentro á la santa vírgen y clavarla muy
LA LEYENDA DE ORO. 477
bien, y después que la aserrasen por medio. Así
lo hicieron los crueles verdugos ; y estando ya cansados
y molidos, dijeron á Evelasio: Señor, ¿qué
haremos con esta mujer? Nosotros ya estamos medio
muertos, y ella está viva : mas ha de ocho
horas que trabajamos en balde , seis sierras hemos
mudado, y ninguna corla en ella: hemos
puesto fuego á la caja, y no le toca , antes ella
se está dentro cantando alegre y suavemente : dinos,
pues , ¿qué haremos? Entonces Evelasio se
volvió á la santa , y dijo : Mujer, yo estoy pasmado
: óchenla años tengo , y jamás he visto prodigios
tales como los que obras; y así te conjuró
por el Dios en quien crees, me digas la verdad
y no me engañes: ¿qué es esto? La virtud divina
(respondió Fausta) , que siempre obra maravillas
¡a cual conocerás presto, si quieres admitir
la verdad que yo confieso. Díme (dijo Evelasio)
la verdad clara y distintamente, que te ofrezco
oirte de buena gana, y con toda atención. Viendo
la santa vírgen la buena disposición que lema
el corazón de Evelasio, comenzó á predicarle: y
tanto supo decirle , y tan bien instruirle en las cosas
de la sania fé católica, que le dejó del todo reducido
, y obrando en él la virtud v gracia del Espíritu
santo, mandó prontamente quitar á Fausta
del tormento y darle libertad , y cuando la vio
sana y buena , quedó en grande manera alegre y
gozosísimo.
3 Un criado de Evelasio se partió á dar cuenta
al emperador de como se había hecho cristiano.
El emperador lo sintió mucho, y llamando á Máximo,
su prefecto , hombre inhumanísimo y cruelísimínino,
le envióáCizico, el cual (habiendo jurado
primero al emperador que jamas creeria en Crislo)
se partió, y llegando á la ciudad , hizo llamar á
Evelasio , y le dijo : Ven acá, cabeza de maldades
, ¿cómo te has atrevido á negar á los inmortales
dioses, y seguir á los cristianos locos? Yo
le juro (respondió Evelasio), que si lú oyes á Fausta
, presto conocerás á Dios vivo y serás dichoso
y bienaventurado. Encendióse en ira Maximino, y
mandó desnudará Evelasio y colgarlo en el ecúleo
y azotarlo cruelmente. El sanio Evelasio , después
de ser cruel y rigurosamente azotado por mucho
tiempo, levantó los ojos al cielo : hizo humilde oración
á Dios , acordándose de las muchas maravillas
que su divina Majestad habia usado con su
esposa Fausta , y al instante quedó libre de aquel
cruel tormento, y sano. Visto por el tirano Maximino
, mandó , que le pusiesen hachas encendidas
á los costados, luciéronlo asi los verdugos:
y el santo pidió á Fausta orase por él; y ella compadecida,
hizo oración á su esposo Jesús, conque
quedó libre de aquel fuego.
k Maximino entonces dijo á Fausta: Díme,
mujer perversa, ¿cómo le atreviste á mudar el
ánimo de un venerable sacerdote , para que negando
á los dioses , se hiciese cristiano? La santísima
niña respondió: Espero en la gran bondad
y misericordia de mi Dios, que tú "también has
de ser, como Evelasio, hijo de la verdad. No
juzgues, ó Fausta (dijo el prefecto), que seré
yo tan necio y loco como ésle. Con esta

1.78 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE. 19
la hizo alar , y colgar del ecúleo , y clavarle
unos clavos en los pies, pero por virlud divina
la sania virgen no senlia tormento alguno : con
cpie cantaba gozosa dulces himnos á su divino
esposo. Desesperado Maximino , lo mandó echar
á las fieras. Vino una furiosa leona, y puesta á sus
jnés la adoró: luego salieron otras muchas fieras
de diversas especies; y todas se postraron á sus
pies, y la adora!on y acariciaron. Viendo e! prefecto
tales y lan estupendas maravillas, quedó
pasmado y rabioso mas que las fieras: asi fiero,
bárbaro y cruel, la hizo traer desnuda, y arrastrar
por las plazas y calles. Viéndose públicamente
desnuda la sania virgen , dijo en su corazón á su
esposo Jesús: Cubre, Señor, esta obra tuya; y
bajó al instante una nube del cielo y la cubrió loda.
o Desesperado Maximino, no sabia cómo atormentarla:
lo cual visto por un criado suyo llamado
Ensebio, le dijo: Señor, si me das licencia, yo
la atormentaré de nuevo, y á tu satisfacción. Yo
le la doy (dijo el prefecto): y el criado hizo que
un herrero trajese diversos clavos, y unos le hizo
clavar en la cabeza , oíros en las sienes, oíros en
los ojos, oíros en los oídos, otros en los pechos,
otros en los brazos, y otros en las piernas, hasta
dejarla toda empedrada de clavos. En este tormento
solo se le oian estas palabras á la santísima
esposa de Jesús: Señor mió Jesucristo, gracias
le doy infinitas : tú, Señor, conoces los corazones:
eres la gloiia y corona de los justos: recibe á esla
humilde é indigna sierva luya : y haz. Señor, que
Maximino le conozca v confieso por solo verdadero
Dios, para que lodos sepan que tú solo lo eres, y á tí
solo se debe la gloria por los siglos. Viendo Ensebio
que no senlia Fausta tan crueles tormentos, y
era vencido de una tierna niña; por no confesarlo,
hizo traer una gran sallen ó caldera , y puesta al
fuego, echar en elia pez, resina, alquebrile y plomo,
y cuando lodo estaba derretido y hervía, hizo
echar dentro desnudos á los dos valerosos é invictos
mártires do Jesucristo. Fausta y Evelasio. Los
dos gloriosos sanios, maestra y discípulo , comenzaron
á cantar salmos ; y al instante el fuego se
apagó, y el plomo y demás ingredientes quedaron
como un baño suavísimo. Entonces Maximino, tocado
de la divina luz, dijo ú voces: Dios eterno,
que con tu infinita bondad y misericordia hiciste
(pie Evelasio fuese partícipe de la corona de tu
sierva Fausta , recíbeme también, Señor, á mí,
humilde y pecador, para que, aunque por laníos
títulos indigno, ¡unto con los dos haga el número
do la Trinidad santísima, que constante adoro y
confieso. Muestra. Señor, en mí, indigno pecador,
tu gran misericordia, para que por tí me salve,
pues tú me redimiste.
0 Luego al punto se abrieron los cielos, y se
dejó ver Jesucristo, rodeado de ejércitos de ángeles
y espíritus gloriosos, con todos los justos, que
resplandecían mas que el sol. Viendo lanía gloria
y tantas maravillas Maximino, exclamó, diciendo:
Señor, recíbeme como á tu siervo Evelasio , y no
le acuerdes de la multitud de mis pecados: bien sé,
Señor, cuan indigno soy de que me oigas; pero
mayor es tu misericordia, que mi indignidad y ma­
licia : recíbeme, Señor, como recibisle al buen
ladrón. Al punto corrió adonde estaba la sartén:
y levantando los ojos al cielo, y signándose con
la señal de la santa cruz , dijo : En el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espírilu santo, también yo
soy con vosotros : y desnudándose á loda prisa y
haciendo la señal de la sania cruz por todo su
cuerpo, se arrojó á la sartén con los dos gloriosos
mártires de Jesucristo , Fausta y Evelasio. Entonces
llena de gozo y alegría espiritual, la bendita
Fausta exclamó diciendo: Gloria te sea dada,
Cristo Jesús, que no quieres que ninguno se pierda,
sino es que todos se salven, y vengan al conocimiento
de la verdad. ¡Qué gozosa estoy, Señor,
en medio de estos dos, como la vid con su
fruto! Recíbenos, Señor, pues tú nos has llamado
para tí. En esto se oyó una voz del cielo, que dijo
: Venid á mí vosotros que trabajáis por mi nombre;
que yo os recibiré en el reino de los cielos.
Oyendo esta dulce voz , quedaron llenos de gozo:
alabaron á Dios: diéronle gracias; y entregaron en
sus divinas manos sus santas almas con grande
paz, gozo y alegría, á los G de febrero, según unos,
á ¡os 20 de diciembre, según otros, ó á los 19 do
diciembre, si es esta gloriosa Fausta (que lo dudo)
la que esle dia Irae el Martirologio romano: porque
una es de Roma, otra de Cizico: una es virgen
y mártir; otra es matrona noble y madre de
santa Anastasia : si bien á esta llama Nicéforo Calixto,
lib. iv, in fin., Flavia, y rió Fausta. Pero
como quiera que sea, ahora sea una misma , ahora
sean dos diversas, esla verdad-se sabrá en la
g'oria, donde las veamos. Escribieron la vida y
martirio de sania Fausta, Peda; Usuardo; Adon;
los griegos in Menolog.; Melafraste; Lipoinano,
lom. v; Surio, lom. i; Pedro de Nalahbus, in Ca-
IhalorjO, ¡ib. viti. cap. 97;el Martirologio romano
y ilaronio en sus anotaciones, y en el tomo v
de sus Anales, año 311, núm. 19, y lom. n,
año 300 , núm. k.
* SAN GREGORIO, OBISPO Y CONFESOR. —Gobernó
en el siglo VI la Iglesia de Auxerre y murió
edificando con su ejemplo á su grey. Se hace do
él conmemoración en esle dia , y le nombra en oí
mismo el Martirologio romano..
LAS SANTAS MAURA Ó MEUIIIS, Y TEA, MÁRTI­
RES.— Murieron cruelmente martirizadas por los
bárbaros , durante la persecución que los sucesores
de Diocleciano fomentaron en Gaza de la Palestina.
Dicen que Tea sobrevivió al martirio , y
murió en la soledad.
SAN TIMOTEO, DIÁCONO Y MÁRTIR. — En la
Mamitania , durante los primitivos siglos de la
Iglesia , fué encarcelado por la fé de Cristo , y
luego arrojado vivo á las llamas.
Los SANTOS CIRÍACO , PAUT.ILIO , SECUNDO,
ANASTASIO, SINDIMIO , Y COMPANEROS, MÁRTIRES.
— Sufrieron por las verdades de la fé, á mediados
del siglo 111 , y murieron gloriosamente en Nicomedia.
Los SANTOS ÜRABIO , ZÓSIMO , PAULO , Y SE­
CUNDO, MÁRTIRES. —-Sucedió en Nicea el marlirio
de esos ilustres varones reinando el emperador
Diocleciano.

DICIEMBRE , 20 LA LEYENDA DE ORO. 479
SAN NEMESIO , Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—
Durante la persecución do Decio fué preso Nemesio
, y como no pudieron acusarle de robo , lo hicieron
de cristiano. El juez lo hizo quemar vivo.
Sucedió su martirio, con el de otros , en Alejandría
, año de 232.
SANTA SAMTANA , VIRGEN Y ABADESA. — Fundó
un monasterio en Irlanda , y murió en 738.
Colgan lo menciona.
SAN ADJUTORIO Ó ADJUTO.— Por entre los
luminosos astros de virtud y sabiduría que brillan
en el firmamento de la Iglesia , se descubre el
glorioso san Adjutorio , á manera del hermoso arco
iris, cpie se describe en el cap. 42 del Eclesiástico.
Normandía , antigua provincia de Francia,
fué la dichosa concha do naciera csla preciosa
perla del claustro benedictino. Su dichosa vida,
cual aromático jardín, fué toda esmaltada con las
balsámicas flores de todas las virtudes , por manera
que desde su cuna hasta el sepulcro fué siempre
amado de Dios y de los hombres : su infancia
una candida azucena do inocencia y simplicidad;
su mocedad un precioso tejido de actos de religión;
su edad varonil un estrellado cielo de vuludes.
Abrasado del amor divino , disgustado del mundo,
v ansioso de volar , cual candido cisne á la cumbre
de la mas remontada perfección ; abrazó el estado
religioso en un monasterio de Manía , ciudad
situada en la diócesis de Chartres, á doce leguas
de París. Su eminente virtud lo elevó á la dignidad
de abad , cuyo encargo desempeñara con el
mayor acierto en dos diferentes monasterios , que
gobernó con edificación de todos sus subditos. Se
cree que uno de estos fué el de Tirón ¡ lugar situado
en la Boecia en Francia sobre el arrovo Tirón
entre Chartres y Nagent del Rotrou. Esta célebre
abadía de la orden de San Benito fué cabeza de
una congregación recomendable , y desde el año
de 1029 , fué de la de San Mauro.
Inflamado por fin este gran santo del amor de
.1 esucristo, encendido en una indecible ternura
con la santísima Virgen , de quien era muy devoto
, adornado de todas las virtudes, y distinguido
especialmente por el don de profecía y de milagros;
después de haberse despedido de sus amados
monjes , y dejando ver en su venerable semblante
una extraordinaria alegría , á vista do los
espíritus celestiales que con arpas de oro en sus
manos acompañaban sus últimos acentos; entregó
su candorosa alma á su Criador, probablemente
en 30 de abriKdel año 1131. Su sagrado cuerpo
fué trasladado á la ciudad de Orleans , y colocado
religiosamente dentro de una iglesia dedicada
á su nombre. La fama de su santidad sonó en breve
por lodos los ángulos de la tierra; y el nombro
de san Adjutorio haciéndose de cada día mas célebre
por sus continuos prodigios y milagros en
favor de sus devotos; es invocado por do quiera
con fervor y confianza : y no solo en Orleans de
Francia , sino también en otros vanos puntos se
han dedicado suntuosos templos á nueslio santo,
mereciendo nombrarse en este lugar el que do
tiempo inmemorial se halla construido en el pueblo
de Olost f diócesis de Yich , en Cataluña , don-
de los fieles acuden á porfía de todas partes á implorar
el poderoso valimiento de san Adjutorio, y
en donde nuestro santo es veneíado con esmerado
culto y devoción por los moradores de Olost, y
pueblos limítrofes.
NOTA. Hacen memoria do san Adjutorio. abad,
entre otros , Saussay en su Martirologio ; el obispo
Equilin y Gaze; y el benemérito abad de san
Pablo don Juan do Zafont y de, Ferrer en su Almanaque
del corriente año 1833 , 'impreso en
Barcelona.
ISea 2tt.
SANTO DOMINGO DE SILOS , CONFESOR. — Fué
santo Domingo de Silos natural de Cañas, lugar
pequeño en la Rioju : ejercitóse de pequeño, como
otro David, en apacentar ganado de su padre , y
después se apartó á hacer vida solitaria v darse del
todo á la contemplación : y pareciéndole mas seguro,
se hizo monje de la orden de San Benito en
el monasterio de San Mi lian, en donde estudió las
divinas Letras, y en poco tiempo aprovechó mucho.
Ordenóse de sacerdote, y diéronle cargo de
cura de Santa María, del mismo lugar de Cañas,
donde habia nacido. Dio tan buena cuenta de esto
oficio, que le volvieron á llamar del monasterio
de San Millan, y allí le hicieron prior. Fué varón
santísimo y señalado en milagros. En su tiempo el
rey don García de Navarra , por su propia autoridad
, y con violencia , intentó sacar y tomar ciertas
joyas, oro y plata de la sacristía del convenio;
y el santo con gran constancia y ánimo resistió á
la codicia del rey , teniendo mas cuenta con la gloria
de Dios, y con la defensa de los bienes de la
Iglesia, tan necesarios para el culto divino, que no
con la voluntad ni indignación del rey: el cual lo
desterró y le echó de su casa de San Millan con
algunos de sus monjes. El santo varón se fué al
rev don Fernando, 1 de este nombre, de Castilla y
de Aragón : fué recibido del rev con mucho amor
y benevolencia , y su fama de santidad comenzó
á extenderse mas por España: v con osla ocasión do
su destierro vino ó ser abad del monasterio de Silos
: el cual habiendo sido antes de los mayores y
mejores santuarios de España, estaba va tan por
el suelo en lo espiritual y temporal, que obligó al
rey don Fernando y á los prelados á buscar remedio
; y no se halló otro mejor, que encomendarle
á santo Domingo: y él en veinte y tres años quo
fué abad , le formó de manera , que podia con razón
contarse por un nuevo y raro milagro del mundo.
Fué admirable el ejemplo de su santa vida,
maravilloso su zelo, y el cuidado que puso en administrar
y enriquecer las almas de sus subditos da
todas virtudes, y el monasterio de bienes, los cuales
el Señor aumentaba , y se los ciaba, como por
añadidura de sus grandes y provechosos servicios.
También resplandeció con muchas y grandes maravillas,
que Dios en vida y en muerte obró por
él, sanando á muchos enfermos , ciegos, cojos, tullidos
y de otras diversas enfermedades. Pero en
lo quo principalmente se señaló, fué en socorrer á

,.80 LA LEYENDA DE ORO.
los. cristianos que oslaban en poder de moros, que
á la sazón eran muchos, y era su entero remedio la
intercesión de esle santo para con Dios. Fué esto
con tan grande extremo , que encomendándose á
él de-de sus mazmorras los cautivos, se hallaban
á deshora en tierra de cristianos, y aun á las puertas
de su monasterio, dejando allí por testimonio
las cadenas, grillos y hierros de su cautiverio, y
reconociendo á Dios por autor de su libertad , y á
santo Domingo do Silos por medianero : y fueron
tantos los despojos de los cautivos que'se pusieron
en aquel convenio , que decían por relian en
Castilla : «No le bastarán los hierros de sanio Domingo.»
Y no solamente traían y colgaban estos
despojos en el templo del monasterio de Santo
Domingo de Silos los cautivos, que por su intercesión
se hallaban libres, sino también en los otros
templos y oratorios de su advocación, como se ve
en la iglesia de Jesús del Monte, que tienen los
padres de la Compañía de Jesús, junto á la villa
de Loranea de Tajuña : la cual, por babor sido
antes ermita de santo Domingo de Silos, liene hoy
dia colgadas muchas cadenas de ios caulivos cristianos,
que por sus oraciones alcanzaron remedio
en sus trabajos y miserias; que es grande argumento
do la devoción que se tenia en estos reinos
á e=te glorioso confesor, y no menos las novenas
que doña Juana Daza, madre de santo Domingo
de Guzman, patriarca y fundador déla orden de
Predicadores, hizo en el monasterio de Silos, velando
en el sepulcro del sanio monje, y suplicándole
que le alcanzase dichoso parto de la criatura
que tenia en el vientre; y él la consoló y regaló,
y se le apareció en su propia forma y hábito, y le
d¡ó nuevas ciertas del bienaventurado hijo que
habia de parir: el cual se llamó Domingo, del
nombre de su patrón y abogado santo Domingo de
Silos: y aun fundó el monasterio de monjas de su
ordenen Madrid, y le llamó Sanio Domingo, por
la devoción que tenia á santo Domingo de Si.os;
aunque con el tiempo , creciendo mas la fama y
el resplandor de su fundador, oscureció el un Domingo
al otro Domingo, y al presente comunmente
se entiende ser la advocación do aquel
convento del padre santo que le fundó, y nó del
otro por cuya advocación so fundó. Finalmente,
habiendo esle gran siervo del Señor corrido gloriosamente
su carrera, cayó malo, y entendió que
se acercaba la hora en que Dios le queria librar
de la cárcel del cuerpo: llamó á sus frailes y dio—
les muv buenos documentos para sus almas, y díjoles
algunas cosas que habían de venir, las cuales
como él las dijo se cumplieron ; y recibidos los
sacramentos , dio su alma al Señor, que vieron
subir al cielo con tres coronas unos niños sin malicia
ni doblez. Su cuerpo fué sepultado en el mismo
monasterio de Silos, que después se llamó de
su nombre. Algunas iglesias de España celebraban
su fiesta el día de su gloriso tránsito, que fué
á los 20 de diciembre, año 1003. Hacen mención
desamo Domingo de Silos algunos breviarios antiguos
de España, y autores de santorales, y en Toledo
hay un insigne monasterio de monjas de la
Orden de San Bernardo, con advocación de santo
DICIEMBRE , 21
Domingo de Silos, que hoy se llama Santo Domingo
el Antiguo.
* SANTO DOMINGO, OBISPO Y CONFESOR.-Se hace
de él conmemoración en Brescia , y le nombra
el Martirologio romano. Natural de Italia , según
Ferrarlo, murió en Brescia en los primeros años
del siglo Vil.
Los SANTOS EUGENIO Y MACARIO , MÁRTIRES.—
Los dos fueron presbíteros, y murieron en 301
en la Arabia , por haber tenido valor para echar
á Juliano el Apóstala en cara sus maldades.
Los menciona el Martirologio romano.
Los SANTOS AMMON, ZENON , TOLOMEO , INGE­
NUO , Y TEÓFILO, MÁRTIRES. —Estando un confesor
en el potro en tiempo de la persecución de Decío
en Alejandría, ya vacilaba en la fé , cuando
aquellos sanios, que eran soldados , le animaron á
ser constante. Súpolo el juez , y los hizo martirizar
, como á cristianos que confesaron ser. Murieron
en 251.
Los SANTOS LIBERATO Y BÁYULO.—Sufrieron
martirio en Roma. Conservó su nombre el Martirologio
de san Gerónimo , que sirvió para formar
el romano.
SAN FILOGONIO , OBISPO Y CONFESOR. — Recibió
educación para el foro , mas prefirió consagrarse
á la Iglesia. Por muerte de san Vital fué
elegido obispo de Anlioquía. Murió en el año do
322. San Crisóstomo hizo de él un merecido panegírico.
SAN PARLO DE LATRO, ERMITAÑO.—Desdo joven
abandonó el fausto de la riqueza , y abrazó la
vida eremítica para mayor g'oria de Dios. Murió
en 916.
SAN JULIO . MÁRTIR.—Fué martirizado por los
gentiles en Gelduba de Tracia , durante la persecución
de Diocleciano.
» ! S Í ¡SI.
SANTO TOMÁS Ó TOMÉ, APÓSTOL.—Fué sanio
Tomás de nación gahleo , y pobre pescador, y uno
de los doce apóstoles, que Dios nuestro Señor escogió
para predicadores de su Evangelio , y conquistadores
del mundo : y parece que entre los
otros apóstoles fué uno de los mas aventajados;
pues la santa Iglesia en el canon de la misa , y en
las leíanlas le pone luego después de san Juan , y
en el qumlo lugar. Lo que hallamos de esle glorioso
apóstol en el sagrado Evangelio, es primeramente
, que cuando Crislo nuestro Señor quiso
volver á Judea para resucitará Lázaro , diciéndole
los otros discípulos que no fuese , y que se acordase
que poco anles los judíos le habian querido apedrear;
solo santo Tomás con grande ánimo le dijo:
Vamos nosotros también y muramos con él: que
es señal del grande amor que tenia á su divino
maestro; pues queria dar la vida por él , y de su
gran constancia y fortaleza: porque aquellas palabras
no son de hombre que lemia , sino de hombre
quo amaba: no de quien ponia espanto, sino
ánimo á los demás: ni de quien creia poco, sino
de quien confiaba mucho. Después de esto , en la
noche de la cena , habiendo el Señor ordenado de

Bir.iEMiíRF., 21 LA LEYENDA DE ORO. h Si
sacerdotes y comulgado á los apóstoles, y haciéndoles
sobre cena aquel dulcísimo y amorosísimo
sermón , entre otras razones les dijo que iba á
aparejarles lugar, y quesabian el camino por donde
iba. Aquí santo Tomás, mostrando el deseo que
tenia de saber y aprovechar , dijo : Señor, no sabemos
adonde vas; ¿cómo es posible que sepamos
el camino? Y con ocasión de esta pregunta
respondió el Señor una sentencia maravillosa y
suavísima , y de gran consolación para todos los
fieles: Yo (dice) soy el camino, la verdad y la
vida : porque (como dice san Cirilo) Cristo es camino,
enseñándonos lo que habernos de hacer: es
verdad , que con la luz de la fé nos alumbra; y es
vida, que nos santifica : y (como dice san León,
papa) es camino de santa conversación , verdad
de doctrina divina , y vida de bienaventuranza
sempiterna : y (como dice san Bernardo ) es camino
en el ejemplo , verdad en la promesa , y vida
en el premio : es camino de los que comienzan,
verdad de los que aprovechan , y vida do los perfectos
: y (como dice san Agustín) según la humana
naturaleza es camino; y según la divina es
verdad y vida. Demás de esto , el mismo dia de
la resurrección de Cristo , estando los otros apóstoles
juntos en el cenáculo, se les apareció el Señor,
y les mostró sus llagas, dándoles á entender
que él era el mismo que antes había tratado y
conversado con ellos, y que ya había resucitado.
No se halló á esta vista santo Tomás, porque estaba
ausente: la causa no se sabe: pero cuando
volvió y supo de ios apóstoles como Cristo nuestro
Señor se les había aparecido vivo , triunfante y
glorioso , y con las señales de las llagas que en
la cruz había padecido , resplandecientes y hermosas;
Tomás dijo aquellas palabras que escribo
el evangelista san Juan : « Si yo no viere con mis
ojos en sus manos las llagas de los clavos, y entrare
estos mis dedos en ellas , y si no pusiere mi
mano en su costado ; no creeré que es él, ni que
ha rosucilado » : las cuales palabras, dalo que algunos
santos doctores, por excusar á santo Tomás,
las han querido interpetrar blandamente, como
san Ambrosio , que dice , que dudó Tomás , no
de la resurrección de Cristo , sino de la manera
conque había resucitado: y san Aguslin , que
dice, que no dijo estas palabras Tomás porque
él dudase , sino por quitar de los otros cualquiera
duda é incredulidad ; y que eran palabras de quien
preguntaba , y no de quien negaba: y san Cirilo
Alejandrino , y san Cauciónelo y Metafrasle , que
por varios caminos las excusan: pero no hay para
que buscar estas interpretaciones y excusas, sino
confesar llanamente que Tomás dudó, y fué incrédulo
, como Cristo nuestro Redentor le dijo : Noli
c.i.se incrédulas, sed fidelis: No quieras ser incré­
dulo, sino íiel : y permitió el Señor que cayese,
para que no cayésemos nosotros, y que al principio
no creyese, y tocase con sus manos las llagas,
para confirmar nuestra fé y sanar la infidelidad de
muchos: y así san Gregorio : c¿Pensáis(dice) quo
fué acaso que Tomás escogido discípulo de Cristo,
fallase , cuando él vino a los apóstoles? ¿Y que
después viniendo, oyese: oyendo, dudase: du-
TOMO IV.
dando, palpase: y palpando, creyese? No se hizo
esto acaso, sino por dispensación divina. Porque
la soberana clemencia del Señor trazó las cosas
de manera , quo dudando el discípulo, locase en
su Maestro las llagas de la carne , para sanar en
nosotros las llagas de la infidelidad : porque mas
nos aprovechó para despertar nuestra fé la infidelidad
de Tomás que la fé de los otros discípulos
: porque cobrando él la fo por focar las llagas,
nuestros corazones se establecen en la misma
le y desechan todas las dudas que nos pueden inquietar.»
Esto es de san Gregorio: y san Aguslin
dice: ((¡Qué buena fué la ignorancia que instruvó
á los ignorantes y enseñó á los incrédulos! ¡ Que
provechosa fué aquella incredulidad que sirvió á
la fé de lodos los siglos!» Mas si Tomás faltó y
poco tiempo fué incrédulo , presto se levantó y recompensó
aquella culpa con una perfectísíma y
excelentísima confesión de su fé : porque ebbenignísimo
Salvador, como vigilante y amoroso pastor,
viendo á aquella oveja fuera de camino, la
recogió y redujo á su rebaño; y tornando después
de ocho chas á aparecerse á los apóstoles
, estando con ellos Tomás , y habiéndolos saludado
, se volvió á él y le dijo: Peni aquí un dedo v
mira mis manos : extiende tu mano y loca mí costado
; y no seas incrédulo , sino fiel. Quedó asombrado
Tomás con la vista y dulzura del Salvador,
y entendió que era Dios el que había visto su corazón
, y estando ausente , sabido lo que había dicho:
y tocó (por obedecer) las llagas en aquel
cuerpo sagrarlo y glorioso, esmaltadas y resp'andecientes:
porque aunque para su fé bastaba el
haberlas visto (como dice san León); pero para
nosoiros importaba mucho que las tocase coa sus
manos: y traspasado de amor y atónito con la novedad
, y derretido de gozo, aizó la voz y dijo:
Pominus meas, el Deus mcus: Señor mío y Dios
mío; confesando que aquel Señor que habia sido
crucificado, y ahora veía resucitado, era verdadero
Señor suyo , y Señor de todo lo criado , y que
juntamente era verdadero Dios , y en todo igual
al Padre.
2 Y Hinque parece que creyó Tomás lo que
v
'' todavía (como dice san Agustín) una cosa
s
; te v
vio ; y otra creyó : vio al hombre , y creyó quo era
Dios; y con su confesión y tocamiento de las llagas
nos ensoñó lo que debemos creer, y deshizo
todos los errores que acerca de la gloria de Cristo
los herejes habían de inventar: y por eslo el artículo
de la resurrección de Cristo, en que confesamos
en el credo que resucitó, y decimos aquellas
palabras: Surrexit a moríais; san Agustín
y otros las atribuyen á santo Tomás. Otra vez se
hace mención en el Evangelio do santo Tomás:
porque yendo san Pedro á pescar , llevó consigo
algunos de los apóstoles y discípulos , y entre ellos
á Tomás. Gastaron toda la noche en pescar sin
provecho alguno : aparecióles á la mañana el Salvador;
y estando en la ribera, les mandó que echasen
la red á la parte derecha del navio, luciéronlo
así, y prendieron gran copia de peces, y salieron
con ellos á tierra , en donde los aguardaba el [lijo
de Dios , y allí dio el sumo pontificado á san Pe-

Vgo LA LEYENDA DE ORO.
dro. Eslo es lo que hallamos de santo Tomás en el su cuerpo tan extenuado
sagrado Evangelio : lo demás habernos de sacar
de graves y antiguos autores . dejando algunas cosas
apócrifas sin fundamento, que otros escriben
en su vida.
3 Después que el santo apóstol Tomás recibió
el Espíritu santo con los demás apóstoles, y hubo
predicado en Jerusalen y Jadea aquella doctrina
del cielo , que habia oído á su Maestro y Señor;
apartándose de los demás, se fué por varias y diferenies
provincias y naciones del mundo, para
sacarlas de la ceguedad en que estaban . y alumbrarlas
con la luz del Evangelio. Primeramente
fué á Oriente , donde halló á los tres bienaventurados
reyes magos , que de aquella región, guiados
por la estrella , habían venido á Belén á dar vasallaje
y adorará Dios niño recien nacido, y bautizólos
el santo apóstol , y tomólos por compañeros
en su trabajo y predicación. Así lo dice el autor
sobre San Mateo , que con nombre de san Juan
Crisóstomo anda entre sus obras: y Doroteo y Sofronio
y un calendario antiguo dicen lo mismo.
Demás de esto, envió esle glorioso apóstol á Tadeo,
uno de los setenta discípulos , á Abagaro, rey de
Edesa , para que le predícase el Evangelio , como
Cristo nuestro Redentor por cartas se lo habia prometido
: así lo afirma Eusebio Cesariense en su Historia,
y Nicéforo Calixto. Después ilustró los uredos,
persas, hircanos, y el Martirologio romano
añade los bracmanes y otras muchas naciones, y
con los rayos y resplandores de la luz evangélica
penetró'hasta la India , como lo dice el Martirologio
romano, y se saca de Orígenes , y de Eusebio
Cesariense , y de san Gregorio Nacianceno. San
Juan Crisóstomo añade , que los etíopes fueron lavados
y blanqueados por esle santo apóstol con
el agua del bautismo : y los abisinios , que son
los pueblos de Etiopia , sujetos al preste Juan,
hoy cha tienen particular devoción y reverencia á
santo Tomás, como á su primero y propio apóstol
: y no menos le tienen por ta! los pueblos do
Alemania , como lo dice el obispo Guillermo Lindano,
varón doctísimo: y en aquella provincia
hay templos muy antiguos , dedicados á sanio Tomás
, apóstol: y aun en las parles mas septentrionales
, y casi debajo del mismo polo ártico, hay
iglesias de sanio Tomás, reconociendo aquellas
gentes el beneficio que por medio de su predicación
recibieron. Y no solamente predicó el santo
apóstol á todas estas provincias y naciones; pero
en el Brasil , escribe el P. Manuel do Nobrega,
provincial de la Compañía de Jesús, que fué en
aquella provincia, que los naturales de ella tienen
noticia de santo Tomás, y de haber pasado por
aquella tierra , y que muestran algunos rastros y
señales de ello, las cuales el mismo padre habia
visto por sus ojos. Pero donde el santo apóstol mas
tiempo vivió , fué en la India oriental, como en
propia y particular provincia que el Señor le había
encomendado para labrarla y cultivarla, y
sembrar en ella la semilla del cíelo. En esta provincia
dice Simeón Metafrasle que entró santo
Tomás muy humilde y muy pobre , sus cabellos
crecidos y desmelenados, el rostro amarillo y seco,
DICIESCIÍE , 21
que mas parecia sombra
quo cuerpo , cubierto con un vestido viejo y rolo:
de esta manera despreciado en los ojos de la gente,
y rico con el tesoro de Cristo , que llevaba en su
corazón , comenzó á predicar que los dioses quo
adoraban eran falsos, y que no habia sino un Dos
vivo y verdadero , criador del cielo y de la tierra
, y Salvador del género humano , Jesucristo,
confirmando con innumerables milagros su predicación
aposlólica , y convirtiendo á muchos á
nuestra santa religión. Por esto los enemigos de
ella y amigos del cullo de sus falsos dio.es , lo
alancearon y mataron; y el santo apóstol, libre do
las miserias de esta temporal y breve vida, se fué
á gozar de la eterna ; y su martirio fué en la ciudad
de Calamina , que ahora se llama Malipur ,
ó 21 de diciembre , y en el año de Cristo de 7o ,
según Onufrio , imperando Yespasiano. Esto es
lo que se tiene por cierlo , sacado de buenos y
graves autores. Otras cosas hay ó fabulosas , ó
menos ciertas y probables: y Gelasio, papa , da
por apócrifos los actos de santo Tomás, y antes de
Gelasio. san Agustín los tuvo por sospechosos.
Oíros libros con nombre de esle sanio , intitulados:
Circuilus, Actas, Evangelium, et Apocalipsis
Tomie, son reprobados por san Atanasio,
Epifanío, Inocencio papa, Cirilo, y por Gelasio
papa. Y puesto caso , que en la vida de sanio
Tomás, que escribió Abdías Babilónico , á quien
otros autores modernos han seguido, puede ser ,
que haya algunas cosas verdaderas; pero como
no sabemos cuáles son , y eslán mezcladas con
otras falsas y reprobadas de la Iglesia ; es bien
quo nos guardemos de ellas , para que no afirmemos
lo incierto por cierlo , y lo falso por verdadero.
Pero no será contra eslo el referir aquí , lo
que en la India, donde predicó el sanio apóslol ,
se tiene comunmente por cierlo de su predicación,
vida y muerto, según lo escriben los padres de la
Compañía de Jesús , que hoy dia andan por aquellas
mismas tierras , alumbrando á los gentiles y
reformando á los cristianos , y haciendo oficio do
apóstoles del Señor. Dicen, pues, que el apóslol
santo Tomás comenzó á predicar en la India por
la isla de Zocotota , y que allí hizo algunos cristianos
: de allí pasó á los reinos do Caranganor, y
Colon, que son de malabares: y que después atravesó
las altas sierras de la India , y pasó á los reinos
de Narsinga, é hizo su asiento en la ciudad
do Malipur, y por olro nombre Calamina , que
está junto al golfo de Bengala ó Coromandel. En
esta ciudad , dicen que fabricó un templo , con
ocasión de cierlo milagro que hizo , trayendo muy
fácilmente una viga do inmensa grandeza, quo _
mucho número de hombres y elefantes no podían
mover , y que en esta iglesia puso una cruz de
piedra, con una letra que decía : «Cuando llegare
el mar á esla piedra, por divina ordenación vendrán
hombres blancos de tierras muy remotas á
predicar la doctrina que yo ahora enseño , y á
renovar la memoria de ella.» Dicen mas: que cuando
los portugueses conquistaron aquella tierra , ya
entonces llegaba el mar á aquella piedra : de lo
cual tuvieron grande admiración y consuelo los

DICIEMBRE , 21
ensílanos. Y añaden , que habiéndose converlido
el rey Sugamo , que á la sazón era señor de
aquella berra , y oíros muchos con él, por la predicación
del sanio apóstol , los bracnianes y
sacerdoles cobraron grande enojo y saña contra
él : y no habiendo podido con calumnias y embustes
derribarle, se determinaron á matarle, pareciéndoles
que mientras él viviese, ni ellos ni
sus dioses serian estimados como soban : y así un
dia , estando el santo apóstol en una cueva, como
media legua de la ciudad, haciendo oración como
solía delante de una cruz, que lema esculpida en
una piedra , arremetiendo á él como lobos rabiosos
, hiriéndole con palos y piedras,uno de ellos
le atravesó con una lanza , de cuya herida cayó
muerto. Tomaron el santo cuerpo sus discípulos,
y sepultáronle en el templo que él mismo había
edificado . y con él pusieron un pedazo de la lanza
con que había sido muerto , y el báculo que
traia , y un vaso en que recogieron alguna tierra
de la que había sido regada con su preciosa sangre.
Eslo es lo que do la ludia escriben , y lo
que los naturales tienen escrilo en sus anales , y
lo que cantan comunmente por las calles los niños
malabares en su lengua.
4 El cuerpo de esle glorioso apóstol , dice el
Martirologio romano que fué trasladado de la India
á la ciudad de Edesa en Mesopolamia , y que
de allí fueron iraidas sus preciosas reliquias á la
ciudad de Orlona. Sócrates , Sozomeno , Rufino
y olios autores graves hacen mención de esla
traslación , y escriben que en Edesa se le edificó
un solemne templo ( al cual venían en romería
los fieles de muchas y dislanles provincias de la
cristiandad por su devoción : v san Juan Crisóstomo
añade, que tenían en tan gran veneración
el sepulcro de santo Tomás, como el de los apóstoles
san Pedro y san Pablo : y el obispo Equilmo
refiere un milagro , que se hacía de un sarmiento
seco , que ponían en las manos del santo apóstol
cada año, la víspera de su fiesta, y el dia de ella
se hallaba verde , y con un racimo de uvas , con
grande admiración de todos, suponiendo que estaba
en Edesa el cuerpo del sanio apóstol. Ríen
puede ser, que por habei se edificado en Edesa
templo á santo Tomás , y haber él enviado á Tadeo
( como dijimos) al rey Abagaro , y convertido
aquella ciudad . se haya creído que su santo
cuerpo oslaba allí sepultado , ó ( y es lo mas probable
) por haberse traído de la ludia allí alguna
reliquia , y parte de su cuerpo.
LA LEYENDA DE ORO.
5 Mas los autores modernos , graves y dignos
de fé , afirman estar hoy día en la ciudad de Mabpur
, donde fué martirizado, y traen tan ciertos
testimonios , que no se puede dudar de ello: porque
siendo rey de Portugal don Juan el III , el
año de 1523 , cavando dentro de una capilla , y
rompiendo un muro debajo de dos grandes piedras,
se halló el cuerpo del sagrado apóstol , y junio á
él la lanza con que le martirizaron , y un bordón
con que andaba: y don Duarte de Metieses, virey.
mandó labrar allí una iglesia , y poner en ella en
una arca de piala el cuerpo del sanio apóstol: por
cuya devoción muchos portugueses vinieron á po-
blai aquella ciudad .
483
y por honra del sagrado
apóstol se llamó después ciudad de Sanio Tomás.
Esto refiere don Juan do Barros , diligente historiador
portugués , en la lercera década de Asia.
Y el obispo Gerónimo Osono , varón doctísimo y.
de grande autoridad , al fin del libro m de la
Historia del rey Manuel de Portugal escribo , quo
en el año del Señor de 1572 , el obispo de Cocmn
(que es en la India ) envió al infante cardenal
don Enrique (que después fué rey asimismo de
Portugal) una información auténlica , en la cual
se coulenia : que en la. ciudad de Malipur, ó dé
Santo Tomás, en la iglesia, que por tradición setiene
ser el lugar donde fué martirizado , se muestra
una cruz corlada en piedra, con algunas manchas
de sangre , los remates de la cual son unas
flores de lis , y en el de en medio una paloma ,
y sobre ella un arco con ciertas letras incógnitas ,
todo de una pieza. Tiene toda la ciudad devoción
de asistir á una misa que se dice con grande solemnidad
, en honra de la Anunciación de la Virgen,
cada año el dia de la fiesla de su Expectación
, á los 18 de diciembre , y tres días antes de
la fiesta de sanio Tomás. Sucedió que el año de
Cristo de 1571 , al tiempo que en la misa se decia
el Evangelio , viéndolo lodos los que estaban
piesenles, la cruz comenzó á destilar sangro por
las manchas que se ha dicho tenia : y fué en lanía
cantidad , quo el sacerdote que decia la misa ,
limpiando con los corporales la sangre , quedaron
bañados en ella , y la cruz con mejor lustre que
primero. Causó esto grande admiración y devoción
ó los que allí estaban , y alabaron todos á
Dios. Lo mismo sucedió otros años el mismo dia ,.
y á la misma hora. Leyeron aquellas letras in—
cogiólas , que dijimos , dos bracmanes muy doctos
entre indios , y sin saber el uno del otro , se conformaron
que decia así: «Tomás varón divino, enviado
por el lujo de Dios y su discípulo, fué á los
reyes de Sagamo , para dar noticia del verdadero
Dios á la gente que en él habia , donde obró
grandes maravillas; y al cabo puesto de rodillas
sobreestá piedra, haciendo oración á Dios, fué
por un bracmano alanceado y muerto. » Todo estorefiere
el obispo Gerónimo Osorio : y los padres
de la Compañía de Jesús lo mismo , como cosa
cíerlisima; y dicen, que alguna vez ha sucedido
este milagro de la cruz , diciendo ellos la misa el
dia de la Expectación del parlo de nuestra Señora
: y que es cosa maravillosa , que en comenzando
á decir el Evangelio de la misa mayor , y
no antes, comienza también la santa cruz á mudar
poco á poco su color natural ( que es blanco) ,
trocándole en amarillo , y después en negro , y de
negro en otro mas claro color del cielo : hasla quo
acabado el sacrificio de la misa , se torna á su color
natural. Y lo que mas admira , y aumenta la
devoción es, que así como va mudando la santa
cruz el color, va destilando unas pequeñas gotas
de sangre , y poco á poco se van engrosando ,
hasla caer con tanla copia , quo los paños con
que se limpia quedan teñidos de la misma sangre
: y si algún año deja de haber esto milagro, so
tiene por cierta señal do algún gran trabajo que

k8k LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE 22
les lia de venir , romo la experiencia lo lia mostrado.
Por esle lan insigne y lan ordinario milagro
(pie niieslro Señor obra en glorificar á su sanio
apóstol , todos aquellos cristianos le tienen gran
devoción y acuden a su sepulcro : y no solamente
ios cristianos . pero los mismos sarracenos y gentiles
visitan aquel templo , y hacen fiesta al santo
el 1." dia de julio : y aunque no siguen ni obedecen
á su doctrina , le tienen en grande veneración.
El padre san Francisco Javier, uno de los
primeros compañeros que tuvo el santo padre
Ignacio de Loyola , para fundar la religión de la
Compañía de Jesús, y el primeio de ella que pasó
á la india Oriental , y la alumbró con los resplandores
del Evangelio y con muchos y grandes milagros,
y convirtió innumerables almas á la l'é de
Jesucristo; cuando queria emprender alguna grande
hazaña en servicio del Señor y beneficio de
aquellos pueblos , se Iba en romería á visitar el
cuerpo del santo apóstol Tomás , y se estaba allí
muchos días y noches en oración, suplicando á
nuestro Señor por los merecimientos de su apóstol
. que le diese á él parle de su espíritu, zelo y
fervor, para renovar la le de su sanio nombro, que
el apóstol habia plantado : y rogando al mismo
apóstol, que pues el Señor le había encomendado
á él la viña de aquella gentilidad para-que la cultivase,
y ahora eslaba tan destrozada y desierta;
que le alcanzase gracia para seguir sus pisadas ,
mular sus virtudes, y renovarla para beneficio delas
almas y gloria del mismo Señor : pues todo lo
que él hiciese, lo haría como ministro suyo y ayudado
de su familia , y refloreciendo la religión
cristiana en aquellas parles, crecería su gloria accidental.
Con el favor, pues , de este sanio apóstol
, animado el padre san Francisco Javier ,
y alentado con un aliento del cielo , acometió
cosas tan grandes , y las acabó como so
ve en su vida: v lodo eslo redunda en gloria de-
Tomás , á quien lan de veras se encomendaba y
deaba imllar.
6 Innumerables fueron los milagros que el
santo apóstol hizo en vida , y después de muerlo.
San Gregorio Turoncnse en el libro de ¡a Gloria de
los mártires refiere algunos, y dice, que en su
tiempo la lámpara que ardia delante de su sepulcro
de noche y de día , no tenia necesidad que le
echasen aceite ú otro licor , porque sin él perpetuamente
ardia : que en la feria que se hacia el
dia de su fiesla , y por los treinta días siguientes ,
concurriendo muchos mercaderes á comprar y vender
sus mercaderías , no se hallaba mosca que
diese fastidio á los que venían : que habia gran copia
de agua , que se bailaba muy somera á cada
paso , siendo la tierra de suyo muy árida y seca :
que pasados los treinta chas volvía la falla de agua,
y la muchedumbre de moscas; y que Dios enviaba
una copiosa lluvia para limpiar las inmundicias
que se habían hecho con la feria en aquella
ciudad. ¡Marco Véneto (que anduvo por aquellas
parles de la India, antes que los portugueses las
descubriesen ) escribe , que en la provincia de
Malabar, en la cual está el reino de Calicut, habia
un linaje de hombres , que descendían de los
que mataron á santo Tomás , y que por mas fuerza
que les hagan , no es posible llevarlos y hacerlos
entrar en el templo de Malipur , donde está el
cuerpo del santo apóstol. Algunos autores escriben
otra cosa mas notable y singular, y dicen : que el
año do 1120, siendo Calixto II sumo pontífice,
vino á Roma por su devoción un patriarca de la
India, llamado Juan, y que en público consistorio
dijo al papa y á muchos cardenales y prelados
que eslabau allí présenles , que el glorioso apóstol
santo Tomás cada año aparecía visible , y con su
propia mano comulgaba á su pueblo , dando la sagrada
hostia á los dignos , y dejando de darla á
los indignos. Esto refieren muchos autores, y puedo
ser que sea verdad ; porque para Dios , que es
todopoderoso , y grande honrador de sus sanios ,
no hay cosa imposible ni difícil. De santo Tomás ,
apóstol, hacen mención los autores arriba citados,
y escribieron su vida san Isidoro y Simeón Metai'rasle.
41
SAN SEVERINO , OBISPO Y CONFESOR. — En
algunos punios se hace de él conmemoración , y
le nombra el Martirologio romano en este día.
Floreció en Tréveris, y fué muy devoto de María.
SAN ANASTASIO, OBISPO Y MÁRTIR. — Fué segundo
patriarca de Aníioquía. Mandando Foca,
1 iió atormentado y muerlo cruellsimamente por los
judíos en OJO.
SAN GLICKRIO, PRESBÍTERO.—Durante la persecución
de Diocleeiuno luciéronle padecer crueles
tormentos , y metido en las ascuas dio su alma
á Dios. Murió en Nicomedia á fines del siglo III.
SAN TEMISTOCI.ES , MÁRTIR.—En tiempo de
la persecución de Decio , presenciaba Temíslocles
el martirio del niño Dioscoro (véase ik de diciembre),
y contemplando lo mucho que éste sufría
se ofreció en lugar suyo al martirio. Aceptaron
los verdugos, y ganó la palma inmortal de los
mártires. Otros refieren que era pastor, que salvó
á un cristiano , y se presentó en lugar de él al
gobernador de Licia , donde le martirizaron.
SAN JUAN Y SAN FESTO , MÁRTIRES. — Nómbralos
el Martirologio romano en este dia. Murieron
on Toscana en tiempo del emperador Aurelia
no.
SANTA EDBURGA , VIRGEN.—Hija de un rey
de Inglaterra. Su padre la dio á escoger entre el
matrimonio con sus opulencias, y el hábito religioso.
Se decidió por esle, y llevó una vida muy
ejemplar. Era niela del rey Alfredo que fundó un
monasterio en Yinchester. La menciona Leland.
SSiaSS.
SAN ZENON, SOLDADO Y MÁRTIR. —Después que
la crueldad del emperador Maxlmiano se desahogó
en un incendio , en que pegando fuego al templo
mayor do Nlcomedia, ardieron víctimas sacrosantas
veinte mil gloriosos mártires , en otros
tantos cristianos, hombres, niños y mujeres, que
se hallaban dentro , celebrando la solemnidad de
la Pascua , que esperaban del nacimiento de nuestro
Redentor Jesucristo, quedando gozoso de haber
hecho él de un golpe veinte mil mártires gloriosos,

BICIEMBUE , 23 LA LEYENDA DE ORO. 485
cuando oíros tiranos como él necesitaban de muchos
golpes , muchos fórmenlos y muchas máquinas
para solo uno : ofreciéndose todos veinte mil
en sacrificio al Redentor de las almas, Jesús, asi
como él por todos se habia ofrecido á su eterno
Padre. Cinco dias habian pasado ya , y aun el
fuego no dejaba de consumir , y con su voracidad
apuraba la materia : al fin , fallando esta, cesó la
voraz llama , sin que se sintiese algún mal olor ,
ni del humo , ni de tantos millares de cuerpos
muertos ; antes bien lo que so sentía, era fragancia
v olor tan suave , que parecía el paraíso celestial
aquel abrasado templo , como en la verdad lo era.
Salía de él un resplandor tan bello y hermoso,
como mil oros ; á la manera que se ven resplandecientes
los rayos del sol , cuando sale por los
balcones de oriente.
2 Maximiano , pues , juzgando que ya habia
triunfado de los cristianos y que podía coronarse
de la victoria , sin reparar él mismo que antes
era él vencido, y los gloriosos mártires los que de
él y por él triunfan en la celestial Jerusalen ; todo
se (lió á festejos y divertimientos. Estaba ante
el teatro un simulacro de su diosa Ceres , y antes
de dar principio á las fiestas , sacrificaba el bárbaro
y cruel emperador , y á su imitación todo el
pueblo, á la falsa y fementida deidad. Un soldado
valeroso, que ocultamente era cristiano, llamado
Zenon , lleno do divino zelo , puesto en un lugar
alto . dijo así en altas voces : Yerras, ó emperador,
yerras , sacrificando á las piedras y leños insensibles
, negando y usurpando estos sacrificios al verdadero
Dios que crió el cielo y la tierra : ó sino
abre los ojos, te ruego , y verás que. esa que llamas
deidad , no es mas que una dura piedra. Dirás que
habla ; pero te engañas , que si bien lo adviertes y
reparas , es el demonio quien habla en ella , y te
ciega á tí, y á lodos los ciegos , que como tú ,
adoran al demonio , que no aspira á otra cosa que
á la muerte y condenación eterna de los mismos,
que impíos , ciegos y bárbaros, le dan cultos y lo
linden adoraciones. Abre , ó Maximiano , los ojos
de la razón : mira esos divinos cielos, y reconoce
á su Criador; pues de las obras mismas es fácil venir
en conocimiento del artífice soberano , el cual
no so paga de víctimas de inmundos animales, sino
de limpios ánimos , y corazones humildes y sencillos.
3 Rabiando estuvo el tirano emperador, y por
mucho tiempo perplejo discurriendo, nó ya en lo
que debia responder al santísimo Zenon ; sino en
el tormento que intentaba darle : y así prorumpió
mandando que con duras piedras le diesen al bendito
y valeroso soldado ( no ya de Maximiano, sino
es de Cristo ) laníos golpes en su sagrada 1 oca,
que pagando lo que había hablado , no le dejasen
(líenle ni muela en toda ella. Así lo hicieron los
crueles verdugos , y después de haberle deshecho
las mejillas , derribándole á golpes de piedras lodos
los dientes y muelas, deshaciéndole la lengua
y los ojos , y atormentándole sin piedad alguna
mucho tiempo , sabiendo que cuanto mas le atormentaban
, tanto mus lisonjeaban á su tirano dueño
: el cual, viendo que ya etUtba para espirar el
guerrero fuerte y campeón divino, le mandó sacar
de la ciudad , y corlar la cabeza ; y así lo ejecutaron
al punto sus ministros: con que quedó tronco
aquel sacratísimo cuerpo , y su purísima alma
voló al cielo á recibir la bien ganada corona y palma
del martirio , que padeció á los 22 de diciembre
(cha en que le celebra la Iglesia) por los años
del Señor de 202. Escribieron el martirio del bendito
san Zenon , ele la suerte que aquí se ha referido,
Melafraste, ul habelur lom. v Aloysii, in Historio,
ct marlyriis sanclorum , Jnde et Domne,
cum mulliIndine sanclorum viginti mille
•marlyrum; Lipomano , tom. v; Surio , tomo vi;
Nicéforo Calixto, Ilistor. lib. vn, cap. 0; los griegos
, in Mcnologio; el Martirologio romano; y
Baronio en sus anotaciones y en el tomo n desús
Anales, año 302, núm. 34- y 35.
* LA CONMEMORACIÓN DE TREINTA SANTOS,
MÁRTIRES.—En un mismo día en tiempo de la
persecución de Diocleciano, por los años de 305
sufrieron martirio por la fó de Cristo en Roma,
y los menciona el Martirologio romano.
SAN FLAVIANO , CONFESOR.—En tiempos de
Juliano el Apóstata cayó en desgracia por ser cristiano,
y habiendo sido desterrado , pasó en oración
el resto de su vida , y murió por los años de
259 en la paz del Señor.
Los SANTOS DEMETRIO, HONORATO, Y FLORO,
MÁRTIRES. — En Ostia fueron martirizados bárbaramente,
habiendo sufrido los tormentos con
una constancia admirable. Florecieron en. el siglo
III.
SAN QUEREMON, Ó CHF.MONIO , ó CEREMONIO,
OBISPO, Y SUS COMPAÑEROS, TODOS MÁRTIRES.
— Cremonio era obispo de Nilópolis , y en tiempo
de la persecución de Decio , él y muchos otros
tuvieron que huir á las soledades. En ellas , unos
fueron victimas do las fieras ; otros del hambre,
del cansancio ó del frió; y otros de los bárbaros
y de los ladrones que los martirizaron.
SAN ISQUIBION , MÁRTIR. — Su amo le mandó
en cierta ciudad de Egipto, que sacrificase á los
ídolos; negóse lsquinon , y frenético su amo.
que era magistrado , le mató. Fué en 253.
SAN CIRILO Y SANMETODIO, CONFESORES.-—•
Los dos era hermanos , lujos de una noble familia
romana. Nacieron en Tesalónica. Florecieron á
mediados del siglo IX. Ambos fueron unos misioneros
verdaderamente apostólicos. Butler los
menciona en este dia. Los griegos y moscovitas
en 14- de febrero honran á san Cirilo , y en 11 de
mayo á san Metodio. El Martirologio romano los
junta en 9 de marzo.
consuelen ; y los tullidos ;
Iíia S3.
SAN SÉRYULO , POBRE Y PARALÍTICO , CONFESOR.
— En el cuarto libro de sus Diálogos , á los catorce
capítulos, escribe san Gregorio, papa, la vida
de un pobre mendigo tullido, y tocia su vida paralítico
: y en la hornilla 15 sobre los Evangelios también
la repite: y nosotros, trasladando lo que él
dice, la pondremos aquí, para que ios pobres so
fatigados con recias en

4SG LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 24
fermedades tengan un ejemplo raro de paciencia
que imitar.
2 Declarando , pues, el santo pontífice aquellas
palabras de san Lucas : « Estos son los que
conservan la palabra que oyeron en bueno , y de
muy buen corazón dan fruto en paciencia ,» dice
así: «La buena tierra por la paciencia da fruto;
porque no valen nada los bienes que hacemos , si
con igualdad no sabemos sufrir los males de nuestros
prójimos. Cuanto el hombre se aprovecha mas
en la virtud ; tanto mas tiene que padecer en este
mundo : porque menguando el amor de las cosas
del mundo , crece la contradicción del mismo mundo.
De aquí es , que vemos á muchos obrar bien,
y sudar debajo de la carga grave de las tribulaciones,
y el corazón que se ve libre del deseo terrenal
, se siente fatigado con duros azotes : mas
estos tales , conforme á la palabra del Señor , por
la paciencia dan fruto; porque recibiendo con humildad
los azotes , después de ser azotados son
consolados y sublimados á un lugar de descanso :
y así se estruja la aceituna , para que se haga el
aceite : así en la era con la trilla se aparta de la
paja el grano , y se recoge puro y limpio en las
trojes. Por tanto el que de veras y perfectamente
desea vencer los vicios , procure sufrir con humildad
los azotes que para purgarle Dios le envia,
para que tanto mas limpio venga al juez , cuanto
el orin de sus culpas se purificó mas en el fuego de
la tribulación.
3 En el portal que va á la iglesia do San Clemente
, hubo un pobre hombre , que se llamaba
Sérvulo, que yo conocí , y muchos de los que aquí
están: era pobre de hacienda y rico de merecimientos,
y consumido con una larga enfermedad;
porque desde sus primeros años hasta el fin de su
vida estuvo paralitico echado en una camilla. No
hay para que decir que no se podia levantar de
la cama ; pues aun no podía estar senlado en ella,
ni llegar la mano á la boca , ni volverse de un lado
á otro. Tenia una madre y un hermano que le asistían
y ayudaban , por cuyas manos daba á los pobres
todo lo que á él le daban de limosna. No
sabia letras y hacia comprar libros de la sagrada
Escritura , y rogaba á los religiosos que se los
leyesen continuamente; y así , aunque era hombre
sin letras , vino á saber de la sagrada Escritura ,
lo que bastaba , y á su persona y estado convenia.
Procuraba en el dolor hacer gracias siempre al
Señor , y de dia y noche cantarle himnos y alabanzas.
Vino el tiempo en que Dios quena remunerar
su paciencia , y el mal que estaba derramado
por los miembros del cuerpo , recogióse al corazón
: y entendiendo él queso acercaba la hora
de su muerte , rogó á los peregrinos que eslaban
en el hospital, que se levantasen y cantasen con
él algunos salmos , esperando la dichosa hora del
glorioso tránsito. A! tiempo que él mismo , estanco
á la muerle , cantaba con los oíros , los detuvo,
) con una gran voz les elijo : Callad : ¿ nó ois las
\ oces que resuenan en el cielo? Y oslando el alma
¿itenla á lo que había oido , suelta de aquel cuerpo
tan quebrantado y consumido , voló al cielo y
«l momento se llenó aquel lugar de una suavísima,
fragancia , que sintieron todos los que allí estaban,
y por ella entendieron que habia sido recibida en
el cielo, do donde Sérvulo había oido aquellas voces
y dulce consonancia. Uno de nuestros monjes, que
aun es vivo , estuvo presente , y con lágrimas suele
afirmar lo que allí vio , y dice que siempre sintió
él, y los otros que allí eslaban, aquel olor suavísimo,
hasta que le acabaron de enterrar. Esle es el fin de
aquel que en vida lu\o tanta paciencia para sufrir
los azoles de Dios : y la buena tierra que habia
sido rompida con el arado de la tribulación , dio
fruto y copiosa cosecha que fué cogida en el granero
del Señor. Pero yo os ruego , hermanos carísimos
(añade san Gregorio) , que penséis, ¿cómo
nos podemos nosotros excusar en el dia riguroso
del juicio, habiendo recibido hacienda y manos
para trabajar y cumplir los mandamientos de Dios,
y no lo haciendo ; viendo que un hombre sin manos
tan de veras se empleó en su servicio? ¿No nos
reprenderá entonces el Señor con el ejemplo de
sus apóstoles, que con su predicación convirtieron
tantas almas, y las llevaron consigo al cielo? ¿No
nos pondrá delante á los valerosos mártires que
con su sangre compraron la corona de gloria;
sino á esle pobre Sérvulo, que aunque tuvo alados
los brazos con la enfermedad, no los tuvo alados
para obrar bien y cumplir la ley de Dios? Todo
esloes de san Gregorio en la hom. lo sobre los
Evangelios. De san Sérvulo hacen mención los
Martirologios romano, de Boda, Usuardo y Adon.
Obró nuestro Señor por él muchos milagros, y en
la iglesia do San Clemente de Roma se pintó su
vida, como lo dice el cardenal Raronio en las anotaciones
del Martirologio á los23 de diciembre.
* SANTA VICTORIA , VIRGEN y MÁRTIR.-Natural
de Tívoh , junto á Roma , fué márlirizada'diiranle
la cruel persecución suscitada por el emperador
Decio. Dice de ella muy bien un aulor de nota, quo
su nombre le es propio para indicar la admirable
constancia con que supo conservar su virginidad,
y triunfar de las tentaciones de la carne. Fué degollada
en 230.
LA CONMEMORACIÓN DE VEINTE SANTOS, MÁRTI­
RES.—.Durante la persecución de Diocleciano todos
ellos fueron martirizados atrozmente en Nicomedia.
Los SANTOS MIGDONIO, MARDONIO, V ANTIMO,
MÁRTIRES. — En Nicomedia , durante la misma
persecución de Diocleciano , hacia 300, el primero
fué entregado á las llamas , el segundo murió
arrojado en una profunda zanja , y el tercero ,
apedreado , dio su espíritu al Señor.
LA CONMEMORACIÓN DE LOS DIEZ SANTOS MÁR­
TIRES DE CRETA. — Fueron atormentados y degollados
durante la cruel persecución de Decio. Sus
nombres están anotados en el Martirologio romano.
Llamábanse TEÓDULO , SATURNINO , Eur-ono,
GELASIO , EUNICIANO, ZÉTICO, CLEOMENES, AGA-
TOI'IO, RASÍLIDES v EVARISTO. Sucedió su martirio
en 230.
SAN GREGORIO, PRESBÍTERO Y MÁRTIR.—En la

DiciE-vnitE, 24 LA LEYENDA DE ORO. 187
ciudad de Espoleto, parle do llalla, en la Umbría,
vivia en conlmuos ayunos, oraciones y penitencias,
el bendito sacerdote de Jesucristo, Gregorio, haciendo
tantos milagros, sanando enfermos, limpiando
leprosos, curando endemoniados, dando
vista á ciegos, oido á sordos, v volviendo á Dios
itiíinilos corazones de paganos , que tema por suyos
el demonio, derribando sus ídolos y templos,
en que era glorificado Jesucristo, que la fama de
lantas maravillas , no pudiendo ya ocultarse, llegó
á liorna á los oidos de los crueles Diorleciano y
Maximiano, emperadores, los cuales enviaron á
Espoleto un ministro de Satanás y suyo, llamado
Flanco. Entró en la ciudad , y puesto en su tribunal
, de donde prometió favores inmensos á los
idólatras, hizo llamar á Gregorio,contra quien iba,
y dijo: ¿Eres tú Gregorio el de Espoleto? Yo
soy , respondió el santo. ¿Eres tú (replicó Flanco)
el rebelde á los dioses y menospreciado!' de los
príncipes? El santo respondió : Si quieres saber la
verdad , yo jamás me aparté de mi Dios y Señor
desde mi niñez. Replicó Flacco : ¿Quién es este lu
Dios? Respondió Gregorio: El que hizo al hombre
á su imagen y semejanza, Dios fuerle, Dios
inmortal, que da á cada uno el premio ó castigo
según sus obras. Focas razones (dijo Flacco): dejemos
de argumentos, y trata solo de hacer lo que
mando. Sé muy bien lo que mandas (dijo Gregorio)
; pero también hago lo que debo. Pues una de
dos (dijo Flacco), ó morir ó sacrificar á Júpiter,
Minerva y demás dioses inmi ríales con que conseguirás
grandes mercedes de nuestros invictísimos
príncipes, y serás su grande amigo. No quiero
tu amistad (dijo Gregorio), ni sacrificar á los demonios,
sino solo á mi Dios y Señor Jesucristo.
Loco estás, misero Gregorio (dijo Flacco); pues
no temes lanías penas como te amenaza mi rigor.
Tú ores el loco (dijo el divino Gregorio), quo no
conoces á tu Criador Jesucristo, y adoras á los demonios
infernales.
2 Aquí acabó de flaquear de Flacco la paciencia,
y dijo furioso : Hola, dadle crueles golpes
y azotes en ias mejillas v boca ; porque blasfema
de nuestios dioses, luciéronlo así al punto; y ei
invictísimo mártir decía con gran paciencia: Ministros
de Satanás, haced lo que él os ordena.
Viéndole sufrir con tal paciencia, volvió Flacco á
decirle: Llega y sacrifica ó los dioses, antes que
sobre tí vengan mayores tormentos. Ya te he dicho
(dijo el santo), que no sacrificaré á los demonios,
sí solo á mi Señor Jesucristo, quo hizo el
cielo, la tierra, el mar y cuanto en ellos se encierra.
Hola (dijo Flacco), traed al punió nudosos
bastones, secos y fuertes, y rompédle á palos
los costados , diciendo : Así padecen los rebeldes á
los dioses y á los príncipes. Ejecutáronlo al punto;
y el santo glorioso decia : Sabe, ó Flacco, que
por los tormentos y males que en mi cuerpo ejecutas,
me ha de dar doblados bienes mi Señor Jesucristo
en el cielo. Habíanle tenido boca abajo en
el suelo, y ya le habían abierto las espaldas sagradas
á palos, cuando dijo furioso el juez: Volvédlo,
y deshacedle el vientre á palos. Entonces Gregorio,
levantando los ojos, al cielo, dijo: Señor mió
Jesucristo, ten de mi misericordia. Entonces Flacco
, y Tircano , cierto amigo que le acompañaba,
tal como él , dijeron : Cen tú , ó Gregorio, misericordia
y piedad de tí, anles que mueras: eslo to
aconsejamos como amigos. Apartaos de mí, ministros
de Satanás (dijo el esforzado y santísimo
Gregorio); que no he menester vuestros consejos,
ni quiero vuestra amistad ni consuelo; porque
tengo presente ó mi Señor Jesucristo, que me conforta,
alíenla y consuela en mis heridas. Esa , ó
desdichado, es la locura que no le deja vivir, dijo
Flacco. ¡ Qué importa (dijo Gregorio) , que quites
y acabes la vida de mi cuerpo, si nu dulce y amado
Dios vivifica, conforta y consuela mi alma!
3 Hola (dijo Flacco), atadle los pies y manos:
ponédlo sobre las parrillas de hierro tendido, y encended
debajo un grande fuego, y asadlo vivo; á
ver si da gracias á su Dios en el fuego. Al instante
obedecieron aquellos infernales ministros; pero el
invictísimo mártir, viéndose en el fuego, comenzó
á orar de esta suerte: Señor mío Jesucristo, Dios
de Abrahan, Dios de Isaac, Dios de Jacob, Dios
de nuestros padres, tú, que no desprecias los humildes
ruegos de tus siervos: tú que entraste con
los tres niños en el horno de Babilonia, asísteme
y favoréceme también á mí , en medio de esto
gran fuego que por tí padezco. En esle punió hubo
un gran terremoto ó temblor de tierra en toda
la ciudad, y cayó gran parte de ella, y murieron
mas de cuatrocientos cincuenta paganos , que estaban
sacrificando á sus dioses: lo cual visto por
Flacco, bramó como toro : rugió como león furioso;
y asombrado y lleno de furor y miedo, huyó
de aquel lugar. Su amigo Tucano quedó por él
y dijo : Hola, iraéd luego grillos y cadenas y cargedlo
de hierro: poned al instante á este encantador
en la cárcel, y en el lugar mas penoso y duro,
y queden guardándole de día y de noche los soldados
de Flacco porque no se huya.
4 Luego que estuvo en la cárcel, se le apareció
el ángel del Señor, hermoso y resplandeciente,
y le dijo : La paz sea contigo , Gregorio santísimo;
no lemas: y al instante se rompieron los grillos y
cadenas, quedando el bendito mártir libre, sano
y bueno, y la cárcel que era oscurísima, llena do
una claridad celestial. Gregorio se postró, y puesta
su cara sobre la tierra, con toda humildad y rendimiento
dijo : Gracias te doy infinitas, Señor mió
Jesucristo, porque le dignaste de enviarme lu
sanio ángel, que ha consolado y confortado mi alma
: yo to confieso y confesaré eternamente tu
sanio nombre; porque tú solo eres Dios. El ángel
le dijo : Siervo bueno y fiel, ven á mi gloria ; que
si en lo menos fuiste fiel , yo te constituiré en lo
mas: entra en los gozos eternos de tu Señor: y con
eslo desapareció el ángel ; y Gregorio so levantó,
alabando y bendiciendo á Dios. El dia siguiente,
vuelto en sí, y perdido ya el justo temor, que jamas
debiera perder, por el cruel Flacco, hizo poner
su tribunal on medio de la plaza , y traerá Gregorio,
á quien dijo así: Ea, Gregorio, tiempo es
ya de que dejes tu locura y sacrifiques á los in-
mortales dioses. A quien Gregorio respondió animoso
: Jamás sacrificaré á los demonios, ni incur-

488 LA LEYENDA DE ORO.
riré en tus maldades; porque solo sacrifico á mi
Señor Jesucristo quo se ha dignado, por su infinita
misericordia, de traerme aquí á ganar esta corona
dejuslicia. Hola (dijo Flacco) pues esteno haceeaso
de mis grandes piedades; traed al instante unos
cardos ó garfios de acero , y herid cruelmente con
ellos sus rodillas y todo su cuerpo, y ved si con
este riguroso tormento se le quila la locura. La locura
es solo tuya (replicó Gregorio) , que negando
á tu Criador y Señor Jesucristo, reconoces y adoras
á los demonios.
5 Esclavo vil y señalado con la horca como
los mas viles y huidos de sus señores ( dijo enfurecido
Flacco) , ¿yo adoro y sirvo á los demonios?
Sí (dijo Gregorio); y ellos te tienen ciego: pues no
los ves, ni conoces, adorándolos. Hola (dijo Flacco)
, al instante traed lámparas y hachas encendidas,
y abrasadle los costados, diciéndole : No seas
soberbio. Todo lo iban ejecutando por su orden,
como el impío juez lo mandaba : y cuando con mas
furor le abrasaban los crueles verdugos con las
hachas encendidas; vuelto al tirano, le dijo Gregorio
santo: Aunque abrases lodo mi cuerpo y lo
despedaces á tormentos, no le canses, Flacco
cruel; porque tengo á mi Señor Jesucristo, médico
celestial y divino que me cura, consuela , y da
nuevas fuerzas y alientos nuevos, como ves ; de
tal suerte, que en nada estimo tus tormentos. Llega,
maldito-(dijo el soberbio Flacco) y reconcilíale
con los dioses, adorándolos antes que le acabe de
quitar la vida. Malditos son todos los que confian
en los ídolos y falsos dioses, respondió el invictísimo
Gregorio. Oyendo estas razones Flacco, se encendió
como un fuego, y temblando todo de cólera,
como un azogado, sin saber qué hacerse, dijo:
Llámenme presto á Tircano. Aquí estoy, respondió
Tircano. Pues, lo que quiero (dijo Flacco) . es
que supuesto que esle hechicero y encaulandor ha
apurado cuantos tormentos imaginar se pueden,
y mi paciencia y entendimíenlo.^que lo saquen en
medio del anfiteatro y allí le corlen la cabeza sin
dilación alguna.
6 Puesto en medio del anfiteatro, exclamó así
el valeroso campeón y guerrero fuerte ó invencible
Reedito seáis, mi Dios y Señor, Rey mío,
consolador mío y libertador mió, que os habéis
dignado de llamarme hoy de este mundo caduco y
perecedero, á vuestro reino y eternos gozos: y
mirando al cielo, oyó una voz, que le dijo: Gregorio,
ya eslás coronado : ya estás escrito en el
número de mis sanios y escogidos: enlra en mi
reino, bendito del Señor, preparada tienes la silla
de gloria y habitación eterna: y antes que acabase
el ángel de pronunciar las referidas palabras,
le cortó el verdugo la cabeza sacrosanta , y
voló su benditísima alma al cíelo con el mismo
ángel que la llamaba, y hablaba, á ocupar
la silla para que le convidaba. Fué su martirio
glorioso á 24 de diciembre (cha en que le
celebra la Iglesia) por los años del Señor de 303
imperando los ya referidos Diocleciano y Maximiano.
Quedó el santísimo cuerpo dividido do
la sacrosanta cabeza : y no contento el tirano con
la suma de tormentos , que en él habia ejecutado
DIOTEMRRE 94
cuando vivo, pesaroso de no haberlo echado antes
de degollarle á las fieras , como eslaban en el anfileairo,
mandó Tircano que las sobasen. Iliciéronlo
así: salieron rabiosísimas y feroces las fieras:
partieron para el santo cuerpo ; pero apenas llegaron
á él, cuando mansas y humildes se le postraron
, é inclinando sus cabezas , le veneraron. Estaba
toda la ciudad mirando el espectáculo , y á
grandes voces exclamó la turba: ¡ Verdaderamente
es grande el Dios de los cristianos I y creyeron
infinitos en Jesucristo, y se bautizaron, Al
mismo tiempo el tirano Flacco fué herido por un
ángel: con que. vomitando las entrañas, espiró
rabiosamente. El sanio cuerpo quedó en medio
del anfiteatro, y una señora cristiana llamada
Abundancia , se fué á Tircano y le compró el santísimo
cuerpo por treinta y cinco doblones que pichó
el tirano por él , dándolos muy gozosa , y haciendo
gracias á nueslro Señor , canjando himnos
y salmos, lo sepultó (envuelto en bálsamo, nardo
y preciosas aromas) junto al puente de piedra y
rio llamado Sanguinario , cerca de los muros de la
ciudad : cuyas reliquias liene hoy en gran veneración
la iglesia mavor de Colonia con los cuerpos do
los santos Ires reyes Magos, que vinieron al portal
de Rolen á adorar al recién nacido infante Jesús.
Escribieron esta prodigiosa historia y martirio de
san Gregorio , Reda ; Usuardo; Adon ; Mombricio,
tom. ii; Surio , lom. vi; Pedro de Natahbus , in
CalhaliHjo Sancionan , hb. i, cap. 88 ; el Martirologio
romano ; v Raronio en sus anotaciones, y
en el tom. n do sus Anales , año 303 , núm. 121,
y año 378 , núm. 15.
7 Por dar nueva vida á la vida la perdió el
Autor de ella. En la historia presente y martirio del
santísimo sacerdote Gregorio (que por prodigioso
puede servir do idea y libro do memoria para lodos
los demás), se ve esta verdad. ¿ Cuántos géneros
do muerles padeció? No hay duda, que
laníos cuantos fueron los tormentos, á que le expuso
el tirano. ¿Luego murió muchas veces? Sí.
¿Pues quién le daba tantas vicias? La vida que
vivia , y por quien moría , que era Cristo. A su
vida sola el menor tormento era muerte; pero fortalecido
del Autor de la vida , tuvo vida para lanías
muertes, hasta que gozoso el mismo Dios, y
glorioso en sus triunfos, le coronó en la úliima
muerte con la vida eterna , que posee con el mismo
Jesucristo, con quien por su intercesión vivamos
lodos. Amen.
* LA CONMEMORACIÓN »E CUARENTA SANTAS VÍR­
GENES , MÁRTIRES. — Fueron man izadas en Antiaquía,
durante la persecución de Decio, el año
de 251.
Los SANTOS LUCIANO, METROMO, PAULO, CE­
NOBIO , TKÓTIMO , Y Diruso , MÁRTIRES. —Sufrieron
por la le de Cristo , y ganaron la palma del
martirio en Trípoli. Galesiuo dice que lo fueron
en Roma.
SAN EUTIMIO Ó LUTIMIO , MÁRTIR. — Viendo
el valor y la constancia con que iban al martirio
los cristianos , abrazó con ardor una religión tan
sublimo , y en tiempo de la persecución de Diocleciano
fué martirizado en Nicomedia.

DICIEMBRE, 2.J
SAN DELFÍN , OBISPO T CONFESOR. —En tiempo
del emperador Teodosio fué un modelo por su
•vida ejemplar, y por su práctica de las virtudes
que constituyen un buen prelado de la Iglesia. Murió
en Burdeos en 'i()3.
LAS SANTAS TAKSILIA Y EMILIANA , VÍRGENES.
— Tres tías tuvo Gregorio el Grande. Tarsilia, la
mavor, Emiliana, y Gordiana. La primera es
nombrada en el Martirologio romano , y tanto ella
como la segunda , han sido muy veneradas por sus
eminentes virtudes.
SANTA IRMINA Ó IRMIA , VÍIÍGEN. — Hija del
rey Dagoberlo 11, rey de Austrasia. El Martirologio
romano la nombra en este mismo dia. Murió
á lines del siglo Vil.
ESisü S3.
LA NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
— En el devotísimo y suavísimo misterio del nacimiento
de Jesucristo nuestro Bedenlor, cuando salió
de las entrañas purísimas de la Virgen María
nuestra Señora, su Madre , tres cosas principalmente
debemos considerar : la primera: ¿por qué
este Señor v Dios inmortal, habiendo determinado
por su inmensa bondad vestirse de nuestra carne y
emparentar ron nuestra naturaleza, quiso nacer
con una extremada pobreza , y con una humildad
suma v trabajosa en el portal de Belén, y ser reclinado
en un pesebre de bestias? La segunda cosa
es considerar atentamente la historia evangélica , y
el modo con que este Señor nació ; y la torcera ios
ejemplos que en este su nacimiento nos dio , v
las virtudes que mas resplandecen en él, y nosotros
debemos imitar.
2 Las causas, porque aquel sumo infinito
Bien y Rey soberano de todo lo criado descendió
del cielo á la tierra , v no tuvo asco de vestir de
nuestra naturaleza, tratamos .(según nuestra pequeña
capacidad) en la fiesta de la Anunciación
denueslia Señora , á los 25 do marzo: aunque es
cifra lodo lo que se dice y se puede, decir de
tan profundo misterio, por ser inefable é incomprensible.
Dejando, pues, las razones y motivos
cpie el Señor tuvo para hacerse hombre , y vestirse
del saco de nuestra carne ; algunos se maravillan
por qué no nació con grande fausto y aparato,
regalo y comodidad , como Rey did cielo y de la
tierra . en cuya mano estaba escoger y tomar lo
que quería. Y puesto caso que habiendo él nacido,
como nació, con tanto desabrigo, pobreza, y con la
vileza del establo y aspereza del tiempo riguroso,
sabemos que así convino que naciese, y que este
modo fué el mejor: pero las almas devolas y deseosas
de saber los misterios del Señor, querrían
entender la causa que él tuvo para hacer una cosa,
que sin duda asombró al cielo y á la tierra, y
tuvo suspensas á lodas las criaturas. Dos causas se
nos ofrecen de esla admirable pobreza , y espantosa
humildad y aspereza , con que nació el Señor
(á las cuales so deben reducir, como á sus fines,
todas las obras que hace Dios): la primera es la
gloria de su divina Majestad: y la olra es nuestro
provecho : poique siempre Dios en sus obras, con
TOMO IV.
LA LEYENDA DE ORO.
/iS!)
la honra y ensalzamiento de =n santo nombre, junta
nuestra utilidad. La gloria del Señor sin duda se
manifiesta mas en esla humildad . pobreza y desabrigo
con (pie nació , qne si hubiera nacido con
grande apara'o v resplandor de corle y abundancia
y regalo de ias cosas para el sagrado parto
necesarias . que se hallan en los palacios de los
principes y reyes : porque la majestad soberana de
nuestro Dios no se ha de medir con medida tan
corla, ni aquella inmensidad infinita regularse con
la regla de los hombres: No son (dice el Señor)
mis pensamientos como los vuestros, ni mis caminos-como
los vuestros; antes están mas levantados
y distanles los unos de los otros , que.
está el cielo de la tierra. Habia Dios de róelo
pnslar al mundo, y sujetarle a su obediencia:
queria hacer guerra á aquel .el tirano que se había
encastillado en él, y senládose en el trono
real, y quitado el cetro ó imperio al verdadero
Señor: y para vencer y derribar á este soberbio
gigante, no quiso pelear con las armas doradas de
Saúl (que son las grandezas, dignidades y vanidades
del siglo), sino con la desnudez, con la
pobreza , con el trabajo v abatimiento, como olro
David ron la honda y piedra , rendirle á sus pies,
y corlarlo la cabeza: porque lauto os mayor y
mas gloriosa la victoria que se alcanza de un enemigo
, cuanto las armas con que se alcanza son
mas flacas. Lo que parece que es poder en los
grandes revés y monarcas del mundo , si bien se
mira , es flaqueza y falla de poder: porque si quieren
cercar una ciudad o conquistar un reino,
tienen necesidad de gran número de soldados de á
pié y de á caballo, de artillería , de carruaje, do
municiones, mantenimientos y oíros pertrechos de
guerra , y de un infinito tesoro para poderla sustentar
: pero con toda esla potencia. cuando la llenen
, les cae de fuera ; y sin ella no pueden castigar
á los rebeldes ó inquietos, ni conservar en paz
la república , ni ha^r justicia ni ser de veras reyes
: mas Jesucristo es tan poderoso , que para
sojuzgar al mundo , y rendirá lodas las potestades
del infierno , y hacer lodo lo que es servido en el
cielo y en la tierra , no liene necesidad de nadie;
porque por sí solo es suficientisimo y niño tierno,
llorando y temblando de frió , empañado y recostado
en un pesebre de bestias , envia los ángeles
para que le den música del cielo : Irae de Oriente
á los royes Magos: alumbra é inflama á los pastores;
y en la suma pobreza se muestra rico, en la.
flaqueza fuerte, y en la niñez Dios eterno. Esta
razón apunta el concilio efesino por eslas palabras:
«Todas las cosas (dice) escogió pobres y viles,
lodas bajas, y al parecer de muchos oscuras:
para que se entendiese que la divinidad habia convertido
y tiansformado al mundo. Por esto escogió
la madre pobre y mas pobre la patria : y como
mendigo no quiso tener dinero; y el pesebre nos
puede ser de esto buen testigo. »
3 La olra causaos nuestra utilidad: porque
viniendo Diosa lo que venia, de esla manera habia
do venir. Venia para ganar al hombre y curarle
del amor propio, que es la dolencia mas universal
y mas anaigadu, que nos quedó por el
(12

pecado ".'el cual amor propio es el veneno y cuchillo
del amor de Dios , del cual mal amor nacen
tres hijos, que son oíros tresmalosamores;oonvirne
á saber, amor desordenado de honra, de hacienda,
y de deleites sensuales : y de estos tres ramos que
nacen de este pestilencial tronco, nace tocia la
fruta de muerte y toda la corrupción de nuestra
vida: porque como los hombres ponen la honra,
nó en la virtud (que sola merece ser honrada),
sino en la vanidad y juicio ciego del mundo; para
alcanzarla se despeñan en un abismo de maldades
y pecados, y dejan las cosas necesarias para el
hiende sus almas, cuando les parece que son
contrarias á laque ellos tienen por honra.
4 Pues ¿qué diré de la codicia , y de la sed insaciable
del dinero? de la cual dice el Apóstol,
que es la raíz de todos los males, y que muchos por
ella apostataron de la fé. ¿Qué del deseo desordenado
de deleites, que es otra sementera de innumerablesmales?
Porque los hombres mundanos, no
haciendo caso de los verdaderos deleites de la buena
conciencia, que, como dice el Sabio , es perpetuo
banquete, sueltan la rienda á los deleites de la
carne , al comer y beber, al dormir y vestir: se
entregan á los gustos sensuales y bestiales, y á
todo género de pasatiempos, que la carne inficionada
por el pecado apetece; y en ellos se entretienen
de dia y de noche, y se regalan: que esto
es lo que dijo el evangelista san Juan , que lodo lo
que hay en el mundo es concupiscencia de la carne,
ó codicia délos ojos, ó soberbia de la vida.
Pues estando nosotros oprimidos de tan crueles tiranos
y presos con cadenas tan fuertes, y atormentados
de verdugos sin piedad como estos, que
perturban la paz de nueslras almas, y nos impiden
el cuidado de nuestra salvación , y muchas veces
nos hacen tener por Dios la honra , el dinero y el
vientre; ¿qué había de hacer aquel médico soberano,
que venia del cielo para curar una dolencia
tan universal de todo el genojo humano y nacida
de nuestra misma carne y del amor propio , que
es el hijo primogénito del pecado, y la fuente de
donde ella nace? Cierto , que habia de hacerlo
que hacen los sabios médicos, que es inquirir y
descubrir las causas de la enfermedad , y aplicar
los remedios contrarios para dar salud al enfermo :
v por esto nuestro médico celestial nos enseñó y
predicó la humildad contra la soberbia : la pobreza
de espíritu contra la codicia ; y la aspereza y penitencia
contra el desordonado deleite y regalo. Y
porque los ejemplos son mas eficaces que los con
las obras mas que las palabras, ""'
sejos, y
médico sapientísimo y
LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 23
este
maestro divino comenzó
luego en su primera entrada en el mundo á enseñarnos
con su ejemplo, lo que en toda su vida
y muerte nos habia de predicar : y en el establo
donde nació puso una cátedra de celestial sabiduría
, y contraria á la vana filosofía de la carne;
para que viendo una humildad tan profunda , y
una pobreza tan extremada , y un desabrigo y desamparo
tan extraordinario, entendiésemos nuestra
enfermedad: y viendo que nuestro médico toma
la medicina amarga (nó porque él tuviese de ella
necesidad , sino porque los enfermos la tomasen),
nos animásemos nosotros á tomarla sin asco y
horror.
5 Pues si para esto venia; ¿de qué otra manera
habia de venir? ¿ Había de venir con fausto y
pompa , viniendo á curar nuestra soberbia? ¿Habia
de venir lleno de riquezas , viniendo á desterrar la
codicia desordenada de ella ;? ¿Había de venir lleno
de regalos y delicias, viniendo á condenar la demasía
de ellas? Porque si un contrario se cura con otro
contrario ; el médico de estos males ¿cómo habia
de venir, sino con medicina de virtudes contrarias
á ellos? ¿Cómo había de persuadir que lo que
nos ensoñó era lo mejor , si para si tomaba lo
contrario ? ¿ Cómo habia de acabar con los
hombres que se vistiesen de este habito del hombre
nuevo , si él venia \eslido del viejo y usado
en el mundo? Tal finalmente había de \ enir, cuales
nos deseaba hacer; y tal habia de ser la manera
de su vida , cual era su doctrina : porque si de
otra manera viniera, fuera contrario á sí, y con las
obras deshiciera lo que con la doctrina predicaba.
Cierto que sí así no viniera , no se mostrara
sabiduría eterna del Padre ; porque no viniera de
la manera que convenia : que es enseñarnos por su
doctrina y mucho mas por su ejemplo , el camino
de la verdadera santidad y felicidad , y el desengaño
de los hombres miserables del siglo, que tanto
estiman las cosas frágiles y perecederas de él,
y están tan abrazados y aferrados con las riquezas
, delicias y honras vanas , que tienen por rosas
las espinas , y la hiél por miel, y la amargura
por dulzura , y el trabajo por descanso, y la aflicción
por consuelo y regalo. Así que , si el Señor
venia á ser el caudillo , el capitán, la guia y ejemplo
de todos los santos , y el espejo y dechado de
todas las virtudes (de donde ellos hablan de sacar
las suyas) , no habia do venir de otra manera sin)
de la que vino, para plantar en los corazones de
los hombres el menosprecio de todo lo criado , y
el aprecio y eslima , y perfecto amor del Criador:
y así , hablando el gran padre san Agustín de esta
medicina, dice: « ¡O medicina que to las las cosas
remedía, que recoge todas las cosas derramadas,
que repara todas las flacas y enfermas, que corta
todas las superfinas , y corrige todas las depravadas
! » Y san Bernardo dice (sermón i de Nativilale):
« ¿ Para qué hemos ó qué necesidad
hubo , que el Señor de la majestad se abatiese y
se humillase , y se abreviase , sino para que vosotros
hagáis lo que él hizo? Ya clama con el ejemplo,
loque después ha de predicar con la palabra
: para que se halle ser verdadero el que dijo,
que Jesús comenzó á hacer y á enseñar. Por tanto
yo os ruego afectuosamente, hermanos, que no
os dejéis pasar un ejemplo tan admirable sin fruto
, sino que os conforméis con él, y os renovéis
en el espíritu de vuestra mente. Porque ¿qué cosa
hay mas fea y mas aborrecible, y mas digna de
castigo , que ver á Dios del cielo niño ; y quererse
engrandecer sobre la tierra? Intolerable desvergüenza
es , que donde se humilló su Majestad , el
gusano se hinche y desvanezca.» Hasla aquí son
palabras de san Bernardo. ¿Qué soberbia se puede
sanar , si con esta humildad del Hijo de Dios

«1С!КМ ВНЕ , 2о
no se sana ? ¿ Qué avaricia se puede curar , si con
la pobreza del establo no se cura? ¿Quién será
lan ingrato y desconocido, que viendo al Criador
(le los cielos, al Señor de los ángeles , á la gloria
do los bienaventurados , en esle hábilo y figura
tan humilde, padeciendo desde su naciinienlo tanlas
maneras de trabajos, no se esfuerzo á imitar
a'go de lo que ve en él? Pudo tamo esle ejemplo
del Señor y la doctrina , que (como dijimos)
desde el pesebre , como de una cátedra divina
nos enseñó , que innumerables monjes y discípulos
suyos, por imitarle , hicieron divorcio de todas
¡as cosas del mundo, y de ricos se hicieron pobres,
y de poderosos y estimados , abatidos y humildes,
y se abrazaron con la abnegación de sí mismos . y
con la cruz de Cristo; de manera que lodos sus gustos
y deleites eran afligirse , y martirizarse por su
amor, hallando en las penas regalo , en la mortificación
comento v en la muerto vida. Y esla es
la primera cosa, que en el sacrosanto nacimiento
del Yerbo eierno debemos considerar.
6 La segunda cosa es , ponderar lo que el
evangelista san Lucas nos dice del sagrado parlo
de la Virgen , y las circunstancias que concurrieron
en el nacimiento de su preciosísimo Hijo, lias
antes quo desenvolvamos esla dulcísima historia,
y representemos á los fieles esle espectáculo , que
admiró a los ángeles, á los hombres, al cielo y á
la tierra ; bien es , que presupongamos que no
nació el Salvador sajelo á lugar , ni á líe.iipo, como
nacen todas las oirás criaturas; porque (como
dijimos con san Bernardo) la criatura que eslá en
el vientre de la madre no puede salir á luz y entrar
en esla vida , cuando quiere y donde quiere:
mas el Salvador del mundo, como Señor de los
tiempos y do todo lo criado , pudo escoger el
tiempo y el lugar en que habia de nacer, y trazar
¡as cosas de manera que todos le sirviesen y fuesen
instrumento de su divina providencia : la cual
es suave y fuerte: y por una parle da cabo á lodo
lo que quiere, lan infaliblemente, que ninguna
cosa se lo puede estorbar; y por otra lo dispone y.
ordena con lan admirable suavidad , que algunas
veces parece que las cosas ellas mismas se hacen,
como si la divina providencia no las menease v
anduviese en ellas: y esla consideración es muy
eficaz y de gran fuerza para aquietar y consolar
algunas almas afligidas y zelosas de la gloria del
Señor , cuando ven en el mundo algunos acaecimientos
tan extraños y lan exorbitantes, como si
Dios no tuviese la mano en ellos y estuviesen fuera
de la jurisdicción de su providencia , que (como dijimos
) es fuerte y suave ; y por medio do ella el
Señor , como sapientísimo pilólo . lleva el gobernalle
y guia el navio al puerto , cuando quiere y
"como quiere , por mas quo los vientos sean furiosos
y los mares alterados : porque como dice el
profeta Isaías : Consilium meum slabit, el отnis
voluntas mea fiet: Lo que yo determinare,
será firme y estable, y todo lo que yo quisiere se
hará.
7 Volviendo, pues, á nuestro propósito , esta
providencia divina escogió el tiempo y el lugar en
uue el unigénito Hijo de Dios y de María habia de
LA LEYENDA DE ORO. 491
nacer , y ordenó , que el emperador de Roma y
todas las criaturas sirviesen al nacimiento de su rey
y Señor , y que testificasen que era Dios el que
nacía : porque primeramente , cuanto al tiempo,
quiso nacer después de tantos siglos y millares de
años que habían pasado desde el pecado de nuestro
primero padre; para que mejor se conociese la
enfermedad y se entendiese la necesidad que ellinaje
humano tenia de remedio , y que las fuerzas
de la naturaleza no se le podían dar; y deseasen
y pidiesen á Dios esle médico celestial , y remediador
do todos nuestros males , y como tandeseado
de todas las gentes , fuese mejor recibido
y abrazado. Escogió asimismo el tiempo de paz,
como Rey pacífico y medianero entre Dios y el
hombre : y para esto ordenó , que el emperador
Oclaviano Augusto , habiendo vencido y sujetado
á lodos sus enemigos , gozase de gran paz y
quietud. Y porque venia como maestro del cielo
á enseñarnos la espereza y mortificación de la carne
, como habernos dicho, escogió para nacer el
mes de diciembre, tiempo áspero, desabrido y
frió , y muy contrario á la ternura del niño y á la
delicadeza de la madre. Por la misma causa , y
para mostrarse Hijo verdadero de David (á quien
se habia hecho la promesa , que do su linaje nacerla
el Mesías) , escogió á Relen , aldea pequeña
cerca de Jerusalen, para darnos en lodo ejemplo
do humildad y menosprecio de la vanidad de los
lujos de Adán, que tanto se precian de haber nacido
en lugares ilustres y de gran nombre. Y para
que se cumpliese en todo el consejo de Dios , y
con la novedad y extrañeza.do las cosas que sucedían
estuviese el mundo admirado y asombrado
y con grande expectación, y todas las criaturas
sirviesen al nacimiento do su Criador; ea.
aquel mismo tiempo, ó poco antes que naciese,
sucedieron raros prodigios y cosas maravillosas,
que se pueden ver en los autores de las Historias
eclesiásticas y profanas , y nosotros apuntamos
algunas de ellas , auténticas y verdaderas, en
la vida que escribimos de Cristo nuestro Redentor
: porque otras hay recibidas por tales, que no
lo son. Y porque la sacratísima Vírgen y su esposo
san .losé moraban en Nazaret: para que se
cumpliese lo que Dios habia determinado y el profetas
Miqueas profetizado , que habia de nacer
el Mesias y capitán del pueblo do Israel , en el
pequeño y humilde do Belén ; dispuso el Señor
las cosas de manera , que el emperador Oclaviano
, con la paz que tenia en su imperio, mandó
publicar un edicto, en que ordenaba que todos,
sus subditos se encabezasen , cada uno en la ciudad
donde estaba la cabeza de su familia y do
donde é! tenia su origen y descendencia : porquo
de esla suerte pretendía el emperador ó saber la
gente de guerra que tenia en todo su imperio y
las fuerzas que de él podia sacar cuando fuese menester
; ó lo que es mas probable , quería acrecentar
sus rentas , echando algún pecho y nuevo
tributo sobre cada cabeza de sus vasallos. Con
osla ocasión, que sirvió suavemente á lo que el
Señor habia determinado, partió la santísima Vírgen
de la ciudad do Nazaret para Belén , eslande

