Petróleo y Revolución - Año 1 - Ministerio del Poder Popular de ...

"República del Zulia". De El
Tiempo, Bogotá, 1º de noviembre
de 1928.
A la derecha, el Presidente de
Colombia, a la izquierda, el
Ministro de Guerra
Hoy cuando se habla de la
"República del Zulia" suena a una
invención, a un regionalismo "ridículo"
y "extremo" de un pueblo orgulloso;
comúnmente nos referimos a ella como
a un "sentimiento", sin embargo, no hay
casualidad ni folclorismo, se trata de
una manipulación política calculada. En
la desesperación por recapturar el
petróleo y todo lo que venga por
añadidura, la oligarquía petrolera que
gobierna Estados Unidos, junto a sus
aliados nacionales, vuelven a reactivar
el secesionismo en la región. Ponen
esta idea en los medios como parte de
una verdadera campaña de guerra
psicológica contra nuestro país y su
integridad territorial, como una arista
afilada del macabro plan de descarrilar a
la revolución Bolivariana, distraerla,
restarle fuerza, minimizar su ejemplo e
irreverencia, buscando un gobierno
dócil a su control.
De repente se habla de la "República
del Zulia" y se entrevista a sus "representantes"
en televisión; se la escucha en
programas de concursos; se le otorga un
"fundamento histórico"; se la propone en
artículos de opinión, divulgando la idea
poco a poco, en grafitis, vallas y hasta en
franelas. Tampoco son pueriles o insignificantes
las visitas que ha hecho el embajador
imperial al gobernador del estado
Zulia Manuel Rosales, reconocido enemigo
de la revolución y aliado seguro del
gobierno de Estados Unidos. Tampoco
es casualidad la reciente reapertura del
consulado estadounidense en Maracaibo.
En cualquier caso, estas pretensiones
imperiales de desmembrar a
Venezuela no son nuevas, sino que desempolvan
un viejo plan, cuyo primer
intento se realizó a finales de los años
veinte del siglo pasado, y que había
sido puesto en práctica en el continente
con excelentes resultados al lograr
separar a Panamá de Colombia. Quizá
en aquel entonces no era estrictamente
necesario llevarlo a cabo en
Venezuela, puesto que ya contaban
con un dictador fiero y fiel, tal como lo
prefieren. Para ese momento ya habían
consolidado a Juan V. Gómez en el
poder, propiciando el traicionero
golpe contra Cipriano Castro, declarado
enemigo de cualquier pretensión
imperial. No obstante, aquel intento
fue resueltamente enfrentado por
numerosos patriotas venezolanos
desde dentro y fuera país, al punto de
lograr una condena de la otrora Liga
Antiimperialista Internacional.
De nuevo, Estados Unidos tiene el
ojo puesto en los ricos yacimientos de
hidrocarburos de nuestro pueblo. Y
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