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El pirata del Guayas
R
EDITORIAL
Entre las profundas satisfacciones
que me ha deparado
la Campaña de Lectura Eugenio
Espejo, está la de haber podido
llevar, por primera vez, obras que,
perteneciéndonos de algún modo,
no habían sido editadas para los lectores
ecuatorianos. Tal el caso de La
mula ciega, hermosa novela del manabita
Osvaldo Castro, que tenía ediciones
españolas y mexicanas; de Mi tío Atahualpa, esa novela
quiteñísima de Paulo de Carvalho Neto; de El país de los
ciegos, de H. G. Wells, ambientada en los Andes ecuatoriales;
y de Las Encantadas, de Herman Melville sobre las Galápagos,
autor nada menos que de ese monumento literario
llamado Moby Dick, llevado también al cine, y de Bartleby, el
amanuense de escribanía que cuando le encomendaban un
trabajo decía «prefiero no hacerlo».
Hoy el regocijo va de la mano de El pirata del Guayas, escrita
en 1855 por Manuel Bilbao y cuya edición primigenia
ha sido descubierta por el joven escritor ecuatoriano Esteban
Mayorga en la biblioteca de la Universidad de Harvard. Una
novela de aventura, ambientada en la colonia penal de Galápagos
y en Guayaquil; entretenida, apta para cualquier lector,
con temas de discusión permanente y, sobre todo, con el
contexto histórico que permite tener un retrato del Ecuador de
ese entonces, un país en ciernes donde los piratas son más
que una alegoría viva hasta el presente.
Y a propósito de Guayaquil: este año también tendrá su
Feria del Libro. ¿Lo sabía usted? Pues váyalo sabiendo, aunque
al decir de uno de sus actuales escritores, Leonardo Valencia,
el puerto aún sigue inédito. R
I.É.
Redacción: Director: Iván Égüez • Redacción: Andrés Cadena
• Diseño: Luis Ochoa • Fotografía: Dominique Riofrío
Colaboradores de este número: Esteban Mayorga •
Leonardo Valencia • Pamela Rovayo • Lucía Lemos • Juan
Fernando Jaramillo • Juan Cruz
Julio 2012 R
ROCINANTE 3