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especial historia del cannabis
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"La verdad os hará libres" Juan 8:32
"Cristo", título que se otorgaba a quienes
habían sido ungidos y bautizados con KANEH
BOSM, fue un asíduo consumidor de cannabis.
Esta afirmación está validada por los múltiples
estudios, muy serios, que al respecto se han
llevado en algunos foros científicos y periodísticos.
Cabe reseñar el profundo estudio hecho
al respecto por el investigador norteamericano
Chris Bennet. Denostado por muchos pero
aplaudido por la comunidad científica, Chris
Bennet se basa en los evangelios y estudios
antropológicos pera llegar a tal conclusión. Tal
y como veremos sus argumentos son "aplastantes",
contundentes; Jesucristo usaba la
marihuana habitualmente. De hecho, fue un
activista de pro que defendió el uso del
cannabis como forma de una vida sana e inteligente.
Durante los gloriosos años 60 el
colectivo hippy le consideró el primero de los
hippies; todo un número uno de tan polémica
comunidad.
Que Jesús usaba cannabis es tan cierto como
que si no lo hubiera hecho jamás habría
ostentado el título de CRISTO. Recordemos
que Cristo no era el apellido de Jesús; es un
título otorgado a quienes han sido "UNGIDOS".
Efectivamente, los que eran ungidos con
KANEH-BOSM recibían este ilustre título. No
había otra manera; eran las reglas de lo que él
representaba.
El KANEH-BOSM era, y es, ni más ni menos,
que aceite virgen de oliva con una gran
cantidad de cogollos secos de marihuana
hembra (macerados) y otras yerbas y especies
entre las que se encontraban el tomillo, el
romero y otras. La receta, todavía usada hoy
en día en varios lugares de Oriente Medio, nos
viene dada en el Antiguo Testamento, concretamente
en "El Libro del Éxodo (30: 22-23). Se
usan 6,5 litros de aceite de oliva virgen que se
meten en una vasija. Se introducen casi cinco
kilos de cogollos de marihuana y las yerbas
mencionadas antes. El conjunto se deja
macerar y ¡ya está! ¡tenemos nuestro kanehbosm!
Al parecer las personas que eran
ungidas con esta mezcla eran literalmente sumergidas
en el aceite durante un buen rato. De
esta manera el cannabis, con todas sus propiedades
curativas e "iluminadoras", era
absorbido por la piel (uso tópico) y, en muy
pocos minutos, las visiones de Dios comenzaban.
No era de extrañar que en tales circunstancias
los ungidos vieran a Dios y hasta al
Espíritu Santo (como en el caso de Jesús). En
nuestra época, tiempo de prisas, estamos
acostumbrados a consumir la cannabis
fumada, bien en un porro, bien en una pipa.