49í LA LEYENDA DE ORO. DICIOIliKE , 25
preñada y para parir, con so esposo san José; pordió la sacratísima y purísima Yírgen que se acerque
desccndia de la casa y familia del rey David, caba la hora en que Dios (pieria manifeslar al
que nació en Rolen , donde estaba el solar y cepa mundo sus riquezas y tesoros; y encendida do un
tie toda su familia: y no solamente los hombres amoroso y dulcísimo afecto de ver á su benditísi­
habían de presentarle y empadronarse , sino tammo Hijo, se puso en una altísima contemplación
bién las mujeres , á lo que algunos graves autores de aquel inefable misterio. Después de haber es­
dicen , y parece que el sagrado Evangenlio lo tado un ralo absorta y trasportada en Dios, dice
significa. Habia de Nazaret á Belén cuatro jorna­ sania brigada en sus revelaciones, que la Virgen
das : el camino era áspero , y el tiempo riguroso y se descalzó sus zapatos, y so quilo el maulo blanco
frió : los caminantes pobres y mal proveídos; y la con que se cubría , y el velo do la cabeza , y que
Yírgen sacratísima de pocos años y preñada de quedando en cuerpo y en cabello , sacó dos ¡láña­
nueve meses , y con tantas y tan grandes incomoles de lana y lino, que traía aparejados para endidades
, como se pueden pensar: pero ninguna volver al Niño , viles y pobres, pero aseados y
rosa ni impedimento fué parle . peía (pie no obe­ limpios. Después hincada de rodillas, volviéndose
deciese al mandato del profano emperador; por­ hacia la parle do Oriente , levantadas las manos
que conio tenia en sus entrañas aquel Señor que y ojos al cielo, llena de una divina dulzura , co­
venia con su obediencia á remediar al mundo permenzó á suplicar al Señor, que saliese á la luz la
dido por falla de ella, él mismo la movía y alen-, luz del mundo , con eslas ú oirás semejantes pa­
taba, paia que ella hiciese anles de su nacimiento, labras: O Padre cierno, que os habéis dignado
lo que él había de hacer en loria la vida : y con daime por hijo á vueslro unigénito Hijo , y encer­
su ejemplo enseñase á dará César, lo que es del rar en mis entrañas vueslre tesoro , y en esta vil
César , v á Dios , lo que es de Dios. Muchos conidia de mí cuerpo la perla inestimable do vues­
creen, y no sin gran fundamento, que lodo aquei tra figura y su.-lanc.ia; yo os suplico humildemente
largo camino anduvo la Yírgen á pié: porque que descubráis al inundo esla vuestra perfectísima
su pobreza era grande , y su preñez no se lo imagen, para que por ella os conozcan. Salga de
i'sloibaba, ni el ihjo que tema en su sagrado su criatura el Criador de. lodas ias cosas, la fuente
vientre lo era carga, sino alivio, ni le quitaba caudalosa de un rio pequeño, la raíz de su rama,
las fuerzas , antes se las daba ¡jara cualquiera de su pámpano la vid verdadera , el sol de la es—
irabiijo del camino. Verdad es que el evangelista Iredn , y la esposa de su tálamo. Yea el mundo á
¡10 lo dice el haber ido á pié, y que el haber ido su Hacedor, el ángel á su Rey , y á su cabeza co­
en algún jómenlo (como comunmente la pintan) no ronada con la diadema de nuestra humildad , el
repugna á su pobreza: y algunos autores son de pecadora su Redentor, el justo á su Justificador,
esta opinión.
el atribulado á su Consolador , el gentil á su Alumbrador,
y el judío á su Gloníicador; y yo, vuestra
8 Llegaron á Belén los divinos caminantes,
humilde sierva y eschiva, á mi unigénito Hijo.
muy faltos ele regalos, poro muy Henos de la dul­
Era la media noche mucho mas clara que el mezura
y consuelo del cielo, que llevaban consigo.
dio día , cuando todas las cosas se reparan del Ira-
Hallaron el pueblo , que oía pequeño, lleno de
bajo y gozan del silencio y quietud: y acabada la
gente que de lodas partes venían á encabe­
oración do la Virgen sacratísima , comenzaron los
zarse.: ludas las posadas oslaban ocupadas , y
cielos á destilar miel y dulzura ; v ella sin dolor,
por mucho que lo buscaron, no hallaron albergue
sin pesadumbre, sin corrupción y mengua de su
ni mesón: porque como los veían pobres , lodos
pureza virginal , vio (leíanle de sí , salido de sus
les (Libando mano , sin haber (pilen los. acogiese ni
entrañas, mas limpio y mas resplandeciente que
se compadeciese; y asi fueron forzados á retirarse
el mismo sol, al bien y remedio del mundo, tiri­
a un esiablo (pie estaba pegado al arrabal, y certando
de frió , y que ya con sus lágrimas comenca
(lo Rolen, la cual esinba edificada en una eoszaba
á hacer oficio de Redentor. No se puede con
lanera do un collado, y al íin do él, hacíala parte
palabras explicar , ni con entendimiento humano
de Oriente, habia una cueva, donde comunmente
comprender el gozo que ¡a purísima Virgen tuvo
los pobres peregrinos y pastores se acogían en
en aquel punto , y la admiración y estupor que le
tiempo de necesidad. En este palacio entró ¡a Rei­
causó ver al que sabia que era verdadero Dios,
na de los ángeles ; este pobre y vil lugar, y pro­
tan abatido y humillado : y postrándose delante do
pio de bestias, escogió para nacer el Criador del
él con profundísima reverencia . dicen, que dijo:
universo, v id que por su inmensidad no puedo
tiene veneris, Deas meas, Dominus mena et
ser comprendido del cielo ni de la tierra. Estando
Filius meus: Bien seáis venido , mi Dios, mi Se­
aquí , dice el evangelista que llegó aquella hora
ñor y mi Hijo: y así le adoró y besó los pies , co­
déla cual pendía la salud del mundo, el reparo
mo á Dios , la mano como á su Señor, y el rostro
del cíelo, ia victoria del demonio, el triunfo déla
como á su II Jo; y abrazándole y aplicándolo á
muerte y del pecado : llegó aquella dichosa, y
sus virginales pechos, lo envolvió en aquellos pa­
bienaventurada hora en que la Virgen habia do
ñales que traía aparejados. Sonrióse, como niño,
parir á su unigénito Hijo: ahora sea porque la
a la madre el santo infante: halágala con el ros­
misma noche que llegaron ( como algunos conco;
y vuelve sus dulces y alegres ojos á mirarla:
templan) , so cumplió; ahora, porque habiendo t
y como dice san Cipriano : « El Niño mamando en
llegado algún día anles , oslando en aquella cueva
los brazos de la Madre gozaba de aquella leche
y establo (como parece que lo significa san Lucas),
proveída del cielo, y la fuente del sagrado pecho.
el término del sagrado parto se cumplió. Enten

««.C.II-'HUK!!, 2O LA LEYEN! JADEOHO. /¡03
infundía en la boca del Niño purísimo licor. El
Hijo daba á la Madre, loque la Madre daba al
Hijo: él bencina los pechos de la Madre; y ella
sustentaba al Hijo con la divina leche que él misino
le habia proveído. Mas como el Niño tierno
temblase de trío é hiciese pucherilos , púsole la
Virgen así empañado en el pesebre , para que con
alguna paja ó heno , que ulli habia , y con el huelgo
del buey y del jumento que allí estaban , se
abrigase algún tanto , y se mitigase la fuerza de
aquel frió y rigor. ¡O bienaventurado pesebre!
¡ ü establo mas glorioso que lodos los palacios de
los royes | donde Dios asentó la cátedra de la filosofía
del cielo, donde la palabra de Dios enmudecida
, tanto mas claramente habla, cuanto mas
calladamente nos avisa ! ¡ O Señor , Dios nuestro
( dice Cipriano), cuan admirable es vuestro nombre
en loda la tierra! Verdaderamente vos sois
Dios obrador de maravillas. Ya no me maiawllo.
ile la figura del mundo , ni de la firmeza de la
Iierra , oslando cerca de un cielo tan movible . no
do la sucesión de los días, ni de la mudanza de
los tiempos, er los cuales unas cosas se secan,
otras reverdecen , unas mueren y oirás viven: de
nada de eslo me maravillo, sino de ver á Dios cu el
1
¡entre de una doncella : maravillóme de ver al
Todopoderoso en lacinia: maravillóme de ver
como á la palabra de Dios se pudo pegar carne : y
como , siendo Dios sustancia espiritual , recibió
vestidura corporal : maravillóme de tantas expensas
y de lan largo proceso , y de tan largos espalaos
, como se gastaron en esla obra.» Esto es do
san Cipriano. « ¡ O misterio inexplicable, y á los
ojos de la carne escondido! ¡O cosa, nó para
decirse, sino para sentirse! ¡ Nó piara declararse
con palabras, sino con silencio y admiración!
¿Qué cosa mas admirable que ver aquel Señor, á
(piten alaban las estrellas de la mañana : aquel que
está sentado sobre los querubines : que vuela sobre
las plumas de los vientos : que tiene colgada
de tres dedos la redondez de la tierra: cuya silla
es el cielo , y cuyo estrado real es la Iierra; que
haya querido venir á lan grande exlremo de pobreza
, (pie cuando naciese ( ya que quiso nacer en
eslo mundo), le pusiese su Madre en un pesebre,
por no tener otro lugar que un establo? ¿Qué persona
tan baja llegó jamas á tal extremo de pobreza
, que por falla de olro mejor abrigo viniese á
reclinará su lujo en un pesebre? ¿Quién juntó en
uno dos exiremos tan distantes, como son Dios y
pesebre? ¿Qué cosa mas baja que pesebre, que
es lugar de bestias; y (pie cosa mas alia (pie Dios,
(pie está sentado sobre los querubines ? ¿ Pues cómo
el hombro no salo de sí, considerando estos
dos extremos tan disimiles, Dios en un establo,
Dios en un pesebre , Dios llorando y temblando do
frío, y envuelto en pañales?» Hasta aquí es del
P. Er. Luis do Granada. Pues, ¡ ó corazón humano!
¿dónde oslas, cuando no estás en tí, ó
cuando no estás con tu Dios? ¿Dudas por ventura
que sea lu Dios éste (pie aquí ves recien nacido
, envuelto en pañales , recostado en un pesebre
, y tiritando de frío entre dos animales? No
dudes; porque este mismo niño, que ves nacido
ahora de las entrañas de su Madre , nació eternamente
de la inmortalidad del Padre eterno: de la
madre sin padre; y del Padre sin madre: del Padre
sin tiempo ; y de la madre en el fin de los tiempos
: del Padre como principio de la vida; y de la
madre como fin de la muerlo : y el que ahora ves
mona! y visible, y sujeto (por su voluntad) al
hielo y al frío , por ser Hijo de María; entiendo
que es impasible, Invisible y altísimo y exento de
toda injuria, por ser Hijo de Dios. Niño es, y niño
parece en esta forma de siervo ; pero grande es ó
inmenso en la forma de Dios: el mismo que aquí
loma el pecho , y se sustenta de la leche de una
doncella , es el que gobierna los cielos y el curso
del sol y de las estrellas, y sustenta y conserva
el universo con su mano poderosa. Y para que
mejor entendamos lo que en este niño se encierra,
y con qué ojos lo habernos de mirar, y que es Dios
verdadero y Salvador del mundo, nacido para
nuestro bien ; miremos la integridad de la Madre:
porque aunque es madre, juntamente es virgen:
madrees; porque parió al Hijo que habia concebido
y tenido nueve meses en sus entrañas : y virgen
es; porque este Hijo es Dios, y habiendo Dios
de nacer, de virgen habia de nacer. « No hubo allí
necesidad de baños ni de lavatorios (dice san Cipriano),
que se suelen aparejar á las paridas;
porque ninguna injuria había recibibo la Madre
del Salvador, la cual parió sin dolor, así como
había concebido sin deleite.» El fruto va maduro
con sazón se cayó del áibol, que le licita : v no
había necesidad de arrancar con fuerza , lo que do
su voluntad se nos ofrecia. Ningún tributo se pagó
en esle parlo , ni deleite precedente ( que no hubo)
pidió alguna usura de dolor. Y para mayor
certificación de esla verdad, añade el sagrado
Evangelista, «que habia en aquella reglón unos
pastores que ala sazón estaban velando, y guardaban
las vigilias de la noche sobre su ganado : y
el ángel del Señor vino á ellos, y la claridad de
Dios resplandeció al rededor do ellos, v temieron
con gran temor; y dijoles el ángel: No queráis temer
: mirad que os anuncio unas nuevas de grande
alegría que será para todo el pueblo ; que os es
hoy nacido un Salvador , que es Cristo nuestro Señor,
en la ciudad do David ; y eslo os doy por señal
, que hallaréis al Niño envuelto en pañales y
puesto en un pesebre. Y luego á deshora se juntó
con el ángel una muchedumbre del ejército celestial
, que alababan á Dios , y decian : Gloria sea á
Dios en las alturas , y en la tierra paz á los hombres
de buena voluntad.» Todas estas palabras son
del historiador sagrado. Para que los hombres conozcan
á Dios en la tierra recien nacido y recostado
en el pesebre, viene el ángel del cielo á manifestarle,
y declararnos quién es. Venia el Señor para redimir
al mundo y salvar al hombre perdido : y luego,
en naciendo, comenzó á hacer oliciode Salvador,
descubriendo lo que era, y lomando testigos
de la majestad que estaba encerrada en aquella
profundísima humildad. No quiso manifestarse á
lodos ; porque no lodos eran capaces de tan gran
bien : y porque no se impidiese su cruz y pasión,
escogió para testigos á unos pobres y desprecia-

dos paslores, que guardaban su ganado allí cerca,
y velaban junto auna torre, que se llamabaEdor,
donde Jacob había apacentado su ganado: porque
siendo él sumo pastor y príncipe de pastores
: ¿ á quiénes se había de manifestar, sino á los
que eran de su oficio ? Siendo cordero de Dios ;
¿quién había de tener noticia de él antes que los
pastores? ¿A quién se habían do revelar primero
los misterios divinos, sino á los que apacientan el
rebaño de Dios, y velan sobre él , para que ellos
le comuniquen y declaren á sus ovejas? ¿Quién
había de predicar la humildad de Cristo y la pobreza
del pesebre, sino los humildes y pobres , y
que por su simplicidad y llaneza estaban dispuestos
á recibir la luz del cíelo , y creer lo que del
ángel oian , y adorar al Infante recien nacido?
¿Cómo creyera el rey Heredes al ángel, y fuera á
buscar y adorar en una choza al Niño recien nacido
; pues por solo haberlo entendido, se turbó y
salió de sí? ¿Cómo le adoraran y reconocieran los
soberbios escribas y fariseos en aquella abatida
y vil figura : pues siendo ya hombre , y haciendo
lautos y tan grandes milagros , le desecharon y le
pusieron en una cruz? Apareció, pues, el ángel
del Señor ( que san Cipriano y san Ambrosio y
otros dicen que fué el ángel san Gabriel ) á los
pastores en figura humana , resplandeciente y con
maravillosa claridad , para mostrar que era eni
iado de Dios , y que era Dios y mas que hombre
aquel Niño que les venia á anunciar. Viendo los
paslores al ángel , temieron sobre manera, porque
su flaqueza no sufria aquella excelencia y majestad.
Mas el ángel les quitó el temor , y les dijo :
« No queráis temer: mirad , que os anuncio unas
nuevas de grande alegría , que será para todo el
pueblo ; que hoy es nacido para vosotros y para
nuestro bien , un Salvador , que es Cristo nuestro
Señor, en la ciudad de David. » No temáis , sino
alegraos ; pues tenéis tantas razones de gozo y de
alegría : y es nacido el Salvador, y nacido para
vosotros y por vuestra salud, y siendo Dios, ha nacido
hombre y de vuestra misma natura'eza , la
cual ha sido levantada y ensalzada sobro la nuestra
: y para que vuestro gozo sea mas lleno y colmado
, llagóos saber, que hoy en esla misma hora
ha nacido el Cristo del Señor y el Mesías lan deseado
, el cual por ser Dios , es vuestro y nuestro
Señor. Y para que le hallasen y conociesen, dióles
por.señal , que hallarían al Infante envuelto en pañales
y reclinado en un pesebre. ¡O secretos , é
investigabas místenos de Dios ! Los pañales, el
pesebre , la pobreza da el ángel por señas de ser
nacido el Salvador, y aquel Rey poderosísimo y
sapientísimo , que habia de despojar el infierno y
sujelará los demonios, y dar vida y salud al mundo
! Vinieron á grande prisa los pastores y hallaron
á María y á José , y al Niño puesto en el pesebre
: y viéndole , conocieron ser verdad lo que
les había sido revelado acerca de este Niño. Cosa
es de grande admiración , que conociesen los pastores
""que aquel Niño empañado y acostado en el
pesebre fuese Dios y Señor de él , y de la tierra:
porque todo lo que "veían , mas era para creer
que no era Dios , sino un pobrecifo y despreciado
LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 23
Niño, abatido y desechado entre las bestias : mas
avisados del ángel, y admirados del resplandor del
cielo , y de la música y alabanzas de los ángeles,
y sobre todo alumbrados con la luz de la fé , y
encendidos en amor con la visia del mismo Niño,
conocieron que era Dios , y por tal le adururon y
lo predicaron á los oíros.
1) Pues, ¿qué habernos de aprender de esla
allísima escuela del Niño recien nacido? ¿Cómo
nos debemos aparejar para recibirle en nuestros
corazones? ¿Cómo habernos de imitarlos ejemplos
lan admirables que aquí vemos , y las virtudes
que por todas partes resplandecen en este sagrado
nacimiento? Que es la postrera parle de las [res
que propusimos arriba. La primera cosa , que debemos
hacer , para que nazca en nuestras almas
el que hoy nació en el poilal de Belén , es alegrarnos
y regocijarnos espirilualmente : porque tenemos
un Dios tan bueno, tan benigno , lan amoroso
, que siendo en sí eterno é incomutabie , hoy
vestido de nuestra carne se ha hecho Niño de un
día , y sujeto á la inclemencia del cielo, y á las
injurias del tiempo. Gozémonos porque nos ha
nacido el Salvador verdadero, que nos librará,
no solo de los daños temporales, sino de nuestros
pecados y de la enemistad que por ellos tenemos
con Dios , y nos sacará de las uñas de Satanás, y
nos abrirá la puerla del cielo: porque si cuando
nace un rey ó príncipe heredero, se hacen en lodo
•¡¿i remo tantas fiestas y regocijos por celebrar el
nacimiento de un hombre , que es semejante á los
demás , y no so sabe sí será la ruina y destrucción
del mismo reino, y causa (por su mal gobierno)
de tanto llanto, cuanto su nacimiento
fué de alegría ; ¿qué debemos hacer nosotros en
la Natividad de aquel Rey soberano, que Irae en
su muslo escrito « Bey de los reyes, y Señor de
los señores? « ¿Qué habernos de hacer, cuando
nace aquel príncipe, que no ha de cargar á sus
subditos , ni ponerles pechos ni tributos, sino lomar
sobre sí las cargas do ellos y pagar en su
cuerpo las penas , que ellos merecen? ¿Qué habernos
de hacer, viendo que nace aquel en
quien están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y ciencia de Dios? ¿Aquel que os
espejo sin mancilla, en el cual, nos representa
toda verdad , que es la fuente do loda dulzura,
y arca en que está encerrado todo lo precioso
quo liene Dios? ¿Que es ley viva , quo da.
vida á todas las leyes y las endereza, y corrige
todas nuestras acciones? ¿Que es el maná quo
contieno en sí todos los sabores, y pan celestial,
quo solo puede hartar, y medicina que cura lodas
las dolencias de nuestra alma? ¿Que es flor del
campo, que con su fragancia y suave olor recrea
al mundo y trae á sí los corazones? ¿Que es el
sol de justicia, que deshace todas las tinieblas , y
admirable ó inmensa hermosura, que quila lodas
nuestras fealdades: y finalmente nuestro rey, nuestro
maestro, nuestro médico, nuestro pastor, amigo
, hermano, esposo, padre y señor? quo todo
esto se comprende en el nombre del Salvador : y
por todos estos títulos nos debemos gozar, y porque
hoy se nos ha dado, y ya lo tenemos por núes-

DICIEMBRE , '¿¡>
tro , y como do cosa propia nuestra nos podemos
holgar.
10 Porque si los ángeles vienen hoy del cielo
á hacer fiesta en la tierra , y alabar al Niño recien
nacido, y darle música, con no haber lomado el
Señor'su naturaleza, ¿qué habernos de hacer nosotros,
viendo lan ennoblecida y ensalzada la nuestra
y que ya somos parientes de Dios? La segunda
cosa, conocer lo que debemos á este Señor por
este beneficio , y las obligaciones que nos corren
por esle parentesco de Dios , porque sin duda que
si algún rey lomase por mujer á una doncella pobre
, que lodos los deudos de ella se honrarían con
aquel casamiento, y procurarían tratarse, nó como
antes, sino como deudos de la reina. Pues
lo mismo debemos nosotros hacer después que el
Rey del cielo se hizo participante de nuestra naturaleza,
procurando dejar el traje viejo de las vilezas
y bajezas pasadas, y vivir como hombres de
sangre real: y así dice san León , papa: «Conoce,
ó cristiano, tu dignidad, y hecho ya particionero
de la naturaleza divina, no quieras volverá las
viejas costumbres de la villanía pasada. Mira de
cuya cabeza y de cuyo cuerpo eres miembro : y
mira que el precio de tu rescate es la sangre de
Cristo: el cual te juzgará con verdad ; asi como
te redimió con misericordia. » Pero en lo que principalmente
debemos poner los ojos, es en el pesebre,
y estar atentos á lo que este Maestro divino
desde aquella cátedra celestial nos enseña, no hablando
sino callando: Niño es, y juntamente Verbo
del Padre , cuya niñez habla, y todas las cosas
que intervinieron en el sagrado parto , claman y
nos predican menosprecio, humildad , pobreza y
trabajo. El establo, el pesebre, los pañales, la
desnudez , el desabrigo, el trio , la compañía de
bestias, ¿qué otra cosa son, sino voces del niño recien
nacido , y una doctrina del cielo , que nos
enseña que no es tan mala la pobreza, como pensamos,
ni tan bienaventurados los ricos , como el
mundo cree ; y que la humildad es la escalera del
cielo, y el deleite cuchillo de la virtud? « No consuela
la niñez de Cristo (dice san Bernardo) á los
parleros , ni sus lágrimas consuelan á los que dan
grandes risadas , no consuelan sus pañales á los
que andan ataviados y galanes , no consuelan el
pesebre y el establo á los que aman las primeras
cátedras en las sinagogas; sino á los que con paciencia
aguardan en silencio la consolación divina
y lloran. » O Cristo se engaña (dice el mismo
san Bernardo ) ó el mundo yerra: Cristo no se puede
engañar; porque es Sabiduría eterna : y pues
escogió para si la pobreza, la humildad y la aspereza
, y desde que entró en esta vida, hasta que
salió de ella , siempre se vistió de esta librea , y
nos exhortó con obras y con palabras ó vestirnos
de ella, claro está que lo que él escogió es
lo mejor, y que nosotros, siguiendo la opinión del
mundo, vamos errados. Porque ¿cómo puede ser
bienaventurado el que tiene mas honra en el mundo?
¿El que bebe los vientos por poner el pió
delante de su igual? ¿El que pretende cargo y
mando, y se hace esclavo de muchos, por mandar
y poder? ¿Y muchas veces lo compra con
LA LEYENDA DE ORO. i 9 o
tantos y tan congojosos cuidados, y con la hacienda,
y con su vida y con su alma? ¿Cómo las riquezas
pueden dar contento al hombre ; pues se
adquieren con trabajo, y se guardan con temor,
y se pierden con dolor? ¿Cómo puede dar hartura
al alma , que fué criada para solo Dios, una
cosa lan vil y tan apocada, como la hacienda,
que está sujeta á tantos casos é infortunios de
perderse ? Finalmente, ¿cómo pueden hacer feliz
al hombre las cosas quo no lo pueden hacer virtuoso
, y que están fuera del hombre? Pues ¿qué
diré de los gustos y deleites de nuestra carne que
lanío nos arrebatan y llevan en pos de si? [Qué
sucios , qué breves, qué engañosos son , é indignos
de la excelencia dei hombre, que nació para
trabajar, como el ave para volar I Pues quede esto
sentado en nuestros pechos, y muy lijo en nuestros
corazones, que nuestra bienaventuranza consiste
en conocer , amar, y servir al Señor: y (pío
aunque las honras y riquezas son bienes indiferentes,
y de los cuales se puede usar bien y mal ; pero
que comunmente son ocasiones de grandes pecados
: y que el oslado pobre y humilde es mas
seguro , y mas aparejado para hallar á Dios en
el establo de Belén: y para enseñarnos eslo,
quiso él serrechnado en el pesebre , y que su sacrosanto
nacimiento fuese por el ángel revelado
á los pastores, gente humilde y pobre, y quo
ellos fuesen lo primeros que le buscasen, hallasen
y adorasen. Y juntamente en este hecho nos enseñó,
que el oficio de buen pastor es velar y apacentar
su ganado; y que los prelados espirituales,
y principes temporales, y lodos los gobernadores
de la república,}' padres de familias, deben velar
y procurar, con gran solicitud y cuidado, dar saludables
pastos á sus ovejas, y curarlas de la roña,
y defenderlas de los lobos, para dar buena cuenta
de ellas á esle Niño hoy nacido; porque es el sumo
pastor que se las encomendó: y el que no tuviere
esla obligación , por no tener cargo de otros , sea
pastor de sí mismo, y vele sobre sí : oiga y obedezca
á la voz del ángel: busque al Señor : adórele
y alábele; porque nació para salvarle y para
su bien.
11 Mas entro todas las cosas de que nos debemos
gozar en el nacimiento de nuestro Salvador,
una es, de las excelencias y grandezas de la santísima
Virgen, y darle el parabién del nuevo y dichoso
Hijo, que con tantos privilegios y prerogativas
divinas dio al mundo: porque así como elia
es la puerta del cielo por la cual se nos comunicó
esla grande luz ; así por ella habernos de entrar
para ver la misma luz, y ser particioneros del gozo
inefable que ella en su sagrado parlo recibió , quo
sin duda fué inmenso , indecible ó incomprensible
: y para significárnosle , concluye su historia
del nacimiento del Señor el evangelista , con decirnos
, que esta Señora guardaba en su corazón
los misterios y maravillas que veia , y las confería
entre sí para alabar y manifestar mas al Señor.
¿Quién podrá dignamente explicar los gozos y
alegrías de aquella santísima Virgen, que por lodas
partes estaba cercada do tantas maravillas,
y en un profundo piélago de tantos misterios , y

h% LA LEYENDA Dí ORO. DICTEXERK . 23
sumida debajo de las olas de laníos y tan señalados
beneficios? ¿Qué sentina su piadoso y humilde
corazón, cuando veía en sus brazos al que por
su inmensa majestad no cabe en el cielo ni en la
tierra? ¿Cuc.ndo veía fajado y envuelto en pañales
al (pie viste á todas las criaturas; v reclinado
en un pesebre al que está sentado sobre los querubines
y serafines? ¿Qué sentiría viendo adonde
habían llegado las entrañas de piedad del Señor:
pues tanto por su vil esclavo se habia abatido y
humillado? ¿Cuando consideraba la singular gracia
que había hallado en los ojos de Dios; pues
entre todas las mujeres criadas y por criar, ella
sola fué escogida por madre suya? ¡Con cuánta
humildad reconocia esta grandeza ! ¡Con qué ojos
miraba al que así la miró ! ¡ Qué gracias le daba I
¡ Qué cantares le cantaba ! ¡ Con qué amor le respondía!
¡ Qué palabras le decía I ¡ Qué luces, qué
resplandores, qué ardores, qué sentimiento y afectos,
qué ternuras y dulzuras eran las de esta purísima
Virgen , cuando consideraba , que habia
concebido por virtud del Espíritu santo . y tenido
en sus entrañas nueve meses al Hijo de Dios, sin
pesadumbre ni fastidio, y parido sin dolor, y quedado
virgen siendo madre ! ¡ Cuando veia los
ángeles que descendían de! cielo á adorarle y
servirle, y darle música, y manifestarle á los pastores;
y á los mismos pastores que venían á reverenciar
v dar vasallaje á su Salvador y Señor!
Pues demos la enhorabuena á esta Señora, y gozémonos
de su gozo , y supliquémosla humildemente
, que pues parió á su precioso Hijo para
nosotros, nos alcanze gracia de su mismo Hijo,
para que no perdamos por nuestra culpa lo quo
él nos ganó por su gracia : y para que nazca en
nuestras almas de manera,que seamos particioneros
de todos los dones y bienes, que eon esle inefable
misterio y humildísimo nacimiento nos trajo
del cielo.
SANTA ANASTASIA , VÍRGENY MÁRTIR , Y SANTA
ANASTASIA, MÁRTIR. — Dos Anastasias celebra la
Iglesia, ambas romanas, ambas nobilísimas y mártires.
La primera , llama el Martirologio romano
Anastasia la anciana , á diferencia do la segunda,
que fué martirizada después. La primera, habiendo
escogido la vida monástica y perfecta ^como
dice el Metafraste) , y habiendo sido instruida de
la vírgen sania Sofía, en la persecución de Valeriano,
por mándalo de Probo, prefecto, fué presa,
encadenada, abofeteada, atormentada con fuego
y con azoles , y corlados los pechos, arrancadas
las uñas, quebrantados los dientes , y tronchados
los pies y las manos , fué degollada, y voló á su
esposo, vírgen y mártir,adornada de tan preciosas
jovas , y tantas, cuantos fueron sus tormentos. El
dia de su martirio fué á los 27 de octubre de! año
del Señor de 262.
2 La segunda Anastasia (cuvo martirio celebra
hoy la santa Iglesia) fué casada con un caballero
muy principal y de gran linaje , llamado
Pubüo. que era hombre fiero y cruel , y dado á la
adoración de sus falsos dioses; y por eslo aborrecía
á sania Anastasia, porque era cristiana, y siempre
se ocupaba en hacer bien y socorrer á los santos
confesores , que en la persecución atrocísima do
los emperadores Díocleciano y Maximiano estaban
presos, y eran atormentados por la fé de Jecristo.
El Melafrasle dice que sania Anastasia
conservó su virginidad, y que Publio. su marido,
no llegó á ella, poro afligióla sobre manra: encerróla
en un aposento de su casa, dándole do comer
por lasa para quo acabase presto sus días , y tratándola
tan desapiadadamente , que la santa tuvo
necesidad de escribir dos cartas á san Crisógono,
mártir, quo á la sazón oslaba también preso en
Roma , rogándole que la favoreciese con sus oraciones
delante del Señor : y san Crisógono le respondió
oirás dos cartas que pusimos en su vida, y
la consoló y animó para la corona del martirio.
Pero sucedió , que en el mismo tiempo que olla
eslaba tan angustiada y afligida , el emperador
üiocleciano envió á Publio,su marido, por embajador
al rey do Persia: el cual partiendo de Roma,
la dejó en la misma cárcel, con intento de darle la
muerte cuando volviese de Persia: mas por voluntad
de Dios cayó malo en el camino, y murió, pagando
con la muerte temporal y cierna , los desafueros y
tiranías que contra santa Anastasia había usado:
y ella quedó libre y señora dn sí y ele su hacienda,
y la empleó toda en servicio y sustento de los pobres
, especialmente de los santos confesores y
mártires, como lo habia prometido. Era cosa maravillosa
ver el ardor y afecto con que esta bienaventurada
viuda y virgen se empleaba en visitar
las cárceles, que estaban llenas de santos mártires,
y cómo los consolaba, y recreaba v limpiaba sus
llagas, y aliviaba sus penas, y enterraba sus cuerpos
muertos, y en todas las cosas se trataba para
con ellos como una sierva y esclava. Pero entendiendo
en estas santas obras, el Señor, que la habia
librado del marido . quiso darle el premio de
ellas, y quo la que con tanta candad y humildad
servia á los mártires , no careciese de la corona
del martirio. Fué presa por un prefecto, y echada
en una áspera v horrible cárcel, donde santa Teodora
(que ya habia consumado su martirio y reinaba
en el cielo con Cristo) dos meses la sustentó
con manjares traídos del cielo.
3 Al cabo de ellos la bienaventurada santa
Anaslasia fué puesta en una nave con doseienlos
hombres cristianos, y setenla (Usuardo y Adon
dicen setecientas) mujeres, para quo se ahogasen
en el mar: pero la nave, guiada de la providencia
del Señor , llegó á la isla Palmaria, donde santa
Anaslasia fué atada á unos ríalos y levantada algo
de tierra. Pusieron fuego debajo; y así fué quemado
su cuerpo, y purificada su bendita alma que
eslaba mas encendida y resplandeciente con el
fuego riel divino amor, que su cuerpo con las llamas
del otro fuego material, con que quedó abrasado
y consumido. 'Lodos los otros sanios que
habían venido con ella murieron por el Señor
con varios géneros de tormentos y muertes: entre
los cuales eslaba uno llamado Euliciano , hombre
muy sencillo y sin malicia alguna. Era muy rico:
(pilláronle toda la hacienda ; y él no mostró pena
alguna por ello : porque tenia puesto su corazón
donde eslaba su tesoro, y preguntado, nunca res-

D O T K , 2 6 LA LEYENDA DE ORO. Ш
nnnrlii otra cosa sino :"No me qnilarán á Cristo, oro que con el cnsol y fuego se afina. Crecía la
»nñn ,e me quiten la cabeza. El cuerpo de santa multitud do los que creían en Cristo no solamente
Anadia medio quemado, recogió una matrona en numero , sino también en santidad y perec­
Д 1 И ! ,
. Ь
. • 1
i _..•,„j„I „„i, a 5 va,-ps mn cion , de manera , que los fieles vendían sus líale
arrojaban
cosa baja y
ran los que
violes acople
los pobres
ropia , y toi
uno se daba
de personas,
specialmenlas
de conde
los cre­
> , y los que
5 no las rereos
que haá
quejarse y
ila cuenta en
as de los hepareciéndose
trataban
e mucha gen­
Ha que haya
3S y quejas,
¡tendieron lo
jia para ello,
;s, y dijéron­
'S dejasen de
non, por dar
asa de menos
varones (no
Mesen , ó no
ministerio) y
enas de! Esocupasen
en
^ados de él ,
la oración y
s : porque el
lalabra á los
ado é inflar
en ella lo
icio bien á la
propusieron,
ima, y se los
obre ellos sus
ara que de­
> limosnas, y
m menester ,
u del Evannejas
á aquel
y eminente
texto sagrael
cual coi
tan grande
i de los poporque
no la
artia por afipjejas
de los
•iamenle con
comer, era
iodos podian

DICIEMBRE , 26
pondia otra cosa sino :"No me quitarán á Cristo,
aunque me quiten la cabeza. El cuerpo de santa
Anastasia, medio quemado, recogió una matrona
llamada Apolonia: y besándolo muchas veces con
ternura, y ungiéndolo con preciosos ungüentos, le
envolvió en limpísimos lienzos , y sepultó en un
huerto de su casa, en donde poco después fabricó
una iglesia, y la intituló de su nombre. El martirio
de santa Anastasia fué ó los 25 de diciembre,
imperando Diocleciano y Maximiano, año de Cristo
de 303. Fué muy célebre esla sania en Roma,
donde hoy día tiene un templo , que es título do
cardenal. Escribieron de ella los Martirologios romano,
el de Reda, Usuardo , y Adon y Metafraste
en los actos de la otra Anastasia mas anciana, que
refieren Lipomano en el v tomo, y el P. Fr. Lorenzo
Sunoen el vi de las Vidas de los santos.
* SANTA EUGENIA, VÍRGEN Y MÁRTIR. — En
tiempos del emperado Galeno ó Galieno, después
de haber sido un dechado de virtud , fué martirizada
cruelísimamente en Roma el año de 267.
LA CONMEMORACIÓN DE MUCHOS MILES DE MÁR­
TIRES. — Estando todos ellos en una iglesia , mandaron
cerrarla por orden del emperador Diocleciano
, y rodearla de fuego. Entonces se intimó á
los de deniro , que si querían salvar su vida , debian
adorará Júpiter. Negáronse todos á una voz,
yen medio del mas atroz tormento dieron el alma
á Dios.
SAN PEDRO NOLASCO , CONFESOR Y FUNDADOR.
— Aunque el Martirologio romano le menciona
también en este dia . su fiesta corresponde á 31 de
enero, que es donde debe verse.
Dia «6.
SAN ESTÉVANJPROTOMÁRTIR. — « Ayer (dice el
glorioso san Agustin) celebramos el nacimiento en
el mundo del Rey de los mártires; y hoy celebramos
el dia, en que el primicerio y capitanee los
mártires salió del mundo : porque era conveniente
que para dar vida á los mortales, el que es inmortal
primero se vistiese de carne: y que después el
hombre mortal por amor de Dios inmortal menospreciase
la muerte: y por esto nació el Señor para
morir por el siervo, para que el siervo no temiese
morir por su Señor. Nació Cristo en la tierra, para
que Estovan naciese en el cielo. » Eslo es de san
Agustin, ó como otros dicen, de san Fulgencio. La
historia del martirio de san Esté\an escribió el
sagrado evangelista san Lucas en el libro de los
Hechos aposlólicos, de esta manera. Habiendo el
príncipe de los sacerdotes . y muchos de la secta
de los saduceos , con falso zelo de su ley , y por
instinto del demonio , procurado estorbar á los
apóstoles que no predicasen el nombre de Jesucristo
al pueblo, y azotádolos y amenazádolos, y
los mismos apóstoles recibido gran gozo, por verse
maltratados por su Señor ; dice san Lucas , que
crecía cada dia y florecia mas la Iglesia de Crisio,
y se multiplicaba el número de los cristianos que
en aquel tiempo se llamaban discípulos : porque
las obras de Dios son como la llama, que con los
vientos de las persecuciones crece : y como el
TOMO IV.
LA LEYENDA DE ORO. 497
oro , que con el crisol y fuego se afina. Crecia la
multitud de los que creían en Cristo, no solamente
en número , sino también en santidad y perfección
, de manera , que los fieles vendían sus haciendas,
y traían el precio de ellas y le arrojaban
á los pies de los apóstoles , como cosa baja y
soez : dando á entender, que ellos eran los que
recibían beneficios en querer los apóstoles aceptarlas
y servirse de ellas en utilidad de los pobres
y menesterosos. Ninguno tenía cosa propia , y lodos
lenian las de lodos; porque ó cada uno se daba
lo que habia menester, sin acepción de personas.
Teníase gran cuenta de proveer, especialmente
á las viudas, como mas necesitadas de consuelo
y alivio. Y como ya el número de los creyenles
se hubiese aumentado mucho , y los que
tenían cargo de repartir las limosnas no las repartiesen
con tanta igualdad; los hebreos que habían
nacido en Grecia comenzaron á quejarse y
á murmurar , porque no se tenia tanta cuerna en
proveer á sus viudas , como á las otras de los hebreos
que eran naturales do Judea : pareciéndoles
que se les hacia agravio , y que se trataban
desigualmente que las otras ; que enire mucha gente,
aunque sea santa , no es maravilla que haya
alguna imperfección , murmuraciones y quejas.
Luego que los sagrados apóstoles entendieron lo
que pasaba, y el fundamenlo que había para ello,
llamaron la muchedumbre de los fieles, y dijéronles,
que no era conveniente que ellos dejasen de
dar pasto á las almas con la predicación , por dar
de comer á los cuerpos y atender á cosa de menos
importancia: que escogiesen siete varones (no
niños, ni muy viejos , que, ó no supiesen , ó no
tuviesen fuerzas para hacer aquel ministerio) y
personas conocidas y aprobadas, y llenas de! Espíritu
santo y sabiduría, para que se ocupasen en
aquel piadoso oficio : y ellos descargados de él ,
pudiesen con mas libertad atender á la oración y
á la predicación de la palabra de Dios : porque el
predicador , para inflamar con su palabra á los
oyentes , primero ha de ser alumbrado é inflamado
de Dios en la oración , y coger en ella lo
que ha de derramar á los otros. Pareció bien á la
multitud lo que los santos apóstoles propusieron,
y eligieron siete hombres de buena fama, y se los
ofrecieron : y los apóstoles pusieron sobre ellos sus
manos, ordenándolos de diáconos , para que demás
de tener cuidado de repartir las limosnas, y
proveer á los fieles de lo que hubiesen menester ,
se ocupasen larnbien en la predicaciou del Evangelio
y en las otras cosas que están anejas á aquel
grado.
2 Entre estos el mas principal y eminenlo
fué san Eslóvan , varón ( como dice el texto sagrado)
lleno de fé y de Espíritu santo: el cual comenzó
luego á ejercitar su oficio con tan grande
vigilancia y caridad, que la hacienda de los pobres
estaba muy bien en sus manos ; porque no la
dejaba perder por descuido , ni la repartía por afición
, ni se enojaba por palabras y quejas de los
que la recibían : y tratando necesariamente con
mujeres y viudas, á quienes daba de comer, era
tan recatado y tan honesto. que todos podían
es

•Y98 LA LEYENDA DE ORO. DICÍEMHKE , 26
aprender de él castidad y pureza. Demás do esto, al cuerpo, y
ocupábase en predicar, y bacía Dios tantos milagros
por él, y resplandecía en su vida una gracia
v forlaleza del ciclo tan rara , que á lodos ponía
admiración. Fué eslo de manera, que san Clemente
, papa, discípulo de san Pedro, hablando en
persona de los apóstoles, que ordenaron á los siete
diáconos , dice, que en el amor para con Dios, no
era inferior san Eslévan á los mismos apóstoles.
Uabia en Jerusalen algunas sinagogas ó escuelas ,
á manera de colegios , á los cuales venían de varias
provincias estudiantes mozos, y de nación
hebreos , para que en aquella ciudad , que era la
cabeza de todo su pueblo ; y donde estaba el templo
de Dios , y florecía el culto de su religión ,
aprendiesen la ley de Moisés, y las ceremonias y
tradiciones con que Dios quería ser servido : porque
eslas eran las letras que ellos aprendían , como
ahora van á las universidades los que quieren estudiar
varias artes y ciencias. De cinco de estos
colegióse sinagogas (que fueron la de los libertinos
, la de los cirenenses , la de los alejandrinos y
la de los estudiantes que habían venido de las
provincias de Cilicia y Asia) salieron á disputar
con san Eslévan por verle tan grande letrado , y
tan fervoroso , y que en la gracia y fuerza de su
predicación , acompañada de tantos prodigios y
milagros, hacia grandísima riza en el pueblo ,
v convertía ó muchos á la fé de Jesucristo, á quien
ellos tenían por enemigo y destruidor de su ley.
Disputaron muchas veces con el sanio levita , y
siempre quedaron conchudos, sin saber responder
á los argumentos que les traía , ni á la sabiduría
y espíritu de aquel , en quien hablaba Dios. Halláronse
tan afrentados y corridos , que determinaron
dar la muerte , á quien con razones y argumentos
no podían vencer. Para salir con su intento,
buscaron testigos falsos que le acusasen delante
del sumo sacerdote, y alborotando al pueblo, y á
los ancianos y escribas , echaron mano de san
Estovan, y le llevaron á su ayuntamiento, calumniándole
haber dicho , que Jesús Nazareno había
de destruir aquel lugar , y mudar las tradiciones
que Moisés les había dado. Lo uno y lo otro era
falso; porque san Estovan no había dicho tal: verdad
es que ellos lo pensaban y temían , interpretando
mal , y trocando las palabras que Cristo
nuestro Señor había dicho, como lo suelen hacer
los que buscan ocasión para dañar al que tienen
por enemigo. Estando el santo levita en el concilio
, habiendo el sumo sacerdote oído la acusación,
le preguntó si era verdad lo que aquellos testigos
decian. Todos los que allí estaban sentados, pusieron
los ojos en san Eslévan (como comunmente
so suele hacer , cuando el reo está delante de los
jueces , y preguntado da razón de sí), y dice el
texto sagrado , que vieron su rostro como rostro
de un ángel : porque el Espíritu santo , que estaba
¡menormente en su alma, resplandecía y enviaba
sus rayos exteriormente al cuerpo : y como
él estaba inocente y sin culpa , y tan señor de sí,
y no tenia que temer, mostraba en la cara lo que
tenia en el pecho: y (como dice Ensebio Emiseno)
de la abundancia del corazón salia la hermosura
pu, j la pureza interior redundaba en la
compostura exterior, y la luz escondida dentro se
veía como en su espejo en la frente. Eslo dice
Emiseno. Pero ¿qué maravilla es que pareciese
ángel , el que era ángel en la castidad ? ¿ Y el que
como ángel no tenia cuidado de su cuerpo, é imitaba
la fortaleza y virtud de los ángeles? ¿Y estando
lleno de Espíritu santo , ya representaba
aquella vida angélica y celestial ? Porque si la cara
de Moisés resplandeció lanío, cuando trajo del
monte la ley vieja; ¿qué maravilla es que la cara
de Estovan haya resplandecido como cara de ángel
, cuando explicó la ley nueva , y magnificó al
verdadero legislador? Pues como el sumo sacerdote
hubiese preguntado á san F'slévan , si era
verdad lo que contra él se decia ; tomó el santo la
mano , ó hizo un razonamiento muy largo , comenzando
desde que Dios apareció á Abrahan , y lo
mandó que saliese de su tierra y fuese á la que
él le mostraría, refiriendo desde aquel tiempo el
discurso (¡ue había tenido el pueblo de Israel, v las
mercedes que Dios le habia hecho , especialmente
por mano de Moisés , á quien Dios habia hecho
príncipe y redentor do su pueblo, y le habia enviado
á Egipto , para que le librase , como le libró,
haciendo lautas maravíllasv prodigios. Finalmente,
después de haberse mostrado sapientísimo en las
divinas Letras, y magnificado á Moisés como á ministro
de Dios y profeta excelentísimo , que habia
anunciado que Dios le enviaría otro profeta de su
linaje y sangre ((¡ue ora el Mesías), á quien debían
oír y obedecer, y respondido á las cosas que
falsamente le oponían ; encendido de zelo , gravemente
los reprendió , porque eran desagradecidos
y rebeldes á Dios , y hombres de dura cerviz,
é imitadores de sus antepasados : los cuales habían
perseguido y muerto cruelmente á los profetas que
Dios les habia enviado , y ellos, peores que sus padres
, habían puesto las manos y crucificado al
Santo y Justo, de quien los mismos profetas habían
profetizado y predicado al pueblo que vendría.
Los que estaban présenles, oyendo eslo, no se
¡mede creer el aborrecimiento y odio que concibieron
contra el santo diácono : deshacíanse dentro
de sí , y crugian los dientes contra él , deseando
echarle las manos v acabarle. Levantó Estovan
los ojos al cíelo , y veía inmensa claridad corporal,
que representaba la gloria de Dios , y á Jesucristo
en pié , al lado derecho de Dios , como quien estaba
presto para ayudarle y favorecerle en aquel
riguroso trance. Tuvo esta visión . para que habiendo
dicho poco antes , que ios judíos habían muerto
á Jesucristo , le predicase vivo , y no solamente
resucitado , sino también glorioso en el cíelo y sentado
á la diestra del Padre : y para que con aque- -
lia vista se animase á morir por el que habia
muerto por él , y entendiese que le estaba el cielo
abierto , y Jesús muy á punto y aparejado para
ayudarlo : y que no hay tribulación ni mal alguno
tan grande, que con el amparo y virlud del
Señor no se pueda vencer. Fué tanto el gozo y el
esfuerzo que el sanio levita recibió con aquella visión
, que no se pudo contener , que no rebosase
y dijese : « Mirad , que veo los ciclos abiertos, y al

DiaEMisitEif 26 LA LEYENDA DE ORO. 499
Hijo del hombre al lado derecho de Dios. En ovendo
eslas palabras aquella genle pérfida , que deseaba
lener ocasión de vengarse del valeroso soldado
del Señor , levantaron la voz en grito ,
diciendo : Muera , muera el blasfemo ; porque
lenian por blasfemia decir. que eslaba en el cielo
á la diestra de Dios , el que ellos habian condenado
por malhechor : y por esto so taparon las orejas
y arremetieron á él , y le echaron mano , y le
sacaron fuera de la ciudad para apedrearle como á
blasfemo ; porque así lo mandaba la ley: y para
poderlo hacer mejor, y oslar mas desembarazados,
so desnudaron sus ropas y las dieron á guardará
Sanio , que era primo del mismo san Eslévan
(como dice Ecumenio), y mozo ardiente , y
que le hervía la sangre con la edad y con el zelo
de la ley , que le parecía destruirse por la predicación
de san Euévan , y por eso deseaba que
muriese , posponiendo el amor de la sangre y parentesco
, al estudio y zelo de la religión : y á esla
causa guardaba los vestidos de los que apedreaban
al santo , para apedrearle él con las manos de todos
, como lo dice san Agustin por oslas palabras:
o De tal manera Saulo ayudaba á los que apedreaban
, que no se contentaba con apedrear él por sus
manos; antes para apedrear á Estovan con las
manos de todos , guardaba los vestidos de todos :
y era mas cuel , ayudándolos á todos, que si lo
apedreara con sus manos.» Cogieron á gran priesa
las piedras, y comenzaron á tirarlas con gran,
furia á Estovan , que invocaba al Señor, y le decía:
Señor mió Jesucristo, recibe mi espíritu.
Como los judíos eran duros y empedernidos y lenian
el corazón de piedra, tiraban piedras : y como el
santo levita era blando y amoroso, y tenia el corazón
de carne , destilaba dulzura y suavidad : ellos
corrían á las piedras ; y Estovan á la oración :
ellos le tiraban piedras duras , y él como un pedernal
, y piedra mas fuerte y dura , .herido de las
.piedras, echaba de sí centellas , nó de enojo, sino
de amor , para ablandar y abrasar los corazones
mas duros que las mismas piedras que tiraban.
Pero después que san Estovan hubo encomendado
su espíritu al Señor , hincando las rodillas en
tierra , clamó con una grande voz , y dijo : Señor,
perdonadles eslo pecado , y no los castiguéis por
él. Por sí hizo oración en pié; y por sus enemigos
arrodillado : por los que le apedreaban alzó la
voz , para que Dios les perdonase ; la cual no se
dice que a¡zó para rogar por si : porque veía el
gran peligro- y obstinación de ellos : y como eslaba
tan abrasado de candad , no tenía lanía solicitud
de sí , como de la perdición y eterna condenación
de sus hermanos: imitando en eslo al
Señor de todo lo criado , que en la cruz suplicó al
Padre eterno que perdonase á los quo le crucificaban:
juzgando que hacia poco en seguir las
pisadas de su maestro ; pues habia tan gran diferencia
de su vida á la de Cristo , y de muerte á
muerte. Y es de creer que el Señor oyó aquella
oración , que salia do pecho tan encendido en su
amor y tan deseoso de imitarle : y que muchos
de los quo allí eslaban y le apedreaban se convirtieron
, y alumbrados con la luz del cielo, reci­
bieron la fé de Cristo, y murieron por ella : p uo
que vemos que Saulo (que era el que los atizaba
y guardaba las capas de los que le apedreaban)
por la oración de san Estovan de lobo so
hizo cordero, y de perseguidor de Cristo fué apóstol
de Cristo y perseguido, y muerto por su amor:
de suerte que la conversión de Pablo fué efecto do
la oración de Estovan , como escribe san Ambrosio
: y san Agustin dice llanamente , que si Estovan
no orara , la Iglesia no tuviera á Pablo : que
por eso se levantó Pablo ; porque inclinándose
en la lierra Estovan , oró por él y fué oido. Y no
es maravilla que el Señor oyese al que él mismo
había llenado de fé , de gracia , de fortaleza,
y adornádole do tantos dones del Espíritu santo ,
y hedióle en su muerte tan semejante á sí: porque
Jesucristo fué acusado de blasfemia y condenado :
porque dijo: Yo soy Cristo Hijo de Dios , y veréis
al Mijo del hombre senlado á la diestra de la
virtud de Dios ; y san Estovan fué apedreado por
haber dicho que veia los cielos abiertos , y á Jesús
que eslaba á la diestra de ia virtud de Dios :
para acusar á Cristo buscaron testigos falsos ; y
lo mismo hicieron para condenar á Esiévan : al
uno y al otro sacaron fuera de la ciudad : el Señor
fué confortado de! ángel orando en el huerto ;
y Esiévan del mismo Señor , cuando le vio al lado
del Padre para ayudarle: el Señor y el siervo
rogaron por sus enemigos , y encomendaron su espíritu
á Dios que lo recibió: y. así concluye san
Lucas la historia del martirio de san Estovan con
eslas palabras : El cum hcec dixisset, ohdormivit
in Domino : En diciendo estas palabras , y
acabando esta oración que hizo por los que le
apedrearon , durmió en el Señor. En el Señordurmió;
porque murió por el Señor, ofreciéndose
en sacrificio por su fé , y por el amor de sus hermanos:
en el Señor durmió; porque su muerte
fué un sueño suave para él, y de gran precio para
nosotros, y para toda la Iglesia de grande utilidad
, por haber sido regada con la sangre de esle
bienaventurado y tortísimo mártir, que después
de la Ascensión del Señor fué el primero que
por su amor con invencible constancia la denamó
: y por esto es llamado san Estovan prolomártir
y primicerio de los mártires , porque fué el
primero ( como dijimos ) que dio la vida |>or Cristo
, y en él se dedicaron y se ofrecieron al Señor
las primicias de los mártires , y él con su ejemplo
abrió camino á los demás. Muerto que fué el santísimo
levita, y santísimo prolomártír Estovan,
dice san Lucas , que algunos varones temerosos
de Dios tomaron su cuerpo y le sepultaron con
gran llanto : quiere decir con mucha solemnidad ,
como lo interpreta san Gerónimo. El lugar y modo
con que le enterraron, reveló Gamahel á Luciano
jrresbílero, y nosotros lo referimos el dia
de la Invención de sus preciosas reliquias , á los
o do agoslo. Fué apedreado fuera de la puerta
Aquilonar de Jerusalen. Dejaron su cuerpo en el
campo un día y una noche, para que le comiesen
las fieras; pero ninguna le locó: y Gamahel
envió hombres fieles, y les dio todo lo necesario
para que en su cocho llevasen el cuerpo á una

500 L\ LEYENDA DE ORO. DICIEMIiRK , 2?
aldea suya , dislnnle veinte mil'as de Jerusalen ,
donde por espacio de setenta dias á su costa se
celebraron las exequias, con mucho sentimiento y
el cuerpo se puso en su sepulcro. Esto es lo que
refiere Luciano, por la revelación que le hizo G.amaliel.
Mas los sacerdotes y escribas , no quedaron
satisfechos con la muerte de san Estévan : antes
encarnizados y relamiéndose en la sangre que
habían derramado, se embravecieron contra los
otros cristianos, y movieron ( como lo. escribe el
evangelista san Lucas ) una. gravísima persecu-r
cion contra la Iglesia del. Señor , que estaba en
Jerusalen : en tanto grado, que todos los creyentes
, fuera ele los apóstoles , que eran las colunas,
se ausentaron de la. ciudad y se esparcieron por
varias provincias y tierras , sembrándolos Dios
por ellas , como una semilla del cielo., para coger
copiosa cosecha con su, predicación. Doroteo,
dice (no sé de donde lo toma, ) que el cha que.
liié apedreado san Estévan, murió con él Nicanor
, uno de los siete diáconos, y otros dos mil
cristianos con ellos. Lo de Nicanor , que haya
muerto con san Estévan , también lo dice Hipólito,
mártir.. Fué el martirio de san Estévan á los
20 de diciembre, en que la santa Iglesia le cele-,
bra, y fué el año.mismo en que el. Salvador murió
v subió á los cieJos , y el primer dia. que comenzaba
el año 3o de su nacimiento. Hipólito,
Tebano y Eyodio escribieron que san Estovanfué
apedreado siele años después que fué ordenado
diácono de los apóstoles; pero esto no tiene
fundamento, ni probabilidad. Fué tan reverenciada,
la, memoria de san Estévan de los fieles,
desde el principio de la Iglesia, que san Clemente,
papa, escribe que los apóstoles san Pedro y
san Pablo, mandaron que se guardase el dia de
su fiesta.: y san. Ignacio, dice , que san Estévan,
fué-ministro de Santiago el menor, l obispo de-
Jerusalen, San Fulgencio afirma, que para alean-,
zar la corona del martirio conforme á su nombre
( porque Estévan quiere decir Corona), se armó el
santo levita de la caridad , por la cual no se dejó,
llevar de los judíos cuando, disputaban,, y rogópor
ellos cuando le apedreaban. La caridad le
hacia que los reprendiese, para que se enmen-.
ciasen , y que suplicase á Dios que no. los casti-.
gase; porque tenia mas pena de los pecados de
ellos que de sus propias heridas , y lloraba mas
la muerte de sus almas que la de su cuerpo.. Pero
no resplandece solamente la caridad para con.
sus enemigos en el martirio de san Estovan , sino
también la fé , la sabiduría , la fortaleza , la libertad
y. zelo de la gloria de-su Señor , la paciencia
y constancia con que murió , y todas las otras
excelentísimas virtudes, que nosotros debemos
procurar de imitar. Todos los santos alaban , engrandecen
y ensalzan sobre manera á este beatísimo
y gloriosímo mártir, como se ve en las homilías
que escribieron de él san Agustín , san
Gregorio Níseno , san Fulgencio , san Pedro Cri—
ólogo , san-Bernardo , Eusebio Emiseno , Nicelas
y otros muchos.. Los milagros que nuestro Señor
obró por medio de las reliquias de san Estévan ,
cuando, reveló su cuerpo , fueron innumerables.
San Aguslin refiere algunos, como testigo de vista
: y nosotros en el dia de la Invención de su
cuerpo lo. tratamos, y por eso no lo repetimos
aquí.
* SAN MAHW.O, MÁRTIR. — En tiempos del
emperador Nnmeríano, á fines del siglo III,
el ser de una ilustre familia senatorial no libertó
á Marino de ser martirizado en Roma. Sufrió los
tormentos con una serenidad á toda prueba , en
SAN DIONISIO,, PAPA Y CONFESOR. — Murió en
269, después de haber trabajado cuanto cabe en
bien y gloria de la Iglesia católica. Fué hombre
admirable , y de vastísima doctrina.
SAN ZÓSIMO , PAPA Y CONFESOR. —El Martirologio
romano le menciona en eslo día , después
de san Dionisio. Nació en Grecia, murió , modelo
de sumos pontífices, en 418.
SAN ARQIELAO , OBISPO Y CONFESOR.— Es
muy venerado en la Mesopotamia ; fué eminente
en saber y en santidad. Fué obispo de Cascar ó
Casglar , en la Mesopotamia. Murió santamente á
fines del siglo IR.
SAN ZENON , OBISPO Y CONFESOR. — Ha merecido
una conmemoración especial del Martirologio,
romano en esle dia , siendo modelo de las
virtudes que constituyen un verdadero prelado de
la Iglesia. Fué obispo.de Mayuma.
SAN TEODORO, CONFESOR.— De él hace mención
san Gregorio papa , como asimismo el Martirologio
romano. Fué sacristan de la iglesia de San
Pedro en Boma.
SAN JARLATII, OBISPO Y CONFESOR. — Floreció
á. principios del siglo VI. Fué primer obispo
de Tuam en Irlanda , y murió en 540. No debe
confundirse con otro. Jarlath que fué discípulo de
san Patricio..
lila S?.
SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA.-El bienaventurado
profeta , apóstol, evangelista , doctor
, virgen y mártir san Juan , y por olro nombre
ol discípulo amado del Señor , fué de nación galileo.,
y natural de Betsáida¡, de donde también
fueron san Pedro y san Andrés. Fué hijo del Zebedeo
, y de Maria Salomé], y hermano menor de
Santiago el mayor. La. vida de este grande apóstol
y privado de Jesucristo , se ha de sacar principalmente
de lo que de él escriben los evangelistas
en la sagrada historia del Evangelio, y san
Lucas en el libro de los Hechos apostólicos, y san
Pablo en sus Epístolas, y de lo que el mismo san
Juan en su evangelio , en sus Epístolas y en el
Apocalipsi escribe de SL; y de lo que los santos
doctores y autores de la Historia, eclesiástica dicen
de este varón incomparable, y discípulo tan
querido y regalado del Hijo de Dios.
2 La primera cosa que nos dice san Mateo en
su evangelio de san Juan es, que él y Santiago,
su hermano, oran pescadores, como también lo
era Zebedeo , su padre. San Gerónimo dice quo
eran nobles , y que por su nobleza san Juan era
conocido de Caifas, sumo sacerdote: y que por es?

DICIEMBRE, 27 LA LEYENDA DE ORO. 501
te pudo entrar él , y hacer entrar en su casa á
san Pedro , al tiempo de la pasión delJSéñor. Estando
, pues , san Juan con Diego , !
\su hermano ,. y
con su padre Zebedeo en un navio aderezando y
reparando sus redes para pescar , el Señor llamó
á los dos hermanos , y les mandó que le siguiesen;
y ellos fueron tan obedientes á aquella voz poderosa
de Dios , que luego dejaron el navio , y el
oficio y ejercicio que tenian de pescar , y lo que
es mas , su casa , padre y madre, y comenzaron
a seguirle y á ser sus discípulos : dándonos ejemplo
de la prontitud con que habernos de obedecer
al Señor de todo lo criado , cuando él nos llama ,
y nos propone alguna cosa de su servicio , como
lo hizo san Juan , que por ser mas mozo y estar
en la üor de su juventud, se debe estimar mas
lo que hizo. Algunos doctores , como Beda y Ruperto
, dicen que san Juan fué el esposo de las
bodas de Cana de Galilea , á las cuales fué convidada
la Virgen nuestra Señora , y su bendito
Hijo con sus discípulos , y que el Señor le escogió
y llamó al apostolado, honrando por una parte las
bodas con su presencia , y manifestando por otra
que la virginidad se debe preferir al matrimonio :
y muchos autores modernos siguen esto : y aun
quieren hacer de este parecer á san Gerónimo y
á san Agustín ; aunque estos santos claramente no
lo dicen. Mas probable es (á mi pobre juicio )
que san Juan no haya sido aquel esposo de
las bodas : á las cuales él vino , nó como esposo
, sino como discípulo que ya era de Cristo
, acompañando á su maestro. Demás , que
san Juan no era natural de Cana , sino de Betsáida
(como dijimos) : y habiendo ido el Señor
para honrar las bodas y santificarlas con
su presencia , y tapar las bocas á los herejes
que después se habían de levantar y condenarlas,
como ilícitas; no parece cosa razonable que las
deshiciese, llamando al esposo, y apartándole
de su esposa , y dando ocasión á los mismos herejes
con este hecho, para vituperar al santo matrimonio..
Añade san Marcos, que después que
Cristo nuestro Salvador llamó á san Juan y ó su
hermano, les puso por nombre Boanatges; que,
como el mismo evangelista interpreta , quiere decir
: Hijos del trueno , que según la frase hebrea,
es tanto como rayos. Y es cosa de mucha consideración,
que entre todos los apóstoles á ninguno
haya el Señor trocado el nombre , sino á san Pedro
, y á estos dos hermanos : á san Pedro llamándole
Piedra , ó Cofas, quo es lo mismo ;. y á
san Juan y á Santiago, HIJOS del trueno. La causa
de haber dado aquel nombre á san Pedro está
clara ; porque él había de ser cabeza de la Iglesia
y ia piedra fundamental y secundaria, en que
después de Cristo ella se Labia de fundar : mas el
llamar Hijos del trueno á estos dos apóstoles y
bienaventurados hermanos , la causa fué, porque
sobre todos los otros apóstoles , después de san
Pedro , habian de ser mas familiares suyos y mas
privados y regalados, como lo fueron: pues á estos
tres apóstoles, Pedro, Juan y Diego, llevaba el
Señor consigo en las cosas secretase íntimas, dejando
á los demás; como cuando se transfiguró
en el monte Tabor, y cuando resucitó á la hij a
del arclnsinagogo Jairo , y cuando en el huert 0
hizo oración al Padre eterno , suplicándole qu e
apartase de él aquel cáliz amargo do la pasión.
También los llamó Hijos del trueno; porque hablan
de ser los principales capitanes y conquistadores
del mundo , entre los que él enviaba para
sojuzgarle y rendirle ó su obediencia : porque
Juan especialmente nos habia de declarar como
un trueno sonoro y espantoso la generación eterna
de Jesucristo , y entonar aquellas palabras que
asombraron al mundo: Inprincipio crat Yerbum,
como adelante se verá. Mostraron también estos
sagrados apóstoles, que eran ra\os é hijos del
trueno , en lo que san Lucas escribe que pretendieron
hacer: porque habiendo el Salvador de pasar
por la ciudad de Samaría , de camino para
Jerusalen, envió algunos adelante, para que aparejasen
lo que habian de comer. Cuando los samantanos
los vieron y conocieron en el traje que
eran judíos y de diferente religión que la suya,
no quisieron recibir al Señor : y fué tanto lo que
sintieron los dos hermanos aquella descortesía y
descomedimiento que habian usado contra su
maestro , que encendidos de zelo, desearon tomar
venganza de los samaritanos , y dijeron al Señor,
que si quería, que mandase venir fuego del cielo
para que los abrasase en castigo de tan gran culpa:
mas el Salvador les respondió , que aquel espíritu
no era del Nuevo Testamento sino del Viejo
de Elias , y nó de discípulos suyos: porque él habia
venido á dar vida á las almas y nó muerte ó
los cuerpos, y que su ley evangélica con dulzura,
benignrdad y mansedumbre se había de fundar.
Otra vez viendo san Juan que uno echaba los
demonios en el nombre de Cristo , que no seguía á
Cristo ni era de sus discípulos; le prohibió, y le
dijo, que pues no era de su compañía, no se
aprovechase del nombre del Señor contra los demonios
: pero el mismo Señor, cuando Juan le
dijo lo que habia hecho , le avisó que tuviese por
amigo al que no era enemigo , y por suyo al quo
no era contra él, y que no impidiese al otro lo
que hacia. Eran tan grandes los favores que
Jesucristo hacia á san Juan y Santiago, que María
Salomó, su madre, confiada de ellos, y del deudo
que tenian con él, se atrevió á suplicarle que los
hiciese los dos mas principales personajes de su
reino , y que el uno de ellos se sentase á su diestra
y el otro á su siniestra: ahora fuese porque los mismos
hijos lo habían pedido á la madre, por entender
que como mujer lo alcanzarla mas fácilmente
y que ellos quedarían sin empacho suyo y sin
queja de los otros apóstoles , como algunos santos
lo interpretan : ahora ; porque la misma madre de
suyo, como madre, era cuidadosa y solícita del
bien de sus hijos, y sin que ellos tuviesen parte
en lo que ella hacia, les procuraba su bien, como
otros doctores dicen. Mas el Señor se volvió á los
hijos, á cuyo bien se enderezaba la petición de
la madre , y les dijo , que no sabian lo que se
pedian : porque si pensaban que su reino era
temporal y de la tierra, y pedian los primeros y
mas precmincrjles lugares en él, se engañaban;

502
LA LEYENDA DE ORO.
DICIEMBRE , 27
porque su reino era espiritual y del cielo : y si con la luz que allí le había sido comunicada , y
ellos creían que lo era , y querían ser aventaja­ regarla y fecundarla con las aguas que en aqueila
dos en él por ser deudossuyos; que iban fuera de frente de vida había bebido. Grandísimo favor,
camino : porque querían la corona antes de la soberano beneficio , incomparable gracia fué la
batalla, y haber por favor lo que no se da si­ que en esta cena hizo á Juan el Señor : pero muno
por merecimientos', y por esto les preguntó, cho mayor es la que le hizo estando en la cruz:
si estaban aparejados para beber el cáliz de la porque habiendo todos los otros apóstoles desam­
Pasión , que él había de beber. Y ellos como aniparado á su Maestro, y Pedro,que era la cabeza
mosos y esforzados respondieron que sí. Pero el de lodos, negádole tres veces; solo san Juan le
Señor se cerró comdecirles , que beberían su cá­ acompañó , y con la sacratísima Virgen asistió á su
liz ; mas que las primeras sillas de su reino , ni se pasión en el monte Calvario, atravesado de increí­
habían de dar sino á los que conforme á la dispoble dolor, por ver ó su Señor y Maestro puesto en
sición del Padre eterno las hubiesen merecido. un madero con tan atroces tormentos y dolores : y
Dice mas el evangelista : que cuando el Señor á la Aladre santísima mas muerta que viva , por
hubo de celebrar la última Pascua , en la cual ver morir al que ella había dado su carne , y él á
había de descubrir mas el amor que tenia á los ella su espíritu. Estando, pues , el bendito Jesús
suyos , ó instituir el sacramento inefable de su en aquel conflicto y agonía, y viendo á la Aladre y
sacratísimo cuerpo y sangre, envió ó Pedro y á al discípulo; compadeciéndose déla una , y que­
Juan para que aparejasen lo que era menester para riendo regalar al otro y darnos ejemplo de la obe­
celebrar aquella Pascua , que por este respeto era diencia , respeto y reverencia que debemos á nues­
muy diferente, y mucho mas excelente que las tros padres, dijo aquellas palabras de tanto amor
otras: y el haber juntado á Pedro y á Juan , fué y sentimiento : «Mujer, lié aquí á tu hijo;» y vol­
señal de que para cosa tan grande escogió el viéndose a Juan : « lié aquí á tu madre : » con
Señor á los dos apóstoles mas queridos y mas lascuales traspasó con un cuchillo de dolor las en­
privados suyos.
trañas de la Aladre, que perdía tal Hijo , y le tro­
3 Pero mayor demostración de la privanza de caba por Juan ; y á Juan le honró y sublimó y
san Juan . y del singular amor que le tenia el Se­ enriqueció , dándolo por madre á su propia Aladre,
ñor , fué lo que en aquella sagrada cena hizo con y haciéndole de discípulo hermano suyo. ¡ O gra­
él : porque de lodos los apóstoles , el que mas cercia singular ! ¡O dádiva inestimable ! ¡ O don de
ca estaba de Cristo eia Juan : y habiendo dicho dones 1 Por el cual en cierta manera hizo Cristo á
(¡ue uno de los doce que estaban sentados á la mesa Juan su hermano de padre y madre , y partió con
con él , le vendería y seria traidor, sin señalar él la herencia , como con hermano menor: porque
quién era; san Pedro , descoso de saberlo, para solo Jesucristo es único Hijo y natural del Padre,
despedazarle (como dice san Crisóstomo) y comer­ ó ¡mágen invisible , resplandor de la gloria y figura
le á bocados, no se atrevió á preguntar al Señor, de la substancia de Dios, Hijo consubstancial, per-
quién era ; mas por señas rogó a san Juan que cofeclísimo , infinito , coelerno y en todo igual al
mo mas familiar y mas regalado . se lo preguntase: que le engendró , de quien dice el profeta : « El
y él se lo preguntó , y el Señor respondió , que era Señor me dijo : Tú eres mi Hijo; y jo le engendié
aquel á quien él daría un bocado de pan mojado hoy:»que quiere decir, «eternamente.» Y todos los
en el plato: y luego dio el bocado á Judas; y san que están unidos en Cristo por viva fé, firme espe­
Juan entendió , que él era el traidor.
ranza y ardiente caridad , son hermanos suyos y
i De donde consta la familiaridad y privanza
que luvo con Cristo este glorioso apóstol y evangelista
, sobre lodos ios demás : pues el príncipe y
cabeza de todos los apósloles le tomó por medianero
, para saber por él, lo que por sí no se atrevió
á preguntar al Señor. Alas todo eslo no nos declara
tanto este regalo y favor , como lo que el
mismo Juan dice de sí , que en aquella misteriosa
cena se recostó sobre el pecho del Señor. Recostóse
sobre los brazos y seno de Cristo , como hijo
mas tierno y mas regalado de su padre. Y oyendo
del Señor, que uno de los apóstoles le había de
vender, y que se llegaba aquella hora lastimosa
en que su vida había de morir , tuvo gran tristeza
y cerró los ojos corporales á todas las cosas visibles
, y abrió los del alma para las invisibles. Quedaron
lodos los sentidos exteriores como dormidos
y muertos, para que las potencias interiores se dispertasen
y avivasen mas, y en aquel pecho divino
viesen el misterio inestimable déla generación del
Yerbo , y todos los otros secretos y profundísimos
sacramentos, que después el santo apóstol nos
había de manifestar, y alumbrar á toda la Iglesia
miembros de su cuerpo, que es la Iglesia , cuya
cabeza él es: y así los llama él; porque dice el
apóstol san Pablo : «No se desdeñó de llamarnos
hermanos : » y siendo hermanos de Cristo , son hijos
adoptivos del Padre eterno ; pues como dice
el mismo san Pablo: «El Espíritu santo nos da
testimonio , que somos hijos de Dios: y si lujos,
también somos herederos de Dios y herederos juntamente
con Cristo. » Alas aunque lodos estos son
hijos del Padre eterno, y por esta parte hermanos
de Críslo; nuestro glorioso apóstol y evangelista
san Juan es hermano mas estrecho y mas
querido (como lo fué Benjamin do José entre tocios
sus hermanos); jrorque es lujo ele un mismo padre,
y de una misma madre. Y puesto caso, quo
todos los fieles que están en gracia son hijos
adoptivos de esla Señora : porque aunque olla no
tuvo sino un lujo , unigénito , y nacido de sus entrañas
, por él mereció ser Aladre de todos los vivientes
, y tener tantos hijos adoptivos, cuantos
Cristo tiene hermanos : poro de todos estos lujos
Juan es el primogénito , es el dechado y modelo
de todos los otros : porque á él solo so dio este

DíciEiínRE , 27 LA LEYENDA DE ORO. 50H
privilegio tan especial , y Cristo le entregó á su
Aladre por madre , y á la Madre á Juan por
hijo ; y él la tuvo por tal , y la sirvió y regaló
mucho mas perfectamente que si hubiera
sido su madre natural. [O dichosa suerte! ¡O
precioso don! [O tesoro inestimable ! Mece31(1ler
lúa: He aquí , Juan , ó tu madre: toma á María
, nó por señora , nó por reina , nó por maestra
, nó por abogada (como hasta aquí la has
tenido, y toda la Iglesia la tiene); sino también
por madre : loma la Madie de Dios por madre tuya
: toma á la reina del cielo, á la emperatriz del
mundo , á la gobernadora de todo lo criado por
madre : toma á la hija querida del Padre eterno , á
la esposa del Espíritu santo , al templo déla santísima
Trinidad por madre : toma por madre á la
que es aquel sagrario y tálamo , en que Dios se
desposó con la humana naturaleza: en cuvo acatamiento
los querubines y serafines se inclinan : de
cuya hermosura las estrellas se maravillan; yá
cuya grandeza todas las criaturas se humillan : á
esta Señora te doy por madre. Si me has mostrado
el amor que me tienes estando aquí conmigo, en
tiempo tan riguroso y de tanta aflicción ; yo le
doy por premio de este amor á mi Madre: Eccc
Materlua: Esta es tu madre; y esta te basta.
Rúen galardón has recibido por todos los servicios
que me has hecho, y por lodo el amor que me
has mostrado: dejaste por mí á tus padres ; yo te
doy en pago á mi madre: dejaste un pobre navio;
vo te doy á esta tan grande nave, en la cual han
de pasar lodos los que navegan este golfo tempestuoso
del mundo , si quieren llegar á puerto de
salud.
5 Quedó Juan tan enriquecido con este tesoro,
y tan honrado con tal madre , que desde aquella
misma hora la tomó por suya, para servirá y
acompañarla y obedecerla con singular cuidado,
como quien tan bien conocía la joya que, le había
dado, y la obligación que le corría de corresponder
á él: y así estuvo en compañía de la sacratísima
Virgen al pió de la cruz, hasta que habiendo
espirado el Señor, un soldado le abrió el sagrado
costado con una lanza , y salió de él sangre y agua,
por un modo milagroso. Esluvo lan atento san Juan
á este misterio , que vio la sangre y agua , y las
distinguió : j da testimonio de ello , y dice que su
testimonio es verdadero. Porque de aquel sagrado
costado del nuevo Adán se formó la Iglesia , como
del viejo Adán Eva, y de aquella fuenle de vida
manaron los sacramentos de la Iglesia. Aquella
agua nos significa el bautismo , que es el principio;
y la sangre el sacramento del cuerpo y de la sangre
del Señor, que es el fin y perfección de todos
los sacramentos. También es de creer queso halló
san Juan al bajar de la cruz el cuerpo del Salvador,
yá ponerle en los brazos de su benditísima
madre, y después en el sepulcro , regándole con
copiosas lágrimas, y besándole con extraordinaria
devoción y ternura, y dejando con él su corazón:
porque su alma estaba mas donde amaba, que
en el cuerpo donde vivia. Después do esto , habiendo
María Magdalena venido la mañana del
domingo al sepulcro, donde había sido sepultado
el Salvador, y no lehallando, fué con gran presteza
á decirlo á san Pedro y á san Juan , como á los
discípulos mas amados , y que mas amaban al Señor.
Ellos luego fueron corriendo al sepulcro: y
como san Juan era mas mozo , y debia ser mas ligero
, liego anles al sepulcro que Pedro; aunque
por su humildad y modestia no entró en él, hasta
que san Pedro hubo llegado y entrado, que entonces
también el entró y entendió las sagradas Escrituras,
que hablan de la resurrecion de Cristo;
porque hasta entonces no las habia entendido. Otra
vez, después que el Señor habia aparecido glorioso
y triunfante á los apóstoles, san Juan y otros discípulos
fueron con san Pedro á pescar: y no habiendo
en toda aquella noche cogido ningún pez;
á la mañana siguiente les apareció el Señor en la
orilla del lago donde pescaban (aunque no le conocieron),
y preguntándoles si tenian algo que comer:
v sabido que aquella noche no habian lomado
pescado alguno , les mandó que echasen la red á
la parte derecha del navio; y luego se llenó de
tantos y tan grandes peces , que se rompía y no la
podían sacar. En viendo este milagro, luego san
Juan (como quien tenia mas aguda vi^ta, v mas
familiarmente conocía á Cristo) conoció á su Maestro,
y dijo á Pedro que era el Señor: y Pedro. como
lan fervoroso se echó luego en el agua , v vino á
Cristo; y san Juan y los demás discípulos vinieron
en el navio, y comieron con el Salvador de
los peces que habian pescado. Después que hubieron
comido, y el Señor hubo encomendado su Iglesia
á san Pedro , y bochóle pastor de lodo su rebaño
, le dijo que le habia de glorificar en su
muerte , y que le siguiese: v comenzando á seguirle
corporalmenle, volvió san Pedro los ojos, y vio á
san Juan que venia Iras de él. Preguntó al Señor
lo que había de ser Juan, y si él también habia de
tener tan dichosa suerte, y morir como él por su
amor: porque san Pedro amaba tiernamente á san
Juan . así por su noble y amable condición , y excelentes
virtudes, como principalmente por ver
que el Señor le amaba y regalaba tanto. A' esta
pregunta de san Pedro , dice el mismo san Juan,
que respondió el Señor : « Si yo quiero que permanezca
como ahora está , hasta que yo venga,
¿qué te va á tí en ello? Sígneme tú. » Y añade:
quede estas palabras los oíros discípulos sacaron,
que san Juan no habia do morir, aunque el Señor
no dijo que no habia]d

504
que no tenia Pedro por qué averiguarlo , ni tener
cuidado de lo que no le perlenecia. Esto es lo
que hallamos en la historia evangélica de san Juan.
6 Demás de esto, en el libro de los Hechos apostólicos
escribe san Lucas: que después que Cristo
nuestro Redentor subió á los cielos, se juntaron en
el c enáculo Pedro, Juan, Diego y Andrés, y los demás
apóstoles , poniendo en el primer lugar asan
Juan después de san Pedro» Dice mas: que un dia
yendo san Pedro y san Juan ó las tres de la larde á
hacer oración al templo de Jerusalen , en una puerta
del templo, que llamaban Especiosa , hallaron
aun pobre hombre de edad de cuarenta años , que
era cojo de su nacimiento, y que les pidió limosna;
ylos santos apóstoles se la dieron mucho mayor de
la que él esperaba _ ni les pedia: porque tomándole
por la mano le dieron salud , y le consolidaron
las plantas de los pies : de manera, que con
la novedad saltó de placer, y entró con ellos en
el templo. Hubo grande admiración y estupor en
el pueblo, y en toda la ciudad mucho ruido por
aquel milagro : y para atajar el daño que de él les
podia venir , los sacerdotes y el magistrado prendieron
á san Pedro y á san Juan, y los echaron en
la cárcel, y después los sobaron , amenazándoles
y mandándoles so graves penas , que no hablasen
mas de Cristo : mas ellos obedecieron á Dios y nó
á los hombres, y predicaron al pueblo de Jesucristo
, testificando de él lo que habian oido y
visto. Prendieron de nuevo á todos los doce apóstoles
, y entre ellos á san Juan , y azotáronlos por
haber quebrantado sus mandatos: y ellos iban muy
gozosos; porque Dios los habia tenido por dignos,
que fuesen maltratados y afrentados por su nombre.
Predicando san Felipe , el diácono, en la ciudad de
Samaría , y haciendo grandes milagros, se convirtió
mucha gente á la fé de nuestro Redentor: y
considerando los santos apóstoles la puerta que
allí se abria al Evangelio, fueron de parecer que
san Pedro y san Juan fuesen á Samaría , para confirmar
á los que de nuevo se habían convertido , y
darles con la imposición de sus manos el Espíritu
santo (porque aun no le habian recibido ), y convertir
á los demás : y san Pedro , aunque era cabeza
de todos los apóstoles, y san Juan uno de los
mas principales, y en el oficio y potestad apostólica
igual á los demás, vinieron en ello, y fueron
á Samaría , é hicieron oración por los convertidos,
y poniendo sobre ellos sus manos, recibieron visiblemente
el Espíritu santo: y volviendo á Jerusalen
predicaron en muchos pueblos de la provincia
de Samaría, é hicieron cosas maravillosas. San
Pablo, escribiendo á los de Galacia , dice que habiendo
venido á Jerasalen por revelación divina
san Pedro , san Juan y Santiago, el menor, obispo
de Jerusalen, que parecían y eran las columnas de
la Iglesia , hicieron hermandad con él, y se concertaron
que ellos predicasen á los judíos, y Pablo
v Bernabé á los gentiles. Demás de lo que hallamos
en las divinas Letras de este gloriosísimo apóstol, y
querido del Señor, también habernos de desenvolver
las historias eclesiásticas , y ver lo que los autores
de ella y los santos doctores escriben de la
vida y muerte de san Juan.
LA LEYENDA DE ORO. DTCIFMMIE , 27
7 Primeramente parece cosa sin duda, que e
santo apóstol después de cumplir con su oficio
apostólico , y alumbrar las gentes con su predicación,
su principal cuidado era acompañar y servir á
la sacratísima Virgen , á quien ya tenia por madre;
y así todo el tiempo que estuvo en Jerusalen y
en Judea la asistió y la sirvió con singular solicitud
y reverencia. Fué después á la ciudad de Efeso,
cabeza de la provincia de Asia , que le habia cabido
por suerte, para sembraren ella la semilla
del cielo , y llevó consigo á la Virgen , que estuvo
allí con él algún tiempo, como se saca del concilio
efesino en una epístola escrita al clero de Constantinopla.
Este cuidadado le duró todo el tiempo que
duró la vida de la Virgen sacratísima, que según
la mas probable opinión, fueron veintre y tres
años, después de la muerte del Salvador, como lo
dijimos en la vida de la misma Virgen. Pero en
este tan largo tiempo, ¿quién podrá explicar las
largas mercedes, y copiosos favores que recibió el
amado discípulo del Señor , con este trato y conversación
de la Madre de Cristo, y madre suya?
Porque si ella es tan benigna para con los pecadores;
¿qué haría con él, que era tan santo? Si
para con los siervos suele ser lan liberal; ¿qué haría
con él, que habia sido tan amado y privado de
su Hijo , y á quien el mismo Hijo le habia dado por
hijo en su lugar? Y si sola la vista de esta Virgen
benditísima bastaba para componer á cualquiera
persona descompuesta; ¿qué obraría en el pecho de
Juan la presencia de aquella que sabia que era Madre
Dios y madre suya ? ] Qué coloquios , qué razonamientos
tendrían entre sí la Virgen y Juan! ¡Qué
luces, qué resplandores, qué encendimientos y ardores
sentía el hijo querido , cuando oía las palabras
de su madre, salidas de aquel corazón alumbrado
y abrasado del divino! ¡Cuántos y enán altos
misterios !e enseñaría! ¡Cuántas veces quedaría absorto,suspenso
y arrobado en verla y oiría 1 ¡ Y con
cuánta humildad y confusión la serviría, considerando
que aquella virgen era Madre de Dios ! Eslo
no se puede explicar , y es mejor que cada uno lo
piense dentro de sí , y por aquí saque las inestimables
gracias y dones que recibió Juan en este
trato y comunicación.
8 En Asia predicó san Juan la doctrina del
cielo que habia bebido en el pecho del Señor , y
fundó en ella siete Iglesias en siete principales ciudades,
que fueron Efeso, Esmirna, Péigamo, Tiatira,
Filadelfia, Sardís y Laodfcca : y en todas ordenó
sacerdotes que administrasen los sacramentos
á los cristianos que ya había en ellas. Pero como
la cabeza y metrópoli de Asia era la ciudad de
Efeso , tan celebrada por el famoso templo de la
diosa Diana , y los naturales y moradores de ella
eran muy dados á la idolatría , y al vano culto de
sus dioses: por esta causa, y por ser muy populosa
y rica la ciudad , y estar llena de filósofos hinchados
con la vana sabiduría del mundo, tuvo grandes
dificultades nuestro gran apóstol en plantar
nuestra santa religión en corazones tan incultos y
duros. Mas como el era como un sol resplandeciente
y divino , con los rayos de su doctrina y de
su luz deshacía las nieblas espesas de la ignoran-

DICIEMBRE , 27 LA LEYENDA DE ORO. 505
cia de aquella gente, y con los ejemplos de su celestial
vida , y con la dulzura y santidad de sus
costumbres, y suavidad de su conversación, ablandaba
y atraía para Jesucristo á los que antes estaban
tan lejos de él, y vivian en la sombra de la
muerte: de manera que aquella provincia, que antes
era como una selva espesa, habitada de bestias
fieras, y como una tierra yerma y por labrar, se
convirtió en un jardin deleitoso y regado con copiosas
aguas del cielo. Mas como el cruel emperador
Domiciano hubiese sucedido en el imperio
romano á su hermano Tito, y moviese la segunda
persecución contra la Iglesia (que la de Nerón fué
la primera), algunos filósofos y malos hombres,
enemigos del santo apóstol y de la religión que
predicaba, aprovechándose de la ocasión, procuraron
que el procónsul de Asia le prendiese y le
enviase á Roma, para que delante de Domiciano
diese razón de sí, y fuese castigado como enemigo
de los dioses del imperio, y predicador y maestro
de nueva religión. Lleváronle cargado de cadenas
á Roma en edad anciana y venerable : presentáronle
al empenador : el cual le preguntó algunas
cosas: y habiendo respondido á ellas el santo , y
no quedando satisfecho Domiciano, dice Metafraste
, que allí delante de él hizo muíhos milagros,
echando los demonios de les cuerpos, sanando
graves enfermedades, y resucitando muertos. Pero
todo no aprovechó para amansar aquel tirano,
que era mas fiero que las mismas fieras. Mandóle
echar en una tina de aceito hirviendo , para que
allí acabase su dichosa vida: desnudáronle y azotáronle
primero (como lo solian hacer los romanos
á los que condenaban á muerte); y después le
echaron en la tina en presencia del senado y de
innumerable gente que habia concurrido á este
espectáculo. Entró san Juan en la tina, y el fuego
perdió su fuerza, y el óleo que hervíase convirtió
en un rocío del cielo, y el tormento en refrigerio.
Perdonó el fuego al santo , y abrasó á muchos de
los que le atizaban , y eran ministros de aquella
impiedad. Salió san Juan de la tina mas puro y
resplandeciente , y con mas vigor que habia entrado,
como lo dijimos mas largamente á los G de
mayo, en la festividad deSanJuan Ante-porlamlatinam,
en que la santa Iglesia celebra estemartirio.
Turbóse el emperador con este suceso , y
admirado de tan grande milagro , no se atrevió á
matar al santo apóstol , ordenándo'o así nuestro
Señor : porque so quería servir de él para otras
cosas mayores. Mandóle desterrar Domiciano á la
isla de Palmos (que es una de las islas Espórades,
no lejos de la isla de Candía), que tiene en circuito
diez leguas, para que allí trabajase (como lo escribe
Victoriano Pictaviense , y Primasio) en las
minas de metal. Fué llevado á su destierro el glorioso
san Juan : llegó á Palmos; y luego comenzó
á echar rayos de luz en aquella isla , y esparcir
los primeros resplandores del Evangelio sobre los
moradores de ella; los cuales eran bárbaros, idólatras
, y apartados de toda luz , y sepultados en
las tinieblas de su infidelidad é ignorancia. Con la
doctrina que el divino apóstol les enseñó, abrieron
los ojos para ver la claridad , que Dios por él les
Touo IV.
enviaba ; y se convirtieron á Jesucristo , y se domesticaron
y sujetaron á las leyes blandas del
santo Evangelio.
9 Estando aquí en Palmos , tuvo admirables
ilustraciones y revelaciones del Señor, y escribió
el libro del Apocahpsi (que quiere decir revelación)
, de la cual el mismo san Juan dice en el
principio del primer capítulo , que Jesucristo le
envió por un ángel aquella revelación : y que es
bienaventurado el que lee y el que oye las palabras
de aquella profecía , y guarda lo que en ella
está escrito. Interpretaron el libro del Apocalipsi,
Ireneo, Justino y Victoriano, mártires: Andrés y
Aretas , obispos de Cesárea , la de Capadocia:
Ambrosio, Beda, Ansberlo, y otros muchos varones
doctísimos , antiguos y modernos: pero por
mucho que digan , siempre habrá mas que decir;
porque es un abismo sin suelo, y contiene el suceso
que ha de tener la Iglesia hasta el fin del mundo:
mas con tales enigmas y figuras , que es menester
que el mismo Señor que las reveló á san Juan,
dé su espíritu , para poderlas entender ó interpretar:
y así dice san Dionisio Alejandrino, que á su
juicio las cosas que están escritas en este libro,
son superiores, y exceden al modo humano: y que
hay en él un sentido secreto, oculto y maravilloso,
y que él, aunque no le entendia , se admiraba de
él y le reverenciaba : y san Gerónimo , hablando
del Apocalipsi, dice estas palabras: «El Apocalipsi
de san Juan tantos sacramentos tiene , cuantas
palabras: poco he dicho; porque toda la alabanza
que se le diere , es menos de la que el libro merece:»
y en otro lugar dice : que el Apocalipsi de
san Juan en la corteza de la letra contiene el meollo,
y los ocultos sacramentos de la Iglesia.
10 En este tiempo mataron en Roma al emperador
Domiciano, porque ya el mundo no le podia
sufrir, y el senado deshizo lo que él habia hecho,
y anuló los decretos: y habiendo sucedido en
el imperio Nerva , hombre moderado , dio á los
desterrados por Domiciano libertad para volver á
sus casas. Entre ellos fué uno nuestro grande apóstol
, que todavía estaba en la isla de Palmos , y
queriendo volver á Efeso , y al gobierno de las
Iglesias de Asia; todos los isleños de Patmos sintieron
mucho su partida, y con lágrimas, sollozos
y ternuras , procuraron detenerle consigo , por no
perder tan gran maestro, y la luz del cielo que
por su mano habían recibido : y aunque el santo
apóstol se enternecía, no condescendía con ellos,
porque el Señor le mandaba olra cosa. Entonces,
dice Melafrasle, que le suplicaron con grande instancia
, que ya que se partía , no se partiese del
todo, sino que les dejase por escrito lo que les habia
enseñado, como sombra de su cuerpo y retrato
de su espíritu : y que él ayunó y mandó ayunar á
todo el pueblo , y subió á un alto monle con uno
de los siete diáconos , llamado Procoro , y allí se
puso en altísima contemplación ; y que estando
absorto en Dios, se comenzaron á sentir horribles
truenos, relámpagos y rayos, temblando Procoro,
y estando el santo evangelista con maravillosa seguridad
y sin temor alguno : y que al cabo de un
trueno espantoso salió una voz , y dijo: Inprin—
64

