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El uso de sustancias para aumentar el rendimiento
es tan antiguo como la misma
humanidad, y una de las principales motivaciones
del uso de las drogas. A través de la
historia esto nunca ha suscitado mayores
problemas, ni morales ni legales. Las drogas
legales son habitualmente las que inciden directamente
en un mayor rendimiento laboral
como los estimulantes. La gran mayoría de la
población necesita nada más abrir los ojos una
buena dosis de cafeína, acompañada en
muchos casos de la nicotina en forma de cigarrillo,
para afrontar su jornada laboral. En los
trabajos más duros el alcohol ayuda a soportar
el tedio y dureza de ciertas labores: Las drogas
legales más usadas en España para aumentar
el rendimiento son el café, copa y puro. La
cocaína, pese a ser ilegal, ha hecho carrera en
los últimos años como alternativa al clásico
carajillo y faria, especialmente entre profesionales
y empresarios.
Por supuesto, cuando se pilla una gripe, y si la
necesidad acucia, uno recurre a cualquier
fármaco contra el resfriado, que suele consistir
en un cóctel de analgésicos, estimulantes (habitualmente
cafeína o efedrina, la misma
sustancia del positivo de Maradona en Méjico),
antihistaminicos, antitusígenos (como la
codeína, un derivado del opio).
Todas estas sustancias farmacológicas se
pueden comprar en la farmacia sin receta, o si
no lo podemos pedir a cualquier compañero de
trabajo o incluso en el bar. De un tiempo a esta
parte estas drogas de farmacia han pasado a
utilizar la publicidad, y frecuentemente
recurren al reclamo de aumentar la energía y
la capacidad de trabajar, como podemos ver en
muchos anuncios de televisión.
Pero si el que toma un frenadol para poder ir a
currar es un profesional del deporte, en este
caso en lugar de reconocimiento social por su
capacidad de sacrificio y afrontar la dureza del
trabajo hasta el punto de necesitar aportes
externos en perjuicio de su salud, lo que recibe
es el desprecio, el linchamiento mediatico,
sanciones económicas, se le impide ejercer su
profesión y últimamente hasta consecuencias
penales.
HISTORIA DEL DOPING
En el caso de la competición deportiva, el uso
de drogas para aumentar el rendimiento se
remonta a sus orígenes mismos. Los griegos
inventores de la competición deportiva como
tal ya utilizaban todo tipo de sustancias para
aumentar el rendimiento de los atletas, según
documenta el filósofo Filóstrato en el siglo III
a. C., algunos competidores griegos
consumían una mezcla de semillas de ajonjolí
y hongos alucinógenos para aumentar su rendimiento.
En Roma, los gladiadores usaban estimulantes
para vencer la fatiga y las lesiones,
mientras que otros atletas experimentaban
con cafeína, alcohol, nitroglicerina, opio y estricnina.
Las culturas americanas incas y
aztecas, en sus deportes y luchas rituales
mascaban hojas de coca y bebían chocolate
(contiene cafeína y sustancias de tipo anfetaminico
e incluso trazas de cannabinoides). En
Occidente, a finales del siglo XIX, las drogas
más utilizadas eran estricnina, cafeína, heroína
y cocaína.
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