506
tipio eraí Verbum, et Verbum eralapud Deum,
et Deus erat Verbum: verificándose en este hecho
el nombre que Cristo dio á san Juan cuando le
llamó hijo del trueno. Esto escribe Metafraste, y
es de parecer, que nuestro sagrado evangelista escribió
en la isla de Palmos su Evangelio , dictándole
él, y escribiéndole Procoro: y de este mismo
parecer son Teofilato, Nicéforo , Doroteo, y Pro­
coro: pero otros mas graves autores, como Ireneo,
Eusebio, Agustino, Gerónimo, Isidoro y Gregorio
Turonense , y muchos de los autores modernos,
dicen lo que escribe san Gerónimo : que habiendo
leido san Juan los evangelios de san Mateo , san
Marcos y san Lucas , y aprovechado todo lo que
hay en ellos, escribió el santo su evangelio á instancia
de los obispos de Asia, para refutar los errores
de Ebion y de Cerinto, herejes, que negaban
la divinidad de Cristo; y que por esto comenzó su
sagrado evangelio por la generación eterna del
Verbo; porque como él escribe de Cristo , y Cristo
es Dios y hombre, habia de declarar (como buen
historiador) su divinidad y su humanidad , para
que supiésemos quién era. Los otros evangelistas
( como dicen san Gerónimo y san Agustín) escriben
del Señor, declarando su humanidad, su vida,
y las maravillas que hizo, en las cuales se mostraba
Dios: san Mateo comienza su evangelio por la generación
temporal de Cristo: san Lucas por el sacerdocio
de Zacarías: y san Marcos por la profecía
de Malaquías é Isaías, y por la predicación de san
Juan Bautista : el primero tiene cara do hombre:
el segundo de becerro : y el tercero de león : mas
nuestro Juan sobre lodos ellos voló como águila
real y caudalosa, y traspasando los elementos, los
cielos, los principados y potestades, los querubines
y serafines , finalmente todo lo visible y lodo lo
criado , llegó al pecho del Padre eterno: fijó los
ojos de águila en la rueda de aquel sol divino y
sempiterno; y con una vista clarísima y firme, vio
sin pestañear , que así como el rayo nace del sol,
así el Verbo nace del Padre : y como del mismo
sol , y de su rayo procede el calor; así del Padre
eterno y de su Hijo, como fuego amoroso, procedo
el Espíritu santo. Vio mas : que de las tres personas
de la santísima Trinidad, coeternas y consubstanciales
, y unidas entre sí en una esencia por
un modo inefable, manan (como de su fuente) todas
las cosas criadas : y por eso dijo : Omnia per
ipsum facía sunt, et sineipso faclum est nildl.
Vio, como todas las cosas en sí son nada, y tienen
ser en el Verbo , y en él viven y se sustentan:
Quod faclum esl in ipsovita erat. Y no solamente
voló tan alta esta águila divina, sino también,
como lo hace el águila, desde lo mas alto del cielo
se abatió hasta la tierra, y vio á este mismo Verbo
eterno vestido de nuestra carne : Et Verbum caro
faclum est: pero de tal manera, que no por eso
se afeó, ni mancilló su belleza , ni se disminuyó su
resplandor, niíe alteró la inmensa luz de su divinidad.
Vio la benignidad , dulzura y familiaridad
de esto mismo Verbo para con los hombres; pues
dice que habitó y moró con nosotros. Vio la abundancia
de su gloria, y que era como gloria del Unigénito
del Padre: Vidimus gloriara ejus,-gloriam
LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE 27
(¡uasi Unigenili a Paire; y finalmente, viole lleno
de gracia, y tan lleno, que no hay gola de gracia
en el cielo , ni en la tierra , ni en los ángeles,
ni en los hombres, que no se derive de esta
fuente de gracia ; por esto dijo : Plenum gradee
etveritatis, et decujusplenitudine nos omnesaccepimtíS.
Y no solamente en el principio trata tan
altamente de la divinidad de Cristo , sino en todo
su evangelio siempre la apoya y declara ; para
deshacer (como deshizo) todos los errores que
los herejes de su tiempo, y los que después habían
de salir del infierno , han soñado contra esta
importantísima verdad : y así san Juan Crisóstomo,
espantado del vuelo tan sublime , y de la
vista tan aguda de esta águila real, dice estas palabras:
«Era san Juan, como lo testifica san Lucas,
hombre idiota y sin letras, y que nunca habia
estudiado, ni antes que fuese apóstol, ni después.
Era pescador, de quien no se podia esperar
que tratase sino de su arte de pescar, de los rios,
de los anzuelos, redes, peces y cosas semejantes;
mas este pobre pescador subió sobre la tiera, sobre
el mar, sobre las nubes y sobf,e los mismos
cielos, y venciendo á Platón , y á Pitágoras, y á
todos ¡os filósofos, y traspasando á los ángeles, á
las virtudes , querubines, y serafines, en aquel
gran mar de la divinidad pescó este pez, y harto
de él. rebosó y dijo: In principio erat Verbum.
Y no solamente lo dijo y escribió, sino también lo
persuadió á todo el mundo , y lo predicó, nó en
un lugar bajo y despreciado , sino en un centro
ilustrisimo y nobilísimo de todo el mundo ; en la
provincia de Asia la Menor, madre de buenos in­
genios y de grandes filósofos. Y as! como la verdad
eterna nació de la tierra virginal de María, y
por ella ¡ajusticia del cielo nos miró y quebrantó
al demonio, y nos libró de su tiranía; así la misma
verdad , saliendo del alma virginal de Juan,
depositada en sus escritos, pelea por nosotros contra
la herética pravidad, y vence y rinde á los herejes,
que son ministros é instrumentos de Satanás.
» Esto es de san Juan Crisóstomo : y san
Ambrosio dice : « Todas las herejías ha desterrado
nuestro pescador con solas estas palabras : In
principio erat Verbum, et Verbum erat apud
Deum. » Y por esto es de creer, que la santa Iglesia
ha ordenado , que al fin de la misa se diga
el evangelio de san Juan ; porque es una breve
confesión de nuestra fé y una testificación y
declaración de los principales misterios de nuestra
santa religión : y todo lo que los herejes arríanos
inventaron y enseñaron contra la divinidad
de Cristo nuestro Salvador , con solas las primeras
palabras de este evangelio se deshace, como las
tinieblas con la luz del sol: y por ventura en el tiempo
que aquella tan terrible tempestad de los arrianos
afligió y turbó la nave de la Iglesia, también
los fieles tomaron por devoción el traer escrito el
evangelio de san Juan consigo (como algunos lo
hacen hoy dia), para mostrar que eran católicos
y enemigos de los herejes, como ahora muchos
católicos de las provincias septentrionales traen
los rosarios y coronas de nuestra Señora al cuello,
para manifestar que lo son. No solamente los ca—

DICIEMBRE, 27 LA LEYENDA DE ORO. 507
tólicos y fieles han venerado y veneran al evangelio
de san Juan , sino también los filósofos gentiles
se han asombrado de la alteza y profundidad
de sus sentencias, como lo notaron Eusebio,
Cirilo, Crisóstomo y san Basilio: y san Agustin en
las Confesiones, escribe, que habia leidoen algunos
libros de los filósofos platónicos , el principio del
evangelio dé san Juan: y en el libro de la Ciudad
de Dios, dice que un filósofo platónico decia, que
se habia de escribir con letras de oro, y ponerse
en las iglesias en lugares eminentes, para que todos
le pudiesen leer.
11 Volvió, pues , el sagrado apóstol á Efeso,
de la isla de Patmos, y fué recibido de todos los
cristianos con increíble ternura y alegría, como
padre, pastor y maestro de sus almas, y un varon
tan eminente y tan querido del Hijo de Dios,
que como un sol resplandeciente en el mundo , y
después de haber estado eclipsado y obscurecido
en aquel destierro de Patmos, les tornaba á descubrir
de nuevo sus rayos con su celestial vida y
doctrina. Aquí en Efeso estuvo fundando y gobernando
( como dice san Gerónimo ) las Iglesias de
Asia, é hizo (sin duda) muchos y grandes milagros
en confirmación de nuestra santa fé, y del Evanlio
que habia escrito y predicado: especialmente
que en su tiempo vivia en Efeso Apolonio Tianeo,
gran mago, nigromántico y embustero, que con las
cosas vanas que hacia por arte del demonio, traia
embaucada y encantada la gente, que le reverenciaba
como si fuera Dios. Habíase huido de Roma,
donde el emperador Domiciano le tuvo preso : y
él se hizo invisible y se desapareció, y fué á Efeso
, donde (como dijimos) estuvo , y es de creer
que el santo evangelista tuvo ccn Apolonio grandes
contiendas y debates, como san Pedro con Simón
Mago, y que hizoxnuchos verdaderos milagros,
para deshacer los mentiroso:; y aparentes que
el mago hacia. Procoro escribió un libro de san
Juan Evangelista, en el cual trata muchos milagros
que el santo hizo: pero este libro de Procoro
es tenido por apócrifo de los hombres doctos y graves,
ó indigno de crédito: aunque el que le escribió
toma nombre de Procoro y se hace díscipulo de
Cristo, y compañero y discípulo del mismosan Juan.
Isidoro, en la vida que escribió del santo apóstol,
dice eslas palabras: «Entre las otras virtudes de san
Juan, una fué hacer grandes milagros : mudó las
hojas silvestres en oro , y las piedras en otras preciosas
, y después las volvió á su naturaleza, y resucitó
á petición del pueblo á una viuda , y dio
vida á un cuerpo muerto de un mancebo. Bebió el
veneno sin lesión suya, y resucitó á loo que por
haberle bebido murieron.». Esto es de san Isidoro,
arzobispo de Sevilla. El milagro de haber convertido
en oro las yerbas ó hojas del campo , Metafraste
le cuenta de esta manera.
12 Habia- un cristiano rico , que por varios
acontecimientos é infortunios , vino.a grande pobreza,
y á tener tantas deudas, que por ninguna
manera podia pagar. Apretábanle los acreedores,
y sacábanle el alma para que las pagase,. Vióse el
pobre hombre acosado y tan afligido, que determinó
tomar la muerte con sus manos para librarse
de las angustias de tan-triste vida. Pidió á un judío
, gran hechicero , que le diese una bebida eficaz
, con que muriese: diósela; y al tiempo de tomarla
(como era cristiano) hizo la señal de la
cruz sobre ella : y fué tanta la virtud de la cruz,
que no le hizo daño. Volvió segunda vez al judío,
quejándose de él porque le habia engañado y dádole
aquella bebida floja y sin efeclo , y pidióle que
le diese otra mas fuerte y eficaz : dióle la segunda
el judio; y el cristiano, temblando y sudando , y
con el lemorde la muerte, puesto en agonía, hizo
la señal de la cruz sobre ella y lomóla, y quedó
sin lesión alguna ; porque la señal de la santa
cruz con su virtud venció la fuerza del veneno.
Quedó asombrado el cristiano, y tornó al judío
con mucho sentimiento , y contóle lo que le pasaba.
El judío, que sabia lo que le habia dado, y
que tomado aquel tósigo humanamente no podia
vivir, y hecho prueba de ello en un perro , que
en tomándolo luego allí murió ; preguntóle al cristiano
cómo le había tomado , y lo que hizo cuando
le lomó: y como el cristiano respondiese que hacia
la señal de la cruz (como lo suelen hacer los
cristianos), y luego bebia el veneno; el judío entendió
que la cruz era tan poderosa que quitaba la
fuerza al veneno , para que no pudiese matar : y
alumbrado y movido de Dios, vino al glorioso
apóstol san Juan , y se echó ó sus pies , diciéndole
que queria ser cristiano , y el motivo que habia
tenido para serlo. El apóstol le acogió con gran
dulzura , y le instruyó en la fé y le bautizó: y
sabiendo la necesidad que el otro pobre cristiano
padecia , y cuan angustiado estaba , y cuan cercado
por todas partes de tristezas y congojas,
blanda y amorosamente le consoló, y le mandó que
tomase del campo un manojo de yerbas, y que se
las trajese. El hombre las trajo, y el apóstol hizo
oración y la señal de la cruz , y les echó su bendición,
y luego se convirtieron en oro finísimo.
Mandóle el santo quo con aquel oro pagase sus
deudas, y con el resto se sustentase , y que hiciese
gracias á Dios por haborle librado de la
muerle por virtud de la santa cruz , y que de allí
adelante tuviese mas confianza en el Señor, mostrándose
en todo Padre benignísimo. Pero mucho
mas mostró su caridad en otro hecho que se refiere
de esta manera. Iba el santo apóslol de Efeso
ó otras ciudades, para asentar en ellas los cimientos
de nuestra santa religión. Fué una vez á una
ciudad para darle obispo, y después encomendó
al mismo obispo en nombre de Jesucristo á un
mozo que allí vio, de vivo ingenio y lindo aspecto,
para que le criase y le hiciese digno ministro del
Señor. El obispo recibió al mozo en su casa, y
comenzó á enseñarle el camino de la vida, y
tratarle como depósito recibido del santo apóstol.
13 Al principio teníalo la rienda: después la
aflojó y dio mas libertad: con la cual,.y con las
malas compañías, comenzó el mozo, como caballo
desbocado y sin freno , á no sufrir que nadie le
fuese á la mano. Dióse á banquetes, y poco á poco
á los otros vicios quo del regalo se siguen, y finalmente
cayó en un abismo tan profundo de maldades,
que se hizo capitán de salteadores de ca-

508
LA LEYENDA DE ORO.
DICIEMBRE, 27
minos. Pasado algún tiempo, volvió san Juan á monos de aquí y no entremos en el baño en que
aquella ciudad donde habia entregado el mozo al se lava Cerinto , enemigo de la verdad , para que
obispo: preguntóle por él ; y el obispo con muchas no caiga el baño sobre nosotros y nos coja debajo:
lágrimas y sollozos (como avergonzado y corrido) dándonos en esto ejemplo de cuan aborrecible es
le dijo cuan perdido estaba , y el ejercicio en que á Dios el hereje, y con cuánto cuidado y preste­
andaba, y los medios que él habia tomado para za nosotros debemos huir de él. Finalmente, sien­
curarle. Guando san Juan oyó esto , no se puede do ya el sagrado apóstol muy viejo y cargado de
fácilmente creer el dolor que tuvo, rasgando su años, de trabajos y merecimientos , y no menos de
vestidura y diciendo á gritos: Buena guarda , por encendidos deseos de ver á su dulcísimo Maestro
cierto, dejé yo en tí del alma de mi hermano. en el cielo , tuvo revelación de que le quería cum­
Luego sin detenerse subió en un caballo con una plir sus deseos , y llevarle á gozar de sí: y un dia
guia, y se fué al monte donde estaba el mozo con habiendo amonestado á sus discípulos, y dícholes
su compañía de ladrones. Viole el mozo: cono­ lo que en aquella hora les convenia , salió con ellos
cióle: echó á huir ; y el santo viejo corrió tras él, á un monte donde solia hacer oración, y mandó
y á grandes voces decia : ¿Por qué huyes , hijo, á cavar en él, y hacer un hoyo capaz de su cuerpo ;
lu padre , mozo al viejo , y armado al desarmado? y armándose con la señal de cruz, y diciendo : Se­
Yo daré cuenta por tí á Cristo , y moriré de buena ñor mió Jesucristo , sed conmigo ; y á los que allí
gana por tí, como el Señor murió por nosotros, y estaban presentes: La paz sea con vosotros , her­
daré mi alma por la tuya. Enternecióse con estas manos : echó su manto en el hoyo, y después en­
palabras tan amorosas el corazón duro de aquel tró en él. Allí cercado de una resplandeciente luz
hijo perdido : paró: bajó del caballo: echóse á los dio su espíritu al Señor , llorando todos sus discí­
pies del santo padre, despavorido y temblando , y pulos , y deshaciéndose en lágrimas , por ver que
escondiendo la mano derecha con que habia der­ perdian tal padre , tal maestro y pastor , y que se
ramado tanta sangre. El santo, vertiendo muchas les ponia aquel sol que alumbraba al mundo.
lágrimas, se postró á los pies del mozo , y le
besó la misma mano , que él de vergüenza encubría,
prometiéndole de alcanzarle del Señor
perdón de sus pecados. Llevóle á la iglesia :
mandóle ayunar muchos dias y perseverar en oración;
y el mismo santo ayunó con él y oró por él,
y le impetró tan copiosa gracia de Dios, que viéndole
ya del todo enmendado y perfecto , le encomendó
una Iglesia, para que la gobernase: dando
con este hecho tan ilustre ejemplo á los prelados,
del cuidado y zelo que deben tener de las almas
de sus subditos; y enseñándonos que la verdadera
penitencia restituye al hombre la gracia que por
el pecado habia perdido.
15 La muerte de san Juan escriben casi todos
los santos y doctores antiguos, como Tertuliano,
Eusebio Cesariense , que cita á san Ireneo , san
Ambrosio, san Gerónimo , san Crisóstomo , san
Agustin , san Isidoro , Gregorio Turonense, Nicéforo
Calixto, Metafraste; y fuera de estos tantos y
tan graves autores , que lo dicen , se saca esta verdad
de la epístola que san Celestino, papa, escribió
al concilio efesino , y de otra que el mismo
concilio escribió al senado de Constantinopla , y
de Policrates , obispo de Efeso. y antiquísimo teólogo
: el cual, escribiendo á san Víctor , papa y
mártir, afirma que san Juan murió en Efeso: y
esto es lo mas cierto y mas seguro. Aunque no han
14 Mas ¿qué maravilla es que tuviese y mos­ faltado algunos que han escrito que san Juan aun
trase tan entrañable amor á este mozo pecador , no es muerto , sino que está en el paraíso terre­
el que tanto amaba á Jesucristo , y tan bien sanal , y vendrá con Enoc y Elias á predicar conbia
lo que aquella alma le habia costado , y al tra el Anticristo: ni otros que han soñado, que
pió de la cruz habia visto la sangre que por ella está aun vivo, y como durmiendo en el sepulcro .
habia derramado? ¿El que estaba tan abrasado del del cual dicen , que sale hirviendo una tierra ó pol­
fuego divino , y de 'la caridad de sus prójimos, que vo , como maná , que es provechosa para todas las
no tenia otra palabra en la boca , ni pedia á sus enfermedades : pero de los que esto dicen hace
discípulos , sino que se amasen unos á otros? Por burla san Agustin. No falta quien diga , que san
que (como dice san Gerónimo) estando ya este Juan murió muerte violenta , y que fué martiriza­
amorosísimo apóstol tan viejo , que le llevaban en do del emperador Trajano; mas todas estas opi­
brazos á la iglesia y apenas podia hablar ; no deniones son particulares y menos ciertas, y de aucia
otra palabra á los fieles, cuando se juntaban tores de menos nombre. El estar san Juan en el
en la iglesia, sino: Filioli, diligile alterutrum: cielo . en cuerpo y alma , algunos doctores lo afir­
Hijos, amaos unos á otros. Y como sus discípulos, man , y entre ellos Beda y santo Tomás, y otros
como cansados, le preguntasen: ¿ Por qué siempre modernos : y fúndanse en que murió sin dolor , y
les repetia las mismas palabras , y les decia , que en que no se sabe que su cuerpo esté en la tierra,
se amasen unos á otros? El santo respondió : Por y en que (según la opinión de algunos) los que
que es precepto del Señor; y sí se hace , él solo resucitaron con Cristo subieron al cielo en cuerpo
basta. Pero con ser tan dulce para todos san Juan; y alma. Murió el glorioso apóstol ó los 27 de
con solo los herejes era severo , como se ve por diciembre , imperando Trajano , el año del Señor
lo que de él escribe Eusebio , dando por autor á de 101 ; y sesenta y ocho años después de su pa­
san Policarpo : el cual decia , que un día el Señor sión. En la edad en que murió ,*no concuerdan los
inspiró á san Juan que fuese al baño: llegado á autores: porque unos le dan mas de cien años :
él, supo que estaba dentro Cerinto, hereje; y otros noventa y ocho , ó noventa y nueve ; otros
volviéndose á los que iban con él , les dijo: Vá- noventa y tres. La causa de esta diversidad es no

DICIEMBRE, 27 LA LEYENDA DE ORO. 509
saber los años que tenia cuando Cristo nuestro
Salvador le llamó para hacerle apóslol suyo : porque
unos dicen que tenia veinte y dos años ; otros,
que veinte y ocho, y otros mas : y cada uno trae
sus razones y conjeturas , para probar su opinión.
Dos cosas parecen ciertas : la una , que san Juan
era mozo , cuando el Señor le llamó , y el menor
de todos los apóstoles: la otra , que después que
Cristo subió á los cielos, vivió (como dijimos)
sesenta y ocho años , á los cuales añadiendo los
tres que acompañó al Señor en su vida y muerte,
son setenta y uno : y si tenia veinte y dos años,
cuando le llamó , como siente el cardenal Baronio,
vino á morir de noventa y tres; pero esto hace poco
al caso , para declarar la virtud y excelencias
de san Juan , y para nuestra edificación y ejemplo,
que son las dos cosas que en escribir su vida debemos
pretender.
10 No predicó solamente san Juan en Judea
y Asia , sino también en la Frigia , y especialmente
en Ilierápoli, en donde dice Metafraste que
estuvo hasta que vino á ella el apóstol san Felipe.
Y á los partos asimismo parece que predicó;
porque la primera epístola de las tres canónicas
que escribió san Juan , antiguamente tenia por título
y sobrescrito: Ad Parlhos: y aun haber penetrado
hasta la India , é iluslrádola con su celestial
doctrina , los moradores de ella lo dicen , como
lo escriben los padres de la Compañía de Jesús ,
que andan en aquellas regiones , alumbrándolas
con la luz del Evangelio. Demás del sagrado evangelio,
y del libro del Apocalipsi , también escribió
nuestro glorioso apóstol tres epístolas, que la Iglesia
tiene por canónicas y por de san Juan , que
aunque son breves en las palabras , son largas y
copiosas en las sentencias, y echan llamas de
amor y caridad.
17 Fuera de los milagros que san Juan hizo
en la vida , después de muerto ha hecho otros muchos
, entre los cuales Teodoreto y Nicéforo cuentan
, que estando el emperador Teodosio con su
ejército para pelear con Eugenio, tirano , la noche
antes de la batalla , orando y pidiendo á Dios que
le favoreciese , se le aparecreron los apóstoles san
Juan Evangelista y san Felipe , vestidos de blanco
y en caballos blancos, y le animaron y mandaron
que pelease con el enemigo , porque ellos le
ayudarían y le darían la victoria. Peleó Teodosio,
y venció milagrosamente; porque Dios envió un
torbellino en su favor , que daba en los ojos de
los enemigos, y los cegaba, y revolvia contra ellos
las armas que tiraban contra el-ejército de Teodosio.
Estando san Juan Crisóstomo en oración, se
le apareció san Juan Evangelista , y le puso un
libro en las manos , y le dijo , que con él entendería
fácilmente la sagrada Escritura , y que ayudándole
él, no tendría dificultad , como lo dijimos
en la vida de san Juan Crisóstomo. San Gregorio,
papa, hubo una túnica de san Juan Evangelista ,
y la tuvo ( con gran razón) por un tesoro inestimable:
y dice Juan , diácono , en la vida que escribió
de san Gregorio , que Dios obraba grandes
y continuos milagros por ella : y que en tiempo de
gran sequedad , sacándola, luego llovía ; y en
tiempo de muchas aguas, volvía serenidad : y que
las lámparas que ardian delante del altar , donde
esla preciosa reliquia eslaba, alguna vez se encendieron
milagrosamente , sin que nadie las tocase
, y que el aceite de ellas no se consumía. San
Gregorio Turonense afirma , que en Eíeso, en el
lugar donde el sagrado evangelista escribió su
Evangelio , con ser descubierto y sin techo , no
caia gota de agua por mas que lloviese , honrando
el Señor de esla manera aquel lugar , en el cual
se habia escrito el evangelio de san Juan.
18 Pero ¿quién podrá encerrar en una escritura
tan breve como esta, el mar Océano de las
virtudes , privilegios, y excelencias del sagrado
apóslol y evangelista san Juan? ¿ Quién referir las
alabanzas y títulos que los santos doctores le dan ?
San Dionisio Areopagíta le llama sol del Evangelio
, y alma sagrada al alma de san Juan : y le
dice que se alegre; porque es amado en gran manera
de aquel, que verdaderamente es amable y
deseable , y digno de ser querido. Orígenes dice :
«San Juan , teólogo, sobrepuja á toda criatura visible
ó invisible , torio entendimiento penetra , v
deificado en Dios á sí mismo traspasa : y pasando
por todas las criaturas, llega al principio, y causas
de todas las cosas ; y allí oyó una palabra , por
la cual todas ellas fueron hechas.» San Juan Crisóstomo
dice, que los mismos ángeles del cielo
aprendieron muchas cosas de san Juan, las cuales
no sabian, antes que él las dijese : y confírmalo
con aquellas palabras del apóstol san Pablo :
« Para que á los principados y potestades , ahora
se descubra por la Iglesia la sabiduría de Dios, que
es varia y multiforme.» Y añade Crisóstomo, que
ios ángeles, los querubines y serafines oían con
grande atención á san Juan : y que es grande honra
nuestra el haber ellos aprendido con nosotros,
lo que no sabian. San Agustin dice, que cuando
oyéremos decir algo de la divinidad de Cristo , que
sepamos que habla san Juan : y san Ambrosio dice:
«Ninguno con lanía sublimidad de sabiduría
vio la majestad de Dios . y nos la declaró con tan
propias palabras , como san Juan. Transciende las
nubes: transciende las virtudes de los cielos: transciende
los ángeles con su vista ; y halla al Yerbo
en el principio , y vio al Yerbo junto con Dios.»
Y Reda dice , que el haber oslado recostado san
Juan en la cena sobre el pecho de! Señor , no fué
solamente señal del amor regalado que él lo tenia,
sino también del misterio que después habia de
declarar: y que el evangelio que habia de escribir,
habia de ser mas alto y sublime que todas las otras
Escrituras sagradas, y comprender mas perfectamente
los secretos de la divina Majestad. Seria
nunca acabar, si quisiésemos traer aquí todo lo
que los sanios con grande encarecimiento escriben
y predican de las virtudes , prerogatives y excelencias
de este santo apóstol y evangelista. Llaman
1

510
los ; mas lodos cortos para ¡o que él merece, y
son cifra de lo que el mismo santo dice de sí , que
era el discípulo amado de Jesús: «Estaba (dice )
recostado uno de sus discípulos en el seno de Jesús,
á quien Jesús amaba: » y en otro lugar: «Volvió
Pedro los ojos , y vio que le seguia aquel discípulo
á quien Jesús amaba.» Estoesdon de dones
y fuente de lodos los dones de Dios , porque el
amor que nos tiene Jesús, no es amor seco, muerto
y sin fruto , como el amor de los hombres , sino
raíz viva y causa eficaz, y fuente manantial
de todos los bienes que de su bendita mano recibió
: porque el amar es querer bien; y el querer
de Dios es eficaz , de suerte que en queriendo
bien á uno , le hace bien, y tanto mas, cuanto su
amor es mayor. Pues si los apóstoles son las colunas
de la Iglesia , y el estado y dignidad de ellos
la mas alta que hay en ella ; ¿cuan aventajado
es nuestro Juan, pues sobre todos ellos fué tan
querido del Señor, que mereció ser llamado: « El
discípulo querido y amado de Jesús» ? Mostróle este
especial y regalado amor en todas las cosas ,
que en esta vida quedan referidas ; y mas particularmente
en haberle tomado por hermano ,
dándole á la santísima Virgen por madre, y repartiendo
con él sus bienes , como hermano menor,
con tan larga mano, que lodo lo que se halla en los
otros santos repartido , en san Juan se halla junto
y recopilado: porque él es ángel, patriarca, prolela,
apóstol, evangelista, doctor, virgen y márlir.
Es ángel, nó en la naturaleza ; mas en la semejanza
: nó en la substancia; mas en la imitación
: y por esto fué dado por compañero á san
Gabriel, arcángel, para que como ángel le ayudase
á guardar y servir á la Virgen : y por la misma
causa , habiendo aparecido una vez en la isla de
Palmos á san Juan un ángel resplandeciente y
vestido de inmensa claridad , queriendo él hacerle
reverencia , el ángel no lo consintió; antes le
dijo que no lo hiciese : porque ambos eran siervos
de un mismo Señor. Y no menos es ángel; porque
perfectísimamente ejercitó aquellos tres actos
jerárquicos , que pone san Dionisio Areopagita ,
que son purgar , alumbrar y perficionar. Fué
patriarca , no solamente como los otros apóstoles,
que son padres de todos los fieles ; mas con mayor
particularidad , pues vivió mas tiempo que
ninguno de ellos, y con el discurso de su larga
vida engendró mas hijos espirituales al Señor , y
los crió con aquella celestial sabiduría , que habia
aprendido en el pecho de su Maestro , y como un
antiguo y sacratísimo archivo de los hechos y dichos
de Cristo, que tenia en el suyo. Fué profeta
san Juan, y profeta excelentísimo y único del Nuevo
Testamento; porque todos los profetas del
Viejo Testamento, como sombras y figuras ; en
apareciendo la luz de Cristo y la verdad que representaban
, cesaron : mas san Juan en la isla de
Patmos ( como dijimos) tuvo altísimas revelaciones
y escribió el Apocalipsi , como único profeta
de la ley de gracia , y en ella es recibido por verdadera
profecía y por libro canónico. Y aunque
es verdad, que ha habido y hay en ella otros profetas
; pero la Iglesia no ha recibido hasta ahora
LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 27
la profecía de ninguno de ellos, ni la tiene por
escritura canónica , como la de san Juan. Fué
apóstol, y entre todos los apóstoles el mas querido
, el mas amado y regalado del Señor , como
habernos visto ; porque era mas mozo en la edad,
mas dulce en la condición , de mas delicado ingenio
, y en la mansedumbre y suavidad de costumbres
, y en la pureza y virginidad de su alma
mas semejante á su Maestro. Fué evangelista, y
entre todos los evangelistas el águila , que voló
(como dijimos ) hasta el pecho de Dios , y fijó los
ojos en la divinidad del Verbo eterno , y la predicó
y anunció al mundo : y para hacer este vuelo
tan alto y perderse á todas las cosas humanas
de vista , se aparejó con oraciones y con ayunos
suyos , y de lodo el pueblo: y el Señor con especial
gracia le levantó y fortificó los ojos del entendimiento
, para que pudiese mirar al sol de hito
en hilo, sin cegarse. Doctor eminentísimo , no
solo por haber sido apóstol , cuyo oficio fué enseñar
y dar doctrina al universo mundo (como el
Salvador lo dijo á los mismos apóstoles , cuando
los envió á predicar) ; sino también porque como
doctor y maestro de la Iglesia, escribió las tres
epístolas canónicas , enseñándole lo que habia do
creer y guardar : y fué llamado de toda la Iglesia
católica por excelencia Juan el Teólogo , que es
título , que solo á san Juan se hadado entre todos
los apóstoles. Fué virgen con tanta excelencia,
que dice Eutimio , que desde niño tuvo grandísimo
cuidado de la pureza de su alma, y que nunca
dejó entrar en ella pensamiento lascivo y feo :
y que por esto siempre después le quedó el nombre
de virgen; y como á virgen, Cristo virgen
le encomendó á su Madre virgen , como dice san
Gerónimo. Finalmente fué mártir nuestro glorioso
apóstol ; porque fué preso y azotado por Cristo ,
primero de los judíos, y después de los gentiles: y
entró en la tina de aceite hirviendo con alegría,
por morir por su Maestro y Señor: y habiéndole
él guardado, fué desterrado á la isla de Patmos, y
padeció grandes trabajos y tormentos ; y no falló
el ánimo al martirio , sino el martirio al ánimo de
san Juan ; y bebió (como Cristo se lo había dicho
) el cáliz de la pasión. Pero no solamente fué
mártir de esta manera ; pero aun de otra mas excelente
: porque cuando estuvo en el monte Calvario
con la sacratísima Virgen y vio morir á su
Vida ; allí murió con Cristo , con un género de
martirio mas doloroso , que si muriera á cuchilló :
porque el hierro corlara los miembros del cuerpo;
y aquel dolor y compasión rasgó las telas mas
delicadas de su corazón , y le atravesó de parte á
parte con una pena tan excesiva , que si el Señor,
no le tuviera de su mano , allí.al pió do la cruz
muriera. Pues ¿ qué diré de otro género de martirio
largo y prolijo , que tuvo el sagrado evangelista
viviendo tantos años apartado de la vista
gloriosa de Cristo, á quien él tanto amaba y tanto
deseaba, ver , y salir de entre los idólatras y
gente bestial con quienes vivia, y con sus pecados
abominables continuamente afligían su corazón
? Seamos todos muy devotos de este gloriosísimo
y beatísimo apóstol:. encomendémonos con

DICIEMBRE , 28 LA LEYENDA DE ORO. 511
grande devoción á él : tomémosle por intercesor y
miremos sus virtudes y ejemplos , y entendamos
que pues la suma de la perfección cristiana consiste
en la caridad , y en el amar y ser amados de
Dios , que para alcanzarla nos será eficacísimo
medianero, el que lo fué de san Pedro con Jesucristo
, el que tanto le amó, y fué amado del Señor.
Y aunque es verdad que la puerta principal,
por donde habernos de entrar ó él , es su benditísima
Madre (que es la medianera de todo el linaje
humano para con su dulcísimo Hijo , como él
lo es para con su eterno Padre); pero para con la
misma Virgen muy buen tercero nos será sanJuan:
pues con especial prerogativa la tiene por madre
, y ella á él por hijo , y se hacen tan buena
compañía. En confirmación de esta verdad leemos
, que deseando san Gregorio Taumaturgo ,
obispo de Neocesarea/acertar en lo que habia de
enseñar á sus ovejas de la santísima Trinidad , y
haciendo mucha y devota oración á la sacratísima
Virgen, suplicándole que le diese la fórmula que
en esto habia de guardar; una noche ella se le
apareció, trayendo á su lado á san Juan, evangelista,
á quien mandó que le diese una fórmula de
lo que habia de creer y predicar: y san Juan se
la dio , y san Gregorio la escribió , y por ella de
tal manera instruyó á los cristianos de Neocesarea
que en tiempos de tantos errores no cayeron en
ninguno. De san Juan escriben todos los santos
doctores que interpretan los Evangelios, y los autores
de la Historia eclesiástica , y todos los Martirologios
griegos y latinos.
* SAN MÁXIMO , OBISPO Y CONFESOR. — Fué
muy venerado en Alejandría , donde sobresalió
por su virtud eminente , y de donde fué obispo.
Los SANTOS TEODORO Y TEÓFANES, CONFESO­
RES. — Eran hermanos , educados en un monasterio.
En Constaminopla fueron azotados y desterrados
por cristianos. Volvieron nuevamente á
sus hogares ; mas sucediendo en el imperio Teófilo,
los hizo azotar y desterrar de nuevo. Teodoro
murió poco después encarcelado. Teófanes , en
tiempos mas tranquilos para la Iglesia, murió
obispo de Nicea.
SANTA NICERATA , YÍRGEN. — Fué muy distinguida
por sus virtudes excelsas, en tiempo del
emperador Arcadio. La nombra en este día el
Martirologio romano.
Diagg,
Los SANTOS INOGENTES,MÁRTIRES.—No hay
bestia tan llera y espantosa, como es un tirano,
señoreado de alguna vehemente pasión y poderoso
para ejecutar todo lo que quiere , sin resistencia
: porque es como un incendio , que alentado
y cobrando fuerzas con los vientos , todo lo abrasa
y consume ; y á manera de un rio impetuoso.,
todo lo que halla lo arrebata, y lo lleva tras sí
con su corriente. Yese esto ser así en la matanza
cruelísima y desapiadada , que el rey Herodes ,
llamado Asc.alonita, mandó hacer en los niños de
Belén , para asegurarse en su reino , temiendo
que uno de ellos le quitase el cetro y la corona.
Era este rey extranjero y habia alcanzado el reino
de Judea de los romanos : y por esto, y por su
fiereza y mala condición , era aborrecido de los
judíos, los cuales aguardaban en su tiempo un nuevo
rey y Mesías que los librase de aquella dura
servidumbre y cautiverio, y ennobleciese y ensalzase
aquel pueblo, que era propio pueblo del Señor
: aunque ellos,pensaban que lo habia de hacer
temporalmente ; porque como hombres carnales,
•no entendían la excelencia de los bienes espirituales
y eternos, que el verdadero rey y Mesias les
había de traer del cielo. Nació el Salvador en Belén
en la manera que dijimos en la fiesta de su
sacrosanto nacimiento , y vinieron los reyes Magos,
guiados de la nueva estrella que les apareció.
Entraron en Jerusalen preguntando por el rey
de los judíos que habia nacido, cuya estrella habian
visto en las partes de Oriente. Turbóse Heredes
: juntó á los escribas y sabios de la ley, para
saber dónde habia de nacer Cristo: y entendiendo
que en Belén, conforme á lo que los profetas
habian anunciado.; llamando aparte á los
reyes Magos, é informándose de ellos muy particularmente
de la estrella y del tiempo en que les
habia aparecido , les encargó que fuesen á Beien
y buscasen aquel niño, y volviesen por Jerusalen,
y le diesen cuenta de lo que habian hallado, para
que él también le fuese ó adorar ; aunque todo
esto era con engaño. Los reyes Magos hallaron
al santo Infante en aquella pobre choza, y le adoraron
y le ofrecieron los dones que Iraian de su
patria; y avisados del ángel del Señor, volvieron
á ella por otro camino diferente , sin tener cuenta
con el rey Herodes: el cual lo sintió mucho, por
pareeerle que los Magos no hacian caso de él ;
mas al principio disimuló , juzgando por ventura
que por no haber hallado en Belén lo que buscaban,
de corridos no habian osado volver á él : y
que todo aquello que habían dicho de la estrella
que habian visto , habia sido sueño é imaginación.
Pero cuando oyó que un niño nacido en
Belén á los cuarenta dias habia sido presentado
en el templo , y que un viejo venerable, llamado
Simeón , le habia lomado en sus brazos ,
y reverenciádole como á Salvador , y predicado
de él grandes maravillas , y las otras cosas,
que -en aquella presentación sucedieron
en el templo (las cuales fueron notorias, y se
publicaron en la ciudad de Jerusalen. y Herodes
no podia ignorarlas), entendió que los Magos habian
hecho burla de él. Y como era hombre altivo
y soberbio, y moria por conservarse en el reino
; pareciéndoie por una parte, que aquella era
grande afrenta y mengua suya , y por otra carcomiéndose
con su propria ambición , y atravesado
como con una aguda saeta del temor de perder el
reino; soltó la presa de su indignación, y lleno
de saña y furor , determinó , por lodos los caminos
que pudiese, malar aquel niñoá quien él temia . y
pensaba que le habia de quitar el reino. Para salir
con su intenlo es de creer que hizo todas sus
diligencias para buscarle y hallarle.; mas como no
hay diligencia humana, ni industria que pueda
impedir el consejo de Dios , todas las de Herodes

512
fueron vanas; porque el ángel del Señor apareció
á san José , y le mandó que llevase al Niño y á la
Madre á Egipto , y que estuviesen allí, hasta que
le fuese ordenada otra cosa del cielo. No quiso entonces
usar de su divino poder la Providencia divina
, sino tomar este medio humano para librar
al santo Niño de las manos carniceras de aquel
impío tirano: el cual viendo que no podia haber
al que tanto deseaba , y creyendo que estaría escondido
en Belén , ó en su comarca ; creciendo en
él la rabia, y encendiéndose mas el furor, tomó
una resolución extraña y bárbara de matar á todos
los niños que habían nacido en Belén y en
todo su distrito, desde los que eran de un solo
día, hasta los que tenían ya dos años: porque
aunque supo de los reyes Magos el tiempo en que
les había aparecido la estrella, y que aquella
estrella les significaba , que ya era nacido aquel
niño que era rey de los judíos: pero como no
pudo saber cuánto tiempo antes que ellos viesen
la estrella . había nacido, para asegurarse mas
(ciego con la pasión) , juzgó que le convenía pasar
ó cuchillo todos los niños que en aquellos dos
años hubiesen nacido: y alargó el tiempo que le
habían señalado los magos , como también extendió
el lugar , haciendo matar á todos los niños que
habían nacido no solo en Belén (donde nació
Cristo), sino en todos los pueblos y aldeas de su
comarca. Con esta resolución llamó á los soldados,
capitanes y ministros de su crueldad , y les dio la
orden que habian de tener _ para hacer escribir
primero los niños, ó juntarlos con maña y dar
traza que todos muriesen , y ninguno se escapase
de sus manos , encargándoles el secreto, la fidelidad
y ejecución de aquel negocio, en el cual no
le iba menos que ser ó no ser rey. Con este impío
é infernal mandato , mas que con el hierro , se
armaron aquellos crueles carniceros, para dar
como lobos en una manada de corderos inocentes
y derramar tanta sangre como derramaron.
Lo que pasó en aquel espectáculo inhumano , fiero
y lastimoso , no lo dice el historiador sagrado,
dejándolo pensar y ponderar á cada uno por sí:
mas dícenlo san Gregorio Niseno, y san Agustín,
que pintan la ferocidad y denuedo de los soldados
, los alaridos de las madres , las heridas de
los niños Inocentes, y la sangre de aquellos corderos
tiernos y puros , que por todas partes corría.
No sabemos de cierto el número de los santos niños
Inocentes, que murieron : porque lo que algunos
dicen, que fueron ciento y cuarenta y cuatro
mil , porque san Juan en el Apocalipsi pone
este número, hablando de los niños que seguían
al cordero; no es á propósito, ni es creíble que
en un pueblo tan pequeño, como era Belén , y en
su tierra, se hallasen tantos niños de aquella edad.
El padre Alonso Salmerón de la Compañía de
Jesús , y uno de los primeros compañeros que
tuvo el beato padre Ignacio de Loyola para fundarla
, varón doctísimo , y excelente teólogo , en
el ni tomo de los once que escribió sobre los
Evangelios , dice que fueron catorce mil; y que
los cristianos de Etiopia , que llamamos abisinos,
en el canon de la misa celebran este número de
LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE , 28
os Inocentes mártires: y lo mismo dice Genebrardo
, que los griegos le ponen en su calendario.
Llamo mártires á estos niños; porque
siempre la santa Iglesia los ha tenido por tales,
por haber sido bautizados en su sangre y muertos
por Cristo, antes que comenzasen á gustar de la
vida : y así hablando con los mismos niños, dice
san Agustín: «Aquel dudará que hayáis alcanzado
la corona , muriendo por Cristo , que crea,
que el bautismo de Cristo no aprovecha á los niños.
No tenlades edad para creer que Cristo había
de padecer; pero teníacles carne para padecer
, y sufrir la muerte por Cristo , que habia de
padecer por vosotros:» y san Bernardo dice : « Si
buscas los merecimientos que tuvieron estos niños
, para ser coronados do Dios, busca también
los delitos que tuvieron, para ser tan cruelmente
muertos de Herodes. ¿ Es por ventura menor la
piedad de Cristo; que la impiedad de Herodes,
para que creamos que Herodes los pudo entregar
á la muerte, siendo inocentes, y que Cristo
no pudo darles la vida eterna, habiendo muerto
por él ? » Del mismo parecer son san Ireneo , san
Justino , san Cipriano, mártir, Orígenes , Hilario,
Crisóstomo , Agustín, Prudencio , Fulgencio,
y León, papa : y finalmente toda la Iglesia
católica , que hace fiesta de estos niños benditos
y los tiene y celebra por mártires. De aquí se saca
la respuesta de una duda , que algunos podrían
tener, y preguntar: ¿Por qué el Señor dio poder á
un hombre tan fiero y desalmado, como fué Herodes,
para derramar tanta-angre de niños? ¿Y cómo
Jesucristo nuestroSalvador, que venia para darnos
vida entrando en el mundo , fué ocasión , para
que se diese la muerte á tantos corderos inocentes?
Mas, si bien miramos, hallaremos en este
hecho mucho porque alabar la suavidad benigna
de nuestro Dios , y admirarnos de los medios que
toma para coronar á unos y castigar á otros :
porque de la misma manera que el dueño de la
viña puede coger la uva ya madura, y exprimirla
en el lagar, ó vendimiarla en agraz , ó cortar los
pámpanos en cierne , sin hacer agravio á nadie:
y el hortelano cortar las flores para hacer ramilletes
y presentarlos á su amo ; así Dios , que es
dueño y Señor de todo lo criado, como jardinero
de deleites de la santa Iglesia , cogió hoy las flores
de los mártires (que así llaman á ios niños
Inocentes san Agustín y Prudencio), para hacer
ramilletes , y ofrecerlos á la mesa de Dios : y aunque
los cortó y secó , como con un viento cierzo
la indignación de Herodes , y las flores de acá de
la tierra , si una vez se secan ó marchitan, no suelen
volver á reflorecer ; pero no es así en las flores
que se cogen de la mano de Dios: porque cuando
parece que se secan y mueren , entonces mas florecen
y viven. Mas si miramos las causas porque
el Señor permitió esta carnicería tan sangrienta, y
esta matanza de niños inocentes tan lastimera, hallaremos
que fueron muchas y admirables , y muy
convenientes para la gloría de Dios, y para bien
de los niños y de sus padres, y do toda la santa
Iglesia, y para mayor castigo del mismo tirano
que los mató : porque primeramente , es gran glo-

DIClEMBUli, 28 LA LEYENDA DE ORO. 513
ria do Dios, que onlondamos qoc es el Señor de lodos
, y que sin injuria de nadie puedo hacer lodo
lo que es servido do ¡odas sus criaturas . en el cielo
v en 1a tierra y en los abismos. Demás de eslo,
¿qué pregón se pudo dar por todo el mundo mas
sonoro y elicaz , para declarar que habia venido
del cielo un nuevo rey de los judíos, que el publicarse
y saberse que el rey llerodes , por temor
de este rey recién nacido , y de perder su reino,
habia usado de. una crueldad tan extraña, tan inhumana
y tan fiera? ¿Y que no solamente habia
lincho matará los hijos chiquitos de los exlraños,
sino lambien á un hijo suyo, para asegurarse mas?
Fué lanío lo (pie sonó por loda la redondez do la
tierra un hecho lan desaforado, que cuando lo supo
en liorna el emperador Oclaviano , dijo , que
en la casa de Heredes mejor era ser puerco que
hijo ; dando á entender , que por ser judío no malaria
el puerco , porque no lo [¡odia comer; y por
ser cruel , había muerto al hijo. Pues si miramos
á los mismos niños que murieron ; ¿qué amor de
sus padres les pudiera hacer tan gran bien , como
les hizo el odio de llerodes? Pues sinsabor lo que
hacia , los libró de los trabajos, peligros , pecados
y miserias de esta vida, y los envió á gozar do
aquella vida , que sola se puede llamar vida , y se
debe comprar á costa de cualesquiera trabajos y
penas.
2 ¿ Qué mayor beneficio pudieron recibir del
Señor, que morir por él, a ules que supiesen . que es
vida , y sm pelear , alcanzar la corona y triunfar
del mundo , antes de conocerle, y ser las primicias
de los mártires de Cristo? a Mueren (dice san
Agustín) los niños por Cristo, y la inocencia muere
por la justicia. ¡Qué bienaventurada edad fué
aquella, que no podiendo aun nombrar á Cristo,
mereció morir por Cristo I ¡ Qué dichosamente nacieron
aquellos, á quienes entrando en esta vida,
salió á recibir la vida eterna ! Luego que comenzaron
á vivir , tuvo fin su vida; pero el fin de esta
vida temporal les fué principio déla bienaventurada
y eterna. Parecía , que no estaban maduros
para la muerte ; pero felicisimamente murieron
pura alcanzar la vida : apenas habían gustado la
presente; y luego pasaron á la futura: apenas hablan
llegado á los pañales y cunas de la niñez,
cuando recibieron la corona: son arrebatados de
los brazos de las madres, para ser colocados en el
seno de los ángeles. » Hasta aquí es de san Agustin
: y san Juan Crisóslomo dice : « Aquella edad
de los niños se levanta á alabará Dios, que no
tiene pecados, para que el que es digno de alabanza
sea dignamente loado, y el mócenle predicado
con el testimonio de los Inocentes, bulos
reciben de Cristo y vuelven á Cristo lo que de él
recibieron : toman y dan , y en el mismo tiempo
el que dio , recibe ; y el que recibió , da ; torna
Cristo á tomar lo que había dado , cuando nó con
voces , sino con la sangre l'uéalabado de los niños.
¡ O gloria bienaventurada de los que morían;
pues merecieron ser mártires por Cristo I En un
mismo tiempo comenzaron á vivir y morir : entraron
en el mundo , y salieron de él : recibieron el
aire fresco de esta vida , y pasaron á la inmortal:
TOMO 1Y.
siendo niños, fueron fuertes, y sin coronarse, vencedores.
» Estas son palabras de san Juan Crisóstomo,
y (lela misma manera hablan los otros santos
doctores. Para los padres asimismo fué de
grande honra y provecho este sacrificio , que se
hizo (le sus lujos; porque ¿qué honra pudieran
alcanzaren el mundo , si vivieran, que se pueda
comparar con ser padres de mártires? Y juntamente
con la honra les fué de grande utilidad; porque
con la pena y dolor que tuvieron en la muerte
de sus hijos, pudieron pagar las culpas que habían
cometido contra Dios, y por ventura algunas de ellas
eran por causa de los mismos hijos, y con las muchas
lágrimas que derramaron , especialmente las
madres lavaron las manchas de los pecados pasados
, y acrecentaron sus merecimientos delante do
Dios , sin cava voluntad sabían (pie el rey llerodes
no tenia poder para quitar la vida á sus hijos. Pues
para loda la Iglesia católica de cuánta gloria es
tener entre innumerables mártires , que la cercan
y hermosean con su sangre , un escuadrón de niños
, que antes de tener miembros ¡jara la batalla,
vencieron la muerle , el demonio , v el infierno;
y con su muerle nos enseñaron , que no hay edad
inhábil para Dios, y que los padres deben lener
gran cuenta de consagrarle los hijos desde
que nacen ; pues son suyos , y cuando se los
(puta , le vuelven loque él les dio? También es
de creer que las almas de los padres que estaban
en el limbo recibieron nuevo consuelo, cuando
las de estos benditos niños les dieron nuevas del
nacimiento del Salvador; y por la muerte de ellos
entendieron , quo ya se comenzaba á propagar
(aunque con sangre ) el rjlno de Cristo. Pero
¿qué diré del rey llerodes y del castigo sevérrimo
que Dios le dio , aun en esta vida , por ¡as
otras maldades suvas; pero mucho mas por ¡a
crueldad detestable que con tantos niños inocentes
usó? Porque demás de no haber salido con su intento
, ni podido haber á la manos á Cristo , y
consumídose de rabia y dolor por ello; y después
que vertió tanta y lan pura sangre, no se puede
fácilmente creer el abismo de calamidades en
que ( por justo juicio de Dios) cayó , y las ondas,
tempestades y miserias , que en su misma persona
y casa padeció. Pensó esta furia infernal estorbar
el consejo de Dios , y engañado de su ambición,
lomó las armas contra Cristo , creyendo
que le venia á quitar el reino y que le podría acabar
: «Mas, ó rey impío y bárbaro (dice san
Agustín), ¿qué te aprovecha tu crueldad y ferocidad
? Bien puedes tú hacer mártires; pero no
podrás hallar á Cristo. ¿Piensas que el Salvador
te ha de quitar el reino? No es asi ; porque no ha
venido Cristo para quitar a nadie la gloria q ue
tiene, sino para do i le la suya; nó para quitar el
reino de la tierra , sino para dar el reino del cielo
á lodos que creyeren en él y lo amaron.» Esto es
de san Agustín. Castigó el Señor una maldad tan
atroz, ó inhumana , dando al rey una enfermedad
tan grave , ó por mejor decir, una multitud de
tantas y lan graves enfermedades , que lodo su
cuerpo era un retablo de dolóles: porque (como
dice lóselo) abrasábale interiormente un fuego

"Ai
LA LEYENDA DE ORO.
DICIF.MBRE 20
lento : padecía una ambre canina é insaciable: PE, Y TEÓFILA , VÍRGENES Y MÁRTIRES.—San
tenia las entrañas llenas de llagas, y de dolores ludes y dichas santas vírgenes, junto con otros
cólicos : los pies hinchados : las partes naturales cristianos , sufrieron cruel martirio por la fé cató­
llenas de gusanos : los nervios contrahechos • la lica durante la persecución de Diocleciano.
respiración dificultosa ; y de todo su cuerpo salia SAN TROADIO, MÁRTIR.—Fué martirizado en el
un olor tan malo , que no se podia sufrir: y vino á Ponto durante la persecución de Decio. Apareció-
tan grande aborrecimiento de si mismo , que pisele en medio de los tormentos san Gregorio Taudió
un cuchillo con intento de matarse; y hubiématurgo , y le animó á sufrir el martirio.
ralo hecho , si un nieto suyo no se lo hubiera es­ SAN CESARIO , MÁRTIR.—En tiempo del empetorbado.
Cinco días antes que muriese , hizo malar rador Galerio Maximiano fué martirizado en la
á su hijo Antipatro , que tenia preso: y entendien­ Armenia porque profesaba ardientemente la fó
do que los judíos se habian de holgar con su muer­ cristiana.
te, mandó llamar y venir so graves penas á todos SAN FRANCISCO DE SALES, OBISPO Y CONFESOR.
los hombres nobles de su reino: y después que — Aunque hace de él mención en este día el Mar­
vinieron los hizo encerrar en cierto lugar, para tirologio romano , su fiesta corresponde á 29 de
que en espirando él , sus soldados los matasen á enero .que es donde va continuada.
lodos, y celebrar sus exequias con la muerte de SAN DOMNION, PHESHÍTERO, SAN TEODORO, ARAD,
ellos, y con el llanto de todo el reino : y mandó á Y SAN ANTONIO, MONJE.—El primero es muy ve­
Salomó , su hermana, que en todo caso lo hiciese nerado en liorna; el segundo fué oriundo de Egip­
ejecutar; porque con esto él iria consolado de to , y discípulo do san Pacomio; y el tercero es
esta vida , la cual acabó , como se puede pensar honrado en este clia en el monasterio lirinense.
de quien tenia tal corazón y tales entrañas , v con Los tres van nombrados en el Martirologio romano
gran regocijo de todo su reino , por verse libre de
tan espantoso tirano, y especialmente de todos
en este día.
aquellos nobles y caballeros, que estaban como
reses en el matadero , aguardando el cuchillo;
porque en muriendo el rey, les dieron la vida y SANTO TOMÁS CANTUARIENSE, ARZOBISPO Y MÁRios
soltaron.
TIR. — La vida del glorioso pontífice y fortísimo
3 Pues si cotejamos el fin que tuvo Herodes mártir sanio Tomás, arzobispo de Canlorberi, y
con
la muerte de estos bienaventurados niños , v
miserias del uno con la felicidad de los otros;
las
¿ quién no escogerá el morir por Cristo , antes que
primado de Inglaterra, escribió Eduardo, que
vivió en su mismo tiempo , y mas copiosamente
Herberlo de Hoschan , que fué su compañero, y
reinar con Herodes? Temia el desventurado que despees cardenal y arzobispo de Benevento, y
un niño le habia de quitar el reino, y mató á tan­ Juan Salisburiense, obispo carnotense, y Guillertos
niños por no perderle; y perdió el reino, la mo, monje cantuariense , y Alano , abad teukes-
salud , y la vida y el alma , que penará en los inburiense , todos autores graves y de mucha aufiernos
, mientras que Dios fuere Dios : y todos toridad : de los cuales sacaremos lo que aquí
sus hijos , nietos y descendientes se acabaron den­ dijéremos. Fué santo Tomás inglés: nació en la
tro de cien años, y no quedó memoria de él ni de ciudad de Londres, cabeza de aquel reino: su
ellos , sino para aborrecerlos como tiranos y crue­ padre se llamó Gilberto , y su madre Matilde,
les enemigos de lodo el linaje humano. Por otra personas nobles y ricas, y muy piadosas. Dicen
parte nuestro niños benditos están delante del que el mismo dia que nació , se pegó fuego á la
trono de Dios , alabándole , y son reverenciados casa desús padres y se quemó buena parle de la
de toda la Iglesia católica por todo el mundo , y ciudad de Londres. En teniendo edad para apren­
sus sagrados huesos y preciosas reliquias adorader letras , le pusieron al estudio, y él las aprendas
y veneradas de los reyes y príncipes de Ja dió con cuidado y diligencia, y por su buena ha­
tierra: su nombre dulce: la memoria amable; y bilidad y grande ingenio hizo gran progreso en
la misericordia que el Señor usó con ellos sua­ ellas. Era de loables costumbres , de gentil dispovísima
, y de perpetua recordación. Fué su marsición , hermoso de rostro , en sus palabras motirio
, imperando Oclaviano Augusto, á los 28 de desto y grave , y tan amigo de la verdad , que ni
diciembre , comenzando el segundo año de Crislo, burlando, nido veras, no se apartaba de ella.
según la mas probable opinión. Escribieron de los Tuvo noticia de sus buenas parles Teobaldo , ar­
sanios Inocentes varias homilias y sermones, san zobispo cantuariense : recibióle en su servicio; y
Agustín , Hilario Arelalense , Pedro Crisólogo, hallándole hombre cuerdo y prudente, comenzó á
Beda, san Bernardo y otros autores, y de ellos servirse de él en los negocios públicos y en los de
todos los Martirologios hacen mención.
su casa, con grande satisfacción suya , y de lodos
* SAN EUTIQUIO Y SAN DOMICIANO , MÁRTI­
RES.—El primero fué presbítero, y el segundo
diácono. Fueron muy venerados en laGalacia.
Los SANTOS CASTOR , VÍCTOR, Y ROGACIANO,
MÁRTIRES.—Ganaron la gloriosa corona del martirio
en África. Los nombra en este mismo día el
Martirologio romano.
SAN INHES, MÁRTIR, Y LAS SANTAS DOMNA, AGAlos
que le trataban. Hízole arcediano de su Iglesia
, y dióle otros beneficios y remas , las cuales
Tomás gastaba liberalmento , teniendo mas cuenta
con el buen nombro, que con la hacienda. Fué
creciendo lanío la buena opinión que todos tenian
de Tomás, y el amor que lo mostraban, que el rey,
por consejo del arzobispo Teobaldo, le hizo su
cancelario, que es como presidente del supremo

DICIEMBRE, 29 LA LEYENDA DE ORO. 515
consejo, y favorecióle tanto, que todo lo que el
cancelario mandaba ó vedaba, se lema por ley:
y aquellos se tenian por dichosos , que estaban en
su gracia ; porque por ella pensaban alcanzar la
del rey, y lo que de él preiendian. No solamente
sirvió al rey en las cosas de la paz, gobierno del
reino y administración de la justicia , sino también
en las de la guerra contra franceses : ó hizo por
su persona cosas hazañosas , mostrando en todas
grande ánimo , valor y prudencia. Pasó lan
adelante la privanza del cancelario con el rey, que
habiendo de dar ayo al piíncipe su hijo, que también
se llamaba Enrique como el padre, no quiso
que fuese otro sino él , y que por eslo dejase el
cargo de cancelario; mas que con las ocupaciones
del gobierno del reino juniase las de la crianza é
instrucción del príncipe, que no eran pocas ni
poco pesadas : porque los oíros grandes y señores
del reino , le trajeron también sus hijos para que
que los enseñase, así porque se criasen con el
príncipe , como porque amoldados y doctrinados
de tal mano , saliesen bien criados y cocieses, y
dignos de su linaje y nobleza : y el cancelario se
encargaba también de esle trabajo (aunque era
grande ), juzgando que el bien del reino consiste
en que los caballeros , y gente noble y principal,
desde la juventud sea bien criada en amor y temor
santo de Dios. Demás de eslo , el rey, por favorecer
mas al cancelario, algunas veces se iba á
comer con él: otras, después de haber comido,
entraba á verle comer; y gustaba de oir loque
en su mesa se tralaba : porque aunque era clérigo
mozo, y los demás que comían con él seglares
y genle cortesana ; todo lo que allí se hablaba
olía mas á tralo de religiosos, que de cortesanos
y seglares. Murió en esta sazón Teobaldo,
arzobispo cautuariense , y luego el rey puso los
ojos en Tomás pura darle aquella suprema dignidad
, pareciéndole que en ninguno estaría mejor
empleada. Supo el intento del rey Tomás, y
suplicóle con grande inslancia , que no le pasase
por él pensamiento hacerle arzobispo , así
porque él no tenia partes para ello, como porque
estimaba mas su gracia (la cual temía perder,
siendo arzobispo), que todas las dignidades
y honras del mundo : « Porque vuestra majestad
(dijo ) no dejará de hacer algunas cosas contra la
libertad eclesiástica , las cuales, siendo primado,
no podré con buena conciencia consentir.» Ninguna
cosa bastó con el rey para que desistiese de su
intento : y así Tomás bajó la cabeza , entendiendo
ser voluntad de Dios, con gran comento del rey
y de todo el remo. Era en esla sazón de edad de
cuarenta y cuatro años: ordenóse de misa (porque
solo era diácono) el sábado de Pentecostés; y al
otro día en su iglesia catedral fué consagrado arzobispo
con las ceremonias ordinarias, bailándose
presentes quince obispos y el príncipe Enrique,
heredero del reino , con muchos grandes y señores
principales de él. Envióle el pontífice romano (que
era á la sazón Alejandro 111) el palio; y el arzobispo
le recibió postrado en el suelo , y con los pies
descalzos y con extraordinaria devoción.
2 Desde el punto que recibió la sagrada un­
ción , parece que so mudó en otro varón , nó
para darse á vanidades, faustos y grandezas, y vivir
con mas anchura y libertad (como algunos
suelen); sino para entrar dentro de sí, y atarse
mas estrechamente con las nueras obligaciones: y
así comenzó á vivir una vida apostólica, y digna
de tan grande prelado : porque el deleito en el
comer vencia con la templanza, los apetitos deshonestos
con el cilicio áspero y con dormir poco
: los otros deseos y gustos desordenados , refrenaba
con la continua oración , y lección de
cosas sagradas , y cuanto era mas alto el grado á
que Dios le habia levantado, tanto él mas se humillaba:
y para no desvanecerse con la nueva
dignidad, lomó el hábito é instituto de los canónigos
reglares, procurando cumplir con las obligaciones
de monje y de prelado. Sobre todo nació
en el santo prelado un amor y devoción muy extraordinaria
para con Dios, una compasión para
con los pobres tan grande , que así como ninguna
cosa le podia apartar de la rectitud y justicia, por
el zelo de ella que Dios habia encendido en su
pecho ; así tampoco no había cosa que pudiese
hacer en beneficio délos pobres, para remediar
sus necesidades, que no la pusiese por obra: y con
ser mnumerab es los pobres que á él acudían, nunca
se cansaba ni le fallaba que darles: y ¡rara poderles
dar mas, procuraba cobrar algunas posesiones
y heredades déla Iglesia, que algunos habían
usurpado , ó por descuido de los arzobispos
sus antecesores, ó por no poder mas contra ellos,
que era gente poderosa. Y aunque los que • fueron
desposeídos de las haciendas do la Iglesia soquejaron
al rey, y procuraron con varias calumnias
y falsedades exasperarle contra el sanio pontífice;
no pudieron salir con su intento , por el concepto
y estima grande que el rey tenia de su persona
, hasta que se ofreció otra ocasión mas pesada.
Habían dos clérigos cometido algunos delitos , y el
uno de eilos, que era canónigo , tratado mal á unos
ministros de justicia real , y el otro , que era un
clérigo particular , habia muerto á un hombre, á
lo que se decía. Levantóse un grande alboroto en
el pueblo , diciendo que los clérigos se atrevían a
hacer grandes insultos y maldades, porque sabian
que no los habian de castigar con pena de muerte.
Y aunque el sanio prelado , para sosegar al pueblo
y quitar el escándalo , los castigó severamente; no
por eso cesó aquella turbación y queja , antes ¡legó
á oidos del rey : el cual, instigado do los enemigos
del arzobispo , y con pretexto de que hubiese
justicia en su reino y los malos fuesen castigados,
hizo juntado grandes, así eclesiásticos
como seglares , y en ella pidió que se le remitiesen
á él todos los clérigos que cometie Son. delilos,
para que por sus justicias fuesen castia a cj o s. A esta
demanda el santo prelado se opuso , y c o n bu enas
palabras suplicó al rey que no se dejase "ovar
tanto del zelo y amor de la justicia, q Ue hiciese
contra la misma juslicia y excediese los límites
de su potestad; y que considerase q u e los sagrados
cánones y constituciones antiguas de los sumos
pontífices, concilios y emperadores , ordenaban,
que los clérigos fuesen castigados por sus prelados:

y que en raso alroz y digno de muerte , el clérigo
que le cometiese , fuese primero degradado , y
después remitido al brazo seglar, para que solo
fuese ejecutor de la muerte que se le daba ; y que
esto se habia usado en la Iglesia de Dios desde el
tiempo de los apóstoles ; y que pues esta Iglesia
era la misma que la antigua , era justo que se guardare
lo que siempre se habia usado. El rey porfiaba
que ¿i él tocaba castigar los delitos y hacer
leyes, y que todos le habían de obedecer; mas el
santo prelado con gran libertad le respondió, que
en tanto obedecería a las leyes que hiciese, en
cuanto no fuesen contrarias á la ley de Dios. Enojóse
de esto mucho el rey; y todo aquel amor y
favor que antes él hacia á santo Tomás, le
convirtió en odio y aborrecimiento, teniéndole por
ingrato, y por hombre que no cumplía con sus
obligaciones, y con los beneficios quede él habia
recibido : porque los grandes príncipes comunmente
no quieren que á ninguna cosa se les contradiga
, y tienen por desacato y menoscabo de su soberana
autoridad , que se les vaya á la mano,
aunque sea en cosas forzosas , como era esta , y
que con buena conciencia no se pueden dejar.
Salió el rey de la junta muy colérico , y los obispos
que estaban en ella comenzaron á blandear,
y los otros señores á lomar y defender las parles
del rey (lanío puede la ambicien y la lisonja), demanera
que solo Tomás quedó solo por defensor y
amparo de la verdad , opuesta á la furia del rey,
y á todas las máquinas y ardides de sus enemigos
: pero muy aparejado á perder la vida,
porque la Iglesia no perdiese su libertad. Tomáronse
grandes medios de promesas y amenazas,
de blanduras y espantos, para atraer al
santo prelado á la voluntad del rey : y aunque
él al principio se mostró algo blando, porque no
padeciese por su causa lodo el clero de Inglaterra,
y porque le habian asegurado que el rey no quería
sino que de sola palabra diese su consentimiento;
pero después que vio que le mandaba poner por
escrito, y sellar con su sello los capílu'os que el
rev habia escrito, y que ellos eran perniciosos y en
perjuicio notable de la lesia, le peso muctio
que le hubiesen engañado y de la facilidad que
había tenido en querer dar contento al rey, por
¡Majar los daños que se podían temer. Los artículos
y capítulos que propuso el rey fueron seis.
El primero, que no se pudiese apelar á la sede
apostólica sin licencia del rey : el segundo, que
ningún arzobispo ni obispo pudiese salir del reino,
aunque fuese llamado de! papa, sin licencia del
rey : el tercero , que ningún obispo pudiese excomulgar
á ningún criado ni ministro del rey, sin
haberlo primero consultado con él: el cuarto, que
no pudiese el obispo castigar á ningún perjuro y
fementido: el quinto, que la justicia seglar del
rey conociese las causas do los clérigos y los castigos,
y los castigase si mereciesen castigo: el
sexto, que el rey y los legos tratasen y
las causas decimales v eclesiásticas.
juzgasen
3 Que todas eran causas perjudiciales á la
Iglesia, y contrarias á lo que en ella se ha usado
siempre desde los apóstoles acá, y á lo que han
LA LEYENDA DE ORO. BiciEMimn , 29
hecho lodos los emperadores , reyes y príncipes
piadosos, como lo probamos en el libro del Príncipe
cristiano. Pero muchas veces se engañan algunos
príncipes, pensando que es mengua de su
autoridad sujetarse á la Iglesia; y falla de justicia
el no castigar los delitos de los clérigos que no
pertenecen á ellos: y no fallan ministros que atizan
el fuego , ni prelados (lujos y temerosos , que
por no perder la gracia del príncipe, pierden la
do Dios, y huven como mercenarios y se dejan
arrebolar de la corrienle. No lo hizo así santo Tomás
, que no se dejó vencer de terror ni de halagos
para consentir al rey en cosa tan dañosa á la
Iglesia , y de tan mal ejemplo; antes fué tanto lo
que lloró y se entristeció por haber dado muestras
de quererle dar gusto en esto, engañado , como
dijimos, de lo quo de su parle le habian dicho,
que enojándose consigo mismo, y queriendo castigar
aquella culpa, se suspendió do decir misa, y
no quiso llegarse al aliar, hasta que el sumo pontífice
le envió la absolución, y él se consoló con
ella , v con saber que su intención habia sido buena
, y en ninguna cosa contraria ó la voluntad de
Dios. Finalmente , viendo el sanio prelado el ánimo
del rey enoja,lo contra sí, y tan obstinado en
llevar adelante su intento , que no habia esperanza
de poderle ablandar ni trocar, y que los obispos
se dejaban llevar de la voluntad del rey , y que los
grandes y poderosos le ayudaban y servían , y quo
loda ¡a Iglesia de Inglaterra estaba en peligro de
acabarse v perderse; determinó ausentarse por un
poco de tiempo del remo , para que echado .lonas
en el mar, cesase aquella tan horrible tempestad.
Para eslo huyó do noche , acompañarlo de dos
solos monjes y un criado disfrazado , caminando
las noches , fuera do camino, con grandes trabajos
é incomodidades ; y embarcándose en un navio,
llegó a blandos. Cuando el rey supo que el santo
arzobispo se le habia escapado délas manos, salió
de juicio, y envió embajadores al papa Alejandre
III, dándole grandes quejas contra él, como
contra revolvedor y alborotador de su reino : y habiendo
el sumo pontífice oídolos en público consistorio
, les respondió, que oiría al arzobispo, para
poder juzgar reclámenlo en aquel caso. Airóse sobre
manera el rey con esla respuesta, y mandó
confiscar los bienes de sanio Tomás , y las haciendas
de lodos sus deudos y parientes, que eran muchos
, y que todos saliesen de su reino , sin perdonará
edad , ni sexo , ni condición, ni dignidad de
persona: lomando juramento á los varones de
mayor edad , (pie buscarían al arzobispo do quiera
que estuviese, y se quejarían de él, que por su
ocasión padecían tales calamidades. Llegó santo
Tomás al papa , y dio á su santidad y á los cardenales
razón do sí, mostrándoles los capítulos originales
que el rey Enrique ¡pieria establecer en su
reino, y él no habia querido lirmar, y declarando
los medios que habia tomado para ablandar al rey
y ponerle en razón. Suplicó al sumo pontífice que
(cquii.ase aquella dignidad , y la proveyese en
otro quo fuese mas grato al rey , para que él y su
leino tuviesen paz: ¡jorque él entendía que Diosle
castigaba á él, por haberla aceptado sin tener

Dir.iKSiitiiii, 2fJ
partes para ella , por complacer al rey. Parecióle
al papa no condescender con los ruegos de santo
Tomás; antes le confirmó en la dignidad , y mandó
que la tuviese , para que los otros prelados en semejantes
casos no allojasen y dejasen de resistir á
los tiranos que perseguían la Iglesia católica, viendo
que el que lan valerosamente habia peleado por
ella, era privado de la dignidad de arzobispo. Pero
para aplacar al rey de Inglaterra , le ordenó que
se recogiese á alguna casa de religión , donde, pudiese
estar con quietud ; mientras que él procuraba
volverle engracia de su íey. Escogí') el sanie arzobispo
el monasterio de Ponliniaeo del Cisler,
quo estaba en Francia, y florecía con fama do
gran santidad.
k A este monasterio vino el santo prelado con
cartas y grandes recomendaciones del papa; y la
mayor recomendación que traia era la singular
gracia de Dios, de que venia armado, y muy alegre
por ver que padecia por la justicia , y deseoso
de padecer mucho mas. En esle monasterio con
gran disimulación comenzó el sanio arzobispo á
allígir su cuerpo con extraordinaria aspereza y penitencia
, comia unas yerbas y manjares viles y
groseros , procurando que los que eran delicados y
preciosos, se repartiesen á los enfermos y necesitados:
entraba algunas veces en el rio que pasaba
cerca del monasterio, estando muy frío y casi
helado, y estábase en él un buen raio para mortificarse
mas: y en las otras cosas se dio ta! vida,
que mas parecia muerte que vida; y le sobrevino
una enfermedad tan grave , que faltó muy poco quo
del todo no se la quitase. Pero lo que mas le afligía
, fué la grande calamidad y miseria de tantos
deudos suyos inocentes, que por su causa (aunque
sin culpa suya) padecían, á los cuales él no podía
remediar; pero remediólos Dios por medio del rey
de Francia , y de oíros señores y personas principales
devolas de aquel reino, que sabiendo la santidad
de santo Tomás , y la liíanía del rey Enrique,
y la inocencia de los que padecian , los ayudaron
y socorrieron en aquel su destierro y trabajo,
ron tanta liberalidad, que muchos no echaban menos
la comodidad y regalo de sus casas. Mas el rey
Enrique, cuando supo que el santo prelado eslaba
en aquel monasterio , no se puede creer la saña que
tomó contra el abad. Escribióle eon gran furor quo
le echase luego de su casa , y de cualquiera otra
de su orden , amenazándole, si no lo Inicia, de sacar
do su reino á lodos los monjes del Cister, y
destruir sus monasterios. Entendió el sanio prelado
del abad lo que el rey le habia escrito ; v con
sosiego y serenidad le dijo: ¡No quiera Dios que
tantos y tan santos religiosos padezcan por mí , ni
que sus monasterios sean asolados. Y haciendo gracias
al abad y á los monjes, por la caridad que
ron él habían usado , y habiendo venido el rey do
Francia en persona al monasterio , y agradecido á
los religiosos el buen acogimiento que habian hecho
al santo prelado; le llevó consigo, llorando
lodos su partida, y acordándose del raro ejemplo
con que había \i\icio entre ellos.
.'i Dos años estuvo en el convenio de PonIi—
•liaco, y de allí se fué al monasterio de Sania Co-
LA LEYENDA DE ORO. UJ7
lumba, donde estuvo otros cuatro años con n°
menor rigor, y ejemplo de su grande santidad y
admiración de lodos los que le trataban. Por maravilla
se acostaba en cama , sino con alguna grave
enfermedad: levantábase antes que amaneciese:
ocupábase en los divinos oficios , y en celebrar cada
dia con suma devoción y reverencia el sacrosanto
misterio de la misa. Después entrando en su aposento,
con un corazón contrito y humilde, soltaba
la rienda á la oración , lágrimas y gemidos , ofreciéndose
en sacrificio al Señor, y aparejándose
para el martirio. Comia después con los pobres , y
con los pocos criados que tenía con gran templanza
: y acabada su comida , se entretenia con alguna
lección sagrada , ó con hablar de cosas necesarias
y provechosas con sus familiares. La noche casi
velaba perpetuamente: y llamando á su capellán,
que solo dormía en su aposenlo , quitándose el cilicio
que traia á raíz de las carnes, le mandaba
que le azotase hasla derramar mucha sangre : y
después que el capellán se volvia á su cama , él
se daba otras ponas ; y arrodillándose y postrándose
delanle del Señor, gastaba la oirá parte de
la noche en oración, hasta que cansado ya el
cuerpo, se echaba en el suelo para reposar un poco,
teniendo una piedra por cabecera, lias el Señor,
que con estos ensayos aparejaba á esle esforzado
soldado, y le quería hacer glorioso márlir suyo;
un día esiando delanle del altar postrado , y acabada
la misa, haciéndole con gran fervor gracias,
se le apareció, y llamándole por su nombre, le dijo:
Tomás , Tomás tu ilustrarás mi Iglesia con tu
sangre : y él espantado dijo: ¿Quién sois vos, Señor?
Yo (dijo) soy Cristo tu hermano v Salvador,
que ilustraré mi Iglesia con tu sangro. Entonces el
santo con grande júbilo de su alma respondió :
Ojalá sea así , y se cumpla en mí lo que vos , Soñor,
decís; porque yo no lo merezco.
6 Procuró el rey de Inglaterra echarle do
Francia , y envió embajadores al rey Luis de
Francia, quejándose mucho que tuviese en su
reino y favoreciese á un hombre que era su enemigo
, y á quien él por sus deméritos habia quitado
de ¡a dignidad de prelado. Respondióles el rey
cristianísimo: Decid á vuestro señor, que también
soy yo rey , como él, y quo no me atreviera
á privar de su dignidad al mas pobre clérigo de
mi reino: que no sé yo, cómo él se ha atrevido á
ofender á loda la Iglesia católica , y deponer de
¡a suprema dignidad de su reino, ó un varón tan
santo y tan venerable como Tomás. Finalmente,
después de muchas altercaciones y dificultades , el
rey de Francia con ruegos, y el papa con amenazas,
apretaron lanto el rev de Inglaterra , que se
aplacó y se reconcilió con el sanio prelado, y le
dio licencia para volver él, y todos los suyes, á su
reino, prometiendo hacerles restituir sus haciendas
: y santo Tomás hablando con el rey , que á
la sazón estaba en Normandía, se concertó con él,
y á los siete años do su destierro lornó á Inglaterra,
con grande alegría y iiesla de lodos los buenos, y
pesar de los mulos, que le temían como á fiscal severo
de sus excesos. Volvió el sanio con el misms
zelo que antes , y con los mismos aceros y filoo

518 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 29
de la justicia y de la disciplina eclesiástica (porque
con tantos trabajos y fatigas, no se habían podido
embotar), y comenzó luego ó hacer su oficio pastoral
, con tan grande entereza , que los que tenian
por testigos y acusadores de su mala vida sus propiasconciencias,
no quisieron aguardar la sentencia
de tan recto juez. Mandó ó algunos obispos que hiciesen
alguna satisfacción de algunos delitos por
ellos cometidos. Estos convocaron contra él á muchos
eclesiásticos y seglares de los mas principales
del reino , y todos á una acudieron al rey, diciendo
, que el arzobispo se queria levantar con el reino
, y que no venia mas humilde del destierro,
sino mas soberbio: que cuando salía de casa , todos
le acompañabatrcomo si fuera la misma persona
del rey; y que para serlo no le faltaba sino
ponerse la corona , y decir que lo queria ser. Supierondecirle
tales cosas, que el rey, creyéndolas ligeramente
como amigo reconciliado, y sin averiguar
mas la verdad, dijo con grande enojo : Cómo
¡ qué no pueda yo valerme con un clérigo de mi
reino ! Malditos sean todos los que comen mi pan ;
pues ninguno de ellos me venga de tal hombre.
Oyeron estas palabras algunos criados del rey : y
como la lisonja es tan poderosa, y el deseo de dac
gusto á los príncipes tan ciego y arrebatado , creyeron
que le harian una cosa muy grata, si matasen
al arzobispo : y así cuatro de sus criados principales
se determinaron á hacerlo. Pero antes que
lo ejecutasen , como se publicó en el reino el sentimiento
y enojo que contra el santo prelado habia
concebido el rey (aunque comunmente le tenian y
veneraban por sanio), no se puede creer fácilmente
, como los ánimos del vulgo se mudaron y le
comenzaron á escarnecer y hacer burla de él: en
tanto grado , que Polidoro Virgilio , diligente historiador
de las cosas de Inglaterra , escribe que
]'asando á esta sazón por una aldea , los moradores
de ella , por afrentarle, corlaron la cola del caballo
en que iba el sanio prelado ; pero por castigo
de Dios , todos los hijos de los que tuvieron este
atrevimiento nacieron después con cola , como si
hieran bestias; y duró esto hasta que se acabó su
generación.
7 Pero los criados del rey , para ejecutar mejor
la maldad , tomando consigo gente armada y
lacmerosa ; fueron un día después de comer ó casa
del arzobispo , como unos perros rabiosos, para
darle la muerte : y después de haber pasado con él
algunas razones descorteses, y respondido el santo
prelado á ellas, por una parte con gran humildad
v modestia , y por otra con gran valor y constancia
; ellos se salieron de su casa , para llamar á los
soldados que traían consigo; y el sanio se entró en
la iglesia, porque era hora de vísperas. Queriendo
los clérigos cerrar las puertas, les mandó que no
lo hiciesen , diciendo que la iglesia no se habia de
defender al modo de las fortalezas cercadas de enemigos
, y que él , padeciendo , y nó peleando,
habia de vencer. Entraron aquellos crueles verdugos
en la iglesia con gran fuior, diciendo á grandes
voces • ¿ Dónde está Tomás Beket, traidor al rey
y al reino? ¿ Dónde está el arzobispo? Y el santo,
sin turbarse, pronto: Aquí estoy (dice): nó traidor
al rey , sino sacerdote de Jesucristo , aparejado á
morir por aquel que me redimió con su sangre.
Nunca Dios quiera que yo huya vuestras espadas,
ó por temor de ellas me aparto de la justicia. Aquí
(dijeron ellos) morirás y recibirás el pago de tu
atrevimiento. Y el santo mártir: Y r
o cierto aparejado
estoy á morir por mi Señor , para que la Iglesia
con mi sangro alcance paz y libertad. Pero
mirad que os mando de parte de Dios todopoderoso
, que no maltratéis ni toquéis á alguno de
los mios. Si hay culpa , yo la tengo; y ellos nó.
Púsose luego de rodillas , y como un ciervo acosado
y sediento , que se ve cerca de una copiosa
fuente de aguas vivas, y con ímpetu se echa en
ella; así él, viendo que so liegaba la corona del
martirio, que con tanta ansia deseaba , se arrojó
en las manos del Señor, juntando y levantando las
suyas al cielo , y suplicando á Dios que mirase por
su Iglesia, por la intercesión de la gloriosísima Virgen
María nuestra Señora , y de san Dionisio,
obispo y mártir , y de otros santos sus patrones.
Arremetieron los verdugos al santo sacerdote, para
ofrecerle en sacrificio : y uno de ellos le descargó
con la espada un fiero golpe en la cabeza , de la
cual comenzó luego á correr mucha sangre ; y que •
riendo un clérigo, llamado Eduardo [que es (1
que escribe su vida], amparar á su prelado ( porque
los demás monjes y clérigos despavoridos lo
habían desamparado), y abrazándose con él, le
cortaron un brazo y le hirieron malamente. Mas
santo Tomás, aunque estaba herido en la cabeza,
no la movió ni torció el cuerpo; antes estando inmoble,
y muy constante en su oración, esperaba
tras aquel golpe otros que le dieron, hasta que
cayó junio al altar, donde estaba de rodillas,
y el celebro y sesos de su santa cabeza fueron
esparcidos por aquel suelo. Salieron de la iglesia
aquellos sayones y ministros de Satanás , y entraron
en las casas del sumo pontífice, y saqueáronlas
sin dejar en ellas otra cosa , que dos cilicios,
porque no eran á su propósilo ; y después desaparecieron
, y cada uno se fué por su parle: aunque
por justo juicio de Dios todos murieron demro de
tres años. El primero que le hirió murió en Sicilia
, despedazando sus carnes , y echándolas de sí
á pedazos ; y así él, como todos demás que so
habían hallado en aquel sacrilegio, mientras que
les duró la vida , siempre anduvieron temblando,
y como pasmados v sin juicio: y ellos mismos
confesaban que era justo castigo de Dios.
8 Los clérigos y frailes do su Iglesia , después
que aquellos crueles carniceros huyeron, cobrando
ánimo, volvieron á ella, y derramando muchas
lágrimas, tomaron el cuerpo del santo arzobispo, y
le pusieron en unas andas, y con lienzos cogían la
sangro que habia salido de él : ungíanse con ella
los ojos; y guardábanla y reverenciábanla como
una preciosa reliquia. Desnudáronle, y hallaron á
raíz de las carnes del santo mártir un áspero cilicio
, que llegaba desde el cuello hasta las rodillas,
y muy apretado y tan lleno do piojos , que parecía
otro género de martirio el haberlos podido sufrir.
Aquí se doblaron las lágrimas do todos los que
estaban prosontes, y conocieron mas la santi-

DICIEMBRE, 20 LA LEYENDA DE ORO. 510
dad de su prelado. Sepultáronlo vestido de pontifical
en una bóveda junto al altar de san Juan
Bautista y de san Agustín, el que envió san Gregorio,
papa, á Inglaterra. Luego comenzó aquel reino
á alborotarse, y á ser castigado de la mano del
muy Alto, con tan grandes y civiles sediciones y
discordias , entre el rey y su lujo , que no había
hombre con hombre , ni quien se escapase de
aquel incendio, que parecía lo había lodo de abrasar.
Y para mayor gloria del santo, y testificación
de cuan grata le había sido aquella constancia con
que había muerto por la libertad de su Iglesia, comenzó
el Señor á hacer grandes milagros por su
intercesión; y de todas las partes del reino concurrían
á su sepulcro , pidiendo mercedes á Dios
por sus merecimientos, y volvían á sus casas contentos,
por haberlas alcanzado para sus almas y
para sus cuerpos.
9 Mas el rey Enrique, cuando supo la muerte
del santo, tuvo gran pesar, entendiendo (como
era la verdad ) que todos le habían de echar ¡a
culpa , y darle por autor de ella : porque, aunque
su intención no fué hacer matar á santo Tomás,
pero sus palabras fueron ocasión para que le malasen.
Envió los embajadores ai papa Alejandro III,
excusándose y suplicándole , que mandase hacer
información de lodo lo que había pasado en aquel
caso. El papa envió dos legados que recibieron la
información y declaración, que aunque su voluntad
no había sido la que sus criados habian ejecutado;
pero que había tenido gran culpa en la muerte
del santo, por el mal tratamiento que le habia
hecho , y por las palabras que habia dicho contra
él ; y le absolvieron y pusieron su penitencia, la
cual él cumplió con grande devoción y humildad;
porque le fué significado del cielo, que no tendida
paz ni quietud en su remo, hasta que se humillase
al santo y le pidiese perdón, y alcanzase misericordia
del Señor por su intercesión , y así vino á
Cantorberi, y desde la iglesia de San Dustano fué
descalzo hasta la iglesia mayor , donde estaba el
cuerpo de santo Tomás. Llegó á la puerta: se postró,
ó hizo oración; y entrando en la iglesia, regó
con muchas lágrimas el lugar donde fué muerto el
sanio pontífice : y habiendo dicho la confesión á
los pies del obispo , con gran temblor y reverencia,
se acercó á su sepulcro, deshaciéndose en lágrimas
y haciendo derramar muchas á los circunstes.
Allí desnudó sus espaldas, y fué azotado cinco
veces de los obispos, y después de los monjes,
que eran mas de ochenta, dándole cada uno tres
golpes con la disciplina sóbrelas espaldas. De esta
manera fué absuello solemnemente, oslando en
el suelo descalzo , y oró toda aquella noche con
gran sentimiento, ternura y devoción : que es raro
ejemplo, y mucho para notar y para imitar de los
reyes católicos , y verdaderos hijos de la santa Iglesia
, cuando por haber ellos caído en algún delito
grave, ella como madre los castiga; y nuestro Señor
por esra humildad y penitencia favoreció al
rey Enrique maravillosamente; porque el mismo
día que hizo esto , alcanzó una victoria muy señalada
de sus enemigos, y prendió al rey de Escocia
, y tuvo otros muy prósperos sucesos, y siem­
pre quedó tan devoto al santo, que enriqueció con
dones su sepulcro y la iglesia donde estaba su sagrado
cuerpo.
10 La muerte de santo Tomás fué ó los 29 de
diciembre del año 1170 , como lo dice el cardenal
Baronio, ó el de 1171, como lo afirma el breviario
reformado de la santidad de Clemente VIII,
y fué á los cincuenta y tres años de su edad. Canonizóle
y púsole en el catálogo de los santos mártires
Alejandro III , mandando que en loda la
Iglesia universal se celebrase su fiesta el día de su
martirio, y con mucha razón , porque demás de
haber sido fortísimo defensor de la Iglesia, v slo—
'I ' J o
rioso mártir de Cristo, ha sido muy esclarecido con
innumerables milagros, y mucho mas con sus heroicas
y admirables virtudes, de las cuales Pedro
Blesense, escritor grave y del mismo tiempo de
santo Tomás, dice estas palabras: «Era Tomás
pregonero de la palabra divina, trómpela del Evangelio,amigo
del Esposo, pilar del clero, ojo del ciego
, lengua del mudo, pió del cojo, sal de la tierra
, ornamento de su patria, ministro del Altísimo,
vicario de Cristo , y cristo del Señor. Toda
su conversación fué escuela de honestidad , regla
de buenas costumbres, y ejemplo de salud.
Era en su juicio , recto ; en la disposición de las
cosas, industrioso ; en el mandar, discreto ; en sus
palabras, modesto; en sus consejos, circunspecto;
estrecho en la comida ; en el dar, liberal; y en la
ira, señor de sí; en la carne, ángel ; en las injurias,
manso; en las cosas prósperas, temeroso; en
las adversas, seguro; en las limosnas, maniroto,
todo misericordioso. Era gloria de los religiosos,
delicias del pueblo, espanto de los príncipes, y
dios de Faraón. » Esto es de Pedro Blesense. Mas
habiendo sido santo Tomás el que habernos dicho,
y florecido y sido reverenciado de toda la Iglesia
católica, casi cuatrocientos años; permitió nuestro
Señor que fuese otra vez martirizado, para ser
dos veces mártir , una en vida y otra después de
muerto: porque el desventurado Enrique VIH, rey
de Inglaterra, después que como un raro monstruo
infernal se hizo cabeza espiritual de ella,
concibió tan exlraño odio á la sede apostólica
(porque no le daba la mano en sus torpes y ciegos
amores'y locuras), que demás de haber puesto
las manos sacrilegas en los tesoros de Dios, que
estaban en el templo de santo Tomás y eran muy
grandes ; con una infernal y diabólica rabia le
mandó citar y parecer delante de si , y le condenó
como á traidor, y le mandó borrar del catálogo
de los santos : y en las cortes estableció so
pena de muerte, que ninguno celebrase su dia,
ni se encomendase á él. ni le llamase santo , ni
tuviese libro ni calendario en que no estuviese borrado
su nombre: y mandó quemar sus reliquias
y derramarlas al viento : y le persiguió como si
hubiera sido algún hombre hereje é infame, nó por
otra causa, sino porque habia muerto por la libertad
de la Iglesia, cuya suprema cabeza es el
papa , á quien él lanío aborrecía y no quena reconocer,
por hacerse él amipapa, y cabeza prodigiosa
do la Iglesia de Inglaterra, ó por mejor decir
, un anticristo contra Cristo v su vicario -

520 LA LEYENDA DE ORO.
mostrándose en esto mas impío y bárbaro, qne el
mismo rey Enrique 11 , que fué ocasión de su
muerte: pues aquel reconoció su culpa ; y este
otro nó.
11 El uno dio dio grandes dones al templo de
santo Tomás; y osle otro los robó : Enrique II so
postró y humilló y adoró las sanias reliquias; Enrique
YIII las desenterró y quemó y derramó al
viento , que es ejemplo lastimoso, y que mucho
nos ensena cuan furioso tirano es el amor deshonesto
, cuando se apodera del corazón de un rey
poderoso , y que la herejía es una furia infernal,
que si no se ataja, todo lo destruye y arruina.
También podemos sacar de esta vida de santo Tomás
lo poco que hay que fiar en los favores y
privanzas de los principes: pues Enrique II lauto
le levantó, y después tanto le abatió, aborreciendo
con pasión al que con razón antes había amado.
Demás de esto pueden los reyes y grandes gobernadores
de la república aprenderá no meterse
en los negocios eclesiásticos, aunque sea con zelo
de justicia, y de castigar los dehios de los clérigos,
como lo hizo el rey Enrique: pues no es su
oficio, sino ayudar y favorecer, y nó juzgar y mandar,
en las cosas quo son propias de la Iglesia, y no
menos deben estar sobre sí, y no decir palabra, ni
dar muestra de lo que quieren fuera de razón: porque
son tantos los lisonjeros que desean por sus
intereses dar gusto á los príncipes, que loman ocasión
, para hacer muchas cosas desaforadas , y
contrarias á la voluntad de los mismos príncipes,
como aconteció al rey Enrique en la muerto de
santo Tomás.
12 Y si alguna vez, como hombre, fallare el
principo , entienda que no pierde, sino que gana
autoridad para con Dios y ¡tara con los hombres,
en sujetarse á la corrección de la Iglesia, en humillarse
á los ministros espirituales de aquel Señor
que le hizo príncipe, y le levantó sobre los otros
hombres: y que la mayor firmeza y presidio que
tienen los reinos para su conservación , es el respelo
á Dios y á su religión, con la cual se ganan,
v sin la cual se pierden. Mas los eclesiásticos deben
mirar mucho como viven, y no dar ocasión á
que los seglares (por su mala vida) los tengan
en puco, y menosprecien la dignidad sacerdotal:
porque es cierto quo el pulso de este cuerpo místico
de la Iglesia es el clero, y que al paso que va
él, van los demás: y no es justo que siendo él la
parte del Señor , y siendo Dios su parte, so entregue
á gustos quo no son de Dios, y quo so sirva
de aquel grado tan sublime que Dios le dio, contra
el mismo Dios que se le dio , y en daño y escándalo
de los prójimos, para cuyo provecho y
edificación se le dio: y los pro'ados, que como pastores
vigilantes y solícitos han de velar sobre
su grey , deben castigar severamente los excesos
tío los eclesiásticos sus subditos, para que por un
ruin no so pierdan muchos buenos, y no se dé
ocasión de escandalizarse á los llocos, yá los
príncipes y magistrados, de no poner las manos en
cosas eclesiásticas , juzgando que no tienen olro
remedio, y que les corre obligación de hacorlo pala
bien de la república. Pero cuando los prelados
DICIEMBRE, 30
hubieren hecho de su parte lo qne deben , acuérdense
quo son depositarios del tesoro de Dios, y
guardas de jurisdicción y autoridad de la Iglesia,
pura no consentir (cuanto les fuere posible) , quo
se haga contra su libertad, como lo hizo el glorioso
pontifico santo Tomás, dando su vida por ella,
al cual debemos imitar en esto y en todas aquellas
excelentes y admirables virtudes con que resplandeció
en la vida , y mereció alcanzar la corona del
martirio. Supliquemos á nuestro Señor, que mediante
sus oraciones, sigamos sus pisadas de tal
manera, que lleguemos adonde él llegó , y gocemos
de lo que él goza y gozará en los siglos de
los siglos. Amén.
* SAN DAVID , REY Y PROFETA. — Venérenle
y hónranle mucho en Jerusalen en este día , y le
menciona en el mismo el Martirologio romano.
SAN THÓFI.HO, CONFESOR.—San Pablo en su
carta á Timoteo hace mención de él; envióle el
mismo apóstol ó predicar la fé de Cristo, habiéndole
ordenado antes de obispo, y merced á su predicación
, dice san Zósimo, papa , la Gaha entera
entró en los caminos de la fé.
Los SANTOS CALIXTO, FÉLIX, Y BONIFACIO, MÁR­
TIRES.— Fueron martirizados en Boma; pertenecen
á los primeros siglos de la era cristiana.
Los SANTOS DOMINGO, VÍCTOR. PREMIAN, LIRO-
SIO, SATURNINO, CRESCENCIO , SECUNDO, Y HONO­
RATO , MÁRTIRES.— Sábese de ellos que fueron
martirizados en África.
SAN CRESCENCIO, OBISPO Y CONFESOR. — Fué
discípulo de san Pablo, apóstol, y primer obispo
de Viena en Francia, donde hizo mucho fruto con
su zelo apostólico.
SAN MARCELO , ARAD.—•Murió en el año do
485 , ó en el de 480 , después de haber llevado
por espacio de sesenta años el hábito monástico.
Su vida fué una serie no interrumpida de buenas
obras.
SAN EBRUI.FO , ABAD Y CONFESOR. — Nació en
Bayeux en 517 , oriundo de una ilustre familia.
Retiróse de la corte , y tomó el hábilo monástico.
Llegó á una edad avanzada , suspirando siempre
por la eternidad, y dio su alma al Señor en 500.
LA TRASLACIÓN DE SANTIAGO, APÓSTOL.—
Después que el glorioso apóstol Santiago el mayor,
por mandado del rey Herodes fué degollado
en Jerusalen, v el primero de lodos los apóstoles,
que con su sangre confirmó y consagró la
doctrina del cielo que habia predicado , algunos
discípulos suyos por inspiración de D:os tomaron
su sagrado cuerpo, y ¡e llevaron al puerto de Jafa,
y le pusieron en un navio , suplicando afectuosamente
al Señor que los guíase y enderezase á aquella
¡tarto y tierra , donde quena que el sanio apóstol
fuese sepultarlo. Fué nuestro Señor servido,
rpie el navio en pocos dias , atravesando el mar
Mediterráneo , llegó á la cosía de España , y entrando
por el estrecho deOibrallar y rodeando sus
dos lados de Oliente y Mediodía, finalmente aportó
á Galicia á la ciudad de Iria Flavia , que ahora

•DICIEMBRE, 31 LA LEYEND A DE ORO. 521
se llama cel Padrón. » Allí pararon los discípulos
del apóstol, y de allí (como afirma la Historia compostelana
) fué llevado el santo cuerpo adonde
ahora esCompostela , y puesto en un arca ósepulcro
de mármol , donde estuvo encubierto por mas
de quinientos años (la causa no se sabe ) , hasta
que en tiempo del rey don Alonso el Casto,
Dios le reveló por medio de muchas luces que se
veian de noche sobre aquel lugar donde estaba sepultado
: y el obispo de Iria , llamado Teodomiro,
avisó al rey don Alonso el Casio , la merced
que Dios habia hecho á España , en descubrirle
aquel precioso tesoro, y darle por patrón y defensor
al que antes le había dado por maestro y predicador
de su Evangelio. Vino el rey con gran devoción
y diligencia , y visitó el santo cuerpo y labróle
el templo en que estuviese , y dióle grandes
dones, como parece en el privilegio que la misma
Iglesia tiene, cuya data es el año de 835.
Luego comenzó el santo apóstol á mostrar á los
españoles su favor en las batallas que tuvieron
contra los moros: y diversas veces fué visto
armado de todas armas, ir delante los escuadrones
de los cristianos , y pelear con fuerzas del
cielo, hasta desbaratar y deshacerlos ejércitos de
los bárbaros , y alcanzar de ellos gloriosa victoria.
Después el año de 900 el rey don Alonso l.I , llamado
el Magno, labró la iglesia mucho mas suntuosa
, y después acá ha crecido aquel santuario
en edificio , rentas v privilegios que los sumos
pontífices le han concedido , en las cuales dicen ,
que conceden las tales gracias á aquella casa , por
estar en ella el cuerpo del santo apóstol : y así el
papa Juan VIH dio breve para que se consagrase
la iglesia: el papa Urbano 11 pasó la silla episcopal
de Iria ó Compostela, y la eximió de la sujeción
del metropolitano bracarense: el papa Pascual
II le confirmó esta misma libertad, y le añadió
, nó doce cardenales (como algunos escriben),
sino siete ( Ambrosio de Morales en el v libro de
su historia, y Villegas en la Vida de Santiago, dicen
que son doce los cardenales que hoy día hay
en aquella iglesia ), para mas digno ministerio del
altar, que está sobre el cuerpo del santo apóstol ,
y concedió al obispo de Compostela el palio, de
que solo usan los arzobispos. El papa Calixto II ,
hizo enteramente arzobispado al de Compostela ,
atribuyéndole la metrópoli de Mérida. Pero lo que
mas ha ilustrado aquella casa, son los muchos y
graneles milagros que nuestro Señor ha obrado por
intercesión del santo apóstol , no solamente en beneficio
de los españoles y de toda España , sino
de todos los que de diversas naciones y muy remotas
provincias, y de loda la cristiandad vienen en
romería á visitar su santo sepulcro , y con devoción
se encomiendan á él: los cuales son tantos
(aunque con las herejías de estos tiempos se ha
disminuido mucho esta devoción), que la peregrinación
á Santiago de Galicia se tiene por una
de las mas principales de loda la cristiandad , y el
voto de venir á ella es reservado al sumo pontífice,
como el ir á Jorusalen ó visitar los cuerpos de
los gloriosos príncipes de los apóstoles san Pedro
y san Pablo : y sanio Domingo de la Calzada , y
TOMO IV.
san Juan de Ortega se emplearon en albergar Y
servir á los peregrinos que venían en romería a
Santiago , allanándoles los caminos, edificándoles
puenles, y haciéndoles hospitales en que se pudiesen
recoger , por la gran devoción que tenian
al sanio apóstol , y ser lautos los que venían de
todas las partes dol mundo á reverenciar su sagrado
sepulcro. El papa Calixto escribió con gran diligencia
y cuidado (como dice Tritemio ) un tratado
de los milagros de Santiago , y algunos sermones
y epístolas de su traslación con palabras
de encarecimiento dignas de lan grade apóstol: y
León, 111 de este nombre , también hace mención
de la traslación de Santiago á España :
Inocencio, papa , II (como io dice el cardenal fiáronlo),
v mas largamente la Historia compostelana
y Ambrosio de Morales en el libro íx de su Crónica
general de España. Celebra la Iglesia de Compostela
, y algunas otras de España la traslación
de Santiago á los 30 de diciembre , por un breve
del papa Gregorio Xlíl , despachado á los 30 do
diciembre del año 1583 ; y por olio del papa Sixto
V, el 1 día de febrero de 1589, y en el cuarto
de su pontifi'ado.
* SAN SABINO, OBISPO Y SURTIR. : SAN MAR­
CELO Y SAN EXUPERANCIO , MAÍITIHES. — Publicados
en 30V los edictos de Diocleciano v Maximiano
contra los cristianos, fueron presos Sabino,
obispo de Asís , y sus diáconos Marcelo y Exuperancio.
Azotáronlos, apaleáronlos, despedazáronlos
con garfios, y partieron para el Señor en
medio de lan crueles tormentos.
SANTA ANISIA , MÁRTIR. —En el año de 30'(-,
mandando en Tesalónica Dulcicio , un soldado
quiso impedir á una señora que fuese á reuniré
con los ensílanos, y la malo con su espada. La
señora se llamaba Anisia , y es la santa que en
esle mismo día nombra el Martirologio romano.
SAN MÁXIMO, CONFESOR.-—Su vida corresponde
al 13 de agosto, donde la continuamos.
Los SANTOS MANSUETO, SEVERO, APIANO, DO­
NATO, HONORIO, Y COMPANEROS, MÁRTIRES.—Sufrieron
por el Señor en Alejandría , y los nombra
en esle mismo dia el Martirologio romano,
SAN ANISIO , OBISPO Y CONFESOR. —Su diócesis
fué en Tesálonica, donde dio muestras de su
ánimo en la adversidad , y de su amor al prójimo
en todas las circunstancias de su vida.
SAN EUGENIO , OBISPO, SAN LIBERIO , OBISPO,
Y SAN RAINERIO , OBISPO. — Los tres los menciona
el Martirologio romano en este dia.
Blas» »í.
SAN SILVESTRE , PAPA Y CONFESOR. — Fué san
Silvestre natural de Roma, hijo de Rufino, y desde,
niño muy inclinado ó las obras de piedad. Tuvo
por maestro á (mino , presbítero, al cual le encomendó
su buena madre , para que le instruye-e
en santas costumbres y en las cosas de la religión
cristiana. Desde mozo se dio á acariciar á los forasteros
cristianos y hospedarlos , y lavarles los
pies , y regalarlos con gran candad y devoción.
2 Entre los otros recibió en su rasa á san Ti-
(¡ü

522 LA LEYENDA DE ORO. DICIEMBRE, 31
moteo, mártir: el cual habiendo venido de Anlioquía
en romería á Moma , fué huésped de san Silvestre
, y habiendo predicado la fé de Cristo con
gran constancia , y convertido á muchos en aquella
santa ciudad , fué preso y martirizado; y san
Silvestre de noche secretamente recogió su cuerpo
y le enterró , cantando himnos y salmos en compañía
de otros fieles , según la costumbre de la
santa Iglesia. Supo esto el prefecto de RomaTarquino
Perpena , y por codicia de los bienes de Timoteo,
que creia ser muchos, y haber quedado en
poder de san Silvestre , le mandó prender y aprisionar
, y echar en un calabozo : mas el santo no
se turbó , antes profetizó que duraría poco aquella
prisión , y que la noche siguiente moriría el
juez que le había mandado prender; y asi sucedió
: porque cenando el prefecto aquella noche de
un pez , se le atravesó en la garganta una espina,
de manera que le ahogó , y le quitó la vida : y
Silvestre al dia siguiente salió libre de la cárcel.
Ordenóle san Marcelino, papa, de presbítero cardenal
, y nó san Melquíades de diácono , como
algunos escriben : porque san Agustin llama á san
Silvestre presbítero de Marcelino. Con la nueva
dignidad comenzó á resplandecer mas en todo género
de virtudes , y á ganar las voluntades de todos
, por el ejemplo de su santa vida , y por las
buenas obras que les hacia : y así habiendo muerto
san Melquíades, papa, de común consentimiento
del clero y pueblo , san Silvestre fué puesto en la
silla de san Pedro. Era á la sazón emperador
Constantino Magno , y por las competencias y
guerras que tuvo con Maxencio , con Licinío y con
Maximino ( que pretendían usurpar el imperio ) ,
y por el furor de los gentiles , que armados con
las leyes de los tiranos pasados , y encarnizados
en la sangre de los cristianos todavía los perseguían
; no estaba de todo punto sosegada la república
romana , ni se habia mitigado de raíz la persecución
: á cuya causa san Silvestre , temiendo
ser preso y maltratado , y juzgando que era mas
servicio de Dios guardarse para otro mejor tiempo
, se salió de Roma secretamente y se retiró al
monte Soracte , que está como siete leguas de
Roma. Allí estuvo escondido en una cueva algunos
dias , y por esto hoy se llama aquel monte ,
el monte de San Silvestre. Estando allí encubierto
el santo pontífice , nuestro Señor, que quería dar
paz á su Iglesia, envió una enfermedad al emperador
Constantino de una lepra incurable, llamada
elefancía , la cual tuvo también su hija Constancia
, y de ella sanó por intercesión de santa
Inés , vírgen y mártir ( como lo dijimos en su vida):
porque los grandes príncipes, emperadores y
monarcas del mundo, como son hombres mortales
, también están sujetos como los demás á todas
las miserias de nuestra mortalidad y corrupción
: y así dice Plinio que en Egipto solia ser
familiar esta enfermedad , y que algunas veces daba
á los reyes; aunque en daño de todo el pueblo
: porque para sanar se bañaban en un baño
de sangre humana. Esto mismo aconsejaron al
emperador Constantino los sacerdotes gentiles, teniendo
mas cuenta con la salud de un hombre, que
con la calamidad de tantos ¡nocentes, que con sus
muertes se la habían de dar. Estaba el emperador
determinado á lavarse con la sangre de tres
mil niños , los cuales habia mandado buscar de
muchas partes para hacer aquel cruel sacrificio :
v habiéndoseles traído y estando á punto los carniceros
que los habían de matar, y las madres
tristes y llorosas , mesándose é hiriendo sus pechos
, ó hinchendo los cielos de alaridos y clamores;
compadeciéndose el piadoso emperador do la
inocenle edad de los hijos, y de la ternura v sentimiento
de las madres , no quiso salud lan costosa
: y asi resolvió de quedarse enfermo, ó buscar
otras medicinas para sanar de la lepra, y
mandó restituir los hijos á sus madres , y repartirles
buena cantidad de moneda , y enviarlas á
sus casas con contento y alegría.
3 Aquella misma noche aparecieron á Constantino
san Pedro y san Pablo: y habiéndole agradecido
la misericordia que habia usado con las
madres y con los niños , le dijeron , que enviase
al monte Soracte por el pontífice de los cristianos
. que se llamaba Silvestre.: que él le enseñarla
olio baño , con que sanaría mejor de la lepra
del cuerpo, y de la del alma , que no el que los
sacerdotes de los ídolos le habían aconsejado.
k Envió luego el emperador por san Silvestre
, el cual vino pensando que le buscaban para
martirizarle ; mas cuando oyó al emperador
el sueño y revelación que había tenido , y los varones
divinos que le habían aparecido , entendiendo
por las señas que el emperador le daba ,
que eran san Pedro y san Pablo , le mostró las
imágenes de ellos que él tenia ; y el emperador
se confirmó en que eran los mismos : porque decían
'muy bien los retratos con las personas que
él habia visto.
5 De aquí comenzó san Silvestre á predicar
á Jesucristo , yj\ enseñar al emperador los
misterios de nuestra santa fé , y á declararle que
sin ella no hay salud eterna , y que aquellos dos
que.le habían aparecido eran apóstoles del Señor,
fundadores de la Iglesia romana , y predicadores
de su Evangelio, y que él se los habia enviado del
cielo, para darle entera salud en el cuerpo y en
el alma , y abrirle el camino de la vida : la cual
alcanzarla desechando el culto de sus falsos dioses,
y abrazando la religión cristiana, y lavándose con
el agua del santo bautismo. Todo lo hizo el piadoso
emperador , y dejando la púrpura y la diadema
imperial , se vistió de saco y do ceniza , y
ayunó é hizo penitencia de sus pecados; y el sanio
pontífice le instruyó en los misterios de nuestra
santa fé, y después le bautizó.
6 Sobre aquel lugar donde le bautizaba , de
repente sobrevino una luz clarísima y mas resplandeciente
que el sol , y él salió do la pila del
bautismo con la carne blanca, sana y pura como
de un niño, dejando el agua llena de aquella lepra
á manera de escamas de peces. Con esta salud
tan súbita, entera y milagrosa, quedó el emperador
Constantino muy confirmado en las cosas de
nuestra santa fé , y deseoso de amplificarla por
todo su imperio, y muy aficionado, devoto y obe-

DICIEMBllD , ¡l LA LEYENDA DE ORO. 523'
diento al sanio pontífice Silvestre, por cuyo medio
el Señor le había hecho lan señalado beneficio.
Creció mas esta devoción, después que san Silvestre,
en presencia del mismo emperador , y de innumerable
gente, tuvo una disputa muy reñida y
solemne con algunos sacerdotes y escribas de los
judios que blasfemaban do Cristo , y reprendían
al emperador porque habia tomado la religión de
un hombre á quien sus progenitores habian crucificado
: pero el santo pontífice los convenció é
hizo callar con razones y testimonios de la sagrada
Escritura, y con milagros , de manera que no
osaron mas alzar la cabeza ni chistar : y Constantino
conoció mas la verdad y santidad de la
religión cristiana , y comenzó á favorecerla con
igual magnificencia y piedad.
7 Mandó derribar los templos de los gentiles:
edificó en Roma y en otras muchas partes muchos
y muy suntuosos templos al Dios verdadero: enriqueciólos
de riquísimos vasos de oro y plata, de
cálices^, cruces, patenas, incensarios, vinajeras,
lámparas, candeleras de gran precio, y de artificio
costosísimo y de inestimable valor : dotóles de
renta y posesiones riquísimas piara la fábrica y
sustento de los ministros, y de olores y zahumerios
para incensar los altares en cada un año; y no
contento con todo esto, dejó la ciudad de Roma á
san Silvestre , y pasó la silla del imperio ó la de
Rizancio , que de su nombre se llamó Conslanti—
nopla, y Nueva Roma: tanta fué la piedad de este
grande emperador. Y puesto caso que algunos lo
pongan en duda ; lo que aquí queda referido es lo.
cierto y comprobado con muchos antiguos y graves
autores.
8 Mas estando la Iglesia católica en gran'quietud
, y floreciendo nuestra santa religión , y propagándose
en muchas partes por la santidad y vigilancia
de nuestro pontífice Silvestre , y por la
liberalidad y devoción del emperador Constantino;
el demonio por otra parte la turbó , enviando del
infierno un grande y perverso ministro suyo , llamado
Arrio , para que sembrase la zizaña entre
el buen trigo, y con nuevos y desvariados errores
y herejías la inficionase. Era Arrio presbítero de
Alejandría de Egipto, hombre ambicioso, altivo y
vano, el cual, pretendiendo ser obispo de aquella
ciudad, y viendo que no habia podido salir con su
intento , comenzó á enseñar nueva doctrina y
blasfemar contra Cristo nuestro Redentor, diciendo
cpie no era consubstancial ó igual en lodo con el
Padre , y á engañar la gente, y hacer discípulos,
que le Llenian por maestro, y le seguían con grave
daño y escándalo de la Iglesia católica.
9 Amonestóle , reprendióle , castigóle , y finalmente
le excomulgó y apartó de la congregación
de los fieles el santo pontífice Alejandro, cuyo
presbítero era Arrio ; pero estaba ya tan poseído
del demonio y la llaga estaba tSn arraigada y
cancerada en su alma, que ninguna medicina bastó
para curarla : anles andaba cundiendo ó inficionando
cada dia mas, y aquella pequeña centella,
que en Alejandría habia comenzado , levantó un
incendio tan horrible y espantoso, que casi abrasó
á todo el mundo. Fué necesario para apagarlo que
se hiciesen muchos concilios y juntas de santos
prelados , y de varones doctos y prudentes, para
establecer la fé católica, y defenderla de las falsedades
de los herejes. El primero de estos concilios
y el mas señalado y principal, fué el que se congregó
en Nicea , ciudad pequeña de la provincia
de Bilinia, en la cual con la autoridad de nuestro
sumo pontífice san Silvestre , y por mandato del
emperador Constantino , se juntaron trecientos
diez y ocho obispos, entre los cuales hubo muchos
santos é insignes varones, que habian padecido .
grandes tormentos por Cristo. Presidió en él, como
legado de la sede apostólica, Osio. obispo de Córdoba
..
10 En este santo concilio se determinó serel
Padre y el Hijo de una misma substancia , y
Arrio y sus secuaces fueron condenados ; y de
él salió el símbolo que comienza : Credo in
unum Deum; añadiendo algunas palabras al
símbolo de los apóstoles, para mayor declaración
y seguridad de los fieles y confusión de los
herejes. Hallóse presente en este concilio el emperador
Constantino, y dio grande ejemplo á
todos los príncipes de magnificencia , de modestia
, de devoción , y del respeto y obediencia que
deben tener á las personas eclesiásticas y á los
decretos de la Iglesia : de magnificencia ; porque
mandó dar lo necesario para el camino á muchos
obispos : do modestia ; porque no se quiso sentaren
el concilio, sino después de todos los obispos,
y con su licencia y en una silla baja : de devoción;
porque con gran ternura besaba los ojos dealgunos
obispos que allí estaban, á los cuales se-los
habian sacado por Cristo: de respeto ; porquehabiéndole
dado muchos memoriales contra los
obispos, los quemó todos sin quererlos leer, di—ciendo
que ellos eran jueces puestos de Dios, y
que no habian de ser juzgados de los seglares, sino
juzgar á los demás.
11 Y añadió: que si él viera pecar á un sacerdote
, le cubriria con su manto imperial , para
que no se escandalizasen otros con su ejemplo.
Dio finalmente ejemplo de obediencia; porque
abrazó con gran voluntad y devoción los decretos
de aquel santo concilio , y los mandó guardar
como decretos y determinaciones del Espíritu
santo, á los cuales él obedecía y favorecía con
su autoridad , para que fuesen recibidas y obedecidas
de todos los fieles ; porque la confirmación
do ellos no pertenecía al emperador, sino á san
Silvestre , como á sumo pontífice y vicario do
Cristo ; al cual el mismo concilio se los envió, suplicándole
que los confirmase; y el santo pontífice
lo hizo , junlando en Roma otro concilio de
doscienlos ochenta y cuatro obispos , y lodos de
común acuerdo y parecer condenaron de nuevo á
Arrio, heresiarca , yá lodos los quo le seguían,
y aprobaron y confirmaron todo lo que habia sido
hecho por los trecientos y diez y ocho en Nicea.
12 Hízose el concilio Niceno el año do 32o,
y fué el primero ecuménico y universal , que después
de los apóstoles se celebró en la Iglesia católica
: v nuestro Señor le asistió con su sanio
Espíritu : para que determinase lo que en un axlí-

52'+ LA LEVEN I
rulo lan importante , y que es fundamento de la
religión Oliviana , debemos creer, y condenase á
los que le impugnaban , y con sus tinieblas que­
rían obscurecer.
13 Demás de esto favoreció Dios aquella santa
jimia con a'gunas cosas maravillosas, que sucedieron
eh ella , de las cuales dos solas quiero
yo coniar aquí. La una escribe Rufino y Sozonieno
de osla manera. A la lama de los obispos y
hombres de letras que venian al concilio, concurrieron
también de diversas provincias muchos filósofos
y sabios gentiles, ó para ver aquel senado
de sanios prelados y teatro del mundo , ó para
disputar con los cristianos y venir á las manos con
ellos, y ver la razón que daban de su re'igion.
Entre ios otros vino un filósofo mas agudo y gran
disputador, el cual habiendo salido en campo con
algunos santos y doctos obispos, no podía ser de
ellos convencido por su gran agudeza y viveza de
ingenio. Tomó la mano un santo obispo, llamado
Espiridion , mas versado en llorar pecados que
en revolver libros, y mas adornado de la sabiduría
divina , que de la humana; y habida licencia
para hablar con el filó.-ofo , le dijo en pocas palabras
la. suma de lo que los cristianos creemos,
v preguntóle si la creía , sin otros argumentos y
razones. El filósofo quedó tan espantado con aquella
sola pregunta lan sencilla.y llana , que respondió
luego, que la creia , y le hizo gracias porque
así le habia convencido y enseñado: y volviéndose
á los oíros filósofos y varones doctos que estaban
presentes, les dij'o: Oídme: cuando conmigo
se ha disputado con palabras , yo con unas
palabras he satisfecho a oirás, y lo que se decia
con arte lo líe deshecho ; mas cuando la virtud
ele Dios habló por la boca de su siervo , no pudieron
mis palabras resistir á la virtud de Dios, ni el
hombre dejar de conocer su flaqueza y rendirse á
él. Y con esto se, hizo cristiano, con admiración
de lodos , haciendo gracias al Señor; porque cuando
vencido, había salido vencedor.
lì La olra cosa escribe Gregorio, presbitero,
en una oración del concilio grande Nicfeno. y N¡réforo
Calixto , y dicen , que mientras se celebraba
el santo concilio murieron dos obispos de los
que allí se habían juntado , llamados Crisanlo y
ídusonio , y que acabado el concilio, los otros
santos prelados tomaron los decretos que habían
hecho y ellos habían firmado , y los pusieron
sobre la sepultura , donde estaban los
dos obispos , y la sellaron y estuvieron toda
aquella noche en oración , pidiendo á nuestro Señor,
que confirmase lo que ellos habían determinado
, con la firma de aquellos dos santos prelalados
muertos que allí estaban. A la mañana,
abriendo la sepultura hallaron los decretos firmados
de la mano de los dos obispos, con eslas palabras
: « Nos Crisanlo y Musonio , que habernos
sido del mismo parecer ron lodos los padres, que
se han juntado en la primera y sania sínodo ecuménica,
aunque ya muertos, habernos firmado esto
papel de nuestra propia mano.» Eslodicen los autores,
y me ha parecido ponerlo aquí, por ser cosa
rara, y haber acaecido en oí concilio Niceno, cele-
íA DE ORO. DICIEMBRE , 31
bradopor orden de san Silvestre, cuya vida escribimos
: aunque no tiene necesidad la Iglesia de
Dios de semejantes milagros para establecer su
fé , porque tiene otros testimonios mas fuertes.
Con esla luz del concilio Niceno se deshicieron las
linielfas de los herejes; y aunque ellos no quedaron
del todo convencidos, quedaron por entonces
reprimidos , y por temor algo mas sosegados: poro
después se descubrió mas la pestilencia , y fué
cobrando mayores fuerzas y turbó mas la Iglesia
católica , que ninguna olra persecución de los tiranos
pasados, que derramaron tanla sangre de
cristianos.
15 Poro mientras el emperador Constantino
vivió , la Iglesia gozó de mucha paz , y con ella
el santo ponlifice Silvestre pudo atender al gobierno
universal de ella , ó hizo muchas cosas de
grande provecho y utilidad-, mostrándose en todo
santo , próvido y vigilante pastor. Hizo una iglesia
, que se llamó el titulo de Equicio , y adornóla
de muchas y lindas pinturas é imágenes, donde
después el santo, fué sepultado , y el emperador
Constantino la enriqueció de muchos dones; y en
ella el papa Sergio, el mas mozo , puso después
debajo del altar mayor el cuerpo del mismo san
Silvestre, papa.
16 Entre las otras cosas loables , que el santo
pontífice Inzo , fué bautizar á una hija de Calfurnio,
prefecto de Roma, varón nobilísimo, que so
llamaba Romana , y ensoñaría á guardar perpetuamente
virginidad; y vino á ser tan perfecta ,
que hizo vida celestial y muchos milagros , y el
Martirologio romano hace de ella mención á los
25 de febrero.
17 Tenemos de san Silvestre muchos y muy
saludables estatuios , los cuales se pueden ver en
el Decreto y en el concilio romano , que se celebró
en su tiempo. Verdad es que algunos se
atribuyen á san Silvestre , que no son suyos ; como
es , que el obispo haga el crisma ; porque antes
de san Silvestre se hacia , corno consta de san
Dionisio Areopagiia , y de oíros sanios y antiguos
padres ; y también que los dias de la semana so
llamen ferias , y nó con los nombres de planetas ,
como lo usaban los «entiles, y aun ahora lo usamos
en España; porque el llamarse ferias estos
dias , era uso anliguo y recibido en la Iglesia antes
de san Silvestre, como se ve en Tertuliano.
Puede ser que san Silvestre haya hecho decreto
, que se guardase lo que antes se guardaba , y
que por esto se le atribuya como á autor , lo que
él confirmó y mandó guardar. También dicen algunos
, que quitó el ayuno del sábado , que se
guardaba en Roma; pero esto el cardenal Barouio
afirma ser falso.
18 Los Actos de san Silvestre aprueba Gelasio,
papa, y dice, que aunque no se sabia el autor
que los escribió , que en muchas iglesias do Roma
se solian leer , y que otras Iglesias la imitaban
en esto. Y Adriano, papa, en una epístola
(pie escribe á Cario Magno, alega este libro como
auténtico y digno de fé. Verdad es que el card
erial Raronio dice , que no son del todo sinceros
les que ahora se hallan , sino que oslan añadidos

DICIEMBRE . 31 LA LEYENDA DE ORO.
y depravados. Suelen pintar á san Silvestre con
un dragón atado á sus pies , porque mató un dragón
en Roma , que inficionaba el aire y mataba
con su resuello á mucha gente. Esto afirman muchos
autores, entre ellos Venancio Fortunato,
obispo piclaviense , varón elocuente y poeta insigne,
que floreció mas ha de mil años, y Metafraste
, Cedreno , y otros giegos y latinos. Finalmente
habiendo gobernado nuestro santo pontífice la Iglesia
del Señor casi veinte y dos años, y habiendo en
siete veces que tuvo órdenes el mes de diciembre,
ordenado cuarenta y dos presbíteros , y veinte y
cinco diáconos y sesenta y cinco obispos , según
el Breviario reformado de la santidad de Clemente
VIII , aunque otros dicen, que los diáconos
fueron veinte y seis ; cargado de años y de merecimientos,
dio su espíritu al Señor, á los 3i de
diciembre del año de 33o. Fué sepultado en el
cementerio de Priscíla, en la Via Salaria, tres millas
de Roma.
19 Dejó san Silvestre destrísima memoria y
gran fama do sí , por su admirable vida, adornada
de lautas y tan excelentes virtudes, y por haber
convertido y bautizado al emperador Constantino
, y alcanzado la Iglesia del Señor en su
tiempo paz , y la grandeza y majestad . que por
su mano se ha derivado á los otros sumos pontífices
, con la cual han podido resistir á los infieles ,
y reprimir á los herejes y hacer rostro á los príncipes
desobedientes y enemigos de quietud. De
san Silvestre escriben todos los Martirologios , los
autores de la Historia eclesiástica , y los que escriben
las Vidas de los sumos pontífices , antiguos
y modernos.
SANTA MELANIA , MATRONA. — Dos Melanias
hallamos en las historias eclesiásticas , ambas romanas
y señoras clarísimas, de alio linaje y sangre,
y en hacienda riquísimas. La primera se llama
Melania, la mas vieja ó la mayor: y la segunda,
Melania, la mas moza ó la menor, porque la primera
fué abuela de la segunda Melania. La Melania
abuela fué hija, ó (como otros dicen ) nielarle
Marcelino, cónsul. Tuvo Iros hijos, y el uno de
olios, que se llamaba Urbano, se casó con Albina
, y de ella tuvo la segunda Melania. La primera,
después que quedó viuda, y dentro deun año, perdió
á su marido y á dos hijos ; llevando eslo trabajo
con extremada paciencia , y sin derramar
una lágrima ( como dice san Gerónimo, epist. cid
J'uidam de obilu. Blesillw), se dio tanto al amor
de Dios , que dejando á Urbano, su hijo, que era
pretor de Roma , se fué para Alejandría , y visitó
á san Atanasio; y él le dio una piel de oveja, que
san Macario , abad , le habia dado á él por un
gran presente, por habérsela traido al santo abad
un león ó una hiena, en reconocimiento del beneficio
qno habia recibido por haber dado vista á un
cachorrillo suyo que eslaba ciego. De allí pasó Melania
ó Egipto, y visitó aquellos desiertos poblados
de monjes que vivían en la tierra como ángeles
del cielo, repartiéndoles largas y copiosas limosnas.
Y habiendo levanlado contra la Iglesia
católica una terrible tempestad Valeulo, emperador
arriano, y mandado echar de todo Egipto á
¡izó
los monjes, ella los recogió, y tres dias dio de comer
ó cinco mil monjes. Ella con el ardor de la fé
se oponia al juez impío que los perseguía ; y queriendo
el juez maltratarla , ella le avisó que mirase
lo que hacia contra su persona, pues debía saber
que era noble. No pudo el malvado juez hacer
presa en Melania , como deseaba , así por su alto
linaje y esclarecida sangro, como por la fama y
opinión grande do su santidad , pareciéndole que
no la podia ofender sin ofender á muchos y mancillar
su fama. De Egipto fué á Jerusalen para servir
y sustentar con sus riquezas á los santos monjes
, obispos, presbíteros y otros católicos , hasta
en número de ciento y doce , que el prefecto del
emperador, que estaba en Alejandría , habia desterrado
y enviado á un pueblo de Palestina , llamado
Diocesana , los cuales proveyó de todo lo
necesario: y porque las guardas se lo vedaban,
se vistió de vestiduras viles y pobres, y á boca de
noche , como si fuera una moza de servicio , ella
misma les llevaba lo que habían menester. Supo
eslo el gobernador de Palestina , y pensando poder
sacar de ella una buena suma, la mandó
prender y echar en la cárcel ; pero ella le avisó
que considerase quién era , y el gobernador se reportó,
y le dio licencia para hacer libremente lo que
hacia. Melania lo hizo hasta quo nuestro Señor
dio libertad á sus siervos" para volver á sus casas,
y fundó un monasterio en Jerusalen , y se entró en
él con cincuenla doncellas dedicadas al Señor , y
en el estuvo veinle y cinco años, como lo dice san
Paulino , que le hospedó en Ñola en su casa , y lo
pudo saber de ella misma, aunque Paladio en su
Historia Lausiaca dice que fueron veinte y siete
años. En este monasterio vivió con tan rara santidad
de vida, y edificación y aprovechamiento de
ios que la trataban , que la tenían y llamaban otra
santa Tecla., y así la llamaba san Gerónimo. De
Jerusalen volvió á Roma , donde fué recibida con
grande fiesta y aplauso , saltándola á recibir hasta
la ciudad de Ñapóles sus hijos, deudos, conocidos
y amigos , cargados ellos de oro y sedas , honrando
la vileza y pobreza ele los andrajos de Melania
, como lo dice san Paulino. Después por inslinlo
divino , y como huyendo de la calamidad y
ruina quo poco después sobrevino á Roma , cuando
fué cercada y lomada de Alurico , rey de los
godos, se partió otra vez para África con su hijo
Urbano , y con Albina, su nucía , Melania, su niela,
y Piuiano, su yerno, y allí murió su hijo, y
ella con maravillosa paciencia y paz de su alma sufrió
su muerto ; y de allí tornó á Jerusalen , y á
los cuarenta días después quo llegó , acabó su peregrinación
y dio su espíritu al Señor.
2 Esta es una breve suma de la vida y muerte
de Melania, la mayor, cuva vida no escribimos
aquí; porque aunque fué señora tan principal, y
tan esclarecida y tan llena de buenas obras como
aquí quedan referidas; pero desdorólas mucho por
haber caído en ios errores de Orígenes, no lanío
por su culpa (que como mujer no es maravilla
que se dejase engañar) como por ¡a de Rufino,
que la acompañaba, y do Dídimo, el Ciego, que
estaba en Alejandría , y era tenido por oráculo do

526
sabiduría. Estos y Paladio, que escribe su vida,
la engañaron , y de bija muy querida y devota que
antes habia sido de san Gerónimo, la hicieron
contraria y enemiga suya ; porque san Gerónimo
en Jerusalen , y su hija devotísima santa Marcela
en Roma, se opusieron á los errores de Orígenes,
y deshicieron con la luz déla verdad , las tinieblas
con que Rufino la pretendió oscurecer. Verdad
es, que se tiene por cierto que esta Melania
volvió en sí y conoció su engaño, y se reconcilió
con san Gerónimo; porque san Agustín y san Paulino
la alaban mucho. Dejando, pues , á esta Melania
, la mayor, vengamos á tratar de la menor
ó mas moza , su nieta , que fué mujer santísima , y
está en el catálogo de los santos, y como de tal el
Martirologio romano hace mención de ella el postrero
dia de diciembre. Su vida, pues, fué de
esta manera.
3 Desde su infancia fué muy temerosa de
Dios, y muy inclinada á consagrarle su virginidad
y pidió instantemente á sus padres que no la casasen
, declarándoles su propósito y deseo. Mas
como ellos eran tan ilustres y tan ricos , y no tenían
otros hijos mas que á ella por heredera; para
la conservación y sucesión de su casa, siendo de
edad de catorce años , la hicieron casar por fuerza
con un caballero muy principal, igual suyo, de diez
y siete años , que se llamaba Piniano. Como aquel
matrimonio habia sido contra su gusto , y ella era
tan amiga de la castidad , quiso persuadir á su marido
que viviesen en continencia , dejándole en
j ago toda su hacienda , con tal que él la dejase en
su libertad. No vino en ello Piniano; antes le rogó
que pues Dios los habia juntado, aguardasen que
les diese fruto de bendición; porque después teniendo
herederos , podrían hacer mas fácilmente
lo que ella tanto deseaba. Dióles Dios una hija, y
Melania luego la consagró al mismo Señor que se
la habia dado : porque ya que ella no había podido
guardar la flor de su virginidad, deseaba que su
bija la guardase, sin que el mundo tuviese parte
en ella. Tuvo después otro hijo, el cual en acabando
de nacer y ser bautizado voló al cielo , y la
madre del sobreparto quedó muy maltratada , y en
peligro de la vida. Sintiólo Piniano á la medida del
amor que tenia á su mujer, que era grandísimo, y
prometió ó hizo juramento á Dios de guardar castidad
y vivir en continencia con su mujer, si el
Señor le daba vida y salud; y solo esto bastó para
que luego Melania se hallase mejor, por la alegría
grande que recibió su espíritu , cuando supo lo que
su marido habia prometido; y coníirmáronse mas
en su buen propósito estos santos casados, cuando
la hija quetenian. heredera de tantas riquezas y bienes,
en breve se les murió, quitándoles Dios aquel
impedimiento , para que mas libremente le entregasen
sus personas y su hacienda , repartiéndola
en su servicio y en beneficio de los pobres. Era Piniano
á la sazón de veinte y cuatro años , y Melania
de veinte : y con ser tan mozos y edad tan florida
, en que hierve la sangre, y está tan sujeta á
tentaciones de la carne y do peleas , y ser caballeros
tan ricos y poderosos , y criados con tanto
regalo y abundancia , y cercados por todas partes
LA LEYENDA DE ORO.
DICIEMHIIE , 31
de ocasiones se determinaron dar de mano á los
gustos, entrenimientos y vanidades del siglo , y
lomar sobre sí el yugo suave del Señor , y anhelar
á la perfección, mediante su divina gracia y favor.
Al principio tuvieron gran dificultad , porque
muchos les iban á la mano , y se les estorbaban;
mas el Señor que los guiaba y se quería servir de
ellos, les quitó presto los impedimentos, y quedaron
desembarazados y señores de sí. Y porque el bullicio
y tráfago de Roma no era á su gusto , ni á propósito
de lo que ellos pretendían (que era sosiego y
quietud) se salieron de la ciudad á unas casas de
campo suyas, y de allí visitaban á los enfermos,
recibían á los peregrinos, libraban de las cárceles
á los que estaban presos por deudas , socorrian á
los menores , y eran refugio y amparo de todos los
afligidos que acudían á ellos; y para poder hacer
esto; vendieron parte de sus posesiones y tierras.
Mas el demonio, para inquietarlos y apartarlos
desús santos intentos, movió á un hermano do
Piniano (que se llamaba Severo) para que molestase
y persiguiese á su hermano , quitándole los
heredamientos y ricas posesiones que lema , y buscando
falsos testigos y algunos de los mismos criados
de Piniano, que jurasen que aquellos bienes
eran suyos, y no de su hermano. Pero no pudo la
malicia y agravio de Severo hacer mella en el
cristiano pecho de Piniano; porque no se turbó ni
perdió su paz , ni dejó de hacer lo que hacia , y
llevar adelanto lo comenzado, remitiendo aquel
negocio a Dios, y confiado que como padre de los
pobres volvería por aquella hacienda , pues él para
ellos la queria. Así lo hizo nuestro Señor por medio
de la emperatriz, la cual, movida de la fama de la
santidad de Melania , la deseó ver y mandó llamar,
y entendiendo la vejación y mal término do
Severo , la amparó en sus bienes , y le mandó castigar
á él; aunque por ruegos de la misma santa
Melania le perdonaron. Tenían estos señores grandes
y copiosas riquezas, no solamente en Roma , y
en toda Italia , sino también en Sicilia , en España
y en Inglaterra, y eran tantas, que después
del emperador no había personas mas ricas en
Roma. Vendieron buena parte, y hallaron quien
se las comprase y pagase bien, por saber que el
emperador y la emperatriz los favorecían y amparaban
; y ellos se determinaron, para darse mejor á
Dios en vida religiosa y perfecta , darle primero su
hacienda. Y aunque á los principios tuvieron muchas
dificultades , y les parecía que aquel camino
que habían tomado era extraño , áspero y fragoso
y lleno de espinas y abrojos; pero presto los consoló
el Señor , y después do aquella tentación y
victoria se hallaron desahogados y alegres, y juzgaron
que el camino era mas llano , ameno y apacible
de lo que al principio parecia, que con poto
trabajo se podia andar. No se puede en pocas palabras
decir la libertad y franqueza , con quo estos
santos casados repartieron su hacienda á los monasterios
, á los templos, á los sacerdotes y ministros
de Dios, á los hospitales, obras pias , personas
necesitadas de casi todas las provincias y naciones
de toda la cristiandad; de manera que apenas
quedó iglesia ó lugar pió , que no gozase du

DICIFMnTlE, 31 LA LEYENDA DE ORO. 527
la benignidad y misericordia de estos santos caballeros.
Navegaron á Sicilia, donde estuvieron algunos
dias, y de allí pasaron á África y llegaron
á una isla , que habia sido saqueada de gente bárbara
, cautivando á los hombres y mujeres , niños
y niñas de ella. Como los bárbaros quisiesen sacar
dineros de los que tenian cautivos, prometieron
darles libertad si los rescataban , y se lo pagaban
bien ; y si nó, destruir la isla , y matar á todos los
que tenian cautivos. Supieron esto Melania y Piniano
: y juzgando que Dios los habia llamado á
aquella isla para hacerle un notable servicio , y
librarla de tan extrema calamidad , rescataron á
los cautivos , y diéronles mucha limosna y regalos
para alivio de su trabajo , y los bárbaros se fueron
sin haber hecho otro mayor daño á la isla: de
donde partieron para África los santos casados, y
llegaron á Carlago , y de allí á Tagaste , que tenia
por obispo á Alipio , discípulo de san Agustín.
Aquí se detuvieron y edificaron dos monasterios,
uno de hombres , en que vivían ochenta religiosos,
y otro de doncellas, que fueron ciento y treinta.
4 En este monasterio estuvo Melania siete
años, viviendo como un ángel del cielo. Al principio
estaba todo el dia sin comer, hasta la puesta
del sol , y entonces comia muy poco , y nunca bebía
vino : después estaba dos y tres días sin comer,
y algunas veces siete dias continuos , y comia un
poco de pan duro. Dábase mucho á la oración y
casi toda la noche velaba en ella : dos solas horas
dormia echada sobre un saco tendido en el suelo.
Escribía muy bien y con gran presteza , y ocupábase
algunas horas del dia en escribir y trasladar
libros , para sustentar á los pobres con el trabajo
de sus manos : cosía para vestirlos , y á Jesucristo
en ellos. Dábase mucho á la lección de la sagrada
Escritura , y el Señor le regalaba y favorecía
en ella. Sabia muy bien la lengua griega : era
muy blanda y mansa , y muy agradable en su conversación
, y por otra parte contraria y enemiga
de herejes , y de los que sembraban nuevas opiniones
y contrarias á la doctrina común de la santa
Iglesia. Encerróse en un aposentillo, ó celdilla
de madera, tan estrecha , que apenas podiacaber
en ella , ni menearse de una parle á otra, sin querer
salir de ella , ni ver ni oir ó nadie , sino era
por una ventanilla : y si alguna vez venia á verla
su madre Albina , y la bailaba orando ocupada
con Dios , no la interrumpía hasta que había acabado.
Pasados los siete años se embarcaron para
Alejandría , donde á la sazón era patriarca el gran
Cirilo , del cualfueron regalados ; y de Alejandría
pasaron á Jerusalen , para adorar aquellos santos
lugares consagrados con la vida y pasión de Cristo
nuestro Redentor. Y habiendo cumplido algunos
dias con su devoción , dejando á la madre ( por estar
muy vieja ) en aquella santa ciudad , para que
en el monte Olívele le aparejase una casilla , donde
se pudiese recoger; partió Melania con Piniano,
su marido , para Egipto , y después al desierto de
Nilria , así por repartir su limosna á les monasterios
de monjes que allí habia , como por visitarlos
, y encenderse mas en el amor del Señor y de
toda perfección con los ejemplos de aquellos san­
tos varones, que resplandecían por aquellos desiertos
como las estrellas en el firmamento. Llegaron
á una choza de un santo monje , llamado Efestion,
pobre y desnuda de toda comodidad , y queriendo
darle alguna limosna, el santo monje no la quiso
recibir, diciendo que no lo habia menester: y
como no pudiesen persuadirle que la aceptase ,
púsola Melania secretamente en una espueria , que
allí oslaba , con un poco de sal (que era todo su
ajuar), y encomendándose en sus oraciones, se
despidió del monje : el cual hallando en la espuerta
el dinero , le lomó y corrió á gran priesa tras
ellos , y dándoles voces , les dijo , que tomasen su
dinero , porque él no sabia en qué emplearle: y
diciéndole que si él no lo habia menester, le diese
á otros , que tenian necesidad ; respondió él , que
por allí no pasaba nadie ; y así que tomasen su
dinero : y no queriendo ellos recibirle , le arrojó
en el rio y se volvió á su celda : y de esla manera
hallaron otros muchos , que no querian aceptar el
dinero que les daban , y huian del oro como de una
venenosa serpiente. Acabada esta santa peregrinación
, se volvieron por Alejandría á Jerusalen,
donde Melania halló aparejada su casilla en el
monte Olívete, y se encerró en ella , con determinación
de no ver ni hablar con nadie , sino era
con su madre y con el que antes habia sido su marido
, y ya era su hermano en Cristo , y otra prima
suya que ella había criado , los cuales la venían
á ver de cinco en cinco días ; y en esta manera
de vida estuvo catorce años. Murió su madre,
y después de haberla enterrado y cumplido con el
oficio divine de piedad , se entró en otra casilla ,
que no tenia luz , donde estuvo otro año ayunando
y llorando , y gozando los regalos que Dios daba á
su benditísima alma. Derramóse por toda aquella
comarca la fama de esla santa y sierva del
Señor , y concurrió á ella gran número de doncellas
y de otras mujeres: y para recogerlas y
guiarlas mejor á Dios, hizo edificar un monasterio
, en que se encerraron nóvenla vírgenes ,
y algunas otras mujeres que habían vi vicio licenciosamente
; y ella se encerró con ellas , aunque
por su humildad no quiso ser supenora,
sino que otra lo fuese, y ella moza y como criada
do todas. Verdad es que en el ayuno, en la penitencia,
en la oración y mortificación de sus pasiones,
en el silencio, modestia , paciencia, mansedumbre,
y principalmente en la caridad y servicio
y ayuda de las demás , ella era la primera , y la
guia, maestra y capitana de todas , y con obras y
con palabras les enseñaba la obediencia que debían
guardar con su prelada : y para esto les contaba
un ejemplo de los que habia oido ó visto de los
santos monjes. Decia , pues , que habiendo venido
un mancebo ó un santo viejo ermitaño y rogádole
que le admitiese en su compañía ; el viejo antes
de admitirle , dijo que diese de bofetadas y coces
á una estatua que eslaba allí cerca, llízolo el mozo;
mandóle segunda vez . quede nuevo le diese
muchos golpes y le dijese muchas y graves injurias.
Después que el mozo obedeció, é hizo lo que
le habia mandado, le preguntó el viejo si aquella
estatua se había quejado ó enojado y mostrado al-

52S LA LEYEN' iA DE ORO. Dinntnimn, 31
gun sentimiento de lo que habia hecho contra ella;
y como respondiese el mozo , qno la estatua siempre
había estado como estatua y muda , sin hacer
resistencia á lo que él había hecho , ni responder
palabra á lo que había dicho contra ella , le dijo
el viejo : Pues esa es la vida del religioso , y lo que
tú has de hacer si quieres estar conmigo. Para que
el Señor fuese glorificado y mas honrados sus santos
edificó allí un templo , y enriquecióle de muchas
reliquias ; y estando allí ocupada en tan santas
obras, Pmiano , su marido , que vivía como
monje entre los monjes, acabado el curso de esta
"vida mortal , se fué á gozar de la inmortal y sempiterna
, y Melania , como si comenzara entonces á
servir al Señor ( pareciéndole que no era nada lo
que había hecho hasta allí) se dio por espacio de
cuatro años á mayores trabajos y ayunos. Deseó
hacer un monasterio de hombres : y no teniendo
ya con qué , por haber gastado todas sus grandes
riquezas en los pobres, Dios nuestro Señor por
mano de un hombre riquísimo le dio todo lo que
era menester para aquel edificio , y para sustentar
á los religiosos que entraron en él.
5 Tenia Melania un tío , hermano de su padre
, ó , como otros dicen , hermano de su madre,
que se llamaba Yolusiano, el cual era caballero
principalísimo, y prefecto de liorna, y bien enseñado
en la elocuencia y en la filosofía; pero era gentil
y dado al estudio de la arte mágica, y aficionado
á los autores que la enseñan. ÜespuesMelarna
volvió de Constanlmopla á su recogimiento , y quiso
la emperatriz hallarse en la dedicación del templo
que para el monasterio Melania habia edificado , y
visitará las vírgenes, que con ella estaban, honrándola
v reverenciándola en todo como á madre
espiritual. Mas la santa mujer entendiendo por la
luz del cielo , que se llegaba el fin dichoso de su
peregrinación y que el Señor la llamaba para darle
Ja corona , que tan bien tenia merecida, quiso
antes despedirse de todos aquellos santos lugares,
y visitarlos de nuevo uno á uno, con entrañable
devoción y lágrimas. Y venido el día bienaventurado
y glorioso del Nacimiento del Señor , se entró
en la espelunca del santo Pesebre , y dijo á su
prima , que no celebrarla mas aquella Pasqua con
ellas: y juntando todas aquellas doncellas, les declaró
que ella se partía de ellas , por ser esta la
voluntad del Señor y las rogó que se consolasen,
v conformasen con su santa voluntad , y se amasen
mucho, y viviesen como quien vive en los
ojos de Dios , que penetra los corazones. Después
hizo una larga y dulcísima oración al Señor , suplicándole
humildemente que la recibiese en su
seno. Estando orando y vertiendo muchas lágrimas,
le dio la enfermedad que la acabó y despidió
del cuerpo aquella beatísima alma, que tan
bien le habia sabido domar y vencer.
ü Fué su muerto el postrero dia de enero, según
el P. Fr. Lorenzo Surio, y según el Martirologio
romano, el postrero de diciembre, y en esto
día los griegos la celebran. Concurrieron á su en—
FIH DEL CUARTD Y ÚLTIMO TOMO.
tierra ol obispo, y los monjes, y clero, y ciudadanos
do Jerusalen y de toda aquella comarca , y
habiendo cantado toda la noche himnos y salmos,
según la costumbre de la Iglesia católica, la enterraron
con grande solemnidad, y llanto de innumerables
personas, á quienes la santa habia socorrido
y ayudado. Hizo Dios por ella , muchos
milagros: echó al demonio de una moza que tenia
los dientes tan cerrados, que no podía hablar ni
comer, y estaba para morir por falla de sustento.
A olra mujer que tenia la criatura muerta en el
vientre, poniendo sobre ella el cinto que traia, la
dio vida , echando la criatura muerta y quedando
la madre con vida.
7 De santa Melania escribieron Melafraste, y
Paladio en su Historia Lausiaca. Hace mención
de olla sanGerónimo en la epístola "¡9, y san Agustín
de Pmiano, su marido, y en la epístola 224, y
22o , y 227 , y el cardenal Baronio en sus anotaciones
del Martirologio , á 31 de diciembre, y en
ol iv y v tomo de sus Anales.
* LAS SANTAS DONATA , PAULINA , RÚSTICA,
NOMINANDA, SERÓTINA, HILARIA, Y COMPAÑERAS
MÁRTIRES.—Sus restos se conservan en liorna,
en a vía Salaria , cementerio llamado de Priscila.
SAN SARINTANO , OBISPO Y MÁRTIR , v SAN PO-
TENCIANO, MÁRTIR.— El sumo pontífice envió al
primero á predicar el Evangelio á los senonas, y
ganó con su predicación la palma de los mártires.
SANTA COLUMBA ó COLOMA , VIRGEN Y MÁRTIR.
— Durante la persecución del emperador Aureliano
fué atormentada con el fuego , y como saliese
ilesa , la degollaron. El breviario nuevo do
París fija su muerte en el año de 258 , ó en el de
273. La fecha última la reduce ó cuando hizo su
viaje á las Galias el emperador Aurehano , y ganó
una señalada victoria en Chalóos. Aquella
mártir padeció en Sons. Sus reliquias se conservaron
en la abadía benedictina hasta que fueron
dispersadas por los hugonotes, juntamente con
las de oíros sanios que allí se guardaban , como
observa Baillei. San Oven en su Vida de san Eloy
hace mención do una capilla en París con el nombre
de esia santa.
SAN HERMETO , EXORCISTA, SAN BARBACIANO ,
PRESBÍTERO Y CONFESOR , Y SAN ZÓTICO , PRESBÍ­
TERO. -—• De lodos ellos hace mención el Martirologio
romano en este dia. El segundo es muy venerado
en Bavena. El tercero , romano do nacimiento
, pasó á Constanlinopla, donde se dedicó
á recoger y educar huérfanos.
Los SANTOS ESTEVAN, PONCIANO , ÁTALO. FA­
BIANO , CORNELIO , SEXTO , FLORO, QUINCIANO ,
MINERVI.NO. Y SIMPLICIANO , MÁRTIRES.— Sufrieron
martirio por profesar la religión de Cristo , en
la Sicilia.
LA CONMEMORACIÓN DE MUCHÍSIMOS SANTOS Y
SANTAS, MÁRTIRES, CONFESORES, Y VÍRGENES.—
En el Martirologio romano van así comprendidos
todos los demás santos y santas á quienes especialmente
no se ha nombrado.

Dias.
«le Eos SRJUVÍOS euyns vidas se contienen en este
ENERO.
La Circuncisión del Señor.
El santísimo Nombre de Jesús.
San Fulgencio, ob. y conf.
Sau Udilon , ab. y conf.
Sania Eufrosina, vírg.
San Almaco ó Telémaco, márt.
Los treinta santos soldados mártires de
Roma.
San Concovilio, prest), y márt.
til beato Biienhijo , conf.
San Jiislino, ob. y conf.
San .Magno. mári.
San Kugendo , ab. y conf.
La deposición de san Basilio, ob.
Santa Tanclieaó 'Faina, vírg.
S. Mocliua ó Moucaino ó Guano, ab. y conf.
San Mochila de Bella , ó Cronan , conf.
San Macario , ab. y conf.
La Conmemoración de muchos santos
mártires que no quisieron entregar los
escritos sagrados.
San Isidoro , ob. y márt.
Los tres santos hermanos Argeo , Narciso
y Marcelino, márts.
San Martiniano ó Maleí niano, ob. y márt.
San Isidoro , ob. y conf.
San Sii'idion óSerapion IX, patr. y márt.
San Adalardo ó Adelardo ó Alardo , ab. y
couf.
Sania Genoveva, u'rg.
San Amero, papa, y márt.
San Pedro . márt.
Los santos Girino , Primo , y Teógencs,
márts.
San Gordio, cent, y márt.
Los santos Zósimo y Átanasio, márt.
Los santos 'Leopoldo y Teonas, de Cilicift,
márts.
San Daniel, lev. y márt.
San Florencio, oh. y márt.
San Cosmes, conf.
San Tilo ob. y conf.
Los santos mártires Prisco, presb. ,
l'risciliano , lev., y llenila.
Santa llatVosa, márt.
Los santos ¿ícrmelo, Ageo, y Cayo,
márts.
San Mavilo, márt.
Los santos Aquilino, Gemino, Eugenio,
Marciano , Ouinto , Teodato , y Trifon,
márts.
San Gregorio, ob. y conf.
San Rigobcrlo , arz. y conf.
San Riimon, oh. y eonf.
San Telesl'oro, papa y márt.
San Simeón Estilita ó de la Columna,
conf.
San Eduardo, rey y conf.
La Conmemoración de muchos santos
mártires do, la Tebaida.
Santa Sinelélica , vírg.
Santa Emiliana , vírg.
Santa Apolinaria, virg.
La Epifanía del Señor, ó Adoración de
los Beyes.
San Andrés Corsino, ob. y conf.
Santa iMacra, vírg. y márt.
La Coiunemoracion de muchos santos
mártires de África.
Vuo­
to
79
81
83
83
83
81
8-1
84
84
84
supl.
supl.
Stipi.
84
83
83
83
83
80
supl.
80
8S
88
88
. 88
S8
89
89
supl.
89
89
8!)
89
89
S9
89
89
supl.
00
90
94
97
97
»8
9S
98
1(12
103
IOS
Días.
10
11
San Melanio, ob. y conf.
San Nilanmon, conf.
San Pedro, ab. y conf.
San Raimundo de Penafort, conf.
La \ nella del Niño Jesus de la tierra de
Egipto.
San Luciano , presb. y márt.
San Clero, diác. y márt.
San Félix y san Genaro , márts.
San Julián, ob.y márt.
San Crispir!, ob. y conf.
San Nicolo, ob. y conf.
San Teodoro, mon.
San Cedd , ob. y conf.
Sania Kentigcrna, viu.
San Aideico , ob. y eonf.
San TIiilion ó Tbcau, presb. y conf.
Santa Guilula, vírg.
San Lorenzo Justiniano, patr. y conf.
Los santos Luciano, Maximiano, y Julián
, márls.
San Eugeniano , ob. y márt.
Los santos Teófilo y Eladio, márls.
San Apolinar, ob. y eonf.
San Severino , oh. y márt.
San Máximo , ob. y conf.
San Paciente , oh. y conf.
San Severino ab. y conf.
Sania Pega virg.
San Vulsino , oh. y conf.
San Nal balan , oh. y conf.
San Julián , santa iìasìlisa , san Antonio ,
san Atanasio , san Celso y santa Marciolina,
márts.
Santa Marciana , virgen y márt.
Los santos Vidal, Revocato, y Fortúnalo
, márts.
Los santos Epicteto , Jucundo, Félix, Segundo,
Vidal y otros siete, todos márts.
San Podro , ob. y conf.
San Marcelino, ob. y conf.
San Brillivvaldo, arz. y conf.
San Telan ó Toelan , ab. y conf.
San Adrian , ab. y eonf.
San Vanengo , conf.
San Marciano , presb. y conf.
San Nicanor , diác. y márt.
San Agaton , papa y conf.
San Guillermo, arz. y conf.
San Juan el Bueno , arz. y conf.
San Podro VJrséolo , mon. y conf.
San Gonzalo de Amarante, conf.
San Higino, papa y márt.
San Teodosio, cenob. y conf.
San Salvio, márt.
Los santos Pedro , Severo y Leucio.
San Alejandro, ob. y márt.
San Palemón , ab. y conf.
San Salvio, ob.
San Leucio, ob. y conf.
San Anastasio, al)., y los nueve monjes
sus comps., eonfs.
Santa Honorata, vírg.
San Egvino , ob. y conf.
San Nazario , conf.
Santa Tacíana , márt.
San Sátiro, márt.
San Arcadio, márt.
Los santos Zòtico, Rogato,Modesto, Castillo
, y cuarenta comps. lodos márts.
vagios
105
supl.
IOS
110
110
110
110
110
110
110
110
supl.
supl.
supl.
supl.
111
112
11G
117
117
117
117
117
117
117
supl.
supl.
supl.
117
122
122
122
122
123
supl.
supl.
supl.
supl.
123
123
123
123
123
123
125-
124
12¿
128
12S
128
128
12.8
129
129
129
supl.
129
129
129
129
129

ÎJ
INDICE DEL T. I.
Los santos Tigrio, presb., y Eutropio,
lee, míirts.
130
San Zótico, márt.
130
El martirio de los cuarenta y dos monjes
de Efeso.
130
San Juan, arz. y conf.
130
San Probo , ob. y conf.
130
San Benito , ab. y conf.
130
San Iílredo , ab. y conf.
supl.
13 San Hilario, ob. y conf.
130
Los santos cuarenta soldados, mártires
de Roma.
134
San Potito, márt.
134
Los sanios Ilermilo y Estralónico, márts. 134
Los santos Gumersindo y Servodeo,
márts.
134
San Leoncio , ob. y conf.
134
San Agricio , ob. y conf.
134
San Yivencio, conf.
134
Santa Glalira, vírg.
13b
La beato Verónica , vírg.
133
San Kcnligerno , ob. y conf.
supl.
14 San Félix, presb. y conf.
133
El beato Bernardo de Corleon, conf. 137
San Hilario . ob. y conf.
142
San Malaquías, prof.
•142
Los santos treinta y ocbo monjes , mártires
de Sinaí.
142
. Los sanios cuarenta y tres monjes, mártires
de Raiti.
142
San Dacio, arz. y conf.
142
San Eufrasio. ob.
•1 42
San Julián Sabas, arz. y conf.
142
Santa Mamna.
142
San Barbascemino , ob., y diez y seis clérigos
, márts.
supl.
San Pablo , primer ermitaño , y conf. -142
San Macario , ab. y con f.
-143
San Mauro, ab. y conf.
'147
San Juan Calibita , conf.
-131
San Bonito , ob. y conf.
134
Los santos Habacuch y liliqueas, profs. 153
Santa Secundina, vírg. y márt.
133
San Efrsio, márt.
135
San Máximo, ob.
153
San Isidoro, presb. y conf.
155
• San Main , ab. y conf.
supl.
San Isidoro de Secta, erm. y conf. supl.
Santa lia ó Mida , vírg. y aba.
supl.
16 San Marcelo , papa y márt.
155
Los santos Gerardo, Vital, Pedro, Acur-
San TJIfrido ó YVolfrcdo, ob. y márt. Sll])l.
19 Los santos Mario, Marta, Audifax, y
Abacú, márts.
178
San Canuto , rey y márt.
178
San Germánico , márt. 182
Los santos Pablo, Geroncio. Genaro,
Saturnino , Suceso , Julio , Cato, Pia ,
y Germana, márts. 182
San Ponciano, márt. 182
San Basiano , ob. y conf.
183
San Wolstano , ob. y conf.
183
San Enrique , arz. y márt. supl.
San Blaillrmaico , al), y mart. supl.
San Lomcro ó Laubemaro, ab. y conf. supl.
20 San Fabian , papa y márt. •183
San Sebastian , márt. •18 4
San Neóíilo , mari. 188
San Mauro , ob. y conf. 188
San Errlimio , ab. y conf. 188
San Techin , ab. y conf. stipi.
21 Santa Inés, vírg. >• márt. 188
San Publio, ob. y márt. 192
San Patroclo , márt. 1 92
San Epifanio , ob. y conf.
192
San Meinardo , erm. y mart. •192
San Fructuoso , ob., y los santos Augurio
y Eulogio, diács., lodos márls.
192
San Vimlno ó Viviano , ob. y conf. supl.
22 San Vicente márt.
193
San Anastasio márt.
190
San Gaudencio, ob. y conf. 198
Santo Domingo ab. y conf. 198
Los santos mártires Vicente, Oroncio , y
Víctor. 198
23 San Ildefonso , arz. y conf. 198
Santa Emcrenciana , vírg. y márt. 201
San Juan el Limosnero , patr. y conf. 201
San Clemente ob., y san Agalángelo,
márts. 200
San Parmcnas , diác. y márt. 212
San Severiano y santa Aquila, su esposa
márts. 212
San Ásela, márt.
212
San Martirio , mon. y conf.
212
San Ensebio ah. y conf. supl.
2,1 San Timoteo , ob. y márt. 212
La Descensión de nuestra Señora. 213
San Rabilas , ob. y márt. 214
San Feliciano ob. y márt. 214
Los santos Mardonio , Ausonio, Eugenio
y Mételo , márts. 214
sio , Adjulo, y Otón, márts.
15G
San Honorato , arz. y conf.
159
San Fulgencio , ob. y conf.
1«ü
Santa Priscila ó Prisca.
•I fio
San Ticiano , ob. y conf.
1 G(i
San Hielas, ob. y conf.
1C6
San Turseo , ab. y conf,
•100
San Honorato, ab. y conf.
i ou
San Enrique, erm. y conf.
supl.
17 San Antonio, ab. y conf.
ico
Los santos hermanos Espeusipo, Elcusipo,
y Meleusipo , márts.
•174
Los santos mártires Diodoro , presb.,
Mariano , diác, y sus comps.
174
Los santos Antonio , Mérulo , y Juan ,
mons. y confs.
174
San Sulpicio, el Piadoso , ob. y conf. 174
Santa Rosalina, vírg.
174
Santa Leonila, márt.
supl.
Santa Milgetha, vírg.
supl.
San Nennio ó Nennidio, ab. y conf. supl.
18 La Cátedra de san Pedro en Roma. 174
Santa Prisca, vírg. y márt.
177
Los santos Moseo y Ammonio, solds. j
márts.
177
San Volusiano , ob. y conf.
177
San Leobardo , mon. y conf.
177
San Deícola , ab. y conf.
178
Santa Liberata, vírg.
178
San Atenógenes , antiguo teólogo, y márt. . 178
25
20
27
San Tirso y san Proyecto. 214
San Zumas , ob. y conf. 214
San Surano ab. y conf. 214
San Macedonio anac. y conf. supl.
San Cadoco ó Cadoc, ab. y conf supl.
La conversion del apóstol san Pablo. 214
San Ananías , márt. 218
Los santos Juventino y Máximo, márts. 218
Los santos Proyecto y Marino , márts. 218
Los santos Donato, Sabino, y Agape,
márts.
218
San Rretannion, ol). y conf.
218
San Popon , ab. y conf.
218
San Apolo , ab. y conf.
supl.
San Publio, ab. y conf.
supl.
San Poiicarpo , ob. y márt. 21 a
Santa Paula , viu. y aba. 221
Santa Batilde, reina. 225
San Teógenes ob. y márt. 22ü
San Coirón , ob. y conf. supl.
San Juan Crisóstomo, ob, y doc. 220
San Julian, márt. 237
San Avito, mari.
237
Los santos Dacio , Reatrio , y sus comps.,
márls. 237
Los santos Dativo, Julian, Vicente y sus
veinte y siete comps., márts.
237
San Mauro , ab. y conf. 237
San Vitaliano , papa y conf. 237
San Julian, ob. y conf.
237
San Pablo,y treinta y seis comps., márts. ;. SUpl. supl. 28 San Cirilo alejandrino, ob. y conf. 237

iSJMCE DEL Т. I. li]
San Juiian oh. y conf. 239 San Anscario, ob. y conf. :So:¡
Santiago, erm. у conf. 24? Los santos Félix, Sinfronio, Hipólito y sus
Santa Margarita,vírg. 244 comps., márts. :w:>
Sau Valero ó Valerio, ob. y conf. 248 San Tigido,y san Remedio, obs. ж>
La segunda Conmemoración de santa Santa Wereburga, vírg. supl.
Inés, vírg. 248 Santa Margarita de Inglaterra, yírg. supl.
San Flaviano, márt. 248 4 San Rembrrio, ob. y conf. 30.5
Los santos Tirso, Leucio, y Calinico, San José de Lconisa, conf. 30i¡
márts. 248 Los santos Aquilino, Gemino, Gelasio,
San Leónides, y sus comps., márts. 248 Magno, у Цопаю, márts. 312
Los sanios mártires de Alejandría. 248 San Kuti

IV iXDICIi DEL T. I.
11 San Severino, ab. y coni'. 315
San Marliniano, erm. y coni. 347
Los santos Saturnino, presb., Dativo, Félix,
Amplio, y otros cuarenta y cuatro
comps., márts. 350
La Conmemoración de muchos santos
mártires de Niimidia. 350
ñau Lucio, ob. y márl. 350
San Desiderio, ob. y conf. 380
San Caloeero, ob. y conf. 350
San Jonás, 11)1)11. y conf. 350
San Lázaro, olí. y conf. 350
San Castrense, ob. y conf. 351
Sos siete siervos de Aiaria, funds. 351
12 Santa Eulalia, vírg. y márt. 351
San Melecio, patr. y conf. 352
San Damián, márt. 355
Los santos Modesto y Julián, márts. 353
San Modesto, diáe. y márt. 353
Los santos Modesto y Ammonio, márts. 353
San Antonio t auleas, palr. y conf. 353
San Candendo, ob. y conf. 353
San Benito de Ánian, ab. y conf. supl.
13 Santa Catalina de Ricci, virg. 353
San Agabo, márt. 355
Santa tusca, vng., y santa Maura, su nodriza,
márts. 355
San folíenlo, mari. 355
San Gregorio II, papa y conf. 355
San Julián, márt. 355
San Benigno, márt. 355
San Estovan, ob. y conf. 355
San Licinio, ob. y conf. 35(5
San Estovan, ab. y conf. 356
S. llodomriucó Domingo de Ossory, conf. supl.
San Rogerio, ab. yconf. supl.
I i Pan Valentin, prest), y márl. 330
El beato Juan SSautisla de la Concepción.
conf. y fu lid. 353
Los santos Vidal, Película, y Zenon, márts. 357
San Valentin, oli. y mari. :i d7
Los santos Próculo, Efebo, y Apolonio,
márts. 337
Los santos Baso, Antonio, y Protóüco,
márts. 357
Los santos Cirion, presb., Basion, lee,
Againn. exor., y .Moisés, márts. 357
San Dionisio y san Ammonio, márts. 3,37
San Eletieadio, ob. y conf. 357
San Auseneio, ab. y conf. 337
San Antonino, ab. y conf. 357
San Alaron, ab. y conf. 357
San Abraban, ob. y conf. 357
San Coma no, ob. y conf. 357
15 Los santos Faustino y Jovita, márts. 357
• San Craton, márt. ' 350
Santa Agape .vírg. y márt. 359
Los santos Saturnino , Cástulo , Magno , y
Lucio , márts. 3511
San Quinidio , ob. y conf. 359
San Decoroso, ob. y conf. 359
San Severo , prest), y-conf. 359
Santa Georgia , \ írg. 359
San José, diáe. y conf. 359
San Sigefredo ó Sigfredo, ob. y conf. supl.
10 Santa Juliana, vírg. y márt. 359
San Onesimo, ob. y márt. 331
Los santos Isaías, Elias , Jeremías , Samuel
, y Daniel, márts. 361
San Porfirio y san Seleuco, márts. 361
San Gregoiio X , papa y conf. 301
San Julián, ob. y márt. 302
San Faustino , ob. y conf. 302
San Tancon ó 'l'atta , ob. y m/irt. supl.
¡7 San Policromo , mori, y conf. 302
San Pedro Tomás, ob. y conf. 303
San Julián , márt. 303
San Sihino, ob. y conf. 304
San Tcódulo, el Viejo, márt. 304
San Alejo Falconeri, conf. 304
San Faustino, y otros cuarenta y cuatro
comps., márts. 30 4
Los santos Donato, Secundiano, y Rómulo,
márts. 304
San Fintano, al), y conf. 304
San Loman ó Luman ,ob. yconf. supl.
18 San Simeón , ob. y márt. 304
Los sanios Máximo y Claudio , hermanos,
y Prepedina, esposa de Claudio, con
dos hijos, Alejandro y Lucias, todos
márts. 304
Los santos Lucio , Silvano , Rúlulo , Clásico
, Secundino, Frútulo, y Máximo,
márts. 305
San Eladio , arz. y conf. 305
San Flaviano , palr. y márt. 305
Los santos Leon y Parcgorio , márts. supl.
19 San Conrado , conf. 305
San Gavino , prest), y márt. 300
Los sanios monjes, y otros comps. mártires
de Palestina. 30G
Los santos Publio, Julián, Marcelo, y
otros nueve comps.. márts. 300
San Zambda ó Zabila ó liazas, oh. yconf. 300
San Auxibio , ob. y conf. 300
San .Mansueto . ob. y conf. 307
San Barbalo , ob. y conf. 307
San Alvaro , márl. 307
San Alvaro de Córdoba, conf. supl.
20 San Euquerio , ob. y conf. 307
San Leon . ob. y conf. 309
Los sanios mártires de Tiro. 309
Los santos Tiranio, Silvano, Peleo, y
Kilo, obs., y Cenobio, presb., todos
márts. 309
Los santos Polnmio y Nemesio , márts. 309
San Sadot, ob., y otros ciento veinte y
ocho comps., márts. 309
San Eleuleí io , oh. y márt. 309
San Eleulciio, palr. yconf. 309
Sania Mildreda , vírg. y aba. supl.
San Ulrico , presi), y conf. supl.
21 San Símaco, papa y conf. 309
San Félix, ob. y coni'. 370
Los setenta y nueve santos mártires de
Sicilia. - 370
Los sanios Vcrulo, Secundino, Siricio,
Félix, Sérvelo, Saturnino, Fortunato, y
otros diez y seis comps., márts. 371
San Sexeriano. ob. y márt. 371
San Pedro Mavimeuo, márt. 371
San Maximiauo, ob. y conf. 571
Sun Pnlcrio, ob. y conf. 371
San Germán, ó Germano, ab., y san Randuto
ó Uandoaido, márts. supl.
San Daniel, presb., y santa Verda, vírg.,
márts. supl.
El liento Pipino de Lauden, conf. supl.
22 La Cátedra de san Pedro en Antioquía. 371
San ¡'apios, ob. yconf. 371
San Aiistion, conf. 372
La Conmemoración de muchos santos
mártires de Arabia. 372
San Allilio. (>!>. y conf. 372
San Pascasi», ob. y conf. 372
San Talasioy san Limnco,confs. supl.
dan liaradato, conf. supl.
23 San Sereno, márt. 372
Sania María, \íig. y márt. 373
Santa Margarita de Corteña, pcn. 373
San Pedro Damimi, card, y conf. 370
El Triunfo de los setenta y dos mártires
de Sirmio. 370
San Policarpo, presb. y conf. 370
San Lázaro, moii.y conf. 370
San Félix, ob. y conf. 370
San Florencio, conf. 370
Sania Romana, virg. 370
Sania Milbiirga, virg. 377
El beato Dosiíeo, mon. yconf. supl,
San Bolsi lo, mon. y conf. supl.
24 San Matías, apóstol. 377
Sania Primitiva, márt. 37S
San Sergio, mon. y márt. 378

Los santos Montano, Lucio, .lujian,
Yictórico, Flaviano, y sus compañeros
márls.
San Modesto , ob. y conf.
San Pretéxtalo , ob. y conf.
San Etelberlo, rey y conf.
La primera invención de la cabeza de san
.luán Bautista.
San Leíanlo , ob. y conf.
El bealo Roberto de Arbí isscl. conf.
23 Los sanios Víctor, Victorino, y demás
comps., márs.
El beato Sebastian de Aparicio,conf.
San Cosario, conf.
San Félix, papa y conf.
Los santos llonato, Justo , Irene, y compañeros
. márls.
San Terasio , patr. y conf.
San Aveitano, conf.
2C San Néstor, ob. y míirt.
Nuestra S.ñoia de Guadalupe.
San Alejandro , patr. y conf.
San Porfirio, ob. y conf.
Los sanios I'apias, Diodoro, Conon, y
Claudiano , márls.
Los sanios Fortunato , Félix , y otros
comps., márls.
San Faustiniano, ob. y conf.
San Andrés, ob. y conf.
San Víclor, presé, y conf.
27 San Leandro, arz. y con!.
San Baldomcro, subdiác. y conf.
San Julián, y san Euno, márls.
San Ilesa, máit.
Los sanios Alejandro, Abundio, Antígono,
y Fortunato, márts.
Los sanios Basilio y Procopio, confs.
San Tauteo, anac. y conf.
San Aluolb, anac. y márt.
"8 San Lupituno y san Román, hermanos,,
abs. y confs.
Los sanio;: mártires ríe Alejandría.
Los santos .Macario, Rulino, Justo, y Teófilo,
márls.
Los santos Cereal, Púpulo, Cayo, Serapron,
márls.
La Traslación del cuerpo de san Agustín.
San Prolerio, palr. y márt.
San Osvaldo, ob. y conf.
San Severo, ob. y conf.
MARZO.
El santo Ángel de la Guarda.
San Rosendo, ob. y conf.
Santa Eudnvia, pon. y márt.
La Conmemoración de doscientos sesenta
santos marines de Roma.
Los santos León, Donato, Abundiano, Nicéfoio,
y otros nueve comps., márts.
San Mérmelo y san Adrián, márts.
Santa Anlonina, márt.
San Siiilbcrlo, ob. y conf.
San Albino, ob. y conf.
San Si v i ardo, al), y conf.
San Herculano , ob. y márt..
San David , arz. y conf.
San Monam, márt.
: San Ceada , ob. y conf.
San Simplicio, papa y conf.
La Conmemoración de ochenta santos mártires
de Campaña.
La Conmemoración de muchos sanios mártires
de Roma.
San Jovino y san Rasileo, márts.
Los santos Pablo , lleraclio , Secundila y
Genara, márls.
San Lucio, ob., san Absalony san Lor-
gio, márls.
San Maman , ob. y conf.
San Carlos el Bueno, márt.
San Jovino , ob. y conf.
ÍNDICE DEL T.I.
378
378
378
378
378
supl.
supl.
379
379
388
388
38S
388
38S
3SS
390
390
390
391
391
391
391
391
391
393.
393
393
393
393
svpl.
394.
397
398
39S
398
Stipi.
stipi,
svpl.
39S
401
40 2
402 8
402
402
402
402
402
402
.'«02
supl.
stipi.
402
404
404
401
4 04
404
404
svpl.
stipi,
stipi.
9
10
San ITcmeleiio y san Celed nio , márts.
Sania Cunegonda, cmp. y virg.
San Madi ó Medio. , mari.
Sari Marino, sold., y san Asteiio, sen.,
márts.
Los sanios Félix, Luciólo , Fortunato,
Marcia, y comps.. márts.
Los santos Cleónico, Eutropio, y Basilisco,
solds. y márls.
San Ticiano, obs. y eonf.
San "Wínwaloe ó VVinvvaloc, ab. y conf.
San I.amalisso, coni'.
San Lucio, papa y mari.
San Casimiro, cunf.
Los novecientos sani os mártires de Roma.
San Cavo Palatino, mari.
San Adrian, y sus veinte y tres comps.,
márls.
Los santos Arquelao, Cirilo, y Fucio,
márts.
Los santos Basilio. Eugenio. Agalodoro,
Elpidio, Elerio,Capitón, Efren,Néstor,
y Arcadio, obs. y márts.
San Adrian, ob. y márt.
San Focas, hort. y márt.
El beato Nicolás Factor, conf.
San Adrian, márt.
Los santos Eusebio, Palatino, y otros nueve
comps., márls.
San Teófilo, ob. y conf.
San Gerasimo, anac. y conf.
San Kiaran ó Keneiino, ob. y conf.
San Rogcrio, conf.
San Olegario, ob. y conf.
Sari Evagino, ob. y conf.
Sania Coleta, vírg.
Los santos Víctor. Victorino, Claudiano,
y Basa, márls.
San Marciano, ob. y márt.
San Corion, márt.
La Conmemoración de cuarenta y dos sanios
mártires de Siria.
San Basilio, ob. y conf.
San Crodegango. ob. y conf.
San ri (Ialino, ab. y conf.
San Baldredo, ob. y conf.
Las sanias Kineburga, Kincsvvida, Kinedrida,
y Tibba, virgs.
San Cadroas, inon. y conf.
Sanio Tomás de Aquino, doc. y conf.
Sania Perpetua y saina Felicitas, márls.
San Equino, ab. y conf.
San Eubulo, m.írl.
San Teófilo, ob. y conf.
San Pablo, ob. y conf.
San Gaudioso, ob. y conf.
San Pablo el Simple, anac. y conf.
San Julián, arz. y coni.
San Juan de Dios, conf. y fruid.
San Filemon, y san Apolonio , diác,
márls.
San Quintín, ob. y márt.
San Poncio, diác.
Los santos Cirilo,ob. Rogalo, Fé)!;, otro
Rogalo. Beala, üeieiiia, Felicitas, Urbano,
Silvano, y Manilo, márts.
San Félix, ob. y conf.
San Dulhako, ob. y conf.
San Sonati, oí), y conf.
San Salmodio ó Saumay, anac. y conf.
San Gregorio Niscno. ob. y conf.
Los sanios cuarenta inai tires de Sebaste.
Santa Francisca Romana ó de Foiiciani,
viu.
San Cirilo, y san Metodio, obs. y conf.
Santa Catalina de Bolonia, virg.
Los santos Cuadiado, Cipriano, Dionisio,
Aneto, Pablo y Crescendo, márls.
San Macario, ob. y conf.
San Cayo y san Alejandro, márls.
Loscuerenta y dos santos márts. dePersia.
San Víctor, márt.

ÍNDICE
San Drotovco, ¡ib. y conf. 458
San Alalas, ah. y coni'. 458
San Aiarkcssogo ó Kessogo, oh. y conf. supl.
San dilogie, presi), y mart. 458
Los sanios Hcradio, Zósinio, Cánilido, Piperion.
y otros veiiile comps. marts. 400
San Trólimo, y san L'alo, marls. 400
La Conmemoración de muchos santos
mártires de Antioquía. 400
San Gorgomo y san firmo, maris. 400
San ¡Milimio, oh. y mart.. 400
San (¡en.to, arz. y conf. 400
San Fermín, al), y conf. 40t
San Conslaiilino, conf. 401
San Pedro, coni'. 401
San Snfror.io. oh . y conf. 401
San Eloy de Córdoba, presi), y mart. supl.
San "lingo, oh. y conf. supl.
San ('.(insianlino, mart. supl.
Sair (¡regorio, papa y doc. 401
San Maniiliaiio, mart. 473
San Pedro, marl. 473
San Kgdurio. prcsb., y otros siete comps.,
marls. 473
San Ti'ól'anes, riron. y conf. 473
San Heriiardo. oh. y coni'. 473
San Palilo, oli. y coni'. srrp.
Santa Eufrasia, ó Eufrosina, virg. 473
Los sanios .Macedonio, Patricia, su esposa,
y .Modesta, hija ile amitos, lodos
marts. -477
Los sanios Ténselas, y Horres, su hijo,
Teodora, Niufudora, Marcos y Arabia,
maris. 477
San Sabino, niárt. 477
Sania Cristina, M'rgymárt. 477
San Rodrigo, prcsb., y san Salomon,
maris. 477
San Ansobino, oh. y conf. .477
San Nicci'oro, pair, y conf. 477
Santa ivennocha, virg. supl.
San Giraldo, oh. y conf. supl.
San Pubjuerio, al), y conf. supl.
Santa .Matilde, reina. 477
Santa Florentina, virg. 480
Los cuarenta y siete santos mártires ce
Roma. 481
San Pedro y san Afrodisio, maris. 4SI
San Euliquio, y sus comps. maris. 481
Los dos sanios monjes martirizados por
los longobardos. ,j.Sl
San Bonifacio, ob. y conf. supl.
San Longinos, sold, y márl. 481
San Raimundo, conf. y fund. 482
Santa Madiona, virg. y márl. 482
San Arislóbulo. oh. y márt. 482
San Jlenigro, márt. " 482
San Nicandro, mart. 482
Santa Leocricia, virg. y márt. 482
San Zacarías, papa y conf. 482
San probo, oh. y conf. 48:1
San Especioso, moii. y conf. 4S3
San Alualiaii, conf'. 4K:5
San Heriberlo, oh. y conf. 485
San Ciriaco, diác. y márl. 480
San Hilario, obs., y san Taciano, diác,
mints. 480
San Papas, márt. 487
San Julian, márt. 487
San Agapito, oh. y conf. 487
San Finían el Leproso, conf. supl.
San Patricio, ol>. y conf. 487
San José de Arímatea, conf. 490
La Conmemoración de muchos santos
mártires de Alejandría. 490
Sarr Pablo, márt. 4y0
San Agrícola, oh. y conf. 490
Santa Gertrudis, virg. y aba. 490
San Teodoro y san Alejandro, márts. 490
El arcángel san Gabriel. 490
Sarr Cirilo Jerosolirnitano, ob. y conf. 491
San Braulio, ob, y conf. 493
!LT, I.
El beato Salvador de Horla, conf.
San Alejandro, ob. y márt.
La Conineinoriiriou de diez mil santos
mártires de Nicomedia.
Los santos Trólimo y Eucarpio, márts.
San Eduardo el Joven, rey y conf.
San Frigdiano, ob. y conf.
San Anselmo, ob. y conf.
19 San José, esposo de la Medre de Dios.
Los santos Quinto, Quintilla, Cuartila,
Marros, y oíros nueve comps., marls.
San Palmario, márl.
San Apolonio y san Leoncio, obs.yconfs.
Los sanios Lamloaldo, prcsb., y Amando,
diác, confs.
San Juan, abad y conf.
San Alcmuiido, márt.
20 San Joaquín, padre de la Madre de Dios.
San Nicelo, ob. y conf.
San Arquillo, ob. y conf.
Los sanios Pablo, Cirilo, Eugenio,y otros
cuatro comps., márts.
SanlaF'ólima y sus dos hijos José y Víctor,
y los santos Sebastian, Analolio, Focio,
Fólides, Parasceves, y Ciriaca, todos
márts.
• Las santas Alejandra, Claudia, Eufrasia,
Matrona, Juliana., Eufemia, y Teodosia:
y sania Derfula, y una hermana
suya, todas mans.
San S'ulfrano, ob. y conf.
San Culberlo, oh. y conf.
21 San Benito, ab. y fund.
La Conmemoración de muchos santos
mártires de Alejandría.
Los santos Filemon y Domnino, márts.
San Ririlo, oh. y conf.
San Scrapion, ob. y conf.
Sarr Lupicino, ab. y conf.
San Scrapion el riinilónila, conf.
San Scrapion, ab. y conf.
San Endeo ó tirina, ab. y conf.
22 Santa Lea, viu.
Santa Catalina de Suecia, virg.
San Ambrosio de Sena, conf.
San Pablo, ob. y conf.
San Epafrodilo, ob. y conf.
San Saturnino, y sus nueve comps.,
márts.
Sania Calinica, y santa Rasilisa, márts.
San Basilio, prcsb. y márt.
San Octaviano, arced.. y muchos miles de
santos mártires de África.
San Bienvenido, oh. y conf.
23 San Victoriano, y sus comps., márts.
El beato José Oriol, prest), y conf.
Santo Tonino, arz. y conf.
San Fidel, sarr Félix, y otros veinte comps.
márl 5.
San Niccrr , y otros noventa y nueve
comps. márts.
Los simios Dionisio, Pelaya, Aquila,
Eparqnio, y Teodosia. márts.
San Teódulo, prcsb. y márt.
San Julián.
San Benito, mon. y conf.
Sarr Etewaldo, presb. y conf.
5,4 San Simón, inocente y márt.
San Agapilo, ob. y márl.
San Marcos y san Timoteo, márts.
San Pimenio, presb. y márt.
San Epimenio, presb. y márt.
Los sanios Timolao, Dionisio, otro Dionisio
, Pansidos, Rómulo , Alejandro,
otro Alejandro, y Agapio, marls.
Los santos Rómulo, y Segundo, hermanos,
márts.
San Latino, ob. y conf.
San Seleuco, conf.
San Guillermo de Norwich, márt.
25 La Anunciación de nuestra Sonora, y encarnación
del Hijo de Dios.

ÍNDICE DEL T. I. Yli
Los Dolores de nuestra Señora. 525 San Sixto III, papa y conf. Mi;
San Quirino, múrt. Mi Los santos Trisco, Maleo, y Alejandro,
La Conmemoración de doscientos sesenta márts. .';:íg
y dos mártires de Koma. 53! San Castor y san Doroteo, márts. 530
San Ireneo, ob. ymárt. 531 Los santos Rogato, Suceso, y otros diezy
Santa Dula. vírg. y márt. 53 2 seis comps., márts. 330
San Dimas, el buen ladrón. 532 San Guntrano, rey y conf. 530
San Felayo, ob. y conf. 532 29 Los santos Jonás y Uaraquiso, hermanos.
Los santos Baroncio y Desiderio, lrerms. márts. 539
y confs. 532 San Eustasio, ab. y conf. 539
San Ermelando, ab. y conf. 532 San Cirilo, diác. y márt. 539
San Cammino, ab. y conf. sup. Los santos Armogasto.MáscuIa, y Saturo,
2.li San Cáslulo, márt. 532 márts. '..3'.'
San Ludgerio, ob. y conf. 532 Los santos Paslor, Victorino, y otros siete
San Teodoro, ob., san Ireneo, diác, y los comps., márls. 539
santos Serapion y Ammonio, lees., io- San Segundo, márt. 539
dos márts. 533 San Gundteo, conf. supl.
Los santos Pedro, Marciano, Jovino, Te- San Marcos, ob. y conf. supl.
cías, Casiano, y otros comps., márls. 533 30 San Juan Climaeo, ab. y conf. 539
San Montano, presb., y santa Máxima, San Quirino, trib. y márt. 541
márls. 533 Los sanios Domnino, Víctor, y sus comps.,
Los santos Cuadrado, Teodosio, Manuel, márls. 5ÍI
y otros cuarenta comps., márts. 533 La Conmemoración de muchos santos
San Eutiqnio, subdiác. y márt. 533 mártires de Constantinopla, 511
San Félix, ob. y conf. 533 San Régulo, ob. y conf. SU
San Isacio, conf. 533 San Pastor, ob. y conf. 541
San Juan, crm. y conf. 834 San Zósimo, ob. y conf. 541
San Ruperto, ob. y conf. 535 San Clinio, conf. 511
San Alejandro, sold.y márt. 535 31 Santa Balbina, vírg. 541
San Fileto, sen., santa Lidia, su esposa, San Amos, prof. 541
y los santos Macedón y Teoprépides, El beato Amadeo . conf. 542
sus hijos, todos márts. 535 Los santos Tcódulo, Ancsio, Félix, Cor-
San Anfiloquio y san Cronidas, márts. 535 nelia , y sus comps., márts. '112
Los santos Zanila Lázaro, Marolas, San Benjamin, diác. y márt. 512
Narseles, y otros cinco comps., márts. 535 San Acacio, ó Acates, ob. y conf. supl.
28 San Esperanza, ab. y conf. 535 San Guido, conf. supl.
FIN.

Oías.
«Ic los santos enyas villas se contienen en este
ABRIL.
1 San ¡lugon, ob. y conf.
San Venancio, ob. y márt.
Sania Teodora, márt.
San Víctor y san Eslévan, márls.
San Ouinciano y san Ireneo, inárts.
San Macario, eonf.
San Valoneo, ab. y eonf.
San Meliton, ob. y conf.
San Gilberto, ob. y eonf.
2 Santa María Egipciaca, pen.
San francisco de Paula, conf. y fund.
San Abundio, ob. y conf.
San Aníiano, márt.
Santa Teodosia , vírg. y márt.
San ¡Sicccio, ob. y conf.
San Urbano, ob. y conf.
El beato Constantino II, rey y conf.
Santa Ebba, aba., y sus comps., márts.
Santa Bronaciía ó Bronnana, vírg. yaba.
;¡ Las santas Ágape, Quionia, é Irene, hermanas
, vírgs. y márts.
San Niceto , ab. y conf.
San Pancraeio , ob. y márt.
San Exagrio y san Benigno, márt.
San Ulpiano, márt.
San Ricardo, ob. y conf.
Santa Rurgundofora, vírg. yaba.
San Benito de Palermo, conf.
4 San Isidoro, arz. y conf.
San Platón , ab. y conf.
Los sanies Agatópodis, diác., y Teódulo,
lee., márts.
San Ambrosio, ob. y conf.
San Zósinias, anae. y conf.
ü San Vicente Ferrer, conf.
La Conmemoración de cinco santas vírgenes
, márts. de Lcsbos.
San Zenon,. márt.
La Conmemoración de gran número de
santos mártires de África.
La beata Catalina Tomás , vírg.
San (¡¡raido , ab. y conf.
San Tigernaeh, ob. y conf.
San Bccan, ab. y conf.
0 San Celestino, papa y conf.
San Timoteo y san Diógenes , márts.
San Platónides, y otros dos comps., márts,
San Marcelino, márt.
San Sixto I, |iapa y márt.
La Conmemoración de doscientos y veinte
mártires de llabiad ó Habiabena, en
Persia.
San Celso , arz. y conf.
San Guillermo, ab. y conf.
San Prudencio, ob. y conf.
7 San Caliopio, márt., y su madre santa
Tcoelia.
San Epifanio, ob. y márt.
San Saturnino, ob. y eonf.
La Conmemoración de doscientos santos
mártires de Sínope,
San llegesipo, conf.
San Afraates , anac. y conf.
San Ciríaco, y otros diez comps., márts.
San Peleusio , presb. ymáit.
San Alberto, conf.
El beato Hermano José, eonf.
San Finan, conf.
S San Dionisio, ob. y conf.
pur¡.
3
0
G
7
7
svpl.
supl.
7
•11
12
11?
13
13
13
13
Supl.
supl.
13
'13
13
15
13
15
15
13
13
•17
•18
18
18
28
28
2S
28
supl.
supl.
supl.
28
31
31
31
31
31
32
32
supl.
32
34
34
34
34
34
34
34
supl.
supl.
supl.
3í
Días.
Los santos Genaro , Máxima, y Macaria ,
márts.
Santa Concesa, márt.
San Amando, ob. y conf.
San Redeuto , ob. y conf.
Los santos Erodion , Asinerito , y Flegonle
, obs. y márts.
San Edesio , márt.
San Perpetuo , ob. y conf.
San Gualtero , ab. y conf.
San Alberto, patr. y conf.
San Alberto Magno , ob. y conf.
9 Santa Casilda, vírg.
Santa María Cleofé.
San Procoro, ob. y márt.
Los santos Demetrio, Conceso, Hilario ,
y sus comps., márts.
La Conmemoración de sicle santas vírgs.,
márts. de Sirmio.
San Acacio, ob. y conf.
San Marcelo, ob . y conf.
San Hugo , ob. y conf.
San Eupsiqnio, márt.
Santa Valtrudisó Vautrudis, viu.
Los santos mártires Masililanos.
La Traslación del cuerpo de santa Ménica.
Los mártires de Persia.
San Dottori, ab. y conf.
10 San Tercncio, y sus comps. .márts.
San Ezequiel, prof.
El Triunfo de muchos santos mártires de
Roma. .
San Apolonio, presb., y otros cinco comps.,
márts.
San Macario, ob. y conf.
San Bademo, ab. y márt.
La beata Mechtilde, vírg. yaba.
11 San Leon I, papa y conf.
San Domnino , oh., y ocho solds., márls.
San Felipe , ob. y conf.
San Eustorgio, presb. y márt.
San Isaac, mon. y conf.
San Barsanufio, anac. y conf.
San Antipas, márt.
San Guthlaco, crin, y conf.
San Maceai, ab. y conf.
12
13
San Aidon , ab. y conf.
San Sabas, márt.
San Víctor, márt.
San Julio I, papa y conf.
Sama Yisia, vírg. y márt.
San Constantino, ob. y conf.
San Damián, ob. y conf.
San Zenon, ob. y corif.
San Hermenegildo , márt.
San Justino el Filósofo , márt.
Los santos Carpo , ob., Papilo, diác, Agatónieo,
su hermana, Agatodoro, su
criado , y oíros muchos comps., mártires.
Los sanios Máximo, Quintiliano, y Dadas
, márts.
San tirso, ob. y conf.
San Guinocli, ob. y conf.
San Carador, presb. y conf.
14 Los santos Valeriano , Tiburcio , y Máximo,
márls.
Santa Liduvina, xírg.
San Pedro González, ó san Telmo, conf.

II ÍNDICE DEL T. II.
San Ardalion, mari. 55
San l'i'óculo , ob. y márt. 55
Santa Doninina, vírg. y márt. 55
Santa Tomáida , mari. 55
San Lamberto , ob. y conf. So
San Frontón , ab. y conf. 56
San Abundio , conf. 5C
Los sanios Antonio, Juan, y Eustaquio,
márts. stipi.
San Benito el menor , conf. stipi.
15 Los santos Olimpias y Maximo , márts. 56
Las santas Basilisa y Anastasia, vírgs. y
márts. -SO
Los santos Marón, Eutiques, Victorino,
y Flavia Domitila , márts. 57
SanEutiquio, márt. 57
San Crescente, márt. 57
San Teodoro, presb. , y san Pausilipo,
márts. 57
San Mundo , ab. y conf. stipi.
San Ruadhano, ab. y conf. supl.
16 Sania Engracia , vírg. y márt., y los diez
y ocho mártires de Zaragoza. 57
San Fructuoso, arz. y conf. 59
Santo Toribio, ob. y conf. 00
Los santos Optato, Lupercio, Suceso,
Marcial, Urbano, Julio, Quintiliano,
Publio, Frontón, Félix, Ccciliano,
Evencio , Primitivo, Apodcmio, y otros
cuatro , llamados Saturninos, márts. 01
San Cayo y san Gremendo , márts. 01
San Paterno, ob. y conf. 61
San Drogon , conf. 61
San Joaquín de Sena, conf. 62
San Lamberlo. márt. 62
Los sanios Calixto, Carisio, y otros siete
comps.. márts. 62
San Mans ó Magno, ob. y márt. supl.
17 San Aniceio , papa y márt. 82
La beata María Ana de Jesus, vírg. 62
San Eslevan , ab. y conf. 66
San Roberlo, ab. y conf. 66
SanMapálico, y oíros muchos comps.,
márts. 67
San Fortunato y san Marciano , márts. 67
San Pedro, diác, y san Hermógenes, su
ministro , márts. 67
San Elias, presb., san Pablo, y san Isidoro,
mons., márts. 67
San Panlágato, ob. y conf. 67
San Inocencio , ob. y conf. 67
18 San Perfecto, presb. y márt. 67
San Eleuterio y santa Ancia, su madre,
márts. 69
San Apolonio , sen. y márt. G9
San Caldino , ob. y conf. 09
El bealo Amideo , conf. 70
San Corcho , márt. 70
San Calocero , márt. 70
San Lascriano, ob. y conf. supl.
19 San Yicenle de Colibre , márt. 70
Los santos Hermógenes , Cayo , Espedito,
Arislónico , Rufo, y Gálata, márts. 71
San Timón, diác. y márt. 71
San Leon IX, papa, y conf. 71
San Etrego , ob. y márt. 71
San Ursmaro , ob. y conf. "71
San Sócrates y san Dionisio, márts. 72
San Pafnucio, márt. ''2
San Crescendo , suhdiác. y conf. 72
San Jorge , ob. y conf. 72
20 San Marcelino, ob. y conf. 72
Santa Inés, vírg. 73
San Sulpício y san Serviliano , márts. 73
Los santos Víctor , Zòtico , Zenon , Acindino,
Cesáreo, Severiano, Crisóforo,
Teorías, y Antonino, márts. 73
San Teodoro , conf. 73
San Teótimo , ob, y conf. 73
San Marciano, presb. 73
San Serf ó Servano, ob. y conf. supl.
- San Jaime de Esclavonia , conf. supl.
21 San Anselmo, ob. y conf. 73
San Anastasio el Sinaíra , palr. y conf. 78
San Simeón, ob. y márt. 78
Los sanios Arador, presb., Fortunato,
Félix , Silvio , y Yidal, todos, márts. 79
Los sanios Apolo, Isacio, y Crolates , márts. 79
San Anastasio el menor , patr. y márt. supl.
San Beuno ó Beunor, ab. y conf. supl.
San Eingan ó Eneon , conf. supl.
San Malrubio, márt. sulp.
22 Los sanios Sotcro y Cayo ,, papas y márts. 79
San Apeles y san Lucas, márts. 79
San Epipodio y san Alejandro, márls. 80
San Leónides , márt. 80
San Teodoro , ob. y conf. 80
El Triunfo de muchos sanios mártires de
Persia. 80
Los santos Parmenio , Hclimenas , y Crisotelo,
presb., Lucas y Mudo, diács.,
todos márls. SO
San Leon, oh. y conf. 80
Santa Opportuna, vírg. y aha. supl.
San Rufo ó Rufino , anac. y conf. supl.
23 San Jorge , márt. 81
San Adalberto , ob. y márt. 82
San Gerardo, ob. y conf. Si
San Félix, presb., y los santos Fortunato,
y Aquileo , diács., todos márts. 84
San Marolo, ob. y conf. Si
San Ibar ó Ivor , ob. y conf. stipi.
21 San Gregorio, arz. y conf. 85
San Fidel de Signiaringa, márt. 86
San Melito , ob. y conf. 89
Santa Bona y santa Doda , vírgs. 89
San Sabas, y sus comps., márts. S9
San Alejandro, márt. 89
Los santos Eusebio, Neon , Leoncio, Longinos,
y otros cuatro comps. márts. 89
San Honorio , ob. y conf. 89
San Egberlo , mon. y conf. 89
25 San Marcos , evangelista y márt. 89
San Ardano, ob. y conf. 92
Los santos Evodio , Hermógenes , y Calixto
, márts. 92
San Estovan , ob. y márt. 92
San Filón y san Agatópodis, diács.y confs. 92
San Erminio, oh. y conf. 92
San Macado ó Maculi, conf. supl.
San Febadio ó Fiari, ob. y conf. supl.
San Ivon ó Ivia , ob. y conf. supl.
San Kevio, oh. y conf. supl.
20 San Cleto , papa y márt. 92
San Marccdno , papa y márt. 93
Nuestra Señora del Buen Consejo. 93
San Ricario , presb. y conf. 93
San Clarcncio , ob. y conf. 91
San Basilio ob. y márt. 94
Santa Exuperancia , vírg. y márt. 94
San Lucìdio , ob. y conf. 94
San Pedro , ób, y márt. 94
San Pasrasio Raiibcrlo , al), y conf. supl.
27 San Anastasio , papa y conf. 94
San Pedro Armcngol, márt. 95
San Antimo , ob., y otros muchos , márts. 101
Los santos Castor y Estovan , márls. 101
San Tertuliano, ob. y conf. 101
San Teófilo, ob. y conf. 101
San Juan , ab. y conf. 101
Santa Zita , vírg. 101
28 San Vital, márt. "102
San Prudencio , oh. y conf. 102
San Polion, y comps., márts. 103
San Patricio, oh., san Acacio, san Monandro
y san Polieno, márts. 103
Sania Teodora y san Didimo , márts. 103
Santa Valeria, esposa de san Vital y
márt. 103
San Marcos, ob. y márt. 103
San Panfilo, ob . y conf. 103
Los santos Afrodisío, Caralipo, Agapio, y
Eusebio, márls.
San Cronan, ab. y coñf.
1 o ;
*

29 San Pedro, niárt. 10:5
San Roberto, ab. y fund. 108
San Hugo, ab. y conf. 108
San Tiquico, conf. 108
Los sanios Agapio y Secundino, obs. y
márts. 108
Los siele ladrones, márts. 108
San Paulino, ob. y conf. 108
San Tiachna, mon. y conf. svpl.
30 Santa Catalina de Sena, vírg. 109
San Pelegrin, conf. 110
San Maximo, mari. ¡Ib'
San Jaime, san Mariano,y comps., márls. 11O
San Erconvaldo, ob. y conf. 110
San Eutropio, oli. y niárt. 110
Los sanios Amador, presb., Pedro, mon.,
y Luis, márls. 11G
San Lorenzo, márt. 117
San Donato, ob. y conf. 117
San Severo, ob. y conf. 117
Santa Sofía, vírg. y márt. 117
San Adyutor. conf. supl.
M A Y O .
1 San Felipe, apóstol. 117
Santiago el menor, apóstol. 11 g
Sania Valburga, vírg. y aba. 120
San Jeremías, prof. 121
San Segismundo, rey. 121
San Andeolo, subdiác. y márt. 121
San Orencio y sania Paciencia, márts. 121
San Amador, ob. y conf. 121
San Asafo, ob. y conf. 122
San Orondo, ob. y conf. 122
Santa Grata, viu. 122
San Marculfo, ab.y conf. stipi.
San Brinco, ob. y conf. supl.
San Acio y san Aclieolo, márts. supl.
2 San Atanasio, ob. y conf. 122
San Antonino, arz. y conf. 131
Los santos Saturnino, Neopolo,Germán,
y Celestino, márts. 13o
Los santos Exupcrio y Zoe, su esposa;
Ciriaco, y Tcódulo, sus hijos, todos
márts. 13o
San Félix, diác. y márt. 133
San Vindemial, ob. y márt. 135
San Segundo, ob. y conf, 133
Los santos mártires cartujos de Inglaterra.
135
La Invención de la sania cruz. 135
San Juvena!, ob. y conf. 138
San Alejandro y santa Antonina, márts. 13S
San Timoteo y santa Maura, su esposa,
márts. 138
Los santos Diodoro y Bodopiano, márts. 138
San Soslenco y san Ugucion, confs. 138
Los sanios Alejandro, papa, Evencio, y
Tcódulo, presb., todos márts. 13S
Santa Monica, viu. 140
San Silvano, ob. y márt. 142
San Ciríaco, ob. y márt. 142
San Porfirio, presb. y márt. 142
Sania Antonia, márt. 142
San Godoardo, ob. y conf. 112
San Florian, márt. 142
Santa Pelaya, vírg. y márt. 142
San Paulino, diác. y márt. 142
San Ycnerio, ob. y conf. 143
San Curcodcmo, diác. y conf. 143
San Sacerdote, ob. y conf. 143
San Angelo, márt. 143
Santa Cresccnciana, márt. 148
San Silvano, márt. 148
San Eutimio, diác. y márt. 148
San Ireneo, san Peiegrin y santa Irene,
márls. 148
San Joviniano, lee. y márt. 188
San Máximo, ob. y conf. 148
San Eulogio, ob. y conf. 149
San Nicccio, ob. y conf. 149
INDICE DEL T. II.
San Teodoro, ob. y conf.
San Geruncio, ob. y conf.
La Conversión de san Agustín.
San Sacerdote, ob. y conf.
San Hilario, ob. y conf.
San Mauronle,ab. y conf.
San Avcrtino, diác. y conf.
0 San Juan Ante-portam-lalinam.
San Juan Damasceno, conf.
San Evodio, ob. y márt.
San Lucio, ob. y márt.
Los santos Eliodoro, Venusto, y otros setenta
y cinco márts.
San Tcodolo, ob. y conf.
San Protógcnes, ob. y conf.
San Eadberto. ob. y conf.
Santa Benita, vírg.
La Traslación del cuerpo de san Mateo,
apóstol.
7 San Estanislao, ob. y márt.
San Pio V, papa y conf.
San Juvenal, márt.
Los santos Flavio, Augusto y Agustín,
hermanos, márls.
San Cuadrado, márt.
San Pedro, ob. y conf.
San Juan, ob. y conf.
San Benedicto, papa y conf.
La Traslación del cuerpo de san Estovan,
protomártir.
La aparición de san Miguel, arcángel.
8 San S r
iclor, márt.
San Acacio,márt,
San Dionisio, ob. y conf.
San Eladio, ob. y conf.
San Pedro, arz. y conf.
San Wiron, ob. y conf.
La Conquista de Oran.
San Odriano, ob. y conf.
San Gibriano ó Gohriano, presb. y conf.
9 San Gregorio Naciance.no, ob. y doc.
San Hermas, ob. y conf.
Los trecientos y "diez santos mártires de
Persia.
San Geioncio, ob y márt.
San Beato, conf.
La Traslación de san Andrés, apóstol, de
san Lucas, evangelista, y de san Timoteo,
discípulo del apóstol san Pablo.
La Traslación de san Gerónimo, doc.
La Traslación de san Nicolás, ob.
San Gregorio, ob. y conf.
San Nicolás , ob. y conf.
San Brynolli, ob. y conf.
10 Los santos Gordiano y Epimaco, márts.
San Job, prof.
Los sanios Calepodio, presb.; Palmado
11
cons., con su esposa é hijos, y otros cuarenta
y dos; Simplicio, sen., su esposa,
y otros sesenta y ocho; y Félix y Blanda,
esposos, todos márts.
Los santos Alfio, l'iladclfo, y Girino, márts.
San Cuarto y san Quinto, márts.
San Discórides, márt.
San Cataldo, ob. y conf.
San Nicolás Albergalo, ob. y conf.
La Invención de los sanios mártires Nazario
y Celso.
San Comgall, ab. y conf.
San Mayólo, ali. y conf.
San Anastasio, y sus comps., márts.
San Mamerto, ob. y conf.
San Antimo, presb. y márt.
San Evelio, márt.
Los santos Sisinio , Dioclecio , y l'Iorenrencio,
márls.
San Gangulfo, márt.
San Iluminado, conf.
San Eudaldo, márt.
13 Los santos Nereo, Aquüeo , y Domilila,
márts.
San Pancracio, márt.

INDICE DEL T. II.
IV
Santo Domingo de la Calzada, conf. 183
San Epifanio , ob. y conf. 185
San Cernían , ob. y conf. 185
San Dionisio , conf. 188
Sao Felipe , presb. y conf. -188
San Modoaldo ob., y conf. I8S
Sania Rietrudis , aba. supl.
13 San Gervacio, ob. y conf. 188
La Dedicación de la iglesia de santa Maria
de los Mártires. 189
San Juan Silenciario , ob. y conf. 190
San Pedro Regalado , conf. 190
San Mucio, presb. y márt. 190
Santa diceria , vírg. y márt. 190
La Conmemoración de un gran nùmero
de santos mártires de Alejandría. 190
li San Bonifacio , márt. 190
San Pacomio , ab. y conf. 192
San Pondo , márt. 197
San Pascual, papa y conf. 198
Los santos Victor y Corona , márls. 198
Las sanias Justa, Justina, y Enedina,
márts. 198
San Bonifacio , ob. y conf. 198
San Pomponio, ob. y conf. -198
San Cartago, ob. y conf. supl.
i¡> San Isidro, labrador. 198
San Torcuato, y los otros seis santos
comps. suyos , obs. 203
Santa Dimpna, vírg. y márt. 207
San Manciù,.márt. 208
San Isidoro, márt. 208
Los santos Pedro, Andrés, Pablo, y Dionisia
, márts. 208
San Simplicio ob. y márt. 208
Los santos Casio, Victorino, Máximo, y
otros comps., todos márts. 208
San Gencbrardo ó Geneberno, presb. y
márt. supl.
10 San Peregrino, ob. y márt. 20.8
San Juan Nepomuceno , presb. y márt. 209
San Ubaldo , ob. y conf. 211
San lirendano, ab. y conf. 211
San Aquilino y san Victoriano , márts. 211
San Pelegrin , ob. y márt. 211
Los santos Félix y Gennadio , márts. 211
Los santos monjes márts. de Palestina. 211
San Audas, ob., siete presbíteros , nueve
diáconos , y siete vírgenes, todos márts. 211
San Honorato, ob. y conf. 211
San Doninolo , ob. y conf. 211
San Fidolo, ab. y conf. 212
Santa Máxima , vírg. 212
SanPosidio, ob. y conf. 212
San Simon Slock , conf. supl.
San Abdas , ob. y márt. supl.
17 San Pascual Bailón , conf. 2I2 :
San Torpctes , márt. 21 i
Santa Restituía vírg. y márt. 214.
Los santos Eradio, Pablo, Aquilino, y
otros dos comps., todos márts.. 214
San Solocon,y sus comps., márts. 214
Los sanios Adrian, Víclor, y Basila,
márts. 213
San Bruno, ob. y conf. 213
San Maden ó Maderno , conf. supl.
San Mavv , conf. supl.
San Cafan , ob. y conf. supl.
San Sitavo ó Silano , ob. y conf. supl.
18 San Venancio, márt. 213
San Félix de Cantalicio , conf. 216
5an Pontamion, ob.ymátt. 226
San Enrique ó Erico, rey y márt. 226
San Dioscoro , lee. y márt. 227
San Félix , ob. y márí. 227
San Teodoto, tabernero, y las santas
Tecusa, su lia,. Alejandra, Claudia,
Faina, Eufrasia, Matrona, y Julita,
vírgs., lodos márts. 227
19 Santa PUenciana ó Pudenciana, vírg. 227
San I\on, presb. y conf. 227
San Dunslano,.arz..y conf. 229
San Pedro Celestino, papa y conf.
San Pudente, conf.
San t'.aloccro y san Parlenío, márts.
San l-'ilotero, márt.
Santa Ciriaca, y cinco compás., todas vírgs.
y márts.
20 San Bernardino de Sena conf.
Santa Basila, vírg. y márt.
San Baudilio , márt.
San Talalco , méd., y sus comps. san Asterio
y san Alejandro , lodos márts.
San Aquila, márt.
San Austregisilo, ob. y conf.
San Anastasio , ob. y conf.
San Teodoro , ob. y conf.
Santa l'lautila, mátr.
San Etelberlo, rey y márt.
San Ivon , ob. y conf.
21 San Hospicio, conf.
San Seennrlino, márt.
Los sanios Timoteo, Polio, y Eutiquio,
márts.
Los santos Polieuto, Viclorio, y Donato,
márls.
Los santos Sinesio y Tcopompo márts.
Los santos Nicostrato y Antioco, márts.
San Valente, ob., y tres uinos, márts.
San Segundo, presb. , y otros comps.,
márls.
San Godrico , crm. y conf.
22 Santa Quiteña , vi i g. y márt.
Santa Rita de Casia, viu.
Santa Elena, vírg.
Los santos Faustino, Timoteo, y Venusto,
con otros comps., lodos márts.
Los santos Casto y Emilio, márts.
Santa Julia , vírg. y márt.
San Basilisco, márt.
San Marciano , ob. y conf.
San Roman, ab. y conf.
San Fulco, conf.
San Anton, conf.
San Bobon, conf.
San Conall, ab. y conf.
23 San Desiderio , ob. y márt.
La Aparición de Santiago, apóstol-
San Desiderio, ob. y márt.
La Conmemoración de muchos santos mártires
de- Capadocia y Mesopotomia.
Los santos Epilacio j Basileo, márts.
Los santos Quinciano, Lucio , y Julián,
con otros muchos, todos márts.
San Miguel, ob. y conf.
San Mercurial, ob. y conf.
San Eusebii, ob. y conf.
Los santos Éuliquio y Florencio, mons.
y confs..
24 Los santos Donacíano y Rogaciano, hermanos,
márls.
San Juan Francisco de Regís, conf.
San Monahen, prof, y doc.
Santa Juana.
San Vicente, márí.
Sania Afra, márt.
Los santos Zoclo, Servelio, Félix, Silvano,.
y Diocles,, márts.
San Melecio, y doscientos cincuenta y dos
comps., y las santas Marciana, Susana,
y Paladia, lodos márts.
San Vicente, conf.
San Juan de Prado, presb. j márt.
San Robusliano, márt.
23 San Urbano, papa y márt.
San Cenobio , arz. y conf.
Santa Maria Magdalena de Pazzis, vírg.
San Gregorio VII, papa y conf.
San Pasicrates, san Valericion, y otros dos
comps., márls.
San Dionisio , ob. y conf.
S.n Bonifacio IV, papa y conf.
San Aldelmo , ob. y conf.
Los sanios Máximo y Venerando, márts.

San Dnmliade, ab. y conf. supl.
26 San Felipe Ncri, conf. y fund. 266
San Eleulerio, papa y márt. 277
Los sanios Simitrio, presb., y veinte y dos
comps., márts. 278
San Zacarías, ob. y márt. 278
San Cuadrado, y comps.. maris. 278
Los sanios Felicísimo,Heraclio, y Paulino
, márts. 278
San Prisco , y otros muellísimos, márts. 2~8
San Agustín, ob. y conf. 2~8
San Cuadrado, ob. y conf. 279
San Odmaldo , ab. y conf. supl.
27 San Juan , papa y márt. 279
El venerable Reda, presb. y conf. 281
San Julio , márt. 281
Santa Restituía, vírg. y márt. 281
San Raiuiifu , márt. 282
San Hutropio, ob. y conf. 282
28 San German , ob. y conf. 282
San Justo, ob. y conf. 284
San Podio, ob. y conf. 2S4
San Caí auno , márt. 284
Los santos Emilio , Félix, Príamo, y Luciano
márts. 284
Santa Klcónida, márt. 284
Los santos Crecente , Dioscórides, Pablo,
y Eladio , márts. 284
La Conmemoración de muchos santos
monjes de Palestina , márts. 284
San Senador, ob. y conf. 284
29 San Maximino, ob. y conf. 285
San Conon, y su hijo, márts. 280
Los santos Sisiniu , Martirio, y Alejandro,
márts. 286
San Reslituto , márt. 286
Santa Teodosia , y otras doce matronas,
márts. 2SG
La Conmemoración de mil quinientos
veinte y cinco mártires de Camerino. 2S6
San Máximo, ob. y conf. 2S6
San Kleuterio, conf. 286
San Cirilo, márt. snpl.
30 San Félix, papa y márt. 286
San Fernando , rey y conf. 287
Sarr Gavino y san Crispido, márts. 302
Los santos Sico y Palatino, márts. 302
San Exuperancio , ob. y conf. 302
San Anastasio , oh. y conf. 302
Los santos Basilio v Emelia , su esposa,
coufs. " 302
San Walslano, conf, supl.
San ¡Madelgisilo , conf. supl.
31 Santa Petronila , vírg. 302
Los santos Cancio, Canciano, y Cancia^
nrla , hermanos, márts. 303
San Crcseenciano , márt.. 303
San llermias, sold, y márt. 303
San Lupicino, ob. y márt. 303
Sari Pascasio, diác. y márt. 303
JUNTO
1 San Simeon , mon. y conf.. 303
San Fortunato , presb. y conf. 303
San .luvencio , márt. 303
San Rever ¡ano, san Pablo, y otros diez,
todos márts. 303
San Tespecio , márt. 303
San Isquirion , y otros comps., márts. 304
San Firmo , márt. 304
San Felino y san Graciniano , márts.. 304
San Próculo , márt.. 304
San Segundo , márt. 301
San Cresccnciano, márt. 304
San Caprasio, ab. y conf. 304
San Enccon, ab. y conf. 304
Los santos Panfilo, presb., Valente, diác.,
Pablo , y otros nueve, todos márts. 304
San Pedro de Pisa , conf. y fund. supl.
San Wistano, márt. supl.
2 Los santos Marcelino y Pedro , márts. 304
INDICE DEL Т.П.
San Eiasmo, ob. y márt. зпо
San Juan de Ortega, conf. Зоб
San Nicolás, pereg. y conf. 3o8
Los sanios Fot ¡no, ob., Diácono,. Veeio,
Epagato, Maturo, Politico, Riblidcs,
Alalo, Alejandro, y sania Blandiría,
con otros muchos comps., todos márts. 309
San Eugenio 1, papa y conf. 309
3 Sun Knae, mon. y márt. 509
San Pergcnlino y san Lorentino , con otros
comps., márts. „4 0
San Luciliano , y cuatro niños, llamados
Claudio, tpacio, Pablo, y Dionisio, todos
márts. 310
Santa Paula , vírg., y márt. 310
San Cecilio , presb. y márt. 310
San Lifardo, presb. y conf.. 3!0
San Dawno , conf. 31 I
Santa Oliva , vírg. 31 I
Santa Clotilde, re ina. 3 i I
San Coemgcno ó ¡Cervino, ob. y conf. supl.
San Genesio ó Ginés , oh. y conf. supl.
4 San Quirino, ob. y inárt. 311
El bealo Francisco Caracciolo, conf. y
fruid. 3 12
San Clateo, ob. y márt. 316
San Arecio y san üaciano, márls. 310
San Rutilo , y dos comps., márts. 316
San Quirino, mail. 316
Santa Saturnina , vírg , y márt. 316
San Opiato , ob. y conf. 316
San Melrófaiies , ob. y conf. 31­6
San Alejandro , oh. y conf. 317
San Guanero ó Waltc­ro. ab. y conf. supl.
San Guallero, ab. y conf. supl.
San Petroco, ab. y conf. supl.
Santa Breara ó Breaga,vírg. supl:
Santa Buriana. supl.
Santa Nenooc ó Nenuoc, vírg. sup'.
5. San Bonifacio , arz. y márt. 317
San Doroteo, presb., y márt. 3 20
Los santos Marciano , Nicanor, Apolonío,
y otros comps., todos márts. 320
San Sancho , márt. 320
Los sanios Florencio, Julián, Ciríaco,
Marcelino, y Faustino, márls. 321
Las santas Zenaida, Ciria, Valeria, y
Marcia , márts. 521
San Doroteo el Tebano , ab. y conf. supl.
6 San Norberto , arz. y conf. 321
San Artemio y las santas Cándida y Paulina
, márts. 324
Los veinte santos mártires de Tarso, en
Ciucia. 32 4
San Amando, san Alejandro, y sus comps.,.
márls. 324
San Alejandro, ob. y márt. 324
San Eustorgio, oh. y conf. 324
San Juan , ob. y conf. 324
San Claudio, ob. y conf. 324
San Felipe el Diácono , conf. supl.
San Gudwalo ó Godwall, ob.y conf. supl.
1, San Pedro, y cinco enmps., morís, y márls. 325
San Pablo,, ob. y márt. 325
San Licarion, márt.. 326
San Roberto, ab. y conf.. 226
San Colman, oh. y conf. _ supl.
San Godesralco, y sus comps., márts. supl.
San Meriadeco, ob. y conf. snpl.
8 Los santos Medardo y Gildardo, hermanos,
obs. y confs. 326
San Maximino, ob. y conf. 328
Santa Caliopa, márt. 328
San Wilbclmo, arz. y conf. 328
San Eutropio, oh. y conf. 528
San Heraclio, ob. y conf. 329
San Clodulfo, ob. y conf.. 329
San Salustiano,. conf. 329
San Severino, ob. y conf. 329
San Victorino, conf. 329
San Guillermo, arz. y conf. supl.
Sarta Sira. supl.

у I INDICE DEL Т. И.
9 Los santos Primo y Feliciano, hemiarios, San Ticon , oh. y corif. 3Gi
m a,. l s 329 San Sinuliano, ob. y conf. obi
San Maximiaiio o ti y conf. 330 17 Los santos Manuel, Sabel, é Ismael, lier­
San.inlian. morí, y conf. 331 manos, márts. 364
San Vicente, míirt. 331 La Conmemoración de doscientos sesenta
San itioardo', oh. y conf. 331 y dos santos mártires de Roma. 3GG
^anta Pelada, vírg. y márí. 331 San Montano, sold. y márt. 3GG
San Columno^ ab. y conf. 331 San Nicandro, y san Marciano, márts. 3««
10 Sama Margarita, reina. 331 San Avito, ab. y conf. 300
Santa Oliva, vírg. y mail. 334 Los santos Isauro, Inocencio, Félix, Je­
I.o­ santos Ceñido, Cereal, Amancio, y remías , y Peregrino , márts. 307
Primitivo, márts. 334 San linei io, oh. y conf. 3G7
Los santos liasilides, Trípodes, Manda­ San Besarion, anac. y conf. 3G7
les. v olios veinte comps., márts. 334 San Gundulfo, ob. y conf. 367
Saiv Zacarías, márt. 331. San Ipacio, conf. 307
San Timoteo, ob. y márt. 331­ San Reineno, conf. 3G7
San Crispido v san Restituto, márt. 334 San liotulfo, ab. y conf. supl.
Los sanios Ar'ecio, Rogato, y otros quince San Molingo, ob. y conf. supl.
comps., márts.
;5;íi
' San Prior, crin, y conf. supl.
San .Maurino, al), y márt. 334 18 Sau Marcos y san Marccliano, hermanas ,
San Censorio, ob. 5 conf. 334 márts. 3(17
San Asterio, ob. y conf. 333 El beato Gregorio Barbarigo, card, y conf. 309
San Lamierino, ob. y conf. supl. San Amando, ob. y conf. 377
San Compre de Treviso, conf. supl. San Ciriaco y santa Paula, vírg.,márts. 377
11 San Bernabé. apóstol. 33o Los santos Leoncio, Ipacio, trib., y Teó­
Los santos Félix y Fortunato, hermanos, dtilo, márts. 378
márts. 337 San Eterio, márt. 378
San Parisio, conf. 338 Santa Marina, vírg. 378
La Traslación de san Gregorio Naeianceno. 338 San Calogero, eim. y conf. 378
Santa Toeliumra, virg. supl. Sania Isabel, vírg. 378
Santa Tocliumra. supl. 19 San Gervasio y san Protasio, márts. 378
12 Los santos Basilidcs, Cirino, Nabor, y Na­ Santa Juliana de Falconeri, vírg. 38o
zar:o, márts. 338 San ürsicino, márt. 381
San Onofre, conf. 338 San Zósimo, márt. 3S1
San Juan de Saliagun, conf. 340 San Caudencio y san Culmacio, márts. 381
Santa Antonina , márt. 340 San Bonifacio, ob. y márt. 381
San Olimpio, ob. y conf. 341 San Die ó üeodato, ob. y conf. supl.
San Anfión, ob. y conf. ЗЯ 20 San Silverio, papa y márt. 381
San Leon Ili. papa y conf. 311 San Novato, prest)., у conf. 383
San Eskiilo, ob. y mari. supl. San Macario, ob. y conf. 383
San Teman, ob. y conf. supl. San Pablo, y san Ciriaco, con otros muchos
13 San Antonio de Pailua, conf. 341 comps., márts. 283
Santa Folíenla, vírg. y márt. 347 San Gobain, presb. y márt. supl.
Los sanios Fortunato y Luciano, márts. 347 Santa Idaberga ó Edburga, vírg. supl.
Sania Aquilina , virg. y inárl. 347 San Bain ú Omer, ob. y conf. supl.
San Peregrino, ob. y inárt. 347 21 San San Lrris Gonzaga, conf. 383
San Fandüa , presi), y márt. 347 Los santos Acacio y JJolíades, con diez mil
San Trifilo , ob. y conf. 348 comps., márts. 390
Sania ììainliiiade, vírg. supl. San Eusebio, oh. yconf. 398
14 San Basilio Magno, oh. y doc. 318 San Lenlfrido, ab. y conf. 398
San .Marciano, ob. y conf. 33o San Albano, márt. 39S
San Rufino y san Valerio , márts. 356 San Ursicino, ob. y conf. 399
Los sanios Anastasio, presb., Félix, mon., San Marlin, ob. yconf. 399
y Digna, vírg., todos márts. 33G Los santos Ciriaco y Apolinar, márts. 399
San Melodie, ob. y conf. 356 San Rufino y santa Marcia , márts. 399
Sin Eterio , ob. y conf. 35G Santa Demetria, vírg. y márt. 399
San Quinciano, ob. y conf. 35G San Terencio , ob. y márt. 399
San Eliseo, prof. 33G San Ralf ó Ralfo,arz. y conf. Supl.
San Dormaci, conf. supl. San Melanio ó Meen, ab. j conf. supl.
Sui Nehemías ó .Nonno, ab. y conf. supl. San Aaron, ab. y conf. stipi.
San Salmodio, erm. y conf. . 22 San Paulino , ob. у conf. 399
lo Los santos Vito , Modesto , у Crescencia, San Albano mari. 402
márts. 3o7 La Conmemoración de mil cuatrocientos
San Próspero Aquilano, ob. y conf. 338 y óchenla márts. de Palestina. 403
San Bernardo de :Mentón, conf. 339 San Flavio Clemente , cons. у mari. 403
San Lamichilo , ali. у conf. 300 San fs'iceas, ob. y conf. 403
San iisiquio у san Julio, solds. y márts. 300 San Juan, ob. y conf. 403
Santa Benilda , márt. 300 Santa Consorcia, vírg. 403
San Dulas , mari. 300 23 Santa Edildrida, reina y vírg. 403
Las santa Libia , Leónides , у Eutropia, San Juan , presb. y márt. 404
márts. 360 Sania Agripina, vírg. y márt. 404
San Abrahan , coni. 3G0 San Félix, presb. y márt. 404
San Vango, erm.y conf. supl. La Conmemoración de muchos santos
El bealo Gregorio, ob. y conf. supl. mártires de Nicomedia. 404
!0 Santa Lntgai dis ó Lutgarda , vírg. 301 San Zenon у san Zenas , márts. 404
San Aureliano, oh. y conf. 3«3 Santa Maria de Oignies. supl.
San ISreimon, ob. y conf. 3G3 24 La Natividad de san Juan Bautista. 404
• Los santos Forreólo, presb., yFerrucion, La Conmemoración de muchísimos sandiar.,
márts. ЗСЗ los mártires de Roma. 408
San Quirico y santa .lulita , márts. 303 Los santos Orerrcio, Ilei os, Farnacio, Fcr­
San.Aurco.y sania Justina, márls. 3G3 min,Firmo,Ciriaco,y Longinos,márts. .409

San Agoardo y san Agliberto, con otros innumerables
cristianos , todos marts. 409
San Simplicio , ob. y conf. 409
San Fausto, y otros veinte y tres comps., 28
márts. 409
San Teodulfo, ob. y conf. 409
San Juan Terestes, erm. y conf. 409
San Bartolomé, mon. y conf. supl.
25 San Máximo , ob. y conf. 410
San Guillermo,conf. 410
San Galicano , márt. 410
San Adelberto, conf. 410
Santa Febronia , vírg. y márt. 410 29
San Sosipatro , ob. y conf. 411
Santa Lucía , vírg., con otros veinte y dos
comps., márts. 411
San Antidio ob. y márt. 411
Santa Eurosia, vírg. y márt. 411
San Moloc, ob. y conf. supl.
20 San Juan y san Paulo , márts. 411
San Pelayo, márt. 414 30
San Vigílio , ob. y márt. 41o
San Antelmo, ob. y conf. 415
San Maxencio , presb. y conf. 415
San salvio, ob., y san Superio, su discípulo
, márts. 410
San David , erm. y conf. 410
San Babolcn, ab. y conf. supl.
2" San Zoilo , márt. 410
San Juan, presb, y conf. 417
San Ladislao I, rey y conf. 417
ÌNDICE DEL T. II. VII
FIN.
San Crescente, ob. y màrt. 4ir
San Anecto, màrt. 417
San Sanson , presb. y conf. 418
San Leon 11, papa y conf. 418
San Ireneo, ob. y màrt. 418
San Pablo 0 Paulo I, pana y conf. 420
Los santos Plutarco , Sereno, otro Sereno,
Heràclides, Éron, Raida , Potamiena
, y Marcela, màrts. 420
San Argimiro , màrt. 421
San Benigno, ob. y màrt. 421
San l'apio ó Papias , màrt. 421
San Pedro, principe de los apóstoles. 421
San Marcelo y san Anastasio, màrts. 428
San Siro, ob. y conf. 428
San Casio , ob. y conf. 428
Santa tienila, virg. 429
Santa Maria, madre de Juan, llamado
Marcos. 429
Santa Flemma , viu. supl.
San Pablo, apóstol. 429
Santa Lucina, màrt. 43«
Santa Potamiana , santa Marcela y san Basilides
, màrls. i3ii
San Marciai, ob., y los santos Alpiniano y
Astridiano , prebs. 437
SanCayo, presb., y san Leon subdiàc,
màrts. 437
Santa Emiliana, màrt. 437
San Ostiano , presb. y conf. 437

SUPLEMENTO.
lYoticiade variossantos, que, auiitjuc no estén continuados en el Mar­
tirologio romano, se Teiiernii en muchos pueblos, y los traen au­
tores «le nota.
Días. ENERO.
4 Santa Fanchea ó Faina, virgen. —Dícese
que vivió en el siglo VI y que fué abadesa.
Venérase en Vesler.
San Mochua ó Moncaino o Ctitano, abad
¡¡confesor.—Fundó muchas iglesias; floreció
en el siglo VI. Vivió noventa y nueve
años.
San Mochua de Bella, ó Cronan, confesor.—
Fundó el monasterio, ahora ciudad
de Baila, en Connaughl. Véase Bollando,
pág. 49.
2 San Adalar do ó Adelardo ó Alardo, abad
y confesor. — Su padre fué hermano del rey
l'ipino. Tomó el hábito en 773. Fué muy carilalivo;
murió en 827.
4 San Ihimon, obispo y confesor.—Vilson
le conlinúa en su Martirologio inglés. Venerante
en Tavistock, condado de Devon.
ü San Pedro, abad y confesor.—Le menciona
Beda. Fué abad en Canlorberv ; murió
en 608.
7 San Ccdd, obispo y confesor. — Floreció
en el siglo VIL Beda y el Martirologio inglés
hablan de él.
Sania Kenligerna, viuda.—Fué muy
humilde, de costumbres austeras, y murió
en 782, religiosa.
SanAldrico, obispo y confesor. — Nació
por los años de 800. Fué eleclo obispo ele
Mans en 832 y murió en 856.
San Thillon ó Theau, presbítero y confesor.
8 Santa Pega, virgen. — Nació de sangre
real de los príncipes de Mercia; hizo vida
muy austera y murió en 719.
San Vulsiho, obispo y confesor.—Fué
obispo de Shirebiiru; murió en 873.
San Nalhalan, obispo y confesor. —Renunció
á cuantiosos bienes. Obispo de Aberdona,
murió en 452.
!) San Brithwaldo, arzobispo y confesor.—
Murió en 731 en su arzobispado de Cantorbe
ry.
San Felan ó Foelan, abad y confesor. —
Le mencionan los calendarios de Escocia é
Irlanda; y Boecio.
San Adrián , abad y confesor. — En su
abadía de Canlorhery, murió ejemplarmente
en 710.
San Vancngo, confesor. — Fué devotísimo
de sania Eulalia. Murió en 688. Bollando
le menciona.
Sl'l'L.
M San Egwino, obispo y confesor. — Fué
de estirpe real. Murió obispo de Vorceslcr
en 692.
42 San Flredo, abad y confesor. —Murió en
1166, abad de Rieval, y famoso por su piedad.
13 San Kentigerno, obispo y confesor. — Fué
obispo de Glaseó; murió en 561.
4 4 San Barbascemino, obispo, y diez y seis
clérigos, mártires.—Murieron en 3-íG en la
provincia de Iluziles.
45 San Main, abad y confesor. — Dice Bitller
que fué obispo británico y que acabó sus
(lias saniamente.
San Isidoro de Sceta, ermitaño y confesor.
—Murió devotísimamenle en 391.
SantaIta ó Mida, virgen y abadesa.—
Fundó un monaslerio y murió en 569.
16 San Enrique, ermitaño y confesor. — Fué
noble, se hizo anacoreta, y murió en 1127.
47 Santa Leonila, mártir.— Véase el dia 17
de enero, donde se halla la vida de ¡os sanios
hermanos Espeusipo, Elcusipo, y Meleusipo,
de quienes fué abuela dicha sania.
Santa Milgelha, virgen.-Floreció mucho
por sus virtudes, y murió á fines del siglo
VIL
San Nennio ó Nennidio, abad y confesor.
—Aunque descendiente de los reyes de Irlanda,
murió religioso en el siglo VI.
48 San Pablo, y treinta y seis compañeros,
mártires. — Ruinarl, pág. 624, trae sus actas
auténticas, si bien no lija año.
San Llfridoó Wolfredo, obispo y mártir.
— Murió en 1028 á manos de paganos.
49 San Enrique, arzobispo y mártir. — Murió
apedreado en 1151 , siendo arzobispo de
Upsal.
San Blaithmaico , abad y mártir. — Hijo
de un rey de Irlanda, se hizo religioso y
murió martirizado eii 793.
San Lomero ó Laudemaro, abad y confesor.
-Murió en 593, siendo abad de Corbion.
20 San Fcchin, abad y confesor.—Murió en
664;le menciona Bollando.
21 San Vimino ó Viviano, obispo y confesor.
— Murió en 615; lloredo en Escocia.
23 San Ensebio, abad y confesor. — Vivió
enlre Anlioquía v Beroas; floreció en el siglo
IV.
24 San Macedonio, anacoreta y confesor.—
Floreció en Siria en los primeros siglos de la
Iglesia.

2
San Cadoco ó Cadoc, abad y confesor.—
Fué abad de Gales; le menciona Buller.
25 San Apolo , abad y confesor. —Murió por
los años de 400, siendo abad en la Tebaida.
San Publio, abad y confesor. — Floreció
por los años de 3G9, siendo abad de Zeugma.
26 San Conon, obispo y confesor. — Por los
años de 618 murió ejemplarmente en su
obispado de la isla de Man.
28 San Paulino, patriarca y confesor.—
Floreció en el siglo VIH; fué patriarca de
Aquileya.
San Glaslian, obispo y confesor.—Murió
en 830 ; su vida fué ejemplar.
29 San GHilas el Sabio ó Badonico, abad y
confesor. — Floreció en el siglo VI. Le menciona
Beda.
San Gildas el Albano ó Escocés, monje y
confesor. —Murió en la abadía de Glaslembury
á principios del siglo VI.
30 San- Lesmes, patrón de Burgos. — Rézase
de él en el código burguense. Fué limosnero
del ilustre san Julián, como él natural de la
noble y antiquísima ciudad de Burgos, y
puede decirse que murió de puro caritativo",
como su amo. Es grande la devoción con que
es venerado en aquella ciudad. Véase lo que
de él dijimos en la vida de san Julián, obispo
de Cuenca, en el (lia 28 de enero, pág. 241,
col. -1. a
, aparlado que lleva el núm. 3, línea
9 y siguientes.
31 San Galdo ó Waldo, obispo y confesor.—
Murió en olor de santidad en su diócesis de
Evreux, en el año 491.
FEBRERO.
•I Santa Ki-nnia, virgen. — Irlandesa; habla
de ella Bollando, pág. 96.
San Sigeberto, rey y confesor.—Rey franco
de Auslrasia; murió en 656.
3 Santa Wereburga, virgen.—Fué bija de
Vvulfero, rey de Mercia.Murió en 699.
Santa Margarita de Inglaterra, virgen.—
Enriquez dice que murió religiosa en 1192.
•4 Santa Juana de Valois, reina.—Reinó en
Francia; murió en -1505.
San Modan, abad y confesor.—Floreció
á mediados del siglo VI.
5 Los santos mártires de la China.—En
esle clia se veneran en muchos países á los
muchos misioneros martirizados en aquellas
remolas regiones.
Sania Alicia ó Adelaida, virgen y abadesa.
— Murió en 1015.
San Abrahan, obispo y mártir. — En su
diócesis de Arbela murió en 348, marlirizado.
7 San Tresano, presbítero y confesor. — Irlandés
del siglo VI.
8 San Cuthman, confesor.—Habla de él
Rollando en febrero, pág. 197.
9 San Theliau, obispo y confesor.—Murió
en 580 , siendo obispo de LandalT.
SUPLEMENTO Á LA
Sania- Altracta ó Parabala, virgen.—
Sus acias las trae Colgan.
San Erhardo ó Eberhardo, abad y confesor.—
Escocés; floreció en el siglo VIH.
10 SanErlulfo, obispo y mártir. — Misionero
escocés; murió en 730.
12 San Benito de Anian , abad y confesor.—
Francés; floreció á mediados del siglo IX.
13 San Modomnoc ó Domingo de Ossory,
confesor.—Irlandés; floreció en el siglo VI.
San Bogerio, abad y confesor. — Abad
de Loroy; murió en 1175.
14 San Marón, abad y confesor. — Moró en
las soledades de la Siria á mediados del siglo
V.
San Abrahan, obispo y confesor.— Obispo
(leCarres, murió en 422.
San Conreino, obispo y confesor. — Floreció
en los primeros siglos de la Iglesia.
15 San Sigefredo ó Sigfredo, obispo y confesor.—Kpósiol
de Suecia, floreció en el
siglo X.
16 San Tanconó Taita, obispo y mártir.—
— Fué martirizado en Alemania en 815.
17 San Loman ó Luman, obispo y confesor.
— Irlandés del siglo V.
18 Zos santos León y Parcgorio, mártires.
—Habla de ellos Bollando; lloredo en el siglo
111.
19 San A Icaro de Córdoba, confesor. — Fué
religioso de la orden de Santo Domingo; varón
esclarecido por su saber, virtud y ardiente
caridad para con los pobres; confesor
del rey don Juan II, rehusó dignidades, y
habiendo dejado la corle se resliluyó á Córdoba,
su patria, y á una legua de distancia,
en Sierra Morena, fundó el convenio de Seala-Celi,
cuya iglesia se conserva en muy
buen eslado", y en ella se celebra e! 19 de
febrero la íiesla del santo, cuyo cuerpo se
conserva aclualmenle en una capilla que
hay á la derecha conforme se enlra. Murió
en'l430.Su culto inmemorial se confirmó
por la sania sede en 1738, y se reza de él
en la diócesis.
20 Santa Mildreda, virgen y abadesa. —Floreció
en Inglaterra en los primeros siglos
de la Iglesia.
San lírico, presbítero y confesor. — Nació
cerca de Rrislol. Murió en 1154.
21 San Germán ó Germano, abad, y san
Bandido ó Randoaldo, mártires.—Florecieron
por los años de 066.
San Daniel, presbítero, y santa Ver da,
virgen, mártires.— Por lósanos de 344.
El beato Pipino de Lauden , confesor.—
De muy noble estirpe; floreció en el siglo VIL
22 San Talasio y san Limneo, confesores.—
Contemporáneos del gran Teodorclo, obispo
de Ciro.
San Baradato, confesor. — De la misma
época que los anteriores.
23 El beato Dosilco, monje y confesor. —Le
menciona Bollando.

San Boisilo, monje y confesor. — Fué
prior de Melrosia; floreció en el siglo VIL
24 San Leíanlo, obispo y confesor. — Fué
obispo de Genlis. Floreció en el siglo VIL
El beato Boberlo de Arbrissel, confesor.
Floreció á últimos del siglo XI.
27 San Talileo, anacoreta y confesor. —Pasó
seseóla años en los desiertos de la Siria.
San Alnolh, anacoreta y confesor. — Bollando
le menciona.
28 San Proterio, patriarca y mártir.—Fué
ordenado presbítero por san Cirilo.
29 San Osualdo, obispo y confesor.—Fué
obispo de Vorcesler y arzobispo de Yorck,
en el siglo X.
San Severo, obispo y confesor.—Fué natural
de Normandía, y murió saniamente
siendo obispo de Abranches.
MARZO.
•I San David, arzobispo y confesor. — Floreció
por los años de 544.
San Monam, mártir. —Natural de Escocia,
murió á manos de infieles en 874.
2 San Maman, obispo y confesor. —Escocés
, murió por los años de 820.
San Carlos el Bueno, mártir. — Conde
de Flandes, muerto en 1124.
San Jovino, obispo y confesor. — Le menciona
Lobineau.
3 San Winwaloe, ó Winicaloc, abad y confesor.—De
noble eslirpe. Murió en 529.
San Lamalisso, confesor. — Escocés; lloredo
en el siglo VIL
4 San Adrián, obispo y mártir. —Escocés;
murió en 874.
5 San Fiaran ó Kenerino, obispo y confesor.
Irlandés, anterior asan Palricio; floreció en
el siglo IV.
San Bogerio, confesor. — Fué discípulo
de san Francisco de Asís; murió en 1236.
0 San Crodegango, obispo y confesor. — Fué
obispo de Meiz; murió en 766.
San Fridolino, abad y confesor. — Murió
en 538. Unos le hacen escocés, otros irlandés.
San Baldredo, obispo y confesor.—Fué
obispo de Glascow. Murió hacia 608.
Las santas Kineburga, Kincsivida, Kinedrida,
y Tibba, vírgenes. — Las menciona
Beda.
San Cadroas, monje y confesor.—Murió
en 975. Fué un noble escocés.
8 San Dulhako, obispo y confesor. — Mu rió
en 1263. Fué obispo de lioss, en Escocia.
San Señan, obispo y confesor.—Irlandés
de fines del siglo Y.
San Salmodio ó Saumaq, anacoreta y
confesor. — Irlandés; murió hacia 589.
10 San Mackessogo ó Kessogo, obispo y confesor.—
Obispo de Levin y Boin, en Escocia
; murió en 560.
11 San Eloy de Córdoba, presbítero y mártir.
-Btitler dice que fué martirizado en 859.
LEYENDA DE ORO.
Créese que lo confundió con san Eulogio,
presbítero.
San Enejo, obispo y confesor. — Irlandés;
murió en el desierto de Enguis en 824.
San Constantino, mártir.—Murió ámanos
de infieles á fines del siglo YI.
12 San Pablo, obispo y confesor.—Murió
en 573.
13 Santa Iíennocha, virgen. — Escocesa;
murió en el año de 1007.
San Gircddo, obispo y confesor. — Irlandés:
murió en 732.
San Pulquerio, abad y confesor.—Irlandés;
murió en 655.
14 San Bonifacio, obispo y confesor.-—Fué
obispo de Ross en Escocia; murió en 630.
16 San Finían el Leproso, confesor. — Sufrió
la lepra con la paciencia de Job. Floreció en
el siglo YI.
19 San Alcmundo, mártir. — Créese que
murió á manos de infieles en 819.
21 San Serapion el Sindonita, confesor.—
Floreció en el siglo IV. Llamáronle Sindonila
por su hábito grosero.
San Serapion, abad y confesor. —También
del siglo IV. Créese que fué obispo de
Thonuis, en Egipto.
San Endeo ó Enna, abad y confesor.—
Murió á principios del siglo YÍ.
23 San Etelwaldo, presbítero y confesor.—
Murió en el desierto el año 699.
24 San Guillermo de Norwich, mártir.—Fué
víctima de los judíos en 1137.
25 San Cammino, abad y confesor.—Irlandés
; créese que murió en 653.
29 San Gun-dleo, confesor.—Murió á fines
del siglo V.
San Marcos, obispo y confesor. — Floreció
en el siglo IV en Arelhusa, en Siria.
31 San Acacio ó Acales, obispo y confesor.—
Obispo de Anlioquía; murió en 250 ó 251.
San Guido, confesor. •— Le menciona
Henscbenio en su Ada sanclorum; murió
en 1046.
ABRIL.
1 San Mcliton, obispo y confesor. — Fué
obispo de Sardes, en Lidia, por los anos 175.
San Gilberto, obispo y confesor.—Fué
obispo de Calhness, en Escocia; murió en
1240.
2 Santa Ebba, abadesa, y sus compañeros,
mártires.—•Florecieron en el siglo IX. Fueron
victimas de los piratas daneses.
Sania Bronacha ó Bronnana, virgen y
abadesa. — Irlandesa; la menciona Colgan.
5 San Gircddo, abad y confesor. — Fué
abad de Selva-Mayor (Seauve) cerca de
Burdeos. Murió en 1095.
San Tigernach-, obispo y confesor. — Irlandés.
Murió en 550.
San Pecan, abad y confesor. — Cuéntase
enlre les doce apóstoles de Irlanda.

O San Prudencio, obispo y confesor. —Murió
en 861. Fué obispo de Troves.
7 San Alberto, confesor. — Murió en 4I40.
El bcalo Hermano José, confesor. — Natural
de Colonia. Murió en '1226.
San Finan, confesor.—Natural de Muns-
Icr. Le menciona Colgan.
9 Los mártires de Persia. — Ganaron la corona
del martirio en 362.
San Dotton, abad y confesor. — Floreció
en el siglo VI.
'10 San Bademo, abad y mártir.—Murió
en 376.
La beata Mcchtilde, virgen y abadesa. —
Murió en 1300. Unos la ponen á 30 de mayo,
oíros á 29 de marzo.
•11 San Gulhlaco, ermitaño y confesor.—
Murió en 71 4.
San Maccai, abad y confesor.—Fué discípulo
de san Patricio.
San A idon, abad y confesor. — Le menciona
Colgan.
13 San Guinoch, obispo y confesor. — Floreció
en el siglo IX.
San Caradoc, presbítero y confesor. — De
noble sangre; murió en 1124.
14 Los santos Antonio, Juan, y Eustaquio,
mártires. — Fueron Ires nobles de la Liluania
, martirizados en '1342.
San Benito el menor, confesor.—Es palron
de Aviííon ; murió en IIS'I.
10 San Mundo, abad y confesor.—Murió
en 902.
San Ruadhano, abad y confesor. — Uno
de los doce apóstoles de Irlanda; murió en
el año 584.
16 San Manso Magno, obispo y mártir. —
Fué martirizado en una isla de las Oreadas,
en 1104,
18 San Laseriano, obispo y confesor. — Irlandés
; murió en 638.
20 San Serfó Serrano, obispo y confesor.—
Fué discípulo de san Palladlo.
San Jaime de Esclavonia, confesor.—Natural
de Dalmacia; murió en I 483.
21 San A nastasio el menor, patriarca y mártir.—
Murió á manos de los judíos en 610.
San Beuno ó Beunor, abad y confesor.—•
Floreció en el siglo VII.
San Eingan ó Encon, confesor.—Dícese
que fué rey de los escoceses, y murió en 590.
San Malrubio, mártir.—Irlandés; murió
á manos de unos piratas infieles en 721.
22 Santa Opportuna, virgen y abadesa.—
Murió en 770.
San Bufo ó Rufino, anacoreta y confesor.
— Le menciona Colgan.
23 San Ibar ó Ivor, obispo y confesor.—Fué
obispo de Irlanda. Dicen que murió háeia el
año 500.
23 San Macollo ó Macull, confesor. —Príncipe
irlandés; murió á principios del siglo
VI.
San Febadio ó Fiari, obispo y confesor.
A LA
—Obispo de Agen, en laGalia; murió hacia
392.
San Ivon ó Ivia, obispo y confesor.—Floreció
en el siglo VIL
San Kevio, obispo y confesor. — Natural
de Ccniouailles; floreció en el siglo IV.
26 San Pascasio Badbcrto , abad y confesor.
—Francés ; murió en 826.
28 San Cronan, abad y confesor. — Irlandés;
murió en 640.
29 5«« Fiachna, monje y confesor. — Nalural
de Desies, en Munsler. Floreció en el siglo
VIL
30 Sun Adyútor, confesor.—Murió en 1131.
MAYO.
I San Marculfo, abad y confesor.—Murió
en 358.
San Brieuco, obispo y confesor. — Bretón;
murió en 502.
San Acio y san Acheolo , mártires.—Fueron
martirizados en Amicns, hacía 290.
5 San Mauronle, abad y confesor. — Francés;
murió en 706.
San Acertino, diácono y confesor. —Murió
en M89; compañero de sanio Tomás
CaiHuariense.
8 San Odriano, obispo y confesor.—Colgan
no pudo averiguar en qué época vivió esle
sanio.
San Gibriano ó (Jobriuno,presbítero y confesor.
— Irlandés del siglo VIH.
9 San Nicolás, obispo y confesor.—Murió
en '1391, y es sanio titular de Suecia.
San Brynolh, obispo y confesor.—Obispo
de Sea ra, en Suecia; murió en 1317.
-10 San Comgall, abad y confesor.— Murió
en 601; venéranle mucho en Irlanda.
-12 Santa Biclrudis , abadesa.—Francesa;
murió en 688.
14 San Cartago, obispo y confesor. —Murió
por los años de 638. Fué obispo de Lismora.
\ 3 San Genebrardo ó Geneberno, presbítero y
mártir. — Santo sacerdote irlandés, decapitado
por unos asesinos.
'16 San Simón Stock , confesor.—Murió el
año '1265.
San Abdas, obispo y mártir.—Le mencionan
Sozomeno y Assemani.
\ 7 San Maden ó Mademo, confesor. -Es muy
venerado en Bretaña.
San Maw, confesor.—-Irlandés; le menciona
Leland.
San Calan, obispo y confesor. —Muy venerado
en Escocia; lloredo en los siglos VI
OVIL
San Suave ó Silano, obispo y confesor.—
Irlandés, muerlo en Luca en 1100; canonizado
en 1183.
20 San Etclberto, rey y mártir.—Murió á
manos de infieles hacia" 793. Fué rey de los
eslanglos.

San Ivon , obispo y confesor. — Murió en
1115, siendo obispo de CharLres.
21 San Godrico, ermitaño y confesor.—Murió
en 1170.
22 San Bohon, confesor. — Es muy venerado
en la Proven/.a. Guerreó contra sarracenos.
Murió en 985.
San Co'nall, abad y confesor. —Muy venerado
en Irlanda. Le menciona Colgan.
25 Los santos Maximino y Venerando, mártires.—
Italianos del siglo V. Decapilados
en la Normandía.
San Dumltade, abad y confesor. —Irlandés
ó escocés. Murió en 717.
20 San Oduvaldo, abad y confesor.— Escocés
; murió en 698.
29 San Cirilo, mártir. — Padeció martirio
en tiempos deDecio y Valeriano
30 San Walstano, confesor.-Murió en 1016.
San Madelgisilo, confesor.—Murió por
los años de 685.
JUNIO-
1 San Pedro de Pisa, confesor y fundador.
— Murió en 1 435 : fué un anacoreta ilustre.
San Wislano , mártir. —Murió asesinado
en 8.Í9.
3 SanCoemgeno ú Keivino, obispo y confesor.
— Murió en 618, á los ciento veinte años
de su edad.
San Genesioó Ginés, obispo y confesor.—
Francés; murió por los años de 662.
4 6'«» Guallero ó }\altero, abad y confesor.
— Romano ; floreció en el siglo Xill.
San Guallero, abad y confesor. — Inglés;
murió en 1150.
San Pelroco, abad y confesor.—Murió en
el año de 564.
Santa Breaca ó Brcaga, virgen. —Discípula
de san Patricio; muy venerada en Irlanda.
Sania Buriana.— Irlandesa; la mencionan
Borlase y oíros.
Sania Nenooc ó Nennoc, virgen. —Dícese
que murió en 467.
5 San Doroteo el Tébano , abad y confesor.
— Nalural de Tebas; murió á liues del siglo
IV.
6 San lehpeel Diácono, confesor. —Contemporáneo
de los apóstoles; dicen que murió
en Cesárea.
San Gudtrcdo ó Godwall, obispo y confesor.—
Murió bácia unes del siglo VI.
7 San Colman, obispo y confesor.—Murió
en 010.
San Godescalco , y sus compañeros, mártires—
Murieron en 1066.
San Meriadcco, obispo y confesor. — Dícese
que murió en 1302.
8 San Guillermo, arzobispo y confesor.—
Murió en 1154.
Santa Sira.—Hermana del ilustre san
Fiacrio.
Sl'l'L.
LEYENDA DE ORO.
10 San Landcnco , obispo y confesor. —Floreció
en el siglo VII.
San Enrique de Preciso, confesor.—Murió
en 1315.
11 Santa Tochumra, virgen. — Venerada en
Irlanda. Colgan no pudo descubrir sus acias.
Santa Tochumra.—Olra sania irlandesa.
12 San Eskillo, obispo y mártir. — Inglés;
murió en el siglo XI.
San Tornan, obispo y confesor.—Floreció
en el siglo V.
13 Sania Damhnade, virgen. — Es muy venerada
en Irlanda; la menciona Colgan.
14 San Bocinad, confesor. — Los calendarios
ingleses dicen que floreció en el siglo VI.
San Reitéralas ó Nenno, abad y confesor.
— Del siglo VI.
San Salmodio, ermitaño y confesor. —Escocés
ó irlandés, del siglo VIL
15 San Vaugo , ermitaño y confesor. — Murió
en 585.
El beato Gregorio, obispo y confesor. —
Fué obispo de Padua; murió en 1697.
17 San Botulfo, abad y confesor. — Murió en
655.
San Molingo, obispo y confesor. —Murió
en 697.
San Prior , ermitaño y confesor.—Ilustre
anacoreta de fines del siglo IV.
19 San Die ó Deodato , obispo y confesor. —•
Francés; murió en 079 ó 080.
20 San Gobain, presbítero y mártir. —Irlandés
del siglo Vil.
Santa Idaberga ó Edburga, virgen.—Floreció
en el siglo VIL
San llain tí Omer, obispo y confesor.—
Murió por los años de 711.
21 San Ilalf ó llalfo, arzobispo y confesor.—
Murió en 866.
San Melanio ó Meen, abad y confesor.—•
Murió en 617.
San Aaron, abad y confesor.—Contemporáneo
de san Malo , en el siglo VI.
23 Santa María de Oignics.-Ííuv\ó en 1213.
24 San Bartolomé , monje y confesor.— Los
calendarios ingleses, y (¡alindo, le mencionan.
25 San Moloc, obispo y confesor. — Escocés
del siglo VIL
26 San Babolen, abad y confesor.—Floreció
en el siglo VIL
29 Santa Ifetnma, viuda. — Parieula próxima
del emperador san Enrique, murió en
1045.
JULIO.
1 San Galo, obispo y confesor. — Fué obispo
de Clermonl cu OSO.
San Calais, abad y confesor.—Murió en
542.
San L-onoro , obispo y confesor. —Lobineau
y Usuardo le mencionan.
San Cibario , confesor. —Murió en 1581.

10
2 5a» Odoceo, obispo y confesor. — Murió
á (iues del siglo VI.
•3 San Gutacón, confesor. — Irlandés, del
siglo VIII.
San Guntierno ,abad y confesor.—Príncipe
de Gales en el siglo VI.
San,Herirán, obispo y confesor.—Créese
que murió en 623.
4 San Sisoes ó Sisoy, anacoreta y confesor.
—Murió en los desiertos de Egipto, íiácia
429.
Santa Berta, viada y abadesa.—Murió
hacia 723.
San Finbar, abad y confesor. — Colgan
lo menciona en esle dia.
San Bolean, abad y confesor.—Discípulo
de san Patricio.
5 San Pedro de Luxemburgo, cardenal y
confesor. — Murió en 1387.
Santa Modicena, virgen.—Irlandesa, del
siglo IX.
Sania Edema ó Edaene, virgen. — Irlandesa
; Colgan la menciona.
6 San lidian, anacoreta y confesor. — Murió
hacia 370.
Santa Sexburga, abadesa.—Murió hacia
795.
Santa Moninna, virgen.—Murió en 518.
7 San Feliz, obispo y confesor. —Fué obispo
de Nanles; murió en 584.
8 El beato Teobaldo, abad y confesor.-Y Y Anees
;-murió en 1247.
11 San llidulfo, obispo y confesor. —Murió
en 707,
San Droslano, abad y confesor.—Escocés
-ele sangre real; murió hacia 809.
14 San Ido, obispo y confesor.—Discípulo de
san Palricio.
15 San Plechelmo, obispo y confesor.—Murió
en 732. Es apóslol de la Guerlandía.
\ 6 San Elier, erm ¡taño y mártir. — Le mencionan
los bol laudistas.
17 San Fumino, monje y confesor. — Irlandés;
murió á lines del siglo VIII.
4 8 San Odulfo, confesor. —Floreció en el siglo
IX.
20 San Ceslao, confesor. —Dominico; murió
en 1242.
San Aurelio, obispo y confesor.—Murió
en 423, siendo arzobispo de Carlngo.
21 San Baradbcsciabas, diácono y mártir.—
Fué martirizado en Persia, en 354,
22 San Dabio, presbítero y confesor.—Irlandés.
Le menciona Colgan.
24 Los sanios Romano y David, mártires. —
Misioneros; patronos de la Rusia; muerlos
en 1010.
Loa sanios Yulfado y Buftno, mártires.
— Hacia 670: los hizo malar su padre por
cristianos.
Santa Letrina, virgen y mártir. — Bretona;
victima de los sajones infieles.
San Decían, obispo y confesor.—Irlandés,
algo anterior á san Patricio.
SUPLEMENTO A LA
Santa Kingaó Cunegunda, virgen.— Murió
en 1292.
25 San Nissen, abad y confesor. —Le baulilizó
san Patricio.
27 San Congall, abad y confesor. — Colgan
le menciona.
San Luican, confesor. — Es Ulular de la
parroquia Kia-Luscain en Irlanda.
29 San Olavo, rey y mártir.—Fué sacrificado
por los rebeldes de Birea porque favorecia
la fé en Suecia.
31 Santa Elena, mártir.—Sueca; muerla
por sus mismos parientes en 1160.
AGOSTO.
1 San Peregrino, ermitaño y confesor.—
Príncipe irlandés; murió en 643.
2 Santa Eleldrita ó A Ifreda, virgen. — Murió
en 834,
3 San Walteno ó Walteof, abad y confesor.
Murió en 1160. Fué muy casto.
4 San Luano ó Lngido, abad y confesor. —
Murió en 622.
9 San David, presbítero y confesor. —Irlandés;
le menciona Colgan.
•San Fedlimido ó Felimi, obispo y confesor.—
Vivió en el siglo VI.
10 San Blaan, obispo y confesor. — Irlandés;
murió en 446.
4 2 San Muredac, obispo y confesor.—Fué
discípulo de san Patricio en Irlanda.
•I5 San Mac-cartin, obispo y confesor.—Olro
discípulo de san Patricio; murió en 506.
19 San Mocteo, obispo y confesor. — También
discípulo de san Patricio; murió en 535.
San Cumin, obispo y confesor. — Obispo
de Irlanda; vivió en el siglo VIL
20 San Oswino , rey y mártir. — Peleando
por la fé, murió en Inglaterra en 633.
22 San Andrés, diácono y confesor. —Compañero
de san Donato; murió en 880.
23 San Eugenio, obispo i/ confesor.—Obispo
de Irlanda. Murió en 618.
San Justiniano, ermitaño y mártir. —Noble
bretón, muerlo por sus siervos hacia 529.
24 San Ir cardo ó Erlado, obispo y confesor.
— Escocés de la época de Malcolmo I.
23 Sania Ebba, virgen y abadesa. —Murió
en 683.
26 Son Gelasino, mártir. —Comediante; al
salir del lealro pidió el bautismo, y el vulgo
le malo.
27 San Hugo de Ltncolna, mártir. — Niño de
once años, marlirizadoporlos judíos en 1 255.
5«« Malrubio, ermitaño y mártir. —Escocés;
muerlo por los infieles en 1040.
30 San Agilo ó Aile, abad y confesor. —Murió
en 650.
31 Santa Isabel, virgen.—Hermana de san
Luis; murió en 1270.
Santa Culburga, reina, virgen y abadesa.
— Murió á principios del siglo VIH.

SETIEMBRE.
17 San Rodingo o Crodingo, abad y confesor.
•— Irlandés; murió en 680.
49 Santa Lucía, virgen. — Escocesa; murió
en 1090.
El beato Francisco de Posadas.—Se celebra
su fiesta en Córdoba en este dia.
21 Sania Maura, virgen. — Francesa; murió
en 850 , siendo solo de veinte y tres años de
edad.
23 San Adamnan, abad y confesor. —Irlandés;
murió en 705.
24 San Conaldo, presbítero y confesor.—Misionero;
compañero de san Ruperto.
25 San Ceolfrido, abad y confesor.—Murió
en 716.
San Raroco ó Rarr ó Fimbarr, obispo y
confesor. — Vivió en el siglo VI.
26 San Colman Fio, abad y confesor. — Irlandés;
murió en 610.
27 Santa Bel fina.—Casó con san Elzear; murió
en 1369.
29 Santa Teodota, mártir. —Fué martirizada
en Grecia en 318.
OCTUBRE.
LEYENDA DE ORO.
4 San Wasnulfoó Wasnon, confesor.—Escocés
; murió en 651.
San Fidarleo, abad y confesor. —Los calendarios
irlandeses le mencionan como muerto
en 762.
k San Amon, ermitaño y confesor. — Anacoreta
egipcio, del siglo IV.
San Édivino, rey y mártir. —Rey de Inglaterra;
murió en 633.
8 Santa Thais, penitente.—Cortesana egipcia;
murió convertida en 348.
Santa Keyna, virgen.—Vivió en el siglo
V ó VI.
10 San Juan de Bridlington, confesor.—Inglés
; murió en 1379.
11 Santa Flelburga ó Edillmrga, virgen y
abadesa.—Anglo-sajona, de fines del siglo
VIL
13 San• Gemido, confesor.—Francés; murió
en 909.
16 San 3¡ummolin ó Mommolino, obispo y
confesor. —Murió en 691.
17 Santa Anstrudis, virgen y abadesa.—Murió
en 688.
18 San Monon, mártir.—Escocés; anacoreta
asesinado en el siglo VIL
21 San Juntan, abad y confesor.—Irlandés;
murió en 634.
23 San Sevcrino ó Surino, obispo y confesor.
Fué obispo de Burdeos,
2" SanAbban, abad y confesor. —Irlandés;
murió por los años tie 500.
FIX DEL SUPLEMENTO.
28 San Ncot, anacoreta y confesor. —Murió
á fines del siglo IX.
30 San Aslerio, obispo y confesor.—Murió
á principios del siglo V.
31 San Foillan ó Folian, mártir. —Del siglo
VII.
NOVIEMBRE.
1 San Haroldo, rey y mártir. —Vivió en
el siglo X.
3 San Jlumwaldo ó Romualdo, confesor.—
Le menciona el itinerario de Leland.
7 San Werenfrido, presbítero y confesor.—
Monje inglés; le mencionan los bollandistas.
9 San Mal urino, presbítero y confesor. —
Predicó la le en las Galias, y según el breviario
de París murió antes cíe 388.
San Vi ton, ó Vanne, obispo y confesor.
—Fué obispo de Verdum. Colócase su muerte
en 525.
12 San Lebicino, obispo y mártir. —Anglosajón
, martirizado á fines del siglo VIII.
13 San Constante, anacoreta y confesor.—
Irlandés; murió en 777.
San Filian, presbítero y confesor.—Irlandés,
del siglo VIL
18 Santa ITilda, ó Jlild, abadesa.—Murió
en 680.
20 San Humberto, obispo y mártir.—Muy
venerado en Inglaterra. Sufrió el martirio
casi al mismo tiempo que san Eadmundo, á
mediados del siglo IX.
5«« Bernardo, obispo y confesor. — Fué
obispo de Hildesheim. Murió en el año de
1021.
Santa Maxencia, virgen y mártir. — Venerada
en Inglaterra é Irlanda en 24 de octubre
y 16 de abril, y en Escocia en 20 de
noviembre. Ya era venerada en el siglo VIL
Vivió retirada y continente, y fué víctima
de un hombre (pie no pudo vencerla.
22 San Teodoro el S/udila, abad y confesor.
—Floreció á últimos del siglo VIH, y principios
del IX.
24 San Cianan, ó Kenan, obispo y confesor.
Su diócesis fué en Duleek en Irlanda, lira de
la estirpe real de Munsler. Murió en 489.
27 San Secundino , obispo y confesor. — Llámanle
en irlandés Seachnal. Fué sobrino y
discípulo de san Patricio, y murió en 447.
Le menciona Colgan.
DICIEMBRE.
16 San Adelberlo , arzobispo y confesor.—
Fué director de sania Alicia ó Adelaida, emperatriz.
Murió en 982 siendo arzobispo de
Magdeburgo.

Dias
ile los santos cuyas vìtìas se contienen en este
JULIO.
San Gallo, ob. y conf.
San Aaron , prof.
San Julio y san Aaron , márts.
San Rumoldo , ob. y márt.
San Teodorico, presb. y conf.
San Eparquio , ab. y conf.
San Simeón, conf.
San Tenbaldo, erm. y conf.
San Domieiano , ab. y conf.
San Cayo y san Secundino , obs. y márls.
San Martin , ob. y conf.
San Galo , ob. y conf.
San Calais , ab. y conf.
San Leonoro , ob. y conf.
San Ciborio, conf.
La Visitación de nuestra Señora.
San Proceso y san Martiniano , márts.
La Conmemoración de tres santos soldados
mártires de Roma.
San Otón , ob. y conf.
Los santos Aristón , Crescenciano , Eutiquiano
, Urbano, Vidal, Justo, Felicísimo,
Félix, Jlarcia, y Sinforosa,
márts.
Santa Monegundis , solit.
San Swituno, conf.
San Odoceo, ob. y conf.
San lreneo y santa Mustióla , márts.
San Trifon , y otros doce, márts.
San Eulogio , y comps., márts.
San Jacinto, márt.
Los santos Marcos, Muciano, Pablo, y
otros comps., márts.
San Eliodoro, ob. y conf.
San Dato , ob. y conf.
San Anatolio , ob. y conf.
La Traslación de santo Tomás, apóstol.
San Gnlacon , conf.
San Gunlierno , ab. y conf.
San Bertrán,ob. y conf.
San Laureano, arz. y márt.
San Udalrico, ob. y conf.
El beato Gaspar de Bono, conf.
La Conmemoración de los santos profetas
Oseas y Ageo.
San Juctindiano, márt.
Los santos Inocencio y Sebastian, con
otros treinta , márts.
San Nanfanion, y sus comps., márts.
San Teodoro, ob. y márt.
San Flaviano, ob. y conf.
San Elias , ob. y conf.
San Sisoes ó Sisoy , anac. y conf.
Santa lierta, viu. y aba.
San Finbar , ab. y conf.
San Bolean , ab. y conf.
Santa Zoé, márt.
El beato .Miguel de los Santos, conf.
San Domicio, márt.
Santa Cirila, márt.
San Atanasio, diác. y márt.
Los sanios Agaton y Trilina , márts.
Los santos Malino, Teodoto, y Sedofa,
márts.
San Nnmeriano, ob. y conf.
Santa Filomena, vírg.
San Pedro de Luxemburgo, card. y conf.
Santa Modwena, vírg.
Santa Edana ó Edacne, vírg.
pag
6
G
6
6
6
0
stipi,
stipi,
supl.
supl.
7
11
n
12
12
•12
13
supl.
13
14
14
14
14
14
14
14
14
stipi.
stipi.
stipi.
14
lo
16
22
22
22
22
22
22
23
supl.
supl.
stipi.
stipi.
23
23
29
29
29
29
29
29
29
stipi.
supl.
supl.
Dias.
Santa Godoleva , márt.
San Goar, presb. y conf.
San Isaías, prof.
San Tranquilino , márt.
San Rórnuln , ob. y márt.
Santa Dominica, vírg., y márt.
Santa Lucia y los santos Rixio Varo, Antonino
, Severino, Diodoro , Dion , y otros
diez y siete comps., todos márts.
San Paladio , ob. y conf.
San Julian, anac. y conf.
Santa Sexburga, aba.
Santa Moninna, vírg.
San Odón , ob. y conf.
El b.>ato Lorenzo, de Brindis, conf.
San Apolonio , ob. y conf.
Los santos Claudio , Nicostrato , Castorio,
Victorino, y Sinforiano, márts.
Los santos Peregrino, Luciano, Pompeyo
, Esiquio, Papio , Saturnino, y German
, márts.
San Benedicto XI, papa y conf.
San Panteno , conf.
San Vilebaldo , ob. y conf.
San Eddas, ob. y conf.
Santa Edilburga, vírg. y aba.
San Ilidio , ob. y conf.
San Pedro Forerio, conf.
Sari Cónsul , ob. y conf.
San Félix, ob. y conf.
San Isabel, reina.
San Piocopio, márt.
Los santos Kiliano , Colomano , y Totnano
, márts.
Los cincuenta santos mártires de Porto.
Los santos monjes Abrabamitas, márts.
San Auspicio , ob. y conf.
Santa Witburga, vírg.
San Grimbaldo , conf.
El beato Teobaldo , ab. y conf.
Sania Analolia , vírg. y márt.
Los santos Zenon, y otros diez mil doscientos
y tres, márts.
San Cirilo , ob. y márt.
Los santos Patermucio, Copretes, y Alejandro
, márts.
San Briccio, ob. y conf.
La Conmemoración de diez y nueve santas
mártires, llamados Gorcomienses.
Santa Everilda, virg.
10 Los santos siete hermanos mártires de
Roma.
Las santas Rufina y Secunda, vírgs. y
márts.
Los santos Genaro , Marino, Nabor , y
Félix, márts.
Los santos Leoncio , Mauricio , Daniel, y
sus comps., márts.
San Bianor y san Silvano, márts.
San Apolonio, márt.
Sania Amelberga , viu.
San Pió I, papa y márt.
San Sidronio , márt.
San .Marciano, márt.
San Cindeo, presb. y márt.
Son Genaro y sania Pelaya , márts.
San Sabino y san Cipriano , márts.
San Juan , ob. y márt.
San Sabino, conf.
San Abundio , presb. y márt.

IF ÍXDICE DEL T. Ut.
Sanllidulfn ,ob. y conf. stipi. Santa Mscrina. virg. Ito
San Iliosiano, al), y eonf. stipi. San Arsenio, anac. y conf. Ili
12 San Xatwr y san Félix, márts. 53 Las sanias .trista y Hutìiia, vírgs. y márts. 112
San Juan Gualberto, ab. y fruid. 53 San Epafras, ob. y márt. 112
San Jason, conf. 51- San Martin, ob. y iniirt. 112
San llcrmágoias, ob. y mari. 54 San Félix, ob. y conf. 112
San Paulino, ob. y mail. 83 Santa Aurea, vírg. y mar!. 112
Los santos Proclo é Hilarión, márls. So 20 Sania Margarita, virg. y márt. 113
Santa Epifania, márt. 55 San Eiias, prof, y fumi. Ili
San Vivendolo, ob, y conf. 55 San Gerónimo Emiliano, conf. y fund. Ilo
Sania Marciana, virg. Y márt. 55 San José el Justo, conf. lai-
San Palcrniano, ob. y conf. 55 Los santos Sabino, Juliano, Maximo, Ma-
13 San Anacleto , papa y màrt. 55 crobio, Casia, y Paula, con otros diez
Los santos Joel y Esdras, profs. 50 comps., niarts. Sisari
Sitas, conf. 5« San Yulmaro, ab. y conf. 124
San Serapion, márt. 50 Santa Vilgefortis, virg. y márt. 12Í
Santa Miropc, márt. 50 Santa Severa, virg. 12',
San Eugenio . ob., y sus comps., Saluta- San Pablo, diác. y mari. 121
rio, Murila, y otros, confs. 50 San Ccslao. conf. stipi.
San Turiano, ob. y conf. 57 San Aurelio, ob. y conf. svpl.
li San Buenaventura", ob.y doc. 57 21 Santa Práxedes, virg. 12Í
San Justo, sold. y màrt. 00 San Daniel, prof. 123
San Focas, ob. y márt. 00 San Víctor, y sus comps. los santos Ale-
San Ucranias, ob. y conf. 00 jandro, Feliciano v Longinos, márts. 123
San Ciro, ob. y coñf. 00 San Zòtico, ob. y márt. 120
San Félix, ob. 00 Los santos Claudio, Justo, y Jucundino,
San Oplaciano, ob. y conf. 60 con cinco comps., márts. 120
San Marcelino , presb. y conf. CO San Arbogasto, ob. y conf. 120
San Ido, ob. y conf. svpl. Santa Julia, virg. y márt. 120
15 San Enrique, cmp. y conf. 01 San Juan, mon. y conf. 126
Santiago, ob. y conf. 01'. San Baradbcsciabas, diác. y márt. stipi.
San Camilo de Lelis , conf. y fund. 65 22 Santa María Magdalena, pen. 120
Los sanios Eutropio , Zósima, y Bonosa, San Meneleo, ab. y conf. '131
hermanos y márls. 72 San José, conf. 131
Los santos Caudino, Genaro, Florencio, San Yandrilo, ab. y conf. 132
Julia , y Justa , márts. 72 Santa Siútica. 132
Los santos Felipe, Zcnon , Narceo, y diez San Platon, márt. 132
niños, márts. 72 San Cirilo, ob. y conf. 132
San Ahudcmio, márt. 72 San Teófilo, márt. 133
San Antioco y san Ciriaco, márts. 72 San Dabio, presb. y ennf. stipi.
San Felix, ob. y máit. 72 23 San Apolinar, ob. y márt. 133
San Atanasio, ob. y conf. 72 Santa Brígida, viu. 131
San Plccbelmo, oh. y conf. svpl. San Liborio, ob. y conf. 13o
10 El Triunfo jle la cruz. 73 Los santos Bernardo, María, y Gracia,
Nuestra Señora del Carmen. 75 hermanos, márts. 144
San Alenógenes, ob., y diez discípulos San Basilo, márt. lio
suyos, todos márts. 82 Santa Primitiva, vírg. y márt. 145
San Èuslatio, ob. y conf. 82 Los santos Tróllmo y Teófilo, márts. 145
San Siscnando , diác. y márt. 83 San Apolonio y san Eugenio, márts. 145
San Fausto, márt. 83 Las santas Rómula, Redempta, y Erundi-
San Domnion, márt. 83 na, vírgs. 145
San Ililarino , mon. y márt. S3 24 Sania Crislina, vírg. y márt. 140
San Vitaliano, ob. y conf. 83 San Francisco Solano, conf. 140
Santa Reinalda, vírg., y sus comps., Las sanias Niccla y Aquilina, márts. 149
márts. 83 Los santos Víctor, Estercacio, y Antinóge-
San Valentín , ob. y márt. 83 nes, márls. 149
San Elier, crm. y márt. svpl. San Yictorino y ochenta y tres comps.,
17 San Alejo, conf. 84 márts. 149
Los santos Escililano, Esperato, Narzal, San Vicente, márt. 149
Citino , Ycturio , Félix, Acilino, Letan- Los sanios Meneo y Capitón, márts. 150
ció, Cenara , Generosa, Vestina, Do- San Ursicino, oh. y conf. ISO
nada, y Segunda, márts. 87 Los sanios Romano y David, márts. svpl.
San Ennodio, ob. y conf. 87 Los santos Mudado y Rufino, márts. supl.
San Leon IV, papa y conf. 87 Santa Levvina, vírg. y márt. supl.
Sania Marcelina, virg. 87 San Dedan, ob. y conf. svpl.
San Jacinto, márt. 87 Sania Kinga ó Ciinegunda, vírg. supl.
San Generoso, márt. 88 23 Santiago el mayor, apóstol. 150
Santa Tcorlota, mari. 88 San Cucufatc y san Félix, hermanos,
San Teodosio, oh. j conf. 88 márls. 133
San Tnrnino , mon. y conf. svpl. San Cristóbal, márt. 154
18 Santa Sinforosa, y sus siete hijos, márts. 8.8 San Pablo, márt. 155
San Arnulfo, oh. y conf. 88 Sania Yalenlina, y otra compa. suya,
San Fdastro, ob. y conf. 89 vírgs.. y márts. 135
San Fcdci ico, ob. y márt. 89 Los santos Florencio y Félix, márts. 155
San Bruno , ob. y conf. 89 San Teodomiro, mon. y márt. 155
San Emiliano, márt. 89 San Magnérico, ob. y conf. 155
Santa Marina , vírg. y márt. 89 San Kissen. ah. y conf. supl.
San Rutilo, ob. y conf. 89 26 Sania Ana, madre de nuestra Señora. 155
San Materno, ob. y conf. 90 San Erasto, ob. y márt. 150
Santa (iundena, virg. y márt. 90 Lrs sanios Sinfronio, Olimpio, Teódulo,
San Odulfo, conf. svpl. y Exuperia, márts. 156
19 San Vicente Puúl. conf. y fund. 90 San Jacinto, márt. ,; '0

ÍNDICE DEL T. III.
San pastor, presb. y conf. 150
San Tálenle, ob. y conf. lüü
San Simeón, erm. y conf. 150 3
27 San Panlaleon, márt. 187
Los siete Durmientes hermanos, múrts. 158
San Lupo, ob. y conf. 160
Las santas Juliana y Sjmproniana, virgs.
y márts. 101
Los santos Hermolao, Hermipo, y Hcrmócrates,
márls. 103
Los santos Félix, Julia, y Jucunda, márts. 103
Los santos Mauro, Pantalemon, y Sergio,
márts. 103
Los santos Aurelio, Jorge, Félix, Natalia,
y Liliosa, márts. 163 4
San Eterio, ob. y conf. 163
Santa Antusa, vírg. 104
San Congall, ab. y conf. sitpl.
San Luican, conf. supl.
28 San Nazario y san Celso, márts. 104
San Víctor, papa y márt. 104
San Inocencio I, papa y conf. 103
La Conmemoración de muchos santos
mártires de la Tebaida. 105
San Euslatio, márt. 106
San Acacio, márt. 106
San Sansón, ob. y conf. 160 5
San Pelcgrin.presb. y conf. 160
20 Santa María, 'vírg. 100
Los santos Simplicio, Faustino y Beatriz,
hermanos, márts. 107
San Félix II, papa y márt. 107
Las santas Lucila y Flora, virgs., y los
santos Eugenio, Antonino, Teodoro,
y diez y ocho comps. suyos, todos
márts. 108
San Olavo, rey y márt. 108
San Guillermo, ob. y conf. 108
San Próspero, ob. y conf. 168 o
San Galinico, márt. 108
San Faustino, conf. 108
Santa Serafina, vírg. IOS
San Olavo, rey y márt. supl.
30 San Abdon y san Señen, márts. 109
Las santas Máxima, Donatila, y Segunda,
virgs. y márts. 169
Sania Julita, márt. 109
San Rufino, márt. 170 7
San Urso , ob. y conf. 170
31 San Ignacio de Loyt la, conf. y fund. 170
San Germán, ob. y conf. 193
San Juan Colombini, conf.yfund. 196
San Fabio, márt. 197
San Calimerio, ob. y márt. 197
Los santos Demócrito, Segundo, y Dionisio,
márls. 197
San Firmo, ob. y conf. 197
Santa Elena, márt. supl.
AGOSTO. 8
1 San Pedro Ad-vincnla. 197
Los santos siete Macabeos hermanos,
márts. 199
San Etelvoldo, ob. y conf. 200
Las santas Fé, Esperanza y Caridad, virgs.
y márls. 202
San Justino, márt. 202 9
Los santos Bono, presb., Fausto, y Mauro,
con otros nueve, márts. 202
San Ensebio, ob. y márt. 202
Los santos Cirilo, Aquiia, Pedro, Domiciano,
Rufo, y Menandro, márts. 202
Los santos Leoncio, Acio, Alejandro, y
otros seis comps.. márts. 202
San Vero, ob. y conf. 202
San Nemesio, conf. 202
San Peregrino, erm. y conf. supl.
2 San Estovan, papa y márt. 202 10
Santa Teodola, con sus tres hijos, márts. 204
San Rutilio, márt. 204
San Máximo, ob. y conf. 204
San Pedro, ob. y conf.
Sania Eteldrila ó Alfreda, vírg.
La Invención de los cuerpos de san Eslévan,
protomártir, Gamaliel, Nicodemus
y Abibon.
San Ermelo, márt.
La Conmemoración de] muchos santos
mártires de la India.
San Asprcn, ob. y conf.
Santa Lidia.
Las santas Maraña y Cira, virgs.
San l'edro, ob. y conf.
San Eufronio, ob. y conf.
San Walteno ó NValleof, ab. y conf.
Santo Domingo de Guzman, conf. y fund.
San Aristarco, ob. y márt.
San Eufronio, ob. y conf.
San Tertulino, presb. y márt.
Santa Perpetua, márt., y los santos Nazario
y Africano, confs.
Santa Centola y sania Elena, virgs. ymárts.
San Eleuterio, márt.
Santa la, y sus comps., márts.
San Agabio, ob. y conf.
San Protasio, márt.
San Ltrano ó Lugido, ab. y conf.
Nuestra Señora de las Nieves, ó del Pesebre.
La Conmemoración de veinte y tres santos
mártires de Roma.
Santa Afra, márt.
San Eusinio, márt.
San Momio , ob. y conf.
San Casiano, ob. y conf.
San Oswaldo , rey y márt.
Los santos Cantidio , Cantidiano, y Sóbelo
, márts.
San París , ob. y conf.
La Trasíiguracion del Señor.
San Sixto II , papa y márt.
Los santos Justo y Pastor, hermanos,
márts.
San Hormisdas , papa y conf.
La Conmemoración de doscientos santos
monjes mirlires de León.
Los santos Felicísimo y Agapito , márts.
Santiago, erra, y conf.
San Cayetano , conf. y fund.
San Dónalo , ob. y márt.
San Alberto , conf.
San Victricio , ob. y márt.
San Pedro, san Julián, y otros diez y ocho
comps., márts.
Los santos Corpóforo, Exanto, Casio,
Severino , Segundo , y Licinio, márts.
San Fausto, márt.
San Domccio , y dos discípulos suyos,
márts.
San Donaciano , ob.yconf.
Los santos Ciríaco, Largo, y Esmaragdo,
márts.
San Hormisdas , márt.
San Marino , márt.
San Severo, presb. y conf.
Los santos Eleuterio y Leónides, márts.
San Mirón , ob. y conf.
San Emiliano, ob. y conf.
San Román , márt.
San Numídico, y otros muchos comps.,
márts.
Los santos Julián, Marciano, y otros
ocho comps., márls.
Los santos Secundiano, Marceliano , y
Vcriano, márls.
Los santos Firmo y Rúslico , márts.
San Domiciano , ob. y conf.
San David , presb. y conf.
San Fedlimido ó Felimi, ob. y conf.
San Lorenzo , márt.
La Conmemoración de ciento sesenta y
cinco soldados mártires de Roma.
San Deusdcdit, conf.

I V INDICE DEL T. III.
La Conmemoración de muchísimos santos
mártires de Alejandría. 247
Santa Asteria , vírg. y márt. 247
Las santas Basa , Paula , y Agalónica,
vírgs. y márts. 247
San Blaan , ob. y conf. supl.
II San Tiburcio, márt. 247
Sania Susana , vírg. y márt. 248
San Taurino , ob. y conf. 230
San Gaugérico , ob. y conf. 230
San Equicio , ab. y conf. 230
San Alejandro , ob. y márt. 230
San Kulino , y comps., márts. 230
Sania Digna . vírg. 250
Santa filomena, vírg. y márt. 251
2 Santa Clara , vírg. 251
San Enplio, diác. y márt. 255
San Pon-ario . ab.. y otros comps. márts. 235
Santa Hilaria, con sus criadas las santas
Digna, Euprepia,y Eunomia, márts. 253
Los sanios Quiríaco, Largion, Crescenciano
, Nimia, Juliana, y otros veinte
comps., marts. 235
Los santos Aniceto , Fotino , y otros'muchos
comps., márts. 235
San Macario y san Julián , márts. 235
San Graciliano y santa Felicísima, márts. 255
San Eusebio, ob. y conf. 255
San llerciilano, ob. y conf. 253
San Muredac, ob. y conf. supl.
3 San llipóilo, márt. 25(3
San Casiano, márt. 236
Santa Concordia, márt. 237
San Máximo, rniin. y mart. 257
San Vigtierto, presb. y conf. 257
Santa Radegunda, reina. 257
San Casiano, ob. y mart. 257
Santa Centola y santa Elena, márts. 258
14 San Eusebio, presb. y conf. 258
San Simpliciano, arz. yconf. 258
San Demetrio, márt. 260
San Calixto, ob. y márt. 260
Santa Atanasia, viu. 260
San Ursicio, márt. 2G0
San Marcelo, ob. y márt. 261
San Alfonso Mana de Ligorio, conf. 261
lo La Asunción de nuestra Señora. 261
San Tarsicio, acúl. y márt. 269
Santa Emilia, vírg. 269
San Alipio, ob. y conf. 269
San Aruulfo, ob. y conf. 269
San Napoleón y san Saturnino,márts. 269
San Mac-cartin, ob. y conf. supl.
16 San Hoque, conf. 269
San Jacinto, conf. 271
San Elcutei io, ob. y conf. 274
San Tito, diác. y márt. 274
San üiomedes, márt. 274
San Ambrosio, márt. 275
San Arsaeio, conf. 273
Sania Serena, empz. 275
7 Sama Clara de .Monte Falco, vírg. 275
Los sanios Librado, ab., Bonifacio, diác,
Severo, y Rústico, subdiacs., Rogado,
Séptimo, y Máximo, mons., todos márts. 278
San Mamante, rnárt. 279
San Mirón, presb. y márt. 279
Los santos Estraion , Felipe , y Eutiquiano,
niáits. 279
San Pablo y santa Juliana , márts. 279
San Anastasio , ob. y conf. 279
'•> San Apapito, márt. 279
Santa Elena , empz. 280
San Joan y san Crispo, presbs. y confs. 281
Los sanios Hermas , Serapion , y Polieno,
márls. 281
Los santos monjes de Córdoba y de Sahaguu
, míiils. 282
Los santos Floro , Lauro , Próculo , Máximo
, y oíros comps., márls. 282
San León y sania Juliana , márts. 282
San Fermín , ob. y conf. 282
19 San Luis, ob. y conf. 282
San Mariano, erm. y conf. 286
San Timoteo, san Agavio , y santa Tecla,
marts. 286
San Andres, y otros comps., marls. 287
San Julio , mart. 287
San Donato, presb. y conf. 287
San Rufino , conf. 287
San Magno, ob. y màrt. 287
San Magio, màrt. 287
San Mnctco, ob. y conf. sup .
San Cumin , ob. y conf. stipi.
20 San Bernardo , ab. y conf. 287
San Estévan , rey y conf. 300
San Samuel, prof. 304
San Lucio , mart. 303
San Filiberto, ab. y conf. 305
San Maximo , conf. 305
San Manolo , conf. 305
Los santos Severo y Memnon, y otros
Ireinta y siete comps., marts. 305
San Porfirio. 305
San Cristobal y san Leovigildo, marts. 305
San Oswino, rey y màrt. supl.
21 San Privarlo , ob. y màrt. 306
Sanla Juana Francisca Fremiot, viu. y
fumla. 308
Santa Ciriaca, viu. y màrt. 314
San Anastasio , màrt. 314
Los santos Lusorio . Ciselo y Camerino , m. 314
San Bonoso y san Miixiiniliano, màrts. 314
San Bernardo Tolomeo , conf. j fund. 314
San Paterno , màrt. 315
Santa Basa y los santos Toogonio, Agapio
y Fidel , màrts. 315
San Euprepio , ob. y conf. 315
San Cuadrado, ob. y conf. 31S
22 San Timoteo, mari. 315
San Mipolito, ob. y màrts. 313
San Sinforiano, mari. 315
San Mauro, y sus comps., màrt. 310
San Antonino, mari. 316
Los santos Agatónico, Zòtico,y sus comps.
màrts. 316
Los santos Marciai, Saturnino , Epiteclo,
Mapril, y Felix, con otros comps.,
màrts. 316
San Atanasio , ob., santa Antusa, y olros
dos santos , maris. 316
San Fabriciano y san Filiberto , màrts. 317
San Gunifo'-te , màrt. 317
San Andrés, diàc. yconf. supl.
23 San Felipe Benicio , conf. 317
San Sidnnio Apolinar , ob. y conf. 321
Los santos Claudio, Aslerio, y Neon, y
las sanlas Domnina y Teonila, màrts. 322
San Teonas, ob. y conf. 323
San Timoteo y san Apolinario, màrts. 323
SanZaqueo , ob. y conf. 323
Los santos Rcstituto, Donalo, Valerlann,
y Fruttuosa, con oiros duce comps.,
marls. 523
Los santos Quiriaco, Maximo, Arquclao,
y otros comps., màr!s. 323
San Minervo y san Eleàzaro, con otros
orbo, màils. 323
San Lopc, màrt. 323
San Victor, ob. y conf. 323
San Flaviano, ob. y conf. 323
Sari Eugenio, ob. y conf. supl.
San .lusliimuio, crm. y mari. supl.
24 San ltarlolomé, apóslol. 323
La Coiimemoracion de trecicntos sanlos
màrtires de litica. 326
San Audoeno, ob. y conf. 320
San Euliquio,conf. 326
San Tolomeo, ob. y màrt. 326
San Tarimi, màrt. 326
Santa Aurea, \irg. y màrt. 326
San Roman, ob. y mari. 327
San Patricio, ab. y conf. 327
San Jorge Liminola, mon. y màrt. 327

ÍNDICE DEL T. III. V
San Ircardo ó Ertado, ob. y conf. stipi, San Amado , ob. y coni'. :!9!
2o San Luis, rey y conf. 327 El bealo Btienajunta, conf. 302
San Cines de Arles, míírt. 332 Santa Isabel , vírg. supl.
San Cines el Kcpresentante, márt. 332 Santa Cutbniga , reina, vírg, y aba. stipi.
Los sanios Eusebio, Fondano, Vicente, y
Pelegrin, márls. 33',. SETIEMBRE.
San Gregorio, ob. y conf. 33i
San Geruneio, ob. y márt. 234 I San Gil , ab. y conf. 392
San Julián, márt. 334 Los santos doce hermanos, márts. 393
nan Menas, oh. y conf. 334 San Josué. 393
Santa Patricia, vlrg. 333 San Gedeon. 394
Santa Ehba, vírg. y aba. supl. Santa Ana profa. 394
20 San Zel'erino, papa y márt. 333 San Lupo ó Lope, ob. y conf. 394
San Ireneo y san Abundio, márts. 333 San Sixto . ob. y márt. 394
San Segundo, márt. 335 San Amon, y cuarenta vírgs., márts. 394
San Alejandro, márt. 336 San Prisco, márt. 395
Los santos Simplicio, Constancio, y Victo- San Terenciano , ob. y márt. 395
riano, márts. 336 Los santos Vicente y Lelo, márts. 395
San Adlian, márt. 336 San Prisco, ob., y sus comps., los santos
San Víctor, márt. 336 Castrense, Tamaro, Rosio, Heraclio,
San Rufino, ob. y conf. 330 Secundino, Ad jutorio, Marcos, Augus-
San Félix, prest»., y conf. 336 to, Elpidio, Canion, y Vindonio, confs. 395
San Gelasino, márt. supl. San Régulo . ob. y márt. 395
27 San Cesario, ob. y conf. 337 Santa Ana , profa. 395
San José de Calasanz, conf. y fund. 340 San Vietorio, ob. y conf. 395
San Siagrio, ob. y conf. 316 San Constancio, ob. y conf. 395
San Pemon, anr. ;,y conf. 316 Santa Verena, vírg. 395
San Rufo, ob. y márt. 347 San Firmino , ob. y conf. 396
Los santos Marcelino, Mannea, Juan, Se- 2 San Justo, ob. y conf. 396
rapion, y Pedro, rríárls. 347 San Antolin ó Antonino, márt. 396
San INarno.ob. y conf. 347 Santa Máxima y san Ansano, márts. 397
San Rufo y san Carpo-foro, márts. 347 Los santos Zenon, Coneordio, Teodoro
Santa Eulalia, vírg. y márt. 347 y otros, márts. 397
Santa Antusa, márt. 347 Los santos Diomedes, Julián , Felipe, Eu-
San Liccrio , ob. y conf. 347 tiquiano , Esiquio , Leónides, Filadel-
San Juan, ob. y conf. 347 fo, Menalipo, y Pantágapes, márts. 397
Santa Margarita, viu. 347 Los santos Evodio. Hermógenes, y Calis-
La Trasvcrberacion del corazón de santa ta, hermanos y márts. 397
Teresa de Jesus. 347 San Elpidio, ob. conf. 397
San Mugo de Lincolna, márt. supl. San Elpidio, ab. y conf. 397
San Malrubio, enn. y márt. " siipl. San ¡Nonoso, ab. y conf. 397
28 San Agustín, ob. y doc. 348 San Mavvs, conf. 397
San Hermes, márt. 362 San Guillermo, ob, y conf 397
San Moisés, anac. y conf. 362 La beala Margarita , vírg. y márt. 397
San Julián, márt. 364 3 Santa Serapia , vírg. y márt. 397
San Pelayo, márt. 364 San Mansueto, ob. y conf. 400
Los sanios Fortunato, Cayo, y Anthes, San Simeón Stilila, llamado el Joven,
márts.- 364 pen.yconf. 400
San Alejandro, ob. y conf. 304 Las santas Eufemia, Dorotea, Tecla, y
San Bibiano, oh. y conf. 364 Erasmo , vírgs. y márts. 400
29 La Degollación de san Juan Bautista. 364 Sania Basilisa, vírg. y márt. 400
Santa Sabina, márt. 368 San Sándalo, márt. 400
San Medérico ab. y conf. 368 San Arístcoy san Antonino, marts. 401
San Sebhó rey y conf. 309 Los santos Zenon y Garitón, márts. 401
San Adelfo, ob. y conf. 309 San Ausano, ob. y conf. 401
San Eutimie, conf., y su hijo san Crescen- Santa Febes, diaca, 401
cío márt. 369 San Aignlfo, y otros mons., márts. 401
Los santos N ¡ceas y Pablo, márts. 369 San Remado, ob. y conf. 401
San Ipacio, ob., y san Andrés, presb., San Macnisio , oh. y conf. 401
márts. 369 4 Sania Rosa de Viterbo, vírg. 401
Santa Cándida, vírg. y márt. 309 San Moisés, legis. y prof. 409
Santa Basila, vírg. y márt. 369 San Marcelo, márt, ¡10
30 Los santos Félix y Adaucto, márts. 369 Santa Rosaba , vírg. 410
Santa Rosa de Santa María, vírg. 37o San Marín ó Marino, diac. y conf. 411
San Fiaeiio, anac. y conf. 3S4 Los santos Teodoro , Océano , Amiano , y
Santa Gaudencia, vírg. y márt. 385 Julián, márts. 411
Los sesenta santos mártires africanos 385 Santa Cándida, viu. 411
San Bonifacio y santa Tecla, esposos. 385 Santa Cándida la Joven. 411
San Fantino, conf. 385 San Maréelo, ob. y márt. 411
San Pedro conf. 385 Los santos Rufino, Silvano, y Vitalio,
San Bonomo, ob. y conf. 385 márls. 411
San Pamaquio, conf. 385 Los sanios Magno, Casto, y Máximo,
Son Agilo, ó Aite, ab. y conf. supl. márts. 411
31 San Ramon Nonato, conf. 386 San Tamel, y sus comps., márts. 411
San Arístides conf. 391 Los santos Marcelo y Valeriano, márts. 411
San Paulino, oh. y márt. 391 La Traslación de san Culherto, oh. 411
San Ablano, ob. y conf. 391 Santa Ida., viu. 411
Los santos Rohusliano y Marcos, márts. 391 San lutano, ob. y conf. 411
San Cesidio, presb., y sus comps.,márts. 391 5 San Victorino , ob. y mari. 412
Los santos Teodolo, RuGna , y Amia , San llertm , ah. y conf. 413
márls. 391 Los santos Romulo, Eudoxio, Zenon, Ma-
San Optalo , ob. y conf. 391 cario, y mil ciento y cuatro comps., to-

VI
IÜ
dos máris.
San llerculano, niárt.
Los sanios Líbano , Teodoro , Monédenlo,
y selenla y siete eomps., todos
márts.
Los sanios Quinto , Arconcio, y Donato,
márts.
Santa Obdulia , vírg.
San Atoo , ab. y eonl'.
San Eleutci io, ab. y conT.
San Oucsiforo, niáiI.
San Zacarías, prof.
Los sanios Jiouaciano, Presidio, Mansueto
, Cicrman, Fúsculo, y Lcto, obs. y
márts.
Los santos Fausto, Macario, y diez
comps., márts.
Los santos Colirio, Eugenio, y sus
comps. , márts.
San Pelnmio ,ob. y conf.
San Pambo , ab. y conf.
Sania liega \irg.
San Macculindo, ob. y conf.
Santa Reina , \ irg. y márt.
San Evorcio , ob. y conf.
San Cludoaldo, prcsb. y conf.
San Juan , máit.
San Eupsiquio, márt.
San Anastasio, márt.
San Sozonte , márt.
San Ncmorio , y sus comps., márts.
San Páuíilo , oí), y conf.
San Augrrstal, ob. y conf.
Santa Germana , \írg. y márt.
Sania Mcdelbrria. M'rg. yaba.
San Cunan , ob. y conf.
La Natividad de nuestra Señora.
San Adriano, márt.
San Coi biniano , ob. y conf.
Los santos Eusebio , Nestavo , y Zenon,
márts.
San Néstor, márt.
Los santos Amon , Teófilo, Neotcrio , y
veinte y dos comps., márts.
San Timoteo y san Fausto , márts.
San Sidronio, márt.
Sania Adela , vin.
San Disibodo ó Disen, ob. y conf.
San Gorgonio, márt.
San Severino, márt.
Los santos Jacinto, Alejandro, y Tiburcio,
márts.
San Estraton. márt.
Los santos Rufino y Rufiniano, márts.
San Audomaro, ob. y conf.
San Sergio , papa y conf.
San (Juerano, ab. y conf.
Los santos Pedro, Doroteo, y comps.,
márts.
Santa Osmana, vírg.
San Iietclirio, ó lleccelino, erm. y conf.
San Nicolás de Tolenlino , conf.
San Sostenes y san Yiclor , mart.
Las sanias Mcnodora, Metiodora , y Ninfodora,
vírgs. y márts.
Los santos Apelio, Lucas, y Clemente,
márts.
San Tcodardo, oh. y márt.
San Agapilo, ob. y conf.
San Pedro , ob. y conf.
Los santos Nemesiano, Félix, otro Félix,
Lucio , Lilco, Poliano, Víctor, Jaderes,
Dativo, y otros comps., confs.
San Hilario, papa y conf.
San Salvio, ob. y conf.
Santa Pulquería, empz.
San Finían ó Winin, ob. y conf.
Santa Teodora Alejandrina, pen.
Los santos Proto y Jacinto, márts.
Los santos Diodoro, Diomedes , y Dídimo
, márts.
San Emiliano, ob. y conf.
INDICE DEL T. III.
413
413
413
413
413
413
413
414
414
414
415
415
415
415
415
415
415
410
41 (i
416
415
416
416
417
417
417
417
417
417
420
422
423
423
423
423
423
423
423
423
424
424
424
424
424
425
425
425
423
425
427
427
427
427
427
428
428
428
428
428
428
431
432
423
San Paciente , ob. y conf. 432
San Pafuucio, ob. y conf. 432
12 Santa Buena , vrrg. 432
El berilo Mirón , conf. 432
Los santos Corónides, Leoncio , Serapion,
Selecio , Valeriano , y Estrtaon, márts. 433
San Autónomo, márt. 434
Los sanios Macedonio , Teódulo y Taciano
, márts. 434
San Curando , ob. y márt. 434
San Silvino. ob. y conf. 434
San Sacerdote, ob. y conf. 434
San Guidon , conf. 434
Santa Kanswida, vírg. y aba. 434
San Albco , ob. y conf. 434
13 San Maurilio , ob. y conf. 435
San Ligorio , márt. 430
San Amado , ab. y conf. 437
San Vencí io , conf. 437
San Felipe , márt. 437
Los santos Macrobio y Julián , márts. 437
San Eulogio, ob. y conf. 437
San Amado , ob. y conf. 437
San Eloy , palr. y conf. 438
14 La Exaltación de la santa cruz. 438
Santa Catalina de Genova , viu. 439
San Crescendo , márt. 442
San Materno , ob. y conf. 442
Los santos Crescenciano , Víctor , Rósula,
y General, márts. 443
San Cormac, ob. y rey. 443
15 San Nicomodes, presb. y márt. 443
San Aicardo, ab. y conf. 443
Santa Edita, vírg. 445
San Emilas y san Jeremías , márts. 446
San Porfirio , márt, 440
San Valeriano, márt. 440
San Nicolás, márt. 440
San Apro , ob. y conf. 446
Santa Entropía , viu. 446
Santa Melilina . márt. 447
Los santos Máximo , Teodoro , y Asclepiodoto,
márts. 447
San Albino, ob. y conf. 447
San Leobino , ob. y conf. 447
San Juan de Dwarf, anac. y conf. 447
16 San Conidio , [rapa y márt. 447
San Cipriano, ob. y márt. 448
Santa Eufemia , vírg. y márt. 452
Los santos Lucía y Geminiano , márts. 453
San Niniano , ob. yconf. 453
Lo= santos Abundio , Abundancio , Marciano
, y Juan , márts. 453
Los santos Rogelio , y Sorvedeo, márts. 454
Sania Sebastiana , márt. 454
17 El dulce Nombre de María. 454
San Lamberlo , ob. y márt. 439
Santa Colomba ó Coloma , vírg. y márt. 461
San Justino , presb. y márt. 40I
Sania iiildegardis , M'rg. 46I
Santa Ariadna , márt. 463
San Narciso y san Crcscencion , márts. 462
San Pedro de Arbués, man. 402
Lo? santos Sócrates y Estovan , márts. 402
La Impresión de las llagas de san Erancisco
de Asís. 462
San Flocelo , márt. 462
Los santos Valeriano, Macrino, y Gordiano
, márts. 462
Santa Agatodia , márt. 402
Sari Saliro . conf. 402
Sania Teodora , rnatr. 402
San Rorlingo ó Crodingo , ab. y conf. supl.
18 Sanio Tomás de Villanueva , arz. y conf. 403
San José de Coperlino , conf. 47S
San Mctodio , ob. y márt. 482
Sari Forreólo, márt. 483
Santa Sofía y santa Irene , márts. 483
San Eustorgio , ob. y conf. 483
San Eutnenio, ob. yconf. 483
19 San Janrrario , ob. y márt. 483
Los santos Fcslo, diác., Desiderio , lee,

Socio, diác., Próculo, diác., Eutiques,
y Acucio, todos márts. 484
San Secuano , prcbs. y conf. 484
San Eustoquio , ob. y conf. 484
San Teodoro , ob. y conf. 484
Los santos Peleo , Nilo , y Elias , obs. y
márts. 4S5
Santa Pomposa , vírg. y márt. 485
San Rodrigo de Silos, conf. 485
San Félix y santa Constancia , márts. 485
Los santos Trófimo, Sabacio, y Dorimedontcs,
márts. 485
Santa Lucía , vírg. supl.
20 San Eustaquio, márt. 485
San Agapito , papa y conf. 487
Sania Fausta y san Evilasio, márts. 488
Los santos Teodoro, Felipa, Dionisio, y
Privado , márts. 488
San Prisco, márt. 488
Santa Susana, vírg. y márt. 488
Los santos Rogelio y Servodeo , márts. 488
Santa Cándida, vírg. y márt. 489
SanClicerio, ob. y conf. 489
21 San Mateo , apóstol y evangelista. 489
San .lonas, prof. 491
San Alejandro, ob. y márt. 491
San Panfilo , márt. 491
San Eusebio , márt. 491
San Isacio, ob. y márt., y san Melecio,
ob. y conf. 491
Santa líigcnia, vírg. 491
Sania Maura, vírg. supl.
22 ' San .Mauricio , y la legión de los tebeos,
márts. 491
San Fimmerano, ob. y márt. 492
San Sanlino, ob. y conf. 493
San Lauton , ob. y conf. 493
San Florencio , ob. y conf. 493
San Silvano , conf. 493
Santa Salabetga, aba. 493
Santa Iraida , y sus comps., márts. 493
Las santas Digna y Emérita , vírgs. y
márts. 493
San Jonás, presb. y márt. 493
23 San Lino , papa y márt. 493
Santa Tecla , vírg. y márt. 494
San Socio , diác. y márt. 495
Las santas Xantipa y Polixena, discípulas
de los apóstoles. 495
Los santos Andrés , Juan, Pedro, y Antonio
, márts. 498
San Paterno , ob. y márt. 490
San Constancio, conf. * 490
San Adamnan , ab. y conf. supl.
24 Nuestra Señora de la Merced. 490
San Gerardo, ob. y márt. 499
Los santos Andoqrrio , presb. , Tirso ,
diác, y Félix, márts. 503
San Pafnucio, y sus comps., márts. 503
Los cuarenta y nueve santos mártires de
Calcedonia. 503
San Rústico, ob. y conf. 504
San Geremaro, ab. y conf. 504
El beato Dalmacio Monner, conf. 594
San Conaldo, presb. y conf. supl.
25 San Fermín, ob. y márt. 504
Santa María de Cervcllon, (vulgo de Socos),
virg. 300
San Cleofás, márt. 517
ÍNDICE DEL T. III. M I
San Lope, ob. y conf. 517
San Anacario, ob. y conf. 517
San Sotenio, ob. y conf. 318
San Principio, ob. y conf. 51S
Los santos Pablo, Tata, Sabiniano, Máximo,
Rufo, y Eugenio, márts. 518
San IJcrculano, márt. 518
Los santos Uardomiano, Eucarpo, y veinte
y seis comps., márts. 518
San Formerio, márt. 518
Sari Anatalon, ob. y conf. 51S
Las santas Aurelia y Neomísia, hermanas,
virgs. 518
San Ceolfrido, ab. y conf. supl.
San Baroco, ó Barró Fimbarr, ob. y doc. supl.
20 Los santos Cipriano y Justina, márts. 5IS
San Eusebio, papa y conf. 519
San Calistrato, y sus comps., márts. 519
San Nilo, ab. y conf. 52o
San Ensebio, ob. y conf. 520
San Vigilio, ob. y conf. 520
San Senador, márt. 520
San Amancio, presb. y conf. 520
San Colman Elo, ab. y conf. supl.
27 Los santos Cosme y Damián, hermanos,
márts. 520
Santa Ellrudis, vírg. 521
San Eleázaro, conf. 521
San Cayo, ob. y conf. 521
San Aderilo, ob. y conf. 522
San Florenlin y san Hilario, márts. 522
San Marcos, ob. y conf. 522
Los santos Adolfo y Juan, márts. 522
Santa Epicaris ó Epicárides, márt. 522
Los santos Fidencio y Terencio, márts. 522
Santa Dclfina. supl.
28 San Wenceslao, márt. 522
El beato Simon de Rojas, conf. 524
San Máximo, márt. 529
Santa Lioba, vírg. 529
San Exuperio, oh. y conf. 529
Sania Euatoquia, virg. 529
San Privado, márt. 529
Los santos Marcial, Lorenzo, y otros veinte
comps., márts. 529
San Eslateo, mart. 529
Los santos Marcos, Aillo, Alejandro, Zósimo,
Nicon, Neon y Eliodoro, márts. 529
San Salomon, ob. y conf. 530
San Silvino, ob. y conf. 530
29 La Dedicación de san Miguel, arcángel. 330
Los santos Eutiquio, Plauto, y Hcraclcas,
márts. 534
Santa Gudelia, márt. 534
San Dadas, santa Casdoa, y san Gabdelas,
márts. 534
Sania itisima, y sirs compás., márts. 534
San Fraterno, ob, y márt. 534
San Grimoaldo, presb. y conf. 534
San Quiríaco, anac. y conf. 534
Santa Teodota, márt. supl.
30 San Gerónimo, doc. y fund. 534
San Leopardo, márt. 519
Los santos Victor y Urso , márts. 519
San Antonino, mart. 549
San Gregorio, ob. y conf. S49
San Honorio, ob. y conf. 549
Santa Sofía, vin. 530
FIN.

€3e los santos cuyas vidas se contienen en este
¿ias. pao. Días.
OCTUBRE.
I Nuestra Señora del Rosario. 3
san Remigio , arz. y conf. 7
san Domnino , míirt. 10
Los santos Verísimo, Máxima, y Julia
márts.
san Babón, anac. y conf. 'tesan
Piaton, márt. 10
san Aretas, y sus comps., márts. 10
Los santos Fresco , Crescente, y Evagrio,
márts. 10
san Severo , presb. y conf. '10
san Ananías , conf. 10
san Wasnulfo ó Wasnon , conf. supl.
san Fidarleo, ab. y conf. supl.
san Leodegario, ob., y san Gerino, hermanos,
márls. 10
san Eleuterio , sold. y márt. 12
santo Tomás , ob. y conf. '12
san Salurio , conf. 13
Los santos Primo, Cirilo, y Secundario,
márts.
13
san Teófilo , mon. y conf.
Los sanios Dionisio , l'austo, Cayo, Pe­
13
dro, Pablo, y otros cuatro comps.,
márls. '13
Los dos santos Evaldos, presbs. y márts. 13
san Cándido , márt. 13
san Maximiano , ob. y conf. 13
san Esiquio , mon. y conf. 14
san Francisco de Asís , conf. y fund. 14
san Petronio, ob. y conf.
Los santos hermanos Marcos y Marciano,
27
con sus comps., márls. 28
Los santos Crispo y Cayo , confs. 2S
santa Áurea , vírg.
Los sontos Cayo , Fausto, Eusebio, Que-
28
remon , Lucio , y sus comps., márts. 28
san Hieroteo , conf. 28
san Pedro, ob. y márt. 29
san Amon , erm. y conf. supl.
san Edwino , rey y márt. supl.
san Plácido , y sus comps., márts. 29
santa Cantina, vírg. y márt. 31
san Trascas , ob. y márt. 31
san Apolinario , ob. y conf. 31
santa Gala , viu. 31
san Palmacio , y sus comps., márts. 31
san Froilan, ob. y conf. 31
san Firmato, diác, y santa Flaviana,
vírg., márls. 32
san Alilano , ob. y conf. 32
san Marcelino, ob. y conf. 32
san Bruno , conf. y fund. 33
santa Fe", vírg. y márt.
Los santos Marcelo , Casto, Emilio, y Sa­
36
turnino , márts. 36
san Sagares , ob. y márt. 36
santa Erotida, márt. 36
san Román , ob. ¡ márt. 36
san Magno , ob. y conf.
La Conmemoración de los mártires de
36
Trévcris. 30
san Marcos, papa y conf. 36
Los santos Sergio y Baco, márls. 37
Los santos Marcelo y Apuleyo , márts. 38
santa Osita , vírg. y márt. 38
san Augusto, presb. y conf. 39
santa Justina, vírg. y márt. 39
1 0
santa Julia, vírg. y márt.
san Elano , presb. y conf.
8 santa Pelagia, pen.
san Simeón , conf.
santa Reparada, vírg. y márt.
san Demetrio, márt.
sania Benedicta , vírg. y márt.
san Evodio , ob. y conf.
san Pedro márt.
san Néstor, márt.
sanArtemon, presb. y márt.
santa Palaciata y santa Lorenza, virgs. y
márts.
santa Thais, pen.
santa Keyna , vírg.
9 Los santos Dionisio Areopagita, ob.,
Rústico, Eleuterio, y sus comps., todos
márts.
san Andrónico y santa Atanasia, confs,
san Domnino, márt.
san Abrahan, padre de los creyentes,
san Gisleno, ob. y conf.
santa Publia , aba.
san Deusdedit, ab.
10 san Luís Bertrán, conf.
san Francisco de Borja , conf.
san Pinito , ob. y conf.
san Paulino , ob. y conf.
san Gereon, y otros trecientos, diez y
ocho comps., márts., y san Víctor, y sus
comps., también márts.
Los santos Casio y Florencio , con otros
comps., márts.
san Eulampio y santa Eulampia, márts.
san Cerbonio , ob. y conf.
santa Irene, vírg. y márt.
san Juan de Bridlington, conf.
11 san Gumaro , conf.
san Diego Alemán , conf.
sanCánieo, ab. y conf.
Fermín , ob. y conf.
Los santos Taraco , Probo , y Andrónico,
márts.
Los santos Nicasio, Quirino, Escubículo,
y Piencía , márts.
Los santos Anastasio, Plácido , y Ginés,
márls.
san Sármatas, mon. y márt.
san Germán , ob. y márt.
Las santas Zenaida y Filonila, hermanas,
san Emiliano, conf.
santa Placidia, vírg.
santa Etelburga, ó Edilburga, vírg. y
aba. s
12 san Wilfrido, ob. y conf.
san Scrañn de Monte Granaro , conf.
Nuestra Señora del Pilar.
Los santos Evagrio, Prisciano, y sus
comps., márts.
san Edistio, márt.
santa Domnina, márt.
La Conmemoración de cuatro mil novecientos
seseóla y seis santos africanos,
san Monas, ob. y conf.
san Sabino, ob. y conf.
san Maximiliano, ob. y conf.
san Eustaquio, presb. y conf.
Nuestra Señora del Remedio.

II
13 san Gerardo, ab. y conf. 93
Los santos Fausto, Januario, y Marcial,
niárts. 94
san Carpo, ob. y conf. Di
san Florencio, mart. 94
san Coimano , mart. 94
Los santos Daniel, Samuel, Ángel, Donano
, Leon, Nicolás, y Ilugolino, márts. 95
san Teófilo, ob. y conf. 95
san Venancio , ab. y conf. 95
santa Celidonia , vírg. 95
san Geraldo, conf. supl.
11 san Burcardo , ob. y conf. 95
san Calixto , papa y mart. 9fi
san Donaciano , ob. y conf. 97
santo Domingo Loricato , conf. 97
santa Fortúnala , vírg. y mart. 97
Los santos Carponio, Evaristo,}' Prisciano,
márts. 97
Los Stos. Saturnino y Lupo ó Lope, mrs. 97
san Candendo, ob. y márt. 97
san Fortunato, ob. y conf. 97
san Rústico , ob. y conf. 97
15 santa Teresa de Jesus, vírg. y funda. 97
san Bruno , ob. y márt. 113
santa Tecla , vírg. y aba. 113
El Triunfo de trecientos santos mártires
de la legion tebana. 114
san Severo , ob. y conf. 114
san Fortunato , márt. 114
san Agilco , márt. 1 14
san Antioco , ob. y conf. 114
santa Aurelia , vírg. 11 4
l(¡ san Deogracias, ob. y conf., y el martirio
de los santos .Martiniano, Saturnino,
Máxima, Valeriano, ob , Armogasto,
Másculo, Saturo, y de doscientos y setenta
comps. 114
Los santos Saturnino y Ncreo , con otros
trecientos sesenta y cinco comps., márts. 116
san Élitro, márt. 116
san Bercario, ab. y márt. 116
san Ambrosio , ob. y conf. 116
san Lulo , ob. y conf. 117
san Galo , ab. y conf. 117
san Florentin , ob. y conf. 117
san Mummolin óMommolino, ob. y conf. supl.
17 santa Edu\igis, viu. 117
san Andrés , mon. y márt. 121
san Eron , ob. y márt. 122
santa Mamclta , márt. 122
Los santos Víctor, Alejandro, y Mariano,
márts. 123
san Flonentin , ob. y conf. 123
san Víctor, ob. y conf. 123
santa Anstrudis, vírg. y aba. supl.
18 san Lucas, evangelista. 123
san Julian, crm. y conf. 124
san Asclepíades , ob. y márt. 124
san Justo, márt. 124
santa Trifonía , empz. 125
san Alcnodoro . ob. y márt. 125
san Monon , márt. siipl.
19 san Pedro de Alcántara , conf. y fund. 125
san Varo, y sus corns., márts. 136
Los santos Tolomeo y Lucio, márts. 136
san Verano , ob. y conf. 136
san Eustcrio, ob. y conf. 136
san Aquilino , ob. y conf. 136
Los santos Verónico y Pelaya, con otros
comps., márts. 136
san Etvino, ab. y conf. 1;56
santa Fredesvi-nda , vírg. 136
20 santa Irene , vírg. y márt. 137
san Juan Cancio, presb. y conf. 138
santa María de la Cabeza. 141
san Máximo, diác. y márt. 142
son Caprasio , márt. 142
san Arternio , márt. 1 42
Las sanias Marta y Saula, vírgs. y márts. U2
san Feliciano , ob. y márt. 142
Los santos Jorge y Aurelio, márts. 142
ÍNDICE DEL T. IV.
san Sindulfo, conf. 1.43
santa Fortunata, vírg. y márt. 1¿3
21 san Hilarión, ab. y conf. 143
santa Ursula, y las once milvírg.s, márts. 149
san Maleo, mon. y conf. ' 147
san Asterio , presb. y márt. 151
Los santos Dasio, ¿ótico, Cayo, y otros
doce comps., márts. 151
santa Cilina. 151
san Viator, Ice. y conf. 131
san Finían, ab. y conf. supl,
22 Las santas Nunilo y Alodia , hermanas, y
santa Cordula , vírgs. y márts. 152
Los santos Felipe, Severo, Eusebio, y
Hermeto, márts. 153
san Marcos, ob. y márt. 153
Los santos Alejandro y Hcraclio, márts. 153
san Abercio , ob. y conf. 153
san Melanio , ob. y conf. 153
santa María Salomé. 153
santa Colagia , vírg. 153
san Felipe, ob. y márt. 154
san Donato , ob. y conf. 154
san Verecundo , ob. y conf. 154
23 Los santos Servando y Germán , márts. 154
san Teodoro , presb. y márt. 155
san Severino , ob. y conf. 135
san Roman , ob. y conf. 155
san Ignacio , ob. y conf. 155
san Juan de Capistrano , conf. 156
san Vero , ob. y conf. 156
san Domicio , presb. y márt. 156
san Benito , conf. 156
san Severino ó Surino, ob. y conf. supl.
24 san Mr.rcio , erm. y conf. 156
san Bernardo Calvó, ob. y couf. 158
san Manirían. 158
san Rafael, arcángel. 15S
Los santos Félix, ob. , Adaucto y Genaro,
presbs., Fortunato y Séptimo, lees., todos
márts. 139
san Arelas, y trecientos comps., márts. 160
san Proclo, ob. y conf. 160
sanMaglorio, ob.yconf. 100
san Evergisto, ob. y mart. 100
san Martin , al), y conf. 160
23 Los santos Crisanto y Daría, marts. 161
Los santos Teodosio, Lucio , Marcos, Pedro,
y otros muchos. marts. 162
san Crispió y san Crispiuiano, márts. 102
san Miníalo , márt. 162
Los santos (¡avino, Proto , y Genaro ó Januario,
márts. 163
Los santos Martirio y Marciano, márts. 163
san Bonifacio , papa y conf. 163
san Fronton , ob. y conf. 163
san Gaudencio , ob. y conf. 163
san Hilario , ob. y conf. 163
san Frutos , conf. 103
20 San Evaristo , papa y márt. 104
Los santos Rogaciano y Felicísimo, márts. 16 4
Los santos Luciano , Marciano , Florio , y
comps., márts. 164
san Quodvultdco , ob. y conf. 105
san Rústico , ob. y conf. 165
san Bcrnwardo ó Bernardo, ob, y conf. 163
san Fulco , ob. y conf. 165
san Cuadragésimo , conf. 105
27 Los santos Vicente , Sabina y Cristeta
márls. 165
Las santas Capitolina y Eroteida, márts. 167
san Frumencio, ob. y conf. 167
san Elesbaan, rey y conf. 167
san Florencio , márt. 167
san Atiban, ab. y conf. supl.
28 Los santos Simon y Judas, apóstoles. 107
santa Cirila , vírg. y márt. 169
santa Anastasia, vírg., y san Cirilo, márts. 169
san Fidel, márt. 169
san Fcrrucio, márt. 169
san Faron, ob. y conf. 169
san Gaudioso , ob. y conf. loo

ÍNDICE DEL T. IV.
san Honorato, ob. y conf. 170
san Neot, anac. y conf. supl.
29 san Narciso , ob. y márt. i 70
Los santos Jacinto, Quinto, Feliciano, y
Lucio, márls. 171
san Narciso , ob. y conf. 171
san Teodoro, ab. y conf. 171 4
san Cenobio , márt. 172
san Donato , conf. 172
san Maximiliano, ob. y márt., y san Valentín,
ob. y conf. 172
san Juan, ob. y conf. 172
santa Eusebia , virg. y márt. 172
30 san .Marcelo , cent., y^doce bijos suyos, lodos
márls. " 172
Los bijos de san Marcelo, cent., márts. 173
Los santos Claudio , Lupercio, y Viclórico,márts.
173
Los santos Juliano, Euno, Macario, y
otros trece , comps., márts.; y santa 5
Eulropia , márt. 173
san Saturnino , márt. 173
san Cenobio y santa Cenobia, márts. 173
san Tconeslo , ob. y márt. 173
san Lucano , márt. 173
san Germán , ob. y conf. 173
san Sera])ion , ob. y conf. 174
san Máximo , márt. 174
san Gerardo , ob. y conf. 174
san Aslerio, ob. y conf. supl.
31 san Quintino, márt. 174
san Nemesio y santa Lucila , márts. 170 O
Los santos Ampliado, Urbano, y Narciso,
márls. 176
san Fstaquio , ob. y conf. 177
san Volfango, ob. y conf. 177
La Conmemoración de la victoria del Salado.
177
san Foillan ó Foilan , márt. supl.
NOVIEMBRE. 7
1 La Fiesla de Todos los Santos. 177
Los santos Cesario y Julián , márts. 186
san Benigno, márt. ISO
santa María , márt. 1S0
san Dacio, san Cesáreo, y cinco comps.,
márls. 1S6
Los santos Juan y Santiago, márts. 186
santa Circuía y sania Juliana, márts. 186
san Austremonio , ob. y márt. 18i;
san Marcelo, ob. y conf. 187
san Vigor, ob. y conf. 187
san Sevcrino, mon.y conf. 187
san Amable, conf. 187 8
san MiHurino, conf. 187
san Harnldo , rey y márt. supl.
2 La Conmemoración de los difuntos. 187
san Victorino , ob. y márt. 193
san Justo , márt. 193
Los santos Cartcrio, Estiriaco , Tobías,
Eudoxio, Agapio, y sus comps., mar- 193
Los santos Acindino, Pegasio, Aftonio, 9
Elphicforo, Anempodisio, con otros
muchos comps., márts. 193
Los santos Publio , Víctor, IIermeto,y
Papias, márls. 193
sania Eustoquia, vírg. y márt. 193
san Teodoro, ob. y conf. 193
san Jorge, oh. y conf. 193
san Vulganio , conf. 193
san Marciano , conf. 193
san Ambrosio , conf. 194
3 san Malaquías , oh. y conf. 194
san Cuarto, oh. 200 10
Los santos Germán / Teófilo, Cesáreo, y
Vidal, márls. 200
Los innumerables mártires de Zaragoza. 200
Los santos Valentín é Hilario , márts. 201
sant-a Venefrida, vírg. y márt. 201
san Huberto, ob. conf. 201
san Domno, ob. y conf. 201
san Pópulo, márt.
san Floro, ob. y conf.
san Guenó , ab. y conf.
san Pirmin , ob. y conf.
santa Silvia, inatr.
san Rumwaldo ó Romualdo, conf.
san Carlos Borromeo , arz. y conf.
san Emerico , conf.
san Vidal y san Agrícola , márts.
san Filólogo y san I'atrobas, obs. yconfs.
san Próculo , márt.
san Claro, presb. y márt.
san Porfirio, márt.
san Nicandro y san Itermas, márts.
san Pierio , presb. y conf.
san Amancio , oh. y conf.
san Juanicio, ab. y conf
san Bristan , ob. y conf.
santa Modesta, vírg.
san Zacarías , prof. y márt., y santa Isabel
, padres de san .luán Bautista.
san Félix, presb., y san Eusebio, mon.,
márts.
san Galacion y santa Epislemia , márts.
Los santos Domnino, Tcólimo , Piloteo,
Silvano , Doroteo , y Carterio , márts.
san Magno , ou. y conf.
san Dominador, ob. y conf.
san Fibicio, conf.
santa Berlíla, aba.
san Leto, presb. y conf.
san Leonardo , conf.
san Félix, márt.
La Conmemoración de diez santos márlires
de Anlioquía.
san Severo , ob. y márt.
san Ático.
san Vinoco , ab. y conf.
san llludo, ab. y conf.
san Félix , mon. y conf.
san Florencio, ob. conf.
san Piosdoeimo, ob. y conf.
san Amaranto , márt.
Los sanios fueron, Nicandro, Esiquio,
y otros trciiiLa , márts.
san Engelberlo, ob. y márt.
san Aquiles . ob. y conf.
san Vilebrordo, ob. y conf.
san Rufo , ob. y conf.
san llcrculano, ob. y márt.
Los santos Auto, Taurion, y Tesalónico,
márts.
san YVercnfrido, preb. y conf.
san Vilon ó Vaone, oh. y conf.
Los santos mártires coronados.
Los santos Claudio, Nicoslrnto, Sinforiano,
Castoriuo , y Simplicio, márts.
san lleusdedit, papa y conf.
san Vileado , oh. y conf.
san Godofredo, ob. y conf.
san Mauro , ob. y conf.
san Claro , conf.
La Dedicación de la iglesia del Salvador
en Roma.
san Teodoro, márl.
san Oresles , márt.
san Alejandro, márt.
san Ursino, conf.
san Agripino, oh. y conf.
san Benigno , ob. y eonf.
sania Euslolia y santa Sopalra , vírgs.
La Conmemoración de la Imagen del Salvador.
La Fiesla del Santísimo Cristo.
Los santos Trifon, Respicio , y Ninfa,
márls.
san Andrés Avelino, conf.
Los santos Tiberio y Modesto, y sania
Florencia, márts.
Los santos Demetrio, Amano, Eustosio,
y oíros veinte , márts.
san Probo , ob. y conf.

IV ÍNDICE DEL Т. IV.
san Monitor, ob. y conf. 239 Los santos Elpidio , Marcelo Eustoquio,
san Justo, ob. y conf. 239 y sus comps. , marts. 287
san Leon, conf. 239 san Euquerio , ob. у conf. 287
Las santas Trifena y Trifosa. 239 san Fideneio, ob. у conf. 287
Los santos Miles, Abrósimo , у Sina, san Otmaro , ab. у conf. 287
marts. 239 17 san Hugon, ob. y conf. 2S7
santa Teolista, virg. 239 san Gregorio, ob. y conf. 291
santa Olimpia у san Rodion , marts. 239 Los santos Acisclo у Victoria , marts. 293
11 san Marlin, ob. у conf. 240 san Gregorio Taumaturgo , ob. у conf. 293
san Menna, sold, у mart. 219 Los santos Alfeo y Zaqueo , marts. 300
Los santos Valentin, Feliciano у \ ictori­ san Dionisio , ob. у conf. 300
no, marts. 251 san Aniano, ob. y conf. 300
san Atenodoro, mart, 251 santa Gertrudis, virg. 301
san Verano, ob. у conf. 251 san Kugenio, conf. 301
san Barlolomé , ab. у conf. 231 18 La Dedicación de la iglesia de san Pedro
san Evodio, ob. у conf. 251 у san Pablo. 301
san Menas. erm. y conf. 251 san Roman, mart. 302
12 san Diego de Alcalá , conf. 231 san Rarulas, mart. 302
san Martin , papa у mart, 2fti san Esiquio, mart. 303
san Millan de la Cogulla , conf. 250 san Onerilo , y sus comps. , marts. 303
Los santos Aurelio у Publio, marts. 257 san Odón , ab. y conf. 303
san Paterno, mart. 2o7 san Maximo, ob. у conf. 303
san Livino , oh. у mari. 23v santo Tomás, mori. 303
Los santos Benito , Juan, Mateo, Isaac, santa Hilda ó Hild, aba. supl.
у Cristine , marts. 257 19 san Ponciano, papa у mart. 303
san Josafat, ob. у mart. 257 santa Isabel de Hungría, viu. 304
san Rufo, ob. y conf. 25S san Maximo , presb. у mart. 306
san Cuniberto, ob. y conf. 25S san Abdias, prof. 306
san Nilo, ab. у conf. 258 san Barlaan , mart. 300
san Macario , ob. y conf. 258 Los santos Severino , Exnperio , y Felisau
Teodoro Studila, conf. 258 ciano , marts. 307
san René , ob. y conf. 258 san Fausto, diác. у mart. 307
san Lebvv ino , ob. у mart. supl. san Aza, y sus comps., marts. 307
13 san Estanislao de Kostka, conf. 239 san Crispin, ob. у mart. 307
san Bricio , ob. y conf. 263 20 san Félix de Yalois , conf. у fund. 307
sania Maxelende, virg. у mart. 204 san Juan de Mata , conf. у fund. 31a
san Homobono , conf. 200 san Eadmundo rey mart. 321
Los santos Valentin , Solutor, у Victor , Los sanios Ampelio y Cayo , marts. 323
maris. 207 Los santos Octavio, Solutor, y Avcntor,
san Mitrio , mart. 207 marts. 323
Los santos Antonino, Zebinas , y Ger­ san Agapio , mart. 323
man , marts., у santa Ennata, virg. у san Nersas , ob., y sus comps., marts. 323
mart. 207 san Dasio, ob. у mart. 323
Los santos Arcadio , Pascasio , Probo , Los santos Eustaquio , Tespcsio , y Ana­
Enliquiano, y Pablito, marts. 207 tolio , marts. 323
san Nicolás I, papa j conf. 207 Los santos Baso , Dionisio , Agapito , у
san Gondulfo, ob. y conf. 208 otros cuarenta comps. , marts. 323
san Eugenio . ob. y'eonf. 208 san Benigno, ob. y conf. 324
san Abbon , mart. 208 san Simplicio , ob. y conf. 324
san Quinciano , ob. y conf. 208 san Silvestre , ob. y conf. 32i
san Constante, anac. y conf. supl. san Gregorio , conf. 3:24
San Kilian, presb. у conf. supl. san Humberto , ob. у mart. supl.
14 El Patrocinio de nuestra Señora. 268 san Bernardo, ob. y conf. supl.
san Serapio, mart. 275 santa Maxencia, virg. у mart. supl.
Los santos dementino , Teodoto , у Fi­ 21 La Presentación de nuestra Señora en ci
lomeno , marts. 277 templo. 324
san Serapio , mart. 277 san Rufo, conf. 320
santa Veneranda , virg. у mart. 277 Los santos Celso у Clemente , marts. 320
san Ipacio , ob. у mart. 278 Los santos Demetrio y .^Honorio, marts. 320
san Saes, ab. y conf. 278 san Alberto, ob. у mart, 320
san Dubricio , ¿b. y conf. 278 Los santos Honorio, Eutiquio , y Estcsan
Lorenzo. ob. y conf. 278 van, marts. 320
san Venerando, mart. _ 278 san Eliodoro , mart. 320
LaConmcmoraciondemuchassantasmár­ san Gelasio, papa у conf. 327
tires de Edesa. 278 san Mauro, ob. y conf. 327
san Jucundo , ob. y conf. 278 22 Santa Cecilia , virg. у mart, 327
santa Trahamunda, virg. 278 san Columbario , ab. y conf. 329
15 san Eugenio, arz. у mart. 278 san Mauro, mart. 333
Los santos Samona, Curia, y Abibo , san Filernon у santa Apia, marts. 333
marts. 280 Los santos Marcos y Estévan, marts. 333
san Leopoldo, conf. 282 san Prammacio, ob. у conf. 333
san Félix , ob. у mart. 284 santaTigridia, aba. 333
Los sanios Segundo , Fidenciano , y Ya­ 23 san Clemente, papa у mart. 334
rico, marts. 284 sania Felicitas, mart. 330
san Mavito ó Malo, ob. y conf. 284 santa Lucrecia, virg. y mart. 337
san Leoncio, ob. y conf. 284 san Sisinio, màrt. 337
san Pavino, conf. 284 san Anfiloquio, ob. у conf. 337
san Didier , ob. y conf. 284 san Gregorio, ob. у conf. 337
san Lupcrio , ob. у conf. 285 san Trudon, ob. y conf. 33S
10 san Edmundo, arz. у conf. 285 san Daniel, ob. у conf. 338
Los santos Rufino, Marcos, Valerio, у 24 san Crisógono, mart. 338 /
sus comps., marts. 287 san Juan de la Cruz, conf. 339

san Cresccnciano, márt.
sania Firmina, vírg. y márt.
san Alejandro, márt.
Las santas Flora y María, vírgs. y márts
san Felicísimo, márt.
san Protasio, ob. y conf.
san Román, presb. y conf.
san Porciano, ab. y conf.
san Cianan ó Kcnan, ob. y conf.
25 sania Catalina, vírg. y márt.
Los santos Moisés y Máximo, márts.
san Erasmo, márt.
san Mercurio, márt.
santa Jucunda, -vírg.
san García, ab. y conf.
20 san Pedro Alejandrino, ob. y márt.
Los Desposorios de nuestra Señora.
Los santos Fausto, Didio, y Ammonio,
márts.
Los santos Fíleas, Esiquio, Pacomio, y
Teodoro, márts.
san Marcelo, presb. y márt.
san Belino, ob. y márt.
san Siricio, papa y conf.
san Amador, ob. y conf.
san Conrado, ob. y conf.
san Silvestre, ab. y fund.
san Basólo, conf.
san Estiliano, conf.
san Nicon, mon. y conf.
san Gonzalo, ob. y conf.
san Beato, ab. y conf.
27 san Iracundo y san Primitivo, márts.
san Simeón Metafraste, conf.
Santiago Interciso, márt.
san Barlaan y san Josafat, confs.
Los santos Basileo, Auxilio, y Saturnino,
márts.
Los santos Irenarco, Acacio, y siete santas
mujeres, márts.
san Valeriano, ob. y conf.
san Máximo, ob. y conf.
san Acario, ob. y conf.
san Virgilio, ob. y conf.
san Eucicio, erm. y conf.
san Maarsapor, márt.
san Severino, conf.
san Ansurio, ob. y conf.
Santa Marina, márt.
san Secundino, ob. y conf.
28 san Gregorio III, papa y conf.
san Rufo,márt.
san Sostenes, márt.
Los santos Papiniano y Mansueto, obs.
y márts., y los santos Valeriano, ^Urbano,
Crescente, Eustaquio, Cresconio,
Crescenciano, Félix. Ortolano, y Florenciano,
obs. y confs.
san Estévan el Joven, san Basilio, san
Pedro, san Andrés, y otros trecientos
treinta y nueve, mons., márts.
Santiago, conf.
san Conancio, ob. y conf.
29 san Saturnino y san Sisinio, márts.
san Saturnino, ob. y márt.
san Paramon, márt.
san Itutoldo, ob. y conf.
san Filomeno, márt.
Los-santos Blas y Demetrio,márts.
san Brandon, ab. y conf.
santa iluminada, vírg.
30 san Andrés, apóstol.
Los santos Cástulo, y Enprepes, márts.
santa Maura, vírg. y márt.
san Troyano, ob. y conf.
santa Justina, vírg. y márt.
san Tugal, ob. y conf.
san Constancio, conf.
Los santos Sapor, Isaac, Mahanes, Abrahan,
y Simeón, márts.
san Zósimo, conf.
INDICE DEL T. IV.
351
351
3ol
, 35!
352
352
352
352
supl.
352
355
350
356
350
356
356
358
358
358
358
338
35S
359
358
338
358
359
359
359
359
359
360
361
30!
370
370
370
370
370
370
371
371
371
371
371
supl.
371
372
372
372
372
372
372
373
373
373
373
374
374
374
374
374
378
378
378
378
378
378
378
378
DICIEMBRE.
1 san Eloy, ob. y conf.
san Nalium, prof.
Los santos Diodoro, Mariano, y otros
comps., márts.
Los santos Lucio, Rogato, Casiano, y
Cándida, márls.
san Ansano, márt.
san Olimpiades, márt.
san Ananías, márt.
san Leoncio, ob. y conf.
san Próculo, ob. y márt.
san Castriciano, ob. y conf.
san Ursicino, ob. y conf.
san Evasio, ob. y márt.
san Constanciano, conf.
san Agirico, ob. yconf.
santa Natalia, viu.
2 san Pedro Crisólogo, arz. yconf.
santa Bibiana, vírg. y márt.
Los santos Eusebio , presb. , Marcelo,
diác, Hipólito, Maximo, Adrías, Paulina,
Neon, María, Martina y Aurelia, todos
máris.
san Ponciano, y sus comps.. márts.
Los santos Severo, Seguro, Genaro, y Victorino,
marls.
san Cromado, ob. y conf.
san Lope, ob. y conf.
san Nono, ob. y conf.
san Silvano, ob. y conf.
san Evasio, ob. y conf.
3 san Francisco Javier, conf.
san Soforn'as, prof.
Los santos Claudio, Hilaria, Jason, Mauro
, y sesenta solds., todos marls.
san Casiano, mart.
Los santos Claudio, Crispin, Magina, Juan,
y Estévan, marts.
san Agrícola, mart.
Los santos Ambico, Víctor, y Julio,
márls.
san Marodes, ob. y conf.
san Sol ó Solo. crm. y conf.
san Brino, ó Birino, ob.yconf.
san Lucio, rey y conf.
san Galgano, erm. y conf.
4 santa Bárbara, vírg. y márt.
san Teófanes, y sus comps., marts.
san Melecio, ob. y conf.
san Félix, ob. y conf.
san Osmrmdo, ob. y conf.
san Annon, ob. y conf.
san Marutas, ob. y conf.
san Girano ó Sigirarro, ab.y conf.
san Clemente de Alejandría, doc. y conf.
san Bernardo, ob. y conf.
> san Sabas, ab. y conf.
santa Crispina, mart.
Los santos Julio, Potamia, Crispin, Félix,
Grato, y otros siete comps., marts.
san Baso, ob. y mart.
san Dalmacio, ob. y maFt.
san Pelino, cb. y mart.
san Anaslasio, mart.
san Nicecio, ob. y conf.
san Juan, ob. y conf.
san Gerardo, ob. y conf.
san Nicolás, ob. y conf.
santa Ásela, vírg.
san Humberto, conf.
San Pedro Pascual, ob. y mart.
Las santas Dionisia, Dativa, Leoncia y
los santos Tercio, Emiliano, Bonifacio
y Mayórico, todos marts.
san Policronio, presb. y mart.
san Ambrosio, ob. y doc.
san Agaton , mart.
Los sanios Policarpo y Teodoro, marts.
san Siervo y santa Victoria , marts.
ssn Martin , ab. y conf.
378
382
382
382
382
382
382,
382
382
382
382
382
382
383
3S3
3S3
384
38 í
384
384
384
384
384
383
3S5
385
4I0
4I0
4I0
411
411
411
411
411
411
4M
411
411
413
413
414
414
414
414
414
414
414
415
417
417
417
417
417
417
41S
418
418
41S
423
424
425
428
428
428
439
439
439
439

VI ÍNDICE
santa Faia, vírg. yaba. 439
san Urbano , olí. y conf. 439
H La 1'uiisima Concepción de nuestra Señoia.
439
san Eutiquiano , papa y márt. 446
san .Macal io , mart. 446
san Encano» ob. y fund. 446
san Sofronio , ob. y conf. 446
san Romaneo, ab. y conf. 446
san Patapio , conf. 446
9 sania Leocadia , vírg. y mart. 446
san Hestilulo, ob. y márt. 448
santa Valeria , virg. y márt. 448
san Próculo , ob. y conf. 448
san Siró , ob. y conf. 448
san Julián , ob. y conf. 448
san Cipriano , ab. y conf. 448
sania Vulfiida , aba. 418
santa Gorgonia, virg. 4¡8
Los siete mártires de Samosata. 448
10 santa Eulalia de ilérida , YÍrg. y márt. 449
san Melquíades, papa y márt. 450
Los santos Carpoforo y Ab.indio, márts. 450
sania Julia , \irg. y márt. 450
Los sanios Menas , Hermógenes , y Eugrafo
, márts. 450
san Mercurio , y sus comps., márts. 480
san Gemelo , márt. 431
san Sindulfo , ob. y conf. 451
Nuestra Señora de Loreto. 451
san Deusdcdit, ob. y conf. 451
11 san Dámaso , papa y conf. 451
Los sanios Trasoí), Ponciano , y Pretéxtalo
, márts. 452
san Bársabas , márt. 452
Los santos Vietórico , Fusciano , y Genciono
, márts. 452
san Euliquio , márt. 452
san Daniel el Stilita , conf. 452
san Sabino , ob. y conf. 453
I 2 Las santas Ammonaria, Mercaría , Dionisia
, y Ammonaria, YÍrg.s y márts. 453
san Sinesio , márt. 453
Los santos Epiínaco, Alejandro, y comps.,
márls. 434
san Hermógenes, san Drnato, y otros
veinte y dos santos, márts. 454
Los santos Maxencio, Constantino, Cresceneio
, Justino , y comps. , márts. 454
san Finían ó Finan , ob. y conf. 454
san Columbo , ab. y conf. 434
san Cormac, conf. 454
san Colman , conf. 454
santa Eadburga, aba. 454
san Valéry ó Valerio , ab. y conf. 454
san Corentino , ob. y conf. 454
san Corentino ó Curi, conf. 454
Nuestra Señora de Guadalupe. 454
santa Emma , viu. 455
13 santa Lucia, virg. y márt. 455
Los santos Eustracío , Auxencio , Eugenio
, Mardario , y Orestes, márts. 457
san Anlíoco , márt. 457
san Jadoco ó Josse conf. 457
san Kenelmo , rey y márt. 457
san Auberto , ob. y conf. 457
El beato Juan de Marinoni, conf. 457
santa Otilia , virg. y aba. 457
14 san Espiridion , ob. y conf. 457
Los santos Heron , Arsenio, Isidoro, y
Dioscoro , márts. 461
Los santos Druso , Zósimo , y Teodoro,
márts. 461
Los santos Justo y Abundio, márts. 461
san Metroniano , anac. 461
san Viator, ob. y conf., y san Pompeyo ,
ob. ) márt. 461
san Agnclio ó Anel, ab. y conf. 401
san Nicasio, ob. y santa Eutropia, y
comps., márts. 461
15 san Ensebio , ob. y márt. 461
Los sanios Ireneo , Antonio , Teodoro ,
. IV.
Saturnino , Víctor, y otros diez y siete,
márts. 463
Los santos Faustino, Lucio, Cándido,
Celiano , Marco, Januario y Fortunato,
márts. 463
san Valeriano, ob. y conf. 463
san Maximino, conf. ,y santa Cristiana,
vírg. 463
san Florencio ó Flann , ab. 463
san Eleuterio , márt. 463
16 Los santos Ananías , Azadas,y Missael,
marts., y san Daniel, prof. 463
Los santos Valentín , Concordio . Naval, y
Agrícola, márts. 467
santa Albina , vírg. y márt. 467
san Irenion , ob. y conf. 467
La Conmemoración de muchas santas vírgenes
mártires de África. 467
san Ad >n , ó Adonis , arz. y conf. 467
santa Alicia ó Adelaida , empz. 467
san Reano, ob. y conf. 467
san Adelberto, arz. y conf. supl.
17 san Franco (ó Francisco) de Sena, conf. 467
Los sanios Florian, Calanico, y cincuenta
y ocho comps., márts. 473
san Lázaro, ob. y conf. 475
san Estiirmio, ab. y conf. 475
santa Vivina , virg. 475
La Traslación de san Ignacio, ob. y
márt. 475
santa Olimpíada, viu. 475
santa Bega , viu. y aba. 473
18 Nuestra Señora de la O. 475
Los santos Teótimo y Basiliano, márts.,
y san Auxencio, ob. y conf. 476
Los santos Quinto, Simplicio, y comps.,
márts. 476
Los santos Moisetes, Victimo, Víctor,
Victorino, Adjutorio, Cuarto, y otros
treinta márts. 476
san Rufo y san Zósimo, márts. 477
san Gaciano ó Gandion, ob. y conf. 477
san Vinebaldo, ab. y conf. 477
19 santa Fausta, vírg. y márt. 477
san Gregorio, ob. y conf. 478
Las santas Maura ó Meuris, y Tea, márts. 478
san Timoteo, diác. y márt. 478
Los santos Ciríaco, Paulilio, Secundo,
Anastasio, Sindimio, y comps., márts. 478
Los santos Diario, Zósimo, Paulo, y Secundo,
márts. 478
san Nemesio , y comps.. márts. 479
santa Samiaua .vírg. y aba. 479
san Adjutorio ó Adjuto, ab. y conf. 479
20 santo Domingo de Silos , conf. 479
santo Domingo, ob. y conf. 480
Los santos Eugenio y Macario, márts. 480
Los sanios Ammon , Zenon , Tolomeo,
Ingenuo, y Teófilo , márts. 480
Los santos Libéralo y Báyulo , márts. 480
san Filogonio , ob. y conf. 480
san Pablo de Latro , erm. y conf. 480
san Julio , márt. 480
21 santo Tomás ó Tomé, apóstol. 480
san Severino , ob. y conf. 484
san Anastasio ob. y márt. 484
san Glicerio , prest), y márt. 484
san Temíslocles, márt. 484
san Juan y san Festo, márts. 484
santa Kdburga, vírg. 484
22 san Zenon sold. y márt. 484
La conmemoración üe treinta santos mártires
de Roma. ¿8o
san Flaviano, conf. 485
Los sanios Demetrio, Honorato, y Floro,
márts. . 485
san Queremon ó Cremonio ó Ceremonio,
oh. y sus comps., todos márts. 485
san Isquirion, márt. 485
san Cirilo y san Metodio , confs. 485
23 san Servólo, pobre y paralítico, conf. 485
santa Victoria, vírg. y márt. 486

La conmemoración de veinte santos mártires
de Nicomedia.
Los santos Migdonio, Mardonio, y Antimo,
márts.
La conmemoración de los diez santos
mártires de Creta.
24 san Gregorio, presb. y márt.
La conmemoración de cuarenta santas
vírgenes mártires de Anlioquía.
Los santos Luciano, Metrobio , Paulo ,
Cenobio, Teótimo, y Druso , márts.
san Eulimioó Lutimio, márt.
san Delfín ob. y conf.
Las santas Tarsilia y Emiliana, vírgs.
santa Irmina 6 Irmia, vírg.
25 La Natividad de nuestro Señor Jesucristo.
santa Anastasia vírg. y santa Anastasia,
matr. márts.
santa Eugenia , vír. y márt.
La Conmemoración de muchos miles de
mártires.
2C san Estévan, protomártir.
san Marino, márt.
san Dionisio, papa y conf.
san Zósimo, papa y conf.
san Arquelao , ob. y conf.
san Zenon, ob. y conf.
san Teodoro , conf.
san Jarlalb , ob. conf.
27 saD Juan , apóstol y evangelista,
san Máximo , ob. y conf.
Los santos Teodoro y Teófancs, confs.
santa Nicerata, vírg.
28 Los santos Inocentes, márts.
san Eutiquio y san Domiciano, márts.
Los santos Castor, Víctor, y Rogaciano,
márts.
san lndes, márt., y las santas Domna,
Ágape, y TeóGla. virgs. y márts.
ÍNDICE DEL T. IV.
V I I
san Troadio, márt. S14
486 san Cesario, márt. 514
san Domnion, presb., san Teodoro, ab.
486 y san Antonio, mon. 514
29 santo Tomás Cantuariense, arz. y márt. 514
486 san David, rey y prof. 520
486 san Trófimo, conf. S20
Los santos Calixto, Félix, y Bonifacio,
488 márts. 520
Los santos Domingo, Víctor, Primian,
488 Libosio, Saturnino, Crescendo, Se-
488 cundo,3 Honorato, márts. 52,0
489 san Crescencio, ob y conf. 520
489 san Marcelo, ab. y conf. 520
489 san Ebrulfo, ab. y conf. 520
30 La Traslación de Santiago, apóstol. 520
489 san Sabino, ob. y los santos Marcelo y
Exuperancio, diács. todos márts. 521
496 santa Anisia, márt. 521
497 Los santos Mansueto, Severo, Apiano,
Donato , Honorio, y comps., márts. 521
497 san Anisio, ob. y conf. 521
497 Los santos Eugenio, Liberio, y Raine-
500 rio, obs. 521
soo 31 san Silvestre, papa y conf. 521
S0O santa Melania, matr. 525
500 Las santas Donata, Paulina, Rtística,
500 Nominanda, Serótina, Hilaria, y
500 compás., márts. 528
500 san Sabiniano, ob. y san Potenciano,
500 márts. 528
511 santa Columba ó Coloma, vírg. y márt. 528
511 san Hermeio, exor., san Barbaciano,
511 presb. y conf. y san Zótico, presb. 528
511 Los santos Estévan, Ponciano, Átalo,
514 Fabiano, Cornelio, Sexto, Floro, Quinciano,
Minervino y Simpliciano, márts. 528
514 La Conmemoración de muchísimos santos
y santas, mártires, confesores, y
514 virgines. 528
Fill.

LEY
VIDAS DE TODOS LOS SANTOS QUE VENERA LA IGLESIA.
OBRA QUE COMPRENDE
TODO EL RIBADENEYRA MEJORADO, LAS NOTICIAS DEL CROISSET, BUTLER,
GODESCARD , ETC., QUE FALTAN EN AQUEL ; Y LAS YIDAS DE MILLARES DE SANTOS
QUE SE ECHAN DE MENOS EN TODOS ELLOS;
REDACTADAS POR EL REVERENDO D. D. FRANCISCO PUIG Y ESIEVE,
g»or el SStlo. Dr. I>. José E»alau,
Y PUBLICADAS CON LA APROBACIÓN Y BAJO LOS AUSPICIOS
DEL
Va adornada con la colección de láminas abiertas en acero, mas admirable y costosa salida á .luz hasta el dia,
MADRID,
Librería de RAZÓLA ,
calle de la Concepción Geronima , núm, 2.
D I Q X A D E P O N E R S E E X S U B C O S D E O R O .
Cuaderno (jue contiene
el suplemento, los Índices particulares de cada tomo,
el de las láminas y su colocación en cada tomo,
y el vocabulario general
de todos los santos de la Leyenda de oro,
y del suplemento.
1815.
BARCELONA,
Imprenta de LLORENS, HERMANOS,
calle Ancha.

Explicación de las abreviaturas que se ponen en los índices de la Leyenda de oro-
ab. abad emp. emperador nov.
ab. abril empz. emperatriz ob.
abs. abades en. enero obs.
aba. abadesa enn. ermitaño oc.
a rol. acólito erms. ermitaños patr.
ag. agosto exor. exoreista pon.
anac. ana coicta feb. lebrero pens.
arced. arcedla no fund. fundador pereg.
arz. arzobispo funda. fundadora presb.
card.
ccn.
cardenal
cenobita
funds.
hort.
fundadores
hortelano
presbs.
prof.
cenob. cenobiarca jul. julio profa.
cent. centurión jun. junio profs.
CO ni p. compañero lee. lector sen.
com pa,. compañera lees. lectores .set.
compás. com pañeras leíais,
legislador sold.
com ps. com pañeros
lev. levita solit.
conl'. confesor mar. marzo
con is. confesores márt. mártir subdiác.
cons. cónsul márts. mártires subdiács
diác. diácono ma Ir. matrona trib.
di acá. diaconisa may. mayo
diács. diáconos méd. médico virgs.
dio. diciembre mon. monje viu.
dots, doctor mons. monjes
noviembre
obispo
obispos
octubre
patriarca
penitente
penitentes
peregrino
presbítero
presbíteros
profeta
pro Te lisa
profetas
senador
setiembre
soldado
solitario ó solitaria
subdiácono
subdiáeonos
tribuno
virgen
vírgenes,
viuda

ÍNDICE
de las láminas de la Leyenda de oro, y orden de su colocación por lomos.
Tomo primero»
pací.
Jesucristo 11
Huida á Egipto. 10
Fiesta del SS. Corpus Christi 52
La santísima Virgen. 02
Jesús on medio de los doctores. 05
Santa Genoveva ó Genovel'a. 80
La adoración de los Hoyes. 08
Resignación do san Pablo, primer ermitaño. 142
San Antonio, abad. 100
San Sebastian, mártir. 184
Santa Águeda, virgen y mártir. 312
Los Dolores de la Virgen. 323
Santa Eulalia, virgen y mártir. 331
Santa Marta. 373
El Ángel de la Guarda. 398
El patriarca san José. 495
Humildad de san Benito , fundador, 501
La Encarnación. 5¿9
Tomo segundo»
San Ambrosio, obispo. 18
San León, papa. 39
Confianza de santa Mónica en Dios. 140
San Dionisio , obispo. 171
Santa Clotilde. 311
Kan Juan Bautista. 404
San Pedro , apóstol. 421
San Pablo, apóstol. 429
lomo tercero.
pátj.
Santa Isabel de Portugal. 40
Triunfo do la santa Cruz. 73
San Vicente de Paúl. 90
Santa Margarita. 113
Santa Magdalena. 120
San Ignacio de Loyola. 170
Nuestra Señora de las Nieves ó del Pesebre. 2I8
Santa Filomena. 25I
La Asunción. 201
Muerte de la Virgen. 203
San Roque. 209
Caridad de santa Juana Francisca Fremiot. 308
San Luis , rey. 327
San Agustín. 31S
San Fiacrio. 384
El dulcísimo nombre de María. 434
Tomo cuarto.
Santa Teresa rie Jesus. 79
Todos los santos, siguiendo á Jesus , que les enseña
el camino del cielo. 177
San Carlos Borromeo. 201
El Patrocinio de ta Virgen. 208
María protectora del Estado. 272
Santa Cecilia. 327
Santa Catalina , virgen y mártir. 352
San Andrés , apóstol. 374
San Francisco Javier. 385
San Nicolás. 4t8
La Purísima Concepción. 439
La íiatividad del Señor. 489
San Estovan, prqtomártir. 497
de las materias contenidas en el lomo primero, desde la página 3 á la 70 en que comienza cl­
ines de enero.
pág. P'"J-
Prólogo (le los Editores. 3 La Ascención. 30
Id. de Itibadeneyra. 4 Pascua de Pentecostés. 40
Tormentos de los mártires. 8 La Santísima Trinidad. 40
Vida de Cristo. 11 Fiesta del Corpus. 52
Pascua de Resurrección. 32 Vida de la santísima Virgen- 6á

jwg. col. 7/71.
2 «3
Ili in 1 33
177 2 34
213 1 9
218 2 20
2ÍS 2 02
305 1 37
3(15 1 40
327 2 27 y 34
340 1 45 y 54
350 1 3 v 13
337 1 30
337 1 30
357 1 02
371 1 4
378 2 30
370 1 2
3111 1 7
¿02 2 30
404 1 00
40 i 2 9
4 no 2 62
418 2 63
41!) 1 21
431 o 12
447 2 28
473 2 3
480 2 63
«12
515 1 36
1 53
553 1 30
535 1 40
530 2 53
541 1 40
13 t 33
35 2 12
50 1 3
57 1 19
57 1 19
(¡7 1 30
84 2 47
84 2 61
92 1 2G
92 1 27
102 1 26
103 1 24 y 27
122 1 9
133 2 4
135 2 4
135 2 5
438 Ì 53
154 1 10
177 2 50
181 2 64
227 1 29
227 1 30
Tonio iii-imcro.
dice.
Sincleeia
Espensi pò
Aiimonio
Dcscencion
Galinico
presbitero
Aseario
Sempronio
Gèmino
Ausherlo
Lueino
Felicola
Cenon
Amnoriio
Sirino
Yìrlorio
Victoriano
Cenon
Ereulano
lia siles
Asalon
Euteno
Victoriano
Coron
Qandioro
Silviano
Maximiliano
Tieiano
Galinica
Epareo
Anmonio
Am lìlo(|iiio
Barachiso
Clinia
Tomo §egunilo.
Me imilla,
léase:
Sindètica
Espeusipo
Ammonio
Descensión
Caliniro
abad y confesor
Ansca rio
SintVoiiio
Genuino
Ansberto
Licinio
Felícula
Zenon
Ammonio
Siricio
Victórico
Victorino
('onori
Herculano
Basi le o
Ahsalon
Etcrio
Victorino
Corion
Gaudioso
Silvano
Mamiliano
Taci a no
Calinica
Eparquio
Ammonio
AníÍlo(|nio
Baraquiso
Clinio
Chionia Qulonia
IVIercia Illa cari a
Fronlan Frontón
Eutiquio Enriques
Victoriano Victorino
Pautagato Pan ta gato
Aquilo Aquileo
Maxolo Marolo
Evadió Evodio
Calixta Calixto
mayo marzo
Pollion Polion
Orencio Oroncio
Esperio Exuperio
Zoa Zoe
Tendulo Teóilulo
Itopodiano Iíoilopíano
Venusta Venusto
Gerancio Geroncio
Sisino Sisinio
Trina Faina
Madrona Matrona
pag.
235
251
303
309
316
328
329
378
378
399
409
40!)
413
437
14
38
SI
53
82
83
334
369
393
4KS
42.4
303
col. Un. dice: léase:
1 39 Partorii) Parteólo
1 (¡2 confesor mártir
2 28 confesor mártir
I 38 lílaudina Itlíindina
1 53 ltutilio Ilulílo
1 63 Maximiano Maximino
1 46 Victoriano Victorino
1 8 Tribuno tribuno
1 11 tres ¡los
1
3 Ursiscino Ursieino
1 10 Oroncio Orencio
1 11 Ferino Firmo
2 47 Majencio Maxenelo
1 1 Alpitniano Alpiniano
lomo tercero.
1 63 Ilcliodoro Eliodoro
2 44 Vitorino Victorino
1 34 Merino Marino
1 11 Próetdo Proclo
2 39 Eustaquio Eu.statio
2 21 Ililcrino Hllarino
2 33 y 40 Geroncio Geruncio
2 5 Ilipacio Ipacio
1 51 Eraclio Ileraclio
2 11 Eusiquio Eupsiquio
2 8 Straton Eslruton
2 17 Audoquio Andoquio
143 1 29
227 2 43
227 2 54
índice Indice del tomo primero.
1 1 4I
3 I 41
Tomo cuarto*
Cherta Tortosa (a)
Aquilas Aquiles
id. id.
SAN LES.MES; CONFESOR, supl.Este
santo debe trasladarse al 30 de
enero.
Después de esta línea debe decir:
SAN IiBsaiBS, CONFESOR, supl.
(a) Santa Fortunata fué sacada en Roma del monasterio
de san Hipólito en la via Tiburtina, donde descansaba
desiie su martirio, y enviada á Tortosa por disposición
y concesión de su santidad. Allí se venera , previo
el visto bueno del obispo don Víctor Damián Sacz, quien
examinó Üas auténticas, cu un oratorio particular decentemente
adornado. Junto al santo cuerpo está el vaso de
sangre colocado dentro de la misma urna. Dicho oratorio
está en la casa de don Valentín García.

de los santos
A
Aaron, ab. yconf. S. 21 jun.
Aaron, prof. 1 jul.
Aaron, mart. I jul.
Abacú, mart. 19 en.
Abban, ab. y conf. S. 27 oc.
Abbon, mart. 13 nov.
Abdas ob. y mart. S. 16 may.
Abdías, prof. 19 nov.
Abdon, mart. 30 jul.
Abercio, ob. y conf. 22 oc.
Abibo, mart. 13 nov.
Abilio, ob. y conf. 22 feb.
Abrahan, ob. y mart. S. 5 feb.
Abrahan, ob. yconf. S. 14feb.
Abrahan, conf. 16 mar.
Abrahan, conf. 13 jun.
Abrahan, padre de los creyentes.
9 oc.
Abrahan, mart, 30 nov.
Abrósimo, mart. 10 nov.
Absalon. mart. 2 mar.
Abudcmio, mart. 1S jul.
Abundancio, mart. 1 mar.
Abundancio, mart. 16 sel.
Abundio, mart. 27 feb.
Abundio, ob. y conf. 2 ab.
Abundio, conf. 14 ab.
Abundio, presb. y mart. 11 jul.
Abundio, mart. 26 ag.
Abundio, mart. le set,
Abundio, mart. 10 dic.
Abundio, man. 14 dic.
Acacio, ob. y conf. S. 31 mar.
Acacio, ob. y conf. 9 ab.
Acacio, mart. 2S ab.
Acacio, mart. S may.
Acacio, mart. 21 jun.
Acacio, mart. 28 jul.
Acacio, mart. 27 nov.
Acario, ob. y conf. 27 nov.
Acates, ob. y conf. S. 31 mar.
Acilino, mart. 17 jul.
Acindino, mart. 20 ab.
Acindino, mart. 2 nov.
Acio, mart. S. 1 may.
Acio, mart, 1 ag.
Acisclo, mart. 17 nov.
Acucio, mart. 19 set.
Aeursio, mart, 16 en.
Acheolo, mart. S. 1 may.
Adalardo, ab. y conf. S 2 en.
Adalberto, ob. y mart. 23 ab.
Adamnan, ab. y conf. S. 23 set.
Adauco, mart. 7 feb.
Adaucto, mart. 30 ag.
Adaucto, presb. y mart. 24 oc.
Adela, viu. 8 set.
Adelaida, virg. yaba. S. 5 feb.
Adelaida, empz. 16 dic.
Adelardo, ab. y conf. S. 2 en.
Adelberto,conf. 2o jun.
Adelberto, arz. y conf. S. 16 dic.
Adolfo, ob. y conf. 29 ag.
Aderito, ob. y conf. 27 set.
Adjuto, mart. 10 en.
Adjuto, ab. y conf. 19 dic.
Adjulorio, conf. 1 set.
Adjulorio, mart. 18 dic.
vidas se cosatSeiten en
La S. denota Suplemento
Adjutorio, ab. yconf. 19 dic.
Adolfo, mart. 27 set.
Adon ó Adonis, arz. y conf. 16 dic.
Adoración (La) de los Reyes. 6 en.
Adrián, ab. y conf. 9 en.
Adrián, mart. 1 mar.
Adrián, mart. 4 mar.
Adrián, ob. y mart. S. 4 mar.
Adrián, mart. 3 mar.
Adrián, mart. 17 may.
Adrián, mart. 20 ag.
Adriano, mart. 8 set.
Adrias, mart. 2 dic.
Adyutor, conf. S. 30 ab.
Afra, mart. 24 may.
Afra, mart. 5 ag.
Afraatcs, anac. y conf. 7 ab.
Africano, conf. 4 ag.
Afrodisio, mart. 14 mar.
Afrodisio, mart. 28 ab.
Aflonio, mart. 2 nov.
Agabio, ob. y conf. 4 ag.
A.gabo, mart. 13 feb.
Ágape, mart. 25 en.
Ágape, virg. y mart. 13 feb.
Ágape virg. y mart. 3 ab.
Ágape, virg. y mart. 28 dic.
Agapio, mart. 24 mar.
Agapio, mart. 28 ab.
Agapio, oh. y mart. 29 ab.
Agapio, mart. 21 ag.
Agapio, mart. 2 nov.
Agapio, mart. 20 nov.
Agapilo, ob. y conf. 10 mar.
Agapito, ob. y mart. 24 mar.
Agapito, mart. 6 ag.
Agapito, mart. 18 ag.
Agapito, ob. yconf. 10 set.
Agapito, papa y conf. 20 set,
Agapito, mart. 20 nov.
Agalángelo, mart. 23 en.
Agatodia, mart. 17 set.
Agatodoro, ob. y mart. 4 mar.
Agalodoro, mart. 13 ab.
Agaton, papa y conf. 10 en.
Agaton, exor. y mart. 14 feb.
Agaton, mart. o jul.
Agaton, mart. 7 dic.
Agatónica, mart. 13 ab.
Agalónica, virg. y mart. 10 ag.
Agalónico, mart. 22 ag.
Agatópodis, diac. y mart. 4 ab.
Agatópodis, diac.yconf. 25 ab.
Agavio, mart, 19 ag.
Ageo, mart. 4 en.
Ageo, prof. 4 jul.
Agileo, mart. 15 oc.
Agilo, ab. y conf. S. 30 ag.
Agirico , ob. y conf. 1 dic.
Agliberto , mart. 24 jun.
Agnelio, ab. y conf. 14 dic.
Agoardo, mart. 24 jun.
Agricio , ob. y conf. 13 en.
Agrícola, ob. y conf. 17 mar.
Agrícola, mart. 4 nov.
Agrícola , mart, 3 dic.
Agrícola, mart. 10 dic.
Agripina, virg. y mart. 23 jun.
Apripino , ob. y cenf. 9 nov.
Águeda, virg. y mart. 5 feb.
Agustín , man. 7 may.
Ba leyenda «le oro.
Aguslin, ob. y conf. 26 may.
Agustín , ob. y doc. 28 ag."
Atraído, ab.y conf. 15 sel.
Aidano , ob. y conf. 31 ag.
Ai.lon , ab. y conf. S. 11 ab.
Aigulfo , mart. 3 set,
Aile, ab. y conf. S. 30 ag.
Atardo , ab. y conf. S. 2 en.
Albano , mart. 21 jun.
Albano, mart. 22 jun.
Albeo , ob. y conf. 12 set.
Alberto, conf. S. 7 ab.
Alberto, patr. y conf. 8 ab.
Alberto, conf. 7 ag.
Alberto, ob. y mart. 21 nov.
Alberto .Magno, ob. y conf. 8 ab.
Albina, virg. y mart." 16 dic.
Albino, ob. y"conf. b feb.
Albino, ub. y conf. 1 mar.
Albino, ob. y conf. 15 sel.
Alcmundo, marl. S. 19 mar.
Aldegunda. virg. 30 en.
Aldelmo, ob. y conf. 23 may.
Aideico, ob. y conf. S. 7 en.
Alejandra, mart. 20 mar.
Alejandra, mart. 18 may.
Alejandro, ob. y mart. íl ^en.
Alejandro, mart. 30 en.
Alejandro, man. 9 feb.
Alejandro, mart. 9 feb.
Alejandro, mart. 18 feb.
Alejandro, patr. y conf. 26 feb.
Alejandro, mart. 27 feb.
Alejandro, marl. 10 mar.
Alejandro, mart. 17 mar.
Alejandro, ob. y mart. 18 mar.
Alejandro, mart. 24 mar.
Alejandro, mart. 24 marl.
Alejandro, sold. y mart. 27 mar.
Alejandro, mart. 28 mar.
Alejandro, mart. 22 ab.
Alejandro, mart. 24 ab.
Alejandro, mart, 3 may.
Alejandro, papa y mart. 4 may.
Alejandro, mart. 20 may.
Alejandro, mart. 29 may.
Alejandro, mart. 2 jun.
Alejandro, ob. y conf. 4 jun.
Alejandro, mar. 0 jun.
Alejandro, ob. y marl. 6 jun.
Alejandro, mart. 9 jul.
Alejandro, mart. 21 jul.
Alejandro, mart. 1 ag.
Alejandro, ob. y mart. II ag.
Alejandro, marl. 26 ag.
Alejandro, ob. y conf. 28 ag.
Alejandro, mart. 9 set.
Alejandro, ob. y mart. 21 set.
Alejandro, marl. 28 sel.
Alejandro, mart. 17 oc.
Alejandro, mart. 22 oc.
Alejandro, mart. 9 nov.
Alejandro, mart. 24 nov.
Alejandro, mart.j 12 dic.
Alejo, conf. 17 jul.
Alejo Falconeri, conf. 17 feb.
Alfeo, mart. 17 nov.
Alfio, mart. 10 raav.
Alfio, mart. 28 set.
Alfonso alaria de Ligorio, conf.
I4 ag.

JI ÍNDICE ALFABÉTICO.
Alliccia, virg. S. 2 ag.
Alicia, virg. y aba. S 3 feb.
Alicia, empz. 16 die.
Alipio, ob. y conf: 15 ag.
Almaco, mart. 1 en.
Alnolb, anac. y mart. S. 27 feb.
Alüdia, mari. 22 oc.
Alpiniano, presb. 30 jun.
Alton, al), y conf. 5 set.
Alvaro, mart. 19 feb.
\lvaro de Córdoba, conf. S. 19
feb.
Amable, conf. I nov.
Amadeo, conf. 31 mar.
Amado, ob. y conf. 31 ag.
Amado, ab. y conf. 13 set.
Amado, ob. y conf. 13 set.
Amador, presb. y mart. 30 ab.
Amador, ob. y conf. 1 may.
Amador, ob. y conf. 20 nov.
Amancio, mart. 10 feb.
Amancio, diac. y conf. 19 mar.
Amancio, ob. y conf. S ab.
Amancio, man. 6 jun.
Amancio, mart. 10 jun.
Amancio, presb. y conf. 26 sel.
Amancio, ob. y conf. 4 nov.
Amando, ob. y conf. 6 feb.
Amando, ob. y conf. 18 jun.
Amaranto, mart. 7 nov.
Ambieo, mart. 3 die.
Ambrosio, ob. y conf. 4 ab.
Ambrosio, mart. 16 agosto.
Ambrosio, ob. y conf. 16 oc.
Ambrosio, conf. 2 nov.
Ambrosio, ob. y doc. 7 die.
Ambrosio de Sena, conf. 22 mar.
Amclberga, viu. 10 jul.
Amia, mart. 31 ag.
Amiano, mart. 4 set.
Amideo, conf. 18 ab.
Amroon , mart. 20 die.
Ammonaria, virg. y mart. 12 die.
Ammonaria, virg. y mart. 12 die.
Ammonio, sold. ymart.18en.
Ammonio, mart. 9 feb.
Ammonio, mart 12 feb
Ammonio, mart. 14 feb.
Ammonio, lee. y mart. 26 mar.
Ammonio, mart. 26 nov.
Amori, mart. 1 set.
Amon , mart. 8 set.
Amon, erm. y conf. S. 4 oc.
Amos , prof. 31 mar.
Ampelio, mart.20 nov.
Ampliado ,mart. 31 oc.
Amplio, mart. 11 feb.
Ana , profa. 1 set.
Ana , profa. 1 set.
Ana, madre de nuestra Señora. 26
jul.
Anacario, ob. y conf. 25 set.
Anacleto, papa y mart. 13 jul.
Ananías , mart. 25 en.
Ananías , conf. 1 oc.
Ananías, mart. 1 die.
Ananías , mrat. 16 die.
Anastasia, virg. y mart. 15 ab.
Anastasia, virg. y mart. 28 oc.
Anastasia , virg. y mart. 25 die.
Anastasia, matr. y mart. 25 die.
Anastasio, ab. y conf. 11 en.
Anastasio, mart. 22 en.
Anastasio, papa y conf. 27 ab.
Anastasio, mart. 11 may,
Anastasio , ob. y conf. 20 may.
Anastasio , ob. y conf. 30 may.
Anastasio, presb. y mart. 14 jun.
Anastasio , mart. 29 jun.
Anastasio , ob. y conf. 17 ag.
Anastasio, mart.21 ag.
Anastasio, mart. 7 set
Anastasio, mart. 11 oc.
Anastasio , mart. 5 die.
Anastasio , mart. 19 die.
Anastasio , ob. y mart. 21 die.
Anastasio el Slenor , palr. y mart.
S. 21 ab.
Anastasio el Sinaila, palr. v conf.
21 ab.
Anatalon, ob. y conf. 25 set.
Anatolia, virg. ymari. 9jul.
Anatolio , mart. 20 mar.
Anatolio , ob. y conf. 3 jul.
Anatolio, mart". 20 nov.
Ancia , mart. 18 ab.
Andeolo , subdiac. y mart. 1 may.
Andoquio , prcsb. y mari. 24 set.
Andrés , ob. y conf. 26 feb.
Andrés , mart. 15 may.
Andrés , mari. 19 ag.
Andrés, diac. y conf. S. 22 ag.
Andrés, presb. y mari. 29 ag.
Andrés, mart. 23 set.
Andrés, mon. y mart. 17 oc.
Andrés, mon. y tnart. 28 nov.
Andrés , apóstol. 30 nov.
Andrés Avelino , conf. 10 nov.
Andrés Corsino, ob.yconf. 6 en.
Andronico, conf. 9 oc.
Andronico, mart. 11 oc.
Anecto, mart. 27 jun.
Anel, ab. y conf. 14 die.
Anempodisto , mart. 2 nov.
Anesio , mart. 31 mar.
Anelo , mart. 10 mar.
Anfiano , mari. 2 ab.
Anfiloquio , mai t. 27 mar.
Anfìloquio , ob. y conf. 23 nov.
Anlion , ob. y conf. 12 jun.
Angel , mart, 13 oc.
Angel de la Guarda ( El santo ).
1 mar.
Angelo, mart. 5 may.
Aniano , ob. y conf. 25 ab.
Aniano, mart. IO nov.
Aniano, ob. y conf. 17 nov.
Aniceto, papa y mart. 17 ab.
Aniceto, mart. 12 ag.
Anisia, mart. 30 die.
Anisio, ob. y conf. 30 die.
Annon, ob. y conf. 4 die.
Ansano, mail. 2 set.
Ansano, mart. 1 die.
Ansberto , ob. y conf. 9 feb.
Anscario , ob. y conf. 3 feb.
Anselmo , ob. y conf. 18 mar.
Anselmo, ob. y conf. 21 ab.
Ansohino , ob. y conf. 13 mar.
Anstrudis, virg. y aba. S. 17 oc.
Ansurio, ob. y conf. 27 nov.
Autelmo, ob. y conf. 26 jun.
Anlero, papa y mart. 3 en.
Anthes , mart. 28 ag.
Antidio, ob- y man. 25 jun.
Antigono , mart. 27 feb.
Antimo , ob. y mart. 27 ab.
Antimo , picsb. y mart. 11 may.
Antimo , mart. 23 die.
Antinógenes, mart. 24 jul.
Antioco, mart. 21 may.
Antioco , mart. 15 jul.
Antioco, ob. y conf. 15 oc.
Antioco, mart. 13 die.
Antipas, mart. 11 ab.
Antoliano, mart. 6 feb.
Antolin, mart. 2 set.
Antonia, mart. 4 may.
Antonina, mart. 1 mar.
Antonina , mart. 3 may.
Antonina, mail. 12 jun.
Antonino , ab. y conf. 14 feb.
Antonino , mart. 20 ab.
Antonino, arz. y conf. 2 may.
Antonino , mari, fi ini,
Antonino, mart. 29 jul.
Antonino, mart, 22 ag.
Antonino, mart. 2 set.
Antonino, mart. 3 set.
Antonino, mart. 30 set.
Antonino, mart. 13 nov.
Antonio, mart. 9 en.
Antonio, ab. y conf. 17 en.
Antonio, mon. y conf. 17 en.
Antonio, mart. 14 feb.
Antonio, mart. S. 14 ab.
Antonio, mail. 23 set.
Antonio, mart. 15 die.
Antonio, mon. 28 die.
Antonio Cauleas , patr. y conf. 12
feb.
Antonio de Padua , conf. 13 jun.
Antusa, virg. 27 jul.
Antusa, mart. 22 ag.
Antusa, mart. 27 ag.
Anunciacion ( La ) de nuestra Seiiora.
23 mar.
Aparicion ( La ) de san Miguel,
arcàngel. 8 may.
Aparicion (La) de Santiago, apóstol.
23 may.
Apeles , mart. 22 ab.
Apelio , mart. 10 set.
Apia, mail. 22 nov.
Apiano, mart. 30 die.
Apodemio , mart. 16 ab.
Apolinar, ob. y conf. 8 en.
Apolinar, mart. 21 jun.
Apolinar , ob. y mart. 23 jul.
Apolinaria , virg. 5 en.
Apolinario, mart. 23 ag.
Apolinario, ob. y conf. 5 oc.
Apolo , ab. y coni". S. 25 en.
Apolo, mari. 21 ab.
Apolonia, virg. y mart. 9 feb.
Apolonio, mart. 14 feb.
Apolonio, diac. y mart. 8 mar.
Apolonio , ob. y conf. 19 mar.
Apolonio, presb. y mart. 10 ab.
Apolonio, sen. y mart. 18 ab.
Apolonio, mail. 5 jun.
Apolonio , ob. y conf. 7 jul.
Apolonio, mart. 10 jul. t
Apolonio , mail. 23 jul.
Apro , ob. y conf. 15 set.
Aproniano , mari. 2 feb.
Apuleyo, mart. 7 oc.
Aquila , mart. 23 en.
Aquila , mart. 23 mar.
Aquila, mart. 20 may.
Aquila , mart. 1 ag.
Aquileo , diac. y mart. 23 ab.
Aquileo , mart. 12 may.
Aquiles, ob. y conf. 7 nov.
Aquilina , virg. y mart. 13 jun.
Aquilina , mari. 24 jul.
Aquilino, mart. 4 en.
Aquilino, presb. y mart. 29 en.
Aquiline , mart. 4 feb.
Aquilino,, mail. 10 may.
Aquilino, mart. 17 may.
Aquilino, ob. y coni'. 19 OC
Arabia , mart. 13 mar.
Arador , presi), y mart. 21 ab.
Arbogasio , ob. y conf. 21 jul.
Arcadio , mart. 12 en.
Arcadio, ob. y mart. 4 mar.
Arcadio , mart. 13 nov.
Arconcio, mart. 5 set.
Ardalion , mart. 14 ab.
Arecio, mart. 4 jun.
Arecio , mari. 10 jun.
Aretas, mart. 1 or.
Aretas, mart. 24 oc.
Argeo, mart. 2 en.
Argimiro, mart. 28 jun.

Ariadna , mari. 17 sei.
Aristarco , ob. y mari. 4 ag.
Aristeo, mail. 3 set.
Arislides, conf. 31 ag.
Aristidi, conf. 22 feb.
Aristobulo , ob. y mart. 1 ornar.
Ariston, mart. 2 jul.
Arislónico , mart. 19 ab.
Armentario , ob. 30 en.
Armogasto , mari. 29 mar.
Aimogaslo, mart. 16 oc.
Arnulfo , ob. y conf. 18 jul.
Arnulfo , ob. y conf. lo ag.
Arquelao , mari. 4 mar.
Arquelao , mart. 23 ag.
Arquelao , ob. y conf. 20 die.
Arquipo , ob. y conf. 20 mar.
Arsacio , conf. 16 ag.
Arsenio, anac. y conf. 19 jul.
Arsenio, mari. 14 die.
Artemio , rnait. 6 jun.
Artemio , mari. 20 oc.
Arlemon, presb. y mart. 8 oc.
Asafo, ob. y conf. 1 may.
Asclcpiades , ob. j mart. 18 oc.
Asclepiodolo, mart. lo set.
Ascia , mari. 23 en.
Ascia , x irg. 0 die.
Asir.erito . ob. y mari. 8 ab.
Aspren , ob. y con r
. 3 ag.
Asteria , virg. y mari. 10 ag.
Aslerio , sen. y mari. 3 mar.
Astei io , mari* 20 may.
A sic rio, ob. y conf. IO jun.
Aslerio, mai I. 23 ag.
Asterìo, presb. y mart.al oc.
Asterie, ob. y conf. S. 30 oc.
Astridiano, prcsb. 30jun.
Asrrncion, (La) de nucstra Senora
loag.
Alalas, ab. y conf. IO mar.
Atalo, mari. 2 jun.
Alalo, mari. 31 die.
Atanasia, viu. 14 ag.
Atar.asia, esposa de san Andronico,
conf. 9 oc.
Atanasio, mart. 3 en.
Atanasio, mart. 9 en.
Atanasio, ob. y conf. 2 may.
Atanasio, diac. y marl.o'jril,
Atanasio, ob. y conf. -1 ojul.
Atanasio, ob. y mar. 22 ag.
Atenodoro, ob. y mart. 18 oc.
Atenodoro, mart. Il nov.
Alenógcnes , anliguo teòlogo y
mart. 18 en,
Atenógenes, ob. y mari. 10 jul.
Alico. 6 nov.
Atilano, ob. y conf. 5 oc.
Alon, conf. 22 may.
Attracla, virg. S. 9 feb.
Auberto, ob. y conf. 13 die.
Audas,ob. y mart. 10may.
Audifax, mart. 19 en.
Audoeno, ob. y conf. 24 ag.
Audomaro, ob. y conf. 9set.
Augulo, ob. y mart. 7 feb.
Augurio, diac.y mail. 21 en.
Augustal, ob.y conf. 7 set.
Augusto, mari. 7 may.
Augusto, conf. 1 set.
Angusto, presb. y conf. 7 oc.
Aurea, virg. y mart. 19 jul.
Aurea, virg. y mari. 21 ag.
Aurea, virg. 4 oc.
Aurelia, virg. 25 set.
Aurelia, \iig. 15 oc.
Aurelia , mart. 2 die.
Aureliano, ob. y conf. te jun.
Aurelio , ob. y conf. S. 20 jul.
Aurelio, mari.27 jul.
Aurelio, mart. 20 oc.
ÌNDICE ALFABÉTICO» III
Aurelio, mart. 12 nov.
Aureo, mart. Iojun.
Ausano, ob. y conf. 3 set.
Auseneio, ab. yconf. 14 feb.
Ausonio, mail. 24 cu.
Auspicio , ob. y conf. 8 jul.
Austregisilo, ob. y conf. 20 may.
Auslremonio, ob.y mari. 1 nov.
Austreverta , virg. 10 feb.
Auto , mart. 7 nov.
Autonomo, mart. 12 set.
Auxencio, mart. 13 die.
Auxencio, ob.y conf. 18 die.
Auxibio, ob. yconf. 19 feb.
Auxilio, mart. 27 nov.
Aventino, conf. 4 feb.
Aventor, mari. 20 nov.
Avertano , conf. 25 feb.
Avertino, diac yconf. S. 5 may.
Avito, mart. 27 eri.
Avito , ob. y conf. 5 feb.
Avito, ab. y conf. 17 jun.
Aza, mart. 19 nov.
Azarias, mart. 10 die.
K
Babilas, ob. y mart. 24 en.
Babolen, ab. y conf. S. 20 jun.
Babon, anac. y conf. 1 oc.
Baco, mart. 7 oc.
Bademo, ab. y mart. S. 10 ab.
Bain, ob. y conf. S. 20 jun.
Balbina , virg. 31 mar.
Baldomero, subdiac, y conf. 27
feb.
Baldredo , ob. y conf. S. 6 mar.
Baradato , conf. S. 22 feb.
Baradbesciabas, diac. y mart. S.
21 jul.
Baraquiso, mart. 29 mar.
Bàrbara, virg. y mari. 4 die.
Baibaciano, presb. y conf. 31 dir.
Barbascemino , ob. y mart. S. 14
en.
Barbato, ob. y conf. 19 feb.
Ilarbea , mart. 29 en.
Bardomiano, mart. 25 set.
Barlaan , mart. 19 nov.
Barlaan, conf. 27 nov.
Baroco ó Barr, ob. y conf. S. 25
set.
Baroncio, erm. yconf. 25 marzo.
Bàrsabas, man. 11 die.
Barsanufio, anac. y conf. TI ab.
Barsen , ob. y conf. 30 eri.
Barsimeo, ob. y mart. 30 cn.
Bartolomé , mon. y conf. S. 24 jun.
Bartolomé, apóstol. 24 ag.
Bartolomé, ab. y conf. Il nov.
Barulas, mart. 18 nov.
Basa, mart. 6 mar.
Basa , virg. y mari. 10 ag.
Basa , mari. 21 ag.
Basiano , ob. y conf. 19 en.
Basila, mart. 17 may.
Basila, virg. y mart. 20 may.
Basila, virg. y mart. 29 ag.
Basileo , mart. 2 mar.
Basileo , mart. 23 may.
Basileo , man. 27 nov.
Basiliano , mart. 18 die.
Basilìdes, mart. 10 jun.
Basilides, mail. I2jun.
Basilides, mart. 30 jun.
Basilist, mart. 9 en.
Basilisa, mart. 22 mar.
Basilisa, virg. y rnart. 13 ab.
Basilisa, virg. y m.m. 3 set.
Basilisco, sold. y mart. 3 mar.
Basilisco , mart. 22 may.
Basilio, conf. 27 feb.
Basilio , ob. y mart. 4 mar.
Basilio , ob. y conf. 0 mar.
Basilio, presb. y marl. 22 mar.
Basilio , ob. y mürt. 20 ab.
Basilio , conf. 30 may.
Basilio, mon. y mart. 28 nov.
Basilio Magno , ob. y doc. 1 i jun.
Basìon, lee. y mart. 14 feb.
Baso, mart. 14 feb.
Baso , mart. 20 nov.
Baso , ob. y mart. 5 die.
Báselo , conf. 20 nov.
Balilde , reina. 20 en.
Baudilio, mart. 20 may.
Báyulo, mart. 20 die.
Bazas , ob. y conf. 19 feb.
Beano, ob. y conf. to die.
Beata , mart. 8 mar.
Beato , conf. 9 may.
Bealo, ab. y conf. 20 nov.
Beatriz, man. 29 Jul.
Becan, ab. y eonf. S. 5 ab.
Beccolino, erm. y conf. 9 set.
Beda ( El venerable ) presb. y conf.
27 may.
Bega , virg. 6 set.
Bega , viu. y aba. 17 die.
Belino , ob. y mart. 20 nov.
Benedicta, virg. y mart. 8 oc.
Benedicto , papa y conf. 7 may.
Benedicto XI, papa y conf. 7 jul.
Benigno , mart. 13 feb.
Benigno, mart, 3 ab.
Benigno, ob. y mart. 28 jun.
Benigno, mart. I nov.
Benigno, ob. y conf. 9 nov.
Benigno, ob.y conf, 20 nov.
Benilda , mart. 15 jun.
Benita, márt. 4 en.
Benita , virg. o may.
Benita, virg. 29 jun.
Benito , ab. y conf. 12 en.
Benito , arz. y conf. 11 mar.
Benito , ab. y fund. 21 mar.
Benito , mon. y conf. 23 mar.
Benito, conf. 23 oc.
Benito , mart. 12 nov.
Benito de Anian, ab. y conf. S. 12
feb.
Benito de Palermo , conf. 3 ab.
Benito el Menor, conf. S. 14 ab.
Benjamin, diac. y mart. 31 mar.
Berardo, mart. 16 en.
Bercario , ab. y mart. 16 oc.
Bernabé, apóstol. 11 jun.
Bernardino de Sena , conf. 20 may.
Bernardo , ob. y conf 12 mar.
Bernardo , mart. 23 jul.
Bernardo , ab. y conf. 20 ag.
Bernardo , ob. y conf. S. 20 nov.
Bernardo , ob. y conf. 4 die.
Bernardo Calvó, ob. yconf. 24 oc.
Bernardo de Corleon , conf. 14 en.
Bernardo de Mentón , conf. 15 jun.
Bernardo Tolomeo, conf. y fund.
2I ag.
Bemwardo ó Bernardo, ob. y conf.
26 oc.
Berta , viu. y aba. S. 4 jul.
Bcrtila , ab. 5 nov.
Bertin , ab. y conf. 5 set.
Bertrán , ob. y conf. S. 3 jul.
Besa , mart. 27 feb.
Besai ion , anac. y conf. 17 jun.
Betelino , erm. y conf. 9 set.
Benno ó Beunur, ab. y conf. S.
2t ab.
Bianor , mart. 10 jul.
Bibiana, virg. y mart. 2 die.
Bibiano , ob. y conf. 28 ag.
Biblides , mart. 2 jun.
Bienvenido, ob. y conf. 22 mar.

IV
Birilo, ob. y conf. 21 mar.
Birino , ob. v conf. 3 die.
Blaan, ob. v conf. S. 10ag.
Blaitbmaico , ab. y mart. S. 10 en.
Blanda, mart. 10 may.
Blandina, mart. 2 ¡un.
Blas , ob. y mart. 3 feb.
Blas , mart. 29 nov.
Bobon , conf. S. 22 may.
Boisilo, mon. y conf. S. 23 feb.
Bolean, ab. y conf. S. 4 jul.
Bona , virg. 24 ab.
Bonifacio, ob. y conf. S. 14 mar.
Bonifacio, mart. 14may.
Bonifacio, ob. y conf. 14 may.
Bonifacio , arz."y mart. 5 jun.
Bonifacio, ob. y mart.19jun.
Bonifacio, diaci y mart. 17 ag.
Bonifacio , esposo de santa Tecla.
30 ag.
Bonifacio, papa y conf. 25 oc.
Bonifacio, mart. 0 die.
Bonifacio, mart. 29 die.
Bonifacio IY, papa y conf. 25 may.
Bonito, ob. y conf. 15 en.
Bono , presb. y mart. 1 ag.
Bonomo , ab. y conf. 30 ag.
Bonosa, mart! 15 jul.
Bonoso, mart. 21 ag.
Botulfo , ab. y conf. S. 17 jun.
Brandon, ab. y conf. 29 nov.
Braulio, ob. y conf. 18 mar.
Breaca ó Breaga, virg. S. 4 jun.
Brendano, ab. y conf. 10 may.
Brennon , ob. y conf. 10 jun.
Bretannion , ob. y conf. 23 en.
Briccio, ob. y conf. 9 jul.
Bricio, ob.y conf. 13 nov.
Bricuco , ob. y conf. S. I may.
Brigida, viu. 23 jul.
Brígida de Escocia, л irg. 1 feb.
Brino , ob. y conf. 3 die.
Bristan, ob. y conf. 4 nov.
lirithwaldo, arz. y conf. S. 9 en.
Bronacha 6 Bronnana, virg. y aba.
S.2 ab.
Bruno, ob. y conf. 17 may.
Bruno , ob. y conf. 18 jul.
Bruno , conf. y fund. 6 oc.
Bruno , ob. y mart. 15 oc.
Brynoth, ob. y conf. S. 9 may.
Buena, virg. 12 set.
Buenajunta , conf. 31 ag.
Buenaventura, ob. y doc. 14 jul.
Buenhijo, conf. 1 en.
Burcardo , ob. y conf. 14 oc.
Burgundofora , virg. y aba. 3 ab.
Buriana, S. 4 jun.
С
Cadoco ó Cadoc, ab. y conf. S. 24
en.
Cadroas, mon. y conf. S. 6 mar.
Calais , ab. y conf. S. 1 jul.
Calamanda, virg. y mart. 5 feb.
Calanico, mart. 17 die.
Calepodio, presb. y mart. 10 may.
Calimerio, ob. y mart. 31 jul.
Calínica , mart. 22 mar.
Calinico, mart. 28 en.
Caliopa , mart. 8 jun.
Caliopio, mart. 7 ab.
Cajista, mart. 2 set.
Calistrato, mart. 26 set.
Calixto, mart. 16 ab.
Calixto, mart. 25 ab.
Calixto, ab. y mart. 14 ag.
Calixto, papa y mart. 14 oc.
Calixto, mart. 29 die.
Calocero, ob. y conf. 11 feb.
Caloccro, mart. 18 ab.
ÍXDICE ALFABÉTICO.
Calocero, mart. 19 may.
Cologero, erm. y conf. 18 jun.
Camerino, mart. 21 ag.
Camilo de Lelis, conf. y fund. 15
jul.
Cammino, ab. y conf. S. 25 mar.
Cancianila, mart. 31 may.
¿anciano, mart 3t may.
Cancio, mart. 31 may.
Cándida, mart. 6 jun.
Càndida, virg. y mart. 29 ag.
Cándida, viu. 4 set.
Candida, tirg. y mart. 20 set.
Cándida, mart. l die.
Cándida la Joven, 4 set.
Cándido, mart. 2 feb.
Cándido, mart. 11 mar.
Cándido, mart. 3 oc.
Cándido, mart. 15 die.
Cànico, ab. y conf. Il oc.
Canion, conf. 1 set.
Cantidiano, mart. 5 ag.
Cantidio, mart. 5 ag.
Canuto, rey y mart. 19 en.
Capitón, ob. y mart. 4 mar.
Capitón, mart. 21 jul.
Capitolina, mari. 27 oc.
Caprasio, ab. y conf. i jun.
Caprasio, mart. 20 oc.
Caradoc, ob. y conf. S. 13 ab.
Caralipo, mart. 28 ab.
Caratino, mart. 28 may.
Caridad, virg. y mart. 1 ag.
Carisio, mart. 10 ab.
Caritina, virg. y mart. 5 oc.
Cariton, mart. 3 set.
Carlos Borromeo, arz. y conf. 4
nov.
Carlos el Bueno, mari. S. 2 mar.
Carmen, (Nuestra Señora del). 16
jul.
Carpo, ob. y mart. 13 ab.
Carpo, ob. y conf. 13 oc.
Caspóforo, mari. 7 ag.
Carpoforo, mart. 27 ag.
Carpóforo, mart. IO die.
Carponio, man. 14 oc.
Cartago, ob. y conf. S. 14 may.
Carterio, mart. 2 nov.
Carterio, mart. 5 nov.
Casdoa, mart. 29 set.
Casia, mart. 20 jul.
Casiano, mart. 20 mar.
Casiano, ob. y conf. 5 ag.
Casiano, mait. 13 ag.
Casiano, ob. y mart. 13 ag.
Casiano, mari. 1 die.
Casiano, mart. 3 die.
Casilda, virg. 9 ab.
Casimiro, conf. 4 mar.
Casio, mart. 15 may.
Casio, ob. y conf. 29 jun.
Casio, mart. 7 ag.
Casio, mart. 10 oc.
Casto, mart. 22 may.
Casto, mart. 4 set.
Casto, mart. 6 oct.
Castor, mart. 28 mar.
Castor, mart. 27 ab.
Castor, mari. 28 die.
Castorio, mart. 7 jul.
Castorio, mart. 8 nov.
Castrense, ob. y conf. 11 feb.
Castrense , con f. 1 set.
Castriciano, ob. y conf. I die.
Cástulo, mart. 12 en.
Cástulo, mart. 15 feb.
Cástulo, mart. 20 mar.
Cástulo, mart. 30 nov.
Cataldo, ob. y conf. 10 may.
Catalina, virg. y mart. 25 nov.
Catalina de Bolonia, virg. 9 mar.
Catalina de Genova, viu. 14 set.
Catalina de Ricci, virg. 13 feb.
Catalina de Sena, virg. 30 ab.
Catalina de Succia, virg. 22 mar.
Catalina Tomás, virg. в ab.
Calan, ob. y conf. S. 17 may.
Cátedra (La) de san Pedro en Antioquía.22
feb.
Cátedra (La) de san Pedro en Roma.
18 en.
Cato, mart. 19 en.
Catulino, mart. 15 jul.
Cayetano, conf. y fund. 7 ag.
Cayo, mart. 4 en.
Cayo, mart. 28 feb.
Cayo, mart. 10 mar.
Cayo, mart. 16 ab.
Cayo, mart. 19 ab.
Cayo, papa y mart. 22 ab.
Cayo, presb. y mari. 30 jun.
Cayo, ob. y mart. 1 jul.
Cayo, mart, 28 ag.
Cayo, ob. y conf. 27 set.
Cayo, mart. 3 oc.
Cayo, conf. 4 oc.
Cayo, mart. 4 oc.
Cayo, mart. 21 oc.
Cayo, mail. 20 nov.
Cayo, Palatino, mart. 4 mar.
Ccàda, ob.y conf. 2 mar.
Cecilia, virg. y mari. 22 nov.
Ceciliano, mar. 10 ab.
Cecilio, ob. y mart. 1 feb.
Cecilio, presb. y mart. 3 jun.
Cedd, ob. y conf. S. 7 en.
Celedonio, mart. 3 mar.
Celerina, mart. 3 feb.
Celerino, diac. y mart. 3 feb.
Celestino, papay conf. 6 ab.
Celestino, mart. 2 may.
Celiano, mari. 15 die.
Celidonia, virg. 13 oc.
Celso, mail. 9 en.
Celso, arz. y conf. 6 ab.
Celso, mart. 28 jul.
Celso, mart. 21 nov.
Cenobia, mart. 30 oc.
Cenobio, presb. y mart. 20 feb.
Cenobio, arz. y conf. 23 may.
Cenobio, mart. 29 oc.
Cenobio, mart. 30 oe.
Cenobio, mart. 24 die.
Censurio, ob. y conf. 10 jun.
Centola, virg. y mari. 4 ag.
Centola, mart. 13 ag.
Ceolfrido, ab. y coíif. S. 2Sscl.
Cerbonio, ob. y conf. 10 oc.
Cereal, mart. 28 feb.
Cereal, mari. 10 jun.
Cercmonin, ob. y mari. 22 dir.
Cesáreo, mar!. 20 ab.
Cesáreo, mari. I nov.
Cesàreo, mart. 3 nov.
Cesario, conf. 25 feb.
Cesario, ob. y conf. 27 ag.
Cesario, mari. 1 nov.
Cesario, mart. 28 die.
Cesidio, presb. v mart. 31 ag.
Ceslao, conf. S."20jul.
Cianan, ob.y conf. S. 24 nov.
Cibario, conf. S. 1 jul.
Cilina, 21 oc.
Cindco, presb. y mart. 11 jul.
Cipriano, man. 10 mar.
Cipriano, mari. 11 jul.
Cipriano, ob. y mart. 16 set.
Cipriano, mart. 26 set.
Cipriano, ab. y conf. 9 die.
Cira, virg. 3 ag.
Girano, ab. y conf. 4 die.
Circuncisión (La) del Señor. 1 en.
Circnia, mari. 1 nov.

Cina, mari, 3 jun.
Ciriaca, mari. 20 mar.
Ciriaca, virg. y mart. 10 may.
Ciriaca, viu. y mari. 21 ag.
Ciriaco, mail. 31 cn.
Ciriaco, mail. 8 feb.
Ciriaco, diac. y mart. 10 mar.
Ciriaco, mart. 7 ab.
Ciriaco, mart. 2 may.
Ciriaco, ob. y mart.4 may.
Ciriaco, mart. 8 jun.
Ciriaco, mart. 18 jun.
Ciriaco, mart. 20 jun.
Ciriaco, mart. 21 jun.
Ciriaco, mart. 24 jun.
Ciriaco, mart. lo jul.
Ciriaco, mart. 8 ag.
Ciriaco, mart. 19 die.
Cirila, mart. 5 jul.
Cirila, virg. y mart. 28 oc.
Cirilo, mart. 4 mar.
Cirilo,ob. y mart. 8 mar.
Cirilo, ob. y coni'. 9 mar.
Cirilo, mart. 20 mar.
Cirilo, diac. y mart. 29 mar.
Cirilo, mart. S. 29 may.
Cirilo, ob. y mart. 9 jul.
Cirilo, ob. y coni'. 22 jul.
Cirilo, mart. I ag.
Cirilo, mari. 2 oc.
Cirilo, mart. 28 oc.
Cirilo, coni'. 22 die.
Cirilo Alejandrino, ob. y conf. 28
en.
Cirilo Jorosolimitano, ob. y conf.
18 mar.
Cirino, mart. 3 en.
Cirino, mart. 10 may.
Cirino, mart. 12 jun.
Cirion, prest), y mart. 14feb.
Ciro, mart. 31 en.
Ciro, ob. y conf. 14 jul.
Ciselo, mari. 21 ag.
Citino, mart. 17 jul.
Clara . \irg. 12 ag.
Clara de Monte Falco, virg. 17 ag.
Clarencio, ob. y conf. 20 ab.
Claro, presb. y mart. 4 nov.
Claro, conf. 8 nov.
Clásico, mart. 18 feb.
Clateo, ob. y mari. 4 jun.
Claudia, mart. 20 mar.
Claudia, virg. y mart. 18 may.
Claudiano, mar. 20 feb.
Claudiano, mart. 0 mar.
Claudio, mari. 18 feb.
Claudio, mart. 3 jun.
Claudio, ob. y conf. 0 jun.
Claudio, mart. 7 jul.
Claudio, mari. 21 jul.
Claudio, mari. 23 ag.
Claudio, mart. 30 oc.
Claudio, mart. 8 nov.
Claudio, mari. 3 die.
Claudio, mart. 3 die.
Clemente, ob. y mart. 23 en.
Clemente, mari. 10 set.
Clemente, mart. 21 nov.
Clemente, papa y mart. 23 nov.
Clemente de Alejandría, doc. y
conf. 4 die.
dementino, mail. 14 nov.
Cleofás, mari. 23 set.
Clcónico, sold. y ma ri 3 mar.
Clero, diac. y mail. 7 en.
Cleto, papa y mari. 20ab.
Clicerio, ob. y coni'. 20 set.
Clinio, conf. 30 mar.
Clodoaldo, presb. y conf. 7 set.
Clodulfo, ob. y conf. 8 jun.
Clotilde, reina. 3jnn.
Cluano, ab. y conf. S. I en.
ÍNDICE ALFABÉTICO. V
Coemgeno, ob. y conf. S. 3 jun.
Cointa, mart. 8 i'eb.
Colagia, virg. 22 oc.
Coleta, virg. 0 mar.
Colman, ob. y conf. S. 7 jun.
Colman, conf. 12 dic.
Colman Cío , ab. y conf. S. 20 set.
Coimano , mart. 13 oc.
Coloma, virg. y mar!. 17 set.
Coloma, virg. y mart. 31 díc.
Colomano, mart. 8 jul.
Colomba, virg. y mart. 17 set.
Columba, virg. y mart. 31 dic.
Columbano, ab. y conf. 22 nov.
Columbo, ab. y conf. 9 jun.
Columbo, ab. y conf. 12 dic.
Comgall, al), y conf. S. 10 may.
Conaldo, presb. y conf. S. 24 set.
Conall, ab. y conf. S. 22 may.
Conancio, ob. y conf. 28 nov.
Concepción ( La Purísima) de
nuestra Señora. 8 dic.
Concesa, mart. 8 ab.
Conccso, man. 9 ab.
Concordia, mart. 13 ag.
Concordio, presb. y mart. 1 en.
Concordio, mart. 2 set.
Concordio, mart. 10 dic.
Congaü, ab. y conf. S. 27 jul.
Conmemoración (La) de cualro
mil novecientos sesenta y seis
sanios africanos. 12 oc.
Conmemoración ( La) de la Imagen
del Salvador. 9 nov.
Conmemoración (La) de la victoria
del Salado. 31 oc.
Conmemoración (La) de los difuntos.
2 nov.
Conmemoración (La) de muchísimos
santos y santas, mártires,
confesores, y vírgenes. 31 dic.
Conmemoración ( La segunda) de
santa Inés, virg. 28 en.
Conon, ob y conf S. 20 en.
Conon, mart 20 feb.
Conon, mart. 0 mar.
Conon, mart. 29 may.
Conquista (La) de Oran. S may.
Conrado, conf. 19 feb.
Conrado, ob. y conf. 20 nov.
Conrano, oh. y conf, S. 14 feb.
Consejo (Nuestra Señora del Buen)
20ab.
Consorcia, virg. 22 jun.
Constancia, mart. 19 set.
Conslanciano, conf. I dic.
Constancio, mart. 26 ag.
Constancio, ob. y conf. 1 set.
Constancio, conf. 23 sel.
Constancio, conf. 30 nov.
Constancio, mart. 12dic.
Constante, anac. y conf. S. 13 nov.
Constantino, mart. S. 11 mar.
Constantino, conf. 11 mar.
Constantino, ob. y conf. 12 ab.
Constantino II, rey y conf. 2 ab.
Conslanzo, ob. y mart. 29 en.
Cónsul, ob. y conf. 7 jul.
Conversión ( La ) del apóstol san
Pablo. 23 en.
Conversión ( La ) de san Agustín.
5 may.
Copretes, mart. 9 jul.
Corbiniano, ob. y conf. S set.
Cordilla, virg. y mart. 22 oc.
Cerebo, mart. 18 ab.
Coren!ino, ob. y conf. 12 dic.
Corenlino, conf. 12 dic.
Cormac, ob. y rey. 14 set.
Cormac, conf. 12 dic.
Cornelia, mart. 31 mar.
Cornelio, cent. 2 feb.
Cornelio, papa y mart. 10 set.
Cornelio, mart. 31 dic.
Corona, man. 14 may.
Cosme, mart. 27 set.
Cótido, mart. 0 set.
Craton, mart 15 feb.
Cremencio, mart. IOab.
Cremonio , ob.y mari. 22 dic.
Crescencia, man. 15 jun.
Cresccnciana , mari. 5 may.
Crescenciano , mari. 31 may.
Crescenciano, mari. 1 jun.
Crescenciano , mart. 2 jul.
Crescenciano, mart. I2ag.
Crescenciano , mari, li set.
Crescenciano, mari. 24 nov.
Crescenciano, ob. y conf. 28 nov.
Crescendo , mart. 10 mar.
Crescendo, subdiac. y conf. 19ab.
Crescendo, man. 29 ag.
Crescendo, mart. 14 set.
Crescendo, mart. 12 die.
Crescendo , man. 29 dic.
Crescendo, ob. y conf. 29 dic.
Crescendoli, mari. 17 set.
Crescente, mari. 15 ab.
Crescente, mart. 28 may.
Crescente, oh. y mart. 27 jun.
Crescenie, mari. I oc.
Crescente, oh. y conf. 28 nov.
Cresconio , oh. y conf. 28 nov.
Crisanto, mart. 25 oc.
Crisól'oro , man. 20 al).
Ci'isógono , mari. 24 nov.
Crisotelo , presb. y mart. 22 ab.
Crispir), ob. y ci)nf.7 en.
Crispin, mart. 25 oc.
Crispin, ob. y man. 19 nov.
Crispin, mart. 3 die.
Crispin , mart. 5 dic.
Crispina , mart. 5 die.
Crispiniano. mart.25 oc.
Crispo , presi), y conf. 18 ag.
Crispo , conf. 4 oc.
Crispirlo, mari. 30 may.'
Crispirlo, mari. 10 jun.
Cristcta, mart. 27 oc.
Cristiana , virg. 15 dic.
Cristina, virg. y mart. 13 mar.
Cristina, virg. y mart. 24 jul.
(.'listino, man. 12 nov.
Cristo (La Desta del Santísimo) 9
nov.
Cristóbal, marl\ 25 jul.
Cristóbal, mart. 20 ag.
Crodegango, ob. y conf. S. 0 mar.
Crodingo, ab. y conf. S. 17 set.
Cromado , ob. y conf. 2 dic.
Crorían, conf. S. I en.
Cronan, ab. y conf. S. 28 ab.
Croniilas, mart. 27 mar.
Creíales, mari. 21 ab.
Cuadrado, mart. 10 mar.
Cuadrado , mart. 26 mar.
Cuadrado, mart. 7 may.
Cuadrado, mart. 26 may.
Cuadrado , ob. y conf. 26 may.
Cuadrado, oh. y conf. 21 ag.
Cuadragésimo, conf. 26 oc.
Cuartiia , mari. 19 mar.
Cuarto , mart. 10 may.
Cuarto, ob. 3 nov.
Cuailo, mart. 18 dic.
Curias, mart. 18 feb.
Cucufate, mart. 25jul.
Colmado, mart. 19 jun.
Cumin , ob. y conf. S. 19 ag.
Cunegonda, empz. y virg. 3 mar.
Cunegunda, virg. S. 2i jul.
Cuniberto , ob. y conf. 12 nov.
Curcodemo, diac. y conf. 4 may.
Curi, conf. 12 dic.

V I ÌNDICE ALFABÈTICO.
Curonoto, ob. y mart. 12 set.
Ciliberto, ob. y conf. 20 mar.
Cutburga, reina, virg. y aba. S. 31
ag,
Cuthman, conf. S. 8 feb.
Si
Dabio, presb. y conf. S. 22 jul.
Daciano, mart. 4 jun.
Dado, arz. y conf. 14 en.
Daeio, mar. 27 en.
Dacio, mar. 1 nov.
Dadas, mar. 13 ab.
Dadas, mart. 29 set.
Dafrosa, mar. 4 en.
Dalmacio, ob. y mar. 5 die.
Dalmacio Alonner, conf. 24 set.
Dámaso, papa y conf. 11 die.
Dambnade, virg.S. 13 jun.
Damián, mar. 12 feb.
Damián, ob. y conf. 12 ab.
Damián, mart. 27 set.
Daniel, lev. y mart. 3 en.
Daniel, mar. Ili feb.
Daniel, presb. y mar. S.2I feb.
Daniel, mar. 10 jul.
Daniel, prof. 21 jul.
Daniel, mar. 13 oc.
Daniel, ob. y conf. 23 nov.
Daniel, prof. 10 die.
Daniel el St i lita, conf. 11 die.
Daria, mart. 23. oc
Dasio, mart. 21 oc.
Dasio, ob. y mart. 20 nov.
Dativa, mart. 6 die.
Dativo, mart. 27 en.
Dativo, mart. 11 feb.
Dativo, conf. 10 set.
Dato, ob. y conf. 3.jul.
David, arz. y conf. S. I mar.
David, erm. y conf. 26 jun.
David, mart. S. 24 jul.
David ; presb. y conf. S. 9 ag,
David', rey y prof. 29 die.
Davino, conf. 3 jun.
Decían, ob. y conf. S. 24 jul.
Decoroso, ob. y conf. lo feb.
Dedicación (La) de la iglesia de
San Fedro y San Pablo. 18 nov.
Dedicación (La) de la iglesia de
Santa María de los Mártires. 13
may.
Dedicación (La) de la iglesia del
Salvador en Roma. 9 nov.
Dedicación (La) de san Miguel,
arcángel. 29 set.
Degollación (La) de san Juan Bautista.
29 ag.
Deicola, ab. y conf. 18 en.
Delfín, ob. y conf. 24 die.
Delfina. S. 27 set.
Demetria, virg. y mart. 21 jun.
Demetrio, mart. 9 ab.
Demetrio, mart. 1 4 ag.
Demetrio, mart. 8 oc.
Demetrio, mart. 10 nov.
Demetrio, mart. 21 nov.
Demetrio, mart. 29 nov.
Demetrio, mart. 22 die.
Democrito, mart. 31 jul.
Deodato, ob. y conf. S. 19 jun.
Deogracias, ob. y conf. 10 oc.
Deposición (La) de san Basilio,
ob. I on.
Derfuta, mart. 20 mar.
Descencion (La) de nuestra Señora.
24 en.
Desiderio, ob. y conf. 11 feb.
Desiderio, erm. y conf. 25 mar.
Desiderio, ob. y mart. 23 may.
Desiderio, lee. y mart. 19 set.
Desposorios (Los) de nuestra Señora.
26 nov.
Deusdedit, conf. 10 ag.
Deusdedit^ ab. 9 oc.
Deusdedit, papa y conf. 8 nov.
Deusdedit, ob. y conf. 10 die.
Diàcono, mart. 2 jun.
Didier, ob. y conf. 13 nov.
Didimo, mari. 28 ab.
Didimo, mari. 11 set.
Didio, mart. 26 nov.
Die, ob. y conf. S. 19 jun.
Diego Alemán, conf. 11 oc.
Diego de Alcalá, conf. 12 nov.
Digna, virg. y mari. li jun.
Digna, virg. i I ag.
Digna, mart. 12 ag.
Digna, virg. y mart. 22 set.
Dimas, el buen ladrón. 23 mar.
Dimpna, virg. y mart. 15 may.
Droclecio, mart. 11 may.
Diocles, mart. 24 may.
Diodoro, presb. y mari. 17 en.
Diodoro, mr rt. 26 feb.
Diodoro, mart. 3 may.
Diodoro, mari. 6 jul. "
Diodoro, mart. 1 I set.
Diodoro, mart. I die,
Diógenes, mart. 6 ab.
Diomedes, mart. 10 ag.
Diomedes, mart. 2 set.
Diomedes, mart. Il set.
Dion, man. 6 jul.
Dionisia. mart. 15 may.
Dionisia, mari. 6 die.
Dionisia, virg. y mart. 12 die.
Dionisio, mart."8 feb.
Dionisio, mari. 14 feb.
Dionisio, mart. 10 mar.
Dionisio, mari. 23 mar.
Dionisio, man. 2-4 mar.
Dionisio, mart. 24 mar.
Dionisio, ob. y conf. 8 ab.
Dronisio, mart. 19 ab.
Dionisio, ob. y conf. 8 may.
Dionisio, coni'. 12 may.
Dionisio, ob. y conf. 25 may.
Dionisio, mart". 3 jun.
Dionisio, mart. 31 jul.
Dionisio, man. 20 set.
Dionisio, mart. 3 oc.
Dionisio, ob. y conf. 17 nov.
Dionisio, man". 20 nov.
Dionisio, papa \ r
conf. 23. die.
Dionisio Areopagita, ob. y mart.
9 oc.
Dioscórides, mart. 10 may.
Dioscórides, mart. 28 may.
Dioscoro, lee. y mari. 18 may.
Dioscoro, mart. 14 die.
Disibodo 6 Disen, ob. y conf. 8 set.
Docmael, conf. S. 14 jun.
Doda, virg. 24 ab.
Dolores (Los) de nuestra Señora.
25 mar.
Domecio, mart. 7 ag.
Dominano, ab. y conf. 1 jul.
Domiciano, n art. 1 ag.
Domiciano, ob.y conf. 9 ag.
Domiciano, mart. 28 die.
Domicio, mart. 5 jul.
Domicio, presb. y mart. 2^3 oc.
Dominador, ob. y conf. 5 nov.
Domingo, ab. y conf. 22 en.
Domingo, ob. y conf. 20 die.
Domingo, mart. 29 die.
Domingo dcGuzman, conf. yfund.
4 ag.
Domingo de la Calzada, conf. 12
may.
Domingo de Ossory, conf. S. 13
feb.
Domingo de Silos, conf. 20 die.
Domingo Loricato, conf. li oc.
Dominica, virg. y mart. 0 jul.
Domitila, man. 12 may.
Domna, virg. y mart. 28 die.
Domnina, virg. y mart. 14 ab.
Dominila, man. 23 ag.
Domnina, mari. 12 oc.
Domnino, mart. 21 mar.
Domnino, mari. 30 mar.
Domnino, ob. y mari. 11 ab.
Domnino, mart. I oc.
Domnino, mart. 9 oc.
Domnino, mart. 3 nov.
Domnion, mart. 10 jul.
Dominoli, presb. 28 die.
Domilo, mart. 13 oc.
Donino, ob. y conf. 3 nov.
Domnolo, ob. y conf. 16 may.
Donaeiano, mart. 24 may.
Donaeiano, ob. y conf. 7 ag.
Donaeiano, ob.y mart. 0 set.
Donaeiano, ob. y conf. 14 oc.
Donada, mart. 17 jul.
Donata, mart. 31 die.
Donatila, virg. y mart. 30 jul.
Donato, mart. 25 en.
Donato, mart. 4 feb.
Donato, mart. 9 feb.
Donato, mart. 17 feb.
Donato, mari. 23 feb.
Donalo, mart. I mar.
Donato, ob. y conf. 30 ab.
Donato, mart. 21 may.
Donato, ob. y man. 7 ag.
Donato, presb. y conf. 19 ag.
Donato, mart. 23 ag.
Donato, mart. 5 set.
Donato, ob. y conf. 22 oc.
Donato, conf. 29 oc.
Donato, mari. 12 die.
Donato, mart. 30 die.
Dorimedontes, mart. 19 set.
Dorotea, virg. y mart. 0 feb.
Dorotea, virg. y mart. 3 set.
Doroteo, man."28 mar.
Doroteo, presb. y mart. 5 jun.
Doroteo mart. 9 set.
Doroteo, mart. 5 nov.
Doroteo el l'ebano, ab. y conf. S.
5 jun.
Dositeo, mon. y conf. S. 23 feb.
Dotton, ab. y conf. S. 9 ab.
Drario, mart. 19 die.
Drogon, conf. 10 ab.
Droslano, ab. y conf. S. 11 jul.
Drotoveo, ab. y coni'. 10 mar.
Druso , inart. 14 die.
Druso, mart. 2i die.
Diibrido, ob. y coni', li nov.
Dula, virg. y mart. 25 mar.
Dulas, man. 15 jun.
Dumbade, ab. y conf. S. 25 mcy.
Dunstano, arz. y conf. 19 may.
Durmienles ( Los siete ) bermanos
, marls. 27 jul.
Dutliako, ob. y conf. S. 8 mar.
E
Eadberto, ob. y conf. 6 may.
Eadburga , aba. 12 die.
Kadmundo , rey y mart. 20 nov,
Eanswida, virg. y aba. 12 set.
Ebba , aba. y mail. S. 2 ab.
Ebba , virg. y aba. S. 23 ag.
Elici bardo , ab. y conf. S. 9 feb.
Ebrulfo, ab. y conf. 29 die.
Edana ó Edaene , virg. S. 5 jul.
Edburga , virg. S. 20 jun.
Edburga , virg. 21 die.
Eddas , ob. y conf. 7 jul.

Edesio , mari. 8 ab.
Edilburga , virg. y aba. 7 jul.
Edilburga, virg. y aba. S. I i oc.
Edildrida , reina y virg. 23 jiin.
Edistio , mart. 12 oc.
Edita , virg. lo set.
Edmundo , arz. y conf. 16 nov.
Eduardo , rey y conf. 5 en.
Eduardo el Jóven, rey y conf. 18
mar.
Eduvigis , viti. 17 oc.
Edwino , rey y mart. S. 4 oc.
Eingan , conf. S. 21 ab.
Efebo , mari, lì feb.
Elìsio , mari. 13 en.
Efren , diac. y conf. 1 feb.
Efren , ob. y man. 4 mar.
Egberto , mon. y conf. 24 ab.
Egdunio , presb. y mart. 12 mar.
Egvvino , ob. y conf. S. 11 en.
Eladio , mart. 8 en.
Eladio, arz, y conf. 18 feb.
Eladio , ob. y conf. 8 may.
Eladio, mart. 28 may.
Elano , presb. y conf. 7 oc.
Elcónida , mari. 28 may.
Eleàzaro , man. 23 ag.
Eleàzaro , conf. 27 set.
Elena , virg. 22 may.
Elena , mari. S. 31 jul.
Elena , virg. y mart. 4 ag.
Elena, mart. 13 ag.
Elena , empz. 18 ag.
Elesbaan , rey y conf. 27 oc.
Eleucadio , ob y conf. 14 feb.
Eleusipo , mart. 17 en.
Eleuterio , ob. y mart. 20 feb.
Elcnterio, palr. y conf. 20 feb.
Eleuterio , mart. 18 ab.
Eleuterio, papay mart. 26 may.
Eleuterio , conf. 2!) may.
Eleuterio , mart. 4 ag.
Eleuterio , mart. 8 ag.
Eleuterio, ob. y coni. 16 ag.
Eleulcrio , ab. y conf, 6 set
Eleuterio , sold. y mari. 2 oc.
Eleuterio, mart. 9 oc.
Eleuterio, mart. 15 die.
Elfego , ob. y mart. 19 ab.
Elias, mari. 16 feb.
Elias, presb. y mart. 17 ab.
Elias, ob. y conf. 4 .jul.
Elias, prof, y fund. 20 jul.
Elias, ob. y mart. 19 set.
Elier, erm. y mart. S. 16 jul.
Elifio, mart. 16 oc.
Eliodoro , mart. 0 may.
Eliodoro, ob. y conf. 3 jul.
Eliodoro , mari. 28 set.
Eliodoro, mart. 21 nov.
Eliseo , prof. 14 jun.
Eloy, patr. y conf. 13 set.
Eloy , ob. y conf. 1 die.
Eloy de Cordoba, presb. y mart.
S. 11 mar.
Elpidéforo, mart. 2 nov.
Elpidio, ob. y mart. 4 mar.
Elpidio , conf. 1 set.
Elpidio, ob. y conf. 2 set.
Elpidio , ab. y conf. 2 set.
Elpidio, mart. 16 nov.
Eltrudis, virg. 27 set.
Elrcdo, ab. y coni. S. 12 en.
Emelia, esposa de san Basilio,
conf. 30 may.
Emercnciana , virg. y mart. 23 en.
Emerico , conf. 4 nov.
Emerita, virg. y mart. 22 set.
Emilas, mart. 13 set.
Emilia , virg. 15 ag.
Emiliana , virg. 5 en.
Emiliana, mart. 30 jun.
INDICE ALFABETICO. Yli
Emiliana , virg. 21 die.
Emiliano, man. 8 feb.
Emiliano, mart. 18jul.
Emiliano , ob. y conf. 8 ag.
Emiliano , ob. y conf. 11 set.
Emiliano , conf. 11 oc.
Emiliano , man. 6 die.
Emilio , mart. 22 may.
Emilio , mart. 28 may.
Emilio , man. 6 oc.
Emma , viu. 12 die.
Emmerano, ob. y mart. 22 set.
Encarnación (La) del Hijo de
Dios. 23 mar.
Endeo, ab. y conf. S. 21 mar.
Fmecon , ab. y conf. I jun.
Enedina , mart. 14 may.
Eneon , conf. S. 21 ab.
Engelbcrto, ob. y mart. 7 nov.
Engo, ob. ycunf. S. Il mar.
Engracia , virg. y mart. 16 ab.
Enna,ab. y conf. S. 21 mar.
Ennata, virg. y man. 13 nov.
Ennodio, ob. y conf. 17 jul.
Enrique, erm. y conf. S. IG en.
Enrique, arz. y mart. S. 19 en.
Enrique, rey y man. 18 may.
Enrique, enip. y conf. 15 jul.
Enrique de Treviso , conf. S. 10
jun.
Epafras, ob. y mart. 19 jul.
Epafrodito, ob. y conf. 22 mar.
Epagato , mart. 2 jun.
Eparqnio , mart. 23 mar.
Eparquio, ab. y conf I jul.
Epicárides ó Epicaris, mart. 27
set.
Epictelo , mart. 9 en.
Epifania, man. 12 jul.
Epifania ( La ) del Señor. 6 en.
Epifanio , ob. y conf. 21 en.
Epifanio, ob. y mari. 7 ab.
Epifanio, ob.yconf. 12 may.
Epimaco , mart. 12 die.
Epimenio, presb. y mart 24 mar.
Epipodio , mart. 22 ab.
Epislemia , mari. 5 nov.
Epitacio , mart. 23 may.
Epitecto , mart. 22 ag.
Equicio , ab. y conf. 7 mar.
Equicio , ab. y conf. 11 ag.
Eradio, mart. 17 may.
Erasma , virg. y man. 3 set.
Erasmo , ob. y man. 2 jun.
Erasmo, mart. 23 nov.
Eraslo, ob. y man. 26 jul.
Erconvaldo , ob. y conf. 30 ab.
Erliardo , ab. y conf. S. 9 feb.
Erico, rey y mart. IS may.
Erlulfo. ob. y mart. S. IO feb.
Ermelando , ab. y conf. 23 mar.
Ermelo, man. 3"ag.
Erminio , ob. y conf. 23 ab.
Erodion , ob. y mart. 8 ab.
Eron, mart. 28 jun.
Eron, ob. y mart. 17 oc.
Erotcida , mart. 27 oc.
Erotida , mart. 6 oc.
Ertado, ob. y conf. S. 24 ag.
Erundina , virg. 23 jul.
Escililano, man. 17 jul.
Escolástica, virg. 10 feb
Escubiculo , mart. Il oc.
Estiras , prof. 13 jul.
Esiqnio, sold. y mart. 15 jun.
Esiquio , mart. 7 jul.
Esiquio, mart. 2 set.
Esiquio , mon. y conf. 3 oc.
Esiquio , mart. 7 nov.
Esiqnio, mari- 18 nov.
Esiquio , mart. 26 nov-
Estuilo, ob. y mart. S. 12 jun.
Esmaragdo , mart. 8 ag-
Especioso, mon-y conf- 15 mar.
Espedito , man. 19 ab.
Esperanza, ab. y conf 28 mar.
Esperanza, virg. y mart. I ag.
Esperalo , man. Í7 jul.
lispeusipo, man. 17 en.
Espiridion, ob-y conf. lidie.
Estanislao , ob y man. 7 mav.
Estanislao de Kostka, coni'. 15
nov.
Estaquio, ob-y conf. 31 oc.
Estateo , mart. 28 set.
Estercaeio , mart. 24 jul.
Esiévan , ob. y conf. 13 feb.
Estovan , ab. y conf. 13 feb.
Esiévan , mari. 1 ab.
Estévan , ab. y conf. 17 ab.
Esiévan , ob. y mart. 25 ab.
Estévan , mari" 27 ab.
Estévan , papa y mart. 2 ag.
Estévan , rey y conf. 20 ag.
Estévan , mart". 17 set.
Esiévan , mart. 21 nov.
Estévan , mart. 22 nov.
Estévan , mart. 3 die.
Estévan , protomàrtir. 26 die.
Esiévan, mart. 31 die.
Estévan de .Morato , conf. y fund.
8 feb.
Estévan ci Jóven , mon. y mart.
28 nov.
Estiliano , conf. 26 nov-
Estiriaco , mart. 2 nov.
Eslraton, man- 17 ag.
Estraton , mart 9 set-
Estraton, mart- 12 set.
Estratónico, mart. 13 en.
Esturmio, ab. y conf. 17 die.
Etelberto , rey y conf. 24 feb.
Elelberto, rey y mart. S. 20 may
Elelburga, virg. y aba. S. 11 oc.
Eteldrila , virg. S. 2 ag.
Etelvoldo , ob. y conf. 1 ag.
Etelwaldo, presb. y conf. S. 23
mar.
Eierio, ob. y mart. 4 mar.
Eterio , ob. y conf. li jun.
Eterio , mart. 18 jun.
Eterio , ob y conf. 27 jul.
Elvino , ab. y conf. 19 oc-
Eubulo , mari. 7 mar
Eucario , ob. y conf. 8 die.
Euearpio, mart. 18 mar.
Encarpo, mart. 23 set.
Eucicio , erm. y conf. 27 nov.
Eudaldo, mari. Il mayo.
Eudovia , pen y mart. ì mar.
Eudoxio, mart. 3 set.
Eudoxio , mart 2 nov.
Eufemia , man- 20 mar.
Eufemia, virg. y mart. 3 set.
Eufemia, virg. y man. 16 set.
Eufrasia , virg. 13 mar.
Eufrasia, mart. 20 mar.
Eufrasia, virg. y mart. 18 may.
Eufrasio , ob. li en
Eufronio, ob. y conf. 3 ag.
Eufronio , ob. y conf. 4 ag.
Eufrosina , virg. I eri.
Eufrosina, virg. 13 mar.
Eligendo , ab. y conf. 1 en.
Eugenia , virg. y mari. 25 die.
Eugeniano , ob. y mart. 8 en.
Eugenio , mart i en.
Eugenio, mart. 24 en.
Eugenio , ob. y mart. 4 mar.
Eugenio , man. 20 mar.
Eugenio , ob. y conf 13 jul.
Eugenio, mart. 29 jul.
Eugenio, ob. y conf- S. 23 ag.
Eugenio, mart. G set.

Vili
Eugenio, mari. 25 set.
Eugenio , oh. y conf. 13 nov.
Eugenio, arz. y mart. 15 nov.
Eugenio , conf. 17 nov.
Eugenio , mart. 13 die.
Eugenio, mart. 20 die.
Eugenio , oh. 30 die.
Eugenio I , papa y conf. 2 jun.
Eugrafo, mart. IO die.
Eulalia, virg. v mart. 12 feb.
Eulalia de JUérida, virg. y mart.
10 dir.
Euiampia , mart. IO oc.
Eulampio, mart. IO oc.
Eulogio, diac. y mart. 21 en.
Eulogio, presi), y mart. Il mar.
Eulogio, ob. y conf. 5 may.
Eulogio , mari. 3 jul.
Eulogio , ob. y conf. 13 set.
Eumenio , ob. y conf. 18 set.
Eunan , ob. y coni'. 7 sei.
Eunn, mari. 27 feb.
Euno, mari. 30 oc.
Eunomia , mart. 12 ag.
Euplio, diac. y mart. 12 ag.
Euprepes, mart. 30 nov.
Euprepia , mart. 12 ag.
Euprepio, ob. y conf. 2rag.
Eupsiquio , mail. 9 ab.
Eupsiquio , mart. 7 sei.
Euquerio , ob. y conf. 20 feb.
Euquerio , ob. y conf. IO nov.
Eurosia , virg. y mart. 23 jun.
Eusebia, virg. y mari. 29 oc.
Eusebio , al), y coni'. S. 23 en.
Eusebio , mai l. 3 mar.
Eusebio , mart. 24 ab.
Eusebio , man. 28 ab.
Eusebio, ob. y conf, 23 may.
Eusebio, ob. y conf. 21 jun.
Eusebio, ob. y mart. I ag.
Eusebio, ob. y conf. 12 ag.
Eusebio, presi), y conf. 14 ag.
Eusebio, man. 25 ag.
Eusebio, mart. 8 set.
Eusebio, mart. 21 set.
Eusebio, papa yconf. 20 set.
Eusebio, ob. y conf. 20 set.
Eusebio, mart. 4 oc.
Eusebio, man. 22 oc.
Eusebio, mon. y mart. 5 nov.
Eusebio, presb. y man. 2 die.
Eusebio, ob. y mar. 15 die.
Eusinio, mart. 5 ag.
Euslaquio, mart. S. li ab.
Eustaquio, mart. 20 set.
Euslaquio, presb. y conf. 12 oc.
Eustaquio, mari. 20 nov.
Euslaquio, ob. y conf. 28 nov.
Eustasio, ab. y conf. 29 mar.
Eustatio, ob. y conf. 10 jul.
Eustatio, mart. 28 jul.
Eusterio, ob. y conf. 19 oc.
Eustolia, virg. 9 nov.
Eusloquia, virg. 28 set.
Eustoquia, virg. y mail. 2 nov.
Eustoquio, ob. y conf. 19 set.
Enstoquio, mart. 10 nov.
Eustorgio, presb. y man. 11 ab.
Eustorgio, ob. y conf. 0 jun.
Eustorgio, ob. y conf. 18 set.
Euslosio, mail. 10 nov.
Eustracio, mart. 13 die.
Eulalia, virg. y mart. 27 ag.
Eutimio, ob. y conf. 20 en.
Eutimio, ob. y mart. 11 mar.
Eutimio, diac. ymart. 3 may.
Eutimio, conf. 29 ag.
Eutimio, mart. 24 die.
Eutiques, mart. 15 ab.
Eutiques, mart. 19 set.
Eutiquiano, mart. 2 jul.
ÍNDICE ALFABÈTICO.
Eutiquiano, mart. 17 ag.
Eutiquiano, mart. 2 set.
Eutiquiano, mail. 13 nov.
Eutiquiano, papa y mart. 8 die.
Entiquio, mari. 4 feb.
Eutiquio, mart. li mar.
Eutiquio, snbdiac. y mart.20 mar.
Entiquio, mart. 15 ab.
Eutiquio, mart. 21 may.
Euliquio, mon. y conf. 23 may.
Eutiquio, conf. 24 ag.
Eutiquio, mari. 29 set.
Euliquio, mart. 21 nov.
Eutiquio, mart. 11 die.
Eutiquio, mail. 28 die.
Eutropia, mart. 15 jun.
Eutropia, virr. 15 set.
Eutropia, mai'. 30 oc.
Eutropia, mart. 14 die.
Eutropio, lee. y mar. 12 en.
Eutropio, sold.y mart. 3 mar.
Eutropio, ob. y mari. 30 ab.
Eutropio, ob. y conf. 27 may.
Eutropio, ob. yconf. 8 jun.
Eutropio, mari. 15 jul.
Evagiio,ob. y conf. Omar.
Evagrio, mar. 3 ab.
Evagrio, maiI. 1 oc.
Evagrio, mail. Í2 oc.
Evaldo, presti, y mar. 3 oc.
Evaldo, presi), y mari. 3 oc.
Evaristo, mai l. I i oc.
Evaristo, papa y mart. 20 oc.
Evasio, ob. y mart. I die.
Evasio, ob. y conf. 2 die.
Evelio, mari. 11 may.
Evencio, mai I. 10 ab.
Evencio, presb. y mari. 4 may.
Evergislo, ob. y mart.2i oc.
Evenirla, virg. 9 jul.
Evilasio, man. 20 set.
Evodio, mart. 25 ab.
Evodio, ob. y mart. 6 may.
Evodio, mart. 2 set.
Evodio, ob. yconf. 8 oc.
Evodio, ob. y conf. 11 nov.
Evorcio, oli. y conf. 7 sci.
Exaltación (La) de la santa cruz
Il set.
Exanto, mart. 7 ag.
Exupcrancia, virg. y mart. 20 ab.
Exuperancio, ob. y conf. 30 may.
Exuperancio, diac. y mart. 30 die.
Exuperia, mart. 20 jul.
Exuperio, mart. 2 may.
Exuperio, ob. y conf. 2S set.
Exuperio, mart. 19 nov.
Ezequiel, prof. 10 ab.
Fabián, papa ¡ mari. 20 en.
Fabiano, mart. 31 die.
Fabio, mari. 31 jul.
Fabriciano, mari. 22 ag.
Facundo, mari. 27 nov.
l'aina, virg. y mart. 18 may.
Faina ó Fanchoa, virg. S. 1 en.
Fandila, presb. y mart. !3jun.
Fantino, conf. 30 ag.
F'ara, virg. y aba. 7 die.
F'arnacio, mart. 24 jun.
Faron, ob. y conf. 28 oc.
Fausta, mart. 20 set.
Fausta, virg. y mart. 19 die.
Fausliniano, ob. y conf. 20 feb.
Faustino mart. 15 feb.
Faustino, ob. y conf. 16 feb.
Faustino, mart. 17 feb.
Faustino, mari. 22 may.
Faustino, mart. 5 jun.
Faustino, mart. 29 jul.
Faustino, conf. 29 jul.
Faustino, mart. 15 die.
Fausto, mart. 24 jun.
Fausto, mart. 1G jul.
Fausto, mart. I ag.
Fausto, mart. 7 ag.
Fausto, mart. 0 set.
Fausto, mari. 8 set.
Fausto, mart. 3 oc.
Fausto, mart. 4 oc.
Fausto, mart. 13 oc.
Fausto, diac. y mart. 19 nov.
Fausto, mari. 20 nov.
Fé, virg. y mart. I ag.
Fé, virg. y mari. 0 oc.
Febadio, oh. y conf. S. 23 ab.
Febes, diaca. 3 set.
Fcbi'onia. virg. y mart. 25 jan.
Fechin, ab. y conf. S. 20 en.
Federico, oh. y mari. 18 jui.
1 edlimido, ob. y conf. S. 9 ag.
Felan, ab. y conf. S. 9 en.
Feliciano, ob. y mart. 24 en.
Feliciano, nvirt. 30 en.
Feliciano, mari. 2 feb.
Feliciano, mart. 9 jun.
Feliciano, mari. 21 jul.
Feliciano, ob. y mart. 20 oc.
Feliciano, mart. 29 oc.
Feliciano, mart. 11 nov.
Feliciano, mari, li) nov.
Felicísima, mari. 12 ag.
Felicísimo, mari. 26 may.
Felicísimo, mari. 2 jul.
Felicísimo, man. 0 ag.
Felicísimo, mart. 20 oc.
Felicísimo, mart. 21 nov.
Felicitas, mari. 7 mar.
Felicitas, mari. 8 mar.
Felicitas, man. 23 nov.
Felicula, mart. 14 feb.
Fellonia', virg y mart. 13jun.
Fcliini, olì. yconf. s. 9 ag.
Felino, man. I jun.
Felipa, mari. 20 sei.
Felipe, ob. y conf. 11 ab.
Felipe, apóstol, I may.
Felipe, prest), y conf. 12 may.
Felipe, mari. 15 jul.
Felipe, mart. 17 ag.
Felipe, mart. 2 set.
Felipe, mart. 13 set.
Felipe, mart. 22 oc.
Felipe, ol). y mart. 22 oc.
Felipe Benicio, conf. 23 ag.
Felipe, el Diacono, conf. S. Gjnn.
Felipe Neri, conf. yfund. 20 may.
Félix, mart. 7 en.
Félix, mart. 9 en.
Félix, presb. y conf. 14 en.
Félix, mart. 3 feti.
Félix, mari. 11 feb.
Félix, ob. yconf. 21 feb.
Félix, mart. 21 feb.
Felix, ol). y conf. 23 feb.
Félix, papa y conf. 25 feb.
Félix, mart. 20 feb.
Félix, mart. '3 mar.
Ful¡x, mart. 8 mar.
F'élix, ob. y conf. 8 mar.
Félix, mart. 23 mar.
F'élix, ob. y conf. 20 mar.
Félix, mart. 31 mar.
Félix, mart. 10 ah.
F'élix, mari. 21 ah.
Félix, presb. y mart. 23 ab.
Félix, diac. y mart. 2 may.
Félix, mari. 10 may.
Félix, mari. 10 may.
F'élix, ob. y mart. 18 may.
Félix, mart. 24 may.
Félix, mart. 28 may.
Félix, papa y mart. 30 may.
Félix, mart. 11 jun.
Félix, mon. y mail. 14 jun.

Félix, mari. 17 juri.
S ''eux, presb. y mart. 23 jun.
l'élis, mart. 2 jul.
Félix, mari. 10 j ul.
Félix, mart. 12 jul.
Félix, ob. 14 jul.
Félix, ob. y mart. 15 jul.
Félix, mart. 17 jul.
Félix, ob. y conf. 19 jul.
Félix, mart. 25 jul.
Félix, mart. 25 jul.
Félix, mai t. 27 jul.
Félix, mart. 27 jul.
Félix, mart. 22 ag.
Félix, ob. y conf. 20 ag.
Félix, mart. 30 ag.
Felix, conf. 10 set.
Félix, conf. 10 set.
Félix, mart. 19 set.
Félix, mart. 24 set.
Félix, ob. y mart. 24 oc.
Félix, presb. y mart. 5 nov.
Félix, mart. 6 nov.
Félix, mon. y conf. 0 nov.
Félix, ob. y mart. 13 nov.
Félix, ob. y conf. 28 nov.
Félix, ob. y conf. 4 die.
Félix, mart. 5 die.
Félix, mart. 29 die.
Félix I, papa y mart. 30 en.
Félix II, papa y mart. 29 jul.
Félix de'Cantalicio, conf. 18 may.
Félix de Valois, conf. y fund. 20
nov.
Félix, ob. y conf. S. 7 jul.
Fermio, ab. y conf. 11 mar.
Fermiti, mart. 24 jun.
Fermili, ob. y conf. 18 ag.
Fcrmin, ob. y mart. 25 set.
Fermín, ob. y conf. 11 oc.
Fernando, rey y conf. 30 may.
Ferreolo, presb. y mart. 16 jun.
Forreólo, mari. 18 set.
Ferrucio, mart, 28 oc.
Ferrucion, diac. y mart. 16 jun,
l'esto, diac. y mart. 19 set.
Festo, mart. 21 die.
Fiaclina, mon. y conf. S. 29 ab.
Fiacrio, anac. y conf. 30 ag.
Fiari, ob. y conf. S. 25 ab.
Fibicio, conf. 5 nov.
Fidarleo, ab. y conf. S. I oc.
Fidel, mart. 23 mar.
Fidel, mart. 21 ag.
Filici, mari. 28 oc.
Fidel de Sigmiiringa, mart. 24 ab.
Fidenciano, mart. 15 nov.
Fidencio, mart. 27 set.
Fidencio, ob. y conf. 10 nov.
Fidolo, ab. y conf. 10 may.
Fiesta (La) de Todos los Santos.
1 nov.
Filadelfo, mart. 10 may.
Filadelfo, mart. 2s et."
Filapiano, marl. 30 en.
Filastro, ob. y conf. 18 jul.
Fileas, ob. y mart. 4 feb.
Fileas, mari. 20 nov.
Filemon, mari. 8 mar.
Filenion, mart. 21 mar.
Filemon, mart. 22 nov.
Filelo, sen. y mart. 27 mar.
Filiberto, ab. y orni. 20 jul.
Filiberto, mari. 22 ag.
Filogonio, ob. y conf. 20 die.
Filólogo, ob. y conf. 4 nov.
Filomena, virg. 5 jul.
Filomena, virg. y mart. 11 ag.
Filomeno, mari. 14 nov.
Filomeno, mart. 29 nov.
Filon, diac. y conf. 25 ab.
Filonila. 11 oc.
ÍNDICE ALFABÉTICO.
Filoromo, trib. y mart. 4 feb.
Filoleo, mart. 5 nov.
Filotero, mart. 19 may.
Fimbarr, ob. y conf. S. 25 set.
Finan, conf. S. 7 ab.
Finan, ob. y conf. 12 dic.
Finbar, ab. y conf. S. 4 jul.
Finían , ob. y conf. 10 set.
Finían,ob. y conf. 12 dic.
Finían el Leproso, conf. S. 10 mar.
Fintan, ab. y conf. S. 21 oc.
Fintano, ab. y conf. 17 feb.
Fírmalo, diac. y mart. 6 oc.
Firmina, virg. y mart. 24 nov.
Firmino, ob. y conf. 1 set.
Firmo, mart. 2 feb.
Firmo, mart. 11 mar.
Firmo, marl. 1 jun.
Firmo, mart. 24 jun.
Firmo, ob. y conf. 31 jul.
Firmo, mart. 9 ag.
Flann, ab. 13 dic.
Flavia Domitila, mart. 13 ab.
Flaviana, virg. y mart. 5 oc.
Fiaviano, mart. 2S en.
Flaviano, patr. y mart. 18 feb.
Fiaviano, mart. 24 feb.
Flaviano, ob. y conf. 4 jul.
Fiaviano, ob. y conf. 23 ag.
Flaviano, conf. 22 dic.
Flavio, mar. 7 may.
Flavio Clemente, cons. y mart. 22
jun.
Flegonle, ob. y mart. S ab.
Flocelo, mart, 17 set.
Flósculo, ob. y conf. 2 feb.
Flora, virg. 29 jul.
Flora, virg. y mart. 2i nov.
Florencia, mart. 10 nov.
Florenciano, oh. y conf. 28 nov.
Florencio, ob. y marl. 3en.
Florencio, conf. 23 feb.
Florencio, mart. II may.
Florencio, nion. y conf. 23 may.
Florencio, marl, 5 jun,
Florencio, mart. 15 jul.
Florencio, mart. 25 jul.
Florencio, ob. y conf. 22 set.
Florencio, mart. 10 oc.
Florencio, mart. 13 oc.
Florencio, mart. 27 oc.
Florencio, ob. y conf. 7 nov.
Florencio, ab. i 5 dic.
Florenlin, mart. 27 set.
Florcnlin, ob. y conf. IG oc.
Florenlin, ob. y conf. I7 oc.
Florentina, virg, 14 mar.
Florian, mart. 4 may.
Florian, mart. 17 dic.
Florío, mart. 26 oct.
Floro, mart. 18 ag.
Floro, ob. y conf. 3 nov.
Floro, man. 22 dic.
Floro, marl. 31 dic.
Focas, horl. y mart. 5 mar.
Focas, ob. y mart. I 4 jul.
Focio, mart 4 mar.
Focio, mart. 20 mar.
Foelan , ab. y conf. S. 9 en.
Foillan ó Folian, mart. S. 31 oc.
Formcrio, mart. 25 sel.
Fortunata, virg. y mart. 14 oc.
Fortúnala, virg. y mart. 20 oc.
Fortunato, mart. 9 en.
Fortunato, mart. 2 feb.
Fortunato, mart. 21 feb.
Fortunato, marl. 20 feb.
Fortunato, mart. 27 feb.
Fortúnalo, mart. 3 mar.
Fortúnalo, mart. 17 ab.
Fortúnalo, mart. 21 ab.
Fortunato, diac. y mart. 23 ab.
TX
Fortunato, presb. y conf. 1 jun.
Fortunato, mart. Il jun.
Fortunato, mar. 13 jun.
Fortunato, mart. 28 ag.
Fortunato, ob. y conf. 14 oc.
Fortunato, mart. 15 oc.
Fortunato, lec. y mart. 24 oc.
Fortunato, mart. 15 dic.
Fótides, marl. 20 mar.
Fólimn, mari. 20 mar.
Fotino, ob. y mart. 2 jun.
l'olino, mart. 12 ag.
V'ranchcn Unmana 6 de Ponciani,
viu. 9 mar.
Francisco Caracciolo, conf. v fund.
4 jun.
Francisco, de Asis, conf. y fund.
4 oc.
Francisco de Borja. conf. lo oc.
Francisco de Paula, conf. y fu nj
2 ab.
Francisco de Sales, ob. y coni'
29 en.
Francisco de Sena, conf. 17 dk.
Francisco .lavier , coni'. 3 rfic.
Franci>co Solano , conf. 25.
Franco de Sena , conf. 17 ,jj c'_
Fraterno, ob. y mart. 29 set.'
Fredesvinda , virg. 19 oc.
Friilolino, ab. y conf. S. 0 mar.
Frigdiano . ob. y conf. 1S mar.
Frollati, ob. y conf. 3 oc
Fronton , ab. y conf. I i uh.
Frontini, mart. 10 ab.
Fronton , ob. y conf. 25 oc.
Fructuosa , mart. 23 ag.
Fruct.iioso , ob. y mart. 21 en.
Frnctnoso , arz. y conf. 10 ab.
Frumencio , ob. y conf. 27 oc.
Frutos , conf. 25 oc.
Frullilo , mart. 18 fcb.
Fulco, conf. 22 may.
Fulco . ob. y conf. 26 oc.
F'olgencio, ob. y conf. I en.
Fulgencio, ob. y conf. 16 en.
Fursco , ab. y conf. lo en.
Fusca , virg. y marl. 13 feb.
Fusciano , marl. 11 dic.
Fùsculo , ob. y mart. 6 set.
Gabdelas, mart. 29 set.
Cabrici, arcàngel. 18 mar.
Cariano, ob. y conf. 18 dic.
Gala, viu. 5 oc.
Galacion, mart. 5 nov.
datala, mart. 19 ab.
Caldino, ob. y conf. 18 ab.
Caldo, ob. y coni'. S. 31 en.
Galgano, orni, y conf. 3 dic.
Galicano, mari. 25 jun.
(lalinico, marl. 29 jnl.
(iato, ob. y conf. S. 1 jul.
Calo, ab. y conf. 16 oc.
Callo, ob. y conf. 1 jul.
Garidion, oh. y conf. 18 dic.
(.languito, mari. Il may.
Garcia. ab. y conf. 25 nov.
Gasparde Bonn, conf. 4 jul.
Gaudcncin, virg. y mart. 30 ag.
Gaudenci.i, ob. y'eonf. 22 en.
Gaudencio, oh. y ronf. 12 feb.
Candendo, mari'. 19 jun.
Gandcnd", ob. y mart. 14 OC.
Candendo, ob. y conf. 25 OC.
Gaudioso, oh. y conf. 7 mar.
Gaudioso, ob. y conf. 28 oc.
Gaiigérìco, oli. y conf. Il ag.
Gavino, presi), y mart. 19 feb.
Gavino, mai 1. 30 may.
Gavino, mari. 23 oc.

X ÍNDICE ALFABÉTICO.
Gedeon, 1 set.
Gelasino, man. S. 26 ag.
Gelasio, marl. 4 feb.
Gclasio, papa yconf. 21 nov.
Gemelu, marl." 10 dic.
Gcminiano, ob. y conf. 31 en.
Geminiano, mari. 16 set.
Gemino, mart. 4 en.
(Sémino, marl. 4 feb.
Cenara, marl. 2 mar.
Cenara, mart. 17 jul.
Genaro, marl. 7 en.
Genaro, mart. 19 en.
Genaro, mart. 8 ab.
Genaro, marl. 10 jul.
Genaro , mart. 11 jui.
Genaro, mart. 13 jul.
Genaro, presb. y mart. 24 oc.
Genaro, mart. 23 oe.
Genaro, mait. 2 dic.
(ienciano, mar!. 11 dic.
Genebrardo ó Geneberno, presb.
y m.irt. S. 13 may.
General, marl. 14 set.
Generosa, mart. 17 jul.
Generoso, mart. 17 jul.
Genesio, ob. yconf. S. 3 jun.
Gennadio, mart. 16 may.
Geno\eva, virg. 3 en.
Genuino, ob. y conf. 5 feb.
Georgia, wrg. 13 feb.
Geraldo, conf. S. 13 oc.
Gerardo, ob. y conf. 23 ab.
Gerardo, ob. y mart. 24 set.
Gerardo, ab. y conf. 13 oc.
Gerardo, ob. y conf. 30 oe.
Gerardo, ob. y conf. 5 dic.
Gerasimo, anac. y conf. 5 mar.
Geremaro,ab. y conf. 24 set.
Gereon, mart. io oc.
Gerino, mart. 2 oc.
Germán, ab. y mart. S. 21 feb.
Germán, mart. 2 may.
Germán, ob. y conf. 12 may.
Germán, ob. y conf. 28 may.
Germán, mart. 7 jul.
Germán, ob. y conf. 31 jul.
Germán, ob. y mart. 6 set.
Germán, ob. y mart. 11 oc.
Germán, mart. 23 oc.
Germán, ob. y conf. 30 oc.
Germán, mart. 3 nov.
Germán, mart. 13 nov.
Germana, mart. 19 en.
Germana, virg. y mart. 7 set.
Germánico, mart. 19 en.
Germano, ab. y mart. S. 21 feb.
Geroncio, mart. 19 en.
Geroncio, ob. y mart. 9 may.
Geronides, mart. 12 set.
Gerónimo, doc. y fund. 30 set.
Gerónimo Emiliano, conf. v fund.
20 jul.
Gertrudis, virg. y aba. 17 mar.
Gertrudis, virg. 17 nov.
Geruncio, ob. y conf. 5 may.
Geruncio ob. y mart. 25 ag.
Gervasio, mart. 19 jun.
Getulio, mart. 16 jun.
Gibriano, presb. y conf. S. 8
may.
Gil, ab. y conf. 1 set.
Gilberto, conf. 4 feb.
Gilberto, ob. y conf. S. 1 ab.
Gildardo, ob. y conf. 8 jun.
Gildasel Albano ó Escocés, mon,
y conf. S. 29 en.
Gildas el Sabio ó Badónico, ab. y
conf. S. 29 en.
Ginés, ob. y conf. S. 3jun.
Ginés, mart. 11 oc.
Ginés de Arles, mart. 25 ag.
Ginés el Representante, mart. 25
ag-
Giraldo, ob. yconf. S. 13 mar.
Giraldo, ab. y conf. S. 5 ab.
Gisleno, ob. y conf. 9 oc.
Glafira, virg. 13 en.
Glastian, ob. y conf. S. 28 en.
Gliceria, virg. y mart. 13 may.
Glicerio, presb. y mart. 21 dic.
Goar, presb. y conf. 6 jul.
Gobain, presb. y mart. S. 20 jun.
Gobriano, presb. y conf.S. 8 may.
Godescalco, mart. S. 7 jun.
Godoardo, ob. y conf. 4 may.
Godofredo, ob. yconf. 8 nov.
Godoleva, mart. 6jnl.
Godrico, erm. y conf. S. 21 may.
Godwall, ob.yconf. S. 6jnn.
Gondulfo, ob. y conf. 13 nov.
Gonzalo, ob. y conf. 26 nov.
Gonzalo de Amarante, conf. 10 en.
Gordiano, mart. 10 may.
Gordiano, mart. 17 set.
Gordio, cent, y mart. 3 en.
Gorgonia, virg. 9 dic.
Gorgonio, mart. 11 mar.
Gorgonio, mart. 9 set.
Gracia, mart. 23 jul.
Graciliano, man. 12 ag.
Graciniano, mart. I jun.
Grata, viu. 1 may.
Grato, mart. 5 die.
Gregorio, ob, y conf. 4 en.
Gregorio, papa y doc. 12 mar.
Gregorio, arz. y conf. 24 ab.
Gregorio, ob y conf. 9 may.
Gregorio, ob. y conf. S. 15 jun.
Gregorio, ob. y co¡:f. 25 ag.
Gregorio, ob. y conf. 30 set.
Gregorio, ob. yconf. 17 nov.
Gregorio, conf. 20 nov.
Gregorio, ob. y conf. 23 nov.
Gregorio, ob.yconf. 19 die.
Gregorio, presb. y mart. 24 dic.
Gregorio II, papa y conf. 13 feb.
Gregorio III, papa yconf. 28 nov.
Gregorio VII, papa y conf. 25 may.
Gregorio X, papa y conf. 16 feb.
Gregorio Barbarigo, card, y conf.
18 jun.
Gregorio Nacianccno, ob. y doc. 9
may.
Gregorio Niseno, ob. y conf. 9 mar.
Gregorio Taumaturgo, ob. y conf.
17 nov.
Grimbaldo, conf. 8 jul.
Grimoaldo, presb. y conf. 29 set.
Guadalupe (Nuestra Señora de].
12 dic.
Gualtero, ab. y conf. 8 ab.
Gualtero, ab. yconf. S. 4 jun.
Gualtero, ab. y conf. S. 4 jun.
Guarino, ob. y conf. 6 feb.
Gudelia, mart. 29 set.
Gudula, virg. 8 en.
Gudwalo, ob. y conf.S. 6 jun.
Guenó, ab. y conf. 3 nov.
Guido, conf." S. 31 mar.
Guidon, conf. 12 sel.
Guillermo, arz. yconf. 10 en.
Guillermo, erm. yconf. 10 feb.
Guillermo, ab. y conf. 6 ab.
Guillermo, arz." y conf. S. 8 jun.
Guillermo, conf. 25 jun.
Guillermo, oh. y conf. 29 jul.
Guillermo, ob. y conf. 2 set.
Guillermo de Norwich, mart. S. 24
mar.
Guinocb, ob. y conf. S. 13 ab.
Gumaro, conf. 11 oc.
Gumersindo, mart. 13 en.
Gundena, virg. y mart. 18 jul.
Gundleo, conf. S. 29 mar.
Gundulfo, ob.yconf. 17 jun.
Guniforte, marl. 22 ag.
Guntierno, ab. y conf. S. 3 jul.
Guntrano, rey yconf. 28mar.
Guria, mart. 15 nov.
Guiaron, conf. S. 3 jul.
Guthlaco, erm. y conf. S. 11 ab.
II
Habacueh , prof. 15 en.
Haroldo , rey y mart. S. 1 nov.
Hegesipo , conf. 7 ab.
llcliade.s, mart. 21 jun.
Helimenas, mart. 22 ab.
Hemelerio, mart. 3 mar.
Hemma , viu. S. 29 jun.
Heraclas, ob. y conf. 14 jul.
Heraclcas, mart. 29 set.
Heráclides, mart. 28 jun.
Heraclio, mart. 2 mar.
Ileraclio, mart. 11 mar.
Heraclio, mart. 26 may.
Heraelio, ob. y conf. 8 jun.
Ileraclio, conf. 1 set.
Heraclio, mart. 22 oc.
llerculano, ob. y mart. 1 mar.
llerculano, ob. y conf. 12 ag.
llerculano , mart. 5 set.
llerculano, mart. 25set..
Herculano, ob. y mart. 7 nov.
Ilerenia, mart. 8 mar.
Ilcriberto, ob. y conf. 16 mar.
Hermágoras, ob. y mart. 12 jul.
Hermano José , conf. S. 7 ab.
Hermas, ob. y conf. 9 may.
Hermas , mart. 18 ag.
Hernias, marta. 4 nov.
Hermenegildo, mart. 13ab.
Hermes, mart. 28 ag.
Hermeto , mart. 4 en.
Hermeto, mart. 1 mar.
Hermeto , mart. 22 oc.
Hermeto , mart. 2 nov.
Hermeto, exor. 31 dic.
Hermias, sold. y mart. 31 may.
Ilermilo, mart. 13 en.
Hermipo , mart. 27 jul.
Hcrmócrates, mart. 27 jul.
Hermógenes, marl. n ab.
Hermógenes, marl. 19 ab.
Hermógenes, mart. 25 ab.
Hermógenes, mart. 2 set.
Hermógenes , mart. 10 dic.
Hermógenes, mart. 12 dic.
Hermolao, man. 27 jul.
Hcron, marl. 14 dic.
Heros , mart. 24 jun.
Ilidulfo, ob. y conf. S. 11 jul.
Hicron , mart. 7 nov.
Hieroleo , conf. 4 oc.
Higino, i»ana y mart. 11 en.
Hijos ( Los) de san Marcelo,cent..
marts. 30 oc.
Hilaria , mart. 12 ag.
Hilaria , marl. 3 dic.
Hilaria , mart. 31 dic.
Ililarino, mon. y mart. 16 jul.
Hilario , ob. yconf. 13 en.
Hilario, ob. y'cmf. 1i en.
Hilai io , ob. y marl. 16 mar.
Hilario , mar. 9 ab.
Hilario, ob. y conf. 5 may.
Hilario, papa y conf. 10 set.
Hilario, mart. 27 sel.
Hilario, ob. y conf. 25 oc.
Hilario, mart. 3 nov.
Hilarión , marl. 12 jul.
Hilarión , ab. vconf. 21 oc.
Hild , abo. S. "l8nov.
Hiida ,aba. S. 18 nov.

Hildegardis, \'irg. 17 set.
Hipólito, presb. y mart. 30 en.
Hipólito, mart. 3 feb.
Hipólito , mart. 13 ag.
Hipólito, ob. y mart. 22 ag.
Hipólito , marl. 2 dic.
Homobono , conf. 13 nov.
Honorata , virg. 11 en.
Honorato, arz. y conf. 16 en.
Honorato , ab. y conf. 16 en.
Honorato, ob. y conf. 8 feb.
Honorato , ob. y conf. 16 may.
Honorato , ob. y conf. 28 oe.
Honorato , mart. 22 dic.
Honorato , mart. 29 dic.
Honorio, ob. y conf. 24 ab.
Honorio, ob. y conf. 30 set.
Honorio , mart. 21 nov.
Honorio , mart. 21 nov.
Honorio , mart. 30 dic.
Hormisdas, papa y conf. 6 ag.
Hormisdas, mart. 8 ag.
Horres , mart. 13 mar.
Hospicio, conf. 21 may.
Huberto, ob. y conf. 3 nov.
Hugo, ob. y conf. 9 ab.
Hugo, ab. y conf. 29 ab.
Hugo de Lincolna, mart. 27 ag.
Hugolino, marl. 13 oc.
Hugon, ob. y conf. 1 ab.
Hugon , ob. y conf. 17 nov.
Humberto, ob. y mart. S. 20 nov.
Humberto, conf. 0 dic.
I
la, marl. 4 de ag.
Ibar, ob. y conf. S. 23 ab.
Ida, viu. 4 set.
Idaberga, virg. S. 20 jun.
Ido, ob. y conf. S. 14 ju!.
Ifigenia, virg. 21 set.
Ignacio, ob. y mart. 1 feb.
Ignacio, mart. 3 feb.
Ignacio, OD. y conf. 23 oc.
Ignacio de Loyola, conf. y fund.
31 jul.
Ildefonso, arz. y conf. 23 en.
llidio, ob. y conf. 7 jul.
Iltudo, ab. y conf. 6 nov.
Iluminada, virg. 29 nov.
Iluminado, conf. 11 may.
Imerio, ob. y conf. 17 jun.
Impresión (La) de las llagas de
san Francisco de Asis. 17 set.
Indes, mart. 28 dic.
Inés, virg. y mart. 21 en.
Inés, virg. 20 ab.
Ingenuo, mart. 20 dic.
Inocencio, ob. y conf. 17 ab.
Inocencio, mart. 17 jun.
Inocencio , mart. 4 jul.
Inocencio I, papa y conf. 28 jul.
Inocentes (Los santos,), marts. 28
dic.
Invención, (La) de la santa cruz.
3 mayo.
Invención (La) délos cuerpos de
san Estovan protomártir, Camalie],
Nicodemus, y Abibon. 3
ag.
Invención (La) de los santos mártires
ISazario y Celso. 10 may.
Invención (La) primera de la cabeza
de san Juan Bautista. 24
feb.
ipacio, mart. 3 jun.
Ipaeio, conf. 17 jun.
Ipacio, man. 18 jun.
Ipacio, ob. y marl. 29 ag.
Ipacio, ob. y mart. 14 nov.
Iraida, mart. 22 set.
ÍNDICE ALFABÉTICO. XI
Ircardo, ob. y conf. S. 24 ag.
Irenarco, mart. 27 nov.
Irene, mart. 25 feb.
Irene, virg. y mart. 3 ab.
Irene, mart. 5 may.
Irene, mart. 18 set.
Irene, virg. y mart. 10 oe.
Irene, virg. y mart. 20 oc.
Ireneo, mart. 10 feb.
Ireneo, ob. y mart. 25 mar.
Ireneo, diae. y mart. 26 mar.
Ireneo, mart. 1 ab.
Ireneo, mart. 5 may.
Ireneo, ob. y mart. 28 jun.
Ireneo, mart. 3 jul.
Ireneo, mart. 26 ag.
Ireneo, mart. 15 dic.
Irenion, ob. y conf. 16 dic.
Irmina ó Irmia, virg. 24 dic.
Isaac, moti, y conf. 11 ab.
Isaac, mon. y mart. 3 jun.
Isaac, mart. 12 nov.
Isaac, marl. 30 nov.
Isabel, virg. 18 jun.
Isabel, reiir, 8jul.
Isabel, madre de san Juan Bau-
, tista. 5 nov.
Isabel de Hungría, viu. 19 nov.
Isacio, conf. 27 mar.
Isacio, man. 21 ab.
Isacio, ob. y mart. 21 set.
Isaías, mart. 16 feb.
Isaías, prof. 6 jul.
Isauro, man. 17 jun.
Isidoro, ob. y mart. 2 en.
Isidoro, ob. y conf. 2 en.
Isidoro, presb. y mart. 13 en.
Isidoro, mon. y conf. 4 feb.
Isidoro, man. 5 feb.
Isidoro, arz. y conf. 4 ab.
Isidoro^ mon. y mart. 17 ab.
Isidoro, mart. 15 may.
Isidoro, mart. 14 dic."
Isidoro, de Scela, erm. y conf. S.
15 en.
Isidro, labrador, 15 may.
Ismael, mart. 17 jun.
Isquirion, mari. I jun.
Isquirion, man. 22 dic.
Ita, virg. y aba. S. 15 en.
Ivia, ob. y conf. S. 25 ab.
Ivon, ob. y conf. S.23ab.
Ivon, presb. y conf. 19 may.
Ivon, ob. y conf. S. 20 may.
I\or, ob. y conf. S. 23 ab."
J
Jacinta, virg. 31 en.
Jacinto, marl. 10 feb.
Jacinto, mart. 3 jul.
Jacinto, mart. -17jul.
Jacinto, mart. 2.; jul.
Jacinto, conf. lo ag.
Jacinto, man. 9 sel.
Jacinto, mart. 11 set.
Jacinto, man. 29 oc.
Jaderes, conf. 10 set.
Jadoeo, conf. 13 dic.
Jaime de Esclavonia, conf. S. 20
ab.
Jainiario, ob. y mart. 19 set.
Janiiario, mari. 13 oc.
Januario, mart. 25 oe.
Januario, mart. 15 die.
Jarlath, ob. y conf. 20 dic.
Jason, conf. 12 jul.
Jason, man. 3 die.
Jeremías, man. 16 feb.
Jeremías, prof. I may.
Jeremías, mart. 17 jun.
Jeremías, mart. 15 sel.
Joaquin, padre de la Madie de
Dios. 20 mar.
Joaquín de Sena, conf. 16 ab.
Job , prof. 10 may.
Joel, prof. 13 Jul.
Jouás, mon. y conf. 11 feb.
Jonás, maii.29 mar.
Jonás, prof. 21 set.
Jonás, presb. y mart. 22 set.
Jorge, ob. y conf. 19 ab.
Jorge, mari. 23 ab.
Jorge, mart. 27 jul.
Jorge, mart. 20 oc.
Jorge, ob. y conf. 2 nov.
Jorge Limniota, mon.y mart. 2¡
ag.
Josafat, ob. y mart. 12 nov.
Josafat, conf. 27 nov.
José, diae. y conf. 15 feb.
José, mart. 20 mar.
José, conf. 22 jul.
José, esposo de la Madre de Dios.
19 mar.
José de Arimatea , conf. 17 mar.
José de Calasanz, conf. y fund.
27 ag.
José de Copertina , conf. 18 sel.
José de Leonisa, conf. 4 feb.
José el Justo, conf. 20 jul.
José Oriol, presb. y conf. 23 mar.
Josse, conf. 13 dic.
Josué, 1 set.
Joviniano , lee. y mart. 5 may.
Jovino, mart. 2 mar. ¿¡
Jovino , ob. y conf. S. 2 mar.
Jovino, mart. 26 mar.
Jovita, mart. 15 feb.
Juan, arz. y conf. 12en.
Juan , ab. y conf. 28 en.
Juan , mart. 31 en.
Juan, ab. y conf. 19 mar.
Juan , erm. y conf. 27 mar.
Juan, mart. S. 14 ab.
Juan , ab. y conf. 27. ab.
Juan , ob. y conf. 7 may.
Juan , papa y mart. 27 may.
Juan , ob. y conf. 6 jun.
Juan , ob. y conf. 22 jun.
Juan, presb. y mart. 23 jun.
Juan , mart. 26 jun.
Juan, presb. y conf. 27jun.
Juan, ob.y mart. 11 jul.
Juan, mon. y conf. 21 jul.
Juan, presb. y conf. 18 ag.
Juan , mart. 27 ag.
Juan , ob. y conf. 27 ag.
Juan, mart. 7 set.
Juan , mart. 10 set.
Juan, mart. 23 set.
Juan, mart. 27 set.
Juan , ob. y conf. 29 oc.
Juan marl. I nov.
Juan , mart. 12 nov.
Juan, mart. 3 dic.
Juan , ob. y conf. 5 dic.
Juan , mart. 21 dic.
Juan, apóstol y evangelista. 27
die.
Juan Ante-portam-latinam. o
may.
Juan Bautista de la Concepción.
coni, y fund. 14 feb.
Juan Calibita, conf. 15 en.
Juan Gancio , presb. y conf. 20 oc.
Juan Climaco , ab. y conf. 30 mar.
Juan Colombini, conf. y fund. 51
jul.
Juan Crisòstomo , ob y doc. 27 en.
Juan Damasceno, conf. 6 may.
Juan de Bridlington, conf. S. 10 oc.
Juan de Capislrano, conf. 23 oc.
Juan de Dios, conf. y fund. 8 mat.

Juan de Dwavf. anse, v conf. 13
set.
Juan de la Cruz, conf. 21 nov.
Juan de Marinoni, conf. 13 die.
Juan de Mala, conf. y fund. 20
nov.
Juan de Orte;a, conf. 2 jun.
Juan de l'rado, presb. y mart. 24
may.
Juan de Sabagim, conf. 12 jun.
Juan el Bueno, arz. y conf. 10 en.
Juan ci Limosnero, patr. y conf,
. 23 en.
Juan Francisco de Regis, conf. 21
may.
Juan Gualberto, ah. y fund. 12 jul.
Juan Nepomueeno, presb. y mart.
16 may.
Juan riilenciario, ob. y conf. 13
may.
Juan Teresles, erm. y conf. 24 jun.
Juana. 24 may.
Juana de Valois, reina. S. 4 feb.
Juana Francisea Fremiot, viu. y
futida. 21 ag.
Juanicio, ab. y conf. 4 nov.
Jucunda, mart. 27 jul.
Jucuuda, virg. 23 nov.
.Iiicundiano, mart. 4 jul.
•lucuiidino, mail. 21 jul.
Jucundo, mart. 9 en.
Jucundo, ob. y conf. 14 nov.
Judas, apóslol. 28 oc.
Julia, virg. y mari. 22may.
Julia, mart. Io jul.
Julia, virg. y mari. 21 jul.
Julia, mari. 27 jul.
Julia, mari. 1 oc.
Julia, virg. y mart. 7 oc.
Julia, virg. j" mari. 10 die.
•iulian, ob.y mart. 7 en.
lulian, mart. 8 en.
.Iulian, mart. 9 en.
.lulian, mart. 27 en.
.Iulian, mari. 27 en.
.lulian, ob. y conf. 27 en.
.lulian, ob. y conf. 28 en.
.lulian, mari. 12 feb.
iulian, mart. 13 feb.
.Iulian, ob. y mart. IG feb.
lulian, mari. 17 feb.
Julia/i, mart. 19 feb.
.lulian, mart. 24 feb.
.Iulian, marf 27 feb.
Julian, arz. y conf. 8 mar.
Julianj mart. 10 mar.
.lulian. 23 mar.
.lulian, mart. 23 may.
.lulian, mart. 3 jun.
.lulian, mon. y conf. 9 jun.
Julian, anac. y conf. S. 6 jul.
.lulian, mart. 7ag.
Julian, mari. 9 ag.
Julian, mart. 12 ag.
Julian, mari. 25 ag.
.lulian, mari. 28 ag.
Jnlian, mari. 2set.
Julian, mart. 4 set.
Julan, mari. 13 set.
Julian, erm. y conf. 18 oc.
Julian, mart. 1 nov.
Julian, (di. y conf. 9 die.
Julian Satias, arz. yconf. 14 en.
Juliana, viu. 7 feb.
Juliana, virg. y mari. 1G feb.
Juliana, mari. 20 mar.
Juliana, virg, y mart. 27 jul.
Juliana, mart. 12 ag.
Juliana , mart. 17 ag.
Juliana, mari. 18 ag.
Juliana, m ni. 1 nov.
Juliana ile Falconci-i, virg. 19jui
ÍN'DICE ALFABÉTICO.
Juliano, mart. 20 jul.
Juliano, mari. 30 oc.
Julio, mart. 19 en.
Julio, presb. y conf. 31 en.
Julio, mart. 10 ab.
Julio, mart. 27 may.
Julio, sold. y miri. 15 jun.
Julio, mart. I jul.
Julio, mari. 19 ag.
Julio, mart. 3 die.
Julio, miri. 5 die.
Julio, mart. 29 die.
Julio I, papa yconf. 12 ab.
.lolita, virg. y min. 18 ìmy.
.lolita, mari. Io jun.
Julita, mirt. iio'jul.
Justa, mari, li may.
Justa, mari. 15 jul.
Jusla, virg. y nvirt. 19 jul.
Justina, mart. 14 may.
Justina, mart. K! jun.
Justina, mart. 20 set.
Justina, virg. y mart. 7 oc.
Justina, virg. y mari. 30 nov.
Justinìano, ei m. y ìinrt. S. 23 ag.
Justino, mari. I ag.
Justino, presb. y mirt. 17 set.
Justino, mart. 12 die.
Justino el Filosofo, mart. 13 ab.
Juslo, mart. 23 feb.
Justo, miri. 28 feb.
Justo, oli. y conf. 28 may.
Juslo, miri. 2 jul.
Justo, sold. y mart. li jul.
Justo, mart. 21 jul.
Juslo, mart. 0 ag.
Justo, ob. y conf. 2 set.
Juslo, miri. 18 oc.
Justo, mart. 2 nov.
Justo, ob. y conf. 10 nov.
Juslo, mart. li die.
Juvena', ob. y conf. 3 may.
J il venni | mirt. 7 miy.
Juveneio, ob. y coni'. 8 feb.
Juvencio, mirt. I jun.
Juventino, mirt. 25 en.
Keivino , ob. y conf. S. 3jun.
Renan, ob. y conf. S. 2 4 nov.
Kenelmo , rey y mart. 13 die.
Kenerino , ob. y conf. S. 5 mar.
Kennocha , virg. S. 13 mar.
Kenligcrnu, viu. S. 7 en.
Ketitigcrno, ob. y conf. S. 13 en.
Kessogo, ob. y coo.f. S. 10 mar.
Svevio , ob. y conf. S. 23 ab.
Sveyna , virg. S. 8 oc.
Kiaran, ob. y conf. S. 5 mar.
Kilian , presb. y conf. 5. 13 nov.
Kiliano . mari. 8 jul.
Kincburga, virg. S. 0 mar.
Kiucdrida, virg. S. 0 mar.
Kineswida , virg. S. G mar.
lunga , virg. S. 24 jul.
Kinnia , virg. S. I feb.
Ladislao I, rey y conf. 27 jun.
Lamalisso, conf. S. 3 mar.
Lamberto , ob. yconf. li ab.
Lamberto , mari. 10 ab.
Lamberlo, ob. y mart. 17 set.
Landelino, ab. y conf. 15 jun.
Laniierieo, ob. y conf. S. 10 jun.
Cairi saldo, presb. y conf. 19 mar.
Largitili, mart. 12 ag.
Largo, mart. 8 ag.
Laseriano, ob y conf. S. 18 ab.
Latino, ob. y conf, 24 mar.
Laudemaro, ab. y conf. S. 19 cn.
Laureano, arz. y mart. 4 jul.
Lamentino, mart. 3 feb.
Lauro , mart. 18 ag.
Lauton , ob. y conf. 22 set.
Lázaro , ob. y conf. 11 feb.
Lázaro , mon. y conf. 23 feb.
Lázaro mart. 27 mar.
Lázaro ob. y conf. 17 die.
Lea , viti. 22 mar.
Leandro, arz. y conf. 27 feb.
Lebwino, ob. y mart. S. 12 nov.
Lcobardo, mon. y conf. 18 en.
Leobino, ob. y conf. 15 set.
Leocadia, virg. y mart. 9 die.
Leocricia , virg. y mart. 15 mar.
Lcodegario, ob. y mart. 2 oc.
Leon, mart. S. 18 feb.
Leon, ob. y coni'. 20 feb.
Leon, mart. I mar.
Leon, ob. y conf. 22 ab.
Leon, subdiac. y mart. 30 jun.
Leon , mart. 18 ag.
Leon, mart. 13 oc.
Leon , conf. 10 nov.
Leon I, papa y conf. 11 ab.
Leon II, papa y conf. 28 jun.
Leon III, pipa y conf. 12 jun.
Leon IV , papa y conf. 17 jul.
Leon IX, papi y cof. 19 ab.
Leonardo , conf. 0 nov.
Leoncia, mari. 0 die.
Leoncio, ob. y conf. 13 en.
Leoncio , ob. y conf. 19 mar.
Leoncio, mart. 24 ab.
Leoncio, mart. 18 jun.
Leoncio, mart. 10 jul.
Leoncio, marf. I ag.
Leoncio , mart. I 2 set.
Leoncio , ob. y coni'. 15 nov.
Leoncio ', ob. y conf. 1 die.
Leónides, mari. 28 cu.
Leónides , mari. 22 ab.
Leónides, mart. 15 jun.
Leónides, mart. 8 ag.
Leónides, mart. 2 set.
Leonila, mart. S. 17 en.
Leonora, ob. y conf. S. 1 jul.
Leopardo, mart. 30 set.
Leopoldo , conf. 15 nov.
Leovigildo , mart. 20 ag.
Lcsmes , conf. S. 30 cn.
Letancio , mart. 17 jul.
Lelardo , ob. yconf. S. 24 feb.
Leto , mart. 1 set.
Leto, ob. y mari. 0 set.
Lelo, presb. y conf. 3 nov.
Lcucio. 11 cn.
Leueio , oli. y conf. 11 en.
Leuciti, mart. 28 en.
Lcuifritlo, ab. y coni'. 21 jun.
Lcwina , virg. y mart. S. 24 jul.
Liberata , virg. 18 en.
Liberalo , mart. 20 die.
Liberio , oli. 30 die.
Libia , mart. 15 jun.
Liborio , ob. y conf. 23 jul.
Libosio, mart. 29 die.
Librado , ab. y mart. 17 ag.
Licarion , mail. 7 jun.
Licerio , ob. y conf. 27 ag.
Licinio, ob. y conf. 13 feb.
Licinio, mart. 7 ag.
Lidia , mart. 27 mar.
Lidia. 3 ag.
Liduviiia , virg. 14 ab.
Lifardo, presi), y conf. 3 jun.
Ligorio , mart. 13 set.
Liiiosa , mart. 27 jul.
Limiieo , conf. S. 22 feb.
Lino , papa y mart. 23 set.
Lioba , virg. 28 set.

Liteo, coni. 10 set.
Livino, ob. y mart. 12 nov.
Loman, ob. y conf. S. 17 feb.
Lomen), ab. y coni'. S. 10 en.
Longinos, sold. y mart. Ili mar.
Longinos, mart. 24 ob.
Longinos , mart. 24 jun.
Longinos , mart. 21 jnl.
Lope , mart. 23 ag.
Lope, ob. y conf. 1 set.
Lope , ob. y conf. 23 set.
Lope , mail. 14 oc.
Lope , ob. y conf. 2 die.
Lorentino , mart. 3 jun.
Lorenza, virg. y mart. 8 oc.
Lorenzo, ob. y conf. 2 feb.
Lorenzo , mart. 30 ab.
Lorenzo, mart. 10 ag.
Lorenzo, mari. 28 set.
Lorenzo , oli. y conf. 14 nov.
Lorenzo de Brindis, conf. 7 jul.
Lorenzo Justìniano, patr. y conf.
8 en.
Loreto (Nuestra Señora de) 10 die.
Lorgio , mari. 2 mar.
Luano, ab. y conf. S. 4 og.
Lucano, mart. 30 oc.
Lucas, mari. 22 ab.
Lucas, diae. y mari. 22 ab.
Lucas, mart. lo set.
Lucas , evangelista. 18 oc.
Lucia, virg. y mart. 23 jun.
Lucia, mail. 0 jul.
Lucia, mart. 10 set.
Lucia , virg. S. 19 set.
Lucia , virg. y mart. 13 die.
Luciano , presb. y mart. 7 en.
Luciano , mart. 8 cn.
Luciano , mart. 28 may.
Luciano,, mart. 13 jun.
Luciano , mart. 7 jul.
Luciano, mart. 20 oc.
Luciano , mart. 24 die.
Lucid io , ob. y conf. 20 ab.
Lucila , virg y mart. 29 jul.
Lucila , mari. 31 oc.
Luciliano , mai t. 3 jun.
Lucina, mari. 30 jun,
Lucio, mart. S feb.
Lucio , ob. y mart. I I feb.
Lucio , mart. 13 feb.
Lucio, mart. 18 feb.
Lucio, mart. 24 feb.
Lucio, ob. y mart. 2 mar.
Lucio , papa y mail. 4 mar.
Lucio , ob. y mart. ti; may.
Lucio , mart. 23 may.
Lucio, mari. 20 ag.
Lucio , conf. 10 set.
Lucio , mart. 4 oc.
Lucio , mart. 18 oc.
Lucio , mart. 23 oc.
Lucio , mai l. 29 oc.
Lucio , mart. 1 die.
Lucio , rey y conf. 3 die.
Lucio , mart. 13 die.
Luciólo, mart. 3 mar.
Lucrecia , virg. y mart. 23 nov.
Ludgerio, ob. y conf. 20 mar.
Lugido, ab. y conf. S. 4 ag.
Luiean , conf. S. 27 jul.
Luis , mail. 30 ab.
Luis, ob. y conf. 19 ag.
Luis, rey y conf. 2ü ag.
Luis Bertrán , conf. 10 oc.
Luis Gonzaga , conf. 21 jun.
Luisa Albertona , viu. 31 en.
Lulo , ob. y conf. 10 oc.
Luman , ob. y conf. S. 17 feb.
Lupercio, mari. 16 ab.
Lupercio , mart. 30 oc.
Imperio, ob. y conf. 15 nov.
ÌNDICE ALFABÈTICO. XIII
Lupicino, ab. y conf. 28 feb.
Lupicino , ab. y conf. 21 mar.
Lupicino, ob. y mort. 31 moy.
Lupo, ob. y conf. 27 jnl.
Lupo , ob. y conf. 1 set.
Lupo, mari. 14 oc.
Lusorio , mart. 21 ag.
Lutgardis ó Ludgarda, virg. 16
jun.
Lutiniio , mart. 24 die.
M
Maarsapor, mart. 27 nov.
Macabeos ( Los sautos siete ), herinanos,
marts. 1 ag.
Macalio, conf. S. 23 ab.
Macaria , mart. 8 ab.
Macario, ab. y conf. 2 en.
Macario , ab. y conf. 13 eu.
Macario, man. 28 feb.
Macario, ob. y conf. 10 mar.
Macario , conf. 1 ab.
Macario , ob. y conf. 10 ab.
Macario, ob. y couf. 20 jun.
Macario, mart. 12 ag.
Macario , mart. o set.
Macario , mart. 6 set.
Macario, mart. 30 oc.
Macario , ob. y conf. 12 nov.
Macario, mart. 8 die.
Macario , mart. 20 die.
Marcai, ab. y conf. S. 11 ab.
Mac-cartin, ob. y conf. S. 13 ag.
Macculindo, ob. y conf. 6 set.
Macedon, mart. 27 mar.
Macedonio , anac. y conf. S. 24 en.
Macedonio, mart. 13 mar.
Macedonio, mart. 12 set.
Maekessogo, ob. y conf. S. 10
mar.
Macuisio, ob. y conf. 3. set.
Maera, \irg. y mart. 0 cn.
Macrina. 14 en.
Macrina , virg. 19 jul.
Macnno, mart. 17 set.
Macrobio , mart. 20 jul.
Macrobio, mart. 13 set.
Maculi, conf. S. 23 ab.
Madelgisilo , conf. S. 30 may.
Madcn ó Maderuo, conf. S. 17
may.
Madi, mart. 3 mar.
Madrona, virg. y mart. 13 mar.
Magio, mart. 19 ag.
Magma , mart. 3 die.
Maglorio, ob y couf. 2i oc.
Magnérico, ob. y couf. 23 jul.
Magno , mart. 1 cn.
Magno , mart. 4 feb.
Magno, mart. 13 feb.
Magno, ob. y mart. S. 16 ab.
Magno, ob. y mari. 19 ag.
Maguo , mart. 4 set.
Magno, ob y conf. 6 oc.
Magno, ob. y conf. 3 nov.
Mahancs, mart. 30 nov.
Main , ab y conf. S. 13 en.
Malaquias, prof, li en.
Malaquias, ob. y conf. 3 nov.
Malco, mart. 28 mar.
Malco, mon. y conf. 21 oc.
Malo , ob. y conf. 13 nov.
Malrubio, mart. S. 21 ab.
Malrubio , crin, y mart. S. 27 ag.
Mainante, mart. 17 ag.
Mumelta , mart. 17 oc.
Mamerto, ob. y conf. 11 may.
Mamiliano, mart. 12 mar.
Mainilo, mart. 8 mar.
Manahen prof, y doc. li may.
Maucio, mart. 13 may.
Mándales , mart. 10jun.
Maneto, conf. 20 ag.
Mannea , mart. 27 ag.
Mans, ob. y mart. S. 16 ab.
Mansueto, ob. y conf. 19 feb.
Mansueto, ob. y conf. 3 set.
Mansueto, ob. y mari. 6 set.
Mansueto, ob. y man. 28 nov.
Mansueto, mart. 30 die.
Manuel, mart. 26 mar.
Manuel, mart. 17 ¡un.
Mapalico , mart. 17 ab.
Mapril, mart. 22 ag.
Maraña , virg. 3 ag.
Marcela, viu. 30 cu.
Marcela, mart. 28 jun.
Marcela , mart. 30 jun.
Marceliano, mari. 9 ag.
Marcelina, virg. 17. jul.
Marcelino , mari. 2 en.
Marcelino, ob. y conf. 9 en.
¡Marcelino, mart. li ab.
Marcelino, ob. y couf. 20 ab.
Marcelino, papa y mart. 26 ab.
Marcelino , mart. 2 jun.
Marcelino , mart. ojun.
Marcelino, mart. 18 jun.
Marcelino, presi), y conf. li jul.
Marcelino , mart. 27 ag.
Marcelino, ob y couf. 3 oc.
Marcelo, papa y mart. 16 en.
Marcelo, mart. 19 feb.
Marcelo, ob. y conf. 9 ab.
Marcelo, ob. y conf. 9 ab.
Marcelo , mart. 29 jun.
Marcelo, ob. y mart. 1-i ag.
Marcelo, mart. 4 set.
Marcelo, ob. y mart. 4 set.
Marcelo , mart. k set.
Marcelo , mart. 6 oc.
Marcelo , mart. 7 oc.
Marcelo, cent, y mart. 30 oc.
Marcelo, ob. y conf. 1 nov.
Marcelo, mart. 16 nov.
Marcelo, presb. y mart. 26 nov.
Marcelo , diae. y mart. 2 die.
Marcelo, ab. y couf. 29 die.
Marcelo , diae. y mart. 30 die.
Marcia mart. 3. mar.
Marcia , mart. 3 juu.
Marcia , mart. 21 jun.
Marcia , mart. 2 jul.
Marciai, mart. 16. ab.
Marciai, ob. 30 jun.
Marciai, mart. 22 ag.
Marciai, mart. 28 set.
Marciai, mart. 13 oc.
Marciana, virg. y mart. 9 en.
Marciana, mart. 2} may.
Marciana, virg. y mart. 12 jul.
Marciano, mart. i en.
Marciano, presb. y conf. 10 en.
Marciano, ob. y mari. 6 mar.
Marciano, mart. 26 mar.
Marciano, mart. 17 ab.
Marciano, presb. 20 ab.
Marciano, ob. y conf. lì may.
Marciano, mart. 3jun.
Marciano, ob. y coni', li jun.
Marciano, mart. 17 jun.
Marciano , mart. 11 jul.
Marciano, mart. 9 ag.
Marciano, man. 16 set.
Marciano, mart. 4 oc;
Marciano , mart. 23 oc.
Marciano , mart. 26 oc.
Marciano, conf. 2 nov.
Marcio, erm. y conf. 24 oc.
Marcionila , mart. 9 en.
Marco, man. 13 die.
Marcos, mart. 13 mar.
Marcos, mart. 19 mar.

X I V
Marcos, mart. 24 mar.
Marcos, ob. y couf. S. 29 mar.
Marcos, evangelista y mart. 28
ab.
Marcos, ob. y mart. 28 ab.
Marcos, mart. 18 jun.
Marcos , mart. 3 jul.
Marcos, inart. 31. ag.
Marcos, eo-nl'. 1 set.
Marcos , ob. y conf. 27 set.
Marcos , mart. 28 set,
Marcos mart. 4 oc.
Marcos, papa y conf. 7 oc.
Marcos, ob. y mart. 22 oc.
Marcos, mart. 2o oc.
Marcos, mart. lti nov.
Marcos, mart. 22 nov.
Marculfo, ab. y conf. S. 1 may.
Mardouio, mart. 24 en.
Martlonio, mart. 13 üic.
Mardonio, mart. 23 dic.
Margarita , virg. 28 en.
Margarita , reina. 10 jun.
Margarita, virg. y mart. 20 jul.
Margarita , v iu. 27 ag.
Margarita, vir. y mart. 2 set.
Margarita de Cortoua, pen. 23
feb.
Margarita de Inglaterra, virg. S.
3 feb.
María, madre de Juan, llamado
Marcos. 29 jun.
María, mart. 23jul.
María , mart. 1 nov.
María, virg. y mart. 2í nov.
María , mart. 2 dic.
Alaría Ana de Jesús, virg. 17 ab.
Maria Cleofé. í) ab.
María de Cervellon ( vulgo de Socos
), v irg. 2o set.
María de la Cabeza. 20 oc.
María de Oignies, S. 23 jun.
María Egipciaca, pen. 2 ab.
María Magdalena, peu. 22jul.
María Magdalena de Pazzis, virg.
23 may.
María Salomé. 22 oc.
Mariano, diac. y mart. 17 en.
Mariano, marl. 30 ab.
Mariano, erm. y conf. 19 ag.
Mariano, mart. 17 oc.
Mariano , mart. 1. dic.
Marin, diac. y conf. 4 set.
Marina, virg. 18 jun.
Marina , virg. y mart. 18 jul.
Marino , mart. 27 nov.
Marino, mart. 2oen.
Marino, sold. y mart. 3 mar.
Marino, mart. S jul.
Marino, mart. 10 jul.
Marino , mart. 8 ag.
Marino, diac. y conf. 4 set.
Marino, mart. 2(i dic.
Mario, mart. 19 cu.
Maman , ob. y conf. S. 2 mar.
Marodes, ob. y conf. 3 dic.
Marolo, y ob. conf. 23 ab.
Marón, ab. y conf. S. 14 feb.
Marón , mart. 13 ab.
Marotas, mart. 27 mar.
Marta , mart. 19 en.
Marta, virg. y mart. 23 feb.
Marta, virg. 29jul.
Marta, virg. y mart. 20 oc.
Martin, ob. y conf. 21 jun.
Martin, ob. y conf. 1 jul.
Martin , ob. y mart. 19 jul.
Martin , ab. y conf. 24 oc.
Martin, ob. y conf. 11 nov.
Martin, papa y mart. 12 nov.
Martin, ab. y conf. 7 dic.
Martina, virg. y mart. 30 en.
ÍXDICE ALFABÉTICO.
Martina , mart. 2 dic.
Martiniano, ob. y mart. 2 en.
Martiniano , er m. y couf. 11 feb.
Martiniano , mart. 2 jul.
Martiniano, mart. 1(> oc.
Mártires africanos (Los sesenta
santos). 30 ag.
Mártires coronados (Los santos).
8 nov.
Mártires de África (Las santas
vírgenes ). 1(> dic.
Mártires de África (Los santos).
6 en.
Mártires de África (Los santos),
o ab.
Mártires de Alejandría ( Los santos).
2S cu.
Mártires de Alejandría (Los santos).
28 feb.
Mártires de Alejandría (Los santos
). 17 mar.
Mártires de Alejandría (Los santos).
21 mar.
Mártires de Alejandría ( Los santos
). 13 may.
Mártires de Alejandría (Los santos).
10 ag. -
Mártires de Antioquía ( Las cuarenta
santas vírgenes). 24 dic.
Mártires de Antioquía (Los diez
santos). (i nov.
Mártires de Antioquía (Los santos).
11 mar.
Mártires de Arabia (Los santos).
22 reb.
Mártires de Calcedonia ( Los cuarenta
y nueve santos ). 24 set.
Mártires ríe Camerino (Los mil
quinientos veinte y cinco santos
;. 29 may.
Mártires de Campana (Los ochenta
santos). 2 mar.
Mártires de Capadocia y Mesopotamia
(Los santos). 23 may.
Mártires de Constautitiopla (Los
santos). 30 mar.
Mártires de Creta ( Los diez santos).
23 dic.
.Mártires de Edesa (Las santas).
14 nov.
Mártires de Habiad ó Ilabiabena
en Pcrsia ( Los doscientos y
veinte santos), fi ab.
Mártires déla China (Los sanios).
S.3 feb.
Mártires de la India (Los sanios).
3 ag.
Mártires de la legión tebana ( Los
trecientos santos). 13 oc.
Mártires de la Tebaida (Los santos
). 3 en.
Mártires de la Tebaida (Los santos).
2S jul.
Mártires de León ( Los doscientos
santos monjes), (> ag.
Mártires de Lesbos (Las cinco
santas vírgenes) 3. ab.
Mártires de Nicomedia (Los diez
mil santos). 18 mar.
Mártires de Nicomedia ( Los innumerables
santos) 23 dic.
Mártires de Nicomedia (Los santos)
23jun.
Mártires de Nicomedia (Los veinte
santos). 23 dic.
Mártires de Numidia ( Los santos)
II feb.
Mártires de Palestina (Los mil
cuatrocientos y ochenta santos).
22jun.
Mártires de Palestina (Los santos
monjes). 16 may.
Mártires de Palestina ( Los santos
monjes). 28 may.
Mártires de Palestina ( Los santos
monjes y otros cornps.). 19
feb.
Mártires de Pcrsia (Los cuarenta
y dos santos). 10 mar.
Mártires de Pcrsia ( Los santos).
8 feb.
Mártires de Porsia (Los santos).
9 áb.
Mártires de Pcrsia (Los santos).
22 ab.
Mártires de Persia ( Los trescientos
y diez sanios). 9 may.
Mártires de Porto (Los cincuenta
santos). 8 jul.
Mártires de Baiti (Los santos cuarenta
y tres monjes ). líen.
Mártires de Roma (Los ciento seseóla
y cinco santos soldados).
10 ag.
Mártires de Roma (Los cuarenta
y siete santos). I 4 mar.
Mártires de Boma ( Los diez santos
soldados). 10 feb.
Mártires de Boma (Los doscientos
sesenta y dos santos). 23 mar.
Mártires de Roma ( Los doscientos
sesenta santos ). 1 mar.
Mártires de Roma [Los doscientos
seseóla y dos]. 17 jun.
Mártires de Roma [ Los novecientos
santos]. 4 mar.
Mártires de Roma [Los santos].
2 mar.
Mártires de Roma [Los santos].
10 ab.
Mártires de Roma [Los santos].
2í jun.
Mártires de Roma [Los santos
cuarenta soldados]. 13 en.
Mártires de Boma [Los santos
siete hermanos]. 10 jul.
Mártires de Roma [Los treinta
santos]. 22 dic.
Mártires de Roma [ Los treinta
santos soldados]. I en.
Mártires de Boma [Los tres santos
soldados ]. 2 jul.
Mártires de Roma [Los veinte y
tres santos ]. o ag.
Mártires de Samosala [Los siete].
9 dic.
Mártires de Sobaste [Los cuarenta
santos ]. 9 mar.
Mártires de Sicilia [ Los setenta y
nueve santos]. 21 feb.
Mártires de Siriaí [Los sanios
treinta y ocho monjes ]. líen.
Mártires ríe Sínope [ Los doscientos
sanios |. 7 ab.
Mártires de Siria [Los cuarenta,
y dos santos ]. G mar.
Mártires de Sirmio [Los setenta
y dos santos]. 23 feb.
Mártires de Sirmio [Las siete santas
vírgenes]. 9 au.
Mártires de Tarso en Cilicia [Los
veinte santos]. O jun.
Mártires de Tiro (Los santos).
20 feb.
Mártires de Tréveris (Los santos
). O oc.
Mártires de Utica (Los trecientos
santos!. 2'< ag.
Mártires de Zaragoza (Los innumerables
). 3 nov.
Mártires del Abrucio ulterior(Los
dos santos monjes. 14 mar.
Mártires del Japón (Los veinte y
seis). 3 feb.

Mártires del Ponto (Los santos).
3 feb.
Mártires Gorcomienses ( Los diez
y nueve santos ). 9 jul.
Mártires (Los cuarenta y dos
monjes de Elcso). 12 en.
Mártires ( Los santos cartujos de
Inglaterra). 2 may.
Mártires ( Los santos doce hermanos
). I set.
Mártires(Los santos monjes Abialiamitas)
8 jul.
Mártires (Los santos monjes de
Córdoba y de Saliagun). 18 ag.
Mártires ( Los santos monjes del
monasterio de Dio ). 8 feb.
Mártires ( Los santos) que no
quisieron entregar los escritos
sagrado?. 2 en.
Mártires (Los siete ladrones).
29 ab.
Mártires Masilitanos (Lossantos).
9 ab.
Manirían. 2í oc.
Martirio, mon. y conf. 23 en.
Martirio , man. 29 may.
Martirio , niart. 2o oc.
Marutas, ob. y conf. 4 dic.
Máscula, mart. 29 mar.
Másculo, mart. I ti oc.
Mateo, apóstol y evangelista. 21
sel,
Materniano, oh. y mart. 2 en.
Materno, ob. y conf. 18 jul.
Materno , ob. y corrf. 14 sct.
Malías, ob. y conf. 30 en.
Matías, opóstnl. 24 feb.
Matilde reina. 14 mar.
Matrona, mart. 20 mar.
Matrona, virg. y mart. 18 muy.
Maturino, conf. I nov.
Maturo , mart. 2 jun.
Maura, mart, 13 feb.
Maura, mart. 3 may.
Maura, virg. S. 21 set.
Maura, virg. y mart. 30 nov.
Maura, mart. 19 dic.
Mauricio, mart. 10 jul.
Mauricio, y la legión de los tóbeos,
marts. 22 set.
Maurilio, oh. y conf. 13 set.
Maurino, ab. y mart. 10 jun.
Mauro, ab. y conf. loen.
Mauro, ob. y conf. 20 en.
Mauro, ab. y conf. 27 en.
Mauro, mart. 29. en.
Mauro, mart. 27 jul.
Mauro, mart. 1 ag.
Mauro, mar!. 22 ag.
Mauro, ob. y conf. 8 nov.
Mauro, ob. y conf. 21 nov.
Mauro, mart. 22 nov.
Mauro, mart. 3 dic.
Mauronte, ab y conf. S. 15 may.
Mávilo, mart. \ en.
Mavito, ob. y conf. 15 nov.
Maw, conf. ri. 17 may.
Maws, conf. 2 set.
Maxeleride, virg. y mart. 13 nov.
Maxencia , virg. y mart. S. 20
nov.
Maxencio, presb. y conf. 26 jun.
Maxencio, mart. 12 dic.
Máxima, mart. 26 mar.
Máxima, mart. 8 ab.
Máxima, virg. 16 may.
Máxima, virg. y mart. 30 jul.
Máxima, mart. 2 sct.
Máxima, mart. 1 oc.
Máxima, mart. 16 oc.
Maximiano, mart. 8 en.
Maximiano, ob. y conf. 21 feb.
ÍNDICE ALFABÉTICO. XV
Maximiano , ob. y conf. 9 jun .
Maximiano, ob. y conf. 3 oc.
Maximiliano, mart. 21 ag.
Maximiliano, oh. y conf. 12 oc.
Maximiliano, ob. y mart. 29 oc.
Maximino, ob. y conf. 29 rnay.
Maximino, ob. y conf. 8 jun.
Maximino, conf. 15 dic.
Máximo, ob. y conf. 8 en.
Máximo, ob . lo ene.
Máximo, mart. 2o eu.
Máximo, mart. 18 feb.
Máximo, mart. 18 feb.
Máximo, mar. 13 ab.
Máximo, mart. 14 ab.
Máximo, mart. lo ab.
Máximo, mart. 30 ab.
Máximo, ob. y conf. 8 may.
Máximo, mart. 15 may.
¡Máximo, mart. S.25 may,
Máximo, ob. y conf. 29 may.
Máximo, ob. y conf. 2o jun.
Máximo, mar!. 20 jul.
Máximo, oh. y conf. 2 ag.
Máximo, mon. y mart. 13 ag.
Máximo, mon. y mart. 17 ag.
Máximo,0iart. 18 ag.
Máximo , conf. 20 ag.
Máximo , man. 23 ag.
Máximo, mart. i set.
Máximo, mart. lo set.
Máximo , mart. 2o set.
Máximo , mart. 28 set.
Máximo , diac. y mart. 20 oc.
Máximo, mart. 30 oc.
Máximo, ob. y conf. 18 nov.
Máximo, presb. y mart. 19. nov.
Máximo, mart. 2o nov.
Máximo, ob. y conf. 27 nov.
Máximo, mart. 2 dic.
Máximo, ob. y conf.27 dic.
Mayólo, ab. y conf. 11 may.
Mavórico , mart. 6 dic.
"Mechtilde, ,virg. y ab. S. 10 ab.
Medardo , ob. y conf. 8jun.
JMedelberla , virg. y aba. 7 set.
Medérico, ab. y corrf. 29 ag.
Medio, mart. 3 mar.
Meen , ab. y conf. S. 21 jun.
Meinardo. crin, y mart. 21 en.
¡Melania , mart. 31 dic.
Melauio , ob. y conf. 6 en.
Melanio, ab. y conf. S. 21 juu.
Melanio, ob. y conf. 22 oc.
¡Molas, ob. y conf. 16 en.
Melecio, patr. y conf. 12 feb.
Melecio, mart. 2í rnay.
Melecio, ob. y conf. 21 set.
¡Melecio, ob. y corrf. 4 dic.
Meleusipo, mart. 17 en.
Melitiua , mart. 15 set.
Melilo, ob. y conf. 24 ab.
IMeliton, ob. y conf. S. 1 ab.
Melquíades , papa y mart. 10 dic.
MemiOjOb. y conf. 5 ag.
Memnon , man. 20 ag.
Menalipo, mart. 2 set.
Menandro, mart. 28 ab.
Mcnandro , mart. 1 ag.
Menas, ob. y conf. 25 ag.
Menas, erm. y conf. 11 nov.
Menas , mart. 10 dic.
Menedemo, mart. 5 set.
Meneloo, ab. y conf. 22 jul.
Meneo , mart. 2í jul.
Menigno, mart. 15 mar.
Menna, sol. y mart. 11 nov,
Menodora, virg. y mart. 10 set.
Merced ( Nuestra Señora de la )
2í sct.
Mercuria , virg. y mart. 12 dic.
Mecurial, ob. y conf. 23 may.
Mercurio, mart. 23 nov.
Mercurio, mart. 10 dic.
Meriadeco, ob. y conf. S. 7 jun.
Blondo, mon. y conf. 17 en.
Mételo, mart. 24 en.
Metodio , ob. y conf. 9 mar.
Mclodio , ob. y conf. !) mar.
Metodio. ob. y conf. 14 jun.
Metodio, ob. y mart. 18 set.
Metodio conf .22 dic.
Metrano . mart. 31 en.
Metrobio, mart. 2í dic.
Metrodora, virg. y mart. 10 set.
Metrófanes , ob. y conf. 4 jun.
Metroniano, anac. 14 dic.
Meuris , mart. 19 dic.
Mida , virg. y aba. S 15 en.
Migdonio , mart. 23 dic.
¡Miguel, ob. y conf. 23 may.
Miguel de los Santos, con?. 5 jul.
Miíburga , virg. 23 feb.
Mildreda , virg. y aba. S. 20 feb.
¡Miles, mart. 10 nov.
Milgetlra , \ irg. S. 17 en.
Millan déla Cogulla , couf. 12 nov.
Minerviuo, mart. 31 dic.
Minervo, mart. 23 ag.
Miníalo , mart. 25 oc.
Mlqueas, prof. 15 en.
Mirón, ob. y conf. 8 ag.
Mirón, presb. y mart. 17 ag.
Mirón , conf. 12 set.
Mirope , mart. 13 jul.
Míssacl, mart. 16 dic.
Misterio (El santísimo), en Genera.
6 feb.
Mitrio, mart. 13 nov.
Moclma, ab. y conf. S. 1 en.
Mochua de Bella , conf. S. 1 on.
Mocteo, ob. y conf. S. 19 ag.
IModan, ab. y conf. S. 4 feb.
Modesta , mart. 13 mar.
Modesta , virg. 4 nov.
Modesto , mart. 12 en.
Modesto, mart. 42 feb.
Modesto, diac. y mart. 12 feb.
Modesto , mart. 12 feb.
¡Modesto, ob. y conf. 24 feb.
Modesto , mart. lo jun.
Modesto, mart. 10 nov.
Modoaldo, ob. y conf. 12 may.
Modomnoe, conf. S. 13 feb.
Modwena, virg. S. 5jul.
Moiserr, anac-, ob. y conf. 7 feb.
Moisés, mart. 14 feb.
Moisés, anat. y conf. 28 ag.
Moisés, legis. y prof. 4 set.
Moisés, mart. 23 nov.
Moisetes , mart. 18 dic.
Moliugo, ob. y conf. S. 17 jun.
Moloc', ob. y conf. S. 23 jun.
Mommolino, ob. y conf. S. 16 oc.
Mouam , mart. S. 1 mar.
Moucaino , ab. y conf. S. 1 en.
Monas , oh. y conf. 12 oc.
Monegur.dis , solit. 2 jul.
Ménica, viu. 4 may.
Moninna , virg. S. 6 jul.
Monitor, ob. y conf. 10 noc.
Monon , mart. S. 18 oc.
Montano, mart. 24 feb.
Montano, presb. y mart. 26 mar.
Montano, sold. y mart. 17 jun.
Mosco, sold. y mart. 18 cu.
Muciano , mart. 3 jul.
Mucio, diac. y mart. 22 ab.
Mucio, presb. y mart. 13 may.
Mummolin , oh. y conf. S. 16 oc.
Mundo, ab. y conf. S. lo ab.
Murcdac, ob. y conf. S. 12 ag.
Murita , conf. ¡3 jul.
Mustióla , mart. 3 jul.

XVI
Nabor, mart. 12 ¡un.
Nabor , mart. 10 jul.
Nabor, mart. 12 jul.
Kalium , prof. 1 dic.
Nanfauion, mart. i jul.
Napoleón , mart. 15 ag.
Narciso, mart. 2 en.
Narciso , mart. 17 set.
Narciso, ob. y mart, 29 oc.
Narciso, ob. y couf. 29 oc.
Narciso , mart. 31 oc.
Narceo, mart. lo ¡ul.
Narno , ob. y couf. 27 ag.
Narsetes , mart. 27 mar.
Narzal, mart. 17 jul.
Natalia , mart. 27 jul.
Natalia , viu. 1 dic.
Nathalau , ob. y couf. S. 8 en.
Natividad (La) de nuestra Señora.
S set.
Natividad ;La) de nuestro Señor
Jesucristo. 2o dic.
Natividad (La) de sau Juan Bautista.
2í jun.
Naval, mart. 1G dio.
Nazario, couf. 12 en.
Nazario , mart. 12 jun.
Nazario, mart. 28 jul.
Nazario , couf. 4 ag.
Nebemías, ab. y conf. S. 14 jun.
Nemcsiano , conf. 10 set.
Nemesio , mart. 20 feb.
Nemesio, conf. 1 ag.
Nemesio, mart. 31 oc.
Nemesio , mart. 11) dic.
Nemorio, mart. 7 set.
Neunio ó ¡Sennidio, ab. y conf. S.
17 en.
Neuno , ab. y conf. S. 14 jun.
Nennoc ó Nenooc , virg. S. 4 juu.
Neófito, mart. 20 en.
Neomisia , virg. 25 set.
Neón, mart. 24 ab.
Neón, mart. Ü3 ag.
Neón , mart. 28 set.
Neón , mart. 2 dic.
Neopolo, mart, 2 may.
Neot , anac. y conf. S. 28 oc.
Neotcrio , mart. S set.
Nereo , mart. 12 may.
Nereo , mart. 16 oc.
Nersas , mart. 20 nov.
Ncsla\o, mart. 8 set.
Néstor, ob. y mart. 26 feb.
Néstor , ob. y mart. 4 mar.
Néstor , mart. 8 set.
Néstor , mart. 8 oc.
Nicandro , mart. 15 mar.
Nicandro , mart. 17 jun.
Nicandro , mart. 4 nov.
Nicandro , mart. 7 nov.
Nicanor, diac. y mart. 10 en.
Nicanor , mart. o juu.
Nicasio, mart. 11 oc.
Nicasio , ob. y mart. 14 dic.
Niceas , ob. y conf. 22 jun.
Niceas , mart. 29 ag.
Ntcecio , ob. y conf. 2 ab.
Nicecio, ob. y conf. 5 may.
Nicccio, ob. y conf. 5 dic.
Nicéforo , mart. 9 feb.
Nicéforo , mart. 1 mar.
Nicéforo, patr. y conf. 13 mar.
Nicerata, virg. 27 dic.
Niceta, mart. 24 jul.
Nicelas, mart. 15 set.
Niceto , ob. y conf. 7 en.
Niceto, ob. y conf. 20 mar.
Nicelo, ab. y conf. 3. ab.
ÍNDICE ALFABÉTICO.
Nicolás , ob. y conf. S. 9 may.
Nicolás, pereg. y conf. 2 jun.
Nicolás , mart. 13 oc.
Nicolás, ob. y conf. G die.
Nicolás I, papa y conf. 13 nov.
Nicolás Albergato, ob. y couf. 10
may.
Nicolás de Longobardi, conf. 3
feb.
Nicolás de Tolentino, conf. 10 set,
Nicolás Factor , conf. 5 mar.
Nicomedes , presb. y mar. lo set.
Nicon , mart. 23 mar.
Nicon , mart. 28 set.
Nicon , mon. y conf. 26 nov.
Nicostrato, mart. 21 may.
Nicostrato , mar. 7 jul.
Nicostrato, mart. 8 nov.
Nieves (Nuestra Scuora de las)
5ag.
Nilanmon , conf. 6 r-n.
Nilo , ob. y mart, 20 feb.
Nilo, ob. y mart. li) set.
Nilo , ab. 1 conf. 26 set.
Nilo, ab. y conf. 12 nov.
Nimia , mart. 12 ag.
Ninfa, mart. 10 nov. ,t
Niufodora , mart. 13 mar.
Ninfodora, virg. y mart. lOset.
Nigiano , ob. y conf. 10 set.
Nissen , ab. y conf. S. 25 jul.
Nombre de Jesus ;EI santísimo)
1 en.
Nombre de María (El dulce,) 17 set.
Nominanda, mart. 31 dic.
Nono , ob. y conf. 2 dic.
Nonoso, ab. y couf. 2 set.
Norberto , arz. y conf. 6 jun.
Novato, presbit. y conf. 20 jun.
Numeriano, ob. y couf. o jul.
Numidico, mart. 9 ag.
Nunilo , virg. y mart. 22 oc.
O
O (Nuestra Señora de la). 1S dic.
Obdulia , virg. o set.
Océano, mart. 4 set.
Octaviano, arced. y mart. 22mar.
Octavio , mart. 20 nov.
Odilon , ab. y conf. 1 en.
Odoceo , ob. y conf. S. 2 jul.
Odón , ob. y conf. 7 jul.
Odón, ab. y conf. 18 nov.
Odriano, oí), y conf S. 8 may.
Odulfo, conf. S. 18 jul.
Oduvaldo, ab. y couf. S. 26 may.
Olavo, rey y mart. 29 jul.
Olavo , rey y mart. S. 29 jul.
Olimpia, mart. 10 nov.
Olimpíada , vio. 17 dic.
Olimpiades, mart. 1 dic.
Olimpias, mart. 1.3 ab.
Olimpio , ob. y conf. I2jun.
Olimpio , mart. 26 jul.
Oliva, virg. 3 jun.
Oliva , virg. y mart. 10 jun.
Omer , ob. y conf. S. 20 jun.
Oucsimo, ob. y mart. 16 feb.
Onesíforo , mart. 6 set.
Onofre , conf. 12 jun.
Opportuna , virg. y aba. S. 22 ab.
Optac.iano, ob. y conf. 14 jul.
Opiato , mart. 16 ab.
Optato, ob. y conf. 4 jun.
Optato, ob. y conf. 31 ag.
Orencio, mart. 1 may.
Orencio , mart. 24 jun.
Orestes , mart. 9 nov.
Orestes, mart. 13 dic.
Orículo , mart. 18 nov.
Oroncio, mart. 22 en.
Orondo , mart. 30 en.
Oroncio, ob. y conf. 1 may.
Ortolano , ob. y conf. 28 nov.
Oseas , prof. 4 jul.
Osila , virg. y mart. 7 oct.
Osmana , virg. 9 set.
Osmundo , oi). y conf. 4 dic.
Ostiario, presb. y conf. 30 jun.
Oswaldo, ob. y conf. S. 28 feb.
Oswaldo, rey y mart. 5 ag.
Oswino , rey y mart. S. 20 ag.
Otilia, virg. y alia. I 3 die.
Olmaro, ab. y conf. 16 nov.
Otón , mart. 16 en.
Otón , ob. y conf. 2 jul.
W
Pablito , mart. 13 nov.
Pablo, primer ermitaño y conf.
1o cu.
Pablo , mart. S. 18 en.
Pablo, mari. 19 en.
Pablo , ob. y conf. 1 feb.
Pablo , mart. 8 feb.
Pablo, ob. y conf. 8 feb.
Pablo , mart. 2 mar.
Pablo, ob. y conf. 7 mar.
Pablo, mart. 10 mar.
Pablo, ob. y conf. S. 12 mar.
Pablo, mari. 17 mar.
Pablo, mart. 20 mar.
Pablo, ob. y conf. 22 mar.
Pablo , mon. y mart. 17 ab.
Pablo, mart. lo may.
Pablo , mart. 17 may.
Pablo , mart. 2S may.
Pablo, mart. 1 jun.
Pablo , mart. I jun.
Pablo , mari. 3 jun.
Pallio, ob. y mart. 7 jun.
Pablo , mart. 20 jun.
Pablo , apóstol. 30 juD.
Pablo , mari. 3 jul.
Pablo , diac. y mart. 20 jul.
Pablo , mari. 28 jul.
Pablo , mart 17 ag.
Pablo , mari. .29 ag.
Pablo, mart. 25 set.
Pablo , mari. 3 oc.
Pablo I , papa y conf. 28 jun.
Pablo de Latro, crin, y conf. 20
die.
Pablo el Simple, anac. y conf. 7
mar.
Padano, ob. y conf. 9 mar.
Paciente, ob. y conf. 8 en.
Paciente, ob. y conf. Il set.
Paciencia, mart. 1 may.
Pacomio, ab. y conf. lí may.
Pacomio, mart. 20 nov.
Pafnuíio, mart. 19 ab.
Pafnucio, ob. y conf. 11 sel.
Pafnucio , mart. 24 set.
Palaciata , virg. y mart. 8 oc.
Pa adía , mart. 24 may.
Paladio , ob. y conf. 6 jul.
Palatino, mart. 5 mar.
Palatino, mart. 30 may.
Palemón , ab. y conf. 11 en.
Palmado, cons. y mart. 10 may.
Palmario , mart. 5 or.
Pamaquio , conf. 30 ag.
Pambo, ab. y conf. G set.
Pancario, mart. 19 mar.
Pancraeio, ob. y mart. 3 ab.
Pancracio mart. 12 may.
Panfilo, ob. y conf. 28 ab.
Panfilo, presb. y mart. 1 jun.
Panfilo,ob. y conf. 7 set.
Panfilo, mart. 28 set.
Pantágapes, mart. 2 set.

Pantágato, ob. y conf. 17 ab.
Pautalcmon, mart. 27 jul.
Pantaleon , mart. 27 jul.
Panteno, conf. 7 jul.
Papas, mart. 16 mar.
Papias , mart. 29 en.
Papias, ob. y conf. 22 feb.
Papias, mart. 26 feb.
Papias, mart. 28 jun.
Papias , mart. 2 nov.
Papilo, diac. y mart. 13 ab.
Papiniaiio, ob. y mart. 28 noy.
Papio, mart. 28 jun.
Papio, mart. 7 jul.
Paramon, mart. 29 nov.
Parasieves, mart. 20 mar.
Paregorio, mart. S. 18 feb.
Paris ob. y conf. S ag.
Parisio , conf. 11 jun.
Parmenas , diac. y mart. 23 en.
Parmenio, presb. y mart. 22 ab.
Partenio, mart. 19 may.
Pascasio, ob. y conf. 22 feb.
Pascasio, diac. y mart. 31 may.
Pascasio , mart.. 13 nov.
Pascasio Radberto, ab. y conf.
S. 26 ab.
Pascual, papa y conf. li may.
Pascual Bailón, conf. 17 may.
Pasicrales , mart. 25 may.
Pastor , mart. 29 mar.
Pastor, ob. y conf. 30 mar.
Pastor , presb. y conf. 26 jul.
Pastor , marl. 6 ag.
Palapio, conf. 8 dic.
Paterio, ob. y conf. 21 feb.
Palermucio , mart. 9 jul.
Paterniano, ob. y conf. 12 jul.
Paterno, ob. y conf. 16 ab.
Paterno, mart. 21 ag.
Paterno, ob. y mart. 23 set.
Paterno, mart. 12 nov.
Patricia, mart. 13 mar.
Patricia , virg. 2o ag.
Patricio, oh. y conf. 17 mar.
Patricio, ob. y mart. 28 ab.
Patricio, ab. y conf. 24 ag.
Patrobas, ob. y conf. 4. nov.
Patrocinio (El) de nuestratìenora.
14 nov.
Patroclo, mart. 21 en.
Paula viu. y aba. 26 en.
Paula, virg. y mart. 3 jun.
Paula, virg. y mart. 18 jun.
Paula , mart. 20 jul.
Paula, virg. y mart. 10 ag.
Paulilio, mart. 19 dic.
Paulina, mart. 6 jun.
Paulina , mart. 2 dic.
Paulina, mart. 31 dic.
Paulino, patr. y conf. S. 28 en,
Paulino, ob. y conf. 29 ab.
Paulino, diac. y mart. 4 may.
Paulino, mart. 26 may.
Paulino, ob. y conf. 22 jun.
Paulino , ob. y mart. 12 jul.
Paulino, ob. y mart. 31 ag.
Paulino, ob. y conf. 10 oc.
Paulo, mart. 26 jun.
Paulo, mart. 19 dic.
Paulo , mart. 24 dic.
Paulo 1, papa y conf. 28 jun.
Pausides, mart. 24 mar.
Pausilipo, mart. lo ab.
Pa\ino, conf. lo nov.
Podro, mart. 3 en.
Pedro, ab. y conf. S. 6 en.
Pedro, ob. y conf. 9 en.
Pedro. 11 en.
Pedro, card, y conf. 8 feb.
Pedro, conf. 11 mar.
ÍNDICE ALFABÉTICO.
Pedro, mart. 12 mar.
Pedro, mart. 14 mar.
Pedro, mart. 26 mar.
Pedro, diac. y mart. 17 ab.
Pedro, ob. y mart. 26 ab.
Pedro, mart. 29 ab.
Pedro, mon. v mart. 30 ab.
Pedro, ob. y conf. 7 may.
Pedro, arz. y conf. 8 may.
Pedro, mart. 15 may.
Pedro, mart. 2 jun.
Pedro, mon. y mart. 7 jun.
Pedro, príncipe de los apóstoles.
29 jun.
Pedro, mart. 1 ag.
Pedro, ob. y conf. 2 ag.
Pedro, ob. y conf. 3 ag.
Pedro, mart. 7 ag.
Pedro, mart. 27 ag.
Pedro, conf. 30 ag.
Pedro, mart. 9 set.
Pedro, ob. y conf. 10 set.
Pedro, mart. 23 set.
Pedro, mart. 3 oc.
Pedro, ob. y mart. 4 oc.
Pedro, mart. 8 oc.
Pedro, mart. 25 oc.
Pedro, mon. y mart. 28 nov.
Pedro Ad-vincula. 1 ag,
Pedro Alejandrino, ob. y mart.
26 nov.
Pedro Armengol, mart. 27 ab.
Pedro Celestino, papa y conf.
19 may.
Pedro Crisólogo, arz. y conf.
•I dic.
Pedro Damián, card. v conf.
23 feb.
Pedro de Alcántara, conf. y
fund. 19 oc.
Pedro de Arbués, mart. 17 set.
Pedro de Lux.emburgo, card. y
conf. S. 5 jul.
Pedro de Pisa, conf. y fund. S.
1 jun.
Pedro l'orerio, conf. 7 jul.
Pedro Mavimeno, mart. 21 feb.
Pedro Nolasco, patr. y fund.
31 en.
Pedro Pascual, ob. y mart. 6
dic.
Pedro Regalado, conf. 13 may.
Pedro Tomás, ob. y conf. 17
feb.
Pedro Urséolo, mon. y conf.
10 en.
Peía, virg. S. 8 en.
Pegasio, mart. 2 nov.
Pelasia, pen. 8 oc.
Pelaya, mart. 23 mar.
Pela y a, virg. y mart. 4 may.
Pelaya, mart, 11 jul.
Pelaya, mart. 19 oc.
Pelayo, ob. y conf. 23 mar.
Pelay o, mart. 2(i jun.
Pelayo, rnart. 28 ag.
Pelegrin, conf. 30 ab.
Pelegrin, mart. 5 may.
Pelegrin, ob. y mart. 16 may.
Pelegrin, presb. y conf. 23 ] ul
Pelegrin. mart. 25 ag.
XVII
Peleo, ob. y mart. 20 feb.
Peleo, ob. y mart. 19 set.
Pelensio, presb. y mart. 7 ab.
Pelino, ob. y mart. 5 dic
Pemon, anac. y conf. 27 ag.
Peregrino, ob. y mart. 16 may.
Peregrino, ob. y mart. 13 jun.
Peregrino, mart. 17 jun.
Peregrino, mart. 7 jul.
Peregrino, erm. y conf. S. 1
ag.
Perfecto, presb. y mart. 18 ab.
Pergentino, mart. 3 jun.
Perpetua, mart. 7 mar.
Perpetua, matr, 4 ag.
Perpetuo, ob. y conf. S ab.
Pesebre (Nuestra Señora del), o
ag.
Pelroco. ab. y cmf. S. 4 jun.
Petronila, virg. 31 may.
Petronio, ob. y conf. 6 set.
Petronio, ob. y conf. 4 oc.
Pia, mari. 19 en-
Piatoti, mart. I oc.
Picncia, mart. 11 oc.
Pierio, presb. y conf. 4 nov.
Pilar (Nuestra Señora del). 12
oc.
Pimenio, presb. y mart. 24
mar.
Pinito, ob. y conf. 10 oc.
Pio I, papa y mîirt. li jul.
Pio V, papa y conf. 7 may.
Pionio, y presi), mart. 1 feb.
Piperion, marmi, li ¡ir.
Pipino de Lauden, conf. S. 21
feb.
Pirmin, ob. y conf. 3 nov.
Pliicidia, virg. 11 oc.
Placido, mart. 5 oc. .
Plácido, mart. li oc.
Platon, ab. y conf. 4 ab.
Platon, mart. 22 jul.
Plalónides, mart. 6 ab.
Plautila, matr. 20 may.
Plauto, mart. 29 set.
Plechelmo, ob. y conf. S. 1.3
jul.
Plutarco, mart. 28 jun.
Podio, ob. y conf. SS may.
Poliano, conf. 10 set.
Policarpo, ob. y mart. 26 en.
Policarpo, presb y conf. 23 feb.
Policarpo, mari. 7 dic.
Policronio, mon. y conf. 17 feb.
Policromo, presb. y mari, (i
dic.
Polieno, mart. 28 ab.
Polieno, mart. 18 ag.
Polieuto, mart. 13 feb.
Polio ito. mart. 21 may.
Polio, mart. 21 may.
Potion, mart. 28 ab.
Polixena. 23 set.
Pompeyo, mar. 7 jul.
Pompeyo, ob. y mart. 14 die.
Pomponio, ob. y coni'. 14 may.
Pomposa, virg, y mart. 19 sol.
Ponciano, mart. 19 en.
Policiano, mart. 25 ag.
Ponciano, papa y mart. 19 noi'.

XTÍII
l'onciano, mart. 2 dic.
Ponciano, mart. 11 dic.
Policiano, mart. 31 dic.
Poncio, diac. 8 mar.
Poncio, mart. 14 may.
Pontamion, ob. y mart. 18 may.
Pont ico, mart. 2 jun.
Popoit, ab. y conf. 25 en.
Pópulo, mart. 3 nov.
Porcnrio. ab. y mart. 12 ag.
Porciano, ab. y conf. 24 nov.
Porfirio, mart. 16 feb.
Porfirio, ob. y conf. 26 feb.
Porfirio, presb. y mart. 4 may.
Porfirio. 20 ag.
Porfirio, mart. 15 seí.
Porfirio, mart. 4 nov.
Posidio, ob. y conf. Kimay.
Potamia. mart. 5 dic-
Potamiana, mart. 30 jun.
Potamicna. mart. 28 jun.
Polamio, mart. 20 feb.
Potenciana, virg. 19 may.
Potenciano, mart. 31 dic.
Potito, mart. 13 en.
Prammacio, ob. y conf. 22 nov.
Práxedes, virg. 21 jul.
Prepedina, mart. 18. feb.
Presentación (La) de Jesús en
el templo. 2 feb.
Presentación (La) de nuestra
Señora en el templo. 2Í nov.
Presidio, ob. y mart. 6 set.
Pretcxtato, ob. y conf. 24 feb.
Pretextato, mart. 11 dic.
Príamo, mart. 28 may.
Primian, mart. 29 dic.
Primitna, n.art. 24 feb.
Primitiva, virg. y mart. 23 jul.
Primitivo, mart. 16 ab.
Primitivo, mart. 10 jun.
Primitivo, mart. 27 nov.
Primo, mart. 3 en.
Primo, mart. 9 feb.
Primo, mart. 9 jun.
Primo, mart. 2 oc.
Principio, ob. y conf. 25 seí.
Prior, erm. y conf. S. 17 jun.
Prisca. 16 en.
Prisca, virg. y mart. 18 en.
Priscia.no, mart. 12 oc.
Prisciano, mart. 14 oc.
Priscila. 16 en.
Prisciliano, lev. y man. X en.
Prisco, presb. y mart. 4 en.
Prisco, mart. 28 mar.
Prisco, mart. 26 may.
Prisco, mart. 1 set.
Prisco, pb. y conf. 1 set.
Prisco, mart. 20 set.
Prisco mart. 1 oc.
Privado, ob. y mart. 21 ag.
Privado, mart. 20 set.
Privado, mart. 28 set.
Probo, ob. y conf. 12 en.
Probo, ob. y conf. 15 mar.
Probo, mar!. 11 oc.
Probo, ob. y conf. 10 nov.
Probo, mart. 13 nov.
Proceso, mart. 2 jul.
Proclo, mart. 12 jul.
ÍNDICE ALFABÉTICO.
Probo, ob. y couf. 2 4 oc.
Procoro, ob. y mart. 9 ab.
Procopio, conf. 27 feb.
Procopio, mart. 8 jul.
Próculo, mart. 14 feb.
Próculo, ob. y mart. 14 ab.
Próculo mart. 1 jun.
Próculo mart. 18 ag.
Próculo, diac. y mart. 19 set.
Próculo, mart. 4 nov.
Próculo, ob. y mart. 1 dic.
Próculo, ob. y conf. 9 dic.
Prosdocimo, ob. y conf. 7 nov.
Próspero, ob. y conf. 29 jul.
Próspero Aquitano, ob. y conf.
15 jun.
Protasio, mart. 19 jun.
Protasio, mart. 4 ag.
Protasio, ob. y conf. 24 nov.
Proterio, patr. y mart, S. 28
feb.
Proto, mart. 11 set.
Proto, mart, 2o oc.
Protógenes, ob. y conf. 6 may,
Protólico, mart. 14 feb.
Proyecto, 24 en.
Proyecto, mart. 25 en.
Prudencio, ob. y conf. S. 6 ab.
Prudencio', ob. y conf. 28 ab.
Publia, aba. 9 oc.
Publio, ob. y man. 21 en.
Publio, ab. y conf. S 2o en.
Publio, mart. 19 feb.
Publio, mart. 16 ab.
Publio, mart. 2 nov.
Pudenciana, virg. 19 may.
Pudente, conf. 19 mav-
Pulquería, empz. 10 set.
Pulquerio, ab. y con. S. 13 mar.
Pópulo, mart. 28 feb.
Purificación (La) de nuestra
Señora. 2 feb.
Qucrano, ab. y conf. 9 set.
Queremon, mart. 4 oc.
Queremon, ob. y inart. 22 dic.
Quiuciano, mart. I ab.
Quiuciano, mart. 23 may.
Quinciano. ob. y conf. 14 jun.
Quiuciano, ob. y conf. 13 nov.
(juinciano, mart. 31 die.
Quinidio, ob. y conf. 15 feb.
Quintili, mari. 19 mar.
Quintiliano, mari. 13 ab.
Quintiliano, mart. 16 de ab.
Quintili, ob. y mart. 8 mar.
Quintino, mart. 31 oc.
Quinto, mart. 4 on.
Quinto, mart. 19 mar.
Quinto, mart. 10 may.
Quinto, mari, 'ó set.
Quinto, mart. 29 oc.
Quinto, mart. 18 dic.
Quiouia, virg. y mart. 3 ab.
Quiríaco, mart. 12 ag.
Quiríaco, mart. 23 ag.
Quiríaco, anac. y conf. 29 set.
Quirico, mart. 16 juu.
Quirino, man. 23 mar.
Quirino, trib. y mart. 30 mar.
Quirino, ob. y mart. 4 jun.
Quirino, mart. 4 jun.
Quirino, mart. 11 oc.
Qtiiteria, virg. y mart. 22 may.
Quodvulldco, ob. y conf. 26 oc.
Ri
Radegunda, reina. 13 ag.
Rafael, arcángel. 24 oc.
Raida, mart. 28 jun.
Raimuudo, coni'. y_fund. lo mar.
Raimundo de Penatoli, conf. 7
en.
Raiucrio, ob. 30 dic.
Ralf ó Ralfo, arz. y conf. S. 21
juu.
Ramon Nonato, conf. 31 ag.
Randuto ó Raiidoaldo,niart. S. 21
feb.
Ranulfo, mari. 27 may.
Rasilo, man. 23 jul.
Reatiio, mart. 27 eu.
Rcdempta, virg. 23 jul.
Redento, ob. y conf. 8 ab.
Régulo, ob. y conf. 30 mar.
Régulo, ob. y mart. 1 set.
Reina, virg. y mart. 7 set.
Reinalda, virg. y mart. 16 jul.
Reinerio, conf. 17 juu.
Remado, ob. y conf. 3 set.
Remberto, ob. y couf. 4 feb.
Remedio, ob. 3 feb.
Remedio (Nuestra Señora del) 12
oc.
Remigio, arz. y conf. 1 oc.
René, ob. y conf. 12 nov.
Reparada, virg. y mart. 8 oc.
Hespido, man. 10 nov.
Restituía, virg. y mari. 17 may.
Restituía, virg. y mart. 27 may.
Restituto, mart. 29 may.
Restltoto, mart. 10 juu.
Restituto, mart. 23 ag.
Restituto, ob. y mart. 9 die.
Reveriano, mart. I jun.
Revocada, mart. 6 feb.
Revocato, mart. 9 en.
Ricardo, rey y conf. 7 feb.
Ricardo, ob. y coni'. 3 .ib.
Ricardo, ob. y couf. 9 jun.
Ricario, presb. y coni'. 26 ab.
Rictrudis, aba. S. 12 may.
Rigoberto, arz. y conf. 4 en.
Risima, mart. 29 set.
Rita de Casia, \iu. 22 may.
Rixio Varo, mart. 6 jul.
Roberto, ab. y conf. 17 ab.
Roberto, ab. y fumi. 29 ab.
Roberto, ab. y conf. 7 jun.
Roberto de Arbrissel, conf. S. 2i
feb.
Robustiano mart. 24 may.
Robusliano, mart. 31 ag.
Rodiugo, ob. y conf. S. 17 set.
Rodioii, mart. 10 nov.
Rodopiano, mart. 3 may.
Rodrigo, presb. y mart. 13 mar.
Rodrigo de Silos, conf. 19 set.
Rogaeiano, mart. 24 may.
Rogaciano, mart. 26 oc.
Rogaeiano, mart. 28 dic.
Rogado, mon. y mart. 17 ag.
Rogato, mart. 12 eu.
Rogalo, mari. 8 mar.
Rogalo, mart. 8 mar.
Rogato, mart. 28 mar.
Rogato, mart. 10 juu.
Rogato, mart. I die.
Rogelio, mart. 16 set.
Rogelio, mart. 20 set.
Rogerio, ab. y conf. S. 13 feb.
Rogerio, conf. S. S mar.
Romau, ab. y conf. 28 feb.

Román, ab. y conf. 22 may.
Román, mart. 9 ag.
Román, ob. y mart. 24 ag.
Román, ob y mart. (i oc.
Román, ob. y conf. 23 oc.
Román, mart. 18 nov.
Román, presb. y conf. 24 nov.
Romana, \ irg. 23 feb.
Romano, mart. S. 24 jul.
Romaneo, ab. y conf. 8 dic.
Romualdo, ab. y conf. 7 fob.
Romualdo, conf. S. 3 nov.
Rómtila, virg. 23 jul.
Rómulo, mart. 17 feb.
Rómulo, mart. 24 mar.
Humillo, mart. 25 mar.
Rómulo, ob. y rnart. 6 jul.
Rómulo, mart. 5 set.
Roque, conf. 1(5 ag.
Rosa de Santa Alario, virg. 30 ag.
Rosa de Viterbo, \irg. 4 set.
Rosalía, virg. 4 sct.
Rosalina, \ irg. 17 en._
Rosario (Muestra Señora del). 1
oc.
Rosendo, ob. y conf. I mar.
Rósula, mart. I i set.
Ruadlrano, ab. y conf. S. 15 ab.
Rutilo, ob. y conf. 18 jul.
Rufina, v irg. y man. 10 jul.
Rufina, virg. y mart. 19 jul.
Rufina, marl. 31 ag.
Ruliniano, marl. 9 sel.
Rufino, niarl. '28 feb,
Rufino, anac. y conf. S. 22 ab.
Rufino, mart. I í jun.
Rufino, mart. 21 jun.
Rufino, mar. S. 24 jun.
Rufino , rnart. 30 jul.
Rufino, marl. 11 ag.
Rufino, conf. Iü ag.
Rufino, ob. y conf. 26 ag.
Rufino, mart. 4 set.
Rufino, mart. ü sel.
Rufino, mart. 16 uov.
Rufo, mart. 19 ab.
Rulo, anac. y conf. S. 22 ab.
Rufo, marl. 1 ag.
Rufo, ob. y mart. 27 ag.
Rufo, mart. 27 ag.
Rufo, man. 2o set.
Rulo, ob. y conf. 7 nov.
Rufo, ob. y conf. 12 nov.
Ruio, conf. 21 nov.
Rufo, mart. 28 noy.
Rufo, marl. 18 dic.
Rumoldo, ob. y mart. I jun.
Rumwaldo , conf. S. 3 nov.
Rumen , ob. y conf. S. 4 en.
Ruperto, ob. y conf. 27 mar.
Rústica, mart. 31 dic.
Rústico, mart. 9 ag.
Rústico, subdiac. y marl. 17 ag.
Rústico, ob. y conf. 2Í sel.
Rústico, mart. 9 oc.
Rústico, ob. y conf. 1 i oc.
Rústico, ob. y conf. 26 oc.
Rutilio, mart. 2 ag.
Rutilo, mart. 4 jun.
Rutolilo, oír. y conf. 29 nov.
Rútulo, mart. 18 feb.
S
Sabas, mart. 12 ab.
Sabas, mart. 24 ab.
Sabas. ab. y conf. 5 dic.
Sabacio , mart. 19 set.
Sabe] , mart. 17 jun.
Sabina , mart. 30 en.
Sabina , mart. 29 ag.
Sabina, rnart. 27 oc.
ÍNDICE ALFABÉTICO. X I X
Sabiniano , mart. 29 en.
Sabiniano , rnart. 25 sel.
Sabiniano, ob. y mart. 31 dic.
Sabino , mart. 23 en.
Sabino , ob. y conf. 9 feb.
Sabino , mai t. 13 mar.
Sabino , marl. 11 jul.
Sabino , conf. 11 julio.
$ab¡no , mart, 2

XX
Servasio, oh. y conf. 13 may.
Servando, mait. 23 oc.
Servano , oi>. y conf. 20 ab.
Serviliano, mart. 2) ab.
Servilio, mart. 24 may.
5(>rdo^eo, mari. 13 en.
Servodeo, mari. 16 set.
Servodeo, mart. 20 set.
Servolo, mart. 21 leb.
Sérvulo, pobre y paralitico, conf.
23 die.
Severa, virg. 20 j al.
.Severiano, mart. 23 en.
Severiano, ob. y mart. 21 feb.
Severiano, mari. 20 ab.
Severiano, mart. 9 set.
Severino, ob. y mart. 8 en.
Severino, ab. y conf. 8 en.
Severino, ab. y conf. 11 feb.
Severino, ob. y conf. 8 jun.
Severino, mart. 6 jul.
Severino, mart. 7 ag.
Severino, ob y conf. 23 oc.
Severino, ob. y coni'. S. 23
oc.
Severino, mon. y conf. 1 nov.
Severino, mart. 19 nov.
Severino, coni'. 27 nov.
Severino, ob. y conf. 21 die.
Severo, llen. ..,
Severo, ob. y conf.' I feb.
Severo, presb. y conf. -f 5 feb.
Seveio, ob. y coni. S. 28 feb.
Severo, ob. y con!'. 30 ab.
Severo, presb. y coni'. 8 ag.
Severo, subdiac. y mari. 17 ag.
Severo, mart. 20 ag.
Severo, presb. y coni'. 1 oc.
Severo, ob. y coni', lo oc.
Severo, mart. 22 oc.
Severo, ob. y mi ri. 6 nov.
Severo, mari. 2 die.
Severo, mart. 30 die.
Sexburga, aba. S. 6 jul.
Sexlo, mart. 31 die.
Siagvio, ob. y conf. 27 ag.
Sico, mari. ."0 may.
Sidonio Apolinar , ob. y conf.
23 ag.
Sidronio, mart. 11 jul.
Sidronio, mart. 8 set.
Siervo, mart. 7 die.
Siervos de Maria (los siete) ftinds.
11 feb. -i
Sigeberto, rey-y con!'. S. 1 feb.
Sigei'redo ó Sigfredo, ob. y conf.
S. lo feb.
Sigirano, ab. y conf. 4 die.
Silano, ob. y conf. S. 17 may.
Silas, conf. 13 jul.
Silave, ob. y conf. S. 17 may.
Silvano, ob. y mari. 6 leb.
Silvano, mart. 18 feb.
Silvano, ob. y mart. 20 feb.
Silvano, mart. 8 mar.
Silvano, ob. y mart. 4 may.
Silvano, mart. 5 may.
Silvano, mari. 24 may.
Silvano, mart. 10 jul.
Silvano, mari. 4 set.
Silvano, coni'. 22 set.
Silvano, mart. o nov.
Silvano, ob.y coni'. 2 die.
Silveijo, papa y mart. 20 jun.
Silvestre, ob. y coni'. 20 nov.
Silvestre, ab. y fund. 26 nov.
Silvestre, papa y conf. 31 die.
Silvia, malt. 3 nov.
Silviano, ob. y coni'. 10 feb.
Silvino, ob. y conf. 17 l'eb.
ÌNDICE ALFABETICO.
Silvino, ob. y conf. 12 set.
Silvino, ob. y conf. 28 set.
Silvio, mart. 21 ab.
Simaco, papa y con!'. 2t feb.
Simeón, ob. y'mart. 18 feb.
Simeón, ob. y mart. 21 ab,
Simeón, moti, y con 1
'. I jun.
Simeón, conf. 1 jul.
Simeón, enn. y conf. 26 jul.
Simeón, conf. 8 oc.
Simeón, mart. 30 nov.
Simeón Metafraste, conf. 27
nov.
Simeón Stilila, llamado el Jóyen,
pen. y con!'. 3 set.
Simeón Stilila ó de la Columna,
coni'. 5 en.
Similiano, ob. y coif. 16 jun.
Simitrio, presi), y mart. 26 may.
Simon, inocente y mart. 24 mar.
Simon, apóstol. 28 oc.
Simon de Hojas, coni'. 28 set.
Simon atocle, con!'. S. 16 may.
Simpliciano, arz. y conf. 14 ag.
Simpliciano, mart. 31 die.
Simplicio, papa y conf. 2 mar.
Simplicio, sen. y mail. 10 may.
Simplicio, ob. y mart. 1 5 may.
Simplicio, ob. y coni'. 24 jun.
Simplicio, mart. 29 jul.
Simplicio, mart. 26 ag.
Simplicio, mart. 8 nov.
Simplicio, ob. y con!'. 20 nov.
Simplicio, mart. 18 die.
Sina, mart. 10 nov.
Sinclélica, virg. o en.
Sindimio, mart. 19 die.
Sinduli'o, coni'. 20 oc.
Sindiilfo, ob. y coni'. 10 die.
Sinesio, mart. 21 may.
Sinesio, mart. 12 die.
Sinf'oi'iano, mart. 7 jul.
Sinl'oriano, mari. 22 ag.
Sinforiano, mari. 8 nov .
Sinforosa, mari. 2 jul.
Sinf'orosa, mart. 18 jul.
Sinfronio, mart. 3 feb.
Sinfronio, mart. 26 jul.
Sintiea 22 jul.
Sira. S. 8 jun.
Silicio, mari. 21 feb.
Siricio , papa y conf. 26 nov.
Siridion IX, patr. y mart. 2 en.
Siro, ob. y conf. 29 juu.
Siro, ob. y conf. 9 die.
Sisenando, diae. y mart. 16 jul.
Sisinio, mart. Il may.
Sisinio, mart, 29 may.
Sisinio, mart. 23 nov.
Sisiuio, mart. 29 nov.
Sisoes ó Sisoy, auac. v couf. S. 4
.jul.
Siviardo, ab. y conf. 1 mar.
Sixto, ob. y mart. 1 set.
Sixto I, papa y mart. 6 ab.
Sixto II, papa y mart. 6 ag.
Sixto HI, papa y couf. 28 mar.
Sóbelo, mart. 5 ag.
Socio, diae. y mart. 19 set.
Socio, diae. y mart. 2 3 set.
Sócrates, mart. 19 ab.
Sócrates, mart. 17 set.
Sofía, virg. y mart. 30 ab.
Solía, mart."t8 set.
Sofia, viti. 30 set.
Sofoniiis, prof. 3 die.
Sofronio, ob. y conf. 11 mar.
Sofroiiio, ob. y couf. 8 die.
Sol, erm. y conf. 3 dir.
Solomo, ob. y conf. 25 set.
Solo, erm. y conf. 3 die.
Solocon, mar!. 17 may.
Solutor, mart. 13 nov.
Solutor, mart. 20 nov.
Sopatra, virg. 9 nov.
Sosipatro, ob. y conf, 25 jun.
Sostenes, mart. 10 set.
Sostenes, mart. 28 nov.
Sosteneo, couf. 3 may.
Sotcra, virg. y mart. 10 feb.
Solero, papa y mart. 22 ab.
Sozoute, mart. 7 set.
Suceso, mart. 19 cu.
Suceso, mart. 28 mar.
Suceso, mart. 16 ab.
Suitbcrto, ob. y conf. 1 mar.
Sulpicio, mart. 20 ab.
Sulpicio el Piadoso, ob. y conf. 17
en.
Sulpicio Severo, oh. y conf. 29 en.
Superio, mart. 26 .¡un.
Surano, ab. y conf. i'i en.
Surino, ob. y conf. S. 23 oc.
Susana, mart. 2í may.
Susana, virg. y mart. II ag.
Susana, virg. y mart. 20 set.
Swituuo, conf. 2 jul.
T
Taciana, mart. 12 en.
Taciano, diác. y mari. 16 mar.
Taciano, marf. 12 set.
Tacion, mart. 24 ag.
Talaleo, méil. y mart. 20 may.
Talasio, conf. S.22 feb.
Tableo, anac. y.'conf. S. 27 feb.
Talo, mart. 11 mar.
Tamaro, conf. 1 set.
Tamel, mart. 4 set.
Tancon, ob. y mart. S. 16 feb.
Taraco, mari. 11 oc.
Tarábala, virg. S. 9 feb,
Tarasio, patr. y conf. 25 feb.
Tarsicío. mart. 30 en.
Tarsicio, acó!, y mart. 15 ag.
Tarsilía, virg. 24 die.
Tata, mart. 25 set.
Tatta, ob. y mart. S. 16 feb.
Taurino, ob. y conf. 11 ag.
Taurion, mart. 7 nov.
Tea, mari. 19 die.
Tecla, mari. 26 mar.
Tecla, mart. 19 ag.
Tecla, virg, y mart. 3 sol.
Tecla, virg. y mart. 23 sci.
Tecla, virg. y aba. lo oc.
Tecusa, virg. y mart. 18 may.
Telemaco, mari. 1 cn.
Telesforo, papa y mart. 5 en.
Telmo, conf, 14 ab.
Temfstoelcs, mart. 21 die.
Tcobaldo, erm. y conf. 1 jul.
Teobaldo, ab. y conf. S. 8 jul.
Teoclia, 7 ab.
Teoilardo, ob. y mart. 10 set.
Teodato, malr. 4 en.
Teodomiro, mon. y mart. 25 jul.
Teodora, mart. 13 mar.
Teodora, mart. 1 ab.
Teodora, mart. 28 ab.
Teodora, mart. 17 set.
Teodora Alejandrina , pen. 11
set.

Teodorico, presb. y conf. 1 jul
Teodoro, mon. 7 en.
Teodoro, mart. 7 feb.
Teodoro, mari. /7 mar.
Teodoro, ob. y mart. 26 mar.
Teodoro, presb. y mart. 13 ab
Teodoro, conf. 20 ab.
Teodoro, ob. y conf. 22 ab.
Teodoro, ob. y conf. 5 may.
Teodoro, ob. y conf. 20 may.
Teodoro, ob. y mart. 4 jul.
Teodoro, mart. 29 jul.
Teodoro, mart. 2 set.
Teodoro, mart. 4 set.
Teodoro, mart. S set.
Teodoro, mart. 15 set.
Teodoro, ob. y conf. 19 set.
Teodoro, mart. 20 set.
Teodoro, presb. y mart. 23 oc.
Teodoro, ab. y conf. 29 oc.
Teodoro, ob. y conf. 2 nov.
Teodoro, mart. 9 nov.
Teodoro, mart. 26 nov.
Teodoro, mart. 7 die.
Teodoro, mart. 14 die.
Teodoro, mart. J5 die.
Teodoro, conf. 26 die.
Teodoro, conf. 27 die.
Teodoro, ab. 28 die.
Teodoro Studila, conf. 12 nov.
Teodosia, mart. 20 mar.
Teodosia, mart. 23 mar.
Teodosia, virg. y mart. 2 ab.
Teodosia, matr. ymart. 29 may-
Teodosio, cenob. y conf. Il en.
Teodosio, mart. 26 mar.
Teodosio, ob. y conf. 17 ju!.
Teodosio, mart. 25 oc.
Teodola, mart. 17 jul.
Teodota, mart. 2 ag.
Teodota, mart. S. 29 set.
Teodoto, ob. y conf. 6 may.
Teodoto, tabernero y mart. 18
may.
Teodoto, mart. S jul.
Teodoto, mart. 31 ag.
Teodoto, mart. 14 nov.
Teodulfo, ob. y conf. 24 jun.
Teódulo, presb. y mart. 23 mar.
Teódulo, mart. 31 mar.
Teódulo, loc. y mart. 4 ab.
Teódulo mart. 2 may.
Teódulo, presb. v mart. 4 may.
Teódulo, mart. Ì8 jun.
Teódulo, mart. 26 jul.
Teódulo, mart. 12 set.
Teódulo el Viejo , mart. 17 feb.
Teófanes, mon. y conf. 12 mar.
Teófanes, mart. 4 die.
Teófanes, conf. 27 die.
TeófiTa, virg. y mari. 28 die.
Teófìlo, mart. 8 en.
Teófìlo, mart. 6 feb.
Teófìlo, mart. 28 feb.
Teófìlo, ob. y conf. 5 mar.
Teófìlo, ob. y conf. 7 mar.
Teófìlo, ob. y conf. 27 ab.
Teófìlo, mart. 22 jul.
Teófìlo. mart. 23 jul.
Teófìlo, mart. 8 set.
Teófìlo, mon. y conf. 2 o?.
ÍNDICE ALFABÉTICO. XXI
Teófilo, ob. y conf. i3 oc.
Teófìlo, mart. 3 nov.
Teófilo, mart. 20 die.
Teógenes, mart. 3 en.
Teógenes, ob. y mart. 26 en.
Teogonio, mart. 21 ag.
Teonas, mart. 3 en.
Teonas, mart- 20 ab.
Teonas, ob. y conf. 23 ag.
Teonesto, ob. y mart. 30 oc.
Teonila, mart. 23 ag.
Teopento, mart. 3 en.
Teopompo, mart. 21 may.
Teoprépides, mart. 27 mar.
Teólimo, ob. y conf. 20 ab.
Teólimo, mart, a nov.
Teólimo, mart. 18 die.
Teótimo, mart. 24 die.
Teotista, virg. 10 nov.
Tercio, mart. 6 die.
Terenciano, ob. y mart. 1 set.
Terencio, mart. 10 ab.
Terencio, ob. y mart. 21 jun.
Terencio, mart. 27 set.
Teresa de Jesus, virg. y funda,
lo oc.
Ternan, ob. y conf. S. 12 jun.
Tertuliano, ob. y conf. 27 ab.
Tertulino, presb. y mart. 4 ag.
Tespecio, mart. 1 jun.
Tespecio, mart. 20 nov.
Tesalónico, mart. 7 nov.
Teusetas, mart. 13 mar.
Thais, pen. S. 8 oc.
Tlieau, presb, y conf. S. 7 en.
Tlieliau, ob. y conf. S. 9 feb.
Thillon, presb. y conf. S. 7 en.
Tibba, virg. S. 6 mar.
Tiberio, mart. 10 nov.
Tiburcio, mart. 14 ab.
Tiburcio, mart. Il ag.
Tiburcio, mart. 9 set.
Ticiano, ob. y conf. 16 en.
Ticiano, ob. y conf. 3 mar.
Ticon, ob. y conf. 16 jun.
Tigernacli, ob. y conf. S. 5 ab.
Tigido, presb. y mart. 12 en.
Tígido, ob. 3 feb.
Tigrirlia, aba. 22 nov.
Timolao, mart. 24 mar.
Timon, diae. y mart. 19 ab.
Timoteo, ob. y mart. 24 en.
Timoteo, mart. 24 mar.
Timoteo, mart. 6 ab.
Timoteo, mart. 3 may.
Timoteo, mart. 21 may.
Timoteo, mart. 22 may.
Timoteo, ob. y mart. 10 jun.
Timoteo, mart. 19 ag.
Timoteo, mart. 22 ag.
Timoteo, mart. 23 ag.
Timoteo, mart. 8 set.
Timoteo, diac. y mart. 19 die.
Tiquico, conf. 29 ab.
Tiranio, ob. y mart. 20 feb.
Tirso, 24 en.
Tirso, mart. 28 en.
Tirso, mart. 31 en.
Tirso, diac. y mart. 2iset.
Tito, ob. y conf. 4 en.
Tito, diac. y mart. 16 ag.
Tobías, mart. 2 nov,
Toehumra, virg. S. 11 jun.
Tochumra. S. 11 jun.
Tolomeo, ob. y mart. 24 ag.
Tolomeo, mart. 19 oc.
Tolomeo, mart. 20 dic.
Tomaida, mart. 14 ab.
Tomás, ob. y conf. 2 oc.
Tomás, mon. 18 nov.
Tomás, apóstol. 21 dic.
Tomás Cantuarien.se, arz. y
mart. 29 dic-
Tomás de Aquíno, doc. y conf.
7 mar.
Tomás de Villanueva, arz. y
conf. 18 set.
Tomé, apóstol 21 dio.
Torcuato, ob. 15 may.
Toribio, arz. y conf. 23 mar.
Toribio, ob. y conf. 16 ab.
Torpeíes, mart. 17 may.
Totuato, mart. 8 jul.
Trahamunda, virg. 14 nov.
Tranquilino, mart. 6 jul.
Traseas, ob. y mart. 5 oc.
Trasfiguracion ( La) del Señor.
6 ag.
Traslación (La) de san Andrés,
apóstol, de san Lucas, evangelista,
y de san Timoteo ,
discípulo del apóstol san Pablo.
9 may.
Tratación (La) de san Cutberto,
ob. 4 set.
Traslación (La) de san Gerónimo,
doc. 9 may.
Traslación (La) de san Gregorio
Nacíanceno. 11 jun.
Traslación (Lai de san Ignacio,
ob. y mart. 17 dic.
Traslación (La! de san Marcos
evangelista, 31 en.
Traslación (La) de san Nicolás,
ob. 9 may.
Traslación (La) de Santiago,
apóstol. 30 dio.
Traslación (La) de santo Tomás,
apóstol. 3 jul.
Traslación ( La) d-íl cuerpo de
san Agustín. 28 feb.
Traslación (La) del cuerpo de
san Estovan, proloniTtir, 7
may.
Traslación (La) del cuerpo de
san Mateo, apóstol. 6 may.
Traslación (La) del cuerpo de
santa Mónica. 9 ab.
Trason, mart. 11 dic.
Trasverberacion íLa) del corazón
de sania Teresa de Jesús.
27 ag.
Tresano, presb. y conf. S. 7 feb.
Trifena, mart. 31 en.
Trifena, 10 nov.
Trifilo, ob. y conf. 13 jun.
Trifina, mart. 5 jul.
Trifon, mart. 4 en.
Tritón, mart. 3 jul.
Trifon, mart. 10 nov.
Trifonía, empz. 18 oc.
Trifosa, 10 nov.

XXII
Trípodes, mart, 10 jun.
Triunfo (El) el de la cruz. 16
jul.
Troadio, mart. 28 dic.
Trófimo, mari. 11 mar.
Trófimo, mart. 18 mar.
Tro fimo, mart. 23 jul.
Trófimo, mart. 19 set.
Trófimo, conf. 29 dic.
Trovano, ob. y conf. 30 nov.
Trudon, ob. y conf. 23 nov.
Tugal, ob. y conf. 30 nov.
Turiano, ob. y conf. 13 jul.
Turnino, mon. y conf. S. 17
jul.
IT
Ubaldo, ob. y conf. 16 may.
Ugucion, conf. 3 may.
Udalríco, ob. y conf. 4 jul.
Ulfrido, ob. y mart. S. 18 en.
Ulpiano, mart. 3 ab.
Ulrico, presb. y conf. S. 20 feb.
Ultano, ob. y conf. 4 set.
Urbano, mart. 8 mar.
Urbano, ob. y conf. 2 ab.
Urbano, mart. 16 ab.
Urbano, papa y mart. 23 may.
Urbano, mart. 2 jul.
Urbano, mart. 5 set.
Urbano, mart. 31 oc.
Urbano, ob. y conf. 28 nov.
Urbano, ob. y conf. 7 dic.
Ursicino, mart. 19 jun.
Ursicino, ob. y conf. 21 jun.
Ursicino, ob. y conf. 24 jul.
Ursicino, ob. y conf. 1 dic.
Ursicio, mart. 14 ag.
Ursino, conf. 9 nov.
Ursmaro, ob. y conf. 19 ab.
Urso, ob. y conf. 13 ab.
Urso.ob. y conf. 30 jul.
Urso, mart. 30 set.
Ursula, virg. y mart. 21 oc.
Valburga, virg. y aba. 1 may
Valencion, mart. 25 may.
Valente, ob. y mart. 21 may.
Valente, diac. y mart. 1 jun.
Valente, ob. y conf. 26 jul.
Valentín, presb. y mart. 14 feb.
Valentín, ob. y mart. 14 feb.
Valentín, ob y mart. 16 jul.
Valentín, ob. y conf. 29 oc.
Valentín, mart. 3 nov.
Valentín, mar!. 11 nov.
Valentín, mart. 13 nov.
Valentín, mart. 16 dic.
Valentina, virg. y mart. 2o jul
Valeria, mart. 23 ab.
Valeria, mart. 5 jun.
Valeria, virg. y mart. 9 dic.
Valeriano, mart. 14 ab.
Valeriano, mart. 23 ag.
Valeriano, mart. 4 set.
Valeriano, mart. 12 set.
Valeriano, mart. -/5 set.
Valeriano, mart. 17 set.
Valeriano, ob. y mart. 16 oc
Í.VDICE ALFABÉTICO.
Valeriano, ob. y conf. 27 nov.
Valeriano, ob. y conf. 28 n o v.
Valeriano, ob. y conf. Io die.
Valeríco, ab. y conf. 1 ab.
Valerio, ob. y conf. 28 en.
Valerio, mart. 14 jun.
Valerio, mart. 16 nov.
Valerio, ab. y conf. 12 dic.
Valero, ob. y conf. 28 en.
Valero, ob. y conf. 29 en.
Valéry, ab. y conf. 12 dic.
Valtrudis, viu. 9 ab.
Vandrilo, ab. y conf. 22 jul.
Vanengo, conf. S. 9 en.
Vanne, ob. y conf. S. 7 nov.
Varíco, mart. 15 nov.
Varo, mart. 19 oc.
Vaugo, erm. y conf. S. 15 jun.
Vautrudis, viu. 9 ab.
Vecio, mart. 2 jun.
Vedasto, ob. y conf. 6 feb.
Venancio, ob. y mart. 1 ab.
Venancio, mart. 18 may.
Venancio, ob. y conf. 13 oc.
Venefrida, vir. y mart. 3 nov.
Veneranda, vir. y mart. 14 nov.
Venerando, mart. S. 25 may.
Venerando, mart. 14 nov.
Venerio, ob. y conf. 4 may.
Venerio, conf. 13 set.
Venusto, mart. 6 may.
Venusto, inart. 22 may.
Verano, ob. y conf. 19 oc.
Verán 1, ob. y conf. 11 nov.
Verda, virg, y mart. S. 21 feb.
Verecundo, ob. y conf. 22 oc.
Verena, virg. 1 set.
Veriano, mart. 9. ag.
Veridiana, virg. 1 feb.
Verísimo, mari. 1 oc.
Vero, ob. y conf. 1 ag.
Vero, ob. y conf. 23 oc.
Verónica, virg. 13 en.
Verónico, mart, 19 oc.
Verulo, mart. 21 feb.
Vestina, mart. 17 jul.
Veturio, mart. 17 jul.
Viator, lee. y conf. 21 oc.
Viator, ob. y conf. 14 dic.
Vicente, mart. 22 en.
Vicente, mart. 22 en.
Vicente, mart. 27 en.
Vicente, mart. 24 may,
Vicente, conf. 24 may.
Vicente, mart. 9 jun.
Vicente, mart. 24 jul.
Vicente, mart. 25 ag.
Vicente, mart. 1 set.
Vicente, mart. 27 oc.
Vicente de Colibre, mart. 19ab.
Vicente Ferrer, conf. 5 ab.
Vicente Paúl, conf. y fumi. 19
jul.
Víctor, mart. 22 en.
Víctor , mart. 30 en.
Victor, man. 31 en.
Víctor, mart. 2b feb.
Víctor, presb. y conf. 20 feb.
Víctor^ inart. 6 mar.
Víctor,'mart. 10 mar.
Víctor, mart. 20 mar.
Víctor, mari. 30 mar.
Victor, mart. 1 ab.
Víctor, mart. 12 ab.
Víctor, mart. 20 ab.
Víctor, mart. 8 may. Víctor, mart. 1-ímay.
Víctor, mart. 17 may.
Víctor, mart. 21 jul.
Víctor, mart. 2i jul.
Víctor, papa y mart. 28 jul.
Víctor, ob. y conf. 23 ag.
Víctor, mart. 20 ag.
Victor, mart. 10 set.
Víctor, conf. 10 set.
Víctor, mart. U set.
Víctor, mart. 30 set.
Víctor, mart. 10 oc.
Víctor, mart. 17 oc.
Víctor, ob. y conf. 17 oc.
Víctor, mart. 2 nov.
Víctor, mart. 13 nov-
Víctor, mart. 3 dic.
Víctor, mart! 1 o dic.
Víctor, mart. 18 dic.
Víctor, mart! 28 dic.
A r
íctor, mart. 29 dic.
Victoria, mart. 17 nov.
Victoria, mart. 7 dic.
Victoria, virg. y mart. 23 dic.
Victoriano, mart. 23 mar.
Victoriano, mart. 10 may.
Victoriano, mart. 20 ag.
Victórico, mart. 24 feb.
Victórico, mart. 30 oe.
Victórico, mart. 11 dic.
Victorino, mart, 23 feb.
Victorino, mart. 0 mar.
Victorino, mart. 29 mar.
Victorino, mart. 15 ab.
Victorino, mart. 15 may.
Victorino, conf. 8 jun.
Victorino, mart. 7 jul.
Victorino, mart. 24 jul.
Victorino, ob, y mart. 5 sel.
Victorino, ob. y mart- 2 nov.
Victorino, mart. 11 nov.
Victorino, mart. 2 dic.
Victorino, mart. 18 dic.
Victorio, mart. 21 may.
Victorio, ob. y conf. 1 set.
Vidríelo, ob. y mart. 7 ag.
Viclurio, mart. 18 dic.
Vidal, mart. 9 en.
Vidal, mart. 9 en.
Vidal, mart. 14 feb.
Vidal, mart. 21 ab.
Vidal, mart. 2 jul.
Vidal, mart. 3 nov.
Vidal, mart. í nov.
Vigberto, presb. y conf. 13 ag.
Vigilio, ob. y mart. 20 jun.
Vigilio, ob. y conf. 20 set.
Vigor, ob. y conf. 1 nov.
Vileado, ob. y conf. 8 nov.
Vilebaldo, ob. y conf. 7 jul.
Vilebrordo, ob. y conf. 7 nov.
Vilgefortis, virg. y mart. 20 jul.
Vimino, ob.yconf. S. 21 en.
Vincendo, mart. 30 en.
Vindemial, ob. y mart. 2 may.
Vindonio, conf. 1 set.
Vinebaldo, ab. y conf. 18 dic.
Vinoco, ab. y conf. 6 nov.
Virgilio, ob. y conf. 27 nov.
Visitación (La) de nuestra Señora.
2 jul.
Visia, virg. y mart. 12 ab.
Vital, mart. 10 en.
Vital, mart. 28 ab.
Vitaliano, papa y conf. 27 en.
Vitaliano, ob. y conf. 16 jul.
Vitalio,mart. 4 set.

Vito, mart. 15 jun.
Viton, ob. y conf. S. 7 nov.
Vivencio, conf. 13 en.
Vivendolo, ob. y conf. 12 jul.
Viviano, ob. y conf. S. 21 en.
Vivina, virg. 17 dic.
Volfango, ob. y conf. 31 oc.
Volusiano, ob. y conf. 18 en.
Vuelta ( La ) del Niño Jesus de la
tierra de Egipto. 7 en.
Vulfilda, aba. 9 dic.
Vulfrano, ob. y conf. 20 mar.
Vulganio, conf. 2 nov.
Vulmaro, ab. y conf. 20 jul.
Vulsino, ob. y conf. S. 8 en.
W
Waldo, ob. y conf. S. 31 en.
Walstano, conf. S. 30 may.
Walteno ó Walteof, ab y conf. S.
3 ag.
Waltero, ab. y conf. S. 4 jun.
Wasmdfo ó Wasnon, conf. S.
1 oc.
Wenceslao, mart. 28 set.
Wereburga, virg. S. 3 feb.
Werenfrido, presb. y conf. S.
1 nov.
Wilfrido, ob. y conf. 12 oc.
Wilhelmo, arz. y conf. 8Jjun.
Winin, ob. y conf. 10 set.
Winwaloe ó'Winwaloc, ab, y conf.
S. 3 mar.
Wiron, ob. y conf. 8 may.
INDICE ALFABETICO.
Wistano, mart. S. 1 de jun.
"itburga, virg. 8 jul.
"Alfredo, ob. y mart. S. 18 en.
Wolstano, ob. y conf. 19 en.
Wulfado,'|mart. S. 24 jul.
Xantipa. 23 set.
Zabda, ob. y conf. 19 feb.
Zacarías, papa y conf, 15 feb.
Zacarías, ob. y mart. 26 may.
Zacarías, mart. 10 jun.
Zacarías, prof. 6 set.
Zacarías, prof, y mart. 5 nov.
Zainas, ub. y conf. 24 en.
Zambda, ob. y conf. 19 feb.
Zanita, mart. 27 mar.
Zaqueo, ob. y conf. 23 ag.
Zaqueo, mart. 17 nov.
Zebinas, mart. 13 nov.
Zeferino, papa y mart. 26 ag.
Zenaida, mart. 3 jun.
Zenaida. 11 oc.
Zenas, mart. 23 jun.
Zenon, mart. 14 feb.
Zenon, mart. 5 ab.
Zenon, ob. y conf. 12 ab.
Zenon, mart. 20 ab.
Zenon, mart. 23 jun.
Zenon, mart. 9 jul.
Zenon, mart. 15 jul.
X
FIN.
EBRATAS NOTABLES.
1 En el suplemento, después de la página 4 se con «
tinuó inadvertidamente la 9,10,11 y 12, debiendo pa -
ner 5, 6, 7 y 8.
aEnalgunas portadas de los índices, linea 9, dice t
LA BBVISA
debiendo decir:
REVISADAS.
XXIII
Zenon, mart. 2 set.
Zenon, mart. 3 set.
Zenon, mart. 5 set.
Zenon, mart. 8 set.
Zenon, mart. 20 dic.
Zenon, sold. y mart. 22 dic.
Zenon, ob. y conf. 26 dic.
Zita, virg. 27 ab.
Zoe, mart. 2 may.
Zoe, mart. S jul.
Zoelo, mart. 24 may.
Zòilo, mart. 27 jun.
Zósima, mart. 15 jul.
Zósimas, anac. y conf. 4 ab.
Zósimo, mart. 3 en.
Zósimo,mart. Il mar.
Zósimo, ob. y conf. 30 mar.
Zósimo, mart. 19 jun.
Zósimo, mart. 28 set.
Zósimo, conf. 30 nov.
Zósimo, mart. 14 dic.
Zósimo, mart. 18 dic.
Zósimo, mart. 19 dic.
Zósimo, papa y conf. 26 dib.
Zòtico, mart. 12 en.
Zòtico, mart. 12 en.
Zòtico, mart. 31 en.
Zòtico, mart. 10 feb.
Zòtico, mart. 20 ab.
Zòtico, ob, y mart. 21 jul.
Zòtico, mart. 22 ag.
Zòtico, mart. 21 oc.
Zòtico, presb. 31 dic.